Voy y Vengo, Taxco

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La dieta de la felicidad + Remedios caseros que alivian de todo + Tendencias primavera-verano 2016 + Taxco: auge minero que persiste AÑO 6 / NÚM. 68 / MARZO 2016 Sierra Norte, Pueblos Mancomunados Expediciones

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Reseña de los atractivos turísticos de Taxco y sus tradiciones en Semana Santa

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Núm

. 68 M

arzo 2016

La dieta de la felicidad + Remedios caseros que alivian de todo + Tendencias primavera-verano 2016 + Taxco: auge minero que persiste

AÑO 6 / NÚM. 68 / MARZO 2016

SierraNorte,Pueblos Mancomunados

Expediciones

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7 Sucedió en…

8 Agenda

ARTE

10 Rafael Lozano-Hemmer Diana Ramírez Magnani

RINCONES

14 Expediciones Sierra Norte, Pueblos Mancomunados Juan Pablo Morales

REPORTAJE

28 Smart City Expo Puebla

EL ARCA DE NOÉ

30 Accesorios y medica- mentos para tu mascota Claudia Shizuru

CONTENIDOMARZO 2016

Taxco: auge minero que persisteAzucena Pacheco

p. 22 RINCONES

Mujeres al controlCondusef

p. 20 TU DINERO

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RinconesAzucena Pacheco

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Taxco:auge minero que persiste

Nuestro país cuenta con grandes ejemplos de ciu-dades que se desarrollaron gracias a la extracción de minerales y metales valio-sos, como la plata —quizás el más representativo entre ellos—. Siempre que se ha-bla de este metal, el nombre de Taxco es el primero en mencionarse. Pero este rin-cón turístico también es fas-cinante por sus abrumadoras demostraciones de fe en Semana Santa, la enorme belleza de su trazo urbano y el delicioso sabor de su gas-tronomía.

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Taxco siempre será uno de los destinos favoritos de los habitantes de la Ciudad de México. Su encantadora fiso-

nomía, precios accesibles, cultura por doquier y la posibilidad de adqui-rir memorables artesanías de plata a buenos precios, son sólo algunas de los motivos que nos atraen a ese lugar en cualquier época del año.

La mística del sacrificio Durante la Semana Santa el tranqui-lo poblado se desborda por la fe que demuestran los devotos. Durante estos días, los ojos de México y el mundo están puestos en las dramá-ticas procesiones encabezadas por imágenes religiosas y seguidas por flagelantes, pero pocas personas conocen los orígenes de esta tradi-ción, que data de 1600, cuando se instituyó la procesión del Cristo del Santo Entierro.

La tradición comienza el Domin-go de Carnaval, que se prolonga hasta el Miércoles de Ceniza, y que se considera necesaria para

disfrutar por última vez de los place-res mundanos antes de los 40 días previos a la pasión de Jesucristo, durante los cuales se debe guardar respeto: no comer carnes rojas, así como ayunar miércoles y viernes.

El Domingo de Ramos los fieles se dirigen al poblado de Tehuilote-pec, desde donde parte una proce-sión que lleva en andas imágenes re-presentativas y visita varios templos para terminar en la barroca parroquia de Santa Prisca y San Sebastián.

Durante la semana siguiente co-mienzan las procesiones nocturnas que parten de diversos puntos para culminar en la Procesión de las Vír-genes (lunes), en la Procesión de las Ánimas (martes) y en la Procesión de la Santísima Trinidad (miércoles), día en que además se llevan a ben-decir las mascotas a Santa Prisca, tradición que se ha convertido en un fenómeno mediático, gracias a la creatividad de la gente que disfraza a sus animalitos con elementos tanto religiosos como profanos y de la cultura popular.

Las procesiones son un espec-táculo apabullante, en el que se mez-cla el ritmo de los tambores, los pe-

nitentes con velas encendidas, así como los encruzados, los flagelan-tes y las ánimas. Son encabezadas por hombres con el rostro cubierto con un capirote (capucha negra), descalzos, arrastrando cadenas, y con el torso descubierto. Los siguen los encruzados, quienes cargan un rollo de 144 varas de zarzas con espinas, de dos y medio metros de largo, que pesa aproximadamente 50 kilos, el cual amarran a sus bra-zos haciéndolo pasar por el cuello y entre la boca, a manera de morda-za, lo que hace sangrar su cuello y su espalda.

Por último, los flagelantes, quie-nes cargan una cruz de madera de tres por dos metros de largo y seis kilos de peso y una disciplina hecha con crin de caballo y clavos con los que azotan sus espaldas. Las mujeres van en otro grupo. Caminan descalzas y encorvadas mientras arrastran cadenas en manos y pies, lo que genera un sonido abrumador.

¿Por qué los taxqueños deciden someterse a semejantes torturas? Generalmente, por cumplir una man-da, expiar un pecado o hacer una petición. Además se inscriben con

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un año de anticipación, durante el cual se preparan para ese momento con pláticas y actos espirituales, por lo que su identidad siempre perma-nece en secreto.

El Jueves Santo la procesión la encabezan quienes representan a Judas Iscariote, San Pedro y los sol-dados romanos, después de la ce-remonia del Lavatorio de Pies. Y el Viernes Santo, después del Sermón de la Sentencia, comienza la Proce-sión de las Tres Caídas, a la que se suman niños vestidos de angelitos. A las 13:00 horas se representa la Crucifixión. A la medianoche se inicia la Procesión del Silencio, en la que, contrariamente a las demás noches llenas de imágenes de santos, sólo se ven las imágenes de la Virgen de Dolores y de San Pedro, acom-pañadas de los devotos vestidos de luto que velarán al Señor del Santo Entierro.

El Sábado de Gloria se debe guardar absoluto silencio hasta la

misa de Resurrección, a mediano-che, cuando se bendicen el agua y los aceites, se queman los Judas y se obsequian ramas benditas para quemarlas en tiempos problemáticos. El Domingo de Resurrección culmina con la Resurrección del Señor.

Pero no todo es duelo y peniten-cia en estas festividades. Durante la Cuaresma se pueden disfrutar exce-lentes ejemplos de la gastronomía conmemorativa guerrerense, como tortas de habas, huauzontles o flores de zompantle en chile rojo.

Si buscas un viaje menossolemne…Taxco se disfruta durante todo el año. Caminar sobre sus hermosas y empinadas callejuelas empedradas, con fachadas blancas y bien conser-vadas, visitar los talleres de la calle de San Agustín para ser testigos de la elaboración de artesanía de plata, y quizás hasta darse el lujo de encar-gar alguna joya única; asombrarse

ante el abigarrado barroco de la Parroquia de Santa Prisca; visitar los tianguis artesanales y los edificios históricos novohispanos como la Casa Grande, la Casa Borda o la Casa Humbold, que hoy funge como Museo de Arte Virreinal, pueden mantener deliciosamen-te ocupado a cualquiera durante varios días.

También merecen mención los hermosos espacios comunes, las grandes y pequeñas plazas, entre las cuales destaca la Plaza Borda; el empedrado ornamentado de las calles y su carencia de banquetas, o bien, la vista de la ciudad a bordo del teleférico. El resto del año, la gastronomía taxqueña también sorprende con deliciosos caldos, entre los cuales destaca el pozole verde, o comida prehispánica, como los tradicionales jumiles. Todas estas son razones suficientes para visitar este hermoso pueblo mágico una y otra vez.p