Querido/a estudiante de Literatura Avanzada (AP Spanish Lit · Prueba de Vocabulario de cada...

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1 8 de junio de 2010 Querido/a estudiante de Literatura Avanzada (AP Spanish Lit.): Felicitaciones por haber tomado la decisión de continuar con español y tomar la clase de literatura. Les prometo que será una clase entretenida y divertida siempre y cuando cumplan con su parte. Este verano van a leer tres cuentos bastantes entretenidos. Los cuentos serán: Un día de estos, Gabriel Garcia Márquez La prodigiosa tarde de Baltazar, Gabriel Garcia Márquez La viuda de Montiel, Gabriel Garcia Márquez Dos Palabras, Isabel Allende Serán evaluados de la siguiente manera: Practice/preparation (Por favor usen su computador para contestar las preguntas.) Este trabajo lo deben entregar el primer día de clase. No lo aceptaré después del 3 de septiembre. Completar preguntas al final de cada cuento: 10 puntos (cada uno) Completar guía de estudios de cada cuento: 10 puntos (cada uno) Completar un collage de imágenes en una hoja 8x11 que representen cada cuento: 10 puntos (cada uno) Formative Prueba de Vocabulario de cada cuento:20 puntos Prueba de Comprensión de cada cuento: 20 puntos ¡Buena suerte! Y aprovecha tu verano. No habrá oportunidad de descansar en nuestra clase hasta Mayo de 2011. Si tienen preguntas escríbanme y con mucho gusto les contestaré. Abrazos, Srta. Peró [email protected] PD. Si no recibieron las lecturas pueden pasar por el colegio a buscar las lecturas o imprimir este documento.

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    8 de junio de 2010 Querido/a estudiante de Literatura Avanzada (AP Spanish Lit.): Felicitaciones por haber tomado la decisin de continuar con espaol y tomar la clase de literatura. Les prometo que ser una clase entretenida y divertida siempre y cuando cumplan con su parte. Este verano van a leer tres cuentos bastantes entretenidos. Los cuentos sern:

    Un da de estos, Gabriel Garcia Mrquez

    La prodigiosa tarde de Baltazar, Gabriel Garcia Mrquez

    La viuda de Montiel, Gabriel Garcia Mrquez

    Dos Palabras, Isabel Allende Sern evaluados de la siguiente manera: Practice/preparation (Por favor usen su computador para contestar las preguntas.) Este trabajo lo deben entregar el primer da de clase. No lo aceptar despus del 3 de septiembre.

    Completar preguntas al final de cada cuento: 10 puntos (cada uno)

    Completar gua de estudios de cada cuento: 10 puntos (cada uno)

    Completar un collage de imgenes en una hoja 8x11 que representen cada cuento: 10 puntos (cada uno)

    Formative

    Prueba de Vocabulario de cada cuento:20 puntos

    Prueba de Comprensin de cada cuento: 20 puntos Buena suerte! Y aprovecha tu verano. No habr oportunidad de descansar en nuestra clase hasta Mayo de 2011. Si tienen preguntas escrbanme y con mucho gusto les contestar. Abrazos, Srta. Per [email protected]

    PD. Si no recibieron las lecturas pueden pasar por el colegio a buscar las lecturas o imprimir este documento.

    mailto:[email protected]
  • G~brlel G~rcla M'l"quez ..

    Un dia de estos GABR I E L GARCiA M ARQUEZ

    En este cuento gorciomorquesco "Un d(o de &IOS" (1962).10 lensi6n noce de uno tacito amena20 de vio/encio. de comienlO a fin. B protagonista del cuento es un vecina noda poderoso de un pueblo que sufre baja un regimen militor sanguinaria. jerce 10 dentlsterfa sin titulo, y Ie (olton recursos econ6micos para montener odecuadomente su consuftorio. Su padente, el okolde-renieme, encama 10 opresion que su(re el pueblo. En LOlinoamerica. a los "hombres (uertes" se les conoce bajo muchos nombres:caudillo, cacique, tirana. despOIO a diaodor; comoquiera que se les lIame. tienden 0 ser militares, y reprimen 01 pueblo mediante el usa del terror: redados y encorcelomientas repenlinos, larlUras, malanzos generales y desoparlciones . En un pueblo como el de "Un dio de estos", no hay proce!o legal estoblecido; 10 que hayes 10 "mono duro" del que se impone.

    Mediante eI comen(orio del dentista of socarle 10 muela a su pociente, sabemos que este cargo con /0 fesponsabiJidad de muchos muerlOS en e! pueblo, y el dolor profunda. posiblemente Innecesorio, pero pasojero, que el dent/slo Ie hoce pasor, pagor6 Yeinte de los lantos.

    246 Abriendo puert.a$ I

    EI lunes amaned6 tibio l y sin lIuvia. Don Aurelio Escovar, dentista s in tftuJo2 y buen madrugador,3 abri6 su gabinete~ a las seis. Sac6 de I" vidriera5 una dentadura postiza6 montada aun en e1 molde de yeso7 y puso sabre la mesa un pui\ado de instrumentos que orden6 de mayor a menor, como en una exposici6n. Uevaba una camisa a Tayas, sin cuello, cecrada arriba can un bot6n dorado, y los pantaJones sostenidos can cargadores ehisticos.~ Era rfgido, enju(o,9 can una. mirada que ra ras veces correspondia a la situacion, como (a mirada de los sordas.

    Cuando tuvo las casas dispuestas sobre la mesa. rod6 la fresa lO hacia e1 si1l6n de resortes ll y se sent6 a pulir12 1a dentadura posti za. Pareda no pensar en 10 que hada, pero trabajaba can obstinaci6n, peda leando en la fresa incluso wando no se servia de eUa.

    Despu~ de las ocho hizo Wla pausa para mirar el cielo par la ventana y vio dos gallinazosl3 pensativ05 que se secaban al sol en el caballete" de la casa vecina. Sigui6 trabajando can la idea de que antes del almuerzo

    , tiblo-ni frIo ni calientll. sino un term ....o me" .....

    I lin titulo--en ...I,unu partes de H llpanOlm~rlca.lol medicos 'f 10$ dentlstu puaden f jercer su profeslon sin haber ucado diploma. 51 'lnurlclan ene heche en su pI,n 0 letrllro.

    I rnadrugador-1c

  • volverfa a 1J0ver. La voz destemplada '5 de su hijo de once anos 10 sac6 de su abstracci6n.

    -Papa. -Que. -Dice el alcalde16 qu' si Ie sacas una muela. - Dile que no estoy aqu!. Estaba puliendo lUl diente de oro. Lo retir6 a la

    distancia del brazo y 10 examin6 con los ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvi6 a gritar su hijo.

    -Dice que S1 estas porque te esta oyendo. El dentista sigui6 examinando el diente. 5610 cuando

    10 pusa en la mesa con los trabajos terminados, dijo: -Mejor. Volvi6 a operar Ja fre-sa. De una cajita de cart6n

    donde guardaba las casas par hacer, sac6 un puente de varias piezas y empez6 a pulir el oro.

    -Papa. -Que. At1n no habra cambiado de expresi6n. -Dice que si no Ie sacas la muela te pega un tiro. Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente

    lTanquilo, dej6 de pedalear en la fresa, la retir6 del sill6n y abri6 por completo 1a gaveta11 inferior de la mesa. All! estaba el rev6lver.

    - Bueno -dijo-. Dile que venga a pegarmelo. Hizo girarlS el siJI6n hasta quedar de frente a la

    puerta, la mana apoyada en el borde de la gaveta. El alcalde apared6 en el umbra!. Se habfa afeitado 1a mejilla izquierda, pero en la otTa, hinchada y dolorida, tenia una barba de cinco dias. EI dentista vio en sus ojos marchitos9 muchas noches de desesperaci6n. Cerr6 la gaveta con la pWlta de los dedos y dijo suavemen.te:

    IJ dutemplada-alta y dfsc(lrI:lante .I. al(alde-ofKlal I )ecutivo de lin ml.lnldpio. II ,aveta--cIJ6n de lin escritorio 0 comodt.

    " ,kar--dlr yuelta.

    I t marcl:itos-detmejoradru; deblliu(Io$: resecos, por no Ilaber dormldo.

    248 Abrlendo puert.u I

    -Sientese. -Buenos dias -dijo el alcalde. - Buenos -dijo el dentista . Mientras hervfan los instrumentos, el alcalde apoy6

    el craneo en eI cabezal de la silla y se sinti6 mejOl. Respiraba un olor gtacia\. Ero un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal y una vidriera ron pom0s2 de loza.21 Frente a la silla; una ventana con un canceFl de tela hasta la altura de un hombre. Cuanqo smti6 que el dentista se acercaba, el alcalde afirm6 los

    talones y abri61a boca. Don Aurelio Escovar Ie movi6 la cara hacia la luz.

    Oespues de observar Ja rouela danada, ajus t6 la mandfbula con una cautelosa23 presi6n de los dedos.

    _ Tiene que ser s in anestesia -dijo.

    -,Por que? -Porque tiene un absceso. Et alcalde 10 mir6 a los ojos. - Bsta bien --dijo, y trat6 de sonreh. El dentista no

    Ie correspondi6.24 U ev6 a la mesa de trabajo Ia caceroJa con los instrumentos hervidos y los sac6 del agua con unas pinzas frias, todavfa sin apresurarse . Despues rod6 la escupidera con la punta del zapato y fue a lavarse las manos en eJ aguamanil.2S f:li zo todo sin mirar al alcalde.

    Pero el alcalde no 10 perdi6 de vista. Era una cordal16 inferior. El dentista abri6 las

    piernas y apret6 la muela can el gatillo27 ca liente. El alcaJde se aferr6211 a las barras de la silla, descarg6 toda

    11 pomos-lrascos; vuKes.

    l' lo~tllN-It c.a ncel (m.)-elombo; eab\que quo ~eplra una p~rte d, IIA CUHIO 6e oo:n..

    II eauteIOJa-tu,dadou.

    14 no Ie correspondl6--no hiz 10 mlsmo; no Ie .d

  • su fuerza en los pies y sinti6 un vado heJado en los rmones, pero no solt6 un suspirQ. EI dentista 5610 movi6 la mui'leca. Sin rencor}9 mas bien con una amarga ternura, dijo:

    -Aqui nos paga veinte muertos, teniente. El alcalde sinti6 un crujido)l) de huesos en 1a

    mandfbula y sus ojos se llenaron de lagrimas. Pero no suspir6 hasta que no sinti6 saJir la muela. Entonces la vio a traves de las Iagrimas. Le pareci6 tan extrana a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco naches anteriores. Indinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante,3] se desaboton6 la guerrera32 y busc6 31 tientas)3 e1 pai\uelo en el boIs iLlo del panta16n. EI dentista Ie dio un trapo limpio.

    - 5equese las I ~grimas -dijo. El alca lde 10 hizo. Estaba temblando. Mientras el

    dentis ta se lavaba las manos, via el cie lorraso~ desfandado35 y una telarafta polvorienta con huevos de arana e insectos muertos. EI dentista regres6 secandose las manos. Acuestese -dijo- y haga buches36 de agua de sal. El alcalde se puso de pie, se despidi6 con un displicente17 sa ludo militar, y se dirigi6 a [a puerta estirando las piernas, sin abotonarse la guerrera.

    - Me pasa la CUellla -dijo. -,A usted 0 aJ municipio? E1 alcalde no 10 mir6. Cerr6 la puerta, y dijo, a traves

    de la red metalica: -Bs la misma vaina.38

    1. rencor-rere:lumlelltc.

    ,. c:ruJldo- ruido leCO, COfnQ el que produce un mad.ro . 1 rajarn.

    )I Jlldeal'l te--respinlldc tnlbllJQ5~mellte. n t uerrer ...-...n.llia de tip

  • La prodigiosa tarde de Baltazar GABRIEL GARCIA MARQUEZ

    Baltazar, protagonisco garciamarquesco de "La prodigiasa tarde de Baltazar" (1 962), no /lega nunca a comprender los akances de su talemo artisrica ni ef varor intdnseco de S(l obra de arte:10 joula mas be/Jo de! mundo. Gorcia Morquez nos detolla, con fino comicidod, la tarde en que &ltozor termino su jaulo y 10 /leva 0 10 CO$O del hombte mos rico der pueblo, don Jose Montiel, a que este se la com pre a buen precio. Baltazar es ingenu~, y honrodo (ombien. Dia su palobra ai nino Montiel, y cumple can ella. Este es e/ primer cuenta en que se ernpieza 0 conocer eI carc\a.er de Mootiel, un Set sordido y bestial, y. endma de eso, mezquino. n su respuerta los sucesos en coso de Montiel, y ante el pueblo 01 que encora a conVnuacion el pratagonista, se enderTO 10 prodigioso de fa tarde de Barrazo,.

    La jaula' estaba tenninada. Baltazar la colg6 en el alero,2 par 1a fuerza de la costumbre, y cuando aCC'lb6 de almorzar ya se ded a por todos lados que era la jaula

    jaula-

  • habfa puesto en un asiento junto a la' hamaca, y habia llevado la jaula a ta mesa del comedor. La contemplaba en silencio.

    -

  • bien ca!culadas -dijo, seiialando con el indice los duerentes compartimientos. Luego gOlpe6 1a cUpula can los nudillosP y la jaula se llen6 de acordes'8 profundos.

    -Es el alambre mas resistente que se puede encontra r, y cada juntural 9 esta soldadalO por dentro y par fuera - dijo.

    -Sirve hasta para un lora - intervino uno de los n.ii\os.

    -As! es -dijo Baltazar. EI medico movi6 la cabeza. -Bueno, pero no te dio el modelo -dij~. No te

    hiza ningun encargo preciso, aparte de que fuera una jaula grande para turpiales. iNo es asf?

    -As1 es -dijo Baltazar. - Entonces no hay problema --dijo el m~dic~.

    Una cosa es una jaula grande para turpiales y otra cosa es eSta jawa. No hay pruebas de que sea esta la que te mandaron hacer.

    - Es esta misma -dljo Baltazar, ofuscado21- . Por eso !a hice.

    .El medico hiza un gesto de impaciencia. -Poddas hacer otra - dijo Ursula, mirando a

    su marido. Y despues, hacia el medico- : Usted no tiene apuro .22

    - Se la prometf a mi mujer para es ta tarde -dijo el medico.

    -La siento mucha, doctor -dijo Baltazar-, pera no se puede vender una cosa que ya esta vend ida.

    EI medico se encogi6 de hombros.u Secandose el sudar del cuello con un paii.uelo, contempl61a jawa en

    IT nudillos-aroculaclolltS, 0 cO)'\lnwras. dl los hLlIS

  • que se agolpaba:JO en la puerta-: Pero Uevesela para adentro que nos van a eonvertir Ja sala en una gallera.31

    Baltaur no era un extrai\o en 1a casa de Jose Montiel. En distintas ocasiones, por su encacia y buen ewnplimiento, habfa sido Hamada para hacer trabajos de ca rpinteria meno)". Pero nunca se sinti6 bien entre los ricos. Solfa:l2 pensar en eilos, en sus mujeres feas y eonflictivas, en sus tremendas operaciones quin1rgicas,lJ y experimentaba siempre un sentimiento de piedad .34 Cuando entraba en sus casas no podia moverse sin arrastrar los pies. -l.F.st~ Pepe? -pregunt6. Habfa puesto la jaula en la mesa del eomedor. -Esta en la escuela -dijo la mujer de Jose

    Montiel- . Pero ya no debe demorar.35 - y agreg6--: Montiel se esta banando.

    En reaHdacl Jose Montiel no habia tenido tiempo de banarse. Se es taba dando una urgente fricci6n de alcohol alcanforado36 para sa lir aver 10 que pasaba. Era un ho mbre tan prevenido,37 que dormJa s in ventilador electrico para vigilar durante el sueno los rumores de la casa.

    -Adelaida -grit6-. ,QUt~ es 10 que pasa? -Yen a ver que cosa tan mara villosa -grit6

    su mujer. Jose Montiel--

  • E1 nino habla permanecido inm6vil, sin parpadear, hasta que Baltaza r 10 mir6 perplejo con la jaula en la mano. Entonces emiti6 un sonido gutural, como el ronquido"'" de un perro, y se lanz6 al sue lo dando gritos.

    rose Montiel to miraba impasibl e,45 mientras la madre trataba de apaciguarl0.~

    -No 10 levantes -dijo-. Dejalo que se rompa Ja cabeza contra el sueio y desp ues Ie echas sal y lim6n para que rabie can gusto.

    EI nino chiHaba s in iagrimas, mientras Stl madre 10 sosterua por las mui'iecas.

    - Dejalo - insisti6 Jose Montiel. Baltaza r observ6 al nino como hubiera observado la

    agonia47 de un animal contagioso. Eran casi las cuatro. A esa hora, en su casa, Ursula cantaba una canci6n muy antigua, mientras cortaba rebanadas de ceboUa.

    - Pepe -dijo Baltazar. Se acerc6 al nii"to, sonriendo, y Ie tendi64B la jaula. El

    nino se incorpor649 de un saito, abraz6 la jaula, que era casi Ian grande como el, y se qued6 mirando a Baltazar a craves del tejido metalico, sin saber que decir. No hab(a derramado una iagrima.

    - Baltazar -dijo Montiel, suavemente-. Ya te dije que te 1a lleves.

    - Devuelvela ~rden6 la mujer a l nitio. -Quedate con eUa -dijo Baltazar. Y luegol a Jose

    Montiel-: Al fin Y at cabo, para eso la hice. Jose Mannel la persigw6 hasta la sa la.

    U ronquldo--sO(IiO'O que emlum I "ens los ~nlmale$ y lot hl/manos al rupi~. esptelalmenu (uando esd.n dOllTlidcs.

    u Impa$ible-sin altenne 0 emocIO(la" "

    "' apadiulIrlo--calmarlo.

    41 agonla--vtruito de la muerte; prcxeso d. merir .

    1 t endi6-el(tendi6; ofrtci6 .

    , se incorporO--$e IQ"lnt6.

    260 Abr1endo puerta$ 1

    --------------------------""----

    - No seas tonto, Baltazar -deda, cerrandole eJ paso-. Llevate tu trastoSO para la casa y no hagas mas tonterfas. No p ienso paga rte ni un centavo.

    - No impor ta -dijo Baltazar-. La hice expresamente para rega l.hsela a Pepe. No p.ensaba cobrar nada.

    Cuando Baltazar se abri6 paso a trav~ de los eudosos que b loqueaban la puerta, Jose Montiel daba g Titas en el centro de la sala. Estaba muy palido'y sus Oj05 empezaban a emojecer.

    - Esrupido -gritaba-. Llevate tu cachane.51 Lo ultimo que faltaba es que un cualquiera51 venga a dar 6rdenes en mi casa. ,Carajo!53

    En el sa16n de billa r recibieron a Baltazar con una ovaci6n . Hasta ese momento, pensaba que habfa hecho Wl3 jaula mejor que las atras, que hahia tenido que regalarsela al hijo de Jose Montiel para que no siguiera lloTanda, y que ninguna de esas cosas tenia nada de particular. Pero I uego se d io cuenta de que todo eso tenia una cierla importancia para muchas personas, y se sinti6 un poco excitado.

    -De man era que te d ieron cincuenta pesos por la jaula.

    -Sesenta -dijo Ba ltazar. -Hay que hacer una raya en el cielo -dijo alguien-.

    Eres el t."tniCQ que ha logrado sacarle ese mont6n de p la ta a don Chepe Montiel. Esto hay que celebrarlo.

    Le ofrecieron una cerveza, y Bal tazar correspondi6 con una landa pa ra todos. Como era la primera vez que bebfa, al anochecer estaba completamente borracho, y hablaba de un fabuloso proyecto de mil jaulas de a sesenta pesos, y despues de un mi ll6n de jaulas hasta completar sesenta millones de pesos.

    Sf tras t o--oblero d" potO "llor; uthl!To.

    SI cu:harro-ob;tlo de poco \l;llor; trano.

    Hu n c:ualqulel'a-Un don Nadie; perso"" de~)o r;ango so(~I.

    51 iCarajo!--exc:lamac16n .rosen.. d. mele5tla 0 enolo.

    Lo prodlgioso lorde de Soho%or 261

    http:cachane.51
  • - Hay que hacer muchas cosas para venderselas a los ricos antes que se mueran -decia, ciego de la borrachera-. Todos estan enfermos y se van a morir. C6mo estar~n de jodidos54 que ya ni siquiera pueden coger rabia .

    Durante dos horas eJ tocadiscos autom.Hico estuvo par su cuenta tocando sin parar. TOOos brindaron por la salud de Baltazar, por su suerte y su fortuna, y por la muerte de los ricos, pe ro a la hora de la comida 10 deja ron solo en el s816n.

    Orsula 10 habia esperado hasta las ocho, con un plato de carne frita cubie rto de rebanadas de cebolla. Alguien Ie dijo que su marido estaba en el sal6n de billar, loco de felicidad, brindando cerveza a todo el mundo, pem no 10 crey6 porque Baltazar no se haMa em~orrachado jamas. Cuando se acost6, casi a la medianoche, Baltazar estab .. en lUl sa l6n iluminado, donde habfa mesitas de cuatro puestos con sillas alrededor, y una pista de baile al aire libre, pOl' donde se paseaban los aJcaravanes.5S Tenia la cara embadurnada56

    de coloreteP y como no pod(a dar un paso mas, pensaba que querra acostarse con dos mujeres en la misma cama. Habra gastado tanto, que tuvo que dejar el reloj como garantIa, con el compromiso58 de pagar a1 dla siguiente. Un momento despues, despatarrado$9 por la calle, se dio cuenta de que Ie estaban quitando los zapatos, pero no quiso abandonar el sueiio mas feliz de su vida. Las mujeres que pasaron para la misa de cinco no se atrevieron a mirado, creyendo que estaba muer to.

    ~ jooldo!.-val..bra ,r01er.. por frepoos; fritos; en mal estado.

    ! ! Ilntav;lnu_"es d. OJO$ grand.s. cuello co:rto y plco largo. corvo y fino.

    U emb.J,d\lrrud:t-emburada; plnuda.

    H colOre te (m.)-pol'le de (olor rosa que $. usa pan dl r ell; (olor a Inmellllu . n compromiso-prcmeu.

    !. deipat.arrado-~umbado. 0 tendiclo. con III pl.rnas abl l rtu.

    262 Abriendo puel"ta. I

    PREGUNTAS

    I. Describe Ia jaula que ha construido Baltazar. iC6mo es ffsicamente y que efecto tiene sobre 13 gente de l pueblo! iComprende el artista 10$ alcances de su capaddad an:lscica~

    2. iPor que se niega Baltazar a vender 13 Jaula al medico, como sugiere Ursula, para despues volver a haecr otra para el hijo de Jose Montielr

    3. iPor que Ie resulta imposible a Baltazar contarle 301 pueblo la verdad sobre la negativa de Montiel de pagar 101 jaula l .

    4. iPor que crees que se titula el cuento "La prodigiosa tarde de Baltazar" y no " La prodigiosa jaula de Baltazar"!

    5. Muchas obras de Gabriel Garcia. Marquez y de Emilia Pardo Buan se enfocan en personajes que son maltruados par otres. Campara el malcr

  • La viuda de Montiel GABRIEL GARCiA MARQUEZ

    n "Lo Yiuda de Montiel" (1962), 10 presencia de Jose Montiel sigue 5urtiendo su efeet o. aun despu~s de muerto. Este es el tercer cuenco que versa sabre el popel que desempeiio Momiel en /0 historio de este pueblo garciamarquesco sin nombre: e/ pocieme (Jf1igido de "Un dio de estos" es probablemente eI hombre {ueTte. enyiado para (limp!!r 6rdenes expresas de 10 dictadura, de flqu idor 10 oPos/cion. Can el, en el pueblo, se oliO Montiel, quien paso de ser hombre que "se hob/a posada 10 mitad de su vida en c(J/zoncillos sentodo a 10 puerto de su pi/ador~ de ortal", a desempefiar para el alcalde-ten/ente los servicios especio/es que este requerlo. As! se granjee Montiel canto 10 buena voiuntad del hombre (uefte como una buena hacienda para si mismo.

    La abusada e inocente viuda nunca, hasta el dio de su muerte, se dio evento de 10 realidod de su marida. Tampoco entendi6 jomas por que eJ pueblo no osisli6 01 entierro del que para ella rue "como un santo moderno".

    26" Abrlendo p uertas I

    Cuando muri6 don Jose Montiel, todo el mundo se sinti6 vengado/ menos su viuda; pero se necesitaron varias haras para que todo el mundo creyera que en verdad habia muerto. Muchos 10 segu[an ponjendo en duda despues de ver el cadAver en camara ardiente/ embutido3 can almohadas y sabanas de lino dentro de una caja amarilla y abombada como un mel6n. Estaba muy bien afeitada, vestido de bJanco y can botas de charoJ,oI; y tenia tan buen scmblante5 que nunca pa.reci6 tan vivo como entonces. Era el mismo don Chepe Montiel de los domingos, oyendo misa de ocha, s610 que en lugar de la fus ta6 tenia un cIUdfijo entre las manos. Fue predso que atomillaran 1

  • de la tarde, a consecuencia de la rabieta l2 que el m~dico Ie hah(a prohibido. Pero su esposa esperaba tambi~n que todo el pueblo asistiera al entierro y que la casa fuera pequena para recibir tantns flores. Sin embargo s610 asistieron sus copartidarias13 y las congregadones religiosas, y no se redbieron mas coronasH que las de la administraci6n municipal. Su ruio -desde su puesto consular de Alemania- y sus dos hijas, desde Paris, mandaron telegramas de tres paginas. Se veia que los habian redactado'5 de pie, con la tinta multitudinaria de la oficina de correos, y que habian rota muchas fonnuJarios antes de encontrar 20 d61ares de palabras. Ninguno prometia regresar. Aquella noche, a los 62 ailos, mientras Horaba contra la almohada en que recost6 la cabeza el hombre que la habia hecho feliz, la viuda de Montiel conoci6 por primera vez el sabor de un . resentimiento. "Me encerran~ para siempre", pensaba. "Para mt es como si me hubieran metido en el mismo caj6n de J~ Montiel. No quiero saber nada mas de este mundo." Era sincera.

    Aquell a mujer fragH, lacerada16 par la superstici6n, casada a los 20 anos par voluntad de sus padres can el Unico pretendienle17 que Ie permitieron ver a menos de 10 metros de distancia, no habfa estado nunca en contacto directo con la rea lidad, Tres dfas despu~ de que sacaron de la casCl el cadl!iver de su mariclo, comprendi6 a trav~s de las lagrimas que debra reaccionar, pero no pudo encontrar el rumba18 de su nueva vida. Era necesario empezar par el principia.

    11 rabltta-ataqutl d. ubla, de enojo.

    I) cop.rtidar lo...-!os que ptrttnectn I I mismo partido politico.

    I< cOr'OnlS--arrer!O$ de Horn en IQrroa rlldondOl. II redacudo--escrlto; (OmPUtiUQ.

    16 lacel"ada-herlda.

    IT pr.tendiente--noylo.

    " r umbo- sentldo; dlrtccl6n.

    2&6 Abriendo puer~ I

    Entre los innumerables sec retos que Jose Montiel se habra llevado a la tumba, se fue enredada la combinaci6n de la caja fuerte.19 1 alcalde se ocup6 del problema. Hizo poner la caja en el patio, apoyada al pared6n, y dos agentes de la poliefa dispararon sus fusiles20 contra la cerradura. Dmante toda W1a manana, la viuda oy6 desde el dormitorio las descargas cerradas21 y sucesivas, ordenadas a gritos pa r el alcalde. "Esto era 10 ultimo que faltaba", pens6. "Cinco anos rogando a Dios que se acaben los tiros, y ahara tengo que agradecer que disparen dentro de mi casa." Aquel dfa hizo un esfuerzo de concentraci6n, llamando a la mUerte, pero nadie Ie respond i6. Empezaba a dormirse cuando una tremenda explosi6n sacudj622 los dmientos23 de Ja casa. Habian tenido que dinamitar la caja fuerte.

    La viuda de Montiel lanz6 W1 suspiro. Octubre se eternizaba con sus lIuvias pantanosas24 y eUa se sentia perd ida, navegando sin rumba en la desordenada y fabu losa hacienda de Jose MontieL EI sei\or Cannichael, antiguo y diligente servidor de la familia, se habra encargado de la administraci6n. Cuando par fin se enfrent6 al hecho concreto de que su marido habfa muerto,la viuda de Montiel sa li6 del dormitorio para ocuparse de la casa. La despoj625 de todo ornamento, hizo forra rU los muebles en eolores luctuosos,27 y pusa lazos flinebres en los retratos del muerto que colgaban de las paredes. En dos meses de encierro habfa

    If cala fuert e-caj.l meuillCII, con cI .rI"I~ seguro, dond. It guardan cons v;l lielas.

    10 (usilM (m.)--;.rroa l de '

  • adquirido la costumbre de morde.rse las lulas. Un dLa -los ojos enrojeddos e hinchados de tanto 110rar- se dio cuenta de que el senor Carmichael entraba a la casa con el pa raguas abierto.

    -Cieere ese paraguas, se.ii.or Carmichael-Ie d ijo-. Despues de todas las desgradas28 que tenemos, 5610 nos faltaba que usted entrara a 1a casa con el paraguas abierto.

    El senor Carmichael puso el paraguas en el rinc6n. Era un negro viejo, de piellustrosa?' vestido de blanco yean pequei'las aberturas hechas a navaja en los zapatos para aliviar la presi6n de los callos:Xl

    - Es 0010 mientras se seca. Par primera vez desde que muri6 su esposo, 1a

    viuda abri6 la ventana. -Ta ntas desgracias, y ademas es te invierno

    -murmur6, mordiendose las unas-. Parece que no va a escampar31 nunca.

    - No escampara ni hoy ni manana -clijo eJ adrninistrador-. Anoche no me dejaron dormic los callos.

    Ella confiaba en las predicciones atmosfericas de los ca llos del senor Carmichael. Contempl6 la pladta desolada, las casas silenciosas cuyas puertas no se abrieron para ver el enherra de Jose Montiel, yentonces se sinti6 desesperada con sus unas, con sus tierras sin Ifmites, y can los infinitos compromisosn que hered6 de Slt esposo y que nunca Jograrfa comprender.

    -EI mtU'ldo esta mal hecho - solloz6. Quienes la visitaron par esos dias tuvieron motivos

    para pensar que habia perdido el juicio.3J Pero nunca

    ,t desinclas- infor tunlos; advet'tid)det.

    It lustl'Ou-Orillante.

    )t canol~uel'los endurlclmientOI de iii plll l, esptcJalmente dl! los pies 0 de lilS minos, Ul,I$.1dol por rQce 0 ff'kcI6n.

    )1 escampar_C~l'lI r : dlslp.rse lu I1V\)eI.

    n compl"omJ50S-

  • reputaci6n de afortunado y buen creyente, porque prometi6 en voz alta regalar aJ templo un San Jose de tarnano natural s i se ganaba la loteria, y dos semanas despues se gan6 seis fracciones y curnpli6 su pramesa. La primera vex que se Ie vio usar zapatos foe cllando lleg6 el nuevo a lcalde, un S

  • Siempre recibi6 respues tas evasivas. Par t1ltimo, el hijo de Jose Montiel contest6 franca mente que no se atrevla a regresar por temor de q ue Ie dieran un tiro. Entonces el senor Carmichael subi6 al dormitorio de la viuda y se via precisados2 a confesarle que se estaba quedando en la ruina.

    -Mejor -dijo eJla- . Estoy has ta la coronillaS3 de quesos y de moscas. Si usted quiere, Uevese 10 que Ie haga fa lta y d~jeme morir tranqulla.

    Su tinico contaclo con el mundo, a partir deSi entonces, fueron las ca rtas que escribia a sushijas a fines de cada mes. "Este es un pueblo maldito",ss les deoa. "Qu~dense alia para s iempre y no se preocupen por mt. Yo soy feliz sabiendo que ustedes son felices." Sus hijas se tumahan para contes tarle. Sus ca11as eran siempre alegres, y se vela que habian sido escritas en lugares tibioS56 y bien ilummados y que las muchachas se veian repetidas en muchos espejos cuando se detenian a pensar. Tampoco elias querfan volver. "Esto es la civiJizaci6n", dedan. "Alia, en cambio, no es un buen medio51 para nosotras. Es imposible vivir en un pals tan sa lvaje donde ases inan a la gen te par cues tiones polfticas." Leyendo las cartas, la viuda de MOlltiel se sentia mejor y aprobaba58 cad" frase con la cabeza.

    En cierta ocas i6n, sus hijas Ie hablaron de los mercados de carne de Paris . Le dedan que mataban unos cerdos rosados y los colgaban enteros en la puerta adornados con coronas y gu irnaldas59 de Oores. AI final , una letra diferente a Ia de sus hijas habfa agregado:

    51 pr~(ludo--lorudo: obligado.

    u hasta la coronllla--tlartl : in~apn d~ lol.rar mho

    5< II. partir de--de:,Oe.

    !J maldito-cutl,ado pot tJn.I maldlc}n.

    u tlblo $~ calor ,ufi

  • PREGUNTAS

    I. Describe en ws propias paJabras ]:a historia oe jose MomieL iQui21'l er'3, de fovenl iCua1 era su condici6n economical {Que tuvo que hace!" para lIegar a ser 01 hombrE: rmrs rico y poderoso del pvebio?

    2. En todo oj .;:uente notamos lndkio$ de la inganuidad fatal de la viuda Oe Montie!, 'f dc su coguora ante las deplorables accividades de su marido. Descr1be brevemente por !o menos tres indidos de etta ingcnu~dad.

    3. EI narrador nos dlcc que, a lil rr\uerte de Jose Montiel, cada uno de sus tres hijos envia un telegram3 desdc EUropl" La CSGet'lB. de la redacc16n de cstQs rnensajes delata el esfue~:to que a sus autores les cuesta cumplir con esta obligad6n. ,Como Intl;!rpretJls tu este hecno! Tratl pOl' un lado w concepto de la relation emre padre" hijos, y, por otro. el cankter de los hilos: de MontieL No debe ohrldarmu que e! hilo con puesto consular en Alemania es e! mismo hijo que Ilora sin !agrirno'S- por la jau!a en eI wcnto "u pr'Ooi,gios3 tarde de Baltazar".

    4, Despues de !a muerte de Jose Montiel, el pueblo busca vengarse de Sl,l brutalidad. lComo 10 logf'a?

    $. En cartas des

  • lubel Al lende ....

    Dos palabras ISABEL ALLENDE

    La escrltara chilena Isabel Allende (1942- ) ha gozado de gran popularidad desde /a publicaci6n de su primera novela, La casa de los e5plrltu~, en 1982. Nacldo hija de padre diplomatico en Lima, Peru, se cri6 en Santiago de Chile. Habiendo porticipodo en 10 opesicion of r~glmen militor eSlablecida en su patria despues de 10 muefle de SOlvador Allende, presidenre del pais y primo hermano del padre de 10 Oll[Ora, esto so/ill 01 exiliC!. Vive actualmente en Cofi(ornio. Periodista, n()Velisto y cuentista, Alfende ha ejercido su pro(esi6n literoria en /a es(ere del realismo magico que surgl6 a mediodos del slglo XX, 0 (0/2 de 10$ escritos de Juan RuJ(o, de Gabriel Garda Marquez y de altos lotinoomericanos.

    AJknde ho descrilo os! su proceso creodor: "En e11ento y siiencioso proceso de /0 escrituro enlfO en un estodo de Iu6dez, en eI cual a veces puedo descorrer algunos veJos y ver 10 invisibIe." Su cricr.ura ~ero'ia Betisa Crepuswlorio, protagonisw de "Dos paklbras" (1990), nos aporta una experiencio ofin, oJ verse "inmerso pot completo en el mundo que aMbo con eI poder omnimodo de las poiobros, !rons(ormada en I1n ser disperw, reproducido haslo e/ Infiniw." Adi{erencio de 511 creadoro, BeIiso no bhizo coo sus polobrm hechas cuenlo; hechiza vendiendo poiabms mc:\gicos. "Dos poicbros" es de Ja coIecd6n Cuentos de Eva Luna..

    Tenia el nombre de Belisa Crepusculario, pero no por fe de bautismo10 acierto2de su madre, sina parq ue ella misma to busc6 hasta encantra rlo y se visti6 can el. Su oHeio era vender palabras. Recorria3 el pals, desde las regiones mas altas y frias hasta las costas calientes, instaMndose en las feeias y en los mercados, donde montaha cuatro palos can Wl toldo de lienza,4 bajo el cual se prategfa del sol y de la Uuvia para atender a su c1iente la. Na necesitaba pregan.a..-3 su mercaderia, porque de tanto caminar pol aquI y por aHa, tOOos la conadan. Habia quienes la aguardaban6de un anD para a tro, y cuando apa reda por )a aldea' can su atado bajo el hrazo hacian cola frente a su tenderete.8 Vendia a predos justos. Por cinco centavos entregaba versos de memoria, por siete mejoraba 1a calidad de (as suenos, por nueve escribfa cartas de enamorados, por dace inventaba insuHos para enemigos irreconciLiables. Tambien vendia cuentos, pero no eran cuentos de fantas(a, s ino largas historias verdaderas que recitaba de corrido/ sin saltarse10 nada. As! llevaba las nuevas ll de un pueblo a otro. La gente Ie pagaba por agregar l2 LU13 o dos lineas: naei6 un nmo, muri6 fulano ,13 se casaron nuestros hijos, se quemaron las cosechas.1' En cada

    I f. eM bauthmo- nnlficado expedido pOI" la 1, le.la CatOlla como prueba de que II pefS(lna nombnoda en eI certlfie.do hi $ida debldamenll baucludl.

    I IClerto--buena dec. fen: Idll c.ue da en el blanco.

    I Recorrfa--vlalabl por.

    toldo de lieo.w--ula ,ro~ c.1HI. loltenldl I cicru altun. da sombra.

    , pregonar......-{lnunclar en VOlI IQ.

    , ;IIg\laNlaban---esperaban.

    ) aldea-pueblo p&Guel'lo.

    tenduece (m.)-pueuo ckI ..enta ambulance.

    , de co rrldo---de un clr6n; ripido y sin pltar: ululdo

    ,0 u.lurse--omitir.

    II nue vas---norlcias.

    Il agreear-ai'ladir; poner ade~J.

    IJ fulano--cualquler per,cna; te rmlno ap lioldo a una perron, cuyo verdadero nombrll no u mentlonl. 0 1>0 Imporu.

    " cosechas-r.ndlmlento de 10 que sa ha $embrado.

    http:certlfie.do
  • lugar se juntaba una pequefia multilud a su alrededor para airl a cuanda comenzaba a hablar y asf se enteraban l5 de las vid

  • hombre que la vaba un caballo en el mismo charco" hlrbio38 donde ella saciara39 su sed.

    -,Que es esto? - pregun t6. - La pagina deportiva del peri6dico - replic6 el

    hombre sin dar muestras40 de asombro ante41 su ignorancia.

    La respuesta dej6 at6nitaU a Ia muchacha, pero no quiso parecer descarada4t3 y se limit6 a inquirir44

    e l significado de las patitas de mosca dibujadas sob re el pape!.

    - Son palabras, nma. AlIi dice que Fulgencio Barba nogue6 al Negro Tiznao en el tercer round.

    Ese dra Belisa Crepusculado se enter6 de que las palabras andan sueltas sin dueno y cualquiera con un poco de mai'ia45 puede apoderarselas% para comerdar can elias. Consider6 su situaci6n y conduy6 que "parte de prostituirse 0 emplearse como sirvienta en las eocmas de los ricos. eran pocas las ocupaciones que podia desempefiarYVender pal

  • el s itio del mercado otra alma viviente que Selisa Crepusculario, quien no habfa visto jamas a! Mulato y par 10 mismo Ie extran6 que se dirigiera a ella.

    -A Ii te buseo -Je grit6 seiialandola con su latigo6J enrollado y antes que terminara de decida, dos hombres cayeron encima de la mujer atropellandoM el tolda y rampiendo el tintero, la ataron de pies y manos y la colocaron atravesada como un bullo de marinero sabre la grupa65 de la beslia~ del Mulato. Emprendieron6? galope en direcci6n a las colinas.63

    Horas mas tarde, cuando Belisa Crepuscu}ario estaba a PWlto de morir con e1 coraz6n convertido en arena por las sacudidas69 del caballo, sinti6 que se detenian y cuatro Olanos poderosas la depositaban en tierra . lntent6 ponerse de pie y levantar la cabeza con dignidad, pero Ie fallaron las fuerzas y se desplom670 con un suspiro, hundiendose7l en Wl suefto ofuscado .12

    Despert6 varias horas despues con el murmullo de 13'" Hevarl. de viaJ.

    TJ quard!tntt (m.r--beblda aleoh61lu fuetU .

    )0 p6l'Yora_polvo exploslvo.

    236 Abriendo pl.leru.s I

    Ella quiso saber la causa de tanto ma ltrato y el Ie explic6 que el Coronel necesitaba sus servidos. Le permiti6 mojarse la cara y enseguida la llev6 a un extremo del campamento, donde el hombre mas temjdo del pais reposaba en una hamaca colgada entre pos arboles. Ella nO pudo verle el rostro," porque tenia cncima la sombra inderta del follaj e7& y la sombra imborrable de muchos anos viviendo como lID bandido, pero imagin6 que debia ser de expresi6n perdularia79 si su gigantesco ayudante se dirigia a el con ta nta humildad. Le sorprendi6 su voz, suave y bien modulada como la de un profesor.

    - t Eres la que vende palabras? -pregunt6. -Para servirte -balbuce680 ella oteando61 en la

    penumbra para verlo mejor. El Coronel se PllSO de pie y la luz de la antorcha que

    lIevaba el Mulato Ie dio de frente. La mujer vio su piel osc::ura y sus fieroa8:l: oios de puma y supo a1 punto que estaba frente al hombre mas solo de este mundo.

    -Quiero ser Presidente -dijo el. Estaba cansado de recarrer esa tierra maldita en

    guerras i.nu tiles y derrotas que ningu.n subterfugio83

    podIa transformar en victorias. Uevaba mllchos ar.os durmiendo a la intemperie;8~ picado de mosquitos, alimentandose de iguanas y sopa de culebra,M pero esos inconvenientes menores no constitufa n raz6n suficiente para cambiar su destino. Lo que en verdad Ie

    11 r-ottro---ar.ll .

    " follaJe (m.)-

  • fas tidiaba86 era el terror en los ojos ajenos. 87 Deseaba entrar a los pueblos bajo a reos de triunfo, en tre banderas de eolores y flores, que 10 aplaudieran y Ie dieran de regalo huevos frescos y pan l'eci~n horneado .M Es taba harto69 de comprobar90 c6mo a su

    hUlan91paso los hombres, abortaban de susto las mujeres y temblaban las criaturas/'Z por eso habra decictido ser Presidente. El Mulato Ie sugiri693 que fueran a la cap ital y entraran galopando al Palacio para apoderarse del gobiemo, tal como tomaron tantas otras casas sin pedlr perm iso, pero al Coronel no Ie interesaba convertirse en otro tiranoil),l de esos ya habian tenido bastantes par alH y, ademas, de ese modo no obtendrfa el afecto9S de las gentes. Su idea consistia en ser elegido por vo taci6n popular en los comidos96 de diciembre.

    - Para eso neeesito hablar como un cand ida to. ,Puedes vender me las palabras para un dis('urso?9? -pregunt6 el Coronel a BeJisa Crepusculario.

    Ella habra aceptado muehos e ncargos/~ pero ninguno como ese; sin embargo no pudo negarse, temiendo que el Mulalo Ie metiera un liro entre los ojos 0 , peor aun, que el Coronel se eehara a Uorar. Por otra parte, sinti6 el impulso de ayuda rlo, porque percibi6 un palpitante calor en su pie!, un deseo poderoso de tocar a

    .. fas tldlaba-molestaba.

    11 alenOl-cfe OUOI.

    n homead~tho en el homo.

    ., harto-ons.ado: huclado.

    ,~ comprobar-vet confirmado: Vet evidendldo.

    " hulan- coman; St al' laban.

    n c:riaturas-nillos plque!tos.

    OJ luglrI6-propuso.

    " tlrano-d~spot1.

    n afec:to-orillo.

    n c:omlc:lo_letclonu.

    IT dlscurso-orac l6n: alocud6n.

    " encargos--trat.lo$ uian.ados 0 entrtgadru a uno por otn. persona.

    ese hombre, de recorrerlo con sus manos, de estrecharloS'9 entre sus brazos.

    Toda la noche y buena parte del dia s iguiente estuvo Belisa Crepusculario busca ndo en su repertorio las pa labras apropiadas para un di scurso presidencial, vigilada' OO de cerca par el Muiato, quien no apartaba los ojos de sus firmes piernas de caminante y sus senoslOI virginales. Descart6 102 las palabras asperaslOO y secas, las demasiado floridas, las que estaban des tei'iidas 'G4 por el abuso, las que ofrecian promesa5 improbables, las carentes de ' 05 verdad y las confusas, para queda rse 5610 con aquellas capaces de tocar con eerteza el pensamiento de los hombres y Ia intuici6n de las mujeres. Haciendo uso de los conocimientos comprados a1 cura por veinte pesos, escribi6 el d iscurso en una hoja de papel y luego hi zo sei'i.as al Mulato para que desatara la euerda con la eual la habra amarrado11>6 par los tobillos 101 a un arhol. La condujeron nueva mente donde el Coronel, y al verlo ella volvi6 a sentiI' la misma palpitante ansiedad del primer encuentro. Le pas6 el papel y agua rd6, mlentras ello miraba sujetandolo con la punta de los dedos.

    -,Que carajolOll dice aquf? -pregunt6 por ulti mo. -,No sabes leer? -La que yo se haeer es Ia guerra - replic6 el.

    ., eSUechar (lo}--g.btua(lo).

    I~ vl,lIada._ tendi

    It, dllsC'artO-dllnduS: eltmin6. IU

    :uper..s~osus.

    I.. dllf( lInldas-dtSv.l icbs; ateouadu; desc:oloridu.

    Its Urentll$ de-faltas de: sin tllne r.

    10. amarrl'ldo--Itldo; Jujetado.

    '" toblJJo(sHarte de la pierm que en.a unid

  • Ella ley6 en alta voz el d iscurso. Lo ley6 tres veces, para que su chente pudiera grabarselo en la memoria. Cuando termin6 via la emoci6n en los rostros de los hombres de la n apa que se juntaron para escucharla y not6 que los ojos amarillos del Coronel brillaban de entusiasmo, segura de que con esas palabras el sill6n presidencial seria suyo.

    - 5i despues de airlo tres veces los muchachos siguen can 1a boca abiel'ta, es que esta vaina109 sin 'e, Coronel-aprob6 el Mulato.

    -tCuan to te debo par tu trabajo, mujer? -pregunto el jefe.

    -Un peso, Coronel. - No es caro -dijo el abriendo la bolsa que lIevaba

    colgada del cintur6n con los restos del u ltimo boHn.no - Ademas tienes derecho a una napa .lIt Te

    corresponden dos palabras secretas -dijo Selisa Crepusculario.

    -Le 6mo es eso? Ella p rocedi6 a explicarle que por cada cincuenta

    centavos que pagaba un ci iente, Ie obsequiaba l12 una palabra de usa exclusivo. EI jefe se encogi6 de hombros, pues no tenia ni el meno r interes en la oferta, pero no guiso ser descartes con quien 10 habia servido tan bien. Ella se aproxim6 sin prisa al tabureteUl de suela tH

    donde el estaba sentado y se indin6 para en tregarle su regalo. Entotlces el hombre sinti6 el alar de animal nlOntuno l15 que se desprendia 116 de esa mujer, el calor

    IU vaI03-

  • con escarcha l30 dorada en las paredes, pero lladie prestaba atenci6n a esos recursos de mercader, porque estaban deslumbrados J31 por 1a claddad de SUs proposiciones y la lucidez poetica de sus argumentos contagiados de su deseo tremendo de corregir l o~ errores de 13 historia y ategres por primera vez en Sus vidas. Ai terminar la a renga132 del Candidato, la trapa !anzaba pistoietazos al aire y encendia petardos l3J y, cuando por fin se retiraban, quedaba atras una eSlela1J.1 de esperanza que perduraba muchos dias en eJ aire, como el recuerdo magrufico de un cometa. Pronto el Coronel se convirti6 en el politico mas popular. Era un

    ( fen6meno nunea visto, aquel hombre surgidol36 de la Guerra Civil, lleno de cicatrices'J6 y hablando como lU1 catedratico,l3' cuyo pres tigio se regaba 138 por el territorio nacional conmoviendol39 el coraz6n de la patria . La prcnsa l40 se ocup6 de el. Viajaron de lejos los periodistas para entrevistarlo y repetir sus frases, y as! creci6 el numeeo de sus seguidores y de sus enemigos.

    - Vamos bien, Coronel -dijo el Mulato al curnphrse doce semanas de exitos.

    Pero el candidato no 10 escuch6. Estaba repitiendo sus dos palabras secretas, como hacia cada vez con mayor frecuencia. Las decla cuando 10 ablandabaHi la

    1)0 esclrd'lt-tun.al'lcl l hec~ de ulXar crinalizaclo, 5emejante a I~ ucarcl'l. q UI se forma sobre la tltrrl t l'l 1'I00hes frfu.

    II I deslumbrados-fiSdnados; 1I"I'.presioru.dos.

    III art l'lga-disCurso didtc tko.

    In petardos-p6lvol'1 envl,jelta en ~pel. con metl'li, que est.lla rual'ldo " Ie pre .. d. [uqo.

    114 estela-rutro

  • Ella 10 estaba esperando. Recogi6 su tintero, pleg61~ el iienzo de su tenderete, se ech6 el chal sobre lOS hombres y en sHendo trep6l!iO al anca del caballo. No cruzaron ni lin gesto en todo el camino, porque al Mulato e1 deseo por eUa se Ie habra convertido en rabia1SI y s6to el miedo que Ie inspiraba su lengua Ie imped(a destrozarla a latigazos. Tampoco estaba di spues to a comentarle que el Coronel andaba aielado,tSl y que 10 que no hablan logrado tantos ai\os de ba tallas 10 habia conseguido un encantaruiento 1S3

    susurrado al oido. Tres dj'as despu ~s negaron al campamento y de inmediato condujo a su prisionera hasta e1 candida to, delante de toda la tropa.

    - Te traje a esta brojal54 para que Ie devuelvas SliS palabras, Coronel, y pal'a que ella te devuelva la hombrial55 -dijo apun tancto el caf\6n de su fusH a la nucaJS6 de la mujer.

    EI Coronel y Selisa Crepusculari o se mira ron largamente, midiendose'57 desde la d istanda. Los hombres comprendieron entonces que ya su jefe no podia deshacerse deP58 hechizo de esas dos palabras endemoniadas,l59 porque todos pudieron ver los ojos

    mansosl60camfvoros del puma tomarse cuando ella avanz6 y le tom6 1a mano.

    In plegO--dobl6.

    110 trep6-1ubi6:esolQ.

    "' rotbla-luria; el\ojo gr.tndl .

    '11 "lelado-itOlltado; emboblClo: embele-sado..

    '11 ene&ntamiento--t1e

  • ,LBUM

    usn.. . en ...

    ,"

    , k

    tie as

    AJ.BUM

    Cornpre n s i6n

    lQue paso?

    Belisa

    I. , Que oficio tenia Belisa? 2. Par cada cincuenta centavos de compra, i.qu~ recibia el cliente? 3. Describe 1a situaci6n socioecon6mica de su familia. ,Que elementos naturales

    les a fectaban a eUa y a los familia res? 4. (Cuales erall sus opciones perSonates? (Por que decide vender palabras?

    La escritura S. , C6mo descubri6la escritura? 6. , QuieD Ie enseiio a Jeer y escribir? iQue hi zo Belisa ca n el diccionario?

    Una manana de ago51o

    7. Cuando estaba en la plaza, , que militares entraron? 8. GQuien Ie habl6 a Belisa y que Ie dijo?

    EI Coronel

    9. iQUl~ quena el Coronel? , par que? 10. i Que Ie im presion6 a Selisa del Coronel?

    El discurso

    ] 1. (Que tipo de discurso escribi6 Belisa? 12. ,Como 10 aprendio el Coronel?

    las dos palabras

    13. ,Que mas Je regala S elisa aJ Coronel? 14. (Par que acept6 el Coronel las dos palabras de Belisa?

    EI candidate y la musa

    15. c:CuaJ. es la reacd6n de la genre a la campana politica del Coronel? 16. (Que Ie pasaba al Coronel? ( Por que andaba como som'lrobulo?

    La reuni6n

    17. (Que hi zo el Mulato? 18. (Que querfa el Mu]ato que el Coronel devolviera a Belisa? (y ella a ell c:Cmil fue

    la reacc i6n de Bebsa y el Coronel a l final del rela lo?

  • 218 ~ palabrY1,J A LBUM

    Palabras

    Familias de palabras Sometimes one Spanish noun is derived from another, more familiar noun.

    el tintero (inkwell) -E---- la tinta (ink) la hombria (manliness) t- el hombre (mfm)

    Transformaciones Indica e l significado en ingles de cada palabra y da el sustantivo original.

    I . la mercancfa 4. el caminante 2. el poderio 5. Ja certeza 3. la cJientela 6. el guerrero

    Resume n Vuelve a contar la historia cambiando las palabras en itiIica aJ [i empo preseDte.

    I . Belisa Crepusculano vendiiJ. paJabras. 2. Por todo e l pais eUa se instalo.ba en las ferias. 3. De Jugar en lugar I1wntaba un toldo y atendia a s us cJientes. 4. Como lOdos la conoc{an, IJac{an cola para verla. 5. Tenia diferentes precios por sus palabras, pero todos eran juslOS. 6. Tambien o{recfa cuen los y lrallsmit{a las noticias de pueblo a pueblo. 7. Com o remedio a la me1ancolfa. Belisa regalaba palabras secretas. 8. Cada persona recibfa su paJabra especial . 9. La familia de BeUsa viv{a en la pobreza y miseria. 10. En la regi6n en la que naci6 0 llovia mucho 0 habra grandes sequlas. II . La familia de Belisa pasaba hambre y fa tiga. 12. Tragicamente se mWlel"01l cuaUO de sus hennanos y ella tuvo que enterrarlos. 13. Belisa se rue al mar y asf se e.scap6 de la muerte. 14. Descubri6 la escritura por casuaUdad cuando un ilia enCOl1lro la pAgina deportiva de un peri6dico y no pudo adivinar cuil era su uso. 15. ElJa pregu1116 por el uso de ese papeJ a un hombre Que lavaba su caballo. 16. BIle dijo que 10 que habra en 1a pagina eran palabras. 17. Ella aprendi6 a leer y decidi6 vender palabras en lugar de ser prostituta 0 s irvienta. 18. Varios aitos despues. COl1OCW a un soldado. el Mulato, y al Coronel. su jefe. 19. Los jinetes regresaroll de la Guerra Civil y, Henos de violencia. entrarol1 en el pueblo. 20. AI vel" a los jine tes, tOOas las personas, menos Belisa, huyerol1 de la plaza. 21. Los jinetes colocaron a Belisa sobre el caballo y casi la mataron. 22. En el campamento. el Coronel Ie diio a Belisa que queria ser presidente. pero que necesilaba un huen discurso. 23. Selisa acep161a petici6n del Comnel y Ie vendi6 unas palabras. 24. BeJisa trabaj6 duro y en una hoja de papelle escnbi6 un discurso aceptable para los hombres y las mujeres del pais. 25. Ella se 10 ley6 al Coronel, quien 10 m emoriz.e. 26. Tambien Belisa Ie regal6 dos palabras secretas. 27. EI Coronel se volvi6 muy popular con su discurso. que estaba Deno de esperanza y popuJaridad. 28. EI Coronel repelia dia y nocbe Jas palabras secretas de Belisa y pensaba en ella a todas horas. 29. EJ Mulalo decidi6 Uevar a Belisa al campamento militar y aJ \.erla. e1 Coronel se puso embrujado. 30. Selisa y el Coronel se mimrQn largamente yella Ie lom6 la mano.

    I.

    2.

    http:instalo.ba
  • Nombre

    Un dia de astos Gabriel Garda Marquez Muchas veces un autor desarrolla un tema a 10 largo de su obra mediante elementos iexicos--vocablos--que implicitamente refuerzan el tema. En "Un dia de estos" vemos queel argumentose fundamenta en una amenaza de violencia y en la imposicion de dolor. Mientras leas, haz una lista de palabras y rases quedentro 0 fuera del contexto del cuento--ayuden a crear un ambiente de violencia, 0 bien, que connoten la violencUI. 0 el dolor.

    Por ejemplo: gallinazos--avesque se alimentan de la carrofia; 0 bien, voz destemplada y grit()--,-elementos que interrumpen de manera chocante las actividades hasta ahora padficas del dentista.

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    Un dia de estos 145

  • Nombre

    La p'rodigiosa tarde de Baltazar Gabriel Garda Marquez

    I:~ Has visto que la atmosfera de este relato se caracteriza por la presencia de un calor asfudante. El escritor utiliza la inclemencia d~l clima para revelar aspectos del modo deser de sus personajes. Debes s~fialar'esos momentos que alu~en al calor insoportable y a su secuela natural de aburrimlellto y cansancio.

    2 . .Sefiala y discute los fragmentos en que se definen Jacetas de la personalidad de los personajesprincipales. Por ejemplo:

    EI Dr. Giraldo Ie dice a Baltazar con respecto a la jaula:~'Esta es una aventura de la imaginacion. Hubieras sido un extraordfuario arquitecto" ..

    Comentario: De este fragmento se concluye queel Dr. Giraldo aprecia labeneza en funci6n de su utilid.ad. Para el, la jaula de Baltazar es hermosa e imaginativa, pero inutil; por eso le dice apenado que Ie hubiera convenido hacerse

    . arquitecto, para hacer algo util, por ejemplo una casa. Los estudiantes hallaran los siguientes fragmentos:

    a. Ursulalepreguntaa Baltazar, a proposito de la jaula terminada: "-J,Cuanto vas a cobrar? -No se -contest6Baltazar-. Voy a pedir treinta pesos para versi me dan veinte. -Pide cincuenta -dijo Ursula. Te ~as trasnochado mucho en estos quince dias. Ademas, es grande.

    Creo que es la jaula mas grande que he visto en mi vida. Baltazar empezo a afeitarse. -l,Crees que me danin los cincuenta pesos? , -Eso no es nada para don Chepe Montit1l, y la jaula los vale -dijo Ursula-. Debias pedirsesenta."

    b. Mono,elle dice a Baltazar cuando este Ie lleva Ia jaula: "No seas tonto Baltazar. LIevate tu trasto para lacasa y no hagas mas tonterias. Nopiensopagarte ni un centavo".

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    La prodigiosa tarde de Baltazar 155

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  • . GUla de estudio

    Nombre

    Laviuda de Montiel Gabriel Garda Marquez

    . I. En reiteradas ocasiones el narrador estab1ece el conflicto entre Jose Montiel y la col~ctividad del pueblo, haciendo caso omiso de todos aquellos que sirvieron a Montiel en su obra de hacerse el hombre mas rico y poderoso del pueblo. Tu tarea aqui sera sefialar fragmentos en que el autor enfoca la narrativaen este confiicto. Segundo, comenta las razones por las cuales 10 hace. Seiiala, en tus comentarios, la posible intencion de Garcia Marquez de hacer mas explfcita su postura politica.

    2. Cita tambien algunos fragmentos donde se recuerda a Jose Montiel con rencor y odio.

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    La viuda de Montiel 165

  • Guia de estudio

    Nombre

    Dos palabras Isabel Allende ~ el cuento "Dos palabras" convergen dos mundos aparentemente ailtiteticos: el de los hechos cotidiahos Y el de los acontecimientos.que podrian calificarse de "maravillosos". La raz6n de este encuentro es muy simple: en larealidad hist6rica y social de latinoamerica conviven 10 comtincon 10 extraordinario, hasta el punto de confundirse los dos. A un espectador foraneo; la simple lectura de una novela de Alejo Carpentier 0 Garcia Marquez, 0 la revisi6n de un libro de historia latinoameric'ana, ha de eoloeario ante una cadena de hechos que Ie resultaran extraordinarios, aunque a los oriundos del mundo descritotales eosas les parezcan

    , relativamente normales. La descripci6ri detallada de esa realidad Latihoamericana. en que se mezclan hechos fabulosos y eotidianos, ha dado Iugar a la literatura del realismo magico 0 de 10 real maravilloso. El cuento "Dospalabras" se inscribe en esa corriente. Tu tarea consiste en seftalar y comentar los elementos de 10 real maravilloso presentes en los siguientes fragmentos de liDos palabras":

    a. "A quien Ie eomprara cincuenta centavos, ella Ie regalaba una palabra secreta para espantar la melancolfa".

    b. "Belisa Crepusculario habia nacido en una familia tan misera, que nisiquiera poseia nombres para llamar a sus hijos".

    c. "Varios afros despues, en una manana de agosto, se encontraba Belisa Crepusculario en el centro de una plaza, sentada bajo su ioldo vendiendo argumentos de justicia a un viejo que solicitaba su pensi6n dsde hacia diecisiete afros".

    d. "Llevaba muchos anos durmiendoa la intemperie, picado de mosquitos, alimentandose de iguanas y sopa de culebra". .

    e. "Mientras habiaba sobre una tatima al centro de la plaza, el Mulato y sus hombres ~partfan caramelos y pintaban su nombre con escarcha dorada.en las paredes, pero nadie prestaba atenci6n a esos recursos de mercader, porque estaban deslumbrados por la c1aridad de sus proposiciones y la lucidez poetiea de sus argumentos, contagiados de su deseo tremendo de corregir los errores de la historia y alegres por primera vez en sus vidas".

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