El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la...

149

Transcript of El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la...

Page 1: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de
Page 2: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflictocolectivo, con las historias privadas de sus personajes de ficción: lasamistadesysuscontradiccionesydesencuentros,lafraternidad,elfestejo,lasolidaridad, los amores. Todos estos seres, rudos, escépticos, primitivos,llenosdefortalezaydeinocencia,marchandurantedíasatravésdeldesiertoysonarrastradosdemodoinexorablehaciaeltrágicodesenlacedelaGranHuelgadelosobrerossalitreros.

ebookelo.com-Página2

Page 3: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

HernánRiveraLetelier

SantaMaríadelasfloresnegrasePubr1.1

Titivillus24.08.17

ebookelo.com-Página3

Page 4: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Títulooriginal:SantaMaríadelasfloresnegrasHernánRiveraLetelier,2002Diseñodecubierta:ManuelOssandón

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2

ebookelo.com-Página4

Page 5: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Señorasyseñoresvenimosacontaraquelloquelahistorianoquiererecordar

«CantataPopularSantaMaríadeIquique»Letraymúsica:LuisAdvisIntérpretes:Quilapayún

ebookelo.com-Página5

Page 6: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

PRIMERAPARTE

ebookelo.com-Página6

Page 7: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

1

Sobreeltechodelacasa,recortadoscontralaluzdelamanecer,losjotessemejanunpardeviejitosacurrucados,vestidosdefracyconlasmanosenlosbolsillos.

Estáticos como figuras de veletas, y nimbados por un vaho de podredumbre,parecendormirhondamenteunojuntoalotro.Sinembargo,cuandodesdeelinteriorde la vivienda, por un forado en el techo, les son arrojados los primeros trozos decarnaza, enarcan nerviosamente sus cabezas coloradas y, emitiendo sus guturalesgruñidosdeavescarroñeras,sedanaunabarullosarapiñasobrelasplanchasdezinc.

Mientrasoyeel raspilleode lasgarras resbalandosobre lascalaminas,OlegarioSantana, aún en camiseta, termina de devorar su propio trozo de carne sangrante,acompañadodeunaporcióndecebollapicadacomoparapavo,comodicesuamigoDomingoDomínguez.Después, tras beberseun tachode té bien amargo, acerca elrostroalacocinadeladrillosyenciendesusegundoYolandadeldía(elprimeroselofumaenlacamayaoscuras).Acodadoenlamesadesnuda,dejapasarentonceslosminutosque faltan fumandoparsimoniosamente,mientrascontemplael rostrode lamujerdibujadoenlacajetilladecigarrillos.

A sus cincuenta y siete años, Olegario Santana nunca ha visto una mujer deverdad con un rostro tan bello como ése.Además, no entiende por qué diantres elsolo nombre Yolanda le trae la imagen de una mujer fatal, una de esas hembrasdesmelenadas de pasión que evocan los viejos en las calicheras mientras trituranpiedrasbajounsoltanardientecomosusdelirios.Laúnicamujerquehatenidoensuvida fue una viuda que conoció enAguaSanta, con la que vivió abarraganado sinpena ni gloria durante catorce años largos, y que hacía cuatro habíamuerto de labubónica, peste traída a Iquique por «el barco maldito», como llamó la gente al«Columbia», el vapor infectado.Lamujer, unamatronaboliviana diez añosmayorqueél,gordaydemalaliento,ydeunamansedumbremásbiensosa (fornicarconellanoeramuydiferentequehacerloconunaovejaaturdida), semuriósindejarlesiquiera la compañía de un recuerdo amable contra el cual acurrucar su pena dehombresolo.Desdeentoncesquenocomparteel ciliciode sucolchóndehojasdechoclos con nadie, y en el revoltijo triste de su casa desgobernada se cocinavoluntariamente al fuego lento de su soledad llena de polvo; meticulosa soledadahora último mitigada en parte por la compañía peregrina de sus dos jotesdomésticos,avechuchostanagriosysilenciososcomoélmismo.

Catalogadodehurañoyhombredepocaspalabras,nadieenverdadsabemuchodelpasadodeOlegarioSantana.Uncorvodeaceroqueusaparapelarlamechadelostiros, y que más de una vez ha empuñado en alguna pelea de trabajo —muchosaseguranporahíqueyasehadesgraciadoconmásdeuncristiano—,hacepensaralosdemáscalicherosquecombatióenlaheroicacampañadel79.Peroélnuncadicenadaalrespecto.Ytampocoperteneceaningunadelassociedadesdeveteranosdeguerraqueproliferanenlospueblosyenlasoficinassalitreras.Admiradocomouno

ebookelo.com-Página7

Page 8: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

delosmejoresparticularesdeSanLorenzo—nadielepuedecompetirconelmachode25 libras—, loúnicoque se levehacerdía adía es explotar, triturar, acopiarycargarpiedrasdecalicheconunaconsagraciónyunaporfíadepenitentemalodelacabeza. Pocas veces se le ha visto arrimado almesón de la fonda, y nunca en losbailesyveladasartísticasdelsalóndelaFilarmónica.Cuandobebelohaceencerradoensucasa.Tienedosotresamigospersonalesyunsolotrajedominguero:unternonegroencuyobolsillodelchalecoseextrañael relampagueode la leontinadeoro,adminículolucidocongranpavoneoporlospampinos.Nadiesabeenquésegastaloquegana.ElúnicomalbaratamientoqueseleconocepúblicamentesonloscuarentaYolandasquesefumaaldía,yquele tienenlosdientesysusnegrosmostachosdealambremanchadosdenicotina.

A las seis y media de la mañana, ya vestido con su cotona de trabajo y suspantalonesdediablofuerteencallapadosporloscuatrocostados,OlegarioSantanasecalasusombrerodepita,secuelgalabotelladeaguaalhombroysaletranqueandorumboalacalichera.Afueraelcieloyasehametalizadodeunazulopalescentey,ajuzgar por la calidez del aire y la luminosidad del amanecer, el día viene calurosocomoeldiantre.Alverloasomaren lacalle, los jotesemprendenelvuelodesdeeltechoylosiguenhaciaeltrabajoplaneandoenlentoscírculossobresucabeza.

La oficina San Lorenzo, del cantón de San Antonio, está conformada por elCampamentodeArribayelCampamentodeAbajo;y lacasadeOlegarioSantana,construida,comotodaslascasasdelosobreros,decalaminasaportilladasypalosdepinoOregón,estáubicadaenelúltimonúmerodelaúltimacalledelCampamentodeAbajo.Másallásóloseextiendelasoledadinfinitadelasarenasylailusiónfatídicadelosespejismosdeldesierto.

Apocodeadentrarseen lapampa, algo lepareceextrañoal calichero.Con lossentidos engrifados, se detiene a mitad de camino. Mientras gira lentamente encírculo auscultando señudo la redondela del horizonte, saca, enciende y exhala elhumogrisáceodeotrodesusYolandasarrugados.Elsilenciomineraldeloscerrosleresuenamásagudoquedecostumbre.Susoídosnopercibenelchirriardelasruedasde ninguna carreta calichera, y la sombra de ningún trabajador se recorta en lossenderos polvorientos. Tras una segunda pitada a su cigarrillo, rehace su camino,cavilante.Algono encajabien en la carretadel día.Depronto, casi llegando a lasprimeras calicheras, un grupo de hombres se le aparece desde unos acopios yrodeándoloymirándoloconrecelo,leespetamoshoscamentequesiacasoelasoleadodelcarajonosabíaqueayerenlanochesedeclarólahuelgageneralenSanLorenzo.«Ayer,martes10dediciembrede1907,añodelSeñor»,lerecalcamosguasonamente,porsielviejitodelosjotesnoestabaenteradonidelafechaenquevivía.

OlegarioSantananolosabía.Luegodeponerloal tantode loshechos, loconminamos,comoa todos losque

hallamos en la pampa esamañana, a que nos acompañara a recorrer las calicherasinstando a los demásoperarios a quepararan las faenasy se plegaran al conflicto.

ebookelo.com-Página8

Page 9: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

DespuésiríamostodosjuntosalaAdministraciónapediraumentodesalario.Queenestahuelganadiepodíatomarbalcón.Quemientrasmástumultovieraelgringodelcarajofrenteasupuerta,tantomejorparaelmovimiento.«Porconsiguiente,hastalosjotesnossirvenparahacernúmero»,dijo,mirandohaciaelcieloysoltandounaroncacarcajada,elmayorde loshermanosRuiz,operario reconocidopúblicamentecomounodelosmásindócilesyariscosdelaoficinaSanLorenzo,yqueestabaentrelosqueliderabanlahuelga.

Visiblementesorprendido,OlegarioSantanamiraaloshombresunoaunoyalacara.Salvoaalgunosquetrabajanenlascalicherasdeporahícerca,alamayoríalosconoce sólo de lejos. Aunque de él, por lo visto, sí saben, pues le han sacado acolaciónlosjotes.Calmosamente,entonces,dalaúltimapitadaaloquelequedadesucigarrilloy,refunfuñandoqueélnoesningúnguarisaporompehuelgas,secambiadehombrolabotelladeaguaysevaconellosarecorrerlascalicherasquefaltan.

Arriba, enel cielo,dejándose llevarcadavezmásaltoen lascorrientesdeairetibio,losjotescomienzanaalejarsehaciaelinteriordelapampaenbuscadecarroña,mientrassussombras,entrecruzándoseenelsuelo,vanrayando lablancura infinitadelasplaniciessalitreras.

FueunheladodíadejulioqueOlegarioSantanasehallóalosjotesenelinteriorde su calichera, cuando eran apenas un par de polluelos feos y enclenques. Porhacerleunabroma(debidoasunarizganchudayasucostumbredevestirsiempredenegro,algunos lo llamanel JoteOlegario), loscalicherosmásviejosse losdejarondentrodeunacajadezapatos,comoregalodeonomástico.EradíadeSantaAna.Él,unpocoporseguirles labromayotro tanto llevadopor lasmorriñasdesusoledadpenitenciaria,selosllevóasucasa.Primeroleshizounnidoenelpatioycomenzóadarles de comer con la mano. Para calmarles la sed embebía agua en motas dealgodónyseladejabacaerdeagotitasenelpico.Acontarporsuexiguoplumaje,las crías no tendrían entonces más de dos meses de vida. Después, ya un tantocreciditas,lasinstalóeneltecho,lespusoaguaenunlavatorioviejoy,porelagujerodeunacalamina,lescomenzóatirarpiltrafasdecarne,desechosranciosqueelgordocarnicerodelapulperíalevendíaachauchaelkilo.

Despuésdealgunosafanososintentosdevuelo,unamañanadesábado,alsaliraltrabajo,losjoteslosorprendieronalelevarse,alunísono,enunaperfectamaniobradedespegue.Deslizándoselivianamenteenelaire losiguieronhastaelmismotrabajo.Desdeentoncesycadadíade lasemanalospajarracos loacompañanensucaminohasta llegar a las calicheras. «Por allá viene Olegario», dicen los demás viejos aldivisar los jotesenelcielo.Porel restodeldía,mientrasélcumpleconsu jornadafragorosa,lospajarracossepierdendetrásdeloscerrosenbuscadealimento.Alcaerlatarde,alahoradelapuestadelsol,reaparecenparaacompañarlodevueltaacasa.EnlasocasionesenqueOlegarioSantanasequedaacopiandocalichehastamástardey llega a casa ya con noche, se halla a los dos jotes, uno junto al otro, instaladosimpávidamentesobreeltecho.Unatarde,luegodeunajornadaparticularmentedura,

ebookelo.com-Página9

Page 10: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

enqueademáshabíamuertounoperarioalcanzadoporunaexplosióndepólvora,elcalicherollegóenrabiadoyquisoecharlosapiedrazosdeltecho.Peroenmediodelatrifulcayelescándalodelosvecinos,lefueimposiblehacerlo.Losjotesseelevaban,revoloteabanunratoyluegovolvíanaposarseenlascalaminas,inmutables.«Ustedescomosumamá,pues,amigazo»lojorobarontodoelrestodelmessuscompañerosdecalichera.

Elrecorridodeloshuelguistasporlapampaesfructuoso.Enverdadlosoperariosnosehacenmuchoderogaryenmediodeunalegrechivateovanparandolasfaenasyuniéndosealgrupo.Amitaddelamarcha,entreelobrerajeacumuchado,OlegarioSantana se encuentra con dos de los pocos amigos que tiene en San Lorenzo. ElbarreteroDomingoDomínguez,queescasielúnicoquelovisitaensucasadevezencuando,yJoséPintor,uncarreteroconocidoentrelossanlorencinoscomounácratacrónico,«deesosqueleeneldiarioenlamesa»comodicenlosviejosenlapampa.ApenasDomingoDomínguezloveentrelamasadeoperarios,seacercasonriéndolecon toda su dentadura recién estrenada. Echándole su perpetuo aliento licoroso, lesecreteaquelanocheanteriorsehabíavistoenelCampamentodeArribanadamenosqueaJoséBrigg,elmásrenombradoanarquistadelaoficinaSantaAnaydetodoelcantóndeTarapacá.«Estovaenserio,compadreOlegario»,lediceporlobajo.

Cercadelasnuevedelamañana,yaconelsolchorreandoespesoenlafrentedecada uno, el tumulto de obreros que emergimos por el lado de las calicheras erasimplementeglorioso.Losbarreteros, loscarreteros, loschulleros, losfalqueadores,lospunteros,loscateadores,lossacaboneros,losparticularesytodoslospatizorros,oasoleados, como les decían a los que trabajaban en el cerro, enarbolando susherramientasdetrabajoyrugiendoenronquecidosquevivalahuelga,carajo,queyaestababuenodetantajodienda,quelacuestióneraahoraonunca,ingresamosenunasola tolvaneradepolvopor la calle principal de la oficina, rumboal edificiode laAdministración. El clamoreo de la huelga copaba el aire de las callejas de SanLorenzoysecolabaporlashendijasdelascasasdecalaminas,ysuestruendohacíaabrir puertas y ventanas por donde se asomaban mujeres y niños maravilladoshaciendo señas de adiós a los hombres que marchaban con aire resuelto en lainsurgenteprocesiónproletaria.

Reunidos en la explanada de la administración, sin dejar de gritar por nuestrasreivindicaciones,oímosdepronto—ynosquedamosarrobadosporuninstantedelaemoción tremenda— cómo se paraban las máquinas de la planta procesadora: loschancadores,loscachuchos,laspoleasrotatoriasycadaunodelosmotores,tornosyfresas de lamaestranza.Y luego, de entre el silencio titánico de los fierros, vimosemergerunasucianubedeoperariosdeexpresiónduraydecidida.Eranlostiznados,como les decían a los compañeros que laboraban en lasmáquinas. Unos viniendohacianosotrosconsuscaras,manosyropasennegrecidasdealquitrán,ylosotrosatorso desnudo, embarrados de pies a cabeza y caminando a tranco firme con susfragorososcalamorrosdecuatro suelas superpuestas.Ahí estaban losderripiadores,

ebookelo.com-Página10

Page 11: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

los torneros, los herreros, los chancheros, los acendradores, los canaleros, losarrinquinesyhastalosmatasapos—ensumayoríaniñosdeedadescolar—,gritandotambién,acoroymanoenalto,quevivalahuelga,carajo;queaquíestamosjuntoaustedes, hermanitos. Y hasta las últimas consecuencias. Exaltados y conmovidos,sentíamoscomosienvezdesangrenoscorrierasalitreardiendoporlasvenas.

Lapolicíaylosserenosdelaoficina,esbirrosdelgringoTurner,sinpoderhacernadaanteel tumultoenardecidodetrabajadores,sólose limitabanaobservardesdelejosyatomarnotamentalmentedenuestrascaras.ÉramosmásdeochocientosloshuelguistasreunidosentornoaloshermanosRuiz,quenoparabandearengarnosydarnosánimosparaquenoentregáramoslaorejaalcapitalismo,compañeritos;queloquepedíamoserajusto,queyaerahoradeponercotoalaexplotaciónyalarapiñasincontroldelosoficinerosabusadores.Mientrasnosotros,eufóricosyvociferanteshasta la afonía, asentíamos a grito pelado enarbolando palas, machos, barretas ymartilloscomolasmásnoblesbanderasdelucha.

Sedecíaque loshermanosRuizhabíanoídohablarunavezadonLuisEmilioRecabarren en el puerto de Tocopilla y que ahí se les pegó el espíritu de larevolución. Y habían sido ellos, sin tener ninguna experiencia en movimientoslaborales,losqueplanearonlahuelga.Sinseragitadoresdeprofesión,nilogrerosniholgazanes ni inmorales —como catalogaban los salitreros a todo el que osaralevantarlavozparareclamarsusderechos—,sinounossimplesoperariosexplotados,igual que todos, habían llevado el trámite del conflicto con tanta convicción y demanera tan silenciosa, que inclusomuchos de nosotros, los trabajadores, lomismoque la jefatura de la oficina, habíamos sido sorprendidos en gran manera por lanoticia.

Y es que hacía tiempo que los obreros de la pampa veníamos realizandopeticionessalarialesysociales,nosóloenSanLorenzosinoqueentodaslasoficinasde todos los cantones de la pampa de Tarapacá.Y siempre habíamos recibido porúnicarespuestaeldespreciodelosadministradores,eldespidoinmediato,sinningunaclasedecontemplacionesporlafamilia,yunarepresiónsiniestraparaloscabecillasde la rebelión, como llamaban ellos al acto legítimo de pedir aumento de salario.Ahoralacosaeradistinta.Sesabía,porlosdiariosdeIquique,quevariosgremiosdeembarquede esepuerto salitrero se habíandeclarado también enhuelga.Demodoqueyanoéramoslosúnicos.Yesquesilacarestíadelavidaproducidaporlabajadelamonedaeramaloparaelpaísentero,paralospampinosresultabaangustianteynefasto.Elcambiodelalibraaochopeniquesnoshabíarebajadoelsueldoencasiuncincuenta por ciento, mientras que en las pulperías, de propiedad de los mismosoficineros,elpreciodelosartículoshabíasubidoaldoble.¡Siunasolamarraquetadepancostabaunpesoenterito!¡Osea,lacuartapartedelsalarionuestrodecadadía,paisanito,porlaporongadelmono!

Y todo eso le dijimos al gringo Turner cuando, luciendo botas de montar, sucachimbaentrelosdientes,yciñendosucucalecodesafariquenosequitabanipara

ebookelo.com-Página11

Page 12: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

tomareltédelascinco,sedignóaencararnosenelporchedeledificio.Resguardadopor el serenomayor que nos apuntaba con su rifle,mientras el calor delmediodíahacía crepitar las calaminas, elgringonosoyócomoseoyen ladrar losperros a ladistancia.Endureciendoaúnmásladesdeñosaexpresióndesurostromofletudo,sindejardemasticar su cachimba, con su jodidoacentoextranjero,nosdijo loqueyasabíamosdeantemanoquenosibaadecir—lomismoquedecíansiempretodoslosadministradoresde todas lasoficinascadavezque losoperariosseatrevíanapediralgunasmejoras salariales—: que él no estaba autorizado para esosmenesteres debeneficencia;quedebíaconsultaralagerenciacentralenIquique;quemañana,otalvezpasadomañana,nospodríadarunarespuesta.Sólotalvez.

ebookelo.com-Página12

Page 13: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

2

Porlanochedeesemiércolesmemorable,conunabotelladeaguardientebajoelbrazo,yauntantopasadodecopasyelánimocaldeadoporlajornadadeprotesta,elbarreteroDomingoDomínguezseapareceporlacasadesuamigoOlegarioSantana.Que viene a prevenirlo, le dice gravemente, mientras llena dos vasos de vidriograsiento, los únicos que hay en la casa. LaAdministración ha echado a correr elrumordequeelpleitolaboralseharesueltoy,porlotanto,todoelmundodebíadesalirnormalmenteasuslaboresmañanaporlamañana.Quenohayquehacercasoalosembustesdeesegringopiturriento,lediceelbarretero,pronunciandolasesesconungraciososonidosibilanteproductodesuprótesisdentalaúnnoajustadadeltodoyquetienequeadheriracadaratoalcielodelabocapresionandoconlospulgares.YporqueyaseesperaquelarespuestademisterTurnerseránegativa,comocadavezqueselehapedidoaumentodesalario,ungrupodeoperariosdelosmáscercanosaloshermanosRuiz,sehabíaacabildadoenunacasadelCampamentodeArriba,endonde, por unanimidad, se acordó partir mañana temprano a recorrer las oficinassalitrerasaledañas.Quehayqueconvenceratodoslosobrerosparaqueseunanalahuelga, carajo; que incluso se están pintando carteles con los pedidos y lasreclamacionesmásimportantes,ytodoelmundoestádispuestoaarmarlagordaenlapampamarchandoconbanderas,bombos,tamboresyplatillos.

—¡Lamechaestáprendiendoqueesungusto,compadreOlegario!—sesobalasmanosdecontentoelbarretero.

Ylecuenta,además,queparaeldomingopróximoseestáprogramandoungranmitin en el pueblo deZapiga, para hacerle llegar al Presidente de laRepública unmemorialendondeseleexponeendetallelacríticasituaciónqueafectaalosobrerosdelsalitre.«Lapampaporfinselevanta,amigomío».Yseponedepieélmismo,ycongranpompainvitaaOlegarioSantanaabrindarporeléxitodelahuelgayporeladvenimientodedíasmásjustos.

—¡Ah, si sólo estuviera aquí don Luis Emilio Recabarren! —farfullacompletamente exaltado Domingo Domínguez, relamiendo sus finos bigotitos denievetraslagorgorotadadeaguardiente.

Luego, mientras Olegario Santana, mesando sus cabellos quiscosos, se quedaabsortocontemplandosucajetilladecigarrillos,DomingoDomínguezleenjaretaundiscursodemediahorasobre labiografíadelgrancaudillode losobreroschilenos,incluyendo, persecuciones, encarcelamientos, escarnios y atentados a su vida. Laperorataestanenrevesadaysuamigoyatienelalenguatancocidaporelaguardiente—sinmencionarelescollodesuprótesisdental—,queloúnicoqueOlegarioSantanasacaenlimpiosondoscosas:uno,quedonLuisEmilioRecabarrensehallaasiladoen la vecina República Argentina, para evitar la sentencia de 541 días de cárcel,dictadaporlosTribunalesdeJusticiaenelprocesocontralaMancomunalObreradeTocopilla, que él dignamente presidía; y dos, que este gobierno, compuesto de

ebookelo.com-Página13

Page 14: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

cabronesybellacoslangucientos,estávendidosinremedioalcapitalismoeuropeo.Delgadoypálidocomopantruca,bigotilloscanosos,elsombreroPanamáechado

haciaatrásyelánimosiemprecanoro,DomingoDomínguez,consuscincuentaydosañosdeedad,esunodelospersonajesmáspopularesdeSanLorenzo.Porunasolavezquehabíasubidoacantar—comosimplerelleno—unamarineraenunadelasveladas culturales de la Filarmónica, el barretero gusta de presentarse a sí mismocomounartistadelbelcanto.Acariciandoelanillodeoroque llevaeneldedodelcorazón,mientrassecurvaenunagrácilreverenciademinué,diceentonoengolado:«DomingoDomínguez,chansonierdeSanLorenzo».ApartedesersocioactivodelCuadroArtísticodelaFilarmónica,DomingoDomínguezesSegundoDirectordelaSociedad de Veteranos del 79 de la Oficina San Lorenzo, Portaestandarte de laCofradíade laVirgendelCarmen,PresidentedelaComisiónOrnatoyAseodelasFiestasPatriasymascotaoficialdelequipodefoot-balldelosbarreteros.Estoúltimo,mercedasureconocidabuenasuertequeyaibaadquiriendovisosdeleyendaentrelosobrerosdelascalicheras:yaerancuatrolostirosechadosquelehabíanestalladoenlospiques,ydeloscuatrohabíasalidoileso.«Ustednacióenjuevessanto,amigoDomingo»,lediceavecesOlegarioSantana,enunadelaspocaschanzasqueseleconocen.

Ademásdesolteroempedernido,DomingoDomínguezesunreconocidobebedordecantina.Perodeesosqueenningúnmomentopierdenlaflemaylasonrisa.«Yosoy bebedor; no borracho», dice con una dignidad teatral, mientras se manda algaznateunatrasotra lascopasdeaguardiente.EnroladoaúltimahoraenlaGuerradelPacífico,susamigoslojodenconquesuúnicamisión,enlaúnicaescaramuzaenqueparticipó,consistióenprepararlesla«chupilcadeldiablo»alossoldadosdesutrincheraantesdesaliracargarconbayonetacaladacontraelenemigo.YesqueelsoldadorasoChumingoChumínguez,comoledecíanenelbatallón,eraelúnicodelatropa que sabía mezclar la porción exacta de pólvora y aguardiente con que searreglabaelmíticobrebaje.

Alacabarselabotelladelbarretero,OlegarioSantanaabreunadelassuyasparaseguir la conversa. O más bien para seguir oyendo el monólogo seseante de suhistriónicoamigodecalichera.Eneldesordendesvalidodelahabitación,bajolaluzpobre de un chonchón de parafina, un rosario de botellas llenas, vacías y amediovaciarrelucentristesysonámbulasdiseminadasporloscuatrorinconespolvorientos.En la piezadondedeparten, quehacede comedory cocina, nohay cuadros en lasparedesnicortinasenlaventana.Todoelamobladoconsisteenlamesadesnuda,lasdosbancasdepalobrutoenquesehallansentadosyunaanchamecedorademimbreblanco varada a un costado de la pieza, junto a la ventana. La mecedora, vieja ydestejida,ycomofueradelugar,habíasidoelúnicotrastoquelabolivianadealientopodrido aportó al amancebamiento.Al fondo, recortadapor la penumbramovedizadel chonchón de parafina, la cocina de ladrillos semeja un oxidado animalprehistórico echado sobre el piso de tierra. Junto a la cocina se ve una barreta de

ebookelo.com-Página14

Page 15: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

fierro, undurmiente amediopartir, una tinajade aguayun lavatoriode loza tododesconchadoendondeOlegarioSantanaselavapresaporpresa,alirseyalllegardeltrabajo.

Enunmomentodesilencio,cuandoDomingoDomínguezestáapuntodedecirque parece que pasó un ángel, compadrito, se oye el raspilleo de los jotes en lascalaminasdel techo.Elbarreterosemandaalgaznateelúltimorestodelasegundabotella y, tras pasarse la manga por la boca, le pregunta al calichero, con unadesaforadaexpresióndeascoenelrostro,queporquécrestasnomatadeunavezportodasaesospajarracosinmundos.Queasí,conesosjotespiojososcagandosobreeltechodesucasa,novaaencontrarrenuncaaningunamujercitaquequieravenirseavivirconél.

—Yameacostumbréaellos—diceOlegarioSantana.Y con pausado acento meditabundo, sin despegar la vista de la cajetilla de

cigarrillos,agregacomoparasíquelos jotes lehansalidomásfielesquecualquiermujerqueélpudierahallarporahí,consuerteunpocomejorparecidaqueellos.

—LasYolandassóloexistenendibujos,compadre—diceDomingoDomínguezen tono doctoral. Y enseguida le sale con la chunga de que, al fin y al cabo,compadre,hastalasmujeresmáslindasyarrelingadasenelinstantedelamorcolocanojosdegallinaponiendo.

Amedianoche,cuandoDomingoDomínguez,entonandounapolkitademoda,yasemarchaasupiezadesoltero,OlegarioSantanaledicequealamañanasiguientenopodráacompañarloalrecorridoporlasotrasoficinas.Aprovecharáelparolaboralparalavarsuropa.

—Yaestababueno,pues,compadre—leencajaelbarreterodesdelapuerta—.Sihastalosjotesestabanoliendomejorqueusted.

Demodoqueeljueves,luegoqueelgringorespondieraanuestropetitorioloquetodosyaesperábamos—quedelagerenciadeIquiquenosehabíaautorizadoningúnaumentoenlossalarios—,unnumerosogrupodehuelguistas,acaudilladossiempreporloshermanosRuiz,marchamosapiehacialaoficinaSantaLucía,lamáscercanadetodas.Portandobanderasycartelesescritosconcalytrozosdecarbón,íbamosapedirapoyoparanuestracausa.Unavezallí,peseaquedeprimeraelAdministradorse quiso engallar e impedirnos la entrada al campamento —nosotros íbamosdemasiadodecididos comopara echar pie atrás—, luegode conferenciar y discutirfuerteconlosoperarios,conseguimosquelamayoríaabandonarasutrabajo,pararanlasmáquinasyseunieranalahuelga.Después,laprocesiónseprolongóhaciaotrasoficinasaledañas,engrosándosecadavezmásconlagentequesenosarrejuntabaporelcamino.Ennuestroarduorecorridopor lapampa logramosapagar los fuegosdeseis oficinas: Santa Lucía, La Perla, SanAgustín, Esmeralda, Santa Clara y SantaAna. Entre todas ellas totalizaban más de dos mil obreros comprometidos. Nossentíamos inflamados de orgullo. De un día para otro, nuestro movimiento dereinvindicaciónproletariatomabaunafuerzainesperada,seconvertíaenunodeesos

ebookelo.com-Página15

Page 16: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

gigantescosremolinosdearenaquediariamentecruzabanlasllanuraspampinas.Erapor fin launiónde los trabajadores salitrerosque esperábamosy soñábamosdesdehacíaaños.

Elviernesporlamañana,DomingoDomínguezyJoséPintorllegantempranitoala casa de Olegario Santana. Vienen acompañados de Idilio Montano, un jovenherramenteroqueenseptiembre reciénpasado,durante lascelebracionesdeFiestasPatrias, sehabíahecho famosoenSanLorenzoporhaber resultadocampeónen lacompetenciadevolantines.Conuncometablancoquellevabalacabezadeunpumaen su centro, y el hilo curado con colapí y vidrio molido, Idilio Montano habíamandadoalaspailasacuantocontendienteselepusopordelanteenlascomisiones.El joven, de rostro aindiado y aspecto lánguido, es el único herramentero de lascalicherasconelqueOlegarioSantanacruzaalgunaspalabrascuandollegaareponerlasherramientas.

Apertrechadosdesusrespectivasbotellasdeaguayalgunoscuerosdeanimalesparaecharseadormirporlanoche,losamigosvienenabuscaralcalicheroparaquelosacompañeenlaempresa.LaordendeldíaespartirdeinmediatohaciaelpueblodeAltodeSanAntonio,puessehacorridolabolinaqueelIntendentedelaProvinciasubiríaaconversarconloshuelguistasparaverlaformadedarlesoluciónalpleito.Que gente de todo el cantón estámarchando hacia el pueblo. «¡Esto agarra vuelo,hermanito!»,lediceneufóricoslosamigos.

Idilio Montano, tratándolo respetuosamente de don, le informa que como esviernes trece, muchos pampinos supersticiosos habían querido suspender lasactividades por ese día, pero que el conflicto ha seguido su curso contra todos losmalosvientos.Yqueinclusosesabedeoficinasdeotroscantonesquesehanplegadoa la huelga. Como Olegario Santana no termina de mostrarse muy convencido,DomingoDomínguez,enuntonitodisplicenteysobajeandosuamazacotadoanillodeoro,leadviertequeSanLorenzoseestáquedandovacíodehombres;queungrupodemujeres,deesasmatronasfornidasydearmastomar,sehanconcertadoparabajarlelos pantalones en público a todos esos «monigotes amajamados» que se estánhaciendo los lesosenel campamentoyaúnno sedecidenaplegarsea lahuelgaypartiraAltodeSanAntonio.«Demodoquelomejorquepuedehacer,compadritolindo,esempilcharserápidamenteyvenirseconnosotros».ElcarreteroJoséPintor,quesiempreandamasticandounpalitodefósforoounaastilladecualquiercosa,sesacalaramitadeescobaquellevaahoraenlaboca,escupeporelcolmilloyledicequeeslapuritaverdad,pues,Olegario,hombre.QuelaoficinaSanLorenzoseestáquedando desierta; que incluso muchos operarios de los más decididos, estánpartiendoalpuebloacompañadosdesusmujeres,desucarnadadehijosyhastadesusperrosygatos.

Consumesuradeanimalsolitario,OlegarioSantanaalfinsedecideydicequeirásóloporacompañarlosaellos,peroqueélnocreequeselogremuchocontodoesefrangollo.Comosusamigosvanvestidosdechutes,seponesutrajenegrodelos

ebookelo.com-Página16

Page 17: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

domingos, se echa algunas lonjas de charqui al bolsillo, se asegura con una buenaprovisióndecigarrillosysecruzasubotelladeaguaalpecho.LacaminatahaciaAltodeSanAntonioessólodeseishorasatravésdelapampa,ysesuponequeyamañanaestarán de vuelta. Tras pasar por el Escritorio a cambiar un puñado de fichas, losamigosemprendenlamarchahaciaelpueblo,siguiendoladireccióndela líneadeltren.

A la salida del campamento se unen a un grupo de huelguistas que marchanportando carteles y haciendo flamear banderas chilenas, peruanas, bolivianas yargentinas. Provocando una bullanga de los mil demonios con pitos, cornetas,tamboresytarrosdemanteca,lacolumnamarchaguiadaporoperariosquegritansusconsignasydemandasa travésdegrandesbocinasde lataconfeccionadasporellosmismos.Yaenplenodescampado,seencuentranconotrascaravanasdehuelguistasprovenientes de distintas oficinas y cantones. En algunas los marchantes vancantandoparadarseánimos,y,enotras,lasquevienendeoficinasmáslejanasyquehanpasadolanocheenteracaminandoapampatraviesa,hombresymujeresmarchanensilencio,consushijosmáspequeñosaupadossobreloshombros.Loscartelesqueenarbolanencadaunade lascolumnascoincidenplenamenteen lasreclamaciones.Estánlosquepidenelcambioa18peniques,losqueexigenlaabolicióndelasfichas,losquereclamancontralospulperos,losquedemandanlibertaddecomercioenlasoficinas,protecciónenloscachuchos,másmédicosporcantonesyescuelasparaloshijos.

OlegarioSantana,quenohaabiertolabocadesdequesalierondeSanLorenzo,yquepesealcalordelapampaeselúnicoquenosehaquitadoelpaletónegro,sefijade pronto en el cartel de cartón que alguien le ha pasado al joven herramentero.«Exigimosserenosnacionales»,diceelletrero,haciendomenciónalhechodequelamayorpartedelosserenosdecampamentosonextranjeros,gringosvenidosamenosquetratancomoaperrosalosoperariospatrios.Todosenlapampa,másdealgunavez,habíansufridoencarnepropialosatropellosdeesosverdugosdecorazónnegro,cuyodeportefavoritoconsistíaenmandaralcepoalobreroquesepasabadecopas,quitarle a lasmujeres losobjetosquenohubiesen sidocomprados en laspulperías(«contrabando»lesllamabanaesosartículosloszanguangosdelcarajo)yazotarsinascoa losmercachiflesqueseatrevíanasaltar losmurosde loscampamentosparavendersusmercancíaspuertaapuertaenlascasasdelosobreros.OlegarioSantana,quetambiénhapasadolassuyasconunserenodeAguaSanta—undíatuvolamalaocurrenciadereclamarporunacarretadadecalichequelehabíasidorechazadaporbajaleyyqueluegofuebeneficiadasinpagársela—,seacercaaIdilioMontanoyledicequesevayaconcuidadoconloquepidesucartelito,quequiénleaseguraaélqueconserenosnacionaleseltironolespodríasalirporlaculata.

—No hay peor verdugo para un pililo que otro pililo uniformado —le dicesentencioso.

—Algo así como «cría jotes para que se yanten tu carroña»—tercia, guasón,

ebookelo.com-Página17

Page 18: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Domingo Domínguez. Y apuntando hacia una bandada de jotes que planeanimpasiblesenlasalturas,dicequeseguritoqueentreellosdebenestarlospajaritosdeOlegarioSantana.

José Pintor, que hace rato viene conversando y renegando de Dios y de losreligiososconunasoleadodelaoficinaSantaClara,seacercajustoenelmomentodelcomentariodeDomingoDomínguez.

—Nuncahesabidobiensilosjotesseparecenaloscuras,oloscurasalosjotes—diceentonohosco,sacándoseelpalitodelabocayescupiendoespumilla.

Idilio Montano, que todo lo compara con volantines y cometas, diceamistosamente que los jotes de don Olegario vienen a ser algo así como susvolantinessinhilo.

—¿Noleparece,don?El calichero, haciéndose visera con las manos, se pone a mirar la derechera

infinitadelalíneaférreaynodicenada.LoquehaceencambioessacarunodesusYolandasarrugados,estirarlounpocoyencenderlodisplicentemente.Todavíaquedanunascuantashorasdecaminatayporelmomentoélyahahabladodemasiado.

ebookelo.com-Página18

Page 19: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

3

Desdeloscuatropuntosdelapampalamuchedumbredehuelguistasiballegandoa Alto de San Antonio en largas caravanas polvorientas. El pueblo bullía deanimación. Entre el tumulto de gente hormigueando por las calles, se podían leerletrerosconlosnombresdeoficinascomoLaGloria,SanPedro,Palmira,Argentina,San Pablo, Cataluña, Santa Clara, La Perla, Santa Ana, Esmeralda, San Agustín,SantaLucía,Hanssa,SanLorenzoydeotrasquealgunosnisiquieraconocíamos.Yasí mismito nomás era. Porque entierrados de pies a cabeza los huelguistasllegábamoscantandoygritandonosólodeoficinasdelcantóndeSanAntonio,sinodecadaunode loscantonesde lapampadelTamarugal.Yel torrentedegentenoparaba. La huelga había prendido en la pampa como un reguero de pólvora («Ypólvora de la buena, compadritos» dice eufórico Domingo Domínguez caminandoentreelgentío).Aojodepájaro,éramosmásdecincomillospampinosaglomeradosen las calles del pueblo, avivando la huelga. Hombres de distintas razas ynacionalidades, algunosde los cuales nohacíamucho se habían enfrentado enunaguerrafratricida,seuníanahorabajounasolayúnicabandera:ladelproletariado.Yera tanta la efervescenciade lagente, que losmedrosos chinosde losdespachosytiendas de abarrotes, y los macucos dueños de las fondas y cantinas del pueblo,habían cerrado con trancas y sólo atendían por la puerta chica. Y mientrasesperábamos el arribo del señor Intendente, y los obreros seguían llegando encolumnasporloscuatrohorizontesdeldesierto,espontáneosoradorescomenzaronatrepar resueltamente al kiosco de música en la plaza, o a encaramarse sobre laplataformadeloscarrosenlaestacióndelferrocarril,endondehabíamoslevantadocampamento, para improvisar encendidos discursos que hablaban de justicia yredenciónsocial,discursosquenosinflamabanelespíritudelanecesidadurgentederomper cadenas, quitar vendas y liberarnos de una vez y para siempre del opresoryugo capitalista. Con voz de profetas desatados, estos arengadores vaticinabanelocuentesyrotundossobrelobrillantequeseveíaemergerelsoldelporvenirenelhorizontedelproletariado.Yeralindoparanosotrosoírtodoaquelloyvernosunidospor primera vez en pos de las reivindicaciones tanto tiempo esperadas. Eraemocionantehastalaslágrimasveralosoperariosdelapampaunidoscomounsolopueblo,comounsolohombre,luchandoencontradelmismoycomúnenemigo:losrapacesoficinerosquenosexplotabansinescrúpulonimoralalguna,y,porsupuesto,sinningúncontroldelEstado.

—¡Esto es histórico, compadrito Olegario! —dice casi gritando DomingoDomínguezentreelbullicioylapolvaredadelgentío.

—¡Lagringadasedebeestarcagandodesusto!—exclamaasuladoelcarreteroJoséPintor.

Ymientrasambosamigoscaminanpalmoteandoysaludandoamediomundocongestosgrandilocuentes,OlegarioSantana,enmediodeellos,losmirasindecirnada.

ebookelo.com-Página19

Page 20: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

PerosepasaeldíaylahumanidaddelseñorIntendentenoseapareceporningúnlado.Alanochecer,mientrasJoséPintoreIdilioMontanobuscandóndecomprarpanycecina,OlegarioSantanayDomingoDomínguez,trasconseguiraduraspenasunabotelladeaguardiente,serecogenalaestacióndelferrocarrilendondequedarondeencontrarse.Allíenelcampamento,alrededordelasfogatashechascondurmientesdela líneaférrea,gruposdeoperariosbolivianosyperuanosseentretienentocandosus quenas y charangas, y cantando canciones de entonación tan triste como ellamentodelvientopampino.

Los amigos se tumban a la vera de un fuego endondeun anciano ciego recitapoemaspopularesencontradelaexplotaciónobrera.Alguiensentadojuntoaellos,un hombrón de mostachos desorbitados, campante y parlero como él solo, lescomienza a contar que el cieguito de los versos combatientes fue barretero en laoficinaSantaClara,endondeperdiólavistaalexplotarleuntiroechado.

—SellamaRosarioCalderón—diceelhombre—,igualqueelfamosopoetaquepublicasusobrasenElPuebloObrero,eldiarioquehastahacepocosellamabasóloElPueblo, comoustedesdeben saberlo; el que fue incendiado intencionalmente enjulio del año pasado, cuando su dueño eraOsvaldo López, ese gran hombre de laprensaobreraque,ademásdeluchadorsocial,hasidoartistadecirco,actordeteatro,pianista, poeta, columnista y redactor de diarios. Elmismo que escribió la novelasocialista Tarapacá, que, como ustedes deben saberlo, enjuicia al clero y a laoligarquíayseadelantaeneltiempoaestegransueñodeunidadque,ahoramismitoestamosviviendolostrabajadorespampinos.Unhombreperseguidoporlossectoresoligarcasdeestepaís,quehasufridoasaltosyatentadosasuvidayquehacesólocosadeunañofueprocesado jurídicamenteporcriticaralobispode lazona,el talmonseñorCárterque,comoustedesdebensaberlo,seoponíatenazmentealaLeydeEnseñanzaObligatoria.

—¿Noeselmismocuraquedicequelosniñospierdeneltiempomiserablementeestudiando?—intervieneJoséPintor.

—¡SumismísimaEminencia!—respondeprestoelhombre.Y,casisinrespirar,continúadiciendoquecomoElPuebloObrerohabíasidopor

derechopropioeldiariode los trabajadores,eraahídonde lospampinosmandabanlasporradasdeversosa lohumanoydivino.Yqueeratal laabundanciadepoesíaquellegabaalaredacción,queelpropiodiario,comoustedesdebensaberlo,sevioenlanecesidaddeescribiruneditorialendondesepedíaalosminerosqueporfavorfrenaranunpocosusimpulsoslíricos,pueslaimprentaestabarecibiendodemasiadosproductos de ingenio agreste, en donde, a decir verdad, la mayoría de los versosparecían tirados de lasmechas.A cambio se les pedía que enviaran noticias de lapampay,porsupuesto,susreclamacioneslaboralesysusquejassociales.Siempreycuando,claro,todasesasquerellasfuerandebidamentejustificadas.

En el momento en que el hombrón de los mostachos gigantes toma aire paraseguirhablandodecosasqueellos«debíansaber»,yelpoetaciego,consuscuencas

ebookelo.com-Página20

Page 21: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

vacíasbañadasenlágrimas,declamaconvozdoliente«Soyelobreropampino/porelburguésexplotado;/soyelpariaabandonado/queluchaporsudestino;/soyelquelabróelcamino/desupropiodeshonor/regandoconsusudor/estaspampasdesoladas;/soylaflornegraycallada/quecrececonsudolor…»,unjovendeSanLorenzo,bienvestidoyreciénpeinado,seacercaysaludaefusivamenteaDomingoDomínguez.

—Éste es Lucas Gómez —le dice el barretero a Olegario Santana,presentándoselocongranpompa.

Yentonosocarrón,agrega:—ÉltambiénesartistadelaFilarmónica.Eljoven,trasextenderlelamanoaOlegarioSantana,lesdicequelodelasubida

del Intendente al pueblo no ha sido más que una patraña, y que la gente andapregonandoenfervorizadaquelomejorerabajaraIquique;quedeahoraenadelantenohabíaqueaguantarquenadiesevinieraareírdelospampinos.

Despuéslespreguntasitienendondedormir,porquesino,losinvitaaquedarseenellocaldelaescuela,dondevivesumadre.

—Ellaeslapreceptoradelpueblo—dice.Loshombresleagradecenelgesto,peroquenosemolesteporellos;lanocheno

estámuyheladayhandecididodormir enalgunode los carrosde carga.Después,cuandoeljovenseretira,DomingoDomínguezleaclaraaOlegarioSantanaqueenverdadelnombredelmuchachonoesLucasGómez.

—SellamaEliasLafertte—dice.YleexplicaqueéllollamaasídesdequeloviohacerelpapelprincipalenlaobracómicaDonLucasGómezqueelCuadroArtísticodeSanLorenzohabíaestrenadosólounosdíasatrás.

—Perocomousted,compadreOlegario—leespetasemiserioelbarretero—,nofrecuentamucholossalonesdelaFilarmónica,notieneideadeloqueocurreenelmundodelarte.

Mientrastanto,ensurecorridoporelpueblobuscandoqueenalgúndespacholesvendieran algo «para apaciguar la lombriz», el carretero y el herramentero seencuentran a bocajarro con una señora que había sido vecina de José Pintor en laoficina San Agustín, antes de que el carretero se quedara viudo. Se saludanefusivamente.Añosquenoseveían.Laseñoraandaacompañadadesusdoshijosydeunacomadrequeviveenelpueblo,encuyacasa,explica,estánpernoctandoporhoy.Sushijos,unniñoyunaniñaquepresentaconmuchoorgullo,sonJuandeDios,de doce años, y Liria María, de dieciséis. Los ojos claros y lanceolados de lamuchacha,ysupieldeunablancurararaenlapampa,fulminandeinmediatoaIdilioMontano.Nuncaensuvidahavistounaniñamáshermosa.

Tras presentarse tartamudeante, con la sangre de su cara encendida, el jovenvolantineronohalladondeponersusmanosestorbosasnidondeposarlamiradadesusnegrosojosdehuérfano,encandiladosdepasión.

La vecina de José Pintor, que se llamaGregoria Becerra, y que es oriunda de

ebookelo.com-Página21

Page 22: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Talca, lespreguntasi tienendondepasar lanoche.Elcarreterosequitaelpalitodeentrelosdientesy,cuidandodenoescupiranteella,ledicequepiensanhacerloenlaestación de trenes. Entonces, la comadre, una mujer de aire sigiloso y modalesafables, que viste una especie de hábito conventual, se presenta cortésmente y losinvita a dormir en su casa.Cuando José Pintor se lo agradece en el alma, queridaseñora,peroquesoncuatrolosamigosqueandanjuntos, lamujerrespondequenohay mayor problema, que tiene libre una habitación lo bastante grande en dondepodríanperfectamentetirarsuscueros.

—Puesnosehablemásdelasunto—diceGregoriaBecerra,decidida—,vamosabuscaralosotrosdospampinosyyaestá.

En la estación ferroviaria, Domingo Domínguez, sonriente y encantador comosiempre,aceptalainvitacióndeinmediato.MientrasqueOlegarioSantana,untantocortado,sóloatinaahacerungestoconlacabezaenseñaldeasentimiento.Élnoestáacostumbradoarecibirtantaamabilidadhaciasupersonay,además,lavozfrancayla prestancia jovial de la señora Gregoria Becerra, lo conturban sobremanera. Nosabríaexplicarporqué,nidedónde,encuentraque lamatrona,depielblancayunconformadocuerporobusto,tieneunairesumamentefamiliar.

Cuando camino a la casa, Idilio Montano, que se había quedado rezagadoconversando con los hijos de la vecina, se reúne con ellos para presentárselos,Olegario Santana comprende de súbito ese aire familiar e inquietante que leencontraba a la madre. Pasmado, con el pucho cayéndosele de la boca, se quedamirandoalajovenfijamente.Cuandoalfinlograarticularpalabra,ledicealaniñaalgoquesóloelbarreterocomprende:

—¿Poracaso,usted,nosellamaYolanda,señorita?Ella,sonriendonerviosa,dicequeno,quesellamaLiriaMaría.El resto del camino, Olegario Santana lo hace sin articular una sola sílaba ni

atenderunápicealaconversacióndelosdemás.Ceñudoyensimismado,sededicatodoeltrayectoamirardesoslayoalajoven.Alllegaralapuertadelacasa,antesdeentrar, enunmomentoenque lademásgente sedescuida, el calichero se acercaaIdilioMontanoylesusurraaloído:

—EsigualitaaYolanda.—¿QuéYolanda?—preguntaIdilioMontano.—Lamujerde loscigarrillos—diceemocionadoOlegarioSantana.Yextraesu

cajetilladeunbolsillodelpaletóyselamuestraaljoven.Quesefijebien,ledice,sisoncalcadas.Sóloquealaniñalefaltaelpuchoenlabocay,claro,esaexpresiónuntantodescocadadelamujerdelacajetilla.

IdilioMontanolomiraextrañado,peronodicenada.La casa a donde llegan es un barracón de adobes, de techos altos y paredes

gruesas,enteramentepintadoalacalysinningunaventanaalacalle.Antesdequeellaysumaridolacompraran,dicelacomadredeGregoriaBecerra,eralabodegadeunchinocomercianteen frutasquese fueavivira Iquique.En lavastanavede la

ebookelo.com-Página22

Page 23: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

vivienda,ademásdeunalargamesademadera,muysemejantea laqueapareceenloscuadrosde laÚltimaCena, seapreciaunaverdaderacolecciónde imágenesdesantos: unos moldeados en yeso, otros tallados en madera, y todos adornados deciriosyfloresdepapel.Alentraralrecinto,DomingoDomínguezmiraconsornaaJoséPintor.DetodosessabidoenlascalicherasdeSanLorenzolaecuménicatirriaque éste siente por los frailes, los curas y todo lo que tenga que ver con la SantaIglesia Católica; incluyendo, por supuesto, a los santos, fueran éstos pintados,modelados,talladosoparidosdemadre.

En tanto la dueña de casa enciende el fogón para «un tecito de yerbaluisa»,cuenta, enun suave acentode religiosa, que ella y sumarido, el que ahoramismoandaentrámitesenIquique,hancompradolacasonaconlaintencióndeponerunaescuela pagada. Pues la única escuelita del pueblo —dice la mujer, juntando lasmanos como si rezara—,noalcanzani para lamitadde losniños en edadescolar.Estosinmencionar lasescuelasde lasoficinasmáscercanas,yengeneralde todaslasde lapampa, endonde sóloeldiezpor cientode losniños tieneposibilidaddematrícula.

Luegode encender el fuego, la dueña de casa pide permiso a su comadre paramandara losniñosa comprarpanycecina. IdilioMontano,quepareceembrujadoporlosojosdeLiriaMaría,seofrecedeinmediatoparaacompañarlos.Quevayanaldespachodelaesquina,lesdicelamujer,elchinoLoPi,másconocidocomoelchinoLópez,esunviejocaserosuyo.

Ymientrassushijosvuelven,GregoriaBecerra,quesehaenteradodelaviudezde su vecino, le cuenta que ella ya novive en la oficinaSanAgustín endonde seconocieron, sinoen laSantaAna.Yque tambiénsehaquedadoviuda.Yqueparaterminardecriarasushijossehapuestoatrabajardelibretera.Conacentodolidolecuentadelatrágicamuertedesuesposo,molidohorriblementeentrelosfierrosdeltriturador de caliche—«el chancho como le llaman»—, y de su drama tremendocuandolaCompañía,comoteníaporcostumbrehacerlo,nolepagóunasolachauchade indemnización. Todo lo que hizo el Administrador fue ofrecerle un puesto detrabajoaella.Perodespuéslaestuvorondandotodoeltiempotratandodecobrarlesuobradecaridadconfavorescarnales.Y, lopeordetodo,bramaindignadaGregoriaBecerra,esqueahoraúltimoaesehijodemalamadrelehadadoporandarletallandoelnaipeasuhija.Yesoporningúnmotivoloibaaaceptar.Yqueporesasymuchasotrasinjusticiasdequesonvíctimaslospampinos,tantohombrescomomujeres,ellanohadudadounsantiaménenunirsealostrabajadoresenhuelga.

Alllegardevuelta,IdilioMontanoyLiriaMaría,seguidoscomounasombraporJuandeDios,traendosnoticiasdelacalle.Laprimera,yquenotienennecesidaddeproclamarla,puesseleeenelbrillodesusojos,esqueellossehanenamoradocomodospalomitosnuevos.Laotranoticiaesque,comoelseñorIntendentenosehabíadignadoasubiralpueblo, lagentede lapampayahadecididomarcharapiehastaIquique.Quepartiránenunagrancolumnaalahoradelamanecer.Estolohansabido

ebookelo.com-Página23

Page 24: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

nadamenosqueporbocadelmismitodonJoséBrigg,diceorgullosoJuandeDios,conquiensehanencontradoenlacalle.GregoriaBecerralescuentaentoncesalospresentesquesuhijoesamigopersonaldelobreroanarquista,puesenSantaAnaelniñoseganaunoscentavosllevándoleslaviandaaltrabajoaalgunosoperarios,yqueuno de ellos es don José Brigg, que trabaja de mecánico en la maestranza de laoficina.

Cuando,despuésdelté,losamigoscomienzanadiscutirsobrelaconvenienciadebajar o no a Iquique, pues los cuatro andan con poca plata y con lo puro puesto,Gregoria Becerra, como un guante de desafío lanzado sobre la mesa, diceimpetuosamente que ella y sus hijos marcharán de todas maneras al puerto, tal ycomoandan.Yenseguidalosarengaaqueellos,comopampinosantiguosqueson,tienenmásquenadieeldeberdepermanecerunidosjuntoalosoperariosenhuelga,muchosdeellosgente recién llegadadel sur.Quepara lograr algoconel conflictohayquebregarcomounsolohombre;queésaeslaúnicamaneradeenfrentarsealosbaronesdelsalitre.Ella,personalmente,yaestáhartadeverysufrirlosabusosquesecometenadiarioenlasoficinas.Como,porejemplo,queapartedequenolespaguenuncéntimodeindemnizaciónalasviudasdelosoperariosmuertosenaccidentesdetrabajo, lesdescuentenunpesodelsueldoporelderechoaunmédicoque lleganaver tarde,mal y nunca en el dispensario de la oficina, pues apenas existen cuatromédicos para las casi sesenta mil almas que viven y trabajan en la pampa deTarapacá.

—Los gringos están acostumbrados a pasarnos por debajo de la cola del pavocuantasveceslesdalagana—terminadiciendoGregoriaBecerra—.Yyocreoquevasiendohoradecantarlelascuarentas.

JoséPintortratadedisuadirladiciéndolequelopiensebien,lavecinitalinda,quesonmásdeochentakilómetros losquehayquecaminar a travésde lapampa, conpocaaguaybajounsolsangriento.

—Aunquelleguemosalarastraymediomuertosdesed,yoymishijosbajaremosaIquique—diceGregoriaBecerra.

Olegario Santana, que se siente cada vezmás admirado del temple de aquellamatrona,farfullacomoparasí,desdeelángulomáslejanodelamesa,quenoeslomismollamaraldiabloqueverlovenir.

—AsíleveamoslacaraalMalo,nosotrosvamosamarchardetodasmaneras—rematadecididalamujer.

Al final de la noche, ganadospor la tenacidad irresistible deGregoriaBecerra,todossehanpuestodeacuerdoenintegrarsealacolumnaymarcharhaciaIquique.La dueña de casa, que no tiene nada que ver con la huelga, les desea toda labuenaventuradelmundo.YLiriaMaría,que, según sumadre, comúnmenteesunamuchacha retraída y silenciosa, exclama entusiasmada que ojalá se quedaran en elpuertoporlomenoshastaelmartes,puesenelperiódicoElTarapacáhabíaleídoqueesedíaeraelestrenoenIquiquedeuncircollamadoZobarán.Segúndecíaeldiario,

ebookelo.com-Página24

Page 25: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

junto a varios artistas contratados en el sur del país, presentarían a unos monitossabiosyasieteperrosboxeadores,ademásdeotrostantosanimalesamaestrados.

—¿Quéotrosanimales?—preguntasuhermano.—Nolosé,esonomásdecíaelperiódico.—AlomejorsonelefantestraídosdirectamentedelaIndiayleonescazadosenla

mismísimaselvaafricana—dicesonriendoDomingoDomínguez.—Aunque así no fuera, señor—diceLiriaMaría ruborizada—, lo lindo es que

porprimeravezmihermanoyyopodremosveruncirco.

ebookelo.com-Página25

Page 26: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

4

Elsábado14dediciembre,alascuatrodelamadrugada,lamismahorabrutalenquelospampinosnoslevantábamosaltrabajo,lamuchedumbredehuelguistas,comounagranbestiadesperezándose,comenzóaponerselentamenteenmovimiento.Pesealosacrificadodelahora,muchascasasalolargodelascallesabrieronsuspuertasyventanasparadespedirnosydesearnossuerteenlajornadaydarnosalgunascositasparaelcaminoyperdonenlopoco,hermanitos.

Yafueradelpueblo,enplenapamparasa,siguiendosiemprelarutadelalíneadeltren,iluminadosporantorchasychonchonesdecarburo,apuramoselpasoanimososyllenosdeesperanzapornuestrocometido.Enrealidad,nosparecíaincreíblelagranepopeyaqueestábamosviviendo.Yesque,depronto,nosdábamoscuentadequeyano éramos sólo un puñado de obreros de la oficina San Lorenzo mendigando unaumento de salario al gringo de la cachimba, sino que de la noche a la mañana,conformando una gran masa de gente soñadora, nos habíamos convertido en unaespecie de ejército salitrero libertador, en una épica y desharrapada caravana dehombres,mujeres y niños que atravesaban uno de los parajesmás inclementes delmundo para exigir por sus justos derechos laborales. Y aunque la mayoría noslanzamos a la aventura tal y cual nos sorprendió el soplodel coraje—conel purocorazónporbrújulaylaesperanzacomoracióndecombate—,cadaunosentíadentrodelpechoelborboteodeunaindescriptiblesensacióndelibertadyaudacia.Conloscartelesenristre,lasbanderasalvientoycantandoavozencuellouncantoqueeracomo el ruido del mundo, las primeras luces del amanecer nos sorprendieronmarchandoa todo trancopor la arenasendurecidasde salitre.Ufanosdeestagestaproletaria,nuestropasoeraelpasoroncodelosastrosensutránsitoporeluniverso.«Como el trueno de una nueva aurora levantándose libre en las comarcas de lapampa»,segúnrecitaríadespués,llorandodepurahumanidad,donRosarioCalderón,el poeta ciego. Tan llenos de animación marchábamos entre la muchedumbre, tanhenchidosdejúbilo,tanplenos,queparecíaquehubiésemostraídoconnosotrosloskioscosdemúsicadecadaunadelasplacitasdepiedradelasoficinassalitreras,queera lo más alegre que teníamos. Y cuando el primer sol de la mañana, alzándosedetrásdeloscerros,noscondecoródeorolafrente,nossentimosgrandesyhermososavanzandobajosututelayensumismadirecciónoeste.Tensadoalmáximoelarcodel pecho, ágiles los pasos en la arena, era como si el cansancio y la fatiga nosvolvieran sublimemente inmortales. Alguien nos comparó entonces con el puebloelegido echado a peregrinar por el desierto en pos de la tierra prometida. Peronosotrosteníamosclarificadodemuchotiempoqueelmanánonosibaalloverdelcielo, que había que ir a buscarlo, a cobrarlo, a exigirlo a grito limpio.Y por esomarchábamosdesafiandolaaridezplanetariade lapampa,parareclamar laporciónjustadepanquenoscorrespondíaporcadagotadesudorydesangrederramadaennuestro trabajo.Ypeseaqueningunodenosotroseraconscientedelhecho,estaba

ebookelo.com-Página26

Page 27: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

claro que esa mañana la Historia reculaba sorprendida ante nuestra expediciónreivindicatoria,antelagrandiosidaddenuestrocantoque,peseaestarcompuestodefestivas letras de cantinas, el eco de la pampa y lo trascendental del momentotransformabaengloriososhimnosdelibertadyjusticiauniversal.

Sin embargo, Iquique estaba lejos.Y al fragor ardiente delmediodía—la horaalucinantedelapampa—,sudadosycansadoscomoperros,entierradoscomoperros,oliendomutuamente a perro, con el agua escaseando en las cantimploras y un solsulfúricorugiendoenángulorectosobrenuestrascabezas,elánimosenosempezóaerosionar,adescascararcomounaresecacapadepinturadorada.Elcalornosabatía.Elaireparecíainflamable.Dabalaimpresióndequeelplanetaenteroestabahechode material candente. De modo que poco a poco se nos fueron amustiando lasbanderas, se nos fue desluciendo lamirada, apagando la vozy acortando el trancohazañoso del inicio de la jornada. Y comenzamos a sentir miedo. La pavorosaredondeladelhorizontereverberandotemblorosaaladistanciacomenzóahacernosflaquear el corazón, a hacernos temer de la muerte, del desvarío terrible de losespejismosazules.Nonosdábamoscuentadequenosotrosmismos,lamuchedumbredescoyuntadaqueconformábamostodos—loshombresrendidos,losniñosllorandodesedsobrenuestroshombros, lasmujeresque tratabandeconsolarlosmojándoleslos labios descuerados con el agua de sus propias lágrimas—, éramos el másformidable espejismo visto alguna vez por ojos humanos en esas desamparadassoledades pampinas. Y entonces, cuando el sol parecía detenido a perpetuidad enmitad del cielo y la columna empezaba a desmigajarse en lánguidos grupossilenciosos,ylosestoicosoperariosbolivianoshacíansusprimerosarmadosdecocapara combatir el cansancio, algunos de los pampinos más veteranos y decididos,constituyéndose en improvisadas comisiones de aliento, se pusieron a recorrer ladesmarrida caravana anunciando que ya estábamos por llegar a Estación Central,hermanitos, que ahí descansaríamos un rato para reponer fuerzas y llenar nuestrascantimplorasvacías.Haciendobocinasconlasmanos,mostrándoselomásenterosyardorosos de ánimoque podían, los hombrones gritabanque había que ser fuertes,compañeros, que así como no le estábamos entregando la oreja al capitalismo, nohabía que entregársela tampoco al cansancio. Que la consigna era avanzar decualquier modo. Ganarle a la dureza de la jornada. Resistir. Y que el más fuerteayudaraydieraunamanoalquevieradesfallecerasulado.

Y eso es lo que vienen haciendo hace rato Olegario Santana y sus amigos.Caminandocasienmitaddelacolumna,hanrepartidoelaguadesusbotellasentrelasmujeres y los niños quemarchan a su lado y ya han comenzado a sufrir ellosmismoslosefectosdelasedylafatiga.

Domingo Domínguez, fijándose en el andar desguallangado de hombres ymujeres sobre la ardiente alfombra de caliche, dice, tratando de dar ánimos, queparecenjotesapaleadoscomocaminantodos.

—EspecialmentemicompadreOlegario—refunfuñaconlabocaseca—,queno

ebookelo.com-Página27

Page 28: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

séporquédiantres,conelcalorcitoquehace,nosesacaesepaletónegro,queyanodamásdeentierrado.

OlegarioSantanasimulanohaberoídonadaytodoloquehaceesencenderotrodesusYolandasarrugados.

ElcarreteroJoséPintor,quecaminajuntoaGregoriaBecerra,sueltaunarisitadelabios resecosque le hacebailotear el palito entre los dientes, y diceque a simplevistaélcalculaquedelpaletódeOlegarioSantanasepuedesacar limpiamenteunacarretada entera de caliche. «Y de tan buena ley que ningún corrector macuco seatreveríaarechazar».

GregoriaBecerra,quesindesmayarnidarunmilímetrodeventajamarchaa laparconloshombresdelgrupo,yquetambiénhavenidoayudandoyreconfortandoaguerridamentealasotrasmujeresdelacolumna,comienzaapreocuparsedequesuhijasequederezagadademasiadoratoencompañíadeIdilioMontano.Quenosepadóndemarchasuhijohombrenolainquietamucho,dice,peroqueconsuhijamujerlacosaesdiferente.«Ademásnomegustanaditaqueesejovensellameasícomosellama».

Ysentándoseenunapiedraparasacudirunodesuszapatones,agregaceñuda:—Mipobrehijanoestáparaidilios.—IdilioMontanoesunjovenrespetuosoycaballerocomoelquemás,señora,de

esopodemosdarfenosotros—ledicenlosamigos,deteniéndosejuntoaella.—Asíserá—diceGregoriaBecerra—,peroporasuntitosdeenamoramientosmi

hija acaba de sufrir una experiencia que todavía la hace despertar por la nochegritandodepavor.

Ytrassacudiryvolveraponerseelzapatónagujereado,lescuenta,sinlevantarsedelapiedra,quenohacíaaúndosmeses,unmocetónuntantoalocadoquetrabajabacargandosacosdesalitreenSantaAna,yqueseenamoróhastalatonteradeella,alnosercorrespondidosehabíadadomuerteconuntirodedinamita.Unatardehabíallegado a la casa conun cartuchopreparado, llamó aLiriaMaría a gritos desde lacalleyenelmomentoenqueellaseasomabaporlaventana,sehizoestallarenmilpedazosantesusojos.

—Así que nome vengan amí con jóvenes respetuosos ni ocho cuartos—diceGregoriaBecerra.Y se incorpora y se acomoda el sombrero de hombre que le haprestadoelcarreteroparacapearunpocolosrayosdelsol,yechaaandar.

Pasadoelmediodía,auroleadosporunabandadadejotes(«Esperoqueentreesamasadepajarracosagorerosnoesténlostuyos»,lehabíadichoDomingoDomíngueza Olegario Santana), losmarchantes que conformábamos la cabeza de la columnallegamosalosrecintosdelaestaciónCentral.Desfallecientes,luegodesaciaralgolased y de untarnos la frente con lasmanos húmedas (el agua que encontramos eraescasaynoalcanzópara todos), cadauno sepusoadescansar echadopor ahí a labuena de Dios, arrimado desesperadamente a cualquier objeto que hiciera algo desombra.Elcuadroquehacíamosallí,desparramadosenlaarena,eratristeydoloroso

ebookelo.com-Página28

Page 29: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

hasta la lástima. Los familiares se arrejuntaban entre sí alentándose y tratando dedarse unpocode sombra entre ellosmismos.Y en tanto los hombres acomodabancartonesytrozosdegéneroenloszapatosdesushijosmáspequeños,ymasajeabanycuraban con saliva los pies pavorosamente ampollados de sus mujeres; ellas, conreprimidos gestos de impotencia, trataban de reanimar a puros soplidos a suspobrecitasguaguasenfermasdesedydelirio.

Algunos de los más agotados, echados de espaldas en la arena, boqueando,absorbiendoabocanadaseloxígenocalientedeesahorasofocante,mirábamoshaciaelhorizonte tratandodedescubriralgunanubeen lontananza.Peroenelcentrodelcieloelsoleraunaboladefuegoperpetuo,negandorotundamenteelmilagrodeunanubecita expósita. Ahí, en esos páramos infernales, con el aire seco y ardienteentorpeciendo el cuerpo y atontando los sentidos hasta el desvarío, vimos ladesesperacióninfinitadelserhumanosedientocuando,debrucesenlaarena,variosde los nuestros que se quedaron sin agua besaban y lamían las piedras buscandofebrilmentearrancarleslaúltimagotitadesuhumedadprehistórica.

Cercadelasdosdelatarde,mientrascontinuabanllegandojironesdelacolumnaa la Estación Central, vimos aparecer el tren que hacía el trayecto de Lagunas aIquique.Algunosde lospasajeros, impactadosporelestado lamentableenquenosencontrábamos los caminantes, por la visión brutal de niños llorando y mujeresembarazadastiradascomobueyesenlasarenascalientes,nosdabanvocesdealientoy, por las ventanillas, nos convidaban frutas, atados de cigarrillos y botellas conrestos de agua. No obstante aquello, en un momento se armó una algazara deproporcionescuandoalgunosde loshuelguistasmásexaltadoscomenzaronagritarque los viajantes varones deberían de tener un poco de vergüenza y bajar de loscoches para darles su lugar a lasmujeres quemarchaban a pie. Pero, en tanto lossorprendidospasajeroscomenzabanadiscutirentreellossiacasoeraconvenienteono bajarse del tren, y las mujeres de la columna, por su parte, alzaban la vozreclamando y negándose rotundamente a separarse de sus hombres, el maquinistazanjóelaltercadodeunsolopitazobronco.Actoseguido,lalocomotoraechóaandaryelconvoysefuealejandocomounlargoespejismohaciaelponiente.

Aldesaparecereltren,lasoledadyelsilenciovolvieronaapoderarsedelpaisaje.Aún nos quedabamucho que caminar y la pampa nos aplastaba de nuevo con sudesolacióndeplanetadeshabitado.Lomásdesesperantepara todoseravercomolaraya temblorosa del horizonte se mantenía siempre a la misma distancia,camináramos lo que camináramos. «¡Si es para volverse loco de pura locura!»,exclamaban angustiadas las mujeres, mientras se hacían visera con las manos yoteabanlalejaníasuspirando.

Antesdereiniciarlamarcha,sedecidióqueungrupodehombresbajaríaporlaoficina Cóndor, cercana a la Estación Central, para hablar con sus obreros ycomprometerlos en la huelga. El cometido de la embajada era hacerlosmarchar alpuertosifueraposibleahoramismo.Mientrastanto,elgruesodelacolumnaempezó

ebookelo.com-Página29

Page 30: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

aponerseenmovimientoflojamente.ComounodelospasajerosdeltrenleregalaraaDomingoDomínguezunabotella

decervezaamediovaciarytibiacomoeldiantre—queél,desesperado,semandóalgaznatedeunasolagorgorotada,mientrassusamigoscomentabanlasuertelindadeestehijodeputa—,doshorasdespuéselinefablebarreteroaúnnodejadeexclamar,amododedisculpapornohaberlacompartidoconnadie,queésehabíasidoelmejorconchodecervezade suvida.«¡Por la chupalladelobispo,quees lapuraverdad,compadrePintor!»,exclamaacadaratoDomingoDomínguez,recargandolapalabraobispoygolpeandoefusivamentelaespaldadesuamigo.

JoséPintor,por suparte,comobuencarretero, leenrostra su roñoseríaconunasarta de palabrotas extraídas del impúdico rosario de imprecaciones con queacompaña los azotes a las mulas. Sus insultos inventados para sacarle trote a lasbestiassehanhechofamososentresugremioysonrepetidoscongranregocijoenlascantinas deSanLorenzo.Susblasfemiasmás célebres son aquellas que tienenqueverconelclero.Dossonlasclásicas:«¡Arre,mulacarademonjayculodeobispo,traga hostias y caga cirios!» y «¡Me cago en el pasto que comieron lasmulas quellevabanlacarrozaenqueibaelataúddelamadredecadaunodeesosbuitresconpolleras,mostrencoscabrones!».

Nadiesabeporquéelcarreteroodiatantoalosreligiosos—algunosdicenquesumujer,enfermadetuberculosis,muriórezandoenunaiglesia—.Lociertoesquelosaborrececasimásquea los capitalistas; tantoasíquecolecciona letrillas, cantares,acrósticos, y toda clase de poesías, publicadas sobre todo en la prensa obrera, queridiculizanaloscuras.Loquemásloindigna,segúnreclamairacundoelcarretero,esqueesosquerubinesvivanrespirandoinciensoensusaltaressin trabajarleunsantodíaanadie.«Elsantuariodelhombredebedesereltallerysuincienso,elhumodelasusinas»,pregonasobreelpescantedesucarretayacodadoenlosmesonesdelascantinas.

Cerca de las cuatro de la tarde, el calor comenzó amermar y se dejó venir elviento. El terroso viento tardero de la pampa. El mismo viento áspero que en lascalicheras, mientras triturábamos piedras grandes como catedrales, nos fregaba lacachimbamordiéndonoslapiel, irritándonoslosojosydejándonosunkilodetierraenlasorejas,enlasnarices,entrelasjunturasdelosdientesyenlatazadelombligo.Y a la par con el viento, para regocijo de los niños mayorcitos de la columna,gigantescos remolinosde arena empezaron a formarse en el horizonte, atravesandofuriosamentelasllanurasblancas.

Elquemássealegracon lasalidadelvientoes IdilioMontano.Elvolantinero,queselashaarregladodurantetodalajornadaparaquedarsealrezagojuntoaLiriaMaría, festejándola, galanteándola, cortejándola inconscientemente con la mirada,consucuerpo,conlosgestosnupcialesdeungallitocastizo,vieneahoratratandodeseducirla conunaentusiasta charla sobre el juegodevolantines, iniciándola en sussecretos,revelándolelatécnica,lapericiaquesenecesitaparahacerloscorvetearen

ebookelo.com-Página30

Page 31: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

elaire,omantenerlosquietoscontraelcielocomosifueranellucerodelatarde.Conlaafabilidadyconsagracióndeunviejopreceptorrural,lavieneintroduciendoenlasreglas, en los estatutos y normas que rigen las competencias de volantinerosprofesionales, y que si ella quiere él podría comenzar a prepararla para participarjuntos en el campeonato de la oficina del próximo año. Y quien no le dice—lesusurrayaenfrancodelirioamoroso—quealomejorquedabanclasificadosparaelgran Campeonato Provincial de Volantines que se iba a llevar a efecto para lasfestividadesdelcentenariodelaRepública,dentrodetresaños;campeonatodelqueyatodoelmundohablaenlassalitrerasyqueparaélhallegadoaconvertirseenelgran sueño de su vida. Qué le parece, señorita Liria María. Y aprovechando queacabadesalirelviento,conunoscuantosdoblecesrápidos,lefabricaunacambuchacon la portada de un ejemplar del diario El Pueblo Obrero. Luego, del bolsillointeriordesupaletósacaunpequeñoovillodehilo.«Todovolantineroqueseprecie,lleva siempre su canutito de hilo en el bolsillo», dice con un dejo de orgulloprofesional,mientrasmide, atayprueba los tirantes congravedaddeexpertoen lamateria. Después, al ver a Liria María elevando la cambucha feliz de la vida,contándoleexcitadaquesupadrelehabíadichoalgunavez,cuandoellaeraunaniña,queenTalca,sutierranatal,alacambuchalallamabanchonchona,IdilioMontanolepromete,desleídodeamor,quellegandoaIquiquelevaaconfeccionarunvolantíncomoDiosmanda,concañas,colapíypapeldeseda,yque lepedirápermisoasumadreparairaelevarlojuntosalaorilladelmar.

Ycomoél también, igualquehahechoJoséPintorconGregoriaBecerra, lehaprestadosusombreroaLiriaMaría,enuninstanteenqueelvientoselovuela,luegode alcanzarlo y ceñírselo él mismo, se la queda viendo fijamente a los ojos.Embelesado ante el aspecto infantil que presenta lamuchacha auroleada por el alaoscuradelsombrerodehombre,sinpoderreprimirel impulsodesucorazón,IdilioMontanoletomalacaraentresusmanosyledice,temblando:

—Esustedtanhermosa.LiriaMaría,conelrostroencendido,algolevaarespondercuandoseaparecesu

hermano Juan de Dios acompañado de varios rapaces de su edad. Ellos tambiénquieren elevar cambuchas. Idilio Montano, con las hojas sobrantes del diarioconfecciona tresejemplares iguales,yqueellosse las ingeniendedóndesacarhiloparaelevarlas.

Hijodepadrebolivianoymadrechilena,ellaloabandonócuandoélteníaapenascuatroañosdeedad.YdosañosmástardesupadredesaparecióenlacordillerajuntoaunosarrierosquepasabanuncargamentodehojasdecocadesdeBolivia,productoque entregaban en las pulperías y que éstas comerciaban entre sus operarios. DemodoqueIdilioMontano,quehatrabajadodesdequetieneusoderazón,quenuncaasistióaunaescuela,yqueaprendióaleeryaescribirporsupropiacuentayriesgo,habíasidocriadoporsuabuelaboliviana,muertahacíasólounpardeaños.Unaviejaanalfabetaconfamadesabia—élsiempreandasacandoacolaciónsusdichos—,que

ebookelo.com-Página31

Page 32: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

ademásdepartera,yerbateraycurandera,cuando lesobraba tiempo leadivinaba lasuerte a susvecinospormediode las cartas, los conchosdecaféy las figurasqueadoptabanlasvolutasdehumoenlaschimeneasdesuscasas.Comoanatematizadopor uno de los dichosmás repetidos por su abuela, a propósito de lo bebedor quehabíasidosupadre—«Eltabaco,elvinoylamujer,echanalhombreaperder»—,IdilioMontanonofumanibebe,ynuncaantessehabíaenamorado.DemodoquesurecienteamorporLiriaMaría,nacidodemanerafulminante,loandatrayendosumidoentalestadodegracia,quelamarchabienpuededarletresveceslavueltaalmundoqueéllaharásinagobiosysinbeberunasolagotadeagua.SólolebastalasonrisalacónicadeLiriaMaríaparasobreviviratodopercance,natural,humanoodivino.

Cerca de las cinco de la tarde, un grupo de niños descansando sobre unpromontoriogritanquevieneuntrenporelladodelacosta.Humeandoyhaciendosonar el silbato, vimos acercarse entonces el jadeante tren que subía de Iquique alpueblodeZapiga.Comosifueranviendounespejismodevarioskilómetrosdelargo,los pasajeros abrían las ventanillas de los coches asombrados ante la visión queofrecíamos a sus ojos.Con el cuerpodesguallangado, caminandoyano en cerradacolumna como al principio, sino en raquíticas hileras deshilachadas, nosotros leshacíamosseñasdeadióslevantandoapenasloscartelesytratandodeagitarlasajadasbanderas polvorientas. Más tarde nos enteramos de que algunos compañeroshuelguistas, de los que venían tranqueando en la retaguardia, desesperados,echándose en medio de la línea férrea, obligaron al tren a detenerse, y que elmaquinista,ungordobonachóndevoztanroncacomoelsilbatodesutren,lesllenólasbotellasylascantimplorasconaguadelalocomotora.

A lahoradelángelus,ungidospor los resplandoresdeungrandiosocrepúsculorojo, sentimos de pronto en nuestros corazones como si fuésemos caminandodirectamentehaciaunnuevomundo,haciaunanuevapatria,haciaelpaísmágicodela justicia y la redención social. Cansados como estábamos, pero arrebatados deemoción, la pampa nos pareció entonces lomás hermoso que pudiera existir en elmundo.Comolamayoríadelosmarchanteséramosgentevenidadelsur—losmásviejossehabíanquedadoluegodecombatirenlacampañadel79,ylosdemáshabíanllegadohacinadosenlacubiertadelosbuquesdecarga—,alprincipioelpaisajenosgolpeó tan cruelmente el alma, quenoshabíamos sentido como trasplantados a lassequedadessulfúricasdeunplanetaajeno.Sinembargo,pocoapocohabíamos idoaprendiendoaquererestospáramosmiserables,amiraryadmirarsuásperabellezade mundo a medio cocer. Habíamos ido descubriendo su alma oculta, como eltornasoladocolormineralde loscerros,porejemplo;o ladiafanidadprodigiosadesuscielosnocturnos,siempreahítosdeestrellasyluminosidadesmisteriosas.Ocomoesecrepúsculoteñidodearrebolesqueahoramismoteníamosfrenteanosotrosyqueeracomosielsolhubieseestalladoenunaexplosióncósmicajustoalllegaralarayadelhorizonte.Colosalcrepúsculoquealoshombresmásprevisoresdelamarchayanosestabahaciendoprepararlasantorchasparailuminarladuranochepampinaque

ebookelo.com-Página32

Page 33: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

seveníaporeloriente.Viendo que alguna gente a su lado ha comenzado a preparar chonchones,

GregoriaBecerracomentaconsusamigosqueyaestáporoscureceryquehaceratonoveasuhijoJuandeDios.LlamaentoncesaLiriaMaría,quecaminaunpocomásatrásjuntoaIdilioMontano,ylepreguntaporsuhermano.Ellatampocolohavisto.GregoriaBecerra,quehaceratodevolvióelsombreroaJoséPintoryahorallevaunodesuspañuelosdesedaenlacabeza,congestoseverodiceasuhijaqueyaeshoradequeledevuelvaelsombreroaljoven.Luegoseencaramasobreunmontículodetierra y, desde allí, iluminada por los rescoldos de un sol agonizante, mira haciadondelacolumnasepierdedevista.

—¡Dóndediantressehabrámetidoestepergenio!—dicepreocupada.Comohace un rato aOlegarioSantana le ha parecido verlo caminando con un

grupo de niños por el otro lado de la línea férrea, se ofrece para ir a buscarlo.Apartado de la columna, lo encuentra junto a una bandada de niños de su edadorinando de cara al crepúsculo en una viril competencia de quién llegamás lejos.Olegario Santana se queda observándolo un rato. A él le hubiera gustado, cuandoniño, haber sido tan despierto y chúcaro como Juan de Dios, haber tenido unahermanacomolaniñaLiriayunamadrecomodoñaGregoria.Peroélsehabíacriadosoloenuncaseríoalpiedelacordillerayjamásconocióniasupadreniasumadre.

—Mear de cara al sol produce orzuelos—dice Olegario Santana en voz alta,mientrasseponeaorinarunpocomásretirado—.Porlomenosesodecíanlasviejasalláenelcampo.

—Yparecequeustedselocreedeverdad—lecontestadivertidoJuandeDiosalverloorinardeperfilalponiente.

—Soycauteloso—murmuraOlegarioSantanacomoparasí.Elniñotieneelrostrocurtidoporelsoldeldesiertoy,lomismoqueatodoslos

chiquillos pampinos, se nota que le estorban los zapatos, que está acostumbrado aandar descalzo, que sus talones tienen tegumentosdeperro.AOlegarioSantana lerecuerdasupropiainfancia.Éltambiénhabíacrecidoapatapeladayacamporaso,pastoreando cabras por el cerro. Los pocos niños que conoció entonces eran tanariscos como él, y el único pasatiempo que tenían en esos valles perdidos de lacordillera era matar pájaros, ahuyentar al puma que a veces bajaba a diezmar lasovejasy,devezencuando,alahoradelasiesta,máspormaldaddeniñosqueporafándelascivia,fornicarseaalgúnanimaldelosmansos.Aunquemuyprontohabíandescubierto, sinmuchoasombroporcierto,queestoúltimono lohacíansolamenteellos. Lo supieron una tarde, luego de un sarandeado temblor de tierra, cuandoencontraronalpastorPrimitivoRojasaplastadoporunagranpiedraacuyasombra,alparecer,descansabaalmomentodel temblor.Debajode la roca se leasomaban lospuros pies planos. Y cuando entre todos, hombres, mujeres y niños del lugar,haciendo palanca con palos lograron levantar la piedra, vieron con sorpresa quePrimitivoRojas,hombrecasadoypadredeunachorreradehijos,queselasdabade

ebookelo.com-Página33

Page 34: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

beatoysellevabatodoeltiempohablandodeunasupuestaaparicióndelaVirgendeAndacollo, tenía los pantalones apeñuscados a los tobillos y, agarrada con ambasmanos,unagallinacastellanaensartadaenlaentrepierna.

CuandoOlegarioSantanayJuandeDiosacababande incorporarsealgrupodeamigos, aparece un derripiador de la oficina La Perla reclamando de manerafuribunda en contra del niño. El hombre, un pasicorto de boca torcida, que huelefuertemente a alcohol, alega enardecidoque esebarrabásdel demonio, junto aunabandademataperroscomoél,hangolpeadoasuhijoylehanquitadolachombadelanaparadestejérselayusarlashebrasparaelevarsuscambuchas.Ycompletamentefueradesí,seabalanzaencimadeJuandeDiosparagolpearlo.ComoniJoséPintorniDomingoDomínguezlograncalmaralderripiador—alquetienenatajadoaduraspenas—,Olegario Santana se le planta por delante y dice roncamente que sueltennomásalmacaco,queélsehacecargo.Todosentoncesvencomoalhombrecito lecambia la expresión del rostro y se tranquiliza enseguida.Ha bastado que el «JoteOlegario»seabrieraunpocoelpaletónegro,yelotrovierabrillarelcorvodeaceroasomándose en la faja, para que se le encogiera el ombligo y luego comenzara aretirarserezongandobarbaridadesydándoledepuntapiésasupropiohijo.

—¡Poresoqueestediablazonosequitaelpaletóniparairahacerdetrásdelosmorritos!—dicefestivoDomingoDomínguez.

GregoriaBecerra,quehamantenidoabrazadoasuhijotodoeltiempo,dispuestaa enfrentarse ella misma con el hombre de haber sido necesario, mira a OlegarioSantana con agradecimiento. Luego pregunta al niño si en sus andorreos por lacolumnahavistoaJoséBrigg,queesteasuntohayquedenunciarloenseguidaalosdirigentes.Quenoesbuenoqueseandeconsumiendolicorenlamarcha.Peronielmuchacho ni ninguno de los amigos lo ha visto durante toda la jornada. «Debe ircaminandoalacabeza»,diceGregoriaBecerra.

—SiesquenobajóaIquiquebiensentaditoenuncochedetren—mascullaporlobajoOlegarioSantana.

Cuando los últimos resplandores del sol rojeaban en la cresta de los cerrospelados,conelúltimoalientodenuestrocansancio,comenzamosasentirdeprontolahumedad del mar en el aire. Inflando los pulmones a toda vela, aspirábamos confruiciónlarefrescantebrisaconolorayodoprovenientedellitoral.«Respirehondo»levienediciendoIdilioMontanoaLiriaMaría.«Segúndecíamiabuela,labrisadelmarestanvivificantecomouncalditodepollo».Enamoradoshastalostuétanos,losjóvenesdenuevosehanidoquedandoatrásenlamarchaycaminanmirándosealosojosenunestadodeenternecimientocasilastimoso.Esalanguidezaguadaqueenlasmiradasdelosotrosescansancio,enlaspupilassuyasnoesnadamásqueamor.

Depronto,unpocomásatrásdedondevienenellos,seoyenunosapagadosgritosdemujer.Aldevolversevenqueesunaembarazadaaquienlacaminatahaapuradoelparto. Tirada sobre unos cueros de vacuno ella está a punto de parir, mientras suesposo, un calichero de la oficina Argentina, alto y flaco como los postes del

ebookelo.com-Página34

Page 35: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

telégrafo,pidedesesperadamentequealguienasistaasupobreChinita.Llorandosinningúnreparo,elhombredicequeélnosabenadadealumbramientosy,aunqueenlascalicherasmanipulaladinamitacomosifuerajuguetedeniños,enelfondonoesmásqueuncobarde,puesalaprimeragotitadesangreescapazdedesmayarsecomounpiñuflacualquiera.ExceptoLiriaMaría,enesapartedelacolumnanosedivisaningunamujer,yloshombrespresentes,mirándoseunosaotros,nohallanquécarajohacercon laparturienta.Cuandola jovenquiere irporsumadre, IdilioMontano leaprietalamanoy,temblándolelavoz,ledicebajitoqueyanohaytiempo,queéllavaaasistir,quealgunasvecescuandoniñoayudóasuabuelaenelatendimientodemás de un parto. Cambiando entonces el tono de voz, Idilio Montano pide a loshombresmásviejosquearmenuntoldoconfrazadasalrededordelamujer,ysedaala tarea de ayudarla a alumbrar. Entre los pujos y los quejidos de la parturienta,asistida por LiriaMaría que tiembla de pies a cabeza, IdilioMontano comienza arealizarlosmanteosqueveíahacerasuabuela,mientrasvarepitiendobajito,comopara entretener a la paciente y darse valor a símismo: «Parto sin dolor,madre sinamor,comodecíamisantaabuela».

Cuandouninstantedespuéselberreardelacriaturaresuenarotundoenelecodelapampa—«¡Unpampinitodetomoylomo!»anunciaconmovidoIdilioMontano—,al tomar y alzar al recién nacido entre sus manos ensangrentadas, el jovenherramentero siente de golpe, con los ojos arrasados en lágrimas, que aunque lamarcha se tronche y el movimiento no tenga el éxito esperado, que aunque losgringos pulmoneros del carajo se rían de ellos nuevamente y ganenotra vez comosiempreganaban,él,personalmente,halogradoalgograndioso:sehahechohombre.Enestos tresdíasdehuelgaha conocido la férrea solidaridadde losoprimidos,haencontrado el amor en los ojos de LiriaMaría, y ahoramismo acaba de sentir laindeciblesensacióndelavidapalpitandonuevaentresusmanos.

Treshorasdespués,mientras lacolumnacaminabajo la luna llena,cuyo fulgoroníricovuelvefantasmallaaltanochepampina,IdilioMontanoaúnpareceaturulladoporelacontecimiento.Tomadosdelamano,LiriaMaríadebetironearloacadaratoparaquenosequedecomoembobadocontemplandounpuntoinvisibleenelaire.Yesque,además, lecuentaemocionadoél, lamadredelacriaturalehadichoquelepondrásunombre.

—Imagínese,siescomosifueramipropiohijo.A la luz de la luna,LiriaMaría ve fluir un torrente de lágrimas en los ojos de

IdilioMontano.Nuncaensuvidahavistolloraraunhombre.Enunsúbitoarranquede ternura, la joven le seca lasmejillas con lasmanos y lo besa suavemente en laboca, sólo rozándole los labios. Cuando vuelven a mirarse, todas las estrellas delcielopampinoparpadeandiáfanasen losojos sorprendidosdeambos.Eselprimerbesodeamorqueellaregalayelprimeroqueélrecibeensuvida.

A primeras horas de la madrugada, enteleridos de frío y casi al borde deldesfallecimiento, los que conformábamos el grueso de la columna llegamos a las

ebookelo.com-Página35

Page 36: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

lomasdeAltoHospicio.Allíesperabaundestacamentodesoldadosconórdenesdeno dejarnos bajar al puerto sino hasta que el día aclarara. Los uniformados, unacompañíacompletadeefectivosdelRegimientodeCaballeríadeIquique,empezarona revisarnos a todos, uno a uno, amedida que nos íbamos reagrupando.Mientrasalgunos contemplábamosmaravillados el fulgor de la ciudaddormida junto almarallá abajo, los soldados abrían morrales, extendían cueros, desarmaban retobos yrequisabantodosloszarandajosque,segúnellos,constituíanarmas.

Y es que ocurría que en Iquique se había corrido la bulla que una enardecidahorda de huelguistas bajaban de la pampa con actitudes hostiles y belicosas. Ydurantetodalanochelosinglesesdueñosdesalitreras,losvecinosprincipalesylasdamasdecopetealto,aterrorizadosporelrumordequeíbamosaentrarasacoenlaciudad,nodurmieronpensandoenlascalamidadesqueesetropelderotosasoleadospodría perpetrar en contra de sus personas y,muy especialmente, de su sacrosantapropiedadprivada.Sóloloscomerciantesdemenorcuantíay,sobretodo,losdueñosde garitos y prostíbulos, que en el puerto eran legión, se sobajeaban lasmanos degusto—yhastasubieronelpreciodellicorlosmuycabrones—pensandoenelgrancomercioqueseibaaproducircontodaesamasadepampinossedientosquebajabanapiedesdelossalaresdelmismísimoinfierno.

Despuésdelarevisión—OlegarioSantanaescondióbiensucorvo—,yvigiladossiempreporlosmilitares,nosdimosalatareadeencenderalgunasfogatas.Másqueparacapearelfrío,eraparaquesuresplandorsirvieradeseñalaloscompañerosqueaúnveníancaminando.Losgruposdehombresymujeresrezagados,ensumayoríagente anciana, llegaban desmadejados de fatiga, apoyados unos en otros. Elaperreamiento a través del desierto, la sed y el esfuerzo sobrehumano, había sidodemasiadoparasuspobreshumanidades.AunamujerdelaoficinaSantaClaraselehabíamuertounaguaguadedosmesesenelcaminoy,asistidapiadosamenteporsumarido y por otras mujeres de su oficina, llegó dando gritos desgarradores yapretandoelcuerpecitodelacriaturacomosifuesesupropiocorazónarrancadodelpecho. Después nos enteramos de que durante la marcha habían nacido variascriaturas,yotrastantashabíanmuertodedeshidratación.

Ya casi al clarear, desguallangados de cansancio, demacrados, echadosentorpecidamente sobre la costra calichosadel suelo, los amigos conversan junto auna fogata hecha de ramas de tamarugos. Juan de Dios, que como siempre se haalejadounpocodelgrupo,llegadeprontotocadoporlaemoción:enunfuegodemásalláhavistoaunpoetaciegollorandomientrasrecitabapoemasdelapampa,yloquenoalcanzaacomprenderescómouncieguitopuedellorarlágrimassinotieneojos.Cuando,compungido,hacelapregunta,seproduceunsilenciogeneral.Todosenelruedosemiranentresí,consternados.YenelmomentoenqueDomingoDomínguez,conelesbozodeunasonrisitalánguida,vaasoltarunadesusinfaltablescuchufletas,LiriaMaría se adelanta y,mirando a los ojos oscuros de IdilioMontano, en cuyaspupilasyasereflejanlasprimerasclaridadesdelamanecer,dicecariñosa:

ebookelo.com-Página36

Page 37: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—Esquelaslágrimasbrotandelalma,pues,JuandeDios.

ebookelo.com-Página37

Page 38: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

5

Apenas el día clareó del todo los soldados dieron la orden de bajar. Entonces,como un lento aluvión humano, los miles de huelguistas que conformábamos lacolumna comenzamos a descender los cerros emocionados hasta el llanto por lavisión de la ciudad que, a esas horas de la mañana, con sus treinta y ocho milhabitantesreciéncensados,sedesperezabaahítadesolydemaralláabajo.Jadeantes,llevandoenlasmanosnuestrospobreszapatosdesbaratados,bajábamoslosgrandescerros de arena deslumbrados por el fulgor del océano resplandeciendo a todo lolargodelhorizonte.Peroaunquegrandeeranuestroencandilamiento,sobretodoanteelespectáculoformidabledelasdecenasdevelerosdebanderasextranjerassurtosenlabahía,nuestrospobreshijosnacidosenlassequedadesdelapampanopodíanmásdeasombroyselesatarantabanlosojosantelainmensidaddelmar,puesniensussueñosmásazulessehabíanimaginadoelesplendorde«tantaaguajunta».

Al llegar a la explanada, todo el mundo sintió deseos de echar a correr, dedesgranarseporlascoloridascallesdelpuertoquenosesperabaatónitoyexpectante.Pero los soldados no nos dejaron romper filas. Y arreándonos como a un hato deganadoflaconosdesviaronhacialosrecintoscercadosdelClubHípico,elSportingClub,comolollamabanlosmássiúticos,enclavadoenlasafuerasdelladosurdelaciudad.

Mientraslamayoríadenosotros,rotosyajetreadoshastaelcalambre,acatabaensilenciolasórdenesdelosuniformados,otrosrefunfuñabanquenoéramosningunosperrosapestososnicriminalessueltosparaquevinieranatratarnosdeesemodo.Detodasformas,ungrannúmerodehombresymujeres,delosqueteníanfamiliaresoamigos en el puerto, lograron escabullirse por entre la caballería para perderse enmedio de los madrugadores grupos de vecinos que aguardaban nuestra llegadaencaramadosenlospostesdelalumbradopúblico,osubidossobrelostechosdesuspropiascasasdemadera.

Atodaesagenterasadelaciudad,quenosveíallegarconexpresiónestupefacta,debimosdeparecerlesunaperegrinatormentadearenaprovenientedesdeelinteriordel desierto, una extraña horda de bárbaros inofensivos—ellos que esperaban verrostros patibularios y muecas bravuconas— invadiendo la placidez matinal de suhistórica bahía. Algunas piadosas damas iquiqueñas, todas de familias más bienpobres, se nos acercaban, solícitas, con botellas de agua, panes recién amasados ybolsasdenaranjasymangosfrescos,yselargabanallorardepurahumanidadalverelestadolamentabledenuestrasmujeresyniñosmáspequeños.Ellos,consuslabiosdescuerados, la piel de la cara asollamada y enarenados de pies a cabeza, tratabanlastimosamentedesonreírengestodeagradecimiento.

Enesosinstantes,enelfondodenuestroscorazones,nossentíamospocomenosque unos parias frente a lasmiradas compasivas de esa gente que nos recibía congestos amables y palabras de ánimo. Éramos tal vez los hombres que más duro

ebookelo.com-Página38

Page 39: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

trabajábamos en la faz del planeta y, sin embargo, ante los habitantes de la ciudadparecíamossersólounospobresmenesterososdignosdeconmiseración.Algunosdeentre nosotros se negaban a recibir nada. Ellos eran trabajadores que venían areclamarlojustoantelasautoridadesynoamendigarleanadie.NimenosarobaroasaquearcomovillanamentesehabíahechocorrerelrumorentrelagenteacomodadadeIquique.Talcomodíasatrás,eneleditorialdeldiarioElPuebloObrero,sehabíadichoqueenocasioneslostrabajadoresdelmundoseunificabanenlaentonacióndelpatrióticohimnodelaMarsellesa—noparadestruirningunaBastilla,sinoparahacerfrente a la explotación sin control del ensoberbecido capitalista extranjero—, delmismomodo, esamañanano era otro el sentimientoquenos embargaba a los quellegamoscaminandoa Iquique.Todos sentíamosquedeverdadnosencontrábamosenunodeesosmomentossolemnesydramáticosenquelaaltivezyladignidaddelespíritudelhombreestánpuestasaprueba.Yllenosdeorgullonosdecíamosqueasícomo en las horas que afligieron a la patria, los pampinos estuvimos listos adefenderla,deigualmodoahorahabíasonadoelclarínquenosanunciabalahoradelucharenalgomuchomásgrande,muchomástrascendente,muchomáshumano:elconflictodelamiseria.

Unavezinstaladosenlaelipsedelhipódromo,yparaasegurarsedequenonosdesbandáramoshacialaciudad,elrecintofuerodeadoinmediatamenteporsoldadosdelRegimientoGranaderos.Teníanrazónporlotantolosquereclamabanairadosquemás que obreros en huelga semejábamos prisioneros de guerra. Y aunque éramosoperarios de distintas oficinas y cantones, ymuchos de nosotros no nos habíamosvisto antes ni en peleas de perros, estos avatares del conflicto nos unían y hacíancompartircomosideverdadhubiésemossidoamigos,compadresovecinosdetodalavida.Ypegadosa lascercasque rodeabanel campodecarreracontemplábamosfascinados elmovimientode la ciudadque, con sus coches tiradospor caballos, elpregón tempranero de sus aguadores y sus lentas carretas repartidoras de pan, yacomenzabaadespertarsedeltodoalláaladistancia.«Parecemosmonosmirandoparalapistadebaile»,decíansonriendolosmásenterosdeánimo.

AlagentedeIquiquequeporcuriosidadseacercabaamirarnos—ysequedabatraslasrejascontemplándonosconunamezcladeconmiseraciónyextrañeza,puesaellostampocolespermitíantraspasarelcerco—,olaqueveníabuscandoencontrarunfamiliaroalgúnamigoentrenosotros,latribunadeprimeraclasedelClubHípicodebía de presentarles un aspecto extraño. Acostumbrados seguramente a ver lasaposentadurías ocupadas por damas de copete alto y elegantes caballeros de frac,ahora las veían repletas de rotos fornidos, de mujeres y niños en cuyos rostrostostadosporelsoldelapampaaúnsenotabanlashuellasdelaagobiantecaminata.

Despernados, agotados como bestias, nos habíamos repartido en numerososgruposalolargoyanchodelrecintodeportivo.Ymientrasalgunoscompañerosnoparaban de reclamar contra la inopia de las autoridades y el rigor grosero de lossoldados,otros,losmásdebilitadosporelesfuerzo,echadosalasombradelospocos

ebookelo.com-Página39

Page 40: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

galponesquecomponíanelhipódromo,conlospiesagrietadosyllenosdeampollas,opadeciendoelescozor terriblede las inglesescaldadas,sequejabande lafaltadeaguaparaasearseunpoco.Algunospedíanqueporlomenoslosdejaraniradarseunpiquero en el mar que azuleaba ahí, a unos cuantos pasos del recinto. «Olemos asobaco de comanche, paisano», se decían, esbozando apenas una sonrisita lacia.Yhastaenlapistadondecorríanloscaballos,bajounsolqueaesashorasdelamañanayaquemabacomoeldiantre,seveíanhombresdurmiendosucansancioferozapatasuelta.

En un sector del hipódromo, junto a una de las grandes pipas de «agua parabeber», dispuestas por las autoridadesmunicipales,Olegario Santana y sus amigosdescansan sentados en el suelo. Mientras José Pintor, con sus pies hechos unamiseria,sedaalatareaderebanarselosojosdegalloconsuviejanavajadeafeitar,JuandeDios,conelresplandordelmaraúncegándolelosojos, lepideasumadrequeporfavorlodejeiraconocerlodemáscerquita.

—Sóloparabañarmelospiesymevengoaltiro—leruega.IdilioMontano tampoco ha estado nunca cerca del mar. Sentado junto a Liria

María,mirandoconasombrolosdosbuquesdeguerraancladosfrenteaellos,lediceal niño que él también quisiera ir, pero que los soldados no están dejando salir nientrar a nadie del recinto. Y dirigiéndose a sus amigos se lamenta de que lasautoridadeslosesténtratandocomosifueranforajidosdelapeorespecie.QueesanoeralamaneraenqueélhabíapensadoquelosibanarecibirenIquique.

—¿Acasoeljovencitosehabíasoñadounrecibimientoconbandademúsica?—dice sarcásticoDomingoDomínguez, coronando sumofa conuna carcajadaque lehace meterse los pulgares rápidamente a la boca, pues el enflaquecimiento de lacaminatalehaaflojadoaúnmáslaplacadentalycasiselesaledisparada.

GregoriaBecerra,quealsaberelincidentedelpartoenlamarchayanomiraalvolantinero con tan malos ojos, dice que el joven tiene razón, que tanto soldadorodeandoellocaldamalaespina.

—Ademásesosbuquesparecenestarapuntandosuscañonesdirectamentehacianosotros—dicevolteandolavistahacialaplaya.

Luego de haber repartido pan y café, y cuando en medio de una arrebatiñadescomunaltodoelmundolecomprabaquesoycharquiadoñaFlora,unavendedoramonumentalmentegordaqueseestabahaciendolaAméricaconsumercancíaentretantomuertodehambre, llegó al recinto el Intendente suplente, don JulioGuzmánGarcía.Ahí recién nos vinimos a enterarmuchosde nosotros de que el IntendentetitularestabarenunciadoyquesehabíaidoaSantiagosólounosdíasantes.

La primera autoridad de la provincia llegó acompañado del jefe interino de laDivisión de Ejército, don Agustín Almarza, y de un par de vecinos notables deIquique: donSantiagoToroLorcay el abogadodonAntonioVieraGallo.Ungrannúmero de obreros se arremolinó entonces en torno a ellos hablando a gritos ytratandodehacerseoír todos a lavez enuna solaygranchimuchina endonde las

ebookelo.com-Página40

Page 41: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

mujerespedíanagritosuncontroldepesoymedidaenlaspulperíasyloscalicherosvociferaban que se debiera prohibir de una vez por todas, carajo, que losadministradoresarrojaranelcalichedebaja leya laramplaparadespuéselaborarlosinhaberlopagado,mientrasel restode lasvocessealzaba reclamandoelpagodesalarioarazónde18peniquesyqueelcambiodelasfichasdebieraserporsuvalornominalysinningunaclasededescuentos.

Como en medio de tanto minero rudo y sin un ápice de educación, el señorIntendente,uncaballerodeaspectodelicado,vocecitaaflautadaybañadoenaguadeolor, se sintiera sofocado y a punto de desmayarse, sus acompañantes optaron porrescatarlodeltumultoy,casienbrazos,meterloenunadelasdependencias.Después,llamandoalordenylacompostura,pidiendoagritosunpocodeurbanidadybuenasmaneras,dijeronquesóloseguiríanparlamentandoconlosintegrantesdeuncomitéelegidopornosotrosmismos,yquelareuniónseharíaapuertascerradas.Entonces,rápidamente se improvisó un comité formado por un dirigente de cada oficina enhuelga,paraqueseencerraraaconferenciarconlasautoridades.

Entabladalareunión,elseñorIntendente,conelresuelloyaaplacadoyelpulsomástranquilo,solicitóalcomitéquebosquejaraylehicieraentregadeunmemorialconnuestropetitorio.Esto,dijo,conelmotivodepresentarloenlasconversacionescon los agentes y propietarios de las salitreras. Después, sacándose sus finosespejuelos conmontura de oro, y extrayendo luego un pañuelo blanco plegado encuatro dobleces perfectos, prometió hacer todo lo que estuviera en susmanos paraquelosindustrialessalitrerosaceptaranlaspeticionesque,porloqueacababadeoír,encontrababastanterazonables—«procedentes»,dijo,escudriñandosusespejuelosatrasluz—.«Peromientrastanto»,comenzóaargüircircunspectoelseñorIntendente,apoyado esta vez por sus encumbrados acompañantes, en especial por el abogado,señorVieraGallo.«Peromientrastanto—repitióarrastrandolaspalabrasyfrotandolenta y meticulosamente los espejuelos con su pañuelo olorosito a lavanda, cuyablancura inmaculada ninguno de los presentes podía dejar de mirar— sería muyconveniente para el bien de las negociaciones, que los trabajadores se devolvieranhoy mismo a las faenas y dejaran una comisión en el puerto para que losrepresentara».Porsupuestoqueenesepuntoningunodenosotrosestuvodeacuerdo.Porelcontrario,lepedimosalcomitéquesolicitaraunacontestaciónporpartedelosindustrialesenunplazonomayordeveinticuatrohoras.

Cercadelaunadelatarde,JuandeDios,quehacíaratosehabíaidoaandorrearpor dentro del recinto del ClubHípico, llega donde sumadre acompañado de dosindividuos que a la legua se nota no son pampinos. En esos momentos GregoriaBecerrayLiriaMaríaestánayudandoadespiojaraloshijosdeunafamiliaamigadeSantaAna,sieteniñoshombresenescala real,deunoasieteañosdeedad,quenoparanderascarselacabezaenningúninstante.JuandeDiosdicequeloscaballerosson periodistas del diario La Patria y que quieren entrevistar a algunos de loshuelguistas,especialmentesisondelaoficinaSanLorenzo,donde,sesabe,comenzó

ebookelo.com-Página41

Page 42: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

lahuelga.MientrasOlegarioSantanaseapartasilenciosamentedelgrupoy,juntoaunareja,

sevaaterminardecomerunamarraquetaconqueso,acompañándolacontragosdeagua de su cantimplora, Domingo Domínguez, doblándose en una histriónicareverencia,seofrecedeinmediatoparaserentrevistado«porlosseñoresperiodistasdetanprestigiosodiariolocal».

A la pregunta de qué pretendían hacer los pampinos en Iquique para lograr unposiblearregloalconflicto,puessehabíacorridolavozqueveníanensondeguerra,elbarretero,adoptandoahoraunairecircunspecto,yacariciandosugruesoanillodeoro,dicequeellosnohancaminado loskilómetrosquehancaminadoparaveniraformar bochinche a Iquique. Que como cualquiera de los presentes lo puedeconstatar, incluso los mismos señores de la prensa, la presencia de ánimo de loshuelguistas es admirable y que todo el mundo allí está tranquilo y calmado, ypensandoencualquiercosamenosenhostilidades.

—Uncomitéhapresentadolasbasesdenuestraspeticiones—terciaelcarreteroJoséPintor—,ysilosgringoslaaceptan,todosfelices;ysinolaaceptan,bueno,quése le va a hacer. Pero que nos lo digan ahora.Así nos volvemos rápidamente a lapampaaseguirponiéndoleelhombroalcerro.

—Oahuecamoselalaynosvolvemosalsur,dedondealamayoríanostrajeronenganchados con engañifas de cascabeles y vidrios de colores —tercia GregoriaBecerra.

—Nosotros estamos completamente seguros de la justicia de nuestra causa—interviene de nuevo Domingo Domínguez alzando el índice en gesto doctoral yaprovechandoalavezdeafirmarseladentadura—.Ysisabemosqueesfundadoylegalloquepedimos,¿paraquévamosaecharaperderelpleitocontinterilladasdemala ley?Mientras no nos provoquen,mientras se nos respete como personas, talcomorespetamosnosotros,nuestraactitudserádecompletacortesíaparacontodoelmundo.

—Loquetodosqueremos—remataJoséPintor,sacándoseelpalitodelabocayapuntandoconélalosentrevistadores—esunacontestacióncategóricaparasaberaquéatenernos.Punto.

—¡De eso mismito se trata, pues, hermanitas! —intervienen de pronto dospampinosde aspecto alcohólicoyvozapaisanadaquehabíanestadoobservando laentrevistaadospasosdedistanciaynoseaguantaronlasganasdeentrometerse.

Tras acercarse al grupo, hablando uno y otro a la vez, los operarios dicen queellossonunobolivianoyelotroperuano,queunotrabajadebarreteroenlaoficinaSantaClarayelotrodeparticularenlaSanAgustín,quesehanconocidodurantelamarcha, en la cual, además de la amistad y las mentiras para entretenerse en elcamino,hancompartidotodalaprovisióndeaguardientequetraíacadauno—«parapasarelfríodelanoche,puescaballeritos,nosevayanacreerotracosa»—,yquelosdos,aligualquelospaisanitoschilenospresentes,loúnicoquequierenahoraesuna

ebookelo.com-Página42

Page 43: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

respuestarápidaparavolverasustrabajos.Queaunquemuchagentecreequenadasevaaconseguircontodoestevocerío,quelasautoridadesylosseñoresindustrialesnovanahacercasoniuntantitoasíasusreclamaciones,ellos,losqueconformaronlagranmarchaatravésdeldesierto,tendránelhonorylaconsideracióndehabersidolosprimerosenalzarsusvocesdeprotesta,losprimerosendarlainiciativaparaquenuncamás,carajo,lostrabajadoresdelapampasalitreraentreguenlaorejaasícomoasí,sinantesreclamarloquecreenjusto.

Domingo Domínguez, tras oírlos hablar, se los queda mirando un rato conmalicia. Luego, haciendomención a la guerra en que Perú y Bolivia combatieronunidoscontraChile,dicefestivo:

—¡AcabadehablarlaConfederaciónPerú-boliviana!Enmediodelarisotadageneral,yllevadoporesesentimientorecíprocoquenace

entreloshombresdelvino,elbarreterosepresentacordialmenteconellos.—MinombreesDomingoDomínguez.Ypalmoteandoaambosalegremente,remataguasón:—¡Paraservirles,paraservirnosyparaquenossirvan!Después les presenta uno a uno a sus amigos y termina charlando con ellos

sentadosenelsuelo,comosiseconociesendetodalavida.Alashoradelasiesta,exactamentealosdosdelatarde,sesupoenelhipódromo

que el comité iba a tener una reunión decisiva en la Intendencia, y que luego seefectuaría una asamblea frente al mismo edificio, a la que podía asistir el quequisiera.Enunapolvorientaestampida,todoelmundosedesbandóentonceshacialaciudad. Y, una hora después, una granmultitud—formada además por curiosos yoperarios de los gremios en huelga de Iquique— se concentró llena de esperanzafrentealedificiodelaprimeraautoridadprovincial.

ebookelo.com-Página43

Page 44: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

6

OlegarioSantanaysusamigossonde losprimerosen llegaral lugardelmitin.GregoriaBecerraquierequedarlomáscercaposibledelosbalconesyapuraasuhijoJuandeDiosparaquenosealejemuchodesulado.EncambioyacasiseharendidoalhechodeverasuhijaLiriaMaría retrasándosesiempre juntoaese jovencitodeojosadormilados.JoséPintoryDomingoDomínguez,aloírlalamentarseymoverlacabezaenungestoderesignación,laconsuelanconlacuchufletadequeapartedeserhonesto y trabajador entre los trabajadores, el muchacho es más tranquilo que unvolantínsinviento.

Unpocomásatrás,aplenosol,tomadosdelamanoysindejardemirarseunsoloinstante, IdilioMontano y LiriaMaría casi no se percatan del gentío que empuja,canta,gritaysudaasualrededor.Paraelloslahuelgahacambiadocompletamentedesentido.Ahora todaellanoesmásque la escenografíagrandiosapara lapuestaenescenadelasublimeobradesuromanceinmortal.Creenconelalmaquecadaunodelosacontecimientosderivadosdelconflictosehanconfabuladosóloparadarrealceala historia de su amor. Su encuentro en el pueblo de Alto San Antonio, la épicamarchaa travésdel desiertoy su estadía ahora en esta ciudad llenade comercioycasas como palacios de cuento, no es más que la espléndida trama de suenamoramiento. Ymientras la agitada muchedumbre a su alrededor, sufriendo losefectosdelacanículaaplastante,nodejadeclamaryreclamarsusreinvindicaciones,y levantancartelesy flameanbanderasy redoblan tambores,ycadauno sufrey seafana en los más mínimos pormenores del conflicto, ellos, embelesados de amor,íngrimos,comoprotegidosporunasombritadenubepropia,parecencomotocadosporlagraciadivina.Nodicennada,noescuchannada,nopiensannada.Todoloquehacen es entrelazar susmanos en una sola rosa lírica, húmeda, carnal. Ymirarse.Mirarseinterminablemente.Éldescubriendoqueenlosojosclarosdeellasereflejalaluzdelprimerdíadelacreación;ella,queenlosojosnegrosdeélsedescifralaoscuridaddelanocheprimigenia,yambosvislumbrandolaverdadirrebatible(perosimple como el oro) de que la noche y el día juntos conforman el misterio de launidaddelmundo,elmisterio insondablede launidadde lavida,de launidaddelamor.

Pasadounratolargo,cuandolosmilesdeobrerosacabildadosbajolospalcosdela Intendencia, achicharrados por el sol, ya comenzábamos a despotricar por tantademora, un integrante del comité, apareció en lo alto de la tribuna. Era un jovenpatizorrodelaoficinaLaPerla.Inmediatamenteelsilenciosehizogeneral.Eljoven,papel en mano, el sombrero echado atrás y secándose la frente con un pañueloarrugado, comenzó a leer con un vozarrón de trueno que ya se lo hubiera queridocualquiercapatazdecuadrilla.Laproposiciónhechaporlasautoridadesconsistíaenqueobrerosypatronesdebíanacordarunatreguadeochodíascomomínimo,tiempoquelosagentesylascompañíassalitrerasconsiderabanabsolutamentenecesariopara

ebookelo.com-Página44

Page 45: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

consultar a sus jefes respectivos en Inglaterra, Alemania y en los demás paíseseuropeosendonde tenían susdespachos.Mientras tanto,y estoera lo esencial, loshuelguistas deberían volver a su trabajo en la pampa, para lo cual ya se estabanpreparandoyponiendoadisposiciónalgunosconvoyesdel ferrocarril salitrero.Losseñoresindustrialesporsupartesecomprometíanformalmenteadarcontestaciónenelplazoacordado,yquesiéstaresultabadesfavorable,losobrerosquedabanenplenoderechoaabandonarsusfaenascuandoestimaranconveniente.

Fuecomosinoshubiesecaídounrayo.Eldescontentonosquemóelpechopordentroy la rabianos retorció las tripas

como vidrio molido. Nuevamente nos sentíamos engañados y humillados por lasoberbiayeldespreciodelosindustriales.Paraesosmarrullerosdelcarajocadaunodenosotrosnoerasinounnúmeroenlasplanillas,unospariassinmásderechosquelos de las mulas que arrastraban las carretas de caliche en la pampa. Un «¡No!»rotundoescapóentoncesdelasgargantaspampinas.Unclamorcolosalinundótodoelámbitodelaciudadrechazandolapropuestaypersistiendoenelplazodeveinticuatrohorasparaquelosseñoresindustrialesdieransurespuesta.

Ycuandolaprotestadelamuchedumbrecomenzabaasubirdetonoylosánimosse caldeabanpeligrosamente, apareció en la tribuna el abogado, señorVieraGallo.Consumonóculoenlamanoysueternasonrisitadebeatoendomingoderamos,trassaludaralamasaconunafectadogestodepaternidad,elabogadoinflósusplumasenuncarraspeosolemneyluegosesoltóenunfloridodiscursodetonorimbombante,unaperorataenlaquenopudodejardesacaracolación,juntoalosgrandesinteresesde la patria, la roja sangre araucana, la valentía de nuestros héroes, la hermosabandera tricolor jamás arreada ante el enemigo, y otras lindezas por el estilo.«Vosotros, soldados de acero —terminó diciendo retóricamente el abogado—,vosotrosquehabéiscruzadoinfatigablesyserenoslascandentesarenasdelapampaque sedilatan infinitas enelhorizonte;vosotrosquehabéisdelegadoenuncomitédirectivotodaslasatribuciones,ahoratenéiseldeberdeacataresaresolución,puesdicho comité ya lo aprobó y por consiguiente os toca sólo obedecer y guardarsilencio».

—Ésassonpaparruchadasdefutreleído—mascullaOlegarioSantana.—¡Purasbolasdepolíticopatrañero!—recalcaasuladoJoséPintor.YcuandoDomingoDomínguez,quesehaidocorriendodeapocohaciaadelante,

está a puntode saltar a la palestra a rebatir al abogadopendejo, el jovendirigenteobreroquehabíaleídolasbasespropuestas,tomadenuevolapalabra.Sinamilanarseni temblarle el bigote, mirando directamente a la cara del abogado, dice que elcaballeroestáequivocadomedioamedio;queelcomiténohaaceptadotalesbases;queloquehahechoesrecibirlasyahoralaspresentabaalaasambleaparaqueellaacordarasuaprobaciónorepudio.

—¡Lasrepudiamos!—fueelgritoqueaunasolavozseoyóenlamultitud.DomingoDomínguez,entonces,exaltadohastalainflamación,formabocinacon

ebookelo.com-Página45

Page 46: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

lasmanosysehaceoírporsobreelbulliciodelaturbadiciendoquegrandescausassehanperdidoatravésdelahistoriaporculpadealgunosprócerescampanudosquecon su oratoria ampulosa han logrado engatusar a las masas. Tras el instante desilencioquesehaceentreloshuelguistas,yparasorpresadesusamigos,elbarreteroaparecedeprontoencaramadoenloaltodelatribuna.Allí,echandomanoatodassusdotes teatreras, con tantaomásprosopopeyaqueelpropioabogadoVieraGallo,yolvidando por completo el problema de su dentadura floja, improvisa un sublimediscursoqueesovacionadolargamenteporloshuelguistas.

—Yo, obrero de la pampa —comienza diciendo en tono engolado DomingoDomínguez—, átomo insignificante de la sociedad, levantomi voz para rebatir laverbaarrebatadoradelseñorabogadoaquípresente.MispalabrastalveznoalcancenadesvanecerelinflujomagnéticodejadoenelaireporelgranoradorqueeselseñorVieraGallo,perosepanustedesqueellasdeningunamanerasonelhuecocascabeleode los trajes de pierrots, sino que nacen del fondo más íntimo de mi alma. Mispalabrassonlaexpresiónsinceradelobreroque,vegetandoenlascandentesarenasdeldesierto,comohadichoelmismoseñorabogado,havenidoaquínadamásqueareclamar justicia. No somos una tracalada de salvajes sin Dios ni ley, ni traemosbanderadeexterminioparanadie, sóloqueremosalgo tan simplecomoque senospague un salario justo, a un tipo de cambio de 18 peniques, que es la cosa máslegítimadelmundo.Puesdebodecirqueellos, los señores industriales, ennada seperjudicanconlabajadelcambio,muyalcontrario,aprovechandoesacircunstancia,nosquitananosotros lamitaddel jornalquenospagabanantes.Es inútil entoncesqueenestascondicionesserecurraalmanoseadoexpedientedehablarnosennombrede la patria y sus gestas gloriosas. Eso es como querer engañar a unos niños conlentejuelas de clowns de circo. No nos vamos a dejar convencer con esa clase dearengaspatrioteras,puesnoesposiblequehayamoshechounsacrificioestéril,noesposible que hayamos echado el bofe caminando por las arenas del desierto, conmujeresyniñosacuestas,paravolveralascalicherasconapenasunafrágilramitadeesperanzaentrelasmanos,unapobreesperanzaquemañanaseguramentesedisiparásinremedioalprimersoplodelvientopampino.

LuegodelaspalabrasdeDomingoDomínguez,ydelasimprovisacionesdeotrosoperariosenvalentonadosporlaaclamacióndadaalbarretero,sereanudónuevamenteelparlamentoentrelasautoridadesyladelegacióndeloshuelguistas.Ydespuésdeotrahoradedebates,mientrasenlacalletodosgritábamosyqueríamoshacerusodelapalabra,aparecióenelbalcónelseñorJulioGuzmánGarcía.Enlaexpresióndesurostropercibimosalgoquedeentradanosdiomalaespina.Consuvozdeflautaysusademanesdecaballeroremilgado,elIntendentenosanunció,complacido,quealfinse había logrado una resolución final. Que, de común acuerdo con los dirigentesobreros, se había llegado a la conclusión categórica que de todas maneras senecesitaba el plazo de ocho días pedido por los señores salitreros para tener unacontestacióndefinitivaanuestrasreclamaciones.Queesepuntoeraineludible.Yque

ebookelo.com-Página46

Page 47: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

mientras tanto podíamos volver tranquilos a la pampa, porque él, como primeraautoridaddelaprovincia,nosprometíaquetodasycadaunadenuestraspeticionesseríanexpuestasclaramente.Quetuviéramosconfianzaensuspalabras.Yqueenlaeventualidaddeque,cumplidoelplazofatal,nuestropetitorionofueraaprobadoporlos patrones, podíamos estar seguros de que él mismo, el Intendente en persona,pondría trenes en las estaciones de cada una de las oficinas salitreras para quebajáramosaIquique.

Mientras laautoridadhablaba,unsilenciodeduelocomenzóacernirsesobrelamuchedumbre. Decepcionados y amargados hasta casi el llanto, los pampinos nosmirábamoslascarasunosaotrossinentendermuybienquécarajoeraloqueocurría.Loúnicoqueempezábamosasentirclaramenteeraquehabíamosatravesadomediodesiertoporlaspurasarvejas.

Laautoridadprovincialterminódiciendoquealascincodelatardeestaríanlistoslos trenes que nos conducirían de vuelta a nuestras faenas. Que aquí se quedabannuestros representantes, en número de cinco por oficina, para defender la causa.«Ellos—remató,tratandopenosamentedeemularlaarengadelcapitánArturoPrat—sabráncumplirconsudeber».

Despuésdeesto,elgentíocomenzóadisgregarserefunfuñandoamargamente.Eldesganohabíahechopresadetodos.ElgruesodeloshuelguistasseencaminóhacialosrecintosdelClubHípicoendonde,segúnsehabíadichodesdelosbalconesdelaIntendencia,antesdepartiralapampasenosserviríauntrozodecarneasadadedosbueyeschunchosbeneficiadosespecialmenteparanosotros.Otros,en tanto, losqueandaban conmujeres y niños, aprovechando el poco tiempoque les quedaba en elpuerto,sefueronaconocerlospaseosdelaciudadoacaminarporlaplaya.Comoenesosmismos instantescomenzóacorrer lavozqueungrupodeveintidósmujeres,rezagadasenlamarcha,habíanasomadomediomuertasdecansancioenelcerro,porel lado de los estanques de agua, un numeroso grupo de pampinos resolvióinmediatamentesubirarecibirlas.Yporquesedecíaquejuntoalasmujeresveníanalgunosniñosenfermos,unatropadesoldadossubiótambiénparabajarlosalancadesuscaballos.

Al terminar la concentración, mientras la trifulca de gente se revuelve ydesparramaentodasdirecciones,yDomingoDomínguezyJoséPintorreclamanenvozaltaquedenuevonoshanguaneadoestosgringosdelcarajo,queahorahayquesentarseenunapiedraaesperarlarespuestaalpetitorio,pueslosbaronesdeLondresvana contestarpara las calendasgriegas,GregoriaBecerra seda cuentadeque suhijo Juan de Dios no se ve por ninguna parte. «Lo único que faltaba», se dicenerviosa.Primerolespreguntaasusamigossialgunohavistoporahíaesepergeniode porquería. Luego se acerca a preguntarles a cada uno de los conocidos queencuentraasupaso.Después,yatomadacompletamenteporlosnervios,empiezaacorrer de un lado a otro hurgando y averiguando entre los grupos de gente que sedisuelvenconsusbanderasycartelesplegadosbajoelbrazo.Todoenvano.Ahora

ebookelo.com-Página47

Page 48: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

que hay que volver a la pampa, el niño parece haberse desvanecido en el aire. LaangustiahacepresadeGregoriaBecerrayLiriaMaríacomienzaallorar.

Losamigosresuelvenquelomásconvenienteenesoscasosesrepartirseybuscarenvariospuntosalavez.OlegarioSantanayDomingoDomíngueziránabuscarenlos recintos del Club Hípico; Idilio Montano y José Pintor recorrerán las callesaledañasalaIntendencia.GregoriaBecerrasequedarájuntoasuhijaesperandoahímismo,porsielniñoregresa.

—Tan difícil de manejar que me salió este niño —se mesa las manos condesesperación,GregoriaBecerra—.Siescomotirarunburrodelacola.

Mientrasmadreehijaaguardanmirandoyfijándoseencadaniñoquepasaanteellas,ungrancontingentedesoldados,marinerosypolicíasacaballo,comienzanacopar las calles principales.De igual forma, cual si hubiesen estado aguardando elfinaldelmitinencajonadasalavueltadelaesquina,variasbandasmilitaresempiezanarecorrerelcentrointerpretandoairesmarcialesymelodíasdemodaparadeleitedelagenteque,enmediodeunadoradanubedepolvo,remolineaylassiguellenasdeentusiasmo.Enmediodesuangustia,GregoriaBecerrasedacuentadequemuchospampinos se han dejado emborrachar la perdiz y comienzan a convencerse de quetodosehasolucionadoparabien,yhastasemuestranfelicesdelasituación.

Cuandounahoramástarde,sudorososyagitados,losamigosvuelvenareunirseconGregoriaBecerra,éstaysuhija,afligidashastalaslágrimas,sehansentadoenlaveredaesperandoyrezandoalaVirgencitadelaTirana.Aunquetodosvienenconlasmanos vacías, el carretero trae el dato esperanzador de que un grupo de niños, alenterarsedequealascincodelatarderegresabanalapampa,seescabulleronhaciala playa con la intención de darse un baño de mar antes de partir. Cuando IdilioMontanoseofreceparairensubusca,LiriaMaría,consusmejillaspálidashastalatransparencia,pideasumadrequesipuedeacompañarlo.

—Mejorquevayaeljovensolo—diceasonambuladaGregoriaBecerra—.Seríaunalinduraqueahoraperdieratambiénamihija.

Al partir Idilio Montano los demás amigos deciden no volver al Club Hípicodondesehaconcentradolagenteparasalirencolumnaaembarcarsehacialapampa.Sentadosellos tambiénen lavereda, sequedanacompañandoa lasmujeresquenoparanderezarparaqueaparezcaJuandeDios.LiriaMaría,queyanosabesipensaren su hermano o en la posibilidad terrible de no volver a ver nunca más a IdilioMontano,setapalacaraconlasdosmanosycomienzaallorardenuevo.

Tras un rato de barajar posibilidades y dar ánimos a las mujeres, DomingoDomínguezapartaunpocoasusamigosylesdice,envozbaja,quereciencitonomássehadateadosobreunbolichequeestávendiendolicorporlapuertachica,aquíalavueltadelaesquina.Queélestádispuestoaempeñarsuanillodeorosiesnecesario.«Estoyquemuerdoporuntrago»,dice,pasándoselalenguaporsubigotitoblanco.

Olegario Santana, pensando en la preocupación de las mujeres, opina que lomejoresdejarloparaotraocasión.

ebookelo.com-Página48

Page 49: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—Oparamástarde—intervieneJoséPintor.Elbarreteroconvienearegañadientes.—Tendréqueconformarmecontragarsalivita—dice,haciéndoseelatormentado.CuandolascampanadasdelrelojdelatorredelaplazaPratestándandolascinco

delatarde,losamigosvenpasarlacolumnadeobrerosque,desdeelhipódromo,sedirigen a la estación de trenes a embarcarse de vuelta hacia la pampa. Con lasbanderas al viento, pero sin los carteles de reclamaciones, los pampinos marchanflanqueadosporsoldadosdeinfanteríaycaballeríaquemantienenarayaaloscientosdeoperarios enhuelgade losgremios iquiqueñosque,desde las aceras, los siguengritándolesquenosevayan,compañeros,noregresenalascalicheras,siganadelanteconlahuelga,quelostrabajadoresdeIquiqueestamosconustedes,hermanos.

Loquellamalaatencióndelosamigosesquealfrentedeloshuelguistasvaunagranbandaderegimientomarcándoleselpasoalsondepatrióticoshimnosmarciales.

—EstosbabososquierenhacercreerquenosvamosdeIquiquecomovencedores—diceconbroncaOlegarioSantana.

A lo lejos, comoapurandoel trancode losobreros, seoyen resonar lospitazosurgentesdeunalocomotora.

ebookelo.com-Página49

Page 50: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

7

AnteladesesperacióndeGregoriaBecerraalverquelagentevuelvealapampaysuhijonoaparece,losamigosdecidenquedarseconella.Nosemoverándesuladohasta que aparezca el niño. Total, dicen, quedarse un día más en Iquique, no esningunatragedia.Lapampanosevaaacabar.

—Nos vamos a morir todos y la pampa va a seguir existiendo —redondeaperogrullescoDomingoDomínguez,tratandodeanimaralasmujeres.

—Sienmediahoranoapareceelherramenteroconelniño,nosvamosnosotrostambiénarecorrerlaplaya—diceJoséPintor.

Mediahoramástarde,extrañadosdenovertodavíaningúntrenconhuelguistassubiendoloscerros,ycuandoyacomenzabanaplanearparaquéladodelaplayaseibaaircadauno,lesllegadeprontoenelaireelgriteríoroncodeunamuchedumbreacercándose.Sorprendidoshastaelalelamientovenaparecerentonces,porlamismacalle por donde habían pasado a embarcarse, acompañados ahora de los gremiosiquiqueños que los alientan y avivan puño en alto, a los miles de huelguistaspampinoscantandoygritandoeufóricosquenadiesevuelvealapampa,carajo,quetodoelmundosequedaenelpuertohastalasúltimasconsecuencias.SinembargoloqueemocionahastalaslágrimasaGregoriaBecerrayasuhija,ymaravillahastalascarcajadas aOlegario Santana y a sus amigos, es que a la cabeza de la procesión,caminandojuntoaldirigenteJoséBrigg,vieneJuandeDiosenpersona,sonrienteyfelizdelavida.

Elmuchacho,luegodelareprimendadesumadreydelosabrazosemocionadosdesuhermana,quenoparadesollozar,dice,enmediodelagritería,quecomoenlaplayaseleshizotarde,élylosdemásniñosdecidieronnovolveralcentro,sinoirsedirectamentealaestación,pensandoquealláseencontraríacadaunoconsuspadres.Y cuando, rodeándolo entre todos, le preguntanquédiantres ocurrió en la estaciónquelagentesedevolviótoda,JuandeDioscomienzaacontaralosgritosquecuandolospampinosllegaronalaestaciónyvimosqueloscarrosquenoshabíanpuestoeranplanos,deésosparacargarsacosdesalitre,losmásempecinadosempezamosagritarquequédemoniossecreía todoelmundoqueéramosnosotrosparaquevinieranatratarnoscomoanimales,quenoíbamosaviajaraningunaparteamontonadoscomosacosdesalitreenesoscarrossinprotecciónniseguridadninguna.Yesquenosotrossabíamosmejorquenadiequeviajarenelloseraunpeligrovivo,quealostumbosyvaivenes de las numerosas curvas de la vía férrea, especialmente en la escarpadasubida de los cerros, se podía fácilmente sufrir un accidente fatal, pensando sobretodoquelamayorpartedelviajeseharíadenocheyqueconnosotrosibanguaguas,niñosymujeres.Ymientrasdiscutíamosestoconloscompañerosqueyasehabíanacomodadoenloscarros,loshuelguistasdelosgremiosiquiqueños,amontonadosenelCerrodelaCruz,nosgritabanatodopulmónquenovolviéramosalapampa,quenosquedáramosenelpuerto,queentre todospodíamosllegaradoblarle lamanoa

ebookelo.com-Página50

Page 51: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

loscapitalistaszarrapastrosos.«Noentreguenlaoreja,hermanospampinos»,repetíanatodogritolosiquiqueños,agitandosusbanderas.Ymuchosdeellos,rompiendoelcercodelastropasquelosmanteníanalejadosdenosotros,bajabancorriendohastalaexplanadadelaestaciónyallegándosealalíneadeltrenincrepabanduramentealosque ya se habían embarcado. «Parecen una manada de carneros acurrucados ahíencima»,lesgritabanincitándolos.Yentantosucedíaesto,elabogado,señorVieraGallo,quenoshabíaseguidoensuautomóvildelujohastaelembarcadero,tratabadeconvencernos por todos los medios de que no hiciéramos causa común con losobrerosdeIquique,queéstoseranunamangadeflojos,unacáfilademañosospocoacostumbradaaltrabajo.Peronosotros,yaconelánimoexaltado,yenrabiadosporeldespreciodequeéramosvíctimasporpartedeautoridadesypatrones,resolvimosdeprontonoregresaral trabajo,novolvera lapampa,quedarnos todosenelpuertoalucharhastaelfinalpornuestrosderechos.Ycuandolamuchedumbrevociferante,algritode¡Alaplazadearmas!¡Alaplazadearmas!,comenzóadevolversetodahaciael centrode la ciudad, losmilitaresquenos custodiabanquedaron enunmomentorodeadosyembotellados,acompletamerceddelaturba.Sinembargo,nadielevantóunamanocontraellosnihizoelmenorademándeagredirlos.Ésafuesindudaunadelas tantas demostraciones del espíritu pacifista que nos movía, y que mantuvimosdurantetodoeltiempoquedurólahuelga.

Luego de llevar a efecto un granmitin en la plaza Prat, en donde se hicieronencendidas proclamas en contra de los patrones, la consigna unánime fue irnuevamente hasta la Intendencia. Allí, alarmado por la gritería ensordecedora delgentío,porunodelosbalconesdeledificioseasomólafiguradedonJulioGuzmánGarcía,sorprendidoydemudado.

Cuandomomentosmástardenosdirigiólapalabra,sutonoyanoeraelquehabíausadohastaentonces—porcierto,nosotrosnosabíamosaúndesupedidourgentedetropas para el puerto ni del telegrama del Ministro del Interior en el que se leordenaba reprimirnos con firmeza, «sin esperar a que los desórdenes tomarancuerpo»—. En una perorata pausada y cortante, llena de despropósitos, el señorIntendentenosdijo entonces, entreotrasburradasdelmismocalibre, que el dineroparapagarnosnoerasuyosinodelossalitreros,yqueélnopodíaponerleunapistolaalpechoa los señores industrialesparaquenosconcedieran loque reclamábamos.Peromientrashablaba,muchosnosdimoscuentadequedetrássuyo,ocultosentreelcortinaje de los ventanales, los señores Toro Lorca y Viera Gallo, gesticulando ymoviendolasmanos,leibandictandounaaunalaspalabrasqueélrepetíacomounloroen sudiscurso.Después, a instanciasdenuestros cantosygritos a favorde lahuelga,ydenuestradecisióndenovolveralosrecintosdelhipódromo,hizosubiralcomitédeobrerosparaconferenciarsobreloquesepodíahacerconnosotrosporelmomento.

Cuando después de un rato, José Brigg se asomó por uno de los balcones, elsilencioqueseprodujofueimpresionante.ElmecánicoanarquistadelaoficinaSanta

ebookelo.com-Página51

Page 52: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Ana, hijo de padres norteamericanos y secretario en la fundación de la delegaciónpampina deHuara—que a esas alturas, sinmostrarse demasiado, se había alzadocomo el cabecilla natural de la huelga—, nos informó que las autoridades nosofrecíandoslocalesparaalojarnos:elconventodeSanFranciscoparaloshombresylaCasaCorreccionalparalasmujeres.

Enardecidos, los pampinos contestamos que bajo ningún motivo aceptábamosquedarnos en un convento. Y aludiendo a un reciente y sonado escándalo dehomosexualidad entre algunos eclesiásticos del puerto, se oyeron algunas vocesásperasgritandoquenoqueríannadacon«cacheros».

—¡ElúnicodeacuerdoenalojarconloscurasesmiamigoJoséPintor!—gritamuertoderisaDomingoDomínguez.

—¡Pormísepuedeniralcarajoesoscagacirios!—reclamaJoséPintor.JoséBriggvolvióaentraralasaladeconferencia.Alsalirdenuevoalbalcón,en

un tonito que sonó mucho más irónico que antes, dijo que ahora se nos ofrecíaalbergue en el Regimiento Carampangue y en el Regimiento de Húsares. Como anosotros ese hospedaje nos olía francamente a prisión, lo rechazamos también deinmediatoconunagriteríaensordecedora.

Alreaparecerporterceravez,eltonodeldirigentehabíacambiado.—¡AhorasenosofrececomoalojamientolaescuelaSantaMaría!—dijo.Eranlasseisdelatarde.Deinmediato,luegodeaprobarporunanimidadellugar

ofrecido,entonandocánticosygritandoconsignas,mientras lascomisionesdecadaoficinanospedíanordenycomposturaa travésde lasbocinas,enfilamos rumboalestablecimientoescolar.

DemodoquecuandoIdilioMontano, luegoderecorrerkilómetrosdeplayasinhaber encontrado a Juan deDios, vuelve al centro de la ciudad, lo encuentra casivacío de gente.Al ver que sus amigos no se hallan por ninguna parte, su corazónempieza a martillarle el pecho desesperado. Y es que mientras recorría la playapreguntandosialguienhabíavistoaunniñodenombreJuandeDios,deéstasydeestas otras señas, se había dado cuenta de lomuy enamorado que estaba de LiriaMaría.Nuncaanteshabíasentidoesealeteodepájarosheladosqueestabasintiendoenelvientre.Todoenesosinstantesleeraluminoso.Enelreflejodelasaguasveíaelbrillodelosojosdesuamadayencadaolaoíaestallarlaflordesunombreprecioso.Perodeimproviso, inmersoensudesvarío,habíacaídoenlacuentadealgoquelehizo estremecer todo el armazón de sus pobres huesos: desde el momento en queconocióaLiriaMaría,deesoibaahacerdosdíasydosnochesenteritas,nuncahabíaestadotantotiemposinverla;nuncasehabíasentidotanlejosdelinflujoprotectordesuojoshechiceros.Sumenteentoncesfuepresadeuntemorirracional.Bastabasóloquealgoocurriera en elmundoen esemomentoparaque él nuncamásvolviera aencontrarseconella,paraquenuncamásvolvieraaverla.Ytanfuertehabíasidolasensación de desamparo que embargó su corazón de enamorado, que sintió lanecesidadurgentedevolveralaciudadenseguida,decorrersinpérdidadetiempoal

ebookelo.com-Página52

Page 53: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

encuentrodesumirada.Cuandoalguienen la esquinade las callesZegersyLinch, le cuenta loqueha

ocurrido con los huelguistas pampinos, Idilio Montano se siente revivir. A todacarrera, casi llorando de emoción, se dirige hacia el establecimiento escolar, a trescuadrasdedistancia.

AesashoraslaEscuelaSantaMaríasehallabarepletadegentevociferante.Cadauna de las salas de clases era una ensordecedora olla de grillos. En medio de unfenomenal barullo de cantos, gritos, silbidos y llantos de niños, los huelguistasarrumbábamos pupitres, abríamos ventanas, sacudíamos el polvo, demarcábamosterritorio, ordenábamos nuestros petates y tratábamos de acomodarnos de lamejormaneraposible.Laescuelaestabaconstruidaparaalbergaramilalumnosynosotroséramosmásdecincomilalmas;cincomilcristianosque,ensumayoría,nuncaantesensuvidadepobreshabíanentradoaunaescuela.Mientrasalgunosclavabanletreroscon el nombre de las oficinas respectivas en las puertas de las aulas, otros lovoceabanagritolimpiosubidossobrelostiestosdelabasuraparaquecadacualseubicaraconsuscadacuales.Entantoenlospatiosyacomenzabanahumearalgunascocinasdecampañaenviadasdelosregimientosyunpardefogonesencendidosenelsuelo en donde algunas mujeres se afanaban en guisar nuestra primera comidacalienteenvariosdías.

Sintiendo un fuerte retumbar en el pecho, IdilioMontano recorre la escuela dearribaaabajo.EnlassalasendondesehanjuntadoalgunosdeloshuelguistasdelaoficinaSanLorenzo, nadie sabedarle noticias de sus amigos.Y en las que se hanreunido losde laoficinaSantaAna,queesdondehaymásgente, nadiehavisto aGregoriaBecerrania sushijos.Obnubiladocompletamente,elherramenteroyanopiensaniensusamigos,nienelniñoqueaúndebeandarperdidoporahíalabuenadeDios, ni en supobremadreque a esashorasdebe estar locadedolor.SuúnicaobsesiónesLiriaMaría.

Las dependencias de la escuela —disponibles en esos momentos porque losalumnossehallabanenesperade susexámenesde findeaño—,conformabanunainmensacasonademaderaconstruidaenlostiemposenquelaciudadpertenecíaalaRepúblicadelPerú.Cubiertacontechosdecalaminayunmiradorquedabahacialaplaza Manuel Montt, tenía además dos amplios patios de tierra y un gran portónantepuestoaunpequeñojardínadornadoconfarolesdegas.Enelcentrodeljardínseerguíaunapérgola, tambiéndemadera,muysimilara loskioscosdemúsicade lasplazas pampinas.Al salir a unode los patios alguien le dice a IdilioMontanoquealgunoshuelguistassehaninstaladoenunosbarraconesdelacalleBarrosArana,alavuelta de la escuela, los que han sido cedidos por sus dueños. Pero ahí tampocoencuentraalajoven.

Alregresardenuevoalaescuelayaestáanocheciendo,yladesesperaciónlohacepensarcosascadavezmássiniestras.Altraspasarelportóndeentradaseencuentraabocajarro con los dos calicheros a quienes Domingo Domínguez había bautizado

ebookelo.com-Página53

Page 54: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

comolaConfederaciónPerú-boliviana.Loshombresestánbebiendoaescondidasdeunabotelladeaguardientequeelbolivianoocultadebajodelpaletó.IdilioMontanorechazaeltragoqueleofreceny,conelrostrocontrito,lescuentaquenopuedehallarasusamigos.Loshombreslepreguntanquesiporacasoelpaisanitochilenonoloshabuscadoen el circo. Insultándose entoncesydiciéndose a símismoque esmástontoqueunacucharadepalo,IdilioMontanocorreansiosohaciaelcircoinstaladoenunaesquinadelsitioeriazoquellamanPlazaMonttyqueél,alllegar,sólohabíamiradodesoslayo,casisinverlo.

En el circo, bajo cuya carpa se ha refugiado un buen número de pampinos—algunosacomodadosenlostablonesdelagaleríayotrosrecostadosenelaserríndela pista—, Idilio Montano divisa a sus amigos conversando con dos hombres deaspectoextrañoyunamujerquesostieneunmonitoencadenadosobresushombros.Entreellos,depiejuntoasumadre,elrostroaureoladodeLiriaMaríalehacevolverel alma al cuerpo. Idilio Montano se acerca aparentando calma, tratando a duraspenas de que su corazón ávido no se le salga disparado por la boca. Cuando losamigos lo saludan alborozados, ni siquiera se extrañamucho de ver enmedio delruedo a Juan de Dios, sonriendo inocentemente, como si nada hubiera pasado.GregoriaBecerra, tras disculparse compungidamente, le cuenta a grandes trazos laforma increíble en que encontraron al perla de su hijo y le informa que, como lassalasendondesehanrejuntadoloshuelguistasdeSanLorenzoylosdeSantaAnaestán repletas, ellos han optado por instalarse con gente de otras oficinas en unadependenciaalcostadoderechodelaentradadelaescuela.

Domingo Domínguez los interrumpe para presentar a Idilio Montano con elempresario del circo, don Juan Sobarán, un hombre de gran corazón quegenerosamentehacedidosucarpaparaalojaraalgunoshuelguistas,diceelbarretero.Después,haciendogaladeunafectadodesplantesocial,repitelomismoconelotrohombre,unindividuoquenoparademostrarsusdientesenunasonrisitacongeladayquesepresentaasímismocomoHeraldodelosSantos,malabarista,contorsionistayequilibristadelacuerdafloja.Porúltimo,repiteelnumeritoconlamujerqueenesosmomentoshabíaidotraselmonitoquesehabíazafadodesucadenilla.Lajoven,unarubiadefaccionesdelicadasyexpresiónligeramenteanémica,acomodandodenuevoalmonitosobresushombros,sepresentacomoGarzaMuriela,labailarinadelcirco.Yapuntandoalgraciosoanimalitovestidodepantalónazulycamisetaarayasrojasyblancas,encaramadoahorasobresucabeza,dicequeélesFilibaldo,yquecomoeljoven se habrá dado cuenta, aún no está del todo enseñado. A Idilio Montano labailarinalepareceunafinamuñequitadeloza.

Luego de las presentaciones, el señor Juan Sobarán, ciudadano peruanoavecindadoenIquique,terminadeexplicarlesqueelcircohadecididosolidarizarconlos huelguistas de la pampa, y que por lo tanto se han suspendido las funcionesanunciadasenlosvolantesparamañanamartes.AnteelgestodedecepcióndeLiriaMaría y de Juan de Dios, el empresario les promete, con aspaventosos gestos de

ebookelo.com-Página54

Page 55: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

zalamería,queencuantosearregleelconflicto,elcirco,encelebracióndetalhecho,dará una función de entrada gratis para los niños y para toda la esforzada gentevenidadelapampa.

El circo Sobarán era famoso en toda la región de Tarapacá no tanto por susfuncionescircenses,sinoporsertambiénelescenariodeviolentosmatchsdeboxeo.Sedecíaquesumismodueño,elcholoJuanSobarán,habíasidocampeóndeluchaensus buenos tiempos. Muchos de los huelguistas que prefirieron arrancharse en lacarpahabíansidotestigosalgunavez,ensusbajadasaIquique,delassalvajespeleasqueallí se llevabana efecto.Se tratabade encarnizados combatesynode simplestongosnipeleasdeboxeadoreslivianitoscomolasquesolíanverseenotraspartes.En la lona del circo Sobarán se habían disputado memorables peleas sin tiempopactado,esdecir,hastaqueunodelosadversariossequedaratiradosinalientoenelsuelo.Elúltimodeestoscombates,recordadocomounodelosmássangrientosquesehubiesenllevadoaefecto,habíasidoelquesostuvieran,nohacíaunañotodavía,el inglés James Perry y el norteamericano William Daly. Combate que duróexactamente cuatro horas, catorce minutos y cincuenta y nueve segundos. Loscontrincantespelearonbárbaramentedesdelasnuevedelanochehastapasadalaunadelamadrugada,sindarnipedircuartel.

Después de recorrer la carpa, los amigos regresan a la escuela.Momentosmástarde,cuandosentadosalaveradeunodelosfogonessepreparanacomeralgo«paracalentarlastripas»,comodiceJoséPintor,enundescuidodeGregoriaBecerra,IdilioMontanoporfinpuedeacercarseaLiriaMaría.Susojosnegrosbrillanenfebrecidos.

—Creí que nunca más en la vida la volvería a ver—le susurra al oído, casitemblando.

ebookelo.com-Página55

Page 56: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

SEGUNDAPARTE

ebookelo.com-Página56

Page 57: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

8

El lunes16, Iquique amanecióungidodeun sol espeso comoóleo.LaEscuelaSantaMaría sedespertó tempranoesamañanay, comounagranbestiademadera,extrañada de sus miles de ocupantes nuevos, comenzó a crujir y a desperezarselentamente. Sumodorra de casona antigua había sido perturbada por el ajetreo denuestras mujeres que, tal como acostumbraban a hacer en la pampa, y pese alcansancioya lasescaldadurasvivasde lacaminata,se levantaronasusquehaceresconlosprimerosalboresdelaauroraporteña.

De modo que a la salida del sol, ya toda la escuela olía a café boliviano y afritanga de sopaipillas. Los patios bullían de alborozo y animación ante nuestropropioasombrodepampinosagrestes,acostumbradosal silencioya lasoledaddeldesiertoymásbienpocodadosalartedelaconversaylavidasocial.Sobretodoaesas horas de la mañana. Y en lunes más encima; día en que, como todos lostrabajadores de alforjas bien puestas, debíamos de estar sudando la gota gordamachacandopiedrasenlascalicheras,derripiandocachuchoshumeantes,manejandoelfuelledelasfraguasoatareadosencualquieradelasdiversastareasyoficiosdelaindustriasalitrera.

Y tantaeranuestracostumbrede trabajarque losquepudierondormiralgoesaprimeranoche—puesmuchos seamanecieronenvela—secontabandespués, casidescuajeringados de tanto reír, los diversos chascarros que se habían vivido esamadrugadaalabrirlosojos.Algunosviejossehabíandespertadoalprimergallo,lahora de su turno en la pampa, y en la oscuridad de la sala, desconcertados porcompleto,dandomanotonesde ciegoydespotricandocomocadamañanacontra laexplotacióny lamiseria,habíancomenzadoabuscar loscalamorrosy lacotonadetrabajo,hastaquealguien,sumujeroelamigo tendidoasu lado, losmandabandevuelta a dormir con un rotundo improperio de calichera. Incluso hubo algunos porahí, que al despertar en la madrugada y verse acostados con la ropa puesta,imaginando que la noche anterior se habían agarrado una borrachera de los mildemonios—delaquenisiquieraseacordabanmucho—yquesehabíanquedadoadormirsepaDiosenquémalditochincheldelapampa,selevantarondeunsaltoy,aúnmediodormidos,salierondelasalaenpenumbrasrumboasurespectivolugardetrabajo. Al despertarse de golpe en medio de un patio de escuela, completamentedesnortados,rascándoselacabezadepuroasombro,demorabansubuenratoendarsecuentaendóndecarajoestabanmetidosyporqué.

Alahoraenqueelpatiomayordelaescuelayaesunpozorebalsadodesol,enunade lacocinasdecampaña,consucabello recogidoyarrebujadoenunodesuspañuelos de seda, Gregoria Becerra comienza a preparar café caliente para susamigos.Cuandolesirveel tazónaOlegarioSantana,sonriéndoleamablementeconsuanchasonrisadematronaalentada,elcalicheroalargasusmanoscallosasyledalasgraciasvisiblementeconturbado.Nisiquieraseatreveamirarlaa losojos.Yes

ebookelo.com-Página57

Page 58: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

queporlanoche,mientrastodosyacíandurmiendoamontonadosenelpisodelasala—lasmujeresaun lado, loshombresalotroy losmatrimoniosconhijosal fondo,lejosdelasventanaspordondepudieraentrarlesunmalairealosniños—,él,consuespíritudesbocadoenfantasíasde índolenomuysantas,sedesvelócompletamenteobservandodormiralamujer.

Primero le había maravillado que Gregoria Becerra, acostada junto a sus doshijos,tendidadeladoyconlasmanosentrelazadasbajolamejilla,alamaneradelosniños,nohubiesecambiadodeposiciónentodalanoche.Yesedetalle,quereflejabaunaserenidadinteriorinnegable,legustósobremaneraalcalichero.Yesqueéleradeesos locos que amanecendurmiendo con los pies sobre la almohada o tirado en elpiso a dos palmos del colchón. Cosa que tampoco lo perturba demasiado, porquesiempre ha pensado quemientras más viejo se hace el hombre, menos posicionestiende a adoptar en la cama, hasta terminar quedándose inmóvil y privilegiando laforense posición decúbito dorsal, como preparándose de antemano para dormir elsueñoeterno.

Demanera que en tanto lamayoría de la gente, rendida y agotada, se quedabadormidadeinmediato,OlegarioSantana,contemplandodormiralamujer,supoqueno ibaa serle fácil conciliar el sueño.Además,mientrasde lospatios le llegaba laplañidera música de los operarios bolivianos que se habían quedado pernoctandoalrededor de las fogatas, y a su lado sentía los interminables suspiros de amor deljoven herramentero —que tampoco podía dormir mirando con ojos de brasasencendidasaLiriaMaría—,desdeloscuatrocostadosdelasalalellegabaelsilicosoconciertode ronquidosde losminerosmásviejos, interrumpidosdevezencuandopor las voces dormidas de los niños y de lasmujeres que hablaban en sueños; lasmujerespreguntándose,conlamismadesesperanzadecadadía,quédiantresibanahacerdealmuerzomañana,virgencitasanta,ylosniños—sentándosedegolpeyconlosojosabiertos—prorrumpiendoenlosimproperiosquenopodíandecirdespiertosfrenteasuspadres.Demodoque,sinpoderpegarlosojosentodalanoche,conlaimaginaciónyaenfrancodesenfreno,elcalicherosehabíapuestoapensarencómosería,carajo,hacerelamorconesamujerdeauratanplácida,decuerpotanblancoyderespiracióntanacompasada.

Ahora,mientrasbebeel tazóndecaféhumeanteyvea lamujerconversarmuyanimadaconsuamigoJoséPintor,OlegarioSantanasepregunta,ensimismado,quesi entre los dos viudos no habrá algo más que una simple amistad de vecinosantiguos.Aél lehaparecidoadivinaren losgestosy tratosdelcarreterounaciertaatenciónespecialparaconella.Aunquenuncalohademostradoabiertamente,salvoporelhechodenoescupirniestallarenmalaspalabrasantesupresencia.Esamismanoche,por ejemplo,mientras él se consumía contemplandoa lamujer, el carreterohabíadormidocomounquerubínacurrucadojuntoaDomingoDomínguez,roncandoa coro sus pedregosos ronquidos retumbantes. Seríamuymala cosa que su amigotuvieraalgoqueverconella.Aunquenoseríanadararo,puesJoséPintor,ademásde

ebookelo.com-Página58

Page 59: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

ser algunos años más joven que él, es mejor apersonado y más hablantino. «Alcarajo»,sedicesulfurado,mientrasdejaeltazónenelsueloyenciendeunYolandacon gesto torvo. Pero no puede dejar de pensar en ello.Gregoria Becerra lo atraemucho.Lacomparaensumenteconlamujerquefuesucompañeradecamadurantecatorceañosynopuedecreerquehubieraresistidotantotiempojuntoaunacristianatansosadecuerpocomodealma.Esamujernosecomparabaenabsolutoconestahembra poseedora de una férrea fuerza interior, una risa flameante y un espíritusiemprealtopedelajovialidadyelentusiasmo.

—Lo veo muy pensativo, compadre Olegario —dice de pronto DomingoDomínguez,calentándoselasmanoseneltazón.

OlegarioSantananoresponde.El barretero entonces se echa su sombrero hacia atrás, mira con un guiño

cómpliceaJoséPintoryluegolepreguntaquesiacasoechademenosasusjotes.OlegarioSantana terminade tomarseel cafédeunasolagargantada, sepasael

dorsodelamanoporlabocay,mirandohacialaterrazadeledificioendondesehainstaladoelcomitédirectivodelahuelga,selimitaadecir:

—NohevistoaloshermanosRuiz.—ParamíquealoshermanosRuiz—sesacaelpalitoyescupeporelcolmillo

JoséPintor—elconflictoselesescapódelasmanos.Lesquedógrande.Cerca de las diez de la mañana, mientras hombres, mujeres y niños nos

preocupábamosdeasearyordenarunpocolaleoneraenquesehabíaconvertidolaescuela,supimosqueenlossalonesdelaIntendenciasehabíallevadoaefectounajunta que tenía que ver con nuestro movimiento. Presididos por el señor JulioGuzmánGarcía,yconelobjetodeformarunacomisiónquesepusieraalhablaconlosseñoresindustrialesysolicitarlesquecolaboraranenlasolucióndelconflicto,sehabíanreunidolasautoridadesadministrativas,eclesiásticasymilitaresdelaciudad,ademásdealgunosvecinosnotablesygenteligadaalaempresasalitrera.Ademássehabía acordadopedirnos a los huelguistas unmemorial definitivo con cada unodenuestrosrequerimientos,detalmodoquelapartepatronaltuvieraenquébasarsepararesponder.

DeestoseenteranlosamigosalahoradelmediodíaporintermediodeJuandeDios que, habiéndose ofrecido a la directiva para mandados menores, los ha idoinformandode todo loqueoyeyvealláarriba.Elniño lescuenta,además,quesehabíanombradounComitépermanente,unComitéCentralqueelegimosdeentrelasdirectivasdelasdistintasoficinassalitrerasparaquedeahíenadelanteseencargaraderepresentarnosenlasnegociacionesconlasautoridadesylosseñoresindustriales.DepresidentesenombróaJoséBrigg;devicepresidente,aManuelAltamirano;deTesorero, a José Santos Morales; de secretario, a Nicanor Rodríguez y deprosecretario, a LadislaoCórdova. Tras la elección, el flamanteComitéCentral sepusoatrabajardeinmediatoy,alastresdelatardeenpunto,presentóelsolicitadomemorial.Endichodocumento,queunayotravez,desdenuestrallegadaaIquique,

ebookelo.com-Página59

Page 60: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

habíamos ido dando a conocer de viva voz a las autoridades pertinentes, laspeticionesseresumíanendiezpuntosclaves:

1. —Aceptarporelmomentolacirculacióndelasfichashastaquehayasencillo,cambiándolas todas lasoficinasa lapar,y sialgunano lohiciera,multarlaen500pesos.

2. —Pagodejornalesarazóndeuncambiofijode18peniques.3. —Libertaddecomercioenlasoficinas,enformaampliayabsoluta.4. —Cierregeneralconrejasdefierrodetodosloscachuchosychulladoresdelas

oficinassalitreras,pagandoéstasuna indemnizaciónde5000a10000pesosalos trabajadores que se malogren a consecuencia de no haber cumplido estaobligación.

5. —Encadaoficinahabráalladofueradelapulperíaytienda,unabalanzayunavaraparacomprobarlospesosymedidas.

6. —Concederlugargratuitoparaquefuncionenescuelasnocturnas,siemprequealgunosobreroslosoliciten.

7. —QueelAdministradornopodráarrojara laramplaelcalichedecomisadoyaprovecharlodespuésenloscachuchos.

8. —QueelAdministradordelaoficinanopuedadespediralosobrerosquehantomadoparteenelpresentemovimiento,sindarlesundesahuciodedoso tresmeses,oencambio300a500pesos.

9. —Que en lo futuro se obliganpatronesyobreros a dar una avisode15díasantesdeponertérminoaltrabajo.

10. —Esteacuerdounavezaceptadosereduciráaescriturapública,firmandolospatronesylaspersonascomisionadasporlosobreros.

Por la tarde,mientras los huelguistas se aprontan amarchar a la Intendencia areanudarunmitinquehabíacomenzadoantesdelalmuerzo,IdilioMontanoyLiriaMaríasevanapasearalaplaya,encompañíadeJuandeDios.Elherramenterohabíahechounpardevolantinesconloscolorespatriosylaestrellasolitariaenelcentro,ylepidiópermisoalaseñoraGregoriaparaquesuhijaloacompañaraaelevarlosalaorilladelmar.Lamujer, sorprendidapor labellezay laperfecta confecciónde losvolantines,accedióconlacondicióndequelosacompañarasuhijoJuandeDios.

—Esoya lohabíamospensado, señora—dijopresto IdilioMontano—.Poresomismoesquehicedosvolantines.

Cercadelascuatrodelatarde,enarbolandocartelesybanderas,ungrannúmerodehuelguistasnosdirigimosaproseguirelmitinenlaplazaPrat.Entrelasbanderaspatrias de las distintas nacionalidades de los operarios involucrados en elmovimiento, sobresalían numerosos pendones blancos, símbolos con los quequeríamos destacar claramente nuestro ánimo pacifista. En una gran zarabanda debombos,pitosy tambores,marchábamosentreaplausosygritosdeadhesiónde los

ebookelo.com-Página60

Page 61: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

transeúntes y operarios de los gremios en huelga del puerto, mientras desde losventanales de las casas de los ricos —verdaderos palacios construidos de finasmaderasyenunaarquitecturaentreinglesaylimeña—ojosatónitosnosobservabana través de los intersticios de los visillos y los cortinajes de color damasco. Ellosesperaban ver cataduras y gestos criminales y oír amenazas de muerte, y sólodivisabanhombres,mujeresyniñosgritandoalgosobrefichas,cachuchosybalanzas,y riendoy aplaudiendoyhaciendobulla con sus instrumentos comosi el conflictofueraenverdadunmotivodefiesta.

Amediocaminoentre laescuelaSantaMaríay laplazaPrat,alguiendeprontogritó algo apuntando hacia los cerros. Arriba, bajando lentamente las peligrosascurvas y pendientes, venía llegando un humeante convoy proveniente del interior.Eranmáspampinosqueveníanaunírsenosalahuelga.Enunaalegreyespontáneabatahola, sin ponernos de acuerdo ni nada, cambiamos entonces de viento y nosdirigimoscantandoalaestacióndeferrocarriles.Teníamosquedarleslabienvenidaaesos hermanos solidarios que, al enterarse de que nos quedábamos en Iquiqueluchando por una solución al conflicto, habían abandonado también la pampa paravenirahacercausacomúnconnosotros.Ademásdeloscochesdepasajeros,eltrenvenía con cuatro carros de ganado enganchados a la cola, llenos también dehuelguistasquegritabansusconsignasyhacíanseñasdesaludoatravésdelasrejas.Elenormegentíoqueabarrotabael convoy locomponían losconcurrentesalmitindelpueblodeZapiga,comisionesdeobrerosenviadasporloshuelguistasdelcantóndePozoAlmonteyoperariosconmujeresyniñosprovenientesdeLagunas.Luegodealgunos discursos pronunciados en los mismos recintos de la estación ferroviaria,entre todos formamos una gruesa columna y, en medio de una gran polvareda,siemprecantandoydandovivasalahuelga,marchamosendirecciónalaplazaPrat.Unavezallí,todaesaenormemasadegente,quesobrepasabaenmucholassietemilpersonas,nossituamosalrededordelmonumentoalhéroenavaldeIquique,capitándefragata,ArturoPratChacón,paraoíralosoradoresquedesdelosaltosdelkioscodelamúsica,bajoeltórridosoldelascuatrodelatarde,desparramabanencendidaspalabrasdejusticiayredenciónsocialparalospisoteadosobrerosdelsalitre.Todoslosdiscursoshablabanestrictamentedederechosydeberes laborales.Tantoasíquecuandounodelosarengadoresquisosacarareluciralgunasmartingalaspolíticasensu alocución, de inmediato fue repudiado por una elocuente rechifla general.Copandocompletamenteelrectángulodelaplaza,tomadostodosdelamanobajoelsol,lamultituddepampinoscantamosysaltamosygritamoscomonuncaenlavidalohabíamoshecho.

En medio del hervidero de gente bañada en transpiración, José Pintor diceentusiasmadoqueesaeslamejorfiestaquehavistoenmuchotiempo.

—¡Esto esmejor que cualquier cuadro artístico de cualquier Filarmónica de lapampa!—exclamatragandosalivaDomingoDomínguez.

—¡Deloquesetrataeshacerdeestahuelgaunaverdaderacelebracióndeunidad

ebookelo.com-Página61

Page 62: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

pampina!—diceGregoriaBecerraconmovida,mientrasseabanicaconsupañuelitominúsculoy,contagiadadelaefervescenciageneral,ríeycantaplenaderegocijo.

OlegarioSantana,mirándoladereojo,dice,consuparquedadcasibrutal,queloquenohayquehacerahoraesilusionarsedemasiadoconelresultadodelconflicto;que losgringos sonunos cicaterosdel diantreynovanadar subrazo a torcer asícomoasí.

—¡Lo que sí hay que hacer, compadrito —dice casi gritando de contentoDomingo Domínguez—, es comprar algunas camisas nuevas y un rosario para elcompadre José Pintor, porque así comovan las cosas esto tiene para unos cuantosdíasmás!

—¡Loquehayquehacer,yaltiro—contraatacaserioelcarretero,aprovechandoqueGregoriaBecerrasehaapartadounpocoeneltumulto—,esaprovisionarsedeunpar de botellas de aguardiente ahora mismo. Ningún minero con las alforjas bienpuestasaguantaunasemanasinremojarlascañerías,pueshombre,salvo,claro,quetenga complejos de cura o se trate derechamente de un maricón de esos de carroalegórico!

ebookelo.com-Página62

Page 63: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

9

Elevandosusvolantinesaorillasdelmar,IdilioMontanoyLiriaMaría,seguidosaltalónporJuandeDios,pasanunadelastardesmásfelicesdesusvidas.Alolargode la playa hay desparramado un gran número de huelguistas pampinos; hombres,mujeres y niños de distintas oficinas y cantones que, con expresión extasiada,recorríamoslaorilladelmarcomosideverdadestuviéramospaseandoalaorilladeotromundo.Yesquenuestrosojos,maravilladosdeazul,noerancapacesdeabarcartantomarycieloreunidos.AlgunosquedecíanhabersecriadoenValparaíso,yqueseufanabandeserduchosenlamateria,semetíanencalzoncillosamariscarentrelosroqueríos,osequedabanhorastirandolienza,esperandoconpacienciainfinitacogeralgúnpezorillero,comestibleono,parafreírloymanducárseloahímismosentadosen la arena. Otros, metidos hasta las rodillas en las pozas de agua, lavabanafanosamentesusropasparaluegoponerlasaestilarextendidassobrelasrocasmássecas,cubiertasdehuanodegaviotas.Entantolosquesehabíanvenidodelapampasinmás ropa que la que llevaban puesta, se bañaban con ella para aprovechar delavarla.Ycomocasiningunosabíanadar,todoelmundoserevolcabafelizdelavidaentrelasúltimasolasdelaorilla,gozandocomoniñosenunporquerizo.

Loscalicherosmásviejos,esoshombroneshazañososquesehabíanquedadoeneldesiertodespuésdelaguerra,yqueacudíanalaplayallevadosnadamásqueporelurgentedeseodeevacuarelvientrealairelibre,talycomolohacíanenlavastedaddelapampa—pueslasletrinasdelaescuelanodabanabastoparatantocristiano—,después de hacer descuerpo se tiraban en la arena a contemplar con granrecogimiento esa infinita pampa que conformaban las aguas encrespadas del mar.Ahí, sin siquiera quitarse los calamorros, salpicados por el rocío,muchos de estospatizorros de rostro duro, descubrían que en verdad el gran océano se les parecíamuchomásdelacuenta:ellostambiénvivíanrumiandosusrecuerdoseternamentey,aveces,tendidosdeespaldaslomismoqueelmar,azulesdetristeza,salpicabanlasarenasdeldesiertoconelácidoquemantedesus lágrimasbrotadasdeprontoysinsaberbienacuentodequé.

IdilioMontanoyLiriaMaría,corriendoapiedesnudopor lasarenas,alegresyalborozados como un par de niños traviesos, responden a gritos a los pampinosprovenientesdelaoficinaSantaAna,odelaSanLorenzo,quelossaludanmanoenalto y los llaman por sus nombres. Y empujándose uno al otro, cayéndose,levantándose, tocándose, siguen corriendo y elevando sus volantines al viento,mientras Juan de Dios, muerto de risa, les lanza puñados de mar como si fueraconfeti.

Al atardecer, dichosos y hambrientos como cachorros de león, con las ropasmojadasyelcorazónestilandodejúbilo,partenderegresoallocaldelaescuela.Allí,en el primer patio, entre la trifulca de gente comiendo, fumando y comentando elmitindelaplazaPrat,conlapreocupaciónenfermizadelasmadressolas,Gregoria

ebookelo.com-Página63

Page 64: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Becerralosaguardaconsendasjarradasdetéyunaspresasdepescadofritoquehalogradosalvardelarebatiñadeloshuelguistasmástragaldabas(lospatizorrosylosderripiadoressonlosquesellevanlaspalmasencuantoatragonería).JuandeDiossepresentaantesumadreconlospantalonesarremangados,loszapatosenlamanoylacamisaalvientocomounalarota.Lellevaunaestrellademarcomoregalo.LiriaMaría,consupielblancacompletamenteenrojecidaporelsolylasalmarina,vienerozagantedeunaalegríanuevayhatraídoalgunoscaracolesparajugaralapayayaconellaen lasnoches,antesdedormir. IdilioMontano,por suparte,despeinadoyconeltorsodesnudo,traecruzadaalaespalda—alamaneradelospielesrojasdelaspostalesnorteamericanas—lascañasdelosvolantinesquealfinaldelatardehabíanterminado por despedazárseles con el fuerte viento costero. Mientras GregoriaBecerra los mira comer con apetito voraz, vislumbra claramente —en los ojosbailonesdesuhijayenelmododearrastrarelaladeljovenIdilio—,queyalevaaserimposiblesepararloscorazonesflechadosdeesosdospichonesnuevos.Asimplevista se ve que no pueden más de felicidad. «Éstos se han enamorado hasta latontera»,suspiraalbordedelaslágrimas.

Mástarde,alacaídadelsol,laescuelaeraunhormiguerodegenteconversandoenvocingleroscorrillosantesderecogerseadormir.Vestidoyafiruladolomejorquepodíacadaunodentrodeloprecariodelasituación—afaltadeaguapotablemuchossebañabanenaguadeoloryseafeitabanenseco,mojandolanavajaconpurasaliva—, los huelguistas nos reuníamos en las afueras del edificio, junto al portón deentrada, o en el perímetro de la plazaMontt, frente a la carpa del circo Sobarán,siemprellenodegentecuriosa.Ymientrasunosfumabansolitariosyensimismados,yotrosdiscutían febrilmentede trabajoodepolítica,y losmás ilustrados leían losdiarios en voz alta para sus compañeros analfabetos, una legión de vendedoresambulantes, voceando a todo pulmón entre lamuchedumbre, se hacían el oro y elmoro vendiendo bebidas de colores, frituras, confituras y toda clase de embelecosparacomerycalmarlased.Entantoenelpatiodelaescuela,embellecidasporlasúltimaslucesdelcrepúsculo,seveíaalasmadresmásjóvenesjugandoahacerrondasconsushijasmujeres,mientrasenlaglorietalosoperariosbolivianosyperuanos,consusduros rostrosdepiedra, comenzaban a agruparsey a afinar parsimoniosamentesusinstrumentosandinos.

Alanochecer,luegodejugarunratoalapayayaconsuhija,GregoriaBecerralespidea susamigosque laacompañenadarunavueltecitapor lascallescercanasaledificio de la escuela. Necesita con urgencia respirar un poco de aire puro. Lapromiscuidad y el hedor de los cuerpos sin bañarse ha hecho de la atmósfera algoespeso y atosigante, casi irrespirable. «El olor a cuerno quemado es agua de rosascomparadoconestapestilencia»,dicecompungidaGregoriaBecerra.

—Esoesloquellaman«olorahumanidad»,miseñora—diceentonofilosóficoDomingoDomínguez.

—Ylacosavaparapeor—alegaOlegarioSantana,sinmiraranadieenparticular

ebookelo.com-Página64

Page 65: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—.Enunoodosdíasmásvamosatenerprácticamenteatodalapampametidaenlaescuela. Por lo que se sabe, pampinos de todos los cantones de Tarapacá se estánechandoacaminarporeldesiertoparaveniraacompañarnos.

Aesashoras laciudadde Iquique, iluminadaporuna lunagrande,galvanizada,elevándoseredondasobreloscerros,presentaunextrañoaspectoasonambulado.Esuna frescanochedediciembreypatrullasde soldados a caballo recorren las callescéntricas,casicompletamentevacías.Pordisposicióndelasautoridadesediliciassehaprohibidoestrictamentelaventadebebidasalcohólicasenloslugarespúblicos,ylosnegociosdelrubroestánobligadosacerrarsuspuertasalasochodelanocheenpunto.HastaelmismoTeatroNacional,porcuyofrentepasanlosamigoscaminandolentamente, se encuentra cerrado. Sus funciones también han sido suspendidas acausadelahuelga.Porlomismo,aesashorassólosevetransitarapequeñosgruposdehuelguistasque,despuésdevisitaraunfamiliaroaalgúnamigoresidenteenelpuerto,serecogena laescuelaSantaMaría,a lacarpadelcircooa losgalponesybodegas aledaños al recinto escolar, cedidos solidariamente por sus dueños en unaclaramuestradeapoyoalacausa.

De vuelta en la escuela, mientras Gregoria Becerra y sus hijos se recogen adormir, a DomingoDomínguez se le ocurre invitar a unas copitas de aguardiente.«Nada más para mantener encendida la llama del espíritu proletario», dicesonrisueño.Queporlatarde,agregabajandolavozteatralmente,ymirandodereojoa la gente enrededor, se ha agenciado un dato sobre un boliche de putas que estáfuncionandoapuertascerradasporahícerca.

—Ylomejordetodo,compadritos—sesobalasmanosdepurogustoelbarretero—,esqueelcabrónocabronaqueloregenta,parecequetienesantosenlacorte,osea comercio con los gringos oficineros, porque no se hace ningún problema enrecibirfichas.Ydelaoficinaquesea.

—¡Y fichas es lo quemásnos sobra, pueshombre!—acota entusiasmado JoséPintor.

—Ynosacamosnadaconacumucharlas—semesalosmostachos,serio,OlegarioSantana—.Porquecualquierdíadeestos,asícomovanlascosas,nonosvanaservirniparajugaralaschapitas.

—¿Por qué siempre tan pesimista, usted, compadreOlegario?—le palmotea elhombrofraternalmenteDomingoDomínguez.

—Nohayquetenerolfatodejoteparaolerenelairequeestonovaaterminarbien—diceoscuroelcalichero.

—Si no nos hacen caso incendiamos la ciudad y punto—dice semiserio JoséPintor—.¿Acasonoesesoloqueseandadiciendoporahíquevamosahacer?

—¡Esonohayquerepetirlonienbroma!—saltacomoungatoIdilioMontano.—¡Bueno,vamosonovamosaemparafinar la llamitaproletaria!—cortadeun

tajoelbarretero—.Yoestoydispuestoaempeñarmianillosihacefalta.A Idilio Montano la imagen de Liria María corriendo descalza por la playa,

ebookelo.com-Página65

Page 66: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

resplandeciente bajo los rayos del sol y tomada fuertemente de su mano, aún leburbujeaenelalma.Ypensandoqueeserecuerdotanlindonopuedeensuciarlodebuenasaprimerasdepartiendoconesasmujeresdelasquehablansusamigos,tratade inventar una excusa para no acompañarlos. Pero es rápidamente rebatido yconvencido por José Pintor. El carretero se saca el palito de entre los dientes yapuntándoloconél,loconminaconrudezaaqueyaeshoradequesevayahaciendohombreeljovencitofaldero;queconesosremilgostandelicadosnoparecetrabajadorpampino.

—Máspareceaspiranteacura,usted,pues,amiguito—frunceelceñoJoséPintor.Al llegar al clandestino, éste le parece más bien misérrimo a Domingo

Domínguez.«Entiemposdeguerraloshabíamejores»,dicecircunspecto,trasecharuna ojeada al salón estrecho, a la iluminación anémica y a los dos espejos queadornan lasparedes laterales, cuyas lunasdescascaradas reflejabanalgunos sillonesde ajado terciopelo rojo. En el ángulo del rincón más umbroso del aposento,rigurosamente vestido de negro, el pianista se aprecia tanmagro y tieso de cuerpo(sólosushuesudosdedosselemuevensobreelteclado),quedalaimpresióndeuncadáver maquillado y compuesto para ser metido de inmediato en el ataúd queasemejasupianovertical.

Al acostumbrarse a la penumbra del salón, con los primeros que se topan losamigos es con los dos mineros de la Confederación Perú-boliviana. Achispados ylocuaces,loshombreslossaludanefusivamenteylosinvitanacompartirlamesa.

—¡Alparecer«elpalitobuscaagua»lesfuncionademaravillasaustedesdos!—dice riendoDomingoDomínguez, haciendomención al palode avellano, conocidocomo «el palo brujo», con el que hasta hacía poco tiempo embaucadoresprofesionales,haciéndosellamarrabdomantes,habíanpretendidohallarcorrientesdeaguassubterráneaseneldesierto.

—¡Qué ledijo la sarténa laolla,pues,paisanitos!—ríena suvez losminerosaltiplánicos,mostrandosocarronamentesusdientesverdososderumiarbolosdecoca.

Los confederados se hallan en compañía de dos prostitutas viejas y de unmanfloritachillónalquetodosllamanNiñoDoralizo.Éste,quehacedemocitodelacasa,hablatodoenunadivertidajergademalandrines:aldinerolollamaestrella,alreloj,grilleteyalassillasqueofrecedelicadamentealosreciénllegados,cientopies.Después de sentarse y pedir cinco botellas de aguardiente —«No se trata de serescatimoso, pues, compadritos», dice Domingo Domínguez—, la cabrona, unaperuanaqueencaramadaensustaconesnosobrepasaelmetroveintedeestatura,lesmandatresmujeresmásalamesa.Nimásjóvenesnimásbellas,sólounpocomásentraditasencarnes,lasprostitutassonigualdecarantoñerasquelasotras.Luegodepresentarsedandosusnombresdebatallaydeenterarsedequeestoshombronazostan simpáticos son pampinos, lasmatronas quieren saber cómo es la vida en esaspampastanpeladas,tancalurosasytanaburridorasquedebendeser,pues,virgencitasanta.Yde la sacrificadavidade lagenteenesosdesiertosdejadosde lamanode

ebookelo.com-Página66

Page 67: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Dios, la conversación deviene después, naturalmente, en los ires y venires de lahuelga.Y todoelmundoenel salónseenfrascaentoncesenunardientedebateenvoz alta. Alguien desde la mesa de la derecha dice que ha oído el rumor que elIntendentedeplantavolvíadelaCapital,yqueconélenIquiqueeraseguroquesearreglabanlascosas.Unparroquianosentadocercadelpiano,conunaarrastradavozaguardentosa,metesucucharapararebatirhoscamentealqueacabadehablar.Quesiacaso los pampinos huachucheros no saben —eructa bilioso el hombre— de lafastuosafiestadedespedidaquelosindustrialesdelsalitrelehabíanbrindadoalseñorIntendenteconmotivodesupartidaalacapital.Unadelasprostitutasqueacompañaa los amigos, zafándose del abrazo meloso de Domingo Domínguez, corroboraprestamente lo de la fiesta de despedida, diciendo que nunca antes se habían vistomásiluminadosymásalegreslossalonesdelClubInglés.Moviendolasmanoscongran aparato, lamujer dice que lamúsica duró toda la noche y que el torrente dechampagne francés, por diosito santo que es cierto, caballeros, llegó burbujeandohasta lasmismas arenas de la playa. Por lo tanto—se entromete la prostitutamásviejayfeade lamesa,quepareceser ladecanadelburdelya laque todos llamanTorcuata— los pampinos no tienen que ser tan pendejos como para creer que esevejete aristócrata se iba a quemar lasmanos por una cáfila demuertos de hambrecomo ellos.Y acariciándose los pelos de una negra verruga en elmentón, la putaterminarezongandocomoparasíqueellasabemuybienque lacosavaa terminarmalpara loshombresenhuelga,queunpajaritoaguachadoque tieneporahí se locontó.Lasdemásmujereslahacencallardiciéndolequecierrelajavay,trasdehacerun brindis por el éxito de la huelga, dicen que a la Torcuata no hay que hacerlemuchocasocuandoestáborracha,yqueademásyaeshoradecambiarelnaipe,queaquísevieneagozar lavidaynoadiscutirpelotudecesde trabajo.Entonces,paracambiarde tema,a losamigosde laConfederaciónPerú-boliviananose lesocurrenada mejor que proponer una competencia: quién aguanta más aguardiente en elcuerpo.Acto seguido, el peruano se para y se empina una botella llena, de la quealcanzaabebersetrescuartaspartesantesdecaercomounsacodesalitrealpiso.

—Éstenosaberespirarbajoelagua—dicegagueandoDomingoDomínguez.—Hayalgunosque secreencóndoresyapenasalcanzanpara tiuques—remata

despectivoJoséPintor.Después,elcarreteroseponeadiscutirconlosdelamesadelaizquierdasobreel

temadeDios.«Diosamaalospobres,peroayudaalosricos»,aseverasocarrón.«Poreso yo soy ateo». El confederado representante de Bolivia le rebate riendogroseramente: «Si todos en el mundo fueran ateos, paisanito, los trabajadores nosjoderíamosdelolindo,puesnotendríamosdíasferiados».YdeDios,eltemarebotainvariablementeenloscuras.AhímismoJoséPintorsemandaarecitarunaletrillaencontradeesospollerudosdenegroqueenestemundovienenasercomolosmilicosdeDios,dicegolpeandolamesaconelpuño.Sacándoseelpalitodelaboca,yluegodetoserydehacerlargosbuchesdeaguardiente,conacentomásbiendediscursero

ebookelo.com-Página67

Page 68: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

político,elcarretero recita losversosdememoria:«Elcuranosabearar /ni sabeenyugarunbuey /pero,por supropia ley / él cosecha sin sembrar / él,de saliracuidar/poquitoonadaseocupa/tienesurentasegura/sentaditodescansando/sinandarse molestando / nadie gana más que el cura». Los aplausos y los vivasresuenanespontáneosjuntoaunescandalosogolpeteodebotellasytaconazosenelsuelo.SóloelniñoDoralizo,quealgunavezhabíasidomonaguillo,seponeserioysepersignaasustado,portresvecesseguidas.

Casi al final de la noche, enunade lasmesas del fondo, se armauna camorraentreunborrachoyunaprostitutadeaspectodesamparado. IdilioMontano,queenesemomentoviene regresandodemojarse lacaraenun toneldelpatio,aunquenotienepitoquetocarenlaprocesión,enunespontáneogestodecaballerosidadsemeteadefenderalamujer.Elpendenciero,unfornidoestibadordebocatorcida,lovolteadeuna sola trompadaenel rostro.Cuandoenel salón seestáopinandoqueeso lepasaalmozuelopormeterseenpeloterasajenas,unadelasmujeresqueacompañanen lamesa a los amigos comenta compungida que siempre le tienen que tocar lospeores tipos a la pobrecita de la Yolanda. Al oír el nombre, Olegario Santana selevantaprestamenteysaletambiénendefensadelamujer.

—¿Acaso eres el mantenido de esta chincola?—le dice con lengua traposa elboquituertocuandoelcalicherolepidequedejetranquilaaladama.

—No, pero se llama Yolanda—responde serenamente Olegario Santana—. Yaunquenosepareceennadaa lamujerde loscigarrillos, sólopor llamarsedeesemodomebastaymesobraparadefenderlaaquíyenlaquebradadelají.

Sinentenderuncarajo,elestibadorreplicaquededóndecrestassalióesteviejomáslocoqueunacabra.Yarremangándoselacamisahastamásarribadeloscodos,dicebaboseante:

—¡Yotevoyaapretareltornillosueltodeunsolosoplamocos,viejocometierra!CuandoOlegarioSantanaabresupaletónegroypelasucorvoylahojadeacero

brillaasesinaalaexigualuzdelsalón,ycongestofierotiraunparderápidoscortesal aire, la discusión se termina de inmediato. El hombre deja en paz a lamujer y,rumiandomaldiciones,sedejacaerenunsofá.

—Ustedestodounmatón,amigoOlegario—lediceriendoJoséPintorcuandoelcalicherovuelvealamesa.

—IgualquemiamigoDomingodicequenoesborracho,sinobebedor;yonosoymatón,soypeleador—respondeOlegarioSantanamirándolodirectamentealosojos.

Cuando un rato después, ante los grititos histéricos del Niño Doralizo, entrecuatro parroquianos logran echar a la calle al borracho pendenciero, la prostitutacastigada—quealdecirdeDomingoDomínguezlomejorquetieneessutrastiendaredondita—seacercaalamesaparaagradecerelgestodelospampinosquelahandefendido.Consusojos,deunrarocoloramarillo,aúnllorosos,lamujerlesronroneaquesonmuypocosloscaballerosdesulayaquevanquedandoenestemundo.

ElcalicherolainterrumpeparapreguntarlesiYolandaessunombreverdadero.

ebookelo.com-Página68

Page 69: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—No—respondelamujer—.Éseesminombredeguerra.OlegarioSantanaseencogedehombros.—Eslomismo—dice.Casialamanecer,cuandoenlaescuelaseestánencendiendolosprimerosfogones

para el café, los amigos cruzan el portón del patio con IdilioMontano a la rastra.Ademásdeirborrachocomotaguayllevarlacamisamanchadadesangredenarices,el volantinero no para de llorar sus dolorimientos del alma. «Déjese de gimotear,pues,mibarbilindo»,lojoderiendoJoséPintor,recordandoqueasílohabíallamadoYolandaalagradecerleelhabertratadodedefenderladelmastodonte.«Fuecomovera la fragata Esmeralda tratando de espolonear al Huáscar», había comentadomaternalmentelaprostitutatrasestamparleellacredeunbesoenlafrente.

ebookelo.com-Página69

Page 70: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

10

«… De modo que la provincia de Tarapacá, para que lo vayan sabiendo,jovencitos, fue la indemnización de guerra impuesta por Chile al Perú paracompensar en parte la sangre derramada en once combates y en otros numerososencuentrosllenosdeheroísmo.Yfuealavezprendadeseguridadparaelporvenirypagode loscuantiososgastosque tan largacampañaprodujo.Pero sucedióqueunmonopoliodegringosrapiñososseadueñódelasoficinassalitrerasdemayorriqueza,ylasgananciasahorasevanensutotalidadalextranjero.ElGobiernochilenosólorecibe el derecho de exportación, que es una porquería si lo comparamos con lasutilidades que deja el salitre. Y los trabajadores, para qué les digo nada, apenasrecibimoselescuálidojornaldehambreporelqueestamosaquíluchando…»

Acurrucadoenposiciónfetal,conlacaracubiertayunamortalresacaatontándolelacabeza,IdilioMontanonosabesilaspalabrasqueoyeresuenanenelámbitodelasalao le llegandirectamentedesdeel cosmos.Sintiendoque el aguardiente le estáhaciendo pagar cara su bisoñada, despotricamentalmente contra sus amigos y jurapor todos los santos venerados por su abuela que nuncamás en la vida volverá alicorearse.Ypor entre los añublosde la borrachera, sindestaparse la cara todavía,sigueoyendoa retazos lavozdeunancianoseseantequeahoraestácontandoalgosobreuntalReydelSalitre.

«…Ese rastacueros inglés es elmejor ejemplo de lo que les digo. Se llamabaJohnThomasNorthysehacíallamarel“ReydelSalitre”.Eseplebeyosoberbiofueel que instigó y facilitó armas y libras esterlinas para conseguir la caída deBalmaceda,elúltimopresidentehonradodeChile,quien,previendolosatropellosdelos industriales extranjeros, tenía proyectado nacionalizar el salitre. Y pensar, misqueridos jóvenes, que cuando ese aventurero llegó aValparaíso traía apenas veintemugrosas libras en el bolsillo. Primero trabajó de mecánico en el ferrocarril deCalderaporcuatropesosdiarios,yluegosevinoalapampaendondefuecontratadocomoJefedeMáquinasenlaoficinaSantaRita.Aquíconocióaotrosúbditoinglésllamado Roberto Harvey, alto funcionario del Gobierno chileno, individuo sinescrúpulosque,abusandodelaautoridaddequelorevestíaelaltopuestoquelehabíaconfiado el Gobierno, se asoció a Thomas North para trabajar en la oficina LaPeruana.AmparadosporelBancodeValparaíso,elpardebribonessededicó,másqueatrabajarlaoficina,aespecularconlostítulossalitrerosexpedidosporelPerú.ConfiadosenlarectituddelGobiernodeChileparacumplirsuscompromisoscomovencedor de la guerra del Pacífico, North y Harvey adquirieron gran cantidad detítulosamuybajoprecio.Después,alreconocerelGobiernoelderechodepropiedaddedichostítulos,hizoricosdelanochealamañanaaestosespeculadoresdelcarajo.Y John Thomas North, que había llegado a Chile con las puras patas y el buche,forrado ahora en libras esterlinas, convertido en un millonario de crédito y famauniversal,seestablecióenlaciudaddeLondres,desdedondemanejabasusnegocios

ebookelo.com-Página70

Page 71: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

desparramadosporelmundoentero.Ynosesorprendan,muchachos,silesdigoquelapampasalitrerallegóasercasicompletamentedesupropiedad.Pueslaverdadesque el gringo éste se adueñóde los ferrocarriles de toda la red norte deChile, delalumbrado público y particular, y también del agua potable. Y tenía además elmonopolioabsolutodetodoslosartículosdeprimeranecesidad.Enfin,creoquemequedo corto en cuanto a sus riquezas, pues no había actividad comercial en laprovinciadeTarapacáquenofueracontroladaporsupoderíoeconómico.Paraqueustedesvayancayendounpocoenlacuenta,jovencitos,suriquezaeratanfabulosa,que Lord Rothschild, el hombre más rico del mundo en aquellos tiempos, pasó asegundoplanodesplazadopor estepersonajequehace apenasdiez años a la fechadejódeexistir, yqueyoalcancéa conocer enpersona.Lo recuerdoclarito: eraunhombre corpulento, sanguíneo, de espesas patillas coloradas unidas con unosmostachos impresionantes. Como todo pobretón vuelto rico de repente, le gustabaostentar su dinero. Dicen que con el tiempo se compró el título honorífico deCoronel,yqueenlasfiestasdeLondresleencantabadisfrazarsedeEnriqueVIII.Y,según cuentan algunos pampinos más enterados, se había hecho forrar de oro elinterior de un coche del Ferrocarril delNorte para pasearse por las oficinas de supropiedadcadavezqueveníadevisitaaChile.Poresetiempoeratalsuinfluenciaenlapampa,queélmismollegóacalificarsecomo“ArbitrodelporvenirdeTarapacá”.Paraqueustedesvean,jovencitos,lalayadesoberbioqueeraestegringo.Aunquelesvoy a decir que así y todo no andabamuy lejos en su calificativo, pues era tal supoderíoenlapampaqueenlosmesonesdelascantinasyenlaspringosasmesasdelasfondas,losviejoscalicheros,yauntantopasadosdecopas,bromeabanalrespectorezandoenvozalta:“NorthnuestroqueestásenlosLondres…”».

IdilioMontanooyetodaestahistoriaentresueños.Yadebeserlamediamañanadelmartesyélnoquieredespertarsedeltodo.SientevergüenzadeencontrarsefrenteafrenteconlamiradaacusadoradeLiriaMaría.Cuandoalfindecidelevantarseysedestapalacara,descubrequeenlasalayasehanrecogidotodosloscuerosyfrazadasdelpiso.Enun rincón, cebándoseunosmates,veaungrupode jóvenespampinosrodeando a un anciano que habla sin dejar de sorber la bombilla. El viejominerotieneunaireentreprofetabíblicoyácrataredomado,ysurostroseve tan llenodearrugasqueparecetenercartografiadoeldesiertoenteroenlapieldelacara.

Alasomarsealpatio,conladuraluzdelsoldoliéndolecomounladrillazoenlosojos,IdilioMontanoencuentraasusamigosoreandosuborracherajuntoalapuertade la sala.Olegario Santana, José Pintor yDomingoDomínguez, recién afeitados,fumandoencuclillas juntoaunanimadogrupodehuelguistas,alverloaparecer losaludan como si nada y siguen conversando y conjeturando sobre las bolinasrecabadasenlasúltimashoras.IdilioMontano,consucabezatensaysensiblecomocuero de tambor, se acuclilla despacito junto a ellos. Entremedio de losacontecimientosdelahuelgaylasnoticiassobreloqueestáocurriendoconlagenteque se quedó en la pampa, los hombres intercambian algunos datos de interés

ebookelo.com-Página71

Page 72: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

domésticocomo,porejemplo,aquétiendallevararepararelsombrero,encuáldelosdespachoscercanossepuedeconseguirmásbaratoelquillayparalavarseelpelo,oenquébolicheescondidoporahíiramatarelgusanillomañaneroconunbuchedeaguardiente. Una de las referencias quemás interesa a los hombres es dónde ir avenderdeemergenciasusLonginesosusleontinasdeoro.Elnuevodatosobreestoúltimoesqueenelestablecimiento«ElDiluvio»,delacalleSerrano,sibiennotratanrelojesniespeciesdeoro,compranencambiotodaclasedeherramientasusadas,yamuybuenprecio.Detalleimportanteparamuchosquesetrajeronlasherramientasdesu propiedad de la pampa y andan con ellas para todos lados por la puramalditacostumbredetrabajar.

Tras un rato de oír en silencio, sin una pizca de ánimo parameter su cuchara,IdilioMontanoensayauntonitodeindiferenciaylespreguntaasusamigossiacasonohanvistoporahíaLiriaMaría.Éstosleapuntanauncostadodelpatioendondelajovenysumadre,juntoaotraspersonascomisionadasporladirigenciacentral,estánayudandoalosempleadosdelapolicíaarepartiralimentosycajetillasdecigarrillosdonadosporelcomerciodeIquique.«Nosotrosyanosaseguramos»,leinformanlosamigos,mostrándolessusrespectivascajetillasdeAfricana.

A esas horas el patio se ve lleno de huelguistas conversando o tomando sol,mientrasotrosentranysalendelrecinto,osubenybajanlasescalerasdelaazoteaendonde está emplazado elComitéCentral en asambleapermanente.Y ademásde lagentequeestáayudandoarepartirlasvituallas,ydealgunasniñasbarriendoelpisoyniñosquejuegana«lostreshoyitos»,seveuncontingentedemujeresconlacaraylasmanos llenasde tiznequecocinanen losgrandes fondosde fierroenlozado losporotosconchicharronesdelalmuerzodeldía.

Cuandolosamigos,ainsinuacióndeIdilioMontano,vandondeGregoriaBecerraacooperarleenlarepartija,JuandeDiosbajadelaazoteaacontarlesquealláarribahayunbochinchedepadreyseñormío.«Estálatandalada»,dice.«LosdelComitéestánquemuerdenlamesadefuria».Yentantosedemoragustosamenteenpelarunanaranjaconlosdientes,delasquehanllegadoentreloscomestiblesdonadosporloscomerciantes,elhijodeGregoriaBecerra,excitadoyllenodeademanes,explicaqueelbarullohaestalladoporquedurantelanocheungrupodepampinosfuesorprendidobebiendoenunbolicheclandestinodeporahícerca,delquefueronrequisadascientonoventayochobotellasdelicor.

Losamigossemiranentresí,dereojo.Peronodicennada.Que a causa de eso, prosigue Juan de Dios, con el sol y el zumo de naranja

chorreándoleamarillosporlacara,seestáconformandounacomisióndeobrerosqueiráarecorrerlasimprentasdelosdiariosparaestamparunaquejapúblicaencontradelosdueñosdeaquelloschinchelesque,apesardelasdisposicionesdictadasporlasautoridades edilicias, siguen vendiendo licor a puertas cerradas. «Mi amigo JoséBriggestáqueechahumodeenojado»,terminacontandoelmuchacho.

Gregoria Becerra, sin dejar de repartir las cajetillas de cigarros, comienza a

ebookelo.com-Página72

Page 73: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

despotricarconvehemenciaencontradeesosmaloselementosescurridosentre losobrerosdeley.Zanguangosdeporqueríaquearriesganlalimpiezadelconflictonadamásquepordarlecuerdaasuvicioinmundo.

—¡Aésossí—dice—habríaqueponerlosenelceposinmisericordiaalguna!Mientras los comisionados de la policía y las demás personas a su alrededor

asienten con la cabeza y le dan toda la razón delmundo, los amigos se hacen losdesentendidos.Despuésempiezanacorrersedeapocoyadesaparecercadaunoporsu lado.DomingoDomínguez,con lasmanosen losbolsillos, silbandounapolkitaque ha oído por primera vez en el sarao de la noche anterior, comienza a alejarsehaciaelportóndelacalle.IdilioMontano,mirandoporlobajoaLiriaMaría—queni siquiera se ha dignado a hacerle algún gesto de desprecio—, dice que tiene undolordecabezaqueseleparteendosyquesevaaconseguiralgunapastillaenelDispensarioMunicipal que funciona en una de las esquinas de la escuela. Por suparte, Olegario Santana y José Pintor, atuzándose los mostachos con fingidadisplicencia,seacuerdandesúbitoquealguienhadichoporahíqueenunaparticióndelaIntendenciaseibanacambiarfichas.Queellosvanahoramismovaaversiesverdadtantabellezayluegolesvienenainformar.

—Loincreíbledelasuntoesqueandalabullaquelasvanacambiaralapar—diceJoséPintor,corroboradoporungruñidocasiimperceptibledeOlegarioSantana.

Yambosdesaparecenzigzagueandorapiditoporentrelagente.—Éstos creenquenadie sabede la arrancadaque sehicieron anoche—ledice

GregoriaBecerraasuhija,alverquesusamigossehanhechohumoenundosportres.LiriaMaríasólorespondeconunlevegestodeasentimiento.

Unafárfaradetristezacubresusojosclaros.Yesqueallevantarseporlamañanaymirardesoslayoalvolantinero,ademásde

las manchas de sangre en la camisa y del fuerte olor a aguardiente, le habíadescubierto huellas como de rouge en la frente. Y por eso mismo, enrabiada yadoloridahastasentirunnudoenelalma,nopiensadirigirlelapalabranuncamásenlavida.Nitansiquieramirarlo.

A las dos de la tarde, mientras los miles de huelguistas llenábamos las callesaledañasbuscandosombrearnosbajocualquiercosa,comentandolosúltimossucesosdeldíaobebiendograndesvasosdehuesillosconmoteenlospuestosinstaladosenlaplazaMontt, corrió lavozqueotrobuquedeguerravenía entrandoa la rada.Unagran cantidad de gente se fue entonces al muelle a mirar el fondeo del «BlancoEncalada»,queeraelcruceroavistado,queprocedíadeAricayquetraíaabordoalRegimientode InfanteríaRancaguade laguarnicióndeTacna, tropasquevenían aaumentar el ya numeroso contingente de soldados que se hallaban en Iquique.Lasdependencias del muelle de desembarco se repletaron de huelguistas tanto de lapampacomodelosgremiosdelpuerto.Lamayoríadelospampinos,muchosdeloscuales habían dejado el almuerzo a medio comer en la escuela, contemplaban eldesembarco de la milicia oscuros y ceñudos. Otros, sin embargo, sobre todo los

ebookelo.com-Página73

Page 74: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

obrerosmásviejos,yentreelloslosquehabíancombatidoenlaCampañadel79,yque aún se sentían parte de ese ejército glorioso, los aplaudían y saludaban dandogritos de ¡Viva Chile! Mientras los soldados, con sus armas de guerra brillandoimpávidas a los rayos del sol, hoscos y silenciosos, desembarcabanpremunidos detodossusarreosmilitares.

OlegarioSantana,quehasidoarrastradoalmuellecasialafuerzaporsusamigos,alvereldesembarquede tantahuestemilitar, rezongaque lacosaseestáponiendocadavezmásfea,yquevaparapeor.«Noolvidenquese losheadvertidohastaelcansancio»,diceconelrostroengurruñado.

Esta vez ninguno de sus amigos le contesta nada. A ellos también se les haencapotadoelrostroalverlaactitudbelicosadelosmilitares.

El vaticinio de Olegario Santana es ratificado esa misma tarde cuando, en laspáginasdeldiarioLaPatria, loshuelguistasseenterande lasalida,desdedistintospuntos del litoral, demás buques de guerra trayendomás soldados a Iquique. Lasnoticiaseranpreocupantes.Segúndecíaelmismodiario,habíallamadofuertementelaatenciónpúblicael conocimientode lapartida rumboalpuerto iquiqueñode loscruceros «Esmeralda» y «Zenteno». El primero venía con tropas deCarabineros yhabíazarpadodesdeelpuertodeValparaíso.ElsegundotraíasoldadosdelaArtilleríade Costa. Se comentaba en la nota que el «Esmeralda» recalaría en el puerto deCalderaparaembarcartropasdelRegimientoO’Higgins,quecubríalaguarnicióndeCopiapó.Yenlasmismaspáginasseoficializabaelrumorquedesdeeldíaanteriorhabía corrido insistentemente entre los ocupantes de la escuela Santa María: el«Zenteno» traía a bordo al Intendente titular de la provincia de Tarapacá, señorCarlosEastman.LanoticiadecíaquealseñorIntendenteloacompañabaelgeneraldebrigada Roberto Silva Renard y el Jefe del EstadoMayor de la primera división,coronelSinforosoLedezma.Elgeneral,señorSilvaRenard,queeraacompañadoporvarios jefes militares, venía con instrucciones precisas para contratar oficiales dereserva si ello fuese necesario, como también para hacer uso del contingente dereservistasdelacuartelamientopasado.Eldiarioseñalabaademásqueel Intendentetraía amplias atribuciones del Gobierno para solucionar los asuntos de la huelgasalitreralomásprontoposible.ConcluíaelperiódicodiciendoquehabíamuchafeenlaopiniónpúblicaencuantoaqueelIntendentetitularobtendríabuenosresultadosensucometido.

Después de leer estas noticias, los amigos se enfrascan en pequeñas notasaparecidas en las páginas interiores en donde se daban algunos pormenores de lahuelga.Entodasellasseaplaudíaelpatriotismoyactitudrespetuosaadoptadaporloshuelguistas para conseguir el mejoramiento de sus salarios. Y se comentaba quemuchagenteimportanteconfiabaenqueelconflictosearreglaríamástempranoquetarde, justamente por ese espíritu de absoluta tranquilidad y justicia que dominabaentre losmanifestantes. DomingoDomínguez, que ha sido el que ha comprado eldiario,leeenvozaltauntitularquedice:«Nobleydignaactituddeloshuelguistas».

ebookelo.com-Página74

Page 75: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Ytrascarraspearteatralmentecontinúaconvozengolada:«Siguecaptandosimpatíala huelga de los operarios de la pampa que desde el domingo en la mañana, ennúmero demás de seismil, son nuestros huéspedes. Plácenos dejar constancia enestas líneas de la respetuosa y digna actitud que hasta la fecha han observado loshuelguistas,actitudqueloshonraaltamenteyqueprestigianlacausaquesostienen».

—¡Chúpateésa!—exclamaelbarreteroalterminardeleer.Otranoticia,enformadepequeñocomunicado,confirmaloqueellosyasabían

desde la mañana: que los industriales salitreros habían acordado cambiar a la partodaslasfichasquelostrabajadorestuvieranensupoder.Atalefecto,habíanpuestoadisposiciónde la Intendencia la sumadediezmil pesospara efectuar el cambio.«Esta medida», dice el diario, «ha venido a salvar en parte la difícil situación demuchosdeloshuelguistasquenohallabanquéhacercontalesfichas».

—Menos mal que a estos tiñosos se les ablandó algo el corazón —dice elcarreteroJoséPintor.

En un tonito fatídico, Olegario Santana sentencia que eso de que los gringoshayanaccedidoacambiarlasfichas,ytodavíaalapar,sinaplicarlaabusivatasadedescuento del treinta por ciento como lo hacían generalmente en la pampa, no lehuelenaditadebien.

—Ya, pues, jote de mala sombra—le dice semiserio Domingo Domínguez—,déjatedeagorerías.

ebookelo.com-Página75

Page 76: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

11

A las ocho de la noche de ese martes 17, de diciembre cuando recién se hanencendido los faroles de gas en los patios de la escuela, y gran parte de loshuelguistas con familia se han recogido a sus respectivas salas—no a dormir deinmediatosinoacontarsehistoriasdebandidosruralesycasosdeanimitaspampinas—,apedidodeLiriaMaríayJuandeDios,elgrupodeamigossevaapasearunratoporelcirco.

Además de los obreros alojados en sus recintos, a esas horas la carpa se hallaatestadadegenteiquiqueñaquevieneconsusniñosaconoceralosmonitossabios,alosperrosboxeadores,alpardecaballosárabesya la impávidallamadelaltiplanoandino.Depasoaprovechandemirarlosensayosdelosmalabaristas,contorsionistas,tragasablesysaltimbanquisquecadadía,alcaerlatarde,unosenlapistadeaserrínyotrosalairelibre,hacenlasdeliciasdelagenteensayandosusnúmerosdedestrezayexhibición para mantener sus habilidades en forma. Esto mientras se resuelve elconflictodeloshuelguistasyserestablecelanormalidaddelasfunciones.

Alfondodelacarpailuminadaconlámparasdecarburo,juntoalagranbocadepayasoquehacedeentradaalapista,losamigosencuentranalabailarinacaritademuñeca—siempreconelmonitoBilibaldosobresushombros—yalmalabaristadesonrisa y gestos aceitosos. En esos momentos ambos se hallan alimentando a losmonitos sabios, mientras un gran número de gente de la pampa, con infantilcuriosidad, y hablando todos a la vez, los asedian inquiriendodetalles sobre unayotra cosa, todas referidas al oficio circense y a la vida en la carpa. Mientras losjóvenestratanderesponderamablementeacadapregunta,losmonitosatadosaunalargacadenillademetal,vestidosconllamativasropasllenasderemiendosyparchesde colores, hacen toda clase de cabriolas en señal de agradecimiento cada vez querecibenalgodecomer.

Momentos más tarde, cuando los artistas están atendiendo a los perritosboxeadores,quealcaminarysentarseendospatasllenanlacaraderisadeJuandeDiosydeLiriaMaría,elbarreteroDomingoDomínguez,haciéndoseelgracioso,lepregunta a la bailarina si acaso el circo no se interesaría en tener entre sus actosartísticos a dos jotes amaestrados, dos ejemplares traídos directamente desde lascomarcas calcinadas de la pampa salitrera. «Ya me imagino al propio don JuanSobarán anunciándolos como número principal», dice muerto de la risa. Yponiéndose lasmanosamododebocina,ydirigiéndosea lasgalerías,pregonaconvozcircense:

—¡Respetablepúblico:ahorapresentamosunnúmeronuncaantesvistoenningúncircodelmundo.DirectamentedesdelaoficinasalitreraSanLorenzo,tomadosdelascalaminasdelmismísimotechodesucasahabitación,aquíestán,paratodosustedes,los espectaculares, los maravillosos, los divinos jotes amaestrados de OlegarioSantana!

ebookelo.com-Página76

Page 77: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Mientras los demás estallan en una gran risotada, Gregoria Becerra se quedamirandoconundejodeternuraaOlegarioSantana.Elcalichero,másturbadoporesamiradaqueporlachanzadesuamigo,lereprochaenvozbaja:

—Podríascambiarlapegadebarreteroyquedarteenelcircodepayaso.—Apropósito—nodejadereírDomingoDomínguez—,esospobresjotestuyos

debenestarmuriéndosedepensiónalláenlapampa.LiriaMaría,quesehamantenidotodoeltiempoindiferentealosojosclavadosde

IdilioMontanoyque,juntoasumadre,eslaúnicaquenohareídoconlachirigotadedonDomingo,continúahaciendopreguntasdirigidasespecialmentealacróbatadesonrisa empalagosa. Observándola desde el otro lado del corrillo de curiosos, alvolantinero le crujen los dientes de ira. Desde la mañana que no ha parado derondarla como un cachorro desahijado y ya no puede soportar más tanto desaire.Tienequeatreverseahablarleahoramismo,sedice,atribulado.Peroenelmomentoenqueporfinsehadecididoaaclarartododeunavez,ungrupodehombresirrumpeen la carpa anunciando que un convoy de carros planos, atestado de gente de lapampa,vienebajandopor loscerrosy laordendeldíaes ira recibirlo.«¡Tenemosquedarleslabienvenidaaloscompañeros,carajo!»,vociferanconlospuñosenaltoloshombres.

De inmediato se produce una estampida y la carpa comienza a desocuparserápidamente.Ymientras losamigos seponendeacuerdopara ir a recibira losdeltren,LiriaMaría y Juan deDios le piden permiso a sumadre para quedarse en elcirco. IdilioMontano, como un perrito boxeador parado en dos patas, babeante, apuntodedarchillidos,miralastimosamentealajovenparaversiellalehacealgúngestooseñaindicándolequesequedeaacompañarla.Perolamuchachaesdepiedra.Y el herramentero, con la cola entre las piernas, no tiene más remedio que salirtrotandojuntoasusamigos.

Amitaddecamino,sinembargo,enmediodeltierrosotropeldehuelguistasquemarchanenarbolandobanderasyredoblandotambores,IdilioMontanoselasarreglaparairpocoapocoquedándoseatrás,enredándoseentreelgentío,escurriéndosedesus amigos hasta perderlos completamente de vista. Desesperado entonces, casi albordedelllanto,sedevuelvecorriendoalcirco.Necesitaimperiosamentehablarconsuamada,mirarla,sentirelrocedesusmanospequeñitas,verserevivirdeamorenelreflejodesusojosverdes.Peroalreaparecerenlacarpa,sucorazónledaunapatadademulaenelpecho.LiriaMaríasehallahablandoasolasconelcontorsionistadelarisaidiota.Sinsaberquéhacer,sequedacomopetrificado.

Un pocomás allá, conversándole de la pampa a la bailarina, Juan de Dios nopuedemásde contento cargando almonitoBilibaldo sobre sus hombros.Al ver alvolantinerodenuevoallí,elniñolo llamaentusiasmadoaqueseacerqueyvealasmaromas que es capaz de hacerBilibaldo sobre su cabeza. IdilioMontano, con elcorazónconvertidoenunbombo,seacercasaludandotímidamentealabailarina.Lamuchacha,quedetandelicadapareceenverdadunadeesasmuñequitasjaponesas,

ebookelo.com-Página77

Page 78: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

mirándoloinquietantementealosojos,entablaenseguidaunaanimadacharlaqueél,encorajinado, con la sangre hirviéndole en las venas, sólo atina a responder conmovimientos de cabeza y palabras entrecortadas. Por el rabillo del ojo, no deja demirarhaciadondeestáLiriaMaríaconelcontorsionista,quiennoescatimaesfuerzospara homenajearla con sus reverencias untuosas y su falsa sonrisita de trapecio.«Pareceunreptilconhambre,elmuycabrón»,sedicefuriosoIdilioMontano.

Cuando la bailarina, con su dulce vocecita de soprano, lo invita a que laacompañe afuera a ver a los caballitos árabes, Idilio Montano la sigue casi porinercia. Como pisando en la cuerda floja, sin dejar de mirar para atrás, caminaoyéndose responder a las preguntas de la bailarina con una voz opaca, glutinosa,comodeplomomachacado;unavozquenoeslasuya.Enelúltimoinstante,antesdesalirdelacarpa,algirarlacabeza,sorprendeaLiriaMaríamirándolo.Ensusojosleparecepercibirunfugazrelumbrónderabia.«Sehapuestocelosa»,alcanzaapensarfelizdelavidaIdilioMontano.

Mientrastanto,enmediodelamuchedumbrequesedirigegritandoycantandoalaestaciónde trenes,enelmomentoenqueDomingoDomínguez,abrazadoaJoséPintor,comentaalosgritosloincreíbleylindoalavezqueresultaverlaunióndetodaslasfuerzaslaboralesdelapampa,OlegarioSantanasientedeprontoalgoquecasi lehacesalirelcorazónpor laboca.Sindeciraguava,GregoriaBecerra lohatomadodelgancho.Yesesúbitogestodeconfianza,queparaellapareceserlacosamásnaturaldelmundo,aéllohaceestremecerdepiesacabeza.OlegarioSantana,elmásfierocalicherodelcantóndeSanAntonio,sientequelapielseleespeluzna,queel pulso se le acelera y que las manos comienzan a transpirarle como a unaconventualdamitaenestadodeexcitación.Estátanaturulladodellevaraesamujerpegada a la pretina, que al andar pierde el paso a cada rato.Menosmal que JoséPintoryDomingoDomíngueztranqueandelantedeellosynosehandadocuentadenada.«Usted,donOlegario,nodebesermuybuenoparabailar»,oyequelegritaalaoreja,conairedivertido,GregoriaBecerra.Claro,ellasehadadocuentadecómoélse enreda y tropieza en sus propios pies. Sintiendo una vergüenza infinita, giraentonces la cabeza para decirle algo y sólo se queda mirándola en silencio. Enverdad,esamujerdeexpresióntransparente,consóloclavarlesusojos loconvierteenunpobrechiquillodebombachasorinadas.

—¡Esejovencitoamigodeustedes,creeráquenomedicuentadequesedevolvióal circo a ver a Liria María! —le grita ahora Gregoria Becerra, entre el ruidoalborozadodelamultitud.

OlegarioSantanaensayaunasonrisitaqueleparecelomásidiotadelmundo.—¡Claro,conesenombrecitonopodíasalirmásenamoradoelniño!—redondea

elcomentarioriendodebuenaganalamujer.OlegarioSantanalamiraysedice,conmovido,queesarisatodallenadedientes

blancos,cascabeleandoaunoscentímetrosdesucara,eslomásbelloquejamásleharegaladolavida.

ebookelo.com-Página78

Page 79: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Yaenlaestación,cuandoenmediodeuncolosalbochinchelamuchedumbrefueiluminadaporelfaroldelalocomotoraentrandoalandén,todoelmundocomenzóaagitarsusbanderasenunapoteósicogriteríodebienvenida.Entantolospasajerosdelconvoy,queprocedíande lasoficinasCentro,SuryNorteLagunas, yque en totalsobrepasaban lasmil quinientas personas, contando a obreros,mujeres y niños, seasomaban a las ventanillas tremolando sombreros y pañuelos y gritando que aquíestamos junto a ustedes, hermanitos, y que viva la unión de los trabajadores delsalitreydetodoslosexplotadosdelmundo,¡carajo!

Cansados y terrosos, pero con sus ojos brillantes de alegría, entre apretones demanosyabrazos fraternales, losobrerosbajarondel trencontandoquealnopoderconseguir anteayer un convoy para venirse a Iquique, se habían apropiado de unalocomotoraabandonadaenlaestacióndelaoficinaCentro—«estamismitaqueahoraestánviendoaquí,compañeros»—,alaqueengancharontodosloscarrosplanosylasrejasdeganadoquehallarondisponibles.Losoperariosnarraron,además,quehabíanestadoapuntodesufrirunadesgraciafatal,puesentrelospueblosAltoSanPabloyAltoSanAntonio,manoscriminalesdesprendieronlalíneaférreaenunaextensióndecasi media cuadra. Felizmente algunas heroicas mujeres del pueblo de Alto SanAntonio,viendoelpeligroquecorríaeltrendeloshuelguistas,salieronalcaminoy,parándose enmedio de la vía, hicieron señas anunciando el peligro y salvando unmontóndevidashumanas.«Desdeaquívayaunmerecidohomenajeaesasesposas,hermanas y madres de mineros salitreros, pues, gracias a su acción valiente ydecidida se pudo evitar una catástrofe de proporciones», terminaron diciendoemocionadosloshombres.

Luegodelrecibimiento,losobrerossonguiadosalaEscuelaSantaMaríaatravésde la calle Amunátegui, atestada de gente que los vitorean y saludan. Durante elcamino,GregoriaBecerrasefijaenunmatrimoniojovenquellevaenbrazosaunaniñapequeña,derostrodemacradoyexpresiónalunada.LoquellamalaatencióndeGregoriaBecerraessuvestimenta.Lacriaturallevaunapreciosacapitadeterciopelodecolorpúrpura,bordadaenhilosdorados,yensucabezaunapequeñacoronadecartón.Alllegaralaescuela,queyanodaabastoparaalbergaraltorrentedeobrerosquenohacesadodebajardelapampa,GregoriaBecerraseacercaalmatrimonioylosinvitaaquedarseenlasalaendondeellaestáalojada.«Ahí,conmisamigos,leharemosunlugarcito»,lesdice,acariciandoalapequeñaquelamirasinsonreír.

El hombre y lamujer, ambos de aspecto humilde, se ven unidos como por undesamparo infinito. Él, de gestos retraídos y vestido con indumentarias de trabajo,dicequesellamaSilvestreArroyoyquetrabajadechancheroenlaoficinaCentro.Ella,deunaflacuraextremayunahúmedamiradadeperrotriste,sepresentacomoTeresadeJesúsycuentaquesuhijita,quereciénacabadecumplirtresaños,sellamaPastoriza delCarmen, y que está desahuciada por losmédicos.Que la corona y lacapitaquellevapuestassonunaimitacióndelasdelaVirgendelaTirana,alaquehanhechounamandaparaquelamejoreylesalvelavida.

ebookelo.com-Página79

Page 80: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Aprovechando la efervescencia que ha producido la llegada de los nuevoshuelguistas, todoelmundo seponedeacuerdoparaorganizarunmitinen laplazaPrat.CuandoDomingoDomínguezyJoséPintorinvitanaOlegarioSantanaaquelosacompañe,elcalichero,argumentandoqueselehadepravadoelestómago,lesdiceque se adelanten, que él los alcanza al tiro.Y semete en la sala junto aGregoriaBecerrayalmatrimoniodelaniñavestidadeVirgen.

Losnuevoshuéspedessonparcosenpalabras.Delopocoqueselespuedesacarsededucequesilascosasnosearreglan,ellosnopiensanvolveralapampa.Pediránalasautoridadesquelosembarquenenalgúnvapordevueltaalsur,desdedondelosenganchadorespagadosporlosindustrialeslostrajeron,igualqueatodos,conofertasy promesas que resultaron ser puras tencas muertas.Mirándosemutuamente a losojos, dicen que prefierenmil veces pasar años de vacas flacas allá en el sur, quemorirse en estas peladeras explotados por esos extranjeros chupasangre. Tras unatrabada conversación, agujereada de silencios por parte del matrimonio, OlegarioSantanayGregoriaBecerralogranenterarsedealgunascosasquehanocurridoenlapampaenlosúltimosdías.Porejemplo,quelosoperariosdelaoficinaAguaSantaalfin han paralizado las faenas plegándose también a la huelga. Que algunosadministradoresestánponiendoproblemasendareldiarioacordadodeantemanoalas familias que se quedaron en las oficinas, que incluso en algunas de ellas hancerradolaspulperías,dejandoalagentesintenerdóndeadquirirsusartículos,yqueen otras se ha llegado al despropósito criminal de negarles el agua.Y que, por lomismo,muchadelagentequeahoraestábajandoaIquiquelohaceazuzadamásporlas circunstancias que por el conflictomismo.Ahoramismito, al venir ellos en eltren, han visto a mucha gente caminando desde distintos puntos del desierto. «Lapampa salitrera, con susmáquinas paradas y sus chimeneas sin humo, parece unagranbestiadormida»,terminadiciendoconvozmenguadaelhombre.

Lamujer,queacunapacientementeensusbrazosasuhijaPastoriza—laqueaundormida mantiene una lastimosa expresión de alunamiento—, mirandodesvalidamentealvacío,gruñeentredientes:

—¡JamásdebimosvenirameternosaestasorfandadesdeDios!Laconversaciónesinterrumpidadepronto,cuandolaniñaLiriaMaríaentraala

sala con la cara escondida entre las manos. Con su pañuelito todo empapado enlágrimas,lajovenvienellorandouninconsolablellantosilencioso.

—Esporelvolantinero—diceJuandeDios,entrandodetrásdeella.

ebookelo.com-Página80

Page 81: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

12

EnlamañanadelmiércoleslaEscuelaSantaMaríaamaneciórebasadadegentenuevadurmiendotiradaencualquierparte.YesquepasadaslasdosdelamadrugadahabíallegadootrotrendelapampaconmásdeochocientoshuelguistasprovenientesdePozoAlmonte.Yhombresymujeresyniños,consuslíosyatadijosdefrazadasycueros,hubierondedormirporahíalsereno,arrinconadosenlospatios,recostadosalo largo de los corredores o acurrucados como perritos callejeros debajo de loszaguanes. Sólo algunos, losmás suertudos de entre ellos, lograron acomodarse enalgúnladitodelasaulasmásdesahogadas.

EnlasaladeOlegarioSantanaysusamigossehizositioparadarcabidaaunascuantas personasmás, incluidos algunosmatrimonios con niños pequeños, y en elapretujamiento que se produjo terminaron todos durmiendo a la tripa pollo, sinrespetar lado de mujeres ni de familias con guaguas. De tal manera que OlegarioSantana,enmediodeunaforzosapromiscuidaddebodegadebarco(asíviajabanlosenganchadosalapampaenlaspodridasbodegasdelosvapores),deprontosehabíavistoacostadoamenosdeunmetrodeGregoriaBecerra.Tantoasíqueporelrestodelanochesededicóacontemplarleelpaisajeplácidodesusueño,yaoírle,comosideunamúsicasacrasetratara,elfuelleacompasadodesurespiracióndeniña.

Ahora, bajo el fuerte sol demediamañana,mientrasGregoriaBecerra ayuda apelar papas en una ronda de mujeres achuladas y parlanchinas, y sus amigos seentretienenjugandoalaschapitasconungrupodepatizorrosdelaoficinaCalaCala,OlegarioSantana,ensimismadoyceñudo,sefumaunYolandaapoyadoenunmuroconsol.Nopuededejardepensarenalgoquesucedióporlanocheyqueaúnletieneel espíritu conturbado. En verdad fue como si lo hubiesen dinamitado por dentro.Había sucedido que en un momento, mientras contemplaba dormir a GregoriaBecerra,ellahabíaabiertolosojosy,poruninstante,selohabíaquedadomirandodeunamaneratal,madrecitamía,queademásdealborotarlelaspocasplumasasualmavieja, lehabíaproducidounaereccióncomohacía tiempono tenía,carajo.Aunqueahora, a la ardua luzdel sol iquiqueño,noestá completamente segurodenohabersoñado ese instante prodigioso, la fugaz mirada de aquella mujer queirrevocablemente lo vuelve loco, le presta alas, lo hace volar y planear en el airecomounjoteenestadodeensoñación.

Poco antes de la hora del almuerzo, enmedio del intenso trajín, en la escuelaSantaMaríanosenteramosdealgoquenosconmoviósobremanerayalentóelánimode todos.Varios gremios porteños, trabajadores de la ciudady de la ribera, habíanacordado unánimemente adherirse de una manera más práctica al movimientohuelguísticodelosesforzadoscompañerossalitreros.Demodoquesehabíanreunidoy nombrado un comité encargado de secundar y obedecer las disposiciones delComitéCentraldelospampinos,talcomoyalohabíanhechoalgunasotrasseccionesde trabajo, como los panaderos, por ejemplo, los carpinteros, los jornaleros, los

ebookelo.com-Página81

Page 82: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

lancheros,lospintores,losgasfiteros,losalbañiles,loscarreteros,loscargadores,losabasteros y los sastres. Gremios estos que ya tenían un representante dentro delComitéCentral.

—No sé si ustedes se handado cuenta—comenta entusiasmado JoséPintor—,peroestoindicaclaramentequenuestromovimientoestácomenzandoagenerartodaunarevoluciónobrera.

Ysesacaelpaletóysearremangalacamisa,preparándoseparaalmorzar.—Porsupuesto,puescompadrePintor—diceDomingoDomínguez—.Nosotros

somoslosllamadosacambiarlahistoriaproletariadeestepaís.Ytrasacomodarseunpañueloamododebabero,dalasprimerascucharadasasu

platodeporotos.—Nosotros no vamos a cambiar nada, carajo —reclama con voz tosca y sin

levantar la vista de su almuerzoOlegario Santana—.En este paísmandan los quetienenlariqueza,ypunto.

Losamigossemiranentreellosdesconcertados.Luegocomienzanarecriminarlosacándoleencaraloatrabiliariodesucomportamiento,supesimismodesmoralizanteysuseternosreparosalahuelga.

—EsteOlegariohabríasidocapazdedesanimaralmismísimoNapoleón—diceJoséPintor.

—ElpesimismodemicompadreOlegariosepareceasupaletó—saltaDomingoDomínguez—:esigualdenegro,igualdeviejoynoselosacarenunca.

Entonces los improperios devienen en cuchufletas, derivando inevitablemente asumaníadenosacarsejamáselpaletó,nisiquieraparaecharseadormir.Queporlasnoches—lo jodenencuadrilla losamigos—,mientras todos losdemáshombressesacan el suyo y lo doblan cuidadosamente para usarlo de almohada, él no tieneningúnempachoenacostarsesobresuoreja,peroconsupaletocitopuesto.

—De tanarrugadoqueestáelpobre,pareceplanchadoconhojasde repollo—coronalasmufasfestivamenteDomingoDomínguez.

Y mientras todos ríen y se palmotean y hablan con la boca llena, GregoriaBecerra, aprovechando queLiriaMaría se ha ausentado para ir al baño, se lleva aIdilioMontanoaunladoylepidecuentasenvozbaja.Queporquédiantreshabíahechollorarasuniñaayerporlanoche.

Eljovenherramentero,azoradohastaeltartamudeo,leexplicalosucedidoenlacarpa. Luego, en un acto de arrojo suicida, le abre las compuertas de su corazónenamorado y gesticulando y moviendo las manos en un desesperado intento deconvencimiento,leconfiesalomuyprendadoqueestádeLiriaMaría,lomuchoquelaquiere,todoloqueseríacapazdehacerydenohacercontaldequeellavuelvaamirarlocomoantes,ahablarle,asonreírlecomolesonreía.Ylodicetanconvencidode sus palabras, con tanta pasión y brillo en la mirada, que Gregoria Becerra seenternecehastalaslágrimasyterminaponiéndoseincondicionalmentedesuparte.

Unratodespués,cuandoestápensandoencómodecirleaLiriaMaríaquenohaga

ebookelo.com-Página82

Page 83: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

sufrirmásalpobrecitovolantinero,seaparecesuhijoJuandeDiosacompañadodelmismoperiodistadeldiarioLaPatriaquehabíaconocidoenelClubHípico.ElniñodicequellevaalcaballeroaconversarconsuamigoJoséBrigg,puesquiereescribirunanotacontandosobrecómoseviveenlaescuela.GregoriaBecerradicequeestábien que se escriba eso en los diarios, para que las autoridades y las familiasricachonasdelpuertosedencuentadequelospampinosnosonningunosrevoltosos,nimenosunosforajidosdesalmadoscomoseandadiciendoporahí.

—Yonoséquépatrañasinformanlosespíasquemandanlosgringosalaescuelay que se pasean por aquí como Pedro por su casa—dice con voz fuerteGregoriaBecerra—. Usted, ponga la verdad, caballero, y diga si aquí entre nosotros ve aalgunoconcaradesaqueador,incendiarioovioladordemujeres.

Pasado el mediodía, nos enteramos de que venía entrando un nuevo buque deguerra. Esta vez se trataba del crucero «Esmeralda» y traía a bordo tropas delRegimientoArtilleríadeCosta.LosmilitaresdesembarcadosacamparontodosenlaplazaPratysupresencialediounaspectoextrañoydesusadoaesepaseoqueeraelcorazón mismo de la ciudad. Con tantos soldados llegados al puerto se habíacomenzadoasentirunclimadetensiónyanimosidadenelaire.Yaunqueobrerosymilitaressecruzabanen lascallessin rozarsenimirarseaúncomoenemigos,asíytodoelComitéCentraltomólasabiadecisióndenocelebrarmáscomiciospúblicosenlaPlazaPrat.«Estoparanoexacerbarelánimodelosmilitares—dijoJoséBrigg—ynodarlemotivosalaautoridadparaelempleodelafuerza».

OlegarioSantanay sus amigos, quehabíandecididono ir a ver el desembarco—«Asícomovanlascosas,enunosdíasvamosatenermássoldadosquehuelguistasenIquique»,habíadichoconsornaDomingoDomínguez—,acompañanaJoséPintoralaCasaLockettacambiarlasúltimasfichasquelequedan.EnlaCasaSalitreranoloatienden.Siquierecambiarsusfichastienequesubiralaoficina,ledicendemalamanera.Indignados,losamigosdecidendirigirsealaimprentadeldiarioLaPatriaaestamparsuquejaydejarconstanciadelhecho.

Mientras esperan en las dependencias del diario—donde les prometen que sureclamosaldráahoramismo,enelnúmerovespertino—,alguienlespasaunahojayaimpresadelaedición.Allíseinformandevariasnoticiasquesaldránalpúblicoenunratomás.Seimponen,porejemplo,dequeel«Zenteno»,elbarcodeguerraquetraealIntendentedelaprovinciayalatropadelRegimientoO’Higgins,llegarámañanaaprimerahoraalpuerto,yqueelTeatroNacionalcontinuaráclausurado«porlafuerzadelascircunstancias».Enunanotaquellevacomotítulo:«Graciosoofrecimiento»,leen sobre una tal señorita Isabel Ugarte, residenta iquiqueña de nacionalidadperuana,quehapuestoadisposicióndeloshuelguistasunaespaciosabodegadesupropiedad,ubicadaenlaesquinadelascallesBarrosAranaySargentoAldea,paradaralojamientoa lospampinosque siguen llegandoa Iquique.Además seenteran,contentísimos,dequeelnúmerodeoficinassalitrerasquesehanplegadoalahuelgaya llega a la cantidad de sesenta y tres. «Dato éste susceptible de ser rectificado»,

ebookelo.com-Página83

Page 84: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

dicelanota.—Ypensar que todo comenzó en nuestra pequeña oficina SanLorenzo—dice

DomingoDomínguez.—YenunahumildecasadelCampamentodeArriba—especificaorgullosoIdilio

Montano.Al terminar de imprimirse la edición completa del diario, los amigos se

encuentranconelartículodelperiodistaquehabíaestadoenlaescuelaesamañana.Allísedanaconocerlas impresionesdesuvisita.DomingoDomínguezleeenvozalta:

«HoytuvimosoportunidaddevisitarlaEscuelaSantaMaría,localdondesehospedanmásdeseismilhuelguistas.Eraprecisamentelahoraenqueserepartía el almuerzo y, por consiguiente, el acceso al sitio donde seencontrabaelDirectoriogeneralsehacíacasi imposible.Hastaquepor finconseguimosnuestroobjetivo.

ElComitéCentralestáinstaladoenlosaltosdellocal,ydamosenseguidalos detalles que observamos al llegar a ese sitio. En la escala estabandestinados,aguisadecentinelas,comoochoayudantesdeorden,loscualesse ocupaban en atender a las personas que deseaban hablar con elDirectorio. Pasamos nuestra tarjeta que los ayudantes hicieron llegar alPresidente, señor Brigg, quien ordenó que se nos diera libre paso.Permanecimosenel recintocomodoshoras, yen todoese tiempopudimosimponernosdelamagníficaorganizaciónquetienenloshuelguistas.

ElPresidente,rodeadodesusdirectoresylosayudantesdeorden,impartelasórdenesquesonacatadascontodorespeto.LosdelegadosdelasoficinasquevanllegandosepresentanalDirectorioyéstelosinscribeenunregistroylesdalasinstruccionesdelcaso:estoes,quelabanderadeordenquehanenarboladojamásseaarriada.

A cada instante los ayudantes de orden reciben instrucciones para loshuelguistas, las que son inmediatamente obedecidas. También pudimos oírque,conuntinobajotodopuntodevistaplausible,setomabaninformacionesa las comisiones nombradas por el Comité para vigilar todos losestablecimientos donde se expenden bebidas alcohólicas. Las comisioneshacen las denuncias al ComitéCentral y éste, a su vez, las comunica a laautoridadcompetente.

Esta sana actitud de los trabajadores de denunciar ellos mismos a losdespacheros que venden licor a sus compañeros, merece sea tomada encuenta,porque,conello,se justificanante todoelmundocomoobrerosquesóloluchanporelpan,desbaratandoellosmismostodoloqueseencamineaproducir disturbios. Francamente es aquello un cuartel general en dondereina la disciplina más completa, escudada siempre en el buen sentido.

ebookelo.com-Página84

Page 85: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Dignas de oírse son allí las órdenes que se reparten, pues todas vanencaminadas a impedir que se venda licor a sus compañeros, que guardensiempre lanormadeconductaquehanadoptadodesdeelprimerdía,yasídan una prueba más de la cultura de este pueblo trabajador que hoy selevantaenactitudpacíficaparaqueseleoigasujustoclamor.

Los delegados, por otra parte, se hacían presentes ante elComité paraimponerlodelosúltimostrabajos.Cadaunodelosayudantesqueefectuabaalguna comisión dada por el Comité, inmediatamente de concluida dabacuenta de su resultado, encomendándosele, al instante, otra.Nos retiramospues, del cuartel general sin cansarnos de admirar la perfección, orden ybuen criterio con que dirige el movimiento el Comité Central Unido de laPampaeIquique».

Al salir de las oficinas del diario los amigos van contentos y animosos.Palmoteándose mutuamente acuerdan, en voz baja —no fuera a haber algúnrepresentantedelascomisionesdealcoholporahícerca—,irabeberporahíuntragode aguardiente. Según han sido dateados en la mañana por los obreros de laConfederación Perú-boliviana, hay un expendio de bebidas alcohólicas cerca dedondevancaminandoahoramismoqueestávendiendotragoparacallado.

DomingoDomínguez,comoparadescargaruntantosuconciencia,diceamododedisculpaqueélcreequecon tomarseunoscuantos traguitosno lehacenningúndañoalmovimiento,puesellossontiposquesabenbeber.

—Aunquebebemos comocosacos—dice sacandopecho—no somosningunosborrachosabrazafaroles.

El carretero JoséPintor, por su parte, se disculpa con el subterfugio de que unácrataqueserespetecomotal,debealomenosviolarunaregla,yqueenestecasolareglamássanaderomperesésta.

MientrasOlegarioSantanafumaensilencio,IdilioMontano,queparasorpresadetodoseselmásentusiasmadoconlaidea,dicequeyabastadepalabreríayquemejorseapuranenhallarelboliche,queélestánecesitandoconurgenciabeberuntrago.

—Eljovencitoestásacandolasgarras—diceserioOlegarioSantana.—Comodecíamiabuela:«Quienconlobosanda,altiempoaúlla»—sedefiende

IdilioMontano.Ybajandolavistaalsuelo,agregaacontecido:—Loquepasaesquenecesitountragoparaolvidar.—¡Quéolvidarniquéochocuartos!—lecortabrutalmenteJoséPintor—.Loque

tienequehacerahoramismo,muchacho,esagarraralatórtolaydarleunbuenbesoenlaboca.Sihayqueserciegodenacimientoparanodarsecuentadequelaniñaestáquesedespichaporsupersona,pueshombre.

—Pero antes tiene que dejarse crecer mostachos, compadrito —tercia huasónDomingoDomínguez, abrazando fraternalmente al herramentero—. ¿Oacasono le

ebookelo.com-Página85

Page 86: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

dijonuncasuabuelaqueparalasmujeresunbesosinmostachoescomounhuevosinsal?

—Con sal o sin sal, lo que tiene que hacer es agarrarla delmoñoy robarle unbuenbeso—insisteelcarretero—.¡Ydelantedelamadre!

—DetanseñoraqueesdoñaGregoria,nosésiaguantaríaquelevinieranafaltarelrespetodeesamanera—replicapensativoOlegarioSantana.

—NoséporquémetincaqueOlegarioestámásenamoradoqueelvolantinero—seechaareírDomingoDomínguez.

—¿Enamoradodequién?—preguntaJoséPintor.—¿Cómo que de quién? ¡De Gregoria Becerra, pues compadre!—exclama el

barreterosindejardereír.—Y por algunas miraditas que yo he sorprendido por ahí, creo que le

corresponden en toda la línea —dice Idilio Montano, mirando amigablemente aOlegarioSantana.

AJoséPintorseleencapotaelrostroabruptamente.Peronodicenimus.Mediacuadraantesdellegaradondesesuponeestálabodegadelicor,setopan

con los obreros de la Confederación Perú-boliviana. A ambos se les nota laconsternación cincelada en el rostro. Que no hace ni un par de horas, cuentancompungidosloshombres,eldespacherohasidosorprendidoporlapolicíamunicipalyque,ademásdehaberlocastigadoconunamultadecienpesos, lehancerrado labodega. Que si acaso ellos no creen que es demasiado castigo para ese pobrecristiano,dicenlosconfederados,abrazándosecongranaparatoyhaciendocomoquellorandesconsoladamente.

Siguiéndoles lacorriente,DomingoDomínguezse lesuneenel fraternoabrazodedolor,dándolessumássentidopésameyayudándolesasentir,paisanitos lindos;quéselevaahacer;resignación,lavidaesasí.

—¡Y yo que estaba dispuesto a empeñar mi anillito de oro si hubiese sidonecesario!—terminadiciendoentonodeafectadacondolenciaelbarretero.

Losamigossemiranentreellossuspicazmente,peronodicennada.Cuandodespuésdeunratovuelventodosjuntosalaescuela,seencuentrancon

ungrupodemásdedoscientosobrerospampinosentrandoalaciudad.Alpreguntardedóndevienen,seenterandequeloshuelguistassehanvenido«caminandoapie»desde la oficina La Palma. Y aunque esta salitrera es una de las más cercanas alpuerto,y losobrerosvancantandoavivavoz, la fatigase lesasomaaguadaen losojos.Entierradosy sudorosos, como llegandodeuncampodebatalla, rodeadosdegentedeIquiqueydepampinosqueloshanidoaencontraraloscerros,loshombresmarchanentonandofervientementeelHimnoalTrabajador,cuyaexaltadaletrahabladelaunidadyredencióndelosobrerosdelmundo.

Inflamadosporlavisiónépicadeesoscompañeros,elgrupodeamigossedeslizaenmediode la columnay, cantando tambiénpuñoenalto, se encaminanconelloshastalaescuelaSantaMaría.

ebookelo.com-Página86

Page 87: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

13

AtardecíaenIquique.YtodoelsectorcircundantealaescuelayalbaldíodelaPlazaMontt,presentabaunpopulosoaspectodeferiadediversiones.Ademásdelaenormecantidaddehuelguistasallíreunidos,ydelacadavezmásnumerosagamadevendedoresofreciendosumercadería,habíacomenzadoaemergertodaunafaunadegenteextraña;personajesqueibandesdesimplescuriososdemanosenlosbolsillos,hasta los infaltablessuerterosde lasruletas,pasandoporcharlatanesvendedoresdeungüentos, ladronesdebolsas, tragafuegos, lisiadosdeguerra,predicadores locosymendruguerosrecitadoresdejaculatorias.

Y es que como resultado de la toma de la Plaza Prat por parte de la tropadesembarcada del crucero «Esmeralda» no se habían organizado ni llevado a cabograndesmítines, lospampinospasábamos todoeldíaconversandosobrecuestionesde lapampa,o releyendo losdiariosdeldíaunayotravez,hasta elúltimoavisitocomercial. Todos esperábamos impacientes los resultados de los acuerdos que setomaran con respecto al conflicto entre las autoridades, los señores salitreros y losintegrantesdenuestroComitéCentral.La exaltacióny el alborozode losprimerosdías había ido decayendo notablemente hasta trocarse en una calma tensa yangustiante.Lanuestraeraunaesperaquenadie sabíabienenquédemonios ibaaterminar.Peroasíytodo—salvounospocosebriosquecirculabanconcaradeidiotasentreelgentío,yquenadieentendíaendondediantresseemborrachaban—nuestraactitudseguíasiendoengeneralcalmadayrespetuosa.

Latranquilidaddelconflictosóloerarotaporelarribodealgúnbuquedeguerratrayendomáscontingentemilitaralpuerto,ocuandoenloaltodeloscerrosaparecíauntrendehuelguistasounaentierradacaravanamarchandoapiedesdesusoficinas,como laqueacababadeentrarahoramismoa laciudad,provenientedeLaPalma.Entonces,porlascallesatestadasdegente,losmilesdehuelguistasyaarranchadosenelpuerto leshacíamosuncorredorhumanohasta laspuertasmismasde laEscuelaSantaMaría,aplaudiéndolosypalmoteándolosdurantetodoeltrayecto,talycomosele acababa de hacer a los obreros palminos. Bienvenida que era coronada por elrecibimientodelgruesodelagenteque,enlaspuertasdelaescuela,conpañuelosysombrerosenalto,losaclamabanyvitoreabancomoaverdaderoshéroesdeguerra.

Luego de que una Comisión de Recibimiento terminara de acomodar a loshuelguistasdeLaPalmaenlosrecintosdelaescuela,OlegarioSantanaysusamigosentablan conversación con algunosde losoperarios en el patioprincipal.DomingoDomínguezhahalladoentreellosauntiznadoconocidosuyo,alqueapodanelPatasconBrotes,yentrecigarrillosy tallas relativasa la fachadeempampadosconquehan llegado a la ciudad, los amigos aprovechan de darles a conocer varios datosdomésticosydeutilidadpersonal.Comoencualdetodoslospuestosdelacallesevendeelmejorpanamasado,odóndeirahacerseunbuenretratoparallevarsealapampacomorecuerdodelaestadíaenelpuerto.QueenlasombrereríaElGlobo,de

ebookelo.com-Página87

Page 88: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

por aquí a la vuelta nomás, paisanos, cuesta mucho más barato el arreglo de lossombreros,sobretodoloscolizasylosdePanamá.YqueenlaPeluqueríaFrancesa,de la calleUribe, sehacen loscortesdepelodeúltimamoda,yqueal terminar eltrabajolorocíanaunoconfinasaguasdetocadordejándolomásfragantosoqueunclavel;ademáselmaestro,donAntonioDuhamel,dueñodellocal,tieneladelicadezade desinfectar las herramientas después de cada uso sumergiéndolas en aguahirviendo.¿Quélesparece,ganchitos?Peroprincipalmentelosamigosponenaltantoa los recién llegados sobre algunos detalles de comportamiento que es bueno quevayansabiendodesdeyaparaunamejorconvivenciadentrodelaescuela,haciendohincapiésobretodoenelgraveproblemadelascasetassanitarias,indicándolesdóndeycuálessonlossitioseriazosideales,apartedelaplaya,paraevacuarelvientre.Estopara que los amigazos de Puelma no vayan a hacer lo que hacen algunosmetecoscerrados de sesera, queno tienenningún escrúpulo en bajarse los pantalones en lacalle, a cualquier hora del día o de la noche, y por culpa de los cuales el ComitéCentralharecibidounachorreradereclamosdelosvecinosadyacentesalaescuela.Y cuando en el cielo ya está anocheciendo, y Domingo Domínguez, apartado delgrupo,estádateandoparacalladoasuamigoPatasconBrotessobreelprostíbulodeYolanda,seapareceJuandeDiosdiciendoquedóndemiéchicasehabíanmetidotodalatardeloscaballeros,quesumadrehaceratolosestáesperando.

—Les tiene mate y pan amasado calientito —les dice el niño, pasándosedeleitosamentelalenguaporloslabios.

Comolosamigos,porelasuntodelreclamodelasfichas,sehanpasadoporaltoelalmuerzo,nosehacenderogaruntrisparaaceptarlainvitación.Alllegaralasalarepletadegentedescansadoycomentandolosúltimossucesosdeldía,encuentranaGregoria Becerra mateando en compañía del matrimonio de la oficina Centro. Laparejasemuestraahoraunpocomáslocuazysonriente.SuhijaPastorizadelCarmenhademostradounalevemejoríaensusalud.GregoriaBecerra,ademásdemateypanreciénamasado,lestienealosamigosunagranlonjadecharquiyalgunascajetillasdeAfricana, cigarrillos que, hace sólo unosminutos, la Federación deObreros deIquiquehadonadoparalosesforzadoscompañerostrabajadoresdelapampa.

—Una pena que no hayan donado cigarrillosYolanda—diceGregoriaBecerraalargándoleelprimermateaOlegarioSantana.

Mientras Liria María, sentada en el suelo junto a su madre, con la barbillaapoyada en sus piernas recogidas, evita a toda costa mirar a IdilioMontano, y eljoven,sindecirpalabra,nolequitalavistadeencima,DomingoDomínguezseponeaconversarconunpatizorrodelaoficinaCalaCala,alquelefaltaelojoderechoyquenoparadehablarsobrecalichedebuenaymalaley,ydelacantidaddepiedrasqueescapazdetriturarencatorcehorasdetrabajodiario.JoséPintorporsuparte,aquienhaceratonoseleoyedespotricarencontradeloscurasniencontradenada,desdeelrincóndondesehaacomodado,observaalozainotodaslasmiradasquesecruzanentresuvecinayelJoteOlegario.

ebookelo.com-Página88

Page 89: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Alasnuevedelanocheseenterandelallegadadeotrapartidadehuelguistasquesehavenidocaminandodesdelapampa.Segúnlamujerperuanaquehaentradoalasala a contarles, al verlos aparecer en los cerros un solidario grupo de cocheros acaballoslosfuearecibir.Elpatizorrotuerto,cambiandodetema,aseguraquesedebetratardelmismogrupodecocherosenhuelgaque,segúnloshociconesdeldiarioElTarapacá,ayerporlatardehabíarecorridoencaravanalascallescéntricashaciendoescándaloycometiendotodaclasededesmanes.

—Para que se den cuenta, ustedes—dice—, que no hay que comprarmás esediario.Senotaalaleguaqueestáencontradelosobrerosyafavordelospatrones.

Unratodespués,unintegrantedelaComisióndeOrdenyAseoentraalasalaapreguntarsiahíesposibledaralbergueaotraspersonas.

—Aquíyanohayespacioniparaecharadormirunminino—replicasocarrónDomingoDomínguez.

Cercadelasdocedelanoche,cuandoyalamayoríadelagentesehapuestoadormir,GregoriaBecerrasequejadedolordecabezay lepideaOlegarioSantanaqueporfavorlaacompañealConsistorio.Que,comoélpuedever,dice,indicandoasushijosconlamirada,susangelitoscustodiosduermencomounosbenditos.«Ymedanoséquédespertarlos».

—Por favor, señora Gregoria, no faltaba más —dice Olegario Santanaincorporándosedeunsalto.

Afueralanocheesaltayunasuavebrisamarinainundaelaire.Atolondradoporla compañía femenina, Olegario Santana, sólo por decir algo, comenta que el airepuro es buena para la sangre. «La purifica», dice aspirando aparatosamente ysintiéndoseunidiotaconvistaalmar.

—Y además desembota el cerebro de malos presagios —dice ella, mirándolosonrisueña.

Conlasfogatasencendidasylacantidaddegentedurmiendoalaintemperie,elpatiodelaescueladalaimpresióndeungrancampamentodeguerra.Ungrupodebolivianos instalados en la pérgola entonan sus cánticos acompañados del sonidolúgubre de sus quenas,mientras en los recovecosmás sombríos del patio, algunasparejassebesanyabrazancondesesperación.Almirarhaciaarriba,ambossefijanqueenlaterrazaaúnestálaluzencendida.«LosdelComitéparecequenoduermennunca»,diceGregoriaBecerra.

DevueltadelConsistorio,agasajadosporlamúsicaylaplacidezdelanocheque,más que nunca, está desbordante de estrellas y cositas brillantes, como dice ellasuspirando,sesientanenunodelosescañosdelpatio,defrentealapérgola.Despuésdeunratodeoírlasquenasensilencio,GregoriaBecerracomentaquereciénahoraestácomprendiendoporquésudifuntomarido,queerahuasodemantayespuelas,sehabíaenamoradotantodelamúsicanortina.

—Esbella,perounpocotristona—diceOlegarioSantana—.Escuchándoladalaimpresiónquesehacemáshondaaúnlasoledaddeldesierto.

ebookelo.com-Página89

Page 90: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—Enesotienerazón,usted,donOlegario—diceella—.Poresoyomequedoconlatonadacampesina.Esmásalegradora.

—Yhacemásllevaderalasoledad—recalcaél.—Parecequeaustedlohamarcadomucholasoledad,amigomío—lomiraella

conunbrillotiernoensusojos.—Mucho—musitaél.—¿Ynuncasehacasado?—Nunca.—Viví un tiempo abarraganado con una mujer boliviana. Pero se murió de la

bubónica.—Losiento—diceella—.Usteddebeextrañarlamucho.—Nosecrea.—Noleentiendo…—Es que… bueno… no sé cómo decirlo—se incomoda Olegario Santana—.

Vivirconellanoeramuydiferenteavivirsolo.—Por lo visto usted no tienemuy buen concepto de lasmujeres—lomira de

frenteGregoriaBecerra.OlegarioSantana se corta.Luego reacciona, lamira también a los ojos, respira

hondoyseatreveadecirle,despacito:—Hastaquelaconocíausted.Ellanodicenada.Levantalacabezaysequedaunratomirandolasestrellas.De

niñapensabaqueesasbrillosidadesalláarribasemejabanaunracimodediamantesordenadosenungrandiosoestuchedeterciopelo;yqueeldueñodeaquellajoyería,porsupuesto,tendríaqueserDios.

—¿Usted cree en Dios? —le pregunta prolijamente, como si en verdad lepreguntaraalcielo.

—Nosé—contestaOlegarioSantana.Ysacauncigarrilloyloenciendeyledaunapitadahonda.—A veces creo que sí y otras, debo confesar que la mayor parte del tiempo,

piensocomonuestroamigoJoséPintor.ÉldicequeDiosnoexiste,yquelapruebamás patente son los millones de pobres que sufren y se mueren de hambre en elmundo.

—EseJoséPintoresundescreído.YoundíaleoídecirlabarbaridadtremendadequeDiosdebíadeamarmuchoalospobres,queporesohabíahechotantos.

—¿UstedesmuyamigadeJoséPintor?—¿Porquélopregunta?—preguntaellaalavez,mirándolofijamentealosojos.—No,pornada—balbuceaél.Ycambiandorápidamentelaconversaciónlainterrogasobrequépiensahacerella

encasodequeelconflictonoseresuelvaparabien.—Yaloheconversadoconmishijos—dicepensativaGregoriaBecerra—,ysi

estono searreglapediremosquenosmandendevueltaal sur.ATalca.Desdeque

ebookelo.com-Página90

Page 91: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

enviudé,mimadremehaescritovariasvecespidiéndomequeregreseconella.—No sé por qué, desde que llegué aquí —dice el calichero— tengo el

presentimientodequeestovaaterminarmal.Yoconozcoalosmilitaresytemolopeor.

—Peronotenemosquerendirnoshastaverquépasa.Yaestábuenodeabusosydeexplotación,¿noleparece?

—Todalavidahemossidoexplotadosynocreoqueestovayaacambiarmucho.—Lopeordelasunto,donOlegario,noesserexplotado;lopeoresrendirseaesa

explotación;entregarlaoreja,comodicenustedes.—Debo decirle que siempre he sido un pesimista del carajo —comienza a

confesarseOlegarioSantana—.Peroesomelohaenseñadolavida.Siestoyaquíessóloporinercia.Todoestoqueseestáhaciendo,lahuelga,losmítines,lamarchaatravés del desierto, querer levantar y unir a la pampa en una gran lucha contra laexplotación,mepareceunsueñoimposible.

—Soñaryaes luchardealgunamanera,donOlegario.Alguiendijoporahíquetodoslossueñossoninsurrectos.

—Esqueustednosabe,doñaGregoria,aquínospuedenmatara todoscomoacarneros.

—Sepodrámataralsoñador,peronoalsueño—respondeellaconvozaltiva.Olegario Santana guarda silencio. Esta mujer le parece increíble. Se saca el

sombrero,semesaunratolascrinesdemuloyvuelveaponérselo.Deprontoseleocurredecirlealgo,peronoseatreve.Trasunratodemirarselapuntadeloszapatos,arrojaelpuchoalsuelo,vuelvearespirarprofundo,cuentamentalmentehastatresyselodice:

—Yo,señoraGregoria,ahoraquelaheconocidoausted,másqueporcualquiersueño de reinvindicación social o justicia laboral o cosa que se le parezca, por loúnicoquequisieraqueestoterminarabienseríaparaqueustednosevolvieraalsur.

—Loquemássentiríasiregresaraamitierra—diceGregoriaBecerra—,esqueloshuesosdemidifuntosevanaquedartiradosparasiempreenestoscalcinatorios.

—¿Loqueríamucho?—Mucho.—Sedebesentirmuysolatambiénusted.—Imagínese.Yenestaspeladeras.Perotodolohagopormishijos.Siustedeslos

hombres pueden llevar a cabo cualquier acto heroico, nosotras las mujeres somoscapacesdetodoslossacrificios.

OlegarioSantana lamirade reojo.Nosabríadecir siellaentendió loque lehadicho sobre su deseo de que no se volviera al sur, o si se hizo la desentendida.Entonces,mirandohaciaunadelasfogatas,sinrespirarhondo,nicontarhastatres,ninada,diceclarayperentoriamente,comopensandoenvozalta:

—Cómomehabríagustado,enlavida,haberconocidoaunamujercomousted.Como ella no dice nada, luego de un momento carraspea bronquialmente y

ebookelo.com-Página91

Page 92: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

prosigue,despacito:—Aunquetalveznohabríaservidodemucho.Nuncahesabidocomotratarauna

dama. Toda mi vida he sido un solitario, un animal huraño. Tal vez por eso miscompañeros de calichera me dicen Jote. Aunque usted no me lo crea, ésta es laconversaciónmáslargaquehetenidonuncaconunamujer.

CuandoGregoriaBecerra,mirándolodirectamentealosojos,letomaunadesusmanosásperas,aOlegarioSantanaseleerizaelalma.Nuncaensuvidahasentidouna sensación parecida. Nunca ha oído a su corazón machacar de manera tandesbocada.Si le parece sentirlo en la puntade la boca. «Usted es unhombremuybueno, donOlegario», oye que le dice ella.Y cuando la oye agregar, sin dejar demirarlo, que nunca es tarde para conocer a unamujer, él se da cuenta de que estásudandoentero.Aturulladocompletamente,semetelamanoalbolsillodelpaletóyvuelve a sacar su cajetilla de cigarrillos. Estamujer deDios lo confunde, lo haceolvidarsusoledad,sudespecho,suamarguraconelmundo.«Estamujereselamor»,se dice emocionado. Y tras encender un Yolanda, exhala el humo apurado, comoahogandounsuspiro,oquizásunsollozo.

De pronto se dan cuenta de que los músicos y las parejas de amantes se hanretiradoadormirhacerato,yquelacrestadelaaurorayacomienzaavislumbrarseporloscerrosdeloriente.Ensupláticasehanolvidadodelahora,delanocheydelmundo.No se han dicho nada comprometedor, no se han hecho ninguna promesa,pero el brillo en sus miradas es otro. Poco antes de que las primeras mujeres,desgreñadasdesueño,comiencenatrajinarporlapenumbradelospatiospreparandolosfogonesparaelcafé,decidenirseadormir.

—Másqueseaporunratito—diceella.Arriba,enlaazotea,aúnsevelaluzencendida.Cuando, pisando en puntillas, entran a la sala, Olegario Santana y Gregoria

Becerra ya no son los mismos; algo se les ha encendido por dentro. Antes derecostarseenelhuecoqueleshandejadosushijos,ellalomiraylesusurraunbuenasnochesllenodeternura.Élsóloatinaaresponderconunlevemovimientodecabeza.Laemociónlehapasmadolalengua.AliraacomodarsejuntoaIdilioMontano(queduermeconlapenadesuamorplasmadaenlaexpresióndesurostro),porelrabillodel ojo ve que José Pintor, un pocomás allá, con lasmanos entrelazadas sobre elpecho como losmuertos—«o como deben dormir los sacerdotes», se dice en susadentros—,estácompletamentedespiertoylomiraconunafijezaafiebrada.

—Parecesuncuraconinsomnio—lediceOlegarioSantana.Yseechaadormirdeespaldasyconsupaletópuesto.

ebookelo.com-Página92

Page 93: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

14

EljueveslaescuelaSantaMaríaeraunvolcánapuntodehacererupción.Todoelmundo aguardaba con inquietud el arribo del crucero de la Armada Nacional,«MinistroZenteno»,quetraíaabordoalIntendente,señorCarlosEastman.Paralospampinos la llegadade laprimeraautoridadprovincial significaba la solución finaldelconflictoylaesperanzadequealfiníbamosapodervolveranuestraslaboresenlascalicheras.

Yesquelaamargurayeldesencantohabíanhechoplazaentreloshuelguistas,yel olor de la desesperanza se comenzaba a colar como un tufillo rancio por losintersticiosdelánimo.Ynoeraparamenos.Ibancincodíasycinconochesderesistirenlaciudadsinhaberlogradoabsolutamentenadadenadie.Yparaenfriaraúnmáselardordenuestroespíritu,pesealintensotrabajodelascomisionesdeordenyaseo,era tal la cantidad de gente que había llegado desde las salitreras que ya habíancomenzado a producirse problemas graves de convivencia al interior delestablecimiento.

A esas alturas ya sobrepasaban los ochomil los pampinos arranchados en susdependencias, sin contar los que repletaban la carpa del circo, los que copaban elterrenobaldíodelaplazaMonttyloscasitresmilalojadosenlosgalponesybodegasprestadosporsociedadesypersonasparticulares,lamayoríadeloscualesibaacomeral recintoescolar.Demaneraque la reparticióndevituallasseestabahaciendounatareacasiimposibledellevaraefectoconlacalmaylasensatezdelosprimerosdías.Por alcanzar algo de comer —especialmente para sus hijos pequeños, siemprellorandodehambre—,loshuelguistas,hombresymujeres,convertidosenverdaderosanimalesderapiña,seapelotonabanenunastrifulcassinordenniconciertoencadauna de las repartijas diarias. Desesperados, empujándose unos a otros sin ningúnrespeto,enmásdeunaocasiónsehabíallegadoalosinsultosyalosgolpesinclusoentre amigos y compadres de las mismas oficinas. Más encima, y como paraquebrantarnuestrasúltimasreservasdevoluntad,elinteriordelaescuelapocoapocoibasiendoinvadidoporunhedorquehacíairrespirableelaireyestabaconvirtiendoellocalenunverdaderofocodeinsalubridad,peorqueelmáscochambrosovividerode pobres del puerto.Y es que sucedía que algunos bellacos amalditados de entrenosotros mismos, pasando por alto las más elementales normas de respeto yconvivencia,noestabanteniendoningúnescrúpuloensacarselapingaobajarselospantalonesparaguanear,yanoenlaoscuridaddelascallesaledañas,sinoalinteriorde losmismospatiosde la escuela.Ycomoparacoronar todoesto, en losúltimosdíasseveníanrecibiendoquejasrespectoaquealgunasparejasdecasados,sinlamásmínimaconsideraciónporlamoralylasbuenascostumbres,noteníanningunaclasede miramientos en intimar durante las horas de la noche, en medio de las demáspersonasquedormíanasualrededor.Todoestosincontarquehastaesemomentolosmagnatessalitrerosnohabíandichonichusnimusrespectoanuestropetitorio.Por

ebookelo.com-Página93

Page 94: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

todoesoseesperabaconansiaslallegadadelIntendente,paraexigirdeunavezportodas,fueraparabienoparamal,unasolucióncategóricaanuestroconflicto.

De modo que ese día fue de gran agitación en la escuela y en las calles deIquique.Porunladoseveíallegaralpuertobuquesquedesembarcabanmásfuerzasmilitares,yporelotro,noparabandellegardelapampatrenesrepletosdeoperariosenhuelga.Comoelconvoycompuestodetrececarrosplanosyunabodegadeganadoenganchadoalacolaque,llenodeobrerosvociferantes,llegóalaestaciónalasdosdelatarde,despuésdeunviajequehabíaduradotodalanoche.Eneltrenveníatodoel contingente de huelguistas de los centros de trabajo de Negreiros, Huara, PozoAlmonte y Central. En el andén de la estación, además de la habitual multitudbulliciosa y entusiasta, los nuevos compañeros fueron recibidos oficialmente poralgunos integrantes del Comité Central que les recomendaron, como siempre, elmayorordenyrespetoposibleensuestadíaenIquique.«Elordenyelrespetosonlasbases primordiales para obtener el triunfo final de nuestras aspiraciones», lesexpresaronengravetonolosdirigentes.Hablaronenseguidadosrepresentantesdelosreciénllegados,haciendoigualobservaciónyadhiriéndosetotalmentealmovimientoreinvindicatorioquese llevabaacabo.«Movimientoque,por sialguno loduda—dijeron animosos los hombres—, está haciendo historia en los anales de la pampasalitrera».Terminadoelacto,todosloshuelguistas,formandounbloquedecasidocemilpersonas,tomamosrumbohacialasdependenciasdelaescuelaSantaMaría.Lacerradacolumnaavanzabacopandolascallesdeaceraaacera,llamandolaatenciónunagranbanderablancaqueibapresidiendolamarcha,unabanderadeseismetrosdelargoporcuatrodeancho,confeccionadaconretazosdepopelinaycreadehacersábanas,yquelosobrerosdesplegabanymostrabanfelicesyufanoscomoelsímbolouniversaldelordenylapaz.Laenormemasadegentefuerecibidaenlaentradadelaescuela por el propio Comité Central en pleno que, asomados a los balcones delaltillo, ornados de banderas y pendones gremiales, les dieron la bienvenida. Aquítambién,variosdelosreciénllegadoshicieronusodelapalabra,destacándoseentretodosellosunobrerodeHuara,unjovenconcaradeilustradoquienenunaaplaudidaalocución comparó al hombre pampino con el indómito cóndor de losAndes.Quetodos los animales de la tierra, dijo, se escondían y replegaban ante la fuerza y lafuria de la tempestad; incluso el león, rey de los animales, semetía en su guaridaasustadoalruidopavorosodelostruenos.«Sóloelcóndor—declamóentonoflorido—, el imponente cóndor de los Andes, emblema de nuestro escudo patrio, cruzamajestuosoelespaciotronantedeloscielos».CerróelmitinelpresidentedelComitéCentral,JoséBrigg,quien,luegodeunsucintodiscurso,netamentelaboral,indicóalosqueestábamosalojadosenlaescuelaquedebíamossersolidariosyabandonarelrecintoporunrato,paraasídarespacioaloshermanosreciénllegados,quebiensemerecíanundescanso.

A eso de las tres de la tarde, tal como habían anunciado los diarios locales, elcrucero Ministro Zenteno arreó anclas en la bahía. Entre las autoridades que

ebookelo.com-Página94

Page 95: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

esperabanenelmuelleseencontrabaelIntendentesuplente,elprimerAlcaldedelaciudad, el Gobernador Marítimo y el vicario apostólico, señor Martín Rücker.Momentosmástarde,enlafalúadegaladelhermosonavío,quereciénregresabadeunviajeporEuropa,desembarcabanlosilustrespasajeros,todosluciendoimpecablesensuvestimenta,peroconunalividezmortalenelrostroquedenotabalostresdíasdenavegaciónconmarbrava.

Junto al Intendente venía el Jefe de laPrimeraDivisión, generalRobertoSilvaRenardyotrosjefesdelejército.TrashacerlelossaludosdeordenanzaacargodelamarineríadelBlancoEncalada,másunbatallóndelosRegimientosRancaguayunodel Granaderos, la tropa disponible de la guarnición abrió calle en medio de lamultitud, y la comitiva dirigió sus pasos desde el muelle hasta el edificio de laIntendencia,enlacalleBaquedano.

Encaramadosenlasgrandesrumasdesacosdesalitrequeseamontonabanenelpuertoacausadelahuelgadeloslancheros,osubidossobrelostechosdebodegasenlascualessedestacabanlosgrandescaracteresdelascasasLockettBros,yCa.,InglisLomax y Ca. y Gildemeister y Ca. —firmas inglesas y alemanas que habíanmonopolizado la industria salitrera—, los huelguistas pampinos aclamaban alIntendente,unancianodeportearistocrático,depelocanoybigotesdecolumpio.Eratantalaalgarabíaque,depronto,suairedistinguidoseviogravementetocadocuandolagente,rompiendoelcercodelossoldados,lolevantóylollevóenandashastalamisma entrada de la Intendencia. Incómodo, mareado por el vaivén del tumulto,sonriendoalafuerza,elseñorialancianotratabadealzarunamanodesdeloaltoenconstreñidogestodesaludo.

—¡Losquevanamorir tesaludan,hijodelagrandísima!—refunfuñaOlegarioSantanaalverlopasarfrenteaél.

Inmersosenelgentío,susamigos lomiranextrañados.DomingoDomínguez lepalmotea el hombro amistosamente y le dice que no tiene que arrebatarse tanto elviejitodelosjotes,quehacemalparaelmalacate.JoséPintor,quenolehadirigidola palabra durante todo el día, y que en las conversaciones, sin siquiera sacarse elpalitodelaboca,asienteodisientesólocongruñidos,nadamáslomiradereojoyluegodesvíalamirada.Porsuparte,IdilioMontano,quenohaentendidonipalotelasentencia del calichero, le pregunta a Domingo Domínguez que qué diantres haqueridodecirdonOlegarioconaquellodeque«losquevanamorir…».

—SignificaqueelpesimismodeOlegarioSantananotieneremedio—respondeelbarretero.

Después,mientrasmarchandemalagana tras la procesiónque acompaña a lasautoridadeshacialaIntendencia,casialllegaralaPlazaPrat,IdilioMontano,quesehabía quedadomirando los sombreros de una vitrina, los alcanza para decirle, conexpresión enconada, que en la puerta de una tienda casi se ha fajado a golpes conunospijesqueestabancomentandoquelosúnicosculpablesdelapobrezaenquesehallaestamangaderotosdelapampa,sonellosmismos,consushuelgasinútiles,sus

ebookelo.com-Página95

Page 96: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

marchasdemártiresysusreclamacionesabsurdas.—Noteacalores,muchacho—replicaDomingoDomínguez—,ésosnosonmás

queunatracaladadeguarangos.Yalzandolavoz,inspiradoyteatral,dicequeveniraenrostrarlesalospampinos

que lashuelgasson lacausadesusmales,escomoreclamarlea losárbolesqueelvientoesoriginadoporelmovimientodesusramas.

Cuando en la Intendencia el señor Carlos Eastman se asoma a los balcones ydirigeunaspalabrasalamuchedumbrequelohaacompañadoeneltrayectodesdeelmuelle,losamigos,conelánimoamostazado,soncasilosúnicosquenoaplaudennivitoreanuncarajoalaautoridad.

«PueblodeTarapacá—comenzódiciendoen tonodeafectoelgomosoanciano—:Ossaludoatodos.Vengo,puededecirse,llamadoporvosotrosaverelmododearreglar amistosamente las dificultades suscitadas entre obreros y patrones. Esperoqueencompañíadeloshombresdebuenavoluntad,hemosdellegaralfindeseado,yalque todosaspiramos—aquíelhombrehizounpequeñosilencioparaprovocaryoír los aplausos de lamultitud—.Voy a imponerme de vuestros deseos. Traigo lapalabra oficial del Presidente de la República, don PedroMontt, en cuanto a esteideal, y almismo tiempo a que todos trabajemos por el bienestar de la Provincia.Debodecirosquenopensabavolver,ymehabéishechodesistirdeello.Ayudadmeentonces, entre todos, a contribuir a la tranquilidad general. Como acabo de decir,espero que surja una resolución pronta y que mi palabra leal y mis deseosdesinteresadostraiganarmoníaaestaprovincia».

Aunquelamayoríadelospampinosnosacamosnadaenlimpiodesuspalabras,igual al final del discurso se oyó una aclamación estruendosa. Al fin y al cabo elIntendenteeranuestraúltimaesperanza.

Como en los ajetreos y ceremonias formales del desembarco el grueso de lamuchedumbresóloclavósusojosen lapersonadelseñorIntendente, fuimospocoslosquereparamosenlosdemáspróceresqueconformabanelrestodelacomitiva.Ya los que así lo hicimos, nos atrajo principalmente la atención el general RobertoSilva Renard, quien bajó a tierra casi de los últimos, inspeccionando y vigilandopersonalmenteeldesembarcodesuhermosocaballoblanco.Losquenuncaanteslohabíamos visto, vimos a un militar enfundado en un uniforme destellante, a unsoldadodemiradadura,bigotesdeKaiseryunsoberbiogestodeprócervictorioso.Algunos de los huelguistasmás viejos, que algo sabían de él, nos contaban que elgeneral había participado en la Guerra del Pacífico enrolado de voluntario en elregimiento número 2 de artillería.Otros decían que al terminar el conflicto bélicohabía seguido prestando servicio al ejército, y que al iniciarse la Guerra Civil de1891, ya destinado en el Estado Mayor, se plegó al bando de los Congresistas ycombatió en contra del Presidente Balmaceda. Los más enterados de su carreramilitarcompletabanlainformacióndiciendoqueenoctubreúltimo,oseaapenasdosmeses atrás, había sido nominadoComandante en Jefe de la PrimeraDivisión con

ebookelo.com-Página96

Page 97: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

sede en Iquique, pasando a ser el único responsable de las fuerzasmilitares desdeArica a Copiapó. Pero lo que todos los pampinos sabíamos muy bien, y nos lorecordábamosunoaotroconrecelo,porquenosincumbíademaneradirecta,eraquehacíaapenastresañosalafecha,RobertoSilvaRenard,esemismogeneralqueahorapasabaaltivofrenteanosotros,habíacomandadounasangrientaoperaciónrepresivacontralosobrerosdelsalitreenelinteriordelpuertodeTocopilla.

ebookelo.com-Página97

Page 98: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

15

Cercadelascincodelatarde,despuésdelrecibimientoalIntendente,elcarreteroJoséPintor,queenel tumultodelaconcentraciónsehabíaseparadodelosamigos,llegaalaescuelaconlanoticiadelfallecimientodedosniñospampinosalojadosenungalpónde la calleSargentoAldea. «Sonde losque llegaronconnosotros en lamarchadesdeAltodeSanAntonio»,diceconmovidoelcarretero.Quelosniñossehabíanenfermadoacausadelesfuerzoy la fatigadelviajeyhabíanmuertohoyalamanecer.UnoerahijodeunoperariodelaoficinaSantaAna,antiguoamigosuyo,yel otro, según le han contado, era el hijo único de un trabajador de la oficinaEsmeralda. Lomás penoso de todo este frangollo, termina diciendo el carretero alinvitarlosaqueloacompañenalvelatorio,esquelasfamiliasdelosniñosfallecidossehayan en lamás completa indigencia y necesitandel auxilio y la solidaridaddetodos los pampinos de ley. «Espero que al amigo Olegario no le venga dolor deguatitaypuedaacompañarnostambién»,terminadiciendoácidamenteJoséPintor.

OlegarioSantanaarrugaelceño.—¿Yaestequébicholopicó?—murmuraextrañado.—Comoausted,pues,ganchito—dicevisiblementemalamistadoelcarretero—,

ahoraenvezdesalirlehadadoporquedarseapollerearenlaescuela.—LoquepasaesqueJoséPintorestáceloso,compadre—diceriendoDomingo

Domínguez—¿Oacasonosehabíadadocuenta?OlegarioSantananodicenada.Al llegar al velatorio se encuentran con que la pequeña casa está repleta de

pampinos. Además de Esmeralda y de Santa Ana, han llegado acompañantes devariasotrasoficinas;tantoasíqueyahandesbordadolapiezamortuoria,lospasillosyhastaelpatiodelacasaendonde,enmediodeunruedodegenteconmovida,seoyelavozdelcieguitoRosarioCalderónrecitando:

«…nacíenunaviejamina/dondenohayavesniflores/soportandoloscalores/yelfríoquemetrasmina/yomismolabrémiruina/trabajandosincesar/contentodeacaparar/riquezaalexplotador/soylanegraytristeflor/quemillantohizobrotar…»

Allí,enmediodelaconcurrencia,losamigosseencuentranconGregoriaBecerraysusdoshijos.EllatambiénesamigadelafamiliadelaoficinaSantaAna.«Inclusoestuveapuntodesermadrinadelniñomuerto»,diceconrostroacontecidoGregoriaBecerra.

Cuando enmedio del velorio, los obreros deciden hacer una recaudación paraayudarenlosgastosdelasexequias,sonpocoslosquepuedencooperarcondineroen efectivo. Lamayoría sólo puede aportar con algunas fichas. Por lomismo, los

ebookelo.com-Página98

Page 99: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

amigosseextrañanenormementecuandoOlegarioSantana, trasdesaparecerporunrato,aparececonunflamantebilletedecolalargaquedonaenteritoparalacolecta.Ningunoentiendededóndehasacadotamañobillete,niéldicenada.

Enelrincóndelacapillaardienteendondelosamigossehaninstaladoahacercompañía, se conversa en voz baja sobre el impúdico discurso de los propietariossalitrerostendientesaconvenceralosfuncionariosdelEstado,yenparticularalosdeGobierno, de que nuestro movimiento huelguístico no se justificaba bajo ningunacircunstancia. Que lo alegado no era alegable, que carecía de toda justicia. Queademáseraperjudicialparaelerariopúblico,paralaintegridaddelterritorioyparalaconvivenciayelbienestardelapoblación.«Estosantipatriotasponensusalarioporsobre los grandes intereses del país», reclamaban muy sueltos de cuerpo estosdescocados del diantre. Y para redondear todo este sarcasmo, aseguraban que elmovimiento era impopular. O sea que, según ellos, la mayoría de la población,incluidos los mismos que participábamos en la huelga, no la deseábamos. Estoscaballeritosteníanladesfachatezdedecirenloseditorialesdesusdiariosoligarcas,que losobrerosde lapampaganábamosunossalariosaltísimos,quevivíamosmuybien y muy contentos de nuestra suerte. Y que si nos quejábamos era de purosatisfechos. A tanto llegaba el cinismo de esta tracalada de bribones, que habíanllegado a idealizar la vida en la pampa asegurandoque el clima allí era de lomásagradablequehabíaenelpaís.Quenohacíanifríonicalor,yquelamayorpartedeldíacorríanunasbrisasmássaludablesqueenelpropiolitoral.

AlguienenelveloriotrajoacolaciónentoncesaFrayK.Brito,unverserobarato,portavoz de la burguesía iquiqueña, quien había escrito unas crónicas en donde sedecíaalgoparecido.Decíaestetunante,contodassusletras,queelclimadelapampaeratonificanteybenigno,yquenoentendíaaesosespeculadoresquelallamabanla«Siberia Caliente». «Es verdad que desde el amanecer —se leía en una de suscrónicas—brillaelsoldesparramandosobrelapampasusrayosdeoroycalentandolatierra,peroalfinyalcaboelcaloresvida».

—¡Ésenoesmásqueunreverendohue…mul!—estallaunveteranocalicherodela oficina Esmeralda, arrepintiéndose de completar el improperio por respeto a lascriaturasmuertas.Ytratandoaduraspenasdenovociferar,ahogadodeunabronquialtossilicosa,reclamaqueyalegustaríaveraesepoetitatiñosomachandocalichealasdos de la tarde, tragando tierra que es un gusto y sudando como bestia bajo esosvivificantesrayosdeoro.

Cuandomástardeenelvelatoriocorrelanoticiadelallegadademássoldados,yalguiendicequesontropasdelregimientoO’Higginsyquehandesembarcadoconuna gran banda demúsicos a la cabeza, el comentario general deriva entonces encómo,desdeelmismodíalunes,laciudadsehaidocopandoderegimientos.«Estoyaparece campamentomilitar», comentan losmás viejos, bisbiseandobajito.Y enverdadhabía llegadoa ser tan abundante lapresenciadegente armadaen Iquique,quepocasvecesenlugaralgunodelapatriasehabíavistounconjuntotandiversode

ebookelo.com-Página99

Page 100: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

tropasreunidasbajounsolomando.Losmásavisadosdelgrupocomienzanatratardeenumerarlasy llegana laconclusiónque las fuerzasacampadasenIquiqueeranlas del Regimiento de Artillería de Costa de Valparaíso; las del RegimientoO’HigginsdeCopiapó;lasdelRancaguadeTacnay,ademásdelamarineríadeloscrucerosyde las fuerzasdeguarniciónde lasnaves,estaba tambiénelRegimientoGranaderosypartedelRegimientoCarampangue.¡Casinada!Yesque,enrealidad,tanvastoeraelcontingentedemilitaresvenidosdesdeafuera,que,unidosalosdelanormalguarnicióndelpuerto, lehabíanquitadoelderechoa lapropiapolicíade laciudad,constituyéndoseellosmismosenpatrullas.Demodoqueparanosotrosyanoera ninguna sorpresa ver por las calles del centro a tropas a caballo y a piepatrullandoincesantemente,dedíacomodenoche.

Pero asimismo como iba desembarcando el contingente militar, más y máshuelguistasseguíanbajandodelapampa.Yaesasalturasdelasemanayanoéramoslos cinco mil que marchamos desde Alto de San Antonio, sino que ya íbamosbordeandolasdocemilalmasque,desperdigadasportodoslosrinconesdelpuerto,clamábamosyreclamábamosporunsalariomásequitativoyuntratomáshumanodepartedelosindustriales.Ylaperegrinacióndepampinosnoteníaparacuándoparar.Tantoeraasíque,contodoslosmítinessucediéndoseunotrasotroenlaescuelayenlaplazaMontt,yconlosmilesdetrabajadoresrecorriendolascalles,yalamayoríaluciendotodossusalfileres:vistiendotraje,sombrerosdecolizayhaciendogirareneldedolasleontinasdesusrelojesdebolsillo—losquehabíanllegadoconlopuropuesto habían comprado omandado a buscar sus ropa a la pampa—, de pronto elambiente duro del conflicto adquiría carácter de fiesta. Y es que a veces nosolvidábamos por completo de por qué estábamos allí, y embriagados de la brisasalobre, arrobados por los crepúsculos marinos, contagiados del colorido y laanimación de las calles iquiqueñas, una alegría nueva nos embargaba el alma, unaalegría que jamás antes habían sentido nuestros corazones en aquellas peladerascalcinadas de la pampa. Y era tan sana e ingenua nuestra alegría, y tan justo yfundadocreíamoselconflicto,ytantaconfianzateníamosenlasautoridadescivilesymilitares, que muchas veces nos sorprendíamos saludando pañuelo en mano yaplaudiendoconentusiasmoinfantilelpasomarcialdelossoldadosensusrondasdevigilanciaporlaspolvorosascallesadyacentesalaescuela.

Y mientras Olegario Santana y sus amigos, inmiscuidos en la conversación,discutenacaloradamenteestasyotrascuestionesrelativasalahuelgayaldescaradodescomedimientodelacanallaexplotadora,yGregoriaBecerraenlaotrapiezaayudapiadosamentealasmujeresdelacasaenlosmenesteresdelvelatorio,IdilioMontanosehaidoacercandodeapocohastaelrincónendondeestánsentadosLiriaMaríayJuandeDios.

Lamuchacha,queaúnnolohavisto,conlasmanosentrelazadassobrelasfaldasy una expresión de ausencia en el rostro, tiene los ojos clavados en los pequeñosataúdesblancos.IdilioMontanosientequeesahoraonunca.Algoledicequeesel

ebookelo.com-Página100

Page 101: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

momentoprecisoparahablaralajoven.UnaespeciederevelaciónlehaceentenderenuninstantequelaVida,laMuerteyelAmorsoncomofrutosdeunmismoárbol,mineralesdeunamismapiedra,palabrasdeunmismoconjuro.DemodoquesihabíaterminadodeconquistarelcorazóndeLiriaMaríaduranteelfragordeunnacimiento,perfectamente, se dice esperanzado, lo podría recuperar en el transcurso de unvelatorio.

Unavez instalado juntoaella—con lacomplicidadde JuandeDiosque lehahechounladitoenlalargabancademaderabruta—,elvolantineroestiraunamanotemblorosa para posarla sobre las de ella. La joven, como sumida en un limbo detristezainfinito,quitandoapenaslosojosdeloscajoncitosfúnebres,nohaceningúnademánderetirarlas.Élsienteunaalegríaquelehaceburbujearelvientre.

—Gracias—lesusurraemocionado.Ellabaja la vista, sonrojada.El olor a floresy a cirios derretidos le cohíben la

alegríaquesienteensuespíritu.—Nosabecómohesufridoestosdías—susurradenuevoél.—Yotambién—dicealfinella,susurrandoasuvezysinlevantarlacabeza.Élentoncesleaprietaconfuerzalamanoysienteunosdeseoslocosdebesarla.

Peroestánenunvelatorioydebecontenerse.—Loúnicoquelepidoesquenuncamásenlavidadejemosquealgonossepare

—diceansioso.LiriaMaríalomiracontodoelamordelmundobrillándoleenlosojos,ymueve

lacabezaenseñaldeasentimiento.—Jurémosloaquímismo—susurraél,arrebatadodeamor—.Jurémosloantelos

ataúdesdeestosdosangelitosmuertos.Entoncessequedanmirandoa losojos largamentey, luego, formandounacruz

conlosdedosíndiceypulgar,yllevándoselaaloslabios—mientrasJuandeDiosselos queda viendo con la boca abierta—, juran por Dios y por la Virgencita de laTirana, quenuncamás en la vida, queridamía; nuncamás en la vida, amadomío,nadaninadielosibaavolverasepararjamás.Nisiquieralamuerte.

Cuando, pasado las ocho de la noche, Gregoria Becerra se retira del velatoriojuntoasushijos,IdilioMontanovaconellos.Alverlossalir,OlegarioSantanaquiereacompañarlos,peroDomingoDomínguezlereprochaqueaúnestempranoyqueesoesserpocosolidarioconeldolordeloscompañerosdolientes.Queestábienquesehayaenamoradoaestasalturasdelavida,peroquenosevengaaponeramajamado,elcompadre.

—¡Nolesdigoqueestáhechounpollerudosinvuelta!—semete,sinocultarsubroncaJoséPintor.

YdirigiéndosedirectamenteaOlegarioSantana,sentenciacongestohosco:—Además,meparecequepusoelojoenelcueroequivocado,amigoOlegario.—¿Yporquélodice,amigoPintor?—preguntaOlegarioSantana,yaenfranco

trendeamostazamiento—.¿Acasoesecueroessuyo?

ebookelo.com-Página101

Page 102: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—¡Ahora no se van a pelear por una mujer, pues, carajos!—se atraviesa pordelante Domingo Domínguez—. Acabo de encontrarme en el patio con laConfederación Perú-boliviana, y el parcito anda convidando con una botella deaguardiente que no quieren decir de dónde diantres la sacaron. Propongo fumar lapipadelapazypartirapecharlesunasgorgorotadas.

Cercade lasdiezde lanoche,yacon losojosencandelilladospor los tragosdeaguardiente —tragos que en el patio de la casa los Confederados repartenrumbosamente, con una generosidad y una prodigalidad digna de toda sospecha—,los amigos deciden irse a seguir la tomatinamás enprivado.Pero antes,DomingoDomínguezlequitalabotelladeaguardientealconfederadoboliviano,yagarrándolapor el cogote y diciendo que para ser tantos los bebedores parece milagrosa labellaca,lavacíacompletamente,deunsoloenvión.

—¡Estechilenotienegüergüerodejote!—rezonganacorolosconfederados.—¡Hayqueaprovechardetomarantesdequenosemborrachemos,pues,hombre!

—lodefienderiendoJoséPintor.—Esperemos un rato más y nos vamos al prostíbulo de la otra noche—dice

DomingoDomínguez,luegodeahogaruneructo—.Éseesunodelospocosbolichesquelapolicíaaúnnohadescubierto.

—Claro,dondelatalYolanda—diceJoséPintor—.Aversialencontrarseconlapájarade losojos amarillentos, al amigo Jote se lequita la calenturapor la señoraGregoria. Aunque capaz que ahora encuentre que la chimbera no está a su altura.Comonoesunamujermuycastaquedigamos.

DomingoDomínguezsaltaenelairey,con lavoz traposayel índiceen ristre,dice,mundanal:

—¡Yanohaymujerescastas,compadrePintor,sólomujeresnosolicitadas!Cuandolosamigosseestánretirandodelvelatorio,losConfederadoslosdetienen

alasalida.Completamenteachispados,haciendomusarañasygestosmisteriosos,selos llevanhaciaun ladoy,bajandosibilinamente lavoz, los invitanaquesevayanconellosaseguirbebiendoy«abarbaregada»,dicen.Bailoteandosupalitoentrelosdientes,JoséPintorpreguntaqueadóndediantrespiensaniraseguirconlatomatinasitodoslosbolichesdeestepuertodemierdasehallancerradoscomoporduelo.

—Y el prostíbulo de Yolanda atiende pasado las doce de la noche —recalcaDomingoDomínguez.

Losconfederadossemirandivertidos.Después,riendounatorperisadedientesverdes, el boliviano dice que no sean pendejos los chilenitos, que sólo tienen quecerrar sus bocotas hediondas a abrómicos y seguirlos: «Encontramos la Cueva delTesoro»,lessecreteaaloídoelperuano.

Entanto,alllegaralaescuela,GregoriaBecerraconsushijosyeljovenIdilio,sehallanconunaescandaleradepadreyseñormío.Bilibaldo,elmonitodelabailarinadel circo se ha escapado hacia el recinto y todo elmundo, presa de excitación, lobuscayllamaporsunombre.Cuando,bajolaluzanémicadelosfarolesdelprimer

ebookelo.com-Página102

Page 103: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

patio,alguien lodivisacabriolandosobre lapérgola, seproduceun festivo tumultoenrededor. El contorsionista de la risa vitrificada trepa ágilmente y tras variosintentos,quecausangran jolgorioentreelpúblico, lograatraparlopor lacadenilla.Conélenbrazos,elartistasaltadelapérgolaregalándolealospresentesunamortalvolteretaenelaire.Entrelosgritosdeadmiraciónyelaplausoentusiastadelagente,la bailarina lo premia con un sonoro beso en la boca y, tras hacer, ambos, unagraciosareverenciacircence,salentomadosdelacintura.Paralospampinos,queporun rato hanolvidado los problemas del conflicto, ésta ha sido lamejor función decircoquehanpresenciadoenmuchotiempo.

Alvera losartistassalirabrazadoscomonovios,IdilioMontanoyLiriaMaría,parados a la entrada de la escuela, semiran a los ojos y, sin decir nada, se tomanfuertementedelamano.

ebookelo.com-Página103

Page 104: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

TERCERAPARTE

ebookelo.com-Página104

Page 105: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

16

Aprimerashorasdelamañanadelviernes,enlaazoteadelaescuelasenombróuna comisión para que fuera a saludar y dar la bienvenida al señor Intendente, ennombredelComitéCentralyde todos los trabajadoresvenidosdesde lapampa.Laprimera autoridad recibió a los dirigentes dentro de un trato más bien hosco ydescortés—que no iba de ningúnmodo con el tono conciliador de su discurso dellegada—,ytrasunbreveintercambiodepalabraslosdespidiósinmástrámitesdesudespacho. Lo único que hizo fue advertirles gratuitamente que las fuerzas bajo sumandoestabandispuestasyteníantodoslosmediosnecesariosparaasegurarlapazylatranquilidaddelaciudadaníadeIquiqueyladetodalaprovincia,bajocualquiercircunstancia. Después, cerca de la una y media de la tarde, supimos que elIntendentesehabíaentrevistadotambiénconlosindustrialessalitreros,yqueenesaconversación, a la que asistió el general Roberto Silva Renard —quien se habíamostrado particularmente mordaz con las razones del conflicto—, no se resolvióabsolutamentenada.Losindustrialesseemperraronensuposicióninfranqueabledeque, para tomar cualquier iniciativa respecto de un arreglo, los obreros primerodebíanvolverasusfaenasenlapampa.Además,habíanaprovechadolaocasiónparaadvertir marrulleramente a la autoridad sobre lo peligroso que resultaba para losciudadanosextranjeros,yengeneralparatodosloshabitantesdeIquique,lasituacióncreada por la invasión de los pampinos, manifestándole con insidia que temíanseriamenteporsusvidasylainvulnerabilidaddesusbienesypropiedadesprivadas.

Enverdad,enlosúltimosdías,mercedalainmensamuchedumbredehuelguistasquenoshabíamostomadolascallesypaseosdelpuerto—«cualdetodosmáscerrilyabrupto», decían las señoritas de sociedad, sonrojándose detrás de sus abanicos—,había cundido la alarma en granmanera entre los vecinos principales. Sobre todoentre las encopetadas señoras de las colonias extranjeras. Sin embargo, todossabíamosque los rumoresdeposiblesdesórdenes sehabíanmaquinadoyechadoacorrerdesdelosmismossalonesdelClubInglés,ycontanhábiltrapicheoqueparaese viernes el temor ya había llegado a convertirse en pánico desatado entre lasfamilias de alta alcurnia. Y ya era un secreto a voces que muchas de ellas,aterrorizadas por la situación reinante, habían abandonado sus hogares para buscarrefugioenlosbuquessurtosenlabahía;inclusosesabíadealgunasfamiliasquesehabían desplazado hasta el puerto de Arica, distante cuatrocientos kilómetros deIquique.Sedecía, arteramente,queencualquiermomento lospampinospodríamosarremeterenunsaqueogeneralalaciudad,contodalaviolenciayloshorroresqueuna acción de esa naturaleza implicaba, es decir: robos, muertes, violaciones ysecuestrosdeniñosymujeres.Que«esacatervaderotos»,comosenostratabaenloscorrillos de la vida social, enfebrecidos por la furia de no poder lograr lo quepretendían,podríanllegaralasalvajadadeincendiarlaciudadentera,manzanapormanzanaycasaporcasa.Yelrecuerdodeldantescoincendioacontecidohacíasólo

ebookelo.com-Página105

Page 106: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

unas cuantas semanas en el centro de Iquique, espeluznaba aúnmás a lamedrosaaristocracialocal.

Yparaatizarmástodavíaelpánicodelapoblación,elgringoJohnLockett,dueñodevariasoficinassalitreras,ysuperintendentedelosbomberos,instituciónalaquelaIntendencia había armado de carabinas, y entregado la custodia de las propiedadesprivadasydelosestanquesdeagua,andabaasegurandoalqueloquisieraoírqueencaso de enfrentamiento entre huelguistas y militares, gran parte de la tropauniformada se negaría a disparar sus armas. Que a última hora los soldados sepondríandepartedeloshuelguistas,pueslamayoríadeelloseranhijosdeobreros,yporlomismonoibanadispararsobrelosquepodríansersuspropiospadres,tíosohermanos.

Pasadoelmediodía,cuandofaltanpocominutosparalasdosdelatarde,OlegarioSantana y sus amigos hacen su entrada en el patio de la escuela. Aunque los tresvienen recién peinaditos, traen sus trajes hecho unamiseria y lasmusarañas de laborracheraincrustadasaúnvivasensusfacciones.

Había resultado que laCueva del Tesoro era una habitación del conventillo ElObrero,asólounacuadradelaescuela,endondelosconfederadosdescubrieronquevivíaunbolivianoqueanteshabíatrabajadodecachorreroenlapampayqueahorasededicabaavenderaguardientefalsificado.Ylosamigossequedaronallíbebiendohasta la misma salida del sol. Olvidados por completo del tema de la huelga,discutieron sin parar, durante toda la noche —a propósito del enamoramiento deIdilioMontanoydeOlegarioSantana—nadamásquedelasseñorasmujeresysusnefastasconsecuenciasenlavidadelospobrecitoshombres.Yalamanecer,antesdeecharseadormirun ratoenel suelo, sobreunos sacosdegangochocedidospor eldueño del sucucho, habían logrado sacar en limpio y concordar en tres verdadesinapelables:quelamujerbellaeraunpeligroparaloshombres;quelamujerfeaeraunpeligroyalavezunadesgracia;yque,irrefutablemente,elmejoradornodetodasellas,feasobonitas,eraelsilencio.

Alingresaralaescuela,tomandotodaclasedeprecaucionesparanoencontrarsede sopetón frente a Gregoria Becerra —la matrona podría enrostrarles su malaconducta delante de todo el mundo—, los amigos encuentran que un olor raroimpregnael ambiente.Luegodescubrenqueesoloracreolina.Habíaocurridoqueesedía,tempranoporlamañana,apedidodelosdirigentes,laPolicíadelAseodelLaboratorioQuímicoMunicipal se hizo presente en la escuela para desinfectar losbañosycadaunadelasaulas,enprevisióndeposiblesbrotesdeepidemias.Yesquelapromiscuidadyelhacinamientoenlaescuelahabíallegadoatalextremo,queyase hacía imposible de soportar, pormás que se estuviese acostumbrado de toda lavidaalosrigoresdelapobreza,comoloestábamosnosotros.Perolascosasandabantanmal que lamayoría pensaba que si el conflicto no se resolvía luego, íbamos aterminar entregando la herramienta de todas maneras. Tal vez no a causa de unaepidemia,perosídehambre,puesenlosúltimosdíasestábamossubsistiendogracias

ebookelo.com-Página106

Page 107: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

nadamásquealaconcordiaylabuenavoluntaddealgunosdueñosdealmacenesyfactoríasque seguíancolaborándonosyauxiliándonosconvituallas,principalmenteconporotos,papasycharquidecaballo.

Entrelagentequetrajinaenelprimerpatio,losamigosnodivisanniaGregoriaBecerra,niasushijos,niaIdilioMontano.Ytampocolosencuentranenlasalaendondeduermen.AllísólosehallaelmatrimoniodelaoficinaCentro,quenosaleaningunapartecuidandodesuhijaenferma.Aunquelamayoríadelasmujerestratandenosalirmuchodelrecinto,ysequedancocinandoohaciendoaseo,ocuidandolosniñosylosbártulos,GregoriaBecerrasílohace.Ademásdetrabajarcomotodasenlastareasdomésticasdelaescuela,esunadelaspocasmujeresque,codoacodoconloshombres, asiste a losmitinesyva a la estacióna recibir a losque llegande lapampa.

Alverasomaralosamigosenlapuerta,lamadredePastorizadelCarmen,conlaniñaacunadaen losbrazos, lesalargaunpaquetehechoenpapeldeenvolver, todomanchadodegrasa:«LaseñoraGregoriahasalido—lesdice—,ymehadejadoelencargo de entregarles estas sopaipillitas». Cuando al rato entra Juan de Diospreguntandosihallegadosumadre,losamigosyahancomidoyestánterminandodefumarsecadaunosucigarrillo.Elniñolescuentaqueenlaazoteaestántodosconelánimoencapotado,pueslascosasnomarchanbienconelseñorIntendente.CuandoOlegarioSantana,demaneradesganada,lepreguntaqueadóndehaidosumadre,elniñodicequeellaysuhermanafueronaunacasadeporahíalavuelta,endondeleprestanelbaño.«Andanconmicuñado,elvolantinero»,dicerisueñamente.

Sucedía que, además de los hogares que albergaban a sus familiares o amigosvenidos de la pampa, había gente de casas particulares, aledañas a la escuela, quesolidarizaban diariamente con los huelguistas —sobre todo con las mujeres—,prestándoleselbaño,llenándoleslasbotellasdeaguaohaciéndolesremedioscaserosalosniñosenfermos.Aveceshastainvitandoacomerafamiliascompletas.YesenunadeestascasasqueGregoriaBecerraysuhijaLiriaMaríaestányendoaasearseyausarelbañodesdehacedosdías.Lafamilia,delaquesehanhechomuyamigas,está compuestapor elmatrimonioy sus sietehijos, treshombresycuatromujeres.UnodeloshijosmayoresespreceptorenlaescuelaSantaMaría,yleshacontadoquelosmás felices con lo que está ocurriendo son precisamente los niños iquiqueños,pueslahuelgalesestálibrandodelosexámenesdefindeaño.

MientrasesatardeGregoriaBecerrasequedamásdelacuentaconversandoconlasmujeresdelacasa,IdilioMontanoyLiriaMaríasedanunavueltaporelcentro.Embellecidos por la reconciliación, los jóvenes caminan mirándose con unalanguidezqueinspiralástimaenelcorazóndelostranseúntes.Yesqueyasesientennoviosdeverdad,oficialypúblicamente.Porlanoche,alllegardelvelatorio,antesde tenderse a dormir, IdilioMontano había apalabrado a lamadre, y ésta, al ver aambos llorando de amor, les dio finalmente su consentimiento para que se vierancomo «enamorados con permiso». Sus ojos rebozaban de ternura cuando,

ebookelo.com-Página107

Page 108: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

abrazándolos, les dio su bendición. «Los amores nuevos son como niños reciénnacidos—lesdijo—:hastaquenohanlloradonosesabesirealmenteviven».

DemodoquecuandoGregoriaBecerrallegaalaescuela,OlegarioSantanaysusamigosyanoestánallí.EnteradosdequeelComitéCentralseibaareunirdenuevoconelIntendente,yquedespuésseharíaunmitinenlaPlazaPratparadaraconocerlosresultadosdelareunión,loshombreshabíanpartidodeinmediato.Deesamanera,ademásdedemorareltemidoencuentroconlamatrona,aprovechabandecapearunpocoelopresivohormigueroenqueestabaconvertidalaescuela,puesapartedeloloradesinfectante,losamigosencontraronqueyanosepodíaestardetantagentenuevaquetrajinabaenella.

Y es que durante todo el transcurso del día habían seguido llegando grupos dehuelguistas provenientes de las más diversas oficinas salitreras. Eran verdaderasriadasdeobreroslasquebajabandesdeelinteriordeldesierto.Enlasprimerashorasde la mañana hicieron su entrada a la ciudad, molidos y fatigados hasta laextenuación,ochentaydostrabajadoresquehabíancaminadoapampatraviesadesdela oficina Aurrera. Poco después llegaron trescientos catorce huelguistas más,procedentesdeCaletaBuena.Yantesdelasnuevedelamañana,desdeunfragorosoconvoyconformadopordiecinuevecarrosplanos,enunazarabandaimpresionantedegritos,cánticosybombos,desembarcaroncercadetresmilobrerosprovenientesdelospueblosdeNegreirosyHuara.Estosúltimos fueron recibidosporunamultitudimpresionantecomandadaporeldirigenteLuisOlea,quienlesdiolabienvenidaderigor, repitiendo una y otra vez los dos principios fundamentales que había quemantenermientras durara el conflicto: orden y compostura.Y sobre todono beberunasolagotadealcohol,recalcóconahíncoeldirigente.EstoparanodarletemaaldiarioElNacionalqueenlosúltimosdíashabíavenidohostigandoyhablandopestesdeloshuelguistas.Teníamosquedemostraralmundoenteroquelostrabajadoresdelapampaformulábamosnuestrosderechoslaboralesenclaroestadodetemperanciay,porsupuesto,enplenousoderazón.YparaterminaranuncióquelaSociedaddeVeteranosdel79,ciudadanosbeneméritosdelapatria,enungestoqueengrandecíaaúnmás susglorias en los camposdebatalla, habíapuesto lasdependenciasde sulocaladisposicióndelosobrerosreciénllegados,yaqueeraimposiblealojaramáspersonasenlaEscuelaSantaMaría.

AlascincodelatardeenpuntosellevóaefectolaconferenciaentreelComitéCentralyelseñorIntendente.Elclimaeradetensiónyefervescencia.Deentrada,losdirigenteslehicieronsabersuprofundomalestarporunacampañadeprovocacionesqueseestaballevandoacaboentreloshuelguistas.Unacampañainescrupulosaque,comoerade todossabido,habíasidomontadapor lapolicíasecretadeIquique.Leinformaron en detalle de una partida de individuos bienmontados y bien vestidos,que de ninguna manera eran pampinos, que andaban caldeando los ánimos yllamandoa lagentearebelarseencontrade lospatronesyacometer todaclasededesórdenesydesmanespúblicos,recordándolesconbellaqueríamanifiestaqueenla

ebookelo.com-Página108

Page 109: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

ciudadexistíantiendasyjoyeríasabarrotadasdeartículoscarosypreciosos.Seteníanfundadas sospechas, le dijeron, que varios de estos individuos eran delincuentessacadosde loscalabozosde lacárcelexpresamenteparaquese infiltraranentre loshuelguistas y armaran las camorras. Estas aseveraciones amoscaron al señorIntendente, quien, ya abiertamente en favor de los patrones, dijo que él, comoautoridaddelaprovincia,nopodíatolerarpormástiempoelestadodecosasqueseestaba creando por nuestra obcecación. Acto seguido, comunicó que la resoluciónfinal de los patrones era no continuar con las conversaciones si no volvíamos deinmediatoalapampaareanudarlasfaenas.Yqueesoeratodo.

Cuandominutosmás tarde,ante lamultitud reunidaen laplaza, JoséBriggdiocuenta de las condiciones últimas que los industriales imponían para negociar, unaola de frustración y descontento se extendió instantáneamente entre la masatrabajadora. Tanta ilusión nos habíamos hecho con la llegada del Intendente deplanta, tanto habíamos soñado con un posible arreglo bueno para nosotros, que denuevonos sentíamosengañados.Ahíentendimosconclaridad,ynos lo repetíamosunosaotroseneltumulto,queloqueseestabaimponiendoenelconflictonoeralajusticia ni la razón, como debía ser, sino simple y llanamente el peso de lasfaltriquerasdelospatrones.

Al término del mitin, cuando la gente comienza a desparramarse todadesencantada, pero convencida de espíritu que la huelga debía continuar hasta lasúltimas consecuencias, enmedio del tumulto los amigos se encuentran de sopetónconGregoriaBecerra.Ahí ya les es imposible hacerle el quite.Con sus caras aúndemacradasporlosefectosdelaguardiente,notienenmásremedioqueenfrentarlaysaludarlacon lamejorsonrisitade inocentequecadaunoescapazdeesbozar.Ellalos saluda con frialdad, pero no les dice nada. Sin embargo, camino a la escuela,mientras por los cerros se ve bajando lentamente otro convoy con obreros de lapampa—convoyquelagentemirayapunta,yacasisinningunaganadeirarecibirlo—,GregoriaBecerrasedesbordaycomienzaaamonestarlosdevivavozyconunadurezaextrema.Queparecequeaustedestodavíanolessalelamueladeljuicio;queya va siendo hora de que se dejen de payasear y de andar emborrachándose comopiojostodoslossantosdías;quesivieranelestadocalamitosoquepresentanconsusescabechadascarasdeborrachosdepocamonta,selescaeríaelpelodevergüenza.«Másparecenunamangadegamberrosdesahuciadosqueunosdignos trabajadoresdelapampa»,lesdiceencorajinadaGregoriaBecerra.

Recortadoscontraelatardecer,sindecirabsolutamentenada,conlasmanosatrásylacervizgacha,losamigostranqueandespacio,besandoelazote.

AlaparecerenlaplazaMontt,sedancuentadequetodoelmundoestácorriendodesesperadohacialaestacióndelferrocarril.Enmediodelbarulloseimponendelanoticia desconcertante que en el tren que está llegando ahoramismo de la pampavienenalgunosobrerosmuertosyotrostantosheridos.Lanoticia,quehasidodadaporteléfonodesdeBuenaventura,esquelatropadesoldadosencargadosdelordenen

ebookelo.com-Página109

Page 110: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

esa oficina había disparado sus armas contra el convoy. «Abrieron fuego sin ascocontraeltrenatestadodeobreros»,repitelagenteexcitada.

GregoriaBecerra,sinpediranadiequelaacompañe,dicequeellavaarecibiraloscompañerosdeBuenaventura.Ytrasordenarasushijosquesefuerandirectoalasala, que no quería que vieran el espectáculo de los obreros muertos, cambia derumbo y semete entre el gentío que se dirige a esperar el tren.Mientras caminanhacialaestación,OlegarioSantana,quejuntoasusamigoslahaseguidoensilencio,nodejademirarladereojo.Elladevezencuandoledevuelveunamiradadura.Elcalichero entiende que le va a costarmucho granjearse de nuevo las simpatías deaquellamujertaníntegraydeterminanteparasuscosas.

Cuandoenelhorizonteseestabanquemandolosúltimosrescoldosdelatardecer,elsilbatodeltrenentrandoalrecintodelaestaciónhizoestallaralamuchedumbreenungriteríoensordecedor.Apenaselconvoysedetuvoenelandén,entrelasvaharadasdevaporylasnubesdehollíndelalocomotora,loshuelguistasseponenacontaragritos que enBuenaventura la tropa a cargo del teniente RamiroValenzuela habíadisparado amansalva contra el convoy cuando éste emprendía lamarcha hacia elpuerto,yquehabíanmatadoadocetrabajadoresyheridoaungrannúmerodeellos.Quealgohabíaquehacerporloscompañerosmuertos,decíanllorandoloshombresmientras bajaban los cadáveres envueltos en banderas. Que este crimen no podíaquedarimpune.Enardecidaanteloshechos,lamultitudseapoderódeloscuerposdelosobrerosalcanzadosporlasbalas,yalaluzdeantorchasychonchones,sefueronarecorrerlascallesdeIquiquegritandoqueestoeraloúnicoquesepodíaesperardelacanallaexplotadora,yqueseenterarantodosenlaciudaddecuáleralarespuestadelasautoridadesalpacíficocomportamientodelahuelga.

Cuando lanocheya era cerrada, lamuchedumbre seguíavoceandoconsignasyconvenciéndosedequeloúnicoquehabíaquehacer,carajo,eratomarseeledificiodelaIntendenciadeunavezportodas.Alfinal,graciassóloalatranquilidadyalaenterezadealgunoshombresdelComitéCentral,lagentecomenzóatranquilizarseyno llevó su resentimientomás allá de los dichos y las palabras y, ya calmados losánimos,sedirigióenpazalaescuelaSantaMaría.

Sinembargo,allínosesperabaotramalanueva.SehabíaconfirmadolanoticiadequealdirigenteRegaladoNúñezlohabíandetenidoyllevadoengrilladoaunodelosbuquesdeguerraancladosenlabahía.SeleacusabadesereldirectoresponsabledequeAguaSanta, una de las principales salitreras delCantónNegreiros, se hubieseagregadoalconflicto.Estodesalentódenuevoaloshuelguistasque,yaconelalmaen los pies, reunidos en agitados conciliábulos, nos mirábamos unos a otrospreocupadosporelinquietantecarizqueibantomandolascosas.Unasombrademalpresagionosensombrecíalacaraatodos.

ebookelo.com-Página110

Page 111: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

17

EsanocheenlaescuelaSantaMaríacomenzaronacorrerbullasqueinquietabanyexaltabancadavezmáselánimode loshuelguistas.Queen lossalonesdelClubInglés,secomentaba,yengeneralentodosloscentrossocialesdeIquique,seandabadiciendo que el conflicto se solucionaría al día siguiente, en forma definitiva ysatisfactoriaparalospatrones.Algunosllegabandelacalleconnovedadesuntantomisteriosas,comoqueeneledificiodelaIntendencia,yaesashorasdelanoche,seestabaproduciendouninusitadomovimientodegenteconactitudessolapadas,yquea cada instante seveía entrar y salirmensajeros conpasospresurosos.Pero loqueningunodenosotrossospechabaniporasomo,nisiquieralosintegrantesdelComitéCentral, reunidos perpetuamente en los despachos de la azotea, era que en esosprecisos momentos, y a instancias del Ministerio del Interior, el Intendente de laprovinciadictabaundecretoqueequivalíaaunaverdaderadeclaracióndeestadodesitio. Y de esos y otros rumores extendidos como una peste entre la gente de laescuela,seencuentracomentandoGregoriaBecerraconungrupodemujeres,cuandosu hijo Juan deDios llega corriendo a la sala a avisarle que sus amigosOlegarioSantanayJoséPintorseibanapelearaloscombosdetrásdelaescuela.

—¡LeoídeciraunpatizorrodeSantaAnaquelapeleaesporunamujer!—acotaexaltadoydivertidoalavezJuandeDios.

GregoriaBecerraseparadeunsalto.Mientrascomienzaaamarrarseelpañueloalacabeza,lediceaJuandeDiosquetendráqueacompañarla.IdilioMontanoyLiriaMaría, que en esosmomentos se entretienen dibujando corazones flechados en unángulo del pizarrón, se preparan para ir con ella.GregoriaBecerra les dice que sequedendondeestán.Nohacefaltaquevayantodos.

—¡Y tú dime por dónde se fueron esos mequetrefes! —le dice a su hijo,tomándolodelamanoytraspasandolapuertaapasospresurosos.

Olegario Santana, DomingoDomínguez y José Pintor, luego de la trifulca quesignificólaprotestayelpaseoporlascallesdelosobrerosasesinados,llegaronalaescuelay, trasdescansarun rato,habían salidoa caminarpor laplazaMontt.Eranmuchaslasemocionesvividascomoparairadormirsetantemprano.Aesashoraselbaldíodelaplazaestabarepletodehuelguistasqueconversaban,fumabanocomíanalgunacosacompradaenlospuestosdefritangainstaladosenlosalrededores.Otros,cansados y hambrientos, ya se habían tirado sobre sus retobos a dormir a laintemperie.Allí,luegodecomprarlepicaronesaunaseñoraquelosfreíaylospasabaporalmíbarahímismo,endosgrandessartenestiznadas,sesentaronacomerlosenlavereda. Del encorajinante asunto de los obreros muertos en Buenaventura, laconversación derivó de pronto a lo razonable de las palabras deGregoriaBecerra.OlegarioSantana yDomingoDomínguez estuvieron de acuerdo en que de verdad,mientras durara la huelga, había que ponerse unpocomás serio y dejarse de tantatomatina.Opor lomenosamansarunpocoel trote.PeroJoséPintor,escarbándose

ebookelo.com-Página111

Page 112: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

losdientesconunaastillaqueacababadearrancaraunatabladecajónmanzanero,los miró despectivo y dijo que parecían sacristanes como estaban hablando losmonicacosllorones.QuedierangraciasalMaloquenoeranunpardemulasporquesi no los huasqueaba y los tapaba a insultos ahímismo.A la luz del chonchón deparafinade lavendedora,yconel incesantecrepitarde lafritangacomomúsicadefondo,elcarreterosesacólaastilladelabocay,apuntandoconellaalcielo,lesdijoen tono sentencioso que no había que colgar los cojones detrás de la puerta, pueshombre;quealasmujeresnadamáshabíaqueoírlas,nuncaescucharlas.Pero,claro,existían cristianos en este mundo que al ponerse bellacos con una de ellas lesempezaba a correr la baba y entonces ya no se podía hacer nada, porque ésosterminaban convertidos en unos pobres críos liliquientos, en unos pollerudos sinvuelta.«¿Noesverdad,amigoOlegario?»,rematósarcásticoelcarretero.

—Usted,compadrePintor,escomolamulaDorotea,quierehablarylaguanea—saltó preocupado Domingo Domínguez al ver que a Olegario Santana se le habíaapanteonadolaexpresióndelrostro.

El calichero dejó un picarón a medio comer, se pasó la manga por la bocapegajosa de almíbar y luego sacó uno de sus Yolandas arrugados. Lo encendió yaspirólaprimerabocanadacontodalaparsimoniadelmundo.

—Ustedhace ratoquemeandaarrastrandoelponcho,amigazo—dijoconvozpastosa,mirandohacianingunaparte,mientrasexhalabaelhumoporbocaynarices.

—Yporquénomelopisa,pues,amigoJote—respondióretadorJoséPintor—.Yomeestabarefiriendoalpollerudodelvolantinero,perosiustedsetomalapalabra,poralgohadeser,¿no?

—Ya,terminenlajodiendadeunavez—tercióconciliadorDomingoDomínguez—,sinoquierenquelosagarrealosdosaquímismoyhagapurédepapasconsuscabezotas.

—DelegraciasalMalo,comousteddice,dequesomosamigos—dijoOlegarioSantanamirandofijoalcarretero.

JoséPintorhizobailotearlaastillaentrelosdientesyreplicódespectivo:—Yquétantosinolofuéramos.Porsileinteresa,amigazo,amínomeasustani

untantitoasíesecorvoqueandatrayendo.—Nosemeamaldite,amigocarreta—sentenciócalmosamenteOlegarioSantana

—.Conustednotengonecesidaddecorvo.Amanolimpiamebastaymesobrapararomperlelacrisma.

—Esohabríaqueverlo.—Estoyasusórdenes.Cuandoustedquiera.Varios pampinos de los que se acercaban a comprar al puesto de fritanga, se

fueronquedandoyagrupandoentornoalosquediscutían.«Purosbufidosdegatos»,comentabanburlonesalgunos,alverque loshombresse ibanquedandosóloen laspalabrasynosedecidíanapelear.Demodoquecuandolosamigossepusierondepie,dispuestosafajarseatrompadasahímismo,yDomingoDomínguezterciópara

ebookelo.com-Página112

Page 113: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

decir que si nohabíamás remedio lomejor erabuscar un lugarmás adecuado, ungrannúmerodemironessefuedetrásdeelloshaciendobarrayavivándoleslacueca.El lugar elegido fue detrás de la escuela, por la calle Amunátegui. Por allí nocirculabamuchagente.

Antesdequelosamigossetrenzaranagolpes,DomingoDomínguezleexigióaOlegarioSantanaquelepasaraelcorvo.

—Noselevayaasalirelindio,compadre—ledijo.OlegarioSantanadudóunmomentoyluegodesenfundósuarma.—Queconstequesóloseloentregoporquesetratadeusted,amigoDomingo—

y le pasó el corvo con cuidado extremo, tomándolo con ambasmanos, como si setrataradeunareliquia.

El corvo desnudo brilló sonámbulo a la luz de la luna yDomingoDomínguezpudoconstatarquesetratabadeuncorvoauténtico,deesosquesehabíanusadoenlaguerra del 79.Sudoble filo aceradoy su punta aguday curvada como el pico deláguilaloestremecieron.

Cuando Gregoria Becerra, seguida de Juan de Dios, irrumpe en el campo debatallaporentreeltupidoruedodehuelguistasquegritanalentandoaunoyaotro,losamigosruedanporelsueloentreveradosenunfuribundointercambiodegolpesdepiesymanos.

—Ustedes los hombres son unos brutos sin remedio —les grita la mujeragarrando del pelo a ambos y obligándolos a ponerse de pie—. Todo el mundopreocupadoporelcarizqueestátomandolahuelgaylosperlaspeleándoseporunamujer.Lindalacosa.

—Por si no lo sabe, mi querida señora —dice en tono galante DomingoDomínguez,parándoseenel centrodel ruedoycomodirigiéndoseaunpúblicodeteatro—,ustedtieneelhonordeserladamaporlaqueestosdoscaballerosseestánbatiendoatrompadas.

GregoriaBecerrasequedadeunapieza.Unafogaradadeiraleenciendeelrostro.Simplementenopuedecreerlo.Luegoreaccionaindignadaycomienzaaapalabrarloscondureza.Quequiéncarajoloshaautorizadoapelearseporella.Quequédiantressehacreídoelpardeguarangosmalnacidos.Quesonunoszopencos,unosbrutos,unosanimalessinconciencia.Quenovuelvanadirigirlelapalabranuncamásenlavida. «¿O acaso ustedes se creen que soy una pieza de vacuno para que vengan apelearmecomounpardematarifes?».Ytomandodelamanoasuhijo,sedamediavueltaysemarchaenfurecida.

Losobrerosbarristas,desilusionadosporel intempestivofinaldeunapeleaqueprometía ser brava y entretenida, se devuelven también a la escuela, riendo ycomentandoenvozalta.

Alquedarsolos,ytraslainsistenciadeDomingoDomínguez—«paraterminardeuna vez por todas con este frangollo, pues, compadritos»—, los amigos se dan lamano y se estrechan en un fuerte abrazo de reconciliación. El carretero tiene un

ebookelo.com-Página113

Page 114: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

párpadopartidoyaOlegarioSantanalesangraellabioinferior.«Estosellamapelearla amistad», dice sonriendo el barretero.Después se sientan en el suelo, apoyadoscontraelmuroposteriordelaescuela.QuierenhacerunpocodetiempoyregresaralasalacuandodoñaGregoriaseencuentredormida.«Nosenosvayaaencocorocarde nuevo la patrona».CuandoOlegario Santana saca su cajetilla deYolandas pararepartir, los amigos lo joroban que por qué diantres no usa pitillera como todo elmundo,quesuscigarrillosarrugadosdanlástima.«Esosaparatossonparamujeres»,sedefiendeelcalichero.

Trashaberfumadoyconversadolargamenteenlapenumbradelacalle,ycuandoyavaaserlaunadelamadrugada,sonsorprendidosporunapatrulladesoldadosqueseaparecedegolpeenlaesquina.Conpalabrasdemaltalanteyunafierezadesusadaensusactos,losmilitaresloshacenponersedepiepunceteándolosconlabayonetadesusfusiles.Luegolosobliganaponerlasmanoscontralapared.«Somoshuelguistaspampinosyestamostomandoelfresco»,tratadejustificarDomingoDomínguez.Eltenienteacargodelapatrulla,luegodeironizarquesiacasonoestarántomandoalgomásfuertelacuadrilladechambecos,yderevisarlosdearribaaabajo,brutalmente,lesvociferaquesehadeclaradoestadodesitioyqueningúncivilpuedeandarporlacallesinelpermisocorrespondiente.

—¡Todos lospatas rajadasde lapampadebenconcentrarse en la escuelaSantaMaría!—les ladra el teniente—. ¡Así que tienen tres tiemposparamarchar! ¡Yyavandos!

Cuando los amigos aparecen corriendo en la plaza Montt, ésta se encuentramucho más colmada de gente que cuando la dejaron. Cientos de nuevos obrerosprovenientes de la oficinaBuenaventura habían llegadohacía poco rato en un trencarguero y la plaza fue el único lugar donde habían hallado algún sitio disponibleparatirarseadescansar.Yahísehabíanquedado,tiradosalraso,mezcladosconloscentenaresdehuelguistasqueyaocupabanlosterrenos.

Losamigosseinstalanbajolasestrellasaintercambiarnoticiasconlosoperariosreciénllegados.Despuésdeunrato,OlegarioSantanapidedisculpasyseincorporadel suelo. «Voy y vuelvo», dice.Y desaparece por el lado de la escuela en dondehabía sido la pelea.Al regresarmurmura que ahora sí ya no se siente desnudo.Ymuestraelcorvoquehabíatiradoalsueloalveraparecerlapatrulla.Luegosedirigea José Pintor. Que aunque ya todo está olvidado y ellos siguen tan amigos comosiempre, él quiere demostrar de todas maneras que no es ningún sacristán nipollerudoqueseleparezca.Ydesplegandounbilletedecolagrandeaparecidoensusmanoscomoporartedebirlibirloque,agregasolemne:

—Losinvitoacelebrarlaamistadconunostragos.Domingo Domínguez y José Pintor que hace rato andan a tres cuartos y un

repiqueconeldineroylasfichas,nolopuedencreer.—¡EsteOlegarioesbrujo!—dicecontentísimoelbarretero—.¡Paramíqueesos

jotesquetieneeneltechodesucasasoncomosuslechuzas!

ebookelo.com-Página114

Page 115: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

—¡OtienepactoconelMaloestediablazo!—diceJoséPintor.Que por favor, agrega casi declamandoDomingoDomínguez, no se le vaya a

ocurrir al compadrito invitarlos a la Cueva del Tesoro, que ese aguardiente falsoestabacomoparamatarchinches.

—¡Vamosaotrapartemejor,ysihacefaltadineroyoempeñomianillitodeoro!—terminaexclamandojubiloso.

OlegarioSantanayJoséPintorsemirandereojo.Luego,imprevistamenteysinponersedeacuerdo,loagarranentrelosdosalafuerzayquehastacuandocarajovaa joder la pita con sumaldito anillodeoro; quedesdeque llegaron a Iquique estáprometiendoquelovaaempeñary todoloquehahechoesemborracharsealpurobolseo; que ahora mismo le sacan el bendito anillo y se lo venden al primerpelafustán que ofrezca una chaucha por él. Pero pese a los esfuerzos y tirones deambos,ycasiahogadosderisa,nopuedensacarlelasortijadeldedo.

—¡Hasta en esto tiene suerte este macaco faroliento! —exclama José Pintor,riendoytosiendohastaelsofoco.

—Vamos a la casa deYolanda—diceOlegario Santana, luego de recuperar elaliento—.Debemos aprovechar nuestra últimanoche en Iquique.Estoy seguroquemañananosvanaobligaravolvernosa lapampa.Nopornadaestoscabroneshandeclaradoestadodesitio.

Minutosmástarde,pegadosalasparedes,haciéndoleelquitealaspatrullasquese han tomado la ciudad, los tres amigos se dirigen por las calles más oscuras alprostíbulodeYolanda.Enverdad,loqueelcalicheroquiereynecesitaconurgenciaes desleír un poco ese costrón de caliche que se le ha encasquetado en el pecho.SentirseexcluidoporGregoriaBecerraloentristece.Ellaeslaúnicamujerdeverdadquehaconocidoensuvida,laúnicaquelohahechosentirseunhombredigno,capazde sentimientos. Un hombre con losmerecimientos suficientes como para llegar atenerunamujercomoella.

Al llegar al prostíbulo lohallan completamentevacío.Apartede losproblemasdelconflicto—explicalaenanaregentedeltugurio—ylatensiónquehaproducidoen la ciudad la llegada del general SilvaRenard, el pianista se ha enfermado. Portanto el ambiente no está como para fiestas. «Además se ha declarado estado desitio»,lesinformanlosamigos.Peroenlacasayalosaben.Demodoqueclientesyasiladasseconformanconpasarselaveladabebiendoyplaticandoarrejuntadostodosenunasolamesa,yamedialuz.

El Niño Doralizo, al reconocer a los caballeros que la otra noche habíandefendido a la pobrecilla de Yolanda, más azucarado que nunca, los colma deatencionesycariñoseosexcesivos.Luegodeofrecerseacurarlasmagulladurasenelrostro de Olegario Santana y de José Pintor, el mocito de la casa aprovecha lapresencia de los pampinos para hacer alarde de sus conocimientos del bajo fondoiquiqueño.Yentretragoytragoleenseñaalgunaspalabrasydichosdelajergadelosmalhechoresporteños.Que,porejemplo,lesdicedidáctico,aunroboimportantelo

ebookelo.com-Página115

Page 116: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

llamanbraguetazo;unrevólveresuncachorro;unladróncallejeroesunhuarachero;montarlaburraesabrirunacajadefondos;saltaratierraessalirenlibertad:unaverrugaesunanillodepiedrafina;unrelojdeoroesuncanario;y,unmosquito,unprendedordecorbata.Eljuezdelcrimeneselreydelcielo;unmonoesunguardiándepolicíaymatarunaviudaessustraerunacartera.

En un momento de la noche, mientras Yolanda, sentada en las rodillas deOlegario Santana, le hace mimos y juega con sus mostachos cerdosos, y él,deslenguado por el alcohol, le está diciendo que sus ojos color de níspero lerecuerdanalasgatassalvajesdesuscamposnatales,apareceenelsalónlaTorcuata,la más vieja y desmejorada de las chusquizas, como llama el niño Doralizo a lasprostitutas.Instaladaenlamesa,despuésdemandarseunpardetragosencompletosilencio, laTorcuata lescuentaque supajarito lehaconfidenciadoqueel finde lahuelgadelossalitrerosserá,sinvuelta,aldíasiguiente.Yporlafuerza.Quetienenque andarse con cuidado los pampinos, pues el muy cabrón le ha dicho que lossoldadosdelEjércitodeChileibanaobligaraloshuelguistasavolveralapampa,asífueraapuntadebalas.

Después de un rato, azuzada melosamente por Domingo Domínguez para quedesembucheydigaquiénessupajaritoconfidente,laTorcuatarevelafinalmentesusecreto. Acariciándose lascivamente los pelos del lunar, cuenta que se trata de ungringoviejo y degeneradoque la visita noche pormedio y, para que nadie lo vea,entraysaleporlapuertadeatrás.Yquenovieneafornicar,sinoúnicamenteaqueella le dé azotes en la cama. Lo que hace al llegar el pobre vejete es bajarse lospantalones,acostarsedebrucessobrelassábanasyrogarlequelecastiguelasnalgasfláccidasconunchicotedecuerotrenzadoqueélmismotrae,unahuascadeesasparaapurar caballos. Y mientras ella lo complace huasqueándolo que es un gusto, elgringo,llorandounllantitodeperroapaleado,lepidequealapardeloschicotazosselemonteencimaylovayaazuzandocomosifueraunpercheróndeesosquerecorrenlascallestirandoloscochesdelabasura.

Pocoantesdelamanecer,DomingoDomínguezyJoséPintor,seretirandellocalborrachoscomopipas.Afirmándoseunoalotro,ysiemprerozandolasmurallas,elbarreterosevafarfullandoqueenestavidademiserias,compadritolindo,nohabíaqueconformarseconserunhuaracherodepocamonta.¡Noseñor!Queloqueteníanquehacerellos,silahuelganosearreglabaprontoyparabien,eraponerseamontarburras.¿Meentiende,compadrito?Nadamásqueponerseamontarburras.Ypunto.

OlegarioSantanasequedaenelprostíbuloadormirconYolanda.

ebookelo.com-Página116

Page 117: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

18

Lamañana del sábado 21 amaneció particularmente luminosa. De los sectoresaltosdeIquique,desdedondesepodíadivisarelmarentodosuancho,ésteaparecíadeunesplendorinusitado,majestuosoyazulcomopocasvecessehabíavisto.Y,porlarayacompletamentelimpiadelhorizonte,comotrazadaacompás,secolumbrabaqueeldíaveníaincandescenteycalurosocomoeldiantre.

Desde antes que clareara el alba, los huelguistas pampinos que en los últimosdías,pornohaberhalladocabidaenningúnalbergue,pernoctabanydormíanenlascalles de la ciudad, habían notado un incesante tráfico de coches de alquilertrasladando gente hacia el muelle de pasajeros. En su mayoría se trataba depersonajes extranjeros y vecinos ricachones —los últimos que faltaban— que,abandonandosuslujosasresidencias,huíanconsusfamiliasaponerseasalvoenlosbuques mercantes fondeados en la bahía. Después supimos que estos buquescobrabanhastaunalibraesterlinadiariaporcabeza.

Después,pocoantesdelasalidadelsol,fuimossorprendidostodosporelruidomarcial de las tropas que recorrían las calles con sus armas y arreos de campañadando órdenes a gritos, deshaciendo los grupos de personas y obligando a cerrartodoslosnegociosabiertosaesashorasdelamañana.Ycuandocadaunodenosotrosseestabapreguntandoporquétantaescandaleraydemostracióndefuerzaporpartede los soldados, aparecieron los diarios de la mañana y vimos con asombro queveníanprecedidosporelanuncio,tituladoengruesoscaracteres,deladeclaracióndeestado de sitio. El decreto, sin ningún considerando, foliado con el número 661,fechadoenIquiqueel20dediciembrede1907,publicadoporbandoyfirmadoporelIntendente Carlos Eastman y su secretario Julio Guzmán García, acordaba ydecretabalosiguiente:

1. —Quedaprohibidodesdehoytraficarporlascallesycaminosdelaprovinciaengruposdemásdeseispersonasatodahoradeldíaodelanoche.

2. — Queda prohibido, en la misma forma, traficar por las calles de la ciudaddespuésdelasochodelanoche,atodapersonaquenollevepermisoescritodelaIntendencia.

3. —Quedatambiénprohibidoelestacionamientooreuniónengruposdemásdeseispersonas.

4. — La gente venida de la pampa y que no tiene domicilio en esta ciudad seconcentraráenlaescuelaSantaMaríayplazaManuelMontt.

5. —Quedaprohibidaabsolutamentelaventadebebidascapacesdeembriagar.6. —Lafuerzapúblicaquedaencargadadedarestrictocumplimientoalpresente

decreto.

ebookelo.com-Página117

Page 118: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Loqueseperseguíaconlaleymarcial,lovimosclaramenteentonces,eraimpedirla llegada de más huelguistas pampinos a Iquique y rejuntarnos a todos en lasdependenciasdelaEscuelaSantaMaríapara,deesamanera,facilitarlasmedidasquesetomaríanluegoconnosotros.Ademásdesereditadoenlaprimerapáginadelosdiariosdelamañana,eldecreto,publicadoporbando,fueleídopúblicamenteyluegofijado junto a los edictos públicos. Al mismo tiempo se establecía la censuratelegráficaycablegráficaysenotificabaa las imprentasundecretoqueprohibía laimpresión y venta de todo diario u hoja impresa, y que las infracciones seríanseveramentereprimidas(aunqueenverdadlacensuranuncacorrióparatodos,porquedespuésnosenteramosdequelosgringosusaroneltelégrafocuántasvecesquisieronymandaronloscablesqueselesvinoenganadurantetodoeltiempoquedurólaleymarcial).Mientrastanto,entrelaciudadaníacomenzabanacirculardudosaslistasdeadhesiónalasautoridadesyderechazoalapresenciadeloshuelguistas,ydesdelosdespachos de la Intendencia se había organizado de tal manera el espionaje y elsoplonajedentrodelaciudad,queesemismodíamuchosvecinoscomenzaronasercitados e increpadosduramentepor haber emitido, en sus conversacionesprivadas,opinionescontrariasalgobiernoabsolutoimplantadoenlaprovincia.

Hasta ese momento, nuestra última propuesta de arreglo consistía en que nosvolvíamostodosalapampaareanudarnuestraslaboresydejábamosenelpuertoauna comisión negociadora, con la sola condición de que los industriales nosaumentaran en un sesenta por ciento el sueldo durante el mes que se calculabadurarían lasnegociaciones.Todospensábamosque era lomás justoy equitativo, yqueconesosesolucionaríadeinmediatoelconflicto.Peroenmitaddelamañananosenteramosdeuna junta llevadaacaboentreel Intendentey lospatrones, endondeéstos habían desechado tajantemente nuestra propuesta. Del mismo modo comohabían desdeñado el ofrecimiento delGobierno deChile de compensarles hasta elcincuenta por ciento del aumento pedido por nosotros.La proposición presidencialfuerecibidaconfrialdadporpartedelossalitreros,argumentandoconsoberbiaqueelproblemanoeradedinerosinoderespeto.Queellosnopodíanresolvernadabajolapresióndelamasaporquesignificaríaunaimposiciónmanifiestadeloshuelguistas,yeso les anularía el respeto de patrones y les haría perder para siempre su prestigiomoral (nosotros no entendíamos de qué prestigio moral hablaban esos carajos). Yvolvieronainsistirensuexigenciadequelosobrerosdebíamosabandonarlaciudadyvolveralapampaalinstante,puesnuestrapresenciaentorpecíalasnegociacionesyconstituía una imposición perjudicial para el empleador. El gringo John Lockettexpresó,muy suelto de cuerpo, que hacer cualquier tipo de concesión en aquellosmomentosseríatomadoporloshuelguistascomounsignodedebilidad,ysindudaconduciríaapromoverdespuésmásextravagantesdemandas,conprobablementeaúnmás desastrosos resultados. Cuando el Intendente propuso un tribunal arbitral, losmagnates dijeron que aceptaban cualquier acuerdo, pero siempre manteniendoinflexible su exigencia de que nosotros debíamos volver antes al trabajo. Y

ebookelo.com-Página118

Page 119: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

agregando, además —los muy miserables—, que bajo ninguna circunstancia seaceptaba tampoco la demanda de que los salarios fueran pagados al cambio de 18peniques.

Laprimeraautoridadprovincialextendió,entonces,unaconvocatoriaanuestrosdirigentes para asistir a una reunión en la Intendencia, con el fin de discutir lapropuestadelospatrones.PeroelComitéCentralladeclinó.Bajoelimperiodelaleymarcial, los dirigentes sospecharon y temieron ser víctimas de una trampa paradetenerlos, con el evidente propósito de descabezar el movimiento. En esosmomentos ya era sabido de todos la detención de dirigentes de varias oficinas,quienes, apresadospor losmilitares, fueron subidos encalidadde reos abordodelbuque«Zenteno».Todaestarepresión—losupimosdespués—seempezóallevaraefectosiguiendoinstruccionesprecisasdelMinisteriodelInterior.Elseñorministro,donRafaelSotomayor,habíamandadouncablegramaconcarácterde«estrictamentereservado», en el cual expresaba al Intendente de la provincia que «Sería muyconveniente aprehender cabecillas trasladándolos a buques de guerra». De modoque mediante una carta, los dirigentes expresaron su muy fundado temor ycomunicaronalseñorIntendenteque,deahíenadelante,todaslasconversacionessellevaríanaefectomediantecomisionesonotasescritas.Lacartadecíalosiguiente:

«Iquique,diciembre21de1907».«En este momento este directorio central ha recibido verbalmente un

llamadodeV.S.allocaldeesaIntendencia.ElComité ha creído que no podemos complacer aV. S. en este sentido

porque la orden dada por V. S. el día de hoy desampara por completonuestros derechos y, aún más, al no poder ir allá en la forma pensada essusceptiblededesórdenesquepuedenamargarlasituación.

EnestacasocreemosprácticoqueV.S. se sirvanombrarunacomisiónparaentendernosenloqueV.S.desee,puesloocurridoenBuenaventuranosconfirmaque las garantías para el obrero se concluyen, y sería por demásdolorosoquelasfuerzasdelíneatuvieranquelucharconelpuebloindefenso,como generalmente se hace y como nos da claro a comprender el bandopublicado, enpago, parece, de lasatencionesque losoperarios engeneralhandemostradoaV.S.ydelordenycomposturaqueesepueblo,quehoyseprovoca,haobservadohastahoyconsumoagradodeChileentero,ynoesposibledesviarnosdeestasenda.

SírvaseV. S. tomar en cuenta nuestras razones y ordenar lo que estimeconveniente, insinuando este Comité el práctico camino de notas, o en sudefecto,loyadicho,pormediodecomisiones,teniendoV.S.laseguridaddeque a tal efecto nosotros hoy como siempre, daremos las más ampliasfacilidades.DiosguardeaV.S».

ebookelo.com-Página119

Page 120: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

FirmabanJoséBrigg,comopresidenteyM.RodríguezB.,comosecretario.Alahoradelalmuerzo,enlospatiosdelaEscuelaSantaMaría,lostrabajadores

pampinos, revolucionados por los últimos acontecimientos, nos movíamos ydiscutíamosentrenosotrosenunestadodemáximatensión.Todospresentíamosquecon la declaración del estado de sitio el fin de la huelga se hacía inminente.Completamenteabatidos,sentíamosmuertastodaslasesperanzas.Sieracosadeverlo contento que se veían los gringos en sus salones sociales—en contraste con elmutismodelospocospartidariosdeunavenimientotranquilo—paradarsecuentadecómoibanaterminarlascosas.

Alaentradadelpatiodelaescuela,enelgrupodehuelguistasdondeconversanGregoriaBecerra,JoséPintoryDomingoDomínguez,secomentaconexcitaciónelinusitadomovimientodetropasquehayaesashorasenlascalles.Sehasabidoqueporlamañanahadesembarcadolamarineríaarmadadesdelostrescrucerosalanclaenelpuerto,yquedelaguarnicióndel«Esmeralda»sehanbajadoatierradosdesusametralladoras. Para terminar el cuadro, la policía de Iquique, provista de lanzas,recorre las calles empujandoa todos loshuelguistaspampinosqueencuentrana supasohacia laescuelaSantaMaría,queesel lugardeconcentraciónindicadoporeldecreto. Los amigos coinciden en que el tono y la actitud de las patrullas—quedisuelvena losgruposde trabajadores, inclusodemenornúmeroautorizadopor elbando—, es la prueba fehaciente respecto a cómo se piensa poner fin a la huelga.GregoriaBecerralosmiraconcaradepocosamigos.

—EstánigualdepesimistasqueelcaballerodonOlegario—lesdice.Yluegosequedapensativa.

AllevantarseporlamañananohabíavistoaOlegarioSantanadurmiendojuntoasusamigos—a losqueoyó llegardemadrugada—,ycontra suvoluntad, sehabíapreocupadomásdelonormal.Después,cuandolosprimerosobrerosaparecieronalaescuelaleyendoeldiarioenvozalta,enterandoatodoelmundosobreelestadodesitio, olvidándose por completo de su enojo, había ido corriendo a despertar a loshombres para contarles. Y, esta vez, al ver que Olegario Santana aún no llegaba,había estado a punto de preguntarles por él, pero se contuvo.Demodoque ahora,aprovechandolacoyuntura,nolopiensamásyleslargalapreguntadirectamente:

—Yapropósito¿endóndedejaronasuamigo,quenoseveporningúnlado?José Pintor y Domingo Domínguez se miran confundidos. ¿Serán capaces de

decirle que el calichero se quedó a dormir en una casa de putas? Cuando están apuntodecontestarcualquiercosa,losvieneasalvarlaacotacióndeunamatronadelaoficina Esmeralda, arranchada con ellos en la sala, y que en esos momentos estáayudandoabarrerelpatio.

—Muchagentehacomenzadoapedirquelasembarquendevueltahaciaelsur—dice lamujer, sindejar de tirar escobazos—. Incluso sehabladepedir tierrasparacolonizarlas.

UnobrerodelaoficinaLaPalmametesucucharaparadecirqueentodoIquique

ebookelo.com-Página120

Page 121: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

seandacomentandoque los inglesesya lehanganadoelánimoal Intendente.Queésteestáresueltoausarlafuerzaparaobligaraloshuelguistasavolveralapampasinconcederlesunápicedeloquepiden.Yesodeenviardevueltaalsuralosquesequisieranir,nisoñarlo,porqueparaellosseríacomodejarsincastigounarebeldía.Yni las autoridades ni los señores industriales estabandispuestos a permitirlo. Sobretodoestosúltimos,puesparaelloseraundeberineludibledoblegaralosamotinados,hacerlosentenderquelospatronessonellos,yquecomotalescuentancontodoslosmediosdisponiblesparahacerseobedecerdesustrabajadores.

—«¡Mister Eastman se pasó al partido inglés!», comentan decepcionados,algunosdelosquehabíancreídodebuenafeenlasprimeraspalabrasdelIntendente.

Enesosmomentos,tomadosdelamano,lleganIdilioMontanoyLiriaMaría.Elvolantinero cuenta que la gente de la casa donde les prestan el baño se hallasumamentealarmadaconloqueestápasando,lomismoquetodaslasfamiliasdelasviviendascircundantes.Temerosasdequelossoldadosselarguenadisparar,dicequehanempezadoaarrimar todaclasede trastosdefierrocontra lasparedes,cualquiercosaquepuedaservirparadetenerlasbalas.Quecomoeledificiodelaescuelaesdemadera,dicenquelosproyectilesatravesaríanlasparedeslimpiamentellegandohastasuspropiascasasqueensumayoríatambiénsondetablas.

GregoriaBecerravaadecirquenohaydequépreocuparse,quelossoldadosnovanadispararcontrasuspropiospaisanos,másaúnhabiendomujeresyniñosdepormedio, pero se acuerda de lo que habló la otra noche conOlegario Santana, y semuerdelalengua.Elcalicheroleplanteósusdudassobreelprocederdelosmilitareschilenos.«Yoconozcobienalossoldados»,habíadichodonOlegario.Yalacordarsenuevamente de él, Gregoria Becerra vuelve a inquietarse por lo que pudo haberleocurrido. Y tal vez por su culpa. En verdad, aunque hasta ahora no ha queridoadmitirlo, ella hace rato que ha comenzado a sentirse sola y desamparada en elmundo.Le parece increíble, pero, ahora, en estosmomentos de peligro, siente quequiénlehacefaltaasuladonoessuesposo,aquienDiostengaensuSantoReino,sino ese rudo hombre taciturno. No entiende muy bien por qué miércoles se haacostumbrado tanto a supresencia hosca, a sus palabras parcas, a su imperecederopaletónegro.Desólopensarquetalvezfuedemasiadaduraconél,quepudohaberloheridoensuorgullodehombre,lamortifica,laponeansiosa.Yesque,enverdadesecalicheraretraídoydemodalesásperos,lahacesentirpordentroalgoquenosentíadesdequesumaridoestabavivo.

SuhijaLiriaMaríaladevuelvealarealidad.Mimosamenteledicequeeldíaestárelindoparavisitarlaplaya;siacasoledapermisoparairconeljovenIdilio.Ellaselaquedamirandoespantada.Ycuando,alzando lasmanosalcielo,estápordecirlequesiacasoestámaladelacabeza,laniñita;quesinosabeloquesignificaelestadodesitio,LiriaMaríaseadelantayledicequenohaydequépreocuparse,mamacita,queellaestáseguradequenoocurriránadamalo,pueshaceunratitonomáshabíaentrado un grupo de soldados jóvenes a la escuela a buscar las cocinas de los

ebookelo.com-Página121

Page 122: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

regimientosyquealpreguntarlesellaqueporquéselasllevaban,unodelosellos,elmásjovendetodos,levantándoselaviseradesugorramilitarymirándolasonriente,lehabíarespondidoqueporquehoysearreglatodo,pues,miniñalinda,yporlatardeyatodosustedesestaránderegresoenlapampa.

GregoriaBecerraprimero se enternecede tanta inocencia.Luego, iluminadadesúbito,piensaqueenverdadnoesmalaideasacarasuhijadeallí.Porlomenosaella. Porque de su hijo menor no se desprendería por nada del mundo. EntoncesmandaaLiriaMaríaaquelevayaabuscarelpañuelodecabezaqueselequedóenlasala,yaprovechadehablarconIdilioMontano.Convozgrave, lediceque lleveaLiria María a la playa y que no vuelvan hasta que haya pasado todo. Que si lossoldadosdisparanyalgoleocurrieraaella,dejaasuqueridahijaensusmanos.Queconfíaplenamenteenél.Puesenestosdíashaaprendidoaestimarloysienteensucorazónqueéllasabráquererycuidarcomounhombredeley.Luego,conlosojoshumedecidos,loabrazafuertemente.

—Nuncasearrepentirádequererla,jovenIdilio—ledice—.EllanacióenTalca,ylastalquinassonmuybuenasesposas.

ebookelo.com-Página122

Page 123: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

19

Eralaunaycuarentaycincominutosdelatardecuandoelplenodelasfuerzasmilitaresdisponibles—detierraydemar—comenzóaformarfilasenlaplazaPrat.El Comandante en Jefe, general de Brigada, Roberto Silva Renard, llevaba en unbolsillodesuguerreraeldecreto firmadoporel Intendenteenelque,«enbiendelordenylasalubridadpública»,seacordabaysemandabatrasladarallocaldelClubde Sports a los huelguistas concentrados en la escuela SantaMaría y en la plazaaledaña.

Paseándoseantelaformaciónmilitar—lamiradafirme,laactitudnapoleónica—elJefeMilitardelaPlazaexpusoelplandeataque.Luego,endureciendoaúnmáselacero azul de su mirada, bajo el inclemente sol de la siesta nortina, arengóenérgicamente a los soldados. Entre otras cosas, les dijo que los que estabanatrincherados en la escuela Santa María y en el sitio de la plaza Montt, no eranchilenos, sinouna turbadesubversivosy facinerosos,unosantipatriotas indignosyhostilesalasociedadyalordenestablecido.Queaellos,comosoldadosdeunapatrialibreysoberana,nolesdebíatemblarlamanoniflaquearleselespírituparadispararsusarmascontraesetropelderotosapátridasqueseguramenteestabanpagadosporeloroperuano.«Ellossonelenemigodeestabatalla»,terminórugiendoelgeneral.Enseguida,montósucabalgadurablancay,erguido,sólidocomounaestatuadebronce,sinrezumarunasolagotadetranspiración,frenteauncontingentedemilquinientoshombresquesudabancomobestiasenfundadosensusuniformesdeguerra,sepusoen movimiento hacia el campo de operaciones. Soldados de los regimientosO’Higgins, Rancagua yCarampangue, junto a las tropas de laArtillería deCosta,más toda la marinería de los cruceros, formaban la infantería de su ejército enmovimiento. Las ametralladoras del crucero «Esmeralda», flamantes y aún sinestrenar, constituían la artillería pesada. La caballería la conformaban las temiblestropasdelRegimientoGranaderosyladotacióncompletadepolicíasdelpuertoqueen su polvoroso trayecto por las calles de la población, armados de lanzas, fueobligandoatodoslospampinosquetraficabanporellas,yacualquierpersonaqueselescruzaraenelcamino,amarcharhaciaellugardeconcentración.

EnlaescuelaSantaMaría,entanto,achicharrándonosalsol,losmilesdeobrerosqueesperábamoslallegadadelosmilitareslohacíamosconunamezcladetemoryfascinación, pero con el ánimo exaltado y dispuesto al sacrificiomás extremo.Yaestababuenodetantajodienda,carajo,repetíamos,aglomeradosenelpatioexterioryen la entradaprincipaldel recinto, totalmente cubiertadegente.Apartede los casidosmilobrerosmásdisgregadospor laplazaMonttaguardandoa las tropas,habíaunamuchedumbreimpresionanteencaramadasobrelasrejas,sobrelostechos,sobreel altillo y sobre cualquier cosa que sirviera de atalaya para vermejor. Lamismacarpa del circo Sobarán se veía copada hasta el desborde de gente, en sumayoríamujeresyniñosdecaritasasustadasasomandoporentrelaspollerasdesusmadres.

ebookelo.com-Página123

Page 124: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

LosmiembrosdelComitéCentralsehallabaninstaladosenelbalcóndelaazotea,defrentealaplaza,rodeadosdebanderaspatriasyestandartesdelosgremiosenhuelga,delapampaydeIquique.Elcaloreraacérrimo.Elsolparecíadeplomoderretido,enelairenocorríaunahilachadebrisayelpolvoardiente levantadopor lospiesdelgentíohacíapicarlosojosyresecabalasgargantashastalacarraspera.Yentantolosúltimos huelguistas dispersos por la ciudad confluían en la plaza por las cuatrobocacalles, como había ordenado el bando de la Intendencia, y centenares deciudadanosiquiqueñoscomenzabantambiénacongregarseenlasinmediacionesparaver qué iba a pasar con los obreros pampinos, y por los costados de la plaza lasvendedoras,ensumayoríaviejasmujeresbolivianas,hacíansuagostoofreciendosusbebidasdecoloresrefrescadasconbarrasdehieloenvueltasensacosdegangocho,enmedio del fragor de la multitud, entre toques de corneta y vivas a la huelga, sealcanzabaaoíralpoetaRosarioCalderónrecitando:

«…hoyporhambreacosado/estaregiónabandono/mevoysinfuerzaniabono/viejo,pobreyexplotado/dejoeltrabajopesado/delcombo,chuzoyla lampa /yesamalditarampa /dondecaídeshojada / soy la flornegraycallada/quenaceymuereenlapampa…».

Su voz lastimera era apagada de pronto por retazos de discursos y arengas deoradoresimprovisadosquesesucedíansincesar,recalcandotodoselloslamiserablesituación económica y las degradantes condiciones de vida de los trabajadorespampinos.Quelaspeticionesdelostrabajadores—gritabanadesgañitarsemientrasse secaban el sudor con sus pañuelos arrugados—, tanto de Iquique como de lapampasalitrera,eranjustasyrazonables,yqueahoradependíadelasautoridadesy,sobre todo, de los industriales atender dichas peticiones en forma ecuánime ysatisfactoria.Yamedidaqueavanzabanlentamentelosminutos,laaglomeración,elroncoabejorreodelamuchedumbreyelpolvosalitrosoflotandojuntoalhumodelosmilesdecigarrillosencendidos,hacíanquelatemperaturaylatensióndelambientefueranenaumento.Alasdosycuarentaycincominutosde la tarde,cuandoyanopodíamossoportarmáselcalorylaincertidumbre,loshuelguistasencaramadossobrelas rejas, sobre lospostesy sobreel altillode la escuela,y todaesamuchedumbreimpresionanteque sehabía trepadoa los techosde suspropias casas, empezaronagritar como desaforados que ahí vienen, carajo. Que son más de mil. Que ahícerquita,subiendoporlacalleLatorre,vienenavanzandolastropas,hermanitos,porlachupalla.

A esa misma hora, en el prostíbulo de Yolanda, Olegario Santana acaba dealmorzarsentadoenlacama,desnudoyservidoporlameretrizdelosojosamarillos.Enesosmomentosellahaidoaladespensaenbuscadeunabotelladevinoyélestásoloenel cuarto.Sintiendoaún losefluviosde laborrachera,el calicheromira loscuadrosdemarcosdescascarados,losadornosdeyesoylospañitosprimorosamente

ebookelo.com-Página124

Page 125: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

almidonados de la pieza miserable. Al despertar, media hora atrás y versecompletamente desnudo en ese catre de fierro forjado, le había comentado a laprostituta sobre el largo tiempoque llevaba sindormir como lagente: sin ropa, enuna camablanday conunamujer a su lado.Ahora, tendidode espaldas y con lasmanos entrelazadas en la nuca,mientras aspira el olor a sahumerio que inunda elámbito de la pieza y compara la cama de cobertor rojo con su cama de galgos,Yolandairrumpeagitadísimaconlanoticiadequelossoldadostienenalospampinosacorraladosen laescuelayque lagenteandadiciendoque losvanamatara todoscomo a perros. Olegario Santana se levanta de un salto y, atarantadamente,balbuciendo improperios contra sí mismo, comienza a vestirse ayudado por laprostitutaquelevadiciendoquesecalmeunpoquito,pues,cariño,quetalveznoespara tanto,queesecalcetínestáal revés,papacito,yqueesmejorquesalgapor lapuertade atrásparaque la cabronano lovea, pues ellano sabeque él sequedóadormir,ysilovedespuéslevaapreguntaraellasilecobróonolecobróycuántolecobró,ylavaajorobartodoelsantodía,pueslacholaenana,porsimipichoncitonolo sabe, ahí como la ve, tan carantoñera con los clientes, tieneuna famadepiedraazul comoélno se imagina,ydéjemequeyo leponga la camisa, cielito.OlegarioSantana,enmediodesunerviosismo,ymientrasseponeloszapatossaltandoenunpie,leofrecepagarleloqueellalecobre,queenesonohayproblema.PeroYolandaledicequenoseatontitoelpampinocaritadejote,queseguardenomássusfichasdelata,yluegodehacerlelasrosasenloscordonesdeloszapatosloabrazaylobesaenla boca y le pide que se cuide, mi cielo, que no le vayan ameter una bala en elcorazónesosmilicosdelcarajo,yquelavengaavercuandoquiera.OlegarioSantanaresponde el beso amedias y repitiendo sí, sí a todo lo que ella le sigue diciendo,terminadeponersesupaletónegroenelpasilloysalealacalleporlapequeñapuertaazuldelpatio.

AlllegarlossoldadosalaesquinadelaplazaMontt,vimosquetraíanarreandoacentenares de personas; vimos que venían armados hasta los dientes; vimos quearrastrabandosametralladorasconruedasy,alacabezadelatropa,conlamiradayla apostura póstuma de los héroes de losmonumentos ecuestres, vimos al generalRobertoSilvaRenartmontadoensucaballoblanco.Alprimervistazoa laescuelaSantaMaría, cuyoedificioocupaba todaunamanzana, elgeneral—segúnescribiódespuésenelparte—,calculóquehabíanunasdiezmilpersonasportodas.Peroenhonora laverdadéramoscercadecatorcemil lasalmasapretujadasyhorneándosebajoelsolabrasador.Loprimeroquehizoelgeneral fueordenarquese rodeara laescuela por los cuatro costados. Luego, haciendo embestir a la caballería sobre lagentereunidaenlaplaza,tomóposesióndeellayseapostóensucentro,rodeadodesuEstadoMayor.Conseguidoelprimerobjetivo,hizoemplazarlasametralladorasatreintametrosdelfrontisdelaescuela.«Aesasalturas—escribióensuinforme—,ya teníaestudiadoelcampodeacciónydeterminada laestrategiaaseguir».Actoseguido,comisionóalcoronelSinforosoLedesmaparaqueseacercaraalComitéque

ebookelo.com-Página125

Page 126: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

presidía el movimiento y le comunicara la orden estampada en el decretogubernamental.Elcoronelavanzóensucabalgadurahaciaelfrontisdelaescuelaylamasadehuelguistassituadaantelapuertaleabriócaminosinningúnimpedimento.Amedida que adelantaba, algunos hombres gruñían consignas obreras y otros dabangritosdevivasaChile,perolamayoríasólolomirabaavanzarensilencio.AlllegarcercadedondesehallabaapostadoelComitéCentral,comunicólaordendeevacuarel local en el acto y dirigirse al Club Hípico. Los integrantes del Comité, tras unrápidoconciliábuloconlagentemáscercana—enqueseacordónodejarlaescuela,puesenelhipódromoquedaríamosexpuestosacualquiertipodeataque,inclusoserbombardeadosdesdelosbuquesdeguerra—respondieronalcoroneldiciendoquelaactitudde lagente era tranquila, quenohabíani habríaviolenciadenuestraparte,peroquenonosmoveríamosdeallímientrasnuestraspeticionesnofueranresueltas.

Volvióentonceselcoronelacruzardevueltaporentrenosotrosparainformardelresultadodesumisión.«Elcomitéseniegaacumplirlaorden,migeneral»,leoyerondecir marcialmente los que estaban por ahí cerca. Entonces, para intimidarnos—porquehastaesemomentoloshuelguistaspensábamosquetodoesonoerasinounafaramalladeintimidación—,elgeneralhizoavanzarlasdosametralladorasyordenócolocarlas frente a la escuela, con puntería fija hacia la azotea en donde estabanreunidoslosdirigentes.LuegohizocolocarunpiquetedelregimientoO’Higginsalaizquierdadelasametralladoras,conlaintencióndehacerfuegooblicuohaciadondeestabanlosintegrantesdelComité.Mientrassetomabanestasnuevasdisposiciones,dos capitanes de navío se ofrecieron a parlamentar con los huelguistas. Ambos sedirigieronentoncesalamultitudquecerrabalapuertadelaescuelaparahacernosverlasconsecuenciasdenuestraobstinación.

Mientrasseproducenestasconferencias,DomingoDomínguez,queeneltumultose ha ido apartando de sus amigos, se acerca imprudentemente al lugar en dondeestán los marineros del «Esmeralda». Allí, plantado a unos pasos de ellos,acompañado por algunos operarios de San Lorenzo, comienza a arengarlosdiciéndolesquelosmarinosdeChilenodebenempañarsusgloriasadquiridasfrentea enemigos poderosos,matando ahora a compatriotas indefensos «¿Queréis que elpueblonopuedayainvocarelglorioso21demayosinrecordaralmismotiempouncobarde21dediciembre?», lesenrostraenfebrecido,olvidándoseporenterodesusposeshistriónicas.

Eranlasdosycuarentaminutosdelatardecuandoelgeneral,alverfracasadoslosintentosdesuscolaboradores,decidióirélmismoaparlamentarconelenemigo.Acompañadodesucorneta,sedirigióatrotelentohaciaelfrontisdelaescuela.Alpasarporentrelamuchedumbre,suactituderaaltivayarrogante,yselenotabaenlamirada el desprecio absoluto hacia el proletariado. Nosotros —las mujeres, loshombresylosniños—connuestrorostrobañadoensudorylosojosenrojecidosporelpolvo,lomirábamosconunamezcladeodio,admiraciónyrubor.Losbrillosdesuuniformemilitar y el caracolearmagnífico de su caballo blanco nos deslumbraban

ebookelo.com-Página126

Page 127: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

hastaelembeleso.Sinembargo, loquemásadmiraciónyasombronoscausabaeradarnoscuentadequeelgeneralnotranspirabaunápice;quebajoesesolinfernalquenosquemabaatodos,élparecíaenvueltocomoenunaurahelada.Frentealapuertadelaescuela,pidióhablarconloscabecillasdelarebelión,comoinsistíaenllamaralahuelga.Losdirigentesdescendierondesdelaazotea,perosemantuvierondetrásdelasrejasdelpatio,rodeadosdeunamuchedumbrequenodejabadeagitarbanderasypendonesgremiales.El general les comunicó la ordenperentoriadel Intendente.Yquesinoobedecían,lesdijoentonoduro(enelpartealMinistrodelInteriordijoquehabía rogado, implorado casi), el ejércitoy lamarinaharíanusode las armasparahacercumplirlaorden.EldirigenteLuisOlea,robustoysanguíneopintordebrochagorda,conacentorespetuosoperofirme,lecontestóqueloqueocurría,general,eraque los pampinos siempre, durante todo el tiempo que llevaba la explotación desalitre, habíamos sido defraudados indistintamente, por autoridades, patrones ycapitalistas sin escrúpulos. De modo que ahora estábamos dispuestos a morir pornuestra causa si era necesario.O, en todo caso,mi general, a emigrar al sur de lapatriaoaalgúnpaíshermanoquequisieraacogernos.Cualquiercosaerabuena,antesquevolveralapampasinhaberlogradounasatisfacciónaloquepedíamos.

En esosmomentos, mezclado a una turba demás de cuatrocientos huelguistasiquiqueñosqueirrumpenenlaplazaavivandoalospampinos,llegaOlegarioSantanaacezanteybañadoen transpiración.Elhechodeque las tropas loshubierandejadopasar el cerco tan fácilmente, le hace arrugar el entrecejo. Los soldados estabandejandoentraralquequisiera,peronodejabansaliranadie.«Estánconvirtiendoestoen una ratonera», piensa preocupado el calichero. Tras varios minutos de buscarafanosamenteasusamigos,abriéndosepasoaempujones,losencuentraalfinentreelgentíoqueseamontonaa laentradade laescuela.JuntoaGregoriaBecerrayasuhijo Juan de Dios, que la abraza fuertemente por la cintura, está el carretero JoséPintor y el matrimonio de la oficina Centro con su hija Pastoriza del Carmen enbrazos.LacapitadeVirgendelaniñanoflameaaningúnvientoysucoronadepapeldorado parece arder a los rayos del sol. Los amigos se hallan entre un grupo dehuelguistas bolivianos y peruanos que están parlamentado con los cónsules de susrespectivos países. Entre ellos se encuentran los dos amigos de la Confederación.Cada uno de los cónsules, empleando toda su verba de diplomáticos, tratan dedisuadir a sus connacionales para que salgan de la escuela, indicándoles que ellossabenfehacientementequelatropaharáfuegotirandoamatar,ysinhacerdistincióndenacionalidades.Perosuscoterráneosseemperranenquedarse.«Nosotros—dicenimpetuosos y excitados— hemos acompañado voluntariamente a los hermanoschilenos en esta larga jornada de paz y justicia, y abandonarlos ahora sería unacobardía y una traición sin nombre; una cobardía y una traición que no estamosdispuestosacometerdeningunamanera,pueshermanitos».

Alastresdelatarde,elcalorenlaplazayaeradecaldera.Ylamuchedumbre,parada a pleno sol, lo soportaba estoicamente.Mientras lasmujeres se soplaban el

ebookelo.com-Página127

Page 128: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

escote y se abanicaban con sus pañuelitos minúsculos, los hombres, con sussombreros echados hacia atrás, nerviosos y tensos, encendiendo un cigarrillo trasotro,nodejabandeprotestarygritarconsignas.Ibanaserlastresycincominutosdela tarde cuando el dirigente José Brigg y los otros integrantes del Comité CentralsugirieronalamasaelabandonodelaescuelayelretirohacialosterrenosdelClubHípico,proponiendoconestounaactitudconciliadoraymanifestandoalosobreroslaesperanzadequesenoscumplieranlaspromesashechasporlasautoridades.Perolosespíritus ya estaban resueltos y la contestación negativa de la gente determinó larespuesta a la última intimidación de la autoridad: ¡Los trabajadores en huelgaéramos el pueblo soberano. Estábamos ahí haciendo uso de nuestro derecho dehombreslibresynadienosibaamover!

Estaúltimaactituddeloshuelguistasprodujomuchodesagradoenelánimodelgeneral.Y,devivavoz,enpotentetonomilitar,nosintimidóporúltimavezahacerabandonodelaescuela.MuchoslevolvimosacontestarquepreferíamosabandonarChileantesdevolvercomoesclavosalapampa.Algunoscomenzaronagritar¡QuevivalaArgentina!¡QuevivaelPerú!¡QuevivaBolivia!Antetalesexclamaciones,elgeneralperdiólosestribosytratándonosdefacciososyantipatriotas,hizosaberqueiba a emplear toda la fuerza. Después de esto, un capitán de navío y luego uncomandante,volvieronadirigirsehacialoshuelguistas.Elcapitánpidióobedienciaalaautoridad,pueslaresolucióndehacerfuegoerainquebrantable,ylosobrerosunavez más le respondimos que estábamos en nuestro derecho. El comandante,acercándosemásalfrontisdelaescuela,noshizosaber,persuasivamente,queseibaaabrirfuegoenseguida,yquelagentequequisierasepodíaretirarhaciaelladodelacalleBarrosArana.«Deahímarcharán todos juntosyenpazhaciaelhipódromo»,dijo.Entonces,entrelaspifiasylosinsultosdelamuchedumbrequelesgritabansucobardíayfaltadesolidaridad,unasdoscientaspersonas,entreellasmuchoscuriososquenoteníannadaqueverconlahuelga,salierondellugarparaubicarseenlacalleindicada.

Eranlastresyveinteminutos.Y mientras en la incandescencia del cielo una bandada de jotes comienza a

planearencírculos,cruzandosussombrassobrelamuchedumbre,OlegarioSantanatratadeconvenceraGregoriaBecerraparaqueseunaalaspersonasqueseretiranporel ladodelacalleBarrosArana.Queélestáseguro,ledice,dequeesehijodeperradelgeneralvaaordenardispararcontralagente.Quelovioclaritoensumiradade escarcha cuando pasó junto a él en su cabalgadura, de vuelta a su puesto demando.«Hágaloporsushijos», tratadepersuadirlaelcalichero.Yapuntandoa lasametralladorasdiceentonocasiderogatoria:«Yovivomitarfuegoaaparatoscomoésos en laguerra, señora, y le digoquepuedenmatar amilesde cristianos enunapestañada». Gregoria Becerra, abrazada a su hijo, se niega a irse. Pero mira almatrimoniodelaoficinaCentroconsuvirgencitaenlosbrazosy,contodalapenadelmundoasomadaensusojos,lesdicequelomejorparaellosesquesevayancon

ebookelo.com-Página128

Page 129: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

losquevansaliendo.Elhombreylamujersemiranunratoensilencioydicenqueellostambiénsequedan.Ensusmiradasbrillalamismafascinaciónirrealqueardeenlos ojos del resto de la muchedumbre. Olegario Santana, con una expresióndesorbitada, toma de las solapas a José Pintor y le grita que obligue a GregoriaBecerraairse.Quesiacasoestántodoslocosderemate.Elcarretero,mordisqueandonerviosamentesupalitodedientes,dicequehaestadorogandodesdetempranoasuvecinaparaquesalgadeahí,peroquenohaycaso.Yqueéltampocoseva,carajo.Elcalicheronocomprendecómotodaesagentenopuedesentirenelaireelpresagiodelamuerteirremediable.

Enesosmomentos,convencidoelgeneraldequeyanoeraposiblepersistirpormás tiempo—«sincomprometersuprestigioy lahonrade lasautoridadesyde lafuerza pública, y penetrado de la necesidad de dominar la rebelión antes de queterminaraeldía»,comoescribiríaensuinforme—,sedecidióatomarlaresoluciónfinal. Erguido en su cabalgadura, con el sol prendido en sus arreos militares, traspersignarselevemente,levantólamanoparadarlaordendefuego.

ebookelo.com-Página129

Page 130: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

20

Elmarresplandececomounalámpara.Congestogracioso,LiriaMaríasepaseapor la arena dándose aire con un abanico de motivos japoneses que le acaba deregalarIdilioMontano.Esprimeravezensuvidaqueposeeunoyusarloledaunaalegríacasiinfantil.

AlsalirdelaescuelahabíanpasadoporelalmacéndelchinoChiangacomprardulcesyleoyerondecirqueacababaderecibirmercaderíadeOriente.Yentrefinosrollos de seda pura, cajones de té aromático y delicadas piezas de porcelana,LiriaMaríahabíadescubiertoelabanicocuyosencajesyfiligranasenañilyorolahabíanmaravillado.Élselocompróalinstanteconeldineroquelequedabadelcambiodesusúltimasfichas.«Total—dijo—,hoy,parabienoparamal,searreglalahuelgaynosvolvemostodosaltrabajo».

Lagentequehayenlaplayaaesashorasescasitodadelapampa;ensumayoríafamiliasbolivianas,hombresymujeresderostrosimpenetrablesquehabíanllegadoalas salitreras atravesando los fragosos pasos cordilleranos y que jamás en su vidahabíanvistoelocéano,nisiquieraenfotografías.Demodoquedesdeelmismodíadesu llegada a Iquique, prácticamente vivían a orillas del mar. Pescaban, cocinaban,lavaban—algunoshastadormían allí— fascinadospor la dimensión infinita de lasaguasyelperpetuoestallidodelasolascontralasrocas.

Pasadoelmediodía,cuandoaúnnocorreunapizcadevientoyelsolreverberacaliente en las aguas delmar, aparece en la playa un piquete de policías a caballogritando que la gente de la pampa debe reunirse de inmediato en la escuela SantaMaría;quehoysearreglarádefinitivamenteelconflicto.«Hoyvuelvenasuscasasya su trabajo», dicen gravosamente a través de sus bocinas, sin desmontar de suscabalgaduras.Ylospampinos,respetuososycumplidorescomosiempre,comentandoenvozbaja lapremuradel llamado,comienzana recogersedeapocoyamarcharagrupadoshaciaelcentrodelaciudad.

Parapetadosdetrásdeunmontículodearena,IdilioMontanoyLiriaMaríasevanquedandosolos.Cuandoélselohacesaber,ellasecubrelacaraconelabanicoenunnaturalgestoderubor.Pensandoenlafeminidadnaturalqueirradiaelabanico,IdilioMontanolediceconternuraquedalaimpresióndequeellalohubierausadotodalavida.LiriaMaría,escondidadetrásdelasfloresdeloto,mostrandonadamásquelosojos,lesonríecontodoelesplendordesumirada.IdilioMontanolabesaenlafrente.Ycuando,trasunratodesilencio,ellavuelveaelogiarlafinezayhermosuradesuabanico,él,enuntraviesotonodegravedad,ledicequeesbuenoqueellasepaqueselo ha regalado principalmente por dos motivos: primero, porque se parecen a losvolantines, y, segundo, para que no siga abanicándose con lasmanos, pues, segúndecíasuabuela,esoatraemaleficios.Yseponeacontarlequesumajestuosaabuelabolivianaeraunaancianamuysabiaque,ademásdepartera,eraduchaenmateriadesortilegiosysahumerios.Élmuchasveces lahabíavistocurar,entreotrascosas,el

ebookelo.com-Página130

Page 131: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

maldeojo,lahabíavistoquebrarelempacho,componerhuesos,enderezarlelabocatorcidaaunhombre sobajeándole la cara conunapatadechivo,yhasta sacarle eldiablo del cuerpo a una joven religiosa que se había enamorado de unmúsico delOrfeón.

Liria María no dice nada. Como un niño con un juguete nuevo, sigueabanicándoseysonriendofelizdelavida.

—Loúnicoquelepido—ledicecariñoseándolaIdilioMontano—esquenoselevayaaocurrirsoñarconél.

—¿Yporquéno?—preguntaellaextrañada,sindejardedarseaire.—Porque,segúnmiqueridaabuela,soñarconunabanicoesindiciodequeuna

traiciónandarondando.LiriaMaríalomiraconelceñofruncido.—Ademásnodebeabanicarsetandespacio—leexhortaél,semiserio—.Pueseso

essignodeindiferenciaparaconelqueestáasulado.—¿Nocreequesuregalitoestásaliendounpococomplicado?—replicaellaen

unfingidomohíndeenojo.—Es que al decir de mi abuela —se disculpa ligero él—, que también era

consejeraenmateriasdelamor,elusodelabanicoencierratodouncódigodeseñalesdecortejonupcial.Porejemplo,ysólodeloqueyomeacuerdo,pasareldedoíndicepor las varillas significa: «Tal vez debamos hablar». Abanicarse con la manoizquierda quiere decir: «No mires a ésa». Asomarse a la ventana abanicándosesignifica «Espérame».Al quitarse un cabello de la frente con los padrones se estádiciendo:«Nomeolvides».Afinaldecuentas,parecequeunamujerconsuabanicoabiertoexpresamáscosasqueunmudoconsusmanos¿noleparece?

—Desdehoyenadelante—diceLiriaMaría—mepasarélavidaquitándomeloscabellosdelafrenteconlospadrones.Asíustedmerecordaráatodahora.

IdilioMontanose tumbaasu ladoysonríe.Deespaldasen laarena,seponeacontemplarelazuldelcielo,sinningunanubequelomanche.Alirquedandosolosenlaplaya,leparecequeelruidodelmaryelgraznardelasgaviotasrevoloteandosobresuscabezassehanidohaciendomásnítidos.Depronto,sinsaberbienaguisadequé,IdilioMontanose incorpora, lamiraa losojosyseoyediciéndolequeporquénuncalehahabladodeljovenquesematódeamorporella.

Liria María deja de abanicarse por primera vez y le devuelve la miradasorprendida.

—Claroquesinoquierecontarmenadaloentenderéperfectamente—seapresuraadecirél.

Ella cierra el abanico, lo deja sobre su falda y suspira hondo. Luego clava sumirada en un punto del horizonte y, metiendo las manos en la arena caliente,apuñándolaydejándolairlentamenteporentrelosdedos,comienzaanarraraquellahistoriaqueaúnlasigueatormentadoensuspesadillas.Al jovenlohabíavistoporprimeravezenlapulpería,unamañanaenquelaayudóallevarunsacodecarbón

ebookelo.com-Página131

Page 132: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

demasiado pesado para ella. Desde esa vez no había dejado de pasar un solo díafrente a su casa. Le dejaba papelitos escritos en la ventana diciéndole que estabaenamoradodeellaycitándolaendiversoslugaresdelcampamento.Citasalasque,porsupuesto,ellanuncafue.Hastaqueunatardedeabril,enqueéllehabíadejadounaesquelapidiendoverlaenlaplaza«alahoraenquecomienzaatocarelorfeón»,alverqueellayanoiría—elorfeónibaensucuartotema—,eljovenaparecióensucasaconuncartuchodedinamitaatadoalcuello.Lallamóporsunombredesdelacalle y cuando ella se asomó a la ventana, se hizo volar en pedazos ante sus ojoshorrorizados.

IdilioMontano, emocionado, le toma la mano. Algo le quiere decir y sólo sequeda mirándola en silencio. En esos momentos una bandada de gaviotas cruzachillandoelcieloylosojoshúmedosdeLiriaMaría.

Quepesealotristedelsuceso,continúaella,comohablandoconsigomisma,lomalévolohabíasidoquedespuésseandabacomentandoenlaoficinaqueeldifuntohabíasidosunovio.Alparecer,por lasnoches,ysinellasaberlo,el jovense ibaapararjuntoalaventanadesucasa,endondeunavezfuesorprendidoporunserenodel campamento.Éste anotó en suLibrodeVigilanciaque la señoritaLiriaMaría,hija de la viuda Gregoria Becerra, domiciliada en la calle tal, número tanto,conversabaconsunovioatravésdelaventanahastaaltashorasdelanoche.Aunqueesoeramentira,ellaysumadresehabíanimpresionadoanteelhechoinadmisibledequeexistieseunlibrodeesanaturalezaenlaAdministración.UnlibroendondetodoloquelagentehacíaodejabadehacerenelCampamento—inclusoloquedecíaonodecía—eraanotadometiculosamente.

IdilioMontanoledicequeentodaslassalitrerasexisteunLibrodeVigilanciaatravés del cual se informa a los administradores de todo lo que ocurre en loscampamentos: las peleas, los accidentes, los robos, los suicidios, los partos, lasvisitas,lasfiestas,losenamoramientos,lasbodas,losadulterios,lascomprasfueradela pulpería y en general el comportamiento de cada uno de los trabajadores y susfamilias, en la calle ydentrode suspropias casas.Y eso él lo sabeperfectamente,puesunavez,siendounniño,juntoaotrosniñosdesuedadsehabíarobadounodeestoslibrosenlaAdministracióndeSanLorenzo.Eraunlibrogrande,detapasdurasy negras.Y él siempre se acordaba de dos informes anotados en sus páginas.Dosinformes que lo habían impresionado particularmente porque hacían referencia apersonasqueélconocía,yquedetantoleerlosloshabíaaprendidodememoria.Unoeraelsuicidiodeunmatrimonioquevivíaalavueltadesucasaylaanotacióndecía:«a las 8.15 horas p. m., el Jefe del Servicio Nocturno, Juan Ortiz, encontró doscadáveresenlacalleSargentoAldea.LoscuerpospertenecíanaJesúsEulogioCortésde37años,naturaldeCaneladeMinchaysuesposaMaríaAuroraGuerrero,de29años,naturaldeValparaíso.Paraponerfinasusdíashanutilizadodinamita,laque,encontrándoseambosacostados,sesuponequecolocaronentreelestómagodeJesúsEulogioy laespaldade lamujer,pues laexplosión lesdestruyóaambos laspartes

ebookelo.com-Página132

Page 133: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

indicadas». El otro era un informe similar a lo que le había ocurrido a ella en laoficina SantaAna. Éste tenía un título que decía: «Enamorados», y hablaba de unhombre que él siempre veía venir a casa a consultar a su abuela sobre cuestionesamorosas. Se trataba de un tipo bajito, vestido siempre de manera elegante. «Elcarbónsehaceyelcabrónnace»,leoíadecirasuabuelacuandoelhombreseiba.«Alas11.30p.m.—decíael informe—seencontróenunaventanadelHospitalalindividuodenombrePedroAméricoOsorioAndrade,conversandoconlaenfermeraAlejandra Castillo, que es casada con el chino de la carbonería. La susodichaenfermerasehallabasinlatocayconlabataamediodesabrochar.OsorioAndrade,trabajaenlamaestranzayviveenlacalleLordCochrane,número4».

LiriaMaría,quelohaoídoensilencio,mordiéndoseloslabiosmurmuraconrabiaquehastalossentimientosquierencontrolarestosgringoscanallas.Nolesbastaconserdueñosdel sudorde los trabajadoresyamosdesu tiempo.«Estosdesgraciadostambién quieren convertirse en dioses de sus pobres vidas miserables», diceenronquecida.

IdilioMontano,que jamás lahabíaoídohablardeesemodoen lossietedíasysietenochesque llevadeconocerla, sedacuentaclaramenteque lamuchachaestáforjadaenlamismafraguadesumadre.Yesoloenamoraaúnmás.

Depronto,unagaviotablanquísimaseposaenloaltodelpequeñomontículodearena,adosmetrosdeellos.Susredondosojillosparecenespiarlosinquietos.Ellasela queda mirando con curiosidad. Él, risueño, dice que la gaviota tiene el mismomododemirar,asídemediolado,deunapulperabizcaqueconoceenSanLorenzo.«Se llamaAlamiraBellavista», dice. Ella sonríe, pero no cree que se llame así.Ycuandoambos,tratandodeacercarsealagaviota,haciéndolegraciasconelabanicoyllamándolaporelnombredeAlamira, subengateando lapequeñaduna,caenen lacuentadequeestáncompletamentesolos.Entodalaextensióndelaplayanoseveunalma.

Ambos semiran con airede complicidad.Ahora sí puedenbañarse libremente.Ella, entonces, luegodehacerse rogarunpoco, lepideque sevuelvaunmomentopara sacarse el vestido y luego sale corriendo hacia el mar. Él se desviste en dostiemposylasigueriendoyenredándoseenlospantalones.Conelaguaalacintura,ríenfelicesdelavida.

Elmarenteroessuyo.Elcielo, lanubes, loscerros, todo lespertenece.Ellaenenaguasyélencamisetaycalzoncillosdetocuyo,jueganatirarseaguaalegremente.Seempujan,seabrazan,noparandereír.Enuninstante,mirándoseintensamentealosojos,sientenqueyanopuedenesperarmás tiempoyseciñenenun largobesoinmensurable.Suslabiossabenatodaelaguadelmar,atodalasaldeluniverso.Sesienten felices. El mundo es sólo de ellos. Extenuados de dicha, él la alza en losbrazos y, sin dejar de besarla, la deposita suavemente en la orilla.Y allí, donde laplayanoesaguaniarenasinounadelgadaláminadecielotransparente,comienzanaamarse, tiernos,gozosos, febriles.Paraamboses laprimeravez;paraambosesun

ebookelo.com-Página133

Page 134: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

milagro, una epifanía, una celebración. El mar entero es un santuario y ellos lossacerdotesoficiandolamisa.Ellalloradeamor.Élparecemorirdefelicidad.

Después,tendidadecaraalcielo,temblandoaúndeamor,LiriaMaríayacecomosi toda la languidez del mundo se hubiese alojado en su cuerpo de niña. Con lapopelinadelaenaguapegadaasupielblanquísima,besadaapenasporelmar,tieneen su cuerpo el gesto de una sirena desmayada. Él, con toda la luz de la tardeconvergiendo en sus ojos negros, la contempla en silencio. En esos momentos sucorazónesunfrágilvolantínenvuelosostenidoporlapurabrisadelamordeaquellaniñatandulce.Yselodice.Ellalomiraypiensaquelapasiónlehaagregadomáscarbónasusojosnegros.Comonuncaanteshabíanamado,cadacariciaycadaunade sus palabras de amor les resulta un descubrimiento nuevo, un asombro, unamaravilla.Ellosdicensolyelsoleselamor;dicenarena,ycadagranodearenasepreña de amor, y al nombrar el amor la luz del día se repliega como una panteraencandilada.

Ycuando,embellecidos,fulgentes,pulidossuscuerposporelagua,denuevohancomenzadoaabrazarseybesarse,unfugazsilencioloscubredesúbito.Unsilenciotan hondo que pareciera que elmar se hubiesemuerto de golpe—no se oye ni elviento, ni las olas, ni las gaviotas—, un silencio universal que dura apenas unamilésimadesegundo,porque,alinstante,sinsiquieraalcanzaradespegarsusbocas,se empieza aoír un estruendoque leshace trizas el climadel encantoy rompeenpedazoselairedelatarde.«Lasametralladoras»,susurraroncamenteIdilioMontano.Liria María se pone de rodillas y se lo queda mirando como fascinada. Luego,volviendolavistaalaciudad,temblándoleloslabios,exclamaquedito:

—¡Diositolindo,losestánmatandoatodos!

ebookelo.com-Página134

Page 135: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

21

Eranlastresycuarentayochominutosdelatardedelsábado21dediciembre—elvientodelmaraúnnocomenzabaacorrerenIquique—,cuandoelgeneralRobertoSilvaRenard,desdeloaltodesucabalgadurablanca,bajóelbrazodandolaordendefuego.

Alinstante,elpiquetedelO’Higginshizosuprimeradescargahacialaazoteadelaescuelaendonde,depiefrentealaplaza,rodeadosdebanderasyestandartes,conlaactitudserenadelosquesabenqueluchanporalgojusto,permanecíanunostreintadirigentesdelComitéCentral.A la descargade la fusilería variosde ellos cayeronsobreel tumultoquecubría lapuertay lasrejasdelpatioexterior.Actoseguido,elgeneralordenóalpiquetedelamarineríasitiadaenlaesquinadelacalleLatorre,quedispararajustamentehaciaelfrontisdellocalendondeseamontonabaelgruesodeloshuelguistasmásarrebatadosybulliciosos.Eratallaconfianzanuestrayladetodalagenterespectodequeelejércitochilenojamáscometeríaelcrimendedispararsusarmas sobre compatriotas indefensos, quemientras los de adelante,muchos con elcigarrillohumeanteenloslabios,caíanperforadosporlostirosdelosfusileros,losdemásatrásgritabanavozencuello,convencidossinceramentedesuspalabras,quenohabíadequeasustarse,hermanitos,quesóloeranbalasdefogueo.Sinembargo,losquevimoscaeracribilladosjuntoanosotrosalosprimeroscompañerosdetrabajo,alosamigosde toda lavidaoanuestrospropios familiares,yqueespantadospor lavisión tratamos de desbandarnos en oleadas hacia las calles laterales, fuimosobligadosporlatropaquerodeabaellugar,apuntadelanzaydisparosdefusiles,avolveralcentrodelaplazaendondelaconfusiónerainfernal.Perolasdescargasdelos fusileros eran sólo el prefacio, el preludio de la sinfonía terrible que lasametralladoras, conpuntería fijahaciaelbalcóndelComitéCentral, comenzaronaentonar enseguida en el anfiteatro de la plaza Montt. Al barrido de su martilleotronante,otrostantoscuerposdedirigentescayeronsobrelamultitudproduciendounarremolinamiento tal que, de pronto, sin tener hacia donde correr, nos vimosempujados en torrente hacia el lugar mismo en donde estaban emplazados esosarmatostesdeldemoniovomitandosussonámbulosfogonazosdemuerte.Luegodeunasegundabarridahaciaelbalcóncentral, lasametralladorasmodificaronsualza,bajaronsusbocasdefuegoendirecciónalamasadegentequerebasabaelfrontisdelaescuelay,sinningunaconmiseraciónporniñosymujeres,comenzaronarugirsubalaceramortal.Unacarniceríainconcebiblecomenzóentoncesaproducirseentreloshuelguistasylagentequesehabíaquedadoaverenquéterminabaesefrangollodelospampinosylasvendedorasambulantesque,segurascomotodoelmundodequenunca se llegaría a disparar, se quedaron instaladas tranquilamente en la plazaofreciendosumercancía.Lasangrede lasprimerasdecenasdemuertoscercenadospor la metralla comenzó a formar rojos charcos humeantes que se sumíanoscuramenteenlatierraeimpregnabanelairedeundensoolorardiente.Comoyano

ebookelo.com-Página135

Page 136: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

cuponingunadudadequesetratabadeunamatanzasincuartel,lagentecomenzóagritarafligidaqueizaranbanderasblancas,hermanitos;quealzaranbanderasblancas,carajo. Y varias decenas de trapos, pañuelos y cotonas de trabajo, algunas yamanchadasdesangre,emergieronentrelamultitud,agitadasdesesperadamentecomoseñalesderendición.Peroenelfragorylaconfusióndelamasacrenadiehizocasode ellas y las ametralladoras siguieron vomitando su mortífero fuego implacable.Antelasoleadasdemuerte,seguramenteelgeneralsehabíasumidoenesaespeciedefascinaciónqueseproducealcontemplarelflameardelasllamasdeunafogata.Yentantoelmartilleoensordecedordelasametralladorasseguíaresonandocomodentrode la caja de nuestros propios cráneos, la fusilería no dejaba de disparar fuegograneado en dirección a la gente arranchada en la carpa del circo y sobre los quetratábamosdehuirdelalíneadefuego.Laardualuzdeldíayelpolvolevantadoporel torbellino de la multitud enloquecida hacían aparecer todo el cuadro como unaalucinante escena de horror. Envueltos en una confusión espantosa, sin hallar pordondeniparadondehuirdelasbalas,nosreplegamosdenuevohacialaspuertasdelaescuelaendonde seprodujoun impresionante remolinohumano,puesalmismotiempo losmilesdehuelguistas apiñados en el primerpatio tratabande escapar enbocanadadelaratoneramortalenqueéstesehabíaconvertido.

Al sonar la primera descarga de los fusileros hacia la azotea de la escuela,OlegarioSantana,juntoaGregoriaBecerra,suhijoJuandeDiosyJoséPintor,venaDomingoDomínguez,acompañadodealgunosoperariosjóvenes,adelantarsehaciaellugarendondeestáemplazadoelgeneral.Allí, frentealuniformado,abriéndose lacamisaymostrandoelpechodesnudo,elbarreterogritaatodopulmónqueaquíestámicorazónsiquierensangreobrera,carajos.YjustoenelmomentoenqueOlegarioSantanaseestádiciendo:«Quehijodeputamásloco»,suenalasegundadescargadelpiquetedelamarineríay,atravésdelabataholadegentecongestionada,elcalicherovecaermuertoasuamigodelalmaya loshombresque loacompañaban.Con losojos humedecidos de golpe, justo en elmomento en que comienzan a disparar lasametralladoras, legritaaGregoriaBecerraquese tirealsueloconsuhijo.Peroenmediodelgriteríodelagente,latrifulcadelacaballeríayelestruendoensordecedordelasbalas,nadieoyenada.Cuandoseaprestaaagarraraambosporlasespaldasyempujarlosalsuelo,unabaladefusillemuerdeelhombroylohacetambalearycaerderodillasyluegorodarporelsueloentreelbarullodegentedespavorida.OlegarioSantana quiere quedarse tendido ahí para siempre, olvidarse de todo y ponerse adormirenposiciónfetaljuntoalcadáverdeunhombreconelvientreperforadoquelomiraconsuspavorososojosenblanco,perocomienzaaserpisoteadoporlaturbaque se arremolina enloquecida a su alrededor y trata desesperadamente de pararseparanomoriraplastado.Enelmomentoenqueaduraspenashalogradoponersederodillas, las ametralladoras comienzan a rugir de nuevo, ahora apuntando susmortíferos cañones giratorios hacia ellos, y un montón de gente cae a su ladoaserruchadaporlosproyectiles.Desdeelsitiodondeyacearrodillado,comoenuna

ebookelo.com-Página136

Page 137: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

visiónde arrobo, el calichero ve caer atravesadopor las balas almatrimonio de laoficinaCentro;vecaeralamujery,casialunísono,alpadreconsuhijitaPastorizadelCarmenapretadacontrasupecho.Enungestoprotectormásalládelohumano,vealhombretratandodenosoltaralacriaturadesusbrazosmientrasvacayendo,yamuerto,apocosmetrosdeél.Laniñaquedasentadaenlatierra,incólume,rodeadade los brazos de su padre. Un abuelo de sombrero de paja intenta recoger a lapequeñayunaráfagademetrallalecortaelcráneoalaalturadelafrentecomounasierra atroz y su cuerpo cae junto a los esposos saltando en terribles convulsiones.Comoenunapesadillasorda,OlegarioSantanaseveacercandoagatashaciadondeestáPastorizadelCarmen.Laniña,sentadaenelsuelo,conlacoronadoradacaídahaciaatrásysucapitadeVirgenmanchadapor lasangredesuspadres,no lloranigritanihaceningunaclasedegestos;comoenunámbitopropio,todoloquehaceesmirar con sus ojitos abiertos hasta el delirio y una expresión de horrorinconmensurablemaceradaensurostromoreno.Cuandoenmediodelabalacerayacasiestáporalcanzarla,alguienlecaeencimaaplastándolelacaracontraelsueloy,desdeallí,atravésdeltierralylareverberacióndelasangrecaliente,alcanzaaveraunamujerde faldasabolivianadasque recogepor loshombrosa laniñaysaleconellacorriendo,protegiéndolaconsupropiocuerpo.CuandoOlegarioSantana logralevantarsedeltodo,unaoleadadegenteloalzaenviloylodejaaplastadocontralasrejas del frontis de la escuela.Allí, a dosmetros, estáGregoriaBecerra gritándoledesesperada a losdos amigosde laConfederaciónPerú-bolivianaquepor amordeDios lealcancena suhijoquese lehasoltadode lamanoporese lado.Luchandocontra la fuerza del remolino humano, uno de los amigos logra rescatar a Juan deDios que se abraza de nuevo a su madre mirándola con una muda expresión dealucinado. Gregoria Becerra, que al parecer no se ha dado cuenta de que ha sidoheridaenunbrazo,yquesangraprofusamente,alveraOlegarioSantana, lediceagritos, con losojos arrasadosen llanto,quenopuedecreerqueesoshijosdemalamadrelosesténmasacrandodeesamanera.«Hayqueescaparporestelado»,gritadepronto José Pintor apareciendo a la izquierda de ellos con el rostro desencajado.OlegarioSantanavuelvelacabezay,conscientedeloabsurdoqueresultapensarlo,sefija en que el carretero no lleva ningún palito entre los dientes. En medio de laconfusióny el apretujamiento, sólo los amigosconfederadospuedenechar a corrercalle abajo detrás del carretero que, saltando por entre la montonera de cuerposcaídos,gritandosusmásobscenosimproperiosdecarretero, tratadeatravesarhacialacalleBarrosArana.Peroantesdelograrsalirdelcerco,unlanceroloatraviesaalaalturadelcuelloy, JoséPintor,conel rostrocongestionado,desarticuladocomounmuñeco, cae desangrándose junto a otros cadáveres tirados cerca de un puesto defrutasendondelasmanzanasrojasdesparramadasporelsueloseconfundenconlasangre.Casialmismotiempo,alcanzandoyalaesquina,unodelosconfederadoscaeheridoporunabaladefusilenlaespalda.Suamigosedevuelvearecogerlo,yconélsobresusespaldascorredesesperadamenteintentandoatravesarporentreloscaballos

ebookelo.com-Página137

Page 138: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

dedos lanceros.Unodeellos lovey enelmomentoenque levanta su lanzaparaensartar a los dos hombres juntos, su caballo cae fulminado por una ráfaga deametralladora. El obrero peruano, con su amigo agonizando sobre sus hombros,bañadode su sangre, logra salir a la calleBarrosAranayperdersehacia abajo, endirecciónalconventilloElObrero.

Resbalandoenloscharcosdesangrehumeante,pasandoporencimadenuestroscompañerosmuertos—ydelosquesehacíanlosmuertoscobijándosedebajodeloscadáverespara,deesehorrendomodo,salvarsusvidas—,muchosdeloshuelguistasseguíamos tratando de escapar por las calles laterales, pero éramos repelidos sinpiedadpor los soldadosqueapuntade lanzaydisparosde fusilnosempujabanalcentrode lamasacre.Enun instante las ráfagasacallaronsu ruido infernaly todospensamos con alivio que el horror había terminado. Pero era sólo que lasametralladoras, esos terribles armatostes que la mayoría de nosotros no habíamosvisto ni oído jamás antes en nuestra precaria vida de salitreros, esas monstruosasarmasquedespuéssupimoserandefabricaciónalemana,dediezcañonesgiratorios,conunalcancede2100yardasyunacadenciadetirode400cartuchosporminuto,capaces de partir a un caballo por lamitad, sólo estaban cambiando de posición yahoragirabanyapuntabansusbocasdefuegoalacarpadelcircorepletasobretodode niños y mujeres que comenzaron a caer desde las graderías sobre la pista deaserrín,unosencimadeotros,cercenadosporesoscartuchospavorososque,por lacortadistanciadetiro,atravesabandehastaaseiscristianosalavezantesdeperforartambiénlastablasdelascasasmáscercanas.Enplenofragordelamasacre,cuandoelremolinodelaconfusiónnosllevabaapasarcercadedondeestabaemplazadoelgeneral, loveíamos impávidosobresucorcelblanco,comocinceladoagranito,sinqueletemblaranunápicelaspuntasdesusmostachosretorcidos,contemplandoconsus fríos ojos de vidrio esa masacre despiadada, y acaso pensando que tal vez laHistoria lo iba a recordar en los libros póstumos como el gran vencedor de «LaBatalla de Iquique», como comenzarían a llamar al día siguiente, en los círculosmilitaresydegobierno,aesacobardematanzadeobrerosindefensos.

Enunade laspasadas frente a la carpadel circo, llevadocasi en el airepor eltorrentedelamultitud,tratandodeencontraraGregoriaBecerraqueselehavueltoaperder de vista, Olegario Santana ve al monito Bilibaldo, atado a su cadenilla,chillandoysaltandoen tornoalcadáverde labailarinadelcirco.Love justoenelmomentoenqueelanimalitoesalcanzadotambiénporunproyectilyquedatendidomuertojuntoalamuchacha,enunaactituddeniñodesvalido,consumamelucoazulysucamisetaa rayas.«¡Hijosdeputa!», rechinaelcalichero,mientrasesdevueltopor el torbellinodegente hacia el frontis de la escuela.Depronto, por el ladodelConsistorio Municipal, descubre a Gregoria Becerra y a su hijo Juan de Diosarrastrados por el tumulto. Gritando sus nombres hasta desgañitarse y luchandodesesperadamenteentreelherviderodegente,tratadellegarhastaellosempujandoypisandoporsobrelasrumasdemuertosdestrozados,ensangrentadoscompletamente

ebookelo.com-Página138

Page 139: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

y algunos con sus pantalones ensopados en mierda. De pronto, ya cerca de ellos,Gregoria Becerra gira la cabeza como si lo hubiere oído llamarla. Y en elmismoinstante en que ella lo mira con una lucecita de alegría encendida en las pupilas,Olegario Santana, con un horror inconcebible, ve como la mujer es alcanzada ybarridaviolentamentejuntoasuhijoJuandeDiosporlasúltimasbalasdelaúltimaráfagadeametralladoraqueresuenaenelaireardienteypolvorosodelaplazaMontt.LaimagendeGregoriaBecerraalcanzadaporlametralla,cayendoacribilladajuntoasu hijo, se le fija en sus pupilas atónitas como una escena de alucinación que noterminanuncadesuceder,comosimadreehijosedemoraranencaer,sedemoraranencaer,sedemoraraninfinitamenteencaeryquedarenelsueloamontonadosjuntoalosmillaresdemuertoscuyasangreyahabíacomenzadoacorrercomoun torrentesincontenciónporlaspendientesdelascallesdetierra.

El responsable de que se acallaran las ametralladoras había sido el vicarioapostólicoMartínRücker.Elreligioso,horrorizadoporlamasacre,logrómetersealcentrodelaplazay,entreelpolvo,elhumodelametrallaylaconfusióndelagente,recogió una guagua muerta sobre el pecho de una mujer —los cartuchos habíanatravesadoaambas—,ycorrióconellaaplantarsefrentealgeneral.«PorelamordeDios, termine usted con esta carnicería», le gritó arrodillándose ante su caballoblanco.Elgenerallomirócomodespertandodeunestadodehipnosisprofundayseloquedóviendoconunafijezaausente.Lamiradavesánicadesusojosclarosteníaelbrilloasonambuladode losojosde lospeces.«Si tiene sedde sangrechilena,aquítienelamía»,loincrepóelvicario,abriéndoselasotanaporelpecho.Losmostachosengomadosdelgeneraldebrigadaparecierontemblartenuementecuando,sinquitarlavistadelhombrequellorabaarrodilladoanteél,alzólamanoparadetenerelfuego.Habíantranscurridocuatrominutosyveintesegundoseternos.

Al acallarse el tableteo de las ametralladoras, en la plaza sembrada de cuerposcaídos —y de algunos cadáveres de caballos alcanzados por las metralla—, elsilenciopareciócósmico.Después,pocoapoco,sefuecomenzandoaoírelllantodelas mujeres, los estertores de los moribundos y los gritos desgarradores de loshombresheridosmortalmente, pidiendoporpiedadque los terminarandematar deuna vez por todas. Entre esos gritos de dolor se elevaba por sobre todos el de unobrero agonizante clamando entre sollozos, en unmarcado acento español, que sunombreeraManuelVacayqueporfavorleavisaranasuhermanoAntonioparaquevinieraavengarsumuerte.SeisañosdespuéssupimosqueelhermanohabíacruzadolacordilleraapiedesdeArgentina,dondesehallabatrabajando,paraatentarcontralavida del general fratricida. Y aunque fue un intento frustrado, logró herirlo variasvecesconunapequeñadaga.Unadelasheridaslecomprometióelojoizquierdoyelmilitarsevioobligadoausarunparchedepirataporelrestodesusdías.Quealversemanchado de sangre, contaban los testigos oculares del hecho, el general, tanarroganteenlamatanzadeIquique,llorabacomounperritonuevoacurrucadoenelsuelo.

ebookelo.com-Página139

Page 140: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Alterminareltableteodelasametralladoras,apesardelosquejidos,elllantoyelimpotente blasfemar de los obreros; a pesar de los gritos destemplados de lasoldadesca y del galopar feroz de los lanceros por sobre los obreros caídos, aOlegarioSantanaleparecenooírnadaenelmundo,ningúnruido,nielmásmínimosonido, como si tuviese los oídos taponados de algodón. La única sensación quesienteeselolorasangremezcladoconelhedorácidode lapólvora.Cuando lograrecuperarsedeesaespeciedeestadoalucinatorio,corredesesperadohaciaellugarendondehacaídoGregoriaBecerrajuntoasuhijo.Ahí,sinpodercontenerlaslágrimas,sóloalcanzaacerrarlepiadosamentelosojosalamujeryacariciarle lasmejillasalniño antes de ser atropellado por la caballería que, en una carga desaforada, se halanzadohaciaelcentrodelaplazaacaballandoalossobrevivientesyobligándolosarejuntarseporelladodelacalleBarrosArana.Mientrastanto,lainfanteríaentraporlaspuertaslateralesdelaescuelarematandobrutalmentealosheridosdemuertequecolman las entradas del recinto descargando sus lanzas sobre hombres y mujeresindefensosqueconlasmanosenaltooagitandotraposblancosnoparandellorarypedirmisericordia,porelamordeDios.

Una vez tomada y desalojada la escuela, comenzó el penoso arreo hacia losrecintos del hipódromo. Entre dos filas de soldados, los huelguistas sobrevivientescaminabancargando lastimosamentea algúncompañeroherido,oconsolandoa lasmujeres y a los niños que no paraban de llorar. Sin embargo, la mayoríamarchábamos en silencio, con los puños apretadosyhaciendo crujir los dientes deimpotencia.Mientras avanzábamos, varios de los obreros heridos, algunos con susmiembroscercenadososusvíscerasafirmadasadosmanos,golpeabandesesperadosa las puertas de las casas a lo largo de la calle, pidiendo cobijo. Pero las casas sehallaban cerradas con trancas y susmoradores parecían haberse esfumado. Sólo alllegaralconventillo198,algunosheridoslograronburlaralossoldadosyesconderseen las habitaciones cuyaspuertas se abrieronpara acogerlos.En ese conventillo seencontródespuésamediadocenademuertosyunaveintenadeheridosquehabíansidocuidadossolidariamenteporsusmoradores,queeragentedelamáspobredelaciudad.

Másadelante,enlaconfusióndelamarcha,otrosobreroslograronescabullirsedela procesión y asilarse en algunas casas particulares. Peromuchos fueronmuertosdespiadadamenteenelintento.Unhuelguistaheridoenunapierna,quecaminacercadeOlegarioSantana,enlaesquinadelacalleBulnestratadedesviarsedelcamino,peroesvistoporunsoldadodelacaballería,quien,enristrandosulanzaadornadaconunabanderola chilena, correhacia él y se la hunde sinpiedadpor la espalda.Másallá, unoperario bolivianoque tambiénquiere huir, esmuertodeun lanzazo en lanucayelsombrerolequedaensartadogrotescamenteenlalanza.MientrasOlegarioSantanacaminaenelapretujamientotratandodeamarrarseelpañueloenlaheridadelhombro,ypensandoquetodoesonopuedeserreal,unhombrejovenquecaminaasuladoseofreceaayudarle.Mientrasleataelpañuelo,elhombrecomienzaahablar

ebookelo.com-Página140

Page 141: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

diciéndole que hay que grabarse firme en la mollera cada detalle de lo que estásucediendo; estarcirlo a fuego en lamemoria.Que después losmandamases van aquererechartierrasobreestamasacrehorrenda,peroahíestaránellosentoncesparacontársela a sus hijos y a los hijos de sus hijos, para que éstos a su vez se lotransmitan a las nuevas generaciones. «Esto lo tiene que saber el mundo entero,compañerito»,diceconmocionadoelhombre.OlegarioSantana,sóloporquelecaptaunanobleza franca en lavoz, ynadamásquepordecir algo, le pregunta cómo sellama.

—José Santos Elizondo —responde el hombre—. Soy miembro de laMancomunalObreradeCaletaBuena.

AlllegaralrecintodelHipódromo,lossoldadosordenanatodoelmundoponersede rodillas y con las manos en la nuca, y comienzan a registrar uno a uno a loshuelguistas.MientrasOlegarioSantana,arrodillado,esperasuturno,sedacuentadequenotienesucorvo.Cuandoseestádiciendoqueseguramenteselehacaídoenlatrifulcadelaescuela,alguien,deunmanotazo,lesacasuviejosombrerodepitayselo cambia por uno de paja. «Es para el compañero presidente», oye que le dicen.Entonces,adospasosdeél,veaJoséBriggrodeadodeunadecenadeoperariosquetratan de ocultarlo. Con una pierna destrozada por la metralla, el presidente delComité Central se está recortando los grandes mostachos con un trozo de vidrio,mientrasotroslecortanapuradamentesumelenacolorina.Despuésleponenropadetrabajo,leciñensuruinososombreroylepasanunacachimbadecorchoquelodejaconvertido en un verdadero michicuma. Diecinueve días después se supo que elpresidentedelComitéCentralhabíadesembarcadoenelpuertodelCallaoabordodelvaporMapochojuntoaotrossetentayochohuelguistas.

Anadie en el hipódromo se le encontróningúnarma, salvoalgunasnavajasdeafeitaryunpardecortaplumasconcachasdehueso—lomismohabíaocurridoenlaescuela: tras un prolijo registro buscando las carabinas, los rifles recortados, losrevólveres y los cartuchos de dinamita que los gringos habían hecho creer queteníamosennuestropoder,apenashabíanhalladounparderevólveressinseñalesdehaber sido usados—. Después de la revisión, rodeados por la caballería y lainfantería, fuimos arracimados como animales frente a las tribunas, mientras seasentabanfrenteanosotroslastemiblesbateríasdeametralladoras.Ahípasamostodoel resto del día de rodillas, sin beber agua ni probar bocado. Durante la noche elgeneral hizo fusilar a varios obreros de los que se sabía o sospechaba que erandirigentes,yaalgunosmarinosqueenlaescuelahabíansidosorprendidosdisparandoal aire. Después ordenó dividirnos en tres grupos: los que laborábamos en lassalitreras del sur, los que pertenecíamos a las del norte y los huelguistas de losgremios de Iquique. Éstos últimos fueron entregados a la policía de la ciudad,mientras a los pampinos se nos ordenó avanzar hacia las cuestas de los cerros pordondepasabalalíneaférrea.Allíyaestabanllegandolosconvoyesconcarrosplanosy rejas de cargar ganado que nos llevarían a la pampa.Esto decepcionó amuchos

ebookelo.com-Página141

Page 142: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

obreros que, pensando seríamos embarcados en la estación ferroviaria, y que noqueríanirsesinanteshallarasusfamiliaresdesaparecidos,habíanplaneadoescaparasupasopor lascallesde laciudad.Aungrannúmerodeestosobreros,queen loscerrostrataronderesistirsealembarque,selesobligódisparándoleenlaspiernasydandomuerteaalgunosdeellos.

Sinembargo,enlasubidahacialoscerros,yaprovechandolaoscuridad,muchosconsiguieron escapar. Olegario Santana es uno de ellos. Al pasar cerca de losestanquesdeagualograeludirlavigilanciay,arrastrándosejuntoaotrosobreros,seescondeenunapequeñahondonada.Despuésdeunashoras,casialalba,lograsalirde su escondite y, arrastrándose por los arenales, comienza a retornar a la ciudad.TienequeencontraraLiriaMaría;tienequecontarleloquehapasadoconsumadreycon su hermano. Además, en memoria de Gregoria Becerra, siente que de algunamanera tiene que ayudar a la niña.Eludiendo el paso intermitente de las patrullas,OlegarioSantana se interna en las calles desiertas.La ciudad le parecemuerta.Alpasar, agazapado, por el frente de la escuela SantaMaría, se da cuenta de que noquedaningúnrastrode la inmolación,nielmás leve indicio.Todohasidobarrido,limpiado y desmanchado prolijamente. Sólo atestiguan la matanza las tablasagujereadasporlasbalasyelaireimpregnadodeeseolorarosasazumagadasdelasangre.Después los agujeros de balas serían tapadosmeticulosamente conmasilla,peroelolordelasangredelosmuertosnopudieronerradicarloconnada.

Cuando ya está clareando en el cielo, Olegario Santana, exánime, con la ropasuciadetierraysangre,llegaalburdeldeYolanda.Sulfuradodeimpotencia,aúnlepareceflotarenlanebulosadeunapesadilla.Nisiquieraenlaguerrahabíavistotantaperversidad junta. Al abrir la puertita azul y ver su facha de aparecido, el niñoDoralizo,envueltoenunadelicadabatadeseda,sepersignaaparatosamente.

—¡ÁngelaMaría,siestánllegandotodosaquí!—exclamaexcitadodemiedo.

ebookelo.com-Página142

Page 143: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

22

Ellunes23dediciembre,dosdíasdespuésdelamatanza,lascallescentralesdeIquique,silenciosasycasidesiertas,todavíarezumabanolorasangre.«Elairehuelearosasmarchitas»,decíanlospasajerosquedesembarcabanenelpuertoesamañana.

Hasta los paseos más concurridos de la ciudad, aún a mediodía de ese lunesconvaleciente, se veíanvacíosy tristes, y sólo a las puertasde algunos consuladosacudíansilenciososgruposdegente.Setratabaprincipalmentedeobrerosextranjerosquepedíanserrepatriadosydechilenosquesolicitabanasiloycartadeciudadanía.ElúnicoconsuladoquehabíacerradosuspuertasalagenteeraeldeEstadosUnidos.Enlosdíaspreviosalamasacre,elcónsulhabíaestadopidiendoinsistentementeasugobierno, a través de telegramas cifrados, que enviara a Iquique a los buques deguerra de la marina norteamericana —el «Washington» y el «Tennessee»—,fondeados por esos días en el puerto del Callao. «Esto —decía en uno de lostelegramaselgringoamajamado—,paraprotegeralosciudadanosextranjeros,puesloshuelguistashanamenazadoincendiarlaciudadcompletamente,loqueseríamuyfácilyaquetodoslosedificiossondemaderaymuyseca».

De la misma manera, en las redacciones de los diarios, congregaciones demujeresllorosasyenlutadasaguardabannoticiasdesusdesaparecidos.Eldramadeestasmujeres pampinas era quemuchas de ellas no sabían realmente si eran o noviudas,puesnuncavieronelcuerposinvidadesusmaridosametrallados.Yesquelamayoríadelosmuertoscaídosenlaescuelaesatardedesangrefueronllevadosdesdeallí,sinreconocimientoalguno,directamentealasfosascomunesdelcementerio.Yen el cementerio tampoco se exigió el pase respectivo con los datos prescritos.Esperanzadasentoncesdeencontrarconvidaaalgunosdesusfamiliares—sesabíaquemuchoshuelguistasheridoshabíanlogradoesconderse—,estasesposas,madresy hermanas estaban publicando avisos en los diarios pidiendo noticias de susdesaparecidos,describiéndolosconunaprolijidadconmovedora.Habíaavisosenque,ademásdelasfaccionesdelrostro,elcolordelapiel,lahechuradelaropa,elmododecaminaryelnúmerodelunares,sedescribíatambiéneltonodevozdelapersonabuscada,porsialguienenalgunapartelograbareconocerladeoído.Y,porelamordeDios—seterminabarogandoentodoslosavisos—cualquierdatofueraentregadoalas mismas redacciones de los diarios. Pues la mayoría de estas mujeres no teníadomicilioenlaciudadyloquehacíaneravagartodoeldíaporlascallespreguntandoenlascasas,buscandoenlosconventillos,rastreandoenlasquebradasdeloscerrosyen los roqueríos de la playa en donde ya se habían encontrado varios huelguistasmuertos.

En las afueras del diario «La Patria», entre un grupo de personas que esperanamontonadas,OlegarioSantana, sentadoen lavereda, se fumauncigarro trasotro.Esamañana había visto en el diario los avisos de personas buscadas y pensó queaquéllaeralaúnicaformadedarconelparaderodeLiriaMaríayelherramentero.

ebookelo.com-Página143

Page 144: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

Reciénafeitado, concamisaypantalónnuevo,perocon sumismopaletónegro—Yolanda lo había limpiado y le había zurcido la rasgadura de bala a la altura delhombro—,esedíaOlegarioSantanaseatrevióasalirdelburdelpesealosruegosdelaprostituta.«Lopuedenapresaralláafuera,cielito»,lehabíarepetidolamujerdelosojos amarillos, mientras le curaba la herida con permanganato, que en la casa seusabaparacurarlasinfeccionesdelamoryqueeraloúnicoqueteníaamano.

Ahora,mientrasfumaenlaacera,ensimismado,conelcorvobienescondidobajola faja—no lo había perdido en la confusión de lamasacre, sino que se le habíaquedadoenelcuartodelburdel—elcalicherosepreguntasiseráonounabuenaideaponerenelavisoquelaniñabuscadaseparecealamujerdeloscigarrillosYolanda.De pronto, el corazón le da un martillazo en el pecho: por el medio de la calle,caminadohaciaél,vieneIdilioMontanoenpersona.

Los hombres se abrazan emocionados. Atropellándosele las palabras, IdilioMontanoquieresabercómologrósalvarsedelamatanza.OlegarioSantanaasuvez,sin responder nada, le pregunta por LiriaMaría, y si acaso saben lo ocurrido a lamadre y su hijo. IdilioMontano asiente con la cabeza.Que la joven, dentro de sutristeza,ledice,estábien,yqueseencuentranalojadosenlacasadelafamiliaquelesprestabaelbaño, endondehay refugiados seisheridos.«Enesacasayahemosvistomoriradospersonas»,dicecondolidoelherramentero.Ellosestaránahíhastaqueconsiganpasajesenalgúnvaporquelosllevealsur.LiriaMaríaquierevolveraTalca, y él la acompañará. «Allá en su tierra natal —dice todo aturullado IdilioMontano—,siDiosquiere,nospensamoscasar».

OlegarioSantanalepidequelolleveaverla.Enelcamino,eljovenlecuentaqueesatardeenlaplaya,aloíreltruenodelasametralladoras,habíancorridocomolocoshastalaescuela,peroalllegaryaestabatodoconsumado.Elcuadroqueencontraroneradeunhorrorindescriptible.Lospampinossobrevivientesestabansiendoarreadoshacia elhipódromoyenel campode laplaza, enmediodeunbarrialde sangreypirámides demuertos, se hallaba el vicarioRücker y algunosmédicos tratando deasistir a los cientos de heridos que, abandonados como perros por el ejército, semorían retorciéndoseygritandodedolor.Cuandohallaron loscuerposdeGregoriaBecerra y de Juan de Dios, prácticamente tuvieron que arrebatárselos a loscarretoneros que ya habían comenzado a llevarse a los muertos directamente alcementerio.

—Enestosdíasmeheenteradodequeestoscarajosya teníancavadauna fosacomún—leinterrumpeelcalichero.

Idilio Montano prosigue diciéndole que las autoridades hicieron sepultar ayermismoalasdecenasdemuertosquealcanzaronaserrescatadosporlosdeudos.YlecuentaemocionadoqueademásdelamadredeLiriaMaríaydesuhermanoJuandeDios,tambiénsepultaronalcarreteroJoséPintor.

—Loreconocimos justocuandoloestabancargandoenunade lascarretas—ledice—. Y sólo gracias a la intervención del vicario apostólico su cuerpo nos fue

ebookelo.com-Página144

Page 145: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

entregadoporlapolicíadelaseo.—Lascosasdelavida—murmuraOlegarioSantana—.SiJoséPintorsupieraque

uncuraletendiólaúltimamano.—Da la impresióndeque los carretonesmunicipales estabanesperandoenuna

calle próxima—dice roncamente IdilioMontano—. Pues apenas se llevaron a loshuelguistassobrevivientesalhipódromo,hicieronsuentradaalaplazaycomenzaronconel acarreode los cuerposhaciael cementerio, aprovechando la soledadenquequedaronlascalles.

Luego le cuenta que esemismo día, ya de noche, se encontró con uno de losminerosdelaConfederaciónyque,éste,ademásdecontarlelamuertedesuamigoboliviano,ledijotambiéncómohabíanvistomoriraDomingoDomínguez.«Elpobrebarretero debió ser uno de los primeros en ser acarreados a la fosa común», dicecompungido Idilio Montano. Pues al día siguiente, muy de mañana, él había idopersonalmente al hospital en donde, gracias a la intervención de algunos médicosciviles, cerca de cien cuerpos alcanzaron a ser trasladados para que fueranreconocidos por sus familiares, y no encontró por ningún lado el cadáver de donDomingo.

—DomingoDomínguezestávivo—diceOlegarioSantana.AntelasorpresadeIdilioMontano,elcalicheroledicequesuamigoseencuentra

vivitoycoleando,yqueloúnicoquetieneesunpedazomenosdeorejayunpardecostillas rotas por los pisotones de los caballos. Además de haber perdido sudentadurapostiza.«Denuevolefuncionósufamosabuenaestrella»,dicesonriendotristemente Olegario Santana. Y mientras Idilio Montano lo escucha con la bocaabierta,lecuentasobresupropiahuidadelhipódromoaquellanoche,ydecómo,alllegar al burdel de Yolanda se halló con la sorpresa tremenda de ver a su amigosentadoenunacama,conlaspiernasrecogidasymirandoalvacío.Labaladefusilsólolehabíarozadolasienyarrancadolamitaddelaorejaderecha,peroalquedartiradoenelsuelo,sinsentidoyenmediodeungrancharcodesangre,habíahechoque lodieranpormuerto.Loúnicoque recuerda,dice, esque,depronto,despertógritandodedoloral sentirquealguien leestabacortandoeldedodonde llevabasuanillodeoro.Aldarsecuentadequeestabaenunacarretallenadecadáveres,yyatraspasandolaspuertasdelcementerio,porpocosemueredeverdadahímismo.Dicequeelpolicíaqueleestabarebanandoeldedo,nisiquieraseinmutócuandoélvolvióensíysaltódelacarretaysalióhuyendocomoalmaquesellevaeldiablo.Elhijodeputacontinuótranquilamenterevisandoalosdemásmuertos,desvalijándolosdesusbilleteras,relojesyanillos.«Yeso—diceoscuramenteOlegarioSantana—confirmalabulladequemuchoshuelguistasfueronsepultadosvivos».

—Y sabe qué, don Olegario—dice conmocionado el herramentero—, nuestroamigonofueelúnicoensalvarsedeserenterradoenvida.Enlaciudadsecuentadeotrostantosqueescaparondesdeelbordemismodelafosa,encuyofondodicenquevieron un revoltijo pavoroso de cuerpos de hombres, mujeres y niños. Dicen que

ebookelo.com-Página145

Page 146: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

algunosperdieronlarazón.Enlacasa,enunavastahabitacióninterior,sinventanasalacalle,entreheridos

tirados en el piso y otros acomodados sobre bancas, el calichero encuentra aLiriaMaríaabanicandoaunaancianaheridaenelcorazón.Lajovenparececomosumidaenunnebulosolimbodedesamparo.AlvervivoaOlegarioSantana,unallamitadealegríapareceparpadearleenel rostro.Losaludaconunabrazo largo.«Yosé,donOlegario,queustedquería amimadre», ledice enun sollozoentrecortado.Su tezblancaparecetransparentarseporunapalidezdepapeldearroz.OlegarioSantanalaabraza en silencio. Después, en la conversación con los dueños de casa, éstos lecuentan aOlegarioSantanaque ellos no son los únicosquehan albergado a genteherida, que incluso una familia de por ahí a la vuelta tiene escondido a un par demarinerosdela«Esmeralda»quenoquisierondispararydesertaron.Unodeloshijosmayorescomentaquelosmuertossumanmillares.Queuncarretoneroconocidodelafamilia,asegurahaberhechosieteviajesconlacarretallenadecadáveres,yqueeranmás de diez los carretones municipales. Dice que la fosa del cementerio se hizopequeñayhuboqueabrirotradetrásdelhospital.Yqueeranvarioslospolicíasquehabíansidosorprendidossaqueandoalosmuertos,arrancándolesinclusosusdientesde oro. Que al hospital llegaron cerca de doscientos heridos, algunos llevados enbrazosoenangarillasimprovisadasporgentepiadosa,yotrosqueingresaronporsuspropiosmedios. Pero que lamayoríamurió poco después. Así como otros habíanmuertoenlascasasdondebuscaronasilootiradosporahí,alaintemperie.Peroquetambiénhubomuchosmoribundosquesesuicidaronconsuspropioscortaplumas,notanto por no soportar el dolor de sus heridas, sino porque el deseo de vivir se leshabíatrocadoenodioalavidaalverquehabíansidoametralladosporlossoldadosdesupropiapatria.

—Lamuertequemáshadolidoenestacasa fue ladePastorizadelCarmen, laniñitavestidadeVirgen—diceIdilioMontanoconsuexpresiónensombrecida.

—¿Quéocurrióconella?—arrugaelceñoOlegarioSantana—.Yovicuandounamujerlarescatódelamatanza.

—Ella fue una de las personas que murieron aquí—dice el hijo preceptor—.Cuando la trajeron, la pequeña no hablaba y no recibía ni agua ni alimentos. Ytampocodormía.Loúnicoquehacíaeramiraralvacíoconsusojitosnegrosabiertoshastaelpavor.Hastaqueayerporlanochesimplementedejóderespirarysemurió.Así,consusojitosabiertos.Yocreoquenoquisovivirnomás,puesno teníaniunrasguño.HoyenlamañanalaacabamosdesepultarenvueltaensucapitadeVirgenyconsucoronadecartóndorado.

—¿Sabránestoshijosdeperra lamagnituddel crimenquehancometido?—sepreguntatragandosalivaelcalichero.

—EnelClubInglésaúnbrindanconchampañaporeléxitodelajornada—diceIdilioMontano—.Celebranlamasacrecomounavictoriaguerrera.

Después,mientrastomanelté,laseñoradelacasadicequelasautoridadeshan

ebookelo.com-Página146

Page 147: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

dispuestounvaporhaciaelsur,peroquesólodaránpasajesgratuitosalasviudas.Noasíaloshijos,nialoshermanosnialasmadresdeloshuelguistasmuertos.Sóloalasviudas.Queelvicarioapostólicoestáinterviniendoparaqueporlosmenostomenencuenta también a los heridos que quieren volver a sus tierras. Olegario Santana,pensativo,apenaspruebaelté.Mástarde,antesdedespedirse,sellevaalosjóveneshaciaunlado,extraedesdeelforrodesupaletótresfajosdebilletesdelosgrandesyselosalarga.

—Estoesparaqueseembarquenhaciaelsur—lesdice.Losjóveneslomiranincrédulos.—Sonlosahorrosdetodosmisañosenlapampa.Creoqueconestolesalcanza

tambiénparacomprarseunaparcelita.Al ver las lágrimas en los ojos de los jóvenes y sentir la propia emoción

atragantándolo por dentro, el calichero se refugia en una de sus escasas salidas dehumor.

—Ahora ya saben por qué no me quitaba el paletó ni para dormir —dicemostrandosusdientesnicotinosos.

—Peroestedinerosignificaelesfuerzodetodasuvida—lereprochasollozandoLiriaMaría.

—Ustedeslonecesitanmásqueyo—diceOlegarioSantana—.Enrealidadnosépara qué diantres estaba ahorrando tanto, si ya me quedan pocas vueltas en lacarretilla.Además, como diría seguramente la abuela sabihonda del jovencito aquípresente:«Lamortajanollevabolsillos».

Luego de despedirse de LiriaMaría—«Mañana por la tarde subo a la pampajunto aDomingoDomínguez»—, el calichero salehasta la puerta acompañadoporIdilio Montano. Estrechados en un fuerte abrazo, los hombres se despiden parasiempre.Mirándolo firmementea losojos,OlegarioSantana lepidequecuidea laniñaLiria.

—Recuerda, como solía decir su madre, que las talquinas son muy buenasesposas.

IdilioMontanoasienteconlacabeza.Enverdadnosabequédecir.—Además,eresunsuertudoporpartidadoble.—¿Porqué?—preguntacuriosoIdilioMontano.—Porquetequedasconunamujerque,ademásdetalquina,esigualitaaladelos

cigarrillosYolanda,pues,carajo.Contemplando la pampa desde el tren, Olegario Santana piensa en sus amigos

muertos.Yaatardeceenelhorizonteydesde lasventanillasdelcoche, lassombrasalargadasde laspiedras le recuerdan lasmilesdepersonasmarchandoa travésdeldesierto;entreellas,consupañueloenlacabezaysuandaraltivo, leparecever laimagendeGregoriaBecerra,laúnicamujerquepudohaberledadolustreasuvidadeparia.Acurrucadofrenteaél,envejecidohastaparecersupropioespectro,DomingoDomínguez viaja con una expresión ausente en el rostro (el calichero le cubre las

ebookelo.com-Página147

Page 148: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

piernasconunamanta).Juntoconladentadura,suamigohaperdidotodaslasganasdevivir.Pareceunmuertoenvida.Unodelosmilesdemuertosvivientesquedejólamasacre.

Comoesosmismoshombresque ahoraviajan en el coche, que también sehansalvadodemoriryque,igualqueellos,conelrostrocontraídoporlahumillacióndeunarebeldíaenderrota,estánaceptandoeloprobioterribledevolveralaborarparalos mismos que favorecieron la masacre. Como los trenes viajan con guardiasmilitares,losobrerossevancontandoenvozbajaloquecadaunovivióenlaescuela.Algunostuvieronlasuertedenopoderasistiralmitinesatarde.Otros,aquellosquesesalvarondelasbalasyfueronarreadoshastaelhipódromoyluegoembarcadosenlos trenes, cuentan que en la subida de los cerros se fueron tirando del convoy enmarcha,puesloúnicoquequeríaneravolveralaciudadadarsepulturaasusserescaídos.Ylosquesehabíandejadollevarhastalapampa—peroquesedevolvieronaIquique al día siguiente—, dicen que al llegar a las oficinas salitreras los obreroslloraban como niños abrazados a sus familiares. «No queremos ser más chilenos,mamacita linda», gritaban los hombrones. Y con los puños en alto escupían lasmismasblasfemiasymaldicionesqueescupimoslosquecaímosacribilladosaquellatardesangrienta;losqueconelpuchoenlabocaylaincredulidadpataleandoenlosojostuvimosquemorirparasalvarelhonoryelprestigiomoraldelospatrones;losque,enmediodeestertores,expiramosrenegandodeDiosydelapatria,yqueenelfondo de las fosas comunes de ese cementerio en donde fuimos enterrados comoperros—cuyomayordomorecibióunagratificaciónde$300pornopedirlospasesderigorymantenerlabocacerrada—,aúnseguimosrevolcándonosydespotricandoen contra de la hipocresía con que se ha tratado de ocultar al país losmillares demuertosdeesacarniceríaamansalva(«Parallevaralaopiniónpúblicaalterrenodelas impresiones —se atrevió a decir en la Cámara de Diputados el Ministro delInterior—,haninventadounanovelaenquejuegancomoresorteprincipalmontonesde cadáveres»). Sin embargo, los que caímos en la escuela —junto a los quemurieron después a causa de sus heridas, y a los que se fueron muriendo con eltiempo, de pura tristeza—, sabemos bien que, aunque se esgrima toda clase depretextosparanegaro justificar esta aniquilación feroz, y los responsablespasen aconvertirse en héroes patrios, y con el tiempo se llegue a bautizar calles, plazas yregimientosconsusnombres,conelnombredelgeneralasesino—queordenóhacerfuegosintenernadaquereprimir,sóloimpresionadoporelagitardelasbanderasylagriteríadelamuchedumbre—yconelnombredelpresidentecómplicequelopremióenviándolodeagregadomilitar aAlemania—«Hacumplido usted con los deberesinherentesasucargoenformaquehacehonorasucriterioyenergía», leexpresósolemnemente al comunicarle su designación—; que aunque se echemano a todoparaolvidarnos—inclusoa la ignominiade levantarunmonumentoal capitalismosobre la fosa en que descansan nuestros huesos—, sabemos que nuestramuerte noserádeltodoinútil,yquemástardeomástempranoserácantadaycontadaalmundo

ebookelo.com-Página148

Page 149: El novelista logra conciliar la épica social y el ...€¦ · El novelista logra conciliar la épica social y el desarrollo del conflicto colectivo, con las historias privadas de

entero,yelmundoenterosabráqueestamatanzaperpetradaun21dediciembrede1907,enlosrecintosdelaEscuelaSantaMaríadelaciudaddeIquique,fuelamásinfameatrocidadquerecuerdelahistoriadelproletariadouniversal.

Sonlasseisdelamañana.Luegodebeberuntachodetécomoúnicodesayuno—al llegar por la noche a San Lorenzo no había alcanzado a comprar nada—,OlegarioSantanaacercasurostroalacocinayenciendesusegundoYolandadeldía(elprimeroselohafumadoenlacamayaoscuras).Enpuracamiseta,acodadoenlastablasdesnudasdelamesa,esperaaqueclareeeldíafumandoparsimoniosamente,perosinmirareldibujodelacajetilla.Ahoraélesunhombreentero;ahoratieneelrostrodeunamujerdeverdadpararecordarporelrestodesuvida.

Alasseisymedia,yavestidoconsucotonadetrabajoysuspantalonesdediablofuerteencallapadosporloscuatrocostados,secalaelsombrero,secuelgalabotellade aguaalhombroy sale tranqueandohacia la calichera.Afuerayaha amanecido.Apenasdaalgunospasosenlacalle,unruidoconocidolehacevolverlacabeza.Sonlos jotesque,alverlo,hanlevantadoelvueloalunísonodesdeel techodesucasa.OlegarioSantanasedetieneofuscado.Esospajarracosahoraloencarajinancomoeldiantre. Siente deseos de insultarlos, de agarrarlos a pedradas, pero se apacigua.Enciendeentoncessu tercercigarrillodeldía,exhalaelhumoenun torvogestoderesignaciónycontinúasucaminohaciaelcerro.

Arriba,tiznandolaluzdelcielo,losjoteslosiguenplaneandoenlentoscírculossobresucabeza.

ebookelo.com-Página149