Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la...

8
MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO 84 AOVE Y CULTURA / The Olive Tree Museum of Vouves A trasemos el reloj. Esta- mos en el año 120 de nuestra era, hace casi dos milenios. Jaén es un territorio salpicado de florecientes colonias romanas. En una soleada y fría mañana de diciembre, un muchacho llamado Lucio Cornelio asciende por el sen- dero de piedra. Lucio Cornelio nació en Auringis hace 14 años y nunca ha viajado más allá de una legua. Ahora se le ha presentado la ocasión de visitar Roma, la capital del imperio y del mundo, en compa- ñía de su padre, el noble tribuno Marco Cornelio. Entonces la tierra de Jaén se re- partía entre estos cultivos, aunque ciertamente su olivar destacaba ya en toda la región como lo prueban los contrapesos de molino de viga hallados en la zona de Marroquíes Bajos, a las afueras de Jaén, los mayores que se conocen en el orbe romano. Es evidente que en Jaén hubo un centro importante de cap- tación y distribución de aceite y que gran parte del aceite que iba a Roma y al imperio procedía de estas tierras. En las noches de invierno, al amor de la lumbre de olivo, en la chimenea familiar, Lucio ha escu- chado de labios de su abuelo la his- toria de Hércules. Hércules llevó a Grecia el primer olivo y lo plantó en el monte Olimpo, la morada de los dioses. El herrero divino, Hefaistos, le regaló unas armas de hierro, pero él prefería la clava o estaca de olivo. La clava de Hércules es un instru- [TEXTO: Juan Eslava Galán (Junio 2017)] [FOTOS: Icastro] [DIBUJOS: Ana Miralles] ® Aceite y aceiteros en la antigüedad A continuación reproducimos en exclusiva el espléndido texto original de la conferencia que el escritor jiennense Juan Eslava Galán (Arjona, 1948), Premio Planeta en 1987 por En busca del unicornio, pronunció en la Cooperativa Ntra. Sra. del Pilar de Villacarrillo, la mayor productora de aceite de oliva del mundo, el pasado 20 de junio de 2017. Perteneciente a una familia de tradición olivarera, en su extensa producción figuran algunas obras dedicadas al olivar y su historia, narradas siempre con un estilo didáctico, ameno y divertido. Natural de Arjona (Jaén), el escritor Juan Eslava Galán ganó el Premio Planeta 1987 con En busca del unicornio. Doctor en Letras, novelista y ensayista, ha publicado más de medio centenar de obras y obtenido premios como el Ateneo de Sevilla con El comedido hidalgo (1994) y el Fernando Lara con Señorita (1998). Es autor de los ensayos Historia de España contada para escépticos (2010) y El catolicismo explicado a las ovejas (2009), así como de una serie sobre la historia de los españoles en el siglo XX que incluye, entre otros títulos, Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie (2005) y La década que nos dejó sin aliento (2011). En 2015 publicó Lujuria y Avaricia (Destino), y en 2016, La madre del cordero (Planeta). En 2015 obtuvo el Premio Primavera de Novela por Misterioso asesinato en casa de Cervantes y recientemente ha publicado La Revolución rusa contada para escépticos.

Transcript of Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la...

Page 1: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO84

A O V E Y C U L T U R A / The Olive Tree Museum of Vouves

®

Atrasemos el reloj. Esta-mos en el año 120 denuestra era, hace casidos milenios. Jaén esun territorio salpicado

de florecientes colonias romanas.En una soleada y fría mañana dediciembre, un muchacho llamadoLucio Cornelio asciende por el sen-dero de piedra. Lucio Cornel ionació en Auringis hace 14 años ynunca ha viajado más allá de unalegua. Ahora se le ha presentado laocasión de visitar Roma, la capital

del imperio y del mundo, en compa-ñía de su padre, el noble tribunoMarco Cornelio.

Entonces la tierra de Jaén se re-partía entre estos cultivos, aunqueciertamente su olivar destacaba yaen toda la región como lo pruebanlos contrapesos de molino de vigahallados en la zona de MarroquíesBajos, a las afueras de Jaén, losmayores que se conocen en el orberomano. Es evidente que en Jaénhubo un centro importante de cap-tación y distribución de aceite y que

gran parte del aceite que iba aRoma y al imperio procedía deestas tierras.

En las noches de invierno, alamor de la lumbre de olivo, en lachimenea familiar, Lucio ha escu-chado de labios de su abuelo la his-toria de Hércules. Hércules llevó aGrecia el primer olivo y lo plantó enel monte Olimpo, la morada de losdioses. El herrero divino, Hefaistos,le regaló unas armas de hierro, peroél prefería la clava o estaca de olivo.La clava de Hércules es un instru-

[TEXTO: Juan Eslava Galán (Junio 2017)] [FOTOS: Icastro] [DIBUJOS: Ana Miralles]

®

Aceite y aceiteros en la antigüedad

A continuación reproducimos en exclusiva el espléndido textooriginal de la conferencia que el escritor jiennense Juan EslavaGalán (Arjona, 1948), Premio Planeta en 1987 por En busca delunicornio, pronunció en la Cooperativa Ntra. Sra. del Pilar deVillacarrillo, la mayor productora de aceite de oliva del mundo,el pasado 20 de junio de 2017. Perteneciente a una familia detradición olivarera, en su extensa producción figuran algunasobras dedicadas al olivar y su historia, narradas siempre con unestilo didáctico, ameno y divertido.

Natural de Arjona (Jaén), el escritor Juan Eslava Galán ganó el Premio Planeta 1987 con En busca del unicornio. Doctor en Letras, novelista y ensayista, ha publicadomás de medio centenar de obras y obtenido premios como el Ateneo de Sevilla con El comedido hidalgo (1994) y el Fernando Lara con Señorita (1998). Es autor de losensayos Historia de España contada para escépticos (2010) y El catolicismo explicado a las ovejas (2009), así como de una serie sobre la historia de los españoles en elsiglo XX que incluye, entre otros títulos, Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie (2005) y La década que nos dejó sin aliento (2011). En 2015 publicóLujuria y Avaricia (Destino), y en 2016, La madre del cordero (Planeta). En 2015 obtuvo el Premio Primavera de Novela por Misterioso asesinato en casa de Cervantes yrecientemente ha publicado La Revolución rusa contada para escépticos.

AOVE&Cultura_Actu 53- 02/11/17 15:09 Página 84

Page 2: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

mento de civilización, más que unarma, porque cuando golpea elsuelo brota un olivo. La clava nudo-sa es el emblema que adoptaron losgriegos para simbolizar finamente lavirilidad y la fecundidad que, entiempos más antiguos, se sugeríanmás explícitamente. Todo romanomedianamente avisado sabe que elaceite favorece mucho la coyunda,abre las ganas y despierta la san-gre. Es lo que indica el decimotercertrabajo de Hércules, el de Tespio,que casi todos los autores silencianpudorosamente. Nuestro amigoLucio se sonríe recordándolo. Tes-pio era rey de una ciudad cercana aTebas donde un buen día aparecióun león que devoraba al personal.Tespio, alarmado, le aseguró a Hér-cules que si mataba al león y lo sa-caba del apuro le concedería los fa-vores de su hija Procris durante 50noches. Esta Procris era de una be-lleza y hermosura tales que los quela veían se quedaban prendados deella, dioses incluidos. Hércules, en-golosinado con la oferta, mató alleón y Tespio cumplió lo prometido.Hércules recibió a la bella Procris laprimera noche, pero en las nochessucesivas, al amparo de la oscuri-dad, Tespio le fue introduciendo enla alcoba a sus otras 49 hijas, todasvírgenes, y a todas dejó embaraza-das el hombre de la clava. De estamanera el astuto Tespio se aseguróuna caterva de nietos emparentados

con la divinidad, puesto que descen-dían del héroe Hércules.

Otros griegos atribuían la crea-ción del olivo a Atenea, la diosa dela inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando el dios Poseidón yla diosa Atenea se disputaron el pa-tronazgo de la ciudad, los demásdioses decidieron otorgárselo al quecreara la criatura más bella y útilpara la Humanidad. Poseidón hen-dió una peña con su tridente e hizosurgir un caballo; Atenea acarició latierra que pisaba y surgió un olivo.Los atenienses declararon vencedo-ra a Atenea, le pusieron su nombrea la ciudad y veneraron aquel primerolivo dentro de un recinto de piedra,entre los templos de la Acrópolis.

Árbol sagradoEn realidad, todos los pueblos medi-terráneos veneraban al olivo. Era, yen cierto modo lo sigue siendo, unárbol sagrado. No es casual quedespués del Diluvio Universal, la pa-loma que soltó Noé regresara conuna ramita de olivo en el pico.

El olivo ha sido sagrado en todo elMediterráneo y cada pueblo atribuíasu creación a un dios especialmentesabio. Los egipcios lo creían un donde Thot y llamaban al olivo tat. Loshebreos lo consideraban el rey de losárboles. “Los árboles celebraron unaasamblea para elegir al olivo como surey”, leemos en el Libro de los Jueces9, 8-9. “Al comunicarle la noticia, elolivo contestó: ¿cómo voy a renunciara mi aceite, que es mi gloria anteDios y ante los hombres, para ir amecerme sobre los árboles?”

El padre de Lucio, que es oleicul-tor y comerciante, le ha relatado mu-chas veces cómo llegó el olivo a Es-paña. Hace más de 1.000 años,antes de la conquista romana, cuan-do todavía esta tierra estaba pordescubrir, un comerciante fenicio lla-mado Herón se aventuró hasta lascostas andaluzas en busca de nue-vos mercados para sus telas y suscerámicas y desembarcó en una tie-rra nueva, en Cádiz, donde se quedópasmado al ver que el bosque natu-ral era el acebuche, o sea, el olivosilvestre (Olea oleaster), asociado al

MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO 85

A O V E Y C U L T U R A

®

El autor encaramado a los contrapesos de molinode viga hallados en Marroquíes Bajos (Jaén).

Molino de aceite original hallado en Creta (1.550 a.C.)

EEn realidad, todos los pueblos mediterráneos

veneraban al olivo. Era, y en cierto modo lo sigue

siendo, un árbol sagrado

AOVE&Cultura_Actu 53- 30/10/17 13:02 Página 85

Page 3: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

alcornoque y al lentisco. “Si ésta estierra de acebuches, aquí se tieneque dar bien el olivo” -pensó Herón-,y en el siguiente viaje se trajo unascuantas plantas de olivo cultivado(Olea europaea) que, en efecto,arraigaron bien y fueron la base delolivar hispano. Herón llamó a CádizKotinoussa, o sea, “isla del acebu-che”. En tiempos de Lucio, aquelbosque de alcornoques y acebuchesque encontraron los fenicios era to-davía visible por doquier; un ecosis-tema con su fauna asociada de gine-tas, mochuelos, liebres y zorzales.Gran parte del olivar estaba injertadosobre acebuche autóctono. Hoy,después de la general deforestaciónde la Península, el acebuchal toda-vía subsiste en pequeñas ínsulas devegetación en la Sierra de Huelva,en torno a Aracena.

Nuestro amigo Lucio ignora que,siglos antes de que los fenicios tra-jeran el olivo cultivado, los andalu-ces aprovechaban el aceite de ace-buchina en sus ritos y es posibleque también en su cocina. En la fa-mosa cueva de Nerja, en Málaga, sehan encontrado huesos de acebu-che de hace 12.000 años. Algunoscreen que el aceite de acebuche seusó al principio para la iluminación,como alternativa de la grasa animal.Lo que tardó en extenderse el culti-vo del olivo por Andalucía está toda-vía por confirmar, pero en Montefríose han encontrado posibles candilesde hace 4.000 años.

Perdónenme la digresión y regre-semos al lado de nuestro amigoLucio Cornelio. El muchacho vive enuna villa de las afueras, el antece-dente de las modernas caserías, y,como es época de plena recolec-ción, al cruzar el campo va encon-trando cuadrillas de esclavos aceitu-

neros en plena faena. El primer tra-tadista español que habla del olivo ydel aceite, el gaditano Columela,aconseja “que el fruto que se cojacada día se muela y se prense alinstante”, y señala que el aceiteverde cosechado en diciembre traemás cuenta porque los olivareros“sacan más dinero del aceite buenoque de la abundancia del malo”.También indica que “no convienemezclar en los mismos capachos elaceite nuevo y el de la aceituna cae-diza”. La experiencia demuestraque, cuando se separan suelo yvuelo, el aceite de vuelo es muchomejor, pero, cuando se mezclan, elaceite de vuelo no mejora la calidaddel aceite de suelo. Es evidente quetenemos mucho que aprender deRoma. Por lo pronto, los oleicultoresjiennenses de la época de nuestroamigo Lucio no mezclaban las cali-dades de los aceites y los clasifica-ban según el prensado. El que másapreciaban era el de primera pren-sa, “el que sale puro con menos es-fuerzo de la prensa es mucho mejorque los demás”, dice Columela; y

después el de la segunda, añadien-do previamente algo de sal, porque“la sal -leemos en el texto latino- di-suelve el aceite y lo separa de todolo que lo altera”. Columela enumeralas tres clases de aceite que consu-mían los romanos. El más corrienteera el oleum viride, un aceite amari-llo oro de la aceituna fresca, proce-dente de aceitunas pintonas reco-lectadas en diciembre. Luego esta-ba el aceite de lujo, o sea, el oleumastivum acerbum, verdoso, algoamargo y aromático. Como lo saca-ban de las aceitunas todavía verdes,recolectadas antes de diciembre, surendimiento era bajo y por lo tantoresultaba muy caro. Finalmente es-taba el oleum maturum, el másbasto, sacado de aceitunas muy pa-sadas o atrojadas. Ese era el queconsumían los pobres y el que seusaba para el alumbrado, o sea, elaceite lampante, como lo llamamosahora. Lampante viene de lámpara,ese candil de barro, o lucerna, queiluminaba los hogares jiennenses entiempos de Lucio.

Otros usos del aceiteLucio conoce, además, otros usos.Como muchos chicos de su edad, esaficionado al deporte y acude diaria-mente al gimnasio para ejercitarseen la carrera, el salto, la lucha y ellanzamiento de jabalina. Cuando ter-mina, cubierto de polvo y sudoroso,se lava usando como jabón aceitelampante perfumado. El caso es quelos romanos no conocen todavía eljabón y para quitarse la suciedad seuntan de aceite el cuerpo sudoroso yrecogen la mezcla de aceite, sudor,polvo y suciedad con un instrumentode hierro llamado estrigilo.

La madre de Lucio, la noble ma-trona Livia, usa también aceite en su

MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO86®

A O V E Y C U L T U R A / The Olive Tree Museum of Vouves

Molino de aceite árabe y prensa de viga. Canalis et solea.

LLas ánforas selladas en

la Bética se encuentran

en puntos tan distantes

como Inglaterra y la

India, lo que prueba

que el aceite andaluz

llegaba hasta los

confines

del Imperio

AOVE&Cultura_Actu 53- 30/10/17 13:02 Página 86

Page 4: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

tocador, un aceite extrafino de cos-mética y perfumería denominadooleum omphacium, que procede dela aceituna verde, molida a mano sinpartir el hueso, en capachos nuevosy con mil cuidados.

Antes de llegar a su casa, Luciopasa a despedirse de su amigoConstancio, que vive en el arrabal.Constancio pertenece a una familiahumilde que fabrica su aceite del añopor el procedimiento denominado ca-nalis et solea (o sea, canal y zueco),que consiste en meter las aceitunasen un saco de trama ancha y pisarlas

con un calzado de madera. El aceiteresultante de la pisada chorrea porun vertedero del dornajo y va a parara un recipiente. Siglos después losmoros seguirían practicando este pi-sado en zafariches. Incluso en la re-ciente guerra de Yugoslavia, duranteel sitio de Dubrovnik, la gente reco-gía aceitunas de los olivares cerca-nos y las machacaba con mazosdentro de sacos de arpillera queluego rociaba con agua hirviendo.

El padre de Lucio es un hombreadinerado y tiene un molino indus-trial en un anejo de su casería o villa

rústica. Durante la época de la reco-lección todo el campo jiennense re-suena con el murmullo cansino delas piedras rodaderas aplastandoaceitunas sobre las balsas de piedra(mortarium). No era un invento re-ciente en tiempos de Lucio, puestoque ya aparece en un sarcófago delsiglo IV a.C. No se sabe quién in-ventó este procedimiento, pero losiberos de estas tierras lo conocíanantes de la llegada de los romanos.Seguramente los romanos lo perfec-cionaron. En sus molinos, la muelao mola olearia era una gran piedra

A O V E Y C U L T U R A

®

Estrigilos romanos.Trapetum romano. Trapetum hallado en Palmira.

AOVE&Cultura_Actu 53- 30/10/17 13:02 Página 87

Page 5: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

cilíndrica plantada en tierra con uneje en el centro en torno al cual girauna piedra en forma de rodillo, lasuspensa, que va aplastando lasaceitunas. La suspensa se gradua-ba y se podía bajar o subir a volun-tad, según la cantidad de aceitunaque se estuviera molturando, a finde que no se rompiera el hueso. Elpadre de Lucio y sus amigos oleicul-tores están convencidos de que elhueso roto le confiere mal gusto alaceite. Algo de razón tenían, perohoy sabemos que si la masa seprensa inmediatamente no importaque el hueso se rompa. Esa necesi-dad explica el complicado diseño deotro tipo de molino romano, el trape-to o trapetum. Ese molino teníacomo base un gran mortero o morta-rium provisto de un gran eje fijo cen-tral, el milarium, en forma de colum-na, alrededor del cual giraban doscasquetes esféricos u orbes, que seceñían por la parte recta al eje cen-tral, mientras que la curvada seadaptaba a la concavidad del vasodel mortero. Los dos orbes estabanatravesados por un eje de madera,columela, y tenían holgura suficientepara que quedaran separados casiun centímetro de las paredes delmortero. Antes de empezar la mo-lienda se calibraban, mediante dis-cos de madera o metal, aplicados aleje central para que las piedras que-daran separadas. Así se evitabaromper el hueso de la aceituna.

Lucio entra en el molino familiar,una nave capaz donde hay tres mo-lederos y dos prensas de viga paraexprimir la pulpa de la aceituna. Unavez obtenida la pulpa de la aceitunahay que prensarla para sacar el

aceite. Las prensas que usa elpadre de Lucio son de viga, bastan-te parecidas a las que han estadovigentes hasta el tiempo de nuestrosabuelos. La prensa consta básica-mente de una larga viga de madera(prelum), ajustada en su cabecera ados ejes verticales (arbores) pormedio de un pasador (lingula). Unasprensas de viga funcionaban por ca-brestante, otras por contrapeso ytornillo. Las de cabrestante teníanen el extremo libre de la viga unapalanca (vectis), que servía para en-rollar en un tambor (sucula) la sogaque rebajaba el extremo de la viga.Al descender, la viga presionabasobre una plancha circular (orbisolearius) que oprimía el cesto o fris-cina donde se colocaba la masa dela aceituna. El aceite obtenido setrasegaba primero a los labrum y,una vez decantado, se almacenabaen las ánforas (dollium). Cuando eramás pequeño, Lucio aguardaba su-bido a una de las cuatro palancasde torsión del torno y, cuando losmolineros soltaban el trinquete, lapalanca giraba desenroscando eltornillo con gran algazara de su jine-te, que giraba agarrado al palocomo en un tiovivo.

De importador a principalproveedor de aceiteEl padre de Lucio exporta a Romagran parte del aceite que muele. Las

leyes sobre el suministro de aceitedel imperio son muy precisas. En laciudad iberorromana de Cástulo seha encontrado el pedestal que sos-tenía el rescripto imperial, o edictodel emperador, posiblemente deAdriano, para que tanto los produc-tores como los difusores o agentesfiscales supieran a qué atenerse.

El noble Marco Cornelio le ha ex-plicado alguna vez a su hijo queantes de la colonización romana nohabía grandes excedentes de aceiteen Hispania. De hecho, los funcio-narios romanos tenían que traer deItalia el aceite que consumían, comose deduce del hallazgo en Andalucíade ánforas olearias del tipo BaldacciI procedentes de Apulia y Calabria,las regiones italianas productoras deaceite. Estas ánforas fueron fabrica-das en el siglo I a.C., lo que indicaque en esa época Andalucía no pro-ducía mucho aceite y tenía que im-portarlo. Luego, a partir del empera-dor Augusto, en la época de Cristomás o menos, se plantaron muchosolivos y el panorama cambió hastael punto de que, desde finales delsiglo I a.C., Andalucía se convirtióen el principal proveedor de aceitedel imperio. En el reverso de algu-nas monedas de Adriano (117-138),la matrona que representa a Españatiene en la mano una rama de olivoy un conejo a los pies. España erafamosa por la abundancia de cone-

MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO88

A O V E Y C U L T U R A / The Olive Tree Museum of Vouves

®

De izqda. a dcha., prensa casera del modelo tradicional utilizado hasta el siglo XX; prensa de viga con contrapeso de piedras; cargo en la prensa de viga másgrande del mundo (Museo de La Laguna, Baeza, Jaén); y foso del quintal o piedra en la prensa anterior, procedente de un cortijo de Dos Hermanas (Sevilla).

EEl 80% de las ánforas apiladas en

el Testaccia o monte de los tiestos

procede de Andalucía

AOVE&Cultura_Actu 53- 02/11/17 13:07 Página 88

Page 6: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

jos. De hecho, el nombre de Españaproviene del fenicio i-shepharim, esdecir, el país de los conejos.

Hasta ahora se ha dicho quedonde más abundaban los olivosera en Córdoba, Sevilla y Écija, enlas llanuras aluviales regadas por elGuadalquivir y el Genil, en totalunos 5.000 km2 de olivar; pero ya

hemos mencionado que se han des-cubierto en Jaén los restos de loque pudo ser un centro de recauda-ción de aceituna con cinco piedrasde molino tan grandes que no se co-nocen otras semejantes en todo elimperio. La magnitud de las instala-ciones sugiere que fuera el lugardonde el Estado molía la aceituna

tributaria y que Jaén era ya enton-ces un gran productor de aceite,aunque luego el cultivo decayera.

A la mañana siguiente, Lucio, supadre y los esclavos que los sirven yacompañan se ponen en camino porla carretera empedrada que enlazacon el arrecife ancho que sigue elcurso del río Betis, el Guadalquivir

A O V E Y C U L T U R A

®

Alfares de ánforas olearias localizados en el área del Guadalquivir-Genil.Reproducción de un horno romano para la fabricaciónde ánforas olearias.

Salón Internacional de Alimentación, Bebidas & Food Service

BARCELONA16-19 Abril

Recinto Gran Viawww.alimentaria-bcn.com

A unique Food, Drinks and

Gastronomy Experience

Co-located event

ood, Drinks and F

A uniqueood, Drinks and

nacional de Alimentación, Bebidas & Food ServiceSalón Inter

onal de Alim

ood, Drinks and F

ood, Drinks and onomyGastr

Experience

BARCELONA

Co-locatedevent

BARCELONA16-19 Abril

iaRecinto Gran V.alimentaria-bcn.comwww

AOVE&Cultura_Actu 53- 30/10/17 13:02 Página 89

Page 7: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

que da nombre a la Bética. Nohacen el camino solos. Les acompa-ña una expedición de carros carga-dos de pellejos de aceite que contie-nen la producción de los pagos jien-nenses destinada a Roma. Los se-cretarios han tomado nota del conte-nido de cada pellejo y de cada carro.Dentro de unos días, cuando lleguena su destino, en un embarcaderocercano a Córdoba, transferirán lapreciada carga y la documentación aotros funcionarios imperiales, quie-nes, después de consignar el mon-tante y calidad del aceite recibido,extenderán los correspondientes al-baranes. En aquel punto, otros es-clavos imperiales trasvasarán elaceite a grandes ánforas y las expe-dirán río abajo en barcazas de fondoplano hasta el puerto de Híspalis,donde serán embarcadas en una deesas naves enormes llamadas one-rarias que navegan por el mar.

Lucio, que nació en Jaén y nuncasalió de su tierra, arde en deseos dever el mar. Mientras tanto, se entre-tiene en visitar las instalaciones delos alfareros. A lo largo del Guadal-quivir y el Genil se han encontradounos 80 alfares que fabricaban ánfo-ras olearias y ocho puertos fluvialesdonde se embarcaba el aceite. Lasolearias las fabricaban probable-mente las cuadrillas de alfareros iti-nerantes que iban de alfar en alfarporque son casi idénticas, con míni-mas diferencias en la boca, quepueden atribuirse al tamaño de lamano del alfarero. A fin de controlarla calidad, cada ánfora lleva la figli-na o sello del alfarero en un asa.

Las ánforas selladas en la Bética seencuentran en puntos tan distantescomo Inglaterra y la India, lo queprueba que el aceite andaluz llega-ba hasta los confines del Imperio.

Ánforas y AnnonaLucio sabe que el vino, el aceite, lasconservas de pescado y hasta elgrano se transportan en esas vasi-jas de barro que, una vez alcanzadosu destino, simplemente se rompeny se tiran a la basura. No puedesospechar que, 2.000 años des-pués, esos tiestos rotos nos seantan valiosos para estudiar el comer-cio en la antigüedad. Lucio sabe dis-tinguir perfectamente las dos clasesde ánforas que ve acumularse acentenares en el campo del alfarero:por una parte, las panzudas, casiesféricas, llamadas olearias porquesirven para envasar el aceite; y porotra, las vinarias o de vino, que sonestilizadas y acaban en una puntaque sirve para inmovilizarlas, clava-das sobre el lastre de arena de las

bodegas de los barcos. Como el di-seño de las ánforas varía según losalfares y, además, evoluciona con eltiempo, los arqueólogos pueden de-terminar la época y el lugar de pro-cedencia de cada ánfora.

Lucio, curioseando en el embarca-dero, observa a los esclavos que lle-nan las ánforas, las taponan con unatapadera de barro cocido y las pesanfrente a un funcionario que, conayuda de tinta y pincel, escribe enletra cursiva, sobre la propia ánfora,sus tituli picti, en los que se consignael peso del aceite, el nombre del pro-ductor y otros datos fiscales.

Lucio y su padre embarcan en Hís-palis. En la travesía, que dura variosdías, hay tiempo más que de sobrapara que el noble Marco le explique asu hijo y heredero los entresijos delcomercio aceitero imperial. A Lucio leenorgullece saber que la gran Romano podría funcionar si no fuera por elaceite hispano. El aceite de los cam-pos andaluces, el aceite jiennense,es imprescindible para la Annona.

“¿Qué es la Annona, padre?” -pregunta Lucio-. “Es la paga estatalcon la que los emperadores se ase-guran la lealtad de la plebe romana.Los habitantes de Roma tienen de-recho a repartos de harina y aceitegratuitos, así como a espectáculospúblicos” -contesta Marco Cornelio-.“¡Ah, el panem et circenses!” (pan ycirco) -recuerda Lucio-. “Exacto. Alprincipio la Annona consistía princi-palmente en trigo, y el aceite apare-cía raramente, pero a partir deAdriano se reparte regularmenteaceite”, explica su padre.

MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO90

A O V E Y C U L T U R A / The Olive Tree Museum of Vouves

®

Ejemplos de tituli picti. Testaccia o monte de los tiestos.

UUna vez aquel aceite

iluminó las grandezas

de Roma en su dilatado

imperio, desde la India

sensual hasta las frías

y desoladas tierras de

Escocia

AOVE&Cultura_Actu 53- 30/10/17 13:02 Página 90

Page 8: Aceite y aceiteros en la antigüedad - mercacei.com · ción del olivo a Atenea, la diosa de la inteligencia. La historia que trans-mitían de padres a hijos era bien co-nocida. Cuando

MERCACEI 93 • ESPECIAL ESTADÍSTICO92

A O V E Y C U L T U R A / The Olive Tree Museum of Vouves

®

Las exportaciones de aceite héti-co alcanzaron su máximo desarrollodurante el reinado del sucesor deAdriano, Antonino Pío. Roma conta-ba entonces con un millón y mediode habitantes. Aunque a cada roma-no sólo le correspondieran unos 12litros al año, la cantidad era conside-rable. El caso es que, entre los si-glos II y III de nuestra era, el aceiteandaluz ganó tal reputación que sehizo imprescindible en Roma. A Mar-cial le parecía que era insuperable yPlinio decía que sólo lo igualaba elde Histria, una comarca entre Italia ySerbia famosa por sus aceites.

El Testaccia o monte de lostiestosDespués de unos días de tranquilatravesía, Lucio y su padre desem-barcan en Ostia, el puerto de Roma.Mientras aguardan el coche de ca-ballos que los ha de llevar a casa deun pariente, Lucio observa cómo losesclavos del puerto descargan laspesadas ánforas en forma de nuez ylas transportan a un gigantesco al-macén paralelo al muelle. Tambiénobserva cómo detrás del almacénotros esclavos transportan carros deánforas rotas en dirección a unmonte cercano de extraño aspecto.

“¿Sabes lo qué es aquello? -lepregunta Marco-. Es un montón deánforas rotas. A lo largo de decenasde años ha ido creciendo y tiene yael tamaño de una montaña”.

En efecto, el montón de tiestosrotos fue creciendo entre los siglos Iy III d. C. y, al cabo de ese tiempo,los restos de unos 25 millones de

ánforas rotas formaron el Testaccia,o monte de los tiestos, una colinaartificial de 22.000 m2 de base, 45metros de altura y un volumen demás de medio millón de m3. El equi-po de arqueólogos españoles que laestá excavando ha descubierto queel 80% de las ánforas allí apiladasprocede de Andalucía, en un perío-do que oscila entre el siglo I (las ole-arias tipo DresseI 20) y el siglo III(las más tardías y estilizadas Dres-sel 123, con forma de nuez).

Nuestro amigo Lucio, con los ojosllenos de las maravillas de Roma, re-gresó a su Jaén natal al amparo delmonte de Santa Catalina y subió a ali-mentar el candil votivo del ninfeo de laMalena para agradecer a los dioses elviaje sin sobresaltos y el mundo quehabía contemplado. Luego sucedió asu padre en el gobierno de la casa yvivió muchos años como próspero oli-vicultor y oleicultor, rodeado de hijos y

sirvientes a los que inculcó el amor alaceite y al imperio.

Pasaron los romanos, vinieron losbárbaros, los moros y los cristianos,que somos nosotros. Cada comuni-dad, en mayor o menor medida, cul-tivó el olivo en Jaén. Ahora esta tie-rra que son los jiennenses y sushijos sigue rodeada de olivos comoquizás nunca lo estuvo. A través deltiempo quisiera tender una manoamiga a aquel Lucio Cornelio que esya polvo y apenas una sombra ennuestro recuerdo. Una vez aquelaceite iluminó las grandezas deRoma en su dilatado imperio, desdela India sensual hasta las frías y de-soladas tierras de Escocia. Romasupo entender que el aceite, el acei-te bien fabricado, de olivos cuidadoscon mimo, era un elemento de co-mercio y desarrollo, además de unelemento de cultura. Ojalá lo sepa-mos entender nosotros también paraque el aceite de Jaén, como el deAndalucía, vuelvan a ser universalesy recuperen los mercados que unavez tuvieron. Este es el desafío quenos plantea el inminente mañana:hacer buen aceite y buscarle merca-dos, venderlo envasado y recuperarla plusvalía que hasta ahora se lle-van los que lo compran a granel.

Que seamos capaces de valorar,junto a lo que tenemos, lo que nosfalta, para animarnos a poner manos ala obra de manera urgente y necesaria.Para que leguemos a nuestros hijos,con el amor del aceite y del olivo, la es-peranza de un futuro prometedor.

[email protected]

El autor junto con un ánfora dressel. Botijuelas en las que se exportaba aceite a lascolonias americanas localizadas en el Castillo delMorro, en La Habana.

Galeón del siglo XVII.

OOjalá lo sepamos

entender nosotros

también para que el

aceite de Jaén, como el

de Andalucía, vuelvan a

ser universales y

recuperen los mercados

que una vez tuvieron

AOVE&Cultura_Actu 53- 30/10/17 13:03 Página 92