Revista El Ojeador
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“Debo confesar que nací a una edad muy
temprana”, dijo el gran Groucho Marx. Se
preguntarán ustedes por qué ponemos
esta célebre cita de uno de los mayores
genios humoristas del siglo pasado.
Simplemente queremos hacerles caer en
la cuenta de un factor importante en el
fútbol, o más concretamente, en el
futbolista, la edad. Esta vez queremos
destacar la importancia de los factores
psicológicos que influyen en cada una de
las distintas “etapas” o fases por las que
tiene que pasar, inevitablemente, un
futbolista. Ustedes nos disculparán por
obviar una de las más importantes etapas
en la vida de un futbolista, la de
formación o aprendizaje, en la que
podemos englobar todo el periodo que
abarca desde que el jugador comienza su
experiencia en este hermoso deporte,
hasta que deja de ser amateur para
iniciar su etapa profesional.
Empecemos con la etapa de la “post-
adolescencia” o si ustedes lo prefieren,
“pre-juventud”. Este periodo podemos
acotarle entre los 17/18 años (la
precocidad a la hora de debutar con los
primeros equipos es cada vez menor,
como podemos ver con casos como
Oliver Torres o José Rodríguez) hasta los
22/23 años. Los jugadores, a estas
edades, aún están conformando su
carácter y su personalidad, y la manera
en que afronten este periodo será de
vital importancia para determinar qué
tipo de futbolistas serán en un futuro. De
hecho, una mala gestión de estos
factores, en algunos casos, pueden
![Page 3: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/3.jpg)
acabar con la carrera del futbolista
prematuramente.
Entre otras cosas, debemos tener en
cuenta los siguientes aspectos
psicológicos:
El jugador comienza a enfrentarse a
situaciones muy estresantes, contratos,
cifras exorbitantes, competitividad
extrema… Sin embargo, no podemos
todavía hablar de una persona adulta
como tal, sobre todo en jugadores con
edades inferiores a los 20 años. Por
tanto, se hace especialmente importante
hacer hincapié en la supervisión del
jugador por parte tanto de su entorno
familiar como de su equipo técnico,
poniendo especial énfasis en la
educación en valores propios de nuestro
deporte, para que no olviden fácilmente
de dónde proceden y cómo debe actuar
un jugador a lo largo de toda su
trayectoria profesional. Estamos
sentando los cimientos de cuestiones tan
importantes como la responsabilidad, el
compañerismo (y por tanto la solidaridad
con los demás compañeros), el esfuerzo,
la capacidad de superación, etc.
Como ya hemos visto en artículos
anteriores, la motivación es un factor
fundamental en el rendimiento del
futbolista. En estas edades es
especialmente importante controlar este
aspecto psicológico, en concreto en lo
que a la sobremotivación se refiere. Es
Oliver Torres, el
futuro cerebro del
ataque rojiblanco.
Inmadurez socio-emocional
José Rodríguez, uno de los canteranos
predilectos de Mourinho.
Ansiedad
![Page 4: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/4.jpg)
necesario controlar el ímpetu y ansia del
joven jugador por agradar y ser siempre
el mejor, porque como ya hemos visto,
un exceso de motivación repercute
negativamente en el desempeño
futbolístico.
Desde luego a esta edad el futbolista
puede aportar grandes cosas, aunque
éste, por el momento, no será el objetivo
prioritario. Muchos han despuntado en
esta etapa, es cierto, pero si preguntan a
un entrenador, les dirá que muy bien por
el colectivo, pero desde luego nadie
espera que un jugador pueda hacerlo en
esta edad. En esto del fútbol, como en la
vida, hay que subir peldaño a peldaño, y
ascender demasiado de prisa puede
acarrear problemas, tanto psicológicos
como deportivos. No citaremos ningún
caso de joven estrella frustrado… por
respeto, pero todos ustedes tendrán en
mente unas cuantas. En cuanto a los que
si consiguen llegar a la élite en esta
edad… chapeau, llegaran a ser leyenda.
Otra de las etapas clave que podemos
destacar en la vida de un futbolista es la
“madurez deportiva o máximo
potencial”. Este periodo lo podemos
enmarcar entre los 23/24 años y los
29/30 años, salvo raras excepciones de
determinadas fuerzas increíbles de la
naturaleza (dejamos a su libre elección
pensar en jugadores que, superada la
barrera de los 30 años, aún siguen dando
su máximo potencial tanto físico como
técnico/táctico).
En esta fase del desarrollo del futbolista,
el jugador está en su máximo apogeo, sus
capacidades físicas y futbolísticas están
en su mayor nivel de calidad y será
cuando alcance su mejor rendimiento en
el juego. Sin embargo, este estado de
supremacía también tiene sus riesgos y
sería conveniente controlar, desde el
staff técnico, los siguientes aspectos
psicológicos:
Como ya mencionamos en un artículo
anterior, manejar correctamente la
vanidad propia de un jugador en su
máximo esplendor como deportista de
élite, es todo un reto. Sin embargo, es de
vital transcendencia poner especial
cuidado en esta característica
psicológica, ya que un ego exacerbado
conlleva, inevitablemente, continuas
disputas del propio jugador con todos los
factores de su entorno, y por
consiguiente, al fracaso deportivo.
Este aspecto también sería destacable en
la anterior etapa de la prejuventud, pero
en este periodo, de madurez ya
Ego
Disciplina
El ego siempre ha sido un
acompañante de Balotelli.
![Page 5: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/5.jpg)
consolidada de la vida del futbolista, se
convierte en un factor más complicado
de manejar. El jugador probablemente ya
ha llegado a lo más alto (si no lo ha hecho
ya… difícil será que lo alcance); por tanto,
es complicado hacerle ver que sigue
teniendo que trabajar y esforzarse
exactamente igual que el primer día que
debutó en la élite y que, sin ese tesón y
trabajo constante, la gloria ser irá más
deprisa de lo que vino. Todos podemos
recordar algún caso de futbolistas que
tenían capacidades increíbles y que, por
este factor tan crucial, echaron a perder
sus carreras como jugadores “top”.
Es aquí cuando un futbolista debe dar su
máximo potencial individual. Si consigue
adaptarse al colectivo del que forme
parte, un jugador de esta edad será sin
duda un profesional a tener en cuenta en
cualquier equipo. Cuando pensamos en
cualquier futbolista de leyenda, al
margen de los jóvenes que despuntaron
prematuramente, es en este periodo
cuando han llegado a ser lo que son. En
el fútbol ”top”, que diría algún
entrenador, el jugador es consciente de
que está en su plenitud física, pero en
gran porcentaje, no llegan a comprender
que no están al nivel madurativo
adecuado, y en ocasiones, excesos,
demasiada exigencia, o creer que la
superioridad es tan manifiesta respecto a
otros, puede llevarles a que en la última
etapa de su carrera, no estén capacitados
para el deporte de élite.
Por último, y siguiendo la secuencia
lógica del desarrollo de la vida de
cualquier jugador de élite, llegamos a la
última etapa del futbolista, la cual
podemos catalogar como “la decadencia
o el final de la vida deportiva”. Los
jugadores, dependiendo de sus
capacidades, y la manera en que hayan
desarrollado las etapas anteriores de su
carrera, suelen llegar a este periodo a los
30/31 años, acabando sus carreras
deportivas en lo más alto hacia los 35/36
años, siendo generosos. A priori, el lector
puede caer en la fácil tentación de
pensar que a esta edad todos los factores
psicológicos se pueden volver en contra
del propio futbolista, y en cierta parte
tienen razón, pero sin embargo es
interesante trabajar los siguientes
aspectos psicológicos:
El jugador, al llegar a esta fase de su vida
deportiva, probablemente ha llegado a lo
más alto de su carrera, ha ganado lo que
Sociabilidad
París, la última estación de Beckham.
![Page 6: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/6.jpg)
estaba en su mano ganar, y tiene un
nombre y una reputación labrados con
mucho trabajo y esfuerzo. Esto puede
“endiosar” al futbolista, y hacer muy
difíciles las relaciones con el resto de sus
compañeros de equipo, ya que es fácil
que el jugador crea que tiene su sitio
reservado “per secula seculorum”, y que
nada ni nadie puede quitárselo. Por
tanto, es muy importante trabajar con
estos jugadores para que entiendan su
nuevo rol en equipo, de una manera
menos activa en el campo, pero muy
importante en la dinámica del grupo.
Siguiendo con lo expuesto
anteriormente, la asunción del nuevo rol
del futbolista en el último periodo de su
vida deportiva, puede ayudarnos mucho
en el manejo del grupo. Estos jugadores,
de manera natural, se convierten en
líderes indiscutibles del vestuario y, en no
pocas ocasiones, han sido los ídolos de
los nuevos jugadores que ahora ocupan
lugares titulares en el once inicial. Por
tanto, desde el cuerpo técnico se ha de
saber utilizar este factor de “poder”
sobre el resto de la plantilla para su
propio beneficio, dando un especial peso
y responsabilidad a estos “lideres” en
cuestiones como la motivación, la
cohesión del grupo y el esfuerzo del
colectivo para la consecución de las
metas y objetivos establecidos por el
club.En esta etapa, el jugador se
convierte en un arma de doble filo. Si es
capaz de asimilar su rol, será
indispensable, y como decíamos, su
liderazgo facilitará el trabajo del cuerpo
técnico. Quisiera mencionar aquellas
imágenes del debut de Kiko Femenía,
jugador del Barcelona B, en Primera
División con el Hércules. Ante la ansiedad
del chaval, un veterano como Rufete,
salta a la palestra ayudando desde el
banquillo a su compañero. Como
decíamos, indispensables. Si por el
contrario, no asimila el rol, pueden llegar
a ser desde poco importantes para la
plantilla, hasta los peores enemigos del
cuerpo técnico, porque canalizaran mal
ese liderazgo y además, si no juegan, no
aportarán al juego colectivo y mucho
menos en el individual.
Para que el futbolista asimile cada rol en
cada etapa, muchas veces basta, con que
no se olvide de la suerte que tiene
dedicándose a este deporte, y siendo
feliz practicándolo.
Liderazgo
Rufete y Kiko Femenía, la
experiencia y la juventud.
![Page 7: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/7.jpg)
El Rayo Vallecano vive uno de los momentos más dulces de su historia. Un
proyecto ilusionante que apuesta por un fútbol vistoso y ofensivo al que están
acompañando los resultados. Paco Jémez es el arquitecto de esta “revolución” que
hace disfrutar cada fin de semana a los sufridos seguidores rayistas.
Vallecas siempre ha sido uno de los
barrios más especiales de la capital. Un
ecosistema propio cuyo corazón, de
tradición obrera, late al ritmo de los goles
de su equipo de toda la vida. Lejos de los
despilfarros de los grandes y asumiendo
con orgullo su rol de modesto, el
aficionado del Rayo siempre ha mostrado
una lealtad infinita a sus colores
sobreponiéndose a los continuos
problemas que han asolado la entidad.
En los últimos tiempos hablar de este
equipo implicaba pronunciar el nombre
de la familia Ruiz-Mateos y de todos los
negocios, algunos más oscuros que otros,
urdidos por este conocido clan.
Jugadores que no cobraban, litigios
judiciales, afición descontenta y, casi
siempre pululando, el fantasma de la
desaparición eran los temas preferidos
para tratar la actualidad de un club en el
que lo deportivo parecía estar en un
segundo plano. La situación
afortunadamente ha cambiado.
Ya el año pasado, de la mano de José
Ramón Sandoval, el modesto equipo de
la capital realizó una Liga bastante
meritoria. A falta de más de diez jornadas
el conjunto estaba virtualmente salvado
y sólo una pésima racha final pudo
empañar el buen hacer de la primera
parte del curso. Pero allí estaba Tamudo
![Page 8: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/8.jpg)
para certificar la salvación (en fuera de
juego) en el tiempo añadido de un último
partido agónico ante el Granada, otro
momento para el recuerdo del menudo
delantero catalán.
Fue una temporada extraña, estilo
montaña rusa, esencia del Rayo
Vallecano. La felicidad de los primeros
meses, se transformaron en
preocupación y, cuando los nervios
agobiaban, terminó con el éxtasis final.
Sandoval, artífice del ascenso a Primera,
y gestor de la consolidación del club en la
máxima categoría no renovó por el club.
Por aquel entonces muchos opinaban
que la directiva pronto se arrepentiría de
esa decisión. No conocían todavía el
nombre de su sucesor: Paco Jémez.
El que fuera central del Córdoba, Murcia,
Rayo Vallecano, Deportivo de la Coruña o
Zaragoza al fin cumplía su sueño de
entrenar a un equipo de la Primera
División española. Su reto: evitar el
descenso y hacer olvidar el buen trabajo
de su predecesor. Objetivos ampliamente
cumplidos, cuando todavía queda más de
un tercio de la competición.
Este Rayo, octavo clasificado, ha dejado
de mirar el abismo de la Segunda para
soñar con volver a visitar Europa. Esta
vez por méritos clasificatorios y no por su
limpieza en el terreno de juego, motivo
por el cual recibió una invitación para
jugar la UEFA de la temporada
2.000/2.001.
El equipo de Jémez practica un fútbol
ofensivo, primando el ataque sobre la
defensa, y optando por dar espectáculo
al aficionado. Muchos han tachado los
planteamientos del preparador canario
de alocados, casi suicidas, enarbolando
como ejemplo el ´set´ (6-1) que le endosó
el Valladolid al equipo madrileño en la
primera vuelta. Lo abultado del marcador
final no empeña el gran inicio de partido
José Ramón Sandoval, héroe del
ascenso, ocupó el banquillo rayista en
la vuelta a la élite del fútbol nacional.
Durante media hora el Rayo fue equipo
de Segunda División, pero el gol de
Tamudo al Granada en el descuento y el
tanto de Falcao en El Madrigal acabaron
condenando al Villarreal.
![Page 9: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/9.jpg)
realizado por el Rayo. Un equipo valiente,
que con una defensa de tres, quiso el
balón para jugarlo con criterio y se vio
sorprendido por la efectividad del fútbol
directo de los vallisoletanos. Al acabar el
encuentro Paco asumió toda la
responsabilidad de la derrota y prometió
que iba a aprender de sus errores. Lo ha
cumplido.
Ese día fue uno de los momentos clave
de la temporada. El entrenador tenía dos
caminos: seguir apostando por
planteamientos valientes o abrazar a los
profetas del miedo. Eligió, con gran
criterio, la primera alternativa. El Rayo
podía perder, incluso él mismo acabar
fuera del banquillo, pero decidió que
tanto la gloria como el fracaso la iba a
saborear con su estilo. En otras palabras,
su equipo recibiría aplausos o pitos en el
área rival, no estaba dispuesto a predicar
el ´catenaccio´.
Meses después los resultados han
llegado. El modesto conjunto de Madrid
aspira a realizar la mejor clasificación en
la historia del club en Primera División.
Un hito que supone mejorar el noveno
puesto de Juande Ramos en la
temporada 1.999/2.000. Ese año el Rayo
fue líder de la tabla cuatro jornadas y
contaba en su plantilla con históricos del
club como Cota, Míchel, Lopetegui o
Cembranos.
Ahora la afición de Vallecas vibra con
otros jugadores. Es el turno de Baptistao
(uno de los futbolistas revelación de la
campaña que pronto cambiará de aires),
de Piti (capitán y máximo goleador del
club con 11 tantos), de Lass (un joven
talento al que todavía le falta madurar
Un técnico con carácter al que los
árbitros miran con lupa. No es extraño
verle dirigir al equipo desde la grada
cumpliendo sanción por una expulsión. Luis Cembranos vivió los mejores
momentos de su carrera en el
Rayo, llegando a debutar con la
Selección en un amistoso contra
Polonia. Un hecho histórico para el
modesto club madrileño.
![Page 10: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/10.jpg)
para asentarse en la élite), de Javi Fuego
(el timón del centro del campo), de José
Carlos (un habilidoso jugador formado en
las canteras del Recreativo de Huelva y
Sevilla) o de Amat (baluarte en la zaga
rayista cedido por el Espanyol).
Ya se han iniciado las negociaciones para
renovar a Jémez. Faltaría más. Tanto
Martín Presa, presidente de la entidad,
como su director deportivo, Felipe
Miñambres, saben de la importancia de
seguir contando con el entrenador que
está aumentando el índice de felicidad en
Vallecas. El problema del Rayo es el de
todo equipo pequeño cuyo rendimiento
sorprende: clubes de mayor prestigio y
generosos recursos económicos
intentarán captar todo el talento
franjirrojo para sus plantillas. Habrá que
estar atentos a las oficinas del club en los
próximos meses porque, si finalmente el
cuerpo técnico amplía su contrato,
empezaremos a ver el inicio de
conversaciones con pesos pesados de la
plantilla como Javi Fuego, Piti, ´Chori´
Domínguez, Casado, Delibasic o
Trashorras.
Bien haría la directiva en asegurar la
continuidad de un proyecto que ha
conseguido unir a los resultados con la
estética. De lo contrario sería volver a
construir el equipo otra vez, la mejor
manera de empeñar el buen hacer de
una temporada difícil de olvidar para una
hinchada fiel y sedienta de éxitos.
¿Seguiremos
viéndole la
próxima
temporada al
frente del
Rayo?
![Page 11: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/11.jpg)
Todos sabemos lo que cuesta sustituir a
un mito en una selección. En el caso del
combinado holandés hay varios
jugadores en la parcela ofensiva que van
cumpliendo ya sus añitos y empiezan a
necesitar un recambio de garantías. Para
el puesto del mediapunta clásico, Wesley
Sneijder era el claro titular, pero eso va a
empezar a cambiar porque desde abajo
viene empujando Adam.
![Page 12: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/12.jpg)
Este jugador, de origen marroquí pero
con nacionalidad holandesa, milita en las
filas del AZ Alkmaar, donde a sus 19 años
se ha ganado un puesto de titular y el
corazón de los aficionados.
Es un futbolista con una gran creatividad
en el fútbol ofensivo. Un buen asistente
imitando incluso las técnicas de pase del
genial Laudrup, me refiero a su
característica asistencia mirando al
tendido. Pero además del pase tiene la
virtud de poseer un buen disparo a
puerta, capaz de golpear al balón con
ambas piernas. Su tendencia natural es
jugar cerca del área rival pero también ha
sido colocado varias veces en la posición
de mediocentro o escorado a una banda;
típico, por otra parte, debido a que la
figura del mediapunta está en desuso
para algunos entrenadores.
En la actual temporada lleva jugados 35
partidos entre su club y la selección, con
unos registros de 7 goles y 10 asistencias.
Ya ha conseguido debutar con la
selección absoluta heredando el mítico
número 10 de Holanda. Ha pasado por
todas las categorías, desde la Sub 17, Sub
19 y Sub 21 hasta llegar a lo más alto el
año pasado con el debut con la absoluta.
En definitiva, este jugador va para figura
y figura de las buenas. Puede ser una de
las revelaciones del próximo Mundial o
quizás ser muy conocido antes de llegar a
la cita mundialista. Sea como fuere su
futuro estará lejos de la disciplina del AZ
Alkmaar porque los grandes pronto
andarán detrás de él. Con 19 años
tenemos jugador para rato.
![Page 13: Revista El Ojeador](https://reader034.fdocumento.com/reader034/viewer/2022042720/568c37421a28ab02359afd9f/html5/thumbnails/13.jpg)
Jonás Ramalho es ese tipo de jugador
joven que no llama a la puerta cuando
llega, sino que la tira abajo, porque este
chaval quiere y puede convertirse en el
jefe de la vanguardia rojiblanca.
En el Athletic están encantados con él y
Bielsa ya cuenta con Jonás en muchas
convocatorias. En la presente temporada
ya ha disputado 7 partidos con el primer
equipo, si bien es cierto que sigue
jugando mayormente en el Athletic B de
la Segunda División B. Por otra parte, en
la parcela defensiva el conjunto vasco
tiene multitud de jugadores y para colmo
con mucha experiencia, además de
contar con Aymeric Laporte, del que ya
hablamos anteriormente en esta sección.
Pero Jonás es un central diferente. Se
trata de un defensa muy poderoso
físicamente y rápido al corte, que va muy
bien cabeza. En el debe, cabe reseñar
que puede mejorar la colocación y el
marcaje a balón parado y la disciplina
táctica en la que a veces hace aguas.
Cosas de juventud ya que no hay que
olvidar que sólo tiene 19 años, esos
detalles los ira puliendo con la
experiencia.
Con La Roja ya ha participado en todas
las categorías inferiores, jugando con la
Sub 17 la cifra de 11 partidos, después
pasó fugazmente por la Sub 18 y, en la
actualidad, disputa los partidos con la
Sub 19 con la que lleva también a día de
hoy 11 encuentros.
Junto con Aymeric, son la pareja del
futuro para el Athletic, ellos son los
centrales del siglo XXI.