UNICAHMSC. Mariela Laínez |
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Si bien es cierto la orientación como medida o proceso de
ayuda no es exclusiva de la rama de la psicología, la
orientación psicológica como tal se considera como el
proceso potenciador humano por excelencia, dado que su
objetivo principal es ayudar a la persona que padece a
manejar sus recurso en pro de la solución de problemas.
Cabe destacar que muchos son los enfoques teorico-terapeuticos utilizados para dicha
tarea, cada uno con diferentes métodos, estrategias y procedimientos de intervención.
En el presente documento se explora el modelo de la terapia centrada en la persona
propuesto por el psicólogo humanista Carl Rogers, en el cual se afirma que la persona
se encuentra en plena libertad y responsabilidad del avance de su proceso
terapéutico, el cual se adapta no a las necesidades del problema, sino en la persona en
si mi, por tanto el modelo y el terapeuta se adaptan a la misma. No obstante el
presente escrito se indagara solamente la primera fase de dicho modelo: la fase de
preayuda en la cual la tarea principal del orientador es el de prestar atención. Dicha
premisa aun cuando suena relativamente sencilla involucra elementos más complejos
para lograr la ecuación perfecta de atención física y atención psicológica, para poder
brindar a la persona orientado la atención de calidad que esta merece.
INTRODUCCION
“la orientación es un proceso dirigido a personas sanas, con problemas en una área concreta, donde se establece una relación
terapéutica en relación al problema a tratar, sus causas o condiciones que lo mantienen y las alternativas de afrontamiento
necesarias. Brindándole al sujeto los recursos psicológicos necesarios para la toma de decisiones y la responsabilidad individual”- Tyler
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Para que cualquier proceso de orientación sea efectivo es necesario que el orientador sea acreedor de varias destrezas, es necesario, si no imprescindible que el orientador sea una persona efectiva no solo en el ámbito profesional, si no también en el ámbito personal. Carl Rogers apuntaba las siguientes características de un orientador experto.
Un orientador experto debe haber completado su proceso de convertirse en PERSONA.
Un orientador experto debe ser una persona autentica y transparente. Un orientador experto debe aceptar y valorar a las personas como individuos
diferentes y sensibles. Un orientador experto debe ser capaz de ver el mundo del orientado tal como es,
para si comprender la visión de la persona. Un orientador experto debe ser expresivo, original y flexible. Un orientador experto debe ser una persona tolerante, comprensiva, empática y
libre de prejuicios Un orientador experto es una persona emprendedora, segura y positiva
Un orientador experto no pretende cambiar a nadie, su objetivo ayudar a la persona a ser la mejor versión de si que pueda llegar a ser
Un orientador experto debe poseer buenos recursos para la resolución de problemas.
Un orientador experto debe ser una persona integra, autodependiente y no manipulable.
De igual forma el orientador experto debe poseer un alto grado de inteligencia social
Paralelamente al modelo de orientador experto Paterson proponía lo que NO DEBE ser un orientador experto
Un orientador experto no es un suministrador de información. De nada sirve aleccionar a la persona con constructos y postulados psicológicos si no se le enseña como aplicarlos.
Un orientador experto no da consejos, no da sugerencias ni da recomendaciones.
EL ORIENTADOR COMO AGENTE DE CAMBIO
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Un orientador experto no influye sobre las creencias, actitudes o conductas de la persona mediante la manipulación y/o persuasión
Un orientador experto no disciplina a la persona.
La persona que actúa como facilitador de un proceso de ayuda, es ante todo un ser humano con
debilidades, pero con una gran capacidad para evolucionar y crecer. Es una “autoridad” en las
relaciones de ayuda, pero también tiene mucho que aprender. La persona con la que trabaja es una
expresión única, individual y peculiar de la naturaleza humana, tanto como lo es el facilitador, por
lo cual, todo proceso de ayuda implica el crecimiento y desarrollo de quienes participan en este
proceso. El facilitador que asume el compromiso de acompañar un proceso humano y construir
una relación de ayuda, debe estar consciente de que su capacidad para crear relaciones que faciliten
el desarrollo de otros como personas, está en función del desarrollo logrado por sí mismo, así como,
estar dispuesto a actualizar de manera permanente sus potencialidades en el sentido del desarrollo.
En la situación de ayuda, no sólo apunta a proceso psicológicos internos, sino que debe lograr
que la persona se integre en sus diferentes dimensiones de vida. La relación de ayuda se amplifica
del ámbito individual y psicológico al ámbito social y colectivo, es decir, en lo familiar, lo
comunitario. Desde esta óptica la ayuda tiene un carácter psicosocial.
De esta forma, el facilitador debe guiar su comportamiento por algunos principios básicos de
intervención, entre los cuales se destacan los siguientes:
El facilitador debe reconocer sus propios recursos y capacidades en su labor de apoyo.
No victimizar ni categorizar el comportamiento en categorías clínicas.
La orientación Psicológica no debe considerarse como una forma de terapia psicológica.
El problema derivado debe ser considerado en forma integral.
Cada persona es un ser singular, y le atribuye significados peculiares a la experiencia
vivida.
Reconocer las capacidades de las personas y de los grupos para superar la situación.
La labor de apoyo debe considerar la labor preventiva ante nuevas situaciones
Crear redes de apoyo que contribuyan a brindar ayuda.
Considerar el valor afectivo del intercambio.
Favorecer la autonomía e incentivar la participación.
Promover la reactivación de organizaciones sociales (escuelas, grupos comunitarios, etc.)
como agente integrador.
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Es Importante que un orientador experto más que inteligencia académica posea un
alto grado de inteligencia social, dado que en suma con todas las habilidades descritas
anteriormente representan la inteligencia social o interpersonal.
Según la definición del psicólogo norteamericano Edward Thorndike definió la
inteligencia social como la habilidad para entender a otros y actuar sabiamente en
situaciones sociales. Uno de los elementos importantes para todo orientador en
formación es la percepción social la cual involucra la evaluación de una situación
desde la perspectiva de los otros. La inteligencia social permite el desarrollo de la
capacidad de sintonizar, entrar y entender la realidad del otro dicha capacidad se
conoce como intersubjetividad. La inteligencia social supone dos habilidades básicas
para todo orientador y/o orientador en entrenamiento:
1. Habilidad de comprensión de las situaciones sociales
2. Habilidad para actuar sobre este conocimiento
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y
ajenos, y la habilidad para manejarlos. El término fue
popularizado por Daniel Goleman el cual estima que la
inteligencia emocional se puede organizar en torno a cinco
capacidades:
1. conocer las emociones y sentimientos propios y ajenos
2. manejarlos
3. Reconocerlos
4. crear la propia motivación,
5. gestionar las relaciones.
Ambos términos han genera una confusión conceptual dentro de la ciencia de la
psicología, sobre cuales de las habilidades humanas son sociales y cuales son
emocionales. En realidad ambos dominios se entremezclan, así como la propiedad
social del cerebro se superpone con sus centros emocionales. No se puede separar la
causa de una emoción del mundo de las relaciones, las interacciones sociales son las
que mueven las emociones.
INTELIGENCIA SOCIAL Y EMOCIONAL
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Si bien es
cierto que
el enfoque
centrado
en la persona quiere alejarse a toda costa de la categorización de la cual otros modelos
se sirven, el modelo del orientador experto propone una escala de apreciación como
un instrumento efectivo de discriminación la cual tiene como fin ayudar a la distinción
de aquellos que viven efectivamente, los que no tanto y aquellos que se encuentran
completamente desorganizados.
Básicamente la escala se basa en una medida de 6 puntos la cual mide sobre todo el
funcionamiento psicológico, la habilidad global de potencial de ayuda, la competencia
en ayuda individual y las destrezas en relaciones interpersonales. El punto medio de
la escala se refiere a la adecuación básica y el funcionamiento efectivo mínimo.
muy pobre - - -
Pobre - -
inadecuado -
adecuado
bueno
muy bueno
ESCALA DE APRECIACION COMO INSTRUMENTO DE DISCRIMINACION
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Estos criterios de apreciación establecen que las respuestas del individuo deben ser
tanto buenas en si mismas, como apropiadas para el contexto en el que se desarrollan.
Cabe destacar que el orientador debe utilizar esta escala con si mismo y aplicar dicha
escala a las mismas apreciaciones que hace del orientado.
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Sin duda alguna los procesos de ayuda requieren un nivel profundo de presencia tanto
por parte del orientador como del orientado, dicha presencia se traduce en atención.
En el ámbito de la orientación psicológica se distinguen dos tipos de atención: la física
y la psicológica, cabe destacar que esta destreza aun cuando pertenece a la fase de
preayuda, es una habilidad que debe mantenerse a lo largo de todo el proceso si se
pretende que este tenga éxito. La atención como proceso en si persigue las siguientes
metas:
1. La discriminación: la cual se refiere a la capacidad de filtrar el contenido de los
mensajes tanto verbales como no verbales provenientes del orientado
2. Respeto: se refiere a la premisa de que toda persona sin importar su
procedencia merece y requiere de nuestra atención en términos de conducta
involucra mirar a la cara, mantener un buen contacto visual y escuchar sin
interrumpir
3. Refuerzo:
esta meta hace
alusión a
que la atención es un reforzador potente en el orientado, ya que este punto por
mas pequeño que parezca puede servir para motivar o desmotivar a la persona
del proceso.
En términos generales y sencillos la atención implica simplemente hacer ciertas cosas
y otras no, en primera instancia Es necesario deshacer de todos aquellos elementos
distractores tanto para el orientador como para el orientado y en preciso buscar que
el ambiente físico sea idóneo, ni demasiado relajante, ni demasiado frio sin
demasiadas distracciones para facilitar que los participantes del proceso puedan
prestarse la atención necesaria.
En cuanto a la atención y presencia física la atención involucra una actitud general de
aceptación la cual es crucial para el desenvolvimiento y desensibilización de los
temores del orientado con respecto al proceso, esta se basa en 3 elementos básicos:
ATENCION FISICA Y PSICOLOGICA
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
1. La expresión facial: involucra el contacto visual, y los movimientos afirmativos
de la cabeza los cuales en el lenguaje corporal se traducen como “escucho lo
que dices”
2. El tono de voz: involucra mantener un tono de voz que no resulte amenazante
mas bien que indique comprensión, cabe destacar que es preciso permanecer
atentos a los cambios que puedan presentar entre los relatos del orientador,
hay que evitar que la sorpresa, la desaprobación y el desagrado sean visibles en
el tono de voz
3. La postura física: implica mantener una postura abierta y relativamente
relajada, inclinándose ligeramente hacia el orientado manteniendo siempre
una distancia prudencial.
La Conducta no verbal
Es preciso que el orientador este pendiente del lenguaje no verbal del individuo ya
que aun cuando este se encuentre en silencio, su conducta por si sola puede
brindarnos muchísimos datos valiosos con respecto al orientado, de igual forma el
lenguaje no verbal es necesario para complementar el mensaje total del orientado,
cabe destacar que las manifestaciones no verbales deben tomarse en función al
contexto de las verbalizaciones del orientado, no deben ser estudiadas de forma
aparte ya que todo mensaje fuera de contexto pierde su significado, la conducta no
verbal sirve para puntualizar y colorear la interacción, confirma o niega las palabras
de la persona y agrega sentimientos no contenidos en las palabras.
EL ORIENTADOR EXPERTO: FASE DE PREAYUDA
Cabe destacar que la relación de ayuda puede generar unas cuantas dificultades por si
sola, puede volverse en algunos momentos demasiado familiar y volcarse en posturas
en las que no esta presente la atención total afectando el proceso en si
(Postura desganada, falta de contacto, visual etc.) Por lo cual la motivación tanto para
orientador como para orientado debe ser un elemento que se mantenga en constante
alimentación. Otro factor importante recae en la incapacidad de formar una síntesis
integral con respecto al orientado y su problemática ya que es muy fácil caer en la
selección de ciertas partes del problema en lugar de la integración del todo con sus
partes
Algunas consideraciones finales e importantes que deben destacarse, involucran la
premisa de que un orientador experto esta completamente presente y abierto al
orientado alentando el flujo natural del proceso y la interacción traduciendo los
mismos en conductas de ayuda de igual forma y como concluso cabe destacar que
proceso de orientación es básicamente un proceso didáctico en el cual se adiestra a la
persona en habilidades para resolver problemas, promoviendo en este la necesidad de
ayudar a otros de igual manera.
EL ADIESTRAMIENTO COMO UNA FORMA DE TRATAMIENTO ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES