Un cuento a partir de la Cartilla lacónica · libro documentado. Un kxto que hacía mucho rato le...

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1/1(¡ \((IJ \ ce kbra ctnncs tn emba r- go. jJ la hora de r agark:- a los ma c>;- tros de primera s k tr as pl)din dejar pasa r hasta di ecis0 is años sin hacer el sueldo dt: un so lo ma es- tr o. co rn o es el caso de do n Agustín J osc ph de Torre s. qUi en so l ici tab a lo tJU C él mismo denomin a " ure.en- cías ll oradas·· o "a l n soco rr o de l imosna ·· . El E. t ado obl igabu así al m<te s tr o a mendi ga r u "al ario : he aquí una co ntin uid ad 4u e ca racteri - za In historia del ma es tr o e n Co lom- bia . Las urg enci as ll orad as de l os ma es tr os en la co lo ni a so n h uy las "co n ti nu as matad as" o lo que alg ún minis tro a nun cia por todos l os n oti- cieros co mo si fuera un a n ove da d: "s u dor y l ág rim as" . La inv c.<> ti gación de Alberto Martí - n cz Boo m. Orlando Cast ro Villarraga y Ca rl os E rn es to Noguera c. un in- teres an te ejercicio ge n ea l ógi co, a la man e ra de Mich el Fou ca ult. Es un texto bien docume ntado qu e va d es - cribie nd o '· ... las vicis itud es. l os ava- tares. las mis erias, las luchas. las es- pe ranzas y las ilusio nes de un a fi g ur a cada vez más d es pl az ada y oc ulta tras l os sigl os de historia: el m aes tr o de esc uel a" (pág. 143 ). Un oficio qu e d es de su apa rición, ha ce d oscie nt os años, ha s ido prom ov id o. vig il a do y reg ulado por el Est ado ; un a voca- c ión de se rvicio públi co qu e, d es de un es pacio -e l sa lón de clase y el pati o- y un ti e mp o -e l horario de cla ses as ig n ad o- , fo rm a par te de un a j urisdicción y pot es tad del Es- tado co mo ga rantí a de la pe rman en- cia y co h es ión social, y qu e para so- br evivir me ndig a la re mun er ac ió n de su trabajo . ! 98 ] El tiene en sus man os un l ibro doc um entado. Un kxto qu e ha cía mu cho rat o le fa ll a b a a In histuri og. rafía colo ni al y al mag.ist c: :- ri o. Un lib ro sencillo dc leer y 4uc L 'S un buen indicado r de mo st.: hace la hi s toria socia l. Un libro 4uc todo m aest ro debiera ker: un tex to q ue causa profunda trist eza si SL' lo mtr a de s de la óp t ic;:¡ del ma es t ro . pero qu e c uan do se exa min a co n ojos de histo riador res iste cunlqu it: r aná li si s. He rmoso lib ro qu e d esc ri - b e. unn a una . las 1/ oratlas de 1111 11/tl esrr o de escu ela . 0 R 1 A ' J 1 N E Z M E N F S l; S Un cuento a partir de la "Cartilla lacónica" Maestro, esc ue la y vida cotidiana en Santafé colonial Afhertn MarrínC' : Boom. Orfondo Ca.\' r ro Vi/larraga y Carlos Noguera Soctc dad Co lo mbian a de P edagogía. Bogo tá. 1 99<:>. t 58 págs . En el últi mo te rcio del siglo XX , sec tor es avanza do s de la histo- rio grafía co lo mbiana , al p aso mar- c ad o por histo riador es de ot ros paí - ses americ ano s. di e ron un viraj e s ig ni fica ti vo al es tudi o del per íodo co mpr e ndid o e ntr e l as refo rm as bo rb ó ni cas y la indepe nd encia. En efec t o. hasta e ntonces la histo ria tr adic i ona l e n nu es tro pa ís se man- tu vo ca uti va , co mo lo a not ara Ger mán Co lme nar es , e n la pri sió n histori og fi ca cr ea da por don JoMa nu el R es tr epo, ce ntr á ndose en l os aco nt ec imie nt os políti cos y mi- litares. tan pr opi cios para la histo- ria "aco nt ecimie ntal " y el re lato h e- r oico . En co nt ra s te , y d es de la ll amada " nu eva his toria ", pasar on al prim er plan o los es tudios de his- tori a eco nómica y soc ial, y un poco d es pu és l os de la his toria c ultur al, qu e han traíd o a ir e fresco al es tu - R ESEÑAS d io de la hist oria c olombiana : e n este último ca mp o se insc ribe el pr e- se nt e esc rito. Ésta es la historia de las desven - turas y d t esó n de un mod es to ma es- tr o de escuela de prim e ras le tra s. don Agustín J osep h de To rr es. pio- ne ro de un nutrid o g rup o de anóni- m os serv idor es públ icos. pr es os en la pa rad ójica sit uació n d e r pr ego- nar a diario l é'l exalt ac ión de la dig- nid ad y g rand eza de su oc up ación, " la m <1s impo rtant e pa ra la felicidad de las re b li ca s". y a la par ver se e nfr e ntad os al aba ndono y la mez- q uind ad de su re muner ación. Pero no se trat a de pr ese ntar un ro e qu e suscite la ad mir ació n, ni de trazar el re tr ato de un m ode lo qu e imitar , s ino de la d esc rip ción de su e xist encia mod es ta y de l as co ndic ion es en qu e de bió eje r ce r su oticio. Los a utor es se proponen mirar el p asa do d es de el pr ese nt e y el pr e- se nte de sde el pa sa do , en la tónica ins taurada por Marc Bloch y Luci en Fe bvr e desde el ter ce r d ece nio del siglo XX y co nt i nuad a por los hi st o- riador es de la de nominada E sc uela de Annal es. Por ello, acudie r on a la persp ect i va ge n ea l ógica para inda - ga r l as condiciones qu e hicieron po - s ibl e qu e surgier an y se institucio- nalizaran , e n e l Nuevo Reino de Granada y en l as p ostrimerías del ilus trado siglo XVIII, la escuela - bli ca y el ma es tro públi co, dejando de l ado la squ e da de los orígene s de tal es insti tu ci ones , indag ación tan pr oclive a la mitifi cación y las dispu - ta s por la primacía como estéril en sus resultados para el co nocimi e nto de la época est udi ada y la compren- s ión del prese nt e. A la vez, los auto - R tl ltlrJ'rroo (Ul1 LI'o\l \ Blfti iOO. M.(JI <.n . Y0t . ] X. M. _56 . 100 1

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ce kbrac tn ncs re hgtosa~. tn embar­go. jJ la ho ra de r agark:- a los mac>;­tros de primeras k tras pl)din deja r pasar hasta d iecis0 is años sin hace r e f~:cti vo e l sue ldo dt: un solo maes­tro . corno es e l caso de don Agustín

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Joscph de Torres. qUie n solici taba lo tJUC é l mismo denomina su~ " ure.en-

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c ías llo rad as·· o "algún socorro de limosna ·· . El E. tado obligabu así al m<testro a me ndiga r u "alario: he aquí una continuidad 4ue caracteri ­za In histori a de l maestro e n Colo m­bia. Las urgencias llo radas d e los maestros en la co lo nia son huy las "continuas matadas" o lo que a lgún ministro anuncia por todos los noti­cieros como si fuera una novedad : "sudor y lágrimas" .

La invc.<>tigación de Albe rto Martí­ncz Boom. Orlando Castro Villarraga y Carlos Ernesto Nogue ra c. un in­te resante eje rcicio genealógico, a la manera de Michel Foucault . Es un texto bien docume ntado que va des­cribiendo '· ... las vicisitudes. los ava­ta res. las miserias, las luchas. las es­pe ranzas y las ilusio nes de una figura cada vez más desplazada y oculta tras los siglos de historia: e l maestro de escue la" (pág. 143). U n oficio que desde su apa rición , hace doscientos años, ha sido promovido. vigilado y regulado po r e l E stado; una voca­ción de servicio público que, desde un espacio -el saló n de clase y e l patio- y un tie mpo -el horario de clases as ignado-, forma pa rte de una jurisdicción y potes tad de l Es­tado como garantía de la pe rmane n­cia y cohesión social , y que pa ra so­bre vivir mendiga la re mune ració n d e su trabajo.

!98]

El lect~Jr tiene en sus manos un libro docume ntado . U n kxto que hac ía mucho rat o le fa ll ab a a In histuriog.ra fía co lo nial y al mag.istc::­rio . Un lib ro sencillo dc lee r y 4uc L'S un buen indicador de cómo st.: hace la historia social. Un libro 4uc todo maestro debie ra ker: un tex to q ue causa profunda tristeza si SL' lo mtra desde la óptic;:¡ del maest ro. pero que cuando se examina con ojos de histo riador resiste cunlquit: r aná li sis. He rmoso libro que descri ­be. unn a una. las un~encias 1/oratlas

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de 1111 11/tlesrr o de escuela .

0 R 1 A ' J 1 ~~ E N E Z M E N F S l; S

Un cuento a partir de la "Cartilla lacónica"

Maestro, escue la y vida cotidiana en Santafé colonial Afhertn MarrínC': Boom. Orfondo Ca.\'rro Vi/larraga y Carlos f~mesro Noguera Soctcdad Colombiana de Pedagogía. Bogotá. 1 99<:>. t 58 págs.

En e l últi mo te rcio de l siglo XX, sec to res avanzados d e la hi s to ­riografía colo mbiana, al paso mar­cado por histo riadores de otros paí­ses a me ri canos. die ron un viraj e signi fica ti vo a l estudio d e l pe r íodo compre ndido entre las re fo rmas borbó nicas y la ind epe nde ncia. En efecto. has ta e ntonces la hi sto ria tradicional e n nuestro país se man­tu vo ca uti va , como lo a not ara Germ án Colmenares, e n la prisió n histo riográ fica creada por don José M anuel Restrepo , centrándose e n los acontecimientos políticos y mi­lita res. tan propicios para la histo­ria "acontecimiental" y e l re lato he­roico. En con tras te , y d esd e la llamada " nueva historia", pasaron al prime r plano los estudios de his­toria econó mica y social, y un poco después los de la historia cultura l, que han traído aire fresco al estu-

R ESEÑAS

d io de la hi storia colombiana: e n este último campo se inscribe e l pre­sente escrito .

Ésta es la historia de las desven­turas y d tesón de un modesto maes­tro de escuela de primeras le tras. don Agustín Joseph de Torres. pio­ne ro de un nutrido grupo de anóni­mos servidores públicos. presos en la paradój ica situación de oír prego­nar a diario lé'l e xa ltació n de la dig­nidad y grandeza de su ocupación, " la m <1s importante para la felicidad de las repúb licas". y a la par verse enfrentados a l abandono y la mez­q uindad de su remune ración. Pero no se trata de presentar un hé roe que suscite la admiración, ni de trazar e l retrato de un modelo que imitar, sino de la descripc ió n de su existe ncia modesta y de las condiciones e n que de bió ejercer su oticio.

Los autores se proponen mira r e l pasado desde e l presente y e l pre­sente desde e l pasado, en la tónica instaurada por Marc Bloch y Lucien Febvre d esde e l te rcer decenio del siglo XX y continuada por los histo­riadores de la denominada Escuela de Annales. Por e llo , acudieron a la pe rspectiva genealógica para inda­gar las condiciones que hicieron po­sible que surgie ran y se institucio­nalizaran, e n e l Nuevo Reino d e Granada y en las postrimerías del ilustrado siglo XVIII, la escuela pú­blica y e l maestro público , dejando de lado la búsqueda de los orígenes de tales instituciones, indagación tan proclive a la mitificación y las dispu­tas por la primacía como estéril en sus resultados para e l conocimiento de la época estudiada y la compren­sión del presente. A la vez, los auto-

R tl ltlrJ'rroo (Ul1 LI'o\l \ Blfti iOO. M.(JI <.n . Y0t . ] X. NÚ M . _56 . 100 1

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RESEÑAS

res enfatizan la continuidad de los rasgos que permanecen casi intactos en el ejercicio de la profesión de maestro de escuela y en la institu­ción escolar.

El texto destaca la importancia que tiene la creación del cargo de maestro público, caracterizado por ser sujeto de la intervención del go­bierno en su designación y control. E ste acontecimiento, que se da pri­meramente en la capital, después de expulsar el rey Carlos 111, en 1767, a los jesuitas de sus dominios de Es­paña y ultramar, se extendió con ra­pidez a unas veinte o treinta ciuda­des y villas del virreinato.

De entre estos nuevos agentes del saber, seleccionados por los cabildos locales y reconocidos por el poder virreina}, unos pocos privilegiados recibían su salario del ramo de Temporalides, constituido con los bienes incautados a los jesuitas en aquellos lugares en los cuales tuvie­ron escuelas pías, adecuadamente financiadas con capitales impuestos a censo, con lo cual tenían garanti­zada su adecuada financiación. En cambio, los más de aquellos abne­gados apóstoles de la educación de los niños debían reclamar con insis­tencia el pago de sus servicios de los siempre escasos fondos del ramo de propios; esto es, de las exhaustas ar­cas de la administración municipal, que de ordinario alegaba otras prio­ridades para dilatar e l pago debido al educador.

A partir del rastreo de los abulta­dos y numerosos expedientes que reposan en los archivos, enviados al superior gobierno por maestros an­gustiados por la penuria, los autores

destacan los siguientes rasgos que, como marcas de familia , se vienen repitiendo durante más de doscien­tos años:

1. Desde cuando la voz del maes­tro hizo su aparición en la historia, hasta e l presente, lo que predomina y resuena es su reclamo suplicante por e l pago de los sueldos atrasados, acompañado, las más de las veces, por la solicitud de un aumento que le permita subsistir con dignidad y levantar su familia .

2. Su carácter de inte lectual de­pendiente, subordinado a otros in­telectuales, el cura y los miembros del cabildo local, los funcionarios nacionales, departamentales y mu­nicipales, sujeción que oscila pe ro no desaparece en el tiempo.

3· La delimitación precisa del sa­ber que compete a los maestros, es­cogidos mediante exám enes de opo­sición , circunscribiéndolos al manual de enseñanza, elaborado entonces por intelectuales españoles con mi­ras a instruir al maestro "en las ta­reas propias del oficio" . Allí, dicen los autores, "estaba registrado todo lo que un buen maestro tenía que sabe r para ejercer la enseñanza, como hoy está en los libros de texto lo que necesita saber un docente y aprender los estudiantes". Valga la pena mencionar cómo en la Villa de la Candelaria de Medellín, en 1790, un sector del clero y los españoles miembros del cabildo se opusieron a que el doctor José Joaquín Gómez Londoño, abogado titulado, fuera designado para e l cargo de maestro público de primeras le tras porque, según decían, su demasiado saber se convertiría en obstáculo para el ejer­cicio de su oficio, y apoyaron a su contrincante, un español, sacador de aguardiente en la real fábrica, cuya bella caligrafía encomiaban como la mayor cualidad que un maestro de­bía tener.

4· La llamada " ilusión intelectual del maestro", a la cual los autores dan un énfasis especial , puesto que el caso del maestro Torres es un cla­ro ejemplo de e llo.

En efecto, desde su nombramien­to en 1775 hasta su jubilación e n 1820, ya bajo la república , don

8 O L E f i N C U L 'f U K 1\ L Y O 1 8 1. 1 O G M Á f 1 C O , V O L , ) X , N Ú M . 5 6 , l ( 1 U 1

ED U CA C I ÓN

Agustín d esempe ñó e l oficio de maestro de primeras letras de la es­cue la de San Carlos, que ocupaba un aula espaciosa en el primer piso del edificio de San Bartolomé. Los au­tores lo designan como "símbolo del maestro público en nuestro país", tanto por ser uno de los pioneros en el ejercicio de la enseñanza en su ca­rácter de funcionario público, como por ser el más importante del país en su momento, en cuanto su escuela era la única oficial en la capital, y por ser probablemente el mejor remunera­do y fundamentalmente por haber sido el primero en publicar, en 1797, un texto pedagógico al que tituló Cartilla lacónica de las cuatro reglas de Aritmética práctica.

Los autores, si bien dan prepon­derancia en su estudio a las peripe­cias del maestreo don Agustín, no dejan de lado el análisis cuidadoso y bien documentado de las condicio­nes de la escuela pública, tanto las locativas como las pedagógicas e institucionales.

Asimismo, la vida cotidiana de la capital es descrita con rasgos acer­tados. El lector es llevado a una ciu­dad de algo más de 2o.ooo habitan­tes, en la que ochocientas chicherías sirven de refugio y solaz a los nume­rosos ociosos, vagos y malentre­tenidos, a los que inútilmente trata­ban d e poner coto las leyes d e policía. En contraste, los trece con­ventos, en los cuales residían más de 1.200 personas consagradas a la ora­ción, la penitencia, las obras pías y el servicio divino, así como los trein­ta y un templos, que marcaban las divisiones urbanas y adscribían los fieles a cada parroquia, dan prueba

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<.h : la qu<.: llamíln la cílr.t .. m,~ttca .. dL' la ctudad. lg.ualmL'ntc.: ll<~mativ,b :'on las descripc1o n ~~ de l co. to$o derw­che para pont' r e n c~c<.: n a c.: l cspl.'c­t<kulo dd pode r cokmial. con moti­,.o de los fun e rales de un rc:y. la juro d~ su :-.uccsor. o la llegada de un nue­vo vtrrey: no meno!: pr~ci . o en su brevedad apa rece el tc.:rror que se stente en Sant afé a la llegada del ·· Paci ficador .. Pa blo Monllo .

Convie ne destaca r la am plia y va­ri ada docume ntación de que hacen ga la los a uto res e n la construcció n de su re la to. Como es de ri go r e n un estudio histórico. se destacan los do­cumen tos de a rchivo. bien sea los voluminosos exped ientes manuscri ­tos. bien los de la pre nsa u o t ras pu­h licaciones im p resas de la época. Igua lme nte. es gene roso e l uso de la bibliografía his tórica re fe rida a l pe ­ríodo y a l tema. tanto la que se ocu­pa de la me tró po li como la que hace re lac ió n a la actua l Colombi a v a

• o tras colonias hisp ánicas. e n especia l a México.

Los autores lograron construir un bue n texto histó rico. ame no y bie n fundamentado. A partir de un corto aviso aparecido en febre ro de 1801

e n e l Correo curioso , e rudito, econó­mjco y mercantil. e n e l cual se o fre­cía para la venta la me ncionada car­tilla , fue ron entre tejie ndo los pocos acontecimientos re lacionados con e l maestro Torres y su escue la hasta for­mar una trama atractiva y verosímil. E l lecto r está invitado a compartir lo que Marc B lo ch d e n o minara la ·•aventura de la investigació n' ' de la mano de los autores. quie nes cuen­tan cómo fueron formulando hipóte ­sis, descartando las que no resultaban

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kcunda!\. pa r:l al tina) ret ~ n~ r aq ut'­ll:l que most rn ha mayor capactdad par<t explica r los ves tig.ios ha lladl)S.

L t · ¡-; J AV I ER V!LL GCiAS

B oTERt>

No todo lo que brilla es High Tech

Juan Montoya \'arios nuro rt>s

Villega. EJi10rcs. Bogotá. 199~. 391 págs .. il. Tex!M: Margare! Cou om­Winslow

El lib ro recopi la una amplia se lec­ción de los tra bajos de diseño de in­te rio res rea lizados e n los últimos dos d ecenios por e l exüoso arquitecto y decorado r colo mbia no Juan Mo n­toya. Nacido e n Bogotá e n 1945. Mo ntoya cursó dos años de arqui ­tectura e n su ciudad natal y e n 1968 ingresó a la Esc u e la de Di seño Parso ns de Nueva York , donde se graduó e n 1972. A l año siguiente se trasladó a París y realizó sus prime­ros tra bajos. E n 1975 se insta ló e n Milán. do nde estudió diseño de mue­b les. Inició su carre ra pro fesio na l como d iseñador independie nte e n Nueva York . a partir de 1976.

D e formato grande, diagramación e legante, lujosa edición y excele ntes caracte rísticas editoriales, e l lector se e ncuentra ante un libro para ver y leer a placer, gracias a más de cuatrocie n­tas fo tografías y a unos textos claros y amenos, firmados por P aige R e nse (prefacio). Mónica Geran (visión re­trospect iva) y Margare t Cottom­Winslow. con la asistencia editorial de C arlos A . G o nzá le z y M e r e dith H obbins. Resul tan muy bien aj usta­dos al mejor estilo de la lite ratura del género. cuyos paráme tros, fijados p or revistas como Architectural Digest, se caracte rizan por una prosa Huida y bie n tejida, una descripción de la at­mósfe ra gene ra l, identificación de l marco de referencia dado por e l cJie n­te e n cuestión , seña lamiento de los

RF.S EÑAS

c~1nceptos básicos que animan el di­SI.! i'to v de los re tos e nfrentados . e ide nt iticación de logros sobresalien­tes y detalles importantes.

l'vlontoya es s~ i1al ado como uno de los pio ne ros de l de no minado High Tech . estilo que cobró auge a princi­pios de la década de los oche nta . e n c· l que los espejos. lo s mue bles 1 <-~cados. el acnlico . los re flejos metá­licos. Jos contras tes con fondos negros y la iluminación dram<1tica de los es­pacios. están a l se rvicio de un gusto por el brlllo y la escenografía gran­diosa . que parece cele bra r bien la opule ncia de cl<1se. Po rque el diseño de interio res es un arte que, además de la satisfacción esté tica q ue puede producir pa ra e l propietario. estable­ce tambié n una declaración de lapo-. . , .

stcton que ocupa o asptra a ocupar dentro de l grupo social Es decir. pro­duce valores simbólicos más allá de los valores de uso.

Cabe recordar que e l H igh Tech ganó mucha po pularidad en Colom­b ia , donde, antes que un "desarro­llo .,, sufrió , a p artir de su adopción por los bene ficiados de l e nriqueci­miento ilegal, toda una vasta dege­ne ració n, como resultado del ascen­so social que vivie ron los agentes del na rcotráfico , q uie nes crearon una importante demanda de mobiliario , decoracio nes lujosas y diseños que , desde las clases a ltas tradicionales, e ra n vistos como d e señalado mal gusto. El adjetivo que se acuñó fue el de mágico ("esa silla es como de mágico"), en alusión a la rapidez con que se conformaron tales fortunas, y como ve lada re fere ncia fonética a los asuntos de la mafia. Por todo ello, estas primeras obras de Montoya in­cluidas e n e l libro , si se miran con los ojos colombianos de hoy, antes que precursoras de un estilo nove­doso, pueden ser vistas como p ara­digmas del gusto que adoptó una cla­se emergente, hoy desvalo rizad a , pero que en su momento quiso in­se rtarse e n la sociedad.

Como e n toda moda - y la de­coració n de inte riores lo es, hasta e l punto d e que podría definirse como el vestido del espacio-, los gustos cambian; m ás aún, es tarea de los creadores de m o da hacer

a o Luh cu u u MA L, ••• L•oc • Ánco. voL . 3 tl . wu.c . 56. loor