Argumentación y crítica filosófica

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Argumentación y crítica filosófica: Definiciones, Criterios, Ejemplos y Contraejemplos

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Filosofía

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Argumentación y crítica filosófica: Definiciones, Criterios, Ejemplos y

Contraejemplos

Dos rasgos típicos de la investigación filosófica: Generalidad

• Mientras que en gran parte de nuestro razonamiento cotidiano procuramos dar respuesta a preguntas puntuales y particulares, en la investigación filosófica tratamos de alcanzar, mediante la argumentación, verdades (o tesis plausibles) que posean un carácter general (ver p.ej. Baggini; Fosl 2010, p. 90).

Dos rasgos típicos de la investigación filosófica: Conceptos fundamentales

• Entre los temas de reflexión predilectos de la filosofía se encuentran los conceptos fundamentales que definen al ser humano en su autocomprensión y que presuponemos siempre en nuestra orientación en el mundo.

• Estos conceptos originan problemas relacionados con la manera adecuada de comprenderlos y de comprender aquello a lo que se refieren.

• En ese sentido, la filosofía plantea preguntas como las siguientes:

Algunas preguntas típicas de la filosofía: • ¿Qué podemos saber?

• ¿Es posible saber si existe un „mundo externo“ distinto de mis representaciones?

• ¿En qué consiste el bien?

• ¿Qué hace que una persona sea buena?

• ¿Qué distingue a una persona de los demás entes y objetos que existen en el mundo?

• ¿Qué quiere decir que tengamos un „libre albedrío“?

• ¿Cuál es la constitución de la mente y cuál es su lugar dentro de la naturaleza?

Herramientas de la práctica filosófica

• Con el objeto de abordar esas preguntas, desarrollar posiciones respecto a ellas, criticar esas posiciones y formular otras posiciones a partir de la crítica, la filosofía se vale de un amplio repertorio de herramientas argumentativas y conceptuales.

• El conocimiento y el empleo de estas herramientas es parte fundamental de la filosofía en tanto que práctica argumentativa.

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (I) • Dado que la filosofía busca elucidar conceptos

fundamentales, uno de sus posibles resultados de investigación consiste en la formulación y obtención de definiciones (o también: criterios) acerca de los conceptos que estudia.

• De hecho, muchas de las preguntas filosóficas se pueden formular de tal manera que su respuesta requiere una definición de o un criterio para los conceptos que estudia: – ¿Qué es el conocimiento? – ¿Qué es el bien? – ¿Qué es una persona? – …

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (II)

• Por ejemplo:

– Pregunta inicial: ¿Qué es el saber/el conocimiento?

– Respuesta (a modo de definición)al término de una investigación filosófica: El conocimiento es creencia verdadera justificada.

„Sócrates:¿Estás, entonces satisfecho con ello y dispuesto a sostener que una opinión verdadera acompañada de explicación es saber?

Teeteto: Sin lugar a dudas “(Teeteto, 202c)

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (III) • Ahora bien, en la reflexión y argumentación filosóficas

se suelen plantear y presentar inicialmente definiciones de los conceptos indagados, definiciones que son puestas a prueba y eventualmente modificadas, reelaboradas o abandonadas teniendo en cuenta argumentos y objeciones de distinto tipo.

• En ese sentido, las definiciones también son puntos de partida útiles para la investigación filosófica, o si se quiere: Pueden funcionar como hipótesis iniciales de interpretación acerca de los conceptos que tratamos de elucidar filosóficamente.

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (IV) • El Teeto – como gran parte de los diálogos platónicos –

ilustra de manera ejemplar esta dinámica de investigación: „Teeteto: Yo de hecho creo que el que sabe algo percibe esto que sabe. En este momento no me parece que el saber sea otra cosa que percepción.

Sócrates: Esa es una buena y generosa respuesta, hijo mío […] Pero vamos a examinarlo en común, a ver si se trata de algo fecundo o de algo vacío.“(151e, cursivas S.P.)

• Teeteto propone una definición que es sometida a prueba por Sócrates y abandonada posteriormente a la luz de objeciones como p.ej. las siguientes:

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (V) „Sócrates: Pues bien, respecto al sonido y al color, ¿no hay, en primer lugar, una misma cosa que puedas pensar de ambos a la vez, es decir, que uno y otro son? Teeteto: Sí Sócrates: ¿No puedes pensar, igualmente, que cada uno de los dos es diferente del otro el pero idéntico a sí mismo? Teeteto: Naturalmente. Sócrates: ¿Y que ambos a la vez son dos, pero cada uno por separado es uno? Teeteto: Sí, también. Sócrates: ¿No es verdad, igualmente, que puedes examinar si ambos son desemejantes o semejantes entre sí? Teeteto: Es posible […] Sócrates: Por consiguiente, el saber no radica en nuestras impresiones [de los sentidos, S.P.], sino en el razonamiento que hacemos acerca de éstas. Aquí, efectivamente, es posible aprehender el ser y la verdad, pero allí es imposible.“ (185a-186d)

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (VI) • Mediante su argumentación, Sócrates cree haber

mostrado que la definición propuesta por Teeteto es inadecuada puesto que la percepción no contiene elementos que juzgamos como esenciales para poder hablar de saber o de conocimiento.

• En concreto, Sócrates señala que la capacidad de determinar o fijar, mediante creencias verdaderas, „el ser y la verdad“ de las cosas – p.ej. cuando decimos „aquél trozo de cera es rojo“ – es una condición indispensable para hablar de conocimiento.

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (VII)

• El ejemplo anterior ilustra una posible manera de criticar la plausibilidad de una definición: (1) El o los elementos sustanciales de la definición no

son determinantes (o son irrelevantes) para el concepto que se quiere definir.

• Claro que existen otras formas de crítica como p.ej. las siguientes: (2) La definición es muy estrecha: Hay instancias

pertenecientes al concepto en cuestión que no caen bajo la definición propuesta (Cf. Baggini; Fosl 2010, pp. 32-33).

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (VIII) • En el caso anterior (2) se puede calificar (en un

sentido negativo) a la definición de reduccionista, p.ej.: „El lenguaje es un instrumento para representar el mundo.“

• A modo de crítica a esta definición o concepción del lenguaje, podría señalarse que el lenguaje posee otros usos como p.ej.: – Performativos: „Te pido excusas“, „Los declaro

marido y mujer“, etc. – Expresivos: „¡Ojalá me ganara la lotería!“.

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (IX) (3) La definición es muy amplia, e.d. hay elementos que no

son instancias pertenecientes al concepto en cuestión pero que caen bajo la definición propuesta (ibid).

• Un ejemplo de (3) puede encontrarse nuevamente en el Teeteto. Allí, en un nuevo intento, Teeteto propone definir el conocimiento como creencia verdadera: „[…] la opinión verdadera es saber. Al menos, opinar verdaderamente es algo que está libre de error, y lo que se produce en concordancia con esto es siempre bueno y bello.“(200e)

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (X) • A manera de crítica a la anterior definición,

imaginémonos p.ej. a alguien a quien le han sido implantadas toda suerte de creencias verdaderas como p.ej. leyes naturales, teoremas matemáticos, (algunas) teorías filosóficas, pero que no sepa justificarlas, e.d. que no sepa decir en virtud de qué razones, argumentos o evidencias son ciertas.

• En ese caso no afirmaríamos que esa persona en realidad posee conocimiento respecto a sus creencias verdaderas. La definición es, por lo tanto, muy amplia: incluye casos de los cuales pensamos que no son instancias de conocimiento.

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (XI) • En la investigación filosófica no sólo puede ser

deseable llegar a una definición plausible del concepto que se investiga (p.ej. del conocimiento). También es deseable definir y elucidar los conceptos que empleamos para tal fin.

• En el caso de la definición de conocimiento propuesta por Sócrates hacia el final del Teeteto, esperaríamos que se nos aclarara qué entiende Sócrates por verdad, por creencia y justificación.

• Ello es así, entre otras cosas, puesto que la definición, en caso de ser válida, sólo aplica a los conceptos tal y como están definidos (cf. Ibid., p. 32).

Herramientas de la práctica filosófica: Definiciones / Criterios (XII)

• Pese a la importancia de las definiciones, debemos tener en cuenta que una definición no es algo que se sostenga por sí mismo.

• La definición es algo a favor de lo cual hay que argumentar, p.ej. mostrando que efectivamente la definición aprehende las instancias relevantes del fenómeno que se trata de definir, sopesando otras definiciones contrarias, o respondiendo a contraejemplos.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (I) • Una forma de darle plausibilidad y argumentar a favor

de una definición filosófica o de cualquier tesis filosófica con pretensión de verdad y de generalidad, consiste en brindar ejemplos.

• Al brindar un ejemplo, articulamos instancias o casos de la definición o tesis filosófica de modo que ilustren los elementos de la definición o la tesis.

• Ahora bien, para que los ejemplos sirvan de sustento a la definición o tesis, deben articular casos paradigmáticos, e.d casos del concepto en cuestión que juzgamos típicos.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (II) • Por ejemplo:

La envidia “amigable” (definición):

El envidioso (i) cree que la persona envidiada es superior a él en algún respecto; (ii) desearía ser igual o mejor que la otra persona en ese mismo respecto; (iii) experimenta un cierto tipo de emoción negativa ante la evidencia de la superioridad de la otra persona (como p.ej. tristeza); (iv) sin embargo no desea que la otra persona pierda su cualidad ni obra para que ello ocurra; (v) tampoco considera que la cualidad de la persona envidiada sea inmerecida.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (III)

Ejemplo: Cuando Juan le cuenta a su amigo Carlos sobre su nueva publicación en una reconocida revista científica, Carlos siente una punzada en el estómago y experimenta cierta tristeza: Su amigo ha demostrado una vez más ser una persona más productiva que él, a quien por el contrario casi siempre le devuelven sus escritos sin comentárselos siquiera. Sin embargo, aunque Carlos quisiera ser académicamente más productivo, no desea en modo alguno que su amigo tenga un bloqueo ni piensa que sus logros son inmerecidos. Por el contrario, reconoce las habilidades y la calidad del trabajo de Juan y se pregunta con admiración cómo logra tal nivel de productividad.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (IV)

• A la inversa, y como se observó antes, una definición o una tesis filosófica con pretensión de verdad y generalidad es criticable, entre otras formas, señalando instancias o casos que muestren que los elementos de la definición son en realidad irrelevantes, que la definición es muy estrecha o por el contrario muy amplia.

• En esa forma de crítica brindamos contraejemplos.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (V) • Por ejemplo (ver Kim 1998, p. 19):

Un criterio („epistemológico“) de lo mental: El conocimiento que poseemos de nuestros propios estados mentales se diferencia del conocimiento que tenemos de estados o fenómenos físicos por cuanto el conocimiento que poseemos de nuestros estados mentales es infalible e incorregible. Ello quiere decir que no podemos equivocarnos sobre el hecho de si nos encontramos en esos estados o no. Además, el conocimimento que tenemos de nuestros estados mentales, no puede ser corregido por otros sujetos distintos de nosotros. En contraposición con lo anterior, el conocimiento que tenemos de estados y fenómenos físicos puede ser errado y además corregido por otras personas.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (VI)

Ejemplo:

Si María siente dolor de muelas, no hay manera de que María se equivoque acerca de ello. María tiene dolor y sabe por lo tanto sin lugar a dudas que siente dolor. La pregunta „¿Estás segura de que sientes dolor?“ o la afirmación „Te equivocas. Tú no tienes dolor“ no tienen cabida en este contexto, no son una movida válida en ese „juego del lenguaje“. En contraposición con lo anterior, es perfectamente posible que María se equivoque sobre las posibles causas físicas de su dolor. Ella puede creer p.ej. que la causa física de su dolor de muelas es una caries cuando en realidad el dolor es ocasionado por las cordales.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (VII)

Contraejemplo: María siente celos de Andrea. Cuando Andrea coquetea con su novio, María manifiesta todas las señales típicas de ello como la expresión de rabia en su rostro, su comportamiento hostil. Además, no pierde ocasión para referirse a Andrea en malos términos. Pero por alguna razón, María no se percata de sus celos. Expresa sinceramente no sentir ninguna sentimiento negativo hacia Andrea. Sin embargo, para cualquier observador es evidente que María siente celos de Andrea. Por lo tanto, el conocimiento que María tiene de algunos de sus estados mentales no es infalible. Ello es así puesto que existen, como lo muestra el ejemplo, estados mentales inconscientes acerca de cuya ocurrencia podemos equivocarnos – como p.ej. emociones.

Herramientas de la práctica filosófica: Ejemplos / Contraejemplos (VIII) • Al brindar contraejemplos y/o evaluar su fortaleza crítica

es muy importante preguntarse si el contraejemplo efectivamente llama la atención sobre elementos que son relevantes para el concepto o la generalidad en cuestión.

• Es decir, el contraejemplo debe señalar y articular elementos (o mejor: tipos o clases de elementos) que forman parte importante (o de los cuales tenemos buenas razones para asumir que forman parte importante) de los conceptos o generalidades cuya definición estamos criticando.

• En el ejemplo anterior, el contraejemplo nos llama la atención sobre un tipo o una clase de estados mentales – las emociones – de las cuales creemos que son instancias paradigmáticas, e.d. típicas de estados mentales.

Bibliografía

• Baggini, Julian; Fosl, Peter (2010), The Philosopher‘s Toolkit: A Compendium of Philosophical Concepts and Methods, West Sussex: Wiley-Blackwell.

• Kim, Jaegwon (1998), Philosophie des Geistes, trad. del inglés al alemán por G. Günther, Viena: Springer. [Versión original: (1996), Philosophy of Mind, Boulder CO: Westview Press.]

• Platón (1988), Teeteto, en: Diálogos V, trad. del griego, introducciones y notas por M.I. Santa Cruz, A. Vallejo Campos y N. Luis Cordero, Madrid: Gredos.