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En el mes de octubre de1956, hace ahora cin-cuenta años, moría en

Madrid Pío Baroja, el grannovelista de la Generación del98. Fue enterrado en elcementerio civil de la capitalde España, debido a su condi-ción de ateo. Su ataúd fue lle-vado a hombros, entre otraspersonalidades, por C. J. Cela ypor E. Hemingway, grandesadmiradores suyos y ambospremios Nobel de Literatura.Deseo que estas líneas sirvancomo modesto homenaje alautor de "La busca" y de "Elárbol de la ciencia", en el cin-cuentenario de su fallecimien-to.

1.- Datos personales

Nació Pío Baroja Nessi en SanSebastián en el año 1872, dentrode un ambiente familiar culto, libe-ral y acomodado. Los constantescambios de domicilio de su familiapor toda España hicieron queBaroja se sintiera un desarraigadoy un gran aficionado a viajar.

Baroja fue un pésimo estudiante,no por falta de talento sino porfalta de interés hacia el estudio.Desde muy joven mostró un carác-ter arisco e inconformista, hipercrí-tico con todo. Terminó la carrerade Medicina y llegó a ejercerla, singusto ni afición, durante un año en

Cestona (Guipúzcoa), en 1894.Enseguida dejó esta profesión, trashaber reñido con el alcalde y elpárroco de dicho pueblo. Mástarde regentó en Madrid la pana-dería Viena Capellanes, propiedadde su familia. Pero también aban-donó pronto este oficio, para dedi-carse íntegramente a la literatura,la cual fue para él un método deliberación y un remedio contra elhastío de vivir.

El individualismo y el amor a unavida independiente, la sinceridadabsoluta y una ternura latente para

con los que sufren conformanotros rasgos de la personalidad deeste escritor, un hombre solitario yamargado, soltero contumaz porconvicción y por timidez.

2.- Ideas

Baroja fue, en política, un anar-quista radical, que habría deseadodestruir la sociedad desde subase, al verla gobernada por leyesinmorales y por hipocresías.Manifestó siempre un total escepti-

Aproximación a

Pío Baroja

Andrés Velasco Calleja, profesor delDepartamento de Lengua Española

por Andrés Velasco Calleja

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cismo respecto alhombre y la sociedad:"La vida es crueldad,ingratitud, inconscien-cia... El hombre es unanimal dañino, envi-dioso y lleno de malaspasiones."

En su vida y en susobras muestra, igual-mente, un desoladopesimismo existencial,estimulado por la cri-sis ideológica de fina-les del siglo XIX. Sondecisivas en él lasinfluencias de A.Schopenhauer y de F.Nietzsche, que expli-can las ideas, la con-ducta y el carácter demuchos personajes desus novelas: la abulia,el hastío vital, el pesimismo escép-tico, o bien la necesidad de accióny de aventura como única solucióny salvación. La mayor parte deesos personajes son individuosinadaptados, desorientados y fra-casados, que suelen terminar des-truidos física y moralmente.

3.- Su obra novelística

Baroja concibe la novela como ungénero multiforme, abierto, "unsaco donde cabe todo": aventuras,reflexiones, lirismo, utopías…Escribe de manera espontánea, sinun plan rígido. He aquí otra citasuya al respecto: "Me considerodentro de la literatura como unhombre sin normas, a campo tra-viesa, a la buena de Dios". Su esti-lo destaca por la claridad, la preci-sión y el dinamismo, incurriendo aveces, como buen vasco, en ciertafalta de respeto hacia "esa honestaseñora que se llama la Gramática".Frente al retoricismo ampuloso, élpractica una atractiva retórica detono menor.La producción novelística de

Baroja, que él suele agrupar en tri-

logías, es verdaderamente copiosa,con unas setenta novelas distintas,y está presidida siempre por la cali-dad, la amenidad y la originalidad.Mencionaré solamente algunas desus obras más representativas:

- "Vidas sombrías" (1900): colec-ción de cuentos en la que ya apa-recen muchas de sus obsesiones eideas posteriores.

- "Camino de perfección" (1902),en la que el protagonista, abúlico ydesorientado, intenta encontrar susenda personal a través de la con-templación

- "La busca" (1904): novela formi-dable, centrada en al inframundosuburbial de Madrid, y muy próxi-ma al realismo naturalista.

- "Zalacaín el aventurero" (1909):es la arquetípica novela de aventu-ras, con recreación del ambientevascongado y protagonismo de unhéroe popular, activo y entrañable.

- "El árbol de la ciencia" (1911):es, seguramente, la obra maestrade Pío Baroja, la mejor estructura-da, y en la que expone con la máxi-ma potencia el pesimismo existen-cial y la visión de España típica de

la Generación del 98. Es la másautobiográfica: el médico protago-nista, Andrés Hurtado, representasu alter ego.

- "Memorias de un hombre deacción": es un conjunto de veinti-dós novelas históricas en torno alpersonaje aventurero y realEugenio de Aviraneta, que fuepor cierto regidor del ayunta-miento de Aranda de Duero.

- "Miserias de la guerra" y "A ladesbandada": son dos novelassobre la Guerra civil española y laposguerra, que prohibió la censuray que acaban de publicarse eneste mismo año.

Los tres pilares en que se susten-ta la novela barojiana son: el realis-mo vigoroso y auténtico, la libertade independencia creativa y el sub-jetivismo en la expresión de ideasy de sentimientos. Pío Baroja es,en definitiva, un novelista prodigio-so y actual, un "clásico" de la nove-la, que se halla entre los cincomejores en lengua castellana detodos los tiempos.

Fachada del caserón de Iztea, en Vera de Bidasoa, residencia de Pío Baroja.

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¡Qué felices nos pusimos cuandosupimos que nos cogían en Búbal!Nos llegó la carta de admisión contodo el material que comprar, conpoco tiempo de antelación (todohay que decirlo). ¡Menudo aprieto!Que si comprar botas de montaña,ropa abrigada (en pleno verano)…Luego a hacer la maleta.

¡Por fin, llegó el gran día!Llegamos a Búbal, un pequeñopueblo de casas de piedra y teja-dos de pizarra, perdido en mediodel Valle del Tena, y a sus pies, elpantano de Búbal.

Todas las casas están reformadas,pero respetando la estética anti-gua. Aunque no lo parezca hayunas 20 casas en todo el pueblo, ycada grupo sigue con la reforma.Búbal está rodeado por árboles y

plantas plantadas posteriormente.El pueblo contaba, además de lascasas, con un antiguo cementerio yuna iglesia.

Por las mañanas hacíamos tajetes(actividades a primera hora de lamañana que sirven para plantear-nos si hacemos suficiente para cui-dar el medio-ambiente, vigilarnuestra alimentación…) y justodespués, los tajos (trabajos, queconsisten en: jardinería, reforma,animales…). A media mañana,parábamos para comer algo y des-cansar, para continuar despuéscon los tajos o con los talleres(depende del día). Después decomer, teníamos un tiempo de des-

canso y justo después íbamos alpantano o hacíamos excursiones. Alas seis de la tarde merendábamosy teníamos un tiempo de descaso.De seis y media o siete hasta unpoco antes de la hora de cenarhacíamos juegos (deportes o jue-gos tradicionales). Al acabar decenar teníamos tiempo libre hastalas doce y a las doce y media tení-amos que "estar durmiendo".

Es una experiencia muy interesan-te: aprendes a trabajar en equipo,conoces actividades tradicionalesque ya no se realizan, y lo másimportante, conoces a gente detoda España y haces amigos.

José Manuel Ayuso, María Gayubo, AnaMedina y Sonia Lozano, alumnos de 4ºde E. S. O.

Búbal

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“En estos años lomejor han sidomis compañeros ymis alumnos”

Ignacio Hernando Leal

En honor y agradecimiento al profesor delDepartamento de Matemáticas, Ignacio Hernando Leal,que se jubiló en agosto de 2006.

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La administrativa de Secretaría,

Amparo Moyo González, ...

... se jubiló en septiembre de 2006.

Gracias por todo lo que hiciste por el Instituto.

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Soñó el niño con luces y dulces esmeraldasy el calor de ese pan

y el sonar de guitarras…

Recios toques al alba,el viento con su furia

golpea la mañana.

El hombre,nada menos que el hombre,

forjador de destinos,auscultador del alba.

La vida en un mañana,el apretón de manos,el brillo en la mirada…

El tiempo no conocey vuelan los caballos,

avezados jinetes,los campos en la noche.

Pasión y reto,lucha y destino,

aventura y coraje.

Y de vuelta en la tarde,nos acompaña el alba,las horas, los desvelos

y también el cariño,la luz del mediodía.

Dulces toques del alba,suave brisa en el rostro

de nuestras horas bajas.

Todo tiene su ayery también su mañana.

Soñó el niño con luces y dulces esmeraldasy al alba despertó:

nuevos sones tocaron el alma en la mañanaen el campo se hizo luz,

y el alba mediodía.

UN PEREGRINOQUE SUEÑA LAS ESTRELLAS

'En el principio era la Palabra' (Jn 1,1)por Loly de Miguel

Mª Dolores de Miguel Poyard, profesorade Religión Católica

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Desde mi ventana veo paisaje urbano y paisaje natural.En el paisaje urbano las casas viejas, algunas casi derrui-das, se mezclan con edificios de más de treinta años yotros de nueva construcción.

También hay grandes grúas, que se alzan amenazadorassobre las viejas casas. Junto a ellas, se ve una callenueva con sus papeleras y farolas, que todavía no ha sidoabierta a la circulación.

En un segundo plano, se pueden contemplar los choposde la Ribera del Arandilla. El color amarillo de sus hojasnos anuncia que estamos en pleno otoño. Algunos árbo-les empiezan a quedarse desnudos.

Donde termina el horizonte se ven las siluetas de lasmontañas del Sistema Central. En invierno, sus cimas setiñen con el color blanco de la nieve.

Miguel Muñoz Hontoria, alumno de 1º D de E.S.O.

En un lejano lugar, tal vez producto de mi imaginación,conservo un íntimo paisaje de mi vida, más concretamen-te de mi niñez. Este paisaje todavía lo recuerdo vagamen-te…

Verdes y onduladas praderas se extendía por el vastocampo. Las montañas las protegían, como si fuesenmurallas de un castillo. Árboles gigantescos se alargabany despuntaban, intentando tocar el cielo. En el horizontelejano se iniciaba el atardecer. En esos momentos, el solrealizaba sus últimos esfuerzos por alcanzar con susdébiles e insignificantes rayos de luz aquel paisaje.

A lo lejos, entre pinos y arbustos, aún me parece estarviendo pequeños cervatillos que, a última hora del día,como de costumbre, bajaban al riachuelo a beber agua.

El trinar de las pequeñas aves es cada vez más tenue.Las rapaces dejan su trono al observador y pacientebúho. La luna se va dejando ver entre las cúspides, mien-tras despide al cansado y viejo astro rey, sobre las lomasdesgastadas por el tiempo.

Todo parece que se detiene, que tú eres un mero espec-tador de un cuadro dedicado al campo. ¡Mi paisaje!

Cristina Núñez Casado, alumna de 3º C de E.S.O.

Desde mi ventana

Paisaje

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Era un domingo cualquiera, cuando se me ocurrió dar unpaseo por el campo. Cogí una botella de agua, me puse ropadeportiva y me encaminé a La Calabaza. Allí hacía un pocode frío, al principio, pero enseguida salió el sol. Con los pri-meros rayos de luz, me vino un olor agradable, dulce y fres-co. Me acerqué para ver de dónde procedía y…

- ¡Mira!- me dije-, la primera flor del otoño.

Y es que, después de un largo y frío invierno, llegaba la ale-gre primavera. El campo se alegraba tanto como yo. Sustonos se encendían de verdes oscuros y claros y sus oloresatraían hasta a la última persona del Planeta.

Los pájaros empezaron a entonar una maravillosa melodía.Yo me puse muy contento y comencé a saltar y brincar. Alrato continué mi paseo. Cada vez iban apareciendo más ymás colores por donde yo pasaba: verdes, blancos, rojos,amarillos y, por fin, el marrón y gris del camino.

Después de este largo y plácido paseo por el campo, decidívolver a casa y escribir en mi diario lo que esa mañana habíavivido y gozado: el comienzo de la primavera.

David López Alcalde, alumno de 3º C de E.S.O.

Un paseo por el campo