Peinado de Reinas
(Este es un documento en borrador)
“En la comunicación no verbal el pelo es un elemento fundamental." (Psi. Paloma Tapia).
Firmas como Pantene pro V han realizado últimamente estudios que analizan
la importancia del cabello y la influencia que puede tener en el día a día de
hombres y mujeres. Hay motivos históricos, evolutivos, estéticos y
emocionales que le dan al pelo una mayor importancia de la que
aparentemente podamos pensar.
“El color, el corte, la forma de pintarse y los gestos que hacemos con el cabello
comunican el carácter, el temperamento y el estado de ánimo de una persona,
porque el cabello es un instrumento de comunicación muy importante de la
raza humana, y una herramienta muy útil para expresar sensaciones y
sentimientos”.
“El cabello juega varios papeles en la cultura y el arte africano, sea como
símbolo del nivel y clasificación social, como una herramienta religiosa o como
expresión de la propia persona”, dice el Museo de Arte Africano.
Desde los primeros tiempos de la historia, el pelo ayudó tanto a las mujeres
como a los hombres africanos a reclamar sus identidades, ya sea en la
comodidad de su suelo natal, en los barcos de esclavos o como parte de una
comunidad primero oprimida y luego liberada. Los seres humanos siempre
hemos manipulado nuestra apariencia para parecer más atractivos, fuertes, o
poderosos de lo que en realidad somos, de manera que llevamos mucho
tiempo engañando a la madre naturaleza y a los otros y las esclavizadas lo
supieron muy bien.
Dentro de las antiguas comunidades de esclavizados, los peinados sirvieron además de
recordatorio de las jerarquías sociales pre-existentes y de las importancias individuales,
como resultado, el pelo ayudaba a los africanos a mantener una semblanza de la
identidad personal en condiciones inhumanas. No debemos olvidar que reinas,
princesas, reyes y príncipes, fueron tratados como sirvientes, con lo cual el
cabello paso a ser además una fuerte manifestación de resistencia.
Desde tiempos inmemoriales, desde que se reconocen como comunidades, las
personas sienten, les nace o buscan formas de comunicar sentimientos. Ese es
el caso de las comunidades africanas quienes a través de su cuerpo
decorándolo con pinturas, con marcas, tatuajes, adornos han manifestado su
status social y económico, su lugar en la sociedad, su alegría y su dolor.
Durante todo el periodo colonial, en su cautiverio esclavizado, las
comunidades afro expresaron sus sentires a través del cabello, a través de sus
peinados como un grito desesperado de libertad. La necesidad humana y
natural de nacer, crecer y desarrollarse libremente.
“Fue Leocadia Mosquera, una profesora afro descendiente residente en
Bogotá, la que orientó a estudiosos en los significados de los peinados de las
comunidades esclavizadas”.
Fueron las esclavizadas mujeres quienes en el peinado de las niñas tejieron
semillas para el cultivo, fibras creando además mapas y rutas de escape como
mensaje oculto para los sus iguales tanto varones como mujeres. Las mujeres,
como siempre sucede, fueron quienes crearon este lenguaje ya que eran las
que tenían más “libertad” y acceso a distintos lugares de las haciendas o casas,
a diferencia de los hombres, los que estaban circunscriptos al lugar de trabajo.
El acto de peinarse también forma parte del ritual cotidiano y colectivo en
las esclavizadas que las reúne en un espacio integrador. Durante estos
momentos, como también sucedía en las cocinas las esclavizadas
relataban anécdotas de lo que recordaban de sus tierras, de sus amores
y el de sus amos, y en lo posible conversaban sobre los problemas que
las aquejaban siempre usando claves o señales mímicas.
El peinado también constituyo una forma de transferir una tradición y
costumbre a las niñas como así también ayudo en la economía y ahorro
de las familias.
Como dije anteriormente una forma de llevar de un lado a otro semillas
para ser cultivadas, monedas o algunos pequeños objetos que servirían
en algún momento como valor para comprar la libertad de alguien.
Los trenzados
Tradicionalmente en Africa el trenzado históricamente puede ser como una manera de
expresar religión, familiaridad, estatus, edad y composición étnica entre otros atributos.
Al ser traídos desde África al Nuevo Mundo como esclavos hay un enfrentamiento con
la pérdida de identidad. Mientras hacían la travesía del "Pasaje Medio" (así le llamaban a
la travesía de África a América), sus cabezas a menudo eran afeitadas por razones
sanitarias. Pero el cabello crecía de nuevo y junto con él, la cultura.
No hubieron peines especiales como los que tenían en sus comunidades, ni hierbas
hidratantes como las que utilizaron durante toda su vida, asi que hubo que improvisar.
Utilizaron la grasa de tocino, la mantequilla y el querosene para limpiar y acondicionar
su cabello.
Una experiencia que me gustaría comentar es la de la maestra Luz Stella Serna, del
colegio Tomás Cipriano de Mosquera de la localidad de Engativá, en Colombia quien
mientras va haciendo caminitos en el cabello de sus alumnas afrodescendientes, les va
contando la historia de sus ancestras africanas y del papel que jugaron las niñas afro en
la libertad de su pueblo durante la esclavización surgida de la colonización de las
Américas.
Ella les cuenta que “durante la esclavización, las mujeres salían a trabajar y observaban
el paisaje, al regreso, se reunían para peinar a sus hijas y en sus peinados, armaban
mapas que indicaban a sus esposos las rutas de escape. Además, aquellas que trabajaban
en minas de oro, usaban sus puchos (montes de sus peinados), para esconder pepitas de
oro y con el tiempo, pagar su libertad y la de sus hijos. Otras, usaron sus pelos, para
esconder semillas y, después de escapar, tener comida para ellas y sus familias.”
“Se sabe que África es la cuna de la humanidad y que de sus mujeres mandinga, bantú,
biohó, zape, congo, zulú, ararat, carabalí o biáfara, entre muchas otras, nacieron hijos e
hijas que han perpetuado hasta hoy sus huellas de africanía en el resto de continentes”
En San Basilio de Palenque, departamento de Bolívar, encontramos los peinados que
dan testimonio del pasado y el símbolo de libertad, de la esclavitud y la lucha ante los
colonos.
La creatividad de las mujeres que ‘peinan’ con ligereza el característico cabello afro,
demuestran que la imaginación, la vanidad y el arraigo cultural no tienen límites a la
hora de hacer un perfecto peinado.
Históricamente…
Las mujeres no solo utilizaban su cabello para guardar las semillas que encontraban para
sembrar en sus huertas, también dibujaban los caminos estratégicos para que los
esclavos o cimarrones se alejaran de los colonos.
Además de hacer trazos con su cabello, también camuflaban las piedras de oro, y los
diminutos utensilios en sus cabellos, que posibilitaron la supervivencia, y el pago por la
liberación de estas mujeres con sus familias - Cassiani, Hernández, Simarra y Tabalá-,
quienes fueron los primeros pobladores, -que por siglos-, se encargaron de esta
minuciosa e interesante labor.
Hoy los peinados se crean en un círculo cotidiano
“Para nosotros el trenzado es una especie de amuleto para el cuerpo. Nos gusta trabajar
siempre los números impares porque se dice que hay que dejar un espacio para que
salgan las cosas malas. Los impares te protegen y hacen que lo malo tenga por dónde
salir”, asegura Moraima Simarra, docente de profesión y experta en la cultura
palenquera.
Para esta población palenquera, cada peinado tiene su ocasión y significado; y en los días
de fiesta, por ejemplo, en el Festival de Tambores y Expresiones Culturales de Palenque,
portan moñas y trenzados grandes que apuntan hacia arriba.
Pasa lo contrario, cuando hacen sus labores diarias, pues hacen peinados que caen en su
rostro.
Sea cual sea el peinado que ellas luzcan, las mujeres se reúnen en las esquinas, en las
casas, en todas partes, para vivir con sus rizos -y a su acomodo-; un rito tradicional,
elegante y lleno de historias.
“Tejiendo Esperanzas”, Cali, Colombia
Desde hace nueve años, en Cali, durante el mes de mayo, -mes de la afrocolombianidad-,
mujeres de varias regiones del país y del mundo, reúnen su destreza, creatividad e
imaginación en peinados diseñados con un toque de identidad negra en el cabello de
hombres, mujeres y niños afro.
Las mujeres matronas del peinado, que forman parte de la Asociación de Mujeres
Afrocolombianas de Colombia -AMAFROCOL- reúnen sus esfuerzos para fortalecer y
reconocer la identidad étnica afrocolombiana, en el encuentro de peinadoras más
importante del suroccidente colombiano "Tejiendo Esperanzas”.
Los peinados que alguna vez fueron los cómplices que marcaron la historia de nuestra
raza, demuestran cada vez más el empuje, el ingenio y la capacidad que tienen estas
personas de esencia africana para enfrentar al mundo.
http://m.eltiempo.com/carrusel/palenque-un-pueblo-tejido-en-trenzas/10180608
Fuente
Infrarojo.net