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MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA SALUD MENTAL SALUD MENTAL: ¡Seguimos avanzando, no retrocedamos! Ante las noticias de recorte presupuestario en salud y en otros ámbitos de los servicios de responsabilidad pública y de la situación de incertidumbre y angustia que supone para las personas con problemas de salud mental, sus familias y el conjunto de profesionales que trabajan en este ámbito, los firmantes de este manifiesto queremos hacer patente nuestra indignación y preocupación por la repercusión grave en la atención que puede tener la reducción de los programas, servicios y líneas de intervención en salud y servicios sociales dirigidos al colectivo de personas con problemas de salud mental. La salud mental: una prioridad reconocida internacionalmente Ya hace años que la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos alerta sobre la magnitud y el impacto de los trastornos mentales en términos de dependencia y discapacitado, los costes económicos directos e indirectas, y la inmensa carga social que suponen. Una de cada cuatro personas sufrirá a lo largo de su vida un problema de salud mental. Sin ir más lejos, la OMS en su lema para el día mundial del 2011 lo expresa claramente “La gran apuesta: invertir en salud mental”. La Unión Europea ha declarado la salud mental como una prioridad, señalando que hay que enfocar los graves problemas de salud mental desde las políticas públicas. La discriminación histórica La atención a la salud mental ha sufrido una discriminación histórica en el desarrollo de servicios y programas, así como en la articulación transversal de políticas sanitarias y sociales. En nuestro país la salud mental no se incorpora al sistema público de salud hasta el año 1992. El apoyo en el ámbito social ha sido inexistente hasta hace muy pocos años. Las personas afectadas por problemas de salud mental, a pesar de los adelantos hechos durante los últimos 15 años, están todavía en una situación de gran vulnerabilidad y sufren una intensa exclusión social con muchas necesidades vitales de atención no resueltas. Este atraso se hace patente en datos como por ejemplo que el apoyo a la atención primaria en salud mental no llega al 50% del territorio y lo que tendrían que ser servicios consolidados de atención a los casos graves están débilmente implantados bajo programas no consolidados que no llegan a cubrir la totalidad del territorio catalán. Los servicios garantizados en el reciente acuerdo de gobierno del pasado 12 de abril (urgencias, enfermedades graves y primaria) están todavía muy lejos de ser una realidad en el terreno de la salud mental. No podemos permitir, por lo tanto, que la urgencia y la profundidad en la reducción del gasto público que necesita nuestro país provoque una toma de decisiones que ponga en riesgo el modelo actual y futuro de atención sanitaria y social a las personas con problemas de salud mental y a sus familias. Los costes de la no atención Estamos además convencidos de que los costes de la no atención son muy superiores a los de la atención y los acabaremos pagando.

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Los servicios garantizados en el reciente acuerdo de gobierno del pasado 12 de abril (urgencias, enfermedades graves y primaria) están todavía muy lejos de ser una realidad en el terreno de la salud mental. La Unión Europea ha declarado la salud mental como una prioridad, señalando que hay que enfocar los graves problemas de salud mental desde las políticas públicas. La salud mental: una prioridad reconocida internacionalmente Los costes de la no atención La discriminación histórica

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MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA SALUD MENTAL

SALUD MENTAL: ¡Seguimos avanzando, no retrocedamos!

Ante las noticias de recorte presupuestario en salud y en otros ámbitos de los servicios de responsabilidad pública y de la situación de incertidumbre y angustia que supone para las personas con problemas de salud mental, sus familias y el conjunto de profesionales que trabajan en este ámbito, los firmantes de este manifiesto queremos hacer patente nuestra indignación y preocupación por la repercusión grave en la atención que puede tener la reducción de los programas, servicios y líneas de intervención en salud y servicios sociales dirigidos al colectivo de personas con problemas de salud mental. La salud mental: una prioridad reconocida internacionalmente Ya hace años que la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos alerta sobre la magnitud y el impacto de los trastornos mentales en términos de dependencia y discapacitado, los costes económicos directos e indirectas, y la inmensa carga social que suponen. Una de cada cuatro personas sufrirá a lo largo de su vida un problema de salud mental. Sin ir más lejos, la OMS en su lema para el día mundial del 2011 lo expresa claramente “La gran apuesta: invertir en salud mental”. La Unión Europea ha declarado la salud mental como una prioridad, señalando que hay que enfocar los graves problemas de salud mental desde las políticas públicas. La discriminación histórica La atención a la salud mental ha sufrido una discriminación histórica en el desarrollo de servicios y programas, así como en la articulación transversal de políticas sanitarias y sociales. En nuestro país la salud mental no se incorpora al sistema público de salud hasta el año 1992. El apoyo en el ámbito social ha sido inexistente hasta hace muy pocos años. Las personas afectadas por problemas de salud mental, a pesar de los adelantos hechos durante los últimos 15 años, están todavía en una situación de gran vulnerabilidad y sufren una intensa exclusión social con muchas necesidades vitales de atención no resueltas. Este atraso se hace patente en datos como por ejemplo que el apoyo a la atención primaria en salud mental no llega al 50% del territorio y lo que tendrían que ser servicios consolidados de atención a los casos graves están débilmente implantados bajo programas no consolidados que no llegan a cubrir la totalidad del territorio catalán. Los servicios garantizados en el reciente acuerdo de gobierno del pasado 12 de abril (urgencias, enfermedades graves y primaria) están todavía muy lejos de ser una realidad en el terreno de la salud mental. No podemos permitir, por lo tanto, que la urgencia y la profundidad en la reducción del gasto público que necesita nuestro país provoque una toma de decisiones que ponga en riesgo el modelo actual y futuro de atención sanitaria y social a las personas con problemas de salud mental y a sus familias. Los costes de la no atención Estamos además convencidos de que los costes de la no atención son muy superiores a los de la atención y los acabaremos pagando.

Así lo evidencia el estudio realizado por la London School of Economics Health sobre los costes indirectos de la depresión en Cataluña. El impacto sobre la población de la depresión en Cataluña comporta una carga superior a enfermedades crónicas como la artrosis, el asma o las enfermedades cardiovasculares, y los costes en el año 2006 se situaban en 700 millones de euros (0,4% del PIB del país). El consenso del sector: Plano Director y Plan Integral de salud mental Durante los últimos años el conjunto de administraciones, profesionales y sociedad civil vinculada a la salud mental ya definimos de forma consensuada y colaborativa las líneas de actuación para reducir el déficit histórico en la atención a las personas con problemas de salud mental:

El Plan Director de salud mental para abordar las carencias en el ámbito sanitario

El Plan Integral de salud mental para abordar los aspectos vinculados a la atención

social, laboral y la lucha contra el estigma entre otros

Tenemos claro el camino y el modelo. Hay que seguir avanzando para recuperar el tiempo perdido, reducir el déficit histórico y hacer posible que todas las personas, independientemente de las problemáticas de salud que puedan tener, puedan ejercer plenamente sus derechos de ciudadanos. Por todo esto, pedimos:

La continuidad y no reducción de los programas y servicios especializados de atención

sanitaria al trastorno mental que han supuesto un cambio de modelo desplegados

durante los últimos años todavía incipientes y por consolidar en muchos territorios.

La continuidad y no reducción del conjunto de servicios sociales, laborales y de lucha

contra el estigma actualmente existentes y el despliegue de la cartera de servicios

sociales.

Cooperación con transparencia, información y participación Somos plenamente conscientes de la necesidad que tenemos como país para resolver el problema de déficit. Queremos participar en este proceso y buscar soluciones que permitan avanzar hacia este compromiso colectivo. Pero es imprescindible transparencia, información y amplia participación para buscar soluciones que todos juntos podamos asumir. Es el mejor camino. Abril 2011 ------------------------------------------------------------------------------------------ Para firmar este manifiesto: www.peticionpublica.es/?pi=avancem Web: www.endefensadelasalutmental.cat Facebook: http://www.facebook.com/pages/en-defensa-de-la-salut-mental/208506102501817