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Noticia "okupación" rural

DDel éxodo al retornoMás de 1500 pueblos abandonados están “okupados” en la actualidad en la Península Ibérica. La mayoría son“ecoaldeas” en las que predomina el sistema asambleario y el respeto por una forma de vida sostenible con el medioambiente.Aineto, Artosilla e Ibort, son algunosde los pueblos del Prepirineooscense que quedaron abandonadosen la década de los sesenta y que apartir de los años ochentaempezaron a habitarse y hoy siguenestando “okupados”. Han pasado dela despoblación a tener más vida quenunca en solo tres décadas. Ladiferencia es que estos pueblos sedespoblaron por necesidad, sebuscaba en el mundo urbanomejores condiciones de trabajo y devida; por el contrario hoy se vuelve aellos por elección, por volver a losorígenes y crear una forma de vidaalternativa.Estos tres pueblos pertenecen a laentidad cultural Artiborain en la quese plasma el proyecto rehabilitadorde los tres pueblos y el instrumentode autorización para la cesión de losmismos por parte de laAdministración desde 1986. Sushabitantes cuentan con el vistobueno de la DGA y mantienen un“contrato” mutuo: la DGA dejadisfrutar dichos pueblos siempre ycuando los habitantes secomprometan a rehabilitarlo de unaforma sostenible con el espíritu delos pueblos y con el medio ambiente.A este fenómeno de “okupaciónrural” se denomina neorruralismo.Lo rural es reivindicado como unaforma de vida o un modeloalternativo de sociedad inspirador deun proyecto colectivo con el queenfrentarse a los problemas socialesy económicos del mundocontemporáneo. Esta acción

colectiva crea una serie de aspectosde carácter simbólico y cultural,elementos cognitivos o cuestiones deidentidad individual y colectiva. Loshabitantes actuales no son losmismos que en los años cincuenta osesenta partieron hacia la ciudad,pero retoman la vida en el campo yreconceptualizan su significadotransformándolo, rehabilitandofuncional y simbólicamente la culturade estos lugares. Por ello, en Aineto,Artosilla e Ibort se ha superado laimagen histórica de del espacio ruraltradicional como una especie de“microcosmos”. De hecho, estosespaciosruralesconvivencon elmundoglobalizadoque lesrodea. “Unade lasdecepcionesque tuvimosque asumiren su día esque no sepodía poner tanto énfasis en el temadel autoabastecimiento y de laautogestión. No podemos olvidarque estamos en el siglo XXI y no enel siglo XIX”, explica Paco Bustillo,vecino de Aineto.El día a día en estos pueblos no esmuy parecido al de un pueblo al uso.Toda la vida de Aineto, Artosilla eIbort se decide y se rige mediante un

El día a día en estos pueblos no esmuy parecido al de un pueblo al uso.Toda la vida de Aineto, Artosilla eIbort se decide y se rige mediante unsistema asambleario. Si una personaquiere vivir en alguno de los trespueblos se debate entre sushabitantes, a la vez que transcurre untiempo de prueba tanto para elhabitante que se incorpora comopara las personas que ya residen.“Llevar una vida más natural, menoscompetitiva y consumista y una vidaen la que prime más el beneficiocolectivo que el individual”, son losmotivos más recurrentes de la vuelta

a la vida rural según los vecinos deestos pueblos repoblados.La experiencia que estos pueblos hantenido con la DGA ha marcado elcamino a seguir para crear lasdenominadas “ecoaldeas”. Primeroes necesario crear un colectivo, bienuna Asociación Cultural, o bien unaSociedad Cooperativa.

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