SINTESIS OBRA DE VILLAR - mapa.gob.es · Una ojeada a la cliserie de la Sierra del Guadarrama...

16
botánicas y geobotánicas. Aunque después de la guerra hizo ges- tiones para volver a España, contando con apoyos personales de Elorrieta y Caballero y llegando a efectuar varios viajes, no pudo realizar sus deseos, a los que una vez más les faltó la acogida favorable de las autoridades políticas y académicas. Antes había hecho alguna gestión con Cuatrecasas para trasladarse con él a Colombia (Cuatrecasas, 1939), a donde este se había exiliado. Jordi Martí ha reconstruido en su biografía de Villar esta etapa de guerra y forzado exilio en el norte de África a partir de una significativa documentación inédita (Martí Henneberg, 1984a), entre la que se incluye una obra edafológica escrita por Villar hacia el final de su vida y sólo recientemente publicada (Villar, 1983). Emilio Huguet del Villar murió en Rabat el 21 de enero de 1951, a la edad de 79 años. GEOBOTANICA, SINTESIS E INNOVACION EN LA OBRA DE VILLAR La capacidad sintética es probablemente el rasgo más caracte- rístico y a la vez la mejor cualidad de la obra científica de Villar. Síntesis tanto en la forma como en el contenido. Villar la aplicó a la asimilación y la reordenación metódica de las teorías y conoci- mientos de los campos en que trabajó, pero también a su propia producción científica original. Eligió disciplinas sintéticas en su propia naturaleza, como la geografía, la ecología y la edafología, y las cultivó ahondando precisamente en ese carácter sintético como orientación fundamental. Compaginando casi siempre la investigación empírica con la teórica, Villar elaboró marcos teó- ricos propios con afán de universalidad. Podía así encuadrar sus investigaciones concretas en objetivos científicos más generales. Además procuraba siempre trabajar con sus resultados en sucesi- vos niveles de integración. Su epistemología, positivista y empiri- cista, propugnaba un proceder inductivo, yendo de los hechos concretos comprobados a la formulación de explicaciones gene- rales. Sin embargo, muchas veces han sido sus construcciones teóricas previas lo que ha quedado como el núcleo más impor- tante de su aportación, pues en su complicada carrera científica 324

Transcript of SINTESIS OBRA DE VILLAR - mapa.gob.es · Una ojeada a la cliserie de la Sierra del Guadarrama...

botánicas y geobotánicas. Aunque después de la guerra hizo ges-tiones para volver a España, contando con apoyos personales deElorrieta y Caballero y llegando a efectuar varios viajes, no pudorealizar sus deseos, a los que una vez más les faltó la acogidafavorable de las autoridades políticas y académicas. Antes habíahecho alguna gestión con Cuatrecasas para trasladarse con él aColombia (Cuatrecasas, 1939), a donde este se había exiliado.Jordi Martí ha reconstruido en su biografía de Villar esta etapade guerra y forzado exilio en el norte de África a partir de unasignificativa documentación inédita (Martí Henneberg, 1984a),entre la que se incluye una obra edafológica escrita por Villarhacia el final de su vida y sólo recientemente publicada (Villar,1983). Emilio Huguet del Villar murió en Rabat el 21 de enerode 1951, a la edad de 79 años.

GEOBOTANICA, SINTESIS E INNOVACIONEN LA OBRA DE VILLAR

La capacidad sintética es probablemente el rasgo más caracte-rístico y a la vez la mejor cualidad de la obra científica de Villar.Síntesis tanto en la forma como en el contenido. Villar la aplicó ala asimilación y la reordenación metódica de las teorías y conoci-mientos de los campos en que trabajó, pero también a su propiaproducción científica original. Eligió disciplinas sintéticas en supropia naturaleza, como la geografía, la ecología y la edafología,y las cultivó ahondando precisamente en ese carácter sintéticocomo orientación fundamental. Compaginando casi siempre lainvestigación empírica con la teórica, Villar elaboró marcos teó-ricos propios con afán de universalidad. Podía así encuadrar susinvestigaciones concretas en objetivos científicos más generales.Además procuraba siempre trabajar con sus resultados en sucesi-vos niveles de integración. Su epistemología, positivista y empiri-cista, propugnaba un proceder inductivo, yendo de los hechosconcretos comprobados a la formulación de explicaciones gene-rales. Sin embargo, muchas veces han sido sus construccionesteóricas previas lo que ha quedado como el núcleo más impor-tante de su aportación, pues en su complicada carrera científica

324

no desarrolló más que una parte de los ambiciosos programas deinvestigación que inicialmente se trazó.

Sus construcciones teóricas estaban concebidas como marcosconceptuales y metodológicos que contribuyeran a clarificarobjetivos y problemas, y se caracterizaban por su rigor lógico y suafán de universalidad y sistematicidad. Ese mismo afán hacía queno estuvieran exentas a veces de un cierto exceso de formalismoy de algunas argumentaciones forzadas. Su preocupación por laprecisión conceptual y nomenclatural y por la simetría lógica desus edificios teóricos le Ilevó, siempre que lo creyó necesario, aproponer clasificaciones y conceptos nuevos, o a refundir o rede-finir los previamente existentes. Aplicó igualmente un exquisitorigor etimológico y sistemático en su constante innovación termi-nológica, de la que el vocablo edafología ha quedado como elmás conocido ejemplo y de la que él mismo dijo, en un tono algoexagerado, que había "enriquecido el castellano con centenaresde palabras, la inmensa mayoría científicas, todas en forma rigu-rosamente castiza, que no figuraban en los diccionarios, y sin lascuales es imposible tratar al día muchas cuestiones científicas"(Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, 1929).

Todo ello puede aplicarse a la obra ecológica de Villar, y enespecial a su aportación fundamental en este sentido, su libroGeobotánica (Huguet del Villar, 1929). Esta obra representa unasíntesis teórica que ha suscitado juicios tales como el de queVillar es el autor de la única "apreciable aportación teórica" dela "Botánica española" en el primer tercio de este siglo (BellotRodríguez, 1967,^pp. 59-61), o que es "1'únic autor catalá a qui esdeu una elaboració teórica en el camp de 1'estudi de la vegeta-ció" (Camarasa, 1984). Geobotánica apareció como un númerodoble de la Colección Labor en 1929, pero parece que fue elabo-rado algo antes (Martí Henneberg, 1984a, p. 138), aunque elhecho de que incluya varias referencias a publicaciones y congre-sos de 1927, e incluso a la tesis doctoral de Cuatrecasas de 1928,indica que la redacción definitiva no debió de estar ultimadahasta poco antes de su publicación. En todo caso es fácil advertirque el núcleo teórico y metodológico fundamental se corres-ponde con lo ya adelantado en el Avance y en su complementoUna ojeada a la cliserie de la Sierra del Guadarrama (Villar,

325

1925a, 1927). Por tanto, es en los años en torno a 1925 cuandoVillar realiza la parte más importante de su elaboración teóricaen ecología vegetal. Posteriormente, será la edafología el campoque absorba la mayor parte de su esfuerzo en ese sentido. ElAvance y la Geobotánica se complementan mutuamente, y estaviene a cubrir las expectativas generadas por aquel. Si allí Villarresumía en pocas líneas un marco teórico para poder presentarsus resultados concretos sobre la vegetación del centro peninsu-lar, aquí los datos sobre la vegetación de la falsa estepa y suinterpretación dinámica le sirven como ejemplos y casos prácti-cos que va desgranando a lo largo de un libro consagrado funda-mentalmente a una exposición teórica y metodológica.

La Geobotánica es, en efecto, un tratado. A pesar de su inclu-sión en una colección de tipo divulgativo se trata de un libro demarcado carácter técnico, concebido para un público especiali-zado. No obstante, y debido a la novedad que tenía la materia enEspaña, el libro no da casi nada por sabido y se esfuerza en partirsiempre de los conceptos más básicos, lo que unido a la precisiónde su redacción lo convierte también en una obra de alta divulga-ción, asequible para un público culto relativamente amplio. Ade-más de los ejemplos que van siendo citados en el texto, Villarrecurre nuevamente a la ilustración fotográfica para hacer másinmediata la comprensión de sus explicaciones. Un apéndice de60 láminas fotográficas cumple esta función, y también aquí sonsus propias investigaciones las que le sirven para proveer lamayor parte de los ejemplos. Aparecen así los lugares de laPenínsula donde había realizado reconocimientos geobotánicos,algunos inéditos, pues aunque abundan los ejemplos de la sub-meseta Sur y de las sierras de Gredos y Guadarrama aparecentambién fotografías de las provincias de Palencia, Málaga, Gra-nada y Valencia, y de los alrededores de Segorbe, localidad cas-tellonense a la que seguramente acudió en visita a Carlos Pau.Los textos que explican las láminas son a menudo lo suficiente-mente detallados como para constituir pequeños estudios de lavegetación que describen.

Villar se esforzó por compilar el conjunto de las tendenciasdesarrolladas hasta entonces en la ecología vegetal. Su notablepuesta al día en este sentido puede comprobarse en la extensa

326

bibliografía de referencia que incluye. En nuestros días la pers-pectiva histórica ha puesto de manifiesto la modernidad de los

contenidos de la Geobotánica, de la que se ha afirmado que "enconjunt, el llibre estava a 1'altura de les obres estrangeres mésimportants de 1'época" (Estrada, 1981), y que es "indispensableper a seguir els antecedents de la geografia botánica fins al pri-mer quart de nostre segle" (Camarasa, 1984). En efecto, lo másimportante y avanzado de la geobotánica del momento se sinte-tiza en un texto coherente y, sobre todo, presentado de acuerdo aun esquema unificador propio. Las propuestas de diferentesautores van apareciendo al hilo de un marco general concebidopor Villar. En unas ocasiones se señala una doctrina como la másadecuada o plausible en su tratamiento de un determinado pro-blema, en otras se advierten inconsistencias o ideas ya superadas,y no pocas veces se modifican y refunden propuestas de otrosautores para integrarlas en el esquema general del libro. Lasfuentes, eso sí, son citadas en cada caso, por lo que es casi siem-pre sencillo discernir la aportación original de la elaboración

debida a Villar. La Geobotánica permite apreciar esa aportación

teórica específica de Villar mucho mejor que el Avance, donde

por economía de expresión se daba la doctrina de Clementscomo referencia fundamental. La concepción sucesionista, y enconcreto la elaboración que de ella hace Clements, es en efectouno de los ejes fundamentales de la ecología de Villar, pero,

como ya se veía en el Avance, hay también otros elementos quemuestran su detallado conocimiento de las diferentes tendencias.Le interesan especialmente los métodos de caracterización de lasagrupaciones vegetales desarrollados por las escuelas europeasde fitosociología. Las obras incluidas por Villar en la bibliografíade su libro reflejan, sin tener por supuesto un valor cuantitativoestricto, estas distintas influencias. EI autor con más referenciases Clements con 13, y le siguen con 12 Pierre Allorge, con 11Braun-Blanquet, también con 11 Riibel y con 9 Raunkjaer, quele interesa por lo que se refiere a la definición de biotipos. Elcaso de Allorge, botánico francés que recorrió España desde1926, es especial p.or haber tenido Villar contacto directo con él

(Allorge, 1927).El núcleo teórico sucesionista quedó ya bien explicado con el

327

Avance. ^Qué otros rasgos fundamentales del marco elaboradopor Villar para su programa de investigación en ecología vegetalaparecen en la Geobotánica? En primer lugar, un planteamientoepistemológico inductivista, que es común a toda su obra y en elque insiste repetidamente. "Lo práctico es proceder inductiva-mente, de lo conocido a lo desconocido, del fenómeno al sistemade relaciones que lo liga al resto del universo" (Huguet delVillar, 1929, p. 23), afirma una y otra vez. Por tanto, en el estudiode la vegetación, las relaciones no pueden ser prejuzgadas sinoque se ha de partir de los fenómenos en sí, estudiando por sepa-rado sus diferentes componentes, e inducir luego las relacionesque demuestran. Insiste concretamente en estudiar por separadolas sinecias y las estaciones, es decir, las agrupaciones vegetales ylos medios en que habitan, y caracterizar cada uno de amboscomponentes por sus propios rasgos, en vez de unos en funciónde otros o una mezcla de los dos, tal como había sido frecuenteen la geografía botánica y la ecología. Es lo que llama "rigorismoinductivo en Geobotánica". Desde ese punto de vista, coincidecon la crítica de los "sociologistas" al sucesionismo de Clementspor sus preconcepciones "ecologistas", es decir, por sus ideasecologicistas que presuponían la correspondencia de series suce-sionales con tipos de medio (Huguet del Villar, 1929, p. 35).Desde luego, esto no supone que no admita el concepto de suce-sión como tal, lo que defiende es que no se prejuzguen sus for-mas concretas. A1 tiempo, reprocha a los "sociologistas" su pre-sunción de que las agrupaciones de plantas son verdaderasasociaciones y no simples cohabitaciones como él prefiere enprincipio suponer. En resumen, para Villar es clara "la necesidadde seguir el método inductivo, basado en el estudio previo y porseparado de la sociología y la ecología (stricto sensu), en lugar departir del principio de una relación preconcebida entre la esta-ción y la sinecia" (Huguet del Villar, 1929, p. 225). Este plantea-miento se traduce en la estructura del libro, dividido en tres par-tes, que son en realidad tres puntos de vista, tres aproximacionessucesivas, complementarias y progresivamente integradoras quepropone Villar para el estudio de la vegetación, "La sinecia comohecho de habitat", "La relación con el medio estacional" y"Larelación con el medio geográfico". En la simple enunciación de

328

este esquema expositivo, que es a la vez interpretativo, se apreciael otro eje fundamental del pensamiento ecológico de Villar, queno es otro que su propia elaboración teórica de la geografía.Definía la geografía como la ciencia general de la "localización"de los fenómenos en la superficie terrestre, entendiendo porlocalización una "situación en conexión" (Villar, 1915a), y la geo-botánica era uno de sus campos (Huguet del Villar,1929, p. 20).

"Como, según lo expuesto más atrás, esta relación de la vidavegetal con el medio geográfico es una localización, la definición

de Geografía Botánica puede referirse perfectamente a la de laGeografía en general que dimos en 1915: Geografía es la ciencia

de la localización en la superficie terrestre, y Geografía Botánica

la ciencia de la localización, en la superficie terrestre, de la vidavegetal, que es lo mismo que decir "de los fenómenos botánicos",como literalmente escribimos entonces".

En el caso de seres vivos la localización debe entendersesegún Villar como una "habitación", que es el hecho de habitar,el "habitat", tomando esta expresión latina en su forma verbaloriginal, y de ahí la definición de la ciencia que él prefiere llamar"Geobotánica" como "la ciencia que estudia el habitat de las plan-

tas en la superficie terrestre" (Huguet del Villar, 1929, pp. 10-15).Hay que insistir que el concepto de habitat, escrito sin tilde comohace Villar, hace referencia al fenómeno básico en geobotánica,entendido como el hecho observable de la presencia de unasdeterminadas plantas en un determinado lugar. No es pues elhábitat entendido como el lugar o las características del lugar enel que se presentan las plantas, concepto al que Villar aludecomo "Estación" o"medio estacional". Subraya además que las

relaciones entre la planta y los factores del medio pertenecen alcampo de estudio puramente fisiológico, que puede abordarse enun laboratorio, y que sólo se convierte en fenómeno geobotánicocuando se trata de la ocurrencia real de las plantas en la natura-leza, que ha de estudiarse en el campo.

Esta dimensión geográfica lo es a la vez netamente ecológica.Para Villar la habitación es el fenómeno observable que sirvecomo "punto de partida", y las relaciones con el medio terrestreson la "materia a investigar". Por tanto los aspectos puramente

329

florísticos y fitosociológicos, que en algunas escuelas son elobjeto central, adquieren un carácter más instrumental. La com-posición florística de una agrupación vegetal es la manifestaciónde un fenómeno de relación, de localización según su terminolo-gía, y es esa relación el verdadero objeto de indagación, unaindagación ecológica por tanto. En este sentido, el pensamiento'ecológico de Villar acusa claramente su raíz geográfica, y apareceen un plano secundario la que pudiéramos llamar dimensión bio-lógica de la ecología. No es sólo que excluya la fisiología de laplanta individual, factor que considera importante pero que lageobotánica debe tomar como un dato más que integra junto alos que proporcionan otras disciplinas. Tampoco las relacionesde las plantas entre sí y con otros seres vivos encuentran mucholugar en su esquema teórico. Villar estudia la agrupación vegetalpara obtener una base empírica de donde inducir sus relacionescon el medio, pero presta una atención mucho menor a la agru-pación como tal, es decir a su ĉarácter de comunidad y a sus pro-piedades y relaciones internas. Frente al concepto de asociación,caro a los fitosociológos, Villar prefiere hablar en términos másobservacionales de "cohabitación", que, sin prejuzgar relacionesde ningún tipo, define como la "habitación de una suma de indi-viduos vegetales en un mismo medio exterior". Como unidad deesa cohabitación Villar sigue proponiendo el término "sinecia",que etimológicamente alude a la misma idea, y que define como"urta cohabitación botánica individualizada", donde individuali-zada "significa unificada, por la comunidad de caracteres dentrode su propia extensión; y delimitada, es decir, distinta por ellosmismos de las otras cohabitaciones". El estudio de las sinecias esla fitosociología, que Villar preferiría llamar sineciología. Lasrelaciones con el medio estacional serían objeto de la fitoecolo-gía, ya que Villar, en su rigor etimológico, entendía siempre porecológico lo referido al medio y fundamentalmente al mediofísico. Finalmente, la fitogeografía, en un sentido estricto, estu-diaría las relaciones con el medio geográfico, entendiendo poreste los factores de tipo más global que controlan las áreas dedistribución de las plantas (Huguet del Villar, 1929, pp. 23-24).

En el estudio fitosociológico Villar concede tanta importanciaa los aspectos estructurales, es decir, formas o biotipos de las

330

ClaeifieaeióD eeológiea de Is vegetaeida (I)

Armenlt de laclorm .................................. UmnoDhYll.^ledlo total Por M+leldad .... HebhvdroPh Ila

o percdlmenle Quimlco .........` Por .cldes....... oxnydronnytÍ,etlto Dlserepanel.daml- Por .•eew ...... 1(YdrolnatmDnyllt

HYDROPHYTIA yltedeunfeetor. Tlrmlcn.........{ Por defmlo...... Cr n W(Holnnydrophylla ^ YoD Y

+HWDnylbl Dldlko..........( Por teumuleeMne` melillux....... •

(wmt,nle ...... ureropnrH.Armonl.deleelorn )IESOPHYTIA..( Suneomtanlc .... SubhyproDhytb

1 nlxtonunn....... ^topnpnyu.Agu xF-( Hna<rnd.mtnte .. H^naropnyu.

@COPHY• ROPHYTIA ...1 l:xtrcmedamtnte . HypaxrroDlrYtl.TIA Tempereturo - Por exeno ...... Subxcrophytl.

Irenuda ....e1t.^ Por defteto...... PxyenroPhYtbHMIO emerWdo ReeeelCn nleJade( Por bexleidad .... H.IOnhYtltPEZOPHYTIA au nnnto ntnwl Por ecidez....... Oxynhyllt

(IJtnoDnYUai-ChvxmoDnYU. Dlurepencbdoml- gubxln.o Sutlm...

Px•mmnnn +le+Edevnovnyll.) n,nt.dennttctw. condleldnntw „nl,x.stno.... cnt.xopnyll.

aKf..enblt....{ ;,..,, eempate Petropnyuo.{en.xmonn u.ulnonnrl^aror .emm^leelonapnlrncmtn .

Potarelaleopa' Portr.mlormneié^^mo^tnnnruoalrlttmtaxnlInrmdnr ...... etntra dal mt- o

dln...........1 trnnmropnvnrt4

lAPRO- J A<Wllu ............................................................... ' HYdrox.ProDnYtle

PHYT[A L Ema8lda . ............................................................. •• PexoxaDropnYtl.

HIOPHY- Extalor e Is .eUvld.d nlolepJu ......................................... EetobloPM1YtLTIA ^ Aftetando e la .eUVldad nloldgln ....................................... CndobloPnYtle

(1) EUmoloRla+ del grleao: Odmp, arat ^ olme: Nlwt ^ nNleno, Inlrrmedlo; E9Ptt ^+nn• wy'h - tarnlrc(r aeetr, no tumerglaol : lyve ^ pe t.noo letu^u : mpuk - mnÁo ; ^^4t - dddo; zpiet - Ndo:.p•w; ., eemldo; pw.p et tNe (e dttlr, mdt elldl: WuiWt ^ /rlo: dAr, dl{t ^ al; 4tri^uut ^ arm.: =1poot o: wltper ^ c; Idove ^

I nertun, grltta ; L!K ^ pledn ; pbt ^ vlde ; wepá -. )nnln a; d.lpawot ^ bnmbre : ouxpdt ^ nodrlAO ; Ixlt ^ luert :l.dt. ^ denlro ; 4^^• ^ pltnt..

Figura 5. Reproducción de la "Clasificación ecológica de la vegetación"

incluida por Villar en su Geobotánica de 1929.

plantas y modo en que estas ocupan el espacio, como a la compo-sición florística o taxonómica, o sea, qué especies están presen-tes. Ese era precisamente el sentido de su término sinecia, queenglobaba los puntos de vista del biotipo dominante, expresadoen el término formación, y de la composición florística, expre-sado en el término asociación. Por eso la caracterización de lasinecia debía comprender ambos aspectos y añadir también losdinámicos, o sea, la pertenencia a una determinada serie sucesio-nal y su posición en ella. Tanto los biotipos como las formas deagrupación en el espacio son objeto de clasificaciones por partede Villar, que toma como base propuestas ya existentes, refor-mándolas y completándolas para dotarlas de mayor coherenciaconceptual y nomenclatural, y resumiéndolas en sendos cuadros(Huguet del Villar, 1929, pp. 53-64). Recoge también la preocu-pación preponderante en la ecología vegetal del momento por lacuantitativización, y de entre las diversas propuestas metodológi-cas recoge las más importantes. Insiste en la necesidad de ade-cuar los medios a los fines y, concretamente, en la convenienciade aplicar métodos de estudio rápidos y generales en países comoEspaña, "escasamente explorados geobotánicamente". Con ese

331

fin compara diferentes métodos cuantitativos a través de casosprácticos y recomienda algunos de ellos.

EI análisis de la composición y la estructura de la sineciaaproxima a Villar a las escuelas fitosociológicas europeas, cuyosprincipales autores van apareciendo en esta parte del libro. Peroal llegar a la caracterización sintética de las sinecias se manifies-tan con claridad las divergencias. Cita sobre todo a Braun-Blan-quet, de cuyos puntos de vista difiere en cuanto a la autonomía yla entidad propia que este otorga a las agrupaciones vegetales(Huguet del Villar, 1929, pp. 97-100). Así, la noción de Braun-Blanquet de fidelidad, referida al grado de restricción con que lasespecies vegetales se presentan sólo en determinadas asociacio-nes, que es "uno de los conceptos predilectos de su metódica",tiene para Villar "cierta apariencia psicológica". El problemaque subyace es "^existen realmente, aparte de la simbiosis, rela-ciones directas, de un objetivismo social, entre las plantas quecohabitan?". Villar ya había dicho que la aplicación de los nom-bres de sociedad y"de Sociología a las masas vegetales y su estu-dio no deja de ser una ampliación de índole retórica" (Huguetdel Villar, 1929, p. 14). Su escepticismo en este punto le acerca,como ya se vio al analizar el Avance, a las posiciones de Gleason(Estrada, 1981), y le distancia en esa medida no sólo de los fito-sociólogos europeos sino también del organismicismo de Cle-ments. Es lógico por tanto que preste una atención comparativa-mente menor al problema de la clasificación de las sinecias. Supunto de vista sigue siendo en todo caso sucesional, y, así, intentacorrelacionar las nomenclaturas de Braun-Blanquet y de Cle-ments, pero tomando esta última como referencia fundamental.De este modo considera la asociación clímax como unidad y pro-pone la consideración de la "Conclímax" como unidad de ordensuperior, agrupando las clímax de una misma área, y el "Tipo"como subunidad inferior, para distinguir variantes florísticas dela asociación (Huguet del Villar, 1929, p. 114). No queda clarosin embargo el método a seguir en el caso de sinecias subseriales.En realidad parece que para Villar la clasificación es un pro-blema instrumental, necesario para poder designar de una formanormalizada y comprensible las sinecias, pero que no tiene elcarácter central que adopta en las escuelas fitosociológicas que

332

aspiran a establecer una taxonomía de las asociaciones similar ala taxonomía linneana de las especies.

La segunda parte del libro examina lo que Villar denominaecología de la vegetación en su sentido estricto, es decir, sus rela-ciones con el medio. Distingue entre medio y factores del medio.Los dos medios fundamentales son el acuático y el terrestre ypara cada uno de ellos establece una interpretación sucesional,desde las condiciones iniciales a las óptimas, proponiendo unaclasificación de la vegetación según estas categorías. Aquí seaprecia lo que podría llamarse el sesgo terrestre de Villar, deri-vado de su propia experiencia y sus intereses de investigación.Toma como óptimo el medio terrestre con suelo desarrollado,considerando que el agua es siempre un medio de "condicionesprimordiales", cuya vegetación es un "proteretum", y que la suce-

sión en el medio acuático se dirige hacia la terrestrificación, apa-reciendo sólo entonces el "hysteretum" (Huguet del Villar, 1929,pp. 118-121). No deja de hacer propuestas clasificatorias sobre lavegetación acuática, pero aquí y en todo el libro se manifiestaeste sesgo en el tratamiento mucho menos preciso que reciben

los medios acuáticos. Al tratar de los factores del medio, Villarentiende que estos sólo deben estudiarse en geobotánica "en

cuanto puedan contribuir a determinar el habitat de las plantas ode sus sinecias" (Huguet del Villar, 1929, p. 124). Es decir, hacefalta determinar los factores con relevancia desde el punto devista ecológico. Siguiendo un proceder analítico pasa a determi-nar cuáles son esos factores relevantes y en qué modo actúan enlos medios acuático y terrestre y en el aéreo, que afecta a losanteriores. Tras el análisis retoma la síntesis, de manera que envez de estudiar la vegetación en función de cada uno de los facto-res, trata de establecer combinaciones que resulten en tipos esta-cionales característicos y significativos desde el punto de vistaecológico. Nuevamente aborda una propuesta de clasificación,una "clasificación ecológica de las sinecias" en función de esostipos estacionales (Huguet del Villar, 1929, pp. 203-211). Podríaparecer que al intentar clasificar la vegetación por el medio queocupa incurre en contradicción con su principio de no mezclarpuntos de vista y de no presuponer relaciones. Pero en realidadlo que Villar propone es una clasificación de los factores del

333

medio, una clasificación que no sea convencional sino verdadera-mente ecológica, porque atiende al valor de tales factores comodeterminantes de reacciones en la vegetación, pero sin presupo-ner qué tipos de vegetación corresponden a cada categoría. Esdecir, propone una herramienta conceptual con la que ir clasifi-cando la vegetación, a medida que se comprueben sus relacionesconcretas con el medio, y no una clasificación ya realizada.

Para la elaboración de esta clasificación "puramente ecoló-gica", Villar reconoce su inspiración en algunos precedentes ilus-tres. Primero, en el intento de Schimper de extraer "un sistemade leyes sencillo" cuando establece las dicotomías fundamentalesentre formaciones climáticas y edáficas y entre climas de monte yde pradera. En segundo lugar, y más directamente, en la clasifi-cación ecológica de Warming, modificada luego por Clements,cuyo factor fundamental es la disponibilidad de humedad para laplanta, y que se subdivide luego según otros factores diversos.Esta es la que toma como base, pero eliminando esos factoresdiversos que introducían mezcla de criterios y añadiendo otrosque sí son exclusivamente ecológicos, en el sentido que él da aesta expresión. Villar introduce otra consideración, muy impor-tante en el plano teórico, como es la de procurar basarse "en laconcurrencia del mayor número de factores", es decir, en simpli-ficar grupos de factores, tomándolos como un complejo cuando"cooperan al mismo efecto en la población vegetal" e, inversa-mente, tomando el factor limitante como definitorio cuando"uno o muy pocos factores aparecen discrepantes". La clasifica-ción resultante, en la que los términos se construyen añadiendola terminación phytia a una raíz que hace referencia al factorconsiderado, se muestra en un cuadro muy claro, donde los dosgrandes grupos, acuático y terrestre, "Hydrophytia" y"Pezophy-tia", se subdividen según haya lo que llama armonía de factores,dando la "Limnophytia" y la "Mesophytia" respectivamente, obien una dominancia de un factor discrepante, que origina las"Xerophytia", "Halophytia", "Petrophytia", etcétera, con diver-sas subdivisiones (Huguet del Villar, 1929, p. 210). "Clasificaciónecológica de la vegetación", rotula Villar este cuadro, reprodu-cido en la figura 5. La clasificación ecológica ha sido la aporta-ción de Villar que más ha llamado la atención a ecólogos poste-

334

riores, algunos de los cuales han señalado el avance teórico quesupone el aislar los tipos de dependencia del medio más que lostipos de vegetación en sí deslindados más o menos subjetiva-mente (Margalef, 1974, p. 401, González Bernáldez, 1980,Estrada, 1981), tal como expone con claridad el propio Villar.Aunque su divisa es siempre lo que llama el rigorismo inductivo,ese mismo rigor le mantiene abierto y flexible para reconocer laprovisionalidad con que debe tomarse su propuesta y la posibili-dad de que haya casos en que quizá "lo más acertado sería consi-derar que los diferentes tipos ecológicos no se excluyen necesa-riamente entre sí" (Huguet del Villar, 1929, p. 299).

Fernando González Bernáldez consideró que la clasificaciónde Villar "aplica la teoría de los factores limitantes a los comple-jos naturales, estableciendo para cada situación un factor contro-lante" (González Bernáldez, 1980), y le situó por ello entre losautores que habían aportado avances conc^ptuales significativosen el entendimiento de las "propiedades globales de complejosambientales", junto a nombres como Humboldt, Darwin, War-ming, Clements o Margalef (González Bernáldez, 1981, pp. 17-18). La importancia de está intuición radica en que permite unasimplificación en la descripción del ecosistema y por tanto en sucomprensión. Esta idea ya inspiró a Bernáldez en uno de sus pri-meros trabajos importantes, una cartografía ecológica de Doñanaen la que, citando expresamente a Villar, utiliza la técnica de ais-lar un "factor ambiental predominante, controlador", "cuyoscambios son responsables de la mayor parte de la variación den-tro de un área" (Allier, González-Bernáldez y Ramírez-Díaz,

1974).La tercera y última parte del libro está dedicada a la fitogeo-

grafía propiamente dicha, que constituye el nivel de integraciónmás alto en el estudio de la vegetación. Aquí Villar hace unaexposición muy clara de la articulación de los factores de ámbitolocal, regional y global, donde nuevamente se aprecia su forma-ción y su calidad como geógrafo. En la misma medida, quedanalgo desdibujados los componentes históricos y evolutivos de labiogeografía. El tema al que dedica mayor atención es el de lazonación altitudinal, ampliando la discusión que le dedicó enUna ojeada a la cliserie de la Sierra de Guadarrama (Villar, 1927).

335

Siguiendo su enfoque inductivista, critica la aplicación indiscrimi-nada del modelo alpino, que por haber sido el primero que estu-diaron los fitogeógrafos en las montañas centroeuropeas se habíaexportado a otras cordilleras con cliseries altitudinales bien dis-tintas (Huguet del Villar, 1929, p. 287).

"La asimilación a los tipos de los Alpes no es pues posible. Lanomenclatura aplicada a ellos no es generalizable sin forzar larealidad. Lo científico será distinguir en cada caso la sucesión cli-serial por las sinecias que el estudio directo de la vegetación nosdé a conocer, sin predisponernos con ideas preconcebidas. Lacomparación vendrá después de estudiada y clasificada, en cadacaso, la realidad."

Como demostración, Villar se refiere a los datos por él obte-nidos en algunas montañas mediterráneas, donde el bosqueesclerófilo da paso directamente a un piso de altitud en las cum-bres poblado por matorral xerófito, y cita en este punto el "exce-lente trabajo" de Cuatrecasas sobre la sierra de Mágina. Lavariación altitudinal es, por otra parte, un caso de un conjuntomás general de f.encímenos de zonación. Villar trata también lazonación más local que producen otros elementos de la superfi-cie terrestre, y pone como ejemplo sus propios estudios de lavegetación acuática y litoral del Mar de Ontígola, una lagunaartificial de aguas bastante salinas situada en Aranjuez, al sur deMadrid. Las sucesivas bandas de vegetación se disponen en fun-ción del nivel y la permanencia de la inundación, fenómeno yadescrito en el Avance para otras lagunas de la submeseta meri-dional. Su estudio sobre Ontígola, inédito hasta entonces, apa-rece resumido con cierto detalle en la Geobotánica (Huguet delVillar,1929, pp. 268-270), acompañado de fotografías.

A través de la integración sucesiva de factores causales deámbito de acción progresivamente más amplio se llega final-mente a la cuestión de la distribución geográfica general de lassinecias. Vuelve a plantearse entonces la legitimidad de tratar alas asociaciones como combinados de especies con entidad pro-pia. Villar critica aquí a la escuela de Upsala, una de las que asu-men el punto de vista que llama "sociologista". La pregunta es"^existe realmente una geografía de las asociaciones? o ^no hay

336

más que una geografía de las especies; y, de las coincidencias decada una, resultan las colectividades vegetales?" (Huguet delVillar,1929, pp. 303-304).

"La escuela sociologista de Upsal sostiene que la asociaciónes una realidad natural, y no sólo la asociación, sino la asociaciónde asociaciones. Sin embargo, cuando tratamos de establecerdivisiones geográficas de orden florístico en una parte extensadel globo, vemos que las especies que se reúnen en las mismasasociaciones tienen áreas de habitat muy diferentes."

A1 hilo de esta crítica se introducen los métodos cuantitativosdesarrollados por Jaccard para comparar la afinidad o"comuni-dad" entre asociaciones en función de su composición en espe-cies, y se discute la variación de las propiedades estructurales delas sinecias. Todo ello (Huguet del Villar, 1929, pp. 305-306) lesugiere a Villar una reflexión sobre la después muy comentadarelación entre diversidad y estabilidad, que anticipa además loque luego se ha llamado la ecología de los ecólogos, relacionandotipos de vegetación con escuelas ecológicas.

"Se ha observado, verbigracia, que las especies son tanto mássociales cuanto más numerosas en un territorio, y que escasez denúmero corresponde a escasa competencia y a estabilidad en laasociación. Este punto de vista ilustra la comparación entre lavegetación de flora rica de los bosques higrófitos y subhigrófitosintertropicales, y la de flora pobre de las altas latitudes, en cuyoestudio se ha inspirado principalmente la escuela sociologista."

En resumen, la Geobotánica ofrece, sobre una base de conoci-mientos actualizada, un marco teórico global y coherente y unprograma de investigación basado en un planteamiento metodo-lógico inductivista. Y ello mediante una síntesis original queafecta al núcleo de las mayores divergencias existentes entoncesen torno al estudio de la vegetación. En el entendimiento generalde la vegetación, los grandes rasgos de su relación con el medio ysu dinámica, Villar está próximo a Clements. Pero en cuanto alprograma de investigación que debe esclarecer los términos con-cretos en que ocurren esos fenómenos se acerca a las escuelasfitosociológicas y a Braun-Blanquet, que se planteaban conocer

337

primero las agrupaciones vegetales como tales, y, una vez carac-terizadas internamente, estudiar sus relaciones con el medio.Ahora bien, mientras los fitosociólogos cifraban en la descripcióny la clasificación de las asociaciones su objetivo fundamental,quedando el estudio más propiamente ecológico como unasegunda fase un tanto difusa, Villar propugna partir de la cohabi-tación vegetal como fenómeno observable e ir induciendo a par-tir de ahí las leyes más generales que rigen la relación de la vege-tación con el medio y su distribución geográfica. Ademásrechaza, en principio, la asunción de que las agrupaciones vege-tales constituyen asociaciones en el sentido fuerte de la palabra.

Analizado en otros términos, podría considerarse que Villaraplica un enfoque reduccionista, pero distinguiendo lo que es unplanteamiento metodológico, que quizá cabría mejor calificar deempiricista, de su concepción teórica global, que muestra sinembargo componentes de tipo holista. En primer lugar, Villartoma como punto de partida la vegetación como hecho colectivo,y rechaza explícitamente una aproximación reduccionista basadaen la fisiología individual de las especies. El estudio de la sineciadebe preceder al autoecológico de las especies ya que "la colecti-vidad vegetal en conjunto entra a formar parte del medio paracada uno de sus componentes" (Huguet del Villar, 1929, p. 23).La relación con el medio tampoco es la suma de la acción dediversos factores. La concurrencia y la actuación conjunta de fac-tores es lo que opera. En definitiva, el todo es más que la suma delas partes. Por ejemplo, suelo y clima deben considerarse en con-junto, como un factor complejo, siendo además el clima "la agru-pación de factores estacionales determinada por los factores geo-gráficos generales" (Huguet del Villar, 1929, p. 257). De ahí suclasificación ecológica de la vegetación, que busca leyes sencillassobre la base del efecto combinado o antagónico de factoresdominantes. Villar parte de un procedimiento analítico pero suobjetivo es sintético. La síntesis a la que aspira es de tipo geográ-fico, del mismo modo que su trayectoria científica e intelectual esuna aproximación a la vegetación desde la geografía. Él mismoexcluye toda aproximación biológica cuando crea el curioso con-cepto de "Biobotánica" por oposición a la "Geobotánica"(Huguet del Villar, 1929, p. 23). Su formación como botánicohabía tenido un carácter instrumental para la geobotánica, pero

338

no se había formado como biólogo ni lo había pretendido. De ahí,quizá, que su rechazo a ciertas concepciones holistas lo sea másbien a sus componentes organismicistas. Villar no veía las agrupa-ciones vegetales como organismos al modo de Clements, ni lasconsideraba clasificables según una taxonomía de molde linneanotal como hacía Braun-Blanquet. Y, al igual que no se interesa porla fisiología de las plantas individuales tampoco lo hace por la delas colectividades vegetales entendidas como los superorganismospredicados por Clements. Estos aspectos, junto con los de tipohistórico y evolutivo son los menos tratados por Villar.

La dualidad entre el procedimiento analítico y empiricista y laaspiración a la síntesis teórica, todo ello sujeto al afán lógico ysistemático de Villar, no deja de producir una cierta tensión en laexposición, tensión a la que son achacables los defectos de exce-siva rigidez, ambigtiedad o complicación formal que se han impu-tado al texto. Como él mismo explica, las síntesis generalescorren el riesgo "de forzar la realidad para acomodarla a un for-mulismo sencillo" (Huguet del Villar, 1929, p. 207). No esextraño por tanto que la Geobotánica caiga a veces en este error,por ejemplo cuando al intentar sistematizar los biotipos se mez-clan criterios sucesionales y ambientales con los propiamentemorfológicos, contraviniendo sus propias normas, o cuando pro-pone una confusa escala de categorías sistemáticas para la clasifi-cación de las sinecias sin explicar el método concreto para suaplicación. No obstante, la crítica o, más frecuentemente, la igno-rancia que ha merecido en España la obra geobotánica de Villartiene más que ver con la marginación sufrida por el autor debidaa factores sociopolíticos y profesionales que con su propio conte-nido, cuya originalidad intelectual es de una brillantez pocasveces alcanzada en la historia de las ciencias naturales de laEspaña contemporánea.

JOSE CUATRECASAS Y LA ECOLOGIA COMO PARTEDE LA MODERNIZACION DE LA BOTANICA

José Cuatrecasas representa en la botánica a la generación denaturalistas nacidos en torno al cambio de siglo que, como José

339