La Representación Mental

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ANÁLISIS FILOSÓFICO LA ESTRUCTURA DE LAS REPRESENTACIONES MENTALES: UNA PERSPECTIVA INTEGRADORA* MANUEL LIZ 1. La realidad psicológica de las representaciones mentales y el problema de su estructura característica No siempre se ha admitido que la noción de representación mental sea suficientemente coherente como para ser incorporada en nuestras teorías sobre la mente. En esta línea, tanto el conductismo lógico como el conductismo psicológico abandonan gustosamente dicha noción. Lo mismo cabe decir de otros eliminativismos de tipo neurofisiológico, computacional, etc. Y, aun preservando para la noción de representación mental algún papel teórico, tampoco todos admitirían que las representaciones mentales sean entidades psicológicamente reales. A pesar de la apariencia paradójica de esta afirmación, las representaciones mentales podrían resultar no ser entidades claramente detectables y localizables en los sujetos. El externalismo en la determinación del contenido de las representaciones mentales sugiere esto. Hasta tal punto que incluso, según algunos autores, se pondría en peligro nuestro propio autoconocimiento. Apelar a un mundo de representaciones mentales podría también tener, por ejemplo, un valor meramente heurístico. Asimismo, las representaciones mentales podrían ser propiedades sólo atribuidas a efectos de conseguir, en ciertas condiciones, una mayor capacidad predictiva y de control sobre el comportamiento de determinados sistemas. O, contra todo pronóstico griceano, las actitudes proposicionales podrían resultar ser analizables como cierto tipo de relaciones que un sujeto psicológico mantiene con ciertos objetos portadores de propiedades semánticas que son siempre externos a él mismo y que, en definitiva, son ciertas expresiones de un lenguaje natural. * Una versión previa de este trabajo fue presentada en el Coloquio SADAF/1994. Quisiera destacar aquí el estimulante ambiente filosófico que uno puede encontrar en aquellas tierras, lejanas sólo en los mapas, y agradecer a todos los participantes de dicho Coloquio sus comentarios y certeras observaciones. Espero que, entre otras, algunas de las cuestiones suscitadas por Fernando Broncano, Antoni Gomila, Marcelo Sabatés, Hugo Saravia y David Sosa encuentren ahora una respuesta más matizada. ANÁLISIS FILOSÓFICO XV (1995) Nº 1/2

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Cognitiva

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  • ANLISIS FILOSFICO

    LA ESTRUCTURA DE LAS REPRESENTACIONES

    MENTALES: UNA PERSPECTIVA INTEGRADORA*

    MANUEL LIZ

    1. La realidad psicolgica de las representaciones mentales y el problema desu estructura caracterstica

    No siempre se ha admitido que la nocin de representacin mental seasuficientemente coherente como para ser incorporada en nuestras teoras sobre lamente. En esta lnea, tanto el conductismo lgico como el conductismo psicolgicoabandonan gustosamente dicha nocin. Lo mismo cabe decir de otroseliminativismos de tipo neurofisiolgico, computacional, etc.

    Y, aun preservando para la nocin de representacin mental algn papel terico,tampoco todos admitiran que las representaciones mentales sean entidadespsicolgicamente reales. A pesar de la apariencia paradjica de esta afirmacin, lasrepresentaciones mentales podran resultar no ser entidades claramente detectables ylocalizables en los sujetos. El externalismo en la determinacin del contenido de lasrepresentaciones mentales sugiere esto. Hasta tal punto que incluso, segn algunosautores, se pondra en peligro nuestro propio autoconocimiento. Apelar a un mundode representaciones mentales podra tambin tener, por ejemplo, un valor meramenteheurstico. Asimismo, las representaciones mentales podran ser propiedades sloatribuidas a efectos de conseguir, en ciertas condiciones, una mayor capacidadpredictiva y de control sobre el comportamiento de determinados sistemas. O, contratodo pronstico griceano, las actitudes proposicionales podran resultar seranalizables como cierto tipo de relaciones que un sujeto psicolgico mantiene conciertos objetos portadores de propiedades semnticas que son siempre externos a lmismo y que, en definitiva, son ciertas expresiones de un lenguaje natural.

    * Una versin previa de este trabajo fue presentada en el Coloquio SADAF/1994.Quisiera destacar aqu el estimulante ambiente filosfico que uno puede encontrar en aquellas

    tierras, lejanas slo en los mapas, y agradecer a todos los participantes de dicho Coloquio sus

    comentarios y certeras observaciones. Espero que, entre otras, algunas de las cuestiones

    suscitadas por Fernando Broncano, Antoni Gomila, Marcelo Sabats, Hugo Saravia y David

    Sosa encuentren ahora una respuesta ms matizada.

    ANLISIS FILOSFICO XV (1995) N 1/2

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    El caso es que, aun admitiendo la relevancia terica de las representacionesmentales y su realidad psicolgica, aun admitiendo que exista un especial nivel deanlisis desde el cual deba aceptarse la realidad de las representaciones mentales enlos sujetos, tambin podra no admitirse que todas las representaciones mentalesdeban tener esencialmente una estructura peculiar y especfica. Se puede serrepresentacionalista sin postular ninguna estructura peculiar y especfica que deba serexigida de manera esencial a todas las representaciones mentales en general. Tal vez,simplemente, las representaciones mentales en general no tengan por qu manifestarnecesariamente ninguna estructura caracterstica, ninguna estructura esencial,compartida por todas las representaciones mentales, sin la cual no sean posiblesestados y procesos mentales como los nuestros. Tal vez haya siempre, en principio,una variedad indefinida de estructuras capaces de producir los mismos resultados.Pero, lo que es ms importante, puestos a hacer intervenir otras consideraciones msempricas a fin de seleccionar, entre todos esos candidatos potenciales, una nicaestructura para ser postulada como psicolgicamente real, tal vez tengamos quereconocer que no todas las representaciones mentales exigen lo mismo, que sloalgunas representaciones mentales requieren algunos tipos peculiares de estructuras yque, adems, puede que algunas de esas estructuras slo sean posibles si tambin setienen otras.

    No obstante, dos de las posiciones ms influyentes hoy da en el campo de lasciencias cognitivas, el computacionalismo clsico y el conexionismo noeliminativista, s aceptan

    (1) que las representaciones mentales son entidades psicolgicamente reales en lossujetos, y

    (2) que las representaciones mentales son objetos con una estructura caracterstica.

    Y las discusiones filosficas entre ambas posiciones se centran en el problema decul deba ser esa estructura. Algunos fragmentos de Fodor y Pylyshyn (1988, pp. 11-12) pueden servir como muestra de esto:

    In short, the issue between Classical and Connectionist architecture is not about the

    explicitness of rules; as we'll presently see, Classical architecture is not, per se,committed to the idea that explicit rules mediate the etiology of behavior. And it is

    not about the reality of representational states; Classicists and Connectionists are all

    Representational Realists. And it is not about

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    non representational architecture...

    So, then, what is the disagreement between Classical and Connectionistarchitecture about?

    [...] Classicists and Connectionists al] assign semantical content to something. Roughly,

    Connectionist assign semantical content to "nodes" (that is, to units or aggregates of units)

    -i.e., to the sorts of things that are typically labeled in Connectionist diagrams; whereas

    Classicists assign semantic content to expressions -i.e., to the sorts of things that get

    written on the tape of Turing machines and stored at addresses in von Neumann machines.

    But Classical theories disagree with Connectionist theories about what primitive relationshold among these content-bearing entities. Connectionist theories acknowledge only

    causal connectedness as a primitive relation among nodes [...]. By contrast, Classical

    theories acknowledge not only causal relations among the semantically evaluable objects

    that they posit, but also a range of structural relations, of which constituency is

    paradigmatic.

    Tanto el computacionalismo clsico como el conexionismo no eliminativista seaferran a la tesis de que las representaciones mentales en general deben teneresencialmente una estructura caracterstica. Y reducen el problema a discutir si esaestructura es, en el sentido ms excluyente posible, clsica o conexionista. Sinembargo, tal vez sea justamente esa tesis de la estructura caracterstica la que hayaque abandonar.

    En este trabajo, intentar defender que las representaciones mentales en generalno tienen de manera esencial ninguna estructura caracterstica. O, al menos, que nohay razones concluyentes para suponer que la tienen en general y de formaincondicionada. En particular, defender que la estructura simblica basada enrelaciones sintcticas de algunas representaciones mentales slo surge bajo unaserie de condiciones muy especiales entre las que hay que incluir el que tengantambin otras estructuras no simblicas.

    Esto nos obligar a considerar los sistemas conexionistas como algo ms quesimples implementaciones de los sistemas clsicos y a defender una perspectivaintegradora.

    Examinaremos algunos de los argumentos principales del computacionalismoclsico y del conexionismo no eliminativista y, a partir de ellos, defenderemosnuestra posicin. Pero antes, digamos algo ms sobre el representacionalismo.

    2. Representacionalismo mnimo y algunas distinciones posteriores

    En un sentido muy mnimo, el representacionalismo afirmara que para

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    tener una teora adecuada de la mente es necesario postularen los sujetos estadosmentales representacionales.

    Ciertos estados de la mente, identificables de alguna manera con ciertas clases deestados fsicos (presumiblemente del cerebro en nuestro caso biolgico), representanestados del mundo y son semnticamente caracterizables en trminos de esos estadosdel mundo que representan. Lo que una representacin representa es su contenidosemntico. Las representaciones mentales quedan caracterizadas a travs de suscontenidos semnticos. Y se describe el contenido semntico de una representacinmental describiendo el estado del mundo que representa.

    Las representaciones mentales son entidades intencionales. Son las piezas bsicasde la intencionalidad. Al representar algo, una representacin mental se dirige muyselectivamente hacia un objeto peculiar que puede tanto existir realmente como noexistir. La existencia ni quita ni pone nada a estos objetos. Los objetos hacia los quese dirigen las representaciones mentales son sus contenidos semnticos. El contenidosemntico de una representacin mental es su objeto intencional. Lo representado poruna representacin mental, su contenido semntico y su objeto intencional coinciden.

    El carcter tremendamente selectivo de las representaciones mentales y suindiferencia respecto de la existencia real de lo representado hacen que lasdescripciones de las representaciones mentales se comporten de una manera muyespecial. Dichas descripciones generan contextos intensionales en los que falla lasustitucin de equivalentes lgicos y la generalizacin existencial.

    Lo anterior formara parte del representacionalismo mnimo. Ciertamente,declararse representacionalista en este sentido mnimo no es decir gran cosa. Sinembargo, las representaciones mentales podran ser de muchos tipos. Y aqu ya hayvarias distinciones importantes que cabra hacer. Son las siguientes:

    (1) * Representaciones mentales desarrolladas a un nivel conceptual.

    * Representaciones mentales desarrolladas a un nivel subconceptual.

    (2) * Representaciones mentales con relevancia cognitiva.

    * Representaciones mentales sin relevancia cognitiva.

    (3) * Representaciones mentales con una estructura caracterstica simblica deltipo general propuesto por el computacionalismo clsico.

    * Representaciones mentales con una estructura caracterstica no simblica del

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    tipo general propuesto por el conexionismo no eliminativista.

    * Representaciones mentales con otras diferentes estructuras caractersticas.

    * Representaciones mentales sin ninguna estructura caracterstica en especial.

    A continuacin, explicar estas distinciones. Al hacerlo, no har ms que

    recoger ciertos usos ya establecidos. Sin embargo, el tenerlas presentes de un modo

    claro y preciso permitir un mejor planteamiento de los problemas.

    3. Nivel conceptual y nivel subconceptual

    Las representaciones mentales pueden desarrollarse a un nivel conceptual o a

    un nivel subconceptual. Digamos que se desarrollan en el primer nivel si su

    descripcin semntica en trminos de lo que representan hace uso de conceptos no

    fcilmente reducibles a otros conceptos expresables en un vocabulario fsico (en

    alguna extensin razonable del lenguaje de la fsica). Y que se desarrollan en el

    segundo nivel si su descripcin semntica s hace uso de conceptos expresables en

    un vocabulario fsico (nuevamente, en alguna extensin razonable del lenguaje de

    la fsica) o resulta plausible una reduccin tal.

    Una representacin del avin en el que he viajado a Argentina aterrizando

    suavemente en el aeropuerto de Buenos Aires es una representacin mental de

    nivel conceptual. Una representacin de Alfonsn dando la mano a Felipe Gonzlez

    tambin. As como una representacin de la palabra "mesa" o de cualquier otro

    smbolo. Pero podemos fcilmente asumir que una representacin de que la

    temperatura de la habitacin est ahora mismo subiendo no sea una representacin

    mental desarrollada a un nivel conceptual. Ni, tampoco, una representacin de una

    sustancia de sabor amargo. Y tampoco lo sera, en general, la representacin de

    cualquier objeto fsico como teniendo una determinada forma, dimensiones, color,

    peso, sabor, etc.

    Las que estamos llamando representaciones mentales desarrolladas a un nivel

    conceptual no son simplemente identificables con las representaciones mentales

    atribuidas desde una "perspectiva intencional", desde un nivel "ecolgico" o desde

    un nivel de anlisis "semntico". Nuestra distincin entre un nivel conceptual y uno

    subconceptual se traza en relacin con el tipo peculiar de contenido semntico

    presente en las representaciones y con la posibilidad de describirlo adecuadamente

    en un lenguaje cercano al lenguaje fsico. Es, por lo tanto, una distincin interna a

    lo que podemos encontrar desde esos otros puntos de vista.

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    Las representaciones mentales de nivel subconceptual, por otro lado, tienen lasmismas propiedades intencionales que el resto de las representaciones mentales. Enparticular, sus descripciones deben seguir originando contextos intensionales dondequede puesta en cuestin la sustitucin de equivalentes lgicos y la generalizacinexistencial. Su descripcin en trminos cercanos a lo fsico no puede hacernosolvidar esto.

    Podramos ser representacionalistas admitiendo slo la existencia real en lossujetos de representaciones mentales de nivel subconceptual. Pero, entonces, elrepresentacionalismo perdera gran parte de sus mayores atractivos. Es tpico de lamayor parte de los representacionalismos postular estados mentalesrepresentacionales tanto de nivel conceptual como subconceptual. Y el sostener quehay importantes generalizaciones sobre nuestra vida mental que, al no resultar clarocmo podran ser formuladas mediante un vocabulario fsico, se perderan si nopostulramos representaciones mentales de nivel conceptual que constituyeran losdominios de esas generalizaciones.

    El computacionalismo clsico, por ejemplo, tiende a postular en nosotros unsistema representacional capaz de incluir como representaciones primitivas al menostodas las que podamos describir con ayuda de nuestros lenguajes naturales.1 Si todasnuestras representaciones mentales se desarrollaran a un nivel subconceptual, o sifueran reducibles a ellas, tal postulacin sera innecesaria. La constatacin de quehay numerosas representaciones mentales que no siendo claramente subconceptualesdan pie a importantes generalizaciones es el principal argumento a favor de esa granriqueza primitiva de nuestro sistema representacional interno.

    Pero, sta no es toda la verdad. Es cierto que muchas representacionesmentales desarrolladas a un nivel conceptual parecen irreductibles, pero tambin esplausible suponer que las representaciones mentales desarrolladas a un nivelsubconceptual resulten imprescindibles para la constitucin filogentica yontogentica de casi cualquier sistema representacional. Sin embargo, la distincinentre los dos niveles de representacin mental que hemos establecido es, en smisma, neutral con respecto al problema de si finalmente cabe o no reducir todarepresentacin mental a representaciones mentales desarrolladas a un nivelsubconceptual. Y es bueno poder seguir manteniendo esa importante distincin conindependencia del problema, tan discutido en otras pocas filosficas, de lareduccin de toda representacin a algn tipo de representaciones subconceptuales.

    No es decisiva aqu la reduccin. Ni, tampoco, como se desprende de

    1 Vase, por ejemplo, Fodor (1975). Aunque est relacionada con ella, esta tesis, se

    mantendra con bastante independencia de la tesis del innatismo.

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    nuestros ejemplos, el que las representaciones mentales desarrolladas a nivelsubconceptual incluyan o no referencias a determinadas sensaciones o cualidadessensoriales. Hasta cierto punto, sobre todo una vez que abandonamos todaexaltacin reductiva, es posible describir en ampliaciones razonables del lenguajede la fsica gran parte de esas sensaciones. Podemos, as, meter en el mismo saco delo subconceptual tanto representaciones de objetos fsicos teniendo determinadaspropiedades fsicas objetivas como representaciones de objetos fsicos produciendodeterminadas sensaciones subjetivas a travs de ciertas relaciones fsicas objetivas.

    4. Relevancia cognitiva.

    Las representaciones mentales tambin pueden tener o no una relevanciacognitiva. Y la tendrn en la medida en que desempeen un papel causaldeterminante en la etiologa de ciertos tipos de comportamientos que damos enllamar conductas intencionales o, simplemente, acciones. Lo importante para larelevancia cognitiva es la capacidad que algunas representaciones mentales tienende ser parte integrante de la causa de ciertas acciones.

    Al caracterizar as la relevancia cognitiva de algunas representacionesmentales, recojo una idea muy presente, a pesar de estar asociada con ciertasambigedades, en toda la literatura computacional clsica. Por ejemplo, frente a ladistincin basada en la complejidad que traza Smolensky (1988) entre los sistemasdinmicos en general y los sistemas dinmicos cognitivos, Fodor y Pylyshyn (1988,nota 4) sealan que lo que distingue lo cognitivamente relevante es, ms bien, elpapel causal que ciertas representaciones tienen en la etiologa de la conducta de lagente. Un ro es un sistema dinmico muy complejo, y muchos de sus estadospueden tener un gran y complejo contenido representacional, pero un ro no es unsistema dinmico cognitivo porque esas representaciones no juegan ningn papelcausal relevante en el comportamiento del ro. Es cierto que a veces se identificadirectamente representacionalismo con relevancia cognitiva. Y aqu radica una delas ambigedades a las que me refera antes. Los mismos Fodor y Pylyshyn (1988,p. 9), por ejemplo, una pgina ms atrs del anterior texto dicen:

    Since Classicists and Connectionists are both Representationalists, for them any

    level at which states of the system are taken to encode properties of the world

    counts as a cognitive level; and no other levels do.

    Pero es obvio que el representacionalistno, al menos ese representaciona-

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    lismo mnimo que hemos descrito ms arriba, no tiene por s mismo consecuenciascon respecto a la relevancia cognitiva. Si lo decisivo para la relevancia cognitiva nofuera la etiologa de cierto tipo de comportamientos, podramos claramente detectaren nuestro ro del ejemplo anterior un nivel cognitivo.

    Evaluar la relevancia cognitiva de una representacin mental entraara, por lotanto, considerar fctica y contrafcticamente que ciertas conductas intencionales noson posibles a menos que se den ciertas representaciones mentales: representacionesmentales, en principio, desarrolladas a nivel conceptual o subconceptual y con unaestructura que podra ser tanto simblica como no simblica.

    5. Al fin las estructuras

    Las representaciones mentales, por ltimo, podran tener una estructuracaracterstica simblica del tipo general propuesto por el computacionalismo clsico,una estructura caracterstica no simblica del tipo general propuesto por elconexionismo no eliminativista, otras diferentes estructuras caractersticas o ningunaestructura caracterstica en especial. Es obvio que, tal como hemos definidoestructura caracterstica, las tres primeras opciones son mutuamente excluyentes y seaplicaran a la totalidad de las representaciones mentales. No as la cuarta.Analicemos ms detalladamente las dos primeras posibilidades.

    El computacionalismo clsico sostiene que las representaciones mentales slopueden tener una estructura simblica y el conexionismo no eliminativista que no esnecesario suponer en ellas ninguna estructura simblica.

    Tanto para el computacionalismo clsico como para el conexionismo noeliminativista, pensar es computar. Todos los procesos mentales en los queintervienen representaciones deben ser tratados como procesos computacionales.Tales procesos computacionales se definen sobre ciertas entidades psicolgicamentereales identificables con representaciones con cierto contenido semntico.

    El computacionalismo clsico y el conexionismo no eliminativista divergen,sin embargo, en la clase de computacin que aqu ha de ser considerada relevante. Yla diferente estructura que postulan en las representaciones mentales depende de esadistinta clase de computacin asumida.

    5.1. Computacionalismo clsico

    Segn el computacionalismo clsico, la clase de computacin relevante

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    para el anlisis de las representaciones mentales requiere operaciones compu-

    tacionales definidas sobre smbolos (vanse Fodor,1976; Newell,1980; Pylyshyn,

    1980 y 1984). Las representaciones mentales deben tener realmente una estructura

    simblica. Las representaciones mentales deben ser smbolos. ms o menos

    complejos, regulados por una sintaxis combinatoria y dotados de una semntica

    composicional.

    Su sintaxis combinatoria incluira unas reglas de formacin y unas reglas de

    transformacin.

    Las reglas de formacin especifican la clase de todas las representaciones

    mentales posibles bien formadas. Hacen esto, fijando una lista finita de

    representaciones primitivas y de posibles estructuras sintcticas y estableciendo

    que cualquier representacin mental ha de ser una representacin primitiva o una

    representacin compleja. En este ltimo caso, una serie de constituyentes

    sintcticos, que pueden ser a su vez representaciones primitivas o complejas, tendr

    una de esas posibles estructuras sintcticas.

    Las reglas de transformacin especifican cmo unas representaciones

    mentales pueden transformarse o convertirse en otras. Y hacen esto estableciendo

    una lista finita de transformaciones posibles entre representaciones mentales,

    primitivas o complejas. 2

    2 Varios matices: 1) Prefiero hablar de "reglas de formacin" en lugar de hablar de

    "reglas de construccin" por una razn. La construccin de representaciones complejas a

    partir de representaciones ms simples es un caso de transformacin de unas representaciones

    en otras. Aunque no toda transformacin sea una construccin, toda construccin s que es

    una transformacin. Identificar "buena formacin" con "construccin" obliga a considerar las

    reglas de formacin como una clase especial de reglas de transformacin. Pero es obvio que

    las representaciones mentales no tienen por qu surgir slo a travs de transformaciones de

    otras representaciones ya existentes. Pueden originarse, por ejemplo, a travs de procesos

    perceptivos, autoestimulativos, etc. Es conveniente, por tanto, distinguir la "buena formacin"

    de la "construccin". 2) Lo que estamos diciendo acerca de la sintaxis combinatoria y la

    semntica composicional de las representaciones mentales podra ser dicho acerca de la

    sintaxis y la semntica de cualquier otro sistema representacional simblico. 3) Debera

    distinguirse entre representaciones primitivas, representaciones simples y representaciones

    innatas. Son conceptos diferentes. Ms concretamente, cuando al presentar las reglas de

    formacin hablamos de representaciones primitivas y representaciones complejas, no

    asumimos en las representaciones primitivas ninguna otra simplicidad aparte de la que se

    deriva d no ser representaciones complejas desde el punto de vista de esas reglas de

    formacin. Pero podran ser complejas desde otros puntos de vista (por ejemplo, desde un

    punto de vista conexionista) y, por supuesto, podran no ser innatas.

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    La semntica composicional de las representaciones mentales, por otro lado,hara que el significado de cualquier representacin mental dependiera delsignificado de sus constituyentes sintcticos y de su sintaxis. El significado decualquier representacin mental depende, en ltimo trmino, de su sintaxis y delsignificado de las representaciones primitivas.

    Desde el punto de vista del computacionalismo clsico, la sintaxis permitiraencontrar un lugar natural para la semntica de nuestras representaciones mentales atravs de la causalidad. La sintaxis ofrecera un puente perfecto entre la causalidad yla semntica. Si la causalidad es sensible y respeta una sintaxis, y esa sintaxis essensible y respeta una semntica, entonces aquella causalidad ser tambin sensibley respetar esta semntica.

    La estructura simblica de las representaciones mentales permitira explicarciertas caractersticas psicolgicas nucleares: caractersticas como la gransensibilidad de los procesos mentales a las propiedades semnticas de lasrepresentaciones, la productividad de nuestro sistema representacional, la eficaciacausal del contenido, la sistematicidad de nuestros pensamientos, etc. Y ofrecera,adems, un campo muy diferenciado para el desarrollo de teoras especficas sobrelo mental; teoras hasta cierto punto autnomas respecto de otras teoras ms bsicassobre los procesos subyacentes.

    Una vez establecida una estructura simblica apropiada para nuestrasrepresentaciones mentales, bastara definir los procesos mentales sobre algunas deesas propiedades estructurales para conseguir explicar las caractersticas queacabamos de sealar. Los procesos mentales se llevaran a cabo en virtud de lapeculiar "forma" de las representaciones mentales, en virtud de que lasrepresentaciones mentales satisfacen ciertas descripciones estructurales simblicas.

    Utilizando una metfora del propio Fodor (Fodor, 1987, p. 137), podramosdecir que, desde el punto de vista del computacionalismo clsico, si lasrepresentaciones mentales no fueran realmente algo parecido a las "sentencias" de unlenguaje, seran simplemente como "rocas" en las cabezas de los sujetos; como"rocas", eso s, que mantienen ciertas relaciones causales y que ms o menosmisteriosamente son portadoras de ciertos contenidos semnticos. Y esta desnudaconectividad causal no sera, para dicha perspectiva, suficiente a fin de explicar esosrasgos psicolgicos nucleares que mencionbamos antes.

    5.2. E1 conexionismo no eliminativista

    El conexionismo no eliminativista propone otra forma de computacin que norequiere operaciones computacionales definidas sobre smbolos. Rechaza la

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    disyuntiva "rocas" o "sentencias" y propone otra forma de entenderla estructura

    caracterstica de las representaciones mentales. Las representaciones mentales no

    son "sentencias" en las cabezas de los sujetos. Pero tampoco son simplemente

    como "rocas". Son objetos estructurados de cierta peculiar manera no simblica.

    Una representacin mental, para el conexionismo, es cierto estado particular

    de un particular tipo de sistemas dinmicos que llamaremos sistemas cognitivos.

    Los sistemas dinmicos son sistemas cuyo comportamiento, el comportamiento de

    las magnitudes que los caracterizan, puede ser analizado mediante sistemas de

    ecuaciones diferenciales derivables respecto del tiempo. De acuerdo alas

    precisiones que hicimos antes sobre la relevancia cognitiva, podemos decir ahora

    que los sistemas cognitivos seran una variedad de sistemas dinmicos en los que

    algunas de las magnitudes que los caracterizan tienen un contenido

    representacional capaz de llegar a ser cognitivamente relevante.

    Las magnitudes involucradas en un sistema cognitivo muestran cmo cierta

    informacin sobre el mundo puede ser representada. procesada, transmitida y, por

    ltimo, almacenada, llevndose a cabo procesos de percepcin y reconocimiento de

    objetos del entorno, procesos de aprendizaje y uso de un lenguaje, procesos

    inferenciales, procesos de control motor y conducta inteligente, etc.

    Los sistemas cognitivos estudiados por el conexionismo tienen una estructura

    bsica muy simple. Y, hasta cierto punto, pueden ser explicados y presentados

    prescindiendo del formalismo de las ecuaciones diferenciales. Son sistemas

    representables mediante redes conexionistas.

    Una red conexionista (curiosamente, ms conocidas como "redes neuronales"

    fuera del mbito estricto de la psicologa) est compuesta por cierto nmero de

    unidades interconectadas. Estas unidades pueden ser de tres tipos:

    1) Unidades de entrada, cuyos estados de activacin representan determinado

    "input" inicial.

    2) Unidades de salida, cuyos estados de activacin constituyen el "output

    representacional de la red despus de un proceso de transmisin y procesamiento.

    3) Unidades intermedias ("hidden units"),que pueden intervenir en ese proceso de

    propagacin de la activacin (procesamiento y transmisin) como etapas

    intermedias.

    Cada unidad recibe a travs de sus conexiones de entrada ciertas activacio-

  • 146 MANUEL LIZ

    nes con unos valores numricos positivos o negativos, excitadores o inhibidores

    respectivamente. En funcin de esas activaciones, cambia su estado de activacin.

    Muchas veces, tal funcin slo depende de cierto "umbral". Finalmente, transmite

    ese estado de activacin a travs de sus conexiones de salida. Las conexiones de

    entrada y salida modulan la actividad que se propaga en funcin de un valor

    numrico, positivo o negativo, llamado su "peso". El valor absoluto de un peso

    depende de la diferencia existente entre la activacin que inicialmente llega a una

    conexin desde cierta unidad y la activacin que esa conexin consigue propagar a

    otra unidad con la que est conectada. La funcin que se establece entre los estados

    de activacin de cualesquiera dos unidades es creciente si el peso de la conexin

    entre ellas tiene un valor positivo y decreciente si ese peso tiene un valor negativo.

    Y la "pendiente" de esta funcin en cada instante (su derivada en cada punto) est

    determinada por el valor absoluto que tenga ese instante el peso de la conexin.

    Como es habitual en otros campos donde se trabaja con sistemas dinmicos,

    podemos utilizar un smil hidrodinmico. Podemos imaginamos una red

    conexionista como una red de caeras comunicando cierto nmero de estanques de

    agua. Los estanques son las unidades y las caeras las conexiones. El agua sigue un

    determinado curso, se propaga, a travs de caeras y estanques. Cada caera tiene

    asociado un mecanismo compuesto por un grifo suplementario y un succionador. Si

    el grifo se abre, se realizan nuevos aportes de agua a travs de la caera. El

    succionador asociado con cada caera est situado en el fondo del estanque al que

    desemboca la caera. Si el succionador entra en funcionamiento, mermar su

    volumen de agua. Si el volumen de agua que llega por una caera es mayor que el

    volumen de agua que su succionador desaloja, el peso de la caera es positivo. En

    caso contrario es negativo. El valor absoluto del peso de una caera depende de esa

    diferencia de volmenes. Los estanques se llenan y vacan dependiendo del agua que

    reciben y transmiten a travs de las caeras (aunque podra haber, si quisiramos,

    otras aportaciones y escapes de agua). Las caeras de salida pueden situarse a cierto

    nivel en los estanques, en cierto "umbral".

    Realmente, podramos construir y simular cualquier red conexionista mediante

    un sistema de caeras y estanques como el que acabamos de describir. Por

    supuesto, esto no quiere decir que estos sistemas de caeras y estanques puedan ser,

    sin ms, sistemas cognitivos. Para ello se necesitaran otras cosas. Se necesitara que

    algunos de sus estados fueran representaciones con relevancia cognitiva.

    No obstante, el smil hidrodinmico es interesante. Nos ayuda a ver los

    sistemas conexionistas como otra clase de mecanismos computacionales con un

    fuerte componente funcional, lo cual a veces se pasa por alto. Y nos permite,

  • ANALISIS FILOSOFICO 147

    adems, entender fcilmente la nocin de estados de equilibrio de una redconexionista. Si hacemos que durante cierto tiempo pase agua a travs de nuestrared de caeras y estanques, habr ciertos estados de equilibrio de todo el sistema.Los estados de equilibrio consisten simplemente en que ciertos estanques acabarnmanteniendo unos determinados niveles de agua ms o menos constantes. Talesestados de equilibrio dependern directamente de la cantidad de agua queinicialmente hayamos hecho pasar por el sistema y de los pesos que tengan lasdistintas caeras. Aqu es donde se sita la memoria del sistema.

    En general, el comportamiento dinmico de una red conexionista estdeterminado bsicamente (prescindiendo de cosas como los "umbrales" y otrosposibles aadidos) por los estados iniciales de activacin de sus unidades y por lospesos de sus conexiones.

    En qu consisten ahora, ms concretamente, las representaciones para elconexionismo? Las representaciones, hemos dicho, son ciertos estados particularesde un sistema cognitivo estructurado como una red conexionista. Todo estado deeste tipo consiste en tener tales o cuales unidades excitadas o inhibidas en ciertogrado. Lo que se representa en las unidades es siempre, ms o menos directamente,cierta informacin procedente del entorno. Y esta representacin puede ser de dosformas. Puede ocurrir que cierta informacin del entorno sea representada porcierto estado de activacin de una nica unidad concreta de la red. Y puede ocurrirtambin que cierta informacin no sea representada por ninguna unidad concretasino slo a travs de los estados de activacin de cierto conjunto de unidades. Cadaunidad concreta de ese conjunto de unidades seguir representando ciertainformacin. Pero habr otra informacin que slo podr quedar representada atravs de los distintos estados de activacin de las unidades pertenecientes alconjunto.

    Podemos imaginar este ltimo tipo de representacin como un vector en unespacio de activaciones de cierto nmero de unidades que, a su vez, representaninformaciones del entorno. El predominio de un tipo u otro de representacioneshace que se distinga entre redes conexionistas de representacin local (" localistnetwork's") y redes conexionistas de representacin distribuida ("distributednetworks"). Por ltimo, todos estos tipos de representaciones pueden estardesarrollados a un nivel conceptual o subconceptual. Y pueden ser relevantes desdeun punto de vista cognitivo o no serlo

    .La estructura de las representaciones mentales en el conexionismo sera, por

    lo tanto, doble. Por un lado, tendran una estructura causal dependiente de lasrelaciones dinmicas de conectividad causal establecidas en el sistema del cual sonestados. Por otro lado, podran tener una estructura semntica dependiente de lasrelaciones semnticas establecidas con las unidades de la red.

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    Cuando la representacin es local, las relaciones causales y las relacionessemnticas coinciden. El estado dinmico de la red determina lo que larepresentacin local representa. Cuando la representacin no es local sinodistribuida, el estado dinmico de la red por s solo no determina lo que larepresentacin representa. Es necesario definir el conjunto de unidades sobre las queest distribuida la representacin y cmo lo est. Pero, una vez que esto est fijado,el contenido semntico de la representacin tambin lo est. Lo importante para elconexionismo es que por ningn lado surge la necesidad de recurrir a una sintaxis.

    Recapitulemos lo que venimos diciendo. Para el conexionismo, todarepresentacin mental es un estado particular de una variedad muy especial desistemas dinmicos que son los sistemas cognitivos. Y las redes conexionistas sonun buen modelo para analizar la estructura y dinmica de estos sistemas. Todarepresentacin mental, ya sea de tipo local o distribuido, consistira en tener tales ocuales unidades excitadas o inhibidas en cierto grado. Los estados de un sistemacognitivo son estados capaces de tener un contenido semntico. Tal contenidosemntico resulta ser una funcin, ms o menos compleja, de lo excitados oinhibidos que estn los nodos de la red que estructura al sistema. Los estados de unsistema cognitivo son representaciones mentales. Y algunas de esas representacionesmentales han de tener relevancia cognitiva, han de desempear un papel causal en laetiologa de la conducta.

    Contrariamente a la opinin de Fodor, las representaciones mentales para elconexionismo no son simplemente como "rocas" en las cabezas de los sujetos,"rocas" que mantienen ciertas relaciones causales y que misteriosamente sonportadoras de ciertos contenidos semnticos. Tambin tienen una estructurasemntica que a veces se solapa directamente con su estructura causal y otras vecesno.

    Podramos ahora pensar que cuando la semntica no se solapa directamentecon la causalidad, no obstante la causalidad tambin podra llegar a ser sensible yrespetar a la semntica. Este problema se considerara un problema del mismo tipoque el de coordinar la causalidad con la semntica en el computacionalismo clsico.En principio, nada parece impedir que al igual que la sintaxis orienta a la causalidaden el computacionalismo clsico, en el conexionismo sea la propia distribucin ycambios de los lesos lo que consiga el mismo efecto modulador. Por consiguiente, lasemntica tambin podra encontrar en el conexionismo un lugar natural a travs dela causalidad. Y las representaciones mentales del conexionismo simplementetendran una estructura semntica no simblica. Pero, como vamos a ver acontinuacin, las cosas no son tan sencillas.

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    6. Argumentos contra el conexionismo: la necesidad de admitir una sintaxiscombinatoria en las representaciones mentales

    A1 margen de reconocer una serie de virtudes obvias del conexionismo (granplasticidad con componentes estructurales muy simples, asombrosa capacidad deaprendizaje, enorme resistencia a ciertas alteraciones informacionales y fsicas,plausibilidad fisiolgica, etc.), el computacionalismo clsico rechaza que losmodelos conexionistas sean buenos modelos de nuestra mente. De acuerdo alcomputacionalismo clsico, los modelos conexionistas no conseguiran explicaralgunas caractersticas psicolgicas nucleares como las siguientes:

    * Sensibilidad de los procesos mentales a las propiedades semnticas de lasrepresentaciones.

    * Productividad de nuestro sistema representacional.

    * Eficacia causal de nuestros pensamientos en funcin del contenido semntico delas representaciones que intervienen en ellos.

    * Sistematicidad de las representaciones.

    En el computacionalismo clsico, hay una serie de explicaciones estndar deestos fenmenos. Examinmoslas brevemente.

    Unos pensamientos nos conducen a otros de acuerdo a sus contenidos. Enesto consiste la sensibilidad de los procesos mentales a las propiedades semnticasde las representaciones. Ya hemos indicado que cuando se dispone de unasemntica composicional basada en la sintaxis, y esa sintaxis se armoniza con lacausalidad, basta definir los procesos mentales en relacin con la "forma" de lasrepresentaciones para conseguir que las relaciones causales que constituyen losprocesos mentales sean sensibles a las propiedades semnticas de esasrepresentaciones.

    La sintaxis combinatoria implica la posibilidad de tener una semnticacomposicional basada en esa sintaxis y la posibilidad de definir procesos mentalessensibles a esa semntica haciendo que esos procesos sean sensibles a la estructurasintctica.

    Respecto de la productividad de nuestro sistema representacional, del hechode que el nmero de representaciones mentales sea potencialmente infinito, nosencontramos de nuevo con que la sintaxis combinatoria permite entender estoperfectamente. El carcter recursivo de sus reglas de formacin

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    hace que el nmero de representaciones mentales bien formadas carezca, enprincipio, de lmite.

    Ya se admita o no la productividad como un hecho acerca de nuestro sistemarepresentacional, es indudable que la sintaxis combinatoria implica la posibilidad detener un sistema representacional tremendamente productivo.

    Qu decir de la eficacia causal de nuestros pensamientos en funcin delcontenido semntico de las representaciones que intervienen en ellos? Hablar de estoes hablar, entre otras cosas, de la relevancia cognitiva de algunas representacionesmentales. De una relevancia cognitiva guiada por el contenido. Y hablar, tambin,del "curso de nuestros pensamientos". Pero, si ya hemos visto cmo los procesosmentales pueden ser sensibles al contenido, debe resultar claro cierto camino por elque un pensamiento podra llegar a tener eficacia causal en funcin de su contenidosemntico.

    Tener una sintaxis combinatoria capaz, por un lado, de servir de base a unasemntica composicional y capaz, tambin, por otro lado, de ser fsicamenteejemplificada a travs de propiedades fsicas causalmente eficaces implica, de algnmodo, poder tener pensamientos causalmente eficaces en funcin de su contenidosemntico.3 .

    Vayamos a la sistematicidad. Uno de los argumentos ms fuertes delcomputacionalismo clsico contra el conexionismo est basado en la supuestasistematicidad de las representaciones mentales. Fodor y Pylyshyn (1988), porejemplo, nos dicen:

    cognitive capacities always exhibit certain symmetries, so that the ability to

    entertain a given thought implies the ability to entertain thoughts with semantically

    related contents. We claim that such arguments make a powerful case that

    mind/brain architecture is not Connectionist at the cognitive level (p. 3).

    Veamos algunos ejemplos. Pensar que Marga quiere a Manolo parece implicarque ha de poder pensarse que Manolo quiere a Marga. Pensar que algo

    3 Esta explicacin tal vez sea la ms polmica de las que estamos comentando. Es

    cierto que la sintaxis permite armonizar la causalidad con la semntica. Ya hemos insistido en

    ello. El computacionalismo clsico confa en que "de algn modo" as pueda reivindicarse

    tambin la eficacia causal de lo mental en cuanto mental (en cuanto portador, entre otras cosas,

    de ciertos contenidos semnticos). Muchos sostienen que aqu hay un paso en falso. Que esaarmona no implica la eficacia causal de lo mental en cuanto mental. Que slo es compatible

    con ella. Pero que, asimismo, es compatible con un paralelismo psicofsico, e incluso con un

    epifenomenalismo. En lo que sigue, sin embargo, evitaremos esta importante discusin.

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    es marrn y cuadrado parece implicar que ha de poder pensarse que algo es marrn.Y tambin parece implicar que ha de poder pensarse que algo es cuadrado, etc.

    Los dos ltimos casos seran ejemplos de sistematicidad que admiten unaexplicacin idntica a la explicacin de la sensibilidad. El primer caso, sinembargo, es diferente. Pero nuevamente, una sintaxis combinatoria y una semnticacomposicional definida sobre ella permitiran entender cmo ciertos cambios en laestructura sintctica asignable a ciertos constituyentes pueden ocasionar cambios decontenido semntico en nuestras representaciones mentales complejas sin que secambien los contenidos semnticos de sus constituyentes sintcticos.

    Comparemos ahora todas estas explicaciones. Hemos dicho que funcionancomo argumentos del computacionalismo clsico contra el conexionismo,especialmente la ltima. Y tienen una lnea argumental muy semejante. En todasellas se repite una misma idea: debe haber algo en la estructura de lasrepresentaciones mentales tal que

    condicin l (condicin causal):

    sea capaz de tener cierta eficacia causal encadenndose apropiadamente con ciertaspropiedades fsicas, y

    condicin 2 (condicin semntica):

    sea capaz, tambin, de hacer que el contenido semntico de ciertas representacionesse relacione de ciertas formas peculiares con el contenido semntico de otrasrepresentaciones.

    No mantendremos ms el suspenso. Ese "algo" para el computacionalismoclsico son los constituyentes sintcticos conseguidos a travs de una sintaxiscombinatoria en armona con la causalidad.

    Con esos constituyentes sintcticos, podemos tener una semnticacomposicional y, con ella, las deseadas sensibilidad semntica, productividad,eficacia causal del contenido y sistematicidad.

    7. Soluciones vectoriales rechazadas: sumas/restas vectoriales y productos/descomposiciones tensoriales

    Hemos sealado, contra Fodor y otros computacionalistas clsicos, que en

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    el conexionismo las representaciones mentales tambin pueden ser objetossemnticamente estructurados, que no son simplemente como "piedras" causalmenteconectadas y con un misterioso contenido semntico.

    Una representacin mental puede ser un vector en un espacio de activacionesde cierto nmero de unidades que, a su vez, representan informaciones del entorno.

    Algunos autores conexionistas han intentado, a partir de aqu, recuperar algoparecido a los constituyentes sintcticos, algo capaz de satisfacer nuestrascondiciones anteriores 1 y 2 (la condicin causal y la condicin semntica).Smolensky (1987 y 1991) y Smolensky, Legendre y Miyata (1992), por ejemplo,sugieren que, sin tener que asumir ninguna estructura simblica basada en unasintaxis, podemos tener en las representaciones conexionistas una estructurasemntica composicional a travs de ciertas operaciones vectoriales.

    La solucin que se ofrece es doble. Podramos entender, por ejemplo, elconstituyente correspondiente ala representacin CAF como el resultado de restarvectorialmente la representacin TAZA SIN CAF de la representacin TAZACON CAF. Paralelamente, la representacin TAZA CON CAF resultara de lasuma vectorial de la representacin CAF y TAZA SIN CAF. Esta sera unasolucin vectorial basada en sumas y restas vectoriales. Como sealan Fodor yMcLaughlin (1990), la propuesta tiene algunos problemas de coherencia interna.Pero; sobre todo. tiene el problema de que, siguiendo esta estrategia, el constituyentecorrespondiente ala representacin de CAF que hemos conseguido sera diferentedel constituyente correspondiente a la representacin de CAF que obtuviramos siconsideramos otras representaciones como VASO CON CAF, JARRA CONCAF, etc. Entre todos esos constituyentes slo podra haber ciertos parecidos defamilia. Y con unos constituyentes de este tipo, tan sensibles al contexto, no seconsigue ver claro qu puede hacer que todos ellos se asocien a una mismarepresentacin, en nuestro caso ala representacin CAF, a una representacin cuyocontenido semntico determine composicionalmente el contenido semntico de otrasrepresentaciones complejas.

    El problema de tener una semntica composicional sin asumir una estructurasimblica en las representaciones persiste. La sensibilidad al contexto invalida elanterior intento de solucin. Pero an tenemos otra posibilidad. Esta vez basada enlos productos tensoriales entre vectores.

    Los productos sensoriales entre vectores dan lugar a nuevos vectores definidosen un nuevo espacio. Si, por ejemplo, u es un vector definido en un espacio de 3dimensiones cuyas componentes son < 1,0,1 >, y v es un vector definido en unespacio de 2 dimensiones que tiene como componentes < 0,1 > , el productotensorial uxv ser un nuevo vector definido en un espacio de 3x2

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    dimensiones cuyas componentes resultan ser < 1x0,1x1,0x0,0x1,lx0,lx1 >, lo quees igual a .

    Pongamos un ejemplo procedente de Fodor y McLaughlin (1990). Se trata derepresentar de manera conexionista palabras de cuatro letras ("casa", "mesa","moto", etc.). Nuestras unidades de entrada son de dos tipos. Unidades querepresentan las posiciones ordinales de las letras (primera letra de la palabra,segunda letra, etc.) y unidades que representan letras (letras que pueden llegar aocupar esas posiciones ordinales; letras como "c", "a", "m", etc.). La representacinde cada posicin ordinal ser un vector de activacin definido sobre las primerasunidades. La representacin de cada letra ser un vector de activacin definidosobre las segundas unidades. Hay tambin unas unidades intermediasrepresentando letras ocupando ciertas posiciones ordinales (la letra "c" ocupando laprimera posicin, la letra "a" ocupando la segunda posicin, etc.). Larepresentacin de estos hechos es un vector de activacin definido sobre estasunidades intermedias. El caso es que este ltimo vector resulta ser el productotensorial de los otros dos vectores anteriores. Y la representacin de una palabra decuatro letras en las correspondientes unidades de salida ser el vector de activacinque se obtenga al sumar todos esos productos tensoriales.

    Los constituyentes de nuestro ejemplo (letras ocupando determinadasposiciones) no son ya sensibles al contexto. Esto es muy importante. Adems,cierto producto tensorial podra as representar que Marga desempea el papel desujeto en la representacin consistente en que Marga quiere a Manolo. Y otroproducto tensorial podra representar que, en esa representacin, se desarrolla unaaccin de querer. Y otro que tal accin se dirige a Manolo. La suma vectorial deestas representaciones conducira a una representacin compleja con la mismaestructura que la que el computacionalismo clsico postula en las representaciones.Pero esta vez, sin ningn recurso a una sintaxis combinatoria.

    Fodor y McLaughlin (1990, p. 197) reconocen, hasta cierto punto, el valor deesta posibilidad conexionista:4

    It is, in fact, unclear whether this sort of apparatus is adequate to represent all

    4 Olvidando los detalles tcnicos de las operaciones vectoriales, hay un viejo deseosubyaciendo a todos estos intentos. Se trata siempre de obtener ciertas estructuras con

    relaciones de orden (representaciones de estructuras sintcticas, por ejemplo) a partir de otras

    estructuras sin relaciones de orden (por ejemplo, ciertas unidades o grupos de unidades

    conexionistas ms o menos activadas). Y, en realidad, formalmente no sera difcil

    conseguirlo si recordamos la idea quineana de que es posible definir, por ejemplo, < x,y >

    como { x, {x,y}}. As, es claro que < x,y > no sera lo mismo que .

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    the semantically relevant syntactic relations that Classical theories express by usingbracketing trees with Classical constituents [...] But we do not wish to press thispoint. For present polemical purposes, we propose simply to assume that eachClassical bracketing tree can be coded into a complex vector in such fashion that theconstituents of the tree correspond in some regular way to components of the vector.

    El problema, pues, no es ya conseguir una estructura composicional para lasrepresentaciones conexionistas. Sin embargo, desde el punto de vista delcomputacionalismo clsico, sigue existiendo un problema. Los componentestensoriales de un vector complejo, sus constituyentes, no tendran por qu ser vectoresreales de actividad actual en el sistema. Podran ser simplemente vectores "virtuales"o "imaginarios". No tienen por qu existir necesariamente en el sistema conexionistaunidades cuya actividad se asocie a esos constituyentes obtenidos mediante productostensoriales y sumas vectoriales. Cabe decir que esos constituyentes pueden ser tanirreales e inactuales como los meridianos y paralelos en la geografa terrestre. Esto tiene una importancia decisiva. Como nos dicen Fodor y McLaughlin (1990,pp.197-198):

    Smolensky's main strategy is, in effect, to invite us to consider the components oftensor product and superposition vectors to be analogous to the Classical constituentsof a complex symbol; hence to view them as providing a means by whichconnectionist architectures can capture the causal and semantic consecuences ofClassical constituency in mental representations. However, the components of tensorproduct and superposition vectors differ from Classical constituents in the followingway: when a complex Classical symbol is tokened, its constituents are tokened. Whena tensor product vector or superposition vector is tokened, its components are not(except per accidens). The implication of this difference, from the point of view of thetheory of mental processes, is that whereas the Classical constituents of a complexsymbol are, ipso facto, available to contribute to the causal consequences of itstokenings -in particular, they are available to provide domains for mental processes-the components of tensor product and superposition vectors can have no causal statusas such. What is merely imaginary can't make things happen, to put this point in anutshell [el nfasis que se hace de la expresin puesta entre parntesis es mo].

    En conclusin, las sumas y restas vectoriales nos ofreceran unos constituyentes noclsicos tremendamente sensibles al contexto. Pero con ello slo conseguimos algoque, aun siendo capaz de encadenarse de alguna manera con la causalidadsatisfaciendo nuestra anterior condicin causal 1, no es capaz de

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    satisfacer la condicin semntica 2 asegurando que los contenidos semnticos denuestras representaciones se relacionen de forma adecuada. Por otro lado, losproductos tensoriales nos ofreceran unos constituyentes no clsicos capaces ahora desatisfacer la condicin semntica 2, pero no la condicin causal 1. Esos constituyentespodran ser meramente virtuales o imaginarios y, as, no tener ninguna eficacia causalasegurada. Llegamos a un punto en el que parece imposible satisfacer a la vez las condiciones1 y 2, la condicin causal y la condicin semntica, fuera del marco ofrecido por unasintaxis. Pero, es realmente imposible? Considero el problema de la sensibilidad contextual difcilmente solucionable.Seguramente parte del contenido semntico de nuestras representaciones mentales, yde nuestras expresiones lingsticas, s sea contextualmente muy sensible. Pero otraparte de ese contenido semntico no puede serlo. El camino correcto no parece serste. Sin embargo, an queda otro camino. Y el caso es que el problema del carctervirtual o imaginario de los constituyentes obtenidos siguiendo la segunda estrategia noresulta tan definitivo como es presentado por el computacionalismo clsico. Una vezpercibido con claridad el problema, tambin est clara su solucin.

    8. Una respuesta conexionista: recuperacin de algn tipo de solucin vectorial ycomposicionalidad sin sintaxis combinatoria

    Si el problema fuera slo el de la posible virtualidad o sentido imaginario de esosconstituyentes no clsicos, sera slo un problema de diseo computacionalconexionista. Es cierto que los constituyentes no clsicos resultantes de un anlisistensorial pueden ser slo virtuales o imaginarios. Pero no tienen por qu serlonecesariamente. No tienen por qu ser necesariamente actuales, pero tampoco tienenpor qu ser necesariamente inactuales. Y entre ambos extremos, hay muchasposibilidades. La cuestin fundamental es que cuando no es necesario que algo sea de ciertaforma, si de hecho lo es, no tiene porqu serlo simplemente por accidente ("peraccidens") como maliciosamente sugieren Fodor y McLaughlin entre parntesis en eltexto anterior. Curiosamente, nos encontramos con algo enteramente similar si consideramos elcomputacionalismo clsico. Tampoco es necesario que existan propiedades fsicascapaces de permitir la ejemplificacin de las propiedades estructurales simblicas delas que habla el computacionalismo clsico, propiedades fsicas que adems, en elcaso de las representaciones mentales cognitivamente

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    relevantes, tengan la eficacia causal deseada en relacin con la etiologa de la accinintencional. Sin embargo, el computacionalismo clsico las postula. Y no cree queesto sea un asunto meramente accidental. No es necesario que existan, ni tampoco queno existan, pero el que existan permite explicar muchas cosas. Exactamente lo mismopodramos decir de esos constituyentes no clsicos que permiten ciertacomposicionalidad semntica sin basarse en ninguna sintaxis combinatoria. Laexistencia de mecanismos de actualizacin de esos constituyentes no clsicos, de losproductos tensoriales de los que hablbamos antes no es necesaria. Pero si existentales mecanismos, si las teoras conexionistas los postulan, podran tambin explicarsemuchas cosas.Creo conveniente detenernos algo ms en esto. No hay que confundir el problema delcarcter no necesario (no esencial, aadido) de la actualizacin de los constituyentesno clsicos, de esos productos tensoriales, con el problema del carcter no necesario(no esencial, aadido) de, por ejemplo, la sistematicidad de nuestros pensamientos enlos sistemas conexionistas. Son dos cuestiones diferentes que a veces se confunden. Efectivamente, debe haber caractersticas psicolgicas ms esenciales que otras. Y,si hacemos caso al computacionalismo clsico, algunas incluso pueden ser necesariaspara llegar a tener pensamientos como los nuestros. Tambin es cierto que debemosevaluar nuestros modelos cognitivos (clsicos, conexionistas, etc.) tanto en relacincon lo que pueden hacer como en relacin con lo que no pueden hacer. Segn esto, almenos respecto de cierta clase de representaciones mentales, la sistematicidad puedeser una de esas caractersticas psicolgicas muy esenciales que impiden ciertas cosas. A veces se ha criticado al conexionismo por no hacer de la sistematicidad algoesencial y necesario en este sentido. La sistematicidad no sera un fenmenoestructural sino, como mucho, el resultado biolgico de una seleccin natural. Tendrauna explicacin ms diacrnica que sincrnica. Sterelny (1990, cap. 8) recogeperfectamente algunas de estas crticas. Pero la solucin vectorial que hemos visto, lasolucin basada en los productos tensoriales, abre el camino a explicaciones tambinsincrnicas y estructural es de la sistematicidad. La sistematicidad en el conexionismopodra tambin ser vista como algo esencial y necesario dadas ciertas condiciones debase. Sin embargo, el problema de la actualizacin o no de los constituyentes noclsicos es distinto. Es distinto porque tampoco en el computacionalismo clsico haynada que garantice la existencia de propiedades fsicas capaces de ser tenidas por lasejemplificaciones de los constituyentes clsicos y de asegurarla eficacia causaldeseada. Simplemente se postulan. Y el conexionismo, por las mismas razones,tambin puede postular en sus modelos la existencia de mecanismos de actualizacinde ciertos constituyentes no clsicos, de los productos tensoriales,

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    apropiados. Es slo bajo postulaciones de este tipo, bajo esas condiciones de base,como la sistematicidad y otras caractersticas psicolgicas pueden convertirse enesenciales y necesarias. Ahora bien, si se establecieran esos mecanismos de actualizacin de losconstituyentes no clsicos, no tendramos ya todo lo que necesitamos para satisfacerlas dos condiciones 1 y 2, la condicin causal y la condicin semntica, queimponamos ms arriba a la estructura de las representaciones mentales? Efectivamente, parece que s. Conseguiramos satisfacer plenamente, segn vimos,la anterior condicin semntica 2 que el computacionalismo clsico impone a lasrepresentaciones mentales. Se podran representar estructuras sintcticas,constituyentes sintcticos como, por ejemplo, que Marga desempea el papel desujeto en cierta representacin. Y, al tener la representacin mental de un coche rojo,por ejemplo, se podra tener siempre una representacin mental de un coche.Representar algo entraara siempre poder representar los constituyentes clsicos de larepresentacin y lo que esos constituyentes representan. Y esta posible solucin al problema de la virtualidad tambin garantizara una plenasatisfaccin de la condicin causal 1. A1 ejemplificarse al modo conexionista unarepresentacin compleja, esa ejemplificacin siempre podra estar causalmenteconectada conciertas ejemplificaciones de sus constituyentes capaces de desarrollar laeficacia causal deseada. Esto ltimo ocurrir en otros lugares del sistema, acasotambin en otros momentos. Pero no importa. Siempre que se necesite, se podr teneresa eficacia causal. Con esos constituyentes no clsicos, capaces de hacer lo mismo que losconstituyentes clsicos, podemos tener cierta semntica composicional y, con ella, lasdeseadas sensibilidad semntica, productividad, sistematicidad y eficacia causal delcontenido. Pero, qu composicionalidad sera sta? Por supuesto, unacomposicionalidad no clsica. Recientemente, van Gelder (1990 y 1993) la hallamado composicionalidad funcional. En el caso de las representaciones mentales, existe una composicionalidadfuncional cuando hay procedimientos efectivos para (1) producir una representacinmental compleja dados sus constituyentes y para (2) descomponer una representacinmental compleja en sus constituyentes. La composicionalidad clsica exigira,adems, (3) que cualquier ejemplificacin de una representacin mental complejacontenga ejemplificaciones de sus constituyentes. Pero bastaran los dos primerosrequisitos, junto ala posibilidad mencionada antes de actualizar, siempre que seprecisen, los constituyentes de las representaciones mentales complejas, para tenertodo lo necesario a fin de explicar la sensibilidad semntica de los procesos mentales,la productividad de nuestros

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    pensamientos, la eficacia causal del contenido y la sistematicidad. Por consiguiente, podramos tener una semntica composicional sin tenerestrictamente una sintaxis combinatoria en el sentido clsico y sin tener constituyentessintcticos clsicos. Las representaciones mentales pueden tener una estructura y tenerunos constituyentes (y poder as representar estados de cosas complejos yestructurados; por ejemplo, sentencias de un lenguaje) sin que esa estructura seasimblica y est basada en una sintaxis combinatoria.

    9. Redefiniendo las clases de cosas que pueden ser ejemplificaciones de lasrepresentaciones mentales: los smbolos reconstituidos

    Pero hemos llegado a una situacin en la que bastara muy poco para volver a tenerlas representaciones mentales con una estructura simblica del computacionalismoclsico. Bastara tan poco como reconocer que, aunque la ejemplificacin de unarepresentacin compleja requiera que se ejempliquen sus constituyentes sintcticosclsicos, estas ltimas ejemplificaciones no necesitan, en ningn sentido claro preciso,ser distinguibles como parte de las primeras ejemplificaciones. El computacionalismo clsico exige no slo que las representaciones complejastengan constituyentes sino, como acabamos de decir al comparar lacomposicionalidad clsica con la composicionalidad funcional, que esosconstituyentes se ejemplifiquen al ejemplificarse esas representaciones complejas. Veamos a continuacin cmo podemos volver a tener, a partir de losconstituyentes no clsicos que nos ofrece el conexionismo, los constituyentes clsicosy, con ellos, los smbolos clsicos. Comencemos admitiendo que tenemos unasolucin al problema de la virtualidad de los constituyentes no clsicos. Admitamos,por tanto, que tenemos un mecanismo de actualizacin tal que, en virtud de ciertascaractersticas del vector de activacin correspondiente a una representacincompleja, siempre pueda entrar en el juego causal una actualizacin de susconstituyentes no clsicos. Asumiendo que todo smbolo clsico es un consituyenteclsico y viceversa, podemos redefinir ahora la clase de ejemplificaciones de unsmbolo clsico as:

    Los smbolos clsicos reconstituidos

    Algo pertenece a la clase de cosas que ejemplifican un smbolo clsico si y slo sies una ejemplificacin de cierto constituyente no clsico o es una ejemplificacin dealgo representable mediante un vector de activacin cuya

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    descomposicin tensorial produzca ese constituyente no clsico. Al ejemplificarse al modo conexionista una representacin compleja, siempre seejemplificarn ahora sus constituyentes clsicos. Estas ejemplificaciones no sern, enmuchos casos, identificables de manera clara y precisa como "parte de" lasejemplificaciones de las representaciones complejas. Pero esto no importa mucho. Afin de cuentas. tampoco en nuestros lenguajes naturales, cuando son hablados yescritos, las ejemplificaciones de los constituyentes clsicos, de ciertos smbolosclsicos, son identificables de manera clara y precisa como "parte de" lasejemplificaciones de las expresiones complejas. No hace falta poner ejemplos. Desde un punto de vista clsico lo nico importante debera ser que alejemplificarse representaciones complejas se ejemplifiquen sus constituyentessintcticos y que esos constituyentes tengan la apropiada eficacia causal. La relacin"parte de" es una relacin ambigua. Entre los constituyentes y las representacionescomplejas s ha de darse tanto una relacin de inclusin como una clara y precisarelacin de "parte de". Pero entre las ejemplificaciones de los constituyentes y lasejemplificaciones de las representaciones complejas slo tiene que darse una relacinde inclusin. No es necesaria ninguna clara y precisa relacin de "parte de". Pedir mshara imposible que nuestros lenguajes naturales tuvieran una sintaxis combinatoria yuna semntica composicional. Y, en gran medida, la tienen. Con la anterior redefinicin de lo que pueden ser ejemplificaciones de un smboloclsico, volvemos a tener representaciones mentales con una estructura simblica.Volvemos a tener una estructura caracterizable mediante una sintaxis. Volvemos atener reconstituidos los smbolos del computacionalismo clsico. La pregunta grave einquietante que surge a continuacin es: dado el mximo grado de generalidad y defuncionalismo de las descripciones computacionales clsicas, sern, entonces, lossistemas representacionales conexionistas slo implementaciones de los sistemasrepresentacionales clsicos?

    10. El camino de la integracin

    Voy a intentar defender ahora que, a pesar del resultado que hemos alcanzado, apesar de la anterior redefinicin de los smbolos clsicos, los sistemasrepresentacionales conexionistas (y tal vez tambin otros sistemas representacionalescon una estructura ni clsica ni conexionista, sistemas de los que no hemos habladoaqu) no son slo implementaciones de los sistemas representacionales clsicos.

    Mi argumento va a ser muy esquemtico. Pero, aunque podra desarrollarse

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    con muchos ms detalles, considero que su plausibilidad inicial es suficientementefuerte. El argumento tiene dos fases diferenciadas. En la primera, llamar la atencinsobre el carcter limitado de las observaciones anticonexionistas delcomputacionalismo clsico. Sus observaciones, las observaciones que hemos estadoindicando en otros apartados, slo son pertinentes, respecto de una clase muyparticular de representaciones mentales. En la segunda fase, argumentar que lasestructuras clsicas son muy condicionales. Argumentar que es plausible suponerque, a menos que algunas representaciones mentales tengan determinadas estructurasno clsicas, las representaciones mentales relevantes para el computacionalismoclsico no podrn tener la estructura clsica supuesta. En una palabra, voy a argumentar que la estructura clsica de las representacionesmentales1) no tiene por qu ser la estructura caracterstica de todas las representacionesmentales, y

    2) es una estructura tremendamente condicional.

    Comencemos con la primera fase. A1 principio de este trabajo, sealbamos quelas representaciones mentales podan ser muy variadas. Aparte del tipo de estructuraque tengan, pueden desarrollarse a un nivel conceptual o subconceptual. Y puedentener o no una relevancia cognitiva. El nivel conceptual o subconceptual dependa dela posibilidad de reducir o no su contenido semntico a un contenido expresable en ellenguaje de la fsica (en alguna extensin razonable de este lenguaje). La relevanciacognitiva tena que ver con la eficacia causal de las representaciones mentales en laetiologa de ciertas conductas consideradas acciones intencionales. Pues bien, lascaractersticas psicolgicas que el computacionalismo clsico considera nucleares(sensibilidad, productividad, eficacia causal y sistematicidad) no parecencaractersticas necesarias, en todo caso, ms que respecto de un subgrupo muyparticular de representaciones mentales, respecto de las representaciones mentalesdesarrolladas a nivel conceptual y con una relevancia cognitiva. No quiero extenderme en ejemplos, pero no veo por qu nuestro sistemarepresentacional interno ha de ser productivo y sistemtico respecto derepresentaciones mentales con contenidos semnticos desarrollados a un nivelsubconceptual, contenidos semnticos consistentes, por ejemplo, en cosas como que latemperatura de la habitacin est ahora mismo subiendo.Respecto de la productividad, ya se ha dicho mucho. La productividad de lasrepresentaciones desarrolladas a un nivel conceptual parece estar avalada por

  • ANLISIS FILOSFICO 161

    la productividad de nuestros lenguajes. Pero incluso aqu, la productividad de lasrepresentaciones parece tener serios lmites. La subordinacin y la repeticin deoperadores epistmicos, por ejemplo, fcilmente llevan la comprensin a un techodifcil de remontar. Y esto obliga a distinguir la productividad de los lenguajespblicos de la productividad de nuestros sistemas representacionales internos. Pero, siesto ocurre con las representaciones desarrolladas a un nivel conceptual, por qusuponer una productividad en las otras, en las desarrolladas a un nivel subconceptual? Respecto de la sistematicidad, Fodor y Pylyshyn (1988, pp. 39 -40), por ejemplo,nos dicen:

    It is not, however, plausible that only the minds of verbal organisms are systematic.

    Think what it would mean for this to be the case. It would have to be quite usual to

    find, for example, animals capable of representing the state of affairs aRb, but

    incapable of representing the state of affairs bRa. [...] In consequence, such animalswould be unable to learn to respond selectively to bRa situations. (So that, though you

    could teach the creature to choose the picture with the square larger than the triangle,

    you couldn't for the life of you teach it to choose the picture with the triangle larger

    than the square.)

    It is, to be sure, an empirical question whether the cognitive capacities of intraverbal

    organism are often structured that way, but we're prepared to bet that they are not.

    Pero en mi opinin, y a pesar de la gran liberalidad con la que se caracteriza aqusistematicidad, Fodor y Pylyshyn estn destinados a perder esta apuesta. Un animalpuede ser sensible a formas cuadradas ms grandes que el resto de las formas de suentorno sin tener que ser sensible a formas triangulares ms grandes que el resto de lasformas presentes en su entorno, ni a formas circulares ms grandes que el resto de lasformas del entorno, etc. Puede ser, simplemente, indiferente a cualquier forma quehaya en su entorno salvo a las formas cuadradas que pueda haber cuando stas seanms grandes que las restantes. No hay nada de extrao en esto. Y no hace falta muchaciencia para descubrirlo. Para la mayora de los animales no humanos, la relevanciaque ciertos aspectos del entorno tienen para un sistema cognitivo no es en general

    sistemtica. As, al animal slo se le podra ensear a responder a situaciones dondehaya un tringulo ms grande que un cuadrado porque distingue situaciones dondehay un cuadrado ms grande que el resto de las formas del entorno de cualquier otrasituacin.5 Pero, esto no es propiamente sistematicidad. Y lo mismo ocurre, en

    5 Por supuesto, eso es una idealizacin. Sin embargo, los casos empricos reales estn

    ms cerca de esta idealizacin que de la que suponen Fodor y Pylyshyn.

  • 161 MANUEL LIZ

    muchas ocasiones, con nuestro propio sistema cognitivo y sus criterios de relevancia.Sobre todo, en relacin con las representaciones mentales desarrolladas a un nivelsubconceptual. No veo claro, pues, por qu nuestro sistema representacional debe ser productivo ysistemtico respecto de todas las representaciones mentales. Y tampoco veo claro porqu todas las representaciones mentales han de tener una eficacia causal en funcin desu contenido, y los procesos mentales en los que intervienen deben ser sensibles aesos contenidos. Las representaciones mentales sin relevancia cognitiva tienen unaeficacia causal muy heterognea. La sensibilidad al contenido puede mezclarse conotros muchos ingredientes e, incluso, puede estar completamente ausente. Puede que la productividad y la sistematicidad tengan ms que ver con nuestroslenguajes pblicos naturales que con nuestros sistemas representacionales internos. Yque slo cuando nuestras representaciones mentales sean irreductiblementecaracterizables a travs de expresiones de esos lenguajes pblicos naturales, comoocurre tpicamente con las representaciones desarrolladas a un nivel conceptual, suproductividad y sistematicidad tiendan a proyectarse sobre nuestros sistemasrepresentacionales internos. Y puede que la sensibilidad y la eficacia causal delcontenido slo sean necesarias cuando lo que est en juego sea una, ms o menosinmediata, conducta deliberada. En general, el "curso de nuestros pensamientos" separece ms a una libre asociacin de ideas que a un razonamiento guiado por elcontenido. Siempre supone un esfuerzo guiar nuestros pensamientos de manera"racional". Lo raro es hacerlo. En cuanto nos salimos de las representaciones mentales desarrolladas a un nivelconceptual y con relevancia cognitiva, los argumentos clsicos contra elconexionismo pierden fuerza. Entremos ya en la segunda fase de nuestro argumento. A todos nos son familiareslos argumentos externalistas en filosofa del lenguaje respecto de la determinacin delcontenido semntico. Y tambin la utilizacin de estos argumentos externalistas enfilosofa de la mente y ciencias cognitivas. Ciertas consideraciones fcticas ycontrafcticas sobre las situaciones reales externas a los sujetos (su entorno lingsticoy no lingstico) son decisivas a la hora de identificar y asignar determinadoscontenidos semnticos a sus pensamientos. En una Tierra Gemela sin H20 no sepueden tener pensamientos acerca del agua, los "cerebros-en-una-cubeta" tampocopueden tener pensamientos acerca del agua, etc. Pero, si estos planteamientos son correctos, tambin ciertas consideraciones fcticasy contrafcticas sobre las situaciones reales internas a los sujetos podran ser decisivasa la hora de identificar y asignar a sus pensamientos determinados contenidossemnticos. Es ms, y esto es lo importante, aunque los argumentos externalistas nofueran correctos aplicados a los entornos de los sujetos y el individualismopsicolgico fuera totalmente defendible, los argumentos externalistas aplicados dentro

  • ANLISIS FILOSFICO 163

    de los sujetos podran aun ser correctos. Podemos imaginarnos muchas situacionesinternas a los sujetos en las que se satisfaga una determinada descripcincomputacional clsica pero, a pesar de ello, no podamos asignar a las representacionesmentales los contenidos semnticos deseados. Las cosas pueden ir aqu mal incluso aun nivel tan bsico como el de las representaciones primitivas. La semnticacomposicional slo funciona bien cuando las representaciones mentales primitivastienen los contenidos semnticos correctos. Y esto no slo depende del entorno.Tambin puede depender de las estructuras no simblicas de nuestro sistemarepresentacional, de sus estructuras conexionistas o, incluso, de otras estructuras niclsicas ni conexionistas. De la misma manera que imaginar o descubrir que no hay H 20 en una TierraGemela nos fuerza a no atribuir pensamientos acerca del agua o, al menos, a sersumamente precavidos al hacerlo, imaginar o descubrir dentro de un sujeto estructurasinformacionales o causales muy diferentes de las nuestras, incluso soportes materialesmuy distintos del nuestro, debe hacernos ser muy cautos a la hora de atribuirpensamientos como los nuestros. Esto no es ---chauvinismo- ni "provincianismo".Podemos poner algo en entredicho y acabar aceptndolo plenamente. Se tratanicamente de dar ms importancia a ciertos detalles. Donde resulta ms clara la gran importancia de algunos pequeos detalles de estetipo es en el caso de las psicopatas cognitivas. Podemos interpretar todas laspsicopatas simplemente como "cubetas" computacionales o materiales en nuestramente/cerebro. Dando la vuelta al ejemplo de los "cerebros-en-un cubeta", aplicandolos argumentos externalistas dentro de los sujetos, podemos decir que mientras no seaplausible suponer que no tenemos "cubetas", computacionales o de otro tipo, ennuestra mente/cerebro, no podremos asegurar que las estructuras simblicas clsicasconsiguen describir adecuadamente nuestras representaciones mentales. La estructurasimblica que postula el computacionalismo clsico es realmente una estructura muycondicionada. Los sistemas conexionistas, y otros sistemas representacionales ni clsicos niconexionistas, no pueden entenderse slo como implementaciones de los sistemascomputacionales clsicos. Son algo ms. Muchos de ellos podran ser condicionesnecesarias para que las representaciones mentales tuvieran una estructura simblicaclsica. Y si hay algo claro sobre las implementaciones es esto: una implementacinnecesaria deja de ser ya nicamente una implementacin. Lo importante es que el esquemtico argumento en dos fases que acabamos deaplicar al computacionalismo clsico podramos volver a aplicarlo a las propiasestructuras conexionistas; e incluso, seguramente, a otras estructuras

  • 164 MANUEL LIZ

    que no sean ni clsicas ni conexionistas. Y, con ello, quedara seriamente puesta encuestin la tesis de la estructura caracterstica que nos propusimos analizar alcomienzo del presente trabajo. En conclusin, existen buenas razones para afirmar que las representacionesmentales en general no tienen ninguna estructura caracterstica, ninguna estructurapeculiar y especfica que deba ser exigida de manera esencial a todas lasrepresentaciones mentales en general. O, al menos, si algunas la tienen, no hayrazones para suponer que la tienen de manera incondicionada. Ms concretamente, laestructura simblica basada en relaciones sintcticas de algunas representaciones

    mentales slo surge bajo una serie ce condiciones muy especiales entre las que

    habra que incluir el que esas representaciones mentales tambin tengan otras

    estructuras no simblicas.

    11. Balance final

    * El computacionalismo clsico y el conexionismo no eliminativista aceptan lasrepresentaciones mentales como entidades psicolgicamente reales que tienen unaestructura caracterstica, una estructura esencial generalizable al conjunto total de lasrepresentaciones mentales.

    * Para el computacionalismo clsico, esa estructura es una estructura simblicabasada en una sintaxis combinatoria y en una semntica composicional definida atravs de esa sintaxis. Para el conexionismo, se trata de una estructura basada enrelaciones de conectividad causal y en relaciones semnticas que no requierenninguna sintaxis.

    * En oposicin a esta tesis de la estructura caracterstica de las representacionesmentales que comparten tanto el computacionalismo clsico como el conexionismo, yque es responsable del abismo que a veces se establece entre ambos, he defendido quelas representaciones mentales en general no tienen de manera esencial ningunaestructura caracterstica.

    * Las representaciones mentales pueden ser de muchos tipos. Aparte de la estructuraque se les adscriba, pueden desarrollarse a un nivel conceptual o subconceptual. Ypueden ser cognitivamente relevantes o no serlo. Estas distinciones son muy obvias,pero tienen una importancia enorme cuando nos preguntamos por la estructura de lasrepresentaciones mentales. Olvidarlas hace que parezca plausible la tesis de laestructura caracterstica.

  • ANLISIS FILOSFICO 165

    * Una condicin necesaria para que sea posible analizar algunas representacionesmentales, sobre todo las desarrolladas a un nivel conceptual y que tienen unarelevancia cognitiva, como teniendo una estructura simblica clsica es que esasrepresentaciones mentales tambin puedan ser analizadas como teniendo otrasestructuras no simblicas.* No es cierto que todas las representaciones mentales deban tener esencialmente unaestructura caracterstica; una estructura, por ejemplo, simblica clsica. Ms bienocurre lo siguiente: slo algunas representaciones mentales tienen esa estructuraclsica en una serie de condiciones no clsicas. La tesis de la estructura caractersticaes rechazable.* Esto obliga a considerar los sistemas conexionistas como algo ms que simplesimplementaciones de los sistemas clsicos. Es necesaria una integracin de ambostipos de sistemas.

    * Y es posible tal integracin si tenemos en cuenta otras formas no clsicas decomposicionalidad, capaces de satisfacer sin recurrir a una sintaxis las funcionessemnticas asociadas a los constituyentes clsicos, y la posibilidad abierta deestablecer mecanismos de actualizacin de los constituyentes no clsicos asobtenidos a fin de que sean capaces de asegurar la eficacia causal deseada.

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    FACULTAD DE FILOSOFA - UNIVERSIDAD DE LA LAGUNASANTA CRUZ DE TENERIFE - ESPAA

    ABSTRACT

    Some of the more representative recent issues in cognitive sciences share the thesis that all

    mental representations must have in an essential way soma determinate and specific structure.

    For Classical Computationalism that structure must be symbolic and it is based on relations of

    constituency obtained through a syntax. Non-eliminativist Connectionism rejects the appeal of a

    syntax. It postulates only causal relations of connectedness and, perhaps, some sort of semanticalrelationships other than the ones posited by Classical Computationalism. In this paper, I examine

    both positions defending that it is not necessary for mental representations in general to have any

    determinate and specific structure. Moreover, I argue that the symbolic structure that some

    mental representations seem to have only emerged under a set of very special conditions among

    which it must be included the fact that these mental representations have other non-symbolic

    structures. In order to show that, the acknowledge of the great variety of mental representationsand the possibility to apply some externalist arguments also inside the subjects are crucial. In the

    end, we are carried very far from mere implementationism. W e are carried toward the need of

    integrated Symbolic-Connectionist-Neurological theories of higher cognition.