LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

6
LA INDUMENTARIA TRADICIONAL, LA JOYERÍA Y LOS BAILES DE IBIZA Y FORMENTERA SUSANA CARDONA TORRES Foto José Torres And iñá. A ños 50. Baile nupcial. Las caracter ísticas geográficas y cli- máticas propias de tierras mediterrá- neas, marcadas por relieves acci- dentados y predominio de espacios con zonas destinadas a los cultivos de secano limitaban la capacidad de trabajo y de desarrollo de la socie- dad tradicional. Había una econo- mía familiar basada en el autoabas- tecimiento , a partir del trabajo de la t ie rra , con unos medios y un nivel t ecnológico muy rud imentarios hasta las primeras décadas del siglo XX. En todas las casa s, según la edad y el sexo de los miembros de la famili a, se distri- buían el trabajo d iar io , los hom- bres se encarga- ban del campo y la s mu jeres de mantener la casa y del cuidado de los hijos . La con- fección de ropa y de calzado se incluía entre las act ividades que se debían llevar a cabo . Era una tarea labor iosa que real izaban , especialmente al atardecer después de haber atendi- do el trabajo. Las fibras más comu- nes para la elaboración de tejidos eran la lana, el lino, el cáñamo y pos- teriormente el algodón, cultivados normalmente en la propia casa. Las mujeres trasquilaban las ovejas, hilaban, tejían, bordaban y confec- cionaban la ropa de toda la familia. Teñían las telas con materias natu- rales como cortezas de granadas , cortezas de pino... o bien las blan- queaban dejándo las en remojo, con agua hirviendo y una especie de lejía o ceniza obtenida a partir de la combust ión de cáscaras de almen- dras, en unos recipientes de barro llamados coss is. Tanto en Ibiza como en Formente- ra había tejedores en los pueblos, que se encargaban de confeccionar telas toscas y rudimentarias para hacer vestidos, sábanas o toallas . En el sentido estricto de la palabra, no había una especialización en el oficio de tejedor, genera lmente eran los propios campes inos que dispon í- an de telares que, los trabajaban como actividad complementaria. En documentación de los siglos XV y XVI se reg istra tamb ién la entrada de tejidos procedentes de diversos puntos del Mediterráneo , a los cuales debía acceder en primer lugar la población de Vi/a, la única ciudad y el único núcleo de pobla- ción agrupada en Ibiza, aprovechán- dose mejor del comercio exterior que los habitantes de las zonas rura- les y con mayor acceso a las nuevas modas, que con el tiempo se irían imponiendo. Las comunicaciones en el interior de las islas eran muy precarias y las comun icac iones exte rnas con la península y con Ma llorca no se comenzaron a regularizar hasta mediados del siglo XIX. La instala- 81

Transcript of LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

Page 1: LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

LA INDUMENTARIA TRADICIONAL,LA JOYERÍA Y LOS BAILES DE IBIZAY FORMENTERA

SUSANA CARDONA TORRES

Foto José Torres And iñá. Años 50. Baile nupci al.

Las caracter ísticas geográficas y cli­máticas propias de tierras mediterrá­neas , marcadas por relieves acci­dentados y predominio de espacioscon zonas destinadas a los cultivosde secano limitaban la capacidad detrabajo y de desarrollo de la socie­dad tradicional. Había una econo­mía familiar basada en el autoabas-

tecimiento , a partirde l trabajo de lat ie rra , con unosmedios y un niveltecnológico muyrud imentarioshasta las primerasdécadas del sigloXX.

En todas l a scasa s , según laedad y el sexo delos miembros dela familia, se distri­buían e l trabajodiario , los hom­bres se encarga­ban del campo yla s mujeres demantener la casay de l cu idado delos hijos . La con­fección de ropa yd e calzado seincluía entre lasact ividades quese debían llevar acabo . Era unatarea labor iosaque real izaban ,especia lmente al

atardecer después de haber atendi­do el trabajo. Las fibras más comu­nes para la elaboración de tejidoseran la lana, el lino, el cáñamo y pos­ter iormente el algodón, cultivadosnormalmente en la propia casa. Lasmujeres trasquilaban las ovejas ,hilaban, tej ían, bordaban y confec­cionaban la ropa de toda la familia.

Teñían las telas con materias natu­rales como cortezas de granadas ,cortezas de pino... o bien las blan­queaban dejándo las en remojo, conagua hirviendo y una especie delejía o ceniza obtenida a partir de lacombust ión de cáscaras de almen­dras, en unos recipientes de barrollamados coss is.

Tanto en Ibiza como en Formente­ra había tejedores en los pueblos ,que se encargaban de confeccionartelas toscas y rud imentarias parahacer vestidos, sábanas o toallas .En el sentido estricto de la palabra,no había una especialización en eloficio de tejedor, genera lmente eranlos propios campesinos que disponí­an de telares que , los trabajabancomo actividad complementaria.

En documentación de los siglosXV y XV I se reg istra también laentrada de tejidos procedentes dediversos puntos del Mediterráneo , alos cuales debía acceder en primerlugar la población de Vi/a, la únicaciudad y el único núcleo de pobla­ción agrupada en Ibiza, aprovechán­dose mejor del comercio exter iorque los habitantes de las zonas rura­les y con mayor acceso a las nuevasmodas , que con el tiempo se iríanimponiendo.

Las comunicaciones en el interiorde las islas eran muy precarias y lascomun icaciones externas con lapenínsula y con Ma llorca no secomenzaron a reg ula riza r hastamediados del siglo XIX. La instala-

81

Page 2: LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

NARRIA

INDUMENTARIA FEMENINA

El vestido femenino es testimonio deuna sociedad tradicional en la que elconcepto del honor era de sumaimportancia . En las zonas rurales lavestimenta fue evolucionando lenta­mente, ajena a los cambios en lamoda que se producen en distintaszonas europeas.

Las mujeres, que estaban bajo laestricta vigilancia paterna y condi­cionadas en general por la autoridadmasculina, escondían las formas desu cuerpo bajo las ropas. Los vesti­dos eran largos, ceñidos bajo elpecho con amplios faldones ahueca­dos, llevando sólo visibles el rostro ylas manos.

Algunas importantes descripcio­nes de la indumentaria en nuestrasislas son de finales del siglo XIX demano de los primeros viajeros ilus­trados, como el archiduque Luis Sal­vador de Austria y Gastan Vuillier ,que fueron testimonios de la vida ylas costumbres que tenía la pobla­ción pitiusa.

La indumentaria femenina másantigua (la gonel/a negra o gonel/a

Foto Museo de Etnografía. Detalle bordado camisa antigua.

mujeres que para mejorar la econo­mía doméstica hacían calcetines ,cosían o bordaban.

A mediados del siglo XX, la irrup­ción de l turismo transformó unasociedad basada en una economíaque dependía de la actividad agrariae influyó en el progresivo abandonode la indumentaria tradicional feme­nina (los hombres fueron 'abando­nando las antiguas ropas desdeprincipios del siglo XX). Aún hoy, aprincipios del siglo XXI el vestidofemenino, aunque condenado a des­aparecer por completo , perdura

Foto Museo de Etnografía. Corsé empleado para ahuecar el vestido femenino.

ción de líneas regulares de transpor­te marítimo ofrecieron una oportuni­dad de mejorar las condiciones eco­nómicas y sociales en las Pitiusasrepercutiendo sensiblemente en elsector textil. Se crearon una serie depequeñas industrias, de carácterartesana l, encaminadas a cubrir lademanda loca l. Desde finales delsiglo XVIII en la ciudad formaban ajóvenes como artesanos en la fabri­cación de calzado o sombreros ,complementos que normalmente seimportaban de diversos puntos deMallorca o de Menorca, donde lasindustrias textiles y de calzado des­arrollaban una importante actividad.

La instalación en 1885 de la prime­ra línea marítima regular entre Ibizay Barcelona influyó en nuestras islasy de forma particular en las activida­des textiles. Comienzan a llegar deforma regular mejores tejidos, comoel terciopelo o las gasas, que pue­den adquirirse en pequeños comer­cios de la ciudad . Los tej idos dealgodón, más baratos y más ligeros,se utilizarán en la confección de ves­tidos. El algodón tuvo una importan­te repercus ión en Ib iza , que loexportaba como materia prima y loimportaba una vez hilado para serdistribuido en telares domésticos. Lapequeña industria algodonera dis­ponía en la ciudad de una mano deobra barata, explotando el trabajo de

82

todavía en el ámbito rural y es posi­ble ver todavía algunas ancianasacudiendo a misa ataviadas con eltraje tradicional ibicenco.

Page 3: LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

NARRIA

Foto Una Sansano. Diferentes modelos de espardeñas.

Foto Museo de Etnografía. Detalle bordado manga jubón.

larga trenza al final de la cual sesalia llevar un vistoso lazo.

Otro complemento imprescindibleen la indumentaria femenina era eldelantal. El más antiguo conocido, eldavantal de mostra que se utilizabacon la gonella negra confeccionadocon lana y lino, era largo hasta lospies y con toda la parte superior bor­dada con motivos geométricos. Pos­teriormente se comenzaron a llevardelantales cortos, hechos con telasfinas como la seda y ocasionalmen­te con pequeños bordados, aunquepara uso cotidiano se seguían utili­zando largos y de telas sencillascomo el algodón u otras más resis­tentes .

Las muchachas jóvenes, en edadde cortejar siempre lucían ropas decolores vistosos, predominando lasgamas de azules, verdes y marro­nes, y complementaban sus vesti­dos con un conjunto de joyas pecto­rales: las emprendadas .

En todas las procesiones religio­sas las mujeres llevaban una manti­lla blanca con una cenefa negra,denominada mantellina. Esta tradi­ción fue desapareciendo a finales delos años 30 y sólo se conservó en elpueb lo, Sant Miquel de Balanzat ,cuyas mujeres aún hoy después deabandonar la vest imenta tradicional,continúan usando la mantellina en laprocesión del jueves santo.

El cuerpo se cubría con mantones,inicialmente de color blanco y conbordados , hasta que se va impo­niendo un tipo de mantón con flecos ,que se ceñia al pecho.

La cabeza siempre se llevabacubierta, al principio con una espe­cie de gorrito denominado cambuix(semejante al rebocillo, aunque nohay que confundirlo), que se cubriacon sombreros de fieltro adornadoscon flores y finalmente se acostum­braban a poner pañuelos de sedaabrochados bajo la barbilla. El pelosiempre se llevaba recogido con una

de burell), que recuerda la estéticade la túnica renacentista, esta docu­mentada con anter ior idad al sigloXVIII, aunque los recientes estudiosdel Archivo de Protocolos Notaria­les, confirma una mayor antigüedadsecula r de multitud de piezas. Losvestidos o gonellas se confecc iona­ban con tejidos de lana y lino y esta­ban formados por un cuerpo sinmangas al que se añadia una faldarecta , ligeramente ajustada , conunas acanaladuras en la parte pos­terior que se conseguian remojandola tela, prensándo la con una piedra ydejándo la secar al sol. La introduc­ción de nuevos tej idos , especial­mente a partir del siglo XIX, hacenevo lucionar e l vest ido dándolemayor volumen. Progresivamentese abandona el uso de tejidos lana ylino y las fa ldas se hacen másanchas, manteniendo la parte trase­ra plisada, con tejidos más ligeros yse les da amplitud llevando numero­sas enaguas bordadas. Esta nuevamodalidad de vestido se conocecomo gonella blanca o gonella decolor, según el color de las faldas.

Inicialmente se llevaban mangaspostizas y ajustadas, decoradas conbordados en punto de cruz, pero conla introducción de los nuevos vesti­dos se comienzan a llevar jubonescon amplias mangas ajustadas sóloen las muñecas.

83

Page 4: LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

NARRIA

Foto Puget. Archivo de Imagen y Sonido. Prin­cipios siglo XX. Bailando.

sistía en un gran crucifijo central (sacreu) , decorado con detalles de fili­grana y numerosos colgantes, bajoel cual se disponía un medallón (sajoia) con imágenes religiosas, enambas caras, protegidas por un cris­tal. Los motivos decorativos sonsimilares a los de los crucifijos aun­que destaca la filigrana que rodea laimagen central. Ambas piezas secolgaban del cuello , sobrepasandola cintura, y se complementaban conun conjunto de cadenas o cordonci­llo, situadas a la altura de los hom­bros mediante broches, y un conjun­to de collares o collarets confeccio­nados a partir de cuentas de formabitroncocónica, abrochados sobrelos hombros. S'edrec fue el últimoelemento utilizado, de forma excep­cional, para completar la emprenda­da. Era un pequeño crucifijo de oro ycristales , o excepcionalmente pie­dras semipreciosas, que se disponíaen el lado izquierdo del pecho, sobreel corazón.

Se supone que el origen del usode estas joyas eran grandes rosa­rios de plata y cuentas vidriadas, deazabache o coral, que al principio secolgaban alrededor del cuello y másadelante se prendían sobre los hom­bros, sin dar la vuelta al cuello.

Las emprendades eran lucidas porlas jovencitas, junto con sus mejoresgalas, cuando comenzaban a corte­jar y reflejaban la posición socioeco­nómica de sus familias. Se entrega­ban a las mujeres como parte delpago de sus legítimas, evitando asíla fragmentación de la finca familiar

JOYERíA

La joyería tradicional está muy liga­da a la evolución de la indumentariay se convierte en su principal com­plemento.

Entre todo el variado conjunto dejoyas, las más importantes son lasemprendades , compuestas porcollares, cadenas, cruces, medallo­nes y broches. Las hab ía de dostipos, la más antigua consistía en unconjunto de rosarios, con cuentas deplata y cora l, entrelazados ycerrados con una malla de pla­ta, de la cual colgaba un cruci­fijo. Generalmente se añadíanotros dos elementos acceso­rios: sa jo ia, un medallón deplata con imágenes religiosasy s'agustinada , un conjunto depequeños collares de coral onácar, abrochados sobre loshombros. El segundo tipo deemprendada era de oro, aun­que alguna de las piezas podíallevar engarzados cabujones Foto Puget. Archivo de Imagen y Sonido. Ca-de vidrio y de forma excepcio- lIe mayor de paseo.

nal rubíes o diamantes. Con-

se combinaban con camisasde cuello alto, con bordadosdel mismo color de la tela enlos hombros , puños y cuello ,sobre las que se solía llevar unchaleco con grandes botonesde plata en los laterales. Eninvierno se añadía una cha­queta corta denom inadajaquetó , confeccionada tam­bién con lana y lino . Otrasprendas de abrigo utilizadaspor los hombres eran los man­

tones y los caputxos o saios , estosúltimos eran abrigos con capucha,probablemente de origen morisco.

A principios del siglo XX, los pan­talones se comenzaron a llevar rec­tos y anchos en la parte inferior, concamisas abrochadas bajo el cuello.Antiguamente como complementosllevaban faja en la cintura y barreti­na , igual que en Cataluña, y másadelante usaban sombreros quepodían ser de fieltro o de paja y fajaen la cintura.

La indumentaria masculina evolu­cionó a un ritmo distinto que la feme­nina. Los hombres, acostumbradosa salir más a menudo del ámb itofam il iar en comparación con lasmujeres , que solían pasar la mayorparte del tiempo en las casas, sonlos primeros en incorporar nuevoselementos como las america nas ,zapatos o sombreros, que podíanadquirir en la ciudad.

La ropa más antigua conocidausada por los hombres son los cal­cons de punxa, confeccionados conlana y lino, muy anchos en la partesuperior y estrechos desde las rodi­llas hasta los tobillos. Se abrocha­ban en la parte superior con un hue­so de animal o bien con un pequeñotrozo de madera. Estos pantalones

INDUMENTARIA MASCULINA

En Formentera, poblada por ibi­cencos a comienzos del siglo XVIII,inicialmente se vestía igual que enIbiza, pero a finales del siglo XIX ycomienzos del XX se generaliza eluso de una chaquet illa corta deno­minada jac, que sustituye los manto­nes con flecos. También es caracte­rístico de la mujer de Formentera lle­var pañuelos, cubriendo la cabeza,de colores oscuros con vistosascenefas bordadas con motivos flora­les y delantales largos con bordadosen los bols illos. Sobre la cabezaacostumbraban a llevar sombrerosde color blanco hechos de palmito,que también se lucían en Ibiza, aun­que en Formentera adquirían unaforma peculiar, eran más pequeñosy se llevaban ladeados.

84 ..:...._-=:....-_.....;:::::......;:.....-~ _

Page 5: LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

Foto Raymar. Museo de Etnografía de Ibiza. Diferentes modelos de anillos de oro.

que pasaba a manos del primer hijovarón. En caso de no disponer deemprendada comp le ta a lg unasmujeres lucían uno o varios rosarios,abrochados con cintas de coloressobre los hombros a modo de joyaspectorales.

Las joyas se heredaba n de ma­dres a hijas, excepto el conjunto deanillos o anellada, que se cedían alhijo mayor una vez se hubiese com­prometido en matrimonio. Existía lacostumbre de que una vez finalizadoel corte jo , que podía dura r variosaños, el novio hiciese entrega de losanillos que pertenecían a su madre.En caso de no disponer de anillos enla familia, era necesario encargar­los, suponiendo un importante dis­pendio económico para la familia . Elnúmero podía llegar hasta veinticua­tro , luciéndose tres en cada dedoexcepto en el pulgar. Se hacían dedife rentes mode los , los de mayortamaño eran los de segell o de sello,que en la parte superior podían tenergrabados con dibujos geométricos ocon las iniciales de la joven o de lafamilia. Otros, los de roseta y los deborronat estaban compuestos poruna flor central o agrupaciones depequeñas flores, de las cuales colga­ban dos pequeñas cadenas con unallave y un corazón o un triángulo.

El conjunto de joyas femeninas secompletaba con los pendientes que

eran lucidos en ocasiones especia­les, principalmente durante los mesesde verano cuando se podía prescindirdel pañuelo que cubría la cabeza y losbotones de plata, de pie de martell ode estrella, o de oro que abrochabanlas mangas de los jubones.

Los hombres también lucían oca­sionalmente piezas de joyería. Po­dían llevar rosarios, de plata y coral oazabache, a modo de collar aunqueel complemento más vistoso eran losbotones de filigrana (y antiguamentetambién los de pie de martel/) oembotonada, hechos de plata. Losbotones se solían llevar en los latera­les de los cha lecos y aunque sunúmero pod ía var iar , el conjuntocompleto estaba formado por veinti­cuatro botones. El propio cerramien­to de los puños de las camisas y delchaleco se hacía también con peque­ños botones de plata de estrella.

BAILES TRADICIONALES DE LASPITIÜSAS

Las danzas populares han sido unaforma de expresión de una sociedadvinculada al medio rural. Se organi­zaban de forma espontánea entrefamiliares y vecinos, especialmentedurante el período estival, al finalizarlas tareas del campo.

El calor y el buen clima favorecían laimprovisación de canciones y bailes

NARRIAdurante las noches de verano, princi­palmente alrededor de pozos y fuen­tes. A finales de junio, a partir de lanoche de san Juan, solsticio de vera­no, comenzaban una serie de bailesen todos los pueblos de Ibiza que seprolongaban hasta finales de agosto.En el caso de Formentera estas cele­braciones populares se hacían enNavidad. A estas festividades junto apozos y fuentes acudían todos losvecinos de la zona, que previamente'habían adornado los alrededores concañas, adelfas y pinturas, siguiendoprobablemente una antigua costum­bre pagana de culto al agua.

Se tiene constanc ia de la existen­cia de más de sesenta de estas fes­tividades en las Pitiusas.Actualmen­te se ha ido recuperando esta cos­tumbre a través de las ac tua lesagrupac iones fo lk ló ricas que seencargan de organizar bailes duran­te las tardes de domingos, en el pe­ríodo estival.

Se desconoce el origen de estasdanzas, pero la continua descripciónde círculos por parte de las mujeres ylos gestos rituales en algunos bailes,hacen pensar que su datac ión esanterior a la llegada del cristianismotras la conquista catalana en 1235.

Los bailes siempre se abrían conuna danza denominada la curta ,seguida de la lIarga, sa fiJera y sesnou rodades . En todas destaca sin­gularmente la actitud de los danzan­tes; la joven sumisa, con la miradabaja y pasos menudos va descri­biendo círculos, mientras que, por elcontrario el joven va dando vigoro­sos saltos a su alrededor, la acom­paña y la va rodeando con sus bra­zos , sin llegar a tocarla nunca. Elhombre es siempre el encargado deiniciar los bailes, eligiendo a una ovarias muchachas con un toque decastañuela y luego, de finalizarlosarrodillándose frente a ellas.

La curta y la lIarga comparten lamism a deno m inac ió n qu e dosmodalidades de la sardana en Cata­luña aunque, excepto el nombre, noguardan ninguna similitud. Se fiJeray ses nou rodades eran dos bailesde boda en los que intervenían losrecién casados y los familiares e

85

Page 6: LAINDUMENTARIATRADICIONAL, LAJOYERÍAY LOS BAILES DE …

NARRIAinvitados. Sa filera era una moda li­dad de baile en el cual el hombreinvitaba a bailar a tres muchachas,que danzaban una tras otra forman­do una fila. Hay una variante de estebaile que cons istía en invitar a todaslas muchachas presentes a bailar ala vez y recibía el nombre de fileralIarga. Ses nou rodades las bailabanun hombre y una mujer trazando unaser ie de círculos simétricos, unién­dose en el centro primero con loscodos y a cont inuación juntando lasmanos a la altura del pecho . Es elúnico baile donde hay un tímido con­tacto entre la pareja de bailadores.

En los últ imos años se han idoañad iendo nuevas coreografíasbasadas en la lIarga entre los quedestaca n sa giratomba, es canvi deparella, es molí o sa palmera.

Como acompa ñamiento se hacíansonar tres instrumentos, el tambor, laflauta y las castañuelas. El tambor yla flauta eran tocados a la vez por unode los asistentes, es sonador, mien­tras que las castañuelas las hacíansonar los hombres a la vez que baila­ban. Durante el baile la mujer notocaba ningún ínstrumento. Siempresonaba música instrumental, las can­ciones no acompañaban los bailes,se reservaban para las celebracionesreligiosas y especialmente para lasreuniones entre vecinos y familiares(matanza del cerdo , cortejo ...).

Tras la Guerra Civil las danzaspopu lares se prohibieron como actos

86

públicos y quedaron reducidas acelebraciones privadas en el ámbitofam iliar, hasta que en los años 60comienzan a surgir las primeras aso­ciaciones de baile tradicional ; inde­pend ientes de los antiguos gruposfolklóricos auspiciados por la SecciónFemen ina, fundada en 1934 por PilarPrimo de Rivera , que se encargaránde ir conservando y transmitiendoesta tradición, que en los albores delsiglo XXI, cuenta con veintidós gru­pos o asociaciones repartidos entrelos seis municipios pitiusos .

BIBLlOGRAFIA

ALARCO VaN PERFALL, Claudia:Cultura y personalidad en Ibiza.Editora Nacional. Madrid , 1981 .

ARCHIDUQUE, Luís Salvador: Lasantiguas Pitiusas. Caixa de Balea­res «Sa Nostra». Palma , 1982 .

BEAULlEU, Mich éle: El vestido anti­guo y medieval. Oikos-Tau. Barce­lona.1971.

CASADO LOBATO , Concha: Laindumentaria tradicional en lascomarcas leonesas. Diputación deLeón , 1993, 28edición .

CIRER COSTA, Joan Caries: Demo­grafía i comen; d'Eivissa i Formen­tera . 130 anys d'una economiaviva. Institut d'Estudis Eivissencs,Eivissa, 1986 .

ESCANDELL GUASCH , Jaime:Vestits i balls a Formentera els

segles XVIII , XIX i xx. Quadernd'Etnologia n.? 3. Conselleria deCultura. Consell d'E ivissa I For­mentera, 1999 .

GORRIA IPAS , Anton io Jesús: Elvalle de Ansó y su traje tradicional.Ed. Cometa. Zaragoza, 1999 .

GRUP FOLKLÓRIC DE SANTJOSEP DE SA TALAIA: BallPagés. Can lmpres, Ibiza, 1996.

MACABICH, Isidoro: Historia de Ibi­za. Vol. IV, 28edición, 1965.

MANaNELLES ,A. - PLANELLS, E.:Consideracions sobre la recentevolució deIs balls populars a lesPitiüses. VIII Quadern del TEHP,1996.

MATEU PRATS , M8 Lena : Lajoyeriaibicenca. Institut d'Estudis Balea ­rics , Palma , 1984.

NAVARRO, Víctor : Costumbres enlas Pithiusas . Imprenta Asi lo.Madrid , 1901 .

PRATS , Ernes t: História d'Eivissa iFormentera. Diario de Ibiza, Ibiza ,1991.

SANSANO, Una: «Evolució de laindumentaria al lIarg del seglexx». 11 Jornades de cultura popu­lar de les Pitiüses. Federació decalles de ball i cultura popular d'Ei­vissa i Formentera. Eivissa , 2002.

VUILLlER, Gastan: Les iIIes oblida­des . Viatge a Eivissa. ColeccióCrónica d'unes illes. Res PublicaEdicions, 2000 .