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Cristina Banegas: una charla sobre el oficio, el país y la resistencia de la cultura. bonsái Miss Bolivia: “Comunicar y hacer música es hacer política”. Junio 2016 www.revistacitrica.com Ilustración Nair Carolina Foto: Mariana Varela Foto: Diego Pintos pág 7 pág 6 Un periodismo sin periodistas pág 4

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Miss Bolivia:“Comunicar yhacer música

es hacer política”.

Junio 2016 www.revistacitrica.com

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as cooperativas se encargaron durante años de la fabricación de fundas de chalecos anti-balas, remeras, guardapolvos,

ropa de trabajo y blanquería para distintos ministerios nacionales. Desde que el Estado les cerró las puertas enfocaron exclusiva-mente su trabajo en el mercado interno. Actualmente, más de 70 textiles de todo el país fabrican prendas de la misma o mayor calidad que las multinacionales que están ingresando al país, y con precios más bajos. La lucha contra el trabajo esclavo es uno de los pilares de estas empresas asociativas, que priorizan la generación de empleos genuinos en condiciones dignas antes que abaratar costos para ganar más. “Sí a la industria nacional y el trabajo cooperativo, no a las importaciones y la desocupación”. Así lo sintetizan.

“El 70 por ciento de la plata que mueven las grandes marcas es para marketing. La calidad de las telas las conseguimos todos por igual. Pero ellos te cobran de más por el mismo producto. Los márgenes de ganan-cia son enormes”, asegura Martín Miccuci, presidente de La Patria Grande, cooperativa que junto a La Maqueta lanzó Coopa, la marca de indumentaria deportiva nacional.

Desde la Red Textil Cooperativa confir-man que el incremento en el primer trimes-

LDos cooperativas de la ciudad de La Plata se pusieron al

frente de una nueva marca de ropa deportiva. Quieren

disputar el mercado con las multinacionales. En contra

del trabajo esclavo y los precios desorbitantes.

eN el sHoPPING

no se consigue

por mariana aQuinofotos: prensa cnct

tre del año de las importaciones textiles, sumado a la baja del consumo y la infla-ción, potenció la caída de la producción nacional del sector. “Además de hacer un producto de calidad a menor precio que el que ofrecen las marcas internacionales estamos generando trabajo genuino para más de 50 personas. Nuestra propuesta es mucho más ambiciosa que hacer ropa deportiva”, confía la secretaria de la coope-rativa La Maqueta, Lorena Vergniaud.

Tienen por delante el desafío de hacer ropa de calidad, a buen precio y por fuera de los gigantes de sello deportivo. “Tene-mos que saber de dónde vienen las pren-das porque en este país hay ropa mancha-da con sangre. Solo basta ver las etiquetas de las grandes marcas para entender cómo se manejan con la mano de obra barata y esclava. Coopa es parido de un sector co-operativo, donde la mano de obra se cuida. A nosotros nos importa la calidad pero también las personas”, reflexiona Miccuci.

Las camisetas y shorts están a la venta por mayor y menor; y próximamente la mar-ca Coopa presentará sus líneas de jogging, remeras, buzos y camperas deportivas. Son diseños exclusivos y también ofrecen pro-ducción a pedido para equipos amateurs, clubes de barrio y de Primera División, en todas las disciplinas deportivas.

L

La contracara

a empresa Tessicot

S.A –que funciona

como la principal pro-

veedora tanto de Nike como

de Adidas– despidió en los

últimos meses a quince

trabajadores. La empresa

adujo la necesidad de una

reestructuración para justifi-

car los despidos sin motivo.

Casualmente las cesantías

se produjeron luego de que

los trabajadores reclama-

ran por mejoras salariales

y especialmente laborales.

“Somos explotados. Traba-

jamos más de nueve horas

diarias. Tenemos tres tazas

cada 200 trabajadores, no

hay limpieza en los baños, la

cocina ni el taller; sufrimos

frío y nos piden trabajar al

máximo con máquinas an-

tiguas. Tenemos 15 minutos

para desayunar y solo media

hora para el almuerzo. Esta

es la forma de esclavitud del

mundo moderno”, asegura

Roman Mamani Rosales,

uno de los despedidos el

viernes 20 de mayo. Y agre-

gó: “Si vas al baño y tardas

un minuto de más, viene

el supervisor a buscarte”.

La empresa textil utiliza el

sistema de producción asiá-

tica Lean, que tiene como

objetivo reducir los costos,

aumentar la productividad

y tener al material humano

siempre utilizado. “El obje-

tivo es producir al máximo

con la explotación del obre-

ro. Este sistema exige más

producción, entonces obliga

a los trabajadores a apurar

a sus propios compañeros”,

explica Roman.

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NOTA DE TAPA

ólo basta con escribir dos pala-bras en Google. Dos palabras, ca-torce caracteres: “Soy periodista”. Luego de eso, en esa milésima de

segundo en que los motores de búsqueda entrecruzan datos y despliegan posibles finales para la oración, aparecen las tres opciones más buscadas. “Soy periodista y no tengo trabajo” es la primera. “Soy perio-dista y busco trabajo”, la segunda. La tercera ya es una resignación, acaso un intento desesperado de volantazo a tiempo: “Soy periodista y quiero ser profesor”. Google, a veces, también puede servir para trazar una radiografía, un estado de situación.

El 7 de junio es el Día del Periodista, pero este año no hay nada para festejar. Nada. En lo que va del 2016, el oficio que aquí inau-guró Mariano Moreno suma más noticias negativas que las que podrían caber en TN un día de abulia informativa: se cerraron medios, hubo despidos masivos en las cua-tro ramas (gráfica, web, radial y televisiva), despidos velados, allanamientos y aprietes, y, para decorar un escenario sombrío, el

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S

gobierno arrancó de cuajo, en una de sus primeras medidas, una ley que regulaba parte del sector. Una ley, la de Servicios de Comunicación Audiovisual, que lo regulaba de manera deficiente, es cierto, y que nunca pudo cumplir lo que su espíritu anunciaba, pero que había sido votada y discutida largamente en comisiones, en el Congreso de la Nación, y refrendada por la Corte Suprema de Justicia.

La crisis, que es una crisis de la industria potenciada por una contexto económico

recesivo, atraviesa espacios ideológicos y formas de comunicar. Desde los trabajado-res de Clarín y Página 12, que quitaron sus firmas para oponerse al insólito acuerdo paritario que firmó la Utpba, hasta la preocu-pación de Arecia, la asociación de revistas culturales independientes, que advirtió en su último censo que año tras año se pierden voces: de las 213 revistas que se publicaban en 2014, sólo 178 continuaron en 2015, un número que seguirá bajando en 2016.

El oficio del periodista ya no es violento, como tituló alguna vez Rodolfo Walsh, y está lejísimos de ser “el más lindo del mun-do”, como le gustaba definir a Gabriel García Márquez. Ni lindo ni violento. El adjetivo ahora podría ser doloroso. O humillante, si nos enfocamos sólo en las condiciones salariales: la paritaria que cerró la Utpba con las cámaras empresarias (27% en tres partes por ¡13! meses) es el acuerdo anual más bajo firmado hasta el momento en la Argentina. Sólo se le podría acercar el ce-rrado por Sutecba (municipales porteños), de un 14% por seis meses, y el de Utedyc

De las doscientas trece revistas independientes que se publicaban en 2014, sólo ciento setenta y ocho continuaron en 2015.

ste desenlace es el resul-tado orgánico después de varios meses sin respues-

tas del gobierno ni de los empresarios”. Las palabras de Marcelo, miembro de la cooperativa Por Más Tiempo, resu-men lo malo y lo bueno del momento del periodismo. Las causas y las con-secuencias. Por un lado empresarios que vacían sus propios medios de co-municación y con maniobras fraudu-lentas quedan limpios e impolutos; y el gobierno, intencionalmente o no, con la decisión de no entregar pauta publi-citaria durante los primeros seis meses de gestión, que dio la excusa perfecta para despidos, reducción de personal y cierre. Del otro lado, esa falta de res-puesta del gobierno y de empresarios ante la necesidad laboral de los perio-distas derivó en cooperativas, como la de Tiempo Argentino, la que integra Marcelo, en la que los periodistas vol-vieron a ser dueños de sus palabras.

Dueños de nuestras palabras es el lema que los trabajadores de Tiempo Argentino eligieron para su cooperati-va. Y le cuadra bien a casi todos los me-dios autogestionados de la Argentina, que cada vez son más: desde el Diario del Centro del País de Villa María –con-formado tras la crisis del 2001, ejemplo exitoso tanto de autogestión como de unidad productiva– pasando por revistas culturales como La Garganta Poderosa, NaN, Mu o nosotros mismos, hasta la actualidad de Tiempo Argenti-no o Radio América. Algunos antes tra-bajábamos para empresarios, otros no. Ahora todos disfrutamos de que nada ni nadie limiten nuestras palabras.

“E

el desolador oficiode comunicar

Dueños denuestras palabras

En su mes, los periodistas argentinos se mueven en un escenario dominado por el cierre de medios, los despidos masivos, salarios a la baja

y persecuciones. La influencia del Estado y los cambios tecnológicos. Y una pregunta que todos nos hacemos: ¿qué pasará con la profesión en el futuro?

por agustín colombofotos: diego pintos

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(entidades deportivas y civiles), que es del 15% semestral. El sueldo de los trabajadores de prensa se parece a un glaciar: año a año se erosiona, pierde volumen. Y esa realidad parece irrefrenable.

EL FIN DE LA HISTORIA¿Cambio de gobierno o cambio tecno-

lógico? Como si se tratara del huevo y la gallina, algunos intentan descifrar qué fue lo primero que precipitó esta crisis eviden-ciada en todo el sector periodístico. “Los grandes medios aspiran hoy a conservar cierta quintita al calor del tráfico generado por otros. La gran transformación está en que Clarín no competía con Microsoft. Es-taban en una industria distinta, pero ahora están todos en la misma”, analiza el docente e investigador Pablo Boczkowski. “La política del macrismo hizo que los medios privados de mayor poder vuelvan a tener un peso central sobre las regulaciones mediáticas”, asegura Ivan Schuliaquer, autor del libro El poder de los medios.

El corte de la pauta oficial, por supues-to, pronunció la caída. El primero que la evidenció fue el Grupo Veintitrés, propiedad de los vaciadores Sergio Szpolski y Matías

Garfunkel, que cerró o vendió todos sus me-dios a pesar de que, entre 2009 y 2015, había recibido 814 millones de pesos en concepto de publicidad del gobierno nacional. En al-gunos, como Tiempo Argentino, El Argentino Zona Norte o Radio América, la lucha germi-nó en proyectos cooperativos que aspiran a consolidarse. En otros, el desenlace sólo dejó un tendal de nuevos desocupados, que ahora guglean para ver si cazan alguna de las escasas ofertas laborales disponibles.

A Veintitrés se le sumó, a fin del año pasado, el cierre de varias publicaciones del Grupo Octubre, como las revistas PIN y Pi-chuco. Paradojas de los dueños de medios en Argentina: Víctor Santa María, dueño de ese grupo y titulardel Suterh, aludía en diciembre que afrontaba una crisis, pero tres meses más tarde anunció la compra de Página 12.

Lo más grave, junto a lo de Tiempo, América y los otros medios de Szpolski-

Garfunkel, fue el desguace en CN23, el diario Crónica o la Editorial Atlántida. La situación de algunas radios, además, motorizó una visita del flamante Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) a la Cámara de Diputados, donde expuso los diferentes cuadros de conflictos que se dan en Splendid y Del Plata (salarios en cuotas), Radio Madre y Rivadavia (varios meses de sueldos adeudados) o El Mundo (con denuncias por precarización laboral y persecución sindical).

En el sector gráfico del gremio, la situa-ción es aún más compleja. Porque conflu-yen el contexto económico del país y de la región, con la transformación de hábitos de consumo que implicó internet y las re-des sociales. Al cierre de Tiempo Argentino y Miradas al Sur, los despidos encubiertos en Crónica y la persecución a delegados en BAE, se le añade un incesante goteo de “retiros voluntarios” en Clarín y La Nación, que reemplazan a personal con décadas de antigüedad por mano de obra joven y barata. Editorial Perfil, otra de las empre-sas grandes del rubro, que inauguró hace ocho meses el edificio más suntuoso del periodismo argentino, informó este mes que no podrá pagar la paritaria y que los sueldos van a desdoblarse. “Ante el cierre de medios, la concentración de la escena en pocas empresas, la erosión de la inver-sión en los medios públicos, la creciente importancia de los medios digitales, el tra-bajo de los periodistas se ve afectado. Por

La paritaria que cerró la Utpba con las cámaras empresarias esel acuerdo anualmás bajo firmadoen 2016.

os cierres y despidos no son dificultad exclusiva de la ciu-dad de Buenos Aires y alre-

dedores. La problemática alcanza a todo el país. Las eternas dificultades de que todo el papel pertenezca a una única empresa agrava aún más la crisis de una industria en plena reconversión. Las últimas devalua-ciones –la de enero de 2014 y la del inicio de este año– acentuaron el conflicto debido a que ante el irregu-lar monopolio del papel, la mayoría de los medios gráficos se ve obligada a importarlo. Y los precios se dispa-ran al ritmo del dólar.

Según el secretario de organiza-ción de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Flavio Frangolini, ya hubo más de 1500 despidos en el gremio sólo en el interior. El número real es aún mayor: el dato es de mediados de mayo y los despidos no cesaron.

Donde más se nota la problemá-tica es en las pequeñas y medianas ciudades, que poco a poco se van quedando sin diarios. Como ejemplo podemos tomar a Alta Gracia, Córdo-ba (42 mil habitantes). Allí, los traba-jadores autogestionados de Fábrica de Ideas debieron resignarse a pasar de una tirada semanal a una men-sual, mientras que su competidor, el semanario Sumario, despidió el año pasado a empleados que aseguran no haber recibido ni un centavo de indemnización.

El crítico panorama de la provincia se completa con el diario La Maña-na, de la capital cordobesa. Allí, los dueños propusieron ante el Ministe-rio de Trabajo un plan de salvataje contundente: despedir a la mitad del personal. “El plan los habilita a rea-lizar despidos pagando sólo un 60 por ciento de la indemnización en 18 cuotas o más, y a rebajarle al resto la carga horaria y el sueldo al 50 por ciento durante seis meses”, explican los delegados.

En la Patagonia, la situación es igual de apremiante. En el diario No-ticias de la Costa fueron despedidos 20 trabajadores. Y amparándose en un preventivo de crisis dispuesto por la legislación vigente, el medio gráfico anunció que pagará las in-demnizaciones a la mitad. Además, los trabajadores del diario El Oeste, de Esquel (Chubut) –ciudad en que los aumentos en las tarifas de gas son imposibles de afrontar tanto para empresas como para ciudada-nos– también tienen un panorama complicado: al cierre de esta edición estaban de paro porque no cobraron sus sueldos de abril.

Los preventivos de crisis son una medida habitualmente usada por los empresarios de medios. El Litoral S.R.L, de Santa Fe, cree que es una buena manera para adaptarse a los tiempos que corren: presentó en el Ministerio de Trabajo una propuesta que además de proponer despidos, solicita rebajarle el 30 por ciento del sueldo a los trabajadores.

L

En todo el país

el desolador oficiode comunicar

un lado, porque hay menos lugares para trabajar. Por el otro, porque cada vez hay menos margen para discutir los intereses de los dueños de los medios en los que se desempeñan”, agrega Schuliaquer.

Jorge Duarte, especialista en temas gremiales, ensaya otra posible explica-ción a esta actualidad: “Habría que con-templar por lo menos dos cosas: la falta de fuerza del gremio (vaciado políticamente, desprestigiado y sin capacidad de movi-lización), y la crisis del sector que, si bien logró momentos buenos con la pauta ofi-cial durante el kirchnerismo, no termina de acomodarse al cambio de tecnologías”, opina. El futuro, entonces, es un enigma. Tanto para los periodistas como para todos. Develar qué le depara a este oficio en crisis, sólo es una cuestión de tiempo. El termómetro, mientras, siempre estará a sólo un click en Google.

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os instantes que transcurren entre el comienzo de la puesta del sol y la total oscuridad de la noche, cuando

los últimos destellos de luz son más suaves y más difusos que en el resto del día, son el momento que Cristina Banegas elige para liberarse de lo cotidiano y relajarse. Y tam-bién para recibir a Cítrica y conversar del teatro, de la vida y del país.

¿Cuál es la mejor manera de aprender la vocación de actriz? Yo estudié muchísimos años de mi vida con diferentes maestros, ycreo que también se aprende mucho trabajando. Pero creo que lo que más nutre a un actor es la vida misma. La realidad supera a la ficción y eso es sin dudas lo que más material nos da. También creo que es importante leer, tener una for-mación estética y poder tener una mirada.

¿Cuál es el momento más difícil arriba del escenario?Cuando te acaban de dar una noticia gra-vísima. Cuando era muy joven estaba ha-ciendo un espectáculo para niños durante la dictadura, y un día viene el director y me dice: “lo asesinaron a Paco”. Yo no sé como pude hacer esa función con la noti-cia de que habían matado a Paco Urondo. No me lo voy a olvidar nunca en mi vida: estaba presente, pero no estaba ahí. El dolor real tiene más potencia que lo que uno le puede poner a la actuación. A Paco lo conocía mucho, era una persona muy entrañable y había sido muy importante en mi vida. Ahí es cuando lo ficcional se vuelve difícil, porque para actuar bien te-nés que tener varios niveles de atención-funcionando simultáneamente. ¿Te parece que hay algún rasgo del tea-tro argentino que lo hace único?Hay mucha diversidad, muchas escuelas y muchas formas.Todos los actores nos pare-cemos en las problemáticas del oficio, pero la cultura es diferente en cada caso. Es cier-to que en nuestro país hay una cultura del psicoanálisis más marcada que en otros la-dos, y entonces le ponemos más atención a la cabeza de los personajes.

¿Como vivís este tiempo del país?Alarmada y enojada por todo lo que está ocurriendo. Creo que lo que hace este gobierno es grave para toda la sociedad. Lo que queda por hacer entonces es de-nunciar, opinar, expresarse, salir a la calle. Estamos siendo gobernados por empre-sarios que con un gran nivel de cinismo e impunidad avanzan sobre los derechos de la gente. Y encima se la pasan tenien-do fallidos contra los pobres: ‘dicen que van a proteger a los ricos, que el pasado vuelve’...en el fallido irrumpe el incons-ciente, y ahí entonces es cuando aparece la verdad. Y ni hablar de Dario Lopérfido (ministro de Cultura de la Ciudad de Bue-nos Aires), que es un siniestro. La pobreza del discurso de todos los que ahora están en el poder es un mamarracho. La situa-ción es muy grave para todos, pero espe-cialmente para los que menos tienen. Son tiempos complicados, porque se meten con la educación publica, con la salud, y avanzan sin mirar las consecuencias. Los tarifazos son un claro ejemplo de eso. Hay que ver como establecer una serie de ac-ciones que sin ser panfletarias tengan la calidad de la expresión de la cultura.

¿El camino de la autogestión puede ser una alternativa?Lamentablemente cada vez es más difícil autogestionarse, la gente está más dis-persa y cada vez hay que hacer más cosas para sobrevivir, entonces cuesta más pro-ducir. Pero no creo que se esté perdiendo la bohemia de lo artístico,creo que, como decía el marxismo, el proceso histórico es progresivo-regresivo, es decir, un paso para adelante y dos para atrás.Todo se está moviendo todo el tiempo, y cuando no se encuentra por un lado, se encuen-tra por otro. Yo he trabajado mucho en el teatro independiente porque siempre tuve conciencia de que la concepción de proyectos es clave. Y para eso lo grupal también es muy importante, el teatro de hecho siempre es en conjunto. Lo grupal sin duda me parece que es clave para transitar este momento.

Cristina Banegas

Juana Sapirey Cynthia Sabat

Autoras deCompañero Raymundo

Tres entrevistas sobre la vida, las obras, las injusticias,

las luchas y la Argentina actual.

La resistencia cultural

TeaTro, CINe Y MÚsICa

La referente teatral defi ende a la culturay a la autogestión y comparte algunas anécdotas de esas que reconfortan.

Juana fue la compañera del cineasta desaparecido Raymundo Gleyzer. Cynthia es periodista y amante de las películas del director. Juntas escribieron un libro sobre su vida y su obra.

L

Foto: Mariana Varela

por laura litVinoffY nicolÁs peralta

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Miss Bolivia

stoy en la cama”, dice Juana Sapire cuando atiende su celular. No pue-de ser cierto. Esa mujer de más de

setenta años que en unos minutos hablará con pasión y voz fuerte, erguida, acerca de las injusticias de ayer y de hoy, no puede es-tar en la cama. Debe estar jugándonos una broma. Ella no solo está llena de vitalidad, también es la persona que ha conseguido volver inmortal a su compañero Raymun-do Gleyzer. Fue Juana quien después de la desaparición del cineasta se encontró con que los brutos de los milicos se habían lle-vado el televisor pero no las películas y las conservó para que hoy esos documentales y esas ficciones prohibidas que no han per-dido una gota de actualidad sean remaste-rizadas y formen parte de los homenajes a

az Ferreyra, antes de ser Miss Boli-via, fue cajera de un supermerca-do. Ahí trabajaba los fines de sema-

na para juntar unos mangos y pagarse los estudios. Después recorrió los escenarios de Latinoamérica y Europa con el tema To-mate el palo; primero fue psicóloga, profe-sora de yoga y productora de televisión. “Entre otras cosas”, advierte. Pero mantu-vo su esencia obrera, la conserva desde esos sábados y domingos en el super.“Y el tiqui-tiqui de la caja registradora sonaba todo el día en mi cabeza”, agrega con una sonrisa más.

Paz nos cuenta de qué se trata poner sus canciones a disposición de ciertas lu-chas que la interpelan: la despenalización del aborto, del uso medicinal y recreativo de la marihuana, el empoderamiento del pueblo y la soberanía alimentaria. Define a su arte como “militar a través de la música”. “Siempre que me llaman y me convoca la causa pongo la voz y adhiero. Me parece

La cantante no se toma el palo. Cuestiona los despidosde los últimos meses y propone a la música comoun elemento más para aguantar los trapos y resistir.

Gleyzer por los 40 años de su desaparición, que incluyen también la presentación del libro Compañero Raymundo, escrito por la periodista Cynthia Sabat y la misma Juana Sapire.

La obra de Gleyzer se ha vuelto inmor-tal no sólo porque Juana la rescató. El direc-tor también había hecho su parte. Filmó (en varias ocasiones con la presencia de Juana realizando el sonido y/o la producción) a los desposeídos con humildad. Y los desposeí-dos siguen ahí. Documentó las luchas y las pequeñas victorias obreras de los emplea-dos a la explotación de las fábricas impe-rialistas en Swift (1971) y en Me matan si no trabajo y si trabajo me matan (1974). Y los obreros explotados cada vez son más. Fic-cionalizó con bronca y violencia a los buró-

cratas sindicales en Los Traidores (1973). Y ellos siguen traicionando. “Parece hecho a propósito, se pasó Los Traidores en el Cine Gaumont la misma semana que la cumbre del sindicalismo argentino pactó con el go-bierno para no hacer el paro general. Sigue todo igual. El hambre, la desigualdad. Las películas tienen una vigencia tremenda”, destaca Cynthia Sabat, autora del libro y apasionada por las películas, la vida y la fa-milia de Raymundo.

¿Cuál es la película a la que le tienen más cariño y por qué?Cynthia Sabat: Me matan si no trabajo y si trabajo me matan es mi preferida. Me gusta porque aborda un tema tremendo, una huelga que hacen un grupo de obre-ros de INSUD, porque se estaban enve-nenando y muriendo. A ese tema tan tre-mendo Raymundo le da cierta liviandad con fragmentos de humor, canciones y hasta una secuencia animada que explica el capitalismo.

Juana Sapire: Toda nuestra obra me gusta, trabajamos en ella toda la vida. Me gusta Los Traidores porque marca la burocracia sindical en Argentina. Me parece una obra muy valiosa y muy actual. Ahí Raymundo no se guardó nada.

¿Cómo ven a la Argentina y a la democra-cia de hoy?J.S: Hoy veo una desocupación terrible, despidos masivos. Estas son las cosas que

se ven en la Argentina de hoy. Yo no digo que no funcione la democracia, me pregun-to dónde está. No la conozco, no sé dónde está. ¿Cómo va a haber democracia si no hay trabajo? Eso no es democracia, es una porquería, es una basura, una cosa insopor-table. A mí la democracia no me importa mierda porque no la veo, no la registro. Para mi democracia sería que avance el país, que mejoren los sueldos, que las fábricas no cierren, que los niños tengan educación, que no tiren abajo el Paka Paka. Si esto que tenemos es la democracia, no sirve para nada. Si en vez de resolver arruinas más y más el país, la democracia no es lo que los griegos inventaron. Es otra cosa. ‘No están los milicos, tenemos democracia’, dicen. No es así. La gente que habla hoy dice las mismas cosas. Si se hiciera hoy Los Traido-res, veríamos las mismas cosas, las mismas agachadas. Todo lo mismo que ahora. Y el presidente del país es otro vendepatria.

“E

P importante ocupar ese rol. No es obligato-rio pero a mi me convoca”.

Sin banderas“Yo toque en el homenaje a Néstor (Kirch-ner), en el picnic del Partido Obrero y en los homenajes a Mariano Ferreyra. Y a la ban-dera ni cabida”. Así explica su militancia ar-tística. “Comunicar y hacer música es hacer política. Los últimos años en nuestro país se hicieron (con sus pro y contra) muchos cambios en derechos humanos. La consig-na Ni una menos es producto de más de una década de trabajo también. Yo no car-go una bandera pero sí me reconozco y me identifico con ciertas líneas de diseño de políticas públicas.”

La pregunta sobre el nuevo gobierno y la actualidad del país llega a la mesa por decantación. “Me dolieron los despidos de los trabajadores del sector público. Yo pasé por eso. A veces me sorprende lo que veo o escucho, otras pienso que era previsible

todo. Lo que espero es que no se sigan vul-nerando derechos, que no se marche para atrás con todo el trabajo y los años de labu-ro. Estos son bifes masivos que recibimos como pueblo. Hay que aguantar los trapos. Para eso está la música también”.

Foto: Diego Pintos

por mariana aQuino

por pablo bruetman

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FelicitacionesJorge

Lanata ganó elMartín Fierro de Oroy nosotros no nospodíamos perderla oportunidadde honrarlo.

elicitaciones por el Mar-tín Fierro. Felicitaciones por honrar a José Her-nández y recordarnos que los hermanos —y

los argentinos— seamos unidos. Muchas gracias por cerrar y termi-nar con la grieta, aquella a la que siempre te opusiste. Felicitaciones por contribuir a su final llamando imbéciles a quienes te abuchearon y dedicándole el premio a Cristina, que lo miraba por tevé. Felicitacio-nes Mariana Fabianni, también a vos, que sos parte de esto, por pedir que “poncheen” a quienes silbaban a Jorge. Te faltó botonearlos con nom-bre y apellido. Una vergüenza que los cámaras y los técnicos no te hi-cieran caso. Deberían pedir perdón por no enfocar a esas personas que se expresaron como barras bravas.

Felicitaciones Jorge por decidir le-vantar Periodismo Para Todos este año. Por expresarte en tus columnas en Clarín a favor de que despidan a los periodistas que trabajaban en medios de comunicación ligados al kirchnerismo. Porque se la tienen que bancar. Porque ellos sabían para quiénes trabajaban y podían elegir trabajar para otros. Como hiciste vos, Jorge. Con la inmensa solidari-dad con tus colegas que te caracteri-za. Como cuando nos dijiste a noso-tros, a los ex trabajadores del Diario Crítica, que hacíamos paro por dos-cientos pesos. Tenías razón, Jorge. En ese momento se nos atrasaba el alquiler y después de mucha lucha y reclamos al Ministerio de Trabajo, conseguimos que a muchos de no-sotros nos reubicaran en distintos medios de comunicación de buena relación con el oficialismo de aquel entonces. Como ves, Jorge, siempre elegimos dónde trabajar. Como ves, Jorge, tenías razón. Hicimos quilom-bo y ahora no tenemos trabajo. Nos lo merecemos.

Te agradecemos Jorge por conse-guir que este domingo se hablé de vos y muy poca gente haya visto ese informe repugnante y absolutamen-

te fuera de contexto de Diego Igle-sias (en el programa Día Cero por Ca-nal 9), en el que mostró comedores solidarios, teatros independientes, clubes deportivos y sociales, radios comunitarias, cuarteles de bombe-ros voluntarios y restaurantes auto-gestionados al borde del cierre por los indispensables incrementos en las boletas de agua, luz y gas.

Te agradecemos también por hacer-nos olvidar del loquito de Lanata de Día D, que les dio voz a los hipócritas trabajadores de Clarín que preten-dían tener representación gremial y fueron despedidos. Por hacernos ol-vidar también de ese otro Lanata de Canal 26 que presentaba un mapa de medios que hacía creer que todo lo que se decía en la Argentina eran palabras de Clarín. Gracias Jorge. Por eso ahora sí tenes tu Martín Fie-rro de Oro. Te lo mereces.

Jorge, queremos que sepas que es-tamos de tu lado, aunque te enojes y digas que contribuyamos a la grie-ta, no porque seamos anti k o anti-macristas. No estamos con vos por tus investigaciones a Lázaro Baéz, a Dante Caputo o a Cristóbal López. Ni siquiera a Cristina o a Mauricio. Esta-mos con vos porque no queremos hablar de despidos, de convenios con Mc Donalds, de las políticas eco-nómicas que destrozan a las PYMEs, de la depreciación del salario, del recorte presupuestario a las univer-sidades, de la quita de impuestos a los yates y a la megaminería o de la visita de Cecilia Pando al Ministerio de Justicia. Gracias Jorge por no de-cir nada de esto en la entrega de los Martín Fierro.

Gracias Jorge, porque sos nuestro padre. “Piensen en hacer una carre-ra, no un éxito”, nos recomendaste en tu discurso, en el mismo en que agradeciste a Héctor Magnetto. Gra-cias Jorge, seguiremos tus conse-jos. Y algún día llegaremos a Clarín como vos. Hoy empezamos nues-tra carrera. Gracias Jorge, con vos aprendimos a crecer.

Fcontratapa