RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l...

12
RELATO DE UN NÁUFRAGO Candela Muniategui Gala Navarro Aina Pascual 3r D 2019/20

Transcript of RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l...

Page 1: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

RELATO DE UN NÁUFRAGO

Candela Muniategui

Gala Navarro

Aina Pascual

3r D

2019/20

Page 2: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

ACCIDENTE DE AVIÓN EN EL

AMAZONAS Se estrella un avión en el Amazonas procedente de

Canadá

El miércoles 27 de Agosto de 2016, un avión procedente de Ottawa, la capital de

Canadá se estrelló en medio del Amazonas, camino a Río de Janeiro. Llevaba 130

viajeros, entre ellos la periodista Noa Smith, encargada del caso de asesinato en las

pasadas olimpiadas.

El accidente aún se está investigando, pero se cree que se estrelló a causa de un

fallo técnico del motor del avión, que hizo que cayera en picado en medio de la

selva del Amazonas. El accidente ha causado la muerte de 129 pasajeros, entre

ellos, 24 adolescentes de nacionalidad Canadiense.

Sólo la periodista Noa Smith ha sobrevivido a ese terrible accidente después de

pasar un infierno durante 4 días incomunicada en la selva.

Page 3: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

RELOJ INTELIGENTE 

EL RELOJ QUE TE

PUEDE SALVAR LA

VIDA

CON ESTE RELOJ SE PUDO RASTREAR Y ENCONTRAR A UNA

PERIODISTA EN MEDIO DE LA SELVA DEL AMAZONAS.

EN CUALQUIER LUGAR LO PODRÁS UTILIZAR

RESISTENTE A TODO TIPO DE CONDICIONES

CLIMATOLÓGICAS

Page 4: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

ENTREVISTA Noa Smith, una semana después de ser rescatada de la selva del amazonas ,

decide venir a contarnos su asombrosa experiencia entre esos bosques

¿ Por qué razón viajabas hacía Brasil?

Yo me dirigía a Río de Janeiro, a documentar un asesinato que se produjo en los

pasados juegos olímpicos.

¿ Cómo fue tu reacción al ver que eras la única superviviente?

Primero no me lo podía creer, no era consciente apenas de la gran suerte que había

tenido. Me dolió mucho ver a toda esa gente en el suelo, y me sentía impotente,

porque no los podía ayudar de ninguna manera. Sobretodo me dolió ver a mi

compañero, con el que había trabajado miles de veces, y con el que me dirigía a

investigar ese caso.

¿Qué fue lo primero que hicistes?

Lo primero que hice fue buscar el botiquín de emergencias que llevábamos en el

avión, ya que en el terrible aterrizaje, me había clavado un hierro de la silla, y me lo

tenía que curar inmediatamente, porque sinó me iba a desangrar.

¿ Que decidiste hacer en cuanto te diste cuenta que no te podías comunicar

con nadie?

Lo primero que hice fue irme de allí, ya que no podía estar más tiempo rodeada de

toda esa desgracia, por lo tanto cojí tantas provisiones como quedaban en buen

estado y partí camino hacia ningún lugar, con la única intención de encontrar algún

poblado o algo donde me pudiera comunicar con el exterior.

Page 5: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

¿ Que objetos llevabas encima?

Llevaba una mochila bastante grande, que me fue de gran ayuda para meter mucha

comida, también llevaba conmigo una botella de agua con filtro para quitar las

bacterias del agua y que se mantuviera en temperatura ambiente, el botiquín del

avión, y el kit de emergencias con una linterna y una pistola de bengalas y por

último llevaba mi reloj inteligente que si no fuera por él ahora mismo no estaría aquí

con vosotros.

¿Como superaste el segundo día?

La primera noche fue muy dura, me sentía sola, tenía miedo de la oscuridad, oía el

ruido de los animales y me asustaba, hacía frío, pero por suerte, tenía una chaqueta

que encontré en medio de las ruinas del avión. Me senté en el suelo a esperar a que

se hiciese de día.

El segundo día fue fácil, había dormido y tenía fuerzas para empezar a caminar y

encontrar alguna forma de comunicarse. Tenía comida y agua suficiente para

sobrevivir, así que caminé hasta que se hizo de noche. En ese instante empezó a

llover, y corrí hasta refugiarme en una cueva para no mojarme y constiparme.

Cuando entré, me senté para descansar y reponer fuerzas después de haber corrido

casi 1 kilómetro. Abrí la mochila para sacar la linterna y cuando la encendí, vi que el

techo de la cueva estaba lleno de murciélagos y salí otra vez corriendo hasta llegar

a un lugar a salvo.

¿Y el tercero?

Al final se hizo de día y me puse otra vez, a caminar. Tras caminar varios kilómetros

me encontré una pantera y me puse a correr como en mi vida, hasta que encontré

un árbol y salté para escalar. Me quedé allí mucho tiempo, ya que tenía comida,

agua y estaba cómoda. La pantera estuvo allí durante unas horas, esperando que

bajase y me pudiera comer, pero yo, muy asustada me quede allí para esperar a

que se fuese, y sin darme cuenta se hizo de noche.

Page 6: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

¿Cómo consiguieron contactar contigo?

Yo desconocía por completo todas las funciones de mi reloj, pero me dijeron que mi

reloj le enviaba a la fábrica mis pulsaciones, entonces la fábrica se puso en contacto

con el equipo de rescate para comunicarles que estaba viva y enviarles las

coordenadas de donde me ubicaba en esos momentos, pero fue difícil que me

encontrarán porque yo me iba moviendo y ese lugar es de muy difícil acceso para

los helicópteros por su abundancia de naturaleza

¿ Como fue el dia del rescate?

Cuando me levanté lo di todo por perdido, se me estaba terminando la comida y no

me quedaba agua apenas, estaba muy asustada por si me volvía a encontrar con

esa pantera, pero decidí aguantar todo lo que pude con esas sobras para no tener

que bajar. De repente, sobre las dos del mediodía, empecé a oír hélices de

helicópteros pero pensaba que eran imaginaciones mías ya que pensaba que era

imposible que me pudieran haber encontrado. De repente oí mi nombre y me alegré

muchísimo. Bajé del árbol donde estaba a toda prisa y un equipo de rescate había

venido a por mi, para devolverme a casa, estaba muy feliz!

Page 7: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

LA SUPERVIVENCIA DE NOA SMITH

Candela Muniategui, Aina Pascual i Gala Navarro

29/04/2020

Page 8: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

El 17 de septiembre de 2016, fui a casa de mi abuela porque al día siguiente la iban

a operar de la rodilla y estaba muy asustada por si algo no salía bien. Mi deber era

tranquilizarla. Además estaba muy preocupada por mi viaje a Brasil y como la

mayoría de abuelas, me cocinó medio supermercado para mi.

Al cabo de unas horas, salí de casa de mi abuela y fui a ver a mis padres y a mi

hermana pequeña y tambien me despedí de ellos por una semana y les dije que

cuidaran por mi, de la abuela. Por último, fui a ver al chico que me gusta, y mientras

iba decidí que cuando volviera de este viaje, si me armaba de valor, le diría lo que

siento.

Finalmente, llege a mi casa y me dispuse a preparar la maleta y a cenar algo de

comida que me había preparado mi abuela. Después de cenar y ver un poco la

televisión me puse a dormir porque al día siguiente tenía que levantarme a las 6 de

la mañana.

Cuando me sonó la alarma, me puse muy nerviosa, empecé a coger todos los

papeles y documentos para viajar porque era muy importante no olvidarlos, pero lo

más importante era coger el expediente del asesinato en Río de Janeiro porque sino

mi viaje sería en vano. Me vestí y me arreglé, seguidamente llamé a un taxi que me

llevó hasta el aeropuerto y llegué justo cuando abrieron la mesa para facturar mi

maleta. La chica quería facturar todo lo que llevaba, pero no podía permitir facturar

la mochila donde llevaba los documentos del caso del asesinato y la comida de mi

abuela, así que le pedí por favor, que me lo dejara entrar al avión y así fue, pero en

el control de seguridad me pusieron muchos inconvenientes ya que no se puede

llevar comida de fuera. Finalmente los pude convencer y me dejaron entrar. Una vez

ya había pasado todos los controles me fui a comprar un café para despertarme un

poco y me di cuenta de que me había dejado los auriculares en casa, así que me

compré unos con una revista para entretenerme.

Ya eran las 9, abrieron las puertas de embarque y me puse a la cola para entrar.

Una vez dentro del avión, me senté y me quedé embobada viendo como las

azafatas nos explicaban lo que debíamos hacer en caso de emergencia e instantes

después, se puso en funcionamiento el avión.

Page 9: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

Cuando el avión despegó, decidí echar una cabezadita, ya que me esperaban

nueve horas de vuelo hasta llegar a mi destino, y quería estar fresca para todas las

entrevistas que quería realizar.

De repente un fuerte olor a quemado me hizo levantarme, miré por la ventana y vi

que el motor del avión echaba humo y me puse a gritar. Las mascarillas de oxígeno

salieron disparadas del techo y todo el mundo a mi alrededor se puso a gritar y

entramos en pánico. Las azafatas no venían a tranquilizarnos, y eso me dió a

entender que las cosas no pintaban nada bien. Así que decidí actuar por mi propia

cuenta. Coloqué mi mochila llena de documentos y comida de mi abuela en frente

mio para poder amortiguar el impacto y a mis lados coloqué los cojines y las mantas

que tenía debajo mio. Empezamos a caer en picado y solo oía gritos y llantos,

nunca había estado tan asustada. i Estaba al borde de la muerte ! A partir de ahí ya

se me nublan los recuerdos, ya que seguramente impactamos contra el suelo y me

quedé inconsciente durante un buen rato.

Cuando me desperté, estaba tirada en medio de ruinas, de hombres y mujeres que

habían viajado conmigo que no sabía si estaban vivos o no habían sobrevivido al

golpe, y lo peor fue ver a mi amigo. Con el que iba a hacer la investigación, con el

que había estudiado miles de noches para graduarnos, y vivir por fin nuestro sueño

de ser periodistas para viajar y investigar juntos. Me acerqué a él, le medí el pulso, y

supe que estaba muerto. Estaba destrozada, pero no podía quedarme allí, tenía que

encontrar la manera de comunicarme, y lo más importante, curarme la herida que

me había hecho tras el accidente. Me puse a buscar el botiquín que llevábamos en

el avión. Tardé un buen rato, ya que todo estaba tirado por el suelo, y era difícil de

encontrar algo, pero cuando por fin lo encontré, me aparté de ese desastre y me

senté para desinfectar la herida.

La primera noche fue dura, me aterraba que nunca me encontraran, hacía mucho

frío y estaba sola, se escuchaban ruidos, me sentía vulnerable. Me senté en el suelo

y esperé a que se hiciera de dia.

El segundo día, fue más fácil, pude dormir mejor y tenía suficiente fuerzas, así que

caminé durante horas. Durante el camino pensaba si servia de algo lo que estaba

haciendo. Tal vez estaba caminando sin rumbo alguno y lo único que hacía era

cansarme durante mis últimas horas de vida.

Page 10: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

En ese instante, me encontré un mono, pero no era un mono cualquiera. Me había

encontrado con más durante el camino, que saltaban por los árboles, jugaban entre

ellos, pero este era diferente. Estaba tumbado en el suelo, así que me acerqué y vi

que sangraba. Tenía una herida muy grande en la pierna, se veía que estaba

sufriendo, así que saqué el botiquín para salvarlo. Cuando ya estuvo bien, después

de ponerle una venda en la pierna, saltó feliz para abrazarme. Luego, siguió con los

demás de su especie. Fue entonces cuando decidí que no podía parar, debía

intentarlo, y no rendirme. Si ese mono se hubiese rendido, ahora estaría muerto,

pero estaba con todos sus amigos. Al final se hizo de noche, y empezó a llover.

Corrí hasta refugiarme en una cueva para no mojarme ni constiparme. Al llegar a la

cueva saqué la linterna y al instante de encenderla me di cuenta que el techo estaba

lleno de murciélagos así que salí corriendo hasta encontrar un sitio a salvo.

El tercer día, en el momento que amaneció empecé a caminar de nuevo durante

horas, aún tenía suficiente comida y agua como para sobrevivir.

Llegué a un sitio precioso lleno de árboles con vistas impresionantes así que decidí

dormir ahí esa noche, coloqué mis cosas y fui a dar una vuelta para ver si

encontraba algo para comunicarme.

Empezó a anochecer así que volví donde tenía mis cosas y cuando llegué me

encontré con un pantera que estaba rodeando mi mochila, cogí una piedra y la lancé

lejos y como esperaba la pantera salió detrás del piedra, cogí mis cosas en cuestión

de segundos, subí a un árbol aterrada, la pantera se quedó unas horas dando

vueltas al árbol con intención de subir y comerme. Tenía suficientes recursos me

quede unos días refugiada ahí.

Al cabo de dos días la comida, el agua y mis esperanzas de salir viva de ese

bosque se acababan, no sabia que mas hacer. Empecé a tener alucinaciones, me

dormía, me despertaba y soñaba cosas extrañas. También pensaba en mi vida en

Canadá, en mi abuela que la operaron el día que me fuí. Lo único que quería, como

es normal en estas situaciones, era ver a mi familia y hablar con ellos.

Sobre el mediodía del sexto día, de repente empecé a escuchar hélices de

helicópteros que volaban a mi alrededor, pero no estaba segura si eran

Page 11: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

alucinaciones mías por falta de hidratación o desnutrición, pero de repente empecé

a escuchar mi nombre desde diferentes voces. Fue entonces cuando me di cuenta

de que venían a por mi.

No me creía que me hubieran encontrado, mi sonrisa era de oreja a oreja y mi

corazón latía a mil por hora. Cuando escuché mi nombre no me lo podía creer, grité

con todas mis fuerzas, bajé del árbol y ahí estaba un equipo de rescate, fue un

milagro que me encontraran. Nunca en mi vida había estado tan contenta. Eran 4

helicópteros, con 4 personas en cada uno. Había médicos, periodistas y policía. Lo

primero que hicieron fue darme comida y agua, ya que hacía un día que se me

había terminado. Más tarde me metieron en un helicóptero y fuimos hasta un

hospital. No sabía dónde estábamos, si en Canadá, en Brasil, o en algún otro lugar.

Lo que sé es que me trataron muy bien, no me dejaron sola en ningún momento,

siempre había médicos que me hablaban, y además me dejaron un teléfono para

llamar a mis padres. Cuando oí su voz me puse a llorar, no me podía creer que

estuviese hablando con ellos. Me dijeron que estaba en Brasil y que en unos días

me dejarían volver a casa. Tenían razón, en cuanto me curaron la herida que me

hice y vieron que estaba estable, me dejaron ir. Al salir del hospital, me esperaban

más de 50 periodistas con cámaras, preguntándome cosas del accidente, pero la

policía me llevó rápido hacia un coche que esperaba en la entrada del hospital,

porque no querían que me pusiera nerviosa con tanta aglomeración de gente

preguntando por mi. La verdad es que no me estresé en ningún momento con esos

periodistas. Yo me dedicaba a eso, había estado miles de veces allí, rodeada de

gente, aguantando los empujones de los demás periodistas que querían hacer

preguntas. Aunque siempre había sido al revés. Yo era uno de ellos, yo hacía las

preguntas.

Estuve más o menos una hora en ese coche, hasta que salí y vi que había llegado a

un aeropuerto. Eso me hizo recordar cuando llegué al aeropuerto de Canadá, para ir

a Brasil.

Estaba nerviosa, y tenía miedo. Supongo que es lo normal después de haber tenido

un accidente de avión, pero subí y el trayecto se me hizo muy corto, porque los

médicos me dieron unos tranquilizantes para que pudiera dormir durante todo el

Page 12: RELATO DE UN NÁUFRAGO 2020. 5. 3. · RELATO DE UN NÁUFRAGO Ca n d e l a Mu n i a t e g u i G a l a Na va rro A i n a P a scu a l 3 r D ... la capital de Canadá se estrelló en

trayecto de avión y no sufriera ansiedad. Solo pensaba en mi familia, y en que por

fin los iba a ver después de pasar tantos días sola en medio de la selva. Al bajar del

avión me sorprendí mucho ya que me estaban esperando a pie de pista, como a los

famosos. Eso fue muy impactante ya que al ser una simple periodista nunca había

pasado por algo así, pero en ese momento sentí mucho apoyo por parte de la gente

y también empatía hacia mi, y la verdad que me reconfortó muchísimo. Estaba mi

madre, mi padre, mi hermana, mi abuela y algunos amigos más. Me puse a correr,

ellos también corrían, pero mi abuela se quedó atràs ya que estaba convaleciente

por su operación de rodilla e iba en silla de ruedas y no se podía mover. Les di un

fuerte abrazo mientras me saltaban las lágrimas de la emoción. Ver que mi abuela

había salido de la operación con éxito me puso muy contenta y el abrazo que me dio

me recordó a cuando tenía 10 años y ella me cuidaba cuando estaba enferma, en

ese momento supe que volvía a estar en casa.