RÍOS Y VALLÉS, FERNANDO El Servicio Sacerdotal en La Obra de Jon Sobrino

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UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA FACULTAD DE TEOLOGÍA SECCIÓN DE TEOLOGÍA PASTORAL EL SERVICIO SACERDOTAL EN LA OBRA DE JON SOBRINO Valoración crítica y consecuencias pastorales para la construcción del pueblo sacerdotal AUTOR: FERNANDO RÍOS Y VALLES BOYSSELLE, MSPS DIRECTOR DE TESINA: JUAN PABLO GARCÍA MAESTRO, OSST Madrid-Junio 2009

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Teología Sacerdotal

Transcript of RÍOS Y VALLÉS, FERNANDO El Servicio Sacerdotal en La Obra de Jon Sobrino

  • UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA FACULTAD DE TEOLOGA

    SECCIN DE TEOLOGA PASTORAL

    EL SERVICIO SACERDOTAL EN LA OBRA DE JON SOBRINO

    Valoracin crtica y consecuencias pastorales

    para la construccin del pueblo sacerdotal

    AUTOR: FERNANDO ROS Y VALLES BOYSSELLE, MSPS

    DIRECTOR DE TESINA: JUAN PABLO GARCA MAESTRO, OSST

    Madrid-Junio 2009

  • Mira la morada de Dios entre los hombres: morar

    con ellos; ellos sern sus pueblos y Dios mismo

    estar con ellos. Les enjugar las lgrimas de los

    ojos. Ya no habr muerte ni pena ni llanto ni dolor.

    Todo lo antiguo ha pasado. El que estaba sentado en

    el trono dijo: Mira, renuevo el universo. Y aadi:

    Escribe, que estas palabras mas son verdaderas y

    fidedignas. Y me dijo: Se acab. Yo soy el alfa y el

    fin. Al sediento le dar a beber de balde del

    manantial de la vida. El vencedor heredar todo esto.

    Yo ser su Dios y l ser mi hijo.

    Ap 21, 3-7

    Mons. O. A. Romero 20/XI/1977

    Qu hermoso ser el da en que cada bautizado

    comprenda que su profesin, su trabajo, es un trabajo

    sacerdotal; cada albail, cada profesional, la seora del

    mercado estn haciendo un oficio sacerdotal.

    Cuntos motoristas s que escuchan esta palabra all

    en sus taxis.

    Pues t, querido motorista, junto a tu volante, eres

    un sacerdote si trabajas con honradez, consagrando a

    Dios tu taxi, llevando un mensaje de paz y de amor a

    tus clientes que van en tu carro.

  • NDICE DE CONTENIDO

    NDICE DE CONTENIDO.............................................................................................. ii

    SIGLAS Y ABREVIATURAS ....................................................................................... iv

    INTRODUCCIN............................................................................................................ 1

    CAPTULO I

    DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL........................................ 5

    1. LA FUNCIN SACERDOTAL EN EL PRXIMO ORIENTE ANTIGUO ................................. 6

    2. LA FUNCIN SACERDOTAL DE ISRAEL EN EL AT ........................................................ 7

    3. LA FUNCIN SACERDOTAL EN EL NT ....................................................................... 15

    4. VALORACIN SOBRE LA FUNCIN SACERDOTAL ...................................................... 31

    CAPTULO II

    DESARROLLO HISTRICO DE LA FUNCIN SACERDOTAL DE LOS FIELES........... 34

    1. LA FUNCIN SACERDOTAL EN LA IGLESIA PRIMITIVA............................................... 35

    2. LA FUNCIN SACERDOTAL EN LOS PADRES DE LA IGLESIA ...................................... 39

    3. LA SACRALIZACIN DE LOS MINISTERIOS: DE PRESBTEROS A SACERDOTES .............. 44

    4. LA FUNCIN SACERDOTAL DE LA IGLESIA EN SANTO TOMS DE AQUINO................ 47

    5. EL SILENCIO SOBRE EL SACERDOCIO DE LOS FIELES EN EL CONCILIO DE TRENTO .... 49

    6. EL IMPULSO RENOVADOR DEL S. XX........................................................................ 51

    7. LA FUNCIN SACERDOTAL DE LA IGLESIA EN EL CONCILIO VATICANO II ................ 54

    8. VALORACIN SOBRE EL DESARROLLO HISTRICO DE LA FUNCIN SACERDOTAL DE LOS FIELES ................................................................................................................... 64

    CAPTULO III

    LA DETERMINACIN DE LO SACERDOTAL EN LA OBRA DE J. SOBRINO ... 67

    1. CONTEXTO DE LA OBRA DE J. SOBRINO.................................................................... 68

    2. LA PROBLEMTICA DE LO SACERDOTAL: TENTACIONES Y CONSTATACIONES........... 75

  • 3. LA VALORACIN CRTICA A LA APORTACIN DEL CONCILIO VATICANO II.............. 79

    4. LA NECESIDAD DE DETERMINAR LO SACERDOTAL DESDE SUS RACES ...................... 82

    5. OPCIONES METODOLGICAS PARA DETERMINAR LO SACERDOTAL........................... 83

    6. LA DIMENSIN TEO-LGICA: LA REVOLUCIN EN LA REALIDAD DE DIOS................. 85

    7. LA DIMENSIN CRISTO-LGICA DE LO SACERDOTAL ................................................ 97

    8. CONSECUENCIAS PARA LA TEOLOGA DEL SACERDOCIO Y DE LOS MINISTERIOS..... 109

    9. CONSECUENCIAS PARA LA DETERMINACIN DE LA NDOLE SACERDOTAL DE LA IGLESIA...................................................................................................................... 110

    10. SNTESIS DE LA APORTACIN DE J. SOBRINO........................................................ 116

    CAPTULO IV

    VALORACIN DE LA APORTACIN DE J. SOBRINO........................................ 119

    1. APORTACIN ORIGINAL DE J. SOBRINO.................................................................. 120

    2. PERTINENCIA ACTUAL DE LA APORTACIN DE J. SOBRINO..................................... 121

    3. CRTICAS A LA APORTACIN DE J. SOBRINO........................................................... 127

    4. IMPLICACIONES PASTORALES PARA UNA IGLESIA PUEBLO SACERDOTAL ................. 141

    CONCLUSIN ............................................................................................................ 146

    BIBLIOGRAFA.......................................................................................................... 152

    NDICE GENERAL..................................................................................................... 161

  • iv

    SIGLAS Y ABREVIATURAS

    Documentos del Concilio Vaticano II

    AA Apostolicam actuositatem. Decreto sobre el apostolado de los seglares.

    AG Ad gentes. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia.

    CD Christus Dominus. Decreto sobre el oficio pastoral de los obispos.

    DV Dei Verbum. Constitucin dogmtica sobre la divina revelacin.

    GS Gaudium et spes. Constitucin pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual.

    LG Lumen gentium. Constitucin dogmtica sobre la Iglesia.

    NA Nostra aetate. Declaracin sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas.

    OT Optatam totius. Decreto sobre la formacin sacerdotal.

    PC Perfectae caritatis. Decreto sobre la adecuada renovacin de la vida religiosa.

    PO Presbyterorum ordinis. Decreto sobre el ministerio y vida de los presbteros.

    SC Sacrosanctum Concilium. Constitucin sobre la sagrada liturgia.

    Otras siglas y abreviaturas

    AA.VV. Autores varios.

    AAS Acta Apostolicae Sedis. Comentarium offciale, Roma 1909 (tomo I) ss.

    Aparecida V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LATINOAMERICANO, Discpulos y Misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en l tengan vida. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 16,4). Documento conclusivo, Aparecida, Brasil 2007.

    AT Antiguo Testamento.

    BAC Biblioteca de Autores Cristianos.

    DDB Editorial Descle de Brouwer.

  • v

    Denzinger E. DENZINGER (ed.), Enchiridion Symbolorum. Manual de los smbolos, definiciones y declaraciones de la Iglesia en materia de fe y costumbres.

    EN PABLO VI, Evangelii nuntiandi. Exhortacin apostlica al episcopado, al clero y a los fieles de toda la Iglesia acerca de la evangelizacin en el mundo contemporneo, 8 de diciembre de 1975.

    EVD Editorial Verbo Divino.

    Med. Dei. PO XII, Mediator Dei. Carta encclica sobre la sagrada liturgia, 20 de noviembre de 1947.

    Medelln II CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Documentos finales, Medelln, Colombia 1968.

    NT Nuevo Testamento.

    PG J. P. MIGNE, Patrologiae graecae cursus completus. Series Graeca (Pars 1857-1886).

    PL J. P. MIGNE, Patrologiae latinae cursus completus. Series Latina (Pars 1844-1864).

    Puebla III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. La evangelizacin en el presente y en el futuro de Amrica Latina, Puebla de los ngeles, Mxico 1979.

    RLAT Revista Latinoamericana de Teologa, Universidad Centroamericana Jos Simen Caas, San Salvador, El Salvador.

    Suma T. S. TOMS DE AQUINO, Suma Teolgica.

  • INTRODUCCIN

    1

    INTRODUCCIN

    La motivacin principal y ltima de nuestra tesina es la interpelacin personal y

    eclesial de la existencia, en nuestros das, de millones de personas que viven y padecen

    a diario el mundo de la exclusin. Los 11,4 millones de refugiados que actualmente se

    han visto obligados a abandonar sus pases de origen, debido a conflictos blicos,

    hambrunas o a la falta de un empleo que les permita sobrevivir con dignidad. Los

    pueblos africanos donde mueren 5 millones de nios al ao (unos 14.000 al da) a causa

    de enfermedades curables actualmente, como la malaria, las enfermedades transmitidas

    por el agua no potable, las diarreas y la desnutricin alimentaria. Los millones de

    latinoamericanos, paisanos nuestros, que se han visto en la necesidad de emigrar de

    manera ilegal a otro pas, a causa de las polticas neoliberales que no tienen en cuenta la

    dignidad y el sufrimiento de los campesinos y de los pueblos indgenas. Todos los

    pueblos que a lo largo y ancho de nuestra aldea global, adems de vivir bajo el umbral

    de la pobreza, se ven traspasados por el SIDA, el narcotrfico, la contaminacin

    ambiental, la guerrilla, la corrupcin y la explotacin laboral

    Segn el informe de 2007 del Programa de las Naciones Unidas para el

    Desarrollo, Amrica Latina tiene actualmente una poblacin de 545 millones de

    habitantes. De ellos 218 millones viven en pobreza y 87 millones en pobreza extrema,

    es decir en la miseria. El diez por ciento de la poblacin goza del 48 de la riqueza, los

    ms pobres solamente del 1,4 por ciento. Ms de la mitad de la poblacin est

    desempleada o no tiene un trabajo asegurado. El 9,1 por ciento de los nios estn

    desnutridos y sufren hambre. Las 500 personas ms ricas disponen de un ingreso

    superior al de la mitad de la poblacin total. La pauperizacin se ha acelerado en aos

    recientes y ha aumentado la concentracin de la riqueza.

    En palabras de I. Ellacura y de J. B. Metz, nos confronta y nos mueve el clamor

    que brota del prolongado e injusto sufrimiento de estos pueblos crucificados, desde sus

    ansias legtimas de vida, esperanza y dignidad. Un fuerte grito en el que se conjunta con

    fuerza el clamor de intercesin, por el cual la parroquia de Guadalupe, aqu en Madrid,

    las Religiosas de la Cruz y los Misioneros del Espritu Santo estamos convocados a

  • INTRODUCCIN

    2

    vivir intensamente como propio el espritu de Cristo Sacerdote y Vctima1, que nos

    lanza a sumarnos activamente, bajo el impulso del Espritu, a continuar a travs del

    tiempo y del espacio el clamor de intercesin que fue nuestro origen: JESS,

    SALVADOR DE LOS HOMBRES, SLVALOS!

    Ante la interpelacin existencial de estos clamores, nos preguntamos: Qu significa

    hoy continuar ese clamor de intercesin sacerdotal? Qu significa hacer memoria

    viviente del modo de interceder, reaccionar y acercar la salvacin del sumo sacerdote de

    la carta a los Hebreos: con una gran misericordia y con entera fidelidad a la voluntad del

    Padre? Cmo ejercer hoy el servicio sacerdotal de la Iglesia, que acerque

    histricamente la salvacin de Dios a los pueblos crucificados de nuestra Amrica

    Latina y de toda la aldea global?

    Con estas inquietudes de fondo, consideramos que un anlisis crtico de la

    aportacin sobre la determinacin de la realidad sacerdotal, del telogo J. Sobrino, que

    propone como anallogatum princeps de lo sacerdotal el acercamiento salvfico de Dios

    a los mundos necesitados de salvacin, nos puede aportar las luces necesarias para

    comprender mejor el mensaje de esos clamores, y para profundizar en el

    esclarecimiento de las concreciones histricas que ha de tener el sacerdocio eclesial, a la

    luz del Vaticano II y de la teologa latinoamericana.

    Somos conscientes de la fuerte problemtica que hoy en da conlleva casi todo lo

    relacionado con el trmino sacerdotal, porque con mucha frecuencia es un trmino

    que se presta a equvocos prcticos y tericos. Actualmente con el trmino sacerdotal se

    encubren o promueven formas de pensar y de actuar que no cuadran con el sentido

    original de la revelacin cristiana. Ejemplo claro de esto es el clericalismo y la

    identificacin casi automtica del sacerdocio cristiano con la figura de los presbteros, o

    la promocin de una accin pastoral de corte individualista e intraeclesialista, centrada

    en la celebracin del culto, sin la necesaria conexin con la entrega de la vida cotidiana

    al estilo de Jess y con la transformacin evanglica de la realidad. Tambin, la

    vivencia y el ejercicio del ministerio presbiteral desde la concentracin de poder y la

    1 MISIONEROS DEL ESPRITU SANTO, Constituciones y Determinaciones (Mxico 1994), n. 36.

  • INTRODUCCIN

    3

    ostentacin de privilegios que separan a los ministros de las preocupaciones y

    sufrimientos del comn de los fieles.

    Sin embrago, a pesar de la amplia y compleja problemtica del trmino

    sacerdotal, consideramos que el sacerdocio de todos los creyentes no slo es una

    dimensin fundamental de la Iglesia del Vaticano II, sino que constituye un paradigma

    eclesial que recoge la originalidad misma de la fe cristiana, en contraposicin a las

    religiones paganas y al mismo Antiguo Testamento.

    Por tanto, la necesidad de recuperar el significado y la puesta en prctica de la

    identificacin conciliar de la Iglesia como Pueblo todo l sacerdotal y del servicio que

    ste debe realizar en el mundo actual, es de gran importancia para nosotros, ya que,

    como lo seala el eclesilogo R. Velasco: la prosecucin, estancamiento, o retroceso,

    del cambio histrico de la Iglesia puesto en marcha por el Concilio Vaticano II

    dependen, en gran medida, de la irrupcin o no de la nueva conciencia sobre la

    originalidad radical del sacerdocio cristiano2.

    Por todo lo expuesto hasta ahora, con la elaboracin de nuestra tesina queremos

    responder al siguiente interrogante: Qu realidad y qu tipo de accin hacen que la

    Iglesia sea un verdadero Pueblo sacerdotal y qu implicaciones en la pastoral de la

    Iglesia tiene esto en nuestros das?

    Para responder a esta pregunta nos acercaremos en el primer captulo a

    recuperar, con la ayuda de la teologa bblica, las races, los elementos caractersticos y

    el sentido de la funcin sacerdotal en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Intentaremos

    resaltar la peculiaridad y la importancia de la funcin sacerdotal en el pueblo de Israel,

    as como la originalidad del sacerdocio de Cristo respecto del sacerdocio antiguo, con

    las implicaciones que esta novedad tiene para la identidad y la praxis de la comunidad

    cristiana, en cuanto que es denominada pueblo sacerdotal.

    En el segundo captulo, ubicaremos los grandes hitos del desarrollo histrico de

    la funcin sacerdotal de los cristianos en el periodo que abarca desde la Iglesia primitiva

    2 R. VELASCO, La Iglesia de Jess. Proceso histrico de la conciencia eclesial (EVD, Estella 1992), 343.

  • INTRODUCCIN

    4

    hasta el Concilio Vaticano II. Intentaremos resaltar las principales aportaciones

    doctrinales sobre el sacerdocio de los fieles y la prctica de la funcin sacerdotal que de

    l se deriva. Dentro del desarrollo histrico, en contraste con la sacralizacin del

    presbiterado a partir del siglo III y del silencio doctrinal al que se confin el sacerdocio

    de los fieles desde la sesin XXIII del Concilio de Trento hasta el siglo XX, pondremos

    de manifiesto la importancia de la recuperacin del sacerdocio comn por parte del

    Vaticano II, as como la sntesis doctrinal que ste nos ofrece.

    En el tercer captulo expondremos, de manera analtica, la determinacin de la

    realidad y el servicio sacerdotal que realiza el telogo J. Sobrino, quien tiene como

    trasfondo la realidad de la accin de la Iglesia en Amrica Latina. En esta exposicin,

    despus de situar brevemente al autor y su obra, ubicaremos las problemticas y

    tentaciones eclesiales a las que responde su reflexin, observaremos las opciones

    metodolgicas y el anlisis que realiza sobre la dimensin teo-lgica y cristo-lgica de

    la realidad sacerdotal. Recogeremos sus conclusiones sobre la determinacin de lo que

    se ha de entender por realidad, existencia y servicio sacerdotal y, finalmente,

    expondremos los criterios teolgico-pastorales que consideramos son utilizados por J.

    Sobrino al determinar que una Iglesia latinoamericana ha logrado ser consecuentemente

    sacerdotal desde Cristo.

    En el cuarto captulo, realizaremos una valoracin de la aportacin de J.

    Sobrino, resaltando la originalidad y pertinencia actual de su reflexin. Haremos una

    crtica a su determinacin de la realidad sacerdotal, observando el silencio sobre la

    dimensin pneumatolgica, eclesiolgica y mariolgica. Por ltimo, tomaremos en

    consideracin el anlisis sobre la determinacin de la realidad sacerdotal y los criterios

    teolgico-pastorales para determinar que una Iglesia es sacerdotal desde Cristo, y

    expondremos las implicaciones que consideramos se desprenden para la accin pastoral

    de la Iglesia.

    Esperamos que este trabajo de reflexin teolgica pueda contribuir, dentro de

    sus mltiples limitaciones, a seguir impulsando la construccin y el servicio del pueblo

    sacerdotal, frente al clamor de nuestros pueblos crucificados.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    5

    CAPTULO I

    DIMENSIN BBLICA

    DE LA FUNCIN SACERDOTAL

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    6

    1. La funcin sacerdotal en el Prximo Oriente antiguo

    Diversos investigadores observan que el sacerdocio instituido est presente en la

    mayora de las sociedades religiosas primitivas que circundaron al mundo bblico. En

    todas ellas hay personajes que realizan funciones rituales muy importantes, que estn

    vinculadas con la esfera de lo sagrado y que tienen la funcin esencial de asegurar la

    mediacin entre Dios y los hombres1. Estas funciones, aunque diversas, pueden ser

    agrupadas en imgenes arquetpicas que expresan necesidades innatas, y anhelos del

    alma humana de acercarse y vivir en comunin con lo divino2.

    Al analizar los sacerdocios de las diversas religiones que circundaron el mundo

    bblico, se afirma que el sacerdocio cumpla una funcin de mediacin y su accin era

    una necesidad vital para el equilibrio de la sociedad3. Tambin se observa un vnculo

    muy estrecho entre el culto tributado a las divinidades y un estado de necesidad radical

    del hombre que, sintindose entregado a la miseria y a la muerte, rodeado de fuerzas

    hostiles, se vuelve hacia Dios como hacia aquel que dispone del poder soberano de

    satisfacer todas sus necesidades, y de liberarle de todos esos peligros a condicin de

    implorarle, de honrarle y de obedecerle 4 .

    En lo que respecta a las funciones sacerdotales, stas se configuraban desde la

    relacin hombre-dioses, en la que el hombre, al ser dbil frente a los embates de la 1 El sacerdocio ha sido analizado desde diversas disciplinas. En la Biblia: R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento (Herder, Barcelona 21976); A. CODY, A history of old testament priesthood (IPB, Roma 1969); J. AUNEAU, El sacerdocio en la Biblia (EVD, Estella 1990); A. VANHOYE, Prtes anciens, prte nouveau selon le Nouveau Testament (Du Seuil, Pars 1980). En la historia de las religiones: Cf. J. SOUSTELLE, Sacerdotes egipcios; Sacerdotes en Mesopotamia en: P. Poupard (dir.) Diccionario de las Religiones (Herder, Barcelona 1987), 1557-1559; M. ELIADE, Especialistas de lo sagrado: hechiceros, msticos y fundadores en: AA.VV., Historia de las creencias y de las ideas religiosas, vol. IV (Cristiandad, Madrid 1980), 437-507; A. DI NOLA, Sacerdote e sacerdozio, vol. V (Vallecchi, Firenza 1970), 637-643. En el estudio comparado de las religiones: Cf. L. SABOURIN, Priesthood. A comparative Study (E.J.Brill, Leiden 1973), 267-276. En la sociologa de la religin: A. BERTHOLET, Priesthood en: Encyclopedia of Social Sciences, vol. XII (Nueva York, 151963), 388-395; M. WEBER, Gods, Magicians and Priests en: R. Robertson (ed.), The Sociology of Religion (Beacon Press, Boston 1963), cap. II; J. WACH, Sociologie de la religion (Payot, Pars 1955), 324-334. 2 A. GRN, El arquetipo del sacerdote: El orden sacerdotal. Vida sacerdotal (San Pablo, Madrid 22002), 8-15, propone las siguientes imgenes arquetpicas: 1) El que expulsa a los demonios; 2) Maestro, intrprete de sueos, adivino; 3) Mdico y terapeuta; 4) Intermediario entre Dios y el hombre; 5) Plaidero, cantor, exorcista; 6) Guardianes y guardianas de santuarios; 7) Sacerdotisas. J. AUNEAU, op. cit., 7-8, reconoce los siguientes arquetipos: 1) Adivinos y videntes; 2) Magos y hechiceros; 3) Reyes y administradores de santuarios. 3 J. AUNEAU, El sacerdocio en la Biblia, op.cit., 57. 4 Cf. J. MOINGT, El hombre que vena de Dios, vol. II (DDB, Bilbao 1995), 190.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    7

    naturaleza, carente de poder y, sobre todo, de inters para los dioses poderosos, le era

    menester desplegar medios y dones, y emprender acciones y sacrificios para llegar

    como sea a las divinidades, y hacerles reaccionar y actuar a favor de la salvacin del

    pueblo, so pena de que permanezcan insensibles ante sus sufrimientos5.

    En este sentido, de manera sinttica y muy bella, el biblista J. Auneau recoge la

    funcin y la importancia del sacerdocio en las religiones del Prximo Oriente antiguo:

    En los tiempos ms remotos el hombre intent conciliarse con las fuerzas que le superaban e intervenan en su existencia. Los antiguos pedan a sus mltiples divinidades una palabra para guiar su vida, una asistencia en la desventura, el favor de una vida feliz y prspera y el perdn de sus pecados para poder acercarse de nuevo a la divinidad. Esta se hace presente en el santuario que ha escogido, en donde le sirve un sacerdocio autorizado y competente. El sacerdocio cumpla una funcin de mediacin y su accin era una necesidad vital para el equilibrio de la sociedad6.

    2. La funcin sacerdotal de Israel en el AT

    No es posible, ni es nuestra intencin tratar en este lugar el tema en todos sus

    detalles y complejidad; nos limitamos a trazar las lneas generales de la funcin

    sacerdotal en Israel, buscando exponer sus rasgos ms caractersticos y el sentido en que

    march la evolucin en el AT7.

    En la Biblia hebrea se designa con el trmino Kohn a los personajes encargados

    de las funciones religiosas. Para algunos investigadores esta palabra se relaciona con la

    raz Kn que encierra la idea de firmeza y solidez, y se utiliza para el establecimiento de

    un santuario. Para traducir Kohn, los Setenta adoptaron el trmino griego hierus, que

    se relaciona por su origen con la nocin de sagrado (hiers). En su origen est la idea

    de una fuerza religiosa vinculada al santuario8.

    5 Ibid.,18. 6 J. AUNEAU, El sacerdocio en la Biblia, op.cit., 57. 7 Para una visin ms amplia del sacerdocio, remitimos a los estudios analticos de: R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit.; J. AUNEAU, El sacerdocio en la Biblia, op. cit. 8 Cf. R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 450; A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo segn el Nuevo Testamento (Sgueme, Salamanca 1984), 36.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    8

    Ms que la etimologa del ttulo, son las atribuciones concretas del Kohn las

    que permiten definir el sentido de la funcin sacerdotal. Las principales atribuciones del

    sacerdocio en el AT son las siguientes:

    a) La funcin oracular y de enseanza: el sacerdote tena la funcin de determinar la

    conducta a seguir ante una situacin difcil, as como de revelar la voluntad de Dios

    y de poner la existencia de los hombres en relacin con l9.

    b) Ser hombres del santuario: el sacerdote cumpla la funcin de cuidar y estar al

    servicio de un santuario, asegurando su culto y cuidando los objetos sagrados10.

    c) Ofrecer sacrificios en el santuario: el sacerdote tena la funcin de ofrecer y de

    manipular la sangre de los sacrificios expiatorios en nombre de la comunidad11.

    d) Velar por la pureza ritual del culto y del santuario: el sacerdote era el encargado de

    prohibir o permitir la participacin en el culto a Yahvh ante la presencia de

    enfermedades o situaciones catalogadas de impuras (Lv13). Tambin era el

    encargado de realizar los ritos necesarios para la purificacin del santuario y del

    pueblo12.

    e) Bendecir al pueblo: el sacerdote tena la funcin de bendecir al pueblo invocando el

    nombre de Dios (Nm 6,27; Eclo 45,15-19).

    9 Ibid., 38. El sacerdote, por medio del efod y de los urim y tummim, consultaba al Seor (1 Sam 14). La funcin oracular conoci una evolucin que va de la mano del progreso en la conciencia religiosa del pueblo de Israel. De echar suertes para consultar al Seor se evoluciona a la funcin de ensear y transmitir la instruccin que vena de Dios, especialmente en materia de culto. Despus del exilio, esta funcin adquiere una competencia jurdica para resolver todo litigio y toda violencia (Dt 21, 1-9; Nm 5, 11-31). Los sacerdotes deban intervenir en caso de delito grave, como el caso del homicidio, cuando faltaban indicios para descubrir al autor. Para profundizar sobre la funcin oracular, vase: R. DE VAUX, El sacerdote y el orculo divino; El sacerdote y la enseanza: Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 454-459. 10 Cf. J. AUNEAU, Los sacerdocios de los santuarios locales: El sacerdocio en la Biblia, op.cit., 11-15; R. DE VAUX, Los primeros santuarios de Israel; El templo de Jerusaln; La centralizacin del culto; El sacerdote y el santuario: Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 382-453. 11 Cf. A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 41-42; R. DE VAUX, El ritual de los sacrificios; Historia del sacrificio israelita: Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 528-549. Para una visin actual del sentido del sacrificio de expiacin (kapper), vase: A. MARX, Les recherches sur le Lvitique et leur impact thologique en: Rvue dHistorie et de Philosophie Religieuses 87 (2007), 415-433. 12 Para un estudio sobre el origen, el sentido y la puesta en prctica de los rituales de purificacin, vase: R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 528-645.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    9

    Para descubrir el sentido de la funcin sacerdotal en el AT nos remitimos a los

    estudios de R. de Vaux, quien al terminar de presentar la institucin sacerdotal de

    Israel afirma:

    Estas diferentes atribuciones tienen un fundamento comn:

    Cuando el sacerdote transmite un orculo, comunica una respuesta de Dios; cuando da una instruccin, una torh y ms tarde cuando explica la ley, la

    torh, transmite e interpreta una enseanza que viene de Dios;

    cuando lleva al altar la sangre y las carnes de las vctimas y cuando hace humear el incienso, presenta a Dios las oraciones y las peticiones de los fieles.

    Es el representante de Dios cerca de los hombres en las dos primeras funciones; representante de los hombres cerca de Dios en la tercera; es todo un intermediario. Lo que Hebreos dir sobre el sumo sacerdote se aplica a todo el sacerdocio: todo sumo sacerdote, tomado de entre los hombres, est establecido para intervenir a favor de los hombres en sus relaciones con Dios (Heb 5,1). El sacerdote es un mediador, como lo son tambin el rey y el profeta. Pero estos ltimos lo son por un carisma personal, como elegidos de Dios; el sacerdote lo es por estado; el sacerdocio es una institucin de mediacin13.

    Toda la funcin sacerdotal del pueblo de Israel se descubre particularmente

    configurada desde las siguientes caractersticas:

    a) La relacin de comunin con Dios es de vital importancia para el pueblo de Israel,

    ya que ella asegura a todos la vida prspera, la paz, la fecundidad y el xito14.

    b) Toda la organizacin del culto se basaba en la idea de santidad y en la conviccin de

    que es preciso ser santo para poder acercarse a Dios15.

    13 Ibid., 462. Los subrayados son nuestros. 14 A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 48. 15 Ibid., 44. Vanhoye seala que la mentalidad antigua no pensaba en vincular la santidad a la perfeccin. Para los antiguos, santo no se opona a imperfecto, sino a profano. La santidad define ante todo el ser mismo de Dios, a quien se percibe como una presencia sumamente fuerte e impresionante que suscita al mismo tiempo en el ser humano admiracin y espanto, gratitud enamorada y deseo de desaparecer. Ante Dios, el hombre percibe una tremenda diferencia de calidad y se reconoce indigno de entrar en relacin con el Dios tres veces santo. Por ello se necesita una transformacin radical que se concibe como el paso del nivel profano de la existencia ordinaria al nivel santo o sagrado, que es el que corresponde a la relacin con Dios. Para llevarlo a cabo se requiere una accin divina de separacin y de elevacin, por medio de la cual se colme la distancia entre el hombre y Dios, al menos en cierta medida, y se atene la diferencia cualitativa. Es lo que se designa con el nombre de santificacin o consagracin.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    10

    c) Para obtener la santificacin necesaria para el encuentro con Dios, el culto antiguo

    presenta una solucin ritual, que consista en un sistema de separaciones rituales,

    entre las que jugaba un papel de primer orden la institucin del sacerdocio 16.

    d) En el sistema de separaciones se hace del sacerdote un intermediario consagrado

    para las relaciones entre Dios y los hombres. Se recurre a l para presentar ante Dios

    ofrendas y peticiones; y es el que se encarga a continuacin de comunicar al pueblo

    las respuestas y las gracias divinas17.

    e) El conjunto de la funcin sacrificial responde a una aspiracin profunda: el deseo de

    vivir en comunin. El papel del sacerdote consiste en abrir al pueblo la posibilidad

    de comunin con Dios y de comunin entre todos, ya que la una no se realiza sin la

    otra. El sacerdote ejerce una empresa de mediacin y representa en ella a la

    comunidad entera. Es en nombre de la comunidad como se pone en relacin con

    Dios18.

    f) La mediacin sacerdotal en el AT presenta un largo proceso evolutivo en su

    comprensin, estructuracin y vivencia. En la etapa final de este proceso se resaltan

    las siguientes caractersticas:

    16 Ibidem. Para elevarse hasta el Dios tres veces santo se edificaba una especie de pirmide que, partiendo de la multitud de naciones y subiendo por sucesivos escalones (un pueblo separado de los dems, una tribu escogida, una familia privilegiada) desembocaba finalmente en un hombre consagrado, el sacerdote y, por encima de l, en un animal ofrecido en sacrificio para que lleve a culmen la etapa final de la separacin radical del mundo profano. El encuentro del sacerdote con Dios exige, adems, otros ritos de separacin respecto del espacio y del tiempo para ofrecer el sacrificio: El lugar es el santuario, un terreno separado del espacio profano y reservado para el culto. El tiempo es el separado de las actividades ordinarias y que es consagrado especialmente para los ritos litrgicos. J. I. GONZLEZ FAUS, Hombres de la comunidad, op.cit., 13, nota 2, seala que este sistema de separaciones tiene una lgica inmanente: se presupone desde la tradicin sacerdotal (P), que la santidad de Dios consiste mucho ms en su lejana de los hombres que en su Misericordia. Desde este presupuesto, la experiencia religiosa de que Dios es santo y el hombre profano y pecador lleva a la conclusin de que slo separndose de los hombres, de lo profano y de lo impuro es posible acercarse a Dios sin morir (Ex 12,12; 33, 3.20). 17 Cf. A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 46-47. Esta consagracin para las relaciones con Dios se realizaba por medio de ceremonias simblicas sealadas en la ley de Moiss (Ex 29): un bao ritual para purificarlos del contacto con el mundo profano, una uncin que les impregna de santidad, unas vestiduras sagradas que expresan su pertenencia a Dios, unos sacrificios de expiacin y de consagracin. Esta santidad que se ha obtenido de forma ritual deba ser conservada y preservada mediante la observancia de unos preceptos minuciosos (Lev 21), para evitar caer de nuevo en el mundo profano y con ello hacerse ineptos para presentarse de nuevo ante Dios. 18 Ibid., 48; R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, op. cit., 462.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    11

    Hay una atencin, cada vez ms acentuada desde la tradicin sacerdotal, sobre la exigencia de santidad: santidad sacral, ritual, ms que santidad de

    orden moral. De aqu se deriva una limitacin cada vez ms estricta de la

    relacin con Dios y la implantacin de un sistema de santificacin basado en

    separaciones rituales19.

    La supresin de los santuarios locales y la exclusivizacin del culto

    sacrificial al Dios nico en el santuario nico de Jerusaln. De aqu se deriva

    la unificacin y jerarquizacin del sacerdocio en funcin de sus relaciones

    con el santuario nico20.

    En el culto sacrificial, el aspecto de expiacin (kapper) toma un papel

    preponderante desde la preocupacin y exigencia ritual de santidad21.

    La liturgia del Kippur se constituye como la conclusin nica y decisiva del

    sistema sacerdotal. Si ese contacto con Dios era autntico y positivo, la

    empresa haba tenido buen fin y su xito justificaba todo el aparato que lo

    haba hecho posible. En caso contrario, era preciso confesar el fracaso de

    todo el sistema 22.

    Dado que el culto sacerdotal del AT se haba fijado de manera exclusiva en

    un nico santuario, la destruccin de ese santuario en el ao 70 d.C. llev

    consigo la supresin del culto sacerdotal23.

    19 Cf. A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 52; A. CODY, A history of old testament priesthood, op.cit., 191. 20 A propsito de los santuarios, el AT manifiesta una clara evolucin histrica que repercute en la organizacin de la institucin sacerdotal de Israel: de una diversidad de lugares sagrados se llega a la exclusividad del santuario de Jerusaln y la centralizacin del culto, donde se da una clara estratificacin de los sacerdotes. Para una mayor profundidad sobre la evolucin histrica de los santuarios en Israel y la estructuracin del sacerdocio en ellos, vase: J. AUNEAU, Los sacerdocios de los santuarios locales: El sacerdocio en la Biblia, op.cit., 11-15; R. DE VAUX, Los primeros santuarios de Israel; El templo de Jerusaln; La centralizacin del culto; El sacerdote y el santuario: Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 382-453. 21 Cf. A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 52. 22 Ibid., 53. 23 Ibid., 54. Desde la destruccin del templo de Jerusaln en el ao 70 d.C. el pueblo judo no tuvo ya ni templo ni altar, dejando de ofrecer los sacrificios prescritos por la ley de Moiss. No se celebra ya la liturgia sacrificial del Kippur, sino que solamente se la conmemora. No se ejerce ya la mediacin del sumo sacerdote.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    12

    2.1 La peculiaridad y la importancia de la funcin sacerdotal

    Como refiere el cardenal A. Vanhoye, en contraste con las religiones paganas y los

    primeros pensadores griegos, la atencin que se pone en las relaciones interpersonales

    constituye efectivamente la aportacin ms caracterstica y la ms preciosa- de la

    revelacin bblica24. La relacin del hombre con Dios es concebida y estructurada en el

    pueblo de Israel como una relacin de alianza que es la base de toda la existencia. Es el

    punto de referencia y de orientacin absoluta respecto de la relacin con Dios y del

    resto de las relaciones del pueblo.

    Es gracias a su relacin de alianza con Yahvh como el pueblo de Israel encuentra

    su origen, su verdadera dignidad, su identidad y su vocacin. Esta relacin, por tanto,

    constituye la base de todas las dems y ha de ejercer sobre ellas una influencia

    decisiva 25. En este sentido, para vivir en plenitud su identidad y vocacin, el pueblo

    de Israel recurre a la funcin sacerdotal para mantener su relacin de comunin con

    Dios y para dejar que sta vivifique todas sus otras relaciones.

    Desde esta perspectiva relacional, la funcin mediadora del sacerdocio hebreo

    aparece como una funcin de vital importancia para la realizacin de la vocacin

    humana y social en Israel, pues como sintetiza A. Vanhoye:

    al poner en manos del sacerdote sus ofrendas y sacrificios, el pueblo reconoce que todo le viene de Dios y que todo debe volver a Dios (Dt 26, 9-10). Al pedir al sacerdote orculos e instrucciones, el pueblo reconoce que la luz de Dios le es necesaria para acertar con el camino justo en medio de las perplejidades de la existencia y se dispone a seguir entonces los caminos del Seor. Al recibir la bendicin sacerdotal se abre a la irradiacin universal de la relacin positiva con Dios y reconoce que fuera de ella no puede encontrar ninguna realidad su plena consistencia. Y todo esto, socialmente, constituyndose en comunidad26.

    Por tanto, la funcin sacerdotal, en cuanto empresa de mediacin para intervenir a

    favor de los hombres en sus relaciones con Dios (Heb 5,1), se configura de manera

    particular por estar al servicio del pueblo para el cumplimiento de la alianza pactada con

    el Dios misericordioso y tres veces santo. Por eso, en el modo de ser del Dios de

    24 Ibid., 49. 25 Cf. Ibid., 50. 26 Ibid., 51-52.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    13

    Israel y en la alianza que establece con Israel es donde se descubre la originalidad y la

    evolucin del sacerdocio hebreo.

    2.2 El sacerdocio prometido al pueblo de la alianza: Ex 19,4-6

    Ya habis visto lo que he hecho con los egipcios, y cmo a vosotros os he llevado sobre alas de guila y os he trado a m. Ahora, pues, si de veras escuchis mi voz y guardis mi alianza, vosotros seris mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque ma es toda la tierra; seris para m un reino de sacerdotes y una nacin santa (Ex 19, 4-6).

    Esta promesa del sacerdocio hecha al pueblo de Israel se sita en el contexto del

    establecimiento de la primera alianza en el Sina (Ex 19-24). Ya sea que este pasaje de

    Ex 19,4-6 sea de origen elohsta, o una inclusin sacerdotal con sus respectivos desafos

    histricos27, es un texto de gran fuerza y calado en la experiencia religiosa de Israel28.

    En l se descubre el sentido del xodo y de la alianza con Yahvh: la liberacin no se

    agota en la libertad, sino que mira al compromiso con Dios y los hermanos, a la

    constitucin de un pueblo testigo, profeta, sacerdote y templo a la vez29.

    En este pacto se articulan la gracia y las exigencias: Yahvh revela su proyecto

    de salvacin universal y todo Israel es invitado a ser el mediador30. La eleccin no es un

    27 Cf. L. A. GARCA DVALOS, El carcter sacerdotal del pueblo de Dios: paradigma para una comprensin eclesial (Universidad Iberoamericana, Mxico D.F. 2000), 60; Cf. A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 254. 28 J. GUILLN TORRALBA, Ex 19, 1-15. El Seor propone la alianza en: S. Guijarro M. Garca (eds.), Comentario al Antiguo Testamento, vol. I (La Casa de la Biblia, Estella 42000), 149-150. Desde los anlisis bblicos se observa que la promesa divina (Ex 19, 4-6) es la clave interpretativa del ciclo de la alianza en el Sina (Ex 19, 1-24,18). En esta promesa se revela el aspecto dialogal: el Seor considera al pueblo como un t-vosotros, capaz de una relacin personal y libre; por eso la propuesta es condicional. Dios invita a los hombres libres a ser sus aliados. Si ellos cumplen lo pactado en la alianza, el seor de toda la tierra los tomar como posesin propia, los convertir en un reino de sacerdotes y en una nacin santa. Un reino de sacerdotes quiere decir que este pueblo no una lite- ser el ministro de la presencia divina; tendr en el mundo la funcin que la tribu de Lev tiene en el pueblo. Esta tarea sacerdotal se suma a la misin proftico-evangelizadora de ser testigos mensajeros de la salvacin (Cf. Is 61,6). Nacin santa significa que Israel constituir un espacio separado de lo profano y consagrado al nico Santo con unas instituciones por las que ser ms fcil el acceso a l (Cf. Dt 7,6; 26,19; Jr 2,3). Por ser una nacin en la historia, su comportamiento exigir una revisin y renovacin continuas al comps de los tiempos. 29 Ibid., 150. 30 L. A. GARCA DVALOS, El carcter sacerdotal del pueblo de Dios, op.cit., 60. Para una comprensin del significado de la gracia y las exigencias de la alianza en el AT, vase: E.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    14

    privilegio, sino un servicio que se concreta en la misin proftico-evangelizadora de ser

    testigo del Dios de la libertad y la salvacin (Cf. Is 61,6). Desde esta ptica, el biblista

    X. Alegre resume muy bien el sentido y la funcin que tiene el sacerdocio prometido al

    pueblo de la alianza:

    Segn el AT, Dios muestra que reina en el mundo en el hecho de que, siendo bueno y misericordioso con todas sus criaturas, transforma una realidad histrico-social injusta en otra justa, en la que reina la solidaridad y en la cual ya no hay pobres y afligidos. Pero, para poder realizar este proyecto, Dios necesita un pueblo que viva de acuerdo con lo que pide la alianza que l, paradigmticamente, ha establecido con Israel (Cf. Dt 7,6-11). Con ello, la eleccin de Israel como pueblo de Dios no comporta un privilegio de exclusin de los otros pueblos, sino que le confa una tarea para que se convierta en bendicin para todos los pueblos de la tierra, tal como Dios le haba prometido al patriarca Abraham (Cf. Gn 12,1-3). Por ello, viviendo el proyecto de vida alternativa que Dios le propone en la alianza, el pueblo de Dios recibe la promesa de convertirse en un reino sacerdotal, porque ser el instrumento del reinado de Dios en el mundo31.

    Es importante resaltar que la promesa de Dios en el xodo era condicional:

    Haremos todo cuanto ha dicho Yahvh (Ex 19,8; 24,7). Su realizacin tena que

    depender de la docilidad del pueblo y de su fidelidad a la alianza (Ex 19,5).

    Desgraciadamente, a pesar de los compromisos adquiridos, esas condiciones no llegaron

    a observarse jams32. Los profetas tuvieron que reprochar continuamente a Israel sus

    infidelidades y constatar la ruptura de la alianza (Cf. Os 1,9). Dios, sin embargo, no

    renunciaba a su designio; anunciaba que habra de cambiar la situacin: Amar a No-

    hay-compasin, y dir a No-mi-pueblo: T, Mi-pueblo, y l dir: Mi Dios! (Os 2,25).

    En buena lgica, se sigue entonces que el sacerdocio prometido al pueblo se ha

    quedado en el AT en un estado de ideal de los tiempos mesinicos, nunca alcanzado. Y

    como seala tan lcidamente la teloga feminista E. Schssler Fiorenza, en los tiempos

    mesinicos, esta promesa llegar a su cumplimiento en la comunidad eclesial

    cristiana33.

    SCHILLEBEECKX, Nocin de gracia en el Tenak: Cristo y los cristianos. Gracia y liberacin (Cristiandad, Madrid 1983), 78-106. 31 X. ALEGRE, El reino de Dios y las parbolas en Marcos en: Selecciones de Teologa 184 (2007), 245-246. 32 A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 254. 33 Cf. E. SCHSSLER FIORENZA, Priester fr Gott. Studien Zum Herrschafts-Und Priestermotiv in Der Apokalypse (Aschendorff, Mnster 1972), 151, citado en: A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 254.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    15

    Por otra parte, A. Vanhoye observa que los ritos sacrificiales del santuario en el

    culto antiguo no alcanzaban su fin, pues no tenan la eficacia positiva para unir

    realmente al sumo sacerdote con Dios y con los hombres (Heb 9,9; 10,4). La nica

    eficacia de las prescripciones rituales era negativa: separaban al sumo sacerdote de los

    dems hombres; pero en definitiva, el sumo sacerdote, separado de los dems e

    impotente para abrirse camino hasta Dios -por su condicin profana y su participacin

    en el pecado del pueblo- , no poda cumplir plenamente con la tarea de mediador34.

    Esta problemtica es sintetizada afirmando lo siguiente:

    La institucin sacerdotal revelaba a travs de las acciones repetidas la necesidad en que se encontraban los hombres, para responder plenamente a su vocacin, de encontrar la justa relacin con Dios. Pero esta institucin era impotente para satisfacer la aspiracin que se expresaba por medio de ella. No lograba llenar verdaderamente de realidad los actos que ejecutaba, ni tampoco por consiguiente las frmulas que utilizaba. Ofrecer a Dios, purificar, hacer perfecto, establecer una alianza-testamento, entrar en el santuario, entrar en la presencia de Dios35. Los ritos antiguos eran ceremonias separadas de la vida concreta y carentes de una eficacia real. Eran expresin de una aspiracin religiosa que no podan satisfacer36.

    3. La funcin sacerdotal en el NT

    En tiempos de Jess y en los inicios del cristianismo la institucin sacerdotal era un

    hecho de sobra conocido y aceptado, lo mismo en la religin juda que en las otras

    grandes religiones, concretamente en las religiones del imperio romano. El sacerdocio

    era una pieza clave y absolutamente bsica en el funcionamiento de la religin juda y

    de las relaciones polticas con el poder romano37.

    34 Cf. A. VANHOYE, La crtica del culto antiguo: Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 186-219. 35 Ibid., 218. 36A. VANHOYE, Sacramentalidad del Ministerio y su repercusin en la persona ordenada en: AA.VV., Espiritualidad del Presbtero Diocesano Secular (CEC, Sevilla 1987), 11-12. 37 Cf. V. GROSSI, Sacerdocio de los fieles en: A. Di Berardino (dir.), Diccionario Patrstico y de la Antigedad cristiana, vol. II (Sgueme, Salamanca 1992), 1923.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    16

    El hecho del sacerdocio judo y romano plante un problema muy serio a las

    primeras generaciones de cristianos: los primeros cristianos se tuvieron que preguntar si

    entre ellos tena o no tena que haber un sacerdocio, lo mismo que lo haba en Israel y

    en las otras grandes religiones. Se deduce que se hicieron esa pregunta por las siguientes

    razones:

    nunca se utiliza el trmino hierus (sacerdote) al hablar de los dirigentes o lderes de las comunidades, nunca se habla de templos o santuarios a los que tales dirigentes estuvieran adscritos, nunca se mencionan leyes rituales que los mismos dirigentes tuvieran que observar, nunca se hace referencia a una sacralidad, una pureza ritual, unos ceremoniales o un celibato al que estuvieran obligados aquellos dirigentes. En definitiva, el Nuevo Testamento desconoce por completo la existencia de sacerdotes, como personal especializado o como cuerpo de expertos religiosos, en el interior de la Iglesia. Pero no se trata slo de un argumento de silencio... Lo ms significativo de la cuestin est en que esos autores evitan expresamente aplicar a los dirigentes eclesisticos la terminologa sacerdotal38.

    Estas constataciones llevan a las siguientes observaciones39:

    En el NT se entenda el cristianismo de una manera completamente distinta a

    como se comprendan a s mismas las dems religiones de esa poca.

    Su manera de entender a Dios y de practicar la fe y la relacin con Dios tuvieron

    que ser cosas profundamente revolucionarias en aquel tiempo y en aquella

    sociedad. Hasta el punto que, en aquel contexto, los cristianos eran tenidos por

    ateos.

    El sacerdocio era una cuestin muy seria y muy profunda que afectaba a la

    naturaleza misma del hecho cristiano.

    38 J. M. CASTILLO, Sacerdocio en: C. Floristn-J. J. Tamayo (coors. y eds.), Conceptos Fundamentales de Pastoral (Cristiandad, Madrid 1983), 889; Cf. E. SCHILLEBEECKX, El ministerio eclesial, op.cit., 94; Cf. R. VELASCO, La Iglesia de Jess, op.cit., 327. 39 Cf. J. M. CASTILLO, Sacerdocio en: C. Floristn-J. J. Tamayo (coors. y eds.), Conceptos Fundamentales de Pastoral, op.cit., 887; Cf. R. VELASCO, La Iglesia de Jess, op.cit., 327; J. M. GONZLEZ RUZ, Los cristianos y el culto imperial en los siglos II, III y IV: Apocalipsis de Juan, op.cit., 41-48.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    17

    3.1 El sacerdocio de Cristo

    Los anlisis bblicos consideran que durante la vida histrica de Jess de Nazaret,

    no se percibi sociolgicamente ninguna relacin entre el modo de vivir de Jess y la

    institucin sacerdotal oficial de la poca, y del pueblo de Israel40. En efecto, como

    esquemticamente ha escrito A. Vanhoye: histrica y socialmente la persona de Jess

    no se presentaba como sacerdotal; el ministerio de Jess no haba tenido el carcter de

    un ministerio sacerdotal; y la misma muerte de Jess no apareca como un sacrificio

    ritual41.

    En los relatos evanglicos se observa que, entre las opiniones de la gente sobre

    Jess, ninguno lo relaciona con el sacerdocio, ni l mismo lo hace. Jess no pertenece ni

    a la tribu ni a la familia sacerdotal (Heb 7,13-14), y su actividad no tena nada de

    sacerdotal (desde el punto de vista judo)42, era ms bien proftica: ataca el culto formal,

    el sacrificio ritual, la separacin de los sacerdotes de las cargas del pueblo, el uso del

    Templo (Mt 9,10-13; 12,1-13; Mc 12,33; Jn 5, 16-18; 9,16). El mismo Jess se sita

    entre los profetas (Lc 4,24; 13,33; Mt 13,57) y as es reconocido por muchos (Lc

    7,16.39; Mt 21,11.46; Jn 4,19; 7,46).

    Adems, las esperanzas mesinicas suscitadas por Jess aparecen orientadas hacia

    un mesianismo real y no sacerdotal (Jn 6,15; 7,26; 12,34; Mt 27,11). Como advierte R.

    Velasco: en tiempos de Jess exista entre los judos una gran expectacin del gran

    sacerdote que iba a venir, pero lo curioso es que jams se refleja en los evangelios esa

    expectacin. Acerca de Jess, la gente se pregunta si es el mesas, si es el profeta

    definitivo (Mt 16,14 y par.), pero nadie se pregunta si es el gran sacerdote que el pueblo

    esperaba43.

    40 R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 450-452 y 465-466. 41 C. M. MARTINI A. VANHOYE, Bibbia e vocazione (EDB, Brescia 1982), 154. 42 Comprese R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, op.cit., 452, con los textos en los que se habla de Jess que beba, se acercaba a los leprosos y difuntos, conviva con los pecadores, etc. 43 R. VELASCO, La Iglesia de Jess, op.cit., 327; J. D. DUNN, Jess recordado. El cristianismo en sus comienzos, t. I (EVD, Estella 2009), 738-739; AA.VV. (MISIONEROS DEL ESPRITU SANTO), El sacerdocio de Cristo en el Nuevo Testamento, (La Cruz, Mxico D.F. 2004), 11-12, seala que la espera del Sacerdote Ungido, el Sacerdote Mesas, aparece poco en el AT: 1 Sam 2,35; Jer 33,14-26; Zac 6,11. Sin embargo, esta espera se halla fuertemente testimoniada en los documentos de Qumrn. Estos

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    18

    En su contexto histrico, el fuerte conflicto que Jess mantuvo con el poder

    religioso y poltico de su poca desemboc en una sentencia emitida por los tribunales

    legtimamente constituidos en Jerusaln. As es como a Jess se le condena y ejecuta

    mediante una muerte que no slo lo alejaba aparentemente de cualquier posible

    comprensin sacerdotal de su existencia, sino que incluso lo exclua del sacerdotal

    pueblo de Israel. Como sintetiza A. Vanhoye:

    El acontecimiento del Calvario no tuvo nada de sacrificio ritual. Ms bien se present como lo contrario, lo opuesto a un sacrificio. Un sacrificio, en la concepcin antigua, es un acto ritual, glorificante, que une a Dios. La vctima se ofrece entre ceremonias santas, y as entra simblicamente en Dios. Una pena legal, por el contrario, es un acto jurdico, no ritual; no es glorificante, sino infamante; separa del pueblo de Dios y del mismo Dios. As pues, visto desde fuera, el acontecimiento del Calvario no tena nada de ritual ni de sacerdotal. Aumentaba la distancia entre Jess y el sacerdocio antiguo44.

    3.2 La resurreccin: un cambio de perspectiva

    El acontecimiento de la Resurreccin del Seor promueve lo que ha designado la

    Teologa como el paso del Jess de la historia al Cristo de la fe, ofreciendo a la

    comunidad creyente una nueva perspectiva que le permite una nueva interpretacin y

    comprensin de la globalidad de la persona e historia del acontecimiento del Reino de

    Dios en Jess de Nazaret, al mismo tiempo que afirma que Dios resucit a este Jess

    (..y), exaltado as por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espritu Santo que

    estaba prometido, y lo ha derramado (Hch 2,32-33).

    Desde esta nueva perspectiva, las comunidades cristianas fueron realizando una

    serie de descubrimientos sobre la persona y el ser de Jess, que se despliegan en los

    denominados nombres o ttulos de Cristo que, segn E. Schillebeeckx, tienen ante

    todo un carcter salvfico o funcional45.

    textos hablan de dos Mesas, dos Ungidos: uno real, otro sacerdotal. En la Regla de la Congregacin se menciona: Por los decretos antiguos se regirn hasta la llegada del Profeta y de los Mesas de Aarn e Israel (9,10-11). El Mesas de Israel es el Mesas Rey; el Mesas de Aarn es el Mesas sacerdote. En los Testamentos de los Doce patriarcas se encuentra el anuncio de un Mesas-Sacerdote que vendr de la tribu de Jud. En el Documento de Damasco, en vez del plural los ungidos, se usa el singular: el ungido de Aarn de Israel. 44 C. M. MARTINI A. VANHOYE, Bibbia e vocazione, op.cit., 156-157. 45 E. SCHILLEBEECKX, Jess. La historia de un viviente (Cristiandad, Madrid 1981), 511.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    19

    Dentro de este apasionante dinamismo, en el que las comunidades cristianas iban

    haciendo nuevos descubrimientos de la realidad de Cristo, ya en un momento tardo y

    despus de haberse escrito los Evangelios, el autor de la carta a los Hebreos har una

    novedosa y desconcertante interpretacin y profesin de fe en el misterio de Cristo

    como: Sumo Sacerdote de nuestra fe (Heb 3,1) 46.

    El contenido y el sentido de esta profesin de fe sobre el misterio sacerdotal de

    Cristo es sintetizado por A. Vanhoye de la siguiente manera:

    El misterio de Cristo es un misterio sacerdotal, de mediacin entre los seres humanos y Dios. Con su pasin y su resurreccin Cristo ha sido constituido mediador perfecto poseyendo en plenitud las dos cualidades fundamentales para el ejercicio de la mediacin sacerdotal: la misericordia y la autoridad. Est plenamente autorizado para las relaciones con Dios. Como hermano de los seres humanos, solidario hasta el extremo, adquiri la ms grande capacidad de comprensin y de compasin para las relaciones con nosotros. As es como Cristo llega a ser sumo sacerdote misericordioso y digno de fe. Estos dos adjetivos no se refieren a dos virtudes individuales, sino que ambos ataen a las relaciones entre las personas, por eso designan dos cualidades sacerdotales necesarias para ejercer la mediacin sacerdotal entre las personas y Dios. Digno de fe desvela la capacidad de poner al pueblo en relacin con Dios. Misericordioso, la capacidad de comprensin y de ayuda fraterna para los seres humanos, que son miserables. En un sacerdote esas dos cualidades deben estar presentes. Esta unin existe en Cristo y es estrechsima, porque Cristo obtuvo la plena gloria filial para su naturaleza humana gracias a la ms perfecta solidaridad con sus hermanos47.

    46 J. I. GONZLEZ FAUS, El rostro humano de Dios. De la revolucin de Jess a la divinidad de Jess (Sal Terrae, Santander 2007), 119, menciona que la reflexin de la carta a los Hebreos no es una visin personal de su autor, sino una experiencia creyente que brotaba del Jess histrico y haba ido germinando y vivindose a lo largo del NT. En este sentido mencionamos que el contenido de la carta es una profesin de fe. 47 A. VANHOYE, Aspectos fundamentales del sacerdocio en el Nuevo Testamento en: Selecciones de Teologa 173 (2005), 29-30. Para una sntesis de mayor extensin y profundidad, vase: Id., La structure littraire de lptre aux Hbreux (DDB, Clamecy 121976); Id., El mensaje de la carta a los Hebreos (EVD, Estella 61990).

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    20

    3.3 La aportacin de la carta a los Hebreos

    Como es sabido, la carta a los Hebreos es el nico escrito del Nuevo Testamento en

    el que se llama a Cristo sacerdote48. Se trata de un escrito dirigido al parecer a unos

    judeo-cristianos de la dispora49. Lo ms interesante es que no se trata de unas

    afirmaciones de fe desnudas, sino de toda una cristologa sacerdotal desarrollada y

    explicada de tal manera, que nos ofrece una comprensin nueva de la globalidad

    unitaria del Jess histrico y del Cristo glorioso, estableciendo al mismo tiempo unas

    slidas bases para determinar lo que es la dimensin y funcin sacerdotal en la

    comunidad cristiana. Recogemos ahora sus elementos ms importantes para una mejor

    comprensin del sacerdocio de Jess y de la dimensin sacerdotal de la Iglesia.

    a) Un sacerdocio nuevo fuera de las categoras judas

    La tesis central de la carta a los Hebreos es la siguiente: el sacerdocio de Jesucristo

    es una realidad enteramente nueva. Y hasta tal punto es cuestin decisiva precisar esa

    novedad, que expresamente se define la categora absolutamente original que

    contradistingue este sacerdocio de cualquier otro: Jess fue sacerdote segn la fuerza

    de una vida indestructible (7,16).

    Es decir, se trata de un sacerdocio que no es ritual, sino existencial; donde la

    realizacin de su sacerdocio no consisti en la puesta en prctica de una serie de ritos

    sagrados, sino de su existencia entera entregada a los dems y, sobre todo, en su muerte

    por fidelidad a Dios y por bien del hombre.

    48 Es cierto que la reflexin cristiana -antes de la elaboracin de la carta a los Hebreos- ya haba empezado a utilizar trminos cultuales para expresar el misterio de Cristo (1Cor 5,7) y daba un sentido sacrificial y victimal a la muerte y resurreccin de Jess (Rom 3,25; 1Jn 2,2; 4,10; 1Pe 1,18-19; Ef 5,2). Tambin es verdad que algunos textos evanglicos establecen cierta relacin entre el misterio de Cristo y el sacerdocio antiguo: vinculacin del mesianismo real con el Templo (2 Sam 7,1-5.13) que los cuatro evangelios retoman al relacionar a Jess con el Templo (Lc 19,41-46; Mt 24,1-3; Mc 15,29.37-38), relacin entre la muerte de Jess y un rito sacrificial en los relatos de la ltima Cena (Mc 14,22-25 y par.), presentacin de Jess en la Ascensin con una actitud tpicamente sacerdotal (alzando las manos, los bendijo, Lc 24,50-51), etc Pero ms all de estos indicios la carta a los Hebreos es el nico escrito del NT que habla explcita y sistemticamente sobre el sacerdocio de Cristo, presentndolo como el objetivo final de toda la existencia de Jess: tuvo que para ser sumo sacerdote (Heb 2,17). 49 E. SCHILLEBEECKX, Cristo y los cristianos..., op.cit., 227-231. La investigacin actual atribuye este escrito-homila ms que carta- a un judo de la Dispora convertido al cristianismo. En cuanto a su datacin, se apunta como fecha ms tarda entre los aos 93 y 97. Parece que la comunidad a la que va destinada vive una situacin social difcil, se enfrenta al peligro de la apostasa (Heb 6,6; 10,25) y espera una inminente persecucin de la Iglesia.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    21

    Para el autor de la carta a los Hebreos, esta nueva categora de sacerdocio deroga el

    sacerdocio precedente por ser ineficaz e intil, pues la ley no consigui transformar

    nada, y, en cambio, introduce una esperanza superior, por la cual nos acercamos a Dios

    (7,1819). Adems esa nueva categora sacerdotal remite directamente a la vida histrica

    de Jess: Jess hizo de su vida tal ofrenda de s mismo (7,27), una entrega tan radical

    por la liberacin de su pueblo, que termin en la cruz; pero la muerte de Jess no fue su

    destruccin, sino al revs: la que consum su vida como realidad indestructible, la que

    le convirti en el hombre consumado para siempre (7,28).

    Es evidente que llamar a sto sacerdocio obliga a salirse de las categoras judas

    habituales con relacin a este tema, y a acercarse a l como a una realidad

    absolutamente nueva.

    b) Los rasgos fundamentales del sacerdocio de Jess

    Los dos rasgos constitutivos del sacerdocio de Jess que destaca la carta a los

    Hebreos son: Hacerse en todo semejante a sus hermanos y su entrega hasta la

    muerte.

    En el primer rasgo, hacerse en todo semejante a sus hermanos, se expresa la

    contraposicin mayor del sacerdocio de Jess a cualquier otro tipo de sacerdocio, tanto

    al de otras religiones como al sacerdocio judo. El autor de la carta a los Hebreos lo

    formula de la siguiente manera:

    Jess tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos para ser sumo sacerdote compasivo y fidedigno en lo que toca a Dios y expiar as los pecados del pueblo. Pues por haber pasado l la prueba del sufrimiento, puede auxiliar a los que la estn pasando (2,1718). Por haber ofrecido en los das de su vida mortal oraciones y splicas a gritos y con lgrimas, sucedi que sufriendo aprendi a obedecer y, as consumado, se convirti en causa de salvacin eterna para todos los que le obedecen a l, pues Dios le proclam sumo sacerdote en la lnea de Melquisedec (5,710).

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

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    Es decir, Jess no es sacerdote retirndose del mbito de lo profano para entrar en

    el mbito de lo sagrado. Al contrario, hay un primer momento constitutivo de su

    sacerdocio que consiste en identificarse con su pueblo, por lo cual no se avergenza de

    llamarles hermanos (2,11) y, por su sufrimiento, identificarse ante todo con los que

    sufren. Lo cual viene a indicar sustancialmente dos cosas:

    La condicin que Jess cumple para llegar a ser sacerdote no se entiende en la lnea de la separacin y segregacin de lo profano (para entrar as en el mbito

    de lo sagrado), sino exactamente al revs.

    El acceso de Cristo al sacerdocio no se realiz mediante unos determinados ritos

    o ceremonias sagradas que se practicaron ante l o por l, sino por medio de su

    existencia entera destrozada por su forma de vivir, de relacionarse con los

    dems, por su estilo de vida y, especialmente, por la muerte dramtica con que

    acab aquella vida, ofrecida a Dios en la oracin (Cf. Mc 14,36; Jn 12,27).

    Pero la mayor novedad y originalidad de este rasgo del sacerdocio de Jess consiste

    en lo siguiente: lo que aparece en Jesucristo es que el sacerdocio no es cuestin de

    acceso del hombre a Dios, sino de acercamiento de Dios al hombre50. De manera que

    esta cuestin afecta a Dios mismo y a la imagen que tenemos de l: no se trata de un

    Dios separado y lejano, al que el hombre tiene que buscar la forma de acceder, o de

    salir a su encuentro; se trata de que Dios mismo es el que accede y sale al encuentro del

    hombre51.

    En palabras del telogo J. Moingt: el camino que lleva a Dios ya no es el que va

    de la tierra al cielo pasando por el Templo, es el camino que Jess ha tomado para ir a

    los vencidos de la historia52.

    He aqu la novedad sorprendente del sacerdocio de Jess, y la concrecin de ese

    hacerse en todo semejante a sus hermanos como rasgo constitutivo de su sacerdocio.

    50 Cf. R. VELASCO, La Iglesia de Jess..., op.cit., 328. 51 Ibid., 331. 52 J. MOINGT, Lhomme qui venait de Dieu (Cerf, Pars 1994), 491. La traduccin es nuestra.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

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    El segundo rasgo fundamental del sacerdocio de Jess es su entrega hasta la

    muerte. Difcilmente se podr describir con mayor patetismo el significado sacerdotal

    de la muerte de Jess, que como lo hace esta carta: Jess es el echado fuera de la

    ciudad, el arrojado al lugar del oprobio, desechado como inmundo y expulsado al

    lugar inmundo: Los cadveres de los animales, cuya sangre lleva el sumo sacerdote al

    santuario para el rito de la expiacin, se queman fuera del campamento; y por eso Jess,

    para consagrar al pueblo con su propia sangre, muri fuera de las murallas (13,1112).

    A Jess le arrojaron fuera de la ciudad como los sacerdotes arrojaban al lugar

    inmundo los cadveres de los animales que ya no serva para los ritos sagrados. Con lo

    cual se expresa que Jess culmina el proceso de su constitucin como sacerdote en el

    polo opuesto al lugar sagrado. En este sentido se observa que no poda contraponerse

    de manera ms radical el sacerdocio de Jess al sacerdocio que funcionaba dentro de su

    pueblo, y an a cualquier otro tipo de sacerdocio53. Conviene, por sto, hacer algunas

    precisiones sobre la entrega de Jess hasta la muerte:

    No se puede desligar la muerte de Jess de las pretensiones bsicas de su vida.

    Lo que Jess quera, y a lo que se entreg sin reservas, fue a abrir paso al

    reinar de Dios para la liberacin del pueblo, y por esta causa estaba dispuesto

    incondicionalmente a todo, incluso a la muerte. Su entrega no fue propiamente

    entrega a la muerte, sino entrega hasta la muerte54.

    La existencia de Jess fue profundamente conflictiva: Jess choc violentamente con los poderes de este mundo, sobre todo con el poder sagrado de su

    pueblo, y por eso la culminacin de su carrera sacerdotal es la de un echado 53 R. VELASCO, La Iglesia de Jess...,op.cit., 332; A. VANHOYE, Jess y el sacerdocio antiguo: El mensaje de la carta a los Hebreos, op.cit.,15-16, resalta lo siguiente: la muerte de Cristo no tuvo lugar en el templo ni tuvo nada que ver con una ceremonia litrgica. Fue todo lo contrario: la ejecucin de un condenado. Entre la ejecucin de un condenado y el cumplimiento de un sacrificio ritual, los israelitas y por consiguiente los primeros cristianos- perciban un contraste total. Los ritos del sacrificio constituan un acto solemne, un acto de glorificacin, de santificacin, que una con Dios y era una fuente de bendiciones. La muerte sufrida por un condenado, por el contrario, se vea no solamente como el peor de los castigos, sino tambin como una execracin, como lo contrario de una consagracin. Apartado del pueblo de Dios (Cf. Nm 15,30), el condenado era una persona maldita y fuente de maldicin (Dt 21,23; Gal 3,13). 54 R. VELASCO, La Iglesia de Jess, op.cit., 332. Para profundizar sobre este punto, remitimos a los estudios de: M. A. FJER CARDONA, Jess sacerdote y el conflicto (Instituto Teolgico de la Compaa de Jess, Mxico 1992), I. ELLACURA, Por qu muere Jess y por qu le matan en: Diakona 8 (1978), 65-75.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    24

    fuera al lugar ms profano, la de un Crucificado. Y lo es, precisamente, por su

    identificacin y misericordia con los echados fuera del sistema, o del orden

    establecido55.

    En la muerte de Jess aparece con toda claridad la abolicin de la diferencia entre sacerdote y vctima, propia de todo sacerdocio. Sobre esta conjuncin de

    Jess como sacerdote y vctima, la carta a los Hebreos resalta lo siguiente:

    este sacrificio (el de Cristo) es distinto de los dems; aqu el sacerdote se

    confunde con la vctima, y esta ltima no es sacralizada por lo que tiene de deteriorada, sino por lo que ofrece de vida perenne: Jess es el resucitado, que est sentado a la derecha de Dios, mientras los sacerdotes levticos estn de pie al lado de la vctima (Heb 8,1; 10,11). Esta contraposicin entre sentado y de pie indica la unicidad del sacrificio de Cristo y a la vez su diferencia radical: Jess, convertido en sacerdote de s mismo, es el smbolo total y absoluto de la noviolencia: l no ha inmolado a nadie; ha querido que todos los golpes de la violencia, incluso sacrificial, se pararan en seco contra l y, en vez de divinizar su propia muerte, ha elevado su superacin de la muerte la resurreccinal supremo grado de las aspiraciones humanas... Por consiguiente, su sacrificio no tiene que ver con las acciones sangrantes en que se inmolan vctimas para sacralizarlas en vistas a una superacin de los males de la humanidad... Jess, con su autoinmolacin, anula por completo esta ley de la violencia sacralizada... Su sacrificio es el sacrificio eliminador de todo sacrificio56.

    La entrega de Jess hasta la muerte fue posible por la accin del Espritu Santo: Jess por el Espritu eterno se ofreci a s mismo (9,14). Lo cual

    significa que el Espritu Santo, el Espritu de amor, es el nico capaz de realizar

    la verdadera transformacin sacrificial, que consiste no en consumir vctimas

    animales para hacerlas subir hacia el cielo en humo, sino en suscitar una ofrenda

    de la persona misma57. Esta fuerza del Espritu Santo se manifiesta, segn el

    autor de la carta a los Hebreos, de dos maneras: en la adhesin perfecta a la

    55 Cf. C. BRAVO GALLARDO, Jess hombre en conflicto. El relato de Marcos en Amrica Latina (Sal Terrae, Santander 1986), especialmente las pginas 273-277. 56 J. M. GONZLEZ RUIZ, La Iglesia a la intemperie. Reflexiones posmodernas sobre la Iglesia (Sal Terrae, Santander 1986), 112-114. 57AA.VV. (MISIONEROS DEL ESPRITU SANTO), El sacerdocio de Cristo en el Nuevo Testamento, op.cit., 26. En esta misma lnea, A. VANHOYE, La Eucarista, fuente y cumbre de la vida consagrada en: Manresa 77 (2005), 301-302, afirma: Slo el Espritu Santo es capaz de efectuar la verdadera transformacin sacrificial, es decir, de hacer pasar la ofrenda a la esfera de la santidad de Dios Para acercarse a Dios el hombre no tiene necesidad de un movimiento externo sino de un cambio interno, de una transformacin del corazn, transformacin que se hace posible y efectiva slo por el Espritu Santo. Por lo tanto el sacrificio de Cristo no acontece por medio del fuego que arda continuamente sobre el altar del templo, sino por medio del Espritu eterno. Este es el secreto del dinamismo interno de su ofrenda.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    25

    voluntad de Dios (5,8; 10,4-10) y en la solidaridad fraterna con los hermanos

    (2,14-18), todo sto llevado por la fuerza del amor hasta las ltimas

    consecuencias, hasta la muerte.

    Por tanto, tambin es importante precisar que la obra sacerdotal de Jess revela que el Espritu eterno acta animando y consumando la entrega existencial con

    el fuego del amor que une al Hijo con el Padre en la comunin trinitaria. El

    Espritu Santo, amor de comunin y alteridad, acta en lo profundo del misterio

    pascual y sacerdotal como fuente del poder salvfico que se revela en el

    escndalo y la locura de la cruz (1Cor 1,23). Poder salvfico del amor trinitario,

    que reconcilia a los seres humanos y ofrece el don de la vida libre y eterna que

    rompe toda espiral de violencia, el temor a la muerte y el inters egosta del ser

    humano.

    Por todo lo hasta ahora sealado, se afirma que este Jess, sacerdote y vctima,

    es en s mismo el final de la necesidad y de la eficacia de todo sacrificio ritual. Las

    consecuencias que se deducen para la comunidad cristiana de todo el planteamiento de

    la carta a los Hebreos son las siguientes58:

    A partir de la muerte y glorificacin de Cristo, el sistema de relacin del

    hombre con Dios ha quedado modificado radicalmente. La solucin ritual,

    que los antiguos dieron al problema del acceso a Dios, ha quedado anulada.

    En su lugar se levanta la solucin existencial, que es posible gracias a la

    mediacin sacerdotal de Cristo.

    Lo que caracteriza la mediacin sacerdotal de Cristo es que l no es un

    intermediario exterior entre el hombre y Dios, que se esfuerza con sus

    buenos oficios para restablecer la comunin entre dos partes. La unin

    completa entre el hombre y Dios la realiz Cristo en su propia persona, en

    beneficio de todos los hombres. Por este hecho, el sacerdocio de Cristo est

    fundamentalmente abierto a la participacin. El que se adhiere a Cristo se

    58 Seguimos de cerca la reflexin de: AA.VV. (MISIONEROS DEL ESPRITU SANTO), El sacerdocio de Cristo en el Nuevo Testamento, op.cit., 56-57.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    26

    asocia a su sacerdocio, ya que encuentra en Cristo una relacin inmediata

    con Dios.

    En el sacerdocio de Cristo, lo que en tiempos antiguos era privilegio exclusivo del sumo sacerdote una vez al ao, se ha convertido en una

    posibilidad abierta a todos en todo tiempo. Ahora todos los creyentes son

    invitados a acercarse a Dios con confianza (Heb 4,16; 10,19-22) y a

    presentarle sus sacrificios (Heb 13,15-16). Estos sacrificios no sern ya

    ritos separados de la vida sino, a ejemplo del sacrificio de Cristo, ofrendas

    existenciales.

    Esta ofrenda existencial consiste en vivir como Cristo en la obediencia filial, cumpliendo la voluntad de Dios (Heb 10,36; 13,21; Cf. 5,8; 10,7-9) y

    progresando en el amor fraterno gracias a una solidaridad efectiva (Heb

    10,24). En esto consiste el nuevo culto segn la interpretacin que hace el

    autor de la carta a los Hebreos; por eso, exhorta a los creyentes a ofrecer a

    Dios un sacrificio de alabanza, a hacer el bien y a ayudarse mutuamente;

    estos son los sacrificios que agradan a Dios (Heb 13, 15-16).

    Por todo lo hasta ahora sealado, A. Vanhoye considera que la cristologa

    sacerdotal de la carta a los Hebreos pone fuertemente en evidencia el punto ms

    importante de la posicin cristiana en materia de sacerdocio, a saber:

    No existe ms que un solo sacerdote en el pleno sentido de la palabra, Jesucristo. Slo Cristo ha sido capaz de cumplir la funcin esencial del sacerdote, que consiste en establecer una mediacin entre Dios y los hombres. l es el nico mediador. Para llegar a una relacin autntica con Dios es menester pasar necesariamente por l y ms concretamente por su sacrificio. Ningn hombre puede prescindir de la mediacin de Cristo y ninguno puede sustituir a Cristo para cumplir esta funcin respecto a otras personas. As, pues, un solo sacerdote nuevo sucede a la muchedumbre de sacerdotes antiguos59.

    59 A.VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 319.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

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    3.4 El sacerdocio del pueblo creyente60

    La carta a los Hebreos no aplica a los creyentes, ni a la comunidad cristiana en su

    conjunto, el ttulo de sacerdote (Hierus), pero s les atribuye una participacin en la

    condicin sacerdotal de Cristo y supone en ellos funciones sacerdotales cuando les

    invita a acercarse con confianza a Dios (Heb 4,16; 10,19-22) y a ofrecerle sus sacrificios

    (Heb 13,15-16), que consisten en una vida de obediencia a Dios y de amor fraterno. Una

    idea semejante queda reflejada en Rom 12,1-2, donde Pablo exhorta a los cristianos a

    ofrecer sus cuerpos (sto es, sus personas) como sacrificio vivo, santo, agradable a

    Dios: tal ser vuestro culto espiritual. Otros pasajes de las cartas paulinas se refieren

    tambin a la vida cristiana como un servicio litrgico: Rom 15,16; Flp 2,17; Ef 5,2.

    Estos textos sugieren una consideracin sacerdotal del existir cristiano, si bien no

    utilizan los trminos sacerdote ni sacerdocio61.

    Hay dos escritos del NT que s utilizan estos trminos para caracterizar a los

    creyentes: la primera carta de Pedro (1Pe 2,4-10) y el Apocalipsis(Ap 1,6; 5,10; 20,6).

    a) La primera carta de Pedro (2,4-10): el Pueblo sacerdotal

    El texto ms explcito y ms expresivo de lo que es el sacerdocio eclesial es sin

    duda ste de la primera carta de Pedro:

    Al acercaros a l [al Seor Jess], piedra viva desechada por los hombres, pero elegida y digna de honor a los ojos de Dios, tambin vosotros, como piedras vivas, vais entrando en la construccin de un templo espiritual, formando un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales que acepta Dios por Jess el mesas... Para los incrdulos, es la piedra que haban desechado los constructores la que se ha convertido en piedra angular; ms, en piedra para tropezar y en roca para estrellarse... Vosotros, en cambio, sois linaje elegido, sacerdocio regio, nacin consagrada, pueblo adquirido por Dios, para publicar las proezas del que os llam de las tinieblas a su luz admirable. Los que antes no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios, los que no habais alcanzado misericordia, ahora habis alcanzado misericordia (1 Pe 2,4-10).

    60 En este apartado seguiremos de cerca el aporte de R. VELASCO, La Iglesia de Jess, op.cit., 334-339. Para profundizar en el tema desde una visin ms exegtica, vase: A. VANHOYE, La Iglesia de Cristo, organismo sacerdotal: Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 250-285; L. A. GARCA DVALOS, El carcter sacerdotal del pueblo de Dios, op.cit., 98-164. 61 T. OTERO LZARO, Nuevo Testamento (sacerdocio en el) en: Profesores de la Facultad de Teologa de Burgos (dirs.), Diccionario del Sacerdocio (BAC, Madrid 2005), 511-512.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    28

    En este texto se predica de la comunidad de los creyentes el ttulo hierateuma

    (sacerdocio, organismo sacerdotal)62. Esta es la palabra griega utilizada por los

    traductores del AT para la expresin reino de sacerdotes de aquella promesa

    sacerdotal hecha al pueblo de la alianza en el Sina (Ex 19,6). En la primera carta de

    Pedro se recurre a dicha expresin para afirmar la funcin sacerdotal y la dignidad real

    de la Iglesia, pues el autor de esta carta ve a la Iglesia de Cristo como el pueblo de la

    nueva alianza, en el que se cumple la promesa hecha a Israel. Por esta razn la

    condicin sacerdotal se afirma del conjunto de la Iglesia, no de cada uno de los

    creyentes individualmente.

    Hay en este texto (1 Pe 2,4-10) un gran paralelismo con lo que la carta a los Hebreos

    deca sobre el sacerdocio de Jess: lo que era all el cadver de los animales que se

    arroja al lugar inmundo, como figura para expresar al arrojado fuera de la ciudad, al

    lugar del oprobio, es aqu la piedra desechada por los constructores y convertida en

    piedra angular de un templo nuevo.

    Naturalmente que, si la piedra angular ha sido colocada fuera, en el lugar inmundo,

    todo el edificio construido sobre ella ser de las afueras, de los arrojados fuera de la

    ciudad. Es decir, todo el nuevo pueblo ser un pueblo de forasteros y emigrantes (1 Pe

    2,11) y, slo desde ese presupuesto, pueblo sacerdotal. Lo cual se corresponde

    perfectamente tambin con lo que deca la carta a los Hebreos: si Jess fue arrojado

    fuera de la ciudad, salgamos, pues, donde l fuera del campamento, cargando con su

    oprobio, pues no tenemos aqu ciudad permanente, sino que andamos buscando la

    futura (Heb 13,1314).

    En este sentido, hay un salir fuera, consustancial a este sacerdocio que es, en el

    fondo, lo que quiere decir la palabra Iglesia (ekklesa, la asamblea de los llamados a

    salir fuera), y que la identifica con los echados fuera, con los crucificados de la tierra63.

    62 Cf. A. VANHOYE, El sentido de la palabra hirateuma: Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 257-260 y 272-273. En esta primera carta de Pedro se aplica a los fieles cristianos dos veces la cualificacin de sacerdocio (hierateuma): ellos son un sacerdocio santo (1Pe 2,5) y un sacerdocio real (1Pe 2,9). En estos dos casos el trmino sacerdocio (hierateuma) se aplica a las personas, pero no consideradas una a una, sino en cuanto que forman un grupo. Se trata de un sentido personal, corporativo y funcional. 63 R. VELASCO, La Iglesia de Jess, op.cit., 334; Cf. L. A. GARCA DVALOS, El carcter sacerdotal del pueblo de Dios, op.cit., 178; Cf. I. ELLACURA, El pueblo crucificado en: Id.-J. Sobrino (eds.), Mysterium Liberationis. Conceptos fundamentales de la Teologa de la Liberacin, vol. II (Trotta, Madrid 1990), 213-216.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

    29

    Cuando se habla, por tanto, del sacerdocio del pueblo creyente, se est tratando en

    realidad del mismo sacerdocio de Cristo, en cuanto que ha de ser proseguido

    histricamente por los que creen en l, como piedras vivas que slo lo son en tanto

    que edificadas sobre la piedra angular del edificio. No se trata de vivir de los mritos

    del sacerdocio de Cristo asumidos en provecho propio en el culto y en la liturgia.

    Para no escaparnos del fondo de la cuestin, cuando se habla del pueblo sacerdotal

    es necesario centrar la atencin en este punto crucial: la Iglesia de Jess es sacerdotal

    en cuanto Iglesia del Crucificado, en cuanto llamada a proseguir en la historia el camino

    de Jess que le llev a la cruz64.

    As pues, asumir en la Iglesia el tema de la condicin sacerdotal del Pueblo de Dios

    es algo similar a: hacer presente en el mundo, como pueblo creyente, la fuerza de Dios

    y sabidura de Dios que acta en el escndalo y en la locura de la cruz65. Escaparse de

    esta realidad al hablar del pueblo sacerdotal es sumamente peligroso, pues se vuelve

    entonces con toda facilidad al sacerdocio del AT y de las religiones paganas, es decir, a

    entender el sacerdocio con categoras sacrales y cultuales que encubren la originalidad

    radical del sacerdocio cristiano66.

    b) Los cristianos, reyes y sacerdotes: el libro del Apocalipsis

    Inspirndose, lo mismo que la primera carta de Pedro, en la promesa que haba

    recogido el xodo (19,6), el Apocalipsis aplica en tres ocasiones (1,6; 5,10; 20,6) a los

    cristianos el ttulo sacerdotes (hiris)67. Adems, basndose en una traduccin literal

    64 R. VELASCO, La Iglesia ante el tercer milenio (Nueva utopa, Madrid 2002), 140. 65 Id., La Iglesia de Jess, op.cit., 335. 66 Ibidem. 67 Cf. AA.VV. (MISIONEROS DEL ESPRITU SANTO), El sacerdocio de Cristo en el Nuevo Testamento, op.cit., 61. En el libro del Apocalipsis ya no hay solamente un sacerdocio colectivo del conjunto de los cristianos; hay una pluralidad de sacerdotes, cada uno de los cuales tiene que ser capaz de rendir culto a Dios. De aqu no se sigue que favorezca una dispersin individualista. La comunidad que ah se define, repitiendo en cuatro ocasiones el pronombre nosotros, seala un aspecto de funcin ejercido en comn, en consonancia con la otra expresin corporativa linaje real, ah mismo utilizada. Para un estudio exegtico de los textos Ap 1,6; 5,10; 20,6, vase: E. SCHSSLER FIORENZA, Priester fr Gott, op.cit.; J. C. SACK, nos hizo un reino, unos sacerdotes para su Dios y padre. En qu sentido los cristianos son llamados hiris en Ap 1,6, 5,10 y 20,6 (UPG, Roma 2002).

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

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    de la versin hebrea del xodo, manifiesta igual inters por la afirmacin de la realeza,

    mientras 1 Pe no muestra especial atencin a este segundo aspecto68.

    En medio de unas circunstancias difciles que ponan a los cristianos en una

    situacin de vctimas y de condenados, la contribucin especfica del Apocalipsis

    consiste en sealar la unin de la dignidad real con la sacerdotal. Esta unin

    corresponde a un rasgo esencial de la perspectiva del Apocalipsis, que consiste en

    establecer una conexin muy fuerte entre el culto y la vida, entre la liturgia celestial y la

    conflictiva historia terrena69.

    En el libro del Apocalipsis la realeza cristiana es una consecuencia del

    sacerdocio. Juan no acepta la idea de una historia del mundo que se desarrolle

    independientemente de la relacin de los cristianos con Dios. Para l, el elemento

    determinante de la historia es precisamente esta relacin, que hace de todos los

    cristianos unos sacerdotes. Para explicar de qu forma se ejerce en este mundo el

    sacerdocio de los cristianos, el Apocalipsis no utiliza el vocabulario sacrificial. Prefiere

    un vocabulario realista, que habla de paciencia y de fidelidad, de tribulacin, de

    degello y de decapitacin, de victoria sobre todo. Por eso, especialmente a los mrtires

    cristianos se los llama tambin sacerdotes de Dios y de Cristo (Ap 20,6).

    En este sentido, el sacerdocio regio de los cristianos se presenta en el

    Apocalipsis como el punto culminante de la obra salvfica de Cristo (1,6; 5,10). La

    plena realizacin de esta doble dignidad se presenta como la cima de la alegra y de la

    santidad cristianas (20,6). Se anima a alcanzarla instaurando el reinar de Dios en la

    historia conflictiva del presente, siguiendo el ejemplo modlico del Cordero degollado,

    del sacrificio que se realiza en el mutuo servicio, en la prestacin de ayuda y en el

    amor, y que halla su consumacin en el sufrimiento testificador (en el martirio) con

    Cristo y para Cristo 70.

    68 Cf. A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo, op.cit., 287. 69 Cf. J. COMBLIN, Le peuple sacerdotal: Le Christ dans lApocalypse (Descle, Blgica 1965), 175-176. 70 G. GRESHAKE, Ser sacerdote hoy. Teologa, praxis pastoral y espiritualidad (Sgueme, Salamanca 22006), 94; Cf. L. CERFAUX-J. CAMBIER, El Apocalipsis de San Juan ledo a los cristianos (Fax, Madrid 1968), 215-216.

  • CAP I: DIMENSIN BBLICA DE LA FUNCIN SACERDOTAL

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    Desde esta ptica, en el Apocalipsis se proclama que Jesucristo ha hecho a los

    cristianos un reino de sacerdotes para su Dios y Padre (1,6). La corte celestial dirige

    al Cordero un canto nuevo que lo alaba por esta obra (5,9-10). Finalmente, una

    biena