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Temor y esperanza son inseparables
Editorial
el gran desafíode vivir
la espiriTualidad crisTiana
Mamerto Menapace
claves del reTraso y del progreso
de la argenTinaMartín Lagos
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EM
PR
ES
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EMPRESAVer ano 2012
SUMARIOEMPRESA
Tarifa ReducidaConcesión Nº 1453
Franqueo PagadoConcesión Nº 1277
Número 204Diciembre 2011 / Enero / Febrero 2012
Publicación de ACDE Buenos AiresAsociación Cristiana de Dirigentes de Empresa
Afiliada a la Federación ACDEUNIAPAC de Argentina
directorEduardo Aceiro
consejo de redacciónEduardo Alsina
Celso Enrique ArabettiPablo BevilacquaTomás Donovan
Carlos GaraventaRodrigo Goñi Moreno
Héctor Mario Rodríguez
consejo editorialAdolfo AbláticoLuis M. Bameule
Enrique Del CarrilHoracio Diez
Gabriel Mayor
editorEduardo Otsubo
asistente de direcciónPatricia D’Agostino
ilustracionesLucas Meszaros
premio santa clara de asís 2002
Los artículos reflejan el punto de vista del autor y no necesariamente
el de ACDE
Registro Propiedad Intelectual 731.023Precio del ejemplar: $12.- (S/envío postal)
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Publicación propiedad de ACDE Buenos Aires
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República ArgentinaTel./Fax: (54 11) 4331-0251
E-mail: empresa@acde.org.arwww.acde.org.ar
2 Editorial Temor y esperanza son inseparables 4 Reportajes Mamerto Menapace “el gran desafío de vivir la espiritualidad
cristiana” 11 Sociedad la agenda de la rse para la argentina
que viene Daniel Arroyo 16 Reflexiones aceptación sin resignación Marcelo D. Váquez Avila 23 Propuesta claves del retraso y del progreso
de la argentina Martín Lagos 31 Economía elinor ostrom: “la creación de confianza
tiene un rol fundamental en la solución de los dilemas sociales y en la política pública”
Patricio Millán Smitmans 34 Institucional Congreso Latinoamericano UNIAPAC
la rentabilidad de los valores, acde y enrique, presentes en uniapac
Lisandro Mancini 36 Empresa Ética y negocios: una cuestión vigente Gabriel Aramouni 38 Economía cuatro años es muchísimo tiempo Félix Sammartino 44 Justicia seguridad jurídica y confianza en la sociedad
argentina Enrique V. del Carril 50 Reflexiones el talante cristiano y los derechos humanos Lucio Palumbo 54 Sociedad ¿Qué le hace el aborto al corazón
de la sociedad? Víctor Manuel Fernández 57 Trabajo panorama de nuestras relaciones laborales Alberto L. Rimoldi 61 Tecnología nanomedicina: una disciplina
en rápido crecimiento Juan E. Gallo 63 Institucional Reunión Anual de Socios
cabildo abierto: visión, acción y compromiso 2012
Federico Quintana
e d i t o r i a l
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Temor y esperanza son inseparables
“…bajando de la barca, anduvo Pedro sobre las aguas y vino hacia Jesús
Pero al sentir la fuerza del viento tuvo miedo, empezó a hundirse y gritó: ¡Señor
sálvame! Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡qué poca Fe!
¿Por qué has dudado?”.
(Mateo 14, 22-36)
Nuestro país ha dado un paso más en su vida democrática, mostrando vocación por vivir en ella, pero marcando también profundas diferencias de presencia, de cohesión de fuer-zas, egoísmos y vanidades, que tarde o temprano conspiran contra el equilibrio esencial de los sistemas de gobierno.
Por otra parte, los argentinos vivimos con intensidad la crisis del 2001 y por lo devastado-ra que fue es comprensible sea percibida como punto de referencia para medir progreso y cambio; ciertamente, aquella tormenta fue mayor y puso en peligro no sólo la economía, sino que también amenazó con la destrucción del pacto social. Los tiempos han cambiado, se han alejado esos huracanes, del temor se pasó a la esperanza; el mundo y sus pro-blemas y necesidades nos dieron una mano; el trabajo y la producción creció en valores destacables. Pero ahora, tras este paso democrático, es preciso que dirigencia y sociedad evolucionemos e instalemos, con fuerza y prioridad, requisitos para volver a ser, y por mu-chos años, una nación destacada entre las naciones
Es la República la que hay que reconstruir, es la noción clara de lo que es y debe ser la Justicia por sobre la arbitrariedad o la falta de sentido común en el respeto por la Consti-tución y las leyes; hay instituciones desprestigiadas que deben renacer por nuestra propia demanda y exigencia como dirigentes. Si fuimos todo temor para pasar luego a la espe-ranza, debemos ahora temer el quedarnos en “zona de confort” ignorando que sin insti-tuciones respetuosas y respetadas, ambas cosas, nos amenaza el volver a un nuevo crack y diáspora oscura.
No es mucho, sino esencial, lo que se precisa de toda la dirigencia, la política, la eco-nómica y la social. Necesitamos sentido común, respeto irrestricto por los valores fundacionales de la nación, educación mejor en todo y para todos, justicia efectiva y eficiente contra la evasión o chicanas de letra o espíritu de la ley. Necesitamos resul-tados económicos, pero también resultados sociales, que erradiquen la inseguridad, la miseria y la pobreza en una nación que tiene todo para lograrlo. No hacerlo es gravemente injusto porque significaría el derroche de una oportunidad para nuestra sociedad y el mundo.
No es cuestión de solo mirar al otro, acusándolo o esperando que haga algo. No pode-mos tener temor a hablar sobre lo que está mal, no nos podemos sentar sobre la espe-ranza ni escondernos en el temor. Si somos dirigentes tenemos que hacer con y por el
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conjunto de la sociedad. Desde nuestra cuenta bancaria, o zona de confort, no alcanza ya que no es ni cristiano ni ético pensar sólo en uno.
Nuestra nación es como una gran nave que puede alcanzar fronteras mucho mayores, pero con manchas de óxido en su casco que no pueden quitarse ni taparse sin esfuerzo y compromiso profundo. Estos cambios son nuestra responsabilidad ahora, es lo esencial para temer el no llegar a ser lo tanto más y mejor a que estamos llamados , para temer no construir la esperanza de la mejora para todos, en todo y por todos.
La esperanza nos permitirá ver más allá de lo coyuntural. De un resultado electoral que para muchos es la consolidación de un modelo que consideran justo y para otros la continuación de un período de decadencia. La realidad es que, en perspectiva his-tórica, un resultado electoral es solo un hito en la marcha de una Nación que nos invita a persistir en la lucha por nuestros valores y también a revisar algunos criterios tratando de comprender las ideas y razones de nuestros compatriotas que no piensan como nosotros.
El temor -que no es el miedo que paraliza sino un sentimiento de respeto y pruden-cia- nos debe impulsar a permanecer alertas en la defensa de las instituciones cuando se plantean escenarios de concentración de poder. El hombre es bueno dentro del marco y los sanos límites de las instituciones. Será entonces el desafío y la responsabilidad primaria de aquellos a quienes les toca gobernar en tales condiciones. También lo será evitar la tentación del uso, abuso y desnaturalización de un sistema de gobierno cuya esencia es el respeto a la expresión de las minorías.
Sabemos que como cristianos contamos con la ayuda de Dios, que multiplicará nuestros esfuerzos y nos permitirá hacernos oír en la búsqueda de una Argentina con instituciones fuertes, donde la seguridad jurídica sea la piedra angular del desarrollo.
Hoy más que nunca, debemos seguir trabajando para la unidad de los argentinos.
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r e p o r t a j e s
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“El gran desafío de vivir la espiritualidad cristiana”“No es el maizal el que le da calidad a cada espiga. Sino que son cada una de las espigas las que aportan la calidad al maizal. Florezcamos allí donde la vida nos siembra, y haremos una tierra mejor”, señala Mamerto Menapace durante la charla mantenida con Empresa.
El encuentro fue en su casa: el Monasterio Benedictino Santa María de Los Toldos, camino adentro en la provincia de Buenos Aires. Y para allí partimos a su encuentro.
Un disparador de temas fue hilando el encuentro con este monje y sacerdote benedictino en quien se dan la mano la profundidad y la sencillez. La esperanza y la alegría marcan cada una de sus reflexiones, quizá, por eso, como el mismo afirma, el humor es cosa seria.
mamerto menapace
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Hace un tiempo que buscaba entrevistar a Menapace para poder compartir sus re-flexiones con nuestros lectores de Empresa. Además, a fuerza de ser sincero, siempre son buenos los pretextos para pegarse una vuelta por el Monasterio.
Enclavado desde 1948 -año de su funda-ción- en plena pampa bonaerense, en la localidad de Los Toldos, emerge como casco de estancia cobijado por una gran arboleda, a pasos de la ruta que une a las ciudades de 9 de Julio y Junín.
Un intercambio previo por correo electró-nico, la aceptación del convite y finalmente el encuentro, un miércoles de octubre, en plena primavera.
Para quienes hemos tenido la oportunidad de visitar el Monasterio, cada llegada nunca deja de ser una experiencia nueva. El clima de trabajo y de oración de la vida monacal moviliza especialmente. Uno comienza a disfrutar de los sonidos y el aire de campo, a observar a cada monje cumpliendo con su tarea diaria, con sus ritos, sus silencios y una comunicación que pasa más por las miradas y los gestos.
Siempre he agradecido poder encontrarme en Los Toldos…, y de recibir la presencia de un Dios que, si bien también atiende en la ciudad, pareciera desplegar su brisa con más fuerza por estos pagos.
La llegada, esta vez, me sorprendió con la noticia de la partida del Padre Meinrado, el último de los monjes suizos fundadores, y con un paisaje extraño: un tornado había pasado el día anterior llevándose parte de la rica arboleda que rodea al Monasterio; el sol que pegaba fuerte ese mediodía expo-nía las consecuencias del temporal.
Pero allí estaba Mamerto, sonriente, cálido, dispuesto a ofrecer de manera generosa su tiempo.
La descripción de la feroz tormenta pasó a
ser un recuerdo en cuestión de segundos y su mirada esperanzadora marcó el surco para lo mucho que quedaba del día y del mañana. ¡Dejemos el pesimismo para tiem-pos mejores!, señaló con convencimiento.
E iniciamos el diálogo…
Como monje y sacerdote, ha tenido y tiene la oportunidad de escuchar las voces de la intimidad, ¿cuáles son las principales angus-tias o problemáticas que recoge del hombre (mujer y varón) de hoy?
Menapace: - A veces me preguntan cuál es
la diferencia entre ser monje y ser sacer-
dote. Simplificando la cosa, me parece que
el sacerdote tiene como misión escuchar a
Dios y luego hablarle de Él a los hombres.
Mientras que el monje tiene más bien que
escuchar a los hombres para luego hablarle
de ellos a Dios. Por eso mi contacto con la
gente, lejos de molestar a mi vida monás-
tica, la enriquece. Y generalmente los que
vienen al monasterio, o con aquellos que
me encuentro y escucho, traen más bien
penas que alegrías. Frecuentemente, es la
partida de un ser querido, sobre todo cuan-
do no estamos en absoluto preparados para
r e p o r t a j e s
Menapace: “La verdad de mi compromiso no
depende de la coherencia de vida del que me la
transmitió. Depende de la fertilidad de la Palabra de
Dios y de la fecundidad de tu corazón”.
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que quien parte sea un hijo, o un amigo
joven.
Tampoco estamos muy preparados para el fracaso…
- Ciertamente. Me da la impresión de que
nuestra sociedad, desde la escuela, se es-
fuerza en prepararnos para el éxito. Nadie
nos prepara para el fracaso. Y, sin embar-
go, el fracaso es tan real en nuestra vida
como puede serlo el éxito. Y a veces es más
importante, ya que nos impide seguir un
camino que nos llevaría a la nada final.
Muchas veces tengo que llevarle a Dios el
dolor del fracaso de un hermano, con la
profunda convicción de que, en el fondo,
Dios estuvo allí presente y actuó desde su
bondad y misericordia.
Uno de los rasgos distintivos de la cultura actual es que pareciera haberse perdido toda noción de relieve; en un solo plano se conjugan el tener, el parecer y el ser. ¿No perdemos en este sentido la noción de qué somos y qué es lo que debemos ser?
- Hay una diferencia
entre la vocación y
la misión. Vocación
es lo que me toca
ser en mi vida. Y
misión, todo aquello
que tengo que ha-
cer. Están muy uni-
das, pero no se iden-
tifican. La vocación
no se elije: se tiene.
Se puede descubrir
o no descubrir nun-
ca. Descubierta se
puede aceptar o no
aceptarla. Y acepta-
da se puede realizar
bien, o no.
Por ejemplo: ser varón, o ser mujer, perte-
nece a la vocación. No puedo elegirlo. Ser
padre es una vocación. Aunque tu hijo se
independice o se ausente, o se muera, vos
seguís siendo padre. Pero la forma en que te
toca cumplir tu misión de ser padre cam-
bia totalmente, y a veces de un día para el
otro. Cuando identificamos demasiado lo
que hago, o el cargo que ocupo, o cómo la
gente me ve, con lo que verdaderamente
soy, puede llegar a producirse un quiebre de
sentido cuando las circunstancias cambien
mi misión.
Me gusta decirle a mis amigas cuando se
tienen que jubilar: ser maestra es una voca-
ción. Ejercer la docencia es una misión. No
te jubilás de tu ser de maestra, sino de tu
encargo de ejercer la docencia. No te pagan
por ser maestra sino por enseñar en la es-
cuela. Nadie puede impedirte o eximirte de
ser maestra en tu vida.
Una cultura que exige estar bien todo el tiempo no deja tiempo para la duda, la pre-gunta, la iniciativa, la imaginación…
- La palabrita cultura significa cosas dife-
rentes. Me gusta la afirmación que dice que
cultura es una herencia de vida en la que
se nos enseña una determinada manera de
relacionarnos con Dios, con los hermanos y
con la tierra. Tiene algo de culto, de cultivo
y de modales.
Cuando esta ollita de tres patas se apoya
demasiado en una de ellas, y olvida las
otras, puede que se nos desparrame el
puchero. ¡Pobre del místico que se evade de
la tierra y de los hermanos! Los franceses
dicen que: quien quiere hacer el ángel, hace
la bestia. Lo mismo que el ideólogo que solo
piensa en lo social y se olvida de lo econó-
mico y de lo religioso. Ni que decir del que
piensa solo con el bolsillo…
Hay que aceptar que cada una de estas
realidades pone en crisis a las otras, las
cuestiona o las dinamiza.
Como señalaba Víctor Frankl: “En última instancia, vivir significa asumir la responsabi-lidad de encontrar la respuesta correcta a
r e p o r t a j e s
Evidentemente, tanto la vida de la
ciudad como la del campo tienen sus
ventajas y sus riesgos. Es la manera de
vivir en cada una de ellas lo que nos
permitirá mantener ese lindo equilibro
entre soledad y comunión. Aunque
evidentemente el ruido no hace bien,
ni el bien hace demasiado ruido.
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los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo”.
- Y sí. La vida no es minería, sino agricultura.
No se trata de encontrarle un sentido a la
vida, sino de ponérselo. Lo que alimenta a
un hombre que ha crecido, no es la habilidad
para encontrarle sentido a la vida. Lo que im-
porta es ponerle sentido a cada acontecimien-
to de nuestra vida. Nada se ha de perder de
lo que el Padre nos ha dado. No tenemos en
nuestras manos la solución para los proble-
mas del mundo. Pero frente a los problemas
del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando
Dios venga a juzgar la historia, nos mirará las
manos, no los resultados.
Un viejo paisano me decía poco tiempo
antes de morir: Yo no quiero a mi campo
por todo lo que me ha dado, sino por todo lo
mío que lleva encima.
Usted ha afirmado que no es la sociedad nueva la que creará los hombres nuevos. Son los hombres nuevos quienes formarán la nueva sociedad…
- Sigo pensando que lo que construye al
hombre no es la libertad, sino la disponibi-
lidad para poner sus fuerzas y su libertad
al servicio de algo… o de Alguien. No es el
maizal el que le da calidad a cada espiga.
Sino que son cada una de las espigas las
que aportan la calidad al maizal. Florez-
camos allí donde la vida nos siembra, y
haremos una tierra mejor.
¿Cuál es el camino como cristianos para despojarnos de nuestras vestiduras y de servir de manera generosa a los otros y a ese Alguien?
- ¡Si lo supiera, escribiría un libro y me
haría famoso! Simplemente comparto lo
que me cuesta como cura y como monje el
desensillarme de mis aperos eclesiásticos, y
de posturas clericales, para servir sencilla-
mente a quien me pide una palabra.
He tenido la suerte de conocer grandes
personas que me han servido de ejemplo:
nombro a dos de entre tantos: el cardenal
Pironio y el Padre Moledo. Que cada uno
rescate de entre su gremio un par de mode-
los cercanos como para ir meditando.
La madre Teresa remarcaba siempre que es dando que se recibe, y alguna vez en el monasterio escuché: cuando se comparte,
r e p o r t a j e s
Menapace: “No tenemos en nuestras manos la solución para los problemas del mundo. Pero frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando Dios venga a juzgar la historia, nos mirará las manos, no los resultados”.
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sobra. ¿Pudiera reflexionar sobre el significa-do que encierran estos dichos?
- Fui cuatro años miembro del CREA, siendo
administrador en el campo del Monasterio.
Con los ingenieros: Aguilar, Marcelo Bor-
das, Alejandro Correa Urquiza, y muchos
capataces y mayordomos, aprendí la ley
del puño. En nuestra pampa bonaerense,
los pastoreos tienen una parte vegetativa
y otra que es follaje. La primera es hasta la
altura del puño. Esa
no tiene que ser co-
mida por el animal.
La planta la nece-
sita vitalmente. Lo
que va de ahí para
arriba es follaje, y es
lo que hay que darlo
en pastoreo. De lo
contrario se pierde.
La cosa se maneja con el pastoreo rotativo.
Hay que calcular con exactitud las dimen-
siones del lote limitándolo con alambrado
eléctrico, y calcular la cantidad de carga
animal que pueda comer entre ordeñes
todo el follaje posible, sin afectar a la parte
vegetativa que queda por debajo de la
altura del puño. De esta manera el cam-
po se recupera en tres o cuatro semanas,
renovando todo el follaje. Si les permitimos
comer un poco de más, corremos el riesgo
de que se necesite de todo un ciclo anual
para que se recupere.
Todos tenemos un monto de energía para
dar y comprometerlo, pero tenemos que ser
cuidadosos de no agotar nuestras propias
reservar vitales para que no lleguemos a
estar exhaustos. Lo que tenemos para dar
y no damos, se pierde. Lo que no debemos
dar y lo damos, nos quita la posibilidad de
seguir dando.
El hombre de ciudad se encuentra mu-chas veces ensimismado en su propio mundo. Además, a través del mundo vir-tual, la soledad del hombre en los centros urbanos se solapa en la apariencia de tener muchos amigos “inmediatamente” conectados, pero si entendemos a la co-municación como un proceso artesanal… ¡Cuán lejos estamos del otro!
- Hubo un pastor evangélico llamado Die-
trich Bonhöfer. Fue quien recuperó la vida
monástica para el mundo protestante. Los
nazis lo fusilaron antes de acabar la Segun-
da Guerra Mundial. Pero antes escribió un
hermoso libro que tituló: Vivir en comunidad.
Allí afirma que el que no sabe vivir solo,
que se cuide de los demás. Y el que no sabe
vivir en comunidad, que no se arriesgue a
estar solo.
Evidentemente, tanto la vida de la ciudad
como la del campo tienen sus ventajas y
sus riesgos. Es la manera de vivir en cada
una de ellas lo que nos permitirá man-
tener ese lindo equilibro entre soledad
y comunión. Aunque evidentemente el
ruido no hace bien, ni el bien hace dema-
siado ruido.
El mundo de la empresa no es ajeno a las dificultades que plantea la modernidad. En las organizaciones se cuenta con abundan-tes teorías orientadas a la eficiencia y a la optimización de los resultados, pero faltaría una acerca de la felicidad.
- En latín para decir que algo está conteni-
do, se utiliza la palabrita contentus. El agua
que está en un recipiente, está así “conten-
ta”. Acepta los límites, y queda disponible
r e p o r t a j e s
El dEdo dE dios Está ahí
Contemplativo no es el que se encierra en sí mismo evadiéndose de
todo lo que lo rodea. Lo es aquel que tiene los ojos dilatados y los oídos
abiertos para rastrear las huellas de Tata Dios por allí donde haya pasado.
Y donde veamos algo que vive... el dedo de Dios está ahí.
Hay un proverbio árabe que dice: “Si gastas tu noche llorando la puesta
del sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.
† Mamerto Menapace. Monje de Los Toldos
Dejemos el pesimismo para tiempos
mejores. Basta de examen de conciencia.
Pasemos al propósito de enmienda.
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r e p o r t a j e s
para lo que se la necesite: regar, refrescar,
saciar la sed, lavar, etc.
En cambio a la que se la derrama, y pierde
los límites, se le dice “di-vertida”. Ya no sirve
para otra cosa. Perdió su capacidad de estar
al servicio de los demás.
Desearía que todas nuestras actividades
nos permitieran estar contentos, aunque no
siempre nos sintamos divertidos. La felici-
dad tiene que ver más con lo primero que
con lo otro. Insisto: el éxito hasta se puede
conseguir financiándolo. La gloria solo se
conquista.
El cristiano en su rol de dirigente de em-presa tiene un desafío aún mayor en la búsqueda de vivir de manera coherente su compromiso de fe cristiana y su vocación empresaria.
- Sin duda: a quien más se le confía,
más se le exige. Y estar tironeado por
fidelidades múltiples tiene el peligro de
descentrarnos de nuestras convicciones.
No son las mismas las tentaciones de
un ginecólogo que las de un abogado, ni
las de un empresario exitoso que las de
un obrero sin calificación especial. Pero
nadie está eximido de ser una buena
persona, sea cristiano o no. Cuando uno
muerde una manzana y mira el pedazo
que le quedó en la mano, hay algo peor
que encontrar un gusano… ¡es encontrar
medio gusano!
Peor que un ateo convencido, es un cris-
tiano tibio. Monseñor Manuel Moledo, que
fuera el primer asesor doctrinal de ACDE,
marcaba siempre la diferencia entre el
hombre de empresa y el hombre de presa.
Es posible y fascinante vivir la espirituali-
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dad cristiana en la vida personal, familiar y
profesional. Al menos intentarlo, decía Juan
Pablo II a los jóvenes.
Ud. ha señalado que, frente al actuar de Dios, hay como dos tiempos. Primero, un tiempo de rumia y de intimidad; y luego, otro tiempo de acción y de fidelidad. Nos gustaría pudiera profundizar en este punto...
- La verdad de mi compromiso no depen-
de de la coherencia de vida del que me la
transmitió. Depende de la fertilidad de la
Palabra de Dios y de la fecundidad de tu
corazón. La verdad del maizal no depende
de la sembradora, sino del diálogo entre la
fertilidad de la tierra y la fecundidad de la
semilla, además de la lluvia que viene del
cielo. A veces-y todos somos testigo de ello-
la persona que nos acompañó y hasta guió
en un trayecto de nuestra vida, luego no fue
coherente o fiel con aquello que nos trasmi-
tió. Pero eso no quitó verdad a lo que hemos
recibido.
Soy testigo de que en mi vida espiritual
muchos de los que más me ayudaron, luego
descubrí que volaban con un perdigón bajo
el ala. Solo entonces descubrí el valor de
todo lo que me dieron a pesar de ello. Y así
aprendí a ser misericordioso con mis pro-
pias miserias. Lo digo en serio, no por falsa
agachada.
Mamerto, ¿cómo contagiar la alegría y la esperanza en este deber de cristianizar las cosas?
- En los momentos difíciles me gusta usar
proverbios o palabras cortas y decidoras.
Por eso, para terminar les regalo dos que a
mí me están sirviendo últimamente:
• Todos los hongos son comestibles…pero
algunos una sola vez. No es necesario que
nosotros hagamos todas las experien-
cias. Usemos también la de los demás y
saquemos las consecuencias útiles. Si lo
sabemos escuchar, nuestro pueblo tiene
mucho para enseñarnos.
• Dejemos el pesimismo para tiempos me-
jores. Basta de examen de conciencia.
Pasemos al propósito de enmienda.
Con un abrazo fraterno. El humor también
es cosa seria.
Eduardo otsubo
r e p o r t a j e s
Menapace: “Sigo pensando que lo que
construye al hombre no es la libertad, sino la
disponibilidad para poner sus fuerzas y su libertad
al servicio de algo… o de Alguien”.
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e m p r e s as o c i e d a d
la agenda de la rse para la argentina
que viene
daniel arroyo
daniel arroyo es licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos aires. Fue secretario de Políticas sociales y desarrollo humano del Ministerio de desarrollo social de la Nación, y Ministro de desarrollo social de la Provincia de Buenos aires.
Tras ocho años de crecimiento sostenido, la
economía argentina atraviesa un momento
único en sus dos últimos siglos de historia.
La creciente demanda internacional de
alimentos por parte de los países del BRIC
-especialmente, China e India- marca la
tendencia de que el país seguirá su marcha
ascendente en los próximos años. Si bien la
actual crisis internacional denota algunas
señales de alerta, que deberán ser tenidas
en cuenta, se trata de una oportunidad
excepcional, que brinda a los argentinos la
posibilidad de dar un salto sustentable en
la mejora de la situación social.
Una agenda de desarrollo social para la
próxima década debe avanzar sobre diez
ejes centrales. El primer punto, sin duda, es
la pobreza estructural, que encuentra sus
territorios más críticos especialmente en el
NOA, el NEA y el conurbano bonaerense. En
segundo lugar, se debe avanzar en políticas
que combatan la informalidad y la preca-
riedad laboral, que afecta a casi cuatro de
cada diez argentinos. Tercero, las brechas
de la desigualdad, que son particularmente
profundas en los grandes centros urbanos.
Otro de los puntos clave de la agenda pasa
por la inserción de los jóvenes de 16 a 24
años que ni estudian ni trabajan; y que,
más allá de las cifras, es un sector de la
población que sufre no sólo la ausencia de
oportunidades laborales y educativas sino
también la falta de un horizonte que les
permita proyectar sus vidas en el futuro. No
sirven los programas aislados para resolver
esta situación. Es un problema de mayorías
que se resuelve con planes de gran escala,
con una política en la estén involucrados
todos los sectores de la población, bajo el
liderazgo del Estado nacional.
Muchas veces, las situaciones de pobre-
za tienen que ver con la imposibilidad de
acceder al capital. Por eso, en el caso de
los pequeños emprendedores y los cuenta-
propistas, hay que repensar un sistema de
“Si el Estado, la sociedad civil y el empresariado trabajan de forma conjunta, podemos llegar sin pobreza ni indigencia a la Argentina de 2020”, señala Arroyo, y en pos de
este objetivo enumera diez ejes centrales que deben conformar la agenda de desarrollo social.
Para el autor, las políticas sociales y de desarrollo local deben ser el resultado de la interacción entre el Estado, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil.
En ese sentido subraya que el sector privado, a través de acciones desarrolladas en el marco de la RSE, tiene un rol muy importante para vincularse con el sector informal
dela sociedad y potenciarlo con estrategias de encadenamiento productivo, de asistencia técnica y capacitación.
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crédito flexible y masivo, que permitan la
renovación de las maquinarias y las herra-
mientas con las que trabajan. El apoyo al
cuentapropismo debe ser considerado un
elemento clave, porque es el sector que más
posibilidades tiene de salir de la pobreza rá-
pidamente y de generar nuevas fuentes de
trabajo en las propias comunidades.
También queda claro que es necesario
masificar el acceso al crédito a la vivienda
para aquellos sectores que, aun trabajando,
cuentan con ingresos insuficientes para lo-
grar la financiación que requieren. Y, en el
mismo sentido, el sexto punto radica en la
extensión de los planes de infraestructura
social y vivienda, que deben apuntar a la
generación de espacios con mejor calidad
de vida en los grandes centros urbanos,
donde se conjugan problemas como el haci-
namiento, la adicción, la violencia y la estig-
matización de los jóvenes.
Por otra parte, hace falta avanzar en las
estrategias de fortalecimiento de los niveles
de atención primaria de la salud que eviten
la sobrecarga en los hospitales. También
hay que apuntar a la mejora de la cali-
dad educativa, achicando las diferencias
crecientes que se están observando entre
ciertas escuelas privadas y las escuelas pú-
blicas. El noveno eje pasa por la descentra-
lización de recursos a los gobiernos locales.
Y, finalmente, por el fortalecimiento de las
organizaciones de la sociedad civil, transfi-
riéndoles recursos para que puedan encarar
sus propias acciones.
la responsabilidad social
La escala de los problemas consignados re-
quiere que el desarrollo social no pueda ser
considerado sólo como un instrumento del
Estado, sino que necesita del apoyo de todos
los actores de la sociedad. Para ser realmen-
te eficientes y tener verdadera incidencia
territorial, las políticas sociales y de desa-
rrollo local deben ser el resultado de la in-
teracción entre el Estado, las empresas y las
organizaciones de la sociedad civil. Resulta
fundamental contar con el compromiso, la
participación y la colaboración de todos los
actores, con sus diversos recursos y la diver-
sidad de sus puntos de vista.
En la Argentina, la responsabilidad social
empresaria ha evidenciado un gran creci-
miento en los últimos años, con mayor pre-
sencia del actor privado en la perspectiva
de la inclusión social. Haciendo un análisis
de lo ocurrido en las últimas décadas, se
pueden observar tres grandes etapas del
desarrollo de la RSE en el país. La primera
etapa se vivió hasta el 2001, donde no había
una experiencia de intervención estructu-
rada, sino compromisos aislados de algunas
empresas, acompañando el desarrollo de
las comunidades locales. La segunda, luego
de 2001, permite registrar que muchas em-
presas adoptan de forma efectiva y eficiente
el esquema de la RSE. Es una etapa carac-
terizada por la asistencia y el apoyo directo
para intervenir ante la emergencia y la
magnitud de la crisis que vivía la Argentina
por esos años.
s o c i e d a d
Arroyo: “La RSE se hermana con la idea de la densidad productiva, la generación de valor agregado y la inversión genuina”.
Verano 2012 Página 13
En la tercera etapa, que comienza hacia el
2007 hasta el presente, las empresas co-
mienzan a trabajar sobre la promoción y,
básicamente, se centran en el otorgamien-
to de becas, microcréditos y capacitación
laboral. Es en este momento cuando este
enfoque empieza a tener impacto, contri-
buyendo de manera significativa en trasfor-
mar la realidad. En este esquema, se abren
nuevos desafíos para la RSE en la Argentina,
que pasan por lograr sustentabilidad en
las acciones encaradas, el apoyo a las or-
ganizaciones que tienen legitimidad y la
experiencia de trabajo en las comunidades.
En la Argentina hay 80.000 organizaciones
sociales y uno de los desafíos del sector em-
presario es apoyarlas con financiamiento y
capacitación, para empoderar y fortalecer la
sociedad civil.
Entre los problemas principales que tienen
los sectores empobrecidos se destaca, en
primer lugar, el retraso tecnológico. Es decir,
personas que realizan actividades produc-
tivas o de servicios que tienen, en general,
maquinarias obsoletas. En segundo lugar, y
como consecuencia de la problemática an-
terior, existe también una falta de capacita-
ción, ya que dicho retraso tecnológico no le
permite utilizar las herramientas y maqui-
narias actuales. Y en tercer lugar, el sector
informal en la Argentina carece de vínculo
con el sector privado a través de cadenas de
producción reales, “creándose” un circuito
económico a nivel local y barrial.
Esta situación genera que un sector social
importante de la población tenga dificulta-
des de inserción en el mercado laboral ac-
tual. Hay un núcleo importante de personas
del sector informal de la economía vincula-
das “al mundo” del trabajo, pero a partir de
la precariedad. Pueden destacarse en este
sentido, oficios varios (pintores, albañiles,
plomeros, herreros, etc.) como también pe-
queños emprendedores que realizan alguna
actividad de tipo productiva (textil, alimen-
ticia, etc.). De todos modos, es un sector con
s o c i e d a d
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Página 14 EMPRESA Nº204
dificultades para mantener una continui-
dad, previsión social, salud y condiciones
regulares de trabajo. Estos sectores, además
de estas problemáticas, tienen otras que ha-
cen al retraso tecnológico y a la vinculación
con las cadenas productivas.
El sector privado, a través de acciones de-
sarrolladas en el marco de la RSE, tiene un
rol muy importante para vincularse con
este sector y potenciarlo con estrategias de
encadenamiento productivo, de asistencia
técnica y capacitación.
las cadenas productivas
En este contexto,
debe entenderse el
rol de la RSE como
instrumento para
mantener enla-
ces horizontales y
transversales entre
la economía formal
y social y, a su vez,
realizar un acertado
diagnóstico acerca
de las características
de la economía de la
zona, los potenciales
recursos materiales
y humanos ociosos
de la misma. Así, los
mecanismos que
pueden incorporar-
se a la RSE son los
siguientes: la conformación de cadenas pro-
ductivas, la incorporación de proveedores, la
asistencia técnica y la capacitación.
En cuanto al primer instrumento, es impor-
tante destacar que la desarticulación de uni-
dades productivas reduce su potencial para
hacer un mayor aporte en la generación de
empleos y la distribución equitativa de los
ingresos. En consecuencia, es necesaria una
vinculación entre emprendedores, y de estos
con las unidades productivas que permitan
la construcción de redes de apoyo mutuo y,
sobre todo, que deriven en la construcción de
un proyecto de desarrollo basado en capaci-
dades y recursos regionales -que generen un
círculo virtuoso de crecimiento e inversión, en
donde el empresariado asuma un rol activo y
de respaldo financiero-.
Las cadenas productivas, que articulan el
sector privado y la economía social, inci-
den directamente en la elaboración de un
producto final. La cadena permite así diver-
sos niveles de procesamiento, transporte,
comercialización e industria, alcanzando
varios productos acabados en el nivel del
consumidor, logrando una sinergia de acto-
res promotores del desarrollo económico.
Esto puede permitir una integración verti-
cal, en la cual se articulan distintos eslabo-
nes de una cadena productiva; o bien, hori-
zontalmente a través de una asociatividad
entre emprendimientos y empresas de un
mismo eslabón, procurando mejorar sus
canales de comercialización o producción.
Muchas actividades serán más efectivas y
menos costosas si se realizan en forma aso-
ciativa, logrando de esta manera optimizar
las estructuras de costos individuales y las
capacidades de innovación productiva, para
mantener el posicionamiento competitivo
en el mercado e impacto socioproductivo.
La RSE se hermana con la idea de la densi-
dad productiva, la generación de valor agre-
gado y la inversión genuina.
las cadenas de proveedores
El segundo elemento a visualizar, en rela-
ción a la RSE, es la posibilidad de otro tipo
de articulación económica a través de las
cadenas de proveedores. Estas permiten a los
emprendedores vincularse a la economía a
través de su inserción como proveedores de
bienes y servicios para el sector privado. Esta
simbiosis puede “estandarizar” la producción,
la calidad, la comercialización, y permite a los
emprendedores la adaptación a nuevas tec-
nologías, como, así también, la diversificación
de la oferta y el mejor aprovechamiento de los
s o c i e d a d
El objetivo es incorporar al
empresariado a una idea de bien
común, eliminando las viejas
dicotomías: agro-industria, Estado-
Mercado, economía formal-informal,
con una visión de desarrollo que cree
mecanismos decisorios en el consenso
de la mayoría de los sectores.
Verano 2012 Página 15
s o c i e d a d
El apoyo al cuentapropismo debe ser considerado un elemento clave, porque es el sector que más posibilidades tiene de salir de la pobreza rápidamente y de generar nuevas fuentes de trabajo en las propias comunidades.
recursos físicos y humanos disponibles, con
miras a aprovechar la demanda que solicita el
sector privado.
la capacitación y la asistencia técnica
Un último aspecto relevante es la capaci-
tación y la asistencia técnica por parte de
las empresas. Este aspecto tiene una es-
trecha vinculación con el fortalecimiento
de la economía social y las iniciativas que
surgen de ella misma. El objetivo es que el
sector privado pueda aportar apoyo técnico
que potencie la capacidad de los diferentes
emprendedores. Muchos cuentan solo con
su propia capacidad de trabajo, así el resul-
tado se ve reducido por la escasa formación
general sobre el sostenimiento y organiza-
ción de una actividad productiva. Otros, en
cambio, cuentan tal vez con bienes o insu-
mos, pero necesitan mejorar su situación,
optimizando sus canales de producción o
comercialización.
También puede formar a los emprendedo-
res acerca de temas generales relacionados
con la producción económica y su comer-
cialización, orientando la actividad hacia
el conocimiento de la cadena de valores de
los productos, al aprovechamiento en forma
comunitaria de los recursos e insumos exis-
tentes, al mejoramiento de la organización
y coordinación de los grupos humanos para
la producción en escala, como así también
hacia cuestiones legales e impositivas que
posibiliten la comercialización en circuitos
comerciales formales.
En definitiva, el área de responsabilidad so-
cial empresaria debe ocupar un lugar central
en las estrategias de concertación entre los
actores, en donde se debate el modelo de de-
sarrollo para una región o una localidad. El
objetivo es incorporar al empresariado a una
idea de bien común, eliminando las viejas
dicotomías: agro-industria, Estado-Mercado,
economía formal-informal; con una visión
de desarrollo que cree mecanismos deciso-
rios en el consenso de la mayoría de los sec-
tores, teniendo como objetivo la construc-
ción de una sociedad integrada. Si el Estado,
la sociedad civil y el empresariado trabajan
en forma conjunta, podemos llegar sin po-
breza ni indigencia a la Argentina de 2020.
Página 16 EMPRESA Nº204
Reflexiones
Resignarse nos esclaviza, pero Aceptar nos libera
y nos hace crecer.
La experiencia de frustración, además de
ser dolorosa, es impulsora de crecimiento.
Hay personas que, como los chicos y adoles-
centes, no pueden soportar tal experiencia:
quieren todo, ya. El adulto que está viviendo
su edad y que ha asimilado las variadas
lecciones que la vida enseña, ha aprendido
a frustrarse. Tiene que haberse dado cuenta
de que la vida es, por mucho, una especia-
lista en frustrar a los mortales. ¡Cuántos
deseos, expectativas, logros se vieron trun-
cados por imponderables! Si no estamos
en contacto con esta verdad, vamos a vivir
el resto de nuestra existencia insistiendo e
insistiendo en que las cosas sean diferentes
de lo que son. Por eso, la clave para resolver
esta cuestión está dada por la palabra acep-
tación que poco tiene que ver con la resig-
nación. Aclaremos.
dos CoNCEPtos distiNtos
Resignarse tiene que ver con un acto de su-
misión, de mansedumbre, de ceder para no
causar trastornos, para evitar discusiones
o peleas. Cuando uno se resigna no acepta
que el deseo propio haya sido frustrado. La
resignación siempre incluye enojo, bron-
ca que puede transformarse en deseos de
venganza: “Ya van a saber quién soy”. La
persona resignada queda adherida al objeto
perdido o jamás encontrado; no puede ni
siquiera entrar en la etapa de duelo por ese
Marcelo D. Váquez Avila
Prof. De Comportamiento Humano en la Organización Instituto
Internacional San Telmo, Sevilla, España
Verano 2012 Página 17
Aceptación sin Resignación
objeto perdido. Siempre se lo añora de una
manera nostálgica. “Nostalgia” es un pro-
fundo dolor (algia) por aquello, lo que ya no
está o que no se tiene, por lo que no pudo
ser, por lo que ya fue y no sigue siendo;
como sucede con la niñez, los padres de la
infancia, la juventud, etc. En esta condición,
la energía de la persona queda estancada
en ese objeto imposible.
En cambio, en la aceptación de la frustra-
ción de un deseo se pone en marcha un
mecanismo de reconocimiento de que la
realidad es la realidad. Este estado permite
y favorece el proceso de duelo mediante el
cual uno se despide para siempre de lo que
no está o no pudo ser, y la energía queda
liberada para iniciar otro proyecto. Este
proceso necesita, en ocasiones, de bastante
tiempo según la trascendencia del objeto
perdido.
RECoNoCER qUE tENEMos UN PRoBlEMa No sigNiFiCa qUE No qUERaMos CaMBiaRlo
Muchas veces cometemos el error de pen-
sar que aceptar lo que nos sucede signi-
fica no desear cambiarlo. Nada más lejos
de la verdad. Ante todo, para poder modi-
ficar algo, es requisito previo aceptar que
ese algo nos está sucediendo. Mucha gen-
te confunde esta aceptación con “resig-
nación”. La resignación implica que uno
se ve indefenso frente a lo que le sucede,
que uno se siente incapaz de cambiarlo.
La aceptación, por otra parte, significa
que reconocemos que algo no nos gusta,
para de ese modo ser capaces de empezar
a modificarlo. Si, por ejemplo, yo niego
que tengo un problema con mi pareja, ja-
más podría pensar en arreglarlo.
Reconocer que tenemos un problema no
significa que no queramos cambiarlo. Lo
que sucede es que estamos acostumbrados
a “luchar” contra la idea del problema en sí.
Eso es negación.
Mucha gente confunde la idea oriental de
“aceptar lo que nos sucede sin cuestionar-
lo”, con la idea de “pasividad”. Esto se debe
a una falta de conocimiento y comprensión
del contexto. No hay vida más estática que
la del negador compulsivo, debido a que
siempre cargará con los mismos problemas
a lo largo del tiempo. En cambio, la vida de
aquel que acepta lo que le sucede sin lu-
char contra la idea, es el que se da a sí mis-
mo la oportunidad de resolverlo. “Aceptar
lo que nos sucede sin cuestionarlo” no sig-
nifica que pensemos que eso que nos pasa
está bien. Cuando los budistas hablan de
“no cuestionar”, se refieren a “no cuestionar
que eso nos suceda”, tan simple y efectivo
como eso.
Tenemos en la cabeza tan arraigada la idea
de “forjar nuestro destino”, que temblamos
frente a la simple mención de la palabra
“aceptación”. Eso nos hace negar automáti-
camente cualquier cosa que no nos gusta,
Página 18 EMPRESA Nº204
Reflexiones
porque nos enseñan a aceptar solamente lo
que nos agrada. Y lo que es peor, llegamos a
creer que aceptar algo es aprobarlo.
Es hora de empezar a aprender a usar me-
jor nuestra inteligencia y dejar de aceptar
o rechazar determinadas nociones sin to-
marnos el tiempo de analizarlas detenida-
mente. Es fácil dejarse llevar por las gene-
ralizaciones, y es cierto que es más cómodo
que tomarse el trabajo de pensar por uno
mismo.
No es lo mismo resignación que aceptación.
Algunas veces las circunstancias que nos
tocan vivir como son las enfermedades, fra-
caso en un emprendimiento, etc., nos per-
miten comprender y experimentar el verda-
dero significado y diferencias que tienen las
palabras aceptación y resignación.
El diccionario de la Real Academia Española
dice que:
Aceptar es: 1.- Recibir voluntariamente lo
que se le da. 2.- Aprobar, dar por bueno
Resignarse es: Conformarse, someterse, en-
tregar su voluntad, condescender.
La aceptación profunda de la realidad
que nos toque vivir, llámese enfermedad
o fracaso, etc., debe llevarnos a meditar,
reflexionar y razonar la situación que es-
tamos viviendo para que, a través del razo-
namiento, comprendamos que hay varias
acciones que aún podemos realizar. Si el
análisis de estas acciones es realizado en
forma positiva, los resultados demostrarán
que lo hemos hecho bien. Ahora, si el aná-
lisis es hecho con una mentalidad negati-
va, el resultado será obviamente negativo
y no nos permitirá comprender, y por tanto
aceptar lo que estamos viviendo, y termi-
naremos resignándonos. La aceptación y la
comprensión nos lleva a utilizar todo con
la finalidad de crecer; no hay fracaso, tan
solo una batalla perdida de la que hay mu-
cho que aprender.
La aceptación surge de comprender que
cualquier circunstancia que estamos vi-
viendo, sin excepción, cumple un propósito.
De nosotros depende el resultado.
¿Estamos dispuestos a dar la lucha? ¿Esta-
mos dispuestos a trabajar hasta alcanzar
nuestro objetivo? o ¿simplemente nos resig-
naremos?
Verano 2012 Página 19
C
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©2010 En Argentina, las firmas miembro de la red global de PricewaterhouseCoopers International Limited son las sociedades Price Waterhouse & Co. S.R.L, Price Waterhouse & Co. Asesores de Empresas S.R.L. y PricewaterhouseCoopers Jurídico Fiscal S.R.L, que en forma separada o conjunta son identificadas como PwC Argentina.
Construimos relaciones para crear valor
Verano 2012 Página 23
claves del retraso y del progreso
de la argentina
martín lagos
Martín Lagos comparte una síntesis de un trabajo de investigación realizado conjuntamente con Juan J.Llach, Eduardo Fracchia y
Fernando Marull sobre el retraso sobre el retraso relativo que experimentó la economía argentina -en este último siglo- tras haber alcanzado y sostenido niveles de ingreso per
cápita cercanos a las economías más avanzadas del mundo.
Para los autores, los factores identificables como comunes de los períodos de no retraso son: un mejor funcionamiento de las instituciones políticas; una inflación baja o moderada y el aumento de la monetización de la economía; políticas económicas
no populistas o, si se prefiere, sostenibles en el tiempo; solvencia fiscal; una menor volatilidad macroeconómica; la existencia de oportunidades y percepciones de progreso
y movilidad social y un puja distributiva moderada o encauzada.
A esta enumeración se suman: una economía abierta o en proceso de apertura y precios relativos internos cercanos a los internacionales; un desarrollo agropecuario
compatible y simultáneo al desarrollo industrial; términos del intercambio externo no muy bajos; solvencia externa; una inversión moderada o alta y el respeto de los
derechos de propiedad.
Finalmente, alerta acerca de los signos de deterioro de la economía argentina actual y la necesidad de atender esta problemática. Y agrega: “El valioso logro de haber
transitado ya casi nueve años sin crisis económicas violentas se está poniendo en riesgo por la alta inflación y políticas tales como la extinción de los superávits gemelos”.
Este artículo constituye una síntesis de la
investigación del retraso relativo experimen-
tado por la economía argentina tras haber
alcanzado y sostenido niveles de ingreso per
cápita, cercanos a los de las economías más
avanzadas del mundo y muy superiores a los
del mundo en desarrollo. La investigación no
se centró en el impresionante crecimiento de
la Argentina en los cuarenta años anteriores
a su Centenario, sino en el desempeño poste-
rior, o sea en los años en los que el país logró
sostener las posiciones relativas alcanzadas,
para luego perderlas.
El desempeño de nuestra economía
Las largas series de ingreso per cápita, ho-
mogeneizadas para cientos de países por
el economista británico Angus Maddison,
permitieron comparar el desempeño de
nuestra economía con el de un amplio
número de países o grupos de países a lo
largo de más de un siglo. Si bien la referen-
cia primaria fue el desempeño grupal (o
promedio) de las dieciséis economías más
ricas de raíz occidental (doce europeas,
más los EE.UU., Canadá, Australia y Nueva
Martín lagos es licenciado en Economía (UCa). M.a. (candidate) in Economics (Columbia University). Eisenhower Fellow. Fundador, Consejero y Profesor de la Universidad del CEMa. Ex-Vicepresidente del Banco Central y de seguro de depósitos s.a.Síntesis del libro del mis-mo nombre publicado por TEMAS Grupo Editorial S.R.L. Con la autoría de Martín Lagos, Juan J. Llach, Eduardo Fracchia y Fernando Marull. El libro fue el fruto de una investi-gación que llevó más de un año de trabajo.
e m p r e s ap r o p u e s t a
Página 24 EMPRESA Nº204
Las políticas económicas más
visiblemente asociadas a los períodos
de retraso son las que condujeron a
un excesivo cierre de la economía al
comercio internacional, a las políticas
fiscales y monetarias altamente
inflacionarias que siguieron a la Segunda
Guerra Mundial y a la volatilidad
resultante de políticas macroeconómicas
insostenibles en el tiempo.
Zelanda), también se efectuaron compara-
ciones con economías asiáticas que en las
últimas décadas han crecido a mayor velo-
cidad que aquellas, y con países o grupos
de países que en mayor o menor medida
comparten con la Argentina la vecindad
geográfica, la cultura, las principales etnias
de su población o la disponibilidad de re-
cursos naturales.
Las comparacio-
nes muestran que
nuestro país perdió
posiciones relati-
vas contra todos
los países o grupos
considerados, con la
sola excepción del
Uruguay. El retraso
contra el mundo
avanzado comien-
za visiblemente
en 1934/35, tras la
crisis económica
mundial que se
había extendido
entre 1929 y 1933.
Es notorio como la
Argentina atravesó
la crisis con relati-
vo éxito, pero salió
de ella con menor
dinamismo que el
de los países avan-
zados. En otros casos (España, Italia, Japón,
Taiwán, Corea) el retraso es notable a par-
tir de 1950, siendo mucho más reciente el
retraso respecto a otras economías (China,
1978; Chile, 1986).
El retraso relativo que comienza cuando se
sale la crisis 1929-1933 se prolonga hasta
1963. En estos treinta años el ingreso per cá-
pita argentino pasó de representar aproxima-
damente un 85% del promedio de los países
avanzados a algo menos del 60%. Viene luego
un período de once años (1964-1974) durante
el cual el crecimiento argentino se aceleró y
fue menos volátil, como resultado de lo cual
la ratio de ingresos per cápita con los países
ricos permaneció estable. Pero luego siguieron
quince años (1975-1990) durante los cuales
se produjo un retraso catastrófico, al cabo de
los cuales nuestro PIB per cápita cayó hasta
el 35% del de los países avanzados. En las
dos décadas transcurridas desde 1991 varios
subperíodos de muy alto crecimiento (1992-
1994; 1996-1998 y 2003-2008) permitieron que,
pese a las recesiones de 1995 y 1999-2002, el
resultado fuera de no-retraso.
Variables estadísticamente significativas para explicar el retraso
Las prolongadas fases de retraso de la Ar-
gentina dieron lugar a una extensa biblio-
grafía de autores argentinos y extranjeros.
La revisión de una treintena de hipótesis
lanzadas a lo largo de varias décadas para
explicar semejante retraso es uno de los
Fuente: Cálculos propios en base a Maddison.(*) EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia.(**) Las oscilaciones extremas de la ratio “PIB per cápita argentino/PIB per cápita países avanzados” en los años de la Segunda Guerra y posguerra se explican principalmente por la extraordinaria expansión y luego declinación de la movilización y producción bélica en los países en conflicto. Semejantes altibajos, visibles en el gráfico en los años que van desde 1941 hasta 1950, explican tanto la extraordinaria caída de la ratio entre 1941 y 1943/44, como el posterior au-mento hasta fines de la década. Para 1951, cuando las principales economías avanzadas se han normalizado, la ratio de PIB per cápita es algo inferior a la de 1940. En la Primera Guerra, en cambio, fue la economía argentina la que sufrió una profunda recesión de la que solo se recuperó a partir de 1918.
Ratio: PIB per cápita arg / PIB per cápita países avanzados (eje izq.)
PIB per cápita argentina (log)
PIB per cápita países avanzados (log)
e m p r e s ap r o p u e s t a
Verano 2012 Página 25
rasgos distintivos de esta investigación.
Siempre que fue posible se apeló a la esta-
dística y la econometría para verificar qué
hipótesis tenía más o menos sustento.
Tanto el análisis “visual”, caso por caso, de
las series estadísticas, como una regresión
econométrica multivariada, muestran que
solo cuatro variables son estadísticamente
significativas para explicar el retraso. El cie-
rre (o apertura) de la economía (medido por
la suma de las exportaciones e importacio-
nes como porcentaje del PIB); la volatilidad
en los niveles del producto interno bruto;
la aceleración de la inflación (aumento de
su tasa porcentual anual) y una variable
dicotómica que captura el comportamien-
to diferencial de las series durante las dos
guerras mundiales del siglo XX.
Esta conclusión no invalida la identificación
de otras variables, hechos y políticas que
Lagos: “No hay un razonamiento
lineal que marque el camino desde las
explicaciones del retraso del país hacia
la formulación de enseñanzas para el
futuro. Como muestra, vale señalar la paradoja de cómo fue posible que dos décadas tan diversas en el imaginario popular
y político, como las del noventa y los dos mil,
hayan logrado en conjunto interrumpir el retraso de
la Argentina”.
El REtRaso dE la aRgENtiNa REsPECto dE UN CoNjUNto dE ECoNoMías aVaNzadas
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
1870
1874
1878
1882
1886
1890
1894
1898
1902
1906
1910
1914
1918
1922
1926
1930
1934
1938
1942
1946
1950
1954
1958
1962
1966
1970
1974
1978
1982
1986
1990
1994
1998
2002
2006
e m p r e s ap r o p u e s t a
Página 26 EMPRESA Nº204
habrían operado de manera menos deter-
minante que los arriba mencionados, pero
no deja dudas de que las políticas económi-
cas más visiblemente asociadas a los perío-
dos de retraso son las que condujeron a un
excesivo cierre de la economía al comercio
internacional (iniciadas tras la depresión
mundial de 1929-1933 y profundizadas en
las décadas siguientes), a las políticas fisca-
les y monetarias altamente inflacionarias
que siguieron a la Segunda Guerra Mundial
y a la volatilidad resultante de políticas ma-
croeconómicas insostenibles en el tiempo.
Sobre otras variables, políticas o hipótesis
vale la pena destacar, por ejemplo, que la
correlación entre los llamados “términos
del intercambio” y la performance relativa
de la Argentina no es alta. Progresamos
con precios altos (1904-1912, 2002-2010),
pero también con precios bajos (1918-1934,
1991-1998) y retrocedimos con precios bajos
(1952-1963), pero también con altos (1946-
1951, 1979-1984).
Casos parecidos (es decir, asociación duran-
te algunos períodos, pero disociación duran-
te otros y -por lo tanto- pobre correlación a
largo plazo) se dan con el gasto público, con
la deuda pública, con la inversión agregada,
con el tipo de cambio real, con el balance
comercial y con muchas estadísticas repre-
sentativas de las hipótesis del estructuralis-
mo. ¿Quiere esto decir que dichas variables
no han impactado o no impactan la perfor-
mance agregada de la economía? No. Quiere
decir que sus efectos (positivos o negativos,
según los casos) no se sostienen en el largo
plazo y que hay otros factores o políticas
que los superan en importancia. Así, la so-
brevaluación del peso (o atraso cambiario)
está asociada tanto a períodos de buena
como de mala performance de la economía.
Lo mismo ocurre con la subvaluación. Hay
períodos de crecimiento que coinciden con
alta inversión y otros con baja inversión, y
lo mismo vale para los períodos de retraso.
La tendencia secular creciente del gasto
público coexiste con lapsos de buena y de
hiPótEsis ExPloRadas EN la BúsqUEda dE ExPliCaCioNEs PaRa El REtRaso dE la aRgENtiNa
• Proteccionismoexcesivo• Discriminaciónanti-agro• Estatismoygastopúblicoexcesivos• Debilidaddelosderechosdepropiedad• Volatilidadmacroeconómica• Insolvenciafiscal• Inflación,desmonetizaciónydesintermediación
financiera• Insuficienciadelainversión• Insolvenciaexterna• Deteriorodelostérminosdelintercambioex-
terno y estructura de las exportaciones• Transferenciaderecursosalexterior• Economíamuyprimaria• Desarrolloindustrialinsuficiente
• Políticascontrariasalaindustria• Políticas“financieritas”• Pujadistributiva• Debilidaddelempresariado• Escasadistribucióndelatierra• Intensidaddelainmigración• Inestabilidadpolítica• Gobiernoscivilesvs.militares• Populismoeconómico• Peronismo• Coalicionesconservadorasoliberales• Federalismo• Otrashipótesispolíticas:Culturasdecaudillosy
de rentas• Urbanizaciónexcesiva• Deteriorodelaventajaeducativa• ExcepcionalidaddelmodeloXIX
e m p r e s ap r o p u e s t a
Verano 2012 Página 27
mala performance, y unos y otros, se super-
ponen a su vez con períodos de superávit y
de déficit en el comercio exterior, que es lo
mismo que decir con salida o con ingreso
neto de capitales externos.
En cambio, nunca hubo buena performan-
ce cuando aumentó el proteccionismo, se
aceleró la inflación y creció la volatilidad, y
sí lo hubo cada vez que el proteccionismo
disminuyó, se desaceleró la inflación y bajó
la volatilidad. La correlación o asociación de
estas variables y políticas con la performance
de la economía han sido destacadas tradi-
cionalmente por las hipótesis neoclásicas
y macroeconómicas, cuyo acierto quedó
ratificado.
Pero cuando se indagan las causas profun-
das, o los porqués de la adopción de aque-
llas políticas, ganan terreno las hipótesis
políticas, históricas y algunas propias del
estructuralismo. Entre otros factores se
debe a la mala distribución original de la
tierra y la carencia de políticas e incentivos
que facilitaran el acceso a ella de pequeños
chacareros y el poblamiento de núcleos ur-
banos en el Interior, todo lo cual resultó en
una gran concentración de población en las
grandes urbes, particularmente en el Gran
Buenos Aires.
El temor generalizado a “la amenaza de
la izquierda” y el impacto negativo de la
crisis 1929-1933 no fueron ajenos ni a la
involución política de la Argentina, que se
inicia en 1930 , ni a la adopción de políticas
proteccionistas orientadas a favorecer a
sectores urbanos, con marcado sesgo con-
trario al sector agropecuario. La Argentina,
sin embargo, persistió y profundizó dichas
políticas mucho más allá de lo que parecía
prudente, sobre todo cuando después de
la Segunda Guerra los países avanzados
fueron lenta y gradualmente regresando
a la economía de mercado enmarcada por
políticas fiscales y monetarias mesuradas,
legislaciones antimonopólicas y comercio
internacional más abierto.
Lo propio puede decirse de lo que ocu-
rrió más tarde, cuando muchos países en
desarrollo (vecinos, europeos periféricos,
asiáticos y hasta algunos del ex-bloque de
Las largas series de ingreso per cápita,
homogeneizadas para cientos de países
permitieron comparar el desempeño de nuestra economía con el de un
amplio número de países o grupos de países a
lo largo de más de un siglo. Las comparaciones
muestran que nuestro país perdió posiciones relativas contra todos
los países o grupos considerados, con la sola
excepción del Uruguay.
e m p r e s ap r o p u e s t a
Página 28 EMPRESA Nº204
economías centralizadas), en algunos ca-
sos tras haber experimentado con políticas
semejantes a la de Argentina, convergieron
hacia un modelo análogo al de la posguerra
en los países avanzados, con mayor énfasis
en las exportaciones que en la sustitución
de importaciones, logrando casi todos ellos
tasas de crecimiento que, contrariamente
al caso de la Argentina, les permitió reducir
sus brechas de desarrollo.
Esta historia sugiere la existencia de algo de
path dependence o “dependencia del sendero”,
hipótesis según la cual el pasado condicio-
na mucho al presente y, por ejemplo, una
vez lanzada una política (como el inicial
proteccionismo defensivo ensayado en la
década de 1930), sus frutos obligan de algu-
na manera a continuarla y, más adelante,
hasta profundizarla. Algo parecido habría
ocurrido con las políticas fiscales y mone-
tarias inflacionarias adoptadas después de
la Segunda Guerra, ya que las inflaciones
endémicas generan anticuerpos que difi-
cultan su combate. Este encadenamiento
de factores y de políticas no fue patrimonio
de ningún partido o tipo de gobierno. Si la
alta inflación y el proteccionismo excesivo
configuran políticas económicas populistas
asociadas al retraso de la Argentina, estas
fueron impulsadas tanto por gobiernos de
cuño conservador como militar, peronista y
radical. De la misma manera, hay gobiernos
militares (1966-1973), radicales (1963-1966)
y peronistas (1990-1999 y 2002-2011) entre
los que presidieron los períodos relativa-
mente favorables o de no retraso.
No hay un razonamiento lineal que marque
el camino desde las explicaciones del retra-
so del país hacia la formulación de ense-
ñanzas para el futuro. Como muestra, vale
señalar la paradoja de cómo fue posible que
dos décadas tan diversas en el imaginario
popular y político, como las del noventa y
los dos mil, hayan logrado en conjunto inte-
rrumpir el retraso de la Argentina.
Los factores identificables como comunes
de los períodos de no retraso son un mejor
funcionamiento de las instituciones políti-
cas; una inflación baja o moderada y el au-
El REtRaso dE la aRgENtiNa y UN iNdiCadoR dE la aPERtURa dE la ECoNoMía
1,20
1,00
0,80
0,60
0,40
0,20
0,00
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1900
1903
1906
1909
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1915
1918
1921
1924
1927
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
1951
1954
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1960
1963
1966
1969
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1975
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1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
Fuente: Cálculos propios en base a Maddison, Gerchunoff y Llach e Indec, Cuentas Nacionales
R-Avanzados
(Exportaciones + Importaciones) / PIB (eje der.)
e m p r e s ap r o p u e s t a
Verano 2012 Página 29
mento de la monetización de la economía;
políticas económicas no populistas o, si se
prefiere, sostenibles en el tiempo; solvencia
fiscal; una menor volatilidad macroeco-
nómica; la existencia de oportunidades y
percepciones de progreso y movilidad social
y un puja distributiva moderada o encau-
zada; una economía abierta o en proceso
de apertura y precios relativos internos cer-
canos a los internacionales; un desarrollo
agropecuario compatible y simultáneo al
desarrollo industrial; términos del inter-
cambio externo no muy bajos; solvencia
externa; una inversión moderada o alta y el
respeto de los derechos de propiedad.
signos de deterioro económico a atender
Lamentablemente, la mayor parte de los
factores que han permitido a la Argentina
dejar de retrasarse respecto del mundo
entre 1991 y 2008 han mostrado signos de
deterioro en los últimos años. Si bien no se
han alcanzado aún los extremos típicos de
los tiempos del gran retraso de la Argen-
tina, por ejemplo en lo que concierne a la
ilegalidad o ilegitimidad de los gobiernos, la
altísima inflación o el cierre casi total de la
economía, las señales negativas son dignas
de atención. La democracia sigue funcio-
nando, pero se observan evidentes daños en
las instituciones republicanas y federales.
De la estabilidad monetaria lograda, aun
después de la devaluación del 2002, se ha
pasado a una inflación alta y riesgosa. Han
reaparecido comportamientos populistas,
especialmente en las distorsiones de precios
relativos, en la magnitud de los subsidios y
en un nivel sin precedentes de gasto públi-
co, dudosamente sostenible y parcialmente
financiado con el impuesto inflacionario.
Altos funcionarios declaran que esta vez el
populismo es sostenible y que debe profundi-
zarse, al mismo tiempo que la puja distributi-
va muestra tensiones crecientes. Es destaca-
ble el bajo nivel de endeudamiento público,
pero la tendencia del resultado fiscal, deficita-
rio si es bien medido, no es auspiciosa.
El valioso logro de haber transitado ya casi
nueve años sin crisis económicas violentas
se está poniendo en riesgo por la alta infla-
ción y políticas tales como la extinción de
los superávits gemelos.
Algo similar ocurre con la pobreza y la in-
digencia, que después de haber disminuido
De una situación de relativa solvencia externa
se ha pasado a otra en la que la cuenta
corriente del balance de pagos tiende a cero
y se han acentuado las fugas de capitales. Aquí y allá aparecen
sistemáticamente violaciones de los
derechos de propiedad que, muy probablemente,
sean una de las causas de un nivel de inversión
insuficiente para sostener un crecimiento rápido.
e m p r e s ap r o p u e s t a
Página 30 EMPRESA Nº204
significativamen-
te han vuelto a
aumentar como
consecuencia de la
suba de la inflación.
De una política eco-
nómica que armo-
nizaba la inserción
exportadora con el
desarrollo del mer-
cado interno se ha
pasado, sin aviso, a
otra orientada hacia la sustitución de im-
portaciones, con sesgo anti-agropecuario y
anti-exportador.
De una situación de relativa solvencia ex-
terna se ha pasado a otra en la que la cuen-
ta corriente del balance de pagos tiende a
cero, y se han acentuado las fugas de capi-
tales. Aquí y allá aparecen sistemáticamen-
te violaciones de los derechos de propiedad
que muy probablemente sean una de las
causas de un nivel de inversión insuficiente
para sostener un crecimiento rápido.
Todavía se está a tiempo de reparar tantos
deterioros de los factores que permitieron a
la Argentina dejar de retrasarse. Pero si no
se actúa rápidamente se entrará en zonas
de retraso similares a las vistas en el pasa-
do. Si faltaran otras, la sola razón de la im-
portancia y urgencia de esta reparación es
que, pese a haber dejado de retrasarse res-
pecto del mundo en los últimos veinte años,
la Argentina no ha logrado mejorar sustan-
cial y establemente la situación de los más
pobres ni mejorar la distribución del ingreso
y construir una sociedad más integrada.
El REtRaso dE la aRgENtiNa y UN iNdiCadoR dE la iNFlaCióN
1,20
1,00
0,80
0,60
0,40
0,20
0,00
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250
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-50
1900
1903
1906
1909
1912
1915
1918
1921
1924
1927
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
1951
1954
1957
1960
1963
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
Fuente: Cálculos propios en base a Maddison e índices de precios al consumidor.
Altos funcionarios declaran que esta
vez el populismo es sostenible y que
debe profundizarse, al mismo tiempo
que la puja distributiva muestra
tensiones crecientes.
1945, 19.7
1959, 113.7
1971, 34.7
1910
1943
1974
Inflación minorista
R-avanzados
e m p r e s ap r o p u e s t a
Verano 2012 Página 31
e m p r e s ae c o n o m í a
elinor ostrom:“la creación de confianza
tiene un rol fundamental en la solución de los dilemas sociales
y en la política pública”
patricio millán smitmans
Millán Smitmans nos acerca el pensamiento de Elinor Ostrom, la primera mujer en recibir el Premio Nobel de Economía 2009.
Como lo señalara la Real Academia de Ciencias de Suecia, al otorgarle tal distinción,
Ostrom ha desafiado la creencia generalizada que la propiedad comunal es ineficientemente gestionada y que debería ser regulada por las autoridades centrales, o
privatizada.
A través de sus estudios y extenso trabajo de campo, esta economista concluye que la creación de confianza entre los individuos es el factor clave para resolver los problemas
sociales y para diseñar adecuadas políticas públicas.
El Premio Nobel de Economía 2009 fue
otorgado en forma conjunta a la Profesora
Elinor Ostrom, de la Universidad de India-
na, y al Profesor Oliver Williamson de la
Universidad de California, Berkeley. Elinor
Ostrom es la primera mujer que recibe el
Premio Nobel de Economía. Para muchos su
selección fue una sorpresa y todavía hoy su
contribución es desconocida por la mayoría
de los economistas. Lo que la hace aun más
interesante es que Ostrom tiene un Docto-
rado en Ciencias Políticas de la Universidad
de California y -según su propia biografía-
no fue aceptada en el Doctorado en Econo-
mía de la misma universidad.
Una historia de vida
Elinor Ostrom nació en Los Angeles, Cali-
fornia, en 1933 y creció en la pobreza, con
una madre divorciada, en medio de la Gran
Depresión. Nadie en su familia había ido a
la universidad, pero ella se inscribió en la
Universidad de California a pesar de la opo-
sición materna. Para financiar sus estudios,
tuvo diversos trabajos ocasionales y luego,
ya recibida, y a pesar de haberse graduado
con honores, solo obtuvo un puesto como
secretaria en una empresa exportadora de
material electrónico.
A los 24 años regresó a la Universidad de
California donde fue admitida para un Ph.D.
en Ciencias Políticas. Allí participó en un
equipo de investigación sobre el uso del
agua en el sur de California y se interesó
por primera vez en analizar como las perso-
nas actúan cooperativamente en la gestión
sustentable de un recurso común. El su-
pervisor del equipo era el Profesor Vincent
Ostrom, con quien Elinor se casó en 1963.
Ambos se trasladaron a Bloomington, India-
na, cuando él fue nombrado Profesor Titular
de la Universidad de Indiana.
Después de enseñar algunos años, Elinor
Ostrom también obtuvo un cargo de Profe-
sor Titular y con su esposo crearon un work-
shop en Teoría Política y Análisis de Políti-
Patricio Millán smitmans es ingeniero Civil (Universidad de Chile, santiago, Chile). doctor en Economía (Ph. d.), Universidad de harvard, Estados Unidos. director del departamento de Economía, del Programa de doctorado en Economía, y del Programa de Estudios en Economía aplicada (PEEa). Consultor independiente. autor de libros y publicaciones.
Página 32 EMPRESA Nº204
cas, con el objetivo de reunir a especialistas
en Ciencias Políticas, Economía, Sociología,
Derecho y otras disciplinas para estudiar
como los arreglos institucionales afectaban
el comportamiento de las personas y los
resultados de las políticas públicas. A co-
mienzos de los noventa, el trabajo del work-
shop se expandió internacionalmente con la
creación de centros afiliados en numerosos
otros países.
las personas y su capacidad de cooperar y encontrar soluciones para el conjunto
La nota de la Real Academia de Ciencias de
Suecia, que le otorgó el Premio Nobel indi-
ca: “Elinor Ostrom ha desafiado la creencia
generalizada de que la propiedad comunal
es ineficientemente gestionada y que de-
bería ser regulada por las autoridades cen-
trales, o privatizada. Basada en numerosos
estudios del manejo por los usuarios de
los recursos pesqueros, tierras de pastoreo,
bosques, lagos y acuíferos, Ostrom concluye
que los resultados son, la mayoría de las ve-
ces, mejores que lo que predicen las teorías
convencionales. Ella afirma que los usuarios
frecuentemente desarrollan sofisticados
mecanismos para la toma de decisiones y
para el cumplimiento de reglas para resol-
ver los conflictos de intereses, e identifica
las condiciones que promueven resultados
satisfactorios.
El problema de la sobre explotación de
los recursos comunales, en los cuales el
consumo de una persona reduce la dispo-
nibilidad de los otros que tienen acceso a
él, ha preocupado desde hace años a mu-
chos economistas y expertos sociales. Los
usuarios individuales enfrentan fuertes
incentivos para actuar en forma perjudi-
cial para el conjunto social. El problema
se conoce como la “tragedia de los bienes
comunales”, por un artículo escrito en
1968 por el biólogo Garret Harden (“The
Tragedy of the Commons”). Los economis-
tas han propuesto dos soluciones: la pri-
vatización o el control por el Estado de los
recursos comunales.
A través de un extenso trabajo de campo,
analizando mas de 500 situaciones reales,
Elinor Ostrom llegó a la conclusión que es-
tas soluciones extremas no son necesarias:
las personas son capaces de cooperar y pue-
den encontrar soluciones adecuadas a los
dilemas sociales que enfrenta el conjunto.
Un ejemplo concreto son los análisis,
realizados por el Centro para el Estudio
de la Diversidad Institucional de la Pro-
fesora Ostrom, sobre los mecanismos de
gobernabilidad para la protección de los
bosques y la biodiversidad. Estos estudios
incluyeron 163 bosques en países tan di-
versos como Bolivia, Colombia, Guatema-
la, Méjico, India, Kenia, Nepal, Tanzania,
Tailandia, Uganda, Etiopia, Estados Unidos
y China. La recomendación de política pú-
blica favorita para estos casos es “estable-
cer áreas de protección controladas por el
Estado”, pero la muestra analizada incluía
además áreas de propiedad privada y de
propiedad comunal.
Millán: “Las experiencias empíricas reales y las pruebas de laboratorio demuestran que con adecuadas instituciones las personas cooperan en la búsqueda del bien común”.
e m p r e s ae c o n o m í a
Verano 2012 Página 33
La conclusión fue que el régimen de pro-
piedad no es la principal variable que
explica el éxito o el fracaso en la protec-
ción de los bosques y la biodiversidad.
Ello depende fundamentalmente de cómo
los mecanismos de gobernabilidad se
adecúan a la situación local, como se es-
tablecieron y desarrollaron las reglas es-
pecíficas y si los usuarios consideran que
el sistema establecido es legítimo y equi-
tativo. Hay numerosos casos en los cuales
los gobiernos adoptan decisiones y reglas
desde el centro, sin considerar la opinión
y situación de la población local, en los
cuales la deforestación aumenta, y otros
en que la propiedad comunal funciona efi-
cientemente.
Para interpretar el extenso material recolec-
tado en sus trabajos de campo, Ostrom usa
los conceptos de teoría de los juegos, espe-
cialmente los conceptos desarrollados por
Robert Aumann (Premio Nobel de Economía
2005) sobre cooperación en juegos repe-
titivos. Ella y otros de sus discípulos han
realizado también numerosos experimentos
de laboratorio sobre el comportamiento de
las personas frente a los dilemas sociales.
Estos trabajos le han permitido establecer
las condiciones que facilitan la cooperación
entre las personas y los contextos en que
operan las sanciones que se establecen
para aquellos que se desvían de las normas
establecidas.
La Profesora Ostrom concluye que las per-
sonas tienen una estructura motivacional
mucho más compleja que la maximiza-
ción de beneficios que tradicionalmente
sostiene la teoría económica, y que son
capaces de encontrar mecanismos ade-
cuados para resolver los dilemas sociales
que enfrentan. Las reglas impuestas des-
de arriba por la autoridad pueden o no
funcionar, pero no deben ser el principal
instrumento. El objetivo de la política pú-
blica debe ser el diseño de instituciones
que hagan florecer las diversas y variadas
capacidades humanas. Esto incluye as-
pectos como la capacidad de aprender, de
innovar, de adaptar, de confiar y de coope-
rar para obtener resultados más efectivos,
equitativos y sostenibles.
Tradicionalmente estamos acostumbrados
a considerar que existe sólo una dicotomía
entre el mercado y el Estado. La profesora
Ostrom nos hace presente que ésta es una
versión simplista de la economía y que hay
una gran diversidad de arreglos institucio-
nales. Algunas de estas alternativas pueden
ser más eficientes y justas que las visiones
tradicionales de dejar todo al mercado o al
Estado.
Las personas no son nada más que seres
individualistas, que buscan el máximo de
su utilidad personal, como enseña la teo-
ría economía tradicional. Las experiencias
empíricas reales y las pruebas de labo-
ratorio demuestran que con adecuadas
instituciones las personas cooperan en
la búsqueda del bien común. La creación
de confianza entre los individuos es un
factor clave para resolver los problemas
sociales y para diseñar adecuadas políti-
cas públicas.
La Profesora Ostrom concluye que las
personas tienen una estructura motivacional
mucho más compleja que la maximización
de beneficios que tradicionalmente sostiene
la teoría económica, y que ellas son capaces de
encontrar mecanismos adecuados para resolver los dilemas sociales que
enfrentan.
e m p r e s ae c o n o m í a
Página 34 EMPRESA Nº204
e m p r e s ainstitucional
Congreso latinoamericano UNiaPaCla rentabilidad de los valores, acde y enrique, presentes en uniapac
lisandro mancini
Tuve la suerte de poder compartir con
varios amigos el último Congreso Latino-
americano de UNIAPAC: “Empresario Lati-
noamericano Generador de Rentabilidad
Económica y Social”.
De tan rica experiencia vivida en la Ciudad
de Guayaquil, surgió mi deseo de compartir
con ustedes un par de impresiones relacio-
nadas con el desarrollo general del Congre-
so y, particularmente, la impronta que tu-
vieron en el evento tanto la vida de Enrique
Shaw como ACDE Argentina.
Antes que nada, destaco la excelente organiza-
ción que realizaron los hermanos ecuatorianos,
grandes anfitriones que lograron el perfecto
funcionamiento de los engranajes logísticos del
Congreso. Llevar adelante esta “empresa” fue
todo un desafío para ellos y cumplieron con
creces las expectativas de los participantes.
organizaciones eficientes y rentables orientadas al bien común
Fue realmente impactante ver como empre-
sarios de los más diversos países de nuestro
continente intercambiaban ideas respecto
a cómo lograr organizaciones eficientes
y rentables, pero sin perder de vista que
el bien común es el objetivo principal de
toda organización humana. Hubo ejemplos
memorables y anécdotas de empresas que
lograban la rentabilidad de sus negocios y a
su vez promovían de manera sostenible su
entorno. Esto se vio claramente en la expo-
sición de José María Simone, quien describió
el nuevo Protocolo de RSE de UNIAPAC.
Tuve también la alegría de ver la impor-
tancia que tiene Enrique Shaw, su mensaje
de vida y su Causa en el seno de UNIAPAC.
Descarto que Enrique nos acompañó duran-
lisandro Mancini es presidente de aCdE joven. abogado (UBa). Especializado en derecho ambiental (UCa), tiene un posgrado en derecho empresario económico (UCa). Es auditor líder iso 14001 (BVqi – iRCa). gerente en VertPro – gestión ambiental.
Verano 2012 Página 35
te todo el Congreso y seguramente elevó al
Padre plegarias por nosotros.
la presencia de Enrique shaw
La imagen de Enrique estuvo presente junto
a todos los paneles de expositores. Asimis-
mo, fue impactante la charla que sobre él
realizó Fernán de Elizalde, mostrando el
video de su vida y describiendo el ejemplo
que nos dejó como padre de familia, empre-
sario y cristiano ejemplar.
Gente de toda Latinoamérica nos comen-
taba como comparten la vida de Enrique
en sus organizaciones y cómo llevan a la
práctica muchas de sus enseñanzas; pero lo
más importante es que muchísima gente le
reza y le pide al Padre a través de Él.
Muchas veces, cuando tenemos algo valioso
cerca, no tomamos dimensión de su impor-
tancia. Tener entre los argentinos, y más aún
en nuestra organización, a una persona como
Enrique, es verdaderamente una gracia que no
podemos desatender y de la cual, creo, todos
tenemos la obligación de promover.
El rol de aCdE en UNiaPaC
Finalmente, quería comentarles que tuve el
grato honor de ver el rol destacado que tiene
ACDE en UNIAPAC. Fue conmovedor observar
como el fundador de ACE Guayaquil contaba
entre lágrimas que, sin el apoyo de ACDE Bue-
nos Aires y sin el ejemplo de Enrique, le hubie-
ra sido imposible formar su asociación.
Definitivamente, tenemos una impronta sin-
gular en UNIAPAC; y esto es motivo de orgullo
y, a la vez, de responsabilidad para lograr
seguir adelante en tal fructífero camino. Las
más sinceras felicitaciones de todo el Grupo
Joven para todos los que promueven nuestra
participación en UNIAPAC y un cordial agrade-
cimiento por habernos permitido participar.
e m p r e s ainstitucional
Talcahuano 736 piso 5ºC1013AAP - Buenos Aires
República Argentina
Tel/fax (54-11) 4373-5966Líneas rotativas
estudio@rimoldi-abogados.com.ar
Estudio RIMOLDI
Abogados
Página 36 EMPRESA Nº204
Empresa
Mucho se ha escrito y debatido acerca de la ética
en el ámbito de las empresas y de los negocios
en general. Sin embargo, lejos de estar agotado, el
planteo continúa vigente y adquiere mayor rele-
vancia aun ante las nuevas y crecientes inequida-
des sociales que se dan en el marco de crisis eco-
nómicas y financieras recurrentes que, en muchos
casos, reconocen su origen en comportamientos y
decisiones francamente inmorales.
La situación impone hablar con claridad y con-
tundencia.
Existen, y conocemos bien, valiosos testimonios,
tanto individuales como colectivos, de buenas
prácticas empresariales y de fuertes liderazgos con
compromiso social que resultan elogiables y que,
obviamente, rescatamos como parte de la realidad,
aunque se trate de casos relativamente aislados.
Pero también es cierto que ha aumentado la per-
cepción generalizada de que estamos inmersos en
una creciente degradación moral, a raíz de una dra-
mática crisis de valores.
A nadie escapa que este escenario reconoce como
un factor central el alejamiento paulatino y cons-
tante de la ética en la vida de la sociedad. No se
trata solo de un problema vinculado al ámbito de
los negocios, sino que impacta en todos los sectores
y actividades humanas como una de las expresio-
nes más negativas de la cultura postmoderna. Todo
parece quedar alcanzado: la política, la familia, la
educación, la justicia, el periodismo y hasta el de-
porte; este mal cruza lo público y lo privado.
Recordemos que “ética” proviene del término
griego ethikos, que significa “carácter”, y es la
rama de la filosofía que estudia el ejercicio de la
moral y de la virtud, el recto vivir solidario per-
sonal y la respetuosa convivencia social, como
Gabriel Aramouni
Socio de ACDE. Profesor y Director del Centro de Educación Empresaria
de la Universidad de San Andrés.
Verano 2012 Página 37
Ética y Negocios: una cuestión vigentecontribución libre al bien común. Es el conjunto
de elevados valores de los seres humanos que
honran la honesta vida en sociedad. Se la define
como la ciencia del comportamiento moral que,
a través de juicios o afirmaciones, propone cómo
deben actuar los miembros de una sociedad.
Entonces, al aplicar una sentencia ética se está
realizando un juicio moral.
En el corazón de cada hombre está impreso ese
“carácter” moral que le hace distinguir natural-
mente lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto,
lo correcto de lo incorrecto, la verdad de la men-
tira. Pero la ética no es coactiva; la clave está
en que requiere de una adhesión voluntaria del
hombre para guiar su comportamiento y esto
constituye el desafío permanente de hacer un
buen uso de nuestra libertad de elección.
Resulta evidente que seguir un comportamiento
ético es un camino arduo y más aún en esta épo-
ca de grandes contradicciones y confusiones deri-
vadas del relativismo moral y de la subversión de
los valores que, finalmente, atentan contra el pro-
pio hombre, en lo individual y en sus relaciones y
redes, dañando así el capital social.
Se vive en una generalizada orfandad ética,
donde reina la corrupción y se degradan con
efecto dominó los pilares de ese estándar moral
universal que servían de guía, generando un
clima de mayor incertidumbre y desasosiego. La
sociedad contemporánea pareciera marchar sin
rumbo, con una notable carencia de liderazgos.
Estamos asistiendo en estos últimos meses a
una vertiginosa sucesión de hechos simultá-
neos que se dan en distintas partes del planeta,
atravesando diversas sociedades y culturas,
como si el hombre estuviera reclamando un
comportamiento ético.
Ante este panorama, en el que sin duda hay lu-
gar para la esperanza, los dirigentes de empresa
tenemos una misión clara que cumplir como
parte de nuestro rol en la sociedad. Es necesario
programar cuidadosamente una pedagogía de los
valores enfocada desde diversas perspectivas:
filosófica, social, teológica y pastoral. En un pro-
ceso formativo dinámico, la misma empresa es
también un habitat “natural” para aprender, pro-
fundizar, discernir y crecer humanamente.
Este compromiso involucra especialmente a quienes
formamos líderes empresarios en las Escuelas de
Negocios. Son valiosas las iniciativas que incluyen en
el currículo materias o seminarios de ética aplicada,
programas de Responsabilidad Social Corporativa y
Gerencia Social, donde puedan analizarse también
dilemas morales con el fin de orientar actitudes éti-
cas en la resolución de conflictos. Pero esto no basta.
Más allá de la necesaria formación técnica que
brindamos, es indispensable que las Escuelas de
Negocios también se conviertan en un espacio vá-
lido donde se pueda reflexionar sobre el sentido de
la vida y los valores trascendentes, explorando las
potencias y satisfacciones de la honestidad, la vera-
cidad, la congruencia, la dignidad, la austeridad, la
modestia, la discreción, la calidad, la transparencia,
la equidad, la gratitud, la caridad, la mansedumbre,
la lealtad, la solidaridad, el respeto, el diálogo.
En suma, no es cuestión de enseñar a hacer nego-
cios de una manera ética, sino de ser ético en los
negocios. Está en nuestras manos una poderosa
herramienta para contribuir a resolver pacífica y
armoniosamente el preocupante escenario social:
la educación. Y aquí es donde cobra sentido la
necesaria relación Universidad-Empresa, a fin de
cooperar activamente empresarios y educadores
a favor de un mismo objetivo.
Página 38 EMPRESA Nº204
e m p r e s ae c o n o m í a
cuatro años es muchísimo tiempo
félix sammartino
Por distintos caminos el gobierno y el cam-
po han llegado a la misma conclusión: cua-
tro años es un período demasiado prolonga-
do como para seguir enfrentados.
Aunque las diferencias subsisten, básica-
mente en la intervención de los mercados,
particularmente el trigo y el maíz, el tono
es bien distinto al de los meses previos a las
elecciones primarias.
Una muestra de este cambio en las relaciones
fue sin duda la visita que la presidenta Cris-
tina Kirchner realizó días antes de la elección
presidencial de octubre a la sede porteña de
Coninagro. Vale recordar que esta entidad,
aunque es considerada la más dialoguista y de
menor perfil de confrontación, sigue formando
parte de la Mesa de Enlace junto a las otras
entidades representantes del campo: Confede-
raciones Rurales Argentinas (CRA), Federación
Agraria (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA).
Quizás en lo que
puede ser tomado
como una muestra
de lo que vendrá
para los próximos
meses, aquella
visita presidencial
estuvo plena de
gestos de acerca-
miento y, al mismo
tiempo, no se pudo
ocultar la ausencia
de respuestas o so-
luciones concretas
a los problemas
que le plantearon
los cooperativistas.
Todo indica que
en la nueva etapa
del gobierno de Cristina Kirchner, con más
del 50% de los votos y nubarrones en la eco-
nomía, se impondrá el pragmatismo en la
relación con el campo.
Al decir que cuatro años es mucho tiempo
para desperdiciarlo con enfrentamientos
estériles que paralizan cualquier posibili-
dad de buscar soluciones, también se impu-
so, aunque quizás de forma intuitiva, una
valoración acertada de la velocidad con que
se producen los cambios en el escenario
mundial donde se mueve la producción de
alimentos. Si se mantiene la tendencia de
los últimos tiempos, es más que probable
que sigan ocurriendo cambios dramáticos
en el período que va del 2011 al 2015.
A modo de inventario vale la pena señalar
tres cambios que pusieron patas para arri-
ba a todo el sistema de producción alimen-
taria:
la presencia de China
Hace sólo diez años atrás, los biocombusti-
bles, las importaciones de China y la opera-
toria en el comercio de granos de los fondos
de pensión casi no existían.
Hoy son los grandes responsables del lla-
mado viento de cola que sopla sobre la
economía nacional, que no es otra cosa que
un cambio en los términos de intercam-
bio comercial. Hoy, a diferencia de ayer, lo
que mejor y más eficientemente produce
nuestro país, alimentos y commodities, vale
mucho más en términos relativos que los
productos industrializados.
Diez años atrás, China no movía el amperí-
metro del comercio mundial. Su participa-
Féliz sammartino es ingeniero agrónomo. Fue fundador de la revista infortambo y gerente general de Expoagro. actualmente es Prosecretario de Redacción en la sección Campo del diario la nación.
Verano 2012 Página 39
ción en el comercio mundial era menos del
4%. Hoy, la que ya es la segunda potencia en
la economía mundial, con 1.300 millones de
habitantes, participa en un 9% del comer-
cio; y se calcula para los próximos diez años
participará del 18%. Para nuestro país esta
situación es más que favorable. Quizás todo
se inició, vale recordarlo, con el acuerdo
firmado con China por el que se le aseguró
el voto positivo para la entrada a la OMC. Se
aseguró una serie de concesiones arance-
larias sobre 78 productos, 38 de los cuales
eran agropecuarios.
Entre 2003 y 2010, Argentina ha más que
duplicado sus exportaciones a China:
crecieron un 135%, pasando de USD 2.400
millones a USD 5.800 millones compues-
tas principalmente por granos, aceites y
harinas oleaginosas, tubos sin costura,
lanas, pescados congelados y vinos, entre
otros.
la irrupción de los biocombustibles
El segundo gran factor de cambio, ocurri-
do en los últimos diez años, es sin duda la
irrupción de los biocombustibles como una
nueva y gran demanda de la producción
de alimentos. En este sentido fue decisiva
la decisión norteamericana de fortalecer
su seguridad energética. Allá por el 2006,
el entonces presidente George W. Bush fijó
las metas de producción de combustibles
alternativos, principalmente el etanol, en su
discurso State of the Union.
Para sorpresa de muchos, y gracias a la po-
lítica de incentivos fiscales, las plantas de
etanol se multiplicaron a lo largo de todo
el cinturón maicero en los estados de Iowa,
Minnesota, Illinois, Indiana, Nebraska. Los
objetivos de producción quedaron rápida-
mente superados. El etanol pasó a ser el
principal uso del maíz norteamericano de-
e m p r e s ae c o n o m í a
Página 40 EMPRESA Nº204
Entre 2003 y 2010, Argentina ha más que duplicado sus
exportaciones a China: crecieron un 135%,
pasando de USD 2.400 millones a USD 5.800 millones compuestas
principalmente por granos, aceites y harinas
oleaginosas, tubos sin costura, lanas, pescados
congelados y vinos, entre otros.
jando atrás a la alimentación animal y a las
exportaciones.
Se calcula que actualmente un tercio de
la cosecha de maíz norteamericana, que
se estima en 318 millones de toneladas, es
destinada a la producción de etanol. Si te-
nemos en cuenta el tamaño de la cosecha
de los Estados Unidos podremos entender
el impacto que tiene esta nueva demanda
que afecta a la cadena de la alimentación
global.
Representa nada menos que el 40% de la
cosecha mundial de maíz y el 70% de las
exportaciones de este cereal en el planeta.
Como no podía ser de otro modo, hay una
fuerte polémica y discusión en los foros in-
ternacionales por la suba de los precios de
los alimentos que ha provocado esta políti-
ca en particular, y el uso de los biocombus-
tibles en general.
la entrada del sector financiero en el mercado de commodities
El tercer factor que irrumpió en los últi-
mos diez años fue la desregulación de los
mercados de derivados, que posibilitó la
entrada de buena parte del sector finan-
ciero en el mercado de commodities. Hasta
ese momento no había correlación entre
el mercado de Chicago y los mercados de
acciones y bonos.
Según datos del Banco Mundial, la partici-
pación de estos grandes fondos financieros
creció de 13 billones de dólares en el 2003
a 317 billones en el 2008. De más esta decir
que los mercados de granos bailan al ritmo
que le imponen estos grandes fondos finan-
cieros provocando que las correcciones en
los mercados de futuro sean más intensas y
veloces que antes.
A veces los analistas de granos se la ven en
figurillas para anticipar estos movimientos,
que generalmente tienen una lógica aparte
más ligada a cuestiones técnico financieras
que a las que observan el clima y las pro-
ducciones.
El ejemplo de la irrupción de estos tres
factores que en tan pocos años han puesto
el escenario mundial de la producción de
alimentos “patas para arriba”, debería ser
un llamado de atención para estar más
atentos que nunca y dejar de estar encap-
sulados en las tribulaciones locales. Un pe-
queño sismo en la otra punta del planeta
puede representar un gran terremoto por
estas playas. Así lo dictan ahora las leyes
de la globalización.
e m p r e s ae c o n o m í a
Página 44 EMPRESA Nº204
e m p r e s aJ u s t i c i a
seguridad jurídica y confianza en la sociedad argentina
enrique v. del carril
Enrique V. del Carril es abogado (UCa). Fue Presidente del Colegio de abogados de la Ciudad de Buenos aires. Profesor de Posgrado en la división de Capacitación del FoREs (Foro de Estudios sobre la administración de justicia) y profesor de Ética Profesional en la Facultad de derecho de la Universidad austral. Para el desarrollo de este tema, el autor ha tomado, fundamentalmente, ideas expresadas en el trabajo “Justicia y Desarrollo Económico” -realizado por el FORES y el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires para el Con-sejo Empresario Argentino-, especialmente el capítulo dedicado a la Seguridad Jurídica, bajo la dirección del Dr. Horacio M. Lynch.
La seguridad física, la regularidad y la eficacia en los mecanismos de aplicación del derecho (el sistema judicial), la claridad y coherencia del sistema legal y la estabilidad del orden jurídico constituyen los componentes de la seguridad jurídica.
Del Carril se anima -desde nuestra realidad nacional- a repasar cada uno de estos componentes para determinar en qué lugar estamos respecto a cada uno de ellos y qué nos falta por hacer.
Finalmente, aboga por la implementación de un plan general de reforma judicial con el foco puesto en cuatro áreas de acción puntuales: la estabilidad en el orden judicial; la claridad y coherencia del sistema legal y el compromiso de los legisladores con el principio de razonabilidad de las leyes; la seguridad física; y la regularidad y eficiencia en los sistemas de aplicación del Derecho.
“Dadas ciertas condiciones económicas y de esta-
bilidad política absolutamente imprescindibles, la
decisión de invertir -esto es, de ofrecer a un pue-
blo la ocasión de dar valor al propio trabajo- está
asimismo determinada por una actitud de querer
ayudar y por la confianza en la Providencia, lo
cual muestra las cualidades humanas de quien
decide” (C.A. N° 36).
“La actividad económica, en particular la eco-
nomía de mercado, no puede desenvolverse en
medio de un vacío institucional, jurídico y polí-
tico. Por el contrario, supone una seguridad que
garantiza la libertad individual y la propiedad,
además de un sistema monetario estable y servi-
cios públicos eficientes”. (C.A. N° 48).
El mensaje de centesimus annus y la seguridad jurídica
Quizás no se ha valorado en toda su im-
portancia lo que significó la Encíclica Cen-
tesimus annus, escrita el 1 de mayo de 1991
para conmemorar los cien años de otro
mensaje papal, columna vertebral de la
Doctrina Social de la Iglesia: Rerum nova-
rum, escrita por Leon XIII en 1891.
Si esta última encíclica se refirió a los pro-
blemas que surgían a fines del siglo XIX,
especialmente los derechos del trabajador
y la afirmación de la propiedad privada
frente al ataque proveniente del socialismo
y el marxismo, Centecimus annus analiza la
situación a fin del siglo XX cuando caía el
muro de Berlín y la experiencia práctica del
marxismo se derrumbaba. En ese escenario,
Juan Pablo II reivindica el valor de la econo-
mía libre de mercado, pero también alerta
respecto a sus desviaciones y excesos.
Verano 2012 Página 45
Acompañando estas reflexiones generales,
nuestro recordado pontífice, en el mensaje
que comentamos, sienta las bases de una
pastoral para el empresario actual. Como
surge del primero de los párrafos que enca-
bezan este trabajo, califica a la “decisión de
invertir” como una opción moral relaciona-
da con la caridad pues al tomar esta deci-
sión, el empresario, sin perjuicio de la justa
ganancia, “ofrece a un pueblo la ocasión de
dar valor al propio trabajo”.
Pero Juan Pablo II realiza advertencias pre-
cisas sobre las pautas que deben cumplirse
para que pueda darse a la inversión el ca-
rácter de una obligación moral. Con toda
claridad dice que deben darse condiciones
de estabilidad política agregando, en el
segundo párrafo citado, que la economía
de mercado no puede desarrollarse “en
medio de un vacío institucional, jurídico
y político”; para luego delinear cuáles son
los requisitos de seguridad requeridos para
que funcione un sistema de economía libre:
a) garantizar la libertad individual y la pro-
piedad; b) un sistema monetario estable; c)
servicios públicos eficientes.
En definitiva, los párrafos citados de Cen-
tesimus annus muestran la importancia que
tiene la seguridad jurídica, no solo desde
el punto de vista del desenvolvimiento de
la economía de mercado, sino también
como plataforma indispensable para juzgar
moralmente la opción del empresario de
invertir. Sin seguridad jurídica, tal decisión
no puede juzgarse moralmente porque no
se dan las condiciones objetivas para exigir
tal actitud.
julio h. olivera, un precursor
El tema de la Seguridad Jurídica es hoy mo-
neda corriente en los análisis económicos
e institucionales. En general, economistas
y juristas lo mencionan como un requisito
indispensable para el desarrollo económico.
No obstante, aparece como un concepto de
cierta laxitud e imprecisión y se nota que,
a pesar de mencionárselo como un anhelo
u objetivo a buscar, pocas veces se intenta
fundamentar sobre él un plan de gobierno
con medidas concretas y precisas. Parecería
que basta con solo nombrarlo y referirse a
su ausencia para elaborar un discurso “po-
líticamente correcto”, pero limitado a enun-
ciar diagnósticos más o menos precisos que
no se traducen en planes que puedan entu-
siasmar a la ciudadanía.
Por eso deseo rendir homenaje a un econo-
mista egresado de la Facultad de Derecho
que fue rector de la Universidad de Buenos
Aires y fue conocido por su prestigio y su
sabiduría. Me refiero a Julio H Olivera.
Se lo conoce como economista, pero fue
también académico de Derecho y en su dis-
curso de incorporación a esa corporación,
en el año 1965, delineó el contenido de este
concepto tan utilizado hoy como es la Segu-
ridad Jurídica.
En su exposición, Olivera comienza su aná-
lisis refiriéndose a un fenómeno que incide
directamente sobre las decisiones económi-
cas: la incertidumbre. Dice que: “en econo-
mía es la incertidumbre, antes que el error,
e m p r e s aJ u s t i c i a
Enrique del Carril: “Si las designaciones y remociones de jueces
dependen en forma casi absoluta de los sectores
político-partidarios, la independencia del
Poder Judicial pasa a ser retórica y es lo que está
ocurriendo actualmente”.
Página 46 EMPRESA Nº204
lo que produce efec-
tos más duraderos y
perniciosos”. Obvia-
mente no se refiere
a la natural incerti-
dumbre derivada de
fenómenos externos
o propias de los
negocios, como son
aquellos que surgen
de la ley de la oferta
y la demanda en un
mercado, los fenó-
menos climáticos o
decisiones tomadas
por personas que
están fuera de nues-
tro alcance incidir
sobre ellas. Olivera
se refiere a la incertidumbre que surge, jus-
tamente, de la falta de Seguridad Jurídica y
realiza un análisis de los componentes de
este concepto.
Según Olivera los componentes de la Segu-
ridad Jurídica son: a) la seguridad física, b)
la regularidad y eficacia en los mecanismos
de aplicación del derecho (el sistema judi-
cial), c) la claridad y coherencia del sistema
legal y d) la estabilidad del orden jurídico.
Conviene, por lo tanto, repasar estos com-
ponentes desde nuestra realidad nacional
para determinar en qué lugar estamos res-
pecto a cada uno de ellos y qué nos falta
por hacer.
Estabilidad del orden jurídico institucional
Comenzaré con el último de los elementos
mencionado por Olivera pues considero que,
quizás, es el más importante y el que se
puede depositar cierto optimismo, si lo com-
paramos con la época en que el economista
escribió este trabajo que comentamos.
Puede afirmarse que hoy -en relación con lo
que ocurría en 1965- contamos con estabili-
dad del orden jurídico institucional. Recor-
demos que en aquel año el gobierno cons-
titucional -que había surgido de elecciones
donde el peronismo estuvo proscripto- es-
taba jaqueado por las Fuerzas Armadas.
Gracias a Dios, hoy podemos decir que he-
mos superado la nefasta alternancia entre
gobiernos democráticos y golpes militares
que, durante cincuenta años, sumieron al
país en una inestabilidad endémica. Desde
1983 hasta la fecha se han sucedido gobier-
nos de distinto signo político elegidos por el
pueblo, lo cual de por sí es auspicioso.
Hoy podemos decir que ningún sector de la
ciudadanía considera al golpe militar como
una opción válida para nuestros problemas
políticos o económicos. Además dentro de
las Fuerzas Armadas, no existe la menor po-
sibilidad de que surjan intentos revolucio-
narios. En otras épocas el recurso a “golpear
la puerta de los cuarteles” era una suerte de
método que surgía frente a gobiernos inefi-
cientes o declinantes en su popularidad. Era
una realidad que estaba en nuestra cultura
política, pues todos los sectores partidarios
y las corporaciones recurrieron a él en dis-
tintas épocas de nuestra historia.
No obstante, si bien puede afirmarse que la
estabilidad del orden democrático es una
realidad, lamentablemente ese solo factor
no ha contribuido a instaurar la seguridad
jurídica justamente porque tenemos serias
deficiencias en los restantes elementos que
menciona Olivera. Paso a referirme a cada
uno de ellos.
Claridad y coherencia del sistema legal
El desarrollo de la Argentina durante el
siglo XIX, y el primer tercio del XX, tuvo
sus bases jurídicas en una Constitución y
Códigos donde se establecieron los prin-
cipios fundamentales para la convivencia
y los negocios. Nuestros constituyentes y
legisladores establecieron un edificio jurí-
dico coherente que otorgaba seguridad y
e m p r e s aJ u s t i c i a
El sistema es complicado y costoso,
lo cual impide que las personas de
menores recursos puedan acceder a
una solución a sus conflictos y, además,
disuade de su utilización en todos los
sectores económicos que muchas
veces buscan sucedáneos informales
de dudosa legalidad.
Verano 2012 Página 47
previsibilidad a todos aquellos que vinie-
ron a establecerse y a hacer negocios en
nuestras tierras. La legislación era simple,
sencilla de aplicar y, fundamentalmente,
razonable.
La razonabilidad es un concepto fundamen-
tal en Derecho. Consiste en que los medios
instrumentados en la legislación deben
guardar una relación de proporción con los
fines buscados y, además, el cumplimiento
de las órdenes emanadas de la ley debe
ser posible. En este sentido, cabe recordar
las palabras del Rey absoluto del Asteroide
325 en la inmortal obra de Saint Exupéry,
cuando le dice al Principito: “Si yo ordenara
a uno de mis generales que se convierta en
ave marina y no me obedeciese, la culpa no
será del general, sino mía… Era un monarca
absoluto, pero como era bueno daba órde-
nes razonables”.
Lamentablemente en este campo, el re-
troceso es evidente. No es objeto de este
trabajo realizar un estudio detallado del
fenómeno, pero la realidad de todos los
días nos enfrenta con verdaderos aten-
tados contra la razonabilidad como son:
instrumentar políticas de control de
precios dictadas verbalmente por un fun-
cionario del Estado, realizar una suerte
de persecución a todo aquel que toma
decisiones económicas que molestan al
gobierno, falsificar índices y pretender
con ello crear la imagen de una situación
económica divorciada de la realidad con
el objetivo de ganar tiempo y votos.
Hay ámbitos importantes de la legislación
como es el sistema impositivo en donde
se busca recaudar a cualquier costo y sin
sujetarse a principio alguno. En lugar de
distribuir equitativamente las cargas pú-
blicas se impone a un sector menor de la
población el esfuerzo de intentar vanamen-
te morigerar los problemas de las cuentas
públicas. Las retenciones a la exportación,
los subsidios y otras herramientas fiscales
son ejemplo claro de la falta de coherencia
y razonabilidad en el orden jurídico.
la seguridad física
En la Argentina actual, la impunidad que
reina, signada por una aplicación deficiente
de la ley penal y la ineficiencia de los organis-
mos de seguridad en la prevención del delito,
amenaza la seguridad física de sus habitantes.
En cuanto a la deficiente aplicación de la ley
penal, observamos que una interpretación
ingenua y benigna de sus disposiciones per-
mite que los delincuentes tengan la seguridad
que les falta a los ciudadanos. Nos llena de
preocupación la reiteración de actos vandáli-
cos contra la vida y la propiedad perpetrado
por reincidentes que han salido de las cárceles
por disposición de los jueces.
No existe un plan para solucionar este pro-
blema, que se agrava día a día. Frente a una
policía con serías deficiencias y cuestionada
por la corrupción, solo se atina a realizar pur-
gas de tiempo en tiempo, pero no se encara
el fondo del problema que es: que la policía
depende del órgano ejecutivo en su función de
investigar el delito cuando debería organizarse
una policía que se integre como un órgano del
Poder Judicial o del Ministerio Público Fiscal,
subordinándose orgánicamente a quienes
ejercen la acción penal.
Solo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Ai-
res ha encarado con éxito esta importante
reforma que, lamentablemente, se aplica a
los pocos delitos en su jurisdicción.
e m p r e s aJ u s t i c i a
El Poder Judicial está integrado no solo por la Corte Suprema de
Justicia sino por los Jueces de Primera y
Segunda Instancia cuya independencia es
fundamental porque son quienes investigan
los actos de corrupción y controlan, en primer
lugar, las decisiones de los Poderes Ejecutivo y
Legislativo.
Página 48 EMPRESA Nº204
Regularidad y eficacia en los mecanismos de aplicación del derecho
La aplicación del Derecho está, fundamen-
talmente, a cargo del Poder Judicial de la
Nación y de las Provincias. Uno de los requi-
sitos esenciales de un sistema judicial con-
fiable es la independencia. En este punto, el
gobierno del Dr. Carlos Menem, mediante el
aumento de jueces de la Corte Suprema y el
manejo político de la designación de Jueces
Federales, dejó una herencia negativa.
El gobierno instau-
rado en 2003 encaró
un proceso de reno-
vación de los jueces
de la Corte Suprema
de Justicia de la
Nación, cuestiona-
ble en sus métodos
pues recurrió al jui-
cio político alegan-
do la causal de mal
desempeño fundada
sobre el contenido
de las sentencias.
El reemplazo de
varios de sus inte-
grantes por juristas
de reconocido pres-
tigio tendía a prestigiar a nuestro más alto
Tribunal y, en alguna medida, ese objetivo
se logró. Pero la renovación se realizó con
el claro propósito de integrar el Tribunal
con Jueces que compartieran la política del
gobierno referida a la revisión de las leyes
de punto final y obediencia debida a fin de
permitir el juzgamiento de los militares in-
volucrados con la represión ilegal.
La nueva Corte Suprema, por convicción,
respondió a la política del gobierno en ese
campo instaurando un sistema de revisión
incompleta y parcial, pues solo calificó
como delitos de lesa humanidad aquellos
cometidos desde el gobierno, rechazando la
pretensión de que merezcan la misma cali-
ficación los atentados y asesinatos cometi-
dos por las bandas terroristas en la década
de los setenta. En definitiva, el Gobierno se
aseguró el apoyo del Poder Judicial en su
política de Derechos Humanos mediante la
destitución de Jueces que tenían una opi-
nión contraria aunque eran responsables
del desprestigio de la Corte Suprema, no
por esa postura, sino porque asumieron una
conducta de apoyo total a toda la política
instrumentada por el Gobierno de entonces.
Ciertamente la Corte Suprema de Justicia, en
su actual composición, demostró tener inde-
pendencia de criterio y asumió, en muchos
temas, su rol de control de constitucionalidad.
Pero el Poder Judicial está integrado no solo
por la Corte Suprema de Justicia, sino por los
Jueces de Primera y Segunda Instancia cuya
independencia es fundamental porque son
quienes investigan los actos de corrupción y
controlan, en primer lugar, las decisiones de
los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
En este campo, lamentablemente, la situa-
ción es preocupante pues, mediante una ley
dictada en 2006, de reforma al organismo de
designación y remoción de Jueces -El Consejo
de la Magistratura- se acentuó la politiza-
ción del mismo mediante mecanismos que
otorgan la mayoría en las decisiones al sector
político por sobre el de jueces y abogados, con
el agravante de que el Poder Ejecutivo tiene
una suerte de derecho de veto por la suma
de su representante con los legisladores de
su partido que integran dicho Consejo. Si las
designaciones y remociones de jueces depen-
den en forma casi absoluta de los sectores
político-partidarios, la independencia del Po-
der Judicial pasa a ser retórica y es lo que está
ocurriendo actualmente.
Pero si bien la independencia es esencial,
otra preocupación en orden a la seguridad
jurídica es la falta de eficiencia del sistema.
En este aspecto se ha dicho que los requisi-
tos de una Justicia eficiente son: 1. Acceso
asegurado para la mayor cantidad de per-
sonas; 2. Razonable período de tiempo para
llegar a una solución; 3. Soluciones adecua-
das y razonables de los conflictos .
e m p r e s aJ u s t i c i a
La lentitud es una realidad en
nuestro sistema provocada más por
la congestión derivada de criterios
erróneos en la división del trabajo que
por un exceso de causas, ya que este
índice es menor al de países como
Estados Unidos o España.
Verano 2012 Página 49
Estos tres requisitos por el momento no se
cumplen acabadamente en nuestro siste-
ma, a pesar del esfuerzo sobrehumano que
realizan muchos buenos jueces, emplea-
dos y funcionarios, a los cuales se agrega
la preocupación de la Corte Suprema de
Justicia, especialmente en los esfuerzos
realizados por su actual presidente. En
cuanto al acceso a la Justicia, el sistema es
complicado y costoso, lo cual impide que
las personas de menores recursos puedan
acceder a una solución a sus conflictos y,
además, disuade de su utilización en todos
los sectores económicos que muchas veces
buscan sucedáneos informales de dudosa
legalidad.
La lentitud es una realidad en nuestro
sistema provocada más por la congestión
derivada de criterios erróneos en la división
del trabajo que por un exceso de causas, ya
que este índice es menor al de países como
Estados Unidos o España.
En cuanto a la falta de razonabilidad en las
sentencias puede verse que muchas de ellas
se encuentran divorciadas de la realidad, lo
cual muestra deficiencias en la formación
integral de los magistrados
Existen suficientes diagnósticos en materia
de situación de nuestra Justicia. También se
han elaborado planes de reforma en ámbi-
tos privados, desde el propio Poder Judicial y
del Ejecutivo. Falta coordinar los esfuerzos
de todos los sectores para evitar dispersio-
nes que demoran las soluciones. La ejecu-
ción de un plan general de Reforma Judicial
se retrasa porque no parece que la ciudada-
nía, acuciada por problemas más patentes
como la inseguridad, el aumento de la po-
breza o la inflación, le otorgue a este tema
la prioridad que merece.
soluciones
El planteo del Dr. Olivera está vigente y nos
marca los temas fundamentales donde
debe trabajarse:
a) La estabilidad en el Orden Jurídico Ins-
titucional, conseguido con la democra-
cia, requiere ahora del funcionamiento
correcto de los sistemas y órganos de
control. Ello exige la estructuración de
una oposición unida en ideas básicas
tendientes a fortalecer las instituciones.
b) La claridad y coherencia del sistema le-
gal implica un compromiso de los legis-
ladores con el principio de razonabilidad
de las leyes. La ciudadanía con su voto y
con la actuación de sus organizaciones
debe imponerles a sus representantes
este compromiso.
c) La seguridad física debe conseguirse me-
diante el sometimiento de la investiga-
ción criminal al Poder Judicial.
d) La regularidad y eficiencia en los siste-
mas de aplicación del Derecho debe lo-
grarse mediante el apoyo a los esfuerzos
de diversos organismos -entre ellos el
que viene desarrollando la Corte Supre-
ma de Justicia- y asociaciones privadas
para la implementación de un plan orgá-
nico de Reforma Judicial. Fundamental-
mente, no puede demorarse la reforma
a la ley de Consejo de la Magistratura
estableciendo el equilibrio exigido por la
Constitución entre los sectores políticos,
la abogacía y la judicatura.
e m p r e s aJ u s t i c i a
La policía depende del órgano ejecutivo en su función de investigar el delito cuando debería
organizarse una policía que se integre como un
órgano del Poder Judicial o del Ministerio Público Fiscal, subordinándose
orgánicamente a quienes ejercen la acción penal.
Página 50 EMPRESA Nº204
e m p r e s aref lexiones
el talante cristiano y los derechos humanos
lucio palumbo
“Los derechos humanos se nos presentan como aquellos medios o herramientas vitales que le son reconocidos al hombre por ser tal, por su dignidad como persona. ¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de la dignidad de la persona?, señala Palumbo, quien toma este interrogante como punto de partida para una interesante reflexión que nos acerca a la posición que, como cristianos, debemos adoptar y promover en defensa de los derechos humanos.
lucio M. Palumbo es abogado especialista en derecho administrativo Económico, dedicado al asesoramiento de empresas. socio fundador del estudio Palumbo & Politzer, abogados. Profesor de derecho Constitucional y de derecho Procesal Constitucional (Universidad Católica argentina). Miembro de la asociación argentina de derecho Constitucional.
Para quien no es abogado ni ha incursionado
en el estudio de los derechos fundamentales,
la problemática de los derechos humanos
suele presentársele en los medios locales
como un tema vinculado a los desaparecidos,
y al juicio y castigo a los militares responsa-
bles de la represión de los años setenta.
Sin embargo, la promoción y defensa de los
llamados derechos humanos es una tarea
que -si bien incluye el tratamiento y supera-
ción de esta dolorosa herida del pasado- re-
viste un alcance mayor y por tanto debería
involucrar a los cristianos, en su quehacer
cotidiano y desde el lugar de responsabilidad
que ocupan, con todo aquello que favorezca
de modo fundamental a la persona humana,
facilite su paso por la tierra y en definitiva
contribuya a su plena realización.
Por ello es válido preguntarse: ¿qué son los
derechos humanos?; ¿qué los fundamenta?;
¿cuál debiera ser la actitud o el talante del
cristiano en la lucha por su vigencia y pro-
moción? Son preguntas que no debemos re-
husar hacernos como laicos comprometidos.
No podemos limitarnos ingenuamente a la
confección de un listado de derechos hu-
manos, por lo demás ya existente en todas
las convenciones internacionales surgidas
después de la última guerra mundial del
siglo pasado. Es imperioso fundarlos como
quien construye una casa y la apoya sobre
sus fundaciones, sabiendo que su estabili-
dad depende en gran medida de la fortale-
za de éstas.
derechos humanos: la necesidad de su planteo y abordaje
Cuenta Jacques Maritain, convencional por
Francia en oportunidad de sancionarse la
Carta de las Naciones Unidas de 1948, que
entre las delegaciones existía más o menos
acuerdo acerca del enunciado o catálogo de
los derechos humanos. Pero que este con-
senso desaparecía cuando se preguntaba
sobre el porqué de los mismos.
Excede este espacio reducido una respuesta
acabada a aquellos interrogantes. Señalamos
sí, en forma suscinta y breve, la necesidad de
su planteo y abordaje por todos los cristianos
en el lugar que estén, especialmente por quie-
nes tienen la responsabilidad de dirigir em-
presas y liderar organizaciones. Así también
procuraremos delinear, con trazos gruesos, la
actitud o talante a asumir en la tarea.
Ambas cuestiones -abordaje y actitud- nos
parecen de impostergable tratamiento ante
el gran desafío que se presenta en el mundo
globalizado de hoy, en el cual han sucumbi-
do las ideologías utópicas con sus certezas,
predomina el pensamiento débil, la civili-
zación de la red, la modernidad líquida y el
mestizaje de civilizaciones y culturas.
Para el pensamiento políticamente correcto,
predominante en los centros europeos y en
las usinas del pensamiento occidental, los
derechos se derivan del consenso, sea éste
expresado en reglas o principios. El sistema
jurídico -se afirma después de Kelsen- no
Verano 2012 Página 51
debe sustentarse en cuestiones prepolíti-
cas (religiosas), las cuales son relegadas al
ámbito de lo privado. Esta asepsia de funda-
mento en materia pública se presenta como
un logro emancipador de la modernidad.
Sin embargo, después de Auschwitz e Hiroshi-
ma, el propio hombre moderno teme hoy el
producido de sus manos. Ya nos lo decía Juan
Pablo II en su primer encíclica (Redepmtor ho-
minis nº 15) de 1979, y lo recordaba el Cardenal
Ratzinger en su diálogo por demás crucial con
el filósofo de la escuela de Frankfurt, Jürgen
Häbermas (Baviera, 2004), uno de los principa-
les exponente del pensamiento ilustrado euro-
peo. En efecto, la posibilidad de clonar vida, la
manipulación genética, el descarte masivo de
embriones humanos, el avance emancipado
de las ciencias bajo el principio legitimador
de que está permitido todo lo que se puede
lograr científicamente, las matanzas étnicas,
el consumismo desenfrenado, el marcado des-
equilibrio económico, el hambre, los atentados
terroristas; en fin, “los poderes anónimos del
terror”, como decía el entonces cardenal Ra-
tzinger, tornan imperioso y necesario acudir a
una instancia orientadora -donde fe y razón
no se excluyan antes bien, se conjuguen en po-
sitivo- que permita ordenar y a la vez fundar el
orden normativo en pro de la persona.
Por eso el actual pontífice insistía en la necesi-
dad de fundar los derechos humanos en una
instancia superior al consenso. “El principio
de la mayoría deja todavía abierta la cuestión
acerca de los fundamentos éticos del dere-
cho”, nos dice Ratzinger en otro pasaje.
la mirada cristiana de la dignidad de la persona
Los derechos humanos se nos presentan
como aquellos medios o herramientas vitales
que le son reconocidos al hombre por ser tal,
por su dignidad como persona. ¿Pero de qué
hablamos cuando hablamos de la dignidad
de la persona? He aquí el punto de partida:
para el cristiano no caben dudas de que su
dignidad se funda en su condición de criatura,
hecha a imagen y semejanza de su Creador,
dotada de inteligencia y voluntad, por ende
libre, convocada al mundo por amor gratuito,
llamada por su propio nombre, redimida y
reconciliada por el Verbo que se hizo carne,
y que murió por cada uno de nosotros para
nuestra salud aquí y para todos los tiempos.
El cristiano no persigue una ideología, no bus-
ca fundar un reino en la tierra, no lo anima
una utopía terrestre. Ni siquiera lo mueve su
celo personal. El cristiano vive del envío (mi-
sión) a sus hermanos, seres concretos de carne
y hueso. No tiene en cuenta al hombre abs-
tracto sino a seres concretos, su prójimo: fami-
liar, vecino, empleado, socio, compatriotas, etc.
¿Qué enseñanzas extraemos de ésto para
nuestro tema? ¿Cuál debiera ser nuestro ta-
lante en la misión de promover y defender los
valores (bienes) que sustentan los derechos
fundamentales de la persona?
El cristiano en la promoción y defensa de los
valores que sustentan los derechos funda-
mentales de la persona
apuntamos algunas ideas:1.- Estamos llamados a seguir a Cristo quien
dio su vida por nosotros y llevar su mensaje
liberador a nuestros hermanos. El cristiano
vive su envío (mi-
sión) en el mundo
que le toca vivir. Por
eso es imperativo
conocerlo en su con-
dición actual. En este
aspecto, parece más
acorde a la realidad
admitir que en nues-
tros días nuestro
pueblo ha perdido
el sentido mayori-
tario de una cultura
católica como solía
afirmarse décadas
atrás. Los profundos
cambios culturales
provocados por la
secularización de las
ref lexiones
Palumbo: “Frente a la desesperanza de
muchos, en un tiempo en el que las palabras
se han vuelto locas y la razón utópica ha perdido
su rumbo y caído en hybris, el testimonio de
una vida fundada en las enseñanzas de Jesús
vale más que muchas palabras y conmueve
más que muchos razonamientos. Para el
cristiano el compromiso por el otro es un mandato en el que le va la vida. No es mayor el discípulo que
su Maestro”.
Página 52 EMPRESA Nº204
costumbres y su propagación por los medios
de comunicación deben ser tenidos en cuenta
como un dato de la actualidad.
No se trata de un juicio de valor. Basta con
recabar cuántos hijos de matrimonios cató-
licos se acercan a los sacramentos, fundan
una familia contrayendo matrimonio religio-
so, sostienen y viven de las enseñanzas de la
Iglesia en materia de moral pública y privada.
Quizás sea un tiempo de mayor sinceramien-
to respecto de épocas anteriores. Ser cristianos
exige hoy un mayor compromiso, un vivir la fe
de un modo más radical, impregnando todas
las opciones de nuestra vida.
2.- No nos parece
válido el recurso a
la nostalgia, como si
hubiera existido un
hipotético pasado
más virtuoso. El siglo
XX fue el siglo de
los totalitarismos,
con sus millones de
muertes, genocidios,
campos de concen-
tración, atentados a
la libertad. Siglo de
declamaciones y de-
claraciones en materia de derechos humanos;
siglo de atropellos y conculcamientos masivos
de derechos humanos.
Nuestro país tampoco estuvo ajeno a la vio-
lencia, al factualismo, a la excepción como
norma, al enfrentamiento, la división y el re-
sentimiento. No es válido entonces el recurso
a la nostalgia: fantasea sobre la realidad pa-
sada y se evade de la misión en el presente. El
cristiano vive de la fe y del envío: no lo anima
su celo personal. Por eso no caben las palabras
de desencanto, los rostros desanimados y los
corazones amargados.
3.- Por el contrario, al cristiano lo anima
y renueva la esperanza en un Cristo que
asumió la condición humana, su dolor y
vulnerabilidad, haciéndose en todo igual al
hombre menos en el pecado. Que murió por
todos sin exclusiones. Como dice el apóstol:
“todo coopera para el bien de los que aman
a Dios” (Romanos 8, 28). Esa esperanza lo
hará ver –aun donde no hay explícitamente
una adhesión a la fe cristiana o una res-
puesta decidida a Dios- ansias de eternidad
e infinitud en el hombre de hoy. Verdaderos
dolores de parto de una civilización que se
debate entre la finitud de la nada o la tras-
cendencia del Otro, pero que se despabila
de los sueños utópicos del siglo pasado.
El cristiano sabe que no será posible una socie-
dad perfecta aquí en la tierra, pero en la bús-
queda de aquello que favorezca a la persona y
sus derechos podrá trabajar codo a codo con
los que anhelan con sinceridad el bien, la ver-
dad y la belleza. Sin importar su procedencia.
4.- Por eso lejos está del buen talante cristiano
la condena, la acusación o la imposición. La
tarea exigirá en gran medida encontrar el len-
guaje adecuado a los nuevos tiempos. La vi-
gencia de los derechos humanos implicará en
muchos casos decisiones difíciles, en las que
un valor deberá ser sacrificado en beneficio de
otro. Allí habrá que mostrar qué antropología
funda los derechos. Será necesario entonces
confrontar y proponer con franqueza, buscan-
do el mejor lenguaje y poniendo en evidencia
lo que está en juego en cada caso.
En su reciente discurso al Parlamento alemán,
del día 22 de setiembre de 2011, Benedicto
XVI nos habla de una ecología humana para
sustentar los derechos de la vida. Parecería
que las invocaciones al derecho natural, que
antaño servían a la Iglesia en su diálogo con
la sociedad secular ya no son de gran utilidad;
han perdido “fiabilidad” para los oídos de la so-
ciedad pos-metafísica, y El Cardenal Ratzinger
constata que este instrumento se habría como
“embotado” y habría perdido utilidad en este
diálogo. En su diálogo con el hoy Pontífice, Ha-
bermas hizo hincapié en el aprendizaje mutuo,
en la necesidad de “traducir” el mensaje reli-
gioso, de modo de que lo relevante del mismo
sea captado por la sociedad secular. Habría
que atender a ello, pero sin vaciar el contenido
del mensaje. Proponer, inspirar, dialogar…
La dignidad de la persona y la defensa
de los derechos que de tal dignidad se
derivan deben ser el objetivo de todo
proyecto social y de todo esfuerzo por
llevarlo a cabo..
ref lexiones
Verano 2012 Página 53
5.- El cristiano tiene que proponer estilos de
la vida buena fundados en la vida de Cristo y
en su mensaje del monte. Apostando al otro y
a su libertad. Sin ingenuidad, pero con respe-
to. Sabiendo que ante la pregunta por la Ver-
dad, Cristo entregó su vida en la cruz y que
no es menos el discípulo que su Maestro.
El compromiso por el otro es un mandato en el que le va la vida
Saber, en última instancia, que todo compro-
miso nace de una unión profunda con Cristo
a través de la comunión de los santos y la vida
sacramental de la Iglesia. Que esta época se
caracteriza por el desencanto de las utopías
terrenas. Que frente a la desesperanza de mu-
chos, en un tiempo en el que las palabras se
han vuelto locas y la razón utópica ha perdido
su rumbo y caído en hybris, el testimonio de
una vida fundada en las enseñanzas de Jesús
vale más que muchas palabras y conmueve
más que muchos razonamientos. Para el cris-
tiano, el compromiso por el otro es un man-
dato en el que le va la vida. No es mayor el
discípulo que su Maestro.
Lo que nos define cristianos no es una doc-
trina, ni la pertenencia a una institución.
Nuestra misión no consiste en tener razón o
imponer el credo cristiano o el predominio de
la Iglesia. Somos cristianos en el seguimiento
a la Persona divina y humana de Cristo, que
nos propuso vivir el programa vital de las
bienaventuranzas y que pagó con la cruz el
rechazo a su propuesta. Él nos envió al mundo
para anunciar el Evangelio, haciendo lo propio
que Él hizo por nosotros, invitando a vivir la
bella aventura del Resucitado; proclamar que
Él murió en la cruz por nuestra salvación.
Y así trabajar con todo aquél que promueva
al hombre y sus derechos, proponiendo -sin
ingenuidad, pero sin imponer- estilos de
vida buena que permitan al hombre con su
libertad dar el sí a Aquel que un día lo llamó
de la insignificancia a la Vida, para que com-
partiéndola y entregándola dé a su vez Vida
a los suyos.
En una audiencia
concedida a la
comunidad mu-
sulmana en Co-
lonia, durante la
Jornada mundial
de la Juventud, el
20 de agosto de
2005, Benedicto XVI
decía: “La vida de
cada ser humano
es sagrada, tanto
para los cristianos
como para los mu-
sulmanes. Tenemos
un gran campo de
acción en el que hemos de sentirnos unidos
al servicio de los valores morales fundamen-
tales. La dignidad de la persona y la defensa
de los derechos que de tal dignidad se deri-
van deben ser el objetivo de todo proyecto
social y de todo esfuerzo por llevarlo a cabo.
Este es un mensaje confirmado de manera
inconfundible por la voz suave pero clara
de la conciencia. Un mensaje que se ha de
escuchar y hacer escuchar: si cesara su eco
en los corazones, el mundo estaría expuesto
a las tinieblas de una nueva barbarie. Sólo
se puede encontrar una base de avenencia
reconociendo la centralidad de la persona,
superando eventuales contraposiciones cul-
turales y neutralizando la fuerza destructora
de la ideología”.
Nos parece oportuno, entonces, recordar en
estas breves líneas desde dónde el cristiano
promueve y actúa en defensa de los dere-
chos humanos, en su actividad cotidiana,
en el lugar que ocupa, en las decisiones que
toma, en las posturas que adopta. No desde
una ideología que sustenta su ideario en un
hombre abstracto, que pretende imponer y
absolutizar su visión, sino en el encuentro
personal con el hombre concreto, mediado
en Cristo... “Es necesario ver en el prójimo
la imagen de Dios, según la cual ha sido
creado, y a Cristo Señor, a quien en realidad
se ofrece lo que al necesitado se da…” (Con-
cilio Vaticano II, decreto Apostolicam actuosi-
tatem, nº 8).
ref lexiones
El cristiano no persigue una ideología, no busca
fundar un reino en la tierra, no lo anima una
utopía terrestre. Ni siquiera lo mueve su celo
personal. El cristiano vive del envío (misión) a sus hermanos, seres concretos de carne y
hueso. No tiene en cuenta al hombre abstracto,
sino a seres concretos, su prójimo: familiar,
vecino, empleado, socio, compatriotas, etc.
Página 54 EMPRESA Nº204
Sociedad
Suele decirse que la Argentina tiene cierta
inclinación fascista clavada en el centro de
su cultura. Por eso, en su historia se han
manifestado diversas formas autoritarias
de resolver los problemas. Esto ha sucedido
tanto en gobiernos de facto como en pe-
ríodos democráticos; pero aun los sectores
progresistas continúan con la misma lógica:
resolver un problema de manera pragmáti-
ca, eliminando al más débil, aniquilando al
molesto. Esto sucede, por ejemplo, cuando
se promueve el aborto.
Se olvida que si se niega el derecho más
elemental -el derecho a vivir-, todos los
derechos humanos quedan colgados de un
hilo. Porque toda opción por la dignidad hu-
mana necesita fundamentos que no estén
bajo discusión. De otra manera se vuelve
frágil. Porque si aparece alguna excusa para
eliminar una vida humana inocente, siem-
pre aparecerán razones para excluir de este
mundo a un ser humano que molesta. Vea-
mos: ¿Quién puede decir que es ilegítimo
quitarle la vida a un ser humano cuando
tiene más de tres meses, pero que sí se lo
puede matar cuando tiene unas horas me-
nos? ¿Qué solidez puede tener entonces la
defensa de una vida humana?
Si una ley puede definir en qué momento
una vida humana puede ser eliminada,
entonces todo queda sometido a las necesi-
dades circunstanciales, a las conveniencias
de los que tengan más poder, o a las modas
culturales del momento.
El justificativo para la muerte será, hoy, que
tiene alguna discapacidad; mañana, que es
Víctor Manuel Fernández
Rector de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Verano 2012 Página 55
¿Qué le hace el aborto al corazón de la sociedad?demente o deforme; luego, que es impro-
ductivo o peligroso. Y las razones seguirán
multiplicándose. ¿Por qué no? ¿Qué razón
de fondo nos queda para defender una vida
humana, más allá de las conveniencias
pragmáticas?
Pero este razonamiento se vuelve inútil
cuando no se quiere ir al fondo de las cosas,
cuando no interesa si detrás de una deci-
sión hay una verdad, cuando la política y la
ley se quedan sin un trasfondo de valores y
convicciones profundas.
El embrión es muy pequeño: no se lo ve, no
habla, no produce, no tiene poder alguno.
Por eso no suele entrar en nuestros registros
mentales y corremos el riesgo de ignorar su
valor inmenso. Entonces ya no tiene vigencia
aquello de que “lo esencial es invisible a los
ojos”. Con mucha facilidad, uno se inclina
a creer que el embrión es un pedazo de la
mujer, un órgano más, una especie de víscera
prescindible. Sin embargo, hay una diferencia
inmensa: un órgano de la mujer tiene su mis-
mo código genético, pero el embrión no. Eso
lo cambia todo, porque es otro ser, distinto de
un óvulo, distinto del padre y de la madre. Su
código genético ya tiene todas las caracterís-
ticas que tendrá ese humano adulto nuevo y
original. Sólo le falta desarrollarse. No pode-
mos dejar de reconocer que se trata de algo
más, de alguien más.
Si nos referimos a las dificultades que vive
una mujer con un embarazo no deseado,
¿no cabe recordar que ese ser indefenso que
está tratando de nacer también puede ser
una mujer? Es pequeña, todavía no habla,
todavía no se defiende, pero tiene todos los
derechos, porque es una vida humana nue-
va. Una madre sabe que no puede superar
su dolor asesinando a ese ser humano que
engendró. Las respuestas siempre tendrán
que buscarse en otra parte, no en la muerte.
La mujer violada es una víctima que en-
frenta una angustia atroz, pero el hecho de
abortar no resuelve su peor drama, sino que
en el fondo lo acrecienta. Porque ella sabe
que ese pequeño, tan humano como ella, no
debe pagar los errores ajenos. Él es un ser
único, llamado a la vida, más allá de la for-
ma como haya sido engendrado. También
hay lugar para él o para ella.
Si una mujer no se siente en condiciones de
criar al niño que ha engendrado, en nuestra
patria hay muchas familias dispuestas a brin-
darle apoyo, y deseosas de hacerse cargo de
esa nueva vida. ¿Por qué optar en Argentina
por la muerte cuando tenemos todo para
apostar por la vida? Abrir la puerta del aborto
es inocular en el corazón de la sociedad, en su
entraña más profunda, una opción macabra y
facilista. Aparentemente se presentará como
la solución de algunos problemas, pero no es
más que resolver algo creando un problema
más grave y más delicado todavía.
Es verdad que hay otras faltas de respeto a la
vida. Por ejemplo: que los pobres no tengan
planes de salud para acceder a una atención
adecuada, el estado de algunos hospitales, la
violencia y la inseguridad, la mala alimenta-
ción de los indigentes, y tantas otras formas
de desprecio a la vida humana. Pero si en
lugar de enfrentar esos graves problemas so-
Página 56 EMPRESA Nº204
Sociedad
ciales optamos por atentar contra la vida por
nacer, no hacemos más que agregarle muerte
a ese panorama sombrío.
Nosotros somos capaces de apuntar más
alto y de sostener un profundo respeto por
la dignidad de los más débiles. Aunque no
parezca la salida más pragmática, los ar-
gentinos podemos resolver los problemas
sin arrancarle la vida a un inocente antes
de que pueda defenderse.
Suelo escuchar con respeto un argumento
que quizás sea el más atendible de quienes
apoyan una despenalización del aborto: se
dice que mientras las mujeres ricas pueden
encontrar y pagar lugares donde abortar sin
riesgos, no sucede lo mismo con las pobres,
que así se ven expuestas a grandes riesgos
sanitarios, y por ello algunas mueren. En este,
y en cualquier otro contexto, necesariamente
uno vuelve a preguntar si eso se resuelve au-
torizando legalmente que ese niño pobre que
crece en el seno de su madre, y es tan huma-
no como ella, sea destrozado.
Es razonable y humano que nos preocupe si
ochenta mujeres al año mueren por aborto,
pero también es razonable tratar de impe-
dir que mueran miles de niños abortados.
Por otra parte, hay que agregar que esta
argumentación suele provenir de sectores
acomodados que desconocen la cultura de
la mayoría de las mujeres pobres. Para ellas,
los hijos son el mayor o el único tesoro, y no
son algo más entre muchas posibilidades
mundanas. Eso explica que tantas mujeres
pobres se desvivan trabajando por todas
partes para poder criar a sus hijos.
Para la sensibilidad de ellas es particular-
mente trágico abortar y, generalmente, lo
viven como una profunda humillación,
como una negación de sus inclinaciones
más íntimas. Proponerles un aborto “públi-
co”, “oficial”, “socialmente reconocido” no es
solución y probablemente muchas de ellas
preferirán hacerlo de modo “clandestino”.
Lo que la mayoría de ellas necesita es, más
bien, que se las ayude y acompañe para no
tener que llegar al aborto, que se las auxilie
para que se vuelva innecesario eliminar un
hijo. En este sentido, la asignación universal
para embarazadas es sin duda un aporte
importante. Pero es claramente insuficiente,
ya que el apoyo que ellas necesitan muchas
veces es más que económico.
Cabe reconocer que en este punto hemos
avanzado muy poco, tanto en el ámbito
público como en el privado. Algunos gru-
pos cristianos han aportado algo, pero es
todavía insignificante si se quiere enfrentar
este problema con toda su gravedad. En ese
sentido, cuando algunos abortistas agresi-
vos nos tratan de hipócritas, yo no dejo de
sentir que tienen algo de razón.
Mi deber no es sólo oponerme a la despe-
nalización del aborto y dormir tranquilo. El
Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia
me exigen un compromiso más amplio y
creativo, si de verdad me interesa aportar
una solución a este drama. Mientras eso no
suceda, el aborto seguirá siendo una daga
clavada en el corazón de la sociedad.
Verano 2012 Página 57
e m p r e s aT r a b a j o
panorama de nuestras relaciones laborales
alberto l. rimoldi
En líneas generales en materia de relaciones
laborales podemos agrupar a los países que
practican la negociación colectiva; es decir,
que cuentan con un sistema regulado de re-
laciones laborales como lo son los asociados
a la O.I.T., en dos grandes grupos. Aquellos
países cuyo sistema de relaciones laborales
está regido por códigos, leyes y otras nor-
mas nacidas de la acción parlamentaria, o
emanadas de los propios gobiernos como
autoridad de aplicación; y aquellos otros
países en los que, si bien cuentan también
con un plexo normativo, predomina la nego-
ciación colectiva y en particular a través de
convenios colectivos por empresa. Entre los
primeros encontramos a los países europeos
y latinoamericanos, o sea, en general los de
origen latino; y entre los segundos a los paí-
ses anglosajones, Japón y otros.
Casi innecesario es decir que nuestro país se
ubica entre los que predomina el modelo “le-
giferante” y con fuerte injerencia del Estado.
Pero la cuestión no pasa por determinar si
un modelo es mejor que el otro, por cuanto
cada uno de ellos responde a tradiciones,
influencias políticas, sociales, culturales,
económicas, además de las modalidades
propias con las cuales se expresan en cada
país. Y por todas estas razones, es práctica-
mente imposible modificar el modelo y solo
cabe evolucionar dentro de él. Por ello, lo
verdaderamente importante es ver a través
del tiempo cómo funcionan y evolucionan
esos modelos para dar respuestas adecuadas
y oportunas frente a las crisis, los cambios
innovadores, la competencia local e interna-
cional, los problemas del empleo, las nuevas
formas de trabajar surgidas de las posibili-
dades tecnológicas; en fin, los desafíos que
sin solución de continuidad tiene que afron-
tar, aquí y en todo el mundo cada país y, en
particular, la empresa, que es el escenario
natural donde transcurren las relaciones
laborales.
la problemática de las relaciones laborales
En esa línea de razonamiento, cabe recor-
dar que a comienzos de la década de los
setenta, el mundo ingresó en una etapa de
nuevos y exigentes desafíos, provocados por
la crisis del petróleo, el impacto tecnológico,
el flagelo del desempleo y la globalización.
Y en eso estamos.
alberto l. Rimoldi es abogado. asesor en Relaciones laborales.
“No es bueno que el incierto y sinuoso camino de la jurisprudencia, que suele variar según las jurisdicciones, siga sustituyendo la falta de actualización o, en ciertas materias,
el vacio legislativo, por inacción del legislador”, señala Rimoldi, quien analiza en el presente artículo el modelo de relaciones laborales argentino y repasa algunas de las
últimas reformas legislativas aplicadas en la materia.
Para el especialista, nuestro sistema general de relaciones laborales necesita cuanto menos un proceso de actualización o modernización, no para desproteger al trabajador o privarlo
de los derechos que la evolución histórica y social le ha ido consagrando. Y agrega: “que brinde la adaptabilidad necesaria frente a un mundo que presenta nuevas formas de
brindar servicios, de producir, de comercializar, de gestionar y también de trabajar”.
Página 58 EMPRESA Nº204
En general, los
países han ido ade-
cuando y ensayan-
do nuevas formas
de administrar la
problemática de las
relaciones labora-
les. Sea a través de
la legislación o la
negociación colec-
tiva. Por citar algu-
nos ejemplos: el de
Inglaterra, Italia y,
más cercano, por
haber sido fuente
de inspiración para
nuestro legislador:
España, con un de-
sarrollo importante
en materia legisla-
tiva, con profundas reformas que surgieron
desde el Pacto de la Moncloa hasta nuestros
días. Entre sus últimas reformas señala-
mos la creación de la figura del “autónomo
económicamente dependiente”, a fin de dar
algún grado de protección a esta nueva es-
pecie de trabajador que crece a la sombra
de las posibilidades tecnológicas y nuevas
formas de trabajar.
La ley que implantó esta nueva figura tiene
sus fuertes críticos y defensores, pero abrió
un camino nuevo, único hasta ahora, que
permitirá reunir experiencia y, sin duda,
será perfeccionado. También España ha im-
pulsado a través de acuerdos comunitarios
la introducción de nuevos métodos de solu-
ción de conflictos, los que se han ido expan-
diendo por todo el país, con participación de
los actores sociales. Como vemos se registra
una constante evolución.
En nuestro caso, si bien se han producido
algunas reformas legislativas y ciertos im-
pactos en institutos sensibles de nuestras
relaciones laborales, a través de la jurispru-
dencia, particularmente en el campo de las
relaciones colectivas, no encontramos que
esos cambios se encaminen a actualizar
institutos tales como la jornada de trabajo,
los sistemas de remuneración, las nuevas
formas de trabajar, la productividad y otros,
atendiendo la problemática que nos plantea
el mundo de hoy con sus transformaciones
económicas y sociales. que no podemos ig-
norar. Hagamos un rápido repaso.
Nuestro sistema de relaciones laborales se
sostiene en un grupo de leyes centrales que
son: La ley de Jornada (año 1929); Ley de
Contrato de Trabajo (año 1974, reformada
en el año 1976 y posteriormente con algu-
nas reformas puntuales); Ley 14250 (año
1953) de Convenciones Colectivas de Tra-
bajo, modificada en el año 2004 por la Ley
25877; Ley 23551 (año 1988) de Asociaciones
Profesionales Sindicales (que mantuvo los
lineamientos de norma similar de los años
1945 y 1958); Ley 14786 (año 1959) de Con-
flictos Colectivos del Trabajo y Ley 24557
(año 1996) de Riesgos del Trabajo.
Como puede observarse de trata de leyes, en
algunos casos muy antiguas que sirvieron a
un modelo industrial, las que permanecen
estáticas, refractarias a cualquier intento de
modificación, mientras la vida sigue pasando
al ritmo acelerado de nuestro tiempo.
A esto se suma que, por nuestras vicisitudes
institucionales, pasamos largos períodos con
la negociación colectiva suspendida, lo cual
trajo un atraso evidente en el desarrollo y
contenido de nuestros convenios colectivos.
Téngase en cuenta que aún perduran “vi-
gentes” (aunque superados por la realidad e
inaplicables) algunos convenios colectivos de
1975; unos pocos han experimentado cambios
importantes y la mayoría de los convenios y
acuerdos que se celebran en general se ocu-
pan principalmente de la cuestión salarial.
Debe advertirse que del viejo modelo con-
frontador y distributivo (hasta fines de la
década de los 60) el mundo pasó a un modelo
de consenso, más creativo, complejo, con nue-
vas herramientas tecnológicas y, como conse-
cuencia, con nuevas demandas y problemas
sociales como el desempleo, que no pueden
ser ajenos a un sistema responsable de rela-
e m p r e s aT r a b a j o
Rimoldi: “El mundo del trabajo se ha tornado más complejo y en nuestro caso, se suma la reforma constitucional de 1994, que incorporó a la Constitución Nacional una serie de tratados internacionales con rango “supra-legal”, a raíz de los cuales las relaciones laborales se enfrentan a nuevos paradigmas como son los denominados derechos fundamentales y la protección ante las diversas formas de discriminación”.
Verano 2012 Página 59
e m p r e s aT r a b a j o
ciones laborales. Un mundo globalizado que
ha superado ampliamente las fronteras.
las últimas reformas legislativas
Frente a este panorama, vale la pena repasar
algunas de nuestras últimas reformas legisla-
tivas. Es conocido el principio de “irrenunciabi-
lidad” que caracteriza los contratos laborales;
la norma consideraba nulo y sin valor toda
convención de partes que suprima o reduzca
derechos previstos en la LCT , los estatutos
profesionales y los convenios colectivos. Pero
la Ley 26574 le agregó a esta enumeración “los
contratos individuales de trabajo”; es decir, los
celebrados entre el empleador y el trabajador,
los que por naturaleza y para ser legítimos
siempre son superadores de las normas y
convenios colectivos vigentes. O sea que nada
se puede cambiar, adecuar, como si la vida
económica fuera una imagen fija, estática y
siempre exitosa. Basta ver lo que hoy pasa en
el mundo y entre nosotros…
El contrato a tiempo parcial fue una de las
pocas herramientas que brindaba la LCT para
atender algunas necesidades especiales de
la empresa. Se considera tal al que no supe-
ra las 2/3 partes de la jornada normal de la
actividad y con limitaciones en su duración.
Pero la Ley 26474, sustituyendo el art. 92 ter
de la LCT, estableció que si la jornada pactada
supera las 2/3 partes aludida, el empleador
le debe pagar al trabajador la remuneración
completa de la categoría, aunque no trabaje
todas las horas que completan la jornada ha-
bitual. Desapareció el trabajo remunerado en
proporción al tiempo trabajado.
Nuestra antigua Ley 11544 de jornada de
trabajo consagró las 8 horas diarias o 48 ho-
ras semanales como tope general. Pero ad-
mitía algunas excepciones; su art. 3* inc. a)
excluía, entre otros: “cuando se trate de em-
pleos de dirección o de vigilancia”. Y su de-
creto reglamentario, n° 16115/1933, art.11,
establecía una extensa nómina de los car-
gos que debían considerarse personal de di-
rección o vigilancia: jefe, gerente, habilitado
principal, altos empleados administrativos,
sus reemplazantes, personal de secretaría,
subgerentes, profesiones liberales, cargos de
dirección o vigilancia, jefes de sección, de
departamento, de taller, de equipos, de má-
quinas, inspectores, etc.
La reciente Ley
26597 sustituyó di-
cho inc. a) del art. 3
de la Ley de jornada
por otro que dice:
“Cuando se trate de
directores y geren-
tes”. O sea que to-
dos los otros niveles
de la empresa que-
dan comprendidos
sin excepción en la
jornada general y, si
la exceden, tendrán
derecho a cobrar
horas extras, si ad-
miten hacerlas con-
forme al derecho
que les acuerda la LCT.
Como puede apreciarse se han ido sumando
restricciones, como los ejemplos que cita-
mos, que agregan rigidez a las relaciones
laborales.
Pero todo no proviene de la legislación. Tam-
bién la jurisprudencia ha consagrado doctri-
nas y criterios que en la práctica significan
verdaderas reformas a la ley. Por ejemplo,
la base remuneratoria que se toma para el
cálculo de la indemnización por antigüedad,
la que -según criterio sentado por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y como re-
sultas de la aplicación del tope que establece
la LCT- no puede significar una disminución
mayor al 33% de la mejor remuneración nor-
mal, mensual y habitual del último año pues,
si eso ocurriera, se considera confiscatorio
como ocurre en materia fiscal. Es decir que si
el empleador paga de acuerdo a los términos
de la ley, según el caso, se gana un juicio por
reajuste con planteo de inconstitucionalidad
de la norma que establece el tope. Esta situa-
El empleador paga de acuerdo a los
términos de la ley y, según el caso, se
gana un juicio por reajuste con planteo
de inconstitucionalidad de la norma que
establece el tope. Esta situación lleva
varios años, pero el legislador parece no
haber tomado nota.
Página 60 EMPRESA Nº204
ción lleva varios años, pero el legislador pare-
ce no haber tomado nota.
También puede citarse lo que está ocu-
rriendo con la Ley de Riesgos de Trabajo,
Ley 24557, la que a través de un conjunto
de fallos de la Suprema Corte ha quedado
descalificada en su sistema de reparación
de siniestros del trabajo y enfermedades
profesionales, a la luz del principio de la
reparación integral que rige en el Derecho
Civil y afín con tratados internacionales.
Ciertamente, estos fallos de la S.C. han traído
más equidad y justicia en la materia, ante
la ausencia e inacción del legislador; pese a
que desde hace años se menciona la existen-
cia de un proyecto de reforma de la Ley de
accidentes del trabajo el que, hasta ahora,
no se ha concretado. Esta situación genera
una gran inseguridad jurídica y una frondo-
sa litigación, por montos impredecibles, pese
a que, paradójicamente y según se dijo, era
uno de los problemas que venía a superar la
ley sancionada en 1996, hoy desarticulada.
Los sindicatos luchan, como es lógico, por la
consolidación de sus conquistas; el gobierno
de turno y el parlamento no buscan o no
encuentran reformas superadoras. Y señale-
mos también que el sector empleador, salvo
en contadas oportunidades, no impulsa un
proyecto propio en distintos aspectos de las
relaciones laborales y en general discute y ne-
gocia los proyectos de los otros actores socia-
les, sindicatos o gobiernos. Mala estrategia, en
nuestra opinión, pues comienza a defender
sus aspiraciones desde el piso, que ofrece un
escenario ajeno y con otros intereses, los que
a veces no son estrictamente laborales.
la necesidad de un proceso de actualización
Consideramos que nuestro sistema general
de relaciones laborales necesita cuanto me-
nos un proceso de actualización o moderni-
zación, no para desproteger al trabajador o
privarlo de los derechos que la evolución his-
tórica y social le ha ido consagrando. Pero que
brinde la adaptabilidad necesaria frente a un
mundo que presenta nuevas formas de brin-
dar servicios, de producir, de comercializar, de
gestionar y también de trabajar. Que permita
al menos atenuar rigideces y eliminar las
innecesarias; que permita ciertas facilidades
para la organización del trabajo y que brinde
una mayor seguridad jurídica para disminuir
la litigación y los conflictos.
Hay que perfeccionar y jerarquizar la LEY
a través de una evolución que registre la
realidad, para garantizar sus efectos. Pero
también dejar margen para el ejercicio de
la libre voluntad de las partes, respetando
los mínimos legales, para poder así dar res-
puestas adecuadas a sus propias necesida-
des. Y que tengan y mantengan valor esos
acuerdos, y no que por su vulnerabilidad
sean un tránsito formal para el estimulo a
la deslealtad y la litigación, en una relación
que precisamente requiere del respeto y de
la buena fe; pues, finalmente, el empleador
y el trabajador son “socios” que se necesitan
y necesitan que a ambos les vaya bien.
El mundo del trabajo se ha tornado más com-
plejo y, en nuestro caso, se suma la reforma
constitucional de 1994, que incorporó a la
Constitución Nacional una serie de tratados
internacionales con rango “supra-legal”, a
raíz de los cuales las relaciones laborales se
enfrentan a nuevos paradigmas como son
los denominados derechos fundamentales
y la protección ante las diversas formas de
discriminación. Por ello un sistema normativo
actualizado, que brinde claridad y seguridad
jurídica, es absolutamente necesario.
Después de todo, quienes operan el régimen
normativa laboral no son juristas. Son el
empleador y el trabajador quienes deben as-
pirar a saber, concretamente y con seguridad,
cuales son sus posibilidades operativas, sus
derechos y obligaciones. No es bueno que el
incierto y sinuoso camino de la jurispruden-
cia, que suele variar según las jurisdicciones,
siga sustituyendo la falta de actualización o,
en ciertas materias, el vacio legislativo, por
inacción del legislador.
e m p r e s aT r a b a j o
Verano 2012 Página 61
e m p r e s aTe c n o l o g í a
nanomedicina: una disciplina
en rápido crecimiento
Juan e. gallo
La nanotecnología aplicada a la medicina
promete ser un instrumento de gran utilidad
para la salud. Dispositivos o estructuras de 1
a 100 nanomicras poseen un tamaño similar
al de moléculas y sistemas biológicos pre-
sentes en el organismo humano. Nanomate-
riales debidamente transformados devienen
en elementos funcionales en el cuerpo.
La interacción entre la nanotecnología y la
medicina ha dado lugar a la Nanomedicina:
especialidad interdisciplinaria que reúne a
médicos, ingenieros, físicos, químicos, etc.
Su objetivo es utilizar las propiedades y ca-
racterísticas físicas de los nanomateriales
en la tarea de prevención, diagnóstico y tra-
tamiento de enfermedades.
Los nanomateriales pueden ser diseñados
para facilitar el transporte de agentes biológi-
cos que, por sí mismos, no pueden atravesar
barreras biológicas del organismo. Pueden
también ser catalizadores de la interacción de
dos o más moléculas, que produce un efec-
to específico, e intervenir en muchos otros
procesos biológicos. Se seleccionará el nano-
material que resulte más apto por sus pro-
piedades ópticas, electrónicas, magnéticas o
biológicas según la aplicación a realizar. Es así
como esas propiedades son incorporadas en
dispositivos de liberación controlada de dro-
gas de ultima generación, en agentes de con-
traste útiles para el diagnóstico por imágenes,
etc., varios de los cuales han sido aprobados o
están siendo evaluados en fase clínica por la
Food and Drug Administration (FDA) para su
uso en pacientes.
La mayor o menor tolerancia y toxicidad de
las nanoparticulas dependerá del tipo de
material utilizado. Algunas ya están apro-
badas para su uso médico, otras parecerían
ser bien toleradas y existen otras que se
asocian a diversos grados de toxicidad, re-
versible o irreversible. Por lo tanto, su apli-
cación en medicina debe hacerse con pru-
dencia, teniendo en cuenta que el uso de al-
gunos tipos de nanopartículas se encuentra
aún en el marco de la controversia.
En oncología
Entre las partículas que se utilizan en esta
especialidad podemos identificar a las na-
nopartículas de oro, polímeros y liposomas.
La combinación de nanopartículas de oro
y sustancias antitumorales (por ejemplo el
TNF-alfa, tumor necrosis factor) así como
la asociación de nanopartículas poliméricas
y el paclitaxel (droga quimioterapica) han
logrado aumentar el efecto antitumoral
y disminuir los efectos adversos. En estos
casos, el agente farmacológico unido al ca-
rrier (nanopartícula) se libera menos en el
trayecto hacia el tumor produciendo menos
Profesor titular de oftalmología (Universidad austral). Ph d, Karolinska institute (sweden). Médico oftalmólogo (hospital Universitario austral). investigador Clínico CoNiCEt (seleccionado, en trámite de incorporación).
La interacción entre la nanotecnología y la medicina ha dado lugar a la Nanomedicina, especialidad interdisciplinaria que reúne a médicos, ingenieros, físicos, químicos, etc.
El Dr. Gallo nos invita a conocer cómo impactan estos avances tecnológicos aplicados al campo de la salud, y cuál es el aporte de las propiedades y características físicas de los nanomateriales en la tarea de prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Página 62 EMPRESA Nº204
efectos adversos,
permitiendo el uso
de dosis más al-
tas, con un mayor
efecto.
También se han
logrado avances
en el uso de nano-
partículas magné-
ticas cargadas con
sustancias bioló-
gicamente activas,
que están siendo
evaluadas. Su ven-
taja radica en la
capacidad de dirigir
el agente activo
al sitio de acción,
obteniéndose así una mayor eficacia y segu-
ridad en el tratamiento.
En imágenes
Molecular Imaging, considerada una de las
áreas científico-tecnológicas más dinámicas,
se ha visto particularmente favorecida por el
uso de nanoparticulas unidas a una sustancia
capaz de de ser visiblemente detectada, y fun-
cionalizadas con un anticuerpo o sustrato que
se caracteriza por unirse a un receptor celular
determinado. De este modo, con la ayuda de
un sistema de microsocopia, se identifican y
clasifican tipos de tejido o tumores que expre-
san receptores celulares conocidos.
Un sistema similar ya se ha utilizado en
vivo en animales de experimentación, y se
encuentra en distintos grados de desarrollo
para su uso en pacientes.
En oftalmologia
La nanotecnología parecería ser particular-
mente útil para la Salud Visual, dado el ta-
maño de las estructuras del globo ocular. Ya
se han realizado varios desarrollos, con más
o menos sofisticación:
1) Lente de contacto con sensor incorpora-
do para medir la presión intraocular que
es transmitida a un equipo receptor a
través de un sistema wireless, cuyo sen-
sor se recarga de energía utilizando un
anteojo o parche ad-hoc;
2) Microesferas biodegradables para libera-
ción prolongada de drogas colocadas en
el segmento anterior o posterior del ojo,
especialmente utiles en enfermedades
crónicas como el glaucoma, uveítis, reti-
nopatía diabética, etc;
3) Nanopartículas que se usan de carrier
para la administración de drogas en coli-
rios. Es interesante saber que micro esfe-
ras de polylactic-co-glycolic acid (PLGA,
en inglés) han sido aprobadas por la FDA
para uso en pacientes.
i + d
Para aplicar estas nuevas tecnologías en la
práctica médica se deben optimizar los na-
nomateriales, iniciando pruebas en peque-
ños animales para después pasar a otros de
mayor tamaño. Un proceso que requiere su
tiempo, medido en años. Estos estudios de-
berían proveer un fundamento sólido para el
avance de la nanotecnología, especialmente
para su uso en nuevas áreas médicas.
En nuestro país se han realizado inversio-
nes en nanotecnología con aplicación a la
nanomedicina. Existen grupos de investi-
gación trabajando en universidades y otras
instituciones como la CNEA, UNLP, UBA,
INTI, UNC, UNSAM, Balseiro, etc.
En la Universidad Austral estamos involu-
crados en el desarrollo de un proyecto perte-
neciente al Programa de Areas Estratégicas
(PAE), de la Agencia Nacional de Promoción
Científica y Tecnológica, en el cual partici-
pan varias de las instituciones mencionadas
anteriormente. Uno de los objetivos es desa-
rrollar un sistema de liberación prolongada
de drogas en la parte posterior del ojo que
podría utilizarse en algunas enfermedades
crónicas como la retinopatía diabética.
e m p r e s aÉ t i c a
Gallo: “La aplicación de nanopartículas en
medicina debe hacerse con prudencia, teniendo
en cuenta que el uso de algunos tipos se
encuentra aún en el marco de la controversia”.
Verano 2012 Página 63
e m p r e s ainstitucional
Reunión anual de socioscabildo abierto:
visión, acción y compromiso 2012
federico Quintana
Una vez más nuestra Reunión Anual de
Socios (RAS) fue una experiencia enrique-
cedora. Todo avance significativo en la vida
de nuestra Asociación depende del aporte
de sus integrantes. Y la Reunión Anual es el
ámbito ideal para que los socios comparta-
mos y evaluemos lo que venimos haciendo
y lo que queremos hacer en el futuro.
Adicionalmente, hace unos años, imple-
mentamos una metodología que nos permi-
te a todos los socios proponer los temas que
consideramos relevantes de ser tratados
para el ámbito interno y el ámbito externo
de ACDE. De esta manera, seleccionamos 3
temas de cada ámbito y cada uno participa
en el tratamiento del tema por él elegido.
Por esta vía, los resultados de las últimas
ediciones han sido muy buenos y frondosos,
y nos ayudaron generosamente a enfocar
nuestras actividades.
Como un fruto tangible del encuentro, nos
quedan detalladas las conclusiones y suge-
rencias de cada grupo de trabajo. Este año,
como los anteriores, se las hemos enviado
a todos los socios para que puedan apre-
ciarlas, y fueron integradas en los planes de
cada una de las áreas. También desde la Co-
misión de Socios, hacemos el seguimiento y
vamos presentando a los socios los avances
que realizamos. De esta forma garantiza-
Federico quintana fue Presidente de la Comisión organizadora de la Ras 2011.
Página 64 EMPRESA Nº204
mos que el esfuerzo de esas 24 horas se tra-
duzca en acciones concretas y en mejoras
para nuestra Institución.
Pero la RAS también contó con otras cosas:
• Hubo como siempre espacio para la ca-
maradería. Conocernos y enriquecernos
con las experiencias de los demás socios
y acrecentar los vínculos de amistad son
temas claves para todo lo que nos pro-
pongamos.
• No faltó tiempo para el esparcimiento
y la recreación. Algunos juegos que fa-
cilitaron la integración, nos ayudaron
a aclimatarnos y a reírnos un rato. Este
aspecto siempre se destaca porque nos
descontractura y nos “hace a todos
como niños”.
• Tuvimos momentos de reflexión y es-
tímulo. Escuchamos la voz de Enrique
Shaw, en la apertura de una reunión de
Acde en la década de los 50, y vimos un
video con dos testimonios ejemplares
de superación en condiciones de adver-
sidad.
• Compartimos el brindis con tortas del
viernes a la noche, que se va haciendo
una buena costumbre. Brindar por tantas
cosas buenas que nos pasan: por poder
ayudarnos, por construir con otros y junto
a Nuestro Señor a partir de nuestra vo-
cación dirigente. También deseándonos
que mejoren y cambien las cosas que nos
duelen.
• Hubo tiempo para la espiritualidad. Com-
partimos la bendición de cada mesa,
invocamos al Espíritu Santo para que nos
iluminara y cerramos el encuentro con la
fiesta central de nuestra fe: la Misa.
• Escuchamos la visión y el plan de nuestro
Presidente, Pablo Taussig.
• Compartimos, con la presentación de Juan
Pablo Simón Padrós, una nueva forma de
organizarnos y optimizar los aportes de
los socios que organizan actividades.
• Asistimos al lanzamiento formal de Viven-
cias Compartidas, presentado por Arnaldo
Valazza, Juan Carlos Sagardoyburu y Adol-
fo Ablático, integrantes del Equipo que las
diseñó.
• Nos acompañó Fernán de Elizalde con
algún relato nuevo y la actualización del
estado de la causa de canonización de
nuestro primer Presidente.
Quería especialmente aprovechar para
agradecer al Equipo que preparó con es-
mero y dedicación cada detalle: Salvador
Fossati, Elizabeth Rossi, Luis Bameule (h),
Paula Valente, Carolina Clerici y Giselle Me-
dina, como socios, y la invalorable gestión
de Francisco Riobó y Lucía Mainoli en toda
la coordinación.
También agradecer a todos los que partici-
paron y recordarles que, la mejor manera
de honrar este encuentro es hacerle un
lugar en la agenda para la próxima edición,
y trabajar para que vengan otros socios.
De esta manera lograremos que la RAS sea
cada vez más representativa y un momento
esperado por todos nosotros.
e m p r e s ainstitucional