14¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el
cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo
oirán sin haber quien les predique? 15¿Y
cómo predicarán si no fueren enviados?
Como está escrito: ¡Cuán hermosos son
los pies de los que anuncian la paz, de
los que anuncian buenas nuevas!
1El Espíritu de Jehová el Señor está
sobre mí, porque me ungió Jehová;
me ha enviado a predicar buenas
nuevas a los abatidos, a vendar a
los quebrantados de corazón, a
publicar libertad a los cautivos, y a
los presos apertura de la cárcel;
3Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus
propias concupiscencias, 4y apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las
fábulas. 5Pero tú sé sobrio en todo,
soporta las aflicciones, haz obra de
evangelista, cumple tu ministerio.
16Pues si anuncio el evangelio, no
tengo por qué gloriarme; porque me
es impuesta necesidad; y ¡ay de mí
si no anunciare el evangelio! 17Por lo
cual, si lo hago de buena voluntad,
recompensa tendré; pero si de mala
voluntad, la comisión me ha sido
encomendada.
18¿Cuál, pues, es mi galardón? Que
predicando el evangelio, presente
gratuitamente el evangelio de Cristo,
para no abusar de mi derecho en el
evangelio. 19Por lo cual, siendo libre
de todos, me he hecho siervo de
todos para ganar a mayor número.
19Hermanos, si alguno de entre
vosotros se ha extraviado de la
verdad, y alguno le hace volver,20sepa que el que haga volver al
pecador del error de su camino,
salvará de muerte un alma, y cubrirá
multitud de pecados.
1. Dios no hace acepciones
2. Dios envió buenas noticias
3. El Poder de Dios
4. Jesús murió por nosotros
5. Jesús resucito triunfando
6. El que cree recibe
7. Dios mando a bautizarnos
34Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo:
En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas, 35sino que en
toda nación se agrada del que le teme y
hace justicia. 36Dios envió mensaje a los
hijos de Israel, anunciando el evangelio
de la paz por medio de Jesucristo; éste
es Señor de todos.
38cómo Dios ungió con el Espíritu
Santo y con poder a Jesús de
Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos
los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con él.
39Y nosotros somos testigos de todas
las cosas que Jesús hizo en la tierra
de Judea y en Jerusalén; a quien
mataron colgándole en un madero.
40A éste levantó Dios al tercer día, e hizo
que se manifestase; 41no a todo el pueblo,
sino a los testigos que Dios había
ordenado de antemano, a nosotros que
comimos y bebimos con él después que
resucitó de los muertos. 42Y nos mandó
que predicásemos al pueblo, y
testificásemos que él es el que Dios ha
puesto por Juez de vivos y muertos.
43De éste dan testimonio todos los
profetas, que todos los que en él
creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre. 44Mientras
aún hablaba Pedro estas palabras,
el Espíritu Santo cayó sobre todos
los que oían el discurso.
47Entonces respondió Pedro: ¿Puede
acaso alguno impedir el agua, para
que no sean bautizados estos que
han recibido el Espíritu Santo también
como nosotros? 48Y mandó
bautizarles en el nombre del Señor
Jesús. Entonces le rogaron que se
quedase por algunos días.
8Al otro día, saliendo Pablo y los que
con él estábamos, fuimos a
Cesarea; y entrando en casa de
Felipe el evangelista, que era uno de
los siete, posamos con él. 9Este
tenía cuatro hijas doncellas que
profetizaban.
29Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate
y júntate a ese carro. 30Acudiendo
Felipe, le oyó que leía al profeta
Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que
lees? 31El dijo: ¿Y cómo podré, si
alguno no me enseñare? Y rogó a
Felipe que subiese y se sentara con
él.
35Entonces Felipe, abriendo su boca, y
comenzando desde esta escritura, le
anunció el evangelio de Jesús. 36Y yendo
por el camino, llegaron a cierta agua, y
dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué
impide que yo sea bautizado? 37Felipe
dijo: Si crees de todo corazón, bien
puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que
Jesucristo es el Hijo de Dios.
17Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; Vuestros jóvenes verán
visiones, Y vuestros ancianos soñarán
sueños; 18Y de cierto sobre mis siervos y
sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
22Varones israelitas, oíd estas palabras:
Jesús nazareno, varón aprobado por Dios
entre vosotros con las maravillas, prodigios
y señales que Dios hizo entre vosotros por
medio de él, como vosotros mismos sabéis;23a éste, entregado por el determinado
consejo y anticipado conocimiento de Dios,
prendisteis y matasteis por manos de
inicuos, crucificándole;
24al cual Dios levantó, sueltos los
dolores de la muerte, por cuanto era
imposible que fuese retenido por ella.33Así que, exaltado por la diestra de
Dios, y habiendo recibido del Padre la
promesa del Espíritu Santo, ha
derramado esto que vosotros veis y oís
37Al oír esto, se compungieron de
corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué
haremos? 38Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.
41Así que, los que recibieron su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil personas. 42Y
perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones.
15Algunos, a la verdad, predican a Cristopor envidia y contienda; pero otros debuena voluntad. 16Los unos anuncian aCristo por contención, no sinceramente,pensando añadir aflicción a mis prisiones;17pero los otros por amor, sabiendo queestoy puesto para la defensa delevangelio. 18¿Qué, pues? Que noobstante, de todas maneras, o por pretextoo por verdad, Cristo es anunciado; y enesto me gozo, y me gozaré aún.
14Así también ordenó el Señor a los
que anuncian el evangelio, que vivan
del evangelio. 15Pero yo de nada de
esto me he aprovechado, ni tampoco
he escrito esto para que se haga así
conmigo; porque prefiero morir, antes
que nadie desvanezca esta mi gloria.
17Porque es tiempo de que el juiciocomience por la casa de Dios; y siprimero comienza por nosotros,¿cuál será el fin de aquellos que noobedecen al evangelio de Dios?18Y: Si el justo con dificultad sesalva, ¿En dónde aparecerá elimpío y el pecador?
7Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio. 8Por
tanto, no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor, ni de
mí, preso suyo, sino participa de las
aflicciones por el evangelio según el
poder de Dios,
8Tan grande es nuestro afecto porvosotros, que hubiéramos queridoentregaros no sólo el evangelio de Dios,sino también nuestras propias vidas;porque habéis llegado a sernos muyqueridos. 9Porque os acordáis, hermanos,de nuestro trabajo y fatiga; cómotrabajando de noche y de día, para no sergravosos a ninguno de vosotros, ospredicamos el evangelio de Dios.
Top Related