UNIVERSITARIOS POTOSINOS 252 OCTUBRE 20204 PÉREZ, G. Y ALVARADO, G. PÁGINAS 4 A 10

Recibido: 02.03.2020 I Aceptado: 25.08.2020

Palabras clave: Arqueología, Cedral, hallazgo, mamut, paleontología.

GILBERTO PÉREZ ROLDÁNgilberto.perez@uaslp.mxFacultad de Ciencias Sociales y Humanidades, UASLPGUILLERMO ALVARADOFacultad de Ingeniería, UASLP

Los mamuts que habitaron en el estado deSan LuisPotosí

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Hablar de las investigaciones sobre mamuts en México, y en especial en el estado de San Luis Potosí, es enforcarnos en los trabajos de dos disciplinas: la paleontología —que estudia los restos fósiles, los cuales nos permiten reconstruir la historia paleontológica y el entorno paleocológico de estas especies desaparecidas— y la arqueología —que estudia a las sociedades humanas y su relación conel ambiente, a partir del materiales culturales,para el caso de estudio, con este tipo de fauna—.

Figura 1.El mamut que habitó el actual estado de San Luis Potosí era sin pelo.Fuente: Modificada de https://www.biodiversidad.gob.mx

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Ambas disciplinas parten de las excavaciones controladas con restos fósiles y con registro de todos los bienes humanos hallados dentro del contexto de enterramiento, las cuales brindan una fuente de información fiable y que en la-boratorio permiten reconstruir dos fuentes de información básica: la biológica (caso mamut) y el vínculo entre el hombre y la fauna.

La llegada de los mamuts al actual territorio

potosino

Estos mamíferos prehistóricos llegaron a Amé-rica hace aproximadamente 500 000 años antes del presente, en una oleada junto con bisontes antiguos, bóvidos (parientes del bo-rrego cimarrón), antilocápridos (berrendo), felinos grandes (el más reconocido es el tigre dientes de sable), grandes carnívoros (lobos y osos), entre otros. Dichos mamíferos se adap-taron al caminar desde el estrecho de Bering (llanura conocida y ubicada entre Alaska y Si-beria) hasta el sur de México. En esta oleada entraron dos tipos de mamuts: el lanudo y el sin pelo, que conoceremos más adelante.

Para hablar de un organismo ya extinto, como el mamut, la paleozoología (cien-

cia que estudia especies antiguas) se apoya en

los etólogos, que estudian el com-

por tamiento

de los animales, en particular de los elefan-tes, parientes cercanos al mamut extinto. La información de los hallazgos arqueológicos y paleontológicos realizados en el norte de México, en particular de Cedral y otros sitios de San Luis Potosí, se suma para describir a este majestuoso animal en el Pleistoceno fi-nal (210 000 al 10 000 antes del presente, aproximadamente).

¿Cómo eran los mamuts de San Luis Potosí?

Este organismo es de la clase Mammalia, del orden Proboscidea y de la familia Elephanti-dae. En la localidad de Cedral se desarrolló la especie del mamut sin pelo o también lla-mado de las praderas (Mammuthus colum-bi), aunque varios investigadores le llaman de Columbia, pues hacen referencia a su primer registro con la propuesta científica del nom-bre, parte de un ejemplar hallado en Colum-bia Británica.

El mamut de Columbia vivió en todo el terri-torio de México, excepto en la península de Yucatán, donde aún no hay registro de ellos. Dicho mamut tiene dimorfismo sexual (varia-ciones en la fisonomía externa): las hembras llegaron a medir cuatro metros a la cruz (el punto más alto del omóplato) y a pesar de seis a ocho toneladas; los machos pesaban hasta 10 toneladas y sobrepasaban los cua-tro metros de altura (figura 1). Otras carac-terísticas sobresalientes fueron sus dientes incisivos, comúnmente llamados colmillos o de defensa, que podían llegar a medir hasta cinco metros y a crecer de forma semihelicoi-dal hasta pesar más de 300 kilogramos por

cada defensa de marfil (figura 2).

Figura 2. Defensa de mamut, comúnmente llamada colmillo.Fotografía: Guillermo Alvarado.

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Por estar retirado del Polo Norte y cercano al trópico de Cáncer, este mamut poseía una capa con poco pelo, a diferencia del mamut lanudo (Mammuthus imperator). El análisis de molares de manera macroscópica y otros realizados de muestras de dentina —mediante estudios isotópicos— señalan que la dentadu-ra era mixta; conformada por plantas C4 (pas-tos, hierbas y juncos) y del grupo C3 (árboles y arbustos) (Pérez et al., 2009). Llegaron a comer hasta 320 kilogramos al día y habita-ban principalmente zonas abiertas como pas-tizales y praderas, en ocasiones en lugares con apariencia similar a las sabanas —lugares llenos de pastos— (figura 3).

El periodo de gestación de una mamut era de 22 meses. Al nacer, el bebé presentaba un mo-lar de leche ya formado, son pocos los mamí-feros que desarrollan esta particularidad; dicha pieza le ayudaba a masticar el lodo, de donde posiblemente obtuvieron los minerales que la leche de mamut no contenía. A los dos años de vida cumplidos ya tenía una dieta de pastos y tomaba más de 100 litros de agua diariamen-te. En cuanto a su comportamiento, los mamuts serían muy parecidos a los elefantes actuales de África y Asia, con un sistema matriarcal, don-de los machos después de los 15 años son

separados de la manada y viven vidas solitarias o en

Figura 3.Batería de láminas dentales de IV molar inferior de mamut.Fotografía: Guillermo Alvarado.

Estos mamíferos prehistóricos llegaron a América hace apróximadamente 500 000 años, antes del presente, en una oleada junto con bisontes antiguos, bóvidos, entre otros.

pequeños grupos de machos. Respecto a las manadas de las hembras, las de mayor edad formaban parte de las líderes, mientras que las tías cuidaban a los bebés y adolescentes; el éxi-to de este sistema fue tal, que llegaron a vivir más de 80 años, es decir, en la manada todos se cuidaban, protegían y auxiliaban.

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Su relación con lo humano

Las exploraciones arqueológicas y paleontológicas llevadas a cabo recientemente en el municipio de Cedral, nos dan cuenta que 18 000 años antes del presente, convivieron grupos humanos y de mamuts, prueba de ello son las fracturas y cortes sobre marfil y la fabricación de herra-mientas a partir de los molares de dicha especie (figura 4). Además, en otros registros de México —como Valsequillo, Puebla (figura 5) o el actual hallazgo de trampas del Esta-do de México— dan prueba de esta estrecha relación entre hombres y mamuts.

Se piensa que eran cazados para obtener el hígado o la lengua, piezas apreciadas para la alimentación de los caza-dores recolectores, además de su piel para construir refu-gios en las planicies y, claro, el marfil, material ligado qui-zás a fabricar objetos de adorno que serían intercambiados por otros productos. La idea de la cacería para la carne no se descarta; sin embargo, hay registros arqueológicos (mediante restos de lítica tallada, hogueras y refugios) que permiten interpretar que los primeros humanos de Amé-rica se organizaban en grupos de 20 individuos y hasta el momento no hay huellas de destazamiento distribuidas en todo el esqueleto de un solo ejemplar de mamut re-gistrado para México que indique que alimentaran a una población mayor a 100 personas.

En cuanto a comportamiento, los mamuts serían muy parecidos a los elefantes actuales de África y Asia, con un sistema matriarcal

Figura 3.Molar II inferior de mamut convertido en herramienta para el trabajo de piel o madera proveniente de Cedral, SLP.Fotografía: Gilberto Pérez.

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En la figura 6 presentamos un mapa con las distribuciones de hallazgos de mamuts en San Luis Potosí, que se observan en los actuales municipios de Cedral, Charcas, Cerritos, Cárde-nas, Salinas de Hidalgo y Villa de Arista, distribuidos principal-mente en los valles o planicies del estado donde se encontra-ba antiguamente una serie de manantiales naturales, algunos de ellos hoy secos, otros persisten hasta la actualidad.

En la actualidad, la unión conjunta y participe de dos labo-ratorios, el de Paleontología de la Facultad de Ingeniería y el de Arqueozoología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, ambos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, ha logrado realizar un convenio de proyecto donde el interés es investigar a profundidad la Edad de Hielo en San Luis Potosí, iniciando con un registro siste-matizado de materiales faunísticos para lograr establecer datos biológicos, ecológicos y la relación de los primeros grupos humanos con la fauna del 30 000 al 10 000 antes del presente, por ejemplo, los presentados en este texto: los mamuts. Esta investigación tiene el aval académico del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la intención es crear conciencia en la población actual del patrimonio

Figura 5. Fragmento de punta de proyectil incrustada sobre la mandíbula de un mamut en Valsequillo, Puebla.Imagen tomada y modificada de Guzmán et al., 2017.

paleontológico y arqueológico que los potosinos debemos proteger y conservar.

A manera de conclusión

Los mamuts, junto con otras especies, desaparecieron en el año 10 000 antes del presente, pero aún no sabemos cuáles fueron las causas. Los investigadores paleontólo-gos de diversas partes del mundo señalan como posible resultado a los cambios climáticos, otros atañen a la caída de meteoritos hallados en el norte de América y, algunos otros, que el ser humano causó la extinción de lo que hoy conocemos como megafauna, por su crecimiento pobla-cional y la caza inmoderada.

Si bien, el mamut fue majestuoso, hay en la actualidad un grupo de genetistas —como el doctor George Church de la Universidad de Harvard y otros colegas de instituciones co-reanas— que pretenden revivir a esta especie mediante el DNA. Las probabilidades son mayores, quizás lo logren en pocos años, ¿usted qué piensa?, ¿cree que sería adecuado revivir una especie extinta, a razón de que el hombre de-see tenerla en el presente?

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Es doctor en Antropología por la UNAM. Actualmente es profesor investigador en el Laboratorio de Arqueozoología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la UASLP, en donde trabaja el “Proyecto Paleontológico-Arqueológico Rancho Carabanchel Cedral, SLP”.

GILBERTOPÉREZROLDÁN

Referencias bibliográficas:Guzmán, J. R., Rivera, A., Lagunas, Z. y Jiménez, F. (Coordi-

nadores) (2017). Megafauna del Pleistoceno del estado de Puebla. BUAP: México.

Pérez, V., Sánchez, B., Arroyo, J., Alva, L., Morales, P. y Cienfuegos, E. (2009). La dieta y el hábitat del mamut y los caballos del Pleistoceno tardío de El Cedral con base en isótopos estables (δ13C, δ18O). Revista Mexicana de Ciencias Geológicas, 26, pp. 347-355.

Figura 6.

Distribución de los reportes formales de mamut en el estado de San Luis Potosí.Imagen modificada del Servicio Geológico Mexicano, 2019.

Distribución de hallazgosde mamut, en el estadode San Luis Potosí

I.- Altiplano PotosinoII.- Zona CentroIII.- Zona MediaIV.- Zona Huasteca

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