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Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas neoliberales en la organización sindical del sector de la salud: caso ANTHOC (Asociación Nacional de Trabajadores Hospitalarios de Colombia) Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Ciencia Política Bogotá D.C 2013

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Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas neoliberales en la

organización sindical del sector de la salud: caso ANTHOC (Asociación

Nacional de Trabajadores Hospitalarios de Colombia)

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Ciencia Política

Bogotá D.C

2013

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Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas neoliberales en la

organización sindical del sector de la salud: caso ANTHOC (Asociación

Nacional de Trabajadores Hospitalarios de Colombia)

KAROL PAOLA MONTAÑO VIDAL

Trabajo de grado para optar a título de politóloga

DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO

VÍCTOR GUERRERO APRÁEZ

Profesor de planta

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Ciencia Política

Bogotá D.C

2013

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Tabla de Contenido

1. Introducción…………………………………………………………………………..5

2. Organización y lucha social de los trabajadores de la salud......................14

2.1 Inicios: caracterización y surgimiento de los sindicatos de salud…………......14

2.1.1 Principales periodos de lucha: resistiendo a la violencia y a la

privatización………………………………………………………………………….…..19

2.1.2 Primer periodo: final de los 80 y principios de los 90………………………....19

2.1.3 Segundo periodo: 1991-2000…………………………………………..………..20

2.1.4 Tercer periodo: 2001-2010………………………………………………..……..22

2.1.5 El paramilitarismo………………………………………………………………...22

3. Paramilitarismo, economía y política……………………………………………24

3.1 Contexto de la relación entre actores legales e ilegales……………………….24

3.1.2 Servicios de salud y corrupción………………………………………………....32

3.1.3 La Costa Caribe como experiencia de la parapolítica y violencia ejercida

contra Anthoc…………………………………………………………………………....33

3.1.4 Cooptación paramilitar de los recursos de la salud…………………………..34

4. Estudio de caso: Sindicato Anthoc. La resistencia frente a la

mercantilización del servicio de salud…………………………………………….36

5. Conclusiones………………………………………………………………………..44

6. Referencias y Bibliografía………………………………………………………....47

7. Anexos………………………………………………………………………………...49

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1. Introducción

La presente investigación, surge tanto de los trabajos académicos e investigativos

elaborados por la Corporación Nuevo Arco Iris (2010 y 2011) y el Cinep (2012), y

de producciones teóricas como las de Luis Jorge Garay y Eduardo Salcedo (2012)

con respecto al impacto que la violencia ha producido en los sindicatos y en la

capacidad de lucha de los mismos, como también de la evidencia empírica

recopilada en entrevistas a miembros del sindicato Anthoc (Asociación Nacional

de Trabajadores Hospitalarios de Colombia). El propósito de la investigación es

hacer un análisis crítico por medio de los estudios anteriormente nombrados y de

los testimonios de los trabajadores del sindicato entrevistados, sobre la

transformación del accionar sindical como consecuencia de la violencia ejercida

contra los trabajadores del sector salud y las transformaciones institucionales de

corte neoliberal experimentadas a partir de la década del 90.

Se busca demostrar cómo el sindicato Anthoc específicamente sobrevivió a la

lógica de eliminación desencadenada contra sus afiliados mediante dos vías: la

primera, que obedece a la violencia directa ejercida por grupos armados

organizados ilegales, y la segunda, a la violencia política a manos de senadores y

partidos políticos cuyas reformas constitucionales y legales buscaron debilitar esta

organización determinando una reducción sustancial y progresiva de sus afiliados,

acompañado de la cooptación de los recursos de la salud a nivel nacional en

beneficio de unos y otros.

La hipótesis de partida, es que los dos factores nombrados no se dieron de

manera paralela, es decir que la violencia directa y las reformas institucionales

están íntimamente relacionadas en su accionar a tal punto que hubo una alianza

entre funcionarios del gobierno y los grupos paramilitares específicamente,

durante el periodo de 2002 a 2008 para debilitar la organización sindical. La

metodología que se utiliza es de tipo cualitativo, haciendo uso de herramientas

como las entrevistas semi-estructuradas y la observación participante; la elección

de esta metodología radica en que aspectos como la represión a una organización

sindical y sus consecuencias se deben interpretar y tratar de comprender por

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medio del diálogo con los principales implicados para llegar a desentrañar las

causas y las experiencias que produjeron la dispersión del movimiento sindical de

la salud.

Lo que se espera demostrar es cómo y por qué mediante la alianza entre

funcionarios del gobierno y paramilitares al tiempo que modificaron el sistema

público de salud buscaron también acabar de forma selectiva con las

organizaciones sindicales del sector ya que eran los principales opositores de la

reforma.

Esta investigación se desglosa en tres partes. En la primera, se esboza la

organización y la lucha social de los trabajadores de la salud de manera histórica.

Sumado a esto se hace una caracterización y proceso del surgimiento de los

sindicatos del sector entre los que se encuentra Anthoc ya que es el caso de

estudio de la investigación, esto se divide en tres periodos representativos de la

historia social y económica que determinaba el accionar de estos sindicatos: 1984-

1991: fortalecimiento sindical; 1991-2001:lucha contra la privatización del sector

salud; y 2001-2010: decadencia de las instituciones de salud pública y

persecución contra los trabajadores sindicalizados, los dos últimos abren la puerta

hacia la situación de represión que empiezan a vivir los trabajadores de la salud.

La segunda parte desarrolla la manera en que se dio el cambio estructural del

sistema de salud y su sistema de financiación, de cuyo financiamiento entran a

hacer parte directamente los grupos paramilitares, tomando como caso

emblemático el de la Costa Caribe descrito al final del capítulo. Finalmente, en la

tercera parte se hace referencia a la indagación personal de la investigación por

medio del análisis de las entrevistas hechas a los afiliados del sindicato Anthoc

con el fin de comprobar la pertinencia y capacidad explicativa en la hipótesis

planteada y de ser así cómo se vivió esto al interior del sindicato.

Justificación

El examen crítico de la repercusión de la acción paramilitar y las reformas

privatizadoras del sector salud es de total pertinencia para la Ciencia Política, ya

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que es casi obligatorio reflexionar de manera crítica frente a las consecuencias

que estos dos factores trajeron para los trabajadores sindicalizados del sector de

la salud pública tanto organizativamente como en materia de violación de

derechos humanos bajo un contexto de conflicto armado profundamente arraigado

como el nuestro. El análisis de la coyuntura de dicho proceso, implica comprender

los factores por los cuales en un contexto de violencia paramilitar y de reformas

institucionales un sindicato como Anthoc (Asociación Nacional de Trabajadores

Hospitalarios de Colombia) se convirtió en principal objetivo de represión

teniendo en cuenta que de manera general, el sindicalismo en Colombia ha sufrido

una crisis organizativa desde los años 70 donde la tasa de sindicalización al día de

hoy es casi la misma de 1947 (4,6%), y ha descendido en los últimos años, luego

de alcanzar el tope de 13,4% en 1965 calificados como el país con el mayor

número de sindicalistas asesinados en el mundo (Cuellar, 2009, p. 357).

Por tanto su importancia radica en cómo la combinación de elementos políticos y

de violencia directa fueron cambiando poco a poco el significado y la praxis de los

sindicatos del sector salud en Colombia, con la particularidad de que en este

proceso influyeron funcionarios públicos que tenían la facilidad de modificar las

reglas de las instituciones o de crear nuevas leyes que sirvieran de marco para

facilitar la corrupción, el fraude electoral, y la desviación de recursos que fueron

cerrando cada vez más el espectro de espacios de debate y deliberación a los

cuales tenían acceso los sindicalistas hace más de diez años y que hoy se

encuentran.

Esto deja el interrogante de cómo los sindicatos deben o pueden asumir hoy su

accionar y organización, de cara a una sociedad desigual y altamente excluyente

con un conflicto social, político y armado para luchar por obtener reconocimiento,

vigencia y pertinencia de su existencia frente a la sociedad y los trabajadores ya

que las modificaciones institucionales llegaron a tal punto de resquebrajamiento

del sector que en la actualidad la gente evita hacer parte de estas organizaciones

ya sea por su estigmatización o por la flexibilización laboral que dispersa a los

trabajadores.

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Pregunta de investigación

¿Cuáles son las razones y factores por los cuales en el contexto de la aplicación

de la ley 100 de 1993 y de violencia paramilitar, un sindicato como Anthoc se

convirtió en objeto de ofensiva violenta por parte de los paramilitares?

Hipótesis general

Se parte de la hipótesis, de que la violencia directa ejercida por los paramilitares y

el papel que desempeñaron ciertos políticos en la implantación de la ley 100 de

1993 no se dieron de manera paralela, sino que por el contrario están íntimamente

relacionadas en su accionar a tal punto que hubo una alianza entre estas dos

facciones durante el periodo de 2002 a 2008 para debilitar la organización sindical.

Hipótesis secundaria

Anthoc representa un proceso de organización que le dio fortaleza cuantitativa y

cualitativa a los sindicatos del sector salud, y que en su perspectiva de lucha se

opuso a las reformas neoliberales de privatización. Al convertirse en opositor, esto

se reflejó desde la estrategia paramilitar en una concepción de enemigo y de

obstáculo a su proceso de cooptación de recursos de la salud.

Objetivos específicos

- Detectar y analizar las consecuencias que el ejercicio de la medicina en un

contexto de guerra produjo la persecución por parte de los actores armados

enfrentados entre sí hacia los trabajadores de la salud.

- Conocer la lucha del sindicato Anthoc en medio del conflicto para resistir al

proceso de privatización y violación de derechos humanos contra sus afiliados.

- Mostrar la combinación entre la violencia y los efectos de la reforma que

contribuyeron al debilitamiento de los sindicatos del sector salud.

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Marco teórico

La discusión sobre la violencia contra sindicalistas ha retomado fuerza los últimos

años debido a los debates alrededor de los Tratados de Libre Comercio (TLC) que

se esperaba firmar con Estados Unidos y Europa, ya que una de las mayores

objeciones a la aprobación del acuerdo, que expresaba Estados Unidos era la

crítica situación que ubicaba a Colombia como el país con el mayor número de

sindicalistas asesinados en el mundo (Archila et al,. 2012, p. 11). De esta manera

se emprenden una serie de estudios sobre el tema con el apoyo de Naciones

Unidas para ofrecer herramientas analíticas e informativas que permitan

comprender un problema o fenómeno derivado del conflicto social y armado que

ha vivido el país.

En este contexto, el Centro de Investigación y Educación Popular / Programa por

la paz (Cinep/PPP) participó en dicho trabajo el cual se materializo finalmente con la

publicación del libro: “Violencia contra el sindicalismo, 1984-2010” en el año 2012

y que servirá además de sustento empírico, de base teórica para la presente

investigación al hacer referencia al impacto que la violencia ha producido en los

sindicatos y en la capacidad de lucha de los mismos para el sector de la salud.

Violencia y factores económicos como primeras fuentes de debilitamiento del

movimiento sindical

Según dicha investigación: “la violencia contra los trabajadores sindicalizados –

independientemente de sus generadores y de sus móviles-, además de ser una

constatación dramática de la crisis humanitaria que vive el país en los tres últimos

decenios, termina produciendo el debilitamiento del sindicalismo, y en algunos

casos su aniquilación. Este proceso está acompañado de otros factores globales y

nacionales que debilitan el sindicalismo en Colombia, derivados del modelo

aperturista que afecta la capacidad productiva industrial y agropecuaria e

informaliza más la economía nacional, junto con la desregulación y flexibilización

de la fuerza de trabajo –políticas que se articulan con lo que comúnmente se

conoce como neoliberalismo” (2012, p. 16).

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Por tanto, además del evidente daño que causa la violencia contra los

trabajadores sindicalizados, el contexto socioeconómico y político es una variable

que adquiere importancia a la hora de analizar las particularidades de los casos,

como lo es el de la salud pública en esta investigación. Pues no se puede dejar de

lado los efectos devastadores que la ley 100 de 1993 tuvo no solo sobre el

sistema de prestación del servicio a nivel nacional, sino sobre los trabajadores

organizados en regiones con presencia paramilitar y políticos adscritos a este

grupo armado.

Se recurrirá entonces a la definición de trabajador sindicalizado aportada por el

PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en la investigación

del Cinep para delimitar su significado acorde a este trabajo: “es aquella persona

que deriva el sustento individual o familiar de su propio trabajo y que está afiliado

o afiliada a un sindicato como forma de organización del amplio mundo del

trabajo”. Por tanto, el sindicato: “es la asociación de trabajadores de una misma

profesión, oficio o especialidad constituida para el estudio, desarrollo y defensa de

los intereses comunes a su profesión sin repartición de beneficios” (2012, p. 18).

La cual, como se explicará más adelante ha sufrido cambios a lo largo de la

historia.

Otro elemento crucial que se ha visto violentado y arrebatado por la continua

violación de derechos humanos contra los trabajadores sindicalizados es el de la

autonomía definida por Mauricio Archila y los demás investigadores del Cinep

como: “La capacidad de los sindicatos de proponerse fines propios y obrar en

consecuencia, sin interferencias de los demás actores del mundo social, cuentan

con ideas y prácticas políticas e incluso sus dirigentes y bases pueden militar en

algún partido. Se parte del supuesto de que los trabajadores no están aislados de

la sociedad, pero para que puedan actuar en medio de las múltiples relaciones

que encaran requieren contar con autonomía” (2012, p. 19). Cabe aclarar, que al

igual que la violencia las políticas privatizadoras de mediados de los años 90 y su

eventual aplicación fueron una manera directa de afectar el funcionamiento interno

de los sindicatos, que es algo que mide su fortaleza y capacidad de acción.

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Esta aparente combinación entre violencia y reformas institucionales que ha ido

debilitando al trabajador sindicalizado, al sindicato al que pertenece y por ende

rompiendo con la autonomía que lo rige, ha generado también una respuesta por

parte de los sindicatos, por medio de elementos como la huelga, el paro de

actividades laborales, mitin, movilizaciones etc. Que son muestra de un alto nivel

organizativo y de acción colectiva de los sindicatos en momentos en donde se

hace difícil la negociación con el gobierno, que éste ha incumplido algún pacto o

como en el caso colombiano por la constante violación de derechos humanos que

además quedan en la impunidad.

Paramilitarismo, economía y política

Ahora, ya definidos algunos conceptos y siguiendo con los objetivos de esta

investigación es pertinente hacer referencia a la teoría que sustenta la hipótesis de

la relación entre paramilitares y políticos del gobierno, que al planear robarse los

recursos de la salud pública a nivel nacional, vieron en el movimiento sindical el

principal obstáculo y emprendieron una arremetida violenta en contra de los

trabajadores sindicalizados de este sector. Con ello, los sindicatos fueron

atacados en doble vía, la legal que hace referencia a las reformas institucionales,

y la ilegal que hace referencia a la violación de derechos humanos ejercida en

regiones del país con presencia de los grupos paramilitares como lo es el caso de

la Costa Caribe, Casanare, Urabá entre otros y a la corrupción de los funcionarios

públicos en complicidad con este grupo armado irregular.

Para esto se tomará como sustento la teoría de La Reconfiguración Cooptada del

Estado desarrollada por Luis Jorge Garay y Eduardo Salcedo en su libro: “Redes

ilícitas, y reconfiguración de Estados” que presenta las siguientes características:

“la (RCDE) sucede en situaciones de corrupción sistémica y captura del Estado1 en

las que se observan las siguientes características: participación de individuos y

grupos sociales legales e ilegales; beneficios perseguidos no solo de carácter

1 La captura del Estado es definida como la intervención de individuos o grupos económicos legales en la formulación de leyes, decretos, regulaciones y políticas públicas. Esta influencia, por lo general se da con el propósito de obtener beneficios económicos de corto y largo plazo, con la particularidad de que pueden llegar a intervenir grupos ilegales con capacidad de ejercer violencia (Hellman y Kaufmann, 2001).

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económico sino penal e incluso de legitimación social; coerción y establecimiento

de alianzas políticas que complementan o sustituyen el soborno; y afectación de

diferentes ramas del poder público y diferentes niveles de la administración” (2012,

p. 22 ).

De esta manera, la RCDE se define como la acción de grupos legales e ilegales,

que a través de prácticas ilegales buscan sistemáticamente, desde adentro,

modificar el régimen político e influir en la formulación, modificación, interpretación

y aplicación de las reglas del juego y las políticas públicas. Estas prácticas se

desarrollan con el propósito de obtener beneficios sostenidos y asegurar que sus

intereses sean válidos política y legalmente, así como obtener legitimidad social

en el largo plazo, aunque esos intereses no sigan el principio fundamental del

bienestar social (Garay y Salcedo, 2012, p. 22).

Por tanto, se habla de cooptación para resaltar la “alienación” o “coordinación” de

intereses de los agentes públicos y privados. En este sentido, la RCDE es un

proceso en el que siempre se contempla la participación de funcionarios públicos,

entre otros agentes sociales, que están cooptando o que están siendo cooptados.

Dicho proceso en que tales funcionarios públicos cooptan o son cooptados,

permite la coordinación de intereses y acciones entre agentes privados, legales e

ilegales, con agentes que gozan de facultades y funciones públicas. Así las reglas

de juego que conforman las instituciones formales son reconfiguradas desde

adentro del Estado; es decir, mediante la manipulación de las instituciones del

Estado para lograr su propia transformación en función de intereses criminales

(Garay y Salcedo, 2012, p. 22).

Hay evidencia de que Estados descentralizados con democracias débiles

configuran un entorno propicio para la captura de autoridades en el nivel local. Por

este motivo, en algunos Estados se desarrollan procesos de captura y de

reconfiguración cooptada que inician en el nivel descentralizado, lo cual se ha

denominado como procesos de abajo-hacia-arriba (bottom-up), con afectación

inicial en los niveles locales de la administración pública. Este escenario peligroso

en términos institucionales aparece cuando debilidades técnicas y administrativas

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del nivel local se combinan con la presencia de redes y agentes ilegales con fuerte

capacidad para ejercer la violencia (Garay y Salcedo, 2012, p. 23).

En estos casos, gracias a distintos procedimientos de captura institucional como la

captura instrumental de partidos y de políticos, el funcionamiento del órgano

central de la actividad legislativa es infiltrado, cooptado y puesto al servicio de

intereses perversos, contrario a la vigencia de un verdadero Estado de Derecho.

Esto quiere decir que es posible encontrar escenarios de captura en los que

agentes sociales o grupos ilegales intervienen también en procesos legislativos y

públicos y, sobre todo, es posible encontrar escenarios en los que agentes con

funciones públicas inician la interacción necesaria con grupos-agentes ilegales

para aprovechar el ejercicio de la violencia. En este último caso ya no se habla de

captura, en estricto sentido, sino de cooptación (Garay y Salcedo, 2012, p. 24).

Por citar algunos ejemplos, Salvatore Mancuso, por su parte apoyó varias

candidaturas al Congreso en el año 2002 en el año 2002, pero les hizo firmar a

sus socios el llamado Pacto de Ralito. Cuando dichos políticos no respaldaron

debidamente en el proceso de desmovilización filtró el pacto y desencadenó el

enjuiciamiento de varios de ellos. Jorge 40 también les hizo firmar varios pactos a

los políticos que recibieron su apoyo (el Pacto de Chivolo y Pivijai); alias “el

Alemán” forjó el pacto por una Urabá grande y unida; Alias “Martín Llanos”

promovió el pacto de Coordinación en el Casanare y también se dieron pactos

electorales en Caldas y el Magdalena Medio, que a la postre fueron descubiertos

por la justicia y han servido de prueba para judicializar a los firmantes (Arcanos,

2008, 12 de noviembre, p. 62 ).

Además de la distorsión en la competencia electoral, la acción de los grupos

armados paramilitares tuvo un efecto detonante en la corrupción pública. Del

clientelismo, el cohecho y el soborno se pasó a la captura masiva de recursos y

negocios públicos mediante cambios legales, exenciones tributarias, esquemas de

concesión, contratos de estabilidad etc. (López et al., 2010, p,56). Como fue el

caso de la ciudad de Barranquilla con Dieb Maloof, quien se encargó de robar

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todos los recursos de la salud pública destinados a la ciudad por medio del saqueo

a la ESE José Fulgencio Padilla en complicidad con Jorge 40.

Según Garay, procesos sistemáticos y sostenidos de CdE pueden llegar a constituir

una forma de impunidad institucionalizada y derivar en procesos socio políticos de

reconfiguración cooptada del Estado en los que “un grupo intenta infiltrar y

usufructuar parcelas del Estado para luego reconfigurarlo con el fin de responder y

servir a sus propios intereses” (2012, p. 59).

2. Organización y lucha social de los trabajadores de la salud

2.1 Inicios: caracterización y surgimiento de los sindicatos de salud

El sindicalismo en Colombia ha cambiado acorde con las dinámicas económicas,

políticas y sociales que ha enfrentado la sociedad, y esto a su vez ha configurado

sus funciones y significado de manera formal y práctica. La definición originaria

que reconoció la legitimidad al fenómeno sindical fue la Ley 83 de 1931 que se

mantiene hasta el día de hoy, y ha sufrido ciertos ajustes2. Por ejemplo, en el

Código Sustantivo del Trabajo de 1950 se especificó que los sindicatos eran de

cuatro tipos: de base o empresa, de rama industrial, gremiales y de oficios varios3,

y consagró además las condiciones para el ejercicio de la actividad sindical para lo

cual prohibió la actividad política partidista de los sindicatos, aspecto que

desapareció con la Ley 50 de 1990 y fue ratificado por la Constitución de 1991

(Archila et al., 2012, p.19).

Por tanto, a partir de ese momento el sindicalista ya no solamente se iba a ocupar

de los aspectos reivindicativos de su gremio sino que iba a poder proyectarse en

otros espacios políticos más amplios si así lo quisiere. Dicho cambio determinará

el contorno bajo el cual el trabajador sindicalizado llevara a cabo sus relaciones

2 Según la investigación del Cinep 2012: “Se llama sindicato la asociación de trabajadores de una misma profesión, oficio o especialidad constituido para el estudio, desarrollo y defensa de los intereses comunes de su profesión sin repartición de beneficios” 3 Artículo 373 del Decreto 2663 de 1950.

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laborales, que a su vez estarán marcadas por el modelo de desarrollo del

momento. Para esto se tomaran los tres modelos de relaciones laborales que han

predominado en Colombia y sobre los cuales se ha apoyado la actividad sindical

(Ibíd., p. 20): a comienzos del siglo pasado durante 1910 y 1920, el sindicalismo

colombiano no tenía reconocimiento legal y soportaba todo el peso de un modelo

económico precario con extensas jornadas de trabajo y salarios que dependían de

la bondad de los empresarios; entre los años 1930 y 1980 el país empezó a

experimentar el modelo de relaciones “fordistas”, asentadas en el empleo formal,

la contratación colectiva institucionalizada y el reconocimiento sindical, en el

marco del modelo de desarrollo por sustitución de importaciones que predominó

en América latina hasta los años 80; finalmente, a partir de 1990, en medio de la

apertura económica y la desregulación laboral, que debilitan hondamente la

actividad productiva industrial y agraria, y flexibilizan la contratación de la fuerza

de trabajo, tomaron cuerpo la formas de relación laboral que debilitaron el

sindicalismo y todo lo que hasta el momento los sustentaba.

En Colombia, como en casi toda América Latina, el segundo periodo descrito fue

la época de auge del sindicalismo, pues creció notablemente su afiliación y obtuvo

reconocimiento y ampliación de derechos civiles y políticos como también sociales

y económicos (Calderón, 1995). Sin embargo esto no significa que los cambios en

las relaciones laborales en Colombia se deban ver de manera lineal ya que a lo

largo del territorio nacional estos procesos no se han dado de manera

homogénea, ya sea por las condiciones propias de cada región o por la

precariedad de la acción del Estado o la ausencia suya y de sus instituciones.

De manera general, el sindicalismo en Colombia ha sufrido una crisis organizativa

desde los años 70. La tasa de sindicalización al día de hoy es casi la misma de

1947 (4,6%), y ha descendido en los últimos años, luego de alcanzar el tope de

13,4% en 1965 (Cuellar, 2009, p. 357). A pesar de esto, y como se expondrá a

continuación específicamente en el sector de la salud, la actividad sindical ha

sobrevivido a las consecuencias del conflicto armado y de apertura económica,

con la diferencia que poco a poco el peso de su actividad se ha ido trasladando de

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la industria manufacturera y el transporte al sector de servicios y en especial a los

trabajadores del Estado, que presentan las mayores tasas de sindicalización,

organización y visibilidad contestataria (Archila et al., 2012, p. 23).

Uno de los rasgos característicos de los sindicatos del sector salud y en particular

el gremio que luego representó Anthoc desde sus inicios, es que en su gran

mayoría lo componen mujeres, lo cual se convirtió casi que en una escuela de

formación de lideresas que en los primeros veinte años de consolidación llevaron

a cabo reivindicaciones importantes. Ejemplo de ello fue uno de los primeros

sindicatos ANALFERAUS (Asociación Nacional de Enfermeros y auxiliares) que

aglutinaba cerca de veinticinco mil o treinta mil auxiliares de enfermería del país y

que fue el punto de partida o la base por medio de la cual a mediados de los años

70 se crea ANTHOC con el apoyo de la CSTC (Confederación Sindical de

Trabajadores de Colombia) y después de un largo proceso de concientización de

lucha se unen más sindicatos del sector para lograr constituirse como un solo

sindicato de rama4.

Con la creación del Plan Nacional Hospitalario mediante la ley 12 de 1963 y el

Decreto Ley 3196 de 1965, el derecho de asociación sindical, negociación y

contratación colectiva y huelga en el sector de la salud ha estado ligado a distintos

procesos históricos del país en materia institucional ya que la gran mayoría de las

entidades de asistencia social tuvieron su origen en la iniciativa de comunidades

religiosas o personalidades locales, que pusieron a disposición bienes y recursos

para la construcción de dispensarios médicos y posteriormente de hospitales.

A mediados de los años 70 la Confederación Sindical de Trabajadores de

Colombia (CSTC) crea la primera organización perteneciente al sector industrial de

la salud, la Asociación Nacional de Trabajadores de Hospitales, Clínicas y

Consultorios (Anthoc), que luego amplía su cobertura y se llama Asociación

Nacional de Sindicatos de Trabajadores y Servidores Públicos de la Salud, la

Seguridad Social Integral y Servicios Complementarios de Colombia. Sin embargo,

cabe anotar que desde 1958 existía ya otra organización de profesionales médicos

4 Méndez, E. (2013, 5 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

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llamada Asociación Médica Sindical (Asmedas), la cual se mantiene vigente y en

donde el accionar de sus afiliados no se limita a lo sindical.

A partir de entonces los trabajadores de la salud pública se convierten en uno de

los sectores más visibles y luchadores en dos vías, por la mejora de los servicios

que le prestan a la población y por la creciente violencia de la cual han sido

víctimas debido al conflicto armado y social que vive el país, lo cual los ha

debilitado significativamente tanto en su composición como en su capacidad de

movilidad. Al ser asalariados públicos, son excluidos del régimen de negociación

colectiva y del derecho a la huelga por la legislación laboral, ya que están

catalogados como empleados públicos de servicios esenciales, situación que no

ha cambiado hasta el día de hoy pero que no les ha impedido organizarse y

establecerse en el campo gremial de manera fuerte y consolidada.

Pero no solo el conflicto social y armado ha sido el causante del debilitamiento del

sindicato del sector salud, la crisis financiera del sector público y la corrupción

administrativa en los hospitales y en la totalidad del Sistema Nacional de Salud ha

hecho que los trabajadores vayan a la protesta decididamente. Esta etapa se

ejemplifica en la huelga que hasta la fecha se considera la más impactante de ese

sector llevada a cabo entre el 6 de septiembre y el 26 de octubre de 1976 por los

trabajadores del Instituto Colombiano de Seguros Sociales (Icss), en donde se

opusieron nacionalmente a ser clasificados como empleados públicos por las

limitaciones en el derecho a la huelga en condición de tales, lo cual derivó en

múltiples despidos pero unificó a médicos internos y residentes, a los estudiantes

de las facultades de medicina y a las enfermeras en la actividad sindical; todo un

proceso que dio paso al fortalecimiento cualitativo y cuantitativo de los

trabajadores de esta rama (Archila et al., 2012, p. 323).

Dicha situación fue el motor de impulso para la legitimación de la protesta de un

sector considerado por muchos como privilegiado por su condición de trabajadores

públicos, que en la década de los 80 llevó a cabo acciones mucho más

contundentes para el aumento de salarios, una pronta solución a la crisis

hospitalaria y la defensa del Instituto de Seguros Sociales (ISS) como institución

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pública al servicio de los trabajadores y contra los planes de privatizarlo (Archila et

al., 2012, p. 324). Muestra de este proceso se ve en el aumento anual de

huelguistas que paso de ser 8.956 en la década de los 70 a 19.243 en la de 1980

(Archiila y Delgado, 1995, p. 164)5.

Además del gran número de personas que se unieron a la lucha sindical en estos

primeros veinte años, hay que resaltar el papel político y dirigente que

desempeñaron los sindicatos más representativos de sector público como lo fue el

caso de Anthoc, la Asociación Médica Sindical (Asmedas), la Asociación Sindical

de Médicos Internos y Residentes (Anir), la Federación Nacional de Trabajadores

de la Salud (Fentrasalud) y el Sindicato Nacional de empleados de la Salud y la

Seguridad Social (Sindess), que propendieron por establecer una relación

estrecha con las comunidades a nivel local y regional, pauta primordial para lograr

actuar con mucha más conciencia y contundencia (cese de actividades laborales y

movilizaciones) y poder fortalecerse internamente.

Bajo las condiciones anteriores, el agudo fortalecimiento de la organización

sindical expresado en su capacidad de convocatoria a la huelga para la década de

los 80 se superpone a la creciente dimensión del conflicto armado por lo que la

seguridad de los trabajadores de la salud se empieza a poner en riesgo debido a

los señalamientos que reciben por parte del Estado como aliados de los grupos

guerrilleros, situación que los llevó a ser tratados de manera represiva y

estigmatizadora. Se exponen además a la violencia política por el hecho de

prestar un servicio a la población, ya que en su condición de labor profesional

deben atender a las personas sin distinción alguna, sea guerrillero o paramilitar.

Sumado a esto, su conocimiento, herramientas de trabajo, sitio de trabajo y

medios de transporte, son apetecidos por los grupos armados de cualquier tipo, y

es allí precisamente donde está el riesgo, en decidir bajo su criterio profesional o

personal prestar el servicio a un grupo determinado o a sus opositores.

5 Cabe aclarar que en dicha investigación se especifican las categorías de: huelguistas y huelgas, ya que puede haber un gran número de huelguistas pero una baja cantidad de huelgas o viceversa.

Page 18: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

2.1.1 Principales periodos de lucha: resistiendo a la violencia y a la privatización

Ahora bien, para poder ver la forma en que el sector salud ha soportado esta

represión al mismo tiempo que ha dado su lucha, se analizarán periodos de

tiempo significativos en este ámbito que den muestra de las variables políticas,

económicas y sociales que han determinado su actividad interna y externa.

2.1.2 Primer periodo: final de los 80 y principios de los 90

La reivindicación principal de los sindicatos para esta época consistió en lograr

que el gobierno no los convirtiera en empleados públicos. Santander fue el

epicentro de movilizaciones y a la vez de las violaciones de derechos humanos

contra sindicalistas en donde la detención arbitraria fue la figura predominante de

represión, como respuesta la toma de instalaciones fue la forma de protesta más

contundente seguida de la huelga (Gráfica 1). Dando paso a partir de 1987 a los

asesinatos que se hicieron frecuentes también en la ciudad de Medellín y otras

partes del país (Archila et al., 2012, p. 333).

Para este momento surge el asunto de la descentralización presupuestal y las

transferencias del gobierno central a los departamentales, situación que se va a

prolongar en los años siguientes y que va a tener consecuencias que recaerán

inevitablemente en los trabajadores de este sector. Para la década de los 90 la

acción sindical de los trabajadores de la salud iba en aumento, pues en 29 de los

32 departamentos esta se manifestó y en particular en los pertenecientes a la

Costa Atlántica que representaban el 41% de la participación total. En este periodo

la ineficacia administrativa de las autoridades departamentales y municipales para

atender los pagos de los trabajadores de manera oportuna, generó que el índice

de protestas y retenciones laborales aumentara significativamente al tiempo con el

de la violación de derechos humanos como lo fue el caso de Atlántico, Bogotá y

Santander, mientras que en Arauca, Antioquia, Cauca, Tolima y Caquetá el índice

de violencia (específicamente asesinatos) fue mayor al de la protesta (Archila et

al., 2012, p. 335).

Page 19: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

2.1.3 Segundo periodo: 1991-2000

Con lo anterior, se puede ver como el aumento de la lucha sindical en la salud

pública para este periodo significó también el aumento de la violación de derechos

humanos, siendo el asesinato la modalidad más empleada a nivel nacional

(Gráfica 2). De dicha apreciación, aunque por lo general en la mayoría de los

casos no se disponga de la información de los responsables, son los paramilitares

los que predominan casi en la totalidad de los casos. Se presentó también

complicidad entre las Fuerzas Armadas y paramilitares, como lo fue el secuestro y

asesinato de Jorge Eliécer González, presidente de la seccional de Anthoc en

Natagaima y miembro de la directiva departamental de esa organización, su

cadáver fue encontrado el 27 de noviembre de 2001 cerca de la base militar de El

Paso de la Barca, Tolima. De esta manera los paramilitares empezaron a debilitar

la actividad sindical de este sector en las diferentes regiones del país; para el 8 de

agosto de 2000 asesinaron a cinco trabajadores de la Clínica Primero de Mayo en

Barrancabermeja y dos días después eliminaron a Diego Fernando Gómez,

dirigente de Sintraiss en Barrancabermeja (Archila et al., 2012, p. 335).

El 2 de septiembre de 2001, Carmenza Pungo, trabajadora del Hospital Santa

maría de El Tambo, Cauca, y dirigente del Comité de Reclamos de la seccional de

Anthoc, fue torturada y asesinada por las AUC junto con otro líder de la región, a

raíz de este hecho y de las consecuencias de la política de terror y persecución

selectiva de los paramilitares, los presidentes de las seccionales de Anthoc en el

Tambo y Mercaderes debieron salir de la región junto con su familia. Y por último,

entre muchos otros casos por nombrar, donde las denuncias sindicales no eran

atendidas por el Estado, a mediados de mayo de 2001, los paramilitares

asesinaron al presidente de la seccional de Anthoc en Barranquilla Ricardo

Orozco, hecho que produjo una gran preocupación por parte de los afiliados a este

sindicato pues estaba amenazada la mitad de la junta directiva nacional, los

presidentes de quince seccionales, ciento sesenta directivos y más de trescientos

Page 20: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

afiliados que habían sido desplazados forzosamente de sus lugares de origen

(Archila et al ., 2012, p. 341).

Además de los escenarios de violencia anteriormente descritos, la expedición de

la ley 100 de 1993 influyó en el comportamiento de las luchas sociales y en la

acción sindical del sector salud, pues terminó debilitándolos a la par de la

violencia. Sin embargo, llama la atención que inmediatamente expedida la ley no

hubo mayor número de movilizaciones. Parte de esta situación se debe al tiempo

que tardó en hacer efecto dicha ley promovida por el entonces senador Álvaro

Uribe Vélez, que restructuró el sector y lo involucró en una lógica mercantil

poniéndolo a competir, y fortaleciendo las Empresas Promotoras de salud (EPS) y

las Administradoras del Régimen Subsidiado (ARS) al focalizar los recursos

públicos dichos factores de demanda.

Aunque declaró la defensa del ISS y la cobertura universal del nuevo sistema de

salud, la creciente informalidad laboral (consecuencia de la apertura económica)

acompañada de un régimen contributivo que disminuía y uno subsidiado que

aumentaba rápidamente, y la liquidación de la Caja de Previsión Social de

Empleados y Obreros Nacionales (Cajanal) que afectó directamente el régimen

pensional de los trabajadores del Estado, llevaron a que esas dos condiciones se

desdibujaran en lo absoluto, pues en un principio Anthoc, que logró un incremento

salarial, no se opuso a la ley, al considerar favorable y fundamental la

preservación de la ISS y la cobertura universal del nuevo sistema de salud.

Al entrar en vigencia la ley 100 en 1996, los sindicatos de salud empezaron a ver

los efectos negativos y decidieron prepararse para enfrentarla convocando a

numerosas protestas, pero ya la crisis hospitalaria había avanzado a tal punto que

para el año 2000 enfrentaban un creciente déficit por lo cual varias de estas

entidades dejaron de existir, pues los recursos que antes recibían directamente del

Estado, eran ahora destinados a las EPS como nuevas intermediarias del sistema,

que al acarrear con tales problemas de corrupción no cumplían con su función,

evidentemente.

Page 21: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

2.1.4 Tercer periodo: 2001-2010

En este contexto, se describirá ahora el último periodo, en donde las políticas

públicas propendían por la restructuración y fusión de hospitales y centros de

atención médica. Ello acarreó el creciente aumento de despido de trabajadores, el

incumplimiento en el pago de servicios a los hospitales por parte de las ARS y EPS,

los déficits presupuestales en los centros de atención médica, la privatización de

las entidades de salud a través de la entrega de servicios a particulares, el recorte

de las transferencias territoriales, y el diseño de planes de desarrollo y

transformaciones en el régimen de seguridad social. Aspectos que a su vez fueron

la motivación de las luchas que se incrementaron por la reapertura de hospitales

que habían sido cerrados ya hace algunos años.

La violación de derechos humanos siguió siendo algo preocupante para los

sindicalistas de la salud pública, con la particularidad que para este periodo la

modalidad más empleada fue la de amenaza de muerte (Gráfica 3), podríamos

nombrar algunos casos: el asesinato de Carlos Barrero Jiménez, enfermero del

Hospital General de Barranquilla y miembro de Anthoc el 23 de julio de 2003,

perpetrado por un grupo denominado “Muerte a Sindicalistas”. Días después Yezid

Camacho, presidente de Anthoc y miembro del consejo de seguridad de esa

ciudad, manifestó: “aquí hay un Estado y un para- Estado, que están combinado

para imponer una política a los colombianos, aquí podemos solucionar cosas

como carros, escoltas, y algunos recursos, pero lo que realmente queremos es

que el Estado garantice el derecho a la salud, a la existencia de hospitales

públicos y a la vida de los sindicalistas” (Archila et al., 2012, p. 344).

2.1.5 El Paramilitarismo

De esta manera aumentan los casos de amenaza a los sindicalistas por conducto

de las AUC mediante sufragios y comunicados firmados por ellos mismos y por un

grupo denominado Masin (Muerte a Sindicalistas) que se adscribió a los

paramilitares. Como se anotó anteriormente la profesión médica es riesgosa y

despierta enemigos de todo tipo, en un contexto de conflicto donde el actor

Page 22: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

armado contrainsurgente se encuentra vinculado de diversos modos a una porción

considerable de actores políticos nacionales, regionales y locales . En un reporte

hecho por El Tiempo, basado en información brindada por Anthoc en el año 2004,

se afirmaba “que entre enero de 2001 y septiembre de 2003 fueron detenidos 24

médicos por haber prestado auxilio a actores armados” (principalmente

guerrilleros). El informe de este diario estableció que para ese año habían sido

capturados 16 trabajadores de la salud, ocho de ellos en el Cauca (Archila et al.,

2012, p. 348).

Los casos son numerosos, no solamente en la Costa Atlántica sino también en

Casanare, Arauca y Caquetá, en donde muchas veces los paramilitares y

miembros del gobiernos justificaban sus actos argumentando que los trabajadores

asesinados tenían vínculos con la guerrilla y que por tanto habían muerto durante

un enfrentamiento.

A pesar de la fuerte represión las movilizaciones seguían en pie para protestar en

contra de los crímenes del paramilitarismo y las constantes amenazas a los

familiares de las víctimas que en algunos casos eran también testigos de los

hechos. Sin embargo, era de esperarse que para ese entonces la mayoría de los

trabajadores del sector salud fueran a evitar sindicalizarse por los evidentes

riesgos que ello suponía. Debido a la tercerización de los contratos, el 80% de los

280.000 empleados del sistema estatal de salud no son trabajadores de planta lo

cual genera un índice de sindicalización bastante bajo (Archila et al., 2012, p. 352).

Estamos hablando entonces de dos aspectos que al combinarse, cierran casi que

totalmente el espectro de acción y organización del trabajador de la salud.

La violencia que se desató contra este sector articula una serie de procesos

locales y regionales en donde la obtención de los recursos públicos es el foco de

violencia y corrupción que fueron debilitando el sindicalismo de manera mucho

más profunda con la implementación de la ley 100 de 1993 como se explicó

anteriormente, en donde no solamente el trabajador afiliado teme por su vida,

también se arriesga a ser despedido y a tener que soportar las consecuencias de

Page 23: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

la privatización de un servicio que presta, entre ellas que su sitio de trabajo cierre

las puertas por déficit presupuestal.

3. Paramilitarismo, economía y política.

3.1. Contexto de la relación entre actores legales e ilegales

En este capítulo se analizara la forma en que parte de la elite política del país se

sirvió de los paramilitares para llegar por la vía electoral al congreso (proceso que

inicia con la nueva Constitución de 1991). Más allá de la violencia ejercida a nivel

nacional por este grupo ilegal contra los trabajadores sindicalizados, se hizo

necesaria la llegada de ciertos de sus integrantes a la arena legislativa, donde una

vez posicionados, llevaron a cabo reformas que fueron en detrimento de la

sociedad, y para este caso de los trabajadores que prestan el servicio de la salud,

como lo fue la ley 100 de 1993, la cual partió en dos la vida orgánica de sindicatos

como Anthoc donde su identidad y proyecto de lucha se vio afectado de manera

significativa. Por tanto la intención acá es ver la repercusión que la combinación

de violencia y política tuvo sobre este sindicato en particular al tiempo que

paramilitares y políticos iban llevando a cabo el proceso de cooptación de los

recursos de la salud.

Habría que empezar haciendo referencia muy brevemente a como este grupo

ilegal empezó a tener peso en la vida política del país. En la década de 1970 los

baronatos liberales en Antioquia, el eje cafetero, la Costa Caribe y el Valle, entre

otros, encabezaron el fenómeno de alianzas anti-subversivas entre actores

violentos legales e ilegales, que hasta 1995 y bajo presión de Estados Unidos

actuaron libremente y no fueron capturados ni asesinados, lo cual evidencia una

fuerte complicidad de este fenómeno con el Estado (Gutiérrez, 2007, p. 10). Cabe

anotar que hasta allí su accionar no trascendiera a escenarios políticos concretos

como sucedería años más tarde, ya que hasta este momento se constituían en la

lógica de autodefensas, y va a ser luego con el paramilitarismo que empieza un

plan de expansión territorial, acumulación de riqueza y representación política.

Page 24: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

La dinámica política que impone el Uribismo es el agrupamiento de una gran

cantidad de políticos vinculados a las autodefensas en el nivel nacional de la

política. Esta dinámica indica que no ha habido en las últimas décadas ningún otro

grupo con tanta capacidad de influencia en la política como hasta el momento lo

han sido los paramilitares, pues manejan el poder local y a la vez son receptores

de una cadena de mando más grande en la cual pueden hacer parte de las

decisiones nacionales (Ibíd.: p. 13). Ante esto, los sindicatos de salud iban a ser

considerados como un obstáculo, debido a la resistencia que oponían frente a las

distintas reformas dictadas por el congreso y a la misma violencia.

Pero la relación con los políticos contiene aspectos diferentes, es complicada de

parte y parte. Los paramilitares cuentan con el recurso de la coerción y la

violencia, que pueden vender y a la vez usar en contra de sus socios, por tanto,

poseen una autonomía fuerte así hayan sido financiados por entes estatales,

empresarios o trabajadores, situación que les ha proporcionado en muchos casos

un lugar central en la redes establecidas en departamentos como por ejemplo el

Casanare (López et al., 2010, p. 25). Con lo anterior, se podría pensar que existe

cierta subordinación a este grupo ilegal, pero estos últimos presentan serios

problemas organizativos, de acción colectiva, se encuentran en permanente

disputa entre si y necesitan que la sociedad no pueda identificar a los empresarios

o políticos como contratistas suyos, lo cual les da un amplio margen de maniobra

a estos últimos, pues no cabe duda que han sido los políticos quienes han usado a

los paramilitares para maximizar su éxito electoral, lo que pasa es que al ser una

relación poco honesta, cada uno cuenta con fuertes recursos coercitivos hacia el

otro (Ibíd.: p. 24).

Esto se hace más evidente cuando empezaron a revelarse las primeras

investigaciones de la Corporación Nuevo Arco Iris en 2005 sobre los posibles

vínculos entre paramilitares y Congresistas, los indicios apuntaban a unos treinta

Congresistas y una decena de partidos electos en 2002 (Ibíd.: p. 29). Y 2008 la

misma investigación corrobora oficialmente que la Fiscalía General de la Nación

reportó estar investigando a 264 funcionarios públicos, 83 de ellos congresistas,

Page 25: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

por presuntos vínculos con el paramilitarismo, cifra que para 2010 subió a 400

políticos de elección popular, de los cuales 102 son Congresistas6 (Ibíd.: p. 30).

Como lo muestra la gráfica 4, las cifras reveladas por la Unidad de Justicia y Paz

de la Fiscalía General de la Nación, al menos una tercera parte de los alcaldes,

gobernadores y congresistas de la última década pudieron haber sido promovidos

por el paramilitarismo y cogobernaron con ellos, y otra parte con las guerrillas

(Ibíd.: p. 30), lo que inevitablemente trajo serios efectos sobre la institucionalidad y

la política colombiana a nivel nacional. Y es allí donde se hace evidente la fuerte

relación que para éste caso existe entre violencia, política y economía, pues dicha

penetración se llevó a cabo de manera ilegal y violenta.

En 2002 los congresistas electos con apoyo del paramilitarismo obtuvieron el 34%

de las curules y más de dos millones de votos, equivalentes al 25% de la votación

para el Senado. Ocho de cada diez de esos congresistas entraron a hacer parte

de la coalición del presidente Uribe y gobernaron con él desde entonces hasta el

2006, en donde casi todos fueron reelegidos (López et al., 2010, p. 33).

De esta manera fueron confluyendo los intereses de las élites políticas y estos

actores armados ilegales, quienes decidieron dar el salto a la escena

gubernamental o política para lograr mantener sus intereses, el bipartidismo había

caducado con el fin del Frente Nacional, y era necesario crear nuevas alianzas y

facciones (que llegó a influir incluso la Constitución del 91) que salieran de allí

para dar cabida a todos aquellos políticos que venían preparándose para llegar al

Congreso por vía ilegal como se acaba de explicar; por tanto no fue solo una

respuesta política a estos cambios constitucionales, fue también una respuesta de

violencia directa a todos aquellos que amenazaran con esa nueva iniciativa que

empezaría con el mandato del presidente Uribe, entonces, que acompañado de un

gran número de congresistas se emprendería todo un andamiaje institucional que

reformara el sector de la salud pública.

6 Oficina del alto Comisionado para la Paz y la Reintegración, Informe Ejecutivo, mayo de 2010.

Page 26: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Producto de dicha coalición, estos sectores empezaron a tener presencia en

alcaldías y gobernaciones, en instancias regionales del ejecutivo nacional, como

las universidades públicas y las Corporaciones Autónomas Regionales,

controlando también instancias regionales de carácter judicial y de seguridad,

como las Direcciones Seccionales de la Fiscalía y el DAS (López et al., 2010, p.

44). Por tanto, iba avanzando un proyecto político que al parecer necesitaba

constituirse primero por la vía electoral para luego apoderarse de las instituciones

que pudieran garantizar su estadía a largo plazo y promover sus fines, al mismo

tiempo, los cuantiosos recursos de la salud que se destinaban a las regiones del

país eran un objetivo directo para su financiación.

Para lo cual desde 2002 la mayoría de esas estructuras de poder consolidadas a

nivel regional y nacional y han confluido en unos cuantos partidos políticos

creados en los noventa o a partir de la reforma de 2003 y que no en vano se

vieron involucrados en los casos de parapolítica como lo fue el caso de Colombia

Viva, Colombia Democrática, Alas y Convergencia ciudadana, cuya creación fue

específicamente para representar los intereses de actores legales e ilegales,

mientras que en el Senado los investigados por parapolítica representan el 39%

de los miembros de la corporación, en la coalición uribista representan el 50% de

sus miembros (López et al., 2010, p. 51).

Además de la deformación de la competencia electoral, la acción de esta alianza

legal-ilegal en el Congreso pasó del uso de mecanismos como el clientelismo, el

cohecho y el soborno a la captura masiva de recursos y negocios públicos

mediante cambios legales, exenciones tributarias, esquemas de concesión,

contratos de estabilidad, zonas francas y carteles de contratación (Ibíd.: p. 57);

para este tipo de acciones se necesita contar con una importante posición política

en el gobierno y una fuerte coalición conformada por personas de alto estatus

económico, político y social que las legitimen.

De esta manera se fue tejiendo toda una red institucional y política que iba en

detrimento del sector de salud pública y sus trabajadores, poco a poco les iban

quitando su autonomía y capacidad de movilizarse frente a las demandas que

Page 27: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

surgían, ya a causa de la violencia o de los pactos incumplidos por parte del

gobierno. Sin embargo, como muestra la gráfica 5, los sindicatos del sector salud

seguían movilizándose y resistiendo a todo este cambio, en especial desde el año

2000 y 2001 ocho años después de implantada la ley 100, ya fuera por

incumplimiento de pactos, por pliegos no dirimidos, Derechos, políticas que los

afectaban, por la represión de las autoridades etc. Si se contrasta con la gráfica 6,

las violaciones de derechos humanos y los asesinatos se intensifican

simultáneamente desde 2002 en adelante y desde allí descienden notablemente

las luchas y las huelgas del sector con muy pocos periodos de intensificación.

3.1.1. Paramilitarismo, parapolítica frente a un enemigo común: Anthoc

La ley 100 de 1993 impulsada por el entonces Senador Álvaro Uribe Vélez, que

reformó el sistema de salud y de seguridad social, dispuso las condiciones para su

privatización, que finalmente se logró diez años después, en 2003, cuando ya se

había posicionado como presidente y estaba corriendo su primer periodo (2002-

2006. Su gobierno decreto la separación de la vicepresidencia prestadora de salud

del Instituto de los Seguros Sociales (ISS), y la creación de siete Empresas

Sociales del Estado (ESE) cada una con jurisdicción territorial (ver cuadro 1). Lo

que implico el cierre del Instituto de Seguros Sociales, entidad que hasta el

momento había sido la más representativa para los trabajadores del sector.

La reforma trató de presentar una modernización estatal del sector salud, lo cual

implicaba el fortalecimiento de la empresa privada, la existencia de un régimen

contributivo y no subsidiado y el comienzo de una ampliación en la cobertura de

salud. De allí se crearon la Empresas Promotoras de Salud (EPS), encargadas de

recaudar y administrar los cuantiosos recursos del sector, las Instituciones

Prestadoras de Salud (IPS) encargadas de la prestación del servicio, y las

Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA), modalidad de asociación entre los

profesionales de la salud promovida por sus empleadores, la cual reducía los

costos laborales, evitaba los derechos de asociación sin violar la ley, y sin

garantizar una mejor calidad de atención (Ávila et al., 2011, p. 16). A partir de

entonces la contratación de los servicios de salud se ha hecho entre estas nuevas

Page 28: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

entidades y el sector público, en donde el manejo de los recursos del sector que

no son nada despreciables, pasaron de las manos del Estado a las de las

instituciones privadas.

Antes de la reforma, el Sistema de Salud funcionaba con una estructura dividida

en cuatro áreas definidas por las leyes 10 de 1990, y 60 del 12 de agosto de 1993

(Ávila et al., 2011, p. 22): el Sistema Nacional de Salud Pública que representaba

la red pública de hospitales y centros de salud; el Sistema Nacional de Previsión

de Seguridad Social que comprendía el Instituto de Seguros Sociales y las Cajas

de Previsión, manejando el régimen de salud y pensiones a nivel nacional y

territorial; el sistema docente asistencial de hospitales universitarios; y el sistema

privado como forma de operar de algunos profesionales y de las Cajas de

Compensación Familiar. Aunque estas recibían financiación de parafiscales,

tenían un carácter privado y entre sus servicios prestaban el de la salud a las

familias de sus trabajadores afiliados. El cuadro 2 muestra el funcionamiento de

este sistema y sus principales críticas.

Por tanto, se crearon las Empresas promotoras de Salud (EPS), las Instituciones

Prestadoras de Salud (IPS) como nuevos actores del funcionamiento del sistema

de salud y pensiones, y se otorgó a las cajas de compensación la posibilidad de

formar parte del nuevo sistema de seguridad social bajo el fundamento de generar

una integración de recursos entre distintas fuentes de financiación, y con el

objetivo de ampliar la cobertura y evitar la duplicidad de gasto. Con la ley 100 el

esquema de salud cambió en dos aspectos, en la estructura de las fuentes de

financiación y administración de recursos humanos, financieros y de servicios

médicos y en la infraestructura de la red de hospitales, instalaciones de dotación

hospitalaria, servicios de apoyo, etc. Y se establece la posibilidad de que

empresarios privados entren a competir en el campo de la salud, las pensiones y

los riesgos profesionales (Ibíd.: p.24).

El siguiente paso en la implementación del sistema neoliberal en la salud

(desregulación, privatización, tercerización y flexibilización de los contratos) se dio

en 1995 cuando nacen las aseguradoras, y entran a competir con las EPS bajo la

Page 29: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

regulación estatal. La reforma establece el régimen subsidiado y contributivo, que

en lo teórico tendría como únicas diferencias las fuentes de financiación y la

población objetivo, por lo cual los planes de beneficios serían igualados para el

año 2000. Bajo esta lógica, en noviembre de 1998, la Superintendencia de Salud

por medio de la Resolución 2080 de octubre de ese año, le prohíbe a las EPS del

Instituto de Seguros Sociales admitir, por un lapso de casi dos años, nuevos

afiliados por no cumplir con el margen de solvencia necesaria y no estar

garantizada la calidad y oportunidad en los servicios de salud. El efecto inmediato

que esto causo fue que los nuevos trabajadores tuvieron que afiliarse a EPS

privadas (Ibíd.: p.24)

En 2003 inicia otro proceso de cambio del sistema de salud que finalizaría en 2006

con la aprobación del proyecto de ley No. 52. Se reconoce que no había una

cobertura universal de salud, así como problemas de desviación de recursos del

régimen subsidiado, debido a la politización en el otorgamiento de subsidios, que

se convirtieron en un medio de negociación en los espacios clientelistas.

Adicionalmente, la red de hospitales públicos agudizó sus crisis debido a las

nuevas reglas que imponía el sistema, el cual no consideraba los antecedentes

financieros del sistema como los pasivos, la dificultad para reducir costos, las

nuevas exigencias sin compensación económica, los problemas de flujo de caja, la

acumulación de cartera, entre otros (Ibíd.: p.25).

Los senadores Dieb Maloof y Eduardo Benítez impulsaron el nuevo proyecto por

medio del cual se reformaba la ley 100 y que finalmente fue aprobado el 6 de

diciembre de 2006. El objetivo de la reforma era generar nuevas afiliaciones que

cubrieran al régimen subsidiado, por medio del aumento en la base de cotización

en salud en 0,5 puntos porcentuales y establecer un cambio entre las

Administradoras del Régimen Subsidiado de ARS a Empresas Promotoras de

Salud EPS, para administrar este régimen. Para esto, en el espacio de un año se

estableció un margen de integración vertical del 30% (Vélez, 2007): “en el

contenido de la ley 100 del 93 las Empresas Promotoras de Salud tenían por

función intermediar entre el afiliado y una institución de salud (IPS), con la cual

Page 30: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

contratarían la atención. Sin embargo, las EPS empezaron a ofrecer por sí mismas

atención en salud, construyendo sus propias unidades médicas y contratando con

las IPS sólo aquellos eventos de alto costo y alta especialidad”.

Maloof y Benítez buscaban por medio de la reforma, que los subsidios se

financiaran con los recursos destinados a la oferta, es decir con los recursos de la

red hospitalaria pública, fortaleciendo las Empresa Promotora de Salud, las

posibilidades de monopolio de estas empresas privadas para el manejo de los

recursos públicos, y las oportunidades de fraude de los paramilitares y sus socios

en las regiones en donde mandaban. De esta manera se fueron construyendo las

condiciones para apoderarse de los recursos de salud entre estos dos actores,

donde se hizo evidente la necesidad de cambios institucionales y financieros a la

par del uso de la violencia en los casos que fuera necesario mantener el poder en

la región.

En junio de 2003 la vicepresidencia de la IPS del Instituto de Seguros Sociales (que

contaba con 37 clínicas y 213 centros de atención ambulatoria o CAA en donde se

atendía a los 2´275.675 afiliados, cotizantes y beneficiarios) fue separada del resto

de vicepresidencias, dejando de ser la infraestructura hospitalaria propiedad del

Seguro Social. Al mismo tiempo se crearon por distribución geográfica del Seguro

Social siete empresas sociales del Estado (ESE), las cuales dependerían del

ministerio de Protección Social. En términos teóricos el cambio facilitaría la

administración de la prestación de los servicios de salud pública. El cuadro 3, hace

un recuento de los cambios normativos entre 1998 y 2006, mediante los cuales dio

un mayor impulso a los a los agentes privados (EPS) para el manejo de recursos

públicos, se podría decir que el paso final para debilitar definitivamente al Instituto

de Seguros Sociales (Ávila et al., 2011, p. 27).

La figura 1, muestra la transformación del sector público para fortalecer el sector

privado. Como se ha venido mostrando, las reformas fueron el punto de partida

para que, tanto actores legales como ilegales entraran a robar los recursos de la

salud pública, bajo un marco legal que les permitió crear o modificar la realidad

social y política de las regiones por medio de una red corrupta y clientelar que

Page 31: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

además contaba con la herramienta de la coerción; esta combinación de violencia

y política es la que finalmente va a generar toda una dinámica saqueo y aumento

de violación de derechos humanos en las regiones con presencia paramilitar.

3.1.2. Servicios de salud y corrupción

Como se dijo al principio, la modernización estatal emprendida en 1993 fortaleció

la empresa privada y se demarcaron claramente las diferencias entre un régimen

contributivo y uno subsidiado de la mano de una cobertura de salud mucho más

amplia. Además de las EPS y las IPS, las Cooperativas Asociadas de Trabajo (CTA)

desempeñaron un papel específico bajo la dinámica de las reformas del sector que

promovió la contratación de trabajo asociado como contraposición al asalariado.

Por tanto, la organización de cooperativas prestadoras de servicios de salud se

convirtió en una fuente de ganancias y de poder clave en relación con las EPS

como intermediarios de la salud, pues esto abrió el camino a nuevas formas de

poder regional.

Desde el año 2000 se fue fortaleciendo la imagen de las CTA con base en la

flexibilización laboral y con ellos la racionalización de gastos. Adicional a esto, el

Ministerio de Protección dio la posibilidad de que las ESE pudieran desarrollar sus

funciones mediante la contratación con terceros o convenios con entidades

públicas o privadas a través de operadores externos, campo en el que entran a

jugar las CTA, las cuales cuentan con marco regulatorio que favorece a sus

entidades en la participación de planes de desarrollo locales y de entes

territoriales así como en la contratación con el Estado, lo cual se encuentra

estipulado en los artículos 8 y 9 de la ley 617.

Pero estos nuevos espacios de contratación y privatización dispararon la alarma

de interés de los paramilitares en sus zonas de dominio, lo cual se materializo en

prácticas clientelistas y corruptas con los líderes políticos regionales quienes se

pusieron a la orden del momento, mostrándose como únicos e indispensables

intermediarios de contratación, honorarios, descuentos y otros “favores” a quienes

a cambio les podían dar su voto. Según CONFECOOP el sector cooperativo tenía

Page 32: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

gran peso en el Sistema de Seguridad Social pues para el 2003 (Ávila et al., 2011,

p. 38): “había cuatro EPS (régimen contributivo), nueve ARS (régimen subsidiado) y

dieciocho IPS de carácter cooperativo, lo cual significaba que de los 37 millones de

colombianos afiliados a los dos regímenes en ese año, 9´781.504 estaban

atendidos por el sector cooperativo, representando cerca de un 25% del total, una

cifra bastante significativa”.

3.1.3 La Costa Caribe como experiencia de parapolítica y de violencia ejercida

contra Anthoc

Se expondrá el caso de la costa Caribe con base en la investigación de la

Corporación Nuevo Arco Iris: “La economía paramilitar, redes de corrupción,

negocios y política” del año 2011. Allí, las reformas privatizadoras del sistema de

salud y los cambios en su financiación buscaban propiciar el escenario de

incentivos para dar paso a la formación de otro tipo de empresariado. La entidad

que remplazo al Instituto de Seguros Sociales en los siete departamentos del

Caribe colombiano fue la ESE José Prudencio Padilla, la cual contaba con casi un

millón de afiliados antes de su liquidación en 2006 debido a la mala

administración, la corrupción y la pésima calidad del servicio (Ávila et al., 2011, p.

17).

Todo comenzó con la red familiar y de políticos creada por el ex senador Dieb

Maloof, elegido al Congreso por el partido Colombia Viva en 2002 y 2006, a su vez

esta red estaba ligada a los paramilitares del Bloque Norte, juntos finalmente

empezaron el robo de los recursos de la ESE José Prudencio Padilla. La justicia

ordinaria condenó a Maloof en 2008 por concierto para delinquir agravado,

constreñimiento al elector, y fraude electoral pero nunca hubo acusación en

relación con la desviación de recursos públicos ni corrupción, lo cual deja abierto

un gran interrogante en cuanto a la capacidad de la Superintendencia de salud

para juzgar debidamente el proceso.

La fórmula establecida para el robo de los recursos era una mezcla de amenazas,

violencia directa y la ubicación de personas de confianza en puestos de

Page 33: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

administración local, instituciones prestadoras de servicios, y cooperativas.

Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, puso a las estructuras financieras del

Bloque Norte a operar el sistema de la costa atlántica, triángulo que al parecer

sigue operando con los herederos de las AUC (Ávila et al., 2011, p. 20).

Junto con la reorganización y privatización del sector salud, el Congreso modificó

la estructura legal de su financiamiento. El Bloque Norte de las AUC, bajo el

comando de Jorge 40, inició una etapa de expansión y ubicación de sus redes en

la administración pública y el sector privado. En los pactos de Pivijai y Chivolo,

(municipios del Magdalena) se selló la alianza entre políticos y paramilitares en el

2001 (Arcanos, 2008, 20 de noviembre p. 62), con dos objetivos inmediatos: la

conquista de los cargos de elección popular en Atlántico, Magdalena y Cesar

durante los dos años siguientes, y la canalización ilegal de los recursos públicos

hacia los jefes del Bloque.

3.1.4. Cooptación paramilitar de los recursos de la salud

La Empresa Social del Estado José Prudencio Padilla con sede en Barranquilla

fue designada para cubrir los departamentos de la región de la costa atlántica de

acuerdo con el decreto 1750 del 2003. Tres años después, la Contraloría General

de la Nación realizó una auditoría a los resultados fiscales del año 2004 a 2005, la

cual presentó resultados críticos (Ávila et al., 2011, p. 27): “La gestión de

resultados de la ESE José Prudencio Padilla en sus áreas, procesos y actividades

auditadas es desfavorable, y no logró desarrollar de manera eficiente ni logró

alcanzar sus objetivos y metas de manera eficaz, pues no había coherencia entre

lo registrado y la realidad”. Al mismo tiempo la revisión fiscal de la ESE mostro que

(Ibíd.: p. 27): “Desde el año 2004 persiste un alto riesgo de pérdidas económicas

por errores e irregularidades en el manejo de los fondos e insumos de la empresa

y por la ausencia de controles internos de autorización, registro, existencia y

salvaguarda sobre las transacciones y el control de los activos y pasivos de la

entidad”. Con esta situación, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez emite el 29 de julio

de 2006 el decreto 2505, por el cual se ordena suprimir y liquidar dicha empresa

social del Estado.

Page 34: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Lo mismo ocurrió con las otras seis Empresas Sociales del Estado (cuadro 1), que

en 2009 se encontraban en proceso de liquidación por los graves problemas

financieros y administrativos. En el proceso de liquidación se define un mecanismo

de venta de activos públicos a entidades privadas para que éstas se hagan cargo

de la prestación y contratación de los servicios, y como se estableció en el Decreto

2505 de 2006: “sea el sector privado el que garantice el crecimiento económico y

la renovación tecnológica en el sector”.

En los procesos de liquidación de las ESE, FIDUAGRARIA es la entidad encargada de

dicha tarea, y CAPRECOM de la administración provisional. Sin embargo esta última

tenía un proceso de investigación por parte de la Superintendencia de Salud por la

deficiencia en su margen de solvencia e incumplimiento de normas y además

hacía mucho tiempo se encontraba por fuera del negocio de la salud contributiva

por lo cual su personal de planta estaba inactivo. Esta situación hizo que se

contratara la operación de clínicas y Centros de Atención Ambulatoria (CAA) con

Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) en los distintos municipios, que como en

el caso de la costa Caribe, estaban bajo el dominio de las AUC.

Siguiendo con el caso de la ESE José Prudencio Padilla, cerca de un 50% de su

proceso de contratación para el 2005 se hizo con cooperativas de trabajo

asociado, y parte de esa cantidad se llevó a cabo con cooperativas pertenecientes

a la red administrada por familiares cercanos y amigos políticos del senador Dieb

Maloof, quien reforzó por medio de la ley 100 el papel de las cooperativas en los

servicios de salud. En la lista de proveedores de servicios de la ESE en el 2005,

aparecen COLVIVIR Y COOPITRAS de Barranquilla, COOPISALUD, MARSALUD LTDA. y

COOSERVISALUD. Trece cooperativas contrataron con esta ESE un valor de $23.245

millones en 2005, y las trece tenían relación con la red del Senador Maloof.

Lo cual terminó en 2006 con la liquidación y desaparición de la ESE, por medio del

Decreto 2505 expedido por el gobierno, debido a los problemas financieros y

administrativos. Un informe de la Contraloría General de la Nación respaldó la

decisión, señalando deficiencias en los procesos de contratación y supervisión de

los contratos, falta de capacidad comercializadora de los servicios de la ESE, una

Page 35: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

mayor contratación con las cooperativas de trabajo asociado sin que esto reflejara

mayor facturación en venta de servicios o mejora de la calidad de los mismos,

entre otras irregularidades (Ávila et al., 2011, p. 39). Luego del decreto de

liquidación de la ESE del Caribe, siguieron los seis que ordenaron lo mismo para

las restantes en las otras regiones del país (ver cuadro 1).

En el contexto de consolidación del paramilitarismo en la Costa Caribe, la

privatización del sector de salud pública fue una ventana de oportunidad para la

llegada del Bloque Norte a la región. La acción armada y los pactos con políticos,

empresarios y funcionarios públicos fue la táctica pertinente para la cooptación de

los recursos de dicho sector, como se acaba de explicar con el caso de la ESE José

Prudencio Padilla, y adicional a este, los casos del Hospital Central de Santa

Marta, el Hospital Materno Infantil de Soledad y el Hospital San Juan de Dios de

Magangué.

Cabe resaltar lo cuestionable de la no intervención del Estado en este caso y el

poco alcance operativo de entidades como la Superintendencia de Salud debido al

aumento en sus responsabilidades y su escasa capacidad para responder a ellas

debido a los problemas organizativos y de intereses que manejaba en su interior.

Se puede ver entonces bajo el contexto de conflicto armado y político, la llegada

de personalidades clave para el proceso de reforma del sector y la construcción de

relaciones a nivel local con los paramilitares, quienes venían de un proceso de

expansión después del fracaso de los diálogos del Caguán que les dio carta

abierta no solo para emprender una lucha anti guerrillera, sino para financiarse

con los recursos públicos de manera “legal” y posicionar su proyecto hegemónico

en la región de la costa Caribe.

4. Estudio de caso: sindicato Anthoc. La resistencia frente a la

mercantilización del servicio de la salud.

Este capítulo recoge el trabajo de indagación personal que se hizo con los

afiliados al sindicato (entre ellos fundadores, responsables de derechos humanos

Page 36: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

y secretarios políticos), para poder tener una visión mucho más completa de lo

que ha sucedido en términos de violación de derechos humanos y de la

repercusión de los cambios institucionales que llegaron con la ley 100 de 1993.

Además de esto, tuve la oportunidad de asistir a la Asamblea Nacional de Anthoc

que se llevó a cabo los días 8, 9, 10, y 11 de marzo en la cuidad de Bogotá, para

conocer más a fondo la dinámica interna del mismo y los puntos de lucha actuales

que ayudarían a responder las principales preguntas de la investigación.

Por otro lado, se contrastarán las cifras obtenidas de la investigación del Cinep de

violación de derechos humanos a los trabajadores del sector salud en su conjunto

entre los años 2002 y 2008, con las cifras oficiales del Departamento de Derechos

Humanos de Anthoc7. Esto para analizar y corroborar si ha sido este sindicato el

más asediado del sector salud y las implicaciones que esto ha traído en el

accionar del mismo.

Anthoc nace de la iniciativa de los integrantes de la Confederación Sindical de

Trabajadores (CSTC) de conformar un sindicato de rama de la salud que agrupara a

todos los sindicatos del sector que existían a nivel nacional, pues consideraban

que de manera dispersa iba a ser imposible conquistar los puntos de los pliegos

de lucha. Luego de un largo proceso de unidad y concientización de los

trabajadores, como lo explica la Señora Esneda Méndez en la entrevista, nace en

1972 bajo la federación de todos los sindicatos, Anthoc con presencia en 27 de los

32 departamentos del país y con aproximadamente 34.000 afiliados. Diez años

después se empiezan a ver los resultados de dicho proceso y comienzan a

conquistar puntos de debate con el gobierno, como por ejemplo establecer las 42

horas de trabajo, obtener uniformes de trabajo, alivianar la carga laboral por medio

de una distribución adecuada del personal, evitar el cierre de hospitales etc.

Lo anterior demuestra, de a acuerdo con lo asegurado por los entrevistados de

manera general, que para la época de los años 80 y hasta finales de los 90 la

7 obtenidas por medio del Señor Henry Rivera, miembro de la Comisión Nacional de Reclamos del sindicato, allí se tienen en cuenta principalmente las categorías de desaparición forzada, homicidio, amenaza de

muerte, desaparición y secuestro como también los actores responsables.

Page 37: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

capacidad del sindicato de responder a las políticas que fueran en detrimento de

los trabajadores y de los usuarios del sistema de salud era muy fuerte debido a la

unidad y a la fortaleza que lo caracterizaba, que en parte se debía al gran número

de afiliados y a la gran influencia que ejercía la CSTC, en palabras de Esneda

Méndez: “cuando la gente comenzó a ver las conquistas que se iban logrando, les

demostramos que íbamos avanzando realmente, gracias a las unidad y a la

fortaleza del sindicato”8.

Otra particularidad de la época como lo afirma la entrevistada es que allí la

confrontación era con los patronos y el gobierno directamente, y además este

último podía sentir la capacidad de lucha y contrapeso de los sindicatos, donde las

huelgas, los paros y las movilizaciones tenían mucho más efecto que el día de

hoy. Como se dijo en el primer capítulo esta época puede ser considerada como la

época de oro del sindicalismo, por su crecimiento y continuo fortalecimiento en la

obtención de reivindicaciones y consiguiente flexibilidad por parte del gobierno,

lograban obtener beneficios y de cierta manera el gobierno “permitía” que los

trabajadores se organizaran. Situación que viene a cambiar entrados los años 90

con la apertura económica o implantación del modelo neoliberal, la ley 100 de

1993 y el incremento de la violencia con los fallidos diálogos de paz de Pastrana

con la guerrilla, y el surgimiento de las Autodefensas Unidas de Colombia que se

constituyeron oficialmente en 1997; desde allí cambia de manera radical el

espacio y razón de lucha del movimiento sindical en general.

Empieza entonces todo un proceso por parte del gobierno para evadir la

responsabilidad de garantizar el derecho a la salud y pasar este servicio a manos

de empresas privadas para que lo administren en su lógica de mercado lo cual por

un lado iba a afectar directamente a los usuarios del sistema, pero también a los

trabajadores debido a la flexibilización laboral, los ajustes institucionales y con ello

los recortes de personal; lo cual apuntaba también a debilitar y disminuir los

sindicatos del sector. Pero además de esto, iba a disparar la alarma de los grupos

armados ilegales en las regiones del país y de una cantidad considerable de

8 Méndez, E. (2013, 5 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

Page 38: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

políticos para apoderarse de los recursos de la salud, en donde los sindicatos iban

a ser un obstáculo evidentemente.

Alternamente empieza una pugna entre sindicatos y gobierno mucho más

complicada, debido a que el espacio de debate y deliberación se va haciendo cada

vez más estrecho. Así lo cuenta Henry Rivera en la entrevista: “teníamos una

fuerza inmensa para poder entrar a buscar algunos acuerdos con el gobierno

nacional, pero entonces hábilmente en el gobierno del señor Uribe se fusionan el

Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo, entonces el Ministro de Seguridad

Social es juez pero a la vez parte, es quien demandamos pero a la vez ante quien

tenemos que hacer la demanda”9. Esto principalmente puso a los trabajadores del

sector en contra del sindicato, pues consideraban que dicha organización no era ni

iba a ser capaz de hacer nada por ellos.

Como se ha expuesto a lo largo del trabajo, la implantación del nuevo modelo de

salud bajo la expedición de la ley 100 de 1993 estuvo siempre acompañado de

violencia y persecución a los trabajadores de la salud, como lo muestran las

gráficas de violación de derechos humanos a los afiliados al sindicato Anthoc a

nivel nacional entre los años 2002 y 2008, en donde la totalidad de los casos los

grupos paramilitares son los responsables mayoritarios si se contrasta también

con la gráfica 9 obtenida de la investigación del Cinep (2102). Lo cual lleva a

pensar que esta reforma no solo buscaba convertir a los usuarios de la salud en

clientes que iban a tener que lidiar con las EPS y pagar antes de enfermarse. Sin

embargo, el sindicato seguía firme en su posición de denunciar los casos tanto de

corrupción como de violación de derechos humanos en las distintas regiones del

país, convirtiéndose en el enemigo directo tanto de los actores legales como

ilegales pues como asegura Esneda Méndez: “comienzan a meterse los

paramilitares a dirigir secretarías de salud, secretarías distritales, y en los

hospitales ponían directores; y ahí comienza el asedio contra la organización

hasta desvertebrarla”10.

9 Rivera, E. (2013, 12 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá 10 Méndez, E. (2013, 5 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

Page 39: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Lo comenta de la misma manera Henry Rivera: “En la Costa Atlántica se logró

demostrar en su momento que miembros de los Concejos eran paramilitares y se

supone que son ellos los que tienen que distribuir los recursos y esos recursos no

los envían a los hospitales y buscan echarle la culpa a la organización sindical de

la situación de que no hayan recursos y de que se vaya a liquidar determinado

hospital público”11. Con esto se podría pensar entonces que estos grupos ilegales

no solo tienen en sus manos el recurso del ejercicio de la violencia sino también el

de ejercer el poder por medio de las ventajas que trae ocupar un puesto

administrativo para ir disminuyendo poco a poco la cantidad de afiliados al

sindicato.

El mismo ejemplo es usado Alfonso Franco durante la entrevista: “Unas de las

regiones más impactadas fue la del Atlántico como la del mismo Córdoba, donde

era el acento del Bloque Central de las Autodefensas, desde esas instancias ellos

controlaban instituciones hospitalarias, Eleonora Pineda por ejemplo, ex Senadora

de la República y agente política de las AUC, fue funcionaria y directora de un

hospital en Córdoba, tanto así que unos estudios que hace la corporación Arco iris

sobre las finanzas de los paramilitares ellos mismos demuestran allí como la

mayor fuente de financiación era con los recursos de la salud y era porque

controlaban las EPS subsidiadas o las solidarias o también porque controlaban la

contratación en las entidades hospitalarias y en últimas porque ponían también los

directores de las entidades hospitalarias”12.

La violación de derechos humanos se da de manera más fuerte en las regiones y

con menor intensidad en las grandes ciudades como se puede ver en las gráficas

de violación de derechos humanos a los afiliados de Anthoc por departamento, en

el periodo señalado (2002-2008) el sindicato cuenta con cerca de mil casos

denunciados antes la Corte Interamericana para que haya una reparación tanto a

las familias de los afectados ya que en palabras de Henry Rivera durante la

entrevista: “al ser Anthoc la organización sindical más grande del país, es la

11 Rivera, H. (2013, 12 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá 12 Franco, A. (2013, 20 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

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organización que en el periodo de Uribe específicamente sufre los rigores del

terrorismo también con el objeto de buscar que la organización sindical

desaparezca”13 y aun con mayor frecuencia en regiones con presencia de las AUC

o de las llamadas BACRIM (Bandas Criminales) que amenazaban o asesinaban al

personal de salud de los hospitales.

Pero el problema de violencia que enfrentan los trabajadores del sindicato a nivel

nacional no se debe solo a las denuncias de corrupción y violación de derechos

humanos sino al hecho de atender pacientes que vienen heridos y que sean

guerrilleros o paramilitares, pues en ambos casos estos actores armados

amenazan o arremeten contra los trabajadores por auxiliar a los del bando

contrario, y como señala Henry Rivera: “como servidores públicos y trabajadores

de la salud, estamos en la obligación frente al juramento hipocráticos que

debemos brindar indistintamente nuestro saber a quién los requiera”. Por tanto, los

trabajadores de este sector deben enfrentar y soportar los rigores del conflicto

armado y social que enfrenta el país con el constante enfrentamiento entre

guerrilla y paramilitares o ejército. Siguiendo con la entrevista a Henry Rivera: “en

esos enfrentamientos los heridos llegan a los hospitales de los pueblos, fueran del

bando que fueran había que atenderlos y tenemos casos reportados en donde

Autodefensas y en otros casos el Ejército Nacional entraron a las salas de

urgencias y acribillaron al personal de salud que había ahí por atender al

guerrillero o guerrillera herida; en otros casos amenazaban y le daban 24 horas al

personal para abandonar el municipio”.

Después de esto, el sindicato procede a denunciar cuando son amenazas ante el

Ministerio del Interior para que ayude a salvaguardar de alguna manera la vida de

los trabajadores, pero para obtener una visita que analice el caso deben esperar

cerca de tres meses y después de la visita otros tres meses para obtener el

dictamen, que para estos casos arroja (en palabras de Henry Rivera) que son: “de

bajo perfil, y nunca hemos sabido a que se refieren con eso porque nunca el

Ministerio del Interior nos ha explicado que significa ser un directivo de bajo perfil.

13 Rivera, H. (2013, 12 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

Page 41: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Para nosotros ser de bajo perfil es no importar en el sistema o que somos seres

humanos que no valemos para el sistema, en razón de ellos no se nos brinda

protección por parte del Estado”14. Lo cual evidencia la falta de voluntad y de

incapacidad de garantizar del Estado para evitar o para solucionar la crisis de

violación de derechos humanos que se ha venido viviendo en el país desde hace

más de diez años.

Sin embargo, los miembros de Anthoc a nivel nacional seguían con la firme

intención de denunciar todos los casos de corrupción y de violación de derechos

humanos. Además de la presencia de los paramilitares en las instituciones

hospitalarias, también han denunciado a intromisión de los partidos y movimiento

sociales dentro de la administración de las entidades hospitalarias o en el

despilfarro de los recursos de la salud en municipios del departamento del

Atlántico y de la Costa Caribe en general (aparte de la entrevista a Alfonso

Franco). Además de esto considera que: “En regiones del país como el atlántico

es donde mayor cantidad de muertos se han puesto, además tenemos más de

trecientos desplazados a nivel nacional y tenemos también cerca de unas treinta

personas que se encuentran en el exilio en diferentes regiones del mundo. Eso

nos lleva a afirmar que hay plan persistente tanto de agentes estatales como para-

estatales de eliminar físicamente la dirigencia sindical y generar lo que nosotros

podríamos llamar un genocidio contra la organización sindical”15.

Otro aspecto de coincidencia entre los miembros de Anthoc entrevistados, es la

convergencia y mutua articulación entre la acción represiva ejercida contra los

trabajadores tendiente a eliminar físicamente la organización sindical y el ajuste

institucional privatizador, que condujo al socavamiento de la organización sindical

de los trabajadores de las entidades hospitalarias en el país. Por esa vía la

organización sindical ha perdido un número importante de su base social desde

finales de los años 90 hasta hoy, no en vano ha reducido la cantidad de afiliados

de 34.000 a cerca de 9.000 actualmente, es decir más del 50% de sus integrantes

14 Rivera, H. (2013, 12 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá 15 Franco, A. (2013, 20 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

Page 42: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

por efecto de las adecuaciones institucionales y las liquidaciones de los hospitales.

Sin embargo Alfonso Franco (entrevistado) considera que debido al fuerte trabajo

de concientización y denuncia la movilización de los trabajadores no ha cesado,

pues han construido un modelo alternativo de salud con ayuda del sector social a

través del proyecto de ley 105 del Senado, y del proyecto de ley 233 de este año

que se encuentra radicado en el congreso con ayuda también de los sectores

académicos y laborales en contraposición a la propuesta gubernamental del

modelos de salud.

Por tanto, queda claro que a pesar del bajo índice de sindicalización en el sector

salud y para este caso del sindicato Anthoc, el compromiso de seguir denunciando

y luchando por sus derechos sigue intacto, ejemplo de ello es la gráfica 8 que

combina el elemento de violación de derechos humanos con las luchas sindicales

y que muestra bastante altibajos por ejemplo, para el periodo que aquí es objeto

de análisis (2002-2008) a pesar del enorme aumento de represión contra los

sindicalistas las luchas sociales muestran también cierto crecimiento. Pareciera

que de cierta manera las victimas que les ha tocado poner a lo largo de estos años

les diera una fortaleza interna para construir un modelo alterno de salud y para

seguir ideando la manera de proteger a sus principales líderes regionales. Como

explicaban los entrevistados, este sindicato ha sido el más asediado debido a su

masiva presencia y beligerancia en la gran mayoría de los departamentos del país,

en donde se enfrentaban directamente con los grupos paramilitares o los políticos

corruptos que iban a ocupar los cargos directivos de los hospitales.

Cabe resaltar que el cambio de escenario a mediados de los noventa, en donde el

enfrentamiento ya no era solamente con el gobierno sino con los grupos armados

ilegales, debilita directamente al sindicato al no contar con los escenarios propicios

que garantizaran un debate sano y abierto respecto a sus reivindicaciones. La ley

100 de 1993 no solo busco la mercantilización del servicio de la salud, busco

también cerrar los pocos espacios democráticos y de movilización que tenían los

sindicatos para denunciar o hacer contrapeso a las políticas de gobierno que

fueran en detrimento de la población. Para esto, como se ha expuesto

Page 43: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

anteriormente los políticos con la fuerza represiva de los grupos paramilitares por

medio de una alianza político-económica que les permitía robar los recursos de la

salud por medio del manejo corrupto de las EPS y de las CTA (Cooperativas de

Trabajo Asociado) para dispersar a los trabajadores de un mismo hospital y evitar

al máximo la sindicalización.

5. Conclusiones

Después de haber hecho este breve recorrido de investigación se pueden

establecer los siguientes puntos de vista. La transformación del sistema de salud

pública y su privatización fue una ventana de oportunidades propicias para los

actores legales e ilegales, que conformaron una red de violencia y corrupción para

robar los recursos de la salud y a la vez eliminar física o políticamente a todo

aquel que se opusiera a dicho proceso. Allí, evidentemente los principales

contradictores fueron los trabajadores sindicalizados del sector.

Queda claro, o al menos eso se espera, que la alianza entre paramilitares y

funcionarios públicos durante el periodo 2002-2008 bajo un contexto de conflicto

social y armado y una descentralización territorial y política del país, permitió el

asentamiento de poderes regionales y locales para la consolidación de un

proyecto político, económico y expansionista a costa del saqueo de recursos,

elecciones fraudulentas, practicas clientelistas e imposición de leyes y normas que

le dieran legalidad por medio de la cooptación de organizaciones ilegales como los

paramilitares, a políticos de influencia a nivel nacional y regional que contaban con

la facilidad de modificar las reglas de las instituciones del Estado. Aunque cabe

aclarar que dicha cooptación se dio también de manera inversa como lo fue el

caso de Dieb Maloof.

Por tanto, en el momento en que se acaba sistemáticamente con los sindicatos del

sector salud, o por lo menos con sus principales representantes a nivel nacional,

queda la sensación de que esto no era suficiente y que se debía entonces

empezar a atacar estas organizaciones por la vía legal e institucional de lo cual se

encargarían consecuentemente los congresistas involucrados, para este caso, con

Page 44: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

la parapolítica. Esto para dar a entender que los trabajadores sindicalizados no

solamente fueron objeto de ataque de los grupos armados paramilitares, fueron

objeto de ataque de los funcionarios públicos que se tenían que enfrentar con ellos

a la hora de responder a la falta de garantías y de protección de sus derechos a

las que llevan expuestos hace más de diez años.

Entonces no es casualidad ni coincidencia que reformas como la ley 100 de 1993

y sus posteriores ajustes llevados a cabo por el ex senador Dieb Maloof entre

otros, se hayan dado al mismo tiempo que se fortalecían los bloques paramilitares

en la región de la Costa Caribe del país, hay suficiente evidencia empírica, desde

las investigaciones académicas utilizadas aquí hasta las entrevistas realizadas a

los integrantes de Anthoc, para asegurar que no solamente se quería debilitar a

los sindicatos asesinando a sus afiliados, pues como se muestra en la gráfica 7

durante el periodo 2002-2008 decrecen con un breve aumento los asesinatos en

comparación con el pico de 1996, y esto se debe en parte a lo que determina la

investigación del Cinep (2012): “La tarea ya estaba hecha a finales de los 90 y

principios del nuevo siglo” haciendo referencia a la oleada de violencia que acabo

con los principales líderes del movimiento sindical y les iba a costar unos años

recuperarse y fortalecerse de nuevo, lo cual no quiere decir que haya

desaparecido la violación de derechos humanos, simplemente se emplean otros

medios como la amenaza.

A pesar de la firme convicción de los sindicalistas de hoy de seguir en pie

denunciando la corrupción y la constante violación de sus derechos y sus

respectivos responsables, y de seguir construyendo su plataforma de lucha y

pliegos de reivindicación, queda la sensación de estar haciendo referencia a un

movimiento que lamentablemente está controlado o apaciguado por el gobierno y

al mismo tiempo por el modelo económico que sigue el país el cual ha ido

reduciendo a su mínima expresión los espacios de participación y deliberación de

estas organizaciones.

De esta manera mientras siga habiendo complicidad entre actores legales e

ilegales frente a la configuración del Estado, sus instituciones y las reglas que

Page 45: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

componen su funcionamiento, va a ser muy complicado que se ejerza de manera

legítima el derecho que tiene cualquier trabajador de sindicalizarse y además de

esto que cuente con garantías de protección y expresión por parte del Estado. En

la actualidad las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) son el principal

componente organizativo desde el gobierno para dispersar y debilitar los

sindicatos del sector salud pues van en contra del trabajo asalariado ya que los

hospitales contratan de manera particular (lo que se conoce como flexibilización

laboral) sus servicios administrativos; de esta manera el trabajador nunca va a

tener interés en organizarse pues se rompió completamente con el sentido de

pertenencia al lugar de trabajo y a la problemáticas que lo acompañan.

Por último considero que el sindicalismo en Colombia a pesar de su aguerrida

tarea y disposición para denunciar las problemáticas y constante persecución a

sus afiliados, es un tipo de organización que mientras no se logre cambiar la lógica

mercantilista y avanzar en la salida política y negociada al conflicto social y

armado del país donde se brinden garantías para ejercer una democracia

participativa, no va lograr obtener un reconocimiento legitimo por parte de los

trabajadores y del gobierno para poder ejercer un contrapeso real y contundente

frente a la políticas privatizadoras de los gobiernos de los últimos veinte años del

país.

Page 46: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

6. Referencias

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Entrevistas

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Franco, A. (2013, 20 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

Méndez, E. (2013, 5 de abril), Entrevistada por Montaño, K., Bogotá

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Bibliografía

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Valencia, L., y Celis, J. (2012). Sindicalismo asesinado. Medellín: Random House

Mondadori, SAS.

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7. Anexos

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 332. 2012

Gráfica 2. Tipos violación de derechos humanos contra el sector salud entre 1991-2001.

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984.2010, p. 339.2012

Gráfica 1. Tipos de violación de derechos humanos contra el sector salud entre 1984-1990.

Page 49: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Gráfica 3. Tipos de violación de derechos humanos contra el sector salud entre 2002-2010.

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 346. 2012

Gráfica 4. Servidores públicos involucrados con el paramilitarismo.

Fuente: Y refundaron la patria, p.30. 2012

Page 50: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 325. 2012

Gráfica 6. Todas las violaciones de derechos humanos y asesinatos contra el sector salud,

1984-2010.

………… Violaciones de derechos humanos ____________ Asesinatos

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 327.2012.

Gráfica 5. Luchas sindicales y huelgas de la salud pública entre 1984-2010

Page 51: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Cuadro 1. Empresas Sociales del Estado que reemplazaron al Instituto de los Seguros sociales y

fueron luego liquidadas (2006-2008).

Fuente: La economía de los paramilitares, p. 18. 2011.

Page 52: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Cuadro 2. Organización del Sistema Nacional de Salud antes de la ley 100

Fuente: La economía de los paramilitares, redes de corrupción, negocios y política, p. 30. 2011.

Page 53: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Fuente: La economía de los paramilitares, redes de corrupción, negocios y política, p.27. 2011

Cuadro 3. Cambios normativos para fortalecer a las EPS y liquidar a las ISS.

Page 54: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Figura 1. Evolución de las reformas del sector salud del sistema público al sistema privado.

Fuente: La economía de los paramilitares, redes de corrupción, negocios y política, p. 29. 2011.

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 71. 2012

Gráfica 7. Trayectoria de los tipos de violación de derechos humanos contra sindicalistas 1984-2010.

Page 55: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 80.2012

Fuente: Violencia contra el sindicalismo 1984-2010, p. 340. 2012

Gráfica 8. Luchas sindicales y violaciones de derechos humanos contra sindicalistas 1984-2010

Gráfica 9. Presuntos responsables de violaciones de derechos humanos de sindicalistas del sector salud 1984-2010.

Page 56: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Gráfica 10. Amenaza de muerte a trabajadores de Anthoc por departamento (2002-2008)

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos humanos

del sindicato Anthoc.

Gráfica 11. Actores responsables.

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

1% 0%

12%

8% 1%

19%

0% 10%

3%

1%

1%

12%

8% 0%

1%

1% 9%

13%

ANTIOQUIA

ARAUCA

ATLANTICO

BOLIVAR

CALDAS

CAQUETA

CASANARE

65%

30%

3% 1% 1%

AUC

NO IDENTIF

GUERRILL

EMPLEADOR

OTROS

Page 57: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Gráfica 12. Desplazamiento forzado de los trabajadores del sindicato Anthoc por departamento (2002-2008)

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

1%

8%

6%

7%

0%

0%

16%

1% 5%

5% 3%

0% 1%

14%

3%

11%

1%

1% 0%

2%

0%

11%

2% 1%

ANTIOQUIA

ARAUCA

ATLANTICO

BOLIVAR

BOYACA

CALDAS

CAQUETA

CASANARE

CAUCA

CESAR

CHOCO

61%

33%

5%

1% 0%

AUC

NO IDENTIF

GUERRILL

EMPLEADOR

OTROS

Gráfica 13. Responsable del desplazamiento forzado.

Page 58: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

17%

8%

8%

25%

17%

8%

17% ARAUCA

BOLIVAR

CAQUETA

CASANARE

CESAR

CUNDINAMARCA

TOLIMA

Gráfica 14. Desapariciones de trabajadores de Anthoc por departamento (2002-2010)

50% 50%

0% 0% 0%

AUC

NO IDENTIF

GUERRILLA

EMPLEADOR

OTROS

Gráfica 15. Actores responsables de las desapariciones.

Page 59: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

4%

59% 9%

4%

4%

4%

4%

8% 4%

BOLIVAR

CAQUETA

CHOCO

CUNDINAMARCA

GUAJIRA

GUAVIARE

HUILA

N. SANTANDER

RISARALDA

Gráfica 16. Secuestros de trabajadores de Anthoc por departamento (2002-2008)

50% 50%

0% 0%

AUC

NO IDENTIFICADO

GUERRILLA

OTROS

Gráfica 17. Actores responsables de los secuestros.

Page 60: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

Fuente: Elaboración propia basada en datos brindados por el Departamento de Derechos

humanos del sindicato Anthoc.

5%

32%

3%

2% 0%

1%

10%

0%

6%

7%

0%

0%

0% 1% 1%

2%

2%

16%

0%

1% 1%

2%

0%

5% 4%

1% ANTIOQUIAARAUCAATLANTICOBOLIVARBOYACACALDASCAQUETACASANARECAUCACESARCHOCOCORDOBACUNDINAMRACAGUAVIAREHUILAMAGDALENAMETAN. SANTANDERNARIÑOPUTUMAYORISARALDASANTANDERSUCRE

Gráfica 18. Homicidios contra trabajadores de Anthoc por departamento (2002-2008).

56% 27%

14%

0% 3%

AUC

NO IDENTIFICADO

GUERRILLA

EMPLEADOR

OTROS

Gráfica 19. Actores responsables de los homicidios.

Page 61: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Entrevistas

Entrevista a Esneda Méndez

Fecha: abril 5 de 2013

Lugar: Sede de la OCP (Organización Colombiana de Pensionados)

Objetivo:

El objetivo de esta entrevista es conocer más de cerca el proceso de formación del

sindicato ANTHOC (Asociación Nacional de Trabajadores Hospitalarios de

Colombia) y cómo sobrevivió y resistió a la violencia y a las reformas

constitucionales que modificaron determinantemente su estructura y su accionar.

La persona entrevistada fue fundadora en 1971 y presidenta del sindicato por tres

periodos, estuvo en el comité ejecutivo de FENTRASALUD (Federación de

Trabajadores de la Salud) y se retiró del sindicato en el año 2004.

Karol Montaño

¿Cómo fue el proceso de conformación del sindicato?

Esneda Méndez

Yo empecé trabajando en el hospital de Bogotá en donde me invitaban a varias

actividades sindicales pero para ese momento no me interesaba, no veía la

necesidad, pero después paso a la San Pedro Claver que era uno de los

hospitales emblemáticos de la época junto con Cajanal y el Seguro Social,

imagínese de semejantes entes era el fuerte; y en Bogotá en muchas partes y en

muchas capitales el personal de auxiliares de enfermería, la totalidad eran

mujeres. ANALFERAUS (Asociación Nacional de Enfermeros y auxiliares), una de las

primeras organizaciones, tenía presencia en varios departamentos, en Cartagena,

Barranquilla y era una organización que aglutinaba como unas veinticinco mil o

treinta mil auxiliares de enfermería en el país. Esta organización estuvo en la CTC

(Confederación de Trabajadores de Colombia), y allá eran algunas como muy

revoltositas como muy inquietas y las echaron y fueron a parar en la UTC y las

Page 62: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

echaron también, los expulsaron, y finalmente fueron a parar a una Confederación

que tenía una influencia de izquierda muy grande que era la Confederación

Nacional de Trabajadores (CSTC), entonces ellos allá fueron a buscar afiliación y

efectivamente aprobaron la afiliación de ellas y pues se encontraron donde debían

estar, allá las apoyaban mucho, las asesoraban estaban pendientes de ellas, la

CSTC tenía sus federaciones a nivel de las capitales del país y entonces donde

había seccional tenían el apoyo y la asesoría y el respaldo del comité ejecutivo

nacional y de los ejecutivos de las capitales para todas las actividades que ellas

emprendían.

Estando en la CSTC surgió un inconveniente y era que los demás trabajadores de

los hospitales y las clínicas veían que esa era una organización beligerante que

como que mantenían al tanto de las problemáticas que representaban a los

trabajadores y por ello llegaban a pedir afiliación pero no se podían afiliar porque

aglutinaba solo auxiliares de enfermería entonces era el sindicato de gremio de las

enfermeras y su estructura no permitía que se afiliara nadie más, ni los vigilantes

ni los médicos ni el resto del personal de salud de una entidad, entonces esta

situación se llevó al comité ejecutivo de la CSTC y dijeron que lo que había que

hacer era trabajar por constituir un sindicato mucho más amplio, que se cree un

sindicato de rama del sector salud porque la CSTC ya estaba trabajando por

constituir grandes sindicatos de rama que aglutinara a cementeros, conductores,

bueno a todos.

De allí surgió la inquietud para crear ANTHOC y efectivamente hubo que hacer toda

una concientización porque eso no se puede hacer dando una orden sino que se

trazó todo un plan y en eso nos apoyó mucho la CSTC, a hacer los seminarios, los

encuentros, debates con la gente porque había una concepción muy gremialista y

la gente decía que para que hacíamos revueltos, entonces había que mostrar que

los resultados de las luchas no iban a ser igual de efectivas hasta que no se

incluyera desde el señor vigilante hasta el más alto profesional de un hospital o

clínica así las conquistas serían mucho más valiosas para los trabajadores en

Page 63: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

donde siempre trabajábamos por la defensa de la salud, cosa que siempre hemos

traído, eso está en la plataforma de lucha de ANTHOC desde su fundación y todo.

Así comenzamos a hacer el trabajo de concientización, no fue fácil, sacar el

gremio y convertir eso en lo que ellos llamaban de manera despectiva “revuelto”,

pero bueno con todo el trabajo que se hizo que duro como dos años, todo ese

trabajo de concientización, y ya entonces se hizo el proceso porque la idea era

que ANALFERAUS fuera la base, que ANTHOC no partiera de ceros sin nada sino que

ALNAFERAUS tenía ya maso menos oficina, funcionaba, tenía sus cositas, no bienes

grandes pero tenía su personería, entonces se comenzó el proceso para la fusión

con la nueva organización que se creaba que ya tenía su base para funcionar

medianamente y tenían conocimiento a nivel nacional, eso se hizo y

efectivamente, aunque algunos se nos quedaron en el camino, alguna gente de

enfermería de Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, varias compañeras se nos

quedaron en el proceso, pero fue más lo que ganamos fueron pocos los que se

quedaron en ese proceso de unidad que los que se nos perdieron.

Se citó entonces a la asamblea constitutiva de ANTHOC y de fusión a la vez con

ANALFERAUS, se hicieron las dos cosas, y comenzar entonces a hacer las

acomodaciones necesarias y pasarlas al ministerio, eso se hizo el 22 de febrero

de 1971 y el 22 de febrero de 1972 se le concedió la personería jurídica a ANTHOC,

eso tenía un semillero de dirigentas porque tenía presencia en San Ignacio, San

José, en la Misericordia, en clínicas, en Cajanal, todas ellas muy activas y

consecuentes. Entonces había que darle participación no solo a las de enfermería,

había que tener en cuenta a los de servicios generales que fueran destacados,

tener en cuenta a los médicos o algún administrativo para que la junta quedara

bien repartida y la gente no fuera a sentir que no tiene representación. Eso se hizo

y se comenzó a trabajar, como ya se tenía personería jurídica (con su junta

provisional como se hace en la constitución de un sindicato) lo que establece el

código sustantivo del trabajo es que hay que citar asamblea ya sea general o por

delegados porque es mucha gente, para nombrar una junta directiva legalmente

en posesión para que dirija la organización.

Page 64: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Yo hice parte de la junta directiva no me acuerdo en que cargo y tiempo después

me nombraron presidenta de la junta directiva nacional de ANTHOC con otro grupo

de compañeras y compañeros muy importante, yo dure tres periodos de la junta

directiva nacional de presidenta porque fue una etapa muy difícil, había que salir a

hablar con la gente en las regiones para crear las seccionales y me toco en esos

tres periodos todo ese proceso de constitución, eso fue una etapa muy difícil, pero

con el apoyo y las enseñanzas que nos daban en la CSTC, que todo había que

definirse por los acuerdos de la junta directiva, era un trabajo muy unido y muy

colectivo, ninguno allá hacía lo que quería sino que todo lo que se aprobaba en

una junta era a los que salíamos todos, así se logró.

Tuvimos entonces avances en las entidades privadas sobre las conquistas de

carácter convencional, se pasaban los pliegos, se llevaban puntos para

comunidad, para los trabajadores y logramos avanzar bastante. Por ejemplo, con

iniciativa de ANALFERAUS logramos conquistar para nosotros los trabajadores, con

una recomendación de la OIT, de establecer las 42 horas de trabajo entonces esa

bandera la echamos para adelante a nivel nacional y logramos sacarla

moviéndonos ante el Congreso y al mismo tiempo hacíamos movilizaciones

grandísimas a nivel nacional para respaldar todo eso. También se logró que se le

dieran los refrigerios a los trabajadores que pareciera una bobada, se logró

también la obtención de uniformes para todos, así suene a bobada, a lado de esas

pequeñas luchas se iban construyendo cosas más grandes.

Logramos cambiar la carga laboral, por ejemplo, si el paciente era funcional es

decir, comía solo, se bañaba solo, trataba de tender su cama, entonces pusimos

un tope de 8 pacientes de este tipo máximo, y para los paciente que ya estaban en

una situación que hay que atenderlos, moverlos, paladearlos, bañarlos con

medicamentos y controles permanentes o que fuera bajado de cuidados

intensivos, nosotros establecimos un máximo de tres pacientes para poder dar una

buena atención, porque de lo contrario hubiera pasado lo que pasa hoy, el

personal no tiene ni tiempo para saludar al paciente, es un corre corre terrible.

Page 65: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Para eso se requería adecuar las plantas de personal necesarias a todo nivel, de

médicos, de enfermeras, de bacteriología, de todo, para dar una atención correcta

a la población. Cuando la gente comenzó a ver las conquistas que se iban

logrando, les demostramos que íbamos avanzando realmente, gracias a la unidad,

a la fortaleza del sindicato, a la CSTC que nos apoyaba cuando teníamos

problemas, por esa época si existía solidaridad entre el movimiento sindical, por

ejemplo cuando teníamos esas marchas que presentábamos pliegos y que de

pronto se cerraban las direcciones de los hospitales, nos rodeaban todos los

sindicatos con plata y con presencia, y eso ayudaba a avanzar pero eso hoy en

día está perdido totalmente, si acaso mandan un comunicadito de solidaridad de

resto nada más.

Hasta este punto en el que nos encontrábamos, yo decidí abandonar la

presidencia, porque uno se vuelve rutinario, la misma voz siempre, los mismos

estilos, y eso puede generar un poco de inconformidad, entonces yo dije que

quería darle paso a otra persona que dirija la organización, y ya contábamos todos

con herramientas políticas y tácticas para poder avanzar, entonces como había

presidencia, primera vicepresidencia y segunda vicepresidencia, entonces me

dejaron en la primera vicepresidencia y luego ocupe varios cargos, ya para ese

momento estábamos entrando a la década de los ochenta y fue un compañero de

la clínica Monserrat el que ocupó la presidencia. Entonces todos esos años, desde

1972 fue una etapa de constitución y fortalecimiento del sindicato y la vez del

sector de la salud.

Seguíamos avanzando, en el derecho de negociación y contratación colectiva que

quiere decir que usted nombraba contratos a término indefinido, como

mejorábamos nosotros la parte de la estabilidad laboral que no podía ser

despedido un trabajador o un funcionario de la parte pública que tiene un

tratamiento diferente, porque el sector privado se rige por el código sustantivo del

trabajo y el sector público se rige por sistema ya diferente, por ejemplo los de

mantenimiento, los jardineros, conductores de ambulancia etc. A todos ellos se les

califica en el sector público como sector oficial y en el sector privado si son todos

Page 66: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

trabajadores, con derecho a negociar pliegos y con derecho que los nombren con

contrato de trabajo y todo, entonces ellos se rigen por unas normas especiales

pero nosotros a eso también íbamos uniendo lo uno con lo otro a ver cómo íbamos

sacando conquistas importantes de estabilidad y demás.

Karol Montaño

¿Cómo fue la lucha de las reivindicaciones políticas?

Esneda Méndez

Hasta entrados los ochenta la confrontación era con los patronos y el gobierno,

cosa que ya cambio a finales de los ochenta y principios de los noventa en

adelante que fue terrible, por ejemplo en la época del presidente López cuando

quería quitar lo que él llamaba las “arandelas”, que eran todas las primas y todo lo

que se conseguía a nivel de las convenciones de trabajo, los recargos nocturnos,

los festivos, los dominicales, una cantidad de reivindicaciones que usted contaba

con un básico de $500.000 pero con todas esas “arandelitas” se le duplicaba,

entonces fue una etapa así, una confrontación con los patronos y el gobierno pero

no tan fuerte porque había mucho respeto por las organizaciones y su rol o su

papel, éramos muy fuertes, y también por el papel que juagaba la central donde

uno estaba, esa central era muy perseguida y hostigada por su concepción de

clase y las luchas que daban por mejorar las condiciones de los trabajadores.

Después de los ochenta cambio la cosa, porque viene la intentona del gobierno de

arrebatar derechos, pero nosotros seguíamos luchando y avanzando, y

rescatamos la Federación de Trabajadores al servicio del Estado (FENALTRASE)

entonces trabajamos muy al lado de la Federación Estatal para mejorar las

conquistas del sector estatal, de los trabajadores de todos los ministerios que

habían que eso lo han acabado ahora con todas esas restructuraciones y

liquidaciones y ahí entonces fue cuando empezó toda esa situación de acabar con

las entidades del Estado y algunas de la salud no estuvieron exentas de ello, muy

por el ladito, pero ya entonces empezaron a verse los asomos que ponía en

peligro nuestras conquistas y nuestra estabilidad. Nosotros no hacíamos parte de

Page 67: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

FENALTRASE como filiales, sino que coordinábamos actividades, íbamos a sus

conferencias, seminarios y talleres para tener elementos, aprendimos a manejar

herramientas jurídicas para poder tener elementos e ir a reclamar con certeza no ir

uno sin saber, y por eso los sindicatos ganaban mucha seriedad y respeto.

Pero entonces la CSTC nos planteó que no bastaba con tener a ANTHOC como la

principal de sindicato de rama de la salud, como este sector es tan complicado

había mucha dispersión, casi que en cada hospital o clínica a nivel nacional había

un Sintra (sindicato de trabajadores) y esa dispersión nos hacía mucho daño y las

luchas en consecuencia no iban a ser igual de fuertes así ANTHOC liderara esa

situación era un obstáculo. Entonces la CSTC nos reúne a la junta directiva, y

tuvimos un plenario nacional para plantear mecanismos de unidad para el sector

salud, ya se tenía una base importante pero todavía no era suficiente. Entonces

desde ANTHOC surge la idea de hacer parte de FENALTRASE con la que trabajábamos

muy unidos, pero los compañeros de la CSTC nos dieron otras alternativas para

aglutinar a todos los trabajadores de la salud, que fueron dos, una era que

lucháramos por el sindicato único y que ese sería ANTHOC que ahí ya estaba

creado y dos, como sabíamos que se iba a encontrar resistencia por sus bienes

por las cositas que tenían, por soltar cargos y demás, nos abalanzamos primero

con esa opción que dio para mucho debate y para mucha discusión y en esas

estuvimos desde el ochenta al noventa, y encontramos que eso no era factible y

entonces cogimos la otra opción que era crear la Federación de Trabajadores de

la Salud y la Seguridad Social (FENTRASALUD), y la creamos.

En la Federación ya no había tanta resistencia porque la componían los sindicatos

con sus personerías jurídicas en cambio con el sindicato único si tenían que

diluirse y venirse con sus bienes si el caso hubiera sido así, entonces la salida fue

la Federación de los Trabajadores de la Salud y la Seguridad Social (FENTRASALUD)

y allí entraron la gran mayoría de sindicatos con ANTHOC a la cabeza, los únicos

que no entraron fueron los del hospital San Juan de Dios que tenían unos estilos

de lucha muy terribles y otros sindicatos del Valle y de

Page 68: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Manizales, que no se subieron a ese carro de la Federación sino que se quedaron

como independientes. Nosotros le dimos un plazo de diez años al proceso de la

Federación para que todos los sindicatos llegaran allí y así alcanzar al objetivo

final que era llegar a ANTHOC como sindicato nacional de rama y en eso nos dio

toda una década que fue el proceso entonces de mirar la estructura de ANTHOC,

sus estatutos y rehacerlos si no llenaban las expectativas de la gente de los otros

sindicatos, sus principios, su plataforma de lucha por eso duramos toda una

década completa.

Finalmente llego ANTHOC, todos llegaron fusionados, sindicatos de base,

departamentales, con todos ellos se discutió la estructura y todo lo que le acabo

de decir. Para ese momento, que estábamos saliendo de todo ese proceso de

unidad y ya entrados en los noventa y enfrentamos en conjunto de manera más

fuerte los problemas con el gobierno, llegamos a hacer varias tomas cuando no

nos cumplían, cuando se veía amenazada la estabilidad o cuando habían

sobrecargas de trabajo etc. Entonces llega la famosa ley 100, pero antes el

sistema de salud era el 694, ese sistema todavía seguía, y el gobierno era el que

respondía con ese derecho constitucional para que en Colombia toda la población

tenga salud.

Karol Montaño

¿Cómo resistían a la ley 100 y al mismo tiempo a la violencia?

Esneda Méndez

Bueno pues otra cosa era ya los que trabajábamos que ya teníamos lo que se

llama ahora régimen contributivo, estaba el Seguro Social y para el sector público

estaba la Caja Nacional de Prevención y estaban las Cajas Municipales y

Departamentales para todo lo de salud y pensión. Después viene la ley 10 de

1990, que dura poquito de la cual fuimos gestores pero ni se sintió. Pasamos de

esas dos leyes, cuando hay esa experiencia a nivel continental, a nivel

latinoamericano, impulsada por el gobierno de Estados Unidos, el Fondo

Monetario Internacional, la Banca Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo

Page 69: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

y traen el modelo económico neoliberal que ya venía haciendo carrera en todos

los ámbitos, y de eso estaba supremamente impregnada la ley 100, de ese

modelo, y le insertan la parte de los intermediarios y la parte del negocio y

entonces pierde, en primer lugar empieza el gobierno a quitarse esa

responsabilidad por medio del Ministerio de Salud y las Secretarias de Salud a

nivel de la regiones, y se vuelve un lucro, hasta llegar a decir por medio de la ley

100 que ya no es paciente sino cliente, y aunque nos movimos duro y resistimos,

eso paso pues porque en el Congreso siempre han pesado más los intereses de la

oligarquía.

Aunque tuvimos un auge de carácter político cuando el proceso de paz que hizo

las FARC y surgió la UP, tuvimos muchos representantes y muchos concejales,

representantes a la asamblea, alcaldes. Pero eso fue un auge que lo vio el

gobierno como un peligro y comenzó a asesinar, a desaparecer y a desplazar

tanta gente, y comenzó toda esa guerra sucia. Esa guerra sucia empezó a afectar

a todas las organizaciones sindicales porque de una u otra manera casi que todas

eran simpatizantes y compartían políticamente, se recibía la orientación y se

apoyaba y todo o estaban en las filas, entonces se da toda esa guerra sucia tan

terrible en ese proceso que se llevó todos los años noventa y después con don

Uribe y toda su gente y comienza la situación crítica.

Y no es por ser quejosos, pero yo siempre lo he dicho, que el sindicato más

asediado siempre ha sido ANTHOC porque hay que ver que Asmedas y la,

Federación Odontológica, la Federación Médica y la Asociación de Enfermeros de

Colombia y todos estos gremios grandes no hacían lo que hacía ANTHOC el

sindicato de rama, aunque estaban en FENTRASALUD y salían a marchar, pero no

como ANTHOC de manera masiva, que era la presentación a nivel nacional de la

presentación de la lucha, de la beligerancia, de la negociación. Por esto ANTHOC

cuando empieza esta situación de violencia es asediado tremendamente, desde

los gerentes, los directores, desde los departamentos de enfermería, desde los

departamentos de personal, y comienza toda esa situación paramilitar y además

que teníamos presencia a nivel nacional en todos los departamentos, solo en

Page 70: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

cinco ANTHOC no tiene presencia que son el Cesar, Magdalena, Putumayo, Vaupés

y el otro se me escapa, de resto en todos, pues llegamos a tener 33.000 afiliados

a nivel nacional.

Karol Montaño

¿Después de la ley 100 y el asedio sufrido, en qué cambio el sindicato?

Esneda Méndez

La resistencia fue bien dura, y no bajábamos la guardia pero definitivamente ese

asedio en varias regiones como en el Cauca, Arauca, Bolívar, Atlántico, Tolima,

Guaviare y otras regiones mire cómo comenzaron, y fue dándole en la cabeza, por

los principales dirigentes, los más destacados, nosotros teníamos la siguiente

estructura y así funcionábamos que era con seccionales municipales, y las

departamentales que funcionaban en las capitales, entonces esas municipales

coordinan con la departamental y la departamental con la junta directiva nacional y

a la inversa. Entonces comienzan los paramilitares en las municipales y

departamentales lo mejor que se tenía, desde médicos, enfermeras, conductores,

porteros, y eso a pesar de la solidaridad y la resistencia nos fue desgastando poco

a poco y se agrega a ello lo que establece la famosa ley 100 que ya le conté.

Con esa guerra sucia, comienzan a meterse los paramilitares a dirigir las

secretarías de salud, las secretarías distritales, en los hospitales ponían los

directores y los gerentes y de ahí comienza el señalamiento y el asedio contra la

organización hasta desvertebrar la organización, ese era su objetivo, como

hicieron con la UP, y eso por más resistencia nos quedamos sin dirigencia y ya no

se trabajaba igual con los que quedaban por el temor infundido, a todo momento

eran llamadas, pasquines, persecución y todo eso. Entonces en las asambleas

nacionales que eran la máxima instancia teníamos que discutir como

conservábamos el sindicato y de qué manera sin que bajáramos la guardia

definitivamente, tenemos mucha gente que tuvimos que sacar del país, otra gente

que le bajo a la intensidad de la lucha como mucha otra que salió de los

municipios para acá para Bogotá y nosotros empezar a ver como gestionábamos

Page 71: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

esa situación, y abrimos el departamento de derechos humanos y misión medica

sanitaria en coordinación con el Ministerio de Salud para atender toda esa racha

de asesinatos, de desplazamiento y hacinamiento.

El gobierno también reforma el código sustantivo del trabajo con la ley 50 y la ley

60 todas ellas al asecho del trabajador y con escasos meses de diferencia,

comienzan las reestructuraciones y liquidaciones de entidades y ministerios, los

despidos masivos, empiezan a funcionar las EPS las ESE y después con otras

reformas las CTA donde se llegaba con otras condiciones de trabajo. Comienza

también otra estrategia del gobierno que es la de comprar conciencias de la gente

que persistía, pero como no todo tienen ese amor a la causa sino que empiezan a

comprar los fueros sindicales, a renegociar que eso se puso al orden del día, eso

se llamó retiros voluntarios para evitarse los pleitos y les pagaban a los

trabajadores para que se fueran, muchos cayeron en eso, y todo eso fue

afectando al movimiento sindical en todas las ramas, el sector cementero,

petrolero, de transporte y demás y es algo que sigue a la orden del día, la compra

de conciencia de los dirigentes sindicales.

Yo estuve en el sindicato hasta el 2004, y sigo en contacto con algunos

compañeros y compañeras porque también coordinamos actividades con la

Organización Colombiana de Pensionados OCP que es donde me encuentro ahora,

y el cambio ha sido tremendo, ya había dificultades, había oposición, habían

estilos y un poco de dificultades que ya era evidentes, pero uno trataba de dar el

debate fraterno, después de que salgo o un poco antes se empieza a vivir en las

centrales ese estilo de estar muy con los patronos o con el gobierno llevándoles la

idea y en una conciliación permanente, no decimos que no hay que hablar pero

hay que seguir firme, pero no, empezó la gente a doblegarse por cosas muy

sencillas, le fueron bajando a la guardia, a la movilización, a la preparación y a la

educación de la gente y se ha caído, el sindicato en este momento da tristeza, en

la teoría se es muy beligerante porque hay compañeros que siguen ahí y conocen

al dedillo toda la problemática de salud y como hay que confrontarla, pero en la

Page 72: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

práctica eso no se ve y le quedan hoy 11.300 afiliados, me se la cifra porque

dentro de poco vamos a tener las elecciones de la CUT.

Pero la gente está hoy en un acomodamiento, la gente tiene la idea en la cabeza

de llegar al sindicato por tener protección que es el fuero sindical, viáticos de

gente que dice que se tiene que venir a vivir a Bogotá para que la dirección

funcione, ven solo el objetivo plata y llegar en carros con escoltas y cosas de esas,

y como que van olvidando la lucha y se van acomodando, y pues en esas

estamos. Las asambleas ya no tienen ni parecido a las de antes, yo a pesar de

salirme del sindicato cuando me pensione seguí muy al tanto de todo y orientando

o coordinando muchas decisiones y acciones en las que tenía experiencia y me

preguntaban. Pero le fui cogiendo mucha pereza a esa negligencia y ese

acomodamiento ya la gente no lucha ni se piensa las problemáticas internas, la

verdad está en decadencia y ver todos los sacrificios personales que hacíamos

antes cuando no existía el fuero sindical que le permitía a usted faltar a unas horas

de trabajo para llevar a cabo sus responsabilidades como sindicalista, antes uno

salía del trabajo a las seis de la tarde y seguía de largo toda la noche haciendo

cosas y al otro día empezar turno a las siete de la mañana, o si nos sobraban

viáticos de un viaje los devolvíamos para tener para otro, todo eso se ha perdido.

Ahora adquieren el fuero sindical es para andar faltando al trabajo, todo eso le da

mucha tristeza a uno, ver la sede hoy que esta tan dejada y todas las

proyecciones que se tenían para arreglarla y poco de cosas más, pero bueno así

es la vida, quedan buenos recuerdos.

Entrevista a Henry Javier Rivera Hernández

Miembro de la Junta Directiva Nacional de Anthoc de la Comisión Nacional

de Reclamos Anthoc

Fecha: abril 12 de 2013

Lugar: Barrio Normandía

Objetivo:

Page 73: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Para esta entrevista la intensión fue hacer referencia a las dinámicas de violencia

vividas por los miembros del sindicato a nivel nacional, y un análisis propio del

entrevistado acerca de los responsables de la violación de derechos humanos

hacia los afiliados y de por qué históricamente Anthoc ha sido más asediado que

el resto de sindicatos de la salud desde finales de la década de los 90 hasta

finales del gobierno de Uribe. Pasando a corroborar si ha existido entonces una

complicidad entre el Estado y los paramilitares en la persecución a los

trabajadores de la salud.

Karol Montaño

¿Señor Henry, podríamos hablar un poco del antes y después de la ley 100

en Anthoc?

Henry

Antes de la ley 100 la organización nacional tenia cerca de 34.000 afiliados en 27

departamentos, tenía subdirectivas y al interior de estas en su gran mayoría se

negociaban pliegos de peticiones y se tenía convención colectiva.

Con la expedición de la ley 100 el gobierno nacional estableció nuevas reglas de

juego en donde se limita la clasificación de trabajadores oficiales en las diferentes

entidades hospitalarias y por ende se comienza disminuir el número de afiliados a

las diferentes organizaciones.

Yo vengo de un sindicato de base que teníamos en Bogotá en el Hospital

Universitario de La Samaritana que se fundó en 1962 y hasta 1992 pacto

convenciones-acuerdo, convención para trabajadores oficiales y acuerdos para

empleados públicos con el gobierno nacional en cabeza del Ministro de Salud o su

delejado y en cabeza del Gobernador de Cundinamarca o su delegado, pactos

que se han venido desconociendo sobretodo esos acuerdos para empleados

públicos porque supuestamente en Colombia no se había legislado para

negociación de empleados públicos, en razón de ello se entra a desconocer todos

eso acuerdos que se habían celebrado desde 1964 hasta 1992.

Page 74: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Paulatinamente se empieza a aplicar la ley 100 y los entes departamentales tenían

dos años más para la aplicación de la ley, es decir pasar de las cajas de previsión

departamentales que teníamos al sistema nacional como fue la creación de las EPS

nacionales y lo mismo que al sistema pensional del régimen de prima media que

tenía en su momento el Seguro Social, allí ya se coartan ciertas limitantes porque

el hospital público pensionaba su gente al despedirla, después de trabajar 20 años

la persona tenía derecho a reclamar su pensión sanción sin importar la edad, por

eso la gente salía muy joven a disfrutar de su pensión pero eso se acaba con la

ley 100.

Por otro lado se normatiza que no todo el mundo es empleado oficial en la

entidades hospitalarias y se establecen unos parámetros para quienes son

empleados públicos y quienes son trabajadores oficiales. A pesar de que la Ley 10

de 1990 estableció que en la trasformación de las entidades públicas debía

respetarse el vínculo laboral que traían los trabajadores hasta tanto se diera su

retiro, cosa que ni se respetó ni se ha respetado.

Entonces ya con la ley 100 cambia todo, afecta a los trabajadores, cambia el

régimen pensional, todos deben estar en una EPS para el sistema de salud y todos

deben estar en un régimen de pensiones específico escójalo el trabajador, el

régimen de prima media que es el que tiene el Seguro Social o los fondos privados

de pensiones en donde se engatusa a los trabajadores para que se vayan del

régimen de prima media para el régimen de ahorro individual que hoy en día

vemos que no son funcionales al obrero porque hoy en día para volverse un

funcionario del régimen de ahorro individual al Seguro Social debe llenar una serie

de requisitos y los fondos le cobran una serie de intereses donde el funcionario

sale perdiendo más que si hubiese estado todo el tiempo en el régimen de prima

media.

En la parte administrativa el cambio que se da con la ley 100 es que todo el

mundo pasa a ser empleado público, se rompen las plantas de personal y dentro

de ser empleado público deben existir cargos de libre nombramiento y remoción

de designación por parte del gobernador que son los gerentes de los hospitales y

Page 75: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

de otro lado los trabajadores oficiales disminuyen en razón de ello el beneficio

convencional disminuye porque si la convención colectiva de trabajo beneficiaba

un 70% u 80% de los funcionarios de las entidades públicas de salud con la ley 10

que hace la descentralización de la salud en Colombia y la ley 100 se reduce el

número de trabajadores oficiales en las entidades hospitalarias. Y se dan los

planes retiros voluntarios por parte de las administraciones a los funcionarios pero

iban dirigidos específicamente a los trabajadores oficiales para disminuir el

número de beneficiarios de la convención. Lo cual viene mermando y

disminuyendo sustancialmente los afiliados a la organización sindical.

Nosotros teníamos 34.000 afiliados para ese tiempo éramos la organización

sindical más grande del sector salud, dentro de ese espacio teníamos una fuerza

inmensa para poder entrar a buscar algunos acuerdos con el gobierno nacional

pero entonces hábilmente en el gobierno del señor Uribe se fusionan el Ministerio

de Salud y el Ministerio de trabajo entonces el ministro de seguridad social del

país es el mismo juez pero es la misma parte, es a quien demandamos pero es a

quien tenemos que hacer la demanda, entonces como organización sindical

continuamos fue perdiendo, fue una jugada hábil para poder desmontar los

beneficios que se tenían por parte de la organización sindical que eran extensivos

tantos a trabajadores públicos como a trabajadores oficiales y eso nos pone en

contra a los empleados públicos porque ellos entran a considerar que la

organización sindical no sirve para nada ni hace nada por ellos.

Karol Montaño

¿Cómo se dio esa etapa de ir perdiendo afiliados por las reformas y por la

violencia?

Henry

Hoy contamos con cerca de 9000 afiliados nada más. Además de eso vienen

problemas grandísimos de derechos humanos, en las ciudades grandes se vive en

Page 76: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

menor cantidad la serie de hechos, tenemos cerca de 1000 casos denunciados de

violación a los derechos humanos a miembros de la asociación sindical ante la

Corte interamericana para que haya una reparación tanto a las familias de los

afectados como a la organización sindical porque de igual manera al ser la

organización sindical más grande del país es la organización sindical que en el

gobierno de Uribe específicamente sufre los rigores del terrorismo también con el

objeto de buscar la desaparición para que la organización sindical desaparezca.

Pero si nos vamos a la periferia no más en Cundinamarca en donde hay presencia

de las AUC y que supuestamente van a acabar con la guerrilla que era

supuestamente para lo que habían sido creadas y hoy en día se transforman esas

AUC en las mal llamadas BACRIM y se comienza a asesinar y a amenazar al

personal de salud. También se hace una fusión de cargos, antes de la ley 100

existía la división de saneamiento ambiental y los promotores y promotoras de

salud que estaban en los campos y eran todos los que hacían los planes y

campañas de vacunación y manejo de promoción de la salud y resulta que

nosotros como servidores públicos como trabajadores de la salud estamos en la

obligación frente al juramento hipocrático que debemos brindar indistintamente

nuestro saber a quien lo requiera, tenga una estado de salud deteriorado o

desmejorado hay que atenderlo.

Entonces ese juramento ha sido un karma para los trabajadores de la salud en el

área rural, entonces esas personas nombradas anteriormente desaparecieron

porque la ley 100 acabo con eso también y queda un solo cargo que termina

reduciendo la planta de personal, es un solo cargo que puede hacer de todo.

Vienen entonces las AUC y como tienen enfrentamientos con los frentes de la

guerrilla para ocultar el conflicto social en Colombia y mostrarle al mundo que aquí

no hay una guerra interna sino que aquí son unos terroristas, se sacan normas

que reforman la Constitución a pedacitos y hoy en día cualquier persona que tire

una piedra o pinte una pared es terrorista y será juzgado como terrorista. En esos

enfrentamientos los heridos llegan a los hospitales de los pueblos fueran del

bando que fueran, y habían que atenderlos y tenemos casos reportados en donde

Page 77: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Autodefensas y en otros casos el Ejército Nacional entraban a las salas de

urgencias y acribillaron al personal que había ahí de salud por atender al

guerrillero o guerrillera herida y en otros casos amenazaban y le daban al personal

24 horas para abandonar el municipio, y si usted tiene su familia es peor pues

terminaban dejando sus enseres y se iban a vagar prácticamente, pedían ayuda al

sindicato y nosotros tratábamos de llegar los más lejos posible en la ayuda y le

avisábamos al Ministerio del Interior o a la Cruz Roja para que los trasladaran acá

a Bogotá, donde llegamos nosotros a tener 70 familias desplazadas a nivel

nacional.

Este flagelo se observó a gran escala también en le Meta, Valle, Caquetá y el

Huila entonces quien va a trabajar en un centro de salud, si por el hecho de

atender a una de estas personas ya tiene problemas y tiene que abandonar su

tierra, si para mí es un paciente es un enfermo que necesita ser atendido no es un

cliente como dicta la ley 100. La guerrilla no masacro dentro de los puestos de

salud, si amenazaba y le daba la orden de salir y si usted no lo hacía se atenía a

las consecuencias; en cambio los paramilitares si llegaron muchas veces a los

puestos de salud y masacraban tanto al personal como al guerrillero herido.

Entonces es una situación en la cual el trabajador se encuentra entre la espada y

la pared en el área rural y hoy en día mucho más porque como los centros de

salud desaparecieron como tal entonces lo municipios cercanos ya no tienen

puestos de salud entonces se creó un sistema mediocre de salud, hospitales de

primer, segundo, tercer y cuarto nivel, los de primer nivel habitualmente están en

la cabecera municipal y por numero poblacional entonces le corresponde a ese

municipio atender a esa población, ahí es donde llegaron las famosas EPS y ARS a

enriquecer a los entes financieros y dentro de eso espacios el único que sigue

jodido es el trabajador de la salud y los pacientes.

Karol Montaño

¿Por qué Anthoc más que otros sindicatos?

Henry Rivera

Page 78: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Tenemos 1005 casos reportados solo en el periodo de Uribe de violación a los

derechos humanos a trabajadores de Anthoc. Y primero, porque es el sindicato en

salud más grande, segundo porque logro extenderse y extender su campo de

acción y sus beneficios logro extenderlos a la mayoría de las departamentales

donde tiene sus sedes en razón de ello se convierte en un enemigo porque de una

u otra manera al ser el mayoritario pues es el que tiene más gente regada en el

país y al tener más gente regada en el país nos volvemos problema porque

atendemos al paciente, al enfermo o al herido entonces somos más amenazados y

violentados y cuando denunciamos la corrupción somos declaramos objetivo

militar de parte de las AUC básicamente y somos enemigos del sistema capitalista

que sigue emperando en nuestro país.

Cuando se presentan las amenazas que son por medio telefónico o por fax con

nombres propios, se demora el Ministerio del Interior que se supone debe

salvaguardar nuestras vidas y nuestra integridad, se demora cerca de 3 meses

para venir a hacer la visita y hecha la visita en la que le hacen una serie de

preguntas y se van, pasan otros 3 meses y viene el dictamen y se manifiesta que

somos de un bajo perfil y nunca hemos sabido a que se refieren con eso porque

nunca el Ministerio del Interior nos ha explicado que significa ser un directivo de

bajo perfil. Para nosotros ser de bajo perfil es no importar en el sistema o que

somos seres humanos que no valemos para el sistema, en razón de ello no se nos

brinda protección por parte del Estado.

Karol Montaño

¿Quiénes han sido los mayores responsables de la violencia ejercida contra

ustedes?

Henry Rivera

Las AUC, alimentadas por el sistema gubernamental que nosotros tenemos, desde

el gobierno y desde el congreso se alimentan y se mantienen esas AUC para que

vengan a destruir la reclamación del derecho fundamental a la salud y se venga a

Page 79: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

dejar quieto el negocio para que siga creciendo el negocio de la salud por parte de

los privados.

Hay complicidad entre el gobierno y las Autodefensas, nosotros no podemos

olvidarnos en este momento cuantos proyectos de ley que hasta el momento van

cuatro que la Anthoc ha construido con la sociedad y hemos manifestado que la

ley 100 no sirve, cuántas personas más necesitan seguir muriendo o cayendo para

demostrar que existe el paseo de la muerte?, cuántas personas más deben morir

en nuestro país para que se entienda que el sistema de salud no garantiza la

salud de los colombianos sino que garantiza un sistema económico sólido para las

EPS a punta de violencia y represión también a los sindicalistas del sector para

callarnos.

En la Costa Atlántica se logró demostrar en su momento que miembros de los

Concejos eran paramilitares y entonces se supone que son ellos los que tienen

que distribuir los recursos y dentro de esos recursos pues no los envían a los

hospitales y buscan echarle la culpa a la organización sindical de la situación de

que no hayan recursos y de que se vaya a liquidar determinado hospital público.

Se busca culpar a la organización sindical que de los beneficios que tienen los

trabajadores y de lo que reciben los empleados de la entidad hospitalaria es que

se quiebra el sistema y por eso no es rentable el hospital porque en Colombia se

busca después de la ley 100 los hospitales públicos sean rentables y entren

formar parte del sistema financiero.

Entrevista a Alfonso Franco

Dirigente sindical

Secretario Técnico de Anthoc a nivel nacional actualmente

Fecha: 20 de abril de 2013

Lugar: Sede Nacional de Anthoc, Bogotá

Karol

Page 80: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

¿Cuál es su punto de vista respecto a la implantación de la ley 100 del 93 y

cómo los afecto a ustedes?

Alfonso

El modelo neoliberal que se implementa en el país es desarrollado de manera

agresiva en el sector de la salud toda vez que allí confluyen la mayor cantidad e

intereses económicos de diferentes sectores y actores del sistema de salud

particularmente en lo que tiene que ver con la implantación del modelo de

mercado y la expoliación de los servicios públicos destinados a la atención de la

salud de la población colombiana.

Durante la implementación de la ley 100, una de la organizaciones sindicales que

más ha confrontado el modelo de mercado y de manera directa es la organización

sindical Anthoc tanto en su etapa de discusión y debate que se desarrolló en el

congreso hasta su consolidación como proyecto de ley que más tarde fue la ley

100, nosotros siempre la hemos confrontado. Esto ha implicado que los diferentes

actores armados especialmente los grupos paramilitares hoy las llamadas Bacrim

siempre hayan tenido como objetivo militar la organización sindical Anthoc y su

dirigencia sindical precisamente porque se caracteriza la organización y su

dirigencia por denunciar y confrontar de manera expedita y sin ambigüedades todo

lo que tenga que ver con focos de corrupción en el sector salud.

Así como hemos denunciado que en algunas regiones del país las entidades

hospitalarias se constituyeron en la caja menor de grupos armados como ocurrió

en algunos municipios del departamento del Atlántico y de la Costa Caribe en

general, también hemos denunciado la intromisión de los partidos y movimientos

políticos dentro de las administración de las entidades hospitalarias o en el

despilfarro de los recursos de la salud. Hemos denunciado también todo ese

cumulo de acciones fraudulentas que han conducido a hechos tan bochornosos

como los que hemos conocido dos años atrás con todo lo que correspondió al

proceso de desviación de recursos del sistema de salud a través de Solsalud de

Saludcoop y de otras EPS tanto del régimen contributivo como del régimen

Page 81: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

subsidiario entonces esa sistemática acción de la organización sindical ha hecho

que además de que como es una organización profundamente comprometida con

los intereses de los trabajadores y la defensa de sus intereses como una clase

social entonces seamos el objeto de la represión tanto de los agentes estatales

como también de agentes para-estatales.

Eso ha conducido a que la organización haya puesto un número bastante alto de

muertos, no en vano podemos decir que tenemos más de 100 asesinados. En

regiones del país como el Atlántico es donde mayor cantidad de muertos se han

puesto además tenemos más de 300 desplazados a nivel nacional y tenemos

también cerca de unas 30 personas que se encuentran en el exilio en diferentes

regiones del mundo. Eso nos lleva a afirmar que hay un plan persistente tanto de

agentes estatales como para-estatales de eliminar físicamente la dirigencia

sindical y generar lo que nosotros podríamos llamar un genocidio contra la

organización sindical.

Pero adicionalmente a la acción represiva del Estado y de los grupos armados

ilegales encontramos también otra fase tendiente a eliminar físicamente la

organización sindical y es a través de lo que se ha llamado el ajuste institucional o

la restructuración de entidades hospitalarias en el país. Por esa vía la organización

sindical ha perdido un importante número de su base social hacia la década de los

años 1990 y 1999 que empieza el programa de ajuste institucional este sindicatos

tenía alrededor de 25.000 afiliados y actualmente no alcanzamos a 12.000

afiliados quiere decir que un interregno de más o menos diez años la organización

ha perdido más del 50% de su militancia sindical por efectos de la

restructuraciones, las adecuaciones institucionales y las liquidaciones de las

diferentes entidades hospitalarias en el país.

Para esa época de restructuración, según información del Ministerio de Salud de

la época, existían cerca de 2873 entidades hospitalarias clasificadas en los niveles

de tercer, segundo y primer nivel de atención. Según la información que se expide

en una resolución que determina el nivel de riesgo financiero de las entidades que

expidió el Ministerio el año pasado, encontramos que solo existe en el país 991

Page 82: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

entidades hospitalarias del sector público sobre más o menos unas 3000 que

habían. Esto quiere decir que así en gobierno pretenda ocultar que en el ejercicio

de la aplicación de la ley 100 no se ha eliminado instituciones hospitalarias la

evidencia nos demuestra que casi más de dos mil entidades hospitalarias han sido

suprimidas, fusionadas o sacadas del mercado de la salud para permitir el ingreso

de todo lo que es la competencia privada.

Entonces esos son elementos que tienen que ver con toda esa acción y de una

cultura anti sindical no solamente por parte del Estado sino del conjunto de la

sociedad colombiana, no en vano Colombia es el país de América Latina que más

índice de sindicalización tiene, producto de una cultura anti democrática y anti

sindical. Ello conduce entonces a que la organización sindical a pesar de toda esta

arremetida no haya bajado su accionar en defensa de los derechos de los

trabajadores, en su lucha por reivindicar la salud como un derecho humano

fundamental y tal es así que ha desarrollado por iniciativa propia la mayor cantidad

de movilizaciones que se haya dado del sector salud en la historia del país.

En los dos últimos años del periodo Uribe se inventó la llamada “emergencia

social” para hacer unas modificaciones a la ley de salud que se materializo a

través de la ley 1122 y que fue objeto del llamado de atención de la organización

sindical a través de unas tomas de iglesias y de unas vigilias que llamo

poderosamente la atención y que condujo que la sociedad a través de las redes

sociales se gestionara una importante movilización social en el país y que de

alguna manera condujera a que la Corte Constitucional declarara inconstitucional

la mayoría de las normas que se expidieron al amparo de la “emergencia social”

ello ha permitido que entre la sociedad colombiana a pesar de que pesista todos

los efectos perversos del modelo de salud mercantilista que tenemos en el país

haya generado una conciencia social hacia la denuncia y hacia la movilización.

Karol

¿Cuáles son sus propuestas actuales?

Alfonso

Page 83: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

Hoy tenemos incluso desde el sector social de construcción de un modelo

alternativo de salud que lo hemos materializado a través del proyecto de ley 105

del Senado, y a través del proyecto de ley 233 de este año que se encuentra

radicado en el congreso y que son las iniciativas que presentan los sectores

sociales, académicos, laborales en contraposición a lo que es la prepuesta

gubernamental del modelo de salud que entre otras cosas no está resolviendo los

problemas estructurales que padece el sistema de salud colombiano sino que lo

está profundizando e implementado de manera más radical todo lo que es los

elementos del neoliberalismo y del mercado del sector de la salud.

Esto implicara en consecuencia que habrá nuevamente movilizaciones sociales en

máxime, ahora que hay como un auge de la movilización social en el país. En

consecuencia nosotros planteamos que a pesar de estas acciones violentas con el

sector de la salud, nuestro compromiso como organización sindical y de los

usuarios de la salud que tienen conciencia es ayudar a construir un verdadero

modelo de salud que reivindique el derecho a la salud y que sea prestado con

recursos públicos y que seccionalmente el sector privado pueda prestarlo solo en

aquellos casos es que el sector público no lo pueda atender. De esa manera

nosotros creemos que estamos contribuyendo a garantizarle a la sociedad un

bienestar colectivo, una dignificación en sus condiciones de vida.

Hay una reducción de la base social en los departamentos de Atlántico, Bolívar,

Córdoba, Sucre, en esos cuatro departamentos nosotros alcanzamos a contar en

su momento con cerca de 10.000 afiliados, hoy no alcanzan a 5.000, producto del

impacto tan grande que genero la penetración de los grupos paramilitares. Unas

de las regiones más impactadas fue la del Atlántico como la del mismo Córdoba,

donde era el acento del Bloque Central de las Autodefensas, desde esas

instancias ellos controlaban instituciones hospitalarias, Eleonora Pineda por

ejemplo, ex Senadora de la República y agente política de las AUC, fue

funcionaria y directora de un hospital en Córdoba, tanto así que unos estudios que

hace la corporación Arco iris sobre las finanzas de los paramilitares ellos mismos

demuestran allí como la mayor fuente de financiación era con los recursos de la

Page 84: Repercusión de la acción paramilitar y de las reformas ...

salud y era porque controlaban las EPS subsidiadas o las solidarias o también

porque controlaban la contratación en las entidades hospitalarias y en últimas

porque ponían también los directores de las entidades hospitalarias.

Eso quiere decir que el sistema de salud colombiano es profundamente perverso,

con los recursos de la salud del pueblo colombiano se le financio para que se

asesinara al mismo pueblo. Es esa alianza del político tradicional y todo lo que

tiene que ver con el poder para-estatal, como se ponen de acuerdo para

cogobernar las entidades territoriales y públicas, pero con un agravante más y es

que también se ponen de acuerdo para sobrexplotar al trabajador de la salud a

través de la consolidación de Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) que eran

controladas por los paramilitares o por lo políticos adeptos a ellos, ese ejercicio lo

ve usted fundamentalmente en todo lo que es el departamento del Atlántico,

Córdoba, Antioquia, Sucre, Norte de Santander, Santanderes, casi todo el país.

El mayor ejemplo de eso se da en el control que tenía Dieb Maloof en todo lo que

era el Seguro Social, como él controlaba todo lo que era la contratación y asuntos

laborales de la ESE José Prudencio Padilla en Barranquilla, y así sucesivamente

encontramos la misma circunstancia. En Santander por ejemplo, encontramos el

partido político Convergencia Ciudadana tenía toda una infraestructura que

además era contratada por la gobernación de Santander en cabeza del Coronel

Hugo del Pinar. Uno observa todas esas situaciones y no se puede decir que sean

esporádicas sino que son circunstancias y hechos que se pueden definir como

premeditados o planeados, es decir cómo se apoderaron del Estado colombiano, y

si así lo hacían tenían a la cabeza a su mayor ejemplar, no en vano el presidente

Uribe representa una cultura traqueta de los mafioso y todo lo lumpesco que

pueda existir, sin embargo para unos es el mejor residente de Colombia.