Boletín Alfonso Caso, núm. 29

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1ra. Época. Mayo - Agosto. Núm. 29 29 EDITORIAL http://biblio.unam.mx/iia Correo: [email protected] Teléfono: 5622-9653 Índice • Editorial Artículo - Crónica gráfica de los pri- meros once años, por Andrés Medina. • Efemérides - Stephen Jay Gould, César Au- gusto Sáenz Vargas, Día Interna- cional de los Pueblos Indígenas del Mundo. • Noticias - 7° Coloquio sobre lenguas otomangues y vecinas. - VII Coloquio Leonardo Man- rique. Durante sus primeros años el Instituto de Investi- gaciones era pequeño y todos nos conocíamos y nos tratábamos con familiaridad y amistad. El pie veterano estaba constituido por dos grupos: los fundadores (Juan Comas, Pedro Bosch Gimpera y Eduardo Noguera). Los otros fuimos los de edad media, quienes nos integramos poco antes en la Sección de Antropología del Instituto de Investi- gaciones Históricas o en el recién fundado Institu- to (Juan José Rendón, Carlos Navarrete, Yolanda Lastra, Jaime Litvak, Fernando Horcasitas, Luis Alberto Vargas, Noemí Quezada, Andrés Medina, Mari Carmen Serra) y muchos más a partir de la explosión demográfica iniciada durante 1976 y cu- yo resultado fue la llegada de muy jóvenes beca- rios, ayudantes y estudiantes, entre quienes algunos forman hoy parte de nuestra planta académica. Al mismo tiempo llegó un destacado grupo de jubila- dos de diferentes instituciones antropológicas, con edad un poco menor a los primeros (Alfonso Villa Rojas, Gonzalo Aguirre Beltrán, Antonio Pompa, Barbro Dahlgren, Johanna Faulhaber, Ignacio Ber- nal, Norman McQuown, etc.), que también fueron invitados a formar parte del personal mediante contratos, cuya obligación única fue señalada por Jaime Litvak como: estar con las puertas del cu- CON LOS OJOS Y EL LÁPIZ PUESTOS EN EL INSTITUTO DR. LUIS ALBERTO VARGAS GUADARRAMA, IIA Antonio Pompa y Pompa y Enrique Arechavaleta. Autor anónimo.

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Número dedicado a reseñar parte de los primeros años de vida del Instituto de Investigaciones Antropológicas, en pluma de dos de sus más desatacados académicos, el Dr. Luis Alberto Vargas y el Dr. Andrés Medina.

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1ra. Época. Mayo - Agosto. Núm. 29

29

EDITORIAL

http://biblio.unam.mx/iia Correo: [email protected] Teléfono: 5622-9653

Índice• Editorial• Artículo

- Crónica gráfica de los pri-meros once años, por Andrés Medina.

• Efemérides- Stephen Jay Gould, César Au-gusto Sáenz Vargas, Día Interna-cional de los Pueblos Indígenas del Mundo.

• Noticias- 7° Coloquio sobre lenguas otomangues y vecinas.- VII Coloquio Leonardo Man-rique.

Durante sus primeros años el Instituto de Investi-gaciones era pequeño y todos nos conocíamos y nos tratábamos con familiaridad y amistad. El pie veterano estaba constituido por dos grupos: los fundadores (Juan Comas, Pedro Bosch Gimpera y Eduardo Noguera). Los otros fuimos los de edad media, quienes nos integramos poco antes en la Sección de Antropología del Instituto de Investi-gaciones Históricas o en el recién fundado Institu-to (Juan José Rendón, Carlos Navarrete, Yolanda Lastra, Jaime Litvak, Fernando Horcasitas, Luis Alberto Vargas, Noemí Quezada, Andrés Medina, Mari Carmen Serra) y muchos más a partir de la

explosión demográfica iniciada durante 1976 y cu-yo resultado fue la llegada de muy jóvenes beca-rios, ayudantes y estudiantes, entre quienes algunos forman hoy parte de nuestra planta académica. Al mismo tiempo llegó un destacado grupo de jubila-dos de diferentes instituciones antropológicas, con edad un poco menor a los primeros (Alfonso Villa Rojas, Gonzalo Aguirre Beltrán, Antonio Pompa, Barbro Dahlgren, Johanna Faulhaber, Ignacio Ber-nal, Norman McQuown, etc.), que también fueron invitados a formar parte del personal mediante contratos, cuya obligación única fue señalada por Jaime Litvak como: estar con las puertas del cu-

Con los ojos y el lápiz puestos en el instituto

Dr. luis Alberto VArgAs guADArrAmA, iiA

Antonio Pompa y Pompa y Enrique Arechavaleta. Autor anónimo.

II

bículo abiertas para dialogar con los más jóvenes. Tampoco debemos olvidar a los investigadores vi-sitantes, entre ellos Marion Oettinger, los esposos Hartwig y más que sería largo enumerar.

Periódicamente se organizaban reuniones aca-démicas donde el componente social era un sus-trato importante. Discutíamos diversos temas antropológicos con la participación de todos, a los que se incorporaron poco más tarde antropólo-gos llegados del Centro de Estudios Mayas. Antes había migrado con nosotros desde el Instituto de Investigaciones Históricas su antiguo Secretario Académico, Alfredo López Austin, quien aportó no solamente su experiencia y conocimientos, sino además una faceta que era poco conocida: la de di-bujante y agudo caricaturista. Justamente nuestras reuniones académicas eran la ocasión para demos-trar su habilidad, como se muestra en algunas de las ilustraciones adjuntas.

Con trazo seguro y claro retrató a varios de nues-tros compañeros e incluso se hizo autoretratos. Por desgracia el papel empleado no se conservó bien, por haber estado expuesto muchos años en las pa-redes del Instituto, pero lo que ha logrado reprodu-cirse da una idea de la habilidad de Alfredo. Uno de los dibujos por el que siento particular aprecio es su autorretrato haciendo mofa de si mismo y de

su picante amistad con Jaime Litvak. Se representó exquisitamente trajeado, con una venera sostenida por los hombros, rodeado de diplomas y trofeos –incluido un Óscar cinematográfico– y respaldado por significativas obras de Platón, Sahagún, Ma-quiavelo, Kafka y otros, pero las más numerosas son las de Litvak. Desde luego, Alfredo nunca se comportó realmente así y esta representación fue bienvenida con risas.

Son notables las similitudes con la realidad de las caricaturas de Jaime Litvak, Alfonso Villa Ro-jas, Norman McQuown, Juan José Rendón, el jo-vencito Polo Valiñas, Luis González Rodríguez y otros.

Queden estos dibujos como parte de la grata memoria colectiva de tiempos añorados.

Luis Alberto Vargas y Javier

Lozoya. Por Alfredo López

Austin.

III

Artículo

A 43 años de fundado el Instituto de Investigacio-nes Antropológicas, es grato recordar sus inicios a través de la pluma de dos de sus investigadores más renombrados, los doctores Luis Alberto Var-gas, antropólogo físico, y Andrés Medina, etnólo-go, así como por medio del lápiz de uno de sus Eméritos, el Dr. Alfredo López Austin.

La Colección de Dibujos del IIA que presenta-mos en este boletín, está formada por 41 dibujos elaborados por diferentes académicos de este Insti-tuto. La mayoría de ellos pertenecen al Dr. López Austin, sin embargo hay otros que fueron hechos por diversas personas de quienes, desafortunada-mente, no tenemos el nombre, y algunos podemos atribuirlos al maestro Juan José Rendón.

La selección que presentamos nos da la opor-

tunidad de difundirlos más ampliamente y la po-sibilidad de identificar a sus autores, y así seguir conociendo tanto la historia de esta colección co-mo la historia que está representada en ellos.

La mayoría de los dibujos son originales, fueron elaborados con lápiz y algunos pocos con pluma. Se encuentran sumamente deteriorados debido a que fueron pegados sobre bastidores y los clavos se marcaron en el papel, además de que durante muchos años estuvieron decorando las paredes de la cafetería, lo cual hizo que se decoloraran aún más con la luz.

Al ingresar al Área de Fondos Documen-tales Alfonso Caso se fumigaron, se estabili-zaron –limpieza con al-godón y elaboración de guardas en papel libre de ácido para su conser-vación–, se digitalizaron y se elaboró un catálogo por medio del cual ya pueden ser consultados.

CróniCa gráfiCa de los primeros onCe años

andrés medina Hernández, etnólogo del iia

Cuando se fundó el Ins-tituto de Investigacio-nes Antropológicas, el 4 de octubre de 1973, éramos doce los inves-tigadores de la Sección de Antropología del Instituto de Investiga-ciones Históricas, de entre quienes fue elegi-do el arqueólogo Jaime Litvak King como su primer director. Inició entonces un periodo fundacional marcado profundamente por el

autoritarismo, estilo que encontró un sólido res-paldo en la rectoría del Dr. Guillermo Soberón. A ellos debemos las magníficas instalaciones del IIA, a pesar de las infundadas sospechas de que Televisa había sido la donadora.

A partir de entonces comenzó a crecer el núme-ro de investigadores, así como del personal admi-nistrativo y de intendencia. Litvak se esforzó para despertar un sentido de comunidad entre todos los miembros del nuevo instituto, a partir de diversas actividades informales que generaron vínculos amistosos entre todo el personal. Así fue tejien-do un estilo clientelar cuyos efectos llegan hasta nuestros días.

Ciertamente, Jaime Litvak constituye una van-guardia en el desarrollo de la tecnología computa-cional, de la que era un fanático a toda prueba; así, en el nuevo edificio inaugurado en el último año de su actuación como director, 1984, todos los cu-bículos de los investigadores estaban conectados a internet; este entusiasmo se expresó también en su interés por dotar al instituto de laboratorios para apoyar las investigaciones de arqueólogos y antro-pólogos físicos.

Un buen ejemplo de este estilo personalista es el diseño del sistema de clasificación de la biblioteca

Jaime Litvak King, por

Alfredo López Austin.

Ana María Salazar, dibujo atribuido a Juan José

Rendón.

IV

Juan Comas, ingenioso y original, pero desvincu-lado completamente del sistema universitario.

En este mismo periodo de once años creció el movimiento sindicalista universitario, encabezado por Evaristo Pérez Arriola y Nicolás Olivos Cué-llar, quienes se proponían tanto a los trabajadores manuales como a los académicos de la UNAM. Un entusiasta sindicalista que fundó la delegación sindical del iiA fue Juan José Rendón, lingüista discípulo de Mauricio Swadesh. En esa moviliza-ción sindical se organizó el Colegio del Personal Académico del IIA, el cual tenía como una de sus tareas importantes la realización de los Congresos Internos.

Otro de los efectos del movimiento sindica-lista en la UNAM fue el conflicto que enfrentó al director del Instituto de Investigaciones Históri-cas y a los investigado-res sindicalizados, una de cuyas consecuencias fue la llegada al IIA de Alfredo López Austin, uno de los más impor-tantes investigadores nacionales del México Antiguo, quien ya como miembro del IIA recibió

el Premio Universidad Nacional a la Investigación, y hoy es Investigador Emérito.

Alfredo López Austin es el tlacuilo de esta cró-nica de los once años, y su actividad, desarrollada particularmente en los congresos internos del IIA, encontró eco en otros discípulos, autores de varios de los dibujos, lamentablemente anónimos, de la presente crónica.

Una de las activida-des en las que partici-paron los miembros del IIA, y sobre todo Jaime Litvak, fue la organiza-ción y realización de las Mesas Redondas de la Sociedad Mexicana de Antropología (SMA); de hecho esta agrupación estaba prácticamente en estado de coma, pero gracias al entusiasmo de dos de sus secretarios, Jaime Litvak y Eduardo

Matos, se reactivó para mantener e impulsar sus actividades académicas. Dos figuras importantes registradas en esta crónica son don Antonio Pompa y Pompa y Enrique Arechavaleta (esposo de Dolo-res Soto, arqueóloga del IIA), animadores que des-plegaron su ingenio en los periódicos ocasionales que aparecieron, con chismes y chistes, durante los días en que se realizaban las mesas redondas.

El Departamento de Cómputo del IIA tie-ne también su representante en esta crónica,

Juan José Rendón, por Alfredo López Austin.

Alfredo López Austin, dibujo atribuido a Juan José Rendón.

Enrique Arechavaleta. Autor anónimo.

Mario Cortina, por Alfredo López Austin.

V

con la inolvidable figura de Mario Cortina, genio de pipa y dichos populares.

En el área de etnología tenemos un excelente registro en el dibujo de un coloquio en el que parti-ciparon Ana Bella Pérez Castro, Juan José Rendón, Ana María Salazar, la maestra Barbro Dahlgren, Andrés Medina, Noemí Quezada y el visitante Ma-rion Ottinger. Otro personaje importante para la an-tropología mexicana y para la política indigenista es don Alfonso Villa Rojas, al que tuvimos como investigador en el IIA.

Dos personajes no-tables de la lingüística en nuestro instituto son Polo Valiñas, dibujado “hecho una madeja”, y Norman A. Mac-Quown, quien estuvo como visitante en nues-tro instituto por varios años; especialista en las lenguas mayenses y di-rector del proyecto de investigación Man-in Nature, desarrollado en Chiapas durante el pe-riodo 1956-1962.

A pesar de la presencia dominante del director, otros arqueólogos aparecen en el registro de esta crónica, Mossy Limón, ahora en el INAH, y Yoko Sugiura.

Leopoldo Valiñas, por Alfredo López Austin.

Norman A. MacQuown, por Alfredo López Austin.

Alfonso Villa Rojas, por Alfredo López Austin.

De izquierda a derecha: Ana Bella Pérez Castro, Juan José Rendón, Ana María Salazar, Barbro Dahlgren,

Andrés Medina, Noemí Quezada y Marion Ottinger. Por Alfredo López Austin

Morrison Limón,por Alfredo López

Austin.

VI

EFEMÉRIDES- Stephen Jay Gould, paleontólogo, geólogo, biólogo evolutivo e historiador de la ciencia, falleció en Nueva York, el 20 de mayo de 2002.- El arqueólogo César Augusto Sáenz Vargas nació en Granada, Nicaragua, el 7 de agosto de 1916.- El 9 de agosto es el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo. Fue establecido por la Asamblea General de Na- ciones Unidas el 23 de diciembre de 1994.

DIRECTORIO

rAfAel Antonio pérez-tAylor AlDrete

DirectorDAViD gArCíA pérez

Secretario AcadémicoletiCiA muñoz izquierDo

Coordinadora de la BibliotecaAliCiA A. reyes sánChez

Recopilación de información, elaboración de artículos y composición

Diseño • César Augusto Fernández AmaroCorrección de estilo • Adriana Incháustegui

NOTICIAS- El 7° Coloquio sobre lenguas otomangues y vecinas

dedicado al lingüísta Juan José Rendón Monzón, orga-nizado por la Biblioteca de Investigación Juan de Cór-dova de la ciudad de Oaxaca, se llevó a cabo del 7 al 10 de abril de 2016.

- El VII Coloquio Leonardo Manrique organizado por la Dirección de Lingüística del Instituto Nacional de An-tropología e Historia se realizará del 9 al 11 de agosto del presente año, en la ciudad de México.

Otro arqueólogo, egre-sado del breve programa de doctorado en antro-pología del Colegio de Ciencias y Humanidades fundado por Litvak, es Stanislaw Iwaniszewski, destacado arqueoastróno-mo de la ENAH y quien participara como “rey mago” en una célebre pastorela realizada por los miembros del IIA.

Finalmente, apuntemos que esta crónica gráfica estuvo muchos años en las paredes de la cafetería del IIA, pero la furia de una antigua directora la condenó al basurero. Afortunadamente, como su-cede con muchos documentos valiosos y significa-tivos, manos piadosas la rescataron y la pusieron a buen resguardo. Aclaremos que no todos los di-bujos de la tal crónica están en estas páginas, pero todos ellos se conservan y protegen en el Fondo Caso de la Biblioteca Juan Comas.

Stanislaw Iwaniszewski, por Alfredo López Austin.

Yoko Sugiura. Dibujo atribuido a Juan José Rendón.

Andrés Medina, por Alfredo López

Austin.