Factores de ciudad en la violencia urbana
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FACTORES DE CIUDAD EN LA
VIOLENCIA URBANA
DAVID CORTEZ GODOY
URBANISMO III
DICIEMBRE, 2013
RESUMEN
La ciudad es un espacio donde se desenvuelven múltiples acciones sociales, como también -y
producto del roce entre estas- conductas de violencia urbana. En este sentido, el presente artículo
propone y analiza diversos factores propios de la ciudad, encauzándolos en dos acepciones: Ciudad
Política y Ciudad Semántica. Esto para entender de una forma más completa el fenómeno de
violencia urbana tanto en sus causas, desarrollo y en sus consecuencias.
ABSTRACT
The city is a place where multiple social actions are developed, as well –and product of the friction
between these actions- conducts of urban violence. In this sense, this article proposes and analyzes a
variety of factors specific of the city, channeling them on two acceptations: Political City and
Semantic City. This for understand thoroughly the phenomenon of urban violence both in their
causes, development, and consequences.
PALABRAS CLAVE
Factores de Violencia Urbana
KEYWORDS
Urban Violence Factors
“El amor es la capacidad de regular la agresión”
Humberto Maturana
1
Introducción
La violencia urbana, como un hecho de ciudad, es un fenómeno que se puede observar a diario,
desde reacciones perceptuales hasta hechos que involucran daños a terceros. De esta forma, surge el
cuestionamiento del rol de la ciudad, ya no sólo como contenedor de actos, sino como un factor en
sí mismo, es decir, el objetivo del presente artículo es dilucidar qué tan responsables son los
diferentes atributos que configuran el ambiente urbano en el desarrollo de los diversos actos de
violencia.
Es necesario, para contextualizar teóricamente, definir ciertos parámetros que ayudarán en el
entendimiento global del tema. Así, definiremos violencia como “un producto de una relación social
de conflicto que, en consecuencia, vincula por lo menos a un par de oponentes, actores, individuos o
colectivos, pasivos o activos en la relación” (Guzmán, 1994). Ahondando en el concepto, cabe
destacar la diferencia entre violencia objetiva y subjetiva, “La objetiva sería la que hace referencia a
los hechos concretos (…) y la subjetiva, que se refiere al hecho de las vivencias y a los sentimientos
personales”…”Ambas dimensiones operan en la realidad como valores integrados” (Delgado &
Guardia, 1994). De esta forma, se genera una concepción de la violencia como hecho social
desarrollado tanto física como psicológicamente por los involucrados. Ahora, si agregamos el
contexto urbano, consideraremos que “se tienen tres acepciones: una, que le endilga lo urbano la
cualidad causal; otra, que le asigna la condición de un tipo particular de violencia; y la tercera, que
la presenta como si fuera símil de violencia.” (Carrión, 2008). También, se debe mencionar la
existencia de una geografía y una cronología de violencia urbana1 (Carrión, 2008) en donde la
primera apunta al desarrollo georeferenciado de conductas de violencia urbana y la implicación que
tienen los diferentes lugares con su desarrollo, mientras que la segunda añade el factor horario2 a
hechos de violencia urbana. De esta manera, se entenderá la violencia como un acto que involucra
tanto a sus actores como a su contexto físico y temporal en el cual se desarrolla.
A modo de ordenar la información, el análisis del tema se abordará desde dos esferas
complementarias: la ciudad política, como reflejo de la planificación urbana; y la ciudad semántica,
abordando el espectro perceptual de la urbe. Para alimentar el desarrollo, se analizarán factores
directamente relacionados con cada una, además de revisión bibliográfica y una entrevista con
especialistas en psicología social. Al finalizar, se cruzará información, tratando de responder la
pregunta inicial por medio de ejemplos. De esta forma, los factores de ambas concepciones de
ciudad, aparentemente desvinculados, se integrarán con el fin de dar una respuesta global a la
problemática y finalizar con una conclusión.
1Pese a existir más de una corriente derivada de la violencia urbana (economía, sociología, etc.) para el fin de
este artículo sólo nos interesará la geografía y cronología como herramientas de comprobación de la hipótesis. 2 La cronología de violencia urbana posee una segunda acepción, la cual se refiere a las fases de la violencia
en un lago plazo vinculado con el sistema judicial y carcelario, temáticas que no se tratarán en el artículo.
2
Ciudad Política
El despliegue urbano de las ciudades contemporáneas se ve normado por políticas de desarrollo, las
cuales pueden vincular desde unidades territoriales mayores hasta zonas particulares. Así, para cada
política, hay una idea de ciudad detrás de ella, con lo que a través de herramientas como el Plan
Regulador, condicionan la configuración física, pero sobretodo, los modos que el habitante habita y
hace ciudad.
La ciudad política entonces, es concebida como el compendio de políticas, normas y variables
cuantitativas que tienen un correlato en el modo de habitar la metrópoli. Desde esta afirmación, se
desprende que ciertas variables de la planificación, se ven directamente involucradas con los actos
de violencia urbana, entendiendo dicho compendio no como un hecho puntual (perfil de calle,
alturas, etc.) sino como el resultado social que se ampara en un espectro físico.
Por otro lado, también se reconoce como parte de la ciudad política la llamada prevención
situacional (Crawfort, 1998) que corresponde a medidas dirigidas a formas específicas de delito3,
que involucran el diseño del ambiente inmediato en que estos actos suceden, tratando de reducirlos
de un modo sistemático y permanente.
Para el mejor entendimiento de estos factores y su relación causal con la violencia urbana, se
reconocen tres parámetros, los cuales son elegidos en una elaboración propia a partir de su
implicancia, más allá de la mera construcción física de la ciudad, tendiendo hacia resultantes
sociales y conductuales.
1. Zonificación
La zonificación como herramienta del P.R.C, apunta al ordenamiento de las diferentes
funciones de la ciudad. Así, se pueden reconocer zonas mixtas o de uso exclusivo. De este
modo, se puede considerar como factor de la violencia urbana por dos motivos: primero,
porque se produce una especialización delictiva acorde al uso del suelo (Carrión, 2008).
Esto se liga directamente con la antes mencionada prevención situacional, ya que para cada
tipo de función, se genera algún tipo de violencia en particular.
Lo anterior es clave para poder tipificar los tipos de violencia urbana de acuerdo al medio
que los provoca, ya que la zonificación crea un mosaico de diferentes detonantes para la
violencia urbana.
Por otro lado, la zonificación resulta un factor de la violencia urbana, al momento de
analizar su actividad en concordancia con las horas del día (cronología de la violencia
según Carrión). En este caso, las zonas de uso exclusivo, restringen su actividad a ciertas
horas del día, lo que genera un soporte para la violencia urbana cuando estas zonas están en
desuso.
3 Se debe destacar que por delito no se entiende lo mismo que violencia, ya que el delito no abarca todos los
tipos de violencia, al ser este producto de una pirámide de valores diferenciada para cada sociedad y época.
3
2. Precio del suelo
Este factor cuantitativo está relacionado con la especulación inmobiliaria, y por ende con
movimientos de población a la periferia, donde el precio del suelo es más económico,
creando así una ciudad fragmentada. De esta forma, la violencia contribuye a la formación
de micro-territorios en donde se crea la ilusión de reducir la heterogeneidad para reducir la
violencia, mientras que lo que se reduce es la vida urbana misma (Lindón, 2008).
El factor del precio del suelo se relaciona con la geografía de la violencia urbana (Carrión,
2008) al poder generar una distribución geográfica de las diferentes clases de violencia
relacionándolas en donde ocurren a través del valor del metro cuadrado.
3. Densidad
El nivel de roce entre las personas es factor decisivo al momento de gatillar una conducta
de violencia urbana, lo que se puede apreciar en diferentes situaciones desde el transporte
público, hasta la vivienda. En el caso de la densidad residencial, la violencia se puede
generar tiene reverberación mucho más allá de la célula misma, generando un entorno
violento, el que relacionado con los factores anteriores generan ghettos urbanos (Svampa,
2003).
En este sentido se entiende "densidad" como medida física y "hacinamiento" como
respuesta subjetiva (Stokols, 1972). Así, el sentirse hacinado es determinado por una serie
de factores sociales y psicológicos.
Ciudad Semántica
Otra arista de la problemática corresponde a la cuidad semántica, es decir, la concepción sensorial
de la ciudad como un organismo vivo y con memoria, ya que como se mencionaba en un principio
la violencia se puede entender objetiva y subjetivamente en donde ambas se despliegan en el
territorio de manera desigual produciendo impactos diferenciados (Carrión, 2008).
En este sentido, la ciudad semántica abarca además de la ciudad como factor, el cómo se
desenvuelve el proceso de violencia generando repercusiones tanto para el agresor como la víctima.
En este panorama, la psicología social aparece como una herramienta clave para entender el
fenómeno, en donde los conceptos de apego, aspiracionalismo y culpa no elaborada (Reyes &
Cortez, 2013) generan una visión más aguda hacia la problemática.
En este sentido, el concepto de apego tanto factor de la violencia, es un rasgo transversal al nivel
socio-económico y se entiende a partir de las relaciones con el otro, partiendo desde la familia y
proyectándose al desenvolvimiento del individuo como ser en sociedad (Reyes & Cortez, 2013).
Por otro lado, el aspiracionalismo es un síntoma del actual sistema económico de Chile (Reyes &
Cortez, 2013) y se expresa en la violencia urbana mayoritariamente en la segregación y fronteras
4
urbanas, tema que será abordado a continuación. Por último, la culpa no elaborada se genera como
producto de las dos anteriores y legitimiza conductas de violencia urbana haciéndolas parte de la
sociedad (Reyes & Cortez, 2013).
Para la comprensión de la ciudad semántica, se hará una exposición de tres factores, teniendo en
cuenta su peso al momento de concebir el ambiente urbano y los fenómenos que en este ocurren.
1. Espacio Público
Para la comprensión de esta arista es menester aclarar que la violencia se ejerce o
experimenta, mientras que el miedo se siente (Lindón, 2008).
La relación entre espacio público y violencia entonces, se entiende desde el ideario del
peatón (posible víctima). En este sentido, la relación causal que podría generar el espacio
público trasciende la relación espacios-actos de violencia e incide en ámbitos sensoriales y
en la manera de cómo el habitante reside o transita la ciudad.
Por otro lado, la connotación del espacio público como no lugar (Augé, 1998) se
circunscribe para la gente de escasos recursos, mientras la gente rica construye sus
escenarios privados bajo la lógica de los públicos (barrio/barrida, mall/feria, etc.). De esta
manera, el espacio público es sometido a un acoso permanente, al extremo que la plaza
(símbolo principal del encuentro social y urbano) es hoy, una especie en vías de extinción
(Carrión, 2008).
Lo anterior lleva al surgimiento de ciudades duales, donde convive la urbe cosmopolita y
globalizada con su contraparte pobre, marginal y criminalizada, cada una segregada de la
otra (Sassen, 2001). Así, el espacio público se presenta como el lugar de la disputa por la
libertad, la integración, la visibilidad, la representación y no del control social en cualquiera
de sus formas (Carrión, 2007). Todo esto, remite hacia la segregación y configuración de
fronteras urbanas.
2. Segregación y Fronteras urbanas
Dentro del contexto de la ciudad latinoamericana, en donde la distribución de recursos,
áreas verdes, empleos, equipamiento, etc. se ve repartida de manera desigual dentro del
territorio (Altimir, 1979). Los procesos sociales que se maquinan en las áreas segregadas de
la ciudad responden a un motivo perceptual de dónde se está emplazado.
Llevando esto al ámbito de la violencia urbana, la segregación y la instauración de fronteras
urbanas alimenta el concepto de geografía de la violencia por cuanto que esta no es solo la
manifestación de hechos violentos en el territorio sino también un elemento relevante en la
producción de los mismos. Esta geografía viene de la división social del espacio y de una
lógica particular de urbanismo que puede producir un tipo de violencia particular acorde a
la segregación urbana (localización residencial, densidad y de actividades) (Carrión, 2008).
5
En este sentido, la segregación residencial crea barreras de diferenciación que conducen a la
desigualdad y, por tanto, a la violencia.
Dentro de la segregación urbana, existe una marcada diferencia entre pobres y ricos, así,
mientras que los primeros, para diezmar las conductas de violencia urbana (sensación de
seguridad) tienden a generar identidad comunitaria y participación colectiva; los segundos
tienden a establecer barreras defensivas cayendo en una bunkerización identitaria (Prats &
Kingman, 2008). Por eso, cuando se habla de temores en la ciudad, es dar por sentado que
quienes los experimentan de manera especial son los integrados respecto de los incluidos
(Castel, 2004).
Así, la fragmentación de la urbe crea una ciudad de extranjeros (Carrión, 2008) perdiendo
espacios referenciales para la construcción social y para el sentimiento de pertenencia,
generando lugares vetados y auto-prohibidos por el habitante, así, la inseguridad se ve
percibida en el espacio del otro, por lo que en la ciudad de fronteras, siempre se está afuera,
excluido, extrañado: foráneo.
De este modo, la percepción de segregación y el establecimiento de fronteras, al igual que
en el espacio público, se configura como un factor a escala del habitante y no del hecho
violento en sí mismo.
3. Temporalidad
El tiempo en la ciudad se relaciona con la cronología de la violencia (Carrión, 2008) en
donde los actos de violencia urbana tienen una preminencia en ciertas horas, esto produce
comportamientos restrictivos y políticas urbanas focalizadas, que tienden a acrecentar la
individualización de la población que, en muchos casos se convierten en elementos
inductores a hechos de violencia.
6
Interacciones
Para entender la interacción de los factores de ciudad política y semántica, se presentan tres casos a
modo de ejemplo para sintetizar las variables, tratar de responder la pregunta inicial y plantear
cuestionamientos acerca del tema:
a. Asaltos en la vía pública
La manera en que se desenvuelve este tipo de violencia urbana vincula variables de
zonificación y temporalidad, de modo que estos actos pueden ser mapeados por el habitante
identificando sectores y horarios en donde se sientan más vulnerables. Esto habla de la
memoria de ciudad que alberga el habitante por un lado, y por otro, de cómo la ciudad
planificada da soporte a estas prácticas, es decir, que la planificación presenta recovecos, al
igual que ciertos lugares de la ciudad, en donde se da el espacio para la vulnerabilidad y la
violencia.
b. Pandillas
En este caso de violencia, propio de la relación entre segregación y valores de suelo (en
donde sobretodo son agentes privados los que capitalizan sobre él), se reconoce a jóvenes
emancipados de sus familias (entorno privado-doméstico) que encuentran en la pandilla
(espacio público-colectivo) un escenario de expresión simbólica e integración social. Estos
jóvenes, al carecer de libertad en el hogar, construyen su propia privacidad en los espacios
públicos urbanos, donde se sienten protegidos contra la autoridad (Goubaud, 2008)
c. Violencia en Marchas
La violencia en marchas es el ejemplo primo de la acción del espacio público y las
aglomeraciones (densidad) en actos de violencia urbana. En este tipo de violencia, el
conglomerado social suele contener un carácter catatónico, sobre todo cuando se trata de
ciertas formas ritualizadas de violencia, las que podrían constituir mecanismos de
restauración del equilibrio social (Maffesoli & Pessin, 1978).
Por otro lado, el entorno construido es un detonante para estas manifestaciones, en donde se
genera una relación del perfil de calle con las posibilidades de acción que tienes en ella,
como del mismo modo que huir.
7
Conclusiones
Luego del análisis de los diferentes factores urbanos que inciden en la violencia de ciudad. Se puede
llegar a la premisa de que estos pueden ser agrupables y presentan diferencias entre sí, vale decir
que existen ciertas causales de la violencia urbana objetiva (el hecho), las que son relacionadas a la
esfera de la ciudad política, mientras que existen otras causas de mayor complejidad, ya que suman
a lo anterior, un aspecto cualitativo que proviene de cómo el habitante experimenta conjuntamente
su hábitat y el hecho de la violencia urbana.
De este modo, al considerar ambos tipos de factores y su relacion con el tema de la violencia
urbana, se concluye que son estos los que la producen, en otras palabras, la construcción de una
ciudad a través de su planificación, pero por sobre todo, la construcción de ciudad a partir de un
ideario personal y colectivo, son los factores que configuran y propician los actos de violencia
urbana, creando sectores más vulnerables, condicionando las actitudes del habitante con respecto a
su espacio y en mayor medida aumentando una brecha social en donde las personas más vulnerables
a propiciar escenas de violencia urbana son los que se ven marginados por el sistema.
Por otro lado, se reconoce un factor común en todos los tipos de violencia que es la legitimización
de esta por parte de un grupo social. En donde este mecanismo funciona por escalas, dependiendo
en qué tipo de violencia nos contextualicemos y también genera un respaldo de las conductas
violentas, incrustándolas en los modos de funcionar tanto del individuo, pasando por la familia, el
barrio, la sociedad, hasta la cultura, en donde el modelo violento es justificado y avalado por un
grupo, en muchas ocasiones, reducido.
Mirando hacia futuro, los factores objetivos deben supeditarse a las causas perceptuales, ya que
estas, pese a no ser un factor cualitativo de la violencia urbana, explican cómo el habitante se
desenvuelve en la ciudad. De ahí que las politicas públicas deben tender a plantearse el modo de
habitar la ciudad. De esta manera, para gererar una buena politica de planificación los estatutos
administrativos deben ver mas alla de lo escrito, y concentrarse enla influencia que tienen las leyes
en el corto y largo plazo.
Así, se dejan abiertas las preguntas ¿Están bien enfocados los objetivos y a qué ámbito intervenir de
las políticas urbanas? ¿Existen de verdad políticas urbanas cuyo interés sea trabajar la violencia?;
Con respecto a la violencia urbana ¿Será mejor aplicar políticas que propicien un mejoramiento en
las cualidades fìsicas y de percepción de la ciudad, que apalear los efectos de un círculo vicioso con
soluciones puntuales y esporádicas?
8
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