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cambio, puesto que se deja atrás la compra tradicio-nal en tienda, puesto o bodega que en su mayoría son informales. De esta forma, el cliente hace de la compra toda una experiencia, cuyas consecuencias son favorables para él mismo y para las entidades fis-calizadoras de tributos y de protección al consumidor. No podemos dejar de mencionar, del otro lado, las consecuencias contraproducentes para las micro y pequeñas empresas avocadas a los mismos rubros. A ellas les será imposible competir en precio y oferta con los gigantes apostados en el mercado. Sin embargo, no podemos dejar de mirar los fac-tores positivos de este cambio. El consumidor adop-tará nuevos estándares de atención que lo volverán más exigente e insatisfecho, lo que provocará que se brinde una mejor atención en los establecimientos. Además, la demanda producirá la entrada de una mayor gama de productos, diversificando el mercado.

Ivo Kalinowski

Los centros comerciales, en la actualidad, son un símbolo de progreso. No lo es así sola-mente para los distritos de la capital, sino, también, para las provincias emergentes. Hasta hace no mucho tiempo, un pue-blo o ciudad en vías de desarrollo debía contar con un determinado número de hospitales, es-cuelas, universidades y bibliotecas para ser con-siderado una zona en auge. Hoy en día, esas es-tructuras son consideradas por muchos como comodities; lo que distingue y diferencia a una localidad es la capacidad de traer, con la bonan-za económica, inversiones consumadas en Su-permercados, Shopping Malls y tiendas retail. Según últimas proyecciones, se estima que, para el 2014, contaremos con aproximadamente 100 centros comerciales esparcidos en todo el país.

Esto, desde un punto de vista favo-rable, significa crecimien-

to económico y apertura al

Edición y diseño: Estefano Bullón

Redactores:Ivo KalinowskiCarmen Mori

Estefano BullónJorge Andújar

Camila CarrilloBelgica Delgado

Nota del editor:

Cada día nos sorprende menos ser aquel usuario al que los diarios sensacionalistas apuntan. Estamos acostumbrados a verlos en las calles cual pop-ups en páginas web. Sin embargo, también, nos nutri-mos de este cuando la información nos interesa. In-cluso, nos podemos sentir identificados por el len-guaje que utilizan. Inconscientemente, a pesar de no tomarle importancia a artículos ‘chichas’, ser partícipes del rebote de una noticia nos hace analizar el caso. Ello, aunque no lo querramos ni lo admitamos, significa que nos hemos comido aquella historia alterada. Podemos alegar a muchas razones que nos alejen de tal conclusion, pero, en el fondo -muy en el fon-do- sabremos que hemos sido sometidos. De la misma manera, durante tantos años, la ciencia (es decir, el marketing tradicional) ha trata-do de demostrar que podemos ser seres racionales, que podemos no sucumbir ante las emociones e in-stintos. Día a día, descubrimos que eso es, practica-mente, imposible.

-eb.

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Hace aprox-imadamente 20, años se comenzaron los proyectos para la creación del tren eléctrico en nuestra capital, pues bien, este martes tres de enero se iniciaron las pruebas gratuitas para garantizar que su funcionamiento sea el adecuado. Las indi-caciones fueron las siguientes: el recorri-do se haría en nueve de las 16 estaciones, en horarios de 6 a 9 a.m. y de 6 a 9 p.m. El primer día de funcionamiento, el tren sufrió un corte de energía en la es-tación de Gamarra. Fernando Deustua, Gerente de Relaciones Institucionales, de-claró que el pantógrafo de la vía del tren entró en contacto con un cable, lo que provocó que se corte la electricidad. Este evento no pasó a mayores y el tren volvió a su funcionamiento al día siguiente. Este tipo de incidentes traen consigo la duda y el escepticismo del público usuario, lo que conlleva a la desconfianza en el servicio. Si bien es cierto que este medio de transporte ayudará a aliviar el tráfico de la

ci-u d a d , fomentará el orden y, en general, be-neficiará a la población, se debe pensar en cómo harán las autoridades para que los usuarios de este medio de transporte se familiaricen con él. Además, es necesario saber qué medidas se to-marán para prevenir diversos accidentes y cómo se fomentarán, más aun cuan-do este tipo de incidentes como el antes mencionado ocurren ni bien se inicia el periodo de prueba. El verdadero trabajo no fue la construcción del tren ni de las estaciones, sino, más bien, será, fomen-tar el uso adecuado del servicio así como dar seguridad del mismo a los usuarios.

Camila CarrilloPsicología del Consumidor

20 años fueron elcamino más simple;¿qué pasará ahora?

Hasta hace poco, las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, mantenían su atractivo en el campo del entretenimiento y el mundo de la interacción social. No es hasta hace poco que, el mundo se dio cuenta del gran potencial y poder que po-seen, estimulando, así, el deseo de muchos personajes por adquirir y ser parte de una porción de este sitio. En vista de este fenómeno, Facebook anunció su entrada al mundo de la bolsa, introduciendo casi 100 millones de acciones en la misma ($23 cada una). Esta medida logrará descentralizar la propiedad de Facebook y conseguir que muchas personas inviertan en una empresa que parece ser la más estable y la más precisa en estas épocas de crisis. Twitter no es la excepción, aunque escogió otorgar sus accio-nes a determinados personajes an-tes que cotizar en bolsa como otras

empresas. Por ello, hace unos días, el magnate y Jeque Alwaleed bin Talal compró por 300 millones de dólares el 3, 7% de la empresa Californiana. Ahora bien, sería sesgado pensar que las redes sociales no son sinónimo de poder. No por nada, en-tidades o agencias estatales se valen de este recurso para hacer moni-toreo y seguimiento a la población. En el otro lado, empresas y artistas lo hacen para difundirse o incremen-tar su popularidad. Por ello, las re-des sociales son el grial del siglo XXI. Tener una porción de e-llas significa tener un pedazo del mundo a futuro. Es una estrategia que favorecerá a los grandes inver-sionistas o futuros emprendedores. La tecnología nos envuelve hoy en día, y no es una premisa pretender que estar lo más cerca de ellas dará a sus participantes una ventaja compe-titiva en comparación con los demás.

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el inglés acapara indiscutidamente los gus-tos musicales mundiales; tanto las listas de ‘clásicos’ como las de éxitos globales de hoy contienen en su gran mayoría cancio-nes en este idioma, el cual sigue siendo un must indiscutido para los artistas que bus-can la internacionalización, a pesar de no ser su idioma nativo. Asimismo, las indus-trias encargadas de los blocksbusters mun-diales y las series más populares (The Big Bang Theory, CSI, por ejemplo) están en manos de los ‘anglos’. Por otro lado, los sur-coreanos tienen telenovelas y los japoneses el anime y el manga, que gozan de grande popularidad más allá de sus fronteras. Como podemos apreciar, China carece Probablemente, es este el pensamiento

de muchos angloparlantes a lo largo del mundo ahora que el idioma oriental toma relevancia y presencia cada vez más rápido en todos lados. Hoy en día, los caracteres chinos pueden verse tanto en grandes es-tadios de fútbol europeos como en caje-ros de bancos locales. Mientras que Eu-ropa y Estados Unidos se debilitan, la economía del “dragón” se fortalece, valo-rizando, así, su lenguaje. Hoy por hoy, si bien la importancia de poder comunicarse en chino es cada vez más innegable, este dista aún años luz de reemplazar al inglés en nuestro modelo cultural. ¿Por qué? Ocurre que, a diferencia del chino,

de vehículos culturales que despierten el interés del gran público por su cultura (y su idioma) más allá del campo de los ne-gocios. Para empeorar su situación, la ín-tegra dificultad y la fonética (ya que, como el francés, hay lenguas que son atractivas por sí mismas) del chino hacen especial-mente difícil la transición, sino imposible. Será más imperioso hablarlo en el futuro, no cabe duda, pero creemos que la simplicidad, belleza y presencia del inglés

lo mantendrán como el rey de los idio-mas. Por ello, hoy y por mucho tiempo en el porvenir, english is everywhere.

Jorge Andújar

¿Es el chino el idioma del futuro?

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Ayer, culminó el famoso Rally Dakar en nuestro país. Después de haber pasado por Argentina y Chile, siguió su recorrido en el Perú y pasó por las provincias Tacna, Moquegua, Arequi-pa e Ica; por último, como paradero fi-nal, llegó a la Plaza de Armas de Lima. Se tuvo una gran expectativa frente a este Rally, pues aparte de vendernos una gran experiencia, fui-mos espectadores de las marcas más prestigiosas, de los vehículos más impresionantes y los más veloces. Tambien, se dieron a conocer a los pilotos más destacados en distintas ca-tegorías, ya sea en camiones, mo-tocicletas, cuatriciclos o automóviles. Todo esto tendrá como punto de referencia al Perú, por lo que se espera que haya un gran impacto en nuestra economía, ya que aumentará el comercio, las reservas de hoteles, las actividades gastronómicas, asimis-mo, el transporte. Estos son algunos de los be-neficios del turismo nacional gracias al evento que se realizó ayer. Se hicieron algunas especula-ciones con respecto a las ganancias que tendrían los países por donde el Rally estaría pasando. Por ejemplo,

en Argentina, hubo una ganancia de aproxi-m a d a m e n t e 300 millones de dólares, según El Insti-tuto Nacional de Promoción del Turismo de ese país (Inprotur). Lamenta-blemente, la situación del evento en el Perú, no se presenta tan optimista, ya que el presidente de la Cámara Na-cional de Turismo (Canatur), Carlos Ca-nales aduce que es una “oportunidad perdida”, haciendo referencia al bajo número de turistas extranjeros que albergaremos (50 mil aprox.). Sin em-bargo, el presidente del IPD, Francisco Boza, estima una ganancia aproximada de 100 millones de dólares con el claro beneficio para el deporte peruano. Esto nos lleva a considerar si los futuros malos resultados económicos

serían por un mal manejo o inca-pacidad del Gobierno del Perú en cuanto a la promoción, difusión y exposición internacional del país como una de las sedes del Rally Dakar, pues este debería re-unir más ganancias. A todo esto,

solo debemos esperar cuál será la suma final que el Rally dejará en nuestro país y cómo se invert-irá luego en el deporte nacional.

Belgica DelgadoPsicología del Consumidor

¿Incapacidad o desinterés?

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A sólo unos días de que se cumpla un año frente al manejo de la Municipalidad de Lima, la alcaldesa, Susana Villarán, ha es-tado en boca de todos con comentarios que la han sentenciado a desde ya. Las encuestas afirman lo que se esperaba: su aprobación continúa descendiendo. Este mes solo ha recibido el 19% del respaldo de los limeños, a diferencia del inicio de su periodo cuando contó con 56%, según El Comercio. Varios residentes de lima están en desacuerdo con las medidas que se han tomado desde que ha ejercido el cargo; Incluso, muchas veces la comparan con sus antecesores, respecto al número de obras que realizaron. Ante ello, los cal-ificativos no se hicieron esperar: estos afirmaron que ella no posee la capacidad necesaria para manejar una ciudad tan complicada como lo es Lima. Sin embargo, la burgomaestre po-see (o poseía) buenas propuestas que, sin duda, cautivaron y convencieron a miles de limeños en las últimas eleccio-nes. Entonces, ¿qué es lo que ha fallado para llegar a tal desaprobación, apenas a un año de su jurisdicción? A pesar que Villarán cuenta con gran voluntad y grandes proyectos

(como el reordenamiento del tránsito y la seguridad ciudadana), el problema es que la demora de la ejecución de estas ideas da como resultado la percepción de que sea una gestión ineficaz y poco productiva. La población está acostumbrada a que ‘pro-greso’ sea equivalente a obras e inaugu-raciones. Incluso lo está muchas veces sin importar si aquellas obras son necesarias o si son la solución para tantos problemas so-ciales que impiden el crecimiento de nues-tra capital. Además de ello, otro error que con-tribuyó al descontento de los limeños fue la demasiada exposición pública. Ello no consistió en presentar avanc-es de obras, sino por el contrario, ex-poner sobre temas no municipales. Es decir, se basaron en críticas hacia la anterior administración. Aquello terminó por perjudicar aún más su imagen y poner en tela de juicio la seriedad de su labor. Hay que reconocer que, ahora que la alcaldesa se ha enrumbado a la acción como en el caso del reorde-namiento de la Av. Abancay, siempre salen críticas y manifestaciones. Estas quitan el visto bueno a medidas que se es-tán tomando por primera vez para el bien-

A paso lento, pero ¿seguro?estar de los transeúntes; se opaca, así, una gran iniciativa, que tal vez represente el comienzo de un cam-bio radical que tanto necesita Lima. Las cosas bien hechas toman su tiempo. Quizás la demo-ra sea cuestión de planificación, para que, d e

esta manera, no se sufran des-perfectos en el futuro. Algo tan acostumbrado -solo- en nuestro país.

Carmen Mori

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Hoy, ya no sabemos que significa justicia. Ladrones, corruptos e inocentes entran y salen de la cárcel –a excepción de los últimos-. Los diferentes entes legales del Estado peruano tratan de mantener esa imagen de justos, pero rara vez lo logran. En tiempos como este, amarillistas, ¿qué justicia debemos hacer valer? ¿Aquella que nos dice que alguien debe ir preso por matar a al-guien o aquella que nos dice que tenemos dere-cho a proteger nuestra vida a toda costa? En el caso Mansilla, matar a alguien pesa más que un simple intento de agresión. Sin embargo, jueces y demás miembros de la corte deben saber a lo que estamos expuestos los peruanos día a día. Un momento, no creo que no sepan. Es por ello que generó tanta controversia la noticia y provocó la suspensión de la jueza encargada del caso, Asunción Puma León. El Poder Judicial del Perú es un ente bas-tante accidentado, al igual que los demás po-deres del Estado. Durante varias décadas ha demostrado que las diversas dificultades por las que atraviesa (corrupción, robo, entre otras) son algo casi imposible de controlar. Ello perjudica tremendamente la imagen que da la justicia pe-ruana en sí; facilita a congresistas, magistrados, presidentes y demás a robar con la ilusión –no errada- de una inmunidad infinita.

A todo ello, este poder tan recto y ‘justo’ se rige-tambien-, hoy en día, por la prensa amarillista. Si una ley debe hacerte respetar no importa la gravedad del ‘crimen’, sino la posibi-lidad de que se piense que no existe transparencia en los procesos judicia-les. Artistas, cantantes y demás han sufrido por ser presos de este medio vil de demostrar que la ‘justicia’ en el Perú existe. Por ejemplo, casos como Carlos Cacho o Kike Suero nos dem-uestran que para ir preso necesitas ser conocido. Sin ir muy lejos, vemos a conductores de transporte público que tienen hasta 200 papeletas o ladrones de renombre que son ‘capturados’ y salen a las dos semanas. Esta no es una especu-lación, es nuestro día a día. No existe una solución; existe una regla: “a todos con la misma bara”.

Estefano Bullón