EXTENDER LA SEGURIDAD SOCIAL A TODOS...

EXTENDER LA SEGURIDAD SOCIAL A TODOS

Cometido presente y futuro

de las normas de la OIT

en la materialización del

derecho a la seguridad social

Ursula Kulke

Coordinadora de Normas y Legislación,

Departamento de Seguridad Social,

Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra

El derecho a la seguridad social está contemplado en

la Declaración Universal de los Derechos Humanos y

en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales

y Culturales. No obstante, los instrumentos internacionales

de derechos humanos y los mecanismos de control no se han

pronunciado, en su mayoría, en cuanto a su definición.

Dentro de la familia de las Naciones Unidas, se ha delegado

en la OIT el dotar de sustancia a este derecho a través del

Convenio internacional del trabajo no 102. A pesar del

reconocimiento internacional de la influencia positiva

del Convenio como mecanismo que contribuye a pilotar

el desarrollo progresivo de la seguridad social, no se ha

conseguido la obligatoriedad de requisitos mínimos para

una base social. Al examinar si las normas vigentes de

la OIT pueden ayudar a que los Estados hagan realidad

el derecho universal a al menos un paquete básico de

seguridad social, el artículo sugiere la necesidad de que

la OIT desarrolle nuevos mecanismos complementarios,

que podrían también contribuir a la consecución de los

Objetivos de Desarrollo del Milenio y a la reducción global

de la pobreza.

© 2007 Au tor(es) Com pi la ción de los art ícu los © 2007 AISS Re vis ta Inter na cio nal de Se gu ri dad So cial, vol. 60, 2-3/2007

Pu bli ca do por Black well Pu blis hing Ltd, 9600 Gar sing ton Road, Oxford OX4 2DQ, UK y 350 Main Street, Mal den, MA 02148, USA

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La autora manifiesta su agradecimiento a Emmanuelle St.-Pi erre Guilbault, Jurista del De -

partamento de Seguridad So cial de la OIT, en Ginebra, por su in es ti ma ble asistencia enla redacción del presente artículo. Agradece también a Frank Hempel, Experto Jurista del

Departmento de Seguridad So cial de la OIT, en Ginebra, por sus valiosos comentarios.

Con sa grado en ins tru men tos in ter na cio na les fun da men ta les de de re chos

hu ma nos como la De cla ra ción Uni ver sal de los De re chos Hu ma nos

(DUDH)1 y el Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So cia les y Cul -

tu ra les (PIDESC)2, el de re cho a la se gu ri dad so cial ha sido ple na mente re co -

no cido por la co mu ni dad in ter na cio nal como un de re cho hu mano básico.

Como tal, no sólo de bería cons ti tuir una preo cu pa ción de cada uno de los

Esta dos miem bros de ase gu rar su ade cuada apli ca ción den tro de los ter ri to -

rios na cio na les, sino que de bería ser tam bién com pe ten cia de toda la co mu -

ni dad in ter na cio nal la ga rantía de su apli ca ción en todo el mundo. Siendo

uno de los ob je ti vos prin ci pa les de la Orga ni za ción Inter na cio nal del Tra -

bajo (OIT), tal y como se es ta ble ciera en la De cla ra ción de Fi la del fia de 19443

y como se vol viera a rea fir mar en la Con fe ren cia Inter nacional del Tra bajo

(CIT), en 20014, el es ta ble ci miento de sis te mas de se gu ri dad so cial de na tu -

ra leza uni ver sal es consi de rado por la co mu ni dad in ter na cio nal como el

me ca nismo idó neo para la ma te ria li za ción de este de re cho. En la misma

pers pec tiva, la Co mi sión Mun dial sobre la Di men sión So cial de la Glo ba li -

za ción rea firmó, en 2004, la ne ce si dad de una in ten si fi ca ción de la solida -

ridad in ter na cio nal, a efec tos de lo grar avan ces en el de sar rollo de sis te mas

na cio na les de pro tec ción so cial5.

Si bien la se gu ri dad so cial cons tituye un de re cho básico para to dos, las

po bla cio nes de al gu nos paí ses a es cala mun dial aún ca re cen de ac ceso a

unos ni ve les ade cua dos de pro tec ción so cial. En 2003, me nos del 10 por

ciento de la po bla ción de los paí ses más po bres contaba con una pro tec ción

ade cuada gra cias a la se gu ri dad so cial (OIT, 2003b, págs. 10-11). La falta de

co ber tura afecta a los seg men tos más vul ne ra bles de la po bla ción, como las

mu je res y las per so nas de edad avan zada, y tiene gran des re per cu sio nes so -

cia les y econó mi cas. En 2003, la co ber tura en vir tud de los regí me nes obli -

gatorios de se gu ri dad so cial en los paí ses en de sar rollo de ba jos in gre sos,

os ciló entre el 10 y el 25 por ciento de la po bla ción tra ba ja dora y de sus de -

Revista Internacional de Seguridad So cial, vol. 60, 2-3/2007 2007 Autor(es) Compilación de los artículos © 2007 AISS

Derecho a la seguridad so cial: cometido presente y fu turo de las normas de la OIT

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1. Adoptada por la Resolución de la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas 217A (III),de 10 de diciembre de 1948; Artículo 22.

2. Adoptado por la Resolución de la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas 2200A (XXI),

de 16 de diciembre de 1966; Artículo 9.

3. Adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo, en su 26a reunión de 1944; elArtículo III(f) reconoce la «obligación solemne de la Organización Internacional del Trabajo

de fomentar, entre todas las naciones del mundo, programas que permitan ... extender las

medidas de seguridad social para garantizar ingresos básicos a quienes los necesiten y prestarasistencia médica completa».

4. Véase «Resolución y conclusiones relativas a la seguridad social» (Conferencia Interna -

cional del Trabajo, 89a reunión, 2001), en OIT, 2002.

5. A este respecto, la Comisión declaró también que la seguridad social básica es un derechohumano reconocido y también una responsabilidad global (OIT, 2004, pág. 121).

pen dien tes6. Al en con trarse las pres ta cio nes vin cu la das, en ge ne ral, a las

cotizaciones, las personas que no cotizan a regímenes obligatorios, carecen

del derecho a percibirlas.

Si bien la mayoría de los paí ses de sar rol la dos han te nido éxito en la

puesta en mar cha de sis te mas in te gra les de se gu ri dad so cial, existe una ne -

ce si dad apre miante de que esos sis te mas se es ta blez can en los paí ses en de -

sar rollo, por cuanto cons ti tuyen una im por tante her ra mienta para la eli mi -

na ción de di ver sas for mas de in se gu ri dad que aún se dan en esos paí ses.

De bería se ña larse, a este res pecto, que la se gu ri dad so cial se consi dera no

sólo como un me dio fun da men tal para la crea ción de una co he sión so cial,

acre cen tando la in clu sión polí tica y de sar rol lando la de mo cra cia, sino tam -

bién como una her ra mienta im por tante para la pre ven ción y el ali vio de la

po breza, me diante, entre otras co sas, la me jora de la pro duc ti vi dad7. Así las

co sas, ya no puede cues tio narse que la se gu ri dad so cial, en conjun ción con

una eco nomía en cre ci miento y unas polí ti cas ac ti vas de mer cado de tra -

bajo, cons ti tuya un ins tru mento para un de sar rollo so cial y econó mico sos -

te nible8.

Si bien pre vén el de re cho a la se gu ri dad so cial, los ins tru men tos in ter na -

cio na les ge ne ra les de de re chos hu ma nos y los me ca nis mos de con trol no se

han pro nun ciado, en su mayoría, en cuanto a la de fi ni ción de este de re cho y

a su conte nido es pecí fico. En au sen cia de tal de fi ni ción, se ha de le gado en la

OIT, en su ca li dad de or ga nismo de las Na cio nes Uni das res pon sable de la

pro mo ción de las nor mas del tra bajo, el es ta ble ci miento de los pará me tros y

de las dis po si cio nes sus tan ti vas del de re cho a la se gu ri dad so cial. Al res -

pecto, los conve nios de la OIT sobre se gu ri dad so cial han cons ti tuido, desde

su adop ción, la prin ci pal re fe ren cia en cuanto al conte nido y a los com po -

nen tes de tal de re cho. Más es pecí fi ca mente, el Con ve nio sobre se gu ri dad

so cial (norma mínima), no 102, adop tado en 1952, y aún consi de rado como

el conve nio más em blemá tico de to dos los conve nios de se gu ri dad so cial de

la OIT, ha de sem pe ñado un pa pel do mi nante en la de fi ni ción de sus pará -

me tros. Si bien se lo ha re co no cido en los últi mos años como un ins tru mento

ac tua li zado y como una her ra mienta va liosa para la exten sión de la se gu ri -

dad so cial9, la ido nei dad del Con ve nio no 102 para res pon der a los nue vos

re tos que afron tan los paí ses en de sar rollo en un mundo glo ba li zado, es

en la ac tua li dad ob jeto de cues tio na miento. En este contexto, se plan tea el


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6. En África Subsahariana y en el Sur de Asia, por ejemplo, la cobertura per sonal obligatoria se

estimó en el 5 al 10 por ciento de la población trabajadora, en 2003, e incluso se observó su

descenso en algunos casos. Véase OIT, 2003b, págs. 32 y 54.

7. «Resolución y conclusiones relativas a la seguridad social», en OIT, 2002.

8. Ibid.

9. Ibid.

in ter ro gante de si es aún el ins tru mento más ade cuado para ga ran ti zar la

co ber tura uni ver sal en todo el mundo, o si re que riría ser com ple men tado

por un nuevo ins tru mento más idó neo para la conse cu ción de este ob je -

tivo.

En conso nan cia con la Re so lu ción y con clu sio nes de la Con fe ren cia Inter -

na cio nal del Tra bajo re la ti vas al de re cho a la se gu ri dad so cial10, y de confor -

mi dad con el man dato de la OIT de pro mo ver la ex ten sión de la co ber tura

de la se gu ri dad so cial a to dos aquel los que la ne ce si ten11, el pre sente ar -

tículo ana li zará si el de re cho a la se gu ri dad so cial, tal y como se es ta blece

en los ins tru men tos in ter na cio na les de de re chos hu ma nos, puede po nerse

en mar cha sa tis fac to ria mente, me diante la apli ca ción de las nor mas de se -

gu ri dad so cial vi gen tes de la OIT. Se pro pondrán tam bién me dios para su

me jora, a tra vés de la adop ción de un nuevo ins tru mento que com ple mente

el Con ve nio no 102, con un ob je tivo de ex ten sión de la co ber tura de la se gu -

ri dad so cial a aquel los paí ses y po bla cio nes ne ce si ta dos de pro tec ción. Se

sigue un en foque de se gu ri dad so cial ba sado en los de re chos, al consi de -

rarse de gran tras cen den cia que cual quier de ci sión fu tura en tér mi nos de

polí ti cas en la ma te ria se sus tente en sóli dos prin ci pios le ga les.

Visión general del derecho básicoa la seguridad social

Instrumentos internacionales y regionalesque contienen el derecho a la seguridad social

Desde la pers pec tiva del de re cho in ter na cio nal, el re co no ci miento del de re -

cho a la se gu ri dad so cial se ha ido de sar rol lando me diante unos ins tru men -

tos uni ver sal mente ne go cia dos y acep ta dos que es ta ble cen la se gu ri dad

social como un de re cho so cial fun da men tal al que tiene de re cho todo ser

hu mano. El de re cho a la se gu ri dad so cial está, así, consa grado en di ver sos

ins tru men tos le ga les adop ta dos por las Na cio nes Uni das, que in cluyen la

De cla ra ción Uni ver sal de los De re chos Hu ma nos12, el Pacto Inter na cio nal

de De re chos Econó mi cos, So cia les y Cul tu ra les13, la Con ven ción sobre la

eli mi na ción de to das las for mas de dis cri mi na ción con tra la mu jer14, la Con -



136

10. La Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) es el órgano legislativo de la OIT.

11. Declaración de Filadelfia, Artículo III(f).

12. Artículos 22 y 25.

13. Adoptado por la Resolución de la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas 2200A (XXI),

de 16 de diciembre de 1966; Artículos 9, 10(2) y 10(3).

14. Adoptada por la Resolución de la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas 34/180, de18 de diciembre de 1979; Artículos 11(1)(e), 11(2)(b) y 14(2).

ven ción sobre los De re chos del Niño15, la Con ven ción Inter na cio nal sobre la

Eli mi na ción de To das las For mas de Dis cri mi na ción Ra cial16, la Con ven ción

Inter na cio nal sobre la Pro tec ción de los De re chos de to dos los Tra ba ja do res

Mi gran tes y sus Fa mi lias17, y la Con ven ción sobre los De re chos de las Per -

sonas con Dis ca pa ci da des18.

De los ins tru men tos men cio na dos, son dos los que tie nen una gran si gni -

fi ca ción, por cons ti tuir ins tru men tos fun da men ta les de de re chos hu ma nos

que tra tan ex pre sa mente del de re cho a la se gu ri dad so cial. En pri mer lu gar,

la De cla ra ción Uni ver sal de De re chos Hu ma nos dis pone, en su Artículo 22,

que

Toda per sona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social,

y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida

cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los

derechos económicos, sociales y culturales, indis pen sa bles a su dignidad y al

libre desarrollo de su personalidad.

y en su Artículo 25, que

1) Toda per sona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así

como a su familia, la salud y el bienestar, y en espe cial la alimentación, el vestido,

la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asi mis -

mo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez,

vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por cir cunstancias

independientes de su voluntad.

y que

2) La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.

Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a

igual protección social.

En se gundo lu gar, el Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So cia les

y Cul tu ra les es ti pula, en su Artículo 9, que

Los Estados par tes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda per sona a la

seguridad social, incluso al seguro social.

Si bien la DUDH fue di se ñada por 58 Esta dos, el PIDESC fue es ta ble cido

con la con tri bu ción de 122 Esta dos, mu chos de los cua les sur gie ron de los

pro ce sos de des co lo ni za ción; los de re chos consa gra dos en el mismo nunca




137

15. Adoptada por la Resolución de la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas 44/25,

de 20 de noviembre de 1989; Artículos 26, 27(1), 27(2) y 27(4).

16. Adoptada por la Resolución de la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas 2106 (XX),de 21 de diciembre de 1965; Artículo 5(e)(iv).

17. Adoptada por la Asamblea Gen eral de la Naciones Unidas en su Resolución 45/158,

de 18 de diciembre de 1990; Artículos 27 y 54.

18. Adoptada por la Asamblea Gen eral de las Naciones Unidas en su Resolución A/RES/61/106, de 13 de diciembre de 2006.

hab ían sido pues tos en tela de jui cio. Sin em bargo, el de re cho a la se gu ri dad

so cial, tal y como pre vén ta les ins tru men tos, ha sido de jado abierto para su

de fi ni ción, por cuanto no contiene este último nin guna dis po si ción es pecí -

fica sobre el contenido nor ma tivo de este de re cho19.

El re co no ci miento del cará cter fun da men tal de la se gu ri dad so cial tam -

bién está pre sente en el ámbito regional en

• la Carta So cial Eu ro pea20;

• el Tra tado de Amster dam21;

• los ins tru men tos re gio na les de sar rol la dos en Amé rica La tina22 y Africa;

(que, sin em bargo, sólo cu bren la asis ten cia mé dica)23;

• los pla nes de ac ción re gio na les y las re co men da cio nes en ma te ria de polí -

ti cas para Africa24.



138

19. La amplia formulación del Artículo 25 de la DUDH sugiere que el contenido del derecho ala seguridad social fue dejado para una nueva definición.

20. El Artículo 12 de la Carta Social Europea del Consejo de Europa, de 1961, estipula lo

siguiente: «Para garantizar el ejercicio efectivo al derecho a la Seguridad Social, las par tescontratantes se comprometen: 1. A establecer o mantener un régimen de Seguridad Social; 2. A

mantener el régimen de Seguridad Social en un nivel satisfactorio, equivalente, por lo menos,

al exigido para la ratificación del Convenio Internacional del Trabajo (no 102) sobre normasmínimas de Seguridad Social; 3. A esforzarse por elevar progresivamente el nivel del régimen

de Seguridad Social».

21. De conformidad con el Preámbulo del Tratado, la Unión Europea confirma su «adhesión alos derechos sociales fundamentales» (Artículos 136, 137, párrafo. 1(c), (d), Tratado que esta -

blece la Unión Europea (texto consolidado): Diario Oficial de las Comunidades Europeas, C325,

24 de diciembre de 2002).

22. De conformidad con el Artículo 9 del protocolo de San Sal va dor: «1. Toda per sona tiene

derecho a la seguridad social que la proteja con tra las consecuencias de la vejez y de la

incapacidad que la imposibilite física o mentalmente para obtener los medios para llevar unavida digna y decorosa. En caso de muerte del beneficiario, las prestaciones de seguridad social

serán aplicadas a sus dependientes. 2. Cuando se trate de per so nas que se encuentran traba -

jando, el derecho a la seguridad social cubrirá al menos la atención médica y el subsidio ojubilación en casos de accidentes de trabajo o de enfermedad profesional y, cuando se trate de

mujeres, licencia retribuida por maternidad antes y después del parto» (Protocolo Adicional a

la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos,Sociales y Culturales, Protocolo de San Sal va dor, 17 de noviembre de 1988:

http://www.cidh.oas.org/Basicos/basic5.htm).

23. Con arreglo al Artículo 16 de la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pue -blos: «1. Todo individuo tendrá derecho a disfrutar del mejor estado físico y men tal posible.

2. Los Estados firmantes de la presente Carta tomarán las medidas necesarias para proteger la

salud de su pueblo y asegurarse de que reciben asistencia médica cuando estén enfermos»(aprobada el 27 de julio de 1981, durante la XXVIII Asamblea de los Jefes de Estado y de la

Organización de la Unidad Africana, Nai robi, Kenya).

24. Véase el Llamado para la Acción Living stone, adoptado en la Conferencia Interguber -namental sobre Protección social (21-23 de marzo de 2006), en la que se reunieron repre -

sentantes de 13 países africanos, el Brasil, los socios para el desarrollo, los organismos de las

Naciones Unidas y las Organizaciones No Gubernamentales. La Conferencia, solicitó, interalia, el establecimiento de regímenes de seguridad social para todos y la protección social para

Desde una pers pec tiva na cio nal, se de bería to mar nota de que el de re cho

a la se gu ri dad so cial ha sido consa grado como un de re cho cons ti tu cio nal en

va rios paí ses, in clui dos Ale ma nia y el Bra sil.

La OIT y la seguridad social

Man dato de la OIT en el ámbito de la segu ri dad social. Las pers pec ti vas

uni ver sal, regio nal y nacio nal sólo refle jan lo que se ha desar rol lado y pro -

mo vido den tro de la pro pia OIT. Con arre glo al man dato puesto de relieve

en su Cons ti tu ción de 1919, la OIT ha conce dido consi de rable impor tan cia a

las cues tio nes de segu ri dad social de cará cter conti nuo. De hecho, el Preám -

bulo de la Cons ti tu ción de la OIT esta blece que el man dato de la Orga ni za -

ción es mejo rar las condi cio nes de tra bajo, entre otras cosas, mediante la

«lucha con tra el desem pleo,... pro tec ción del tra ba ja dor con tra las enfer -

medades,... y con tra los acci den tes del tra bajo,... pen sio nes de vejez y de

inva li dez». Este man dato, rea fir mado en la Decla ración de Fila del fia en

194425, que fue incor po rado a la Constitu ción de la OIT, reco noce la «obli ga -

ción solemne de la Orga ni za ción Inter na cio nal del Tra bajo» de fomen tar,

entre todas las nacio nes del mundo, pro gra mas que per mi tan «exten der las

medi das de segu ri dad social para garan ti zar ingre sos bási cos a quie nes los

nece si ten y pres tar asis ten cia médica com pleta»26 así como «pro te ger a la

infan cia y a la mater ni dad». Déca das más tarde, en la Con fe ren cia Inter na -

cio nal del Tra bajo de 2001, los man dan tes de la OIT rea fir ma ron el papel de

la segu ri dad social como un dere cho humano fun da men tal27.

Defi ni ción de segu ri dad social. Desde la pers pec tiva de la OIT, la segu ri dad

social puede defi nirse como

la protección que proporciona la sociedad a sus miembros mediante una serie de

medidas públicas para: compensar la inexistencia o una reducción rad i cal, de los

ingresos del trabajo a causa de diferentes eventualidades (en par tic u lar, enfer -

medad, maternidad, accidentes del trabajo, desempleo, invalidez, vejez y muerte

del sostén de la familia); proporcionar asistencia médica; y facilitar prestaciones a

las familias con hijos» (OIT, 2000, pág. 32).




139

los más vulnerables como un derecho básico de conformidad con la Declaración Uni ver sal de

los Derechos Humanos y otras convenciones de derechos humanos (véase Unión Africana,2006).

25. Tal y como se indicó antes, en Filadelfia, el 10 de mayo de 1944, la CIT adoptó, en su

26a reunión, la Declaración relativa a los fines y objetivos de la Organización Internacional delTrabajo.

26. «Conclusiones relativas a la seguridad social», párrafo 1, en OIT, 2002.


Si bien la li te ra tura sobre el tema está di vi dida en el tema de la in clu sión de

la asis ten cia so cial en el de re cho a la se gu ri dad so cial, tal y como está consa -

grado en los ins tru men tos in ter na cio na les de de re chos hu ma nos, en vir tud

del Artículo 9 del Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So cia les

y Cul tu ra les, y de los Artícu los 22 y 25 de la De cla ra ción Uni ver sal de los

De re chos Hu ma nos, surge con cla ri dad que la se gu ri dad so cial, como se de -

fine en el marco de la OIT, incluye la asis ten cia so cial. Este en foque se ve

fortalecido por la for mu la ción de la Re co men da ción sobre la se gu ri dad de

los me dios de vida, 1944, (no 67) y de la Re co men da ción sobre la asis ten cia

mé dica, 1944, (no 69), adop ta das por la Con fe ren cia Inter na cio nal del Tra -

bajo. Además, los re qui si tos del Con ve nio sobre la se gu ri dad so cial (norma

mínima), 1952, (no 102) —que cons tituye la pie dra an gu lar de la ac ti vi dad

nor ma tiva en el ámbito de la se gu ri dad so cial—, van in cues tio na ble mente

en esa di rec ción.

En pri mer lu gar, las dis po si cio nes del Con ve nio que de ter mi nan los re -

qui si tos de co ber tura en vir tud de las di ver sas ra mas de la se gu ri dad so cial,

de le gan en los Esta dos que lo ra ti fi can la po si bi li dad de otor gar pres ta cio -

nes tras la ocur ren cia de la mayoría de las contin gen cias, con ex clu sión de

las pres ta cio nes de ac ci den tes del tra bajo y de en fer me da des pro fe sio na les,

y de ma ter ni dad, a to dos los re si den tes cuyos me dios, du rante la contin -

gencia, no su pe ren un de ter mi nado ni vel.

Además, el Artí culo 71 del Con ve nio, deja abierta la op ción de que los

gas tos en con cepto de las presta ciones conce di das en vir tud del Con ve nio y

los gas tos de su ad mi nis tra ción, sean fi nan cia dos co lec ti va mente me diante

im pues tos. Otro in di cio de que la asis ten cia so cial forma parte de la se gu ri -

dad so cial, está dado por el he cho de que, desde la adop ción del Con ve nio

no 102, en 1952, va rios Esta dos hubiesen op tado por la apli ca cións de unos

sis te mas que consis ten en una com bi na ción de se gu ri dad so cial (Rie del,

2007, pág. 25).

El re co no ci miento de la asis ten cia so cial como parte de la se gu ri dad so -

cial por la Con fe ren cia Inter na cio nal del Tra bajo puede tam bién in fe rirse de

su Re so lu ción y con clu sio nes re la ti vas a la se gu ri dad so cial, de 2001, a las

que se ha he cho re fe ren cia, cuando los pro gra mas es pecí fi cos de asis ten cia

so cial son iden ti fi ca dos como uno de los po si bles me dios para aco me ter la

in tro duc ción de la se gu ri dad so cial a los gru pos ex clui dos, y así, como com -

po nente de las es tra te gias na cio na les para tra ba jar por una se gu ri dad so cial

para to dos («Con clu sio nes», párrafo 16, en OIT, 2002).

Acti vi da des nor ma ti vas de segu ri dad social de la OIT. La exten sión de la

segu ri dad social forma parte de una estra te gia más amplia de la OIT que se

dirige a pro mo ver la jus ti cia social en todo el mundo mediante el sumi nis tro



140

de un «tra bajo decente para todos»28. Uno de los prin ci pa les medios de

acción para hacer rea li dad este dere cho humano básico, es la ins tau ra ción

de unas nor mas inter na cio na les de tra bajo apli ca bles. El reco no ci miento

de la comu ni dad inter na cio nal de que la jus ti cia social debe ser abor dada

colec ti va mente y no sólo en lo que res pecta a las rela cio nes entre los Esta -

dos, se encuen tra en el fun da mento de las acti vi da des nor ma ti vas de la OIT.

Las nor mas adop tan la forma de Con ve nios o de Reco men da cio nes y

cubren áreas rela cio na das con los obje ti vos de la OIT. Los Con ve nios se

conci ben de cara a su rati fi ca ción. De ahí que, al rati fi car un Con ve nio, un

Estado miem bro de la OIT quede sujeto a unas obli ga cio nes inter na cio na les

jurí di ca mente vin cu lan tes. Si bien las Reco men da cio nes no están abier tas a

la rati fi ca ción, éstas espe ci fi can direc tri ces gene ra les o téc ni cas y a menudo

com ple men tan los Con ve nios cor res pon dien tes. En conse cuen cia, las nor -

mas act úan como unas direc tri ces sus ten ta das glo bal mente para las polí ti -

cas socia les nacio na les. Cuando son ratificadas, impiden también que los

países sufran retrocesos o pierdan lo que ya han conseguido (Kulke y Lopez

Morales, 2007, pág. 91). Una re vi sión de casi nueve dé ca das de ac ti vi da des

nor ma ti vas de la OIT en el ter reno de la se gu ri dad so cial pone de ma ni fiesto

que, hist órica y con cep tual mente, las nor mas sobre se gu ri dad so cial pue -

den di vi dirse en tres gru pos di fe ren tes que cor res pon den a los di ver sos en -

fo ques de la se gu ri dad so cial. De he cho, es po sible ha blar de generaciones

de normas sobre seguridad social.

La pri mera ge ne ra ción de nor mas cor res ponde a los ins tru men tos adop -

ta dos desde la crea ción de la OIT hasta el fi nal de la Se gunda Guerra Mun -

dial. La mayoría de es tas nor mas contem pla el se guro so cial como me dio

para su apli ca ción. Su ob je tivo es el es ta ble ci miento de unos sis te mas de se -

guro so cial obli ga to rios para una rama es pecí fica y la co ber tura de los prin -

ci pa les sec to res de ac ti vi dad y de las prin ci pa les ca te gor ías de tra ba ja do res.

Las pri me ras nor mas adop ta das abar can las áreas que pa re cen ser las más

ur gen tes y las más idó neas para las ac cio nes in ter na cio na les en el momento

de su adop ción (ma ter ni dad29, ac ci den tes del tra bajo y en fer me da des pro fe -

sio na les30, en fer me dad31, etc.).




141

28. Para más informaciones, véase el siguiente sitio web de la OIT:

http://www.ilo.org/pub lic/span ish/decent.htm.

29. Convenio sobre la protección de la maternidad, 1919 (no 3).

30. Convenio sobre la indemnización por accidentes del trabajo (agricultura), 1921 (no 12);Convenio sobre la indemnización por accidentes del trabajo), 1925 (no 17); Convenio sobre las

enfermedades profesionales, 1925 (no 18); y Convenio sobre la igualdad de trato (accidentes del

trabajo, 1925 (no 19).

31. Convenio sobre el seguro de enfermedad, 1927 (no 24); y Convenio sobre el seguro deenfermedad (agricultura), 1927 (no 25).

La se gunda ge ne ra ción de nor mas cor res ponde a la época de la se gu ri -

dad so cial. Por ra zo nes ob vias, entre 1940 y 1945, no se adoptó ningún Con -

ve nio de la OIT. Empero, fue ron és tos unos años de in tensa crea ción en el

ámbito de la se gu ri dad so cial mo derna, tanto en el plano doc tri nal como en

el nor ma tivo de la OIT, con la conse cuen cia de que las ac ti vi da des adop ta -

ron una concep ción más glo bal y am plia de la se gu ri dad so cial. La idea era

uni fi car y co or di nar los di ver sos regí me nes de pro tec ción en un único sis -

tema de se gu ri dad so cial que cu briera to das las contin gen cias y que ex ten -

diera la co ber tura de la se gu ri dad so cial a to dos los tra ba ja do res. Dos Re co -

men da cio nes im por tan tes adop ta das en 1944, ex pu sie ron esta nueva

concep ción: la Re co men da ción sobre los me dios de vida, 1944, (no 67) y la

Re co men da ción sobre la asis ten cia mé dica, 1944, (no 69). Estas Re co men da -

cio nes des pe ja ron el ca mino para la adop ción del Con ve nio sobre se gu ri dad

so cial (norma mínima), 1952, (no 102), que fue el pri mer hito de la se gu ri dad

so cial.

La ter cera ge ne ra ción de nor mas cor res ponde a los ins tru men tos adop ta -

dos des pués del Con ve nio no 102. Están conce bi das en base al mo delo de ese

Con ve nio, aunque ofre ciendo un ni vel más ele vado de pro tec ción en tér mi -

nos de po bla ción cu bierta y de ni vel de pres ta cio nes. Además, re vi san las

nor mas de pri mera ge ne ra ción.

Desde la crea ción de la OIT, la CIT ha adop tado 31 Con ve nios y 23 Re co -

men da cio nes sobre se gu ri dad so cial. El pri mer Con ve nio Inter na cio nal de

Tra bajo sobre se gu ri dad so cial (pro tec ción de la ma ter ni dad)32 fue adop -

tado en la pri mera reu nión de la CIT, en 1919, mien tras que el Con ve nio más

re ciente sobre se gu ri dad so cial fue adop tada en 200033 y re visó las nor mas

an te rio res sobre la protección de la maternidad.

En 2002, el Con sejo de Admi nis tra ción de la OIT confir maba ocho de

estos 31 Con ve nios como Con ve nios de se gu ri dad so cial ac tua li za dos34.



142



34. A saber: Convenio sobre la seguridad social (norma mínima), 1952 (no 102); Conveniosobre la igualdad de trato (seguridad social), 1962 (no 118); Convenio sobre las prestaciones en

caso de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, 1964 (no 121); Convenio sobre las

prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes, 1967 (no 128); Convenio sobre asistenciamédica y prestaciones monetarias de enfermedad, 1969 (no 130); Convenio sobre la conser -

vación de los derechos en materia de seguridad social, 1982 (no 157); Convenio sobre el

fomento del empleo y la protección con tra el desempleo, 1988 (no 168); Convenio sobre la pro -tección de la maternidad, 2000 (no 183).

El Convenio no 102 y su impacto

Principales características del Convenio no 102

De es tos ocho Con ve nios de se gu ri dad so cial ac tua li za dos, el tra tado

«buque in si gnia» es el Con ve nio no 102. Es el único ins tru mento que es ta -

blece nor mas míni mas para las nueve ra mas de la se gu ri dad so cial, a sa ber,

asis ten cia mé dica, pres ta ción de en fer me dad, pres ta ción de de sem pleo,

pres ta ción de ve jez, pres ta ción de ac ci den tes del tra bajo y en fer me da des

pro fe sio na les, pres ta cio nes fa mi lia res, pres ta ción de ma ter ni dad, pres ta -

ción de in va li dez y pres ta ción de so bre vi vien tes.

Puesto que cada país de bería te ner la fa cul tad dis cre cio nal de de ter mi nar

la me jor ma nera de ga ran ti zar la se gu ri dad del in greso, re flejá ndose, así, en

sus elec cio nes, sus va lo res so cia les y cul tu ra les, su his to ria, sus ins ti tu cio nes

y su ni vel de de sar rollo econó mico, el Con ve nio no 102 fija una serie de ob je -

ti vos o de nor mas ba sa dos en prin ci pios acor da dos en conjunto, lo que cons -

tituye un mínimo so cial mente acep table para to dos los Esta dos miem bros.

Los ob je ti vos míni mos se es ta ble cen res pecto de

• un por cen taje mínimo de la po bla ción pro te gida, en caso de ocur ren cia

de una de las conten gen cias;

• un ni vel mínimo de pres ta cio nes que han de pa garse en caso de ocur ren -

cia de una de las contin gen cias;

• las condi cio nes para el de re cho a las pres ta cio nes pres cri tas y los per ío -

dos para el mismo;

• el ajuste pe rió dico de las pen sio nes.

Estos ob je ti vos míni mos pue den al can zarse apli cando los si guien tes

prin ci pios consa gra dos en el Con ve nio:

• la ga rantía de pres ta cio nes de fi ni das;

• la par ti ci pa ción de los em plea do res y de los tra ba ja do res en la ad mi nis -

tra ción de los regí me nes;

• la res pon sa bi li dad ge ne ral del Estado en el de bido otor ga miento de las

pres ta cio nes y en la ad mi nis tra ción ade cuada de las instituciones;

• la fi nan cia ción co lec tiva de las pres ta cio nes, me diante las co ti za cio nes al

se guro o los impuestos.

El Con ve nio no pres cribe cómo al can zar los men cio na dos ob je ti vos, pero

deja una cierta flexi bi li dad al cri te rio de los Esta dos miem bros. Ta les ob je ti -

vos pue den lograrse a través de

• regí me nes uni ver sa les,

• regí me nes de se guro so cial con com po nen tes re la cio na dos con las ga nan -

cias o de suma fija, o de am bos, o

• regí me nes de asis ten cia so cial.




143

Además, el Con ve nio no re quiere que los Esta dos ra ti fi can tes acep ten las

nueve ra mas de la se gu ri dad so cial com pren di das en el Con ve nio; de las

nueve, se les per mite la acep ta ción de un mínimo de tres. Si bien la elec ción

de es tas tres ra mas es com pe ten cia de los Esta dos, una de las tres ra mas ra ti -

fi ca das debe in cluir una contin gen cia de larga du ra ción o el de sem pleo. Al

per mi tir que los Esta dos acep ten las obli ga cio nes para al me nos tres ra mas,

y no para las nueve ra mas, y al es tar au to ri za dos a cu brir sólo a una parte

de ter mi nada de la po bla ción, el Con ve nio pres cribe cier tos re qui si tos míni -

mos que los Esta dos ra ti fi can tes han de ob ser var, en tanto que se di rige, al

mismo tiempo, a la ma te ria li za ción gra dual de una pro tec ción más integral

(Kulke y Lopez Morales, 2007, pág. 94).

Impacto en los países desarrollados

Con oca sión del 50 ani ver sa rio del Con ve nio no 102, en 2003, la Co mi sión de

Exper tos en Apli ca ción de Con ve nios y Re co men da cio nes35 des tacó que

este Con ve nio había ejer cido una no table in fluen cia en el de sar rollo de la se -

gu ri dad so cial en la mayoría de las re gio nes del mundo, con lo cual se consi -

deró que en car naba una de fi ni ción in ter na cio nal mente acep tada del pro pio

prin ci pio de se gu ri dad so cial.

• Hasta hoy, 42 paí ses han ra ti fi cado el Con ve nio no 102, ha biendo in cor -

po rado sus dis po si cio nes en sus sis te mas le ga les in ter nos y, en mu chos

casos, en su práctica na cio nal. Se su pone que un número mayor de paí ses lo

hu bie ran ra ti fi cado, de ha ber sido me jor pro mo vido en el ámbito na cio nal.

• Los regí me nes de se gu ri dad so cial que com pren den las nueve ra mas del

Con ve nio no 102 exis ten en casi to dos los paí ses in dus tria li za dos.

• La mayoría de los regí me nes de se gu ri dad so cial de Amé rica La tina,

cuyos orí ge nes se re mon tan a la época del se guro so cial, se vie ron su ma -

mente in flui dos por las nor mas in ter na cio na les del tra bajo y, en par ti cu lar,

por el Con ve nio no 102.

• El Con ve nio no 102 sir vió de mo delo para la adop ción, en 1964, del

Código Eu ro peo de Se gu ri dad So cial, bajo los aus pi cios del Con sejo de Eu -

ropa, que se apoyó, para su for mu la ción, en la par ti ci pa ción de la Ofi cina

Inter na cio nal del Tra bajo.

• La Carta Eu ro pea de Se gu ri dad So cial dis pone que las par tes con tra tan -

tes de ben man te ner un ni vel de pro tec ción «al me nos igual a la re que rida

para su ra ti fi ca ción por el Con ve nio Inter na cio nal del Tra bajo no 102 re la -

tivo a la norma mínima de la se gu ri dad so cial» (art ículo 12).



144

35. Comisión independiente que forma parte de la maquinaria de con trol responsable de lasupervisión de la aplicación de las normas de la OIT en el ámbito nacional.

Impacto en los países en desarrollo

Si bien el Con ve nio no 102 y las nor mas de ter cera ge ne ra ción han dado

prue bas de un gran éxito a la hora de ha cer rea li dad el de re cho a la se gu ri -

dad so cial en los paí ses in dus tria li za dos, puede ex traerse una con clu sión

di fe rente en el caso de los paí ses en de sar rollo36. El Con ve nio no 102, que

cons tituye un mínimo que han de cum plir los Esta dos miem bros de la OIT,

pone de ma ni fiesto una me nor re le van cia en es tos paí ses. De los 42 paí ses

que hasta la fe cha han ra ti fi cado el Con ve nio no 102, sólo 12 son conside -

rados paí ses en de sar rollo. En África, sólo cinco paí ses lo han ra ti fi cado

(Repú blica De mocr ática del Congo, Ja ma hi riya Árabe Li bia, Mau ri ta nia,

Níger y Se ne gal) y se han plan teado in ter ro gan tes acerca del cum pli miento

efec tivo de los re qui si tos del Con ve nio en al me nos dos ca sos.

• Al igual que acon te ciera con otros Con ve nios de se gu ri dad so cial, las dis -

po si cio nes del Con ve nio no 102 se han for mu lado con mi ras a per mi tir que

los Esta dos ra ti fi can tes lle guen a po ner en práctica pro gre si va mente el de -

re cho a la se gu ri dad so cial, tanto en tér mi nos de per so nas pro te gi das como

de contin gen cias cu bier tas, con ar re glo a sus regí me nes na cio na les de se gu -

ri dad so cial. En este sen tido, se debe su brayar, en pri mer tér mino, que los

re qui si tos del Con ve nio no 102 res pecto de la co ber tura per so nal, están ale -

ja dos del mínimo exi gido para al can zar una base so cial que conduzca a la

plena ma te ria li za ción del de re cho a la se gu ri dad so cial. Al re que rirse a los

Esta dos miem bros que pre vean la pro tec ción de al gu nos por cen ta jes de

fran jas de la po bla ción (es de cir, gru pos pres cri tos de em plea dos, seg men -

tos pres cri tos de la po bla ción econó mi ca mente ac tiva —in clui dos sus

cónyu ges e hi jos— que cons ti tuyen un de ter mi nado por cen taje de la po bla -

ción, o to dos los re si den tes, con ar re glo a una ve ri fi ca ción de re cur sos) por

cada contin gen cia acep tada, el Con ve nio no 102 no im pone la obli ga ción de

brin dar una co ber tura uni ver sal. A este res pecto, la co ber tura de la po bla -

ción puede ser de un mínimo del 50 por ciento de los em plea dos de la eco -

nomía for mal (que cons ti tuyen una pe queña mi noría en mu chos de esos

paí ses) o sólo de un mínimo del 20 por ciento de los re si den tes. Incluso si

apunta a la conse cu ción del ni vel más ele vado de co ber tura de la po bla ción,

el Con ve nio no 102 no obliga real mente a los paí ses a la pro se cu ción de la

cobertura uni ver sal. Además, se lo ha cues tio nado por su efecto po ten cial -

mente dis cri mi na to rio, por cuanto se re fiere sólo a un mo delo de sos tén de

fa mi lia mas cu lino y no prevé, por tanto, unos de re chos de se gu ri dad so cial

pro pios de la mu jer (Véase Van Lan gen donck, 2007; La marche, 2002).




145

36. Sin embargo, se debería observar que, los países en desarrollo también han logrado lacobertura total de la seguridad social, al menos en el caso de algunas contingencias.

• Además, el Con ve nio no 102 no re quiere una co ber tura de la gama to tal

de pres ta cio nes. Así, los paí ses que contem plan las pres ta cio nes de ma ter ni -

dad, de ac ci den tes del tra bajo y en fer me da des pro fe sio na les, y de res pon sa -

bi li da des fa mi lia res, ya cum plen los re qui si tos míni mos para la ra ti fi ca ción.

A este res pecto, no brinda una orien ta ción sobre cómo de ber ían los paí ses

dar prio ri dad a las pres ta cio nes cuando és tos pu die sen per mi tirse la co ber -

tura de toda la gama y, me diante esta cláu sula de flexi bi li dad, pu die sen

impedir la puesta en práctica de las pres ta cio nes más apre mian tes ne ce sa -

rias para ga ran ti zar en la práctica la conce sión de la base so cial.

• Además, los ni ve les de las pres ta cio nes que pres cribe el Con ve nio (por

ejem plo, el 40 por ciento del sa la rio an te rior o un por cen taje equi va lente del

sa la rio de un tra ba ja dor or di na rio de sexo mas cu lino, en el caso de las pen -

sio nes de ve jez), podr ían ac tuar en rea li dad como un ele mento di sua so rio

para los paí ses en de sar rollo con un es pa cio fis cal li mi tado.

En re su men, el Con ve nio no aporta un concepto nor ma tivo am plia mente

acep tado de un mo delo de de sar rollo de la se gu ri dad so cial en un contexto

de país en de sar rollo. Sin em bargo, sí pro por ciona ob je ti vos a largo plazo en

cuanto a los ni ve les de pro tec ción que han de al can zarse en cada país. La co -

mu ni dad in ter na cio nal aún tiene que de sar rol lar una am plia orien ta ción

res pecto de cómo los sis te mas de se gu ri dad so cial han de de sar rol larse en

paralelo al de sar rollo económico.

En este sen tido, la baja tasa de ra ti fi ca ción de los Con ve nios de se gu ri dad

so cial, es pe cial mente en lo que atañe a los paí ses en de sar rollo, cons tituye

un in di ca dor de su falta de efi cien cia en ga ran ti zar la apli ca ción efec tiva de

este de re cho básico en todo el mundo y de su falta de per ti nen cia con ar re -

glo a unas cir cuns tan cias na cio na les que di fie ren de los mo de los que

contem plan. Algu nas de las prin ci pa les ca rac terí sti cas de los Con ve nios de

se gu ri dad so cial de la OIT y, más es pecí fi ca mente, del Con ve nio no 102, se

en cuen tran en el ori gen de su falta de ido nei dad para ga ran ti zar la apli ca -

ción de una base so cial, como se dis cu tirá más en de talle a conti nua ción.

Aplicación del derecho a la seguridad social

El papel general de la OIT

Es am plio el re co no ci miento del tra bajo que la OIT ha rea li zado en el te -

rreno de la se gu ri dad so cial y las nor mas que ha de sar rol lado en este sen -

tido «si guen siendo la fuente más im por tante de in ter pre ta ción y de defi -

nición del de re cho a la se gu ri dad so cial» (La marche, 2002). A tra vés de sus

ac ti vi da des nor ma ti vas, del tra bajo de sus órga nos de con trol y del su mi nis -

tro de asis ten cia téc nica a los Esta dos miem bros, la OIT ha con tri buido,



146

desde su crea ción, en gran me dida, a la apli ca ción de ese de re cho en la

práctica y a la pro mo ción de su puesta en práctica a es cala mun dial, asu -

miendo, a este res pecto, un pa pel de li de razgo. Esto se ha he cho, más pre ci -

sa mente, pre viendo en sus ins tru men tos el conte nido nor ma tivo de ese de -

re cho y es ta ble ciendo me ca nis mos de una puesta en práctica pro gre siva

condu cente a su plena con cre ción. Además, la su per vi sión del cum pli -

miento de las obli ga cio nes de los Esta dos en vir tud de los Con ve nios de se -

gu ri dad so cial por parte de la Co mi sión de Exper tos en Apli ca ción de Con -

ve nios y Re co men da cio nes37, ha con tri buido a que los Estados estén más

cerca de la consecución de ese derecho en el ámbito nacional.

Es tam bién con un ob je tivo de for ta le ci miento de la apli ca ción del de re -

cho a la se gu ri dad so cial que se lle van a cabo las ac ti vi da des de asis ten cia

téc nica de la OIT. En esta pers pec tiva, la OIT se ha com pro me tido en la pro -

mo ción de unas polí ti cas que están de confor mi dad con las nor mas de se gu -

ri dad so cial y en la rea li za ción de sus ac ti vi da des de asis ten cia y de co o pe -

ra ción técnica en base a esas normas.

De confor mi dad con su man dato, la OIT ha sido lla mada en los últi mos

años a pro mo ver la ex ten sión de la se gu ri dad so cial, me diante el de sar rollo

de nue vas ini cia ti vas, y a em pren der ac cio nes con cre tas de cara a la pro se -

cu ción de ese ob je tivo. Tal y como se men cio nara an tes, la OIT había man te -

nido, en 2001, una dis cu sión ge ne ral sobre la se gu ri dad so cial, que condujo

a la adop ción de una re so lu ción y de unas con clu sio nes sobre se gu ri dad so -

cial que sir vie ran de base para las fu tu ras ac tua cio nes de la OIT en este

ámbito. Al des ta car, en pri mer lu gar, que las ac ti vi da des de la OIT en ma te -

ria de se gu ri dad so cial de ber ían ba sarse en la De cla ra ción de Fi la del fia, en

el concepto de Tra bajo De cente y en las nor mas de la OIT sobre se gu ri dad

so cial per ti nen tes, la CIT re co no ció la ne ce si dad de la ex ten sión de la co ber -

tura de la se gu ri dad so cial a las per so nas ex clui das. En esa pers pec tiva, pro -

puso va rios me dios para las ac cio nes de la OIT, in cluido el lan za miento de

una gran cam paña de pro mo ción de la ex ten sión de la co ber tura; un lla ma -

miento a los go bier nos a que conce die ran una mayor prio ri dad a la cues tión

de la se gu ri dad so cial y a que ofre cie ran asis ten cia téc nica; y un ase so ra -

miento a los go bier nos y a los in ter lo cu to res so cia les (es de cir, em plea do res

y sin di ca tos) sobre la for mu la ción de es tra te gias na cio na les de se gu ri dad

so cial38.

En lo que concierne a las ac ti vi da des de co o pe ra ción téc nica lle va das a

cabo por la OIT en el ámbito de la se gu ri dad so cial, en las con clu sio nes de la

CIT se re co mendó que se in cluyera una am plia va rie dad de me di das, como




147

37. Para una explicación pormenorizada de las actividades de la Comisión, véase la nota 35.


«la ex ten sión y la me jora de la co ber tura de la se gu ri dad so cial; el de sar rollo

de mé to dos in no va do res en el ámbito de la se gu ri dad so cial para ayu dar a

las per so nas a pa sar de la eco nomía in for mal a la eco nomía for mal; la me -

jora de la go ber nanza, la fi nan cia ción y la ad mi nis tra ción de los regí me nes

de se gu ri dad so cial; el apoyo a los in ter lo cu to res so cia les y su for ma ción

para que pue dan par ti ci par en el de sar rollo de polí ti casy en los órga nos bi -

par ti tos o tri par ti tos de go bierno de las ins ti tu cio nes de la se gu ri dad so cial

de modo efi caz; la me jora y la adap ta ción de los sis te mas de se gu ri dad so -

cial en res puesta a las condi cio nes so cia les, de mogr áfi cas y econó mi cas

cam bian tes; y la crea ción de me dios para eli mi nar la dis cri mi na ción de he -

cho en la se gu ri dad so cial»39.

En tér mi nos más ge ne ra les, la Co mi sión Mun dial sobre la Di men sión So -

cial de la Glo ba li za ción, in vi taba a la OIT, en su Informe de 2004, «a desa -

rrollar nue vos ins tru men tos y mé to dos que pue dan pro mo ver la co he ren cia

entre los ob je ti vos econó mi cos y so cia les en la eco nomía glo bal, en coor -

dinación con otras or ga ni za cio nes del sis tema mul ti la te ral» (OIT, 2004,

pág. 127).

Relación entrelos Convenios de seguridad social de la OIT

y los instrumentos internacionalesde derechos humanos

Como parte de la am plia fa mi lia de de re chos hu ma nos, los de re chos o las

nor mas la bo ra les in ter na cio na les, tal y como se consa gran en los Con ve nios

de la OIT, están en tre la za dos con otros de re chos hu ma nos de las Na cio nes

Uni das, a tra vés de su pro pia na tu ra leza y de sus pro pios ob je ti vos. La co he -

ren cia entre los dos conjun tos de ins tru men tos que com par ten un mismo

rango en la je rar quía de fuen tes de la le gis la ción in ter na cio nal, debe es tar,

así, ga ran ti zada en las ac ti vi da des nor ma ti vas de las Na cio nes Uni das y de

la OIT, y en la su per vi sión de su apli ca ción por los órga nos de con trol com -

pe ten tes. Como se men cio nara an tes, el de re cho a la se gu ri dad so cial está

es ti pu lado en térmi nos ge ne ra les en el Artículo 9 del Pacto Inter na cio nal de

De re chos, Econó mi cos, So cia les y Cul tu ra les, mien tras que el Con ve nio

no 102 y otros Con ve nios es pecí fi cos de la OIT sobre se gu ri dad so cial, es ta -

ble cen nor mas in ter na cio na les de se gu ri dad so cial y brin dan una orien ta -

ción para la apli ca ción de ta les nor mas de modo por me no ri zado. De este

modo, se ha consi de rado siempre que de sem pe ñan un pa pel fun da men tal

al do tar al de re cho a la se gu ri dad so cial de un conte nido sus tan tivo, tal y



148


como está consa grado en el Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos,

So cia les y Cul tu ra les. En vista de la au sen cia de una clara de fi ni ción del de -

re cho a la se gu ri dad so cial en los ins tru men tos de de re chos hu manos in ter -

na cio na les y re gio na les40, las nor mas de la OIT han sido consi de ra das, en

conse cuen cia, como la prin ci pal re fe ren cia para la in ter pre ta ción y la de fi ni -

ción de este de re cho. Te niendo esto en cuenta, puede de cirse que la re la ción

entre esos dos conjun tos de ins tru mentos ha sido de com ple men ta rie dad41.

Obligaciones que se derivan de los instrumentosde derechos humanos internacionales y regionales

A efec tos de de ter mi nar el conte nido nor ma tivo del de re cho a la se gu ri dad

so cial, es per ti nente exa mi nar, en pri mer tér mino, el ni vel de pro tec ción re -

que rido le gal mente de los Esta dos miem bros de la OIT y de los Esta dos par -

tes en el Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So cia les y Cul tu ra les,

para el cum pli miento de sus obli ga cio nes internacionales a este respecto.

El re curso a los ins tru men tos le ga les in ter na cio na les y a las di rec tri ces

que los acom pa ñan, así como a la ju ris pru den cia de sus órga nos de con trol,

puede re ve larse de uti li dad en la de ter mi na ción de los cri te rios que podr ían

em plearse para me dir el al cance de las obli ga cio nes que se de ri van de esos

ins tru men tos y, por tanto, el ni vel de pro tec ción que un Estado de bería brin -

dar de ma nera in me diata o progresiva.

De he cho, los de re chos otor ga dos en vir tud de los ins tru men tos de de re -

chos hu ma nos, pue den di vi dirse en dos gran des ca te gor ías, en fun ción de la

na tu ra leza de la obli ga ción legal que generen:

• una obli ga ción de conducta, o

• una obli ga ción de re sul tado.

Cuando se trata de de re chos econó mi cos como el de re cho a la se gu ri dad

so cial, las obli ga cio nes de conducta re quie ren ac cio nes ra zo na ble mente cal -

cu ladas para ha cer rea li dad el goce de un de re cho par ti cu lar, en tanto que

las obli ga cio nes de re sul tado re quie ren que los Esta dos al can cen me tas es -

pecí fi cas para dar cum pli miento a una norma de tal lada y sus tan tiva42.




149

40. La excepción a esto está representada por la Carta Social Europea, Artículo 12, párrafo 2:véase la nota 20.

41. Para un análisis más amplio de las relaciones entre los convenios de la OIT y el Pacto

Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, véase Siebbel, 2003.

42. Esta distinción ha sido establecida y reconocida en las Directrices de Maastricht sobreViolaciones de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, párrafo 7, adoptadas por un

grupo de más de 30 expertos en el ámbito de los derechos económicos y culturales, en virtud

del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Maastricht, 22-26 deenero de 1997.

Te niendo en cuenta las no ta bles di fe ren cias en el de sar rollo econó mico

de los Esta dos y los pro ble mas a que ha cen frente mu chos de el los —por

ejem plo, un bajo ni vel del PIB per cápita y un ele vado ni vel de po breza, res -

tric cio nes fi nan cie ras por causa de un ele vado ni vel de deuda ex terna— el

Artículo 2, párrafo 1, del Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So -

cia les y Cul tu ra les, se cen tra en la obli ga ción de los Esta dos par tes de lo grar

de modo pro gre sivo la ma te ria li za ción de los de re chos confe rida por el

Pacto (Co o mans, 1995, pág. 18). Sin em bargo, los Esta dos no pue den ha cer

uso de las dis po si cio nes re la ti vas al «lo gro pro gre sivo»del Artículo 2 del

Pacto, como pre texto para el in cum pli miento. Según el Co mité de De re chos

Econó mi cos, So cia les y Cul tu ra les, órgano res pon sable de la su per vi sión de

la apli ca ción del pacto en la le gis la ción y en la práctica na cio na les, esta obli -

ga ción es doble. Por una parte, per mite a los Esta dos unos gra dos de flexi bi -

li dad en el modo en que apli can las dis po si cio nes del Pacto. Por otra, im -

pone una obli ga ción es tricta de una ma te ria li za ción pro gre siva de los de re -

chos res pec ti vos. Sobre esta base, el pacto re quiere que los Esta dos ha gan

rea li dad los de re chos ma te ria les con la mayor ra pi dez y efi cien cia po si bles.

Además, cada Estado parte en el Pacto, tiene la obli ga ción básica de ga ran ti -

zar un ni vel mínimo de goce de cada de re cho. Es de cir, que cada de re cho

posee una de ter mi nada parte cen tral mínima sin la cual este de re cho ca rece

de si gni fi cado (Co o mans, 1995, pág. 18). No existe aún una clara de fi ni ción

de los tér mi nos «conte nido cen tral» (Co o mans, 1995, pág. 19). Empero, de

confor mi dad con el Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So cia les y

Cul tu tra les, el conte nido cen tral mínimo de cada de re cho cons tituye una

base por de bajo de la cual no de bería per mi tirse que las condi cio nes caye ran

en ningún Estado parte43. En conse cuen cia, la Co mi sión consi dera como

vio la ción del pacto el in cum pli miento por parte de un Estado de «la obli ga -

ción cen tral mínima para ga ran ti zar la sa tis fac ción de, al me nos, los ni ve les

esen cia les mínimos de cada uno de los de re chos»44.

De bido a la tras cen den cia que tiene la se gu ri dad so cial para la di gni dad

hu mana y para el re co no ci miento le gal de este de re cho por los Esta dos par -

tes, de bería darse la prio ri dad que cor res pon diera a su con cre ción, en la le -

gis la ción y en las polí ti cas, aunque ello com por tara im pli ca cio nes fi nan cie -

ras si gni fi ca ti vas para los Esta dos par tes. Te niendo esto en cuenta, la OIT

re co noce que los Esta dos par tes de ber ían asi gnar unos re cur sos fis ca les y de

otro tipo que fue sen los ade cua dos en el plano na cio nal y, de ser ne ce sa rio,

recabar la cooperación internacional y la asistencia técnica.



150

43. Documento Naciones Unidas E/C.12/1993/11, párrafo 5.

44. Párrafo 9, Directrices de Maastricht.

Obli ga ción de resul tado: una «base social». A la luz de lo ante rior, existe,

para la Ofi cina Inter na cio nal del Tra bajo, una base social mínima que un

Estado tiene que apor tar inme dia ta mente a sus habi tan tes, a efec tos de

cum plir con los requi si tos inter na cio na les (Véase Cichon y Hage me jer,

2007). Esto cons tituye una obli ga ción de resul tado enca mi nada a garan ti zar

el conte nido cen tral mínimo del dere cho a la segu ri dad social. Esta base

social mínima no es nego ciable y debería cubrir las nece si da des bási cas de

la pro tec ción social. Además, esto no debería cues tio narse desde una pers -

pec tiva econó mica. Por otra parte, la apli ca ción de esta base social no

debería apla zarse. Más bien, todos los Esta dos habrán de darle efecto inme -

diato, inde pen dien te mente de su desar rollo econó mico o social. Este punto

de vista se ve confir mado por la juris pru den cia en desar rollo del Comité

de Dere chos Econó mi cos, Socia les y Cul tu ra les, según la cual la esca sez de

recur sos no libera a los Esta dos de deter mi na das obli ga cio nes míni mas

respecto de la apli ca ción del dere cho a la seguridad social (Cichon y Hage -

mejer, 2007).

En re la ción con es tos de re chos, cabría pre gun tarse de qué ma nera podría

iden ti fi carse esta base so cial. Los re sul ta dos de la en cuesta de la OIT en

torno a la se gu ri dad so cial, lle vada a cabo en 1949, que iba a ser vir de base

para la adop ción del Con ve nio no 102, in di ca ron que la gama de contin gen -

cias cu bier tas en los paí ses que in tro du je ron la se gu ri dad so cial en aquella

época, se había cen trado en contin gen cias es pecí fi cas. Tur quía, por ejem plo,

em pezó otor gando sólo pres ta cio nes de ac ci den tes del tra bajo y en fer me da -

des pro fe sio na les, y de ma ter ni dad, mien tras que Gua te mala y la India

com bi na ron am bas pres ta cio nes con la de asis ten cia mé dica (Véase Ci chon

y Ha ge me jer, 2007).

A la hora de de ter mi nar hoy en día la base so cial, de ben te nerse en cuenta

los pa tro nes cam bian tes en el mundo del tra bajo, donde el cre ciente de sem -

pleo, la in for ma li za ción del em pleo y otras for mas de in se gu ri dad la bo ral,

así como de ex clu sión so cial, son fac to res im por tan tes. No se ma te ria lizó

la consi de ra ción sur gida des pués de la Se gunda Guerra Mun dial, según la

cual, el em pleo re mu ne rado era pre do mi nante y se uti li zaba, de este modo,

como el mo delo en base al cual se conci bie ron los regí me nes de se gu ri dad

so cial. Como conse cuen cia, sólo el 20 por ciento de la po bla ción mun dial se

be ne fi cia de una ade cuada co ber tura de pro tec ción so cial (Pal et al., 2005).

Por ejem plo, la co ber tura de la pro tec ción de la ve jez en África Sub sa ha -

riana es me nor del 10 por ciento de la fuerza del tra bajo (Pal et al., 2005).

A la luz de lo an te rior, y a la hora de la de ter mi na ción de la base so cial

que aplica el de re cho a la se gu ri dad so cial para to dos, de berá consi de rarse

el cam bio fun da men tal que se ha dado en re la ción con el ob je tivo pri ma rio

de la se gu ri dad so cial, un ob je tivo que se aleja de una me dida de sus ti tu ción




151

del in greso, para conver tirse en una her ra mienta in dis pen sable para la

reducción de la pobreza.

A este res pecto, es im por tante apro ve char los vas tos co no ci mien tos ad -

qui ri dos por la OIT, gra cias al su mi nis tro de asis ten cia téc nica a los Esta dos

miem bros. Al acer carse la OIT a la práctica de los Esta dos, es tas ac ti vi da des

le han per mi tido iden ti fi car aquel las prio ri da des que los Esta dos están dis -

pues tos a abor dar in me dia ta mente y que podr ían cons ti tuir, por tanto, una

pro tec ción mínima cen tral, o una base so cial. En este sen tido, la ex pe rien cia

práctica de la OIT pone de ma ni fiesto que en la ac tua li dad la apor ta ción de

un ac ceso a la asis ten cia mé dica básica uni ver sal y a unas pres ta cio nes fa mi -

lia res que in cen ti ven a los ni ños a asis tir a la escuela, es la prioridad que en

materia de seguridad social tienen los países.

En su in forme de 2004, la Co mi sión Mun dial sobre la Di men sión So cial

de la Glo ba li za ción re co noce el de sar rollo de una base so cioe conó mica para

to dos sus ciu da da nos como com po nente de ci sivo de cual quier es tra te gia

orien tada a re du cir la po breza, e iden ti fica los ele men tos que de ber ían for -

mar parte de esa base. Re salta asi mismo que «Debe acep tarse un ni vel mí -

nimo in dis cu tible de pro tec ción so cial como parte de la base so cioe conó -

mica de la eco nomía glo bal» (OIT, 2004, pág. 122). Al re sal tar la de bi li dad y

la au sen cia de re cur sos ade cua dos de los sis te mas y de las ins ti tu cio nes de

pro tec ción so cial en la mayoría de los paí ses en de sar rollo, la Co mi sión res -

palda la opi nión de que las in se gu ri da des que se aso cian con la glo ba li za -

ción en esos paí ses «no ha cen sino rea fir mar la ne ce si dad de dar prio ri dad a

la am plia ción de los sub si dios de de sem pleo, los com ple men tos de in greso,

las pensio nes y los sis te mas sa ni ta rios» (OIT, 2004, pág. 71). La Co mi sión

puso tam bién el acento en la ne ce si dad de unos bue nos sis te mas de pro tec -

ción so cial que ga ran ti cen la dis tri bu ción justa de los be ne fi cios de la glo ba -

li za ción den tro de los paí ses y pre ve nir la ex clu sión so cial (OIT, 2004,

pág. 71). Además, la Co mi sión re co noce que los ob je ti vos fun da men ta les de

de sar rollo so cial para el mi le nio, cons ti tuyen «los re qui si tos míni mos para

conse guir un mundo de cente» y unos ci mien tos para «un en ten di miento

común de la base so cioe conó mica» (OIT, 2004, pág. 118). La pro tec ción so -

cial con tribuye di rec ta mente a los Obje ti vos de Desar rollo para el Mi le nio

(ODM) 4, 5 y 6, a sa ber, la re duc ción de la mor ta li dad in fan til, la me jora de la

sa lud ma terna y la er ra di ca ción del VIH/SIDA, del pa lu dismo y de otras en -

fer me da des45. De ahí que esto for ta lezca la opi nión de que de ber ían in -

cluirse, en el paquete social básico, la asistencia médica universal, las asi g -



152

45. Los ODM se basan en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas de 2000. Los ocho

objetivos, desde reducir a la mitad la extrema pobreza, hasta detener la propagación delVIH/SIDA, todos ellos, habrán de alcanzarse en 2015 (véase OIT, 2003a).

na cio nes familiares universales y la protección de la maternidad para todas

las mujeres trabajadoras durante el embarazo, el parto y la lactancia.

En vista de la ve lo ci dad con que en ve je cen las po bla cio nes de los paí ses

en de sar rollo y de la en deble si tua ción econó mica de las per so nas de más

edad, se de ben en con trar me dios efi ca ces para ex ten der la pro tec ción so cial

en la ve jez por me dio de la ins tau ra ción de regí me nes de pen sio nes míni -

mas. Sobre es tos fun da men tos, se re co noce que las pen sio nes bási cas uni -

ver sa les, en caso de que se pro du jera una in ca pa ci dad para el tra bajo en

razón de una dis ca pa ci dad, de la edad avan zada o del fal le ci miento del sos -

tén de la fa mi lia, de ber ían tam bién abor darse en pri mer lu gar, puesto que

cons ti tuyen prioridades (OIT, 2003b, págs. 36-37).

Así, según la OIT, de bería ga ran ti zarse el conte nido cen tral del de re cho a

la se gu ri dad so cial, a tra vés de los si guien tes ele men tos bási cos (OIT, 2006,

p. 34):

• La conse cu ción del ac ceso a la asis ten cia mé dica básica, me diante unos

sis te mas plu ra lis tas que consis ten en com po nen tes públi cos fi nan cia dos

con cargo a los im pues tos, en com po nen tes de se guro so cial y pri vado, y en

com po nen tes ba sa dos en la co mu ni dad, vin cu la dos a un sólido sis tema

central.

• La puesta en mar cha de un sis tema de pres ta cio nes fa mi lia res que per -

mita que los ni ños asis tan a la escuela.

• El es ta ble ci miento de un sis tema de pro gra mas es pecí fi cos de trans fe ren -

cias bási cas en metá lico de asis ten cia so cial, aso ciado con pro gra mas de

obras públi cas y polí ti cas si mi la res de mer cado la bo ral (como los pro gra -

mas de pago en metá lico por tra bajo), que con tri buyan a su pe rar la ex trema

po breza de aquel los que están en condi cio nes de tra ba jar.

• El de sar rollo de un sis tema de pen sio nes bási cas uni ver sa les para la

vejez, la in va li dez y los so bre vi vien tes que apoye de he cho a to das la

familias:

Esta base so cial de bería pro por cio narse a tra vés de sis te mas na cio na les

de se gu ri dad so cial para toda la so cie dad y no me diante un sis tema in de -

pen diente para las eco nom ías for mal e in for mal. Tal régimen tiene que ser

• flexible, para adap tarse a las cir cuns tan cias na cio na les, y

• pro gre sivo, es de cir, que debe per mi tir una cons ti tu ción gra dual de sis te -

mas más in te gra les, a me dida que las so cie da des vayan madurando.

La puesta en práctica de una base so cial cons ti tuiría, además, una ade -

cuada res puesta al Lla mado para la Acción Li ving stone, adop tado por los

de le ga dos de va rios paí ses afri ca nos que re co no cie ron el pa pel fun da men -

tal y di recto de sem pe ñado por las trans fe ren cias so cia les en la re duc ción de

la po breza y de las de si gual da des, y en la pro mo ción del cre ci miento, be ne -

fi ciando, por tanto, a to das las co mu ni da des (Unión Africana, 2006).




153

Obli ga ción de conducta: plena con cre ción del «dere cho a la segu ri dad

social». El segundo grupo de dere chos, vin cu lado con una obli ga ción de

conducta, com prende impor tan tes dere chos econó mi cos y socia les que, al

ser inter na cio nal mente acep ta dos, pue den alcan zarse de manera pro gre -

siva, según el nivel de desar rollo de los Esta dos miem bros. Una vez puesta

en mar cha la base social, los Esta dos ten drían luego la obli ga ción de con -

ducta para ir más allá —cons truir la base siguiente— en la con cre ción del

dere cho a la segu ri dad social. Por consi guiente, se reque riría que mostra -

ran las medi das adop ta das con miras a la exten sión del mínimo funda -

mental, o la base social, y al sumi nis tro de una segu ri dad social exten dida y

mejorada.

Desde la pers pec tiva de la OIT, la plena con cre ción del de re cho a la se gu -

ri dad so cial incluye el ac ceso de to dos a las nueve ra mas de la se gu ri dad so -

cial, tal y como dis pone el Con ve nio no 102. Las pres ta cio nes míni mas de -

berán ga ran ti zarse cuando se pro duz can los ries gos de la se gu ri dad so cial.

De berán di se ñarse de modo tal que apor ten una vida de cente.

¿Pueden las normas de seguridad socialde la OIT vigentes garantizar la materialización

del derecho a la seguridad social?

Instru mento para ga ran ti zar la base so cial. Siendo la OIT el or ga nismo

especializado de las Na cio nes Uni das con com pe ten cia en la apli ca ción del

de re cho a la se gu ri dad so cial, de bería contar con ins tru men tos le ga les que

asis tie ran a sus Esta dos miem bros en la cris ta li za ción de este de re cho.

Como se in di cara an tes, el Con ve nio no 102 no pa rece cons ti tuir el ins tru -

mento más idó neo para la conse cu ción de la co ber tura uni ver sal a es cala

mun dial, me diante el otor ga miento de pres ta cio nes bási cas a to das las po -

bla cio nes de los Esta dos. Al res pecto, puede con cluirse que se re quiere un

nuevo ins tru mento para ayu dar a los paí ses a al can zar este ob je tivo. Es de

suma im por tan cia que este nuevo ins tru mento sirva de her ra mienta para la

crea ción de unos sis te mas na cio na les de se gu ri dad so cial que pue dan brin -

dar la base so cial. En conse cuen cia, el nuevo ins tru mento de bería di se ñarse

de modo que en glo bara el pa quete de pres ta cio nes bási cas. De bería asi -

mismo abar car los prin ci pios de la se gu ri dad so cial en los que se basa el

Con ve nio no 102, con el fin de ga ran ti zar que es tos prin ci pios se en cuen tren

in cor po ra dos en to dos los sis te mas de se gu ri dad so cial es ta ble ci dos con

este cará cter. De ahí que este nuevo ins tru mento de biera (véase tam bién

Kulke et al., 2007, pág. 26):

• ba sarse en de re chos y va lo res;

• sus ten tarse en prue bas y orien tarse a re sul ta dos;



154

• pro mo ver la in te gra li dad, uni ver sa li dad, su fi cien cia, ido nei dad y sos te -

ni bi li dad;

• pro mo ver la so li da ri dad na cio nal e in ter na cio nal;

• in sis tir en la im por tan cia del diá logo so cial y na cio nal;

• confir mar el pa pel cen tral y la res pon sa bi li dad del Estado, acep tando,

al mismo tiempo, un plu ra lismo sis té mico y una di vi sión de responsabili -

dades;

• pro mo ver la buena go ber nanza;

• res pe tar las cir cuns tan cias na cio na les;

• pro mo ver el res peto de la igual dad;

• pro mo ver el res peto de los de re chos de pro ce di miento.

Instru mento para la con cre ción pro gre siva del dere cho a la segu ri dad

social. Si bien el bajo número de rati fi ca cio nes del Con ve nio n° 102 se plan -

tea a menudo como un argu mento que apunta a la obso les cen cia y a la ine fi -

ca cia de este ins tru mento, debería tenerse en mente que ha ser vido y que

aún sirve como modelo para el diseño y el esta ble ci miento de los sis te mas

de segu ri dad social de muchos paí ses que aún no lo han rati fi cado. Al res -

pecto, algu nos paí ses de ingre sos medios han mani fes tado en los últi mos

años un cre ciente inte rés en el Con ve nio no 102 (por ejem plo, Argen tina,

Bra sil, Bul ga ria, Jor da nia, Mon go lia, Repú blica de Corea) y en algu nos

casos, esto ya se tra dujo en su rati ficación (por ejem plo, Alba nia, en 2006;

Polo nia, en 2003; Ser bia, en 2000). Además, debería obser varse que el Con -

ve nio no 102 ha sido rati fi cado por la mayoría de los paí ses de la OCDE,

todos los cua les cuen tan con unos sis te mas de segu ri dad social bien desa -

rrollados para todas sus pobla cio nes, otor gando un nivel de pres ta cio nes

que va más allá de la base social.

Sobre es tos fun da men tos, debe con cluirse que el Con ve nio no 102 es la

her ra mienta idó nea para la apli ca ción pro gre siva en la práctica del de re cho

a la se gu ri dad so cial. Esta con clu sión se sus tenta en las re co men da cio nes

del Co mité de De re chos Econó mi cos, So cia les y Cul tu ra les, or ga nismo de

las Na cio nes Uni das con com pe ten cia en la vi gi lan cia de la apli ca ción de las

obli ga cio nes de los Esta dos con ar re glo al Pacto Inter na cio nal de De re chos

Econó mi cos, So cia les y Cul tu ra les. En años re cien tes, en un número cre -

ciente de ca sos de apli ca ción del de re cho a la se gu ri dad so cial en paí ses de

in gre sos me dios, la Co mi sión ha ve nido re co men dando la ra ti fi ca ción del

Con ve nio no 102, como una etapa ne ce sa ria ha cia la plena ma te ria li za ción

del de re cho a la se gu ri dad so cial, al tiempo que no se han efec tuado ta les re -

co men da cio nes en re fe ren cia a los paí ses de ba jos in gre sos. En este sen tido,

se cree que la OIT de bería de sem pe ñar un pa pel proac tivo en la pro mo ción

de la ra ti fi ca ción del Con ve nio no 102.




155

Conclusiones: una seguridad social para el siglo XXI

En vir tud de la le gis la ción in ter na cio nal, los Esta dos tie nen la obli ga ción de

po ner en práctica el de re cho a la se gu ri dad so cial. Junto con los Artícu los 22

y 25 de la De cla ra ción Uni ver sal de los De re chos Hu ma nos y con el Ar -

tículo 9 del Pacto Inter na cio nal de De re chos Econó mi cos, So cia les y Cultu -

rales, el Con ve nio no 102 forma parte de un conjunto de prin ci pios in ter na -

cio nal mente acep ta dos para una polí tica glo bal que se di rige al su mi nis tro

de un ni vel ade cuado de se gu ri dad so cial para to dos. Dando se gui miento a

las Con clu sio nes de la Con fe ren cia Inter na cio nal del Tra bajo de 2001, la OIT

ha re no vado el man dato para pro se guir el doble ob je tivo de plena co ber tura

de la po bla ción y de co ber tura de to dos los ries gos. Los cálcu los de la OIT

han puesto de ma ni fiesto que prácti ca mente to dos los paí ses pue den per mi -

tirse algún ni vel de pro tec ción so cial. Exis ten so bra das prue bas de que la

pro tec ción so cial es el me dio más di recto para com ba tir y pre ve nir la po -

breza.

Sin em bargo, sigue exis tiendo un vacío le gal a la hora de la puesta en

práctica de la base so cial. En re la ción con esto, de bería te nerse en mente que

la OIT siempre ha sido, desde su crea ción en 1919, la pre cur sora en el cum -

pli miento del de re cho a la se gu ri dad so cial, a tra vés de la ela bo ra ción y de la

adop ción de nor mas in ter na cio na les de se gu ri dad so cial. En las últi mas dé -

ca das, la OIT pa rece ha ber sido me nos proac tiva en este ter reno. Es, por

tanto, un buen mo mento para que la Orga ni za ción vuelva a su po si ción de

li de razgo, a tra vés de la adop ción de un nuevo ins tru mento que com ple -

mente el Con ve nio no 102, que ga ran ti zaría la ins tau ra ción de la base so cial.

Este nuevo ins tru mento de bería pro mo ver la co ber tura uni ver sal, me diante

un conjunto de fi nido de pres ta cio nes bási cas y la obli ga ción de ele var el ni -

vel de pro tec ción, en conso nan cia con el de sar rollo econó mico. Esto podría

si gni fi car, además, una gran con tri bu ción de la OIT al lo gro de los ODM y a

la re duc ción de la po breza más allá de 2015 y, al mismo tiempo, una con tri -

bu ción tan gible a la crea ción de la di men sión so cial de la glo ba li za ción. Se

ha dado ini cio, en años re cien tes, a una re flexión en torno a este asunto. Esa

re flexión conti nuará.

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EXTENDER LA SEGURIDAD SOCIAL A TODOS...

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