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Msica, guardapolvos y humor

ENFO

QU

E Luis Pescetti

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Resulta imposible encontrar a una persona que nunca haya tarareado una cancin o que no haya recurrido a la msica como forma de superar un dolor ntimo o simplemente haya buscado al-gn tema musical impulsado por la nostalgia.No es ninguna novedad tampoco que los chicos -sobre todo los de las nuevas generaciones- son tre-mendamente exigentes en cuanto a la msica que escuchan. Ya desde muy temprana edad eligen solos. Ante una expresin arts-tica, el adulto puede quedarse escuchando un concierto aunque no le guste o mirar una y otra vez la misma obra de arte, tratando de conectar con el autor, a pesar de que nunca lo logre. Un chico

es distinto, es ms impulsivo y espontneo, y all la conexin se tiene que dar de entrada, caso contario, se va rpidamente en busca de algo que le guste ms. Y, precisamente, buceando en una propuesta actual para chicos, apa-rece alguien que logr con creces la difcil tarea: Luis Pescetti. Este santafecino, de jvenes 50 aos, incursion en todas las reas: fue msico terapeuta, do-cente de todos los niveles, escritor de libros de humor para chicos y adultos, cantante, conductor de radio, columnista de revistas y co-mediante. Pase y pasea su arte por Argentina, Cuba, Mxico, Esta-dos Unidos, Chile, Brasil, Colombia y Espaa. En la actualidad reparte su tiempo entre Argentina y Mxi-co, donde trabaj varios aos.

Pescetti logra en cada encuentro con el pblico instalar la sonrisa en sus caras y que ningn chico quede inmvil en las butacas. Pero, sobre todo, descifra con exactitud sus gustos, miedos, fobias y pasiones.Antes de ser conocido masiva-mente, era el profe de msica de muchas -muchsimas, dir l en la charla- escuelas pblicas. se es un motivo para escucharlo: Trabaj en escuelas pblicas de La Boca y tambin en escuelas privadas pero de barrio, tranqui-las. Como buen profe de msica iba de escuela en escuela y de grado en grado. La parte de juego y contacto con los chicos era, honestamente, hermosa; la parte de la relacin con la insti-tucin escolar me costaba ms.

Una de las funciones de la ficcin es ayudarnos a vernos como nosotros mismos no nos podemos ver.

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Yo siempre pataleo un poco con que la actividad del docente est muy tutelada: el profesor debera trabajar y decidir independiente-mente. Creo que el Estado tiene que formar profesionales y des-pus dejarlos ejercer como tales, y todo profesional bien formado tiene una autonoma tcnica. Sin embargo, a este artista que hoy tiene una relacin especial con los chicos, tanto que le per-mite hasta jugar a echarlos del escenario si cuentan el final de un chiste o se equivocan en una can-cin, arrancando carcajadas en la platea, el primer encuentro con los alumnos en el aula lo marc y le dej una experiencia imborrable. Me acuerdo especialmente de un tercer grado, donde al principio del ao a los chicos no les gus-taba msica y terminaron el ao componiendo canciones, parados y cantndolas a capella. Eso es muy valioso, no era el talento de un chico en especial, pero s la soltura de todos ellos por com-poner y jugar con las canciones, cuenta con entusiasmo.

Comunicados

Lograr esta comunicacin con chicos de distintas edades no es tarea simple, y Pescetti trata de explicar cmo lo hace: Mi rela-cin con ellos es una combinacin de juego, de alegra, de llamada a la vitalidad permanente. Tiene su lado bueno, que est relacionado al mpetu vital de los chicos, que continuamente te dicen dale, qu ms?, dale qu ms? Los chicos son como turbinas, consumen combustible de avin, sa es la impresin que yo tena cuando daba clases. Te pedan ms, ms, ms, todo el tiempo ms.Siento que les doy una imagen de s mismos que quizs ellos no pueden ver directamente. Una de las funciones de la ficcin es precisamente sa: ayudarnos a vernos como nosotros mismos no nos podemos ver, afirma.

Su xito no es obra de la casua-lidad. Detrs hay una estrategia definida a la hora de elegir los temas de sus libros y sus can-ciones, la forma de abordarlos y con qu se puede hacer humor y con qu no. Y lo cuenta: Me propongo en los textos devolver imgenes de cuando las cosas son conmovedoras y tambin cuando son zaparrastrosas. Esto provoca que algunos reaccio-nen, como por ejemplo cuando publiqu Ato Solene, donde una directora hace un acto solemne para inaugurar el bao del des-pacho de la cooperadora y habla todo mal, es un tremendo acto, y hubo algunas cartas airadas criti-cndolo. La reaccin es enojarse,

porque eso no muestra el mode-lo. Mi estrategia es mostrar eso primero porque es sano rerse de uno mismo. Creo que hay que te-ner muy en claro que cuando uno est educando, una de las cosas que est dando es una represen-tacin de la realidad y sa es una gran responsabilidad.Pescetti habla con una tonada graciosa que mezcla su cuna en el interior con palabras que se fueron pegando despus de muchos aos vividos en Mxico. Cuando hago un monlogo trato de ubicarme por debajo de los chi-cos, porque lo que hace rer a la platea es reconocerse, pero ade-ms reconocerse como diciendo cmo no se da cuenta lo que est haciendo?, o sea, sentirse supe-rior al personaje. sa parece ser su receta para interpretar a los ms chicos. Aclara: Una de las cosas que engancha y que causa gracia de Natacha (vale decir, la protagonista principal de sus libros) es que ella hace todas las cosas que hacen los chicos, pero ms atropelladamente. Entonces los chicos lo ven, se desesperan y gritan qu bruta, cmo no se da cuenta! Porque la realidad es que ellos se estn dando cuenta pero, a la vez, tambin se estn identificando.

Hay que tener muy en claro que cuando uno est

educando, una de las cosas que est

dando es una representacin de la realidad y sa es una gran

responsabilidad.

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En las escuelas se debe ensear a escuchar msica

Hace jugar a la miel a las escondidas, viste de camisn a la luna y vacuna al brujito de Gulub para curarlo de sus propias travesuras. Mara Elena Walsh utiliza el disparate como arma innovadora en la msica y as logra desatar la imaginacin de grandes y chicos.cono indiscutible de la literatura y cancin infantil argentina, es duea de un estilo personal de canciones populares y poesas donde la parodia, el humor y la irona siempre dejan un lugar preponderante para la ternura y la enseanza.En una nota exclusiva con ABC, se refiri al papel de la msica en el mbito de las aulas: Yo creo que fundamentalmente en las escuelas se debe ensear a

escuchar msica. No s qu es lo que se hace hoy en da con la msica como materia, pero lo que yo creo es que la msica, tanto la popular buena como la clsica, debe entrar como sea en las orejitas de los chicos.Para lograrlo, Mara Elena Walsh aporta ideas: Se puede hacer de todo, se deben hacer los trmites que sean necesarios para llevar a los chicos a conciertos o incluso llevar msicos a las escuelas. No recuerda un profesor que la haya marcado especficamente a la hora de elegir su destino artstico, pero afirma tajantemente, aunque con cierta nostalgia: Mi marca por la msica es de familia. Mis padres escuchaban mucha msica, escuchaban las transmisiones

de msica clsica en el Teatro Coln, que en ese entonces se emitan por Radio Municipal.Sin duda ella escribe y canta para los chicos con una mirada infantil, y se, es el origen de su xito. El juego con el sentido literal y figurado de las palabras y el efecto disparador de distintas interpretaciones que logra con cada cancin son un sello nico en sus obras. Pero en su trayectoria demuestra haber llegado a travs de sus canciones no slo a los chicos sino tambin a los adultos, como sucede con las estrofas de Serenata para la tierra de uno, cuando dice: Porque el idioma de la infanciaes un secreto entre los dos, Porque le diste reparoal desarraigo de mi corazn.

Mara Elena Walsh

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Quin no recuerda las estrofas de Manuelita, el Arroz con Leche o la Brujita Tapita? En la radio, en la televisin, en los hogares, en las calles y en el trabajo la msica est presente en nuestra vida desde siempre, an desde antes de nacer. Los especialistas aconsejan a las mams emba-razadas cantarles a sus panzas o encender la radio porque est comprobado que, desde el inte-rior apacible del vientre materno, el beb puede escuchar y ese es-tmulo lo tranquiliza y lo conecta paulatinamente con un mundo al que luego se va a asomar.Los nios necesitan aprender canciones, y no slo porque sea divertido, sino -sobre todo- para mejorar intelectual, emocional y fsicamente. Es indiscutible que adems de ser un recurso de jue-go, la msica es un importante recurso educativo.

Tiene poder, e incide de manera casi drstica en todo. Lo deca Platn, hace siglos: Cuando las formas de la msica cambian, las leyes fundamentales del Estado cambian con ellas.Cmo no utilizar entonces este recurso para potenciar la for-macin de los chicos. Desde la Direccin General de Cultura y Educacin de la Provincia de Bue-nos Aires, Sergio Balderrabano, a cargo del rea de Educacin Artstica, explica el objetivo de gestin, que promueve una renovacin de los contenidos curriculares. Si bien cada nivel requiere sus especificidades, sus propias perspectivas didcticas y respectivos enfoques, hay una suerte de lineamiento comn que tiene que ver con dejar bien claro que el arte de hacer msica no es solamente un entretenimien-to. Nuestro inters es profundizar las nuevas miradas que tienen

que ver con el arte como for-mador de ciudadana, como una mirada distinta del mundo, como generador de conocimientos y articulador de pensamientos di-vergentes, sostiene.Cul sera entonces la funcin de la escuela?Hay que hacer experiencias con-cretas de produccin musical en los distintos niveles, que la clase no sea una cuestin pasiva o un aprendizaje de datos histricos. La funcin de la escuela no es formar un artista sino lograr que el alumno se ponga en contacto vivencial con la msica y que tambin se plantee la produccin propia. Para esto hay que poner especial nfasis en las realida-des distintas de los chicos de nuestra Provincia: no es lo mismo el mundo sonoro del chico que vive en La Plata al de aquel que vive en Trenque Lauquen, donde hay una tranquera y una vaca y no hay colectivos. Si bien la cancin es la misma, la manera de abor-daje, las preocupaciones y hasta el lenguaje es distinto. Y el rol del docente de msica?El docente de msica tiene que tener una formacin que le per-mita no slo ensear una tcnica de la cancin, sino una mirada ms global, en trminos filosfi-co, pedaggico, poltico y social que acompae en la enseanza esa funcin, y permita adjuntar a la cancin otras preguntas que hagan al fenmeno artstico. Es muy importante que el docente de msica parta de la realidad del grupo en el que est y que construya un programa a partir de ello.

La msica es prcticamente inseparable de la vida del hombre. Por diversos motivos y con distintos fines acompa el desarrollo de los pueblos a lo largo de la historia. Por qu es im-portante que tambin se desarrolle en las escuelas. Cmo se debe potenciar en las aulas.

El despertar de la creatividadLa msica en las escuelas

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