Itzel González Cruz 4º 5

Docencia Reflexiva.

Quien pretenda enseñar, estará dispuesto a aprender, pues quien enseña, aprende al

enseñar y quien aprende, enseña a aprender.

Paulo Freire. “Cartas a quien pretende enseñar” (2005)

En nuestro país, hace tiempo se han realizado propuestas respecto a la

formación de docentes, de manera que se transforme la práctica educativa para

lograr una educación de calidad y prometedora, en donde las competencias

docentes se ven implícitas como eslabones de construcción hacia una visión

crítica y rigurosa del propio sujeto docente.

Ésta visión, pretende mejorar no sólo el espacio educativo, sino también la

intervención de procesos formativos a través de la reflexión sobre la práctica de

los mismos, en donde, se consideran la sistematización de las dimensiones

personal, interpersonal, social, institucional, didáctica y valoral; para poder

estudiarla

La práctica docente hoy en día, se ha considerado como un fenómeno que

debiera seccionarse para comprenderse mejor, en donde cada una de las

dimensiones en las que el docente se desenvuelve, son necesarias para el

funcionamiento cíclico del aprendizaje. Se considera, que dentro de cada ámbito el

docente ha de articular cada uno de sus pasos con cautelosa precisión, pues ésta

labor requiere constancia y compromiso, así como el manejo de distintas áreas e

información para comprender y situarse dentro de una labor docente productiva,

envuelta de competencias que éste debiera favorecer para considerarse capaz al

ejecutar la profesión.

Es por ello que se indagará sobre los distintos requerimientos que ésta propuesta

ofrece, con el fin de conceptualizar, así como definir el margen que debiera

contemplarse al practicar éste nuevo estilo docente.

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La práctica docente, es un proceso de formación profesional, en donde uno de

los propósitos es el adquirir la capacidad de reflexionar sobre la propia

experiencia, reconociendo críticamente la productividad y deficiencias del ejercicio

de dicha labor, ello con el fin de mejorar día a día y poder intervenir de manera

creativa e innovadora en el desempeño como educador.

Según la RAE, la reflexión consiste en analizar algo con detenimiento, pero más

que ello, se trata de un proceso natural y tan complejo que la humanidad práctica

considerando una serie de factores socioculturales que implican la toma de

decisiones a través de una extensa meditación. Es así, como la reflexión se

convierte en una herramienta para la investigación educativa.

Al mermar las cuantiosas competencias que un docente debiera desarrollar al

ejecutar su profesión, nos adentramos a la utilización de los saberes que se ven

implícitos para verse a sí mismo como un sujeto activo y participativo, consiente

de su realidad y de las condicionantes que actúan sobre ella; la práctica como

actividad diaria, nos permite adentrarnos a entender, analizar y revisar los

alcances de las actitudes y acciones propias en función de la educación, así como

los objetivos personales, para el crecimiento profesional.

Cuando se logra desarrollar una reflexión crítica, nos adentramos a la

confrontación de ideas, sustentando teóricamente nuestro propio pensar respecto

al desarrollo de procesos frente a la práctica educativa, a través de ideas,

preguntas, o propuestas de proyectos; el dialogo interno nos permite discriminar

entre nuestras necesidades, las necesidades grupales y los objetivos que son

necesarios alcanzar; Schön lo denomina “Reflexión sobre la reflexión en acción”.

Dewey indica que es ahí, en la práctica, en donde el proceso de reflexión

empieza para los maestros, ya que al enfrentarse con alguna dificultad, algún

incidente problemático o una experiencia que no se puede resolver de inmediato,

experimenta los acertijos de la práctica; y es aquí en donde el docente debe poner

en práctica la Dimensión Personal y Valoral, haciendo uso de las competencias

que resignifiquen y construyan un nuevo conocimiento, haciendo uso del dialogo

interno, ya que el ejercicio autentico de éste, dará lugar al pensamiento crítico,

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transformando así los objetivos de su práctica al mismo tiempo que la construcción

de valores.

El uso de las dimensiones por las cuales se ha sistematizado el estudio de éste

modelo educativo, ha de definir cada ámbito participativo, interno y externo, para

el funcionamiento total de la práctica reflexiva.

Para la dimensión personal, basta con reconocerse como ser histórico, participe

del constante cambio y evolución, en donde el uso de la comprensión social haga

valer el respeto que se ve ejecutado en la dimensión interpersonal, haciendo valer

las acciones individuales, pero en conjunto, por medio del trabajo colectivo.

El trabajo colectivo, como herramienta interpersonal, juega un papel importante

entre otras dos dimensiones: Institución y Social;

“La idea de la práctica reflexiva conduce a una visión de los profesionales como agentes

de una conversación reflexiva de la sociedad con su situación, agentes que se dedican a

una investigación cooperativa dentro de la estructura de una contienda institucionalizada”

Donald Shön

Schön se refiere al Profesional Reflexivo como un contra profesional que

promueve la crítica continua, la revisión de valores y principios que sostienen que

la solución a los problemas sociales, proponiendo la cultura de aprender del otro

quien puede aportar ideas e iniciativas que sirvan para encontrar soluciones

innovadoras a los problemas de la práctica docente, aunado a ello, el compromiso

personal que permita discernir entre las actividades necesarias para lograrlo. Es

aquí en donde el docente reflexivo implementará, desde una visión constructivista,

el logro de aprendizajes de los alumnos, haciendo uso de las facultades

Didácticas, así como de estrategias que involucren y recuperen los procesos de

aprendizaje.

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Hay alguien tan inteligente, que aprende de la experiencia de los demás.

Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.

El docente reflexivo, analizará y confrontará sus propias ideas y resultados así

como sus acciones propias, con el fin de medir los alcances obtenidos en su

práctica docente; una vez alcanzado el primer propósito de la Docencia reflexiva

(analizar sobre la práctica y el dialogo interno), el docente puede realizar círculos

de dialogo social como estrategia de investigación, retroalimentándose y

retroalimentando a otros para la mejora de su practica.

Es aquí, en donde se pretende desarrollar, a partir de las habilidades docentes, la

generación de conocimientos como un agente que acompañaría a los alumnos

en sus procesos de aprendizaje, desarrollando la capacidad de reflexionar y

algunas habilidades como: visualizar, analizar, criticar, organizar y orientar la

práctica, siendo dirigidas a una nueva cultura de autoevaluación que cuestiona el

trabajo tradicional, permitiendo una retroalimentación al tener presentes las

habilidades y deficiencias, que genera una conciencia de perfeccionamiento de la

Docencia.

Cabe mencionar que dentro de la práctica reflexiva, el “pensar” no es considerado

“reflexionar”, ya que esto implica un enfoque más natural y no analítico. La

reflexión de la práctica educativa es necesaria para establecer vínculos de

crecimiento y desarrollo profesional, debido a que se adquieren experiencias e

ideas innovadoras para llevar a la práctica y al mismo tiempo se replantea la

dinámica de la práctica educativa, considero que esta experiencia debería de

renovarse constantemente, porque se deberá analizar sobre lo planteado en las

reflexiones, generando otra reflexión sobre la nueva práctica y así sucesivamente.

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