El Individuo y La Sociedad

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ÉTICA PROFESIONAL “5 TO INGENIERIA COMERCIAL” Catedrática: Lcda. Rosa Avilez Alumna: Daniela Aguirre EL VALOR DEL RESPETO HACIA SÍ MISMO Y HACIA LOS DEMÁS. QUÉ ES RESPETO: Es un sentimiento positivo que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa. Como tal, la palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’, ‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto. El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. En este sentido, el respeto debe ser mutuo, y nacer de un sentimiento de reciprocidad. Ahora bien, el respeto también debe aprenderse. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás. En este sentido, respetar también es ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia. RESPETO A SI MISMO El autorespeto es la capacidad de respetarse a uno mismo. Esto, que parece tan básico, es a menudo ignorado por muchas personas. Vivimos en una sociedad en la que no está bien visto estar

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ÉTICA PROFESIONAL“5TO INGENIERIA COMERCIAL”Catedrática: Lcda. Rosa Avilez

Alumna: Daniela Aguirre

EL VALOR DEL RESPETO HACIA SÍ MISMO Y HACIA LOS DEMÁS.

QUÉ ES RESPETO: Es un sentimiento positivo que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa. Como tal, la palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’, ‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto.El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. En este sentido, el respeto debe ser mutuo, y nacer de un sentimiento de reciprocidad.Ahora bien, el respeto también debe aprenderse. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás.En este sentido, respetar también es ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia.

RESPETO A SI MISMOEl autorespeto es la capacidad de respetarse a uno mismo. Esto, que parece tan básico, es a menudo ignorado por muchas personas. Vivimos en una sociedad en la que no está bien visto estar orgulloso de uno mismo. Se ve como “chulería” o arrogancia y se prefiere a la gente modesta que destaca sus defectos en lugar de sus virtudes.Pensad en vosotros mismos. ¿No os habéis sentido incómodos muchas veces al recibir un halago y habéis acabado casi disculpándoos y diciendo que vuestro triunfo ha sido causa de la suerte o de la casualidad? Actuamos así constantemente y no consideramos que respetarse a uno mismo, valorarse y estar orgulloso sea un buen valor.Sin embargo el autorespeto es muy importante en nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás. Para poder merecer y obtener el respeto de los demás, primero debemos respetarnos a nosotros mismos. La gente con baja autoestima suele faltarse el respeto continuamente, aunque sea de manera inconsciente, con sus continuos pensamientos negativos y las descalificaciones continuas a sus capacidades y aptitudes. Esto suele hacer que la gente que está a su alrededor tampoco les respete y está en la base de muchos problemas en las relaciones (por ejemplo, en el maltrato).Entonces, ¿qué debemos hacer para respetarnos a nosotros mismos? Aquí tenéis unas pequeñas pautas:

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Hay que darse cuenta de nuestras propias necesidades y valores y satisfacerlas. No debemos dejar siempre que queden en segundo plano para satisfacer a los demás. Se suele confundir la defensa de las necesidades propias con el egoísmo pero no es así. Tenemos el derecho, como todos los demás seres humanos, a que nuestras necesidades sean escuchadas y atendidas.

Hay que saber expresar los sentimientos sin culparse por ello. Estar enfadado o dolido por algo y decirlo no nos convierte en una mala persona.

Busca las facetas de tu personalidad o acciones que te hagan sentirte orgulloso de ti mismo, reflexiona sobre ellas y valóralas.

RESPETO A LOS DEMAS¿Qué significa tener respeto a los demás?Respetar a los demás significa no juzgarlos por decisiones de vida de la cual no formamos parte activa. Podemos, si así lo deseamos, alejarnos del lado de ellas si nuestra manera de ver las cosas con su manera de pensar no coinciden.Es muy importante tener la mente y corazón abiertos para conocer y entender los valores culturales, sociales y morales que definen a cada ser humano, donde el respeto mutuo, garantiza una forma armoniosa de convivencia. El respeto a los demás es una actitud permanente, de palabra y de hechos, y una forma de vida donde la sinergia juega un gran papel.Respetar es una actitud de ida y vuelta y para que se nos respete debemos empezar por el pilar fundamental, que es respetarnos a nosotros mismos.

¿Tener respeto a los demás es lo mismo que tener miedo?Se confunde a menudo respeto a los demás con miedo.Tener miedo, por ejemplo, a un padre, a un educador o a un gobernante y actuar para no enfadarlo, es callar y obedecer para no sufrir un castigo.Tener respeto a un padre, a un educador o a un gobernante, es valorarlo porque tiene una línea de vida coherente y es un espejo en el que nos gusta vernos reflejado, es la aceptación por la razón y el corazón.El miedo nos hace actuar en disonancia total entre mente y alma y quien infunde miedo, solo sabe imponerse por el temor. En cambio, quien vive coherentemente entre lo que dice y lo que hace, buscando su bien y el de los demás, genera respeto sin presiones, surge o sobresale por lo que trasmite, sin ninguna imposición.¿En qué puntos hemos de respetar a los demás?En todos. No hay ninguna fórmula que lo marque, y aquí volvemos a la sinergia.Hay una frase que me parece muy certera y es: "A quien juzgue mi camino, le presto mis zapatos". No se exactamente de quien es pero define en buena parte el significado de respeto a los demás.Para centrarnos y saber si tenemos una actitud respetuosa, lo mejor es que cuando vayamos a hacer o a decir algo a otra persona, pensemos de que manera nos gustaría oírlo si nos lo dicen a nosotros, y hacerlo de este modo. Seguramente comunicaremos con tranquilidad y sin hacer daño.Ser irrespetuoso, en cambio, se puede manifestar, muchas veces con un silencio que puede resultar mas doloroso que las palabras o con un no hacer, que puede llegar a ser mas destructivo que muchas acciones.La falta de respeto a los demás, en ocasiones, no viene acompañado de gritos, ni golpes, ni insultos, sino que se disfraza de sutil manipulación, quitando la libertad de elegir y decidir, por nosotros mismos.

¿Qué es lo que nunca debemos de hacer?

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No debemos nunca pasar la frontera que marca el espacio vital de los demás, ni permitir que traspasen la nuestra. Hay un espacio físico que es personal y que no debe ser invadido. Todos tenemos este espacio, donde no puede entrar nadie, sino está invitado.Nadie debe disponer de nuestro tiempo. Y pasa lo mismo con el espacio emocional, nadie puede traspasarlo ni ser transformado por las emociones de otros.Por ejemplo, si estamos disfrutando de una charla, tranquilos leyendo un libro o dando un reparador paseo, nadie que nos respete, va a interrumpir este momento. Cuando digo interrumpir, quiero que se entienda como avasallar y apoderarse de ese espacio vital, sin dejar otra opción y llevarnos a su propio terreno emocional.

EL VALOR DE LA AUTOESTIMA Y DE LA AUTO-REALIZACIÓN.

EL VALOR DE LA AUTOESTIMAEl valor del Autoestima es la suma de la confianza y el respeto, por uno mismo. La confianza como pilar fuerte, ya que es la creencia en sí para afrontar todo aquello que se va dibujando poco a poco, o lo que aparece repentinamente. Y el otro producto es el respeto, que funciona como enganche del valor que debemos darnos nosotros mismos, a nuestro propio yo interior. El autoestima puede ser una emoción que tenemos frente a nosotros mismos. Esta tiene dos fines completamente diseñados, que son:La habilidad y la fuerza para afrontar, comprender y superar los retos y problemas de la vida. El derecho al camino de la felicidad, es decir, el respeto y la defensa de nuestros propios intereses y nuestras propias necesidades.Los seres humanos necesitamos pilares, metas y valores para poder apoyarnos y agarrarnos en diversos momentos y circunstancias de la vida, y así mantener el valor del autoestima.Todo como ayuda para llegar a concienciarnos de nuestro valor, de nuestra propia dignidad, de nuestra capacidad, de la fuerza,…Con la finalidad de tener autoestima y de llegar a afirmarlo realmente y creérnoslo. Porque si no se llega al punto de esta capacidad, sería imposible poder respetarnos a nosotros mismos y enseñar al mundo que nos rodea a hacerlo. Por ello, la importancia de esta simple palabra, pero a la vez complicada y con muchos laberintos como es: El valor del autoestima.Pasos para subir el valor del AutoestimaEl valor del autoestima está situada como en una regla en la cual dicho punto, iría subiendo y bajando dependiendo de nosotros mismos y de todo aquello que nos influye.Nosotros mismos debemos escucharnos y para ello dedicar un poco de nuestro tiempo a nuestro valor del autoestima; para hacernos ver una serie de pasos que tienen función como justicia interior:* Reconocer nuestras cualidades: Pensar en todo aquello que nos sube, que nos hace ver lo que realmente sabemos hacer.* Cuidarse así mismo: Aprender a ser independiente y vivir sin tener que depender de nada ni nadie.* Aceptarte tal y como eres: Conocernos a nosotros, actuar y comportarnos como creemos y debemos, siempre que no dañemos a los demás.* Mantenernos en movimiento: Sentir que seguimos viviendo buscando nuestra vitalidad.* Aceptar los sentimientos: Intentar mantener un equilibrio entre todos los sentimientos que se nos vayan acumulando y produciendo, ya que la vida se ha inventado para disfrutarla.* Superar la vergüenza: Este como sentimiento nos puede hacer frenar mucho en nuestro camino y para ello debemos apartarlo poco a poco superándolo y superándonos para dejar correr nuestro autoestima.

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* Pensar en el mundo de colores: No nos hace ningún bien pensar solamente en dos colores, el blanco y el negro. Debemos ver más allá y valorar todos aquellos colores que se nos van presentando ya que son infinitos.* Alimentar nuestra salud física y psíquica: Debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente por igual.* Abandonar nuestra ira: En ocasiones podemos llegar a sentirla y así pausar y dañar nuestro valor del autoestima. Pero más que no llegar a sentirla o llegar a controlarla, sería a aprender a no sentirla.

EL VALOR DE LA AUTOREALIZACIONEl pensamiento griego ya podía concebir que el fin del hombre estuviera fuera de sí mismo o fuera trascendente, por lo cual todas las acciones humanas se realizan con un fin posible que a su vez se supedita a otros hasta llegar a un fin último tras el cual no hay ninguno más y que da la razón o justificación a los otros. Este fin último es la felicidad o eudaimonía, y para Aristóteles todos los hombres están de acuerdo en perseguirla, pero en desacuerdo sobre en qué consiste. Por eso propone que el fin del hombre o su felicidad es algo estrictamente individual y consiste en su autorrealización. Unos son felices haciendo dinero; otros, recibiendo honores y agasajos... Cada cual posee el secreto de su propia felicidad. Pero para eso hay que conocerse bien a uno mismo, claro está, y saber qué se quiere.Pero ¿qué buscan todos los hombres? Según Aristóteles, lo que buscan debe cumplir varias condiciones: Ser un bien perfecto, que se busca por sí mismo y no por otro superior a él, esto es,

que no sea trascendente. Que sea un bien suficiente por sí mismo, de manera que quien lo posea ya no desee

otra cosa. Que sea el bien que se consigue con el ejercicio de la actividad más propia del ser

humano, del ser hombre, según la virtud más excelente. Que este bien se consiga con una actividad continua.

Cada persona desempeña una función en su sociedad y para desempeñarla bien ha de adquirir virtudes que le ayuden a hacerlo. Pero si hay una función propia del ser humano como tal, la felicidad consistirá en ejercerla a lo largo de toda la vida y la virtud que ayude a ella será la más perfecta.Por otra parte, las acciones que tienen un fin en sí mismas son más perfectas que aquellas cuyos fines son distintos de ellas, porque en este caso los efectos son más importantes que las acciones. Por ejemplo, pasear o charlar con los amigos son acciones que se realizan por sí mismas, mientras que ir a un lugar determinado se hace por llegar a él. Las acciones más cercanas a nosotros mismos son las que nos hacen más felices, y nada hay más cercano a nosotros que nuestro propio pensamiento; la felicidad es contemplativa más que activa. Para lograr este tipo de felicidad son precisas según Aristóteles dos tipos de virtudes: las dianoéticas o de la inteligencia y las éticas o del carácter. Virtud dianoética es la prudencia, que constituye la sabiduría práctica y que casi siempre consiste en el justo medio o término medio entre el defecto y el exceso; así, por ejemplo, la virtud del valor estará entre la cobardía y la temeridad. Otro elemento es necesario para la felicidad: compartirla y vivir en una comunidad regida por buenas leyes. La ética exige, pues, la política.La ética de la autorrealización o eudemonismo se vio prolongada en la historia de la filosofía a través de la obra de Santo Tomás de Aquino y sigue vigente en la actualidad a través de la obra de Alasdair MacIntyre.

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BIBLIOGRAFIAhttp://revista-digital.verdadera-seduccion.com/valor-autoestima/http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=3374http://fortalecetuautoestima.com/blog/el-respeto-a-si-mismo-es-la-base-de-la-autoestima.html