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UNIVERSIDAD DE MURCIA
ESCUELA INTERNACIONAL DE DOCTORADO
Neologismos en el discurso sobre moda
en la prensa femenina
Dª. María Dolores Mondéjar Fuster
2019
UNIVERSIDAD DE MURCIA
FACULTAD DE LETRAS
Neologismos en el discurso sobre moda
en la prensa femenina
Tesis doctoral presentada por Dª. María Dolores Mondéjar Fuster, dirigida por
la Dra. Dª. Carmen Sánchez Manzanares, para optar al Grado de Doctora.
Murcia, 2019
A mis padres. Por todo.
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, me gustaría comenzar los agradecimientos dedicando este trabajo
a mis padres. Ellos han sido las personas que a lo largo de mi vida más me han ayudado
y acompañado en mis mejores y peores momentos. A ellos va dedicada esta tesis por su
comprensión, infinita generosidad, amor y apoyo incondicional.
En segundo lugar, me gustaría reconocer y agradecer enormemente la labor de la
profesora Dra. Carmen Sánchez Manzanares, directora de esta investigación. Ella
siempre me ha orientado, ha contestado mis dudas con amabilidad y profesionalidad y
me ha guiado a lo largo del proceso desde el primer proyecto de esta investigación.
Además, me introdujo en el apasionante mundo de la neología, del cual todavía me
considero una neófita, a través de mi participación en el grupo de investigación de
neología de la Universidad de Murcia, integrado en el Observatorio de Neología de la
Universidad Pompeu Fabra (OBNEO), y de mi colaboración en el Diccionario de
Neologismos del Español Actual, NEOMA (2016).
Por otra parte, quiero dar las gracias a otra de las personas que han hecho que este
trabajo llegue a su fin, Kevin Power. Sin ninguna duda su incansable entusiasmo,
afabilidad, vitalidad, aliento, tesón y positividad han impregnado la última fase de esta
tesis. Él ha contribuido a aplacar mi nostalgia por mi país y ha sabido iluminar mis días
grises.
Quisiera también agradecer y hacer una mención especial a la Universidad de
Cork (University College Cork). En ella, desde que llegué a Irlanda el día 1 de octubre de
2015 y hasta la actualidad, siempre se me ofreció la posibilidad de impartir docencia lo
que ha hecho que este proyecto pudiera finalizarse. En especial doy las gracias a las
profesoras de idiomas Eugenia Bolado y Seána Ryan por sus muestras de cariño y
empatía, por ayudarme siempre y por entender los momentos de mi adaptación a una
nueva cultura, lengua, alumnado, y también a las directoras del Departamento de
Español, Portugués y Estudios Latinoamericanos, Helena Buffery y Nuala Finnegan por
mantenerme tres años después como parte del profesorado de esta prestigiosa
universidad. Sin su ayuda, quizás sin ellas saberlo, este proyecto nunca hubiera visto la
luz.
Asimismo, agradezco en general a todos los profesores y miembros del
Departamento de Relaciones Internacionales, Departamento de Idiomas y
Departamento de Magisterio de la Universidad Católica de Murcia. A todos los colegas
que me animaron a emprender mi nuevo proyecto de vida sin ninguna garantía y que
desde la distancia siempre me han preguntado y me han ayudado a seguir adelante con
entusiasmo para conseguir un poco más en la vida. En especial a Elena, Mª Ángeles,
Ana, Isabel, Kasia, Miguel, Iñaki, Antonio, Curro, Marta, Carolina, Raquel, Lonneke,
Alex, Sonia y Josefina. A todos ellos gracias porque los recuerdo en infinidad de
ocasiones y con mucha nostalgia.
Para terminar, no puedo dejar de agradecer a mis amigos de siempre,
especialmente a mi amiga Ester que siempre ha estado, y a mis nuevos amigos, Marta,
Martin, Fiona, Anne, Anne-Marie y Yalda, por todos los momentos buenos que me han
hecho pasar y por todos aquellos que les he robado y que espero recuperar pronto.
Gracias por vuestro interés, paciencia, apoyo y comprensión durante la realización de
esta Tesis de Doctorado.
No hay más que decir, solo gracias a todos y a tantos que están sin nombrar.
Todas las instituciones establecidas por el hombre en la sociedad, una de ellas la lengua,
están afectadas por el cambio.
Emilio Alarcos Llorach (1992)1
1Alarcos, E. (1992). “Consideraciones sobre el neologismo” en EFE (1992:17).
RESUMEN
En la actualidad, el mundo cambia y evoluciona de forma constante. Este proceso
se revela en el ámbito del léxico, produciéndose una incesante creación de nuevos
términos. El presente trabajo estudia la lengua de las revistas femeninas, en concreto la
lengua de la moda en cuatro cabeceras internacionales publicadas en España
(Cosmopolitan, Elle, Marie Claire, Vogue) que, sin lugar a dudas, se ha convertido en un
importante manantial de innovación lingüística y de adopción y de profusión de
préstamos. A través del análisis del léxico nuevo presente en estas publicaciones,
dejamos constancia del rol y de la representación de la mujer en la sociedad de hoy en
día. Lo cierto es que los medios de comunicación por propia voluntad, o en virtud de su
papel de intermediarios, transmiten ciertos modelos de conducta social. Y la lengua, más
concretamente el léxico, no queda al margen de su influencia. Así, en este trabajo, vemos
cómo sociología y lingüística se interrelacionan para abordar en este tipo de prensa
femenina de alta gama el contexto social que motiva determinados usos lingüísticos que
caracterizan el discurso de la moda, movido, además, por intereses comerciales. Por otra
parte, los neologismos detectados en las revistas que constituyen nuestro corpus
muestran la emergencia del léxico de la moda y su repercusión en la lengua general. Se
han recogido estos neologismos en una base de datos que permite, por la información
que recoge, su explotación como glosario de la moda actual; así, incluimos en el cuerpo
de nuestra tesis un glosario de los préstamos del inglés, cuyo número está en mayor
proporción que los otros tipos de neologismos, lo que da prueba, además, de la
internacionalización del sector. Por último, hemos abordado la recepción del discurso
de la moda mediante encuestas realizadas a universitarios, obteniendo datos
significativos a propósito de la percepción y comprensión de neologismos. Finalmente,
nuestro estudio muestra la difusión de un nuevo léxico de la moda que pretende dotar
de exclusividad y encanto aquello que nombra.
Palabras clave: neologismos, prensa femenina, discurso de la moda, diccionarios
ABSTRACT
Today, the world is constantly changing and evolving. This process is evident in
our vocabulary, as new terms are created daily. This work examines the language of
women´s magazines, and specifically the language of fashion in four international
magazines published in Spain (Cosmopolitan, Elle, Marie Claire, Vogue). Fashion
magazines have become an important medium of language innovation and of adoption
and spreading of loanwords, thereby confirming their role and the role of women in
society. The media, either willingly or as intermediates, transmit certain models of social
conduct. Language, specifically vocabulary, is not excluded from its influence. In this
work we see how sociology and linguistics intertwine in this type of press in the social
context. This drives certain linguistic uses and defines the fashion discourse which is
motivated by commercial interests. The identified neologisms in the magazines that
make up our body of work show the emergence of fashion vocabulary and its influence
in general parlance. The collected neologisms from the database allow it to be used as a
real-time fashion glossary. Included in the glossary are English loanwords whose usage
is more prevalent than other forms of neologisms. This proves the international scope of
this field. We have addressed the readers reception of the fashion discourse through the
use of surveys which were completed by the students. We obtained significant data
regarding their perception and comprehension of neologisms thereby reaffirming their
embedded existence in daily dialogue. Finally our study shows the diffusion of the new
lexis and how it is self empowered through its own unique charm.
Key words: neology, women press, women’s discourse, diccionaries
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Í N D I C E
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 23
1.1. HIPÓTESIS .................................................................................................................... 30
1.2. OBJETIVOS ................................................................................................................... 33
1.3. CUESTIONES METODOLÓGICAS .......................................................................... 35
P A R T E I . A P R O X I M A C I Ó N T E Ó R I C A
2. NEOLOGÍA Y TIPOLOGÍA DE NEOLOGISMOS ....................................................... 41
2.1. EL NEOLOGISMO: definición, clasificación y otras consideraciones .................. 41
2.1.1. Definición de neologismo y criterios de neologicidad ................................. 41
2.1.2. Tipología de los neologismos .......................................................................... 49
2.1.3. Clasificación de neologismo por procedimiento de formación .................. 58
2.1.3.1. Neologismos formales por derivación y composición ......................... 58
2.1.3.2. Otros neologismos formales: abreviaciones, siglas, acrónimos y
variaciones ortográficas. ........................................................................................ 78
2.1.3.3. Neologismos semánticos y sintáctico-semánticos ................................ 83
2.1.3.4. Neologismos por préstamo ...................................................................... 88
2.2. NEOLOGÍA POR PRÉSTAMO .................................................................................. 91
2.2.1. Conceptos clave: préstamo, extranjerismo, calco y xenismo ....................... 91
2.2.2. Motivación y finalidad del préstamo en la prensa femenina .................... 106
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3. NEOLOGÍA Y PRENSA FEMENINA ............................................................................ 115
3.1. EL CONCEPTO DE REVISTA FEMENINA DE ALTA GAMA .......................... 115
3.1.1. Dualidad belleza-moda en revistas de alta gama ....................................... 119
3.2. EL FENÓMENO SOCIAL DE LA MODA .............................................................. 127
3.3. CARACTERIZACIÓN DEL PUBLIRREPORTAJE SOBRE MODA .................... 133
3.3.1. El publirreportaje o la publicidad disfrazada .............................................. 134
3.3.2. El publirreportaje en las revistas de alta gama ........................................... 138
3.4. LOS NEOLOGISMOS EN REVISTAS FEMENINAS DE ALTA GAMA ............ 145
3.4.1. Los nuevos usos léxicos en el periodismo actual ........................................ 145
3.4.2. El anglicismo en revistas femeninas de alta gama ...................................... 153
P A R T E I I . I N V E S T I G A C I Ó N
4. EL ESTUDIO ...................................................................................................................... 165
4.1. METODOLOGÍA Y FASES DE LA INVESTIGACIÓN ........................................ 165
4.1.1. Justificación y descripción del corpus .......................................................... 165
4.1.2. Diseño e implementación de la base de datos NEOmodaes ....................... 174
4.1.2.1. Criterios para la inclusión de neologismos .......................................... 176
4.1.2.2. Diccionarios de exclusión, diccionarios de neologismos y otros
recursos utilizados en el estudio ........................................................................ 178
4.1.2.3. Implementación de NEOmodaes ............................................................ 186
4.1.2.4 Interfaz de usuario de NEOmodaes ......................................................... 191
4.1.3. Diseño de encuestas sobre percepción de neologicidad ............................ 199
4.2. ANÁLISIS DE DATOS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS ................................. 217
4.2.1. Por fuente (revistas del corpus) ..................................................................... 217
4.2.2. Por registro en diccionarios o propuesta propia ......................................... 219
4.2.3. Por categoría gramatical del neologismo ..................................................... 220
4.2.4. Por tipo de neologismo ................................................................................... 230
4.2.4.1. Préstamos del inglés, francés, italiano y otros ..................................... 244
4.2.4.2. Tratamiento tipográfico de los préstamos crudos .............................. 255
4.2.5. Por temática: estilos, tendencias, ropa, complementos, profesiones de
moda, marcas y otros. ............................................................................................... 258
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P A R T E I I I . C O N C L U S I O N E S
5. CONCLUSIONES GENERALES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN 279
GENERAL CONCLUSIONS AND FUTURE LINES OF RESEARCH ........................ 293
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................. 307
ANEXOS ................................................................................................................................. 331
I.- Glosario de neologismos por préstamo en la moda ................................................ 331
II.- Cuestionario para la medición del “sentimiento de neologicidad” de los
hablantes nativos ............................................................................................................... 351
III.- Cuestionario para la medición de las actitudes lingüísticas de comprensión del
anglicismo entre el sexo femenino. ................................................................................. 354
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ÍNDICES DE TABLAS Y FIGURAS
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Resumen de la clasificación de los prefijos ................................................................... 61
Tabla 2. Prefijos disponibles para la creación de neologismos. ................................................... 64
Tabla 3. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos. ................................................ 67
Tabla 4. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación nominal). .............. 69
Tabla 5. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación adjetival). .............. 70
Tabla 6. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación verbal). .................. 71
Tabla 7. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación adverbial). ............. 72
Tabla 8. Tabla rasgos de la acronimia (Almela, 1999: 210) ...................................................... 82
Tabla 9. Secciones de las revistas Cosmopolitan, Elle, Marie Claire y Vogue en los números de
enero de 2014 ............................................................................................................. 166
Tabla 10. Evolución de ventas de la revistas Elle, Marie Claire, Vogue y Cosmopolitan en el año
2005. .......................................................................................................................... 173
Tabla 11. Resultados a la pregunta de la percepción del grado de neologicidad. ...................... 201
Tabla 12: Respuestas de los sujetos a los datos sobre nacionalidad, género y edad. ................. 210
Tabla 13. Resultados por género del cuestionario 2 (elaboración propia). ............................... 215
Tabla 14. Número de neologismos en las revistas. ................................................................... 218
Tabla 15. Número de préstamos según su procedencia ............................................................ 245
Tabla 16. Neologismos por categoría temática en la base de datos NEOmodaes. ..................... 258
Tabla 17. Modelos de calzado introducidos en la base de datos NEOmodaes .......................... 265
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ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Contenidos más frecuentes en las revistas de alta gama. ................................. 126
Figura 2. Utilización de extranjerismos. .............................................................................. 140
Figura 3. Ejemplo de economía en el lenguaje de la prensa. ............................................ 141
Figura 4. Portadas del primer número de la revista Elle (1996) y de Elle (2016) en la
celebración del aniversario de los 30 años de la publicación. ........................ 171
Figura 5. Número de lectores en el año 2015 de revistas femeninas. .............................. 174
Figura 6. Metodología del trabajo en neología. OBNEO: códigos de nota. .................... 176
Figura 7. Pantalla de presentación de la base de datos NEOmodaes. ............................... 192
Figura 8. Ejemplo de ficha de vaciado con imagen ............................................................ 197
Figura 9. Captura de pantalla que muestra la pantalla de entrada de nuevos neologismos
en la base de datos NEOmodaes. ......................................................................... 199
Figura 10. Respuesta de los sujetos a la consideración sobre la situación de los
neologismos en la lexicolografía. ....................................................................... 205
Figura 11. Respuesta de los sujetos a la pregunta 2 para la medición de anglicismos. 212
Figura 12. Comparación entre los resultados a la respuesta 4 del test ............................ 214
Figura 13. Neologismos por tipo en NEOmodaes ................................................................ 231
Figura 14. Ejemplo de tejido grogrén tomada de Flickr .................................................... 253
Figura 15. Comparación de la tipografía en la revista Cosmopolitan, agosto 2014: 26,y en
la revista Marie Claire, mayo 2016: 3 .................................................................. 257
Figura 16. Flickr sandalia joya. .............................................................................................. 264
Figura 17. Imagen de Instagram de la influencer Dulceida ................................................ 271
Figura 18. Blog influencer Sara Escudero .............................................................................. 272
Figura 19. Ejemplo de ilustraciones de moda. Revista Cosmopolitan, abril 2014: 34. ..... 274
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INTRODUCCIÓN
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1. INTRODUCCIÓN
Las lenguas se hallan en continua evolución. Las innovaciones lingüísticas
pueden producirse debido a la aparición de nuevos hallazgos científicos y nuevos
objetos y realidades, por nuevos conceptos e ideas o por cambios sociales y culturales.
Cada lengua dispone de procedimientos de formación de palabras y de procesos de
cambio sintáctico y semántico, pero también la internacionalización del conocimiento,
así como los nuevos modos de comunicación local y global, dan lugar a su renovación
mediante préstamos y calcos.
Teresa Cabré (2016: 9-10) señala los siguientes factores como evidencia del
creciente interés surgido en torno a la neología y los neologismos en los últimos años:
cambios evolutivos en el ámbito económico y social, la preocupación por el uso y
conservación de las lenguas propias; las situaciones de interacción internacional y el uso
de las tecnologías de la información y la comunicación.
Según Steward (1999: 61), el cambio léxico del español en los últimos años se debe
a distintos motivos, entre ellos al contacto con el inglés:
Rapid social, political and economic change in the twentieth century, such as
advances in the fields of science and technology, sport and medicine, has prompted
equally rapid lexical change, with concepts and vocabulary being absorbed into
Spanish, primarily from English and French, at an unprecedented rate. (…).
Multinational corporations such as IBM and Coca-Cola, international organizations
such as UN; NATO; EU, NAFTA and the vast amounts of translation that they
generate, the internalization of certain cultures such as pop music and the
technologization of communications with, for example, the expansion of the Internet
all bring Spanish into contact with other languages, principally English, and are all
factors which precipitate change. Added to this is the fact that English is the principal
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second language studied in the Spanish-speaking world, and exposure to it through,
for example, satellite television is widespread.2
En esta investigación nos centramos en el léxico de la moda en la prensa femenina
para demostrar la incesante creación de nuevas unidades léxicas que se producen, en la
medida en que necesitamos palabras nuevas o “renovadas” para designar nuevos
conceptos y realidades, así como para presentar una realidad conocida bajo otro prisma,
de acuerdo a nuestro interés comunicativo. La moda se ha convertido en un fenómeno
social y global que no cuenta apenas con estudios terminológicos. En concreto, la
terminología de la moda en la prensa femenina no ha sido hasta fechas recientes objeto
de estudio dentro del dominio académico, por carecer este ámbito, según algunos
lingüistas, del prestigio asociado a la terminología científica y técnica. Sin embargo, se
ha producido un cambio léxico incontestable en la comunicación sobre moda que tiene
una repercusión notable en la comunicación general, por el interés social que despierta
en el presente lo relativo a moda y belleza. Todo ello ha motivado nuestra investigación,
pues consideramos que el estudio del léxico de la moda y su difusión, promovida por
los medios de comunicación y realizada fundamentalmente mediante las revistas
femeninas, aporta datos sobre la actualización del español desde un punto de vista tanto
lingüístico como cultural, lo que puede contribuir al conocimiento de la historia social
del léxico de nuestra lengua.
2 (Traducción propia): “El rápido cambio social, político y económico del siglo XX, tal como
los avances producidos en los ámbitos de la ciencia y la tecnología, el deporte y la medicina, han
provocado un cambio léxico igualmente rápido, con conceptos y vocabulario que han sido
absorbidos por el español, principalmente del inglés y el francés, a una velocidad sin precedentes.
(…) Empresas multinacionales como IBM y Coca-Cola, organizaciones internacionales como la
ONU, la OTAN, la UE, El Tratado de Libre Comercio de América del Norte y las grandes
cantidades de traducción que generan, la interiorización de ciertas culturas como la música pop
y la tecnologización de las comunicaciones, por ejemplo, con la expansión de Internet, ponen en
contacto el español con otros idiomas, principalmente el inglés, y todos ellos precipitan el cambio.
A esto hay que añadirle el hecho de que el inglés es la principal lengua extranjera estudiada en el
mundo de habla hispana, su exposición a esta lengua a través, por ejemplo, de la televisión vía
satélite, está muy extendida”.
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La lengua, apunta Hernández Sánchez & López Martínez (2007: 134):
Se configura como paradigma de cultura; ambas fluyen por caminos paralelos, entre
ellas se da una relación de intercambio recíproco; es decir, por un lado, la lengua es
un producto cultural que refleja en parte una cultura pero, por otro lado, es
condición de la cultura y contribuye a crearla; en este sentido, Hegel llegó a decir
que es la actualidad de la cultura.
Lengua y cultura pueden ir de la mano y lengua y cambios sociales también. Señala
Martínez Egido (2014: 7) en un estudio sobre la inclusión del léxico económico en el
DRAE, que este ha adquirido protagonismo y transciende el ámbito diatécnico para ser
utilizado en esferas más generalistas. Indica el autor la idea tomada de Azorín Fernández
(1992), de que esta inclusión se puede deber no solo a cuestiones lingüísticas sino sociales
también.
Por otra parte, conviene señalar que la neología, como disciplina, forma parte de
la lexicología (Sánchez Manzanares, 2011) y en su vertiente aplicada se relaciona con la
lexicografía. Se trata, como clarifica Alvar Ezquerra (1994), de observar la lexicografía de
los neologismos como una aplicación de los resultados de investigación de la neología,
como disciplina en la que la utilidad de los diccionarios es papable, ya que estos nos
proporcionan información de gran interés como la evolución del vocabulario o los
procedimientos de formación de las palabras.
La lexicografía consiste, de acuerdo con múltiples lingüistas como Ullmann (1965)
y Greimas y Courtes (1982), en una rama de la lingüística aplicada “con una técnica
especial, fuera de lo específicamente lingüístico, encaminada exclusivamente a la
confección de diccionarios” (citado en Porto, 2002: 18). La particularidad de la vertiente
aplicada de la neología en el ámbito de la lexicografía es que incluye una investigación
lingüística previa, relativa a los criterios de neologicidad y a la formación de palabras y
otras vías de renovación del léxico.
En la presente tesis doctoral, por lo tanto, acometemos el análisis de la denominada
prensa femenina de alta gama, partiendo de la idea de que la aparición de determinadas
formaciones neológicas y la presencia de préstamos y extranjerismos en este tipo de
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publicaciones (fashion, glamour, gloss, short, piercing, bra, closet, couture, etc.) pone de
relieve los cambios culturales y sociales de distintas generaciones de mujeres que se
inscriben o aspiran a un estatus social determinado. Con ello queremos decir que un
hablante difícilmente haría uso, por ejemplo, del término oversize para hablar de una
prenda ‘muy grande’.
En opinión de Simmel (1961: 112), la moda “se ha convertido en un fenómeno
social que satisface la necesidad de distinguirse, la tendencia a la diferenciación, a
cambiar y destacarse”. Parece que la idea de fenómeno social que marcaba la vestimenta
en los años 60 no se ha renovado en los últimos años y, especialmente entre las mujeres,
proliferan cada vez más publicaciones, programas y eventos de este tipo en los que la
moda se convierte en el objetivo central de los mismos. En ellos se puede observar cómo
la moda, aparentemente, se ha democratizado y ha dejado de ser accesible a una pequeña
minoría. Decimos “aparentemente” porque todavía podemos observar cómo en las
cabeceras estudiadas la mayoría de los productos ofertados se corresponden
mayoritariamente con marcas exclusivas (Dior, Chanel, Dolce & Gabbana, Louis Vuitton,
Versace, Prada, Gucci, etc.) y elitistas a las que muy poca gente puede acceder.
Por regla general, en las revistas femeninas se tratan temas variados, desde la
educación de los hijos hasta los viajes a los lugares más atractivos, pasando por
entrevistas a personajes políticos o actores, literatura, música, decoración, recetas de
cocina, relaciones personales y laborales, etc. Entre los distintos contendios que emergen
en las mismas, hemos focalizado el estudio en el tema de la moda, ya que junto a la
belleza, son los ejes vertebradores de este tipo de publicaciones; este último es el segundo
tema que más páginas ocupa y suele vincularse al tema de la moda con menciones
directas a productos y tratamientos característicos del sector, sin embargo, estudiar
ambos a la vez sería casi estudiar la totalidad de las revistas, por ello nos hemos
centramos en la materia de la moda y todo lo relacionado con la misma.
Las revistas femeninas se han convertido, sin lugar a dudas, en un importante
manantial de innovación lingüística que puede orientarnos en el análisis del rol y la
representación de la mujer en la sociedad actual. Por ello, recopilamos estas
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innovaciones, extraídas del corpus documental que hemos conformado, en una base de
datos que es punto de partida, al mismo tiempo, del glosario que presentamos como
repertorio lexicográfico.
En cuanto a las partes de nuestro estudio, una vez definidos nuestros objetivos en
la parte introductoria, el mismo comienza con la revisión crítica de los conceptos teóricos
fundamentales para la definición y comprensión del fenómeno del neologismo,
centrándonos a continuación en los distintos tipos de procedimiento neológico, tanto en
los procedimientos formales como en los sintácticos y los semánticos, y, por último, en
la neología por préstamo, particularmente en el anglicismo. En el siguiente bloque
teórico del trabajo, después de aproximarnos al fenómeno de la moda y las revistas
femeninas de alta gama, examinamos, por una parte, el publirreportaje como fuente
primigenia de la creación y difusión del neologismo dentro de la prensa femenina y, por
otra parte, los usos léxicos actuales en la prensa general y, más concretamente, la
presencia del anglicismo dentro de la alta gama. A este bloque sigue el apartado en el
que, en primer lugar, se describe la metodología aplicada y la constitución de la base de
datos, así como el diseño de encuestas para medir la percepción de neologicidad por
parte de los hablantes, y en el que realizamos, en segundo lugar, el análisis de datos y la
discusión de resultados tanto de la producción como de la recepción de anglicismos en
el contexto de la moda. Por último, presentamos el glosario elaborado con los préstamos
obtenidos y las dos encuestas realizadas para medir el sentimiento de neologicidad por
parte de los estudiantes universitarios y el alcance del conocimiento del significado de
los anglicismos encontrados. Es habitual la confección de estos glosarios de neologismos
o de registros de palabras que no figuran en los diccionarios, pero que sirven de base
para determinar el arraigo de las palabras en el uso, con el fin de seleccionar de forma
más rigurosa las unidades que se van asentando.
En lo que respecta al estudio de los neologismos dentro de la prensa femenina,
delimitamos el corpus lingüístico tomando como fuente los apartados de moda de las
revistas Cosmopolitan, Elle, Marie Claire y Vogue. Para la identificación, recopilación y
determinación de la condición neológica de algunos términos, hemos optado por el
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criterio lexicográfico (Cabré 1993: 445); según este criterio, una unidad léxica es
neológica si no aparece en el conjunto de diccionarios considerados como más
representativos dentro de la tradición lexicográfica de un país. En nuestro caso, los
diccionarios que servirán como corpus de exclusión serán los siguientes diccionarios de
la lengua española en sus versiones online: Diccionario de la Lengua Española (en adelante,
DRAE) de 2014, ed. 23ª y el Diccionario de Uso del Español (en adelante , DUE) de María
Moliner (2008, v. 3.0.).
Como diccionarios de neologismos generales de referencia, contamos con el
diccionario Neologismos del español actual (2013) de María Moliner (en adelante NEO-
Moliner) y con el Diccionario de neologismos del español actual NEOMA (2016). Además de
estos diccionarios, haremos uso de dos repertorios lexicográficos especializados: el
Glosario de Moda (2015) elaborado por la Fundación del Español Urgente (Fundéu),
<http://www.fundeu.es/wp-content/uploads/2015/03/glosarioModaFundeu.pdf>. y el
Diccionario de la Moda (2014) de Margarita Rivière.
Una vez detectados y seleccionados manualmente los términos, los hemos
integrado en nuestra base de datos incluyendo información relevante sobre los
neologismos de la moda y tomando como referencia los campos establecidos por el
Observatorio de Neología de la Universitat Pompeu Fabra en la base de datos ( en
adelante, OBNEO) en su base de datos:
- término de entrada (el término lematizado);
- fuente del término (ejemplar en el que aparece);
- la categoría gramatical;
- tipo de neologismo según su proceso de formación, siguiendo el protocolo de
clasificación propuesto por el OBNEO:
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o 1) neologismo formal ; 2) neologismo semántico; 3) neologismo
sintáctico; 4) préstamo adaptado; y 5) préstamo no adaptado3;
- la fuente de la definición (esto en el caso de que aparecieran en alguno de los
diccionarios seleccionados o la definición propia);
- definición;
- el contexto de uso en el que se ha documentado el neologismo;
- las equivalencias con otras lenguas;
- análisis de la ortotipografía (los aspectos o marcas tipográficas que presenta
el neologismo si las tuviera);
- notas diversas;
- imagen.
Los términos del corpus pertenecen tan solo al campo de la moda aunque, en este
tipo de prensa, como anteriormente señalamos, las áreas temáticas más reseñables son
la moda y la belleza. Con el estudio y análisis detallado de los datos se obtendrán
resultados relevantes sobre el léxico utilizado por los periodistas en la prensa de estas
características, como son la presencia de préstamos, el uso de distintos tipos de
neologismos, y algunos rasgos sobre las convenciones tipográficas, entre otras.
Por último, tenemos que precisar que la elección de las diferentes revistas que
constituyen nuestro corpus documental manifiestan diferencias notables en la
orientación que adoptan hacia determinados temas, debido al tipo de mujer al que van
dirigidas. Por esta razón, pensamos que podremos comprobar y obtener resultados
sobre cómo determinados usos neológicos y su frecuencia tienen mayor presencia en
unas cabeceras que en otras, debido fundamentalmente a factores pragmáticos. Además,
a través de la encuestas realizadas, observaremos la recepción de los neologismos de la
moda, su percepción de novedad y la comprensión de los mismos por parte de los
3 Diferenciamos en grupos distintos los préstamos de las siguientes lenguas: alemán,
inglés, vasco, castellano, catalán, francés, griego, italiano, latín, ruso, mientras que los de otras
lenguas los presentamos en un único grupo.
30 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
lectores. Apunta Escavy (2013: 15), con respecto a las habilidades pragmáticas, la
importancia de tomar en cuenta al receptor:
Las habilidades pragmáticas tienen que ponerse en relación con la audiencia que, al
igual que la lengua, es también integradora en lo que es la emisión global (Martínez
y Vicente, 2008). Los elementos temáticos pierden su potencialidad informativa (Á.
López, 1989: 268-ss.) por pertenecer al acervo del receptor, frente a los remáticos que
aún no los ha incorporado.
1.1. HIPÓTESIS
La pregunta fundamental que nos planteamos como paso previo para formular
la hipótesis de la investigación es la siguiente: ¿qué usos léxicos son propios de la prensa
femenina? Nuestra hipótesis es que la abundancia de neologismos, en concreto de
préstamos en su mayoría anglicismos, es uno de los rasgos identificativos de este tipo
de publicaciones por sus funciones pragmáticas: en un sector como el de la moda, donde
la innovación es fundamental, por lo tanto, nos enfrentamos a un discurso que pretende
persuadir y entretener a los lectores y para conseguir esos fines comunicativos del
discurso de la moda se introduce al lector en contextos sofisticados mediante unidades
léxicas de carácter inédito, en su mayoría como acabamos de indicar mediante al uso de
anglicismos. Por otra parte, es destacable el prestigio de los préstamos como motivación
pragmática, puesto que nos conducen a imaginar contextos de moda sofisticados en
ciudades extranjeras cuyas pasarelas son internacionalmente reputadas: Roma, París,
Milán o Nueva York.
La abundancia de neologismos, en concreto de anglicismos, en los textos sobre
moda de la prensa femenina, da prueba de que estamos ante un léxico de un ámbito de
especialidad, de carácter técnico y creativo que no siempre es comprensible por las
destinatarias de este tipo de prensa. Lo llamativo es que, a diferencia de otros textos
especializados, dirigidos de especialistas a especialistas, estos textos son escritos por
“periodistas de moda”, especializados en este ámbito, pero no se destinan a especialistas.
Para corroborar nuestra hipótesis, realizamos un cuestionario entre la población joven
I N T R O D U C C I Ó N | 31
universitaria, midiendo, además, el grado de comprensión entre las destinatarias
primeras de las revistas femeninas.
Las publicaciones femeninas de alta gama que constituyen nuestro corpus se
denominan así porque muestran a una modelo cotizada en la portada, el papel que
utilizan es de mayor calidad, los reportajes sobre moda presentan fotografías artísticas
y tienen una tipología y un diseño innovador. Todas ellas comparten los mismos temas,
pero además, como señala Lozano (1995), tienden puentes para acercarse a la lectora y
mediante distintas tácticas tratan de crear una compenetración entre emisora y
receptora. Esta impresión de intimidad se consigue con algunos de los siguientes
elementos lingüísticos: aproximación al lector mediante el uso del tuteo, transgresiones
de la norma ortográfica para llamar la atención, el uso de distintas tipografías y diseños
innovadores, la utilización y el juego con los colores tanto en tipografías como sobre
fondos o fotografías, las aliteraciones, las onomatopeyas, y en general, recursos que
aumentan la expresividad. Es indiscutible que estas publicaciones se caracterizan por
cuidar el tratamiento formal de sus artículos, la fotografía y el vestido , señala Barthes
(2003), que este último comporta un lenguaje por sí mismo dentro de este tipo de prensa.
La moda también es un lenguaje de comunicación no verbal cargado de signos. Al
respecto apunta Luire (1994: 21) que “si la indumentaria es una lengua, debe tener un
vocabulario y una gramática como el resto de las lenguas”. En el nivel léxico, que es el
que nos interesa analizar con mayor profundidad, podemos destacar la creatividad de
la que hacen gala estos textos, con abundancia de neologismos, especialmente de
anglicismos, algunos adaptados y otros no, y un uso de palabras ininteligibles buscando
el tecnicismo, el préstamo o el calco.
Los tecnicismos dentro de las revistas femeninas, algunos de ellos neológicos,
otros no, se concentran mayormente en las secciones de moda, por ejemplo, algunos de
los términos que aluden a cortes usados en confección, tejidos, telas y técnicas de costura
podrían ser: cambray, cloqué, cutí, cheviot, percal, viscosa, muselina, escote bañera, corte
imperio, corte recto, jaretones, drapeado, brocado, mangas japonesas, mangas abullonadas,
hilvanado, sobrehilado. Dentro de los usos neológicos, según Lozano (1995: 249), en las
32 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
secciones de moda son profusos los extranjerismos procedentes del francés y del inglés
(crep, vigoré, tweed, minipull, pailletes, echarpe, body), cuya función es ensalzar la
exclusividad del producto a través de la creación de un ambiente de misterio y extrañeza
o crear el “mercantilismo homogeneizador que ha traído la globalización” (Vidal 2012:
1030).
Por nuestra parte, coincidimos con la idea de Alessandra (2015: 48), que parte de
la premisa de que si abrimos un diccionario nos podemos encontrar ante una de las
siguientes situaciones con relación al léxico de la moda:
- encontrarnos con vocablos arcaicos, en desuso, referidos a prendas antiguas;
- encontrarnos con neologismos surgidos en la actualidad, según las
tendencias;
- encontrarnos con voces extranjeras, tomadas y/o asimiladas de otra
comunidad lingüística.
Nosotras nos mostramos de acuerdo con estos planteamientos teóricos y si nos
remitimos al Diccionario de la Moda de Margarita Rivière (2014), nos topamos con
términos en desuso como niki, que en los años cincuenta y sesenta denominaba ‘un tipo
de jersey cerrado’; también con infinidad de vocablos extranjeros como piercing, flappers,
duffle coat, o bustier entre otras o, por último, con términos que se pueden catalogar como
nuevas realidades dentro del mundo de la moda como es el caso de lampshading para
denominar a un ‘jersey de gran tamaño que cubre parte de las piernas’ o groutfit que
‘consiste en vestir en tonos grises’.
Lo cierto es que los medios de comunicación, por propia voluntad o en virtud de
su papel de intermediarios, transmiten o dejan transmitir ciertos modelos de conducta
social. Y la lengua, más concretamente el léxico, no queda al margen de esta influencia.
Aunque la prensa femenina se ha quedado, generalmente, al margen dentro de los
estudios lingüísticos por carecer de crédito dentro de la comunidad científica, es
indudable que la misma ha sido y es motor en la creación de nuevas unidades léxicas.
Para Bradford (2015: 11), el desprestigio no está motivado tan solo por el sector
académico sino por los compañeros que trabajan en otras partes de la industria que han
I N T R O D U C C I Ó N | 33
calificado a los redactores de la prensa de la siguiente forma: “The’ve been accused of
being PR poodles, of being shallow and trivial, of promoting consumption, and of letting
women down by focusing on appearance rather than political or social issues”4. Esto es,
la moda se considera parte del mundo de las apariencias, por tanto, no es de interés
desde el punto de vista técnico. Quizás este desprestigo va unido a la imprecisión y
vaguedad el término periodista de moda, ¿exite tal concepto?, ¿cuáles son las
características del estilo de este periodismo?
1.2. OBJETIVOS
Aunque en los últimos años se han producido en España numerosas
investigaciones acerca de la lengua de la prensa [Cabré (2008); Estopà (2009); Guerrero
(2007), Palacios (2012), Vallès (2008), Guerrero Ramos (2010), Sánchez Ibáñez, Guerrero
Salazar (2007); Estornell Pons (2009), Hormigo (2008), Sanmartín Sáez (2009), Azorín
Fernández (2016), Sánchez Manzanares (2016)] son muchos menos los casos de estudios
de la lengua de la prensa femenina. La mayoría de los encontrados son, principalmente,
estudios historicistas y sociológicos que fundamentan sus tesis en la evolución e historia
de las publicaciones femeninas o en la evolución e historia del vestido. Por lo tanto, el
estudio lexicológico que pretendemos realizar no ha sido todavía abordado de un modo
riguroso. Los cambios léxicos que se están produciendo se acrecientan conforme se
suceden las innovaciones en el sector de la moda femenina. Es evidente que palabras de
nueva creación se manifiestan con especial intensidad en el discurso de la prensa
femenina, por lo que recopilar y clasificar los neologismos presentes en este tipo de
discurso es uno de nuestros objetivos.
4 (Traducción propia): “Se les ha acusado de ser perritos falderos de Relaciones Públicas,
de ser superficiales y triviales, de promover el consumo y de decepcionar a las mujeres al
centrarse en la apariencia más que en temas políticos o sociales”.
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Hemos observado que, mayoritariamente, nos encontramos con neologismos por
préstamo, por lo que otro de los objetivos de nuestro trabajo es el análisis de este tipo de
neologismos.
En definitiva, los objetivos que se pretenden conseguir con esta investigación son:
- Exponer los factores que propician la presencia de voces neológicas en las
revistas femeninas y la inclusión de estos términos entre la población.
Mostrar la emergencia del léxico de la moda.
- Conocer la función del medio de comunicación para dilucidar si es el
periodista el iniciador del uso de este tipo de léxico para conseguir un estilo
único que defina este tipo de prensa o si son los los lectores lo que demandan
este tipo de vocabulario y de estilo.
- Elaborar una base de datos con los neologismos de la moda detectados en la
prensa femenina que constituye nuestro corpus.
- Clasificar y analizar los neologismos recopilados según su procedimiento de
formación siguiendo para dicha clasificación la metodología propuesta por el
OBNEO.
- Contrastar el léxico de las cuatro revistas que constituyen nuestro corpus de
estudio de una manera dinámica para dilucidar las similitudes y diferencias,
si las hay, entre ellas.
- Mostrar la incidencia en la prensa femenina de los neologismos por préstamo.
- Analizar los neologismos desde una perspectiva pragmática para establecer
sus funciones y los rasgos caracterizadores de los mismos dentro de la prensa
femenina.
- Medir “la percepción del grado de neologicidad”, la “preferencia de
variante”, “la inclusión de neologismos en el diccionario y su definición”, el
“sentimiento de neologicidad” y el alcance del “conocimiento del significado
de los anglicismos” por parte de los jóvenes que consideramos que son el
mayor consumidor de este tipo de prensa.
I N T R O D U C C I Ó N | 35
- Constituir un glosario de términos de moda con los anglicismos extraídos de
las publicaciones de la prensa femenina analizada.
Un objetivo general doble se eleva sobre estos que acabamos de presentar y es el
siguiente:
- Evidenciar el conjunto de usos léxicos de la moda en español como un
conjunto de tecnicismos en continuo crecimiento por el imperio económico y
la repercusión social que supone la imagen pública vinculada al vestuario.
Derivado de este objetivo, hay otro general:
- Evidenciar que este conjunto de tecnicismos en gran proporción corresponde
a neologismos por préstamo.
1.3. CUESTIONES METODOLÓGICAS
En este trabajo estudiamos los neologismos del español en un ámbito tan
productivo y tan presente como es el de la moda, sobre todo teniendo en cuenta la
consolidación del valor de la imagen personal en nuestra sociedad actual. Por otra parte,
la globalización hoy en día, gracias a los medios de comunicación, favorece la extensión
en el uso de términos de otras lenguas, principalmente del inglés, por ser la lengua de la
comunicación científica y por el dominio político y económico de los países de habla
inglesa y, en consecuencia, la adopción de préstamos.
Para desarrollar nuestra tesis será necesario, en primer lugar, fundamentar
nuestro concepto de neologismo, con el fin de proceder a su detección, y presentar una
tipología de neologismos. Después, y en segundo lugar, verificaremos la aceptación
social de los neologismos encontrados y sus funciones pragmáticas.
Para alcanzar nuestros objetivos hemos seleccionado cuatro publicaciones en
español del ámbito de la prensa femenina: Vogue, Marie Claire, Cosmopolitan y Elle, por
estar entre las revistas femeninas de mayor difusión y relevancia en nuestro país. Hemos
acotado el período temporal a dos años, para observar la consolidación de los distintos
neologismos, de manera que el corpus con el que trabajaremos está constituido por 96
36 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
ejemplares (años 2014 y 2015), puesto que las revistas mencionadas se publican
mensualmente. Consideramos que es una muestra suficiente para probar nuestra
hipótesis y extraer resultados que nos permitan alcanzar conclusiones válidas sobre la
creación léxica en este ámbito comunicativo. Nos centraremos en la sección de moda,
por varias razones: 1) el tema ocupa la mayor parte de las secciones de las revistas ya sea
a través de pseudo-publicidad contenida en los publirreportajes, publicidad
propiamente dicha, secciones de tendencias, entrevistas a personajes del mundo de la
moda, reportajes fotográficos, etc.; 2) la tendencia a la innovación y creatividad léxica
dentro de este tipo de temática; 3) el alcance y la magnitud social del tema de la moda
en el mundo actual.
Las cuatro revistas están accesibles en línea mediante pago. Como anteriormente
hemos comentado, la publicación de las revistas es mensual y se encuentran disponibles
en Zinio, una compañía de servicios que vende y distribuye material impreso en formato
digital (libros, revistas, catálogos, etc.). El acceso es a través de la red con un código de
usuario y un correo electrónico de entrada y los contenidos son los mismos que se
pueden encontrar en las publicaciones en formato papel a la venta en los quioscos. Las
revistas se presentan a través de PDF dinámicos, y en algunos casos como en el de la
publicación Vogue, se puede acceder a formatos más dilatados con accesos a galerías de
fotos, vídeos o animaciones. Por otra parte, la distribuidora ofrece la posibilidad de
comprar números atrasados y de crear tu propia biblioteca aunque el acceso es siempre
en formato digital, ya que no se pueden imprimir total ni parcialmente las páginas de
ninguna de las cabeceras.
Cada una de las revistas seleccionadas intenta distinguirse por la forma de tratar
los temas o por la prioridad que otorga a alguno de ellos en particular, así como por el
perfil de mujer al que se destinan. La revista Marie Claire se dirige a una mujer de clase
media-alta, urbana y madre de familia. Los asuntos que trata son similares a los de las
revistas Elle y Cosmopolitan. Su diferencia principal estriba en que Marie Claire inserta
más reportajes de investigación sobre asuntos de actualidad y viajes. Una de las
temáticas principales de la revista Marie Claire es proporcionar información sobre la
I N T R O D U C C I Ó N | 37
situación de las mujeres alrededor del mundo, sus necesidades, gustos, problemas e
historias de vida. Elle se dirige también a una mujer de clase media-alta, pero menos
conservadora que la lectora de Marie Claire, prioriza el entretenimiento sobre las
relaciones personales y cuida mucho el diseño gráfico. La revista Cosmopolitan es la única
de las cuatro que no se considera de alta gama y, principalmente, se caracteriza por sus
reportajes relacionados con la sexualidad, un carácter más optimista que se puede
apreciar hasta en la tipografía colorida y cambiante que impregna sus páginas, un
lenguaje más descarado y, paradójicamente un espacio más amplio dedicado a la sección
de trabajo. Se dirige en la mayoría de los casos a una mujer más joven que Elle y Marie
Claire, preocupada por ascender en el mundo del trabajo y por atraer al sexo opuesto.
Por último, Vogue es un título más elitista que los anteriores cuyos contenidos son
esencialmente las tendencias de moda y belleza.
PARTE I
APROXIMACIÓN TEÓRICA
E L N E O L O G I S M O | 41
2. NEOLOGÍA Y TIPOLOGÍA DE NEOLOGISMOS
El estudio de la neología ha cobrado un gran auge en los últimos años, impulsado
por las necesidades actuales de comunicación, la rápida evolución del léxico y la
aparición de organismos que estudian los cambios que se producen en la misma. El
término neologismo, no exento de controversia por su connotación negativa en sus
orígenes, surge en el siglo XVIII en Francia (Guerrero Ramos, 2010). Para la clarificación
del concepto, las contribuciones que a mediados del siglo XX realizaron lingüistas
franceses como Guilbert (1974) o Quemada (1971) han sido fundamentales, destacando
el artículo de Rey (1976) en el que se preguntaba si el neologismo era un pseudoconcepto.
En la actualidad, hay en España un gran desarrollo de la investigación en neología del
español, como veremos a continuación.
2.1. EL NEOLOGISMO: DEFINICIÓN, CLASIFICACIÓN Y OTRAS CONSIDERACIONES
2.1.1. Definición de neologismo y criterios de neologicidad
Comenzamos con diferentes definiciones de neologismo y neología que nos ayudan
a introducir conceptualmente el fenómeno de la creatividad léxica.
Si partimos de la idea sobre neologismo propuesta por el profesor Alvar
Ezquerra (1999: 44) nos damos cuenta de la dificultad que entraña la definición del
término:
Ciertamente, no resulta nada fácil saber qué es un neologismo, y, desde una postura
estricta hasta podríamos afirmar que el neologismo no existe, pues desde el
momento en que se empieza a utilizar comienza a no serlo, como el coche recién
estrenado que deja de ser nuevo en cuanto echa a rodar, perdiendo parte de su valor.
Según Guerrero (1995: 10), la concepción de neología y neologismo ha cambiado
a lo largo de los años:
42 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
El término neologismo nació en el siglo XVIII para designar una afectación en la
manera de expresarse, y neología le fue opuesto algunos lustros después como un
arte de innovar siguiendo el progreso de las ideas. Después del siglo de Las Luces el
término neologismo fue despojado de su carga peyorativa y pasó a la terminología
lingüística para designar, como todavía lo hace hoy, una innovación en la lengua.
Guerrero (1995) también apoya la tesis de la lingüista francesa J. Bastuji (1974),
que presenta los neologismos simplemente como unidades léxicas nuevas, mientras que
la neología postula un sistema, un conjunto de reglas y condiciones que contemplan su
creación, marcación y empleo.
Si observamos la información que suministran algunas obras lexicográficas
vemos que, por ejemplo, en el Diccionario de la lengua española de la RAE (en adelante
DRAE o DEL) se define neologismo (marcado como término de la Lingüística) como
‘vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua’. En esta definición tan escueta podemos
apreciar la dificultad de precisar y definir el término debido a la gran diversidad de ideas
que entraña el concepto, que no quedan claramente explicadas en la misma, como no
puede ser de otro modo, por la naturaleza de diccionario general y no especializado de
la obra.
Algunos autores como Alvar Ezquerra (1999: 49) ya hablan de esta deficiencia en
la definición:
La acepción que neologismo tiene en el Diccionario académico, “vocablo, acepción
o giro nuevo en una lengua”, no resulta suficiente o no deja de tener ambigüedad.
Pues en ella vale tanto la nueva acepción como la palabra recién inventada, el
préstamo como el tecnicismo y, sin embargo, obedecen a causas totalmente
diferentes, con unos resultados que tampoco pueden ser idénticos. Porque es obvio
que neologismo significa novedad, pero con una infinidad de matices que hacen ser
compleja a la palabra. Se nos dice que hay un neologismo ordinario en el que una
“forma” y un “sentido” surgen al mundo de la luz en el que no vivían, y existen
neologismos de sentido que son los que dan una acepción nueva a cierta unidad
previa. Pero la simplicidad que esto denuncia tampoco nos resulta totalmente
válida, pues, además de esos tipos evidentes, son neologismos unas formaciones en
las que la unión de morfemas actualizan los “sentidos” ya existentes: digamos, por
E L N E O L O G I S M O | 43
ejemplo, la infinidad de sufijos activos, tradicionalmente fosilizados en unos valores,
y que se unen a unos lexemas bien conocidos para formar unidades nuevas. Esto
podrá ser una palabra diferente, pero no lo son sus elementos constitutivos.
Tampoco se encuentra en el mismo plano la adquisición de extranjerismos, con todos
los procesos de adaptación que exigen: desde el crudo reconocimiento de forma y
contenido a la remodelación de los significantes o al desvío de los significados. Ni
son de la misma naturaleza los neologismos que, a millares, inventan cada día los
técnicos, pues la forma “nueva” tantas veces está tomada de otras viejas que eran lo
que ahora son y cuyo contenido, existente sin duda, necesita presentarse ante
técnicas nuevas.
Por esta dificultad anteriormente expuesta que entraña definir el término
neologismo, Alvar Ezquerra en su versión del Diccionario de Voces de uso Actual de 2003,
obra que incorpora los términos que se utilizan en la prensa escrita no registrados en el
DRAE, empleó el término voces de uso actual en su lugar.
Como hemos visto hasta ahora, existe una considerable indeterminación
conceptual y en muchas de las definiciones de neologismo se hace sobre todo hincapié
y se reserva la definición del término neologismo a la parte léxica y se deja de lado la idea
que añade Alarcos Llorach (1992: 20) de cambio en el idioma, pero no solo en el
inventario léxico sino en su sistema gramatical, en la estructura sintáctica y en la fonética.
La misma idea plantea Guerrero Ramos (2010: 10), para quien el estudio de la
neología debe tener presente todos los niveles de la lengua: el fonético-fonológico, el
morfo-sintáctico y el léxico-semántico.
Por lo tanto, vemos que, aunque la neología como proceso se refiere a todos los
niveles lingüísticos, sin embargo, en la práctica cuando hablamos de neología estamos
hablando de neología léxica, ya que la evolución en otros ámbitos, como el sintáctico,
morfológico o el fonológico del proceso es tan lenta que no ha sido estudiada todavía
con tanta profundidad. De esta forma, queda justificado, en cierta forma, el uso del
término de neología y en nuestro trabajo haremos la simplificación de utilizar el término
neología para hablar del ámbito de la neología léxica.
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Por su parte, Dubois (citado en Vilches, 2006: 170) incluye dentro de su definición
de neologismo no solo las palabras nuevas o recientemente tomadas de otras lenguas,
sino las acepciones nuevas incorporadas a palabras ya existentes, lo que veremos en la
clasificación de los neologismos que se denomina neologismo de sentido.
Boulanger (2010: 36) parte de la idea de que la neología significa nouveau discours.
Este ‘discurso nuevo’ lleva implícito el nacimiento de algo, un principio, un desarrollo y
un fin. Esta idea de la lengua como un elemento vivo es compartida por otros autores
citados en Boulanger (2010) como: Darmesteter (1887); Dauzat (1997) y Cabré (2004):
- Para Darmesteter (1887:·37), “les langues, les mots sont soumis aux mêmes
étapes de la vie que les vrais êtres vivants. Les mots naissent, se développent,
dépérissent et meurent”.5
- Para Dauzat como todo lo que tiene vida, la lengua se renueva de forma
constante y aunque parece inerte, activa sus propios mecanismos creativos.
- Por último, Cabré también utiliza constantemente la metáfora de la vida para
resaltar que la neología es uno de los recursos utilizados por la lengua para
asegurar su continuidad.
Ahora bien, y tal y como indica Cabré (2008), si por un lado conceptualmente la
neología está bien delimitada; por otro lado los criterios de reconocimiento de lo que es
un neologismo son mucho más confusos, como indica Rey (1988), citado en Cabré (2008:
33):
Si la neologia com a procés és una noció clara i indiscutible, el neologisme com a
unitat, com a resultat d’un procés, és totalment ambigú. És més aviat una etiqueta,
de vegades polémica, que es dóna a un fet lèxic més que no pas una noció nítida. Per
això l’he qualificat de pseudoconcepte, perquè depèn d’un judici relatiu i subjectiu,
5 (Traducción propia): “Las lenguas, las palabras están sometidas a las mismas etapas de la vida
que los auténticos seres vivos. Las palabras nacen, se desarrollan, se debilitan y mueren”.
E L N E O L O G I S M O | 45
lligat a la seva mateixa definició, que recolza no en la novetat objectiva, sinó en un
snetiment de novetat.6
Sin embargo, tras ver la dificultad que entraña delimitar el concepto de
neologismo, podemos precisar la caracterización del neologismo y determinar si una
unidad es neológica o no a través de los cuatro criterios de valoración de neologicidad
que plantea Cabré (1993: 445) en su libro La terminología. Teoría, metodología y aplicaciones
que, sin dejar de ser arbitrarios, sirven de referencia para la determinación de un vocablo
como neológico o no:
- la diacronía: una unidad es neológica si ha aparecido en un período reciente;
- la lexicografía: una unidad es neológica si no aparece en los diccionarios;
- la inestabilidad sistemática: una unidad es neológica si presenta signos de
inestabilidad formal (morfológicos, gráficos, fonéticos) o semántica;
- la psicológica una unidad es neológica si los hablantes la perciben como una
unidad nueva.
Tomando como punto de referencia este último criterio, Emilio Alarcos (1992: 21-
22) pone en tela de juicio la confianza depositada por la mayoría de los neólogos en el
criterio lexicográfico:
Tenemos recogidas en el diccionario palabras tan recientes como whisky,
naturalmente muy necesaria, porque esa bebida, whisky, no es igual a las demás, y
sin embargo, todavía ausente hall, palabra también de uso muy frecuente, aunque
verdaderamente innecesaria puesto que lo que hall designa ya es designado desde
mucho antes por otras palabras que sí que están en el diccionario, como vestíbulo y
zaguán.
6 (Traducción propia) “Si la neología como proceso es una noción clara e indiscutible, el
neologismo como unidad, como resultado de un proceso, es totalmente ambiguo. Es más bien
una etiqueta, a veces polémica, que se da a un hecho léxico más que una noción nítida. Por eso lo
he calificado de pseudoconcepto, porque depende de un juicio relativo y subjetivo ligado a su
misma definición, que descansa, no en la novedad objetiva, sino en un sentimiento de novedad.
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También cabe citar la crítica de Manuel Alvar Ezquerra (2007: 11-12) al uso del
criterio lexicográfico como único método por los siguientes motivos que el autor expone:
1.- Ningún diccionario puede recoger la totalidad de las manifestaciones léxicas de
la lengua, pues debería alcanzar unas dimensiones panfásicas, panestráticas y
pantópicas que son imposibles de lograr. Por otro lado, un diccionario de esas
características sería perfectamente inútil, al menos con los medios de que
disponemos hoy, y la concepción que tenemos del diccionario.
2.- Ya lo he dicho en otras ocasiones, el diccionario empieza a envejecer en el mismo
momento en que se le pone punto final, pues a partir de entonces no llegan a su
interior las innovaciones que se producen en el léxico, y tienen que esperar a la
próxima edición de la obra puesta al día, o la aparición de un repertorio nuevo. Bien
es cierto que este inconveniente puede ser soslayado en los diccionarios electrónicos
actualizados de forma constante.
3.- El diccionario da cuenta, o debería hacerlo, de hechos léxicos y no gramaticales,
por lo que no pueden tener cabida en sus páginas fenómenos gramaticales. Esto es,
en el diccionario aparece lo irregular de la lengua, el léxico, mientras quedan fuera
las regularidades, lo gramatical. Ello quiere decir que los diccionarios generales de
la lengua no deben, no deberían, registrar lo que responde a las reglas gramaticales,
los derivados y una buena parte de los compuestos con elementos cultos, que son
posibles, previsibles y fácilmente comprensibles por los oyentes, si se conoce el valor
de los elementos formantes y los mecanismos de formación de palabras, ya que no
se producen alteraciones en la significación de los elementos componentes, que se
suman en el resultado final.
Es evidente, señala Domènech (2008: 24-25), que este criterio de selección
lexicográfico deja la puerta abierta a infinidad de formas que no deben encontrarse en
un diccionario, por lo que el OBNEO ha establecido un filtro para poner veto a las
siguientes formaciones:
o Los aumentativos, diminutivos y superlativos, por su potencialidad
derivativa casi ilimitada.
o Los adverbios en -mente;
E L N E O L O G I S M O | 47
o Las palabras formadas por el prefijo ex cuando se adjunta a radicales
simples o a derivados referidos a cargos, oficios o relaciones personales.
o Los gentilicios, con la excepción de los compuestos del tipo albanokosovar o
hispanofrancés;
o Las siglas y abreviaturas, excepto cuando se han lexicalizado (un dvd
(DVD), las pymes).
Guilbert (1975) por su parte, y en relación al criterio psicológico anteriormente
expuesto, entiende que un término de otra lengua ya no es neológico cuando pasa a
formar parte del sistema lingüístico de la lengua de acogida, o lo que es lo mismo,
cuando deja de ser considerado como un término extranjero, por este motivo hay
préstamos que a pesar de haberse adaptado y extendido siguen considerándose como
neológicos.
Sablayrolles (2000) concluye que la extensión del neologismo en el espacio y el
tiempo es variable en función del término y los rasgos de los miembros de la comunidad
lingüística en la que aparece.
Desde nuestro punto de vista el criterio psicológico y el criterio diacrónico
podrían estar relacionados, ya que aunque el OBNEO establece más de diez años para
fijar el periodo de neologicidad, bien es cierto que los hablantes, desde nuestro punto de
vista y en el ámbito en el que estamos trabajando, perciben con bastante acierto la
novedad de un término del ámbito de la moda por su rápida evolución y su dudosa
longevidad, además de que de forma general resulta bastante vago en el tiempo datar el
alcance temporal de una novedad dentro de la lengua de la moda. Por ejemplo, si
observamos nuestro corpus de exclusión, podemos preguntarnos la longevidad de
términos como earcuff o velvet. En ambos casos se trata de anglicismos. En el primero
quizás ese ‘tipo de pendiente’ puede desaparecer por una simple cuestión de moda. En
el segundo porque hay un equivalente en español que es ‘terciopelo’ y que podría
destronar al uso del término en inglés. Sin embargo, y según Sánchez Manzanares, (2013:
117) el criterio diacrónico pasa a un segundo plano en la práctica lexicográfica para el
DRAE, ya que esta praxis espera a la consolidación en el uso de los mismos. Quizás en
48 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
nuestro caso también podría quedar relegado a un segundo plano, ya que el vocabulario
de la moda se presenta siempre muy cambiante.
Otros criterios que podrían relacionarse son el criterio lexicográfico y el de
inestabilidad sistemática. A lo largo de nuestra investigación hemos comprobado la
inestabilidad formal del vocabulario de la prensa femenina, lo que puede estar
relacionado con que muchos de los términos encontrados no se encuentren registrados
en los diccionarios.
En cuanto a la tipología de neologismos, discutida con más detalle en el siguiente
apartado, por un lado, hablaremos de la neología formal cuando las nuevas unidades
léxicas surgen de una utilización de mecanismos de formación patrimonial, tal como, la
prefijación o sufijación, la composición y otros recursos de un idioma determinado, en
este caso el español. También hablaremos de neologismos semánticos (Alvar Ezquerra,
1999) cuando se desarrolla un nuevo sentido dentro del significado de la palabra ya
existente, es decir, las palabras adquieren una extensión semántica. Por último, los
neologismos también se crean incorporando palabras nuevas al español de otras
lenguas. En este caso hablamos de neologismos por préstamo o neologismos externos
(préstamos, extranjerismos y calcos), frente a los neologismos formales considerados por
algunos autores internos (Sanmartín Sáez, 2010).
Ahora que tenemos más clara la definición de neologismo, según algunos
autores, deberemos prestar atención también a la idea de la pérdida de la neologicidad.
Según Guilbert (en Guerrero Ramos 2010: 13) una palabra deja de ser neológica cuando
sigue alguno de los siguientes criterios: 1) si se trata de una voz de origen extranjero que
ha sido adaptada fonética y gráficamente al sistema de la lengua que la adopta; 2) desde
el punto de vista morfosintáctico ocurre lo mismo cuando el neologismo se ha adaptado
de tal forma a la lengua que sirve de base para la formación de derivados; y 3) desde el
punto de vista semántico, cuando el neologismo crea nuevos significados y se vuelve
polisémico.
E L N E O L O G I S M O | 49
Merle et al. (1987: 12-13) complementan la idea de Guilbert e indican que se
culmina el proceso una vez que la palabra aparece en un diccionario sin ninguna
indicación sobre el carácter neológico del mismo.
Como se puede observar, no existe una definición única del término neologismo.
Tal como indican Martoré (1952); Deroy (1971); Guilbert (1974); Sablayrolles (2000);
Cabré (2002); Díaz Hormingo (2009) y Guerrero Ramos y Pérez Lagos (2012) entre otros,
podemos observar que la mayoría de estos autores coinciden en que la neología hace
referencia al proceso de creación de nuevas unidades léxicas, mientras que el neologismo
es el resultado del proceso, esto es, el producto. Tras definir el concepto de neologismo
veremos que hay distintas clasificaciones de los neologismos.
2.1.2. Tipología de los neologismos
En el presente capítulo se hace una revisión teórica sobre la tipología de los
neologismos. Como veremos a continuación se trata de una tarea compleja, ya que
existen diversas clasificaciones atendiendo a distintos criterios y algunas de las
diferentes tipologías se pueden solapar. Empezaremos con la clasificación de Cabré
(2008), puesto que es la que mejor se adecúa a los objetivos de esta tesis doctoral. A
continuación estudiaremos el fenómeno con la propuesta de algunos autores franceses:
Corbeil (1971); Rey-Debove (1971), Guilbert(1975), Sablayrolles (1997); y la propuesta de
algunos españoles: Guerrero (1995); Pascual (1992); Alarcos Llorach (1992), Romero
Gualda (2002), Capuz (2005); Díaz Hormigo (2008) y Casado Velarde (2015).
Según Cabré (2008: 22) los neologismos se pueden clasificar a partir de los cuatro
criterios siguientes:
- La temàtica o el camp d’especialitat en què es produeix la neologia: física,
química, economía, cultura, etc.
- Les característiques del grup o individu creador, que podem determinar
sortides diferents: creació argòtica, estètica, objetiva, etc.
- La finalitat de la creació, que pot ser múltiple: publicitària, expressiva de la
subjectivitat, element d’identificació objectual, definició social, etc.
50 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
- El recurs de formació: fonològic, fonètic o gràfic; sintagmatic –derivació,
composició, sintagmació, siglació, acronímia, etc.—; sintàctic, semántico o per
manlleu d’una llengua histórica o funcional diferent. Aquests recursos no
s’excluen necessàriament entre si, sinó que poden fins i tot combinar-se.7
Gómez Capuz (1998: 48-52) al estudiar el fenómeno de la clasificación de los
neologismos, parte de la propuesta de algunos autores franceses de los años 70: Corbeil
(1971); Rey-Debove (1971: 101-102) y Guilbert (1975: 55-102),
Corbeil (1971) con anterioridad planteaba una tipología ecléctica, donde se
combinan criterios relativos a la forma, categoría, niveles lingüísticos y procedencia:
- Composición, categoría que comprende la derivación, composición y siglas
(incluyendo los préstamos, como radar).
- Préstamos, sea externo al sistema (por ejemplo, anglicismos) o interno al
sistema (préstamo dialectal). Creación ex-nihilo, fenómeno muy esporádico.
- Extensión semántica: el antiguo latinismo álbum, el cual significa hoy ‘disco
de larga duración’, por probable influjo de su parónimo inglés.
- Cambio de categoría gramatical.
Rey-Debove (1971: 101-102) establece una categoría estrictamente lingüística del
neologismo; como criterio secundario, la lexicóloga francesa opera con la distinción entre
creación (interna) y préstamo (externo).
7 (Traducción propia): “-La temática o el campo de especialidad en el que se produce la
neología: física, química, economía, cultura, etc.
-Las características del grupo o individuo creador, que podemos determinar salidas
diferentes: creación argótica, estética, objetiva, etc.
-La finalidad de la creación, que puede ser múltiple: publicitaria, expresiva de la
subjetividad, elemento de identificación objectual, definición social, etc.
-El recurso de formación: fonológico, fonético o gráfico; sintagmático -derivación,
composición, sintagmación, siglación, acronimia, etc.-; sintáctico, semántico o por préstamo de
una lengua histórica o funcional diferente Estos recursos no se excluyen necesariamente entre sí,
sino que pueden incluso combinarse”.
E L N E O L O G I S M O | 51
a) Si el significado ya existe en la lengua receptora, se pueden producir tres
situaciones:
- Modificación de una forma.
- Forma tomada en préstamo de otra palabra.
- Adición de una forma nueva, con lo cual disponemos de un nuevo
significante para un significado que existe. Este cambio se puede realizar
con los recursos internos al sistema (creación) o bien con recursos externos
al sistema (préstamo).
b) Cuando el significado también es nuevo en la lengua, se pueden producir dos
situaciones:
- Adición de un significado nuevo: neologismo semántico.
- Adición de una palabra nueva, es decir, como combinación de un
significante y un significado nuevos. Como en el caso anterior, el
neologismo se crea con recursos internos o con recursos externos como es
el caso de los préstamos.
Para Guilbert (1975: 55-102) es de vital importancia distinguir entre lo que es
propio de una lengua nacional y lo que proviene de otro código reconociendo el
problema que plantean los cultismos grecolatinos y considera el neologismo como signo
lingüístico poseedor de significante y significado. Su clasificación se basa en cuatro
categorías básicas:
- La neología fonológica, limitada a la creación onomatopéyica.
- La neología semántica, ámbito en el que incluye los cambios de categoría
gramatical.
- La neología sintagmática que comprende gran parte de los procedimientos
de formación de palabras internos como la derivación y la composición.
- La neología por préstamo, entendida más como un proceso de adopción e
imitación que de verdadera creación.
52 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Aunque conviene subraya que para conocer distintas tipologías de neologismos
establecias por lingüistas y gramáticos, así como los criterios en los que se fundamentan,
puede consultarse el estudio de Sablayrrolles: "Néologismes: Une typologie des
typologies"(1997).
Siguiendo con similares planteamientos establecidos por los autores franceses
anteriormente expuestos, nos trasladamos a las propuestas de algunos autores
españoles. En la clasificación que establece Guerrero (1995: 24-41), se parte de la
dualidad saussureana (significante-significado). Para esta autora existen dos categorías
de neología: la neología de forma o formal y la semántica. El neologismo de forma
consiste en la unidad léxica provista de un nuevo significante y significado, y el
neologismo de sentido, cuando el significante es conocido, pero se le atribuye un nuevo
significado. Los neologismos de forma pueden agruparse en las siguientes categorías: a)
las creaciones que surgen de la nada, “ex nihilo”; b) creación por combinación de
elementos léxicos existentes: prefijación (mercadohipermercado); sufijación
(ofertaofertar); composición (limpia+parabrisaslimpiaparabrisas); c) acronimia
(informáticainformación+automática) y siglación (B.O.E.Boletín Oficial del Estado); d)
préstamo (zapping). La neología semántica recurre a los siguientes procedimientos para
crear nuevos sentidos: a) formación de lexías complejas (coche bomba), b) neología por
conversión (partido bisagra) y c) neología por el uso de la metáfora (descongelar los salarios).
Como observamos, para Guerrero (1995) este cambio de sentido, en el caso de las
lexías complejas, casi siempre se constituye a través de un sustantivo acompañado de
una denominación preposicional o de un adjetivo, en el caso de la neología por
conversión se consigue a través del cambio en la categoría gramatical, y en cuanto al uso
de la metáfora se trata de una reducción en el contenido semántico.
Tal y como hemos visto en algunas de las clasificaciones anteriormente
expuestas, los préstamos son un tipo de neologismo para muchos autores y para
nosotras en nuestro trabajo también. Un especialista en ellos, como es Gómez Capuz
(2005: 35), ha planteado su propia clasificación de neologismos en la que también se
E L N E O L O G I S M O | 53
establece una tipología con la dicotomía neología formal-neología semántica, recalcando
la importancia del idioma inglés en la formación de las nuevas palabras del idioma
español:
a) Neología formal:
a.1.Prefijación: se ha atribuido a la presión del inglés el auge de las formaciones
con los prefijos mini- y super-, así como el uso de la negación no como prefijoide
de valor negativo en pacto de no agresión, los no alineados.
a.2. Sufijación: se ha atribuido a la presión del inglés el auge de las formaciones
con el sufijo –al en detrimento de recursos neológicos tradicionales, lo cual ha
provocado dobletes del tipo léxico lexical.
a.3. Composición: algunos autores atribuyen a la presión estructural del inglés el
auge de la composición de ‘sustantivo+ sustantivo’ en español actual, como piso
piloto.
a.4. Acronimia y siglación: algunos autores consideran que el recurso de la
acronimia (también denominado ‘amalgama’), consistente en la formación de
palabras mediante truncamientos iniciales o finales de las voces que conforman
un sintagma, es de origen norteamericano y ha sido imitado en las restantes
lenguas europeas. Además, numerosos anglicismos técnicos usados en español
se han formado mediante este procedimiento: (transistor transfer+ resistor);
(sitcom situation+ comedy). Igualmente, muchas siglas son también préstamos
del inglés (CD, CD-ROM, RAM, SVD, SMS, elepé).
b) Neología semántica, consistente en la aparición de nuevos significados para
significantes ya existentes en la lengua. Uno de los principales factores del
cambio de significado son los préstamos semánticos, ya sean por paronimia
(romance significaba ‘composición estrófica’ y, ahora, adquiere también el
significado de ‘relación amorosa’ por influencia del inglés) o por calco (cumbre
significaba ‘parte más alta’ y ahora adquiere también el significado de ‘reunión
de alto nivel’ por influencia del inglés).
54 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Como vemos, tanto el neologismo de forma como el de sentido son dos fuentes
importantes en la creación léxica. Sin embargo, otros autores proponen clasificaciones
distintas de los neologismos o amplían las ya existentes. Por ejemplo, Casado Velarde
(2015: 89-103), en su libro La innovación léxica en el español actual, presenta dos tipologías
distintas del neologismo semántico. La primera se denomina: a) neologismo semántico
autóctono e incluye algunas figuras retóricas como la metáfora (cargar
baterías’reponer fuerzas’), la metonimia (copa, jerez, etc.), la sinécdoque (diez
cabezas’diez reses’) o la ironía (buena’alhaja’). La segunda tipología incluiría: b) la
neología semántica alógena o préstamo semántico. En palabras de Casado (2015: 24) “se
produce cuando un signo de la lengua adquiere un nuevo significado procedente de otra
lengua, permaneciendo idéntico formalmente”, por ejemplo, en el caso del uso del
sustantivo (doméstico’nacional’) procedente del término domestic en inglés o el uso del
adjetivo aggressive en inglés (agresivo ’dinámico’, ’emprendedor’).
Pascual (1992: 85) otro estudioso del neologismo, en este caso de la neología
dentro de la prensa, añade a estas dos clasificaciones anteriormente descritas, neología
formal y semántica, los neologismos gramaticales o de construcción. Para él, estas dos
variedades de neología no resultan especialmente peligrosas para el idioma y son
enriquecedoras en la mayoría de los casos. Sin embargo, los neologismos gramaticales o
de construcción sí lo son. En palabras del autor: “estos son barbarismos verdaderamente
peligrosos para la salud del idioma”. Algunos ejemplos dentro de este apartado son el
uso incorrecto del régimen preposicional de los verbos, los giros como a nivel de, en base
a, etc.; los usos incorrectos del gerundio o el infinitivo introductor: señalar, por último,
que…
Cabré et al. (2008: 155-156) establecen dos tipologías de neologismos, una basada
en su origen y otra en el ámbito de uso. En el primer caso la neología se produce de
forma espontánea o de forma planificada. Por neología espontánea entienden o bien un
acto no planificado para formar una palabra nueva no codificada en las obras
lexicográficas o una unidad nueva para llamar la atención del destinatario y en la
E L N E O L O G I S M O | 55
neología planificada basada en la norma sí que existiría esa intención de creación con el
fin de mejora y creatividad en el discurso:
La razón fundamental que explica la neología planificada es la necesidad bien sea
de denominar un concepto nuevo (neología referencial) bien sea de erradicar una
denominación que no se considera idónea (normalización léxica o terminológica). El
motivo más frecuente que justifica la neología espontánea, en cambio, es la búsqueda
de expresividad u originalidad en el discurso.
Por otro lado, en cuanto al ámbito de uso la diferenciación se establece entre
neología general y especializada o neonimia. Se entiende por neología general aquella de la
que hacen uso todos los hablantes y la especializada se destina a los usos especializados
de la lengua.
Por su parte, Díaz Hormigo (2008: 13-15) citando a Rondeau (1984) también hace
alusión a la distinción entre: a) la neología léxica de la lengua común y b) la neología
léxica de las lenguas de especialidad o neonimia. Los primeros aparecen de una forma
espontánea en la lengua y en muchos casos son efímeros. Los neónimos se crean para
denominar un concepto nuevo y son unívocos. De esta clasificación anterior se derivaría
la idea de una finalidad neológica espontánea o planificada.
Romero Gualda (2002: 344-346) centrándose en el lenguaje que aparece en los
medios de comunicación establece una clasificación de las nuevas creaciones en el léxico
y relacionándolas con el objetivo de las mismas propone la siguiente tipología:
neologismos denominativos y neologismos estilísticos. En los primeros no existe en su
creación ninguna intención estética sino más bien un deseo de utilidad por lo que tienen
una estrecha relación con la función denominativa del lenguaje. Sin embargo, los
neologismos estilísticos en palabras de la autora “son vistos como anomalías léxicas,
sorprenden al lector y presentan frecuentemente cierta trasgresión del sistema” (2002:
345). En este caso, la creación tiene una función poética y expresiva y en palabras de
Alvar Ezquerra (2007: 15):
Los neologismos de carácter estilístico, al ser creaciones de carácter individual, por
lo general, realizadas en situaciones muy concretas, tienen una escasa trascendencia,
56 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
y raramente se repiten entre los materiales que empleo, lo que prueba su carácter de
efímeros. Son, sin embargo, muestras de la capacidad creativa, y del ingenio de sus
autores que aprovechan los recursos que pone a su disposición”
Siguiendo la denominación de Guilbert, y basándose también en la intención
creativa, Cabré (2008: 15) establece la misma denominación que Romero Gualda (2002)
y distingue entre neología denominativa y neología estilística. La neología denominativa está
motivada por la necesidad de nombrar conceptos nuevos, y la estilística que está
motivada por razones subjetivas de un grupo social o de toda la comunidad.
Por último, y teniendo en cuenta los procedimientos de creación léxica desde el
punto de vista de su relación con el sistema lingüístico, la clasificación de Alarcos
Llorach (1992: 25) distingue entre procedimientos externos y procedimientos internos. Los
procedimientos internos se refieren a los mecanismos propios de la lengua para la
creación de nuevas palabras como los recursos utilizados en la derivación y en la
composición o mediante el empleo figurativo de cualquier elemento significativo de la
lengua; y los procedimientos externos que consisten en la adaptación de los préstamos
a las reglas fónicas del español.
Nuestra metodología de trabajo está basada en la tipología que establece el
Institut Universitari de Lingüística Aplicada—IULA—a través del OBNEO dirigido por
Cabré (2009) para el estudio de posibles candidatos neológicos aparecidos en la prensa.
La clasificación que proponen, y sobre la cual se fundamenta la clasificación de
neologismos de nuestro trabajo, se basa en una tipología fundamentada principalmente
en los procedimientos de formación de las palabras y es la que se detalla a continuación:
1) Neologismo de forma:
- Sufijación (neologismo formado a partir de adjuntar un sufijo a un radical).
- Prefijación (neologismo formado a partir de la adición de un prefijo a un
radical).
- Sufijación y prefijación (neologismo formado tanto por la adición de un
sufijo como de un prefijo).
E L N E O L O G I S M O | 57
- Composición (neologismo formado a partir de dos radicales, simples o
complejos).
- Composición culta (formado a partir de los siguientes procedimientos: una
forma prefijada y una sufijada; una forma prefijada y un radical; un radical
de la lengua y una forma sufijada).
- Lexicalización (neologismo formado a partir de la lexicalización de una
forma flexiva, no de un paradigma completo, normalmente de una forma
del paradigma verbal).
- Conversión sintáctica (neologismo formado a partir de un cambio de la
categoría gramatical sin modificación de la base lexemática).
- Sintagmación (neologismo formado por una forma sintáctica lexicalizada).
- Siglación (neologismo formado por las letras correspondientes a una sigla)
- Acronimia (neologismo formado por la combinación de segmentos de
palabras que forman una estructura sintáctica).
- Abreviación (neologismo formado por el acortamiento de una palabra o de
un sintagma).
- Variación (neologismo formado por una variante formal ortográfica (ni
morfológica ni sintáctica) de una palabra documentada en el corpus de
exclusión.
2) Neologismo sintáctico
3) Neologismo semántico
4) Préstamo
5) Otros (neologismos cuya complejidad no permite la adscripción a cualquiera
de las otras categorías).
Como hemos visto, la lengua cuenta con distintos recursos para satisfacer las
nuevas necesidades designativas de su léxico. La mayoría de los autores hablan de la
siguiente categorización: la neología formal cuando la formación de nuevas palabras se
lleva a cabo utilizando los mecanismos de formación patrimonial, la neología de carácter
semántico cuando la palabra ya existente adquiere una nueva extensión semántica y, por
otro lado, de la incorporación de voces extranjeras. Esta última clasificación servirá como
58 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
punto de referencia en este trabajo, y con ella y con los criterios establecidos por el
Observatorio de Neología (OBNEO) se clasificarán y se analizarán más adelante los
términos aparecidos en el corpus estudiado.
2.1.3. Clasificación de neologismo por procedimiento de formación
En nuestra tesis doctoral se parte de la clasificación de neologismo en cuatro
tipos: neologismos formales, semánticos, sintáctico-semánticos, y neologismos por
préstamo. Si bien los neologismos pueden ser clasificados de distintas formas,
atendiendo a la temática o campo de especialidad, a las características del grupo o del
individuo creador, a la finalidad de creación: publicitaria, expresiva, (Cabré 2008: 22),
nuestra clasificación atiende al proceso de formación en la creación de nuevas palabras.
Para caracterizar las diferentes unidades neológicas según su procedimiento de
formación, se parte de la tipología establecida por la metodología del Observatori de
Neología (Freixa y Solé [coords.], 2004). En concreto, los procedimientos con los que se
han creado dichos neologismos son la derivación, la composición, la parasíntesis, el
acortamiento, la siglación y la acronimia, la neología sintáctica, la semántica y el
préstamo. Junto a estos procedimientos, se distinguen otros como la onomatopeya
(Pierre Guiraud en García Platero, 1998: 72), que no se estudian aquí por no ser objeto
de nuestro trabajo.
2.1.3.1. Neologismos formales por derivación y composición
Muchos autores apuntan que el medio más importante para la creación de
palabras es la neología formal, fundamentalmente, en los procedimientos de derivación
y de composición (Alvar Ezquerra, 2012). Según Guerrero Salazar (2002: 353-354), las
palabras derivadas son aquellas que se forman mediante afijos que se unen a una raíz o
lexema, según el lugar que ocupan estos afijos o morfemas derivativos podemos hablar
de prefijación (los que se sitúan delante del lexema, como por ejemplo el término,
desatar); sufijación (los que se sitúan detrás del lexema, amiguismo) y los infijos o interfijos
que se sitúan entre el lexema y el sufijo, por ejemplo, llamarada). El segundo proceso
E L N E O L O G I S M O | 59
citado, el de la composición, consiste en la unión de dos o más elementos lexicales
(cristiano demócrata o tiovivo), (íbid: 369). La diferencia principal entre ambos
procedimientos de creación lexicogenésica se basa en que en la composición participan
dos o más unidades léxicas que pueden aparecer independientes en la lengua, mientras
que en la derivación el elemento gramatical no tiene significado por sí mismo, (Alvar
Ezquerra, 2012: 24).
Sin embargo, en lo que a la prefijación se refiere, el elemento añadido no
modifica la categoría gramatical de la base léxica a la que se une. Añade Blanco (1995:
35) al respecto, la idea de que existe una cualidad de separable o de inseparable respecto
a la palabra base. Para esta autora, la sufijación consiste en añadir un segmento a un
elemento léxico ya existente (ibíd.: 28), elemento que en este caso sí modifica la categoría
gramatical de la base léxica. Partiendo de este punto de vista, los prefijos serían términos
con significado propio no englobables dentro de una categoría gramatical mayor. Otros
autores, destacan el rasgo de la no integración del prefijo con el término base, Almela
(1999: 50).
En la prefijación la formación de palabras se puede realizar mediante la
anteposición de un prefijo vulgar a la base (en algunos casos este prefijo puede ser una
preposición, como por ejemplo en el término contradecir); o bien se puede unir un prefijo
culto (también llamados, pseudoprefijos grecolatinos, prefijoides, pseudoprefijos, elementos
prefijales, temas cultos latinos, bases compositivas cultas o base léxicas grecolatinas) a la base.
Señala Almela (1999: 54), que existe una semejanza formal entre las preposiciones y los
prefijos, problemática que diversos autores han discutido ampliamente por
considerarlos términos independientes y, en ese caso los términos formados por prefijos
serían clasificados como palabras compuestas y no como términos formados por
prefijación, postura de algunos investigadores como Alvar (2012: 42) y Varela (1990: 107).
Por el contrario, la prefijación con preposiciones o pseudoprefijos grecolatinos es parte
de la derivación para Guerrero Salazar (2007: 155) y habla de su productividad y del
“proceso de gramaticalización sufrido” por lo que funcionan de modo similar a los
prefijos. El OBNEO, (Freixa y Solé [coords.], 2004: 12) también incluye las preposiciones
60 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
y algunos adverbios que funcionan como tal dentro de su lista de prefijación: ante-, bajo-
, bien-, casi, contra-, fuera-, mal-, menos-, no-, plus-, pro-, sin-, sobre-, tras- y ultra-.
Otro asunto de debate entre los pseudoprefijos y los afijos, señala Casado Velarde
(2015: 32) que, son las diferencias que los separan, ya que los temas cultos no tienen la
posibilidad limitada de aparecer al principio o al final de palabra (cinéfilo, fonograma)
sino que pueden aparecer en ambas posiciones e incluso combinarse entre ellos para
formar palabras (ecólogo, filólogo), sin embargo, los afijos no disponen de esa mutabilidad
y su posición queda limitada al principio de la palabra.
Como podemos observar, de estas primeras reflexiones ya podemos vislumbrar
la dificultad de denominar, categorizar y profundizar en los distintos mecanismos
neológicos de la morfología derivativa. Sin embargo, nos posicionamos en la línea de
considerar la prefijación como un mecanismo distinto de la sufijación y de la
composición, por lo que se tratará dicho mecanismo como un procedimiento individual
de creación léxica.
Las clasificaciones de los prefijos varían de un autor a otro. Normalmente se
basan en un valor semántico, si bien, Miranda (1994: 80-100) hace una clasificación de
los prefijos más frecuentes en español atendiendo no solo al valor semántico sino a la
combinación gramatical que presentan. Sin embargo, dejaremos de lado este valor y nos
centraremos en el semántico para el cual en su elaboración el autor consultó el DGI-LE
(Diccionario General Ilustrado de la Lengua Española), el Diccionario VOX dirigido por
Manuel Alvar Ezquerra, y el Diccionario de uso del español de María Moliner en su versión
del año 66-67. A continuación, hemos confeccionado una tabla propia con los datos
obtenidos por Miranda teniendo en cuenta tan solo el valor semántico:
E L N E O L O G I S M O | 61
Tabla 1. Resumen de la clasificación de los prefijos
Elaboración propia a partir de Miranda (1994: 80- 100)
Valor
semántico Prefijos Explicación Ejemplos
Prefijos de
negación
a-/-an Negación o falta de aquello que
expresa la palabra a la cual se
une.
apolítico
atípico
anti- Oposición, contrariedad. anticlerical
antiespasmódico
contra- Cosa contraria u opuesta. contrabloqueo
contraproducente
des-/dis-
/de-
Denota privación, negación o
inversión del significado del
vocablo simple.
disconforme
desembotar
ex- Antepuesto a nombres de
dignidades o cargos, denota que
los tuvo y ya no los tiene la
persona de que se habla.
También se antepone a otros
nombres o adjetivos de persona,
e indica que ésta ha dejado de ser
lo que aquéllos significaban.
excombatiente
extra- Valor negativo heredado de su
original significado locativo
“fuera de”.
extraparlamentario
in-/im-/i- Privación, negación. ilegal, imposible
Prefijos
locativos
ante- Anterioridad en la posición en el
espacio.
antecapilla,
antesala
cincum-
/cincun-
Alrededor. cincunnavegar,
circunvecino
entre-
/inter-
Expresa situación intermedia y,
por extensión, mutualidad,
reciprocidad.
entrebarrera,
intercambio
infra- Debajo de, en la parte inferior. infraestructura
pos-/post- Posterioridad en el espacio. postpalatal
sub-/so- Bajo, debajo. Puede denotar
acción secundaria, inferioridad u
orden posterior.
submarino,
subsuelo
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super-
/sobre-
Encima de, o, por extensión,
superioridad.
superponer,
superestructura
trans-/tras- Al otro lado, en la parte opuesta. transatlántico
ultra- Más allá, al otro lado de. ultramar
vice- En lugar de, que hace las veces
de.
vicepresidente
Prefijos
temporales
ante- Anterioridad en el orden del
tiempo.
antepasado
pos-/post- Posterioridad en el tiempo. posoperatorio
pre- Anterioridad en el tiempo,
antelación.
predecir, preelegir
Prefijos de
cantidad y de
tamaño
bi-/bis- Dos, dos veces, el doble. bianual, bicromía
mini- Pequeño. miniespacio
mono-
/mon-
Posee el significado de “único,
uno solo”.
monoatómico,
monocromático
multi- Abundancia, variedad,
pluralidad.
multirracial
pluri- Multiplicidad, variedad,
diversidad.
plurivalente
semi- Medio, casi. semicírculo
uni- Uno solo. unidireccional
Prefijos de
intensificación
archi- Ser el primero, mandar. Con
sustantivos denota
preeminencia, si bien
modernamente se usa con
adjetivos denotando “muy”.
archilaúd,
archipámpano
extra- Valor hiperbólico e
intensificador, “muy” derivado
de un uso extensivo de su
significado habitual “fuera de”.
extrafino,
extrarresistente
hiper- En general posee el valor de
“superioridad”, pero en la
lengua coloquial se suele utilizar
con valor intensivo.
hipersensible,
hipertensión
re- En su uso hiperbólico, refuerza el
sentido del primitivo al que se
antepone.
rebueno, rebonito
super- Grado sumo, exceso, demasía. superfino
ultra- Más allá (de). ultrarrápido
E L N E O L O G I S M O | 63
En este último grupo de prefijos relacionados con la intensificación podemos
apreciar la función significativa apreciativa de la prefijación consistente en muchos
casos, según Casado (2015: 46), en el deseo de realzar, objetiva o subjetivamente, el
contenido del término. Cabe destacar la enorme productividad en la utilización de los
mismos dentro de la lengua en general (archipobre, extraplano, hipersecreto, rebrillar,
rebueno, superproducir, ultracorregir) y, más en concreto, dentro de la prensa femenina a
través de formaciones con un matiz principalmente aumentativo o diminutivo. Sin
embargo, hemos observado que de entre todos los prefijos son estos los más recurrentes
dentro de las revistas femeninas y, así ejemplifica en un estudio Estornell (2012: 77-87):
mini- (minineceser), maxi- (maxiplataformas), hiper- (hiperfemenino), super- (superchic), ultra-
(ultrasexy), extra- (extragrande), y anti- (anti-lista). Como podemos observar, el prefijo -
maxi- no aparece listado en la clasificación de Miranda. Tal vez porque como reconoce
Steward (1999: 63): “la revitalización en los últimos años del prefijo importado del inglés
maxi- no ha sido tan exitosa como el caso del prefijo mini-“. Sin embargo, Guerrero
Salazar (2007: 152) mantiene la hipótesis de que se trata de un elemento muy productivo
en el lenguaje publicitario (maxigafas) y en el deportivo (maxigoleador). Guerrero Salazar
(2002: 354) expresa que la creación neológica por prefijación es un rasgo esencial tanto
del lenguaje periodístico como aún más del lenguaje publicitario.
Blanco (1995: 36) refleja la vitalidad del uso de la derivación en la lengua y, en
concreto, destaca la creación neológica dentro del léxico periodístico a través de los
siguientes prefijos encontrados en fuentes periodísticas: des- (deshacer, desabrochar) y tele-
(teleevangelista, teleenseñanza). Para Vilches (2006), en un estudio más reciente, esta vez
dentro del lenguaje político, la lista de los prefijos que se usan con más frecuencia son:
anti- (antiglobalización, antiglobalista), des- (deslenguado, desconfianza), euro- (eurobanco,
eurozona), in- (inamovible, inacceso) y tele- (tetelespectador, telebasura).
Como vemos, existe disparidad a la hora de clasificar estas formas, ya que los
prefijos son numerosos y las clasificaciones son diversas. La nuestra incluye los prefijos
tomados del OBNEO (Freixa y Solé [coords.], 2004) que son los siguientes:
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Tabla 2. Prefijos disponibles para la creación de neologismos.
OBNEO (Freixa y Solé [coords.], 2004: 13).
a-, an- di- meta- tras-
ab- di-, dia- mono- sin-, sim-, sil-
ana- diazo- metoxi- sobre-
anfi- e- no-, no sub-
ant- dis- multi- sulf-, sulfo
anti- eu- neo- supra-
apo- endo- nitr-, nitro- super-
archi- epi- nitros-, nitroso- trans-
azoxi- eso- ob- tri-
bajo- ex- oxo- ultra-, ultra
benz-, benzo- extra- pan- uni-
bi-, bis- ex, exo- oxi- vice-
bien- fuera- para- yuxta-
carboxi- hemi- peri-
casi- hidroxi- platini-
cata- hiper- pluri-
ceto- in-, im-, i- poli-
circun-, circum- infra- post-, pos-
cis- inter- pre-
con-, com-, co- intra- pro-
contra-, contra mal- re-
des- menos- semi-
Como podemos observar, la constitución de un único grupo es muy heterogénea,
por ejemplo, algunos de los prefijos considerados como tal por Guerrero Salazar (2007:
114-170), no aparecen en el listado del OBNEO y son los siguientes: retro-, micro-, mini-,
nano-, pseudo-, mega-, macro-, maxi- y tampoco encontramos ninguno de los prefijoides
(bio-, video-, ciber-, auto-, foto-, tele-, radio- y eco-). Si analizamos el discurso de los medios
E L N E O L O G I S M O | 65
de comunicación y, más en concreto el de la publicidad y el de la prensa femenina,
podemos observar que el procedimiento de la prefijación es muy recurrente en estas
revistas con el objeto de destacar o intensificar lo dicho (Estornell, 2012: 79). Basándonos
en esta estudiosa de la neología en prensa podemos concretar que los prefijos más
fructíferos en su análisis son principalmente los intensivos que se aplican, como
podemos ver, a sustantivos y adjetivos y son los siguientes: mini- (minicamiseta,
minicamisón), maxi- (maxiplataformas, maxigargantilla), hiper- (hiperfemenino), super-
(superprotectora, supersensual), ultra- (ultrasexy, ultraligera), y extra- (extragrande,
extraplanas). Los prefijos macro-, micro-, maxi-, mini- y mega- se consideran, según
Rodríguez Ponce citado en Méndez (2013: 95), formantes prefijales que actualizan una
modificación de tamaño bien aumentativo o diminutivo.
El hecho de que la sufijación sea la tendencia general en cuanto al procedimiento
elegido por los usuarios de la lengua española para formar palabras, o el que sea
considerado como el más importante de los procedimientos de la derivación, según
Alvar Ezquerra, (2008: 52) no atañe, según Estornell (2012: 88), al lenguaje de la prensa
femenina para quien es menos frecuente el recurso de formación por sufijación que el
procedimiento de formación por prefijación. Veamos algunos de los prefijos más
reiterados y productivos en la neología periodística actual, siguiendo la clasificación de
Guerrero Salazar (2007: 114-170), y atendiendo a su significado:
A) Negación, oposición o contrariedad: anti- (antiuniversitario); contra-
(contracepción); des- (desburocratizar); in-/i- (invencido, irremontable).
B) Posición: post-/pos- (postreflexivo; poscomunismo); pre- (prepúblico); inter-
(interterritorial); co-/con- (colíder); pro- (procomunitario); sobre- (sobreprotegido);
supra- (supraautonómico); sub- (subrepresentar); infra- (infraponderar); extra-
(extradoméstico); meta- (metaevolución); retro- (retroalimentación).
C) Número, cantidad y tamaño: bi- (bigoleador); micro- (microteléfono); mini-
(miniestadio); uni- (unicultural); multi- (multiétnico); pluri- (pluriactividad); semi-
(semionírica); nano- (nanoaficionado).
D) Iteración: re- (recapitalización).
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E) Calificación: neo- (neosacerdotes); pseudo-/seudo- (seudointelectual).
F) Intensificación: super- (superpublicidad); mega- (megatienda); hiper-
(hiperagresivo); macro- (macroapagón); maxi- (maxigoleador); extra- (extralacio);
ultra- (ultranacionalismo); archi- (archimalvado).
G) Prefijoides o pseudoprefijoides: bio- (bioacumulación); video- (videovigilancia);
ciber- (ciberocupación); auto- (autopase); foto- (fotodegradable); tele- (teleoperador);
radio- (radioemisión); eco- (ecopacifista).
Redundando en el asunto de la sufijación como procedimiento de formación más
importante dentro de la lengua. Así lo expresa Sapir citado por Blanco (1995: 28):
La sufijación es, con mucho, el (procedimiento) más común. Y hasta se podría
apostar, con pocas probabilidades de perder, que los sufijos contribuyen más a la
tarea formativa del lenguaje, que todos los demás métodos combinados.
Los sufijos carecen de existencia independiente dentro del sistema y pueden dar
lugar a la modificación en el significado o pueden producir metábasis, es decir, cambio
en la función primigenia de la base lo que conlleva un cambio en la categoría de la nueva
formación. En el primer caso hablamos de sufijación apreciativa, afectiva o expresiva
(Miranda, 1994: 102), en la que se modifica semánticamente de modo subjetivo la base a
la que se aplican, pero sin cambiar su categoría gramatical. Dentro de los denominados
sufijos apreciativos se pueden establecer los siguientes apartados (Miranda, 1994: 103):
1) Diminutivos: aquellos que transmiten una idea de pequeñez (y, por extensión,
de afectividad);
2) Aumentativos: aquellos que implican amplia dimensión, grandiosidad;
3) Peyorativos: aquellos que significan lo desagradable, lo ridículo.
Aunque no prestaremos mucha atención a este tipo de prefijación por dos
motivos fundamentalmente, el primero es el parco empleo lexicogenésico de los mismos
dentro del lenguaje periodístico (Guerrero Salazar, 2002: 362), y el segundo, y más
relevante todavía para nuestro estudio, es que no nos interesa recoger mucha
información al respecto de los mismos, ya que estas figuras (aumentativos, diminutivos,
superlativos) no aparecen recogidas en la metodología del OBNEO (Freixa y Solé
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[coords.], 2004: 12). Sin embargo, constata Lisowska (2005) en un estudio realizado entre
cabeceras femeninas acerca de la sufijación diminutiva y aumentativa, que el uso es
abundante entre féminas debido fundamentalmente a la connotación afectiva y a la
función autoexpresiva que conlleva el uso de los mismos dentro del lenguaje femenino.
Y, si bien no forman parte de nuestro corpus final, sí que hemos encontrado infinidad
de ellos en las revistas analizadas como, por ejemplo, vestiditos (Cosmo, julio 2014: 48),
collarcito (Cosmo, octubre 15: 100), taconazo (Cosmo, noviembre 2014:38), caprichazo (Marie
Claire, septiembre 2015: 48), chicazo (Marie Claire, mayo 2015: 141), vestidazo (Vogue,
septiembre 2014: 136) y plataformón ( Marie Claire, enero 2015: 163), por citar algunos.
Estos son algunos ejemplos de los sufijos más frecuentes dentro de la sufijación
apreciativa tomados de Guerrero Salazar (2002: 361-362) sin tener en cuenta la categoría
gramatical que aportan, pero sí el valor semántico:
Tabla 3. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos.
Elaboración propia a partir de Guerrero Salazar (2002: 361-362)
Tipo de sufijo Sufjijo Connotación Ejemplos
Diminutivos -ito;
-ico,
-illo
-ete
-ín
-uelo
Denotan la idea de pequeñez o
afecto.
perrito
bonico
cacharillo
Manolete
momentín
riachuelo
Aumentativos -azo
-ón
-ote
-udo
Indican gran tamaño o
intensidad.
buenazo
grandón
angelote
barbudo
Peyorativos -aco
-acho
-ajo
-astro
-oide
-ucho
Mantienen gran semejanza con
los aumentativos, ya que la idea
de gran tamaño con frecuencia
se asocia a la fealdad (caraza).
tiparraco
populacho
hierbajo
politicastro
sentimentaloide
feucho
68 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
En el segundo caso, la sufijación no apreciativa afecta de modo fundamental la base
a la que se aplican, pudiendo producir un cambio de categoría gramatical. “La
transcategorización es el rasgo que de modo neto diferencia a la sufijación de la
prefijación”, (Ollé y Casado citados en Almela, 1999: 75). El sufijo añadido a la raíz indica
la categoría gramatical a la que pasa a pertenecer la nueva unidad creada, por ejemplo,
la terminación en -mente se añade a adjetivos para crear adverbios, como en cómodo-
cómodamente o la terminación en -ar que puede dar lugar a la formación de verbos como,
por ejemplo, es el caso de este cambio fotografía-fotografiar. Sin embargo, en estos dos
casos anteriormente citados, hay que hacer una puntualización, ya que según el manual
de metodología del OBNEO (Freixa y Solé [coords.], 2004: 12), los adverbios terminados
en -mente no se consideran neologismos y los sufijos verbalizadores -ar,-er,-ir no se
consideran como tales sino que se clasificarán dentro de los neologismos formados por
conversión, proceso que más adelante explicaremos Aunque existen infinidad de
taxonomías, generalmente, los fenómenos de sufijación se clasifican atendiendo a la
categoría del término resultante, es decir, derivación nominal, verbal, adjetiva y
adverbial si los términos obtenidos son, respectivamente, un nombre, un verbo, un
adjetivo o un adverbio.
Sin embargo, siguiendo a algunos autores como Almela (1999) y Varela Ortega
(2009), debemos hacer especial mención a la idea de que, para ellos, no existe tal
distinción entre los sufijos denominados sufijos apreciativos y el resto de los sufijos,
basándose en el criterio de que los apreciativos también son lexicalizadores. Algunos de
los ejemplos que cita Almela (1999: 48), para ejemplificar lo expuesto, y que están
relacionados con nuestro ámbito de estudio son los siguientes: horquilla, zapatilla,
camisón, faldón y pañuelo. En ninguno de los ejemplos anteriores, los sufijos apreciativos,
han modificado la categoría de la base, pero sí que han perdido su significado
apreciativo por lo que su valor es aproximativo. Por otra parte, es importante señalar
que un mismo sufijo puede añadir diversos significados al adjuntarse a algunas bases
nominales, por ejemplo, el sufijo -azo puede tener un valor aumentativo en perrazo, pero
puede aportar rasgos del diminutivo o, incluso, del despectivo, en buenazo o puede tener
E L N E O L O G I S M O | 69
un valor meramente afectivo en padrazo. El mismo caso se produce cuando añadimos
este sufijo a un término del ámbito de la moda, ya que abrigazo no tiene el valor de un
‘abrigo grande’ sino de un ‘abrigo de calidad’.
Tal como hemos señalado, existen infinidad de tipologías de sufijos (Lang, 1992;
Miranda, 1994; Almela, 1999; Guerrero Salazar, 2002; Alvar Ezquerra, 2008; Varela, 2009;
Casado Velarde, 2015). A la hora de establecer una ordenación, nos vamos a centrar en
el significado que aportan a la base y en el tipo de palabra que crean. A continuación,
presentamos un listado de los sufijos que se utilizan con más frecuencia para la creación
de sustantivos, adjetivos y verbos tomada de Guerrero Salazar (2002: 362-372):
Sufijación nominal
Tabla 4. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación nominal).
Elaboración propia a partir de Guerrero Salazar (2002: 362-366)
Sufijo Explicación Ejemplos
-ada Indica acción repentina y enérgica. remontada
-ado/-ato Forma sustantivos a partir de otros
sustantivos.
franquicia >
franquiciado
-ado/-ido Forma sustantivos que indican acción y efecto
a partir de verbos.
afeitar> afeitado
-aje Forma sustantivos a partir de otros
sustantivos.
etiqueta> etiquetaje
-ante Produce, a partir de verbos, sustantivos que
indican agente.
fabricar> fabricante
-ción Genera sustantivos abstractos con la marca
‘acción y efecto’.
publicitación
-dad/-
idad/-edad
Forma sustantivos abstractos que indican
cualidad a partir de adjetivos.
contrario>
contrariedad
-dero/-
edero/-
idero/-
ederas
Forman sustantivos a partir de verbos. parar> paradero
hervir>hervidero
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-dor/-
ador/-
edor/-
idor/-tor
Producen sustantivos de profesiones e
instrumento a partir de verbos; también crea
adjetivos.
empapelar>
empapelador
unificar>
unificador
-dura Forma, a partir de verbos, sustantivos que
denotan acción y efecto o instrumento.
andar> andadura
cerrar> cerradura
-ería/-ía Forma sustantivos a partir de adjetivos o a
partir de sustantivos. El sufijo -ía es una
variante de -ería y se adjunta a bases en -er y -
ano; muchas de estas formaciones tienden a
ser peyorativas.
tacaño> tacañería
altanero> altanería
cercano> cercanía
-ero/era Forman sustantivos (también adjetivos) a
partir de sustantivos que designan
profesiones, receptáculos, árboles, etc.
rap> rapero;
peluquero;
melocotonero
-ismo Produce sustantivos que indican colectividad,
situación y designación de profesiones a partir
de otros sustantivos o de adjetivos.
amigo> amiguismo
pasota> pasotismo
-ista Se une a sustantivos para formar sustantivos o
adjetivos.
ruptura>
rupturista
-miento Genera, a partir de verbos, sustantivos que
denotan acción y efecto.
acuchillar >
acuchillamiento
Otros sufijos generadores de sustantivos son: -ancia/-encia; -anza, -al/-ar; -ario, -
ente, -ez/-eza; etc.
Sufijación adjetival
Tabla 5. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación adjetival).
Elaboración propia a partir de Guerrero Salazar (2002: 366-368).
Sufijo Explicación Ejemplos
-able/-ible Genera adjetivos a partir de verbos.
Principalmente confiere al adjetivo los rasgos de
‘que merece’ y ‘capaz de’.
justifica>
justificable
degradable
-al/-ar Forma adjetivos a partir de sustantivos. grupo>
grupal
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-ano Además de ser gentilicios, crea adjetivos sobre
nombres propios.
Tebas> tebano
Machado>
machadiano
-ante/-
ente/-iente
Posee un marcado carácter novedoso y se opone a
las formaciones que tienen como sufijo -dor.
arrendante>
arrendador
-ario Crea adjetivos a partir de sustantivos. déficit>
deficitario
-ático Crea adjetivos a partir de sustantivos. emblema>
emblemático
-ativo/-
itivo
Crea adjetivos a partir de verbos. prohibir>
prohibitivo
-ero Forma adjetivos (también sustantivos) a partir de
sustantivos.
carnaval>
carnavalero
-esco Forma adjetivos a partir de sustantivos. Quijote>
quijotesco
-ístico En ocasiones este sufijo crea adjetivos que se
diferencian de los formados con -ista, que indican
el agente.
novelística
novelista
Otros sufijos creadores de adjetivos son: -áceo, -adero/-edero/-idero, -adizo/-edizo/-
idizo, -ado, -ador/-edor/-idor, -ecino, -ento, -ico, -iego, iento, -il, -ista, -ivo, -izo, -oso, -
uno, etc.
Sufijación verbal
Tabla 6. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación verbal).
Elaboración propia a partir de Guerrero Salazar (2002: 368-369).
Sufijo Explicación Ejemplos
-ar Generador de verbos a partir de sustantivos. gerencia>
geranciar
-ear Forma verbos a partir de sustantivos y adjetivos,
sobre todo para combinarse con extranjerismos.
párpado>
parpadear
tonto>
tontear
escanear
-ificar La preferencia por este sufijo hace que se imponga a
verbos en -ar, más tradicionales.
cuantificar
a contar
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-izar Se añade a bases nominales, adjetivas, e, incluso, a
nombres propios.
demonio>
demonizar
arcaico>
arcaizar
Otros sufijos verbales son: -ecer, -uar. Por su carácter coloquial destacan -orrear
y -otear.
Sufijación adverbial
Tabla 7. Resumen de la clasificación de los sufijos apreciativos (sufijación adverbial).
Elaboración propia a partir de Guerrero Salazar (2002: 369).
Sufijo Explicación Ejemplos
-mente Se añade a adjetivos de género femenino. En
ocasiones, el abuso se debe, al gusto por estirar la
frase. Otras veces, suponen un esfuerzo expresivo.
altamente
realmente
preocupante
En nuestro estudio, incluimos en la categoría de neologismo formado por
prefijación todos los términos formados con los sufijos anteriormente citados, salvo
algunas excepciones tomadas de la metodología del OBNEO (Freixa y Solé [coords.],
2004: 12) y, por ende, en nuestro corpus. Por ejemplo, los adverbios terminados en -mente
no son recogidos a no ser que se trate de la lexicalización de una de sus formas. Tampoco
los gentilicios a no ser que se trate de compuestos como hispanofrancés, ni tampoco
coincidimos con Salazar en clasificar las terminaciones verbalizadoras: -ar, -er, -ir y
dentro del grupo de la sufijación sino que para nosotras se trataría de neologismos
formados por conversión.
El segundo proceso morfológico de formación de palabras que vamos a describir
es la composición o combinación de dos lexemas: cazatendencias, falda-pantalón o bolso
joya. Elementos, según Guerrero Ramos (2010: 32), ‘identificables y susceptibles de tener
empleos autónomos’. Aunque no es un fenómeno tan productivo en español como la
prefijación, sí lo es dentro del ámbito periodístico y, más en concreto, dentro de la prensa
femenina (Estornell, 2012). Según Guerrero Salazar (2007: 170), su presencia en la prensa
E L N E O L O G I S M O | 73
se debe a la capacidad de síntesis—fundamental en los titulares—y a la influencia
anglicada. Consiste en un procedimiento en el cual se unen dos radicales (simples o
complejos) raíces o lexemas para formar un término nuevo con sentido único.
De acuerdo con Varela (2009: 73), podemos definir la composición como “la
unión de dos lexemas para formar una nueva palabra con un sentido único y constante”.
Estos términos, de acuerdo con Lang (1992: 92), incluyen no solo los términos que se
presentan unidos formando una sola palabra, sino todos aquellos sintagmas que, a pesar
de no estar fusionados, sí están interrelacionados sintáctica y semánticamente. Según la
procedencia, los lexemas que se pueden combinar en la palabra pueden ser de dos tipos:
composición formada por palabras independientes de la lengua o por composición de
origen grecolatino. Esta composición grecolatina (culta en la terminología de Guerrero
Ramos), no se corresponde exactamente con la definición de compuesto para algunos
autores, ya que los vocablos resultantes carecen de autonomía léxica, pues se forman con
elementos tomados directamente del latín y del griego (Guerrero Ramos, 2010: 33).
Como ya dijimos en el tema de la prefijación, algunos estudiosos equiparan los temas
cultos con los afijos, sin embargo, los constituyentes del compuesto de origen grecolatino
difieren de los afijos por tres razones fundamentalmente: se pueden combinar entre sí
para formar palabras, su posición es intercambiable, pues pueden ir a principio o a final
de palabra, y los temas pueden dar palabras de la lengua con solo añadir un afijo
derivativo (Varela, 2009).
En este trabajo se sigue el criterio del OBNEO (2004: 14) que considera que la
composición culta es el resultado de creación neológica a partir de uno de los procesos
siguientes:
- una forma prefijada y una sufijada. Ej: biogenia, megápolis;
- una forma prefijada y un radical. Ej: autoexigencia, fotoperiodismo;
- un radical de la lengua (o bien prestado de otra lengua) y una forma sufijada.
Ej: clasicómano, normógrafo.
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Sin embargo, no son solo los formantes cultos el problema principal, sino que la
composición plantea problemas teóricos de diversa índole (Almela, 1999: 120-121): la
noción (distinción entre uniones sintagmáticas libres y consolidados); el origen del
compuesto, la naturaleza de los componentes (se discute si los componentes tienen que ser
necesariamente lexemas antes de integrarse en el compuesto, y si después de integrarse
en él mantiene su condición lexemática) y, por último, en el que nos vamos a centrar que
es la tipología. Si bien, la catalogación de los compuestos no presenta unanimidad entre
los distintos autores, algunos coinciden en clasificarlos atendiendo al criterio semántico
de los mismos y establecen una diferencia entre compuestos endocéntricos y exocéntricos
(Casado Velarde, 2015). En los endocéntricos existe un ‘núcleo’ de la palabra que abarca
el significado del compuesto, como ocurre con anglohablante, mientras que los
exocéntricos se caracterizan porque el ‘núcleo’ se encuentra fuera de él y la referencia al
compuesto no tiene significación gracias a ninguno de los constituyentes, como sucede
en piel roja que no define un tipo de piel, sino un indio procedente de América. Otra
clasificación atendiendo al mismo criterio semántico, clasifica los compuestos en
aquellos en los que uno de sus elementos o los dos están utilizados con un significado
figurado, por ejemplo, boquiabierto y, en segundo lugar, aquellos que conservan la
totalidad de sus significantes y de sus significados, por ejemplo, sacacorchos o sordomudo
(Ramos Márquez, 1993: 165).
Por otra parte, y esta vez desde el punto de vista formal, es de gran interés
estudiar las palabras compuestas. Yánez (2015: 77) distingue también entre compuestos
coordinantes y subordinantes teniendo en cuenta la relación que existe entre sus
componentes. Son coordinantes cuando los significados de sus miembros de igual
categoría se suman, y subordinantes aquellos cuyos miembros establecen una relación de
dependencia, es decir, un complemento que no es el núcleo del compuesto modifica o
complementa a este, por ejemplo, paquete bomba.
Otra forma de catalogar las formaciones compuestas atendiendo también a
criterios formales, distingue dos tipos de formaciones compuestas (Guerrero Ramos,
2010: 32): los conglomerados o unidades léxicas simples, en las que se unen dos o varios
E L N E O L O G I S M O | 75
términos ya existentes constituyendo una nueva unidad de significación; y las unidades
léxicas complejas (denominadas sinapsias por Benveniste) que Pena (2000: 249) define de
la siguiente forma: “se trata de unidades formadas mediante un procedimiento
sintáctico, no morfológico, que adquieren naturaleza de unidades léxicas convirtiéndose
en compuestos sintagmáticos gracias al carácter unitario y constante del modelo
nombrado”, por ejemplo, pantalón palazzo o cuello mao.
Para otros estudiosos, este tipo de formaciones tienen otras denominaciones,
compuestos léxicos (o según la terminología de Guerrero Salazar, ortográficos), para
aquellos que se integran en una palabra, y sintagmáticos (Casado Velarde, 2015; Varela
2009, Guerrero Salazar) para diversas agrupaciones de palabras que funcionan
sintácticamente como una sola, según atiendan a sus características morfológicas en el
caso de los primeros o sintácticas en el caso de los segundos.
Destaquemos algunos procedimientos sobre cómo se constituye el significante,
que Manuel Alvar (2008: 23-40) detalla para hablar de los distintos métodos de creación
de lexías compuestas:
- La sinapsia da origen a unidades o lexías complejas en las que intervienen, al
menos, dos unidades léxicas cuya relación sintáctica entre ambas se realiza,
generalmente, a través de la preposición de, como en el siguiente ejemplo: azul
de metileno. En ocasiones, la relación sintagmática entre los elementos se efectúa
con otras preposiciones, como a través de la preposición a, o con menos
frecuencia con la preposición en, ‘juguete a pilas’, ‘tres en raya’.
- La disyunción, produce un tipo de palabras en cuyos elementos se da la
lexicalización, a pesar de que se escriban de forma separada: cuento chino,
opinión pública. Se crea una lexicalización del conjunto, puesto que los
compuestos designan un solo objeto. En la disyunción los dos elementos
pueden ser de carácter nominal (el primero denomina y el segundo es una
especificación del primero), aunque el segundo también puede ser de carácter
adjetival.
76 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
- La contraposición, en este caso los elementos se hayan en muchas ocasiones
unidos por un guion, elementos que presentan dudas en la escritura y en la
lexicalización, ya que esta última se suele considerar que no es total, falda-
pantalón o falda pantalón. Generalmente, intervienen dos adjetivos en su
formación, puesto que el resultado buscado en un adjetivo o un sustantivo en
funciones determinativas o calificativas. En el caso de que los dos participantes
en la composición sean dos sustantivos, toma del primero la categoría del
elemento resultante.
- La yuxtaposición o lexías compuestas, como denominan algunos autores, es el
más común de los procedimientos compositivos por su facilidad para crearlos.
La fusión gráfica de los componentes, su lexicalización y su gramaticalización
es total, entrecasa, hispanohablante, pasatiempo... A pesar de que la estructura se
presenta sencilla, el compuesto se puede presentar de muchas formas
atendiendo a las relaciones entre los distintos elementos participantes.
Guerrero Ramos (2010: 32-34), destaca algunas atendiendo a la morfología de
sus constituyentes:
o Compuestos formados de un VERBO + NOMBRE, alzacristales,
elevalunas.
o Compuestos formados por DOS NOMBRES, coche bomba, buque cisterna.
o Compuestos formados de UN NOMBRE+ UN ADJETIVO, guardiacivil,
luz verde.
o ADJETIVO + NOMBRE, libre cambio o librecambio.
Como podemos observar, en algunos casos, es sencillo confundir los procesos de
composición y de sintagmación, por lo que, en los casos de esta última, y siguiendo las
directrices del OBNEO (2004: 16), las estructuras de verbo más nombre, vacíabolsillos, y
la estructura de nombre más nombre, canción protesta, se tratarán en nuestra tesis como
términos compuestos y no como neologismos formados por sintagmación.
Siguiendo a Guerrero Salazar (2007: 170-203), estas son las combinaciones
compuestas más rentables dentro del lenguaje periodístico. Entre los compuestos
E L N E O L O G I S M O | 77
ortográficos se pueden diferenciar dos clases: - verbo + sustantivo, por ejemplo,
buscatesoros o cazagoles y - adjetivo + adjetivo, por ejemplo, rojiblanco o angloholandés. En
cuanto a los compuestos sintagmáticos, distingue entre combinaciones como: -
sustantivo + adjetivo, por ejemplo, piratas informáticos o listas negras; - biadjetivales, por
ejemplo, político-demócratas, o -binominales, por ejemplo, niño burbuja, encuesta fantasma
o barco bomba. Por último, el grupo de compuestos con guión-enlace, por ejemplo,
conflicto padres-hijos.
La parasíntesis puede ser un procedimiento de creación de palabras que hace
uso de varios procedimientos de formación de palabras. Así, para algunos autores la
parasíntesis se aplica a casos de composición y sufijación simultáneos (Guerrero Salazar,
2002), aunque también se puede conceptualizar como el hecho de añadir afijos
derivativos a las palabras compuestas (Casado Velarde, 2015: 59). Sin embargo, el
filólogo francés Arsène Darmesteter, (citado en Miranda, 1994), defendía la propuesta
de parasíntesis cuando el nuevo elemento estuviese formado por la adición simultánea
o combinada de un prefijo y de un sufijo al mismo radical. Esta aplicación simultánea de
un prefijo y de un sufijo sobre una misma base corresponde a la denominación de
neologismo parasintético de este trabajo.
La condición de parasintético que establece la metodología del OBNEO (Freixa y
Solé [coords.], 2004: 13) señala que para que un término se considere como tal, debe
presentar la siguiente estructura: prefijo+ base + sufijo, por ejemplo, las siguientes voces
tomadas de NEOMA (2016) siguen el patrón indicado, abandolao, aflamencar, empoderar o
entomatar entre otros.
Existen en español infinidad de formas parasintéticas, si bien, la mayoría de ellas,
siguen unos patrones de formación parasintética que resultan muy fructíferos y
frecuentes. Para Lang (1992: 242) y otros muchos autores (Almela 1999; Alvar 2012,
Casado Velarde 2015), el proceso más productivo dentro de la producción parasintética
consiste en generar verbos a partir de nombres y adjetivos. En ambos casos, los prefijos
son invariables a- o en-, y el morfema de infinitivo puede formarse a partir de sufijos
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explícitos —-izar, -ificar o –ecer—, por ejemplo, (trampaentrampar); (NV); o
(belloembellecer); (AdjV).
Otros tipos de formaciones parasintéticas, añade Guerrero Salazar (2007),se
pueden formar por el uso del prefijo in- e ir- junto al sufijo –ble para crear una cantidad
importante de adjetivos formados por parasíntesis, por ejemplo, indesmayable o
irreconducible.
Sin embargo, hemos observado en nuestro trabajo que la parasíntesis es un
procedimiento casi ausente dentro de la prensa femenina como tampoco lo es el
acortamiento que, como apunta Estornel (2012: 96), dentro de la prensa femenina ‘genera
una nueva forma léxica mediante la reducción fónica de fonemas o sílabas con el
resultado del mismo significado del original pero, con una connotación o marca de uso
coloquial, argótico, etc’.
2.1.3.2. Otros neologismos formales: abreviaciones, siglas, acrónimos y variaciones
ortográficas.
Esta misma idea comparte Casado Velarde (2002: 379), según el cual, el
acortamiento, truncamiento o abreviación se produce por la reducción del significante de
un término simple o complejo que conserva el significado y categoría gramatical, pero
que como acabamos de mencionar, evoca una actitud de familiaridad y confianza o
voluntad de estilo, por parte de la persona que los utiliza. Este mecanismo, también
puede estar motivado por la preferencia en la actualidad a utilizar un lenguaje sintético
(Lang, 1992: 262) o, en otras palabras, está favorecido por la tendencia a la economía en
el uso del lenguaje (Almela, 1999: 202).
Algunos ejemplos de abreviaciones encontrados en NEOMA (2016) son los
siguientes: abu por abuelo-a, ampli por amplificador, chuche por chuchería, frigo por
frigorífico, o ejecuti por ejecutivo, entre otras. La mayoría de las abreviaciones léxicas,
siguen este patrón indicado y se originan por apócope elidiendo la parte final de la
palabra y dando origen a una nueva forma bisílaba en muchos casos. Sin embargo,
podemos hablar también de abreviación cuando se elimina el segmento inicial de la
E L N E O L O G I S M O | 79
palabra, por ejemplo, mano en lugar de hermano (Casado Velarde, 2002: 380) y cuando el
nuevo segmento ya no es bisílabo sino que se compone de tres sílabas. Como apunta
Casado Velarde, (2002: 381), estas formas trisílabas pertenecen a los sectores juveniles,
por ejemplo, analfa por analfabeto o estupa en lugar de estupefaciente, reemplazando la
vocal final por una –a. Estos dos cambios junto a la adición del sufijo –ata al acortamiento,
por ejemplo, bocata por bocadillo, son los acortamientos que el autor señala como los más
actuales en los ambientes juveniles.
Algunos ejemplos que hemos encontrado dentro de NEOMA (2016) son: amarilla
y eventual. En ninguno de los casos anteriores se ha producido una abreviación silábica
de la base, sino que la nueva formación se ha producido a través de la supresión de uno
de los términos que la forman. En el primer caso, amarilla por tarjeta amarilla y eventual
por trabajador eventual. Este tipo de abreviación producido por la elipsis semántica dentro
de un sintagma será tomado como abreviación dentro de nuestro corpus.
En NEOmodaes, hemos registrado como préstamos algunos términos del inglés
que son resultado en esta lengua de una abreviación por elipsis semántica (bomber jacket
> bomber). En español, tomamos prestado directamente bomber.
Conviene señalar que muchas de las abreviaciones han pasado a la lengua
general, por ejemplo, bus en lugar de autobús o kilo en lugar de kilogramo. Sin embargo,
otros, y tomados en este caso de nuestro corpus, puede que se desvanezcan con el paso
del tiempo como japo en lugar de japonés y zapa en lugar de zapatilla.
Otro de los mecanismos que genera neologismos a través de la abreviación de las
palabras, y en algunos casos, se confunde con el acortamiento, por ejemplo, del tipo Dr.
o Tfo. (Valera, 20009: 93), y con la acronimia, es la siglación. La sigla es el resultado de la
pieza lingüística de la unión de varios grafemas iniciales de sendas palabras
constitutivas de una unidad sintáctica (Casado Velarde, 2002: 382), por ejemplo, ‘mms’
< multimedia messaging service (NEOMA, 2016). No tiene, por tanto, cabida en nuestro
trabajo la denominación de sigla, como la simple reducción del término a la primera o
primeras letras como en los ejemplos expuestos de Dr. o Tfo.
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El motivo principal del uso de las mismas consideramos que se debe a un recurso
de economía lingüística que se produce con mucha frecuencia dentro del lenguaje de la
prensa. Para ilustrar mejor la importancia de las mismas dentro del lenguaje de la
prensa, partiremos de una cita de Grijelmo que toma Guerrero Salazar en su Manual La
creatividad en el lenguaje periodístico (2007: 206) en el que señala que la principal fuente de
neologismos en los medios se produce por la incorporación de las siglas: “La
importancia de la sigla en el lenguaje periodístico responde a su efectividad en la
comunicación, pues consigue la reducción gráfica y fonética de una secuencia
sintagmática bastante larga, de ahí su frecuente utilización en los titulares”.
En la misma línea Lang (1992: 255), señala que “es un procedimiento que
responde al principio de economía del lenguaje” y de esta forma se “evita la laboriosa y
repetitiva enunciación en títulos, nombres de instituciones sobradamente conocidos,
etc.”.
Por regla general, las siglas se componen de las iniciales de las palabras,
normalmente de verbos, sustantivos y adjetivos y se escriben con mayúscula. Apunta
Casado Velarde (2015: 67) que los artículos, preposiciones y conjunciones no suelen
trascender a la sigla. Sin embargo, a veces se puede dar el caso de que las siglas no estén
formadas tan solo por las letras iniciales, sino que tomen otros elementos de la palabra,
e incluso que no se escriban con mayúscula o que estén tomadas de otras lenguas, por
ejemplo, el término láser (light amplification by stimulated emission of radiation), Varela
(2009: 94).
Alvar Ezquerra (2012: 50), hace una distinción entre las siglas transparentes y las
opacas. Las primeras son aquellas que al leerlas permiten que se pronuncie su forma
desarrollada. Sin embargo, las opacas no dejan entrever su pronunciación, y dentro de
las mismas encontramos las deletreadas, se pronuncia cada una de las iniciales, y las que
se leen de forma secuencial.
Según la metodología del OBNEO (Freixa y Solé [coords.], 2004: 16), y por ende
en nuestra tesis doctoral, ‘solo se recogen los casos en los que la sigla ha perdido algunas
de sus características y se ha lexicalizado: se escribe con minúsculas, se utiliza con flexión
E L N E O L O G I S M O | 81
de número y género o con una acepción diferente a la original’. Las siglas pueden
lexicalizarse o no (es el caso, por ejemplo, de LBD: Little Black Dress en nuestro corpus de
exclusión), es decir, convertirse en términos propiamente dichos, tal es el caso de las
unidades léxicas ovni (Objeto Volador No Identificado), sida (Síndrome de InmunoDeficiencia
Adquirida) y talgo (Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol) tomadas de Casado Velarde
(2002: 383) que incluso están registradas así en el DRAE (2014, ed. 23ª) aunque como
acrónimos. Para las siglas lexicalizadas, el autor Álvarez de Miranda (2006) reserva el
término de acrónimo, y es que el término es polisémico dependiendo de la definición del
autor.
Igual que para las abreviaciones nuestros términos están clasificados como
préstamos del inglés, pero son siglas en la lengua original. Por ejemplo, lbd, o lwd. Prueba
de su consolidación como unidad del sistema léxico es que han pasado en su
representación escrita a minúsculas.
El acrónimo, también denominado combinación, cruce o entrecruzamiento (Varela,
2009) o palabra-percha o palabra maleta (Miranda, 1994), para Casado Velarde (2015: 69)
consiste en el procedimiento por el cual una palabra se forma a partir de dos o—muy
raramente—más unidades léxicas, estando al menos una de ellas representada por un
fragmento de su significante, por ejemplo, docudrama está formada por un fragmento
inicial proveniente de documental y, la última por su fragmento final, drama. Para algunos
autores, la noción de acrónimo incluye aquellos vocablos cuya combinación se produce
por la fusión del fragmento inicial de una unidad léxica más el fragmento final de otra
unidad léxica (Almela, 1999: 206).
Para nosotras, el neologismo formado por acronimia es aquel consistente en la
combinación de segmentos de palabras que forman una estructura sintagmática, por
ejemplo, en OBNEO advertimos los siguientes ejemplos: apartahotel> acrónimo de
apartamento y hotel; o bicifestación> acrónimo de bicicleta y manifestación. Como vemos,
pueden distinguirse los acrónimos formados por la combinación de una palabra con un
fragmento de otra o bajo la combinación de un fragmento del primer término más el
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fragmento final del segundo término y no siempre con la fusión de las sílabas iniciales o
las letras iniciales.
Si bien es cierto que los acrónimos plantean muchas dudas respecto a otro tipo
de formaciones similares por la heterogeneidad a la hora de definirlas, y en algunas
ocasiones por la dificultad de delimitar la frontera entre unas y otras, algunos autores,
por ejemplo, son partidarios de que la acronimia es comparable a la siglación. En el
manual de Almela (1999: 210), podemos encontrar los rasgos más destacados de
similitud y divergencia entre la acronimia y los siguientes procedimientos similares: la
composición, prefijación, sufijación, siglación y sintagma abreviado.
Tabla 8. Tabla rasgos de la acronimia (Almela, 1999: 210)
Respecto de SIMILITUDES DIFERENCIAS
Composición Unión de dos lexemas Comp.: fusión de lexemas completos
Acre.: fusión de lexemas incompletos
Prefijación
Sufijación
Colocación inicial o
final relativa
Pre./Su.: componentes sin autonomía léxica
Acre.: componentes con autonomía léxica
Siglación Truncamiento de un
sintema
Sigl.: mínimo combinable: letras iniciales
Acre.: mínimo combinable: sílabas no sólo
iniciales
Sintagma
abreviado
Cruce de fragmentos de
lexemas
S.A.: libre linearidad (inicial/final…) de un
sintagma libre
Acr.: necesaria linearidad inicial/final de un
sintema
Aunque con anterioridad la acronimia se encontraba sublevada a contextos
exteriores, es decir, a términos tomados de otros idiomas, por ejemplo, del inglés como
‘bruch’ < breakfast lunch (Miranda, 1994), o constituía un tipo especial de palabras
marginales y efímeras (Varela, 2009), en la actualidad el léxico moderno de hoy es un
prolijo manantial de formación de palabras y una de las principales fuentes de creación
léxica en los medios de comunicación y en la lengua de la publicidad. La importancia se
debe a que resultan “útiles como respuesta a una mayor velocidad en la expresión que
viene marcada por las exigencias actuales establecidas por los medios de comunicación
E L N E O L O G I S M O | 83
de masas” (Lang, 1992: 259), aunque en nuestro trabajo no haya se haya observado esta
tendencia, ya que quizás no es tan productivo dentro de la lengua de la moda y de las
revistas femeninas.
Los neologismos formados por variación ortográfica son aquellos que presentan
una variante formal ortográfica. Por ejemplo, el término top model, registrado en NEOMA
(2016), es una variante ortográfica del término top-model documentado en el DRAE, 2001.
En lo que respecta a los neologismos formados por variación, la metodología del OBNEO
(Freixa y Solé [coords.], 2004: 17), dictamina que el neologismo formado por variación solo
mantiene esa etiqueta en los casos de variación ortográfica formal o cuando el
neologismo es una palabra simple que no es un préstamo. En el caso de otros procesos
de formación que implican un proceso de cambio, por ejemplo, ante la sufijación o la
prefijación, esta ha primado sobre el proceso de variación ortográfica.
2.1.3.3. Neologismos semánticos y sintáctico-semánticos
El neologismo semántico
Según la metodología del OBNEO (Freixa y Solé [coords.], 2004: 17), el neologismo
semántico se origina por una modificación del significado de una base léxica aunque
también puede tratarse de un neologismo formado a partir de un nombre propio (de
persona o marca registrada) utilizado como nombre común., por ejemplo, nivea,
pescanova o tupperware.
La visión que Martínez Celdrán (1976: 395) establece sobre la neología semántica
apunta la dificultad de la misma y critica su productividad. A propósito de esto, cita
unas palabras de Bello: “Hay un vicio peor que introducir palabras extranjeras; que es el
prestar acepciones nuevas a las palabras y frases conocidas, multiplicando las
anfibologías de que por la variedad de significados de cada palabra adolecen más o
menos las lenguas todas” (Bello, 1970: 15).
Para Guerrero Salazar (2007: 222), en otras palabras, los neologismos de sentido son
los nuevos significados que surgen en significantes ya existentes. Para Sánchez
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Manzanares (2009: 124) es un procedimiento fructífero a la vez que conflictivo a la hora
de establecer una metodología de reconocimiento. Para Guerrero Salazar el principal
motivo de la creación de este tipo de neologismo se debe fundamentalmente a la
economía en la lengua, ya que se aprovecha el acervo léxico existente.r Otro estudioso
de la formación de palabras que señala que no todos los neologismos son de procedencia
extranjera, Jesús Pena (2000: 531), menciona el hecho de que los neologismos españoles
pueden ser completamente novedosos, pero en ocasiones se añaden nuevos contenidos
semánticos a viejos términos patrimoniales: agujero, canguro, ratón, contenidos que en
muchas ocasiones son difíciles de detectar, ya que como apunta Guerrero Salazar (2007:
222), en ocasiones no presentan evidencia formal del cambio en las estructuras de las
palabras. Nosotras nos adherimos a la opinión de Guerrero Salazar y apostamos por otra
causa de aparición de los mismos como es la estrecha relación que se produce entre
neologismos semánticos y cambios sociales.
Por lo tanto, como acabamos de mencionar, no siempre la economía léxica es la
portadora de nuevas unidades léxicas, tal vez por ese motivo Yáñez López (2014: 95)
recoge otros motivos de los cambios semánticos como son:
1) Motivos lingüísticos: las estrategias del hablante para mejorar la eficiencia en
la comunicación usando, por ejemplo, metáforas y metonimias.
2) Motivos históricos: las palabras se van adaptando a las nuevas realidades y a
la aparición de nuevas ideas y objetos materiales.
3) Motivos sociales: las palabras del lenguaje de un grupo o ámbito determinado
que pasan al uso común suelen ampliar su significado.
4) Motivos psicológicos: los cambios de significado con frecuencia tienen sus
raíces en el estado de ánimo del que habla o en algún rasgo más permanente
de su índole mental.
Para dotar de significante a un significado, Ramos Márquez (1993: 176) establece
los siguientes métodos:
E L N E O L O G I S M O | 85
a) Cambio del significado. Se trata de palabras que hoy se han especializado como
catar que en castellano significaba ‘mirar, ver’ y en la actualidad se ha
especializado con el sentido de ‘probar’.
b) La extensión metafórica de un término. Esto es lo que ocurre con palabras como
rumiar, tragar, que sacados del ámbito de la alimentación pueden tener
significados metafóricos.
c) La ampliación de un significado. Para designar conceptos referidos a la
informática, se han tomado palabras del mundo de la medicina, por ejemplo,
virus o contagiarse.
d) La reducción de significados, por ejemplo, aburrir tenía el significado de ‘tener
aversión a algo’ y sólo en el siglo XVI adquirió forma reflexiva y el significado
que hoy tiene.
En cuanto a la tipología, aunque existen bastantes discrepancias a la hora de
clasificar las formas en las que se produce la neología semántica y que en el caso del
OBNEO no se establecen tipos por lo que no profundizaremos en demasía en los
mismos, algunos autores distinguen principalmente entre los neologismos por metáfora
y los neologismos por eufemismo. En los medios de comunicación actuales, apunta
Núñez Cabezas (2002: 393), que los dos recursos que generan con mucha frecuencia
neologismos de sentido son la metáfora y el eufemismo. Guerrero Salazar (2007: 223-235)
mantiene la hipótesis de que dentro de los neologismos de sentido se puede establecer
una división en dos grupos, estos son algunos de los ejemplos que propone:
- Neologismos por metáfora: aterrizar (llegar a un lugar o destino); martillear
(atacar con insistencia de manera dura y violenta); boda (unión o fusión amistosa
de dos cosas, empresas, organizaciones, etc.); pulmón (zona que, por su
abundante vegetación, produce una gran cantidad de oxígeno).
- Neologismos por eufemismo: actualidad rosa por cotilleo; chicas de vida alegre en
lugar de prostituta, excesos verbales en lugar de insultos.
86 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Sin duda, la metáfora junto al eufemismo constituyen dos de los procesos más
rentables dentro de la neología semántica. Según Llamas (2005: 103) “es rara la palabra
que no haya sido sometida a algún cambio de tipo metafórico”. La metáfora surge en la
mayoría de los casos gracias a la imaginación y a la voluntad de los hablantes y “es el
traspaso del sentido recto a otro figurado en una comparación no expresa o, dicho de
otra manera, el proceso por el cual un significante acepta otro significado ajeno al suyo
por medio de una comparación tácita” (Núñez Cabezas 2002: 393). El eufemismo, señala
el mismo autor que, se crea con el fin de sustituir a una palabra o expresión malsonante,
por ejemplo, el uso de larga enfermedad en sustitución del término cáncer.
Casado Velarde (2015: 89) acepta la clasificación establecida por Guerrero Salazar
(2007) y añade tres tipos más: por metonimia: tomar una copa, un jerez, etc., por
sinécdoque: diez cabezas ‘diez reses’ y por empleo irónico: alhaja, friolera, menudo, etc.
Relacionada con la metáfora también podemos hablar de la metonimia como
procedimiento para la asignación de nuevos sentidos a palabras de nuestro léxico.
Sánchez Manzanares (2006: 106) revisa a los clásicos para tomar la definición de
metonimia de Cicerón (1997) que la define como “la figura con la cual tomamos de
elementos próximos o vecinos una expresión que permita comprender algo que no ha
sido designado por su propio nombre”.
Casado Velarde (2016: 96) define la sinécdoque de la siguiente forma: “responde
al esquema lógico de pars pro toto o totum pro parte. Consiste en designar una cosa con el
nombre de otra con la que se encuentra unida en la realidad por un vínculo de: 1) Parte
a todo o viceversa: vela o proa por ‘barco’; 2) Género a especie o viceversa: los mortales ‘los
hombres’; 3) Singular a plural o viceversa: el español es sobrio ‘los españoles’…
El neologismo sintáctico-semántico: lexicalización, conversión
sintáctica, sintagmación y el neologismo sintáctico.
Si bien en la metodología del OBNEO los siguientes neologismos aparecen de
forma separada, nosotras hemos decidido presentar la propuesta de agruparlos, a
E L N E O L O G I S M O | 87
diferencia del OBNEO, en un mismo grupo por una simple cuestión de reorganización
de la metodología del OBNEO.
La lexicalización, principalmente, se produce cuando se introduce un cambio en
el habla para pasar ese cambio al sistema de la lengua. Sin embargo, la metodología del
OBNEO (Freixa y Solé [coords.], 2004: 17) habla del proceso de lexicalización y se refiere
al mismo como: “el neologismo formado a partir de la lexicalización de una forma flexiva
(no de un paradigma completo) normalmente de una forma de paradigma verbal”.
Generalmente, se considera como lexicalización el caso de los nombres provenientes de
formas verbales, por ejemplo, indignados o desencriptado (NEOMA, 2016). Sin embargo,
nunca se considera como lexicalización el caso de los adjetivos.
La condición de conversión sintáctica que establece la metodología del OBNEO
(Freixa y Solé [coords.], 2004: 15), señala que la misma implica un cambio de categoría
gramatical sin modificar la base léxica. Algunos ejemplos de neologismos sintácticos
encontrados en NEOMA son: recepcionar, o emprendedor.
Por último, la sintagmación se produce cuando aparece de forma fija una
combinación de palabras, normalmente un sustantivo y un adjetivo. Sin embargo, es
importante señalar que la combinación de palabras verbo + nombre y nombre + nombre
son el resultado de la composición y no de la sintagmación.
En algunos casos, conviene señalar que hay algunas ocasiones en las que la
sintagmación podría interpretarse como composición por sinapsia como, por ejemplo,
motor de búsqueda, pero que clasificamos como sintagmación siguiendo la metodología
del OBNEO.
La condición de neologismo sintáctico que define la metodología del OBNEO
(Freixa y Solé [coords.], 2004: 17) establece que el neologismo sintáctico implica un
cambio de subcategoría gramatical (género, número, cambio de régimen verbal), en una
base léxica, no en un cambio de categoría gramatical de adjetivo a sustantivo por
ejemplo. Cuando hablan de subcategoría se refiere a la flexión nominal de género y
número y al cambio de la flexión verbal, es decir, al cambio de régimen. Si bien, los
88 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
cambios originados por el paso de un nombre propio a un nombre común se consideran
neologismos semánticos y no neologismos sintácticos, ya que son el resultado de una
figura retórica (antonomasia) y no de un cambio de subcategorización (género, número,
transitividad, etc.).
Algunos ejemplos de neologismos sintácticos encontrados en NEOMA son:
azafato o jequesa como ejemplos de subcategoría gramatical en lugar de azafata o jeque.
Como ejemplo del paso de verbo transitivo a verbo pronominalizado advertimos los
siguientes ejemplos de sustanciarse o de cuadruplicarse.
2.1.3.4. Neologismos por préstamo
Cuando hablamos de préstamos lingüísticos es el DRAE en su versión online
quien aporta una definición con la acepción que aquí estamos utilizando: “Elemento
generalmente léxico que una lengua toma de otra”. El OBNEO (2004: 17) define la
neología por préstamo como ‘la incorporación de una unidad léxica de otra lengua’.
El préstamo se produce principalmente por factores exógenos no lingüísticos y
,en muchos casos, ni siquiera existe en la conciencia lingüística de los hablantes tal es el
caso de los arabismos o indigenismos americanos denominados ‘préstamos históricos’
(Casado Velarde: 2015: 125) difícilmente reconocibles actualmente por los hablantes
como préstamos. Generalmente, son los países más ricos, desde el punto de vista
económico, cultural, científico y político, los que ceden algunos de sus términos.
En las últimas décadas, el avance de la tecnología ha sido, sin duda, uno de los
factores que más han influido en la aparición de préstamos, muchos de ellos tomados de
forma arbitraria o por moda y no siempre con total fortuna. Sin embargo, no sólo el
ámbito de la tecnología se ha visto “invadido” por una inmensa cantidad de préstamos,
sino otros ámbitos como el informático, el médico, el financiero, el científico, etc.
Considera Steward (1999: 82), especialmente reseñable el número de préstamos
procedentes de la prensa ‘it is particulary evident in the media, which is constantly
E L N E O L O G I S M O | 89
required to deal with new concepts which are not yet lexicalizaded in Spanish or when
it wishes to revitalize old concepts by borrowing new foreign terms’.8
Tal y como hemos visto en puntos anteriores, son múltiples las formas en que las
personas incorporan nuevo léxico. Los neologismos pueden surgir a partir de la
reutilización de elementos morfológicos, sintácticos o semánticos. La composición, la
derivación, la parasíntesis y la acronimia han sido hasta hace poco los métodos más
comunes de formar neologismos. La introducción de palabras procedentes de otros
sistemas lingüísticos, es decir, el préstamo, no es un hecho nuevo en sí mismo, aunque
sí lo es la intensidad y la procedencia de neologismos por préstamo en los últimos
tiempos.
Si bien, en otras épocas los préstamos se tomaban principalmente de lenguas
clásicas derivadas de la nuestra como el latín o el griego, así documenta Guerrero Ramos
(2016: 131) en su estudio sobre el primer diccionario monolingüe del español, siempre la
inclusión de vocablos foráneos ha sido un procedimiento muy productivo en la
formación de neologismos y, en la actualidad, la facilidad con que las personas pueden
desplazarse a otros países y, sobre todo, la velocidad de las comunicaciones han
propiciado que los neologismos procedan principalmente de lenguas vivas.
Como en apartados anteriores discutimos, muchos autores consideran tres tipos
de neología. En primer lugar, hablamos de neología de forma, cuando se crean nuevos
términos a partir de otros previamente existentes en la lengua en cuestión o a partir de
sistemas lingüísticos extranjeros. En segundo lugar, nos encontramos ante la neología de
sentido, cuando se utiliza un término ya existente con un significado nuevo. En tercer
lugar, y es en este aspecto en el que se centra este apartado de nuestra tesis, se halla la
8 (Traducción propia): “Es particularmente evidente entre los medios de comunicación, que tiene que
enfrentarse constantemente al surgimiento de nuevos conceptos que todavía no están lexicalizados en
español o cuando se desea revitalizar conceptos antiguos tomando prestados nuevos términos
extranjeros”.
90 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
neología por préstamo, que se produce cuando una lengua adopta un elemento léxico
procedente de otra (Auger & Rousseau, 1987).
La neología por préstamo, a su vez, puede utilizarse para definir un concepto
nuevo o un concepto preexistente, que pasa a designarse con el término adoptado. Junto
a ello, hay que tener en cuenta una última consideración, el préstamo puede incorporarse
como solo significante o como signo entero (significante y significado) o la unidad
prestada puede incorporarse adaptado gráficamente (préstamo adaptado) o con la grafía
de origen (préstamo no adaptado)
Con todo, no existe consenso entre los diferentes autores a la hora de determinar
con exactitud las diferencias entre préstamo, extranjerismo, calco y xenismo, conceptos
que se tratan en el siguiente apartado.
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2.2. NEOLOGÍA POR PRÉSTAMO
2.2.1. Conceptos clave: préstamo, extranjerismo, calco y xenismo
Una de las mayores dificultades que hallamos en la terminología que se utiliza
para clasificar los diferentes vocablos que se incorporan a una lengua procedente de otra
es determinar los límites entre unos conceptos y otros. Muchos son los obstáculos que se
encuentra un término en su integración y muchas las denominaciones en los primeros
estadios para denominar una palabra extranjera. A este tipo de neologismos se le
denomina ‘xenismo, peregrinismo, citación, palabra-cita, palabra ocasional, palabra
casual’ (Capuz, 2005: 16-17).
En concreto, el término préstamo procede del ámbito de las finanzas y ha pasado
a designar la transferencia de elementos léxicos de una lengua a otra. Por otra parte, es
un término no exento de ambigüedad por su doble valor: por un lado, como proceso
lingüístico mediante el que se toma una palabra de una lengua y se adapta o no a otra;
y por otro lado, como elemento lingüístico en sí mismo (Gómez Capuz, 2009).
Este autor habla de dos tipos de préstamos lingüísticos, los préstamos integrales
“en los que se toma prestado ‘todo’ el elemento extranjero, significante y significado”, y
préstamos parciales, que engloban los calcos y los préstamos semánticos, “en los cuales
solo se toma prestado un ‘modelo’ morfemático o semántico” (Gómez Capuz, 2004: 40).
Los préstamos integrales, por lo que hemos observado a través de nuestro corpus de
estudio, son los que aparecen con mayor frecuencia en las revistas femeninas.
Ante tal situación cabría preguntarse: ¿cómo se reconoce un préstamo?, ¿cómo se
diferencia un calco de un préstamo?, ¿qué es en sí un extranjerismo?
Atendiendo al grado de integración en la lengua, Guilbert (1975: 92) citado en
Estornell (2009: 148) subclasifica en tres grupos las palabras extranjeras de acuerdo con
el grado de integración en la lengua: préstamos, xenismos (para estudiarlo hay que
considerar el valor pragmático y en nuestro trabajo no vamos a considerar si un
préstamo es xenismo o no porque tendríamos que considerar valores pragmáticos) y
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peregrinismos. Según este autor, los xenismos son los extranjerismos que no se adaptan a
la lengua y, por tanto, se mantienen y se sienten como tales. Los peregrinismos son las
voces foráneas que manifiestan aceptación en la comunidad de habla, por lo que se
encuentran en una primera fase de instalación. Los préstamos son las palabras
extranjeras que se asientan y se generalizan en la lengua, de ahí que se incorporan en los
diccionarios, y muchas de ellas se adaptan a la fonética, ortografía y morfología del
idioma que las acoge.
Otros autores prefieren utilizar el término extranjerismo para designar aquellos
vocablos no integrados en la lengua receptora, usados puntualmente y con conciencia
de palabra extranjera por parte del usuario Guilbert, (1975), y Gómez Capuz (2005).
Hoy día ya no se puede hablar de ‘lenguas puras’ en un sentido estricto. Las
lenguas toman, en diferente medida, términos procedentes de otras debido a diferentes
motivos que pueden ir desde una simple moda hasta la necesidad de definir una nueva
realidad. El préstamo es, por definición, una palabra no emparentada con la lengua que
lo adopta. Sin embargo, este proceso de adopción puede hacerse a nivel léxico, fonético,
morfológico o sintáctico, lo que da como resultado una amplia variedad de neologismos
(no sólo préstamos) que se han tratado y se tratan de clasificar de la forma más precisa
posible aunque no exenta de dificultades.
En ocasiones, el préstamo mantiene la ortografía y la fonética originales, si bien
la RAE trata de unificar criterios adaptando estos neologismos a la ortografía española
(carné, güisqui, tuit). Otras veces los términos se asimilan al sistema de la lengua
prestataria en el plano morfológico y sintáctico. La adaptación semántica puede llevar
aparejada o no una adaptación fonético-ortográfica.
Esta adaptación o asimilación implica, desde una perspectiva normativista, que
el préstamo experimenta un proceso que va desde el extranjerismo al préstamo
adaptado. Lázaro Carreter (1968: 85) en su Diccionario de Términos Filológicos define el
préstamo como “elemento lingüístico (léxico, de ordinario) que una lengua toma de otra,
bien adaptándolo en su forma primitiva, bien imitándolo y transformándolo más o
menos”.
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En este sentido Gómez Capuz (2009) habla de préstamo como de una
importación o transferencia directa de significante y significado frente al calco, que
constituye otra gran fuente de neologismos. Para Gómez Capuz (2005: 45) el calco es
‘una especie de inmigrante disfrazado de trabajador nativo y que no molesta a nadie’.
Algunos lingüistas ahondan aún más en esta cuestión. Los estructuralistas
norteamericanos diferencian la importación morfémica (préstamo) frente a la sustitución
morfémica (calco). En Europa, la tendencia es hablar de préstamos integrales, cuando se
produce adopción de significante y significado, en contraposición a préstamos parciales o
calcos, ya sean léxicos o semánticos.
Una vez centrada la cuestión del préstamo, nos hallamos ante “la dicotomía entre
préstamo (préstamo adaptado) y extranjerismo (préstamo no adaptado)” (Gómez
Capuz, 2009: 4). Según el propio autor reconoce, “la distinción entre préstamo y
extranjerismo se basa en criterios tan dispares como la cronología, la asimilación gráfica,
fónica y gramatical a las pautas de la lengua receptora por un lado y la conciencia
lingüística de los hablantes por otro”. Para nosotras y siguiendo el criterio del OBNEO
(2004: 18) establecemos la dicotomía entre préstamo adaptado y préstamo no adaptado.
Los préstamos adaptados son aquellos que ortográficamente se adaptan a las normas de
la lengua de origen entre las que establecemos la distinción entre: alemán, inglés, vasco,
castellano, catalán, francés, griego, italiano, latín, ruso y otros en el caso de que no se
encuentre entre ninguno de los idiomas anteriores. También, y en relación de nuevo con
la metodología utilizada en nuestro trabajo, nos hemos encontrado préstamos adaptados
o no adaptados que hemos introducido dentro de este grupo a pesar de que se hubiera
podido incluir dentro de otras clasificaciones como es el caso, por ejemplo, de style
streeter simplemente por el hecho de tratarse de un derivado de street.
Puesto que el calco implica una sustitución de morfemas o un préstamo parcial
de carácter semántico, que no imita la entidad fonética o significante sino otros aspectos
como la construcción morfológica y el significado, este tipo de neologismo suscita gran
interés entre los lingüistas.
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Bergua (2004), recoge la clasificación propuesta por Betz en la que distingue tres
tipos de calco basándose en el grado de modificación formal y conceptual del modelo
extranjero. De acuerdo con esta clasificación hablamos de calco literal, calco aproximado y
calco libre o conceptual.
En el caso del calco literal nos hallaríamos ante una traducción literal del modelo
morfema a morfema, la forma de neologismo por calco más habitual en español y que
encontramos en términos como (baloncesto por basketball); o (autoservicio por self-service)
o (efecto invernadero por greenhouse effect).
El calco aproximado efectúa una adaptación más libre del término, con una
traducción literal parcial del modelo a partir del cual se origina el neologismo en el caso
de palabras compuestas. Así, nos hallaríamos ante expresiones como “telón de acero”
(por ironcurtain, traducción literal ‘cortina de hierro’) o “cazatalentos” (por headhunter,
traducción literal ‘cazacabezas’).
Teniendo en cuenta que tanto el préstamo como el calco serían formas de neología
basadas en tomar un término de una lengua extranjera, llegamos a la conclusión de que
ambos métodos pertenecen al ámbito de los extranjerismos.
El fenómeno del extranjerismo se produce en todas las lenguas desde antiguo. Los
lingüistas centran gran parte de sus estudios en determinar las causas y las formas del
mismo. En principio como indica Capuz (1998: 35):
La suerte de las palabras importadas, que comúnmente se llaman préstamos, es,
naturalmente, muy diversa. Atendiendo al grado de su incorporación, y desde un
punto de vista sincrónico, hay que distinguir entre las voces extranjeras que el
idioma ha asimilado totalmente a su sistema, voces ya “digeridas” por la lengua,
que son los préstamos propiamente dichos, y las palabras que en su grafía, o en su
pronunciación, o en ambas cosas a la vez, acusan en los hablantes una conciencia de
que emplean una palabra extranjera, voces que todavía se sienten “enquistadas” en
el idioma: son los extranjerismos.
Aunque probablemente, en el caso concreto del castellano, cuando los españoles
entraron en contacto con nuevas realidades a su llegada al continente americano se
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produjo este proceso de incorporación de extranjerismos, con términos como patata, maíz
o huracán; considera Alvar Ezquerra (2007: 32) que se hayan en la actualidad algunos
ámbitos designativos en los que prevalece el uso de extranjerismos como: en el mundo
del deporte (ace, drive, green, play off, stick, birdie, lob, bogey, …), en las designaciones de
las diferentes tendencias de la música moderna (blues, big-beat, rai, grammy, indie, riff,
sampler, ska,drum and bass, etc.), en la gastronomía (por ejemplo, brownie, brunch, chopsuey,
risotto, sashimi, tempura, tartar, steak, tonnato, etc.), en las fibras y tejidos (por ejemplo,
camel, canalé, chiffon, denim, goretex, látex, mohair, patchwork, strech, tactel, etc.) y en la moda
entre otros ámbitos (por ejemplo, bustier, cullotte, evasé, fashion, street-fashion, hot pants, t-
shirt, y teba, etc.).
Otra de las expresiones utilizadas habitualmente para designar la incorporación
de palabras procedentes de otras lenguas es xenismo (del francés, xénisme). Según Gómez
Capuz, 2005: 29) el término procede del griego ksenikòn ónoma y comparte la misma raíz
que palabras como xenofobia: xenos con el valor de ‘extranjero’ o ‘ajeno a nuestra cultura’.
La ambigüedad de este concepto hace que exista una cierta disparidad a la hora de
definir en qué consiste exactamente el xenismo. Algunos autores lo definen, basándose
en criterios lingüísticos, como un ‘extranjerismo’ o ‘préstamo no adaptado’. Por el
contrario, otros autores se refieren al xenismo como un ‘término que designa una
realidad propia de una cultura extranjera’, identificándolo con los llamados exotismos,
que podríamos equiparar con un préstamo de nombre referido a una realidad que no
existe en el país receptor. Así, geisha o samurai serían considerados como xenismos por
parte de algunos autores y como exotismos por parte de otros. En este trabajo se sigue el
criterio del OBNEO (2004: 19) que considera que el xenismo es el resultado de un
préstamo cuya realidad no existe en otra cultura, si bien, se puede dar el caso de
integración a la cultura importadora que es nuestro caso, por lo que recogemos estos
términos como préstamos.
La tendencia en España es identificar el xenismo con el extranjerismo (Guerrero
Ramos, 1994; Lázaro Carreter, 1968). Es decir, se concibe como préstamo no asimilado y
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de uso escaso o restringido aunque así no es como aparece en nuestra base de datos
porque se eliminará el término.
La distinción entre xenismo, préstamo y peregrinismo para Alvar Ezquerra (1999:
56) se basa en lo siguiente:
Los xenismos son los extranjerismos que se mantienen como tales, y como tales son
sentidos, pues no se aclimatan a la lengua (por ejemplo, freak ‘raro, extraño’, reach,
‘audiencia acumulada’, rider, ‘motociclista). En el peregrinismo se manifiesta ya una
primera fase de instalación, de aceptación por parte de la comunidad (por ejemplo,
bigbang, by-pass, fitness, gay, leasing, light, playboy, swing). El préstamo es la fase
ulterior, cuando no solamente se acepta por la sociedad, sino que se generaliza.
Para Casado Velarde (2016: 126-131), el préstamo léxico es “la palabra que pasa de
una lengua a otra sin traducirse”; las voces xenismo y peregrinismo se han habilitado para
designar a los “extranjerismos ocasionales viculados a culturas o civilizaciones ajenas al
ámbito hispánico”.
Sin embargo, Gómez Capuz (2009) nos recuerda que en la lengua española el
término correcto para designar al préstamo no asimilado es ‘extranjerismo’ y se muestra
partidario de reservar el término xenismo para su uso etnológico y de contacto
interlingüístico en el contexto en que resulte apropiado. El autor tampoco considera
sinónimos los conceptos de xenismo, extranjerismo y barbarismo. En concreto, en el caso
del barbarismo, considera que este término se debe emplear para designar errores o vicios
del lenguaje al incorporar palabras procedentes del extranjero. Aquí se englobarían los
extranjerismos léxicos no aceptados por el DRAE de la Real Academia Española. Por
tanto, el barbarismo, desde el punto de vista normativo, podría incluir también al
préstamo semántico cuando este no se produce con propiedad.
Como Fernández García (1972) señala, el extranjerismo se produce no de forma
espontánea, sino con la intervención de la voluntad humana y su función es cumplir con
una necesidad orgánica del idioma. Esta es la principal diferencia que establece con
respecto al neologismo, que el autor define como un fenómeno espontáneo en la lengua.
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A) Préstamo adaptado y préstamo crudo
Acercándonos a la clasificación de los préstamos propuesta por Gómez Capuz
(2009), algunos autores europeos oponen los préstamos integrales (aquellos en los que
se toma prestado "todo" el elemento extranjero, significante y significado) a los
préstamos parciales (categoría que incluye todo tipo de calcos, en los cuales solo se toma
prestado un "modelo" morfemático o semántico).
La edición más reciente de la Ortografía de la Lengua Española (2010) explica las
normas que se deben seguir cuando se emplean palabras procedentes de otras lenguas.
En este sentido, equipara el tratamiento ortográfico de todos los términos e,
independientemente de su procedencia, ya sea esta una lengua viva o una lengua
etimológica apuesta por un proceso de adaptación ortográfica a la propia lengua.
Según su normativa, se habla de préstamos crudos o no adaptados en el caso de
términos o expresiones que conservan su grafía y pronunciación originarias. Estos deben
escribirse en letra cursiva (preferentemente) o entre comillas (quorum, in crescendo).
Por otro lado, entiende como préstamos adaptados los neologismos procedentes de
lenguas foráneas que han modificado su grafía o su pronunciación originarias para
adecuarse a las convenciones del español. Estos se escriben sin ninguna marca y se rigen
por las normas ortográficas y de acentuación del español, (pulóver en lugar de la
palabra inglesa pullover o leggins en lugar de la palabra inglesa leggings); (esnob en
lugar de la palabra inglesa snob). El préstamo adaptado implicaría un arraigo en el uso
de los hablantes, por lo que sí se integra en el sistema gráfico, fonológico y morfológico
del español:
El que un extranjerismo adquiera difusión internacional no implica, sin embargo,
que el proceso de adaptación a la propia lengua deba verse necesariamente
bloqueado. De hecho, aunque algunos términos son absorbidos de su forma original
por los sistemas ortográficos de otras lenguas, menos rígidos que el nuestro o más
afines al de la lengua de origen del préstamo, lo cierto es que las lenguas de nuestro
entorno no se sustraen a la tendencia natural a integrar plenamente en sus sistemas
lingüísticos las voces de procedencia extranjera con las que su léxico se enriquece,
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sometiéndolas para ello a sus propias convenciones ortográficas. (Ortografía RAE,
210: 600)
Por lo tanto, basándonos en la normativa de la RAE nos hallaríamos ante
extranjerismos o préstamos crudos cuando las voces procedentes de otra lengua se emplean
en español sin sufrir ningún tipo de adaptación formal para adecuarse a los patrones
gráfico-fonológicos como las palabras outlet, blues, pendrive, piercing, blues, hooligan,
backstage.
El grado de integración de los préstamos en la lengua receptora depende en gran
medida de la existencia de organismos reguladores, encargados de elaborar corpus de
términos que se puedan equiparar en cuanto a la semántica con los extranjerismos. De
esta forma, se evita la adopción excesiva de préstamos y se mantiene la integridad de la
lengua receptora.
Muchos autores han criticado la entrada y el uso excesivo de los extranjerismos
idiomáticos de todo orden. La recomendación de Cabré (1992) es encontrar el equilibrio
entre la admisión indiscriminada y el rechazo sistemático del préstamo, de manera que
este no se convierta en un perjuicio para la lengua receptora. En su opinión, el préstamo
debe ser un recurso de formación de términos y nada más.
Por lo que se refiere a la adaptación de los préstamos, la autora cree que se debe
respetar la estructura fónica y morfológica de la lengua receptora. Sin embargo, también
es preciso considerar las particularidades de la lengua donante.
Los préstamos adaptados se lexicalizan, básicamente, por el hecho de que
muchos de ellos han sido incluidos en los diccionarios y porque muchos de ellos forman
su propia familia de derivados (boicot del inglés boycott boicotear).
El préstamo crudo, es decir, el que no ha sufrido ningún tipo de modificación o
adaptación al sistema lingüístico al que se incorpora suele hallarse en la lengua española
principalmente dentro del ámbito de la tecnología y del deporte (plotter, chip, caddy, fly-
surf, lob, carving). Aunque con el tiempo muchos de ellos terminan siendo adaptados, en
algunos casos resulta complicado adaptar el préstamo, especialmente en aquellos de
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base toponímica o antroponímica. Con todo, en algunos casos el proceso de adaptación
se realiza con normalidad, por ejemplo, (Bordeauxburdeos) o (Champagnechampán).
Las marcas comerciales y el mundo de la moda también constituyen una
importante fuente de neología por préstamos, que en muchos casos resulta complicado
adaptar a la lengua española (rimmel/ rímel). La recomendación general es utilizar un
término alternativo en español como máscara de pestañas. Con todo, la puesta en práctica
de esta recomendación no resulta siempre sencilla, sobre todo cuando la marca comercial
está muy extendida (velcro, aspirina, vaselina, donut, colonia, panty). En cualquier caso, la
mayoría de autores coinciden en afirmar que se debe tratar de evitar en la medida de lo
posible la incorporación al léxico de préstamos no estrictamente necesarios.
Sin embargo, cuando el préstamo es, en realidad, un extranjerismo que se
incorpora al léxico para denominar una realidad de la cultura de la que se importa el
término, es preferible no modificar la forma original (Cabré, 1992). La justificación de la
autora se basa en el hecho de que en estos casos no existe un término equivalente para
denominar dicha realidad (geisha, Perestroika, tequila).
Por el contrario, la Real Academia de la Lengua prefiere la adaptación o, como
mucho, la coexistencia del préstamo crudo con el préstamo adaptado, incluso en estos
casos (whiskygüisqui). Es rechazable usar una versión extranjera de un término
cuando este es fácilmente sustituible por una versión propia (denimvaquero), aunque
como veremos a lo largo de nuestra tesis en muchos casos, y especialmente dentro del
léxico de la prensa que tratamos, la irrupción anglicista en la sociedad española es
reseñable e incluso dentro de los mismos muchos son falsos anglicismos (Balteiro,
2011a), por ejemplo el término smoking que debería denominarse en Gran Bretaña
‘dinner jacket’ y en ‘tuxedo’ en los Estados Unidos (Isabel Balteiro y Miguel Campos:
2012).
En cuanto a la incorporación de los nelogismos por préstamo al diccionario,
apunta Santamaría (2016: 204) lo siguiente:
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Los neologismos por préstamos siguen siendo una asignatura pendiente a la hora
de la consignación en el diccionario. El problema de la aceptación e inclusión de
extranjerismos en el español viene de lejos y con la última edición del diccionario
académico se vuelven a abrir viejas polémicas entre actitudes más puristas o
posturas más aperturistas. Lo cierto es que nuestra lengua se llena de nuevas
palabras procedentes de lenguas extranjeras y las obras lexicográficas deben
responder ante esta nueva situación lingüística.
Una vez realizadas algunas aclaraciones terminológicas elaboradas por diversos
autores, pasamos a determinar, lo que significan estos términos en nuestra tesis doctoral:
Entendemos por préstamo cualquier palabra tomada de otra lengua, con
independencia de su grado de asentamiento en el español, según el criterio observado
por los distintos miembros de NEOROC (red de neología del español coordinada por el
OBNEO), como puede observarse en Guerrero Ramos (2010), así por otros autores, como
Guerrero Salazar (2002).
B) Calco léxico y calco semántico
El concepto de calco se plantea por oposición al concepto de préstamo. En este
sentido, el préstamo se define como transferencia integral de un elemento léxico
extranjero, mientras que el calco implica traducción y sustitución de morfemas (Gómez
Capuz, 2009).
Algunos autores hablan de préstamos integrales, cuando se toma prestado el
término extranjero de forma global (significante y significado), y de préstamos parciales,
cuando se importa solo la parte morfemática o semántica. Dentro de esta categoría se
incluirían los calcos.
Los calcos se dividen habitualmente en léxicos y semánticos. Los primeros copian
una estructura léxica de una lengua foránea y la vierte en la lengua receptora con
palabras nativas. El calco semántico, tiene lugar cuando una palabra en la lengua
receptora recibe una acepción nueva, proveniente de su término correspondiente en la
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lengua foránea. Es el caso del vocablo evidencia que Steward (1999: 86) utiliza para
ejemplificar el caso del calco semántico:
“There is no evidence against him (no hay (evidencia) pruebas en su contra)”.
“To call somebody in evidence (llamar a uno (en evidencia) como testigo)”.
El calco léxico, señala Capuz (2009) que es una de las formas de neología por
préstamo a la que más atención prestan los lingüistas, se halla ampliamente
documentado y se produce tanto en situaciones de contacto cultural entre dos países
como en situaciones de bilingüismo generalizado.
El calco, como se ha visto, no imita el significante del término original sino que
centra la adaptación en aspectos como la construcción morfológica y el significado. Por
tanto, estaríamos ante un neologismo que traduce de forma literal el término adoptado
(unemploymentdesempleo; selfserviceautoservicio).
El proceso de formación de neologismos mediante el uso de calcos se basa, por
tanto, en la reproducción de un compuesto léxico de la lengua modelo con los medios
formales de la lengua receptora, después de haber analizado los elementos de dicho
compuesto léxico (Gómez Capuz, 2009).
Para que este proceso pueda tener lugar, la expresión de la lengua donante debe
cumplir una serie de condiciones. Por un lado, se debe poder descomponer en monemas
o morfemas y, por otro, el conjunto debe tener un significado literal como suma de los
significados parciales de la expresión. Mediante este mecanismo se incorporan a la
lengua española numerosos calcos léxicos (mountain-bike bicicleta de montaña, summit
conferenceconferencia cumbre, information highwaysautopistas de la información,
acid rainlluvia ácida, fastfood comida rápida, virtual reality realidad virtual).
Las características mencionadas arriba son las que permiten a los hablantes de la
lengua receptora analizar los elementos del compuesto léxico y reproducirlos
literalmente en su lengua nativa. En caso contrario, los hablantes de la lengua receptora
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optarán con toda probabilidad por un préstamo crudo, incorporando significado y
significante (software).
Lorenzo (1996), define el calco como un tipo de neologismo en el que se analizan
los elementos de la palabra –sean derivados o compuestos—y se les busca
correspondencia en la lengua terminal. Sin embargo, el calco léxico va más allá. Al
copiarse un modelo extranjero polimorfemático la lengua receptora crea un lexema
compuesto que no existía previamente. En palabras de Gómez Capuz (2009: 8), "el calco
crea una nueva lexía compleja (significante + significado) en la lengua receptora". Esta
sería la principal diferencia entre calco léxico y calco semántico, puesto que éste último
solo modifica el significado de una palabra preexistente en la lengua receptora, de
manera que el calco léxico se equipara más bien a un préstamo por traducción.
El calco léxico, concebido como sustitución de una palabra polimorfemática de la
lengua donante mediante términos ya existentes en la lengua receptora, se utiliza desde
antiguo como método para crear neologismos. Especialmente en el ámbito filosófico y
religioso (aunque también en el científico y en el tecnológico), se constatan numerosos
ejemplos de calco léxico que fueron prestados del griego al latín.
La razón de ser de este fenómeno de neología por calco léxico o estructural la
encontramos, por una parte, en que este cumple, por lo general, una función designativa
o literal, necesaria en la terminología técnica y, por otra parte, en el hecho de que permite
enriquecer el vocabulario disimulando su origen extranjero (Gómez Capuz, 2009).
Como se comentó en el apartado anterior, Betz (1949) propuso una clasificación
del calco léxico basándose en criterios formalistas según el grado de modificación formal
y conceptual del modelo extranjero. De acuerdo con este criterio, el autor habla de calco
literal, de calco aproximado y, por último calco libre o conceptual. Veamos en qué consiste
cada uno de ellos:
1) El calco literal se correspondería con una traducción exacta miembro a miembro,
en la que cada morfema de la lengua donante es traducido por el morfema más
próximo de la lengua receptora. Dentro de esta tipología se encuentran la mayor
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parte de los calcos en español procedentes tanto del inglés (unemployment
desempleo, skyscraper rascacielos, coastguard guardacostas, servicestation
estación de servicio, data base base de datos, brainwashing lavado de cerebro,
themepark parque temático) como de otras lenguas (lettre de changeletra de
cambio, coupd´État golpe de Estado, mise en scène puesta en escena,
WillezurMacht voluntad de poder, Lebensraum espacio vital).
2) El calco aproximado utiliza una reproducción más libre del modelo. En este
sentido, en el calco aproximado se realiza una traducción aproximada, una
traducción parcial (de una parte del compuesto) o una expansión en un
compuesto de una palabra simple de la lengua donante. Gómez Capuz (2009: 10)
propone clasificar los calcos aproximados en tres tipos: asimétricos, contraídos y
expandidos.
En el calco asimétrico, una parte del modelo se traduce literalmente y la otra, de
forma libre (ing. count-down ‘cuenta abajo’ esp. cuenta-atrás. El calco
contraído se produce cuando la traducción libre reproduce en una sola palabra
(simple o derivada) la palabra compuesta de origen (fr. coup de téléphone ‘golpe
de teléfono’ esp. telefonazo). El calco expandido reflejaría la situación
opuesta, es decir, aquella en la que una palabra simple se traduce como un
compuesto.
3) El calco libre o conceptual es el menos fiel al original, ya que es formalmente
independiente de este aunque mantenga el concepto.
Centrándonos en el calco semántico, observamos que este se basa en la imitación
del significado de la palabra donante. Sin embargo, el calco semántico, a diferencia del
calco léxico, no origina una nueva palabra compuesta en la lengua receptora. El calco
semántico, apunta Gómez Capuz, 2009: 8) que "se limita a alterar las funciones o
significados de una palabra simple ya existente en la lengua receptora, generalmente, a
través de una extensión semántica".
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Para ejemplificar el calco semántico, Gómez Capuz (2009) analiza el caso del
término halcón en el sentido de ‘político de línea dura’ (del inglés hawk‘halcón’ en su
acepción figurada de la lengua de la política). Según explica el autor, en este caso se
produce una adición de un nuevo significado a una palabra preexistente en la lengua
española. Tanto el término inglés hawk como el español halcón poseen el significado
literal de ‘ave rapaz’, que entraña una analogía conceptual de la que se infiere la acepción
de carácter metafórico. Chris Pratt (1980: 172) define el calco semántico como ‘la
traducción de un término inglés sin que haya relación etimológica directa entre la voz
inglesa y su traducción española, aunque sí pueden tener el mismo étimo último’.
Algunos de los ejemplos que propone son los siguientes (al final del ejemplo aparece el
diccionario consultado, teniéndose la sigla DRAE(S) para referir distintas ediciones del
diccionario académico y la sigla DUE para el Diccionario de uso del español de María
Moliner, (1 ª edición):
ambiente: de ‘environment’; DRAE.
cadena: de ‘chain’, referida a un número de establecimientos que tienen el mismo
nombre o dueño; DRAE.
canal: de ‘channel’, referido a la TV; DRAE.
estrella: de ‘star’, referido a personas; DUE.
El principal problema del calco semántico reside en su identificación. Puesto que
lo que se recibe es una nueva acepción para una palabra ya existente, resulta complicado
discernir si se trata de un neologismo externo o de un neologismo interno. La solución a
esta cuestión llega nuevamente de la mano de Betz (1949), que propone una
diferenciación basándose en la distancia semántica entre el significado tradicional de la
palabra y el significado nuevo.
El autor utiliza el término alemán entwicklend para denominar (‘que se
desarrolla’) a los términos en los que se produce un cambio semántico gradual y
compatible con el significado tradicional. En este caso nos encontraríamos ante
neologismos internos. Por otra parte, con la expresión bereichend (‘enriquecedor’) se
refiere a las expresiones en las que el cambio semántico es incompatible con el
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significado tradicional. Es en estos casos cuando se hablaría de neologismo externo por
calco semántico.
Los calcos semánticos se suelen producir por motivos de economía del hablante,
que tiende a identificar los usos contextuales de dos unidades léxicas análogas.
En la lengua española los calcos semánticos procedentes del inglés son
numerosos en los ámbitos técnico, político y periodístico. La razón se encuentra en las
traducciones apresuradas y los doblajes deficientes. Por ambos motivos, los calcos
semánticos se perciben, desde el punto de vista normativo, como una infiltración dañina
en la lengua receptora. Lázaro Carreter (1997) propone combatir los anglicismos
semánticos porque alteran nuestro idioma sin enriquecerlo. Respecto a los calcos léxicos
presenta una idea similar (2003: 126):
Lo de poner negro sobre blanco, con el significado de ‘poner por escrito’, es cosa que
ahora gusta mucho en los medios de comunicación, y hasta hay un programa así
titulado en la horrorosa televisión nacional que intenta convertir en lectores a los
televidentes con inyecciones del idioma legítimo en vena. Para ello, calca el inglés
black and white; si el español era, según una definición clásica, un latín mal hablado,
pronto será un inglés chapurreado.
El calco semántico como elemento en el que existe similitud conceptual, pero no
formal ni etimológica, equivaldría, dentro de la tipología de préstamo semántico
establecida por E. Haugen, al préstamo semántico homólogo (Gómez Capuz, 2009).
Este tipo de préstamo se produce, por lo general, entre lenguas no emparentadas.
No es excesivamente frecuente en la lengua española, puesto que su introducción
requiere un esfuerzo consciente de dotar de un significado nuevo a una voz tradicional.
Se trata, habitualmente, de términos técnicos traducidos, literal y conscientemente, con
una nueva acepción metafórica.
Como en el caso de los calcos léxicos, los calcos semánticos están muy presentes
en el lenguaje técnico actual, por ejemplo (endosar en su acepción de ‘respaldar algo’
es un calco semántico del inglés to endorse). Dentro del lenguaje técnico actual suelen
darse con palabras inglesas de etimología germánica que no tienen correlato alguno en
106 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
español (Gómez Capuz, 2009). El autor ejemplifica la situación con una serie de
expresiones representativas (open abierto, significado tradicional ‘que permite la
entrada’, significado anglicado ‘torneo no restrictivo’; file archivo, significado
tradicional ‘conjunto de documentos’, significado anglicado ‘un solo documento;
chain cadena, significado tradicional ‘serie de eslabones’, significado anglicado ‘grupo
de tiendas’).
2.2.2. Motivación y finalidad del préstamo en la prensa femenina
Son variados los motivos que originan la introducción de nuevas unidades
léxicas en el lenguaje periodístico. Una lengua no siempre cuenta con todos los recursos
léxicos necesarios para cada nueva situación comunicativa motivada por cambios
científicos y culturales, motivo que origina una evolución en la creación léxica
fundamentada principalmente por la siguiente finalidad: el progreso de la ciencia, la
tecnología y la eclosión de las nuevas tecnologías (Cabré, 2002: 29), pero además, como
señala Guerrero Ramos (1996), existen otras motivaciones extralingüísticas que
promulgan el uso de numerosos préstamos dentro de los medios de comunicación como
la presencia de empresas multinacionales o la colonización de España por el inglés
americano y por el francés por razones fundamentalmente de índole política, económica
y cultural.
Aguirre Martínez (citado en Yánez, 2015: 124) distingue, en su estudio sobre
neologismos en la prensa, dos causas principales para justificar la creación de
neologismos: semánticas y pragmáticas. Según Aguirre, hay casos en los que la falta de
significante para un significado conlleva la necesidad de buscar un nuevo término. Esto
sucede cuando el concepto, acción o situación es de creación reciente y requiere buscar
un término para referirse a ellos. No obstante, argumenta que en la mayoría de los casos,
la palabra que se crea no es necesaria y lo que busca el periodista es añadir un matiz al
significado. Sin embargo, cuando la intención es pragmática, en este caso, se añade un
matiz a un término existente. Tal es el caso del neologismo semántico angel, ángel en
N E O L O G Í A P O R P R É S T A M O | 107
español, encontrado en nuestras publicaciones, refiriéndose a las modelos de la firma
estadounidense Victoria’s Secret:
“El único ángel español de Victoria’s Secret con un conjunto rosa pastel en el último
desfile de Versace” (Cosmopolitan, febrero 2015: 26).
“El ángel de Victoria’s Secret apuesta por estilismos sensuales con minivestidos,
bordados de pedrería y botines joya” (Elle, diciembre 2014: 238).
En la misma dirección se expresa Estornell (2012) cuando en sus investigaciones
sobre las voces neológicas en la prensa femenina, a propósito de la abundancia de
préstamos del inglés, aclara que la aparición de los mismos tiene una función
principalmente pragmática con el fin de conseguir efectos tales como estilo, modernidad,
economía lingüística, internacionalidad, amenidad, originalidad, expresividad y énfasis
entre otros, o si no, ¿qué manifiestan los siguientes ejemplos?, es interesante señalar que
tan solo hemos seleccionado una muestra de todos los que aparecen en un ejemplar
seleccionado al azar de entre todos los de nuestro análisis, si bien, resulta significativo
que nos hemos encontrando con gran cantidad de préstamos del inglés. Veamos algunos
de los ejemplos:
“Lo tenemos claro, si quieres que tu ‘look’ sea el rey de la fiesta, déjate acompañar
por el ‘tuxedo’ ‘Touché’! (Elle, diciembre 2014: 39).
“El universo ‘fashion’ sufre la enorme pérdida del diseñador Oscar de la Renta”(Elle,
diciembre 2014: 48).
“Si eres fanática del ‘handmade’, entra en la tienda ‘online de Adamarina:
encontrarás joyas y complementos en clave artesanal”(Elle, diciembre 2014: 86).
“Este invierno los chaquetones acolchados te harán entrar en calor. Invierte en uno
con detalles de pelo, tipo capa o de estilo ‘oversize’”(Elle, diciembre 2014: 88).
“Vestidos ‘lady’, toques brillantes y complementos haute couture son los
compañeros de fiesta de la ‘brit-girl’.¿Para brillar como una estrella? Cortes sirena,
‘paillettes’ y tejidos ‘glam”(Elle, diciembre 2014: 232).
108 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
“¿Para brillar como una estrella? Cortes sirena, ‘paillettes’ y tejidos ‘glam’”(Elle,
diciembre 2014: 232).
“Cortes minimalistas, vestidos ‘cut out’, el clásico ‘black&white’ y la naturalidad por
bandera son los ‘tips’ de la modelo” (Elle, diciembre 2014: 240).
Los planteamientos de Sánchez Manzanares (2016) van en la misma dirección y
apuntan que la extensión en el uso de un préstamo puede estar ligada a la estrategia
pragmática, pero añade que puede existir una necesidad denominativa. En cuanto al
papel de los medios de comunicación la expansión del préstamo: “es definitivo (animal
print), pero, normalmente, no recibe la aprobación de instancias reguladoras”.
Pendones (1999), mantiene la hipótesis de que dentro de las revistas femeninas,
una de las características más propias es la profusión de extranjerismos por el siguiente
orden: anglicismos, galicismos e italianismos. Este punto lo compartimos, pero no
estamos de acuerdo en la puntualización que establece sobre los mismos, ya que la
autora considera que en algunos ámbitos como el de la moda están justificados.
Lozano (1995: 249), también se refiere al uso de extranjerismos y expone
ejemplificándolo cómo en las revistas femeninas advertimos un sinfín procedentes del
inglés y del francés cuya función principal, según la autora, es la de “crear un ambiente
de misterio y extrañeza que ensalce la exclusividad de una prenda o de las prendas de
las mujeres que las lucen”. Esta misma autora denomina este estilo como “cursi y
empalagoso”, pues buscando el refinamiento lingüístico acaba en la cursilería. Sin
embargo, este rasgo persuasivo de la lengua de la prensa femenina pensamos que está
ampliamente marcado por un objetivo comercial que se sirve de extranjerismos como
reclamo de unas consumidoras ávidas de este tipo de lengua de la moda. Seguramente,
para este tipo de lectoras, no es lo mismo hablar de un estilo casual que de un estilo
deportivo, o de un estilo grunge en lugar de un estilo desenfadado y así podríamos citar
infinidad de casos en los que el objetivo comercial impregna la lengua de la moda y por
ende el léxico de la prensa femenina.
N E O L O G Í A P O R P R É S T A M O | 109
Fernández Sevilla (1974: 132), ya apuntaba en los años setenta que la lengua se
estaba transformando debido a un proceso en el que entran préstamos lingüísticos en
crudo, y señala el autor que se debe a los siguientes factores, “a traductores ineptos, otras
a través del esnobismo de periodistas y locutores de radio, otras, en fin, por el cauce de
una propaganda comercial alienante tan absurda como obsesiva”.
Para Romero (1999), la respuesta al interrogante de por qué aparece el
neologismo en los medios de comunicación se puede contestar atendiendo a la
funcionalidad del periodista, es decir, se pueden presentar neologismos estilísticos o de
autor marcados por una intención puramente expresiva como los creados por el genio
del lenguaje Francisco Umbral como mero transmisor de información. Termina
afirmando la autora (1999: 93) que: “el discurso periodístico puede quedar marcado
neológicamente con intención diversa por parte de quién escribe, puede guiarle el deseo
de captación de clientela o la inclusión en un determinado grupo (…)”, y quizás, en este
deseo de inclusión en el grupo de lectoras de la prensa femenina, nos enfrentamos a un
sinfín de términos foráneos, pensamos que aceptados y buscados por la mayoría de las
lectoras de estos títulos. Muchos de estos términos, con una clara intención expresiva y
ornamental tenderán a desaparecer o a quedarse en hápax. Sin embargo, existen grados
de creatividad media, es decir, neologismos que con el tiempo sí se normalizan y dejan
de ser de estilísticos o de autor en los que no es preciso inventar una palabra ‘rara’, pero
que por ejemplo, se pueden formar haciendo uso de un término extranjero y
normalizándolo a través de una sufijación, como por ejemplo la del término fashionista:
“Es tiempo de rebajas. Por eso, nos hemos inspirado en la pasarela de primavera-
verano 2015 para soplarte las prendas y accesorios que seguirán siendo tendencia la
próxima temporada. Las fashionistas ya lo saben. Haz como ellas” (Cosmopolitan,
febrero 2015: 32).
Como vemos, existen múltiples factores estilísticos, extralingüísticos, sociales y
socio-psicológicos que fomentan la incorporación de nuevas creaciones en el lenguaje
periodístico. Sin embargo, Guerrero Salazar (2007: 19-54) apunta hacia los factores
110 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
lingüísticos como los impulsores de la creatividad léxica en el lenguaje periodístico.
Según, la autora los neologismos se crean debido a:
A) La necesidad de designar nuevas realidades, por ejemplo; cibersexo, teletrabajo. Lo
mismo ocurre dentro de la prensa femenina con términos que en su día fueron
creaciones dentro del mundo de la moda como la expresión anglosajona, denim,
para designar la tela gruesa de los vaqueros, término que etimológicamente
parece provenir, según Rivière (2014: 87) de la tela francesa, concretamente “de
Nîmes” que llegaba a los primeros fabricantes de vaqueros en los Estados
Unidos. Otro de los muchos términos que aparecen documentados en el
Diccionario de la moda de Rivière (2014) y que hace alusión al surgimiento de
nuevas realidades es el término fashion victim, expresión que describe a
‘individuos que son víctimas de la moda’, expresión que según Rivière, comenzó
a utilizarse en Estados Unidos a mediados de los años ochenta.
B) La voluntad de estilo:
b1) Transgresión de las reglas, por ejemplo, Aznaridad, tumbing, kedada.
b2) Creación de archisílabos (palabras largas), como malhumoración.
b3) Utilización de diminutivos y acortamientos, por ejemplo, triunfitos,
garzonita.
b4) Empleo cómico o tendencioso de algún formante, por ejemplo, tele-abuela,
neopijos.
b5) Cruces léxicos, por ejemplo timotecas, (término que proviene de timo y
pinacoteca).
b6) Separación de palabras, por ejemplo, bat-armario o ex –critor.
b7) Modificación de las letras, por ejemplo, cheques púbicos.
b8) Efecto acústico, por ejemplo, decretazo.
La lengua de la prensa femenina también presenta esta voluntad de estilo como
podemos ver en las siguientes muestras tomadas de nuestro corpus: trasgresiones de
reglas como: encaje semanasantero, utilización de diminutivos como: vestidito, sedilla,
N E O L O G Í A P O R P R É S T A M O | 111
chupita, mochilita, collarcito o peludito entre otros o infinidad de ejemplos de separaciones
de palabras como los siguientes por citar algunos: accesorio-joya, biquini-bandeau, bolso-
cartera, bolso-joya, brilli-brilli, gafas-corazón o grafitis-joya.
C) El contagio sociocontextual. Gran parte de los neologismos de sentido que se
constatan en la prensa proceden del traspaso de un vocabulario especializado a
otro, por ejemplo: “Hamburgo le saca la tarjeta roja al SPD del canciller Schröder”,
en el que vemos el influjo del lenguaje deportivo en la política.
También este contagio lo podemos trasladar al lenguaje de la prensa femenina en
el que encontramos términos de otros ámbitos como la unidad léxica beisbolera que hace
referencia a la cazadora, camiseta o gorra de béisbol.
D) La ignorancia y el error.
d1) Neologismos innecesarios: civilizatorio por civilizador, argumenarias por
argumentativas.
d2) Impropiedades léxicas: muchos de estos usos erróneos proceden de calcos
semánticos, en su mayoría, de la lengua inglesa, por ejemplo: el adjetivo
aggressive en español se traduce al español por el uso impropio al español de
agresivo.
d3) Errores ortográficos, por ejemplo, macroregión, seminstrumentales.
d4) Redundancias, como por ejemplo, autodisolverse, autosuicidarse,
autoderrotarse, autoimponerse, autolimitarse.
Si dentro de la prensa hay neologismos innecesarios, dentro de la prensa
femenina, como hemos señalado anteriormente, debido principalmente a una función
expresiva, estos neologismos superfluos pueblan todas las cabeceras femeninas.
Algunos ejemplos de nuestro corpus son: low cost, aborregarse o wishlist entre otros.
Además, también hemos encontrado anomalías ortográficas como la no acentuación del
término lúrex que de acuerdo con el diccionario de Rivière (2014: 184) consiste en ‘la
marca registrada por la Dow Chemical Company de un hilo de fibra metálica
introducido en los años cuarenta, muy utilizado para ropas de vestir hasta los años
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setenta’. También aparece acentuado en el glosario de la moda Fundéu (2015: 14) y con la
siguiente definición: ‘Fibra sintética, elástica y brillante, formada por un hilo de
aluminio, recubierto de una lámina transparente de plástico de diferentes colores’. Estos
errores dentro de la lengua publicitaria, señala Spang (2005) que se deben al estilo
telegráfico del que hacen gala este tipo de texto proclive, en algunas ocasiones, a no
respetar las reglas gramaticales ni ortográficas.
E) La economía o administración del espacio periodístico:
e1) Neologismos por composición en los que el guion indica la supresión de
determinados elementos. Por ejemplo, un pacto Madrid-Rabat evita la
construcción más extensa entre Madrid y Rabat.
e2) Neologismos por composición de dos sustantivos con o sin guion. Ej: piso-
refugio; denuncia antimonopolio.
e3) Neologismos por composición de sustantivo+ adjetivo derivado. Ej:
comisión intersectorial.
e4) Neologismos mediante afijos que sustituyen a estructuras más extensas.
Los adjetivos derivados en –al (convivencial); prefijo re- (reocupación).
e5) Neologismos morfológicamente más breves que las bases de las que
proceden. Destacan los creados mediante derivación regresiva (alucine de
alucinar), acortamientos (semis de semifinales) o siglas (PP de Partido
Popular).
e6) Neologismos creados por elipsis. Ej: primarias (de elecciones primarias),
portátil (de ordenador portátil), Segunda (de Segunda División).
Como hemos visto, estas características que señala Guerrero Salazar (2007)
también se dan dentro de la lengua de la prensa femenina. Sin embargo, respecto a la
última de la anteriormente citadas, la economía del espacio, pensamos que presenta
divergencias en el caso de la prensa femenina. Aunque advertimos en nuestro corpus
infinidad de ejemplos economizadores del espacio formados por composición (gafapasta,
reloj pulsera, cierre amuleto), elipsis (top en lugar de top model, mini en lugar de minifalda),
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acortamientos (protas, zapa, japo, brit) o siglas como DIY o LWD, entre otros, pensamos
que cumplen un objetivo distinto dentro de la prensa femenina y no es el de salvar
espacio. La economía del espacio puede ser un paradigma y un principio lingüístico
dentro de la prensa general motivado por unas reglas diferentes a las de la prensa
femenina. En el caso de esta, la economía del lenguaje creemos que no viene propiciada
por una economía del espacio sino por una intención principalmente publicitaria, ya que
en la mayoría de las páginas la imagen prima sobre el texto. Otro de los motivos que
podría motivar el mensaje telegráfico de la prensa femenina puede ser la reducción
regular del tamaño de estas revistas. Actualmente, se comercializan distintos tamaños,
esta tendencia a la reducción del formato podría ser otro de los motivos de la inclusión
de menos texto en las mismas por la complejidad que conlleva leer en un formato A5.
F) Los recursos para la correferencia. Son recursos que se utilizan para evitar la
repetición, manteniendo, al mismo tiempo, la identidad referencial de los
elementos que constituyen la línea temática. De esta forma, en un mismo texto
podemos encontrar al portero de un equipo nombrado como guardameta, meta,
guardavalla, cancerbero, arquero, etc.
Este último aspecto, también difiere de la estructura semántica de los textos
femeninos. En los textos periodísticos propiamente dichos, como acabamos de ver,
existen una serie de características relativas a la correferencia, identificada como
sinonimia, que no se presentan dentro de la prensa femenina, ya que, por ejemplo, no
hemos encontrado esta conexión sinonímica léxica. Aunque el eje temático de nuestros
textos está relacionado evidentemente con la moda por lo que la línea argumental es la
misma, en muy pocos casos hemos apreciado que se haga uso de la sinonimia, más bien
al contrario, nos hemos encontrado dentro del mismo número, e incluso dentro de la
misma página con los mismos términos de forma reiterada. Así ocurre por ejemplo en el
número de febrero de la revista Marie Claire con el término arty:
“Sports Atack! Se pone de excusa el deporte pero esta tendencia es un mix entre lo
arty y lo retro” (Marie Claire, marzo 2014: 30).
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“Arty Bag. El bolso compacto tipo lady (el rival más duro del tote y del shopping
bag), ese bolso de asa corta y cuero duro, sirve ahora como lienzo. Llévalo con un
pequeño vestido negro o con otros elementos arty porque, como sabes, lo arty va
con lo arty” (Marie Claire, febrero 2014: 60).
“Estampados arty, lurex y variaciones del espoquin en versión “shine floor”. De
Elvis Presly a Johnny Cash, y de “Grease” a “´West Side Story” con un punto de
rebelde sin causa. Cuero y lurex, lamé y jeans, tiki y preppy. Es el triunfo de la
hiperjuventud” (Marie Claire, febrero 2014: 116).
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3. NEOLOGÍA Y PRENSA FEMENINA
3.1. EL CONCEPTO DE REVISTA FEMENINA DE ALTA GAMA
Partiendo de la idea de revista en general, debemos considerar que el término
designa, según Eguizábal (1998: 184), a aquella publicación caracterizada por una
periodicidad menor que la de un periódico, y que posee más ilustraciones y contenidos
de menos actualidad, pero tratados con más amplitud.
La definición de prensa femenina es más compleja, y está sujeta a muchos matices
y discrepancias conceptuales. La ciencia de la comunicación no dispone de criterios
uniformes que categoricen este tipo de prensa, lo que se estima como consecuencia del
desinterés por este tipo discursivo dentro el ámbito científico.
Sin embargo, pese a lo equívoco que puede resultar el término, ¿hablaremos en
nuestro trabajo de prensa femenina o de prensa para mujeres? Para evitar confusiones
conviene recordar la distinción que nos apunta Hinojosa (2008: 96) en su tesis doctoral,
La persuasión en la prensa femenina: análisis de las modalidades de la enunciación, en la que
alude a la diferencia que establece Fernández Sanz (2002: 105) entre estos términos, que
no considera sinónimos, ya que hay quien prefiere distinguir entre unas publicaciones
que se ocupan fundamentalmente de una temática relativa a la casa, la moda, la belleza
(prensa femenina) y otras que se definen como dirigidas especialmente a la mujer, pero
con otro tipo de intereses. En este último grupo se encuentran, por ejemplo, las revistas
de corte feminista.
Por lo tanto, y según esta última definición, estaríamos hablando en nuestro caso
de prensa femenina o de revista femenina, que Menéndez (2009: 294) define de la siguiente
manera:
Revistas femeninas son aquellas publicaciones seriadas especializadas, distribuidas
bajo distintas fórmulas de difusión (de pago, gratuitas o mixtas), cuyo público
objetivo es explícita o implícitamente de sexo femenino, ya sea adulto o juvenil, cuya
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audiencia está mayoritariamente integrada por mujeres y que, en función de sus
características formales, pueden formar parte o no de las publicaciones de alta gama.
Torres (2008) plantea una clasificación en la que el concepto revista “femenina”
se podría dividir en tres grupos:
a) Revistas de alta gama, es decir, revistas como las de nuestra tesis, Elle,
Cosmopolitan, Vogue o Marie Claire.
b) Revistas que no solo tratan asuntos de belleza y moda, sino que prestan
atención a temas que resultan interesantes para las mujeres como la familia,
la cocina, la decoración o las relaciones de pareja, por ejemplo, AR La revista
de Ana Rosa, Mía, Nuevo Vale, Bulevar 21, Clara.
c) La prensa rosa, con títulos como Hola, Semana, Lecturas, Diez Minutos, Cuore,
etc.
Como podemos observar hay autores que incluyen dentro de la prensa femenina
la modalidad de la prensa rosa y otros que la excluyen. Este hecho nos ha hecho
reflexionar y adherirnos al grupo de autores que la incluyen, porque consideramos que
forman parte del inventario femenino por el público al que van dirigidas, parte de los
contenidos que tratan, etc. Sin embargo, no podemos calificarlas desde nuestro punto de
vista “de alta gama” por diversos motivos, en primer lugar, por las características
formales de la prensa del corazón, y en segundo lugar porque solo parte de la temática
que tratan es de interés para la mujer, pero no solo como noticia de actualidad de la
prensa rosa.
Por otra parte, Pérez Salicio (2002: 1), contrapone la idea de tradicionalidad y
conservadurismo separando revistas femeninas y prensa del corazón y señala que
“frente a las revistas del corazón como baluarte de los roles tradicionales, las revistas
femeninas son el baluarte de la mujer liberada y moderna”. Según Pérez Salicio (ibídem),
que el precio de estas publicaciones sea algo más elevado que el de las revistas del
corazón, determina que las lectoras sean mujeres con independencia económica,
estudios superiores y afán de distinción.
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Esta última tesis se contrapone a las ideas de Ganzábal (2007), para la que el
lanzamiento de las revistas de alta gama en formato bolsillo con un precio reducido o la
versión digital ha planteado la democratización de las mismas e incluso el concepto de
“alta gama”, pues, según la autora, estaríamos hablando de revistas de gran calidad a
bajos precios. Sin embargo, Ganzábal (2007: 1), justifica el encarecimiento de las mismas,
ya que la particularidad de estas publicaciones respecto a otras es que “ofrecen calidad
no sólo fotográfica sino tipográfica, publicitaria, modelos nacional o internacionalmente
conocidas, articulistas de renombre e incluso gente famosa (actrices, cantantes…) que
cada vez se prestan más a salir en este tipo de publicaciones buscando prestigio y
seriedad”.
Para Gallego(1990), la diferencia principal en este tipo de publicaciones estriba
en la distinción entre discurso público y discurso privado. Las revistas de corte
masculino, dirigidas fundamentalmente al sector masculino, presentan un discurso
público que versa sobre política, ideología o información general entre algunos temas
posibles. Sin embargo, el discurso de la prensa femenina presenta cuestiones de ámbito
privado y establece sobre la base del mismo pautas de comportamiento y modelos de
referencia. Ese discurso para Gallego (1990: 35):
Le habla de cosas que conoce y domina y le ofrece referencias y modelos sobre todo
aquello que, para bien o para mal, ha configurado su vida: relaciones conyugales,
filiales, los problemas de alimentación, la atención a cada uno de los aspectos que
conforman su hogar—decoración, cocina, cuidados—, así como una atención
fundamental a su aspecto mediante la exaltación de la belleza y el cuidado personal.
Por lo tanto, hablamos de prensa femenina y no del corazón en nuestro caso y
podemos concretar más añadiendo que las revistas analizadas pertenecen al grupo de
las revistas de alta gama, aunque estas tampoco cuentan con una definición precisa.
Pérez y Romero (2010: 14) afirman que “la expresión ‘revista femenina de alta gama’ es
una autodefinición proporcionada y emitida por los elaboradores de las propias
revistas”. El objetivo principal es anunciarse como una publicación de élite y ocupar una
posición destacada en el sector de las revistas femeninas.
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Pérez Herrero y Garrido (2006: 102) aclaran que:
Las revistas femeninas de alta gama son el escaparate de dos industrias muy
poderosas y boyantes: la de la moda y la de la cosmética. Se trata de productos que
se reivindican desde el marketing como dedicados al cuidado estético de la mujer y,
al mismo tiempo, intentan mantener una vocación de informar, asesorar y
entretener. En ellas se muestran las últimas colecciones de alta costura, los
complementos de moda más exclusivos y aparecen las modelos internacionales más
cotizadas. También, desde una perspectiva periodística, incluyen reportajes sobre
temas de actualidad que los responsables consideran que “afectan a la mujer de hoy
en día.
Efectivamente, la estrecha relación entre revistas de alta gama y las temáticas de
la moda y belleza es innegable y queda reconocida en autores como Torres (2007), por
ejemplo, ella asegura que a pesar de que los temas de belleza y moda son recurrentes en
cualquier publicación destinada a las mujeres, la prensa de alta gama se diferencia del
resto (decoración, gastronómica, religiosa, televisión, salud, familiar, …) en que los
temas principales de la prensa de alta gama son belleza y moda femenina.
Aparentemente, el modelo femenino que inspira a estas publicaciones es un
paradigma de mujer independiente y culta, que constituye un referente de la sociedad
moderna. En consecuencia, no es extraño que esta ‘nueva mujer’ se incline hacia un tipo
de prensa que le dedica un trato tan personal y único. Sin embargo, Pérez Parejo (2006:
1) señala que:
Nada hay de nuevo en este modelo de mujer que subraya hasta la obsesión el papel
de objeto ornamental que siempre se le ha adjudicado. Se insiste en el culto a la
belleza a través de la moda, los cosméticos, las dietas, la gimnasia. Se dicen
feministas, pero adoran el tótem mediático del estrellato, sus modelos de mujer
actual son las bellezas del papel couché.
Lo cierto es que hasta el momento nos hemos centrado en la caracterización de la
denominación alta gama como un conjunto de factores más referidos al contenido que a
la forma. Al respecto, señala Hinojosa (2008: 103-109) las siguientes similitudes para
caracterizar el formato:
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1.- La portada muestra la imagen de una cotizada modelo.
2.- Papel satinado de gran calidad.
3.- Fotografías artísticas para ilustrar los reportajes sobre moda.
4.- Tipografía y diseños innovadores.
Como podemos observar, pese a las múltiples tentativas realizadas al respecto,
la clasificación de las revistas femeninas permanece envuelta en un halo de ambigüedad
que resulta perceptible por la mayoría de los autores. Las dificultades para acotar este
sector probablemente radiquen en la falta de unanimidad para clarificar el verdadero
significado de ser mujer, de lo femenino o de las temáticas que realmente interesan a las
mujeres (Ganzábal, 2004) o también pueden estribar en el desinterés académico sobre la
materia que impide una categorización y definición satisfactorias (Menéndez, 2013).
3.1.1. Dualidad belleza-moda en revistas de alta gama
Cuando escuchamos la palabra moda lo primero que viene a nuestra mente es la
imagen de una tendencia en el vestir y en la forma de maquillarse o de peinarse,
impuesta por los diseñadores y personajes famosos, que resulta válida durante un
período determinado de tiempo. Sin embargo, la moda va mucho más allá de esta
definición tan simplicista. Se trata de un concepto amplio, que no solo abarca estilismos,
sino que también incluye lugares (destinos turísticos, restaurantes, salas de fiesta, etc.),
estilos musicales o artísticos, e incluso formas de comportamiento (Cristófol y Méndiz,
2015).
Otros autores, como Lipovetsky (1990: 24), que analiza la moda desde un punto
de vista sociológico, se muestra de acuerdo con la idea ineludible de considerar la moda
desde distintas perspectivas que no solo incluyen el vestuario sino otros sectores como
‘el mobiliario y los objetos decorativos, el lenguaje y sus formas, los gustos e ideas y los
artistas y las obras culturales’. La definición de Lipovetsky de la búsqueda de la novedad
y de venerar el presente se ajusta muy bien a nuestro pensar sobre el concepto.
120 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Entwistle (2002: 286), también combina esta dualidad del término moda en su uso
ambivalente, por una parte, como ‘idea abstracta y discurso estético’ y, por otra, con el
sentido de ‘indumentaria actual’. Esta misma autora (2012: 1), explica que para entender
el concepto moda hay que entender la relación que se produce entre los diferentes
cuerpos que operan dentro del sistema de la moda tal y como: fashion colleges and students,
designers and design houses, tailors and seamstresses, models and photographers, as well as
fashion editors, distributors, retailers, fashion buyers, shops and consumers9.
Similarmente, Squicciarino (1990) dice del término moda que abarca un amplio
campo, desde las artes y la literatura hasta el de las costumbres, así como el del juego o
el del vestido.
Como podemos observar, la moda no es solo un conjunto de prendas de vestir y
de complementos, sino que va mucho más allá hasta convertirse en un fenómeno social
que impregna todo lo que nos rodea, un mundo de ilusiones no palpables que produce
una terrible atracción. Un fenómeno que para nosotras no solo afecta a los objetos y
acciones que nos rodean, sino que alcanza hasta el discurso. En palabras de Ruiz
Palomino (2001: 338):
Socialmente, la moda es un medio de manifestar su pertenencia a un grupo
(pequeño) y al mismo tiempo su oposición a otro grupo (grande) y en particular su
posición respecto del orden establecido, del poder y de la impugnación social,
manifestar sus opiniones, su status social, la importancia de la juventud,
demostrarse a sí mismo que pertenece a una élite o a un supergrupo.
A la idea de pertenecer a un grupo, Pérez Tornero, Topea, Sanagustín y Costa
(1992: 50) se suman y admiten que la moda es una forma de estar en la colectividad,
‘uniformándose’ para perseguir la actualidad. Estos autores definen la moda como “la
propagación masiva de un viejo juego aristocrático”.
9 (Traducción propia): “Universidades y estudiantes de moda, diseñadores y casas de moda,
sastres y costureras, modelos y fotógrafos, así como editores de moda, distribuidores, minoristas,
compradores de moda, tiendas y consumidores”.
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 121
Sin embargo, esta idea de grupalidad, Ruiz Palomino (2001) la describe como la
individualización de la moda como un deseo de juventud y modernidad, la renovación
del aspecto exterior con la idea de adornarse para atraer sexualmente y el modelo a
imitar por otros.
En todo este entramado de definiciones de la moda, las revistas de alta gama
actúan como canales difusores de aquello que “está de moda”, y lo reivindican a través
de una publicidad centrada en marcas cosméticas de primer nivel, complementos y en
diseños de la alta costura. Se tiende, por este motivo, a ignorar todas aquellas marcas
que no resultan prestigiosas, aunque tengan una buena acogida en el mercado (Garrido,
2008).
Por lo tanto, podemos deducir que existe un paralelismo entre revistas de alta
gama, belleza y moda selecta. Esta moda selecta se ve reflejada en la alta costura. Se
entiende por alta costura, término proveniente del francés y creado por Charles Fréderick
Worth padre de la alta costura, al conjunto de todas aquellas prendas que han sido
diseñadas para unos clientes privados, por un taller situado en París que cuenta con más
de 20 empleados y que presenta al público una colección de mínimo cincuenta diseños
originales por temporada (Caprile 2015: 78). Su elevado precio hace que solo puedan
acceder a esta moda las personas de gran poder adquisitivo. Podemos añadir, según
Lipovetsky y Serroy (2015: 124), las reglas dictadas por la Cámara Sindical de la Costura,
no todas coincidentes con Caprile (2015), que hacen de la alta costura una profesión
autónoma desde 1910: “las casas deben tener veinte asalariados, deben presentar al año
dos colecciones de por lo menos setenta y cinco modelos con maniquíes vivos y enseñar
estas mismas colecciones al menos cuarenta y cinco veces al año a la clientela particular”.
En cuanto al punto de partida de la moda, los mismos autores Lipovetsky y Serroy (2015:
126), postulan la hegemonía de París como centro único, eje de todas las miradas
femeninas que dicta la norma de lo chic.
Por el contrario, el prêt à porter, según De la Puente (2011: 88), corresponde a la
expresión francesa que, literalmente, significa ‘listo para llevar’, y: “se refiere a la
producción en serie de prendas de moda elaboradas a partir de unos patrones, desde los
122 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
cuales se fabrican dependiendo de la demanda del mercado. Se trata, pues, de la moda
que se ve en la calle a diario”.
Sin embargo, aunque el término alta costura surgió en París, los medios de
comunicación han facilitado que ya no exista una tiranía geográfica y aunque la industria
sigue instalada en ciudades como París, Milán Londres o Nueva York, la mano de obra
y las ideas no (Eguizábal 2008: 29).
Las colecciones de prêt à porter surgen inspiradas en los diseños de alta costura, y
experimentan un proceso de asimilación muy parecido al que se da entre las revistas de
alta gama y sus lectoras. El poder adquisitivo es lo que determina que sean los creadores
de alta costura y los editores de revistas quienes propongan, mientras que el querer
adquisitivo obliga a que el resto de diseñadores y de lectoras acepten las proposiciones.
Por ello, Pérez Herrero y Garrido (2006: 103) opinan que al hablar de alta gama podría
establecerse un cierto paralelismo con la expresión alta costura:
Una revista femenina de alta gama es aquella cuya publicidad está repleta de marcas
vinculadas a la alta costura o a la tradición cosmética más arraigada del sector.
Aunque estén consolidadas en el mercado, estas revistas no incluyen en sus espacios
publicitarios otros productos que no traten de mantener el prestigio y el estatus
social de la publicación. De ahí que al hablar de alta gama se esté estableciendo un
cierto paralelismo con la expresión alta costura que sólo unas pocas mujeres pueden
comprar y lucir. Se habla de revista femenina de alta gama, como sinónimo de
revista de calidad, ropa de calidad, perfumes y cosméticos de alta calidad y altos
precios.
Estas mismas autoras señalan que los contenidos de estas revistas se centran en
el asesoramiento estético y en la divulgación de temas de actualidad y de consejos para
mantener un estilo de vida que se considera moderno y glamuroso. Este carácter
selectivo nos lleva a concebir unos estilos de vida idealizados, muy difíciles de alcanzar
por la inmensa mayoría de las lectoras aunque perseguidos por sus lecturas.
Resulta factible, sin embargo, que las lectoras intenten adaptar los estereotipos
propuestos a su clase social, en un afán por creer que, si se visten y se comportan como
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 123
los personajes de las revistas, van a parecerse a ellos. Desde un punto de vista
sociológico, señala el deseo individual de las personas por alcanzar un estatus vistiendo
de forma parecida a como lo hacen sus ídolos. En opinión de los expertos, la moda hace
que las personas se sientan más seguras, y favorece su adaptación (Bur, 2013).
Piñuel (1992: 227) explica que las modas promueven lo novedoso y las relaciones
de integración social. La no aceptación de innovaciones se considera una señal de
marginación que se castiga con determinados rituales para el aislamiento de las
personas, mientras que la participación en las innovaciones se premia con el aprecio
social.
Al respecto de la moda y el fin de sentirse integrado en la sociedad Eguizábal
(2008: 15) señala que “no es solo caprichosa, en el sentido de que es difícil atribuirle una
razón a sus designios, también es tiránica porque obliga al público a su adopción incluso
aunque rechace categóricamente alguna de sus innovaciones”.
Pérez Parejo (2006), analiza los patrones de belleza adoptados por diversas
culturas y partiendo de los ideales estéticos grecolatinos y renacentistas, describe cómo
en algunos lugares de Birmania la belleza de las mujeres se mide por la cantidad de aros
que consigan poner en su cuello, hasta que queda desfigurado. Otros casos que
considera son los siguientes: las chicas jóvenes de Papúa Nueva Guinea tienen mayor
facilidad para encontrar un marido si sus pechos lucen caídos, por lo que acostumbran
a estirárselos; las mujeres etíopes colocan discos de arcilla en sus labios hasta
deformarlos o hacen cicatrices en sus cuerpos para parecer más fuertes además de que
son consideradas como adornos hermosos; y la mujer tuareg es más apreciada en función
de la cantidad de grasa que posea en su vientre. Además, podemos considerar otros
ejemplos de patrones de belleza que se apartan un poco de la norma en nuestro país, es
el caso de los países asiáticos en los que la piel blanca es sinónimo de riqueza o de
atractivo; o en algunos países de África Occidental las mujeres con sobrepeso son
sinónimo de atractivo.
Como podemos observar no siempre se ha regido la belleza por los mismos
cánones. Hoy la belleza para Eguizábal (2008: 24) consiste en tener unos labios carnosos
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y bocas grandes, la piel bronceada mientras que en otras épocas la palidez era sinónimo
de salud y de distinción porque no se trabajaba al aire libre, las caderas estrechas, los
muslos delgados y las cinturas rectas. Para este autor ahora las mujeres se inyectan
silicona y se someten a liposucciones cuando en otros tiempos se pedía a la mujer: el
brazo, la pantorrilla y el muslo grueso y la boca, cintura y tobillo estrecho.
Aunque la cultura occidental condene estas costumbres, lo cierto es que algunas
de sus prácticas estéticas, como el piercing, las dietas extremas, el uso de fajas reductoras,
los tacones puntiagudos o la aplicación de maquillaje corrector, las pestañas postizas, el
uso de extensiones en cabello y uñas, etc., no distan mucho de las mencionadas.
El canon femenino de la actualidad responde, según Pérez Parejo (2006), a un
excesivo culto por la imagen y se focaliza en una perfección promovida por unas
medidas publicitarias exactas, la delgadez y la juventud. Este es el patrón del siglo XXI
del que se aprovecha el mercado.
En la misma línea de análisis se encuentra Gallego (1990: 90-91) al afirmar que:
Las modelos que aparecen en las revistas, pasando por los anuncios publicitarios, y
acabando por las mujeres que aparecen en pantalla en cualquiera de sus múltiples
programas, se pueden calificar sin tapujos de guapas, rayando la perfección facial,
sobre todo las que aparecen en las portadas de las revistas femeninas. De igual
manera, asociada a la belleza aparece inmediatamente la juventud. Las mujeres
mayores de 30 años prácticamente no tienen existencia en los medios de
comunicación, excepto para representar en publicidad los papeles de señoras
tradicionales un tanto torpes y sin criterio. Aún cuando la edad media de las lectoras
de las revistas femeninas sea superior a 25 o 30 años, las modelos que sirven de
reclamo apenas si pasan los 20 años.
Igualmente, para De la Puente (2011: 110), hoy en día no es importante parecer
una mujer distinguida, con un estatus social sino aparentar juventud. Esto explica el
hecho de que elementos como lo descosido, lo desgastado o deshilachado se incorporen
a las prendas de rasgos sociales distinguidos o así como comenta Lipovetsky en De la
Puente, aparece el jean desteñido, los jerséis deformados, las zapatillas de deporte
desgastadas, las prendas retro, etc. Nos adherimos, por lo tanto, a la opinión de De la
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Puente (2011: 111) de que ya no existe únicamente un modelo de expansión arriba-abajo
sino que la democratización de la moda hace que exista el modelo opuesto, “la dinámica
del mimetismo en el mundo de la moda cambia: ahora se imita el look joven”.
Pérez Parejo (2006) habla de la “tiranía de la belleza”, que es la que provoca un
culto al cuerpo desmedido y la insatisfacción de un 80 % de las mujeres occidentales con
su físico, de las cuales, un 20% se ha sometido a cirugías plásticas. Igualmente señala
cómo el ideal de belleza de la mujer delgada, que es causa directa de los trastornos de
anorexia y bulimia, está siendo fomentado por la industria de la belleza, un ente dirigido
por hombres, que genera altos ingresos económicos.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que la moda se puede convertir en un
reflejo del espíritu del tiempo en el que vivimos. Según Squicciarino (1990: 130), fue a
partir de los años 50 cuando el cuidado del atractivo físico dejó de catalogarse como
“algo moralmente equívoco que se atribuía a las prostitutas, o a un fenómeno exclusivo
de pocas excepciones como las señoras de la alta sociedad, las modelos o las divas del
cine”.
La prensa femenina, además de promocionar la idea motriz del cuidado de la
imagen es, sin duda, la principal beneficiada por esta industria en la que todo es
temporal, frágil y precario, participando en dicho ciclo, aconsejando a sus lectoras que
se “adornen” para resultar más atractivas. El escaso contenido científico de estas revistas
se podría corresponder con la idea de que el hombre valoró siempre más el aspecto físico
de la mujer que su capacidad intelectual, y la convirtió en esclava del culto a la imagen.
Sin embargo, algunos autores como Garrido Rodríguez (2013) hablan más de esta prensa
como portadora de un ‘estilo de vida’ más que de tan solo difusora de contenidos de
“moda y belleza”.
Pérez Serrano (2009: 207) apunta la carencia de temas intelectuales de este tipo
de ediciones, y señala que:
La dimensión cultural de las revistas femeninas se desvanece ante la trivialidad del
tratamiento que reciben los pocos temas serios que introducen; tercera edad, aborto,
nuevas profesiones, se mezclan con reseñas de los últimos best-sellers y las últimas
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tendencias en decoración. No abandonan su marchamo de preparación, cultura e
intelectualidad, pero no pasa de ser un excelente envoltorio de auténticos disparates.
De acuerdo con Cristófol y Méndiz (2015: 16-17), los temas más sobresalientes en
la actualidad en este tipo de prensa son los siguientes: moda, belleza, actualidad, arte y
decoración (desde un punto de vista artístico), viajes/turismo, otros (aquí incluyen datos,
direcciones, cocina, psico, sexo, salud…) y publicidad; dejando de lado otros temas como
la cocina. El gráfico elaborado por estos autores tras el análisis de las revistas así lo
muestra.
Figura 1. Contenidos más frecuentes en las revistas de alta gama.
Fuente: Cristófol y Méndiz, (2015: 10).
Torres (2008: 26) comparte la opinión de los autores anteriormente referenciados
de que el binomio belleza-moda es el que mayor número de páginas dedica a estas
publicaciones, motivo que la autora achaca principalmente a cuestiones de género “la
insistencia en continuar asociando a una mujer con el atractivo físico más que con otros
aspectos”, de ahí que una media de 11 secciones esté dedicada a la moda y unas 6 a la
sección de belleza.
Pérez Serrano y Romero (2010) concluyen en su estudio sobre la estructura de los
ingresos publicitarios en las revistas de alta gama, en concreto, Cosmopolitan, Elle y Vogue,
que del total de los anuncios que estudiaron, el 70 % de los contenidos de las revistas
está vinculado a la moda y a los cosméticos.
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 127
3.2. EL FENÓMENO SOCIAL DE LA MODA
Como sabemos, la industria de la moda es imprescindible para entender la
sociedad de consumo, debido a que mueve mucho dinero y es de capital importancia en
muchos países como: Italia, Inglaterra, Francia, España o Estados Unidos y aunque se
puede estudiar desde distintas perspectivas: la antropológica, la histórica, la estética, la
económica, la cultural, la artística, la publicitaria, la psicosocial, la semiótica, etc. nos
vamos a centrar en este apartado tan solo en la faceta social de la misma.
Lo cierto es que la moda ha sido siempre testimonio de integración o de
diferenciación social y lo sigue siendo. Hemos partido del concepto simmeliano de
moda, según el cual la misma consiste en la:
Imitación de un modelo dado que proporciona así satisfacción a la necesidad de
apoyo social, conduce al individuo al mismo camino por el que todos transitan y
facilita una pauta general que hace de la conducta de cada uno un mero ejemplo de
ella. Pero no menos satisfacción da la necesidad de distinguirse, a la tendencia a la
diferenciación, a contrastar y destacarse. (Simmel, 1988: 28)
La filósofa y estudiosa del ámbito de la moda De la Puente (2011: 115-197) nos
resume en su exhaustivo estudio algunas de las teorías que se han sucedido en los
últimos años por algunos de los autores más influyentes en el ámbito de la Sociología de
la moda:
1.- La moda como ‘Conspicuous Consumption’ en Thorstein Veblen.
Para Veblen, la moda es producto del consumo de la clase ociosa y sinónimo de
poder, y se explica a través de la rivalidad entre clases y el derroche ostensible,
es decir, derroche y ostentación van emparejados. Esta propuesta de Veblen para
Martínez Barreiro (1998: 131) tiene la intención de significar el rango social, ya
que es a través de lo pasajero, superfluo y no funcional es donde los objetos
adquieren prestigio designando a la persona y a la categoría social de su
poseedor.
128 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
2.- Bourdieu: Moda y distinción.
Bourdieu propone el modelo trickle-down effect para explicar su teoría de la moda.
Esta se explica a partir de la lucha por mantener una clase alta y por la imitación
por parte de las clases más bajas por compartir vestimentas, comportamientos y
gustos de los estatus superiores. En cuanto a la estratificación social y la moda,
argumenta De la Puente (2011: 154), referenciando a Bourdieu, lo siguiente:
Observa el autor que la mujer, en materia de vestido y cosmética, tiene gasto
superior al varón y el número de compras aumenta a medida que ascendemos
en la escala social. Bourdieu relaciona el gusto del lujo en el vestido y la
cosmética con la cantidad de beneficio que esta apariencia nos pueda reportar.
El gusto por el vestir, por el adorno y la cosmética le supone al sujeto una
inversión de tiempo y dinero, privaciones y cuidados. Todo ello queda, según
Bourdieu, probado en la relación que podemos establecer entre cosmética,
cuidado corporal, trabajo remunerado y posición social.
3.- La consideración dialéctica de la moda de George Simmel.
Para Simmel, la moda no se debate tan solo en la dualidad dialéctica clase social e
imitación, sino que entran en juego otros factores como el cambio o la
permanencia, lo individual y lo colectivo. La moda será explicada a través de las
clases sociales, pero en el caso de Simmel, se creará una tensión entre el sujeto y
el orden social. La moda será reflejo de la individualidad, y en muchos casos, el
sujeto se alejará de las modas para diferenciarse.
4.- Flügel: La dialéctica de pudor y exhibición.
Por último, Flügel presenta la moda a través del estudio del vestido como un
símbolo, ya que a través de esta se ofrece la personalidad del sujeto. La
vestimenta se presenta como un elemento decorativo que realza la belleza del
cuerpo y responde al objeto de adornarse y exhibirse.
A propósito de esta última teoría conviene señalar que corresponde a una idea
de la indumentaria como un elemento no verbal de la comunicación y que, presenta un
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punto de vista más psicosocial o semiológico de la vestimenta, Squicciarino (1990: 39-40)
en El vestido habla apunta que:
El vestido siempre significa algo, transmite importantes informaciones en relación
con la edad, con el sexo, con el grupo étnico al que el individuo pertenece, con su
grado de religiosidad, de independencia y con su originalidad o excentricidad, así
como con su concepción de la sexualidad del cuerpo. El vestido puede emplearse
para señalar la actitud hacia los demás, en particular el nivel de disponibilidad
sexual, la agresividad, la rebeldía, la sumisión, la formalidad en el comportamiento;
también se utiliza para distinguir el estatus social y económico y para compensar los
sentimientos de inferioridad social.
Al respecto, Vilar (1975: 26) señala la misma idea en cuanto a la Sociología del
vestido: “siempre el vestido ha sido algo más que una mera protección térmica. El modo
de vestir sigue siendo ‘conditio sine qua non’ para intervenir en el juego social”.
De acuerdo con lo señalado anteriormente podemos considerar que la moda se
apoya en pilares tan dispares como: la lucha de clases sociales, el consumo, la idea de
individualidad o de pertenencia a un grupo, o el simbolismo del vestido entre otros, y
que siempre está en continuo cambio por necesidades sociológicas y de mercado.
Aunque ya se habían encontrado vestigios de moda en las culturas prehistóricas
y en las culturas arcaicas de Egipto, Persia, Grecia, Roma, la India, China, y el Próximo
y el Extremo Oriente, entendiendo por moda adornos tradicionales reservados a las
clases altas (König, 2002). Es preciso tener en cuenta que los años 20 también fueron de
vital importancia para la consecución de un cambio radical en la moda y en la sociedad
debido a la aparición de la diseñadora Cocó Chanel. Ella influyó directamente en la
forma de vestir y de sentir de muchas mujeres, en una época en la que reinaba la
opresión.
Sin embargo, no fue hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en
concreto a partir de los años 60, cuando se produjeron en Francia una serie de
transformaciones sociales que hicieron que la moda se democratizara, es decir, dejó de
verse como un producto de lujo al que muy pocos tenían acceso. Algunos de los factores
130 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
que contribuyeron a ello fueron: el aumento del nivel de vida del ocio y del consumo, y
la incorporación de la mujer al mercado laboral. La adquisición de nuevas libertades
sociales y económicas entre el colectivo de las mujeres multiplicó el número de revistas
femeninas y la moda se hizo accesible a todas las clases sociales a través del prêt-à-porter.
Lipovetsky (1990: 135) analizó este hecho y manifestó que esta evolución social de la
moda se debe a que refleja nuevos valores como la juventud y la individualidad, “la
moda ha adquirido una connotación joven, debe expresar un estilo de vida emancipado,
libre de obligaciones y desenvuelto respecto a los cánones oficiales”.
Este deseo de libertad y de juventud frente a la moda surgió ya en los años veinte
y más tarde en los setenta se perpetuó (Rivière: 1996: 17):
El siglo ha visto cómo el sistema tradicional de la moda liderado por la alta costura
se ha venido abajo, ha surgido la confección, y la apariencia se ha organizado con
nuevos parámetros en los que los jóvenes han sido decisivos especialmente en los
años 20 y en los 70 de este siglo. Hombres y mujeres han sufrido grandes cambios
individuales y colectivos, y la moda ha recogido antes que nadie el espíritu de la
sociedad de masas transformándose en producto de consumo masivo.
Quizás esa excesiva acentuación del paralelismo moda-juventud está justificada
por la rapidez con la que se suceden los cambios dentro de la misma. Al respecto, König
(1972) señala que hay un deseo de suicidio que roe la moda porque una moda deja de
existir en el momento en el que alcanza la cima. De esta forma entendemos que la moda
es terminar para empezar de nuevo, es frescura, juventud y cambio. El mismo autor
König (2002), años después señalaría al respecto que la moda de forma reiterada aparece
para volver a desaparecer hasta la adaptación y la vuelta al cambio.
Martínez Barreiro (1998: 134-135), reflexiona sobre el nuevo papel de la moda en
las sociedades modernas y entiende el surgimiento del prêt-a-porter como el fin del
dirigismo disciplinario de la apariencia para pasar a una época de múltiples estéticas en
la que:
1) Se constata una mayor autonomía de los consumidores en relación con las
novedades.
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2) La moda deja de ser unitaria y las mujeres continúan siguiendo la moda, pero
de una forma más libre en la que cada una viste lo que le gusta.
3) La moda entra en la era desapasionada del consumo.
4) Prima el placer, la comodidad y la libertad sobre el símbolo jerárquico, pues
a través del vestido ya no se busca hacer alarde de pertenencia a un grupo
social sino de un gusto, de un estilo de vida.
Martín de Requeno (2008: 89), partiendo de la idea de que moda y consumo son
dos términos íntimamente conexos y necesarios para su existencia piensa que podríamos
plantearnos la siguiente pregunta: “¿por qué la mayoría de los ciudadanos vestimos la
misma ropa, acudimos a los mismos lugares de ocio, comemos los mismos
alimentos…?”. La respuesta se contrapone a la idea de individualidad de la moda
defendida por Barreiro (1998). En definitiva, nosotras nos inclinamos hacia la versión de
la moda de Martín de Requeno (2008), en la que equiparamos moda a pertenencia a un
grupo social a homogeneidad y en la que moda es sinónimo de consumo. Además,
sostenemos la tesis de Lipovetsky (1990: 224), para el que “la publicidad ha restado
crispación al fenómeno del consumo y la significación social del consumo se ha
transformado al glorificar las novedades y desculpabilizar el acto de comprar”. Martín
de Requeno (2008: 90), define el mundo de la moda como un mundo “imposible” en el
que todo es “posible” a través del consumo. Es decir, en este mundo el fin del consumo
no es otro que el de buscar la satisfacción a través de la adquisición de bienes materiales
para exhibir. Otros autores, como Heath y Potter (cit. en González Martín, 2008: 43) se
muestran de acuerdo con el carácter identitario que imprimen las prendas, pero destacan
lo contradictorio del hecho de tener que consumir para rebelarnos contra el alienante
conformismo de la sociedad de masas.
Sin embargo, la moda no siempre es sinónimo de pertenencia a un grupo, ni de
jerarquía social. Lipovetsky y Serroy (2016: 303), hablan de “una época de moda
policéntrica y balcanizada en la que los valores de la autonomía y la profusión de estilos
132 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
permiten la emancipación de los sujetos frente a las antiguas trabas de la clase a la que
pertenecían”.
También para Baudrillard (2009: 178-179), la moda está estrechamente vinculada
a la sociedad de consumo. En esta estamos rodeados de bienes superfluos y el ir de
compras sin una necesidad concreta se puede convertir en una actitud neurótica en
relación con el consumo, ya que el disponer de estos objetos se convierte en un signo
característico de felicidad.
Personalmente, coincidimos con Lipovetsky y Serroy (2009) y nos inclinamos
hacia una concepción de la moda más al servicio de la promoción de la imagen personal
que de una imagen o posición de clase. Aparte, en muchas ocasiones, este ‘uso de la
moda’ como promoción de una imagen no tiene por qué ser en detrimento de una
imagen idílica en cuanto a los cánones impuestos por la industria. Así lo hemos podido
comprobar al conocer la historia de la profesora, y escritora activista irlandesa Sinéad
Burke contada por la redactora McQuillan. Esta relata que Burke a pesar de tener una
enfermedad que la hace ser muy baja, ha luchado con un lema creado por ella que
plantea que ‘el diseño debe llegar a todos’ y actualmente se ha convertido en redactora
de la revista Vogue con el objetivo de educar a los diseñadores para crear moda inclusiva
(The Irish Times Magazine, octubre 2018).
Es obvio que puede existir controversia al respecto y que los cambios pueden
tener justificación si pensamos en la función de integración social, pero al mismo tiempo
de individualidad que ejerce la misma, pues como hemos visto, la moda es un
instrumento de gran poder que define las sociedades postmodernas, que es
omnipresente y que afecta a las estructuras económicas y sociales y conforma una parte
de la identidad cultural.
149
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 133
3.3. CARACTERIZACIÓN DEL PUBLIRREPORTAJE SOBRE MODA
En líneas generales, se observa que dentro de este género coexisten dos ámbitos
intercalados como son: la publicidad y el periodismo. Hay manifestaciones suficientes
para sostener la tesis de que el publirreportaje tiene como objeto encubrir el mensaje
comercial de forma que pase desapercibido para el lector, el cual considera que se
encuentra frente a un texto informativo.
Izquierdo (2010: 135) define el publirreportaje como “un tipo de texto publicitario
que imita tipográfica y lingüísticamente un género informativo. Se trataría de un
macroacto de habla indirecto, ya que a través de una secuencia de aserciones se exhorta
al receptor a comprar un producto determinado”.
Castaños (2007: 343) señala que otros autores utilizan voces sinónimas para
hablar de publirreportaje como “publi-texto informativo” o “publicidad redaccional” y
hace alusión al término “ficticio” empleado por Westphalen y Piñuel (1993: 1104) para
referirse a lo irreal que resulta la invasión del terreno periodístico por esta variedad
publicitaria: “Publi-reportaje. n. m. Anuncio publicitario de gran contenido informativo,
que se presenta bajo forma de un reportaje periodístico (que es puramente ficticio)”.
Otros autores apuntan el carácter difuso del publirreportaje, para mostrar el
estado de confusión que puede provocar en el lector: “El artículo periodístico de carácter
publicitario tiene la virtud de la cosa seria. El público llega a veces a dudar de si se trata
de un artículo periodístico hecho intencionadamente por un publicitario o de un artículo
hecho por un periodista, sin segunda intención, pero que ha resultado publicitario”
(Vicens, 1954: 56). Este resulta un punto de vista interesante y que compartimos
plenamente, ya que, como lectoras, en la mayoría de las ocasiones, no hemos
vislumbrado el carácter publicitario y el objeto principalmente comercial entre este tipo
de artículos cuyo fin no es otro que el de vender una serie de productos.
134 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
3.3.1. El publirreportaje o la publicidad disfrazada
Entendemos el publirreportaje según de Lara Martínez (2011: 122) como “el texto
periodístico que tiene el objetivo de publicitar o de mostrar los aspectos relevantes de
una organización”. Por otra parte, de acuerdo con el artículo 2 de la Ley General de
Publicidad 34/1988, se considera publicidad a:
Toda forma de comunicación realizada por una persona física o jurídica, pública o
privada, en el ejercicio de una actividad comercial, industrial, artesanal o
profesional, con el fin de promover de forma directa o indirecta la contratación de
bienes muebles o inmuebles, servicios, derechos y obligaciones.
Si bien, en la actualidad, las técnicas publicitarias emplean otros tipos de
estrategias más sofisticadas con el fin de atraer al consumidor. Según Cristófol (2005:
247), “los receptores cada vez son más ávidos y la publicidad convencional cada vez
menos efectiva, según se deduce por la continua creación de soportes y formatos
publicitarios y por el uso intensivo de la forma “below the line”10.
Por su parte, los medios de comunicación necesitan obtener beneficios
económicos para sustentarse, en un ámbito cada vez más competitivo. Al respecto,
Sánchez Tabernero (2001: 25) subraya: “pocos periodistas, guionistas, creativos
publicitarios o profesionales de la comunicación de cualquier otro ámbito juzgan como
moralmente admisible que el objetivo exclusivo de un medio de comunicación sea
conseguir la máxima rentabilidad del capital invertido”.
Quizás en un intento de ocultar una verdadera intención comercial en el texto
surge el publirreportaje, al que Izquierdo (2010: 137) alude de la siguiente manera:
Cabe destacar que se presenta este nuevo tipo de texto como si transmitiese
información de interés público, cuando en realidad el publirreportaje es una clase
de anuncio publicitario que aparenta contener datos de interés público con fines
10 El término “bellow the line” se utiliza en publicidad para describir aquellas formas de
comunicación no masivas, pero sí con un alto impacto que se dirigen a mercados específicos con
un fin comercial.
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comerciales. Se trata, una vez más, de difundir un mensaje con sutileza por el hecho
de ser rentable.
Sin embargo, en un estudio realizado por Yanes (2006: 63) sobre los límites éticos
de la persuasión en publicidad, indica que el periodismo no es un negocio tan solo con
ánimo de lucro sino que posee además una función social. A pesar de que toda empresa
informativa pretende elaborar un producto que alcance al mayor número de lectores, y,
como consecuencia, genere los mayores beneficios económicos; los dos cometidos, el
negocio y el interés público, pueden resultar incompatibles si el periódico cede ante
presiones de las empresas que contratan publicidad sin tener en cuenta a los
destinatarios. Estamos de acuerdo con esta idea, ya que, aunque la publicidad muestra
una clara intención de modificar la conducta del receptor sería interesante que dirigiera
favorablemente la conducta de las consumidoras, en el caso de las revistas de nuestro
estudio, hacia un consumo responsable y bien dirigido, convenciéndolas pero sin
obligarlas a consumir.
Pensamos que el fin último de la publicidad no es otro que el de fomentar el
consumo de un consumidor deseoso de obtener objetos materiales, y no solo consumir
objetos materiales, sino asociar esos productos a personas conocidas y de esta forma
sentirnos más atractivos. Por ejemplo, comprar la misma chaqueta que lleva una famosa
en una de las publicaciones o ir al mismo establecimiento que frecuenta una persona
conocida. Además, también existen otros valores sociales que, de acuerdo con Martineau
citado por Block de Begar (1977: 42), constituyen la fuerza motriz de la realización de la
propaganda y que no se centran únicamente en la obtención del preciado objeto material:
1) El deseo creciente de identificarse con la juventud.
2) La necesidad de ser diferente en cuanto al gusto, dentro de ciertos límites de
conformismo.
3) Cierta tendencia hacia la informalidad y la contingencia.
4) Una conducta más sofisticada.
5) La búsqueda de aventuras y nuevas experiencias.
6) El deseo de ser moderno o, por lo menos, de no ser anticuado.
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Estos valores sociales, en ocasiones, muestran una falta de criterios de valoración
adecuados, a los que García Avilés (2007: 51) hace referencia tomando la televisión como
ejemplo:
Las cifras de audiencia se erigen como la referencia para valorar un programa, su
calidad informativa queda relegada a un segundo término. Es entonces cuando los
contenidos y las formas narrativas se seleccionan teniendo como criterio supremo el
impacto que puedan causar en la audiencia, en lugar de la capacidad para
suministrar información relevante, de la forma más rigurosa posible. La mezcla se
consigue mediante una hibridación entre géneros.
Esta hibridación de contenidos se ha convertido en algo habitual, tanto en medios
audiovisuales como impresos. En estos últimos predominan los textos que agregan
mensajes persuasivos al contenido editorial. Los espacios para insertar estos mensajes
persuasivos, en el caso de los publirreportajes, deben ser comprados por las empresas
que publicitan estos productos lo que las dota de la capacidad para seleccionar texto e
imágenes y suelen ocupar un número relevante de páginas con lo que parecen artículos.
Castaños (2007: 338) utiliza un tono burlón para describir la invasión publicitaria
de los textos informativos, ya que, señala que revistas y periódicos se aumentan los
ingresos gracias a ella:
La realidad nos muestra cada día ejemplos de una ‘fiesta de disfraces’ en la que la
publicidad se viste con los ropajes de los elementos periodísticos y ocupa el lugar y
el diseño que tradicionalmente se dedicaba a la pieza informativa y al material
editorial. O si lo deseamos ver como en el cuento de Charles Perrault: la publicidad
se viste de ‘abuelita’ con el propósito de ¡Comerte mejor!
Otro aspecto que podemos tratar es la pérdida de independencia que
experimenta el periodista cuando se le exige redactar un texto persuasivo, labor que
debería recaer en los profesionales del ámbito publicitario y, por ende, en los periodistas
de moda, puesto que en la mayoría de los casos el objetivo de este es incrementar el
deseo de consumir. Para Pérez Serrano (2010: 207): “esto es un ejemplo cotidiano de
cómo en los medios de comunicación lo empresarial condiciona a lo periodístico”. Esto
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 137
conlleva en ocasiones que se traspasen los límites y se recurra a la ley para determinar
los lindes en cuanto a ética y periodismo se refiere.
Castaños (2007), incide en la idea de desligar la publicidad de la noticia. En base
a ello, Corredeira (1993: 67), señala que a los medios se les exige la: “«obligación de
deslindar perceptiblemente» sus mensajes informativos propios de los que difunde
como soporte publicitario”.
A este respecto, Cristófol (2005: 248), añade que independientemente del nombre
que les pongamos para denominarla, bien sea publirreportaje, publinoticia, publicity,
advertorial, aparición de marca, advertising, ad...entre otros, en la mayoría de los casos, la
polémica está presente, pues continuamente parecen vulnerarse las leyes de publicidad
sin que el lector sea consciente de ello, quedando de esta forma en desigualdad de
oportunidades frente al anunciante. Se observa, además, la obligación legal que tienen
los medios de separar de manera patente publicidad e información, ya que la unión y el
desorden de ambas disciplinas pueden causar la confusión del lector y podrían incurrir
en el incumplimiento de la ley.
Para evitar que suceda esto Aznar (2000) propone la vía de la autorregulación
que posee dos rasgos fundamentales:
a) por un lado, trata de establecer y promover los valores morales y los bienes
internos de la publicidad;
b) en segundo lugar, su puesta en marcha, su funcionamiento y su efectividad es
el resultado de la libre iniciativa y el compromiso de los que viven de la publicidad, es
decir anunciantes, publicitarios (agencias, profesionales, centrales, etc.) y medios o
soportes.
De los Ángeles (2001: 143), estima que la publicidad es una actividad respetable
que solo se corrompe si se ejerce de forma corrupta. Por nuestra parte consideramos que
la publicidad forma parte de nuestras vidas y debería promulgar creatividad y respeto
hacia el público al que va dirigida. Por otra parte, no advertimos ningún problema por
el uso esta aunque pensamos que la información debe ser tratada de forma rigurosa y
138 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
diáfana, si se pretende que los medios de comunicación sean una herramienta social
fiable.
3.3.2. El publirreportaje en las revistas de alta gama
Cristófol y Méndiz-Noguero (2015) utilizan el término “hibridación” para
referirse a la simbiosis entre textos periodísticos y textos publicitarios. Tras analizar un
corpus de revistas de alta gama, verifican que el porcentaje de contenidos comerciales es
muy alto en relación con el total de las páginas, y que hay un claro predominio de
hibridación discursiva frente al porcentaje de publicidad tradicional.
Para estos mismos autores (íbid: 22), “la hibridación o brandplacement es
generalmente aceptada por las lectoras, y constituye actualmente un medio de difusión
esencial para las marcas de alta gama”. Cristófol (2005: 247), señala la vinculación
existente entre el fenómeno de hibridación y la difusión de las revistas de alta gama,
reflejando la aceptación de esta propuesta por parte de las lectoras, y apunta lo siguiente
al respecto: “podemos concluir, por tanto, que las revistas de alta gama se constituyen
como productos discursivamente híbridos”.
Como podemos observar la lengua cuenta con distintos recursos para atender
distintas necesidades y el discurso se adecúa y hereda características de otros discursos,
en nuestro caso de la lengua de la publicidad. Así, por ejemplo, están generalizados los
siguientes usos dentro de nuestras revistas: el uso de neologismos y extranjerismos, el
uso de aliteraciones, el uso de la composición, los cambios tipográficos y, el uso del tuteo,
entre otros.
Sobre esta última cuestión, Gallego (1990: 53), opina que es una característica
común a todas las revistas femeninas el “estilo intimista” del uso del tuteo empleado por
las mismas: “La revista tutea a la lectora como si de una amiga se tratara. (…). La revista,
efectivamente, pretende convertirse en una amiga en la que se puede confiar. Una amiga,
por supuesto, experta –algo así como el confesor actual, que sabe guiar correctamente
nuestros corazones–, pero una amiga dispuesta siempre a ayudarnos y a aconsejarnos”.
Este tono íntimo empleado, según la misma autora, pretende emular el tono utilizado en
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 139
el ámbito privado y, al mismo tiempo, la lectora se convierte en la protagonista de cada
uno de los números de la revista, ya que el mensaje parece estar redactado especialmente
para ella. Estos ejemplos tomados de nuestro corpus pueden ayudarnos a entender los
usos del tuteo y del imperativo:
“¿Te gusta cómo quedan los monos o eres más de vestido?” (Cosmopolitan, enero
2014: 37).
“¿Quién dijo que un abrigo militar no combina con un minivestido ‘british’ y unos
guantes ‘yeti’? Olvídate de las reglas y mezcla en un mismo ‘outfit’ estilos
aparentemente opuestos. El éxito está asegurado, palabra de Dsquared” (Elle,
diciembre 2015: 96).
Por su parte, Ferraz Martínez (2000), analiza la lengua de la publicidad, y añade
más características presentes en el mismo:
a) La heterogeneidad que se manifiesta en fenómenos como: la utilización de
múltiples signos (la palabra, la imagen, los números); la abundante
incorporación de extranjerismos, y el uso de múltiples registros.
b) La innovación que se presenta a través de la creación de neologismos y la
difusión de otros propios de campos especializados, caso de los tecnicismos; el
empleo de procedimientos neológicos inusuales y chocantes; las transgresiones
de la norma para llamar la atención.
c) La ley de la economía informativa explica las siguientes características de los
mensajes publicitarios: su breve extensión para evitar el cansancio de los
receptores y la pérdida de interés; su estilo condensado que suprime los
elementos innecesarios o poco informativos; la utilización de recursos
chocantes para llamar la atención e intensificar el efecto informativo.
Si observamos detenidamente las características de heterogeneidad utilizadas
por la lengua de publicidad estudiadas por Ferraz Martínez (2000), podemos comprobar
cómo en muchas ocasiones la prensa femenina encaja dentro del tipo de texto
140 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
publicitario por sus características discursivas y de formato. Veamos algunas muestras
tomadas de nuestras cabeceras:
a) Ejemplo correspondiente a la utilización de múltiples signos y
extranjerismos:
Figura 2 .Utilización de extranjerismos.
Fuente: (Cosmopolitan, diciembre 2014: 34)
b) En los siguientes ejemplos podemos observar el uso de tecnicismos con
términos como ‘cuello Peter Pan’, ‘patchwork’, ‘mantelassé’ o ‘chevron’:
“Eliza lleva blazer de pata de gallo adornada en los hombros con piel de topo,
jersey con cremallera y cuello Peter Pan, pantalón pitillo con acabado de vinilo
y pendiente largo, todo de Louis Vuitton” (Vogue, octubre 2014: 214).
“Abrigo de patchwork en mantelassé, chevron y brocado” (Marie Claire,
septiembre 2014: 114).
c) Por último, un ejemplo que corresponde a la economía en el lenguaje
publicitario:
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Figura 3. Ejemplo de economía en el lenguaje de la prensa.
Fuente: (Vogue, junio 2015: 48).
Volviendo a las características de la lengua propuestas por Ferraz Martínez
(2000), y, centrándonos en el segundo de sus apartados, el referido a la innovación léxica
que se produce en la lengua publicitaria, Rodríguez Díaz (2011: 184-185) explica que este
carácter innovador se debe a los siguientes factores neológicos:
a) los términos compuestos utilizados para describir novedades técnicas y
aparatos—apoyacabezas, bragapañal, lavavajillas —;
b) la composición sintagmática, ya que, según este autor, es útil en la composición
de nombres de marcas y gamas, por ejemplo, Carta Nevada, Ariel Oro;
c) la tendencia a la condensación mediante la supresión de preposiciones y el
influjo del inglés favorecen la formación de compuestos: precios liquidación,
coche todoterreno;
d) la utilización de términos con raíces clásicas, por ejemplo, autoedición o
microondas;
e) formas abreviadas como: eco- ecocopack, euro- euroconector, de tipo silábico o
acrónimos: hi-fi < hifidelity; y alfabetismos PC< Personal Computer;
142 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
f) creaciones de nombres ex nihilo: Kodak, Omo, Motoevolución; Danacol si necesitas
reducir tu colesterol;
g) superposiciones de palabras: Eristov…la provodkativa;
h) alteraciones parciales de palabras: Lucky for men, el colonio;
i) descomposición de palabras: Lana turaleza. Pura lana virgen;
j) reordenación de los elementos de una palabra: movilauto;
k) derivaciones a partir de nombres de marcas: Trilógicamente superior <Tri Logic,
Sony;
Estos mecanismos de innovación de la lengua publicitaria los hemos encontrado
también en el análisis de nuestro corpus. He aquí algunos de los ejemplos de alteraciones
parciales de palabras, plisa en lugar de pisa y pleats en lugar de plisado, ya que rima con
el término inglés please:
“PLISA CON GARBO. Las pasarelas rinden tributo al plisado y el street style recoge
el testigo. Y tú, ¿a qué esperas para llevarlo?” (Cosmopolitan, agosto 2014: 28).
“Pleats, please! Es el grito de guerra del diseñador Issey Miyake como lo fue del
precursor del plisado, el español Mariano Fortuny, a principios del siglo XX.”
(Cosmopolitan, agosto 2014: 28).
Otros recursos de los que encontramos ejemplos en nuestro corpus son los
siguientes: términos compuestos abrigo guardapolvos (Marie Claire, febrero 2014: 80); formas
abreviadas como cholloceleb (Cosmopolitan, febrero 2015:31) o biblio fashionista (Cosmopolitan,
enero 2015: 20); unidades léxicas formadas por condensación, por ejemplo, bolso-sobre,
abrigo-albornoz, bolso-cartera (Marie Claire, enero 2014: 32) o pantalones pinzados (Marie Claire,
enero 2014: 114); superposiciones como en titular en el que la revista une los términos
think y el color Klein: “Let’s thinKlein” (Cosmopolitan, enero 2014: 40); utilización de raíces
clásicas. Se puede observar en los siguientes contextos:
“Anota estos nuevos ‘tips’ de estilismo. Bolsos expresivos, gafas dignas de museos,
colgantes originales… Ficha alguno de los mejores ‘gifts’ para hacerte un
autorregalo”(Elle, noviembre 2015: 44).
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“Utility. Así llamamos a esta nueva microtendencia que se inspira en la ropa de
trabajo industrial. Prendas anchas, monocolores y, sobre todo, con grandes bolsillos
de plastón que, aunque prácticos, aquí son un elemento decorativo” (Marie Claire,
octubre 2014: 174).
“Atrévete con una diadema de orejas o un megalazo en la cabeza” (Cosmopolitan,
diciembre 2015: 56).
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3.4. LOS NEOLOGISMOS EN REVISTAS FEMENINAS DE ALTA GAMA
Actualmente, una de las fuentes principales para el estudio del cambio neológico
se encuentra en el léxico de la prensa. Según Sanmartín (2009: 149), “emplear como
corpus la prensa supone apostar por un texto con pluralidad de voces y autores, con una
articulación de la información distribuida por secciones, y, sobre todo, elegir un texto
actual que recoge aspectos esenciales en el devenir histórico de una comunidad y que se
constituye, inevitablemente, en un modelo lingüístico o, al menos, influye en el uso de
la lengua por parte del lector”. Dada la importancia de esta fuente en los estudios de
neología como eje de transmisión y de generación de innovaciones léxicas, dedicamos
un apartado para hablar de su uso.
3.4.1. Los nuevos usos léxicos en el periodismo actual
La lengua es un elemento de comunicación social, y en cada etapa histórica se
adapta al entorno en que se desempeña, modificándose a medida que las necesidades
cambian. Los acontecimientos históricos y los avances tecnológicos y científicos
comportan cambios en el lenguaje, principalmente en el vocabulario. La renovación del
léxico lingüístico en el presente es más activa que en otras épocas debido, como
acabamos de indicar, al avance continuo de la ciencia y de la tecnología, sin embargo,
existe otro elemento de vital importancia en el avance léxico que es la influencia que
ejerce en la actualidad el lenguaje periodístico.
La diversidad textual existente de diarios y revistas nos ofrece creaciones y usos
lingüísticos de ámbitos tan variados como la política, la economía, la salud, el deporte,
la moda, los animales, la belleza, y un largo etcétera de temáticas. Los usos lingüísticos
de la prensa abarcan todos los registros. Los periódicos al igual que las revistas generan
usos lingüísticos y actúan como difusores de estos, ya que están obligados a registrar
términos desde que nacen y son responsables de emplear el idioma correctamente,
aunque bien es cierto, que las normas de la lengua no son fijas y van cambiando con la
sociedad.
146 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Además, conviene señalar que dentro de la prensa existen infinidad de secciones
que en muchas ocasiones pueden ser escritas por legos en la materia, con ello queremos
decir que, por ejemplo, dentro de nuestras revistas podemos encontrar entrevistas o
artículos de opinión redactados por gente que no está directamente relacionada con el
mundo del periodismo por lo que es más fácil ver cómo se desvanece la norma. A pesar
de que hay poco escrito al respecto, la periodista experta en moda Bradford (2015: 150)
señala los siguientes puntos a tener cuenta a la hora de redactar artículos y noticias de
moda:
Number one is that you’re writing for the reader: no to indulge yourself, or to please
the person you’re writing about, but to inform and entertain the reader. Second,
fashion may ostensibly be about product, but fashion journalism is base on telling
stories just like any other kind of journalism. You’re writing about the fantastic
personalities in the fashion industry, what fashion can mean to people and how
fashion fits in with our everyday lives. The product slots into those stories. And
third, you must be accurate with your use of language, in terms of facts, spelling and
grammar. It’s what separates the professionals from the amateurs.11
El lenguaje periodístico está marcado por el contacto con las novedades y los
avances técnicos, la influencia de lenguas extranjeras, el contagio de otros tipos de textos
y, en algunos casos, una ambigüedad intencional del mensaje y cierto descuido en los
usos lingüísticos, traducido en errores. Estos son los factores que defiende Bonvin (2012:
141) como más influyentes dentro de la lengua de la prensa. La lengua de la prensa
11 (Traducción propia) En primer lugar escribes para el lector no para tu propia
satisfacción o para contentar a la persona sobre la que estás escribiendo, sino para informar y
para entretener al lector. En segundo lugar, la moda puede relacionarse aparentemente solo con
un producto, pero el periodismo de la moda se basa en contar historias como cualquier otro tipo
de periodismo. Escribes sobre las fantásticas personalidades en la industria de la moda, lo que la
moda puede significar para la gente y sobre cómo la moda forma parte de nuestro día a día. El
producto encaja en esas historias. Y el tercer punto, el periodista debe ser preciso en el uso del
lenguaje, en cuanto a los elementos de la ortografía, y gramática. Esto es lo que separa a los
profesionales de los aprendices.
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escrita es un escenario ideal para ver esta evolución, cómo surgen palabras nuevas con
mucha frecuencia, cómo se adoptan términos o acepciones nuevas o cómo se rescatan
voces que se encontraban sin uso. La función emotiva, persuasiva y creativa del discurso
periodístico lo ha convertido en fuente inagotable de neologismos que manifiestan las
inclinaciones de nuestra lengua. Para Perdiguero (1999: 251), una de las razones por las
que los medios de comunicación han atraído la atención de los lingüistas, ha sido el
hecho de que los llamados medios de comunicación de masas generan y difunden
alteraciones de la norma de la lengua.
En ocasiones, el empleo de lo normativo se desvanece debido al trabajo conjunto
de los redactores, con esto queremos decir, que, seguramente, en ocasiones redactores
con distintos conocimientos de la norma lingüística participan de forma conjunta en la
producción de un texto que llega a través de las agencias informativas, generalmente en
inglés. Ortega (2001), destaca al respecto que a pesar de que la trasgresión de la norma
puede verse como un impedimento a la hora de emplear nuevas palabras, la elección o
creación de una voz determinada sigue en su mayoría las reglas de formación
establecidas por el sistema.
Quizás debido a la confusión que plantea el uso del neologismo, Getino ya en el
año 1941, creaba este curioso diálogo entre neologismo y neologistas en el que se
exponen muchos temas controvertidos como la necesidad y conveniencia de algunos
neologismos, el aspecto normativo, el papel de la RAE o la importancia del soporte
periodístico en todos sus formatos como fuente legitimadora del uso correcto:
TASCÓN.- El sacar a flote, el airear el neologismo, es algo así como entronizarlo, o,
por lo menos, autorizarlo, levantarlo del suelo en que yace como polvo olvidado,
como flor de un día, como alarde peligroso de futurismo, que se queda en empeño
frustrado, impotente de suyo para desnaturalizar nuestra preciosa lengua castellana,
desfigurándola, más bien que enriqueciéndola.
LORENZANA.-¡Qué manía de generalizar! No están tan por los suelos los
neologismos. Tienen su estado y su prestigio desde el momento en que aparecen
148 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
apadrinados en un libro, en una revista, en un periódico. El hecho de imprimirlos ya
implica cierta categoría.
TASCÓN.-Mucho habrá que reparar en la firma que los avala y en el órgano en que
aparecen… (Getino, 1941: 63)
Como podemos observar, la actitud normativista ante las innovaciones no suele
ser en la mayoría de los casos uniforme. Para Castañón (2002: 103), el trabajo del
periodista renueva el idioma en cuatro ámbitos: revitalización, creación onomatopéyica,
incorporación de voces ajenas y formación de palabras. Sin embargo, y según el mismo
autor, la labor del periodista se ha visto caracterizada más por sus problemas que por
sus aciertos con acusaciones como: difícil asepsia intelectual, excesiva subjetividad,
tendencia a la opinión, uso de un registro idiomático que se desvía de la norma común,
inflación de extranjerismos, tópicos o expresiones bélicas y numerosa presencia de
incorrecciones gramaticales y léxicas.
Romero Gualda (2000: 46-48), destaca varios aspectos relacionados con el léxico
de la prensa a evitar como son: el empleo de siglas y de tecnicismos y el uso abundante
de extranjerismos. Respecto a este último, ya que es el que más nos interesa en nuestro
estudio, para esta autora, la inclusión de voces extranjeras se debe a “la pereza mental,
inopia léxica o a la simple falta de instrucción lingüística” (2000: 47). También opina que,
en algunos casos, los extranjerismos, representan un uso técnico como sucede en los
siguientes ejemplos:
“La Dolce far niente llega a tu look. ¿Las claves? Materiales naturales – croché,
broderie y anglaise, rafia y cuero—colores tierra o que reflejen la luz y estampados
sutiles”(Cosmopolitan, agosto 2014: 18).
Aunque algunos autores, como Alvar Ezquerra (1999), indican que los
neologismos se incorporan a una determinada lengua por una necesidad denominativa,
en otras ocasiones, es la función pragmática la que prima, aportando algunos efectos
emocionales y valores como prestigio, estatus social o esnobismo.
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Romero Gualda (2003: 114 y ss.) en uno de sus estudios sobre los usos y
creaciones lingüísticas del léxico dentro de las páginas de los diarios y revistas, señala
que, existen dos tipos de creaciones: las efímeras cuya función es meramente estilística
para el autor y que no tiene por oficio ni objetivo el informar y el extranjerismo que
acude a la lengua para cubrir necesidades léxicas y del que la explicación no puede ser
estrictamente lingüística sino que ofrece implicaciones culturales importantes.
Los planteamientos de Casado Velarde (1990: 65) parecen ir en esta dirección,
puesto que él opina que los extranjerismos no son necesariamente huéspedes
indeseables, ya que el uso de una palabra de otra lengua puede presentar un halo de
prestigio y exotismo cuando se denomina. Para este autor el uso de extranjerismos en
la prensa propicia que se cree un aire de esnobismo.
Esta misma razón es la que aduce Estornell (2012) en su estudio en el que analiza
voces neológicas dentro de la prensa femenina, especialmente los préstamos, en los que
observa su valor principalmente referencial así como pragmático. Sin embargo, la
mayoría de los autores aceptan el uso cuando existe una necesidad denominativa, pero
no tanto pragmática de intención. Nosotras entendemos que los desvíos de la norma
lingüística cumplen una función primordialmente persuasiva, pues gracias a su
novedad estilística y su expresividad, contribuyen a la captación de la atención del
lector, y, por lo tanto el uso queda justificado, en muchas ocasiones, como podemos ver
en los siguientes ejemplos:
“Las féminas podremos disfrutar el próximo invierno de slippers, zapatos Oxford y
mocasines con originales guiños y estampados en versión lady (Elle, julio 2013:48, cit.
por Mondéjar y Kowak 2014: 196)”.
“Con el mes de vacaciones llegan el sol, el mar, las tardes en el chiringuito y un
dilema fashion: ¿qué ponerme para bajar a la playa que sea cómodo pero estiloso?”
(Elle, julio 2013: 48, cit. por Mondéjar y Kowak 2014: 197).
No pocas veces se les ha recriminado a los periodistas el mal uso que realizan
de la lengua, no solo en relación al uso abusivo de extranjerismos, sino a otros usos
como: las reiteraciones de términos, el mal uso de siglas, el gusto por las palabras largas,
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los errores gramaticales, los cambios de género, la puntuación incorrecta, el
empobrecimiento léxico, etc., pero pensamos que, en muchas ocasiones, puede ser
debido a la intención de captar la atención del público con palabras nuevas y expresivas
con el fin de romper la rutina y convertirlas en productos más comerciales o a un uso
menos elaborado y más espontáneo que no se corresponde con un lenguaje literario.
Nuestra visión coincide con la de Martínez Albertos (citado en Perdiguero,1999: 253):
En la medida en que la claridad y la captación del interés del lector son rasgos
esenciales del lenguaje periodístico, desde una perspectiva teórica, es obligado
contemplar con ojos sumamente tolerantes, e incluso cómplices, la incorporación
sensata de nuevos vocablos, de nuevas acepciones y de nuevos giros en nuestra
lengua.
Como ya escribió Lázaro Carreter en los años setenta a propósito de las
diferencias entre la lengua de la prensa y la lengua literaria, ambas constituyen un
proceso comunicativo bien diferenciado “las responsabilidades del periodismo están en
las antípodas de la literatura, puesto que son la información, su utilidad inmediata y su
verificabilidad” (1977: 11). Este autor puntualiza que la tecnificación del lenguaje
apoyada por la prensa es caldo de cultivo para la incorporación de extranjerismos y
barbarismos.
Como podemos ver una de las principales vías de entrada de los nuevos usos
léxicos es la prensa que, según Grijelmo (2014), es el eje de los principales problemas a
los que se enfrenta el periodista, puesto que puede introducir neologismos necesarios,
innecesarios y destructivos. Estos últimos, para el autor, resultan innecesarios y
destructivos porque vienen acompañados de una apatía y desconocimiento por parte
de muchos periodistas. Como bien sabemos, los extranjerismos y barbarismos se
utilizan en muchas ocasiones con un fin pragmático como recurso estilístico para dar
color al texto. Sin embargo, Grijelmo considera que (ibíd: 405):
El periodista que desee contribuir a que se mantenga el patrimonio común del
idioma —un bien cultural que se ha de conservar con tanto esmero como los cuadros
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 151
de Goya—buscará siempre palabras españolas que sustituyan a las que llegan de
fuera y que empobrecen nuestro idioma.
A parecidas conclusiones llegan Guerrero Salazar y Núñez (2002) en su visión
de la lengua de los medios de comunicación y del español actual. Ellos opinan que
muchas de las palabras que emergen dentro del lenguaje periodístico no son necesarias
y que nacen de la torpeza periodística, aunque por otra parte, también exponen que
otras surgen de la necesidad de cubrir nuevas necesidades expresivas.
Sin embargo, es en el léxico de la prensa donde se manifiestan las tendencias
actuales y el fomento de ciertos usos neológicos. Alvar Ezquerra (1999) en ¿El léxico
nuevo en los medios de comunicación?, ya se preguntaba por el proceso de aparición de los
nuevos términos. En su opinión (ibíd. :143):
En la prensa se manifiestan, pues, las tendencias actuales del léxico, ya que el
lenguaje del periodismo resulta de la síntesis de otros lenguajes. Por ello actúa de
catalizador y de difusor de una amalgama de elementos. De ahí, también, su
responsabilidad ante la lengua. El éxito de una palabra nueva depende de la
acepción por la sociedad, y sobre ella ejerce una notable influencia la prensa. La
creación e introducción de términos nuevos no puede significar un
empobrecimiento, una claudicación ante lo chabacano, reiterativo o foráneo, ha de
ser un proceso enriquecedor para la lengua y para sus hablantes, ya que el dominio
de los medios de expresión es uno de los mayores bienes, pues nos permite
manifestarnos como personas, y que seamos capaces de entendernos y
comunicarnos con los demás, para ello vivimos en sociedad.
Como señala Gómez Torrego (2008: 28), los medios de comunicación se
convierten en la referencia obligada para considerar si un fenómeno determinado debe
entenderse como correcto o como incorrecto. Nos adherimos por lo tanto a esta opinión
de Gómez Torrego de que “si es habitual en los medios, pasará a ser normativo, aunque
sea antietimológico o aunque estuviera antes proscrito académicamente”.
Sin embargo, resulta cuanto menos curioso ver cómo los medios contravienen la
norma en muchos casos dictada por la Real Academia y, observamos que, pese a la
negativa inicial a la incorporación de neologismos, su actitud en los últimos años ha
152 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
resultado ser más laxa al respecto y muchos se han incorporado al diccionario. Esto
último no significa que la Real Academia haya adoptado una visión totalmente
aperturista a la inclusión de neologismos, ya que como indica Casado Velarde (cit. en
García Platero, 1999a: 67):
Cualquier observador mínimamente avisado se da cuenta del divorcio que existe
entre las lenguas de los medios informativos y lo que se conoce como el ideal
académico de lengua manifestado en las gramáticas y diccionario de la Real
Academia Española.
Rodríguez Marín (2008) establece el progreso de la inclusión de los neologismos
estudiando los prólogos del DRAE desde las primeras ediciones. En ellas se constata la
evolución del proceso de incursión de los mismos. En un principio y hasta 1925 la RAE
se atenía a razones de prestigio de los escritores y al uso para incluirlos en sus
repertorios. Esta decimoquinta edición, la del 1925, es la primera que se muestra más
aperturista a la inclusión de los neologismos y no es hasta 2001 cuando la RAE habla en
su 22.ª edición sobre una base documental formada por un banco de datos léxico como
fuente de ampliación neológica.
Al respecto, señala Azorín (2015: 19):
La aceptación de los neologismos en los repertorios léxicos nunca ha estado exenta
de controversia, pues a lo largo de la historia reciente de la lexicografía del español
se ha venido planteando como resultado de la tensión entre dos fuerzas
contrapuestas: el conservadurismo lingüístico, proclive a la defensa de la tradición
en el uso del idioma y, por consiguiente, al rechazo de toda posible movedad
especialmente si conlleva la adoptciónn de elementos procedentes de otras lenguas;
y la tendencia a la apertura, consistente en dar cabida en el diccionario a todas las
voces legitimadas por el uso de los hablantes.
Esta visión poco aperturista a la aceptabilidad de los neologismos, en concreto
como hemos visto anteriormente a los extranjerismos, ha sido rebatida por algunos
autores. Para Casasús (1992: 88-89), es evidente que prestamos mucha atención a la
recepción de los neologismos porque entendemos que el neologismo aporta en muchas
ocasiones un matiz. Incluso algunos extranjerismos que, a simple vista, parece que no
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 153
son necesarios, lo son porque introducen una apreciación. Por ejemplo, argumenta el
autor, no es lo mismo hablar de un short que de un pantalón corto o de un calzón; o no
es lo mismo hablar de tienda que de boutique porque una boutique es una ‘tienda de
aspectos añadidos de estilo’, y concluye el autor diciendo que este matiz que
podríamos llamar de sutileza, el lenguaje periodístico moderno lo tiene que admitir.
También Lázaro Carreter (1992) justifica el empleo del uso de extranjerismos y
convenimos con él en que la American way of life, la americanización del mundo hace
que en industrias como la moda o el turismo sean bien acogidos y no exista ningún
pudor a la hora de incluirlos en sus repertorios.
El problema de norma y neologismo también se ha debatido dentro de la lengua
del deporte. Castañón (1996) piensa que pueden establecerse una serie de propuestas
de actuación que podrían fomentar una mejor infraestructura idiomática dentro del
mundo periodístico del deporte en concreto, pero que pensamos que se podrían hacer
extensibles a todos los ámbitos periodísticos, por ejemplo, al ámbito restringido y
menospreciado lenguaje de la prensa femenina. Para ello, partiendo de la propuesta
realizada por Lázaro Carreter, plantea la creación de un libro de redacción común para
los medios de comunicación. Y nos preguntamos, ¿sería posible la renovación de la
lengua de la prensa femenina?, ¿se podrían incorporar al diccionario general todos los
anglicismos plenamente difundidos dentro de este tipo de prensa?
3.4.2. El anglicismo en revistas femeninas de alta gama
El fenómeno del anglicismo podemos constatar que se trata de uno de los rasgos
característicos del léxico del español actual en muchos ámbitos y, en concreto, en las
revistas femeninas es un hecho recurrente, que se asocia a una intención de generar un
discurso con estilo novedoso, ameno, moderno y cosmopolita. La revista tiene como
objetivo proyectar una imagen fresca y actual para atraer al público femenino y
mediante el uso del tono preceptivo, principalmente, conseguir que las lectoras se
sientan involucradas en un ámbito distinguido y atractivo para ellas.
154 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Gómez Capuz (1991: 63) se basa en la definición de anglicismo propuesta por
Pratt (1980). En su opinión, cuando un hablante utiliza un anglicismo se debe a un
método diacrónico en el que es importante la raíz o el vocablo del que precede a este:
Un anglicismo es todo elemento lingüístico o grupo de tales elementos (que según
su naturaleza lingüística pueden ser ortográficos, fonéticos, léxicos, morfológicos,
semánticos y sintácticos) que tenga uso demostrable (mediante encuesta) entre
hablantes del castellano peninsular contemporáneo, y que tenga como étimo
inmediato un modelo inglés, comprobable mediante criterios lingüísticos,
socioculturales e históricos.
También de forma diacrónica, veníamos observando que el recurso principal
para dotar de expresividad al discurso es el uso frecuente de voces tomadas del inglés
(préstamos del inglés), una lengua universal considerada moderna y prestigiosa,
además de ser el idioma dominante en el campo de las innovaciones del mundo de la
moda junto con el francés. Para Pratt (1980: 70), “la hegemonía es francesa dentro de la
haute couture”. Otros autores como Alessandra (2015: 49), se muestran de acuerdo con
la supremacía de préstamos de lingüísticos en el sector de la moda, de hecho, alega la
autora que la misma palabra moda proviene del francés mode. En nuestra opinión no
estamos de acuerdo con esta autora, ya que indica que la posibilidad de que
prevalezcan los préstamos lingüísticos se debe probablemente a que España nunca se
ha encontrado en la vanguardia de la industria costurera y se presenta como un país
colonizado por influencias estéticas externas. Motivo, a nuestro parecer, insuficiente,
ya que en la actualidad la primacía del anglicismo dentro del sector es indiscutible y
nuestro mercado de la moda es conocido cada vez más internacionalmente
principalmente por el negocio de la ‘fast-fashion’. Término que designa a la producción
en serie y a bajo costo que solo dura una temporada, es decir, empresas como Inditex
introducen colecciones de ropa y complementos que siguen las tendencias de la moda
de una forma económica y rápida con un carácter eminentemente de transitoriedad.
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 155
Lázaro Carreter (1992: 42), atendiendo a las causas que abren el paso a muchos
extranjerismos, hasta el punto de hacerlos de vital importancia habla en concreto del
desarrollo:
De una conciencia del matiz, que antes sólo poseían las élites. Ello les permite valorar
en el objeto rasgos diferenciales que va creando continuamente la moda, y que la
publicidad difunde hasta el punto de hacerlos intensamente apetecibles. Un short,
un slip, un body, unas bermudas, un panty o unos leotardos jamás serán confundidos
con otras prendas anteriores de similar factura o función.
Por lo tanto, profundizar en el estudio del anglicismo en las revistas de alta
gama supone ocuparse de la lengua publicitaria ,ya que como vimos en un estudio
anterior titulado, Anglicismos en la prensa femenina española y polaca: análisis contrastivo
(Mondéjar y Nowak, 2015), el uso abundante de los anglicismos tiene un fin
fundamentalmente pragmático y el propósito publicitario de muchas de las secciones
y artículos implica también la utilización de numerosos recursos expresivos que los
lectores asocian con lo prestigioso y novedoso y con la modernidad.
La lengua de la prensa femenina se presenta atractivo para el lector y en la
mayoría de los casos nace con una intención de venta por lo que tiene puntos en común
con la lengua publicitaria. Según el publicista López Eire (1998: 67), “debe implicar al
receptor con un mensaje breve, atractivo, novedoso, redundante, gratificante más bien
estética que cognitivamente, que se le grabe bien en la memoria, para que termine
comprando el muy bien identificado producto que publicita. En esta seducción de la
clientela, argumentan Cardona y Berasarte (1979: 78), que “se nota una
internacionalización del lenguaje publicitario, con tendencia clara a la utilización del
inglés”.
La publicidad es, literalmente y según Pérez Tornero et al. (1992: 51) “un hacer
público, una modalidad comunicativa ya consolidada en la colectividad que utiliza
varios medios de comunicación para dar a conocer sus productos, sugiriendo una
imagen favorable de los mismos y de sus contextos de utilización, y estimulando su
compra o consumo”. La estimulación de esta compra o consumo se puede realizar en
161
156 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
la prensa femenina a través de distintos elementos lingüísticos que aumentan la
expresividad como el uso de las aliteraciones, la creación de voces a través de la
composición y la afijación, los cambios tipográficos, el uso del tuteo, o la inclusión de
neologismos y extranjerismos entre otros. Hernando Cuadrado (1984) menciona otras
características en el plano morfosintáctico del lenguaje publicitario como son: el
predominio de las construcciones nominales enfáticas, el uso especial del posesivo, las
adjetivaciones múltiples o el frecuente empleo del superlativo y del infinitivo.
Sin embargo, este mismo autor, entiende que para estudiar el fenómeno de la
neología, es imprescindible analizar la lengua de la publicidad. En el plano léxico el
uso de los extranjerismos está justificado para Hernando Cuadrado (1984: 123) por
tratarse de traducciones, adopciones o adaptaciones de términos foráneos que vienen
en su mayoría de anuncios publicitarios en inglés; otro de los motivos que señala el
autor, que es el que compartimos y defendemos a lo largo de nuestro trabajo, es el del
uso de los mismos para causar novedad y espectáculo con palabras ajenas a nuestro
idioma. Esta xenofilia no consiste, sin embargo, tan solo en adaptar o en adoptar
extranjerismos, sino que inventa términos y mezcla raíces de distintos idiomas. Tal es
el caso de algunas de las formas que encontramos en nuestro estudio anteriormente
referenciado, Anglicismos en la prensa femenina española y polaca: análisis contrastivo. En
los dos siguientes ejemplos, observamos cómo se han creado nuevas unidades léxicas
híbridas, donde un elemento patrimonial (en este caso el sufijo del idioma polaco para
formar adjetivos –owy) se une con otro de carácter foráneo (en este caso la voz inglesa
casual):
Casualowy
Pod spodem też powinnaś nosić ubrania lekkie i casualowe.
[Debajo deberías llevar también ropa ligera y casual] (Elle diciembre 2013:
160).
Otro ejemplo de término que sigue los mismos patrones de formación es el
adjetivo basicowy que se refiere a una prenda básica y se ha creado añadiendo al
término inglés basic el sufijo -owy.
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 157
Basicowy
Basicowe rzeczy kupuje w sieciowkach.
[La ropa básica la compro en cadenas] (Elle septiembre 2013: 157)
En nuestra opinión, la afluencia de anglicismos en las revistas de alta gama está
supeditada a fines estilísticos y expresivos, aunque otra estudiosa muy crítica con los
criterios y caracterización de las unidades neológicas, Estornell (2012: 63-64), aclara que
se puede establecer una clasificación de este tipo de voces, según predomine en su uso
un valor más referencial o más estilístico/expresivo:
En efecto, el fenómeno del préstamo en estas revistas es un hecho destacable debido
a su recurrencia. Puede decirse que, de manera general, este uso está vinculado a
una intención estilística y expresiva, relacionada con el fin último de tal tipo de
género periodístico. En concreto, en el uso de préstamos puede advertirse la
intención comunicativa de imprimir al discurso un estilo moderno, fresco,
novedoso, original e internacional, así como de enfatizar lo dicho y presentar la
información de una forma amena.
Este valor estilístico del que hablamos se puede observar en el léxico empleado
por la socióloga y modelo Patricia Soley-Beltran (2015), en su libro divulgativo
¡Divinas!, en el que se percibe cómo la intencionalidad del uso de anglicismos en el
mundo de la moda sirve para proyectar un efecto de internacionalidad y modernidad
a la vez que proporciona un mensaje sugerente cargado de palabras expresivas.
Algunos de los ejemplos encontrados a lo largo de la lectura son los siguientes:
1. “Olatz, la nueva top model,…” (página 13).
2. “Durante meses me había resistido a cortármelo por no dejar obsoletas
todas las fotos de mi book…” (página 20).
3. “Lamentablemente no tuve muchas ocasiones para reproducir ante la
cámara a la mujer hecha y derecha del smoking” (página 22).
4. “Me refugié en una remota universidad medieval escocesa donde el único
must inexcusable era vestirse como un oso para protegerse del frío
húmedo…” (página 27).
158 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
5. “Mientras que los primeros desfiles de modistas de alta costura, como
Paquin y Doucet, estaban dirigidos a su rica y aristocrática clientela, los
fashion plays de los teatros (…) (página 53).
6. “En efecto, la imagen saludable, supuestamente “natural” y el power
dressing de los ochenta fueron desplazados por la deconstrucción y el poor
chic (el chic de la pobreza) de los tejanos rotos y la ropa de segunda mano”
(páginas 94-95).
7. “El llamado heroin chic vestía al estilo grunge y se acompañaba con una
actitud blasé, de hastío” (página 95).
8. “De las crinolinas y corsés decimonónicos, al body o leggings de los ochenta,
la industria de la indumentaria muestra el abandono progresivo de las
prendas que fajan el cuerpo, aunque éste no se haya traducido en una
liberación del control corporal” (página 140).
9. “Actualmente, quizá sea Kate Moss la supermodelo que mejor compendia
el estilo rock chic, la chica rockera ….”(página 145).
10. “Entre finales de los noventa y principios del siglo XXI, el estilo porn-chic,
conocido en España como el estilo zorrita, utilizó imágenes de tipo
pornográfico en editoriales de revistas …” (página 145).
11. “Ni las historias de éxito, ni el glamour, ni la espectacularidad del fashion
show—los propios desfiles son parte del presupuesto de publicidad de las
marcas de costura, pues la alta costura a medida no obtiene beneficios dado
que tan sólo unas decenas de mujeres en todo el mundo pueden costearla—
logran esconder ante una observación atenta que estamos ante una
operación estrictamente comercial” (página 204).
La Fundéu también ejemplifica el uso de anglicismos en un documento de
Mendoza (2013) titulado, En el mundo de la moda no eres nadie si no dices tres anglicismos
por minuto, en el que parodia el uso de los mismo en ejemplos como los siguientes:
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 159
“(…) y es que, al parecer, se ve mejor el desfile del diseñador de turno si te han
sentado en el front row que en la primera fila, y es más trendy saludarlo luego en el
kissing room que en la sala de encuentros,…”.
“(…) y no todo el mundo tiene acceso al backstage o camerinos para ver el ajetreo que
se traen las esculturales top models, superando un fitting tras otro”.
Señala el citado artículo que aspectos como el afán de estar al día, el complejo
de inferioridad y el descuido del español pueden estar entre los factores que propician
el uso de anglicismos. La perspectiva de la autora Rodríguez (2001: 258), da un gran
avance en cuanto a los factores que favorecen el éxito de los extranjerismos apuntando
otros motivos como:
1. La necesidad de recurrir a un término inglés que es conocido para el lector y que
es más conciso que su traducción, porque el empleo del mismo evita locuciones
engorrosas en español.
2. El anglicismo es un término más general o más impreciso para referirse a algo.
3. El anglicismo es una palabra más específica o concreta para referirse a algo.
4. Por eufemismo.
5. Por cubrir un hueco que han dejado otras palabras que han desplazado su
significado, dejando un vacío semántico para el nuevo concepto u objeto
adquirido.
6. La necesidad de lexicalizar nuevos inventos y descubrimientos técnicos o
científicos.
7. La necesidad de recurrir a un término inglés porque no existe otro equivalente
en español.
8. Por esnobismo u afán de mostrar intelectualismo. Señala Luire (1994: 26) al
respecto que:
Cuando se lleve una prenda extranjera, como cuando se deja caer una palabra o una
frase extranjeras en la conversación, no se pretende proclamar la procedencia de
quien la lleva o su devoción hacia otro país, sino indicar sofisticación. También
puede ser un medio de pregonar su riqueza. Cuando vemos un lujoso reloj suizo,
160 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
sabemos que su propietario lo compró en su propio país después de pagar un precio
tres veces superior al de un buen reloj de otra nacionalidad, o que se gastó todavía
más dinero en viajar hasta Suiza.
9. Para dar prestigio a un determinado producto.
10. Como indicador de especialización en algún tema, con lo cual se pretende
demostrar que se conoce la jerga propia de una profesión o actividad.
Volviendo al tema de la publicidad la propuesta de Vilches (2006: 261), apunta
al tema de los medios refiriéndose entre ellos a la prensa, la radiotelevisión y a la
publicidad como “la puerta de entrada principal de los neologismos en nuestro
idioma”.
La publicidad se puede convertir en un medio destacado para el estudio de los
procesos lingüísticos, cuya función principal, señala Vega Moreno (2015: 350), es la de
informar, recordar y persuadir a un público objetivo usando la lengua como medio
para conseguir su fin.
Pero, ¿cómo podemos usar la lengua para impulsar la compra-venta de
productos? Hemos tratado de buscar la respuesta sobre todo para el caso de las revistas
femeninas de alta gama. Como señala Vega Moreno (2015: 351), el neologismo dentro
de la lengua publicitaria “no siempre responderá a razones expresivas o estilísticas,
pero sí perseguirá un fin doble: por un lado, provocar un impacto visual en el receptor
y, por otro, transmitir un significado concreto en un discurso específico en busca de
una mayor eficacia comunicativa”. Para ello, Vega Moreno (2015: 356-362), deja de lado
tan solo el anglicismo como fuente de riqueza neológica dentro de la prensa y señala
los siguientes mecanismos de creación léxica como los más representativos dentro de
estudio realizado entre anuncios publicitarios: a) la prefijación con elementos prefijales
como anti-, re- y ultra- que sirven para resaltan las cualidades de los productos
anunciados (antiarrugas, ultramoderno…); b) la sufijación con los formantes –nte y –dor
(tono vibrante, potenciador); c) la composición y la composición culta son técnicas muy
utilizadas por los publicistas para resaltar las cualidades proporcionadas por sus
N E O L O G Í A Y P R E N S A F E M E N I N A | 161
productos, por ejemplo, colorterapia; d) la acronimia y, por último, señala Vega Moreno
(íbid); e) el juego o cruce de palabras. Este mecanismo señala la autora que es muy
utilizado en publicidad, pero que no ha sido muy tratado en los estudios dedicados a
la formación de palabras. Sin embargo, hemos encontrado bastantes ejemplos en
nuestro corpus de este tipo de formación como los siguientes términos: mustníficos
(must+ maníficos) (Elle, noviembre 14: 96), bibliofashion (biblioteca + fashion) (Elle,
noviembre 14: 96), thinklein (think+ Klein) (Cosmopolitan, Enero 14:40) o denimanía
(denim+ manía) (Cosmopolitan, marzo 14: 143). Como podemos observar los cruces se
realizan entre términos locales y foráneos, y, a veces incluso tan solo entre anglicismos.
Personalmente coincidimos con la opinión de Vega Moreno (2015: 362) de que
‘estos formantes cambian el entorno cognitivo del destinatario al que va dirigido el
producto’. Nos inclinamos a pensar que estos formantes junto a las técnicas tipográfica
y principalmente el uso de extranjerismos (en concreto de anglicismos dentro de la
prensa femenina), son los principales motores de la creación neológica en las revistas
femeninas de alta gama.
161
PARTE II
EL ESTUDIO
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 165
4. EL ESTUDIO
4.1. METODOLOGÍA Y FASES DE LA INVESTIGACIÓN
4.1.1. Justificación y descripción del corpus
Nuestro corpus está compuesto por las secciones de moda de las revistas
Cosmopolitan, Elle, Marie Claire y Vogue desde enero de 2014 hasta diciembre de 2015. Se
han analizado noventa y seis números, una revista al mes, dejando de lado los números
especiales (moda, belleza, bodas, niños, etc.) que en algunas ocasiones lanzan por no
encontrarse disponibles en la versión digital. La delimitación a estos dos años se debe
a una simple acotación temporal teniendo en cuenta la fecha de iniciación del trabajo
de la tesis doctoral. Estimamos que dos años constituyen un período suficiente para
detectar en este corpus el cambio léxico en el ámbito de la moda. En cuanto al motivo
general de la elección de las revistas es el que se expone a continuación. Las revistas
especializadas en moda son una fuente para la descripción de los cambios sociales y
del cambio lingüístico. La elección de cada una de ellas se ha realizado por cierto
conocimiento previo que teníamos de las mismas. De antemano no conocíamos las
diferencias entre las publicaciones del sector (Telva, Glamour, Woman, Dunia …),
aunque sí partíamos de algunas presuposiciones como, por ejemplo, el lenguaje
desenfadado y novedoso de Cosmopolitan o el prestigio de la revista Vogue y, frente a la
anterior, pensamos que esta cabecera a lo largo de la historia ha sido el emblema de la
moda por excelencia. Se escogió Elle porque creemos que es una de las más vendidas y
extendidas entre el público femenino. Marie Claire, por ser una especie de versión
francesa de Elle y por ser una auténtica desconocida para nosotras. De todas,
Cosmopolitan, como acabamos de indicar, nos resulta más jovial por el tipo de público
al que va dirigida, hecho que puede ser significativo y cuyos resultados de análisis
pueden divergir en algunos aspectos con los otros títulos. Sin embargo, lo que nos ha
166 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
llevado definitivamente a seleccionar estas cuatro publicaciones es el hecho de que las
cuatro cuentan con difusión internacional.
Tras escoger las revistas del corpus, el segundo paso consistió en estudiar qué
secciones de las mismas incluir en el estudio. Una vez analizadas con detalle, hemos
podido constatar que no todos los apartados coincidían en las sucesivas ediciones de
una misma revista y que ni siquiera el formato de las secciones se repetía de forma
consecutiva todos los meses dentro de la misma publicación. Por ello, hemos tenido que
sistematizar la búsqueda y ceñirnos a la sección de moda y otras secciones relacionadas
con esta, como compras o estilo, que, bajo estos epígrafes, incluyen apartados de moda.
Además, conviene señalar que hemos dejado de lado algunas temáticas en nuestro
análisis que coinciden en la mayoría de las cabeceras como son, por ejemplo, las
secciones de los siguientes temas: belleza, viajes, trabajo, entrevistas a gente de
actualidad, agenda, tendencias en libros, restaurantes, arte, cine, música, decoración, etc.
Veamos, a continuación, de forma más detallada las secciones que hemos
escogido de cada una de las cabeceras, de las que se han extraído las unidades léxicas
para nuestra investigación. Para ello hemos diferenciado en color las secciones
analizadas y que han formado parte del corpus.
Tabla 9. Secciones de las revistas Cosmopolitan, Elle, Marie Claire y Vogue en los
números de enero de 2014
Cosmopolitan Elle Marie Claire Vogue
Cosmo News Secciones:
Very Elle
Looks Moda
Fashion &
Shopping
Estilo:
Flechazos
Reportajes Novedades, gente y
actualidad:
En Vogue Compras
En Vogue Tendencia
En Vogue Estilo
Dress for Less
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Cosmo Look Agenda Placeres Belleza
Man tropology Magazine Moda
Reportajes y
encuentros
Tú, tú y tú Belleza Belleza Living
Moda Moda
Belleza Shopping
BodyLove Living
Living
Y además…
En cuanto a la revista Cosmopolitan, es importante señalar que no en todos los
números se mantiene el mismo título para las diferentes secciones, por ejemplo, en
algunos números la sección masculina de “Man tropology” cambia su nombre por una
sección en la que se habla de asuntos laborales denominada “Trabajo y dinero” o “Tu
mundo” dependiendo del mes de publicación, u otra de las secciones que cambia
respecto al número de enero de 2014 es la de “Tú, tú, tú” que pasa a ser “Amor, sexo y
otras cosas”. Sin embargo, estas secciones no han afectado al corpus de extracción de
neologismos de moda, que se ha centrado en el análisis de las tres secciones marcadas
en azul cuyo eje central es la moda. En cuanto a la primera sección de noticias “Cosmo
News”, hemos de explicar que tan solo hemos seleccionado las partes que nos
interesaban por la temática, ya que al tratarse de una sección de noticias hemos
encontrado temas variados como noticias, tendencias, opiniones, confesiones, agenda
del mes …
La revista Elle presenta las secciones más diferenciadas que la revista
Cosmopolitan, con ello nos referimos a que, por ejemplo, la parte de compras “Shopping”
tiene su propia sección. Sin embargo, también nos ha resultado complicado seleccionar
los apartados para el estudio, ya que muchos de ellos están hibridados y tienen
contenidos de moda, por ejemplo, a través de entrevistas, parte que hemos dejado de
168 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
lado en nuestro trabajo por tratarse de otro género discursivo. Finalmente, hemos
tomado como corpus para el análisis parte de la primera sección denominada
“Secciones”, en concreto “Very Elle”, ya que el resto de apartados dentro de “Secciones”
trata otros asuntos como cartas de las lectoras, noticias y novedades de toda índole. Por
otra parte, hemos analizado la sección de “Flechazos” dentro de “Estilo”, además de la
de “Moda” y “Shopping” que coincide en todas las publicaciones.
De la revista Marie Claire hemos tomado las secciones de “Looks” y “Moda” para
su análisis. La sección de “Looks” es similar a las que se presentan en Elle bajo el título
“Very Elle” y a la sección “Flechazos”. En cuanto a la sección de moda, debemos señalar
que es muy amplia y en algunas ocasiones incluye entrevistas que aunque están
relacionadas con el tema de la moda hemos decidido descartar para que el corpus
extraído de las cuatro revistas sea lo más similar posible. En cuanto a la revista Marie
Claire hemos comprobado a través del análisis de los sumarios que se asemeja bastante
a la revista Cosmopolitan en cuanto al cambio de denominación de las secciones. Así, por
ejemplo, encontramos apartados como “Reportajes” que van cambiando su
denominación pasando a ser “Magazine” en números siguientes aunque los contenidos
son similares. Además, hemos observado que las secciones no son fijas en todos los
números, ya que, por ejemplo, algunos meses advertimos secciones de trabajo o de estilo
de vida entre otras, que desaparecen y se van alternando de forma aleatoria en los
siguientes números.
Por último, los apartados analizados de la revista Vogue coinciden con los dos
primeros epígrafes: “Moda” y “Novedades, gente y actualidad”. La elección en este caso
no nos ha resultado más sencilla debido a que, como en los casos anteriores, no hay una
estructura fija de las distintas secciones. Analizando las dos primeras nos hemos dado
cuenta de que las páginas de moda no van correlativas en la revista y que incluso en
algunos números no aparece este apartado de “Moda”, además de que, al igual que en
las publicaciones anteriores, las denominaciones de los apartados de las secciones
también se modifican entre números. Así, por ejemplo, las denominaciones de “Vogue
compras” pasan a ser “Vogue elige” en otros números o “Se lleva”, etc.
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 169
Para concluir, puntualizamos que, aunque las denominaciones de las secciones
van variando a lo largo de los meses y a pesar de que no todas las secciones son
equivalentes en las revistas estudiadas y de que el tamaño de las muestras ha ido
variando dependiendo del número, en lo que respecta a la moda sí que siguen un patrón
común, es decir, en las cuatro consta un apartado claramente identificado como “Moda”
que corresponde a reportajes fotográficos artísticos con modelos que exhiben las
tendencias del momento, en muchos casos famosas, publicitando las marcas más
prestigiosas y elitistas en contextos de ensueño, y, por otra parte, también todas
coinciden en incluir secciones de actualidad que incitan al consumo y a la compra y que
hemos analizado con detenimiento, como “Fashion and Shopping”, “Flechazos”, “Looks”
y “Dress for Less”, entre otros títulos. Debemos también señalar que aunque un alto
porcentaje de los contenidos de estas revistas es la moda, hemos dejado de lado algunos
apartados relacionados con la misma por pertenecer a otros géneros periodísticos,
distintos del publirreportaje; con ello nos referimos, por ejemplo, a las entrevistas
realizadas a diseñadores o a personajes centrales en el mundo de la moda. Nos hemos
centrado en lo que los autores Cristófol y Méndiz (2010: 21) denominan páginas de
discurso hibridado que, según estos autores, consiste en aquellas páginas con contenidos
de moda en los que la línea editorial no deja claro si existe una compensación económica
para la marca de moda. Se trata de un discurso hibridado con menciones a las marcas
comerciales que no es tan explícito como el de la publicidad, y que incluso en ocasiones
cuenta con información que no contiene mención alguna a las marcas comerciales,
aunque sí que postula tendencias.
Una vez aclaradas estas cuestiones de los distintos apartados de las cabeceras,
conviene hacer una descripción pormenorizada de las principales características y breve
historia de cada una de las revistas utilizadas en el estudio. La revista Vogue, quizás la
más emblemática dentro del sector de la moda, es una revista estadounidense
distribuida por Condé Nast Publications que vio la luz por primera vez en diciembre de
1892. Su principal editora se llama Anna Wintour y Miranda Priestly es el nombre del
170 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
personaje que creó la periodista Lauren Weisberger en su novela El diablo viste de Prada
inspirado en las vivencias que Miranda había vivido en primera persona con Wintour.
De acuerdo con Ganzabal (2006: 2), Vogue se intentó introducir en el mercado
español a principios de los 80, pero por problemas legales el proyecto fracasó, lo que
hizo que finalmente se introdujera en el mercado español en abril de 1988 de la mano
del editor brasileño Luis Carta y con Ana Puértolas como directora.
A diferencia de lo que ocurre con las otras cabeceras que forman parte de nuestro
corpus, para Vogue, la moda se convierte en un estilo de vida, por lo que la lectora de la
misma es una mujer que prioriza la moda sobre todo lo demás, ninguna otra revista
refleja de la misma manera las tendencias, los reportajes sobre moda, las
novedades,…Además cuenta con reportajes fotográficos de renombre, colaboraciones
de los más reconocidos escritores, diseñadores e ilustradores más importantes. Para
Breward (2003: 122-123):
Vogue capitalized on design innovations introduced in the production of European
art magazines at the turn of the century, repackaging the fashion magazine as a
desirable object in its own right, a harmonious and authoritative style guide that
functioned as a bible for the fashion-conscious.12
La revista está destinada a una mujer elegante y sofisticada que cuenta con un
alto poder adquisitivo, ya que ensalza valores como el gusto por lo ostentoso y selectivo,
valores que ya eran palpables en los primeros números de esta dirigidos a la aristocracia
neoyorquina.
Elle se autocalifica en su página web como la revista femenina número uno en
el mundo. Es propiedad del grupo francés Lagardère y es publicada por primera vez en
España de la mano de Hachette Filipacchi, S.A. en 1986 aunque fue fundada por Pierre
Lazareff y por su esposa en el año 1945 y en la actualidad es editada por Hearst Magazines.
12 (Traducción propia): “Vogue le sacó partido a las innovaciones de diseño introducidas en la
producción de revistas de arte europeas en el cambio de siglo, reinventando la revista de moda
como un objeto deseable por derecho propio, una guía de estilo armoniosa y acreditada que
funcionaba como una biblia para los que van a la última”.
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Cristófol y Méndiz (2010: 8-9) señalan teniendo en cuenta los parámetros de aspiración,
conocimiento, practicidad e identificación que “Vogue es una revista referente en la
moda, aspiracional, icono de estilo y garantía de marca en la que los contenidos
publicitarios son de igual importancia que los informativos”. Sin embargo, Elle tiene un
gran equilibrio entre ligereza y seriedad y es un gran referente para todo tipo de mujeres
además de contener más variedad de temas.
Figura 4. Portadas del primer número de la revista Elle (1996) y de Elle (2016)
en la celebración del aniversario de los 30 años de la publicación.
Marie Claire, también originaria de Francia como Elle, nació en el año 1937 de la
mano de Jean Prouvost que más adelante, concretamente en el año 1976, legaría la
dirección a su hija Evelyne Prouvost que junto con el Grupo L’Oréal dirigirían la
compañía. En España pertenece al grupo editorial alemán GyJ (Gruner+Jahr) al igual que
la última de las revistas de nuestro corpus, la revista Cosmopolitan. La editorial en su
página web define la revista Marie Claire de la siguiente manera: “moda con emociones”,
sin embargo, el lema de la revista Cosmopolitan es: “la mejor amiga de millones de
mujeres en el mundo”.
Esta última es la más atrevida de las cuatro cabeceras analizadas, ya que trata el
tema de la sexualidad de una forma más desenfadada y se caracteriza por su contenido
más contradictorio. Esta misma idea comparte con nosotras también Fernández Sanz
172 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
(2008: 27) quien presenta a una chica Cosmopolitan descarada y atrevida y destaca que la
revista Cosmopolitan presenta el modelo más rupturista de todas las revistas femeninas.
Velasco (2005: 27) ha analizado la publicidad en el Cosmopolitan británico resaltando las
contradicciones que hay dentro de la cabecera:
(…) si hay un aspecto clave del éxito comercial de Cosmo este es precisamente que
es contradictorio a la hora de ofrecer una diversidad de opiniones sobre las mujeres
que potencialmente son excluyentes entre sí. Puede defender la causa femenina o en
ocasiones oponerse a ella; solidarizarse con los problemas de los hombres (…) o ser
muy crítica con ellos; (…). Puede aprobar el matrimonio, así como el romance, la
fidelidad, tener hijos más allá de los 30 años, y múltiples formas de relaciones
sexuales. Estas opiniones dispares se presentan además en un estilo que puede ser
serio o divertido, o ambas cosas (…).
Es interesante señalar que ambas revistas Marie Claire y Cosmopolitan fracasaron
al no encontrar audiencia a principios de los setenta en el mercado español y que
esperarían hasta 1987 en el caso de Marie Claire y hasta 1990 en el caso de Cosmopolitan
para implantarse en nuestro país (Menéndez, 2013).
La competitividad del mercado de la prensa femenina de alta gama es palpable,
y el número de títulos también, sin embargo, Torres (2008) explica que todas ellas tratan
de distinguirse para garantizar su supervivencia. Cosmopolitan, como acabamos de
señalar, es más explícita en lo referido al sexo y dedica más espacio al trabajo; Elle
prioriza entretenimiento sobre relaciones personales y se caracteriza por su cuidada
edición y diseño gráfico; Vogue también se distingue por la sofisticada cobertura de
tendencias de moda y por su calidad de impresión y, por último, Marie Claire suele
insertar más reportajes de investigación sobre asuntos de actualidad y de viajes. Sin
embargo, la fuerza motriz de tres de ellas, no quizás de Cosmopolitan, es el tema de la
moda. En concreto, y tomando como ejemplo los números de enero de 2015, las secciones
que hemos contado que cada una de ellas dedica a la moda son los siguientes:
Cosmopolitan (10); Elle (18), Marie Claire (7) y Vogue (17).
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En cuanto al número de lectores de cada una de ellas, en la siguiente tabla
podemos observar la evolución de las cuatro revistas femeninas de periodicidad
mensual estudiadas en nuestro corpus y editadas en España entre 1963 y 2005. Los datos
se han obtenido a partir de OJD (Oficina de la Justificación de la Difusión), dedicada a la
información y control de publicaciones, y del EGM (Estudio General de Medios) de la
AIMC (Asociación para la investigación de medios de comunicación), que estudia el
consumo de los medios de comunicación en España.
Tabla 10. Evolución de ventas de las revistas Elle, Marie Claire, Vogue y Cosmopolitan
en el año 2005.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de OJD (septiembre-noviembre 2005) y
EGM (2005).
Título Fecha
aparición Empresa Ed.
Ult.
Difusión Audiencia
Elle 1986 Hachette 137.840 457.000
M. Claire 1987 Gruner &Jahr 95.355 245.000
Vogue 1988 Condé Nast 100.626 475.000
Cosmopolitan 1990 G&J/ Hearst Co. 203.877 808.000
Si nos aproximamos más en el tiempo, el número de lectores en el año 2015, de
las cuatro revistas analizadas aparece en el gráfico que mostramos a continuación
tomado de la página web de Condé Nast Publications del apartado “Media Kit 2016” de la
revista Vogue:
174 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Figura 5. Número de lectores en el año 2015 de revistas femeninas.
Fuente: http://cnworld.es/pdf/mk-vogue.pdf
En este gráfico podemos observar cómo las tres primeras revistas con mayor
número de lectores en España son tres de las cabeceras utilizadas en nuestro estudio:
Vogue con 759.000 lectores, Elle con 585.000 lectores y Cosmopolitan con 517.000 lectores.
La revista Marie Claire se sitúa en sexta posición con 179.000 lectores por detrás de dos
revistas nacionales como son Telva y Woman.
Si comparamos este último gráfico con la tabla anterior, podemos observar que
diez años antes la revista Marie Claire ya era la menos consumida por las lectoras,
pudiendo deducir que así ha sido a lo largo de la historia de ventas en nuestro país.
4.1.2. Diseño e implementación de la base de datos NEOmodaes
En este apartado vamos a describir brevemente, en qué consiste la base de datos
que hemos confeccionado en nuestra investigación para el análisis del léxico. En primer
lugar, conviene apuntar que la denominación de nuestra base de datos, NEOmodaes, es
el acrónimo de Neologismos de la moda en la prensa española.
La aplicación web ha sido desarrollada por una empresa dedicada a la
administración de sistemas, Soluciona Tecnología, S.L., que realiza otras labores, como el
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desarrollo de páginas web, programación informática y marketing online. Nuestra base
de datos está desarrollada en el lenguaje de programación PHP y HTML5, que se ha
empleado para darle formato a una hoja de estilos en CSS3, y la base de datos es MySQL.
Utiliza un servidor Apache en un alojamiento contratado para su visibilidad a través de
navegadores de internet.
En cuanto al contenido, NEOmodaes es una base de datos del idioma español que
recoge las unidades neológicas del ámbito de la moda aparecidas en las revistas
femeninas presentadas en el apartado anterior. Su propósito es doble, ya que por una
parte, almacena estas palabras del vaciado del corpus y, por otra, las ordena
alfabéticamente siguiendo el modelo de un repertorio lexicográfico, donde cada entrada
proporciona la siguiente información sobre la voz: la fuente de extracción, la definición,
la categoría gramatical, el contexto y el tipo de neologismo.
Para su confección, hemos tenido en cuenta la metodología del Observatorio de
Neología (OBNEO), principalmente en cuanto a los apartados de la tipología de
neologismos y del análisis de la grafía. Sin embargo, hemos dejado de lado otros
apartados recogidos en las fichas de vaciado del OBNEO como son, por ejemplo, la
sección del diario o diferentes notas que no consideramos relevantes para nuestro
estudio. La sección del periódico en nuestro caso no se incluye en la ficha porque
partimos de las secciones de moda en la revista que hemos delimitado; en cuanto a las
notas, en nuestra base de datos tan solo hemos incluido el apartado que se corresponde
con el de equivalente en español, presuponiendo que encontraríamos muchos términos
foráneos y que sería relevante buscar un término para ayudar al lector o a todo aquel
que busque el término y desconozca el significado.
176 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Figura 6. Metodología del trabajo en neología. OBNEO: códigos de nota.
4.1.2.1. Criterios para la inclusión de neologismos
Para la selección de los posibles neologismos, es importante señalar los criterios
de selección que se han establecido:
El criterio previo que determina si un término es neológico o no es comprobar
si aparece en alguno de los diccionarios seleccionados como diccionarios de
referencia o exclusión. Los diccionarios de exclusión que hemos utilizado en
nuestro caso y en los que no figuran nuestros neologismos son los siguientes:
el DRAE (2014, ed. 23ª) y el Diccionario de Uso del Español María Moliner (2008,
v. 3.0.).
Como diccionarios de neologismos generales de referencia, que no son objeto
de exclusión de los neologismos encontrados, contamos con el Diccionario de
Neologismos del español actual (2013) de María Moliner, y con el Diccionario de
Neologismos del Español Actual NEOMA (2016)
(http://www.um.es/neologismos/). Además de estos diccionarios, hemos
empleado el Glosario de Moda elaborado por la Fundación del español urgente
Fundéu (2015): http://www.fundeu.es/wp-
content/uploads/2015/03/glosarioModaFundeu.pdf y una fuente más
especializada como es el Diccionario de la Moda de Margarita Rivière (2014).
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 177
Para la clasificación de los neologismos, como acabamos de ver, se ha seguido
la tipología y la metodología de clasificación del OBNEO en casi todos sus
puntos. Tan solo nos hemos apartado del original en dos de sus indicaciones
genéricas. Tal y como indica el protocolo de vaciado de los textos escritos
OBNEO (2004: 7): “en lo que respecta a los neologismos recogidos en un
mismo ejemplar del periódico, sólo se recogen una vez”. La primera parte de
este punto coincide con nuestra recopilación, sin embargo, nos apartamos de
la metodología del OBNEO en cuanto a que cuando un neologismo aparece
en otro ejemplar de la misma revista no lo hemos recogido, tan solo en el caso
de aparecer con dos categorías distintas o en una fuente distinta. En el caso
de la metodología del OBNEO, cuando un mismo neologismo aparece
documentado en el mismo periódico, pero en distintos ejemplares, sí se
vuelve a recoger porque se consideran fuentes distintas.
Por lo tanto, y como acabamos de indicar, el objetivo principal de la base de datos
NEOmodaes es registrar manualmente y analizar todos los neologismos encontrados en
las revistas femeninas analizadas y, tras consultar las tipologías neológicas más
frecuentes, clasificarlos teniendo en cuenta la categorización fijada por el OBNEO, así
como ofrecer otros datos de interés sobre el léxico del mundo de la moda, necesarios
para procesar y analizar el léxico contenido en este tipo de prensa. Sin embargo, no ha
sido objeto de este trabajo estudiar la frecuencia de aparición de las unidades léxicas, es
decir, una vez que un término ha aparecido en una de las cuatro cabeceras, se ha
contextualizado y no se ha vuelto a introducir con otro contexto a no ser que aparezca
en una publicación diferente.
Hemos de advertir que el vaciado se ha realizado de forma manual, lo que puede
dar lugar a que alguna de las formas haya pasado desapercibida, especialmente alguna
forma semántica. No obstante, hemos acometido la extracción de datos con la
exhaustividad que corresponde.
178 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
4.1.2.2. Diccionarios de exclusión, diccionarios de neologismos y otros recursos utilizados
en el estudio
Para la realización del presente trabajo se ha comprobado que todos los términos
que incluye nuestra base de datos no se encuentran en los dos diccionarios que forman
parte de nuestro corpus de exclusión que son los siguientes:
El Diccionario de la lengua española DRAE (2014, ed.23ª).
El DRAE es la obra de referencia de la Real Academia Española cuya primera
edición vio la luz en el año 1780 hasta la edición actual, la 23ª, que fue publicada en
octubre de 2014 y que es con la que trabajamos en nuestra tesis doctoral, aunque,
hacemos uso de la edición en línea disponible desde el 21 de octubre de 2015. Sobre este
diccionario, la Real Academia en su página web comenta que “es el resultado de la
colaboración de todas las academias, cuyo propósito es recoger el léxico general
utilizado en España y en los países hispánicos”. Sus destinatarios son principalmente
hablantes de español.
El Diccionario de la lengua española DRAE (2017, ed. 23ª.1).
La Real Academia Española (RAE) ha escrito una nota en la edición del año 2017
en la que explica que está confeccionando una nueva edición de su diccionario de la
lengua española que ahora denomina con las siglas DEL, pero en nuestro trabajo
mantenemos la sigla anterior, DRAE. Con el objetivo de que la nueva edición no retrase
la inclusión de nuevos términos y acepciones, apunta que se ha optado por realizar
actualizaciones anuales que se publican el mes de diciembre de cada año.
El Diccionario de Uso del Español María Moliner (2008, v. 3.0.).
El diccionario de María Moliner, obra de referencia lexicográfica del español,
nació en el año 1966 y sería completado en el 67 con el segundo de sus volúmenes de la
primera edición. Publicado por la Editorial Gredos vería más de veinte reimpresiones.
En el “Prólogo”, Manuel Alvar destaca el incuestionable valor de la obra lexicográfica
reconocida de forma póstuma y la profunda minuciosidad en la elaboración del
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 179
diccionario de una autora desconocida que dejaría como legado un objeto sumamente
valioso y original. Acerca del método, dice Alvar:
Un principio básico del método era el cuidado puesto en atender a las diversas
necesidades de los usuarios todos, incluyendo explícitamente por primera vez no
solo a los hablantes naturales del español, sino a los aprendices no nativos. Esta
amplitud del empeño fue en realidad la inspiradora de casi todos los muchos rasgos
novedosos por lo que la obra descollaba sobre sus competidoras en aquel momento.
Para mí, el más importante era la renovación, una a una, de las definiciones
heredadas, redactándolas de nueva planta en un lenguaje transparente y actual; y
enriqueciéndolas con la adición de numerosos matices significativos y, por otro lado,
limpiándolas de los círculos viciosos frecuentes en los enunciados definidores de
otros diccionarios. Merecen mención también las numerosas notas de uso y las
construcciones sintácticas, así como la abundancia de ejemplos ilustrativos y el
relieve dado al registro de sinónimos y voces afines.
Como podemos observar, el DUE ofrece notables innovaciones dentro de la
tradición de los diccionarios españoles y, en comparación con el DRAE, se centra más en
la parte comunicativa y ejemplificadora de la lengua y deja de lado la parte más
normativa a este último. Este aspecto ejemplificador de la obra de María Moliner,
Dacosta (2008: 78) lo denomina “vertiente codificadora” o “sistema de referencias” en el
que un término te lleva a otro a través de expresiones afines o relacionadas. El
diccionario de María Moliner es una obra de uso de la lengua que presta más atención
al aspecto comunicativo de la lengua. Sin embargo, el diccionario de la RAE es un
diccionario normativo, prescriptivo, que marca la norma léxica.
Algunas de las mejoras que señala Soto (2016: 3) del DUE frente al DRAE son las
siguientes:
1.- Ha recopilado muchos vocablos que no figuran en el diccionario académico.
2.- Contiene un sistema de sinónimos, palabras afines y referencias que
constituyen una clave superpuesta al diccionario de definiciones para
“conducir al lector desde la palabra que conoce al modo de decir que
desconoce”.
180 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
3.- Da numerosas indicaciones gramaticales en las respectivas entradas y en
artículos especiales sobre temas gramaticales.
4.- Reagrupa palabras de la misma raíz.
5.- Ofrece definiciones modernizadas.
6.- Indica las etimologías y presenta un rico material sintagmático (frases
hechas, modismos, etc.).
Por último, otra de las ventajas del DUE frente al DRAE, esta vez centrándonos
en las versiones electrónicas, es que el primero incluye un vasto repertorio de
herramientas de búsqueda que actúan sobre los principales índices del diccionario:
ordenación alfabética o inversa; amplio desarrollo gramatical de los términos;
posibilidad de buscar frases y locuciones, topónimos, gentilicios, símbolos, etc.;
conjugador, búsquedas avanzadas, exportación de los listados resultantes de las
búsquedas, etc.
Otros diccionarios con los que hemos trabajado en nuestra tesis, esta vez no de
exclusión, son los diccionarios de neologismos generales siguientes: el Diccionario de
Neologismos del español actual (2013) de María Moliner y el Diccionario de Neologismos del
Español Actual NEOMA (2016). Ambos están realizados a partir de textos de la lengua
general en los que aparecen estos neologismos.
Diccionario de Neologismos del español actual (2013) de María Moliner
El Diccionario de Neologismos del español actual es una obra lexicográfica cuyo
corpus que cuenta con alrededor de 1200 entradas se basa en la recopilación de textos
escritos entre 1990 y 2013. Todas las entradas recogidas se encuentran ejemplificadas en
la mayoría de los casos con citas de periódicos aunque también hay citas de libros y
contenidos de Internet. La selección léxica en Neologismos del español actual se ha basado
en un estricto criterio cronológico a partir de documentación directa, de tal modo que se
han incluido los ejemplos con la fecha de aparición en el caso de los ejemplos tomados
de la prensa. Por otra parte, indican las observaciones preliminares que es importante
señalar que los términos que aparecen se han encontrado en la “lengua general”, y que
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excluye el lenguaje estrictamente especializado de la ciencia o de la técnica, o el de
registros muy limitados (jergas, coloquialismos restringidos, etc.). En las observaciones
preliminares del diccionario y en relación a los préstamos se indica que, se prefieren las
adaptaciones acordes con el sistema fonológico y morfológico del español si están
constatadas en el uso.
Diccionario de Neologismos del Español Actual NEOMA (2016)
(http://www.um.es/neologismos/).
Otro de los diccionarios generales que hemos empleado en nuestro trabajo es el
Diccionario de Neologismos del Español Actual NEOMA. Este recurso electrónico parte de
un proyecto financiado por la Fundación Séneca titulado Actualización del léxico del
español en la prensa de Murcia y Alicante y forma parte de la Red de Neología del Español
Peninsular denominada (NEOROC) que está integrada por el Instituto de Lingüística
Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra y los grupos de neología léxica de las
universidades de Málaga, Valencia, Murcia, Cádiz, Alicante, Extremadura y Salamanca.
Los objetivos del diccionario descritos por Azorín y Sánchez Manzanares (2016:
14) son: actualizar los diccionarios de lengua, contribuir a la datación de voces y ofrecer
información lingüística a determinados colectivos de usuarios acerca de las unidades
léxica que periódicamente aparecen y no se encuentran recogidas en los repertorios
lexicográficos generales: profesionales de educación, de la enseñanza, correctores de
estilo, publicistas, traductores y, en general cualquier hablante que necesite averiguar el
significado o la forma escrita de alguna de estas nuevas adquisiciones léxicas. No
obstante, señalan las autoras que presenta otras utilidades, pues el neologismo no es solo
una solución para cubrir la necesidad denominativa impuesta por el avance de las
ciencias y de las innovaciones tecnológicas, sino también una manera de interpretar las
señas de identidad del momento histórico en el que aparece, los nuevos tipos de
relaciones sociales, así como los elementos culturales emergentes. De ahí que el análisis
del nuevo léxico adquiera un papel fundamental en la configuración de la historia social
de una lengua. Por otra parte, además de su cometido básico, NEOMA puede
proporcionar informaciones valiosas para la lingüística, tanto en su vertiente teórica
182 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
como en la aplicada. Así, en el ámbito teórico constituye una fuente de datos de primera
mano sobre la renovación léxica del español; mientras que, en el aplicado, puede
contribuir a la actualización de los diccionarios generales y aportar información para la
elaboración de futuros repertorios históricos o etimológicos.
En lo que a la selección de léxico se refiere, conviene señalar que el diccionario
NEOMA recoge 2400 entradas y más de 3900 usos en contexto, siendo su base
documental los diarios de Murcia, La Verdad y La Opinión y los diarios La Verdad e
Información de Alicante publicados entre los años 2011 y 2014.
En cuanto al formato tan solo señalaremos que el diccionario es un recurso
electrónico alojado en la web de la Universidad de Murcia, accesible desde cualquier
navegador tecleando la dirección: https://www.um.es/neologismos/index.php/. Este
formato permite no limitar la extensión; de esta manera, además de la información que
recoge habitualmente un diccionario, como la categoría gramatical o el ejemplo de uso,
en NEOMA se incorpora otro tipo de información, como la referida al procedimiento
neológico, o a la adscripción temática de la voz.
Además de estos diccionarios, hemos utilizado el Glosario de Moda elaborado por
la Fundación del español urgente Fundéu (2015) porque trabaja sobre la prensa y los
medios de comunicación: http://www.fundeu.es/wp-
content/uploads/2015/03/glosarioModaFundeu.pdf.
Glosario de Moda Fundéu (2015).
La Fundéu (Fundación del Español Urgente) es una institución sin ánimo de
lucro cuya misión principal consiste en difundir el buen uso del español en los medios
de comunicación. Hemos seleccionado su glosario porque a pesar de no ser tan riguroso
ni extenso como los diccionarios con los que hemos trabajado, sí nos ha resultado de
especial utilidad su contenido pues cuenta con aproximadamente 150 términos de la
moda difundidos por los medios de comunicación. Los términos que aparecen son
extranjerismos frente a los que la Fundéu siempre busca una alternativa, porque uno de
los pilares de la Fundación es la lucha contra el uso abusivo de los mismos. En él, los
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 183
términos no vienen acompañados de un contexto, pero sí de una definición que en el
caso de existir se ha tomado prestada de otros repertorios como el DRAE, o el Diccionario
Panhispánico de dudas (DPD). En cuanto a los extranjerismos todos ellos aparecen en
cursiva y bajo ellos se da uno o más equivalentes en español como alternativas.
Por último, escogimos un diccionario especializado de la lengua de la moda,
diccionario que consideramos que va dirigido a especialistas en moda, ya que
seguramente un vasto número de términos no podrían ser entendidos por un profano
en la materia, por ejemplo, por citar algunos: arrow, aigrette, bettina, camp, dije, duffle coat,
grosgrain, flappers, lamé, línea Y, pikis, redingote, toile …. Este diccionario nos ha hecho
reflexionar y plantearnos si la lengua de la moda se puede incluir dentro de las lenguas
de especialidad. Para Joseph Vendryes (citado en Alessandra 2015: 46) parece cierto que
el lenguaje de la moda es un lenguaje sectorial, tanto por su accesibilidad restringida a
un número limitado de profesionales del mundo de la moda como modistas,
diseñadores, modelos, patronistas, periodistas de la moda, etc., como por las
circunstancias de comunicación y las específicas características pragmáticas y
funcionales.
Distinto argumento presenta Agulló (2016: 90-91), para la que el lenguaje técnico
de la moda, a diferencia de otros lenguajes especializados, ha dejado de ser de
especialidad debido fundamentalmente a que la mayoría del vocabulario es
comprensible para la mayor parte de la sociedad. Algunos de los argumentos que
presenta para reafirmarse en su tesis son: la fuerte incidencia e impacto que el mundo
de la moda tiene en la sociedad actual, el uso de la terminología relativa al mundo de la
moda en las conversaciones cotidianas de los usuarios de la lengua, o el fuerte impacto
de revistas, blogs, programas de televisión, publicidad, etc.
Esta comprensión del lenguaje técnico se puede deber según Carpi (2002: 73) a la
teoría de que en todo acto comunicativo se producen trasvases de las lenguas
especializadas a la común, es decir, tecnolectos y neologismos pasan de unas a otras. Así,
el público no especializado acaba entendiendo términos y expresiones procedentes de
diferentes sectores.
184 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Para Alessandra (2015: 47), la evolución de la terminología de la moda está
determinada por una estrecha dependencia de la realidad sociocultural.
Desde nuestro punto de vista, los textos producto de nuestra tesis no podemos
clasificarlos de forma exclusiva dentro de textos para fines específicos, ya que la
comunicación no se produce únicamente entre especialistas, sino que las revistas tienen
un ámbito de divulgación general, es decir, el redactor es un especialista en el tema, sin
embargo, el lector puede ser tan solo un asiduo a este tipo de publicaciones o un neófito
curioso sin ningún tipo de formación al respecto. Además, podemos señalar que en el
caso de la moda parece que la lengua de especialidad no está tan apartada de la lengua
común, puesto que la divulgación y promoción de los productos es tan veloz que se
propaga en el uso común y, de esta forma, el reconocimiento por parte de los usuarios
se produce con mucha rapidez. Sin embargo, si nos adentramos, por ejemplo, en el
diccionario que vamos a describir a continuación, podemos observar, cómo la lengua de
la moda precisa de términos específicos para su denominación, términos que forman
parte del lenguaje para fines específicos que ha sido un poco dejado de lado dentro de
los lenguajes de especialidad.
Diccionario de la Moda de Margarita Rivière (2014) como una fuente especializada.
Margarita Rivière fue una de las primeras mujeres que ejerció el periodismo en
España y de las pocas que han publicado numerosos artículos y libros sobre la moda.
Trabajó como corresponsal en España de la revista Marie Claire y el Diccionario de la Moda
fue uno de sus trabajos más representativos, ilustrado en esta segunda edición por el
diseñador Miró. En este diccionario se repasa la historia de la moda del siglo XX a través
de los diferentes estilos, personajes y conceptos. Las fuentes documentales del mismo,
según apunta la periodista del prólogo, son materiales que guardó un archivo desde
1900 hasta 2001, material que incluía su extensa colección en papel de revistas de moda
europeas y americanas del siglo XX, desde Vogue a Marie Claire… Para la autora, estas
son fuentes muy fiables que junto con el material bibliográfico empleado constituyen los
dos pilares sobre los que se sustentan las entradas de su diccionario y que dan lugar a
un importante recurso lexicográfico dentro del ámbito de la moda. Entradas que, en la
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mayoría de los casos, están ampliamente explicadas y documentadas, por ejemplo,
seleccionando un término al azar en la página 162 encontramos la unidad léxica jodhpur
cuya definición es la siguiente:
Pantalón de montar ajustado en la pantorrilla y más ancho entre la cadera y la
rodilla, que lleva una pieza de refuerzo por la parte interior de la pierna. Su nombre
viene de un estado de la India, de donde es originaria esta prenda, que pusieron en
circulación los ingleses para montar a caballo acompañada de botas altas de cuero y
chaqueta entallada negra. La moda de final de los años sesenta que redescubre el
glamour de Oriente sofistica esta prenda y la introduce en círculos vanguardistas. El
jodhpur reaparece a principios de los noventa hecho en tejido elástico como
alternativa al pantalón legging y se populariza como prenda de moda en el invierno
de 1993-1994.
Como podemos observar en la definición, el trabajo bibliográfico que realizó la
autora del diccionario es amplia. La bibliografía se encuentra dividida en distintas
secciones clasificada en distintas temáticas: 1) Moda, historia de la moda, Sociología de
la moda en general durante el siglo XX; 2) Alta costura, prêt-à-porter y diseñadores; 3)
Accesorios y complementos; 4) Hombres, moda masculina; 5) Otros; y 6) España. La
mayoría de los títulos utilizados por la autora para confeccionar el diccionario
pertenecen a las dos primeras secciones. La primera sección contiene casi cien títulos y
en su mayoría son obras de sociólogos relevantes como Barthes, Baudrillard, Bell, Bourdieu,
Dorfles, König, Laver, Lipovetsky, Simmel o Veblen, entre muchos otros. En la sección
segunda aparecen muchos títulos de biografías de diseñadores y nombres de la moda
como Balmain, Benetton, Christian Dior, o Mary Quant, entre otros. El diccionario consta
de dos partes, el repertorio lexicográfico en sí, con una extensión de más de 300 páginas
de términos, y un anexo que se corresponde con una cronología desde el año 1900 hasta
el año 1995 en la que el lector puede ver resumidos los principales momentos históricos
junto con los principales rasgos referidos a la vestimenta de los personajes más
importantes del citado periodo de la historia, los creadores de la moda y las capitales de
la moda.
186 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Otros diccionarios de consulta
Para nuestra búsqueda de equivalentes de todos los extranjerismos encontrados
en las revistas, especialmente de anglicismos, hemos utilizado uno de los principales
recursos lingüísticos en distintos idiomas, el diccionario en línea WordReference
(https://www.wordreference.com). Este diccionario es uno de los más prestigiosos por
su rapidez, calidad y su fácil manejo. En principio, es un diccionario de sinónimos y
antónimos que contiene numerosos idiomas (inglés, francés, italiano, español, catalán,
alemán, sueco, ruso, holandés, portugués, polaco, rumano, checo, griego, turco, chino,
japonés, coreano y árabe) de los que se puede encontrar traducción de términos directa
e inversa de estos idiomas al inglés, pero además entre sus opciones también se
encuentra la posibilidad de buscar definiciones y contiene una gran cantidad de datos
que permite conocer la pronunciación, las conjugaciones verbales, contextos, imágenes
y el origen etimológico del término seleccionado. También cuenta con un diccionario
monolingüe inglés y un foro de cada uno de los idiomas en el que puedes preguntar tus
dudas sobre un término en concreto a cualquiera de los usuarios.
Para las definiciones en inglés seleccionamos el Collins Dictionary por
considerarlo uno de los diccionarios monolingües más prestigiosos de la lengua inglesa.
Hemos utilizado su edición en línea que permite el acceso a más de 700.00 términos,
significados, contextos y expresiones del inglés contemporáneo. Además, incluye los
neologismos más recientes de la lengua inglesa. El acceso al mismo se realiza a través de
la siguiente dirección: https://www.collinsdictionary.com/es/diccionario/ingles.
4.1.2.3. Implementación de NEOmodaes
El proceso de elaboración ha seguido las fases que se describen a continuación:
A) La primera fase ha consistido en localizar los neologismos, para lo cual se ha
seguido un método de detección y verificación manual de las unidades
neológicas. Durante el vaciado de los textos, creamos una tabla por revista y
por mes con todos los términos susceptibles de ser neologismos con sus
contextos, señalando página en la que aparecen y tipografía del original (se ha
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 187
intentado ser fiel al original reproduciendo la tipografía, aunque en muchas
ocasiones ha sido imposible por no disponer de las mismas fuentes, colores o
tamaño del original). Seguramente, en esta selección han pasado
desapercibidos algunos neologismos, lo cual resulta inevitable cuando se
realiza un trabajo de forma manual y no automática. Muchas de las voces que
en principio consideramos como neologismos no lo son porque están incluidas
en nuestros corpus de exclusión. Algunos términos que figuran en las revistas
analizadas y en nuestras obras de referencia, por lo que han perdido el estatus
de unidad léxica nueva, son los siguientes, que presentamos agrupados según
el repertorio de exclusión:
- En el DRAE (2014, ed.23ª), estas son algunas de las unidades léxicas
registradas que hemos descartado: bandolera, panti, mod, mini, extraplano,
pantalón de campana, pantalón de pitillo, pantalón vaquero, pantalón tejano, popelín,
carey, twist, urbanita, atemporal, multicolor, extrafino, guipur, maxi,
semitransparente, falda pantalón, jogging, cuello cisne, maximizar, plexiglás, torera,
batik, mikado, lamé, chancleta, bamba, sarga, cartuchera, camisola, preciosismo,
esclava, look, crepé, cárdigan, níveo, ultraligero, vaporoso, encaje, macramé,
sastrería, rafia, plastrón, sahariana, top model, alta costura, ante, blazer, blonda,
casual, charol, chaqué, chic, corsé, cuña, degradé, drapeado, encaje, estola, levita, logo,
naif, naíf, nailon, retro, top model, merina (lana), loden, milrayas, tacha, corbatería,
supermodelo.
- En el Diccionario de Uso del Español de María Moliner (2008, v. 3.0.), se registran
otras voces que inicialmente seleccionamos y que, por tanto, se han
desechado, como, por ejemplo: mouton, mohair, mitón, plastrón, plataforma,
strass, georgette, legging, grunge, packaging, patchwork, triquini, denim, fashion,
fondo de armario, aplique, astracán, bailarina, bolero, book, borsalino, brocado,
cachemir, cachemira, crochet, croché, evasé, foulard, glamour, grunge, hit (con una
188 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
acepción diferente), jacquard, jeans, leggings, lúrex, patchwork, shopping, short,
tartán, top, trekking, cheviot, enfundarse, lamé.
Estos términos que aparecen en estos dos diccionarios son los términos que
fueron neologismos en su momento y que por el uso han perdido el carácter
especializado y puede que hayan pasado a la lengua general.
Hemos mencionado que en nuestro estudio la primera fase ha consistido en una
localización manual de los términos y, siguiendo el análisis de Estopà y Cabré (2009: 21)
sobre la estación de trabajo OBNEO, en este primer proceso de selección prevalece una
“intuición neológica”, ya que pasan desapercibidas algunas unidades, como por ejemplo
las formadas por prefijación o sufijación. Es importante destacar que en nuestro caso,
aunque se ha realizado una lectura atenta para identificar todo tipo de neologismos se
ha prestado especial atención a los extranjerismos, en concreto a los anglicismos, que
pueblan este tipo de prensa y que conforman nuestras encuestas y el glosario final. Por
otra parte, también nos hemos detenido a observar aquellas palabras que aparecían con
algún tipo de marca tipográfica (comillas, cursiva y negrita, y mayúsculas
principalmente), ya que no siempre pero, en muchos casos, nos indicaban que se trataba
de un extranjerismo, aunque esto en ningún caso ha sido concluyente, más bien todo lo
contrario, porque hemos podido comprobar que no existen reglas tipográficas fijas (la
ortografía se descuida en ocasiones, se entremezclan estilos de letras, en algunas
ocasiones prevalece la imagen al texto, vemos disparidad de criterios dentro de una
publicación, etc.).
B) La segunda fase ha consistido en analizar los neologismos en el corpus
compilado e introducir, de nuevo manualmente, estas unidades léxicas en
nuestro programa. Además, antes de introducirlas, hemos comprobado si las
unidades léxicas que, en principio, considerábamos neologismos aparecen en
nuestras obras de referencia de exclusión. En el caso de no aparecer en las
mismas, ni en los diccionarios de neologismos ni de moda utilizado ni en el
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glosario de la moda Fundéu (2015) se ha realizado una definición denominada
“propia” que aparece en el apartado de “Fuente de la definición”.
Esta segunda fase, y el momento de la introducción de los datos en el programa,
nos ha llevado a reflexionar sobre la comprensión por parte de los lectores de los
términos encontrados entre las publicaciones. Pensamos que las unidades léxicas
presentes en las revistas femeninas del ámbito de la moda, proceden y son empleadas
principalmente en el ámbito profesional y así lo hemos podido comprobar a lo largo del
corpus de revistas analizadas para la presente tesis doctoral o en cualquier otra
publicación de moda, donde las encontramos en boca de expertos del campo (aquí
podemos incluir un vasto número de profesiones como editores de moda, fotógrafos,
ilustradores, modelos, estilistas, o diseñadores de moda), como por ejemplo, en la
realizada en el número especial sobre moda del periódico El País (2016: 52-59) en la que
los nuevos directores creativos de la marca Courrèges emplean términos como: maison,
total look, denim, llevable, y ready-to-wear, entre otros. Creemos que el uso por parte de los
hablantes no especializados no se da completamente más que en el plano de la recepción:
estos hablantes no expertos, presuponemos que muchos términos no los comprenden
fuera del contexto por no contar con el soporte gráfico de las revistas o que en el caso de
comprender el significado se debe a la frecuente aparición en las revistas al no ser
utilizados en su comunicación habitual, seguramente, su significado es
mayoritariamente desconocido fuera del contexto.
El vaciado y el listado resultante de la identificación de términos, nos ha hecho
plantearnos el uso por parte del hablante no experto y la comprensión por parte del
oyente no experto, por lo que hemos confeccionado dos encuestas (Anexo II y III)
empleando la web gratuita de encuestas perteneciente al servicio universitario
informático que proporciona la Universidad de Murcia que se denomina ÁTICA.
Para su realización, hemos creado un acceso público en el que se ha seleccionado
el colectivo de todos los alumnos de grado pertenecientes a la universidad y hemos
dejado de lado a los alumnos egresados de la universidad, profesores y alumnos de
190 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
máster. Hemos programado un par de semanas para que los alumnos participen y en
tan solo unos días hemos obtenido una participación de mil trescientas sesenta y ocho
encuestas cumplimentadas para la primera por lo que cerramos el proceso antes del
periodo establecido inicialmente. En el caso de la segunda también planificamos un par
de semanas, aunque la participación fue bastante menor, en concreto de doscientos
noventa y dos encuestados. Pensamos que participaron bastantes menos alumnos por
encontrarse en época de exámenes, porque se les preguntaba por el sexo al principio de
la misma y porque entrañaba más dificultad que la primera por los términos
seleccionados.
Con la primera encuesta pretendemos medir el “sentimiento de neologicidad” y
la “difusión en el uso” por parte de los usuarios hacia los anglicismos seleccionados que
aparecen en nuestro corpus del ámbito de la moda. Nuestro propósito era conocer hasta
qué punto estos anglicismos están integrados dentro de la lengua general o dentro de
los hablantes de la comunidad universitaria, con unas características socioculturales y
lingüísticas similares y hasta qué punto se perciben como novedosos.
El cuestionario de la percepción de la neologicidad está formado por cuatro
preguntas cuyos criterios de medición son los siguientes:
0) Hablante nativo o extranjero.
1) Sentimiento del grado de novedad del anglicismo.
2) Empleo del préstamo con equivalente en el español.
3) Percepción de su situación en la lexicografía.
4) Capacidad para definir términos relacionados con el ámbito de la moda.
Con la segunda encuesta pretendemos medir tan solo la variable “conocimiento
del significado” de algunos anglicismos que han aparecido en nuestro corpus de
exclusión haciendo esta vez una separación por sexo, es decir, al principio de la encuesta
los alumnos indican su género. De esta forma mediremos si estos vocablos tan solo
tienen sentido para los conocedores de este sistema que presuponemos que la mayoría
son mujeres consumidoras de este tipo de prensa, lo que sería un indicio de la
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 191
especialización de este lenguaje. Para ello, hemos seleccionado algunos de los términos
que para nosotras entrañaban más dificultad de comprensión para averiguar de esta
forma si los usuarios tenían conocimientos de los mismos. Pensamos de antemano que
muchos de los términos no serían comprendidos por los usuarios si se presentaban
descontextualizados, puesto que, en la mayoría de los casos, en este tipo de revistas los
términos vienen acompañados de un soporte gráfico.
C) El último paso de la metodología ha consistido en completar cada una de las
fichas para cada uno de los neologismos que han ido apareciendo en nuestra
lectura atenta y selectiva de los distintos ejemplares atendiendo a la
característica de la formación de los mismos. Con ello observamos qué tipo de
formación neológica prima sobre otra en la renovación y creación del léxico
actual. En cuanto a las tipografías de los originales, comentamos que en
NEOmodaes no hemos podido modificar los tipos de letra y todos los ejemplos
aparecen con el estándar de programación.
4.1.2.4 Interfaz de usuario de NEOmodaes
El uso es muy sencillo. Para acceder a la misma, la ruta tiene dos accesos a través
del siguiente enlace: http://solucionatecnologia.com/maria_mondejar. Estos dos accesos
se corresponden con los dos usuarios que se han creado: uno invitado cuya contraseña
de entrada es la palabra “invitado” y el usuario maria_mondejar que es el que se ha
utilizado para la introducción de las distintas fichas y la modificación de los datos. El
usuario invitado tan solo tiene acceso a los apartados de “banco de neologismos” y a la
“búsqueda/informes”, además de poder realizar la búsqueda de un término que le haya
suscitado interés. En la primera pestaña puede visualizar el conjunto de entradas en el
diccionario y pinchar en cualquiera de ellas en la lupa pequeña que aparece en la
columna más a la derecha de la pantalla bajo el epígrafe “Acciones”. En la segunda
pestaña a la que tiene acceso, el usuario invitado puede hacer búsquedas a través de un
filtrado de las siguientes categorías: “fuente”, “fuente de definición”, “categoría
gramatical”, “tipo de neologismo” y, por último, por “clasificación”. Se pueden realizar
192 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
búsquedas a través de un solo filtro de los anteriormente citados, de dos o de todos ellos
a la vez. En ningún caso el usuario invitado puede modificar ninguno de los datos
introducidos. En ambas pantallas, en la columna más a la izquierda, aparece una
columna denominada “id”. Esta columna tan solo indica el orden de introducción de las
fichas en la base de datos, introducción de los mismos que no sigue ningún orden en
concreto.
A continuación, describiremos las principales características (pantallas,
formularios e informes) que dan forma a la aplicación en cuestión. La base de datos que
manejamos las dos usuarias dispone de cuatro apartados bien diferenciados en la
pantalla inicial: alta del neologismo, buscador, banco de neologismos y
búsqueda/informes. Este es su aspecto:
Figura 7. Pantalla de presentación de la base de datos NEOmodaes.
Una vez que estamos en esta pantalla inicial, vamos a pasar a explicar cada uno
de los apartados con los que cuenta cada una de las fichas de vaciado. En concreto para
cada neologismo detectado en alguna de las cuatro revistas estudiadas se recoge la
siguiente información:
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 193
En el primero “Alta Neologismo” se realiza la introducción de un nuevo término
siempre en minúsculas junto a los siguientes detalles:
- neologismos, este apartado se creó para introducir el nuevo término,
- la fuente (seleccionaremos la revista en la que aparece el neologismo:
Cosmopolitan, Elle, Marie Claire y Vogue),
- el mes de publicación (enero de 2014; febrero de 2014; marzo de 2014; abril
de 2014, mayo de 2014, junio de 2014, julio de 2014, agosto de 2014,
septiembre de 2014, octubre de 2014, noviembre de 2014 y diciembre de 2014;
diciembre de 2014; enero de 2015; febrero de 2015; marzo de 2015; abril de
2015, mayo de 2015, junio de 2015, julio de 2015, agosto de 2015, septiembre
de 2015, octubre de 2015, noviembre de 2015 y diciembre de 2015).
- la página: el número de la página en la que aparece documentado el término,
- la categoría gramatical, para la que se han dispuesto las siguientes: adjetivo,
adjetivo plural, adverbio, artículo, conjunción, interjección, locución, nombre
femenino, nombre femenino plural, nombre masculino, nombre masculino
plural, nombre masculino y femenino, preposición, pronombre, verbo
intransitivo, verbo pronominal, verbo transitivo.
- el tipo de neologismo se refiere al procedimiento de formación o vía de
ingreso de la unidad léxica, tomando como protocolo metodológico el del
OBNEO para la clasificación: abreviación, acronimia, composición,
composición culta, conversión sintáctica, lexicalización, prefijación,
parasíntesis, siglación, sintagmación, sufijación y variación; neologismos
sintácticos y semánticos y préstamos adaptados o no y el idioma
correspondiente del que proceden. Otros se ha utilizado para casos de
términos dialectales o argóticos, cultismos o palabras que han resultado
difíciles de clasificar en el resto de grupos o para todos aquellos neologismos
identificados en el corpus que no se corresponden con ninguno de los
procesos de formación descritos por el OBNEO.
194 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
- la fuente de la definición, en esta ventana podemos seleccionar la fuente de
nuestra definición y los apartados que encontramos son los siguientes: por
un lado, los siguientes diccionarios de neologismos: Diccionario de Neologismos
del español actual María Moliner (2013), Diccionario de neologismos NEOMA
(2016), el glosario de la moda Fundéu y del Diccionario de la Moda de Margarita
Rivière (2014). Para incluir la definición en el siguiente apartado, en primer
lugar, hemos comprobado si los términos aparecen en NEOMA y en el glosario
de la Fundéu. En NEOMA muchas de las definiciones de préstamos del inglés
que se presentan fueron realizadas por nosotras con anterioridad en el
proceso de creación del diccionario.
En segundo lugar, tras comprobar que no aparecen en NEOMA ni en el
diccionario de la Fundéu, nos hemos dirigido al resto de diccionarios de neologismos
citados para tomar una definición y en el caso de no aparecer el término en ninguno de
ellos, hemos creado nuestra definición denominada dentro de la base de datos como
“propia”.
- la definición, puede ser la propia, es decir, la definición cuyos neologismos
no aparecen en los compendios lexicográficos de términos de moda
seleccionados y que redactamos personalmente, o bien la que aparece en
alguno de los diccionarios de consulta que se indican en “fuente de la
definición”.
- el contexto, sacado de cualquier parte del texto dentro de las secciones
estudiadas, con ello queremos decir de los títulos, subtítulos, o epígrafes a pie
de foto que describen el contenido de las mismas, con la única excepción del
precio de los productos que hemos decidido eliminar, ya que consideramos
que no es relevante. Aunque disponemos de todos los contextos de los
distintos términos en las cuatro publicaciones, las fichas tan solo cuentan con
uno. Hemos seleccionado el contexto que consideramos más representativo
y explicativo dentro de cada una de ellas o aquel que no hemos utilizado con
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 195
anterioridad para definir otro término. Sin embargo, en algunos casos, nos
hemos encontrado con algunos contextos un poco breves por tratarse de un
titular o de un pie de foto, en cuyo caso hemos optado por copiar el enunciado
anterior o siguiente o los dos para intentar darle sentido completo. En otros
casos, aunque en muchas menos ocasiones, hemos optado por prescindir de
parte del texto a través de los puntos suspensivos, sobre todo en enunciados
muy largos en los que algunos fragmentos no aportan información para la
comprensión del neologismo.
- la equivalencia en español en el caso de los extranjerismos hemos buscado en
la mayoría de los casos un equivalente en el diccionario en línea
WordReference para cada uno de los extranjerismos registrados
(http://www.wordreference.com/) y se ha escrito la traducción en este
apartado de la base de datos.
- el análisis de la grafía se refiere a la tipografía en la que aparece en el texto
original aunque no quede reflejada en los contextos que hemos introducido
en nuestra base de datos: color, comillas, comillas/guiones de inciso,
comillas/paréntesis, cursiva, cursiva/comillas, cursiva/guiones de inciso,
cursiva/negrita, cursiva/paréntesis, guiones de inciso, negrita,
negrita/comillas, paréntesis y sin marca tipográfica. Tan solo en el caso de las
comillas hemos dejado el formato del original, sin embargo, la negrita, el
color y la cursiva no se puede apreciar en el contexto. Sí hemos mantenido la
mayúscula, que a pesar de que no es motivo de análisis de la grafía en la
metodología del OBNEO, forma parte de muchos de nuestros contextos por
tratarse de titulares o simplemente, por el juego tipográfico de este tipo de
prensa.
- notas diversas. Este campo notas diversas no es obligatorio y tan solo lo hemos
utilizado en caso de aclaración en relación a algún aspecto relacionado con
alguno de los términos introducidos, por ejemplo, si hemos encontrado otra
196 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
variante ortográfica del término, alguna explicación histórica, sinónimos, si
es una abreviación de otra unidad léxica, etc.
- clasificación. Este apartado incluye otra ventana desplegable desde la cual
clasificamos los neologismos atendiendo a la categoría temática a la que
pertenecen. Los que hemos seleccionado tras el análisis de los neologismos
encontrados son: estilos, tendencias, ropa, complementos, profesiones de moda,
marcas y, por último, en el apartado otros todos aquellos que no hemos podido
clasificar en los grupos anteriores. Esta clasificación nos ha servido para
llevar a cabo el análisis y la discusión de los resultados obtenidos.
En el apartado de estilos se registran voces que guardan relación con un concepto
o ideal estético. Igualmente, hemos encontrado términos que guardan relación con la
moda, pero en este caso con un fin o una inclinación, es el caso del apartado tendencias.
Estos dos conceptos, al encontrarse íntimamente relacionados, nos han causado dudas.
Para Doria (2012: 102-103), el estilo es un modo de expresión básico y distintivo, mientras
que la tendencia es algo efímero, imperativo, fragmentario y fugaz. La revista Marie
Claire en su diccionario de moda define la tendencia como: “idea estética que se orienta
en determinada dirección y que tiene una evolución a nivel mundial de unos 6 meses.
Una vez que se exagera su manifestación, la tendencia comienza a desaparecer para dar
paso a otra. Las tendencias son ahora mucho más efímeras debido a la fugacidad de la
moda y al gran material visual del que disponemos tanto en papel como en formato
digital”. Sin embargo, cuando ninguna de las definiciones anteriores ha disipado
nuestras dudas a la hora de enfrentarnos a los términos encontrados, hemos decidido
incluir en el apartado de otros, todos aquellos identificados en el corpus que hemos
comprobado que no encajan con claridad en ninguno de los apartados descritos.
En ropa hallamos voces que denominan prendas de vestir, pero no los accesorios
de la indumentaria que se han almacenado en complementos. En profesiones de moda todos
los empleos relacionados con el mundo de la moda y, por último, la sección marcas
alberga voces relacionadas con las distintas firmas que aparecen en las cabeceras. La
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 197
sección de otros incluye todos aquellos términos que no se han clasificado en ninguno de
los anteriores.
- imagen: en algunos casos se han introducido imágenes descargadas de Flickr
(sitio de Internet que se utiliza para almacenar y compartir imágenes y
fotografías personales) y que no está sujeto a derechos de autor. El que el uso
sea libre implica en algunos casos que las fotografías que hemos encontrado
no sean de la mejor calidad porque no han sido realizadas por profesionales
y en otros casos no hemos encontrado ejemplos de los términos que
buscábamos dentro de la selección de imágenes libres.
Figura 8. Ejemplo de ficha de vaciado con imagen
La segunda pantalla del programa es el Buscador, que permite el acceso al listado
de términos ordenados por su (id), es decir, por la orden de introducción en el sistema y
nos permite buscar un término para su revisión, modificación o para borrarlo del
sistema. Este apartado no aparece en el usuario invitado, puesto que ninguna de las tres
operaciones anteriores son funciones del mismo. La tercera y la cuarta sección coinciden
en ambas plataformas (usuario principal e invitados). En la tercera encontramos un
198 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
banco de neologismos ordenado alfabéticamente en forma de tabla junto a información
adicional como la fuente del término, la categoría gramatical, el tipo de neologismo y un
último botón con una lupa en el que se puede acceder a cada uno de los términos para
verlos con más detalle. A esta sección la hemos denominado “banco de neologismos” y
no “lemario”, puesto que consignamos más de un vocablo repetido. Es decir, si hemos
encontrado el mismo vocablo en distintas revistas aparecerá en este listado en más de
una ocasión, por lo tanto, el número total de términos que aparece en la parte superior
contabiliza cada uno de los términos introducidos sin descartar las repeticiones de los
mismos.
Por último, la sección de Búsqueda/Informes. En este apartado de la base de datos
se pueden obtener listados de todas las unidades léxicas, filtrarlas por fuente; por fuente
de la definición, es decir, por registro en diccionarios; por categoría gramatical; por tipo
de neologismo o por temática. Por otra parte, se puede realizar una búsqueda de un
término en concreto introduciéndolo en el cajetín de Neologismos y clicando en la pestaña
que aparece en rojo en la parte posterior Buscar. Esta es una de las funciones de la base
de datos más práctica, ya que podemos observar los distintos informes siguiendo
distintos criterios de selección. Por eso, hemos considerado de gran importancia este
módulo y hemos añadido estos cinco informes que nos han servido para el posterior
análisis de los datos obtenidos. La única dificultad a la que nos hemos tenido que
enfrentar ha sido la imposibilidad de imprimir los informes desde el programa creado,
por lo que nos hemos tenido que ir al navegador y hemos tenido que crear e imprimir
los informes desde allí, sin la posibilidad de ampliar el tamaño, modificar el formato o
guardarlos en distintos formatos lo que nos ha obstaculizado bastante el trabajo, por lo
menos en lo que a la parte estética se refiere.
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 199
Figura 9. Captura de pantalla que muestra la pantalla de entrada de nuevos
neologismos en la base de datos NEOmodaes
4.1.3. Diseño de encuestas sobre percepción de neologicidad
En este apartado explicamos los criterios fijados para confeccionar nuestras
encuestas y analizamos los datos obtenidos; la primera encuesta que llevamos a cabo se
titula “Anglicismos en el ámbito de la moda”, y la segunda “Cuestionario para la
medición de la comprensión de anglicismos de la moda según sexo”. Ambas se han
realizado a una población joven de entre 18 y 21 años, con formación universitaria y,
consecuentemente formación en idiomas, la mayoría en inglés. Es importante, además,
tener en cuenta que la Universidad de Murcia es una universidad pública española.
Encuesta 1
Con esta encuesta, pretendemos medir las siguientes variables: “la percepción
del grado de neologicidad”, “la preferencia de la variante española a la inglesa”, “la
inclusión de neologismos en el diccionario” y la “capacidad de definición de
anglicismos”, que se corresponden con las cuatro preguntas formuladas en el
cuestionario (véase Anexo II).
200 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
El número de alumnos que participaron en la encuesta es de 1388 y en el análisis
de resultados no se han eliminado a los no nativos españoles por considerar que no
modificarían los resultados, ya que tan solo 55 son hablantes no nativos y su primera
lengua varía. Las cuatro preguntas que hemos confeccionado establecen opciones de
respuesta fija, es decir, los estudiantes deben seleccionar la repuesta que consideren
correcta de entre las proporcionadas. En las cuatro preguntas que hemos elaborado han
sido seleccionados los siguientes anglicismos algunos de ellos tomados de nuestra base
de datos como cardigan, blazer, look y panti:
1.- cardigan, boxers, loafer, choker, bomber;
2.- blazer, biker, clutch, leggings, t-shirt;
3.- shopping bag, panti; shorts, jeggings, pleat, look;
4.- flip flops, nude; tuxedo, crop top; jumpsuit;
Estas son las definiciones de las voces, ordenadas por pregunta, que hemos
extraído de los diccionarios Wordreference y Collins:
1.- Un cardigan es una ‘chaqueta de punto’; boxers son los ‘calzoncillos’, loafer es
una marca de ‘mocasín’; una choker es una ‘gargantilla’; y, por último, bomber proviene
de la locución bomber jacket y aparece documentada en el diccionario Wordreference como
‘chaqueta de piloto’, ‘casaca de cuero’ y ‘chamarra de aviador’.
2.- El término blazer es un anglicismo aceptado por la Real Academia y definido de
la siguiente manera: ‘chaqueta deportiva, originariamente utilizada en los uniformes de
colegios y equipos’; biker no aparece documentada en ninguno de los dos diccionarios
con una acepción propia del mundo de la moda por lo que hemos tomado la definición
del Diccionario de la moda Fundéu que la define de la siguiente forma: ‘cazadora de cuero,
normalmente negra, con solapas, bolsillos y cremallera lateral, y con cierto aire motero’.
Clutch es un ‘bolso de mano’; los leggings son ‘mallas’ y por último t-shirt es una
‘camiseta’.
3.- Los términos panti, shorts y look no precisan de definición porque son términos
de uso común y su significado es ampliamente conocido además de tratarse de términos
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 201
que están documentados en el DRAE. Shopping bag, es una ‘bolsa para la compra’, ‘bolsa
de la compra’, ‘bolsa para las compras’; ‘cesta de la compra’. Los shorts son ‘pantalones
cortos’; jeggings no aparece documentada lo que nos puede indicar su cualidad de
término novedoso, para explicar su significado hemos tomado la definición de nuestra
base de datos ‘pantalones vaqueros que se ajustan a las piernas gracias al material
elástico con el que están confeccionados’; por último, pleat es un ‘pliegue’ o una ‘tabla’.
4.- Los cuatro últimos términos de la encuesta son: flip flops, nude, tuxedo, crop top
y jumpsuit. El primero se corresponde con el significado de ‘chanclas’ o ‘hawaianas’; nude
aparece documentado en el Wordreference como ‘color carne’ o ‘color piel’, tuxedo tiene el
significado de ‘esmoquin’ y crop top según el CD es ‘una camiseta muy corta femenina
generalmente ajustada’; jumpsuit es el término proveniente del inglés para ‘mono’.
A la primera pregunta del cuestionario sobre la percepción del grado de
neologicidad de los siguientes anglicismos: cardigan, boxers, loafer, choker, bomber, los
estudiantes han contestado de la siguiente manera:
Tabla 11. Resultados a la pregunta de la percepción del grado de neologicidad .
Muy nueva Bastante nueva Nueva Poco nueva Nada nueva
cardigan 166 226 332 457 207
boxers 29 98 211 558 492
loafer 919 273 144 31 21
choker 804 336 158 56 34
bomber 452 370 274 187 105
Si observamos la tabla presentada, podemos distinguir que el término más
novedoso para los estudiantes es loafer mientras que el término menos novedoso sería
boxers. Los cinco términos propuestos para la primera pregunta son anglicismos no
recogidos en el DRAE, salvo cardigan que está recogida en el diccionario con su
adaptación a la lengua española como cárdigan.
202 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Es interesante ver cómo los estudiantes se han percatado de la novedad del
término loafer, término que entraña cierta dificultad, ya que se trata de una marca
comercial de mocasines que, probablemente, por el éxito obtenido en su número de
ventas se ha convertido en un término genérico que ha pasado a formar parte del
diccionario, aunque en el Wordreference podemos apreciar que va acompañada de un
signo que nos indica que se trata de una marca registrada. El segundo término, choker,
se atestigua en inglés según el CD desde el siglo XVII, aunque su uso está más extendido
a partir del XVIII, así lo muestra la definición: “a woman’s high collar, popular esp in
the late 19th century”, sin embargo, no se ha empleado en la lengua española hasta hace
poco, por lo que los estudiantes no están familiarizados con el vocablo y, por eso, para
una gran mayoría es un término “muy novedoso”. En tercer lugar, con un total de 492
de aciertos entre los encuestados, aparece el vocablo bomber también novedoso para los
alumnos por su reciente inclusión dentro del léxico de la moda, aunque, es un término
que apareció en los años 50 como bomber jacket para referirse al ‘tipo de cazadora de las
Fuerza Aéreas de los Estados Unidos’.
Por otra parte, más de la mitad de los encuestados perciben los términos boxers y
cardigan como “poco o nada novedosos”. En el caso de cardigan, como anteriormente
hemos indicado, el término aparece documentado en el DRAE adaptado a la lengua
española como cárdigan, esta característica nos hace pensar que los hablantes no la
consideran como novedosa y no la distinguen como un neologismo y el hecho de que
aparezca entre las páginas del diccionario implica que su uso está generalizado, aunque
Casado Velarde (2015: 22) rechaza esta idea y apunta que un neologismo no dejará de
serlo cuando lo admita en sus columnas el diccionario y, en la mayoría de ocasiones se
acepta como criterio de neologicidad el hecho de no figurar en el DRAE. Sin embargo,
muchos autores opinan que cuando una palabra está incluida en el DRAE, aunque esté
registrada de forma provisional, ya ha dejado de ser neologismo. De todos modos,
nuestros resultados nos llevan a pensar que la inclusión no siempre está estrechamente
relacionada con el sentimiento de novedad de un término, ya que, por ejemplo, el
término boxers, no aparece registrado y 492 encuestados la consideran como “nada
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 203
nueva”, quizás porque no la perciben como una unidad nueva o, simplemente, porque
piensan que se trata de un término muy usado.
A la segunda pregunta de la encuesta sobre si los alumnos emplean la variante
española, el anglicismo o ninguna de las dos, los resultados conseguidos han sido los
siguientes:
• blazer (470); bléiser (255); ninguna (659);
• biker (76); chupa (999); ninguna (310);
• clutch (112); bolso de mano (1148); ninguna (126);
• leggings (895); mallas (469); ninguna (17);
• t-shirt (14); camiseta (1362); ninguna (6);
Los resultados a esta pregunta no son muy concluyentes y demuestran que los
jóvenes utilizan indistintamente vocablos en español y en inglés. Sin embargo, a grandes
rasgos observamos que se decantan por la variante española y que existe una marcada
preferencia por los términos camiseta, chupa y bolso de mano en lugar de sus equivalentes
semánticos en inglés t-shirt, biker y clutch. Por el contrario, el término leggings se impone
al de mallas. Las causas de que este anglicismo se haya incorporado con tanta fuerza en
nuestra lengua, ya que más del doble de los encuestados prefiere el uso de leggings al de
mallas, podrían ser varias. El término mallas se asocia fundamentalmente con un estilo
deportivo mientras que el término leggings incluye una prenda un poco distinta en el
sentido de que no es solo deportiva sino puede ser una prenda para vestir informal sin
necesariamente ser un complemento para hacer deporte. Por otra parte, el vocablo inglés
evoca una prenda más moderna que su homólogo en español, ya que el término mallas
es un poco peyorativo en el sentido imaginario de aludir a una prenda deportiva,
generalmente barata y de mal gusto a la hora de vestir.
En el caso de blazer-bléiser un número muy elevado de encuestados señaló que no
emplea ninguno de los dos vocablos, y en el caso de utilizarlos un número importante
prefiere utilizar el término inglés a la adaptación fonológica aceptada por la RAE. La
204 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
superioridad en el uso de blazer se puede achacar al mayor empleo por parte de los
medios de la grafía inglesa.
A la tercera de las preguntas relativa a la consideración de la inclusión de
términos en el diccionario, los alumnos han contestado de la siguiente forma:
A) shopping bag
Sí: 152
No: 970
No sé: 266
B) panti
Sí: 994
No: 217
No sé: 177
C) shorts
Sí: 794
No: 388
No sé: 206
D) jeggings
Sí: 300
No: 760
No sé: 328
E) pleat
Sí: 48
No: 918
No sé: 422
F) look
Sí: 904
No: 340
No sé: 144
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 205
Figura 10. Respuesta de los sujetos a la consideración sobre la situación de los
neologismos en la lexicografía.
Entre las respuestas puede observarse, grosso modo y sin detallar cifras, que los
encuestados consideran que los términos B, C y F, panti, shorts y look respectivamente,
son las palabras que se encuentran recogidas en el diccionario. Mientras que los vocablos
que se corresponden con las letras A, D y E, shopping bag, jeggings y pleat no forman parte
del diccionario.
Si analizamos con mayor detenimiento los resultados, podemos advertir que los
alumnos estiman que los términos que se encuentran en la lexicografía son los que en
realidad están incluidos dentro del diccionario. Estimamos que el hablante ha
reconocido la diferencia formal con los términos en inglés en relación al uso de la letra
cursiva o quizás, su conocimiento se puede deber a que no resultan novedosos para los
encuestados mientras que el resto resultan opacos, principalmente, el término pleat.
En cuanto a la última pregunta de la encuesta que determina la capacidad de los
estudiantes a la hora de definir los anglicismos flip flops, nude, tuxedo, crop top y jumpsuit
estos son los porcentajes de aciertos obtenidos por los encuestados:
a) flip flops: 78,3 %
b) nude: 77,2 %
c) tuxedo: 37,2 %
d) crop top: 75,2 %
e) jumpsuit: 43,7 %
206 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Observamos que, exceptuando el término tuxedo, los estudiantes pueden
reconocer la definición correcta a partir de las distintas respuestas. El mayor número de
aciertos lo encabeza el término flip flops con un total de 1087 alumnos, seguido de cerca
de crop top (1044) y nude (1071). Por el contrario, tan solo 517 alumnos supieron contestar
de forma correcta a la definición de tuxedo y un total de 607 a la definición de jumpsuit.
Se podría decir que en el caso de la palabra tuxedo es bastante normal que los
alumnos desconocieran el significado del neologismo, puesto que se trata de un término
que proviene de la variante del inglés americano de uso poco corriente en el español, ya
que se utiliza en su lugar el vocablo esmoquin. El término se debe a un club de jazz de
Nueva York situado en el Parque Tuxedo al que los asistentes debían asistir vestidos con
esta prenda. Conviene señalar que este préstamo aparece registrado en el CREA en
contadas ocasiones lo que demuestra que su uso no está extendido y su voz restringe su
uso a determinados contextos particulares del mundo de la moda. Para ilustrar esto,
podemos advertir los cuatro ejemplos registrados en el CREA tomados de obras
literarias procedentes de Argentina, México y Cuba:
• “(…) Los caballeros encontrarán que los pantalones y camisas informales son
cómodos durante el día, y para las noches un traje o saco oscuro, si les molesta
empacar su tuxedo” (de la Torre, 1995).
• “(…) La defensa negó que Simpson se hubiera puesto esos calcetines del 12 por
la noche cuando llevaba ropa deportiva. Los usó la noche del sábado cuando
vestía una combinación formal, un tuxedo” (Quevedo, 1996).
• “(…) Es tímido y solitario. Un verdadero caballero culto y refinado, que tras
haber escapado de su ciudad natal -Roma- se vio envuelto en una nube de humo,
hedores y pestilencias que arrugaron la solapa de un tuxedo que jamás vistió”
(Polimeni, 1999).
• “(…) He mandado planchar mi hermoso smoking sueco, que como un buen libro
novísimo lleva cita a pie de forro. Este magnífico tuxedo de la casa Tiger, en mayor
gloria del Viejo, Purveyor to H.M. The King of Sweden, tiene bordada en letras
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de oro la siguiente frase de Samuel Beckett que no despreciaría don Juan Benet: "I
may have many faults, but changing my style is not one of them"(Barnatán, 1989).
Por el contrario, los términos nude, crop top y flip flops son ampliamente conocidos
por los estudiantes. El caso de nude y crop top es comprensible porque son términos más
transparentes para el receptor y están más extendidos en el uso, ya que nude nos remite
a ‘desnudo’, y es incuestionable que ‘desnudo’ nos conduce a pensar en ‘carne’ o a ‘color
carne’; mientras que, flip flops es el que cuenta con un resultado superior a todos y no
pensábamos que obtendría la primera posición, ya que es un término más opaco.
En definitiva, el resultado de nuestra primera encuesta confirma nuestra
hipótesis inicial basada en la idea de que estos términos forman parte de la cotidianeidad
de la gente joven, por lo tanto, al formar parte de sus rutinas, es más sencillo para ellos
distinguir los términos más novedosos de los que no los son tanto y así se ha demostrado
con los resultados de la prueba. Los resultados también han demostrado que el criterio
lexicográfico es insuficiente para valorar la novedad de un término, ya que los
diccionarios son lentos a la hora de recoger palabras. A continuación, una de las
conclusiones más relevantes es que los alumnos han demostrado su preferencia por el
uso de los términos españoles en lugar de los neologismos prestados de la lengua
inglesa, aunque en ocasiones se decanten por estos últimos, ya que, seguramente, para
ellos forman parte de su comunicación general.
Además, perciben el grado de novedad de los anglicismos porque son
consumidores de estos productos y de esta jerga y esto justifica el interés de la gente
joven por este léxico y por su novedad, y por último, se puede generalizar también en la
idea de que la mayoría de los estudiantes de la Universidad de Murcia saben definir los
términos por su recurrencia a leer este tipo de revistas o por estar en contacto con este
léxico excepto en las ocasiones en las que se presentan tecnicismos exclusivos de
expertos del ámbito de la moda.
A continuación, en la encuesta 2, vamos a profundizar en la comprensión de los
anglicismos y esta vez teniendo en cuenta el sexo de los participantes.
208 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Encuesta 2
En este apartado se presenta explicada la segunda encuesta titulada
“Cuestionario para la medición de la comprensión de anglicismos de la moda según
sexo” que mide el ‘conocimiento del significado’ de algunos de los anglicismos que han
aparecido en nuestra búsqueda de neologismos. La finalidad de la misma es verificar si
los estudiantes de grado de la Universidad de Murcia, entienden el significado de los
anglicismos fuera del contexto de las revistas.
Los encuestados, al igual que en la primera encuesta, recibieron un correo
electrónico al que han podido acceder durante dos semanas con un cuestionario para la
medición de la comprensión de anglicismos de la moda según sexo en el que se les ha
presentado un total de 6 preguntas con respuestas dadas por los encuestadores y en la
que alumnos deben elegir la respuesta correcta. El listado de términos presentados se ha
tomado del vaciado de neologismos de las revistas estudiadas. Los términos han sido
seleccionados de entre todos los anglicismos del corpus pensando que entrañarían cierta
dificultad para los encuestados fuera del contexto de las revistas y, tan solo resultaría
más fácil para aquellos jóvenes acostumbrados a acceder a este tipo de prensa con
asiduidad o para aquellos cuyo nivel del idioma fuera muy alto. La muestra seleccionada
de anglicismos es la siguiente:
1.- flagship store, burgundy, tank top, knitwear, fur store, velvet;
2.- wardrobe, zip, catwalk, bra, kitten heel, pump, preppy, knot, twill, brogue;
3.- nude, halter, jumpsuit, gadget, showroom;
4.- coolhunter, total look, retailer, cigarette pants;
5.- ‘lbd’;
6.- ‘lwd’
Los diccionarios Wordreference y Collins nos proporcionan las siguientes
definiciones para los términos propuestos en nuestra ‘Encuesta 2’:
1.- Una flagship store es una ‘tienda ancla’; burgundy es ‘de color borgoña’ o
‘bermellón’; un tank top es una ‘camiseta de tirantes’; knitwear son ‘artículos de punto’.
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 209
El término fur store no aparece como tal, pero fur es piel y store es tienda por lo que el
significado es una ‘tienda de venta de pieles’; y, por último, velvet es ‘terciopelo’.
2.- Un wardrobe es un ‘armario’; zip es el término inglés para ‘cremallera’; una
catwalk es una ‘pasarela’; bra no aparece en el Wordreference Dictionary, sin embargo, el
CD nos proporciona la siguiente definición: ‘a bra is a priece of underwear that women
wear to support their breasts’, es decir, a bra es una ‘prenda interior femenina’, ‘un sortén
o sujetador’; kitten heel es el término para un ‘tacón mínimo’; pump no aparece
documentada en el Wordreference Dictionary y el Collins la define de la siguiente forma:
‘pumps are women’s shoes that do not cover the top part of the foot and are usually
made of plain leather’. Pumps es la variante americana para ‘zapato de salón’ mientras
que en la variante británica se utiliza el vocablo court shoes; knot es el anglicismo para
‘nudo’; twill es ‘sarga’ y brogue es ‘un zapato de cuero calado’.
3.- La tercera pregunta de la encuesta incluye los siguientes términos: nude, halter,
jumpsuit, gadget, showroom. Nude aparece documentado en el Wordreference como ‘color
carne’ o ‘color piel’; halter es ‘tira que se ata al cuello’; jumpsuit es el término proveniente
del inglés para ‘mono’; gadget es un ‘artilugio’ o un ‘complemento’ utilizado
metafóricamente en la lengua de la moda; la voz inglesa ‘showroom’ tiene su equivalente
en español y se traduce como ‘sala de muestras’ o ‘sala de exposiciones’.
4.- La sección cuarta pregunta por el significado de los términos: coolhunter, total
look, retailer y cigarette pants. El vocablo coolhunter no aparece documentado ni en el CD
ni en el Wordreference porque es un préstamo adaptado del inglés, ya que la voz original
se escribe separada. La definición del Collins Dictionary es la siguiente: ‘a person who is
employed to identify future trends’, es decir, un ‘buscador de tendencias’. El término
retailer tiene el significado de ‘minorista’; y los cigarette pants son los ‘pantalones pitillo’.
Por último, las preguntas 4 y 5 se corresponden con dos siglas lbd y lwd. Ninguna
de las dos están documentadas ni en el Collins ni en el Wordreference. Si desglosamos la
primera estamos hablando de little black dress y en el caso de la segunda de little white
dress, es decir, hablamos de un vestido corto de color negro y blanco, respectivamente.
210 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
A continuación, pasamos a describir los resultados que hemos obtenido por los
participantes del estudio. Resultados todos ellos analizados incluyendo los 3
informantes que no son nativos de la lengua española, ya que tras analizar sus respuestas
hemos visto que contenían errores lo que nos indica que no son nativos de la lengua
inglesa por lo que nos sirven sus respuestas. La siguiente tabla resume las estadísticas
obtenidas del análisis de las respuestas de los encuestados.
Como podemos observar con las puntuaciones resultantes por los alumnos la
mayoría de los encuestados son españoles del género femenino y se encuentran entre los
19 y los 22 años:
Tabla 12: Respuestas de los sujetos a los datos sobre nacionalidad, género y edad.
¿Eres hablante nativo español?
Respuesta Total %
No 3 1%
Sí 289 99%
¿Eres mujer?
Respuesta Total %
No 56 19,2%
Sí 236 80,8%
Indica tu edad:
Respuesta Total %
18 22 7,5
19 37 12,7
20 62 21,2
21 52 17,8
22 38 13
23 26 8,9
24 16 5,5
25 9 3,1
de 26 hasta 56 30 9,8
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 211
Estas tres preguntas cuando se realizó la encuesta se consideraron de gran
importancia, ya que siempre hemos asociado al lector de las revistas analizadas con un
lector mayoritariamente de mediana edad y bastante alejado de un epicentro
andocéntrico en cuanto al género y así se ha mostrado en los resultados. De las 292
encuestas cumplimentadas el resultado en cuanto al género es el siguiente: 236
pertenecen al género femenino y tan solo un 19,2% del total corresponde al género
masculino, un total de 56 encuestas.
En cuanto a la edad nuestra apreciación inicial era que estas revistas iban
dirigidas un público de unos treinta años. Hemos observado que el mayor número de
respuestas se ha producido entre alumnos de 20 años con un total de 62 encuestados. Es
importante resaltar que la encuesta, como dijimos al principio del apartado, se ha
realizado entre alumnos universitarios y este grupo meta se encuentra generalmente
entre los 18 y los 23 años de ahí que la mayoría de los resultados se encuentren en esta
banda. Aun así, podremos observar por los resultados que este público menor de treinta
años es también receptor de este nuevo léxico de la moda y más adelante veremos, a
partir de una de las encuestas que hemos realizado, que se debe no tanto al consumo de
estas revistas dirigidas inicialmente a un público de mayor edad, sino a otras formas de
comunicación.
A continuación, presentamos los resultados obtenidos atendiendo al criterio
señalado en los objetivos de nuestro trabajo del conocimiento de los anglicismos por
parte de los jóvenes. Sin entrar en muchos detalles, aparentemente y sorprendentemente
la encuesta revela que más de la mitad de los encuestados conocía la mayoría de los
términos presentados. En la primera pregunta los alumnos seleccionaban la definición
al término presentado y estos son los resultados obtenidos:
• Para flagshipstore un 63 % eligió la respuesta correcta.
• Para burgundy un 64,4 % eligió la respuesta correcta.
• Fur store se sitúa también en el mismo porcentaje de las anteriores con un
69,9% de respuestas que fueron contestadas correctamente.
• En cuanto a los términos knitwear y velvet, ambos se sitúan en la franja del 80%
212 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
con un total de 81,8% en el caso de la primera y un 86,3% en el caso de la
segunda.
• Y la que menor puntuación obtuvo fue tank top con un 58,6 % para el número
de respuestas acertadas.
En la segunda pregunta del cuestionario los alumnos debían emparejar un listado
de vocablos en español con su correspondiente en inglés. El cuestionario apuntaba a que
los términos relacionados con los zapatos como pump y brogue podían ser una fuente de
confusión para los encuestados por su dificultad y así se ha podido corroborar. Como se
puede apreciar en el gráfico siguiente, las líneas altas nos indican que la mayoría de los
alumnos conocía el significado de los vocablos. Un total de 222 conocía el significado de
wardrobe; 233 el de catwalk; al igual sucede con bra (276), con zip (235), kitten heel (233),
knot (185) y preppy (193). Como anteriormente indicábamos, los alumnos han repartido
las respuestas incorrectas entre los términos pump (82), brogue (74) y twill (100).
Figura 11. Respuesta de los sujetos a la pregunta 2 para la medición de anglicismos.
En la tercera pregunta se hace referencia a cinco términos para completar una
serie de citas. Los términos no están relacionados entre sí y, en principio, entrañaban
para nosotras cierta dificultad por el hecho de ser anglicismos de uso no habitual. Sin
embargo, al observar el patrón de respuesta del alumnado podemos señalar que un tanto
por ciento muy elevado de los alumnos conocía los términos presentados. En el caso de
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 213
la primera pregunta 243 alumnos contestaron correctamente, un 83,1% conocía el
significado de nude, en la segunda y en la tercera un 75%, 219 alumnos conocían el
significado de halter y de jumpsuit, unos pocos menos el significado de gadget (212
alumnos), un 72, 5% y, por último, el término showroom resultó ser el más popular para
ellos, 251 de un total de 292 encuestados contestó correctamente, en tanto por ciento, un
85,9% lo que nos indica por los resultados obtenidos que todos ellos eran términos
conocidos por los encuestados.
Quizás el motivo de que el término showroom sea tan conocido entre los
encuestados se deba a que no solo se inscribe en el contexto de la moda, sino que su
campo de aplicación excede el ámbito textil e incluye otros sectores como el de la
decoración o el automovilístico y así podemos ver que queda recogido en las ocurrencias
del Observatori de Neología desde el año 1995:
- En este showroom podrás encontrar sus cinco colecciones: Quiosco, Twister,
Banda, Sfera y Autómata. [Calle 20 (España), 01/05/2006]
- Dentro, los diseños de la casa: muebles tapizados o en marqueterías fantásticas,
showroom de telas exclusivas, como Ralph Laurent y otras, que están a disposición
del decorador que los solicite. [La Vanguardia (España), 23/11/1996].
- El próximo martes 13 a las 10:00 a.m. en el local de Euromotors, ubicado en la
avenida República de Panamá, se realizará el showroom de Audi [El Comercio
(Perú), 11/06/2006].
El formato de la cuarta pregunta y los resultados fueron muy similares a la
anterior. En esta los alumnos tenían que elegir el sinónimo que mejor definiera un
término que aparecía en mayúsculas en una cita. Los términos que se presentaron y los
resultados obtenidos se ven reflejados en la figura siguiente. Como podemos ver en tres
respuestas los alumnos alcanzan el 80% o se aproximan mucho como es el caso del
término total look. Aunque, por primera vez, obtuvimos un resultado fortuito con el
vocablo retailers. Tan solo un 33,9 % de los encuestados conocía el significado del mismo.
214 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Figura 12. Comparación entre los resultados a la respuesta 4 del test
Por último, las preguntas cinco y seis del cuestionario resultaron bastante
engañosas para los alumnos y podríamos calificarlas de mayor dificultad. Consistían en
responder al conocimiento del significado de dos siglas en inglés, en concreto lbd y lwd.
Por su parte, tan solo 32 alumnos conocían el significado de lbd y 28 alumnos el de lwd.
Lo que resulta bastante curioso de estas dos preguntas es el resultado, ya que
consideramos que la persona que conoce el significado de la primera conoce el de la
segunda por su similitud; en nuestra opinión, puede deberse a que lo representado por
la segunda sigla es más reciente como concepto de moda, lo que se une a la oscuridad
semántica de siglas poco extendidas.
Con los resultados obtenidos podemos pensar que los alumnos conocen el
significado de la mayoría de los términos de la encuesta. Aparentemente, y de acuerdo
con nuestra hipótesis de partida, el empleo de este tipo de léxico es generacional, ya que
los estudiantes por encima del 60 % entienden la mayoría de los términos. Tan solo hay
dos excepciones, tal es el caso de retailer y de las siglas lwd y lbd. En la mayoría de los
casos seleccionamos términos opacos que, en principio, considerábamos más difíciles,
excepto el caso de cigarette pants. Sospechamos que, quizás, ha ayudado el tipo de
formulario de las preguntas en el que el alumno en la mayoría de los casos puede
Coolhunter Total look Retailers Cigarette pants
0,00%
10,00%
20,00%
30,00%
40,00%
50,00%
60,00%
70,00%
80,00%
90,00%
Series1
E L E S T U D I O : M E T O D O L O G Í A Y F A S E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N | 215
descartar y deducir de los contextos de qué término estamos hablando. Este resultado
de la encuesta se opone a nuestra hipótesis inicial planteada en la cual establecíamos que
el léxico contenido en el discurso de estas revistas pertenecía a un ámbito de especialidad
y que no era siempre comprensible por los lectores de este tipo de prensa, aunque, como
hemos señalado en líneas anteriores sustenta nuestra conclusión de que el uso del mismo
es generacional.
Si comparamos la encuesta por género estos son los resultados cosechados en las
preguntas 1, 3 y 4:
Tabla 13. Resultados por género del cuestionario 2 (elaboración propia).
Término % acierto mujeres % acierto hombres
flagship store 58,5% 82,1 %
burgundy 64,8% 62,5 %
tank top 55,5% 71,4 %
knitwear 80,9% 85,7 %
fur store 66,9% 82,1 %
velvet 85,6% 89,3 %
nude 90,7% 51,8%
halter 83,8% 39,3%
jumpsuit 78% 58,9%
gadget 76,7% 53,6%
showroom 86,3% 83,9%
coolhunter 81,3% 85,7%
total look 80,1% 73,2%
retailers 32,6% 39,3%
cigarette pants 81,8% 87,5%
Como vemos, los hombres en 8 de las respuestas superan el tanto por ciento de
respuestas correctas al de mujeres mientras que las mujeres superan al hombre en 7 de
216 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
los términos preguntados, aunque debemos tener en cuenta que el número de
participantes del género femenino es muy superior al masculino. Además, resulta
también bastante sorprendente el resultado, ya que el 100% de los alumnos del género
masculino señaló no leer este tipo de prensa mientras que tan solo un 23,7% de las
féminas señaló que sí lee este tipo de revistas.
La difusión de estos neologismos de la moda, por tanto, no se debería tanto al
consumo de prensa femenina como a otros medios de difusión como serían, por ejemplo,
las redes sociales o los programas de televisión. Creemos que las redes sociales
capitanean un nuevo escaparate y el alto seguimiento de las influencers a través de
Facebook, Instagram, Twitter, etc., es un factor a considerar, así como el alcance de ciertos
programas televisivos dirigidos a esta generación, por ejemplo, programas como Flash
Moda, Maestros de la costura, Cámbiame, Quiero ser, Supermodelo o La Jaula de la moda, entre
otros, algunas series que giran en torno al mundo de la moda como Gossip Girl, Betty La
Fea o Sexo en Nueva York, y algunos documentales como Planeta Zara o Lagerfeld
Confidential por citar algunos ejemplos.
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 217
4.2. ANÁLISIS DE DATOS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
En este apartado nos centramos en el estudio y la discusión de los neologismos
introducidos en nuestra base de datos. En ella hay un total de 1203 fichas introducidas,
extraídas de un total de noventa y seis revistas.
Conviene señalar que nuestro análisis es un análisis cualitativo y no cuantitativo,
ya que solo hemos tomado un ejemplo de cada uno de los términos en cada uno de los
ejemplares, es decir, si en una publicación un mismo vocablo ha aparecido en distintos
contextos tan solo se ha tomado como ejemplo uno de los contextos. Por una parte, tan
solo hemos introducido más de un término de una misma revista en más de una ocasión
si existe un cambio de categoría gramatical. Por otra parte, el mismo neologismo puede
aparecer repetido en nuestra base de datos hasta un máximo de cuatro veces, pues lo
introducimos para cada revista en la que aparece. Esto es, si en nuestra base le
corresponde un único registro, se debe a que solo aparece en una única revista; si le
corresponden dos registros, lo hemos localizado en dos revistas, y así hasta el caso de
cuatro registros, que significa que aparece en las cuatro cabeceras. Con ello queremos
dar cuenta de la presencia de este neologismo en las distintas revistas, con el objetivo de
obtener datos que nos permitan conocer qué revista presenta más innovaciones léxicas
y las diferencias entre cabeceras en cuanto a tipos de neologismos usados.
El análisis de datos lo vamos a realizar teniendo en cuenta los objetivos de
nuestra tesis doctoral y estudiando las características y las tendencias de los neologismos
tomando como referencia los distintos campos descritos en nuestra base de datos que
son los siguientes:
4.2.1. Por fuente (revistas del corpus)
En este apartado se estudian las principales diferencias cualitativas entre los
neologismos encontrados.
A pesar de que, como anteriormente hemos señalado, el análisis de nuestros
datos se trata de un análisis cualitativo y no cuantitativo, no obstante, sí podemos hacer
218 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
una comparación en el número de neologismos encontrados mediante el proceso de
vaciado de las secciones de las distintas revistas, y hemos de señalar que los resultados
obtenidos son muy similares en cuanto a la cantidad de neologismos hallados. Por
cabeceras Elle y Cosmopolitan no llegan a los 300 neologismos, si bien, el número de
neologismos encontrados en la revista Marie Claire es sensiblemente superior al resto de
las publicaciones estudiadas. Vogue supera en número a ELLE y a Cosmopolitan por un
pequeño margen.
Tabla 14. Número de neologismos en las revistas.
Revista Número de
neologismos
Cosmopolitan 266
Vogue 326
ELLE 276
Marie Claire 335
Aunque no se observa una diferencia significativa entre las cuatro, nos ha
sorprendido que la revista Cosmopolitan sea la que se encuentra en último lugar en el
número de apariciones de neologismos, ya que, aparentemente, es la que muestra un
estilo más moderno, desenfadado y expresivo asociado a las tipografías, imágenes
atrevidas y un tono lingüístico más informal que se refleja a través del léxico, esto desde
el principio nos hizo pensar que el número de creaciones neológicas sería superior. Por
otra parte, la revista Marie Claire, la que se presentaba como más desconocida para
nosotras ha sido la que ha resultado más creativa en innovaciones léxicas. Podemos
ejemplificar este resultado con algunos ejemplos que solo aparecen en nuestro corpus
entre las páginas de esta revista, por ejemplo, términos como: aborregarse, abrigo-albornoz,
beachwear, biquini-bandeau, blusa eduardiana, bolso-sandía, botín eduardiano, broche joya,
cierre-amuleto, colgante-amuleto, fashion ilustrator, vestido-gabardina, cinturón-corsé, escote-
corbata, retailer, zapatilla-bota, versacizar, etc. Pensamos que el motivo de esta superioridad
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 219
en el número se puede deber a una cuestión de azar, ya que el número no es significativo
para afirmar de forma categórica que la revista Marie Claire es más creativa que el resto
de las estudiadas.
4.2.2. Por registro en diccionarios o propuesta propia
En este apartado se estudia si los neologismos encontrados forman parte de los
diccionarios seleccionados como especializados: Diccionario de Neologismos del español
actual María Moliner (2013), Diccionario de Neologismos del español actual NEOMA (2016)
y el Diccionario de la Moda de Margarita Rivière (2014). Además de estos dos diccionarios,
empleamos el Glosario de Moda de la Fundéu (2015).
Del total de las lexías encontradas, tienen acogida en el Diccionario de Neologismos
del español actual María Moliner (2013) once términos: bomber, gadget, outlet, low cost, low-
cost, backstage, pashmina, triquini, colorterapia, fashion victim, color-terapia. El número es
superior dentro del Diccionario de neologismos NEOMA (2016), en concreto, hemos
registrado cincuenta y un vocablos: animal print, bandeau, boho-chic, cashmere, lookbook,
capri, choker, clutch, cool, coolhunter, crop top, cuello mao, personal shopper, slippers, urban chic,
outfit, trendsetter, maxibolso, little black dress, navy, palazzo, maison, it-girl, it girl, leggins,
halter, look casual, print, fashionista, must, must have, must-have, color block, british, celebrity,
made in, vintage, lbd, must-have, multimarca, customizar, stiletto, chifón, bómber, follower,
ochentero, après ski, midi, blogger, total black. Por último, en el Diccionario de la Moda de
Margarita Rivière (2014) distinguimos trece vocablos: baby doll, flapper, falda-pantalón,
baggy pants, couture, grosgrain, falda tubo, pin up, pin-up, abrigo spencer, rosa candy, pantalón
jodhpur, pantalón baggy.
Dentro del Glosario de Moda de la Fundéu (2015) hallamos un total de veintidos
términos: nude, preppy, oversize, flips flops, flip-flops, front row, made in, arty, babydoll, biker,
tie-dye, pailette, peep toe, sneakers, trendy, glam, glam rock, street style, tie dye, naïf, évasé,
péplum.
Estos datos nos permiten afirmar que el NEOMA es el más inclusivo o que está
más actualizado, ya que recoge más de la mitad de los términos, seguido del glosario de
220 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
la Fundéu, el Diccionario de la Moda de Margarita Rivière, y en último lugar, el Diccionario
de Neologismos del español actual María Moliner (2013). Fuera de esta lista se encuentran
los términos que hemos definido nosotras y que hemos incluido en el apartado
denominado “Propia”. Para ello hemos pensado en lo que queríamos definir
reflexionando sobre las características y las diferencias específicas del vocablo descrito.
Por ejemplo, el zapato mary jane es un ‘tipo de calzado, generalmente femenino, de talón
bajo y frente cerrado con una correa que se abrocha a través del empeine”. Es decir, es
un tipo de zapato con las características de poseer ‘un talón bajo y un frente cerrado’.
Para recoger las palabras extranjeras, hemos tomado como referencia las definiciones del
diccionario WordRefence para crear nuestra versión en lengua castellana.
No obstante, tenemos que mencionar que en nuestra búsqueda nos hemos
percatado de que un mismo término aparece registrado en dos de nuestros diccionarios
especializados, concretamente en NEOMA y en el glosario de la Fundéu, en cuyo caso
siempre hemos elegido el primero por tratarse de un diccionario.
Por otro lado, podemos destacar que de los términos recogidos en los tres
diccionarios y en el glosario, un número significativo corresponde a términos
extranjeros, especialmente, dentro del glosario de la moda. Las entradas de este último
se recogen sin adaptar aunque, en todos los casos anima al uso de la versión española en
lugar del término extranjero presentando posibles alternativas.
4.2.3. Por categoría gramatical del neologismo
E l s u s t a n t i v o
Dentro de nuestro estudio, el sustantivo es la categoría gramatical de mayor
productividad, seguida del adjetivo, cuya frecuencia de aparición es inferior a la del
sustantivo, pero superior a los casos de locución y de verbo. El resto de las categorías
gramaticales no presenta ningún tipo de aparición (adverbio, artículo, conjunción,
interjección, preposición y pronombre).
Si nos detenemos a observar la categoría más numerosa en nuestro corpus,
podemos distinguir sustantivos peculiares como, por ejemplo, sustantivos que
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 221
denominan pueblos o ciudades como es el caso de Oxford, la lana Shetland tiene esa
denominación porque su origen está en las islas escocesas Shetland que se encuentran
entre las islas Feroe y Gran Bretaña. Otra categoría singular es la perteneciente a los
nombres de personajes como, por ejemplo, el término paniraro que se refiere a un
‘personaje italiano de los años ochenta que vestía ropa de marca, generalmente, cazadora
y pantalones vaqueros con botas de obrero’, o el caso del pintor Yves Klein, que denomina
una ‘tonalidad azul ultramarino’ azul Klein que este pintor utilizaba en sus cuadros.
Borsalino, es el término del empresario que creó un ‘tipo de sombrero para caballero’.
Personajes del ámbito de la literatura como Lolita personaje de la novela del autor ruso
Navokov o de cine como Fedora película de Billy Wilder. Por otra parte, metáforas
curiosas con personajes históricos como Mao en cuello Mao o de literatura como el
personaje ficticio Peter Pan en cuello Peter Pan.
Otro caso curioso con el que nos hemos encontrado es el del proceso de
gramaticalización de género del sustantivo femenino que se gramaticaliza como término
masculino o viceversa en el caso de los vocablos modista y sastra. En ambos términos
observamos que hay un cambio de categoría gramatical. En el caso de modista/o
observamos cómo en la actualización del DEL (2017) el género masculino ya se ve
reflejado con la siguiente definición:
modisto
De modista.
1. m. Hombre que se dedica a hacer prendas de vestir o a crear modas o modelos de ropa,
principalmente para mujer.
El género masculino, hasta ahora, ha prevalecido frente al femenino en
determinados ámbitos significativos como es el caso de los nombres que denotan
profesiones o cargos, por ser considerado como “genérico” y “más prestigiado”, por
ejemplo, se ha discutido en muchos manuales de lengua el uso del masculino inclusivo
sobre el femenino, por ejemplo, en términos como médico o médica; juez o jueza; modisto o
modista, alcalde o alcaldesa, etc. Sin embargo, este panorama ha cambiado en los últimos
años, pensamos que por cuestiones principalmente sociológicas, y los términos
222 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
femeninos han encontrado un nuevo espacio encontrando además el acomodo entre las
páginas del nuevo DEL (2007). Dentro de este panorama inclusivo se encuentra el caso
anteriormente citado de modisto-a, las profesiones tradicionalmente femeninas dejan de
serlo y al contrario, profesiones que eran ejercidas por varones ahora pasan el testigo a
las féminas, por lo tanto masculinizamos el género femenino con el modisto y
feminizamos el masculino con el uso del término la sastra. Este último término sastre-tra
lo recoge el DEL (2007), incluyendo el género femenino como ‘la persona que tiene por
oficio cortar y coser trajes, principalmente de hombre’.
A continuación, si nos detenemos a examinar el grupo de los préstamos dentro de
todas las categorías gramaticales, encontramos que la categoría gramatical de los
sustantivos de igual forma es la más numerosa lo que implica que estas revistas cuentan
con numerosos términos que sirven para denominar objetos del mundo de la moda en
general, y más en particular, para nombrar prendas de vestir y complementos. Algunos
ejemplos que ilustran la alta frecuencia de aparición de los préstamos sustantivos son:
tuxedo, loafer, shopping bag, heel, tote bag, bustier, cluth, crop top, front row, zip, trench, bra,
doctor bag, mum jeans, choker, crop top, ear cuff, bra, etc.
Sin embargo, si nos centramos en estudiar el género dentro de los sustantivos
hemos de explicar que la proporción de sustantivos masculinos es muy superior a la de
sustantivos femeninos. El motivo principal de que la frecuencia de aparición sea superior
en el caso de los sustantivos masculinos frente a los femeninos se debe a que seguimos
el criterio fijado en la metodología del trabajo en neología del OBNEO (2004) por la que
todo nombre cuyo género no aparece marcado en el texto se clasifica como sustantivo
masculino. Además, en el caso de los términos foráneos, hemos observado que los
redactores han atribuido el género masculino a los préstamos de otros idiomas en la
mayoría de los casos, por ejemplo, el lookbook, el animal print, el clutch, el choker, el
backstage, el gadget…lo que es bastante comprensible, ya que muchos de los términos de
nuestro corpus, como bien sabemos, son anglicismos, y en inglés no existe la disposición
al género, lo que probablemente ha llevado a los redactores de estos artículos a acoplarse
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 223
a las normas del OBNEO (2004) catalogándolos de masculinos. Veamos algunos
enunciados extraídos de nuestra base de datos:
“Adelántate a la temporada y ficha las colaboraciones de firmas Bash y Jacquemus
para La Redoute o el lookbook de la colección Evening de Burenllo Cucinelli” (Elle,
agosto 2014: 57).
“Nos encanta el ‘animal print’ transparente d este ‘clutch’ de Giorgio Armani” (Elle,
agosto 2015:61).
“Si en los 90 no tuviste este tipo de gargantilla, no viviste al límite esa década. Las
chicas que leían nuestro Cosmo de agosto del 93 seguro que llevaban puesto un
choker. ¿Te atreves a rescatarlo?” (Cosmopolitan, julio 2015: 28).
“Cuatro modelos posan en el backstage de Michael Kors” (Marie Claire, junio 2014:
29).
Paralelamente, en el caso de los sustantivos en plural, observamos que se
presentan las mismas dificultades anteriormente descritas. Por ejemplo, en algunos
vocablos como flip flops o slippers, del contexto no podemos deducir el género, ya que
carecen de artículos, probablemente por la interferencia de la lengua inglesa en la que se
elide el artículo en ocasiones en las que no se omite en español o, simplemente, por
carecer de marca de género, por lo que al igual que en el singular las hemos clasificado
como términos masculinos y plurales. Estos son algunos de los contextos que nos sirven
para ejemplificarlo:
“Slippers de raso, de Christian Louboutin” (Vogue, marzo 2014: 274).
“Slippers plateados con remate en gris” (Elle, abril 2014: 245).
“Huella masculina. Mocasines, botines, slippers, modelos abotinados tipo Oxford…
En Wonders ponen el estilo gentleman a tus pies” (Elle, noviembre 2014: 90).
“Gorros de lana, sneakers y slippers, bolsos Pop, mucho pelo, gafas de sol como
nunca las habías visto, relojes y fiebre glitter a tus pies” (Cosmopolitan, octubre 2014:
21).
224 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
En el caso de los sustantivos en plural, hemos considerado algunos términos como
plurales lexicalizados, ya que así se han encontrado en distintas publicaciones y en
nuestras búsquedas en internet. Tal es el caso de los sustantivos como sneakers, flip flops,
slippers, flatforms, espadriles, romanas, it-glasses, leggings, kitten heels, flats, swims, creepers,
skaters, paniraro…y los vocablos en español salones y cortavientos. En algunas ocasiones,
ha resultado difícil saber si están lexicalizados o no por lo que los hemos dejado en
plural, es el caso, por ejemplo, de espadriles o del término italiano paniraro. Como norma
general no ha sido difícil clasificar los términos utilizados en singular, si bien algunos
términos que consideramos que deberían utilizarse en plural como minishort y running
shoe se recogen en el caso del primero en singular y en plural y en el caso de running shoe
en singular cuando tan solo lo hemos encontrado en plural en todas las fuentes
consultadas de diccionarios en lengua inglesa y páginas web.
E l a d j e t i v o
Una vez descrita la categoría de los sustantivos, pasamos a discutir la de los
adjetivos. En primer lugar, apuntaremos que los adjetivos se han introducido en la doble
forma masculina y femenina en el caso de que dispusieran de ella, por ejemplo,
hiperfemenino-na; superancho-cha; superajustado-da; superfavorecedor-ra; extralargo-ga;
semirrígido-da; ultracómodo-da; ultracorto-ta; ultrafemenino-na; ultramoderno-na;
ultrapráctico-ca; chandalero-era; superescotado-da; superjaponés-sa; superplano-na; ochentero-
era; hiperfemenino-na; pijamero-era, etc. La mayoría de los adjetivos encontrados en nuestro
corpus sirve para proporcionar propiedades y características de las prendas y
complementos descritos y son atributivos, ya que clarifican de forma semántica al
sustantivo al que acompañan: pantalones capri (Cosmopolitan, mayo 2015: 34); cuello
halter (Marie Claire, mayo 2014: 139); vestido palazzo (Vogue, febrero 2014: 86); guantes
extralargos (Vogue, septiembre 2014: 120); cuero supersuave (Marie Claire, febrero 2014:
105); maxicollares gold (Elle, abril 2014: 256); piezas vintage (Cosmopolitan, marzo 2014:
27)); calzado trendy (Elle, octubre 2014: 64); bolsos supercombinables (Marie Claire, abril
2015: 46); cuero semimate (Vogue, febrero 2014: 161); chaqueta multibolsillos (Vogue, febrero
2015: 117),calzado antisexy (Cosmopolitan, diciembre 2015: 54); viseras cool (Elle, julio
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 225
2014:32); bailarinas nude (Elle, agosto 2014: 32); abrigos furry (Vogue, septiembre 2015:
224); accesorios classy (Vogue, agosto 2014: 25); jersey oversize (Elle, abril 2015: 212), levitas
british (Elle, octubre 2015: 204); etc.
El término valencienne que es un ‘tipo de encaje originado en la provincia de
Francia de Valenciennes’ se trata de un préstamo de un adjetivo francés clasificado en
nuestra base de datos como un préstamo del francés. Otro vocablo que funciona como
adjetivo alusivo a una localización es Capri.
En menor proporción, hemos encontrado también adjetivos sustantivados que
podrían utilizarse como sustantivos en determinados contextos, por ejemplo, es el caso
del adjetivo inglés cozy definido como ‘la prenda de vestir u objeto cómodo y caliente’
que aparece en el siguiente contexto:
“Un golpe de luz brinda el contraste entre lo ‘cozy’ y lo sofisticado” (Vogue,
diciembre 2015: 96).
Otros ejemplos que nos sirven para mostrar el caso de los adjetivos sustantivados
son los casos siguientes en los que los adjetivos sustantivados fashionista y handmade se
utilizan como un sustantivo para referirse a ‘mujeres a las que les gusta la moda’ y a
‘joyas y complementos artesanales’:
“Nike vuelve a colaborar con la firma inglesa Liberty en una colección de zapatillas
floreadas aptas para fashionistas” (Elle, junio 2014: 66).
“Si eres fanática del ‘handmade’, entre en la tienda ‘online’ de Adamarina:
encontrarás joyas y complementos en clave artesanal” (Elle, diciembre 2014: 86).
“Bustier de raso en ‘nude’” (Elle, diciembre 2014: 234).
“Burgundy, de Oysho” (Cosmopolitan, febrero 2014: 34).
Por otra parte, es curioso ver el comportamiento de los adjetivos relacionados con
los colores dentro de estas revistas. Si observamos los dos últimos ejemplos
anteriormente citados, podemos hablar de cómo los nombres de los colores primero son
nombres para pasar en segundo lugar a convertirse en adjetivos. Es el caso del primer
ejemplo en el que nude ha pasado a ser un adjetivo proveniente de ‘color nude’, mientras
226 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
que burgundy es un término inglés para el nombre ‘burdeos’ nombre que se refiere a la
ciudad de Francia en la que se cría ese vino y de la cual procede el adjetivo del color
‘burdeos’.
Entre las publicaciones que hemos estudiado, hemos encontrado cómo los
redactores hacen uso de muchos colores utilizándolos a manera de recursos expresivos
puntuales que pensamos que en la mayoría de las ocasiones sirven para intensificar, por
ejemplo, si hablamos del color naranja valenciano (Marie Claire, julio 2015: 106) el redactor
de la revista lo utiliza para enfatizar que se trata de un color naranja muy ‘vivo’,
‘saludable’ y ‘con una tonalidad fuerte’, sin embargo, no la hemos introducido en
nuestra base de datos como neologismo, ya que no nos parece una denominación nueva
de color, a pesar de que en algunos casos estas especificaciones pueden ser muy
aclaratorias, puesto que un mismo color posee muchas tonalidades diferentes por lo que
las especificaciones pueden ser muy útiles. Lo mismo ocurre con las siguientes
tonalidades encontradas en la base de datos, pero no introducidas en la misma:
- Color gris:
o Color gris elefante (Marie Claire, mayo 2015: 141).
o Color gris oficinista (Marie Claire, febrero 2014: 26).
- Color rojo:
o Color rojo Papá Noel (Marie Claire, diciembre 2014: 160).
o Color rojo sangre, clavel o vino tinto (Marie Claire, julio 2015: 106).
o Color rojo guinda (Vogue, diciembre 2014: 214).
- Color azul:
o Color azul denim (Cosmopolitan, octubre 2014: 41).
o Color azul posh (Marie Claire, febrero 2015: 163).
o Color azul siciliano (Marie Claire, junio 2015: 126).
o Color azul bebé (Vogue, marzo 2014: 100).
o Color azul Jacquard (Vogue, marzo 2015: 308).
o Color azul nube (Elle, febrero 2014: 56).
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 227
- Color blanco:
o Color blanco ibicenco (Marie Claire, junio 2015: 120).
o Color blanco Everest (Elle, enero 2014: 38).
o Color blanco glacial (Elle, enero 2015: 171).
o Color blanco victoriano (Vogue, julio 2015: 130).
o Color blanco polar (Cosmopolitan, octubre 2015: 46).
- Color amarillo:
o Color amarillo albero (Vogue, febrero 2015: 42).
- Color rosa:
o Color rosa piel (Elle, abril 2014: 54).
o Color rosa algodón de azúcar (Elle, noviembre 2014: 90).
- Color verde:
o Color verde agua (Elle, marzo 2014: 72).
- Otros colores:
o Color silvestre (Marie Claire, julio 2015: 32).
o Color californiano (Marie Claire, julio 2015: 112).
o Color níspero (Marie Claire, octubre 2015: 38).
o Color tabasco (Vogue, julio 2014: 35).
o Color humo (Vogue, noviembre 2014: 66).
o Color nieve (Elle, octubre 2014: 64).
o Color níveo (Elle, febrero 2014: 55).
o Color vitamina (Elle, septiembre 2014: 213).
Por prevención hemos decidido que no formaran parte de los neologismos
introducidos en nuestra base de datos, ya que el uso de aparición no es frecuente, aunque
quizás, con el tiempo puede pasar como con los colores amarillo limón, amarillo vainilla,
rosa palo, verde lima, verde militar, azul cielo, rosa chicle, azul cobalto, azul índigo, azul Klein,
marrón chocolate, verde caqui o verde oliva que se han lexicalizado dentro del mundo de la
moda y aparecen en muchos contextos dentro de nuestras búsquedas en internet.
228 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Dejando de lado los colores, hemos detectado en nuestro corpus, en algunas
ocasiones, la coincidencia de que un mismo término dispone de dos categorías
gramaticales al unísono lo que nos ha llevado a seguir la metodología del OBNEO (2004)
creando una ficha por categoría. Por ejemplo, en el caso del vocablo fashionista
vislumbramos cómo el neologismo es utilizado como sustantivo y, en el segundo
ejemplo, como adjetivo:
“Es tiempo de rebajas. Por eso, nos hemos inspirado en la pasarela de primavera-
verano 2015 para soplarte las prendas y accesorios que seguirán siendo tendencia la
próxima temporada. Las fashionistas ya lo saben. Haz como ellas” (Cosmopolitan,
febrero 2015: 32).
“Bolsos it, joyas que te hacen el look, y el cóctel de moda conforman la lista de deseos
de las más fashionistas” (Vogue, diciembre 2014: 124).
En cuanto al número dentro de los adjetivos, todos ellos se han registrado en su
forma singular, como así lo estipulan las normas del OBNEO (2004) aunque se
encontraran en plural entre las páginas de las publicaciones como en los siguientes
ejemplos:
“Era un hábito que probablemente habías estado siguiendo durante años: vestir
prendas holgadas, petos vaqueros, monos que no marcan la figura…, es decir,
antitendencias que te servían para paliar situaciones tan humanas como bajar a hacer
la compra o superar una ruptura” (Cosmopolitan, septiembre 2015: 48).
“Transparencias, delicados prints de flores, tonos pastel, encajes y prendas
hiperfemeninas” (Cosmopolitan, mayo 2014: 62).
Para finalizar con el análisis de los adjetivos del corpus, dedicaremos algunas
líneas al anglicismo que ha obtenido más ejemplos dentro de nuestra descarga de
neologismos, en concreto más de cincuenta apariciones, es el adjetivo cool. Según el
Diccionario Wordreference en su sentido figurativo el término se podría traducir con
la interjección: ‘¡guay!’ o ‘¡mola!’, aunque está documentado en el Diccionario Oxford
en su versión en línea con el sentido de ‘fresco’. Aunque el origen del término se
remonta a los años 40 cuando el saxofonista Young contaba que se encontraba cool ‘I
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 229
am cool’ para demostrar que tenía todo bajo control. Hoy el adjetivo se utiliza dentro
de la prensa femenina para definir a alguien con un ‘estilo personal’ o que lleva
‘prendas originales’.
E l v e r b o
En cuanto a los verbos recogidos, todos ellos se han registrado en su forma
infinitiva como así estipula el OBNEO (2004). Estos son los verbos encontrados:
- Verbos intransitivos: mariposear.
- Verbos pronominarles: acordonarse, florearse, accesorizarse, metalizarse, rayarse,
aborregarse, versacizarse.
- Verbos transitivos: mix&match, customizar, versacizar, engamar, patronar,
glamurizar, dress up.
Todos los verbos registrados pertenecen a la primera conjugación, excepto los verbos
en inglés (to dress up> ‘vestirse’) y el verbo (to mix & match> ‘mezclar’ y ‘combinar’),
aunque la traducción de este último nos remite al grupo de la primera conjugación en
español. Rella (2010: 130) apunta que dentro de la neología verbal entre los procesos
morfológicos se pueden distinguir la prefijación, la sufijación y la parasíntesis.
Atendiendo a esta clasificación, podemos observar que la mayoría de los verbos
encontrados se forman mediante sufijación (mariposear, florear, accesorizar, metalizar,
versacizar, customizar, glamurizar). Todos ellos se crean a partir de palabras que
pertenecen a otras categorías (nombres y adjetivos) y añaden el sufijo -izar o -ear.
Sin embargo, observamos un número menor de verbos prefijados, formado por los
prefijos a- y en-, acordonar y engamar y ninguno formado a través de elementos
compositivos. Tampoco hay muchos ejemplos de verbos parasintéticos, tan solo
aborregar, engamar.
En cuanto a las definiciones más peculiares de entre los verbos recogidos, hemos
seleccionado la siguiente muestra de neologismos semánticos registrados en el
diccionario, pero que poseen un sentido digno de mención por su originalidad y
aplicado al mundo de la moda:
230 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
- Rayarse: ‘vestirse con rayas’.
- Metalizarse: ‘vestirse de tonos oro, plata o bronce’.
- Aborregarse: ‘vestirse con piel de borrego’.
- Florearse: ‘vestirse con una prenda decorada con un estampado de flores’.
L a l o c u c i ó n
El grupo de las locuciones es el menos representativo. Las locuciones más
representativas de las recogidas son términos en inglés como: low cost y low-cost, made in,
red carpet, fashion week, old fashioned, high cost y low chic. Todas ellas tienen una estructura
fija de dos términos que equivalen a uno único. Las características de las locuciones
recogidas son es que la mayoría de ellas son alusivas al precio de los productos que se
ofertan en las revistas: low cost, high cost y low chic.
4.2.4. Por tipo de neologismo
A continuación, vamos a realizar un análisis de los datos relativos a los distintos
procedimientos de formación de nuevas unidades léxicas, haciendo especial hincapié en
los préstamos, ya que son las unidades más rentables seguidas de la composición, la
composición culta, la prefijación y la sintagmación. El siguiente gráfico muestra de forma
desglosada el número de neologismos registrados dentro de estas categorías en nuestra
investigación:
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 231
Figura 13. Neologismos por tipo en NEOmodaes
Como podemos observar en el gráfico anterior, y como anteriormente hemos
mencionado, los préstamos son los neologismos más numerosos y representativos por
lo que los estudiaremos en la última sección de este apartado con mayor detenimiento.
Sin embargo, otros procedimientos los dejaremos de lado por su falta de rentabilidad
como son: la formación por lexicalización, la formación por variación, la conversión
sintáctica y la acronimia. La acuñación acronímica apenas irrelevante se ilustra a través
del préstamo del inglés glamazon formado por el acortamiento del sustantivo glamour
‘glamur’ y la unión con el adjetivo amazing ‘increíble’, ‘asombroso’. Esta denominación
se le atribuye a un objeto o pieza que es asombrosa y glamurosa al mismo tiempo. Otro
ejemplo de acronimia se da en el término jeggings formado por ‘jeans’+’leggings’, para
denominar a una prenda actual híbrido entre los pantalones y las mallas cuya definición
es la siguiente: ‘pantalones vaqueros que se ajustan a las piernas gracias al material
elástico con el que están confeccionados’.
Tan solo un neologismo hemos encontrado dentro de la base de datos en la
categoría de conversión sintáctica. Se trata del verbo patronar, neologismo que se ha
formado a partir de un cambio de categoría gramatical sin modificación de la base
232 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
lexemática, es decir, proviene del sustantivo patrón, definido en el DRAE (2017) de la
siguiente forma: “modelo que sirve para sacar otra cosa igual”. Tampoco son relevantes
dentro del corpus elaborado los términos formados por lexicalización y por variación,
ya que no se han detectado casos.
C o m p o s i c i ó n y c o m p o s i c i ó n c u l t a
A continuación, comenzaremos con el análisis de los neologismos formales
formados por composición y por composición culta.
La composición culta hace uso de prefijos de origen grecolatino como aer-, anti-,
bi-, poli-, mono-. En nuestra tesis doctoral se han considerado neologismos por
composición culta todos aquellos que tienen un formante registrado, tanto prefijado
como sufijado, dentro de la Taula de formants cultes propuesto por el IULA perteneciente
a la Universidad Pompeu Fabra. Este es el acceso a la tabla de formantes:
http://www.iula.upf.edu/rec/cpt/formants/tf_i.htm.
Si observamos los términos hallados en nuestra base de datos formados por
composición culta, vemos que supone un tanto por ciento muy elevado de los mismos.
Es importante señalar que la mayoría de los casos se han creado a partir de la adjunción
de una forma prefijada a un radical (maxi-, mini-, micro-, tecno-), aunque hemos registrado
además dos casos de formantes sufijado (-terapia y -manía). A continuación, presentamos
los elementos compositivos de origen culto detectados en nuestro corpus y los ejemplos
más significativos:
- El formante de mayor rendimiento es la raíz clásica maxi- que significa ‘grande’
y produce creaciones léxicas como las siguientes: maxiabrigo, maxianillo,
maxiblazer, maxibolsillo, maxibolso, maxibota, maxibrazalete, maxibroche,
maxicadena, maxicamisa, maxichaleco, maxicapucha, maxicinturón, maxicolgante,
maxicollar, maxicremallera, maxicristal, maxicruz, maxicuello, maxiescote,
maxieslabón, maxiflor, maxigafa, maxigargantilla, maxihebilla, maxihombrera,
maxijersey, maxijoya, maxilazo, maxilengüeta, maxilunar, maxipamela, maxipañuelo,
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 233
maxipendiente, maxiperla, maxiplataforma, maxisolapa, maxisombrero, maxisortija,
maxisuéter, maxitachuela, maxitacón, maxitienda, maxivestido, maxizapatilla,…
- La raíz clásica mega- que significa ‘grande’, ‘enorme’, ‘extraordinario’ da lugar
a vocablos como: megalazo y megaponcho.
- Los formantes cultos mini- y micro- que significan ‘pequeño’ o ‘corto’ y ‘muy
pequeño' respectivamente que también son muy recurrentes y dan lugar a los
siguientes neologismos: minianillo, minibermuda, minibiquini, minibolso,
minicaftán, minicalcetín, minicepillo, minichaleco, minichaqueta, minichaquetón,
miniculotte, miniestilo, miniestuche, minijersey, minijoya, minilentejuela,
minipantalón, miniprenda, minitalla, minivestido, minitendencia,…microbiquini,
microcamiseta, microcristal, microbolso, microtendencia,…
- El prefijo de origen griego tecno- que significa ‘arte’, ‘destreza’ ‘técnica’ u
‘oficio’ es usado dentro de nuestro corpus en tan solo dos ocasiones para
producir los términos tecnomoda y tecnojeans.
- El formante -terapia significa ‘curación’ o ‘tratamiento’ y produce elementos
compositivos como: colorterapia y color-terapia.
- Para finalizar, el formante culto -manía que significa ‘pasión’ o ‘afición’ aparece
en las siguientes creaciones: logomanía, legginmanía, pastelmanía y denimanía. La
primera creación está formada por el acortamiento logo proveniente del
término 'logotipo' + el elemento compositivo -manía; en el segundo caso se
puede apreciar una adaptación del término inglés legging+ manía y la
penúltima creación denota la pasión por los colores pasteles. El último resulta
especialmente complejo, ya que el término es producto de la unión de
denim+manía y la letra ‘m’ hace de enlace entre el término inglés denim ‘tela
vaquera en inglés’ y manía-.
Guerrero Ramos y Pérez Lagos (2012: 28) señalan el uso más extendido de los
neologismos por composición culta en detrimento de los formados por composición
patrimonial. Aunque en nuestro estudio la composición patrimonial supera en número
a la culta, hemos de señalar que esta última es de vital relevancia no solo por el número
234 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
de términos encontrados sino por el valor connotativo añadido al significado de la base
que hacen de este uso un rasgo característico de la lengua de la prensa femenina.
Entre los términos formados por composición destacan en número los términos
creados mediante la unión de dos unidades léxicas: nombre+nombre. Algunos ejemplos
de esta formación encontrados en nuestras cabeceras son: gafapasta, broche joya, cuello
chimenea, colección cápsula, colección crucero, corte sirena, cuello bebé, cuello peter pan, cuello
caja, cuello mao, falda tubo, falda corola, falda lápiz, falda sirena, escote corazón, vestido baby
doll, vestido túnica, toalla pareo, abrigo spencer, vaquero boyfriend, sombrero fedora, traje lolita,
bolso saco, botón joya, bolso lienzo, escote bañera, legging fusó, zapato mary jane, pieza statement,
falda skater, azul klein, monoshort, bolso luggage, bibliofashion, cholloceleb, prenda gipsy).
Como podemos observar dentro de la composición, cobran importancia los
compuestos sintagmáticos binominales mientras que otras formaciones no presentan
ocurrencias significativas, por ejemplo, las formadas por verbo+nombre (cortavientos) o
por adjetivo+nombre. En el caso de los compuestos sintagmáticos binominales
encontrados, se trata de compuestos independientes cuyos términos tienen significado
por sí mismos, aunque de forma conjunta adquieren un valor distinto. Por ejemplo, el
término falda tubo, procede de la unión de los nombres falda y tubo que juntos cobran otro
significado y Margarita Rivière la incluye en su Diccionario de Moda (2014: 124-125) con
la siguiente definición:
Tipo de falda estrecha que conoce dos especiales momentos de esplendor, el primero
de ellos, durante los años diez, en que la pusieron de moda Vionnet y Paul Poiret y
llegaba hasta el tobillo. A lo largo de los años cincuenta la falda tubo, muy estrecha
y larga hasta mitad de la pantorilla, se convirtió en definidora de la silueta tras el
new look de Dior. En la década de los ochenta resurge como un clásico este tipo de
falda que se complementa con grandes aberturas.
Resulta bastante curioso observar cómo, en ocasiones, los términos presentan
variantes gráficas. Algunas veces se presentan con un guion entre ellos, sin guion e
incluso dentro de una misma publicación, indistintamente con o sin él, tal es el caso de
sandalia joya y sandalia-joya en la revista Vogue. Retomando el ejemplo citado en el párrafo
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 235
anterior observamos cómo falda tubo aparece sin guion, sin embargo, dentro del mismo
diccionario y de nuestra base de datos falda-pantalón viene separado por un guion. Otros
ejemplos de términos registrados con guion son los siguientes: abrigo-albornoz, accesorio-
joya, cinturón-corsé, escote-corbata, jersey-vestido, joyero-mano, reloj-pulsera, vestido-capa,
vestido-columna, vestido-poncho, vestido-saco, vestido-gabardina, biquini-bandeau, zapatilla-
bota, colgante-corazón, bolso-cartera, bolso-sandía, bota-media, cierre-amuleto, sandalia-botín,
brazalete-carcasa, gafa-corazón, pingüino-joya y blanco-victoriano. Aunque Guerrero Salazar
(2007: 184) señala que “este tipo de compuestos con guion son efímeros y que precisan
de una contextualización en muchos casos para entender su significado”. Estornell (2012:
93): apunta que “esta serie de términos han surgido en el ámbito de la moda para denotar
una nueva clase de prenda de vestir y de complemento respectivamente”.
Otro tipo de composición, tradicionalmente considerado como compuestos
preposicionales (o sinapsias), son las combinaciones de los patrones sintácticos:
nombre+preposición+nombre o nombre+adjetivo. Estas combinaciones se han
clasificado en NEOmodaes como neologismos en la categoría de sintagmación, ya que así
lo considera el protocolo OBNEO. Algunos ejemplos de los neologismos extraídos del
corpus confeccionado son: pantalón palazzo, pantalón jogger, vestido de sotana, vestido de
sirena, vestido palazzo, vestido vitaminado, abrigo de arrastre, blusa cosaria, blusa eduardiana,
cintura cordobesa, collar de cuentas, color ácido, color plano, cordón bondage, prenda guerrera,
prenda soft, prenda classy, prenda shine, botín motero, tacón de azafata, botín eduardiano, corte
helénico, raya diplomática, pantalón baggy, jersey noruego, zapatillas de running, línea A…En
este último ejemplo ,entendemos que A se usa como adjetivo haciendo alusión a un tipo
de línea con lo cual tendríamos el significado de ‘línea triangular’.
P r e f i j a c i ó n , s u f i j a c i ó n y p a r a s í n t e s i s
El recurso neológico ubicado en siguiente lugar es la prefijación. El prefijo más
fecundo es el prefijo intensivo super-. Este prefijo añade un valor apreciativo y señala
Casado Velarde (2015: 46) que su uso está especialmente extendido entre los jóvenes.
Apunta, además, Velarde que se aplica a:
236 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
a) Adjetivos y adverbios, algunos ejemplos tomados de nuestra base de datos son:
superancho, superajustado, superelegante, supercómodo, superescotado, superligero,
superponible, superpráctico, supersexy…
b) Sustantivos para ponderar el grado de alguna propiedad o capacidad positiva
asociada a la noción designada por la base. Algunos ejemplos de sustantivos
son: superbazar, superbrillo, supercollar, supermochila, supercuña, supermoneda,
supermujer, supersandalia, supermoneda, superbajo…Este último término hace
referencia al ‘dobladillo de la parte inferior de la ropa de grandes proporciones’
por lo tanto bajo hace la función de nombre y no de adjetivo.
c) Otras veces denota un rasgo de relevancia o preeminencia, o es simplemente
encarecedor, por ejemplo, entre nuestras revistas hay ejemplos de este rasgo
en los términos: superlanzamiento o superprecio, entre otros.
Como puede verse reflejado en los ejemplos anteriores, el prefijo super- está muy
extendido en el contexto de la moda y consideramos que se debe a la idea de darle aire
juvenil e informal al texto. En algunos casos, hemos encontrado términos que se han
lexicalizado y han pasado a formar parte del DRAE. Tal es el caso de los vocablos atelier,
parka y supermodelo, que los incluimos en nuestra base de datos al comienzo de su
elaboración y que tuvimos que eliminar más adelante tras ser incorporados en la
actualización del diccionario por considerarse consolidados en el uso, en el Corpes XXI
se observan más de noventa casos. El uso tan extendido del prefijo super- cumple según
Estornell (2012: 84) “una función discursiva de intensificar la cualidad de las palabras
base y aportar expresividad, en ocasiones para persuadir sobre el producto que se
describe”:
“Flatforms White. Busca unas con pulsera en el tobillo, ¡son superprácticos!”
(Cosmopolitan, marzo 2014:42).
“Cuero supersuave y metalizado y efecto tesoro de monedas de oro” (Marie Claire,
febrero 2014: 105).
“Los tejidos sin tratar, la riqueza de texturas y los tonos crudos han conquistado el
armario. Y el secreto para llevarlos como una ‘jetsetter’ reside en la mezcla sutil y el
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accesorio clave. Créelo; la tendencia super natural es el look del momento” (Vogue,
junio 2015: 55).
Como podemos observar en el último ejemplo, en estas revistas también se
emplea el prefijo super- separado de la base léxica, lo que según la Fundéu resulta
frecuente en los medios de comunicación y supone una incorrección conforme a las
normas de ortografía según la ortografía del español de la RAE
(https://www.fundeu.es/recomendacion/super-superestrella-superheroe-coalicion-
prefijo-815/ y de acuerdo con Estornell (2012: 87), esta tendencia anormativa a separar el
prefijo de la base se debe probablemente a “la conciencia del hablante sobre la carga
denotativa del afijo”.
Además del prefijo super-, otros prefijos empleados por los redactores de las
revistas analizadas que añaden un valor hiperbólico a la palabra base son los siguientes:
ultra-; hiper-, sobre- y extra-:
- El prefijo ultra- que significa ‘más allá de’, ‘que excede o supera a’, produce
términos como: ultracómodo, ultracorto, ultrafamoso, ultrafemenino, ultrajoven,
ultraligero, ultramínimo, ultramoderno, ultrasofisticado, ultramoda, ultrasexy …
- El prefijo hiper- cuyo valor semántico indica ‘exceso’ o ‘superioridad’ produce
términos como: hiperfemenino, hiperlujo, hiperceñido, hiperjuventud,
hiperromántico e hipersimple.
- El prefijo sobre- , que no es representativo en nuestro corpus, no posee el valor
de ‘grado sumo’, ‘exceso’, ‘demasía’, sino de localización espacial en la que
‘una cosa recae sobre otra’ está representado por el término que nos indica la
posición de la prenda respecto al cuerpo, sobrecamisa.
- El prefijo extra- que significa ‘muy’, produce voces como: extralargo y
extragrande.
Atendiendo a la cantidad y al tamaño con el valor de ‘dos, tres y cuatro veces’
respectivamente, advertimos las siguientes prefijaciones bi-, tri- y cuatri- con ejemplos
como los siguientes: bitono, triquini y cuatricolor. A pesar de que se han presentado
238 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
bastantes ejemplos de los términos bicolor y tricolor entre las revistas estudiadas, ambos
vocablos se documentan en nuestros diccionarios de exclusión. El prefijo multi- que
denota ‘variedad’ o ‘pluralidad’ también es bastante productivo en el corpus con
muestras como: multimarca, multiestampado, multicremallera, multicampaña, multibolsillo,
multibordado, multicadena, multigargantilla y multihebilla.
El prefijo anti- es el formante lexicogenésico negativo de mayor productividad
(Guerrero Salazar, 2007: 115) e indica oposición con el significado de ‘en contra de’. En
nuestra base de datos no es muy numeroso, pero es simbólico, ya que puede representar
la oposición a toda tendencia, por ejemplo, con el término antitendencia o el rechazo a
distintas prendas como el antishort.
El prefijo de negación des- forma parte del término ‘deslavado’ para formar el
adjetivo derivado de ‘lavar’ cuya definición es ‘prenda decolorada, especialmente
fabricada en tejido vaquero, con la idea de obtener un aspecto de usada’. Para finalizar
con los ejemplos de prefijación, el sustantivo ‘futuro’ junto al prefijo retro- se genera el
adjetivo retrofuturista ‘dicho de un estilo, moda, etc. que toma elementos del pasado,
pero revolucionario debido al uso de materiales novedosos, formas, complementos, etc.’,
el sustantivo retrofuturismo es la expresión artística de la que hace uso el retrofuturista.
Aunque el número de voces formadas por prefijación supera al número de los
formadas por sufijación, esta última no deja de ser menos importante por el número
significativo de lexías registradas. De acuerdo con Alvar Ezquerra (2008: 52), “ha tenido
una gran vitalidad a lo largo de la historia de la lengua, y aún hoy sigue siendo muy
rentable” y así se puede observar que es sumamente productivo. En concreto, los
neologismos por sufijación que constituyen nuestra base de datos son los siguientes:
maletería, pantonera, chandalero-era, pijamero-era, ochentero-era, noventero-era, sesentero-era,
chandalismo, japonismo, fashionista, versacizar, versacizarse, florearse, accesorizarse,
metalizarse, mariposear, glamurizar y customización.
Dentro de los neologismos encontrados, los sufijos apreciativos (-illo, -ísimo, -azo,
-ía, -uelo, -ico, etc.) están ausentes quizás porque los redactores no quieren mostrar su
intencionalidad o porque el valor subjetivo y afectivo se expresa a través de otras
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 239
formaciones como puede ser la prefijación a través de los sufijos ultra-, mini-, maxi-, super-
, etc. Por el contrario, los sufijos no apreciativos sí son bastante numerosos y tienen la
función de modificar la categoría gramatical de la base léxica a la que se adhieren. A
continuación, vamos a tratar los ejemplos aparecidos en el corpus de neologismos
analizado.
Sufijos nominalizadores:
- -ería: maletería. El significado cuenta con un matiz de colectividad que
podemos extraer de los ejemplos del corpus:
“Ya tardaba. Hedi Slimane se resistía a imprimir logos en sus colecciones, pero
que no cunda el pánico, porque Saint Laurent ya tiene su maletería con logo, sutil
y en tonos gris pardo. Este nuevo logo tiene algo de retro aunque resulta
totalmente asequible a la mentalidad contemporánea” (Marie Claire, junio
2014:78).
- -ero/-era: pantonera. Aparece aplicado a objeto o recipiente. Pantonera es el
resultado de la sufijación sobre la base neológica Pantone.
- -ista: fashionista.
Sufijos adjetivizadores:
- -ismo: chandalismo, japonismo. El contexto semántico, señala Lang (1992: 179)
que “se refiere a formaciones que designan movimientos políticos y
culturales”, si bien, en nuestro caso chandalismo es un término jocoso para
denominar al ‘estilo consistente en vestir prendas deportivas con clase’.
- -ero: pijamero, chandalero, ochentero, noventero, sesentero. Varela (2009) le
proporciona un sentido de cualidad o conducta a este sufijo que nos sirve
para definir los dos primeros términos.
- -ista: fashionista.
Este último sufijo -ista se une a una base inglesa fashion que significa ‘moda’ para
crear un término en función nominalizadora y adjetivizadora que se aplica a los
miembros y conocedores del mundo de la moda. Veamos los ejemplos siguientes:
240 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
“Es tiempo de rebajas. Por eso, nos hemos inspirado en la pasarela de primavera-
verano 2015 para soplarte las prendas y accesorios que seguirán siendo tendencia la
próxima temporada. Las fashionistas ya lo saben. Haz como ellas” (Cosmopolitan,
febrero 2015: 32)
“Aplica las leyes ‘fashionistas’ de la sabana en un terreno urbanita: tonos TIERRA,
estampados animales y tejidos naturales salen a la caza de un nuevo enfoque” (Elle,
abril 2014: 209).
Apunta Díaz Hormigo (2012: 90) en un estudio sobre las tendencias
predominantes en la sufijación que el sufijo -ista ofrece información sobre la designación
de personas y que, en ocasiones, la base puede ser un préstamo o un xenismo, por
ejemplo como en los siguientes términos: fashionista, jihadisa/yihadista, lobista/lobista,
voyerista.
Sufijos verbalizadores:
- -izar: versacizar, versacizarse, glamurizar, accesorizar, metalizarse Todos estos
términos añaden un valor semántico de ‘acción y resultado’, así, por
ejemplo, versacizar consiste en la ‘acción de vestirse con prendas del
diseñador Versace’ o, por ejemplo, metalizarse consiste en la acción de
‘vestirse de tonos oro, plata o bronce’.
- -ear: florearse y mariposear. ‘El sufijo verbalizador -ear posee un sentido
‘frecuentativo’ del que muchos términos neológicos se alejan para adoptar
un sentido peyorativo’ (Guerrero Salazar, 2007: 109). (florearse ‘vestir con
una prenda decorada con un estampado de flores; mariposear ’ir vestido con
estampado de mariposas’).
En el caso de la sufijación verbalizadora convive señalar que los términos se han
clasificado dentro de neología semántica, y se explicarán en el apartado correspondiente.
En resumen, frente a los adjetivizadores, parece que la sufijación nominalizadora
y la verbalizadora son más relevantes en este tipo de prensa.
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 241
Como hemos podido observar a lo largo del análisis, la prefijación y la sufijación
son procedimientos neológicos sumamente productivos dentro del léxico de la moda,
sin embargo, no constituye un mecanismo tan rentable la parasíntesis. Tan solo hemos
hallado dentro de todos los números consultados un posible caso de neología
parasintética en engamar y engamado, pero siendo estrictos, lo que funciona es prefijación
(en-) más conversión no afijal (gama+r); no obstante, finalmente lo hemos clasificado por
parasíntesis. El verbo es un derivado de ‘gama’ cuyo significado es ‘acción y efecto de
vestir prendas de la misma gama y color’ y el adjetivo engamado ‘perteneciente a la
misma gama de colores’.
A b r e v i a c i ó n y s i g l a c i ó n
Por último, hablaremos de los dos procesos de creación formal menos
productivos en nuestra base de datos: la abreviación y la siglación. Los neologismos
formados por abreviación son los siguientes: japo, zapa, panto, deco y trans. En todos ellos
se ha producido la reducción por la pérdida de las sílabas finales. Así, por ejemplo, el
adjetivo ‘japonés’ se transforma en japo en el ejemplo siguiente:
“De manga corta y colores lisos, o con estampados japos o tipo Hawáis, esta camisa,
ancha y cómoda, es perfecta para llevar por encima de los pantalones, pero también
con falda hasta media rodilla. Con un supercollar, te hace el look de noche” (Marie
Claire, marzo 2014: 30).
También se reducen las sílabas finales en los términos zapa, panto, deco y trans. El
término ‘zapatilla’ se convierte en zapa, panto es el acortamiento léxico de la base
neológica pantonera, deco es el acortamiento de ‘decoración’ y trans de ‘transparencia’.
Este último caso, quizás, es el más difícil de identificar el término del que proviene, ya
que la reducción se extiende a varias sílabas. En el contexto de uso podemos observar
cómo el redactor escribe el término completo para hacer la reducción al final de la
oración, de esta forma es más sencillo entenderlo dentro del contexto:
“Pues es bien normal que tu novio se vista con transparencias porque lo que quiere
en el fondo es lucir su pecho fibrado gracias a largas y torturantes sesiones de gym,
242 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
así como mostrar su piel depiladísima. Pídele, eso sí, que nada de trans los domingos
en casa de tus padres” (Marie Claire, septiembre 2015: 136).
Como podemos observar en los casos presentados y, según Almela (citado en
Estornell, 2012: 142), “el uso de este mecanismo está motivado por la necesidad de
manifestar un valor apreciativo y por la tendencia a la economía en el uso del lenguaje”.
Además, consideramos que el uso de los acortamientos se debe, con mucha frecuencia,
a la utilización de un lenguaje juvenil y coloquial del que dejan constancia este tipo de
revistas.
El procedimiento de siglación es mixto de sustracción y adición. Manifiesta
Almela (1999: 210), que por un lado elimina fragmentos de un grupo de palabras para
unir después los fragmentos que quedan. Tan solo hemos localizado seis de ellas: diy,
vfn, lwd, lbd, lv y lbb. La primera se corresponde con las palabras ‘do it yourself’ o ‘hazlo
tú mismo’ y se define como una ‘técnica que consiste en elaborar las cosas por uno
mismo’ con el principal fin del ahorro y del entretenimiento. La segunda sigla se
corresponde con ‘Vogue fashion night out’, evento organizado por la revista Vogue con
un fin meramente comercial en el que una noche al año la revista celebra una fiesta de la
moda en muchas ciudades europeas. La sigla lbd y lwd se corresponden con los tres
grafemas iniciales de little white dress y little black dress, respectivamente. El significado
atribuido a la primera es ‘vestido negro, generalmente corto, popularizado en los años
20 por la diseñadora Coco Chanel’, su análogo es el ‘vestido corto similar a su homólogo
en negro (lbd) que cumple las mismas funciones solo que el tejido en este caso es blanco’.
La última lbb es la menos utilizada y se refiere a little black bikini, es decir, a un tipo de
‘bikini de color negro fabricado con poca tela’.
Debido a que las iniciales de estas cuatro siglas corresponden a términos en
inglés, las hemos clasificado dentro de los anglicismos. La última de las siglas lv es la
sigla de la marca ‘Louis Vuitton’. Como podemos observar es uno de los recursos con
menor incidencia.
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 243
N e o l o g i s m o s s e m á n t i c o s
Los neologismos semánticos son bastante fructíferos en nuestro estudio, pero nos
limitaremos tan solo a enumerarlos y a explicar su significado. La mayoría se forman a
partir de la modificación del significado de una base léxica ya existente, aunque también
hemos encontrado casos de neologismos formados a partir de un nombre propio de
persona o marca registrada utilizados como nombre común. Por ejemplo, el término
Pantone es un neologismo semántico, ya que es un nombre de una empresa que diseñó
una tabla de identificación del color, swims es una ‘marca de calzado de estilo deportivo
para que el pie transpire y de gran comodidad generalmente impermeables’, borsalino es
un ‘sombrero de caballero de fieltro flexible y con una cinta anudada a la izquierda’ que
debe su nombre al propietario de la empresa que los fabrica Borsalino y el término skaters
que hace alusión a la marca de zapatillas ‘que utilizan los skaters, es decir, lo que realizan
monopatinaje’.
Apunta Guerrero Salazar (2007: 227) que dentro de la neología de sentido es la
neología por metáfora muy rentable dentro de los lenguajes específicos, ya que “uno de
los rasgos que caracterizan a las jergas es precisamente los sentidos propios que generan
en un intento de diferenciarse de la lengua común”. Quizás, en esa idea de diferenciarse
de la lengua común, surgen dentro de la lengua de la prensa femenina un número
considerable de neologismos creados por metáfora. Así ocurre con los verbos mariposear
‘ir vestido con estampado de mariposas’, rayarse ‘vestirse con rayas’, metalizarse ‘vestirse
con tonos oro, plata o bronce’, aborregarse ‘vestirse con piel de borrego’ y florearse ‘vestir
con una prenda decorada con un estampado de flores’.
Entre los sustantivos que aparecen refiriéndose al nombre de prendas o
complementos destacan: beisbolera ‘tipo de chaqueta de diseño similar a la usada por los
jugadores de béisbol’, cargo ‘prenda de faena militar’, romanas ‘tipo de sandalia
generalmente plana y que llega hasta la rodilla mostrando unas cuerdas cruzadas’,
criollas ‘pendientes de aro’, yeti ‘prenda o complemento de abrigo de gran tamaño y con
pelo’, capri ‘dicho de un pantalón: que su largo llega a la altura de la pantorrilla’, saurel
‘tipo de pantalón de tiro muy bajo y muy ancho’, borgonuovo ‘dicho de un bolso fabricado
244 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
por el diseñador italiano Armani y cuyo nombre se corresponde con el nombre de la
calle en la que vive desde los años ochenta’, bombonera ‘bolso de reducidas
dimensiones’, diplomático ‘traje de rayas diplomáticas utilizado generalmente por los
hombres en un entorno del mundo de los negocios’, salones ‘zapato generalmente de
punta redonda y sin muchos adornos que se utiliza para vestir’ y Oxford se refiere al
‘zapato masculino realizado con cuero, plano, con cordones y en ocasiones con una
ornamentación a base de orificios en la punta’.
También se han generado por metáfora los términos ángel y barbie. El primero
designa a la ‘modelo que trabaja para la firma de lencería Victoria’s Secret’, mientras que
el segundo se utiliza para describir a la ‘mujer que sigue el patrón de belleza de la famosa
muñeca que tiene entre otros los siguientes atributos: ser rubia, con ojos azules, cintura
estrecha y labios carnosos’.
Por último, el vocablo ‘empolvado’ se trata de un neologismo semántico que
define la ‘tonalidad de un color más suave’.
N e o l o g i s m o s s i n t á c t i c o s
Tan solo hemos encontrado el caso de acordonarse. Aunque acordonar aparece en
el DRAE, acordonarse es un neologismo sintáctico, ya que hay un paso de verbo transitivo
a verbo pronominal.
4.2.4.1. Préstamos del inglés, francés, italiano y otros
Este apartado se centra en el estudio de la base de datos que recoge los préstamos
del corpus. Resulta incuestionable la presencia que tienen en la prensa que nos ocupa,
de hecho, hemos de señalar que los resultados obtenidos nos indican que más de la mitad
de los neologismos encontrados son préstamos y de ellos, los anglicismos son los que
pueblan las cuatro revistas analizadas. La tabla siguiente nos muestra la distribución de
los préstamos según su procedencia:
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 245
Tabla 15. Número de préstamos según su procedencia
Préstamos del inglés 302
Préstamos adaptados del inglés 39
Préstamos del francés 35
Préstamos adaptados del francés 5
Préstamos del italiano 4
Préstamos adaptados del italiano 0
Otros préstamos 5
Otros préstamos adaptados 2
Total 392
Como podemos observar un tanto por ciento muy elevado de términos de
nuestro corpus está formado por préstamos léxicos de distinta procedencia (italiano,
francés, inglés, etc.), si bien, la supremacía de la lengua inglesa es determinante en estos
textos. El hecho de que el 90% de los préstamos del corpus sean anglicismos refuerza la
idea de que el idioma inglés es la lengua global con gran presencia dentro del lenguaje
periodístico y, más en concreto, dentro de la lengua de la moda, y, por otra parte, indica
que le está afectando la globalización, ya que está asimilando en poco tiempo muchos
vocablos. Como hemos venido estudiando a lo largo de la tesis, la lengua de la moda
está plagada de elementos lingüísticos que provienen principalmente del inglés, del
francés y, en menor medida, del italiano según la influencia del momento. Sin embargo,
si nos detenemos a estudiar el trasvase del español al inglés, podemos apreciar que las
principales fuentes de creación de nuevos términos dentro de la lengua inglesa en el
Chronological English Dictionary (CED) de 1604 son las siguientes (Nevalainen, 2006: 51):
Latín 30%
Francés 29%
Alemán 20%
Español 6%
Más en concreto dentro de la moda, el español no exporta términos al inglés o al
francés, pero sí que adopta masivamente términos y expresiones de estas dos lenguas
(Martínez López y Vella Ramírez, 2011).
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Retomando el caso de la lengua española y una vez vistos los distintos grupos de
préstamos aparecidos en el estudio, corresponde pasar a estudiar y discutir
detenidamente los datos relativos en primer lugar a los anglicismos por tratarse del
grupo más numeroso y representativo, en segundo lugar, los galicismos y en tercer lugar
italianismos, en concreto, vamos a estudiar la tipología, la existencia de equivalentes
léxicos y la grafía.
Como venimos diciendo a lo largo de todo el trabajo, la incidencia de los
neologismos por préstamo en la prensa femenina es alta y se pueden presentar de
distintas formas: préstamos adaptados, préstamos no adaptados y calcos. Algunos
términos han resultado difíciles de clasificar por no presentar características de ninguno
de los tres grupos anteriores, es el caso, por ejemplo, del término faux fur, formado por
elementos léxicos de dos lenguas diferentes, ya que faux es ‘falsa’ en francés y fur es
‘piel’, por lo que los hemos clasificado en el apartado ‘otros préstamos’.
Como podemos observar en este último ejemplo presentado, la combinación de
elementos léxicos de lenguas diferentes puede suceder y se nos ha presentado en
infinidad de ejemplos a lo largo de nuestro trabajo, especialmente no resulta nada
sorprendente la hibridación entre la lengua española e inglesa en una misma palabra,
tanto en términos compuestos formados con prefijos/formantes cultos+ base léxica en
inglés, o viceversa, como por ejemplo tecnojeans; o en el caso de dos formantes uno en
idioma español y otro en otro idioma como vestido palazzo.
Debido a que hemos tenido dudas a la hora de clasificarlos, la metodología que
hemos seguido ha consistido en comprobar el número de ocurrencias del término en el
idioma extranjero y en español. Si el término, por ejemplo, en el caso del inglés que es el
de la inmensa mayoría aparece en el diccionario del idioma extranjero o hemos
comprobado que el uso está extendido entre los hablantes de habla inglesa la hemos
clasificado dentro del grupo de los anglicismos. En caso contrario, se ha clasificado
dentro de los neologismos formados por composición culta, por composición, por
sintagmación o por prefijación según fuera el caso, tal es el caso de términos como
minishort, vaquero boyfriend, y antisexy, por citar algunos ejemplos. En el caso de que el
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uso se produjera tanto en inglés como en español y ante la dificultad de datar la primera
ocurrencia en cualquiera de los dos idiomas, hemos optado por clasificarlos dentro de
los ‘préstamos del inglés’ o en el apartado de ‘préstamos adaptados del inglés’ (como
minibag, miniclutch, maxistrass, maxiprint, maxiblazer), ya que el patrón de formación
anteriormente citado es extraño que se dé en la formación de palabras de nuestra lengua.
Hecha esta aclaración, pasamos a glosar algunos ejemplos, y a explicar la
tipología de los anglicismos introducidos en la base de datos. Dentro de la categoría
préstamos no adaptados del inglés incluimos los anglicismos cuyas voces permanecen en
estado primigenio, es decir, se mantiene el término en inglés sin ninguna adaptación ni
cambio morfológico, fonético u ortográfico. Estos anglicismos integrales son los más
numerosos en nuestro corpus aunque, como vamos a ver, en la mayoría de los casos, se
trata de anglicismos no referenciales, ya que aportan un valor sobre todo expresivo y
estético propio de la lengua publicitaria y, en bastantes ocasiones, son intercambiables
por una construcción patrimonial.
Este es el caso de la lista que sigue, en la que la Fundéu con motivo de la Semana
de la Moda en Madrid ha recogido las voces del mundo de la moda que recomienda
sustituir por la correspondiente forma en español por tratarse de extranjerismos no
justificables (https://www.fundeu.es/recomendacion/moda-extranjerismos-con-
equivalente-en-espanol-1226/):
- backstage: bambalinas, bastidores
- casual: (estilo) informal
- catwalk: pasarela
- celebrities: famosos
- clutch: bolso de mano, bolso de fiesta, cartera
- coolhunter: cazatendencias o buscatendencias
- denim: tejido vaquero, mezclilla
- dress code: código de vestimenta, reglas de vestimenta
- fashion o trendy: de última moda, de moda, lo último, tendencia
- fitting: prueba de vestuario
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- front row: primera fila
- glitter: brillante
- it-girl: chica de moda, chica icono
- look: imagen, estilo, aire
- lookazo: modelazo, estilazo, imagen espectacular o buen aspecto
- lookbook: catálogo, porfolio o libreta de tendencias
- make up: maquillaje
- monogram: monograma
- mule: babuchas, sandalias tipo babucha
- must o must have: (prendas, accesorios…) imprescindibles o infaltables
- new face: (para modelos) cara nueva
- outfit: conjunto
- oversize: holgado
- paillete: lentejuela
- print : estampado
- shooting: sesión fotográfica
- shopping: ir de compras
- showroom: salón de exposición
- sneakers: (zapatillas) deportivas
- sport wear: ropa deportiva
- stretch: elástico
- top model: supermodelo
- tricot: punto
Como se puede apreciar, entre estos anglicismos crudos, en la mayoría de los
casos, como anteriormente hemos comentado, hablamos de vocablos no referenciales
con un valor añadido principalmente estético o expresivo y que, en muchas ocasiones,
pueden ser sustituidos por una construcción patrimonial. En nuestro corpus en ningún
caso han sido traducidos y en muy pocas ocasiones parafraseados o explicados entre
paréntesis, como el caso de ugly sandals (‘sandalias feas’). La mayoría de los términos
apuntados por la Fundéu forman parte de nuestro corpus, más algunos ejemplos que
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vamos a citar a continuación, anglicismos que como podemos ver presentan un valor
pragmático y que pueden ser reemplazados por un equivalente español:
- wardrobe: armario
- tuxedo: esmoquin
- loafer: mocasín
- pleat: plisado
- beachwear: moda de baño
- pump: zapato de salón
- cashmere: cachemire
- nude: color carne
- personal shopper: asesor de imagen
- low cost: de bajo coste
- flip-flops: chanclas de dedo
- t-shirt: camiseta
- twill: sarga
- canvas: lona
- trend: tendencia
- clutch: bolso de mano
- trendsetter: persona que marca tendencia
- little black dress: vestido negro corto
- red carpet: alfombra roja
- retailer: minorista
- velvet: terciopelo
- knot: nudo
- blogger: bloguero
- fashion victim: adicto a la moda
- jumpsuit: mono
Como venimos observando la mayoría de los anglicismos encontrados pueden
contar con equivalente español sustituible. Sin embargo, pensamos que su uso, en
algunos casos, podría ser justificable por la economía lingüística, tal es el caso de
250 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
términos que son más cortos en inglés que en español como como las que siguen halladas
en el corpus: zip en lugar de ‘cremallera’, celeb en lugar de ‘celebrity’; flats en lugar de
‘zapatos planos’, brit girl en lugar de ‘chica británica’, e-shop en lugar de ‘tienda virtual’,
bra en lugar de ‘sujetador’, o podrían justificarse por tratarse de términos técnicos
relacionados con el mundo de la moda y que surgen en países de habla inglesa como el
préstamo del inglés preppy que ‘se aplica al estilo clásico y pulcro con toques deportivos,
inspirado en los uniformes de los alumnos de los colegios de élite norteamericanos’.
Otro de los motivos del uso conjeturamos que es el prestigio social o la moda de
utilizar términos en inglés, por citar algunos ejemplos, no es lo mismo hablar de hacer la
compra con un shopping bag que con un ‘bolso de la compra’, llevar una camisa con animal
print que con un ‘estampado animal’, ni ir de compras al ‘mercadillo’ que al flea market,
o llevar en el aeropuerto una ‘maleta con ruedas’ que una trolley, ni tampoco es lo mismo
llevar unas ‘zapatillas de estar por casa’ que unas slippers.
En otras ocasiones ocurre que el término inglés tiene una traducción más larga o
es difícil encontrar un equivalente, por ejemplo, es el caso de crop top que aparece
documentado en el NEOMA como ‘camiseta de diversas formas que deja ver el ombligo
y la parte superior del abdomen’; outlet definido en el Diccionario de Neologismos del
Español Actual María Moliner (2013) como el ‘establecimiento comercial en el que se
venden artículos de marcas conocidas de otras temporadas y saldos a un precio inferior
al habitual’, flapper definido en el Diccionario de la Moda de Margarita Rivière (2014) como
‘el término que se aplicó en los años veinte, al as “chicas modernas” que comenzaron a
emanciparse, a trabajar y a adoptar la nueva indumentaria de las faldas cortas y el pelo
a la garçonne’ o push up que generalmente se utiliza para calificar a prendas como el
sujetador y los pantalones con la intención de la idea de ‘empujar hacia arriba y juntar
para que se vea más grande o perceptible la parte del cuerpo’.
También nos hemos encontrado con términos que todavía no tienen un
equivalente en español porque representan nuevas realidades aún no totalmente
implantadas en la sociedad española, como por ejemplo, una flagship store es ‘la tienda
más representativa de una marca, espaciosa y donde se ofrece todo el catálogo de
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 251
productos de la misma aunque en alguna de ellas la venta puede pasar a un segundo
plano para primar la exposición y todo lo derivado de ella para dar a conocer una marca’,
un ear cuff es un ‘pendiente que se abrocha en el lóbulo sin perforarlo con un fin
principalmente ornamental’, un ugly shoe es un ‘zapato ortopédico’, un gyspter es la
adaptación del término gypsy y hispter y consiste en el ‘tipo de persona que posee gustos
alternativos e independientes asociados a lo vintage y en el que prima un estilo por las
prendas cómodas’ o fluffy que es una ‘prenda de vestir cubierta por un pelo suave’.
En segundo lugar, hablaremos de los anglicismos adaptados, es decir, aquellos
que han sufrido una adaptación fonética, gramatical o bien ortográfica en español. Estos
son los casos que hemos encontrado:
- Términos con variantes ortográficas como bómber variante de bomber;
fleamarket en lugar de flea market, rain coat en lugar de raincoat. En algunos de
estos casos podemos pensar que se debe a una errata de los redactores de las
revistas y no se trata de ninguna adaptación.
- Términos con variantes fonéticas y ortográficas: leggins, variante de leggings.
- Términos formados con prefijos (maxi-, extra-, super-, mini-) unidos a la raíz
como maxistrass, maxiprint, extralarge, superstrech, minibag y miniclutch. Se trata
de términos adaptados porque los prefijos en inglés no van unidos a la raíz.
- Otros como customizar proveniente del verbo inglés customize o customise en
la que los lectores no son conscientes probablemente de que se trata de un
anglicismo.
- Bastantes casos de préstamos con variantes sintácticas de construcciones que
en inglés se crean con el adjetivo+ nombre y que en español se les ha dado la
vuelta para formar términos como: look casual, look sufer, look tomboy, look
sporty, color block, jeans destroy, jeans bootcut, jeans boyfriend, look ladylike, look
off-duty, look rave, look working girl,…
- Además, también hemos hallado algunos ejemplos de falsos anglicismos, tal
es el caso, por ejemplo, de fleking que proviene del vocablo ‘fleco’ y se le ha
añadido el morfema -ing.
252 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Por último, el calco léxico copia una estructura léxica del inglés para trasvasarla
al español. En muchos casos, se produce una traducción literal, aunque en otros se
presenta aproximada o más o menos libre. Seleccionamos unos ejemplos tomados de
nuestro análisis:
headhunter, ‘cazatalentos’; beachwear, ‘ropa de playa’ literalmente o ‘moda de
baño’, lookbook o ‘libro de tendencias’, backstage o ‘detrás del escenario’, handmade ‘hecho
a mano’, shirtdress ‘vestidocamisa’ o como se le conoce popularmente ‘camisero’,
cigarrete pants o ‘pantalones pitillo’, etc.
A pesar de que el anglicismo es mayoritario con respecto al galicismo, también
este último aparece reflejado en nuestro corpus en segunda posición respecto al número
de préstamos localizados con galicismos como: maison, couture, haute couture, couturier.
De los citados debemos indicar que todos disponen de un posible equivalente. Maison es
‘la casa o firma comercial de cosmética o moda’, haute couture equivale a la expresión
española ‘alta costura’ y couture también tiene el mismo significado y así aparece reflejado
por Margarita Rivière en su Diccionario de la Moda (2014): “el término francés couture
equivale a la expresión española alta costura, surgió según el historiador François
Boucher en 1858, momento en que llega a la corte francesa de Eugenia de Montijo el
modisto británico Charles Frederick Worth, considerado el padre de la alta costura”. Por
otra parte, también en francés aparece en nuestras revistas el término couturier o costurero
en español. Sin embargo, hemos encontrado términos en francés mucho más actuales
como prêt-à-couture (contracción de dos términos descritos anteriormente prêt-à-porter y
haute couture) para el cual no se nos ocurre un equivalente, ya que presenta una forma
novedosa de entender la moda, pero que hemos definido dentro de nuestra base de datos
de la siguiente forma: “una moda que se encuentra a mitad de camino entre el prêt-à-
porter y la alta costura, destinada a consumidores que no quieren vestir con la ropa de la
mayoría, pero que no tienen que asistir a un taller de alta costura para que le
confecciones una prenda a medida”.
Por otra parte, llama también poderosamente la atención el número de préstamos
con denominaciones en francés para hablar de tipos de telas y técnicas de costura.
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 253
Algunos ejemplos que ilustran estas denominaciones son broderie y broderie anglaise para
denominar a las técnicas del ‘encaje’ y el ‘encaje inglés’ respectivamente, el guilloché es
un término que hace referencia al ingeniero francés Guillot que inventó la máquina con
una técnica de decoración que ‘consiste en grabar una serie de patrones con el mismo
diseño’, bouffant es ‘bombacho’, évasé ‘acampanado’, plissée ‘plisado’ y valennciene es ‘un
tipo de encaje similar al de bolillos’ que se denomina así porque es originario de la
provincia de Valenciennes en Francia. Por último, ’matelassé que es un ‘tipo de tela
acolchada’. De los restantes, la mayoría de los términos registrados se refieren a
complementos como pochette que es un ‘bolso de mano’, paillette es una ‘lentejuela’,
minaudière es una ‘cartera pequeña’, bandeu definido en NEOMA (2016) como el ‘tipo de
sujetador sin tirantes a modo de banda’.
En cuanto a los términos adaptados del francés, cinco son los casos que hay
dentro de nuestro corpus: grogrén, grosgrain, chifón, espadriles y matelasse. Los dos
primeros términos grogrén y grosgrain son adaptaciones del término francés (en el primer
caso fonética y ortográfica y en el segundo ortográfica) gros grain que literalmente
significa ‘grano grueso’ y que el Diccionario de Moda de Margarita Rivière define como el
‘tipo de tejido de seda grueso con acabado de cuerda utilizado especialmente para cintas
y acabados, muy utilizado para sombreros’. En esta ilustración que presentamos a
continuación mostramos un ejemplo de este tipo de tejido:
Figura 14. Ejemplo de tejido grogrén tomada de Flickr
254 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Chifón proviene del término crudo francés chiffon (Moliner, 2008) y se
corresponde con ‘una tela muy suave, similar a la seda, con la que se confeccionan
prendas delicadas’. El siguiente término adaptado del francés espadriles se trata de un
término que proviene del francés provenzal espardilho, diminutivo de esparto y con el
equivalente español de ‘alpargata’ o ‘esparteña’. El último vocablo matelasse, lo hemos
incluido dentro de los galicismos adaptados, ya que es una variante del término francés
matelassé, sin embargo, como vimos dentro de los anglicismos, se puede tratar de un
descuido del redactor más que de una adaptación fonética propiamente dicha.
Por último, aunque son escasas no podemos desdeñar las voces que aparecen
procedentes del italiano: stiletto y paniraro. El término stiletto nace en Italia en los años
cincuenta a partir del vocablo stilo cuyo significado es ‘daga’ o ‘puñal’, en referencia a la
extrema finura y lo alargado de su tacón. La definición que encontramos en NEOMA
(2016) es la siguiente: ‘zapato de mujer tipo salón que se caracteriza por su tacón alto y
fino’. El paninaro es un ‘personaje italiano de los años ochenta que vestía ropa de marca,
generalmente, cazadora y pantalones vaqueros con botas de obrero’.
Además, en nuestro corpus contamos con dos préstamos adaptados que no
proceden ni del inglés, ni del francés, ni del italiano y son los términos pashmina y kaftán.
La pashmina es una palabra proveniente del persa pashm cuyo significado es ‘lana’ y
según el Diccionario de Neologismos Actual María Moliner (2013) es un ‘chal hecho con esta
lana u otro tejido de imitación’. Mientras que el kaftán es un préstamo adaptado del árabe
kaftan y cuyo registro en el DRAE es caftán y consiste en una ‘vestimenta en forma de
túnica amplia y larga, sin cuello, con mangas anchas y cortas, usada principalmente en
países musulmanes’.
Para terminar, dentro del apartado de ‘otros préstamos’ hallamos voces
extranjeras que no pertenece a ninguno de los siguientes idiomas: alemán, castellano,
catalán, francés, griego, inglés, italiano, latín, ruso y vasco que son los definidos por el
OBNEO. Tal es el caso de los términos: obi, zori, okobo y tiki. Con estos términos, podemos
hablar de xenismos, ya que versan sobre realidades inexistentes dentro de la cultura
española. Así, tiki es un préstamo proveniente del maorí según señala el CD que
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denomina ‘la moda cuya producción estética se basa en la cultura hawaiana, por
ejemplo, a través de estampados florales o de paisajes tropicales’, es decir, denota todo
aquello que se refiere al estilo asociado con las islas tropicales del pacífico sur. Por otra
parte, obi, zori y okobo destacan por tratarse de tres términos exóticos provenientes de la
cultura japonesa que hemos definido de la siguiente forma:
- El obi es el ‘cinturón ancho que se lleva sobre el kimono para sujetarlo’.
- El zori es el ‘estilo de sandalia tradición de Japón planas y con correas en forma
de uve, hechas de paja de arroz o de otras fibras vegetales, tela, madera lacada,
cuero, caucho, u otros materiales.
- El okobo es la ‘sandalia nipona con una suela muy alta similar a una plataforma.
4.2.4.2. Tratamiento tipográfico de los préstamos crudos
En cuanto al uso de las voces en idiomas distintos al español y el tipo de resalte
gráfico, señalaremos que no existen reglas fijas por parte de las cuatro publicaciones
analizadas, aunque sí podemos indicar a grosso modo que la mayoría de los préstamos,
indistintamente del idioma que procedan, se presentan con un resalte gráfico (entre
comillas o en cursiva, principalmente) dejando de lado el subrayado y sí utilizando la
negrita en algunas ocasiones.
Como vemos la regla general es que los préstamos aparecen generalmente
marcados en letra cursiva o entrecomillados, si bien es cierto que, hemos observado que
no siempre se cumple y que no existe un criterio homogeneizador. En ocasiones los
préstamos aparecen sin ninguna marca e incluso dentro de la misma publicación y del
mismo número observamos que presentan distintas reglas. A modo de ejemplo se puede
citar el caso del término outfit, que se presenta en nuestro corpus en sesenta ocasiones, y
si escogemos tan solo la revista Cosmopolitan observamos que no existe una pauta que
nos indique que el procedimiento se haga de forma unitaria y ordenada, ya que en el
mismo número el término se presenta de dos formas, en cursiva y entrecomillado:
“La top model luce como nadie este trend. ¿El acierto? Elegir los complementos
adecuados. Inspírate con su outfit’ (Elle, mayo 2014: 32).
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“Mezcla prints a tu antojo, cuantos más, mejor. Y elige prendas cómodas para una
larga jornada en la calle: incluye en tu ‘outfit’ una sudadera y unas sandalias de
cuña” (Cosmopolitan, mayo 2014: 148).
Lo que parece la norma en la revista Elle es que el término a resaltar aparezca
entre comillas, aunque también en distintas ocasiones el término aparece en mayúscula
como podemos observar en los siguientes ejemplos:
“Menos es lo más. El otoño aparece sin dejar de lado prendas con personalidad
veraniega como el CROP TOP. Te auguramos que los probarás y repetirás”’ (Elle,
febrero 2015: 177).
“SPORT CHIC La corriente deportiva sigue conquistando el asfalto otoñal con sus
sudaderas multiusos y pantalones de corte ‘jogging’” (Elle, agosto 2014: 161).
En algunos casos podemos pensar que la ausencia de marcas tipográficas a la
hora de señalar a los préstamos se puede deber a una posible naturalización del uso de
estos vocablos por parte del enunciador, que presupone que el receptor comparte con él
conocimientos de la lengua y entorno social y cultural; también a descuidos o a que,
ciertamente, estas voces forman parte del léxico habitual de las lectoras que son
conocedoras de los términos y no hace falta resaltarlos de ninguna forma.
Otro de los fenómenos que también nos ha llamado la atención a la hora de
compilar nuestro corpus de vaciado ha sido, por un lado, la variedad ortográfica en
numerosos términos, por ejemplo, tye-dye, tie-dye; low cost, low-cost, o peeptoe, peep toe y la
presencia de anomalías ortográficas, fashion ilustrator en lugar de fashion illustrator,
confort style en lugar de comfort style, running shoe en lugar de running shoes, creepers en
lugar de creeper etc. Podríamos pensar que se trata de aclimatar los términos a la lengua
española, sin embargo, parece que estos pequeños errores son frutos del descuido
gráfico. Además, disponemos también de casos con uso erróneo del guion, por ejemplo,
el del término super-natural que es erróneo conforme a las reglas de ortografía de la RAE
y que la Fundéu señala que “se escribe unido a la palabra a la que antecede, sin guion y
sin tilde. Excepcionalmente, y como ocurre con todos los prefijos, se escribe separado a
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 257
la base a la que afecta cuando esta está formada por un conjunto de palabras con un
significado unitario (super de moda, super a gusto…).
Por otra parte, hemos encontramos modificaciones de las grafías con la idea de
captar la atención de los lectores, bien alterando alguna letra o jugando con los colores y
tamaños en numerosos titulares o incluso dentro del texto. La revista que más juega con
la alternancia de colores en las letras es la revista Cosmopolitan y la que menos es la
publicación Marie Claire. Veamos un ejemplo de estas modificaciones tipográficas:
Figura 15. Comparación de la tipografía en la revista Cosmopolitan, agosto 2014: 26
(izquierda de la imagen), y en la revista Marie Claire, mayo 2016: 3 (derecha de la
imagen)
Del análisis de los préstamos registrados en nuestro corpus dentro de la prensa
podemos extraer las siguientes conclusiones finales. La mayoría de los préstamos son de
origen anglosajón, dado que es el idioma más global en la actualidad y cuna de muchos
conceptos nuevos dentro del mundo de la moda. El francés y el italiano ya no se perciben
como lingua franca en el sector de la moda. La función principal de los préstamos
registrados tiene que ver con el prestigio social y, con un realce “estético” del enunciado
en el que se inscriben, pues son traducibles en la mayoría de las ocasiones.
258 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
4.2.5. Por temática: estilos, tendencias, ropa, complementos, profesiones de moda,
marcas y otros.
A continuación, analizamos los datos relativos a las categorías temáticas de los
neologismos del corpus. Las categorías analizadas son las siguientes: estilos, tendencias,
ropa, complementos, profesiones de moda, marcas y otros.
La categoría que más dificultad ha presentado a la hora de clasificar los términos
ha sido la de estilo, por no existir en muchas ocasiones un linde claro entre estilo y
tendencia. Para diferenciarlo, en primer lugar hemos seguido el criterio de ver con qué
término se asocia en el habla, ya que esto es indicativo de la visión que se tiene en ese
aspecto. En algunos ejemplos hemos encontrado los términos estilo o tendencia en el
contexto lo que ha hecho que la clasificación nos resultara más sencilla, sin embargo, en
los ejemplos de uso en los que el término no aparece asociado con los términos estilo o
tendencia hemos realizado la clasificación por analogía.
Una vez hecha esta aclaración pasamos a presentar los datos. En la siguiente tabla
se puede observar el resultado de la aparición de neologismos por categoría temática:
Tabla 16. Neologismos por categoría temática en la base de datos NEOmodaes.
Categoría temática Número de
fichas
Categorías temáticas
(sobre el total de
neologismos)
Número de
neologismos
Estilos 122 Estilos 75
Tendencias 49 Tendencias 35
Ropa 232 Ropa 165
Complementos 236 Complementos 175
Profesiones de moda 19 Profesiones de moda 13
Marcas 20 Marcas 12
Otros 525 Otros 327
Como podemos apreciar la proporción de neologismos es bastante irregular. La
mayoría de ellos se concentran en los apartados de ropa y complementos, y muchos de
ellos han sido clasificados en el apartado otros. En esta sección hemos incluido todos los
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 259
términos que, en un principio, consideramos que no serían relevantes en número para
formar una categoría. Sin embargo, nos hemos encontrado algunos campos con
bastantes casos. Nos referimos a términos relacionados con los colores, por citar algunos
ejemplos: colorterapia, ombré, amarillo albero, toffee, azul Klein, azul siciliano, blanco polar, rosa
Candy, blanco-victoriano, color ácido, color plano, color primario, etc. Otras de las categorías
que aparecen dentro de nuestro apartado otros son las telas o los tipos de cortes de las
prendas, por ejemplo, algunos tipos de telas y cortes de este apartado que encontramos
en esta sección son twill, grosgrain, chifón, canvas y tipos de cortes como corte grumete,
helénico, saco, minimal, couture, twiggy, lady, sirena. Los años tampoco hemos podido
clasificarlos en ninguno de los grupos establecidos, por ejemplo, ochentero, noventero,
sesentero, sixties, seventies…En resumen estos son todos los neologismos de nuestra base
de datos sin una clara vinculación temática:
colorterapia; glam; flagship store, concept store, color-terapia, couture, haute couture;
maxibolsillo; maxiescote; maxitienda; minilentejuela; miniselección; minitalla; mipsterz; must-
have; red carpet; semimate; semirrígido-da; customizar; celeb; celebrity; celeb-friend;
ultracómodo-da; ultracorto-ta; ultraelaboración; ultraempolvado-da; ultrafamoso-sa;
ultrafemenino-na; ultrajoven; ultraligero; ultramínimo-ma; ultramoderno-na; ultrapráctico-ca;
ultrasofisticado-da; twill; wishlist; savoir faire; savoir-faire; superbazar; superbrillo; body print;
supercómodo; furry; cowgirl; deslavado-da; w-commerce; fashion week; fleamarket; starlette;
stretch; photocall; jetsetter; grosgrain; chifón; ombré; femme fatale; art déco; cuatricolor; brit-girl;
canvas; moodboard; body print; water print; supercombinable; supercool; superenvolvente;
superescotado; superestampado-da; superfavorecedor-ra; supergráfico-ca; supergustoso-sa;
superimprescindible; superjaponés-sa; superlanzamiento; superligero-ra; supermini;
supermoneda; supermujer; super-natural; superplano-na; superpolar; superponible; superpop;
superpráctico-ca; superprecio; superrústico-ca; supersecante; supersexy; super-sexy; superstrech;
super-stretch; colección cápsula; diy; cuello chimenea; follower; nerd; multiestampado-ada;
multicremallera; multicampaña; multibolsillo; multibordado; multicadena; multihebilla;
microterciopelo; fleamarket; mustnífico; customización; colección crucero; pin up; pin-up;
athleisure; geek; godet; girly; japonismo; vfno; matelasse; matelassé; bondage; escote corazón;
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dress code; leopard print; vintage chic; urban; up dress; skinny; pin-up; ochentero-ra; noventero-
ra; sesentero-ra; supersesentero-ra; cintura cordobesa; color ácido; color plano; color primario;
vitamina; fall; pre-fall; pop-up storee; polka dot; seventies; shopping web; silueta tulipa; tie dye;
superbajo; denimanía; bling; bling bling; acordonarse; hit; engamar; engamado-da; ética-chic;
cholloceleb; de corte matrix; patronar; ir punteado-da; teen; sixties; closet; it list; glamurizar;
glamazon; heel; hiperceñido-da; hiperfenenino-na; hiperjuventud; ultramoda; toffee; comfy; pavé;
scribble stripe; amarillo albero; aprés ski; azul klein; azul siciliano; blanco polar; blanco-
victoriano; baggie; broderie; broderie anglaise; chico it; mix; deluxe; corte couture; corte grumete;
corte helénico; corte minimal; corte minimalista; corte saco; corte twiggy; corte sirena; confort
style; raya diplomática; dress up; cut out; cut-out; cutout; dégradé; minimal; naïf; megaestore;
metraje; metalizarse; color candy; corte cóctel; évasé; midi; péplum; goth; shocking pink; prenda
soft, soft; soft grey; skater; deco; old fashioned; highlight; hiperromántico-ca; hipersimple; hipster;
hipster-chic; high cost; high waist; scoop; retrofuturismo; fluffly; trunk show; trans; tela destroy;
thinklein; devoré; low chic; push up; mainstream; mass market; mariposear; matelasse; matelassé;
rosa candy; verde lima; amarillo vainilla; raya pijamera; bouffant; largo cóctel; Liberty; extraluxe;
valencienne; escote bañera; ultralight; azucarado-ada; candy; eléctrico; sweet; tierra; empolvado-
da; skinny; paniraro; chunky; primrose; pijamero-era.
Antes de pasar a ver las distintas categorías, hemos de señalar que, en algunas
ocasiones, la tarea ha sido complicada, ya que algunas lexías podían vincularse a
distintas categorías semánticas. Por ejemplo, el término celebrity y su acortamiento celeb
podrían estar incluidos dentro del apartado profesiones pues, aunque no se trata de una
profesión propiamente dicha, sí que hay una inclinación a pensar que una celebrity es
una ‘persona conocida del mundo del espectáculo, moda o del entorno de los medios de
comunicación que puede percibir una retribución y vivir del mundo de la moda’. Lo
mismo sucede con el término neojean que se trata de un nuevo estilo de pantalón vaquero
por lo que podría clasificarse en el apartado de ropa o en el apartado de tendencias.
Igualmente sucede con otros términos que a nuestro parecer podrían pertenecer
a otras categorías semánticas, tal es el caso de maxibolsillo, multicremallera o de
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 261
minilentejuela, clasificables dentro de complementos; o de colección cápsula dentro del
apartado de ropa, por citar algunos.
A continuación, entramos a detallar los neologismos atendiendo al resto de las
áreas temáticas de nuestra clasificación por categorías semánticas, señalando algunos de
los rasgos más relevantes de los mismos:
A. En el área temática de estilos se observa que existe una inclinación a utilizar
anglicismos, puesto que hay una gran concentración léxica de los mismos en este
apartado: boho; boho-chic, hipster, hipster-chic, gypster, sport chic; gym chic; trekking
chic preppy; tomboy look, boyish, seapunk, muppie, peacock, college, hippy chic, etc.
La mayoría de ellos designan nuevas realidades en cuanto a estilos se refiere. Así,
por ejemplo, el estilo boho define un ‘estilo libre, no convencional e inconformista a la
hora de vestir’. Es la versión hippie de los años 60 y 70 que se inspira en el mundo hippie
y bohemio. La gente que viste con este estilo lleva prendas anchas y opta por bisutería
realizada con materiales naturales, pero la tendencia actual añade un toque de elegancia
al clásico estilo hippie y la denominación para este nuevo estilo es boho-chic.
Lo mismo sucede con los vocablos hipster, hipster-chic y gypster. Los hipsters
denominan una ‘subcultura de jóvenes de clase media que viven en la ciudad y que
optan por estilos de vida alternativos y con una vestimenta particular con aires
alternativos y retro y en su versión más actualizada con prendas de estilo clásico pero
elegantes’, es el caso de la denominación hipster-chic. Por último, el gypster es una
adaptación del término gypsy y hipster. De la curiosa unión de estos términos parte este
estilo que combina gustos alternativos y que aboga por la comodidad, los tejidos
orgánicos, lo clásico y la cultura como estilo de vida.
También el estilo deportivo puede ser elegante o con un toque de distinción y, de
esta forma, se crea el estilo sport chic para designar a un ‘conjunto de ropa informal que
combina sofisticación y elegancia al mismo tiempo’, o lo que es lo mismo, se puede llevar
un traje de chaqueta y añadirle una prenda deportiva como, por ejemplo, un calzado
deportivo o una sudadera. Igualmente pueden ser chic el trekking y el gym. El trekking
262 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
chic consiste en ‘vestir un estilo excursionista con un punto de sofisticación’ y el gym chic
se trata de ‘vestir prendas sofisticadas y que están de moda esta vez en el contexto del
gimnasio’.
Otro estilo deportivo, aunque esta vez dentro del contexto universitario, es el
estilo preppy. El glosario de la moda Fundéu (2015) lo define de la siguiente forma: “Se aplica
al estilo clásico y pulcro con toques deportivos, inspirado en los uniformes de los
colegios de élite norteamericanos”. Se trata de un diminutivo del término preparatory que
es como se llama a la Escuela Secundaria y al Bachillerato en Inglaterra.
Otros de los estilos propios de la era en la que vivimos don el estilo tomboy y el
boyish. Estos estilos se caracterizan por vestir prendas de corte masculino. Así queda
ejemplificado en siguientes extractos de las revistas del corpus. El caso de la revista
Cosmopolitan resulta muy significativo porque señala un intercambio de roles y modifica
el género de gentleman que significa ‘caballero’ y habla de ser ‘una gentleman’:
“El look tomboy pega cada vez más fuerte. Jugar a intercambiar roles y ser una
gentleman por un día nunca fue tan trendy” (Cosmopolitan, febrero 2014: 26).
“Jeans de hechuras boyish con rotitos, de Springfield” (Marie Claire, noviembre 14:
168).
Por otro lado, y recientemente acuñado, surgió el denominado estilo seapunk. Este
consiste en mezclar motivos y elementos marinos con la estética punk, de ahí que se
denomine seapunk, dado que sea significa ‘mar’ en inglés. Por último, el muppie, nombre
que se puede aplicar a un estilo y que consiste en llevar una vida saludable en cuanto a
la alimentación y al deporte se refiere, colaborar con fines benéficos y ser adicto a las
nuevas tecnologías y a las redes sociales. Eso llevado al ámbito de la moda consiste en
vestir las tendencias del momento sin mirar marcas.
B. En el área temática tendencias, advertimos entre los términos aparecidos que entre
los años 2014 y 2015 convivían las siguientes modas dentro del sector de ventas de
las revistas estudiadas. Gran cantidad de productos a la venta se vendían como
excesivamente grandes (maxilunar, maxiplataforma, maxihombrera, maxisolapa) o de
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forma antagónica los objetos pasaban a ser muy pequeños (microcristal,
minitendencia, microtendencia, microplisado). Ideas antagónicas también entre ir
conjuntado (matchy matchy) y mezclar (mix & match). Lo deportivo en el vestir
también era otro punto a destacar (sporty, chandalero), junto a un entorno en el que
lo bélico pasaba a ser un reclamo comercial (army y efecto destroy). Por último, el
uso de prendas y materiales ecológicos (eco-concious), y, los términos con el prefijo
neo- que indica que algo es ‘nuevo’ o ‘reciente’, por lo tanto, que es una moda,
tendencia o ideología (neoaviador, neololita, neopunk).
Veamos algunos ejemplos para ejemplificar lo anteriormente explicado
registrados manualmente en nuestra elaboración de la base de datos:
“NEOLOLITAS. Resurge, y no sabemos si es para bien o para mal, un look ultrajoven
que aboga por una falsa inocencia y un sexy tontorrón” (Marie Claire, noviembre
2015 :152).
“Es facilísimo porque esta tendencia tiene mucho que ver con el neopunk. A una
base neutra súmale algún elemento de armadura” (Marie Claire, noviembre 2014: 28).
C. En el área temática ropa observamos que hay alta frecuencia de maxi y mini
prendas para denominar las distintas partes del vestuario (maxijersey, maxivestido,
maxichaleco, maxiabrigo, minichaqueta, minibermuda, minicaftán, minijersey …). Dentro
de este apartado de vestuario de nuestro estudio la mayor concentración de lexías
se concentra entre términos compuestos y sintagmáticos relacionados con piezas
del vestuario como el pantalón (pantalón palazzo, pantalón jogger, pantalón harem,
pantalón baggy, pantalón boyfriend, jogging pant, mum jeans…); el vestido (vestido joya,
vestido palazzo, vestido prom, vestido-saco, vestido túnica, vestido de corte sotana…); y
por último, la falda (falda corola, falda lápiz, falda portafolio, falda tubo, falda campana,
falda trapecio, falda sirena…). Igualmente observamos en las revistas exploradas
lexías dentro de esta categoría pertenecientes a otro tipo de prendas, lexías que se
corresponden con voces anglicadas, por ejemplo, en nuestra base de datos
264 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
aparecen documentados los siguientes términos que hemos definido de la
siguiente manera:
t-shirt es la ‘prenda de punto de manga corta o larga que se puede utilizar
como prenda exterior o interior’.
tank top se corresponde con una ‘camiseta de tirantes’.
bustier es ‘una prenda femenina que se ciñe al cuerpo con unas ballenas que
van de la cintura al pecho’.
shearling jacket se define como una ‘chaqueta de piel vuelta forrada con
borreguito’.
underwear es el equivalente español de ‘ropa interior’ y lo hemos definido
en el estudio de la forma siguiente: ‘ropa que se lleva pegada a la piel bajo
otra ropa’.
soft coat es un ‘abrigo fabricado con un tejido que lo hace ligero’ y, por
último,
high top es una ‘camiseta ombliguera’.
De la misma forma, hemos advertido gran cantidad de compuestos que
contienen el sustantivo joya para denominar distintos tipos de prendas y complementos,
por ejemplo, sandalia joya, vestido joya, falda joya, legging joya, calcetines joya, bolso joya,
botón joya, etc. Todos estos complementos o partes del vestuario describen objetos
decorados con piedras preciosas o semipreciosas. Esta imagen ilustra el concepto:
Figura 16. Flickr sandalia joya.
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D. En el área temática complementos apreciamos que hay una clara tendencia a hacer
uso de los prefijos maxi- y el prefijo super- en detrimento del prefijo mini-. El
elemento compositivo maxi- logra que complementos como collares, colgantes,
cinturones, broches, cremalleras, cuellos, eslabones, gafas, brazaletes, botas,
anillos, cruces, gargantillas, lazos, pendientes, joyas, lengüetas, perlas, sombreros,
tacones, tiras…se presenten como ‘muy grandes’ o ‘muy largos’ o ‘excesivos o de
calidad’ en el caso del prefijo super- (supersandalia, supercuña, supermochila).
Entre los tipos de calzado hallamos algunos términos dentro de esta área bastante
peculiares y con los que no estamos familiarizadas. Por este motivo y por la profusión
del número de términos hemos confeccionado una tabla por orden alfabético con todos
los tipos de calzado encontrados en nuestra base de datos con sus respectivas
definiciones:
Tabla 17. Modelos de calzado introducidos en la base de datos NEOmodaes
Tipo de calzado Definición
ankle boot Botín hasta el tobillo.
bota biker Bota de estilo motero generalmente de color negro y con
algunos elementos decorativos como cadenas y hebillas.
bota legging Bota alta que se ciñe a la pierna gracias al material elástico
con el que está confeccionada.
bota-media Calzado, generalmente de cuero, muy pegado a la pierna
con efecto calcetín.
bota mosquetera Bota femenina de caña alta que sube por encima de la
rodilla.
bota mule Bota descubierta por la parte del talón.
bota peep toe Bota cerrada por la parte trasera, pero abierta por la punta
de tal forma que se pueden ver los dedos del pie.
botín Chelsea Botín de caña corta sin cordones y con dos elásticos a los
lados del empeine.
botín peep toe Zapatos de caña corta que muestran los dedos de los pies.
botín eduardiano Botín de estilo de la época eduardiana en el Reino Unido.
botín motero Zapato de caña baja generalmente de color negro y con
algunos elementos decorativos como cadenas y hebillas.
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brogue Tipo de calzado, generalmente de cuero, evolución del
típico zapato inglés denominado Oxford.
cangrejeras Híbrido entre las míticas sandalias romanas y las
Merceditas.
creepers Tipo de calzado con una suela muy elevada, punta redonda
y de cordones o hebillas cuyo objetivo después de la
Segunda Guerra Mundial fue proteger los pies del calor del
desierto y en los años sesenta se puso de moda entre los
roqueros.
espadrilles Un estilo de zapatilla o sandalia veraniega que tiene una
cuerda tejida o material similar que cubre la cuña o la suela
de esparto.
flats Zapato plano también conocido como manoletinas o
bailarinas.
flatforms Todo tipo de calzado que tiene una suela en forma de
plataforma plana.
kitten heles Zapato de tacón fino y de pocos centímetros.
loafer Calzado de caballero de estilo moderno fabricado en cuero
y con suela dura que imita al mocasín.
mocasín gremlim Mocasines cómodos, con mucho pelo y con un aire
excéntrico.
mules La punta está cubierta hasta la mitad del empeine y el resto
del pie carece de sujeción, pero, al contrario que los zuecos,
suelen ser de estilo refinado, pueden tener tacón de aguja o
ser planos.
ugly sandal Sandalia nada atractiva que se asemeja a un zapato
ortopédico.
ugly shoe Zapato nada atractivo que se asemeja a un zapato
ortopédico.
okobo Sandalia nipona con una suela muy alta similar a una
plataforma.
oxford Zapato masculino realizado con cuero, plano, con cordones
y en ocasiones con una ornamentación a base de orificios en
la punta.
peep toe Zapato cerrado por detrás con una abertura delantera que
deja ver los dedos del pie. Puede ser con tacón, de cuña,
botines o incluso bailarinas.
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 267
romanas Tipo de sandalia generalmente plana y que llega hasta la
rodilla mostrando unas cuerdas cruzadas.
running shoes Tipo de calzado ligero y cómodo que es adecuado para
correr.
salones Zapato generalmente de punta redonda y sin muchos
adornos que se utiliza para vestir.
sandalia-botín Tipo de zapato de caña alta destalonado y descubierto en la
parte delantera.
sandalia foulard Sandalia con algún tipo de lazada bien utilizado para
cerrarla o como elemento decorativo.
sandalia joya Zapato que tiene incrustaciones con piedras semipreciosas
y bordados que imitan a las piedras preciosas.
sandalia zori Estilo de sandalia japonesa generalmente plana similar a
una chancla, pero fabricadas en madera con cuero, telas,
caucho y otros materiales.
slippers Zapato cómodo para estar por casa.
sneakers Calzado deportivo.
stiletto Zapato de mujer tipo salón que se caracteriza por su tacón
alto y fino.
t-bar Tipo de calzado sujeto al tobillo y que forma una "t" por la
unión de una tira al tobillo.
zapato granny Zapato confortable tipo bailarina de cuero flexible con un
gran empeine y elástico y con un poco de tacón.
zapato de mosquetero Zapato del estilo de la época de los tres mosqueteros que
generalmente llevan algún ornamento estético como una
lazada o una hebilla de grandes dimensiones.
zapato Mary Jane Todo tipo de calzado que tiene una suela en forma de
plataforma plana.
Dentro de la categoría complementos, merece la pena detenerse en la subcategoría
bolsos, ya que hay un gran volumen de términos relacionados con la misma. Analizando
los resultados observamos que, de forma general, se utilizan pocos términos
patrimoniales para denominar los tipos de bolsos: shopping bag, saddle bag, trunk bag,
weekend bag; snake bag; it bag; tote bag; soft bag, y en el caso de utilizarlos se produce una
alternancia o hibridación de idiomas, por ejemplo, tal es el caso de denominaciones como
268 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
bolso luggage; bolso shopper; bolso baguette o bolso Palazzo. En el caso de esta última
denominación, hemos de señalar, que este término ha sido eliminado de la base de datos,
ya que se trata de una marca que denomina el tipo de modelo de bolso de la firma
italiana de moda Versace, aunque quizás en un tiempo se extienda la denominación para
este tipo de bolso a cualquier marca.
Este cambio o conmutación de códigos se refiere a la alternancia de dos lenguas
(Valdes-Fallis, 1976: 53) y, pensamos que el uso dentro del lenguaje de este tipo de prensa
está asociado a un empleo de un registro coloquial y a valores como el prestigio, la
modernidad y el dinamismo. Así que no es lo mismo decir que llevamos un bolso equipaje
que un bolso luggage.
La evidencia reciente sobre la materia sugiere que en las versiones españolas de
estas revistas, en muchas ocasiones, se dejan sin traducir por el efecto que esas no-
traducciones crean en el lector de la cultura meta. Argumenta Vidal (2012: 1038) que: “en
España hoy en día sería impensable abrir una revista como Vogue, Elle, Cosmopolitan,
Woman o Marie-Clarie y no encontrarse más que textos y publicidad en español”. Se dejan
sin traducir, como anteriormente hemos señalado, por el efecto de prestigio y
modernidad y de forma similar sostiene Vidal que se dejan sin traducir estas palabras
con el motivo de “darle al producto que se está intentando vender un lustre tecnológico
que avale su elevadísimo precio con un fin mercantilista en el que la no traducción
contribuye a la venta de esos productos por los significados de segundo nivel que estas
no traducciones traen consigo en el contexto del receptor y de la cultura meta en general
(íbid: 1043).
A continuación, nos vamos a detener en la definición de los tipos de bolsos
citados anteriormente. El shopping bag es un ‘bolso de grandes dimensiones con dos asas
perfecto para ir a la compra o al trabajo’; el saddle bag es un ‘bolso de estilo bandolera
que imita a los bolsos que se ponían en las monturas de los caballos’; el trunk bag es un
‘boso maletero’; el weekend bag es ‘un bolso de gran tamaño para llevar ropa y artículos
para un viaje de fin de semana’; el snake bag es un ‘bolso fabricado con piel de serpiente’;
el it bag está definido en nuestra base de datos como un ‘bolso de nueva tendencia’; el
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tote bag es un ‘bolso muy grande de forma horizontal que tiene dos asas largas’; y el soft
bag es un ‘bolso fabricado con materiales que lo hacen ligero’.
E. Aunque existen muchas profesiones relacionadas con este medio, en el área
temática profesiones de moda en nuestra base de datos distinguimos los siguientes
grupos: profesionales del marketing y la comunicación; patronaje y diseño de
moda y, por último, el grupo de carreras del mundo de la moda.
Este primer grupo está formado por profesionales dentro del mundo de la moda,
generalmente periodistas especializados o expertos en moda, que realizan trabajos
relacionados con los ámbitos de la comunicación, ventas y el marketing. Estos son los
que hemos descargado de nuestro corpus de revistas:
El coolhunter (anglicismo que en nuestro corpus aparece separado) es la
persona que se dedica a hacer predicciones sobre cambios o nuevas
manifestaciones referentes a la cultura del consumismo y la moda. La revista
Marie Claire en su diccionario de moda online (https://www.marie-
claire.es/moda/wikimoda/diccionario/wiki/termino/coolhunter)
complementa la anterior definición de la siguiente forma: “un coolhunter
recolecta información y analiza diferentes tipos de estereotipos, siendo de
vital importancia el conocimiento de las tendencias y de las novedades para
poder dar una idea clara. Las calles e Internet son las principales fuentes de
las que beben estos profesionales”. El coolhunting es, por lo tanto, una
disciplina que aglutina los saberes de las disciplinas del marketing y de la
sociología conjuntamente para satisfacer las necesidades del consumidor
anticipándose a las exigencias futuras.
El personal shopper es un término que aparece registrado en el diccionario
NEOMA (2016) y que lo define de la siguiente forma: “asesor de imagen que
orienta sobre compras de moda y belleza”. Actualmente, podemos ver cómo
está profesión está cada vez más presente, de ahí que en casi todos los centros
comerciales exista esta figura que te acompaña y sirve de guía durante el
270 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
proceso de la compra indicándote qué es lo que más te favorece teniendo en
cuenta diversos factores como la edad, el nivel adquisitivo, la morfología, la
personalidad, etc.
El buyer es un término que no parece que esté relacionado con el mundo de la
moda, ya que su pronta definición sin entrar en sus distintas acepciones es la
de ‘comprador’. Sin embargo, dentro del sector de la moda adquiere un
significado propio y se trata de una figura de vital importancia dado que su
labor no solo consiste en ser el encargado de comprar a distintos proveedores
(a veces a ‘minoristas’ retailers) los artículos que se venderán en la tienda para
la que ofrece sus servicios sino que debe también controlar la calidad, los
materiales, los costos y la logística en la entrega de las compras, las cantidades
de compra, la búsqueda y la evaluación de nuevos proveedores, la
negociación de los precios de coste, etc.
El influencer en nuestra base de datos es una “persona que cuenta con
credibilidad sobre los conocimientos de un tema concreto, por lo que su
presencia e influencia puede modificar el comportamiento de otras personas,
por ejemplo, a través del uso de las redes sociales”. Si trasladamos esta
definición al sector de la moda podemos hablar de personajes influyentes
dentro del mundo de la moda que se han convertido en embajadores de
algunas marcas y que son seguidos por muchos usuarios, generalmente gente
joven. El peso de estos influenciadores se mide a través del número de
seguidores que tienen dentro de las redes sociales. Entre las influencers o it-
girls de más éxito podemos mencionar a Viera Newton, Olivia Palermo y a
Caroline Vreeland. Algunas de las influencers más famosas en España
actualmente son Aida Domenech, Laura Escanes, Paula Ordovás, Gala
González, Sara Escudero, Natalia Cabezas, Alexandra Pereira, etc. y han
llegado ahí tan solo creando una cuenta en una red social, generalmente se
han dado a conocer a través de Instagram. Esta red social denominada
Instagram es una red social en la que se pueden subir vídeos y fotos a internet.
E L E S T U D I O : A N Á L I S I S D E D A T O S Y D I S C U S I Ó N D E R E S U L T A D O S | 271
Los dueños de los perfiles suben sus fotos o las comparten en otras redes
sociales como Facebook, Flickr o Twitter. Si tiene éxito y tienen seguidores las
marcas les pagan por vestir sus prendas. Por otra parte, pueden efectuar
distintos efectos a las fotografías a través de filtros, marcos, colores, pegatinas,
etc. Veamos un ejemplo, de influencer en Instagram:
En esta fotografía una de las influencers españolas más conocida, Dulceida
(Aida Domenech), aparece promocionando dos marcas, Gucci y
Onneswimwear en su perfil. En ella podemos observar que cuenta con la
elevada cifra de 201.668 Me gusta y con 1019 comentarios. Entre los
comentarios encontramos preguntas sobre la ropa que lleva puesta, el pelo, en
general preguntas de todo tipo y comentarios idolatrándola, ya que consigue
despertar mucho interés entre sus seguidores. Las empresas de marketing
contratadas en ocasiones por las marcas convierten a estas personas en sujetos
publicitarios con infinidad de seguidores cuyo único fin es imitarlos.
Figura 17. Imagen de Instagram de la influencer Dulceida
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El blogger es la ‘persona que crea y que gestiona un blog’. La diferencia
principal entre un blogger y influencer es que este segundo no dispone de una
plataforma propia fuera de las redes sociales ni de un blog. Quizás, por este
motivo, los influencers están más en boga, ya que no precisan crear ninguna
página web para darse a conocer. Aunque hemos podido comprobar que los
influencers con más seguidores disponen de cuenta en Instagram, de canal de
Youtube y de blog. Por ejemplo, hemos seleccionado el de Sara Escudero
(www.collagevintage.com). Resulta curioso ver cómo el idioma inglés forma
parte del blog en más de un 50% del texto.
Figura 18. Blog influencer Sara Escudero
La persona conocedora de todo lo que rodea el mundo de la moda es el
fashion insider.
Por último, fashion-forecasting es la empresa y los profesionales
especializados que estudian las tendencias y son capaces de adelantarse al
gusto del consumidor y adivinar lo que éste va a desear en el futuro;
muchas marcas lo contratan para encauzar sus colecciones.
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El segundo grupo está compuesto por profesiones relacionadas con labores de
patronaje y el diseño de moda:
- Shoemaker es la ‘persona o compañía que se dedica a la creación de zapatos’,
es decir, ‘zapatero’.
- Tailoring es el “corte de un traje o prenda de vestir realizada por un tailor o
‘sastre’ en castellano”. También existe el término ‘sastra’ para hablar de
esta profesión.
- Couturier es un término francés para denominar al ‘profesional cuyo oficio
consiste en coser, confeccionar o arreglar ropa’, equivalente español del
término ‘costurero’ o ‘costurera’. Encontramos el vocablo en el DRAE con
la alternancia de géneros que lo define de la siguiente forma: “persona que
tiene por oficio coser y cortar trajes, principalmente de hombres”.
A diferencia de los modistas y modistos, así como de los sastres y sastras, los
costureros y costureras no diseñan ni realizan patrones, por lo que pensamos que la
definición presentada en el DRAE no se corresponde con la realidad en cuanto al
significado del término en los ejemplos encontrados en las revistas y que quizás se ha
utilizado para añadir un toque de exotismo:
“Llega a nuestras pantallas Yves Saint Laurent, la película sobre el legendario
couturier, interpretado por el francés Pierre Niney” (Cosmopolitan, agosto 2014: 16).
“Hubert de Givenchy desoyó los deseos de su familia y, en lugar de matricularse en
la facultad de Derecho, se plantó en la Escuela de Bellas Artes de París. Este
aristócrata refinado ha sido uno de los más grandes couturier de la segunda mitad
del siglo XX…” (Marie Claire, noviembre 2014: 175).
En ambos ejemplos podemos observar que el término couturier designa a la
persona que cose las prendas, aunque en este caso estaríamos hablando de otra profesión
que es la del diseñador-ra, es decir, la persona que diseña los modelos que serán
elaborados con posterioridad y que no tiene por qué saber cortar o coser. Tal es el caso
de Yves Saint Laurent en el primer ejemplo y de Givenchy en el segundo de los ejemplos.
274 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Por último, el tercer grupo está integrado por ‘carreras del mundo de la moda’,
y en nuestro corpus hemos encontrado el siguiente término:
El fashion illustrator es la persona que realiza las ilustraciones para las
revistas de moda. Algunos de los ilustradores de moda españoles más
importantes con proyección internacional son: Jordi Labanda, Ricardo
Fumanal y Sandra Suy. Algunos de sus trabajos llenan espacios con sus
diseños en los ejemplares de nuestro estudio. Por ejemplo:
Figura 19. Ejemplo de ilustraciones de moda.
Revista Cosmopolitan, abril 2014:34.
F. En el área temática marcas no hemos constatado muchos términos, pero nos parece
de un gran interés hacer referencia a términos como verzacisar y verzacisarse que
hemos introducido en esta área como verbos con el significado de ‘vestir con
prendas del diseñador Versace’.
Los neologismos encontrados en la base de datos también nos muestran varios
neologismos semánticos como en el caso de los términos swims, borgonuovo y ángel. En el
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primer caso se trata de una marca comercial de un tipo de calzado de estilo deportivo
que generalmente es impermeable. Se trata de un vocablo ya existente en inglés to swim
al que se le añade el nuevo significado de ‘impermeable’; en el caso de borgonuovo se
trata de un bolso fabricado por el diseñador italiano Armani y cuyo nombre se
corresponde con el nombre de la calle en la que vive desde los años ochenta; en el último
caso ángel es el nombre que se le da a la modelo que trabaja para la firma de lencería
Victoria’s Secret, por lo tanto en este caso también existe una modificación del significado
de la base léxica.
Hemos considerado también neologismo semántico el término Pantone que
designa a la empresa creadora de un código que se le asigna a cada uno de los colores.
Este sistema permite la igualación de color en impresos. Veamos algunos ejemplos:
“El pantone más romántico llega dispuesto a teñir tus noches de color y a completar
tus looks con acierto” (Cosmopolitan, noviembre 2014: 34).
“Todo al ROSA. Es el pantone indiscutible de la temporada” (Cosmopolitan,
diciembre 2014: 110).
“El invierno sabe a ‘macarons’ y huele a verano con vestidos monocolor, degradados
con tonos empolvados y ‘mixes’ en los que manda la gama más SUAVE del
‘pantone’” (Elle, octubre 2015: 212).
Pasemos a la voz lv que se corresponde con la sigla de la marca Louis Vuitton,
empresa de moda francesa de marroquinería de lujo especializada en artículos y
complementos de viaje. Se trata, por tanto, de una siglación, procedimiento que no es
frecuente en la neología de la moda, si bien es usual en los logos que identifican marcas
muy reconocidos (sería el caso de CH, Carolina Herrera, que incluso es nombre de
productos de esta marca como perfumes).
PARTE III
CONCLUSIONES
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 279
5. CONCLUSIONES GENERALES Y
FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
A lo largo de esta investigación sobre el empleo de neologismos dentro de la
prensa femenina, hemos ido exponiendo diversos aspectos relacionados con este
fenómeno y hemos podido comprobar la relevancia de la lengua de las revistas
femeninas en la difusión de los cambios léxicos que se producen en la sociedad actual.
Por otra parte, nos gustaría señalar que elegimos el tema de la moda en esta tesis
doctoral, en parte para acreditar este tipo de periodismo siempre menospreciado por el
mundo académico, pero, principalmente, para poder mostrar el estado actual del léxico
que lo impregna, ya que este siempre nos llamó la atención incluso antes de realizar esta
investigación por la cantidad de préstamos que pueblan sus páginas, especialmente
anglicismos. Para ello, antes de comenzar la tesis doctoral, intentamos cerciorarnos de
que no existían trabajos similares, momento en el cual nos percatamos de la existencia
de numerosos estudios relacionados con la neología y la prensa, pero de la escasez de
estudios relacionados con la neología y la prensa femenina en concreto.
Nuestro trabajo se basó en el análisis de las secciones de moda de cuatro revistas
femeninas (Cosmopolitan, Elle, Marie Claire y Vogue), que consume un público
principalmente femenino ─como se pudo comprobar en las encuestas realizadas─, de
las cuales seleccionamos las publicadas entre los años 2014 y 2015 (en total 96 números).
Tras el vaciado de estas fuentes, se recopilaron y clasificaron los neologismos en una
base de datos confeccionada por nosotras denominada NEOmodaes (acrónimo de
Neologismos de la moda en la prensa española). Tras la recogida de datos de forma manual,
se clasificaron los términos encontrados en los textos relativos a la moda presentes en
los doce números de cada una de las publicaciones siguiendo la metodología del OBNEO
y se descartaron los términos incluidos en nuestros diccionarios de exclusión: Diccionario
de la Lengua Española (en adelante, DRAE) de 2014, ed. 23ª, y su actualización digital de
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2017, y el Diccionario de Uso del Español (en adelante , DUE) de María Moliner (2008, v.
3.0.).
Por otra parte, con el objetivo de mostrar el grado de especialización de los
términos utilizados en este tipo de publicaciones, seleccionamos dos diccionarios de
neologismos de la lengua general: NEO-Moliner (2013) y NEOMA (2016), y dos
diccionarios especializados de moda: el Diccionario de la Moda de Margarita Rivière (2014)
y el Glosario de la Moda de la Fundéu (2015). Los resultados que obtuvimos nos mostraron
que el NEOMA es el más inclusivo con respecto al léxico nuevo de la moda, ya que recoge
51 entradas, seguidas por las 22 entradas del Glosario de la Moda, las 11 del DUE y las 13
del Diccionario de la Moda. Estos resultados nos muestran que la moda está penetrando
en la comunicación general, dado que hemos podido comprobar cómo un diccionario no
especializado recoge más términos de moda que los especializados.
A continuación, vamos a exponer los resultados más relevantes que se han
obtenido del estudio en consonancia con los registros en NEOmodaes:
La base de datos logró reunir un total de 1203 fichas cuyos términos fueron
extraídos de las secciones de moda de las revistas anteriormente señaladas. El número
total de términos registrados en la base de datos no se corresponde con el número total
de neologismos, ya que uno de los problemas con los que nos encontramos tras el diseño
de nuestra base de datos fue que un mismo neologismo aparecía en distintas
publicaciones, y aunque solo se introdujo un contexto por publicación, algunos
neologismos se repetían en varias cabeceras por lo que el número final de fichas
introducidas no se corresponde con el número total de neologismos que es de 802. Por
otra parte, también se vio reducido el número final de fichas a lo largo del proceso, ya
que se descartaron parte de los neologismos del corpus al comprobar que se encontraban
en los diccionarios de exclusión seleccionados para nuestro estudio (cuello cisne, falda
pantalón, estola, supermodelo, plataforma, patchwork, chaqué, cheviot, triquini, denim, lamé,
mikado, …). En consecuencia, el número de neologismos se ha ido modificando a la largo
de todo el trabajo.
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 281
La información más relevante que se recogió para cada uno de los registros nos
indicaba: 1) el tipo de neologismo, 2) la categoría gramatical, 3) la publicación, 4) el
análisis de la grafía ,5) la definición, y la 6) la categoría temática. Los resultados del
análisis realizado con respecto a la información obtenida son los siguientes:
1) Los resultados obtenidos por tipo de neologismo fueron los siguientes:
préstamos (346), composición (123), composición culta (93), prefijación (91),
sintagmación (47), préstamos adaptados (46), sufijación (16), parasíntesis (2), abreviación
(5) y siglación (1). La clasificación y el análisis de los neologismos recopilados arrojó
como resultado usos léxicos particulares en el ámbito de la moda. A pesar de que existe
una tendencia al uso de la raíz clásica maxi- para la creación de compuestos cultos, en
nuestro trabajo, la composición patrimonial superó a la culta con términos formados
mediante compuestos sintagmáticos binominales (gafapasta, falda tubo, cuello Peter pan,
colección cápsula). Los compuestos preposicionales fueron clasificados como neologismos
en la categoría de sintagmación, ya que así lo determina el protocolo del OBNEO (vestido
de sotana, tacón de azafata). El segundo recurso más utilizado fue la prefijación, y se hizo
uso de dicho mecanismo a través del uso del prefijo intensivo super- con el fin de añadir
un valor apreciativo e informal. Asimismo, llama la atención el proceso de la sufijación
nominalizadora con los sufijos -ería, -ero-era e -ista (maletería, fashionista…), que superó
en cantidad a la sufijación adjetivizadora. Los procesos que resultaron menos
productivos de creación formal fueron la parasíntesis, la abreviación y la siglación,
hecho que nos resultó bastante llamativo, ya que, estas formaciones pensamos que dotan
al texto de un tono coloquial y juvenil, característica de la que hacen gala los textos de
estas revistas femeninas.
2) En cuanto a las categorías gramaticales, la evidencia recolectada señaló que, el
sustantivo es la categoría gramatical con mayor proporción. La mayoría de los
sustantivos recopilados designan objetos del mundo de la moda en general, como
prendas de vestir y complementos. Entre los sustantivos, un total de 407 casos frente a
174 de género femenino adopta el género masculino debido en parte a las normas
seguidas en esta Tesis dictadas por el Protocolo de vaciado del OBNEO (2004) que
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señalan que todo nombre cuyo género no aparezca marcado en el texto se debe clasificar
como sustantivo masculino.
En el análisis de la asignación del número, la mayoría de los vocablos se presentan
en singular con el fin de nombrar un objeto en concreto. El número plural, mucho más
minoritario, se presenta con términos que hemos considerado como plurales
lexicalizados, ya que así se han encontrado en distintas publicaciones y en nuestras
búsquedas en internet (sneakers, salones, cortavientos, flip flops, slippers, flatforms, romanas,
it-glasses, leggings, kitten heels, flats, swims, creepers, skaters…). Como se puede observar,
la mayoría designan tipos de pantalones o zapatos.
El segundo grupo más numeroso dentro de la categoría gramatical fue el adjetivo.
De este modo, se detallan propiedades y características de las prendas y complementos
descritos y se utilizan en ocasiones con un fin ornamental para estimular a un posible
comprador. La mayoría se presentaron como atributivos, clarificando semánticamente
al sustantivo al que acompañan (cuello halter, vestido palazzo, calzado trendy, pantalones
capri, guantes extralargos, cuero semimate, calzado antisexy…). En el análisis también
observamos un comportamiento curioso de los adjetivos relacionados con los colores
utilizados con una intención descriptiva, y que se eliminaron del corpus porque no las
consideramos denominaciones nuevas de color. Tal es el caso de los colores: naranja
valenciano, gris elefante, gris oficinista, rojo sangre, rojo Papá Noel, azul bebé, azul nube, blanco
ibicenco, blanco Everest, rosa algodón de azúcar, verde agua… Pensamos que este uso es un
claro ejemplo de la cantidad de recursos expresivos y enfatizadores que nos encontramos
en este tipo de publicaciones asociados a fines comerciales y estéticos. Por otra parte,
queremos llamar la atención sobre nombres propios que se introducen en el léxico de la
moda funcionando como adjetivos, entre ellos nombres de pueblos o ciudades como es
el caso de Oxford; nombres de personajes como Paniraro, Yves Klein o Borsalino, o de
personajes literarios como Lolita o Fedora.
Otro dato curioso en nuestro análisis es la aparición de algunos verbos
pronominales que destacan en cuanto a la originalidad, como: acordonarse, florearse,
accesorizarse, metalizarse, rayarse, aborregarse, versacizarse.
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3) Otro aspecto esencial de esta tesis que surgió entre nuestros objetivos iniciales
era el de conocer el número de neologismos por cabecera. Las muestras halladas nos
indicaron que el corpus de la revista Marie Claire exhibe un número de neologismos
sensiblemente superior al resto, posiblemente pensamos que se debe a un motivo
fortuito, como pueda ser la presencia de algún periodista con un estilo más dado a la
creatividad. Este dato nos ha sorprendido, ya que, inicialmente, suponíamos que la
revista Cosmopolitan respondía a un estilo más informal y juvenil que el resto de las
cabeceras estudiadas. En general, observamos que la mayoría de los términos están
instalados en las cuatro publicaciones de igual forma y ninguna de ellas muestra un
espíritu más creativo o un idiolecto de ninguno de sus periodistas con respecto al resto
de las publicaciones. Nuestra conclusión es que el léxico de la moda se difunde de forma
homogénea en la prensa femenina porque constituye una lengua sectorial que se ha
consolidado como tal.
4) Entre las extravagancias, curiosidades, descuidos y errores ortográficos del
discurso femenino recogidas en este estudio destacamos el uso incorrecto del guion, por
ejemplo, en el caso del prefijo super- separado de la base léxica, probablemente con una
función intensificadora de un sufijo que está especialmente extendido entre un público
juvenil (lexema super-natural). Además de esta, se presentaron otras variaciones
ortotipográficas, que no son material central de este estudio, por lo que no hemos podido
resolver de forma concluyente si existen reglas homogéneas en cuanto al uso de los
resaltes gráficos como las comillas o las cursivas, pero la variación parece ser indicio de
que no existen. Entre las publicaciones estudiadas, observamos, que no existía ningún
tipo de orden o regla fija entre los términos marcados en contra de las normas dictadas
por la RAE. En parte, pensamos que se debe a una posible naturalización del uso de estos
vocablos y en otros, en la mayoría de los casos, a la inestabilidad formal propia de los
neologismos, especialmente de los préstamos, ya que comprobamos que existían
muchas variaciones ortográficas (tye-dye, tie-dye; low cost, low-cost, o peeptoe, peep toe;
leggins, variante de leggings; bómber variante de bomber; fleamarket en lugar de flea market,
rain coat en lugar de raincoat).
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5) La definición de cada uno de los neologismos se incluyó en cada una de las
fichas, lo que permite que la tesis se pueda explorar como un glosario de neologismos
de la moda. Además, otro de los objetivos consistió en elaborar un glosario (Anexo I) de
préstamos del inglés registrados en NEOmodaes, al cual se puede acceder de modo
simplificado y sin necesidad de acceder al repertorio a través de la base de datos. Este
glosario nos ha servido para atestiguar y reflejar la relevancia de este tipo de
neologismos: los préstamos. En efecto, nuestra hipótesis se ha visto corroborada y queda
patente en NEOmodaes la altísima proporción de los préstamos, especialmente de los
anglicismos. Además, este glosario nos sirve para dar testimonio de los usos léxicos en
el ámbito de la moda en la actualidad, aunque podría ser utilizado en un futuro para
proporcionar datos para un posible estudio de la evolución histórica de la lengua usada
en la moda. Por otra parte, hemos podido observar durante la elaboración del glosario,
que los términos que penetran en nuestra lengua son mayormente términos que
denominan prendas de vestir o tendencias de moda (bra, charm, college, crop top, flatforms,
jumpsuit, jacket, preppy…).
6) Tras analizar la categoría temática, se observó cómo las categorías temáticas de
complementos y ropa son las que contaban con más entradas junto al apartado de otros. En
este último apartado incluimos vocablos relacionados con la composición material de las
prendas: los colores (colorterapia, color plano…); telas o tipos de cortes de las prendas
(twill, grosgrain, corte grumete, corte sirena...). También términos referidos a las décadas a
las que se vinculan estilos (ochentero, noventero…). De entre todas las categorías
analizadas los rasgos más significativos que advertimos son: en la categoría ropa, la
cantidad de compuestos que contienen el sustantivo joya (sandalia joya, vestido joya, falda
joya, legging joya, calcetines joya); la inclinación a la utilización de anglicismos en el área
temática de estilos (hipster, hipster-chic, gypster, sport chic; gym chic; trekking chic preppy;
tomboy look, boyish, seapunk); entre las tendencias apreciamos que convivían en el sector
objetos excesivamente grandes (maxihombrera, maxiplataforma) frente a formas mínimas
(microplisado, microcristal) y la aparición de nuevas profesiones dentro del mundo de la
moda (coolhunter, personal shopper, influencer, fashion insider; fashion illustrator).
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 285
Como observamos, llama la atención en los resultados obtenidos la diferencia
cuantitativa entre el número de préstamos obtenidos y el resto de neologismos. Si bien
el primer objetivo de la investigación era realizar un estudio de los cambios léxicos
impulsados por factores sociales dentro de la moda en la prensa femenina a través del
estudio del neologismo, la recopilación y clasificación de los mismos nos llevó a la
necesidad de profundizar en el uso de los préstamos, ya que un simple vistazo a las
páginas de cualquiera de estas publicaciones ponía de manifiesto expresamente la
presencia de estos a doquier. En nuestra hipótesis apuntamos que un tanto por ciento
muy elevado de los resultados se correspondería con el uso de préstamos, en concreto
de anglicismos. Identificamos un total de 341 préstamos del inglés; 40 préstamos del
francés y 4 préstamos del italiano, lo cual denota la supremacía de la lengua inglesa en
el ámbito de la moda. Esta abundancia de préstamos se debe principalmente a un afán
persuasivo de este tipo de revistas que, como hemos observado a lo largo del trabajo,
están orientadas a un público eminentemente femenino de edad inferior a 50 años, para
el que lo extranjero parece ser un signo de prestigio. Esta idea se une a la difusión
internacional de términos de la moda que penetran e impregnan nuestras vidas y que
provienen de una cultura principalmente norteamericana que el resto del mundo trata
de imitar. De entre los anglicismos que se registraron, 39 vocablos son términos
adaptados y 302 se registraron sin adaptar lo que nos lleva a pensar en el fin
principalmente pragmático, publicitario y comercial, de este tipo de revistas, puesto que
casi todos los términos registrados cuentan con un término patrimonial equivalente para
nombrar lo referido (wardrobe, beachwear, lookbook, clutch, gadget, outlet, print, fashion
victim…).
Además de vislumbrar la supremacía de la lengua inglesa sobre las demás, en el
acercamiento a la terminología del mundo de la moda, hemos podido constatar los
siguientes aspectos relacionados con los préstamos:
- El préstamo, en su mayoría no adaptado, como acabamos de señalar, resultó ser
la categoría más numerosa y con un fin eminentemente expresivo y estético casi
siempre, intercambiable por una construcción patrimonial (maison, couture, évasé,
286 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
stiletto, backstage, catwalk, clutch, denim, front row, lookbook, outfit,…). Entre nuestras
publicaciones, en contadas ocasiones ha sido objeto de traducción o parafraseado,
como el caso de ugly sandals (‘sandalias feas’).
-Los términos ingleses adaptados lo han sido en grado mínimo, esto es, apenas han
sufrido modificación formal; así, por ejemplo, tenemos los formados con prefijos
(maxi-, extra-, super-, mini-) unidos a la raíz como maxistrass, maxiprint, extralarge,
superstrech, minibag y miniclutch, que clasificamos dentro de los de términos
adaptados porque los prefijos en inglés no van unidos a la raíz.
- La segunda posición en el registro de préstamos la ocupan los galicismos. El
francés, aparentemente, ha pasado a tomar una segunda posición como lengua de
difusión de términos relacionados con el mundo de la moda, y no es de extrañar,
ya que, en la actualidad, la capital mundial de la moda se ha trasladado a Nueva
York y, no solo por cuestiones situacionales sino también lingüísticas, puesto que
el idioma inglés se presenta como un reclamo publicitario para la venta de moda.
- La adopción que se hace en español de préstamos, es en muchos casos innecesaria
y no justificables, ya que en la mayoría de las ocasiones existe un equivalente o una
forma españolizada de los mismos, como los que ha recogido la Fundéu con
motivo de la Semana de la Moda, todos ellos registrados en nuestra base de datos,
puesto que se encontraron entre nuestras cabeceras, por ejemplo, es el caso de los
siguientes vocablos: backstage ‘bambalina’; catwalk ‘pasarela’, clutch ‘bolso de
mano’, denim ‘tejido vaquero’, front row ‘primera fila’, etc.
- La lengua de la moda en la prensa femenina editada en español no rechaza el uso
de otros idiomas, sino que, seguramente, como estrategia publicitaria, los integra
e incluso crea combinaciones de términos híbridos mezclándolos, por ejemplo, en
términos como: faux fur, formado por elementos léxicos del francés faux ‘falsa’ y
del inglés fur ‘piel’, o en combinaciones que conjugan inglés y español como en
vaquero boyfriend.
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 287
Para finalizar y una vez realizado el registro y analizados los anglicismos de la
base de datos se elaboró una primera encuesta con el objetivo de medir las siguientes
variables: ‘la percepción del grado de neologicidad’, ‘la variante preferida’, ‘la inclusión
de los neologismos en el diccionario y su definición’ y ‘el sentimiento de neologicidad’.
Tras los resultados, decidimos realizar una segunda encuesta que medía tan solo ‘el
alcance del significado de los anglicismos’, esta vez haciendo una distinción por sexo. El
objetivo de esta era el de averiguar si los términos eran reconocidos por hablantes no
expertos fuera del contexto y si las mujeres eran mayores consumidoras de este tipo de
prensa.
En total participaron mil trescientos sesenta y ocho encuestados en la primera
encuesta y doscientos noventa y dos en el caso de la segunda, todos ellos a través de la
web gratuita de encuestas que proporciona la Universidad de Murcia (ÁTICA).
Considerando los datos obtenidos, en la primera encuesta (Anexo II) se confirmó nuestra
hipótesis inicial basada en la idea de que la moda formaba parte de la cotidianeidad de
la gente joven, por lo tanto, al formar parte de sus rutinas, era más sencillo para ellos
distinguir los términos más novedosos de los que no los eran tanto, y así, se demostró
con los resultados de la prueba. Además, se probó que el criterio lexicográfico es
insuficiente para valorar la novedad de un término, ya que, los diccionarios son lentos a
la hora de recoger palabras. Por otra parte, una de las evidencias recolectada más
sorprendente fue que los alumnos demostraron su preferencia por el uso de los términos
en el idioma español en lugar de los neologismos prestados de la lengua inglesa.
Además, percibieron el grado de novedad de los anglicismos porque son
consumidores de estos productos y usan esta jerga y esto justificaría el interés de la gente
joven por este léxico y por su novedad. A partir de la encuesta, también pudimos percibir
que los estudiantes saben definir estos términos, quizás esto se debe al impacto de la
moda en la sociedad actual, por su difusión no solo en este tipo de prensa, sino también
en redes sociales, lo que motiva su tolerancia por estar en contacto con este léxico de
forma habitual, excepto en las ocasiones en las que se presentan tecnicismos propios del
ámbito de la moda.
288 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Con los resultados cosechados en la segunda encuesta (Anexo III) comprobamos
que los alumnos conocían el significado de casi la totalidad de los términos dispuestos
en la encuesta. Esto nos hizo pensar que el empleo de este tipo de léxico es generacional
y su nivel sociocultural y el mundo actual les hace aceptar estos usos e incluso incorporar
estas voces en su día a día. El resultado de esta encuesta se opuso a nuestra hipótesis
inicial planteada en la que establecíamos que el léxico contenido en el discurso de estas
revistas pertenecía a un ámbito de especialidad que no era siempre comprensible por los
lectores de este tipo de prensa. Por otra parte, el resultado resultó sorpresivo, ya que los
hombres superaron en respuestas acertadas a las mujeres, sin embargo, no resultó ser un
dato muy concluyente, puesto que el número de participantes del género femenino fue
muy superior. Sin embargo, los resultados de esta encuesta, y de la investigación en
general, apoyan la idea de que el periodista es el incitador de este tipo de léxico
demandado por un lector interesado en las novedades de la moda. Conocedor, por tanto,
del mismo porque los usuarios son gente que desea vestir las últimas novedades, que
siguen y conocen a las it girls de moda, que la moda y todo lo que la envuelve forma
parte de sus vidas.
Hemos constatado que el léxico de la moda se presenta como emergente.
Pensamos que los factores que fomentan la aparición de estas voces neológicas son de
diversa índole. Por una parte, creemos que la moda se ha convertido en un fenómeno
social cada vez más extendido y no tan elitista como en otras épocas y esto se puede
percibir en que la moda ha pasado a ser eje central no solo de las publicaciones de moda,
sino también de conversaciones cotidianas, y otros medios de difusión como blogs,
programas de televisión, etc. Esto ha proporcionado que el uso de léxico de esta lengua
se haya difundido y que haya perdido parte de su tecnicidad.
Además, hemos podido comprobar en el análisis que existen otros factores que
propician la presencia de voces neológicas y son principalmente pragmáticos, con una
intención de proporcionar efectos como prestigio social, originalidad, modernidad,
expresividad y esnobismo a las lectoras de este tipo de prensa. Esto se revela
especialmente con los neologismos por préstamo, ya que, en la mayoría de los casos,
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 289
existe un equivalente o la palabra que se crea que no es estrictamente necesaria. El uso
de estos términos, de alguna forma, implica pertenecer a un determinado grupo social
que asume una forma de hablar con cierto sentimiento apátrida de la lengua propia ante
la primacía de lenguas foráneas y al uso de ciertas formas ‘exclusivas’ para hablar del
vestir (cinturón-corsé, maxianillo, megaponcho, microbolso, minibiquini, multihebilla, pañuelo
joya, prenda-flechazo, florearse o gafa-corazón…).
A la vista de nuestros resultados, coincidimos con la tesis de Lozano (1995: 249)
para la que en este tipo de publicaciones es de vital importancia “crear un ambiente de
misterio que ensalce la exclusividad de una prenda”, de esta manera, el objeto se
convierte en un fin deseado y la lengua hace de transmisor comercial para atraer a
futuribles consumidoras de los productos que ofertan.
En resumen, hemos podido constatar al finalizar el trabajo de la tesis doctoral que
cada vez se acude más a la creación de neologismos en la prensa femenina en el ámbito
de la moda; en concreto, al uso de anglicismos que en escasas situaciones han servido
para llenar un vacío denominativo sino más bien para emplear un significante más
llamativo y con una intencionalidad principalmente comercial. Que son cuantiosos es
un hecho, si son necesarios o no quizás sería asunto de un trabajo más exhaustivo que
investigara si ese uso, en muchos casos excesivo, de palabras foráneas se da solo dentro
del mundo de la moda o si se ha hecho extensible en otros sectores.
La abundancia de neologismos en los textos sobre moda de la prensa femenina
da prueba de que estamos ante un léxico de un ámbito de especialidad, de carácter
técnico y creativo. Lo llamativo es que, a diferencia de otros textos especializados,
dirigidos de especialistas a especialistas, estos textos son escritos por “periodistas de
moda”, especializados en este ámbito, pero no se destinan tan solo a especialistas, sino
que tienen un ámbito de recepción general. En el caso de la moda, hemos observado que
la divulgación y promoción de los productos es tan veloz que se propaga en el uso
común y, de esta forma, el reconocimiento por parte de los usuarios se produce con
mucha rapidez, a pesar de que algunos términos nos remiten a contextos que versan
sobre conocimientos específicos poseídos por los especialistas en la materia.
290 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Otro factor que propicia la presencia de voces neológicas en el discurso de la moda
en la prensa femenina es su carácter publicitario, ya que subyace una intención
comercial. Si bien, y por motivaciones pragmáticas, se podría considerar la lengua de la
moda en las revistas femeninas hermanada con la lengua de la publicidad, en tanto que
el discurso que se elabora adopta características propias del publirreportaje, el discurso
de la moda muestra características diferenciales dignas de otro estudio.
Para finalizar, a pesar de su naturaleza exploratoria y no concluyente, este estudio
ofrece una idea de las características léxicas de la lengua de la moda, lengua en principio
sectorial, pero, como hemos verificado, accesible para un público general, cambiante y
efímera como la moda en sí misma, pero que al mismo tiempo se presenta como el reflejo
de cambios sociales y como parte de la evolución de la lengua general.
Futuras líneas de investigación
El trabajo se considera concluso en cuanto a los objetivos planteados en el mismo.
Sin embargo, un estudio más detallado y profundo de este tipo de prensa sería
conveniente, puesto que el vaciado de un mayor número de cabeceras en español e
incluso un estudio comparativo entre distintas revistas en diferentes idiomas nos llevaría
a obtener resultados más concluyentes y a abrir otras líneas de investigación futuras, por
ejemplo, y sin lugar a dudas, el estudio del anglicismo dentro de revistas femeninas en
otros idiomas como el francés o el italiano en contraste con el anglicismo en la prensa
femenina en español.
Debido a que la generalización de estos resultados está sujeta a ciertas
limitaciones, otra posible propuesta apunta a detectar y analizar los neologismos dentro
de las publicaciones de otros países de habla hispana como, por ejemplo, el estudio se
podría hacer extensible a la publicación Vogue México o Vogue Latinoamérica, ambas son
la versión latina de la revista Vogue. Realizando un análisis contrastivo con las versiones
latinas de estas publicaciones podríamos obtener cuestiones no abordadas en este
estudio como el uso de los préstamos en el español de Latinoamérica.
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 291
Otra posible propuesta interesante sería realizar una investigación adicional en
revistas de corte masculino de moda y belleza del tipo “Esquirre”, “GQ”, “Men’s
Health”, dado que, quizás, el uso de neologismos, y en concreto de anglicismos, se puede
relacionar con una cuestión de género.
Por otra parte, sería interesante realizar una investigación entre las discrepancias
ortotipográficas entre publicaciones, e incluso entre los idiomas inglés y español dado
que, hemos observado que varían entre idiomas, que no siguen unas reglas fijas, ya que
todo apunta a que no existen convenciones al respecto.
Además, también sería interesante analizar la presencia del idioma español en
las revistas especializadas de moda publicadas en inglés o en otros idiomas. Observar la
presencia de préstamos del español adoptados por publicaciones en inglés resultaría de
gran valor para analizar el florecimiento de nuestro idioma en los países de habla inglesa
y, más en concreto dentro del sector de la moda, del cual, pensamos que nuestro país es
uno de los más dinámicos, punteros y con un gran peso dentro de la economía nacional
en los últimos años.
Por último, si tenemos en cuenta que la neología se encuentra dentro de un
ámbito disciplinar que se enmarca en la Semántica léxica podríamos emprender, en una
perspectiva diacrónica, el estudio de los neologismos en revistas de otras épocas con el
fin de observar las fases sucesivas de la innovación léxica en este ámbito, lo que nos
proporcionaría datos sobre la evolución histórica del léxico de la prensa femenina.
Guerrero Ramos (2010: 11) insiste en esta relación entre historia de la lengua y neología
como disciplina:
No se puede poner en tela de juicio que la historia de todas nuestras lenguas es, en
suma, la historia de su neología, pues una lengua que no conociera ninguna forma
de neología sería ya una lengua muerta. Toda lengua viva crea palabras nuevas
tanto para encontrar sustitutos a los préstamos, como para designar realidades
nuevas.
292 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Esta visión historicista nos hace pensar en la evolución de la lengua en el sector
de la moda, y nos genera el interés de elaborar futuros estudios que pudieran
proporcionar datos sobre el cambio de los usos léxicos en este ámbito.
Intentar cumplir con los cánones científicos de un trabajo de investigación de
estas características es siempre una tarea ardua y, además, difícil de abarcar en su
totalidad. Sin embargo, creemos haber cumplido los objetivos propuestos al comienzo y
confiamos en que este trabajo resuelva algunos de los problemas que plantea la lengua
de la prensa femenina dentro del español actual y, particularmente, el de las
peculiaridades que presenta con la lexicogénesis en un sector como el de la moda.
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 293
GENERAL CONCLUSIONS AND FUTURE LINES OF RESEARCH
This investigation in the use of neologisms in women´s press present different
aspects related to this phenomenon and it verifys the relevance of language in womens’
magazines in spreading lexical changes in society. It is important to note the choice of
fashion for this doctoral thesis in order to give credit to this type of journalism which is
frequently undermined in the academic world and also to show the current forms of
vocabulary impregnating it. This caught our attention before starting this investigation
due to the number of loanwords filling the pages, especially Anglicisms. Therefore,
before starting the doctoral thesis, we endeavoured to ensure similar works did not
previously exist. We noted the existence of studies related to neology and press but the
absence of studies related to neology and specifically to women’s press.
Our work is based on the analysis of fashion sections from four sources
(Cosmopolitan, Elle, Marie Claire and Vogue), aimed at a predominantly female reader, as
can be seen in the surveys published between 2014 and 2015, (total 96 issues). After
analyzing these sources, the neologisms were gathered and classified into a database
created and named NEOmodaes (acronym for ‘Neologismos de la moda en la prensa española’
(TN: “Fashion neologisms in Spanish women’s press”). After the manual collection of
the data, the terms found in the twelve issues of each one of the publications were
classified in the relative fashion texts following the OBNEO method. The terms included
in our exclusion dictionaries were disregarded: Diccionario de la Lengua Española
(hereafter, DRAE) from 2014, ed. 23rd, and its digital update from 2017, and Diccionario
de Uso del Español (hereafter, DUE) by María Moliner (2008, v. 3.0.).
With the objective to show the level of specilization in the terms used in this type
of publications, the following dictionaries were chosen: NEO-Moliner (2013), NEOMA
(2016), and Diccionario de la Moda by Margarita Rivière (2014) and Glosario de la Moda by
la Fundéu (2015). The results showed that NEOMA is the most inclusive as it offers 51
entries, followed by the 22 entries of Glosario de la Moda, the 11 of DUE and the 13 of
294 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Diccionario de la Moda. These results show that fashion is penetrating into everyday
communication. We have been able to verify that a non-specialized dictionary includes
more fashion terms than the specialized dictionaries.
We will present the most relevant results obtained from the study in line with
the registries in Neomodaes:
The database accumulated a total of 1203 file cards with terms extracted from the
fashion sections of the selected magazines. The total number of terms registered in the
database does not match the total number of neologisms. One of the flaws encountered
was that the same neologism appeared in different publications, even though only one
context per publication was introduced. Some neologisms were repeated in several
magazines and consequently the final number of inserted cards does not match the total
number of 802 neologisms. The final number of cards was further reduced in the process,
since some of the neologisms of the corpus were disregarded after it was discovered that
these were included in the selected exclusion dictionaries of our study (cuello cisne, falda
pantalón, estola, supermodelo, plataforma, patchwork, chaqué, cheviot, triquini, denim, lamé,
mikado, …). As a result, the number of neologisms has been modified in the course of the
whole work.
The most relevant information collected for each of the registries indicated us: 1)
type of neologism, 2) grammatical category, 3) publication, 4) spelling analysis, 5)
definition, and 6) subject category. The results of the analysis from the information
gathered is as follows:
1) The results obtained by type of neologism were as follows: loanwords (346),
compounding (123), neoclassical compounding (93), prefixing (91), syntagmation (47),
adapted loanwords (46), suffixing (16), parasynthesis (2), abbreviation (5) and acronymy
(1). Classification and analysis of the collected neologisms delivered as a result particular
lexical uses in the context of fashion. Despite a tendency to use the classical root maxi-
for the creation of neoclassical compounds, the patrimonial compounding exceeded
neoclassical with terms formed by binomial syntagmatic compounds (gafapasta, falda
tubo, cuello Peter pan, colección cápsula). Prepositional compounds were classified as
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 295
neologisms in the category of syntagmation, as determined in the OBNEO protocol
(vestido de sotana, tacón de azafata). The second most used resource was prefixing. This
mechanism was used with the intensive prefix super- in order to add an appreciative and
informal approach. It is surprising how the number of nouns with suffixes -ería, -ero-era
and -ista (maletería, fashionista…) exceed the number of adjectives with suffixes. The less
productive formal creation processes were parasynthesis, abbreviation and acronymy.
These were previously believed to be formations granting a colloquial and
conversational tone to a text, as they were typical characteristic of texts in women’s
magazines.
2) With regard to grammatical categories, the evidence shows that a noun is the
category with the largest representation. The majority of the collected nouns assign
objects of the fashion world e.g. pieces of clothing and accessories. Amongst the nouns,
a total of 407 cases, were 174 of female gender. A masculine gender is adopted due to
the norms followed in the thesis dictated by the OBNEO extraction protocol (2004) which
states that any noun with an unmarked gender appearing in the text must be classified
as a masculine subject.
In the analysis of the number assignation, most of the terms show in singular form
in naming a specific object. The plural, much less frequent show in forms that we have
considered to be lexicalized plurals, examples of which include: sneakers, salones,
cortavientos, flip flops, slippers, flatforms, romanas, it-glasses, leggings, kitten heels, flats, swims,
creepers, skaters…. As observed, most are assigned to trousers or shoe types.
The second most frequent category is the adjective. It is used to describe properties
and characteristics of clothing and it is sometimes used for ornamental purposes in order
to stimulate a potential buyer. Most were presented as attributive, semantically
clarifying the noun which they accompany (cuello halter, vestido palazzo, calzado trendy,
pantalones capri, guantes extralargos, cuero semimate, calzado antisexy…) (TN: halter neck,
palazzo dress, trendy shoes, capri trousers, extra-long gloves, semi-matt leather, anti-sexy shoes).
In the analysis, we also observed the behaviour of the adjectives related to the colours
used with a descriptive intention but were eliminated from the corpus since we did not
296 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
consider these to be a new denomination of the colour. This was the case of the colours:
naranja valenciano, gris elefante, gris oficinista, rojo sangre, rojo Papá Noel, azul bebé, azul nube,
blanco ibicenco, blanco Everest, rosa algodón de azúcar, verde agua… (TN: Valencian orange,
elephant gray, office gray, blood red, Santa Claus red, baby blue, cloud blue, Ibiza white, Everest
white, candyfloss pink, water green). We considered this use as a good example of the
amount of expressive and emphasizing resources found in these type of publications
that are associated with commercial and aesthetic objectives. We would like draw ones
attention to the nouns introduced into the fashion lexical functioning as adjectives, e.g.
names of towns and cities Oxford; names of famous people such as Paniraro, Yves Klein o
Borsalino, and names of fictional characters such as Lolita or Fedora.
Another interesting fact in our analysis is the presence of certain pronominal verbs
which are noteworthy for their originality, such as: acordonarse, florearse, accesorizarse,
metalizarse, rayarse, aborregarse, versacizarse.
3) Another essential objective of this thesis was to decipher the number of
neologisms per magazine. The samples indicated that the corpus of the Marie Claire
magazine had a considerably higher number of neologisms compared to the rest. This
could possibly be due to a coincidence, such as the presence of a journalist with a more
creative style. This data surprised us. Initially we assumed the Cosmopolitan magazine
would have a more informal and colloquial style than the rest of the selected magazines.
In general, we observed that the majority of terms are equally established across all four
publications and none showed a more creative gene or a journalistic idiolect over the
other publications. Our conclusion is that fashion vocabulary spreads homogenously in
women’s press because it constitutes a sectorial language which has been consolidated
as such.
4) Amongst the extravagances, curiosities, overlooked items and spelling mistakes
of the feminine discourse collected in this study, we would like to highlight the incorrect
use of the hyphen. For example, in the case of the use of the prefix super- separated from
the lexical base, probably with an intensifying function of a suffix which is especially
prevalent among the younger audience (lexeme super-natural). In addition, there were
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other orthotypographic variations but they are not the central subject of this study, and
therefore we have not been able to conclusively resolve whether there are any
homogenous rules regarding the use of graphic highlighting, such as quotation marks
or cursive. The variation seems to indicate that this is not the case. In the studied
publications, we observed that there was no specific order or fixed rule in the marked
terms differing from to the norms dictated by the RAE (TN: the Spanish Royal
Academy). In part, we believe this was due to the possible naturalization in the use of
these terms. In others, due to the formal instability common to neologism, particulary
with regard to loanwords, as we verified by the presence of many orthographic
variations (tye-dye, tie-dye; low cost, low-cost, or peeptoe, peep toe; leggins, variant of leggings;
bómber variant of bomber; fleamarket in place of flea market, rain coat in place of raincoat).
5) A definition of each of the neologisms was included on each card. This allows
for the thesis to be utilized as a glossary of fashion neologisms. Another of the objectives
consisted of developing a glossary (Annex 1) of English loanwords registered in
Neomodaes.This can be accessed in a simplified form and without the need to access the
catalogue through the database. This glossary enables us to prove and reflect on the
relevance of this type of neologisms and loanwords. In essence, our hypothesis has been
confirmed and the high proportion of loanwords is reflected in NEOmodaes, especially
Anglicisms. This glossary enables us to provide evidence of the lexical uses in the field
of fashion. It could be used in the future to provide data for further research into the
historical evolution of the language in use in fashion. We have observed during the
elaboration of the glossary that the terms permenating into the Spanish language are
mostly terms that name pieces of clothing or fashion trends (bra, charm, college, crop top,
flatforms, jumpsuit, jacket, preppy…).
6) After analyzing the grammatical category, it was observed how the subject
categories of accessories and clothing are the ones with most entries, followed by the
section of others. In this last section we included terms relating to the material
compounding of the pieces of clothing: colours (colorterapia, color plano…); fabric or cut
types of the pieces of clothing (twill, grosgrain, corte grumete, corte sirena...). Also terms
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referring to the decades associated with the styles (ochentero, noventero…) (TN: eighties,
nineties). From all analyzed categories, the most significant characteristics observed were
: in the category of clothing, the number of compound words, including the noun joya
(sandalia joya, vestido joya, falda joya, legging joya, calcetines joya) (TN: jewel); the inclination
to use Anglicisms in the subject area of styles (hipster, hipster-chic, gypster, sport chic; gym
chic; trekking chic preppy; tomboy look, boyish, seapunk); in the tendencies we noticed that
excessively large objects (maxihombrera, maxiplataforma) co-habited with the minimum
forms (microplisado, microcristal) and with the appearance of new professions in the
fashion world (coolhunter, personal shopper, influencer, fashion insider; fashion illustrator).
As observed in the results, the quantitative difference between obtained
loanwords and the rest of the neologisms is significant. While the main objective of the
investigation was to study the lexical changes fostered by social factors of the fashion in
women´s press through the use of neologism, the collection and classification instigated
further investigate into the use of loanwords. A glance through the pages of any of these
publications clearly shows their ubicutos presence. In the hypothesis, we noted that a
high percentage of the results corresponded to the use of loanwords, specifically
Anglicisms. We identified a total of 341 English loanwords; 40 French loanwords and 4
Italian loanwords. This indicates the supremacy of the English language in the fashion
context. The abundance of loanwords is mainly due to the persuasive style of this type
of magazines and are directed at a mostly feminine public of less than 50 years of age.
Anything foreign seems to be a symbol of prestige. This idea is combined with the
international diffusion of fashion terms penetrating and impregnating our lives,
emanating from North American culture. which the rest of the world tries to imitate. Of
the registered Anglicisms, 39 terms are adapted terms and 302 have been registered
without adaptation. This leads us to think about the pragmatic advertising and
commercial purpose of this type of magazines, since almost all registered terms have an
equivalent patrimonial term to name the referred object (wardrobe, beachwear, lookbook,
clutch, gadget, outlet, print, fashion victim,…).
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To demonstrate the supremacy of the English language above others regarding
the terminology in the fashion world, we have been able to confirm the following details
related with loanwords:
- Loanword, in most cases not adapted, were the most numerous and with an
eminently expressive and aesthetic end and, almost at all times, interchangeable
with a patrimonial construction (maison, couture, évasé, stiletto, backstage, catwalk,
clutch, denim, front row, lookbook, outfit,…). In our publications, these were
sometimes objects of a translation or a paraphrasing, for example in ugly sandals
(‘sandalias feas’).
-Adapted English terms were adapted to a minimum degree, that is, with hardly
any formal modification. For example, we have those formed with prefix (maxi-,
extra-, super-, mini-) combined with a root such as maxistrass, maxiprint, extralarge,
superstrech, minibag y miniclutch, which we classified as adapted terms since the
prefixes in English are not joined to the root.
- The second position in the loanword registry is occupied by Gallicisms. French
language, apparently, has fallen to second place as a language of diffusion for
terms related to the fashion world, and not surprisingly, the fashion capital of the
world has moved to New York for geographical as much as for linguistic reasons
since the English language is the medium as an advertising slogan to sell fashion.
- The adoption of loanwords by the Spanish language is, in many cases,
unnecessary and not justified since the majority of cases there is a counterpart or a
Spanish form for these, such as the ones offered by la Fundéu for the Fashion
Week, all of which are registered in our database. These were included in our
magazines, e.g.: backstage ‘bambalina’, catwalk ‘pasarela’, clutch ‘bolso de mano’,
denim ‘tejido vaquero’, front row ‘primera fila’, etc.
- The fashion language in women’s press edited in Spanish does not reject the use
of other languages, but rather, most likely as an advertising strategy, integrates
them and creates combinations of hybrid terms by mixing them. For example in
300 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
terms such as faux fur, formed by lexical elements from French faux ‘fake’ and of
English fur, or in combinations which conjugate English and Spanish such as
vaquero boyfriend.
Finally, after making the registry and analyzing the Anglicisms in the database,
the first survey was carried out to measure the following variables: ‘the perception of
the grade of neology’, ‘the preferred variant’, ‘the inclusion of neologisms in the
dictionary and the definition’ and ‘the sentiment of neologicity’. After the results, we
decided to carry out a second survey to measure the ‘extent of meaning of the
Anglicisms’, this time making a differential by sex. The objective of this was to find out
whether the terms were recognized out of context by non-native speakers and whether
women were the main consumers of this type of press.
In total, one thousand three hundred sixty eight respondents participated in the
first survey and two hundred and two in the second, via a free survey web provided by
the Universidad de Murcia (ÁTICA). Considering the collated data, in the first survey
(Annex II) our initial hypothesis based on the idea that fashion was part of the everyday
life of the young was confirmed. It forms part of their routines. It was easier for them to
discriminate the newer terms than it was for those less young. It was demonstrated with
the results of the test. Furthermore, it was proven that the lexicographic was insufficient
to evaluate the novelty of a term, since the dictionaries were slow at including words.
On the other hand, one of the most surprising collected evidence was that the students
preferred the use of terms in Spanish instead of a neologism taken from the English
language.
In addition, they detected the grade of novelty of the Anglicisms because they
are consumers of these products and use of jargon would justify the interest of young
people towards this lexical and its novelty. From the survey, we could also ascertain that
the students were able to define these terms. Maybe this was because of the impact of
fashion in current society and because of its diffusion, not only in this type or press but
also in social networks which motivates their tolerance for being in contact with this
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lexical on a regular basis, other than when technical terms associated with the field of
fashion were presented.
From the results obtained from the second survey (Annex III), we verified that
the students knew the meaning of practically all of the terms shown in the survey. This
led us to believe that the use of this kind of vocabulary is generational and their socio-
cultural level and the current world make them accept these uses and even incorporate
them words into their daily life. The results of the survey was contrary to our initial
hypothesis in that we had established that the vocabulary of the discourse in these
magazines belonged to a field of speciality which was not always comprehensible for
readers of any type of press. On the other hand, the result proved that men surpassed
women, even though not conclusive since the number of female participants was
significantly higher. However, the results of this survey, support the idea that a
journalist is an instigator of this type of lexical demanded by the reader interested in
fashion novelties. The journalist has knowledge of it because the users wish to wear the
latest novelties, follow and know the it-girls of fashion, and to them fashion and
everything associated with it are part of their lives.
We have confirmed that the fashion vocabulary is presented as emerging. We
believe that it fosters the appearance of these neological words. We believe that fashion
has become a more extended social phenomenon and it is not as elitist as it may seem. It
can be ascertained that fashion has moved from being the central axis, not only of fashion
publications but also of everyday conversations, and also of other media forms such as
blogs, television shows, etc. This has caused the use of fashion vocabulary to spread and
for it to lose some of its technicality.
Furthermore, we have been able to verify from the analysis that there are other
factors which promote the presence of neological words and that these are mostly
pragmatic, with the intention to provide effects such as social prestige, originality,
modernity, expressivity and snobbery. This is revealed with the loaned neologisms, in
that most of the time there is an equivalent or the created word is not strictly necessary.
The use of these terms, implies belonging to a certain social group which assumes a
302 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
manner of speak with a certain stateless sentiment of the own language against the
predominance of foreign languages and the use of certain ‘exclusive’ forms to speak
about clothing (cinturón-corsé, maxianillo, megaponcho, microbolso, minibiquini, multihebilla,
pañuelo joya, prenda-flechazo, florearse o gafa-corazón…).
In light of the results, we agree with the thesis of Lozano (1995: 249) in that these
type of publications are of vital importance i.e.“to create an atmosphere of mystery
which praises the exclusivity of a piece of clothing”, and in this way, the object becomes
a desired end and the language operates as a commercial transmitter to attract
consumers to the products offered.
In summary, we have been able to validate at the end of the work of the doctoral
thesis that an increasingly number of neologism are created in the women´s press in the
field of fashion; more specifically, the use of Anglicisms. In rare occasions it has served
to fill a void, and instead these are now used as a more striking significant and with a
mainly commercial intention. That these are numerous is a fact. Whether or not these are
necessary could be a subject for a more exhaustive work investigating whether their use,
is excessive and if foreign words only occur in the fashion world or if have they migrated
to other sectors.
The abundance of neologisms in texts regarding fashion in the women´s
magazines proves that we are presented with a vocabulary of a field of speciality, of
technical and creative nature. It is remarkable that, as opposed to other specialized texts
directed from specialists to specialists, these texts are written by “fashion journalists”.
They are not aimed exclusivity at specialists, but have a wider audience. In the case of
fashion, we have observed that the outreach and promotion of the products is so quick
that it spreads to the common use and, it is recognized by users very quickly, even
though some terms refer to contexts related to specific knowledge possessed by the
experts in the matter.
Another factor promoting the presence of neological words in the fashion
discourse of the women´s press is its advertising nature. There is an underlying
commercial intention. Even though, for pragmatic reasons, it could be considered
C O N C L U S I O N E S Y F U T U R A S L Í N E A S D E I N V E S T I G A C I Ó N | 303
fashion language in the women´s press as tied to the advertising language, insofar as
regarding the elaborated discourse of having characteristics belonging to a written
feature, the fashion discourse shows differentiated characteristics worthy of a separate
study.
To conclude, and despite its exploratory and inconclusive nature, this study offers
an idea of the lexical characteristics of the fashion language, which is in principle
sectorial, as being accessible to a general public, changing and short-lived such as is
fashion itself, yet at the same time it is presented as a reflection of the social changes and
as a part of the evolution of language in general.
Future lines of investigation
This work is considered concluded as to the objectives planned for it. However, a
more detailed and indepth study of this type of press would be recommended. A larger
number of magazines in Spanish, or even a comparative study of different magazines in
different languages would lead to more conclusive results and open new lines of future
investigation. An example would be the study of Anglicism in women´s magazines in
other languages such as French or Italian.
Since the generalization of these results is subject to certain limitations, another
possible approach would be to aim at detecting and analyzing the neologism in the
publications in other Spanish speaking countries. For example a study could be made
extensive to the publication Vogue México or Vogue Latinoamérica, both being the Latin
version of the Vogue magazine. A contrastive analysis of the Latin versions of these
publications could give rise to questions not addressed in this study such as the use of
loanwords in the Spanish language in Latin America.
Another proposition would be to make an additional investigation into the male-
dominated fashion and beauty magazines such as “Esquirre”, “GQ”, “Men’s Health”,
since, the use of neologisms, and more specifically Anglicisms, can be related to the
question of gender.
304 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
It would be interesting to carry out further research into orthotypographical
discrepancies between publications, or between the English and Spanish language, since
we have observed that these vary between languages and they do not follow fixed rules
and that there are no conventions with regard to this.
It would be interesting to analyze the presence of the Spanish language in the
specialized fashion magazines published in English or in other languages. To observe
the presence of Spanish loanwords adopted by publications in English would be of great
value when analyzing the development of our language in the English speaking
countries and, more specifically in the fashion sector, where we consider Spain as being
dynamic, cutting-edge and with a strong presence on the global stage in recent years.
If we consider the neology as part of a disciplinary field within the framework of
lexical semantics; we could start from a diachronic perspective, the study of neologism
in old magazines in order to observe the successive phases of the vocabulary innovation
in this field would provide us with information regarding the historical evolution of the
vocabulary in the female press. Guerrero Ramos (2010: 11) insists on this relation
between history and language as a discipline:
It cannot be put in doubt that the history of all our languages is, in sum, the history
of its neology, since a language that did not have any form of neology would be a
dead language already. All living language creates new words both to find
substitutes to loanwords and to assign new realities.
This historicist vision makes one think about the evolution of language in the
fashion sector, and how it generates interest for us to elaborate future studies which
could provide information about this field.
To endeavor to the scientific cannons, a work of these characteristics is always a
complicated task and, it is difficult to cover in its totality. However, we believe to have
completed the objectives proposed at the beginning and we trust that this work resolves
some of the problems of the language in the women´s press in current Spanish and, of
the peculiarities associated with the lexicogenesis of the fashion industry.
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Revistas del corpus
Cosmopolitan, nº 280 Enero 2014, nº 281 Febrero 2014, nº 282 Marzo 2014, nº 283 Abril
2014, nº 284 Mayo 2014, nº 285 Junio 2014, nº 286 Julio 2014, nº 287 Agosto 2014, nº
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Septiembre 2015, nº 337 Octubre 2015, nº 338 Noviembre 2015, nº 339 Diciembre
2015.
326 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
Vogue, Enero 2015, Febrero 2015, Marzo 2015, Abril 2015, Mayo 2015, Junio 2015, Julio
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ANEXOS
A N E X O S | 331
ANEXOS:
I.- GLOSARIO DE NEOLOGISMOS POR PRÉSTAMO EN LA MODA
Término Categoría gramatical Definición
amish Adjetivo Que pertenece a un grupo
estadounidense que vive de una manera
tradicional apartado de las comodidades,
las nuevas tecnologías y en una zona rural
y cuya vestimenta es modesta y
tradicional.
animal print Nombre masculino Dicho de un tejido que su estampado
imita las pieles de los animales.
ankle boot Nombre masculino Botín hasta el tobillo.
arm cuff Nombre masculino Aro de metal o de otro material,
generalmente ancho, que se lleva en la
muñeca o en el antebrazo como adorno.
army Adjetivo Dicho de una forma de vestir con prendas
de corte militar como, por ejemplo,
prendas con estampado de camuflaje o
con el verde como color protagonista.
arty Adjetivo Dicho de un estampado: el de colores
intensos que se inspira en la obra plástica
de algún artista. Suele aparecer en
prendas en forma de figuras geométricas,
manchas e incluso paisajes.
athleisure Adjetivo Dicho de ropa y de estética que consiste
en vestir prendas deportivas en contextos
no tan informales.
baby doll Nombre masculino;
adjetivo
Nombre que recibió un camisón corto con
vuelo y adornos de encaje y cintas como
los de las muñecas antiguas que se puso
332 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
de moda durante los años cincuenta a raíz
de su aparición en la película Baby Doll
(1956) llevado por la actriz Carroll Baker,
que encarnaba un prototipo de mujer-
niña.
backstage Nombre masculino Área situada detrás o a un lado del
escenario, fuera de la vista del público.
baggie; baggy Adjetivo Que dispone de espacio a su alrededor.
baggy pants Nombre masculino
plural
Pantalón de montar ajustado en la
pantorrilla y más ancho entre la cadera y
la rodilla, que lleva una pieza de refuerzo
por la parte interior de la pierna. Su
nombre viene de un estado de la India, de
donde es originaria esta prenda, que
pusieron en circulación los ingleses para
montar a caballo acompañada de botas
altas de cuero y chaqueta entallada negra.
La moda de final de los años sesenta que
redescubre el glamour de Oriente
sofistica esta prenda y la introduce en
círculos vanguardistas. El jodhpur
reaparece a principios de los noventa
hecho en tejido elástico como alternativa
al pantalón legging y se populariza como
prenda de moda en el invierno de 1993
1994.
balconette Nombre masculino Estilo de sujetador de corte bajo
ligeramente acolchado que está diseñado
para levantar y mejorar la apariencia del
busto.
beachwear Nombre masculino Ropa para llevar en la playa, piscina o
similar.
biker Adjetivo; nombre
femenino
Cazadora de cuero, normalmente negra,
con solapas, bolsillos y cremallera lateral,
y con cierto aire motero; motera.
bling Adjetivo Muy llamativo.
A N E X O S | 333
bling bling Nombre masculino Estilo que se caracteriza por el uso
excesivo de joyas y complementos
brillantes.
blogger Nombre masculino y
femenino
Persona que crea y gestiona un blog.
body print Nombre masculino Técnica artística que consiste en decorar
el cuerpo con estampados.
bodycon Adjetivo Muy ajustado al cuerpo.
bohemian Adjetivo Dicho de un modo de vida que adopta un
estilo de espíritu hippie que mezcla
piezas actuales con elementos de otras
épocas. Es un estilo que se caracteriza por
ser romántico y se compone de piezas
como faldas largas, transparencias,
encajes y el uso de las flores en sus
estampados.
boho Adjetivo Se utiliza para definir un estilo de vestir,
libre, no convencional e inconformista.
boho-chic Adjetivo Dicho de alguna moda: Que se inspira en
el mundo hippie y bohemio.
bomber Nombre femenino Cazadora ajustada a los puños y a la
cintura, como la utilizada por los pilotos
de aviones militares.
bondage Adjetivo Para esclavizar.
bootcut jeans Nombre masculino Pantalón vaquero acampanado en el que
se abre la pata por la parte de abajo para
llevarlos con botas.
boyfriend jeans Nombre masculino
plural
Pantalón vaquero de estilo holgado y
masculino.
boyish Adjetivo De chico, masculino.
bra Nombre masculino Pieza de ropa interior femenina que
sustenta el pecho.
bra top Nombre masculino Prenda de vestir femenina que cubre el
pecho que se encuentra entre la camiseta
y el sostén.
brit Nombre masculino De origen británico.
brit-girl Nombre femenino Chica de origen británico.
334 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
british Adjetivo Perteneciente o propio del Reino Unido
de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
brogue Nombre masculino Tipo de calzado, generalmente de cuero,
evolución del típico zapato inglés
denominado Oxford.
burgundy Adjetivo De color rojizo oscuro similar al tono del
vino tinto.
bustier Nombre masculino Prenda femenina que se ciñe al cuerpo
con unas ballenas que van de la cintura al
pecho.
button-down Adjetivo Abotonado/a.
buyer Nombre masculino y
femenino
Persona que compra.
candy Adjetivo De tono pastel semejante al color del
azúcar.
canvas Nombre masculino Tela resistente de algodón o cáñamo.
cashmere Nombre masculino
Tipo de lana fina obtenida de una
variedad de cabra procedente del valle de
Cachemira.
casual Adjetivo Forma de vestir o conjunto de ropa que se
utiliza en contextos informales.
casual deluxe Adjetivo Conjunto de ropa o complementos de un
estilo informal pero de lujo.
casual rock Adjetivo Forma de vestir informal y con aires del
estilo musical del rock.
cat-eye Adjetivo Maquillaje de ojos o estilo de la montura
de gafas que imita la forma de los ojos de
los felinos.
catwalk Nombre femenino Pasarela larga y estrella que sirve para
que las modelos desfilen.
celeb Nombre masculino y
femenino
Persona conocida, principalmente en el
mundo del espectáculo, moda o en el
entorno de los medios de comunicación.
celeb-friend Nombre masculino y
femenino
Amiga de una persona conocida del
mundo del mundo del espectáculo, moda
o el entorno de los medios de
comunicación.
A N E X O S | 335
celebrity Nombre masculino y
femenino
Persona conocida, principalmente en el
mundo del espectáculo, moda o en el
entorno de los medios de comunicación.
charm Nombre masculino Colgante de pequeño tamaño que se
utiliza como talismán y que se cuelga de
algunos complementos de moda como
pulseras, bolsos o zapatos y que es
intercambiable.
cheap & chic Adjetivo Filosofía que consiste en consumir un
objeto o un producto distinguido pero a
un precio económico.
choker Nombre masculino Collar, normalmente rígido, que se luce
ceñido al cuello.
chunky Adjetivo Macizo, compacto, sólido.
cigarrette Nombre masculino Pantalón largo de perneras muy pegadas
a la pierna.
cigarrette pants Nombre masculino Pantalón largo de perneras muy pegadas
a la pierna.
classy Adjetivo Prenda elegante y sofisticada.
closet Nombre masculino Mueble cerrado que sirve para guardar
ropa y otros objetos.
clutch Nombre masculino Bolso pequeño que se suele utilizar en
ocasiones formales.
college Adjetivo De estilo colegial con elementos como
prendas de cuadros y con escudos, faldas
cortas de tablas y mocasines.
comfy Adjetivo Confortable.
comfy look Nombre masculino Estilo cómodo y gustoso de llevar.
concept store Nombre masculino Estilo de ropa que se lleva para ir por la
calle de estilo cómodo y deportivo.
cool Adjetivo Característico de un estilo atractivo.
cowgirl Nombre femenino Chica que va vestida con prendas hechas
con tela vaquera.
cozy Adjetivo Prenda de vestir u objeto cómodo y
caliente.
creepers Nombre masculino
plural
Tipo de calzado con una suela muy
elevada, punta redonda y de cordones o
336 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
hebillas cuyo objetivo después de la
Segunda Guerra Mundial fue proteger los
pies del calor del desierto y en los años
sesenta se puso de moda entre los
roqueros.
crop top Nombre masculino Camiseta de diversas formas que deja ver
el ombligo y la parte superior del
abdomen.
cropped pants Nombre masculino
plural
Este pantalón se caracteriza por su largo,
más corto de lo normal, que puede ir
desde los tobillos hasta por debajo de las
rodillas.
cropped top Nombre masculino Top recortado.
cropped trench Nombre masculino Gabardina cuyo corte va a la cintura.
cut jacket Nombre femenino Chaqueta que se ajusta al talle.
cut out,cutout,
cut-out
Nombre masculino Recorte o corte en alguna parte de la
prenda para dejarla con aberturas para
parecer más sofisticada.
deluxe Adjetivo Prenda de vestir o complemento
distinguido.
diy (do it
yourself)
Nombre masculino Técnica que consiste en elaborar las cosas
por uno mismo.
doctor bag Nombre masculino Estilo de bolso de gran amplitud que
recuerda al maletín que los médicos
llevaban en el pasado en el que cargaban
los medicamentos.
dress code;
dresscode
Nombre masculino Conjunto de reglas que dictan las normas
a la hora de vestir dependiendo del
contexto.
dress up Verbo transitivo Vestirse de una manera formal para una
ocasión especial.
ear cuff; earcuff Nombre masculino Pendiente que se abrocha en el lóbulo sin
perforarlo con un fin principalmente
ornamental.
eco-concious Adjetivo Preocupado por el medioambiente.
e-commerce Nombre masculino La actividad de compra y venta de bienes
y servicios en Internet.
A N E X O S | 337
effortless Adjetivo Estilo sencillo y natural que consiste
generalmente en combinar prendas
básicas de colores neutros con unos
vaqueros.
effortless chic Adjetivo De estilo elegante sin esfuerzo que se
consigue con prendas básicas y
atemporales en colores neutros.
e-shop Nombre femenino Sitio web o aplicación por medio de la
cual se venden bienes o servicios a través
de Internet.
fall Adjetivo Relativo al otoño.
fashion insider Nombre femenino Persona conocedora de todo lo que rodea
el mundo de la moda.
fashion victim Nombre femenino Persona adicta a las últimas tendencias de
la moda.
fashion week Locución Evento que se realiza en las principales
capitales de la moda en la que los
diseñadores muestran con antelación sus
colecciones de temporada.
fashion-
forecasting
Nombre masculino Empresa y profesionales especializados
que estudian las tendencias y son capaces
de adelantarse al gusto del consumidor y
adivinar lo que éste va a desear en el
futuro; muchas marcas lo contratan para
encauzar sus colecciones.
fifties Adjetivo Perteneciente a los años cincuenta.
flagship store Nombre femenino Tienda más representativa de la marca,
espaciosa y donde se ofrece todo el
catálogo de productos de la misma
aunque en alguna de ellas la venta puede
pasar a un segundo plano para primar la
exposición y todo lo derivado de ella para
dar a conocer una marca.
flapper Adjetivo Término que se aplicó en los años veinte,
a las "chicas modernas" que comenzaron
a emanciparse, a trabajar y a adoptar la
338 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
nueva indumentaria de las faldas cortas y
el pelo a la garçonne.
flatforms Nombre femenino
plural
Todo tipo de calzado que tiene una suela
en forma de plataforma plana.
flats Nombre masculino
plural
Zapato plano también conocido como
manoletinas o bailarinas.
flip flops; flip-
flops
Nombre femenino
plural
Calzado ligero consistente en una suela
de goma que se sujeta al pie con dos tiras
que pasan entre los dedos.
fluffy Adjetivo Que tiene mucho pelo y es muy suave.
follower Nombre masculino y
femenino
Persona interesada en algo o alguien y
que siguen su evolución, su trabajo o su
trayectoria, especialmente en las redes
sociales.
front row Nombre masculino Primera fila de asientos en los desfiles. Es
un lugar destacado y selecto que suelen
ocupar personas famosas, los mejores
clientes de la marca.
fur store Nombre femenino Tienda en la que se venden elementos y
prendas de piel.
furry Adjetivo Que tiene mucho pelo.
gadget Nombre masculino Pequeño artilugio mecánico o electrónico.
geek Adjetivo Extravagante por sus gustos focalizados
en algo en concreto que no está de moda.
girly Adjetivo Femenino.
glam Adjetivo Que tiene glamour.
glam rock Nombre masculino Estética relacionada con la música rock
que se caracteriza por el uso de ropa y
maquillaje extravagantes.
glossy Adjetivo Que brilla.
gold Adjetivo Dicho de un color emparentado con el
amarillo: el oro.
golden Adjetivo Semejante al color oro.
goth Adjetivo Forma de vestir en la que el negro es el
color único.
gown dress Nombre masculino Vestido que se utiliza para un evento de
cierta envergadura.
A N E X O S | 339
gym chic Nombre masculino Estilo que consiste en vestir prendas
deportivas en el gimnasio con un punto
sofisticado.
gypster Nombre masculino y
femenino
Tipo de persona que posee gustos
alternativos e independientes asociados a
lo vintage y en el que prima un estilo con
las prendas cómodas.
halter Adjetivo Referido al escote de un vestido: Que va
anudado al cuello dejando los hombros
libres.
handmade Adjetivo Hecho a mano y no por medio de una
máquina.
heel Nombre masculino Pieza que va unida al zapato en la parte
del talón.
high cost Locución De coste elevado.
high top Nombre masculino Camiseta ombliguera.
high waist Nombre femenino De cintura alta.
highlight Nombre masculino Lo más destacado.
hippy beach Nombre masculino Estilo en la forma de vestir bohemio para
ir a la playa.
hippy chic Nombre masculino Estilo en la forma de vestir bohemio pero
sofisticado.
hippy deluxe Nombre masculino Estilo en la forma de vestir bohemio pero
distinguido.
hipster Nombre masculino Subcultura de jóvenes de clase media y
que viven en la ciudad que optan por
estilos de vida alternativos y vestimenta
particular con aires alternativos y retro.
hipster Adjetivo Perteneciente o relativo al movimiento
hipster.
hipster-chic Nombre masculino Estilo en la forma de vestir con aires
alternativos y retro, pero elegante.
hit Nombre masculino Prenda de vestir o complemento que
marca tendencia.
hot pants Nombre masculino
plural
Pantalones cortos llevados a la mínima
expresión.
340 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
influencer Nombre masculino y
femenino
Persona que cuenta con credibilidad
sobre los conocimientos de un tema
concreto, por lo que su presencia e
influencia puede modificar el
comportamiento de otras personas, por
ejemplo, a través del uso de las redes
sociales.
it Adjetivo Chic, que está a la última moda, que es
nueva tendencia.
it bag Nombre masculino Bolso de nueva tendencia.
it girl; it-girl Nombre femenino Mujer joven atractiva con estilo.
it list Nombre femenino Lista con las prendas y complementos
más deseados de la temporada.
it shoe Nombre masculino Calzado que es tendencia.
it-bag Nombre masculino Bolso de nueva tendencia.
it-glassses Nombre femenino
plural
Gafas de nueva tendencia.
it-print Nombre masculino Estampado de moda.
jacket Nombre femenino Prenda de vestir exterior abierta por
delante que cubre la parte superior del
cuerpo.
jeggings Nombre masculino
plural
Pantalones vaqueros que se ajustan a las
piernas gracias al material elástico con el
que están confeccionados.
jogging pant Nombre masculino Estilo de pantalón que se utiliza para
hacer deporte.
jumpsuit Nombre masculino Prenda de vestir de una sola pieza
compuesta por un pantalón y un cuerpo.
kitten heels Nombre masculino
plural
Zapato de tacón fino y de pocos
centímetros.
knitwear Nombre masculino Prenda de vestir de punto.
knot Nombre masculino Nudo.
lbb (little black
bikini)
Nombre masculino Biquini negro fabricado con poca tela.
lbd (little black
dress)
Nombre masculino Vestido negro, generalmente corto,
popularizado en los años 20 por la
diseñadora Coco Chanel.
A N E X O S | 341
legging-boot Nombre femenino Botas altas que se ciñen a la pierna gracias
al material elástico con el que están
confeccionadas.
leopard print Nombre masculino Dicho de un tejido: Que su estampado
imita la piel del leopardo.
liberty Nombre masculino Estampado floral consistente en flores
pequeñas usadas principalmente en
vestidos de niñas.
little jacket Nombre femenino Chaqueta con tiro corto cuyo modelo más
conocido es el creado por la diseñadora
Coco Chanel.
loafer Nombre masculino Calzado de caballero de estilo moderno
fabricado en cuero y con suela dura que
imita al mocasín.
lookbook Nombre masculino Libro de tendencias que suele lanzar una
marca para promocionar las tendencias
de la temporada.
lounge Nombre masculino Sala de estar o salón.
loungewear Nombre masculino Ropa confortable para vestir en casa.
low chic Locución De bajo coste pero elegante y sofisticado.
low cost; low-
cost
Locución De bajo coste.
lwd (litte white
dress)
Nombre masculino Vestido corto en tejido de color blanco.
made in Locución Producido, fabricado en.
mainstream Adjetivo Que se considera normal y tiene o utiliza
ideas, creencias, etc. que son aceptadas
por la mayoría de las personas.
mainstream Nombre masculino Que se considera normal y tiene o utiliza
ideas, creencias, etc. que son aceptadas
por la mayoría de las personas.
mass market Nombre masculino Ropa diseñada para el mercado masivo y
ser comprada por la mayor cantidad de
gente posible, no solo por personas con
mucho dinero o un interés especial.
matchy matchy Adjetivo Tendencia que consiste en llevar un estilo
coordinado o vestirse igual que la pareja.
342 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
megastore Nombre femenino Tienda muy grande.
midi Adjetivo Dicho de los largos de ropa o melena: Que
se trata de un largo medio.
midi heel Nombre masculino Zapato de tacón de tamaño intermedio.
minimal Nombre masculino;
adjetivo
Tendencia a reducir a lo esencial el
vestuario prescindiendo de elementos y
complementos sobrantes.
mipsterz Nombre masculino Tribu urbana que surgió en Nueva York
en 2012 y cuyo estilo se caracteriza por
combinar el mundo musulmán y lo
alternativo.
mix Nombre masculino La combinación o mezcla de piezas,
prendas o complementos heterogéneos.
mix & match Verbo transitivo Arte que consiste en mezclar diferentes
tipos de estampados.
mom jeans Nombre masculino
plural
Estilo de pantalón vaquero de tiro alto y
ajustado a la cintura que se llevaba en los
años 90.
mood board Nombre masculino Técnica creativa que utilizan los modistos
y publicistas que consiste en crear un
universo visual en forma de tablero con
fotografías, recortes, distintos materiales
o telas, etc. que describen el estilo o el
trabajo del profesional.
multipiercing Adjetivo De múltiples agujeros al mismo tiempo.
mum jeans Nombre masculino Pantalón vaquero de cintura alta y ancho
de pernera.
muppie Nombre masculino Persona que viste con ropa de firma pero
informal sin seguir las tendencias.
must Nombre masculino Objeto imprescindible, sobre todo en la
moda y en la decoración.
must have;
must-have
Nombre masculino Objeto imprescindible, sobre todo en la
moda y en la decoración.
navy Adjetivo Que es propio del estilo que consiste en
vestir todo tipo de prenda o complemento
relacionado con el mundo marinero como
A N E X O S | 343
camisetas de rayas, botones dorados, o
estampados de anclas.
net-trend Nombre femenino Tendencia que se crea a partir de las redes
sociales.
normcore Nombre masculino Forma de vestir muy básica y tradicional
considerada como un estilo particular en
el diseño de moda.
nude Adjetivo Tendencia basada en la utilización de
tonos beige, claros, para resaltar la
sencillez y naturalidad tanto en la ropa y
el calzado como en el maquillaje.
old fashioned Locución Dejar de estar en plena vigencia o
aceptación.
onesie Nombre masculino Prenda de vestir que cubre todo el cuerpo
y en ocasiones también la cabeza y los
pies.
outfit Nombre masculino Conjunto de prendas con que se viste una
persona.
outlet Nombre masculino Establecimiento comercial en el que se
venden artículos de marcas conocidas de
otras temporadas y saldos a un precio
inferior al habitual.
outwear Nombre masculino Prenda de vestir exterior.
oversize Adjetivo Dicho de una prenda de vestir: la que es
de mayor talla que la necesaria. También
se utiliza para definir el estilo derivado de
vestir este tipo de prendas.
paisley Nombre masculino Estampado en forma de lágrima con
aderezo de motivos florales.
party look Nombre masculino Estilismo para asistir a una fiesta.
peacock Adjetivo Estilo en el vestir que consiste en llevar
colores brillantes.
peep toe Nombre masculino Zapato cerrado por detrás con una
abertura delantera que deja ver los dedos
del pie. Puede ser con tacón, de cuña,
botines o incluso bailarinas.
344 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
pencil skirt Nombre femenino Falda recta y estrecha generalmente hasta
la rodilla.
personal
shopper
Nombre masculino y
femenino
Asesor de imagen que orienta sobre
compras de moda y belleza.
photocall Nombre masculino Escenario en el que se realiza una sesión
fotográfica publicitaria.
pin up; pin-up Nombre femenino Expresión estadounidense que
literalmente significa ‘pegar arriba’ y que
se aplicó para designar a las chicas más o
menos explosivas que aparecían en los
calendarios que los soldados colgaban de
las paredes durante la Segunda Guerra
Mundial. La expresión se generalizó
después para aplicarla a toda actriz o
aspirante a actriz de aspecto provocativo
y ligera de ropa. En los años ochenta y
noventa se dotó a la expresión de una
sofisticación de la que carecía
inicialmente. La pin up por antonomasia
fue Marilyn Monroe en la época en que se
ganaba la vida posando para estos
calendarios.
pleat Nombre masculino Acción y efecto de plisar.
polka dot Nombre masculino Estampado en forma de lunares.
pope Nombre masculino Persona muy influyente dentro de su
profesión.
pop-up store Nombre femenino Espacio comercial temporal.
Normalmente se localiza en sitios
estratégicos para dar a conocer un
producto.
pouch Nombre masculino Tipo de bolso pequeño fabricado en piel o
tela que no dispone de asas y que por su
tamaño es similar a un portadocumentos.
power suit Nombre masculino Término asociado a la forma de vestir de
los trabajadores de Wall Street cuyo
uniforme consiste en llevar un traje de
chaqueta.
A N E X O S | 345
pre-fall Nombre masculino Colección que se realiza en la industria de
la moda antes de que comience el otoño.
prep; preppy Adjetivo Se aplica al estilo clásico y pulcro con
toques deportivos, inspirado en los
uniformes de los alumnos de los colegios
de élite norteamericanos.
primrose Adjetivo De plantas, primaveral.
print Nombre masculino Estampado.
pump Nombre masculino Zapato femenino de salón que deja ver
gran parte del empeine.
push up Nombre masculino Una pieza de ropa para mujeres que
empuja hacia arriba y junta para que se
vea más grande o perceptible la parte del
cuerpo.
red carpet Locución Alfombra roja que se utiliza en eventos
importantes como desfiles de moda,
festivales de cine, actos políticos, y actos
de gran envergadura.
retailer Nombre masculino y
femenino
Comerciante al por menor.
ripped jeans Nombre masculino Pantalón vaquero con descosidos, roturas
y deshilachados.
rocker chic Nombr masculino Estilo rockero con un punto de
sofisticación.
saddle bag Nombre masculino Bolso de estilo bandolera que imita los
bolsos que se ponían en las monturas de
los caballos.
schoolish Adjetivo De estilo colegial
scoop Nombre masculino Noticia que una revista o periódico lanza
antes que otro.
scribble stripe Adjetivo Rayas realizadas como si fueran
garabatos sin seguir una línea recta.
seapunk Nombre masculino Estilo que consiste en mezclar motivos y
elementos marinos con la estética punk.
seventies Adjetivo Que tiene lugar en la década de los
setenta del siglo veinte.
346 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
shearling jacket Nombre femenino Chaqueta de piel vuelta forrada con
borreguito.
shirtdress Nombre masculino Prenda de vestir que tiene características
propias de la camisa.
shocking pink Adjetivo Tonalidad del rosa muy intenso.
shoemaker Nombre masculino Persona o compañía que se dedica a la
creación de zapatos.
shopping bag Nombre masculino Bolso de grandes dimensiones con dos
asas perfecto para ir a la compra o al
trabajo.
shopping web Nombre femenino Página de compras en internet.
showroom Nombre masculino Amplio espacio en el que vendedores o
fabricantes exponen sus novedades a los
compradores con el fin de que estos vean
y adquieran si desean las nuevas
tendencias en moda y complementos.
sixties Adjetivo Que tiene lugar en la década de los
sesenta del siglo veinte.
skater Adjetivo Tribu urbana que utiliza el monopatín
como herramienta y que tiene un estilo
informal e improvisado propio.
skinny Adjetivo Estrecho y que se ajusta totalmente al
cuerpo.
skinny jeans Nombre masculino
plural
Pantalón muy estrecho que se ajusta al
cuerpo.
slippers Nombre femenino
plural
Zapato cómodo para estar por casa.
smart casual Nombre masculino Estilismo que consiste en ir vestido de
forma elegante pero informal.
snake bag Nombre masculino Bolso fabricado con piel de serpiente.
sneakers Nombre femenino
plural
Calzado deportivo.
soft Adjetivo Sedoso, ligero y agradable al tacto.
soft bag Nombre masculino Bolso fabricado con materiales que lo
hacen ligero.
soft coat Nombre masculino Abrigo fabricado con un tejido que lo
hace ligero.
A N E X O S | 347
soft grey Locución Dicho de un color: tonalidad gris clara.
sport chic Nombre masculino Conjunto de ropa con un punto informal
pero sofisticado y elegante.
sport deluxe Nombre masculino Conjunto de ropa o complementos de un
estilo deportivo pero de lujo.
sporty Adjetivo Indumentaria o calzado sport.
starlette Nombre femenino Actriz principiante.
straight jeans Nombre masculino Pantalón vaquero de pernera recta.
street goth Nombre masculino Estilo gótico con aires de hip hop.
street style Nombre masculino Estilo de ropa que se lleva para ir por la
calle. También se llaman así las fotos
espontáneas que muestran el estilo que
llevan determinadas personas por la calle,
y los blogs en los que se publican estas
fotos.
street styler Nombre masculino y
femenino
Persona cuyo estilo es copiado por sus
seguidores.
stretch Adjetivo Prenda o tela que se puede estirar sin
rasgar o romperse.
supercool Adjetivo Superguay.
superposh Adjetivo Objeto muy elegante y lujoso.
superstar Nombre femenino Personaje muy famoso del mundo del
espectáculo, cantante, músico, jugador de
fútbol, modelo, etc.
sweet Adjetivo Aplicado a una tonalidad de color suave.
tailoring Nombre masculino Corte de un traje o prenda de vestir
realizada por el sastre.
tank top Nombre femenino Camiseta de tirantes.
tattoo Nombre masculino Grabación de un dibujo en la piel
realizada a través de cortes o tintes.
t-bar Nombre masculino Tipo de calzado sujeto al tobillo y que
forma una "t" por la unión de una tira al
tobillo.
techie-chic Adjetivo Que va a la moda en todo lo relacionado
con la tecnología.
teen Adjetivo De corta edad.
348 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
tie dye; tie-dye Adjetivo Estampado que se obtiene al desteñir la
ropa.
toffee Nombre masculino;
adjetivo
Dicho de un color semejante al caramelo
de café con leche.
tomboy Adjetivo Chica que se viste con un estilo poco
femenino.
total black Nombre masculino Estilismo que consiste en ir vestido de un
mismo estampado o de un mismo color
para crear un estilo.
total look Nombre masculino Estilismo que consiste en ir vestido de un
mismo estampado o de un mismo color
para crear un estilo.
total white Nombre masculino Imagen o estilo en el que el blanco es el
principal protagonista.
tote bag Nombre masculino Bolso muy grande de forma horizontal
que tiene dos asas largas.
track pant Nombre masculino Pantalón informal holgado que imita a los
pantalones de deporte por sus rayas
laterales.
trekking chic Nombre femenino Estilo excursionista con un punto de
sofisticación.
trench Nombre masculino Sobretodo impermeable que sirve para
protegerse de la lluvia o del viento.
trendsetter Nombre masculino y
femenino
Persona que marca tendencia.
trendy Adjetivo Dicho de una persona, de un estilo o una
prenda de vestir: a la última, moderna.
trolley Nombre masculino y
femenino
Pequeño vehículo con dos o cuatro
ruedas para empujar o tirar para
transportar objetos.
trunk bag Nombre masculino Bolso maletero.
trunk show Nombre masculino Presentación que se organiza para
clientes privados a puerta cerrada de las
prendas de las nuevas colecciones antes
de que lleguen a las tiendas.
A N E X O S | 349
t-shirt Nombre femenino Prenda de punto de manga corta o larga
que se puede utilizar como prenda
exterior o interior.
t-strap Nombre femenino Tira fina que en forma de ’T’ que se utiliza
en los zapatos para unir pulsera y punta.
tuxedo Nombre masculino Prenda masculina de etiqueta para lucir
en fiestas similar al frac pero sin faldones.
twill Nombre masculino Tela recia generalmente de algodón que
se distingue por su estructura a base de
líneas diagonales.
ugly sandal Nombre femenino Sandalia nada atractiva que se asemeja a
un zapato ortopédico.
ugly shoe Nombre masculino Zapato nada atractivo que se asemeja a un
zapato ortopédico.
ultralight Adjetivo Tonalidad muy clara.
underwear Nombre masculino Ropa que se lleva pegada a la piel bajo la
otra ropa.
urban Adjetivo Relativo al estilo informal a la hora de
vestir.
urban chic Nombre masculino Relativo al estilo informal a la hora de
vestir que mezcla modernidad con
carácter urbanita.
utility Nombre femenino Tendencia que consiste en vestir ropa de
trabajo industrial, prendas anchas de un
solo color con grandes bolsillos.
varsity Adjetivo Prendas de vestir de estilo universitario.
velvet Nombre masculino Tela gruesa de tacto sedoso, formada por
varios tipos de fibras (acetato, seda,
algodón y rayón) que se utiliza para
realizar vestidos y complementos lujosos.
vfno (vogue
fashion night
out)
Nombre femenino Fiesta de presentación de colecciones que
realiza la revista Vogue.
vintage Adjetivo Característico del estilo retro,
especialmente de objetos antiguos de
cierta calidad artística.
350 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
vintage chic Nombre masculino Clásico o de época pero con un toque de
sofisticación.
water print Nombre masculino Estampado con elementos acuáticos y
marinos.
wardrobe Nombre masculino Ropa básica que utilizamos en repetidas
temporadas y que no pasa de moda.
weekend bag Nombre masculino Bolso de gran tamaño para llevar ropa y
artículos para un viaje de fin de semana.
wishlist Nombre femenino Lista de anhelos que en el ámbito de la
moda abarca todos los complementos y
prendas que uno desearía tener.
working look Nombre masculino Estilo de prendas de vestir para el trabajo.
zip Nombre masculino Cierre de prendas de vestir que consiste
en dos tiras metálicas que se encajan al
tirar de una pieza central que hace que
esta se abra o se cierre.
A N E X O S | 351
II.- CUESTIONARIO PARA LA MEDICIÓN DEL “SENTIMIENTO DE
NEOLOGICIDAD” DE LOS HABLANTES NATIVOS
Anglicismos en el ámbito de la moda
Encuesta 1
¿Eres hablante nativo español?
Sí [ ]
No[ ]
1.- Observa las siguientes prendas de vestir y complementos y valora el
grado de novedad de su denominación en la lengua española:
Muy
nueva
Bastante
nueva
Nueva Poco
nueva
Nada
nueva
cardigan [ ] [ ] [ ] [ ] [ ]
boxers [ ] [ ] [ ] [ ] [ ]
loafer [ ] [ ] [ ] [ ] [ ]
choker [ ] [ ] [ ] [ ] [ ]
bomber [ ] [ ] [ ] [ ] [ ]
2.- ¿Cuál de las siguientes unidades léxicas sueles emplear?
a)
[ ] blazer
[ ] bléiser
[ ] ninguna
b)
[ ] biker
[ ] chupa
[ ] ninguna
352 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
c)
[ ] clutch
[ ] bolso de mano
[ ] ninguna
d)
[ ] leggings
[ ] mallas
[ ] ninguna
e)
[ ] t-shirt
[ ] camiseta
[ ] ninguna
3.- ¿Cuáles de estas palabras crees que se encuentran recogidas en el
diccionario?:
Sí No No sé
shopping bag [ ] [ ] [ ]
panti [ ] [ ] [ ]
shorts [ ] [ ] [ ]
jeggings [ ] [ ] [ ]
Pleat [ ] [ ] [ ]
Look [ ] [ ] [ ]
4.- Marca la definición que consideres que se corresponde con estas
palabras:
a) flip flops
[a1] Calzado plano y liso fabricado generalmente en cuero con pequeños
ornamentos en forma de puntos.
[a2] Calzado ligero de goma tipo chanclas de dedo.
[a3] Bolso de plástico transparente para ir a la playa.
A N E X O S | 353
b) nude
[b1] Complemento que se ata al cuello en forma de nudo.
[b2] Tejido fuerte de algodón.
[b3] Color carne.
c) tuxedo
[c1] Traje de etiqueta masculino.
[c2] Tejido escocés de lana, con mezcla de hilos de distintos colores.
[c3] Calzado deportivo.
d) crop top
[d1] Vestido que se ata a la cintura cruzando sus lados para realzar la cintura.
[d2] Camiseta de diversas formas que deja ver el ombligo y la parte superior del
abdomen.
[d3] Tipo de camiseta con escote bajo y larga hasta las rodillas.
e) jumpsuit
[e1] Prenda de vestir de una sola pieza.
[e2] Prenda de vestir de punto cerrada y con mangas.
[e3] Chaqueta de etiqueta.
354 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
III.- CUESTIONARIO PARA LA MEDICIÓN DE LAS ACTITUDES
LINGÜÍSTICAS DE COMPRENSIÓN DEL ANGLICISMO ENTRE EL SEXO
FEMENINO.
Encuesta 2
¿Eres hablante español?
No
Sí
¿Eres mujer?
No
Sí
En el caso de que seas mujer, ¿lees revistas femeninas?
No
Sí
Indica tu edad:
1.- Elige la opción que mejor se corresponda con el significado de la palabra
dada:
a) flagship store
[a1] Tienda más representativa de la marca, espaciosa y donde se ofrece todo el
catálogo de productos de la misma.
[a2] Tienda cuyo catálogo se encuentra tan solo disponible virtual.
[a3] Tienda principal de un centro comercial en la que se venden solo grandes
marcas.
b) burgundy
[b1] color burdeos
[b2] color base
[b3] color berengena
A N E X O S | 355
c) tank top
[c1] Camiseta de tirantes.
[c2] Camiseta deportiva
[c3] Camiseta con cuello
d) knitwear
[d1] prendas de punto
[d2] camisetas
[d3] sudaderas
e) fur store
[e1] Tienda en la que se venden elementos y prendas de piel.
[e2] Tienda en la que se venden accesorios.
[e3] Tienda en la que se venden prendas de punto.
f) velvet
[f1] Terciopelo
[f2] Cuero
[f3] Encaje
2.- Empareja la palabra con su significado correspondiente:
______________Ropa 1.- wardrobe
______________Cremallera 2.- zip
______________Pasarela 3.- catwalk
______________Sujetador 4.- bra
______________Tacón fino y bajo 5.- kitten heel
______________Zapato de salón 6.- pump
______________Estilo colegial 7.- preppy
______________Nudo 8.- knot
______________Sarga 9.- twill
______________Tipo de calzado 10.- brogue
356 | M A R I A D O L O R E S M O N D É J A R F U S T E R
3.- Escoge una palabra de la lista: NUDE, HALTER, JUMPSUIT, GADGET y
SHOWROOM para completar cada una de las siguientes citas:
nude, halter, jumpsuit, gadget, showroom.
- Flecos, semitransparencias y tonos ___________, negro y rosa son algunos de los
encantos de la colección de noche ‘made in’ Sandro (Elle, enero 2015: 34).
- Minivestido de seda con el escote ___________ y pedrería bordada, de Saint
Laurent by Hedi Slimane (Marie Claire, mayo 15: 127).
- Combínalo con unos tacones de infarto por la noche o con unas bailarinas para
un look más casual. Esta prenda conocida en USA como ___________se adapta a
cualquier estilo (Cosmopolitan, marzo, 2015: 38).
- Fendi nos deleite con un ________________ de deseo: el llavero de piel a imagen
y semejanza de Karl Lagerfeld (Elle, septiembre 2015: 68).
- Firman las camisetas más buscadas de cada edición de la Vogue Fashion’s Night
Out, presumen de musas en nuestras páginas y los acompañamos en proyectos tan
personales como la apertura de un ______________, el rodaje de un fashion film o su
puesta de largo en una pasarela internacional. (Vogue, julio 2014: 54).
4.- Elige la opción (a,b o c) que más se aproxime al significado de la palabra
mayúscula:
4.1. Sales a la calle y ahí está…¡un COOLHUNTER! Tu look es ideal, ¿y tu pose?
Aquí tiene las 4 posturas que reinan entre las expertas del street style. (Cosmopolitan,
marzo 2014: 28).
a) cazador de tendencias; b) relaciones públicas; c) seguidor de tendencias
4.2. El tono favorito de las chicas Cosmo se impone como el color de moda de la
próxima temporada. Llévalo a todas horas en TOTAL LOOKS o en prendas sueltas.
(Cosmopolitan, febrero 2015: 26).
A N E X O S | 357
a) piezas del mismo color o estampado ; b) estilo con reminicencias hippies y
hohemios; ; c) piezas de colores estridentes, llamativos o flúor.
4.3. Los RETAILERS. Algunas tiendas multimarca de lujo, como los míticos
almacenes Selfridges en Londres, ya han tomado la decisión de dejar de vender prendas
de piel real. (Vogue, noviembre 2015: 94).
a) minorista ; b) proveedor; c) vendedor
4.4. Los CIGARETTE PANTS se alían con básicos eternos. ¿El resultado? Looks
‘effortless’, ligeros y ultrafemeninos. (Vogue, septiembre 2014: 138).
a) pantalones entubados ; b) pantalón de deporte; c) pantalones acampanados
5.- ¿Conoces el significado de la sigla ‘lbd’? Responde Sí o No.
6.- ¿Conoces el significado de la sigla ‘lwd’? Responde Sí o No.