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EXCLUSIÓN SOCIAL Y SEGMENTACIÓN LABORAL EN COLOMBIA
AURA CECILIA PEDRAZA AVELLA
TESIS DE DOCTORADO EN CIENCIAS ECONÓMICAS
DIRECTOR:
JORGE IVÁN GONZÁLEZ
DOCTORADO EN CIENCIAS ECONÓMICAS
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
2009
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TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 7
1. LA EXCLUSIÓN SOCIAL 15
1.1 CONCEPTO 15
1.2 MARCO TEÓRICO 19
1.3 LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA 23
1.3.1 Estudios previos 23
1.3.2 Datos utilizados 24
1.3.3 Los excluidos socialmente en Colombia 25
1.3.3.1 Identificación de los funcionamientos relevantes en Colombia 25
1.3.3.2 Análisis de las privaciones de los colombianos 27
1.3.3.2.1 Privaciones en cada dimensión de la exclusión social 27
1.3.3.2.2 Simultaneidad de privaciones en los colombianos 41
1.3.3.3 Contribución de cada privación a la exclusión social en Colombia 43
1.3.3.4 Índice del estado de exclusión social en Colombia 45
1.3.3.5 Excluidos Vs No excluidos 49
1.3.4 Pruebas de hipótesis sobre la exclusión social en Colombia 51
1.3.4.1 Hipótesis 1 51
1.4 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 1 55
ANEXOS AL CAPÍTULO 1 59
2. SEGMENTACIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO 94
2.1 CONCEPTO 94
2.2 LA SEGMENTACIÓN LABORAL EN COLOMBIA 99
2.2.1 Estudios previos 99
2.2.2 Datos utilizados 100
2.2.3 Los trabajadores colombianos por segmento laboral 101
2.2.4 Pruebas de hipótesis sobre la segmentación laboral en Colombia 108
2.2.4.1 Hipótesis 2 108
2.2.4.1.1 Hipótesis 2.a. 109
2.2.4.1.2 Hipótesis 2.b. 113
2.2.4.1.3 Hipótesis 2.c. 121
2.2.4.1.4 Hipótesis 2.d. 126
2.2.4.2 Hipótesis 3 130
3
2.3 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 2 133
ANEXOS AL CAPÍTULO 2 135
3. LA SEGMENTACIÓN LABORAL COMO FACTOR DE EXCLUSIÓN SOCIAL 172
3.1 CONCEPTO 172
3.2 LA SEGMENTACIÓN LABORAL COMO FACTOR DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA 176
3.2.1 Nuevo índice de exclusión social 176
3.2.2 Prueba de hipótesis sobre la segmentación laboral como factor de exclusión social
en Colombia 180
3.3 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 3 181
ANEXOS AL CAPÍTULO 3 183
4. LA PERSISTENCIA DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN PRESENCIA DE
SEGMENTACIÓN LABORAL 188
4.1 CONCEPTO 188
4.2 LA PERSISTENCIA DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN PRESENCIA DE SEGMENTACIÓN
LABORAL EN BOGOTÁ 189
4.2.1 El estado de exclusión social de los bogotanos 190
4.2.1.1 Funcionamientos relevantes para Bogotá 190
4.2.1.2 Análisis de las privaciones relevantes de los bogotanos 192
4.2.1.3 Simultaneidad de privaciones en los bogotanos 194
4.2.1.4 Contribución de cada privación a la exclusión social en Bogotá 195
4.2.1.5 Índice del estado de exclusión social en Bogotá 196
4.2.1.6 Excluidos Vs. No excluidos 199
4.2.2 Pruebas de hipótesis sobre la persistencia de la exclusión social en presencia de
segmentación laboral en Bogotá 200
4.3 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 4 205
ANEXOS AL CAPÍTULO 4 207
CONCLUSIONES GENERALES 242
BIBLIOGRAFÍA 247
4
LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Funcionamientos relevantes de la exclusión social en Colombia 26
Tabla 2. Indicadores del funcionamiento “Infraestructura de Vivienda” 28
Tabla 3. Indicadores del funcionamiento “Localización de Vivienda” 29
Tabla 4. Indicadores del funcionamiento “Servicios Domiciliarios” 30
Tabla 5. Indicadores del funcionamiento “Salud” 31
Tabla 6. Indicadores del funcionamiento “Educación” 32
Tabla 7. Indicadores del funcionamiento “Dependencia Económica” 32
Tabla 8. Indicadores del funcionamiento “Riqueza” 33
Tabla 9. Indicadores del funcionamiento “Contactos sociales” 34
Tabla 10. Indicadores del funcionamiento “Bien-estar del hogar” 36
Tabla 11. Variables regionales de la dimensión política en Colombia 38
Tabla 12. Indicadores del funcionamiento “Participación electoral” 38
Tabla 13. Indicadores del funcionamiento “Seguridad en la actividad política” 39
Tabla 14. Indicador del funcionamiento “Empleo” 41
Tabla 15. Peso de cada privación al índice de exclusión social en Colombia 44
Tabla 16. Población colombiana por clases de exclusión social 48
Tabla 17. Promedios del índice de exclusión social 48
Tabla 18. Población excluida socialmente en Colombia 50
Tabla 19. Exclusión social según las características del empleo 54
Tabla 20. La segmentación laboral y la informalidad 97
Tabla 21. Composición de los trabajadores formales e informales 102
Tabla 22. Características de los ocupados por segmentos 106
Tabla 23. Caracterización de los segmentos laborales 106
Tabla 24. Calidad del empleo en los segmentos primario y secundario 109
Tabla 25. Índice de calidad del empleo en los segmentos formal e informal 111
Tabla 26. Test de Wald para las estimaciones de ingreso 111
Tabla 27. Pareos por máxima verosimilitud de las diferencias de ingreso entre segmentos 112
Tabla 28. Estimaciones M.C.O para el índice de calidad del empleo 112
Tabla 29. Pareos por máxima verosimilitud del índice de calidad del empleo entre segmentos 113
Tabla 30. Transiciones entre segmentos primario y secundario 114
Tabla 31. Motivos del tránsito secundario – primario 114
Tabla 32. Motivos del tránsito primario – secundario 115
Tabla 33. Tránsito primario – secundario como mejor empleo 115
Tabla 34. Años de escolaridad según los tránsitos realizados 116
5
Tabla 35. Afiliación a salud y pensiones según nivel educativo 117
Tabla 36. M.C.O para los ingresos por niveles de educación 119
Tabla 37. M.C.O para el índice de calidad del empleo por niveles de educación 120
Tabla 38. Ecuación de Mincer para el segmento primario 121
Tabla 39. Ecuación de Mincer para el segmento secundario 121
Tabla 40. Descomposición Oaxaca – Blinder para los ingresos 123
Tabla 41. M.C.O del índice de calidad del empleo para el segmento primario 124
Tabla 42. M.C.O del índice de calidad del empleo para el segmento secundario 124
Tabla 43. Descomposición Oaxaca – Blinder para el índice de calidad del empleo 125
Tabla 44. Ocupados primario/secundario según su género 126
Tabla 45. Educación según el género 128
Tabla 46. Descomposición Oaxaca–Blinder entre géneros para los ingresos 129
Tabla 47. Descomposición Oaxaca–Blinder entre géneros para el índice de calidad del empleo 130
Tabla 48. Distribución de la Exclusión Social dentro de los ocupados urbanos 132
Tabla 49. Exclusión Social de los ocupados según el segmento laboral 133
Tabla 50. Nuevos funcionamientos relevantes de la exclusión social en Colombia 177
Tabla 51. Peso de cada privación al nuevo índice de exclusión social 178
Tabla 52. Promedios del nuevo índice de exclusión social 179
Tabla 53. Población excluida socialmente en el área urbana de Colombia 180
Tabla 54. Diferencias en el índice de exclusión social según las privaciones de las
dimensiones relevantes 181
Tabla 55. Funcionamientos relevantes de la exclusión social en Bogotá 191
Tabla 56. Información política por localidades en Bogotá 193
Tabla 57. Peso de cada privación al índice de exclusión social en Bogotá 196
Tabla 58. Promedios del índice de exclusión social en Bogotá 198
Tabla 59. Población excluida socialmente en Bogotá 199
Tabla 60. Población excluida socialmente en Bogotá utilizando ACM del año 2003 202
Tabla 61. Pareo por máxima verosimilitud del índice de exclusión social para Bogotá 203
Tabla 62. Pareo por máxima verosimilitud de la segmentación laboral en Bogotá 203
Tabla 63. Exclusión social por cohortes de edad 204
Tabla 64. Segmentación laboral por cohortes de edad 205
6
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico 1. Distribución de privaciones por área de vivienda 43
Gráfico 2. Distribución del índice de exclusión social para la zona urbana 46
Gráfico 3. Distribución del índice de exclusión social para la zona rural 47
Gráfico 4. Ingresos según el sector y tamaño de empresa 104
Gráfico 5. Crecimiento del PIB real 107
Gráfico 6. Porcentaje de ocupados en los segmentos primario y secundario 108
Gráfico 7. Ingresos según el nivel de escolaridad y el segmento de los ocupados 117
Gráfico 8. Índice de calidad del empleo, según nivel educativo y el segmento formal/informal
de los ocupados 118
Gráfico 9. Ingreso según el género y el segmento de los ocupados 127
Gráfico 10. Índice de calidad del empleo según el género y el segmento de los ocupados 127
Gráfico 11. Ejemplo de exclusión social en la población ocupada 174
Gráfico 12. Ejemplo de no exclusión social en la población ocupada 174
Gráfica 13. Distribución del nuevo índice de exclusión social 178
Gráfico 14. Distribución del índice de exclusión social – Bogotá 2003 197
Gráfico 15. Distribución del índice de exclusión social – Bogotá 2007 197
7
EXCLUSIÓN SOCIAL Y SEGMENTACIÓN LABORAL EN COLOMBIA
“Las dificultades de la vida moderna, el desempleo y la superpoblación han llevado al hombre a una dramática
preocupación por lo económico. Así como en la guerra la vida se debate entre ser soldado o estar herido en algún
hospital, en nuestros países, para infinidad de personas, la vida está limitada a ser trabajador de horario completo o
quedar excluido”
Ernesto Sábato1
INTRODUCCIÓN
La exclusión social es uno de los conflictos económicos y sociales que preocupan a los gobiernos
actuales debido a sus consecuencias negativas en el bien-estar. Esta problemática no influye
solamente en el nivel de ingresos y su distribución sino que coarta las posibilidades de los
individuos de vivir la vida que desean.
El estado de exclusión social está definido en un individuo como el entrelazamiento de privaciones
relevantes relativas a la sociedad donde vive. Implica desventajas en las dimensiones elementales
que son la física, de capital humano, económica, de capital social, política y laboral.
Dado su carácter multidimensional, el estado de exclusión social puede ser causado por cualquiera
de las privaciones relevantes. Cada una de estas situaciones de desventaja se retroalimenta con
las otras2, llegando incluso a generar círculos viciosos3 de exclusión social persistente, difíciles de
superar.
La importancia de la dimensión laboral en la exclusión social tiene su validez en el hecho que las
sociedades capitalistas se han fundamentado en torno al trabajo y los individuos permanecen gran
parte de su vida en ambientes laborales. Por un lado, siendo el responsable de la mayor parte de
los ingresos de los hogares, el empleo contribuye significativamente a la integración económica del
individuo, aun en épocas donde los hogares confían cada vez más en el sistema financiero4. En un
mundo monetarizado como el actual, carecer de ingresos significa no sólo no poder acceder a
1 Tomado de Sábato (1999). 2 Esto implica la existencia de procesos dinámicos de exclusión social. 3 En relación con la pobreza, Ragnar Nurske (1995) señala la existencia de un círculo vicioso bajo la concepción de “una constelación circular de fuerzas que actúan para mantener a un país pobre en estado de pobreza”. (Citado en Fontela & Guzmán 2003, p. 226). 4 Como dice Muñoz (2002, p. 92), “es interesante señalar que el llamado capitalismo popular está muy lejos de alterar de forma significativa el perfil de ingresos de la población, incluso en el país, EE.UU., en donde más lejos habría llegado su presunta implantación. En lo que se refiere a Europa…las rentas de trabajo siguen siendo claramente dominantes entre las fuentes de ingresos de la población, con un valor medio del 71% para la UE, un mínimo de 60% en el caso de Bélgica, y un valor máximo del 79% en el caso de España”.
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bienes de consumo sino también a servicios que mejoran la calidad de vida de los individuos5.
Además, es claro que la situación económica viene acompañada de una posición social. En últimas,
como afirma el hedonismo clásico, el dinero es el instrumento para medir el dolor o el placer6. En
este contexto económico el empleo, como principal proveedor de ingresos, juega entonces un
papel trascendental.
Por otra parte, la participación en el mundo laboral proporciona, además de la seguridad del
ingreso, un espacio de desarrollo, un estatus y una identidad7. Como señaló Alfred Marshall (1938,
p. 566): “Nada le importa al vendedor de ladrillos que éstos vayan a emplearse para construir un
palacio o una alcantarilla, pero sí le importa mucho al vendedor de trabajo, que se dispone a
realizar una tarea de una determinada dificultad, que el lugar en el que ha de realizarla sea
saludable y agradable o que sus compañeros sean los que a él le gustaría tener”. El trabajo
supone una oportunidad para la autorrealización y es un instrumento de socialización.
Emplearse entonces no es solo garantía de un nivel de ingresos sino que transforma la ubicación
física del individuo, sus posibilidades de adquirir capital humano y su cohesión social y política8.
Siendo evidentes las ventajas del empleo en la inclusión social, la ausencia del mismo por razones
ajenas a la voluntad del individuo indiscutiblemente trae consigo pérdidas de bien-estar,
generando brechas de calidad de vida entre aquellos que poseen un trabajo y aquellos que no lo
tienen9. Así las cosas, como dice European Council (2002, p.5), “el empleo es la mejor salvaguarda
contra la exclusión social”.
5 Comprar alimentos o costear un lugar donde vivir requiere de recursos económicos, pero éstos también son necesarios para el acceso a servicios de salud o educación, a créditos bancarios e incluso al ejercicio de los derechos civiles y/o políticos cuando, por ejemplo, esto implica desplazamientos que tienen un costo monetario. 6 Como dice Bentham (1786), “El termómetro es el instrumento para medir la temperatura del tiempo; el barómetro es el instrumento para medir la presión atmosférica. Los que no estén satisfechos con la exactitud de estos instrumentos deben buscar otros que sean más exactos, o despedirse de la Filosofía Natural. El dinero es el instrumento para estimar la cantidad de dolor o de placer. Los que no estén satisfechos con la exactitud de este instrumento deben buscar algún otro que sea más exacto, o decir adiós a la política y a la moral. Por consiguiente, que nadie se sorprenda o escandalice si me encuentra, en el curso de esta obra, valorizando todo en dinero. De este modo, únicamente, es como podemos obtener partes alícuotas para medir. Si no podemos decir, de un dolor o de un placer, que vale tal o cual cantidad de dinero, es en vano, con respecto a cantidad, decir algo acerca de él: no hay proporción ni desproporción entre Castigos y Crímenes”. 7 En palabras de CAI e INAEM (2007, p. 113), “el trabajo es la principal vía de integración social y personal”. 8 Por ejemplo, tal como lo exponen Tsaklogou y Papadopoulos (2001, p.32) para el caso europeo, es observado que la pérdida de los lazos del individuo o del hogar con el mercado laboral implica mayor riesgo de exclusión social en comparación con el resto de la población. Para Latinoamérica, “no sorprende entonces que en los sondeos de la opinión pública –como Latinobarómetro– se señalen el desempleo, los bajos salarios y la inestabilidad laboral como los problemas más apremiantes de la región por encima de la corrupción, la delincuencia y otros asuntos sociales difíciles” (IDB, 2004, p.1). 9 Como expone Tezanos (2001), el desempleo contribuye a la exclusión social porque ocasiona i. El apartamiento de los estándares culturales predominantes en una sociedad donde el no trabajar es considerado como un alejamiento de un patrón compartido, dando lugar incluso a colectivos estigmatizados; ii. Carencia de unos ingresos suficientes para llevar una vida digna; iii. Finalmente, pérdida del sentido de pertenencia del individuo a la sociedad. Las mismas consecuencias negativas trae consigo la inactividad cuando es ejercida en contra de los deseos de la persona; aunque esta no participación económica puede ser menos angustiante que el desempleo, puede estar ocultando obstáculos económicos, sociales o institucionales que impiden la búsqueda de empleo. Sin embargo, como no es fácilmente diferenciable la inactividad voluntaria o involuntaria y es mayoritaria la primera que la segunda, no se considera excluida socialmente a esta población.
9
Esta noción, que implica que los ocupados serán menos excluidos socialmente que los
desempleados, no es del todo cierta si se consideran las condiciones actuales de los mercados
laborales. La liberalización del mercado de trabajo ha traído consigo la flexibilización de la
demanda laboral y la precarización de las ocupaciones. Es así como “desde principios de los años
noventa y hasta la actualidad observamos la existencia de tres fenómenos: el desempleo de larga
duración, habiéndose alargado el periodo de paro; bolsas de inactividad, especialmente entre los
mayores, que quizás ni siquiera buscan trabajo; y la trampa de la precariedad que hace que la
mayoría de las personas que tienen trabajos precarios considere muy difícil conseguir un empleo
estable”. (Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo 2002, p. 5).
Con la precarización de las ocupaciones, en este nuevo contexto las privaciones en la dimensión
laboral no se darán únicamente por el desempleo sino que aparecen nuevas categorías de
privación ésta vez dentro de los ocupados. Los individuos que se desempeñan en las ocupaciones
de peor calidad están en desventaja frente a aquellos que logran insertarse en las mejores
ocupaciones. En primer lugar, esta realidad se manifiesta en los ingresos de los trabajadores;
mientras algunos se puedan ver favorecidos por pertenecer a las ocupaciones mejor remuneradas,
a otros no les alcanza ni siquiera para suplir sus necesidades básicas10. Más allá de la pérdida de
ingresos, la concepción del empleo como fruto de estabilidad y seguridad actualmente empieza a
desaparecer de algunas ocupaciones; la flexibilización ha llevado a que el trabajo pierda su lugar
como principal espacio de desarrollo del individuo y es cada vez menos importante como
plataforma de estrechamiento de vínculos entre personas11. Además, la precarización laboral
implica la existencia de puestos de trabajo que no cumplen los requisitos mínimos de seguridad e
higiene, trayendo perjuicios sobre la salud e integridad de sus ocupantes.
Hoy en día, en palabras de Atkinson (1998, p. v), “el desempleo puede causar exclusión social,
pero el empleo no garantiza la inclusión social; que lo haga o no depende de la calidad del empleo
ofrecido”.
Así las cosas, se puede llegar al extremo de afirmar como André Gorz (1995) que “la sociedad del
trabajo está caduca: el trabajo no puede servir ya de fundamento para la integración social”. Sin
embargo, sigue siendo válido que la principal fuente de renta de las familias es la derivada de su
10 Como reporta Gundogan, Bicerli y Aydin (2005, p.7) “aproximadamente un 49.7% de los trabajadores del mundo (y un poco más del 58.7% de los trabajadores de los países en desarrollo) no están ganando suficiente para que ellos y sus familias superen la línea de la pobreza de los dos dólares diarios, y un 19.7% de las personas empleadas a nivel mundial (y aproximadamente un 23.3% de aquellos de los países en desarrollo) están viviendo con menos de un dólar diario”. Esta situación ha generado la aparición de los llamados “pobres trabajadores” (working poors, por su nombre en inglés que es más común en la literatura) que son, como su nombre lo indica y según la definición de la Organización Internacional del trabajo OIT, aquellos quienes trabajan y pertenecen a hogares pobres. 11 Como dice Rey (2003, p.5), “los efectos que acarrea esta situación son conocidos: las personas se mueven en un terreno de creciente inseguridad, carecen de la estabilidad necesaria como hacer planes de futuro más allá de seis meses, y eso afecta a las propias identidades y a los roles sociales que se pueden y se está en condiciones de asumir”.
10
ocupación en el mercado de trabajo y que es allí donde los individuos pasan la mayor parte de su
vida. De acuerdo a lo anterior, es evidente que el estudio de la exclusión social deberá tener en
cuenta la ocupación laboral de los individuos. El desempleo sigue considerándose una privación
fundamental. Sin embargo, dado que la precarización laboral hace pensar que no es suficiente
tener cualquier empleo para mejorar la integración de un individuo en la sociedad sino que esto
dependerá de la calidad del mismo, la medición de la exclusión social deberá tomar en cuenta
estas nuevas particularidades de los mercados de trabajo.
En esta categorización de empleos, a medida que un individuo accede a un trabajo de mejor
calidad está avanzando en su proceso de inclusión social. Según la teoría del capital humano, esto
se lograría con mejoras de productividad. Sin embargo, un problema significativo emerge cuando
existen barreras de movilidad entre los empleos de buena y mala calidad diferentes a las de capital
humano, y la decisión de ingresar a unos u otros ya no depende únicamente del trabajador. Es
aquí donde aparece el concepto de segmentación laboral en relación con la exclusión social.
Un mercado laboral está segmentado cuando se divide en grupos de trabajos de diferente calidad,
que difieren unos de otros no solo por los niveles salariales sino porque cada uno tiene su propio
modo de operación. En su concepción dual se distinguen dos segmentos laborales “primario” y
“secundario”. El mercado primario ofrece trabajos que se caracterizan, por ejemplo, por tener altos
salarios, buenas condiciones ambientales de trabajo, estabilidad y seguridad del empleo, equidad
en la administración de recurso humano, y posibilidades de ascenso. Del otro lado, el mercado
secundario está conformado por trabajos que son evidentemente menos atractivos que los del
mercado primario ya que tienden a incluir empleos de bajos salarios, pobres condiciones de
trabajo, considerable inestabilidad, disciplina estricta y a menudo arbitraria, y poca oportunidad de
ascenso. Teniendo en cuenta lo expuesto por Huescas (2005, p. 26), de que en general el sector
secundario genera empleos de calidad inferior con respecto al primario, se puede intuir que la
segmentación laboral puede representar el panorama actual de precarización del mercado laboral.
Lo que es tal vez más importante en su papel dentro de la exclusión social, es que en esta
estructura del mercado laboral el acceso a las ocupaciones privilegiadas está controlado, no solo
por requisitos de capital humano sino además por factores institucionales. Estas barreras limitan la
participación de algunos individuos en el segmento primario aun cuando cuentan con la educación
y/o experiencia necesarias dadas las condiciones tecnológicas de la ocupación.
Las brechas de bien-estar que se dan entre quienes acceden a empleos de buena o mala calidad,
convierte en privados a los trabajadores del segmento secundario frente a aquellos que trabajan
11
en el segmento primario. Su interrelación con otras privaciones relevantes, hace que la
segmentación laboral entre a jugar un papel importante como factor de exclusión social de los
individuos ocupados.
Comenzando con la dimensión económica, la segmentación laboral hace que los individuos
ubicados en las ocupaciones secundarias perciban menores salarios que aquellos que, incluso
teniendo el mismo capital humano, están ubicados en el segmento primario. Por otro lado, la
inestabilidad de los empleos representa menor posibilidad de ahorro, inversiones, consumo y
acumulación de activos.
La dimensión física, relacionada con aspectos de infraestructura y localización, sufre también las
consecuencias de los mercados laborales segmentados. La inestabilidad y los bajos ingresos de
aquellos ubicados en los empleos secundarios se reflejarán en el acceso a viviendas de menor
confort; la segregación espacial indiscutiblemente está marcada por la situación económica del
individuo. Adicionalmente, los empleos del segmento secundario que muy seguramente estarán
localizados en zonas más deprimidas que aquellos del segmento primario, conducirán a que sus
trabajadores se desenvuelvan en espacios físicos de menor calidad.
En cuanto a la dimensión de capital humano, la ocupación del individuo en alguno de los
segmentos laborales genera diferente privación por aspectos de salud o educación. Aquellos
ocupados en el segmento secundario generalmente son expulsados, total o parcialmente, de los
beneficios de la seguridad social y por tanto son más propensos a sufrir problemas de salud y a
tener menor cobertura durante la vejez. Adicionalmente, su ambiente laboral que por lo general es
de menor higiene o seguridad industrial que aquel de los trabajadores del segmento primario,
representa mayores consecuencias negativas en la salud de los ocupados en el segmento
secundario. Por otro lado, la falta de capacitación en el trabajo que caracteriza a las ocupaciones
de baja calidad facilita las desventajas por cualificaciones frente a aquellos que están ubicados en
el segmento primario; adicionalmente, la inestabilidad y las complicadas jornadas laborales que
por lo general tienen los empleos secundarios hacen difícil que sus trabajadores puedan acceder a
procesos de mejora de su educación.
Los problemas en la dimensión de capital social también son influenciados por la existencia de
segmentación en el mercado laboral. Los empleos secundarios suelen estar situados en empresas
u oficios de poco reconocimiento, razón por la cual la sociedad tiende a señalar de forma
peyorativa a sus ocupantes y el trabajador secundario suele sentirse estigmatizado.
Adicionalmente, los trabajadores del segmento primario y secundario forjarán relaciones
12
primordialmente con otros de su mismo segmento; esto limita los beneficios a los que se podría
acceder a través del contacto con otros mejor ubicados en el mercado laboral. Aun más, la
inestabilidad de las ocupaciones secundarias puede llevar a que no se estrechen relaciones
sociales a partir del mercado laboral.
Finalmente, los problemas generados por la segmentación laboral igualmente se entrelazan con las
privaciones en la dimensión política. Los mejor ubicados serán más visibles y por tanto podrán
participar más activamente en la vida política de su sociedad que sus contrapartes del segmento
secundario, convirtiéndose en actores políticos o siendo más escuchados por éstos.
De manera inversa, desventajas en las dimensiones física, de capital humano, económica, de
capital social y política influyen en la privación por segmentación laboral. Recordando que en este
tipo de mercados fragmentados existen barreras de capital humano pero también institucionales
que limitan el acceso a las mejores ocupaciones, las privaciones en algún funcionamiento pueden
ser una traba para sobrepasar esas barreras y confinarán al individuo al segmento secundario del
mercado de trabajo. Por ejemplo, en mercados de trabajo donde las mejores ocupaciones se
alcanzan a través de contactos sociales, llamadas coloquialmente palancas, una privación en la
dimensión de capital social que prive al individuo de tener alguien a quien recurrir hará que éste se
ubique con mayor probabilidad en empleos del segmento secundario.
Sumado a lo anterior, la segmentación laboral refuerza la privación causada por el desempleo en
la dimensión laboral de la exclusión social. En momentos como el actual donde hay escasez de
demanda laboral y una sobreoferta de trabajadores, la capacidad de absorción tanto del segmento
primario como del secundario se hacen muy pequeñas. Como las ocupaciones del segmento
primario son las más deseables, la lucha por la superación de las barreras que impiden su acceso
se hace cada vez más tangible e influye en la decisión de los desempleados de prolongar su
período de paro hasta conseguir un empleo en el segmento primario. Adicionalmente, el ingreso a
ocupaciones del segmento secundario puede conllevar a la insatisfacción y por tanto a aumentar
los niveles de subempleo de una sociedad.
De esta manera, la desventaja causada por la segmentación laboral retroalimenta otras
privaciones relevantes, y viceversa, trayendo consigo estados de exclusión social e, incluso,
pudiéndose generar círculos viciosos de exclusión social persistente.
Bajo este contexto, el presente documento tiene como finalidad presentar la tesis doctoral titulada
Exclusión social y Segmentación laboral en Colombia. Esta tiene como objetivo general “identificar
13
la influencia de la segmentación laboral en la exclusión social de un individuo, ilustrando
empíricamente si esta situación se refleja en la población colombiana”. La hipótesis central de la
tesis es que “La participación laboral influye significativamente en la exclusión social de un
individuo y, por tanto, la existencia de segmentación en el mercado de trabajo afectará su
exclusión social”. Vale la pena aclarar que, dada la ausencia de datos panel para Colombia, el
análisis se concentrará en los estados de exclusión social y no en su proceso dinámico de
conformación.
Adicional a esta introducción, la tesis se divide en cuatro capítulos: El primero trata acerca de la
exclusión social, el segundo sobre la segmentación laboral, el tercero estudia la influencia de la
segmentación laboral en la exclusión social y el cuarto muestra la persistencia de la exclusión
social ayudada por la segmentación laboral. Al final se presentan las conclusiones generales del
trabajo y la bibliografía consultada.
Cada uno de los capítulos, además del contenido conceptual, tiene un ejercicio empírico para
Colombia. En el primero se busca ordenar a los colombianos de acuerdo a su estado de exclusión
social. En el segundo se quiere identificar la existencia de segmentación en el mercado de trabajo
colombiano y, por tanto, clasificar a los individuos ocupados según su participación en el segmento
primario o secundario. Los dos primeros capítulos guían el documento hacia el tercero que
representa el componente más innovador de esta tesis; el objetivo de éste es articular la
existencia de la segmentación laboral a la medición de los estados de exclusión social. Siendo la
segmentación laboral un fenómeno particularmente urbano, aunque el capítulo uno tendrá un
alcance nacional, los capítulos dos y tres dejarán de lado el área rural. Por último, en el cuarto
capítulo se busca evidenciar si la exclusión social en Colombia subsiste en el tiempo alimentada
por la segmentación de su mercado laboral; ante la ausencia de datos nacionales idóneos para
distintos períodos del tiempo, el ejercicio empírico se concentra en Bogotá.
Caracterizar la influencia de la segmentación laboral en la exclusión social constituirá una
importante contribución analítica puesto que dicha relación ha estado olvidada en el debate
académico. En el caso de Colombia, está tesis se justifica dados los preocupantes indicadores de
pobreza y calidad de vida sumados a los de la descomposición social propia no solo del conflicto
armado que nos aqueja sino de la inequidad existente. Por otro lado, es evidente que Colombia
sufre de falta de capacidad para generar empleos suficientes para la población económicamente
activa, de una creciente precariedad en los empleos creados y de un alto grado de informalidad
donde la mayor parte del excedente de la mano de obra es absorbida por el sector informal, con
niveles de hasta dos terceras partes de la población ocupada total; todos estos rasgos
14
corresponden a los de una economía cuyo mercado laboral está segmentado. Así las cosas, el
estudio de la exclusión social en Colombia está plenamente justificado más aun ante la posible
existencia de segmentación laboral. En últimas, los resultados acá obtenidos podrán servir como
base para la toma de decisiones políticas nacionales y la extrapolación del análisis en otros
contextos similares.
15
1. LA EXCLUSIÓN SOCIAL
1.1 CONCEPTO
El estado de exclusión social en un individuo puede definirse como el entrelazamiento de
privaciones relevantes, relativas a la sociedad donde vive. 12
Adoptando la definición de privación dada por Runcinam (1996, p.10), se puede decir de manera
general que una persona es privada de X cuando: i. No posee X; ii. Puede observar que otra u
otras personas, incluyéndose a ella misma en otro período de tiempo pasado o esperado, poseen X
y iii. Ve factible que ella posea X. Sin embargo, en casos en que la situación de privación es muy
honda, la condición iii podría no presentarse ya que el individuo ni siquiera piensa que él pueda
acceder al bien X. Ahora bien, teniendo en cuenta que como dice Amartya Sen el bien-estar de un
individuo no estará determinado por los bienes que posee sino por sus funcionamientos, es decir
por las cosas que una persona ha logrado ser y hacer en su vida13, las privaciones que conciernen
a la exclusión social serán las de los funcionamientos relevantes. 14
En un punto determinado del tiempo, las personas pueden sufrir simultáneamente de privaciones
en algunos o todos los funcionamientos de las dimensiones relevantes que son la física, de capital
humano, económica, de capital social, política y laboral15. En una descripción elemental de los
estándares de vida, la dimensión física incluirá funcionamientos de localización e infraestructura, la
de capital humano aquellos de salud y educación, la dimensión económica reunirá información
sobre ingresos y patrimonio, la de capital social conjugará funcionamientos de las relaciones
12 Esta definición está fundamentada en Amartya Sen (1985, 1993, 2000). Como noción analítica, el término exclusión social parece haberse acuñado originalmente en Francia por Rene Lenoir en su libro de 1974 “Los excluidos: un francés de diez” (Les Exclus: Un français sur dix), para referirse a varias categorías de personas catalogadas como problemas sociales y quienes no gozaban de la protección de la seguridad social. Hoy en día existen un sinnúmero de definiciones de la exclusión social pero, en general, siempre se ve como un estado de malestar y discapacidad. Para Jordan (1996), por ejemplo, este concepto se asocia a la falta de poder individual de algunas personas para acceder a recursos comunes a toda la ciudadanía, que se convierte en un obstáculo estructural en el nivel social. Bhalla y Lapeyre (1999) definen exclusión social como un proceso que hace que individuos o grupos, quienes residen geográficamente en una sociedad, no participen en las actividades normales de los ciudadanos de esa sociedad. Siguiendo a Castel (1997), “serían excluidos aquellos que no participan de los intercambios regulados y que por tal razón la sociedad no reconoce en ellos una contribución significativa al ordenamiento social, así fuese en el marco de unos intereses contrapuestos o disímiles”. En últimas, como dice Sen (2000, p.9) “El lenguaje de exclusión es tan versátil y adaptable que hay mucha tentación a disfrazar cualquier privación como un caso de exclusión social. Hay, me temo, alguna evidencia en la amplia -y rápidamente creciente- literatura sobre exclusión social de que el lenguaje ha sobrepasado las ideas creativas implicadas”. 13 De hecho, según Sen el bien-estar estará dado, más que por los funcionamientos, por las capacidades del individuo; esto quiere decir, por el conjunto de combinaciones de funcionamientos que tiene disponible una persona para manejar su vida. En dicho conjunto se encontrará, obviamente, el set de funcionamientos que está determinando la calidad de vida presente. Como las capacidades son variables latentes, se acepta la evaluación de funcionamientos alcanzados como una evaluación elemental de la noción de capacidades. 14 Esta aproximación teórica de la exclusión social, dice Sen (2000), tiene sus raíces en el pensamiento aristotélico, consignado por ejemplo en Ética a Nicodemo donde se asevera que todo individuo vive en una “inescapable vida social”. Por otro lado, el mismo autor relaciona que La riqueza de las naciones de Adam Smith, en buena parte, “se preocupa por la importancia instrumental de la exclusión, y envuelve el análisis de los efectos de tipos particulares de exclusión, por ejemplo personas mantenidas afuera de los mercados (a través de legislación) o fuera de la educación (por falta de medios privados o soporte público)”. 15 Como dice Silver (1995, p.60), en la literatura se habla de individuos excluidos de espacios tan disímiles como: “un sustento; empleo permanente o seguro; ganancias; propiedad, crédito o tierra; vivienda; niveles de consumo mínimos o que prevalecen; educación, habilidades y capital cultural; el Estado de Bienestar; ciudadanía e igualdad legal; participación democrática; bienes públicos; la nación o raza dominante; familia y sociabilidad; humanidad, respeto, cumplimiento y entendimiento”. Por tal motivo, es útil establecer cuáles son las dimensiones sociales elementales.
16
interpersonales, la política dará cuenta del ejercicio de derechos y ciudadanía y, finalmente, la
dimensión laboral señalará la participación del individuo en el mercado de trabajo. La
independencia de esta última categoría, que algunos autores como De Haan (1999) incluyen en la
dimensión económica, tiene su validez en el hecho que las sociedades capitalistas se han
fundamentado en torno al trabajo y los individuos permanecen gran parte de su vida en ambientes
laborales; emplearse no es solo garantía de un nivel de ingresos sino que transforma la ubicación
física del individuo, sus posibilidades de adquirir capital humano y su cohesión social y política.
La relevancia de cada una de las privaciones en el estado de exclusión social es decidida
intrínsecamente en cada sociedad de acuerdo a sus características16. Obviamente, estará
relacionada con la importancia que le sea otorgado al respectivo funcionamiento en el análisis del
bien-estar de esa sociedad. Por ejemplo, como cita Sen (2000, p. 7), para su contexto Adam Smith
argumentaba: “Por necesidades yo entiendo no solo las comodidades que son indispensablemente
necesarias para vivir, sino cualquier cosa por la que sea tradición en el país declarar indecente a
cualquier persona encomiable que no la posea, incluso aquellas del orden más bajo…La tradición
ha declarado los zapatos de cuero como una necesidad de vida en Inglaterra. La persona
encomiable más pobre de cualquier sexo estaría avergonzada de aparecer en público sin ellos”17.
Aunque la selección de privaciones relevantes puede llevar a considerar algunas que estén
correlacionadas, lo importante es enfatizar que alcanzar cada uno de los funcionamientos
acreditará una menor exclusión social.
Lo anterior lleva a señalar que el concepto de exclusión social es de carácter relativo. La misma
definición de privación, que sitúa al individuo comparándose con personas de su entorno,
desvirtúa una concepción absoluta de la exclusión social que se entiende como el entrelazamiento
de privaciones. Como afirma Atkinson (1998), citado por Poggi (2004, p. 3), “La exclusión social
implica la exclusión de las personas de una sociedad particular, así que para juzgar si una persona
es excluida o no, se debe observar al individuo de forma relativa al contexto del resto de la
sociedad en la que vive”. Por su parte, Jehoel-Gijsbers y Vrooman (2007, p.13) afirman que no
puede haber un punto absoluto de demarcación en la medición de la exclusión social como si lo
puede haber en la de la pobreza18, ya que ésta solo puede ser establecida en una forma relativa
comparando las circunstancias de un individuo frente a otros en el mismo contexto histórico-social.
16 Por ejemplo, sociedades capitalistas considerarán de valiosa importancia la tenencia de terrenos propios mientras que en una comunista esta condición ni siquiera es concebible. Otro caso se da cuando hay diferencias de infraestructura en zonas rurales y urbanas; los servicios públicos pueden ser un privilegio de pocos en una zona rural mientras que en la urbana tener acceso a ellos es tan común que su relevancia no es discutida. 17 Smith (1776, p. 351-352). Traducción del autor. 18 Como puede ser, por ejemplo, que las personas no alcancen el nivel de ingresos requerido para cumplir con sus necesidades básicas.
Este es el caso de la definición de línea de pobreza en una forma absoluta, como lo hacen la mayoría de organizaciones internacionales, en un estándar de ingresos de 1 o 2 dólares diarios.
17
Así las cosas, el estado de exclusión social de un individuo se relacionará directamente con la
naturaleza de la vida que éste lleva en comparación con el resto de individuos de su sociedad,
yendo más allá del ingreso o las posesiones con las que cuenta y considerando su capital humano,
capital social e integración política, espacial y laboral19.
Dado su carácter multidimensional, el estado de exclusión social puede ser causado por cualquiera
de las privaciones relevantes ya que, como sustentan Rubio y Monteros (2002), cada una de estas
situaciones de desventaja se retroalimenta con las otras. Adicionalmente, existen condiciones no
determinadas por el sujeto que favorecen esa situación. Dentro de estos factores se cuentan la
discriminación por características individuales (fisiológicas psicológicas, socioeconómicas, etc),
choques socioeconómicos negativos en la vida del individuo (pérdida del empleo, rompimiento
repentino de lazos sociales, etc) y la influencia adversa de instituciones sociales, civiles y políticas
en la sociedad (poder de mercado, globalización, estado de bienestar, etc).20 De esta manera, el
origen de la exclusión social se considera un proceso dinámico21; el estado de exclusión social es el
resultado de los itinerarios que llevan a las personas al padecimiento simultáneo de privaciones
relevantes22.
Sobre las consecuencias que ocasionan los estados de exclusión social, además de la prolongación
de la pobreza y la desigualdad, fomenta la discriminación, limita las posibilidades de ascenso de
los individuos en la escala social y ocasiona conflictos psicológicos a las personas que reconocen
estar apartadas de la sociedad. Estos efectos de la exclusión a su vez podrán ser detonadores de
desarraigo, violencia, apatía o rechazo a las instituciones formales en la sociedad trayendo consigo
una deslegitimización de las mismas, considerando que el individuo excluido pierde su lugar en las
redes sociales que le brindaban identidad, auto-estima y sentido de pertenencia.23
Más aun, pensando en que el entrelazamiento de privaciones en un individuo puede permanecer a
través del tiempo, vale la pena anotar que constantes estados de exclusión social pueden llevar a
19Esto corresponde a una definición multidimensional de la exclusión social que es la más aceptada en los últimos tiempos. Esta tendencia es impulsada principalmente por organismos enfocados en la formulación de políticas sociales, tales como la Comisión Europea y el Instituto de Estudios Laborales de la Organización Internacional del trabajo, y su principal defensor es el premio Nobel Amartya Sen. Las otras dos perspectivas de la exclusión social que han sido relevantes en el estudio del fenómeno son la anglosajona y la francesa republicana, que tienen explicaciones monocausales de la exclusión social, la primera centrada en la pobreza y la segunda en el rompimiento de los lazos sociales. Las principales características de estas tres visiones de la exclusión social pueden ser consultadas en el Anexo 1 de este capítulo. 20 Esta descripción fue basada en Burchardt, Le Grand y Piachaud (1999, p. 232). 21 Ver, por ejemplo, Atkinson (1998), Bhalla y Lapeyre (1999) y Sen (2000), quienes defienden la existencia de un proceso dinámico que conduce a los estados de exclusión social. 22 Como es citado por Rubio et al. (2002, p. 26), la idea de itinerario o de proceso hacia la exclusión social ha sido explicada por Castel (1997, 1999). 23 Denis y Figueroa (1996) señalan que “en suma, en una sociedad capitalista, sobrepoblada, multiétnica y multicultural, las exclusiones sociales son fuentes significativas de desigualdad. En tal sociedad, la democracia es muy frágil." Ver en: http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/inst/papers/synth/socex/ch2.htm. Última consulta: 20 de abril de 2008.
18
una exclusión social persistente y posiblemente permanente24. En este caso aplica la teoría de
Myrdal25, premio Nobel de Economía en 1974, sobre los círculos viciosos en los que “un factor
negativo es, a un tiempo, causa y efecto de otros”26. Para una persona excluida a través de varios
períodos cercanos de tiempo será más difícil mejorar sus condiciones de vida frente a aquella para
la que el fenómeno ha sido coyuntural, es decir que sólo ha sido excluida en un momento
determinado.
De acuerdo a esta diversidad de causas y consecuencias, como afirma Rubio et al. (2002, p. 34),
“la intervención sobre la exclusión supone abordar problemas sociales muy complejos en los que
diferentes ámbitos – salud, trabajo, recursos personales, apoyos relacionales, etc. – se
entremezclan tanto en el origen como en las consecuencias de la exclusión”. Entonces, un
fenómeno multidimensional como la exclusión social no puede ser abordado desde respuestas
políticas fragmentadas sino que implica una intervención integral.
En cuanto a la medición del estado de exclusión social, se consideran cuatro etapas a desarrollar27.
Primero, decidir cuáles son los funcionamientos donde se considerarán las privaciones. Segundo,
determinar el o los puntos de corte de la distinción entre privados y no privados. Tercero,
identificar el aporte de cada privación al estado de exclusión social. Finalmente, calcular la medida
de exclusión social del individuo. En caso de desearse una división dual de la población entre
individuos excluidos socialmente y aquellos que no lo están, será necesario un paso adicional de
fijación del punto de corte en la distribución. Cada una de estas etapas dependerá siempre de la
sociedad de referencia.
El análisis del proceso causal de exclusión social, por ser dinámico como ya se mencionó
anteriormente, requerirá del acceso a información de tipo panel. Su justificación radica, como dice
Poggi (2004, p. 7), en que “Un rango de procesos sociales y económicos influenciarán los niveles
de exclusión, y hogares con similares niveles habrán llegado a esta posición final desde una
variedad de trayectorias diferentes”. 28
24 Poggi (2003) apoya firmemente esta aseveración. Para ese autor, “preguntas relacionadas con la persistencia de la exclusión social deben ser centrales en el debate sobre políticas de intervención sobre la exclusión social. (Poggi 2003, p. 81). 25 Ver, por ejemplo, Myrdal (1957) 26 En relación con la pobreza, Ragnar Nurske (1995) señala la existencia de un círculo vicioso bajo la concepción de “una constelación circular de fuerzas que actúan para mantener a un país pobre en estado de pobreza”. (Citado en Fontela & Guzmán 2003, p. 226). 27 Más adelante, en el ejercicio empírico con datos colombianos, se da una mayor explicación de cada etapa. 28 Como mencionan Rubio et al. (2002, p. 27), “aún son escasas las investigaciones empíricas que describan los principales itinerarios de la exclusión, así como tampoco se ha avanzado en el análisis de la reversibilidad de estos procesos”. En general, la literatura de este tipo corresponde al análisis de la exclusión social entre países europeos, con base al European Community Household Panel ECHP que permite hacer comparaciones a nivel nacional más no individual. Ejemplos de esto son: Papadopoulos y Tsakloglou (2001) y Boussert, D’ambrosio y Peragine (2003).
19
Por último, la evaluación de la persistencia de la exclusión social requerirá entonces de información
sobre estados de exclusión social a lo largo de distintos períodos del tiempo.
1.2 FORMALIZACIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL
Como se dijo antes, el estado de exclusión social en un individuo puede definirse como el
entrelazamiento de privaciones relevantes, relativas a la sociedad donde vive.
En este contexto, llámese:
F = el conjunto de c funcionamientos relevantes en una sociedad,
fi = el vector que reúne los niveles de los c funcionamientos relevantes que posee la persona
i, donde fi Є F,
d(.) = la función de privaciones de la persona i, que indica si i no ha alcanzado un mínimo nivel
de un funcionamiento relevante.
Existiendo c funcionamientos relevantes, la privación ocasionada por el nivel del funcionamiento x
que posee i está dada por dix = d(fix). Esta función representada de forma binaria29 será:
Privado: d(fix) = 1 si fix < fx*
No privado: d(fix) = 0 si fix ≥ fx*
Donde fx* representa el punto de corte que divide la distribución del funcionamiento x en los
grupos de privados y no privados30.
El vector de privaciones sufridas por la persona i, con c elementos, será di = d(fi) para fi Є F. Con
la representación binaria de d(.) los elementos de dicho vector serán ceros y/o unos.
La exclusión social de la persona i podrá ser vista entonces como una evaluación de di. Si se
denomina v(.) la función de valoración de las privaciones en una sociedad, entonces el valor del
29 Argumentando que en la evaluación binaria de las privaciones se pierde información de las mismas, otros autores sugieren otro tipo de mediciones. Algunos como Cerioli y Zani (1989) utilizan más de un punto de corte para analizar diferentes categorías de privación. Desai y Shah (1988), por otro lado, sugiere medir las privaciones usando la distancia entre el valor del funcionamiento poseído y la moda de la distribución general. En el caso de Hirschberg, Maasoumi y Slottje (1991), los autores también miden la privación como una distancia pero esta vez respecto a la media de la distribución y la dividen por su varianza. 30 Esta es la generalización para funcionamientos medidos como variables continuas o discretas. Cuando el valor del funcionamiento es binario, la privación se da en caso de no poseerse dicho funcionamiento (fix =0 y fx*=1). Para los funcionamientos medidos en forma continua o categórica, algunos investigadores optan por fijar el punto de corte en alguna porción de la media de la distribución en cuestión; otros, prefieren el uso de la mediana teniendo en cuenta que esta medida estadística es menos sensitiva que la media a los puntos extremos. Dando algunos ejemplos, Poggi (2004, p.29) expone que en la medición de la pobreza las estadísticas oficiales británicas utilizan el 50% de la media de la distribución del ingreso como punto de corte, Eurostat el 60% de su mediana y Tsakloglou y Papadopoulos (2001), para hacer análisis sensitivos, establecen puntos de corte en el 50%, 60% y 70% de la mediana. En el caso de funcionamientos con diversos indicadores, fx* representa el número máximo de éstos en los que un individuo puede estar en desventaja para que no se le considere privado.
(1) dbin(fix)
20
vector de privaciones estará dado por vi = v(d(fi)). El valor de la exclusión social de i, entonces,
será ESi = [esi | esi = v(d(fi)), para fi Є F]31.
Tomando v como una función aditiva separable que es la más usual en el diseño de indicadores
multidimensionales y recordando que el conjunto F reúne los c funcionamientos relevantes en la
sociedad, la exclusión social del individuo i que estará en función de sus privaciones di se convierte
en:
����� � � ∑ �� ����������� (2)
Siendo esi una combinación lineal de las privaciones relevantes acumuladas por i, d(fix) es la
privación de la persona i dado su nivel del funcionamiento fx y wx el aporte a la exclusión social de
la respectiva privación. Como la valoración de las privaciones se hace para la sociedad en su
conjunto y no a nivel individual, los pesos wx serán los mismos para todos los individuos i que a
ella pertenecen. La sumatoria se evalúa con x desde 1 hasta c, teniendo en cuenta que éste es el
número de funcionamientos relevantes de la sociedad de referencia. Dada la representación
binaria de d(fix), en el caso de individuos con ninguna privación ����� � será igual a cero, indicando
el menor índice de exclusión social posible. En el caso de individuos con privaciones, la función (2)
las ponderará para determinar su grado de exclusión social.
Como no se conoce a priori el peso wx de cada privación dentro de la exclusión social, éstos serán
definidos mediante el análisis de correspondencias múltiples ACM32 que, en pocas palabras, es un
análisis de componentes principales ACP33 pero diseñado para variables binarias34. La ventaja de
usar estos pesos factoriales del ACM es que se dará mayor peso a las privaciones sufridas en
funcionamientos que son poseídos por la gran mayoría de los individuos de la sociedad35. Los
aportes de cada privación en la exclusión social se calculan entonces así:
����,� � �
���� ������������� , ��
� �
31 Hasta acá, el análisis de la exclusión social a partir de las privaciones por funcionamientos corresponde al inverso del análisis del bien-estar hecho por Sen. En el modelo teórico expuesto por Sen (1985, p. 9-16), el valor de bien-estar estará dado por Vi = [vi | vi = v(bi), para bi en Qi ], donde bi son los funcionamientos que posee i, v su función de valoración y Qi el conjunto de capacidades. 32 En la literatura es común asignar pesos iguales para todas las variables de un índice compuesto agregativo. Sin embargo, se quiso utilizar el ACM dada su utilidad para hacer escalamientos óptimos cuando el objetivo es captar la máxima correlación entre variables. Este procedimiento se acercará más a la evaluación intrínseca que la sociedad hace de las privaciones y permitirá captar un continuo de grados de exclusión social. 33 Como dicen Asselinn y Tuan Anh (2008, p. 2), el ACP “esencialmente consiste en construir una secuencia de combinaciones lineales no correlacionadas (ortogonales) y normalizadas de las k variables de entrada, agotando la variabilidad completa del set de variables de entrada, llamado la “varianza total” y definida como la traza de la matriz de covarianza, es decir la suma de las k varianzas. El proceso de reducción descrito, equivalente a la identificación de los valores y vectores propios, corresponde geométricamente a un cambio en el sistema de ejes cartesianos (translación y rotación) del espacio euclidiano de dimensión k. Básicamente el ACM es un proceso de ACP que usa la métrica chi cuadrado χ" en lugar de la Euclidiana”. (Asselin et al. 2008, p. 4). 34 Esto se hace teniendo en cuenta la decisión de asumir ������ en forma binaria. 35 En el uso del ACM para obtener índices de problemáticas sociales, como bien ejemplifica Asselin et al. (2008, p. 5), esos atributos de alto peso representan aquellas cuestiones que la sociedad debe buscar eliminar con prioridad.
21
Donde:
����,� = Peso por la categoría k de la privación dx, en el eje factorial α.
n = Población de la sociedad analizada
���� = Frecuencia de la categoría k de la privación dx
�� = Peso normalizado del eje factorial α.
��� = Variable binaria donde 1 indica que la población agregada tiene la categoría k de la
privación dx
Dado que el primer eje factorial del ACM (α = 1) contendrá la mayor variabilidad de la matriz de
covarianza, éste será escogido para calcular los wx de la combinación lineal dada en la ecuación
(2) mientras permita que se cumplan las condiciones de consistencia del índice agregado36. El peso
de cada privación en la variable latente de exclusión social será entonces:
����,� � $
$%�� ������������� , ��
� � (3)
De esta manera, reemplazando la ecuación (3) en (2), la exclusión social de un individuo se
transforma en:
����� � � ∑ &����,� ������'���� (4)
Con ������ definida en forma binaria y ����,� hallados a través de un ACM, esta función de exclusión
social es(di) dada en la ecuación (4) tendrá las siguientes propiedades:
1. Foco. Para cualquier persona i y un funcionamiento fx tal que fix ≥ fx*, un incremento en fix,
con los otros funcionamientos permaneciendo fijos, no cambiará su situación de no
excluido.
2. Monotonicidad. Para cualquier persona i y un funcionamiento fix tal que fix < fx*, un
incremento en fix, con los otros funcionamientos permaneciendo fijos, no incrementará su
exclusión social es(di) sino que la disminuirá o la mantendrá igual.
3. Acotamiento inferior. Cualquier persona i que tenga fix ≥ fx* para todos los c
funcionamientos relevantes, será no excluida y por tanto su índice de exclusión social será
igual a cero.
4. Acotamiento superior. Para cualquier persona i que fix < fx* para todos los c
funcionamientos relevantes, la exclusión social será máxima.
36 Estas son el axioma de monotonicidad y de foco que se explican a continuación.
22
5. Continuidad. Para cualquier ����,�, esi es continua.
6. Descomposición. Para cualquier agrupación de privaciones dm, esi se podrá expresar como
la suma de la exclusión dada por cada agrupación de privaciones, es(di) =∑ ����(( �. 7. Homogeneidad de grado uno. Siendo z cualquier número real mayor que cero, es(z*di)
=z*es(di).
Ahora bien, pensando en que la exclusión social tiene seis dimensiones importantes (Física, Capital
Humano, Económica, Capital Social, Política y Laboral) que agruparán unos respectivos
funcionamientos relevantes, dada su propiedad de descomposición el índice de exclusión social del
individuo i será:
������ � ����� �)í+ , ����� ��- , ����� �.�/$ , ����� ��+ , ����� �0/1 , ����� �123 (5)
Donde ����� �)í+ es la exclusión dada por las privaciones en funcionamientos de la dimensión física,
����� ��- la exclusión dada por las privaciones en funcionamientos de la dimensión de capital
humano, ����� �.�/$ la exclusión dada por las privaciones en funcionamientos de la dimensión
económica, ����� ��+ la exclusión dada por las privaciones en funcionamientos de la dimensión de
capital social, ����� �0/1 la exclusión dada por las privaciones en funcionamientos de la dimensión
política y, finalmente, ����� �123 que es la exclusión dada por las privaciones en funcionamientos
de la dimensión laboral.37 La importancia de cada una de las dimensiones en el índice de exclusión
social será relativa a la sociedad que se esté analizando.
La expresión es(di) permite comparar a los individuos entre sí según su estado de exclusión social.
Sin embargo, si se quiere una representación binaria, se puede optar por la definición:
Excluido: es_bini = 1 si es(di) > es*
No Excluido: es_bini = 0 si es(di) ≤ es*
Donde es* representa el punto de corte que divide la distribución del índice de exclusión social
es(di) en excluidos y no excluidos38.
Por último, el estado persistente de exclusión social podrá evaluarse de acuerdo a las transiciones
que realice el individuo entre estados de exclusión y no exclusión. Si se mide la exclusión social de
un individuo i en un tiempo de t períodos se puede notar que éste ha sido excluido entre 0 y t
37 Se considera que cada dimensión tendrá la misma importancia dentro de la exclusión total, por tanto los pesos de cada privación corresponderán a su aporte al índice global de la exclusión social y no a uno particular por cada dimensión. 38 Una vez más, para establecer este punto de corte se puede hacer uso de la media o mediana estadística o de alguna de sus
proporciones. También se puede optar por establecer este límite a criterio del investigador.
(6) es_bini
23
veces, teniendo como referente cuál es el número máximo de veces que en su sociedad una
persona podría estar excluida en ese lapso de tiempo para no considerarla en exclusión social
persistente. Así las cosas, el estado persistente de exclusión social del individuo i se puede
expresar como:
Excluido persistente: es_persi = 1 si ∑ es_bin9: ; < :�
No Excluido persistente: es_persi = 0 si ∑ es_bin9: = < :�
Recordando que, según (6), es_bini es una variable binaria, la suma de sus valores en t períodos
representará cuántas veces la persona ha sido excluida en este lapso de tiempo; y < será el punto
de corte escogido, es decir el número mínimo de períodos que debe haber sido excluida la persona
i para considerarla en exclusión social persistente en esa sociedad.
1.3 LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA
El presente aparte de este documento busca, en primera instancia, identificar el grado de
exclusión social de los colombianos. Para esto, de acuerdo a los lineamientos generales del marco
teórico planteado anteriormente, se buscará calcular un índice del estado de exclusión social de los
colombianos que conjugue las privaciones en las dimensiones sociales elementales: física, de
capital humano, económica, de capital social, política y laboral. Además, para facilitar las
comparaciones entre grupos de población, se establecerá una división dual entre individuos
excluidos y no excluidos socialmente en Colombia.
En correspondencia a la hipótesis general de esta tesis, en el presente capítulo se buscará probar
la siguiente hipótesis:
• Hipótesis 1. El estado de exclusión social varía significativamente de acuerdo a la
participación del individuo en el mercado laboral, siendo menor para aquellos que están
ocupados frente a los desocupados e inactivos.
1.3.1 Estudios Previos
Colombia no ha sido ajena a la corriente académica de trabajos sobre exclusión social puesto que
se considera un problema vigente en esta sociedad39. Dichos trabajos se han concentrado en
evaluar el grado de exclusión social de aglomerados de población en el país40 o las regiones41 más
no en identificar puntualmente a los individuos excluidos. Además de resaltar la relación de este
39 Garay (2002) ha afirmado que “Colombia es una sociedad caracterizada por una profunda exclusión social”. 40 El Inter-American Development Bank (2003) y el World Bank (2003) estudian la realidad latinoamericana incluyendo Colombia. 41 Ver en Ávila y Betancourt (2006) un análisis de la exclusión social en las diferentes localidades de Bogotá.
es_pers i (7)
24
problema con los altos índices de pobreza42, se destaca la prominencia de la exclusión social en el
país dado su carácter intergeneracional43, su manifestación perversa en el ejercicio de la función
pública44 y su coexistencia con otros problemas sociales45.
1.3.2 Datos Utilizados
Con el fin de disponer de la mayor información posible acerca de las privaciones de los
colombianos, se utilizaron los datos recopilados en la Encuesta de Calidad de Vida 2003 ECV2003.
Esta encuesta fue desarrollada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE
para “proveer a la nación de información pertinente sobre los hogares colombianos, con el objetivo
de contribuir en el propósito del gobierno de implementar programas y estrategias de desarrollo
para mejorar las condiciones de vida de la población colombiana, especialmente las de los grupos
más desposeídos” 46. Adicionalmente se utilizó información regional proveída por la Registraduría
Nacional del Estado Civil47 y Fondelibertad - Ministerio de Defensa nacional48 para la creación de
variables de exclusión política. (Ver Anexo 2 para una descripción de las variables utilizadas).
Para el año 2003, Colombia tenía 43’717.578 habitantes de los cuales el 73.46% habitaban en las
cabeceras municipales y un 52.29% era de género femenino. La región con mayor porcentaje de
población es la Atlántica y la menor San Andrés y Providencia, pero si se tiene en cuenta la
superficie de cada una, la región con mayor densidad de población49 es Bogotá D.C y la menos
densa la Orinoquía50. Cerca de un 22% de la población total pertenece al primer quintil de ingreso
frente a un 15.28% del último quintil. En la población rural, en contraste con la urbana, hay una
mayoría masculina, población casada o en unión libre más numerosa y con niveles de pobreza más
acentuados. Las regiones de Colombia también presentan diferencias significativas entre ellas,
siendo notable la inequitativa distribución de la riqueza en el país donde, por ejemplo, Bogotá y la
región Pacífica tienen respectivamente un 7.13% y un 37.88% de su población en el primer quintil
de ingreso. (Ver Anexo 3 para mayor información sobre la población colombiana).
42 En la relación exclusión social-pobreza se destacan los trabajos de Consuelo Corredor (1998, 1999 y 2004) y González (2000). 43 Garay (2002). 44 Sobre este tema se centró el VII Coloquio organizado por el Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad del Valle, denominado “Exclusión social y construcción de lo público en Colombia”, realizado en el año 2000. De este encuentro se destacan los trabajos de Valencia (2000), Misas (2000) y Ortiz (2000). Otros autores que han estudiado la relación de la exclusión social con la esfera pública son: Hurtado (2004) y Núñez y Espinosa (2005). 45 Entre los problemas correlacionados se señala, además de la pobreza, la concentración de riqueza y poder, la desigualdad, el rebusque, la corrupción, el clientelismo, la violencia, y el narcotráfico. Ver, por ejemplo, Camacho (2001). 46 Para ésta y otra información sobre la ECV 2003 consultar http://www.dane.gov.co/inf_est/calidadvida.htm 47 Se consultó la información disponible en la página http://www.registraduria.gov.co/contactenos.htm, sobre los porcentajes de participación en las elecciones presidenciales del año 2002, las elecciones para gobernador del año 2003 y las del referendo del año 2003. 48 De donde se obtuvo información sobre las presiones políticas sufridas por todos los municipios del país en el año 2003, incluyendo secuestros, atentados, asesinatos y boicots asociados a la actividad política por parte de grupos armados guerrilleros, paramilitares y delincuencia común. 49 La densidad de población se obtuvo de dividir el número de habitantes por la superficie de la región. Los valores de superficie fueron tomados de http://es.wikipedia.org/wiki/Departamentos_de_Colombia (Última consulta Mayo 26 de 2008). 50 Es importante notar que tanto para San Andrés y Providencia como para la Orinoquía, toda la población se consideró habitando en las cabeceras municipales, que para efectos de este trabajo fue clasificado como zona urbana.
25
1.3.3 Los excluidos socialmente en Colombia
Como se dijo anteriormente, se quiere hacer una clasificación de los colombianos según su estado
de exclusión social para así poder continuar con las prueba de hipótesis trazada. La ausencia de
datos panel51 para el país obliga a limitarse a una medición estática de la exclusión social.
A continuación se presentan los resultados obtenidos para cada una de las etapas metodológicas
seguidas en la identificación de la exclusión social en Colombia.
1.3.3.1 Identificación de los funcionamientos relevantes en Colombia
La identificación de funcionamientos es clave en el análisis de exclusión social puesto que
determinará las privaciones que se tendrán en cuenta para definir si un individuo es excluido
socialmente o no. La pregunta a realizarse en esta etapa es, por tanto, ¿cuál es la lista adecuada
de funcionamientos relevantes? Como dice Brandolini y D’alesio (1998, p. 7) “En general, el trade-
off es entre el riesgo de una redundancia que obstaculice cualquier intento de dar una descripción
precisa del bien-estar de la gente y la posibilidad de ignorar algunos aspectos importantes”.52 Para
esta escogencia de funcionamientos relevantes, Sen (1993, p.36) da algunas pistas: “Los
funcionamientos relevantes varían desde algunos muy elementales como escapar de la morbilidad
y mortalidad, estar adecuadamente alimentado, poderse mover, etc. hacia unos más complejos
como ser feliz, lograr auto-respeto, tomar parte de la vida de una comunidad, aparecer en público
sin pena. La consigna es que los funcionamientos señalen el estado de la persona.” Algunos
ejemplos de los funcionamientos escogidos en la literatura empírica, así como los indicadores
utilizados, se presentan en el Anexo 4.
Los funcionamientos escogidos como relevantes para el estudio de la exclusión social en Colombia,
según las dimensiones elementales de ésta, se presentan en la Tabla 153.
51 Esto hace referencia a información pública. Se tiene conocimiento que la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo, FEDESARROLLO ha venido recogiendo información de tipo panel desde el año 1999 pero no fue posible obtenerla para este estudio. 52 Sen (1985, p.7) afirma que “no hay un ordenamiento completamente verdadero para un vector de funcionamientos. La arbitrariedad de escoger un número de elementos como un reflejo de la extensión de las opciones disponibles hace de ésta una aproximación muy limitada, ya que la calidad de esos elementos hacen también la diferencia”. Más allá, Sen (2000, p. 46-47) expone que “el análisis de la privación de capacidades en general y aquel de la exclusión social en particular tienen que tomar adecuada nota del hecho de que el mundo que está siendo interpretado y examinado en esos estudios es cambiante por sí mismo a menudo muy rápido. El alcance y versatilidad de las respectivas investigaciones depende crucialmente de tomar adecuada nota de esas fuerzas del cambio que caracterizan el mundo contemporáneo”. 53 Para esta selección se partió de la guía dada por Alkire (2007).
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TABLA 1. FUNCIONAMIENTOS RELEVANTES DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA
DIMENSIÓN FUNCIONAMIENTOS INDICADORES DE PRIVACIÓN
Física
Infraestructura de la vivienda
- Tipo de vivienda - Material de las paredes - Material de los pisos - Hacinamiento
Localización de la vivienda - Riesgo inminente - Sitio peligroso en la vecindad - Seguridad del barrio
Servicios domiciliarios
- Disponibilidad de servicios domiciliarios - Tipo de sanitario - Abastecimiento de agua - Combustible utilizado
Capital Humano
Salud - Estado general de salud - Enfermedad crónica
Educación - Analfabetismo - Máximo nivel educativo alcanzado
Económica Dependencia económica - Número de personas por ocupado en el
hogar
Riqueza - Bienes acumulados en el hogar - Consumo de tres comidas diarias
Capital Social
Contactos sociales
- Sin lazos familiares primarios en el hogar - Nuevo en el municipio donde habita - Persona a quien recurrir en caso de situación difícil
Bien-estar del hogar - Drogadictos o alcohólicos en el hogar - Discapacitados en el hogar - Año difícil para el hogar
Política
Participación electoral
- Votación en elecciones presidenciales - Votación en elecciones locales - Votación en mecanismos de participación ciudadana
Seguridad en la actividad política
- Asesinatos políticos - Secuestros políticos - Atentados políticos
Laboral Empleo - No participación laboral
En el desarrollo de esta tarea se tuvieron en cuenta los diferentes aspectos considerados en las
mediciones multidimensionales de pobreza en Colombia54, aquellos contemplados en otros trabajos
sobre exclusión social en el país55 así como también el criterio del autor para incluir otros
factores56. Dado que los jefes de hogar son los encargados de responder todas las preguntas de la
Encuesta de Calidad de Vida 2003, la información contenida en la misma estará indiscutiblemente
sesgada por el parecer de estas personas. Aunque la unidad de análisis de este estudio es el
individuo, algunos de los indicadores considerados toman valores del hogar no solo porque éste es
el dato disponible sino porque se presupone que la situación del hogar incide en la exclusión
individual de cada uno de sus miembros57. Otros datos, los políticos, fueron obtenidos a nivel de
región por razones que se explican posteriormente. A continuación se analizan las privaciones de
la población colombiana por cada uno de los funcionamientos relevantes.
54 Basados en la lectura de Muñoz (1999, p. 139-155). 55 Principalmente, se extrapolaron al nivel individual aquellos indicadores locales utilizados por Ávila y Betancourt (2006). 56 El ejercicio se hizo teniendo en cuenta la disponibilidad de información, sobre todo para aquellos indicadores de la dimensión social y la política. 57 Ante la pregunta obvia de por qué no se consideró el hogar como la unidad de estudio, debe decirse que para el análisis del estado de exclusión social se considera importante partir de la heterogeneidad de cada individuo en cuanto a sus habilidades innatas y a las decisiones propias que ha tomado sobre su vida, características independientes de las personas con quien comparta su vivienda.
27
1.3.3.2 Análisis de las privaciones de los colombianos
Una vez elegidos los funcionamientos relevantes, se analizó cómo están dadas las privaciones
según cada uno de ellos. Aunque diversos indicadores fueron utilizados para cada funcionamiento,
siguiendo a Brandolini y D’Alesio (1998, p. 35) con el fin de simplificar el análisis se consideró que
la privación en cualquiera de los indicadores es factor de privación en el respectivo
funcionamiento58. Los porcentajes de población privada a nivel nacional y por zona urbana y rural,
para cada uno de los indicadores así como el total por funcionamiento, se relacionan en el Anexo 5
organizados según las dimensiones de la exclusión social. Adicionalmente, se estudió la
simultaneidad de privaciones en los colombianos cuyos resultados se presentan en el Anexo 6.
1.3.3.2.1 Privaciones en cada dimensión de la exclusión social
Analizando globalmente los resultados encontrados sobre las privaciones de los colombianos, se
extraen algunas conclusiones importantes. Para todos los funcionamientos de las dimensiones
física, de capital humano, económica y laboral la privación aumenta a medida que se desciende en
la escala de los quintiles de ingreso, patrón que no se evidencia en todos los funcionamientos de
las dimensiones de capital social y política59. Esto señala la importancia de considerar éstas últimas
dimensiones si se quiere analizar el bien-estar humano más allá de los niveles de pobreza. Por otro
lado, se presentan diferencias en la privación de las áreas urbana y rural en todas las dimensiones,
con menores brechas en los funcionamientos de capital humano. En todos los funcionamientos,
con excepción del que mide los contactos sociales, se presenta una mayor privación de los
individuos pertenecientes a las minorías étnicas. En cambio, parece no existir mayor diferenciación
por el género de individuo. En cuanto a las diferencias por regiones, la Región Pacífica es la que
presenta las mayores privaciones en la mayoría de funcionamientos. Finalmente, se debe notar
que la población de la región oriental es la única que no presenta privación por ninguno de los dos
indicadores de la dimensión política.
A continuación se explica más detalladamente como fue el proceso de identificación de las
privaciones por cada funcionamiento relevante.
A. Dimensión física de la exclusión social en Colombia
Dentro de los funcionamientos relevantes de la dimensión física de la exclusión social en Colombia
se encuentran aquellos relacionados con la infraestructura y localización de las viviendas, así como
los servicios domiciliarios disponibles.
58 Este criterio mantiene la clasificación dicotómica de los indicadores primarios, pero claramente es solo una entre muchas posibilidades de agrupación. 59 En todo caso, esto se ve influenciado porque algunas variables son medidas individualmente, otras a nivel de hogar y el resto son de carácter regional.
28
a. Infraestructura de la vivienda.
Dentro del funcionamiento de infraestructura, existen cuatro indicadores a tener en cuenta. La
caracterización de la privación por cada uno de ellos se expone en la Tabla 2.
Para analizar los indicadores de material de paredes, material de pisos y hacinamiento se partió de
indicadores de pobreza tradicionales, mientras que el indicador de tipo de vivienda se escogió a
criterio del autor con base en D’Ambrosio y Rodríguez (2008). De esta manera, se construyó una
variable binaria de cada uno de los indicadores para señalar los individuos que sufren o no la
privación.
TABLA 2. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO INFRAESTRUCTURA DE VIVIENDA
INDICADOR PRIVACIÓN - Tipo de vivienda Tipos de vivienda diferentes a casas o apartamentos60.
- Material de las paredes Paredes en madera burda, tabla, tablón, guadua, caña, esterilla, otro vegetal, zinc, tela, lona, cartón, latas, desechos o plástico o sin paredes.61
- Material de los pisos Pisos en tierra, arena, madera burda, tabla, tablón u otro vegetal. Para las viviendas urbanas, también los pisos en cemento o gravilla.62
- Hacinamiento Hogares con más de tres personas por cuarto, sin incluir cocina, garaje, baños o negocios pero si sala y comedor.63
Como se reporta en la Tabla 1 del Anexo 5, un 2.36% de la población nacional viven en cuartos u
otros tipos de vivienda deficiente como carpas, tiendas, vagones, embarcaciones, refugios
naturales, puentes, etc. La privación por material de la pared de la vivienda es sufrida por un
7.72% de los colombianos mientras que un 7.94% está privado por vivir en hacinamiento. Cerca
del 41% de los colombianos viven en viviendas con piso diferente al mármol, parqué, madera
pulida, alfombra, baldosa, vinilo, tableta o ladrillo (o cemento o gravilla en la zona rural).
Tomando como privado en el funcionamiento de infraestructura de vivienda al individuo que tiene
problemas en al menos uno de los anteriores cuatro indicadores, se encuentra que un 44.70% de
la población colombiana sufre de esta privación, 43.29% en la zona urbana y 48.59% en la zona
rural.
60 Según las opciones de respuesta disponibles en la ECV 2003, estos tipos de vivienda privados corresponden a cuartos en inquilinato, cuartos en otro tipo de estructura, carpas, tiendas, vagones, embarcaciones, refugios naturales o puentes. Para su definición, se tuvo en cuenta la variable considerada en D’Ambrosio y Rodríguez (2008) acerca de viviendas de tipo “un solo cuarto”. 61 Definición tomada de los indicadores del Índice de Calidad de Vida. Ver González (2000, p. 83). 62 Ibíd. 63 Definición tomada del Indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas. Ver Muñoz (1999, p. 143).
29
b. Localización de la vivienda.
Sentirse tranquilo en el área de vivienda es considerado positivo para el bien-estar de los
individuos. Como tal, habitar en zonas de riesgo, cerca a algún sitio peligroso o en un barrio
inseguro, puede llevar a estados de privación (Ver Tabla 3).
TABLA 3. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO LOCALIZACIÓN DE VIVIENDA
INDICADOR PRIVACIÓN
- Riesgo inminente
Vivienda ubicada en zona de riesgo de inundaciones, avalanchas, derrumbes, deslizamientos, desbordamientos, crecientes, arroyos, hundimiento del terreno o fallas geológicas.64
- Sitio peligroso en la vecindad
Vivienda ubicada cerca de fábricas, industrias, basureros, plazas de mercado, mataderos, aeropuertos, terminales de buses, caños de aguas negras, plantas de tratamiento de aguas residuales, líneas de transporte de hidrocarburos o líneas de energía de alta tensión.65
- Seguridad del barrio Percepción de que el barrio donde habita es inseguro.
Se quiere anotar que las estadísticas acerca de estos indicadores están asociadas a la percepción
del jefe de hogar sobre la ubicación de la vivienda.
Dentro de las tres características consideradas, la mayor privación se da por individuos que viven
cerca de sitios peligrosos (23.54%), seguida de aquellos con inseguridad en el barrio (22.03%) y
por último los que habitan en zonas de riesgo (17.57%). En total, para el funcionamiento de
localización de la vivienda hay un 48.05% de colombianos privados. La distribución dentro de los
grupos poblacionales urbano y rural, tiene características similares a las de la población nacional.
(Ver Tabla 2 del Anexo 5)
c. Servicios domiciliarios.
Siguiendo los preceptos del Índice de Calidad de Vida ICV, la disponibilidad y calidad de unos tipos
particulares de servicios públicos son tenidas en cuenta como aspecto importante en el análisis de
la dimensión física de la exclusión social en Colombia. (Ver Tabla 4).
64 La decisión de tener en cuenta este indicador se apoya en lo dicho por Muñoz (1999, p. 151) en cuanto a las limitaciones del ICV y el NBI. 65 Ibíd.
30
TABLA 4. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO SERVICIOS DOMICILIARIOS
INDICADOR PRIVACIÓN
- Disponibilidad de servicios domiciliarios Ningún tipo de servicio público domiciliario. Para el área urbana se tienen en cuenta además las viviendas que no gozan de servicio de recolección de basura. 66
- Tipo de sanitario
Sin sanitario o uno del tipo letrina o bajamar, para las viviendas rurales. Cualquier tipo de sanitario diferente al inodoro con descarga, para las viviendas urbanas. 67
- Abastecimiento de agua
Abastecimiento de agua distinto a acueducto público, comunal o veredal, para las viviendas urbanas. Para las rurales, agua de lluvia, río, quebrada, manantial o nacimiento.68
- Combustible utilizado
Combustible diferente a electricidad, gas natural o gas propano para las viviendas urbanas. Adicionalmente, leña para las rurales. 69
Como aparece en la Tabla 3 del Anexo 5, en Colombia hay un 9.47%, 13.50%, 10.88% y 19.28%
de individuos privados, respectivamente, por deficiencia en el acervo de servicios públicos, servicio
sanitario, agua consumida y combustible para cocinar los alimentos. Un porcentaje del 29.38% de
los colombianos tienen privaciones para el funcionamiento total de servicios públicos.
Es importante señalar que una porción considerable de la población menor de cinco años (11.69%,
17.54%, 13.86% y 24.20%, respectivamente para los indicadores de disponibilidad de servicios
públicos, sanitario, acueducto, y combustible) ya se encuentra en estado de privación por las
deplorables condiciones de sus hogares.
B. Dimensión de Capital Humano de la exclusión social en Colombia
El capital humano, relacionado con aspectos de salud y educación, ha sido ampliamente estudiado
como parte de la condición de vida de los individuos no solo por su estricta relación con el ingreso
sino por las implicaciones sicológicas de bien-estar que trae consigo. Además, es tal vez en esta
dimensión donde se puede observar de manera más explícita los logros que una persona ha
conseguido de acuerdo a sus opciones disponibles pero también a sus decisiones individuales. A
continuación se explican las privaciones consideradas para los dos funcionamientos de capital
humano.
a. Salud.
En cuanto a la salud de los individuos, es importante analizar diversos aspectos que al
complementarse den una visión de la condición real del individuo. El estado general de salud, por
ser una variable autoreportada, contiene elementos de percepción así que se considera importante
estudiarla junto a otra variable de salud más precisa como puede ser el padecimiento de
66 Definición tomada de los indicadores del Índice de Calidad de Vida. Ver González (2000, p. 83). 67 Ibíd. 68 Ibíd. 69 Ibíd.
31
enfermedades crónicas70. Aunque se sabe de antemano que con éstas variables se corre el riesgo
de no saber qué nociones sobre salud tiene el individuo y cuál es su compatibilidad con el resto de
la población, además que pueden estar estrictamente relacionadas con la edad, son las
aproximaciones más reales sobre salud a las que se puede llegar con la información disponible en
la ECV 200371. Así, las privaciones por estos indicadores se explicaron como se muestra en la Tabla
5.
TABLA 5. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO SALUD
INDICADOR PRIVACIÓN - Estado general de salud - Estado de salud percibido como regular o malo72. - Enfermedad crónica - Padecimiento de alguna enfermedad crónica.
Según la Tabla 4 del Anexo 5, casi un 28% de la población colombiana reporta estados de salud
regulares o malos mientras que cerca de un 14% padece enfermedades crónicas. En este caso, las
diferencias entre zona urbana y rural presentan un patrón diferente para cada indicador; mientras
en las zonas rurales el estado general de salud reportado es más deficiente que el de la zona
urbana (36.92% de privados frente a 24.64%), es en ésta última área donde hay una mayor
proporción de la población padeciendo enfermedades crónicas (12.20% frente a 14.60%). Estos
atributos pueden interpretarse de acuerdo a las características de infraestructura médica en
Colombia (más precarias en la zona rural) que puede llevar a peores estados de salud en las áreas
rurales pero también a un menor número de diagnósticos de enfermedades crónicas, aunque no
se descarta que las mejores condiciones medioambientales en esta zona pueden determinar una
baja presencia de padecimientos graves.
Considerando que la privación en cualquiera de los dos indicadores es factor de privación para este
funcionamiento, se calcula que en Colombia hay un 32.77% de colombianos privados por su mal
estado de salud.
b. Educación.
Dentro de las variables consideradas para evaluar el funcionamiento educación en Colombia, se
encuentran el no saber leer y escribir y el tener un nivel educativo inferior a los cinco años de
educación primaria (Ver Tabla 6). En este caso, dado que la encuesta proporciona información de
educación para los mayores de cinco años de edad o más y a que las edades ente 6-11 años se
70 La encuesta hace énfasis en que enfermedades crónicas son: Enfermedades cardiovasculares (insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial, endocarditis, infarto), enfermedades respiratorias (asma, bronquitis crónica, tromboembolia pulmonar), enfermedades renales (insuficiencia renal), enfermedades gastrointestinales (hernia hiatal úlcera, gastritis, hepatitis, cirrosis hepática), enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoidea, cáncer, sida), enfermedades musculoesqueléticas (gota) y enfermedades hematológicas (anemia, leucemia). 71 Vale la pena decir que aunque en la fuente consultada también hay información sobre enfermedades en los treinta días previos a la encuesta y hospitalizaciones en el último año, dichas variables no se tomaron en cuenta por considerarse que pueden ser coyunturales y no representar por sí mismas una privación contenida en un estado de exclusión social. 72 Ésta división es frecuente en la literatura. Ver, por ejemplo, Brandolini et al. (1998).
32
consideran de aprendizaje básico, a los niños con edades inferiores a doce años se les asignó las
privaciones por educación de la persona más cercana en el hogar, considerándose la transmisión
directa de conocimientos entre dichas personas.
TABLA 6. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO EDUCACIÓN
INDICADOR PRIVACIÓN
- Analfabetismo - Si, siendo mayor de once años, no sabe leer y escribir. A los menores, si la persona más cercana en el hogar no sabe.
- Máximo nivel educativo alcanzado - Si, siendo mayor de once años, no ha completado la primaria. A los menores, si la persona más cercana en el hogar no la ha completado.
Los resultados reportados en la Tabla 5 del Anexo 5 muestran que en un 7.61% de los
colombianos es analfabeta y un 42.59% de esta misma población no ha cursado ningún tipo de
educación secundaria o superior73. A nivel nacional hay una privación cercana al 43% por el
funcionamiento de educación. La población urbana es mucho más educada que su contraparte
(31.63% no ha completado la primaria frente a un 72.93% de la zona rural). Como casos
extremos, hay que señalar que un 97.15% de la población de más de 64 años del área rural no ha
completado la primaria que un 80.03% del pacífico rural se encuentra en esta misma situación.
Por otro lado, se puede notar que en el área urbana son las mujeres quienes presentan mayores
privaciones que los hombres, caso contrario a lo ocurrido en el área rural.
C. Dimensión Económica de la exclusión social en Colombia
En cuanto a la dimensión económica de la exclusión social en Colombia, los funcionamientos
considerados como relevantes son la dependencia económica y el grado de riqueza de su hogar.
a. Dependencia económica.
El primer funcionamiento económico a tener en cuenta es el grado de dependencia económica que
existe en los hogares. Dado que la mayoría de los ingresos proviene de las actividades laborales,
este indicador se basa en el número de personas por ocupado, teniéndose en cuenta además el
nivel educativo del jefe como indicador del capital humano del hogar.
TABLA 7. INDICADOR DEL FUNCIONAMIENTO DEPENDENCIA ECONÓMICA
INDICADOR PRIVACIÓN
- Número de personas por ocupado en el hogar - Hogar donde hay más de 3 personas por ocupado y el jefe ha aprobado como máximo 2 años de educación primaria74.
73 Si se considera que ningún menor de doce años es privado por aspectos educativos, se encuentra que un 7.42% del total de la población es analfabeta y un 40.91% no ha cursado la primaria completa. 74 Definición tomada del Indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas. Ver Muñoz (1999, p. 143).
33
En Colombia, según la ECV 2003, un 8.15% de la población puede ser clasificada como
dependiente económicamente tal como se reporta en la Tabla 6 del Anexo 5. Dado que este
indicador contiene información de la participación económica de los individuos75 pero también del
número de miembros del hogar76 y el grado de educación de sus jefes77, no es extraño encontrar
que existe mayor dependencia económica en los hogares de la zona rural (16.16% frente a 5.25%
en la zona urbana).
b. Riqueza.
Dos indicadores del funcionamiento riqueza fueron tomados en cuenta en este estudio como se
muestra en la Tabla 8. El primero clasifica como privados a aquellos individuos que poseen,
respecto a sus coterráneos en la región, un nivel inferior de algunos bienes consultados en la
encuesta. En el segundo se consideró la necesidad vital de alimentarse para señalar como privados
a los que no lo pudieron hacer apropiadamente por falta de dinero. No se quiso tomar
directamente el ingreso reportado como indicador de riqueza puesto que se considera una gran
subjetividad en los valores reportados al contestar la encuesta.
TABLA 8. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO RIQUEZA
INDICADOR PRIVACIÓN
- Bienes acumulados en el hogar - Hogar con indicador de bienes ponderados por debajo de la media regional. 78
- No comida diaria - Por falta de dinero algún miembro del hogar no consumió ninguna de las tres comidas, uno o más días de la semana anterior.
Según los datos reportados en la Tabla 7 del Anexo 5, un 48.16% de la población colombiana se
clasifica como privada según los bienes que posee y un 8.35% según el reporte de comidas no
consumidas por algún miembro del hogar. Al conjugar estos resultados se encuentra un 50.17%
de privación nacional por el funcionamiento de riqueza.
Como se podría esperar, estos dos indicadores disminuyen a medida que aumenta el quintil de
ingreso del hogar. Sin embargo, es curioso encontrar que un 13.48% de la población del quintil
cinco puede considerarse privada por no poseer un nivel de bienes superior a la mediana de su
región. Más aun, es verdaderamente inexplicable hallar que algo más del 2% de los individuos con
75 Qué indica que hay un mayor desempleo en la zona urbana que rural. 76 Según los cálculos de la autora con la ECV 2003, el número promedio de miembros del hogar es de 4.74 en las zonas urbanas y de 5.43 en la zona rural. 77 Según los cálculos de la autora con la ECV 2003, el número promedio años de estudio de los jefes de hogar es de 7.99 en las zonas urbanas y de 3.74 en la zona rural. 78 Dado que la ECV 2003 indaga sobre la posesión de algunos bienes en el hogar, se construyó un indicador ponderado individual así: u = ∑ wi xi / ∑ wi señalando con i cada uno de los 17 bienes consultados, x es la variable binaria de posesión y w es el porcentaje de hogares que en la misma región declararon poseer dicho bien. Éste indicador se construyó con base a Tsaklogou y Papadopoulous (2001), considerando importante tener en cuenta las diferentes percepciones y necesidades que hay en las regiones en cuanto a la tenencia de ciertos bienes. Como era necesario establecer un punto de corte se escogió la media aritmética de la distribución, siguiendo a Dalton (1920) que todavía se considera un artículo seminal acerca de la medición de la desigualdad de ingresos.
34
mayores ingresos en el país reporten que alguno de los miembros de su hogar no consumió, por
falta de dinero, ninguna de las tres comidas uno o más días de la semana anterior a la encuesta.
Por otro lado, la desigualdad de riqueza se puede notar significativamente en la gran brecha
existente entre las privaciones por posesión de bienes del primero y el último quintil, siendo de
75.89% y 13.48% respectivamente.
Grandes diferencias de privación son encontradas entre la zona urbana y rural. Sin embargo, no se
desestima que el 76.25% de privación encontrado en la población rural según los bienes poseídos,
está influenciado porque los umbrales se hicieron por regiones para el total nacional y no se tuvo
en cuenta las diferencias al acceso de tecnología que existen entre el área rural y urbana de
Colombia.
D. Dimensión de Capital Social de la exclusión social en Colombia
Ésta dimensión se considera fundamental en el análisis de la exclusión social por ser la diferencia
básica de esta medición respecto a los análisis de pobreza multidimensional. Los lazos sociales del
individuo hacen parte de los funcionamientos relevantes para su bien-estar tanto como los
indicadores de ingreso usualmente estudiados. Así, dentro de la dimensión de capital social se
consideran relevantes los funcionamientos que tienen que ver con los contactos sociales del
individuo y características de bien-estar del hogar al que pertenece por ser éste su refugio social
primario.
a. Contactos sociales.
El funcionamiento de contactos sociales hace referencia a la estrechez y calidad de las relaciones
interpersonales que maneja el individuo. En este sentido, se manejó un indicador de familiaridad
en el hogar puesto que en Colombia los lazos familiares son tradicionalmente muy fuertes. Por
otro lado, pensando en que cuando ocurre un desplazamiento geográfico los individuos se
enfrentan a una soledad forzada mínimo en los primeros meses, se estudió un indicador de años
vividos en el municipio cuando la persona había nacido en algún otro. Finalmente, se quiso medir
la calidad de los contactos sociales a través de la respuesta a la pregunta de a quién puede
recurrir en caso de algún problema.
TABLA 9. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO CONTACTOS SOCIALES
INDICADOR PRIVACIÓN - Sin lazos familiares primarios en el hogar - Individuos que no comparten el hogar con sus padres,
abuelos, hijos, nietos, cónyuges o hermanos. - Nuevo en el municipio donde habita - Ha vivido un año o menos en un municipio que es
diferente al de su nacimiento. - Persona a quien recurrir en caso de situación difícil - Percepción de que no tiene a nadie a quien recurrir en
caso de situación difícil.
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Las estadísticas por este funcionamiento se presentan en la Tabla 8 del Anexo 5. En Colombia hay
privaciones de 5.49%, 4.69% y 16.94%, respectivamente, para los indicadores de lazos familiares
primarios en el hogar, nuevo en el municipio de vivienda y sin nadie a quien recurrir en caso de
necesidad. Para la medida total del funcionamiento de contactos sociales, se encuentra que hay un
25.05% de individuos privados.
En este funcionamiento se puede apreciar la riqueza del concepto de exclusión social puesto que la
distribución de su correspondiente privación no corresponde a lo encontrado usualmente en las
mediciones de pobreza. Para el caso del indicador que hace referencia a las personas a quien se
recurre en tiempos difíciles, se puede notar cómo aumenta la privación a medida que se sube en
los quintiles de ingreso. Esto puede ser interpretado teniendo en cuenta que, usualmente, las
comunidades de menores estratos socioeconómicos desarrollan un mayor sentido de pertenencia a
su comunidad y se colaboran unos a otros79. La privación por el indicador de lazos primarios en el
hogar también aumenta con el ingreso, pero no se descarta que esto suceda porque en estratos
altos se tienen los recursos para acceder a viviendas individuales en busca de mayor comodidad.
Por último, la privación por ser nuevo en el municipio se distribuye con un patrón muy similar en
todos los quintiles de ingreso.
Además, contrario a lo encontrado en los funcionamientos anteriores, los contactos sociales se
conservan con mayor propensión para el área rural y que pertenecen a algún grupo étnico
específico. Esto se puede explicar por la reconocida fortaleza del vínculo entre los campesinos y
entre los miembros de comunidades étnicas. A medida que aumentan las edades va aumentando
el porcentaje de privados, aunque se nota un cambio abrupto en el grupo etáreo entre 12-25
años, edades en que usualmente muchos individuos parten de sus hogares a estudiar o a iniciar su
vida independiente.
b. Bien-estar del hogar.
Considerando que la tranquilidad en el hogar es fundamental para la calidad de vida que puede
tener un individuo, se tuvo en cuenta la presencia de drogadictos y alcohólicos en el hogar como
parte de este funcionamiento. También, la presencia de discapacitados y si en los doce meses
previos a la encuesta se tuvo algún problema grave relacionado con la composición del hogar. En
la Tabla 10 se muestran las privaciones correspondientes.
79 Como la pregunta es “si en su hogar se presentara alguna situación difícil, quien cree que podría ayudarlo realmente?”, no se deja de lado la relatividad que pueden tener las respuestas en cuanto a que significa “situación difícil” para cada individuo encuestado, sobre todo por su diferente origen socioeconómico.
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TABLA 10. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO BIEN-ESTAR DEL HOGAR INDICADOR PRIVACIÓN
- Adictos - Hogares con uno o más miembros reportados como alcohólicos o drogadictos.
- Discapacitados - Hogares con uno o más miembros con alguna discapacidad física.80
- Año difícil para el hogar
- Hogares en los que en los últimos doce meses se presentó uno o más de los siguientes problemas: enfermedad grave, muerte de alguno de los miembros, abandono del hogar por parte de un menor de 18 años, desplazamiento o separación de cónyuges.
Un 3.38% de los colombianos convive con algún adicto81 y un 12.38% con discapacitados82, como
se puede observar en la Tabla 9 del Anexo 5. Los individuos entre 12 y 25 años son quienes
presentan privaciones más altas por adicciones en el hogar, indicador que se ratifica con los
informes de salud pública en Colombia donde se establecen éstas edades como las de mayor
propensión al alcoholismo o drogadicción83. Cerca al 16% de los colombianos el año anterior a la
encuesta tuvieron algún problema en su hogar, tales como enfermedades graves, muerte de
alguno de los miembros, abandono del hogar por parte de un menor de 18 años, tuvieron que
abandonar su lugar de residencia habitual o hubo separación de cónyuges. En total, un 27.21% de
colombianos están privados por la situación de bien-estar de su hogar. Comparando con la zona
rural, en la urbana hay una mayor proporción de adictos y se vivieron más situaciones difíciles
antes de la encuesta. La proporción de convivencia con discapacitados si es mayor en el área
rural.
E. Dimensión Política de la exclusión social en Colombia
El derecho a participar en actividades políticas es bien reconocido en las naciones con gobierno
democrático. Por tal razón, es importante considerar esta dimensión en el análisis de la exclusión
social en Colombia. Además, el reparo en estos funcionamientos políticos junto a los de capital
social, marca diferencia con los análisis multidimensionales de pobreza.
Así, un primer factor a considerar como parte de la exclusión social del individuo en su dimensión
política es su participación en la elección de sus representantes en todos los niveles (nacional,
regional, local, partido político, etc). Para el caso de Colombia, donde la pertenencia a algún
partido político no es una obligación y las juntas locales o vecinales no tienen mayor injerencia en
gran parte del territorio nacional, se considera relevante el ejercicio de la votación en la elección
de representantes gubernamentales de orden nacional y regional. Por otro lado, dado que la figura
80 Las discapacidades que se contemplan son: caminar, usar brazos y manos, oír, hablar y ver. 81 La restricción de la información de la encuesta impide saber quienes son los drogadictos o alcohólicos, por lo que este indicador no hace inferencia en si se convive con alguno o si es el propio individuo quien tiene este problema. 82 Al igual que en el caso anteriormente expuesto, este indicador no hace inferencia si se convive con algún discapacitado o si es el propio individuo. 83 Ver, por ejemplo, http://www.minproteccionsocial.gov.co/salaprensa/library/documents/DocNewsNo15417DocumentNo2663.PDF. Última consulta: 28 de mayo de 2008.
37
del referendo aplica en el país como un mecanismo importante de participación ciudadana, su
votación será un indicador de la integración política del individuo.
En segunda medida, siendo de conocimiento general que los problemas de orden público a lo largo
del territorio ejercen coerción a la libre actividad política, se considera importante estudiar las
presiones a las que están sujetos los individuos que se desean postular como gobernantes.
Lastimosamente la ECV 2003, principal fuente de información de este trabajo, no indaga sobre la
participación política de los colombianos por lo que fue necesario limitar esta sección a los datos
de otros informes que pudieron ser vinculados a la base estadística principal. Así, se tomaron
estadísticas de la Registraduría Nacional sobre participación en elecciones presidenciales del 2002
y en las votaciones del 2003 para gobernadores y referendo, por ser éstas las consultas electorales
más cercanas al período de la ECV 2003. Por otro lado, se tomó información de la base de datos
de Fondelibertad - Ministerio de Defensa acerca del número de asesinatos, atentados y secuestros
relacionados con la actividad política en el año 2003. Para hacer el empalme, a cada individuo de
la base de datos de la ECV 2003, según su región de vivienda, le fue asignado el promedio
regional de cada uno de los indicadores políticos mencionados provenientes de las otras bases
estadísticas. El uso de esta agregación de tipo regional se debió a que el dato de las regiones era
el único común a las tres fuentes estadísticas; las bases de la Registraduría Nacional y
Fondelibertad - Ministerio de Defensa no presentan datos a nivel individual pero si municipal y/o
departamental y por ende regional; por otro lado, en defensa de la privacidad de los encuestados,
la ECV 2003 brinda información geográfica acerca de la región de vivienda de cada individuo más
no de su municipio o departamento84. Vale la pena anotar que esta asignación de los datos
estadísticos regionales a cada uno de sus individuos implica la consideración de que el
comportamiento electoral es homogéneo por regiones y también que la violencia política afecta
por igual a toda la población de una misma región. En este caso, las privaciones por cada
indicador fueron señaladas de acuerdo a si la región estaba por debajo de la votación de la región
mediana, para el caso de la participación electoral, o por encima de la región mediana en el caso
de la tasa de crímenes políticos85. La información regional de cada uno de las variables políticas
analizadas se presenta en la Tabla 11, resaltando en negrilla la respectiva mediana.
84 Aunque se solicitó al DANE la información individual de los municipios y departamentos de vivienda, ésta no fue suministrada por considerarse información privilegiada. 85 Se eligió la mediana de la distribución como punto de corte teniendo en cuenta que ésta es menos sensitiva a los puntos extremos que la media aritmética.
38
TABLA 11. VARIABLES REGIONALES DE LA DIMENSIÓN POLÍTICA EN COLOMBIA
PARTICIPACIÓN ELECTORAL CRIMENES RELACIONADOS CON ACTIVIDAD POLÍTICA
VOTACION PRESIDENCIAL 2002
VOTACIÓN GOBERNADOR 2003
VOTACIÓN REFERENDO 2003
ASESINATOS ATENTADOS SECUESTROS
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
38.33% 52.73% 47.16% 37.51% 55.81% 46.89% 43.45% 29.32% 33.79%
54.01% 58.17% 51.01% 54.91% 43.51% 46.28% 45.51% 54.65% 49.86%
17.66% 30.23% 28.58% 12.07% 30.18% 28.08% 24.47% 14.98% 23.79%
12.94% 6.25% 18.54% 4.96% 0.0%
10.48% 7.14% 0.0% 8.7%
1.18% 0.78% 1.32% 0.0% 0.0% 2.42% 2.38% 0.0% 1.45%
4.71% 2.86% 6.62% 5.79% 0.0% 2.42% 7.14% 0.0% 7.25%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
De esta forma, dado que las privaciones en la dimensión política serán compartidas por regiones
completas (y no por individuos o por hogares como ocurre en las otras dimensiones de la
exclusión social estudiadas), las estadísticas descriptivas de los privados estarán gravemente
afectadas por la caracterización de la población de las diferentes regiones y la representatividad de
ésta en el total nacional de población86.
a. Participación electoral.
TABLA 12. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO PARTICIPACIÓN ELECTORAL
INDICADOR PRIVACIÓN
- Votación en elecciones presidenciales - Región con participación electoral inferior a la mediana nacional en las elecciones presidenciales del año 2002.
- Votación en elecciones locales - Región con participación electoral inferior a la mediana nacional en las elecciones para gobernador del año 2003.87
- Votación en mecanismos de participación ciudadana - Región con participación electoral inferior a la mediana nacional en la votación del referendo del año 2003.
Como se puede notar en la Tabla 10 del Anexo 5, las regiones comparten las mismas privaciones
por los indicadores de participación en las votaciones presidenciales y en el referendo (30.89%).
Algo muy diferente sucede con el indicador de participación en las elecciones por gobernador
(39.70%), mostrando un comportamiento electoral diferente cuando se trata de votaciones de tipo
regional frente a las de carácter nacional. Tomando como privado para el funcionamiento aquel
individuo que tiene problemas en cualquiera de los indicadores, para el funcionamiento de
participación electoral se encuentra que a nivel nacional hay un porcentaje de privación del
69.46%.
El caso de la Orinoquía es el más preocupante dentro de las privaciones por participación electoral,
puesto que su proporción se encuentra por debajo de la mediana tanto en las elecciones
presidenciales como de gobernador y referendo. Obviamente no se puede olvidar que esta zona es
86 Ver la segunda tabla del Anexo 3 para un acercamiento a las características de la población de cada región. 87 Para el caso de Bogotá se tuvo en cuenta la participación en las elecciones de alcalde del año 2003.
39
de prominencia selvática lo que dificulta el desplazamiento de los individuos a las mesas de
votación dispuestas por la Registraduría Nacional. Por otro lado, en las regiones Atlántica, Pacífica
y el Archipiélago de San Andrés, se conjugan privaciones por baja participación en las votaciones
presidenciales y al referendo. En Bogotá, Antioquia y Valle hay privación por las votaciones de
gobernador. Las regiones Oriental y Central son las únicas que no presentan ninguna privación por
los indicadores de este funcionamiento.
Las características individuales de los privados estarán determinadas, como ya se dijo, por la
composición de cada una de las regiones de Colombia ya que implícitamente se está considerando
un comportamiento electoral homogéneo por regiones. De esta manera, las estadísticas
descriptivas por área de vivienda aparecen en correspondencia con la categorización de la
población urbana y rural dentro de cada región, sin olvidar por ejemplo que toda la población de la
Orinoquia, San Andrés y Bogotá se clasifica como urbana.
b. Seguridad en la actividad política
TABLA 13. INDICADORES DEL FUNCIONAMIENTO SEGURIDAD EN LA ACTIVIDAD POLÍTICA
INDICADOR PRIVACIÓN - Víctimas de asesinatos relacionados con la actividad política
- Región con porcentaje de asesinatos políticos superior a la mediana nacional.
- Víctimas de atentados relacionados con la actividad política
- Región con porcentaje de atentados políticos superior a la mediana nacional.
- Víctimas de secuestros relacionados con la actividad política
- Región con porcentaje de secuestros políticos superior a la mediana nacional.
En la Tabla 11 del Anexo 5 se reporta que un 48.17%, un 36.49% y un 31.56% de la población
colombiana está privada por su alta tasa de asesinatos, atentados y secuestros políticos,
respectivamente. Nuevamente la Orinoquia conjuga un número de privaciones igual al número de
indicadores estudiados, esta vez acompañada de la Región Central que también tiene tasas de
asesinatos, atentados y secuestros políticos mayores que la mediana nacional. La población de la
región Oriental, Bogotá y San Andrés no tiene privaciones en este funcionamiento. En total, hay
una privación del 66.11% en Colombia por seguridad en la actividad política.
Tal como sucede para el caso de la participación electoral, éste funcionamiento de seguridad en la
actividad política se analiza desde el punto de vista regional y por tanto las características de los
individuos privados estarán estrechamente ligadas a la conformación de la población de cada
región y de la representatividad de ésta en la población del territorio nacional. Como ya se dijo
anteriormente, implícitamente se está considerando que la seguridad en la actividad política es
homogénea para todos los individuos de una misma región.
40
Vale la pena señalar que en los dos últimos funcionamientos analizados, participación electoral y
seguridad en la actividad política, la única región que no tiene ninguna privación es la Oriental.
Esto significa que ninguno de sus pobladores es excluido de acuerdo a la dimensión política.
Obviamente no hay que desestimar el problema en que se incurre al considerar comportamientos
homogéneos de la población completa de una región; si bien algunos habitantes de la Región
Oriental pueden tener desventajas frente a sus coterráneos en los aspectos políticos estudiados,
las mediciones acá realizadas no permiten identificarlos.
F. Dimensión Laboral de la exclusión social en Colombia
Como ya se dijo anteriormente, la participación laboral se considera un aspecto fundamental en la
medición del estado de exclusión social en tanto está asociada directamente con los niveles de
ingreso de la mayor parte de la población88 pero también porque en la actividad laboral se
permanece gran parte de la vida cotidiana89 y esto lo convierte en un espacio estratégico para la
consolidación de lazos sociales. Así las cosas, esta sexta dimensión de la exclusión social se
reserva específicamente para la privación por el funcionamiento de empleo.
a. Empleo.
En la literatura el indicador de empleo más comúnmente utilizado en el estudio de la exclusión
social es aquel que señala como privados a los desempleados. Como expone Tezanos (2001), el
desempleo contribuye a la exclusión social porque ocasiona i. El apartamiento de los estándares
culturales predominantes en una sociedad donde el no trabajar es considerado como un
alejamiento de un patrón compartido, dando lugar incluso a colectivos estigmatizados; ii. Carencia
de unos ingresos suficientes para llevar una vida digna; iii. Finalmente, pérdida del sentido de
pertenencia del individuo a la sociedad. Esta definición toma cuenta del supuesto de
homogeneidad de los mercados laborales pues, sin considerar diferencias en las ocupaciones,
implica que tener cualquier empleo es mayor garantía de inclusión social que no tenerlo. Por otro
lado, se dice que la inactividad trae las mismas consecuencias negativas del desempleo cuando es
ejercida en contra de los deseos de la persona; aunque esta no participación económica puede ser
menos angustiante que el desempleo, puede estar ocultando obstáculos económicos, sociales o
institucionales que impiden la búsqueda de empleo. Sin embargo, como no es fácilmente
diferenciable la inactividad voluntaria o involuntaria y es mayoritaria la primera que la segunda, no
se considera excluida socialmente a esta población.
88 Según los cálculos de la autora con la ECV 2003, en promedio el 81.41% de los ingresos de los hogares provienen de las remuneraciones laborales en dinero, especie o subsidio. 89 Según los cálculos de la autora con la ECV 2003, el promedio de horas trabajadas a la semana por la población empleada es de 43.58.
41
De acuerdo a lo anterior, se consideran privados a los individuos en desempleo mientras que los
empleados e inactivos son tomados como no privados (Ver Tabla 14). Para los menores de doce
años, se asumió el mismo criterio usado en el funcionamiento de educación, asignándoseles la
privación de la persona más cercana en el hogar.
TABLA 14. INDICADOR DEL FUNCIONAMIENTO EMPLEO
INDICADOR PRIVACIÓN
- Desempleo - Si, estando en edad de trabajar, se encuentra desempleado. A los menores, si la persona más cercana en el hogar lo está.
La Tabla 12 del Anexo 5 muestra como un 7.14% de la población en edad de trabajar se
encuentra privada por el funcionamiento de desempleo
A nivel nacional, los más afectados por esta privación son los individuos del área urbana, las
mujeres, los pertenecientes a un grupo étnico y los habitantes de Antioquia, Bogotá, Valle y la
Región Atlántica en su orden. Como se esperaba, el desempleo disminuye a medida que se sube
de quintil de ingreso. La distribución hallada en los grupos etáreos muestra la prominencia de esta
privación en la juventud de Colombia, donde el grupo entre 12 y 25 años es el que presenta un
mayor nivel90.
En la población urbana el desempleo va disminuyendo a medida que se aumenta el quintil de
ingreso tal como ocurre en la población total; sin embargo, extrañamente en las zonas rurales se
encuentra que el quintil 1 y 5 comparten la misma privación del 4.44%, con niveles intermedios
para los otros quintiles. En el caso de la zona urbana, los pertenecientes a grupos étnicos
presentan mayor privación, contrario al caso presentado en la zona rural.
1.3.3.2.2 Simultaneidad de privaciones en los colombianos
En la sección pasada se estudiaron las privaciones por cada funcionamiento relevante. Ahora bien,
si se contabilizan las privaciones sufridas simultáneamente por cada individuo, se encuentra que
tan solo un 1.29% no padece ninguna privación (Ver Tabla 1 del Anexo 6). Este grupo está
conformado únicamente por personas de la región Oriental, tal como se podría esperar de acuerdo
a los resultados del análisis de privaciones en la dimensión política. Aunque se podría pensar que
la menor desventaja de dicha región es aparente debido a la agregación regional de las variables
políticas, si se dejan de lado los funcionamientos de participación electoral y seguridad en la
actividad política dicha población sigue teniendo mayores ventajas que gran parte de las regiones
de Colombia; al analizar la simultaneidad de privaciones sin tener en cuenta la dimensión política,
90 Las estadísticas descriptivas encontradas en esta sección son comparables a la información laboral publicada oficialmente en el primer semestre del 2003. Ver DANE (2003).
42
se encuentra que la Oriental es la segunda región (por debajo de Bogotá) que tiene mayor
población dentro del grupo de habitantes con cero privaciones (18.97% del total).
Por otro lado, aunque mínimo, existe un porcentaje de la población colombiana con privaciones en
los doce funcionamientos considerados relevantes. (Ver Tabla 1 del Anexo 6).
Como se puede apreciar en el Gráfico 1 del Anexo 6, el número de privaciones padecidas se
distribuye en forma de campana, alcanzando su punto máximo en 18.37% para los individuos que
al mismo tiempo se encuentran privados de cuatro funcionamientos relevantes. Un 98.71% de la
población colombiana está privado de al menos un funcionamiento relevante y cerca de la mitad
(47.69%) padecen cinco o más privaciones. (Ver Gráfico 2 del Anexo 6).
Por otro lado, si se toma como excluido en cada dimensión de la exclusión social a los individuos
que presentan privaciones en al menos uno de los funcionamientos contenidos en la misma, en
Colombia hay un 74.81%, 56.01%, 51.97%, 44.91%, 81.94% y 7.14% de la población que tiene
problemas en las dimensiones física, de capital humano, económica, de capital social, política y
laboral, respectivamente. (Ver Tabla 2 del Anexo 6). Además, un 0.75% de la población
colombiana sufre un grave estado de exclusión social al presentar desventajas en la totalidad de
las dimensiones consideradas. (Ver Tabla 3 del Anexo 6).
Si se comparan los habitantes del área rural y urbana, se encuentra que los primeros poseen
mayores privaciones que los segundos (Ver Gráfico 1). Con el fin de corroborar si hay evidencia
estadística para afirmar que esta diferencia es significativa, se utiliza una técnica más eficiente que
la simple comparación de medias como es el pareo por máxima verosimilitud. Este modelo evalúa
el índice de exclusión social de individuos con características similares pero que viven en distinta
zona, mostrando que hay evidencia estadística significativa para decir que los habitantes de la
zona rural tienen mayor número de privaciones que los del área urbana.91
91 La diferencia en el número de privaciones es de -1.19 para el ATT con los habitantes de la zona rural como grupo de control. El bootstrapping avala que ese valor es estadísticamente distinto de cero, con un intervalo de confianza de [-1.336355 -1.043769].
43
GRÁFICO 1. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES POR ÁREA DE VIVIENDA
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Al interior del conjunto de habitantes de cada área, se encuentran diferencias en la simultaneidad
de privaciones para diferentes grupos de individuos. (Ver Gráficos 3 y 4 del Anexo 6). Tanto en la
zona urbana como rural, las personas que dicen pertenecer a algún grupo étnico tienen mayor
acumulación de privaciones que su contraparte. Grandes diferencias se pueden encontrar también
en las privaciones sufridas por los individuos de distinto quintil de ingreso; a medida que se
disminuye en esta escala se va aumentando el número de privaciones simultáneas. A diferencia de
las brechas que se presentan entre los grupos analizados anteriormente, entre los géneros
masculino y femenino de la zona urbana y rural se observa una gran similitud en el número de
privaciones acumuladas.
1.3.3.3 Contribución de cada privación a la exclusión social en Colombia
Con el fin de determinar el aporte de cada privación al índice de exclusión social en Colombia, se
aplicó un Análisis de Correspondencias Múltiples ACM que, como se explicó anteriormente, es
apropiado para captar la correlación entre variables y además tiene la ventaja de dar mayor peso
a las privaciones sufridas por unos pocos.
Siendo binarios todos los indicadores, los privados de cada uno de los doce funcionamientos
relevantes fueron identificados con el número 1 mientras que a los no privados se les asignó el 0.
Además, pensando en que la exclusión social es una medida relativa a la sociedad a donde
pertenezca el individuo y que en Colombia hay grandes diferencias entre la zona rural y urbana,
las contribuciones de cada privación al índice conjunto de exclusión social fueron halladas por
separado para estas dos áreas.
Para poder interpretar mejor los resultados del ACM, antes de aplicar esta técnica se examinaron
los coeficientes de correlación entre las privaciones de los doce funcionamientos relevantes para la
0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
% d
e la p
ob
lac
ión
to
tal
Número de deprivaciones padecidas
Urbano
Rural
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
% d
e la
po
bla
ció
n t
ota
l
Deprivaciones padecidas
Urbano
Rural
44
zona urbana y rural. Según el Anexo 7, como se podría esperar dentro de una misma dimensión
existe mayor correlación de funcionamientos que entre aquellos de diferente categoría. El signo
negativo del coeficiente para algunos funcionamientos en relación con el resto, sobretodo el
funcionamiento de participación electoral para la zona urbana y el de contactos sociales y
desempleo para la zona rural, indica que sus privaciones no afectan a los individuos en la misma
vía que los otros. Por tanto, estos funcionamientos deben analizarse con cuidado antes de tenerlos
en cuenta en un índice agregado de exclusión social.
En la Tabla 15 se resumen los aportes de cada privación a la exclusión social en Colombia,
tomados del primer componente del ACM para cada una de las zonas del país. La contribución de
dicho componente a la inercia total en la zona urbana es cercana al 70% y al 51% para la zona
rural, lo que demuestra su validez en la construcción de un índice global de exclusión social.
TABLA 15. PESO DE CADA PRIVACIÓN AL ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA
DIMENSIÓN FUNCIONAMIENTO CONTRIBUCIÓN
Z. URBANA CONTRIBUCIÓN
Z. RURAL No privados Privados No privados Privados
Física Infraestructura 1.152 -2.269 1.470 -1.507 Localización 0.460 -0.389 0.345 -0.417 Servicios Domiciliarios 0.358 -3.527 2.455 -1.108
Capital Humano
Estado de salud 0.613 -1.505 0.327 -0.494 Grado de Educación 0.885 -2.449 1.998 -0.745
Económica Dependencia 0.191 -4.892 0.383 -1.997 Riqueza 1.119 -1.260 2.719 -0.807
Capital Social
Contactos sociales 0.185 -0.472 Bien-estar del hogar 0.448 -1.221 0.133 -0.334
Política Participación electoral 0.592 -0.291 Seguridad en la actividad política 0.567 -1.532 0.722 -0.133
Laboral Desempleo 0.032 -0.352 Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Tanto en los resultados para la zona urbana como rural aparecen funcionamientos cuyos aportes
no son reportados en la Tabla 15. Esto es debido a que el funcionamiento de participación política,
para el caso urbano, y el de contactos sociales y desempleo para el caso rural, no son relevantes
para el índice conjunto de exclusión social obtenido a través del ACM. Su inclusión no genera un
indicador multidimensional apropiado pues se viola el axioma de monotonicidad: a diferencia del
resto, las privaciones por estos funcionamientos tienen contribuciones a favor de la inclusión
social, lo que significaría que los individuos privados de estos funcionamientos se encuentran
menos excluidos que sus contrarios92.
92 Asselin y Tuan Anh (2008, p.8) indican que si el axioma de monotonicidad no es cumplido se puede optar por eliminar los indicadores problemáticos, sobre todo si se tiene un gran número de indicadores y existen varios que miden la misma dimensión de la exclusión social. En este caso, se dispone de otros once (diez) funcionamientos que miden todos los aspectos deseados de la exclusión social en la zona urbana (rural) y por tanto se excluyen del ACM los que generan inconvenientes.
45
Para los habitantes de la zona urbana así como para los de la zona rural, la privación por
dependencia económica es la que tiene un mayor aporte en el índice de exclusión social de
quienes la padecen. El funcionamiento de desempleo para la zona urbana y el de seguridad en la
actividad política para la zona rural conforman las privaciones con peso más bajo para el índice de
exclusión social.
Si se suman los aportes de todos los funcionamientos de cada dimensión, para el área urbana las
privaciones de la dimensión física son los que más aportan al índice de la exclusión social seguida,
en su orden, por la dimensión económica, capital humano, capital social, política y laboral. En el
caso de los individuos rurales, los aportes están dados de mayor a menor por la dimensión
económica, física, capital humano, política y capital social.
Para la zona urbana, es claro que todas las dimensiones elementales (física, de capital humano,
económica, de capital social, política y laboral) son consideradas como importantes para establecer
el estado de exclusión social, a pesar de que en el análisis de correspondencias múltiples fue
descartado uno de los dos funcionamientos de la dimensión política considerado en un comienzo
como relevante para Colombia. Es importante notar que aunque se suponía que la dimensión
laboral sería una de las de mayor injerencia en la exclusión social, estar desempleado influye con
menor peso que el resto de las dimensiones consideradas en el área urbana. Para la zona rural
este funcionamiento ni siquiera es relevante, así que en esta población el desempleo no cuenta
dentro del análisis de exclusión social.
1.3.3.4 Índice del estado de exclusión social en Colombia
Tal como se planteó en la formalización, la medición de la exclusión social puede darse según la
siguiente fórmula:
����� � � >&����,� ������'
�
���
Una vez identificadas las privaciones de los funcionamientos relevantes,������, y los aportes de
cada una al índice agregado, ����,�, se calculó ����� � para cada individuo según su lugar de
vivienda en la zona urbana o rural93.
La forma como se obtuvieron los ����,� a través del ACM, donde los individuos reciben pesos
negativos por sus privaciones como se vio en la Tabla 15, hace que el índice ����� � originalmente
ordene en forma descendente el nivel de exclusión. Esto quiere decir que a mayor valor del índice,
93 Para este procedimiento fue utilizado el comando mca de Stata 10.0 que comienza por normalizar las variables de privación.
46
menor nivel de exclusión social. Con el fin de facilitar la lectura de ����� �, se hizo una conversión
de los valores al multiplicar todo el vector por -1, obteniéndose así un índice que crece en
magnitud a medida que aumenta la exclusión social.
Adicionalmente, buscando que todos los valores del indicador fueran más fácilmente comparables,
todo el vector del índice de exclusión social se ajustó al rango entre 0 y 1. Esta operación
matemática, realizada de forma independiente para los vectores de cada área de vivienda, se
puede representar así:
?@� ������ � A min ����� ��
max ����� �� A min ����� ��
Donde IESi es el índice de exclusión social del individuo i que está en el rango 0-1, ����� � es el índice de exclusión social original del individuo i y min ����� �� y max ����� �� son,
respectivamente, el mínimo y máximo valor del vector que contiene todos los ����� �.
Así las cosas, las personas en menor desventaja tendrán un índice de exclusión social igual a cero
mientras que éste será igual a uno para los más excluidos.
Como era de esperarse, para los dos grupos poblacionales, existe una alta correlación entre el
índice del estado de exclusión social y el número de privaciones sufridas simultáneamente94.
GRÁFICO 2. DISTRIBUCIÓN DEL INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL PARA LA ZONA URBANA
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
94 El coeficiente de correlación es de 0.908 y 0.86 respectivamente para la zona urbana y rural.
0.5
11.
52
2.5
Den
sity
0 .2 .4 .6 .8 1IES Urbana
kernel = epanechnikov, bandwidth = 0.0184
Kernel density estimate
47
GRÁFICO 3. DISTRIBUCIÓN DEL INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL PARA LA ZONA RURAL
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
La representación de la densidad kernel95 de este indicador para la zona urbana y rural se
presentan respectivamente en los Gráficos 2 y 396. Vale la pena aclarar que los valores para el área
urbana y rural no son directamente comparables entre ellos pues, como ya se expuso
anteriormente, las privaciones son valoradas de forma distinta en cada zona97. En todo caso, se
puede observar que en el área urbana hay una concentración mayor de población en los valores
bajos de la distribución mientras que en la zona rural se concentra cercanamente al uno.
Recordando que el individuo está menos excluido si presenta un índice próximo a cero, los gráficos
2 y 3 dan indicios de que la exclusión social afecta más gravemente a la población rural. Este
comportamiento se asemeja al encontrado en el Gráfico 1 donde en el área rural se presentan un
número mayor de privaciones simultáneas que en el área urbana.
Con el ánimo de comprobar que las diferencias entre privados y no privados de cada una de las
dimensiones relevantes se reflejan en el índice compuesto de exclusión social, se hicieron pareos
por máxima verosimilitud que así lo comprueban (Ver Anexo 8). Aunque hay evidencia estadística
significativa para decir que los privados y no privados de las dimensiones física, de capital
humano, económica, de capital social y política se diferencian por su IES, en el caso de la
dimensión laboral no se puede concluir que hay diferencia en la exclusión social de los dos grupos.
Los desempleados tienen igual probabilidad de estar excluidos que los ocupados o inactivos. Esto
95 Como indica Cuevas (2004) los gráficos de densidad kernel son “histogramas sofisticados” ya que, siendo estimadores de densidad no paramétricos, tienen la ventaja de evitar al investigador la elección de la anchura de los intervalos y pueden representar funciones continuas. 96 Para realizar estos gráficos se utilizó el comando kdensity de STATA 10.0 con la función de kernel Epanechnikov. 97 Sin embargo, habiéndose mostrado que los habitantes de la zona rural sufren mayores privaciones que los de la zona urbana, los resultados del índice reflejan dicha situación.
0.5
11.
52
De
nsity
0 .2 .4 .6 .8 1IES Rural
kernel = epanechnikov, bandwidth = 0.0295
Kernel density estimate
48
último se convierte en un insumo para la prueba de hipótesis de este capítulo que se discutirá más
adelante.
La escala entre 0 y 1 del IES facilita la lectura del índice de exclusión social en términos de
porcentaje, si el IESi se multiplica por 100. Así, los más excluidos tendrán una exclusión social del
100% en términos relativos frente al resto de la población del área urbana o rural. Haciendo
intervalos de diez puntos porcentuales del IES, la población urbana y rural se divide según se
muestra en la Tabla 16.
TABLA 16. POBLACIÓN COLOMBIANA POR CLASES DE EXCLUSIÓN SOCIAL [0-10%) [10-20%) [20-30%) [30-40%) [40-50%) [50-60%) [60-70%) [70-80%) [80-90%) [90-100%]
P. Urbana 17.54% 20.34% 19.62% 16.58% 12.13% 6.84% 4.59% 1.67% 0.51% 0.19%
P. Rural 3.97% 4.63% 6.04% 7.68% 10.80% 12.81% 17.458 15.02% 16.26% 5.21%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
En términos porcentuales, el promedio del IES para grupos diferenciados de población se presenta
en la Tabla 17.
TABLA 17. PROMEDIOS DEL INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL
ÁREA MEDIA TOTAL Género Edad Grupo étnico Región Quintil de ingreso
Clase Media Clase Media Clase Media Clase Media Clase Media
URBANA 28.41% Hombre Mujer
28.12% 28.67%
0 – 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
28.66% 30.53% 25.73% 25.82% 29.49% 39.34%
SI NO
38.50% 27.49%
Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
36.20% 21.33% 33.25% 36.70% 18.18% 30.47% 30.47% 29.21% 41.50%
1 2 3 4 5
44.54% 36.70% 29.28% 21.48% 15.15%
RURAL 58.19% Hombre Mujer
58.35% 58.03%
0 – 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
61.02% 60.66% 54.65% 55.62% 59.13% 66.11%
SI NO
69.51% 56.25%
Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
62.09% 51.16% 53.60% 67.84%
--- 60.93% 50.05%
--- ---
1 2 3 4 5
67.57% 59.28% 46.49% 39.12% 29.45%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Todos los promedios son más altos para la zona rural que en la urbana. Sin embargo, como ya se
dijo, éstos no son directamente comparables.
Para las dos zonas de vivienda, se encuentra que las personas mayores de 64 años son las más
excluidas frente a los otros grupos de edad; también que los pertenecientes a alguna minoría
étnica están en desventaja frente a su contraparte y que el grado de exclusión va aumentando
consecutivamente con la disminución en el quintil de ingreso. Si se hace un acercamiento por
regiones, para la zona urbana la menor exclusión social se da entre los habitantes de Bogotá
mientras que aquellos de la Orinoquía están en las peores condiciones; para el caso rural, donde
49
no se contabiliza nadie de Bogotá, San Andrés o la Orinoquía, los habitantes de la región Pacífica y
Valle son los de mayor y menor exclusión social respectivamente. Las diferencias del promedio del
indicador para hombres y mujeres son mínimas pero se encuentra que las mujeres son más
excluidas que los hombres en la zona urbana y que la situación inversa se presenta en la zona
rural.
Con el fin de corroborar si hay evidencia estadística para afirmar que las diferencias mencionadas
anteriormente son significativas, se utilizan pareos por máxima verosimilitud. Los resultados
presentados en el Anexo 9 muestran que, tanto para la población urbana como para la rural, la
diferencia entre géneros no es estadísticamente significativa mientras que si lo son aquellas dadas
por los otros indicadores señalados.
1.3.3.5 Excluidos Vs. No excluidos.
Tal como se ha obtenido, el IES permite hacer un ordenamiento de los individuos de acuerdo a su
grado de exclusión social. Sin embargo, si se quiere obtener una división dual de la población
según esta problemática, se debe decidir el punto de corte en la distribución del índice de
exclusión social que diferenciará el grupo de los excluidos y aquel de los no excluidos98.
Diferentes opciones sobre este aspecto se encuentran en la literatura. Dentro de las más comunes,
algunos investigadores optan por fijar el punto de corte en la media de la distribución en cuestión;
otros, prefieren el uso de la mediana señalando que esta medida estadística es menos sensitiva
que la media a los puntos extremos. Dado que en cualquier caso habrá arbitrariedad del
investigador, autores como Tsakloglou et al. (2001) han optado por analizar la influencia de
diversos puntos de corte en la clasificación de Excluidos Vs. No excluidos. En cualquier caso, se
debe propender porque cada grupo tenga miembros con características muy homogéneas mientras
que los individuos de diferentes clúster deben poseer atributos disímiles que los hagan fácilmente
diferenciables.
Teniendo en cuenta que la división dual podría utilizarse para hacer mediciones comparativas de la
exclusión social en distintos períodos de tiempo, el uso de medidas de tendencia central como
puntos de corte no es el más adecuado. Si, por ejemplo, todas las personas que están por encima
de la media aritmética del IES se consideran excluidas, no sería posible reconocer cuando la
sociedad ha avanzado. Mejorando el promedio, la sociedad tendría más o menos el mismo número
de personas excluidas que en el período inicial. 98 También es posible hacer clasificaciones más sectorizadas pero, en cualquier caso, habrá que decidir los puntos de corte para cada clúster. Autores como Poggi (2003) prefieren hacer divisiones de la población por clases de exclusión social, tales como las presentadas en la Tabla 16 de este documento, en lugar de hacer particiones duales, argumentando una mayor riqueza interpretativa.
50
Por tanto, aprovechando que el ACM entrega valores normalizados, se decide dividir la población
entre excluidos y no excluidos de acuerdo al punto medio del intervalo en que está agrupado el
indicador. Esto significa que, dado que el IES está medido entre 0 y 1, serán excluidos aquellos
con un índice de exclusión social mayor a 0.5 (o 50% si se quiere leer en términos porcentuales)
tanto en el área urbana como rural. Para el total nacional se designan como excluidos aquellos
habitantes de cualquier zona que son excluidos de acuerdo a su respectivo índice de exclusión
social.
Así las cosas, un 27.88% del total de los colombianos están excluidos socialmente99. En la zona
rural existe una exclusión social bastante mayor que en la zona urbana (66.88% frente a 13.79%).
La Tabla 18 muestra la distribución de la exclusión social en distintos grupos de la población.
TABLA 18. POBLACIÓN EXCLUIDA SOCIALMENTE EN COLOMBIA
POBLACIÓN TOTAL POBLACIÓN POR ÁREA DE VIVIENDA
URBANA RURAL
TOTAL 27.88% 13.79% 66.88% Género Hombre Mujer
29.01% 29.85%
13.65% 13.92%
67.18% 66.55%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
33.00% 34.09% 23.25% 23.51% 27.52% 40.08%
13.55% 17.19% 9.52% 11.13% 15.21% 28.11%
72.53% 70.71% 62.14% 62.32% 67.46% 77.70%
Grupo étnico SI NO
49.70% 25.45%
29.23% 12.38%
82.11% 64.26%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
36.76% 27.81% 31.02% 55.30% 3.91% 29.00% 19.66% 7.38% 27.94%
23.27% 6.37% 15.82% 23.54% 3.91% 15.07% 15.61% 7.38% 27.94%
70.10% 63.63% 61.64% 78.53%
--- 66.96% 45.10%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
60.98% 39.11% 17.91% 7.65% 2.76%
38.58% 21.91% 10.83% 4.23% 1.90%
82.32% 69.60% 47.32% 32.69% 19.13%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Para el caso del género, tanto en la población total como la urbana y rural existe una exclusión
social similar entre hombres y mujeres. En cuanto a la división por grupos etáreos, no sólo es
indignante encontrar que la mayor privación en todo el territorio la sufren los adultos mayores
quienes ya han cumplido su ciclo productivo sino que, aun peor, un alto porcentaje de los niños
que hasta ahora están empezando a vivir (menores de 5 años) ya se encuentren excluidos de la 99 Vale la pena señalar que este porcentaje está totalmente influenciado por el punto de corte que se ha elegido.
51
sociedad. En el caso de la pertenencia a algún grupo étnico, las minorías raciales están en peores
condiciones de exclusión social que la otra parte de la población colombiana en el total nacional y
cada una de las zonas urbana y rural. En cuanto al quintil de ingreso, la exclusión social entra a
reforzar los efectos perversos de la desigualdad ya que son enormes las diferencias entre la
población excluida en los quintiles uno y cinco para todas las áreas estudiadas. En la última
columna de los cuadros del Anexo 9 se presentan los resultados de los pareos por probabilidades
de similitud que confirman la significancia de estos resultados.
Finalmente, son claras también las diferencias en la exclusión social de quienes habitan en las
diferentes regiones de Colombia: para el área urbana, mientras que un 3.91% de los bogotanos
sufren de esta problemática casi un 28% de los habitantes de la Orinoquía están excluidos
socialmente100; para la zona rural el peor grado de exclusión social los sufren los habitantes de la
región Pacífica (78.53%).
Esta clasificación dual de la exclusión social capta las diferencias ya señaladas entre privados y no
privados de cada una de las dimensiones relevantes (Ver última columna de las tablas del Anexo
8). Los privados y no privados en las dimensiones física, de capital humano, económica, de capital
social y política se diferencian por su IES. Sin embargo, en el caso de la dimensión laboral no hay
evidencia estadística significativa de la diferencia en la exclusión social de los dos grupos.
1.3.4 Prueba de hipótesis sobre la exclusión social en Colombia
Una vez hallado un índice para medir el estado de exclusión social en Colombia se procede a
buscar pruebas para aceptar o rechazar la hipótesis planteada inicialmente.
1.3.4.1 Hipótesis 1.
La exclusión social varía significativamente de acuerdo a la participación del individuo en el
mercado laboral, siendo menor para aquellos que están ocupados frente a los desocupados.
En palabras de European Council (2002, p.5), como ya se citó en la introducción de este
documento, “el empleo es la mejor salvaguarda contra la exclusión social”.
En Colombia, siendo el responsable de la mayor parte de los ingresos de los hogares, el empleo
contribuye significativamente a la integración económica del individuo. Según el informe del
Departamento Nacional de Planeación (2004) que citan Sánchez y Salas (2007, p.3), “uno de los
principales factores que inciden en el riesgo de los hogares es la pérdida de empleo por parte del
100 Se debe recordar que para Bogotá, San Andrés y la Orinoquía el total de la población fue considerada urbana.
52
jefe de hogar; una vez que esto sucede, aumenta la probabilidad de que el hogar quede en la
pobreza”.
Por otra parte, la ocupación proporciona, además de la seguridad del ingreso, un espacio de
desarrollo, un estatus y una identidad. Como dicen La Parra y Tortosa (2002, p. 55), “el mercado
de trabajo no proporciona únicamente empleo, sino que también es la forma de acceso a todo tipo
de ventajas sociales, incluidas la seguridad social, un mayor prestigio, etc.”.
Pensando entonces que en Colombia el trabajo se considera una garantía de cohesión social no
solo por los ingresos que provee sino también porque es el escenario de fortalecimiento de los
lazos sociales, se esperaría que la exclusión social fuera mínima dentro de los ocupados pero,
sobre todo, que fuera menor que dentro de la población desempleada.
Buscando identificar las diferencias entre los tres grupos de la Población en Edad de Trabajar PET,
es decir los ocupados, desempleados e inactivos, la Tabla 1 del Anexo 10 muestra el porcentaje de
excluidos socialmente y de privados en todas las dimensiones relevantes.
Aproximadamente un 56% de la PET está ocupada. El resto se divide en 7.30% y 36.80% que
corresponden respectivamente a los desempleados e inactivos. Por otra parte, las tasas de
desempleo son superiores en el área urbana (8.56%) que la rural (3.46%).
Los resultados obtenidos muestran que en Colombia cerca a un 25% de los ocupados sufren de
exclusión social notándose gran diferencia entre la población urbana y rural ya que dentro de sus
ocupados hay respectivamente un 11.01% y un 63.86% de excluidos. En las tres regiones
contempladas, la población inactiva es la más excluida frente al resto de la PET. Sin embargo, en
contraposición a la hipótesis, a nivel nacional y en la zona rural los individuos en desempleo están
más incluidos que aquellos que tienen un trabajo.
Con el fin de obtener evidencia estadística más robusta sobre la importancia de la ocupación frente
al desempleo en la exclusión social, se hicieron pareos por máxima verosimilitud para cada una de
las zonas en estudio. En ellos se compararon individuos con características similares pero que se
diferenciaban porque unos están ocupados (grupo tratamiento) y los otros están desempleados
(grupo control). Los resultados, que se presentan en la tabla 2 del Anexo 10, muestran que no hay
evidencia estadística para decir que los ocupados y los desempleados del área urbana y rural se
diferencian en su grado de exclusión social.
53
Estos resultados dan entonces razones para rechazar la hipótesis que se había planteado. En
Colombia, estar ocupado no es garantía de menor exclusión social frente a estar desempleado.
El anterior resultado no es del todo sorprendente si se consideran las condiciones actuales de los
mercados laborales. La liberalización del mercado de trabajo ha traído consigo la flexibilización de
la demanda laboral y la precarización de las ocupaciones. En Colombia, como menciona Ocampo
(2000, p. 46), “las formas que asumió la incorporación de la población al mercado reflejan su
funcionamiento excluyente en la década de los noventa: una parte de esta nueva fuerza de trabajo
pasa a engrosar las filas de la desocupación… y la otra accede en condiciones de precariedad al
sector informal, principalmente a cuenta propia, mientras la tasa de salarización disminuye en
forma sensible (de 89.4% a 67.2%), resultado de las fuertes caídas en las tasas de ocupación y de
la tendencia ascendente de las tasas de participación”.
Buscando encontrar los causales de la baja relevancia de la participación laboral en la exclusión
social, se analizó la situación en cada una de las dimensiones relevantes. Según la Tabla 1 del
Anexo 10, el porcentaje de privados entre ocupados y desempleados no son realmente muy
diferentes y, en varios casos, son los desempleados quienes tienen menor desventaja que los
ocupados. Es llamativo encontrar por ejemplo que a nivel nacional cerca a un 48% de los
ocupados tienen problemas en la dimensión económica cuando se supone que tener un empleo es
garantía de ingresos; este problema es aun más significativo en el área rural donde dicho
porcentaje llega al 75.11%. Para la dimensión de capital humano, tanto en el total nacional como
en las áreas urbana y rural, se encuentra que los desempleados están menos privados socialmente
que los ocupados. Adicionalmente, en las dimensiones física y política los empleados de la zona
rural están más privados que los desempleados. Por último, obviamente la totalidad de los
desempleados aparecen como privados en la dimensión laboral.
Para comprobar las diferencias entre desempleados y ocupados en las diferentes dimensiones de
la exclusión social, se hicieron los respectivos pareos por máxima verosimilitud (Ver Tabla 2 del
Anexo 10). Dado que estar ocupado fue la única característica que se tuvo en cuenta para hallar
las privaciones en la dimensión laboral, esta categoría fue dejada de lado en este análisis.
Nuevamente se tomó como grupo de tratamiento a los individuos ocupados. Los resultados
ratifican que no hay evidencia estadística para decir que en Colombia se cumple la hipótesis
trazada acerca de la gran significancia de la ocupación en el estado de exclusión social, sobre todo
54
en la zona urbana. Contrario a lo que se podría haber pensado, la mayoría de las diferencias no
son estadísticamente diferentes de cero.101
Yendo un poco más allá de la prueba de hipótesis, es importante analizar qué causas pueden estar
motivando la invalidez de la misma. La Tabla 3 del Anexo 10 presenta el porcentaje de excluidos
dentro de los ocupados según algunas características individuales. El grupo etáreo al que se
pertenece, la etnia, la región donde se habita, el quintil de ingreso y en menor medida el género,
parecen ser factores influyentes en la exclusión social de los colombianos ocupados. Como era de
esperarse por la propia definición del índice de exclusión social, se logra una mayor inclusión a
medida que se acumula mayor capital humano medido como nivel educativo.
Estas diferencias dadas por el grado de educación hacen pensar en su relación con el tipo de
empleo y la posibilidad de que esto influya el estado de exclusión social. Si se analiza, por ejemplo,
esta situación a partir de la informalidad102, aparecen datos interesantes como se muestra en la
Tabla 19.
TABLA 19. EXCLUSIÓN SOCIAL SEGÚN LAS CARACTERÍSTICAS DEL EMPLEO
INFORMALIDAD NACIONAL URBANO RURAL
Trabajadores Informales Trabajadores Formales
30.14% 14.68%
14.54% 5.02%
66.81% 54.99%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Tanto para el total nacional como para el área urbana se encuentra que los trabajadores
informales tienen grados de exclusión social mucho más altos que los formales. En la zona rural
ocurre lo mismo pero la diferencia no es tan marcada como en los casos anteriores. Esto no es
extraño en la medida en que la informalidad, tal como está definida por el DANE, se considera un
fenómeno primordialmente urbano. Si se revisa el porcentaje de excluidos socialmente dentro de
los informales urbanos (14.54%) se puede ver que su valor es similar al de la exclusión en los
desempleados de esta misma zona (15.06%).
Esta influencia de las características del empleo en la exclusión social de los ocupados estaría
dando luces sobre por qué la participación en el mercado laboral no es un factor decisivo para la
inclusión en Colombia. En este sentido, se respalda lo dicho por Atkinson (1998, p. v): “el
101 El análisis también se realizó para comparar la exclusión social de los desempleados y los inactivos. En este caso se encontró que
este segundo grupo tiene menores desventajas que el primero. 102 Para Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) define como trabajadores informales a quienes laboran en negocios o empresas particulares con un máximo de 10 personas, los trabajadores familiares sin remuneración, los empleados domésticos, los trabajadores por cuenta propia con excepción de los profesionales independientes, y los patronos con 10 trabajadores o menos.
55
desempleo puede causar exclusión social, pero el empleo no garantiza la inclusión social; que lo
haga o no depende de la calidad del empleo ofrecido”.
Con la precarización de las ocupaciones, en este nuevo contexto las privaciones en la dimensión
laboral no se darán únicamente por el desempleo sino que aparecen nuevas categorías de
privación ésta vez dentro de los ocupados. Así las cosas, en la medición del estado de exclusión
social hecha para Colombia se podría estar incurriendo en un error al no tener en cuenta las
particularidades de las ocupaciones dentro de la dimensión laboral.
1.4 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 1
El presente capítulo tiene como finalidad exponer un análisis de la exclusión social en Colombia y,
sobretodo, comprobar la hipótesis de que la exclusión social varía significativamente de acuerdo a
la participación del individuo en el mercado laboral, siendo menor para aquellos que están
ocupados frente a los desempleados.
Definido en un individuo como el entrelazamiento de privaciones relevantes relativas a la sociedad
donde vive, el estado de exclusión social en Colombia conjuga desventajas en las dimensiones
física, de capital humano, económica, de capital social, política y laboral.
Dentro de la dimensión física, se tomaron en cuenta privaciones relevantes de infraestructura y
localización de la vivienda del individuo y disponibilidad de servicios públicos domiciliarios,
encontrando privaciones a nivel nacional de 44.70%, 48.05% y 29.38%, respectivamente. Ahora
bien, si se toma como excluido en la dimensión a los individuos que presentan desventajas en al
menos uno de sus funcionamientos, se encuentra que un 74,81% de los colombianos está en
desventaja en la dimensión física.
Para el caso de la dimensión de capital humano, aparecen privaciones del 32.77% por estado de
salud y 42.60% por nivel educativo. Integrando estos dos funcionamientos, la exclusión por esta
dimensión es del 56.01%.
La dependencia económica y la riqueza del hogar fueron analizadas dentro de la dimensión
económica de la exclusión social. Los colombianos privados de estos funcionamientos fueron,
respectivamente, de 8.15% y 50.17%, con una exclusión en la dimensión económica del 51.97%.
La dimensión de capital social fue estudiada a partir de los contactos sociales del individuo, donde
se encontró una privación del 25.05%, y el bien-estar del hogar, con 27.21% de privados a nivel
56
nacional. Por tener insuficiente capital social, 44.91% de los colombianos están excluidos en esta
dimensión.
Fueron considerados como relevantes dentro de la dimensión política de la exclusión social los
funcionamientos de participación electoral y la seguridad en la actividad política. Las respectivas
privaciones fueron del 69.46% y 66.11%, generando una exclusión del 81.94% dentro de la
dimensión política.
Finalmente, un 7.14% de los colombianos están excluidos en la dimensión laboral que contenía un
único funcionamiento de desempleo.
En general, para todos los funcionamientos de las dimensiones física, de capital humano,
económica y laboral, la privación aumenta a medida que se desciende en la escala de los quintiles
de ingreso, patrón que no se evidencia en todos los funcionamientos de las dimensiones de capital
social y política. Esto señala la importancia de considerar éstas últimas dimensiones si se quiere
analizar el bien-estar humano más allá de los niveles de pobreza.
Ahora bien, al analizar las privaciones simultáneas que sufren los colombianos, se encontró que un
0.0001% de la población sufre al mismo tiempo doce privaciones en los principales aspectos de la
exclusión social mientras que un 1.29% no padece ninguna y cerca de la mitad (47.69%) padecen
cinco o más privaciones. Por otro lado, al analizar la simultaneidad de las privaciones en las cinco
dimensiones de la exclusión social, se encuentra que un 0.75% de la población colombiana sufre
un grave estado de exclusión social al presentar fallas en la totalidad de las categorías
consideradas.
En la construcción del índice de exclusión social no se asignaron pesos iguales para cada una de
las privaciones relevantes. A partir de análisis de correspondencias múltiples ACM se obtuvo la
respectiva ponderación. Esta técnica se aplicó de manera independiente para la zona urbana y
rural dadas las características heterogéneas entre sus habitantes. Para los habitantes de la zona
urbana así como para los de la zona rural, la privación por dependencia económica es la que tiene
un mayor aporte en el índice de exclusión social de quienes la padecen. El funcionamiento de
localización para la zona urbana y el de empleo para la zona rural conforman las privaciones con
peso más bajo para el índice de exclusión social. Es importante notar que, conforme a la hipótesis
planteada, se suponía que la dimensión laboral sería una de las de mayor injerencia en la
exclusión social. Sin embargo, de acuerdo a los pesos obtenidos a partir de los ACM, tener un
empleo influye con menor peso que el resto de las dimensiones consideradas en el análisis de la
57
exclusión social para el área urbana; en la zona rural dicho funcionamiento ni siquiera es
relevante.
Con los resultados del ACM y algunas transformaciones matemáticas adicionales, se obtuvo un
índice de exclusión social IES contenido en el rango entre 0 y 1. El IES permite comparar a los
individuos en términos de su porcentaje de exclusión social. Además, estableciendo un punto de
corte equitativo de 0.5 en el IES, se construyó una medida binaria de exclusión social que dividió a
la población entre excluidos y no excluidos. De acuerdo a esta variable, el estado de exclusión
social afecta en promedio a un 27.88% de los colombianos. En el área urbana dicho porcentaje
corresponde al 13.79% de la población y en el área rural a un 66.88%
Tanto en la población total como la urbana y rural existe una exclusión social similar entre
hombres y mujeres. En cuanto a la división por grupos etáreos, la mayor exclusión en todo el
territorio la sufren los adultos mayores. Las minorías raciales están en peores condiciones de
exclusión social que la otra parte de la población colombiana en el total nacional y cada una de las
zonas urbana y rural. La exclusión social entra a reforzar los efectos perversos de la desigualdad
de ingresos ya que son enormes las diferencias entre la población excluida en los quintiles uno y
cinco para todas las áreas estudiadas. Finalmente, son claras también las diferencias en la
exclusión social de quienes habitan en las diferentes regiones de Colombia: mientras que un
3.91% de los bogotanos sufren de esta problemática, un 27.94% de los habitantes de la Orinoquía
están excluidos socialmente; para el área rural el peor grado de exclusión social los sufren los
habitantes de la región Pacífica (78.53%).
Es importante señalar que aunque sería interesante estudiar las relaciones de causalidad entre
cada una de las privaciones relevantes y la exclusión social, no es posible hacerlo al no tener datos
panel para Colombia. El estado de exclusión social refleja el entrelazamiento de privaciones en un
punto determinado del tiempo pero no permite hacer aseveraciones acerca del proceso causal
como esto se originó.
Una vez establecida la categorización del estado de exclusión social en Colombia, se buscó probar
la hipótesis de que la exclusión social varía significativamente de acuerdo a la participación del
individuo en el mercado laboral. Los resultados obtenidos muestran que en Colombia
aproximadamente un 25% de los ocupados sufren de exclusión social. Por otro lado, no hay
evidencia estadística para decir que hay mayores niveles de exclusión dentro de la población
desempleada respecto a la ocupada. Estos resultados dan razones para rechazar la hipótesis que
se había planteado.
58
Por último, buscando interpretar la exclusión social de los ocupados se analizó la influencia en ella
de las características del empleo y se encontró que, sobre todo para la zona urbana, es claro que
la informalidad incrementa la posibilidad de estar excluido de la sociedad. Este influjo del tipo de
empleo en la exclusión social de los ocupados estaría dando luces sobre por qué la participación
en el mercado laboral por sí sola no es un factor decisivo para la inclusión. Así las cosas, en la
misma medición del estado de exclusión social en Colombia se podría estar incurriendo en un error
al no tener en cuenta las particularidades de las ocupaciones dentro de la dimensión laboral.
De acuerdo a lo anterior, es importante estudiar la conformación de los mercados de trabajo en el
país para poder comprender la exclusión social de los ocupados. Las últimas teorías laborales
proclaman la existencia de segmentación en el mercado laboral urbano así que es posible que este
fenómeno esté incidiendo en la exclusión social en Colombia. Este es precisamente el tema a
indagar en los siguientes capítulos de este documento.
59
ANEXOS AL CAPÍTULO 1
60
ANEXO 1. DISCIPLINAS DE ESTUDIO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL
DISCIPLINA ANTECEDENTES TRABAJOS SEMINALES CARACTERÍSTICAS
Tradición Francesa Republicana
Dada la crisis económica, social y política que se estaba viviendo en Francia a comienzos de los ochenta, la exclusión social fue definida por la tradición republicana como una ruptura del tejido social atribuida a fallas en el Estado. Dicha noción incluía varios tipos de desventaja que se podían identificar en ese país y que no eran solucionados por el Estado de Bienestar vigente: desempleo, precarización del trabajo profundización de guetos, pérdida de valores familiares, etc.
Tourraine (1991, 1992).
- La exclusión social es vista como un proceso mediante el cual los individuos son total o
parcialmente apartados de la participación en la sociedad en la cual viven. - Esta aproximación toma elementos del marco conceptual republicano sobre la solidaridad, donde se vislumbra una incapacidad del Estado de garantizar la cohesión social, pero sobretodo del pensamiento sociológico de Durkheim acerca de “la importancia de valores colectivos y normas, y el riesgo de alienación social”103. - Serán excluidos aquellos desvinculados de la comunidad debido a deficiencias físicas o de conducta. También todos aquellos que debido a un cambio en su escenario socio-económico han perdido su lugar en las redes sociales104. - Según Saraceno (2001, p. 6), “el típico ‘excluido socialmente’ según el discurso francés es una persona soltera sin familia, a menudo hombre, que experimenta diversas discapacidades personales y sociales, quien necesita ser ‘re-insertado’ o ‘re-integrado’ socialmente”. - Tomando en cuenta que el rechazo a aceptar a otros individuos no se deberá sólo a factores de desigualdad sino a formas de no pertenencia o membresía, el discurso político de la concepción francesa republicana se enfocará por tanto a la integración/ inserción o reintegración/reinserción más que a la desigualdad. Esta nueva inserción se podrá conseguir a través de diferentes actividades de empoderamiento para los excluidos pero también requerirá de la intervención del Estado y de la sociedad en general en el ofrecimiento de oportunidades para resarcir los lazos sociales de dichos individuos.
Tradición Anglosajona
En el Reino Unido el término exclusión social tiene su origen en la crítica de la política social de comienzos de los ochenta dada por los análisis sobre pobreza de Townsed (1979). Dicho autor argumentó que un adecuado análisis de la pobreza no se debería limitar a las preguntas de subsistencia sino que debería incorporar la inhabilidad de los individuos de participar en la vida corriente de una sociedad.
Townsed (1979)
- Esta aproximación se concentra en los aspectos económicos de la exclusión social, relacionándola con lo que se entiende comúnmente como pobreza. - Está fundamentada en el liberalismo clásico que concibe a la sociedad como sumatoria de individuos que interactúan y compiten en el mercado, ha enfatizado la perspectiva individualista de la exclusión social. Según Bhalla et al. (1997, p. 415), para esta corriente la integración social es el resultado de “las relaciones libremente elegidas entre los individuos antes que el vínculo entre el individuo y la sociedad”. - En cuanto al manejo de políticas, según dice Room (1995, p.5) “no se puede bajo ningún sentido decir que hubo un debate general concerniente a la exclusión social” en el Reino Unido mientras dicha noción hacia parte fundamental de la discusión política en Francia durante los años ochenta. Sin embargo, el mismo autor afirma que en términos académicos la tradición anglosajona formula que la exclusión social debe ser combatida incentivando el concepto de “ciudadanía” visto como consumo de servicios sociales y económicos.
103 Tomado de Jehoel-Gijsbers y Vrooman (2007, p. 13). 104 Ver Castel (1997) y Saith (2001).
61
DISCIPLINA ANTECEDENTES TRABAJOS SEMINALES
CARACTERÍSTICAS
Enfoque de las capacidades de
Amartya Sen
Hacia el final de los años ochenta diferentes organismos enfocados en la formulación de políticas sociales, tales como la Comisión Europea y el Instituto de Estudios Laborales de la Organización Internacional del trabajo, combinaron elementos de las tradiciones francesa y anglosajona hacia una nueva definición de la exclusión social. Haciendo énfasis tanto en el rompimiento de lazos sociales, como la aproximación francesa estima, así como también en la preocupación anglosajona por la exclusión material y desigualdad, ésta reinterpretación “implicó la asimilación de la condición de exclusión social con la realización incompleta de los derechos de ciudadanía y, por lo tanto, con la incapacidad de los ciudadanos de acceder a un nivel de vida mínimo y a una participación plena en las instituciones económicas, sociales y políticas de su sociedad”105.
Sen (1985, 1993, 2000).
- Teniendo sus raíces originales en el análisis de la pobreza multidimensional, este enfoque puede ser visto como una posición intermedia entre la escuela anglosajona y la francesa para el estudio de la exclusión social. - Para Sen (1985, 1993, 2000), dado que existen dimensiones en el bien-estar de un individuo que no pueden captarse a través de indicadores de ingreso, es necesario hacer un análisis más amplio si se quiere establecer su condición de vida. Sin embargo, de acuerdo al autor, más importante que su nivel de bien-estar es la ventaja de la persona, sus oportunidades reales, lo que él llama las capacidades (capabilities). -Su enfoque de las capacidades está basado en evaluar la vida de un individuo de acuerdo a una combinación de lo que ha logrado hacer y ser, es decir, sus funcionamientos (functionings). Los funcionamientos son las actividades o estados alcanzados por un individuo en su vida. Las capacidades, por su parte, reflejan el conjunto de combinaciones de funcionamientos que tiene disponible una persona para manejar su vida; en dicho conjunto se encontrará, obviamente, el set de funcionamientos que está determinando el nivel de bien-estar presente. - Como dice Sen (2000, p.6) “la importancia real de la idea de exclusión social recae en enfatizar el papel de las características relacionales de la privación de capacidades”. - Siguiendo a Papadopoulos y Tsakloglou (2005), dentro de los aspectos más relevantes de esta perspectiva de la exclusión social están:
i. La exclusión social es una forma particular de la privación relacional de capacidades.
ii. No todas las situaciones de privación deben ser analizadas bajo el concepto de exclusión social. El punto importante a tener en cuenta son los aspectos relacionales.
iii. La exclusión social estará conectada con la pobreza si ésta última es entendida como tener baja calidad de vida y no solamente poseer pocos bienes o percibir un bajo ingreso monetario.
iv. La exclusión social es multidimensional pero, sobre todo, relacional. En este sentido, un individuo no solamente podrá sufrir diversas privaciones al mismo tiempo sino que estos estados se alimentarán mutuamente.
v. La medición de la exclusión social será relativa. Se debe establecer una conexión con una sociedad particular para evaluar la exclusión de un individuo.
105 Tomado de Dabenigno y Meo (2006). Ver en: http://juanfilloy.bib.unrc.edu.ar/completos/corredor/corredef/comi-a/DABENIGN.htm. Última Consulta: 20 de abril de 2008.
62
ANEXO 2. VARIABLES UTILIZADAS
VARIABLE DESCRIPCION OBS MEDIA DESV. EST.
MIN MAX
Variables generales Género Edad Etnia Jefe de hogar Estado civil Quintil de ingreso del hogar Zona del municipio Región de vivienda Variables físicas Tipo de vivienda Material principal de las paredes Material principal de los pisos Número de personas del hogar Número de cuartos del hogar Hacinamiento del hogar Servicios públicos domiciliarios Tipo de sanitario Tipo de agua para alimentos Tipo de combustible Seguridad en el vecindario Vivienda en riesgo Vivienda en cercanía de peligro Variables de capital humano Estado de salud Enfermedad crónica Analfabetismo Nivel educativo Años de educación Variables económicas Dependencia econ. del hogar Posesión de bienes del hogar Acceso a comida diaria
Dummy donde 1 es género femenino, 0 masculino.
Años de edad106. Dummy donde 0 es ser indígena, gitano, raizal del archipiélago, palenquero o afrodescendiente, 1 ninguno.
Dummy donde 1 es ser jefe de hogar, 0 no ser. Valores: 1. Unión libre, 2. Casado, 3. Viudo, 4. Separado, 5. soltero.
Quintil del ingreso percapita del hogar al que pertenece. Dummy donde 1 es ser de la cabecera municipal y 0 de los Centros poblados o del Área rural dispersa.
Valores: 1. Atlántica, 2. Oriental, 3. Central, 4. Pacífica, 5. Bogotá, 6. Antioquia, 7. Valle, 8. San Andrés y Providencia, 9. Orinoquía.
Dummy donde 1 es vivir en casa o apartamento, 0 en otro tipo de vivienda.
Dummy donde 1 es paredes en madera burda, guadua, zinc o sin paredes, 0 otro material. Dummy donde 1 es pisos en tierra o madera burda (o cemento en zona urbana), 0 otro material.
Número de personas que componen el hogar. Número de cuartos para el hogar, incluyendo sala y comedor, excluyendo cocina, baños y garajes.
Número de personas en el hogar / Número de cuartos disponibles. Dummy donde 1 es no contar con ningún servicio público (o sin recolección de basuras en zona urbana)
Dummy donde 1 es tener letrina,bajamar o ningún servicio sanitario (o inodoro sin conexión en zona urbana) Dummy donde 1 es beber agua lluvia o de río en zona rural y no acceso a acueducto en zona urbana. Dummy donde 1 es cocinar con leña o desecho (o con kerosene o carbón mineral en zona urbana).
Dummy donde 1 es considerar inseguro el barrio donde se habita. Dummy donde 1 es vivir en zona de inundaciones, avalanchas, desbordamientos, hundimientos o fallas geo.
Dummy donde 1 es vivir cerca de fábricas, basureros, plazas de mercado, aeropuertos, terminales de buses, caños, plantas de tratamiento, líneas de transporte de hidrocarburos, líneas de energía de alta tensión.
Dummy donde 1 es reportar estado de salud regular o malo, 0 reportar estado bueno o excelente.
Dummy donde 1 es tener alguna enfermedad crónica, 0 ninguna. Dummy donde 1 es no saber leer o escribir.
Valores: 1. Primaria o inferior, 2. Secundaria, 3. Técnica o tecnológica, 4. Universitaria, 5. Postgrado. Años de educación
Dummy donde 1 es el hogar con más de 3 pers. por ocupado y jefe de hogar con educación menor a 2 años. Índice de los bienes que posee el hogar respecto a la región107, que toma valores entre 0 y 1.
Dummy donde 1 es que por falta de dinero algún miembro del hogar no consumió ninguna comida uno o más días de la semana anterior.
85150 85150 85150 85150 65110 85150 85150 85150
85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150 85150
85150 85150
65110108 65110109 65110110
85150 85150 85150
0.523 28.494 0.899 0.256 3.143 2.829 0.735 3.639
0.024 0.077 0.408 4.923 3.527 1.677 0.095 0.135 0.109 0.193 0.22 0.176 0.235
0.279 0.139 0.074 0.409 7.541
0.081 0.564 0.084
0.499 20.488 0.301 0.436 1.662 1.367 0.442 2.134
0.152 0.267 0.491 2.25 1.52 1.149 0.293 0.342 0.311 0.394 0.414 0.38 0.424
0.448 0.347 0.262 0.492 4.636
0.274 0.274 0.277
0 0 0 0 1 1 0 1 0 0 0 1 1
0.071 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0 0 0
1 99 1 1 5 5 1 9 1 1 1 18 15 18 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 31
1 1 1
106 Se da el valor de 99 a los individuos con estos o más años. 107 El indicador se construye así: u = ∑ wi xi / ∑ wi siendo i cada uno de los 17 bienes consultados, x es la variable binaria de posesión y w es el porcentaje de hogares que en la misma región declararon poseer dicho bien. Los bienes consultados en la ECV 2003 son: lavadora, nevera, licuadora, equipo de sonido, estufa, horno, microondas, aspiradora o brilladora, VHS o betamax, DVD,computador, conexión a inernet, motocicleta, carro particular, calentador de agua o ducha eléctrica, aire acondicionado y ventilador. 108 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad. 109 Ibíd. 110 Ibíd.
63
VARIABLE DESCRIPCION OBS MEDIA DESV. EST.
MIN MAX
Variables de capital social Lazos primarios en el hogar Nuevo en el municipio Adictos en el hogar Discapacitados en el hogar Persona a quien recurrir Problemas en el hogar Variables políticas Votación presidente 2002 Votación gobernador 2003 Votación referendo 2003 Tasa de asesinatos políticos 2003 Tasa de atentados políticos 2003 Tasa de secuestros políticos 2003 Variables laborales Población en edad de trabajar Población económicamente inactiva Población económicamente activa Población ocupada Población desocupada No participación laboral Informalidad
Dummy donde 0 es vivir en el mismo hogar con los padres, hermanos, abuelos, nietos, hijos o cónyuge.
Dummy donde 0 es llevar menos de dos años viviendo en el municipio Dummy donde 1 es que algún miembro del hogar es alcohólico o drogadicto.
Dummy donde 1 es que algún miembro del hogar es discapacitado. Dummy donde 0 es que, en caso de algún problema, puede recurrir a familiares, amigos, vecinos, asociaciones religiosas o
políticas u otros, 0 si no tiene a nadie. Dummy donde 1 es que en el último año hubo algún problema en el hogar: enfermedad grave, muerte de algún miembro,
abandono del hogar por parte de un menor, desplazamiento o separación de cónyuges.
Porcentaje de participación regional en las elecciones de presidente, año 2002. Porcentaje de participación regional en las elecciones de gobernador, año 2003.
Porcentaje de participación regional en la votación al referendo, año 2003. Tasa de asesinatos políticos en la región, año 2003. Tasa de atentados políticos en la región, año 2003. Tasa de secuestros políticos en la región, año 2003.
Dummy donde 1 es pertenecer a la población en edad de trabajar Dummy donde 1 es pertenecer a la población económicamente inactiva Dummy donde 1 es pertenecer a la población económicamente activa
Dummy donde 1 es pertenecer a la población ocupada Dummy donde 1 es pertenecer a la población desocupada
Dummy donde 1 es estar desempleado o inactivo, 0 empleado Dummy donde 1 es pertenecer a los ocupados en el sector informal
85150 85150 85150 85150 85150
85150
85150 85150 85150 85150 85150 85150
85150 65150111 65150112 41636113 41636114 65110115 36852116
0.0549 0.0469 0.0338 0.1238 0.1694
0.1590
46.26 50.918 24.904 8.8062 1.1279 3.933
0.749 0.368 0.632 0.884 0.116 0.441 0.661
0.2278 0.2115 0.1808 0.3294 0.3751
0.3657
6.684 5.213 6.086 5.549 0.837 2.326
0.433 0.482 0.482 0.319 0.319 0.497 0.473
0 0 0 0 0 0
29.32 43.51 12.07
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1 1 1 1 1 1
55.81 58.17 30.23 18.54 2.42 7.25
1 1 1 1 1 1 1
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
111 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad. 112 Ibíd. 113 Ésta variable se estudia dentro de la población económicamente activa. 114 Ibíd. 115 Ibíd. 116 Ésta variable se estudia dentro de la población ocupada.
64
ANEXO 3. DESCRIPCIÓN DE LA POBLACIÓN COLOMBIANA
TABLA 1. POBLACIÓN TOTAL DE COLOMBIA
TOTAL POBLACION URBANO RURAL TOTAL HOMBRE MUJER TOTAL HOMBRE MUJER TOTAL HOMBRE MUJER
Área Urbano Rural
73.46% 26.54%
71.30 28.70
75.42 24.58
Género Hombre Mujer
47.71% 52.29%
46.31 53.69
51.58 48.42
Edad 0-4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
9.67% 15.36% 26.53% 21.58% 20.32% 6.55%
10.61 16.25 26.41 21.13 19.49 6.11
8.81 14.53 26.63 21.99 21.07 6.96
8.82 14.30 26.69 22.28 21.14 6.77
10.02 15.54 26.57 21.77 19.95 6.14
7.79 13.23 26.79 22.71 22.17 7.31
12.01 18.26 26.07 19.66 18.04 5.96
12.07 18.02 26.00 19.53 18.35 6.02
11.94 18.53 26.15 19.79 17.70 5.89
Grupo étnico Indígena Gitano Raizal del archipiélago Palenquero Negro Ninguno
2.13% 0.02% 0.06% 0.01% 7.81% 89.96%
2.26 0.02 0.06 0.01 7.98 89.67
2.01 0.03 0.07 0.01 7.66 90.22
1.25 0.03 0.08 0.01 7.01 91.62
1.35 0.02 0.08 0.00 7.22 91.31
1.15 0.04 0.08 0.02 6.83 91.89
4.58 0.00 0.02 0.02 10.03 85.35
4.52 0.00 0.00 0.03 9.86 85.59
4.65 0.00 0.04 0.00 10.21 85.11
Jefe de hogar SI NO
25.61% 74.39%
37.07 62.93
15.15 84.85
26.30 73.70
37.34 62.66
16.77 83.23
23.69 76.31
36.38 63.62
10.16 89.84
Estado civil Unión libre Casado Viudo Separado Soltero
22.84% 25.08% 5.35% 8.39% 38.35%
24.20 26.59 2.07 5.12 42.03
21.66 23.76 8.20 11.23 35.14
20.64 25.69 5.46 9.30 38.92
22.62 28.11 1.92 5.35 42.00
19.03 23.71 8.34 12.50 36.41
29.55 23.21 5.01 5.62 36.60
28.38 22.54 2.46 4.52 42.11
30.81 23.93 7.73 6.81 30.71
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
21.72% 18.06% 12.48% 7.90% 15.70% 12.83% 10.04% 0.13% 1.14%
22.55 18.15 12.49 7.92 15.43 12.57 9.65 0.13 1.11
20.97 17.98 12.47 7.88 15.93 13.07 10.40 0.13 0.17
21.05 15.38 11.35 4.54 21.37 12.78 11.79 0.18 1.55
21.96 15.26 11.13 4.43 21.65 12.32 11.52 0.18 1.56
20.27 15.49 11.55 4.64 21.13 13.18 12.03 0.18 1.55
23.58 25.48 15.60 17.18 0.00 12.97 5.19 0.00 0.00
24.04 25.33 15.86 16.58 0.00 13.20 4.99 0.00 0.00
23.10 25.63 15.32 17.82 0.00 12.72 5.40 0.00 0.00
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
21.60% 23.23% 21.02% 18.87% 15.28%
21.20 23.38 21.15 19.00 15.27
21.96 23.09 20.91 18.74 15.30
14.34 20.22 23.07 22.60 19.77
13.68 20.09 23.23 22.90 20.10
14.92 20.33 22.93 22.34 19.48
41.68 31.55 15.36 8.53 2.88
39.89 31.56 15.97 9.31 3.27
43.58 31.55 14.71 7.69 2.47
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
65
TABLA 2. POBLACIÓN COLOMBIANA POR REGIONES
ATLÁNTICA ORIENTAL CENTRAL PACÍFICA BOGOTÁ ANTIOQUIA VALLE SAN ANDRÉS ORINOQUIA Área Urbano Rural
71.18 28.82
62.55 37.45
66.83 33.17
42.24 57.76
100 0.00
73.17 26.83
86.28 13.72
100 0.00
100 0.00
Género Hombre Mujer
49.53 50.47
47.94 52.06
47.74 52.26
47.82 52.18
46.92 53.08
46.75 53.25
45.84 54.16
47.37 52.63
46.44 53.56
Edad 0-4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
10.32 16.33 26.86 21.36 18.74 6.39
10.02 16.13 25.83 22.24 19.14 6.64
10.36 15.84 27.09 20.13 20.19 6.39
11.86 17.71 29.02 18.77 16.95 5.69
8.13 12.69 25.38 23.15 23.91 6.74
8.77 14.41 27.38 21.44 21.39 6.60
8.56 14.34 25.26 22.18 22.17 7.50
7.93 14.59 19.97 28.90 23.92 4.69
10.07 19.22 25.68 24.55 15.43 5.06
Grupo étnico Indígena Gitano Raizal del archipiélago Palenquero Negro Ninguno
3.28 0.02 0.00 0.02 7.79 88.90
0.14 0.00 0.03 0.00 0.94 98.90
0.86 0.03 0.00 0.00 0.53 98.59
13.46 0.05 0.00 0.08 40.39 46.02
0.55 0.04 0.01 0.01 1.09 98.30
0.13 0.03 0.00 0.00 2.42 97.42
0.71 0.02 0.00 0.001 21.63 77.64
0.38 0.46 42.95 0.16 3.97 52.07
4.17 0.06 0.00 0.00 3.35 92.41
Jefe de hogar SI NO
22.27 77.73
26.45 73.55
26.28 73.72
23.31 76.69
28.20 71.80
26.58 73.42
26.71 73.29
33.43 66.57
27.09 72.91
Estado civil Unión libre Casado Viudo Separado Soltero
28.33 19.35 5.14 10.08 37.09
21.36 28.44 5.81 7.58 36.80
23.74 26.48 5.68 6.85 37.25
25.80 21.12 4.66 6.09 42.32
18.55 28.76 4.82 8.17 39.69
16.76 28.74 5.12 7.89 41.49
24.98 22.15 6.22 10.55 36.10
30.45 21.32 4.33 13.49 30.42
26.89 20.74 5.32 9.76 37.29
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
26.34 29.14 19.26 15.17 10.10
20.76 21.75 25.67 19.31 12.51
27.76 29.24 18.00 15.00 10.00
37.88 29.33 15.59 10.50 6.69
7.13 12.84 20.94 26.84 32.25
25.57 19.91 21.48 20.87 12.17
11.18 21.51 23.91 21.98 21.42
4.43 9.08 18.88 28.48 39.14
12.68 22.76 22.71 21.65 20.20
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
66
ANEXO 4. FUNCIONAMIENTOS RELEVANTES EN LA LITERATURA
DOCUMENTO Y PAIS ANALIZADO FUNCIONAMIENTOS INDICADORES
Brandolini y D’Alesio (1998): Italia
1. Salud - Estado general de salud. - Reporte de enfermedades crónicas. - Padecimiento de alguna discapacidad.
2. Educación - Último nivel académico alcanzado.
3. Empleo
- Desempleo durante seis meses consecutivos. - Poseedor de beneficio al desempleo por más de seis meses consecutivos. - Al pasar de empleo a desempleo, cambios en: rol en la familia, salud, habilidad para tener relaciones, auto-confianza, habilidad para explotar el tiempo libre, sentimientos diferentes a los de aspecto económico. - Condiciones de trabajo: peligrosas para la vida o la salud, demandantes de tiempo, interesantes, apreciadas por los demás, de preocupación constante por pérdida del empleo, satisfactorias en general. - Esfuerzo por encontrar trabajo si no es empleado o pensionado.
4. Vivienda
- Calificación de la zona de ubicación de la vivienda. - Calificación de la vivienda. - Material de los pisos y paredes de la vivienda. - Tenencia de calefacción.
5. Relaciones sociales. - Padres no fallecidos. - Número de hermanos o hermanas. - Número de hijos que habitan en otra vivienda.
6. Recursos económicos - Gasto mensual promedio del hogar. - Gasto mensual promedio del hogar en alimentos. - Estimativo del total de bienes que posee el hogar.
Burchardt, Legrand y Piachaud (1999): Gran Bretaña
1. Consumo - Ingreso del hogar
2. Ahorro - Propietario de la vivienda donde habita. - Pensionados. - No ahorros mayores a 2000 libras esterlinas.
3. Productividad - Estado de desempleo, fuera del sistema educativo o de entrenamiento. - Cuidar niños. - Ser retirado por encima de la edad de pensión.
4. Actividad política - No votante en la elección general de 1992. - No miembro de una organización o campaña política.
5. Actividad social - Carecer de alguien que lo apoye en alguno de estos aspectos: escuchar, ayudar en crisis, relajarse, dar consuelo o que realmente lo aprecie.
Tsakloglou y Papadopoulos (2001): Comunidad Europea
1.Pobreza - Ingreso neto mensual
2. Condiciones de vida
- Facilidades en la vivienda: cocina separada, tina o ducha, inodoro interno de descarga, agua caliente, calefacción y un sitio exterior en la vivienda tal como terraza o jardín. - Problemas de acomodación: espacio insuficiente, ruido de vecinos o del exterior, muy oscuro, cocina inadecuada, goteras, humedad en paredes, pisos o bases de la vivienda, polución u otro problema ambiental causado por tráfico o industria y vandalismo o crimen en la zona de residencia. - Posesión de bienes durables: carro o van, televisor a color, cámara de video, microondas, teléfono y otra casa.
3. Necesidades de vida - Habilidad para permitirse el lujo de ciertas actividades consideradas como básicas: mantener la vivienda con la temperatura adecuada, pagar por unas vacaciones de una semana fuera de la vivienda, reemplazar muebles averiados, comprar vestidos nuevos y no de segunda, comer carne o similares al menos cada segundo día.
4. Relaciones sociales - Membresía a algún club - Hablar con los vecinos al menos dos veces por mes. - Reunirse con amigos al menos dos veces por mes.
Poggi (2003): España
1. Cumplimiento de necesidades básicas - No comer carne o similares cada segundo día. - Ser incapaz de comprar vestidos nuevos en lugar de segunda mano. - Ser incapaz de pagar cuentas, arriendos, etc.
2. Ingreso adecuado - Ingreso del hogar
3. Alcanzar cierta calidad de vida - Posesión de carro o van, televisor a color, cámara de video y teléfono. - Tener amigos o familiares con los que se comparte una comida o bebida al menos una vez por mes.
67
DOCUMENTO Y PAIS ANALIZADO FUNCIONAMIENTOS INDICADORES
Poggi (2003): España (continuación)
4. Tener una vivienda adecuada - Vivienda con inodoro interno de descarga, agua caliente, espacio suficiente y calefacción adecuada. - Humedad o gotera en las paredes, pisos o bases de la vivienda.
5. Habilidad para tener relaciones sociales - Frecuencia con la que habla con los vecinos. - Frecuencia con la que se reúne con alguien más.
6. Estar saludable - Estado general de salud.
7. Vivir en un ambiente seguro y limpio - Ruido de los vecinos o del exterior, polución u otros problemas ambientales causados por tráfico o industria y vandalismo o crimen en la zona.
8. Desempeñar un trabajo - Desempleo. 9. Posibilidad de tener una educación básica Se mencionan en el análisis teórico pero no encuentran indicadores para el caso de estudio particular. 10. Participación en la vida política
Boussert, D’ambrosio y Peragine (2004): Comunidad Europea
1. Dificultades financieras - Personas en el hogar con dificultades para realizar sus metas. - Cumplimiento de pago de cuentas o arriendo.
2. Necesidades básicas - Consumo de carne o similares al menos cada segundo día. - Compra de vestidos de primera en lugar de segunda mano. - Financiamiento de una semana de vacaciones fuera de la vivienda.
3. Condiciones de la vivienda - Tina o ducha en la vivienda. - Humedad en las paredes, techos o bases de la vivienda. - Número de personas por área disponible.
4. Bienes - Posesión de carro. - Acceso a línea telefónica en la vivienda. - Posesión de televisor a color.
5. Salud - Estado general de salud. 6. Contacto social - Reunión con amigos o familiares menos de una vez al mes. 7. Insatisfacción - Grado de satisfacción con el trabajo o principal actividad.
Avila y Betancourt (2006): Bogotá – Colombia
1. Educación
- NBI por inasistencia. - Inasistencia de niños entre 5 y 11 años. - Inasistencia de niños entre 12 y 15 años. - Inasistencia de niños entre 16 y 17 años. - No cobertura bruta de primaria y secundaria. - Analfabetismo
2. Derecho a la salud, bienestar y vida - Afiliación al régimen de seguridad social. - NBi por vivienda. - NBI por hacinamiento
3. Derechos económicos
- Población por debajo de la línea de indigencia. - Población por debajo de la línea de pobreza. - NBI de dependencia. - Ingresos. - Tenencia de vivienda. - Tenencia de vehículo. - Tenencia de al menos un activo financiero.
Jehoel-Gijsbers y Vrooman (2007): Países bajos
1. Deficiencias económicas/estructurales: privación material
- Dificultad para lograr metas. - Ingreso adecuado para cubrir las necesidades básicas diarias y otras necesidades. - Cumplimiento en el pago de arriendo, facturas de electricidad y agua, seguros. - Oportunidad de obtener apoyo de un banco.
2. Deficiencias económicas estructurales: acceso insuficiente a derechos sociales
- Acceso a educación, servicio de salud, agencias de seguridad social, vivienda y seguridad. - Rechazo por parte de bancos, compañías de seguros o empresas postales.
3. Deficiencias socioculturales: participación social insuficiente
- Tener un trabajo remunerado o no. - Contacto con familiares o amigos. - Membresía a alguna asociación o iglesia.
4. Deficiencias socioculturales: integración normativa insuficiente
- Reporte de traspasos de ley. - Ejercicio de discriminación por género. - Comportamiento de acuerdo a la ética del trabajo y a la vida en sociedad.
68
ANEXO 5. PRIVACIONES SEGÚN EL ÁREA DE VIVIENDA
TABLA 1. DIMENSIÓN FÍSICA - INFRAESTRUCTURA DE LA VIVIENDA
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
NACIONAL URBANO RURAL VIVIENDA PARED PISO HACINAMIENTO TOTAL VIVIENDA PARED PISO HACINAMIENTO TOTAL VIVIENDA PARED PISO HACINAMIENTO TOTAL
TOTAL 2.36% 7.72% 40.76% 7.94% 44.70% 2.81% 3.36% 41.27% 5.41% 43.29% 1.11% 19.81% 39.36% 14.92% 48.59% Área Urbano Rural
2.81% 1.11%
3.36% 19.81%
41.27% 39.36%
5.41% 14.92%
43.29% 48.59%
Género Hombre Mujer
2.42% 2.30%
8.15% 7.33%
41.35% 40.22%
8.20% 7.70%
45.53% 43.94%
2.95% 2.69%
3.46% 3.27%
42.17% 40.49%
5.72% 5.15%
44.28% 42.43%
1.10% 1.11%
19.82% 19.80%
39.32% 39.39%
14.37% 15.51%
48.62% 48.56%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
3.51% 2.79% 2.19% 2.62% 1.77% 1.26%
11.03% 9.94% 7.88% 6.42% 6.25% 5.86%
46.25% 46.62% 42.53% 38.66% 34.96% 36.66%
13.66% 12.97% 8.15% 6.98% 3.86% 2.59%
52.17% 51.99% 46.54% 42.44% 37.64% 38.43%
4.35% 3.68% 2.55% 3.05% 2.06% 1.52%
4.71% 4.51% 3.56% 2.90% 2.67% 2.00%
47.24% 49.24% 43.54% 39.29% 34.80% 34.35%
9.95% 9.58% 5.59% 4.75% 2.39% 1.60%
50.55% 51.84% 45.64% 41.41% 36.04% 35.32%
1.79% 0.86% 1.18% 1.26% 0.84% 0.46%
23.88% 21.70% 20.13% 17.46% 17.86% 17.98%
44.23% 40.95% 39.68% 36.67% 35.46% 43.93%
21.21% 20.32% 15.42% 13.98% 8.62% 5.69%
55.46% 52.31% 49.09% 45.65% 42.86% 48.20%
Grupo étnico SI NO
2.32% 2.36%
26.94% 5.58%
60.67% 38.54%
9.09% 7.81%
63.18% 42.63%
3.18% 2.77%
17.64% 2.05%
58.58% 39.68%
5.31% 6.56%
59.76% 41.78%
0.97% 1.13%
41.66% 16.06%
63.98% 35.13%
13.10% 15.23%
68.60% 45.16%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
0.62% 1.65% 2.90% 1.77% 4.96% 0.54% 3.83% 13.48% 15.35%
7.84% 6.84% 7.56% 24.17% 0.66% 7.54% 7.71% 13.47% 6.14%
58.22% 33.37% 47.20% 61.18% 19.51% 33.17% 30.96% 42.11% 77.43%
8.61% 8.27% 8.25% 16.51% 5.01% 6.56% 4.61% 3.79% 12.46%
60.30% 39.47% 51.52% 67.12% 23.91% 35.80% 34.30% 47.09% 77.82%
0.56% 2.26% 3.43% 2.14% 4.94% 0.54% 3.97% 13.48% 15.35%
5.37% 0.58% 3.26% 12.94% 0.66% 1.67% 6.00% 13.47% 6.14%
64.47% 36.01% 55.27% 58.51% 19.51% 31.71% 31.57% 42.11% 77.43%
6.85% 4.22% 5.94% 9.16% 5.01% 3.52% 4.34% 3.79% 12.46%
64.75% 38.30% 56.43% 60.62% 23.91% 32.52% 34.34% 47.09% 77.82%
0.76% 0.64% 1.85% 1.50%
--- 0.52% 2.95%
--- ---
13.94% 17.31% 16.22% 32.39%
--- 23.56% 18.44%
--- ---
42.76% 28.95% 30.94% 63.12%
--- 37.15% 27.12%
--- ---
12.95% 15.05% 12.92% 21.90%
--- 14.86% 6.29%
--- ---
49.30% 41.42% 41.62% 71.88%
--- 44.73% 34.04%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
2.15% 3.26% 3.08% 1.78% 1.00%
15.36% 11.36% 5.25% 2.91% 0.76%
59.70% 51.80% 41.55% 27.67% 12.28%
18.04% 11.10% 5.72% 1.24% 0.16%
65.98% 57.29% 45.56% 29.34% 13.26%
3.90% 4.10% 3.53% 1.80% 0.99%
7.91% 6.06% 2.82% 1.29% 0.29%
68.45% 59.39% 45.56% 28.65% 12.42%
13.73% 10.02% 4.91% 1.22% 0.04%
70.84% 62.60% 48.33% 29.87% 13.01%
0.47% 1.76% 1.19% 1.60% 1.22%
22.45% 20.74% 15.37% 14.83% 9.72%
51.37 38.35 24.89 20.47 9.68
22.13% 13.02% 9.10% 1.41% 2.36%
61.36% 47.86% 34.04% 25.43% 17.98%
69
TABLA 2. DIMENSIÓN FÍSICA - LOCALIZACIÓN DE LA VIVIENDA
NACIONAL URBANO RURAL RIESGO PELIGRO SEGURIDAD TOTAL RIESGO PELIGRO SEGURIDAD TOTAL RIESGO PELIGRO SEGURIDAD TOTAL
TOTAL 17.57% 23.54% 22.03% 48.05% 14.85% 28.57% 22.87% 49.31% 25.10% 9.63% 19.70% 44.53% Área Urbano Rural
14.85% 25.10%
28.57% 9.63%
22.87% 19.70%
49.31% 44.53%
Género Hombre Mujer
17.97% 17.21%
23.27% 23.79%
21.64% 22.39%
47.91% 48.17%
15.21% 14.54%
28.83% 28.35%
22.50% 23.20%
49.48% 49.17%
24.81% 25.40%
9.46% 9.80%
19.51% 19.90%
43.99% 45.11%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
19.72% 19.78% 18.07% 15.89% 16.72% 15.36%
22.12% 23.32% 24.62% 23.43% 23.87% 21.11%
22.67% 23.58% 22.19% 21.74% 21.53% 19.34%
49.07% 50.03% 49.12% 46.83% 47.47% 43.30%
16.70% 16.54% 15.32% 13.43% 14.42% 13.09%
28.27% 29.88% 29.71% 27.93% 28.16% 25.05%
23.13% 24.46% 23.24% 22.37% 22.60% 20.28%
50.39% 51.64% 50.51% 47.97% 49.02% 43.64%
25.84% 26.82% 25.87% 23.64% 24.20% 22.51%
9.63% 9.10% 10.22% 9.34% 9.92% 8.74%
21.72% 21.67% 19.23% 19.77% 18.05% 16.41%
46.39% 46.53% 45.20% 43.26% 42.46% 42.23%
Grupo étnico SI NO
37.98% 15.29%
24.69% 23.41%
25.55% 21.64%
61.77% 46.51%
29.61% 13.50%
33.19% 28.15%
27.02% 22.50%
59.31% 48.40%
51.24% 20.61%
11.24% 9.35%
23.23% 19.10%
65.68% 40.90%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
23.40% 16.10% 13.76% 38.17% 8.09% 11.21% 18.69% 10.84% 22.02%
18.88% 21.29% 17.06% 23.83% 33.12% 19.09% 34.79% 22.63% 36.12%
18.48% 18.99% 19.73% 26.98% 31.81% 17.24% 24.80% 16.54% 24.50%
48.10% 43.24% 39.04% 63.73% 54.90% 39.68% 54.24% 40.60% 59.17%
20.36% 15.76% 13.50% 30.11% 8.09% 9.43% 16.50% 10.84% 22.02%
25.09% 28.09% 22.83% 33.63% 33.12% 20.95% 38.07% 22.63% 36.12%
20.04% 16.70% 19.88% 27.09% 31.81% 18.47% 25.72% 16.54% 24.50%
50.13% 44.48% 42.02% 61.23% 54.90% 40.74% 54.62% 40.60% 59.17%
30.91% 16.65% 14.27% 44.06%
--- 16.07% 32.45%
--- ---
3.52% 9.94% 5.44% 16.65%
--- 14.03% 14.18%
--- ---
14.64% 22.81% 19.42% 26.89%
--- 13.88% 19.04%
--- ---
43.10% 41.17% 33.04% 65.56%
--- 36.78% 51.83%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
26.80% 19.72% 16.90% 13.05% 7.77%
17.80% 22.75% 26.77% 26.92% 24.24%
20.75% 24.05% 24.19% 20.63% 19.55%
50.84% 50.75% 50.04% 45.58% 41.28%
22.73% 17.57% 16.53% 12.51% 7.07%
27.53% 30.50% 30.39% 28.89% 24.86%
21.89% 26.50% 24.90% 21.17% 19.46%
52.11% 54.86% 52.30% 46.56% 41.29%
30.68% 23.53% 18.40% 17.03% 21.02%
8.54% 9.01% 11.72% 12.52% 12.47%
19.66% 19.71% 21.21% 16.70% 21.16%
48.26% 43.46% 40.65% 38.45% 41.05%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
70
TABLA 3. DIMENSIÓN FÍSICA - SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS
NACIONAL URBANO RURAL SERVICIOS SANITARIO AGUA COMBUSTIBLE TOTAL SERVICIOS SANITARIO AGUA COMBUSTIBLE TOTAL SERVICIOS SANITARIO AGUA COMBUSTIBLE TOTAL
TOTAL 9.47% 13.50% 10.88% 19.28% 29.38% 7.38% 5.56% 3.28% 3.99% 14.18% 15.26% 35.45% 31.91% 61.58% 71.44% Área Urbano Rural
7.38% 15.26%
5.56% 35.45%
3.28% 31.91%
3.99% 61.58%
14.18% 71.44%
Género Hombre Mujer
10.12% 8.89%
14.36% 12.71%
11.63% 10.19%
21.02% 17.69%
31.39% 27.55%
7.84% 6.99%
5.69% 5.45%
3.20% 3.34%
4.30% 3.73%
14.87% 13.60%
15.78% 14.71%
35.92% 34.96%
32.58% 31.21%
62.57% 60.52%
72.45% 70.37%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
11.69% 10.77% 9.79% 8.75% 8.24% 8.11%
17.54% 17.43% 13.96% 11.47% 10.93% 11.07%
13.86% 13.54% 10.99% 9.64% 9.20% 9.06%
24.20% 23.87% 18.99% 16.11% 16.71% 20.80%
35.82% 34.90% 29.72% 26.07% 25.68% 27.96%
8.40% 8.16% 7.99% 7.01% 6.23% 6.87%
6.42% 7.26% 6.38% 5.09% 4.21% 3.41%
3.97% 3.86% 3.66% 3.22% 2.48% 2.31%
4.42% 5.12% 3.82% 3.24% 3.36% 6.18%
16.95% 16.70% 14.98% 13.21% 11.66% 13.20%
18.39% 16.43% 14.87% 14.22% 14.75% 12.03%
40.13% 39.46% 35.42% 31.49% 32.74% 35.15%
33.96% 34.53% 31.77% 29.75% 31.02% 30.28%
64.40% 64.51% 61.98% 56.48% 60.01% 66.74%
74.19% 74.37% 71.48% 66.39% 71.15% 74.36%
Grupo étnico SI NO
25.91% 7.64%
34.94% 11.10%
28.76% 8.88%
36.32% 17.38%
57.49% 26.24%
25.74% 5.70%
21.88% 4.07%
14.68% 2.23%
11.02% 3.35%
39.48% 11.87%
26.19% 13.39%
55.63% 31.99%
51.05% 28.63%
76.38% 59.04%
86.01% 68.95%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
20.87% 7.10% 6.08% 19.10% 0.20% 4.93% 7.04% 4.27% 1.33%
19.06% 12.21% 8.21% 39.09% 0.67% 15.29% 9.51% 2.11% 1.29%
12.80% 13.20% 14.30% 27.87% 0.52% 7.10% 3.61% 76.93% 23.83%
26.13% 22.93% 23.40% 44.47% 1.26% 16.93% 6.42% 0.00% 1.15%
46.15% 31.88% 27.59% 58.50% 2.36% 25.90% 14.22% 78.04% 27.42%
24.07% 2.13% 1.50% 19.23% 0.20% 1.09% 6.23% 4.27% 1.33%
7.99% 1.86% 3.01% 17.66% 0.67% 9.80% 8.74% 2.11% 1.29%
5.04% 4.63% 1.84% 13.38% 0.52% 0.16% 0.40% 76.93% 23.83%
9.68% 2.66% 2.51% 8.52% 1.26% 1.97% 2.84% 0.00% 1.15%
32.56% 9.70% 6.21% 29.25% 2.36% 11.69% 10.52% 78.04% 27.42%
12.96% 15.39% 15.32% 19.01%
--- 15.41% 12.13%
--- ---
46.40% 29.50% 18.69% 54.76%
--- 30.25% 14.37%
--- ---
31.98% 27.51% 39.40% 38.46%
--- 26.03% 23.80%
--- ---
66.77% 56.80% 65.47% 70.77%
--- 57.71% 28.98%
--- ---
79.74% 68.93% 70.65% 79.89%
--- 64.64% 37.53%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
17.29% 11.82% 7.89% 4.98% 2.60%
30.09% 17.88% 8.36% 4.34% 1.73%
21.52% 13.69% 7.59% 4.82% 3.57%
45.44% 26.46% 10.58% 5.06% 0.90%
57.73% 39.24% 21.30% 12.17% 6.71%
17.25% 10.58% 6.31% 3.64% 2.49%
12.68% 8.87% 4.97% 2.30% 1.44%
5.60% 3.90% 3.26% 1.97% 2.46%
13.40% 6.04% 2.35% 1.23% 0.15%
30.37% 21.12% 13.13% 7.49% 5.25%
17.32% 14.01% 14.46% 14.82% 4.72%
46.68% 33.86% 22.48% 19.36% 7.28%
36.67% 31.05% 25.57% 25.73% 24.70%
75.96% 62.67% 44.79% 33.18% 15.15%
83.80% 73.15% 55.24% 46.47% 34.34%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
71
TABLA 4. DIMENSIÓN CAPITAL HUMANO - SALUD
NACIONAL URBANO RURAL ESTADO DE SALUD ENFERMEDAD CRÓNICA TOTAL ESTADO DE SALUD ENFERMEDAD CRÓNICA TOTAL ESTADO DE SALUD ENFERMEDAD CRÓNICA TOTAL
TOTAL 27.90% 13.96% 32.77% 24.64% 14.60% 30.28% 36.92% 12.20% 39.65% Área Urbano Rural
24.64% 36.92%
14.60% 12.20%
30.28% 39.65%
Género Hombre Mujer
24.43% 31.07%
11.65% 16.08%
28.99% 36.22%
20.67% 28.06%
12.27% 16.60%
26.06% 33.92%
33.76% 40.30%
10.09% 14.46%
36.26% 43.25%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
17.11% 16.59% 17.87% 25.66% 43.52% 69.85%
5.63% 6.23% 7.66% 10.82% 24.24% 48.34%
19.88% 19.59% 21.87% 30.32% 50.87% 78.68%
15.22% 14.03% 14.78% 20.80% 38.85% 66.48%
6.52% 6.69% 7.88% 10.38% 24.71% 50.65%
18.53% 17.50% 19.31% 25.80% 47.35% 77.31%
20.96% 22.14% 26.65% 40.90% 58.66% 80.44%
3.82% 5.24% 7.06% 12.22% 22.72% 41.08%
22.62% 24.14% 29.11% 44.50% 62.31% 82.98%
Grupo étnico SI NO
33.43% 27.28%
12.72% 14.10%
37.23% 32.27%
29.59% 24.19%
14.21% 14.63%
34.27% 29.92%
39.52% 36.48%
10.35% 12.52%
41.92% 39.26%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
26.77% 31.53% 29.57% 43.48% 20.97% 24.92% 24.28% 12.40% 28.27%
9.82% 15.74% 13.68% 14.28% 14.01% 16.84% 16.37% 13.88% 11.40%
30.30% 36.13% 34.28% 46.60% 26.92% 31.22% 30.77% 21.37% 31.05%
24.76% 26.65% 26.83% 37.41% 20.97% 22.77% 23.15% 12.40% 28.27%
10.73% 16.23% 15.49% 14.91% 14.01% 18.03% 16.18% 13.88% 11.40%
28.87% 32.31% 32.90% 41.39% 26.92% 29.97% 29.83% 21.37% 31.05%
31.75% 39.68% 35.10% 47.92%
--- 30.78% 31.34%
--- ---
7.58% 14.91% 10.03% 13.82%
--- 13.59% 17.62%
--- ---
33.83% 42.52% 37.06% 50.42%
--- 34.62% 36.68%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
37.34% 32.17% 27.97% 21.36% 16.05%
13.56% 12.09% 13.68% 14.99% 16.50%
40.47% 35.32% 32.50% 27.55% 24.80%
34.13% 29.70% 26.41% 20.16% 15.63%
14.87% 12.16% 14.23% 15.22% 16.61%
38.03% 33.21% 31.40% 26.71% 24.44%
40.41% 36.56% 34.46% 30.10% 23.97%
12.31% 11.96% 11.40% 13.31% 14.38%
42.80% 39.07% 37.06% 33.75% 31.61%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
72
TABLA 5. DIMENSIÓN CAPITAL HUMANO - EDUCACIÓN
NACIONAL URBANO RURAL ANALFABETISMO MAX. NIVEL EDUCATIVO TOTAL ANALFABETISMO MAX. NIVEL EDUCATIVO TOTAL ANALFABETISMO MAX. NIVEL EDUCATIVO TOTAL
TOTAL 7.61% 42.59% 42.60% 4.32% 31.63% 31.65% 16.74% 72.93% 72.93% Área Urbano Rural
4.32% 16.74%
31.63% 72.93%
31.65% 72.93%
Género Hombre Mujer
7.77% 7.47%
43.12% 42.12%
43.12% 42.13%
4.03% 4.56%
30.59% 32.53%
30.59% 32.55%
17.04% 16.41%
74.23% 71.53%
74.23% 71.53%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
7.22% 8.80% 2.61% 4.70% 10.80% 25.38%
42.13% 51.11% 23.21% 36.03% 55.70% 82.75%
42.13% 51.11% 23.25% 36.03% 55.70% 82.76%
2.78% 4.73% 1.42% 2.32% 6.14% 17.72%
25.56% 37.38% 13.04% 24.72% 46.14% 78.17%
25.56% 37.38% 13.08% 24.72% 46.14% 78.18%
16.24% 17.61% 5.97% 12.16% 25.91% 49.46%
75.82% 80.88% 52.03% 71.51% 86.69% 97.15%
75.82% 80.88% 52.03% 71.51% 86.69% 97.15%
Grupo étnico SI NO
13.74% 6.93%
50.53% 41.71%
50.57% 41.71%
6.71% 4.10%
34.20% 31.40%
34.26% 31.41%
24.87% 15.34%
76.38% 72.33%
76.38% 72.33%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
11.06% 7.08% 8.10% 13.88% 1.90% 7.30% 5.21% 1.07% 5.75%
39.82% 49.03% 52.37% 62.20% 22.50% 45.97% 37.25% 14.81% 39.76%
39.84% 49.03% 52.37% 62.20% 22.50% 45.99% 37.27% 14.81% 39.76%
6.55% 3.43% 5.57% 5.43% 1.90% 4.50% 3.90% 1.07% 5.75%
28.88% 33.89% 41.22% 37.83% 22.50% 36.04% 32.94% 14.81% 39.76%
28.91% 33.89% 41.22% 37.83% 22.50% 36.07% 32.97% 14.81% 39.76%
22.19% 13.19% 13.21% 20.06%
--- 14.94% 13.40%
--- ---
66.83% 74.31% 74.83% 80.03%
--- 73.04% 64.31%
--- ---
66.83% 74.31% 74.83% 80.03%
--- 73.04% 64.31%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
16.54% 9.42% 5.76% 2.49% 1.12%
65.93% 56.00% 38.96% 26.55% 14.05%
65.93% 56.03% 38.97% 26.55% 14.05%
11.19% 5.75% 4.20% 1.80% 0.88%
50.75% 44.46% 33.40% 22.66% 12.84%
50.75% 44.51% 33.41% 22.67% 12.84%
21.65% 15.93% 12.22% 7.56% 5.73%
80.39% 76.46% 62.10% 55.04% 36.92%
80.39% 76.46% 62.10% 55.04% 36.92%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
73
TABLA 6. DIMENSIÓN ECONÓMICA - DEPENDENCIA
NACIONAL URBANO RURAL 8.15% 5.25% 16.16%
Área Urbano Rural
5.25% 16.16%
Género Hombre Mujer
7.84% 8.42%
4.93% 5.52%
15.08% 17.31%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
10.56% 11.73% 6.86% 5.70% 6.24% 15.30%
5.19% 7.12% 4.46% 3.36% 4.36% 13.52%
21.49% 21.73% 13.68% 13.05% 12.35% 20.88%
Grupo étnico SI NO
11.44% 7.78%
6.57% 5.13%
19.17% 15.64%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
10.05% 8.21% 9.61% 9.41% 2.85% 11.11% 5.40% 0.30% 10.54%
5.61% 5.02% 7.79% 3.31% 2.85% 7.44% 4.57% 0.30% 10.54%
21.04% 13.54% 13.28% 13.88%
--- 21.10% 10.62%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
22.52% 9.62% 3.23% 1.26% 0.85%
18.13% 6.94% 3.44% 1.30% 0.81%
26.71% 14.36% 2.40% 0.93% 1.61%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
74
TABLA 7. DIMENSIÓN ECONÓMICA - RIQUEZA
NACIONAL URBANO RURAL BIENES COMIDA DIARIA TOTAL BIENES COMIDA DIARIA TOTAL BIENES COMIDA DIARIA TOTAL
TOTAL 48.16% 8.35% 50.17% 30.17% 8.27% 40.50% 76.25% 8.59% 76.96% Área Urbano Rural
38.01% 76.25%
8.27% 8.59%
40.50% 76.96%
Género Hombre Mujer
49.67% 46.79%
8.48% 8.24%
51.68% 48.80%
38.78% 37.35%
8.54 8.04
41.34% 39.77%
76.71% 75.75%
8.36% 8.85%
77.36% 76.53%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
57.61% 53.09% 48.94% 45.60% 41.58% 48.37%
10.50% 8.87% 8.70% 7.13% 7.78% 8.41%
59.72% 55.06% 51.11% 47.44% 43.75% 49.75%
45.95% 41.87% 38.98% 36.81% 32.08% 38.17%
10.22 9.20 8.94 6.98 7.65 7.28
48.78% 44.48% 41.72% 38.99% 34.62% 39.79%
81.33% 77.40% 77.14% 73.15% 72.39% 80.42%
11.08% 8.15% 8.02% 7.61% 8.18% 11.98%
81.97% 78.01% 77.72% 73.94% 73.38% 81.05%
Grupo étnico SI NO
56.44% 47.24%
12.94% 7.84%
58.46% 49.25%
41.84% 37.66%
10.37 8.07
44.72% 40.11%
79.56% 75.68%
17.00% 7.15%
80.20% 76.40%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
47.43% 49.46% 43.96% 49.91% 49.27% 49.48% 47.63% 47.75% 49.96%
8.98% 5.56% 10.72% 8.53% 8.70% 8.87% 8.17% 4.97% 5.02%
49.82% 50.72% 47.80% 51.62% 50.96% 51.48% 48.91% 48.77% 49.96%
36.00% 31.06% 30.99% 20.08% 49.27% 36.61% 43.73% 47.75% 49.96%
8.41 5.90 11.73 5.37 8.70 8.52 8.31 4.97 5.02
39.01% 32.63% 36.26% 23.15% 50.96% 39.27% 45.16% 48.77% 49.96%
75.65% 80.18% 70.10% 71.74%
--- 84.64% 72.16%
--- ---
10.40% 5.00% 8.68% 10.85%
--- 9.80% 7.30%
--- ---
76.51% 80.93% 71.06% 72.45%
--- 84.79% 72.53%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
75.89% 61.63% 47.06% 29.16% 13.48%
15.52% 11.41% 6.17% 3.73% 2.28%
78.11% 64.02% 49.27% 30.84% 14.76%
64.30% 51.38% 42.84% 26.55% 12.74%
19.43 12.76 6.89 3.89 2.19
68.21% 54.73% 45.45% 28.29% 13.99%
86.93% 79.80% 64.61% 48.29% 27.52%
11.80% 9.04% 3.18% 2.55% 4.09%
87.54% 80.49% 65.15% 49.52% 29.34%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
75
TABLA 8. DIMENSIÓN CAPITAL SOCIAL - CONTACTOS SOCIALES NACIONAL URBANO RURAL
LAZOS FAMILIARES PRIMARIOS
NUEVO EN MUNICIPIO
PERSONA A QUIEN
RECURRIR TOTAL LAZOS FAMILIARES
PRIMARIOS NUEVO EN MUNICIPIO
PERSONA A QUIEN
RECURRIR TOTAL LAZOS FAMILIARES
PRIMARIOS NUEVO EN MUNICIPIO
PERSONA A QUIEN
RECURRIR TOTAL
TOTAL 5.49% 4.69% 16.94% 25.05% 5.66% 4.35 17.74 25.63% 5.03 5.63 14.73 23.45% Área Urbano Rural
5.66% 5.03%
4.35% 5.63%
17.74% 14.73%
25.63% 23.45%
Género Hombre Mujer
5.84% 5.17%
4.54% 4.83%
16.93% 16.95%
25.09% 25.01%
5.51% 5.78%
4.08 4.59
17.82 17.67
25.26% 25.95%
6.67 3.30
5.67 5.58
14.71 14.75
24.66% 22.15%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
0.42% 1.53% 6.51% 5.20% 6.92% 14.62%
6.33% 4.40% 6.36% 4.56% 2.92% 2.13%
14.66% 16.73% 17.36% 15.58% 19.35% 16.08%
20.39% 21.59% 26.80% 23.68% 27.20% 30.78%
0.37% 1.48% 7.01% 5.65% 6.39% 13.72%
5.53 3.97 6.16 4.22 2.69 2.15
15.43 17.80 18.05 16.07 20.45 16.46
20.29% 22.23% 27.54% 24.28% 27.66% 30.36%
0.53 1.63 5.09 3.79 8.65 17.44
7.96 5.32 6.94 5.62 3.65 2.08
13.10 14.44 15.42 14.03 15.81 14.91
20.61% 20.21% 24.72% 21.79% 25.71% 32.10%
Grupo étnico SI NO
6.43% 5.39%
3.40% 4.84%
13.41% 17.33%
20.74% 25.53%
7.84% 5.46%
4.31 4.36
14.52 18.03
23.25% 25.85%
4.20 5.18
1.96 6.25
11.65 15.26
16.77% 24.59%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
4.97% 5.37% 5.53% 5.41% 5.44% 5.33% 6.82% 11.35% 7.55%
3.43% 6.91% 6.38% 3.48% 2.71% 4.56% 4.89% 2.82% 10.69%
6.02% 19.51% 17.30% 18.82% 22.09% 21.63% 19.98% 8.71% 17.96%
13.26% 29.15% 26.72% 25.87% 28.38% 29.37% 29.17% 20.85% 30.63%
4.96% 5.38% 5.89% 7.15% 5.44% 5.22% 6.98% 11.35% 7.55%
3.38 6.51 5.18 4.91 2.71 4.39 4.40 2.82 10.69
6.90 20.77 15.93 20.00 22.09 22.72 20.83 8.71 17.96
13.93% 30.07% 24.82% 29.36% 28.38% 30.21% 29.54% 20.85% 30.63%
4.99 5.35 4.81 4.14 ---
5.63 5.80 --- ---
3.58 7.56 8.82 2.43 ---
5.02 7.95 --- ---
3.82 17.40 20.05 17.96 ---
18.66 14.64 --- ---
11.62% 27.59% 30.56% 23.32%
--- 27.07% 26.82%
--- ---
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
4.51% 3.46% 3.54% 5.25% 12.94%
4.46% 4.47% 5.48% 4.61% 4.37%
15.94% 17.41% 17.21% 18.13% 18.81%
23.46% 23.85% 24.18% 25.92% 29.25%
5.83% 3.66% 3.14% 4.27% 12.09%
5.12% 4.12% 4.77% 3.88% 4.09%
16.99% 19.44% 17.32% 18.75% 15.89%
25.78% 25.59% 23.55% 25.24% 28.45%
3.26% 3.12% 5.18% 12.44% 29.02%
3.84% 5.09% 8.42% 9.91% 9.80%
14.94% 13.80% 16.77% 13.57% 14.38%
21.26% 20.76% 26.80% 30.96% 44.34%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
76
TABLA 9. DIMENSIÓN CAPITAL SOCIAL - BIEN-ESTAR DEL HOGAR
NACIONAL URBANO RURAL ADICTOS DISCAPACITADOS AÑO DIFÍCIL TOTAL ADICTOS DISCAPACITADOS AÑO DIFÍCIL TOTAL ADICTOS DISCAPACITADOS AÑO DIFÍCIL TOTAL
TOTAL 3.38% 12.38% 15.90% 27.21% 3.67% 11.72% 15.99% 26.96% 2.58% 14.21% 15.68% 27.90% Área Urbano Rural
3.67% 2.58%
11.72% 14.21%
15.99% 15.68%
26.96% 27.90%
Género Hombre Mujer
3.67% 3.13%
12.13% 12.61%
15.39% 16.37%
26.78% 27.61%
4.02% 3.38%
11.25% 12.13%
15.38% 16.51%
26.32% 27.52%
2.78% 2.35%
14.31% 14.10%
15.41% 15.95%
27.92% 27.88%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
2.96% 3.09% 4.01% 2.89% 3.85% 2.32%
8.95% 11.26% 10.73% 9.96% 13.59% 31.00%
15.42% 16.65% 15.65% 14.51% 16.03% 20.11%
24.46% 27.05% 26.34% 23.98% 28.14% 42.99%
3.08% 3.66% 4.32% 3.09% 4.08% 2.60%
8.64% 10.77% 9.93% 9.36% 12.59% 29.93%
15.30% 16.45% 15.95% 14.58% 16.10% 20.28%
24.16% 27.17% 26.16% 23.70% 27.54% 42.28%
2.73% 1.84% 3.13% 2.28% 3.12% 1.43%
9.58% 12.32% 13.02% 11.86% 16.81% 34.34%
15.67% 17.08% 14.78% 14.27% 15.79% 19.56%
25.06% 26.77% 26.85% 24.84% 30.07% 45.20%
Grupo étnico SI NO
4.17% 3.29%
12.95% 12.32%
18.08% 15.66%
29.95% 26.91%
5.52% 3.51%
11.18% 11.77%
17.94% 15.81%
29.73% 26.71%
2.05% 2.67%
15.76% 13.94%
18.32% 15.22%
30.31% 27.49%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
2.64% 2.27% 3.95% 3.76% 3.25% 5.43% 3.84% 2.82% 1.10%
11.53% 13.57% 13.26% 15.49% 10.63% 11.75% 12.29% 7.37% 11.47%
14.19% 14.77% 15.02% 21.91% 16.33% 16.13% 16.70% 8.59% 20.03%
25.08% 25.72% 27.57% 34.18% 25.89% 28.79% 28.61% 17.32% 28.63%
3.08% 1.83% 4.56% 4.88% 3.25% 6.36% 4.04% 2.82% 1.10%
11.71% 12.81% 12.96% 14.31% 10.63% 10.42% 11.64% 7.37% 11.47%
15.69% 12.41% 14.66% 23.76% 16.33% 17.52% 16.76% 8.595% 20.03%
26.84% 22.73% 27.45% 35.47% 25.89% 29.17% 28.43% 17.32% 28.63%
1.56% 3.01% 2.74% 2.94%
--- 2.90% 2.54%
--- ---
11.08% 14.85% 13.84% 16.34%
--- 15.38% 16.37%
--- ---
10.49% 18.70% 15.76% 20.56%
--- 12.32% 16.32%
--- ---
20.72% 30.72% 27.80% 33.23%
--- 27.76% 29.73%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
2.96% 3.85% 4.16% 3.42% 2.16%
17.10% 13.18% 11.72% 9.69% 8.73%
19.41% 16.33% 16.37% 14.19% 11.77%
33.03% 29.05% 27.87% 23.51% 19.87%
3.58% 4.61% 4.55% 3.32% 2.18%
15.81% 13.44% 12.19% 9.72% 8.74%
21.58% 17.39% 16.57% 14.31% 11.73%
34.47% 30.66% 28.71% 23.29% 19.90%
2.38% 2.51% 2.53% 4.20% 1.65%
18.34% 12.72% 9.74% 9.47% 8.52%
17.35% 14.46% 15.54% 13.34% 12.47%
31.66% 26.20% 24.36% 25.09% 19.32%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003. Cálculos del Autor.
77
TABLA 10. DIMENSIÓN POLÍTICA - PARTICIPACIÓN ELECTORAL
NACIONAL URBANO RURAL PRESIDENTE GOBERNADOR REFERENDO TOTAL PRESIDENTE GOBERNADOR REFERENDO TOTAL PRESIDENTE GOBERNADOR REFERENDO TOTAL
TOTAL 30.89% 39.70% 30.89% 69.46% 27.32% 47.49% 27.32% 73.27% 40.77% 18.16% 40.77% 58.92% Área Urbano Rural
27.32% 40.77%
47.49% 18.16%
27.32% 40.77%
73.27% 58.92%
Género Hombre Mujer
31.71% 30.15%
38.76% 40.56%
31.71% 30.15%
69.36% 69.55%
28.12% 26.64%
47.04% 47.88%
28.12% 26.64%
73.61% 72.97%
40.62% 40.93%
18.19% 18.12%
40.62% 40.93%
58.81% 59.05%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
34.18% 33.77% 31.84% 29.85% 27.64% 29.00%
34.92% 35.82% 38.93% 41.20% 43.80% 41.42%
34.18% 33.77% 31.84% 29.85% 27.64% 29.00%
67.91% 68.16% 69.66% 69.75% 70.58% 69.55%
30. 69% 30.58% 28.61% 26.99% 23.69% 23.41%
43.98% 44.25% 46.26% 48.37% 51.39% 48.69%
30.69% 30.58% 28.61% 26.99% 23.69% 23.41%
72.90% 72.75% 73.38% 73.66% 73.95% 70.94%
41.27% 40.67% 40.98% 38.79% 40.46% 46.59%
16.48% 17.53% 18.15% 18.69% 19.18% 18.59%
41.27% 40.67% 40.98% 38.79% 40.46% 46.59%
57.75% 58.20% 59.14% 57.48% 59.64% 65.17%
Grupo étnico SI NO
67.95% 26.76%
29.17% 40.88%
67.95% 26.76%
96.26% 66.47%
52.61% 25.01%
43.79% 47.83%
52.61% 25.01%
94.99% 71.28%
92.24% 31.94%
6.03% 20.24%
92.24% 31.94%
98.27% 52.17%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
100% 0% 0%
100% 0% 0% 0%
100% 100%
0% 0% 0% 0%
100% 100% 100% 0%
100%
100% 0% 0%
100% 0% 0% 0%
100% 100%
100% 0% 0%
100% 100% 100% 100% 100% 100%
100% 0% 0%
100% 0% 0% 0%
100% 100%
0% 0% 0% 0%
100% 100% 100% 0%
100%
100% 0% 0%
100% 0% 0% 0%
100% 100%
100% 0% 0%
100% 100% 100% 100% 100% 100%
100% 0% 0%
100% --- 0% 0% --- ---
0% 0% 0% 0% ---
100% 100%
--- ---
100% 0% 0%
100% --
0% 0% --- ---
100% 0% 0%
100% ---
100% 100%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
41.04% 38.40% 27.10% 23.37% 19.65%
26.23% 30.09% 41.39% 49.53% 58.91%
41.04% 38.40% 27.10% 23.37% 19.65%
66.60% 67.37% 67.26% 71.59% 77.06%
36.61% 36.42% 26.02% 22.10% 18.79%
34.98% 37.39% 46.44% 53.66% 61.07%
36.61% 36.42% 26.02% 22.10% 18.79%
70.22% 72.06% 70.94% 74.27% 78.28%
45.26% 41.92% 31.61% 32.71% 35.89%
17.91% 17.14% 20.37% 19.19% 18.03%
45.26% 41.92% 31.61% 32.71% 35.89%
63.16% 59.06% 51.99% 51.90% 53.92%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
78
TABLA 11. DIMENSIÓN POLÍTICA - SEGURIDAD EN LA ACTIVIDAD POLÍTICA
NACIONAL URBANO RURAL ASESINATOS ATENTADOS SECUESTROS TOTAL ASESINATOS ATENTADOS SECUESTROS TOTAL ASESINATOS ATENTADOS SECUESTROS TOTAL
TOTAL 48.17% 36.49% 31.56% 66.11% 46.74% 37.48% 29.24% 63.07% 52.15% 33.75% 37.97% 74.52% Área Urbano Rural
46.74% 52.15%
37.48% 33.75%
29.24% 37.97%
63.07% 74.52%
Género Hombre Mujer
48.72% 47.67%
35.82% 37.10%
31.16% 31.92%
66.29% 65.95%
46.96% 46.54%
36.53% 38.30%
28.64% 29.76%
62.91% 63.21%
53.10% 51.14%
34.05% 33.44%
37.43% 38.55%
74.67% 74.37%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
49.39% 49.45% 49.09% 47.19% 46.81% 47.14%
35.08% 35.72% 36.66% 36.00% 37.73% 37.45%
33.14% 32.79% 32.05% 30.13% 30.81% 31.39%
67.97% 67.94% 67.29% 64.38% 64.36% 65.48%
48.53% 48.95% 48.51% 45.12% 44.47% 45.12%
35.97% 37.20% 37.76% 36.26% 38.45% 39.93%
29.66% 30.55% 29.54% 27.99% 28.68% 30.60%
64.73% 65.51% 64.74% 61.32% 60.80% 62.05%
51.12% 50.54% 50.73% 53.68% 54.40% 53.49%
33.27% 32.52% 33.53% 35.20% 35.42% 29.67%
40.21% 37.62% 39.17% 36.81% 37.71% 33.86%
74.54% 73.18% 74.51% 73.99% 75.88% 76.26%
Grupo étnico SI NO
29.92% 50.21%
28.26% 37.41%
67.42% 27.55%
94.73% 62.92%
34.19% 47.89%
41.58% 37.10%
61.11% 26.33%
91.76% 60.45%
23.15% 57.12%
7.17% 38.31%
77.41% 31.20%
99.42% 70.25%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
100% 0%
100% 0% 0%
100% 0% 0%
100%
0% 0%
100% 0% 0%
100% 100% 0%
100%
0% 0%
100% 100% 0% 0%
100% 0%
100%
100% 0%
100% 100% 0%
100% 100% 0%
100%
100% 0%
100% 0% 0%
100% 0% 0%
100%
0% 0%
100% 0% 0%
100% 100% 0%
100%
0% 0%
100% 100% 0% 0%
100% 0%
100%
100% 0% 0%
100% 0%
100% 100% 0%
100%
100% 0%
100% 0% ---
100% 0% --- ---
0% 0%
100% 0% ---
100% 100%
--- ---
0% 0%
100% 100%
--- 0%
100% --- ---
100% 0%
100% 100%
--- 100% 100%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
58.39% 55.09% 44.92% 42.89% 34.24%
37.09% 37.13% 36.44% 37.12% 33.96%
35.76% 36.10% 29.19% 27.33% 27.20%
77.44% 74.36% 62.20% 58.98% 51.77%
63.95% 56.29% 44.07% 41.86% 33.18%
42.77% 39.09% 36.05% 37.27% 33.91%
33.78% 34.40% 26.84% 26.26% 26.88%
77.95% 73.68% 60.39% 57.65% 50.77%
53.09% 52.97% 48.44% 50.44% 54.40%
31.69% 33.65% 38.09% 36.03% 34.89%
37.64%% 39.12% 38.97% 35.14% 33.24%
76.95% 75.57% 69.70% 68.74% 70.78%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
79
TABLA 12. DIMENSIÓN LABORAL - EMPLEO
NACIONAL URBANO RURAL TOTAL 7.14% 8.53% 3.31% Área Urbano Rural
8.53% 3.31%
Género Hombre Mujer
6.80% 7.46%
8.31% 8.71%
3.02% 3.62%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
7.72% 6.01% 9.82% 7.52% 5.77% 1.15%
9.69% 7.62% 11.67% 8.72% 6.80% 1.28%
3.70% 2.51% 4.58% 3.76% 2.41% 0.72%
Grupo étnico SI NO
7.59% 7.09%
10.61% 8.33%
2.80% 3.40%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
7.40% 6.66% 5.26% 4.48% 8.57% 8.67% 7.79% 6.12% 6.37%
9.14% 8.57% 6.46% 7.09% 8.57% 10.11% 8.43% 6.12% 6.37%
3.12% 3.47% 2.83% 2.57%
--- 4.73% 3.78%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
9.55% 7.47% 7.47% 6.03% 4.31%
14.92% 10.09% 8.71% 6.58% 4.30%
4.44% 2.54% 2.33% 2.06% 4.44%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
80
ANEXO 6. SIMULTANEIDAD DE PRIVACIONES
TABLA 1. CONTEO DE PRIVACIONES INDIVIDUALES
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 TOTAL 1.29% 4.80% 11.27% 16.58% 18.37% 15.84% 13.58% 10.02% 5.52% 2.13% 0.55% 0.05% 0.0001% Área Urbano Rural
1.59% 0.44%
5.98% 1.52%
13.68% 4.61%
19.42% 8.74%
19.83% 14.33%
15.30% 17.34%
11.77% 18.57%
7.46% 17.12%
3.46% 11.22%
1.16% 4.79%
0.31% 1.22%
0.04% 0.09%
0.0001%
0% Género Hombre Mujer
1.35% 1.22%
4.88% 4.73%
11.09% 11.43%
16.52% 16.64%
18.48% 18.27%
15.71% 15.97%
13.62% 13.54%
10.06% 9.99%
5.70% 5.35%
2.01% 2.23%
0.53% 0.57%
0.04% 0.06%
0%
0.0001% Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más 64
1.30% 1.26% 1.46% 1.86% 0.83% 0.15%
4.91% 4.50% 5.06% 6.02% 4.43% 1.39%
10.86% 10.42% 12.67% 13.03% 10.16% 5.87%
15.58% 15.52% 18.09% 18.43% 16.03% 10.14%
17.13% 17.51% 19.37% 18.72% 18.80% 15.65%
16.80% 15.25% 15.77% 14.91% 16.22% 18.00%
14.14% 14.45% 13.37% 11.40% 13.93% 17.67%
10.68% 11.94% 8.49% 8.82% 10.19% 14.22%
5.73% 6.32% 4.19% 4.60% 6.15% 9.77%
2.26% 2.31% 1.19% 1.73% 2.53% 5.36%
0.60% 0.51% 0.31% 0.42% 0.69% 1.54%
0.02% 0.02% 0.04% 0.05% 0.05% 0.24%
0% 0% 0%
0.0001% 0% 0%
Grupo étnico SI NO
0.44% 1.38%
0.98% 5.23%
3.38% 12.15%
9.51% 17.37%
11.12% 19.18%
14.60% 15.98%
18.28% 13.05%
18.93% 9.03%
13.88% 4.58%
6.62% 1.62%
2.05% 0.39%
0.22% 0.03%
0% 0%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
0%
7.12% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%
0%
13.68% 4.97% 0%
10.85% 0% 0%
3.40% 0%
5.17% 17.58% 13.24% 2.00% 20.77% 8.51% 7.48% 15.96% 3.08%
12.70% 19.30% 19.12% 6.27% 23.18% 14.37% 18.46% 19.75% 8.60%
18.39% 17.33% 19.92% 12.10% 19.50% 19.36% 20.33% 26.75% 16.06%
18.41% 11.97% 19.25% 13.63% 13.28% 16.53% 17.27% 18.21% 21.16%
17.70% 8.11% 12.18% 18.84% 7.59% 17.36% 15.75% 10.94% 21.65%
15.36% 3.83% 7.55% 19.55% 3.54% 12.49% 11.77% 3.62% 14.44%
8.69% 0.93% 2.96% 16.55% 1.06% 7.25% 5.82% 0.83% 9.02%
2.86% 0.15% 0.71% 8.73% 0.20% 3.14% 2.11% 0.31% 4.58%
0.68% 0.01% 0.10% 2.11% 0.02% 0.93% 0.93% 0.21% 0.59%
0.04% 0% 0%
0.22% 0.01% 0.05% 0.09% 0%
0.77%
0.04% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%
0.05% Quintil ingreso 1 2 3 4 5
0.14% 0.15% 1.72% 1.63% 3.59%
1.18% 1.38% 4.26% 7.59% 12.42%
3.17% 5.00% 11.06% 17.33% 25.06%
6.96% 12.60% 17.98% 23.80% 25.42%
11.64% 19.02% 20.37% 23.40% 17.93%
17.12% 19.80% 17.76% 12.96% 8.94%
19.28% 18.12% 14.32% 8.02% 4.45%
19.52% 13.84% 7.93% 3.56% 1.65%
13.03% 6.91% 3.73% 1.32% 0.44%
5.89% 2.69% 0.73% 0.34% 0.08%
1.89% 0.45% 0.13% 0.05% 0.02%
0.18% 0.04% 0.01% 0.01% 0%
0% 0.00%
0.0001% 0% 0%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
81
TABLA 2. PRIVACIONES POR CADA DIMENSIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL
DIMENSIÓN FÍSICA
DIMENSIÓN DE CAPITAL HUMANO
DIMENSIÓN ECONÓMICA
DIMENSIÓN DE CAPITAL SOCIAL
DIMENSIÓN POLÍTICA
DIMENSIÓN LABORAL
TOTAL 74.81% 56.01% 51.97% 44.91% 81.94% 7.14% Área Urbano Rural
70.59% 86.51%
47.09% 80.71%
42.38% 78.51
45.19% 44.13%
84.62% 74.52%
8.53% 3.31%
Género Hombre Mujer
75.66% 74.04%
54.57% 57.33%
53.37% 50.70%
44.69% 45.10%
81.85% 82.02%
6.80% 7.46%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más d 64
79.65% 79.56% 75.91% 72.32% 71.42% 70.84%
52.25% 59.45% 38.15% 50.39% 72.26% 93.97%
61.30% 57.25% 52.70% 48.51% 45.58% 54.17%
38.87% 42.12% 45.58% 41.47% 47.48% 60.95%
81.28% 81.03% 82.41% 81.39% 82.98% 81.71%
7.72% 6.01% 9.82% 7.52% 5.77% 1.15%
Grupo étnico SI NO
87.09% 73.44%
65.10% 55.00%
59.58% 51.12%
44.64% 44.94%
98.01% 80.14%
7.59% 7.09%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
83.48% 74.62% 79.19% 91.39% 64.21% 63.49% 66.99% 92.05% 90.30%
53.35% 61.40% 64.06% 75.85% 38.84% 58.11% 51.37% 29.32% 52.56%
51.85% 52.85% 50.45% 53.29% 51.31% 53.64% 50.47% 48.77% 51.94%
34.71% 46.79% 46.32% 51.70% 46.22% 48.61% 49.10% 33.41% 51.75%
100% 0%
100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
7.40% 6.66% 5.26% 4.48% 8.57% 8.67% 7.79% 6.12% 6.37%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
89.03% 85.26% 75.79% 64.59% 50.12%
75.80% 67.22% 53.91% 41.76% 31.51%
81.75% 66.27% 50.60% 31.58% 15.24%
47.69% 45.11% 44.71% 42.80% 43.53%
82.64% 83.09% 77.95% 81.51% 85.22%
9.55% 7.47% 7.47% 6.03% 4.31%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
82
TABLA 3. CONTEO DE PRIVACIONES EN LAS DIMENSIONES DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL
0 DIMENSIONES 1 DIMENSIÓN 2 DIMENSIONES 3 DIMENSIONES 4 DIMENSIONES 5 DIMENSIONES 6 DIMENSIONES
TOTAL 1.29% 8.50% 19.64% 28.00% 28.60% 13.23% 0.75% Área Urbano Rural
1.59% 0.44%
10.55% 2.83%
23.43% 9.15%
29.23% 24.60%
23.52% 42.64%
10.85% 19.82%
0.83% 0.52%
Género Hombre Mujer
1.35% 1.22%
8.48% 8.52%
19.43% 19.83%
28.03% 27.98%
28.72% 28.48%
13.25% 13.21%
0.73% 0.76%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
1.30% 1.26% 1.46% 1.86% 0.83% 0.15%
8.30% 8.19% 9.06% 10.73% 7.38% 3.38%
18.65% 17.63% 21.81% 22.17% 18.52% 12.15%
26.25% 26.18% 30.46% 27.28% 28.30% 26.40%
31.58% 31.20% 26.22% 25.85% 29.50% 33.94%
13.14% 14.61% 10.30% 11.37% 14.65% 23.70%
0.79% 0.93% 0.69% 0.74% 0.82% 0.28%
Grupo étnico SI NO
0.44% 1.38%
3.33% 9.08%
12.72% 20.41%
23.12% 28.55%
39.35% 27.40%
19.74% 12.50%
1.30% 0.68%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
0%
7.12% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%
5.17% 16.69% 4.97% 2.00% 10.85% 8.51% 7.48% 3.40% 3.08%
19.98% 23.58% 16.69% 10.05% 22.55% 17.21% 21.74% 25.23% 17.53%
28.08% 32.79% 25.88% 22.90% 28.35% 26.98% 26.52% 38.49% 27.86%
33.06% 18.99% 33.79% 40.19% 24.21% 28.99% 27.16% 24.51% 27.68%
13.09% 0.83% 17.93% 23.98% 12.90% 17.15% 16.04% 7.93% 22.66%
0.62% 0%
0.75% 0.87% 1.13% 1.15% 1.06% 0.44% 1.20%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
0.14% 0.15% 1.72% 1.63% 3.59%
1.74% 2.63% 7.71% 13.30% 22.14%
7.28% 12.86% 20.24% 30.50% 33.17%
21.37% 29.74% 31.72% 30.77% 26.23%
43.17% 37.03% 26.48% 17.64% 11.617%
24.43% 16.86% 11.62% 5.84% 3.21%
1.87% 0.72% 0.52% 0.31% 0.05%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
83
GRÁFICO 1. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES POR FUNCIONAMIENTOS
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 2. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES ACUMULADAS POR FUNCIONAMIENTOS
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
1.29%
4.80%
11.27%
16.58%
18.37%
15.84%
13.58%
10.02%
5.52%
2.13%0.55% 0.05% 0.00%
0%
2%
4%
6%
8%
10%
12%
14%
16%
18%
20%
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
% d
e po
blac
ión
Número de deprivaciones padecidas
98.71%93.91%
82.64%
66.06%
47.69%
31.85%
18.27%
8.25%2.73% 0.60% 0.05% 0.00%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
>=1 >=2 >=3 >=4 >=5 >=6 >=7 >=8 >=9 >=10 >=11 12
% d
e p
ob
lac
ión
Deprivaciones acumuladas
84
GRÁFICO 3. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES PARA LA POBLACIÓN URBANA
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 4. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES PARA LA POBLACIÓN RURAL
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%%
de
la p
obla
ción
tota
l
Deprivaciones padecidas
Grupo Étnico
No Grupo étnico
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%
% d
e la
pob
laci
ón to
tal
Deprivaciones padecidas
Quintil 1
Quintil 2
Quintil 3
Quintil 4
Quintil 5
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%
% d
e la
pob
laci
ón to
tal
Deprivaciones padecidas
Hombre
Mujer
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%
% d
e la
pob
laci
ón to
tal
Deprivaciones padecidas
Grupo Étnico
No Grupo étnico
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%%
de
la p
obla
ción
tota
l
Deprivaciones padecidas
Quintil 1
Quintil 2
Quintil 3
Quintil 4
Quintil 5
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%
% d
e la
pob
laci
ón to
tal
Deprivaciones padecidas
Hombre
Mujer
85
ANEXO 7. COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE PRIVACIONES RELEVANTES
TABLA 1. POBLACIÓN URBANA
D. FÍSICA D. CAPITAL HUMANO D. ECONÓMICA D. CAPITAL SOCIAL D. POLÍTICA D. LABORAL
INFRAESTRUCTURA LOCALIZACION SERVICIOS DOMICILIARIOS
ESTADO DE
SALUD
GRADO DE EDUCACIÓN
DEPENDENCIA RIQUEZA CONTACTOS SOCIALES
BIEN-ESTAR HOGAR
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
SEGURIDAD ACTIVIDAD POLÍTICA
EMPLEO
D. FÍSICA
INFRAESTRUCTURA 1.0000
LOCALIZACION 0.0745 1.0000
SERVICIOS
DOMICILIARIOS 0.3047 0.0861 1.0000
D. CAPITAL
HUMANO
ESTADO DE SALUD 0.0586 0.0574 0.0435 1.0000
GRADO DE
EDUCACIÓN 0.2035 0.0173 0.1151 0.2459 1.0000
D.
ECONÓMICA
DEPENDENCIA 0.1249 0.020 0.0980 0.0594 0.1678 1.0000
RIQUEZA 0.2864 0.0867 0.1598 0.0759 0.1953 0.1130 1.0000
D. CAPITAL
SOCIAL
CONTACTOS
SOCIALES -0.0152 -0.0033 -0.0469 0.0350 0.0609 0.0309 0.0736 1.0000
BIEN-ESTAR
HOGAR 0.0468 0.0600 0.0460 0.1352 0.0828 0.0751 0.0656 0.0256 1.0000
D. POLÍTICA
PARTICIPACIÓN
ELECTORAL -0.0331 0.0711 0.1032 -0.030 -0.0696 -0.0257 0.0778 -0.0306 0.0303 1.0000
SEGURIDAD
ACTIVIDAD
POLÍTICA
0.2050 -0.0180 0.1842 0.0191 0.0730 0.0517 -0.0439 -0.0599 0.0419 0.2579 1.0000
D. LABORAL EMPLEO 0.0166 0.0243 0.0041 -0.022 -0.0604 0.0449 0.04711 0.0030 0.0122 0.0184 -0.0009 1.0000
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
86
TABLA 2. POBLACIÓN RURAL
D. FÍSICA D. CAPITAL HUMANO D. ECONÓMICA D. CAPITAL SOCIAL D. POLÍTICA D.
LABORAL
INFRAESTRUCTURA LOCALIZACION SERVICIOS
DOMICILIARIOS
ESTADO DE
SALUD
GRADO DE EDUCACIÓN
DEPENDENCIA RIQUEZA CONTACTOS SOCIALES
BIEN-ESTAR HOGAR
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
SEGURIDAD ACTIVIDAD POLÍTICA
EMPLEO
D. FÍSICA
INFRAESTRUCTURA 1.0000
LOCALIZACION 0.1577 1.0000
SERVICIOS
DOMICILIARIOS 0.3411 0.0278 1.0000
D. CAPITAL
HUMANO
ESTADO DE SALUD 0.0435 0.0814 0.0437 1.0000
GRADO DE
EDUCACIÓN 0.1699 0.0021 0.2670 0.1359 1.0000
D.
ECONÓMICA
DEPENDENCIA 0.0935 0.0154 0.1657 -0.011 0.1509 1.0000
RIQUEZA 0.2878 0.0134 0.4042 0.0594 0.2359 0.1397 1.0000
D. CAPITAL
SOCIAL
CONTACTOS
SOCIALES -0.0395 -0.0393 -0.0688 0.0401 0.0318 -0.0333 0.0122 1.0000
BIEN-ESTAR
HOGAR 0.0180 0.0642 0.0346 0.1294 0.0296 0.0314 0.0189 0.0357 1.0000
D. POLÍTICA
PARTICIPACIÓN
ELECTORAL 0.1185 0.1084 0.0344 -0.014 -0.0297 0.0616 -0.0045 -0.1039 -0.0318 1.0000
SEGURIDAD
ACTIVIDAD
POLÍTICA
0.0838 0.0396 0.0326 -0.034 -0.0182 0.0415 -0.0552 -0.0572 -0.0368 0.7003 1.0000
D. LABORAL EMPLEO -0.0277 0.0045 -0.0561 -0.002 -0.0772 0.0261 -0.0094 -0.0039 0.0192 0.0039 -0.0053 1.0000
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
87
ANEXO 8. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD – DIFERENCIAS EN EL ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL Grupo de tratamiento: Deprivados en la Dimensión Física
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.278564617 0.137431985 0.141132632 0.630457779 0.291752302 0.338705478 0.269460304 0.023160616 0.246299688 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1388431 0.1474222] [0.3276494 0.3497616] [0.2382309 0.2543685]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Deprivados en la Dimensión de Capital Humano
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.342787676 0.157247297 0.185540379 0.629163183 0.354289702 0.274873481 0.349475262 0.09994003 0.249535232 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1911969 0.1998838] [0.2468952 0.3028518] [0.2320202 0.2670503]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Deprivados en la Dimensión Económica
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.32826769 0.155982612 0.172285079 0.659538444 0.32132695 0.338211494 0.348330105 0.056700123 0.291629982 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1674663 0.1791039] [0.3264674 0.3499556] [0.2829089 0.3003511]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Deprivados en la Dimensión de Capital Social
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.267202074 0.196656149 0.070545925 0.611149839 0.563401817 0.047748022 0.224319198 0.162620969 0.061698228 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0742413 0.0868505] [0.0338126 0.0616835] [0.0530035 0.070393]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Deprivados en la Dimensión Política
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.341279064 0.284949043 0.056330021 0.585769908 0.362448556 0.223321353 0.184864439 0.02463547 0.160228969 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.038725 0.0739351] [0.0336281 0.4130146] [0.1126241 0.2078338]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
88
Grupo de tratamiento: Deprivados en la de Dimensión Laboral
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.248635595 0.240924267 0.007711328 0.515224418 0.579559728 -0.06433531 0.142767559 0.149456522 -0.006688963 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0021575 0.0175801] [-0.0963201 0.0323505] [-0.0228622 0.0094842]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
89
ANEXO 9. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD – DIFERENCIAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL SEGÚN CARACTERÍSTICAS INDIVIDUALES
Diferencias de exclusión por género. Grupo de tratamiento: mujeres
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.2326656 0.233349321 -0.000683721 0.56898706 0.587473646 -0.018486586 0.185152237 0.181737309 0.003414928 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0089521 0.0075846] [-0.0355206 0.0009568] [-0.0134403 0.0202701]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias de exclusión por edad. Grupo de tratamiento: mayores de 64 años
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.321731255 0.214611284 0.107119971 0.648148717 0.563780716 0.08436800 0.293912437 0.163265306 0.130647131 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.068535 0.145705] [0.0498318 0.1189042] [0.0918905 0.1694037]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por etnia.Grupo de tratamiento: ningún grupo étnico
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.219030932 0.282433148 -0.063402216 0.549895623 0.677175371 -0.127279748 0.170916956 0.273829284 -0.102912328 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0794969 -0.0473075] [-0.1449214 -0.109638] [-0.1239135 -0.0819112]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por quintiles de ingreso.Grupo de Tratamiento: Quintil 1
MUESTRA URBANO RURAL NACIONAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.380212013 0.236530575 0.143681438 0.675031902 0.500879537 0.174152365 0.550738916 0.192315271 0.358423645 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1298629 0.1575] [0.1558798 0.1924249] [0.3336256 0.3832217]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
90
ANEXO 10. EXCLUSIÓN SOCIAL SEGÚN EL ESTADO LABORAL
TABLA 1. DISTRIBUCIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL
NACIONAL POBLACIÓN URBANA POBLACIÓN RURAL PET OCUPADOS DESEMPLEADOS INACTIVOS PET OCUPADOS DESEMPLEADOS INACTIVOS PET OCUPADOS DESEMPLEADOS INACTIVOS
% dentro de la PET
100% 55.90% 7.30% 36.80% 100% 54.72% 8.56% 36.72% 100% 59.49% 3.46% 37.05%
% Excluidos socialmente
25.95% 24.89% 20.19% 28.71% 13.19% 11.01% 15.60% 15.88% 64.90% 63.86% 54.86% 67.50%
% Privados D. Física 73.22% 73.27% 73.28% 73.32% 69.23% 68.86% 72.26% 69.08% 84.06% 85.65% 80.94% 85.75%
% Privados D. Capital Humano
55.80% 55.40% 43.25% 58.89% 47.99% 45.93% 40.05% 52.92% 79.61% 81.97% 67.44% 86.94%
% Privados D. Económica
49.69% 48.34% 51.53% 51.57% 40.68% 38.80% 48.06% 51.76% 77.18% 75.11% 77.78% 80.45%
% Privados D. Capital Social
46.26% 45.37% 46.38% 47.59% 46.44% 45.15% 46.31% 48.38% 45.70% 45.96% 46.92% 45.18%
% Privados D. Política 82.21% 81.17% 83.53% 83.53% 84.62% 83.76% 85.02% 85.80% 74.87% 73.89% 72.22% 76.68%
% Privados D. Laboral 7.30% 0% 100% 0% 8.56% 0% 100% 0% 3.46% 0% 100% 0%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
91
TABLA 2. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD. GRUPO DE TRATAMIENTO: OCUPADOS
Diferencias en el índice de exclusión social
MUESTRA NACIONAL URBANO RURAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.187615326 0.118636709 0.068978617 0.214214407 0.208189694 0.006024713 0.568202285 0.515224418 0.052977867 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0551687 0.0827885] [-0.0042813 0.0163308] [-0.0008414 0.1043568]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias en la privación de la dimensión física
MUESTRA NACIONAL URBANO RURAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.712607185 0.685227396 0.027379789 0.676922546 0.645878656 0.03104389 0.843532244 0.744330419 0.099201824 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0003837 0.0543759] [0.0006552 0.0614326] [0.0275893 0.1708143]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias en la privación de la dimensión de capital humano
MUESTRA NACIONAL URBANO RURAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.499158797 0.457614241 0.041544557 0.411720018 0.424151386 -.012431368 0.819967059 0.718611428 0.101355632 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0169014 0.0661877] [-0.0395273 0.0146646] [0.039404 0.1633073]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias en la privación de la dimensión económica
MUESTRA NACIONAL URBANO RURAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.511749702 0.477151851 0.034597851 0.446009876 0.444697676 0.0013122 0.752945648 0.71810465 0.034840998 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0052045 0.0639912] [-0.0271274 0.0297518] [-0.0344467 0.1041287]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
92
Diferencias en la privación de la dimensión de capital social
MUESTRA NACIONAL URBANO RURAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.46998806 0.465049387 0.004938674 0.469629476 0.456990918 0.012638558 0.471303687 0.458380844 0.012922843 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0236308 0.0335081] [-0.0167873 0.0420644] [-0.0678462 0.0936919]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias en la privación de la dimensión política
MUESTRA NACIONAL URBANO RURAL
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.93281233 0.943449474 -0.010637143 0.957906005 0.963879968 -0.005973963 0.840744964 0.845179273 -0.004434309 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0246745 0.0034003] [-0.0173142 0.0053663] [-0.0752121 0.0663435]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
93
TABLA 3. EXCLUSIÓN SOCIAL DE LOS OCUPADOS
TOTAL URBANO RURAL
TOTAL 24.89% 11.01% 63.86% Género Hombre Mujer
28.71% 19.52%
11.31% 10.65%
66.83% 57.00%
Edad 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
25.88% 20.81% 26.66% 42.64%
8.21% 9.44% 13.52% 23.64%
64.69% 59.51% 65.53% 75.28%
Grupo étnico SI NO
46.12% 22.52%
23.45% 9.89%
81.13% 60.80%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
33.16% 25.31% 27.86% 53.89% 2.58% 24.58% 16.37% 7.44% 20.75%
20.45% 4.54% 12.17% 21.81% 2.58% 11.96% 12.06% 7.44% 20.75%
65.47% 61.55% 58.01% 77.27%
--- 61.81% 42.91%
--- ---
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
62.20% 42.71% 19.51% 8.63% 2.66%
36.23% 24.21% 10.85% 3.68% 1.56%
81.29% 70.57% 48.90% 37.59% 21.01%
Nivel educativo Primaria Secundaria Técnica Universitaria Postgrado
52.09% 8.05% 2.66% 2.05% 0.25%
30.71% 3.82% 1.73% 0.95% 0.07%
76.00% 32.45% 19.22% 19.21% 3.64%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
94
2. LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO
Una vez abordado el concepto de exclusión social, para probar la hipótesis central de esta tesis se
debe continuar con el entendimiento de la noción de segmentación laboral. A continuación se
presenta entonces el análisis del concepto de segmentación laboral y el respectivo ejercicio
empírico con datos colombianos.
2.1 CONCEPTO
Se dice que un mercado laboral está segmentado cuando se divide en grupos de trabajos117 de
diferente calidad que difieren unos de otros no solo por los niveles salariales sino porque cada uno
tiene su propio modo de operación. Este último incluye, por ejemplo, requisitos de contratación,
condiciones medio ambientales, criterios de promoción, seguridad social, entrenamiento y
procedimientos de supervisión, entre otros118.
En su concepción dual se distinguen dos segmentos laborales “primario” y “secundario”. El
mercado primario ofrece trabajos que poseen características tales como: altos salarios, buenas
condiciones de trabajo, estabilidad y seguridad del empleo, equidad y procesos internos
relacionados con reglas de administración de recurso humano y posibilidades de ascenso. Del otro
lado, el mercado secundario está conformado por trabajos que son evidentemente menos
atractivos que los del mercado primario ya que tienden a incluir empleos de bajos salarios, pobres
condiciones de trabajo, considerable inestabilidad, disciplina estricta y a menudo arbitraria, y poca
oportunidad de ascenso.
Lo que es tal vez más importante en el papel de la segmentación laboral sobre la exclusión social,
es que en esta estructura del mercado de trabajo el acceso a las ocupaciones está controlado, no
solo por requisitos de productividad, sino por factores institucionales119. Bajo esta lógica, la
segmentación laboral no es compatible con una perfecta movilidad del factor trabajo. Según
Hotchkiss y Kaufman (2006), a la entrada de los segmentos laborales existen barreras tales como
los mercados internos de trabajo120, fenómenos de discriminación121, la actividad de los sindicatos
117 Aunque existen divergencias sobre el número de segmentos en que se divide un mercado laboral, en este contexto el mercado de trabajo se analiza por submercados parciales y no como un agregado homogéneo. 118 En general, como dice Weitzman (1989, p. 122) “se concibe una tendencia de correlación entre altos salarios, mayor productividad laboral, mayor probabilidad de ascenso y de entrenamiento en el trabajo, más alto número de contrataciones, pocos despidos y escasos cambios de trabajo. De la misma manera, que los factores adversos también están vinculados”. 119 Esta característica se contrapone a la teoría de capital humano que, como dice Toharia (1983, p.14), expone que los individuos desempleados o los que son pagados pobremente simplemente les faltan las habilidades para ser más productivos. 120 Definidos en primera instancia por Doeringer y Piore (1971), los mercados internos fueron catalogados como una organización definida en la cual la fijación del precio y distribución de la fuerza de trabajo es gobernada por un conjunto de reglas y procedimientos administrativos y no solamente por variables económicas. Posteriormente, en Piore (2002) el autor señala que esa definición inicial debe ser ampliada para incluir no solo reglas y procedimientos administrativos sino prácticas sociales y costumbres. En este contexto surge la diferenciación insiders-outsiders que denomina a los primeros como los individuos que forman parte del recurso humano de
95
y, así mismo, leyes que dictaminan las licencias ocupacionales que, por ejemplo, hacen difíciles o
costosos los exámenes para adquirir permisos de trabajo o imponen requerimientos de residencia
para trabajos en determinadas zonas.
La causa de la segmentación laboral está trazada por la estructura industrial y tecnológica de las
naciones122. Como dice Piore (1973), la tecnología determina la naturaleza de los trabajos y los
requisitos de éstos últimos determinan las características del trabajador; por tanto, la tecnología es
el determinante fundamental de la división del mercado laboral. Así, la tecnología crea una
disposición ocupacional discontinua que constituye la base para el establecimiento de mercados
laborales segmentados. El conjunto de empleos del segmento primario estará determinado por la
tecnología más avanzada mientras que el segmento secundario estará definido como esa área de
la industria que permanece tecnológicamente rezagada y sufre fuertes presiones competitivas. La
ventaja tecnológica de las empresas del segmento primario hace que sean éstas las que satisfacen
el componente estable de la demanda mientras que aquellas del segmento secundario, con
técnicas de producción menos sofisticadas, satisfacen principalmente el componente inestable de
la demanda123. De esta manera se espera que el empleo del segmento secundario sea contracíclico
y el del primario procíclico. El constante cambio técnico en el segmento primario de la economía
requerirá incrementar las habilidades del trabajador y, por tanto, los empleadores buscarán inducir
estabilidad en su fuerza de trabajo para compensar los costos de entrenamiento124. Dicha
estabilidad será asegurada interponiendo barreras de entrada a las ocupaciones de este segmento,
diferentes a las trabas normales relacionadas con el capital humano125.
una organización (y por tanto pueden influenciar las decisiones sobre contrataciones futuras) y a los segundos como aquellos que se encuentran por fuera de ésta. 121 Las largas colas que se forman para acceder a los mercados primarios favorecen las prácticas discriminatorias por parte de los empleadores. Según Weitzman (1989), se puede esperar que el trabajador primario promedio, en relación con el trabajador secundario promedio, sea un individuo masculino blanco, proveniente de un estrato socioeconómico aventajado, con experiencias escolares positivas, que tenga actitudes y comportamientos aceptados socialmente, con una carrera más estable y predecible y que sea financieramente exitoso. 122 Esta definición proviene del enfoque institucionalista de la segmentación laboral. Otra de las perspectivas teóricas reconocidas es el enfoque radical, que enfatiza el papel de la segmentación del mercado laboral como una estrategia capitalista de control causada históricamente en el marco del conflicto de clases. La última generación de los estudios sobre segmentación laboral son los enfoques Post-keynesianos y Neo-marxistas, que es un diverso cuerpo de trabajos desarrollados en Europa principalmente donde, en contraste a las explicaciones monocausales de los institucionalistas y radicales, abordan explicaciones multicausales al problema de la segmentación laboral. Además de la incertidumbre del mercado laboral, las condiciones del mercado de productos, los requerimientos tecnológicos y las estrategias de control del proceso laboral, ésta tercera generación también ha identificado procesos de reproducción social, acciones del Estado y presiones colectivas de los sindicatos laborales como factores que favorecen la segmentación laboral. Para mayor información acerca de los tres enfoques teóricos de la segmentación se puede consultar el Anexo 1 de este capítulo. 123 Como afirman Beck, Horan y Tolbert (1980) entre otros autores, es claro que las demandas de mano de obra por parte de las gerencias de cada uno de los dos submercados son significativamente diferentes; mientras el sector primario reclama una fuerza de trabajo entrenable y estable, el secundario solicita mano de obra que aceptará inferiores condiciones de trabajo, menor remuneración y más alto riesgo de inestabilidad laboral. Como resultado, empresas en el sector secundario contratan aquellos quienes históricamente han tenido la posición más débil del mercado de trabajo, lo que aminora aun más la posición del empleado, manteniéndolo en ocupaciones poco estables y de baja productividad que no le permiten mejorar sus cualificaciones. De esta manera, empleadores en el mercado secundario continuarán señalando la falta de capital humano y la inestabilidad de las historias laborales de los trabajadores como una justificación a los bajos salarios y a la falta de adiestramiento en el empleo, incluso cuando esto pueda ser solo un reflejo de la estructura de la economía secundaria y no de las verdaderas capacidades del individuo. 124 Sin embargo, no se debe dejar de considerar que el actual deterioro de las actividades laborales en general ha llevado también a la flexibilización de los empleos en el segmento primario. 125 La existencia de segmentación laboral sugiere entonces que la educación y el adiestramiento no son una solución efectiva a los problemas de pobreza y desempleo, puesto que los trabajadores que se encuentran en el sector secundario pueden tener el capital humano que necesitan en el segmento primario pero el problema es el difícil acceso a los buenos trabajos y la escasez de los mismos.
96
Por otra parte, dentro de las principales consecuencias de la existencia de un mercado de trabajo
segmentado se puede contar la ubicación de los trabajadores en espacios económicos y sociales
diferenciados lo cual implica la existencia de distintas posibilidades de acceso a recursos y
capacidades para realizar logros de desarrollo a partir del trabajo; también la falta de
aprovechamiento del capital humano total de una sociedad que conlleva a niveles inferiores de
productividad y crecimiento económico; adicionalmente, el detrimento psicológico de los
trabajadores del segmento secundario que genera una debilidad estructural en su poder de
negociación para mejorar sus ingresos y estándares de vida. Además, como señala Tobin (1965),
esta clase de estructura industrial facilita la perpetuación de la discriminación sexual, racial y de
cualquier tipo.
En cuanto a la medición de la segmentación laboral dual, diversas clasificaciones se pueden hacer
a priori según el mercado de trabajo que se esté estudiando. Sea cual sea el criterio que se
emplee para hacer la división de las ocupaciones, lo importante es que la clasificación permita que
se cumplan las condiciones básicas de segmentación laboral que son:
1. La calidad del empleo varía de acuerdo al segmento laboral al que se pertenezca, siendo
mayor en el segmento primario que en el secundario.
2. Existen barreras a la movilidad del segmento secundario al primario, adicionales a las de
capital humano.
3. Las características de capital humano influyen de manera diferente la calidad del empleo
según el segmento laboral al que se pertenezca.
4. La segmentación laboral influye en los fenómenos de discriminación en el mercado de
trabajo.126
Dentro de la literatura relacionada, es común encontrar clasificaciones hechas a partir del concepto
de informalidad127 que divide el mercado laboral en dos categorías: el segmento formal y el
informal. La similitud entre las dos perspectivas se puede apreciar en la Tabla 20.
Por ello, se deben promover las políticas económicas que generen trabajos bien remunerados, buenas condiciones laborales y estabilidad y seguridad en el empleo. 126 Vale la pena decir que, aunque es generalizada la identificación teórica de estas cuatro características para determinar la segmentación laboral, la mayor parte de los trabajos empíricos se concentra únicamente en comprobar las diferencias de ingreso entre segmentos haciendo estimaciones de ecuaciones mincerianas con las respectivas correcciones de Heckman para el sesgo de selección. 127 El uso del término informalidad fue introducido por la Internacional Labour Office ILO (1972) y fue definido como: “una manera de hacer cosas caracterizadas por: a. fácil entrada, b. confianza en recursos indígenas, c. posesión familiar, d. operaciones de escala pequeña, e. tecnología adaptativa e intensiva en mano de obra, f. habilidades adquiridas por fuera del sector formal, g. mercados no regulados y competitivos”. Otros expertos, le atribuyen el término a Hart (1971, 1973) en su análisis del mercado de trabajo de Ghana; su definición coincide con la de ILO (1972) en relacionar la informalidad con actividades económicas de bajo valor agregado, propias de países tercermundistas. Sin embargo, pese a su uso generalizado a partir de la década de los setenta, se dice que la definición del sector informal se estudiaba incluso desde antes ya que presenta características similares a las expuestas por Lewis (1954), en cuanto a que dicho autor conceptualizó el desarrollo económico a través del surgimiento de un “sector moderno” industrial manufacturero, que operaba con mayor eficiencia y por tanto asignaba de mejor manera los recursos productivos, y un “sector tradicional” de menor productividad y mayor absorción de mano de obra. A partir de allí el concepto ha venido evolucionando. En general, como se anota en World Bank (2007, p.21), “el término informalidad significa diferentes cosas para personas diferentes, pero casi siempre son cosas
97
TABLA 20. LA SEGMENTACIÓN LABORAL Y LA INFORMALIDAD
ESTUDIOS SOBRE LA SEGMENTACION ESTUDIOS SOBRE LA INFORMALIDAD
Rechazo del equilibrio En los dos casos, hay un rechazo del análisis en términos de equilibrio económico.
Dualismo económico Referencia a un sector monopolítistico y a uno competitivo. En los dos casos, las empresas tienen características diferentes en función del sector: Poder de mercado, tamaño, organización burocrática, productividad, intensidad del capital.
Mercado de trabajo dual
Diferencias salariales y de cualificación de mano de obra. En los dos casos, la periferia se supone más flexible. Mercado primario y secundario. Sector formal e informal.
Consecuencias para los trabajadores
Condiciones de trabajo diferentes según el segmento. Consecuencias en términos de pobreza y desigualdad. Diferentes en términos de estabilidad y seguridad del empleo.
Acceso diferente a la seguridad social.
División social del trabajo
Minorías raciales, mujeres y migrantes están concentrados en la periferia del mercado de trabajo.
Tecnología Determina las calificaciones que son requisito para las empresas. Afecta la absorción de empleo. Fuente: Basada en la Tabla 2.2 de Soto (2009, p. 138).
La división de la informalidad según su enfoque estructuralista se equipara a las diferencias
identificadas para el segmento primario y secundario, teniendo en cuenta que se habla de un
sector formal moderno de economías de escala y alta productividad pero con limitada capacidad
de absorción de mano de obra y, por otra parte, de un sector informal residual que requerirá
abundante mano de obra pero cuya baja productividad determinará menores remuneraciones128.
También hay un enfoque institucionalista que, a diferencia del anterior, explica la existencia de
informalidad en una economía debido a los costos generados por el marco legal y a barreras de
entrada al sector formal creadas principalmente por las disposiciones gubernamentales. Para los
institucionalistas, el estudio de la informalidad se debe concentrar en las decisiones individuales
por participar en las actividades informales después de un análisis costo-beneficio y no en las
restricciones presentes en la estructura económica; así, desde esta perspectiva la informalidad no
estará ligada a la marginalidad129. Se debe tener en cuenta que bajo la perspectiva de la
segmentación laboral se entiende que los individuos se verán coartados a ingresar al segmento
formal por factores adicionales a los de capital humano, lo que corresponde a la visión
estructuralista de la informalidad. Otro caso diferente al de la segmentación laboral se encuentra
dentro de la definición institucionalista de la informalidad cuando se presume que los individuos
escogen libremente pertenecer a alguno de los dos sectores130. El comportamiento del empleo en
malas: trabajadores desprotegidos, regulación excesiva, baja productividad, competencia desleal, evasión de las reglas legales, pago bajo o nulo de impuestos, y trabajo “subterráneo” o en las sombras”. 128 La corriente estructuralista propone un sector informal ligado al desequilibrio causado por las diferencias entre la demanda y la oferta de trabajo. Como señalan Uribe y Ortiz, (2004. p.6), “entre los factores que los estructuralistas mencionan para explicar el exceso de oferta laboral se encuentran principalmente los siguientes: i) la transición demográfica en su segunda etapa, cuando ya han disminuido las tasas de mortalidad pero la tasa de natalidad es todavía alta ii) los flujos migratorios de tipo rural-urbano, iii) la mayor participación laboral de los miembros familiares diferentes al jefe del hogar, especialmente de las mujeres. Por otra parte, los factores que mantienen rezagada la demanda de trabajo son los siguientes: i) Escaso desarrollo estructural de la economía (baja diversificación económica), ii) uso de tecnologías intensivas en capital, iii) bajos niveles de inversión, iv) la política de disminución del tamaño del Estado, cuyos trabajadores por definición son formales”. 129 Bajo el enfoque estructuralista, como es señalado por Uribe y Ortiz (2004, p. 5), se destacan los trabajos de Lewis (1954), Hart (1970), ILO (1972), Singer (1977), PREALC (1981 y 1985) y Tokman (1978 y 1982), entre otros. Como indican Uribe y Ortiz (2004, p. 15), en esta vertiente se destacan los trabajos de De Soto (1987 y 2000), Loayza (1997), Maloney (1998), y Heckman y Pages (2000). 130 De esta manera, como indica el título de un reciente trabajo del Banco Mundial (2007), la informalidad se debate entre la exclusión y el escape. Esta última concepción ha tomado eco en los últimos años entre numerosos autores institucionalistas entre los que se destaca William F. Maloney. Bajo su perspectiva, no existen barreras de movilidad hacia el sector formal sino que, después de un
98
cada segmento laboral según el ciclo económico también diferencia la segmentación laboral de la
informalidad institucionalista. Como se expuso anteriormente, se prevé que el empleo del
segmento secundario sea contracíclico y el del primario procíclico131 y, como expone Soto (2009, p.
137), “Contrariamente a esa interpretación que considera la economía informal como la variable de
ajuste del mercado de trabajo, la visión institucionalista señala un comportamiento procíclico de la
economía informal. En caso de crisis, la demanda por la producción de bienes y de servicios
informales disminuye y por tanto esa economía se contrae”.
Una posición intermedia, de la informalidad relacionada o no con la segmentación laboral, es
abordada por el informe del Banco Mundial (2007). Para el caso de América Latina y el Caribe,
este trabajo apoya la perspectiva de que hay una coexistencia entre los trabajadores informales
que pertenecen a este sector por exclusión del sector formal y aquellos que deliberadamente se
ubican en la informalidad como una forma de escape a los costos que implica formalizarse. En
palabras de De Soto (2000), “sería un tanto apresurado afirmar que los sujetos que laboran en la
informalidad apenas pueden solventar sus necesidades básicas de sobrevivencia, o que todas las
actividades desarrolladas en el sector informal se asocian con una empresarialidad obstruida por
las fallas del mercado. El sector informal es tan heterogéneo que puede incluir tanto ocupaciones
propias de una economía de subsistencia con escaso dinamismo económico y precarias
condiciones laborales, como unidades empresariales más organizadas con ciertos atisbos de
capitalismo formal. De allí surgiría, entonces, la pregunta, de si la informalidad ocupacional puede
ser considerada como una estrategia de supervivencia ante la constante precarización y
desaparición del empleo formal, o puede estar orientada hacia una empresarialidad naciente
obstruida por la complejidad del sistema normativo y burocrático de las naciones en desarrollo,
que les impide a los informales romper la campana de vidrio que los separa del resto de la
economía e integrarse productivamente a ésta”. 132
Por último, respecto a la exclusión social que es el tema principal de esta tesis, ésta se verá
afectada por la informalidad en el caso que existan barreras institucionales que estén agenciando
la estadía del trabajador en el sector informal impidiendo su movilidad hacia los empleos formales
análisis costo-beneficio, los informales deciden quedarse libre y voluntariamente en este sector laboral. En este mismo sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (2004) afirma que “Al menos para México y Argentina las transiciones hacia y desde el trabajo informal son grandes, lo que sugiere que aun si todas las transiciones desde el sector formal hacia el informal fuesen obligadas por el desplazamiento involuntario, abundan las oportunidades de regresar al sector formal”. 131 Esta aseveración es compartida por los seguidores del enfoque estructuralista de la informalidad. Como señala Soto (2009, p.137), “Según la aproximación de la OIT/PREALC, el sector informal funciona de manera contra-cíclica, es decir que en teoría, en caso de decrecimiento económico, éste juega el papel de tampón y absorbe los trabajadores expulsados de las actividades formales”. 132López (1989), citado en Soto (2009, p. 125), dice al respecto que si se analizan las transiciones de un trabajo formal a un informal para crear una empresa propia, se relativiza el hecho de que la informalidad se da por falta de capital monetario o humano en el sector formal. Fields (2005) defiende también esta posición señalando que el sector informal se puede dividir en dos partes distintas: una superior que representa un segmento competitivo en el cual los individuos entran voluntariamente esperando tener beneficios superiores a aquellos que percibirían en el sector formal; y una parte inferior que categorizaría a aquellos que se sienten expulsados del mercado laboral formal.
99
de mejor calidad. Es decir, cuando la informalidad sea del tipo estructuralista y corresponda
efectivamente a un fenómeno de segmentación laboral.
2.2 LA SEGMENTACIÓN LABORAL EN COLOMBIA
Una vez estudiado el concepto de segmentación laboral, se desea corroborar si hay evidencia de
que ésta existe en Colombia. Buscando la simplificación del análisis, este trabajo se enfoca en la
división dual del mercado de trabajo colombiano.
Siguiendo con la numeración del primer capítulo, las hipótesis de este aparte son:
• Hipótesis 2. Para Colombia, la clasificación dual que se puede hacer a partir de la escala
de las empresas cumple con las características que se le atribuyen a los mercados laborales
segmentados. Es decir, es válido que:
- Hipótesis 2.a. La calidad del empleo varía de acuerdo al segmento laboral al que se
pertenezca, siendo mayor en el segmento primario que en el secundario.
- Hipótesis 2.b. Existen barreras a la movilidad del segmento secundario al primario,
adicionales a las de capital humano.
- Hipótesis 2.c. Las características de capital humano influyen de manera diferente la
calidad del empleo según el segmento laboral al que se pertenezca.
- Hipótesis 2.d. La segmentación laboral influye en los fenómenos de discriminación en el
mercado de trabajo.
• Hipótesis 3. La existencia de segmentación en el mercado de trabajo urbano afecta la
exclusión social de los individuos ocupados. En la zona urbana, aquellos ubicados en el
segmento laboral secundario percibirán mayores niveles de exclusión social que los
trabajadores del segmento primario.
2.2.1 Estudios Previos
En Colombia, como en diversos países, ha sido estudiada la segmentación laboral. Sin embargo, es
notorio que las contribuciones han sido de carácter mayoritariamente empírico. En general, se ha
encontrado evidencia de una “integración segmentada” como dice Galvis (2002), dadas las
contradicciones de los resultados encontrados por diferentes autores. Teniendo en cuenta el uso
indiscriminado del término segmentación laboral para designar cualquier división del mercado de
trabajo, bajo esta denominación se han evidenciado en Colombia diferencias salariales entre las
divisiones industriales133, los oficios urbanos/rurales134 y, por supuesto, entre los sectores
formal/informal.
133 Ver, por ejemplo, Magnac (1991) y Gracia, Hernández y Ramírez (2001).
100
Dentro de esta última división, que como se señaló en el marco conceptual es una de las más
comunes en la literatura reciente, existen para Colombia diversos trabajos que relacionan la
segmentación laboral a partir de la informalidad. Por ejemplo, Fields (1980) estudia el mercado de
trabajo bogotano utilizando el Censo de Población de 1973; a través de la estimación de
regresiones de ingreso donde incluye variables de capital humano, variables sectoriales y de
ocupación, concluye que las diferencias entre el sector informal y formal no son muy contundentes
y que es muy pequeña la contribución de las nuevas variables consideradas en las ecuaciones de
Mincer. Otro estudio destacado para Bogotá es el de Bourguignon (1983)135 quien concluye que,
aunque las diferencias en los rendimientos de la educación son despreciables entre los dos
sectores, “no se excluye la posibilidad de alguna segmentación o imperfección competitiva en el
mercado de trabajo urbano de Bogotá” (Bourguignon, 1983, p. 333). Dentro de los trabajos más
recientes que vinculan la informalidad colombiana al concepto de segmentación laboral vale la
pena destacar a Uribe, Ortiz y García (2007) y Ortiz, Uribe y Badillo (2008). En el primer trabajo
los autores plantean la hipótesis de que la segmentación del mercado laboral colombiano en los
noventa se basa en la existencia de economías de escala, considerando que a mayor nivel de
capital físico y humano en las empresas se tiene un mayor nivel de productividad e ingresos. Para
tal fin, el sector informal es estudiado a partir de su división en empresas unipersonales
(trabajadores por cuenta propia no profesionales ni técnicos), famiempresas (unidades con 2-5
trabajadores) y microempresas (unidades con 6-10 trabajadores); a su vez, el sector formal se
divide en pequeño (unidades con menos de 10 trabajadores) y grande (unidades de más de diez
trabajadores). A través de ecuaciones de Mincer y el análisis de diferentes variables de calidad del
empleo, se concluye que existen barreras de movilidad entre los sectores formal e informal pero
también entre los diferentes segmentos que se pueden encontrar al interior de estas categorías.
En cuanto al trabajo de Ortiz et al. (2008), además de corroborar la hipótesis de segmentación
laboral por efectos escala para los años 2001-2006 en Colombia, se concluye que existe
segmentación interregional siendo significativamente mayor la remuneración laboral en Bogotá
frente otras regiones.
2.2.2 Datos Utilizados
Para el análisis de la segmentación laboral en Colombia se utilizaron los datos provenientes de la
Encuesta Continua de Hogares del segundo trimestre de los años 2001-2005 para las trece
principales áreas metropolitanas de Colombia136. Estas encuestas tienen como objetivo general
134 Ver, por ejemplo, Jaramillo, Romero y Nupia (2000). 135 Anterior a este trabajo, Bourguignon (1979) analiza la informalidad urbana a partir de la Encuesta Nacional de Hogares de 1974 sin relacionarla propiamente con el fenómeno de segmentación laboral. A partir de regresiones de Mincer concluye que existe un diferencial pequeño entre los ingresos de los sectores formal e informal; sin embargo, el autor apunta que dicho resultado no es robusto puesto que dicha diferencia no es significativa en el caso de las mujeres trabajadoras. 136 Estas áreas metropolitanas son, en estricto orden descendente por tamaño de población: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Cúcuta, Pereira, Ibagué, Manizales, Pasto, Villavicencio y Montería.
101
“Proporcionar información sobre el tamaño y la estructura de la fuerza de trabajo (empleo,
desempleo e inactividad) de la población del país y algunas variables sociodemográficas”137. Estos
datos fueron escogidos teniendo en cuenta la periodicidad de las encuestas que permitían estudiar
el problema en un rango de tiempo considerable y porque su área de influencia las hace idóneas
para estudiar la segmentación laboral que se considera un fenómeno básicamente urbano. Las
variables utilizadas y sus especificidades son descritas en el Anexo 2.
En promedio para los años 2001-2005, la población de las trece principales áreas metropolitanas
de Colombia era de 18’829.235 habitantes, de los cuales el 53.16% eran mujeres; la Población en
Edad de Trabajar PET era de 14’509.979 personas mientras que 9’140.638 individuos pertenecían
en promedio a la Población Económicamente Activa. Un análisis general de la situación laboral en
Colombia para los años 2001-2005 se presenta en el Anexo 3.
2.2.3 Los trabajadores colombianos por segmento laboral
Con el fin de clasificar los trabajadores colombianos según el segmento laboral donde se ocupan,
se buscó identificar en primera instancia qué característica determina el punto de corte entre el
segmento primario y el secundario. Aunque se tiene presente que la causa de la segmentación
laboral está ligada principalmente a factores tecnológicos, la ausencia de información estadística
acerca del capital acumulado por las empresas o la productividad de las mismas hace necesario
concentrarse en la información de la planta de personal teniendo en cuenta la correlación existente
entre número de trabajadores y capital físico. Por otro lado, ante la escasez y poca continuidad de
los datos proporcionados directamente por las empresas, es necesario basarse en la información
dada por los trabajadores. Finalmente, hay que recordar que el análisis de la segmentación laboral
es relevante para la zona urbana.
Ahora bien, como ya se dijo anteriormente, la división formal/informal es considerada
tradicionalmente un ejemplo de segmentación laboral en Colombia. Las diferencias de calidad del
empleo entre estos sectores que se relacionan en el Anexo 3 de este capítulo sustentan lo
anterior, observadas mejores características para el sector formal que el informal. Sin embargo,
esta división del mercado de trabajo ha sido ampliamente criticada desde la misma definición de la
informalidad. El criterio utilizado por el DANE parte principalmente de las diferencias por tamaño
de empresa para determinar las unidades formales y las informales. Sin embargo, la utilización de
la línea de corte en unidades con más o menos diez trabajadores parece ser demasiado general en
un país donde las microempresas138 son mayoría en el total de empresas a nivel nacional. Según la
137 Tomado de http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/fichas/empleo/ficha_ech.pdf. Última consulta: 14 de Julio de 2008. 138 Las empresas en Colombia se pueden dividir en mipymes y grandes unidades. Según el Artículo 2 de la Ley 590 de 2005, expedida por el Congreso de Colombia, las mipymes se clasifican así: 1. Mediana empresa: a) Planta de personal entre cincuenta y uno (51) y
102
Corporación para el Desarrollo de la Microempresa y el Observatorio Colombiano de la
Microempresa (2007, p. 8), el Censo General del 2005 reporta que las microempresas representan
el 96% del total de las empresas colombianas139, seguidas por las pequeñas y medianas empresas
que en conjunto suman el 3.84% y por último las grandes empresas que conforman un 0.13%.
Adicionalmente, se informa que dentro de esta clasificación de microempresas un 49.7%
corresponde a empresas unipersonales, un 45.4% a empresas con 2-5 trabajadores y un 4.9% con
6-10 trabajadores.
Así las cosas, antes de definir a priori la segmentación laboral dual en Colombia a partir de la
división entre sector formal e informal, vale la pena analizar la composición de cada una de estas
partes del mercado de trabajo.
Según la definición del DANE, los trabajadores informales y formales se clasifican como se
presenta en la Tabla 21.
TABLA 21. COMPOSICIÓN DE LOS TRABAJADORES FORMALES E INFORMALES
2001 2002 2003 2004 2005
INFORMALES
Empleados privados <=10 trabajadores 27.83% 28.22% 28.32% 28.56% 29.31%
Servicio Doméstico <= 10 trabajadores 9.29% 10.37% 9.72% 9.91% 9.44%
Cuenta propia no profesionales 50.82% 47.57% 48.43% 47.88% 48.39%
Patrones<=10 trabajadores 7.80% 9.02% 8.46% 8.69% 8.81%
Trabajador familiar sin remuneración <=10 trabajadores 4.25% 4.82% 5.07% 4.96% 4.05%
Total 100.00% 100.00% 100.00% 100.00% 100.00%
FORMALES
Empleados privados>10 trabajadores 72.53% 70.94% 73.47% 74.16% 73.13%
Empleados del gobierno 16.43% 15.78% 14.73% 13.58% 14.13%
Servicio Doméstico > 10 trabajadores 0.003% 0.001% 0.005% 0.002% 0.02%
Cuenta propia profesionales 9.11% 10.63% 9.71% 9.47% 10.26%
Patrones >10 trabajadores 1.46% 1.85% 1.38% 1.50% 1.59%
Trabajador familiar sin remuneración >10 trabajadores 0.06% 0.10% 0.11% 0.14% 0.15%
Otros 0.40% 0.70% 0.60% 1.15% 0.72%
Total 100.00% 100.00% 100.00% 100.00% 100.00%
Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2001-2005. Cálculos del autor.
doscientos (200) trabajadores, o b) Activos totales por valor entre cinco mil uno (5.001) a treinta mil (30.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes. 2. Pequeña empresa: a) Planta de personal entre once (11) y cincuenta (50) trabajadores, o b) Activos totales por valor entre quinientos uno (501) y menos de cinco mil (5.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes. 3. Microempresa: a) Planta de personal no superior a los diez (10) trabajadores o, b) Activos totales excluida la vivienda por valor inferior a quinientos (500) salarios mínimos mensuales legales vigentes. Consecutivamente, la empresa grande es aquella cuya planta de personal es mayor a 200 trabajadores o cuenta con activos totales por un valor superior a 30.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes. 139 Como manifiestan los mismo autores, el Censo Nacional Multisectorial de 1990 reportó que la participación de las microempresas era de 96.03% para esa época, lo que evidencia que no ha habido cambios significativos al respecto.
103
En su mayoría, de los años 2001 al 2005, los trabajadores informales colombianos se dedicaban a
actividades por cuenta propia siendo no profesionales (porcentajes cercanos al 49% dentro de los
informales) y a ser empleados en empresas privadas con menos de 10 trabajadores (en promedio
28.45% para los cinco años). Otras categorías que se encuentran agrupadas en la informalidad
son los trabajadores del servicio doméstico, patrones y trabajadores familiares sin remuneración,
todos en empresas de menos de diez trabajadores (promedios para los cinco años de 9,75%,
8,56% y 4,63%, respectivamente). En el caso del sector formal, del 2001 al 2005 casi un 73%
eran empleados de empresas privadas con más de 10 trabajadores; también están asociados bajo
este grupo los empleados del gobierno (14,93%), cuenta propia profesionales o técnicos (9,84%),
personas que trabajan en empresas con más de diez empleados como patrones, trabajadores
familiares sin remuneración o servicio doméstico (1,56%, 0,11% y 0,031% respectivamente) y
empleados clasificados como otros (0,71%).
La clasificación de informalidad del DANE incluye entonces diferentes grupos al interior de los
denominados sector formal e informal, de acuerdo al tamaño de las empresas. En primer lugar, el
sector formal estará conformado por: i. Subsector Formal Pequeño: profesionales o técnicos que
trabajan por cuenta propia y ii. Subsector Formal Grande: trabajadores y patrones de empresas
pequeñas, medianas y grandes140 y personal del gobierno. Por su parte el sector informal se
dividirá así: i. Subsector Informal Unipersonal: trabajadores del servicio doméstico y cuenta propia
no profesionales o técnicos, ii. Subsector Informal Microempresas Pequeñas: trabajadores y
patrones de microempresas con 2-5 trabajadores y iii. Subsector Informal Microempresas Grandes:
trabajadores y patrones de microempresas con 6-10 trabajadores.141
El Gráfico 4 muestra que hay diferencias importantes entre los salarios del segmento formal y el
informal. Pero también, se encuentra que hay diferencias considerables si se comparan los
ingresos de las subdivisiones de cada segmento. Para los años 2001-2005, los salarios promedio
cursan el siguiente ordenamiento de mayor a menor según el tamaño de empresa: Formal
Pequeña, Formal Grande, Informal Microempresa Grande, Informal Microempresa Pequeña e
Informal Unipersonal142.
140 Debido a que en las Encuestas Continuas de Hogares la pregunta sobre el personal de las empresas contiene en la misma categoría a todas aquellas unidades con más de diez trabajadores, no es posible distinguir entre empresas pequeñas, medianas y grandes. 141 Ortiz et al. (2008) estudiaron la segmentación del mercado laboral colombiano entre 2001-2006 teniendo en cuenta esta clasificación interna de los segmentos formal e informal. Sus resultados confirman la importancia de tener en cuenta la heterogeneidad del sector informal en la definición de los segmentos laborales en Colombia. Conforme a los resultados que los autores habían obtenido en un trabajo previo (Uribe et al. 2007), dentro de las conclusiones afirman que “la inclusión del efecto de escala (tamaño de las firmas) corrige lo que se ha denominado el sesgo de escala: la no inclusión de las variables de tamaño de las empresas induce una sobreestimación de la rentabilidad de la educación”. 142 Si se analizan estas diferencias para cada una de las áreas metropolitanas, se obtienen los mismos resultados registrados por Ortiz, et al. (2008): “cabe resaltar que la hipótesis del efecto tamaño se observa más claramente cuando se comparan los tamaños por área metropolitana; la remuneración media según tamaño, R, se ordena de la misma forma en todas las áreas metropolitanas: R(Unipersonal) < R(Famiempresa) ≈ R(Microempresa) < R(Formal Pequeña) ≈ R(Formal Grande)”.
104
GRÁFICO 4. INGRESOS SEGÚN EL SECTOR Y TAMAÑO DE EMPRESA
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Con el fin de corroborar si hay evidencia estadística para afirmar que las diferencias mencionadas
anteriormente son significativas, se utilizó una técnica más eficiente que la simple comparación de
medias como es el pareo por máxima verosimilitud. Esta técnica permite verificar los ingresos para
individuos con las mismas características ubicados en diferentes sectores laborales. Los resultados
generales, que se reportan en el Anexo 4 para todos los años del 2001 al 2005, dan el siguiente
ordenamiento: Formal Grande ≈ Formal Pequeño = Microempresas Grandes > Microempresas
Pequeñas > Unipersonales.
Según Ryan (1981), entre otros tantos autores que parten de que los individuos racionalmente
buscan maximizar sus ingresos, en los mercados segmentados es posible identificar la frontera que
separa los sectores a partir de sus diferencias en ingresos. En un mercado no segmentado, la
distribución de los salarios es unimodal y presenta poca dispersión143.
Por tal motivo, los resultados anteriores podrían interpretarse como que el mercado laboral
colombiano está segmentado en 3 partes a saber: i. Formal Grande, Formal Pequeño e Informal
Microempresas Grandes; ii. Informal Microempresas Pequeñas; y finalmente iii. Informal
Unipersonal. Sin embargo, si se quiere una visión dual de la segmentación laboral habrá que
decidir si la línea de corte se traza entre las clasificaciones i y ii o, contrariamente, entre las
clasificaciones ii y iii. Así las cosas, se estimaron pareos por máxima verosimilitud para determinar
cuál es la mayor diferencia dadas las anteriores dos clasificaciones y, por qué no, aquella dada por
la división tradicional informal/formal. Como se puede ver en el Anexo 5, las mayores diferencias
de ingresos se encuentran en la división dada por empresas Formales y Microempresas Grandes
Vs. Microempresas Pequeñas y Unipersonales. Sin olvidar que este ejercicio econométrico
representa las diferencias entre el ingreso percibido por un individuo en determinado segmento
143 Citado en Soto (2009, p.102).
7.5
8
8.5
9
9.5
10
10.5
S. Informal
S. Formal
7.5
8
8.5
9
9.5
10
10.5
Unipersonal
M_pequeña
M_grande
F_pequeña
F_grandeLogaritm
o natural de los ingresos
Logaritm
o natural de los ingresos
105
frente a su contrafactual del otro grupo, se puede sustentar que para estudiar la segmentación
laboral dual en Colombia es preferible utilizar la división dada anteriormente.
Para corroborar lo anterior, se estimaron también ecuaciones mincerianas ampliadas. En el Anexo
6 se presenta la descripción de las variables utilizadas y los resultados obtenidos para las tres
divisiones consideradas: la Tabla 1 muestra los resultados de las estimaciones de la división
formal/informal, la Tabla 2 los obtenidos para la clasificación de empresas Formales y
Microempresas Grandes Vs. Microempresas Pequeñas y Unipersonales y la Tabla 3 lo hace para la
clasificación de empresas Formales y Microempresas Vs. Unipersonales. Para todos los casos, la
dummy de Segmento es negativa y significativa, favoreciendo al grupo que contiene los
trabajadores formales, lo que indica que cualquiera de estas divisiones podría corresponder a una
segmentación dual del mercado laboral colombiano. Sin embargo, los criterios de información
Akaike y Schwarz muestran que las estimaciones presentadas en la Tabla 2 del Anexo 6 son las
que presentan mayor bondad de ajuste respecto a las de la Tabla 1 y 3 del mismo anexo, para
todos y cada uno de los cinco años estudiados.
De acuerdo a lo anterior, de una manera más idónea que la partición formal/informal, se puede
decir que en Colombia el mercado laboral está segmentado en dos partes a saber: Conformando el
segmento primario, estarán los trabajadores formales junto a los informales de microempresas
grandes (bien sea empleados o patronos) que representan en promedio para los años 2001-2005
el 46.45% de la población ocupada. Por otro lado estarán los informales unipersonales
(trabajadores domésticos o cuenta propia no profesionales o técnicos) y los informales de
microempresas pequeñas (empleados o patronos), quienes conformarán el segmento secundario
que representa el 53.55% de la población ocupada en promedio para los años 2001-2005. Esta
nueva definición de la segmentación laboral dual contempla entonces una heterogeneidad de los
informales, según el tamaño de la unidad empresarial, cosa que no hace la división
formal/informal.
La Tabla 22 resume las características de los individuos que ocupan cada uno de los segmentos
primario y secundario. Mayores niveles de escolaridad son encontrados en el segmento primario.
En el segmento secundario es mayor la proporción de mujeres; también, la edad promedio y por
tanto la experiencia potencial promedio. El porcentaje de solteros es más alto en el segmento
primario mientras que la relación del porcentaje de jefes de hogar varía de año a año.
106
TABLA 22. CARACTERÍSTICAS DE LOS OCUPADOS POR SEGMENTOS
2001 2002 2003 2004 2005
SEGMENTO SECUNDARIO
Porcentaje de mujeres 46.19% 48.66% 47.70% 48.29% 48.34%
Edad promedio 37.94 38.00 38.36 38.95 39.26
Porcentaje de jefes de hogar 45.58% 43.08% 43.79% 45.19% 44.21%
Porcentaje de solteros 27.85% 29.34 28.72% 28.71% 28.32%
Años de escolaridad promedio 7.65 7.71 7.87 8.04 8.12
Experiencia potencial promedio 25.29 25.30 25.49 25.91 26.14
SEGMENTO PRIMARIO
Porcentaje de mujeres 44.27% 42.95% 43.68% 44.65% 43.78%
Edad promedio 35.12 35.76 35.66 35.85 35.87
Porcentaje de jefes de hogar 44.82% 45.06% 45.12% 44.94% 45.49%
Porcentaje de solteros 33.40% 33.17% 34.31% 34.18% 34.36%
Años de escolaridad promedio 11.46 11.72 11.85 12.04 12.04
Experiencia potencial promedio 18.67 19.04 18.81 18.81 18.83
*La experiencia potencial fue calculada como la edad menos el nivel de educación más alto alcanzado menos cinco. Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Teniendo en cuenta que los individuos ubicados en el segmento secundario del mercado laboral
tendrán empleos de peores condiciones que aquellos que se ubiquen en el segmento primario, es
importante analizar qué grupos de población se ubican mayoritariamente en él. Conforme a lo
anterior, la Tabla 23 muestra la caracterización de los segmentos laborales según los trabajadores
que concentran.
TABLA 23. CARACTERIZACIÓN DE LOS SEGMENTOS LABORALES
2001 2002 2003 2004 2005 S.PRIM S.SEC S.PRIM S.SEC S.PRIM S.SEC S.PRIM S.SEC S.PRIM S.SEC
TOTAL 45.59% 54.41% 45.25% 54.75% 45.90% 54.10% 47.73% 52.27% 47.76% 52.24% ÁREA METROPOLITANA Medellín Barranquilla Bogotá Cartagena Manizales Montería Villavicencio Pasto Cúcuta Pereira Bucaramanga Ibagué Cali
50.91% 42.14% 51.44% 40.60% 43.00% 31.16% 35.11% 34.70% 34.90% 40.54% 38.14% 35.20% 41.6%
49.09% 57.86% 48.56% 59.40% 57.00% 68.84% 64.89% 65.30% 65.10% 59.46% 61.86% 64.80% 58.38%
47.13% 41.45% 51.21% 38.13% 44.04% 29.78% 32.97% 35.01% 28.10% 42.49% 43.44% 36.73% 43.89%
52.87% 58.55% 48.79% 61.87% 55.96% 70.22% 67.03% 64.99% 71.90% 57.51% 56.56% 63.27% 56.11%
46.91% 43.16% 51.58% 38.41% 44.27% 28.79% 30.07% 38.07% 32.48% 46.25% 39.29% 37.48% 45.81%
53.09% 56.84% 48.42% 61.59% 55.73% 71.21% 69.93% 61.93% 67.52% 53.75% 60.71% 62.52% 54.19%
51.09% 41.21% 54.96% 35.93% 44.43% 28.54% 34.85% 36.74% 33.16% 44.61% 43.65% 36.51% 44.95%
48.91% 58.79% 45.04% 64.07% 55.57% 71.46% 65.15% 63.26% 66.84% 55.39% 56.35% 63.49% 55.05%
52.12% 40.24% 53.51% 42.41% 45.97% 35.39% 33.19% 36.46% 35.51% 44.37% 42.94% 37.70% 45.26%
47.88% 59.76% 46.49% 57.59% 54.03% 64.61% 66.81% 63.54% 64.49% 55.63% 57.06% 62.30% 54.74%
GÉNERO Hombre Mujer
46.46% 44.54%
53.54% 55.46%
47.88% 42.18%
52.12% 57.82%
47.74% 43.72%
52.26% 56.28%
49.43% 45.78%
50.57% 54.22%
49.87% 45.29%
50.13% 54.71%
EDAD 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
46.86% 50.58% 39.92% 20.46%
53.14% 49.42% 60.08% 79.54%
44.70% 50.24% 41.58% 18.09%
55.30% 49.76% 58.42% 81.91%
48.30% 50.31% 41.29% 17.36%
51.70% 49.69% 58.71% 82.64%
50.02% 53.15% 42.34% 19.58%
49.98% 46.85% 57.66% 80.42%
49.48% 54.14% 41.80% 19.84%
50.52% 45.86% 58.20% 80.16%
ESTRATO Bajo-Bajo Medio-Bajo Medio-Medio Medio-Alto Alto Alto-Alto
28.51% 38.75% 47.40% 54.38% 54.85% 57.57%
71.49% 61.25% 52.60% 45.62% 45.15% 42.43%
30.02% 38.39% 45.12% 54.66% 58.38% 58.15%
69.98% 61.61% 54.88% 45.34% 41.62% 41.85%
29.89% 39.79% 45.42% 54.83% 58.51% 61.51%
70.11% 60.21% 54.58% 45.17% 41.49% 38.49%
271.0% 41.50% 48.86% 55.60% 56.29% 62.92%
72.90% 58.50% 51.14% 44.40% 43.71% 37.08%
30.96% 40.94% 48.77% 56.46% 56.26% 60.30%
69.04% 59.06% 51.23% 43.54% 43.74% 39.70%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
107
Durante los cinco años 2001-2005, para el conjunto de las trece áreas metropolitanas, hay una
mayor porción de los ocupados en el segmento secundario (53.55% en promedio). Únicamente en
Bogotá, los ocupados en el segmento primario son mayoría durante todo el período estudiado. En
Medellín ocurre lo mismo para los años 2001, 2004 y 2005. En el resto de las áreas
metropolitanas, el segmento secundario es siempre más concurrido que el primario.
Los hombres y las mujeres se reparten con porcentajes similares entre los segmentos primario y
secundario, aunque se debe tener en cuenta que hay menos mujeres que hombres dentro de los
ocupados.
Dentro de los grupos etáreos, aquellos entre 26 y 40 años son los únicos donde hay una mayoría
ocupada en el segmento primario.
Por último, la ocupación en el segmento secundario disminuye conforme se avanza en la escala de
estratos.
Los Gráficos 5 y 6 muestran que la ocupación en el segmento primario funciona de manera
procíclica mientras que hay un comportamiento anticíclico en la ocupación del segmento
secundario144.
GRÁFICO 5. CRECIMIENTO DEL PIB REAL
Fuente: Cuentas Nacionales. Cálculos del Autor.
144 Autores como Llamas (1989), señalan que ésta es una característica inequívoca de la segmentación laboral dual.
4.35%
5.71%
5.15%
5.20%
2.06%
3.43%
0.57%
-4.20%
2.92%
1.47%1.93%
3.86%
4.87%4.72%
-6.00%
-4.00%
-2.00%
0.00%
2.00%
4.00%
6.00%
8.00%
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
108
GRÁFICO 6. PORCENTAJE DE OCUPADOS EN LOS SEGMENTOS PRIMARIO Y SECUNDARIO
Fuente: Serie 1992 – 2000 tomada de Uribe y Ortiz (2006). Serie 2001-2005 calculada por el autor con base en las Encuestas Continuas
de Hogares del DANE.
En los períodos de crecimiento del PIB (1992-1994 y 2001-2004) se puede observar un aumento
del empleo en el segmento primario mientras que en el segmento secundario tiende a decrecer.
En cambio, alrededor de 1999 durante los años de crisis económica en Colombia, se encuentra un
crecimiento significativo del empleo en el segmento secundario. 145
La razón de este comportamiento podría asociarse al carácter residual del segmento secundario.
Ante una crisis, el segmento primario que está asociado con el componente estable de la demanda
de bienes y servicios, endurece sus barreras de entrada y expulsa trabajadores en respuesta a la
disminución de su producción. El segmento secundario, de menores exigencias en cuanto a capital
monetario y humano, absorbe a dichos individuos. En períodos de crecimiento, las empresas
necesitan contratar mano de obra para suplir el aumento de la demanda y, por tanto, el segmento
formal flexibiliza sus barreras de entrada para permitir una mayor afluencia de trabajadores que
perciben la mejor calidad de estos empleos frente a los del segmento secundario.
2.2.4 Pruebas de hipótesis sobre la segmentación laboral en Colombia
2.2.4.1 Hipótesis 2.
Para Colombia, la clasificación dual que se puede hacer a partir de la escala de las empresas
cumple con las características que se le atribuyen a los mercados laborales segmentados.
Las ecuaciones de Mincer presentadas en el Anexo 6 muestran evidencia de que durante los años
2001-2005 existió diferencia de ingresos entre los segmentos laborales en Colombia. Aunque para
145 Los coeficientes de correlación del segmento primario y secundario respecto al PIB son, respectivamente, de 0.718 (-0.52) y -0.448(0.52) para el período de crecimiento (decrecimiento).
44.00%
46.00%
48.00%
50.00%
52.00%
54.00%
56.00%
19
92
19
94
19
96
19
98
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
% Segmento
Secundario
% Segmento
Primario
109
muchos expertos estas divergencias podrían considerarse prueba suficiente de segmentación entre
empresas Formales y Microempresas grandes (segmento primario) Vs. Microempresas pequeñas y
unipersonales (segmento secundario), es importante corroborar las premisas básicas de la
segmentación laboral.
La validez de las cuatro hipótesis de segmentación laboral en la división dual del mercado de
trabajo de Colombia diseñada en esta tesis, permite concluir que hay evidencia para aceptar la
hipótesis 2. Para Colombia, la clasificación dual que se puede hacer a partir de la escala de las
empresas cumple con las características que se le atribuyen a los mercados laborales
segmentados. A continuación se presentan los resultados de las pruebas realizadas en esta
comprobación.
2.2.4.1.1 Hipótesis 2.a. La calidad del empleo varía de acuerdo al segmento laboral al que
se pertenezca, siendo mayor en el segmento primario que en el secundario.
Si se analizan algunas características descriptivas de la calidad de los empleos se pueden
encontrar diferencias evidentes entre los segmentos.
TABLA 24. CALIDAD DEL EMPLEO EN LOS SEGMENTOS PRIMARIO Y SECUNDARIO
2001 2002 2003 2004 2005
Ingreso laboral promedio en smmlv*
S. Secundario 1.09 1.05 1.06 1.10 1.10
S. Primario 2.33 2.34 2.36 2.32 2.49
% Afiliados a servicio de salud
S. Secundario 54.59% 60.86% 61.72% 63.09% 71.44%
S. Primario 88.21% 88.96% 88.80% 90.23% 92.09%
% Afiliados a programa de pensiones
S. Secundario 10.13% 12.11% 11.75% 12.40% 13.54%
S. Primario 67.35% 66.08% 66.42% 68.93% 72.76%
% que labora en un local Fijo
S. Secundario 32.89% 32.61% 33.44% 35.64% 33.52%
S. Primario 81.76% 81.55% 82.22% 83.62% 82.05%
Horas de trabajo semanal
S. Secundario 49.67 46.82 47.68 47.88 47.26
S. Primario 48.87 48.36 49.95 48.97 49.62
% que tiene contrato a término indefinido**
S. Secundario 13.08% 11.17% 11.36% 14.75% 11.96%
S. Primario 55.17% 53.44% 50.07% 52.09% 53.13% *Para los empleados domésticos y los obreros o empleados particulares y del gobierno, el ingreso corresponde al salario reportado. Para los trabajadores por cuenta propia, los patronos y los trabajadores clasificados como otros, el ingreso corresponde a la ganancia reportada. ** Éste porcentaje corresponde a los que tienen contrato a término indefinido sobre el total de los asalariados (empleados particulares o del gobierno y los empleados del servicio doméstico). El tipo de contratación es evaluado sólo para estos ocupados, ya que para las otras categorías laborales (cuenta propia, patrones, trabajador familiar sin remuneración, otro) la pregunta no es considerada relevante.
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
110
Según la Tabla 24, para el período comprendido entre 2001-2005, el segmento primario tiene
mejores condiciones laborales en comparación al segmento secundario. Los trabajadores del
segmento primario en comparación con los del secundario recibían ingresos más altos. Teniendo
en cuenta que la frontera entre segmentos se trazó de acuerdo a las diferencias por ingresos, esto
era de esperarse. Sin embargo, al analizar otras características de las ocupaciones, se siguen
encontrando diferencias a favor de la segmentación laboral en Colombia. Frente a los trabajadores
del segmento secundario, los del segmento primario tenían una mayor afiliación a la seguridad
social (salud y pensiones) y laboraban en mayor proporción en locales fijos; para los asalariados,
el porcentaje que tiene contrato a término indefinido es muy superior en el segmento primario que
en el secundario. Las jornadas laborales son semejantes entre segmentos (en promedio, 47.9
horas semanales para el segmento secundario y 49 para el primario).
Con el fin de evaluar conjuntamente varios factores que dan razón de la calidad del empleo en
cada uno de los segmentos, se construyó un índice a partir de la guía dada por Farné (2003) que
de las ocupaciones principales tiene en cuenta: i. Los ingresos laborales sumando los salarios y los
pagos en especie (100 puntos para ingresos superiores o iguales al salario mínimo vigente y 0
puntos para ingresos inferiores a dicha cantidad146), ii. La afiliación a seguridad social (100 puntos
si está afiliado a pensión y salud, 50 si está afiliado sólo a alguno de los dos y 0 si no está afiliado
a ninguno de los dos sistemas) y iii. La jornada laboral (100 puntos si trabaja hasta 48 horas
semanales y 0 puntos si trabaja más)147. Sin embargo, a diferencia de Farné (2003), para construir
el índice no se asignaron pesos a las tres categorías a criterio del investigador, sino que para esta
tarea se utilizó la técnica estadística de Análisis de Correspondencias Múltiples, dada su utilidad
para hacer escalamientos óptimos cuando el objetivo es captar la máxima correlación entre
variables; posteriormente, se hizo una conversión matemática para restringir el indicador al rango
positivo, donde el 0 señala las ocupaciones de mejor calidad y a mayor valor del índice peor es el
empleo. Como resultado, en promedio para los años 2001-2005 se obtuvo un índice de calidad del
empleo promedio de 0.57 para el segmento primario y de 1.7 para el informal148. Si se tiene en
cuenta el tipo de contratación laboral para determinar la calidad de empleo de los asalariados y se
hace igualmente un análisis de correspondencias múltiples, se encuentra nuevamente que el
segmento primario posee mejores características que el secundario (índices de calidad de 0.58 y
1.79, respectivamente). (Ver Tabla 25). 146 En este caso la ponderación es distinta a la utilizada por Farné (2003), puesto que dicho autor diferencia los ingresos mayores a 3 smmlv (100 puntos), los que están entre 1.5 y 3 smmlv (20 puntos) y los inferiores a 1.5 smmlv (0 puntos). La decisión de tomar únicamente el corte en el salario mínimo se tomó teniendo en cuenta que esta definición es menos subjetiva, y más del orden de la legalidad de la ocupación, que la dada por Farné (2003). 147 En el caso de los asalariados, Farné (2003) también toma en cuenta la modalidad contractual para obtener el índice. Sin embargo, como en este trabajo se desean comparar todas las ocupaciones (asalariadas o no) se ha omitido el uso de este factor. 148 El índice de calidad del empleo obtenido siguiendo al pie de la letra lo estipulado por Farne (2003) es de 47.08 para el segmento secundario y 78.78 para el primario, en promedio para los años 2001-2005. Debido a que su cálculo se hace con ponderaciones simples, la interpretación del mismo es que a menor índice menor calidad del empleo. Por tal motivo, en este caso los ocupados del segmento primario también están en mejores condiciones que aquellos del sector secundario.
111
TABLA 25. ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO EN LOS SEGMENTOS FORMAL E INFORMAL
2001 2002 2003 2004 2005
Índice para todas las ocupaciones
Secundario 1.75 1.74 1.70 1.66 1.66
Primario 0.59 0.63 0.60 0.55 0.50
Índice para los asalariados
Secundario 1.81 1.81 1.81 1.75 1.76
Primario 0.57 0.61 0.62 0.57 0.52 Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Las estadísticas descriptivas presentadas anteriormente sustentan la validez de la Hipótesis 2.a.
Sin embargo, para concluir que existe una verdadera separación entre segmentos es necesario
realizar pruebas que avalen la hipótesis de que las diferencias son significativamente diferentes a
cero.
En cuanto a los ingresos, los resultados de la ecuación minceriana presentada en la Tabla 2 del
Anexo 6 revelan que para todos los años el segmento laboral ejerce una influencia en los ingresos
ya que su respectiva variable dummy es estadísticamente significativa. Con el fin de clarificar si la
diferencia entre segmentos primario y secundario es diferente a cero, acorde con la teoría de la
segmentación laboral, se realizaron Test de Wald. Como se muestra en la Tabla 26, la evidencia
estadística indica que efectivamente los ingresos varían de acuerdo al segmento en el que se
trabaje.
TABLA 26. TEST DE WALD PARA LAS ESTIMACIONES DE INGRESO 2001 2002 2003 2004 2005
chi2 estimado 1616.00*** 1466.95*** 1487.06*** 1500.15*** 1955.83*** Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Otra de las evidencias que podemos retomar para analizar la validez de la hipótesis 2.a. son los
resultados de los pareos por máxima verosimilitud presentados en el Anexo 5, que se resumen a
continuación en la Tabla 27. En ellos se analizan las diferencias de ingreso entre individuos con
características similares que se encuentran en el segmento primario o secundario. Para todos los
años, la diferencia de ingreso encontrada entre segmentos favorece positivamente al segmento
primario. Además, el muestreo repetitivo (bootstrapping) nos reivindica que esta diferencia es
estadísticamente diferente de cero.
112
TABLA 27. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS DE INGRESO ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA 2001 2002 2003 2004 2005 Efecto Promedio (ATT) -0.373506974 -0.375091654 -0.368847191 -0.367357087 -0.35938592
Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.420186 -0.3268279]
[-0.4231448 -0.3270385]
[-0.4124712 -0.3252232]
[-0.4027761 -0.331938]
[-0.4006856 -0.3180862]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Por otro lado, queriendo estudiar la calidad de los empleos más allá de los ingresos, se buscó
comprobar la hipótesis 2.a. a través de una regresión por mínimos cuadrados ordinarios tomando
como variable dependiente el índice compuesto de calidad del empleo explicado anteriormente.
Los resultados se exponen en la Tabla 28.
TABLA 28. ESTIMACIONES M.C.O PARA EL ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO
2001 2002 2003 2004 2005 Constante 1.64*** 1.64*** 1.657*** 1.627*** 1.595*** Educación -0.064*** -0.063*** -0.062*** -0.062*** -0.062*** Experiencia -0.018*** -0.016*** -0.018*** -0.019*** -0.018*** Experiencia2 0.0001*** 0.0001*** 0.0001*** 0.0002*** 0.0001*** Hombre -0.031*** -0.015*** -0.05*** -0.04*** -0.088*** Bogotá -0.067*** -0.026*** -0.0483*** -0.075*** -0.0586*** Segmento Secundario 0.973*** 0.917*** 0.908*** 0.917*** 0.973*** Test de Wald: S. Secundario
15323.68*** 12939.77*** 13058.53*** 12984.13*** 15304.02***
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Al igual que las ecuaciones mincerianas, la Tabla 28 apoya la hipótesis planteada acerca de que el
segmento laboral ejerce una influencia en los ingresos, ya que para todos los años la respectiva
dummy es estadísticamente significativa y el test de Wald rechaza su igualdad a cero. Recordando
que a mayor valor del índice peor es la calidad del empleo, el signo positivo de la variable de
Segmento Secundario indica que pertenecer a este segmento significa tener empleos de calidad
más baja con respecto a los del segmento primario. Los resultados de la influencia de las variables
de capital humano, género y región en el índice se muestran congruentes con lo encontrado para
las regresiones de ingreso: a mayor educación o experiencia potencial y si es hombre o vive en
Bogotá, mejor será la calidad del empleo.
Para el índice de calidad del empleo también fueron realizados pareos por máxima verosimilitud y,
para todos los años, se encontraron diferencias positivas y significativas a favor del segmento
primario frente al secundario. Los resultados completos se presentan en el Anexo 7, pero a
continuación se resumen los principales en la Tabla 29.
113
TABLA 29. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS DEL ÍNDICE DE
CALIDAD DEL EMPLEO ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA 2001 2002 2003 2004 2005 Efecto Promedio (ATT)
0.999360043 0.936268932 0.966813874 0.958880024 1.0091486
Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9358704 1.06285]
[0.860179 1.012359]
[0.8974959 1.036132]
[0.8881698 1.02959]
[0.9376673 1.08063]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
En últimas, se puede decir que hay evidencia estadística que sostiene que durante los años 2001-
2005 existían diferencias en la calidad del empleo de las empresas formales y microempresas
grandes frente a las microempresas pequeñas e informales unipersonales. Además, que estos
últimos ofrecían salarios más bajos y ocupaciones de calidad más baja según el índice compuesto
acá propuesto. Esto quiere decir que se encuentran evidencias para aprobar la hipótesis 2.a.
2.2.4.1.2 Hipótesis 2.b. Existen barreras a la movilidad del segmento secundario al primario,
adicionales a las de capital humano.
Así como se estudió en la revisión de la literatura, aparte de encontrar diferencias en la calidad de
los empleos primarios y secundarios, para afirmar que hay segmentación laboral es importante
verificar si existen barreras que entorpezcan la libre vinculación a las mejores ocupaciones del
mercado laboral. 149 Para esto, se analizaron las transiciones que se dan entre los segmentos
primario y secundario, basados en las respuestas dadas por los encuestados ocupados acerca de
su empleo actual y su empleo anterior. Los resultados se presentan en la Tabla 30.
Tal como se esperaba, las transiciones son mucho mayores del segmento primario al secundario
que viceversa. Según la Tabla 30, porcentajes cercanos al 16% de los trabajadores del segmento
secundario han pasado al segmento primario durante los años 2001-2005 mientras que casi un
84% han permanecido en este sector. Por otro lado, el tránsito en sentido contrario ha sido del
28% aproximadamente y un porcentaje cercano al 72% se ha quedado en el segmento
primario150. Teniendo en cuenta las peores condiciones del segmento secundario, estas
conmutaciones se pueden considerar una evidencia de que existen barreras de entrada al
segmento primario mientras que el secundario posee una libre entrada.
149 Tal como afirman Dickens & Lang (1985), citado por Günther & Launov (2006, p. 2), un mercado laboral con distintas ecuaciones de salarios no constituye un mercado laboral segmentado mientras sus individuos sean libres de moverse entre dos sectores. 150 Es importante notar que el porcentaje de trabajadores del segmento secundario que pasan al primario es mucho menor según esta definición que aquella dada por la división formal/informal (entre 10-15% menos), a pesar de que el segmento de mejores empleos ahora es aproximadamente un 6.4% más grande. Además, al analizar estas transiciones en la división dada por empresas Formales y Microempresas Vs Unipersonales encontramos que ésta también tiene mayores cambios entre los segmentos que aquella dada por la partición actual. (Ver Anexo 8). Esto ratificaría la decisión de tomar esta división frente a las otras de segmentación laboral.
114
TABLA 30. TRANSICIONES ENTRE SEGMENTOS PRIMARIO Y SECUNDARIO
AHORA Segmento Secundario
Segmento Primario
ANTES
2001
Segmento Secundario
86.33% 13.67%
Segmento Primario
27.18% 72.82%
2002
Segmento Secundario
84.91% 15.09%
Segmento Primario 29.40% 70.60%
2003
Segmento Secundario
83.71% 16.29%
Segmento Primario
29.36% 70.64%
2004
Segmento Secundario
83.07% 16.93%
Segmento Primario
27.01% 72.99%
2005
Segmento Secundario
81.32% 18.68%
Segmento Primario
28.99% 71.11%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Sin embargo, tal como lo sustentaría William Maloney, esta situación podría ser un indicativo de
que a pesar de las peores condiciones de los empleos del segmento secundario éstos son
preferidos posiblemente por la libertad y autonomía que permiten frente a la mayor burocracia que
existiría en el segmento primario. En este sentido, no se trataría de barreras de entrada al
segmento primario que impiden el tránsito desde el segmento secundario sino una decisión
voluntaria de permanecer en este último.
Para aclarar lo anterior, se analizaron los motivos que llevaron a los trabajadores a cambiar de
trabajo, en especial a aquellos que transitaron hacia el segmento opuesto. La Tabla 31 muestra las
razones que tuvieron quienes pasaron del segmento secundario al primario mientras que la Tabla
32 contiene la misma información para quienes hicieron el tránsito inverso.
TABLA 31. MOTIVOS DEL TRÁNSITO SECUNDARIO - PRIMARIO
MOTIVO 2001 2002 2003 2004 2005 Cierre o reestructuración de la empresa
17.36% 18.73% 18.77% 18.95% 17.42%
Despido 4.50% 4.25% 4.74% 3.89% 3.80% Trabajo mejor 37.28% 33.96% 28.34% 28.64% 32.21% Trabajo temporal terminado 17.67% 16.46% 21.01% 19.95% 18.46%
Cambio de domicilio
5.28% 4.98% 5.39% 4.09% 4.54%
Motivos familiares
3.22% 4.30% 3.13% 3.11% 2.70%
Salió pensionado 0.30% 0% 0% 0% 0.08% Otro motivo 13.98% 16.15% 17.41% 19.97% 20.19% NS / NR 0,43% 1.17% 1.21% 1.40% 0.60%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
115
Promedios cercanos al 30% indican que los tránsitos del segmento secundario al primario se
dieron principalmente porque consideran que este nuevo trabajo es mejor que el anterior. En todo
caso, teniendo en cuenta que la pregunta hecha en la encuesta es la razón de retiro del trabajo
previo, los cambios dados por otros motivos no son indicativos de que haber entrado al segmento
primario sea considerado un detrimento de su ocupación laboral.
TABLA 32. MOTIVOS DEL TRÁNSITO PRIMARIO - SECUNDARIO
MOTIVO 2001 2002 2003 2004 2005 Cierre o reestructuración de la empresa
20.43% 21.84% 19.49% 20.82% 18.38%
Despido 15.28% 13.42% 14.49% 13.83% 12.69% Trabajo mejor 10.50% 7.39% 6.59% 6.16% 5.98% Trabajo temporal terminado
20.45% 18.00% 22.35% 19.14% 21.33%
Cambio de domicilio
4.68% 4.95% 4.38% 3.96% 4.61%
Motivos familiares
7.15% 8.12% 7.12% 7.64% 7.84%
Salió pensionado 5.30% 4.68% 4.32% 4.54% 4.57% Otro motivo 15.45% 19.82% 19.72% 22.69% 23.62% NS / NR 0.77% 1.78% 1.54% 1.21% 0.98%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
En el caso de los motivos del tránsito del segmento primario al secundario, la Tabla 32 muestra
que la principal razón es el cierre o reestructuración de la empresa (20.2% en promedio para los
cinco años). Este hallazgo no es sorprendente dada la destrucción de puestos de trabajo en las
grandes empresas que se ha registrado en los últimos años para Colombia.
TABLA 33. TRÁNSITO PRIMARIO – SECUNDARIO COMO MEJOR EMPLEO
OCUPACIÓN 2001 2002 2003 2004 2005
TRABAJO ANTERIOR: S. Primario
Empleado Particular 93.57% 93.58% 94.64% 95.75% 88.72%
Empleado Gobierno 4.55% 3.27% 4.14% 1.61% 5.91%
Empleado Doméstico 0% 0% 0% 0% 0%
Cuenta Propia Profesional o Técnico
1.04% 2.50% 1.02% 0.96% 1.73%
Patrón o Empleador 0.71% 0.43% 0% 1.22% 2.31%
Trabajador Familiar 0.12% 0.22% 0.20% 0.14% 0.37%
Otro 0% 0% 0% 0.32% 0.96%
TRABAJO RECIENTE
S. Secundario
Empleado Particular 27.51% 29.39% 25.03% 25.10% 30.55%
Empleado Doméstico 3.40% 5.25% 7.39% 3.27% 4.34%
Cuenta Propia 48.38% 42.57% 36.73% 50.18% 40.64% Patrón o Empleador 19.29% 21.85% 28.94% 20.24% 22.64%
Trabajador Familiar 1.42% 0.93% 1.91% 1.21% 1.84%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
116
Las personas que reportaron como razón de este cambio haber encontrado un trabajo mejor
corresponden en promedio al 7.3%, cifra mucho menor que la reportada en las transiciones
secundario-primario. Esto podría explicarse gracias al emprenderismo de las personas con baja
educación, ya que generalmente el paso se da siendo empleado de una empresa particular a
convertirse en cuenta propia no profesional o técnico151. (Ver Tabla 33).
Otro detalle importante a señalar es que, en general, las personas que han pasado del segmento
primario al secundario han tenido un período de búsqueda de empleo mucho más largo (14,08%
en promedio para los cinco años) que aquellos que han permanecido en el segmento primario
(7.12% en promedio para los cinco años). Esto mostraría que el segmento secundario se ve como
un sector de refugio, sobre todo ante períodos de desempleo muy largos.
Así las cosas, es obvio que existen barreras de entrada al segmento primario, dado que éste
presenta empleos de mejor calidad. En este contexto, es importante señalar que los tránsitos entre
segmentos se ven influenciados significativamente por el nivel educativo del trabajador como se
muestra en la Tabla 34. Se puede notar que tal como lo afirmaría la teoría de capital humano, a
mayor escolaridad hay una mayor probabilidad de acceder a las mejores ocupaciones. Sin
embargo, la hipótesis de segmentación laboral al respecto señala que existen barreras de entrada
al segmento primario que van más allá de las diferencias de capital humano.
TABLA 34. AÑOS DE ESCOLARIDAD SEGÚN LOS TRÁNSITOS REALIZADOS
AHORA Segmento Secundario
Segmento Primario
ANTES
2001
Segmento Secundario 7.19 9.23
Segmento Primario 8.92 11.81
2002
Segmento Secundario 7.18 9.4
Segmento Primario 8.98 12.14
2003
Segmento Secundario
7.37 9.66
Segmento Primario
9.06 12.28
2004
Segmento Secundario
7.53 9.91
Segmento Primario
9.33 12.45
2005
Segmento Secundario
7.62 10.10
Segmento Primario
9.24 12.44
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
151 Los empleados de empresas particulares del segmento primario tienen niveles de educación mucho más bajos que el resto de las categorías ocupacionales de este segmento, con excepción de los trabajadores familiares sin remuneración.
117
Evidencias de la existencia de barreras de entrada al segmento secundario, diferentes a las de
capital humano, se pueden observar en el mercado laboral colombiano dados menores ingresos
promedio respecto al segmento primario para iguales niveles de educación. Como era de
esperarse, a mayor nivel educativo mayor ingreso promedio en ambos segmentos, aunque dichas
divergencias son más grandes en el caso del segmento primario. (Ver Gráfico 7).
GRÁFICO 7. INGRESOS SEGÚN EL NIVEL DE ESCOLARIDAD Y EL SEGMENTO DE LOS OCUPADOS
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
En el porcentaje de afiliados a salud y pensiones también se encuentran diferencias entre los
segmentos primario y secundario si se analiza al interior de cada uno de los niveles educativos.
(Ver Tabla 35).
TABLA 35. AFILIACIÓN A SALUD Y PENSIONES SEGÚN NIVEL EDUCATIVO
Afiliación a Sistema de Salud Afiliación a Sistema de Pensiones
2001 2002 2003 2004 2005 2001 2002 2003 2004 2005 Ninguno S. Secundario 48.70% 51.34% 50.18% 50.74% 62.13% 7.12% 4.78% 8.77% 6.55% 7.57% S. Primario 73.96% 56.93% 65.83% 67.52% 83.38% 27.37% 25.27% 23.15% 28.27% 44.65% Preescolar S. Secundario 50.71% 59.38% 58.17% 61.93% 70.69% 7.66% 10.34% 9.48% 9.66% 11.21% S. Primario 79.68% 80.91% 80.03% 80.94% 84.29% 49.39% 49.82% 46.37% 45.97% 54.34% Primaria S. Secundario 54.47% 59.31% 61.59% 61.75% 69.71% 9.72% 10.80% 9.91% 10.86% 12.03% S. Primario 87.04% 87.14% 86.84% 87.69% 89.92% 65.27% 61.48% 61.37% 63.74% 68.59% Secundaria S. Secundario 68.52% 73.40% 73.39% 73.42% 81.46% 20.82% 22.67% 21.24% 23.45% 24.72% S. Primario 91.69% 92.43% 92.02% 94.16% 95.20% 74.09% 73.26% 73.89% 76.57% 78.92% Superior S. Secundario 91.69% 86.39% 88.25% 84.41% 91.76% 30.56% 46.69% 50.84% 46.91% 48.32% S. Primario 95.04% 96.01% 96.12% 84.41% 98.07% 82.30% 84.00% 85.77% 87.55% 87.06%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
7.5
8.0
8.5
9.0
9.5
10.0
10.5
11.0
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
Loga
ritm
o n
atu
ral d
e lo
s in
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sos
SEGMENTO SECUNDARIO
Ninguno
Preescolar
Primaria
Secundaria
Superior
7.5
8.0
8.5
9.0
9.5
10.0
10.5
11.0
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
Loga
ritm
o n
atu
ral d
e lo
s in
gre
sos
SEGMENTO PRIMARIO
Ninguno
Preescolar
Primaria
Secundaria
Superior
118
Al igual que en el caso de los ingresos, mejores condiciones laborales tienen los ocupados en el
segmento primario para todos y cada uno de los niveles educativos, dada una mayor afiliación al
sistema de salud y pensiones. Vale la pena resaltar que es preocupante la baja afiliación al sistema
de pensiones dentro de las personas con educación preescolar (9.67%) o ninguna del segmento
secundario (6.96%); aunque no tan drástico pero de cualquier manera alarmante, se encuentra
también que en promedio menos del 60% de dichos trabajadores están afiliados al sistema de
salud.
Revisando las divergencias presentadas entre segmentos de acuerdo al índice de calidad de
empleo para cada uno de los grados educativos, se encuentra que la diferencia positiva a favor del
sector primario se mantiene para todos los niveles. Como era de esperarse, a mayor nivel
educativo, mejor calidad del empleo. (Ver Gráfico 8).
GRÁFICO 8. ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO, SEGÚN EL NIVEL EDUCATIVO Y EL SEGMENTO
FORMAL/INFORMAL DE LOS OCUPADOS
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
A favor de la hipótesis 2.b. acá planteada, los Gráficos 7 y 8 y la Tabla 35, presentados
anteriormente, indican que para iguales niveles educativos se encuentran en todo caso diferencias
en la calidad de los empleos a favor del segmento primario. Esto indicaría que no solamente hace
falta tener el capital humano necesario para acceder a las mejores ocupaciones sino que
pertenecer al segmento primario garantiza mejores condiciones laborales.
Como prueba a la anterior afirmación, se deben observar además los resultados de los pareos por
máxima verosimilitud cuyos resultados se resumieron en la Tablas 27 y 29. Dado que estos
modelos evalúan individuos con las mismas características individuales que se encuentran en uno
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
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de
cal
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ple
o
SEGMENTO SECUNDARIO
Ninguno
Preescolar
Primaria
Secundaria
Superior
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
20
01
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20
05
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de
cal
idad
de
l em
ple
oSEGMENTO PRIMARIO
Ninguno
Preescolar
Primaria
Secundaria
Superior
119
u otro segmento laboral, sus resultados muestran que las diferencias de ingreso y del índice de
calidad del empleo corresponden propiamente a la pertenencia a algún segmento. Pese a que se
controla por variables de capital humano, los ingresos y el índice de calidad del empleo son
superiores en el segmento primario, mostrando que existen barreras entre los segmentos que van
más allá de las de capital humano tal como lo predice la hipótesis 2.b. De otra manera, los
individuos escogerían pertenecer al segmento primario únicamente.
Otra prueba adicional para esta hipótesis es analizar si para un mismo nivel educativo los ingresos
y la calidad del empleo siguen siendo superior en el segmento primario. Para tal fin, se estimaron
regresiones mincerianas y del índice de calidad del empleo, con las mismas variables utilizadas
anteriormente, dividiendo la muestra entre individuos con estudios de primaria, secundaria y
universitarios de pregrado o postgrado.
TABLA 36. M.C.O PARA LOS INGRESOS POR NIVELES DE EDUCACIÓN
PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR
2001
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2
Hombre Bogotá Segmento
7.728*** 0.086*** 0.016*** 0.0000007 0.064***
0.005 -0.338***
6.641*** 0.176*** 0.027***
-0.0002*** 0.158*** 0.079*** -0.344***
10.220*** -0.004 0.003
-0.0003** -0.029
0.188*** -0.496***
2002
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
7.775*** 0.081*** 0.023***
-0.0002*** 0.030*** 0.054*** -0.317***
6.93*** 0.167*** 0.019*** -0.00005 0.084*** 0.115*** -0.401***
8.603*** 0.064*** 0.053*** -0.001***
0.017 0.159*** -0.144**
2003
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
7.95*** 0.071*** 0.018***
-0.0001*** 0.081*** 0.029*** -0.306***
6.934*** 0.161*** 0.024***
-0.0002*** 0.130*** 0.090*** -0.334***
8.998*** 0.057*** 0.0151**
-0.0000009 0.182*** 0.079*
-0.582***
2004
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
7.912*** 0.073*** 0.024***
-0.0002*** 0.074*** 0.043*** -0.285***
6.629*** 0.191*** 0.017*** 0.00006 0.101*** 0.104*** -0.443***
8.641*** 0.053*** 0.065*** -0.001*** 0.206*** 0.123*** -0.385***
2005
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
8.027*** 0.070*** 0.024***
-0.0002*** 0.109*** 0.028*** -0.276***
6.73*** 0.186*** 0.023*** -0.0001* 0.113*** 0.036**
-0.441***
9.402*** 0.035*** 0.039***
-0.0006*** 0.178*** 0.164*** -0.329***
Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2005. Cálculos del autor.
Según la Tabla 36 que analiza los ingresos de los colombianos ocupados, en todos los años 2001-
2005, para cada nivel educativo el coeficiente de la dummy del segmento secundario es negativo y
significativo. Esto indica que los ingresos son mejores en el segmento primario para personas con
120
el mismo nivel educativo, mostrándose así barreras de movilidad diferentes a las de capital
humano.
En el caso de las regresiones del índice compuesto de calidad del empleo los resultados también
sustentaron la hipótesis planteada. Para todos los niveles educativos, estar en el segmento
secundario actúa en detrimento de la calidad del empleo. (Ver Tabla 37).
TABLA 37. M.C.O PARA EL ÍNDICE DE CALIDAD DE EMPLEO POR NIVELES DE EDUCACIÓN
PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSIDAD
2001
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2
Hombre Bogotá Segmento
1.861*** -0.081*** -0.243*** 0.0002*** -0.063*** -0.087*** 1.038***
1.318*** -0.050*** -0.019*** 0.0003*** 0.041*** 0.053*** 0.836***
0.314** 0.0004
-0.014*** 0.0002** 0.158*** 0063**
0.687***
2002
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
1.909*** -0.081*** -0.022*** 0.0002*** -0.059***
-0.007 0.962***
1.364*** -0.052*** -0.018*** 0.0003*** 0.08*** 0.033** 0.819***
-0.051 0.0196***
-0.003 -0.00009 0.061** 0.05*
0.529***
2003
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
1.808*** -0.069*** -0.022*** 0.0002*** -0.106*** -0.051*** 0.959***
1.245*** -0.042*** -0.020*** 0.0003***
0.008 0.026*
0.850***
0.106 0.008
-0.0007 -0.00008 0.039* 0.028
0.537***
2004
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
1.849*** -0.074*** -0.027*** 0.0003*** -0.101*** -0.055*** 0.964***
1.479*** -0.060*** -0.022*** 0.0004*** 0.047*** 0.027*
0.873***
0.415*** 0.00002
-0.021*** 0.0004***
-0.004 -0.002
0.594***
2005
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Segmento
1.854*** -0.077*** -0.027*** 0.0003*** -0.138*** -0.050*** 1.023***
1.462*** -0.062*** -0.022*** 0.0004*** -0.0005 0.032** 0.876***
0.182 0.006 -0.002
-0.00006 -0.811***
0.0173 0.625***
Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2005. Cálculos del autor.
Como prueba final, se hicieron pareos por máxima verosimilitud para analizar las diferencias de
ingreso y de índice de calidad del empleo entre individuos del mismo nivel educativo que
pertenecen a distinto segmento laboral. En el Anexo 9 aparecen los resultados para las diferencias
de ingreso y, para todos los años y todos los niveles educativos analizados, el segmento primario
reporta mejores condiciones que el segmento secundario. La misma situación se reporta al analizar
el índice de calidad del empleo como se puede ver en el Anexo 10.
Por todo lo anterior, se puede decir que hay evidencias para aceptar la segunda premisa de la
hipótesis 2 acá planteada. En Colombia, para los años 2001-2005, existen barreras a la movilidad
121
del segmento secundario al primario, adicionales a las de capital humano.
2.2.4.1.3 Hipótesis 2.c. Las características de capital humano influyen de manera diferente
la calidad del empleo según el segmento laboral al que se pertenezca.
Con el fin de verificar ésta hipótesis una vez más se desea analizar la calidad del empleo en virtud
de los ingresos y del índice de calidad del empleo. Vale la pena señalar que cuando se habla de
características de capital humano se hace referencia a las que se han empleado en ejercicios
anteriores, es decir los años de escolaridad y la experiencia potencial.
En primer lugar, se analiza entonces la influencia de estas características en la determinación del
ingreso. Para tal fin, se han estimado ecuaciones mincerianas modificadas con las mismas
variables utilizadas en los ejercicios ya presentados, pero esta vez realizadas para cada segmento
por separado. Las Tablas 38 y 39 registran los resultados obtenidos para el segmento primario y
secundario respectivamente.
TABLA 38. ECUACIÓN DE MINCER PARA EL SEGMENTO PRIMARIO
2001 2002 2003 2004 2005 Constante 7.126*** 7.247*** 7.321*** 7.192*** 7.241*** Educación 0.143*** 0.143*** 0.139*** 0.147*** 0.146*** Experiencia 0.024*** 0.025*** 0.023*** 0.029*** 0.0293*** Experiencia2 -0.00002 -0.00004 -0.00003 -0.0001*** -0.0001*** Hombre 0.0808*** 0.049*** 0.072*** 0.0996*** 0.101*** Bogotá 0.0547*** 0.048*** 0.05*** 0.104*** 0.0999***
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
En el caso del segmento primario, la educación y la experiencia potencial ejercen una influencia
positiva en los ingresos de los trabajadores. La variable cuadrática de la experiencia potencial sólo
es significativa en los años 2004 y 2005 y su signo negativo indica que los rendimientos de esta
variable son decrecientes.
TABLA 39. ECUACIÓN DE MINCER PARA EL SEGMENTO SECUNDARIO 2001 2002 2003 2004 2005
Constante 7.549*** 7.653*** 7.764*** 7.52*** 7.707*** Educación 0.099*** 0.098*** 0.083*** 0.0851*** 0.086*** Experiencia 0.023*** 0.024*** 0.0216*** 0.023*** 0.024*** Experiencia2 -0.0002*** -0.0002*** -0.0003*** -0.0004*** -0.0002*** Hombre 0.101*** 0.101*** 0.122*** 0.097*** 0.13*** Bogotá 0.005 0.083*** 0.0498*** 0.0699*** 0.069***
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Los signos de los coeficientes de las variables de capital humano son iguales en las ecuaciones de
Mincer para el segmento primario y secundario. Esto quiere decir que, en cualquiera de los dos
segmentos, tener mayor educación o experiencia potencial contribuye a percibir ingresos más
122
altos. Sin embargo, la mayor magnitud que tienen en el segmento primario los coeficientes de las
variables de educación y experiencia potencial, en comparación con aquellos del segmento
secundario para el respectivo año, permiten concluir que en el segmento secundario el capital
humano pierde importancia frente al papel meritocrático que juega en el segmento primario.
Conforme a la hipótesis, los resultados anteriores permiten decir que las variables de capital
humano (educación y experiencia potencial) son remuneradas de forma distinta según el
segmento en que se labore, favoreciendo en todo caso la diferencia positiva de ingresos a favor
del segmento primario.
Con el fin de probar otro método econométrico para estudiar esta hipótesis, se realizaron
descomposiciones de Oaxaca-Blinder. Bajo una representación lineal, los ingresos Y de un
mercado laboral cualquiera se obtienen a partir de Y= F´H,I , donde X es un vector que
contiene las variables independientes y una constante, H es un vector que contiene las pendientes
de los parámetros y el intercepto, y I es el error. Con base en lo anterior, el método de Oaxaca
Blinder predice que la diferencia de ingresos entre los dos segmentos primario y secundario, p y s
respectivamente, puede ser expresada como:
?�JK� A ?�J�� � ?�FK� A ?�F���´H� , ?�F��´� HK A H�� , ?�FK� A ?�F���′� HK A H��.
El primer sumando es denominado diferencia por variables, el segundo diferencia por coeficientes
y el tercero diferencia por interacción. En últimas, la descomposición Oaxaca Blinder permite
determinar la diferencia total entre dos grupos pero también qué parte de ésta se puede atribuir a
la existencia de diferencias en las variables explicativas de la ecuación y cuál a las divergencias en
la forma en que son remunerados dichos atributos en cada grupo. Aunque dicha metodología se
ha utilizado principalmente para analizar la discriminación sexual, en la literatura se ha extendido
su uso hacia las diferenciaciones por segmentos laborales152.
En lo que concierne a esta hipótesis, a partir de la descomposición Oaxaca-Blinder para los
ingresos del segmento primario y secundario, la diferencia HK A H� permite identificar si las
variables de capital humano ejercen mayor influencia sobre los ingresos de uno u otro segmento.
El signo positivo (negativo) de la diferencia HK A H�, para los coeficientes de las variables
educación o experiencia potencial, mostrará una mayor influencia de la respectiva variable sobre
los salarios del segmento primario (secundario). 152 Ver, por ejemplo, Maloney (1999, 2004) para el caso específico del estudio de la informalidad y World Bank (2005) para la diferenciación entre ocupaciones urbanas y rurales. Ñopo (2007), por su parte, plantea una extensión de la Descomposición Oaxaca-Blinder para el caso de un número continuo de grupos de comparación que puede ser útil en el estudio de la segmentación laboral en una visión más amplia que la dual o para diferenciación entre subsectores de los segmentos informal y formal.
123
TABLA 40. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER PARA LOS INGRESOS.
GRUPO DE CONTROL: SEGMENTO PRIMARIO
2001 2002 2003 2004 2005 DIFERENCIA TOTAL DT 0.692*** 0.722*** 0.703*** 0.706*** 0.696*** Diferencia por variables DV Educación Experiencia Hombre Bogotá
0.273***
0.322*** -0.051*** 0.002*** 0.0009
0.308***
0.349*** -0.053*** 0.002** 0.010***
0.297***
0.320*** -0.034*** 0.007*** 0.004***
0.290***
0.333*** -0.056*** 0.004*** 0.009***
0.266***
0.33*** -0.072*** 0.005*** 0.003***
Diferencia por coeficientes DC Educación Experiencia Hombre Bogotá Constante
0.314***
0.400*** 0.373*** 0.014*
0.015*** -0.488***
0.305***
0.384*** 0.336***
0.003 -0.015*** -0.405***
0.316***
0.406*** 0.404*** -0.022***
0.0004 0.316***
0.304***
0.449*** 0.384***
0.003 0.0008
-0.533***
0.291***
0.484*** 0.345*** -0.013*
0.014*** -0.539***
Diferencia por la interacción DI Educación Experiencia Hombre Bogotá
0.105***
0.197*** -0.097
0.0009* 0.004***
0.118***
0.199*** -0.085***
0.005 -0.004***
0.090***
0.204*** -0.11
-0.003*** -0.0001
0.111***
0.218*** -0.108***
0.0003 0.0003
0.139***
0.234*** -0.097*** -0.001*
0.004*** Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Según la Tabla 40, la diferencia total existente entre los dos segmentos es significativa para todos
los años 2001-2005 y su coeficiente positivo muestra que el segmento primario tiene ingresos más
altos frente al segmento secundario153. Lo mismo ocurre con las diferencias dadas por las variables
(DV), por los coeficientes (DC) y por la interacción entre estas dos (DI).
Como ya se dijo anteriormente, la diferencia DC está dada por ?�F��´� HK A H��. Así que, para
interpretar los signos de las diferencias HK A H� que es lo que interesa para comprobar la
hipótesis, primero es necesario conocer los signos de los términos ?�F��. Partiendo de la forma
como se construyeron las variables, tanto la educación como la experiencia están dadas por
números mayores o iguales a cero para los trabajadores de ambos segmentos. Esto quiere decir
que sus respectivos ?�F�� tienen signos positivos. De esta manera, los signos de las diferencias
por coeficientes DC corresponderán a los respectivos signos de las diferencias HK A H�. Así las
cosas, el signo positivo y significativo de las variables de educación y experiencia potencial para
todos los años muestran que el capital humano está siendo mejor remunerado en el segmento
primario (con los respectivos HK mayores a H�) y por tanto esto contribuye a la diferencia de
ingresos a favor del segmento primario.
En conclusión, en lo concerniente a la hipótesis que se está buscando probar, dadas las
contribuciones de cada variable en la diferencia por coeficientes de las descomposiciones Oaxaca-
Blinder, en el segmento primario retribuyen de mejor manera a los individuos con mayor capital 153 Esto es una prueba adicional a la hipótesis 2.a. que promulga la mejor calidad de los empleos del segmento primario frente al secundario.
124
humano, es decir con más años de escolaridad y experiencia potencial. En cambio, la evidencia no
permite dar conclusiones generales acerca de si el género o lugar de vivienda son remunerados de
forma distinta entre segmentos a lo largo del período 2001-2005. Estas conclusiones apuntan
entonces en la misma vía que las encontradas a partir de las ecuaciones mincerianas para cada
segmento: la hipótesis 2.c. se cumple robustamente para el caso de las características de capital
humano.
Ahora bien, también se quiere probar si la influencia de las características de capital humano es
diferente entre segmentos en la determinación del índice de calidad de empleo.
Estimando en primer lugar regresiones del índice para cada segmento por separado, no se llegan a
conclusiones tan claras como las obtenidas en las ecuaciones de ingreso. Según la información
consignada en las Tablas 41 y 42, para ambos segmentos la educación y la experiencia potencial
inciden en que el índice estudiado sea menor, lo que significa que contribuyen a que la calidad del
empleo sea mejor. Sin embargo, la magnitud de los coeficientes de la variable educación no
muestran un patrón consistente en los cinco años para que se pueda decir que su papel es más
importante en uno u otro segmento. En el caso de la experiencia potencial, existen diferencias
pequeñas que indican que en el segmento primario ésta variable es más influyente que en el
secundario.
TABLA 41. M.C.O DEL ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO PARA EL SEGMENTO PRIMARIO
2001 2002 2003 2004 2005 Constante 1.603*** 1.644*** 1.642*** 1.63*** 1.541*** Educación -0.059*** -0.061*** -0.062*** -0.063*** -0.059*** Experiencia -0.029*** -0.0273*** -0.027*** -0.029*** -0.026*** Experiencia2 0.0004*** 0.0003*** 0.0003*** 0.0004*** 0.0003*** Hombre 0.084*** 0.083*** 0.067*** 0.042*** -0.003 Bogotá 0.053*** 0.06*** -0.001 0.02* -0.01
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
TABLA 42. M.C.O DEL ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO PARA EL SEGMENTO SECUNDARIO
2001 2002 2003 2004 2005 Constante 2.633*** 2.537*** 2.555*** 2.528*** 2.613** Educación -0.067*** -0.062*** -0.061*** -0.059*** -0.064*** Experiencia -0.013*** -0.009*** -0.0123*** -0.013*** -0.015*** Experiencia2 0.00006*** 0.0000003 0.00006*** 0.00008*** 0.00009*** Hombre -0.124*** -0.093*** -0.146*** -0.115*** -0.164*** Bogotá -0.082*** -0.111*** -0.0979*** -0.175*** -0.109***
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Las respectivas descomposiciones de Oaxaca-Blinder también fueron realizadas tomando como
variable dependiente el índice de calidad de empleo. La Tabla 43 muestra que, al igual que para el
caso de los ingresos, existen diferencias significativas entre los dos segmentos y que son las
ocupaciones del segmento primario las que poseen mejores características (medidas
125
agregativamente bajo el índice considerado), como se buscó comprobar con la hipótesis 2.a. En
este caso los signos de los coeficientes son negativos puesto que a mayor valor del índice de
calidad del empleo, peores son las características de la ocupación.
TABLA 43. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER PARA EL ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO.
GRUPO DE CONTROL: SEGMENTO PRIMARIO
2001 2002 2003 2004 2005 DIFERENCIA TOTAL DT -1.158*** -1.110*** -1.098*** -1.108*** -1.157*** Diferencia por variables DV Educación Experiencia Hombre Bogotá
-0.203***
-0.256*** 0.063*** -0.002*** -0.007***
-0.207***
-0.250*** 0.058*** -0.005*** -0.010***
-0.197***
-0.243*** 0.060*** -0.006*** -0.009***
-0.2***
-0.238*** 0.062*** -0.004*** -0.019***
-0.199***
-0.253*** 0.071*** -0.007*** -0.01***
Diferencia por coeficientes DC Educación Experiencia Hombre Bogotá Constante
-1.004***
0.053*** -0.061*** 0.112*** 0.011** -1.12***
-0.95***
-0.004 -0.1***
0.092*** 0.058*** -0.95***
-0.923***
-0.019 -0.075*** 0.111*** 0.035*** -0.981***
-0.937***
-0.04 -0.075*** 0.080*** 0.065*** -0.968***
-0.997***
0.031** -0.027** 0.083*** 0.034*** -1.119***
Diferencia por la interacción DI Educación Experiencia Hombre Bogotá
0.049***
0.027*** 0.016*** 0.004*** 0.003**
0.048***
-0.002 0.025*** 0.010*** 0.016***
0.027
-0.01 0.0196*** 0.009*** 0.009***
0.028
-0.02* 0.021*** 0.006*** 0.022***
0.039**
0.015** 0.007*
0.007*** 0.009***
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
En este caso las diferencias por coeficientes presentan resultados distintos a los dados en las
descomposiciones de los ingresos. Nuevamente todos los términos de la matriz ?�F��´son
positivos así que el signo de las diferencias por coeficientes corresponderán a los respectivos
signos de las diferencias � HK A H��. El signo negativo de la diferencia por coeficientes
corresponderá a una mejor calidad del empleo en el segmento primario frente al secundario
teniendo en cuenta la particularidad del índice de calidad del empleo que a mayor valor indica
menor calidad. Según la diferencia por coeficientes de la descomposición de Oaxaca-Blinder, la
experiencia potencial está mejor remunerada en el segmento primario que en el secundario. Sin
embargo, en esta diferencia por coeficientes, los años de escolaridad no son significativos para
algunos años, en otros tienen signo positivo y en otros negativo, así que no se puede sacar una
conclusión general para todo el período 2001-2005 acerca de su influencia en empleos de mejor
calidad en el segmento primario.
Así, a favor de la hipótesis 2.c, hay evidencias estadísticas para decir que la influencia del capital
humano en la determinación de los ingresos varía según el segmento laboral; en el segmento
secundario la influencia de la educación y la experiencia potencial pierde importancia frente al
papel meritocrático que ésta juega en la determinación de los ingresos del segmento primario.
Para el caso del índice agregado de empleo, en las variables de capital humano ésta hipótesis solo
126
se cumple robustamente en el caso de la experiencia potencial más no en el de la educación.
2.2.4.1.4 Hipótesis 2.d. La segmentación laboral influye en los fenómenos de discriminación
en el mercado de trabajo.
Como explican McConnell, Brue & Macpherson (2003, p. 435), “existe discriminación económica
cuando las mujeres o los trabajadores pertenecientes a grupos minoritarios –que tienen la misma
capacidad, nivel de estudios, formación y experiencia que los varones o el grupo mayoritario-
reciben un trato inferior en la contratación, el acceso a una ocupación, los ascensos, el salario o
las condiciones de trabajo.”
De acuerdo a esta definición, existen cuatro tipos de discriminación en el mercado de trabajo, a
saber: La discriminación por ingreso laboral, la discriminación en el empleo, la discriminación
ocupacional o segregación, y la discriminación en la adquisición de capital humano. Además,
cualquier tipo de discriminación laboral se estudia por lo general en función del género y la raza.
Como la hipótesis 2.d. quiere vincular la discriminación con los fenómenos de segmentación
laboral, es relevante entonces el estudio de dos tipos de discriminación: aquella dada por el
ingreso laboral y la discriminación ocupacional. Por otro lado, dada la ausencia de información en
la Encuesta Continua de Hogares acerca de los grupos raciales, esta hipótesis se analizará
únicamente para la discriminación por género.
Buscando identificar tendencias de discriminación laboral por género en el mercado de trabajo
colombiano, se halló el cociente entre los ocupados en el segmento secundario sobre los ocupados
en el segmento primario tanto para hombres como para mujeres. (Ver Tabla 44).
TABLA 44. OCUPADOS PRIMARIO/SECUNDARIO SEGÚN SU GÉNERO.
GENERO 2001 2002 2003 2004 2005
Mujeres 1.25 1.37 1.29 1.18 1.21
Hombres 1.15 1.09 1.09 1.02 1.01 Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Los datos consignados en la Tabla 44 dan evidencia de cómo la segmentación laboral influye en la
discriminación por género en el mercado de trabajo colombiano. Hay una mayoría femenina en el
segmento secundario que es el de las peores ocupaciones, lo que podría tratarse de discriminación
ocupacional.
127
También se analizaron los ingresos y el índice de calidad del empleo teniendo en cuenta el género
y la ocupación en ambos segmentos. (Ver Gráficos 9 y 10).
GRÁFICO 9. INGRESO SEGÚN EL GÉNERO Y EL SEGMENTO DE LOS OCUPADOS
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
GRÁFICO 10. ÍNDICE DE CALIDAD DE EMPLEO SEGÚN EL GÉNERO Y EL SEGMENTO DE LOS
OCUPADOS
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
Las mujeres reciben menores ingresos en el mercado laboral agregado que, por un lado, puede
tener que ver con el hecho de que se ubican principalmente en el segmento secundario donde se
perciben menores ingresos que el primario, pero también podría estar reflejando una
discriminación por ingreso. Por otro lado, si se analiza dentro de cada segmento, en el secundario
7.80
8.00
8.20
8.40
8.60
8.80
9.00
9.20
9.40
9.60
9.80
2001 2002 2003 2004 2005
Mujer
Mujer Informal
Mujer Formal
Hombre
Hombre Informal
Hombre Formal
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
1.00
1.20
1.40
1.60
1.80
2.00
2001 2002 2003 2004 2005
Mujer
Mujer Informal
Mujer Formal
Hombre
Hombre Informal
Hombre Formal
Logaritmo natural de los ingresos
Logaritm
o natural de los ingresos
128
las mujeres reciben ingresos inferiores que su contraparte masculina. Sin embargo, la minoría
femenina que logra ingresar al segmento formal no está discriminada por ingreso.
Analizando las diferencias entre hombres y mujeres según el índice de calidad de empleo se
encuentra nuevamente que el género femenino está en desventaja en el mercado laboral
agregado. Sin embargo, una vez más, se encuentra que mientras las mujeres están en peores
condiciones que los hombres en el segmento secundario, ellas tienen empleos de mejor calidad en
el segmento primario.
Estas evidencias de discriminación podrían relacionarse con las diferencias de acumulación de
capital humano existentes entre los géneros.
TABLA 45. EDUCACIÓN SEGÚN EL GÉNERO
2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL Mujer Hombre
8.56 8.85
8.65 8.97
8.77 9.06
9.02 9.29
9.06 9.28
SECUNDARIO Mujer Hombre
7.64 7.66
7.65 7.76
7.83 7.91
8.00 8.07
8.14 8.09
PRIMARIO Mujer Hombre
11.84 11.15
12.30 11.28
12.39 11.43
12.64 11.56
12.62 11.58
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
La mayor probabilidad de las mujeres de estar ubicadas en el segmento secundario parecería
deberse a su menor capital humano, como se muestra en la Tabla 45. Por tal motivo, se hicieron
pareos por máxima verosimilitud para comprobar si la participación en uno u otro segmento tienen
que ver con el género aún cuando se controla por el nivel educativo. Los resultados, que se
presentan en el Anexo 11, muestran que no hay evidencia estadística para decir que pertenecer a
uno u otro género influye en su probabilidad de pertenecer a algún segmento. Esto significa que
en el mercado laboral colombiano agregado no se presentaría segregación ocupacional por
género; es decir que hombres y mujeres tendrán la misma posibilidad de vincularse al segmento
primario o secundario, claro está, una vez se alcanzan niveles equiparables de capital humano.
Por otro lado, según la Tabla 45, en el segmento secundario existe prácticamente una paridad
entre los años de escolaridad de las mujeres y los hombres, así que la diferencia por ingreso y la
segregación de la que son víctimas en este segmento no son debidas a las diferencias en capital
humano. En el caso del segmento primario, para todos los años las mujeres presentan mayor
escolaridad, por lo que la igualdad de condiciones de empleo que tienen con los hombres podría
ser muestra de una remuneración desfavorable para el género femenino que no tiene que ver con
el capital humano.
129
Buscando evidencias más robustas de discriminación salarial por género en el mercado laboral
influenciadas por la segmentación, se estudiaron los resultados de las Tablas 38 y 39. En estas
regresiones de ingreso se encuentra que en los dos segmentos la dummy de género masculino es
positiva y significativa para todos los años estudiados. Esto indicaría que el hecho de ser hombre
aumenta la probabilidad de recibir mejores ingresos tanto en el segmento primario con en el
secundario. Según estos resultados, al controlar la variabilidad de los ingresos por los niveles de
educación y experiencia potencial y el vivir en Bogotá, en Colombia existe discriminación de
ingresos en contra de las mujeres dentro de cada uno de los segmentos laborales.
Las Tablas 41 y 42 permiten hacer el mismo análisis anterior pero teniendo en cuenta el índice de
calidad del empleo en lugar de los ingresos. En este caso, se encuentra que los hombres tienen
mayor probabilidad de tener empleos de mejor calidad en el segmento secundario, respecto a las
mujeres de este mismo segmento, pero que en el primario son las mujeres las que tienen una
posibilidad mayor.
Para comprobar la hipótesis 2.d., se hicieron descomposiciones de Oaxaca-Blinder entre géneros
para cada uno de los segmentos. Los resultados resumidos se presentan en las Tablas 46 y 47.
TABLA 46. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER ENTRE GÉNEROS PARA LOS INGRESOS.
GRUPO 1: MUJERES
2001 2002 2003 2004 2005 SEGMENTO PRIMARIO Diferencia Total -0.13 0.095*** 0.028** 0.040*** 0.014 Diferencia por variables 0.063*** 0.122*** 0.090*** 0.120*** 0.104*** Diferencia por coeficientes -0.077*** -0.038*** -0.065*** -0.092*** -0.099*** Diferencia por la interacción 0.001 0.012*** 0.004 0.011*** 0.009*** SEGMENTO SECUNDARIO Diferencia Total -0.069*** -0.044*** -0.125*** -0.095*** -0.122*** Diferencia por variables -0.025*** -0.028*** -0.023*** -0.026*** -0.008* Diferencia por coeficientes -0.054*** -0.033*** -0.117*** -0.090*** -0.123*** Diferencia por la interacción 0.009*** 0.017*** 0.016*** 0.021*** 0.008***
Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2005. Cálculos del autor.
Según los resultados de las Tablas 46 y 47 para la diferencia total, en el segmento secundario las
mujeres perciben menores ingresos y calidad del empleo que su contraparte masculina. Sin
embargo, la situación contraria se presenta en el segmento primario: las mujeres tienen
condiciones más favorables que los hombres. La significancia de la diferencia por coeficientes
señala que las divergencias entre géneros van más allá que lo que podría causar la acumulación
distinta de capital humano.
130
TABLA 47. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER ENTRE GÉNEROS PARA EL INDICE DE
CALIDAD DEL EMPLEO. GRUPO 1: MUJERES
2001 2002 2003 2004 2005 SEGMENTO PRIMARIO Diferencia Total -0.104*** -0.115*** -0.102*** -0.083*** -0.039*** Diferencia por variables -0.017*** -0.031*** -0.035*** -0.04*** -0.038*** Diferencia por coeficientes -0.083*** -0.090*** -0.069*** -0.038*** 0.005 Diferencia por la interacción -0.005*** 0.006* 0.003 -0.006* -0.006* SEGMENTO SECUNDARIO Diferencia Total 0.140*** 0.104*** 0.161*** 0.125*** 0.168*** Diferencia por variables 0.020*** 0.014*** 0.019*** 0.014*** 0.008** Diferencia por coeficientes 0.128*** 0.097*** 0.150*** 0.118*** 0.166*** Diferencia por la interacción -0.008*** -0.007*** -0.009*** -0.007*** -0.006***
Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2005. Cálculos del autor.
Adicionalmente, se hicieron pareos por máxima verosimilitud para verificar los resultados
anteriores. Los resultados se presentan en los Anexos 12 y 13, respectivamente para los ingresos y
el índice de calidad del empleo. Efectivamente, se encuentra evidencia de que las mujeres tienen
empleos de menor ingreso y más baja calidad frente a los hombres pero únicamente en el
segmento secundario. En el primario, las diferencias de ingreso entre los géneros no son
significativamente distintas a cero en ninguno de los cinco años y las diferencias por índice de
calidad del empleo favorecen a las mujeres en determinados años (2001 y 2003) mientras que en
los otros dichas divergencias no son significativas.
Así las cosas, se encuentran evidencias que prueban la hipótesis 2.d. La segmentación laboral
influye en el fenómeno de discriminación por género. Si se estudia el mercado de trabajo
colombiano como un agregado se podría decir que existe discriminación en contra de las mujeres,
pero teniendo en cuenta la segmentación laboral se concluye además que éstas resultan más
afectadas que los hombres si trabajan en el segmento secundario. También que aquellas que
logran ingresar al segmento primario tienen ganancias adicionales a las de los hombres en cuanto
a calidad del empleo.
2.2.4.2 Hipótesis 3.
La existencia de segmentación en el mercado de trabajo urbano afecta la exclusión social de los
ocupados. En la zona urbana, aquellos ubicados en el segmento laboral secundario percibirán
mayores niveles de exclusión social que los trabajadores del segmento primario.
Como ya se dijo en el capítulo uno de este documento, la precarización de los mercados laborales
actuales hace que el empleo no garantice la inclusión social. Hoy en día no es suficiente tener
cualquier empleo para mejorar la integración de un individuo en la sociedad sino que esto
dependerá de la calidad del mismo.
131
En esta categorización de empleos, a medida que un individuo accede a un trabajo de mejor
calidad está avanzando en su proceso de inclusión social. Según la teoría del capital humano, esto
se lograría con mejoras de productividad. Sin embargo, un problema significativo emerge cuando
existen barreras de movilidad entre los empleos de buena y mala calidad diferentes a las de capital
humano, y la decisión de ingresar a unos u otros ya no depende únicamente del trabajador. Es
aquí donde aparece el concepto de segmentación laboral en relación con la exclusión social.
En el capítulo uno de esta tesis se logró hacer una clasificación de los colombianos según su
exclusión social a partir de la Encuesta de Calidad de Vida 2003. Por otro lado, a partir de las
Encuestas Continuas de Hogares de los años 2001-2005, en este capítulo dos se halló evidencia
para sustentar que el mercado de trabajo urbano de Colombia está dividido en un segmento
primario (conformado por las ocupaciones en empresas formales y microempresas grandes) y un
segmento secundario (que reúne las ocupaciones de las microempresas pequeñas y las informales
unipersonales). Para probar esta hipótesis 3 es necesario entonces retomar esos resultados y
examinar las diferencias de exclusión social entre los trabajadores urbanos del segmento primario
y aquellos del segmento secundario.
En primer lugar, teniendo en cuenta las diferentes bases estadísticas usadas, para iniciar los
ejercicios empíricos concernientes a esta hipótesis es necesario estudiar la segmentación laboral
urbana a partir de la Encuesta de Calidad de Vida 2003. Según esta base de datos, el segmento
primario ocupa el 56.30% de los trabajadores urbanos mientras que el secundario ocupa el
43.70%. En el Anexo 14 se presentan las pruebas estadísticas que muestran que en esta Encuesta
también se encuentra evidencia de que en Colombia hay segmentación laboral en la división dual
de las ocupaciones de las empresas formales y microempresas grandes frente a las de las
microempresas pequeñas e informales unipersonales.
La Tabla 48 muestra el índice de exclusión social dentro de los ocupados urbanos en los
segmentos primario y secundario; igualmente, sus privaciones dentro de las dimensiones
económica, física, de capital humano, de capital social y política de la exclusión social. De acuerdo
a la hipótesis, los resultados obtenidos muestran que en Colombia existe una mayor exclusión
social dentro de los trabajadores del segmento secundario que en aquellos del primario.
Igualmente, para todas y cada una de las dimensiones de la exclusión social existe mayor
desventaja en el grupo del segmento secundario.
132
TABLA 48. DISTRIBUCIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL DENTRO DE LOS OCUPADOS URBANOS
POBLACIÓN URBANA SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO
% Excluidos socialmente 5.06% 15.04% % Privados D. Física
63.07% 73.36%
% Privados D. Capital Humano
33.18% 55.82%
% Privados D. Económica
31.44% 44.51%
% Privados D. Capital Social
42.18% 47.46%
% Privados D. Política154
57.47% 64.43%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Con el fin de obtener evidencia estadística más robusta sobre la importancia del segmento laboral
en la exclusión social de los ocupados urbanos, se hicieron pareos por máxima verosimilitud. En
ellos se compararon individuos con características similares pero que se diferenciaban porque unos
están ocupados en el segmento secundario (grupo tratamiento) y los otros laboran en el segmento
primario (grupo control). Los resultados, que se presentan en la el Anexo 15, muestran que hay
evidencia estadística para decir que los trabajadores del segmento secundario y el resto de los
ocupados urbanos se diferencian en su grado de exclusión social siendo los del segmento primario
los más incluidos. Lo mismo ocurre para todas las dimensiones.
Estos resultados dan entonces razones para aceptar la hipótesis que se ha planteado. La existencia
de segmentación en el mercado de trabajo urbano afecta la exclusión social de los individuos
haciendo que aquellos ubicados en el segmento laboral secundario perciban mayores niveles de
exclusión social que los trabajadores del segmento primario.
Con el fin de analizar qué características individuales pueden estar causando la diferencia en la
exclusión social entre segmentos, se construyó la Tabla 49. La exclusión social de los trabajadores
urbanos del segmento secundario es superior a la del primario para todas y cada una de las
características individuales analizadas. Esto ratifica la robustez de la hipótesis ya aceptada. Para
los dos segmentos, los mayores de 64 años, los pertenecientes a las minorías étnicas y los
habitantes de la Orinoquía perciben mayor exclusión que sus contrapartes. La desventaja aumenta
a medida que se desciende en la escala de quintiles de ingreso, tanto para el segmento primario
como para el secundario. Respecto al género, las diferencias en la exclusión social de hombres y
mujeres son mínimas; en el segmento secundario el género femenino está un poco más excluido
que el masculino pero la situación contraria ocurre en el segmento primario.
154 Dado que la variable de participación electoral resultó no influir en el índice de exclusión social urbano, la dimensión laboral está compuesta ahora solo por el funcionamiento de seguridad en la actividad política.
133
TABLA 49. EXCLUSIÓN SOCIAL DE LOS OCUPADOS SEGÚN EL SEGMENTO LABORAL
SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO
TOTAL 5.06% 15.04% Género Hombre Mujer
5.65% 4.31%
59.35% 59.57%
Edad 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
4.42% 4.07% 6.82% 9.64%
58.10% 54.34% 62.74% 79.48%
Grupo étnico SI NO
13.29% 4.36%
75.33% 57.95%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
10.17% 1.42% 7.64% 11.76% 1.02% 6.21% 5.43% 3.32% 11.00%
72.57% 46.22% 71.86% 77.94% 38.42% 60.22% 60.52% 66.49% 84.79%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
27.36% 17.74% 6.90% 2.16% 0.81%
86.82% 79.68% 63.42% 45.25% 26.51%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
2.3 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 2
Se dice que un mercado laboral está segmentado cuando ha sido dividido en grupos de trabajos
de diferente calidad que difieren unos de otros no solo por los niveles salariales sino porque cada
uno tiene su propio modo de operación. Lo que es tal vez más importante en el papel de la
segmentación laboral sobre la exclusión social, es que en esta estructura del mercado de trabajo el
acceso a las ocupaciones está controlado, no solo por requisitos de productividad, sino por
factores institucionales.
En su concepción dual se distinguen dos segmentos laborales “primario” y “secundario”. El
mercado primario ofrece trabajos que poseen diversas de las siguientes características: altos
salarios, buenas condiciones de trabajo, estabilidad y seguridad del empleo, equidad y procesos
internos relacionados con reglas de administración de recurso humano, y posibilidades de ascenso.
Del otro lado, el mercado secundario está conformado por trabajos que son evidentemente menos
atractivos que los del mercado primario ya que tienden a incluir empleos de bajos salarios, pobres
condiciones de trabajo, considerable inestabilidad, disciplina estricta y a menudo arbitraria, y poca
oportunidad de ascenso.
134
En este capítulo, se buscó establecer si en el mercado laboral colombiano hay una segmentación
laboral dual, a partir de la información contenida en las Encuestas Continuas de Hogares de los
años 2001-2005. Para tal fin, se hizo una determinación a priori de cuales podían ser los dos
segmentos laborales existentes. El segmento primario contiene a los trabajadores de las empresas
formales y los informales de las microempresas grandes y el segmento secundario reúne a
aquellos de las microempresas pequeñas y a los informales unipersonales. Así las cosas, se puede
decir que en promedio para los años 2001-2005 un 53.55% de los ocupados urbanos de las trece
principales áreas metropolitanas de Colombia se desempeñaban en el segmento secundario del
mercado laboral.
Para comprobar si esta división que parte de las diferencias en escala de las empresas
correspondía a una segmentación laboral, se contrastaron las premisas básicas de esta teoría. Se
encontró que la calidad del empleo varía de acuerdo al segmento laboral al que se pertenezca,
siendo mayor en el segmento primario que en el secundario. En segundo lugar, que existen
barreras a la movilidad del segmento secundario al primario, adicionales a las de capital humano.
Como tercer punto, que la influencia de las características individuales en la determinación de la
calidad del empleo varía según el segmento laboral al que se pertenezca. Finalmente, que la
segmentación laboral influye en los fenómenos de discriminación en el mercado de trabajo. De
este modo, se comprobó que la división dual trazada para el mercado de trabajo en Colombia va
en correspondencia a una segmentación laboral en las trece principales áreas metropolitanas.
Por último, en búsqueda de pruebas de la hipótesis central de esta tesis, se analizó si la existencia
de segmentación en el mercado de trabajo urbano afecta la exclusión social de los individuos. Para
esto fue necesario volver a estudiar la significancia de la división laboral dual establecida, esta vez
para la zona urbana total a partir de los datos de la Encuesta de Calidad de Vida 2003; se
encontró que un 56.30% de los ocupados urbanos se desempeñaban en el segmento secundario
del mercado laboral. Favoreciendo a la hipótesis se comprobó que, en la zona urbana, aquellos
ubicados en el segmento laboral secundario perciben mayores niveles de exclusión social que los
trabajadores del segmento primario.
135
ANEXOS AL CAPÍTULO 2
136
ANEXO 1. ENFOQUES DE LA TEORIA DE SEGMENTACIÓN LABORAL
MODELO
DOMINANTE O
APROXIMACIÓN
AUTORES
PRINCIPALES
ORÍGENES
INTELECTUALES INNOVACIONES
CAUSAS DE LA SEGMENTACIÓN LABORAL
DEMANDA LABORAL Y
PROCESO LABORAL
OFERTA LABORAL Y
REPRODUCCIÓN SOCIAL
EL ESTADO Y LA
REGULACIÓN SOCIAL
Primera
Generación Mercado laboral dual Doeringer y Piore Economía institucional
Conceptos de mercados
laborales primarios y
secundarios.
Identificación de las
causas básicas de los
mercados internos del
mercado laboral.
Dualismo causado por el incremento de las
demandas por habilidades específicas
derivadas del cambio técnico. Dualismo
condicionado por la estructura industrial:
empleo primario asociado a firmas
centrales en mercados oligopólicos,
empleos secundarios con firmas periféricas
en mercados competitivos.
Mecanismos de retorno: rasgos de
comportamiento se desarrollan o son
reforzados por la experiencia en el
mercado laboral
Segunda
Generación
Teoría radical del mercado
laboral
Edwards, Gordon,
Harrison y Reich Marxismo
Segmentación como una
tendencia histórica. Lazos
entre la estructura del
mercado laboral y los
imperativos (control) de
los procesos laborales
Dualismo como producto del proceso
laboral y las estrategias de control:
aproximación “divide y vencerás” empleado
por las gerencias en orden de mantener el
control sobre los procesos laborales.
Segmentación como una tendencia
histórica asociada a las estrategias de
monopolio de las firmas capitalistas en el
contexto de los intercambios de largo plazo
en la búsqueda de la acumulación.
Explotación de divisiones por raza y
género y desarrollo económico desigual
que contrarrestan la solidaridad de la
fuerza de trabajo
Tercera
Generación
Michon, Picchio,
Rosenberg, Rubery y
Wilkinson
Post-Keynesianismo y
neo-marxismo
Explicación multicausal.
Aproximación de
contingencia. Énfasis en
regulación, gobernabilidad
y variabilidad institucional
Diversas causas de la segmentación dadas
por el lado de la demanda (estructuras
industriales fraccionadas, imperativos de
control laboral, luchas por el puesto de
trabajo, condiciones variables de los
mercados de productos, desarrollo
tecnológico divergente, etc) están
causando supremacía, pero
institucionalmente y socialmente. toman
variadas formas
La esfera de la reproducción social
ejerce influencia relativamente
autónoma en formas de segmentación.
Reestructuración social de la demanda
laboral no se reduce solo a causas por
el lado de la demanda sino que está
relacionada con un rango de factores
autónomos (por ejemplo, la estructura
del hogar en la división del trabajo, la
división por géneros del trabajo, las
estructuras sindicales y la socialización
ocupacional convencional)
Las acciones del Estado y las fuerzas
institucionales se reconocen con un
rol explicativo central. Regulación
social del mercado laboral es vista
como un proceso necesario pero
contradictorio. Fuentes de
segmentación trazan la estructura de
la educación y de los sistemas de
entrenamiento, las relaciones
industriales, los regímenes de
contratación, los sistemas de
bienestar, etc.
Fuente: Tablas 3.1 (p. 50) y 3.3 (p. 58) de Peck (1996). Traducción del autor.
137
ANEXO 2. VARIABLES UTILIZADAS VARIABLE DESCRIPCION
NÚMERO DE OBSERVACIONES 2001 2002 2003 2004 2005
Género Edad Jefe Soltero Bogotá Asistencia escolar Años de educación Experiencia Niños Joven Tasa de desempleo del hogar Ocupado Informal Clase de trabajo Actividad de la empresa Jerarquía Contrato escrito Salario Especie Ingreso horario Jornada laboral Local fijo Afiliación a servicio de salud Afiliación a régimen de pensiones
Dummy donde 1 es género masculino, 0 femenino. Años de edad155.
Dummy donde 1 es ser jefe de hogar, 0 no ser. Dummy donde 1 es ser soltero, 0 no ser.
Dummy donde 1 es vivir en Bogotá, 0 en otra área metropolitana. Dummy donde 1 es estudiar actualmente, 0 no hacerlo.
Años de educación Años de experiencia potencial
Niños entre 0 y 6 años presentes en el hogar Niños entre 7 y 18 años presentes en el hogar
Tasa de desempleo del hogar Dummy donde 1 es tener un empleo, 0 no tenerlo.
Dummy donde 1 es ser un trabajador informal, 0 no ser. Valores: 1. Incodificable, 2.Profesional, 3. Director, 4. Administrativo, 5. Comercial, 6. Trabajador de servicios, 7. Agrícola,
8. No agrícola, 9. No clasificados. Valores 1. Agropecuaria, 2. Minas, 3. Industria manufacturera, 4. Electricidad-Gas-Agua, 5. Construcción, 6. Comercio-
Restaurantes y Hoteles, 7. Transporte-Comunicaciones, 8. Establecimientos, 9. Servicios comunales y sociales Valores: 1. Empleado particular, 2. Empleado del gobierno, 3. Empleado doméstico, 4. Cuenta propia, 5. Patrón,
6. Trabajador familiar sin remuneración, 7.Otro. Dummy donde 1 es tener contrato escrito de trabajo, 0 no tenerlo.
Valor del salario monetario recibido por el trabajo mensual Valor del pago en especie recibido por el trabajo mensual
Valor del ingreso laboral total recibido por cada hora de trabajo Horas semanales de trabajo
Dummy donde 1 es trabajar en un local fijo, 0 hacerlo en un sitio diferente. Dummy donde 1 es estar afiliado, 0 no estarlo.
Dummy donde 1 es estar afiliado o ser ya pensionado, 0 no estarlo.
111826 111826 111826 111826 111826 101661 101661 86090 111826 111826 111826 86090 44560 44560
44560
44560
23830 23830 23830 44560 44560 44560 44560 44560
111826 111826 111826 111826 111826 101661 101661 86090 111826 111826 111826 86090 44813 44813
44813
44813
23563 23563 23563 44813 44813 44813 44813 44813
111082 111082 111082 111082 111082 101389 101389 86591 111082 111082 111082 86591 44930 44930
44930
44930
23621 23621 23621 44930 44930 44930 44930 44930
108476 108476 108476 108476 108476 99488 99488 85348 108476 108476 108476 85348 43473 43473
43473
43473
23131 23131 23131 43473 43473 43473 43473 43473
108212 108212 108212 108212 108212 99611 99611 85862 108212 108212 108212 85862 44643 44643
44643
44643
23993 23993 23993 44643 44643 44643 44643 44643
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
155 Se da el valor de 99 a los individuos con estos o más años.
138
ANEXO 3. PANORAMA LABORAL COLOMBIANO 2001-2005
Un resumen de los principales indicadores laborales de Colombia para los años 2001-2005 se
presenta en la Tabla 1.
TABLA 1. INDICADORES LABORALES COLOMBIANOS
Indicadores 2001 2002 2003 2004 2005 Tasa Global de Participación 63.20% 64.06% 63.83% 61.91% 62.10% Tasa Bruta de Participación 48.32% 49.14% 49.18% 47.89% 48.22% Tasa de desempleo 18.15% 17.92% 17.17% 15.85% 14.12% Tasa de Ocupación 51.72% 52.58% 52.87% 52.10% 53.33% PET / Población Total 76.47% 76.70% 77.06% 77.35% 77.66% Informal / Formal 1.58 1.64 1.60 1.48 1.48 Tasa de informalidad156 60.50% 61.28% 60.61% 58.63% 58.71%
Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2001-2005. Cálculos del autor.
En el período transcurrido entre los años 2001 y 2005 se puede decir que el panorama general del
mercado laboral colombiano mejoró si se tiene en cuenta la disminución del desempleo y la
informalidad. Sin embargo, estas tasas siguen teniendo valores bastante altos para el promedio de
América Latina que, según la OIT (2006), en el primer semestre del 2005 registró una tasa de
desempleo urbano del 9.4% y una tasa de informalidad (medida con la misma definición del
DANE) del 48.5%. Para el período de estudio, la informalidad afecta un poco más a las mujeres
(61.25% frente a una tasa de informalidad de 58.83% para los hombres) y a los habitantes de
Cúcuta y Montería (75.25% y 73.88%, promedios respectivos, frente a un 53.83% en Bogotá que
es el área metropolitana con menor tasa de informalidad para los años 2001-2005 seguida por
Medellín que tuvo un 56.80%).
Acerca de la composición industrial en que se desenvuelve la población ocupada colombiana, para
los cinco años de estudio se encuentra que en Colombia los sectores agropecuario y
manufacturero han perdido la importancia que tenían en otras épocas como principales
proveedores de empleo. En este quinquenio, su participación ha sido de 1,48% y 19,30%,
respectivamente, mientras que el comercio y los servicios ocupan correspondientemente un
28,68% y 27,39% de los colombianos. Como se puede observar en la Tabla 2, los trabajadores del
sector formal están concentrados en las empresas del área de servicios (34.85%) y manufactura
(23.97%) mientras que en el segmento informal son más los ocupados en las empresas dedicadas
al comercio (38.67%) y la industria manufacturera cubre apenas el 16.17% de las ocupaciones, en
promedio para los cinco años estudiados.
156 Como ya se mencionó, para definir la informalidad se siguieron los parámetros del DANE. Sin embargo, se hace claridad que se dejaron de lado aquellos trabajadores que en la pregunta 27 de la Encuesta (En este trabajo…es:) contestaron “Otro”.
139
TABLA 2. OCUPACIONES SEGÚN EL SECTOR INDUSTRIAL
2001 2002 2003 2004 2005
Agropecuaria 1.56% 1.52% 1.38% 1.45% 1.49%
Minas y Canteras 0.21% 0.28% 0.22% 0.36% 0.31%
Industria manufacturera 19.29% 19.16% 19.21% 19.70% 19.14%
Suministro de electricidad, Gas y Agua 0.53% 0.49% 0.44% 0.43% 0.62%
Construcción 4.41% 5.15% 5.05% 5.00% 5.17%
Comercio, Restaurantes y Hoteles 27.22% 29.77% 29.47% 28.43% 28.49%
Transporte, almacenamiento y Comunicaciones 7.41% 7.67% 8.18% 8.41% 8.53%
Intermediación financiera 7.23% 2.12% 2.35% 2.47% 2.14%
Servicios, atención comunitaria y social 32.03% 26.56% 26.27% 26.34% 25.75%
Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler N.A 7.19% 7.36% 7.39% 8.35%
No especifica 0.10% 0.07% 0.06% 0.02% 0.002%
SECTOR INFORMAL
Agropecuaria 1.52% 1.59% 1.42% 1.56% 1.58%
Minas y Canteras 0.08% 0.14% 0.10% 0.11% 0.14%
Industria manufacturera 15.76% 16.19% 16.66% 16.40% 15.86%
Electricidad, Gas y Agua 0.03% 0.01% 0.004% 0.01% 0.01%
Construcción 5.49% 6.28% 6.38% 6.25% 6.66%
Comercio, Restaurantes y Hoteles 35.75% 39.70% 39.99% 39.10% 38.79%
Transporte y Comunicaciones 7.95% 8.37% 8.32% 9.07% 9.35%
Establecimientos 4.11% 0.48% 0.63% 0.80% 0.65%
Servicios, atención comunitaria y social 29.26% 21.37% 20.33% 20.75% 20.28%
Actividades inmobiliarias N.A 5.83% 6.11% 5.91% 6.67%
No especifica 0.05% 0.05% 0.04% 0.03% 0.003%
SECTOR FORMAL
Agropecuaria 1.63% 1.42% 1.32% 1.29% 1.36%
Minas y Canteras 0.41% 0.50% 0.40% 0.71% 0.54%
Industria manufacturera 24.69% 23.86% 23.13% 24.38% 23.79%
Electricidad, Gas y Agua 1.31% 1.26% 1.12% 1.03% 1.50%
Construcción 2.74% 3.37% 3.00% 3.22% 3.06%
Comercio, Restaurantes y Hoteles 14.17% 14.06% 13.27% 13.29% 13.84%
Transporte y Comunicaciones 6.59% 6.58% 7.96% 7.48% 7.38%
Establecimientos 12.02% 4.70% 5.00% 4.83% 4.25%
Servicios, atención comunitaria y social 36.28% 34.78% 35.42% 34.27% 33.52%
Actividades Inmobiliarias N.A 9.36% 9.30% 9.49% 10.75%
No especifica 0.17% 0.12% 0.08% 0.01% 0.00% Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
La Tabla 3 muestra la clase de empleos que existen en Colombia. En su mayoría, la población
ocupada se desempeña como empleados u obreros de empresas particulares. Sin embargo, es
muy notoria la importancia que ha tomado el cuentapropismo en nuestro país: en promedio para
los años 2001-2005 un 33% de los colombianos realizaban actividades por cuenta propia.
140
TABLA 3. CLASES DE OCUPACIONES
2001 2002 2003 2004 2005
Empleados privados 45.49% 44.76% 46.10% 47.43% 47.41%
Empleados del gobierno 6.49% 6.11% 5.80% 5.62% 5.83%
Servicio Doméstico 5.62% 6.36% 5.89% 5.81% 5.55%
Cuenta propia 34.34% 3.26% 33.18% 31.99% 32.65%
Patrón o empleador 5.30% 6.25% 5.67% 5.71% 5.83%
Trabajador familiar sin remuneración 2.59% 2.99% 3.12% 2.96% 2.44%
Otros 0.16% 0.27% 0.24% 0.48% 0.30%
TOTAL 100% 100% 100% 100% 100% Fuente: Encuesta Continua de Hogares 2001-2005. Cálculos del autor.
Sobre las características individuales de la población ocupada, se puede observar que para los
años de estudio sigue habiendo una mayoría masculina. La edad promedio oscila en los 37 años,
con una escolaridad cercana a los 10 años de estudio y 22 de experiencia potencial promedio.
Cerca a 44% de los ocupados son jefes de hogar mientras que una proporción de
aproximadamente 31% permanecen solteros. (Ver Tabla 4).
TABLA 4. CARACTERÍSTICAS DE LOS OCUPADOS
2001 2002 2003 2004 2005
Porcentaje de mujeres 45.31% 46.07% 45.85% 46.56% 46.16%
Edad promedio 36.66 36.98 37.12 37.47 37.64
Porcentaje de jefes de hogar 45.23% 43.97% 44.40% 45.07% 44.82%
Porcentaje de solteros 30.38% 31.07% 31.28% 31.32% 31.20%
Años de escolaridad promedio 9.39 9.52 9.70 9.95 9.99
Experiencia potencial promedio* 22.27 22.46 22.42 22.52 22.65
INFORMAL
Porcentaje de mujeres 45.73% 47.51% 46.81% 47.67% 47.27%
Edad promedio 37.48 37.62 37.95 38.53 38.75
Porcentaje de jefes de hogar 44.97% 42.97% 43.57% 44.66% 44.27%
Porcentaje de solteros 28.73% 29.97% 29.59% 29.53% 28.97%
Años de escolaridad promedio 7.85 7.92 8.10 8.28 8.30
Experiencia potencial promedio 24.63 24.58 24.85 25.25 25.45
FORMAL
Porcentaje de mujeres 44.66% 43.81% 44.38% 44.98% 44.59%
Edad promedio 35.40 35.97 35.84 35.96 36.05
Porcentaje de jefes de hogar 45.64% 45.57% 45.67% 45.64% 45.61%
Porcentaje de solteros 32.90% 32.81% 33.88% 33.86% 34.37%
Años de escolaridad promedio 11.73 12.05 12.14 12.32 12.39
Experiencia potencial promedio 18.66 18.92 18.69 18.65 18.67
*La experiencia potencial fue calculada como la edad menos el nivel de educación más alto alcanzado menos cinco. Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
141
Si se analizan los trabajadores de acuerdo a su informalidad, los ocupados en el sector formal
tienen un mayor número de años de escolaridad frente a aquellos ubicados en el sector informal
mientras que la experiencia potencial promedio resulta más alta en el sector informal ya que, para
edades promedio similares, los ocupados en el sector formal tienen niveles de educación más
altos; en cuanto a otras características individuales, el porcentaje de mujeres y la edad promedio
son un poco superiores en el segmento informal que en el formal mientras que el porcentaje de
jefes de hogar y solteros son muy similares entre los dos segmentos.(Ver Tabla 4)
Por último, en cuanto a la calidad de los empleos en Colombia, se pueden encontrar diferencias
evidentes entre los sectores formal e informal. Según la Tabla 5, para el período comprendido
entre 2001-2005, los trabajadores formales en comparación con los informales recibían ingresos
más altos, tenían una mayor afiliación a la seguridad social (salud y pensiones) y laboraban en
mayor proporción en locales fijos; sin embargo, las jornadas laborales son semejantes en el
segmento informal y el formal (en promedio, 48.1% y 49% respectivamente). Para los asalariados,
el porcentaje que tiene contrato a término indefinido es superior en el segmento formal que en el
informal.
TABLA 5. CALIDAD DEL EMPLEO EN LOS SEGMENTOS FORMAL E INFORMAL
2001 2002 2003 2004 2005
Ingreso laboral promedio en smmlv*
Informal 1,14 1,12 1,11 1,18 1,16
Formal 2,45 2,46 2,50 2,40 2,63
% Afiliados a servicio de salud
Informal 56,25% 62,34% 63,08% 64,58% 72,23%
Formal 90,84% 91,36% 91,17% 92,27% 94,19%
% Afiliados a programa de pensiones
Informal 12,49% 14,47% 13,95% 14,82% 16,33%
Formal 72,55% 71,46% 72,06% 74,18% 78,07%
% que labora en un local Fijo
Informal 37,71% 37,70% 38,51% 41,19% 38,65%
Formal 81,91% 81,75% 82,47% 83,13% 82,36%
Horas de trabajo semanal
Informal 49,63 47,10 47,93 48,15 47,71
Formal 48,80 48,17 49,96 48,76 49,36
% que tiene contrato a término indefinido**
Informal 16.62% 14.36% 14.43% 17.70% 15.15%
Formal 59.18% 58.11% 54.25% 55.84% 57.59% *Para los empleados domésticos y los obreros o empleados particulares y del gobierno, el ingreso corresponde al salario reportado. Para los trabajadores por cuenta propia, los patronos y los trabajadores clasificados como otros, el ingreso corresponde a la ganancia reportada. ** Éste porcentaje corresponde a los que tienen contrato a término indefinido sobre el total de los asalariados (empleados particulares o del gobierno y los empleados del servicio doméstico). El tipo de contratación es evaluado sólo para estos ocupados, ya que para las otras categorías laborales (cuenta propia, patrones, trabajador familiar sin remuneración, otro) la pregunta no es considerada relevante.
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
142
ANEXO 4
PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD ENTRE TAMAÑOS DE EMPRESA
2001
Diferencias de ingreso: Formal Pequeña - Formal Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.35687805 9.42698944 -0.070111385 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1549011 0.0146783]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Grande - Formal Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.77847537 8.9176072 -0.139131834 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2592717 -0.0189919]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Pequeña - Microempresa Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.63343571 8.75507064 -0 .12163493 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1833293 -0.0599406]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonal - Microempresa Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.35992706 8.61038358 -0.250456523 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3038255 -0.1970876]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
Diferencias de ingreso: Formal Pequeña - Formal Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.4807115 9.56118231 -0.080470816 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1661952 0.0052535]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Grande - Formal Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.86853369 8.94998347 -0.081449778 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1783509 0.0154513]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
143
Diferencias de ingreso: Microempresa Pequeña - Microempresa Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.68644644 8.83187718 -0.14543074 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2064221 -0.0844394]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonal - Microempresa Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.42122155 8.64756444 -0.226342896 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2880818 -0.164604]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
Diferencias de ingreso: Formal Pequeña - Formal Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.44485577 9.5883307 -0.143474924 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.240661 -0.0462888]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Grande - Formal Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.91951738 9.01476406 -0.095246683 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2003322 0.0098388]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Pequeña - Microempresa Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.75736126 8.83491277 -0.077551504 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1355231 -0.0195799]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonal - Microempresa Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.4693568 8.69734033 -0.227983526 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2906578 -0.1653092]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
Diferencias de ingreso: Formal Pequeña - Formal Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.48878413 9.67967118 -0.190887055 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2784056 -0.1033685]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
144
Diferencias de ingreso: Microempresa Grande - Formal Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.99788013 8.95718496 -0.040695178 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0414824 0 .1228727]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Pequeña - Microempresa Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.84387041 8.91224027 -0.068369858 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1247765 -0.0119632]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonal - Microempresa Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.53973961 8.80326647 -0.263526861 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3182865 -0.2087672]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
Diferencias de ingreso: Formal Pequeña - Formal Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.71087898 9.81219307 -0.101314092 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1798841 -0.0227441]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Grande - Formal Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.02856867 9.08398099 -0.055412325 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.153839 0.0430143]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Microempresa Pequeña - Microempresa Grande
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.93423965 8.99434942 -0.060109769 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1217525 0.001533]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonal - Microempresa Pequeña
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.65236138 8.88690581 -0.234544429 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.2948391 -0.1742498]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
145
ANEXO 5
PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD ENTRE DIFERENTES SEGMENTOS
2001
Diferencias de ingreso: Informal -Formal
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.47422014 8.81897292 -0.344752775 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3878318 -0.3016738]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: (Microempresas Pequeñas & Unipersonales) – (Formal & Microempresas
Grandes)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.44205853 8.8155655 -0.373506974 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.420186 -0.3268279]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonales – (Formal & Microempresas Grandes y Pequeñas)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.35992706 8.72946412 -0.369537066 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4209872 -0.3180869]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
Diferencias de ingreso: Informal -Formal
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.53617674 8.8864108 -0.350234059 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3927054 -0.3077628]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: (Microempresas Pequeñas & Unipersonales) – (Formal & Microempresas
Grandes)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.49935807 8.87444972 -0.375091654 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4231448 -0.3270385]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonales – (Formal & Microempresas Grandes y Pequeñas) MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA
Efecto Promedio (ATT) 8.42122155 8.78383522 -0.362613672 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4205197 -0.3047076]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
146
2003
Diferencias de ingreso: Informal -Formal
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.58974033 8.93645125 -0.346710916 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3879606 -0.3054612]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: (Microempresas Pequeñas & Unipersonales) – (Formal & Microempresas
Grandes)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.55262151 8.9214687 -0.368847191 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4124712 -0.3252232]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonales – (Formal & Microempresas Grandes y Pequeñas)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.4693568 8.81859131 -0.349234514 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3907263 -0.3077427]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
Diferencias de ingreso: Informal -Formal
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.66474402 9.01554774 -0.350803719 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3943415 -0.307266]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: (Microempresas Pequeñas & Unipersonales) – (Formal & Microempresas
Grandes)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.62793349 8.99529058 -0.367357087 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4027761 -0.331938]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonales – (Formal & Microempresas Grandes y Pequeñas)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.53973961 8.94770523 -0.407965616 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4573031 -0.3586282]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
147
2005
Diferencias de ingreso: Informal -Formal
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.73833046 9.08278599 -0.344455533 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3796495 -0.3092616]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: (Microempresas Pequeñas & Unipersonales) – (Formal & Microempresas
Grandes)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.76876882 9.12815474 -0.35938592 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4006856 -0.3180862]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
Diferencias de ingreso: Unipersonales – (Formal & Microempresas Grandes y Pequeñas)
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.65236138 8.98943849 -0.337077106 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3876454 -0.2865088]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
148
ANEXO 6
REGRESIONES DE MINCER AMPLIADAS
La ecuación de ingreso estimada para cada una de las clasificaciones duales fue:
Ln Yi = β0 + β1 Educacióni + β2 Experienciai + β3 Experienciai2 + β4 Géneroi
+ β5 Bogotái + β6 Segmentoi + ℮i
Donde LnYi es el logaritmo natural del ingreso horario de cada individuo, contabilizando el pago en
salario y en especie que recibe por su trabajo. La variable Educación corresponde a los años de
escolaridad cursados; la variable Experiencia, que se incluye elevada a la primera y segunda
potencia, muestra la experiencia potencial del agente157; las variables Género, Bogotá y Segmento
son dummys donde el 1 representa, respectivamente, el sexo masculino, vivir en Bogotá y estar
ocupado en una empresa de la división de mayoría informal. Como se conoce que éstas
estimaciones tendrán sesgo de selección, se corrigen con el enfoque de Heckman (1979). Para
esto, se calcula la probabilidad que tienen los individuos de participar en la fuerza laboral a través
de un modelo probit que tiene en cuenta la siguiente forma funcional:
Prob (Participacióni )= f ( Educacióni , Edadi , Géneroi , Jefe , Solteroi , Niñosi , Joveni
Desempleoi , Asistenciai )
Donde la variable Edad corresponden al número de años del individuo; las variables Jefe y Soltero
son dummys cuyo 1 representa, respectivamente, si el individuo es jefe de hogar y soltero; el
número de niños entre 0 y 6 años y 7 y 18 años que habitan en el hogar, son representadas por
las variables Niños y Joven, respectivamente; la variable Desempleo muestra la tasa de desempleo
en el hogar; finalmente, la variable Asistencia es una dummy donde el 1 representa si el individuo
está asistiendo actualmente al sistema educativo.
Los resultados para cada división dual se presentan a continuación.
TABLA 1. REGRESIONES DE MINCER: FORMALES/INFORMALES 2001 2002 2003 2004 2005
Constante 7.591*** 7.697*** 7.756*** 7.693*** 7.765*** Educación 0.115*** 0.114*** 0.110*** 0.115*** 0.115*** Experiencia 0.026*** 0.026*** 0.025*** 0.031*** 0.028*** Experiencia2 -0.0002*** -0.0002*** -0.0003*** -0.0003*** -0.0002*** Hombre 0.042*** 0.004 0.068*** 0.046*** 0.081*** Bogotá 0.025*** 0.081*** 0.035*** 0.076*** 0.06*** Segmento Informal -0.345 *** -0.339*** -0.348*** -0.329*** -0.345***
LAMBDA -0.075*** -0.114*** -0.087*** -0.12*** -0.091*** C.I. Akaike C.I. Schwarz
175457.5 175635.4
173306.6 173484.7
170503.7 170681.7
171474.9 171652.6
177384.3 177562.1
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
157 La experiencia potencial es igual a la edad menos los años de escolaridad cursados menos cinco.
149
TABLA 2 REGRESIONES DE MINCER: FORMALES Y MICROEMPRESAS GRANDES/ MICROEMPRESAS PEQUEÑAS Y UNIPERSONALES
2001 2002 2003 2004 2005 Constante 7.562*** 7.669*** 7.719*** 7.674*** 7.746*** Educación 0.115*** 0.114*** 0.110*** 0.115*** 0.108*** Experiencia 0.026*** 0.027*** 0.026*** 0.032*** 0.029*** Experiencia2 -0.0002*** -0.0002*** -0.0003*** -0.0003*** -0.0002*** Hombre 0.0362*** -0.006 0.061*** 0.042*** 0.094*** Bogotá 0.025*** 0.079*** 0.036*** 0.074*** 0.108*** Segmento Secundario
-0.355 *** -0.344 *** -0.343*** -0.345*** -0.355***
LAMBDA -0.076*** -0.114*** -0.089*** -0.119*** -0.094*** C.I. Akaike C.I. Schwarz
175314.9 175492.8
173214.3 173392.3
170501.1 170679.1
171329.2 171506.9
177320.2 177498
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
TABLA 3. REGRESIONES DE MINCER: FORMALES Y MICROEMPRESAS/ UNIPERSONALES 2001 2002 2003 2004 2005
Constante 7.463*** 7.555*** 7.624*** 7.589*** 7.154*** Educación 0.118*** 0.118*** 0.113*** 0.118*** 0.12*** Experiencia 0.028*** 0.028*** 0.027*** 0.033*** 0.029*** Experiencia2 -0.0002*** -0.0002*** -0.0003*** -0.0003*** -0.0002*** Hombre 0.010 -0.025*** 0.038*** 0.0223* 0.059*** Bogotá 0.023*** 0.072*** 0.035** 0.07*** 0.056*** Segmento Secundario
-0.356 *** -0.33 *** -0.342*** -0.35*** -0.34***
LAMBDA -0.075*** -0.109*** -0.086*** 0.122*** 0.089*** C.I. Akaike C.I. Schwarz
175423 175600.9
173436.5 173614.5
170638.3 170816.3
171429.2 171607
177522.9 177700.8
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor.
150
ANEXO 7
PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DEL INDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO. GRUPO
DE CONTROL: S. PRIMARIO
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.85769988 0.858339835 0.999360043 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9358704 1.06285]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.8697935 0.933524566 0.936268932 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.860179 1.012359]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.8248731 0.858059222 0.966813874 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.8974959 1.036132]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.7986634 0.839783371 0.958880024 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.8881698 1.02959]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.77180699 0.762658394 1.0091486 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9376673 1.08063]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
151
ANEXO 8
TRANSICIONES ENTRE SEGMENTOS
FORMAL Vs. INFORMAL
AHORA Segmento Informal
Segmento Formal
ANTES
2001
Segmento Informal 73.59% 26.41%
Segmento Formal 43.40% 56.60%
2002
Segmento Informal 74.78% 25.22%
Segmento Formal
43.70% 56.30%
2003
Segmento Informal
73.09% 26.91%
Segmento Formal
44.45% 55.55%
2004
Segmento Informal
73.52% 26.48%
Segmento Formal
40.63% 59.37%
2005
Segmento Informal
72.01% 27.99%
Segmento Formal
41.18% 58.82%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
FORMALES Y MICROEMPRESAS Vs EMPRESAS UNIPERSONALES
AHORA Segmento Secundario
Segmento Primario
ANTES
2001
Segmento Secundario
84.96% 15.04%
Segmento Primario
18.99% 81.01%
2002
Segmento Secundario 82.52% 17.48%
Segmento Primario
19.25% 80.75%
2003
Segmento Secundario
81.22% 18.78%
Segmento Primario
19.62% 80.38%
2004
Segmento Secundario
80.38% 19.62%
Segmento Primario
18.13% 81.87%
2005
Segmento Secundario
78.47% 21.53%
Segmento Primario
19.41% 80.59%
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
152
ANEXO 9
PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA DIFERENCIA DE INGRESOS ENTRE
SEGMENTOS PARA IGUALES NIVELES DE EDUCACIÓN. GRUPO DE CONTROL: S.
PRIMARIO
EDUCACIÓN PRIMARIA
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.49326413 8.85602665 -0.362762514 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4209886 -0.3045364]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.5347307 8.9019082 -0.367177498 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4285781 -0.3057768]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.58948775 8.94632601 -0.356838263 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4245761 -0.2891004]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.6777494 9.0076013 -0.329851901 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3801951 -0.2795086]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.77301029 9.08850502 -0.315494721 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.3778178 -0.2531716]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
EDUCACIÓN SECUNDARIA 2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.14839219 9.5016557 -0.353263508 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4358505 -0.2706764]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
153
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.18094147 9.61740969 -0.436468221 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5399696 -0.3329668]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.1938925 9.57714462 -0.383252117 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4836679 -0.2828363]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.21481312 9.6680271 -0.453213988 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5347751 -0.3716529]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.30618815 9.75320932 -0.447021171 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5261324 -0.3679099]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
EDUCACIÓN SUPERIOR
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.84969816 10.4566933 -0.606995133 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.9094751 -0.3045151]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.95042166 10.2873097 -0.336888019 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5810857 -0.0926904]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.98850098 10.3377183 -0.349217282 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5631627 -0.1352719]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.89713682 10.5083583 -0.611221525 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.8990104 -0.3234327]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
154
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 10.3744619 10.62604 -0.251578134 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-.5381447 -0.0349885]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
155
ANEXO 10
PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA DIFERENCIA DEL INDICE DE CALIDAD DE
EMPLEO ENTRE SEGMENTOS PARA IGUALES NIVELES DE EDUCACIÓN. GRUPO DE
CONTROL: S. PRIMARIO
EDUCACIÓN PRIMARIA
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.81370163 0.727651654 1.08604997 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9960762 1.176024]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.85041443 0.857178056 0.993236373 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.884274 1.102199]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.80219809 0.774393093 1.027805 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9422308 1.113379]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.76740876 0.735341967 1.03206679 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9475438 1.11659]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.74846959 0.668847585 1.079622 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.9763395 1.182905]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
EDUCACIÓN SECUNDARIA 2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.37019924 0.47127255 0.898926689 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.7905654 1.007288]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
156
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.41680262 0.518071644 0.898730975 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.8053685 0.9920935]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.39704173 0.42039682 0.97664491 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.8890381 1.064252]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.37450048 0.453059212 0.921441269 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.8412578 1.001625]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.32959682 0.357401135 0.972195686 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.8892896 1.055102]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
EDUCACIÓN SUPERIOR
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.895897026 0.29033610 0.605560918 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.4257371 0.7853847]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.963975585 0.225370486 0.738605099 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.5897108 0.8874993]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.852409301 0.207141359 0.645267942 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.5280803 0.7624556]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.924703882 0.141509866 0.783194016 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.6567661 0.9096219]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
157
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0 .79372246 0.17030651 0.623415951 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.4511635 0.7956684]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
158
ANEXO 11 PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA PERTENENCIA A UN SEGMENTO SEGÚN
EL GÉNERO. GRUPO DE CONTROL: MUJERES
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.585916866 0.602819877 -0.016903011 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0536828 0.0198768]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.581287971 0.631024706 -0.049736736 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0866322 0.0128413]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003 MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA
Efecto Promedio (ATT) 0.579581407 0.604688894 -0.025107488 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0717606 0.0215456]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004 MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA
Efecto Promedio (ATT) 0.571680821 0.58534432 -0.0136635 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.067089 0.039762]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005 MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA
Efecto Promedio (ATT) 0.560922826 0.620498163 -0.059575337 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1218521 0.0027014]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
159
ANEXO 12 PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA DIFERENCIA DE INGRESOS ENTRE
GÉNEROS. GRUPO DE CONTROL: MUJERES
SEGMENTO PRIMARIO
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.13354356 9.11260013 0.020943428 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0433941 0.085281]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.1945923 9.17221062 0.02238168 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0457481 0.0905115]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.24987784 9.20165518 0.048222656 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0028709 0.0993162]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.29539959 9.23167489 0.063724699 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0039097 0.1313591]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 9.40901854 9.30491314 0.104105396 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0431848 0.165026]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
SEGMENTO SECUNDARIO
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.47792273 8.34821115 0.129711581 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.0517207 0.2077025]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
160
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.5294404 8.48205413 0.047386271 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0468184 0.1415909]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.61120472 8.44358664 0.167618085 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.068244 0.2669922]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.68735649 8.59853217 0.088824325 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.0167574 0.1608912]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 8.81328836 8.68566315 0.127625217 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.0473026 0.2079478]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
161
ANEXO 13
PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA DIFERENCIA DEL ÍNDICE DE CALIDAD
DEL EMPLEO ENTRE GÉNEROS. GRUPO DE CONTROL: MUJERES
SEGMENTO PRIMARIO
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.72582171 0 .497119394 0.228702316 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.1200301 0.3373745]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.734745416 0 .629000777 0.105744639 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.021354 0.2328433]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.693404256 0.596982267 0.096421989 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.0000384 0.1928056]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.646094964 0 .624681078 0.021413886 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1094854 0.1523132]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.594650076 0 .566148618 0.028501459 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0970915 0.1540944]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
SEGMENTO SECUNDARIO
2001
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.78748136 1.83947679 -0.051995428 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1282227 -0.0242318]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
162
2002
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.81442566 1.85252444 -0.03809878 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1115414 0.0353438]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2003
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.75167496 1.82257196 -0.070897 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1410857 -0.0007083]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2004
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.72677081 1.8255646 -0.098793793 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1728292 -0.0247584]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
2005
MUESTRA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 1.68407795 1.75682871 -0.07275076 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.1485914 -0.0030899]
Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2001 – 2005. Cálculos del autor
163
ANEXO 14
PRUEBAS DE HIPÓTESIS DE SEGMENTACIÓN LABORAL URBANA CON BASE EN LA ECV
2003
A continuación se presentan los resultados de diferentes pruebas econométricas realizadas para
probar que la división dual del mercado de trabajo urbano en Colombia corresponde a una
segmentación laboral. En este caso se usa la ECV 2003 para buscar evidencias en el total de la
zona urbana colombiana y no solamente en las trece áreas metropolitanas más importantes como
se hizo a partir de las encuestas de hogares.
1. Hipótesis 1. La calidad del empleo varía de acuerdo al segmento laboral al que se
pertenezca, siendo mayor en el segmento primario que en el secundario.
Como se puede ver en la Tabla 1, los trabajadores del segmento primario tienen ocupaciones de
mejor calidad que aquellos del segmento secundario.
TABLA 1. CALIDAD DEL EMPLEO EN LOS SEGMENTOS PRIMARIO Y SECUNDARIO
Ingreso laboral promedio en smmlv*
Segmento Secundario 0.83
Segmento Primario 2.20
% Afiliados a servicio de salud
Segmento Secundario 55.91%
Segmento Primario 82.73%
% Afiliados a programa de pensiones
Segmento Secundario 9.47%
Segmento Primario 56.62%
% que labora en un local Fijo
Segmento Secundario 27.31%
Segmento Primario 69.40%
Horas de trabajo semanal
Segmento Secundario 42.68
Segmento Primario 47.00
% que tiene contrato a término indefinido**
Segmento Secundario 62.46%
Segmento Primario 68.51%
Índice de calidad del empleo para todas las ocupaciones
Segmento Secundario 2.01
Segmento Primario 0.93
Índice de calidad del empleo para los asalariados
Segmento Secundario 1.96
Segmento Primario 0.66 Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
164
Esta conclusión se refuerza al estimar por mínimos cuadrados tanto los ingresos como el índice de
calidad del empleo. La significancia del coeficiente correspondiente al Segmento al que se
pertenece indica que trabajar en el segmento secundario es desventajoso frente a hacerlo en el
segmento primario.
TABLA 2. REGRESIONES DE MÍNIMOS CUADRADOS ORDINARIOS M.C.O
INGRESOS I.C.E Constante 6.280*** 2.335*** Educación 0.112*** -0.073*** Experiencia 0.035*** -0.037*** Experiencia2 -0.0004*** 0.0004*** Hombre 0.138*** -0.13*** Bogotá 0.113*** -0.157*** Minoría Étnica -0.048** 0.042*** Segmento Secundario -0.471*** 0.882***
LAMBDA Heckman -0.332*** Test de Wald: S. Secundario
1688.08*** 8006.54***
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Los resultados de los pareos por máxima verosimilitud de las diferencias entre segmentos, que se
resumen a continuación en la Tabla 3, ratifican la validez de esta hipótesis.
TABLA 3. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA INGRESO I.C.E Diferencia Promedio (ATT) -0.411544966 0.774785432 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.4553232 -0.3677668] [0.7275728 0.8219982]
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
En últimas, se puede decir que en la ECV 2003 también hay evidencia estadística que sostiene que
durante los años 2001-2005 existían diferencias en la calidad del empleo urbano de las empresas
formales y microempresas grandes frente a las microempresas pequeñas e informales
unipersonales. El segmento secundario está en desventaja frente al primario.
2. Hipótesis 2. Existen barreras a la movilidad del segmento secundario al primario,
adicionales a las de capital humano.
Para determinar la validez de esta hipótesis, se estimaron por mínimos cuadrados los ingresos y el
índice de calidad del empleo para trabajadores con educación primaria, secundaria y superior.
Según se muestra en la Tabla 4, el coeficiente de la dummy de pertenencia a un segmento es
significativo en todos los casos. Trabajar en el segmento secundario significa tener menores
ingresos y peor calidad del empleo frente a individuos del mismo nivel educativo que laboran en el
segmento primario.
165
TABLA 4. M.C.O POR NIVELES DE EDUCACIÓN
PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR
INGRESOS
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Minoría Étnica S. Secundario
6.506*** 0.074*** 0.034***
-0.0004*** 0.145*** 0.153*** -0.073*
-0.443***
6.156*** 0.098*** 0.041***
-0.0005*** 0.156*** 0.097*** -0.035
-0.394***
6.352*** 0.118*** 0.037*** -0.004*** 0.148*** 0.088*** -0.120*** -0.550***
I.C.E
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Bogotá Minoría Étnica S. Secundario
2.447*** -0.059*** -0.035*** 0.0004*** -0.195*** -0.243***
0.004 0.676***
2.787*** -0.095*** -0.056*** 0.0008*** -0.206*** -0.176*** 0.088*** 0.896***
1.655*** -0.044*** -0.046*** 0.0009***
0.032* -0.048** -0.019
0.983*** Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
También se corrieron pareos por máxima verosimilitud para verificar la significancia de las
diferencias entre segmentos.
TABLA 5. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA INGRESO I.C.E PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSITARIA PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSITARIA
Diferencia Promedio (ATT)
-0.482006935 -0.292483693 -0.597832034 0.71961533 0.778590071 0.784615375
Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5652208 -0.398793]
[-0.3537784 -0.231189]
[-0.6983978 -0.4972662]
[0.6071915 0.8320392]
[0.6945997 0.8625804]
[0.6937605 0.8754703]
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Tanto en el caso del ingreso como del índice de calidad del empleo, hay evidencia para validad la
Hipótesis 2 con la información de la ECV 2003.
3. Hipótesis 3. La influencia de las características individuales en la determinación de la
calidad del empleo varía según el segmento laboral al que se pertenezca.
Con el fin de verificar ésta hipótesis una vez más se desea analizar la calidad del empleo en virtud
de los ingresos y del índice de calidad del empleo. Las Tablas 6 y 7 muestran los resultados de las
regresiones de mínimos cuadrado para los segmentos primario y secundario, respectivamente.
TABLA 6. M.C.O PARA EL SEGMENTO PRIMARIO
INGRESOS I.C.E Constante 6.059*** 2.657*** Educación 0.131*** -0.084*** Experiencia 0.037*** -0.065*** Experiencia2 -0.0003*** 0.001*** Hombre 0.755*** -0.095*** Bogotá 0.042*** -0.145*** Minoría Étnica -0.075*** 0.084***
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
166
TABLA 7. M.C.O PARA EL SEGMENTO SECUNDARIO INGRESOS I.C.E
Constante 6.023*** 2.909*** Educación 0.084*** -0.055*** Experiencia 0.030*** -0.022*** Experiencia2 -0.0004*** 0.0002*** Hombre 0.180*** -0.162*** Bogotá 0.197*** -0.173*** Minoría Étnica -0.041 0.037**
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Tanto para el segmento primario como para el secundario, la educación, la experiencia potencial,
ser hombre y vivir en Bogotá ejercen una influencia positiva en los ingresos y la calidad de los
empleos. Pertenecer a una minoría étnica ejerce el efecto contrario pero su coeficiente es
estadísticamente significativo en todas las regresiones menos la de de ingresos del segmento
secundario.
Para probar esta hipótesis también se realizaron descomposiciones de Oaxaca-Blinder para los
ingresos. Los resultados se presentan en la Tabla 8.
TABLA 8. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER. GRUPO DE CONTROL: SEGMENTO PRIMARIO
INGRESOS I.C.E DIFERENCIA TOTAL DT 0.865*** -1.082*** Diferencia por variables DV Educación Experiencia Hombre Bogotá Minoría Étnica
0.315*** 0.339*** -0.055*** 0.007*** 0.023*** 0.0007*
-0.159*** -0.196*** 0.059*** -0.003*** -0.017*** -0.0003*
Diferencia por coeficientes DC Educación Experiencia Hombre Bogotá Minoría Étnica Constante
0.460*** 0.384*** 0.382*** -0.042*** -0.027*** -0.00009 -0.237***
-0.857*** -0.284*** -0.233*** 0.035***
0.006 0.0006
-0.857*** Diferencia por la interacción DI Educación Experiencia Hombre Bogotá Minoría Étnica
0.091*** 0.205*** -0.094*** -0.003*** -0.017*** 0.0001
-0.067 -0.134*** 0.062*** 0.001** 0.004*
-0.00005 Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
La significancia de las Diferencias Totales indica que existen divergencias de ingresos y del índice
de calidad del empleo a favor del segmento primario frente al secundario.
En lo que concierne a la hipótesis a probar, la diferencia por coeficientes indica que algunas
variables individuales son remuneradas de manera distinta entre segmentos. La educación y
experiencia potencial son recompensadas de mejor manera en el segmento primario. Sin embargo,
ser hombre y vivir en Bogotá tiene mayor efecto sobre los ingresos y el índice de calidad del
empleo cuando se trabaja en el segmento secundario. Pertenecer a una minoría étnica se
167
remunera indistintamente en el segmento primario y en el secundario.
Así, a favor de la hipótesis 3, hay evidencias estadísticas para decir que la influencia del capital
humano, el género y lugar de vivienda en la determinación de los ingresos varía según el
segmento laboral. En el caso de la influencia por grupo étnico, no hay evidencia conclusiva para
respaldar esta hipótesis.
4. Hipótesis 4. La segmentación laboral influye en los fenómenos de discriminación en el
mercado de trabajo.
Como la hipótesis 4 quiere vincular la discriminación con los fenómenos de segmentación laboral,
es relevante entonces el estudio de dos tipos de discriminación: aquella dada por el ingreso laboral
y la discriminación ocupacional. Además, con la información consignada en la ECV 2003, el análisis
de estas se puede hacer por género o por raza.
Según la Tabla 9, existe una mayor proporción de mujeres en el segmento secundario. También,
en este segmento hay mayoría de trabajadores que pertenecen a alguna minoría étnica. Esto
podría tratarse de discriminación ocupacional.
TABLA 9. OCUPADOS PRIMARIO/SECUNDARIO SEGÚN SU GÉNERO Y RAZA.
GENERO OCUPADOS
SECUNDARIO/PRIMARIO Género Hombre Mujer
1.24 1.35
Grupo étnico Si No
1.42 1.28
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Sin embargo, estas diferencias podrían deberse a la distinta acumulación de capital humano entre
grupos. La Tabla 10 muestra que, en el caso de las mujeres, las ocupadas tienen en promedio
mayor educación que los hombres; en el segmento primario esta diferencia es bastante
significativa. Para los grupos étnicos, aquellos que pertenecen a una minoría están menos
educados que su contraparte.
168
TABLA 10. AÑOS DE ESCOLARIDAD SEGÚN EL GÉNERO Y EL GRUPO ÉTNICO
TOTAL SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO Género Hombre Mujer
8.930 9.411
10.741 11.686
7.465 7.73
Grupo étnico Minoría No Minoría
8.434 9.213
10.433 11.221
7.026 7.642
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
De este modo, la mayor probabilidad de que las minorías estén ubicadas en el segmento
secundario pudiera deberse a su menor capital humano. Sin embargo, para el caso de las mujeres
esto no es así.
Como se muestra en la Tabla 11, los pareos por máxima verosimilitud indican que la mayor
tendencia de las mujeres a pertenecer al segmento secundario es independiente de su nivel
educativo o experiencia potencial.
TABLA 11. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA PERTENENCIA A ALGÚN SEGMENTO SEGÚN EL GÉNERO. GRUPO DE CONTROL: MUJERES Y MINORÍA ÉTNICA
MUESTRA GÉNERO GRUPO ÉTNICO Diferencia Promedio (ATT) 0.026721783 -0.036344756 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.0180922 0.0715358] [-0.0832186 0.0105291]
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Esto no ocurre para los grupos étnicos. La Tabla 11 muestra que no hay evidencia estadística que
demuestre que la diferencia en la ocupación en algún segmento laboral sea distinta a cero según
la pertenencia o no a una minoría.
Por otro lado, como se ve en la Tabla 12, en el mercado laboral total las mujeres tienen menores
ingresos y peor índice de calidad del empleo que los hombres. Sin embargo, si se estudian las
diferencias al interior de cada segmento se encuentra que en el primario las mujeres tienen
ingresos superiores a los hombres y su índice de calidad del empleo es bastante similar. En el
segmento secundario si son las mujeres las peor recompensadas.
TABLA 12. CALIDAD DEL EMPLEO SEGÚN EL GÉNERO Y EL GRUPO ÉTNICO
LN(INGRESO) I.C.E TOTAL SEGMENTO
PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO
TOTAL SEGMENTO PRIMARIO
SEGMENTO SECUNDARIO
Género Hombre Mujer
7.651 7.537
8.076 8.121
7.31 7.141
1.483 1.608
0.917 0.948
1.94 2.096
Grupo étnico Minoría No Minoría
7.444 7.613
7.989 8.104
7.095 7.243
1.679 1.527
1.060 0.920
2.115 2.003
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
169
En el caso de los grupos étnicos, para el mercado laboral total y cada uno de los segmentos
primario y secundario las minorías reciben menores ingresos y calidad del empleo.
Para obtener pruebas más robustas en torno a la Hipótesis 4, se hicieron nuevamente
descomposiciones de Oaxaca Blinder para cada uno de los segmentos. Los resultados para las
diferencias por género se presentan en la Tabla 13 mientras que la Tabla 14 contiene las
diferencias por grupos étnicos.
TABLA 13. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER ENTRE GÉNEROS. GRUPO 1: MUJERES
INGRESO I.C.E SEGMENTO PRIMARIO Diferencia Total 0.0447** 0.031* Diferencia por variables 0.134*** -0.047*** Diferencia por coeficientes -0.102*** 0.11*** Diferencia por la interacción 0.012*** -0.031*** SEGMENTO SECUNDARIO Diferencia Total -0.168*** 0.156*** Diferencia por variables 0.007 0.0015 Diferencia por coeficientes -0.175*** 0.159*** Diferencia por la interacción -0.00009 -0.004**
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Según los resultados de la Tabla 13 para la diferencia total, en el segmento secundario las mujeres
perciben menores ingresos y calidad del empleo que su contraparte masculina. Sin embargo, en el
segmento primario las mujeres tienen ingresos más favorables que los hombres aunque sus
empleos son de peor calidad. Para los dos segmentos, el signo negativo (positivo) de la diferencia
por coeficientes para el ingreso (I.C.E) significa que las mujeres están siendo peor recompensadas
que los hombres tanto en el segmento primario como en el secundario. Con niveles educativos
más altos en las mujeres, su ventaja en el segmento primario se da por la diferencia entre
variables más no por su diferencia por coeficientes.
TABLA 14. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER ENTRE MINORIAS. GRUPO 1: NO MINORÍA
ÉTNICA
INGRESO I.C.E SEGMENTO PRIMARIO Diferencia Total 0.116*** -0.140*** Diferencia por variables 0.054* -0.125*** Diferencia por coeficientes 0.058** -0.053 Diferencia por la interacción 0.004 0.037 SEGMENTO SECUNDARIO Diferencia Total 0.148*** -0.112*** Diferencia por variables 0.112*** -0.102*** Diferencia por coeficientes 0.56* -0.045** Diferencia por la interacción -0.020 0.035**
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
La Tabla 14 muestra que los que no pertenecen a ninguna minoría étnica tienen mejores
condiciones que los otros en ambos segmentos. Esto se debe a mejores características del grupo
170
frente a las minorías (captado a través de las diferencias por variables) pero también a que son
mejor recompensados en ambos segmentos (como se observa en las diferencias por coeficientes).
Para verificar los resultados anteriores se hicieron pareos por máxima verosimilitud. La Tabla 15,
que muestra los resultados para las diferencias por género, indica que en el segmento primario las
mujeres están peor recompensadas que los hombres en cuanto a la calidad del empleo; para los
ingresos no hay evidencia estadística para decir que las diferencias son distintas a cero. En el
segmento secundario, en cambio, las mujeres perciben menores ingresos y calidad del empleo que
los hombres.
TABLA 15. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA CALIDAD DEL EMPLEO ENTRE GÉNEROS. GRUPO DE CONTROL: MUJERES
MUESTRA SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E
Diferencia Promedio (ATT) 0.057282541 -0.150352996 0.134674967 -0.060594006 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0068705 0.1214356]
[-0.2373888 -0.0633172]
[0.0659244 0.2034256]
[-0.1064466 -0.0147414]
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
La Tabla 16 muestra los resultados de los pareos por máxima verosimilitud para las diferencias por
grupos étnicos. Tanto para los ingresos como para el índice de calidad del empleo, no hay
evidencia estadística para afirmar qué grupo está mejor o peor que el otro en ninguno de los dos
segmentos. Estos resultados indican que la distinta ubicación y condición laboral de las minorías
en Colombia está ligada principalmente a su capital humano.
TABLA 16. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA CALIDAD DEL EMPLEO ENTRE GRUPOS ÉTNICOS. GRUPO DE CONTROL: NO MINORÍA
MUESTRA SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E
Diferencia Promedio (ATT) 0.000543897 -0.009645635 0.105754284 -0.031848659 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.113358 0.1144458]
[-0.1334971 0.1142058]
[-0.0041258 0.2156344]
[-0.1031456 0.0394483]
Fuente: ECV 2003. Cálculos del Autor.
Así las cosas, se encuentran evidencias que prueban la hipótesis 4 en cuanto a la influencia de la
segmentación laboral en el fenómeno de discriminación por género más no por raza.
171
ANEXO 15. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD
EXCLUSIÓN SOCIAL DE LOS OCUPADOS URBANOS SEGÚN EL SEGMENTO LABORAL
GRUPO DE TRATAMIENTO: OCUPADOS EN EL SEGMENTO SECUNDARIO
Diferencias en el índice de exclusión social
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.099024091 0.063399986 0.035624104 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0228017 0.0484465]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias en la privación de la dimensión física
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.724493278 0.675424828 0.04906845 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0270794 0.0710575]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias en la privación de la dimensión de capital humano
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.522555108 0.415273323 0.107281785 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.089202 0.1253615]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias en la privación de la dimensión económica
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.5204395 0.465228963 0.055210537 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.030644 0.0797771]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias en la privación de la dimensión de capital social
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.504879547 0.447689893 0.057189654 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0345336 0.0798458]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias en la privación de la dimensión política
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.306080666 0.249163994 0.056916672 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0379541 0.0758793]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
172
3. LA SEGMENTACIÓN LABORAL COMO FACTOR DE EXCLUSIÓN SOCIAL
3.1 CONCEPTO
El estado de exclusión social, como se expuso en el capítulo 1 de este documento, es el
entrelazamiento de privaciones relevantes en un individuo, relativas al resto de la sociedad donde
vive. Estar excluido socialmente implica estar privado simultáneamente de aspectos de las esferas
económica, física, de capital social, política, de capital humano y laboral.
Así, se reconoce que el desempleo es uno de los componentes de la exclusión social. En mercados
de trabajo de buena calidad, los desempleados tendrán estados de exclusión social más severos
que cualquier ocupado. Sin embargo, en los tiempos de hoy donde la precariedad laboral es
generalizada, tener un empleo no es garantía de ventaja frente a no tenerlo. Como se vio en el
capítulo uno, para Colombia casi un 25% de los ocupados sufren de exclusión social; además, no
hay evidencia estadística para decir que hay mayores niveles de exclusión dentro de la población
desempleada respecto a la ocupada.
En este contexto de categorización de las ocupaciones según su calidad aparece el concepto de
Segmentación Laboral, que es un fenómeno urbano. En el capítulo 2 de este documento se dijo
que un mercado laboral está segmentado cuando se divide en grupos de trabajo de diferente
calidad que difieren unos de otros no solo por los niveles salariales sino porque cada uno tiene su
propio modo de operación. En su concepción dual se distinguen dos segmentos laborales
“primario” y “secundario”, siendo el primero el que reúne los empleos de mejor calidad. En esta
estructura del mercado de trabajo el acceso a las ocupaciones del segmento primario está
controlado, no solo por requisitos de productividad sino por factores institucionales. Para Colombia
se encuentra que, en promedio para los años 2001-2005, un 56.30% de los ocupados urbanos
pertenecen al segmento secundario.
Recordando a Runcinam (1996, p.10), que fue citado en el capítulo 1 de este documento, se
puede decir de manera general que una persona es privada de X cuando: i. No posee X; ii. Puede
observar que otra u otras personas, incluyéndose a ella misma en otro período de tiempo pasado o
esperado, poseen X y iii. Ve factible que ella posea X. Por tanto, las mejores características del
segmento primario y sobre todo las barreras de entrada a sus ocupaciones, permiten considerar
que los trabajadores del segmento secundario sufren de una privación de tipo laboral frente a los
ocupados en el segmento primario.
173
Comprobada la existencia de segmentación laboral en sociedades donde la participación en el
mercado de trabajo se considera importante, es evidente que debe ser contemplada como una de
las privaciones relevantes que se entrelazan para dar lugar a la exclusión social. En Colombia,
como se expuso en el capítulo 2 de este documento, la exclusión social es del 15.04% y del 5.06%
entre los ocupados en el segmento secundario y primario respectivamente.
Este hallazgo, de que la existencia de segmentación en el mercado de trabajo afecta la exclusión
social de los individuos, implica que en la medición construida en el capítulo uno se podría estar
incurriendo en un error al no tener en cuenta las particularidades de las ocupaciones dentro de la
dimensión laboral de la exclusión social.
Ante la presencia de un mercado laboral segmentado, el estado de exclusión social de un
individuo urbano se puede seguir midiendo de la forma:
��� � ����� �)í+ , ����� ��- , ����� �.�/$ , ����� ��+ , ����� �0/1 , ����� �123
No obstante, es fundamental que la privación en la dimensión laboral,����� �123, incluya las
desventajas en que se encuentran los trabajadores del segmento secundario frente a los del
primario. A diferencia de la versión inicial, donde todos los individuos ocupados se consideraron no
privados, ahora únicamente los trabajadores del segmento primario serán catalogados como no
privados mientras que aquellos ocupados en el segmento secundario entrarán a engrosar la lista
de los deprivados junto a los desempleados. Esto quiere decir:
Privado en la dimensión laboral: ����� �123= 1; si i es desempleado, o trabajador del segmento secundario.
No Privado en la dimensión laboral: ����� �123)= 0; si i es trabajador del segmento primario o
inactivo.
Siendo la exclusión social un fenómeno multidimensional, la privación dada por la segmentación
laboral entra a reforzar la desventaja que ejercen sobre los individuos las privaciones de otras
dimensiones de la exclusión social (física, capital humano, económica, capital social y política), y
viceversa. De igual manera, se retroalimentarán mutuamente las buenas condiciones de todas las
dimensiones relevantes con el empleo en el segmento primario.
Siguiendo a Fontela & Guzmán (2003, p. 227) y utilizando los funcionamientos considerados
relevantes para Colombia, un ejemplo de las interrelaciones dadas por el entrelazamiento de
privaciones se presenta en el Gráfico 11. Éste representa uno de muchos círculos que se pueden
����� �123
174
formar como exclusión social al entrelazarse privaciones en las seis dimensiones relevantes. Vale la
pena aclarar que la posición de cada dimensión en el gráfico no indica ordenamiento de ningún
tipo, ni por relevancia frente a las otras ni por mayor cercanía entre algunas en particular.
GRÁFICO 11. EJEMPLO DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN LA POBLACIÓN OCUPADA
Por otro lado, en el gráfico 12 se representa una de las interrelaciones positivas que se da de
acuerdo a la no privación en ninguna de las dimensiones consideradas relevantes.
GRÁFICO 12. EJEMPLO DE NO EXCLUSIÓN SOCIAL EN LA POBLACIÓN OCUPADA
DIMENSIÓN FÍSICA:
Individuo que no vive hacinado en su vivienda
DIMENSIÓN CAPITAL HUMANO: Individuo con nivel educativo superior a la primaria
DIMENSIÓN ECONÓMICA:
Individuo que no ha dejado de consumir ninguna de las tres comidas por falta de dinero
DIMENSIÓN CAPITAL SOCIAL:
Individuo en cuyo hogar no viven adictos ni a las drogas ni al alcohol
DIMENSIÓN FÍSICA:
Individuo cuya región está por encima de las tasas nacionales de votación popular
DIMENSIÓN LABORAL:
Individuo que trabaja en el segmento primario
EXCLUSIÓN SOCIAL
NO EXCLUSIÓN SOCIAL
DIMENSIÓN FÍSICA:
Individuo cuya vivienda no tiene acceso a servicios públicos domiciliarios
DIMENSIÓN CAPITAL HUMANO: Individuo con estado de salud regular o malo
DIMENSIÓN ECONÓMICA:
Individuo cuyo hogar sufre de alta dependencia económica a algún(os) miembro(s)
DIMENSIÓN CAPITAL SOCIAL:
Individuo que no tiene a nadie a quien recurrir en tiempos difíciles
DIMENSIÓN FÍSICA:
Individuo cuya región supera las tasas nacionales de asesinatos políticos
DIMENSIÓN LABORAL:
Individuo que trabaja en el segmento secundario
175
Lo que se quiere expresar con los Gráficos 11 y 12 es que, dadas las mejores características de los
empleos en el segmento primario, las desventajas de un trabajador en otras dimensiones estarán
asociadas al segmento donde labore. Aunque las dos situaciones representadas son extremas ya
que consideran individuos con privaciones en todas o ninguna de las dimensiones de la exclusión
social, esto no quiere decir que se desestimen estados intermedios donde se den solo algunas
desventajas.
Este entrelazamiento de privaciones no tiene un origen definido. Como se dijo en el capítulo uno,
el proceso puede empezar por la desventaja en cualquiera de las dimensiones relevantes y las
privaciones se acumularán sin un ordenamiento particular. Además, pueden existir condiciones
exógenas al individuo, como fenómenos de discriminación o choques socioeconómicos, que
favorecen esa situación. Por tanto, el origen de la exclusión social se considera un proceso
dinámico; el estado de exclusión social es el resultado de los itinerarios que llevan a las personas
al padecimiento simultáneo de privaciones relevantes. Como dice Poggi (2004, p. 7), ya citado
anteriormente en este documento, “Un rango de procesos sociales y económicos influenciarán los
niveles de exclusión, y hogares con similares niveles habrán llegado a esta posición final desde una
variedad de trayectorias diferentes”.
En este contexto, teniendo en cuenta que las sociedades capitalistas se han fundamentado a partir
de las relaciones en el mercado de trabajo, es de esperar que las privaciones en la dimensión
laboral sean de gran relevancia en el proceso dinámico que originan los estados de exclusión
social. Esto quiere decir que la segmentación laboral juega un papel importante en este proceso
causal. Un individuo ocupado en el segmento secundario, así tenga inicialmente un bajo índice de
excusión social, empezará a padecer privaciones en otros funcionamientos relevantes diferentes al
laboral. Por otro lado, ingresar al segmento primario le dará al individuo la posibilidad de empezar
a acumular ventajas en los ámbitos físico, de capital humano, económico, de capital social y/o
político.
Encontrar evidencia de que la segmentación laboral es un origen bastante probable de los estados
de exclusión social, contribuiría enormemente al diseño de políticas que intervengan el problema
desde su raíz. En ese caso, buscar eliminar los mercados de trabajo secundarios podría evitar la
implementación de políticas multidimensionales mucho más costosas para erradicar la exclusión
social. Eso si, no hay que olvidar que estos estudios empíricos requieren de información de tipo
panel que permita analizar el proceso dinámico. 158
158 Como mencionan Rubio et al. (2002, p. 27), “aún son escasas las investigaciones empíricas que describan los principales itinerarios de la exclusión, así como tampoco se ha avanzado en el análisis de la reversibilidad de estos procesos”. En general, la literatura de este tipo corresponde al análisis de la exclusión social entre países europeos, con base al European Community Household Panel ECHP que
176
3.2 LA SEGMENTACIÓN LABORAL COMO FACTOR DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN
COLOMBIA
Una vez analizada conceptualmente la injerencia de la segmentación laboral en la exclusión social,
la hipótesis que se desea comprobar con datos colombianos es la siguiente:
• Hipótesis 4. Tener presente la segmentación laboral es una mejor forma de medir la
exclusión social en Colombia.
3.2.1 Nuevo Índice de Exclusión Social
Para medir la exclusión social en Colombia, en el capítulo 1 se optó por definir la privación laboral
como desempleo partiendo de una homogeneidad en la calidad de las ocupaciones que daba
ventaja a todo aquel que estuviera empleado frente a los desempleados. Sin embargo, en el
capítulo dos se ha evidenciado que existe segmentación del mercado de trabajo urbano en
Colombia lo que desvirtúa el supuesto de uniformidad de las ocupaciones; los empleos del
segmento secundario son de menor calidad que los del segmento primario. Conforme a lo anterior,
se hace necesario replantear la conformación del índice de exclusión social para Colombia,
específicamente en su dimensión laboral.
En la medición inicial de la exclusión social en Colombia, bajo la dimensión laboral se consideraron
como privados a todos los desempleados y como no privados a todos los ocupados e inactivos.
Ahora bien, se calculará el nuevo índice de exclusión social teniendo en cuenta el segmento laboral
donde el individuo labora como una de las privaciones relevantes. Bajo esta nueva definición,
estará privado de la dimensión laboral aquel que esté desempleado o que trabaje en el segmento
secundario. Para los menores de doce años, se transfiere la privación de la persona más cercana
en el hogar.
Retomando información de la Tabla 1, en la Tabla 50 se exponen los funcionamientos relevantes
del nuevo índice de exclusión social en Colombia. Frente a la definición previa de la exclusión
social, ahora no se tiene en cuenta el funcionamiento de participación electoral pues ya se ha
determinado que su injerencia va en contravía del resto de privaciones relevantes.
permite hacer comparaciones a nivel nacional más no individual. Ejemplos de esto son: Papadopoulos y Tsakloglou (2001) y Boussert, D’ambrosio y Peragine (2003).
177
TABLA 50. NUEVOS FUNCIONAMIENTOS RELEVANTES DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA
DIMENSIÓN FUNCIONAMIENTOS INDICADORES DE PRIVACIÓN
Física
Infraestructura de la vivienda
- Tipo de vivienda - Material de las paredes - Material de los pisos - Hacinamiento
Localización de la vivienda - Riesgo inminente - Sitio peligroso en la vecindad - Seguridad del barrio
Servicios domiciliarios
- Disponibilidad de servicios domiciliarios - Tipo de sanitario - Abastecimiento de agua - Combustible utilizado
Capital Humano
Salud - Estado general de salud - Enfermedad crónica
Educación - Analfabetismo - Máximo nivel educativo alcanzado
Económica Dependencia económica - Número de personas por ocupado en el
hogar
Riqueza - Bienes acumulados en el hogar - Consumo de tres comidas diarias
Capital Social
Contactos sociales
- Sin lazos familiares primarios en el hogar - Nuevo en el municipio donde habita - Persona a quien recurrir en caso de situación difícil
Bien-estar del hogar - Drogadictos o alcohólicos en el hogar - Discapacitados en el hogar - Año difícil para el hogar
Política Seguridad en la actividad política
- Asesinatos políticos - Secuestros políticos - Atentados políticos
Laboral Empleo - Estar desempleado u ocupado en el segmento secundario del mercado laboral.
La distribución de la nueva privación por el funcionamiento de empleo según distintas
características individuales se presenta en el Anexo 1. Al considerar a los ocupados en el segmento
secundario como privados, los porcentajes de exclusión en la dimensión laboral aumentan
considerablemente. Ahora se encuentra que un 43.26% de la población urbana colombiana tiene
desventaja en este funcionamiento frente a un 8.53% que se consideró como privados según la
primera definición. Frente a sus contrapartes, siguen teniendo mayor privación los jóvenes entre
12 y 15 años, las minorías étnicas y aquellos de los quintiles más bajos de la población. Mientras
que con la primera definición había mayor privación de las mujeres y los habitantes de Antioquia,
ahora son los hombres y la población de la región Pacífica los de mayor proporción de privados.
Si se contabilizan las privaciones sufridas simultáneamente por cada individuo, se encuentra que
un 0.01% de la población urbana tienen problemas en los once funcionamientos relevantes
mientras que un 2.78% no padece ninguna privación (Ver Gráfico 1 del Anexo 2). Estos valores
son bastante similares a los encontrados con la otra definición de la dimensión laboral. Por otro
lado, un 6.09% de la población urbana presenta desventajas simultáneas en las seis dimensiones
de la exclusión social consideradas. (Ver Gráfico 2 del Anexo 2).
178
Una vez categorizada la nueva privación por empleo se procede a hallar el nuevo índice de
exclusión social para la población urbana de Colombia. Los aportes de cada privación, calculados
mediante un Análisis de Correspondencias Múltiples ACM, se presentan en la Tabla 51.
TABLA 51. PESO DE CADA PRIVACIÓN AL NUEVO ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL
DIMENSIÓN FUNCIONAMIENTO No Privados Privados
Física Infraestructura 1.141 -2.249 Localización 0.446 -0.377 Servicios Domiciliarios 0.353 -3.480
Capital Humano
Estado de salud 0.577 -1.417 Grado de Educación 0.876 -2.423
Económica Dependencia 0.176 -4.525 Riqueza 1.123 -1.264
Capital Social
Contactos sociales 0.190 -0.482 Bien-estar del hogar 0.423 -1.152
Política Seguridad en la actividad política 0.560 -1.514 Laboral Empleo 0.549 -0.826
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Los resultados del ACM muestran la correspondencia de la privación laboral con las desventajas de
las otras dimensiones, recordando que esta técnica permite observar cuando se viola el axioma de
monotonicidad y con base en esto desechar variables cuya influencia vaya en contravía de lo
esperado para el índice en construcción. La significancia de esta nueva privación que involucra la
segmentación laboral indica que este fenómeno es relevante en el análisis de exclusión social en
Colombia. Además esta definición de la privación por empleo logra darle un mayor peso, frente a
la injerencia de los otros funcionamientos, al que tenía en el índice de exclusión social calculado
originalmente (Ver Tablas 15 y 51).
Calculando el nuevo índice de exclusión social para la zona urbana de Colombia, en un rango de 0
a 1, su distribución se comporta como se muestra en el Gráfico 13.
GRÁFICO 13. DISTRIBUCIÓN DEL NUEVO INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
0.5
11.
52
Den
sity
0 .2 .4 .6 .8 1Nuevo índice de ES Urbana
kernel = epanechnikov, bandwidth = 0.0183
Kernel density estimate
179
Si se compara el Gráfico 13 con el 2, los dos índices de exclusión social aquí calculados tienen
distribuciones bastantes similares.
La Tabla 52 muestra la caracterización del nuevo indicador según el promedio para grupos
diferenciados de población. Los valores están dados en porcentajes, al multiplicar el índice por
cien, para facilitar su lectura.
TABLA 52. PROMEDIOS DEL NUEVO INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL
ÁREA MEDIA TOTAL Género Edad Grupo étnico Región Quintil de ingreso
Clase Media Clase Media Clase Media Clase Media Clase Media
URBANA 29.77% Hombre Mujer
29.75% 29.79%
0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
30.68% 32.61% 26.52% 27.57% 30.95% 39.34%
SI NO
39.76% 28.86%
Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
37.63% 23.07% 34.53% 38.32% 19.46% 31.54% 31.68% 30.43% 42.89%
1 2 3 4 5
45.72% 38.41% 30.77% 22.83% 16.15%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Con este nuevo índice, el porcentaje de exclusión social promedio en la población urbana de
Colombia es un poco más alto del hallado con el indicador original de exclusión social (29.77% y
28.41% respectivamente). Lo mismo ocurre si se comparan todos los valores obtenidos por
género, edad, grupo étnico, región y quintil de ingreso. (Ver Tablas 17 y 52).
A partir de este nuevo índice se puede determinar también una división dual de la población
urbana según su exclusión social. Tomando como corte el punto medio del rango de la
distribución, es decir un valor de 0.5, un 15.67% de los colombianos urbanos están excluidos
socialmente. La Tabla 53 muestra la nueva distribución dual de la exclusión social urbana en
distintos grupos de la población. Al igual que en el caso anterior, que se puede ver en la Tabla 18,
la exclusión social en la población urbana de Colombia bajo esta medición es un poco más alta que
la hallada con el primer índice dual de exclusión social (15.67% y 13.79% respectivamente).
Las Tablas 52 y 53 muestran que los mayores de 64 años y los que pertenecen a una minoría
étnica están más excluidos que sus contrapartes. Bogotá y la Orinoquía son las regiones con
menor y mayor exclusión, respectivamente. A medida que se asciende en la escala de quintiles de
ingresos disminuye el nivel de exclusión social. Los pareos por máxima verosimilitud presentados
en el Anexo 3 muestran que hay evidencia estadística para afirmar que las diferencias
mencionadas son significativas. Para el caso del género, aunque en las Tablas 52 y 53 se reportan
mínimas brechas que indican que las mujeres están más excluidas que los hombres, dicha
diferencia no es estadísticamente diferente de cero. Resultados similares para todas las variables
fueron observadas con el indicador original.
180
TABLA 53. POBLACIÓN EXCLUIDA SOCIALMENTE EN EL ÁREA URBANA DE COLOMBIA
CARACTERÍSTICA % DE EXCLUIDOS
TOTAL 15.67% Género Hombre Mujer
15.43% 15.44%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
16.22% 20.83% 10.55% 12.66% 17.81% 27.43%
Grupo étnico SI NO
31.88% 14.18%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
25.80% 7.68% 18.21% 26.20% 4.90% 17.05% 17.26% 8.73% 33.35%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
41.68% 25.71% 12.87% 5.01% 1.97%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
3.2.2 Prueba de hipótesis sobre la segmentación laboral como factor de exclusión
social en Colombia
Recordando, la hipótesis a probar en este capítulo es:
• Hipótesis 4. Tener presente la segmentación laboral es una mejor forma de medir la
exclusión social en Colombia.
Para verificar la idoneidad de este nuevo indicador es necesario comprobar que capte las
privaciones por cada una de las dimensiones relevantes. La significancia estadística de los pareos
por máxima verosimilitud presentados en el Anexo 4 de este capítulo así lo demuestran. Los
privados de cada una de las dimensiones relevantes tienen mayor exclusión social que sus
contrapartes.
Comparando estos resultados con los hallados para la primera medición de exclusión social (Ver
Anexo 9 del primer capítulo), se encuentra que esta nueva definición capta mayores brechas en la
exclusión social entre privados y no privados de todas las dimensiones relevantes. Las diferencias
en el índice de exclusión social captadas por los pareos por máxima verosimilitud (Ver Anexo 4 de
181
este capítulo) son superiores, para todos los casos, que aquellas de los pareos del indicador
original. La Tabla 54 resume estos resultados.
TABLA 54. DIFERENCIAS EN EL ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL SEGÚN LAS PRIVACIONES DE LAS DIMENSIONES RELEVANTES
PRIVACIÓN I.E.S ORIGINAL I.E.S NUEVO
D. Física 0.141132632 0.141466884 D. Capital Humano 0.185540379 0.190124194 D. Económica 0.172285079 0.172309294 D. Capital Social 0.070545925 0.078395644 D. Política 0.056330021 0.057659559 D. Laboral 0159 0.073326662
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Para el caso de la dimensión laboral, mientras que con la definición original no había diferencia
significativa en la exclusión social entre aquellos con o sin privación del empleo, con este indicador
se encuentra evidencia estadística para decir que dicha diferencia es superior a cero. Los
desempleados y los ocupados en el segmento secundario del mercado laboral son más excluidos
socialmente que los ocupados en el segmento primario y la población inactiva.
De acuerdo a lo anterior, como afirma la hipótesis trazada, se ha llegado a una mejor medición de
la exclusión social al tener en cuenta la privación por segmentación laboral.
Ahora bien, pensando en que sociedades como la colombiana se han fundamentado a partir de las
relaciones en el mercado de trabajo, valdría la pena indagar acerca del papel de la segmentación
laboral en el proceso causal de la exclusión social. Se esperaría que un individuo ocupado en el
segmento secundario empiece a padecer privaciones en otros funcionamientos relevantes
diferentes al laboral; por otro lado que ingresar al segmento primario le dé al individuo la
posibilidad de empezar a acumular ventajas en los ámbitos físico, de capital humano, económico,
de capital social y/o político. Sin embargo, la ausencia de información de tipo panel160 imposibilita
el análisis del proceso dinámico y por tanto se entorpece la posibilidad de discernir cual de los
funcionamientos y/o dimensiones relevantes tiene mayor probabilidad de dar inicio a la
acumulación de desventajas.
3.3 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 3 La evidencia encontrada en el capítulo dos acerca de una segmentación del mercado de trabajo
urbano en Colombia hace necesario replantear el índice del estado de exclusión social construido
en el capítulo uno de este documento para analizar la población del país. A los mismos
159 La diferencia mostrada por el pareo es de 0.007711328 pero el bootstrapping mostró que no hay evidencia estadística para decir que ésta es diferente de cero. 160 Esto hace referencia a información pública. Se tiene conocimiento que la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo, FEDESARROLLO, ha venido recogiendo información de tipo panel desde el año 1999 pero no fue posible obtenerla para este estudio.
182
funcionamientos de las dimensiones física, de capital humano, económica, de capital social y
política que se utilizaron originalmente, se le agrega ahora el nuevo funcionamiento de la
dimensión laboral que indica que los desempleados y los ocupados en el segmento secundario
tienen privación respecto a los ocupados en el segmento primario y a los inactivos.
Así las cosas, una nueva división dual indica que hay un 15.67% de la población urbana que está
excluida socialmente en Colombia. Este índice reconstruido muestra, una vez más, mayor
exclusión social de los mayores de 64 años, minorías étnicas, los individuos de menor ingreso y los
habitantes de la Orinoquía. Nuevamente, no se encuentra evidencia estadística para decir que los
hombres o las mujeres son más excluidos que el otro grupo.
Las diferencias dadas por las privaciones en todas las dimensiones son mejor captadas por este
nuevo indicador que por el original. De esta forma, se acepta la hipótesis de que al tener en
cuenta la segmentación laboral se llega a una mejor medición de la exclusión social.
Por último, se tuvo la intención de indagar acerca de la relación de causalidad entre la
segmentación laboral y la exclusión social. Lastimosamente la ausencia de datos panel impidió el
análisis empírico de esta cuestión.
Queda pendiente entonces, para futuras investigaciones, encontrar evidencia de que la
segmentación laboral es un origen bastante probable de los estados de exclusión social. Esto
contribuiría enormemente al diseño de políticas que intervengan el problema desde su raíz; de ser
efectiva la eliminación de los mercados de trabajo secundarios en pro de erradicar la exclusión
social, se podría evitar la implementación de políticas multidimensionales que son mucho más
costosas y difíciles de ejecutar.
183
ANEXOS AL CAPÍTULO 3
184
ANEXO 1. DISTRIBUCIÓN DE LA NUEVA PRIVACIÓN POR EMPLEO
URBANO TOTAL 43.26% Género Hombre Mujer
47.85% 39.31%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
55.03% 56.92% 61.10% 48.78% 46.14% 19.89%
Grupo étnico SI NO
46.74% 42.94%
Región Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle S. Andrés Orinoquía
47.99% 47.47% 43.76% 52.20% 36.63% 39.40% 40.91% 37.95% 49.33%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
51.10% 53.96% 45.85% 38.72% 28.80%
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
185
ANEXO 2. PRIVACIONES ACUMULADAS POR LA POBLACIÓN COLOMBIANA URBANA
GRÁFICO 1. SIMULTANEIDAD DE PRIVACIONES POR FUNCIONAMIENTOS
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 2. SIMULTANEIDAD DE PRIVACIONES POR DIMENSIONES
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
97
.22
%
87
.66
%
71
.11
%
51
.48
%
33
.22
%
19
.38
%
9.0
8%
3.2
6%
0.8
6%
0.1
1%
0.0
1%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
>=1 >=2 >=3 >=4 >=5 >=6 >=7 >=8 >=9 >=10 11
% d
e P
ob
laci
ón
Deprivaciones acumuladas
98.2990.61
73.88
49.07
24.1
6.09
0
20
40
60
80
100
120
>=1 >=2 >=3 >=4 >=5 6
% d
e p
ob
laci
ón
Deprivaciones acumuladas
186
ANEXO 3. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD – DIFERENCIAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL SEGÚN CARACTERÍSTICAS INDIVIDUALES
Diferencias de exclusión por género. Grupo de tratamiento: mujeres
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.094577465 0.108204225 -0.013626761 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0132121 0.002338]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Diferencias de exclusión por edad. Grupo de tratamiento: mayores de 64 años
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.186117137 0.120173536 0.065943601 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0205438 0.1113434]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por etnia.Grupo de tratamiento: ningún grupo étnico
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.082579582 0.165777274 -0.083197692 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.1079014 -0.058494]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por regiones. Grupo de tratamiento: Orinoquía
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.293945313 0.172851563 0.12109375 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0766926 0.1654949]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por quintiles de ingreso.Grupo de Tratamiento: Quintil 1
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.303012168 0.099940156 0.203072013 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1823157 0.2238283]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
187
ANEXO 4. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD – DIFERENCIAS EN EL NUEVO ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL
Grupo de tratamiento: Privados en la Dimensión Física
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.289892163 0.148425279 0.141466884 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1372489 0.1456848]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Privados en la Dimensión de Capital Humano
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.352446592 0.162322398 0.190124194 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1843658 0.1958826]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Privados en la Dimensión Económica
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.340273588 0.167964294 0.172309294 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1663512 0.1782674]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Privados en la Dimensión de Capital Social
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.287714258 0.209318614 0.078395644 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0737413 0.08305]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Privados en la Dimensión Política
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.352280683 0.294621125 0.057659559 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.044479 0.0708401]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor. Grupo de tratamiento: Privados en la de Dimensión Laboral
MUESTRA URBANO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.300648998 0.227322336 .073326662 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0660593 0.080594]
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
188
4. LA PERSISTENCIA DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN PRESENCIA DE
SEGMENTACIÓN LABORAL
4.1 CONCEPTO
Pensando en que el entrelazamiento de privaciones en un individuo puede permanecer a través del
tiempo, constantes estados de exclusión social pueden llevar a una exclusión social persistente y
posiblemente permanente. Para una persona excluida a través de varios períodos cercanos de
tiempo será más difícil mejorar sus condiciones de vida frente a aquella para la que el fenómeno
ha sido coyuntural, es decir que sólo ha sido excluida en un momento determinado.
La exclusión social se vuelve entonces un círculo vicioso en el cual, como dice Myrdal (1957), “un
factor negativo es, a un tiempo, causa y efecto de otros”161.
Según Heckman (1978)162, la exclusión social es persistente gracias a que los estados de exclusión
social actúan con un efecto de bola de nieve, es decir, que una vez un individuo cae en un estado
de exclusión social en un período específico de tiempo, esto hace que se incremente la
probabilidad de sufrir estados de exclusión social en los períodos subsecuentes.
Por otro lado, esta persistencia también puede deberse a la heterogeneidad individual, donde
ciertas características personales pueden ser relevantes para el padecimiento de exclusión social.
Como dice Poggi (2003, p. 82), “En este caso, un individuo experimentando exclusión social en
algún punto de tiempo debido a sus características adversas, será también propenso a
experimentar exclusión social en algún otro período debido a las mismas características adversas”.
Como se expuso en el capítulo uno de este documento, el estado persistente de exclusión social
del individuo i en su versión dual se puede expresar de la siguiente manera:
Excluido persistente: es_persi = 1 si ∑ ��_L���: ; ��: :�
No Excluido persistente: es_persi = 0 si ∑ ��_L���: = ��: :�
Siendo es_bini una variable binaria, la suma de sus valores en t períodos representará cuántas
veces la persona ha sido excluida en este lapso de tiempo; y < será el punto de corte escogido, es
decir el número mínimo de períodos que debe haber sido excluida la persona i para considerarla
en exclusión social persistente en esa sociedad.
161 En relación con la pobreza, Ragnar Nurske (1995) señala la existencia de un círculo vicioso bajo la concepción de “una constelación circular de fuerzas que actúan para mantener a un país pobre en estado de pobreza”. (Citado en Fontela & Guzmán 2003, p. 226). 162 Citado en Poggi (2003, p. 82)
es_pers i
189
De acuerdo a lo anterior, la evaluación empírica de la persistencia de la exclusión social requerirá
entonces de información sobre estados de exclusión social a lo largo de distintos períodos del
tiempo163.
4.2. LA PERSISTENCIA DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN PRESENCIA DE
SEGMENTACIÓN LABORAL EN BOGOTA
En los capítulos anteriores de este documento se analizó el estado de exclusión social en Colombia
y la influencia de la segmentación laboral en dicha problemática para su zona urbana. Sin
embargo, la ausencia de datos nacionales de tipo panel o de cohorte que sean apropiados para
medir la exclusión social, impide que el ejercicio empírico de este capítulo se realice para todo el
país.
Así las cosas, el estudio analítico acá presentado se realiza para Bogotá. En el caso de esta ciudad
colombiana, además de contarse con la información de la ECV 2003, existen datos para el 2007 ya
que en ese año fue realizada una nueva Encuesta de Calidad de Vida exclusiva para sus
habitantes164. El estudio de la exclusión social en Bogotá está justificado por ser la capital de
Colombia, tener la mayor concentración de personas en el país165 y, sobretodo, por las diferencias
socioeconómicas en las condiciones de sus ciudadanos166.
La hipótesis a probar en este caso es:
• Hipótesis 5. La exclusión social persistente de los bogotanos es alimentada por la
presencia de un mercado laboral segmentado.
Lamentablemente, como sólo se tiene información estadística para dos años, es posible realizar
únicamente un análisis preliminar de la persistencia de la exclusión social en Bogotá. Además, el
estudio no se puede hacer a manera individual porque no se cuenta con datos panel; el ejercicio
empírico evaluará conjuntamente el comportamiento de grupos de la población bogotana que
comparten alguna característica particular.
163 En la literatura internacional existen diversos estudios que incluyen el análisis de la persistencia de la exclusión social como, por ejemplo, Burchardt (2000), Tsakloglou y Papadopoulos (2001), Nolan, Whelan, Layte y Maitre (2001) y Poggi (2003). Aunque estos estudios tienen en común que analizan datos de tipo panel, su metodología de “matrices de transición” sirve de base para el análisis de la persistencia de exclusión social con información de corte transversal para varios años. 164 En el Anexo 1 se describen las variables utilizadas de las Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. 165 Según datos del portal institucional www.bogota.gov.co, la ciudad tiene una densidad de población de 38.17 habitantes/ha. 166 Según la ECV 2007, el quintil 1 de la población bogotana percibe un ingreso medio de $ 257.741 frente a $ 2.524.673 del quintil 5.
190
4.2.1 El estado de exclusión social de los bogotanos
Para el año 2003 (2007), Bogotá tenía 6’861.499 (7’029.488) habitantes de los cuales el 53.08%
(53.01%) era de género femenino. La mayor parte de la población está en edad productiva (12 a
64 años) y no pertenecen a alguna minoría étnica. Cerca de un 22% de la población bogotana
pertenece al primer quintil de ingreso frente a aproximadamente un 16% del último quintil.167 La
ciudad se encuentra dividida por localidades168; en el 2003 la localidad que albergaba el mayor
porcentaje de población era Kennedy (13.09%) pero en el 2007 ésta es sobrepasada sutilmente
por Suba (13.96% y 13.94% respectivamente). Las 19 localidades presentan una conformación
disímil en cada uno de los años estudiados.169
Con el fin de responder la hipótesis de este capítulo, en primer lugar se debe construir el índice del
estado de la exclusión social en Bogotá. Como ya se mencionó, para tal fin se utilizan las
Encuestas de Calidad de Vida de los años 2003 y 2007170.
4.2.1.1 Funcionamientos relevantes para Bogotá
Para el análisis de la exclusión social en Bogotá se partió de aquellos funcionamientos que fueron
identificados como relevantes para Colombia. Sin embargo, como este capítulo busca hacer
comparaciones entre los años 2003 y 2007 y las respectivas encuestas no contienen exactamente
las mismas preguntas, algunos indicadores de privación variaron respecto a los utilizados para la
medición en el total nacional.
Los funcionamientos escogidos como relevantes para el estudio de la exclusión social en Bogotá,
se presentan en la Tabla 55.
167 Ver Tabla 1 del Anexo 2 para mayor información sobre la población bogotana. 168 Las localidades en que se divide Bogotá son: Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal, Usme, Tunjuelito, Bosa, Kennedy, Fontibón, Engativá, Suba, Barrios Unidos, Teusaquillo, Los Mártires, Antonio Nariño, Puente Aranda, La Candelaria, Rafaer Uribe Uribe, Ciudad Bolívar y Sumapaz. 169 Ver Tabla 2 del Anexo 2 para mayor información sobre la población por localidades. 170 Aunque en la ECV 2007 hay información sobre los habitantes del área rural de Bogotá, el análisis se concentró únicamente en la población urbana.
191
TABLA 55. FUNCIONAMIENTOS RELEVANTES DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN BOGOTÁ
DIMENSIÓN FUNCIONAMIENTOS INDICADORES DE PRIVACIÓN
Física
Infraestructura de la vivienda
- Tipo de vivienda - Material de las paredes - Material de los pisos - Hacinamiento
Localización de la vivienda - Riesgo inminente - Sitio peligroso en la vecindad - Seguridad del barrio
Servicios domiciliarios
- Disponibilidad de servicios domiciliarios - Tipo de sanitario - Abastecimiento de agua - Combustible utilizado
Capital Humano
Salud - Estado general de salud - Enfermedad crónica
Educación171 - Analfabetismo - Máximo nivel educativo alcanzado
Económica Dependencia económica
- Número de personas por ocupado en el hogar172
Riqueza - Bienes acumulados en el hogar173 - Consumo de tres comidas diarias
Capital Social Contactos sociales174 - Sin papá, mamá o cónyuge en el hogar175
Bien-estar del hogar176 - Discapacitados en el hogar - Año difícil para el hogar
Política177 Participación electoral178 - Votación en elección de ediles
Laboral Empleo - Estar desempleado u ocupado en el segmento secundario del mercado laboral179
A continuación se analizan los estados de exclusión social de la población bogotana en los años
2003 y 2007 teniendo en cuenta cada uno de los funcionamientos considerados relevantes. La
descripción de las variables utilizadas se presenta en el Anexo 1 de este capítulo.
171 Debido a que en la ECV 2007 no se reporta el código del pariente más cercano para cada individuo, para la privación por las variables de educación de los niños menores de 12 años se tomó la privación del papá o la mamá cuando estos viven en el hogar. 172 La ECV 2007 trae información laboral más restringida que la ECV 2003. Por tal motivo, la división entre población ocupada, desempleada e inactiva sólo es posible hacerla a partir de la pregunta sobre la actividad principal en la semana de estudio. Con el fin de estandarizar el indicador para las dos encuestas, se recalculó la variable de dependencia económica del año 2003 para los bogotanos. 173 Teniendo en cuenta que la información sobre la localidad es valiosa cuando se trata de estudiar diferencias entre los bogotanos, este indicador de bienes acumulados en el hogar se halló para los años 2003 y 2007 teniendo en cuenta ahora la mediana para cada localidad y no la de la región como se había hecho para el total nacional. Por otro lado, en el año 2007 se examinan bienes adicionales a aquellos contabilizados en la encuesta del 2003; sin embargo, pensando en el avance de la tecnología, la medida relativa se tomó teniendo en cuenta la totalidad de los bienes analizados en cada año. 174 Como no hay información en la ECV 2007 acerca de personas a quien recurrir en caso de necesidad o tiempo de vivienda en el municipio actual, la privación por contactos sociales tuvo que limitarse al indicador obtenido acerca de la compañía en el hogar. 175 Debido a que en la ECV 2007 no se reporta el código del pariente más cercano para cada individuo, la privación por vivir solo tuvo que cambiarse de vivir sin lazos primarios en el hogar a vivir sin papá, mamá o cónyuge. 176 En la ECV 2007 no hay información acerca de la presencia de adictos al alcohol o las drogas en el hogar; por tanto, este indicador fue dejado de lado en la medición de la privación de bien-estar del hogar. 177 Como la información que se tenía de seguridad política corresponde al total regional, en la dimensión laboral se dejó de lado esta privación. 178 Al igual que en el caso de las variables de seguridad política, las de participación electoral que se utilizaron en el análisis nacional se tienen a nivel de región y por tanto no sirven para el estudio de Bogotá. Sin embargo, en el enlace www.bogota.gov.co/portel/libreria/pdf/resultadoselectoralesjalediles2007.pdf, se obtuvo información por localidades acerca de la votación para elecciones de ediles en los años 2003 y 2007. 179 Para definir la privación por empleo, se hicieron las respectivas pruebas de segmentación laboral para los años 2003 y 2007 como se muestra en el Anexo 3 de este capítulo.
192
4.2.1.2 Análisis de las Privaciones relevantes de los bogotanos
A continuación se presentan las privaciones encontradas por cada funcionamiento relevante de la
exclusión social, organizado por las dimensiones que los agrupan.
A. Dimensión física de la exclusión social en Bogotá
Como se reporta en la Tabla 1.A del Anexo 4, un 23.91% (24.88%) de la población bogotana
sufría privaciones por infraestructura de la vivienda en el año 2003 (2007). Este indicador surge de
analizar la calidad de la vivienda y del material de las paredes y pisos y del hacinamiento en que
se vive.
Otro de los funcionamientos relevantes en la dimensión física de la exclusión social en Bogotá es el
de localización de la vivienda que tiene en cuenta la cercanía a factores de riesgo o peligro y la
seguridad del barrio por factores de violencia. En este caso, un 54.90% de los bogotanos tenían
privaciones en el año 2003 mientras que un 57.75% las tenía en el 2007. (Ver Tabla 1.B del Anexo
4)
Finalmente, la tenencia de servicios públicos domiciliarios y el tipo de sanitario, acueducto y
combustible que se usa en el hogar hacen parte del funcionamiento por servicios públicos que se
cuenta en la dimensión física de la exclusión social. Como se reporta en la Tabla 1.C. del Anexo 4,
para el año 2003 (2007) la privación en Bogotá por esta cuestión era de 2.36% (1.80%).
B. Dimensión de Capital Humano de la exclusión social en Bogotá
Esta dimensión reúne privaciones por salud (estado autoreportado y enfermedades crónicas) y
educación (analfabetismo y máximo nivel educativo).
La Tabla 2 del Anexo 4 muestra que un 26.92% (22.55%) de los bogotanos tenían problemas de
salud en el año 2003 (2007). Respecto a la educación, en la misma tabla se reportan privaciones
de 23.54% y 23.05% respectivamente para los años 2003 y 2007.
C. Dimensión Económica de la exclusión social en Bogotá
En cuanto a la dimensión económica de la exclusión social en Colombia, los funcionamientos
considerados como relevantes son la dependencia económica y el grado de riqueza de su hogar;
este último está compuesto por un indicador de posesión de bienes respecto a la localidad en que
se vive y, uno más, que señala si se han consumido las tres comidas diarias. Para el análisis
detallado de los indicadores de esta dimensión se puede consultar la Tabla 3 del Anexo 4.
193
La privación en Bogotá por dependencia económica es del 3.65% para el año 2003 mientras que
para el 2007 es del 3.05%.
Por otro lado, hay un 51.41% (50.78%) de los bogotanos que tenían problemas en el
funcionamiento de riqueza del hogar en el año 2003 (2007).
D. Dimensión de Capital Social de la exclusión social en Bogotá
Como se puede ver en la Tabla 4 del Anexo 4, un 1.09%(0.81%) de los bogotanos sufrían
privación por lazos familiares débiles en el hogar en el año 2003 (2007).
En cuanto al bien-estar del hogar que también hace parte de la dimensión de capital social, en la
misma Tabla se reportan privaciones del 23.94% y 21.24% respectivamente para el 2003 y el
2007.
E. Dimensión Política de la exclusión social en Bogotá
Lastimosamente, como ya se dijo en el capítulo uno, la Encuesta de Calidad de Vida ECV no indaga
sobre la participación política de los colombianos por lo que fue necesario nuevamente recurrir a
información de otras bases de datos. Al igual que se tuvo en cuenta en el índice de exclusión a
nivel nacional, el abstencionismo en la elección popular de representantes políticos se consideró un
factor de privación. Así, esta dimensión contiene sólo un funcionamiento relacionado con la
participación electoral para ediles tomada de una fuente de la Registraduría Nacional, que fue la
única información política encontrada para Bogotá.
TABLA 56.INFORMACIÓN POLÍTICA POR LOCALIDADES EN BOGOTÁ
PARTICIPACIÓN ELECTORAL EN LA VOTACIÓN PARA EDILES
2003 2007 Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
52.30% 48.94% 45.51% 54.85% 57.18% 50.24% 55.56% 54.05% 52.16% 53.23% 54.74% 48.66% 45.16% 44.83% 45.61% 51.96% 43.38% 54.99% 55.01%
51.03% 47.30% 48.62% 55.00% 56.43% 52.74% 55.03% 55.43% 55.45% 54.93% 54.88% 48.48% 50.41% 48.82% 49.40% 54.70% 49.37% 55.65% 55.77%
Fuente: Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
194
Ante la ausencia de información a nivel individual, para hacer el empalme entre las bases de
datos, a cada persona de la ECV 2003 y 2007 le fue asignado el porcentaje de votación para ediles
de su localidad del respectivo año. La Tabla 56 presenta esta información electoral, resaltando la
respectiva mediana para cada uno de los años de estudio.
Las estadísticas descriptivas de la privación en la dimensión política se muestran en la Tabla 5 del
Anexo 4. Estas obviamente se ven influenciadas por la composición de la población de cada
localidad.
Ahora bien, la privación por este funcionamiento fue señalada de acuerdo a si la localidad estaba
por debajo de la votación de la localidad mediana. Esto hace que las privaciones agrupen al
conjunto completo de individuos que habitan en una misma localidad.
Para el año 2003 (2007), un 19.58%(20.45%) de la población bogotana se encontraba privada por
no participar en las elecciones populares de ediles. La totalidad de individuos no privados en el
2003 pertenece a las localidades de Usaquén, San Cristóbal, Usme, Bosa, Kennedy, Fontibón,
Engativa, Suba, Rafael Uribe y Ciudad Bolívar. En el 2007, se encuentran privadas las mismas
localidades con excepción de Usaquén pero en cambio Puente Aranda entra a formar parte de este
grupo.
F. Dimensión Laboral de la exclusión social en Bogotá
Como ya se dijo anteriormente, la única privación que se contabiliza en la dimensión laboral de la
exclusión social es la que cuenta como privados a los desempleados y ocupados en el segmento
secundario del mercado laboral.
Bajo este concepto, como se muestra en la Tabla 6 del Anexo 4, un 29.85% de los bogotanos
estaba privado en el año 2003 frente a un 28.88% que lo estaba en el 2007.
4.2.1.3 Simultaneidad de privaciones en los bogotanos
Si se contabilizan las privaciones sufridas simultáneamente por cada bogotano, se encuentra que
un 0.01% (0.001%) tenían problemas en el 2003 (2007) en diez de los once funcionamientos
relevantes, siendo los de mayor exclusión social. (Ver Gráficos 1 y 2 del Anexo 5). En los mismos
años, contrariamente un 8.08% (7.3%) no padecía ninguna privación; estos individuos habitan en
las localidades catalogadas como no privadas en la dimensión política. Esto significa que un
91.92% (92.7%) de los bogotanos sufrían al menos una privación en el año 2003 (2007). Si se
comparan estos resultados con los presentados para el total nacional en el Capítulo 1, se destaca
195
la menor propensión de los bogotanos a sufrir alguna privación relevante frente al promedio de los
colombianos.
Por otro lado, si se toma como excluido en cada dimensión de la exclusión social a los individuos
que presentan privaciones en al menos uno de los funcionamientos contenidos en la misma, un
0.39% (0.36%) de la población bogotana sufría un grave estado de exclusión social en el año
2003 (2007) al presentar desventajas en la totalidad de las seis dimensiones consideradas. (Ver
Gráficos 3 y 4 del Anexo 5).
Tanto en el análisis con funcionamientos como con dimensiones, se encuentra que la
simultaneidad de privaciones de los dos años tiene distribuciones bastante similares. Sin embargo,
es obvio que la población privada siempre está por debajo en el año 2007 frente al 2003. Esto
indica que en el transcurso de los dos años ha habido una mejoría en el bien-estar de los
bogotanos y, por ende, da indicios de que la exclusión social para muchos individuos no ha sido
persistente.
4.2.1.4 Contribución de cada privación a la exclusión social en Bogotá
Al igual que se hizo para el estudio de la exclusión social en toda Colombia, para Bogotá se aplicó
un Análisis de Correspondencias Múltiples ACM con el fin de determinar la contribución de cada
privación al índice conjunto de exclusión social.
Para poder interpretar mejor los resultados del ACM, antes de aplicar esta técnica se examinaron
los coeficientes de correlación entre las privaciones de los once funcionamientos relevantes para
los dos años de estudio. Como se muestra en el Anexo 6, el signo negativo del coeficiente para la
mayoría de las correlaciones del funcionamiento de participación electoral parece sugerir que éste
no debería tenerse en cuenta en la construcción del índice conjunto pues sus privaciones no
actúan en la misma vía que las del resto de los funcionamientos. También se tiene que tener
cuidado con el funcionamiento de contactos sociales cuyas correlaciones en algunos casos
presentan signo negativo.
En la Tabla 57 se resumen los aportes de cada privación a la exclusión social en Bogotá, tomados
del primer componente del ACM. La contribución de dicho componente a la inercia total en los dos
años es cercana al 81%, lo que demuestra su validez en la construcción de un índice global de
exclusión social.
196
TABLA 57. PESO DE CADA PRIVACIÓN AL ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN COLOMBIA
DIMENSIÓN FUNCIONAMIENTO CONTRIBUCIÓN
AÑO 2003 CONTRIBUCIÓN
AÑO 2007 No Privados Privados No Privados Privados
Física Infraestructura 0.834 -2.507 0.788 -2.341 Localización 0.537 -0.418 0.514 -0.400 Servicios Domiciliarios 0.146 -5.189 0.124 -6.208
Capital Humano
Estado de salud 0.599 -1.596 0.596 -2.049 Grado de Educación 0.813 -2.659 0.803 -2.760
Económica Dependencia 0.181 -4.958 0.171 -5.394 Riqueza 1.399 -1.354 1.387 -1.342
Capital Social
Contactos sociales 0.008 -0.825 0.004 -0.452 Bien-estar del hogar 0.456 -1.426 0.469 -1.655
Política Participación electoral Laboral Empleo 0.395 -0.900 0.272 -0.650
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
Tal como se esperaba, la participación electoral como fue medida en este estudio no se debe
tomar en cuenta para la construcción del índice de exclusión social en Bogotá. Los individuos que
se consideraron privados bajo este factor no compaginan con aquellos privados en otros
funcionamientos.
En ambos años, la privación por servicios domiciliarios es la que tiene un mayor aporte en el índice
de exclusión social de quienes la padecen mientras que la de localización es la de peso más bajo
para el índice de exclusión social.
4.2.1.5 Índice del estado de exclusión social en Bogotá
Al igual que se halló para el total nacional en el capítulo uno, la medición de la exclusión social en
Bogotá se guió por la siguiente fórmula:
����� � � >&����,� ������'
�
���
Con base en el ACM realizado se obtuvo entonces el índice de exclusión social de los bogotanos.
Para facilitar la lectura, nuevamente se hizo una conversión de los valores y se obtuvo un índice
que crece en magnitud a medida que aumenta la exclusión social y está contenido en el rango
entre 0 y 1.
Como era de esperarse, para los dos años estudiados, existe una alta correlación entre el índice
del estado de exclusión social y el número de privaciones sufridas simultáneamente180.
180 El coeficiente de correlación es de 0.918 y 0.9056 respectivamente para los años 2003 y 2007.
197
La representación de la densidad kernel de este indicador para los dos años estudiados se
presentan respectivamente en los Gráficos 12 y 13.
GRÁFICO 12. DISTRIBUCIÓN DEL INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL – BOGOTÁ 2003
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 13. DISTRIBUCIÓN DEL INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL – BOGOTÁ 2007
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
Para los dos casos, la mayor concentración de población se da en los valores cercanos a cero y,
recordando que el individuo estará más excluido si presenta un índice próximo a uno, esto es un
indicativo de que el fenómeno afecta gravemente a una minoría de los bogotanos. Los puntos más
01
23
Den
sity
0 .2 .4 .6 .8 1Índice de E.S Bogotá 2003
kernel = epanechnikov, bandwidth = 0.0166
Kernel density estimate
01
23
4D
ensi
ty
0 .2 .4 .6 .8 1Índice de E.S Bogotá 2007
kernel = epanechnikov, bandwidth = 0.0132
Kernel density estimate
198
altos de densidad que se reportan en el Gráfico 13 en comparación con los del Gráfico 12,
muestran una leve mejoría de la exclusión social en el año 2007 frente al 2003. Si comparamos
estos Gráficos con el número 11, vemos que Bogotá presenta niveles de exclusión social menor a
los de la población urbana de Colombia en general.
La caracterización de los indicadores de exclusión social para Bogotá, según el promedio para
grupos diferenciados de población, se presenta en la Tabla 58. Las cifras aparecen en términos de
porcentajes aprovechando la facilidad que brinda que el índice esté contenido entre 0 y 1. Vale la
pena aclarar que los indicadores de un año y del otro no son directamente comparables entre sí
porque se utilizó un ACM distinto para cada caso.
TABLA 58. PROMEDIOS DEL INDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN BÓGOTA
AÑO MEDIA TOTAL Género Edad Grupo étnico Quintil de ingreso Localidad
Clase Media Clase Media Clase Media Clase Media Clase Media
2003 20.12% Hombre Mujer
19.95% 20.27%
0 – 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
21.78% 22.82% 16.39% 18.32% 21.29% 29.19%
SI NO
21.78% 20.09%
1 2 3 4 5
31.45% 24.15% 18.18% 13.85% 8.50%
Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
15.43% 12.33% 25.24% 26.79% 27.50% 21.55% 24.02% 18.89% 19.09% 16.43% 15.90% 17.34% 13.03% 20.79% 17.75% 17.47% 22.35% 21.87% 27.24%
2007 18.32% Hombre Mujer
18.06% 18.55%
0 – 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
18.67% 21.08% 15.25% 15.89% 19.85% 29.03%
SI NO
20.19% 18.26%
1 2 3 4 5
28.09% 21.23% 17.39% 12.36% 8.20%
Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
14.23% 13.06% 24.90% 21.62% 22.29% 18.27% 21.84% 17.84% 15.44% 15.66% 16.16% 16.50% 12.11% 18.55% 16.64% 14.70% 20.00% 20.20% 26.04%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad – Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
Para los dos años de estudio, se encuentra que las mujeres, las personas mayores de 64 años y
los pertenecientes a alguna minoría étnica están más excluidos que sus contrapartes. También que
el grado de exclusión va aumentando consecutivamente con la disminución en el quintil de
199
ingreso. Si se hace un acercamiento por localidades, Chapinero (Teusaquillo) fue la de menor
exclusión social entre los habitantes de Bogotá en el año 2003 (2007) mientras que aquellos de
Usme (Ciudad Bolívar) estaban en las peores condiciones. Los pareos por máxima verosimilitud
presentados en el Anexo 8 validan para el año 2003 las diferencias por edad (mayores de 64 años)
y quintil de ingreso (quintil uno) más no las de género o grupo étnico; para estos últimos casos no
hay evidencia estadística que sostenga que las diferencias son diferentes de cero. En el año 2007
las diferencias existentes por cada una de las características anteriores se reafirman según los
pareos por máxima verosimilitud. (Ver Anexo 8).
4.2.1.6 Excluidos Vs. No excluidos.
Con el fin de obtener la división dual de la población bogotana de acuerdo a su estado de
exclusión social, nuevamente se toma como punto de corte el valor central del rango de la
distribución del índice de exclusión social, es decir 0.5. (Ver Tabla 59).
TABLA 59. POBLACIÓN EXCLUIDA SOCIALMENTE EN BOGOTÁ 2003 2007 TOTAL 5.56% 3.74% Género Hombre Mujer
5.50% 5.60%
3.51% 3.94%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
5.95% 7.65% 2.85% 3.79% 6.45% 14.23%
3.78% 4.92% 2.13% 2.43% 4.21% 11.64%
Grupo étnico SI NO
7.89% 5.52%
4.89% 3.70%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
15.74% 5.67% 2.50% 1.30% 0.18%
11.14% 3.12% 1.81% 0.67% 0.22%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
2.57% 1.43% 11.75% 12.89% 9.53% 4.87% 8.67% 4.34% 3.99% 2.27% 3.04% 2.16% 0.36% 3.98% 2.62% 2.96% 10.00% 6.23% 11.27%
2.84% 1.83% 10.54% 6.05% 5.47% 2.25% 4.93% 3.14% 1.60% 1.61% 2.46% 1.73% 0.37% 3.04% 1.71% 1.10% 6.15% 4.02% 10.68%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
200
Se encuentra que un 5.56%(3.74%) del total de los bogotanos estaban excluidos socialmente en
el año 2003 (2007). Vale la pena resaltar que estos niveles de exclusión social muestran la
posición aventajada de Bogotá frente al resto de población colombiana urbana; como se mostró en
el capítulo tres, en promedio aproximadamente hay un 29.77% de colombianos excluidos
socialmente en toda Colombia.
Aunque no son del todo comparables los indicadores por haber sido obtenidos a partir de distintos
ACM, las cifras muestran que pudo haber una mejoría en la exclusión social de los bogotanos entre
los años de estudio. Según esta división dual, se mantienen las diferencias identificadas en la
Tabla 54 para los índices de exclusión social. Igualmente, los pareos por probabilidades de
similitud presentados en el Anexo 8 ratifican la significancia estadística de las diferencias por edad,
quintil de ingreso y localidad para el año 2003 y estas mismas más las de género y etnia para el
año 2007.
4.2.2 Pruebas de hipótesis sobre la persistencia de la exclusión social en presencia de
segmentación laboral en Bogotá
En la sección anterior se construyó el índice del estado de exclusión social para los bogotanos del
año 2003 y 2007. Con esta información se quiere ahora probar la siguiente hipótesis:
• Hipótesis 5. La exclusión social persistente de los bogotanos es alimentada por la
presencia de un mercado laboral segmentado.
Antes de analizar el índice conjunto de exclusión social, vale la pena analizar las diferencias entre
los dos años de estudio para cada una de las privaciones relevantes. En el Anexo 9 se presentan
los gráficos comparativos entre las privaciones de cada dimensión de la exclusión social en el año
2003 y 2007 en Bogotá.
En el caso de la dimensión física, las privaciones por infraestructura y localización de vivienda han
aumentado al pasar estos años pero aquella por servicios públicos domiciliarios ha decrecido.
Tomando como excluido de la dimensión a aquel individuo que tiene problemas en al menos uno
de sus funcionamientos, la exclusión de la dimensión física ha crecido del 64.21% al 66.95% de la
población bogotana.
Caso contrario ocurre con la dimensión de capital humano cuya privación bajó del año 2003 al
2007 (39.77% y 36.45% respectivamente). Esta situación se presenta con la respectiva
disminución de la población privada por los funcionamientos de salud y educación.
201
La privación dada por la dependencia económica y la riqueza también ha decrecido desde el año
2003 al 2007 en Bogotá. El porcentaje de excluidos de la dimensión económica pasó del 52.02% a
51.32% en los dos años de estudio.
En cuanto a la dimensión de capital social, su exclusión pasó de ser 24.74% en el 2003 a 21.86%
en el 2007. Esto ocurre con un mínimo decrecimiento de la privación por contactos sociales y una
importante baja de la privación por bien-estar del hogar.
La población excluida de la dimensión laboral, que contiene un único funcionamiento, disminuyó
pasando de 29.85% a 28.88% en los mismos años.
La dimensión política fue dejada de lado teniendo en cuenta que no fue relevante en la
construcción del índice agregado de exclusión social.
De esta manera, aunque no se puede determinar cuáles de los individuos que estaban privados en
el año 2003 continúan en problemas en el 2007, es evidente que ha disminuido la privación en las
dimensiones relevantes de la exclusión social. En promedio en el 2003 (2007) los bogotanos
sufrían desventajas en 2.61 (2.55) funcionamientos de los once considerados relevantes. Esto
complementa lo ya señalado al analizar la simultaneidad de privaciones, donde se observó una
mejoría en el estado de exclusión social del año 2003 al 2007.
En el mismo sentido, los resultados presentados anteriormente del índice conjunto de exclusión
social mostraron que la problemática es menor en el año 2007 que en el 2003. Sin embargo, como
oportunamente se señaló, al partir de distintos ACM dichas cifras no son directamente
comparables; como se pudo ver en la Tabla 57, los pesos para cada privación son ligeramente
diferentes en cada año. De acuerdo a lo anterior, para poder hacer la comparación precisa entre la
exclusión social del 2003 y 2007, fue necesario utilizar los mismos pesos para las privaciones de
ambos años. La Tabla 59, en la primera y tercera columna respectivamente, muestra los valores
de exclusión social para los años 2003 y 2007 utilizando los pesos de las privaciones obtenidos a
partir del ACM del 2003181. Con ánimo comparativo, en la segunda columna de esta Tabla se
presentan los resultados del índice dual del año 2007 obtenido a partir de su respectivo ACM.
Los resultados presentados en la Tabla 60 demuestran, ahora sí de manera fidedigna, que la
exclusión social disminuyó en Bogotá entre los años 2003 y 2007, al pasar de tener una población
excluida del 5.56% al 4.51%. Lo anterior significa que un 1.05% de la población que en el 2003
181 Si se utilizan los pesos del ACM del 2007, se obtienen resultados muy similares a los acá presentados.
202
estaba en estado de exclusión social ha superado el problema para el 2007; esto sin contar que
nuevas personas pudieron caer en estos estados para el 2007 lo que implicaría que un porcentaje
aun mayor de los excluidos en el 2003 han salido de esta problemática.
TABLA 60. POBLACIÓN EXCLUIDA SOCIALMENTE EN BOGOTÁ UTILIZANDO ACM DEL AÑO 2003 2003 2007 2007* TOTAL 5.56% 3.74% 4.51% Género Hombre Mujer
5.50% 5.60%
3.51% 3.94%
4.51% 4.51%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
5.95% 7.65% 2.85% 3.79% 6.45% 14.23%
3.78% 4.92% 2.13% 2.43% 4.21% 11.64%
4.82% 6.73% 2.24% 3.12% 5.21% 12.07%
Grupo étnico SI NO
7.89% 5.52%
4.89% 3.70%
5.61% 4.48%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
15.74% 5.67% 2.50% 1.30% 0.18%
11.14% 3.12% 1.81% 0.67% 0.22%
13.19% 3.92% 2.29% 0.81% 0.23%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
2.57% 1.43% 11.75% 12.89% 9.53% 4.87% 8.67% 4.34% 3.99% 2.27% 3.04% 2.16% 0.36% 3.98% 2.62% 2.96% 10.00% 6.23% 11.27%
2.84% 1.83% 10.54% 6.05% 5.47% 2.25% 4.93% 3.14% 1.60% 1.61% 2.46% 1.73% 0.37% 3.04% 1.71% 1.10% 6.15% 4.02% 10.68%
3.19% 1.95% 11.99% 6.97% 6.57% 2.96% 6.33% 4.08% 2.07% 1.95% 2.80% 2.11% 0.36% 4.20% 1.85% 1.30% 6.53% 4.96% 12.68%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Como se pudo observar en la Tabla 60, la mejoría del año 2003 al 2007 en la exclusión social de
los bogotanos se da para ambos géneros, cada uno de los grupos etarios, población sin distingo de
raza y en los cincos quintiles de ingreso. Sin embargo, los resultados son diversos para las
localidades; en algunos casos la exclusión efectivamente ha disminuido en el año 2007 pero en
otras ha aumentado.
El pareo por máxima verosimilitud presentado en la Tabla 61, donde se juntaron los individuos
para los dos años y se tomó como grupo tratamiento a aquellos que fueron evaluados en el año
2003, ratifica esta diferencia: Entre los dos años de estudio, hay una diferencia en el índice de
203
exclusión social que es estadísticamente diferente de cero; en el año 2007 el porcentaje de
bogotanos en estado de exclusión social fue menor al del 2003.
TABLA 61. PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DEL ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN BOGOTÁ
GRUPO DE TRATAMIENTO: AÑO 2003
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA
Efecto Promedio (ATT) 0.197868267 0.18026047 0.017607797 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.014148 0.0210676]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Así las cosas, se puede decir que la exclusión social en Bogotá no es tan persistente. Pese al riesgo
de caer en círculos viciosos en el tiempo, los individuos están encontrando formas de librarse de
los estados de exclusión social.
La hipótesis que se quiere comprobar indica la relación de la persistencia de la exclusión social con
la presencia de segmentación laboral. Siendo la laboral una de las privaciones relevantes, se puede
pensar que la disminución en la exclusión social estuvo relacionada con la mengua de los
individuos ocupados en el segmento secundario. Aunque no se puede demostrar si los individuos
que han ingresado al segmento primario para el año 2007 son los mismos que han salido del
estado de exclusión social, por no tener información de tipo panel, si es posible observar como ha
sido la evolución de la segmentación laboral para la población en general en los dos años de
estudio y por tanto compararla con los cambios en la exclusión social. En la Tabla 17 del Anexo 3
se presentan las estadísticas de segmentación laboral en Bogotá. Para los años 2003 y 2007,
respectivamente, un 43.13% y un 41.70% de los bogotanos se ocupaban en el segmento
secundario del mercado laboral. Esta diferencia nos indica que la exclusión social y la
segmentación laboral actuaron en la misma vía en los años 2003 y 2007; ambas problemáticas
disminuyeron para los bogotanos. Un pareo por máxima verosimilitud, con individuos para los dos
años y la ocupación en el segmento secundario como tratamiento, da como resultado una
diferencia significativa en la exclusión social entre los individuos ocupados del segmento
secundario y aquellos del segmento primario. (Ver Tabla 62).
TABLA 62. PAREO POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA SEGMENTACIÓN LABORAL EN BOGOTÁ
GRUPO DE TRATAMIENTO: OCUPADOS EN EL SEGMENTO SECUNDARIO
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA
Efecto Promedio (ATT) 0.244871139 0.171533456 0.073337683 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0692195 0.0774559]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Más aun, si analizamos los cambios por grupos de población, se puede observar que tanto la
exclusión social como la segmentación laboral han disminuido del año 2003 al 2007 para todos los
204
géneros, edades, etnias y quintiles de ingreso. Es bien interesante encontrar también que en las
localidades los cambios se han dado en la misma dirección182; en áreas donde la segmentación
laboral disminuyó/aumentó también lo hizo la exclusión social (Ver Tabla 60 del capítulo y Tabla 6
del Anexo 4).
Con todo lo anterior, parece razonable pensar que la persistencia de la exclusión social está
relacionada con la segmentación laboral tal como se predice en la hipótesis. Sin embargo, sigue
existiendo el problema de no contar con datos panel que permitan verificar la evolución de la
problemática a nivel individual.
Buscando sacar provecho de las dos bases de corte transversal que se tienen para Bogotá y, en
parte, tratar de solventar la falla de información mencionada, se decide hacer un estudio por
cohortes de edad. Con este fin, en primer lugar se dividió la población bogotana de los años 2003
y 2007 según la edad en grupos cuyos límites distaban en 4 años uno del otro. El supuesto que se
sigue es que las personas que reportaron tener, por ejemplo, 0-3 años en el 2003 serán
prácticamente las mismas que en el 2007 aparecen con edades entre 4-7 años. Así las cosas, se
puede hacer el seguimiento de la exclusión social promedio de los diferentes grupos etáreos.
La Tabla 63 muestra los porcentajes de excluidos socialmente en cada una de las cohortes de
edad para la población en edad de trabajar con menos de 80 años183. Cada columna contiene los
resultados para un rango de edad en el 2003 y la que sería su evolución en el año 2007.
TABLA 63. EXCLUSIÓN SOCIAL POR COHORTES DE EDAD
2003 12-15 16-19 20-23 24-27 28-31 32-35 36-39 40-43 44-47
3.99% 3.05% 2.04% 2.12% 3.10% 4.60% 4.35% 4.46% 5.04%
16-19 20-23 24-27 28-31 32-35 36-39 40-43 44-47 48-51
2007 1.76% 2.38% 1.97% 2.39% 3.41% 4.09% 4.12% 4.89% 4.39%
2003 48-51 52-55 56-59 60-63 64-67 68-71 72-75 76-79
5.59% 6.72% 7.35% 8.54% 14.23% 11.73% 13.81% 17.39%
2007 52-55 56-59 60-63 64-67 68-71 72-75 76-79 80-83
5.07% 7.09% 8.76% 10.64% 11.16% 11.70% 13.56% 13.07%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
En las Tabla 63 se puede observar que del 2003 al 2007 algunas cohortes presentaron mejoría en
su exclusión social. De este modo, sigue sin encontrarse un patrón que refleje la persistencia de
exclusión social en Bogotá para el total de la población.
182 De 19 localidades, ésto se cumplió para todas menos Suba y Mártires. 183 Se escogió esta población con base en su relevancia para el análisis de la segmentación laboral.
205
La Tabla 64 muestra ahora el análisis de la segmentación laboral de acuerdo a las cohortes de
edad.
TABLA 64. SEGMENTACIÓN LABORAL POR COHORTES DE EDAD
2003 12-15 16-19 20-23 24-27 28-31 32-35 36-39 40-43 44-47
76.97% 55.55% 33.80% 30.15% 36.31% 39.10% 45.69% 43.76% 44.88%
16-19 20-23 24-27 28-31 32-35 36-39 40-43 44-47 48-51
2007 66.85% 47.47% 35.89% 32.53% 34.24% 35.61% 40.36% 44.79% 49.57%
2003 48-51 52-55 56-59 60-63 64-67 68-71 72-75 76-79
47.49% 48.50% 53.41% 60.28% 74.59% 66.52% 72.06% 82.51%
2007 52-55 56-59 60-63 64-67 68-71 72-75 76-79 80-83
50.64% 56.34% 63.29% 74.86% 63.76% 72.23% 67.69% 71.08%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Al igual que en el caso de la exclusión social, la ocupación en el segmento secundario disminuyó
para algunas cohortes de edad entre los años 2003 y 2007 mientras que para otras aumentó.
Las diferencias de los estados de exclusión social y segmentación laboral, entre los dos años de
estudio, presentan una importante correlación del 82.60%. Esta correlación positiva indica que los
dos problemas se están moviendo en la misma dirección; su intensidad superior al 50% muestra
además que los cambios son similares en proporción.
En últimas, de manera bastante preliminar por no contarse con la información tipo panel que sería
la más idónea para esta comprobación empírica, se puede decir que se cumple la hipótesis
trazada. La persistencia de la exclusión social es alimentada por la segmentación laboral.
4.3 CONCLUSIONES AL CAPÍTULO 4
La exclusión social es un fenómeno persistente por dos motivos que se contraponen. Por un lado,
hay características individuales que favorecen los estados de desventaja y, siendo factores
permanentes, ayudan a que el individuo continúe en exclusión social. En segundo lugar, hay un
comportamiento de “bola de nieve” de la exclusión social ya que una vez la persona cae en un
estado de esta problemática es muy probable que en períodos de tiempo futuros siga
permaneciendo en exclusión social.
El ejercicio empírico hecho para Bogotá muestra que la exclusión social ha sido menos grave en la
capital que en el resto del país y, lo que tal vez es más relevante, da indicios de que no ha sido
tan persistente en los últimos años. Con menores niveles de exclusión para el año 2007 frente al
2003, se encuentra que los individuos logran salir de sus estados de desventaja y por tanto están
rompiendo los círculos viciosos que los condenan a una exclusión social duradera en el tiempo.
206
Siendo tan importante la actividad laboral para el individuo, se estima que la segmentación del
mercado de trabajo alimenta la persistencia de la exclusión social. Para Bogotá, el estudio de
diferentes cohortes de edad en los años 2003 y 2007 da muestra de que la evolución de estas dos
problemáticas está correlacionada en el tiempo.
Ante la ausencia de datos panel, el análisis empírico acá realizado es bastante preliminar. Queda
comprobar, en próximas investigaciones, si individuos en estados de exclusión social logran salir
de ella en el tiempo al pasar de estar ocupados en el segmento laboral secundario al primario.
Valdría la pena, sobre todo, poder hacer estas indagaciones a nivel nacional y comparar si las
diferencias regionales influyen en la persistencia de la exclusión social.
207
ANEXOS AL CAPÍTULO 4
208
ANEXO 1. VARIABLES UTILIZADAS
TABLA 1. EJERCICIOS EMPÍRICOS AÑO 2003
VARIABLE DESCRIPCION OBS MEDIA DESV. EST.
MIN MAX
Variables generales Género Edad Etnia Jefe de hogar Estado civil Quintil de ingreso del hogar184 Localidad de vivienda185 Variables físicas Tipo de vivienda Material principal de las paredes Material principal de los pisos Número de personas del hogar Número de cuartos del hogar Hacinamiento del hogar Servicios públicos domiciliarios Tipo de sanitario Tipo de agua para alimentos Tipo de combustible Seguridad en el vecindario Vivienda en riesgo Vivienda en cercanía de peligro Variables de capital humano Estado de salud Enfermedad crónica Analfabetismo Nivel educativo Años de educación
Dummy donde 1 es género femenino, 0 masculino.
Años de edad186. Dummy donde 0 es ser indígena, gitano, raizal del archipiélago, palenquero o afrodescendiente, 1 ninguno.
Dummy donde 1 es ser jefe de hogar, 0 no ser. Valores: 1. Unión libre, 2. Casado, 3. Viudo, 4. Separado, 5. soltero.
Quintil del ingreso del hogar al que pertenece. Valores: 1. Usaquén, 2. Chapinero, 3. Santa Fe, 4. San Cristóbal, 5. Usme, 6. Tunjuelito, 7. Bosa, 8. Kennedy, 9. Fontibón, 10.
Engativá, 11. Suba, 12. Barrios Unidos, 13. Teusaquillo, 14. Mártires, 15. Antonio Nariño, 16. Puente Aranda, 17. Candelaria, 18. Rafael Uribe Uribe, 19. Ciudad Bolívar.
Dummy donde 1 es vivir en casa o apartamento, 0 en otro tipo de vivienda.
Dummy donde 1 es paredes en madera burda, guadua, zinc o sin paredes, 0 otro material. Dummy donde 1 es pisos en tierra o madera burda (o cemento en zona urbana), 0 otro material.
Número de personas que componen el hogar. Número de cuartos para el hogar, incluyendo sala y comedor, excluyendo cocina, baños y garajes.
Número de personas en el hogar / Número de cuartos disponibles. Dummy donde 1 es no contar con ningún servicio público (o sin recolección de basuras en zona urbana)
Dummy donde 1 es tener letrina,bajamar o ningún servicio sanitario (o inodoro sin conexión en zona urbana) Dummy donde 1 es beber agua lluvia o de río en zona rural y no acceso a acueducto en zona urbana. Dummy donde 1 es cocinar con leña o desecho (o con kerosene o carbón mineral en zona urbana).
Dummy donde 1 es considerar inseguro el barrio donde se habita. Dummy donde 1 es vivir en zona de inundaciones, avalanchas, desbordamientos, hundimientos o fallas geo.
Dummy donde 1 es vivir cerca de fábricas, basureros, plazas de mercado, aeropuertos, terminales de buses, caños, plantas de tratamiento, líneas de transporte de hidrocarburos, líneas de energía de alta tensión.
Dummy donde 1 es reportar estado de salud regular o malo, 0 reportar estado bueno o excelente.
Dummy donde 1 es tener alguna enfermedad crónica, 0 ninguna. Dummy donde 1 es no saber leer o escribir.
Valores: 1. Primaria o inferior, 2. Secundaria, 3. Técnica o tecnológica, 4. Universitaria, 5. Postgrado. Años de educación
44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265
44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265 44265
44265 44265
35296187 35296188 35296189
0.531 30.559 0.983 0.282 3.217 2.835 9.795
0.049 0.007 0.195 4.327 3.607 1.449 0.002 0.007 0.005 0.013 0.318 0.080 0.331
0.210 0.140 0.021 0.224 9.904
0.499 20.217 0.129 0.450 1.629 1.382 5.139
0.217 0.081 0.396 1.777 1.530 1.033 0.044 0.082 0.072 0.112 0.466 0.273 0.471
0.407 0.347 0.145 0.417 4.691
0 0 0 0 1 1 1 0 0 0 1 1
0.071 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1 99 1 1 5 5 19 1 1 1 18 15 18 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 31
184 El ingreso de cada hogar y, por tanto su quintil, se recalculó teniendo en cuenta que en el año 2007 se tiene información más restringida acerca de los ingresos laborales de los individuos. 185 En el año 2003 no se tuvo en cuenta la localidad de Sumapaz. 186 Se da el valor de 99 a los individuos con estos o más años. 187 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad. 188 Ibíd. 189 Ibíd.
209
VARIABLE DESCRIPCION OBS MEDIA DESV. EST.
MIN MAX
Variables económicas Dependencia econ. del hogar Posesión de bienes del hogar Acceso a comida diaria Variables de capital social Lazos primarios en el hogar Discapacitados en el hogar Problemas en el hogar Variables políticas Votación ediles 2003 Variables laborales190 Población en edad de trabajar Población económicamente inactiva Población económicamente activa Población ocupada Población desocupada Trabajador Segmento Primario
Dummy donde 1 es el hogar con más de 3 pers. por ocupado y jefe de hogar con educación menor a 2 años.
Índice de los bienes que posee el hogar respecto a la región191, que toma valores entre 0 y 1. Dummy donde 1 es que por falta de dinero algún miembro del hogar no consumió ninguna comida uno o más días de la semana
anterior.
Dummy donde 0 es vivir en el mismo hogar con los padres, hermanos o cónyuge. Dummy donde 1 es que algún miembro del hogar es discapacitado.
Dummy donde 1 es que en el último año hubo algún problema en el hogar: enfermedad grave, muerte de algún miembro, abandono del hogar por parte de un menor, desplazamiento o separación de cónyuges.
Porcentaje de participación por localidad en las elecciones de ediles, año 2003.
Dummy donde 1 es pertenecer a la población en edad de trabajar Dummy donde 1 es pertenecer a la población económicamente inactiva Dummy donde 1 es pertenecer a la población económicamente activa
Dummy donde 1 es pertenecer a la población ocupada Dummy donde 1 es pertenecer a la población desocupada
Dummy donde 1 es estar empleado en el segmento secundario, 0 empleado en el segmento primario
44265 44265 44265
44265 44265 44265
44265
44265 35296192 35296193 18644194 18644195 35296196
0.037 0.636 0.087
0.0544 0.106 0.163
52.83
0.792 0.476 0.524 0.903 0.097 0.731
0.188 0.224 0.282
0.054 0.106 0.163
3.653
0.406 0.499 0.499 0.296 0.296 0.444
0 0 0 0 0 0
40.24 0 0 0 0 0 0
1 1 1 1 1 1
57.18 1 1 1 1 1 1
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos políticos del portal www.bogota.gov.co. Cálculos del Autor.
190 Todas las variables laborales se recalcularon teniendo en cuenta que en el año 2007 la única forma de clasificar económicamente la población es a partir de la pregunta sobre la actividad principal. 191 Los bienes consultados en la ECV 2003 son: lavadora, nevera, licuadora, equipo de sonido, estufa, horno, microondas, aspiradora o brilladora, VHS o betamax, DVD, computador, conexión a internet, motocicleta, carro particular, calentador de agua o ducha eléctrica, aire acondicionado y ventilador. 192 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad. 193 Ibíd. 194 Ésta variable se estudia dentro de la población económicamente activa. 195 Ibíd. 196 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad.
210
TABLA 2. EJERCICIOS EMPÍRICOS AÑO 2007
VARIABLE DESCRIPCION OBS MEDIA DESV. EST. MIN MAX Variables generales Género Edad Etnia Jefe de hogar Estado civil Quintil de ingreso del hogar Localidad de vivienda197 Variables físicas Tipo de vivienda Material principal de las paredes Material principal de los pisos Número de personas del hogar Número de cuartos del hogar Hacinamiento del hogar Servicios públicos domiciliarios Tipo de sanitario Tipo de agua para alimentos Tipo de combustible Seguridad en el vecindario Vivienda en riesgo Vivienda en cercanía de peligro Variables de capital humano Estado de salud Enfermedad crónica Analfabetismo Nivel educativo Años de educación Variables económicas Dependencia econ. del hogar Posesión de bienes del hogar Acceso a comida diaria
Dummy donde 1 es género femenino, 0 masculino.
Años de edad198. Dummy donde 0 es ser indígena, gitano, raizal del archipiélago, palenquero o afrodescendiente, 1 ninguno.
Dummy donde 1 es ser jefe de hogar, 0 no ser. Valores: 1. Unión libre, 2. Casado, 3. Viudo, 4. Separado, 5. soltero.
Quintil del ingreso del hogar al que pertenece. Valores: 1. Usaquén, 2. Chapinero, 3. Santa Fe, 4. San Cristóbal, 5. Usme, 6. Tunjuelito, 7. Bosa, 8. Kennedy, 9. Fontibón, 10.
Engativá, 11. Suba, 12. Barrios Unidos, 13. Teusaquillo, 14. Mártires, 15. Antonio Nariño, 16. Puente Aranda, 17. Candelaria, 18. Rafael Uribe Uribe, 19. Ciudad Bolívar.
Dummy donde 1 es vivir en casa o apartamento, 0 en otro tipo de vivienda.
Dummy donde 1 es paredes en madera burda, guadua, zinc o sin paredes, 0 otro material. Dummy donde 1 es pisos en tierra o madera burda (o cemento en zona urbana), 0 otro material.
Número de personas que componen el hogar. Número de cuartos para el hogar, incluyendo sala y comedor, excluyendo cocina, baños y garajes.
Número de personas en el hogar / Número de cuartos disponibles. Dummy donde 1 es no contar con ningún servicio público (o sin recolección de basuras en zona urbana)
Dummy donde 1 es tener letrina,bajamar o ningún servicio sanitario (o inodoro sin conexión en zona urbana) Dummy donde 1 es beber agua lluvia o de río en zona rural y no acceso a acueducto en zona urbana. Dummy donde 1 es cocinar con leña o desecho (o con kerosene o carbón mineral en zona urbana).
Dummy donde 1 es considerar inseguro el barrio donde se habita. Dummy donde 1 es vivir en zona de inundaciones, avalanchas, desbordamientos, hundimientos o fallas geo.
Dummy donde 1 es vivir cerca de fábricas, basureros, plazas de mercado, aeropuertos, terminales de buses, caños, plantas de tratamiento, líneas de transporte de hidrocarburos, líneas de energía de alta tensión.
Dummy donde 1 es reportar estado de salud regular o malo, 0 reportar estado bueno o excelente.
Dummy donde 1 es tener alguna enfermedad crónica, 0 ninguna. Dummy donde 1 es no saber leer o escribir.
Valores: 1. Primaria o inferior, 2. Secundaria, 3. Técnica o tecnológica, 4. Universitaria, 5. Postgrado. Años de educación
Dummy donde 1 es el hogar con más de 3 pers. por ocupado y jefe de hogar con educación menor a 2 años. Índice de los bienes que posee el hogar respecto a la región199, que toma valores entre 0 y 1.
Dummy donde 1 es que por falta de dinero alguien del hogar no consumió ninguna comida 1 o más días de la semana anterior.
89057 89057 89057 89057 75199 89057 89057
89057 89057 89057 89057 89057 89057 89057 89057
89057 89057 89057 89057 89057
89057 89057
72036200 72036201 72036202
89057 89057 89057
0.530 30.125 0.971 0.281 3.238 2.817 9.815
0.040 0.009 0.215 4.334 3.559 1.426 0.004 0.009 0.005 0.004 0.392 0.064 0.294
0.180 0.110 0.017 0.208 10.116
0.0305 0.497 0.070
0.499 19.782 0.169 0.450 1.685 1.375 4.943
0.197 0.096 0.410 1.829 1.467 0.931 0.059 0.094 0.071 0.065 0.488 0.244 0.456
0.384 0.313 0.129 0.406 4.586
0.172 0.500 0.256
0 0 0 0 1 1 1 0 0 0 1 1
0.010 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0 0 0
1 99 1 1 5 5 19 1 1 1 17 17 13 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 29
1 1 1
197 Como en la elaboración de la ECV 2003 no se incluyó Sumapaz, para el análisis del 2007 se dejó de lado esta localidad. 198 Se da el valor de 99 a los individuos con estos o más años. 199 Los bienes consultados en la ECV 2003 son: lavadora, nevera, licuadora, equipo de sonido, estufa, horno, microondas, aspiradora o brilladora, televisor a color, VHS o betamax, DVD, computador, conexión a internet, consolas de juegos electrónicos, reproductores digitales de música, cámara de video, cámara fotográfica digital, motocicleta, carro particular, casa o finca de recreo, calentador de agua o ducha eléctrica, aire acondicionado y ventilador. 200 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad. 201 Ibíd. 202 Ibíd.
211
VARIABLE DESCRIPCION OBS MEDIA DESV. EST. MIN MAX Variables de capital social Lazos primarios en el hogar Discapacitados en el hogar Problemas en el hogar Variables políticas Votación ediles 2003 Variables laborales Población en edad de trabajar Población económicamente inactiva Población económicamente activa Población ocupada Población desocupada Trabajador Segmento Primario
Dummy donde 0 es vivir en el mismo hogar con los padres, hermanos o cónyuge.
Dummy donde 1 es que algún miembro del hogar es discapacitado. Dummy donde 1 es que en el último año hubo algún problema en el hogar: enfermedad grave, muerte de algún miembro,
abandono del hogar por parte de un menor, desplazamiento o separación de cónyuges.
Porcentaje de participación por localidad en las elecciones de ediles, año 2003.
Dummy donde 1 es pertenecer a la población en edad de trabajar Dummy donde 1 es pertenecer a la población económicamente inactiva Dummy donde 1 es pertenecer a la población económicamente activa
Dummy donde 1 es pertenecer a la población ocupada Dummy donde 1 es pertenecer a la población desocupada
Dummy donde 1 es estar empleado en el segmento secundario, 0 empleado en el segmento primario
89057 89057 89057
89057
89057 72036203 72036204 38641205 38641206 72036207
0.703 0.128 0.114
54.19
0.792 0.460 0.540 0.922 0.078 0.710
0.457 0.334 0.317
2.278
0.406 0.498 0.498 0.268 0.268 0.454
0 0 0
47.3 0 0 0 0 0 0
1 1 1
56.43 1 1 1 1 1 1
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2007 y Datos políticos del portal www.bogota.gov.co. Cálculos del Autor.
203 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad. 204 Ibíd. 205 Ésta variable se estudia dentro de la población económicamente activa. 206 Ibíd. 207 Ésta variable se estudia a partir de los 12 años de edad.
212
ANEXO 2
DESCRIPCIÓN DE LA POBLACIÓN BOGOTANA
TABLA 1. POBLACIÓN POR GÉNERO
2003 2007 TOTAL HOMBRE MUJER TOTAL HOMBRE MUJER
Género Hombre Mujer
46.92% 53.08%
46.99% 53.01%
Edad 0-4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
8.13% 12.69% 25.38% 23.15% 23.91% 6.74%
8.89% 14.04% 26.11% 22.61% 22.23% 6.13%
7.47% 11.50% 24.75% 23.62% 25.39% 7.27%
8.44% 12.36% 25.12% 24.25% 24.02% 5.81%
9.33% 13.49% 25.59% 23.60% 22.90% 5.08%
7.65% 11.36% 24.71% 24.82% 25.01% 6.46%
Grupo étnico Indígena Gitano Raizal del archipiélago Palenquero Negro Ninguno
0.55% 0.04% 0.01% 0.01% 1.09% 98.30%
0.63% 0.06% 0.01% 0.00% 1.18% 98.12%
0.48% 0.03% 0.01% 0.01% 1.02% 98.45%
1.25% 0.03% 0.04% 0.01% 1.56% 97.11%
1.17% 0.04% 0.06% 0.01% 1.59% 97.13%
1.31% 0.03% 0.03% 0.01% 1.54% 97.08%
Jefe de hogar SI NO
28.20% 71.80%
39.84% 60.16%
17.91% 82.09%
28.13% 71.87%
39.84% 60.16%
17.74% 82.26%
Estado civil Unión libre Casado Viudo Separado Soltero
18.55% 28.76% 4.82% 8.17% 39.69%
20.16% 31.10% 1.68% 4.87% 42.18%
17.20% 26.80% 7.46% 10.94% 37.60%
21.77% 24.84% 3.83% 6.88% 42.68%
23.45% 26.70% 1.19% 4.20% 44.46%
20.34% 23.225% 6.10% 9.16% 41.15%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativá Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Uribe Ciudad Bolívar
6.43% 1.98% 1.84% 7.12% 3.68% 3.29% 7.66% 13.09% 4.15% 11.61% 11.74% 2.60% 2.27% 1.48% 1.52% 4.21% 0.39% 6.16% 8.78%
6.09% 1.83% 1.94% 7.12% 3.84% 3.28% 7.83% 13.43% 4.13% 11.31% 11.79% 2.46% 2.20% 1.44% 1.51% 4.15% 0.40% 6.26% 8.99%
6.73% 2.11% 1.75% 7.12% 3.55% 3.29% 7.50% 12.79% 4.16% 11.87% 11.69% 2.73% 2.33% 1.52% 1.53% 4.27% 0.38% 6.08% 8.60%
6.12% 1.74% 1.37% 5.75% 4.47% 2.60% 7.78% 13.94% 4.51% 11.73% 13.96% 3.27% 1.98% 1.35% 1.70% 3.57% 0.31% 8.45% 8.78%
5.82% 1.67% 1.41% 5.89% 4.58% 2.65% 7.96% 13.98% 4.48% 11.42% 13.85% 3.17% 1.97% 1.36% 1.63% 3.49% 0.32% 5.54% 8.80%
6.38% 1.80% 1.33% 5.63% 4.38% 2.55% 7.62% 13.90% 4.54% 12.00% 14.07% 3.37% 1.99% 1.35% 1.76% 3.64% 0.31% 5.25% 8.13%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
22.13% 22.71% 20.72% 18.38% 16.05%
21.62% 22.88% 21.21% 18.16% 16.13%
22.59% 22.56% 20.29% 18.58% 15.98%
22.35% 22.72% 21.35% 18.03% 15.55%
21.78% 22.69% 21.50% 18.30% 15.73%
22.85% 22.75% 21.22% 17.79% 15.40%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
213
TABLA 2.A. POBLACIÓN POR LOCALIDADES
USAQUÉN CHAPINERO SANTA FE S. CRISTÓBAL USME TUNJUELITO BOSA 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007
Género Hombre Mujer
44.46% 55.54%
44.70% 55.30%
43.44% 56.56%
45.14% 54.86%
49.47% 50.53%
48.50% 51.50%
46.92% 53.08%
48.14% 51.86%
48.84% 51.16%
48.13% 51.87%
46.80% 53.20%
47.87% 52.13%
47.98% 52.02%
48.07% 51.93%
Edad 0-4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
6.22% 9.94% 24.31% 22.61% 27.99% 8.94%
6.58% 9.85% 23.66% 24.06% 27.98% 7.86%
4.59% 6.62% 20.95% 25.49% 31.80% 10.55%
4.95% 6.51% 24.16% 25.72% 28.71% 9.96%
9.78% 13.17% 24.95% 22.03% 22.30% 7.77%
8.54% 11.75% 26.22% 22.85% 23.50% 7.14%
9.33% 17.02% 25.90% 21.16% 19.69% 6.91%
9.38% 13.98% 26.51% 23.24% 21.55% 5.33%
10.58% 15.75% 29.38% 21.38% 19.63% 3.28%
10.45% 15.35% 28.70% 21.89% 20.10% 3.51%
8.58% 14.41% 26.81% 22.30% 21.34% 6.56%
8.55% 12.45% 25.54% 23.55% 23.56% 6.35%
8.86% 14.41% 25.57% 24.34% 22.03% 4.80%
10.04% 15.25% 26.01% 24.45% 20.62% 3.62%
Grupo étnico Indígena Gitano R. Archipiélago Palenquero Negro Ninguno
0.33% 0.20% 0% 0%
0.90% 98.57%
0.47% 0.02% 0.01% 0.03% 0.61% 98.87%
0.17% 0%
0.13% 0%
0.47% 99.23%
1.10% 0.17% 0.06% 0%
1.02% 97.66%
1.10% 0.10% 0% 0%
1.06% 97.74%
1.18% 0.02% 0.02% 0.03% 1.69% 97.06%
0.28% 0.07% 0%
0.03% 0.42% 99.20%
0.74% 0.02% 0.05% 002% 1.29% 97.87%
0.03% 0% 0% 0%
0.31% 99.66%
0.39% 0.02% 0%
0.02% 1.20% 98.37%
0.45% 0.05% 0% 0%
0.75% 98.75%
0.89% 0.01% 0% 0%
1.11% 97.98%
0.34% 0.06% 0.03% 0.04% 0.78% 98.75%
1.88% 0.02% 0.02% 0%
2.12% 95.97%
Jefe de hogar SI NO
68.92% 31.08%
67.92% 32.08%
61.02% 38.98%
58.90% 41.10%
67.26% 32.74%
68.54% 31.46%
74.11% 25.89%
73.21% 26.79%
74.58% 25.42%
75.42% 24.58%
72.47% 27.53%
72.44% 27.56%
72.98% 27.02%
74.88% 25.12%
Estado civil Unión libre Casado Viudo Separado Soltero
10.71% 36.52% 5.49% 7.21% 40.07%
10.60% 35.66% 4.49% 8.33% 40.92%
8.35% 33.35% 6.84% 8.95% 42.51%
11.38% 29.63% 4.58% 7.93% 46.47%
23.16% 21.19% 5.46% 12.80% 37.39%
26.65% 16.95% 4.53% 8.09% 43.78%
24.49% 25.58% 4.69% 8.14% 37.11%
27.42% 18.83% 3.83% 6.24% 43.67%
30.17% 21.01% 3.20% 6.83% 38.80%
30.33% 17.38% 2.69% 5.86% 43.74%
21.35% 26.72% 3.91% 8.59% 39.43%
21.72% 23.96% 4.29% 7.42% 42.60%
21.07% 27.13% 4.79% 8.14% 38.88%
28.28% 19.98% 3.27% 5.99% 42.48%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
9.90% 12.05% 14.46% 17.13% 46.46%
1278% 14.98% 12.56% 15.63% 44.05%
14.30% 5.17% 8.67% 12.40% 59.46%
14.89% 10.55% 8.02% 10.84% 55.70%
31.96% 24.29% 15.67% 14.40% 13.69%
35.95% 23.79% 17.82% 12.50% 9.94%
40.23% 28.07% 20.27% 7.84% 3.59%
29.70% 29.97% 23.78% 12.50% 4.04%
40.91% 33.58% 19.25% 5.73% 0.54%
36.66% 33.02% 20.91% 7.98% 1.44%
23.17% 28.16% 24.66% 17.34% 6.67%
25.91% 24.40% 23.38% 19.91% 6.40%
32.70% 28.31% 23.00% 12.28% 3.71%
27.05% 32.44% 26.00% 12.32% 2.20%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
214
TABLA 2.B. POBLACIÓN POR LOCALIDADES
KENNEDY FONTIBÓN ENGATIVA SUBA B. UNIDOS TEUSAQUILLO MÁRTIRES 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007
Género Hombre Mujer
48.14% 51.86%
47.13% 52.87%
46.73% 53.27%
46.65% 53.35%
45.71% 54.29%
45.76% 54.24%
47.13% 52.87%
46.59% 53.41%
44.35% 55.65%
45.45% 54.53%
45.46% 5454%
46.79% 53.21%
45.71% 54.29%
47.20% 52.80%
Edad 0-4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
8.36% 13.52% 26.78% 22.76% 22.95% 5.63%
8.99% 12.61% 25.43% 24.69% 23.49% 4.79%
7.62% 12.05% 25.36% 23.00% 23.98% 8.00%
7.86% 11.27% 24.68% 26.05% 24.59% 5.55%
7.67% 11.31% 23.39% 23.49% 25.65% 8.48%
7.50% 11.29% 23.77% 24.76% 26.01% 6.67%
7.77% 11.24% 24.57% 24.81% 25.66% 5.94%
8.17% 11.97% 24.14% 25.89% 24.49% 5.36%
5.64% 9.04% 22.03% 23.23% 26.73% 13.34%
6.17% 9.89% 21.59% 22.67% 29.98% 9.69%
5.06% 7.15% 23.71% 24.45% 29.12% 10.51%
4.74% 7.28% 22.76% 24.12% 30.47% 10.63%
6.81% 12.37% 24.63% 22.12% 25.93% 8.15%
7.45% 10.23% 24.61% 22.92% 27.23% 7.56%
Grupo étnico Indígena Gitano R. Archipiélago Palenquero Negro Ninguno
0.39% 0% 0% 0%
0.37% 99.24%
1.35% 0.05% 0.16% 0%
0.93% 97.51%
0.84% 0.03% 0% 0%
1.23% 97.90%
1.14% 0.02% 0.04% 0%
0.94% 97.86%
0.41% 0% 0% 0%
1.13% 98.46%
1.62% 0.10% 0.02% 0.02% 1.49% 96.75%
1.61% 0.04% 0% 0%
1.69% 96.66%
1.45% 0.01% 0.03% 0%
1.25% 97.26%
0% 0% 0% 0%
0.47% 99.53%
0.69% 0.03% 0.05% 0.06% 1.38% 97.80%
1.05% 0% 0% 0%
1.41% 97.54%
1.49% 0.04% 0.04% 0%
1.36% 97.07%
0.07% 0.11% 0% 0%
0.91% 98.91%
1.25% 0% 0%
0.04% 2.54% 96.18%
Jefe de hogar SI NO
73.48% 26.52%
73.09% 26.91%
72.07% 27.93%
71.06% 28.94%
71.55% 28.45%
70.65% 29.35%
70.22% 29.78%
70.68% 29.32%
68.56% 31.44%
70.23% 29.77%
64.75% 35.25%
65.16% 34.84%
72.29% 27.71%
71.67% 28.33%
Estado civil Unión libre Casado Viudo Separado Soltero
18.86% 27.92% 4.95% 8.23% 40.04%
24.72% 23.10% 3.89% 6.05% 42.24%
13.89% 32.24% 4.34% 7.96% 41.56%
19.56% 28.88% 3.39% 6.00% 42.18%
14.14% 32.50% 5.07% 8.15% 40.13%
17.92% 28.08% 3.72% 7.83% 42.45%
16.75% 32.69% 4.56% 7.22% 38.78%
19.37% 27.80% 3.21% 7.23% 42.39%
10.75% 29.46% 6.23% 8.76% 44.81%
15.85% 27.35% 5.41% 7.06% 44.33%
10.71% 30.56# 6.29% 8.70% 43.73%
8.80% 33.01% 5.40% 7.54% 45.24%
21.13% 21.38% 6.20% 8.95% 42.35%
19.72% 22.98% 5.01% 6.55% 45.74%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
19.74% 24.55% 23.71% 22.75% 9.26%
20.87% 22.67% 24.85% 22.14% 9.46%
15.87% 19.62% 23.77% 20.79% 19.95%
16.26% 17.16% 20.61% 21.39% 24.58%
12.68% 20.34% 20.47% 26.77% 19.75%
14.57% 20.90% 21.33% 25.45% 17.75%
15.89% 15.82% 20.53% 20.21% 27.54%
12.76% 17.99% 23.32% 22.35% 23.59%
14.10% 13.38% 20.47% 25.72% 26.34%
11.42% 16.44% 18.74% 24.69% 28.70%
9.47% 7.38% 11.68% 24.67% 46.81%
9.45% 4.94% 9.39% 19.80% 56.42%
26.16% 21.00% 16,43% 22.73% 13.68%
22.85% 22.05% 19.00% 21.87% 14.24%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
215
TABLA 2.C. POBLACIÓN BOGOTANA POR LOCALIDADES
A. NARIÑO P. ARANDA CANDELARIA R. URIBE C. BOLÍVAR 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007
Género Hombre Mujer
46.56% 53.44%
45.10% 54.90%
46.23% 53.77%
45.96% 54.04%
48.28% 51.72%
47.91% 52.09%
47.66% 52.34%
48.33% 51.67%
48.00% 52.00%
48.96% 51.04%
Edad 0-4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
8.04% 10.98% 23.72% 24.41% 24.75% 8.10%
8.32% 11.79% 25.34% 21.40% 25.29% 7.85%
7.14% 11.36% 24.29% 24.58% 24.41% 8.22%
7.14% 10.58% 23.96% 24.52% 25.29% 8.51%
7.03% 11.27% 25.21% 22.99% 25.24% 8.26%
6.04% 9.38% 23.63% 23.49% 29.18% 8.27%
8.18% 12.84% 26.63% 22.80% 23.20% 6.36%
8.90% 13.23% 26.09% 23.12% 22.96% 5.70%
10.44% 15.33% 27.63% 22.01% 21.60% 2.99%
10.72% 15.27% 27.58% 23.23% 19.65% 3.56%
Grupo étnico Indígena Gitano R. Archipiélago Palenquero Negro Ninguno
0.30% 0%
0.04% 0.04% 0.51% 99.12%
0.97% 0% 0% 0%
1.15% 97.89%
0.74% 0.05% 0.04% 0%
1.36% 97.81%
4.60% 0% 0%
0.02% 1.04% 94.34%
0.99% 0.05% 0.06% 0%
2.84% 96.06%
2.71% 0.07% 0.13% 0%
2.51% 94.58%
0.04% 0.04% 0% 0%
0.33% 99.60%
0.72% 0.01% 0.02% 0%
1.42% 97.84%
0.60% 0.07% 0.03% 0%
3.40% 95.90%
0.29% 0% 0%
0.02% 4.67% 95.02%
Jefe de hogar SI NO
72.02% 27.98%
74.49% 25.51%
72.44% 27.56%
71.81% 28.19%
65.59% 34.41%
64.64% 35.36%
73.45% 26.55%
73.12% 26.88%
74.27% 25.73%
75.53% 24.47%
Estado civil Unión libre Casado Viudo Separado Soltero
17.35% 27.90% 5.78% 8.72% 40.25%
18.39% 25.31% 5.12% 7.12% 44.06%
17.46% 29.18% 4.93% 7.15% 41.29%
18.34% 26.52% 4.96% 7.53% 42.66%
21.99% 19.19% 6.75% 9.84% 42.22%
21.90% 17.43% 5.39% 9.13% 46.14%
24.11% 24.65% 4.21% 6.71% 40.33%
25.89% 21.39% 4.43% 6.46% 41.82%
25.79% 23.29% 3.78% 10.55% 36.59%
29.92% 18.84% 2.87% 6.38% 41.99%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
17.38% 20.46% 24.56% 24.48% 13.11%
22.46% 23.82% 21.46% 21.45% 10.81%
10.23% 17.47% 26.97% 30.59% 14.73%
13.26% 19.68% 23.83% 28.91% 14.33%
28.12% 21.67% 16.41% 16.88% 16.92%
21.36% 21.82% 19.76% 17.56% 19.50%
25.56% 30.94% 23.23% 15.62% 4.65%
36.78% 28.29% 21.81% 10.71% 2.41%
34.85% 33.59% 19.24% 10.44% 1.89%
44.77% 28.46% 18.99% 5.68% 2.09%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
216
ANEXO 3
PRUEBAS DE HIPÓTESIS DE SEGMENTACIÓN LABORAL EN BOGOTÁ
Siguiendo las pautas trazadas en el capítulo dos sobre la segmentación laboral, las ocupaciones de
Bogotá fueron divididas entre aquellas de las empresas formales y microempresas grandes contra
las de las microempresas pequeñas y las informales unipersonales. A continuación se presentan los
resultados de diferentes pruebas econométricas realizadas para probar que la división dual del
mercado de trabajo en Bogotá corresponde a una segmentación laboral.
1. Hipótesis 1. La calidad del empleo varía de acuerdo al segmento laboral al que se
pertenezca, siendo mayor en el segmento primario que en el secundario.
Como se puede ver en la Tabla 1, en Bogotá para los dos años de estudio los trabajadores del
segmento primario tienen ocupaciones de mejor calidad que aquellos del segmento secundario.
TABLA 1. CALIDAD DEL EMPLEO EN LOS SEGMENTOS PRIMARIO Y SECUNDARIO
CARACTERÍSTICAS 2003 2007
Ingreso laboral promedio en smmlv*
Segmento Secundario 1.30 1.66
Segmento Primario 3.05 2.71
% Afiliados a servicio de salud
Segmento Secundario 67.88% 82.07%
Segmento Primario 90.21% 93.90%
% Afiliados a programa de pensiones
Segmento Secundario 15.69% 23.66%
Segmento Primario 69.37% 68.69%
% que labora en un local Fijo
Segmento Secundario 37.60% 51.33%
Segmento Primario 78.89% 79.12%
Horas de trabajo semanal
Segmento Secundario 49.46 50.59
Segmento Primario 48.86 51.49
% que tiene contrato a término indefinido**
Segmento Secundario 70% 69.89%
Segmento Primario 70% 71.52%
Índice de calidad del empleo para todas las ocupaciones
Segmento Secundario 1.72 1.55
Segmento Primario 0.62 0.66
Índice de calidad del empleo para los asalariados
Segmento Secundario 2.14 1.53
Segmento Primario 1.02 0.63
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
217
Al estimar por mínimos cuadrados tanto los ingresos como el índice de calidad del empleo, la
significancia del coeficiente correspondiente al Segmento al que se pertenece indica que trabajar
en el segmento secundario es desventajoso frente a hacerlo en el segmento primario. Esto
refuerza la conclusión acerca de que la calidad del empleo es mejor en el segmento primario.
TABLA 2. REGRESIONES DE MÍNIMOS CUADRADOS ORDINARIOS M.C.O
INGRESOS I.C.E 2003 2007 2003 2007
Constante 6.209*** 6.466*** -1.357*** 1.733*** Educación 0.120*** 0.120*** -0.046*** -0.071*** Experiencia 0.033*** 0.025*** -0.013*** -0.017*** Experiencia2 -0.0003*** -0.0002*** 0.0002*** 0.0003*** Hombre 0.133*** 0.112*** 0.011 -0.034*** Usaquén 0.440*** 0.349*** -0.06*** -0.002 Minoría Étnica 0.010 0.0004 -0.104** -0.000 Segmento Secundario
-0.386*** -0.178*** 0.958*** 0.735***
LAMBDA Heckman 0.002*** -0.063*** Test de Wald: S. Secundario
781.87*** 356.88*** 5619.29*** 6106.51***
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Los resultados de los pareos por máxima verosimilitud de las diferencias entre segmentos, que se
resumen a continuación en la Tabla 3, ratifican la validez de esta hipótesis para los años 2003 y
2007.
TABLA 3. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA INGRESO I.C.E 2003 2007 2003 2007
Diferencia Promedio (ATT) -0.352856674 -0.197651315 0.904353292 0.749960617 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.408645 -0.2970683]
[-0.256119 -0.1391836]
[0.8481408 0.9605659]
[0.6929482 0.806973]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
En últimas, se puede decir que en Bogotá hay evidencia estadística que sostiene que existen
diferencias en la calidad del empleo de las empresas formales y microempresas grandes frente a
las microempresas pequeñas e informales unipersonales. El segmento secundario está en
desventaja frente al primario.
2. Hipótesis 2. Existen barreras a la movilidad del segmento secundario al primario,
adicionales a las de capital humano.
Ahora para Bogotá, se estimaron por mínimos cuadrados los ingresos y el índice de calidad del
empleo para trabajadores con educación primaria, secundaria y superior. Según se muestra en la
Tabla 4, el coeficiente de la dummy de pertenencia a un segmento es significativo en todos los
218
casos. En Bogotá, trabajar en el segmento secundario significa tener menores ingresos y peor
calidad del empleo frente a individuos del mismo nivel educativo que laboran en el segmento
primario.
TABLA 4. M.C.O POR NIVELES DE EDUCACIÓN
PRIMARIA SECUNDARIA SUPERIOR 2003 2007 2003 2007 2003 2007
INGRESOS
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Usaquén Minoría Étnica S. Secundario
6.671*** 0.070*** 0.030***
-0.0003*** 0.118*** 0.413***
0.040 -0.372***
6.867*** 0.063*** 0.029***
-0.0004*** 0.122***
0.079 0.057
-0.180***
6.353*** 0.092*** 0.031***
-0.0003*** 0.152*** 0.260*** -0.037*** -0.291***
6.759*** 0.071*** 0.030***
-0.0004*** 0.130*** 0.188*** -0.021
-0.133***
6.197*** 0.129*** 0.040***
-0.0006*** 0.114*** 0.489***
0.132 -0.0522***
6.088*** 0.153*** 0.027***
-0.0003*** 0.107*** 0.356*** 0.160**
-0.226***
I.C.E
Constante Años Educación Experiencia Experiencia2 Hombre Usaquén Minoría Étnica S. Secundario
1.891*** -0.076*** -0.030*** 0.0003***
-0.032 -0.377***
-0.125 0.919***
2.464*** -0.093*** -0.047*** 0.0006*** -0.092*** -0.194***
-0.097 0.653***
1.919*** -0.074*** -0.032*** 0.0005*** -0.052** -0.203***
-0.103 0.967***
2.341*** -0.097*** -0.040*** 0.0006*** -0.143***
-0.053 0.029
0.768***
0.818*** -0.022*** -0.011*** 0.0004*** 0.093***
0.033 -0.177** 0.872***
1.095*** -0.046*** -0.009*** 0.0003*** 0.096***
0.004 -0.089*
0.655*** Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
También se corrieron pareos por máxima verosimilitud que ratificaron la significancia de las
diferencias entre segmentos. (Ver Tabla 5 y 6)
TABLA 5. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS POR INGRESO ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA 2003 2007 PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSITARIA PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSITARIA
Diferencia Promedio (ATT) -0.41683629 -0.232577632 -0.635075849 -0.2321317 -0.170229794 -0.198439411 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.5236622 -0.3100103]
[-0.3146726 -0.1504827]
[-0.782445 -0.4877067]
[-0.335224 -0.129038]
[-0.2459586 -0.0945009]
[-0.2901094 -0.1067694]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
TABLA 6. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LAS DIFERENCIAS POR I.C.E. ENTRE SEGMENTOS. GRUPO DE CONTROL: S. PRIMARIO
MUESTRA 2003 2007 PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSITARIA PRIMARIA SECUNDARIA UNIVERSITARIA
Diferencia Promedio (ATT)
0.800725253 0.901290923 0.738044417 0.726142047 0.747424381 0.70717926
Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[0.644492 0.9569586]
[0.7951401 1.007442]
[0.6439662 0.8321227]
[0.5835224 0.8687617]
[0.6306984 0.8641503]
[0.6420868 0.7722717]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Tanto en el caso del ingreso como del índice de calidad del empleo, hay evidencia para validar la
Hipótesis 2 para Bogotá.
3. Hipótesis 3. La influencia de las características individuales en la determinación de la
calidad del empleo varía según el segmento laboral al que se pertenezca.
219
Con el fin de verificar ésta hipótesis para Bogotá, se estiman regresiones de mínimos cuadrado
para los segmentos primario y secundario tanto para los ingresos como para el índice de calidad
del empleo.
TABLA 7. M.C.O PARA EL SEGMENTO PRIMARIO
INGRESOS I.C.E 2003 2007 2003 2007
Constante 5.980*** 6.203*** 1.346*** 1.744*** Educación 0.137*** 0.137*** -0.044*** -0.071*** Experiencia 0.033*** 0.026*** -0.022*** -0.024*** Experiencia2 -0.0003*** -0.002*** 0.0004*** 0.0004*** Hombre 0.117*** 0.132*** 0.045*** 0.012 Usaquén 0.447*** 0.311*** -0.036 0.052** Minoría Étnica -0.031 0.001 -0.008 0.002
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
TABLA 8. M.C.O PARA EL SEGMENTO SECUNDARIO INGRESOS I.C.E
2003 2007 2003 2007 Constante 6.194*** 6.454*** 2.395*** 2.463*** Educación 0.090*** 0.103*** -0.048*** -0.070*** Experiencia 0.027*** 0.023*** -0.012*** -0.123*** Experiencia2 -0.0003*** -0.0003*** 0.001*** 0.0002*** Hombre 0.175*** 0.142*** -0.042** -0.010*** Usaquén 0.042*** 0.418*** -0.238*** -0.010*** Minoría Étnica 0.071 0.005 -0.220 0.002
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Para todos los casos, la educación y la experiencia potencial ejercen una influencia positiva en los
ingresos y la calidad de los empleos. Ser hombre eleva los ingresos pero en el 2003 disminuye la
calidad del empleo en el segmento primario. Pertenecer a una minoría étnica ejerce una influencia
no significativa en los ingresos y en el índice de calidad del empleo.
Para probar esta hipótesis también se realizaron descomposiciones de Oaxaca-Blinder. Los
resultados se presentan en las Tablas 9. La significancia de las Diferencias Totales indica que
existen divergencias de ingresos y del índice de calidad del empleo a favor del segmento primario
frente al secundario. Es decir que se encuentra aun más evidencia que prueba la Hipótesis 1 para
Bogotá.
En lo que concierne a la hipótesis a probar, la diferencia por coeficientes indica que algunas
variables individuales son remuneradas de manera distinta entre segmentos. La educación y
experiencia potencial son recompensadas con mayor ingreso en el segmento primario; sin
embargo, su influencia en el índice de calidad del empleo no es tan clara. Ser hombre tiene mayor
efecto sobre los ingresos y el índice de calidad del empleo cuando se trabaja en el segmento
secundario. Pertenecer a una minoría étnica se remunera indistintamente en el segmento primario
y en el secundario.
220
TABLA 9. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER. GRUPO DE CONTROL: SEGMENTO PRIMARIO
INGRESOS I.C.E 2003 2007 2003 2007
DIFERENCIA TOTAL DT 0.758*** 0.408*** -1.103*** -0.883*** Diferencia por variables DV Educación Experiencia Hombre Usaquén Minoría Étnica
0.300*** 0.354*** -0.062***
-0.001 0.008*** -0.00004
0.208*** 0.263*** -0.059*** -0.002** 0.006*** 0.0000
-0.144*** -0.180*** 0.039*** 0.0008*
-0.005*** -0.00007
-0.149*** -0.171*** 0.023*** 0.001*
-0.001*** 0.0000
Diferencia por coeficientes DC Educación Experiencia Hombre Usaquén Minoría Étnica Constante
0.360*** 0.398*** 0.316*** -0.031**
0.004 -0.002
-0.324***
0.167*** 0.318*** 0.199*** -0.103*
-0.007*** -0.00004 0.333***
-0.955*** 0.022
0.063** 0.051*** 0.017*** 0.004**
-1.112***
-0.740*** -0.015 -0.034*
0.064*** 0.008*** -0.0003
-0.762*** Diferencia por la interacción DI Educación Experiencia Hombre Usaquén Minoría Étnica
0.098*** 0.181*** -0.084***
0.005 0.001
0.00005
0.0331*** 0.085*** -0.051***
0.0002 -0.002***
0.0000
-0.004 0.009
-0.017** -0.001** 0.006*** -0.00006
0.005 -0.004 0.008* -0.001* 0.002** 0.0000
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
4. Hipótesis 4. La segmentación laboral influye en los fenómenos de discriminación en el
mercado de trabajo.
Una vez más, para la hipótesis 4 es relevante estudiar dos tipos de discriminación: aquella dada
por el ingreso laboral y la discriminación ocupacional. Además, el análisis se puede hacer por
género o por raza.
Según la Tabla 10, existe una mayor proporción de hombres en el segmento secundario. También,
en este segmento hay mayoría de trabajadores que no pertenecen a alguna minoría étnica.
TABLA 10. OCUPADOS PRIMARIO/SECUNDARIO SEGÚN SU GÉNERO Y RAZA.
OCUPADOS SECUNDARIO/PRIMARIO
2003 2007
Género Hombre Mujer
0.78 0.72
0.73 0.70
Grupo étnico Si No
0.75 0.76
0.71 0.72
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Esto podría tratarse de discriminación ocupacional pero, haciendo pareos por máxima
verosimilitud, se encuentra que no hay evidencia estadística para decir que las diferencias por
género o raza son significativas. (Ver Tabla 11).
221
TABLA 11. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA PERTENENCIA A ALGÚN SEGMENTO SEGÚN EL GÉNERO. GRUPO DE CONTROL: MUJERES Y MINORÍA ÉTNICA MUESTRA GÉNERO GRUPO ÉTNICO
2003 2007 2003 2007 Diferencia Promedio (ATT) 0.026567481 0.002641509 -0.061016949 -0.023277467 Intervalo de Confianza – muestreo repetido (bootstrapping)
[-0.0131023 0.0662373]
[-0.0420848 0.0473678]
[-0.1527777 0.0307438]
[-0.0872108 0.0406559]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Por otro lado, esta similitud podría sugerir que hay una acumulación de capital humano
equivalente entre grupos. La Tabla 12 muestra que para el total de los bogotanos, aunque los
ocupados tienen en promedio educación similar siendo hombres o mujeres, las minorías tienen
menos años de educación que su contraparte. En los dos años de estudio, las mujeres tienen
mayor educación que los hombres del segmento primario. En el 2003 los hombres ocupados en el
segmento secundario eran más educados en promedio que las mujeres pero en el 2007 se da la
situación inversa. Para los grupos étnicos, tanto en el segmento primario como en el secundario
aquellos que pertenecen a una minoría están menos educados que su contraparte.
TABLA 12. AÑOS DE ESCOLARIDAD SEGÚN EL GÉNERO Y EL GRUPO ÉTNICO
TOTAL SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO 2003 2007 2003 2007 2003 2007
Género Hombre Mujer
8.973 8.846
9.103 9.129
12.119 12.986
11.586 12.574
8.860 8.677
9.529 9.719
Grupo étnico Minoría No Minoría
8.834 8.907
8.627 9.131
11.756 12.522
11.049 12.055
8.535 8.787
8.794 9.64
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Así las cosas, estas diferencias entre grupos se deberían ver reflejadas en la mejor ocupación de
aquellos con más educación si se cumpliera la teoría del capital humano. Pero, como se ve en las
Tablas 13 y 14, en el mercado laboral total y en cada uno de los segmentos son las mujeres
quienes tienen menores ingresos, aun cuando ellas tienen mayor nivel educativo en algunos casos.
En cuanto al I.C.E., las mujeres tienen empleos de peor calidad que los hombres en el segmento
secundario pero en el primario se da la situación contraria.
TABLA 13. INGRESOS SEGÚN EL GÉNERO Y EL GRUPO ÉTNICO
2003 2007 TOTAL SEGMENTO
PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO
TOTAL SEGMENTO PRIMARIO
SEGMENTO SECUNDARIO
Género Hombre Mujer
7.990 7.902
8.280 8.251
7.592 7.403
8.174 8.112
8.322 8.304
7.966 7.829
Grupo étnico Minoría No Minoría
7.952 7.953
8.220 8.268
7.587 7.687
8.047 8.150
8.203 8.317
7.827 7.909
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
222
TABLA 14. ÍNDICE DE CALIDAD DEL EMPLEO SEGÚN EL GÉNERO Y EL GRUPO ÉTNICO
2003 2007 TOTAL SEGMENTO
PRIMARIO SEGMENTO SECUNDARIO
TOTAL SEGMENTO PRIMARIO
SEGMENTO SECUNDARIO
Género Hombre Mujer
1.113 1.068
0.654 0.573
1.696 1.752
1.036 1.026
0.695 0.624
1.506 1.600
Grupo étnico Minoría No Minoría
1.995 1.095
0.616 0.607
1.504 1.024
1.080 1.030
0.704 0.662
1.607 1.545
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Las minorías si reportan peores ingresos e índice de calidad del empleo, como se esperaba según
su menor capital humano.
Para obtener pruebas más robustas en torno a la Hipótesis 4, se hicieron descomposiciones de
Oaxaca Blinder para cada uno de los segmentos del mercado de trabajo de Bogotá en los años
2003 y 2007. Los resultados para las diferencias por género se presentan en la Tabla 15 mientras
que la Tabla 16 contiene las diferencias por grupos étnicos.
TABLA 15. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER ENTRE GÉNEROS. GRUPO 1: MUJERES
INGRESO I.C.E 2003 2007 2003 2007
SEGMENTO PRIMARIO Diferencia Total -0.0282 -0.019 -0.080*** -0.071*** Diferencia por variables 0.088*** 0.109*** -0.0294*** -0.058*** Diferencia por coeficientes -0.116*** -0.123*** -0.045*** -0.011*** Diferencia por la interacción -0.0004 -0.004 -0.007** -0.001 SEGMENTO SECUNDARIO Diferencia Total -0.189*** -0.137*** 0.055*** 0.095*** Diferencia por variables -0.021** 0.006 0.017*** -0.002 Diferencia por coeficientes -0.177*** -0.144*** 0.043** 0.103*** Diferencia por la interacción 0.009** 0.0006 -0.005 -0.007**
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Según los resultados de la Tabla 15 para la diferencia total, en el segmento secundario las mujeres
perciben menores ingresos y calidad del empleo que su contraparte masculina. Sin embargo, en el
segmento primario las mujeres tienen similares ingresos que los hombres y sus empleos son de
mejor calidad si se tiene en cuenta la diferencia total. El signo negativo de la diferencia por
coeficientes para el ingreso significa que las mujeres están siendo peor recompensadas que los
hombres tanto en el segmento primario como en el secundario. En el caso del I.C.E, aunque las
mujeres tienen peores ocupaciones el segmento secundario que su contraparte, la situación
inversa se presenta en el segmento primario.
La Tabla 16 muestra que las mejores condiciones de los que no pertenecen a ninguna minoría
étnica se dan por diferencias de capital humano más no porque se remuneren de manera distinta
a los grupos de acuerdo a su pertenencia a determinado grupo étnico.
223
TABLA 16. DESCOMPOSICIÓN OAXACA-BLINDER ENTRE MINORIAS. GRUPO 1: NO MINORÍA
ÉTNICA
INGRESO I.C.E 2003 2007 2003 2007
SEGMENTO PRIMARIO Diferencia Total 0.0478 0.105** 0.002 -0.046 Diferencia por variables 0.069 0.094*** -0.017 -0.055*** Diferencia por coeficientes 0.167 -0.006 0.031 0.009 Diferencia por la interacción -0.038 0.016 -0.0117 -0.0005 SEGMENTO SECUNDARIO Diferencia Total -0.080 0.082* 0.221*** -0.063 Diferencia por variables 0.012 0.070*** 0.028*** -0.074*** Diferencia por coeficientes -0.077 -0.008 0.022 -0.0006 Diferencia por la interacción -0.0146 0.020 -0.030 0.0121
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Para verificar los resultados anteriores se hicieron pareos por máxima verosimilitud. La Tabla 17,
que muestra los resultados para las diferencias por género, indica que en el segmento primario las
mujeres están mejor recompensadas que los hombres en cuanto al ingreso; en la calidad del
empleo no hay evidencia estadística para decir que las diferencias son distintas a cero. En el
segmento secundario, en cambio, las mujeres perciben menores ingresos y calidad del empleo que
los hombres.
TABLA 17. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA CALIDAD DEL EMPLEO ENTRE GÉNEROS. GRUPO DE CONTROL: MUJERES
MUESTRA
2003 2007 SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO
SECUNDARIO SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO
SECUNDARIO INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E
Diferencia Promedio (ATT)
0.089465 0.037789 -0.118122 0.094768 0.097680 0.117387 -0.183145 0.062268
Intervalo de Confianza Muestreo repetido
[0.022416 0.156515]
[-0.0644768 0.1400561]
[-0.1985967 -0.0376473]
[0.023231 0.166305]
[0.0301479 0.1652122]
[-0.029998 0.2047765]
[-0.2756136 -0.0906765]
[0.02015570.1446931]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
La Tabla 18 muestra los resultados de los pareos por máxima verosimilitud para las diferencias por
grupos étnicos.
TABLA 18. PAREOS POR MÁXIMA VEROSIMILITUD DE LA CALIDAD DEL EMPLEO ENTRE
GRUPOS ÉTNICOS. GRUPO DE CONTROL: NO MINORÍA
MUESTRA
2003 2007 SEGMENTO PRIMARIO SEGMENTO
SECUNDARIO SEGMENTO PRIMARIO
SEGMENTO SECUNDARIO
INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E INGRESO I.C.E Diferencia Promedio (ATT) -0.23635 0.084337 -0.087059 0.045725 -0.121355 0.102597 -0.183145 0.183787
Intervalo de Confianza Muestreo repetido
[-0.42028 0.052416]
[-0.135210 0.303886]
[-0.23099 0.056871]
[-0.1814 0.27292]
[-0.27439 0.031687]
[-0.03930 0.244498]
[-0.275613 0.0906765]
[-0.03029 0.337276]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
224
Tanto para los ingresos como para el índice de calidad del empleo, no hay evidencia estadística
para afirmar qué grupo está mejor o peor que el otro en ninguno de los dos segmentos. Estos
resultados indican que la distinta ubicación y condición laboral de las minorías en Colombia está
ligada principalmente a su capital humano.
Así las cosas, se encuentran evidencias que prueban la hipótesis 4 en cuanto a la influencia de la
segmentación laboral en el fenómeno de discriminación por género más no por raza en Bogotá.
En últimas, las evidencias encontradas para las cuatro hipótesis planteadas permiten decir que la
división dual del mercado de trabajo bogotano corresponde a una segmentación del mismo. En la
Tabla 19 se muestra como es el comportamiento de la segmentación laboral, dentro de los
ocupados, de acuerdo a diferentes grupos individuales.
TABLA 19. PORCENTAJE DE OCUPADOS EN EL SEGMENTO SECUNDARIO
CARACTERÍSTICA 2003 2007
TOTAL 43.13% 41.70% Género Hombre Mujer
44.03% 41.98%
42.12% 41.16%
Edad 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
38.62% 39.57% 47.71% 71.89%
35.80% 36.70% 47.39% 71.87%
Grupo étnico SI NO
42.74% 43.14%
41.62% 41.70%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
69.50% 52.47% 43.84% 35.25% 35.91%
60.29% 46.84% 41.45% 34.80% 30.39%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
36.21% 32.53% 46.90% 53.21% 53.26% 46.06% 47.62% 46.18% 40.51% 36.39% 37.89% 42.86% 32.00% 54.22% 48.87% 43.24% 49.64% 46.72% 47.31%
36.90% 38.41% 54.21% 43.06% 47.29% 42.06% 42.30% 42.26% 36.56% 38.14% 39.33% 44.53% 34.49% 56.10% 50.90% 41.10% 49.21% 45.58% 47.83%
Fuente: ECV 2003 y Datos de la Registraduría Nacional y Fondelibertad –Ministerio de Defensa. Cálculos del Autor.
225
ANEXO 4. PRIVACIONES POR CADA FUNCIONAMIENTO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL TABLA 1.A. DIMENSIÓN FÍSICA
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
INFRAESTRUCTURA DE LA VIVIENDA VIVIENDA PARED PISO HACINAMIENTO TOTAL
2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 TOTAL 4.94% 4.04% 0.66% 0.92% 19.51% 21.45% 5.01 3.98% 23.91% 24.88% Género Hombre Mujer
5.11% 4.78%
4.23% 3.87%
0.67% 0.65%
1.05% 0.81%
20.15% 18.94%
22.09% 20.89%
5.11% 4.92%
4.14% 3.83%
24.71% 23.20%
25.66% 24.19%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
7.88% 6.90% 5.22% 5.13% 3.06% 2.61%
6.01% 4.65% 4.27% 4.30% 2.84% 2.74%
0.94% 0.87% 0.88% 0.35% 0.58% 0.43%
1.46% 1.26% 1.11% 0.66% 0.62% 0.94%
23.90% 25.26% 20.47% 17.68% 16.68% 16.06%
26.57% 26.49% 22.92% 19.69% 17.88% 19.08%
10.46% 9.51% 5.35% 4.70% 1.94% 0.63%
8.78% 6.94% 4.15% 3.35% 1.96% 0.86%
31.41% 31.69% 24.93% 22.78% 18.96% 17.79%
32.28% 30.42% 26.56% 23.49% 20.05% 20.71%
Grupo étnico SI NO
5.08% 4.93%
7.21% 3.94%
0%
0.67%
2.30% 0.88%
21.77% 19.47%
25.77% 21.32%
2.17% 5.06%
6.72% 3.89%
25.87% 23.87%
31.17% 24.69%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
10.06% 7.46% 2.94% 1.80% 0.47%
7.64% 5.42% 2.72% 2.35% 0.61%
1.96% 0.47% 0.37% 0.23% 0.01%
2.85% 0.77% 0.42% 0.07% 0.07%
37.98% 26.95% 15.33% 7.44% 2.71%
37.37% 27.82% 19.35% 9.67% 5.81%
15.89% 5.67% 0.74% 0.27% 0%
12.02% 396% 1.20% 0.62% 0.14%
46.99% 34.01% 17.65% 8.87% 3.07%
43.87% 32.40% 21.86% 11.51% 6.26%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
1.34% 0.54% 5.61% 10.16% 4.92% 16.46% 6.11% 4.19% 3.62% 3.13% 2.74% 3.43% 0.90% 1.99% 5.15% 4.61% 13.85% 3.69% 8.50%
4.30% 1.16% 13.26% 5.19% 4.49% 5.27% 5.32% 2.96% 3.46% 2.63% 4.85% 1.03% 0.99% 7.83% 4.04% 1.59% 17.25% 7.37% 2.78%
1.13% 0.05% 0.75% 2.80% 1.30% 0.16% 0.43% 0.21% 0.10% 0.09% 0.64% 0% 0%
0.43% 0% 0%
0.05% 0.85% 1.26%
0.29% 1.42% 2.23% 1.41% 2.44% 0.14% 1.00% 1.50% 0.15% 0.06% 0.41% 0.63% 0.07% 0.44% 0%
0.06% 3.83% 0.49% 2.70%
12.86% 6.47% 31.09% 36.67% 43.97% 15.97% 30.19% 14.48% 14.29% 6.95% 10.26% 9.91% 5.34% 24.84% 11.24% 8.97% 23.33% 14.46% 47.08%
12.88% 14.15% 34.41% 30.48% 38.82% 16.29% 34.54% 19.41% 5.74% 9.69% 15.50% 19.27% 6.81% 17.69% 11.83% 8.04% 24.56% 21.78% 51.32%
1.82% 0.50% 10.50% 9.79% 9.84% 7.29% 5.81% 5.09% 5.22% 3.08% 1.84% 2.57% 0.20% 3.91% 1.85% 1.60% 7.07% 5.00% 10.56%
2.74% 1.98% 9.47% 5.22% 6.74% 5.17% 6.14% 2.53% 1.71% 2.02% 1.87% 3.28% 0.26% 3.18% 2.92% 1.90% 6.27% 6.29% 10.31%
13.93% 7.13% 37.68% 43.70% 48.73% 29.32% 35.63% 19.32% 18.36% 10.37% 12.69% 13.11% 6.05% 19.19% 15.91% 12.59% 32.66% 20.41% 51.53%
15.36% 15.64% 42.56% 34.45% 42.63% 22.95% 38.49% 22.16% 9.58% 12.41% 19.42% 20.93% 7.34% 22.79% 15.96% 10.30% 33.55% 29.18% 52.85%
226
TABLA 1.B. DIMENSIÓN FÍSICA
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
LOCALIZACIÓN DE LA VIVIENDA RIESGO PELIGRO SEGURIDAD TOTAL
2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 TOTAL 8.09% 6.38% 33.12% 29.41% 31.81% 39.16% 54.90% 57.75% Género Hombre Mujer
8.17% 8.02%
6.62% 6.18%
33.28% 32.98%
29.44% 29.39%
31.33% 32.23%
38.95% 39.35%
54.77% 55.02%
57.69% 57.80%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
9.14% 9.28% 8.74% 7.52% 7.63% 5.76%
7.19% 7.07% 6.85% 5.49% 6.45% 5.21%
33.33% 33.59% 33.40% 33.72% 32.95% 29.49%
28.23% 31.20% 29.19% 29.73% 29.56% 26.41%
30.95% 31.50% 32.44% 29.72% 33.65% 31.69%
36.88% 41.51% 40.52% 36.07% 40.27% 39.98%
54.50% 54.91% 55.61% 53.86% 56.19% 51.71%
54.85% 60.66% 58.51% 55.58% 58.87% 56.85%
Grupo étnico SI NO
11.02% 8.04%
6.87% 6.37%
33.38% 33.12%
39.69% 29.10%
30.96% 31.82%
36.18% 39.26%
50.45% 54.98%
63.21% 57.58%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
10.66% 10.68% 8.16% 6.04% 3.13%
10.21% 6.33% 6.65% 3.95% 3.43%
32.73% 35.22% 36.47% 33.55% 25.87%
26.91% 28.72% 30.80% 31.10% 30.16%
36.56% 33.37% 31.47% 30.01% 25.18%
46.92% 42.32% 41.27% 35.86% 24.36%
58.29% 58.30% 56.32% 54.54% 44.00%
61.92% 59.47% 60.07% 55.97% 48.10%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
7.99% 3.45% 6.99% 12.01% 21.19% 22.28% 18.44% 6.32% 4.79% 1.64% 5.18% 2.11% 2.98% 0.83% 0.90% 2.91% 2.50% 10.06% 9.96%
4.32% 4.10% 6.62% 5.99% 5.28% 6.16% 9.49% 8.11% 13.43% 4.29% 3.73% 2.66% 2.33% 3.98% 1.85% 1.69% 2.17% 8.35% 11.62%
20.85% 1.53% 26.18% 21.79% 51.46% 39.44% 43.29% 27.50% 79.37% 40.48% 16.54% 36.43% 12.85% 42.48% 32.81% 38.58% 17.49% 33.83% 40.24%
17.82% 8.57% 19.44% 20.08% 26.11% 39.59% 26.25% 33.93% 68.32% 42.41% 23.44% 33.10% 22.96% 40.27% 31.78% 29.35% 13.71% 14.85% 23.00%
23.89% 20.99% 47.29% 25.48% 32.09% 28.06% 38.10% 35.82% 26.81% 27.93% 25.95% 38.73% 26.85% 51.47% 28.43% 24.35% 36.91% 37.17% 43.14%
30.68% 25.19% 43.16% 37.52% 40.70% 37.08% 37.32% 47.35% 28.30% 31.67% 35.22% 36.70% 29.22% 53.32% 36.10% 33.71% 37.54% 62.42% 48.58%
42.51% 24.43% 62.89% 42.94% 70.58% 56.93% 66.41% 52.93% 84.94% 56.69% 38.91% 60.88% 36.51% 71.20% 50.95% 52.59% 46.34% 63.94% 65.34%
43.35% 33.59% 54.56% 51.03% 56.06% 61.22% 54.67% 66.26% 79.92% 59.26% 49.18% 56.76% 47.49% 73.07% 54.47% 52.76% 44.67% 70.57% 62.49%
227
TABLA 1.C. DIMENSIÓN FÍSICA
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS SERVICIOS SANITARIO AGUA COMBUSTIBLE TOTAL
2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 TOTAL 0.20% 0.35% 0.67% 0.89% 0.52% 0.51% 1.26% 0.43% 2.36% 1.80% Género Hombre Mujer
0.20% 0.19%
0.40% 0.31%
0.67% 0.67%
0.94% 0.85%
0.57% 0.47%
0.52% 0.50%
1.33% 1.20%
0.44% 0.42%
2.51% 2.23%
1.87% 1.74%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 - 64 Más de 64
0.29% 0.25% 0.18% 0.21% 0.14% 0.23%
044% 0.40% 0.42% 0.28% 0.30% 0.36%
0.96% 0.98% 0.76% 0.56% 0.46% 0.50%
1.36% 1.32% 1.00% 0.72% 0.58% 0.81%
0.51% 0.63% 0.37% 0.58% 0.52% 0.71%
0.68% 0.70% 0.59% 0.40% 0.40% 0.40%
1.46% 1.91% 1.47% 0.86% 1.13% 0.88%
0.68% 0.59% 0.49% 0.32% 0.31% 0.38%
2.89% 3.32% 2.43% 2.07% 1.98% 1.98%
2.63% 2.48% 2.07% 1.44% 1.34% 1.49%
Grupo étnico SI NO
0%
0.20%
1.02% 0.33%
1.08% 0.66%
0.72% 0.90%
1.24% 0.51%
0.93% 0.50%
1.73% 1.26%
0.24% 0.43%
4.05% 2.33%
2.90% 1.77%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
0.46% 0.30% 0.14% 0% 0%
0.78% 0.36% 0.35% 0.06% 0.06%
1.52% 1.16% 0.21% 0.14% 0%
2.23% 0.83% 0.74% 0.18% 0.09%
0.70% 0.18% 0.43% 0.61% 0.76%
0.99% 0.67% 0.43% 0.18% 0.09%
4.06% 1.08% 0.44% 0.11% 0.04%
1.34% 0.43% 0.13% 0.02% 0%
5.70% 2.64% 1.04% 0.85% 0.80%
4.32% 1.76% 1.54% 0.41% 0.23%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
0% 0% 0%
0.78% 0%
0.07% 1.32% 0% 0% 0%
0.20% 0% 0%
0.04% 0% 0% 0% 0%
0.18%
0.30% 0.13% 0.96% 0.56% 0% 0%
1.13% 0.05% 0.07% 0%
0.15% 0%
0.14% 0.03% 0.11% 0.02% 0.25% 0.26% 1.74%
0% 0%
2.54% 3.77% 2.20% 0.07% 1.97% 0% 0% 0%
0.16% 0% 0%
0.26% 0%
0.25% 0.27% 0.86% 0.38%
0.98% 0.45% 2.32% 1.26% 0.34% 0%
0.35% 0.39% 0.38% 0.22% 0.53% 0%
0.08% 0.39% 0.11% 0%
0.48% 0.84% 5.34%
0.63% 1.91% 0.93% 1.00% 0.47% 0.07% 0%
0.24% 0.19% 0.11% 1.53% 1.12% 0.96% 0.62% 0.04% 0.16% 0.89% 0.16% 0.23%
0.46% 0.58% 2.63% 1.29% 0.73% 0.18% 0.82% 0.16% 0.09% 0.20% 0.41% 0%
0.20% 0.52% 0.23% 0.02% 0.64% 0.22% 1.48%
0.30% 0.38% 5.06% 4.70% 1.94% 0.87% 0.96% 0.19% 0.34% 0.51% 0.72% 0.44% 0%
2.99% 0.80% 0.10% 7.99% 2.19% 2.45%
0.08% 0.28% 2.70% 0.95% 1.20% 0.07% 0.57% 0.44% 0.17% 0.12% 0.03% 0.23% 0.07% 1.37% 0.18% 0.02% 3.23% 0.84% 0.64%
0.93% 2.29% 8.04% 8.43% 4.22% 0.95% 3.73% 0.43% 0.53% 0.61% 2.25% 1.56% 0.96% 3.56% 0.83% 0.50% 8.92% 2.92% 2.94%
1.29% 1.28% 6.68% 3.04% 2.06% 0.25% 2.76% 0.91% 0.70% 0.53% 0.74% 0.23% 0.48% 2.06% 0.34% 0.03% 4.34% 1.72% 7.60%
228
TABLA 2. DIMENSIÓN CAPITAL HUMANO
SALUD EDUCACIÓN ESTADO DE SALUD ENFERMEDAD CRÓNICA TOTAL ANALFABETISMO MAX. NIVEL EDUCATIVO TOTAL
2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 TOTAL 20.97% 18.03% 14.01% 11.05% 26.92% 22.55% 1.96% 3.50% 23.54% 21.77% 23.54% 23.05% Género Hombre Mujer
17.26% 24.26%
14.83% 20.86%
11.40% 16.32%
8.80% 13.04%
22.66% 30.68%
18.81% 25.87%
1.54% 2.33%
3.36% 3.62%
22.46% 24.49%
21.36% 22.13%
22.46% 24.50%
22.77% 23.30%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
11.13% 10.36% 11.51% 16.12% 33.57% 60.52%
8.93% 8.28% 9.88% 14.64% 29.40% 54.26%
6.23% 6.41% 7.97% 9.25% 22.13% 48.04%
4.82% 6.32% 6.21% 6.77% 18.04% 40.01%
14.66% 14.40% 16.48% 21.20% 41.81% 71.37%
11.56% 12.07% 13.22% 17.85% 36.12% 64.61%
0.82% 1.54% 0.71% 0.80% 2.57% 10.70%
0.74% 16.95% 0.62% 0.78% 1.66% 10.29%
24.48% 29.93% 7.11% 16.65% 33.51% 60.55%
21.19% 28.51% 6.47% 14.86% 31.65% 62.35%
24.48% 29.93% 7.12% 16.65% 33.51% 60.56%
21.19% 38.90% 6.47% 14.86% 31.65% 62.35%
Grupo étnico SI NO
22.10% 20.96%
18.91% 18.00%
16.14% 13.98%
10.35% 11.07%
27.85% 26.90%
22.64% 22.55%
3.42% 1.94%
4.39% 3.47%
27.98% 23.46%
23.12% 21.73%
27.98% 23.47%
24.60% 23.00%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
27.79% 24.07% 19.91% 18.67% 11.22%
26.69% 20.03% 17.39% 13.64% 10.95%
13.13% 13.15% 14.08% 14.95% 15.30%
10.95% 9.54% 10.90% 12.35% 12.08%
31.71% 29.02% 25.95% 25.01% 20.76%
29.53% 23.25% 21.84% 19.45% 16.05%
4.15% 1.95% 1.55% 1.17% 0.40%
6.43% 4.17% 2.99% 1.82% 0.95%
39.22% 29.46% 20.82% 15.22% 6.56%
36.32% 27.14% 20.46% 12.54% 5.49%
39.22% 29.46% 20.83% 15.24% 6.56%
37.72% 28.81% 21.89% 13.58% 6.12%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
13.82% 10.39% 23.11% 26.22% 28.06% 26.19% 23.80% 20.99% 22.57% 19.20% 15.75% 18.49% 15.52% 20.35% 20.14% 20.25% 20.72% 24.80% 25.15%
11.90% 8.99% 21.42% 20.91% 21.32% 20.44% 21.27% 19.01% 12.86% 17.40% 16.06% 15.81% 12.92% 17.33% 17.76% 17.48% 19.41% 19.94% 22.79%
16.93% 13.14% 13.54% 14.25% 15.76% 15.76% 12.16% 12.69% 15.27% 14.88% 13.36% 12.19% 17.96% 14.18% 12.74% 15.26% 11.00% 15.54% 11.47%
12.41% 11.03% 12.30% 12.48% 7.97% 11.61% 8.96% 11.93% 12.05% 12.04% 11.06% 15.38% 15.40% 10.40% 12.29% 12.22% 12.73% 7.81% 7.54%
24.10% 18.26% 28.30% 30.99% 34.30% 33.45% 28.34% 26.02% 29.19% 25.25% 21.51% 24.27% 24.83% 26.29% 25.10% 26.62% 25.06% 30.42% 29.74%
18.76% 15.69% 26.03% 25.18% 23.68% 24.76% 23.91% 24.10% 19.22% 22.35% 20.83% 23.23% 21.02% 21.53% 22.61% 22.37% 23.99% 22.04% 24.74%
1.15% 0.93% 2.51% 4.19% 2.23% 1.83% 1.55% 2.23% 1.24% 1.41% 1.36% 0.91% 0.69% 1.01% 0.77% 1.46% 2.75% 1.95% 3.86%
2.34% 2.11% 6.40% 4.74% 5.33% 3.29% 4.59% 3.57% 1.90% 2.42% 3.13% 2.72% 0.79% 2.50% 2.53% 2.25% 3.99% 3.98% 5.74%
14.09% 7.20% 27.19% 35.82% 39.60% 25.42% 34.61% 21.49% 18.26% 15.64% 16.45% 17.52% 6.64% 20.26% 18.34% 18.67% 24.13% 29.99% 37.17%
11.87% 8.41% 32.63% 28.35% 33.35% 22.32% 30.93% 20.30% 14.30% 16.84% 17.47% 15.35% 5.64% 20.40% 18.50% 14.76% 20.66% 30.45% 35.66%
14.09% 7.25% 27.19% 35.82% 39.60% 25.42% 34.61% 21.49% 18.26% 15.64% 16.45% 17.56% 6.64% 20.26% 18.34% 18.71% 24.13% 29.99% 37.17%
12.71% 9.32% 33.88% 29.77% 35.00% 23.75% 32.49% 21.79% 15.25% 17.85% 18.76% 16.62% 6.16% 21.22% 19.80% 15.90% 21.71% 31.89% 37.20%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
229
TABLA 3. DIMENSIÓN ECONÓMICA DEPENDENCIA RIQUEZA
TOTAL BIENES COMIDA DIARIA TOTAL
2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 TOTAL 3.65% 3.05% 49.30% 49.73% 8.70% 7.04% 51.41% 50.78% Género Hombre Mujer
3.34% 3.93%
2.85% 3.23%
49.34% 49.26%
49.29% 50.13%
8.90% 8.52%
6.87% 7.19%
51.61% 51.23%
50.30% 51.20%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
4.27% 4.65% 3.00% 2.22% 3.19% 10.05%
2.72% 3.76% 2.64% 1.98% 2.75% 9.52%
57.10% 55.11% 49.37% 49.61% 42.67% 51.10%
55.62% 51.94% 51.67% 47.35% 45.53% 55.42%
10.30% 10.43% 9.01% 8.22% 7.79% 7.17%
8.39% 8.97% 7.90% 5.61% 6.34% 6.06%
58.99% 57.35% 51.57% 51.82% 44.84% 52.35%
56.84% 53.09% 52.89% 48.32% 46.49% 55.91%
Grupo étnico SI NO
5.63% 3.62%
2.44% 3.07%
49.81% 49.29%
52.84% 49.64%
7.08% 8.73%
12.09% 6.88%
50.73% 51.42%
55.63% 50.63%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
10.34% 2.74% 2.20% 1.29% 0.30%
9.48% 2.31% 1.31% 0.52% 0.22%
75.24% 63.32% 48.00% 32.14% 15.00%
73.69% 62.48% 48.95% 33.19% 16.95%
20.65% 8.96% 6.31% 3.05% 1.39%
17.31% 7.59% 4.59% 2.02% 0.64%
77.96% 65.54% 50.72% 33.61% 16.04%
75.10% 63.98% 50.05% 33.81% 17.21%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
1.96% 1.39% 4.78% 7.31% 4.29% 3.64% 3.42% 4.11% 2.41% 1.97% 1.60% 2.17% 0.05% 1.29% 2.31% 3.35% 4.39% 4.87% 8.25%
1.17% 1.10% 6.91% 5.03% 5.40% 3.09% 3.18% 3.00% 1.81% 2.03% 2.10% 1.39% 0.32% 1.57% 1.57% 1.43% 3.83% 4.14% 6.99%
49.43% 49.76% 49.89% 49.78% 44.88% 47.34% 49.24% 49.48% 49.97% 49.95% 49.85% 49.87% 49.99% 48.47% 49.89% 49.96% 46.69% 47.52% 49.76%
49.29% 49.96% 49.95% 49.66% 47.33% 5.00% 49.91% 49.83% 49.88% 49.95% 49.87% 49.93% 49.84% 49.93% 49.34% 50.00% 49.95% 49.97% 49.97%
4.09% 2.81% 17.27% 14.16% 13.15% 12.58% 9.06% 7.55% 9.96% 5.52% 4.96% 5.07% 4.33% 8.29% 8.79% 8.09% 13.32% 11.80% 14.02%
2.80% 4.81% 14.28% 7.15% 6.86% 6.84% 10.57% 8.74% 4.95% 4.10% 6.07% 5.12% 2.13% 8.56% 4.05% 3.39% 9.92% 7.33% 13.68%
48.86% 50.39% 54.33% 52.92% 49.08% 50.47% 51.10% 51.37% 51.95% 50.57% 51.39% 50.20% 50.72% 49.72% 52.00% 51.29% 49.32% 51.62% 54.19%
49.70% 50.26% 52.34% 51.46% 48.10% 51.27% 52.90% 50.72% 50.36% 50.29% 50.25% 50.49% 49.87% 50.86% 50.17% 50.47% 50.56% 50.44% 52.92%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
230
TABLA 4. DIMENSIÓN CAPITAL SOCIAL CONTACTOS SOCIALES BIEN-ESTAR DEL HOGAR
LAZOS FAMILIARES DISCAPACITADOS AÑO DIFÍCIL TOTAL
2003 2007 2003 2007 2003 2007 2003 2007 TOTAL 1.09% 0.81% 10.63% 12.79% 16.33% 11.37% 23.94% 21.24% Género Hombre Mujer
0.80% 1.35%
0.60% 1.00%
10.38% 10.85%
12.47% 13.08%
15.80% 16.79%
10.99% 11.71%
23.44% 24.38%
20.60% 21.82%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
0% 0%
0.14% 1.74% 2.16% 1.98%
0% 0%
0.30% 0.87% 1.74% 1.82%
7.57% 9.89% 9.33% 8.46% 11.27% 25.80%
9.64% 11.21% 12.09% 9.88% 14.52% 28.73%
17.23% 17.29% 16.04% 15.29% 15.46% 21.12%
10.59% 12.19% 11.65% 9.91% 11.61% 14.72%
22.86% 24.64% 22.82% 21.66% 23.30% 38.18%
18.03% 20.79% 21.15% 17.78% 22.67% 35.82%
Grupo étnico SI NO
3.40% 1.05%
1.36% 0.79%
8.28% 10.67%
14.38% 12.74%
19.75% 16.27%
12.24% 11.35%
24.25% 23.93%
23.67% 21.27%
Quintil ingreso 1 2 3 4 5
1.24% 0.80% 0.86% 1.08% 1.58%
0.86% 0.56% 0.64% 0.90% 1.23%
14.13% 11.36% 9.74% 10.75% 5.79%
18.93% 13.14% 13.01% 8.35% 8.31%
22.34% 17.25% 15.31% 13.79% 10.95%
15.44% 11.13% 11.00% 9.88% 8.12%
31.73% 25.81% 22.15% 21.92% 15.17%
28.92% 21.61% 21.36% 16.72% 14.75%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
2.19% 1.42% 1.50% 0.42% 0.68% 0.94% 0.61% 1.32% 0.74% 1.11% 1.15% 1.06% 1.89% 0.49% 0.55% 1.39% 1.15% 1.34% 0.69%
1.69% 1.64% 1.13% 0.54% 0.67% 0.75% 0.67% 0.43% 1.06% 0.94% 0.81% 0.74% 1.24% 1.00% 0.81% 0.98% 1.00% 0.56% 0.65%
4.29% 5.00% 12.72% 15.72% 15.53% 13.16% 9.15% 9.08% 8.08% 14.19% 6.28% 13.37% 8.12% 11.52% 11.99% 12.49% 12.77% 12.10% 12.33%
11.73% 9.74% 17.13% 18.49% 14.30% 14.32% 12.86% 12.30% 13.53% 14.34% 10.28% 14.00% 9.30% 12.77% 17.45% 12.52% 17.55% 11.38% 10.93%
13.85% 8.77% 24.59% 16.66% 17.99% 17..19% 18.14% 17.84% 14.47% 15.19% 15.64% 14.45% 13.74% 16.06% 16.44% 14.89% 13.58% 18.27% 16.98%
10.21% 8.95% 17.79% 14.44% 9.30% 11.10% 16.33% 8.37% 12.11% 9.08% 13.25% 12.12% 7.42% 14.74% 13.06% 10.00% 14.10% 7.95% 13.25%
17.28% 12.97% 31.43% 28.30% 29.54% 26.64% 24.38% 24.36% 20.70% 25.53% 19.60% 24.24% 19.18% 23.42% 24.39% 23.96% 23.73% 27.60% 25.60%
19.61% 16.13% 30.34% 29.13% 20.74% 22.56% 24.90% 18.18% 22.28% 21.08% 20.48% 22.48% 15.19% 24.55% 26.39% 19.92% 25.77% 17.46% 21.30%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
231
TABLA 5. DIMENSIÓN POLÍTICA PARTICIPACIÓN ELECTORAL
EDILES
2003 2007 TOTAL 19.58% 20.45% Género Hombre Mujer
19.21% 19.91%
20.00% 20.84%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
16.79% 16.68% 18.57% 19.98% 20.85% 26.36%
16.41% 16.48% 19.45% 19.85% 23.40% 29.36%
Grupo étnico SI NO
17.79% 19.61%
14.92% 20.62%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
15.39% 15.11% 18.74% 23.79% 27.95%
15.77% 15.26% 15.19% 20.80% 41.56%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
0%
100% 100% 0% 0%
100% 0% 0% 0% 0% 0%
100% 100% 100% 100% 100% 100% 0% 0%
100% 100% 100% 0% 0%
100% 0% 0% 0% 0% 0%
100% 100% 100% 100% 0%
100% 0% 0%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
232
TABLA 6. DIMENSIÓN LABORAL - EMPLEO
DESEMPLEO U OCUPACIÓN EN SEGMENTO SECUNDARIO 2003 2007
TOTAL 29.85% 28.88% Género Hombre Mujer
35.62% 24.75%
34.08% 24.26%
Edad 0 - 4 5 - 11 12 - 25 26 - 40 41 – 64 Más de 64
44.23% 47.84% 16.55% 33.78% 31.08% 10.81%
41.71% 45.26% 15.10% 31.54% 32.33% 9.62%
Grupo étnico SI NO
33.01% 29.79%
28.49% 28.89%
Quintil de ingreso 1 2 3 4 5
40.06% 33.61% 29.71% 23.10% 18.35%
33.81% 30.64% 29.41% 26.48% 21.28%
Localidad Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires Antonio Nariño Puente Aranda Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar
24.10% 22.31% 35.15% 34.87% 35.67% 31.35% 33.89% 30.53% 27.51% 25.46% 27.59% 28.41% 21.84% 36.85% 32.16% 29.00% 35.23% 31.46% 32.91%
23.88% 25.95% 36.93% 28.86% 34.37% 27.32% 29.98% 29.24% 25.25% 26.69% 28.58% 29.97% 22.08% 37.13% 32.89% 27.80% 32.64% 29.72% 32.06%
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
233
ANEXO 5. SIMULTANEIDAD DE PRIVACIONES
GRÁFICO 1. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES POR FUNCIONAMIENTOS
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 2. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES ACUMULADAS POR FUNCIONAMIENTOS
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
8.08%
18.92%
24.55%
20.74%
14.61%
7.89%
3.75%
1.15% 0.25% 0.03% 0.01%
7.33%
20.73%
24.74%
21.42%
13.91%
7.43%
3.26%
0.98% 0.17% 0.02% 0.00%0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
30.00%
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Deprivaciones 2003
Deprivaciones 2007
91.90%
72.98%
48.43%
27.69%
13.08%
5.19%1.44% 0.29% 0.04% 0.01%
92.66%
71.93%
47.19%
25.77%
11.86%
4.43%1.17% 0.19% 0.02% 0.00%
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
60.00%
70.00%
80.00%
90.00%
100.00%
>=1 >=2 >=3 >=4 >=5 6 >=7 >=8 >=9 10
Deprivaciones acumuladas 2003
Deprivaciones acumuladas 2007
234
GRÁFICO 3. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES POR DIMENSIONES
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 4. DISTRIBUCIÓN DE PRIVACIONES ACUMULADAS POR DIMENSIONES
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
8.08%
20.14%
28.69%
24.60%
13.99%
4.11%
0.39%
7.33%
22.55%
28.61%
24.26%
13.26%
3.64%
0.36%0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
30.00%
35.00%
0 1 2 3 4 5 6
Deprivaciones 2003
Deprivaciones 2007
94.56%
77.17%
50.53%
23.86%
6.54%0.73%
94.58%
76.02%
47.96%
22.08%
6.23%0.71%
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
60.00%
70.00%
80.00%
90.00%
100.00%
>=1 >=2 >=3 >=4 >=5 6
Deprivaciones acumuladas 2003
Deprivaciones acumuladas 2007
235
ANEXO 6. COEFICIENTES DE CORRELACIÓN ENTRE PRIVACIONES RELEVANTES
TABLA 1. BOGOTÁ 2003
D. FÍSICA D. CAPITAL HUMANO D. ECONÓMICA D. CAPITAL SOCIAL D. POLÍTICA D.
LABORAL
INFRAESTRUCTURA LOCALIZACION SERVICIOS
DOMICILIARIOS ESTADO DE SALUD
GRADO DE EDUCACIÓN
DEPENDENCIA RIQUEZA CONTACTOS SOCIALES
BIEN-ESTAR HOGAR
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
EMPLEO
D. FÍSICA
INFRAESTRUCTURA 1.0000
LOCALIZACION 0.0806 1.0000
SERVICIOS
DOMICILIARIOS 0.1743 0.0386 1.0000
D. CAPITAL
HUMANO
ESTADO DE SALUD 0.0703 0.0695 0.0301 1.0000
GRADO DE
EDUCACIÓN 0.2366 0.0342 0.0997 0.2313 1.0000
D.
ECONÓMICA
DEPENDENCIA 0.1364 0.0155 0.0295 0.0861 0.1832 1.0000
RIQUEZA 0.3088 0.0361 0.0999 0.0814 0.2030 0.1211 1.0000
D. CAPITAL
SOCIAL
CONTACTOS
SOCIALES -0.0070 -0.0015 -0.0001 0.0273 0.0207 0.0118 -0.0036 1.0000
BIEN-ESTAR HOGAR 0.0781 0.0724 0.0613 0.1505 0.0692 0.0835 0.0806 0.0061 1.0000
D. POLÍTICA PARTICIPACIÓN
ELECTORAL -0.0634 -0.0304 -0.0090 -0.0059 -0.0631 -0.0283 -0.0037 0.0055 -0.0054 1.0000
D. LABORAL EMPLEO 0.0987 0.0053 0.0426 -0.0370 0.1229 -0.0097 0.1161 -0.0070 -0.0023 -0.0054 1.0000
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
236
TABLA 2. BOGOTÁ 2007
D. FÍSICA D. CAPITAL HUMANO D. ECONÓMICA D. CAPITAL SOCIAL D. POLÍTICA D.
LABORAL
INFRAESTRUCTURA LOCALIZACION SERVICIOS
DOMICILIARIOS ESTADO DE SALUD
GRADO DE EDUCACIÓN
DEPENDENCIA RIQUEZA CONTACTOS SOCIALES
BIEN-ESTAR HOGAR
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
EMPLEO
D. FÍSICA
INFRAESTRUCTURA 1.0000
LOCALIZACION 0.0654 1.0000
SERVICIOS
DOMICILIARIOS 0.1880 0.0421 1.0000
D. CAPITAL
HUMANO
ESTADO DE SALUD 0.0647 0.0643 0.0324 1.0000
GRADO DE
EDUCACIÓN 0.1914 0.0444 0.0944 0.2243 1.0000
D.
ECONÓMICA
DEPENDENCIA 0.1068 0.0215 0.0913 0.0900 0.1707 1.0000
RIQUEZA 0.2562 0.0561 0.0799 0.1211 0.2020 0.1119 1.0000
D. CAPITAL
SOCIAL
CONTACTOS
SOCIALES -0.0059 -0.0043 0.0006 0.0253 0.0146 -0.0061 0.0049 1.0000
BIEN-ESTAR HOGAR 0.0592 0.0643 0.0226 0.1774 0.0905 0.0806 0.0940 0.0055 1.0000
D. POLÍTICA PARTICIPACIÓN
ELECTORAL -0.0678 -0.0693 -0.0197 -0.0156 -0.0786 -0.0355 -0.0039 0.0223 0.0022 1.0000
D. LABORAL EMPLEO 0.0735 0.0146 0.0258 -0.0260 0.1001 -0.0239 0.0871 0.0028 -0.0162 -0.0107 1.0000
Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2007 y Datos de la Registraduría Nacional. Cálculos del Autor.
237
ANEXO 7. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD – DIFERENCIAS EN EL ÍNDICE DE EXCLUSIÓN SOCIAL
Diferencias de exclusión por género. Grupo de tratamiento: mujeres
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.217094809 0.218179335 -0.001084526 0.198234412 0.187149509 0.011084903 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0073117 0.0051426] [0.0065631 0.0156067]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Diferencias de exclusión por edad. Grupo de tratamiento: mayores de 64 años
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.324508294 0.210026581 0.114481713 0.31620498 0.178261451 0.137943529 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1027304 0.126233] [0.1261084 0.1497787]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por etnia.Grupo de tratamiento: ningún grupo étnico
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.207105479 0.216722363 -0.009616883 0.189308271 0.203130794 -0.013822523 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0559125 0.1752774] [-0.0388431 -0.1439091]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por quintiles de ingreso.Grupo de Tratamiento: Quintil 1
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.316868311 0.209672622 0.107195688 0.288470248 0.16827975 0.120190498 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0996539 0.1147375] [0.1145234 0.1258576]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
238
ANEXO 8. PAREOS POR PROBABILIDADES DE SIMILITUD – DIFERENCIAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL SEGÚN DIVISIÓN DUAL
Diferencias de exclusión por género. Grupo de tratamiento: mujeres
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.053716427 0.069383719 -0.015667291 0.040856127 0.038264047 0.002592081 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0250672 0.0062674] [0.0021969 0.0081535]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
Diferencias de exclusión por edad. Grupo de tratamiento: mayores de 64 años
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.137898977 0.089556864 0.048342113 0.11634349 0.027374939 0.088968551 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.0250063 0.0716779] [0.0720507 0.1058864]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por etnia.Grupo de tratamiento: ningún grupo étnico
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.052375468 0.056032249 -0.003656781 0.038009211 0.050921103 -0.012911892 Intervalo de Confianza del bootstrapping [-0.0320307 0.0247172] [-0.0237457 -0.0020781]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor. Diferencias de exclusión por quintiles de ingreso.Grupo de Tratamiento: Quintil 1
MUESTRA 2003 2007
TRATADOS CONTROL DIFERENCIA TRATADOS CONTROL DIFERENCIA Efecto Promedio (ATT) 0.149816953 0.038158265 0.111658688 0.11317839 0.0190382 0.09414019 Intervalo de Confianza del bootstrapping [0.1003107 0.1230067] [0.0869766 0.1013038]
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
239
ANEXO 9. PRIVACIONES EN BOGOTÁ
GRÁFICO 1. DIMENSIÓN FÍSICA
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 2. DIMENSIÓN DE CAPITAL HUMANO
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
23.91%
54.90%
2.36%
64.21%
24.88%
57.75%
1.80%
66.95%
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
60.00%
70.00%
80.00%
Año 2003
Año 2007
26.92%
23.54%
39.77%
22.55% 23.05%
36.45%
0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
30.00%
35.00%
40.00%
45.00%
Salud Educación D. Capital Humano
Año 2003
Año 2007
240
GRÁFICO 3. DIMENSIÓN ECONÓMICA
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
GRÁFICO 4. DIMENSIÓN DE CAPITAL SOCIAL
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
3.65%
51.41% 52.05%
3.05%
50.78% 51.32%
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
60.00%
Dependencia
Económica
Riqueza D. Económica
Año 2003
Año 2007
1.09%
23.94%24.74%
0.81%
21.24%21.86%
0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
30.00%
Contactos Sociales Bien-estar Hogar D. Capital Social
Año 2003
Año 2007
241
GRÁFICO 5. DIMENSIONES LABORAL
Fuente: Encuestas de Calidad de Vida 2003 y 2007. Cálculos del Autor.
29.85% 28.88%
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
60.00%
D. Laboral
Año 2003
Año 2007
242
CONCLUSIONES GENERALES
El presente documento tiene como finalidad presentar la tesis doctoral titulada Exclusión social y
Segmentación laboral en Colombia. Su objetivo general es “identificar la influencia de la
segmentación laboral en la exclusión social de un individuo, ilustrando empíricamente si esta
situación se refleja en la población colombiana”. Para esto, la tesis se divide en cuatro capítulos: El
primero trata acerca de la exclusión social, el segundo sobre la segmentación laboral, el tercero
estudia la influencia de la segmentación laboral en la exclusión social y el cuarto muestra la
persistencia de la exclusión social ayudada por la segmentación laboral.
Definido como el entrelazamiento de privaciones relevantes relativas a la sociedad donde vive, el
estado de exclusión social es uno de los conflictos económicos y sociales que preocupan a los
gobiernos actuales debido a sus consecuencias negativas en el bien-estar. Implica desventajas en
las dimensiones elementales que son la física, de capital humano, económica, de capital social,
política y laboral. Esta problemática no influye solamente en el nivel de ingresos y su distribución
sino que coarta las posibilidades de los individuos de vivir la vida que desean.
En el capítulo 1 del documento se mostró que en Colombia, tomando el desempleo como única
privación laboral, un 27.88% de la población está excluida socialmente. El problema es mayor para
el área rural (66.88%) que la urbana (13.79%). Igualmente, frente a sus contrapartes, son los
adultos mayores, las minorías raciales y las personas de los quintiles de ingreso más bajos quienes
están más excluidos socialmente. Son claras también las diferencias en la exclusión social de
quienes habitan en las diferentes regiones de Colombia: en la zona urbana, mientras que un
3.91% de los bogotanos sufren de esta problemática, un 27.94% de los habitantes de la Orinoquía
están excluidos socialmente; para el área rural el peor grado de exclusión social los sufren los
habitantes de la región Pacífica (78.53%). En contraposición, existe una exclusión social similar
entre hombres y mujeres.
Dentro de la simultaneidad de privaciones que conjuga la exclusión social, se resalta la importancia
de la dimensión laboral dado el hecho que las sociedades capitalistas se han fundamentado en
torno al trabajo y los individuos permanecen gran parte de su vida en ambientes laborales. Siendo
el responsable de la mayor parte de los ingresos de los hogares, el empleo contribuye
significativamente a la integración económica del individuo, aun en épocas donde los hogares
confían cada vez más en el sistema financiero. Por otra parte, la participación en el mundo laboral
proporciona, además de la seguridad del ingreso, un espacio de desarrollo, un estatus y una
identidad. Emplearse entonces no es solo garantía de un nivel de ingresos sino que transforma la
243
ubicación física del individuo, sus posibilidades de adquirir capital humano y su cohesión social y
política. Así las cosas, como dice European Council (2002, p.5), “el empleo es la mejor salvaguarda
contra la exclusión social”.
Sin embargo, los resultados obtenidos en el capítulo 1 muestran que en Colombia
aproximadamente un 25% de los ocupados sufren de exclusión social. Por otro lado, no hay
evidencia estadística para decir que hay mayores niveles de exclusión dentro de la población
desempleada respecto a la ocupada.
Bajo este panorama, se empieza a vislumbrar que en las condiciones actuales de los mercados
laborales no es del todo cierto que los ocupados estén menos excluidos socialmente que los
desempleados. En este nuevo contexto las privaciones en la dimensión laboral de la exclusión
social no se darán únicamente por el desempleo sino que aparecen nuevas categorías de privación
ésta vez dentro de los ocupados. Dado que la liberalización del mercado de trabajo ha traído
consigo la flexibilización de la demanda laboral y la precarización de las ocupaciones, los individuos
que se desempeñan en las ocupaciones de peor calidad están en desventaja frente a aquellos que
logran insertarse en las mejores ocupaciones. En primer lugar, esta realidad se manifiesta en los
ingresos de los trabajadores; mientras algunos se puedan ver favorecidos por pertenecer a las
ocupaciones mejor remuneradas, a otros no les alcanza ni siquiera para suplir sus necesidades
básicas. Más allá de la pérdida de ingresos, la concepción del empleo como fruto de estabilidad y
seguridad actualmente empieza a desaparecer de algunas ocupaciones; la flexibilización ha llevado
a que el trabajo pierda su lugar como principal espacio de desarrollo del individuo y es cada vez
menos importante como plataforma de estrechamiento de vínculos entre personas. Además, la
precarización laboral implica la existencia de puestos de trabajo que no cumplen los requisitos
mínimos de seguridad e higiene, trayendo perjuicios sobre la salud e integridad de sus ocupantes.
Hoy en día, en palabras de Atkinson (1998, p. v), “el desempleo puede causar exclusión social,
pero el empleo no garantiza la inclusión social; que lo haga o no depende de la calidad del empleo
ofrecido”.
De acuerdo a lo anterior, es importante estudiar la conformación de los mercados de trabajo para
poder comprender la exclusión social de los ocupados.
Se esperaría que a medida que un individuo accede a un trabajo de mejor calidad avance en su
proceso de inclusión social; según la teoría del capital humano, esto se lograría con mejoras de
productividad. Sin embargo, un problema significativo emerge cuando existen barreras de
movilidad entre los empleos de buena y mala calidad diferentes a las de capital humano, y la
244
decisión de ingresar a unos u otros ya no depende únicamente del trabajador. Es aquí donde
aparece el concepto de segmentación laboral en relación con la exclusión social.
Un mercado laboral está segmentado cuando se divide en grupos de trabajos de diferente calidad,
que difieren unos de otros no solo por los niveles salariales sino porque cada uno tiene su propio
modo de operación. En su concepción dual se distinguen dos segmentos laborales “primario” y
“secundario”. El mercado primario ofrece trabajos que se caracterizan, por ejemplo, por tener altos
salarios, buenas condiciones ambientales de trabajo, estabilidad y seguridad del empleo, equidad
en la administración de recurso humano y posibilidades de ascenso. Del otro lado, el mercado
secundario está conformado por trabajos que son evidentemente menos atractivos que los del
mercado primario ya que tienden a incluir empleos de bajos salarios, pobres condiciones de
trabajo, considerable inestabilidad, disciplina estricta y a menudo arbitraria, y poca oportunidad de
ascenso. Teniendo en cuenta lo expuesto por Huescas (2005, p. 26), de que en general el sector
secundario genera empleos de calidad inferior con respecto al primario, se puede intuir que la
segmentación laboral puede representar el panorama actual de precarización del mercado laboral.
En el análisis con datos colombianos del capítulo 2 se encontró evidencia de que en el país hay
segmentación laboral dual, hallándose que en promedio para los años 2001-2005 un 53.55% de
los ocupados urbanos de las trece principales áreas metropolitanas de Colombia se desempeñaban
en el segmento secundario del mercado laboral.
Las brechas de bien-estar que se dan entre quienes acceden a empleos de buena o mala calidad
convierte en privados a los trabajadores del segmento secundario frente a aquellos que trabajan
en el segmento primario. Su interrelación con otras privaciones relevantes y el hecho de que el
acceso a las ocupaciones privilegiadas está controlado no solo por requisitos de capital humano
sino además por factores institucionales, hace que la segmentación laboral entre a jugar un papel
importante como factor de exclusión social de los individuos ocupados.
Para el caso de Colombia, en el capítulo 2 se comprobó que efectivamente aquellos ubicados en el
segmento laboral secundario sufren mayores desventajas que los trabajadores del segmento
primario. Esto conlleva a que sea necesario replantear el índice del estado de exclusión social
tradicional. A los funcionamientos de las dimensiones física, de capital humano, económica, de
capital social y política, se debe agregar un funcionamiento en la dimensión laboral que tome
cuenta de la segmentación laboral existente.
245
Una vez construido este nuevo indicador, en el capítulo 3 se encuentra que hay un 15.67% de la
población urbana que está excluida socialmente en Colombia. Se observa nuevamente que hay
mayor exclusión social de los mayores de 64 años, minorías étnicas y los individuos de menor
ingreso y, una vez más, no se encuentra evidencia estadística para decir que los hombres o las
mujeres son más excluidos que el otro grupo. Las diferencias dadas por las privaciones en todas
las dimensiones son mejor captadas por este nuevo indicador que por el original. De esta forma,
se prueba la hipótesis que tenía esta tesis “La participación laboral influye significativamente en la
exclusión social de un individuo y, por tanto, la existencia de segmentación en el mercado de
trabajo afectará su exclusión social”.
Finalmente, en el cuarto capítulo se busca evidenciar si la exclusión social en Colombia subsiste en
el tiempo alimentada por la segmentación de su mercado laboral; ante la ausencia de datos
nacionales idóneos para distintos períodos del tiempo, el ejercicio empírico se concentra en
Bogotá.
La exclusión social es un fenómeno persistente por dos motivos que se contraponen. Por un lado,
hay características individuales que favorecen los estados de desventaja y, siendo factores
permanentes, ayudan a que el individuo continúe en exclusión social. En segundo lugar, hay un
comportamiento de “bola de nieve” de la exclusión social ya que una vez la persona cae en un
estado de esta problemática es muy probable que en períodos de tiempo futuros siga
permaneciendo en exclusión social.
En el caso de Bogotá, con menores niveles de exclusión para el año 2007 frente al 2003, se
encuentra que los individuos logran salir de sus estados de desventaja y por tanto están
rompiendo los círculos viciosos que los condenan a una exclusión social duradera en el tiempo. Al
analizar la influencia de la segmentación laboral y la exclusión social, el estudio de diferentes
cohortes de edad en los años 2003 y 2007 da muestra de que en Bogotá la evolución de estas dos
problemáticas está correlacionada en el tiempo.
Para terminar, vale la pena señalar que ante la ausencia de datos panel el análisis empírico de
causalidad y persistencia de la excusión social acá realizado es bastante preliminar. Queda
pendiente entonces, para futuras investigaciones, encontrar evidencia de que la segmentación
laboral es un origen bastante probable de los estados de exclusión social. Además, valdría la pena
comprobar si individuos en estados de exclusión social logran salir de ella en el tiempo al pasar de
estar ocupados en el segmento laboral secundario al primario. Esto contribuiría enormemente al
diseño de políticas que intervengan el problema desde su raíz; de ser efectiva la eliminación de los
246
mercados de trabajo secundarios en pro de erradicar la exclusión social, se podría evitar la
implementación de políticas multidimensionales que son mucho más costosas y difíciles de
ejecutar.
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