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E su n a

p u b l i c a c i ó n

Villaviciosa

deOdón

de la

ESTUVIMOS EN CASADE CARLOS FRANCOEl gran artista nos recibióen su casa y nos mostrólas últimas obras que sepodrán ver en septiem-bre en la galería Marlbo-rough de Madrid.

REPORTAJE La voz de los nuevos vecinos.

DEBATEVillaviciosa, un pueblo paravivir o para dormir.

POESÍAEscribe Miguel Ángel Bernat.

DEPORTEUn balón que hace pueblo.

número 2

REPORTAJEEstancia de José Martí en Villaviciosa.

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No sería fantasearmucho imaginar anuestros mayores,

en alguna tertulia o paseopor las calles del pueblodecir “Villaviciosa ya no eslo que era”. Es cierto. No eslo que era hace 40, 20 o in-cluso 15, 10 años. Ha cre-cido su población, se hadesarrollado su urbanismoy se ha modificado la ima-gen visual de sus calles. Losvecinos y residentes denuestro pueblo son de di-ferentes colores. La llegadade personas de otros lugaresestá dibujando una nuevaVillaviciosa. Nuestro pueblo,como otras ciudades, sonelementos vivos y comotales se hacen y deshacen alritmo de los tiempos. Nosomos una isla. El creci-miento urbanístico, el fenó-meno de la inmigración y laafluencia, curso a curso, denuevos estudiantes a la Uni-versidad Europea han modi-ficado la morfología socialde Villaviciosa. Nuevos esti-los de vida, nuevos modelosconviven hoy con la Villavi-ciosa de siempre, es decircon la que era, que ya no es.

Nuestras retinas ya estánacostumbradas a viajar enLa Blasa con pasajeros sud-americanos, coincidir conestudiantes que hablan ita-liano o con acento andaluzen las tiendas, o a pasearpor las calles de nuestrospueblos con vecinos de ras-gos orientales. Hemos pa-sado de ser un pueblomonocolor a un abanico decolores.

Editorial

Pero todo ello no son merasimágenes coloreadas, queadornan un paisaje urbano:son padres mulatos u orien-tales que llevan los niños alcolegio, estudiantes queviven, comen y beben ennuestro suelo, y personasque establecen pequeñosnegocios en nuestro pueblo.

Ésta es la Villaviciosa que es.Éste es el pueblo que tene-mos. Así son los vecinos denuestra urbanización, loscompañeros de nuestroshijos en la escuela, los que

comparten la limonada y latortilla en San Sebastián ylos que van y vienen por lascalles villaodonenses. Es elpueblo que hacemos todosy es el nuevo pueblo quetiene que gestionar nuestroayuntamiento.

El futuro Villaviciosa ya eshoy. Un pueblo con una pa-leta viva y coloreada. Y nosgusta.

es una publicación de la Asociación Cultural

Atalaya.Depósito Legal: M-46562-2010

Los colores de la nueva Villaviciosa

Silvia Celina Ponce S., pe-ruana, junto a su padre eldía que se graduó comoIngeniera de Telecomuni-cación en la UniversidadEuropea de Villaviciosa deOdón. Silvia, como otrosmuchos estudiantes, con-tribuye a colorear el pai-saje de nuestro pueblodurante los años de estu-dio en la Universidad deVillaviciosa

Si quieres colaborar, enviaruna opinión, escribir ennuestar revista... ponte encontacto con nosotros en:acuavilla@gmail.com

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ESCRIBE ANA HIGUERAS

Me llamaron para ofre-cerme hacer una entre-vista a Carlos Franco.

Aquello, que en un primermomento me pareció un re-galazo envenenado –en mivida he hecho una entre-vista, no entiendo nada depintura, me limito a saber loque me gusta o lo que mees indiferente, lo que meengancha las entrañas y loque no–, se convirtió, des-

pués, en una experiencia es-tupenda.

Estupenda porque el primeradjetivo que me surge alpensar en este artistazocomo la copa de un pino esel de facilitador.

Nos recibió con los brazosabiertos y el alma en pompa–que diría mi abuela–,abierto a que le preguntára-mos, dispuesto a gastar su

tiempo de una luminosamañana de sábado con no-sotros.

Y allí me vi, con el fondo deun paisaje villaodonenseplacentero y apetecible, ro-deada de cuadros impactan-tes que me hablaban a cadapaso, y delante del autor deuna extensa obra que llegóa resultarme turbadora, de-jándome sin palabras y olvi-dándome que se suponía

que iba a hacer una entre-vista.Quienes me conocen sabenque no soy precisamentemuy callada, y allí, frente alos vómitos pintados y pre-cisos de lo que ya en unprincipio se me antojó unamente por necesidad clarivi-dente, me quedé sin pala-bras. Sin ninguna.Porque, ¿Qué se le pre-gunta a quien es capaz deplasmar en un lienzo, en un

UNA MAÑANA CON

CARLOS FRANCO

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papel, en una tela, aquelloque tú ves en sueños y ape-nas alcanzas con la yema delos dedos? ¿Con qué pre-guntas se acota todo el pro-ceso creativo que salta a lavista detrás de cada pin-tura?Incapaz de centrar una con-versación, de hilvanar si-quiera un par de preguntascon sentido, fue CarlosFranco quién recogió el tes-tigo y fue desgranando enuna conversación fluida yamena aquello que yo sen-tía y era incapaz de sacar,haciendo que lo que se su-ponía iba a ser una entre-vista se convirtiera en unaimpactante mañana de luci-dez y descubrimiento.

Nos habló de su llegada aVillaviciosa hace ya 22 años,de la incorporación del pai-saje fecundo que se divisadesde su taller en muchasde sus obras, de los diferen-tes momentos que hay en elproceso creativo: de las épo-cas de “sacar”, de plasmar yejecutar, y de los tiempos deempaparse, de aprendizaje yentendimiento.

Mientras nos deleitábamoscon el intenso colorido y eljuego de texturas de suscuadros, nos iba hablandode la necesidad de liberartede lo propio para establecercódigos comunes que pue-dan llegar a otros, creandoun lenguaje común.

Y así, saltando de una obra

a otra, fue compartiendocon nosotros pensamientossobre la posibilidad que él, alser autodidacta, tuvo deemplear cualquier técnica,de no encasillarse en la utili-zación de materiales e ins-trumentos “correctos”,estando mucho más abiertoa experimentar.

En los cuadros de CarlosFranco hay una incorpora-ción clara de las nuevas tec-nologías (“las máquinasson el producto del desa-rrollo del conocimiento, unregalo que nos hacen losque nos han precedido parautilizarlo”). El proceso quesigue en muchas de susobras es el de hacer un bo-ceto en pequeño tamaño,escanearlo, y, a través de unplotter, llevarlo al tamañoque la obra final va a tener,trabajando después sobre él.Así, lo que antiguamentetus ayudantes te llevaban allienzo, se traslada directa-mente, manteniendo tu pro-pio trazo y permitiéndote,incluso, trabajar, según losdistintos momentos en quete encuentres, en diversoscuadros que parten de unmismo inicio: porque Carlostambién nos explicó quehay veces que se da el mis-terio de que sabes que elcuadro ya está terminado,pero que si tiempo despuésvuelves sobre esa obra, tupropio tiempo vital es posi-ble que te haga sentir quefalta (incluso que sobra)algo, pero que ya no es ese

¿Qué se le pregunta a quien escapaz de plasmar en un lienzo, enun papel, en una tela, aquello quetú ves en sueños y apenas alcanzascon la yema de los dedos?

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cuadro, es otro, y con la in-corporación de los ordena-dores es posible, pues,volver sobre ese cuadro yconvertirlo en ese otro: en elnecesario en ese momento.

Y mientras, a mis anchas porsu estudio, saltaba a la vistael gran proceso de aprendi-zaje que este reconocidopintor sigue haciendo día adía: libros y más libros, ma-teriales diversos, estudios deproporciones y geometría,pruebas de texturas y mate-riales, disección de obras delos grandes maestros… por-que se ve claramente in-cluso para mí, que no tengoni idea de todo esto, quedetrás de toda esta obra hay

un conocimiento exhaustivoy un gran dibujante, unamente inquieta y muchashoras de disciplina y trabajo,unido al fundamental ingre-diente que es hacer lo quegusta hacer, plasmando loque se quiere transmitir yencontrando caminos parahacerlo.

Carlos Franco, pues, nos in-cidió en que lo importantesiempre es lo que una obraes capaz de expresar, lo queahí está plasmado, no elcómo o con qué. Nos regalóen palabras justo lo quetransmiten sus creaciones:“la pintura tiene la capaci-dad de mostrar imágenesinternas: es fotografía de

paisaje interno”. La suya,desde luego, lo es.

Desde aquí os invito a quedescubráis, os adentréis orecorráis de nuevo la obrade Carlos Franco: a buenseguro a cada uno os su-surrará al oído palabrasdistintas, sensaciones dis-pares. Pero lo que tengoclaro es que nadie es capazde quedarse indiferenteante un regalo de vidacomo el que supone estre-mecerte ante la plasma-ción de algo que te acunay te remueve a partesiguales, que se te metemuy dentro sin que pue-das –ni quieras– hacernada por evitarlo. n

porque se ve claramente incluso para mí, que no tengoni idea de todo esto, que detrás de toda esta obra hayun conocimiento exhaustivo y un gran dibujante, unamente inquieta y muchas horas de disciplina y trabajo

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Cuando “la pintura decaballete”, está em-pezando a desapare-

cer creando una convulsiónentre los pintores tradicio-nales, solo sobreviven losque no se han dejado llevarpor dogmas y aún siguenexperimentando con sustrabajos; éste es el caso deCarlos Franco.Carlos Franco en una re-ciente visita a su estudio,nos definió el arte comotodo acto consciente o in-consciente que tiene quever con la comunicación,para ello necesitamos unlenguaje (Código de signos)que basado en la gran tradi-ción pictórica se renueve ose reinvente, el acierto o elcuadro fallido depende detu trabajo, esa es la “acti-tud” de Carlos ante el actocreativo.Ha incorporado reciente-mente a su obra los avancesde la tecnología informática,

ESCRIBE JOSE PARDO

CARLOS FRANCOUN AUTODIDACTA INCANSABLE

trabaja sobre sus dibujos,sus propias huellas, en unjuego de imágenes que nopierden la raíz del lenguajeoriginal, por eso la pinturade Carlos sigue siendo abso-lutamente personal. Noscuenta que antiguamentelos pintores tenían en el es-tudio ayudantes para prepa-rarles los cuadros(impagable hoy en día), latecnología le facilita ese tra-bajo y le ofrece posibilidadesilimitadas en su procesocreativo, por lo que lo consi-dera un “regalo”. La mezcla de técnicas clási-cas y modernas, la riqueza yviveza de su paleta cromá-tica y el eclecticismo de sustemas, añadido a sus vigo-rosos dibujos tienen un re-sultado impactante, que teagarra y tarda en soltarte.La inquietud creativa, deeste gran autodidacta incan-sable, rompe las barreras delos géneros convencionales.

Currículum

Carlos Franco (Madrid, 1951) comienza a exponer suobra individualmente en Pamplona en la década de lossetenta (Sala Doncel, 1971) e inmediatamente en la Ga-lería Amadís de Madrid, ciudad en la que su presenciava a ser constante. En ese momento, en la capital surgeun grupo de jóvenes artistas, la figuración madrileña delos años setenta, que regresan a la expresión figurativa,enfrentándose al Informalismo representado por elgrupo El Paso, desaparecido en la década anterior. En1989 se le adjudica el concurso para la realización de laspinturas murales de la Real Casa de la Panadería (PlazaMayor, Madrid). Ya anteriormente había realizado lasilustraciones en grabado para La Eneida de Virgilio (edi-ciones Turner, 1988). En 1995 presenta una colección deesculturas en hierro forjado y en chapa de hierro cortadacon láser para la firma Loewe Hnos., expuestas en todoslos escaparates de sus tiendas españolas durante el año1996, y posteriormente con Manuel Guardia en la casade Godoy (Villaviciosa de Odón). En el año 2003 tienelugar su primera exposición en la Galería Marlborough(Madrid). En el 2004 pudo contemplarse su obra en unamuestra itinerante organizada por Seacex en el Museodel Canal Interoceánico (Panamá), Centro Cultural deEspaña (Cartagena, Colombia), Museo Óscar Niemeyer(Curitiba, Brasil), Sala de Exposiciones del BBVA (SanJosé, Costa Rica) y Centro Caixa Económica Federal (Sal-vador de Bahía, Brasil). Así mismo, su obra gráfica semostró en el 2007 en una exposición organizada por elMNCARS en el Monasterio de Silos (Burgos).La huelladel eco, en la galería Miguel Marcos (Barcelona).En 2008Tauromaquias en la galería Marlborough (Madrid) y Pin-turas y otras realidades en Gijón. En 2009 las tauroma-quias se exponen en el museo de Navarra y enSevilla.2010 Diálogos con Santiago Serrano en el mo-nasterio de Veruela (Zaragoza) y Entre líneas en la gale-ría Marlborough.

Su obra se encuentra en numerosas colecciones y mu-seos, entre los que podríamos citar MEAC (Madrid), LaCaixa, Instituto de Empresa, Fundación ICO, Museo deVitoria, Banco Hipotecario, Tándem DDM, Banco Euro-peo de Inversiones, Loewe Hnos., Argentaria, FundaciónMafre, Comité Olímpico Internacional, Colección Testi-monio (La Caixa), MNCARS (Madrid), Ayuntamiento deMadrid, etc.

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La voz de los nuevos vecinos

ElfriedeMaría Kreusel es unamujer austriaca rebo-sante de vitalidad, hu-manidad y sentidocomún que vino desdealguna parte del mundoen el año 2000 para ins-talarse entre nosotrosjunto a su marido y sustres hijas.Invirtió gran parte de suvida en un compromisosolidario con los demásque canalizó a través dela Iglesia y que la llevó avivir en Francia, Alema-nia, Holanda, ReinoUnido y Estados Unidos.

Querida Karine: ¿te acuer-das cuando éramos niñas?Yo sí. Solíamos sentarnos enun banco junto a la estaciónde nuestro pueblo desde

dondev e í a -mos elrío, lasmonta-ñas ylas in-t e rm i-n a b l e svías delt r e n .S iempre

te hacía lasmismas preguntas: ¿dóndeacabaran las vías? ¿Hastadonde llegará el río? ¿Quéhabrá detrás de las monta-ñas? Con 20 años salí a ave-riguarlo. En esta búsquedasigo. He aprendido muchoaunque sigue habiendo ríos,vías y montañas que me in-terrogan. Ya sabes que vivo en Villavi-ciosa desde hace 10 años.Todavía recuerdo el primerdía que llegué a este lugar.Llevaba tiempo en España.Había vivido en Móstoles yotros lugares de este paíspero al llegar aquí quedéprendada y comenté ¡cómome gustaría vivir aquí! ¡Porfin veía un pueblecito queme recordaba al nuestro!¡Quién me iba a decir

cuando me casé junto aotras 2075 parejas en elMadison Square Garden deNueva York que acabaría enun lugar tan bonito!Recuerdo que cuando contéen el pueblo que venía avivir a España todos me mi-raban con envidia porquerelacionaban este país consol, playa y vacaciones perotú sabes que las cosas noson tan simples.La primera imagen de estepueblo fue muy distinta alas primeras impresionesque tuve al conocer Españaen el 79. De aquella ocasiónrecuerdo que la gente fu-maba sin parar, que las ca-rreteras eran malas y dedoble dirección y que el te-rritorio era un espacioenorme, seco y vacío. Luegohe sabido que España esmuy montañosa y sus pai-sajes variados. En uno demis viajes a Austria, tambiénme llamó la atención ver enel tren de Madrid a Frank-furt a todos los pasajeros,casi todos españoles, char-lando animadamente y en eltrayecto de Frankfurt aViena observé que casi todoel mundo leía.

Cada nuevo vecinoque aterriza ennuestro pueblo ycomparte con nosotrosel día a día, no sonmeras estatuas quesalpican de exotismoel actual paisajeurbano. Son rostrosque en cada rasgo yarruga estándibujados, además delpaís donde nacieron yla edad querepresentan, la historiapersonal que lestrajeron hastaVillaviciosa. Son sereshumanos que buscanun lugar parasobrevivir, un sitiopara estudiar o bienun nueva residencia.Acua ha querido,desde sus páginas,poner cara y voz ados vecinos para quenos cuenten por qué ycómo están enVillaviciosa. Sonhistorias de deseos yde afectos. Historiashumanas que nosigualan a todos, a losnuevos y a los viejosvecinos. Elfriede y Francia noscuentan en estascartas sus andanzas,cómo nos ven y porqué recalaron enVillaviciosa.

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Francia Elena Londoñoes una vecina colom-biana de 32 años quevive en Villaviciosadesde hace tres junto asu marido, su hija, suhermana y su tío. Tra-baja en el servicio do-méstico. Habla eseespañol de Colombiacorrecto, suave yabierto que es una cari-cia para los oídos.

Querida María: Recuerdo cuando salí deColombia con 22 años, en-tonces se decía que si veniasa trabajar a España, reuníasdinero suficiente para com-prarte una casa y vivir bienen tu país.He vivido 8 años en Madridy alrededores aunque ahorame he instalado en Villavi-ciosa. Trabajo actualmenteen el servicio doméstico.Yo imaginaba este país deuna forma diferente perocon el tiempo me he idodando cuenta que no es tanmalo como me lo pintaban.La mayoría de su gente hasido buena, esa es la palabraque mejor define a los espa-ñoles que he conocido. En Villaviciosa son todosamables, es un pueblo muytranquilo y eso me gusta.Nos hemos adaptado a lagente de aquí y parece queellos también se han adap-tado a nosotros.Más que ganas de venir aEspaña era como deseos devivir mejor. La esperanza detener un buen futuro y aquíestamos: trabajando y ha-ciendo todo lo que pode-mos para seguir adelante apesar de estar lejos de nues-tros seres queridos.Por otra parte en este pue-blo estoy muy bien. Me en-canta todo: el paisaje, la

comida, el clima.Está todo bien aunque yoprefiero el clima tropical demi país.En mi tiempo libre siempreestoy con mi hija. Me gustair de paseo con ella por lacalle, a ella le encanta puesva saludando a la gente. Esuna forma de distraernos unpoco, por que la verdad tequeda poco tiempo de rela-cionarte. En ocasiones nosreunimos con amigos co-lombianos, lo pasamos bienrecordando cosas de allí ysintiéndonos nostálgicos.También tengo amigos es-pañoles que son divertidosaunque no niego que tene-mos costumbres diferentes.Aún así, a ellos les gustaprobar todo lo bueno queles puede ofrecer una cul-tura como la nuestra, les en-canta la comida, la músicaetc.¿Sabes?, a veces sí que me

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Además de por la bellezadel lugar decidimos veniraquí porque creíamos queera un lugar mejor paraque nuestras hijas pasaransu adolescencia. Móstolesera más grande y nos re-sultaba más agresivo.Ahora que ha pasado esaedad echamos de menoslugares donde nuestrashijas y otros jóvenes pue-dan disfrutar de una mejoroferta de ocio (cines, clubsjuveniles etc.). Mi corazóncentroeuropeo se estre-mece cuando veo toda labasura que inunda el par-que de los Patos o El Fo-restal (ya te hablé de esebosque de cuento). El otrodía ví horrorizada un patoasesinado por algún sal-vaje. Yo lo cogería y lo cas-tigaría a cuidar de losanimales durante un año.Algunos amigos se han idodel pueblo buscando unlugar con una oferta socialy cultural más atractiva. Yosigo manteniendo buenasrelaciones con la gente,tanto española como deotros países. No he vueltoa tener otro episodio comoaquella terrible situaciónen la que me ví envueltacuando una niña robó a mihija el monedero y cuandointenté que me lo devol-viera me ví rodeada por ungrupo de mujeres que gri-taban: ¡Vete a tu país!¡Fuera extranjera! Un maltrago que se ve compen-sado por el trato amable ycariñoso que casi siemprehe recibido de los españo-les. Se me ocurren muchasmás cosas que contartepero las voy a dejar para lapróxima carta.Un beso a todos.Elfried

siento extraña. Haydías que no encajas. Sonesos días en los que te le-vantas pensando en las per-sonas que tienes lejos y quequisieras que estén a tu ladoo, mejor aún, estar tu allícon ellos. Alguna vez sí quete encuentras con personasque no se sienten bien y noestán de acuerdo con queen este país haya extranje-ros, sobre todo de Americadel Sur. A esas personassiempre las ignoro aunqueme hagan pasar mal rato.La realidad sobre este paísaunque en crisis, es que hasido el mejor destino que hepodido escoger para emi-grar (sobre todo por elidioma ja,ja,ja)Un fuerte abrazo y besos atodos los tuyos Franci

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VILLAVICIOSA, un pueblo para

Siete días tiene la se-mana, veinticuatrohoras cada día, y aun-

que mi DNI refleja que soyresidente en Villavi-ciosa, prácticamente soloestoy en mi pueblo las horasque me paso dormida. Apesar de haber nacido aquí,haber estudiado en colegioe instituto locales, a pesarde que a la mayoría de mismejores amigos los he cono-cido y disfrutado en estepueblo, no considero quesea Villaviciosa el lugardonde vivo.Cuando me preguntan dedónde soy, respondo sindudar “de Madrid”. Hastaque no tenga que especifi-car mi residencia, no nom-bro Villaviciosa, y aun así,dada la experiencia, ni si-quiera eso, repito mecánica-mente “vivo en un pueblo allado de Móstoles, a 18 km.de Madrid”. Poca es lagente que conoce estelugar, y reconozco que tam-poco ayudo nada a que sal-gan de su ignorancia. Soyde Madrid y vivo en Madrid,pero resido en casa de mispadres, en Villaviciosa deOdón.Desde la adolescencia Ma-drid ha sido mi ciudad de re-creo, de disfrute, de ocio, deencuentros diurnos y noc-turnos. A partir de los 18años, además, se ha conver-tido en mi lugar de estudio,primero la carrera, ahora elmódulo, además de cursospor la tarde. Villaviciosa selimita a mi casa, mi cuarto y,sobre todo, mi cama.Desde pequeña me he sen-tido atraída por el bullicio,las luces, los colores, losmiles de rostros, todos anó-nimos, de Madrid. Quizá

genéticamente necesite esaagitación, esa vida, las mil yuna alternativas que meofrece la capital, pero estoysegura de que el hecho devivir en Villaviciosa ha fo-mentado esa necesidad degran ciudad.Reconozco que ir a Madridnunca me da pereza, portarde que sea o lejos adonde vaya. Sin embargo,volver a casa, salir por Villa,tener que hacer algún planpor el pueblo… me provocadesgana. Los planes que mepresenta son escasísimos.Para una chica joven de 23años como yo, Villaviciosame ofrece poco. Alternativasde ocio, apenas. Una exposi-ción bimensual en el Coliseo,obras de teatro, de danza,monólogos o conciertos,muy interesantes todos, sí,pero difíciles de acceder, yaque las entradas se agotan enseguida… Y hasta el si-guiente espectáculo… Losbares y discotecas están cor-tados por el mismo patrón:misma música, misma idea,mismo ambiente. Ni siquieraen la semana de fiestas elpueblo brilla con un clima es-pecial, diferente, lúdico.

No todo es tan malo; con-servo gratos y divertidos re-cuerdos: los momentos a lasalida del instituto, las cañascon los amigos, los encuen-tros callejeros con antiguoscompañeros de clase, lasfiestas en septiembre. Megustaba mucho el 20 deenero, San Sebastián, aun-que desde que empecé lacarrera, ya no lo puedo dis-frutar. Recuerdo la subastapor la mañana con mipadre, el sol de invierno queno calienta, pero da vida; laplaza llena de gente, la mú-sica, el baile. El ambientealegre y divertido propio deun pueblo celebrando unafestividad, quizá el único díaen el que el pueblo se vistecon las galas de un día defiesta.A pesar de haber casi dupli-cado su población en los úl-timos 15 años por la masivaconstrucción de viviendasunifamiliares y uniformadasy la avalancha de estudian-tes del CEES (conocidos porlos villaodonenses como“cesáreos”), este no deja deser un pueblo pequeño y to-davía mal comunicado.Dados mi horario y mis in-

quietudes, invierto más detres horas diarias (inclu-yendo fines de semana) entransporte público. Es ciertoque la frecuencia y serviciosde la blasa han mejoradoconsiderablemente, espe-cialmente a la hora punta yen el tema de los búhos. Sinembargo, Villaviciosa siguecontando únicamente conun solo sistema de trans-porte, sin alternativas, sinposibilidad de variar si algúndía hubiera algún supuestoque no permitiera circular elautobús. Por un lado tancerca de Madrid, por otroaún tan lejos…Mi intención es vivir enMadrid, aunque con lasvueltas que da la vida,nada puedo asegurar. Loque sí sé con seguridad esque no residiré en una po-blación pequeña, no en Vi-llaviciosa de Odón. Eso sí,seguiré reservando el tercery cuarto fin de semana deseptiembre para venir adisfrutar de las fiestas “demi pueblo” y, sobre todo,de sus gentes, la verdaderajoya de la corona de estemunicipio pequeño y de micorazón.

ESCRIBE LAURA G. ÁLVAREZ

Para una chica joven de 23 años comoyo, Villaviciosa me ofrece poco. Alterna-tivas de ocio, apenas.

Para dormir

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ra vivir o para dormir

Debido a mi trabajo,paso mucho tiempoen Andalucía. Mi

acento provoca una pre-gunta repetida: —“¿Dedónde eres?”; —“De Ma-drid”, respondo. Inmediata-mente me hablan del estrés,prisas, enormes distancias,tráfico infinito, gran inver-sión de tiempo en desplaza-mientos... Es justo aquícuando matizo y explico

que en realidad soy de unpueblo pequeño que se en-cuentra a 20-30 km de lacapital, y que presenta nu-merosas ventajas, tantas,que proporcionan calidad devida.Como todo, Villaviciosa deOdón tiene su cruz y sucara. Su cara comienza despuésde un largo y duro día detrabajo. En cinco minutoscruzas sus calles, sin invertirminutos de más, en obliga-das paradas de semáforos, yaparcas el coche a no másde tres minutos andando dela puerta de casa.Al despojarte del trabajo,puedes pasear por parques,pinares, descampados otranquilas vías sin que laprisa atropelle o el ruido es-trese.Si lo que te va es el deporte,hay una gran cantidad de

oferta deportiva (gimnasios,piscina, canchas de futbol ybásquet), caminos y lugaresdonde correr o rutas paramontar en bici.Lo mejor es que a todosestos lugares podrás ir sinnecesidad de coger coche,taxi, autobús o moto, pueslas distancias serán nuestramenor preocupación o ex-cusa para no acercarse ohacer.Esto nos lleva a que tomaruna cerveza, un vino ce-nando o la ‘última’ copa dela noche antes de ir a acos-tar, no nos dará ningún dis-gusto al soplar, tras la ordende la autoridad.En agenda cultural la patadel banco se acorta, de-jando cojo a una localidad,la cual se apoya en munici-pios más preocupados por lacultura. Bien es cierto que elColiseo oferta teatro, pero

para poder acceder, tienesque comprar la entrada conuna antelación poco prác-tica para el estilo de vida deuna población joven y diná-mica. Cuando se trata deuna obra afamada, inclusodos meses antes de su re-presentación es casi imposi-ble adquirir una entrada.Al despertar el fin de se-mana, podemos competiren diferentes ligas, con ami-gos o compañeros de ocio,sin ir más lejos, no hay másque ver el ambiente en loscampos del Vaíllo. Las eda-des de los participantes vandesde los quince, veinti-nueve como quien escribe,hasta que el cuerpoaguante.Si lo que en realidad deseases vegetación tienes el fo-restal o si necesitas parquesel abanico se amplía comode si de una experta bai-

laora se tratara, pues la al-ternativa es variada. Reco-rrer kilómetros sobre tu bici,tanto de montaña como decarretera, será fácil y conuna gran numero de rutas ycaminos.Podemos recoger setas, car-dillos o espárragos, depen-diendo del mes en el quenos encontremos.Algo único es poder divisar,desde diferentes lugares delpueblo, la puesta de sol,gracias a la contenida alturade sus edificios, que ademásno nos darán sensación deagobio, ya que desde mu-chos lugares veremos el ho-rizonte despejado, creandouna sensación de paz ybienestar.Es por ello que Villaviciosade Odón recoge las impres-cindibles características paraser un pueblo que goza decalidad de vida. Haciendode él, un pueblo para disfru-tar.Lo que más valoro, es quetomar una copa, ir a un par-que, practicar deporte, ir alcampo, hacer la compra,...todo esto y más, lo encuen-tro en mi mano, tan cerca,que tan sólo necesito ganaspara disfrutar de varias acti-vidades en una mañana otarde. Algo impensable encualquier ciudad grande.

ESCRIBE CARLOS GARCÍA LABRADOR

Es por ello que Villaviciosa de Odón re-coge las imprescindibles característicaspara ser un pueblo que goza de calidadde vida. Haciendo de él, un pueblo paradisfrutar.

Para vivir

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PoesíaNueva Canción de las Criaturas

"Sé cortés", rogó San Francisco al hermano fuego antes de que los médicos quemaran sus ojos intentando curarle

Ésta es la nueva canción de las criaturas

El hermano sol abrasa, la luna congela el fuego nos quema, saltan por los aires nuestros hermanos los hombres al compás de las bombas. Las estrellas son preciosas pero también estallan.El agua inunda nuestras casas y ahoga a nuestros seres queridos. El aire contaminado es nuestro cáncer.

Yo creo que las criaturas y su Creador quieren que despertemos de un sueñoy sonrientes nos dicen:"Otro es el universo, no sois la medida de todas las cosas, no sois la medida de vosotros mismos" Loadas sean pues todas las criaturas

y su Creador que nos arrojan y llaman a una nueva luz, la luz de siempre, que nuestros ojos, sólo pensando en nosotros, no nos dejan ver

"No eres tu cuerpo, no eres tu mente, sé todo esto, sé lo que eres en realidad":ésta es la canción que le oigo susurrar al Señor y su universo esta dulce mañana de otoño.Y ante la gran avalancha de seres que vienen hacia nosotros y nos invitan a unirnos a esta mañana universal, parafraseando a San Francisco, creo que ha llegado el momento no de pedir piedad a las cosas, sino de acogerlas y recibirlas diciendo:"ha llegado para mí el momento de ser cortés con vosotras"

Miguel Ángel Bernat

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Fue abrir el primer nú-mero de Acua, y sen-tirme identificado. Yo

no he sido olímpico, ni heparticipado en Mundiales, nipor supuesto soy campeóneuropeo, pero comparto lacuna y las impresiones deChema Martínez. Puedodecir con orgullo que él re-presenta a varias generacio-nes que disfrutan con unaactividad deportiva en Villa-viciosa de Odón.Mi caso es el de cualquiermuchacho que intenta prac-ticar casi todo: ajedrez,tenis, natación, ciclismo… yel fútbol. El deporte rey ennuestro país también lo esen nuestro municipio. En elcaso masculino, porque elotro género está obviado o,para ser más diplomático,poco impulsado. Los finesde semana, los nuevos cam-pos de El Vaíllo se convier-ten en nuestra parroquia, unlugar de congregación decentenares de jóvenes queluchan por salir victoriososcon fe y un motivo paramantener el contacto sema-nal que las obligaciones co-tidianas impiden. Salvodevaneos, se fomentan losvalores sanos de la compe-tición y los retos personalesy colectivos. Se suceden lastemporadas, pero la ilusióndentro del campo y en eltercer tiempo se mantieneperenne. Las consumicionespostpartido forman partedel ritual para estrechar im-presiones e incluso hay oca-siones que este acto sueleser más divertido y amenoque el encuentro en sí, a lavez que todos somos partí-cipes, jugadores, entrenado-

res y colegas (porque deciraficionados es exagerado).Es más, a medida quevamos creciendo, la emanci-pación está más integrada,pero no sirve como excusapara faltar a la cita. Los kiló-metros no son argumentopara no acudir, más bientodo lo contrario, porquesirve como impulso para se-guir ‘haciendo pueblo’. El baloncesto también ha te-nido una vinculación en miinfancia y juventud. No pormi implicación de primeramano, sino por el segui-miento a mis amigos. Gra-cias a ellos, me pude insertaren una atractiva telaraña te-

jida a base de grandes prin-cipios morales y lazos de fa-miliaridad. Así se reflejó en2006 con la consecución delCampeonato del Mundo enJapón por parte de Gasol,Navarro, Rudy y compañía.Justo al acabar la Final, nosjuntamos un grupo de cha-vales (propios y extras,como era mi caso) quehabía madurado a la sombrade una canasta, para brindarpor unos atletas que logra-ron desbancar del papelprotagonista al balompiépor unos días. Fue un ho-menaje a sí mismos. Y esto se podría extrapolar,ya que a pesar de que ‘no

he metido el pie’, tengo co-nocimiento de que estoocurre también en el balon-mano, donde además tene-mos a algún jugador en laliga nacional más impor-tante, la ASOBAL, o la gim-nasia rítmica, con paisanasnuestras que han sido inte-grantes del equipo español. El ánimo infantil sigue in-tacto desde que sales de tucasa hasta que vuelves, másallá del resultado en tu com-petición, e incluso se hacecreciente al mezclarse con laexperiencia, y espero –espe-ramos– que pueda ser here-dado a los que vendrán.Porque al fin y al cabo, loque se pretende es educaren el camino hacia la felici-dad. No es necesario ser unChema Martínez, pero sí esimprescindible seguir siendoun niño. Seguir aprendiendoy seguir disfrutando. Ypoder compartirlo.

Un balón que hace puebloESCRIBE VÍCTOR GODED

Mi caso es el de cualquier muchachoque intenta practicar casi todo: aje-drez, tenis, natación, ciclismo… y elfútbol. El deporte rey en nuestro paístambién lo es en nuestro municipio

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ESTANCIA DE JOSÉ MARTÍ,PADRE DE LA PATRIA CUBANA, EN V

Villaviciosa es el vínculoque relaciona a dos gran-des personajes de la litera-tura y el pensamiento de lacultura en lengua espa-ñola: José Martí (José Ju-lián Martí Pérez LaHabana, 1853-Dos Ríos1895) personaje funda-mental del pensamientopolítico hispanoamericanodel Siglo XIX, poeta, perio-dista y luchador por la in-dependencia y padre de lapatria cubana y JoséMaría Valverde (Valenciade Alcántara 1926-Madrid1996), poeta, crítico litera-rio, profesor y traductor.

José María Valverde llegó aVillaviciosa de Odón de lamano de su esposa Pilar Ge-faell Goróstegui (hermana

de María Luisa, autora de“Las hadas de Villaviciosade Odón”).

Creemos que durante la pre-paración del capítulo corres-pondiente a José Martí, queincluiría en “Historia de la li-teratura universal” (1986),escrito en colaboración conMartín de Riquer, Valverdedescubrió la estancia estivaldel joven desterrado JoséMartí en la casona de D. Jo-aquín María Goróstegui yGaragarza, vecino de estepueblo que había ejercidodiferentes cargos de respon-sabilidad en la administra-ción de Cuba.

El paso de Martí por nuestropueblo quedó reflejado enel perfecto y delicado

ESCRIBE JUAN MANUEL PALACIOS

José Martí

La primera de laizquierda EnmaGorosteguí y susprimas las her-manas Robles.

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N VILLAVICIOSA

poema que le inspiró la bellaEmma, hija sordomuda desu anfitrión.

Gracias a José María Val-verde, que opinaba queMartí era uno de los gran-des prosistas en lengua es-pañola del Siglo XIX, y a suesposa Pilar Gefaell Gorós-tegui, el paso del escritorcubano por Villaviciosa fuedescubierto, revelado y di-vulgado, y gracias al actualinquilino de la casa donde sehospedó el sobrino nieto dela bella Emma, Juan CarlosFernández Goróstegui, hallegado hasta nosotros estabonita historia.

El episodio que tenemosentre manos reúne los in-gredientes necesarios queconvierten, una vez más, unhecho real en una sugerentey evocadora pieza literaria.

Por una parte, Martí, apa-sionado y frágil poeta de 19años que ya había conocidoel presidio y fue desterradoa la capital de un antiguoimperio a punto de extin-guirse, joven asiduo a lastertulias de los cubanos queconspiran en Madrid contraMadrid; por otra parteEmma, guapa hija sordo-muda del alto funcionarioD. Joaquín Gorostegui quevivía junto a su familia en elcaserón de Villaviciosa, pe-queña mota verde en la es-tival meseta amarilla.

Pero comencemos la histo-ria por el principio. ¿Qué

hacía José Martí en Villavi-ciosa de Odón en julio de1872? El poeta desembarcóen España en enero de 1871tras pasar seis meses en unpenal acusado, junto a otrosestudiantes, de conspirarcontra la corona española.Además, a Martí le encon-traron en su casa una cartadirigida a un compañero decolegio que quería ingresaren el ejercito español y haciaquien el poeta se dirigíacomo “El apóstata”. El ape-lativo explica perfectamenteel contenido del escrito.

En España Martí era unjoven estudiante de Dere-cho desterrado, sin dineropero con un amigo, su com-pañero de presidio FermínValdés Domínguez que aca-baba de vivir la terrible ex-periencia de participar enuna lotería macabra en laque las autoridades españo-las sortearon tres penas demuerte, que pretendían serejemplares, entre ocho estu-diantes de medicina. Amboscompartían destierro, sole-dad y el profundo dolor delpresidio y la ausencia de sus

compañeros fusilados.Martí, hombre de salud frá-gil, se sentía agotado tras uncurso académico en Madriddonde había sobrevividogracias a algunas traduccio-nes y clases particulares.

No podemos precisar si fuegracias a Fermín que podríallevar recomendaciones parael padre de Emma o a lasgestiones que realizó un di-putado, conocido de la fa-milia de Martí, que en algúnescrito aparece como “Elmontañes”, el caso es queD. Joaquín Gorosteguibrindó su hospitalidad alpoeta.

Tras las terribles experienciasque había vivido el jovenpoeta, Villaviciosa se convir-tió en un balsámico refugiodonde pudo disfrutar detranquilas conversacionesen el portalón del caserón,de los ojos expresivos deEmma, y del efervescenteambiente de este pueblo.Ambiente heredado de laexistencia de la primera Es-cuela de Ingenieros Foresta-les (1848–1871).

En Villaviciosa vivieron, du-rante 20 años, varias pro-mociones de jóvenesestudiantes y algunos profe-sores, representantes de laEspaña ilustrada y moderni-zadora que proporcionaronal lugar una vida cultural ysocial muy rica. No es difícilimaginar a Martí en las ter-tulias que tenían lugar en losjardines y casas del pueblo,

Portal de la casa donde se alojó José Martí.

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compartiendo inquietudescon estudiantes y profesoreso paseando con alguno deellos por el Forestal, viveroexperimental de la Escuela.Bosque al que más tarde,Martí haría referencia enuna de sus crónicas para lapublicación, “La América”,(Nueva York, agosto 1883)en el artículo “México siem-bra su valle”: “Sucede a lospueblos como a los hom-bres: son locamente pródi-gos en la juventud de lasfuerzas cuyo valor no en-tienden y por cuya repara-ción suspiran en lamadurez. Repoblar los bos-ques está siendo para Es-paña cuestión vital, que traepreocupados, muchos añoshace, a aquellos inteligentesingenieros forestales queestudiaron a la sombra delrecio castillo de Fernandoen la alegre Villaviciosa”.

La tranquilidad, el descansoy la presencia de Emma de-volvieron a Martí la miradadel amor y la belleza. Elpoema “A Emma” nacióuna de aquellas tardes delverano de 1872, aunque cu-riosamente no fue publicadohasta 1888 en el periódicohabanero “El Cubano”. Nosabemos por qué el poemapermaneció oculto 18 años,ni la razón por la que fuepublicado. Tampoco sabe-mos si fue Martí quien deci-dió su publicación o si losresponsables de la misma locopiaron de una edición an-terior. Más enigmas paraesta romántica historia.

Desde el punto de vista lite-rario Martí fue, según JoséMaría Valverde: “En ciertomodo, “modernista”, peroexcluyendo el lado decante ydecorativo de este término”.

En su poesía prima la ideasobre la forma y el mismoMartí se desmarca de losparnasianos franceses: “esostrabajadores del verso a quie-nes la idea viene como arras-trada por la rima”.

Este es el bonito poema quenos legó el poeta, el másbello piropo que inspiró lamirada expresiva y el silen-cio elocuente de la jovenEmma.

A EMMA

No sientas que te falte

El don de hablar que te arrebata el cielo,

No necesita tu bellaza esmalte

Ni tu alma pura más extenso vuelo.

No mires, niña mía,

En tu mutismo fuente de dolores,

Ni llores las palabras que te digan

Ni las palabras que te falten llores.

Si brillan en tu faz tan dulces ojos

Que el alma enamorada se va en ellos,

No los nublen jamás tristes enojos,

Que todas las palabras de mis labios,

No son una mirada de tus ojos…

(Villaviciosa, 10 de julio de 1872)

Martí es de los pocos cubanos compartido portodos los cubanos, ya vivan en La Habana o enMiami, ya sean castristas o anticastristas. Bastacon ir a Cuba y ver el continuo homenaje de la re-volución al poeta: estatuas, frases precisas escritas

en grandes carteles o escuchar la anticastristaRadio Martí emitiendo desde Miami para darse

cuenta de que el poeta abarca todo lo cubano, aun-que su ideal era aunar toda Latinoamérica.

Joaquín María Goróstegui y Garagarza, anfitrión de José Martí.

N N

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¿Monólogo?, ¿Comedia?

En una ocasión tuve lainmensa fortuna depresenciar un espectá-

culo de monólogos shakes-pearianos a cargo de StevenBerkoff: un simple cambiode iluminación marcaba elpaso a un nuevo personajey por el actor, su cuerpo y suvoz, desfilaron Hamlet,Macbeth, lady Macbeth, Ri-cardo III, etc. Shakespeare yun actor de ley. También mefue dado ver “Cinco horascon Mario”, de Delibes, ver-sión teatral en formato demonólogo, interpretado porLola Herrera. Un buen textoy una buena actriz.El monólogo, dentro delteatro, es ese discurso inte-rior, ese soliloquio, que pornecesidades de la escena, sedice en voz alta. El cogita-bundo de Hamlet es sinduda alguna el más cono-cido y posiblemente el másprofundo de todos y asíPeter Brook señala que ac-tuarlo ha de ser la meta detodo actor que se precie.Actualmente por monólogose entiende algo distinto: unhumorista televisivo, que noactor, que habla y cuentachistes y ocurrencias, bus-cando hacer reír al respeta-ble. La televisión altera lasemántica y trastoca la rela-ción natural entre signifi-cado y significante. Comedia, frente a tragediay drama, es el género teatralque persigue la expresión desituaciones y circunstanciasjocosas y cuya acción se co-rona con un final feliz. Co-media fue sinónimo deteatro. Mi abuela nunca

Teatro

decía “actor”, sino “có-mico”. Actualmente, por in-fluencia del televisivo Clubde la comedia, comedia vaconvirtiéndose en sinónimode monólogo, entendidoéste también en sentido te-levisivo.Hoy se da la curiosa circuns-tancia de que el públicoacude al teatro a ver encarne y hueso a quieneshayan aparecido previa-mente y hayan alcanzadonotoriedad en la pequeñapantalla, invirtiéndose así elsentido habitual del despla-zamiento entre los ámbitosde actuación.Porque es genuino productotelevisivo –la televisiónnunca puede crear un estilo,en palabras de Fellini–, el

engañosamente llamadomonólogo adolecerá, entreotras cosas, de vulgaridadcrónica y ello, en la sociedadde masas, le garantiza eléxito, reflejando como haceal hombre-masa en su ordi-nariez y zafiedad, en su po-breza lingüística y expresiva(que casa a la perfeccióncon la falta de recursos téc-nico-dramáticos del mono-loguista), en su visiónexistencial hooliganesca:“me vanaglorio de mi igno-

rancia, de mi pereza, de misubcultura televisiva, etc.” Yasí, irremediablemente,estos espectáculos quedancondenados a girar en tornoa los tópicos consumistasdel sexo mercantilizado, dela borrachera compulsiva ydesacralizada de alcohol, delos iconos de la pequeñapantalla y de la dictaduradel márketing. El muy malllamado monólogo es posi-blemente el más acrítico yadocenante espectáculo decuantos haya.“En todo cómico hay unaprofunda rebeldía moral queimplica la ingenuidad torpe eimproductiva de la infancia,a la vez que su bondad”, de-clara Pasolini. Nada de ello,pacientes lectores, encontra-remos en los monologuistasde la Paramount, quienes,como queda ya dicho, noson cómicos.

Mariano Aguirre(actor, director dela Troupe del Cre-tino,) analizará enesta sección los di-ferentes aconteci-mientos teatralesque pasen por

nuestro pueblo. No serán críticas sobrerepresentaciones, adaptaciones o monta-jes concretos sino reflexiones sobre dra-maturgos, géneros y el oficio decomediante.En esta ocasión reflexiona sobre los mo-nólogos tan de moda últimamente gra-cias a la televisión.

ESCRIBE MARIANO AGUIRRE

Steven Berkoff

Lola Herrera

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Novedades

El árbol como maestroA los niños y niñas de las escuelas de Villaviciosa de Odón. Con mucho gusto os dedico la HISTORIA DE UN ÁRBOL firmementepersuadido de que en ella encontrareis bastante que aprender… Escritopor Don Gonzalo López Polín en 1910.Didáctica y poética la idea, que Don Gonzalo nos propone en su “li-brito”: el amor a la naturaleza y el respeto a los árboles como un ca-mino de aprendizaje.Un olmo de los Testerales (El Forestal) es el protagonista; informadopor los paseantes y los pájaros que van a posarse en sus ramas, nos“cuenta” casi sin querer la historia de Villaviciosa. Aporta datos bas-tante novedosos a la historia de Villaviciosa, uno de ellos, que “El fo-restal” estuvo a punto de ser vendido al mejor postor en 1871; la ventano llegó a consumarse porque un veraneante, valiéndose de su sabery de sus relaciones, consiguió que el Estado cediera el Forestal al pue-blo de Villaviciosa. Ese veraneante era su padre, Don José López Polín.El Ayuntamiento, de mutuo acuerdo con la familia López Polín, ha te-nido a bien la idea de reeditarlo, para disfrute y conocimiento de los Vi-llaodonenses.Deseo de corazón que ese mutuo acuerdo sirva para que conozcamosotros escritos de Don Gonzalo, como las famosas “POSTALES DE MIPUEBLO” (famosas por desconocidas) escritas entre 1910 y 1926 queaportarían luz a la historia de Villaviciosa del primer tercio delsiglo XX.El nuevo libro, con ilustraciones de Ana Cano, fue presentadoen un entrañable acto por nuestro Alcalde José Jover, y res-pondió en representación de la familia, Luis López Polín agra-deciendo esta iniciativa del Ayuntamiento.José Pardo

En estas páginas recogeremos noticias de todos aquellos proyectos culturales que estén de trar que somos un pueblo en ebullición y que nuestros conciudadanos aportan al mundo c

La Educación en EspañaEl pasado 18 de noviembre Pedro Sáenz Almeida, junto con Carmen Maestro, presidenta del Consejo Escolar delEstado, presentó en la Casa de América de Madrid el libro La Educación en España. Esta obra, editada por el Gabi-nete de Estudios de Federación de Enseñanza de CC.OO., ofrece una visión detallada y objetiva de la situación ylos principales problemas de nuestro sistema educativo, tales como el fracaso y el abandono escolar prematuro, ola situación de los centros escolares y del profesorado en España. El estudio se asienta en el análisis de multitud dedatos extraídos de Informes nacionales e internacionales, relativos a la educación en nuestro país, y se completa conun amplio anexo documental de tablas y gráficos.

Los conflictossociales delcambioclimático

El pasado martes 14 de diciembre, tuvo lugar la pre-sentación del libro “Los conflictos sociales del cambioclimático” en el local de la Asociación de Vecinos deVillaviciosa. El acto, organizado por Ecologistas en Ac-ción de Villaviciosa de Odón (Villaviciosa Ecológica),contó con la presencia de su autor, Pablo Cotarelo,ingeniero de minas y coordinador estatal de cambioclimático de la confederación de Ecologistas en Ac-ción. El libro editado por Libros en Acción (proyecto edito-rial de la organización) nos presenta el fenómeno delcambio climático desde un nuevo punto de vista: elque coloca al ser humano en el centro del problema,como víctima y como responsable directo. Habla delcambio climático como generador de conflictos entodas las poblaciones del planeta, como crisis humanay como reto social que no podemos obviar. Es un libro escrito tanto para quienes consideran estefenómeno global como algo más que un aumento detemperaturas como para quienes en algún momentopensaron que los lideres políticos solucionarían el pro-blema, o que las poblaciones del Sur seguirían calla-das, o incluso que la tecnología nos libraría de él, quelas fronteras detendrían sus efectos o que podríamoscontinuar con el actual reparto de recursos del planeta.Un libro, en suma, que aclara algunas de las claves delas últimas cumbres sobre el clima: Copenhague yCancún.

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África Salvaje

El autor de estelibro/guía, no es otroque nuestro vecino de

Villaviciosa desde hace másde 25 años, Rafael CalveteÁlvarez de Estrada, perio-dista y fotógrafo de viajescon más de cuarenta añosde experiencia. Fue corres-ponsal de guerra y enviadoespecial internacional paravarias publicaciones y agen-cias de prensa europeas yamericanas, y trabajó enTVE en la redacción del PaísVasco hasta que decidió de-dicarse al reporterismo free-lance de los viajes y lanaturaleza. Ha dado lavuelta al mundo seis veces,ha visitado África en innu-merables ocasiones y haviajado a los lugares más re-cónditos del planeta paranutrirse de paisajes y cultu-ras diversas con los que ela-borar sus trabajos. Hapublicado media docena delibros y colaborado en másde veinte como fotógrafo yescritor, y sus trabajos hanestado presentes en más deun centenar de revistas yperiódicos de todo elmundo.Apasionado, desde joven,por la naturaleza y las cultu-

Novedades n desarrollando nuestros vecinos tanto en el pueblo como fuera de él. Queremos demos- o cultural su talento y su esfuerzo.

ras primitivas en sus trabajos hareflejado la mágica conexión delos pueblos primitivos con lafauna y la flora que les rodea.Este libro pretende ilustrar, orien-tar y ayudar a todos aquellos queestén interesados en el apasio-nante mundo del safari fotográ-fico. La elaboración de esteproyecto le ha llevado a África enmás de 20 ocasiones para visitarpaíses como Botswana, Suráfrica,Etiopía, Kenia, Tanzania, Mo-zambique, Namibia, Zambia yZimbabue, entre otros, y descu-brir los fascinantes rincones queofrecen a la hora de pensar enrealizar un Safari Fotográfico. “África Salvaje” Viaja al corazónde los mejores Safaris Fotográfi-cos y, según su autor, es el primerparto de un proyecto que tendrácomo finalidad publicar diferen-tes ediciones (blanco y negro,color y español e inglés) para fi-nalizar con un libro de gran for-mato que plasme lo que es elcontinente africano y las diferen-tes posibilidades de safaris foto-gráficos que el continente negroofrece a los aficionados.

Una guía imprescindible

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