Ficha No. 3servidimaria.net/sitoosm/es/formacion/forini/jeremias.pdf · 2016-07-11 · ¿Cómo creo...

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Ficha No. 3

SUPERAR CON DIOS LAS INSEGURIDADES

(Jeremías 1, 4-10)

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Busca la manera de estar con Jeremías un momento, en particular mientras Dios lo llama, dejando que las circunstancias de su llamado te toquen el corazón mientras tratas de experimentar al Señor que te llama.

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(Jer 1, 5).

Vemos como el Señor escoge a Jeremías antes de que fuera concebido.

Toma en consideración las circunstancias de tu nacimiento y de tu familia:

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¿Cómo Dios me ha conocido

antes que fuera concebido por mis padres?

¿Cuáles son los signos que me hablan

que Dios me ha escogido y desea que viva?

¿Qué experimento al saber

que estoy vivo y conozco a Dios?

¿Qué experimento al saber que Dios

desea compartir la vida conmigo?

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Dios consagró a Jeremías en la totalidad de su ser para su servicio:

Desde antes que nacieras,

te consagré como profeta

para las naciones

(Jer 1, 5).

Considerando tu personalidad:

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¿Cuáles son mis talentos

y habilidades personales?

¿Qué virtudes, cualidades y

dones espirituales tengo?

¿Cómo mi relación con Dios hace evolucionar

más dones naturales y espirituales?

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¿Cómo creo que mi familia,

la sociedad y la educación que he recibido me

hayan ayudado a ser la persona que ahora soy?

¿Cómo me veo dentro de diez años?

¿Cómo creo que la vocación pudiera mejorar o

cambiar mi vida?

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Te consagré como profeta para las naciones… pues irás a donde yo te envíe

y dirás lo que yo te mande (Jer 1, 5. 7).

Un profeta habla en nombre de Dios.

A tu manera y según tu misión en la vida, tú también eres profeta

porque estás bautizado, eres hijo de Dios pero también lo puedes

hacer por medio de la vida consagrada.

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Trata de recorrer los momentos de tu vida

deteniéndote en las principales etapas

y decisiones que la han marcado:

¿Qué momentos importantes el Señor ha provocado

para prepararme a la misión?

¿Qué acontecimientos de éxito o de fracaso en mi vida

me dicen que el Señor no sólo me ha elegido para

vivir, sino para compartir su misión de salvación?

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¿A dónde me siento llamado para ir?

¿Cuáles creo que sean mis misiones?

¿Qué puedo ofrecer a los demás

con los hechos, las palabras

e incluso con el silencio?

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De frente a los

miedos

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Jeremías sabía cuánto lo amaba Dios y supo también reconocer en el momento de la llamada sus límites humanos, por lo que sintiéndose espantado e indigno, le dijo al Señor:

Pero Señor mío,

yo no sé expresarme,

porque a penas

soy un muchacho (Jer 1, 6).

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Trata de pensar en tu vida actual,

en las tareas que desempeñas en casa,

en el trabajo, en la parroquia, etc.

Eres consciente que Dios te ama de forma personal,

sin embargo, algunas veces hay momentos

en los que te sientes con miedo, inseguro, con dudas

y sabes que esto te puede blocar.

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¿Qué personas, situaciones, retos, riesgos hacen que a

veces diga: “soy demasiado joven e inexperto”?

¿Qué personas, circunstancias y hechos a veces me

hacen murmurar y decir: “no sé cómo expresarme”?

¿Delante de quién o qué me siento a veces indigno,

no preparado, inseguro e incapaz?

¿Cómo reacciono ante estos signos

de inferioridad e inseguridad?

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Detente un momento

y trata de reconocer tus miedos,

tus inseguridades;

trata de identificarte con ellos:

¿Soy capaz de ofrecerlo a Dios?

¿De pedirle que sea Él mi única seguridad?

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Deja que

por medio de su gracia

te haga capaz

de superar tus limitaciones

y de sentir

que te dice:

No digas

que eres un muchacho…

no tengas miedo

porque yo estoy contigo

para protegerte (Jer 1, 7-8).