Agropecuaria economia

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Facultad de Ciencias Económicas Universidad de Buenos Aires Economía Agropecuaria Curso 780- 01 Prof. Javier Rodríguez Segundo Parcial Economía Agropecuaria

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Sobre economía agropecuaria y agroalimentaria, discusiones en Argentina

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Facultad de Ciencias Econmicas

Universidad de Buenos Aires

Economa Agropecuaria

Curso 780- 01 Prof. Javier Rodrguez

Segundo Parcial

Economa Agropecuaria

Fecha de entrega: 28 de junio de 2010

2) Sintetice las posturas adoptadas por distintos autores para explicar el estancamiento del agro pampeano durante el perodo de industrializacin por sustitucin de importaciones.

El debate sobre el estancamiento pampeano fue uno de los grandes debates que atravesaron los estudios rurales. La importancia de este debate se debe a la relevancia de la produccin pampeana durante la etapa de industrializacin por sustitucin de importaciones (ISI).Por un lado, la particularidad de la pampa hmeda reside en ser la zona del pas que provee alimentos al mercado interno y aporta parte considerable de las exportaciones. La fertilidad de su suelo permite un aumento en la productividad del trabajo generando una masa de riqueza que ha sido la base del desarrollo econmico de la historia argentina. Cualquier desequilibrio en esta zona repercute rpidamente en el resto de la economa.

Cuando Argentina entra en la segunda etapa de la ISI las divisas de las exportaciones agropecuarias se presentaban como indispensables para la importacin de bienes de capital para la incipiente industria. El estancamiento del agro pampeano entonces se presentaba para muchos como la limitacin al desarrollo sostenido de la economa argentina. Diamand (1972) fue uno de los intelectuales que present un modelo para explicar los ciclos que atravesaba la Argentina. Caracteriz a la estructura productiva como desequilibrada en tanto contaba con sector primario y el sector secundario con productividades y ritmos de crecimiento muy distintos. Mientras que el primero, ms productivo, aportaba divisas, va exportacin de sus productos y tena un ritmo de crecimiento lento; la industria solo poda desarrollarse en un contexto de proteccionismo, y se converta en consumidora de divisas. Su crecimiento acelerado liquidaba las reservas. La creciente necesidad de divisas no era acompaada por una mayor produccin de bienes exportables. La economa atravesaba una constante crisis de balanza de pagos, ante la cual se recurra a devaluaciones. Estas devaluaciones afectaban el precio de los productos transables de manera automtica y aumentaba el precio de los bienes industriales nacionales en menor proporcin, desatando una inflacin cambiaria. Se generaba una transferencia de ingresos hacia los productores agropecuarios, y una disminucin del salario real, con una consecuente disminucin del consumo interno de bienes industriales. Se iniciaba as una fase de recesin, se frenaba la actividad industrial, y se volvan a generarlas condiciones acumulacin de reservas- para una nueva expansin. En relacin al estancamiento del agro el autor seala el problema reside en que intensificar la produccin genera costos muy altos, que no se traduce en mayor rentabilidad. Cualquier incentivo al agro se convierte en transferencia de ingresos injustificada que no aumenta la produccin. Segn el autor habra que combinar un impuesto a la renta con un subsidio a la importacin de maquinarias; sin embargo descree que el ritmo de crecimiento de la industria sea alcanzado por el agro. El problema central resida, segn Diamand, en que el tipo de cambio sola fijarse en funcin del agro. La solucin que propone es aplicar una estructura mltiple de cambios que permita hacer competitivos internacionalmente algunos sectores de la industria y al agro simultneamente. La industria se autoabastecera de divisas. Braun y Joy (1981) en su artculo Un modelo de estancamiento econmico plantean un ciclo similar al descripto por Diamand. Lo que es interesante de sealar es que reconocen que el sector agropecuario dispone de rentabilidades excepcionales- acrecentadas en cada devaluacin ya que se producen transferencia de ingresos para este sector- que no son utilizadas para la reinversin, ante la preferencia de colocaciones a corto plazo a altas tasas de inters. Aseguran que se debe apuntar tanto a la promocin de la industria, como al aumento de ingresos de divisas a travs del sector primario, y reconocen que en el corto plazo podra efectuarse una intensificacin de la produccin gracias a sus rentabilidades extraordinarias. Ahora bien, teniendo en cuenta la importancia del agro en las crisis de balanza de pagos se comprende la centralidad de la cuestin del estancamiento de la regin pampeana y la obsesin por aumentar la produccin de la misma. La cuestin es cmo aumentar la produccin agropecuaria de la pampa hmeda donde predomina la actividad ganadera extensiva. Lo interesante es que este estancamiento es percibido y problematizado tanto desde los defensores de los intereses de los sectores terratenientes, como desde aquellos que apuntan a una industrializacin y quienes tienen una postura critica al modo de produccin capitalista. Se presentaran distintas posturas sobre el estancamiento del sector pampeano sealando en cada caso las causas que le imputan al estancamiento y las recomendaciones que ofrecen para resolverlo.

Una de las voces que condensa la defensa de los intereses de los terratenientes de la pampa hmeda es la postura de Martnez de Hoz (h). Desde su perspectiva considera que el mal que ha padecido el sector agropecuario, y que ha producido la baja de la produccin, ha sido la intervencin estatal durante el peronismo, sintetizada como estatismo centralizador y absorbente (Martnez de Hoz, 1967: 69). Las causas el estancamiento agropecuario indicadas pueden puntualizarse en la descapitalizacin del agro, los cambios en los precios relativos, y las leyes sobre arrendamiento. El autor seala que las divisas que ingresaron al pas, acrecentadas por el mejoramiento de los trminos de intercambio, no fueron aprovechadas para adquirir bienes de capital para los sectores productivos. Ms bien esta riqueza, centralizada por el IAPI, se utiliz para la nacionalizacin de los servicios pblicos y la repatriacin de la deuda externa, ambas operaciones no prioritarias ni convenientes desde la lupa del autor. Por otro lado, se seala que el congelamiento de los precios de los arrendamientos conlleva nos solo la baja inversin de la produccin, y una consecuente baja de rendimiento, sino tambin el agotamiento del suelo. Con respecto a los precios relativos considera que el IAPI al monopolizar el comercio exterior y fijar un precio de compra de los productos desincentivaba la produccin, sin tener en cuenta los costos de la produccin agropecuaria.

Los cambios en la poltica econmica que se suceden al golpe militar de 1955 celebrados por Martnez de Hoz, vienen a revertir estos puntos que causaban el estancamiento de la produccin. Es as que el autor presenta datos sobre el aumento de la produccin y las exportaciones agrcola a partir de 1956. Los precios relativos entre la agricultura y ganadera haban provocado un aumento en la produccin de esta ltima. Sin embargo a partir de 1956 estos se revierte y se presenta un ciclo de liquidacin de stock ganadero, debido al mantenimiento de los precios mximos para la venta en el mercado interno. La solucin, segn del autor, era que desde el estado se incentivara la produccin pampeana aumentando las rentabilidades va fijacin de un tipo de cambio favorable al agro, y garanta de precios mnimos.

Otros autores focalizan en al explicacin del estancamiento el comportamiento no capitalista de los grandes terratenientes que eligen actividades ganaderas extensivas, donde el uso de los recursos no es ptimo. Factores como el prestigio social, el consumo improductivo y el refugio a la inflacin serian algunos de los mviles que explican las conductas de los dueos de la tierra. En este perspectivas se encuentran autores como Giberti (citado en Flichman, 1971 y 1977), Aldo Ferrer y Oscar Braun.Aldo Ferrer considera que ni los arrendatarios ni los grandes terratenientes estn dispuestos a invertir grandes sumas de capitales en sus explotaciones. Los primeros por ser ocupantes temporales; y los segundo porque su comportamiento est ms reglado por el prestigio y status social y un refugio contra la inflacin que por un espritu de maximizacin de beneficios (Ferrer, 1971: 186). Establece adems que es difcil maximizar la produccin en la gran propiedad, el rgimen de tenencia de la tierra limita el aumento de la produccin. Con algunas coincidencias, Braun (1974) combina en su explicacin el comportamiento no capitalista de los grandes terratenientes, pero s racional; con el desarrollo no pleno del capitalismo en la Argentina. Este autor considera que en el marco de un capitalismo dependiente la Argentina no cuenta con un mercado de valores o mercados monetarios desarrollados. A este panorama se le suma la permanente inflacin que genera el propio ciclo de acumulacin. Las tierras de la pampa hmeda se presentan como activos fijos que arrojan una renta a los capitalistas dinerarios ante la carencia de mercados de valores atractivos y una inflacin que amenaza con diluir sus ganancias. En este sentido para un agente econmico que estn actuando, no como un capitalista, sino como un rentista, la compra de tierras, y su produccin con bajos niveles de inversin de capital, es sumamente racional en la medida que no se desvaloriza su dinero, arroja cierta renta y no presenta riesgos.La bsqueda de estos activos fijos cuya oferta es limitada: las tierras de la pampa hmeda, explicaran el aumento del precio de la misma y el comportamiento rentstico y no capitalista- de sus dueos la baja rentabilidad con que son explotadas.

Un quiebre en el debate sobre el estancamiento pampeano fue retomar la especifidad del sector agropecuario y de la apropiacin de la renta. Si bien Braun seala como renta absoluta aquella masa de riqueza que es apropiada ante el aumento del precio de la tierra, su esquema se ajusta ms a la tierra como activos fsicos que reditan inters que como especficamente recursos naturales no homogneo, ni reproducibles y monopolizables. Como antecedente a estos planteos que centran su explicacin en la renta de la tierra podemos ubicar un artculo de Miguel Teubal (1975) donde presenta una estimacin sobre el excedente financiero del sector agropecuario. El concepto de excedente financiero agropecuario hace referencia a una masa de riqueza que, descontadas las inversiones y amortizaciones, y el consumo del sector, queda disponibles para ser utilizadas, sin afectar el ciclo de produccin agropecuaria. Puede ser utilizado para consumo de lujo, pago de impuestos, colocacin en el exterior, o ser transferido a otros sectores de la economa. Los resultados que expone demuestran que a lo largo del periodo 50-67 hubo una masa de riqueza disponible, proveniente del sector agropecuario que, aunque con oscilaciones, siempre fue positiva. Esto significa por un lado, que el sector aun produca un excedente que poda ser transferido a otros sectores de la economa; y por otro que, se su baja produccin y productividad no se deban a malas rentabilidades . Aunque no es objetivo de este artculo sealar las causas del estancamiento del producto pampeano, si se asocia la magnitud de este excedente a la produccin extensiva de la ganadera. La explicacin que ensaya se centra en la existencia de renta diferencial debida a alta fertilidad de la regin pampeana, que sumado a la tecnificacin, ahorradora de mano de obra, y a la regresiva distribucin del ingreso del sector, permiten una apropiacin de riqueza compatible con la produccin extensiva. Un planteo que signific un quiebre en el debate sobre el estancamiento pampeano fue el de Flichman (1971 y 1977) donde nos plantean la problemtica del estancamiento agropecuario que periodiza desde 1937 a 1974.Luego de analizar distintas variables el autor presenta algunos datos sobre el periodo. Asegura que se produce un desplazamiento del la agricultura por la ganadera, esta ltima se caracteriza por un uso extensivo del suelo. Este tipo de actividades esta fuertemente asociada con las grandes explotaciones administradas por sus propios dueos, tipo de explotacin que ante la ley de congelamiento de los arrendamientos haba aumentado considerablemente. Seala tambin que los aumentos de productividad se produjeron en las actividades agrcolas, aminorando la cada de produccin frente a la disminucin de la superficie cultivada; y tambin a travs de inversin en tecnologa caracterizada por un ahorro de mano de obra y no por un aumento de la produccin.A la hora de interpretar estos datos el autor intenta compatibilizar dos supuestos: que los capitalistas actan movidos por la maximizacin de ganancias, y aun as- deciden invertir de manera extensiva en sus explotaciones. Parte de la interpretacin la encuentra en el aumento del precio de la tierra, que para las zonas ganaderas fue incluso mayor que para las zonas agrcolas. Este aumento de la tierra se traducira en un aumento de renta en las ganancias de los terratenientes capitalistas. El autor construye as el concepto de renta especulativa, esta renta forma parte de la ganancia total y se deriva de la tendencia al aumento del precio de la tierra y de las expectativas de que este precio permanezca en alza. Es decir que es un tipo de renta que se desprende de las expectativas de los agentes econmicos y de los aumentos del precio de la tierra. Invierte el planteo clsico que considera al precio de la tierra como derivado de la masa de renta.

Si se considera a la renta especulativa como parte de la ganancia total de los capitalistas agrarios se comprende porque se utiliza una proporcin tan grande de tierra en la inversin total (tanto en trminos tcnicos como de valor); la tierra redita esta renta especulativa sin riesgo alguno. Una inversin de capital que intensifique la produccin implicara un riesgo mayor con un aumento de las ganancias no tan satisfactorio como otras actividades no agropecuarias. En sus palabras Al existir renta especulativa () la maximizacin de beneficios se lograr con una composicin de la inversin en la tierra tendr una proporcin mayor que aquella que, para el mismo monto total de inversin, brindara el mximo de produccin. (Flichman, 1971: 382). De pasar a una produccin intensiva, la rentabilidad que arrojara esa inversin extra de capital sera inferior a las tasas de ganancias de otras actividades a las cuales los terratenientes tienen acceso.Finalmente, es interesante presentar el planteo de Iigo Carrera (1999) quien centra el anlisis en la renta diferencial, y busca distanciarse tanto de Flichman como de Braun a la hora de explicar las determinaciones de la extensividad de las explotaciones agropecuarias.Frente a ambos planteos considera que no es posible explicar lo que l entiende como una determinacin por el comportamiento individual de los terratenientes. Mucho menos considera plausible distinguir entre un comportamiento capitalista y uno rentista como lo hace Braun. Para Juan Iigo Carrera toda explicacin debe tener en cuenta que no solo el proceso de acumulacin de capital a escala nacional como un mismo ciclo (donde aparecen el capital industrial y el agrario), sino que este ciclo de acumulacin nacional debe ser entendido como la forma que asume la reproduccin y acumulacin del capital a nivel mundial (este ltimo es su esencia y su determinacin). No tener en cuenta esto, y buscar la especifidad de la Argentina es otra de las crticas que le realiza a Flichman. Argentina esta determinada por el ciclo mundial de acumulacin de capital como un mbito nacional de acumulacin limitado a la produccin de mercancas especficas, basada en la alta fertilidad de los suelos y en la incapacidad del capital medio de controlar y subordinar la productividad del trabajo.

La extensividad de la produccin pampeana se relaciona con la particularidad del ciclo de acumulacin argentino donde solo existen los capitales industriales medios en la medida en que pueden apropiarse de parte de la renta diferencial. La misma debera ser tan grande para subvencionar al desarrollo de las fuerzas productivas industriales, que atentara contra los principios bajo los cuales la clases capitalista en su conjunto acta; y al mismo tiempo el carcter del mercado interno no es compatible con un desarrollo del capital industrial a una escala correspondiente con el desarrollo de las fuerzas productivas a nivel mundial. El agro y la industria estn imposibilitados para desarrollar las potencialidades de las fuerzas productivas en la Argentina. La extensividad del capital agrario se encuentra determinado por la forma concreta que toma en su mbito nacional la ley de formacin de la tasa de ganancia (Iigo carrera, 1999: 11). Puede pensarse que si el estancamiento de la regin pampeana atraves los debates de las dcadas del 60 y el 70, los cambios que operan desde los aos 80 vienen a demostrar que no es el prestigio social el que mueva a los terratenientes a inclinarse por al ganadera. El proceso de agriculturizacin y sojizacin demuestran que la acumulacin de capital no tiene inconvenientes en cambiar de actividades si rentabilidades mayores as lo estimulan.

4) Explique de qu manera han incidido las principales transformaciones acaecidas en el sistema agroalimentario a nivel mundial sobre el sector agropecuario argentino en los noventa. Ha tenido esto algn impacto sobre la apropiacin de renta agraria?

Para comprender las transformaciones en el sistema agroalimentario mundial, y su impacto en el sector agropecuario argentino, es necesario enmarcar estos cambios en el contexto de la globalizacin y el neoliberalismo. El desarrollo de la globalizacin implica una fuerte internacionalizacin del capital financiero, comercial y productivo; con una mayor movilidad de los flujos de capital. Estos aspectos no hubieran sido posibles sin una apertura de las economas y una desregulacin de los estados nacionales. En esta nueva etapa del capitalismo mundial las grandes empresas trasnacionales adquieren mayor poder y protagonismo, son empresas que consideran al mundo y su globalidad como mercados para sus productos, fuentes para sus materias primas, productos semielaborados o finales, espacios para sus inversiones de capital y/o fuentes y mercados para sus inversiones financieras (Teubal, 1999: 98). Lo caracterstico de esta nueva etapa es la fuerte integracin entre las grandes corporaciones y entidades financieras, que implica una organizacin trasnacionalizada de la produccin, bajo el dominio del capital trasnacional concentrado. Estos cambios tienen su eco y especificidad en la produccin de bienes agropecuarios y alimentos. Tambin en este sector de la economa comienza a verse una fuerte integracin y articulacin en las distintas etapas que vas desde desde la semilla al plato; y el surgimiento de grandes empresas agroindustriales trasnacionalizadas que lideran y dominan las distintas articulaciones. En este escenario el concepto de sistema agroalimentario mundial y de complejos alimentarios nos permite visualizar mejor estas transformaciones. Esta perspectiva incluye tambin a los distintos agentes sociales y econmicos que entran en juego y el modo de articularse las distintas etapas y complejos; es decir, permite visualizar las relaciones de poder que se producen dentro del sistema agroalimentario (Teubal, 1999).

La idea de complejo agroalimentarios hace referencia a las distintas etapas que un producto o ciertos productos atraviesan desde la produccin primaria hasta el consumo; mientras que sistema agroalimentario se define como el conjunto etapas para todos lo complejos agroalimentarios. Las etapas para ambos conceptos son: la produccin agropecuaria, la industrializacin y la distribucin, e incluyen tambin el suministro de insumos y la comercializacin.

Vamos a distinguir dos tipos de cambios dentro del sistema agroalimentario mundial, los cambios tecnolgicos y se relacionan con la concentracin y centralizacin del capital.

As, si bien la produccin de alimentos se haba mostrado como un sector muy resistente a los cambios tecnolgicos, algunos autores coinciden en sealar que en los ltimos tiempos la produccin de alimentos ha sido un fuerte estmulo al desarrollo tecnolgico (Rama, 1998 y Wilkinson, 1998). Tambin Ruttan (1986) considera que el desarrollo de la biotecnologa permiti que la agricultura se transformara de una produccin basada la tierra, a una produccin basada en la ciencia.

Algunos de los cambios en la biotecnologa tuvieron como resultado la implementacin de organismo genticamente modificados, que legitimados por la promesa de acabar con el hambre mundial, y con un fuerte poder de mercado de las empresas proveedores de semillas, se difundieron rpidamente.

Por otro lado en los sistemas agroalimentarios sucedieron cambios en consonancia con la concentracin y centralizacin del capital a nivel mundial. Este proceso opera a travs de combinacin con otros mecanismos que instauran articulaciones asimtricas entre los distintos agentes econmicos dentro del sistema agroalimentario mundial, entre ellos la integracin horizontal y vertical, los subsidios cruzados y la trasnacionalizacin del capital (Heffernan, 1998).

En primer lugar podemos sealar la integracin horizontal que implica la expansin geogrfica de una empresa dentro de una misma etapa, esto colabora con la centralizacin del capital. Heffernan (1998), seala como este mecanismo opero en los Estados Unidos y posibilit un mayor poder de mercado de las empresas en el procesamiento de carnes. Otro de los mecanismo sealados por este autor es la ventaja de contar con subsidios cruzados para los capitales que actan en distintos bienes de una misma etapa. Esta diversificacin le posibilita soportar perdidas en algunos bienes a costa de ganar mayor poder de mercado y destruir a la competencia; tambin les permite apropiarse de parte de los subsidios. En la Argentina Teubal y Rodrguez (2002) sealan a la concentracin y centralizacin como transformaciones claves de las ltimas dcadas, fuertemente posibilitadas por las medidas de corte neoliberal implementadas en la dcada del 90. Entre los complejos e incluso entre las distintas etapas de un mismo complejo- que componen el sistema agroalimentario argentino se encuentran situaciones heterogneas, sin embargo como tendencia comprueban que la concentracin y centralizacin ha aumentado en todos ellos, especialmente en la etapa de industrializacin y distribucin. Los complejos oleaginoso, cerealero, azucarero y lcteo son algunos en los que se percibe mayor concentracin de capital. Asimismo, operan tambin la integracin vertical, que se produce entre las distintas etapas de la produccin de un bien, es decir los eslabonamientos hacia a tras o hacia adelante que pueden producirse. Este mecanismo puede ocurrir bajo la forma de propiedad, cuando una empresa es propietaria de varias etapas de produccin y/o de la produccin de los insumos. En este caso el poder sobre el proceso productivo es directo y total. La produccin por contrato es otro mecanismo de integracin vertical a travs del cual las grandes empresas, actuando como ncleos del complejo, les exigen a los productores qu producir, cmo y cuanto. Ven aumentada as su planificacin y coordinacin entre las etapas, al mismo tiempo que disminuye notablemente la autonoma de los productores.En la Argentina tambin se encuentran ejemplos de esto mecanismo. Un claro ejemplo sealado por Teubal y Rodrguez (2002) es Arcor que no solo esta diversificado en la industrializacin dentro de los complejos azucarero y oleaginoso, sino que tambin es propietario de fbricas de envase de sus productos y de los insumos de los envases. Cargill tambin es otro ejemplo ya que se dedica a la comercializacin de granos y el procesamiento de semillas de oleaginosas y harinas (Teubal y Rodrguez, 2002: 87). Tambin en la Argentina se encuentran casos de integracin vertical por contrato, como son los casos de la produccin de papa y la leche.

En consonancia con el desarrollo de la globalizacin, las empresas operan en distintos pases. Esto les permite un mayor poder de mercado, en el sentido de la integracin horizontal; generar condiciones de mercado oligoplicas, ya que pueden soportar prdidas en un pas, con las ganancias que realizan en otro; y tambin aprovechar las ventajas de cada pas para distintas etapas y bienes que producen.

En la Argentina el proceso de extranjerizacin de los capitales fue unos de los rasgos que afecto a la economa en su conjunto y al sistema agroalimentario en particular. Este proceso oper en la mayora del los complejos, muchas veces a travs de la compra de empresas nacionales. Cargill, Danone y Nabisco son algunos ejemplos de conglomerados mundiales que ingresaron al pas en al dcada del 90.Un ejemplo que condensa estas tendencias en el caso Argentino es el supermercadismo. Lo que se observa es una fuerte concentracin y centralizacin de la distribucin final a lo ancho de todo el sistema agroalimentario argentina, concentrando el 70% de las ventas de alimentos (Teubal y Rodrguez, 2002: 80). Estos sper e hipermercados adquieren un fuerte poder de decisin frente las industrias proveedores, ya que generan integraciones verticales a travs de producciones por contrato y la creacin de marcas propias. Asimismo son un ejemplo del proceso de extranjerizacin, como son el ingreso de las firmas Carrefour, Jumbo y Makro.

El caso del supermercadismo no es casual en la Argentina. Los ncleos de poder que estos mecanismos generan al interior de los complejos agroalimentario tienden a formarse en las etapas de procesamiento o de distribucin final de alimentos.

Para comprender cmo estos cambios impactaron en el sector agropecuario en particular es importante considerar que los cambios en el sistema agroalimentario mundial se combinaron con polticas de corte neoliberal como son la apertura externa, la desregulacin y liberalizacin de los mercados y las privatizaciones. Estas medidas se tradujeron en polticas sectoriales, de las cuales deben mencionarse el Decreto de Desregulacin de 1991 que implic la desaparicin de organismos que regulaban los precios de los bienes agropecuarios; y el fin de los crditos subsidiados al sector agropecuario, que se imprimi en las altas tasas de inters a las que pudieron acceder los productores. Tambin la Convertibilidad afect al sector con una fuerte sobrevaluacin del peso.Entre los cambios acaecido por el sector agropecuario, en lo que respecta a los niveles de produccin durante al dcada del 90 se produjo en trminos generales un aumento de los volmenes de produccin, de exportacin y de productividad. Dentro de la produccin pampeana se produjo un fuerte avance de la sojizacin. La produccin de soja y maz creci considerablemente como parte de la estrategia agroexportadora. Mientras que la produccin lctea, el sorgo, el girasol el trigo y la cebada crecieron por el impacto de las transformaciones en los complejos agroindustriales. Dentro de las producciones extrapampeanas el arroz aumento notablemente su produccin. (Rodrguez y Teubal, 2002) Los cambios en la aplicacin de tecnologa pueden categorizarse en los incorporados en la primera mitad de la dcada y los de que se impulsan en la segunda mitad. El incremento de la maquinaria fue alto hasta 1997. Desde 1996 en adelante la utilizacin del glifosato y las semillas transgnicas de soja se destacan entre los insumos agropecuarios y las incorporaciones de tecnologa.

Otros de los cambios importantes que sufri el sector agropecuario fue la disminucin de puestos de trabajo que segn el Censo Nacional Agropecuario entre 1998 y 2002 hubo una disminuyeron en un 25% los trabajadores rurales permanentes (Rodrguez, 2008: 192). Los cambios tecnolgicos explican parte de esta disminucin, ya que tanto la tractorizacin como la difusin de la semillas de soja genticamente modificadas implican antes que un aumento de la produccin, un ahorro en al mono de obra, reduciendo los costos y aumentando las rentabilidades. Asimismo Rodrguez (2008) asegura que como consecuencia de la produccin de soja transgnica la distribucin del ingreso se volvi ms regresiva y se redujo la masa salarial en trminos absolutos.Con respecto a los niveles de empleo dentro del sistema agroalimentario no siempre hay consenso entre las distintas estimaciones, sin embargo Rodrguez y Teubal (2002) aseguran que en el sector industrial se produce una disminucin de los empleados, aunque esta tendencia no es homognea para los distintos complejos agroindustriales (exceptuando a la industria cervecera, todos muestran un descenso en la contratacin de mano de obra). Esta se asocia a las nuevas formas organizativas y el avance tecnolgico, ambos posibilitados por los procesos de concentracin y la integracin vertical que atraves la agroindustria. Adems como efecto directo del supermercadismo y la desaparicin de pequeos comercios se produce una disminucin del empleo en la distribucin minorista de alimentos.

Tambin relacionado con el trabajo en el agro es importante sealar la disminucin en las unidades productivas. Entre 1998 y 2002 desaparecieron ms de 100 mil explotaciones agropecuarias. Esto evidencia por un lado, que los aumentos de la produccin y en la productividad no fueron igual de beneficiosos para todos los sectores. Las fuertes oscilaciones de los precios, ante la desregulacin de los mercados y al apertura externa gener el quiebre de vastas producciones. El salto tecnolgico empuj a otras al endeudamiento, este fue una de las principales vas por las que se perdieron las propiedades. El estado nacional no solo dejo de subsidiar los crditos al agro sino que los bancos nacionales ofrecan tasas de inters ms altas a los pequeos y medianos productores (Teubal y Rodrguez 2002: 121). Un tercer factor para comprender esta disminucin de explotaciones son los cambios que la soja transgnica gener en las escalas de produccin para los ms grandes signific mayores ganancias e inclusive la posibilidad de expandir la produccin, en el caso de los ms chicos el piso de entrada para obtener mayores ganancias con las semillas GM estaba demasiado elevado y actu en sentido contrario (Rodrguez, 2008: 206).Una de las cuestiones fundamentales sobre las transformaciones en las ltimas dcadas es la apropiacin de la renta. Por un lado, como sealamos, las articulaciones que se producen en los complejos agroalimentarios en general tienen su ncleo de poder en las etapas de procesamiento y distribucin de alimentos. Los pequeos y medianos productores agropecuarios suelen estar en una posicin de subordinacin, y pierden autonoma a la hora de decidir sobre el proceso productivo de sus tierras. El sistema agroalimentario argentino no fue la excepcin. Los ncleos de cada complejo agroalimentario aumentaron su rentabilidad y pudieron apropiarse de parte de la renta agraria.

El caso de la soja transgnica ilustra claramente las asimetras que pueden generarse dentro de los complejos agroalimentarios. A pesar de que los productores tienen derecho a reproducir la semilla para uso propio, Monsanto logro establecer un monopolio en la venta de semillas de soja genticamente modificada. Los productores y la firma realizan contratos privados en los cuales los primeros renuncian a su derecho de reproduccin de la semilla y pagan una suma de dinero por las semillas que guardan. El cobro de estas regalas extendidas es claramente una apropiacin de parte de la renta (Rodrguez, 2008).Otros de los grandes beneficiarios de estos cambios fueron los nuevos agentes econmicos: los pools de siembra y fondos de inversin. Estos megaproductores son grandes masas de capital que se vuelcan al agro en busca de rentabilidades extraordinarias, a travs del arrendamiento de grandes extensiones de tierras, y con el asesoramiento de consultoras financieras y equipos tcnicos.

Sin embargo para comprender el destino de la renta agraria en las dos ltimas dcadas debemos considerar los cambios en las polticas econmicas. Como se mencion durante la dcada de los 90 funcion el Plan de Convertibilidad con una fuerte sobrevaluacin de la moneda que implicaba una particular distribucin de la renta. En primer lugar hay que considerar que se modific la estructura de precios relativos, abaratndose los bienes transables producidos en el pas. As mientras los bienes agropecuarios reducan su precio, los costos de produccin en dlares aumentaron para los productores agropecuarios, que vieron reducida su rentabilidad. Esta masa de riqueza, que es la renta, y que no fue apropiada por los productores fluy mediante la fijacin del tipo de cambio a quienes remitan sus ganancias al exterior. Tambin se benefici la sociedad en la medida que los precios de los productos agropecuarios se vieron rebajados; principalmente el sector empresarial que pago salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Arceo y Rodrguez (2006) estiman una transferencia del agro hacia otros sectores de 64 mil millones de dlares entre 1991 y 2001, si se calcula a un tipo de cambio a niveles de 2004. A pesar de esta transferencia, en el sector agropecuario algunos propietarios mantuvieron las ganancias gracias al crecimiento del sector; mientras que los medianos y pequeos propietarios fueron los ms perjudicados. La apropiacin de renta entre los productores agropecuarios dependi tanto de la extensin de las propiedades como de la fertilidad de los suelos.

La devaluacin de 2002 y la implementacin de retenciones no alteran significativamente las rentabilidades del sector. A diferencia de la sobrevaluacin ahora es el estado quien se apropia de una parte sustancial de la renta, incluso menor de la transferida en promedio en la dcada anterior. Mientras cobran en dlares los productores agropecuarios ven reducidos sus costos, tras la reduccin del precio de la mano de obra y de los insumos locales. Tambin las retenciones regulan el precio de las mercancas agropecuarias en el mercado interno, permitiendo al resto de los sectores recuperar la rentabilidad, en especial en los complejos agroindustriales.Finalmente, y como reflexin, cabe sealar que lo que hay detrs de estas transformaciones es la capacidad de una sociedad de decidir sobre lo que produce y consume. La sojizacin y la difusin de la semilla transgnica implican la produccin en vastas extensiones de un bien para la exportacin. La utilizacin de semillas transgnicas y de glifosato pueden atentar contra la sustentabilidad de los recursos naturales. Adems estos cambios impactan sobre la calidad de los alimentos que consumimos. Si a todo esto se le agrega que estas transformaciones son acompaadas por distribuciones del ingreso regresivas, bajo impacto en el empleo y concentracin de la propiedad y el capital, es imperante preguntarse sobre cmo pueden revertirse las tendencias de las ltimas dcadas.6) Analice la relacin entre la discusin acerca de la vigencia de la cuestin agraria y los movimientos sociales en Argentina a fines del siglo XX y durante el conflicto de 2008.

A partir de las dcada del 70 se producen cambios en el sistema capitalista mundial y en la poltica econmica nacional que van a afectar sustancialmente la produccin y la estructura agropecuaria del pas. Estas transformaciones en el sistema agroalimentario argentino se han producido no sin resistencia. En este marco han surgido actores sociales heterogneos, portadores de sentidos diversos sobre la territorialidad, que irrumpen la escena poltica del pas volviendo a problematizar la vieja cuestin agraria, la cuestin del acceso y control de la tierra. Cunto hay de viejo y cunto de nuevo en estas demandas y estrategias es una de las cuestiones que se intentar dilucidar.Si miramos la historia de Amrica Latina la cuestin agraria y el problema de la propiedad y el acceso al suelo no se ha ausentado ni interrumpido en ningn momento. Teubal (2003) bien seala que desde la colonizacin el reclamo por la tierra estuvo presente a lo largo y a lo ancho de Amrica Latina. Retomando a Polanyi, podemos decir que el capitalismo necesita transformar en mercanca a la tierra (que al no ser producida por el trabajo humana es una mercanca ficticia), este proceso implica un fuerte cambio en la relacin que las sociedades precapitalistas tenan con la naturaleza, que se va a producir con violencia, desarraigo y resistencia.

En Amrica Latina el rgimen colonial y la posterior constitucin de estados oligrquicos consolidan matrices productivas que pueden categorizarse en: plantacin con trabajo esclavo, la hacienda con trabajo semiservil y la estancia con trabajo libre (Ansaldi, 2007). Predomina la instauracin de regimenes de grandes propiedades, que se consolidan en el siglo XIX a travs de la conformacin de estados oligrquicos, en sintona con la conformacion de estructuras economicas agroexportadoras o de enclave. A lo largo del siglo XIX y XX en paises como Mxico, Bolivia, Cuba, Nicaraga, Chile, Peru, entre otros, encontramos experiencias de lucha por al tierra. Como caracterisitcas comunes Teubal seala que estos movimientos se enfrentan a oligarquias terratenientes en poder del estado y en regimenes agrarios excluyentes; cuentan con una fuerte participacion del campesinado -aun cuando no haya sido el mayor beneficiario-, y estas reformas se institucionalizan desde el estado (Teubal, 2003: 143). Muchos autores concuerdan en que estas reformas han permitido la consolidacion de un capitalismo bajo dirigencia de la burguesa industrial, asegurando la plena comercializacion de la tierra y la fuerza de trabajo, y siendo, en general, los mayores beneficiarios los capitalistas agrarios, antes que las masas de excluidos.Cuando pensamos en la historia argentina, el cuestionamiento de la propiedad de la tierra pareciera haber estado ausente.En primer lugar cabe sealar, que histricamente la estructura agraria Argentina muestra algunas particularidades en relacin a Amrica Latina y a los pases centrales. Han convivido propiedades de grandes extensiones tierras, particularmente en la regin pampeana central; con pequeas y medianas parcelas capitalizadas al estilo farmers, predominantes en la Santa F y Entre Ros; y modos de produccin campesinos, minifundios y plantaciones en las regiones extra pampeanas (Murmis, 1998). Dentro de los actores sociales los campesinos han sido invisibilizados en el espacio pblico; pero tambin desde las perspectivas epistemolgicas de las ciencias sociales y econmicas.

A partir de las dcada del 80 se presenta en Amrica Latina un resurgimiento de las luchas campesinas. Los conflictos por la tierra atravesaron todo el siglo XX; sin embargo con la consolidacin del agro-negocio reaccionan con una nueva vitalidad.

Algunos ejemplos de grandes movimientos sociales son el Movimiento de trabajadores sin tierra (MST) de Brasil, o el movimiento zapatista de Mxico; existen tambin mltiples organizaciones en Guatemala, Ecuador y Bolivia. El escenario de estos movimientos es el de fuertes cambios del sistema agroalimentario mundial, donde se puede percibir un fuerte dominio del capital trasnacionalizado; as como la implementacin de medidas neoliberales por parte de los gobiernos nacionales, que implican una fuerte desregulacin de los mercados y en muchos casos una profundizacin de contrarreformas agrarias.La accin del Ejercito Zapatista de Liberacin Nacional (EZLN) puede leerse en esa clave, como reaccin a los cambios operados de corte neoliberal: la reforma de la constitucin mexicana y el fin de la reforma agraria; el TLC con EEUU y Canad. Sin embargo las comunidades chiapatecas denuncian un sometimiento que lleva ms de 500 aos, y su levantamiento no se explica sin una larga tradicin de resistencia y lucha.

El MST es otro de los clsicos ejemplos de movimientos sociales rurales. Este movimiento asume importancia en la dcada del 80 en el sur de Brasil, y su accin se basa en la ocupacin de porciones de tierras de grandes haciendas fuera de la produccin o altamente endeudadas con el estado. Luego de la ocupacin y puesta en produccin el movimiento le exige al estado al institucionalizacin de la posesin a travs de un ttulo de propiedad. Una de las caractersticas de este movimiento es que adems de los trabajadores rurales que sin trabajo se organizan para la ocupacin de tierras, han concurrido tambin trabajadores desocupados urbanos que se han ruralizado en busca de mejores oportunidades. Argentina no escapa a esta revitalizacin de las luchas contra el agronegocio y los efectos de la globalizacin en el campo. Hacia fines de la dcada del 80 surge en Santiago del Estero el MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero), tras un violento desalojo en la zona de Los Juries. El MOCASE ilustra algunos aspectos y tensiones propios de los nuevos movimientos sociales de la Argentina y Latinoamrica. Para contextualizar se debe considerar que dentro de los cambios que impactaron en la provincia de Santiago del Estero se encuentran el avance de la frontera agropecuaria y el incremento de producciones orientadas al comercio exterior y un aumento de ganadera. Estos cambios no solo no aumentaron la demanda de mano de obra ni el nivel de los salarios; antes bien fueron acompaados por desalojos violentos de las comunidades campesinas, que en general posean tenencia precaria de las tierras. Se sustituyeron cultivos locales y se arras con los bosques y montes nativos.

Adems, otros de los resultados ocurridos en la Argentina fueron una fuerte concentracin y centralizacin de la propiedad de la tierra y la desaparicin de unidades productivas ms pequeas.En el caso del MOCASE Barbetta (2005) analiza los desacuerdos que surgen en los litigio jurdicos que los campesinos inician para titularizar la posesin de sus tierras. Lo que emerge como tensin son distintas concepciones de territorialidad. Para los campesinos la posesin de un territorio no es la relacin con una cosa, es un modo de vida. La territorialidad construye identidades, subjetividades, forma parte de las prcticas culturales y de la historia de un pueblo; nunca podra reducirse a una factor de produccin. Implica un estilo de vida donde a la propiedad privada se le contrapone la propiedad comunitaria; y a la maximizacin de las ganancias, una racionalidad que contempla el uso sustentable de los recursos y el respeto a los modos de produccin ancestrales. El derecho argentino y la resolucin de los juicios desnudan la tensin entre dos modos de comprender la territorialidad, que son dos modos de produccin. Los fallos de los jueces no solo ignoran totalmente este modo de vida y esta concepcin de la territorialidad. El autor bien evidencia como los campesinos son puestos bajo sospecha, la desconfianza entorno a ellos permea los fallos judiciales; que se combina con un desprecio racista sobre las comunidades.

Estos distintos sentidos que se adjudican a la tierra es uno de los rasgos que caracteriza a los movimientos sociales rurales en Amrica Latina a partir de los 80, no porque estos sentidos sean nuevos sino porque en un contexto de neoliberalismo y globalizacin, se exacerban las tensiones entre los distintos modos de produccin. Como seala Barbetta Ya no es posible pensar en una insercin subordinada en el sistema pero funcional al capital agroindustrial de la pequea produccin campesina. Se trata de un proceso tendiente al arrinconamiento del modo de produccin rural (Barbetta, 2005: 443).Otra de las caractersticas de estos nuevos movimientos sociales es que se constituyen en autonoma a las estructuras estatales y de partidos polticos; pero con fuerte articulacin con otros movimientos y organizaciones. El caso de la comunidad Kolla en la provincia de Salta es un claro ejemplo de estas articulaciones, cuando se organiza junto con la ONG Greenpeace. Mientras la comunidad Kolla elabora un discurso claro sobre su propia concepcin de la territorialidad, fuertemente asociada a lo sagrado; en paralelo desarrolla una estrategia discursiva donde se apropia del discurso de la organizacin ambientalista al incorporar la demanda por el cumplimiento de los derechos humanos y la exigencia de ser incorporados como legtimos ciudadanos para legitimar sus reclamos. Asimismo, su reclamo de reconocimiento como indgenas ante el Estado, segn loa autores, se presenta como una estrategia discursiva que les permite alcanzar aquello que en realidad es su prioridad, la tierra. En definitiva la tierra encierra la posibilidad de reproducir el mundo social de los campesinos Kollas, y no se limita a ser una mercanca () Luchar por la tierra, es luchar por el sentido, significa poder producir y reproducir un habitus especifico (Domnguez y Mariotti, 2004: 6). Vemos otra vez dos aspectos que se repiten en los nuevos movimientos sociales: la revalorizacin de la identidad indigenista y una concepcin de la tierra atada un estilo de vida particular.Otro de los efectos de los cambios en las ltimas dcadas en nuestro pas fue la concentracin de la propiedad que se efectu a travs de dos canales, el endeudamiento de los pequeos y medianos propietarios y el arrinconamiento y desplazamiento de las comunidades campesinas. Si estos ltimos son ejemplos de un resurgimiento de la conflictividad campesina, tambin hay que sealar que la dcada de los `90 tambin forj a las Mujeres Agropecuarias en Lucha (Rodrguez y Teubal, 2002) como una de las organizaciones que luch contra los efectos del neoliberalismo. Su reclamo era el freno de los remates de las tierras; y el reclculo de la deuda que haba contrado, ante lo que denunciaban como usura. Si bien las diferencias con los movimientos campesinos son muchsimos, no dejan de ser un ejemplo de organizacin y protesta contra los efectos de las transformaciones que sufri la estructura agraria y donde no perder la tierra era central.En resumen, estos nuevos movimientos que aparecen en las ltimas dcadas se caracterizan por a) portar un sentido de la territorialidad que trasciende la concepcin de mercanca; b) la lucha por la tierra es tambin la contra el neoliberalismo, contra un modelo de agronegocios y contra un establishment, incluye distintas formas de opresin e injusticias; c) no se proponen la toma del poder, son organizaciones con fuerte autonoma del estado y de los partidos polticos, suelen articularse con movimientos globales antiglobalizacin, ambientalistas y indgenas y ambientalistas; d) exceden un inters corporativa, su lucha es democratizadora e implica una ampliacin de la ciudadana (Teubal, 2003).

La lucha contra el neoliberalismo provoca que se articulen movimientos campesinos con pequeos propietarios, que se generen organizaciones contra el libre comercio, las patentes de las semillas transgnicas, y a favor de la soberana alimentaria.

En resumen, este resurgimiento de las luchas por la tierra plantea la centralidad que sigue ocupando la cuestin agraria en el continente. Si es continuidad de 500 aos de lucha o si es una simple reaccin antes los cambios de la caifisicacin de la produccin y la globalizacin es parte del debate. Aunque particularidades y sentidos nuevos estos movimientos no pueden entenderse por fuera de un continente que lleva 500 aos de lucha y resistencias por la tierra, y que hoy, gracias a la globalizacin, puede articularse en un movimiento mundial (Rodrguez y Teubal, 2002).

Antes de concluir es interesante pensar estas nuevas luchas en la Argentina y Latinoamrica en el marco y en comparacin con el conflicto del agro que enfrent a las corporaciones patronales del agro contra el gobierno nacional durante 2008.

El conflicto se desat por un decreto que implantaba retenciones mviles para la exportacin de soja y girasol. Esto desat la protesta de los productores agropecuarios, que adems contaron con gran apoyo en la ciudad. Ms all de los vaivenes del conflicto, que termina resolvindose con la derogacin del decreto posterior a su no aprobacin en el Parlamento; es importante sealar algunas caractersticas de esta protesta en comparacin a los movimientos campesinos.

Desde el punto de vista simblico las patronales fueron identificadas como el campo, como si fuera un espacio homogneo, sin ser visibilizados otros actores como los pequeos propietarios, trabajadores del agro ni los campesinos. Esta invisivilizacin es una constante en la historia de la Argentina, sin embargo campesinos y comunidades indgenas, despus de aos de lucha contra la sojizacin y sus efectos, presentaron sus posturas y se abrieron al debate.Con respecto a las estrategias de la protesta, las entidades agropecuarias tiene un largo ejercicio en los reclamos en defensa de sus intereses corporativos; lo que siempre estuvo en disputa fue la apropiacin de la renta de la tierra. Se contraponen a los movimientos sociales rurales que aparecen reclamando derechos, en defensa de su cultura; su pretensin es democratizadora forma parte de la lucha por la ciudadana, de las luchas democrticas por la plena ciudadana de la poblacin que se manifiesta a escala mundial (Teubal, 2003: 133).

Como seala Giarraca et al (2008) ni el conflicto ni su resolucin pusieron en cuestin el modelo de agro negocios ni a los nuevos actores econmicos como son fondos de inversin, empresas agroexportadoras y proveedoras de semillas y agroqumicos.La Argentina ha sido escenario de protestas rurales heterogneas. Las corporaciones del agro, los movimientos de medianos y pequeos productores (MMAL) y los movimientos campesinos son ejemplos de la forma que toman las disputas por la tierra y la renta en las nuevas tensiones que se generan a partir de los cambios en las ltimas dcadas. Sin embargo claramente estos actores diversos defienden modos de relacionarse y comprender la tierra distintos.Bibliografa

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Cabe sealar que en la fase ascendente del ciclo, dado que haba pleno empleo, los salarios tendan a subir y el consumo de bienes agropecuarios a aumentar, lo que reduca los saldos exportables.

Esta inflacin se diferencia de la inflacin por oferta de moneda y de la ocasionada por aumento de la demanda. Se produce ante los desequilibrios del sector externo, pero puede desatar otro tipo de inflaciones.

Para los fines de este trabajo se realiza una comparacin pormenorizada entre las posturas de Diamand y Braun y Joy, simplemente se aclara que estos ltimos presentan un modelo del ciclo para luego describir el funcionamiento de la economa en distintos periodos en concreto.

Define al capitalista no solo personas que son dueas de medios de produccin o de capital dinero, sino que tambin son capaces de organizar eficientemente la produccin en el torbellino competitivo de la produccin capitalista (Braun, 1974: 401). Es esta segunda condicin la que los dueos de la tierra no cumplen, aunque su comportamiento es racional.

Braun considera ac tres posibilidades: que el dueo de la tierra sea el administrador, y no este dispuesto aplicar tecnologa complicada; que la arriende a corto plazo y el arrendatario no este dispuesto a invertir capital fijo que luego no podr recuperar; que el dueo de la tierra se lo de a un tercer para que lo administre, lo que no garantizara una capitalizacin ya que aun as se podra ponderarse el bajo nivel de riesgo, o podra no haber predisposicin a invertir en esa actividad hasta optimizar todos los factores de produccin (Braun 1974: 403).

Este punto es interesante compararlo con la postura de Martnez de Hoz, aunque los periodos no son exactamente los mismos.

El (extendido) diagnstico de estancamiento se justifica en el menor ritmo de crecimiento de la produccin agropecuaria, en relacin al periodo anterior, combinado con periodos de retroceso; adems se comprueba una baja rentabilidad por hectrea si se la compara con otros pases.

Despus de realizar una categorizacin de los distintos agentes econmicos del agro pampeano, Flichman adjudica a terratenientes capitalistas y chacareros ricos la preferencia por la ganadera extensiva, sin embargo a la hora de encontrar una explicacin al estancamiento lo har a partir del comportamiento de los primeros. Seala tambin que la renta especulativa solo es percibida en empresas rurales de grandes extensiones.

En sus palabras: capitalistas y terratenientes agrarios se tornan personas normales, portadoras de la racionalidad capitalistas. Cuando restringen la aplicacin extensiva e intensiva del capital sobre la tierra no hacen otra cosa que ejercer esta consciencia normal, frente a circunstancias especficamente vigentes en la Argentina (Iigo Carrera, 199: 12)

Algunos mecanismos para la apropiacin de esta renta son: el impuesto a las exportaciones, la sobrevaluacin del peso, la fijacin de precios de las mercancas agropecuarias por debajo de los precios internacionales, lo que permite comprar fuerza de trabajo por debajo de su valor, que se traduce en un subsidio al capital industrial.

Esto no significa que antes no existan el comercio mundial o la movilidad de capitales; de hecho, 1a divisin del trabajo entre centro y periferia fue estructurante de un sistema capitalista durante el siglo XIX y XX.

Puede hablarse tambin de complejos o sistemas agroindustriales cuya nica diferencia metodolgica con los complejos o sistemas agroalimentarios es que en la primera se hace referencia a la totalidad de produccin agropecuaria que luego se industrializa; mientras que el ltimo solo a aquella produccin que luego se transformar en alimento.

Teubal (1999) tambin seala las especifidades sociales y tcnicas del agro que generan que fuertes resistencias a los cambios tecnolgicos.

Este es el caso del complejo cerealero donde en la industrializacin se combinan actividades altamente concentradas como la molienda de granos, con la produccin panadera donde existen gran cantidad de empresas sin altos porcentajes de produccin.

Llach et al (2004) proponen una estimacin para el conjunto del sistema agroindustrial, donde aseguran que el 35,6% del empelo en la Argentina se produce por efectos directos e indirectos de las cadenas agroindustriales. Rodrguez (2005) considera que estos datos sufren una sobreestimacin, ante la correccin de los datos asegura que el empleo generado por el sistema agroindustrial no supera el 20% sobre el total de ocupados y desocupados. Algunas de las crticas metodolgicas que realiza se relacionan con que Llach et al. al considerar la creacin de empleos por efecto del eslabonamiento contabilizan como empleos del sistema agroindustrial a empleos de otros sistemas. Adems se produce una sobreestimacin al contabilizar los empleos desde el punto de vista de la produccin y del gasto.

Ni los procesos, ni los resultados fueron homogneos en las distintas experiencias de democratizacin del acceso a la tierra, a los fines de este trabajo se presentan algunas caractersticas de estos movimientos para compararlos con los nuevos movimientos sociales que surgen en las ultimas dcadas del siglo pasado.

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