Tesis de Maestria

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2 REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE CARABOBO ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO MAESTRÍA EN HISTORIA DE VENEZUELA GOLPES DE ESTADO, ALZAMIENTOS E INSURRECCIONES MILITARES Y CIVILES COMO FORMAS DE VIOLENCIA POLÍTICA EN LA HISTORIA VENEZOLANA DE 1958 A 1998. Autor: Pavel José Oropeza Sánchez Tutor: Dr. José Napoleón Oropeza

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Tesis de Maestria

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    REPBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

    UNIVERSIDAD DE CARABOBO

    REA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO

    MAESTRA EN HISTORIA DE VENEZUELA

    GOLPES DE ESTADO, ALZAMIENTOS E INSURRECCIONES MILITARES

    Y CIVILES COMO FORMAS DE VIOLENCIA POLTICA

    EN LA HISTORIA VENEZOLANA DE 1958 A 1998.

    Autor: Pavel Jos Oropeza Snchez

    Tutor: Dr. Jos Napolen Oropeza

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    Introduccin

    El presente proyecto de investigacin aborda el anlisis del proceso histrico

    social, que se gener el 23 de enero de 1958, tras la cada del ltimo dictador del siglo

    XX venezolano, Marcos Evangelista Prez Jimnez.

    El proceso poltico que comenz en 1959 con las primeras elecciones

    democrticas que llevaron a la presidencia de la Repblica de Venezuela al Sr.

    Rmulo Betancourt, quien, para algunos historiadores, fue y ha sido el presidente ms

    combatido en la era democrtica, ha decado a lo largo de estas cuatro dcadas. Desde

    esta perspectiva, intentaremos analizar el proceso ideolgico que se gener, en nuestro

    pas tras el triunfo de la Revolucin Cubana, en aquellos aos en que las ideas

    prevalecan sobre los hechos, como una consecuencia natural de la supremaca de lo

    ideolgico ante la accin.

    Fuera de los cuarteles, el descontento se evidenciaba. Pero dentro de ellos

    empezaba a gestarse un movimiento poltico que pronto intentara tomar el poder, a

    sangre y fuego; se dan los movimientos militares de El Barcelonazo; El Carupanazo y

    El Porteazo, como los ms emblemticos dentro de la era democrtica. Igualmente,

    los partidos que preconizaban la insurreccin intentaron emular al ejrcito de Fidel

    Castro, dando nacimiento a las Fuerzas Armadas de Liberacin Nacional (F.A.L.N).

    Las cuales no podrn tomar el poder por la va de la insurgencia armada, pero crearn

    malestar y desasosiego dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales.

    Los aos transcurren dentro del proceso econmico venezolano, y su futuro se

    volver a ennegrecer con la entrada al poder del seor Carlos Andrs Prez, en 1988

    (Segundo Perodo).

    Pero los xitos macroeconmicos seguan sin dejarse sentir en la calle y el

    descontento era general. De modo que, lo que ms llamaba la atencin es que,

    teniendo tanto pao donde cortar, los insurrectos del 04 de febrero de 1992 no

    hubiesen hecho ni siquiera el intento de presentar un programa de reivindicaciones

    civiles para justificar su accin militar.

    Se trataba de una intentona castrense, sin importancia y sobre todo sin

    futuro?, Haba razones de las puramente militares, para un estallido? La pregunta

    fundamental que la inmensa mayora de los venezolanos se hizo, desde el primer

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    momento, fue: Cul sera la reaccin popular? Actuara el pueblo como sucedi el

    07 de septiembre de 1958, lanzndose al asalto de un cuartel con las manos desnudas

    para defender a la recin conquistada Democracia?, O por el contrario reeditara un

    CARACAZO para apoyar a quienes intentaban derrocar a un gobierno que, segn

    las encuestas, detestaba mayoritariamente?

    La primera reaccin de la dirigencia de los partidos fue cerrar filas en

    torno a la defensa de la Democracia, amenazada por el viejo fantasma del Golpe de

    Estado, que se crea enterrado desde haca treinta aos. En este trabajo de

    investigacin, nos planteamos analizar los Golpes de Estado, Alzamientos e

    Insurrecciones Militares y Civiles como forma de Violencia Poltica en la Historia de

    Venezuela desde 1958 a 1998.

    Desde esta perspectiva, resulta imperativo analizar el papel histrico de la lucha

    armada en la vida nacional, durante la dcada de los aos sesenta.

    Igualmente, conocer las razones histricas que condujeron al fracaso de la

    lucha armada en Venezuela. Y es fundamental en nuestra investigacin analizar las

    razones histricas que produjeron los alzamientos militares, durante el perodo

    democrtico de Rmulo Betancourt. En este estudio, se intent ubicar y determinar las

    razones histricas que condujeron al fracaso de los golpes de Estado e Insurrecciones

    militares en Venezuela, durante el perodo histrico 1958 a 1998. Es deber del

    investigador sealar e investigar las respuestas del Estado como consecuencia de la

    violencia insurreccional y militar, durante el perodo 1958-1998. Estas son las

    premisas que van a centrar; a esta investigacin.

    Metodolgicamente, la reconstruccin historiogrfica se efectuar,

    fundamentalmente, a partir del anlisis crtico de las fuentes documentales, enlazando,

    estos elementos tericos; con los diferentes contextos histricos, los cuales, de forma

    elemental, se basarn en la investigacin bibliogrfica existente.

    Por estas razones, el trabajo podra ser considerado como una Investigacin

    Histrica de tipo documental, siendo este tipo de investigacin, el ms acorde en la

    definicin y explicacin de los objetivos aqu planteados.

    La investigacin ha sido concebida en seis captulos, ms lo relativo a las

    conclusiones. En el primer y segundo captulo se abordarn, las consideraciones

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    generales en base al tema desarrollado, estableciendo especial referencia a las

    insurrecciones militares y civiles. Estos eventos se vincularn a los hechos y procesos

    polticos e histricos de la actualidad.

    Se centrar en el estudio y a los anlisis de todos los movimientos de carcter

    insurreccional, por parte de los partidos polticos en la clandestinidad, ocurridos

    durante el inicio de la era democrtica. El captulo tres, se va a fundamentar en la

    violencia poltica de los aos sesenta, junto a lo concerniente al proceso de formacin

    de la Fuerza Armada Nacional, dentro del mbito poltico nacional, fundamentndose

    en los conceptos emitidos por Samuel Hungtinton, quien; realiza un anlisis, en base al

    rol de los militares y su papel en el desarrollo del sistema poltico, y como este ltimo

    ha pretendido un supuesto control por parte de los civiles (hacia las fuerzas

    castrenses), que dirigen al Estado Venezolano y el captulo cuatro, respectivamente;

    corresponder a los movimientos insurgentes contra el Sistema Democrtico durante el

    gobierno de Rmulo Betancourt, el papel del grupo Guerrillero Bandera Roja. El

    captulo quinto, se concentra en la llamada insurreccin armada, como guerra de baja

    intensidad, el captulo sexto el anlisis de las decadas setenta y ochenta, y por ltimo

    la intentona golpista de 04 de febrero, hasta concluir con la victoria electoral del actual

    presidente Tcnel (Ej) Hugo Rafael Chvez Fras. Por ltimo se le dedicar a las

    conclusiones pertinentes al estudio aqu planteado.

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    Captulo I.-

    Los hechos violentos acaecidos en el marco del proceso socio-poltico

    generado en la madrugada del 23 de enero de 1958 hasta nuestros das, tales como: El

    Barcelonazo, El Carupanazo, y el Porteazo, entre otros, han transformado y

    contribuido a desarrollar y renovar, estructuralmente, al Estado venezolano,

    conjuntamente con la sociedad venezolana en general. Igualmente, se podra indicar

    que la reestructuracin del pas nacional, a travs de la aplicacin de una carta magna

    de carcter progresista, que en los actuales momentos se plantea desde el gobierno

    de Hugo Chvez Fras. Ella constituye el resultado directo de estos hechos, tras el

    estudio histrico de las causas y consecuencias que han generado estos eventos en la

    manera de comprender y vivir el hecho poltico del hombre venezolano actual.

    Dentro de este contexto se delimitarn los lineamientos del diseo del presente

    proyecto. Segn el criterio de Luis Espaa, expuesto en su obra, Las Razones del

    Venezolano, en el cual, se reconoce que la situacin es compleja y se escapa de los

    lmites del discurso regular de poltica. Se trata de un problema nacional, cuyas races

    son complejas para el anlisis. Ernesto CHE Guevara; lo dira ms icsticamente al

    afirmar que El camino de la liberacin nacional en Amrica Latina es el camino de la

    violencia, necesaria para la casi totalidad de los pases latinoamericanos, (texto

    tomado de VALSALICE LUIGI: Guerrilla y Poltica. Editorial Pleamar. Buenos

    Aires. Argentina, 1973). Con esta afirmacin genrica del CHE Guevara, el lder

    carismtico de la revolucin cubana, se deber enfrentar el Estado venezolano a partir

    del ao 1962, en la prueba tctica y poltico social de mayor envergadura que la

    modernidad haya impuesto como fenmeno social.

    En este sentido nadie se propone resolver directamente el problema de la

    violencia, fenmeno digno de analizar desde distintas pticas. En los ltimos aos

    hemos sido testigos de los sucesos del 27 de Febrero de 1989, conocido como El

    Caracazo. Luego, el crecimiento desmedido de la inseguridad y de la violencia

    delictiva, el aumento de la pobreza y la desigualdad, la conflictividad sociopoltica, las

    protestas semanales irracionalmente violentas, la violacin de los derechos humanos

    (El Amparo, los cadveres del sector de La Peste, la represin policial), slo por

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    nombrar algunos hechos que han generado y afianzado un clima de violencia en el

    pas.

    Posteriormente, la madrugada del 04 de Febrero de 1992, con el intento de

    golpe de Estado liderado por Hugo Chvez Fras, queda al descubierto la inestabilidad

    del rgimen poltico imperante. Se despierta con ello el uso cotidiano de la fuerza para

    resolver los asuntos pblicos, todo lo cual gener la permanente intranquilidad de

    tener la certeza de que an, lo peor no ha pasado.

    Angela Zago, en su libro La Rebelin de los ngeles, afirma: Los

    comentarios polticos que a partir del 04 de febrero se hicieron a travs de los medios

    audiovisuales y en algunos casos de la prensa escrita- acerca de lo que es un militar,

    deben haber molestado profundamente a estos profesionales. Mientras que la opinin

    pblica manifestaba una sorprendente solidaridad hacia los militares rebeldes que se

    alzaron el 4 de febrero, la mayora de los dirigentes polticos y algunos intelectuales

    pegaron el grito al cielo: haba llegado el lobo y caperucita comenz a chillar

    histrica. (Angela Zago pp 46).

    En los ltimos cuarenta aos, el Estado venezolano, ha sufrido fuertes

    enfrentamientos, algunos de carcter ideolgico, como los hechos de la dcada de los

    aos sesenta, donde el comunismo era la panacea, dentro de los jvenes cimarrones de

    aquella poca. Con el transcurrir de los aos, la lucha se hizo ms sencilla, y sin tintes

    polticos. El Estado se adapta rpidamente, a esta forma de violencia, generando una

    respuesta, que fcilmente se le podra comparar con las polticas STALINISTAS, el

    boato y la corrupcin han socavado el sistema, y la sociedad gener una respuesta

    rpida frente a este mal, el sentimiento de repulsin del Estado corrupto y corruptor

    que han llevado a hombres al poder, con el sentimiento muy arraigado de querer

    desaparecerlo.

    Tras el intento de golpe de Estado del ao 1992, se gener un clima de

    discusiones: El Presidente llam a los notables, encabezados, por Arturo Uslar Pietri.

    Luego, s habl de la necesidad de una convocatoria a la Asamblea Constituyente.

    La ebullicin poltica aparentemente encontr en el gobierno de Caldera un

    momento de paz, mientras avanzaba la sombra de un gobierno aparentemente

    pacificador e inerte, la figura de Hugo Rafael Chvez Fras, quien pasara, desde 1992,

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    hasta un ao antes de tomar el poder por la va electoral, retomando las banderas que

    haban quedado olvidadas desde los tiempos de El Caracazo.

    Hugo Chvez Fras gana las elecciones en 1998. Y convoca a la Asamblea

    Nacional Constituyente. En tres meses tendra lista una Constitucin que sera tomada

    como una panacea a travs de la cual se solventaran, segn sus redactores, las

    necesidades ms perentorias de la poblacin venezolana y se dar forma a un Estado

    moderno y contemporneo.

    Por ms de tres dcadas, la democracia venezolana funcion con xito,

    sobresaliendo, junto con Colombia y Costa Rica, en un contexto latinoamericano

    signado por la recurrencia de gobiernos dictatoriales. No obstante, a partir de 1989, el

    pas se haba sumergido en una severa crisis, que sembr dudas acerca del llamado

    Excepcionalismo venezolano. En la actualidad han resurgido viejas inquietudes

    acerca de las condiciones y posibilidades de funcionamiento del orden democrtico del

    pas. Nos podramos preguntar Cules son los determinantes de la crisis del sistema

    poltico venezolano? Qu lecciones se pueden extraer de los logros y deficiencias de

    los cuarenta aos del rgimen democrtico en el pas? Qu perspectivas de corto y

    mediano plazo se le plantean al sistema poltico venezolano?

    Partiendo de estos elementos, la investigacin est orientada bajo los

    elementos de la historiografa, apegados a las concepciones de los mtodos de

    investigacin social, en aras de dilucidar las consecuencias polticas que ciertos

    eventos histricos haban desarrollado en Venezuela, tales como: El Porteazo, Las

    Fuerzas Armadas de Liberacin Nacional, conocidas como las F.A.L.N, el mismo

    derrocamiento del ltimo dictador venezolano del siglo XX, as como la influencia del

    triunfo de la Revolucin Cubana, bajo las rdenes de Fidel Castro y sus insurgentes.

    Todos estos eventos que, ideolgicamente, influyeron positivamente en la mente de

    los jvenes venezolanos y del mundo entero, en una dcada llena de ideales y sueos

    de libertad.

    Por otra parte se abord el final de la era guerrillera, la pacificacin por parte

    de congresantes y mandatarios de la poca: cul fue su aporte a la formacin de la

    idiosincrasia y la mente poltica del venezolano moderno, que desde sus curules

    parlamentarios siempre han deseado la Revolucin?. Se abordar igualmente la

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    debacle econmica del gobierno de Luis Herrera Campns y su Viernes Negro; el

    segundo gobierno de Carlos Andrs Prez y los golpes de Estado del ao 1992.

    Al final de nuestro anlisis, se podrn responder y analizar los objetivos que

    dieron forma y fin a esta investigacin e indicar, los resultados positivos que los

    mismos pueden dar a la sociedad cambiante de la nacin, en las postrimeras del siglo

    XXI. Los paradigmas se han desarrollado y cambiado siempre en bsqueda del futuro

    para el nacional actual

    En este sentido, la investigacin contribuir con una bibliografa que aportar

    un nuevo elemento de anlisis de un fenmeno contemporneo que atae a todos: La

    violencia poltica como generadora de cambios.

    Por otra parte esta contribucin bibliogrfica podr ser motivo de consulta

    para otros investigadores que encuentren, en sus pginas, ecos de un problema

    comunitario y nacional que nos atae a todos los venezolanos del presente.

    Los ajustes tericos y metodolgicos, por otra parte, permitirn hacer cortes en

    torno a los objetivos y fines que delimitan a este diseo, permitiendo ceirse al

    objetivo de anlisis fundamental que nos hemos abocado en esta investigacin.

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    Captulo II.-

    La izquierda jacobina fue influida fuertemente por la teora de la dependencia,

    que postulaba que la totalidad de la economa latinoamericana, tanto en las reas

    urbanas como perifricas, fue integrada al capitalismo mundial, y que la elite

    econmica, incluida la burguesa, sostena y defenda al Sistema poltico, social y

    econmico imperante. Esta teora representaba un desafo a la versin comunista

    ortodoxa del concepto de las dos etapas de la Revolucin del Proletariado (versin

    clsica). Es este nuevo paradigma social e ideolgico que va a llevar a formar a nuevos

    grupos de violencia social (guerrillas), con un nuevo discurso y una nueva ideologa,

    que, hoy en da, persiste en toda la Amrica Latina.

    Como suele ocurrir en tiempos de decisin, en este momento todas las

    posibilidades permanecen abiertas. El mapa poltico luce impregnado de

    incertidumbre.

    En las actuales circunstancias parecen visualizarse cinco imgenes de futuro

    para el corto plazo, cada una con su respectivo grado de viabilidad y probabilidad.

    As nos ilustra Manuel Caballero en su libro, La crisis de la Venezuela

    Contempornea (1998): La continuacin de la situacin prevaleciente desde el 4 F,

    el xito de la poltica de concertacin nacional promovida por importantes fuerzas

    sociales; la imposicin de las tesis de un referndum popular sobre la reforma a la

    Constitucin y la permanencia o no de las actuales autoridades ejecutivas, legislativas

    y jurisdiccionales; un golpe militar ejecutado por militares de alta graduacin con

    miras a restablecer el orden y la tranquilidad de la sociedad venezolana; y un

    golpe militar realizado por oficiales de mediana y baja graduacin con objetivos

    similares a los que aparentemente inspiraron a los cabecillas del 4 de febrero de

    1992.

    Siempre, el ideal que propugnan los alzados al sistema democrtico, en el

    mundo entero seala que su movimiento se basa en el ideal de reestablecer el orden

    alterado. Recordemos el acta constitutiva de la Junta de Gobierno de 1948, igualmente

    el 23 de enero de 1958.

    El Coronel (EJ), Jos Machillanda Pinto, en su libro Poder Poltico y Poder

    Militar en Venezuela; 1958-1986 (1986) Pg. 87 nos seala: La situacin poltico-

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    social despus del derrocamiento del General Marcos Prez Jimnez, en Venezuela,

    es de enfrentamiento, de disturbios y de insurreccin. Manifestaciones de numerosos

    desempleados y una agitacin estudiantil permanente, sirven de fermento

    revolucionario a la cada del rgimen dictatorial.

    La separacin del gobierno, del Partido Unin Republicana Democrtica,

    despus de la Conferencia de San Jos de Costa Rica, ocurrida el 11 de noviembre de

    1961, remata el cuadro de inestabilidad, conflicto y enfrentamiento en toda la

    sociedad.

    Domingo Irwin en su texto Relaciones Civiles-Militares en el Siglo XX, Pg.

    103 (2000), advierte que:El Pacto de Punto Fijo, la Constitucin de 1961 y el

    fracaso del rosario de golpes militares, hasta el llamado Porteazo, garantizan el

    triunfo de la tesis del capitalismo de estado.

    Los movimientos subterrneos insurreccinales de naturaleza militar, o cvico-

    militar, se fortalecen durante la dcada de los aos ochenta. Las organizadas logias

    militares se manifestarn abruptamente en 1992, en dos frustrados golpes de Estado.

    Con cada conspiracin militar que fracasa, o bien que es develada y se frustra,

    se logra avanzar en el proceso institucionalizador. Es, dentro de la oficialidad militar,

    el fracaso recurrente de la tendencia pretoriana y el predominio constante de la

    tendencia de orientacin profesional. Afortunadamente, sobre este perodo de la

    realidad militar venezolana, se cuenta con el excelente trabajo de compilacin

    testimonial desarrollado por Agustn Blanco Muoz (1981-1982), en seis gruesos

    volmenes.

    Todos los intentos fracasan. La crnica de estos sucesos, segn sus ms

    importantes protagonistas visibles, los recoge pulcramente Agustn Blanco Muoz

    (1981). Crnica testimonial donde se siguen los detalles de los contactos entre los

    sectores radicales de orientacin marxista-leninista y sus aliados militares. El aspecto

    culminante es la insurreccin militar en las instalaciones navales en Puerto Cabello, en

    1962, y su sangriento fracaso.

    De los defensores militares del gobierno slo el Contralmirante Ricardo Sosa

    Ros (1979), dej para las generaciones futuras su visin de los sucesos en un libro

    autobiogrfico: Mar de Leva. Lo verdaderamente importante del llamado Porteazo,

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    no es la crnica testimonial, el detalle de los sucesos, las veladas delaciones del radical

    movimiento.

    Lo paradgico de este proceso histrico de 1958 a 1962, radica en que se

    evidencia la institucionalidad como superior a la participacin poltica, en el sentido

    huntingtoniano de ambos trminos. Esto que parece inicialmente contradictorio,

    encuentra una fcil explicacin al resaltar la autntica constitucionalidad del rgimen,

    su legalidad y legitimidad. Como institucionalmente se canaliza la participacin

    poltica. sta se realiza, va los partidos polticos, por medios electorales e

    institucionales y la violencia contra esta realidad con Potestas, Imperium y Autoritas,

    no tiene xito. En trminos huntigtonianos se entra en una realidad poltica Cvica-

    progresista y de ella, tericamente, se puede avanzar hacia una Cvica-de

    participacin.

    Desde la dcada de los aos sesenta, la institucin poltica venezolana avanza en

    el proceso de modernizacin de sus instituciones, dejando atrs frmulas visiblemente

    anticuadas.

    Desde la dcada que se inicia a partir de 1970, hay un renacer de proyectos

    poltico-militares clandestinos. Los paradgicos acuerdos de los aos sesenta entre

    civiles de orientacin marxista-leninista, opositores a los gobiernos presididos por

    Betancourt o Leoni y militares en proceso de politizacin, tienen una segunda edicin,

    mejorada, corregida y aumentada. Las llamadas ideas sobre seguridad nacional y

    desarrollo socio-econmico ganan adeptos, tambin, dentro del cuerpo de Oficiales

    venezolanos, como va para detener la influencia marxista en las Fuerzas Armadas

    Nacionales.

    El 23 de Enero de 1958 fue derrocado el General Marcos Evangelista Prez

    Jimnez. Tras este golpe de estado, concluyen casi diez aos de frrea dictadura. Para

    poder explicar o lograr entender lo que ocurri, en esta dcada aciaga, en nuestro pas,

    debemos analizar el significado de ese 23 de Enero.

    En el fondo, acaso se tema que jams el Pas lograra sacudirse el yugo de las

    tiranas. El derecho a expresar de viva voz el pensamiento, tanto tiempo ignorado por

    los regmenes de facto, se manifest en los medios de comunicacin social. Y el

    hombre de la calle comprendi que en lo sucesivo se podran fijar los destinos de la

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    nacin. Por otra parte, el espritu castrense tampoco poda olvidar, en un da, el papel

    eminentemente protagnico que hasta entonces le haba correspondido, incluso desde

    los mismos das de la independencia nacional.

    Se trataba de un pas con nuevas caractersticas de la que muchos protagonistas de

    la poltica echaron mano para enmendar rumbos, cada cual en la direccin de su

    propio inters. Por muy frreo que fuese el espritu de la unidad nacional, tan fuerte

    disparidad de criterios no poda sino traducirse en un enfrentamiento violento. En el

    campo civil, la insurreccin es permanente. La guerrilla urbana y las manifestaciones

    populares y estudiantiles transforman las calles en campos guerrilleros bajo la

    orientacin ideolgica del marxismo leninismo. Desde otro escenario, en un mitin

    multitudinario celebrado en La Habana el 26 de Julio de 1962, conmemorando la fecha

    del asalto al cuartel Moncada, Fidel Castro apuesta a que convertir a la Cordillera de

    los Andes en la Sierra Maestra del continente Americano. La tesis de la insurreccin

    armada sostenida por el Partido Comunista de Venezuela y el Movimiento de

    Izquierda Revolucionaria es discutida abiertamente y sus fracciones parlamentarias

    hablan del gobiernito de Betancourt, hacindose eco de las arengas de Castro, desde

    Cuba.

    Durante marzo de 1992, en un encuentro de emergencia que sostuvo el

    principal partido de oposicin (COPEI) para analizar las causas del fallido intento

    Del 04 de Febrero, se lleg a la conclusin que un elevado nmero de oficiales y

    soldados, teniendo en cuenta el volumen total de efectivos del ejrcito que est siendo

    sometido a los procesos de la justicia militar a raz de la insurreccin, tuvo

    participacin en la accin, y resultaban contaminados con las ideologas comunistas

    anticristianas.

    Casi la totalidad de las fuerzas de lidia del ejrcito venezolano participaron en el

    golpe del 04 de Febrero de 1992. La principal divisin blindada estacionada en

    Valencia. La principal divisin misilstica en la ciudad de Maracaibo. Cosa que no se

    vea en ninguna insurreccin militar desde el 24 de noviembre de 1948, que fuerzas

    militares de tal magnitud se separaran de la lnea institucionalista de la Fuerza Armada

    Nacional.

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    Eso conduce a ir ms all del tema limtrofe como causa del sacudn militar.

    De hecho, los oficiales alzados hablaron de la forma cmo se est conduciendo el

    proceso histrico.

    Por primera vez en la historia de la democracia, la clase media, integrada por los

    hijos de obreros y trabajadores, lograron cambiar de status. Alcanzando los sueos de

    sus progenitores de bienestar y opulencia, asumieron un rol activo en la discusin

    poltica, de manera cotidiana.

    Tal vez una de las ms importantes consecuencias de la crisis de 1983 se site en

    el terreno psicolgico. A partir de entonces los venezolanos han estado habitundose a

    la idea de que viven, ms all de una situacin y una circunstancia, en una realidad

    permanente y tambin en un pas diferente.

  • 15

    Captulo III.-

    En la historiografa venezolana resulta sumamente interesante que, a pesar de

    la importancia histrica de la Violencia en el manejo de la democracia, buena parte del

    contenido sobre el tema Violencia se encuentra diluido, con el tema poltico, en los

    textos que tratan sobre la evolucin histrica venezolana del siglo XX. De all surge

    parte de la confusin analtica y conceptual. En parte esta situacin, resulta un reflejo

    fiel de esa fusin militar-civil y poltico-militar, que se ha venido comentando y

    analizando en textos anteriores. Si antes se diferenci entre el caudillo y el dictador,

    entre caudillismo y dictadura militar, resulta ahora necesario, avanzar en el proceso de

    depuracin conceptual, de clarificar trminos empleados sin mucho esfuerzo de

    precisin analtica en la historiografa venezolana.

    El problema bsico es el contenido poltico del trmino Violencia. Una forma

    efectiva de descalificar ante un pblico culto, de orientacin liberal, los gobiernos de

    facto que expresan las dictaduras militares iberoamericanas.

    El mtodo histrico se afianza en el conocimiento de las distintas etapas de los

    objetos en su sucesin cronolgica. Para conocer la evolucin y desarrollo del objeto o

    fenmeno de investigacin se hace necesario revelar su historia, las etapas

    principales de su desenvolvimiento y las conexiones histricas fundamentales.

    Mediante el mtodo histrico se analiza la trayectoria concreta de la teora, su

    condicionamiento a los diferentes perodos de la historia. Los mtodos lgicos se

    basan en el estudio histrico poniendo de manifiesto la lgica interna de desarrollo, de

    su teora y halla el conocimiento ms profundo de esta, de su esencia. Sobre estas

    premisas, sometemos el estudio planteado. As, vemos en las pginas siguientes como

    la violencia poltica, de las ltimas dcadas en nuestro pas ha generado cambios.

  • 16

    LA VIOLENCIA POLITICA EN LOS AOS SESENTA

    Por largo tiempo priv en la ciudadana el ambiente de jbilo que se inici

    el da 23 de Enero de 1958, tras la huida del pas del dictador Prez Jimnez.

    Venezuela, puede decirse, pareca celebrar la fiesta de la libertad. Era un jolgorio

    natural y comprensible. Tena su explicacin en las dictaduras que haba soportado el

    pueblo. En el fondo, acaso se tema que jams lograra sacudirse el yugo. El derecho a

    expresar de viva voz el pensamiento, tanto tiempo ignorado por los regmenes de

    facto, se manifest en los medios de comunicacin social. Y el hombre de la calle

    comprendi que en lo sucesivo se podran fijar los destinos de la Nacin.

    La convocatoria a elecciones libres, hizo de inmediato la Junta de Gobierno

    presidida por el Vicealmirante Wolfang Larrazabal Ugeto, quien fue designado,

    apresuradamente, para ocupar tan honroso cargo. Venezuela, casi desconocida hasta

    entonces en el concierto de las naciones latinoamericanas de este siglo, pareci

    alcanzar la mayora de edad poltica y marchar llena de confianza hacia un futuro

    promisor.

    Pero las diversas opiniones, ideales y ambiciones de la Nacin, que el dictador

    haba logrado mantener amordazadas durante toda una dcada, se manifestaron

    entonces abiertamente. Y ya no fue un sentimiento unitario de oposicin a la tirana el

    que se produjo, sino la aparicin de una pugna de ideologas de clases claramente

    opuestas, dando inicio a una polmica nacional para la cual el pas posiblemente no

    estaba del todo preparado. Venezuela, en aquel entonces, apareca como una de las

    naciones econmicamente ms holgadas del continente y el capital privado

    internacional, no estaba dispuesto a perder la oportunidad de inversin que se ofreca.

    Pero las ideologas de izquierda tambin queran hacer or su voz.

    Por otra parte, el espritu castrense tampoco poda olvidar, en un da, el

    papel eminentemente protagnico que hasta entonces le haba correspondido, incluso

    desde los mismos das de la independencia nacional.

    Se trataba de un pas con nuevas caractersticas del que muchos echaron

    mano para trazar rumbos, cada quien perfilando aquellos en la direccin de su propio

    inters. Por muy frreo que fuese el espritu de la unidad nacional, tan fuerte

    disparidad de criterios no poda sino traducirse en un enfrentamiento violento.

  • 17

    Por otra parte, al primer presidente de la nueva era democrtica, le

    correspondi asumir el mando en que, no lejos de Venezuela, triunfaba y se haca del

    poder la revolucin quiz de mayor trascendencia ocurrida, en este siglo, en nuestro

    continente: La Revolucin Cubana.

    La visita a Caracas que a los pocos das realizara el comandante, Dr. Fidel

    Castro Ruz, pareci sealar, fehacientemente, que el pueblo se aprestaba a vivir

    acontecimientos muy diferentes, en los que no slo pudiera tomar parte, sino de los

    cuales aspiraba, ni ms ni menos ser el conductor.

    Accin Democrtica ese partido ilegal hasta haca tan poco- demostr

    ser la agrupacin poltica mejor organizada, y su candidato Rmulo Betancourt gan

    las elecciones limpia y abrumadoramente. Recibi el poder constitucional de manos

    del entonces soberano Congreso Nacional. Pero el programa que puso en prctica para

    gobernar, evidentemente, no satisfizo a todos y, aparte de los sucesivos levantamientos

    en armas que debi sofocar con mano de hierro, las mismas escisiones de su propio

    partido demostraron claramente que los ciudadanos en Venezuela se encontraban muy

    lejos de pensar al unsono.

    Y surgieron quienes alentados sin duda por el ejemplo victorioso de los

    insurgentes cubanos, optaron, de una vez, por tomar las armas, en su idea de dar a

    Venezuela un rgimen de gobierno en el cual el pueblo no fuera solamente espectador,

    sino tambin el responsable conductor.

    A partir del intento de golpe del General Jess Mara Castro Len y por

    ms de un lustro, el pas no conocera ya tregua alguna y nicamente vino a disfrutar

    de una paz ciudadana una dcada despus. Los rumores circulantes sobre la inminente

    posibilidad del alzamiento de tal o cual reparticin militar, o una asonada encabezada

    por ese aquel Coronel o General retirado que, sbitamente, haban regresado al pas,

    eran continuos. Ms de un caraqueo madrugador encenda la radio a primera hora de

    la maana esperando encontrarse con la lectura de alguna proclama de contenido

    netamente revolucionario, en la cual el nuevo jefe de gobierno daba a conocer sus

    directrices generales. Se viva un clima de gran inseguridad, pues nadie estaba en

    capacidad dnde y cuando habra de producirse el prximo atentado con bombas y

    quin habra de ser la vctima escogida para la ocasin.

  • 18

    Estos episodios de terror quiz se resuman en la sangrienta y terrible

    aventura terrorista del Paseo de los Prceres, el 24 de Junio de 1960- en la cual perdi

    la vida uno de los edecanes del Presidente de la Repblica Don Rmulo Betancourt,

    quien debi ser hospitalizado enseguida con quemaduras en las manos-. Los servicios

    policiales debieron ser incrementados. Tras la desenfrenada orga de sangre que haba

    constituido el ataque por parte del pueblo enardecido a la tenebrosa Seguridad

    Nacional de Prez Jimnez, organismo que sera disuelto. En su lugar, se cre uno

    nuevo, pero con otro nombre y nuevo personal: La Direccin General de Polica, o

    simplemente DIGEPOL, dependiente del Ministerio de Relaciones Interiores.

    Continuamente sus patrullas ululantes volaban por las embotelladas

    calles y las cada vez ms peligrosas autopistas, para acudir al sbito estallido de una

    bomba. Todo esto mantena en zozobra a los inquietos pobladores. Pero la

    inexperiencia de sus noveles funcionarios y la gravedad de la situacin obligaron al

    Ejrcito a crear su propio y moderno S.I.F.A., que no era otra cosa que el Servicio de

    Inteligencia de las Fuerzas Armadas, cuyos mtodos coercitivos comenzaron a causar

    temor en los medios subversivos.

    Pese a su accin, los enfrentamientos continuaban. El temerario, aunque

    incruento alzamiento de la Escuela Militar de Conejo Blanco, en la noche del 20 de

    Febrero de 1961, encabezado por el Coronel retirado Edito Ramrez y la espectacular y

    sangrienta sublevacin del cuartel de Infantera

    Pedro Mara Freites de Barcelona, Estado Anzotegui, en la madrugada del

    26 de Junio del mismo ao, largamente planificada por un grupo de oficiales retirados,

    (entre los que figur el propio ex-comandante general de las Fuerzas Armadas de

    Cooperacin Guardia Nacional, Coronel Oscar Tamayo Surez), dej claramente

    establecido, por un lado, que en los cuarteles del pas no exista un pretendido espritu

    de frrea unidad para deponer al gobierno, y que, por el otro, que este tena la

    intencin absoluta de ahogar en sangre toda intentona de subvertir el orden.

    Pero, adems, se hizo notorio un fenmeno que habra de caracterizar

    cada vez ms, en lo sucesivo, el matiz poltico de las actividades insurreccionales, a

    comienzos de 1958 dentro de lo que pudiera llamarse tendencia conservadora,

    reaccionaria de ultra derecha de la sociedad venezolana. Se produjo lento pero seguro,

  • 19

    un viraje hacia el campo de la ultra izquierda, alentada, sin duda, por el xito de la

    Revolucin Cubana y el surgimiento, en la escena latinoamericana, de un personaje de

    gran carisma, como lo fue el Comandante Ernesto CHE Guevara.

    Al mismo tiempo se observ tambin otro fenmeno singular que ayud a

    acentuar la virulencia de la sublevacin en general y a darle, cada vez ms, un tinte

    distintivo a la orientacin poltica del partido gubernamental: la lucha vehemente e una

    clase campesina desposeda de la tierra. Ello oblig al presidente Betancourt, con

    carcter prioritario, la ansiada Ley de Reforma Agraria, lo que condujo, prontamente,

    hacia la representacin de las ambiciones del capital privado, oscilando as

    notoriamente de la izquierda hacia la derecha.

    En el ao de 1960, el gobierno presidido por Rmulo Betancourt, decide

    ilegalizar al Partido Comunista de Venezuela (P.C.V.). En los meses siguientes a la

    organizacin partidista surgida tras la divisin del partido Accin Democrtica: el

    M.I.R (Movimiento de Izquierda Revolucionaria). Este partido tambin fue ilegalizado

    por actividades conspirativas. Desde este momento, se abre el camino de la Violencia

    que ya se enseoreaba en los liceos y universidades, convirtiendo a los estudiantes en

    carne de can.

    Tras cada conspiracin militar que fracasa, o bien, que es develada y

    se frustra, se logra avanzar en el proceso institucionalizador. Es, dentro de la

    oficialidad militar, el fracaso recurrente de la tendencia pretoriana y el predominio

    constante de la tendencia de orientacin profesional. Afortunadamente, sobre este

    perodo de la realidad militar venezolana, se cuenta con el excelente trabajo de

    compilacin testimonial desarrollado por Agustn Blanco Muoz (1981-1982).

    Los movimientos del ms ingenuo y bruto pretorianismo fueron relativamente

    dominados con facilidad. El Ministro de la Defensa, General Jess Mara Castro Len,

    pareca creer que todava ese despacho era la antesala de la Presidencia de Venezuela.

    Con derrota, exilio y prisin pag el precio de su ingenuidad poltica. El Coronel Hugo

    Trejo nunca lleg a materializar sus amagos o proyectos conspirativos y se acomoda al

    exilio dorado y un rpido retiro. Pero los intentos golpistas continan.

    Unos pocos Oficiales jvenes de ideas marxistas, dentro de la organizacin

    militar y algunos polticos de orientacin marxista-leninista (PCV y algunos lderes de

  • 20

    URD) y civiles de difcil ubicacin ideolgica como Manuel Quijada (sern

    "progresistas", por denominarles de alguna forma) procuran organizar una accin

    militar que ponga fin al gobierno constitucional, republicano y democrtico de

    Rmulo Betancourt.

    Todos los intentos fracasan. La crnica de estos sucesos, segn sus ms

    importantes protagonistas visibles, los recoge pulcramente Agustn Blanco Muoz

    (1981). Crnica testimonial donde se siguen los detalles de los contactos entre los

    sectores radicales de orientacin marxista-leninista y sus aliados militares. El aspecto

    culminante es la insurreccin militar en las instalaciones navales en Puerto Cabello, en

    1962, y su sangriento fracaso. De los defensores militares del gobierno slo el

    Contralmirante Ricardo Sosa Ros (1979), que se tenga bibliografado, dej para las

    generaciones futuras su visin de los sucesos en un libro autobiogrfico: Mar de Leva.

    Lo verdaderamente importante del llamado Porteazo, no es la crnica testimonial,

    el detalle de los sucesos, las veladas delaciones del radical movimiento.

    Lo paradjico de este proceso 1958-1962, es que se evidencia la

    institucionalidad como superior a la participacin poltica, en el sentido

    huntingtoniano (Samuel Huntington) de ambos trminos. Esto que parece inicialmente

    contradictorio, encuentra una fcil explicacin al resaltar la autntica

    constitucionalidad del rgimen, su legalidad y legitimidad. Como institucionalmente

    se canaliza la participacin poltica. sta se realiza, va los partidos polticos, por

    medios electorales e institucionales y la violencia contra esta realidad con Potestas,

    Imperium y Autoritas, no tiene xito. En trminos huntigtonianos se entra en una

    realidad poltica Cvica-progresista y de ella, tericamente, se puede avanzar hacia

    una Cvica-de participacin.

    Las medidas estructurales bsicas para vencer a los pretorianos son

    ampliamente conocidas. Se sustituye el Estado Mayor General, por el Estado Mayor

    Conjunto. Se les da mayor autonoma a las cuatro Fuerzas: Ejrcito, Armada, Aviacin

    y Guardia Nacional. Se educa al cuerpo de oficiales en los valores democrticos. Se

    mantiene un nivel socioeconmico digno para la oficialidad militar, atendiendo los

    niveles de sueldos, servicios mdico-odontolgicos, facilidades para la adquisicin de

    vivienda, vehculo, fortalecimiento del sistema de prevencin social de las Fuerzas

  • 21

    Armadas, facilidades recreativas, garantizando un digno sistema de pensiones y

    jubilaciones para los Oficiales en condicin de retiro.

    El Ministro de la Defensa es un Oficial activo que funge de vocero o puente

    entre la realidad poltica gubernamental y la institucin militar. Las compras de

    nuevos equipos militares, se mantiene dentro de las exigencias y aspiraciones bsicas

    del sector castrense. Otro tanto se puede decir de la educacin militar, se vuelve a las

    Escuelas para cada una de las Fuerzas, eliminndose la Escuela Bsica de las Fuerzas

    Armadas. Pero, fundamentalmente, surge una comunidad de intereses entre el

    gobierno de los partidos polticos reformistas y los militares al enfrentarse a un

    enemigo comn: la guerrilla de orientacin marxista-leninista y apoyada

    logsticamente desde la Cuba gobernada por Fidel Castro. Esta situacin reafirma la

    influencia estadounidense, refuerza la tendencia de orientacin profesional entre la

    oficialidad venezolana y contribuye a neutralizar el protagonismo poltico a la

    oficialidad pretoriana.

    Partidos polticos y Fuerzas Armadas redefinen sus reas de influencia y

    competencia, durante 1958-1962. La secular simbiosis de poder entre militares y

    civiles venezolanos entra en una fase de reacomodo, mas no desaparece. La tradicional

    poltica militar, encuentra nuevas formas de expresarse, deja de lado su condicin

    visiblemente protagnica, pero se mantiene como un factor clave de poder. El sector

    civil de la sociedad se logra organizar efectivamente en partidos polticos que se dicen

    modernos, doctrinales y de masas. Ya no son las pretendidas "luces del gomecismo" ni

    los dirigentes de una Repblica de Notables a lo Lpez Contreras y Medina Angarita.

    Ahora son organizaciones polticas piramidales, con un alcance y cobertura nacional,

    con relaciones influyentes y dominantes dentro del sector obrero organizado y los

    gremios profesionales, con vinculaciones con sectores empresariales privados. Dos

    partidos polticos se evidencian como dominantes, Accin Democrtica (AD) y

    COPEI. La dirigencia poltica de ambos, emerge como la lite poltica dirigente. Es

    sta la que se entiende con el sector militar, dentro de la muy tradicional y venezolana:

    fusin de intereses militar-civil y poltico-militar.

  • 22

    MODERNIZACION Y PROFESIONALISMO: SU PECULIAR DINMICA

    CON RELACION CON EL PRETENDIDO CONTROL CIVIL Y LA

    DEMOCRACIA EN VENEZUELA (1960-1980).

    Desde la dcada de los aos 60, la institucin castrense venezolana avanza en el

    proceso de profesionalizacin militar, dejando atrs frmulas visiblemente pretorianas.

    Pero la tendencia de orientacin pretoriana no desaparece, completamente, dentro del

    cuerpo de Oficiales venezolanos en esta segunda mitad del siglo XX. Se fortalece s,

    por ahora, hasta donde es posible conocer del tema segn la evidencia documental y

    testimonial disponible, la tendencia de los Oficiales autnticamente profesionales.

    La satanizacin de la influencia de los partidos polticos con una desmedida

    injerencia dentro de la realidad militar, sencillamente, no se adeca a la evidencia

    histrica conocida sobre el medio castrense venezolano. Durante la dcada de los aos

    sesenta se desarrolla una nueva versin del secular acuerdo militar-civil y poltico-

    militar venezolano. El protagonismo poltico visible ser ahora de los partidos

    polticos AD y COPEI. Pero el sector militar sigue siendo parte integrante y

    fundamental del sistema de poder y no precisamente en su totalidad subordinado ante

    la lite poltica-partidista gobernante. La cual, dicho sea de paso, nunca fue tan

    monoltica como se pretende en su obediencia hacia el Estado venezolano.

    El trmino profesionalismo militar debe ser aclarado conceptualmente, para ello

    se recurrir a los clsicos planteamientos de autores reconocidos como autoridades en

    el mundo acadmico sobre este tema. Cotejando la informacin terica con el caso

    concreto venezolano, se propone que el profesionalismo militar, como proceso

    histrico, en Venezuela, no presenta evidencias irrebatibles de estar plenamente

    consolidado. En consecuencia, el proceso democratizador y el efectivo Control Civil

    sobre el sector militar, en el siglo XX venezolano, ni concluye como proceso ni se

    materializa efectiva y definitivamente.

  • 23

    Las Fuerzas Armadas y los inicios de la democracia en Venezuela: de la

    dominacin a la pretendida subordinacin poltica.

    El pretorianismo gobernante venezolano fracasa en su intento por lograr el favor

    de las mayoras, durante la dcada 1948-1958. La corrupcin de la dictadura militar

    del General Prez Jimnez, el fortalecimiento de las clases medias urbanas, la nueva

    coyuntura hemisfrica de finales de la dcada de los aos 50 y, particularmente, el

    avance en el proceso de profesionalizacin de las Fuerzas Armadas, son todos factores

    que ayudan a explicar el colapso del gobierno pretoriano, el 23 de enero de 1958.

    Contando con el visto bueno del Departamento de Estado estadounidense, se

    inicia un proceso de cambios polticos con la intencin de lograr una segunda edicin,

    mejorada y corregida del Trienio. La lite dirigente civil venezolana se fracciona en

    dos segmentos enfrentados para inicios de los aos 60.

    Lo curioso de este divorcio definitivo de intereses polticos, es la confesin de fe

    socializante, o mejor dicho, estatizante de los proyectos enfrentados. Ningn sector

    poltico se declara abiertamente partidario del liberalismo econmico. Todos parecen

    igualmente interesados en avanzar hacia la modernidad, en procura de una mejor

    justicia social y una equitativa distribucin de la riqueza. La idea recurrente, en el

    liderazgo poltico de esos aos, es que el potencial econmico del Estado debe

    promover el bien comn y ser empleado en el desarrollo de la industria nacional y

    modernizar el sector agropecuario. La diferencia estriba en que unos son partidarios de

    instaurar en Venezuela una dictadura marxista-leninista, mientras los otros aseguran

    que se debe llegar al Estado de Bienestar Social o Welfare State, va el reformismo

    pequeo burgus y el capitalismo de estado.

    Detrs de los discursos de los lderes civiles de ambos proyectos, se esconde la

    ambicin de poder con tintes personalistas y el oportunismo. Un clsico ejemplo es la

    evolucin histrica del partido de Jovito Villalba: URD. Entre ambos sectores se dan

    los acuerdos ms dismiles buscando fortalecer su posicin. As, los autoproclamados

    marxistas-leninistas-progresistas, entran en acuerdos con sectores que favorecen un

    regreso hacia formas de gobierno militar. Sus opositores y rivales socialdemcratas o

    democristianos, buscan la bendicin del Departamento de Estado y gobierno

    estadounidense.

  • 24

    El Pacto de Punto Fijo, la Constitucin de 1961 y el fracaso del rosario de

    golpes militares, hasta el llamado Porteazo, garantizan el triunfo de la tesis del

    capitalismo de estado, bajo el manto de un Welfare State, o Estado de Bienestar

    Social. Las acciones de las guerrillas urbanas y rurales, durante los aos 60, por

    paradjico que perezca, apuntalan los gobiernos de la naciente democracia venezolana.

    El proyecto poltico civilista de 1945-1948, se cumple exitosamente finalizando

    los aos 70. Favorecidos por un alza impresionante en los precios internacionales del

    petrleo, un peculiar modelo de capitalismo de estado se desarrolla en Venezuela, en

    el que las polticas distributivas populistas van de la mano de un capitalismo de estado.

    Este a su vez, depende de un alto ingreso estatal producto de las cotizaciones del

    petrleo en los mercados internacionales. El man petrolero distribuido por el estado,

    va formando una clase empresarial subordinada y dependiente de los intereses

    polticos de los partidos hegemnicos. Tambin, unos sectores profesionales, urbanos

    y de provincia, parasitarios econmicamente del sector poltico gobernante.

    A partir de la dcada que se inicia en 1970, hay un renacer de proyectos

    poltico-militares clandestinos. Los paradjicos acuerdos de los aos 60, entre civiles

    de orientacin marxista-leninista, opositores a los gobiernos presidios por Betancourt

    o Leoni y militares en proceso de politizacin, tienen una segunda edicin, mejorada,

    corregida y aumentada. Las llamadas ideas sobre seguridad nacional y desarrollo

    socio-econmico, ganan adeptos, tambin, dentro del cuerpo de Oficiales venezolanos

    por estos aos.

    Los movimientos subterrneos insurreccionales de naturaleza militar o civil y

    militar se fortalecen durante la dcada de los aos ochenta. No deja de sorprender al

    analista imparcial esta situacin, ya que son aos en que se avanza sustancialmente en

    el proceso de modernizacin y aparentemente se profundiza en el proceso, lento pero

    constante, de profesionalizacin militar, en la Venezuela del siglo XX. Las

    organizadas logias militares se manifestarn violentamente en 1992, en dos frustrados

    golpes de estado. Evidencindose, as, las limitaciones, deformaciones o

    particularidades del proceso de profesionalizacin militar en Venezuela. Resulta, pues,

    indispensable, aclarar conceptos claves vinculados con el tema. Tal es el caso del

  • 25

    llamado profesionalismo militar. Por lo que se abordar de seguidas ese necesario

    aspecto terico.

    Sobre el profesionalismo militar y sus implicaciones polticas: conceptos

    bsicos y fundamentales.

    Al estudiar o investigar sobre el profesionalismo militar debemos, leer

    detenidamente para abordar este tema los textos de Samuel P. Huntington (1957).

    Otro tanto podemos decir del texto del reconocido padre de la sociologa militar

    estadounidense Morris Janowitz (1960). Igualmente otros tres autores es bueno tener

    en mente cuando se aborda este tema: S.E. Finer (1962), Alfred Stepan (1973 y 1988)

    y Eric Nordlinger (1977). En su oportunidad, en las pginas siguientes nos referiremos

    a sus propuestas.

    Huntington argumenta que el Oficial militar profesional, al igual que el

    empresario industrial, es un producto de la sociedad moderna y contempornea. Que

    su aparicin se aprecia gradualmente a lo largo del siglo XIX, en los pases

    industrializados, y que las principales caractersticas del profesionalismo castrense se

    pueden sintetizar en:

    A) Un sistema competitivo de estudio-evaluaciones, como nica va de

    ingreso al cuerpo de oficiales.

    B) Entrenamiento acadmico avanzado en la ciencia y el arte de la

    guerra, como preparacin indispensable para ocupar posiciones de

    Estado Mayor y cargos de comando.

    C) Rotacin de los Oficiales en cargos de lnea y Estado Mayor.

    D) Supervisin peridica del cuerpo de Oficiales por sus superiores

    inmediatos.

    E) Remocin de aquellos Oficiales que no demuestren las cualidades y

    destrezas exigidas.

    En el desarrollo histrico del Ejrcito venezolano, desde la primera dcada

    del siglo XIX, existe una definida y minoritaria tendencia de Oficiales militares de

    orientacin profesional. Siempre minoritaria y subordinada ante los caudillos primero

  • 26

    y los pretorianos despus, pero permanente en la data histrica venezolana. Fue ya

    referida en pginas anteriores, como identificada inicialmente en bibliografa y

    hemerografa venezolana de los aos cuarenta, de manera "emprica", es decir, sin

    recurrir a la metdica histrica. Luego Robert L. Gilmore (1964) desarrollar esta

    idea.

    Gene E. Bigler (1977 y 1982), quien inicia los estudios acadmicos serios

    sobre las relaciones civiles-militares en Venezuela, tiende a desestimar el pasado del

    siglo XIX y centra su inters en la evolucin reciente de las Fuerzas Armadas

    venezolanas y su proceso de modernizacin y profesionalizacin en el siglo XX. El

    proceso modernizador y de profesionalismo militar pareciera, pues, ser una

    experiencia reciente para la realidad militar venezolana. Se ha tratado de corregir esos

    errores interpretativos en las pginas anteriores de este escrito, encontrando una

    explicacin para stos en lo que seala Irwin G (1988-1999, p. 48):

    "El papel protagnico desempeado por [...] caudillos y

    pretorianos, en el devenir histrico venezolano oculta la

    existencia del militar-militar, es decir, del oficial de orientacin

    profesional, de esos [cientos de] egresados de los institutos

    educativos militares y de esos valientes que abrazan la carrera

    de las armas como una profesin, libres de la condicin de

    mercenarios y ajenos al personalismo poltico".

    Las consecuencias de lo sealado supra en relacin con el denominado, en

    trminos acadmicos, como el Control Civil sobre el sector militar es fundamental.

    Inicialmente se tendra qu destacar que se entiende por Control Civil. Este no es otra

    cosa que la supremaca de los civiles en la gerencia poltica de la sociedad moderna.

    Esto es particularmente importante en las democracias, ya que sin Control Civil sobre

    el sector militar no puede existir una autntica democracia.

    Para Huntington, el Control Civil puede lograrse mediante dos tipos ideales

    weberianos. Uno es el que llama Subjetivo y el otro el Objetivo. Considera tres

    variables para estructurar los tipos ideales ya mencionados: Poder poltico de los

    militares, que podemos llamar nosotros Ppm. Profesionalismo militar, el cual podemos

  • 27

    nosotros simbolizar como Pfm. Ideologa anti o pro militar, las cuales podremos bien

    referir como Iam y Ipm.

    Sostiene que la combinacin histrica de estos tres variables genera cinco

    posibles tipos ideales de relaciones civiles-militares. Dos de stas son de tipo

    Subjetivo, con su correspondiente bajo nivel de profesionalismo militar. Tres son de

    tipo Objetivo.

    Para Huntington, el profesionalismo militar implica la neutralidad poltica

    militante y protagnica del sector militar. Por lo que propone el Control Objetivo

    como la frmula superior para lograr el Control Civil. Lo que supone tambin que los

    ejrcitos profesionales aceptan per se el Control Civil.

    El argumento sera uno de carcter "circular": si un ejrcito no acepta el

    Control Civil es porque no alcanza un efectivo y autntico profesionalismo militar, en

    caso contrario, si lo hace, es porque adquiri ya un nivel profesional militar.

    La diferencia entre pretorianismo y Control Civil es obvia. Si los civiles

    gobiernan y ejercen el poder poltico, el cuerpo de Oficiales militares acepta su

    condicin subordinada, en lo poltico, ante las autoridades civiles. La relacin entre

    pretorianismo y Control Civil es pues dicotmica. Sobre este tema se volver,

    obligadamente, en las prximas pginas.

    Se debe, igualmente, resaltar que bajo predominantes condiciones de Control

    Subjetivo existe profesionalismo militar, an cuando por lo ya expuesto, los

    mecanismos de Control Civil son fundamentalmente extra-profesionales militares. Es

    decir, instituciones sociales y polticas controladoras de la realidad militar, que operan

    fuera de esa realidad militar, como el escrutinio de la realidad castrense por parte de

    los medios de comunicacin social o las actividades legislativas del Parlamento y

    supervisoras de la Contralora General de la Repblica.

    En el Control Civil Objetivo, el mecanismo esencial de control poltico del

    sector militar es, paradjicamente, un intenso profesionalismo militar. Es ste, ms

    que agentes institucionales exgenos a la realidad castrense, lo que asegura la

    voluntaria sujecin de los militares a la institucionalidad poltica.

    Por lo recin expuesto, es por lo que segn el modelo terico de Huntington

    (quien dicho sea de paso no refiere especficamente al caso venezolano) lo

  • 28

    caracterstico de sociedades como la de Venezuela, despus de 1958 es una ideologa

    antimilitar, con un poder poltico militar alto y un profesionalismo militar bajo:

    Iam + alto Ppm + bajo Pfm = Control Civil Subjetivo.

    Otra alternativa, es la crtica directa a los planteamientos tericos de este autor.

    Es decir, sostener que el argumento de Huntington es un sofisma acadmico,

    intelectual, desvinculado de la realidad concreta. Que su argumentacin es

    recurrentemente "circular". Sobre este aspecto se avanzar en las siguientes pginas,

    pero antes resulta necesario, esbozar algunas de las ideas de Morris Janowitz.

    Segn el criterio de Janowitz (1960), el profesionalismo militar no es un seguro

    de vida para el Control Civil. Dicho en otras palabras, ejrcitos profesionales pueden

    mutar hacia formas pretorianas y destruir el Control Civil. Sostiene este autor, la

    existencia de varios tipos de Oficiales militares profesionales: el lder heroico,

    quintaesencia de las tradicionales virtudes castrenses asociadas al valor personal y al

    espritu marcial. El militar administrador viene a ser el resultado del avance

    impresionante de la ciencia-arte militar, con conocimientos provenientes del mundo

    civil pero dirigido a la visin Lasswelliana del militar como gerente directo de la

    violencia legitima del Estado. El militar tcnico, como su nombre lo indica, es aquel

    que procura incorporar los avances tecnolgicos y cientficos del mundo civil a la

    esfera militar.

  • 29

    Capitulo IV

    LAS INSURRECIONES CONTRA BETANCOURT

    El gobierno constitucional de Rmulo Betancourt, se inici el 13 de Febrero de

    1959, despus de su triunfo en las elecciones del mes de Diciembre del ao anterior.

    Su anterior ejercicio del poder supremo fue encabezado por un motn cuartelario

    exitoso. El 4 de Agosto del primer ao el presidente Betancourt decret la primera

    suspensin de garantas constitucionales, seguida de otras, el 28/11/60, el 23/01/61 y

    el 08/10/62, continuando suspendidas las garantas econmicas hasta 1990.

    Esa continuada situacin de disturbios populares, muchas veces ligados a

    conspiraciones militares que no estallaban, fue bautizada con el apelativo de

    POPULARAZO, para equiparar esa situacin casi permanente de descontento

    popular de tendencia izquierdizante con los alzamientos militares formales. Casi todos

    los alzamientos acaecidos en el gobierno de Betancourt, hablando en el aspecto

    netamente militar, estn conectados a los programas tcticos de los partidos

    ilegalizados como el M.I.R. y el P.C.V.

    En muchos de los teatros de operaciones en contra de las insurrecciones

    militares, fueron capturados dirigentes reconocidos de estos partidos polticos, en los

    hechos antes descritos, Betancourt, desde el primer momento en que llega a la primera

    magistratura, es percibido por la Burguesa nacional como el comunistoide antigomez,

    pero pronto los manejos del poder, dan clara alusiones a su pretendido gobierno

    pronorteamericano, lo cual le permite establecer nexos comerciales con las principales

    compaas norteamericanas.

    Es as, como un gran sector de la poblacin que observaba con beneplcito la

    llegada al poder de Fidel Castro en Cuba; y analizaba sus primeras polticas exigieron

    los mismos instrumentos polticos en nuestro pas, Betancourt que necesitaba

    demostrar su abirraigado anticomunismo; les tienta y ellos se dirigieron hacia la lucha

    armada, pensando que era el camino de lograr los cambios que el pas requera para

    lograr el bienestar general.

  • 30

    EL BARCELONAZO

    El lunes 26 de Junio de 1961, a las tres y media de la maana, estalla la

    insurreccin de Barcelona conocida como el BARCELONAZO, dirigida por el

    Coronel retirado Edito Vivas Ramrez, acompaado del Capitn Tesalio Morillo,

    quienes se apoderan con gran facilidad, del cuartel Pedro Mara Freites de Barcelona.

    El Capitn Morillo haba servido all, y gozaba de gran ascendencia sobre sus

    oficiales.

    De inmediato, fueron sacados de sus camas el gobernador del Estado, Dr.

    Rafael Solrzano Bruce, y su Secretario Carlos Canache Mata, trayndolos detenidos

    al cuartel. As transcurre el da y comienza la respuesta del gobierno, con la Infantera

    de Marina. Al da siguiente, fueron detenidos los principales cabecillas; junto a ellos,

    caen detenidos, un nmero de 16 civiles: entre ellos algunos miembros del partido

    U.R.D. Partido poltico siempre dispuesto a vincularse a cualquier hecho que

    produjera el derrocamiento de los adecos.

    No hubo muertos ni heridos entre los militares. En cambio, los 16 civiles

    detenidos murieron miserablemente acribillados a balazos despus de haberse rendido

    y estar detenidos. Segn el Teniente Elonis Lpez Curra, la responsabilidad de ese

    asesinato recae sobre el Secretario de gobierno de Estado, Carlos Canache Mata, quien

    en un momento de ira haba exclamado Mtenlos a todos!.

    Es posible que fuese una simple expresin de su iracundia, semejante a la que

    llev a su correligionario David Morales Bello a pedir la pena de muerte en el

    Congreso Nacional para los alzados del 4 de Febrero de 1992.

    No resulta factible que la soldadesca del cuartel fuera a acatar una orden de un

    civil. Este es un aspecto oscuro que qued en nuestra historia de violencia poltica.

    En el campo civil, la insurreccin se torna permanente. La guerrilla urbana y

    las manifestaciones populares y estudiantiles transforman las calles en campos

    guerrilleros teidos de Marxismo- Leninismo, alimentados con armas y dinero por

    Fidel Castro. En mitin multitudinario celebrado en la Habana el 26 de Julio de 1962

    conmemorando la fecha del asalto al cuartel Moncada, Fidel jura que convertir a la

    Cordillera de los Andes en la Sierra Maestra del continente Americano. Asaltos y

    robos a bancos, establecimientos mercantiles y jefaturas provinciales proporcionan

  • 31

    recursos econmicos y armas, matizando de terror un rgimen de gobierno que solo

    alcanzar la pacificacin al corromperse y degradarse en el orden moral. Rafael

    Caldera en 1969, arroja, un manto de clemencia, y los guerrilleros, hambreados y

    visiblemente cansados de las garrapatas, y otros especimenes, se reintegran a la vida

    civil.

    La tesis de la insurreccin armada sostenida por el Partido Comunista de

    Venezuela y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria es discutida abiertamente y

    sus fracciones parlamentarias hablan del gobiernito de Betancourt. En su seno,

    Fabricio Ojeda renuncia a su curul parlamentario, para unirse a las guerrillas de El

    Charal, donde ser detenido. Tiempo despus ser ajusticiado por la polica del estado

    Digepol dentro de su celda; en la prensa de la poca se seal que haba cometido

    suicidio.

    Tal es el descaro, que dentro de la asustada burguesa se asegura que esa

    anarqua es sostenida por el lder adeco, que en el fondo no ha dejado de ser

    comunista, y trata de destruir a la sociedad capitalista. De nada vale exhibirles la

    vinculacin del rgimen que dndole la espalda al pueblo se ata cada vez ms a los

    intereses extranjeros y al gran capital nacional.

    En ese relajo imperante y en la posterior transformacin de la anarqua en

    corrupcin institucionalizada, se perder, posiblemente para siempre, no solamente el

    usufructo de la libertad y democracia, que naci la madrugada del 23 de enero de

    1958, sino la oportunidad de transformarse Venezuela en esa gran nacin por medio de

    los ingentes recursos de que estaba dotada.

    No es solamente la habilidad de Rmulo Betancourt lo que salva al rgimen.

    Su xito se debe ms bien a la falta de unidad de mando y de accin coordinada por

    parte de los insurgentes, tambin podramos sumar el miedo atroz a una guerra

    revolucionaria total, que a futuro si pudiese igualar a otras fuerzas nacionalistas del

    mundo, consideradas revolucionarias. El individualismo dispersa la ambicin en

    sublevaciones aisladas y en actos de terrorismo que aglutinan a los ciudadanos en

    torno al gobierno.

  • 32

    EL CARUPANAZO

    El 4 de mayo de 1962 se anuncia la sublevacin de Carpano. El capitn de Corbeta

    Jess Teodoro Molina Villegas, nativo de all, junto a otros noveles oficiales se ha

    apoderado de la ciudad sin disparar un solo tiro, obteniendo la adhesin del Batalln

    de Infantes de Marina n 3 que guarneca la ciudad. Son solamente 250 hombres en

    una guarnicin aislada que no tiene ninguna significacin estratgica. Pero la euforia e

    ingenuo optimismo hacen creer a los alzados que ser una chispa que har explotar

    toda la nacin. Posiblemente, este sentimiento se repetira en los alzados de Chavz;

    esta interrogante slo ser respondida cuando los actores principales de esos hechos

    histricos, respondan a esa pregunta.

    Cuando el gobierno inicia la reconquista, si habr lucha, pues los civiles

    estarn mucho ms involucrados que cuando el Barcelonazo. Ya en esos momentos las

    luchas se vestan de rojo marxista.

    Ahora la insurreccin est vinculada ms directamente a las organizaciones

    partidistas de izquierda., con quienes se han ido identificando los cabecillas.

    Douglas Bravo y Germn Lairet, del P.C.V. y del M.I.R., comisarios polticos

    de la insurreccin, le haban asegurado a Molina Villegas que el pueblo caraqueo

    provocara la insurreccin civil, mientras Vctor Hugo Morales, Comandante del

    Batalln n 1 de La Guaira, le informaba que el tambin estaba listo para alzarse.

    Chuch cree ingenuamente en todo ello y sabiendo que Carpano solo, con su

    guarnicin de 250 hombres, poco significa militarmente, piensa que una insurreccin a

    la desesperada, si resiste un poco, forzar la solidaridad de los dems. Pero nada de

    eso sucede. Un avin Camberra sobrevuela la ciudad disparando sus ametralladoras y

    mata en la calle a una seora. Es la primera vctima de esa pequea guerra. Le sigue la

    de un Subteniente y un Cabo que perecieron al estallarles anticipadamente sendas

    granadas antes de lanzarlas. Al siguiente da, las fuerzas del gobierno convergen sobre

    la ciudad.

    Por el Este, el Batalln Urdaneta procedentes de Giria y Ciudad Bolivar,

    avanzan sin prisa pero sin pausa. Por el Sur procedentes de Maturn y Caripito,

    marchan tambin las tropas de la Guardia Nacional. Por el Oeste el Batalln Mario n

    9, desde Cuman, inicia el asalto a la ciudad y un Maestre de la Infantera de Marina,

  • 33

    pero en el lado insurrecto, que los enfrenta con una ametralladora punto 50, abandona

    su puesto de combate y le dice a Molina que el avance es encabezado por una

    compaa de su mismo cuerpo y l no puede disparar en contra de sus hermanos. Un

    gesto parecido se produce en el bando del gobierno: un oficial le dice a su superior que

    l es muy amigo de Molina y pide ser relevado del mando para no combatirlo. Una

    agrupacin de Artillera procedente de Barcelona ha movilizado sus caones de 155

    milmetros que se preparan a bombardear la ciudad. Los colaboradores civiles actan

    torpemente. Su accin se bas solamente en la deteccin de algunos militantes de A.D.

    y prominentes figuras del gobierno regional, dando discursos en algunas calles que

    produjeron que el pueblo se escondiera en sus hogares.

    A las siete de la noche del da 6, Molina se di cuenta que todo estaba perdido

    y pidi negociacin para deponer las armas. El insurrecto se rindi

    incondicionalmente; fue juzgado y condenado; se escap de la crcel de Trujillo

    sobornando a sus carceleros y se incorpor al frente guerrillero en El Charal, bajo las

    rdenes del comandante Juan Vicente Cabezas alias PABLO.

    En su discurso triunfalista, el presidente Betancourt anuncia la victoria como una

    pgina ms de gloria y herosmo agregado a nuestra historia.

    Si analizamos, el alzamiento se observa que los insurrectos siempre esperan el

    alzamiento de otras unidades militares. Lo ms interesante de todo resultaba el hecho

    que los civiles aparecan muy involucrados en el alzamiento pero en calidad de

    soldados y no de comandantes. El recelo de los militares hacia los civiles, aunque

    fuesen camaradas ideolgicos no les permita dar a los civiles el mando directo del

    alzamiento. Los civiles siempre han mostrado conductas anrquicas y ellos se sentan

    en contra de ello A futuro, los militares insurgentes, que fueron capturados se

    convertiran en los comandantes directos de los frentes guerrilleros

    EL PORTEAZO

    Un mes despus, el dos de junio de 1962, despus de haber dejado solo a

    Molina Villegas, le corresponder al Capitn de Navo (equivalente a Coronel) Vctor

    Hugo Morales experimentar tambin la amargura del aislamiento y la traicin, luego

    del frustrado movimiento insurreccional conocido como El Porteazo. Estuvo

  • 34

    acompaado en el alzamiento en armas del tambin Capitn de Navo Manuel Ponte

    Rodrguez. Las fuerzas navales vuelven a exhibir un espritu de rebelda y renovacin

    ideolgica que sin duda no les haba sido inculcado por los hermanos Carlos y

    Wolfang Larrazabal, sus comandantes naturales de ms alta graduacin.

    Tanto los insurrectos de Carpano, como ahora los de Puerto Cabello,

    aceptaban la preeminencia de Carlos Larrazabal, quien fue Comandante General de la

    Marina hasta Febrero de 1962.

    l alentaba sus rebeldas y protestas. Y por ello, cuando preparaban sus

    respectivas insurrecciones, confiaba en la solidaridad de quien era su superior, supla

    sus deficiencias y poda garantizarles el triunfo. Si el Carupanazo hubiera

    triunfado -confes Larrazabal a un periodista- yo hubiera sido uno de los grandes

    jefes. Ah estaba un muchachito, Chuch Molina que es como hijo mo. El es una

    hechura ma, completamente ma. Su cuado, el Contralmirante Carlos Sosa Ros,

    en su libro Mar de Leva, dice que l le haba informado a Betancourt acerca de las

    conspiraciones del Jefe de la Armada y el aliento que daba a oficiales descontentos,

    por lo cual deba ser encarcelado, pero el presidente le respondi que el no haca

    mrtires de bolsas.

    Carlos Larrazabal estaba resentido por la preeminencia de su hermano Wolfang

    y tras el nombramiento de Rmulo Betancourt como Ministro de Defensa al General

    de Brigada Antonio Briceo Linares en lugar de su persona, que tena un grado por

    encima de aqul en el escalafn militar. No era precisamente un revolucionario y

    esperaba que los altos designios le fuesen otorgados sin arriesgarse mucho. En su libro

    Los Golpes de Estado en Venezuela, Carlos Capriles Ayala, menciona una frase de

    Carlos Larrazabal, ilustrativa de su espritu cuando afirma: El da en que yo me

    meta en una conspiracin, es porque estoy seguro de que la voy a ganar, porque

    yo de pistola no tengo un pelo.

    Carlos Larrazabal era compadre del dictador Prez Jimnez, quien le haba

    apadrinado su ltimo hijo y nunca quiso conspirar contra l. Betancourt no tomaba en

    serio esa actitud y prefiri pasarlo a retiro el mismo da que cumpli el tiempo

    reglamentario de 30 aos de servicio, el 2 de febrero de 1962.

  • 35

    Desde las primeras horas de la madrugada del dos de Junio de 1962, las tropas

    del Batalln de Infantera de Marina n 2 haban empezado a tomar posiciones en la

    ciudad de Puerto Cabello y a patrullar sus calles. El Capitn de Navo Manuel Ponte

    Rodrguez, jefe de la insurreccin, haba detenido al Capitn de Navo Jess Carbonell

    Izquierdo, jefe de la escuadra Surta en la base naval, y al Capitn de Fragata

    Guillermo Ginnari, jefe de la base naval.

    A Ponte Rodriguezz le corresponder el mismo destino del General Jess

    Mara Castro Len: morir prisionero en el cuartel de San Carlos de la ciudad de

    Caracas.

    Radio Puerto Cabello: tomada por los rebeldes al amanecer, comenz a

    transmitir las consignas revolucionarias, las cuales pusieron en movimiento a las

    fuerzas del gobierno designadas para suprimir la insurreccin. En conversaciones que

    sostuve con personas que vivieron aquellos aos violentos, me comentaron que para

    ese da las radios valencianas suponan que algo suceda en el Puerto. Pero por no

    tener conocimiento alguno sobre los sucesos, slo transmitan una y otra vez la

    cancin Mi Puerto Cabello, interpretado por bolerista de Amrica Felipe Prela.

    El Batalln Carabobo, acantonado a la salida de Valencia, por su ubicacin

    ms cercano a la ciudad donde acontecan los hechos ya estaba en alerta, por lo que se

    puso en movimiento casi de inmediato. Dos horas ms tarde, este batalln ocupaba el

    aeropuerto de El Palito, cuando todava no haban salido de la Base Naval las fuerzas

    insurrectas que iban a cumplir su objetivo. De Palo Negro y Maracay, marcharon la

    agrupacin Salom de artillera y dos compaas de paracaidistas. El presidente deleg

    plenos poderes para obtener la sumisin de los rebeldes al coronel Alfredo Monch,

    jefe de la cuarta divisin, quien, secretamente, haba sostenido reuniones con los

    alzados, pero Betancourt lo coloc al mando de las tropas del gobierno, ganando la

    guerra de antemano en el plano psicolgico.

    El Capitn de Navo Manuel Ponte Rodrguez es el cabecilla de la

    insurreccin. El ejerca la jefatura de la Segunda Seccin del Estado Mayor, y cuando

    se produjo el alzamiento de Carpano, surgieron indicios de su vinculacin con ese

    movimiento y por ello fue sometido a un consejo de investigacin, separndolo de su

    cargo. Al recibir el Capitn de Fragata la seal convenida de estar todo listo, penetr

  • 36

    en la base naval a la 4 de la madrugada y asumi el mando de las operaciones. De

    inmediato, fueron liberados y armados unos 60 guerrilleros detenidos en el Castillo

    Libertador. La orientacin extremista del movimiento se puso de manifiesto con la

    participacin del diputado Ral Lugo Rojas del M.I.R. y Teodoro Petkoff de P.C.V.

    Los rebeldes tomaron posiciones por la ciudad, que pronto qued en su poder.

    Se atrincheraron en algunos edificios claves a lo largo de la calle Bolvar, que se inicia

    en los muelles, y a la entrada de la ciudad, en un callejn denominado La

    Alcantarilla. Los pisos superiores del hospital del Seguro Social ser el sitio desde

    donde se combatir con ms ardor. Los enfermos fueron trasladados al piso inferior,

    pero muy pocos quedaron en el edificio cuando las tropas leales empezaron a

    bombardearlo. Otros centros de resistencia, sern el liceo Miguel Pea, los edificios de

    la Mantequera Sivn, de Jabn Las Llaves, la Agencia Ford y la Telefnica. En ellos

    especialmente lucharn los civiles incorporados a la insurreccin, que desde el

    domingo 3 de junio actuaron por su cuenta por haber sido aprisionados los cabecillas

    militares en forma incruenta.

    En los muelles y el edificio de la Aduana, una compaa de la Guardia

    Nacional que se ocupaba de los servicios portuarios se mantendr leal al gobierno. Su

    Comandante, el Teniente-Coronel Eusebio Suzzarini, se neg a plegarse al

    movimiento, y permanecer inactivo, como una isla neutral, durante el combate.

    Este se avecina cuando las tropas del gobierno se acercan a la ciudad y

    comienzan a posicionar las grandes bateras de 155 milmetros.

    Entretanto, Radio Puerto Cabello emite, continuamente, discursos y proclamas,

    invitando a estudiantes y pueblo a sumarse al Movimiento de Recuperacin

    Democrtica. Los secundaban en las calles algunos estudiantes con entusiasmo, pues,

    para ellos la democracia no les haba aportado nada. (Igual ocurrir en Febrero de

    1992 cuando fracasa el golpe de los Comandantes Francisco Arias Crdenas y Hugo

    Rafael Chvez).

    Los alzados esperan y obtienen ventajas de la falta de experiencia guerrera del

    Ejrcito, sobre todo en el enfrentamiento de francotiradores y guerrillas. Ese tipo de

    accin para la cual algunos extremistas haban recibido instruccin de expertos

    cubanos.

  • 37

    Por inexperiencia, los jefes creen que no encontrarn resistencia al no

    distinguir reductos y avanzan por la calle que conduce a La Alcantarilla. La mayor

    parte de las bajas se produjo por ataques sorpresivos de francotiradores. Si el Coronel

    Monch hubiese visto con inters didctico pelculas de la II Guerra Mundial, se habra

    dado cuenta que los tanques operan muy bien en campo abierto, pero en las ciudades

    tienen que barrer los inmuebles si avanzan protegiendo a los infantes, limpindolos

    antes de seguir adelante. Una compaa del Batalln Carabobo penetr en los aledaos

    de la ciudad dejando a un lado el cerro Santa Luca. Los insurrectos los dejaron

    avanzar hasta las cercanas del liceo Miguel Pea y abren fuego causndoles grandes

    bajas con sus ametralladoras punto cincuenta, ubicadas en sitios estratgicos del

    inmueble.

    El Capitn de Fragata Vctor Hugo Morales relata lo sucedido en esa

    operacin: A las tres de la tarde, la primera compaa del Carabobo, intent

    avanzar por la lnea del tren, situacin inexplicable ya que estaban a la vista de los

    defensores del liceo y la zona fue intensamente batida por sus fuegos. Podramos

    pensar que fue un gesto de valor temerario, o una orden insensata. Lo cierto es que el

    pelotn, al mando del Teniente Luis Antonio Rivero Sanoja, march en columnas a

    ambos lados de la lnea. No haban avanzado 50 metros cuando cay sobre ellos un

    infierno de balas.

    Los 23 aos de juventud de Luis Antonio Rivero Sanoja se perdieron

    lentamente al morir desangrado pues no hubo quien lo rescatara al caer mal herido.

    Junto con l murieron otros ocho humildes hijos del pueblo, vctimas de una lucha que

    para ellos nada significaba, sino obediencia automtica de las rdenes superiores sin

    ideales que defender, sin un objetivo justo que conquistar. Se dice que cuando el

    Comandante de la compaa le orden avanzar por la lnea del tren, el Teniente Rivero

    Sanoja, discuti con l tratando de hacerle ver que era un suicidio cualquier intento,

    pero al ser acusado de tener miedo no vacil ni un segundo ms. Y all morira de

    mengua, sin poder ser auxiliado por sus compaeros.

    Hasta el da siguiente en que la compaa no recibi el refuerzo de un pelotn

    de tanques, no hubo refuerzos por all.

  • 38

    En La Alcantarilla aconteci lo mismo. Los tanques adelantaban

    tranquilamente y cada uno de ellos lleva detrs un pelotn de infantes. Crean expedito

    el terreno pues no les disparaban. Pero al pasar el ltimo de los blindados, las

    ametralladoras abrieron fuego a sus espaldas y causaron el mayor nmero de muertos

    de todo el combate. Los tanques no podan maniobrar y dar vuelta, porque la calle era

    estrecha y luca llena de cadveres y heridos de su propio bando. Cuando lo hicieron,

    ya los atacantes haban huido y el fuego de los caones de 75 milmetros se cebaba

    indiscriminadamente en los inmuebles que todava se mantenan ocupados por civiles

    inocentes. Ahora que podan avanzar se quedaron inmovilizados. El error tctico de

    meter los tanques en esa emboscada haba sido sealado al Coronel Monch por un

    oficial del Carabobo, que haba estado luchando en el sector y constat que estaba

    bien guarnecido. Pero el Coronel desestim la advertencia.

    Desde el medioda, la aviacin hizo acto de presencia y empez a bombardear

    y ametrallar con vuelo rasante de camberras. Hacia las ocho de la noche el Batalln

    Blindado Bravos de Apure, procedente de Maracay, se coloc en posicin de ataque

    frente a las lneas enemigas. Pero dej su accin para el da siguiente en la maana. Se

    continuar combatiendo durante todo el Domingo 3 en las calles y edificios de la

    ciudad.

    En la Base Naval la insurreccin haba sido derrotada con un final que pareca

    sacado de una pelcula. En primer lugar, la parte ms operativa de la flota no se pleg

    al movimiento. Los destructores Morn y Clemente, al mando de los Capitanes de

    Navo Manuel Rojas y Omar Guevara, se hicieron a la mar, mantenindose mar

    afuera. Desde all empezaron a bombardear a sus camaradas, sin siquiera tomar en

    cuenta que all permanecan tambin como prisioneros los oficiales leales. Otro

    destructor, el Flores se separ del muelle y permaneci neutral fondendose en la

    rada. El Zulia, estaba inoperante por reparaciones y aunque s se sum y era la nave

    con mayor poder de fuego, poco poda hacer, inmovilizado en su muelle. Las dems

    unidades eran de menor categora y casi no actuaron.

    Se les ha reprochado a los vencedores el hecho de su conocimiento de que ya

    todos los cabecillas haban sido detenidos. Sin embargo, actuaron con una inclemencia

    y crueldad innecesaria. Se supuso que haba sido como una especie de venganza por

  • 39

    las bajas infringidas el da anterior y la vergenza de haber sido derrotadas esas

    fuerzas acorazadas por unos fusiles. Pero luego se determin que haba privado un

    inters poltico. El propio presidente Betancourt, secundado por su ministro de la

    defensa General Antonio Briceo Linares, orden la ejecucin rpida y sin clemencia

    de la toma de la ciudad, para evitar que su ejemplo pudiera extenderse a otras reas

    donde exista el mismo descontento.

    Como resultado, de esta pequea guerra, tras la inclemente represin del

    Porteazo, el gobierno obtuvo pinges beneficios. Estos beneficios dieron como

    resultado, que las fuerzas insurgentes perdieran poder dentro del pueblo; Tal vez

    podamos indicar que ya el discurso Marxista-Leninista no encontraba eco en el

    pueblo. Pero s en las mentes quejumbrosas de algunos universitarios dispuestos a

    seguir combatiendo desde otras trincheras de lucha.

  • 40

    Parte de Guerra (fuente Ministerio de la Defensa):

    Fuerzas leales al Gobierno:

    Fuerzas Terrestres:

    Unidad: Efectivos / Equipos: Batalln de Infantera Carabobo No.41 615 / Caones S/R M-40 de 106mm Dos compaas del Batalln de Infantera General en Jefe Juan Carlos Piar No.31

    300

    Dos compaas del Batalln de Paracaidistas Jos Leonardo Chirinos (FAV)

    300

    Una compaa del Batalln de Infantera Girardot

    175

    Una Batera Mixta del Grupo de Artillera de Campaa Salm

    135 / Obuses remolcados M-1A1Howistzer Pack de 75mm y M-1 Howistzer de105mm.

    Una compaa del Batalln de Infantera General en Jefe Simn Bolvar

    134

    Una compaa del Batalln Blindado Bravos de Apure No.4

    116 / 16 tanques ligeros Crusot Loire AMX-13 M51.

    Polica Militar +100 Destacamento No.55 (Guardia Nacional) 600 Fuerza Area Venezolana: Unidad: Aeronaves: Escuadrn de Bombardeo B-39 BAC Canberra B.2 Escuadrn de Bombardeo B-40 B-25J Mitchell Escuadrn de Caza C-35 F-86F Sabre Escuadrn de Caza C-36 D.H. Vampire Por la Armada Venezolana los destructores ARV Almirante Clemente, ARV General Morn y ARV Zulia (antes de rebelarse) que realizaron bombardeos costeros. Fuerzas Rebeldes: Unidad: Efectivos Batalln de Infantera de Marina Rafael Urdaneta No.2

    -1.000

    Polica Naval +150 Destructor ARV Zulia La mayora de la tripulacin. Guerrilleros castro-comunistas +50

    (Fuente Ministerio de la Defensa)

  • 41

    Cada momento silbaban proyectiles en el aire, muy cerca de las cabezas de los que

    cruzaban el patio de la ciudad... como a las siete y media escuch al Coronel Monch

    que era necesario el auxilio del la Aviacin para bombardear el Fortn Solano donde

    estaba un nido de ametralladoras que no dejaba avanzar. Al poco llegaron los aviones

    y se efectu el bombardeo con toda precisin, luego vi que marcharon... los tanques

    hacia la ciudad con dotacin de hombres.

    A poco rato se escuch un ensordecedor eco de disparos con distintos estampidos en

    un trayecto como de dos cuadras que hay entre la primera estacin de gasolina y la

    esquina de la Alcantarilla. A la distancia vi bultos que se movan en el suelo pens

    que eran cuerpos humanos, invit a una ambulancia inmediata y fuimos hasta la

    estacin de gasolina, donde estaba un hombre de uniforme tendido, me baj, lo auxili

    espiritualmente. La ambulancia qued alzndolo y yo part por el centro de la calle

    hacia donde estaba el grueso de los cados que era justamente la esquina de la

    Alcantarilla. All yacan creo que nueve soldados tendidos, dos heridos mortalmente y

    los dems ya muertos, uno al tocarlo me dijo: aydeme padrecito. Procuraba

    echrmelo al hombro de pronto lleg una rfaga de ametralladora que hizo blanco en

    l, me par y dndole la absolucin y expir. Otro herido me dijo al tocarlo: dgale a

    mi mam cmo mor... sobre todos di la absolucin y me retir en busca de

    ambulancias pero las ambulancias no se atrevan a avanzar porque el fuego se vea

    cerrado. Entonces advert mis manos y sotana llenas de sangre...desde entonces me

    limit a ayudar a las ambulancias y a auxiliar muertos y moribundos... (Extracto del

    testimonio del Monseor Luis Maria Padilla al Consejo de Guerra).

  • 42

    Captulo V

    LAS GUERRILLAS EN VENEZUELA, Las Fuerzas Armadas de

    Liberacin Nacional F.A.L.N.

    Desde el Porteazo, la protesta contra el orden democrtico constituido se

    realizar por medio de la guerra de guerrillas, en un estril sacrificio de vidas jvenes,

    y por la insurreccin popular urbana. Esta nueva modalidad producira ms muertos

    que todos los habidos en insurrecciones militares y represin dictatorial o democrtica

    para encontrarnos, al final de ese espinoso camino, en el mismo punto de partida, pero

    con problemas de mucha envergadura por resolver.

    Extrayendo un resumen de los titulares de la prensa caraquea durante el ao

    de 1963, encontramos: asalto al Museo de Bellas Artes y robo de los cuadros de la

    exposicin CIEN AOS DE PINTURA FRANCESA. Asalto a la prefectura de

    San Diego de los Altos. Asalto a la poblacin de Ro Claro, en las vecindades de

    Barquisimeto. Muertos y heridos en el choque entre la polica y grupos armados en

    el 23 de enero y en Lomas de Pro-Patria. Clarn pblica largas listas de detenidos,

    de torturados y desaparecidos su director Miqui