geometria_arabe

98
El legado andalusí Una nueva sociedad mediterránea número 42 año XI (2010) • 2 o trimestre 6 Geometría árabe y escritura ornamental Lisboa, siguiendo a 72 fantasmas Más allá de los Pilares de Hércules Cuaderno coleccionable ‘El Viajero histórico’. En este número: Lord Byron ‘Farewell to Spain’

Transcript of geometria_arabe

Page 1: geometria_arabe

me

ro 4

2E

l leg

ado

anda

lusí

S A

LLÁ

DE

LOS

PIL

AR

ES D

E H

ÉRC

ULE

SLI

SBO

A, S

IGU

IEN

DO

A 7

2 FA

NT

ASM

AS

GEO

MET

RÍA

ÁR

AB

E Y

ESC

RIT

UR

A O

RN

AM

ENT

AL

El legado andalusíUna nueva sociedad mediterránea

número 42año XI (2010) • 2o trimestre

6 €

Geometría árabe yescritura ornamental

Lisboa, siguiendoa 72 fantasmas

Más allá de losPilares de Hércules

Cuaderno coleccionable ‘El Viajero histórico’. En este número: Lord Byron ‘Farewell to Spain’

Page 2: geometria_arabe
Page 3: geometria_arabe

Mare Nostrum y Mare Tenebrosumeditorial 3

La historia del Océano Atlántico, según la interpretaciónde pueblos de la antigüedad como los babilonios, se pre-sentaba como un lugar en el que reinaban las tinieblas,

de costas ignotas pobladas por criaturas fantásticas y temibles;un abismo intransitable plagado de misterios, que creían máscerca del averno que de una tierra firme y prometedora. Estees el relato que marca el carácter del presente número de esta re-vista, cuya vocación es sin embargo eminentemente mediterrá-nea.

Fue desde nuestro mar, el Mediterráneo, cuna de civiliza-ciones y culturas, de donde partieron los conocimientos cientí-ficos que estimularían la aventura atlántica, gracias al legadocientífico de la cultura griega que más tarde desarrollarían losárabes de manera excelente. Estos descubrimientos científicosanimaron al hombre a trascender el enigma de este océano, antela evidencia que emanaba de viajes anteriores iniciados desdelas costas de África por pueblos africanos, que ya intuyeron lariqueza más allá del horizonte, embarcándose en expedicionesque culminaron en la explotación de los bienes que estas tie-rras les ofrecían.

En este Mare Tenebrosum, en donde parece adentrarse laPenínsula Ibérica como el mascarón de proa del viejo conti-nente, se han vertido también las gestas y voces, y entonado loscánticos de los pueblos que se asoman a él: España y Portugal.

El poeta Luís de Camões, gloria de la literatura portuguesa,legó para la humanidad la mejor epopeya del Renacimiento: OsLusíadas, publicada en 1572. En ella narra, al más puro estilode la épica clásica mediterránea –siguiendo el patrón poético ytemático de Virgilio en la Eneida– el descubrimiento de la rutamarítima hacia la India que siguió el marino y explorador por-tugués Vasco de Gama, entre 1497 y 1498.

Otra voz imprescindible de la lírica portuguesa, cuyos pasoshemos intentado seguir por las calles de Lisboa, en uno de nues-tros reportajes, es, cómo no, Fernando Pessoa: El poeta tam-poco fue ajeno al avatar marinero de esta nación vecina que vivede cara al mar:

¡Oh mar salada, cuánta de tu salson lágrimas de Portugal!¡Por cruzarte, cuántas madres lloraron,cuántos hijos en vano rezaron!

Y la ironía de la vida ha querido que la voz de José Sara-mago se silencie horas antes de que esta publicación entrara enimprenta. Irónico porque en este número hablamos de Lisboa,del mar de los misterios, de las islas ignotas, afortunadas, ben-decidas, jardín de las Hespérides... las Islas Canarias, donde enLanzarote recibió asilo, y la bendición del mar.

También hablamos del conocimiento del cielo y las estre-llas porque esto condujo a los grandes descubrimientos de ul-tramar.

ANA CARREÑO LEYVA

Directora

Sus palabras iban a servirnos de colofón en este texto parailuminar el espíritu de búsqueda del hombre. El ansia del ser hu-mano por cruzar los límites de lo conocido, descansaba en pala-bras del intelectual lusitano:

“El hombre es un ser que busca. Lo que caracteriza alser humano es la necesidad de buscar y busca por distintoscaminos, que pueden ser contradictorios. No sabemos si en-contramos y no sabemos si lo que hemos encontrado algunavez es lo que estábamos buscando, o si no hay más que bus-car después de haber encontrado algo. Por lo tanto, somosseres de búsqueda”.

Ahora también nos sirve su epitafio.(R.I.P.)

“Pero no ascendió a las estrellas,si a la tierra pertenecía”.

Page 4: geometria_arabe

4 sumario

Edita:FundaciónEl Legado AndalusíConsejería de Turismo, Comercio y DeporteConsejería de CulturaJunta de Andalucía

Redacción, publicidady administración:Parque de las Ciencias de AndalucíaPabellón al-Andalus y la CienciaAvda de la Ciencia, s/n18006 GranadaTeléfono: 958 225 995Fax: 958 228 644Correo electrónico:[email protected]ágina web:www.legadoandalusi.es

Depósito Legal: GR 1484-98ISSN: 1695 - 1662

Directora:Ana Carreño Leyva

Subdirectora:Julia Sáiz-Pardo de Benito

Documentación:

Conchi CarreñoInmaculada CortésCarmen Pozuelo

Colaboran en este número:Gamal Abd Rahamn Jesús Ávila GranadosJuan Manuel Barrios RozuaM. Jorge Bolaños CarmonaFiona CarsleyMohammed ElrazzazPaul LundeLorena MuñozEduardo PaniaguaMohammed Talhaoui Antonio Zoido

Administración:Inmaculada Pretel

Suscripciones:Pilar López

Diseño y maquetación:José Manuel Vargas Diosayuda

Edición digitalEnrique Herrera BurgosAsistente edición digitalMaica Ruiz Rodríguez

Esta publicación no se responsabiliza delas opiniones vertidas en lamisma por sus colaboradores

El legado andalusíUna nueva sociedad mediterránea

PortadaJuego de azulesPor José Manuel Sánchez Darro

Primera exposición en los Estados Unidos en el Museo de Arte Español enHouston. Proyectos realizados en la Universidad de Harvard, en el Departa-mento de Arquitectura, siendo Decano de la misma Rafael Moneo. Exposicio-nes en la Universidad de Delaware y el Centro de Arte Contemporáneo deWilmington.

Colaboración con la Universidad de Columbia, Departamento de Poesía, en elProyecto del Centenario de Lorca “Poeta en New York”.

Exposiciones en Kioto y Osaka (Japón), entre otras ciudades. Creador delGrupo ZEN-DA junto al artista japonés Zenitami.

Participación en la Exposición Internacional de Fractales del Círculo de Be-llas Artes de Madrid, en la sala Goya, dentro del I Congreso Internacionalsobre Fundamentos Fractales para el diseño Arquitectónico, en colaboracióncon el arquitecto Alejandro Muñoz Miranda. Ambos crean el grupo de investi-gación de geometría fractal "8.8".

Artista invitado en la Universidad Internacional de Arte de Florencia por elcatedrático Rolando Bellini.

Exposiciones realizadas con el Instituto Cervantes en el Museo Nacional deDamasco (Siria), en el Museo de Bellas Artes de Alejandría (Egipto), en elMuseo de Bellas artes de El Cairo y en Amán (Jordania) y, actualmente, enel Musée de la Ville, de Túnez, expone “Materia y Sueño. De la Alhambra aCartago”.

Premio Nacional de Grabado 1999.

Artista invitado para talleres de arte en la Facultad de Bellas Artes de la Uni-versidad de Puerto Rico y el Departamento de Artes Gráficas de la Escuelade Artes Plásticas de Puerto Rico. Exposición en el Museo de Arte Contem-poráneo de Puerto Rico.Talleres de Pintura en la Fundación Rodríguez-Acosta (Granada).Ponente en las Jornadas del Grabado del Centro de Profesorado de Granada.Conferencia en el Master de Museología de la Universidad de Sevilla.Ponente en las Jornadas de Museología organizadas por la Asociación de Mu-seólogos y Museógrafos de Andalucía.Recientemente ha publicado un artículo sobre la obra gráfica de la Colecciónde Arte de CajaGRANADA para el Museo de Jaén.

Conservador de la Colección de Arte de CajaGRANADA desde el año 2000.

Page 5: geometria_arabe

mosaicos

las artesy los dÌas

reportajes

ciudades

6 opiniones

Egipto, un país que sebusca a sí mismoPOR GAMAL ABD RAHAMN

8 noticias

u El IV Festival Cines delSur ha mirado haciaOriente

u Memoria de losmoriscos. Escritos yrelatos de una diásporacultural

12 el espíritu de su tiempo

La GranadamusulmanadesaparecidaPOR JUAN MANUEL BARRIOS ROZUA

26 reportaje

Geometría árabe:el lenguajeornamentalPor MOHAMMED TALHAOUI /

M. JORGE BOLAÑOS CARMONA

36 reportaje

Más allá de lasColumnas deHérculesPor PAUL LUNDE

44 Lisboa,siguiendo a 72fantasmasPOR MOHAMMED ELRAZZAZ (CAMEL)

56 La música en al-Andalus

El canto delalmuédano. Lallamada a la oraciónPor EDUARDO PANIAGUA

62 los libros

- El síndrome andaluzDe ABDELLATIF LAÂBI

- Tánger. La ciudad internacionalDe ROCÍO ROJAS-MARCOS ALBERT

- Inscripciones árabes de laRegión de MurciaDe VIRGILIO MARTÍNEZ ENAMORADO

- Como mujer / Comme unefemmeDE RAPHAËL TORIEL

Por LORENA MUÑOZ

64 por las rutas deEl legado andalusí

Almería, donde elagua da la vueltaPor ANTONIO ZOIDO

72 huellas del pasado

Los tejidos noblesde OrientePor FIONA CARSLEY

78 parajes

Gormaz,la alcazaba andalusíde las ParamerassorianasPor JESÚS ÁVILA GRANADOS

104 en ruta hacia…

“Verano con ciencia”

Page 6: geometria_arabe

Egipto, situado en el centro geo-gráfico del mundo árabe, ha ve-nido desempeñando un indis-

cutible papel de líder a lo largo de su his-toria moderna. El panarabismo deEgipto comienza quizás en el mismomomento de la fundación del Estadomoderno. El fundador, Muhammad Alí,habría de encarnar durante su reinado lamodernidad u occidentalización enEgipto. De hecho, se consagró a unareorganización económica y militar delpaís y a la formación de una élite occi-dentalizada cuya misión era formar loscuadros del futuro Estado. Envió misio-nes de estudiantes a Francia y dio ungran impulso a los estudios en su propiopaís. Los éxitos que se derivaron de estasdecisiones hicieron que en su mente bro-tara la idea de una reconstitución del im-perio musulmán que utilizaría enprovecho propio. Pero había otra ideaque le inquietaba, que fue la adhesión delos árabes a su proyecto, unión para la

que ideó una fórmula nueva: el Panara-bismo.

Dicha política va a continuar hasta lamuerte del fundador, pero se interrumpeen el reinado de sus dos primeros suceso-res. En 1863 ocupa el trono de Egipto unJedive de gran valor, Isamil Pacha. Estevirrey, amante de la civilización occiden-tal y ávido por asegurar una total inde-pendencia en Egipto, retomó el programaque ya había diseñado su padre, Muha-mmad Alí. Para activar el renacimientocultural, el impulso del idioma y la cohe-sión de la comunidad árabe, alentó a laprensa, atrajo hacía sí a los sabios detodos los países árabes, y protegió las le-tras. Abrió las puertas de Egipto a la élitesiria sin distinción de religión. La llegadade esos refugiados sirios a El Cairo y Ale-jandría habría de ejercer sobre la evolu-ción cultural de Egipto una particular ypositiva influencia.

Esta orientacion panarabista en la po-lítica egipcia encuentra un impulso sin-

gular en la segunda mitad del siglo XX.Desde el año 1954 hasta el 1970, Egiptova a estar dirigido por una extraordinariapersonalidad política: Gamal AbdelNasser, el líder político árabe más valo-rado y mitificado, pieza clave del Movi-miento de los No Alineados.

Nasser concentra de manera absolutala totalidad del poder y la responsabili-dad de las decisiones. Pero es evidenteque esa forma de gobierno tan específicala ejecuta, a lo largo de casi todo su man-dato, auténticamente legitimado, y conun apoyo y fervor popular casi unánimes.

La Política de Nasser –visto como unlíder del pueblo árabe– estuvo orientada,desde su punto de vista, hacia el papelque jugaría Egipto en la sociedad inter-nacional, desde una óptica estratégica.Egipto, convertido en el centro neurál-gico de la diplomacia árabe, ha asumidosin descanso el papel del gran hermanoprotector, regulador de las turbulenciasy padrino de las conciliaciones, como en

mosaicos opiniones 6

Egipto, un país quese busca a sí mismo POR GAMAL ABD RAHAMN*

© F

aroo

k Ib

rahi

m/e

pa/C

orbi

s

Page 7: geometria_arabe

el caso del acuerdo líbanés-palestino deEl Cairo, en noviembre de 1969, quepuso fin a la primera guerra civil ente elLíbano y Palestina, o del acuerdo jor-dano-palestino, en septiembre de 1970,a raíz del «septiembre negro» jordano.

En el campo cultural, el país se con-vierte en primer exportador de vídeo-ca-setes, películas y telefilmes en el mundoárabe. Egipto disponía de un magisteriocultural inigualable que se articulaba entorno a los siguientes factores: el carismade Nasser, su prestigioso grupo de estre-llas de gran talento (Oum Kulzum, AbdelWahab, Abdel Halim Hafiz), sus grandesescritores (Abbas M. al Aqqad, TahaHussein, Tawfiq al Hakim, Naguib Mah-fouz) y, en el terreno de la comunicación,el tándem formado por el periódico Al-Aharam, el diario árabe más importante,y Radio El Cairo, la decana de las emi-soras árabes. Así mismo, el mercado delcine árabe fue casi exclusivamente egip-cio. Por otra parte, los artistas árabes quebuscaban el reconocimiento, acudían a lacapital egipcia.

Aún se recuerda cómo cada viernesse esperaba el artículo semanal de M.Heikal que, por otra parte, se emitía por laradio de El Cairo. En él se ofrecía a losoyentes un análisis ameno de la situaciónpolítica, de modo que siempre existía co-municación entre el “héroe” y la totalidaddel pueblo árabe. La televisión egipcia co-menzaba su emisión con un “Aquí, la te-levisión árabe desde El Cairo”. No sepuede olvidar tampoco la emisora deSawt al arab (La voz de los arabes) quellegaba a todos los rincones de la geogra-fía árabe, y que siempre exponía los he-chos desde la perspectiva egipcia y lasorientaciones del carismatico Nasser.

A través de esta radio se escuchaba –muchas veces en directo– la voz singularde Oum Kulzum, sayedat al ghinaa alarabe (“la señora del canto árabe”) okaukab ash-sharq (“la estrella delOriente”). A consecuencia de esta radio –sin olvidar el papel que jugaron las pe-lículas entre la población del país– el dia-lecto egipcio se difunde en todo elmundo árabe.

Por aquel entonces, los libros másimportantes se publicaban en El Cairo yse vendían a un módico precio en toda lageografía árabe, llegando así más fácil-mente a los lectores, entre los que ejercíauna notable influencia a lo largo y anchodel mundo árabe.

Incluso en el terreno religioso, los sa-bios egipcios ocupaban el primer plano.Basta con recordar que hasta hace pocosaños, todos los recitadores del Corán deprestigio eran egipcios: Muhammad Re-faat, Abdel Baset Abdel Samad, Al Mins-hawy, etc.

Uno de los pasos que dio Nasser fueprestar apoyo a los movimientos de libe-racion nacional, sobre todo en los paísesárabes. En el terreno cultural, destaca laayuda que Egipto presta a Argelia con lacontribución de profesores egipcios parala arabización de este país.

Así pues, en la época nasserista,Egipto ejercía un liderazgo indiscutibleen todo el mundo árabe, en todos los as-pectos.

Tras la muerte de Nasser, el paíssigue otro camino que va a poner en telade juicio ese liderazgo. La política deSadat se centró directamente en los inte-reses de Egipto, anteponiendo en todomomento los intereses del país a los delconjunto de los países árabes, al contra-rio de lo que había hecho Nasser. Debidoa esta política de Sadat, sobre todo tras lafirma de un acuerdo de paz con Israel sinhaber resuelto el problema palestino, seproduce la cisión y el país se va alejandode su entorno árabe. Su sucesor, el actualpresidente Mubarak, va a seguir una po-lítica dirigida hacia el interior del país,siendo su principal objetivo político elconseguir una situación estable. Así, unade las prioridades en cuanto a la políticaexterior fue mantener buenas relacionescon el mundo árabe y su posición de pri-vilegio en la región, manteniendo almismo tiempo su compromiso de pazcon Israel.

La situación de Egipto le ayuda adesempeñar un papel mediador entre Is-rael y los palestinos, por una parte, yentre las diversas fuerzas palestinas por

otra. Los atentados del 11 de septiembrede 2001 en Estados Unidos pusieron almundo árabe-musulmán en el punto demira de Occidente. La posición de pres-tigio de Egipto entre estos dos mundos, yla buena imagen que tiene en Occidentesitúan al país en una posición privile-giada en las nuevas estrategias de paz enla región. Se cree que Egipto puede ex-portar una imagen moderada del mundoárabe-musulmán e influir en sus vecinospara que adopten una política similar.Egipto ha logrado conseguir sus objeti-vos internos en relación con la lucha an-titerrorista, así como con aquellos queconciernen a la estabilidad en OrienteMedio.

Pese al éxito obtenido en la lucha an-titerrorista, y en el valor que le otorgaOccidente por seguir una política mode-rada, Egipto, que antaño era «oum addu-nia», (“la madre del mundo”), no ejerceya un papel de liderazgo absoluto. Algu-nos ven que el país se ha dedicado adesempeñar un papel tan poco gloriosocomo el de subcontratista de la diploma-cia estadounidense en el ámbito regional.Por otra parte, ya tiene rivales en todoslos campos. Su supremacía cultural sufreun grave deterioro: se producen teleno-velas sirias cuya notable influencia sedeja sentir en los países vecinos; el canalde televisión Al-Jazeera, de Qatar, se haconvertido ya en la estrella imbatibledada su gran profesionalidad. Su supre-macía diplomática está igualmente cues-tionada debido a la emergencia de dospotencias regionales musulmanas no ára-bes, Irán y Turquía. Entre el éxito conse-guido en la lucha antiterrorista y en lapolitica de paz, y la privación del papelde líder, el Egipto de Mubarak parece en-contrarse en una situación de búsquedade sí mismo.

7

© F

otol

ia

Página anterior : Imagen de 1970 que da fe del importante encuentro que se produjo en El Cairo entre losdirigentes del mundo árabe. De izquierda a derecha: el líder libio Muammar Gaddafi, el entonces líder de laOLP (Organización para la Liberación de Palestina) Yasser Arafat, el presidente de Sudán,el Nomeri junto al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, el rey de Arabia Saudí, Faisal al Saud y el jequekuwaití Sabah Al as-salim Al Sabah. Egipto luchó contra Israel en varias guerras tras ser declarado como estadoen lo que antes se conocía formalmente como Palestina.

* GAMAL ABD RAHAMN es Catedrático

de Literatura Española. Universidad

de Al Azhar (El Cairo).

Page 8: geometria_arabe

Un total de 63 películas de medio cente-nar de países y de las que una decena par-ticiparon en el ciclo oficial seproyectaron durante el IV Festival Cinesdel Sur de Granada, que este año estuvocentrado en Oriente Medio y cuenta conun foro sobre la situación laboral en lospaíses del Sur. El ciclo, que se desarrollódel 12 al 18 de junio, homenajeó al iraníJafar Panahi, detenido el pasado 1 demarzo en su país y ya excarcelado, ycontó con una retrospectiva al cine fili-pino con un recorrido por 40 años de lahistoria más reciente.El director del ciclo, José SánchezMontes, explicó que el certamen estácreciendo a un ritmo que la propia or-ganización no esperaba y que se hanmantenido eventos como proyección depelículas al aire libre o una publicaciónbilingüe. El consejero de Cultura, Pau-lino Plata, comentó en la presentaciónen Granada que este tipo de certámenessuponen una oportunidad de presenciaréxitos que “tienen demostrado su valor

en otros lugares” y ha indicado que lassecciones especiales suponen un amplioesfuerzo por mostrar películas diferen-tes.

Una decena de largometrajes aspira-ron a la “Alhambra de oro” en la secciónoficial, de los que la mayoría procedende Oriente Medio, donde la cosecha ci-nematográfica este año ha sido “renta-ble” y cuenta con trabajos llegados desdeIsrael, Vietnam, China, Irán, Líbano,Egipto, Hong Kong, Brasil, Sudáfrica yPalestina. Así lo anunció el encargado dela programación, Alberto Elena: “Esteaño ha habido una cosecha notable de pe-lículas, la mayoría de ellas de OrienteMedio, de Líbano, Palestina, Irán e Is-rael, donde coexisten las más ambiciosascon otras de corte documental”.

Como novedad, el ciclo contó conun nuevo evento que, bajo el título“Más factor humano”, abordó en unforo cinematográfico la importancia deltrabajo en la construcción de identida-des personales y colectivas, la proble-

mática de las condiciones y el trata-miento particular que el mundo del ce-luloide hace de ellas. La organizacióntambién ofreció un homenaje al iraníJafar Panahi, quien fue jurado en la pri-mera edición de Cines del Sur y desdeentonces está ligado al festival. Estabaencarcelado por “vagas acusaciones” ysu ligazón a la revolución verde. Final-mente, las autoridades de Irán ordena-ron la puesta en libertad bajo fianza delcineasta, que estaba en huelga de ham-bre desde hacía más de una semana, yllevaba detenido más de dos meses pormotivos políticos.

La sección “Extraño tanto mar”, denueva creación, abrió diálogos entre loscontinentes africano y europeo invitandoa una reflexión sobre el asunto de la in-migración.

El festival contó con otras seccionescomo “TransCine”, que defiende la mu-tación, resurrección o reinvención de de-terminadas prácticas fílmicas; “Itine-rarios”, en la que se mostraron trabajos

mosaicos noticias8

El IV Festival Cines del Surha mirado hacia Oriente

Un homenaje a Jafar Panahi y una retrospectiva de

cine filipino, entre las novedades del ciclo

Page 9: geometria_arabe

destinados a públicos variados; o “Medi-terráneos”.

El Centro Andaluz de Fotografíaofreció una exposición con obras proce-dentes de Australia, Brasil, Egipto o Es-paña, explicó el director de programacióndel Festival, Alberto Elena, que tambiénprecisó que las películas que participanen la sección oficial son “ambiciosas, deficción, documentales o tradicionales”.De este modo, el Centro Cultural Caja-Granada de Puerta Real acogió una im-portante muestra organizada por elCentro Andaluz de Fotografía.

Una vez más, se celebró el encuentrode festivales cinematográficos, que seviene organizando desde la primera edi-ción de la muestra. La Universidad deGranada también se adscribió a las acti-vidades del festival con la organizaciónde un seminario titulado ‘Cines del Sur-Cines del Norte’. Esta fiesta del cine delos otros lados del planeta dedicó espe-cial atención a los problemas de los paí-ses del Tercer Mundo, de ahí la mesaredonda sobre inmigración que fue orga-nizada por la Diputación de Granada.Sánchez Montes anunció una sección ti-tulada ‘Traveling’.

Finalmente, las películas premiadashan sido: The famous and the dead, di-rigida por Esmir Filho. Brasil/ Francia2009. 35 mm. 95’, Alhambra de Oropara la mejor película; Elia Suleimanpor The time that remains, Alhambra dePlata a la mejor dirección de largome-traje (Palestina/ Francia/ Bélgica/ Italia/

Reino Unido 2009. 35 mm 109’); Adrift,del director Bui Thac Chuyen (Vietnam/Francia 2009. 35 mm 110’), Alhambrade Bronce, mención especial del Ju-rado; Mejor Actor, mención Especialdel Jurado Simon Yam por la películaNight and fog de la directora Ann HuiHong Kong, 2009; Mejor Actriz, men-ción Especial del Jurado, Denise New-man por la película Shirley Adams, deldirector Oliver Hermanus, Sudáfrica

2009. 92’; Sección competitiva Medite-rráneos –Premio RTVA – Messagesfrom the sea, del director Daoud AbdelSayed. (Egipto 2010. 35 mm. 133’);Premio NETPAC Adrift, del directorBui Thac Chuyen. (Vietnam/ Francia2009. 35 mm 110’); Premio Especial delPúblico The time that remains, dirigidapor Elia Suleiman, (Palestina/ Francia/Bélgica/ Italia/ Reino Unido 2009. 35mm. 109’).

9

Página anterior : Momento de la inauguración del Festival Cines delSur con los miembros del jurado sobre el escenario en el TeatroIsabel la Católica de Granada.

Arriba a la izquierda los cineastas Lecomte y Nhuyen Duy Khoa durante lainauguración del Festival en Granada. A la derecha, el realizador iraní Jafar

Panahi cuya figura estuvo presente durante este acto. Abajo, fachada del TeatroIsabel la Católica de Granada que acogió esta inauguración y, por último, vista

del interior del mismo y del público que estuvo presente.

Page 10: geometria_arabe

Esta exposición muestra en la BibliotecaNacional de España los testimonios es-critos y gráficos de los últimos musul-manes españoles

Está organizada por la Sociedad Es-tatal de Conmemoraciones Culturales(SECC), con la colaboración de la Bi-blioteca Nacional de España, ha orga-nizado la exposición Memoria de losmoriscos. Escritos y relatos de una diás-pora cultural, que muestra los testimo-nios escritos y gráficos que los últimosmusulmanes españoles dejaron escondi-dos en sus casas tras abandonar Españao que fueron capturados por la Inquisi-ción. La exposición, que se enmarca den-tro del programa de actividades pararecordar el IV Centenario de la expulsiónde los moriscos por Felipe III, tiene lugaren la Biblioteca Nacional de España,entre el 17 de junio y el 26 de septiembre.

La mayoría de los libros moriscosaparecieron al derribar casas antiguas enel Valle del Jalón, en Aragón, envueltosen paños de lino y con piedras de sal, yocultos entre los muros por los moriscoscuando se vieron forzados a marcharse deallí en 1610. Parecían escritos en árabe,pero no era árabe, y cuando los primerosarabistas se enfrentaron a ellos pensaronque estaban escritos en turco o en algunalengua africana. Sólo mucho más tardedescubrieron que, en realidad, estaban enlengua castellana, pero escritos con las le-tras árabes que transcriben el sonido delas palabras españolas. Es lo que se llama“escritura aljamiada”, del árabe aljamí,(extranjero). El español se suma así a lasotras lenguas que se han escrito en letrasárabes y en letras latinas en diferentesmomentos de su historia, como es el casodel turco.

La exposición, comisariada por Al-fredo Mateos Paramio, reúne por primeravez los manuscritos más importantes enescritura aljamiada, exhibe la belleza delas ilustraciones que los adornan y ofrecelos principales testimonios de esta tradi-ción escondida: desde comentarios del

Corán hasta leyes musulmanas de la vidacotidiana, pasando por recetas para curarel dolor de cabeza, conjuros para enamo-rar, fábulas de princesas con manos cor-tadas o la expulsión del paraíso delDiscurso de la Luz del poeta MohamedRabadán.

Entre los tesoros de la exposición, quereúne más de un centenar de piezas, desta-can la primera traducción completa delCorán en castellano; el Tratado del Man-cebo de Arévalo, misterioso morisco querecorre España en el siglo XVI entrevis-tando musulmanes a escondidas de la In-quisición; o el Alkitab de Samarqandí,colección de relatos ejemplarizantes deli-cadamente ilustrados, que ha sido incluidopor la Biblioteca Nacional en su BibliotecaDigital Hispánica. Un capítulo aparte me-recen los últimos testimonios de los mo-riscos desde su exilio en el norte de África,inmediatamente después de la expulsión,así como los testimonios de los moriscosal ser procesados por la Inquisición.

Las obras de la exposición procedenprincipalmente de los gabinetes de ma-

nuscritos de la Biblioteca Nacional deEspaña, la Biblioteca Navarro Tomás delCSIC y de la Biblioteca Nacional deParís, así como de otras bibliotecas y ar-chivos como los de la Real Biblioteca dePalacio, la Biblioteca de El Escorial, laBiblioteca Pública de Toledo, la Biblio-teca de Cataluña, la Biblioteca de Lleiday el Archivo Diocesano de Cuenca. Laexposición muestra también grabadoscontemporáneos del Gabinete de Estam-pas de la Biblioteca Nacional.

El catálogo de la exposición incluyeuna antología de los manuscritos expuestosrealizada y prologada por el escritor y Pre-mio Cervantes José Jiménez Lozano, yreúne asimismo las colaboraciones de 45especialistas de todo el mundo sobre losmanuscritos de la exposición.

mosaicos noticias10

‘Memoria de los moriscos.Escritos y relatos de una diáspora cultural’

Libro de dichos maravillosos, manuscrito anónimodel s. XVI escrito en aljamiado y árabe.Biblioteca Tomás Navarro Tomás (CCHS-CSIC).

La Tafría, de Abu Elqasim ‘Ubaydi Illahi Kitab al-Tafrik”. Manuscrito, s. XVI escrito en aljamiado yárabe. Biblioteca Tomás Navarro Tomás (CCHS-CSIC).

Page 11: geometria_arabe

Pabellón deal-Andalusy la Ciencia

Parque de las Ciencias-AndalucíaExposicionesSeminariosTalleres para escolares y gruposAula didácticaAula de restauración y digitalizaciónMódulos educativosMódulos interactivosSala para presentacionesLibrería

Parque de las Ciencias. Avda. de la Ciencia s/n. 18006 Granada – Tel.: 00 (34) 958 22 59 95 / Fax: 00 (34) 958 22 86 44e-mail: [email protected] – www.legadoandalusi.es

Tlfno. información y reservas: 958 22 59 95

Page 12: geometria_arabe

el espíritu de su tiempo12

Page 13: geometria_arabe

13

La Granadamusulmanadesaparecida

© O

wen

Fra

nken

/ CO

RBI

S

Texto: JUAN MANUEL BARRIOS ROZUA*

Page 14: geometria_arabe

el espíritu de su tiempo

La capital del reino nazarí era una ciudadextraordinariamente poblada para sutiempo y con una gran densidad arqui-tectónica. La gradual expulsión de sushabitantes y la implantación de colonos,parroquias y conventos a lo largo del An-tiguo Régimen conllevó importantestransformaciones que dieron lugar a unaurbe dominada por las cúpulas y campa-narios de los templos. No obstante, eramucho lo que sobrevivía de los legenda-rios tiempos musulmanes cuando co-menzó el siglo XIX, de manera queGranada era la ciudad española que másedificios conservaba de su pasado islá-mico.

Es evidente que cuanto más sabemosde un edificio por descripciones e imá-genes, tanto más lamentamos su pérdida,de ahí que lo desaparecido en el Antiguo

Régimen lo percibamos como una nebu-losa que nos deja indiferentes, mientraslas destrucciones más documentadas delas dos últimas centurias nos duelancomo crueles mutilaciones. Pero sería in-justo decir que en estos siglos se ha des-truido más que en los tres precedentes,pues basta pensar que entre 1492 y 1571desaparecieron la gran mayoría de lasmezquitas. Sí es cierto que las demoli-ciones de la Edad Contemporánea sonmás imperdonables, pues no habiendo yauna maurofobia como la de tiempos pa-sados y habiendo desde el romanticismouna creciente valoración de todo lo quetenía que ver con al-Andalus, las autori-dades municipales o la burguesía grana-dina bien podían haberse mostrado másconservacionistas y menos empeñadaspor imitar las modas urbanas y arquitec-

14

Doble página anterior : El Pala-cio de Cetti Meriem durante suderribo (hacia 1895).

A la izquierda: Casa de lasMonjas (José Larrocha Gonzá-lez, hacia 1875).

Page 15: geometria_arabe

tónicas que se gestaban en las grandescapitales europeas. En cualquier caso, elinterés por el legado andalusí propicióque personas sensibles al patrimonio nosdejaran descripciones, dibujos y fotogra-fías de esas dolorosas pérdidas. Por elloen las siguientes páginas hablaré priori-tariamente de los edificios derribadosdesde la revolución liberal hasta nuestrosdías, y sólo haré referencia muy puntuala algún destacado inmueble de los mu-chos que sabemos se habían perdidoantes, pero de los que conservamos comorecuerdo poco más que su nombre. De-jaré a un lado la Alhambra, y su entorno,que necesitarían un artículo propio.

Palacios

Hablar en Granada de edificios musul-manes desaparecidos es en principio untema de una amplitud cronológica que

nos llevaría a la propia ciudad medieval,pues, al fin y al cabo, el mítico palaciodel rey Badís, sito en la Alcazaba Cadimay conocido como casa del Gallo por laveleta que lo coronaba, es muy probableque hubiera desaparecido ya antes de quelos Reyes Católicos ocuparan la ciudad,dada la tradición que había entre losreyes árabes de derribar los palacios delas dinastías predecesoras. Hoy ni si-quiera se han localizado sus restos ar-queológicos y constituye un enigmaarqueológico.

El edificio mejor documentado de losdestruidos por la apertura de la Gran Vía(1895) es el palacio de Cetti Meriem –casa de los Infantes–, que perteneció auna familia emparentada con la dinastíanazarí. Su patio con elegantes pórticossobre pilares y sus espaciosas habitacio-nes presentaban un buen estado de con-servación antes del derribo. La Comisiónde Monumentos lo estudió con detalle,salvó algunos elementos y extrajo calcosde las yeserías, porque tenía intención dereconstruirlo en otro lugar, proyecto quefinalmente se abandonó por falta de pre-supuesto.

15

A la derecha: La Riberilla, con los puentes de San Francisco yde la Corona (hacia 1870).

Abajo: Puerta de las Orejas (David Roberts, hacia 1834).

Page 16: geometria_arabe

el espíritu de su tiempo16

A la izquierda: Reconstrucción hipotética de la portada de laMadraza (Rafael Contreras, 1878).

Abajo: Puerta del Sol (Francisco de Paula Valladar, 1867).

Otras casas con elementos nazaríesperecieron también a consecuencia de lasobras de la Gran Vía y no tuvimos lasuerte de que fueran tan bien documen-tadas como la anterior. Había destacadosrestos nazaríes en el interior de edificiosmuy reformados con posterioridad, comoel colegio Eclesiástico o la casa de la Po-sadilla, o en casas de calles que hoy el tu-rista buscaría en vano en el plano(Azacayas, Pozo de Santiago, Lecheros,etc.). Para los promotores de la aperturade la avenida estos edificios eran viejos einsalubres, manido argumento que toda-vía hoy encontramos cuando se pretendeacabar con un barrio o un edificio histó-rico. Sin embargo, la destrucción del cen-tro de la antigua Medina musulmana,además de irreparables pérdidas en el pa-trimonio, agravó también el crónico pro-blema de la vivienda entre las clasespopulares, que se vieron expulsadas a ba-rrios periféricos como el Albayzín.

En este barrio muchas casas nazaríesy moriscas se han perdido en los dos úl-timos siglos. Estos edificios eran conver-tidos en viviendas de vecinos y telares,una de las ocupaciones de sus pobres ha-bitantes. La baja renta que los propieta-rios obtenían de los arrendamientos noles animaba a realizar obras de manteni-miento, de manera que los edificios seiban deteriorando hasta que un día erandesalojados y demolidos. Entre las des-trucciones más lamentables puede citarsela llamada casa de las Monjas, edificadanada más y nada menos que por el reyMuley Hacén. El edificio estaba ya bas-tante reformado cuando lo habitó el pin-tor barroco Juan de Sevilla, peroconservaba un bello patio que MarianoFortuny y otros artistas pintaron antes desu derribo, acometido en 1877.

También era un destacado palacio lacasa de la placeta Benalúa nº 12, cuyaselegantes columnas de mármol delatabanque en el inmueble hubo un original pa-bellón octogonal; si se hubiera conser-vado sería una de las obras más notablesde la arquitectura nazarí, pero ya estaba

Page 17: geometria_arabe

17

Muchas viviendas del Albayzín tenían elementos

andalusíes que se perdieron al ser demolidas

desbaratado cuando en el edificio nacióel historiador Manuel Gómez-MorenoMartínez. Luego el inmueble sufrió su-cesivas transformaciones que lo desvir-tuaron, hasta que en 1975 fue derribadopara hacer la residencia de San Rafael.

Otras muchas viviendas del Albayzíntenían elementos andalusíes que se per-dieron al ser demolidas. De unas cono-cemos su nombre y ubicación (casa de laColumna, casa de la placeta de Fátima nº22, casa de la calle Bravo nº 1, casa de lacalle San Luis nº 12...), pero de otras sólonoticias tan confusas como las que un re-dactor del periódico El Granadino nosdio en 1848 al relatar como un “monu-mento precioso de arquitectura árabe,que se encuentra copiado en todas las co-lecciones de vistas granadinas, de Españay del estrangero” fue desmantelado paraaprovechar sus materiales, o como cercade la iglesia de El Salvador se derribó

otra notable casa de la que un particularaficionado a las antigüedades compró“tres arcos primorosos de los que ador-naban las puertas de los cenadores delpatio”.

Más escandaliza que todavía en 1945el ayuntamiento autorizara el derribo de lacasa de la placeta Villamena nº 3 parahacer un retórico edificio de aire neoim-perial. Se trataba de un notable palacio delsiglo XIV que había sufrido importantesreformas posteriores, pero que aun con-servaba un aljibe y bellos ornamentos delos pórticos del patio. No menos lamenta-ble es la destrucción del gran albercón quecomplementaba el Alcázar Genil y en elque los reyes nazaríes se deleitaban con lasimulación de batallas navales. Parte deeste albercón fue arrasado por las obrasdel camino de Ronda y lo que quedaba entiempos recientes por la construcción deunos bloques de viviendas.

Baño conocido como Casa de las Tumbas(hacia 1900).

Bóveda del baño del arrabal de los Alfareros (José MaríaRiobcó, 1915).

Page 18: geometria_arabe

el espíritu de su tiempo18

Puentes, puertas y murallas

Fueron las reformas urbanas, en particu-lar los ensanches de calles y apertura denuevas vías, los que más estragos provo-caron en el patrimonio arquitectónico yen la trama urbana medieval durante elsiglo XIX. Al transformar el pintorescorío Darro en una calle para el tráfico ro-dado desapareció una parte de la ciudadque a algunos viajeros románticos lesfascinó con sus pequeños puentes y casascolgadas, la llamada Riberilla. La des-

trucción de casas y puentes para dar a luzuna anodina calle fue la pérdida más la-mentable que ha sufrido Granada desdela perspectiva del pintoresquismo ur-bano. El embovedado se fue haciendopor fases desde plaza Nueva hacia el ríoGenil. El puente del Baño de la Corona,el más importante de los que hubo sobreel Darro, había sido ampliado por loscristianos para formar la plaza y sobre elviejo arco del puente elevaron un edifi-cio de cinco plantas que mitigaba las co-rrientes de aire frío que hacen tan

Page 19: geometria_arabe

riguroso el invierno en esta parte de laciudad. Más abajo estaban los sencillospuentes de San Francisco y del Carbón,cuyas roscas de dovelas de piedra y tos-cos petriles los asemejaban a los que hoypodemos ver en la carrera del Darro. Pró-ximo al actual edificio de Correos se en-contraba el puente del Álamo o de losCurtidores. En tiempos musulmanes esprobable que formara parte de la murallay tuviera un rastrillo para impedir el pasopor el cauce del río. En 1875 pereció elpuente de Santa Ana o del Cadí, esta vezpara ampliar plaza Nueva a costa de re-cortar la carrera del Darro. Todos lospuentes desaparecidos eran de un soloojo y en su arquitectura mostraban enforma de reparos estratificados la historiade las crecidas del río.

El derribo de murallas fue una de lasmedidas características del urbanismo

decimonónico. Dado que las antiguasfortificaciones habían perdido su funciónmilitar, con su demolición se podían abrirnuevas calles y “embellecer” la ciudadsegún los criterios de la época. En Gra-nada fueron el deseo de mejorar el trá-fico, la regularización del caserío o laespeculación de algún particular, las ra-zones que llevaron a destruir numerosaspuertas y algunos tramos de lienzo deunas murallas que la ciudad había des-bordado en los siglos precedentes.

El castillo nazarí de Bibataubín su-frió una profunda remodelación en elsiglo XVIII para convertirse en cuartel.

19

Página anterior : Portada del Maristán (Francisco Enríquez,hacia 1843).

A la derecha: Capitel califal de la casa de la calle Azacayasnº 16 (dibujo de la Comisión de Monumentos, hacia1898).

Abajo: Plano de alineación de un sector de la Alcaicería(Juan Monserrat y Vergés, 1884).

Page 20: geometria_arabe

Se eliminaron el foso y algunas de las to-rres, y se enmascaró lo demás, incluidoel gran torreón poligonal que todavía seconserva. Una elevada torre que se al-zaba junto a la plaza de Mariana Pinedafue lamentablemente destruida en 1967para hacer un bloque de viviendas.Anexa al castillo estaba una puerta de lamuralla de la ciudad en la cual los cris-tianos habían instalado una capilla dedi-cada al Nuestra Señora de los Remedios.

Su derribo fue proyectado por el ayunta-miento en vísperas de la Guerra de la In-dependencia, aunque fueron finalmentelos franceses los que dieron en tierra conella. Las tropas napoleónicas tambiéndesmantelaron y después dinamitaron latorre del Aceituno. A finalizar la guerrase elevó allí un pequeño oratorio de estiloneoclásico, la ermita de San Miguel Alto,que difumina el perfil militar de esa partede la ciudad.

La puerta de Elvira, que hoy está re-ducida a un gran arco, era en realidad unapequeña fortaleza en la que varias puertasdistribuían a las personas en diversas di-recciones. Por ser un lugar muy transitado,a lo largo del siglo XIX esas puertas fue-ron destruidas, entre ellas la puerta de laAlhacaba, cuyo arco de herradura apun-tado era de fábrica zirí. También habíasido edificada por los ziríes la puerta delSol, abierta dentro de una sólida torre yllamada así por estar orientados sus arcosa saliente y poniente. La puerta formabaparte de la muralla que descendía de lasTorres Bermejas separando los barrios delMauror y el Realejo, y fue arrasada en1867 sólo para regularizar este lugar pocotransitado de la ciudad.

Próxima a la plaza de Bibarrambla seubicaba la puerta de las Orejas, conocidaasí en tiempos cristianos por la inicuacostumbre de colgar miembros amputa-dos de los delincuentes. La puerta con-sistía en una gran torre cuadrada en laque se abría un monumental arco apun-tado con dovelas de piedra, tras el cualhabía un arco más pequeño de herraduray un pasadizo en recodo. Los cristianosle añadieron una capilla y así es como fuedibujada por artistas románticos, queveían en ella uno de los rincones másatractivos de la ciudad. No fueron de lamisma opinión los alcaldes y arquitectosmunicipales de la segunda mitad delsiglo XIX, para los cuales constituía unestorbo en una zona sometida a regulari-zación; además había un influyente par-ticular interesado en su desaparición pararevalorizar su finca. Tras varios intentosfrustrados de derribarla, incluido uno en1873 que logró frenar el presidente de laRepública Pi i Margall, y a pesar de quefue declarada monumento nacional, lapuerta fue sorpresivamente demolida en

el espíritu de su tiempo20

Casa de la Columna en el Albaicín (AntonioGarrido del Castillo, 1927).

Page 21: geometria_arabe

1884. El alcalde celebró su logro con ellanzamiento de cohetes, mientras la Co-misión de Monumentos presentaba in-dignada su dimisión. Durante el derribose guardaron los restos de cantería, conlos cuales Torres Balbás reconstruyóparte de la puerta en el bosque de la Al-hambra, donde permanece camuflada porla vegetación.

Parecida a esta puerta era la del Pes-cado, edificada a finales del siglo XIII ycuyo nombre se lo pusieron los cristianospor ser el lugar de entrada del pescadoprocedente de la costa granadina. Segúndescripción del dramaturgo y político li-beral Martínez de la Rosa, constaba deun paso abovedado con tres arcos. Lapuerta, junto con la tribuna que se lehabía adosado y parte de la muralla queenlaza con el Cuarto Real de Santo Do-

mingo, fue derribada a mediados delsiglo XIX. Al igual que la anterior, lapuerta de los Molinos formaba parte dela muralla que protegía el arrabal de losAlfareros, actual Realejo, y estaba alfinal de la cuesta homónima. Demolidaen 1833, nada sabemos de la fisonomíade una puerta por la que penetraron lastropas de los Reyes Católicos ante la con-goja de la población musulmana.

Algunos conventos, como el jesuíticoColegio de San Pablo o el convento deSanta Cruz la Real, tenían sus fincas de-limitadas por largos tramos de lienzos ytorres. La exclaustración de esos ceno-bios supuso la desaparición de éstos, enel primer caso para la creación del JardínBotánico y en el segundo para la aperturade una calle. También en el Albayzín lasecularización de los conventos de Agus-tinos Descalzos y Mínimos de la Victoriaacarreó la destrucción de las murallasque pasaban junto a sus huertas, trans-formadas en jardines de cármenes.

Mezquitas

Podríamos hablar de las decenas de mez-quitas que fueron derribadas para edifi-car iglesias en el proceso de implantacióndel catolicismo en esta nueva Jerusalénque, a decir de los retóricos cronistas delAntiguo Régimen, era la ciudad delDarro. Difícil sería señalar cuántas deaquellas mezquitas tenían una amplitudespacial y una riqueza ornamental sufi-cientes como para destacar sobre la ha-bitual sencillez de los oratoriosandalusíes. De inmediato pensaríamos enla mezquita mayor del Albayzín, que elviajero Abd al-Bassit calificó como “ma-ravillosa” y que a poco de la conquistaJerónimo Münzer describió como “unabellísima mezquita, de ochenta y seis co-lumnas exentas”. Hoy sólo conservamossu ameno patio con limoneros.

Más antigua y tosca, pero de un ines-timable valor, era la Mezquita aljama deGranada, edificio zirí cuya sala de ora-ción estaba formada por un bosque de co-

21

Croquis de un arco nazarí de la casa de la calle San Luis nº 12(dibujo de la Comisión de Monumentos hacia 1900).

Algunos conventos, como el jesuítico Colegio de San Pablo o el

convento de Santa Cruz la Real, tenían sus fincas delimitadas por

largos tramos de lienzos y torres

Page 22: geometria_arabe

el espíritu de su tiempo

lumnas –seguramente de acarreo– decada una de las cuales arrancaban cuatroarcos para sostener pequeñas bóvedas.Tres puertas le daban acceso, más otraque comunicaba con la vivienda de losalfaquíes, y en su patio había una granpila de agua para las abluciones. La mez-quita perdió a finales del siglo XVI su al-minar, conocido entonces como torreTurpiana y en cuya base aparecieron losprimeros hallazgos de ese largo culebrónconocido como los fraudes del Sacro-monte. La sala de oración, sin embargo,se conservó como iglesia del sagrario,con sus naves perimetrales convertidasen capillas, tal y como podemos ver aúnhoy en la mezquita de Córdoba. Desgra-

ciadamente, a principios del siglo XVIIIel cabildo eclesiástico tomó la decisiónde derribarla y construir un templo ba-rroco según proyecto de Hurtado Iz-quierdo, modificado más adelante porJosé de Bada. Aunque el nuevo edificioera de notable arquitectura, es indudableque la mezquita aljama, por cuyas arca-das habían pasado las generaciones desiete siglos, constituía un edificio únicoen su arquitectura.

Próxima a la Mezquita aljama se en-contraba la Madraza, universidad corá-nica reconvertida por los castellanos ensede del cabildo municipal. Si bien el in-mueble había sido objeto de obras paraadecuarlo a su nueva función, fue en

22

El puente del Carbón en la Riberilla (David Roberts, hacia 1833).

Page 23: geometria_arabe

1722 cuando una profunda reforma des-truyó u ocultó la arquitectura musul-mana. Al edificio se accedía por unapuerta con inscripciones de la cual que-dan algunos restos que pueden verse enel Museo Arqueológico. Un patio daríaacceso a las aulas, las habitaciones y eloratorio, el cual puede visitarse muy res-taurado.

Un sencillo tipo de construcción a lavez religiosa y funeraria del que pode-mos encontrar centenares de ejemplos enMarruecos, pero que ha sido práctica-mente borrado de las antiguas tierras deal-Andalus, es el morabito. Estos edifi-cios, elevados para perpetuar el recuerdode algún musulmán de vida ejemplar, secomponen normalmente de una sola salacuadrada cubierta por una cúpula. De losmuchos morabitos que debió tener Gra-nada sólo dos se habían conservado gra-cias a su uso como ermitas. Uno es el deSan Sebastián, todavía en pie, y otro elde San Antón el Viejo, situado en un pro-montorio cerca del Puente Verde y que alparecer estuvo decorado con alicatados.Los frailes de San Antón cuidaban la er-mita, pero con la desamortización el edi-ficio fue vendido a un particular que loderribó; ya para entonces había desapa-recido la popular romería que todos los17 de enero visitaba el edificio.

Baños

Numerosos historiadores han señaladoque las epidemias de peste de mediadosdel siglo XIV generaron en la Europacristiana un gran recelo hacia el agua,pues se consideraba que penetraba en lapiel y transmitía enfermedades. Si a estole unimos los recelos religiosos hacia unacostumbre que se consideraba hedonista–ya en los tiempos romanos fueron mu-chos los estoicos y cristianos que presu-mían de no acudir a las termas–,podemos comprender que la higiene seredujo a lo imprescindible entre los cas-tellanos que conquistaron el Reino deGranada.

Los baños fueron cerrados en los pri-meros tiempos de la dominación cris-tiana, pero no destruidos, porque eran

construcciones de sólidos muros y bóve-das que podían albergar almacenes, lava-deros, subdividirse en viviendas oincluso convertirse en sótanos de nuevosedificios levantados sobre ellos. Así, mu-chos fueron los baños que llegaron hastatiempos contemporáneos, aunque des-graciadamente las reformas urbanas y elproceso cada vez más rápido de renova-ción arquitectónica, ha supuesto la desa-parición de varios de ellos.

Todavía quedan ruinas del suntuosobaño que fue popularmente conocidocomo casa de las Tumbas, junto a la calleElvira. A principios del siglo XX era unedificio que se conservaba completo,pero dividido entre varios propietariosque lo fueron derribando. Podemos la-mentar sobre todo la pérdida de su espa-ciosa sala templada, cuyos nueve arcosapuntados eran sostenidos por columnasde distintas épocas. Una historia muy si-milar puede contarse del baño sito en laalbaicinera calle del Agua, el más grandeque tuviera la ciudad y cuyos restos muymutilados están repartidos hoy entre cua-tro viviendas. Peor suerte tuvo el bañodel Arrabal de los Alfareros, cuya últimasala en pie fue destruida en 1967; era unbaño de grandes dimensiones del que re-cientemente se han excavado algunosrestos arqueológicos. Mucho antes, du-rante las obras de la Gran Vía, pereció elBaño de la Zapatería, edificio que se con-servaba en buen estado repartido entrevarias casas, pero que fue precipitada-mente demolido sin que pudiera estu-diarse bien.

Edificios públicos

Uno de los edificios cuya pérdida máshemos de lamentar es el Maristán, hospi-tal para enfermos pobres construido en elmomento de apogeo del arte nazarí. Eledificio contaba con una bellísima por-tada, de la cual podemos ver hoy una re-producción a escala en el MuseoArqueológico Nacional, y un gran patiorectangular del cual se conserva una ga-lería en pie y el arranque hasta la cinturade las demás. En el estanque del centrodel patio, hoy pendiente de excavación,

23

Uno de los edificios cuya pérdida más hemos de

lamentar es el Maristán, hospital para enfermos pobres

construido en el momento de apogeo del arte nazarí

Page 24: geometria_arabe

el espíritu de su tiempo

vertían agua los dos leones que podemosver en el Museo de la Alhambra. El edi-ficio había sido ceca, corral de vecinos,cuartel y cárcel, pero ni su valor históriconi el artístico pudieron impedir a sudueño que a mediados del siglo XIX loderribara. Los importantes restos queconservamos y la detallada documenta-

ción gráfica que se elaboró antes de suderribo justificarían su reconstrucción.

Para alojar a comerciantes y campe-sinos que acudían al zoco con sus mer-cancías se construyeron alhóndigas,llamadas funduq en Marruecos. De lasque tenía Granada sólo nos ha llegado laconocida como Corral del Carbón, aun-que es probable, según hipótesis del ar-quitecto Carlos Sánchez, que hubiera unaen Plaza Nueva, el edificio que los ReyesCatólicos transformaron en hospital de laEncarnación. En los grabados del sigloXVIII llama la atención una imponentebalconada de madera que recorría toda sufachada y sabemos que en el interiorhabía buenas armaduras y un austeropatio. Desgraciadamente fue derribadaen 1944 para ampliar la plaza.

La Alhóndiga Zaida era un antiguoedificio nazarí adaptado para ese uso porlos colonizadores. Aunque llegó trans-formado y mermado al siglo XIX, seguíaconservando interesantes restos musul-manes hasta que un incendio accidentallo destruyó en 1856, propiciando la cons-trucción del edificio El Suizo. En elMuseo de la Alhambra puede verse unbello capitel del siglo XIV salvado de lasruinas.

Otro incendio fortuito destruyó laparte occidental de la Alcaicería en 1843,mientras que la parte oriental fue víctimaen las décadas siguientes de la realinea-ción de sus calles, lo cual obligó a derri-bar todos los edificios, incluida laAduana de la Seda, que contaba con unarco decorado con yeso y algunas te-chumbres de interés. La Alcaicería era unámbito del zoco cerrado con puertas paraproteger las valiosas mercancías. En susangostas callejuelas había dos centenaresde pequeñas tiendas cerradas con porto-nes de madera que se desmontaban e in-cluso ponían como aleros. En suintrincada trama no faltaban los rinconespintorescos e incluso había una pequeñamezquita que fue reedificada como er-mita, acción sacralizadora que los cris-tianos completaron con la colocación dehornacinas sobre los arcos de entrada al

24

En 1843, un incendio fortuito destruyó la parte

occidental de la Alcaicería, y la parte oriental fue

después víctima de la realineación de sus calles

Puerta del Pescado (dibujo de Antonio Garrido delCastillo a partir de un grabado romántico).

Page 25: geometria_arabe

recinto. La reconstrucción de la Alcaice-ría a partir de 1844 fue dirigida princi-palmente por el arquitecto JoséContreras, famoso por haber iniciado enla Alhambra una dinastía de restaurado-res que sustituía las ornamentaciones ori-ginales por copias fieles. Esta habilidadpara copiar las yeserías fue empleada enla Alcaicería, reedificada como una gale-ría comercial neoárabe en la cual las tien-das tienen una estructura copiada de lastabernae del mundo romano antiguo. Lanueva Alcaicería era muy distinta de lamusulmana, pero hoy vemos en ella unpionero ejemplo de la arquitectura orien-talista que tan en boga estaría en las dé-cadas siguientes.

Epílogo

Con el derribo de un edificio se pierde untrozo de la historia de una ciudad y de laspersonas que la poblaron. Si ese edificioforma parte de una urbe que fue capitaldel reino taifa zirí, capital del al-Andalusalmorávide y capital del reino nazarí, es-tamos hablando de la desaparición de unimportante capítulo de la historia medie-val hispana. Lo trágico de la destruccióndel patrimonio histórico es que se hacecasi siempre por motivos tan mezquinoscomo la especulación de un particular olas miméticas adecuaciones a la moda.Otras veces, cuando se alegan los intere-ses colectivos, como el ensanche o aper-tura de una calle, con el tiempo sedescubre que fue mayor el mal que elbien. Frente a las numerosas voces queen España se han elevado y siguen ele-vándose para denunciar los problemasurbanos de las ciudades históricas o jus-tificar las destrucciones como el inevita-ble precio del progreso, baste señalar que

los retos que ha ofrecido siempre la con-servación de Granada son una minuciacomparados con aquellos a los que se hatenido que enfrentar Venecia, y sin em-bargo la ciudad italiana se ha conservadomucho mejor, y nadie discutirá que parabien.

Desde que en tiempos del romanti-cismo Granada se convirtió en un refe-rente, los tres principales elementos de sufascinante configuración han sufridosuertes muy distintas. Sobre la necesidadde preservar la Alhambra ha existido am-plio consenso y se conserva en excelenteestado. Peor suerte ha tenido el paisajeagreste y contrastado que circunda la ciu-dad, víctima de graves estragos y todavíaamenazado por nefastos proyectos comoel cierre de la circunvalación por el valledel Darro. En cuanto a la ciudad pinto-resca, hemos dado aquí un repaso a laspérdidas que ha sufrido su patrimoniomedieval y podemos decir con funda-mento que lo destruido ni es poco ni essecundario.

Los viajeros románticos conocieronen un estado de degradación aparente-mente irreversible edificios que, como elCorral del Carbón o el Bañuelo, ahorapodemos vanagloriarnos de tener restau-rados y abiertos al público. Lástima, sinembargo, que no podamos cruzar lospuentes de la Riberilla, sentarnos en uncenador del palacio de Cetti Meriem overnos reflejados en el estanque del Ma-ristán.

25

Desde que en tiempos del romanticismo Granada se

convirtiera en un referente, los elementos de su

fascinante configuración han sufrido distinta suerte

* JUAN MANUEL BARRIOS ROZÚA

es profesor de la Escuela Técnica Superior de

Arquitectura de Granada y autor del libro

Guía de la Granada desaparecida (editorial

Comares, 1999).

Page 26: geometria_arabe

reportaje · Título reportaje26

Page 27: geometria_arabe

27

© H

istor

ical

Pic

ture

Arc

hive

/ C

OR

BIS

Geometríaárabe:

el lenguajeornamental

MOHAMMED TALHAOUI

M. JORGE BOLAÑOS CARMONA

Page 28: geometria_arabe

reportaje · Geometría árabe

El lenguaje ornamental islámico se pre-senta en tres formas fundamentales, lageométrica, la floral y la caligráfica. Lageométrica tiene como protagonista prin-cipal la línea recta, en la que nos centra-remos, pues su recorrido quebrado enfunción de los ángulos básicos expresa sumensaje y plasma su belleza.

La conveniencia de reflejar el mundosin imágenes figurativas y de expresar launicidad de la presencia divina en el uni-verso y al mismo tiempo su infinitud, haconducido al arte ornamental de raízárabe o islámica al uso de ciertas formaso estructuras geométricas que permiten,mediante replicación indefinida, el recu-brimiento completo del plano. Estas for-mas ornamentales adquieren también unvalor espiritual o simbólico como expre-sión de una visión del mundo.

La línea, elemento fundamental delarte ornamental, describe esa poesía sinpalabras que no tiene principio ni fin. Re-corre el espacio y el tiempo para crear in-finitas formas que inducen a nuestra vistaa una profunda contemplación, que per-mitirá realizar una especie de unión ar-moniosa entre el corazón (lo emocional)y la razón (lo racional).

El objetivo de nuestro acercamientoes justamente permitir un nuevo enfoquesobre los mecanismos y las leyes querigen esa unión, expresada por el arte or-namental. Es así como a medida que nosconcentramos en este objetivo, podemospercibir la perfección que la línea expresaa lo largo de su recorrido.

La Alhambra de Granada, y en gene-ral los elementos ornamentales de losprincipales monumentos arquitectónicosdel legado de al-Andalus, son un ejem-plo inmejorable de belleza y calidad cien-tífica y técnica de sus autoresintelectuales y materiales. La ornamen-tación alhambreña ha sido estudiada am-pliamente por especialistas en diversasdisciplinas (véase, por ejemplo, el deli-cioso libro Siete paseos por la Alham-bra), por lo que no se trata aquí deanalizar sus características matemáticas,arquitectónicas o artísticas, sino de ejem-plarizar en tales elementos ornamentalesuna metodología de construcción y de-construcción de sus elementos.

El trabajo que nos proponemos reali-zar en esta aproximación es usar una me-todología racional (matemática) paradesarrollar aplicaciones que cubran todo

28

Escritura caligráfica en árabe de la palabra «jat», línea.

el lenguaje del arte de la geometría. Ellonos permitirá regresar a través de las dis-tintas fases de la concepción del productoartístico final hasta su origen, creando uncamino «inverso» para todas las expre-siones, para encontrar la energía genera-dora original.

Esperamos así ofrecer una lecturamás fácil del lenguaje ornamental en suexpresión de los conceptos de belleza yde estética.

Al evocar el arte de la geometría, re-cibimos casi todo el tiempo la imagen delíneas entrelazadas. Así, el ojo es invitadoa viajar por el recorrido de esta línea sinprincipio ni fin. Ante las expresiones delarte de la geometría, queda deslumbradono sólo por la complejidad, sino tambiénpor la armonía de la disposición de losmovimientos de las líneas que le propo-nen una belleza en la cual la unidad for-mal ya está realizada. Se trata, en efecto,de un «viaje» sin fin de la línea que seentrelaza sin descanso.

La lectura que proponemos hacer espenetrar todas las fases de la concepciónhasta el origen, para describir la meta-morfosis del lenguaje geométrico en unaexpresión artística, descifrando así sioculta actividad.

Se trata, pues, de desarrollar un mé-todo genérico para la concepción del artede la geometría con un análisis meticu-loso de las diferentes etapas de la con-cepción, a saber, la puesta en escena delos «ángulos», las «estructuras» y los«ríos».

Page 29: geometria_arabe

Para una mejor comprensión del len-guaje geométrico, lo analizaremos a tra-vés de los siguientes apartados:

1) La línea, elemento fundamentaldel lenguaje ornamental.

2) Sobre la necesidad de una biblio-teca del lenguaje ornamental.

3) Análisis del lenguaje ornamental.4) Algunos casos de estudio.5) Conclusión

La línea, elementofundamental del lenguajeornamental

El lenguaje ornamental se basa sobre dosenergías sinérgicas, transportadas por lalínea y representadas por la recta y lacurva: dos formas fundamentales quepermiten que la expresión ornamental semanifieste en su totalidad. Así, la línearecta refleja la energía de lo racional, lacurva expresa la de lo emocional, almodo de un «ying» y un «yang» de ca-racterísticas propias (expresando tambiénlo masculino y lo femenino, lo único y lomúltiple).

Estas dos formas emergen a menudoseparadamente, pero también pueden, aveces, entrelazarse; aquí nos interesare-mos solamente en la energía desarrolladapor la línea recta que se expresa en el«lenguaje ornamental de la geometría».

Puesto que las dos facultades: racio-nal y emocional del ser humano debenfuncionar en armonía, sinérgicamente, suconjunción debe permitirnos obtener unapercepción aumentada del entorno ypoder ver una realización completa.

Es en este contexto en el que la crea-tividad del espíritu, a la vez intelectual yemocional, se transforma en un productopalpable: la línea. Este proceso excep-cional permite la suerte de alquimia de

traducir las leyes geométricas en expre-siones artísticas.

Este enfoque se inscribe en esta idea,proponiéndonos desarrollar una nuevalectura del lenguaje geométrico orna-mental, así como desvelar la actividad ar-tística oculta que en él reside.

Proponemos así una lectura media-dora, que se sitúa entre la ciencia de lageometría, definida por leyes inmutables,y la génesis de la belleza. Nos ofrece estaposibilidad única de acercarnos al cora-zón de la expresión para asistir a esta me-tamorfosis.

Sobre la necesidad de unabiblioteca del lenguajeornamental

En los capítulos siguientes se describirála búsqueda del origen de cada represen-tación ornamental; una vez encontradoese origen, puede reproducirse la figuracompleta. Diversas fuentes producen in-finidad de resultados.

Al descamar las capas de los espaciosgeométricos en los que se pasea la línea,podremos, en efecto, identificar y aislarlas leyes que guían escrupulosamenteesta línea en su itinerario. Cada origen yestructura determina el resultado final.

Por ello está clara la necesidad de dis-poner de una colección física y/o elec-trónica de formas que puedan recopilartodas esas leyes, así como sus aplicacio-nes inmediatas, a través de lo que nosproponemos llamar una «biblioteca dellenguaje ornamental».

Esta biblioteca tendrá un doble obje-tivo: por un lado, archivar y sistematizarel uso de las formas de origen y estruc-tura que, combinadas, pueden dar lugara infinidad de ornamentaciones; por otrorecoger un enorme número de tales orna-

mentaciones, para su estudio, exposicióny uso.

Las posibilidades de las nuevas tec-nologías permiten la generación y alma-cenamiento de un gran número demodelos de gran interés didáctico y apli-cado. Por razones obvias, debería encon-trarse físicamente en la ciudad deGranada.

Análisis del lenguajeornamental

En la expresión ornamental geométrica,es interesante retener la noción de «pe-riodo» que se regenera. Esta idea designaal módulo que se repite hasta el infinito.

Por otra parte, en el proceso de evo-lución de la creación ornamental, pode-mos distinguir las siguientes fases: losángulos de base que serán el vocabularioangular; el origen y nacimiento del río;la formación de la estructura o esque-leto; la ejecución del río, siguiendo eldiscurrir de la estructura; y la costilla onervadura, que es la anchura de la línea

Debe tenerse en cuenta que todo elrecorrido de la línea está regido por ellenguaje angular, el cual se divide si-guiendo tres espacios o familias funda-mentales: el espacio triángulo, el espaciocuadrado y el espacio pentágono.

Así: El espacio triángulo permite generar

el hexágono.El espacio cuadrado permite crear el

octógono.El espacio pentágono desarrolla el

decágono.Estos espacios serán las matrices que

engendrarán las formas que habrán depermitir a las diferentes etapas antes des-critas encontrar sus caminos.

29

Espacio triángulo. Espacio cuadrado. Espacio pentágono.

Page 30: geometria_arabe

reportaje · Geometría árabe

Los ángulos de base

Los ángulos son, por así decirlo, el voca-bulario que utilizará la línea en la confi-guración de su recorrido y en la génesisde sus diferentes movimientos. En lostres espacios se fijan un cierto número deángulos definidos, que establecerán lassucesivas orientaciones de la línea.

De esta forma todos los movimientosde las líneas se realizan con referencia alos ángulos correspondientes a cada es-pacio y que se reparten como sigue:

Nótese que los ángulos de cada familiaestán relacionados directamente o por sumacon divisiones de 360 grados, dado que sedeben encajar mutuamente en la estructura;ello impide mezclar ángulos de las diferen-tes familias salvo las coincidencias quepueden verse (por ejemplo, 90 grados es unángulo común a los tres espacios).

El origen del río

El origen del río se encuentra en el espa-cio elegido para la creación del orna-mento. Se debe retroceder hasta la máspequeña de las huellas que se pueda en-contrar, porque este origen es justamenteengendrado por las huellas de cada mó-dulo. Este origen es clave en la replica-ción de la figura básica.

La estructura

Es el esqueleto que conduce a todos losríos; la estructura es la matriz de cada ex-presión. Los itinerarios de las estructurasse encuentran en relación con los ángulosy con las células del ornamento. Estos iti-nerarios formarán las identidades de cadaexpresión.

30

espacio triángulo7.5, 15, 20, 3040, 60, 90, 120

espacio cuadrado22.5, 45, 67.5, 90

112,5, 135, 157.5, 180

espacio pentágono18, 36, 72, 90

108, 126, 144, 162

Divisiones del plano3 4 5 6 8 9 10 12 16 18 20 24 48

120 90 72 60 45 40 36 30 22.5 20 18 15 7.5

Page 31: geometria_arabe

los movimientos creados por el vocabu-lario de los ángulos. Además, contribuyea reducir proporcionalmente las porcio-nes de plano que quedan intermedias.

31

El río

Éste se define en las figuras por dos lí-neas paralelas en trazo negro y que seapoyan sobre la estructura (en trazoazul). El río será como un revestimientode la estructura, y es un elemento funda-mental que da forma a la expresión orna-mental geométrica: su origen se encuadraen alguna de las familias anteriormentecitadas.

La nervadura

Proporciona un espesor a la línea del río.En su composición, ofrece a la expresióngeométrica una complejidad y bellezaadicional. La nervadura revaloriza todos

Page 32: geometria_arabe

reportaje · Geometría árabe

Algunos casos de estudio

Los siguientes paneles ejemplifican lastres familias o espacios antes descritos.

Espacio cuadrado

En el panel siguiente puede verse lamisma lectura, si bien más compleja.

32

Paneles de azulejos (zelij)en Tlemcen (Argelia).

Paneles de azulejos, Sala de los embajadores, Alhambra, Granada.

1

2

3 4 5

Page 33: geometria_arabe

33

Espacio triángulo

Paneles de azulejos.Alhambra, Granada.

1

4 5

2 3

Page 34: geometria_arabe

reportaje · Geometría árabe

Espacio pentágono

Otra expresión de esta familia con mayorcomplejidad es:

Este proceso de recorrido de la líneaofrece una infinidad de combinaciones.Se verá que un mismo origen puede en-gendrar en su recorrido expresiones fi-nales diferentes.

Gracias a esta lectura «angular»,hemos podido crear una genealogía deexpresiones geométricas, como una es-pecie de tabla de clasificación de las or-namentaciones.

34

Paneles de azulejos. Alcázar de Sevilla

Paneles de azulejos MadrazaTachfiniya en Tlemcen (Argelia).

1 2 3 4 5

Page 35: geometria_arabe

de la sabiduría que todos buscamos ennosotros mismos, intentando regresar alorigen de la existencia a través de esteejercicio de búsqueda que nos muestra lalínea a lo largo de su recorrido.

El proceso de metamorfosis que se hadescrito refleja en su resultado un espejointerior y nos da las posibilidades de bus-car el centro de nuestro origen.

* MOHAMMED TALHAOUI

es investigador en Arte Ornamental de

Tlemecen (Argelia)

* M. JORGE BOLAÑOS CARMONA

es Doctor en Matemáticas y profesor de la

Universidad de Granada

35

En el ejemplo siguiente, podemos veren una misma etapa la apariencia queofrecen diferentes materiales, como elyeso, el zelij o la madera, así como la ins-cripción de mocárabe (estalactitas).

Conclusion

El trabajo que puede realizarse a partir deeste enfoque utiliza una metodología ra-cional (matemática) para desarrollar apli-caciones relativas a todo el lenguajeartístico de la ornamentación geométricaEllo nos permitirá remontar las diferentesfases desde el producto final hasta el ori-gen, creando un camino «inverso» paratodas les expresiones, lo que nos conducea la energía generatriz.

Desde el punto de vista artístico ycultural, los mecanismos generadores deestas aplicaciones están ya impresos encada caso, y la lectura los muestra comoportadores del lenguaje ornamental.

A través de nuestro estudio, espera-mos desvelar los secretos de la actividadoculta en este tipo particular de manifes-tación del patrimonio humano universal,codificando de la mejor manera posibleel «puente» ya construido entre la expre-sión ornamental y el camino del lenguajegeométrico

En el viaje al que la línea nos con-duce, podemos notar que su evidentesimplicidad está paradójicamente veladapor la complejidad de la creación: «lomás pequeño se expresa en lo másgrande y viceversa». Lo que es excep-cional es que en esta mirada sobre el re-corrido de la línea se ofrece una imagen

Page 36: geometria_arabe

“En el punto donde confluyen

el Mediterráneo y el Océano

Atlántico se encuentran los

faros de piedra y bronce que

construyó el gran rey Hércules.

Cubiertos con inscripciones, y

coronados por estatuas, parecen

querer decir:

Más allá de aquí no hay nada, más

allá de aquí no existe paso para

aquellos que se introduzcan en el

Océano desde el Mediterráneo.

Ningún barco puede adentrarse en

el océano, donde existen tierras en

las que no vive nadie y son la

morada de animales salvajes.

Dónde empieza y dónde acaba es

algo incierto. Es el Mar de

Shadmus, el Mar Verde, el Océano

Circundante”.

Page 37: geometria_arabe

Más alláde las

Columnasde Hércules

Más alláde las

Columnasde Hércules

PAUL LUNDE

Page 38: geometria_arabe

reportaje · Más allá de las Columnas de Hércules

En la Edad Media, el Atlántico era paralos latinos el Mare Tenebrosum, mientrasque para los árabes era conocido comoBahr al-Zulamat. En ambos casos signi-fica “El Mar de las Tinieblas”, y cual-quiera que mire hacia el oeste desde lacosta norte de Portugal y vea los intensosbancos de nubes que cruzan el horizonte,habrá de admitir que es el nombre ade-cuado para el Atlántico. Enunciaba unfatal augurio: para los cristianos, la pala-bra tenebrosum sugería al diablo; unaevocación del Príncipe de las Tinieblas.Para los musulmanes, la palabra árabeque define “oscuridad”, al-zulamat, nopuede sino traer a la mente la magníficasura XXIV del Corán, al Nur, (“La Luz”)que describe la situación del no creyente,del que se encuentra “en la profunda os-curidad de un vasto océano, abrumadopor las nubes, cubierto por las nubes, por[oscuras] masas de nubes – oscuras pro-fundidades, una sobre otra”

Este nombre, junto con su análogo“El Mar Oscuro”, Bahr al-Muslim,muestra con creces el miedo y la igno-rancia que el hombre medieval sentía res-pecto al Océano Atlántico. Pero tambiéntenía nombres más propicios; dos deellos, el “Mar Verde” y el “Océano Cir-cundante” aparecen en el pasaje que aca-bamos de señalar, del historiador ygeógrafo árabe del siglo X al-Masudi,cuyos trabajos están plagados de impre-sionantes datos geográficos. Los árabesutilizaron también otras nomenclaturas,como la culta Uqiyanus, una translitera-ción directa de la voz griega okeanos, eincluso en fuentes posteriores del Occi-dente musulmán aparece como Bahr al-Atlasi, “El Mar de la Montañas del Atlas”una traducción directa de la palabra“Atlántico”.

Pero el nombre más frecuente para elAtlántico fue Bahr al-Muhit, el OcéanoCircundante, o “Océano que lo rodeatodo”. Este nombre encarnaba un con-cepto muy antiguo. Los babilonios, y talvez los sumerios antes que ellos, veían la

parte del mundo que no estaba habitadacomo un barco invertido, una gufa, flo-tando en el mar. Esta antigua palabra su-meria se usaba para definir los barcos defondo redondo hechos con juncos que seutilizan en las marismas del sur de Irak,donde todavía se les llama así. Tanto elnombre como el concepto han demos-trado tener una extraordinaria supervi-vencia. La idea pasó de Babilonia a losgriegos, y los geógrafos, desde Heródotohasta Hecateo describían el mundo comosi estuviera rodeado por todas partes porun océano universal, incluso cuando loslímites del mundo entonces conocido sehabían ampliado hasta mucho más lejosde lo que los babilonios podrían haberseimaginado.

Mucho después de que Aristótelesdemostrara, en el siglo IV, que el mundoera esférico, la imagen de los antiguosbabilonios aún prevalecía. Al-Masudi es-cribió casi 1.400 años después de Aristó-teles, y plenamente consciente de que latierra era redonda, que se podía compa-rar con un huevo flotando en el agua. Elhistoriador Ibn Jaldún, 400 años despuésde al-Masudi, y casi 1.900 después deAristóteles, comparaba la parte deshabi-tada del mundo con una uva flotando enun pequeño plato de agua.

Los babilonios apenas poseían cono-cimientos acerca de las tierras que se ex-tendían más allá de Mesopotamia y susalrededores más inmediatos. La imagenque tenían del mundo hundía sus raícesen la cosmología, que más bien estababasada en la observación. El que los ba-bilonios demostraran estar en lo ciertorespecto a que todas las grandes masasde agua que rodeaban el globo estabanconectadas entre sí fue un hecho fortuito.Sin embargo, fue esta idea, que despuéspasó a los griegos, y más tarde a la Eu-ropa medieval a través de los árabes, laque contribuyera a los descubrimientosgeográficos de los siglos XV y XVI.

Hernando Colón, en la biografía desu padre Cristóbal enumera las fuentes

clásicas y medievales que indujeron al al-mirante a pensar que podría llegar a lasIndias si navegaba hacia el oeste. Una desus principales fuentes fue la obra DeCaelo, (De los Cielos) de Aristóteles, unlibro que se dio a conocer a partir delsiglo IX en su traducción al árabe, y quecontaba con abundantes anotaciones deal-Masudi. El texto original en griegollegó a Italia en el siglo XV, tras la caídade Constantinopla, en el año 1453, perono se publicó hasta finales del descubri-miento de América. Sin embargo, en Es-paña ya se conocía desde el siglo XII porlos comentarios a la obra que realizó IbnRush de Córdoba, el Averroes de la EdadMedia para el mundo latino. No se sabesi Colón conocía el De Caelo a través delas traducciones al latín de Averroes, omás directamente, a través de las nuevastraducciones de los humanistas italianosdel Renacimiento con los que estaba encontacto. En cualquier caso, éste es el pa-saje que disparó su imaginación:

“Todo cambia mucho; me refiero aque las estrellas que están encima de no-sotros y las estrellas que se ven son dis-tintas según se mueva uno hacia el norteo hacia el sur. Y de hecho, se ven mu-chas estrellas en Egipto y en los alrede-dores de Chipre que no se ven en otrasregiones, y estrellas que nunca puedenverse más allá del radio de observación,ni en el amanecer ni en la puesta del solde las regiones del norte. Todo esto vienea demostrarnos no sólo que la tierra esde forma esférica, sino que es una esferano de gran tamaño, pues de lo contrario,tal mínimo cambio de lugar no podríaapreciarse de manera tan inmediata. Deahí que uno no debería estar tan segurode la incredulidad de aquellos que noconciben que haya una continuidad entrelas Columnas de Hércules y la India, yque de este modo el océano sea uno. Unaevidencia más a favor de esta afirmaciónque refieren, es el caso de los elefantes,especie que se da en cada una de esas re-giones extremas, lo que da a entender que

38

El nombre más frecuente para el Atlántico fue Bahr al-Muhit,el Océano Circundante

Page 39: geometria_arabe

las características comunes de esas re-giones situadas en ambos extremos ex-plican su continuidad. Del mismo modo,aquellos matemáticos que intentan cal-cular el tamaño de la circunferencia de latierra llegan a la conclusión de que su vo-lumen es esférico, pero también que si secompara con el de las estrellas, no es degran tamaño, 400.000 estadios”.

Dejando a un lado la estimación deAristóteles sobre las dimensiones de lacircunferencia de la tierra, que es aproxi-madamente dos veces mayor, es fácilcomprender por qué Colón tuvo encuenta este pasaje. Aristóteles, la máximaautoridad en la Edad Media, da a enten-der que Asia podría extenderse justo al-rededor del globo, tal vez juntándose conÁfrica, o al menos que ambas estuvieranbañadas por el mismo mar. De ahí que sepudiera alcanzar Asia fácilmente, si separtía hacia el oeste, cruzando el mar quelo circundaba todo.

Esta era al menos su teoría, apoyadapor muchas más referencias clásicas, asícomo por leyendas medievales sobre lasislas del oeste, e incluso por algo tanraro como el hallazgo de unos restos demadera labrada que habían sido arroja-dos por las olas en las playas de las islasatlánticas. Aún así tuvo que superar unaenorme barrera psicológica: la antiguacreencia de que no había nada más alláde las Columnas de Hércules. Esta cre-encia fue acuñada en el lema Non plusultra, “ No hay nada más allá”, una frasede la que se hace eco al-Masudi cuandodescribe las estatuas, “las cuales pare-cen apuntar ‘No hay nada más allá demí’...”

Para el mundo clásico, las ColumnaeHerculae, las Columnas de Hércules, noeran en realidad columnas –o faros– sinodos puntos montañosos a cada lado delEstrecho de Gibraltar: Calpe y Abyla, laroca de Gibraltar y el punto montañosode al-Mina, donde en la actualidad se en-cuentra la ciudad de Ceuta, asentadasobre la ruinas de la fenicia de Abyla.

39

Mucho después de que Aristóteles demostrara, en el siglo IV, que el mundo eraesférico, la imagen de los antiguos babilonios aún prevalecía

Page 40: geometria_arabe

reportaje · Más allá de las Columnas de Hércules

Los fenicios navegaron a través de lasColumnas de Hércules alrededor de 1100a.C. y fundaron el primer puerto delAtlántico, Gadir (Plaza Fuerte) en elmismo lugar donde se encuentra Cádizen la actualidad. En algún lugar tierraadentro se halla la región imaginaria –otal vez ciudad– de Tartesos, como se leconocía en el mundo clásico, y Tarshissegún la Biblia. Los fenicios establecie-ron un rico comercio con el levante me-diterráneo con el oro y la plata, dada lariqueza minera de Tartesos. Tambiénabrieron una ruta atlántica con las IslasCasitérides, las “Islas del Estaño”, pro-bablemente localizadas en algún lugar deBretaña, y con el Báltico, donde comer-ciaban con ámbar. El estaño era un com-ponente esencial para la producción delbronce; el ámbar se utilizaba como orna-mento. Los fenicios tenían un monopo-lio virtual de ambos y los protegían concelo, hasta el punto de hundir cualquierbarco rival que se aventurara a navegarpor el Mediterráneo occidental. Sus rutascomerciales eran consideradas secretosde estado, y las fuentes clásicas aluden almenos a una nave fenicia que encallóantes que permitir que su rival le siguiera.

Los fenicios y sus sucesores, los car-tagineses, establecieron colonias comer-ciales a lo largo de las costas norte yoeste de África. Hicieron también gran-des esfuerzos por circunnavegar África,adelantándose en unos 2.000 años alpríncipe portugués Enrique el Navegante.Uno de esos intentos fue sufragado porel faraón egipcio Neko II en el año 600a.C., cuyo periplo fue recogido por He-ródoto.

Los fenicios que circunnavegaronÁfrica eran marineros con más conoci-mientos prácticos que teóricos. Los car-tagineses debieron saber que suscompatriotas habían circunnavegadoÁfrica en el sentido de las agujas delreloj. Los cartagineses realizaron unagran expedición propia alrededor del año480 a.C. al mando del líder llamado Han-nón, en la dirección contraria. Según unaversión griega de la crónica original pú-nica de este viaje, Hannón realizó unlargo trayecto en dirección sur, pasando

la montaña volcánica a la que llamó “Elcarro de los dioses”, –de probablementeuna altura de 998 metros–, el monte Ka-kulima, la actual Guinea, llegando hastaSierra Leona. Por el camino descubrió lasIslas Canarias y las Islas de Cabo Verde,que más tarde serían tan importantes alservir de escala en los viajes transatlánti-cos. Las Islas de Cabo Verde no se re-

descubrirían hasta 1455, cerca de dos milaños más tarde.

Las Islas Canarias son el ejemplo clá-sico de cómo se descubrían antiguamentelos territorios y después se perdían. Lasdescubrió, como hemos dicho Hannón, enel siglo V a. C. y se exploraron y coloni-zaron en el año 25 a.C. por el rey Juba II,el docto rey mauritano y esposo de Cleo-patra Selene, hija de Marco Antonio yCleopatra. Juba era un apasionado colec-cionista de arte y estaba también muy in-teresado en las ciencias y en latecnología; inventó un innovador métodopara extraer de la planta de la orchilla untinte color púrpura –la exportación desdelas islas atlánticas de la orchilla resultabamuy económica hasta principios del sigloXX. Juba repobló las Islas Canarias con

colonos de lengua bereber, tal vez los an-tecesores de los guanches. El conoci-miento de la ubicación de las IslasCanarias se fue perdiendo de forma pau-latina, incluso aunque Lanzarote, la islamás próxima a la línea costera del nortede África, se encuentre a unas 600 millas(menos de 100 kilómetros) al este delcontinente. Los griegos llamaron a lasIslas Canarias T n Makar n N soi, “lasIslas de los Bienaventurados” y eran con-sideradas la tierra conocida más lejanahacia el oeste. Ptolomeo trazó su línea delongitud 0º –o primer meridiano– a travésde las Canarias; los franceses lo siguieronhaciendo hasta el siglo XIX.

Las Islas Canarias se volvieron a des-cubrir en el siglo XIII por un barco fran-cés o genovés que se salió de ruta. En elaño 1402, los normandos las conquista-ron parcialmente, enfrentándose a unadura resistencia por parte de los guan-ches. En el siglo XV, España asumió elcontrol de las Canarias y continuó suconquista. En plena batalla, Colón utilizólas islas como primera escala en cada unode los cuatro viajes que realizó al MarCaribe. Los guanches no fueron someti-dos hasta finales del siglo XVI, desapa-reciendo prácticamente, tanto ellos comosu lengua. A través de las pocas palabrasque se conservan en guanche en las cró-nicas españolas, sabemos que hablabanun tipo de bereber, por lo que tal vez fue-ran descendientes de los colonos de Juba.Cuando los europeos los encontraron, losisleños ignoraban la existencia del conti-nente; no tenían barcos, y no eran cons-cientes de que el resto de las islasestuvieran habitadas.

Los árabes conocían estas islas a tra-vés de Ptolomeo, y las llamaron Jazairal-Khalidat, “Las Islas Eternas”, presu-miblemente una versión del nombregriego. Algunas fuentes nos hablan deestas islas como si fuesen una leyenda, ynos decían, por ejemplo, que en una delas seis islas –de hecho son siete– habíauna estatua de bronce, como la que existeen Cádiz, que advertía a los viajeros quese dieran la vuelta. Sin embargo, al-Idrisi, el famoso geógrafo del siglo XII,que escribió para la corte del rey Roger

40

Page 41: geometria_arabe

de Sicilia, cuenta que intentaron mandaruna expedición a las Islas Canarias a fi-nales del siglo XII, durante el reinado delmonarca almorávide Yusuf Ibn Tasufin.El almirante al cargo de la expediciónmurió justo cuando estaban a punto departir, así que la aventura se quedó ennada. Al-Idrisi cuenta que la curiosidaddel almirante creció al ver una columnade humo que se alzaba por el mar, haciael oeste, tal vez como resultado de la ac-tividad volcánica.

Al-Idrisi nos da el nombre de dos delas Islas Canarias, cuando cuenta queAlejandro Magno estuvo allí, y que enuna de estas islas podía verse una tumbade tiempos preislámicos perteneciente aun rey del sur de Arabia, la cual estabarealizada en mármol y vidrio coloreado.La isla que tenía una “montaña circular”en el centro se llamaba Masfahan. Tal vezfuera Tenerife, y la montaña redondasería el volcán, de 3.600 metros de altura,el pico del Teide. La otra isla se llamabaLaghus y probablemente sea Gran Cana-ria. Ninguno de los dos nombres esárabe, ni tampoco parecen ser transcrip-ciones ni del griego, el latín o el ro-mance. Pero el hecho de que esas islastengan nombre, significa, a todas luces,que los marineros habían llegado hastaellas, y los nombres puede que fueranbien denominaciones nativas, o bien re-cuperadas de alguna fuente ya perdidadel pasado, tal vez oral.

Al-Idrisi nos habla de otras islas másdel oeste Atlántico:

Sawa se situaba “cerca del Mar de lasTinieblas”. Alejandro Magno pasó allí lanoche anterior a su partida hacia el oestetenebroso. Sus habitantes arrojaron pie-dras a las naves, hiriendo a varios de loscompañeros de Alejandro.

Los habitantes de la isla de al-Su’alitienen el cuerpo con forma de mujer yunos protuberantes dientes caninos. Susojos relucen como relámpagos y susmuslos son como troncos. Luchan contralos monstruos marinos. Hombres y mu-jeres no se diferencian sexualmente, y loshombres no tienen barba. Se visten conhojas de los árboles.

La isla de Hasran está coronada poruna montaña alta y enorme. A sus piesbrota un pequeño riachuelo de agua

dulce, donde se ubica la morada de sushabitantes, que son de baja estatura y pieloscura, amplia frente y grandes orejas.Las barbas de los hombres llegan hastasus tobillos, y se alimentan de hierba yotras plantas.

Al-Ghawr es larga y ancha; en ellacrece muchas hierbas y plantas. Está pla-gada de ríos, charcas y matorrales quedan refugio a burros y a un tipo de ga-nado que tiene largos cuernos.

De la isla al-Mustashkin se dice queestaba habitada. Tiene montañas, ríos, ár-boles frutales, campos de cultivo y unaciudad rodeada por altos muros. Solíahaber un dragón en la zona, y la gente sevio obligada a alimentarlo con toros, bu-rros y hasta con seres humanos, segúncuenta la leyenda. Cuando llegó Alejan-dro Magno, la gente se le quejó de los es-tragos del dragón, y entonces Alejandrole dio de comer a la criatura una mezclaexplosiva y lo voló en pedazos.

La isla de Qalhan la habitan personascon cabeza de animal que se meten en elmar para pescar su alimento.

Y luego está la Isla de los Dos Her-manos, Shirham y Shiram. Dios les con-virtió en piedra por practicar la piratería,según la leyenda. Su isla se encuentracerca de Asfi (Safi, Marruecos), y en los

días claros puede verse una columna dehumo que se levanta sobre ella (lo queatrajo la curiosidad, como hemos dichoanteriormente, del almirante de Yusuf IbnTasufin para llevar a cabo aquella expe-dición que hubo de abortarse).

Algunos de los nombres de estas islastienen sentido en árabe, pero otras no.Sawa no significa nada. Al-Suali es unapalabra que hace referencia a un tipo dedemonio o vampiro femenino; algo acer-tado según la descripción que hace al-

Idrisi de la población femenina de la isla.Hasran significa “arrepentido” – ¿la Isladel Arrepentimiento? – pero si elegimosla variante Kushran, nos encontramosante el significado “perdido” –tal vez laIsla de la Pérdida o la Isla Perdida. Pero sila palabra es árabe, cabría esperar que es-tuviesen introducidas por el artículo al.

Al-Ghawr tiene sentido; significa unadepresión del terreno rodeada por tierrasaltas, y se da con frecuencia en el mundoárabe como topónimo. Al-Mustashkin talvez sea una corrupción de al-mushtakin,que significa “los quejumbrosos” –algoapropiado para una población esclavi-zada por un dragón. Esta historia de Ale-jandro y el dragón es una reminiscenciadel Undécimo Trabajo de Hércules, lasManzanas Doradas de las Hespérides quese hallaban custodiadas por un dragón denombre Ladon. En el mundo de hablaárabe, son muchas las leyendas que setransfirieron de Hércules a Alejandro, in-cluida la de la construcción de un puenteque conectaba las columnas de Hércules.Algunos mitógrafos griegos pensabanque las Islas de las Hespérides estaríanallá por las costas del norte de África, ypor otro lado, ya hemos visto cómo al-Idrisi asocia a Alejandro con dos de lasislas atlánticas.

41

Al-Idrisi nos da el nombre de dos de las Islas Canarias, cuando cuenta queAlejandro Magno estuvo allí

Page 42: geometria_arabe

reportaje · Más allá de las Columnas de Hércules

Los habitants de Qalhan que tenían“cabeza de animal” podrían muy bien serfocas. Los Dos Hermanos podrían co-rresponder a los dos islotes cerca de Lan-zarote (en las Islas Canarias), Alegranzay Graciosa, o tal vez a algunos islotes ro-cosos fuera de sus costas.

La última isla del Atlántico es Laqa.Al-Idrisi relata que en ella crecían árbo-les de áloe y que su madera no tenía per-fume, pero que según te alejabas de ellosempezabas a percibirlo. Su madera esnegro oscuro, y los mercaderes venían ala isla para recogerla y después venderlaa los reyes del lejano oeste. Se decía quela isla había estado habitada en el pasado,pero que cayó en desgracia y las serpien-tes infestaron la tierra. Esa es la razón porla que nadie puede arribar a ella. ¿Podríareferirse Laqa a Madeira? Madeira estabacubierta por una profusa arboleda cuandollegó el primer asentamiento en el sigloXV, de ahí que tenga ese nombre. Los co-lonos incendiaron rápidamente los bos-ques, de modo que ahora es difícilsaberlo con certeza, pero puede que allíhubiera crecido cierto tipo de maderaaromática.

Al-Idrisi da los nombres de 13 islasen el oeste atlántico, a excepción de lanúmero 14, a la que fueron los mugha-rrirun. Esta isla sin nombre, junto conMasfahan, Laghus, Los Dos Hermanos yprobablemente Sawa, son casi con todaseguridad islas del archipiélago canario.Laqa podría ser Madeira, mientras queIsla Oveja y Raqa, podrían ser parte delas Azores. El lugar de ubicación de al-Suali, Hasran, al-Ghawr, Qalhan y al-Mustashkin, es desconocido. Al-Suali yal-Mustashkin suenan totalmente a le-yenda, pero no hay nada de legendario enHasran y Qalhan, que parece que podríanestar juntas. Como las Islas Canarias eranlas únicas islas habitadas en el oesteatlántico poco antes de la llegada de loseuropeos, puede que Hasran perteneciesea otro grupo –a menos, por supuesto, queno se hallara en el Caribe.

Existe otra referencia tentadora en re-lación a los primeros viajes por el Atlán-

tico, como en esta ocasión la que pro-cede de al-Masudi. El relato debe datarsecon anterioridad al año 942, fecha en laque al-Masudi terminó el libro del queextraemos el siguiente fragmento:

“Es una opinión generalmente acep-tada que este mar –el Atlántico– es lafuente de todos los otros mares. Se cuen-tan historias maravillosas de él, quehemos relatado en nuestra obra tituladaLos Anales Históricos, en los que habla-mos de lo que allí han visto los hombresque se adentraron en él, poniendo enriesgo sus vidas, y del que han regresadosanos y salvos. Un hombre de Córdoba,llamado Jashjash, reunió a un grupo dejóvenes de su misma ciudad y partiórumbo al océano en barcos que ellos mis-mos habían equipado. Tras una ausenciamás bien larga, regresaron con un ricobotín. La historia es famosa, y muy co-nocida por todos los españoles”

La obra Los Anales Históricos, queseguramente ofrece muchos más detallesen la descripción de éste y otros viajes,se ha perdido. El que la historia se hayaconservado tal vez se deba a la rareza dedichos viajes. Por otro lado, este pasajenos muestra que los viajes por el Atlán-tico se realizaron realmente, y son recor-dados.

¿En qué dirección navegaría Jas-hjash? Si se hubiera dirigido hacia elnorte, lo más seguro es que hubiera sa-queado las costas de Portugal, Francia oincluso Inglaterra. Sin embargo, la histo-ria sucede en el contexto del debate sobrela ubicación del Mar Circundante, no delas costas del norte de Europa, que eranrelativamente conocidas por los geógra-fos árabes. En ese contexto quedaba claroque Jashjash navegó en dirección oeste.En ese caso, el lugar más cercano dondepodría obtener un rico botín era el Caribe.

Estas islas imaginarias estaban seña-ladas, junto con otras, en las cartas de na-vegación del siglo XIV. Las Antillas yBrasil, durante mucho tiempo considera-das una leyenda, siguen teniendo hoy elnombre de lugares reales. Los hombresseguían buscando todavía la Isla de San

Brendan hasta el siglo XVIII; Ilha Verde,la Isla Verde, hasta hace relativamentepoco: mediados del el siglo XIX. A lolargo de toda la Edad Media, las historiasde las islas del oeste mantuvieron el in-terés en las incursiones en el Atlántico enel mundo entero. Después de todo, lasIslas Afortunadas existían en realidad,¿por qué no habían de serlo las Antillas?En el siglo XV, lo mismo que pasó conlas Azores, se fueron colonizando pro-gresivamente las islas Madeira, Canarias,y las Islas de Cabo Verde, y tras implan-tarse el cultivo del azúcar, la búsqueda seconvirtió en una empresa que fue ga-nando intensidad. Los mercaderes geno-veses estaban deseando financiar laproducción de azúcar; la búsqueda de tie-rras libres –que no suponían carga algunapara los terratenientes que disfrutaban dederechos hereditarios y pagaban unarenta fija en tiempos de inflación– eranel escape de una depresión económica?

Y ¿quién sabía lo que había más alláde las Canarias, o de las Azores? Des-pués de todo, al-Idrisi, que no cesaba derepetir que no había nada más allá de lasIslas Eternas, hizo muy bien en contra-decirse al contarnos en otros pasaje, ci-tando nada menos que a toda unaautoridad como Ptolomeo: “Existen27.000 islas en este mar, muchas estándeshabitadas, otras no; hemos mencio-nado solamente aquellas que se hallanmás próximas al continente, las cualesestán pobladas. En cuanto a las otras, noes necesario mencionarlas aquí”.

Este es el trasfondo en el que se ges-taron los viajes de Cristóbal Colón.Había tomado parte en expediciones porla costa de África por encargo del prín-cipe Enrique El Navegante. Colón cono-cía bien las islas del Atlántico; su esposaera la hermana de Bartolomé Perestrello,uno de los primeros colonos de Madeira.Su hermana estaba casada con Pedro Co-rrea, de la misma isla, quien había en-contrado un trozo de madera labrada enla orilla de la playa, lo que le hizo supo-ner que había llegado arrastrada hasta eleste desde una tierras desconocidas que

42

Estas islas imaginarias estaban señaladas, junto con otras, en las cartasde navegación del siglo XIV

Page 43: geometria_arabe

se hallaban al oeste. El hijo de Colón,Hernando, describió muy bien en el año1537 lo que aquellas islas habían alen-tado la imaginación de su padre, tras des-cribir cómo éste se nutría de las fuentesantiguas y medievales, y contar comoPaolo Toscanelli le decía en una carta queera posible alcanzar Asía navegandorumbo al oeste.

La tercera y última razón que teníael Almirante para descubrir las Indias,era la esperanza que tenía de encon-trarse con alguna isla o tierra que fuerade gran utilidad, antes de llegar a ellas,lo que le llevó a proseguir con su obje-

tivo principal. Su esperanza se vio reva-lidada cuando leyó los libros de nume-rosos eruditos y filósofos que decían,como algo fuera de duda, que gran partedel globo era tierra seca, porque la partede tierra era mayor que la que estabacubierta por agua. Siendo así, su argu-mento era que entre la costa de Españay las fronteras de la India que se cono-cían entonces, habría muchas islas degran extensión, como estaba demostradoempíricamente. Esto era en lo que creíaprincipalmente, pues se valió de algunasfábulas e historias que había escuchadopor boca de varias personas y marine-

ros que comerciaban en las islas y losmares que se encontraban al oeste deAzores y Madeira. Éstas eran las histo-rias que él recordaba, y que venían aadaptarse a sus propias opiniones. Eraalgo que no se cansaba de repetir aaquellos que deseaban saciar su curio-sidad.

* PAUL LUNDE

es historiador y arabista

Traducción del texto original en inglés:

ANA CARREÑO LEYVA

Texto publicado por cortesía de Saudi ARAMCO

World. 1992, Mayo-Junio.

http://www.saudiaramcoworld.com/issue/199203

43

Y ¿quién sabía lo que había más allá de lasCanarias, o de las Azores?

Page 44: geometria_arabe

44 ciudades

Lisboa,

Page 45: geometria_arabe

Texto y fotos: MOHAMMED ELRAZZAZ (CAMEL)*

Page 46: geometria_arabe

46 ciudades

Los setenta y dos hombres a los que voy buscando son

Vista panoramica de Lisboa desde el Mirador de Santa Luiza.

Doble página anterior : Detalle del azulejo azul y blanco típico de Lisboa.

Page 47: geometria_arabe

“Otra vez vuelvo a verte,ciudad de mi infancia pavorosamente perdida...Ciudad triste y alegre, otra vez sueño aquí...¿Yo? Pero, ¿soy yo el mismo que aquí viví, y aquí volví,y aquí volví a volver y volver,y aquí de nuevo he vuelto a volver?¿O todos los Yo que aquí estuve o estuvieron somosuna serie de cuentas-entes ensartadas en un hilo-memoria,una serie de sueños de mí por alguien que está fuera de mí?”

FERNANDO PESSOA

47

los heterónimos del poeta Fernando Pessoa (1888-1935)

Page 48: geometria_arabe

ciudades48

Calles empedradas cuyos edificios todavía evocan recuerdos delmar (o sea, del estuario) y del pasado cosmopolita de la ciudad…podría ser Alejandría o Tánger, pero estoy en Lisboa, y empiezola visita recorriendo un café fin-de-siècle tras otro, siguiendo a unpoeta extraordinario.

Aquí estoy, paseando por las elegantes calles de Chiado y laBaixa. Una pasión por un poeta se convierte en una búsqueda desetenta y dos hombres que no existen, o quizás existen, y la bús-queda, a su vez, se convierte en una experiencia cultural y culi-naria, saboreando siglos de una tradición gastronómica latenteen sus postres que se ofrecen en los mostradores de todos loscafés y pastelerías de Lisboa.

Los setenta y dos hombres de los que voy buscando son losheterónimos del poeta Fernando Pessoa (1888-1935). RicardoReis, Alvaro de Campos, Alberto Caeiro y otros, todos distintosy, al mismo tiempo, con algo en común: son todo lo que Pessoaera, y lo que no era. Son la doble cara de Lisboa, la sencillez deun placer y la grandeza de un imperio.

El Elevador de la Gloria nos lleva a Chiado, donde veo aPessoa por primera vez (su famosa estatua de bronce, que atrae a fa-náticos como yo) justo enfrente del emblemático Café A Brasileira(1905), uno de los refugios favoritos del poeta y uno de los pun-tos neurálgicos de la vida cultural de Lisboa a principios del sigloXX. Bastante cerca de aquí está el lugar donde nació Pessoa, ahoraocupado por el Teatro Nacional de São Carlos, inspirado en LaEscala de Milán. Pero Pessoa no es el único poeta aquí, ni el Tea-tro Nacional el único teatro: el barrio de Chiado –repleto de tea-tros– lleva el nombre de otro célebre poeta del siglo XVI.

Bajando por la Rua Garrett y acercándome al Tajo llego alfinal de mi búsqueda: el Café Martinho da Arcada, el más anti-guo de la ciudad (1782), y el destino favorito de Pessoa y Sara-mago. Una vez dentro, el camarero nos enseña las mesas dondelos dos genios escribían mientras se tomaban un bica (café solo)tras otro. El paño de azulejo en la barra nos prepara para la fiestaque nos espera en las iglesias y los palacios de Lisboa.

Baixa, una ciudad reinventada

Una gran parte de la Baixa de hoy es fruto de un laborioso plandiseñado por el Marqués de Pombal, el primer ministro de DomJosé I a mediados del siglo XVIII. El terremoto de 1755 no sólomató a 15.000 lisboetas, sino que además destruyó la ciudad, y elMarqués de Pompal ordenó la construcción de otra nueva cuyosaspectos más destacados hoy en día son la plaza ribereña llamadaPraça do Comercio, el Arco Triunfal que comunica la plaza conla Rua Augusta y las calles que representaron agrupaciones degremios y artesanos: Rua de Fanqueiros, Rua de Sapateiros y RuaAurea son algunos de sus ejemplos (calle de los Tejedores, callede los Zapateros y calle de los Joyeros, respectivamente).

Arriba: En una de las numerosas casas de fado de Alfama, un fadistaacompañado de la guitarra portuguesa.

Abajo: Musicos africanos en Porta da Sol. La multiculturalidad es unaspecto destacado de Lisboa.

Página derecha: Torre de Belem, construida a principios del siglo XVI, esuno de los iconos de Lisboa.

La Torre de Belem fue construida para conmemorar la expedición deVasco da Gama hacia la India y para defender el río

Page 49: geometria_arabe
Page 50: geometria_arabe

50 ciudades

La Baixa sigue siendo el núcleo urbano de Lisboa, junto conlas plazas de Restauradores, Figueira y Rossio. Abundan loscafés extraordinariamente elegantes por la zona y no se puedeobviar el “lujo” de desayunar o pasar la sobremesa en Casa Suíça(Rossio), Café Nicola (Rossio) o Confiteria Nacional (Figueira).El ambiente de estos cafés ha sido siempre una especie de ter-mómetro del clima cultural, social y político de la ciudad.

Desde la segunda planta de la Confiteria Nacional (fundadaen 1829) se disfrutan las vistas de Praça de Figueira, donde de-cenas de jóvenes patinan cerca de la estatua de Dom João I; esun sitio tranquilo y pacífico aunque, bastante cerca de aquí, ocu-rrieron hechos horribles que no se pueden olvidar.

Convivencia… de nuevo

“En memoria de judíos víctimas de la intolerancia y del fa-natismo religioso, asesinados en la masacre iniciada el 19 deabril de 1506.”

Esta frase, gravada en una piedra enfrente de la Iglesia deSão Domingos, narra el punto culminante de una intoleranciaque había empezado siglos antes. Esta misma iglesia fue el sitiode donde partían las procesiones de los autos de fe mientras el Te-atro Nacional, en el cercano Rossio, ocupa el lugar de lo que erala sede de la Inquisición.

Pero ahora no se distingue la hoguera en la plaza y ya no cir-cula ninguna procesión. Lo que sí se ve son las palomas que de-ambulan por la plaza y la comunidad africana que siemprefrecuenta la zona: un recuerdo del pasado colonial de Portugal enAngola, Cabo Verde, Guinea-Bissau y Santo Tomé, y un símbolode un nuevo “contrato social” de convivencia en Lisboa, una ciu-dad que acoge a brasileños, subsaharianos, indios de Goa, indo-

Arriba: El famoso tranvía querecorre las calles de Lisboa, unmedio de trasnsporte favorito paralos locales y los turistas.

A la izquierda: Los colores del BarrioAlto de Lisboa.

Page 51: geometria_arabe

51

nesios de Timor y, recientemente, a emigrantes de Europa deleste. Sin embargo, muchos de los inmigrantes se sorprenderíanal escuchar la palabra “convivencia”.

Recuerdos de Al-Ushbuna

“Esta hermosa ciudad, que se extiende a lo largo del río, esta ce-ñida por murallas y protegida por un castillo. En el centro de lavilla hay fuentes de agua caliente, tanto en invierno como en elestío.” Al-Idrisi s. XII.

Tanto Al-Idrisi como Al-Udri nos legaron sus descripcionesde Al-Ushbuna (o Al-Uxbuna), la Lisboa Islámica, una ciudadestratégica que, a partir de 714, se había convertido en parte deal-Andalus. En 844, la urbe fue atacada y saqueada por los vi-kingos, pero nadie imaginaba lo que acontecería unos trescien-tos años después.

Un tramo de los muros que rodeaban la ciudad, la CercaMoura (s. X), nos muestra lo bien defendida que estaba la ciudadandalusí. Sin embargo, este muro no logró frenar a Dom AfonsoHenriques quien, en 1147, tomó la ciudad ayudado por un ejér-cito de cruzados franceses, alemanes y flamencos, entre otros.

Según los historiadores, estos cruzados –inicialmente– estabande paso, en su ruta hacia Oriente Medio (para liberar Jerusalén).La caída de la ciudad resultó catastrófica para la población quefue víctima de una terrible masacre y “las vidas se extinguieroncomo lámparas de aceite gastadas…*” en palabras de José Sa-ramago.

Los vestigios de Al-Ushbuna se adivinan en la estructura la-beríntica de Alfama y la Mouraria (la Morería), así como en loshallazgos que se pueden admirar en el interior de la hermosa Ca-tedral de Sé.

Alfama (que viene de la palabra árabe Al-hamma, o fuentestermales) nos desvela el modelo más representativo del urba-nismo árabe en Lisboa. Además, es el hogar del legendario fadoque nació aquí (s. XIX) y cuyas tonalidades todavía llevan im-presa una huella claramente árabe… una huella que se extiendeal otro arte distintivamente portugués: el azulejo, que proviene –nombre y artesanía– del árabe: az-zulayj. Las raíces andalusíestambién se filtran sutilmente en la repostería de Lisboa, rica enmiel, queso fresco, almendras y piñones.

Un paseo por Alfama se convierte en una aventura musical,con un sinfín de bares y casas de fado que muestran la cara más

Calles empedradas cuyos edificios todavía evocan recuerdos del mar

El Castelo de Sao Jorge domina el horizonte de Lisboa.

* Historia del Cerco de Lisboa de José Saramago.

Page 52: geometria_arabe

52 ciudades

Sabores de Lisboa

“Cheira bem, cheira a Lisboa” – un fado de AmáliaHuele bien, huele a Lisboa... huele a la doble generosidad del

Tajo y del Atlántico… huele a pescado y a marisco y, sobre todo,a bacalhau (bacalao), a sardinha (sardinas), a lulas (calamares),a chocos (sepia) y a polvo (pulpo), con su aceite y su ajo y pere-jil.

Los platos de Lisboa pueden activarnos las papilas gustativasdurante horas y mientras esperamos impacientes nuestro almorzoen un restaurante tradicional, disfrutamos de una cálida conver-sación con dos ancianas, cuyas recomendaciones resultaron muyacertadas: la caldeirada –sopa tradicional de pescado con pata-tas, tomates y cebolla– y el arroz caldoso de marisco, ambos de-liciosos.

Entrar en uno de los restaurantes de Lisboa es en sí toda unaexperiencia: los locales donde se bromea con los camareros, de-bates sobre el último partido de fútbol y, sobre todo, platos muygenerosos y riquísimos.

Para aquéllos a quienes les gusta explorar algo más allá de lacomida portuguesa, Lisboa es un paraíso de sabores exóticos ycocinas étnicas, gracias a la profusión de restaurantes que ofre-cen platos de la India, de Brasil y de países africanos.

En el monasterio de los Jerónimos yacen los restos de poetas inmortalescomo Luis de Camoens y nuestro protagonista Fernando Pessoa

costumbrista de Lisboa, y donde los fadistas cantan con el acom-pañamiento de la guitarra portuguesa. ¡Ojalá apareciese otraAmália o Mariza por uno de estos rincones!

El Castelo de São Jorge

Los callejones de Alfama nos llevan al monumento islámico másimportante de Lisboa: El Castelo (Castillo) de São Jorge, el re-ferente visual más icónico que domina el horizonte de Lisboa, yque se puede contemplar desde la mayoría de miradores de laciudad. No debe sorprender que la mayor ciudad de gharb al-Andalus (el Occidente Andalusí) tenga un castillo tan imponente.

Construido a mediados del siglo XI durante la época de losreinos de taifa, el castillo pasó a servir como residencia real delos reyes de Portugal entre los siglos XIII y XVI. Un paseo porel adarve que va de una torre a otra nos ayuda a comprender elcarácter militar del castillo y nos ofrece espectaculares vistas pa-norámicas del estuario y de la ciudad en general.

Cerámica vidriada y pintada, exquisitos amuletos, lápidas fu-nerarias… el Centro museológico alberga una colección de ob-jetos descubiertos durante las excavaciones realizadas en lacolina del castillo. En su mayoría, la colección data de la épocaandalusí.

Page 53: geometria_arabe

53

Pensaba que estábamos ya llenos, pero al llegar a Belem yno probar el famoso pastéis de Belem habría sido un pecado. Sedice que la larga cola enfrente de la Antiga Confeiteria de Belem(funda en 1837) nunca se termina, pero por fin logramos comprarsus reputados dulces. Los pasteles, cremosos y calientes, con untoque de azúcar glacé y canela espolvoreados por encima, nosdejaron prácticamente sin palabras, pero la tentación del ban-quete monumental de Belem nos animó a levantarnos… ¡un pas-tel más y nos fuimos!

Belem, el legado manuelino

“De Lisboa fue de donde partieron los aventureros que hicieronuna expedición para saber lo que encierra el Océano Tenebrosoy cuáles son sus límites.” – Al-Idrisi (s. XI).

El realismo mágico de los relatos que nos legaron los cro-nistas árabes se plasmó en hechos reales en el siglo XV cuando,

El estilo “manuelino” es muy distinto del gótico tardío de sus vecinosespañoles, llamado “isabelino”

Página izquierda: “Mosterio dosJeronimos”, la joya de la arquitec-tura manuelina en Lisboa.

A la derecha: La Catedral de Se,un magnifico mosaico de estilosdiferentes.

Abajo: Claustro del “Mosterio dosJeronimos” fue mandado a cons-truir en 1502 por el rey Manuel I.

Page 54: geometria_arabe

54 ciudades

impulsados por Manuel I, los exploradores y los marineros por-tugueses grabaron el nombre de su país en el mapa del mundo…Así nació un imperio tan poderoso que el papa tuvo que dividirel “nuevo mundo” entre Portugal y España mediante las famosasBulas Alejandrinas (1493). Vasco da Gama inauguró la ruta haciala India, doblando el Cabo de Buena Esperanza; Afonso de Al-buquerque conquistó Ormuz, Goa y Malaca; Pedro A. Cabraldescubrió y conquistó Brasil; Enrique el Navegante (fue padrinode todos ellos y pionero de la exploración portuguesa), etc. yaquí en Belem éstos y otros descubridores reciben el justo ho-menaje que se merecen, inmortalizados por el Padrão dos Des-cobrimentos (Monumento a los Descubrimientos), una proa justoadentrándose en el Tajo.

En la desembocadura del Tajo, la Torre de Belem fue cons-truida para conmemorar la expedición de Vasco da Gama haciala India (1497) y para defender el río. El agua y la arquitecturaentran en un diálogo que no es posible en ningún otro sitio de laciudad. La maravillosa torre blanca permanece altiva como sidesafiara al viento. Este icono de Lisboa responde al estilo ma-nuelino típico de las primeras décadas del siglo XVI, pero sinduda, la obra maestra absoluta del manuelino es el cercano Mos-terio dos Jerónimos (Monasterio de los Jerónimos) que, juntocon la Torre, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por laUNESCO en 1983.

Pasamos la tarde embelesados por la ligera brisa y la sereni-dad de la Torre, cuyo color iba cambiando al compás del sol quese movía lentamente, reflejando todas las sombras del blanco,del rosa y de oro, jugando con el azul cambiante del agua.

Penetrar en el Mosterio dos Jerónimos es sumergirse en unmundo fantástico particularmente portugués. Bajo el mece-nazgo del rey Dom Manuel I de Portugal se inició un ambi-cioso proyecto constructivo que supone una de las mayorescimas del gótico tardío en Portugal. Llamado “manuelino” (enreferencia a Manuel I), es muy distinto del gótico tardío de susvecinos españoles, llamado “isabelino” (en referencia a Isabella Católica).

Cafe A Brasileira, un elegante cafeque era el lugar favorito detertulianos e intelectuales.

Abajo: Saliendo de Alfama porCampo da Cebolas.

Page 55: geometria_arabe

55

Bóvedas polinervadas sobre columnas entrelazadas, una es-quematización geométrica leal a los valores góticos, arcos apun-tados y gárgolas fantásticas, un programa iconográfico marcadopor símbolos marítimos (cuerdas, nudos, corales y algas) y otrosde la realeza (la “M” de Manuel)… todo confluye haciendo queel manuelino sea un estilo muy decorativo y realmente impre-sionante.

En 1502 el rey Manuel I mandó erigir el monasterio paraconmemorar el primer viaje a la India de Vasco da Gama, y susrestos mortales serían más tarde trasladados a la iglesia del mo-nasterio. En esta misma iglesia yacen los poetas Luís de Camõesy nuestro amigo Fernando Pessoa, porque Lisboa nunca olvida asus poetas.

Un último paseo por la ciudad

Continuamos con una visita al increíble Museo Nacional del Azu-lejo, este tour-de-force de azulejos azules y blancos se puede ad-mirar también en muchas iglesias en cuyos interiores se respira

un ambiente entre barroco, neoclásico y neomanuelino, que re-vela la complejidad de la superposición de estilos tan diferentesa lo largo de los siglos.

Volvemos a Alfama otra vez para disfrutar de las ultimas vis-tas de Lisboa desde el Mirador de Santa Luiza y el de Portas doSol. Después tomamos el tranvía que nos lleva al Mirador deSanta Catalina, desde donde contemplamos el magnífico pano-rama de la ciudad y del río.

Tomamos ese mismo tranvía rojo o amarillo para volver a laBaixa y pasamos por muchos sitios ya familiares para nosotros…un “flashback” de nuestro viaje… un último recorrido por la ciu-dad de descubridores y poetas… y como dijo Pessoa:

Otra vez vuelvo a verte – Lisboa y Tajo y todo–transeúnte inútil de ti y de mí,extranjero aquí como en todas partes,tan casual en la vida como en el alma,fantasma errante por salones de recuerdos…

* MOHAMMED ELRAZZAZ (CAMEL)

es escritor

La belleza decadente de una fachada de una casa antigua en Alfama.

Page 56: geometria_arabe

56 las artes y los días la música en al-andalus

Al-adhan, la llamadaa la oración

Todos los que hemos viajado a un país dereligión islámica nos hemos quedado sor-prendidos y admirados al escuchar enmedio de la calle la llamada a la oracióndel almuédano. Y además, como suelehaber más de una mezquita, el canto noes sincrónico, sino que se desfasa de uncantor a otro produciendo una estereofo-nía múltiple que sobreexcita nuestro sen-tido del oído en medio de los demássonidos de la ciudad.

La fascinación se ha producido conesta experiencia de profanos, y de algunamanera la llamada ha penetrado en nues-tro espíritu. Tal vez no recemos, porqueno todos sabemos que este canto es unallamada, un recordatorio para dejar en se-gundo plano nuestra febril actividad, y ad-vertirnos que hay algo, o mejor Alguien,más importante que nosotros mismos ynuestros afanes diarios. El canto de la lla-mada a la oración quiere cambiar la foca-lización de nuestros sentidos y nuestrosnegocios mundanos y recordarnos quesomos criaturas de Dios, al que debemosatención al menos unos minutos al día.

Dios (Allah) es inconmensurable. (cuatro veces)Doy testimonio de que no hay otro dios que Dios. (dos veces)Doy testimonio de que Muhammad es el Enviado de Dios (Allah). (dos veces)Acude a la oración. (dos veces) Acude a la dicha provechosa. (dos veces)Dios es inconmensurable. (dos veces)No hay otro dios que Dios (Allah).Traducción: Pablo Beneito

Por: EDUARDO PANIAGUA*

El canto del almuédano.La llamada a la oración

Pam

ela

Rob

erso

n ©

Sau

di A

ram

co W

orld

/SA

WD

IA

Page 57: geometria_arabe

57

El texto de esta llamada a la oraciónse basa en la confesión de la fe (shahada)que constituye el pilar fundamental delos cinco preceptos del Islam. Desde loalto del alminar o minarete de la mez-quita esta llamada a la oración se realizacinco veces según las cinco preceptivasoraciones de cada día.

La primera comienza una hora ymedia antes de que salga el sol (fajr), lasegunda cuando el sol está en su zenit(dhuhr), la tercera entre el zenit y elocaso del sol, cuando la sombra dobla eltamaño del objeto (asr), la cuarta des-pués de la puesta del sol (maghrib), y laquinta se realiza con la aparición de lasprimeras estrellas, entre una y dos horasdespués de la anterior (aisha).

Sobre un único texto, diferentes me-lodías, según el momento y el lugar, obe-decen en cada caso a una de las diversasescalas musicales de la constelación cul-tural del mundo árabe (maqam) y a la ex-presividad emocional del cantor, elalmuédano.

Imaginemos un itinerario de estasmelodías, desde los orígenes de la prác-tica de la llamada a la oración, introdu-ciendo el canto en diferentes ambientessonoros ligados a las mezquitas. Desdeuna hoguera en la noche del desierto deOriente, pasando por las ciudades cuyamezquita está junto al mar, por las gran-des metrópolis históricas de la culturamusulmana y por las mezquitas rodeadasde los jardines de los palacios desde laIndia hasta al-Andalus. Este viaje sonoroimaginario se ha grabado y editado bajomi supervisión y criterio en el CD al-muédano. Al-adhan, la llamada a la ora-ción. Pneuma PN-750.

Cuando conté a mis amigos musul-manes que iba a editar estas grabacionesme advirtieron que la llamada no era loimportante, que lo esencial es la ora-ción. Pero, al escucharlo, se quedaronentusiasmados, no sólo por su belleza en

el contraste de los diferentes cantores,sino por la fuerza espiritual de darmayor relieve a la propia llamada, quese hace universal y que se abre a otrasreligiones, o a cualquier persona sensi-ble a la trascendencia.

Este CD quiere ser un homenaje y unreconocimiento a todos los seres huma-nos que rezan y en especial a los almué-danos que con su canto invitan a rezar.

El alminar, sólida arquitecturamística para la llamada a laoración.

La costumbre de hacer la llamada a laoración de viva voz (adhan) por boca delmuecín o almuédano indujo la necesidadde la creación del alminar, la torre de lamezquita.

Durante años se hizo la llamadadesde el tejado de la mezquita, en con-traste con el sistema de la llamada cris-tiano oriental, que consistía en golpear un

Página anterior : Los turcos otomanos llevaron el Islam a Grecia en 1354, y siete siglosdespués el muecín sigue llamando a los fieles a oración cinco veces al día, desde elalminar en la ciudad de Komotini.

En esta página: En Alepo (Siria) los alminares se alzan al cielo contra la vista de laciudadela, el símbolo de la ciudad, que ha logrado conservar la autenticidad y la puraesencia de una ciudad árabe tradicional.

Ihsa

n Sh

eet

© S

audi

Ara

mco

Wor

ld/S

AW

DIA

El primer alminar que conocemos se edificó en Basora en el año 665

Ihsa

n Sh

eet

© S

audi

Ara

mco

Wor

ld/S

AW

DIA

madero antes del uso de las campanas, oel sonido del shofar, o cuerno de carnero,que los judíos utilizaban para ciertas ce-remonias.

El primer alminar que conocemos seedificó en Basora en el año 665. Inicial-mente, el alminar se construye de plantacuadrada, con un segundo cuerpo cilín-drico. En el siglo IX, en Samarra y El Cairose edificaron de planta helicoidal con la es-calera al exterior. Posteriormente aparecentipos de mezquita con dos alminares simé-tricos respecto a su pórtico, que en eltiempo de los mogoles y otomanos pasarona ser cuatro, o seis en raras excepciones.Las mezquitas del Magreb y al-Andalus seconstruían generalmente con un sólo almi-nar, aislado, esbelto, de planta cuadrada.

El amanecer de la llamada a laoración.

El adhan, la llamada pública a la oraciónritual (salat), es como la misma plegaria,

Page 58: geometria_arabe

Plegaria de la Giralda, elalminar más famoso de España.

Durante el periodo de dominación almo-hade, la ciudad de Sevilla se convirtió ensu capital en la Península Ibérica, lo quetrajo a la ciudad la construcción, en elsolar que actualmente ocupa la catedral,de una nueva mezquita mayor con su co-rrespondiente alminar. El levantamientode esta nueva mezquita mayor, que re-

emplazaba a la existente en la Plaza delSalvador, se inició el año 1172 por el al-mohade Abu Yaqub Yusuf I, y en 1182 sepronunció en ella la primera jutba o ser-món. El alzado exterior de la mezquitatenía influencias de la de Córdoba, mien-tras que la estructura de su planta proce-día del modelo de la mezquita deMarrakech.

Su alminar, la famosa torre de la Gi-ralda, hoy símbolo de la ciudad, se co-menzó a edificar en 1184 por elarquitecto Ahmad Ibn Basso “príncipe delos alarifes” y se concluyó en 1198, bajola dirección de Alí al-Gomarí. Está edifi-cada con piedra y ladrillo y tiene una

58 las artes y los días la música en al-andalus

un rito, es decir, una prescripción opera-tiva inspirada por Dios. Según la Tradi-ción, dos de los compañeros del ProfetaMuhammad soñaron al mismo tiempo lafórmula del adhan y la forma en la quetenía que ser llevado a cabo, siendo Bilal,un antiguo esclavo negro liberado, el com-pañero elegido por Muhammad para des-empeñar por vez primera la nueva funciónde anunciador del momento de la plegaria.

Dice Rumî en su Mathnawí (libro I):

El momento en el que el almuédanoeleva su voz para proclamar la Unidad deDios y llamar a los fieles a la plegaria esun momento bendito en el que las puer-tas del cielo se abren, y en el que la mi-sericordia divina no deja sin respuesta lassúplicas que le son dirigidas. La llamadaes obligatoria sólo en las mezquitas enlas que se realiza la plegaria ritual encongregación.

Imaginemos un itinerario de estas melodías...

Un almuédano cairota eleva su llamada a oración entre un bosquede alminares que han marcado la personalidad de El Cairo desdeel tiempo de los fatimíes.

Muhammad Suleiman es el almuédano de laGran Mezquita de Agadez (Níger), cuyo alminarpresenta la típica arquitectura vernácula de lospueblos sub-saharianos.

John

Fee

ney

© S

audi

Ara

mco

Wor

ld/S

AW

DIA

Kevi

n Bu

brisk

i © S

audi

Ara

mco

Wor

ld/S

AW

DIA

“El Espíritu es perfección y su llamada es perfección. El Elegido (Muhammad) solía decir: “¡Consuélanos, Bilal!”¡Oh Bilal, eleva tu voz melodiosa desde ese aliento que insuflé en tu corazón, desde ese aliento por el cual Adán quedó mudo de asombroy las inteligencias de los habitantes del Cielo quedaron reducidas a nada!”.

La palabra minarete o alminar, enárabe manara, significa literalmente“lugar desde el que se ilumina”, “torre deseñales”. También se le denomina mi’d-hana, literalmente “lugar desde el que sehace el adhan”.

Page 59: geometria_arabe

dad personales, sin intromisión de cuerpoextraño alguno”.

La música del almuédanomístico

A lo largo y ancho del mundo islámico, lavariedad estilística en el adhan dependedel “espíritu” de la escuela jurídica decada lugar. En Marruecos o Argelia, porejemplo, se suele realizar de forma so-

bria, casi monótona, conforme al tempe-ramento de la escuela maliki, que es lamayoritaria en esos países. En los paísesde Oriente Medio, donde pertenecen aotras escuelas, como la hanafî, se utili-zan estilos más “floreados” y brillantes,musicalmente hablando.

En los primeros tiempos del Islam, lamúsica se consideraba como una rama dela filosofía y de las matemáticas. A partirde Pitágoras, al-Farabi desarrolló la acús-tica y la matemática, partiendo de lascuerdas del laúd y de una especulacióncosmogónica ligada a la palabra tarab(en árabe “arrebato”, “estado extático”,“embeleso místico”). El canto de la lla-

59

rampa interior en lugar de la escalera.Las obras se concluyeron el 10 de marzode 1198, según cuenta el cronista IbnSahib al-Salá, con la colocación de cua-tro bolas de bronce dorado en el rematesuperior de la torre, obra del metalista si-ciliano Abú-l-Layt.

Causó estupor por el alarde construc-tivo de su altura pues el alminar medía 82metros, siendo el edificio más alto de Eu-ropa en su tiempo. Hoy día tiene un remate

arquitectónico renacentista al haber sidotransformada en campanario de la catedral.La palabra giralda proviene de girar y sig-nifica “veleta de torre que tiene figura hu-mana o de animal”. Con el paso deltiempo, ese nombre pasó a denominar a latorre en su conjunto, denominándose la fi-gura que la corona como el Giraldillo.

La llamada pública.Comunidad de orantes

“No ahueques la voz cuando reces, ni tam-poco reduzcas tu soplo, sino permanece enel justo medio, entre ambos”. Corán

Cuenta Najm ad-Dîn Bammate(1922-1985), responsable del proyectode la UNESCO Oriente-Occidente:

“Estábamos en El Cairo y escuchá-bamos la llamada a la plegaria ritual. Elgrito había salido demasiado vibrantedesde el minarete, demasiado patéticopara que pudiera durar. En efecto, prontoel sonido decayó hasta convertirse enuna serie de gorgoritos convulsos. René

Guénon me mencionaba las mezquitasen las que había escuchado las invoca-ciones más firmes. “No ahueques lavoz” se refiere a las repudiables falsasembriagueces de una pretendida exalta-ción mística; pero igualmente rechaza-bles son los “murmullos”, es decir, esosdesmayos que vuelven al individuosobre sí mismo, exponiéndole a las com-placencias de los estados del alma en laque primaba el ego.

No se trata, -repetía Guénon-, de serpersuasivo, pero tampoco pretendida-mente fascinador, sino simplemente dedecir lo que es. Decir “lo que Es”, sinmezclar en ello la voluntad ni la habili-

En Beijin (China) un almuédano proclama el adhan, o llamada a oración, dentro deuno de los patios interiores de la mezquita Niujie, una joya arquitectónica datadade 997, y la más antigua de las sesenta y ocho mezquitas de la ciudad. Sobreviviócon algún daño a la Revolución, y ha sido restaurada con ayuda del gobierno.

El almuédano llama a los creyentes a la oración de vier-nes ante la puerta interior de Bara Masjid (Tibet), unamezquita edificada en un estilo arquitectónico híbrido,entre tibetano y chino

Kevi

n Bu

brisk

i © S

audi

Ara

mco

Wor

ld/S

AW

DIA

Pete

r Sa

nder

s ©

Sau

di A

ram

co W

orld

/SA

WD

IA

Page 60: geometria_arabe

En definitiva, una llamada al alma,prisionera en este mundo, un recuerdo desu origen y de su lugar de retorno,“lugar” al que el creyente “ascenderá”mediante el rito de la plegaria ritual salat,que es, según las palabras del Profeta, la“ascensión” del creyente, el mi‘râj”.

60 las artes y los días la música en al-andalus

mada a la oración tiene estas virtudes yopera en el interior de los creyentes contodo el poder que tiene la música sobreel espíritu humano.

«Oír música ejerce un efecto divinoque mueve el corazón hacia Dios. Quienla escucha espiritualmente llega a Él,pero quien la escucha sensualmente caeen el pecado».

Abul-Faid Dhu al-Nun al-Misrí (796-861) místico egipcio.

Los Hermanos de la Pureza, en su«Epístola sobre la música», siglo IX,dicen lo siguiente:

«Has de saber, hermano mío, que loshumores del cuerpo son de muchas cla-ses. A cada humor y a cada naturalezacorresponde un ritmo y una melodíacuyo número sólo puede ser contado porDios Todopoderoso y Grande».

Tradicionalmente, se considera queexisten tres formas de efectuar el adhan,denominadas respectivamente “llamadaen quince frases”, “llamada en dieci-nueve frases” y “llamada en trece frases”,siendo la primera forma la más habitual,consistiendo en las siguientes fórmulas:

En la plegaria del alba, tras la invita-ción “acudid a la dicha” se añade “laplegaria es mejor que el sueño” (2veces).

El almuédano, que no debe cobrarningún salario por el desempeño de sufunción, en el momento de llamar a losfieles deberá estar en estado de pureza ri-tual, de pie en dirección a La Meca, yefectuar la llamada con las manos sobrelos oídos, girándose de derecha a iz-quierda. Pero, en cualquier caso, la únicacondición indispensable es la articula-ción correcta de las frases que componenla llamada ritual, de forma que sean per-fectamente comprensibles para la totali-dad de los fieles que puedan escucharla.

El arabista Andrés Guijarro dice enlas notas al CD antes comentado:

* EDUARDO PANIAGUA

es músico y arquitecto.

Discografía:

ALMUÉDANO, Al-adhán, la llamada a laoración. Pneuma PN-750

La llamada a la oración musulmanapor el almuédano desde el almi-nar de la mezquita.

Un itinerario desde los orígenes de lapráctica de la llamada a la oración,de Oriente hacia al-Andalus, in-troduciendo el canto en diferen-tes ambientes sonoros.

Homenaje a la Torre de la Giralda deSevilla.

RITUAL SUFÍ ANDALUSÍ. Pneuma PN-530

“El sufí Ibn ‘Arabî advierte que, ensu conjunto, las frases que componen eladhan son todas ellas, exceptuando laspropiamente “de llamada” (“acudid a laplegaria, acudid a la Dicha”), fórmulasde dhikr (“recuerdo” de Dios, mediantela repetición de frases o nombres sagra-dos). Así pues, además de una convoca-toria dirigida a la comunidad de loscreyentes para que cumplan con sus de-beres rituales hacia su Señor, se trata deuna “llamada de atención” que, cincoveces al día, irrumpirá vibrante en el es-tado de negligencia, de distracción y deolvido de la presencia de Dios en que seencuentra el común de los hombres, pararecordarles que “Dios es más grande”que cualquier actividad, ocupación opensamiento en el que se encuentren su-mergidos en ese momento, por muy im-portante que parezca.

“Dios es más grande” (4 veces)“Doy testimonio de que no hay divinidad sino Dios” (2 veces)“Doy testimonio de que Muhammad es el Enviado de Dios” (2 veces)“Acudid a la plegaria” (2 veces)“Acudid a la Dicha” (2 veces)“Dios es más grande” (2 veces)“No hay divinidad sino Dios”

Pam

ela

Rob

erso

n ©

Sau

di A

ram

co W

orld

/SA

WD

IA

El alminar de una mezquita en Xhanti (Grecia) se une en suvocación mística al ciprés; ambos parecen elevarse en la bús-queda de lo divino.

Page 61: geometria_arabe
Page 62: geometria_arabe

62 las artes y los días los libros

y Occidente) en el marco delObservatorio Mediterráneodel que forma parte y es unaauténtica experta y conoce-dora de la materia. Por ello,nos desvela a lo largo de estaspáginas uno de los temas quemás le inspiran: una Tángeren la que se dieron cita mu-chos grandes personajes delmomento, Paul Bowles, Ca-ruso, pintores, poetas y artis-tas que llegaron en busca denuevas experiencias ademásde inspiración para sus obras.Rojas-Marcos ha realizadoun arduo y al tiempo intere-santísimo trabajo de investi-gación para llevar a cabo estaobra tan completa que ilustracon imágenes de su propioarchivo personal. Porque estetrabajo también es el reflejode un proyecto propio, de unesfuerzo realizado conmucho gusto y pasión por laautora de estas páginas quemanifiesta conocer a la per-fección cada uno de los temasque aborda.Pero el libro es mucho más.Persigue recuperar no sóloesta ensoñación tangerina deescritores, artistas y espíasque mostró e inspiró a la pe-lícula Casablanca, sino tam-bién una ciudad nueva. Unaciudad que precisamente es lamenos conocida. Esa vida es-pañola en el norte de África,una ciudad donde la coloniaespañola era el grupo másnumeroso de sus habitantes.Aparecen en estas páginas lahistoria del desaparecido Tea-tro Cervantes o del diario Es-paña de Tánger, que fue unode los periódicos más impor-tantes de la ciudad, influen-ciado por la libertad que sevivía bajo el Estatuto Interna-cional.También tienen hueco en estevolumen otras historias,como las corridas de toros dela plaza de Tánger o la defi-nición de la ciudad que hizo

Tánger, ciudad del norte deÁfrica situada en la costa delEstrecho, en el extremo occi-dental de la bahía de su nom-bre, es la protagonista de estacompleta obra que formaparte de la colección ‘Ciuda-des’ de la editorial Almed.Después de publicar las guíasde otras ciudades como Ale-jandría, Florencia o Venecia,le toca el turno a uno de losenclaves con más historiaspor contar.Tánger: La ciudad interna-cional, realiza un recorrido almismo tiempo real y literariopor la urbe. A lo largo de 16capítulos, Rocío Rojas-Mar-cos traza un paseo por la ciu-dad más mediterránea delAtlántico que en el año 1923conseguía el estatuto de ciu-dad internacional con el quecomenzaba jurídicamente loque ya era una realidad socialmuchos años antes. Co-mienza para Tánger un ca-mino de gran riquezahistórica y cultural que tam-bién estuvo condicionada porlos avatares políticos delsiglo XX.La autora es coordinadora delos proyectos culturales de laFundación Gordion (Oriente

La editorial Alfar-Ixbilia dela mano de Antonio ReyesRuiz vuelve a recuperar a unade las voces marroquíes másdestacadas. En esta ocasiónnos encontramos ante la obrade Abdellatif Laâbi, uno delos protagonistas de la luchapor la democracia y referen-cia cultural de su país que hareivindicado las libertadesdemocráticas a través de suescritura.No en vano, el fundador de

la revista literaria Souffles(Alientos) fue detenido y tor-turado en 1972 y condenadoa diez años por “atentar con-tra la seguridad del Estado”.Por supuesto, la publicaciónque había fundado en 1966junto a otros intelectuales fueprohibida y él obligado a exi-liarse a Francia después decumplir más de ocho años decárcel.El síndrome andaluz esun trabajo autobiográfico enel que relata un viaje a Jerezde la Frontera y en definitivaal fondo de memoria anda-lusí, como señala el profesorAntonio Álvarez de la Rosaen la presentación del libro.Este trabajo de pequeña ex-tensión concentra la trayecto-ria vital de Laâbi, en la que el

hombre y el escritor, se dedi-can a buscar las raíces deaquél que “visita lo que co-noce sin haberlo visto”.Cual Monet literario, dibujaun paisaje impresionista en elque tienen cabida el naranjoen flor, las calles de Córdoba,la caligrafía árabe y la gas-tronomía andaluza en su re-encuentro con las tapas. Eneste trabajo el autor expresasus sentimientos hacia unatierra que considera tan suyacomo la ciudad en la quenació, su Fez natal. A lo largo de estas bellas pá-ginas, Laâbi muestra ese lazocomún que tienen España yMarruecos, un nexo que sepalpa en esta crónica de viaje.Para el autor, visitar tierrasandaluzas le recuerda a su in-fancia dado que las culturasde ambos lados del Estrechono son tan distintas ni dife-rentes como en ocasiones sepretende. Unas similitudesque por más que sean recha-zadas no son menos ciertas. Laâbi, poeta, novelista, dra-maturgo, ensayista, antropó-logo y traductor del árabe alfrancés de destacados autorescomo Mahmud Darwix, nosinvita en El síndrome andaluza descubrir las emocionesque sintió al viajar y visitarlos lugares sin ni siquiera leerlos folletos, como cuenta desu visita al Alcázar de Jerez:“... para no condicionar missentidos, para dejarlos im-pregnarse libremente delalma de los objetos y de loslugares...”.

El síndrome andaluz

Abdellatif Laâbi

Alfar-Ixbilia - Antonio Reyes

42 págs.

Tánger. La ciudadinternacional

Rocío Rojas-Marcos Albert

Editorial Almed

521 págs.

Por LORENA MUÑOZ

Page 63: geometria_arabe

63

el gran novelista Ángel Váz-quez a través de la protago-nista de la novela La vidaperra de Juanita Narboni.Hija de un gibraltareño y unaandaluza nacida en Tánger,Juanita es Tánger y la pode-mos descubrir al estar dotadoel personaje de una identidadque encaja en este ambiente.Estamos ante un nuevo tra-bajo sobre la ciudad blanca,un nuevo trabajo que ofreceuna panorámica distintasobre una ciudad llena de his-toria. Al igual que hiciera lanovela de Murray Burnettque inspiró a la mítica pelí-cula Casablanca, la obra, queahora nos ocupa nos inspirapara emprender el viaje. Unviaje para comprobar todo loque queda de este paraísoperdido, de esta ciudad inter-media entre Oriente y Occi-dente en la que tradición ymodernidad han estado pre-sentes. Descubrir hoy aquelrincón cosmopolita de enton-ces.

inscripciones sobre yeseríasdecoradas de los principalesconjuntos islámicos que seconservan en los museos pro-vinciales y municipales, estaobra es el primer estudiocientífico que se conocehasta la fecha, de la epigrafíadel territorio murciano enépoca andalusí.De la mano de Virgilio Mar-tínez Enamorado, podemosdescubrir un estudio integralrealizado por un especialistaen la materia, doctor en Geo-grafía e Historia por la Uni-versidad de Málaga ydiplomado en Lengua Árabe.Después de dedicarse bastan-tes años a la investigación ydivulgación del poblamientoandalusi en tierras andaluzasy la arqueología de al-Anda-lus, Martínez Enamorado hacentrado sus esfuerzos de losúltimos tiempos en el estudiode la grafía y las inscripcio-nes árabes.Este catálogo recoge un aná-lisis exhaustivo en el que sedescribe la forma y la funciónde cada una de las piezas, asícomo la evolución de la gra-fía árabe, tipifica los distintosestilos locales y busca pare-cidos con otras obras del Oc-cidente musulmán y el propioal-Andalus. El resultado,como señala Mari AngelesGómez de Ródenas, delMuseo de Santa Clara deMurcia, es “un catálogo ex-cepcional y una obra de refe-rencia obligada paraespecialistas en la materia”.La edición es muy cuidada yde gran formato e incluye laslápidas monumentales de losMuseos Arqueológicos deMurcia, Lorca y Cartagena,además de los tres conjuntosarqueológicos regionales: Pa-lacio de Santa Clara la Real,Castillejo y Castillo de Mon-teagudo y las inscripcionesdel poblado de Sillaza (des-poblado de Cieza). Comple-

A pesar de que la región deMurcia cuenta con un signi-ficativo número de lápidasfunerarias y fundacionales e

Inscripciones árabes de laRegión de Murcia

Virgilio Martínez Enamorado

Consejería de Cultura y Turismo

de la Región de Murcia

417 págs.

tan el objeto de este estudiootros ejemplares sin contexto.Para la presentación del librose ha seguido un cuidadoorden que incluye una ima-gen de la pieza estudiada (fo-tografía o dibujo), laprocedencia de los mismos yun mismo formato de ficha:fecha, tipología, procedencia,ubicación actual, material,medidas, morfología... entreotras. Estamos, en definitiva,ante una obra que no está ce-rrada sino que seguirá am-pliándose a medida que sevayan realizando nuevos ha-llazgos.

El 2 de enero de 1492 la ciu-dad de Granada era conquis-tada por los Reyes Católicosdespués de ochocientos añosde dominio musulmán en Es-paña. Fue entonces cuandoFátima, la madre Boabdil, úl-timo sultán del reino de Gra-nada pronunció aquellaspalabras que pasarían a lahistoria: “¡Llora como mujerlo que no supiste defendercomo hombre”! De la mano del dramaturgofranco-libanés Raphaël Torielnos acercamos a conocercómo fueron los momentosde la rendición de Granada.

Como mujer /Comme une femme

Raphaël Toriel

Jacques Andre editeur

155 págs.

Una obra de teatro que nosayuda a comprender la acti-tud de los protagonistas deeste momento que cambió eldevenir y el curso de la histo-ria. Esta obra nos habla de to-lerancia, de cultura, defanatismo religioso y tienecomo personajes protagonis-tas a Isabel de Castilla y Fer-nando de Aragón, a Fátima ya Abu Abdallah ‘El desdi-chado’ Boabdil, y el gran ca-pitán y negociador, GonzaloFernández de Córdoba.En torno a estos siete perso-najes se desarrolla la historiaque tiene como telón defondo un triste aconteci-miento. No es otro que elpunto y final de la conviven-cia de las tres religiones delLibro, el final de la convi-vencia pacífica y la riquezade las tres culturas que hastaese momento habían compar-tido espacio vital y culturalen el mismo territorio.La obra está editada por laeditorial francesa JacquesAndré editeur y cuenta conuna versión bilingüe en espa-ñol y francés.

Page 64: geometria_arabe

Las páginas de Pedro Antonio de Alarcónsobre Almería se perpetuaron para de-jarla como una ciudad perdida en la so-ledad y anclada en tiempos remotos.Incluso, releyendo a Gerald Brenan, pa-rece como si no la hubiera visto o se hu-biera quedado en sus aledaños. Pero loque, verdaderamente, la ciudad tenía dedistinto era su carácter talasocrático,haber sido mucho antes que Ragusa, osea, Dubrovnik, una ciudad libre y haber

seguido siendo fiel al Mediterráneocuando toda España desertó de su patro-cinio y se lanzó a la aventura en el Atlán-tico.

Tal vez, a ello le ayudara el abrigoque le prestaban los montes que la rodeany las ramblas que bajan desde ellos, pa-cíficas en apariencia, terribles cuando elagua las convierte en furiosas torrenteras.Pero eso mismo le confirió el carácter deoasis abierto para todo el que llegaba tras

doblar el Cabo de Gata, el punto dondeel agua del Mare Nostrum da la vueltapara convertirse en andaluz.

Ha sido esa cualidad la que le permi-tió ser en el cine Estambul, El Cairo, Me-sina, Palermo, una ciudad californiana…Hay cien Almerías que se miran en el es-pejo del celuloide y reflejan otras tantasimágenes.

Antes, cuando se entraba en la ciudadpor la carretera de costa a la que daba es-

64 las artes y los días Por las rutas de El legado andalusí •

donde el agua Almería

Page 65: geometria_arabe

colta el castillo-faro de San Telmo, el pe-queño túnel de la carretera excavado enla roca enmarcaba la alcazaba por encimade Pescadería; ahora los viaductos de laautopista la explayan desde arriba po-niendo el mar de telón de fondo de su ro-sario de torres.

Durante siglos sus muros de piedraque albergaron estancias, jardines y fuen-tes quedaron segregados sentimental-mente del casco histórico de la

población; como si una maldición hu-biera caído sobre ella, fue hundiéndoseen el deterioro social, rodeándose de ba-rrios que seguían el mismo camino. Larecuperación, tanto restaurando piezasarquitectónicas como especies vegetalesy volviendo a hacer sonar los caminosdel agua por sus jardines, comenzó en elmítico 1992 y está consiguiendo frutos.

Como todos los alcázares andalusíes,también éste tuvo su rey poeta, Almota-

cín que describió un paisaje sin saber queprefiguraba la bandera de Andalucía:

Una bandera verde se ha hechoUn cinturón con la blanca auroraY despliega sobre ti su deliciosa ala.

Corrían tiempos donde no había dis-continuidad entre esa acrópolis altiva y laciudad que dormía confiada a sus pies.Seguramente entonces el Hizrany alme-

65

Por: ANTONIO ZOIDO*

Fotos: IVÁN ZOIDO da la vuelta

Vista del Cabo de Gata, una de las franjas costeras de mayores riqueza y belleza ecológica delMediterráneo Occidental a la que se suma una franja marina de una milla de anchura.

Page 66: geometria_arabe

riense, el barrio del castillo, era Pescade-ría, que mucho más tarde se convertiríaen un enclave de gentes humildes en elque las mujeres encalaban las casas concolores vivos, imitando los que lucían lascasas del centro pero logrando un con-junto armónico que hoy, para desgraciade la estética y de los pintores expresio-nistas apenas permanece en unas pocas.

Suavemente, pero con casas que tie-nen media planta más en su fachada queen su trasera, bajan las calles hasta Al-medina, el decumano de la ciudad ro-mana, el brazo de la cruz formada entreél y el cardo a partir de la puerta de lamuralla que hace poco apareció junto auna factoría pesquera y que no coincidecon lo que luego se llamaría –y se llama–calle Real. Casi perpendicular a Alme-dina se encuentran la calle de San Juan yla iglesia que le da el nombre, construidasobre la mezquita mayor de la que laconstrucción cristiana conservó, escon-

dido, un gran lienzo del mihrab que havuelto a ver la luz recientemente y cuyosarabescos indican la magnificencia quedebió poseer el oratorio.

Todo eso, en un dédalo de calles es-trechas, es ahora una ciudad silenciosapero que conserva casonas adustas a lasque no les falta nunca una pizca de deta-lles ornamentales. Van desembocando enplacitas recónditas, escondidas por unageometría voluntariamente asimétricapara resguardarlas del viento que, desdeLevante o Poniente, siempre acompañó ala ciudad. Estamos en medio de la Alme-ría de la infancia de Federico GarcíaLorca, donde captó que aún era posibleescribir tragedias con el mismo pathosque las griegas.

Las dos plazas con mayores dimen-siones son las de la Catedral y el Ayunta-miento, como si hubieran queridorepartirse los papeles hasta en los con-ventos. Calle Real arriba, dejando atrás

66 las artes y los días Por las rutas de El legado andalusí •

Sobre estas líneas, se aprecia la belleza de las casas modernistas almerienses, unestilo que no ha sido suficientemente valorado.

Abajo, vista del Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos y Aparejadores.

Page 67: geometria_arabe

el Arquillo (el único que queda de losmuchos que tendría la medina) y con elánimo preparado a perderse en las re-vueltas, se llega a la Plaza de la Catedral,en realidad otra fortaleza dispuesta conmuros poderosos y torre vigía a defendera la población de las numerosas incur-siones de piratas que Almería padeció enlos siglos de la soledad.

La del Ayuntamiento es, paradójica-mente, una Plaza Mayor de pequeño for-mato, a la que convierte en recoleta elpórtico que la rodea y la comunica tantocon la alcazaba como con la ciudad mo-derna. En el centro se alza el monumentoa los “Coloraos”, los constitucionalistasque intentaron una revolución románticaen medio del absolutismo de FernandoVII y lo pagaron con su vida. Es unacopia: el original –que se alzaba en laPuerta de Purchena– lo desmontaronapenas tomada la ciudad en la GuerraCivil por otros absolutistas.

67

Dos vistas del centro histórico de Almería.

Page 68: geometria_arabe

la Guerra Civil. Aquí se marca el iniciode otra etapa de la ciudad que no ha sidotratada frecuentemente con el peso quemerece: la Almería modernista. Almeríaposee un catálogo abundante de casas e,incluso, de conjuntos de este estilo –es-caso en Andalucía– que, a pesar de su be-lleza, no es valorado justamente.

Fue la época de la minería y de lasexportaciones a Centroeuropa de frutos,especialmente uvas, la que atrajo a la ciu-

dad familias de ingenieros y de comer-ciantes que buscaban tener en sus manosla técnica y los hilos de estos negocios,los mismos años en los que en Alemaniay en Austria se levantaban los edificiosdel Jungerstil. “A cada tiempo su arte y acada arte su libertad” era el lema que pre-sidía allí las líneas con las que constru-ían Otto Wagner y Joseph Maria Olbricho con las que Klimt pintaba los Frisos deBeethoven.

68 las artes y los días Por las rutas de El legado andalusí •

Cada una de las dos plazas, para se-guir en el paralelismo, tiene adosado unconvento: a la primera está el de las“Puras” y, tras la segunda, el de las “Cla-ras”, ambos con portadas singularmentehermosas.

La de este último es el vértice entre elprincipio de la calle Real y la de las Tien-das, con su final en la iglesia de Santiagoy fachadas que hasta hace poco conser-varon las heridas de los bombardeos de

A la derecha, vista la Alcazaba que fueconstruida ocupando varios niveles.

Abajo, escultura de Nicolás Salmerón,presidente de la I República española.

Page 69: geometria_arabe

Puerta Purchena reúne varios aunquela “Casa de las Mariposas” que, por fin,hemos encontrado restaurándose, desta-que por su belleza y por su emplaza-miento. En la plaza, que sigue siendo elcorazón de la ciudad, han colocado a piede calle una estatua de uno de los alme-rienses más preclaros, Nicolás Salmerón,presidente de la I República española.

Los edificios modernistas continúanen el Paseo y también en las calles cerca-

nas a la Rambla (seca o temida, que cor-taba la ciudad hasta que se convirtió enespléndido bulevar) existen otros ejem-plos, como una casa de balcón con cariá-tides que podría estar en la mismísimaPariská de Praga. En las afueras la CasaFischler posee unos techos pintados deautor desconocido pero que, con seguri-dad, estaba cercano a la Secesión vienesa.

Aquella Edad Dorada se terminócuando se agotó la última veta. Técnicos

y trabajadores hicieron el camino hacianuevas explotaciones en Murcia llevandocon ellos el apelativo que pasó a hacercristalizar un palo flamenco: los tarantos.Así se llama la Peña que, hace ya hacemuchos años, dio vida a los Aljibes, en-tonces a punto de desaparecer, y siguemanteniéndolos llenos de cante en elborde mismo del Paseo.

El Paseo, como su nombre indica, fue–y sigue siéndolo en cierto modo– un

69

Interior de la típicataberna almeriense

“Casa Puga”.

Page 70: geometria_arabe

70 las artes y los días Por las rutas de El legado andalusí •

Arriba, interior del Museo Arqueológico de Almería recientemente remodelado.

Abajo, catedral de la Encarnación que presenta una arquitectura de transición entre elgótico tardío y el Renacimiento.

Page 71: geometria_arabe

gran salón cuyas terrazas llenaban por latarde o la mañana de los días de fiesta lasfamilias acomodadas; aún quedan en éllocales con nombre elegantes y decora-ción con ingredientes austriacos.

La simetría de la avenida fue destro-zada inmisericordemente por la especu-lación urbanística de los últimos años dela Dictadura. En los solares de muchascasas decimonónicas de dos o tres plan-tas –ésas de las que hablaba Pedro Anto-nio de Alarcón– se levantaron sinmiramientos bloques con una decena de

pisos; aún hoy esos cambios bruscos dealtura sólo consiguen ser endulzados porla frondosidad de los castaños de Indiasque, de punta a punta, extienden su copasobre el horror.

Siguen en pie los edificios que cons-tituían aquel foro: el gran teatro –en con-diciones menos que buenas– y el casino,restaurado para que sirviera de Delega-ción del Gobierno autonómico.

Rodeándolo uno puede volver a per-derse por otras calles en las que ya se res-pira el salitre, donde los olores marítimos

inundan el ambiente y abundan los nego-cios de cordelería y enseres pesqueros.Es aquí donde se palpan los milenios queAlmería lleva casada con el mar y con losvientos que la agitan. Almería esculpióen su cabo, ayudada por volcanes, unaproa que es como una mano cuyos dedosacarician el agua.

71

* ANTONIO ZOIDO

es escritor

A la derecha, barrio de La Chanca que ocupa ellugar del antiguo arrabal musulmán Al-Hawd.

Abajo, vista del desierto de Tabernas protegidocomo Paraje Natural en una extensión de 280

kilómetros cuadrados.

Page 72: geometria_arabe

En la sociedad islámica los tejidos hantenido siempre una importancia capital,pues además de su uso práctico obviopara la vestimenta y la decoración –quees básicamente textil– han servido tam-bién como indicativo, según las calidadesde los mismos, de la clase social a la quese pertenece, y dentro de las clases aris-tocráticas y la realeza, constituían unaverdadera exhibición de poder o lujo.

En otro orden de cosas, estas telashan sido a veces el soporte de informa-ciones que han llegado hasta nuestrosdías, pues en algunas de ellas se inserta-

ban inscripciones como por ejemplo latela púrpura de Aquisgrán –hallada en elsepulcro de Carlomagno– que lleva elnombre de dos funcionarios imperiales ydel taller del Zeuxippe, cerca del GranPalacio en Constantinopla, donde se rea-lizó.

Las telas musulmanas gozaron degran prestigio; sus producciones no sóloreflejan el gusto por la belleza de estospueblos, sino que han servido tambiénpara plasmar su historia sagrada y la desus mitos. Los textiles orientales fueroncausa de admiración por los nativos de la

Península Ibérica cuando llegaron hastanuestras tierras, hasta el punto que estosy otros refinados y lujosos artículos, asícomo otras sofisticadas prácticas y usos,hicieron que la población cristiana em-pezase a sentirse, primero atraída, y mástarde fascinada, por la nueva cultura quese había asentado en su territorio y queintentaba trasladar hasta aquí la sofisti-cación y el alto nivel de vida a que esta-ban acostumbrados en Oriente. De ahíque se acuñara una expresión como “lujooriental”; el consabido “arte de vivir”,del que también hacían gala los andalu-

72 las artes y los días huellas del pasado

Texto: FIONA CARSLEY*

Los tejidos noblesde Oriente

© G

iann

i Dag

li O

rti /

Cor

bis

Page 73: geometria_arabe

nes. En el interior de los medallones, serelatan, como hemos apuntado, distintosepisodios tales como escenas de caza. Esel caso de la famosa tela que encargó elrey sasánida de Persia del siglo III Bah-ram-Gour, para decorar sus aposentos,donde quería dejar constancia y perpe-tuar una hazaña increíble. Inscritas en lassecuencias marcadas por los distintosmedallones, las escenas muestran un ca-zador a caballo –ataviado según el gustoiraní y protegido por un casco sasánida–apuntando con su arco a un onagro y a unleón, consiguiendo, según relata el histo-riador Tabari (m. 923) alcanzar a ambosantes de ser devorado por la fiera.

De estos suntuosos tejidos, la mayo-ría sobrevive en iglesias europeas, y ape-

nas quedan rastros en su lugar de origen.Estas telas eran utilizadas para envolverlas reliquias de los santos y para elaborarlas casullas y trajes religiosos. De estasmagníficas producciones sólo quedan insitu las que fueron producidas por loscoptos.

Los brocados también se utilizaroncomo material decorativo entre la rea-leza: aplicados en los manteles para losgrandes banquetes, cubriendo los mue-bles, además de utilizarse en la confec-ción de los ropajes que eran privativosde los reyes y su corte. Este suntuoso te-jido se cree que es originario de China,y viajaría hasta Occidente a través de lasrutas caravaneras que atravesaban Per-sia y los países árabes, hasta llegar a Bi-

73

Un ejemplo

síes, y que contrastaba de manera ferozcon la mentalidad cristiana de la oscuraEdad Media, en la que la misma religión–en sentido totalmente opuesto– procla-maba que la vida era “un valle de lágri-mas”.

La capital de Imperio Bizantino escélebre por la exquisitez de sus produc-ciones textiles de lujo, incluso muchomás allá de sus fronteras. La decoraciónde sus sederías se hace cada vez más in-tensa; en ellas se escenifican distintos re-latos, inscritos en una serie demedallones en los que, a su vez, se inter-calan palmeras y otros elementos flora-les y vegetales. Entre sus huecos seutilizan rombos e intricadas lacerías, amodo de relleno, culminando en floro-

Se cree que estos suntuosos tejidos son originarios de China

A la izquierda: Manuscrito iluminado renacentista en el que se aprecian mer-caderes de telas. Museo Cívico de Bolonia.

Abajo: Fragmento del pendón de El Salado.

Page 74: geometria_arabe

zancio y terminar en Europa. El brocadose consagra como la producción textilmás exquisita en Oriente Medio, origi-nario de Damasco (Siria); de ahí que seacuñe la denominación genérica de “da-masco” para definir los tejidos nobles,tejidos de lujo de labor exquisita, con in-dependencia del lugar en que se hubie-sen producido. Las miniaturas persas deépoca medieval muestran los tejidos ri-camente elaborados, con bordados deexuberante colorido, y una gran varie-dad de temáticas como flores, pájaros,árboles, escenas bucólicas de jardines...Los árabes se ocuparon de trasladar estahabilidad artesana hasta el norte deÁfrica, y luego a al-Andalus; de hecho,la palabra inglesa broderie deriva de laespañola “brocado”, que es una corrup-ción del término “bordado” en latín vul-gar, pues probablemente fuera enInglaterra donde se vieron los primeros,aunque es casi seguro que su manufac-tura fuera italiana. En un inventario delas pertenencias del rey Eduardo IV,realizado tras su muerte, en 1480, apa-recía en un listado “una toga de saténbordada en oro”, similar a las que se uti-lizaban en aquella época en Génova yFlorencia. Siglos más tarde, en el XVII,Lyon se convierte en el mayor centro delbordado en Francia.

El cartucho dorado

En la Edad Media, las residencias áuli-cas y las casas aristocráticas occidentalestenían reservado un espacio para la pri-vacidad y el descanso caracterizada porel lujo de su decoración, que se manifes-taba básicamente en el tapizado de pare-des y muebles con telas suntuosas. Aeste espacio se le denominaba “habita-ción”, y tenía un indudable aire oriental.La idea era exportada principalmente delos países islámicos en los que predomi-naba este tipo de amueblamiento textil.Este concepto estético parece ser que sedesarrolla en Europa en tiempos de lasCruzadas, cuando empiezan a conocerseen el Occidente cristiano los usos y cos-

© M

urat

Cok

eker

/Fot

olia

Motivo textil de estilootomano.

Page 75: geometria_arabe

tumbres de los pueblos orientales y ellujo doméstico en casas nobles y lacorte. Quizá lo que tanto llamara la aten-ción fue la riqueza de sus textiles, algoque no sólo habría de provocar admira-ción por su manufactura, sino por la ca-

lidad de los materiales –funda-mentalmente la seda, sola o mezcladacon otros materiales nobles– y la enormevariedad cromática. Los motivos deco-rativos de sus producciones se trasladanen el occidente cristiano a la arquitec-tura, y la pintura, fruto de esta fusióncultural.

Esto puede verse de manera muyclara en ejemplos como el del tapiz de lacámara papal de una sedería que sirvióde sudario a D. Felipe, el hermano delrey Alfonso X el Sabio, que murió en1274. Puede compararse con una pieza

de sedería (de origen siciliano) en cuyodiseño aparecen las cruces y estrellas deocho puntas. Pero a esta trama base seañadían también elementos propios,como símbolos heráldicos y otros distin-tivos, o simplemente motivos ornamen-tales como conchas o figuras del ampliobestiario propio del arte gótico.

En ambas manifestaciones artísticas(las de Oriente y de Occidente) aunquese establece una correspondencia entreambas al repetirse básicamente los moti-vos o tramas de base, como por ejemplolas lacerías geométricas, el diseño se

adapta a los elementos y símbolos pro-pios de cada cultura. Así mientras que enlas decoraciones textiles y cerámicas delIslam occidental se utilizan más las for-mas geométricas, los países islámicos dellejano oriente utilizan con profusión ele-mentos florales y vegetales, y arabescosmuy elaborados. En el mundo cristiano

75

A partir de las Cruzadas, nos llega desde Oriente el gusto por el lujo encuanto a la calidad de los textiles

Armeros en el Palacio de la Alhambra, de Filippo Baratti (1878).

© C

hrist

ie’s

Imag

es/C

OR

BIS

Page 76: geometria_arabe

se integran así mismo motivos decorati-vos propios, como elementos heráldicos,y otras iconografías.

El mismo tipo de decoración textil seaplica a la ornamentación arquitectónica,y esos elementos siguen apareciendo enfrisos, bajorrelieves y artesonados. Elarte gótico europeo también incorpora enestas geometrías decorativas el conjuntode criaturas fantásticas que se utilizabancamuflando conductos, respiraderos, cor-nisas, y otros elementos arquitectónicosfuncionales, como es el caso de las fa-mosas gárgolas o los caballos alados, losgrifones (simurgh). El ejemplo por exce-lencia es el de la Puerta Roja de la caranorte de la catedral de París, en cuyos pa-neles se dice que se reproducía una anti-gua sedería bizantina. Esta fusión de

estilos daría origen al gótico oriental, quegozó de gran fama durante muchos añosen la decoración tanto cristiana comomusulmana de los países mediterráneos.

Una notable ilustración de este puntode encuentro entre las culturas, nos llegapor un fresco localizado en la iglesia Su-perior de Asís, que es realizado por el ta-ller de Giotto entre 1296-1309. El frescorepresenta a San Francisco que se le apa-rece en sueños al Papa Gregorio IX. Lahabitación del Papa aparece decoradacomo la habitación de un príncipe deOriente. Su cama está protegida por unbaldaquino (palabra italiana que significaTela de seda de Bagdad), y los muros dela habitación están recubiertos por untapiz con un borde cúfico que repite lapalabra que pudiera ser una derivación de

76 las artes y los días huellas del pasado

la palabra Alá. Esta pseudo-escritura nose percibe forzosamente como árabe,sino como una escritura oriental o he-braica, del país de Cristo. Para represen-tar estos tejidos ornamentales, lospintores de Umbria tomaron como mo-delo las telas auténticas españolas, pro-cedentes de talleres musulmanes omudéjares de la Península Ibérica, o in-cluso de telas italianas del sur, donde lainfluencia oriental era sobresaliente.

La vestimenta

Entre los pueblos semíticos, y en elmundo arabo-islámico –siguiendo la cos-tumbre de Mahoma– utilizan amplias ylargas vestimentas que cubren los pies.Estas se complementan con mantos y tur-

La palabra baldaquino es una voz italiana que significa ‘telade seda de Bagdad’

© M

assim

o Li

stri/

CO

RBI

S

Page 77: geometria_arabe

77

* FIONA CARSLEY

es historiadora

bantes, que confieren a las personas unaire de dignidad y solemnidad, y aunquelos diseños de los ropajes eran básica-mente iguales entre las distintas clasessociales, la calidad de los tejidos, los aba-lorios y otros adornos, marcaban las di-ferencias sociales,y distinguía el rango decada persona, estableciéndose, a primeravista, un orden jerárquico entre la pobla-ción.

Los pueblos islámicos, los judíos ylos cristianos de Oriente concuerdan coneste uso en la vestimenta, aunque este as-pecto no sea el único que compartan.

El tiraz

En la época califal, se crea una institu-ción según el modelo tomado de Bizan-cio y el Imperio Sasánida denominado eltiraz, que aglutina textil y poder. Era eltaller que se ocupaba de confeccionar lavestimenta y ajuar del soberano, y cons-tituye una prerrogativa del estado almismo nivel que el de la moneda.

La palabra tiraz, de origen farsí se re-fiere a un tipo de bordado, en el que ori-ginalmente se bordaba el nombre delcalifa en el poder y se aplicaba en frisos,o a modo de orla en los tejidos. Se tra-taba en realidad de una franja epigráficacomo la que se utilizaba en arquitectura,donde además del nombre del monarca,aparecen sus títulos, alabanzas y otrasloas a dios y el poder, aplicados en bellascaligrafías, normalmente de estilo cú-fico. Más adelante este vocablo se asociaal tejido que lleva estos bordados, y porúltimo a las manufacturas reales que seencargaban, como hemos dicho, de con-feccionar estos tejidos: el dar al-tiraz.Estos talleres podían ser de carácter pri-vado –cuando se hallaban ubicados in-tramuros del palacio– o público, lo quesuponía una rentabilísima fuente de in-gresos para el Tesoro.

En los talleres de tiraz se producían,como hemos señalado, vestimentas sun-tuosas, y también honoríficas, como lasque el califa entregaba dos veces al año aaquellas personalidades a quienes queríadistinguir, y que constituía el único bienque un musulmán puede llevarse a latumba: la jila. También se elaboraban losricos tejidos que servían como obsequioa los soberanos de otros países, motivopor el que estos tejidos llegaron a cono-cerse en el occidente cristiano.

Objeto de lujo, y de culto, más tarde,por los mercaderes de Venecia, al igualque otras ciudades-estado italianas –quede hecho rivalizaban con esta última,tales como Florencia o Génova, entreotras– no se escatimó en inversionespara, primero importar, y más tarde fa-bricar este bien siempre valioso, particu-lar y especialmente apreciado durante elRenacimiento.

© B

emba

ron

Jere

my

/ CO

RBI

SSy

gma

Página izquierda: Dormitorio delPalazzo Davanzati, Florencia.

Page 78: geometria_arabe

Gormaz, a 68 km. al sur de la ciudad deSoria, equidistante entre Osma, Berlangade Duero y San Esteban de Gormaz, fueuna de las once poblaciones sorianas quealcanzó la categoría de cabeza de “Man-comunidad de Villa y Tierra”, así nos lorecuerda el frío rollo de piedra que do-mina la plaza del pueblo. Pero la historiade esta población se escribió en lo másalto de la colina, y con letras mayúscu-las, en donde se alza la fortaleza medie-val, la mayor alcazaba de nuestro país.

En el corazón de las Parameras so-rianas, una de las comarcas naturales másdesconocidas de nuestro país, a sólo 13kilómetros al sur de El Burgo de Osma,dominando el lánguido curso del Duerosobre una empinada colina, se alza la al-cazaba más impresionante realizada porlos hispano-musulmanes en tierras caste-llanas: Gormaz; abajo, la homónima

aldea que, durante los siglos medievales,fue cabeza de una Mancomunidad deVilla y Tierra donde al igual que la forta-leza que se extiende sobre la colina su-perior las leyendas superan a la historia,y el recuerdo al Cid sigue vivo, porque,además, Rodrigo Díaz de Vivar, fue elprimer alcaide cristiano de esta alcazaba.

Gormaz, a 956 metros de altitud, esuno de los innumerables pueblos de lasParameras sorianas que es preciso tenerencima para descubrir; sus constructoresmedievales supieron muy bien elegir losenclaves para no despertar la atención delos pueblos que codiciaban sus conquis-tas. Se trata de un conjunto de viviendasde adobe, piedra y madera, asentadas amedia altura sobre la ladera meridionalde la colina. En la plaza encontramos laiglesia de Nuestra Señora del Pilar conuna interesante pila bautismal paleocris-

tiana, en forma de cruz griega y fondocóncavo, además de diferentes elementosvisigóticos y una interesante lápida conla única ermita cúfica de la provincia;todo ello, procedente de la cercana er-mita de San Miguel. En la plaza, el rollode Justicia, recordándonos la condiciónde Cabeza de Villa y Tierra de este mu-nicipio soriano.

Leyendas y enclaves sagrados

Una leyenda cristiana sigue flotando enel aire de esta población, relacionada conJesucristo, quien, una noche, vestido demendigo, cruzó las silenciosas calles delpueblo pidiendo a sus habitantes pan yvino; sin embargo, nadie se dignó a abrirsus puertas y menos aún, darle limosna.A la mañana siguiente, un fuerte clamorretumbó en sus calles y plazas:

78 las artes y los días parajes

la alcazaba andalusíde las Paramerassorianas

Gormaz,

Texto y fotos: JESÚS ÁVILA GRANADOS*

Page 79: geometria_arabe

“Oh tú la inhospitalaria,hoy musulmana, Gormaz,treinta mil tienes,en treinta te quedarás”

Parece que la maldición de la leyendase cumplió, porque en nuestros días Gor-maz tiene solamente 24 habitantes cen-sados.

Seguimos el trayecto hacia la cima dela colina. A pocos metros del pueblo deGormaz, a mano derecha de la carretera,el viajero llegará a la ermita de San Mi-guel, en avanzado proceso de restaura-ción; en su interior se han descubierto losque pueden ser mejores frescos mozára-bes de la España medieval; anteriores in-cluso a los de San Baudelio, en Casillasde Berlanga. Se trata de pinturas detemas religiosos y profanos alusivas alAntiguo y Nuevo Testamento que, con-juntamente con la portada, en arco de he-rradura, y la lápida califal, sin olvidarnosde las tumbas antropomorfas, una vezrestauradas, constituirán uno de los con-juntos monumentales más sorprendentesde los primeros siglos de la España me-dieval. La iglesia de San Miguel, pareceser, se levantó sobre un antiguo altar pre-histórico que tuvo su continuidad, comoenclave sagrado, antes de la llegada delcristianismo por la abundancia de restospaganos que allí han aparecido. Entreestos restos paganos destaca el culto a losdioses Manes que aparecen reproducidosen la portada y en el pórtico; posterior-mente, ya en la Alta Edad Media, los an-dalusíes lo convirtieron en morabito, y amediados del siglo XII, los templariosdedicaron su altar a San Miguel Arcán-gel, el ángel protector de las alturassiendo desmantelado por la Inquisicióntodo el santuario en el siglo XVI.

La ciudadela aérea

Un kilómetro más de subida y ya tene-mos a nuestra izquierda el desarrollo dela inmensa muralla de la fortaleza, comoun gigante de piedra más aérea que te-rrestre, que parece suspendida sobre lacresta que cae al vacío. Se trata, en reali-

dad, de una imponente alcazaba cons-truida en el siglo X, en un tiempo récord(10 años), exactamente entre 956 y 966,en tiempos del califa al-Hakam II, al-Mutansir (961-976), por los generales deéste: Gàlib Yahya ibn Muhammad Al Tu-yibi y Qasim ib Mutarrif ib Di-l-Num,según nos describe el historiador anda-lusí Al-Maqqari. Una lápida grabada a laentrada de la fortaleza, traducida por elprofesor Ocaña Jiménez, dice lo si-guiente: “En el nombre de Dios Cle-

mente y Misericordioso. Dios bendiga aMahoma, el Sello de los Profetas. Mandóel siervo de Dios, Al-Hakam, al-Mustan-sir billah, Príncipe de los Creyentes(¡Dios alargue su permanencia!)”.

La colosal fortaleza tiene de períme-tro casi un kilómetro con una longitudmáxima de 370 metros, aproximada-mente, y una anchura que varía entre los30 y 60 metros, perfectamente adaptadaa la forma que permite la cresta de la co-lina que se eleva a 1.038 metros de alti-

79

Página izquierda: Los lienzos de la muralla de Gormaz emergen sobre la rocaviva de la montaña

Abajo: La portada de codo, desde el patio de armas de la fortaleza.

Page 80: geometria_arabe

tud (125 metros de altura sobre el valle).Algunos de sus lienzos de muralla sobre-pasan los diez metros de altura; todo el re-cinto dispone de 28 torres, la mayor partede ellas sobresalen del lienzo y tambiénsobre el pasillo de ronda almenado; sontorres macizas, con terraza en su partemás elevada, estrechas y con pequeñassaeteras desde cuyas aberturas los arque-ros aseguraban el exterior de la alcazaba.Originariamente, se accedía al recinto através de la monumental puerta califal; la-mentablemente, la puerta del codo, tannormal en estos baluartes andalusíes, hadesaparecido. Ambas aberturas se halla-ban en el sector de mediodía del recinto.

Desde sus almenas, es fácil quedarextasiado ante la sorprendente vista pa-norámica que ofrece la llanura cruzadaen profundos meandros por un Dueroque no tiene prisa con el cromatismo tanrico como fascinante de tonos ocres, ver-des y marrones, emblemáticos de las Pa-rameras sorianas. Estos tonos seextienden hasta la inmensidad espacial

desde nuestros pies que cambian segúnlas luces que reciben del sol.

La alcazaba de Gormaz es única entodo el mundo occidental por su arqui-tectura califal; en la misma, se utilizócomo en ningún otro lugar la piedra desillar cuyo auténtico aparejo bizantino-asiático evoca las lejanas fortalezas deAleppo (Siria), Alanya (Turquía) o Mosul(Irak). Sus torres prismáticas, además desalvar las presiones de los terraplenes, te-nían la misión de evitar cualquier puntomuerto de los lienzos exteriores de la for-taleza. En su construcción debieron departicipar los más hábiles alarifes de laEspaña islámica, como ha podido de-mostrarse al estudiar las refinadas técni-cas empleadas por estos maestros, en susdiferentes especialidades, en la construc-ción tanto del “Albacar” (patio dearmas), como en el propio “Alcázar” (pa-lacio), que ocupa el sector más orientalde la ciudadela.

Dos torres separan el espacio del al-cázar y el resto de la alcazaba donde se

hallaban las viviendas de la guarnición.La torre del homenaje que facilita la en-trada al alcázar, es de estilo mudéjar; detres plantas de altura, está conectada conla torre de Almanzor, a través de una ga-lería escondida dentro del muro de ce-rramiento. En el interior del alcázar seconserva el aljibe original, además de lagran cisterna que garantizaba el agua po-table de los defensores, y el pasillo deronda, detrás del lienzo de murallas quepermitía la entrada a las torres.

Sonidos de combates

Al-Hakam II no dudó en establecer estebaluarte en Gormaz para defender lafrontera norte del Duero en estrechoapoyo logístico a la ciudad de Medina-celi, capital de la Frontera Media de laEspaña musulmana. Esta colina ofrecíatodos los atractivos estratégicos necesa-

80 las artes y los días parajes

Arriba: Exterior de la portada de codo de la al-cazaba, orientada a mediodía.

A la izquierda: La fortaleza califal de Osma, res-paldaba por el norte la alcazaba de Gormaz.

Page 81: geometria_arabe

rios porque, desde arriba, se obtiene unpanorámico control de toda la inmensi-dad espacial. No exageramos en calificara esta alcazaba como un verdadero farode control integral del territorio así comolos accesos hacia el norte. Durante másde un siglo, esta alcazaba logró detenercualquier avance cristiano hacia el sur, yal mismo tiempo, evitar la conquista dela influyente ciudad andalusí de Medina-celi. Es preciso recordar la gesta del año975 cuando el más poderoso contingentemilitar cristiano se diera cita en la lla-nura. Este contingente estaba formadopor más de 60.000 hombres, al frente delos cuales estaban los reyes de León yNavarra, los condes de Castilla y los se-ñores de Peñafiel y Álava. Estos hombresfueron rechazados por los defensores dela alcazaba de Gormaz después de unasedio de tres meses. Además, en mediodel frenesí de la batalla, un ejército an-dalusí dirigido por el general Gàlib y pro-cedente de Medinaceli rodeó a losatacantes, derrotando a los cristianos encampo abierto y persiguiéndoles hasta lavecina localidad de Langa de Duero. Fi-

81

Arriba: Así se presenta la alcazaba de Gormaz, tal como se descubre desde lacarretera que llega de Osma y San Esteban de Gormaz.

Abajo: La picota de Fresno de Caracena, a pocos kilómetros de Gormaz, fue elinstrumento de tortura de muchos judíos y andalusíes de la zona.

Page 82: geometria_arabe

nalmente, liberaron a los defensores. Estegeneral, que fue suegro de Almanzor,protagonizaría una de las más brillantesvictorias para al-Andalus, aunque de lamisma se ha hecho poca referencia en loslibros de nuestra historia medieval.

Pero esta posesión no pudo mante-nerse durante mucho más tiempo para losintereses andalusíes, porque los ejércitoscristianos no cesaban de hostigar el lugar,cambiando de manos en más de una oca-sión, dado que el curso del Duero se con-virtió en una frontera natural durantebuena parte del siglo XI. Fue, exacta-mente en 1059, cuando las tropas de Fer-nando I (1037-1065) se alzarondefinitivamente con la plaza. Años mástarde, en 1087, Rodrigo Díaz de Vivar, ainiciativa del monarca Alfonso VI, seríanombrado el primer alcaide cristiano deGormaz. Esta plaza aparece en varios

versos de la ruta de Corpes, de el “Can-tar”, concretamente en el pasaje en el queel Cid con sus mesnadas regresa a Valen-cia con doña Elvira y doña Sol; en estelibro épico de nuestra literatura medievalse cita a la fortaleza de Gormaz como:“castiello tan fuort”. A finales del sigloXV, en tiempos de los Reyes Católicos,la antigua alcazaba andalusí perdería sucondición de plaza fuerte, para ser utili-zada como cárcel de Estado.

Las fuerzas del “Más Allá”

Los amantes de los temas esotéricos tam-bién tendrán ocasión de disfrutar en su vi-sita a la alcazaba de Gormaz si se acercanal espigón de poniente, cuyo altivo y ma-cizo muro exterior de regulares sillares,que arrancan sobre la roca viva de la mon-taña, en su zona más alta ofrece un rico

simbolismo grabado en tres lápidas queforman parte del aparejo, en las cuales sereproduce el sello de Salomón (estrella deseis puntas). Estas lápidas se encuentranen medio de un firmamento cósmico co-locado intencionadamente allí para prote-ger a la ciudadela, frente al ocaso del astroRey, contra los genios maléficos del po-niente. A pocos metros, en acusado des-censo, descubrirá una cueva –antiguoeremitorio, para numerosos historiadores–,desde la cual es posible contemplar los 14peldaños (el doble siete, número cósmicoy cabalístico por excelencia: los siete cie-los habitados por las jerarquías angélicas,los siete años que Salomón tardó en cons-truir el primer Templo de Jerusalén, lossiete brazos del candelabro –Menorah–judío) de la base del espigón. Pero no sepierda el atardecer contemplando estemuro, cuando recibe sobre sus cálidos blo-

82 las artes y los días parajes

El río Duero, en sus marcados meandros, fertiliza las tierras del valle de Gormaz.

Page 83: geometria_arabe

ques de piedra los últimos rayos del cre-púsculo; será testigo de excepción, ade-más, de uno de los mayores espectáculospaisajísticos con el inmenso horizonte cro-mático que dominará a sus pies, desde elesplendor, hecho piedra, de la mágica ciu-dadela, al tiempo que evocamos algunasde sus más brillantes gestas.

Nos despedimos de Gormaz con el re-cuerdo a Gàlib, Almanzor y también alCid Campeador. Esta alcazaba, proba-blemente la fortaleza más grande que sehaya edificado nunca en el mundo occi-dental, más aérea que terrestre, a pesar delmilenio transcurrido, ha conservado su ai-roso porte que parece desafiar el tiempo,el espacio y la historia; su contemplación,ya desde la lejanía, deja extasiado a quienla admira; sus puntiagudas almenas so-bresalen como dientes de un lienzo demurallas que arrancan de la roca viva,confundiéndose con ésta y desafiandocomo un espectro de piedra con su incon-fundible silueta. Y es cuando evocamos aun cronista soriano de las Parameras, es-pecialista en esta fortaleza, Teógenes Or-tego, quien así definió a esta singularconstrucción: “Ahí queda el coloso, untanto depredado, con el perímetro de susalmenas murallas, torreados confrafuer-

tes y quebrados reductos adaptados enlongitud y anchura al angosto espigón;con sus vanos y pasadizos, su plaza dearmas, sus aljibes y abovedados almace-nes subterráneos, sus robustas portadascon arcos de herradura, las torres de su al-cázar y dependencias y, en lo alto, vola-dos sobre el paramento de la principal, losreutilizados modillones de rollos decora-dos, soberbias piezas de la mejor trazacordobesa”.

Para los amantes de la fotografía, lamejor imagen de la alcazaba de Gormazse obtiene precisamente desde el exte-rior, de la cercana villa de Vildè –a laque se llega por un desvío a la derechade la carretera de Fresno de Caracena yCaracena, después de cruzar el puente depiedra que salva el Duero–, donde semuestra el perfil del sector occidental dela alcazaba con toda su arrogancia y mis-terio. Y más todavía si es una mañanacon nubes bajas porque la colina supe-rior donde se alza la fortaleza pareceestar flotando en el espacio. Pero cual-quier época es buena para visitar esta co-losal obra militar, tan estrechamentevinculada con nuestra cultura hispano-musulmana.

* JESÚS AVILA GRANADOS

es escritor

83

Arriba: Detalle de los aparejos del exterior del muro de poniente, con la representa-ción del sello de Salomón, como talismán protector contra los poderes del crepúsculo.

Abajo: Interior de la puerta principal de entrada a la alcazaba de Gormaz.

Page 84: geometria_arabe

El Parque de las Ciencias de Granadaabre sus instalaciones a una nueva edi-ción del programa “Verano con Ciencia”,con amenas e interesantes actividades,desarrolladas a lo largo de cuatro días entorno a dos bloques de experiencias:“Biodiversidad y anatomía humana” y“Física, química y astronomía”. El pro-grama va destinado a niño/as de Infantily Primaria y se desarrolla desde el 29 dejunio hasta el 10 de septiembre. Los con-tenidos están adaptados al rango de edadde los participantes.

Los temas en torno a los que se des-arrollan las actividades este año son:“Naturalistas en un museo de ciencias”,“Viaje al cuerpo humano”, “Física y quí-mica” (Disfruta con la “magia” de la quí-mica, ¿sabes qué hay detrás de unenchufe?, diseñar tu viaje por el Uni-verso), “Evolución geológica y humanade la Tierra”. Dentro de éste último apar-tado se tratará de encontrar respuesta alas cuestiones: ¿Conoces la edad de laTierra? ¿Distingues entre una roca y unmineral? ¿Sabías que las rocas han sidode mucha utilidad en la historia de la Hu-manidad? ¿Sabes qué es un alarife, un al-féizar o un ataurique?

En el Pabellón de al-Andalus y laCiencia los niños/as se aproximan a la

transmisión de la ciencia y los saberes através del módulo de navegación dedi-cado al mar Mediterráneo y al ItinerarioCultural de los Omeyas. Quiere dar a co-nocer la profunda relación humana, cul-tural, artística y científica que existióentre Oriente y Occidente así como latransmisión del legado grecolatino enEuropa a través de al-Andalus. Si estaruta fue la vía a través de la cual los ára-bes llegaron hasta la Península Ibérica yEuropa, fue también la ruta de la trans-misión del saber. Ilustra perfectamente la

estrecha colaboración entre Oriente yOccidente. También se visitará el módulo“Arquitectura y técnicas constructivas”·donde se nos muestran diferentes mate-riales constructivos y ornamentales de laarquitectura de al-Andalus (yeso, piedra,madera…) y se abunda en diferentes edi-ficios y construcciones donde se emple-aron estos materiales. ¿Quiénes eran losalarifes? ¿qué es un alféizar?, en el mó-dulo de arabismos descubriremos éstas yotras palabras de origen árabe que estánpresentes en nuestro vocabulario. En laexposición “al-Andalus y la ciencia”también tendremos la oportunidad de veruna maqueta de Granada en el siglo XIVrealizada en colaboración con el CentroSuperior de Investigaciones Científicas(CSIC) y en ella descubriremos las dife-rentes construcciones de la época.

Por último, los asistentes visitarán eltaller de aromas andalusíes donde cono-cerán la cultura andalusí a través de losperfumes, especias y plantas aromáticas.La sociedad andalusí fue amante de lanaturaleza y de los jardines, de los am-bientes perfumados y de los platos aro-matizados. Para terminar, se elaboraráuna bolsita perfumada con aromas de al-Andalus.

84 en ruta hacia…

“Verano con ciencia”

Sobre estas líneas: Taller de aromas andalusíes.Abajo: Módulo “Arquitectura y técnicas constructivas”.

en el Parque de las Ciencias de Granada

El Pabellón de al-Andalus y la Ciencia,una de las propuestas de

Page 85: geometria_arabe
Page 86: geometria_arabe

me

ro 4

2E

l leg

ado

anda

lusí

S A

LLÁ

DE

LOS

PIL

AR

ES D

E H

ÉRC

ULE

SLI

SBO

A, S

IGU

IEN

DO

A 7

2 FA

NT

ASM

AS

GEO

MET

RÍA

ÁR

AB

E Y

ESC

RIT

UR

A O

RN

AM

ENT

AL

El legado andalusíUna nueva sociedad mediterránea

número 42año XI (2010) • 2o trimestre

6 €

Geometría árabe yescritura ornamental

Lisboa, siguiendoa 72 fantasmas

Más allá de losPilares de Hércules

Cuaderno coleccionable ‘El Viajero histórico’. En este número: Lord Byron ‘Farewell to Spain’

Page 87: geometria_arabe

EL VIAJERO

HISTÓRICO

Page 88: geometria_arabe

EL VIAJERO HISTÓRICO2

o son pocos los británicos que han

viajado y escrito sobre España a lo

largo de los siglos. Sin embargo, uno

de los más extravagantes e imprede-

cibles fue George Gordon Byron

–más conocido como Lord Byron– que recorrió

tierras españolas a principios del siglo XIX.

Aunque España no aparezca más que en algunas

cartas y a modo de trasunto poético en los pri-

meros cantos de Childe Harold y el Don Juan, el

aura romántica que se cierne sobre la figura de

Lord Byron contiene todos los ingredientes para

que sus correrías por la Península Ibérica sean

sugerentes. Durante el viaje acontecerán hazañas

deportivas, peleas (Byron era un consumado

boxeador), escarceos amorosos y, por último, el

deseo ferviente de volver a una tierra que le

encandiló. No lo hizo. El destino suele ser cruel

con las promesas de aquellos que forjan y publi-

citan su propia leyenda vital y literaria.

Hubo un tiempo en Inglaterra en el que los hijos

de las familias aristocráticas viajaban por Europa,

una vez finalizados los estudios universitarios. El

recorrido establecido los llevaba por Francia,

Italia, Alemania, Suiza y Holanda. Lo llamaban el

Grand Tour, un viaje iniciático que les permitía

adquirir la experiencia necesaria para incorporar-

se más tarde a los cargos de responsabilidad. No

obstante, al joven Lord Byron la ruta típica que

seguirían la mayoría de sus compañeros no le

ofrecía el atractivo suficiente. Siempre quiso lla-

mar la atención, ser original, y escogió la poco

transitada y desconocida ruta del Mediterráneo

oriental, con parada final en Grecia.

En 1809, Lord Byron acababa de licenciarse por

la Universidad de Cambridge y de prestar jura-

mento como nuevo par en la Cámara de los

Lores. Asimismo, su carrera poética estaba en

auge; su poema satírico English Bards andScotch Reviewers había causado no poca con-

moción. Byron sabía cómo tejer las redes del

escándalo en beneficio propio.

Para celebrarlo, el joven aristócrata invita a una

fiesta en Newstead Abbey –la estancia señorial

de los Byron cerca de Nottingham– a sus com-

pañeros de Cambridge: Hobhouse, Wedder-

burns, Webster y Mathews. Fueron famosas,

escandalosas, míticas, las fiestas organizadas

por Lord Byron. En la mansión se exhiben ani-

males como un oso amaestrado y un lobo. Se

Farewell to Spain

N

Siempre quiso llamar la atención, ser original, y escogió la poco transitada ruta del Mediterráneo oriental

Page 89: geometria_arabe

practican deportes como el tiro al blanco, el

boxeo y la esgrima. Al anochecer todos los asis-

tentes se disfrazan de monjes, mientras el anfi-

trión porta una cruz, en una macabra procesión

en la que el vino corre a raudales, servido en una

copa hecha con un cráneo rodeado por un anillo

de oro. Luego se jugaría al escondite entre las

tumbas, consumándose interminables orgías.

Durante las celebraciones, Byron les propone a

sus amigos el anhelado viaje por la ruta oriental

mediterránea. Sólo acepta la propuesta John Cab

Hobhouse, en ese momento enemistado con su

padre, y al que debemos algunos detalles del

viaje en su Recollections of a Long Life.

Partirían Byron y Hobhouse con su comitiva de

sirvientes en dirección a Portugal desde el

pequeño puerto de Falmouth (Cornualles), no

lejos de Plymouth. Tuvieron que esperar varios

días y las impresiones de Byron resultan bastan-

te peculiares: “La ciudad (Falmouth) está llena

de cuáqueros y caballitos de mar. Las mujeres

(alabada sea la Administración) son azotadas

cuando riñen o roban….me voy de Inglaterra sin

pena. Volveré sin placer”.

La travesía hasta Portugal duró cuatro días y

medio. En la entrada al estuario del Tajo, “que

envía su legendario tributo de oro al océano”,

el poeta es preso del entusiasmo y la exalta-

ción. La impresión inicial derivaría más tarde

en sarcasmo y, finalmente, en el desprecio más

absoluto hacia los portugueses. Desprecio por-

que el joven poeta inglés fue apaleado junto al

teatro San Carlos por intentar seducir a la

esposa de un aristócrata local. Pero lo más

divertido es la interpretación lingüística que

realiza en compañía de los monjes de Mafra:

“Me encuentro bien aquí porque me gustan las

naranjas, hablo mal latín con los monjes, que

me entienden por ser igual que el suyo, alterno

en sociedad..., atravieso el Tajo a nado, monto

en asno o en mulo, y suelto juramentos en por-

tugués...”.

Byron fue un consumado deportista a pesar de su

cojera. Esta considerable limitación no le hizo

retroceder ante el río Tajo: no se resiste al reto de

cruzarlo a nado. Hobhouse asegura en su diario

que esta hazaña deportiva, si no tan celebrada

como la del Helesponto, sí resultó más peligrosa,

puesto que el río Tajo solía cobrarse varios aho-

gados al año. El poeta inglés escribe en una

carta: “Me baño en el río Tajo, atravesándolo de

un tirón”. La travesía a nado desde la Lisboa

antigua hasta la Torre de Belem le llevó casi dos

horas.

Byron y Hobhouse cruzaron la frontera y se aden-

tran en España vestidos con uniformes del ejér-

cito inglés, ganándose así el respeto de los espa-

ñoles –inmersos en plena Guerra de la

Independencia– además de garantizar un viaje

más seguro y evitar problemas con los famosos

EL VIAJERO HISTÓRICO3

Byro

n y

Hob

hous

e cr

uzar

on la

fro

nter

a

y se adentran en España vestidos con uniformes del ejército inglés, ganándose

así el respeto de los españoles

Page 90: geometria_arabe

bandoleros. En el canto I de Childe Harold, en la

estancia XXXI, Byron anuncia: “Aparece el reino

de España”. Aunque en esos momentos los

españoles deben defenderse del yugo francés:

“todos sus habitantes deben luchar o sufrir la

humillación de la esclavitud”. Además

Hobhouse escribe: “A las 2 cruzamos el arro-

yuelo que separa Portugal de España, teniendo

buen cuidado de bañarnos en sus aguas de

acuerdo con la tradición”.

Byron y Hobhouse alquilaron dos coches para

dirigirse a Sevilla más cómodamente. El poeta

se muestra entusiasmado con el clima cálido,

siempre soleado, y con la capacidad de aguante

de los caballos andaluces: “Los caballos son

excelentes. Hemos hecho ciento doce kilómetros

diarios. Me encuentro mejor de salud aquí que

en Inglaterra”. Al llegar a Sevilla no escatima

piropos: “Sevilla es una ciudad bonita; pero no

voy a hacer descripciones, pues siempre son

enojosas”. A Byron le llama la atención la cate-

dral que rememoró siempre como una de las

más bellas. Asimismo, coincidió en Sevilla con

la heroína Agustina de Aragón, que le suscita

gran admiración: “solía pasear diariamente por

el Prado con sus condecoraciones y medallas por

indicación de la Junta”. En esos momentos, la

ciudad hispalense era el cuartel general del

gobierno español, pero las batallas y los muertos

de la Guerra de la Independencia quedaban

EL VIAJERO HISTÓRICO4

Los habitantes de Sevilla se entregan a fiestas,

A cantos de gozo y a diversiones.

Farewell to Spain

Page 91: geometria_arabe

Son tiempos de guerra y la ciudad carecía de

alojamiento disponible acorde con la categoría

de Byron y Hobhouse. Sin embargo, el cónsul

inglés, Mr. Wiseman, les encuentra hospedaje en

casa de dos señoritas solteras: Josefa Beltrán y

su hermana. El propio Byron ofrece jugosos deta-

lles de la famosa aventura sentimental en una

carta (escrita ya desde Gibraltar), el 11 de agos-

to de 1809, dirigida a su madre: “Sevilla es una

ciudad bonita, aunque las calles resulten estre-

chas, están limpias. Nos hospedamos en la casa

de dos españolas solteras que tienen seis casas

en Sevilla, y me ofrecieron un curioso ejemplo de

las costumbres españolas”.

El efecto que Byron provocaba en las mujeres

–bastaría con citar, de entre una larga lista, a La

Fornarina, Teresa Guiccioli, Lady Caroline Lamb

y tantas otras– forma parte de la leyenda. Con

EL VIAJERO HISTÓRICO5

Aunque la locura no ve jamás desiertos sus altares

La lujuria de los jóvenes campea por sus respetos.

Pero no previendo la suerte que les amenazaLos habitantes de Sevilla se entregan a fiestas, A cantos de gozo y a diversiones.

Aunque la locura no ve jamás desiertos sus altaresLa lujuria de los jóvenes campea por sus respetos.

lejos. Si nos fiamos de la impresión que nos

ofrece Childe Harold, trasunto “byroniano”, en

Sevilla parecen no tomarse muy en serio los

asuntos bélicos:

Page 92: geometria_arabe

país

ost

ente

su

pode

r, riq

ueza

, an

tigüe

dad

Bella es la orgullosa Sevilla, que su

Page 93: geometria_arabe

EL VIAJERO HISTÓRICO7

No son las damas de España de la raza de las amazonasSino que están hechas para las hechiceras artes del amor.El Amor la formó para valerse de ellaO

En sus seductores jugueteos.Sus labios cuyos besos pugnan por dejar el nido...

toda probabilidad, Byron, en una conducta poco

habitual, acostumbrado siempre a dar el primer

paso, se dejó seducir por Josefa Beltrán. La últi-

ma biógrafa de Byron, Fiona MacCarthy, escribe

al respecto: “Byron y Hobhouse se alojaron en

casa de dos solteronas: doña Josefa Beltrán y su

hermana pequeña. Para sorpresa de ellos todos

durmieron en la misma habitación”.

Sea como fuere, el caso es que aún hoy se con-

servan vestigios de ese encuentro amoroso: el

camafeo con el cabello de Josefa Beltrán, que

en la actualidad es propiedad de la editorial

Murray de Londres. En una carta dirigida a su

madre, Byron detalla más cosas: “Observo que

la reserva no es aquí una característica de las

‘bellas españolas’. La mayor honró a tu indigno

hijo con atenciones muy especiales abrazándolo

con gran cariño al partir”. Al despedirse, Josefa

abrazó a Byron con gran ternura y tras haber cor-

tado un bucle del pelo del poeta inglés, ésta le

correspondió con otro suyo que medía casi un

metro de largo. Byron se lo envió a su madre y

ruega que lo custodie hasta su regreso a

Inglaterra.

Porfiando su aventura sevillana, escribe Byron

unos versos:

La segunda etapa del viaje nos lleva a Cádiz

pasando por Alcalá de Guadaira, Utrera, Jerez de

la Frontera y El Puerto de Santa María. Jerez era

parada obligatoria para conocer las prestigiosas

bodegas. Ejerce de guía Mr. Gordon, célebre

comerciante de Sherry, vino que tanto gustaba a

la aristocracia inglesa. No se contuvieron a la

hora de ingerir caldos y saciaron la sed alcohóli-

ca, como dijo Byron, “en el auténtico nacimien-

to de la fuente”, del buen vino.

Byron y Hobhouse continuaron camino hasta El

Puerto de Santa María. Allí embarcaron, atrave-

sando la bahía, para llegar a Cádiz al atardecer.

La fascinación que ejerce la capital gaditana es

inmediata, comparándola con Sevilla en ChildeHarold, Canto I, LXV:

Bella es la orgullosa Sevilla, que su país ostenteSu poder, riqueza, antigüedad;Pero Cádiz, erguida en la distante costaPide un elogio más dulce en su humildad.

Lord Byron, uno de los grandes románticos de la

historia de la literatura, al describir Andalucía se

ciñe al tópico de una tierra soleada, de bellas

mujeres, de hombres valientes, de toros y ban-

doleros justicieros, que mantiene un intenso

pasado árabe. Cádiz ejercerá un influjo tremen-

do. Ciudad en la retaguardia de la guerra, recibe

una marea continua de nobles del resto de

España que escapan de la guerra, además ofre-

ce muchas posibilidades de ocio y diversión. “La

dulce Cádiz es el primer rinconcito de la crea-

ción... la esbeltez de sus casas y edificios sólo

es superada por la belleza de sus habitantes.” A

esa belleza se refiere la composición de 1832,

The Girl of Cadiz, donde piropea a una mucha-

cha gaditana con unos hermosos versos:

Oh, nunca me vuelvas a nombrarClima norteño ni dama britana:No has tenido la suerte, como yo, de observarLa beldad de la joven gaditana

Estos versos preludian, como no podía ser de

otro modo, otro escarceo amoroso. En Cádiz

Farewell to Spain

Page 94: geometria_arabe

EL VIAJERO HISTÓRICO8

conocerá a una muchacha llamada Carmen

Córdoba que se brinda enseguida a impartirle

lecciones de español: él corresponderá con lec-

ciones sobre el amor y otros menesteres. Se

verá de pronto Byron inmerso en la alta socie-

dad gaditana. Irá a bailes, teatros, conciertos y

presenciará su primera corrida de toros.

Describe el inglés el espectáculo taurino como

una aglomeración de personas de toda condi-

ción social mezcladas entre sí: pobres y ricos,

mujeres y hombres, todos expectantes, deseo-

sos de que el son del clarín de comienzo al

espectáculo. En Childe Harold describe así la

muerte del toro:

Se detiene... arranca... resistiéndose a ceder:Lentamente se desploma entre gritos de triunfoSin un bufido y sin esfuerzo muere.

...Pero Cádiz, erguida en la distante costa

Farewell to Spain

Page 95: geometria_arabe

Posiblemente se trate de la primera descripción

poética de una corrida de toros hecha por un

extranjero. Aún así, según Hobhouse, a Byron no

acabó de gustarle el espectáculo por cruel y san-

griento.

Para el poeta los toros se quedan en un segundo

plano cuando entra una mujer en escena. En una

carta a su madre describirá a la joven Carmen

Córdoba de este modo: “Es muy bonita dentro

del estilo español, en mi opinión, que no quiere

decir inferior a los encantos ingleses y cierta-

mente superior en fascinación. Largos cabellos

negros, lánguidos ojos azules, color moreno y

claro, y formas más graciosas al moverse de las

que puede concebir un inglés acostumbrado al

aire somnoliento e indiferente de sus compatrio-

tas”.

Carmen Córdoba no permanecerá indiferente a

los encantos de Byron. No dudará en conseguir

tenerlo cerca. No dudará, por ejemplo, en levan-

tar a una de las señoras del palco familiar para

sentar en su lado al apuesto aristócrata. A Byron

le fascina ese comportamiento. Le llama la aten-

ción la ausencia casi completa de distinciones

sociales, algo inaudito en Inglaterra: “Las muje-

res españolas son todas iguales, su educación es

la misma. En cuanto a conocimientos, la mujer

de un duque es igual que la de un campesino; y

en modales, una campesina es igual que una

duquesa. En realidad son subyugadoras; pero

sólo tienen una idea en la cabeza, y lo más

importante de la vida es la intriga”.

El juego de insinuaciones de la señorita Córdoba

con Byron le hará escribir: “Cuando una mujer se

casa abandona todo recato, aunque creo que su

comportamiento es absolutamente casto antes

del matrimonio. Si te permites una iniciativa con

una joven española, cosa que en Inglaterra te

proporcionaría un bofetón por parte de la donce-

lla más apocada, ella te agradece el honor de la

intención y contesta: ‘Espera que me case y

estaré encantada’”.

En la mañana del 3 de agosto Byron y

Hobhouse se embarcaron rumbo a Gibraltar.

Por la tarde pasarán frente al famoso cabo de

Trafalgar, y llegaron al Peñón al comienzo de la

tarde del día siguiente. No disfrutaron dema-

siado del lugar, la fealdad y el aburrimiento

acaba por subyugarlos. En una visita a

EL VIAJERO HISTÓRICO9

Pide un elogio más dulce en su humildad

Page 96: geometria_arabe

EL VIAJERO HISTÓRICO10

Algeciras almorzaron con el general Castaños,

de quien escribirá Byron que era un hombre

sencillo, comprensivo e inteligente. Finalmente,

llegó el momento de la despedida. El 16 de

agosto por la tarde embarcaban en el TowsendPacket con destino a Malta. Byron abandonaba

España después de escasos veinticuatro días.

Dieron para mucho. Más tarde el aristócrata

inglés escribió a Francis Hodgson: “Volveré a

España porque me he enamorado de este país”.

Los acontecimientos dispusieron lo contrario.

Nunca volvió a España ya que la muerte le sor-

prendió, como a todo mito que se precie, en la

flor de la vida.

Por Dorian Hope

Farewell to Spain

Page 97: geometria_arabe

EL VIAJERO HISTÓRICO11

“Volveré a España porque me he enamorado de este país”.

Los acontecimientos dispusieron lo contrario. Nunca volvió a

España ya que la muerte le sorprendió, como a todo mito

que se precie, en la flor de la vida

Page 98: geometria_arabe

IDEA ORIGINAL Y DIRECCIÓN: Ana Carreño Leyva

ILUSTRACIONES: José Manuel Darro

MAQUETACIÓN: J. M. Vargas Diosayuda

EL VIAJERO

HISTÓRICO