TIEMPOS DE FURIA

La confesional de José Felipe Coria: “Me están linchando sin pruebas”

21/04/2015  Publicado por Oriol Mallo

El viernes 17 de abril se batió en la UNAM un récord histórico. En menos de 24 horas, el crítico e investigador José Felipe Coria, director de una de las escuelas más prestigiosas de América Latina, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), fue destituido tras  una intensa asamblea matutina en la cual participaron una mayoría de alumnos para escuchar el testimonio de la estudiante española Sabrina Muhate, nominada al mejor cortometraje documental en los Premios Ariel, quien informó a sus pares de la entrega de “un documento a la Defensoría de los Derechos Universitarios en el cual denuncia al director José Felipe Coria Coral por violencia de género, abuso de poder y maltrato psicológico”.

La Asamblea terminó resolviendo “que este caso funge como sinécdoque de la negligencia administrativa, académica y operativa del Centro y decide no sólo solidarizarse con ella, sino también -por la gravedad del asunto- tomar acciones”. Aquella decisión desencadenó, horas después, la toma de las oficinas de la dirección. Resultado de la súbita primavera del CUEC, durante noche del 17 de abril, un comunicado en línea de la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM notificaba que Coria “presentó su renuncia al cargo con efectos a partir de esta fecha” con la intención “que los diversos señalamientos imputados al titular de la entidad puedan ser investigados con total libertad e imparcialidad”.

Una mayoría de medios de comunicación repitieron, o resumieron, los argumentos de los estudiantes expuestos en una página abierta de Facebook llamada EnMiEscuelaNo CUEC-UNAM. En titulares y entradillas predominaban frases como “maltrato”, “abuso de poder” y sobretodo violencia de género que fue la frase estrella en Animal Político. Aunque este sea un asunto toral, grave por sus implicaciones judiciales, nada se ha sabido con precisión. Intenté contactar a la cineasta española y aunque leyó mi mensaje en Facebook no respondió a mi petición de entrevista.

Horas después borró su página personal en esta red social. Sus compañeros afirman, en un comunicado del lunes 20 de abril del 2015, que “no le corresponde a esta asamblea, ni en este momento, ni en un futuro, exhibir los detalles relacionados a su denuncia, puesto que se trata de un caso abierto con implicaciones dentro y fuera de la UNAM, por lo que insistimos en que no nos referiremos más al asunto por resolución interna y por petición misma de la compañera”.

El caso pareció juntar todos los elementos de una tenebrosa novela arraigada en este exclusivo club universitario que solo admite 15 estudiantes al año. Una escuela pública de cineastas que formó a gigantes como Alfonso Cuarón, Emmanuel Lubezki o Luís Estrada y los expulsó del CUEC por parecidas razones reglamentarias. Según me dice una fuente confiable, su primer cortometraje, Vengeance is mine, fue financiado por la institución y los tres estudiantes decidieron abandonar la carrera antes que renunciar a sus derechos sobre la obra. Algo de ello se cuenta aquí. Su enojo con la entonces directora, Marcela Fernández

Violante, fue legendario pero no terminó en acusaciones mayores. Cuatro décadas después sucede justo lo contrario.

Ante las muchas dudas que suscita una historia oscurecida por presunciones de xenofobia y acoso, decidí que mejor preguntar al presunto culpable. Gracias a un amigo común, conseguí contactar a Coria. Y esto es lo que me dijo en un correo electrónico la noche del 20 de abril. Porque creo que su versión ofrece muchos datos, copio todo lo que me escribió tal cual me llegó.

 Entrevista a José Felipe Coria

 

José Felipe Coria en un evento reciente / Imagen: animalpolitico.com

 

Antes que nada, necesitaría establecer una secuencia de hechos que permitiera entender al lector el meollo del asunto. Así que en primer lugar quisiera que me hicieras un recuento personal de tu paso por la dirección del CUEC que en tu etapa vivió cambios trascendentales.

-Me tocó mudar al Centro de la sede de la Del Valle a Ciudad Universitaria. También instaurar en sus 50 años de existencia la Licenciatura en Cinematografía. Estábamos en el proceso de transformar al Centro en Escuela Nacional de Cinematografía.

-¿Hubo inconformidades del claustro académico o de la jerarquía de la UNAM ante tu nombramiento?

-La elección fue en su momento muy ríspida. Pero fue equitativa para todos los de la terna.

En agosto de 2012, se habló de imposición ¿Por qué crees que existía este ambiente de polarización interna?

-No hubo imposición. La regla era sencillísima. Quedarían los tres que obtuvieran más votos en un proceso interno. Yo quedé en segundo lugar. Los tres seleccionados tuvimos la misma oportunidad de defender un proyecto escrito en cinco cuartillas y presentado a la Coordinadora de Difusión Cultural y al Rector.

Fuiste subdirector académico en tiempos de Casas ¿Inició entonces algún tipo de conflicto interno que explique este desenlace?

-No. El conflicto comenzó justamente cuando la sucesión. Y se empezó a hablar sin bases de imposición.

-En los últimos meses, antes del affaire Muhate, ¿existía un ambiente de conflicto, enojo o rabia entre los alumnos?

-No. Todo parecía normal.

Concretando sobre esta alumna española, alumnos y medios destacan tres elementos según los propios alumnos del CUEC: “El primero, cuando le dijeron que en caso de que el CUEC apoyara un proyecto en coproducción con España, debería sufrir el retiro de los derechos sobre la obra”. Pero, ¿no es cierto que el reglamento del CUEC (Artículo 39 / Fracción III) obliga a los alumnos a “firmar el reconocimiento de propiedad de derecho patrimoniales a favor de la universidad de sus ejercicios fílmicos o prácticas?

-Es algo por completo cierto y un procedimiento cotidiano.

¿Exigió o pidió Sabrina Muhate que no se aplicara esta cláusula?

-Planteó un proyecto de coproducción entre la ECAM y el CUEC. Como era algo fuera de su proceso académico, se le dijo que habría que hacer una consulta jurídica. Que podría generarse un contrato -como es costumbre también-, y de acuerdo a la normativa se establecería un porcentaje de participación basado en cuánto interviniera el CUEC. Nunca se le dijo que perdería sus derechos de autor. Antes al contrario.

Dos: “negarle volver a la escuela tras haber pedido un año de permiso por un problema grave de salud familiar” ¿Es cierto que el reglamento da al consejo asesor autoridad para decidir cuándo y cómo puede ausentarse un alumno?

-Por supuesto. No es facultad del director decidir quién regresa ni cuándo. Es facultad del Consejo Asesor y hay que cubrir este procedimiento.

-¿Cuál fue su actitud y su papel en este asunto concreto?

-Mi actitud fue que simplemente debía presentar su caso ante el Consejo Asesor y que debía someterse a la decisión de éste porque había perdido un mes de clases y sin duda tendría exámenes extraordinarios que presentar.

El tercer argumento (o “la negación a extenderle un documento para trabajar en TV UNAM bajo el argumento que le estaría quitando lugar a un mexicano”) raya, según los alumnos, en xenofobia pero hay algunas aclaraciones que me parecen interesantes. ¿Por qué quería la alumna un documento para trabajar en TV UNAM?

-Sobre esto hay que aclarar que se le dijo que nosotros no podíamos expedir una carta de autorización para que trabajara en TV UNAM. Le dijimos que si ellos estaban interesados, la carta la deberían expedir precisamente ellos.

-¿Pidió una documento o una carta de recomendación?

-Pidió una carta en la que el CUEC autorizara que podía trabajar. Se le dijo que semejante documento no lo podríamos expedir.

-¿Cuál fue la razón por la cual te pidió tal cosa?

-Aparentemente quería cambiar su situación migratoria para poder trabajar en México y poder darse de alta en Hacienda.

-¿Los vínculos de subordinación directa del CUEC con Difusión Cultural de la UNAM explican su interés en una carta de recomendación?

-No. Lo único que explicó es que TV UNAM le pedía la carta. Sólo le pedimos que nos entregara esa petición firmada por TV UNAM. Cosa que nunca hizo.

-¿La acusó Sabrina Muhate de antiespañol o de xenofobia?

-Me acusó de racista por no emitirle un documento que el CUEC no está en capacidad de dar.

-¿Es cierto que le dijiste que los mexicanos tenían prioridad?

-Sí, citando la Ley Federal del Trabajo que en su artículo séptimo dice: “En las categorías de técnicos y profesionales, los trabajadores deberán ser mexicanos”. En esa reunión estuvo presente la Dra. Liliana Cordero, Secretaria Académica del CUEC, quien era el canal debido para tratar asuntos de los alumnos.

En dicha reunión le dije que yo tenía conocimiento, dado que solicité asesoría legal, de que la Ley Federal del Trabajo tenía artículos específicos sobre la contratación de extranjeros. Esto se le comentó para que procediera con los trámites necesarios para obtener trabajo en México como extranjera. Adicionalmente en ese momento no estábamos informados de su situación migratoria, si tenía FM2 o FM3.

El CUEC no hace contrataciones de esta índole, la UNAM nos provee el personal vía sindical mientras que el personal académico y de confianza

llega de acuerdo a la normativa de la UNAM, institución con la cual se firman los contratos.

El artículo en cuestión de la LFT es el siguiente:

Artículo 7o.- En toda empresa o establecimiento, el patrón deberá emplear un noventa por ciento de trabajadores mexicanos, por lo menos. En las categorías de técnicos y profesionales, los trabajadores deberán ser mexicanos, salvo que no los haya en una especialidad determinada, en cuyo caso el patrón podrá emplear temporalmente a trabajadores extranjeros, en una proporción que no exceda del diez por ciento de los de la especialidad. El patrón y los trabajadores extranjeros tendrán la obligación solidaria de capacitar a trabajadores mexicanos en la especialidad de que se trate. Los médicos al servicio de las empresas deberán ser mexicanos. No es aplicable lo dispuesto en este artículo a los directores, administradores y gerentes generales.

Mi deber como funcionario de la UNAM era vigilar que en todo momento se actuara en estricto apego a la Ley y a la normatividad universitaria. Como señalé arriba, no recibimos un documento de TVUNAM que le requerimos para comprender si la naturaleza del puesto laboral caía en las restricciones de la LFT, y si TV UNAM (a quienes les correspondía en primera instancia) tenían la necesidad de un extranjero en un puesto técnico o profesional, pero eso estaba fuera de mis atribuciones como Director del CUEC.

-Si no me equivoco, el reglamento del CUEC solo permite un 10 % de extranjeros entre sus alumnos. ¿Se cumple esta norma? ¿Te parece xenófoba?

-No. Varía cada año. Depende de quienes lleguen a conformar la generación tras aprobar el examen de admisión. Y a veces no hay ningún extranjero. No me parece para nada xenófoba porque la UNAM es una escuela pública mexicana que sin duda le ha abierto los brazos a muchísimos extranjeros quienes compiten en igualdad de circunstancias con los mexicanos.

-¿El hecho que los alumnos tengan una gran asignación económica para su opera prima de graduación explica la virulencia de ciertos conflictos internos?

-La ópera prima sólo es para egresados, quienes se vuelven responsables del proyecto con supervisión del CUEC e IMCINE, y los alumnos pueden participar con ciertas condiciones académicas. Hasta el momento no ha habido ninguna virulencia ni conflicto interno porque son pocos los que participan con proyectos.

Hay un punto sumamente controversial en todo el asunto. Los alumnos manejan en su discurso público la noción que hubo violencia de género en tu caso pero nadie ha explicitado hechos concretos vinculados a la acusación. Me gustaría conocer tu versión ante estos supuestos que se han manejado en la prensa y el efecto o daño moral que te pueda haber causado.

-Rechazo cualquier acusación en ese sentido y el daño moral que me han estado haciendo es sumamente grave. Porque ha sido un linchamiento sin pruebas.

-Para terminar, hay un aspecto que no queda claro. ¿Pediste tu baja provisional o el mismo viernes 17 de abril funcionarios de la UNAM sellaron tu despacho y forzaron tu renuncia?

-Lo segundo. Tal cual.