THOMAS EDISON Y J.P. MORGAN

Introducción

Mientras Carnegie y Rockefeller continúan su batalla. J.P. Morgan aparece en escena y funda un banco en la ciudad de Nueva York con un solo propósito: impulsar los avances tecnológicos de los Estados Unidos. Morgan invierte por primera vez, apoyando un nuevo invento de Thomas Edison: La luz eléctrica.

Desarrollo

El 4 de Septiembre de 1882, un hombre llamado Thomas Alva Edison, de 35 años, que lucía chaqué y llevaba sombrero de copa, giró una palanca que iluminó eléctricamente las oficinas que el banquero Morgan poseía en la esquina de las calles Broad y Wall, de Nueva York.  Aquel 4 de Septiembre, al encenderse las lámparas que iluminaron las oficinas del banquero Morgan, se iniciaba una nueva era que bien merecidamente fue bautizada con el nombre de Edison. Durante tres décadas se asistió a un cambio completo en casi todas las actividades humanas. Costumbres que perduraban desde los tiempos de los egipcios, griegos y romanos, desaparecieron de manera absoluta.    La aplicación de energía eléctrica lo transformó todo. Tranvías

eléctricos reemplazaron a los servicios públicos de transporte a base de tracción animal, lo que permitió a la gente alejarse varios kilómetros de sus lugares de trabajo. Así surgieron florecientes suburbios que dieron solución al problema de los barrios miserables en que se concentraban las familias obreras. La energía eléctrica aplicada a los ascensores permitió que los ingenieros y arquitectos pudieran edificar rascacielos, pues se había encontrado el medio de alcanzar con rapidez y seguridad alturas, donde se encontraban oficinas y viviendas, a las que difícilmente se hubiera llegado de tener que utilizar las antiguas escaleras.

    El mundo que en 1914 entró en la primera guerra mundial era bien diferente del que existía antes de demostrar Edison que había descubierto la aplicación práctica de la electricidad. En los conflictos bélicos empezaron a participar los científicos que aprovechaban los hallazgos de los sabios para matar un mayor número de seres humanos. No olvidemos que Alfred Nobel patentó la dinamita en 1866.

    Edison había dedicado todos sus esfuerzos a perfeccionar el fonógrafo, instrumento que él había inventado. Se ganaba algún dinero exhibiendo, como curiosidad científica, ante un público curioso y asombrado que no perdía oportunidad de ver y escuchar la máquina que hablaba. Pero un profesor amigo suyo, el profesor Barker, le aconsejó que se preocupara en analizar y resolver la cuestión del uso de la electricidad para el alumbrado. Cuando Edison oyó hablar de las “velas eléctricas”,  presentadas por un físico ruso en la Exposición de París de 1878, trabajó incansablemente durante cuatro años para luego presentar su lámpara incandescente. El genio y la imaginación jugaron un papel destacado en los éxitos de Edison, pero en el caso del alumbrado eléctrico fue fundamental el apoyo financiero que recibió del banquero Jhon Pierpont Morgan (J.P. Morgan).

Desenlace

    Morgan adquirió su fortuna entre los años 1860 y 1870 aprovechándose de la guerra civil que ensangrentó al pueblo norteamericano de 1861 a 1865. En esos cuatro años de lucha entre el Norte y el Sur se acumularon grandes fortunas, hasta el punto de que en las Universidades estadounidenses se enseña que J.P. Morgan se enriqueció con el tráfico de armas. Morgan financió a Edison, de igual manera que lo hizo con Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono. El banquero, como socio capitalista, participó en el establecimiento de la compañía Edison Electric Ligth, que pronto se transformó en Edison General Electric Co., que fue el principio de la moderna multinacional conocida como General Electric, con el consiguiente golpe moral que

recibió Edison al ver como su nombre desaparecía de la industria eléctrica más grande del mundo. Edison se acabó separando voluntariamente de la compañía, a fin de ser un hombre libre para desarrollar otros trabajos, pero el caso es que el inventor desaparecía para que el financiero se llenara los bolsillos de oro.