Kira Chase - El Premio

8/20/2019 Kira Chase - El Premio

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“El premio” de Kira Chase

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El premio

The Prize

de Kira Chase

Traducido por: Julieta "Meltryth" (2015)

Nota de traducción: Hay mujeres, lodo y el premio consiste en otra mujer. ¿Demasiado machista?

Puede que sí, pero es lo que hay y no tengo quejas en cuanto a las peleas de lodo. Sí, hay sexo

(pervertidos). A veces me pregunto por qué publican a ciertos autores y creo que es suerte y nada más.

Pero lean, siempre es bueno cambiar de aires.

A ver si salen un poquito de siempre leyendo a los mismos autores. De paso, yo salí de las mismas

editoriales de siempre. Como siempre, esto va gratis, sin esperas, sin pay per click, ni un dinar. Así que

disfruten. Julieta "Meltryth".

Micki mantuvo la mirada firmemente plantada en la hermosa mujer que acababa de tomar el

micrófono y estaba de pie junto a la cantante de Sky Down, la banda conformada por chicas

que tocaba una vez al mes en TM. Tomó su copa y bebió un sorbo, desconcentrándose de

sus tres amigas.

TM era uno de los clubes gays más populares de Pittsburgh. Hace siete años, el edificio que

albergaba TM había sido sólo un viejo almacén abandonado hasta que dos mujeres

emprendedoras, Marti Waldon, pequeña rechoncha mujer de cabello canoso, y su

compañera de veinte años, Tina Donovan, una delgada y atractiva mujer pelirroja,

compraron el edificio. Tres años más tarde, habían convertido el almacén en un club elegante que cuenta con una de las pistas de baile más grandes de la ciudad, con una

banda en vivo popular tocando todos los viernes y sábados por la noche. El club también

ofrece eventos especiales, que se celebran en la parte posterior del edificio. Tina y Marti

transformaron la planta superior del edificio en un gran salón para sí mismas con dos

pequeños departamentos en el extremo norte de la estructura, que se negaron a alquilar,

pero dónde mantienen a los invitados especiales del club o sus familiares de visita.

Hace dos años, como el negocio se expandió, entonces explotó, sobre todo debido al boca

en boca del popular club, las propietarias contrataron Starlyn Jackson, recién salida de la

Universidad de Pittsburgh, para gestionar el club. Starlyn era preciosa, con una piel perfecta, con un largo cabello rubio fluyendo y ojos azules. Sus pómulos eran altos y tenía

una nariz de forma perfecta y labios carnosos. Ella era curvilínea y pequeña con un modelo

como figura que confirmaba sus atributos físicos en la ropa de moda que portaba. Su oficina

se encuentra en una habitación grande y cómoda al lado derecho de la barra circular donde

se encuentra la mayoría de noches de trabajo a excepción de los sábados por la noche.

Entonces ella puede ser encontrada mezclándose con los clientes. Su amable personalidad

extrovertida solo añade a su encanto ya visible. Las mujeres se arrojan a sus pies y

fácilmente podrían haber tenido opción en cualquier mujer que quisiera, pero ella

amablemente negó la mayor parte de sus invitaciones. Ella nunca sostuvo una palabra

desagradable a cualquier persona y a menudo se la vio consolando a aquellos cuyos

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corazones habían sido recientemente rotos u ofreciendo palabras de sabiduría a los que se

sienten desesperados en lo que al amor se refiere.

Pero a Micki no le ofreció nada. Sus breves encuentros por lo general sólo consistían en un

reconocimiento conciso. Micki pensaba que podía seducirla con su ingenio y Starlyn estaría

más que dispuesta a salir con ella, pero Starlyn apenas le dio la hora. Desde hace un par de

meses, Micki había dejado de intentarlo. Cuando ella vio a Starlyn, la reconoció, pero había

dejado de invitarla a salir. En el exterior, actuaba desinteresada, pero dentro estaba

devastada. Micki sospechaba que podría haber algo entre Taylor Stevens, la cantante de

Sky Down y Starlyn.

Vio como Taylor se volvió y le susurró algo a Starlyn, que provocó que Starlyn riera y

juguetonamente golpease el brazo de Taylor. Taylor era linda como lo sería una niña, ella

siempre vestía ajustados pantalones de cuero negro y botas. Tenía la mandíbula cuadrada,

con oscuros ojos penetrantes y cuando tomaba el micrófono y cantaba sus canciones con

su voz profunda y gutural, los escalofríos se arrastrarían por las espinas dorsales de los

críticos más duros. Micki a menudo se preguntaba por qué Taylor no había sido descubierta

y firmado con un sello importante.

"¡Guau! ¡Starlyn parece caliente esta noche!" La mejor amiga de Micki, Liz, le dijo.

Ella miró a Liz y sonrió. "Siempre lo hace".

Starlyn llevaba un vestido corto negro con un escote que mostraba un montón de escote.

Deseaba ser la única en el escenario junto a ella en lugar de Taylor. Si Starlyn solamente le

diera una oportunidad…

Micki y sus tres amigas más cercanas rara vez se perdían su sábado semanal por la noche

juntas, pero cuando las obligaciones alejaban a otras, Micki aún podría encontrarse en TM

cada sábado por la noche y, a menudo varias veces durante la semana.

"¿Puedo tener la atención de todos?", preguntó Starlyn.

Los ojos de Micki se giraron de regreso a Starlyn.

"Vamos a tener un concurso, con todo lo recaudado lo destinaremos al fondo de

construcción para el nuevo refugio que se está construyendo para los gay y lesbianas sin

hogar para la juventud".

"Qué generoso de Marti y Tina", Liz murmuró.

Micki asintió, sin querer perderse nada de lo que Starlyn estaba a punto de decir.

"El ganador recibirá..." Starlyn volvió a Taylor, que a su vez señaló al baterista. Después de

que el baterista había terminado con su toque, Starlyn continuó. "¡El ganador recibirá una cita conmigo!"

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Gritos fuertes ascendieron entre la multitud.

"¿Vas a entrar?" Liz preguntó mientras miraba a Micki con una amplia sonrisa. "Has estado

deseandola durante los últimos dos años. Ahora es tu oportunidad de finalmente estar a

solas con ella".

Micki se encogió de hombros. "Depende de lo que tenga que hacer y las reglas. Sabes que

yo no soy mucho de las actividades competitivas".

"Yo estaría más concentrada en el premio".

"Siempre estoy", dijo Micki con una sonrisa socarrona.

"Oh, ella está lista para dar los detalles", Liz emocionada anunció.

"Habrá una cuota de inscripción de cien dólares y diez dólares por la venta de entradas para

aquellos que prefieren ver", dijo Starlyn en su baja voz sensual, una voz que hizo a los

dedos de los pies de Micki hormiguear. "Y la única cosa que ustedes, bellas damas, tienen

que hacer es tener una pequeña carrera amistosa... en el barro. Los dos que llegan primera

y segunda podrán tener luego una competencia de lucha libre en el lodo. Y no se olviden, la

ganadora recibe una cita conmigo". Ella una vez más mostró su sonrisa ganadora.

"¿Por qué no entras?" Micki preguntó mientras miraba fijamente a Liz. "Te hemos visto

algunos eventos. Podrías hacerlo. Después de todo, si no recuerdo mal, en la universidad

eras una de los mejores corredoras en el equipo de atletismo femenino".

Liz se encogió de hombros mientras ella arrojó su guapa cabeza rubia. "¿Qué pasa si

gano?", preguntó con una expresión divertida se extendía por su rostro. "Yo nunca haría

nada que ponga en peligro nuestra amistad. Después de todo, ¿cómo iría a una cita con la

mujer que has querido durante tanto tiempo?"

Su novia, Stacey, una pequeña y con un par de kilos de sobrepeso, pero atractiva morena,

la agarró del brazo. "¿Y cómo afectaría a su pareja? La única persona con la que está

saliendo es conmigo".

Liz la agarró de la mano. "Y yo no lo haría de ninguna otra manera. Estoy completamente

feliz en mi estado comprometido".

"Cariño, desearías ser entregada", Stacey bromeó.

Micki apoyó la barbilla en las manos. "Si ganas siempre puedes darle el premio a tu mejor

amiga".

"Vamos, Mick", Stacey instó, con sus ojos marrones con picardía desafiándola. "Entra. ¿O tienes miedo?"

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Micki rió. "Sabes que no puedo dar marcha atrás en un desafío". Ella tomó su copa y bebió

un largo trago. "Pero éste definitivamente tengo que pensarlo. Carrera de barro", dijo ella

con un movimiento de la cabeza. "Y la lucha libre en el lodo. No lo sé".

Liz se rió. "Bueno, mientras que decides, es mi turno para conseguir una ronda". Ella miró la

bebida de Micki. "¿Cómo puedes beber cómo diablos se llama?"

Ella levantó su copa. "Es una 'Cherry Pussycat' y es delicioso".

"Me quedo con mi 'Sexo en la playa'. No puedo soportar nada de cereza", Liz declaró

enfáticamente.

Stacey ladeó un ojo. "Y será mejor que siga siendo así si sabes lo que es bueno para ti".

"Bendito compromiso", dijo Micki con una sonrisa burlona.

"Y yo no lo cambiaría por nada del mundo", Liz respondió y luego plantó un beso húmedo

en los labios fruncidos de Stacey.

"Cada uno con lo suyo", dijo Micki, levantando la copa como en un brindis. "Prefiero mi

libertad desenfrenada".

Liz frunció el ceño. "Apuesto a que conozco a la mujer por la que la cambiarías en un

instante". Su mirada se desvió a Starlyn.

Micki no respondió. Su amiga la conocía demasiado bien.

"Has cogido con casi todas las mujeres de aquí", Jennie, una pelirroja alegre que componía

el resto de su grupo de cuatro personas, dijo echando un ojo en todo el bar lleno de gente.

"¿Nunca deseas a esa persona especial, Micki? Quiero decir además Starlyn".

"Quizá haya cogido con la mitad", respondió Micki, volviéndose hacia Jennie con una amplia

sonrisa. "Y no, no quiero sentar cabeza. Estoy teniendo demasiada diversión". Sus ojos se

dirigieron de nuevo a Starlyn.

"Pero podrías establecerte si tuvieras a Starlyn", declaró Liz. "Te conozco mejor que nadie,

Mick".

La mandíbula de Micki crispó. "Es difícil decir que me conformaría con alguien que ni

siquiera habla contigo por no hablar de no tener un baile de mierda contigo". Ella frunció el

ceño. "Ella baila con cualquier otra mujer aquí, excepto conmigo".

Liz suspiró y palmeó el brazo de Micki. "Tal vez a ella no le gusta tu forma de bailar, cariño".

Las demás se rieron.

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Micki vació su copa.

"¿Vas a entrar entonces?", preguntó Jennie. "Te reto". Ella miró Stacey y a Liz. "Todos te

retamos".

Los ojos de Micki quedaron pegados al cuerpo voluptuoso en el escenario. "Yo podría".

"Creo que tienes que ir allí y obtener un formulario de concurso de Starlyn", dijo Jennie.

"¿Por qué no vas y me traes uno?" Micki preguntó en broma mientras miraba a las mujeres

que rodeaban a Starlyn que estaba repartiendo los formularios y vendiendo las entradas.

"Está bien, y voy a conseguir las entradas para el resto de nosotras", dijo, y luego de

repente se puso de pie y se dirigió a través de la multitud antes que Micki pudiera detenerla.

"Mierda". Micki apoyó un codo sobre la mesa, echó una mirada de reojo a Liz y Stacey que

estaban perdidas en su propio mundo, luego observó una atractiva morena corriendo hacia

su mesa.

"Hey, Mick, ¿quieres que nos juntemos más tarde?"

Micki se encogió de hombros, dándoselo por encima. "No lo sé. Estoy un poco cansada esta

noche". Ella pasó una mano por su corto cabello negro azabache. "¿Vas a entrar en el

concurso, Jules?"

"No,, ¿y tú?"

"Tal vez". Sus ojos barrieron el rostro bonito de la mujer y luego se establecieron en su

pecho grande. "Realmente deberías entrar".

Jules se sonrojó. "No, prefiero ser espectadora".

Micki se aclaró la garganta. "Estaba pensando en ese striptease que hiciste para mí

anoche".

La cara de Jules enrojeció. "Las dos estábamos borrachas. Nunca he hecho nada por el

estilo a cualquier persona antes y dudo que alguna vez lo hiciese de nuevo".

"Entonces me siento honrada". Ella puso una mano en el hombro de Jules. "Te verías tan

ardiente luchando en el barro. Vamos, hazlo".

Ella se rió. "No gracias. Dudo incluso que conseguiría pasar la carrera". Ella echó un vistazo

a una mesa de mujeres. "Bueno, yo diría que será mejor que vuelva con mis amigas. Si

quieres después que nos juntemos, avísame".

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Micki asintió y observó a Jules alejarse. Sus delgadas caderas y culo estaban

perfectamente proporcionados en sus pantalones de jean y zapatos de tacón bien

ajustados. La vagina de Micki dolía de deseo, recordando la noche caliente que habían

compartido. Le encantaba coger con Jules. Ahora había una mujer que había cumplido una

de fantasías más salvajes y permitió que su cuerpo fuese sometido a cualquier fantasía que

a su pareja se le pudiera ocurrir. Y Micki tenía bastante imaginación cuando se trataba de

fantasías sexuales. Observó a Jules hacer su camino a su grupo de amigos.

"Ella realmente se preocupa por ti, Mick. ¿Por qué se la haces tan difícil?", preguntó Stacey.

"Nunca le hice ninguna promesa. Nos divertimos en la cama y eso es todo lo que hay. Lo

sabe. Y dudo que ella se preocupe mucho por mí".

Liz suspiró ruidosamente. "Hemos sido amigas por años, Mick...", comenzó.

"Y vamos a serlo hasta el día de nuestra muerte", Micki interrumpió. "Hemos estado juntas

en las buenas y en las malas y eso nunca va a cambiar. Así que no vayas allí".

"¿Cómo sabes lo que voy a decir?"

Ella agarró la mano de Liz. "Porque lo has dicho una y otra vez. No estoy obsesionada con

Starlyn. Admito que me gusta, pero es lo más lejos que llega".

"Si tú lo dices", respondió Liz. "Estoy preocupada por ti llevando a casa a una chica distinta

casi todas las noches".

"No lo hagas. Soy una niña grande". Observó a Starlyn pasar a la pista de baile con Taylor.

Su mandíbula se contrajo de nuevo.

"Sabes, Mick, ¿recuerdas en la universidad cuando nos conocimos y cada vez que estabas

nerviosa o molesta por algo tienes esa contracción en la mandíbula? Bueno, cada vez que

ves a Starlyn tu mandíbula consigue ese tic".

Micki frunció el ceño mientras colocaba su mano sobre su mandíbula. "Bueno. Me gustaría

que saliera conmigo, pero ella no lo hará. Fin de la historia. Dejé de invitarla a salir. Sabes

eso".

Liz sacudió la cabeza y volvió su atención a su novia. "Vamos a bailar, Stace".

Micki pensó de nuevo hace diez años atrás, cuando todas se habían conocido en la

universidad en primer año asustadas en un Gay Straight Alliance Group. Había conocido a

Liz primero. Algunas reuniones más tarde a Liz, y ella hizo amiga de Stacey y Jennie. Todas

habían llegado de diferentes áreas de Pensilvania y del oeste de Nueva York State y

estaban felizmente asentadas en Carnegie Mellon, abrazando su nueva libertad e

independencia. Las cuatro habían encontrado un vínculo que sellaron juntas. En su tercer año en la universidad, habían alquilado un pequeño departamento, vivieron juntas y luego,

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después de la graduación, decidieron quedarse en Pittsburgh. Liz trabajó como asistente en

una empresa de diseño grande, Stacey como secretaria legal, Jennie como especialista en

informática y Micki como fotógrafa del periódico.

Eran sólo un corto trayecto en autobús o en taxi entre sí y, a menudo aparecían en una

casa de otra persona sin previo aviso, a sabiendas de que nunca necesitaban una invitación

por la que preocuparse. Eran familia.

Ella sonrió a Liz y Stacey mientras bailaban con sus brazos bien envueltos alrededor de la

otra. Hace seis meses habían descubierto que sus sentimientos la una por la otra tras una

mucho más que profunda amistad. Stacey abandonó su departamento pequeño y estudio

en Oakland y se mudó al departamento de Liz en Squirrel Hill. Micki las quería a ellas, le

encantaría dar su propia vida por cualquiera y sabía que harían lo mismo por ella.

Jennie volvió a la mesa al mismo tiempo que el baile de Liz y de Stacey terminó. Le entregó

el formulario de inscripción a Micki. "Aquí tienes".

Las amigas de Micki movieron sus sillas más cerca para que ella les leyera las reglas en

voz alta. Cuando terminó, Liz la agarró de la mano.

"Llénalo. Será divertido. ¡Tendrás tu propia sección de animadoras con nosotras!"

Ella se echó hacia atrás en su silla por un minuto, sosteniendo el papel delante de su cara.

"Sí, qué demonios". Una amplia sonrisa se extendió por su cara. "Starlyn no tendrá otra

opción más que salir conmigo cuando gane".

Liz entornó los ojos. "¿No querrás decir si tú ganas?"

"Voy a ganar", dijo con confianza. Ella tenía que. Ganar esta competencia le daría la

oportunidad de mostrarle a Starlyn una noche que nunca olvidaría, una noche ninguna de

ellas olvidaría.

***

Micki flexionó sus brazos. Su pequeño bikini rojo mostraba su delgado cuerpo musculoso.

Ella miró a los otros once concursantes. Ella conocía a la mayoría y sonrió para sus

adentros, recordando los combates de lucha libre que había tenido con varias de ellas en la

cama. Algunas de las otros concursantes eran parejas y ella se preguntó si estaban

planeando donar su premio a otra persona en caso de ganar. Las reglas establecían que el

ganador podría dar la cita con Starlyn a otro mujer si esa era la elección del ganador.

Starlyn se situó en el borde de la plataforma de jueces improvisada en la gran trastienda de

TM. Estaba vestida con una falda corta y una camisa de bajo escote apretada, que daba una visión tentadora de sus pechos voluptuosos. De pie con confianza en sus tacones de

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El barro era fresco era aplastado bajo los pies de Micki. Comenzó lentamente, luego apuró

el paso, bordeando las que habían escapado, sin ganas de terminar como algunas mujeres

apiladas una encima de la otra. Una mujer bonita, delgada y ágil llamada Bonnie tenía todo

hecho en la colchoneta y se dirigía de vuelta. La pareja de Bonnie, Nell, iba rezagada tras

Micki.

Micki se deslizó, pero se recuperó rápidamente, entonces corrió hasta el final de la estera,

tocó la pared y volvió. Tomó velocidad y estaba sólo un par de centímetros detrás de

Bonnie. Estaba preocupada por una mujer chata, de cabello marrón ratonil, alta que a quién

no reconoció varios centímetros frente a Bonnie. Como un relámpago, había llegado de

algún lugar detrás y corrió pasando a Micki y Bonnie. La mujer estaba lista haciendo su

recorrido por la estera segunda vez. Micki se deslizó de nuevo y cayó de rodillas.

Rápidamente se levantó a sí misma. Con el barro pegado a su cuerpo, mezclándose con su

transpiración. Ella impulsó su cuerpo con todo lo que tenía. Bonnie todavía estaba en frente

a ella, pero no por mucho tiempo si se salía con la suya. Si ella no conseguía pasarla,

Bonnie y la mujer chata serían las ganadoras. Con una explosión de velocidad, Micki apretó

los dientes, pasó junto a Bonnie, luego se deslizó, rodó y quedó tendida de espaldas. Oyó a

Liz gritándole para que se levantara. Con resbalones y deslizamientos, ella se puso de pie.

Aspiró un poco de aire en sus pulmones y despegó de nuevo.

Bonnie estaba delante de ella en el tramo final de la carrera. La mujer chata y alta casi en la

línea de meta. Tenía que ganar, esta era su última oportunidad. Si ella no ganaba esta,

¿cómo iba a conseguir que Starlyn saliera con ella? Había intentado todos los trucos del

libro, pero nada parecía funcionar. Ella mantuvo la imagen de Starlyn en su mente y deseó

su cuerpo con todo lo que tenía. Estaba cabeza a cabeza con Bonnie ahora y la meta

estaba sólo un pie de distancia. Se mordió el labio inferior. Bonnie avanzó por delante de

ella. El corazón le dio un vuelco. De repente Bonnie tuvo un resbalón y se cayó. Las piernas

de Micki dolían, pero se obligó a correr más rápido.

Ella corrió a la línea de meta antes que Bonnie siquiera se hubiera puesto de pie.

La multitud enloqueció. Micki saludó a sus amigas, a continuación, colocó sus manos en sus

rodillas y se inclinó jadeando. Cuando levantó la vista de nuevo, sus amigas estaban dando

alaridos y gritando. Sus ojos se dirigieron a Starlyn. Pasaba la lengua por los labios

completamente abrillantados. Los ojos de Micki se trabaron brevemente con ella y, como lo

había hecho antes, Starlyn rápidamente desvió la mirada.

"Está bien, señoras, tenemos a nuestras dos ganadoras... Micki Reynolds y Jane Marshall.

Vamos a darles un gran aplauso", dijo Starlyn en su micrófono. "¿Los ganadores por favor,

podrían ver a Marti y Tina? Me gustaría agradecerles a todos las concursantes. Pueden ir a

las duchas. ¡Vamos a darle todos los concursantes un gran aplauso!"

Micki siguió a Jane donde Marti y Tina estaban de pie como los espectadores aplaudieron y

vitorearon.

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"Felicitaciones", dijo Marti con una sonrisa extendiéndose por su cara ancha.

"Ustedes dos hicieron un trabajo espectacular", añadió Tina.

Micki tomó la toalla y la botella de agua que las mujeres le ofrecieron.

"¿Usted dos se conocen?", preguntó Marti.

"No", Micki respondió, mirando a Jane cuando abrió la botella de agua. "Soy Micki". Ella

asintió con la cabeza a Jane. "Eres una buena corredora. Fue una gran carrera".

Jane asintió. "Gracias, soy Jane. Tampoco estás tan mal".

Micki la estudió como Jane se limpió la cara con la toalla.

"Me he mudado a la ciudad hace un par de meses", explicó Jane. "Decidí entrar ya que el

dinero es para una buena causa".

"Y el premio no es tan malo". Micki sonrió.

Jane se encogió de hombros. "Le dije a una de mis amigas que si ganaba, entonces le daría

el premio". Miró a Marti. "Me dijeron que estaba bien. De lo contrario no creo que mi novia

fuese muy feliz". Ella sonrió.

Marti asintió su consentimiento. "Eso está bien. La cita es una cena para dos. El ganador y

Starlyn pueden seleccionar un restaurante de una lista de algunos de los mejores

establecimientos de la ciudad".

"Bueno, si gano tengo la intención de mantener el premio para mí sola. Buena comida...

buena compañía. ¿Quién podría pedir algo más?"

Marti se rió y palmeó Micki en la parte posterior. "Sí, Star es un gran premio, Mick".

"Buena suerte", Tina le susurró al oído. "Te estoy apoyando a ti, cariño".

Micki sabía que no era un secreto para Marti o Tina sus esfuerzos para atraer a la elusiva

Starlyn. Si ella les había dado una razón para desairar a Micki, nunca le dijeron lo que era.

Ella era muy amable, popular y una amiga leal de aquellos que le importaban, pero

desafortunadamente esa parte de Micki fue la que Starlyn se negó a ver. Starlyn

simplemente no parecía interesada en cualquier faceta de la vida de Micki y prefería

evitarla. Liz había insinuado en una ocasión que Starlyn vez se había referido a Micki como

una mujeriega y cuando Liz había intentado defenderla, Starlyn sonrió dulcemente y dijo

que no estaba interesada en salir con alguien así.

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Había visto Starlyn de vez en cuando con una mujer en su brazo, pero lo que enviaba una

punzada a través del corazón de Micki era cuando Starlyn actuaba alrededor de Taylor

Stevens.

Micki nunca se había sentido de esa manera antes con cualquier otra mujer. Starlyn había

capturado su corazón y no la dejaría ir. Tenía que ganar ese juego. Tendría toda la noche

para demostrarle a Starlyn su verdadero carácter. Una vez que Starlyn viera a la persona

real que Micki era, tal vez entonces vería que Micki buscaba la estabilidad y las otras

mujeres eran sólo para rellenar sus largas noches de soledad mientras ella suspiraba por la

mujer que realmente quería.

"Está bien, señoras, ¿están listas para luchar?", preguntó Marti.

"Tan lista como pueda estar", dijo Micki inquieta como echó una mirada cautelosa a su

competencia.

"Estoy lista", dijo con confianza Jane.

Siguieron Marti a la lona.

"Está bien, señoras", dijo Starlyn. "¿Quién de ustedes dos van a ganar una noche

conmigo?" Ella sonrió. "Ustedes saben las reglas, sin morder, puñetazos o tirones de pelo".

Ellas asintieron.

"Está bien, entonces". Se volvió hacia el público. "¿Están listos para ver una pequeña lucha

de lodo salvaje?"

Un grito se elevó entre los espectadores.

Micki dio un paso lentamente sobre un lado de la esterilla y Jane en el otro. Ella no sabía

nada sobre lucha libre y sabía que lo que ella hiciese esta noche sólo sería improvisar.

Había visto algunos juegos y no parecía demasiado complicado, pero aún así le preocupaba

mientras miraba musculosos hombros de Jane.

La mujer podría ser delgada, pero era obvio que estaba en buena forma. Micki inhaló

profundamente y luego poco a poco lo dejó escapar. Tal vez Jane estaba tan despistada

como ella.

"Está bien, señoras, la primera que es aplastada y eso será todo". Ella hizo un gesto a una

mujer de huesos grandes que Micki no reconoció. "Hemos tenido la suerte que Ally

McGuire, gerente de Promociones de BPM, de fuera de California se haya comprometido a

actuar como árbitro".

Ally cuidadosamente miró a ambas mujeres, a continuación, dio la señal para que comiencen.

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Jane avanzó hacia ella, agarrando su hombro, pero antes que Micki pudiera orientarse, se

encontró resbalando y cayendo boca abajo en el barro.

Se dio la vuelta y salió de las manos de Jane y se puso de rodillas. Ella se limpió el barro de

su boca como Jane avanzó como un toro salvaje traerla abajo

de nuevo. El público enloqueció cuando las mujeres rodaron en el barro. Micki aprovechó la

oportunidad cuando Jane hizo una breve pausa para limpiarse el barro de los ojos para

luchar en sus pies. Como Jane se levantó y se encaminó hacia ella, Micki logró mantenerse

en pie y llegar al cuerpo delgado pero fuerte de Jane. Jane era demasiado flaca y su cuerpo

fácilmente se alejó, pero su parte superior del bikini quedó atrapado en el pulgar de Micki y,

como Jane marcaba distancia, su parte superior se quedó colgando en el pulgar de Micki. El

público aplaudió y silbó. Jane no perdió el ritmo y se zambulló hacia Micki nuevo y esta vez

se aseguró de sus dedos se colocasen de modo que si Micki se movía, su parte superior

también se saliera.

Micki, sin darse cuenta de la intención de Jane, puso ambas manos sobre los hombros de

Jane y retorció, con lo que Jane se derrumbó como su propia parte superior se desprendió.

La habitación de nuevo se hizo eco con silbidos. No tenía tiempo para preocuparse por sus

tetas siendo expuestas para que todos las vieran. Su atención se centró en mantener a

Jane abajo sobre la colchoneta mientras luchaba para mantener el hombro de Jane

inmovilizado. Justo cuando pensaba que la tenía, con un solo impulso repentino, Jane sacó

a Micki de ella y se puso de pie, pero no fue lo bastante constante porque Micki la agarró de

vuelta. El público rugió cuando las mujeres rodaron en el barro. En el cuerpo a cuerpo, la

pierna de Jane terminó colgando sobre el hombro de Micki a pulgadas con su entrepierna

de la cara de Micki.

Sin previo aviso, Micki se emocionó con el barro resbaladizo y la entrepierna de su

competidora en su cara. Ella rápidamente parpadeó sus ojos. Tenía que mantener la

concentración. Se necesitaría un milagro para ganar la competencia. Jane era fuerte y no se

veía como si estuviera cerca de ser derribada. Ella tenía que pensar en algo y rápido. De

repente, su mente se aclaró. Podía haber una cosa que la llevaría hacia abajo. La mano de

Jane se deslizaba fuera del hombro de Micki mientras trataba de inmovilizarla y Micki se

debilitaba. Ella apenas podía mantener los hombros levantados fuera del tatami. Esperó a

que sólo el segundo preciso, sólo tendría una oportunidad. Con su última gota de fuerza,

ella agarró los muslos de Jane.

Las manos de Jane se deslizaron de los hombros de Micki. Ella perdió el equilibrio mientras

trataba de mantener el equilibrio y la entrepierna cayó sobre la boca en espera de Micki.

Micki colocó ambas manos con las palmas hacia abajo sobre la colchoneta manteniendo la

parte superior de su cuerpo levantada. Tenía que actuar con rapidez. No podía soportar el

peso de Jane sobre ella por mucho tiempo. Sopló sobre la tela endeble. Sintió el calor de la

vagina de Jane mientras se retorcía. Como lo había esperado, Jane fue tomada por sorpresa y por un momento perdió concentración sólo el tiempo suficiente para darle a Micki

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la oportunidad de rodar y quitar a Jane fuera de sí. Ella inmediatamente agarró los hombros

de Jane, consiguiendo un agarre firme como la volteo sobre su espalda y se sentó jadeando

sobre ella, fijando los dos hombros en la lona. Micki jadeaba, con la esperanza de que Jane

finalmente renunciara. Si no lo hacía, Micki sabía que no tenía más energía para continuar.

Todas sus fuerzas de reserva habían sido utilizadas en este movimiento final.

Jane luchó durante casi un minuto, luego sus hombros se relajaron y ella renunció a la

lucha. El árbitro se acercó, se agachó y miró a las mujeres y dónde sus cuerpos estaban

colocados en la estera.

"¡Tenemos un ganador!" Ally anunció.

Micki orgullosamente se puso de pie y dio los cinco a sus amigas que estaban saltando

arriba y abajo. Echó un vistazo a Starlyn que tenía una mirada de asombro en su rostro.

Ella estaba mirando el pecho de Micki y, después de unos segundos, los elevó, nivelando

los ojos con los de Micki. Micki sonrió débilmente mientras Starlyn rápidamente se

recompuso y tomó el micrófono. Micki pasó en medio de los vítores y palmas, estaba

pavoneándose alrededor, olvidando que la parte superior de su bikini todavía yacía en el

tatami.

Tímidamente, ella cruzó sus brazos sobre el pecho, cubriendo sus pechos.

"La ganadora del concurso es Micki Reynolds", dijo Starlyn en una voz uniforme. "Micki,

¿podrías por favor ver los detalles de tu premio después que te duches?"

Micki asintió y agarró la parte superior en la estera con barro, luego se dirigió a las duchas.

Sus amigas la siguieron, charlando animadamente sobre su victoria.

Ella echó la parte superior del bikini en el suelo de la ducha y luego agarró el gel de baño,

champú y acondicionador de su bolso, se metió en la ducha y la abrió. Oyó a Jane en la otra

cabina de ducha suavemente tarareando para sí misma.

"Hey, Mick, ¿te dan a elegir dónde ir y qué hacer en la cita?" Liz gritó desde el otro lado de

la cabina.

"No lo creo. Tienen una lista de restaurantes para elegir por lo que yo sé". Ella miró el

apelmazado lodo deslizándose de su cuerpo y fluyendo como un río fangoso por el

desagüe.

"Hey, Jane, gracias por el buen juego", gritó rociando a las dos en la ducha mientras ella se

agachó y tomó la parte superior de su bikini. Se frotó un poco de jabón y cuando estaba

convencida que había sacado todo el barro de ella, la sostuvo bajo la ducha, limpiándola a

fondo.

"Eres una dura competidora", Jane volvió a gritar. "Y felicitaciones".

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"Gracias. ¿Has hecho esto antes?"

"Nop. Era mi primera vez y sin duda va a ser la última". Ella se rió entre dientes.

"Parecía que ustedes dos estaban teniendo un buen rato dando vueltas por ahí", bromeó

Stacey.

"En realidad, era más divertido de lo que pensé que sería", Jane estuvo de acuerdo. "Sólo

espero que mi novia no se haya enojado cuando se entere que mi top se salió".

"¿Dónde está?", preguntó Liz.

"Ella tenía que trabajar". Jane salió de la cabina y con la toalla se secaba el cabello. Ella

sacó su ropa y luego se sentó en un banco y se puso las zapatillas.

Recogió sus cosas y las tiró en su mochila. Se puso de pie y miró hacia la puerta de la

cabina todavía cerrada de Micki. "Fue un placer conocerte, Micki" gritó por encima del ruido

del agua que continuaba llegando.

"Lo mismo digo, Jane. Nos vemos por ahí... y gracias".

"En cualquier momento", Jane dijo mientras se colgó el bolso al hombro y salió de la

habitación.

Micki apagó el agua y salió de la ducha con una toalla envuelta alrededor de ella.

"Entonces, ¿cómo realmente me vi ahí fuera?", preguntó con una amplia sonrisa.

"¡Caliente!" Jennie exclamó. "Especialmente cuando la parte superior del bikini salió. Pensé

que los ojos de Starlyn iban a salirse de su cabeza".

Micki ladeó un ojo. "Espero que le gustara lo que vio". Ella tiró la toalla y se puso una

remera por la cabeza.

"¿Por qué es tan condenadamente importante para ti?", preguntó Liz. "¿Qué puedes hacer

que haga que ella quiera ir a la cita después de la cita que tiene que ir contigo? Has estado

intentándolo durante dos años y ella no te ha dado la hora. En los diez años que te conozco,

Mick, no has actuado así con cualquier otra mujer. ¿Qué tiene Starlyn?"

Micki suspiró mientras se ponía su ropa interior. "Sólo quiero que ella vea mi verdadero yo.

Nunca me dijo por qué no sale conmigo". Ella agarró sus jeans y rápidamente los puso, y

luego deslizó sus pies en las sandalias.

"¿Se te ha ocurrido pensar que ella no está interesada?" Liz respondió suavemente. "Tal

vez ella no siente atraída por ti. Todas hemos tratado de convencerla de que eres una buena persona, pero ella no quiere salir contigo. Es necesario hacer frente a ese hecho,

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Mick. Eres popular y puedes salir con casi cualquier mujer que desees, pero Starlyn es la

que deseas. ¿Es porque ella se niega que la hace más atractiva? ¿Querer a la única mujer

que no puedes tener?" Sus labios se tensaron. "No quiero hacerte daño, cariño, pero sí es

necesario que hagas frente al hecho que ella no podría estar atraída físicamente por ti, sin

importar que tan perfecta eres, o tus amigos piensan y saben que eres".

Micki se quedó atónita. Esa idea nunca se le había ocurrido. Había asumido que Starlyn

probablemente pensaba que era mujeriega y sería una lógica evaluación ya que Micki

generalmente llevaba una mujer a casa diferente con ella cada noche de sábado. Pero esas

eran aventuras de una vez sin sentido. Nadie resultaba herido y no había promesas de

compromiso que fuesen pronunciadas por Micki o por cualquiera de ellas. Pero nunca se le

ocurrió que Starlyn simplemente no era físicamente atraída por ella. El corazón le dio un

vuelco. Si eso fuera cierto, entonces eso significaba que no importaba lo que dijera o

hiciese, ella no sería capaz de cambiar de opinión. ¿Había pasado a través de esta

competencia por nada? ¿Había pasado los últimos dos años con ganas y deseo de alguien

que nunca querría salir con ella a cambio?

"¿Estás bien, Mick?", preguntó Liz.

"Sí", dijo Micki, ella con una sonrisa débil. "Será mejor que vuelva por ahí y descubra mi

premio. Me pondré al día con ustedes más tarde".

***

Micki volvió a entrar en la habitación donde se había celebrado la competencia, sin ver a

nadie allí excepto a un par de chicos que regaba la estera, se trasladó a la puerta que

conducía a la zona del club. Estaba lleno de muchos de los espectadores que acababan de

presenciar el evento. Miró a su alrededor, preguntándose dónde estaba Starlyn cuando

Marti la vio y dio luz verde para que ella fuese a la barra. Poco a poco se abrió paso entre la

multitud hacia donde estaban Marti y Tina, parando cada pocos pasos para recibir

felicitaciones por su victoria.

"Has hecho un buen trabajo por ahí, Micki, deberías entrar en más eventos", dijo Marti,

agarrando su mano y bombeando su brazo arriba y abajo cuando por fin logró terminar su

camino a través de la multitud. "Starlyn está dentro en la oficina esperando por ti".

"Gracias, Marti. Como van los acontecimientos, creo que en el futuro sólo voy a ser una

espectadora".

Marti se rió. "Bueno, estamos orgullosas de ti".

"Diviértete en tu cita", dijo Tina, a continuación, le guiñó un ojo.

"Lo haré". Ella sonrió.

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"Hey, pase lo que pase entre ustedes dos, depende de usted dos, si me entiendes", añadió

Marti con un brillo en sus ojos.

Se acercó a la oficina del Starlyn, preguntándose qué significaba eso que dijo Marti. La

puerta estaba entreabierta. Llamó y luego entró. Starlyn estaba medio sentada en el borde

de su escritorio con sus largas piernas colgando tentadoramente.

"Toma asiento, Micki".

Las piernas de Micki se convirtieron en gelatina y ella apenas pudo pasar a través del

pequeño espacio a la silla que Starlyn señaló. Se sentó y miró expectante a Starlyn. Por lo

general, siempre tenía el control, casi hasta el punto de ser arrogante cuando se trataba de

sus emociones, se sorprendió con el efecto que Starlyn tenía sobre ella y se preguntó si

Starlyn siquiera era consciente de ello.

"En primer lugar me gustaría felicitarte otra vez, Micki. Hemos obtenido más dinero de lo

que esperábamos. Tienes un montón de fans y nunca soñamos que venderíamos así, pero

lo hicimos".

El rostro de Micki se puso caliente. Dios, ¿me estoy sonrojando? Ella respiró hondo.

"Gracias", murmuró.

"Entonces, ¿qué hay de esta noche para nuestra cita? Tal vez así podemos acabar de una

vez".

La garganta de Micki estaba seca. Salir en una cita con Starlyn no era algo que tenía que

pasar, sino que para Micki era el sueño de toda una vida. Ella asintió con la cabeza aturdida

como su corazón se derrumbó lentamente.

"Entonces, ¿qué has planeado?" Starlyn la miró a los ojos.

"No planeé nada ya que no sabía que iba a ganar". Ella levantó una ceja. "Además, tenía la

impresión de que se suponía que íbamos a tener una cena en un restaurante".

Ella miró a esos hermosos ojos, obligándose a recuperar su autocontrol habitual. Aquí

estaba la oportunidad perfecta para tener una conversación con Starlyn y ella apenas podía

unir una oración completa.

"No sabía que las reglas habían cambiado", dijo con inquietud. "Pero si me toca a mí,

entonces voy a hacer reservaciones para cenar y podemos ir al teatro, si quieres".

Ella se tragó el nudo en la garganta. Sabía que Starlyn amaba el teatro. Había logrado

reunir fragmentos de lo que a Starlyn le gustaba y disgustaba de sus amigos.

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"No creo que seas capaz de conseguir entradas para el teatro a menos que ya las tengas.

¿O sí?"

"No, tienes razón". Ella se retorció las manos. ¿Por qué esta mujer la hacía sentir tan

impotente? Siempre había sido una buena oradora... hasta ahora. Ella de repente se dio

cuenta que se trataba de la conversación más larga que había tenido con el objeto de su

afecto. "¿Existe algún restaurante que prefieras?"

Esperaba que Starlyn le diese una pista sobre qué cocina le gustaba y no le gustaba. Sus

palmas estaban húmedas y su corazón latía tan fuerte que ella pensaba que Starlyn

seguramente debía escucharlo.

Starlyn se quedó pensativa por un minuto. "¿Sabes lo que realmente me gustaría, Micki?

Me gustaría me cocinaras la cena por ti misma. He oído de todo el club que eres una muy

buena cocinera". Ella sonrió.

Micki se aclaró la garganta.

¿Acaso Starlyn había preguntado sobre ella? "Lo hago bien,

pero no es nada especial. Pensé que se suponía que debíamos ir a un lugar público. Ya

sabes, por razones de seguridad".

Ella se rió. "Micki, has estado viniendo a este club desde que abrió sus puertas. Marti y Tina

te conocen bastante bien. Y durante los últimos dos años, he llegado a conocerte".

No, no lo has hecho. Micki se removió en su asiento.

Ella le entregó un certificado para una cena para dos canjeable en uno de los varios

restaurantes de lujo. "Puedes usar esta cada vez que desees en los siguientes tres meses".

Micki tomó el certificado.

"De todos modos, eso es lo que me gustaría. En cuanto a la condición del premio, esta

cláusula sólo la pusieron para protegerme. Desde que te conozco, Marti y Tina te idolatran,

me dejaron que yo hiciera lo que quisiera con nuestra noche. Además, siempre es tan

alocado por aquí que todo lo que suelo tener para cenar es algo que haga pop en el

microondas o para llevar. Una comida casera sería un verdadero placer para mí". Sus ojos

se encontraron con los de Micki. "Pero yo no quiero causarte ningún problema. Supongo

que es demasiado pronto el aviso". Ella cambió su peso sobre el escritorio. "Podemos ir a

un restaurante si lo prefieres".

El corazón de Micki continuó golpeando con furia, se retorció las manos y las colocó detrás

de su espalda para que Starlyn no viera lo mal que temblaban. "No, si eso es lo que

realmente quieres, me encantaría cocinarte la cena".

"Lo es". Ella sacudió la cabeza. "Después de la cena vamos a ver a dónde va. Prometo no

hacerte pasar una noche entera conmigo si no quieres". Ella sonrió.

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"Lo haré. Gracias de nuevo por la cerveza, Marti".

"Bueno, tengo que comprobar algunas cosas en el almacén".

Micki sentó durante unos minutos, pensando en cómo hacer la noche especial. Esta era su

única oportunidad. Lo que le preocupaba más, sin embargo, cómo era estar a solas con

Starlyn que la hacía sentir como nadie que conociera. Tal vez ella estaba tratando

demasiado. Tenía que relajarse y ser ella misma. Quería desesperadamente que Starlyn le

gustase, pero Starlyn había dicho que la cita acabase de una vez. Entonces, ¿por qué ella

quería pasar la noche a solas con Micki en su departamento en vez de ir a un restaurante?

No tenía sentido y Micki estaba teniendo un dolor de cabeza tratando de entender todo esto.

"Hey, Mick, ¿qué pasa?" Liz se sentó en el taburete junto al suyo.

"No mucho. ¿Dónde están Stacey y Jennie?"

"De compras. Querían esperarte y ver cómo salías. Voy a encontrarlas en el centro

comercial más tarde".

"Starlyn quiere pasar juntas esta noche".

"No pareces muy feliz por eso". Liz la miró.

"Oh, lo soy. Sólo espero que no arruinarlo".

Liz le apretó el hombro. "Cariño, no estoy acostumbrada a ver este lado de ti. Dios mío,

tienes miedo de muerte de tu cita". Ella miró a sus ojos. "¿No así?"

Ella se encogió de hombros. "He querido salir con ella durante tanto tiempo y ahora que lo

hago, supongo que estoy un poco nerviosa".

"¿Un poco nerviosa? Te ves como solías hacerlo en la universidad la noche antes de los

finales. Que vas hacerlo igual que solías hacer en las pruebas. Una vez que viertas ese

encanto, ella no será capaz de resistirte. Eso sí, no tratar de meterla en la cama".

"Eso es lo último que tengo la intención de hacer". Ella tomó un sorbo de cerveza. "Estaba

pensando en lo que dijiste antes. Tal vez ella no se siente atraída por mí. Quiero decir que

tiene que salir conmigo porque gané el concurso. Si no fuera por eso, entonces yo sé que

no lo haría".

"No debería haber dicho eso. No tenía razón y no quiero que arruinar tu cita haciéndote

pensar en ello".

"No, tengo que enfrentar esa posibilidad. Si ella no está interesada en mí, entonces voy a

tener que aceptar ese hecho y seguir adelante con mi vida". Ella se mordió el labio inferior."Sabes que Stacey, Jennie y, por supuesto, yo sólo queremos que seas feliz".

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"Lo sé".

"Es por eso que nos preocupamos mucho de ti". Ella miró a los ojos de Micki. "Espero que

ella vea a la verdadera Micki debajo".

"Yo también".

Liz se bajó del taburete. "Bueno, no vamos a contar contigo esta noche entonces. Hey, ¿te

dijo Jennie que Barb finalmente la invitó a salir? Ella está en el séptimo cielo".

"No, ¡eso es genial! Espero que funcione. Dile que le haré una llamada mañana por

detalles". Micki se terminó su cerveza. "Bueno, tengo mucho que hacer para estar lista para

esta noche. Te llamo, también, mañana a menos que termine temprano y luego te veré aquí

más tarde".

"Esta es la primera vez que voy a estar rezando para no verte esta noche".

Micki nerviosamente aguardaba el golpe en la puerta de su departamento. Después de que

había salido de TM, ella corrió al mercado y recogió los ingredientes para lasaña, ensalada

y pan de ajo. Esperaba que a Starlyn le gustase la pasta. Ella debería haberle preguntado.

Bueno, ya era demasiado tarde.

Tuvo que correr en un frenesí de limpieza, asegurándose de que todo estaba brillante y

limpio, y luego saltó a la ducha. Se tomó su tiempo para decidir qué usar y finalmente se

quedó con un vestido negro corto y zapatos. Ella tomó un collar de perlas, lo único que valía

la pena que su alcohólica madre tuvo alguna vez y le había dado, y combinó los pendientes

de perlas. Suavemente arrojó su perfume favorito detrás de sus orejas, y luego se pasó un

cepillo por el corto cabello, esponjando encima un pedacito.

Se aplicó brillo labial y luego miró su reflejo. Dado que rara vez estaba vestida de esta

manera cuando salía con sus amigas, cayó en la cuenta de que Starlyn nunca la había visto

en otra cosa que no fuesen shorts o jeans.

Toda la tarde había estado desconcertada por la extraña reunión con Starlyn, pero sobre

todo, por su propia reacción a la hermosa mujer, preguntándose por qué Starlyn tenía tal

reacción en ella. Por lo general, cuando se trataba de mujeres, ella tomaba el control de la

situación y nunca se quedaba sin cosas que decir. Pero con Starlyn, ella no podía usar sus

tácticas habituales, incluso si quisiera. Starlyn era especial.

Ella entró en la cocina y chequeó la lasaña. Planeaba comer un poco de tiempo después de

Starlyn llegase en caso que Starlyn no quisiera quedarse. Micki sabía que ella nunca

querría poner fin a la cita, pero si Starlyn no le daba ninguna indicación de que ella estaba

disfrutando, a regañadientes permitiría que la velada fuese acortada. Había derrochado una

cara botella de vino y esperaba que a Starlyn gustase.

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Trató de calmar sus nervios. Cuando sonó el timbre un par de minutos más tarde, su

corazón latía con fuerza en su pecho. Ella tomó unas cuantas respiraciones profundas, a

continuación, abrió la puerta. Cuando vio a Starlyn allí de pie en un vestido escotado corto y

hermoso color rojo a juego con stilettos, tuvo que reunir todo su autocontrol para no tomarla

en sus brazos. Dios, cómo la deseaba, pero ella no haría nada precipitado para arruinar la

oportunidad. Además, Starlyn significaba más para ella que sólo un polvo rápido. No,

Starlyn era una mujer que podía hacerla renunciar a su estilo de vida salvaje y asentarse,

pero trataba de mostrar ese lado de sí misma para la mujer estaba haciendo mella en Micki.

Entonces, de repente se le ocurrió que la razón que Starlyn ataba su lengua era porque ella

era diferente de todas las otras mujeres con las que Micki había estado.

No contaban y no importaba lo que ella les había dicho a ellas, todo lo que importaba se

refería a Starlyn. Ella tomó con cuidado sus palabras, lo que hacía muy difícil la

conversación. Evaluando si a Starlyn le importaba, si Starlyn mostraba sus vulnerabilidades.

Ninguno de sus laberínticos pensamientos la hacían sentirse mejor, pero al ver esta

hermosa mujer de pie en su puerta lo hicieron.

"Adelante", dijo con una sonrisa brillante pegada en su cara mientras sostenía la puerta con

una mano temblorosa.

Starlyn entró en el pequeño departamento y miró a su alrededor con admiración. "Esto es

bueno, Micki. No era lo que esperaba". Se acercó a la pared principal en el living.

Micki tenía ampliada y enmarcada algunas de sus mejores fotografías de tomas libres y las

agrupó detrás del sofá de cuero negro. Micki amaba los muebles de cuero y tenía una silla a

juego. La mayoría de los otros muebles consistían en trozos mezclados emparejados con

ningún tema. Del piso al techo un librero contenía en su mayoría libros de fotografía. Las

paredes eran de un color crema y las alfombras de felpa de color crema cubrían el suelo.

Se giró sobre sus talones y miró a Micki. "Te ves hermosa", dijo ella en voz baja suave. "No

estoy acostumbrada a verte vestida así".

Micki se sonrojó. "Gracias. Tú también lo haces".

Ella llevó Starlyn al sofá. "He hecho lasaña. Espero que te guste".

"Es uno de mis favoritos".

"Bien". El alivio inundó a Micki. "¿Quieres un poco de vino?" No sabía cómo iba a conseguir

pasar esta cena con la forma que Starlyn la miraba. Ella reunió todo su autocontrol.

"Eso estaría bien".

"Por favor, siéntate, ya vuelvo".

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Se acercó a la cocina relevada por unos momentos para poner sus emociones bajo control.

Hasta ahora, todo estaba yendo bien y Starlyn actuaba como si quisiera estar aquí. Dios,

cómo la deseaba. Todavía le resultaba difícil creer que Starlyn estaba en realidad aquí en

su departamento. Ella no podía calcular los movimientos sin embargo. Por mucho que la

quería, tenía que mantener sus emociones bajo control, sin importar lo difícil que fuera y

sería difícil.

Quizás Starlyn la estaba poniendo a prueba. Si ella lo hacía tenía que estar aún más en

guardia. Un resbalón y Starlyn estarían fuera de la puerta y nunca le daría otra oportunidad.

Ella no podía arruinarlo ahora. No quería que Starlyn pensara que sólo las mujeres que

llevaba a casa era para cogerlas y abandonarlas.

Abrió el vino, sirvió dos vasos y las puso en una bandeja junto con un poco de queso y

galletas saladas. Ella rechazó la temperatura en la lasaña, luego tomó la bandeja y la llevó

al living, poniéndolo sobre la mesa de centro de estilo moderno.

Starlyn se había establecido a sí misma en el sofá y miraba una colgante acuarela sobre el

centro de entretenimiento. Ella volvió la cabeza y miró en silencio a Micki como ella re entró

en la habitación. Micki sentía que se movía en piernas de madera mientras torpemente le

entregó una copa de vino, y luego tomó la de ella y se sentó en el sillón frente al sofá.

Starlyn cruzó lentamente sus largas piernas medias cubiertas, dando Micki una amplia vista

de su entrepierna. No llevaba ropa interior y su rubio montículo estaba sólo una corta

distancia de Micki.

Los ojos de Micki se quedaron más tiempo de lo debido en la entrepierna de Starlyn. Si eso

molestó a Starlyn, ella no dijo nada, pero sonrió seductoramente a Micki.

Ella me pone a prueba, Micki estaba determinada y resuelta a esforzarse aún más para no

dejar que Starlyn supiera lo mucho que quería cogerla. No, Starlyn iba a saber que era algo

más que un revolcón entre las sábanas. Deseaba poder decirle a Starlyn cuántas noches

había dado vueltas y cuántas mujeres habían cogido fingiendo que era ella. Pero no podía.

Ahora, con la vagina de Starlyn mirándola, tomaría toda su fuerza de voluntad no caminar

allá y violarla. Se preguntó si Starlyn jugaba este juego con cada mujer que conocía o si

esta actuación estaba reservada sólo para Micki. Micki no cedería. Ella tragó saliva.

"Así que, Micki, veo que también tomas fotos fuera del trabajo".

"A veces". Se preguntó cómo Starlyn sabía lo que hacía para ganarse la vida. Debía haber

preguntado por ella. Ese hecho hizo que Micki se sintiese mejor. Ella trajo sus ojos de vuelta

al nivel de Starlyn. "Si hay algo que capta mi atención, entonces lo hago".

Giró su cuerpo y observó hacia la pared detrás del sofá. "¿Tomaste esas?"

Micki asintió. La mayoría de las agrupaciones eran de edificios antiguos. Micki siempre

había estado fascinada con la arquitectura de tiempos pasados. El favorito de ella era la

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grupal de Liz, Stacey, Jennie y ella. Ella tenía una desde cuando estaban en su último año

en la universidad y la última fue tomada sólo hace unos meses.

"Eso es hermoso, has capturado la esencia verdadera de tus amigas. Sé que las cuatro son

muy cercanas".

"Gracias. Hemos sido amigas por más de diez años". A Micki le gustaba la forma en los que

los ojos de Starlyn brillaron cuando ella la miró de vuelta.

"Son muy protectoras contigo".

Micki levantó una ceja. "Soy igual de protectora con ellas".

"Puedo ver eso. Me doy cuenta de cómo las cuatro interactúan unas con otras en el club".

Ella tomó un sorbo de su copa de vino.

"¿No tienes amigos así, Starlyn?"

Ella se encogió en sus hombros delgados. "No, no y yo te envidio. Supongo que Marti y Tina

son las mejores amigas que tengo".

"Bueno, TM es prácticamente tu casa y no podrías pedir dos amigas mejores que Marti y

Tina".

"Pero ellas se tienen la una a la otra". Ella suspiró. "A pesar de que siempre he sido un poco

solitaria, sigue siendo difícil construir relaciones con mi trabajo en horas impares. Trato de

reunirme con amigos, pero los meses pasan y no nos vemos unos a otros. De vez en

cuando me doy cuenta cuando voy a casa y no hay nadie esperándome".

"¿Lamentas permanecer en Pittsburgh?" Micki suavemente preguntó.

"No en la vida". Su brillante sonrisa volvió. "Vengo de una pequeña comunidad homofóbica

y créeme, estar en TM es algo de lo que nunca te arrepentirás. Probablemente me quedaré

allí hasta que sea vieja y canosa", dijo con una risa en su voz.

A Micki le encantaba escuchar a Starlyn y odiaba interrumpir su agradable conversación,

pero sabía que si ella no se iba, la cena se quemaría. "Tengo sacar la lasaña del horno.

Vuelvo enseguida". Se puso de pie y rápidamente corrió hacia la cocina.

"¿Puedo ayudar?"

El aliento suave en la parte posterior de su cuello casi hizo que Micki dejara caer la bandeja

de lasaña. Ella no había sido consciente de que Starlyn la había seguido. "Todo está listo",

dijo ella, recomponiéndose rápidamente. Se volvió hacia Starlyn. "Puedes sentarte y voy a

traer las ensaladas". Hizo un gesto hacia la mesa.

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Starlyn se sentó, manteniendo su mirada centrada en Micki, que a su vez hizo que su

actitud fría habitual provocase que Micki pareciera como si fuera una idiota inepta. Micki

juntó las ensaladas y el pan en la mesa y sirvió dos copas más de vino.

Ella le sonrió a Micki como delicadamente atrajo a su tenedor a los labios.

Micki se quedó mirando su propio plato y trató de evitar esos inquietantemente bellos ojos.

Sintió que algo rozaba contra su pierna y casi tiró el tenedor. Starlyn se había quitado uno

de sus tacones y su medio pie vestido había rozado la pierna de Micki.

"Lo siento", dijo Starlyn.

"Está bien", Micki tranquilamente respondió, preguntándose si realmente fue un accidente.

El calor del pie de Starlyn demoró mucho tiempo tras que ella lo quitara.

"¿Hay algo malo, Micki? ¿Tal vez esta noche no era bueno para ti?" Starlyn dijo mientras

colocaba mantequilla a un pedazo de pan, manteniendo la mirada fija en Micki.

"No, esta noche está bien", Micki respondió rápidamente. Ella aunó su cerebro, tratando de

pensar en algo ingenioso que decir.

"No pareces muy habladora. ¿Estoy haciéndote sentir incómoda?" Starlyn suavemente

preguntó.

Micki la miró de manera uniforme como se aclaró la garganta. "¿Quieres estar aquí,

Starlyn?"

Sus ojos se abrieron. "Por supuesto que sí. Después de todo, tú ganaste el premio".

Micki hizo una mueca. Eso definitivamente no era lo que esperaba que Starlyn diría. Quería

que Starlyn dijera que quería estar aquí, independientemente del condenado premio. Pero

entonces Starlyn no había querido ir a un restaurante. Micki estaba confundida. Starlyn

definitivamente la estaba poniendo a prueba.

"Voy por la lasaña".

Ella se levantó con rigidez, cortando la lasaña, colocado dos porciones generosas en los

platos y las llevó a la mesa. Como dejó el plato de Starlyn, la mujer la agarró de la mano.

"Micki, eres tan diferente aquí que cuando estás en TM. Te he visto, ya sabes".

El corazón de Micki dio un vuelco. "¿Por qué? Quiero decir... ¿Por qué me mirabas?"

Ella se encogió de hombros. "Supongo que estaba tratando de entenderte. Tienes una gran

reputación con las damas, pero todavía ninguna de ellos ha dicho nunca nada negativo

acerca de ti".

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Micki no sabía si la suave mano caliente de Starlyn por su cuenta era buena o mala. Su

mano tembló mano, provocando que Starlyn la mantuviera apretada. Su garganta se secó,

pero que tenía que saber de una vez por todas si Starlyn estaba interesada en ella en

absoluto. Su mandíbula se contrajo.

"Supongo que te has dado cuenta y por eso tienes te negaste a salir conmigo durante los

últimos dos años. No todo el mundo se siente atraído por alguien, no importa lo mucho que

lo desee".

Sacó la mano libre.

"Tengo que aceptar eso".

Starlyn estuvo al instante en sus pies. "¿Crees que no siento atraído por ti?" Sus ojos se

abrieron. "No es serio, ¿verdad?"

Micki se quedó atónita, simplemente mirándola fijamente, incapaz de encontrar su voz.

¿Estaba diciendo lo que el corazón de Micki esperaba que fuera?

Ella agarró las manos de Micki. "Dios, ¿cómo pudiste pensar eso? Eres la mujer más

ardiente que he visto en mi vida".

Micki finalmente encontró su voz. "Entonces, ¿por qué no querías salir conmigo?"

"¿Y competir con todas las demás?"

Ella sacudió lentamente la cabeza hacia atrás y hacia adelante. "Por favor, dime que me

estás tomando el pelo".

"Lo digo en serio".

"No parecías muy contenta cuando gané la competencia".

Ella bajó los ojos. "Porque tuve miedo de estar a solas contigo".

"Esto no está teniendo ningún sentido. ¿Qué creíste que haría?"

Se mordió el labio inferior. "No eres tú la que me da miedo. Soy yo".

Los ojos de Micki se nublaron. "Está bien, ahora estoy totalmente confundida". Ella sacudió

las manos en los hombros de Starlyn. "Dime".

"Me atrajiste en el primer segundo en que te vi. Pero también sabía que eras tan popular y

no hay forma que yo quiera ser sólo otra de las chicas de Micki".

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"Yo no uso la gente, Starlyn. Si me conoces en absoluto, entonces sabrás eso. Las mujeres

con las que salía sabían desde el principio que yo no estaba buscando nada permanente.

Estoy siendo amiga de ellas".

"De eso estoy hablando. Yo quiero estar en una relación exclusiva. Quiero salir con una sola

persona. Estoy buscando lo que espero que se convertirá en una relación permanente".

"¿Qué pasa con Taylor Stevens? Ustedes dos parecen bastante cercanas cada vez que la

banda toca en el TM".

"Lo fui por un tiempo, pero era más por la soledad. No había chispa". Buscó los ojos de

Micki. "Dios, Micki, ¿sabes el dolor de querer alguien que está fuera de su alcance?"

"Sí", susurró. "Me he sentido así desde la primera vez que te vi".

"No sé qué hacer. Quiero mucho más de ti de lo que me puedes dar".

"¿Cómo sabes lo que puedo o no puedo darle? Nunca me has dado una oportunidad. Tuve

que entrar en ese concurso estúpido y rogarle a Dios de ganar sólo para obtener una cita

contigo". Ella frunció el ceño. "Si yo no soy muy charlatana es porque quiero que vean el

verdadero yo. No soy una mujeriega".

"Te voy a dar esa oportunidad ahora", respondió con voz seductora.

Las manos de Micki temblaban sobre sus hombros. Sus ojos se quedaron pegados a los de

Starlyn de como ella tiernamente la besó con labios invitadores. Los brazos de Starlyn

rodearon a Micki y ella movió las manos a la espalda de Starlyn abrazándola por un

segundo antes de terminar el beso.

"¿Hay algo de malo?" Susurró Starlyn.

"No", Micki dijo con voz ronca. "Nada podría ser mejor". Su corazón estaba acelerado. Su

entrepierna estaba en llamas, pero sabía que no iba a tener relaciones sexuales con

Starlyn... No esta noche de todos modos. Ella iba a demostrarle a esta hermosa mujer lo

mucho que significaba para ella y tendría una cita de verdad, no una que Micki había

ganado en un concurso. "Vamos a terminar la cena".

"Yo sólo tengo hambre de una cosa". Starlyn deslizó lentamente su vestido sobre sus

muslos, exponiendo su exuberante montículo rubio. "Dime que quieres, Micki. Es tuyo".

Micki inhaló bruscamente. Sus rodillas se debilitaron. "No, Starlyn. No puedo". Ella ansiaba

pasar sus manos por las piernas curvas.

Los ojos de Starlyn nublaron. "No entiendo. Pensé que dijiste que estabas atraída por mí".

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Micki se llevó una mano a la frente, luego dejó caer ambas manos débilmente a sus

costados. "No así, Starlyn. Nunca así. Te gané esta noche en un concurso. Si yo fuera a

salir contigo, sería porque las dos querríamos estar juntas. No tenías opción para venir

aquí".

"Pero te dije lo que siento por ti. Veo tu verdadero yo y me gusta lo que veo".

"¿Qué pasa si yo no hubiera ganado? ¿Hubieras salido conmigo la próxima vez que te

preguntara?"

"No me has preguntado en meses".

"Me cansé del rechazo".

"Lo siento, Micki. Quería significar algo especial para ti. Cuando me dejaste de preguntar yo

tuve miedo de que te habías perdido interés".

"Has significado algo especial para mí por dos años". Ella tomó la mano de Starlyn y la

besó, viendo su vestido caer de nuevo en su lugar. "Yo fantasee por meses sobre cómo

sería nuestra primera cita perfecta".

Starlyn sonrió. "Olvidémonos de la pelea. Marti me dijo que debería venir directo y decirte lo

que siento por ti. Es por eso que cuando ganaste cambié los detalles del premio. Si alguien

más hubiera ganado, entonces habría sido sólo una cena en un restaurante".

"¿Es por eso que ella hizo el comentario sobre lo que pasara conmigo?"

Ella asintió. "Le dije que si ganabas, yo no iba a dormir contigo si hacías un movimiento,

pero si no lo hacías, entonces iba a tratar de seducirte antes que la noche hubiera

terminado".

"Pero la noche es joven. No esperaste mucho tiempo".

"Desde el momento en que entré por la puerta, no has sido tú mismo. Vi lo nerviosa que

estabas y cómo luchabas con tus sentimientos. Yo esperaba que trataras de llevarme a la

cama en el momento en que llegué aquí, pero no lo hiciste. Eso significa mucho para mí".

"¿Significa eso que saldrás conmigo?" Ella sonrió. "¿Y seguirás adelante conmigo en

exclusiva?"

Tocó la mejilla de Micki. "Voy a ser la envidia de todas las mujeres en TM".

"Serás la única mujer que haya sido capaz de capturar mi corazón. Mis amigas supieron lo

que sentía por ti desde el primer momento en que puse los ojos en ti".

"Lo sé. Ellas me han dicho de todo acerca de tus buenas cualidades, pero yo tenía miedo".

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"Mi mejor amiga, Liz, me dijo algo recientemente que nunca había siquiera considerado".

Ella lo miró a los ojos cálidos de Starlyn. "Ella me preguntó si incluso consideré el hecho de

que no estuvieras atraída por mí y tal vez esa fue la razón por la que no saldrías conmigo".

"Si supieras los sueños que he tenido sobre ti".

Micki colocó su dedo en los rellenos labios sensuales de Starlyn, arrastrando suavemente el

dedo por encima de ellos. "Siento como que estoy soñando ahora", susurró.

"Hazme el amor, Micki".

"¿Estas segura? No quiero que pienses que es todo lo que quiero de ti". Sus ojos buscaron

los de Starlyn.

"Estoy segura, Micki", susurró. "Por favor, hazme el amor".

"He planeado eso en mi mente tantas veces lo especial que iba a hacer nuestra primera

vez".

"Dime", susurró.

"Te voy a mostrar", dijo en voz baja mientras ella la llevó al living. "Quédate aquí mientras

voy a preparar las cosas". Ella entró en el baño y sacó el frasco de burbujas de la bañera.

Mientras que el agua corría, encendió varias velas, entonces colocó un disco de melodías

románticas en el reproductor de CD. Deseó tener flores, pero ya habría una próxima vez

para eso. Ella sonrió, sabiendo que sus sueños finalmente se harían realidad. Dispuso

algunas toallas limpias, y luego cerró el grifo.

Volvió a entrar en la sala, tomó la mano de Starlyn y la llevó al cuarto de baño. Encendió el

reproductor de CD.

"Esto es hermoso, Micki. Nunca soñé que fueras tan romántica".

"Nunca he hecho esto para cualquier otra mujer. Después del baño, voy a darte el mejor

masaje que hayas tenido". Ella la sostuvo por un momento, a continuación, deshizo la parte

de atrás de su vestido, deslizándolo lentamente por su cuerpo curvilíneo. Starlyn salió de

este y Micki lo colgó cuidadosamente en un estante y después desabrochó el sujetador de

Starlyn. Ella ahuecó los pechos en sus manos jadeando, acariciando suavemente, y luego

se puso de rodillas y hundió el rostro entre las piernas de Starlyn, acariciando su vagina

suave y caliente.

Starlyn jadeó. "Hazme el amor, Micki". Ella puso sus manos a ambos lados de la cabeza de

Micki y abrió las piernas, empujando su pelvis hacia adelante.

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Micki se puso de pie. "Aun no, bebé. Quiero que esto sea una noche que nunca olvidarás.

Una noche ninguna de nosotras olvidará". Quitó lentamente el liguero y las medias,

deslizando sus manos por las piernas de Starlyn y luego tomó la mano de Starlyn y la

condujo a la bañera.

Starlyn se metió en la bañera y tendió la mano a Micki. "¿No vas a venir conmigo?"

Micki miró hacia abajo en ella como la luz de una vela parpadeante lanzó un suave brillo en

su rostro que lucía angelical. Ella se retiró cuidadosamente su ropa, viendo los ojos de

Starlyn moverse de sus pechos a su vello negro. Temblaba por la anticipación. Tomaría a

Starlyn esta noche, pero no todavía. Esto era demasiado especial para que se precipitara.

Quería disfrutar de cada momento al máximo. Esta sería una noche que Starlyn nunca

olvidaría. Ella sonrió. Esta sería una noche que ella nunca olvidaría tampoco.

Tomó la mano de Starlyn, se metió en la bañera y se sentó frente a ella. "Eres hermosa",

dijo en voz baja.

Vio la necesidad de los ojos de la mujer. Y había algo más allí, también. Vio el amor en la

forma en que la miraban. Nunca había visto una mirada a su mujer de esa manera antes.

"¿Crees que es posible que alguien pueda enamorarse tan rápido?", preguntó Starlyn.

Ella sonrió. "Sé que me enamoré de ti en el momento en que te vi. Y yo tuve dos años para

caer más profundamente en el amor contigo cada vez que te veía. Sí, creo que es posible".

"Eso es lo que siento por ti, Micki".

Micki pensó que su corazón iba a estallar de amor.

Ella tomó una esponja de baño y suavemente lo pasó por el pecho de Starlyn, acariciando

sus pezones endurecidos. Starlyn respiró fuerte y ensoñadoramente cerró los ojos como

Micki trasladó la esponja a su vagina, jugando con ella como suavemente la lavaba. Starlyn

abrió los ojos y se inclinó hacia delante, con los labios ansiosamente buscando los de Micki.

"Date la vuelta", susurró Micki.

Starlyn colocó su cuerpo con su espalda hacia Micki. Micki puso sus brazos en la cintura de

Starlyn y tiernamente la movió hacia sí, y luego envolvió sus piernas alrededor del exterior

de las piernas de Starlyn. Ella besó el cuello de Starlyn mientras sus dedos se movían a su

vagina, apenas tocándola. Starlyn jadeó y trató de empujar los dedos de Micki dentro de

ella.

"Todavía no, bebé", le susurró al oído. "Quiero explorar cada centímetro tuyo". Ella podía

abrazarla así para siempre. Se apoyó en la bañera, escuchando la música suave y viendo la

luz de las velas parpadeantes, saboreando la sensación de la carne de Starlyn contra la de

ella. Plantó tiernos besos en el reverso de su cuello y le mordió el lóbulo de la oreja.

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"Dios, Micki, no creo que pueda esperar. Te necesito".

"Okay". Micki la ayudó a salir con cuidado fuera de la bañera y luego tomó una toalla y le dio

unas palmaditas en seco.

Rápidamente secando, luego agarró una botella de aceite de bebé desde el aparador y

vertió una pequeña cantidad en la palma de su mano. Lentamente masajeó el aceite encima

de los hombros y la espalda lisa de Starlyn. Ella sintió que el cuerpo de Starlyn temblaba

mientras masajeaba el aceite sobre sus pechos jadeantes y luego sobre su vientre plano

liso. Se arrodilló y se pasó las manos aceitadas arriba y abajo de las piernas largas de

Starlyn, deteniéndose en su entrepierna. Ella mantuvo sus manos firmemente sobre las

piernas de Starlyn como acarició el vello púbico todavía húmedo y bromeó con los labios de

su vagina con su lengua.

"Micki, se siente tan bien", dijo Starlyn débilmente. "Por favor, no te detengas".

Micki se tomó su tiempo, deslizando sus manos el cuerpo de Starlyn mientras se levantaba

nuevamente. Ella la abrazó, ahuecando su culo perfecto en sus manos como presionó su

cuerpo al de ella. Juguetonamente picoteaba los deliciosos labios rellenos y luego la besó

profundamente.

Los brazos de Starlyn la rodearon y puso las manos en el trasero de Micki mientras movía

con urgencia sus caderas, corrigiéndose a sí misma en la vagina de Micki. Su beso creció

en gemidos más intensos y suaves escaparon de sus labios.

Micki rompió el beso y le susurró al oído: "Vamos a ir a la cama".

Tomadas de la mano, en silencio se dirigieron en la corta distancia a la habitación de Micki.

Encendió una lámpara y se quedó mirando fijamente el cuerpo de Starlyn. Ella estaba

atemorizada con su belleza. Tomó su mano y la llevó a la cama matrimonial.

Observó a Starlyn subir a la cama. No perdió el tiempo tras ella. Se estiró junto a Starlyn,

entonces envolvió a Starlyn en sus fuertes brazos, acariciándola y besándola

apasionadamente. Mientras yacía de espaldas, Starlyn se colocó encima de ella, sentada

de modo que sus entrepiernas se tocaban.

Micki se estiró a sí misma, sintiendo el clítoris de Starlyn tocando el suyo. Una descarga

eléctrica la atravesó y ella agarró las caderas de Starlyn mientras empujaba las suyas hacia

arriba. El largo cabello rubio de Starlyn rozó sus pezones endurecidos. Los gemidos de

Starlyn acertaron por su cuenta. Ella estaba cerca de clímax y supo que Starlyn estaba

cerca también.

Sus manos se deslizaron sobre el cuerpo de Starlyn. "Quiero comerte, cariño", dijo con voz

ronca. Starlyn se bajó de ella y Micki le lanzó algunas almohadas contra la cabecera.

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"Ponte de espalda contra las almohadas", susurró mientras colocaba una bajo el culo de la

belleza. Ella extendió las piernas de Starlyn y con avidez lamió el clítoris de su amante

mientras Starlyn gritaba y gemía de placer. Micki devoró los jugos calientes y dulces como

su amante llegó.

"Oh, Dios mío, nunca me han cogido así antes", Starlyn jadeó.

"Todavía no he terminado, cariño. La noche es joven". Ella puso una mano entre los pechos

de Starlyn.

"Tu energía es contagiosa".

Micki sonrió.

"¿Alguna vez te cansaste de perseguirme?"

"No". Ella pasó sus dedos por la mejilla enrojecida de Starlyn. "Una cosa que debes saber

acerca de mí es que no me doy por vencida".

"Me alegro de que no lo hiciste".

"Yo sabía que una vez que ganara el premio serías mía para siempre".

"Has ganado el premio hace mucho tiempo. Y ahora lo voy a devorar a fondo", dijo mientras

deslizó sus pequeñas manos sobre los pechos de Micki. "Tengo que compensar todo el

tiempo que he perdido".

"Tenemos todo el tiempo del mundo ahora, bebé".

FIN

Kira Chase - El Premio

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Transcript of Kira Chase - El Premio