SUPLEMENTO MENSUAL. AÑO 1. NUMERO 2. JUNIO DEL 2012

ELECCIONESENMEDIO

DE LA TORMENTA

COLÓNREDIVIVO EN LAS PAMPAS

ISLANDIA: EL VALOR DE LA

RESISTENCIA

DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE UNA VISIÓN DEL MUNDO

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NDICE

EL TÁNDEM PEDALEA EN MEDIO DE PROTESTAS Enroque entre Putin y Medvediev

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PRESENTACIÓN3

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DE LA LUCHA GAY A LA REVUELTA EN ISLANDIA

LA IZQUIERDA DE LA IZQUIERDA, LA GRAN GANADORA EN FRANCIAEl reto social de François Hollande

SE ESFUMÓ EL ESPEJISMO DE LA BONANZA FINANCIERA La crisis puede ser un nuevo atraco a los que menos tienen

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LA LOCOMOTORA ALEMANA PIERDE FUERZAEsquizofrenia en la zona euro

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Cuatro secciones bajo las cuales se agrupa el análisis de los acontecimientos

internacionales:

1. Balances geopolíticos y actores globales, principalmente los Estados que han jugado un papel hegemónico en Europa y América del Norte así como actores emergentes (China, Brasil, Corea del Sur, India, Sudáfrica, México) que en la primera década del siglo XXI están modificando los equilibrios globales. Actores como las redes sociales de opinión e influencia ligadas a las nuevas tecnologías; el crimen organizado; y en general la sociedad civil que reclama crecientemente espacios de influencia y que condicionan el papel predominante de los Estados en las relaciones internacionales.

2. Recursos mundiales y población, binomio cuyo equilibrio es cada vez más precario sobre todo cuando se trata del agua, los alimentos, las fuentes primarias de energía, y el medio ambiente. Y que abre la posibilidad de guerras futuras por el control de esos recursos o para impedir que un país acelere, con sus políticas nacionales de desarrollo, el cambio climático y de sus ecosistemas con consecuencias catastróficas para el planeta.

3. La economía global, operando hoy día bajo supuestos fuertemente cuestionados incluyendo los retos de un nuevo proteccionismo comercial, una guerra de divisas, las secuelas de la reciente crisis financiera y económica mundial que seguirán pesando en la estructura del capitalismo y de las economías emergentes, en particular en los mercados laborales y en el problema del desempleo, así como en las presiones migratorias de unos países y regiones a otras.

Estos tres ejes – actores geopolíticos, la geopolítica de los recursos naturales y del medio ambiente, y la economía global – serán los componentes permanentes del suplemento.

4. La coyuntura y lo nuevo, el cuarto eje propuesto, es un espacio para recoger hechos circunstanciales que permitan destacar las reacciones inmediatas de gobiernos y de fuerzas sociales y políticas involucradas. Esta es la propuesta, expedida junto con la invitación para iniciar con nosotros la experiencia de navegar por el mundo con mejor información y mayor conciencia de los eventos que nos impactan.

Secciones del Suplemento

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CARMEN LIRA SAADEDirectora General

LUIS JAVIER SOLANACoordinador General

RUBEN MONTEDÓNICOInformación

ANDRÉS RUIZRedacción

FABRIZIO LEÓN DÍEZEditor de Fotografía

ROMERODirección de Arte

LETICIA MARTÍNEZ MARTÍNEZMARIANA OLLIN YOLIZTLI M.

Diseño

14 COLÓN REGRESA A LAS PAMPAS La nueva conquista española

4 JUNIO DEL 2012í

La circunstancia electoral en países que por su poder son determinantes en la escena internacional devendrá, quizá, en un nuevo perfil de las políticas en curso. Si observamos el mundo atlántico, tendremos que considerar que en tres países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas –y como tales poseedores de arsenales nucleares– está presente el hecho: Rusia y Francia, que ya concurrieron a las urnas, y Estados Unidos en vías de hacerlo en noviembre. Para el caso ruso, se ha dado un enroque de posiciones que cumple la formalidad de que Vladimir Putin regrese a la presidencia, entendiendo que en verdad nunca dejó de ser el principal dirigente de la nación, mientras Dimitri Medvedev continúa con su puesto de segundo al mando. Allí las posibilidades eventuales de cambios sólo podrían ocurrir con el reacomodo de fuerzas en el Parlamento (Duma) o fuera de él, no en el Kremlin. Desde el punto de vista militar, por autoconsideración y por como la tratan Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlàntico Norte y algunos antiguos miembros del “campo socialista”, es válida la visión de Henry Kissinger cuando señalaba que con independencia del régimen político de Moscú, ésta siempre será una potencia enfrentada a Washington. En Francia, en tanto, tras dos vueltas comiciales, la derecha dejó el Palacio del Eliseo al irse Nicolas Sarkozy para dar paso a François Hollande quien, más allá de su procedencia socialdemócrata, encabeza una corriente de pensamiento en la eurozona opuesto a la proposición central de austeridad para superar la crisis económica, lidereada desde Alemania por la canciller Angela Merkel. Hollande pugna por nuevas variantes para superar las angustias económicas propias y ajenas que ya se han profundizado en Grecia, España, Portugal e Italia. El Mediterráneo europeo, al cual no es ajeno el gobierno de París, sin proponerse soluciones distintas al modo capitalista imperante, sí relativiza el cumplimiento del pago de la deuda en los actuales términos y se acerca más a una solución presupuestaria con un adeudo mayor del

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producto interno bruto (PIB) aplicado a fomentar la creación de empleos, cuestión central para abatir el descontento popular. Merkel no sólo se ve cuestionada en el frente externo por París y por los factibles cambios de signo político que podrían llegar de Atenas y aun desde Roma, sino en el propio frente alemán, donde la socialdemócrata Hannelore Kraft –quien asegura no aspirar a convertirse en la próxima canciller– ganó el 13 de mayo de forma apabullante los comicios regionales de Renania del Norte, Westfalia. Visto desde otro ángulo, fue una debacle de la Unión Cristianodemócrata de Merkel. La promesa de Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular, de devolver la tranquilidad a los mercados de su país, devino una de las perores crisis económicas del país ibérico luego de triunfo en las elecciones del pasado 20 de noviembre: su deuda alcanza 400 por ciento de su PIB; el desempleo afecta a 6 millones de personas; casi la mitad de sus jóvenes estàn en el paro, y por primera vez en la historia de España, uno de cada cuatro niños se encuentra en la pobreza. En Estados Unidos, hasta el momento parece que el electorado se inclina, por estrecho margen, en favor de la relección de Barack Obama, contando con que un sector de los votantes lo escoge –a pesar del incumplimiento de sus promesas– por sobre la posibilidad de que llegue a la Casa Blanca un “tercer Bush”, teniendo por tal al fundamentalista candidato republicano Mitt Romney. Sin embargo, para noviembre falta tiempo y la variable cuanto influible opinión pública estadunidense puede mudar por hechos, actitudes, cuestiones nacionales o internacionales que, tal vez, en otras latitudes ni siquiera se tomarían en cuenta. Por último, pero no menos atractivo desde una perspectiva latinoamericana, Aldea Global destina un espacio a la decisión del gobierno argentino –acompañado por una amplia mayoría pluripartidista en el Congreso– de expropiar 51 por ciento de las acciones de la compañía española Repsol en la empresa nacional Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y las reacciones a esta medida.

pedaleaen medio de

protestas

El tándemEnroquE EntrE Putin y MEdvEdiEv

MOSCÚ.- COn el regreSO de Vladimir Putin al Kremlin como jefe de Es-tado para un nuevo periodo de seis años –tras dos man-datos presidenciales consecutivos y uno más en calidad de primer ministro, en total 12 años al frente de Rusia–, podría parecer que vuelve al punto de partida para sumar otra docena como gobernante, acorde con su intención de perpetuarse en el poder. Pero el país ya no es el mismo y el enroque de Putin con su leal subordinado, Dimitri Medvediev, quien ejer-ció los cuatro años recientes como mandatario nominal de Rusia y, en realidad, como guardián del sillón presi-dencial, indignó a la clase media de las grandes ciu-dades, acostumbrada a los beneficios de una economía basada en la exportación del petróleo, el gas natural y otras materias primas, al tiempo que rechaza ser trata-da como cero a la izquierda.Porque el anuncio de que Putin y Medvediev intercam-biarían cargos –sobre todo, la forma prepotente e irres-petuosa como se hizo oficial, hasta para Rusia Unida, el partido oficialista que debía postular al candidato presi-dencial–, marcó un antes y un después en el quehacer político de la Rusia postsoviética. La frase que demolió la imagen artificial de Putin como líder aclamado por las masas fue: “Lo decidimos hace tiempo, él y yo solos”, dicha por el hombre fuerte de Rusia, a quien poco le faltó para añadir “y punto”, resultó también un insulto a la inteligencia de miles de personas que se niegan a ser consideradas comparsas, cuya opinión nada vale para las autoridades, y las cu-ales han despertado del letargo causado por años de inercia. Ese día –24 de septiembre de 2011– se anticipó el fin de una fórmula de gobernar absurda por innece-saria –el llamado tándem–, integrada por el presidente Medvediev y el premier Putin, donde el nominal jefe proclamaba grandes proyectos y no concretaba nin-guno, mientras el formal subordinado se mantenía en la sombra pero tenía la última palabra en la toma de cualquier decisión. En las elecciones parlamentarias del pasado 4 de diciembre, el oficialismo perdió la mayoría calificada de dos tercios de los escaños de la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso), que en el pasado le permitió hacer enmiendas a la Constitución por la vía rápida y silenciosa como, por poner poner un ejemplo, cambiar

(pensando en el actual beneficiario) de cuatro a seis años los periodos presidenciales, la mañana de… un 31 de diciembre y con 10 días feriados por delante.

Inconformidad por el tándem Haciendo uso de recursos del Estado y métodos de la peor alquimia electoral, los oficialistas son may-oría en la Duma, aunque el “ajuste de resultados” provocó la protesta más grande desde las manifesta-ciones que se dieron en la etapa agónica de la Unión Soviética. Surgió un movimiento espontáneo de inconfor-midad que llegó a sacar a la calle a más de cien mil personas en Moscú. En respuesta, las autoridades movilizaron sus palancas de presión para dar la im-presión de que la sociedad está polarizada. En la capital rusa hubo mítines de apoyo al Krem-lin –más bien, conciertos de rock con grupos y can-tantes de moda– con personas traídas desde el resto del país; “seguidores” que aceptaron haber cobrado y obtenido días de asueto por asistir a esos actos; otros que reconocieron haber acudido bajo amena-za de despido en empresas públicas, de expulsión de una institución de enseñanza superior, de no recibir un bono en el trabajo y un largo etcétera. La televisión del Estado mostró una suerte de empate. en términos numéricos, entre opositores y partidarios del Kremlin, en espera de que el descon-tento se diluyera antes de las elecciones presidencia-les del pasado 4 de marzo. Por el contrario, el malestar de los ciudadanos aumentó cuando se hizo evidente que Putin –quien hubiera ganado la primera vuelta, pero sin llegar al 50 por ciento más un voto necesarios para procla-marse presidente–, ordenó evitar a cualquier costo ir a una segunda ronda de votación, de resultados impredecibles. Según sus críticos, lo consiguió gracias a que los comicios no fueron ni justos ni limpios. Putin, dicen, tuvo una abrumadora presencia en los medios so-bre sus contrincantes y se benefició del tradicional “ajuste de resultados” (manipulaciones con la llama-da “votación a domicilio”, cuando se llevan las urnas a las casas en aldeas de difícil acceso; los sufragios fuera del sitio de empadronamiento, que dan lugar a los famosos “carruseles” cuando la misma persona vota varias veces, entre otras irregularidades). Tampoco parece normal, más bien es compren-siblemente extraña, la votación en cerca de una quincena de regiones, por ejemplo en el Cáucaso del

Norte, Tatarstán y Bashkiria, cuyos dirigentes gobier-nan sin contrapesos federales sus feudos particulares, a cambio de garantizar al Kremlin los resultados –a veces inverosímiles. como en Chechenia. con 99 por ciento en favor del candidato de Moscú– que necesita.

La paradoja de la economía de EstadoLegitimado en las urnas, en medio de nuevas protestas y acarreos, Putin pudo tomar posesión como presiden-te de Rusia el pasado 7 de mayo, debido a las carac-terísticas específicas de este país, que en realidad está

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2 AgENTES DEL MINISTERIO del Interior de Rusia detienen en Moscú a activistas que se manifestaban en contra del presidente Vladimir Putin. La policía antimotines dispersó una protesta en el parque Chistiye Prudy, la cual que ya había durado una semana y detuvo al menos a 15 personas

JUAN PABLO DUCH

Corresponsal de La Jornada en Rusia

“Defenestradas las ambiciones unipolares de Estados Unidos, el mundo tiene que hacerse a la idea de que Rusia, en tanto potencia en términos de armamento nuclear, reclama tener no sólo voz, sino también voto en la solución de los principales asuntos de la agenda global

2 VLADIMIR PUTIN durante el discurso en el congreso anual de su partido, Rusia Unida, en Moscú; la imagen en la pantalla del fondo corresponde al primer ministro Dimitri Medvediev

configurado al menos por cuatro países bajo una misma bandera. La clase media de Moscú, San Petersburgo y otras grandes ciudades está inconforme con el retorno de Pu-tin al Kremlin, si bien hay una parte de esa población urbana que depende del presupuesto federal –y en ese sentido es manipulable mediante amenazas o estímu-los– y aparenta estar satisfecha con el actual estado de cosas. Ciudades de hasta medio millón de habitantes, la mayoría de las cuales existen en torno a un gran con-

sorcio industrial, alimentado desde el presupuesto federal, ahora carecen de motivos para oponerse al Kremlin, pero si los precios del petróleo y el gas natu-ral se desploman. y cambia drásticamente la coyun-tura económica, tal vez encabecen la protesta con una fuerza hasta ahora no vista. Las regiones de “votación extraña”, que Moscú tol-era ahora, en realidad se pueden alinear con cualqui-era que acepte las reglas del juego y cierre los ojos ante los excesos de sus caciques: no son, pues, piezas al ser-vicio exclusivo del Kremlin. La Rusia reciente dista de jugar algún papel: es la nación agraria de las aldeas en franco abandono, cuya decreciente población sobrevive en la apatía o se ahoga en el alcohol. En este país tan diferente al que en el otoño de 1990, con la indignación gener-alizada por las explosiones en edificios de vivienda en Moscú atribuidas a los sepa-ratistas chechenos, que le sirvieron de for-midable plataforma electoral para llegar al Kremlin, Putin inicia un tercer periodo presidencial. Ahora, y es prematuro hacer pronósti-cos a mediano plazo, la gran pregunta es si Putin podrá terminar ese mandato. No depende de él, sino de la oposición, en este momento en fase de formación, sin un líder claramente identificable, y dividida entre moderados y radicales, la cual puede crecer y consolidarse como una fuerza imparable, o diluirse hasta de-saparecer.

El peso de Rusia en la agenda global En el plano internacional, nada ha cambiado. Con Putin o sin él, defenestradas las ambiciones unipolares de Estados Unidos, el mundo tiene que hacerse a la idea de que Rusia, en tanto potencia en términos de armamento nuclear, reclama tener no sólo voz, sino también voto en la solución de los principales asuntos de la agenda global. Así seguirá siendo mientras la coyuntura económica de los precios internacionales de las materias primas sea favorable a Rusia y pueda contar con presupuesto para gastarlo en renovar su arsenal nuclear. Habrá, como en estos años recientes, a veces a con-trapelo de otras potencias, muchas declaraciones ra-zonables y llamativas, aunque seguidas de pocas accio-nes que pudieran contribuir a llevarlas a la realidad. Rusia procurará mantener el equilibrio en esa especie de cuerda floja que pisa entre los extremos marcados

por su tímida defensa de la Libia del coronel Muam-mar Kadafi y su enérgica posición respecto de Siria. Tendrá que escoger si sigue ayudando a Estados Uni-dos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la logística de su guerra en Afganistán, así como instrumentar las medidas para contrarrestar el escudo antimisiles estadunidense en Europa y precisar su ac-titud final hacia Irán y Corea del Norte.

La amenaza china A todo esto, China, uno de los principales aliados de Rusia en materia de política internacional, puede ser, en el mediano plazo, uno de los mayores peligros para su seguridad nacional, debido a la expansión de su presencia, en términos de habitantes y de inversiones

que se está dando hace años en territorio ruso más allá de los Urales, en medio de la catastrófica disminución de la población local. Las antiguas repúblicas de la Unión So-viética, con excepción de las tres bálticas, ya más integradas en la Unión Europea, y Georgia, distanciada definitivamente, continuarán siendo vistas por Moscú como su entorno natural. La experiencia demuestra –como pasó en los recientes casos de Osetia del Sur y Abjazia, regiones separatistas que Geor-gia considera parte de su territorio– que las exitosas intervenciones militares para restablecer el honor de Rusia como poten-cia agraviada conllevan el precio de tener que asumir, mediante cuantiosas subven-ciones, la completa manutención de las naciones protegidas.

Es poco probable que, en el corto plazo, se repita un despliegue bélico de esa magnitud. En contraste, hay motivos para esperar mayores presiones sobre los aliados formales más pobres (Bielorrusia, Moldavia, Tayikistán, Kirguistán, Armenia) que necesitan la ayuda financiera de Rusia, y un trato más moderado, que no respetuoso, hacia los demás (Ucrania, Turk-menistán, Kazajstán, Azerbaiyán, Uzbekistán). En todo caso, en una perspectiva cercana, de aquí a finales de año, el Kremlin tendrá puesta toda su aten-ción en apuntalar la presidencia de Putin y en inten-tar neutralizar las protestas de la oposición política en Rusia, toda vez que la Unión Europea está inmersa en una crisis económica que amenaza con hundir la moneda única y Estados Unidos no tendrá interlocu-tor válido, esto es, presidente sin las ataduras de una elección en puerta, antes de noviembre próximo.

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El Frente de Izquierda debe plantear nuevas formas de hacer política y hablar de nuevas vías de desarrollo industrial y planificación ecológica

El odio popular contra Nicolas Sarkozy, punto de inflexión en los sufragios

Necesario golpe de timón para poder ganar las próximas legislativas

6 JUNIO DEL 2012

FrANçOise

esCArPit

Periodista francesa, colaboradora de La Jornada

El domingo 18 de marzo un sismo sacudió Francia. La “izquierda de la izquierda”, que decían moribunda después de los lamentables resultados electorales del Partido Comunista Francés (PCF) con Robert Hue (3.37 por ciento), en 2002, y Marie-George Buffet (1.93 por ciento), en 2007, se estaba le-vantando. En la histórica plaza de la Bastilla se juntaron decenas de miles para apoyar a Jean-Luc Mélenchon, candidato a la presidencia del recién creado Frente de Izquierda. En las elecciones europeas de 2009, el PCF, el Partido de Izquierda (disidencia del Partido So-cialista, PS), la Izquierda Unitaria (disidencia del Nuevo Partido Anticapitalista) y otros mov-imientos, reunidos en el Frente de Izquierda para Cambiar Europa, lograron poco más de un millón de votos. De esa coyuntura surgió el Frente de Izquierda. No fue fácil conseguir consenso sobre la can-didatura de Jean-Luc Mélenchon. Los comuni-stas, iniciadores del Frente de Izquierda y tradi-

El rEto social dE François HollandE

cionalmente presentes en la primera vuelta de la elección presidencial (excepto en 1965 y 1974, cuando apoyaron, sin éxito, la candida-tura de François Mitterrand), tenían a su can-didato, André Chassaigne, hijo de un obrero de Michelin, ex maestro, posteriormente director de secundaria y diputado por el central depar-tamento de Puy-de-Dôme. En junio de 2011 se llevó a cabo una votación dentro de las filas del PCF y ganó Jean-Luc Mélenchon, con 59.2 por ciento en su favor. Se inició entonces una campaña para rechazar no sólo las políticas neoliberales, sino también la arbitrariedad, el autoritarismo, el racismo, además de enfatizar la necesidad de crear un país solidario, con una nueva república, social, laica y ecologista.

Las veleidades de Strauss-Kahn En aquel preciso momento, un sismo de otra naturaleza sacudía al PS. El 14 de mayo, quien era favorito para la elección presidencial y todavía director del Fondo Monetario Inter-nacional (FMI), fue detenido en Nueva York, acusado de haber violado a una empleada del hotel Sofitel. En Francia, los socialistas espera-ban que Dominique Strauss-Kahn se declarara

candidato y se estaban preparando elecciones primarias por primera vez abiertas a cual-quier ciudadano. Las cuales tuvieron lugar sin Strauss-Kahn en octubre 2011, con seis can-didatos: François Hollande, Martine Aubry, Arnaud Montebourg, Ségolène Royal, Manuel Valls y Jean-Michel Baylet. Participaron casi 3 millones de franceses que escogieron por may-oría, en la segunda vuelta, a François Hollande (56.6 por ciento de los sufragios) contra Mar-tine Aubry (43.4 por ciento). Para el Frente Nacional (FN), partido de ex-trema derecha, no hubo discusión en cuanto al candidato. El patriarca Jean-Marie Le Pen (84 años) le cedió el lugar a su hija Marine. El partido es su propiedad y la candidatura de la heredera era evidente. En la Unión por un Movimiento Popular (UMP) tampoco hubo cuestionamientos. El presidente saliente, Nicolas Sarkozy, era candi-dato a su propia sucesión. La de Sarkozy fue una derrota anunciada, aunque tampoco fue un triunfo la victoria de François Hollande. De los poco más de 46 millones de electores, se abstuvieron 9 mil-lones (19.65 por ciento) y votaron 37 millones

2 EL PRESIDENTE fRANcéS, François Hollande, saluda a sus seguidores desde su automóvil en la avenida Champs Élysées, en París. Hollande asumió el gobierno de un país con grandes deudas y sumido en la incertidumbre por el negro panorama que actualmente enfrenta Europa.

acusaciones de corrupción en contra de la sección local. La desindustrialización y el abandono de esa gran región minera ha generado un voto de deses-peración de la población obrera. Obviamente, la campaña electoral no se limitará al duelo norteño, pero será determinante para el Frente de Izquierda si quiere plantear nuevas formas de hacer política y hablar de nuevas vías de desarrollo industrial en el contexto de una planificación ecológica. El nuevo gobierno es por primera vez totalmente paritario y abierto a la diversidad. Y también reju-venecido, aunque asimismo cuenta con hombres y mujeres de experiencia. Por los funcionarios nom-brados, se puede pensar que habrá apertura pero también fuertes debates dentro del mismo gobi-erno. Entre otros, hay que subrayar la nominación de Laurent Fabius como ministro de Asuntos Ex-teriores, un hombre de larga trayectoria política, pero que votó en contra del tratado europeo en 2005, cuando su partido llamó a votar en favor. Como estaba previsto, los ecologistas, a pesar de su 2 por ciento en la elección presidencial, entran en el primer gobierno de Jean-Marc Ayrault. Como

también se había planteado, el Frente de Izquierda está aus-ente pero había adelantado su no participación, la cual sólo hubiera sido posible de haberse dado un gran debate y si se hubieran establecido acuerdos políticos previos. Para el PS, es fundamental no dejarse robar la victoria, ni por la derecha moderada o la ex-trema, ni por la izquierda de la izquierda. Por ello, necesita ase-gurar sus candidaturas para las próximas elecciones legislativas. Urge también que, más allá de los discursos, el nuevo gobierno dé señales firmes de su voluntad de cambio.

La agenda exterior y la social Dentro de las urgencias, está el riesgo para los planes sociales, congelados durante la campaña electoral, con miles de despidos; plantear el au-mento del salario mínimo; la renegociación de la reforma de las jubilaciones; la creación de empleos en la educación y la investigación; el desarrollo de los servicios públicos… Está también la crisis europea y la relación con Alemania. El primer encuentro entre Ángela Merkel y François Hol-lande ha mostrado un estilo nuevo y una voluntad de cooperación. Pero el crecimiento, tal como lo plantean el presidente francés y la canciller ale-mana, no tiene nada que ver con la propuesta del Frente de Izquierda o la asociación Attac. No es lo mismo volver a negociar el tratado Sarkozy-Merkel que sólo completarlo con una declaración sobre el crecimiento. François Hollande hereda una agenda internacional compleja y cargada. Con América Latina tendrá que tejer nuevas relaciones diplomáticas con países de una izquierda más radi-cal que la que acaba de llegar al poder en Francia. En cuanto a Estados Unidos, el nuevo presidente francés, después del encuentro con Barak Obama en la Casa Blanca, participó en la cumbre del G-8 en Camp David. Posteriormente, asistió a la cum-bre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Chicago, los días 20 y 21 de mayo, donde se anunció la retirada de las tropas francesas de Afganistán. En México estará el 18 junio, al día siguiente de la segunda vuelta de las elecciones leg-islativas, cuando vuele a la Cumbre del G-20, en Los Cabos, en vísperas de una también importante elección mexicana. 2

2 EL MANDATARIO gALO, François Hollande, conversa con la canciller alemana Angela Merkel durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el pasado mayo, en Chicago

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(80.35 por ciento). Pero más de 2 millones (4.68 por ciento), contra 700 mil en la primera vuelta, depositaron papeletas en blanco o anuladas en las urnas. De los 75.68 por ciento de votos emitidos, 51.64 por ciento (18 millones) fueron para François Hollande y 48.36 por ciento (16,8 millones) para Nicolas Sarkozy.

Sarkozy, una calamidad El voto para François Hollande fue, en parte, un sufragio anti Sarkozy, y de no haber captado en la segunda vuelta el voto de los seguidores de Jean-Luc Mélenchon (casi 4 millones de votos) y algunos de los seguidores de Marine Le Pen y del centrista François Bayrou, posiblemente, no sería hoy el sép-timo presidente de la V República El balance del quinquenio de Sarkozy es calami-toso. Pocos presidentes concitaron en su contra tanto odio popular, expresado, por ejemplo, en jo-cosas pero duras caricaturas en la prensa escrita o en la televisión, así como crónicas humorísticas y violentas en la radio (algunas de ellas provocaron el despido de sus autores). Un presidente que mani-festó real desprecio por la cultura, odio a los intelectuales y los académicos. Un presidente que favoreció una sociedad del espectáculo que lo fascinaba y en la que ha sido omnipresente. Su distorsión de la his-toria nacional e internacional, sus declara-ciones sobre las cárceles y los delincuentes, los enfermos mentales y la siquiatría, so-bre los magistrados y los jueces, sobre los migrantes, los jóvenes de los barrios popu-lares, los extranjeros, los indocumentados, los desempleados y un largo etcétera, que-darán como una vergüenza nacional. Se recordará también la firma en Lis-boa del tratado europeo que los franceses habían rechazado en las urnas pero que ratificó el gobierno, o la participación en la guerra en Libia, violando Francia y Gran Bretaña el mandato de la Organización de las Naciones Unidas. Pero también quedará en la memoria de los franceses el recuerdo amargo de la lucha, en 2008, llevada durante meses por mil-lones de trabajadores en contra de la reforma a las jubilaciones, que devino uno de los fracasos más importantes del movimiento social. Durante el mandato de Sarkozy, aprovechando la arrasadora mayoría de la UMP y aliados en la Asamblea Nacional, se votaron 240 leyes, lo que provocó un irónico comentario justificatorio: “No nos vamos a pasar los cinco años deshaciendo cada ley, si no, no avanzaremos en nuestros proyectos”.

El triunfo acotado de Hollande Cuando a las ocho de la noche del 6 de mayo apareció en las pantallas de televisión el rostro del nuevo presidente, fue, en el ámbito de la izquierda, un alivio enorme y una alegría sincera, pero mod-erada. En las ciudades francesas, al igual que en París, se salió a festejar. Más que en 1981, cuando la izquierda plural llevó a la presidencia a François Mitterrand, pero con aquella pasada y frustrada experiencia en mente. A pesar de no haber sido ministro de ningún gobierno, socialista o de cohabitación, François Hollande no es un desconocido de los franceses. En 1981 ese egresado de la máxima escuela de las elites políticas, la Escuela Nacional de Adminis-tración, tenía 26 años. Lo mandaron a conquistar las tierras de la derecha en un departamento rural del centro de Francia, la Corrèze. Fue alcalde de Tulle, diputado, concejal y presidente del Consejo General. Posteriormente, de 1997 a 2008, fue el principal responsable del Partido Socialista. Cuan-

do renunció al cargo pasó momentos difíciles y po-cos pensaban que ese hombre discreto iba a lograr la postulación contra Martine Aubry, ser candidato del PS y ganar la presidencia. El nuevo mandatario va a tener que enfrentar de inmediato las preocupaciones de los franceses –empleo, poder adquisitivo, educación– si quiere conseguir una indispensable mayoría en las elec-ciones legislativas del 10 y 17 de junio. Para formar el gobierno que llevará a cabo la campaña elector-al, decidió nombrar como primer ministro a Jean-Marc Ayrault, alcalde de Nantes, quien tampoco ha tenido experiencia de ministro pero con el cual sostiene una amistad añeja. Ese hombre tranquilo y discreto, fuera de las corrientes políticas de su partido era, desde hace 15 años y hasta ayer, jefe de la bancada socialista en la Asamblea Nacional.

Las próximas legislativas La fecha de las elecciones legislativas, establecida justo después de la elección presidencial, amplía generalmente el voto presidencial. Pero en mo-

mentos de crisis, como el que actualmente atraviesa Francia, nada está garantizado. El resultado conse-guido por la extrema derecha y el acercamiento de la UMP a los temas favoritos del Frente Nacional pueden provocar alianzas entre ambos partidos. Durante años, la Unión por un Movimiento Pop-ular se cuidó de no hacerle el juego a la extrema derecha y perdió muchos escaños para que no entr-ara el FN a la Asamblea Nacional. La fuerte polar-ización entre izquierda y derecha conlleva el riesgo de alianzas UMP/FN en las elecciones de junio. Si las ganara la derecha, la Constitución francesa contempla la figura de la cohabitación. Ya hubo tres de ellas, dos con François Mitterrand presi-dente y Jacques Chirac (1986) y Edouard Balladur (1993), como primeros ministros, y con Jacques Chirac presidente y Lionel Jospin (1997) en el car-go de primer ministro. En el ámbito de la izquierda, partidos y fren-tes quieren conseguir el mayor número de diputa-dos. Para el Frente de Izquierda, el reto es lograr traducir sus 4 millones de votos en un grupo de diputados que tenga peso en la asamblea y que pu-eda influir en las nuevas leyes, aunque no participe en el gobierno. Ese es el sentido de la candidatura de Jean-Luc Mélenchon, actualmente diputado eu-ropeo, en Hénin-Beaumont, en el Pas-de-Calais, fr-ente a Marine Le Pen, también diputada europea. Actualmente el escaño lo tiene el PS, debilitado por

“En 2011 se inició una campaña para rechazar no sólo las políticas neoliberales, sino también la arbitrariedad, el autoritarismo, el racismo, y para enfatizar la necesidad de crear un país solidario, con una nueva república, social, laica y ecologista.

AP Photo/Carolyn Kaster

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“Cuando el primer ministro Geir Haarde

apareció en la televisión nacional

con un discurso muy dramático y

asombroso que terminó con “Guð

blessi Ísland” (Dios bendiga a

Islandia). Fue como si la guerra

hubiera empezado. Y sí, daba

comienzo, pero esta vez no con

armas de fuego y bombas, sino con

dinero, avaricia y corrupción

a la revueltaen Islandia

De la luchaGay Primero que nada quiero dejar absolutamente claro que soy un hombre independiente que no pertenece a ningún grupo político o religioso. ¿Quién soy entonces, y por qué hago lo que hago? Soy actor, letrista, poeta y activista islandés por los derechos humanos. Todo comenzó en 1966, cuando llevaba un año trabajando en una gran empresa de Reikiavik y los propietarios me ofrecieron un puesto de gerente de tienda. Era un honor para mí. Pero, con gran sorpresa de los dueños, les pedí una semana para pensarlo. Esa semana fue muy difícil para mí; dediqué mucho tiempo dando vueltas y pensando. Pasó la semana; decliné la oferta y renuncié a la compañía. Hubo dos razones principales: primera, para mí el dinero es muy necesario en la vida, pero nunca me interesaría lo suficiente como para volverme esclavo, como sucede con muchas personas a mi alrededor; segunda, y probablemente la más importante: yo sabía que era gay. En aquellos días no se toleraba ser gay. Se consideraba que los homosexuales eran criminales y por todas partes había propaganda contra ellos. Me sentía muy aislado y perdido y, cuando trataba de buscar o pedir información sobre homosexualidad, contradecía mis sentimientos. En el fondo de mí sabía que yo no era un criminal y los consejos que me daban –“encuentra una buena chica, cásate y se

“Un viaje de mil kilómetros comienza con un paso” Libro del camino y de la virtud. Lao-tsé, filósofo chino (604 BC - 531 BC)

te pasará”– me parecían ridículos. Conseguí un nuevo empleo en el sector de la construcción y los fines de semana comencé a tomar clases en una escuela de actuación privada. Seis meses después fui aceptado en la escuela del Teatro Nacional y me recibí de actor profesional en mayo de 1970. En unos cuantos años me volví un artista muy conocido y respetado. Grabé dos discos de larga duración que fueron muy populares. Estuve en películas, en puestas en escena, en radio y televisión, haciendo conciertos, actuando en obras o dirigiéndolas, y fui modelo fotográfico. Pero seguía teniendo un dilema personal: era gay. Me dijeron que nunca lo dijera en público porque destruiría mi carrera. Al mismo tiempo sabía de personas gays que eran golpeadas, despedidas del trabajo si alguien averiguaba su preferencia sexual, rechazadas al tratar de alquilar un lugar para vivir, echadas de restaurantes y sitios públicos e incluso denunciadas por su propia familia. Pero había un grupo cada vez mayor de jóvenes gays que se hacían visibles día a día.

El primer gay asumido En 1970 llevaba unos meses en Copenhague estudiando teatro político, y pronto entré en contacto

con la organización gay F’48. En su biblioteca, así como hablando con otros miembros, estudié la historia de los homosexuales en Europa. Quise fundar una organización gay en Islandia; pasaron los años y todo lo que hacía era hablar de mis sueños. En 1975 me descubrí en una entrevista y me volví el primer hombre abiertamente gay en Islandia. Después de eso mi vida cambió drásticamente: pronto me vi forzado al exilio e incluso escapé a un intento de homicidio. Viví muchos años en Copenhague, pero jamás claudiqué en el deseo de cambiar las cosas en mi país, luchar por las garantías fundamentales, por el derecho elemental a ser lo que uno es. A poder formular una pregunta simple: si uno no es lo que es, ¿entonces qué es? Poco a poco la actitud empezó a cambiar, y para 1978 logré juntar a unas cuantas personas y comenzar una organización de lucha por los derechos de los gays. Se llama Samtökin’78 y mi meta era activar a otras personas, pero no estar yo al frente, y se consiguió. Mi arma más fuerte era mi arte de narrar historias y escribir canciones, y cada año volvía a Islandia y viajaba por el país visitando aldea por aldea para dar conciertos. En esos años aprendí mucho, de mí mismo y de otras personas. En un principio la gente se negaba a escuchar “música homosexual” y en la mayoría de los casos los únicos que se reunían eran los conserjes de los lugares donde tocaba. Como yo pagaba el alquiler del local, tenían que estar allí y yo tocaba para ellos. Al año siguiente algún conserje llevó a su familia y amigos, y al paso de los años mi público creció. Estaba consciente de que me enfrentaba al prejuicio y sentí que obtenía resultados cuando comencé a escuchar a personas que decían: “eres diferente de lo que creíamos”. Hice lo mismo cada año, el público siguió creciendo y en 1991 regresé a radicar en Islandia, donde vivo desde entonces. Me gano la vida haciendo teatro y conciertos, así como con mi música, mis letras y una compañía grabadora independiente; hasta ahora he hecho 23 discos y, desde luego, lucho constantemente por los derechos humanos. A principios de 2008 terminé mi biografía, Tabú, con el escritor Ævar Örn Jósepsson, que se publicó en noviembre de ese año. Es obvio que había que escribir un nuevo libro. En mayo de 2008 los gays ganaron por fin la igualdad de derechos en Islandia; en broma comenté que me había quedado sin empleo. Pero en julio de ese año un joven de Kenia, llamado Paul Oudor Ramses, quien había solicitado asilo político en Islandia junto con su esposa y un hijo recién nacido, fue brutalmente expulsado del país por las autoridades. La gente se indignó. Esa acción no es lo que uno quiere ver en nuestra sociedad. Hubo una movilización y fue todo. No fue suficiente para mí, así que comencé a protestar de modo sistemático, usando toda mi experiencia y conocimientos. Birgitta Jónsdóttir

Debemos tener derecho a poder formular una pregunta simple: si uno no es lo que es, ¿entonces qué es?

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hizo también una labor sobresaliente, recabando miles de firmas para protestar por la deportación de Paul. A finales de agosto de 2008 Paul fue traído de nuevo a Islandia y recibió un trato justo. Ahora él y su familia son ciudadanos islandeses.

La Revolución de los Cubiertos Los derechos humanos son la piedra angular de nuestra vida; el tema gay es sólo parte de ellos. Pero, aunque parezca extraño, muchas veces estamos dispuestos a sacrificar esas garantías para obtener poder o dinero, o en nombre del crecimiento económico. Como artista, quiero mantener un diálogo con la sociedad, proteger la libertad contra la violencia y el abuso del poder. Así pues, razonar en público y protestar no es nuevo para mí. Di el primer paso en reacción al colapso económico de Islandia el 11 de octubre de 2008, sencillamente plantándome frente al edificio del Parlamento en mi ciudad natal, Reikiavik. Allí me puse cada día a las 12 en punto durante una semana y preguntaba a otras personas: “¿puede usted decirme que ha pasado en este país?” Una semana después comencé una manifestación semanal que duró los siguientes cinco meses. Ese periodo fue conocido más tarde como la Revolución de los Cubiertos. ¿De qué se trató la Revolución de los Cubiertos? Déjenme remontarme al 6 de octubre de 2008, el que llamamos en Islandia el Día del Estrépito. Ese día nuestro primer ministro, Geir Haarde, apareció en la televisión nacional con un discurso muy dramático y asombroso que terminó con “Guð blessi Ísland” (Dios bendiga a Islandia). Para mí y muchos otros fue como si la tercera guerra mundial hubiera empezado. Y sí, había empezado, pero esta vez no con armas de fuego y bombas, sino con dinero, avaricia y corrupción. El estrépito era el colapso de los tres principales bancos islandeses. Se dice que fue uno de los peores quebrantos financieros en la historia de la humanidad. Para la mayoría de los islandeses fue increíble y nos costó trabajo entender lo que había ocurrido. Estábamos confundidos y temerosos, sencillamente atolondrados. ¿Cómo pudo ocurrir aquello? Durante años nos habían dicho que Islandia se consideraba uno de los países más ricos del mundo y de pronto estábamos entre los más pobres y endeudados. Según los políticos y directivos de los bancos, todo “simplemente ocurrió” y no podían hacer nada al respecto, así que sin duda ¡no eran responsables! Y nosotros, el pueblo, deberíamos simplemente continuar con nuestra vida como si nada hubiera pasado y dejarlos en paz.

Las voces del pueblo Pero nosotros, el pueblo, no estuvimos de acuerdo. Reaccionamos con manifestaciones pacíficas y reuniéndonos cada sábado frente al Parlamento. Comenzamos a organizarnos en un movimiento llamado Raddir Folkins, que significa Voces del Pueblo. Hasta formamos un grupo pacífico activo llamado el Ejército Naranja para detener cualquier acto violento que pudiera surgir durante nuestras reuniones públicas. A todos los que nos apoyaban les pedíamos ponerse alguna prenda anaranjada. Organizamos conferencias, pronunciamos discursos y tratamos de llenar lo que se supone es el papel de los medios: informar a la gente. Pero por desgracia los medios no lo cumplían, porque estaban, y siguen estando, controlados por políticos y sus amigos, preocupados sobre todo en proteger sus intereses y su “honor”. Tuvimos que convertirnos en los nuevos medios, y la Internet se volvió uno de nuestros instrumentos más importantes. Escribimos cartas a ministros y nos reunimos con ellos para ilustrarlos sobre nuestra visión y demandas, que eran:

1. El gobierno debe renunciar. 2. El consejo de la Autoridad Supervisora Financiera debe renunciar.3. El consejo del Banco Nacional debe renunciar.

En unas semanas hubo toda clase de protestas en Reikiavik y se extendieron a todo el país. La Internet se llenó de blogs referentes a la situación. Éramos personas indignadas y resueltas a obtener respuestas y acciones concretas. Pero eran difíciles de obtener y para Navidad parecía que muchos habían perdido interés por protestar. Nos ganaban la batalla, la gente estaba cansada, tenía frío y había perdido la esperanza de que algo llegara a cambiar. Había que hacer algo, algo importante, así que pedí a todos que nos reuniéramos frente al Parlamento el 20 de enero y lleváramos sartenes y cacerolas, de modo que los parlamentarios nos oyeran con claridad. Era el momento de hacernos tan visibles como fuera posible, porque durante muchas semanas simplemente no nos habían hecho caso. Nos plantamos y protestamos con mucha fuerza, con fogatas y tambores, durante cuatro días seguidos. Nunca había ocurrido algo así en Islandia. La mayor de todas las protestas se dio el sábado 25 de enero ¡y el domingo el primer ministro renunció, junto con el consejo de la Autoridad Supervisora Financiera, y al día siguiente dimitió el gobierno! Con el consejo del Banco Nacional la historia fue distinta, pero al final fue destituido, el 26 de febrero de 2009.

Las tres demandas de la Revolución de los Cubiertos se habían cumplido y tuvimos un nuevo gobierno. Demostramos que los parlamentarios deberían servir al pueblo y no al revés. Fue una gran demostración de democracia. Desde la Revolución de los Cubiertos los islandeses hemos vivido en constante estado de choque, enterándonos cada semana de nuevos casos de corrupción. Parece que nunca terminará. El nuevo gobierno ha cometido muchos errores, pero al mismo tiempo han ocurrido cambios positivos. Permítanme mencionar algunos.

Cambios democráticos a la vistaEl primero es la redacción de una nueva Constitución. La Constitución anterior nos fue impuesta en 1873 por el rey de Dinamarca y luego ratificada en 1944, cuando se estableció la República de Islandia con la promesa de revisarla lo antes posible. Eso fue hace 67 años. La nueva Constitución ha sido un experimento increíble de democracia directa y del poder de Internet. Cada ciudadano en el goce de derechos electorales podía participar en su redacción; 500 personas se postularon y de ellas se eligieron 20. La escribieron con la supervisión y asesoría directa de todos nosotros. Vía Facebook, Twitter y correo electrónico, todos podíamos contribuir al texto. Luego de meses de arduo trabajo, la nueva Carta Magna fue entregada al Parlamento. El próximo junio se realizará un referendo para ratificarla. El segundo cambio positivo es el establecimiento, en marzo de 2009, del Grupo de Trabajo de Investigación Financiera, encabezado por la investigadora de crímenes financieros Eva Joly. Sabíamos de la incansable cruzada que ella protagonizó contra la corrupción en Francia, en la que atrapó, entre otros, al ex ministro Bernard Tapie y a Crédit Lyonnais. Desafiando amenazas de muerte, llevó adelante la pesquisa para descubrir varios fraudes, lo cual condujo al enjuiciamiento de decenas de personas involucradas en el negocio petrolero. Eva Joly fue invitada a Islandia y aceptó ser consultora principal para nosotros. Según la señora Joly, empezaremos a ver resultados de la investigación en tres o cuatro años. Y los esperamos con ansia. Ya muchos de los banqueros más destacados han sido llevados en custodia para interrogarlos. Tercer hecho positivo: minimizar la corrupción. El Parlamento adoptó una nueva ley en 2010 (párrafo 45) para prevenir la corrupción en la designación de jueces a la corte. En años anteriores habíamos visto cómo amigos,

parientes y miembros del partido en el poder llegaron a ser jueces sin estar calificados para el cargo. Cuarto: el ex primer ministro Geir Haarde ha sido acusado y llevado a juicio. Y hace unas semanas hemos visto a la elite política y bancaria comparecer en la corte, sólo para oír algo que ya esperábamos: para la mayoría de nosotros, son un grupo de personas corruptas y absolutamente incompetentes. La mejor descripción de su defensa en la corte son sus propias palabras: “No sé, no lo vi, no lo entendí, yo no quería, no lo hice… no estaba allí”. Todas y cada una de esas personas fallaron en sus encargos. No hicieron nada para prevenir el colapso bancario islandés, pero podrían haberlo hecho si fueran tan listos como decían.Entonces, ¿qué falló? Los islandeses intentamos averiguar qué ocurrió en realidad y qué causó nuestra crisis bancaria interna, y hemos comenzado. Empezamos con la Revolución de los Cubiertos y tenemos un largo camino por recorrer. No estoy cumpliendo mi parte de venganza; estoy luchando por una sociedad mejor, por un mundo mejor. Uno que no sea gobernado por la avaricia y las cifras despiadadas de una hoja de cálculo de Excel. Cientos de personas se quitan la vida por esta situación, y vemos que la distancia entre ricos y pobres crece cada vez más. Algo que ya hemos aprendido es que todos necesitamos mantenernos como vigilantes y guardianes de nuestra propia sociedad. La línea entre la sanidad y la insania es muy delgada. Cuando Hitler fue electo, en 1933, Alemania era un Estado democrático. Tenía elecciones justas. Cada uno de nosotros tiene el deber de ser vigilante: es un trabajo que no concede vacaciones ni descansos. Protestar es una forma de mantenerse vigilante: debe consistir en compartir y en cuidar a todos y cada uno de nosotros, no a unos cuantos. Es la primera vez en la historia humana que nosotros, la gente, podemos unirnos en una forma en que nunca pudimos hacerlo, por medio de Internet. Y debemos protegerla por todos los medios. La corrupción es parte de la naturaleza humana y un rasgo muy fuerte de nuestra cultura. Pero en años recientes la hemos visto crecer a alturas nunca vistas, ha salido de control y debemos combatirla. Hemos comenzado y nos volvemos más fuertes cada día. Organicémonos, conectémonos, levantémonos y actuemos juntos.

Compartamos y cuidemos En los meses pasados me han invitado a muchas ciudades a hablar a la gente de lo que ocurrió en Islandia. He estado en Estocolmo, Barcelona, Palma de Mallorca, Córdoba, Madrid, la ciudad de México, Caracas, San Sebastián, Praga, Bratislava, Venecia, Treviso, Bassano del Grappa, Venecia, Rávena, Copenhague y muchas otras están esperando. Todos los cambios sociales empiezan con una voz: ¿será la de ustedes?Nosotros hemos empezado y ¡no claudicaremos!

Traducción del inglés: Jorge Anaya

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El autor es cantante, actor, compositor y activista social gay, defensor de los derechos humanos y uno de los principales promotores de las protestas ante la crisis islandesa

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ArmANDO G. teJeDA Corresponsal

de La Jornada

en España

10 JUNIO DEL 2012

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Se esfumó el espejismode la bonanza financiera

España tiene cifras macroeconómicas alarmantes: el déficit público está encima de 8.9 por ciento del PIB;

la deuda es superior a 400 por ciento del producto; la economía entró en recesión y así se mantendrá hasta

2013: el desempleo llega casi a 6 millones, y pràcticamente la mitad de los jóvenes está en paro

España afronta una de las peores crisis de su historia. La opulencia de hace apenas cinco años se ha convertido en desesperación, zozobra, pesimismo y un futuro incierto. Los datos son elocuentes y explican con claridad los estragos de la caída del sistema global en 2008: uno de cada cuatro niños españoles vive en el umbral de la pobreza; más de 5 millones 600 mil personas no tienen empleo; 350 mil familias han sido desalojadas de sus casas desde el inicio de la crisis; los servicios básicos, como educación y sanidad, sufren recortes de más de 10 mil millones de euros, que se emplean para rescatar a las entidades financieras al borde de la quiebra; la emigración de ciudadanos españoles aumenta, sobre todo hacia Alemania, Reino Unido, Brasil, Argentina y México; la economía está en recesión y así permanecerá hasta 2013, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Y lo peor de este panorama apocalíptico es que todos los análisis, informes y estudios coinciden en afirmar que lo más grave está aún por venir. Es decir, que podríamos estar en la antesala del rescate de un país que hasta hace unos años era considerado el ejemplo a seguir del capitalismo más liberal y ortodoxo. Carlos Alberto Ríos es un padre de familia de 49 años, con dos hijos y un drama que se ha vuelto habitual en España. Trabajó en la construcción durante 15 años, cuando se vivía la llamada época de “bonanza” –”falsa bonanza” y origen de la crisis, a juicio de los analistas–, en la que se infló la burbuja inmobiliaria y el crédito hipotecario hasta límites insoportables de sostener por el propio sistema financiero. Según narró a La Jornada este padre de familia, se quedó sin trabajo: “Pensé que pronto encontraría algo, que esta situación pasaría más temprano que tarde, que no había de que alarmarse. Pero la situación se agravó cada vez más, no encontraba ningún tipo de empleo y ahora así estoy. Desahuciado y viviendo con todo mi familia en casa de mis suegros”. Este es un caso similar al de otras 350 mil familias, que no sólo se han quedado en la ruina, sin empleo, sin casa

y sin futuro, sino que además la deuda que suscribieron con el banco no ha desaparecido. Está ahí y sigue aumentando, toda vez que en España la legislación no contempla la llamada “dación en pago”. Es decir, que una vez que la familia ha sido desalojada de la casa queda saldada la deuda. Pero el caso de la familia Ríos es sólo un ejemplo de la extensión, la dureza y los estragos de la crisis económica y financiera que inició en 2008 por la quiebra de las hipotecas subprime y las principales inmobiliarias estadunidenses –Freddi Mac y Fannie Mae–, así como por la caída de uno de sus principales bancos, Lehman Brothers. Esta crisis global del modelo capitalista se recrudeció en algunos países de la llamada “zona euro”, con especial énfasis en los más vulnerables por su abultado endeudamiento, déficit público y corrupción pública y bancaria. Es decir, España, Grecia, Portugal e Italia.

De mal en peor En cuatro años de crisis, España se ha convertido en otro país. En sus calles es notable la desesperación, la crispación y la desconfianza ante un panorama que cada semana empeora, lo cual se ha complicado aún más con el triunfo, el 20 de noviembre pasado, del derechista Mariano Rajoy, del Partido Popular, quien durante la campaña electoral aseguró que su solo triunfo con mayoría absoluta traería “tranquilidad a los mercados”, se recuperaría la “senda del crecimiento” y se aplicaría con rigor la ortodoxia contable y administrativa que exige la Unión Europea. Pero al menos la primera parte de la promesa no ha ocurrido y lo que iba mal empezó a empeorar. Hoy día, España tiene cifras macroeconómicas alarmantes: el déficit público está por encima de 8.9 por ciento del producto interior bruto (PIB); el importe total de la deuda es superior a 400 por ciento del PIB, lo que representa 4,6 billones de euros; la economía entró en recesión en el primer trimestre y, según las estimaciones de la OCDE –que coinciden con otros institutos de análisis–, esta situación de parálisis se mantendrá hasta 2013. El desempleo está a punto de alcanzar los 6 millones, cifra histórica

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ingresos por debajo del umbral de la pobreza, en condiciones de vida cada vez peores, lo que supone alimentación deficiente y convivencia familiar casi nula.

Futuro incierto Y mientras el país se empobrece y centenares de miles de familias luchan por no caer de plano en la marginación, el gobierno de Mariano Rajoy aplicó severísimos recortes al gasto público, sobre todo a la educación y la sanidad –más de 10 mil millones de euros–, al mismo tiempo que lucha por que no se derrumbe el sistema financiero. El mismo conjunto de bancos que hasta hace unos años eran calificados de “ejemplares” y con “máxima solvencia”, promoviendo incluso su expansión en otros países, como México, Argentina, Brasil, Reino Unido, Alemana e, incluso, Estados Unidos, ahora –desde los más grandes, como el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y el Banco Santander, hasta los pequeños o las cajas de ahorro– están en la picota y severamente cuestionados sobre su viabilidad. Y otra vez por la misma razón del origen de la crisis: la abultada cantidad de “productos tóxicos” procedentes del sector inmobiliario, que sumarían 300 mil millones de euros. El gobierno prevé una nueva inyección de capital a los bancos de más de 15 mil millones de euros por conducto del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria, que también servirá para la nacionalización de uno de los principales bancos afectados por la mala gestión y el auge del crédito hipotecario, Bankia –antes Caja Madrid. Un economista del prestigio del Nobel Paul Krugman vaticina para España un futuro incierto y próximo al desastre. Según sus previsiones, Grecia saldrá del euro y España deberá afrontar un “corralito” bancario, parecido al que vivió Argentina durante los peores días de su pasada crisis. Un panorama desolador, que además mantiene en alerta a un importante sector de la población, que se ha organizado en torno al movimiento del 15 de mayo (15-M), para “evitar que esta crisis se convierta en un nuevo atraco a los que menos tienen”. Y están llevando su protesta a las calles y cuestionando cada vez con más dureza y claridad las imposiciones de los organismos internacionales. Su grito de “esta crisis no la pagamos” se ha convertido en el himno de una resistencia que, visto el panorama del país, se prolongará varios años más.

2 EN LA MISMA cIUDAD de Pamplona, los estudiantes se manifiestan, mientras un hombre sostiene una cartulina pidiendo ayuda para alimentar a su hijo, debido a la recesión y el desempleo que se ha extendido castigando duramente la deteriorada economía

2 MANIfESTANTES EN MáLAgA gritan consignas en una marcha organizada durante la huelga general de estudiantes y profesores en contra de los severos recortes presupuestales a la educación impuestos por el gobierno derechista de Mariano Rajoy

2 ESTUDIANTE DE UNA EScUELA pública de Pamplona muestra una calcomanía mientras protesta contra los recortes presupuestales que el gobierno español de Mariano Rajoy ha impuesto a la educación

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2321JUNIO DEL 201211

“El derechista Mariano Rajoy, del Partido Popular, durante la campaña electoral aseguró que su solo triunfo con mayoría absoluta traería “tranquilidad a los mercados”, se recuperaría la “senda del crecimiento”

ESPA ÑOLA que se agrava ante la rapidez y virulencia de la destrucción de los puestos de trabajo de los recientes años y la caída en picada del consumo, que en un año se ha reducido 31 por ciento. Una de las aristas más complejas y dramáticas del problema del empleo en España es precisamente el del paro juvenil, que ya alcanzó la cifra de 46 por ciento. Es decir, que casi la mitad de los jóvenes españoles no tiene trabajo ni perspectivas de tenerlo en el corto y mediano plazos. De hecho, ya algunos analistas los han bautizado como la “generación perdida”. Informes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), Cáritas, el Banco Mundial y del propio Instituto Nacional de Estadística español coinciden además en una conclusión que demuestra con crudeza la hecatombe que ya supone la crisis: el rápido aumento de la pobreza. En pocos años se ha pasado de tener a menos de 15 por ciento de la población en esta situación a una cifra superior a 22 por ciento, con lo que además se han agudizado las desigualdades sociales, la exclusión y la marginación. “Los grupos más vulnerables, como los jóvenes, los inmigrantes, las familias con miembros que podrían estar trabajando y que ahora todos se encuentran en paro, tienen más posibilidades de caer en la pobreza”, explicó la académica Gabriela Jorquera, coordinadora del informe de European Anti Poverty Network. Una de las conclusiones de varios informes es que cada vez hay más hogares sin ingresos –de 2.4 por ciento en 2005 hasta 3.22 por ciento en 2011–, además, aumenta el número de familias con problemas para llegar a fin de mes, desde 26.2 por ciento en 2005 hasta 30.6 por ciento en 2011. Datos que también coinciden con los de la Organización Internacional del Trabajo, que al referirse a la sociedad española actual ya también habla abiertamente de una “generación perdida”. Pero a un panorama tan desolador, con familias desalojadas de sus casas, jóvenes sin empleo ni perspectivas, hay que sumar un estrago más a la crisis: el aumento de la pobreza en la infancia española, que se ha convertido en el grupo más vulnerable y mayoritario que se encuentra en el umbral de la pobreza. Así lo explicó Unicef en un informe reciente, en el que sostiene que por primera vez en la historia española, la pobreza infantil ya superó 26 por ciento. Es decir, uno de cada cuatro niños que nacen en España son pobres. Sólo en dos años se calcula que 205 mil niños viven en hogares con

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JUNIO DEL 201212

El llamado “domingo negro” de parís y atenas, provocado por las reacciones de los mercados financieros que se desplomaron al día siguiente, dio el triunfo a las protestas de indignados que se han intensificado esta primavera en reclamo de empleos y en rechazo a las medidas draconianas de austeridad impuestas sobre todo a los países del sur europeo. Más que la victoria del socialista François Holande en Francia, cuyas promesas de campaña sobre una renegociación del pacto de

La primera potencia de Europa intenta frenar el declive económico del bloque y la esquizofrenia de los mercados

financieros internacionales mediante una estricta disciplina fiscal, aunque las severas medidas han acelerado la

contracción económica y causado un rechazo en la población de los países afectados, lo que pone en peligro la cohesión

europea. El mayor problema en esta fase de rescate del euro no es el convencer a los mercados sino a los ciudadanos

disciplina fiscal causaron alarma en Berlín y Bruselas, lo que provocó una reacción de esquizofrenia en los mercados fue el triunfo en Atenas de fuerzas políticas que movilizaron votos con sus promesas de dar marcha atrás al programa de austeridad impuesto por la Unión Europea, detener el pago del servicio de la deuda a los acreedores, incluso arriesgando la salida de Grecia de la órbita del euro. La estrella del momento es Alexis Tsipras, líder de la Coalición de Izquierda Radical (Syriza), quien se muestra convencido de que

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2 IMAgEN DE ARchIVO DEL DRAcMA, moneda de curso en Grecia antes del euro. Existe incertidumbre y temor ante la sola mención de la salida del paìs helénico de la eurozona, la cual ha sido llamada Grexit (por Greece y Exit, Grecia y salida), que provocarìa un verdadero cataclismo económìco

por ciento de su PIB. Francia también es vulnerable. Con un crecimiento económico nulo durante el primer trimestre de 2012 y un aumento en su deuda pública de 82.3 por ciento del PIB en 2010 a 86 por ciento en 2011, se verá afectada por el estancamiento económico que muestran los 17 países de la zona euro, cuyo intercambio comercial asciende a 70 por ciento de su balanza comercial. Recesión por doquier, con excepción de su principal socio comercial: Alemania, que sigue dando muestras de fortaleza.

Un magro milagro Como un milagro fue calificado el 0.5 por ciento de crecimiento registrado por la primera economía europea durante el primer trimestre de este año, apuntalado por la economía de exportación y la demanda del mercado interno alemán, lo que compensó los malos resultados obtenidos por otras grandes economías, como Francia, Italia, España y el Reino Unido. Sin embargo el panorama en general no es alentador. Según la agencia de estadística europea, Eurostat, de los 11 países del euro de los que se tienen datos disponibles, en cinco se contrajo el PIB, en otros hubo aumentos modestos, como en Austria (0.2 por ciento) y Bélgica (0.3 por ciento), que cerraron 2011 con números rojos. Por encima de Alemania, sólo aparecen Finlandia con 1.3 por ciento y Eslovaquia con 0.8 por ciento. Los efectos de la crisis afectan incluso a países que durante mucho tiempo se mostraron inmunes, como es el caso de Holanda, que continúa en recesión con una caída de 0.2 por ciento del PIB. Siguen también en recesión Portugal (-0.1 por ciento) y Chipre (-0.3 por ciento). Eurostat no cuenta con datos de Grecia ni de Irlanda. Alemania, llamada la locomotora de Europa, ha intentado detener el declive económico del bloque y la esquizofrenia de los mercados financieros internacionales mediante una estricta disciplina fiscal. Pero las severas medidas han acelerado la contracción económica y causado un rechazo en la población de los países afectados, lo que pone en peligro la cohesión europea. El mayor problema en esta fase de rescate del euro no es el convencer a los mercados sino a los ciudadanos. ¿De qué sirve ahorrar si en Atenas, Madrid y tal vez pronto en París y Berlín la población se rebela tras las barricadas o elige la ingobernabilidad en las urnas?

Un aliado trasatlántico La canciller alemana, Angela Merkel, y el nuevo presidente de Francia, François Hollande, debaten sobre cómo salir de la crisis. Hollande, cuya primera medida tras asumir el cargo fue reducir su sueldo y el de su gabinete en 30 por ciento, con lo que el nuevo presidente ganará 15 mil euros mensuales en vez de 21 mil, insiste en que además de la reducción del déficit es indispensable un programa que estimule el crecimiento económico. Más que en Merkel, Hollande ha encontrado a un aliado en su homólogo estadunidense Barack Obama, con quien comparte una visión más afín sobre como enfrentar la crisis. Durante su encuentro con motivo de la cumbre del G-8 en la residencia presidencial de Camp David, ambos se pronunciaron por poner en marcha un sólido programa de estímulo económico que acompañe las medidas para mejorar las finanzas. La relección de Obama depende del desempeño económico y la campaña electoral del otro lado del Atlántico parece haberse dividido en dos frentes, como en Europa: los republicanos, que proponen un estricto programa de ahorro para reducir el déficit, parecido al que defiende Merkel, y los demócratas, que señalan el desempleo masivo en España y Portugal como resultado de dicha política e insisten en la necesidad de invertir en medidas que promuevan el crecimiento, pese al alto endeudamiento.

Hoy día, no existe una salida clara a la crisis de esta área europea. Incluso una intervención más activa del Banco Central Europeo (BCE) sería ineficaz, al carecer del engranaje jurídico y la legitimidad necesarios para asignar responsabilidades.

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ALEMANA

2 SILUETA DEL PARTENóN en una tarde nublada en la colina de Acròpolis, en Atenas. La agencia calificadora Fitch ha rebajado dramáticamente el nivel de Grecia, de B a CCC (el grado más bajo), debido a los rumores de una probable salida del paìs de la zona euro, prefigurada por la creciente oposición que puede llegar al gobierno en las elecciones del pròximo mes, gracias al descontento que las medidas anticrisis han provocado entre la población

Europa no dejará de financiar a su país, pues se arriesgaría a que Atenas no pague a sus acreedores. El ingeniero civil de 37 años que logró posicionar a la izquierda radical griega como segunda fuerza política, con 16 por ciento de los votos, el pasado 6 de mayo, se opone férreamente al pacto de austeridad y reclama de Bruselas una política en favor del crecimiento que detenga la recesión económica que ha provocado ya una crisis humanitaria en su país. Según sondeos recientes, Tsipras cuenta con un respaldo de 23 por ciento y podría dar una nueva sorpresa en las elecciones del 17 de junio. El nerviosismo en torno a una probable salida de Grecia de la eurozona ha marcado las semanas recientes, como lo demuestra un incidente que tensó las relaciones entre Berlín y Atenas. No se sabe exactamente qué fue lo que dijo Angela Merkel durante una conversación telefónica con el presidente griego Karolos Papoulias poco antes del viaje de la canciller alemana a la cumbre del G-8, pero una supuesta sugerencia de Merkel acerca de la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia de Grecia en la eurozona, a realizarse paralelamente a las próximas elecciones de junio, provocó confusión y reacciones airadas en Atenas. El anuncio provino del gabinete del primer ministro griego de transición, pero fue desmentido por Berlín. Un referéndum en torno al euro es lo mejor que podría suceder en el país que acuñó el término y significado de la palabra democracia. Los ciudadanos podrían manifestarse y con ello asumir o rechazar las medidas de austeridad acordadas a cambio del rescate. Sin embargo, la supuesta injerencia alemana llega a destiempo y sorprende, porque eso mismo sugirió el entonces primer ministro Georgios Papandreu en noviembre pasado, hallando tal rechazo en Berlín y París que se vio obligado a dimitir. Tras el fracaso de las negociaciones entre los principales partidos griegos para formar un gobierno, la incertidumbre política se ha agudizado, dando paso a una volatilidad extrema en el sistema bancario en el país heleníco. Millones de euros han sido sacados de cuentas de ahorros y depósitos por una población temerosa de que de la noche a la mañana desaparezca el euro y en su lugar vuelva el dracma.

La tragedia del Grexit Los dos paquetes de rescate para Atenas, uno por 110 mil millones de euros y otro por 130 mil millones fueron supeditados a la aplicación de severos ajustes, que contemplan el despido de funcionarios y privatizaciones, pero adicionalmente, el país hubo de ceder su soberanía fiscal y someterse a una tutela sin precedente del exterior, como la creación de una cuenta bancaria bloqueada para depositar los intereses de la deuda a sus acreedores. Las duras medidas han provocado una ola de muertes por propia mano en un país que contaba con uno de los índices de suicidios más bajos del mundo. La tragedia griega no ha terminado y estas semanas se ha traducido en un recrudecimiento de la crisis en la eurozona que muchos consideran es la situación más grave desde que estalló la burbuja de hipotecas subprime en 2007. Una eventual salida desordenada de Grecia de la divisa común europea provoca incertidumbre en los mercados financieros y ha disparado la prima de deuda de España e Italia a niveles insostenibles, haciendo tambalear a otros países del bloque. No se sabe a ciencia cierta el costo que tendría una salida de Grecia de la eurozona. El Instituto Internacional de Finanzas (IIF, por sus siglas en inglés), que agrupa a 450 instituciones de crédito de todo el mundo, publicó en febrero una estimación que cifra los costos en un billón de euros y advierte que el llamado “Grexit” (Greece + Exit, Grecia + Salida) acarrearía daños considerables al Banco Central Europeo y otros acreedores. Adicionalmente, los demás países de la zona euro tendrían que pagar intereses más altos para obtener financiamiento en los mercados. La revista alemana Wirtschaftswoche estima que la salida del país helénico tendría un costo para los contribuyentes europeos de 276 mil millones de euros. Si Grecia abandona la divisa europea, lo que preocupa es la volatilidad que podría arrodillar a grandes economías de la zona euro, en primer lugar España. La cuarta economía del bloque se encuentra en la mira de las agencias de calificación crediticia que no la consideran capaz de enfrentar su alto nivel de endeudamiento, equivalente a 100 por ciento de su producto interno bruto (PIB), y de un peso similar a la deuda de Portugal, Irlanda e Italia juntas. El país ibérico perdió su competitividad a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria, dando paso a un estancamiento que ha dejado sin empleo a una de cada cuatro personas económicamente activas, a lo cual se suma un desempleo juvenil de 50 por ciento. Pero la espada de Damocles es el grave desequilibrio del sector bancario. Tras el reciente rescate de Bankia, cuarto grupo financiero español, expertos cifran el saneamiento del sector bancario en unos 250 mil millones de euros que el Estado no tiene. Italia no está mejor, siendo una de las economías que menos crecimiento ha registrado en el mundo en la década anterior. La tercera economía de la zona euro cerró el año pasado con un endeudamiento equivalente a 120.1

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COLÓNLos intereses de Repsol no son los de España, porque no es española por la composición de su capital –mayoritariamente en manos de intereses extranjeros–, ni por la estrategia empresarial que persigue ni porque beneficie principal o sustancialmente a las familias o empresas ibéricas

AtiLiO BOrÓN

economista y periodista; colaborador de La Jornada

la nuEva conquista EsPaÑola

regresa a las pampas

2 EL SEcRETARIO DE cOMERcIO ARgENTINO, Guillermo Moreno, en una conferencia de prensa luego del encuentro de los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, y de Brasil, Antonio Patriota, en el palacio de Itamaratí, en Brasilia. Moreno luce un botón con el logo YPF, la compañìa de hidrocarburos expropiada por el país sudamericano a España

El conflicto suscitado entre Buenos ai-res y madrid, a propósito de la expropiación de 51 por cien-to de las acciones que Repsol tenía en Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), ha desatado virulentas reacciones por parte de las autoridades del Estado español y sus voceros.El repertorio comprende toda suerte de amenazas en contra de Argentina –y, por extensión, en contra de quienes, con in-dependencia de nuestras opiniones acerca del actual gobierno, habitamos en esa tierra– proferidas por altísimos funcionarios, como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; el min-istro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y otras figuras menores del séquito de La Moncloa y secundadas por un coro impresentable de mal hablados e ignorantes hasta el tuétano que dicen ser periodistas, pero que, en realidad, pare-cen más bien ser supervivientes descartados del casting que Luis Buñuel organizó para seleccionar a los mendigos de Viridiana. Alentados por sus mandantes, estos personajes repiten desafo-radamente y sin gracia el libreto que les pasan sus mentores, auspiciantes y empleadores, sin ahorrar epítetos contra la presi-denta, Cristina Fernández, sus ministros, el partido del gobierno y, ya en el aquelarre, a todos los argentinos, cómplices indirectos del “robo” sufrido por una inocente españolita llamada Repsol.

La pérfida troika Por supuesto, ese espectáculo denigrante también lo tenemos en Argentina, pero, tal vez afectados aún por el reflejo del colonizado, pensábamos que en esa España, que tan machaconamente se vanagloria de su condición europea (Freud ya advirtió sobre lo que ese síntoma podría significar), tal cosa no podría ocurrir. Pero ocurre. Y no sólo eso: a medida que pasa el tiempo, el gobierno del Estado español ha avanzado en una campaña para aglutinar “en defensa de España y los españoles” la ayuda de sus compinches europeos, esos bribones que perpetraron el golpe de Estado en Grecia cuando el pobre Georgios Papandreu, movido tal vez por el recuerdo de la Oración Fúnebre de Pericles y su exaltación de la democracia, tuvo la inoportuna idea de decirle a quienes ahora acuden en ayuda del gobierno español que quería solicitar la opinión de los griegos acerca del plan de ajuste salvaje que le proponían sus salvadores. Al día siguiente, la pérfida troika que hoy gobierna Europa –la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional– lo desalojó a puntapiés en el trasero y lo sustituyó por uno de los suyos: un émulo contemporáneo del consigliere de don Corleone, para que maneje con la pulcritud propia de un tahúr del casino financiero global los destinos de Grecia. Por supuesto, estos bandidos no operan sólo en el país

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2 EL VIcEPRESIDENTE ARgENTINO Amado Boudou y la presidenta Cristina Fernández saludan a seguidores afuera de la Casa Rosada, después de la ceremonia de toma de protesta, el 10 de diciembre de 2011

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helénico y están asolando casi todo el continente, como bien lo saben quienes viven en el territorio del Estado español, someti-dos a un ajuste de una brutalidad que no tiene nada que envid-iar a las peores experiencias latinoamericanas en la materia. La cosa no es sólo con Grecia, sino con todos. En su afán por defenderse de la “agresión argentina”, Mari-ano Rajoy y los suyos buscaron (y consiguieron) el apoyo del emperador y premio Nobel de la Paz (el mismo que dijo que “se hizo justicia” cuando le informaron que habían asesinado a Osama Bin Laden ante su propia familia y cuya secretaria de Estado estalló en carcajadas al enterarse del linchamiento de Muammar Gadafi). Ya en las Américas, los enviados de Ma-drid obtuvieron en México el apoyo de don Felipe Calderón, quien por su ineptitud e inmoralidad sumió a ese maravilloso país –en realidad, mi segunda patria luego de ocho años de ex-ilio– en la crisis más grave del pasado siglo, por decir lo menos. Postrado indecorosamente ante los dictados de Washington y la violencia criminal de los narcotraficantes, Calderón se rasga las vestiduras junto a los paniaguados del Partido Popular ante la tibia medida adoptada por el gobierno argentino.

Repsol, no España viven en el reino de España saben muy bien que Repsol es una trasnacional en la que algunos ricachones tienen depositados sus dineros en acciones. La participación de ese sector en el total del capital accionario de la empresa es de 43 por ciento. Y como dijera hace muy poco tiempo un colega de la Univer-sidad de Sevilla, “confundir los intereses de Repsol con los de España es un insulto a la inteligencia de los españoles. Ni es española por la composición de su capital –mayoritariamente en manos de intereses extranjeros–, ni por la estrategia empre-sarial que persigue ni, como he dicho, porque beneficie princi-pal o sustancialmente a las familias o empresas españolas. Más bien todo lo contrario”.La opinión de Juan Torres López contrasta con las declara-ciones del estadista en ciernes, Felipe, príncipe de Asturias y heredero del trono de España (hasta el momento en que los españoles se despierten y acaben con una institución tan in-útil, parasitaria, costosa y corrupta como la monarquía), quien ha agradecido “todo lo que Repsol hace y ha hecho, que es mucho, por el bienestar de numerosos países, así como expre-sar todo el apoyo a quienes hacen posible su importante tarea en España y fuera de España”.En su artículo, Torres López aporta algunos datos interesantes de lo mucho que Repsol ha hecho por el bienestar de España, en palabras que hago mías sin reservas: “Utiliza paraísos fis-cales para tratar de tener aquí la menor carga fiscal posible, ha destruido empleo y a docenas de pequeñas y medianas empre-sas españolas al someterlas a condiciones de pagos draconianas a pesar de que cuenta con abundantes recursos finan-cieros y liquidez suficientes”.

Los cómplices internos En síntesis, el pleito del gobierno argentino no es con España o los habitantes del Estado español. Es con una empresa que aquí también ha incurrido en las habituales prácticas depredadoras que todas las trasnacionales sin excepción incurren en todo el mundo, incluyendo sus propios países. Y esto fue hecho, preciso es decirlo, con la complicidad de las autoridades argentinas, tanto de las provincias como de la nación, que se hicieron de la “vista gorda” ante el descarado incumplimiento de las obligaciones contraídas en los contratos de privatización de YPF. Gracias a esta negligencia oficial, sobre cuyas (malas) razones preferimos, por ahora, no abundar, Repsol pudo explotar los yacimientos conocidos, y hacerlo de mala manera, sin cuidarlos como se debe y sin tener tampoco que preocuparse por asumir los riesgos financieros que supone la exploración y búsqueda de nuevos mantos petrolíferos o gasíferos, cosa a la que contractualmente estaba obligada. Pudo también remitir 90 por ciento de sus utilidades, ante la mirada distraída de los entes estatales encargados de fiscalizar sus operaciones en Argentina. Pudo ocultar operaciones, al punto que recién con la inter-vención de Repsol-YPF se conoció que había una compañía denominada Repsol YPF Gas SA, que se encontraba en poder de Repsol sin que los sagaces ojos de los funcionarios de diver-sos entes reguladores de Argentina se hubieran percatado de ello.

Por eso, cuando la presidenta envió el proyecto de ley expro-piando las acciones de Repsol en YPF no incluyó la de aquella empresa, cosa que hubo de corregir apresuradamente una vez que la intervención hizo el anuncio correspondiente.

Prácticas de ocultamiento Esto nos recuerda lo ocurrido cuando, después del paro que Petróleos de Venezuela SA hizo en contra del gobierno de Chávez y producida la intervención de la firma, los vene-zolanos se enteraron de que esa empresa estatal era la ignota propietaria de la cadena de gasolineras CITGO, con unas 6 mil bocas de expendio en Estados Unidos. Estas prácticas de ocul-tamiento, fuga de capitales, evasión fiscal e incumplimiento de obligaciones contractuales son corrientes en el mundo de las grandes compañías. Y ocurren porque los gobiernos consient-en este tipo de conductas. De otro modo sería imposible. El gobierno argentino tiene razones bien fundadas para avan-zar sobre Repsol. Pero esto es apenas un primer –y tibio– paso, porque la crisis energética de Argentina, y de la cual Repsol es altamente coresponsable, no se solucionará con las medidas tomadas. Hay que ir mucho más a fondo. No se entiende por qué no se expropian todas las acciones, incluyendo las de los argentinos nucleados en el Grupo Petersen, una suerte de pro-to-burguesía nacional inventada con malas artes por el kirch-nerismo y cuyos resultados fueron desastrosos. Además, dado que Repsol-YPF representa 30 por ciento de la producción hidrocarburífera de Argentina, ¿qué se va a hacer con el 70 por ciento restante? ¿O es que se piensa, erróneamente, que las otras empresas actúan con patrones de moralidad y eficiencia

superiores a la de la española? ¿O que la crisis en-ergética se solucionará actuando sólo sobre Repsol-YPF? Como se puede apreciar, son muchas las críticas que se pueden formular a la iniciativa de la Casa Rosada. Pero de lo que no cabe ninguna duda, es que no se debe identificar a España con Repsol. Para nosotros, España son los versos de Machado, Alberti, Hernández, García Lorca; la pintura de Picasso y la tragedia de Guernica, fabulosamente

retratada por su pincel; es Manuel de Falla y Pablo Casals, o la filosofía de Sacristán Luzón, Sánchez Vázquez y el humanismo de Roces, Gaos, Imaz. Y entre quienes están entre nosotros, la excelsa pluma de don Alfonso Sastre, la de él y su sombra, a cual más incisiva. Eso es España para los argentinos. Y no la picaresca ramplo-na de cabilderos como Felipillo o Aznar, el siniestro ascetismo de Escrivá y Balaguer, o la obra, la obra de verdad que impulsa el Opus Dei, de los saqueadores profesionales que se lanzaron a la reconquista de América a caballo del tsunami neoliberal que asoló nuestras costas desde mediados de los años 80, expertos en vaciar empresas, propiciar fugas de capitales y corromper políticos y periodistas. Tenemos una larga lucha por delante. Los pueblos de España y de América Latina y el Caribe debemos ser conscientes de que tenemos los mismos enemigos. Los que destruyen la leg-islación laboral y provocan paro y empobrecimiento en el Es-tado español son los mismos que han provocado el holocausto social y ecológico que hoy padecen los países de este lado del Atlántico.

“España para los argentinos no es la picaresca ramplona de cabilderos y saqueadores profesionales que se lanzaron a reconquistar América a caballo del tsunami neoliberal que asoló nuestras costas desde mediados de los años 80, expertos en vaciar empresas, propiciar fugas de capitales y corromper políticos y periodistas

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ES PRECISAMENTE en esta región, la de los países más ricos, en la que hay un mayor número de desempleados en el mundo.

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