A TRAVES DEL OOJETIVOI , PE#IEMPII#MtVpÁ;0] ¿Que .phrn Yd ...
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ˇ ¿De que manera demostramosque amamos a Dios?
ˇ ¿Como sabemos si podemos confiaren nuestra conciencia?
ˇ ¿Que damos a entender porlas amistades que elegimos?
ˇ ¿Influye en nuestra relacion conDios la actitud que tenemos haciala autoridad?
ˇ ¿Por que es siempre mejor obedecerlas normas de moralidad que Diosha fijado?
ˇ ¿Cual es el secreto para sentirsesatisfecho en el trabajo?
ˇ ¿Que puede avivar nuestros deseosde obedecer a Jehova?
“MANT´ENGANSE
EN ELAMOR DE DIOS”
Edicion de letra grande
s
“AM
OR
DE
DIO
S”(LETR
AGRANDE )
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ˇ ¿De que manera demostramosque amamos a Dios?
ˇ ¿Como sabemos si podemos confiaren nuestra conciencia?
ˇ ¿Que damos a entender porlas amistades que elegimos?
ˇ ¿Influye en nuestra relacion conDios la actitud que tenemos haciala autoridad?
ˇ ¿Por que es siempre mejor obedecerlas normas de moralidad que Diosha fijado?
ˇ ¿Cual es el secreto para sentirsesatisfecho en el trabajo?
ˇ ¿Que puede avivar nuestros deseosde obedecer a Jehova?
“MANT´ENGANSE
EN ELAMOR DE DIOS”
Edicion de letra grande
s
“AM
OR
DE
DIO
S”(LETR
AGRANDE )
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Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.Wallkill, New York, U.S.A.Testigos Cristianos de JehovaCtra. Torrejon-Ajalvir, km. 528864 Ajalvir (Madrid)Made in SpainHecho en Espana
“MANT´ENGANSE
EN ELAMOR DE DIOS”
Edicion de letra grande
ESTE LIBRO PERTENECE A
Esta publicacion se distribuye como parte de una obra mundial de educacionbıblica que se sostiene con donativos. Prohibida su venta.Si desea hacer un donativo, visite jw.org.A menos que se indique lo contrario, las citas bıblicas se han tomado de la versionen lenguaje moderno Traduccion del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras(con referencias).“KeepYourselves in God’s Love”—Large PrintImpresion marzo de 2018Spanish (lvlp-S)˘ 2008Watch Tower Bible and Tract Society of PennsylvaniaEditores
CAP´ITULO P
´AGINA
1. “Lo que el amor de Dios significa” � � � � � 5
2. La importancia de manteneruna buena conciencia � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 17
3. Amemos a quienes Dios ama � � � � � � � � � � � 31
4. ¿Por qu´e respetar la autoridad? � � � � � � � � 45
5. Qu´e implica no ser parte del mundo � � 64
6. C´
omo elegir diversiones sanas � � � � � � � � � 79
7. ¿Damos a la vida el mismo valorque le da Dios? � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 94
8. Dios ama a las personas limpias � � � � � 111
9. “Huyan de la fornicaci´
on” � � � � � � � � � � � � � 125
10. El matrimonio:regalo del Dios de amor � � � � � � � � � � � � � � � 142
11. “Que el matrimoniosea honorable” � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 157
12. Hablemos siemprede forma edificante � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 172
´I N D I C E
13. Fiestas que desagradan a Dios � � � � � � � 187
14. Honrados en todas las cosas � � � � � � � � � � 208
15. C´
omo ver “el bien por todosu duro trabajo” � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 222
16. Luchemos contra el Diabloy sus maquinaciones � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 237
17. “Edific´andose sobre
su sant´ısima fe” � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 254
Ap´endice � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 266
A todos los que aman a Jehov´
a:
Jes´
us dijo: “[Ustedes] conocer´
an la verdad, y la verdadlos libertar
´a” (Juan 8:32). ¡Qu
´e palabras tan alentado-
ras! Ciertamente, la verdad est´
a a nuestro alcance, aunen estos momentos cr
´ıticos, “los
´ultimos d
´ıas” en que
reina la mentira (2 Timoteo 3:1). De hecho, seguro querecordamos lo emocionante que fue aprender la verdadexpuesta en la Palabra de Dios. ¡Qu
´e experiencia tan
maravillosa!
Pero no basta con conocer bien la verdad y participarcon constancia en difundirla. Es esencial vivirla. En efec-to, tenemos que mantenernos en el amor de Dios. Pero¿c
´omo logramos mantenernos en su amor? Jes
´us dio la
respuesta la noche antes de morir, cuando dijo a susap
´ostoles fieles: “Si observan mis mandamientos, per-
manecer´
an en mi amor, as´ı como yo he observado los
mandamientos del Padre y permanezco en su amor”(Juan 15:10).
¿Notamos c´
omo consigui´
o Jes´
us permanecer en el amorde Dios? Obedeciendo los mandamientos de su Padre.Y as
´ı mismo debe ser en nuestro caso. Para mantenernos
en el amor de Dios, tenemos que guiarnos por la verdaden todo lo que hacemos. Bien lo dijo Jes
´us aquella misma
noche: “Si saben estas cosas, felices son si las hacen”(Juan 13:17).
Nuestro m´
as ferviente deseo es que este libro nos ayu-de a todos a seguir poniendo en pr
´actica la verdad y as
´ı
mantenernos “en el amor de Dios [...] con vida eterna enmira” (Judas 21).
Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehov´
a
¿AMA usted a Dios? Si ya le ha dedicado su vida, con-
testar´a sin duda con un rotundo s
´ı, y con toda la ra-
z´
on. Para nosotros, querer a Jehov´a es lo m
´as natural
del mundo. En realidad, no hacemos m´as que corres-
ponder a su amor. Como bien dice la Biblia, “amamos
[...] porque´el nos am
´o primero” (1 Juan 4:19).
2 Jehov´a siempre busca formas de demostrar que
nos quiere. Nos ha dado un hermoso hogar, la Tierra,
y d´ıa a d
´ıa nos proporciona todo lo que necesitamos
para mantenernos vivos (Mateo 5:43-48). Tambi´en
cuida de algo mucho m´as importante: nuestras nece-
sidades espirituales. Por ejemplo, nos regal´
o su Pala-
bra, la Biblia. Y nos invita a orarle, a dirigirnos a´el
con la confianza de que nos escuchar´a y de que nos
ayudar´a con su esp
´ıritu santo (Salmo 65:2; Lucas
1, 2. ¿Por qu´e ama usted a Jehov
´a?
CAP´ITULO 1
“Lo que el amor de Dios significa”
“Esto es lo que el amor de Dios significa:que observemos sus mandamientos; y, sin embargo,
sus mandamientos no son gravosos.”(1 JUAN 5:3.)
“Lo que el amor de Dios significa” 5
11:13). Pero su mayor muestra de cari˜
no fue enviar a
su Hijo m´as querido a rescatarnos del pecado y la
muerte. ¡Qu´e amor tan grande nos tiene Jehov
´a! (Juan
3:16; Romanos 5:8.)3 Jehov
´a desea que disfrutemos de su amor por toda
la eternidad. Pero ¿lo lograremos? Eso depender´a de
nosotros. La Biblia exhorta a los cristianos: “Mant´en-
ganse en el amor de Dios [...] con vida eterna en mira”
(Judas 21). El uso del verbo “mant´enganse” da a en-
tender que, para no perder el amor de Jehov´a, tene-
mos que actuar. En efecto, tenemos que corresponder
a su amor con obras. As´ı pues, es esencial que cada
uno de nosotros se pregunte: “¿Qu´e debo hacer para
demostrarle a Dios que lo amo?”. Para ver la res-
puesta, leamos las palabras inspiradas del ap´
ostol
Juan: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que
observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus
mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:3). Dado
que estamos interesados en demostrarle a Dios que lo
amamos much´ısimo, examinemos qu
´e quieren decir
exactamente esas palabras de Juan.
3. a) ¿Qu´e tenemos que hacer para mantenernos en el amor de Dios?
b) ¿Qu´e importante pregunta debemos hacernos, y d
´onde encontramos
la respuesta?
6 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
“ESTO ES LO QUE EL AMOR DE DIOS SIGNIFICA”4 Al hablar en este vers
´ıculo del “amor de Dios”, ¿a
qu´e se refer
´ıa el ap
´ostol Juan? No al amor que Dios
siente por nosotros, sino al que nosotros sentimos por´el. Seguramente, usted recuerda el tiempo en que em-
pez´
o a crecer ese amor en su coraz´
on.5 Det
´engase un momento a pensar en aquellos d
´ıas.
Al aprender la verdad acerca de Jehov´a y sus prop
´o-
sitos, fue creciendo su fe en´el. Tambi
´en lleg
´o a enten-
der que usted —como todos— hab´ıa nacido pecador
y que, por esa raz´
on, estaba alejado de Dios; aun as´ı,
´el le ofrec
´ıa mediante Cristo una maravillosa oportu-
nidad: vivir para siempre disfrutando de la perfecci´
on
que Ad´an hab
´ıa perdido (Mateo 20:28; Romanos 5:
12, 18). Adem´as, fue comprendiendo el gran sacrificio
que hab´ıa hecho Jehov
´a al enviar a su Hijo m
´as que-
rido a morir por usted. Tanto le conmovi´
o esa demos-
traci´
on de amor, que no pudo menos que sentir amor
por Jehov´a (1 Juan 4:9, 10).
6 Pero esos sentimientos no eran todav´ıa verdadero
4, 5. a) ¿Qu´e quiso decir Juan con la expresi
´on “el amor de Dios”?
b) Explique c´omo ha ido creciendo en su coraz
´on el amor por Jehov
´a.
6. ¿C´omo se demuestra el amor verdadero, y qu
´e ha hecho usted por
amor a Dios?
“Lo que el amor de Dios significa” 7
amor. ¿Por qu´e decimos esto? Porque el amor va m
´as
all´a de los sentimientos y las palabras. Amar a Dios
es mucho m´as que decir: “Yo amo a Jehov
´a”. Al igual
que la fe, el amor verdadero se demuestra con obras
(Santiago 2:26). Sin duda, cuando amamos a alguien,
queremos hacer las cosas que le agradan. Y eso fue lo
que ocurri´
o en su caso. Cuando el amor por su Padre
celestial ech´
o ra´ıces en su coraz
´on, quiso vivir de la
forma que a´el le agrada. Quiz
´as hasta se bautiz
´o
como testigo de Jehov´a. Si as
´ı lo hizo, est
´a claro que
sent´ıa profundo cari
˜no y devoci
´on por Dios, y que por
ese motivo tom´
o la decisi´
on m´as importante de todas:
prometerle a Dios que dedicar´ıa el resto de la vida a
hacer su voluntad, y luego simbolizar esa dedicaci´
on
bautiz´andose (Romanos 14:7, 8). Pero, como veremos
a continuaci´
on, para cumplir esa promesa tan impor-
tante hay que hacer lo que se˜
nala el ap´
ostol Juan.
“OBSERVEMOS SUS MANDAMIENTOS”7 Juan explica que el amor de Dios significa “que
observemos [u obedezcamos] sus mandamientos”.
¿Cu´ales son estos mandamientos? La Biblia nos lo
7. ¿Cu´ales son algunos mandamientos de Dios, y qu
´e hay que hacer
para observarlos?
8 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
indica. Entre otras cosas, Jehov´a proh
´ıbe emborra-
charse, cometer inmoralidad sexual, adorar´ıdolos, ro-
bar y mentir (1 Corintios 5:11; 6:18; 10:14; Efesios 4:
28; Colosenses 3:9). Para observar los mandamientos
de Dios hay que vivir seg´
un las normas morales ex-
puestas en la Biblia.8 Sin embargo, para agradar a Jehov
´a no basta con
obedecer los mandamientos que´el ha dejado escritos
en la Biblia. Jehov´a no nos agobia con leyes que regu-
len cada paso que damos. De hecho, nos enfrentamos
todos los d´ıas a muchas situaciones sobre las que
no hay ning´
un mandamiento b´ıblico directo. En tales
casos, ¿c´
omo sabemos si Jehov´a estar
´a contento con
lo que pensamos hacer? Pues bien, ¿d´
onde encontra-
mos indicaciones claras sobre c´
omo ve Dios las co-
sas? Nuevamente, en la Biblia. Cuando la estudiamos,
aprendemos lo que Jehov´a ama y lo que odia (Salmo
97:10; Proverbios 6:16-19). De este modo, vamos vien-
do cu´ales son las actitudes y conductas que le agradan.
Al ir conociendo la manera de ser y actuar de Jehov´a,
se nos hace cada vez m´as f
´acil saber si una decisi
´on
8, 9. Al enfrentarnos a situaciones sobre las que no hay ning´un man-
damiento b´ıblico directo, ¿c
´omo podemos saber qu
´e quiere Jehov
´a que
hagamos? Ponga un ejemplo.
“Lo que el amor de Dios significa” 9
est´a de acuerdo con la voluntad de Dios o no. As
´ı, mu-
chas veces logramos percibir “cu´al es la voluntad de
Jehov´a” sobre determinado asunto aunque la Biblia
no contenga una ley espec´ıfica (Efesios 5:17).
9 Pongamos un ejemplo. La Biblia no se˜
nala direc-
tamente en ning´
un sitio que evitemos los programas
y pel´ıculas inmorales o muy violentos. Pero ¿hace fal-
ta una ley directa que los proh´ıba? Ya sabemos lo que
opina Jehov´a. En su Palabra deja muy claro que
´el
“odia a cualquiera que ama la violencia” y que “juz-
gar´a a los fornicadores y a los ad
´ulteros” (Salmo 11:5;
Hebreos 13:4). Cuando reflexionamos en estas pala-
bras inspiradas llegamos a comprender cu´al es la
voluntad de Jehov´a. Y por eso decidimos no entrete-
nernos viendo im´agenes muy gr
´aficas de cosas que
´el
odia. Este mundo trata de hacernos creer que las di-
versiones que promueven la corrupci´
on son inofensi-
vas, pero a Jehov´a le complace que las evitemos a
toda costa.�10 ¿Cu
´al es la raz
´on principal por la que obedece-
� En el cap. 6 de este libro se explica c´
omo elegir diversiones sa-nas.
10, 11. ¿Por qu´e queremos obedecer siempre a Jehov
´a, y con qu
´e ac-
titud le obedecemos?
10 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
mos los mandamientos divinos? En otras palabras,
¿por qu´e deseamos vivir todos los d
´ıas como Dios
quiere? No es solo por ahorrarnos problemas o por
evitar que´el nos castigue (G
´alatas 6:7). Obedecemos
a Jehov´a porque comprendemos que es una magn
´ıfi-
ca manera de demostrarle cu´anto lo amamos. Al igual
que los ni˜
nos desean la aprobaci´
on de sus padres,
nosotros deseamos la aprobaci´
on de Jehov´a (Salmo
5:12).´
El es nuestro Padre y lo queremos mucho. Nada
nos produce m´as alegr
´ıa ni m
´as satisfacci
´on que saber
que nuestra conducta cuenta con la “aprobaci´
on [...]
de Jehov´a” (Proverbios 12:2).
11 Por eso, no servimos a Dios de mala gana ni tam-
poco poniendo condiciones o seg´
un nuestras prefe-
rencias.� No decidimos a nuestro antojo cu´ando va-
mos a obedecer, quiz´as pensando en hacerlo solo si
nos resulta c´
omodo o si no tenemos que sacrificar-
nos demasiado. Por el contrario, somos “obedientes
de [todo] coraz´
on” (Romanos 6:17). Como el salmis-
ta, decimos: “[Tengo] cari˜
no a tus mandamientos”
� De mala gana, hasta los demonios son capaces de obedecer.Cuando Jes
´us orden
´o a unos esp
´ıritus malignos que salieran de
unas personas, ellos no tuvieron m´as remedio que hacer lo que
no quer´ıan: reconocer la autoridad de Cristo y obedecerle (Marcos
1:27; 5:7-13).
“Lo que el amor de Dios significa” 11
(Salmo 119:47). As´ı es, obedecemos a Jehov
´a con gus-
to. Reconocemos que´el merece —y de hecho nos lo
pide— que le obedezcamos siempre y sin poner pe-
ros (Deuteronomio 12:32). Queremos ser como No´e,
quien por d´ecadas obedeci
´o fielmente a Dios y as
´ı de-
mostr´
o cu´anto lo amaba. De este modo, se dir
´a de
cada uno de nosotros lo mismo que se dijo de´el:
“Procedi´
o a hacer conforme a todo lo que le hab´ıa
mandado Dios. Hizo precisamente as´ı” (G
´enesis 6:22).
12 ¿C´
omo se siente Jehov´a cuando le obedecemos
con gusto? La Biblia dice que le alegramos el coraz´
on
(Proverbios 27:11). Pero ¿de verdad puede uno hacer
feliz al Soberano universal? Sin lugar a dudas. Vea-
mos por qu´e. Jehov
´a nos cre
´o con la capacidad de
decidir por nosotros mismos qu´e vamos a hacer. As
´ı,
tenemos siempre la opci´
on de obedecer a Dios o,
por el contrario, desobedecerle (Deuteronomio 30:15,
16, 19, 20). Por eso, cada vez que decidimos hacer
su voluntad porque lo amamos con toda nuestra
alma, le damos una gran satisfacci´
on (Proverbios
11:20). Y, adem´as, estamos siguiendo el mejor modo
de vivir.
12. ¿Cu´ando le damos una gran satisfacci
´on a Jehov
´a?
12 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
“SUS MANDAMIENTOS NO SON GRAVOSOS”13 El ap
´ostol Juan a
˜nade luego unas palabras tran-
quilizadoras: “[Los] mandamientos [de Jehov´a] no son
gravosos”. El t´ermino griego que se traduce “gravo-
sos” en 1 Juan 5:3 significa literalmente “pesados”.�
Por eso, otra versi´
on b´ıblica traduce as
´ı la frase: “Sus
mandamientos no son una carga pesada” (Nuevo Tes-
tamento, Pedro Ortiz). Jehov´a no nos pide nada inso-
portable o contrario a la raz´
on. Aunque todos somos
imperfectos, podemos cumplir sus leyes.14 Pongamos una comparaci
´on. Imag
´ınese que uno
de sus mejores amigos le pide a usted que le ayude a
mudarse de casa. Hay que mover muchas cajas, algu-
nas relativamente ligeras y otras tan pesadas que solo
pueden llevarse entre dos personas. Su amigo le dice
cu´ales quiere que cargue. No le va a pedir que levan-
te las cajas pesadas usted solo, pues no desea que
� Esta misma palabra se usa en Mateo 23:4, donde se habla de las“cargas pesadas” que los escribas y fariseos pon
´ıan sobre los hom-
bros de la gente al obligarla a cumplir una larga lista de reglas ytradiciones inventadas por el hombre. En Hechos 20:29, 30 se tra-duce como “opresivos” y se aplica a los ap
´ostatas que se portar
´ıan
como tiranos y enga˜
nar´ıan a muchos hablando “cosas aviesas”, o
retorcidas.
13, 14. ¿Por qu´e decimos que los “mandamientos [de Jehov
´a] no son
gravosos”, y con qu´e comparaci
´on podr
´ıamos explicarlo?
“Lo que el amor de Dios significa” 13
se lastime cargando un peso superior a sus fuer-
zas. Lo mismo ocurre con nuestro amoroso Dios.´
El no nos pide imposibles (Deuteronomio 30:11-14).
Nunca nos manda cargar con un peso excesivo. Jeho-
v´a comprende hasta d
´onde podemos llegar, pues “co-
noce bien la formaci´
on de nosotros, y se acuerda de
que somos polvo” (Salmo 103:14).15 Los mandamientos de Jehov
´a no son para nada
pesados; lo´
unico que buscan es nuestro bien (Isa´ıas
48:17). Mois´es dijo a los israelitas que deb
´ıan “poner
por obra todas estas disposiciones [...] de temer a
Jehov´a nuestro Dios”. Y luego indic
´o la raz
´on: “[Es
por] nuestro bien siempre, para que nos mantengamos
vivos” (Deuteronomio 6:24). Nosotros tambi´en pode-
mos estar seguros de que las leyes divinas son siem-
pre para provecho nuestro, para que seamos felices
eternamente. Y es l´
ogico que sean tan beneficiosas.
¿Por qu´e? Porque proceden de Jehov
´a, y
´el sabe lo que
m´as nos conviene, ya que es infinitamente sabio (Ro-
manos 11:33). Adem´as,
´el es el amor en persona
(1 Juan 4:8). Como el amor es parte esencial de Dios,
15. ¿Por qu´e podemos estar seguros de que los mandamientos de Jeho-
v´a son para provecho nuestro?
14 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
est´a presente en todo lo que hace y dice, lo que inclu-
ye todos sus mandamientos.16 Pero eso no quiere decir que obedecer a Dios sea
f´acil. Tenemos que luchar contra la influencia de este
mundo corrupto, que “yace en el poder del inicuo”
(1 Juan 5:19). Tambi´en tenemos que pelear con nues-
tra propia imperfecci´
on, que nos incita a violar las le-
yes divinas (Romanos 7:21-25). Pero en esta batalla
puede triunfar el amor a Dios. Jehov´a bendice a quie-
nes est´an decididos a obedecerle por amor. De hecho,
da “esp´ıritu santo [...] a los que le obedecen como go-
bernante” (Hechos 5:32). Y ese esp´ıritu produce en
nuestro interior un fruto maravilloso: excelentes cua-
lidades que, a su vez, nos ayudan a seguir obedecien-
do a Dios (G´alatas 5:22, 23).
17 En este libro estudiaremos los principios y las
normas morales de Jehov´a, as
´ı como muchas otras in-
dicaciones de lo que´el quiere que hagamos. Al reali-
zar este examen, debemos tomar en cuenta varios he-
chos importantes. Primero, que Jehov´a nunca nos
16. ¿Qu´e nos permite ser obedientes a Dios aunque sufrimos la in-
fluencia de este mundo corrupto y de nuestra propia imperfecci´on?
17, 18. a) ¿Qu´e estudiaremos en este libro, y qu
´e debemos tomar en
cuenta al examinarlo? b) ¿Qu´e veremos en el pr
´oximo cap
´ıtulo?
“Lo que el amor de Dios significa” 15
obliga a obedecer sus leyes y principios;´el quiere que
hagamos su voluntad porque nos nace del coraz´
on.
Segundo, que Jehov´a nos ofrece un modo de vida que
trae consigo muchas bendiciones en la actualidad y
vida eterna en el futuro. Y por´
ultimo, que obedecer
a Jehov´a de todo coraz
´on es una magn
´ıfica manera
de demostrarle cu´anto lo queremos.
18 Para ayudarnos a decidir si algo est´a bien o est
´a
mal, Jehov´a nos ha hecho a todos un regalo: la con-
ciencia. No obstante, si queremos que esta facultad
nos oriente bien, tenemos que educarla, y eso es lo
que vamos a ver en el pr´
oximo cap´ıtulo.
¿QU´
E CONTESTAR´IA USTED?
ˇ ¿C´
omo quiere Jehov´a que le obedezcamos,
y por qu´e decimos que obedecer es para
provecho nuestro? (Deuteronomio 5:28-33.)
ˇ ¿Cu´anta importancia tiene para Jehov
´a
que le obedezcamos? (1 Samuel 15:22, 23.)
ˇ ¿Qu´e aprendemos de la manera en que ve
´ıa
Jes´
us la obediencia a Dios? (Juan 8:29.)
ˇ ¿Por qu´e es justo que obedezcamos a Jehov
´a?
(Revelaci´
on [Apocalipsis] 4:11.)
16 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
¿SABE qu´e tienen en com
´un el marinero que navega
por el oc´eano, el excursionista que atraviesa el desier-
to y el aviador que vuela entre las nubes? Que todos
ellos se ver´an en graves problemas si no disponen de al-
g´
un aparato para orientarse. No tiene por qu´e ser muy
moderno; basta con una sencilla br´
ujula.2 En esencia, una br
´ujula es un c
´ırculo con una aguja
imantada que apunta al norte. Pero si funciona como
debe, puede salvarnos la vida, y m´as si contamos con
un mapa fiel. Pues bien, Jehov´a nos ha hecho un rega-
lo que se parece a la br´
ujula (Santiago 1:17). Nos refe-
rimos a la conciencia. Sin ella, estar´ıamos completa-
mente perdidos. Cuando la usamos bien, nos ayuda a
hallar nuestro rumbo en la vida y a no salirnos del ca-
mino correcto. Como vemos, es un regalo muy valioso.
1, 2. ¿Por qu´e es la br
´ujula un instrumento tan necesario, y en qu
´e
sentido se parece a nuestra conciencia?
CAP´ITULO 2
La importancia de manteneruna buena conciencia
“Tengan una buena conciencia.”(1 PEDRO 3:16.)
La importancia de mantener una buena conciencia 17
Por ello, conviene examinar qu´e es la conciencia y
c´
omo funciona, y luego analizar los siguientes puntos:
1) c´
omo educamos la conciencia; 2) por qu´e debemos
tomar en cuenta las conciencias ajenas, y 3) qu´e bene-
ficios obtenemos al mantener una buena conciencia.
QU´
E ES Y C´
OMO FUNCIONA LA CONCIENCIA3 En la Biblia, la palabra griega para “conciencia”
transmite la idea de “conocimiento en com´
un”, o “co-
nocimiento compartido con uno mismo”. Es decir, te-
nemos en nuestro interior la capacidad de conocernos
a nosotros mismos. No hay ninguna otra criatura en la
Tierra a la que Dios haya dado esa facultad. Gracias a
ella podemos, por as´ı decirlo, mirarnos desde fuera y
hacer una evaluaci´
on moral de lo que hacemos. La con-
ciencia es testigo, fiscal y juez de nuestros actos y de
nuestros motivos. Nos orienta al tomar decisiones y nos
indica si el camino que pensamos seguir es bueno o no.
Si decidimos acertadamente, nos premia haci´endonos
sentir bien; si no, nos castiga con remordimientos.4 El primer hombre y la primera mujer, Ad
´an y Eva,
3. ¿Qu´e significa la palabra griega que se traduce “conciencia”, y a
qu´e capacidad del ser humano hace referencia?
4, 5. a) ¿C´omo sabemos que Ad
´an y Eva ten
´ıan conciencia? ¿En qu
´e
se convirtieron al decidir desobedecer a Dios? b) ¿Qu´e ejemplos hay
en las Escrituras Hebreas de personas que escucharon su conciencia?
18 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
fueron creados con una conciencia, como lo demuestra
el hecho de que sintieran verg¨
uenza despu´es de pecar
(G´enesis 3:7, 8). Lamentablemente, a esas alturas ya
no serv´ıa de mucho que la conciencia les molestara.
¿Por qu´e? Porque hab
´ıan desobedecido a Dios a sabien-
das. Eran perfectos, as´ı que la decisi
´on de rebelarse
contra Jehov´a y convertirse en sus enemigos la hab
´ıan
tomado con pleno conocimiento de causa. Por lo tan-
to, no hab´ıa marcha atr
´as.
5 A diferencia de Ad´an y Eva, muchas personas, pese
a ser imperfectas, han escuchado su conciencia. Entre
ellas est´a el fiel Job, quien dijo: “A mi justicia he echa-
do mano, y no la soltar´e; mi coraz
´on no me molestar
´a”
(Job 27:6).� Job escuchaba con atenci´
on la voz de su
conciencia antes de actuar o tomar cualquier decisi´
on.
Por eso pod´ıa decir con orgullo que su conciencia no le
molestaba; no viv´ıa mortificado por la culpa o la ver-
g¨
uenza. Un caso muy distinto es el de David. A´el s
´ı lle-
g´
o a atormentarle la conciencia. La Biblia dice que “el
� Las Escrituras Hebreas no usan un t´ermino espec
´ıfico para
“conciencia”, pero en ejemplos como este aluden claramente a ella.Aunque a menudo el coraz
´on designa a la persona interior en su
totalidad, en este y otros vers´ıculos es obvio que representa una
parte concreta de la persona interior: su conciencia. Las EscriturasGriegas Cristianas s
´ı tienen un t
´ermino para “conciencia”, y apa-
rece unas treinta veces.
La importancia de mantener una buena conciencia 19
coraz´
on de David [estuvo] hiri´endolo” despu
´es de fal-
tarle al respeto a Sa´
ul, el rey que Jehov´a hab
´ıa ungido
(1 Samuel 24:5). Aquellos remordimientos le ayudaron
mucho, pues le ense˜
naron a ser m´as respetuoso.
6 Los siervos de Jehov´a no son las
´unicas personas do-
tadas de conciencia. El ap´
ostol Pablo dijo por inspira-
ci´
on: “Siempre que los de las naciones que no tienen ley
hacen por naturaleza las cosas de la ley, estos, aunque
no tienen ley, son una ley para s´ı mismos. Son los mis-
m´ısimos que demuestran que la sustancia [o la esencia]
de la ley est´a escrita en sus corazones, mientras su con-
ciencia da testimonio con ellos y, entre sus propios pen-
samientos, est´an siendo acusados o hasta excusados”
(Romanos 2:14, 15). A veces, el testimonio (o la voz) de
la conciencia impulsa a muchas personas a actuar en
conformidad con los principios divinos aunque no co-
nozcan para nada las leyes de Jehov´a.
7 Pero la conciencia no siempre funciona como es de-
bido. Para entender por qu´e, piense en el ejemplo de la
br´
ujula. ¿Qu´e ocurre si la acercamos a un im
´an? Que la
aguja se desv´ıa y deja de apuntar al norte. ¿Y si la uti-
6. ¿Qu´e demuestra que todos hemos recibido el don de la conciencia?
7. ¿A qu´e se debe que la conciencia no funcione bien a veces?
20 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
lizamos sin la ayuda de un buen mapa? Entonces no val-
dr´ıa de mucho. Con la conciencia ocurre igual. Si de-
jamos que influyan en ella nuestros deseos ego´ıstas,
no nos indicar´a el camino correcto. Y si no consulta-
mos el “mapa” de la Palabra de Dios, no sabremos dis-
tinguir entre el bien y el mal a la hora de tomar muchas
decisiones importantes. Adem´as, para que la concien-
cia funcione como es debido necesitamos la ayuda del
esp´ıritu santo. Como dijo Pablo: “Mi conciencia da tes-
timonio conmigo en [conformidad con el] esp´ıritu san-
to” (Romanos 9:1). Ahora bien, ¿c´
omo logramos que la
conciencia funcione de acuerdo con el esp´ıritu santo de
Jehov´a? Como veremos ahora, la clave est
´a en educarla.
C´
OMO EDUCAR LA CONCIENCIA8 ¿C
´omo debe utilizarse la conciencia a la hora de to-
mar decisiones? Muchos creen que basta con escuchar
al coraz´
on. Luego tal vez digan: “Es que mi conciencia
me lo permite”. Pero no olvidemos que los deseos del
coraz´
on son muy intensos y pueden afectar a la con-
ciencia. As´ı lo confirma la Biblia: “El coraz
´on es m
´as
traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado.
8. a) ¿C´omo puede afectar el coraz
´on a nuestra conciencia? ¿Qu
´e debe
ser lo m´as importante al tomar decisiones? b) ¿Por qu
´e no basta solo
con tener la conciencia tranquila? (V´ease la nota.)
La importancia de mantener una buena conciencia 21
¿Qui´en puede conocerlo?” (Jerem
´ıas 17:9). Por eso, lo
m´as importante para nosotros debe ser complacer a
Jehov´a y no a nuestro coraz
´on.�
9 Al tomar decisiones, la persona que tiene la concien-
cia bien entrenada no se gu´ıa por el ego
´ısmo. Se gu
´ıa
por el temor de Dios, es decir, por un verdadero temor
a desagradar al Padre celestial. As´ı lo ilustra el caso
del fiel Nehem´ıas. Como gobernador de Jerusal
´en, te-
n´ıa autoridad para exigir a sus s
´ubditos que pagaran
ciertos impuestos. Sin embargo, no lo hizo. ¿Por qu´e?
´El mismo explic
´o la raz
´on: “[Fue] a causa del temor a
Dios” (Nehem´ıas 5:15). No quer
´ıa correr el m
´as m
´ıni-
mo riesgo de desagradar a Jehov´a oprimiendo al pue-
blo. Es vital que nosotros tambi´en tengamos ese mismo
temor, pues nos llevar´a a consultar la Biblia siempre
que tengamos que tomar cualquier decisi´
on.
� La Biblia ense˜
na que no basta solo con tener la conciencia tran-quila. Por ejemplo, Pablo afirm
´o: “No tengo conciencia de nada
contra m´ı mismo. Sin embargo, no por esto quedo probado justo,
sino que el que me examina es Jehov´a” (1 Corintios 4:4). As
´ı que
lo m´as importante no es que nosotros creamos que tenemos la con-
ciencia limpia. Algunas personas persiguen a los cristianos —comoel propio Pablo en su d
´ıa— y, sin embargo, tienen la conciencia
tranquila, pues piensan que est´an haciendo la voluntad de Dios.
Por eso, lo esencial es tener una conciencia limpia a los ojos deDios (Hechos 23:1; 2 Timoteo 1:3).
9. ¿Qu´e es el temor de Dios, y qu
´e relaci
´on tiene con la conciencia?
22 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
10 Tomemos por caso el consumo de alcohol. Si asis-
timos a una reuni´
on social, quiz´a nos preguntemos:
“¿Debo beber, o no?”. Para tomar una buena decisi´
on,
primero hay que educar nuestra conciencia examinan-
do los principios b´ıblicos. Por un lado, las Escrituras
no condenan el consumo moderado de alcohol. De he-
cho, alaban a Dios por habernos proporcionado el vino
(Salmo 104:14, 15). Por otro lado, s´ı condenan los exce-
sos y las juergas (Lucas 21:34; Romanos 13:13). Lo que
es m´as, incluyen la borrachera en una lista de pecados
tan graves como la fornicaci´
on o el adulterio (1 Corin-
tios 6:9, 10).�11 Principios como esos educan la conciencia y la sen-
sibilizan. As´ı, cuando nos inviten a una reuni
´on social
donde quiz´as se sirva alcohol, debemos preguntarnos:
“¿Qu´e ambiente habr
´a? ¿Es probable que se descontro-
le y degenere en una juerga? ¿Y qu´e puede decirse de
m´ı? ¿Tengo enormes ganas de beber? ¿Dependo del al-
cohol? ¿Lo necesito para sentirme bien y actuar como
yo quiero? ¿Soy capaz de decir basta?”. Al examinar los
� Muchos m´edicos opinan que el consumo moderado es imposi-
ble en el caso del alcoh´
olico y que, por tanto, su´
unica opci´
on esno beber en absoluto.
10, 11. ¿Qu´e principios b
´ıblicos nos ayudan a decidir si vamos a beber al-
cohol, y qu´e debemos hacer para que Dios nos ayude a ponerlos en pr
´actica?
La importancia de mantener una buena conciencia 23
principios b´ıblicos o cualquier pregunta sobre c
´omo
aplicarlos, es conveniente orar a Jehov´a (Salmo 139:
23, 24). De esta forma lo invitamos a que nos gu´ıe con
su esp´ıritu santo y, al mismo tiempo, ense
˜namos a la
conciencia a ajustarse a los principios divinos. Ahora
bien, al tomar decisiones hay otro factor que debemos
tener en cuenta.
POR QU´
E TOMAR EN CUENTALAS CONCIENCIAS AJENAS
12 A veces pudiera sorprendernos lo diferentes que
son las conciencias aun dentro de la congregaci´
on.
No es raro que un cristiano opine que cierta costumbre
o comportamiento no est´a bien, mientras que otro lo
considere lo m´as normal del mundo. Por ejemplo, vol-
viendo al asunto de la bebida, a algunos les gusta pasar
un rato tranquilo tomando una copita en compa˜
n´ıa de
sus amigos; sin embargo, otros lo ven mal. ¿A qu´e se
deben esas diferencias, y qu´e peso deben tener en nues-
tras decisiones?13 Existen numerosos factores que nos hacen diferen-
tes. Entre ellos figuran las circunstancias del pasado,
que cambian much´ısimo de unos a otros. As
´ı, hay cris-
12, 13. ¿Por qu´e son diferentes las conciencias de los cristianos, y
c´omo deber
´ıamos reaccionar ante tales diferencias?
24 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tianos que recuerdan muy bien que en su d´ıa tuvie-
ron ciertas debilidades y que incluso sufrieron reca´ıdas
(1 Reyes 8:38, 39). Imaginemos que nos visita un her-
mano que tuvo problemas con el alcohol y que, por
eso, es muy sensible con el tema de la bebida. Si lo
invitamos a una copa, la conciencia probablemente lo
impulse a ser prudente y rechazarla. ¿Nos ofendere-
mos? ¿Insistiremos en que la acepte? Desde luego que
no. Por amor fraternal, respetaremos su decisi´
on, sin
importar que nos haya explicado sus razones o que
haya preferido callarlas.14 Ya en el siglo primero, el ap
´ostol Pablo observ
´o que
hab´ıa gran diversidad de conciencias en las congrega-
ciones. Por ejemplo, algunos cristianos ten´ıan escr
´upu-
los ante ciertos alimentos que se sacrificaban a los´ıdolos y luego se vend
´ıan en el mercado (1 Corintios
10:25). Pero Pablo no ve´ıa ning
´un problema en aceptar-
los. Para´el, los
´ıdolos no eran nada; a fin de cuentas,
esos alimentos no les pertenec´ıan a ellos, sino a Jeho-
v´a, que los hab
´ıa creado. Sin embargo, Pablo compren-
d´ıa que no todos iban a compartir su opini
´on. Algunos
hab´ıan sido id
´olatras antes de abrazar el cristianismo,
14, 15. ¿Qu´e problema relacionado con la diversidad de conciencias
surgi´o en el siglo primero, y qu
´e soluci
´on propuso Pablo?
La importancia de mantener una buena conciencia 25
y por eso sent´ıan repugnancia ante todo lo que hubie-
ra tenido la m´as m
´ınima relaci
´on con la idolatr
´ıa. ¿Cu
´al
era la soluci´
on?15 Pablo dijo: “Los que somos fuertes [...] debemos so-
portar las debilidades de los que no son fuertes, y no es-
tar agrad´andonos a nosotros mismos. Porque hasta el
Cristo no se agrad´
o a s´ı mismo” (Romanos 15:1, 3). Esto
significa que, al igual que Jes´
us, debemos anteponer el
bienestar de nuestros hermanos al nuestro. En otro pa-
saje relacionado, Pablo lleg´
o a afirmar que prefer´ıa
no comer carne antes que hacer tropezar a una de las
valiosas ovejas por las que Cristo hab´ıa dado la vida
(1 Corintios 8:13; 10:23, 24, 31-33).16 Ahora bien, si otros cristianos hacen cosas que
nuestra conciencia no nos permite, no debemos cri-
ticarlos, como si todo el mundo tuviera que opinar
lo mismo en asuntos de decisi´
on personal (Romanos
14:10). En realidad, la conciencia es para juzgarnos a
nosotros mismos y no a los dem´as. No olvidemos que
Jes´
us dijo: “Dejen de juzgar, para que no sean juzga-
dos” (Mateo 7:1). Ning´
un miembro de la congregaci´
on
deber´ıa crear pol
´emica en torno a asuntos de concien-
16. ¿Por qu´e no debemos juzgar a quienes hacen cosas que nuestra
conciencia no nos permite?
26 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
cia. Nuestro objetivo no es derribarnos unos a otros,
sino edificarnos, promoviendo el amor y la unidad en-
tre todos (Romanos 14:19).
BENEFICIOS DE MANTENERUNA BUENA CONCIENCIA
17 El ap´
ostol Pedro exhort´
o a los cristianos: “Tengan
una buena conciencia” (1 Pedro 3:16). La mayor´ıa de los
seres humanos no disfrutan de la gran bendici´
on de que
su conciencia est´e limpia a los ojos de Jehov
´a. Como
dijo Pablo, tienen cauterizada “su conciencia como si
fuera con hierro de marcar” (1 Timoteo 4:2). Cuando
se marca a las reses con un hierro al rojo vivo, su piel
se quema y se forma una cicatriz insensible. Del mismo
modo, la conciencia de muchos est´a, a todos los efec-
tos, muerta. No siente ning´
un dolor. Por eso se que-
da muda cada vez que hacen algo malo; no les avisa
ni les produce remordimiento, culpabilidad o verg¨
uen-
za. Esas personas han perdido el sentido de la culpa y,
por lo visto, ese hecho no les preocupa lo m´as m
´ınimo.
18 Muchas veces, los sentimientos de culpa son la
17. ¿Qu´e le ha ocurrido a la conciencia de muchas personas?
18, 19. a) ¿Para qu´e pueden servirnos los sentimientos de culpa y
verg¨uenza? b) ¿Qu
´e podemos hacer si la conciencia no deja de morti-
ficarnos aunque nos hayamos arrepentido?
La importancia de mantener una buena conciencia 27
manera en que la conciencia nos dice que hemos hecho
algo malo. Si le hacemos caso a su voz y nos arrepenti-
mos, seremos perdonados, sin importar lo grave que
sea nuestra ofensa. As´ı sucedi
´o con el rey David.
´El co-
meti´
o grandes pecados, pero recibi´
o el perd´
on divino
principalmente porque se arrepinti´
o de todo coraz´
on.
En efecto, lleg´
o a odiar sus malas acciones y tom´
o la
firme determinaci´
on de no desobedecer las leyes de
Dios nunca m´as; por eso pudo comprobar por s
´ı mis-
mo que Jehov´a es “bueno y [est
´a] listo para perdonar”
(Salmo 51:1-19; 86:5). Ahora bien, en ocasiones los sen-
timientos de culpa y verg¨
uenza no dejan de mortificar-
nos aunque nos hayamos arrepentido y se nos haya
perdonado. ¿Qu´e haremos en tal caso?
19 Una vez que nos hemos arrepentido, no sirve de
mucho que la conciencia nos martirice con sentimien-
tos de culpa. Si el coraz´
on no deja de condenarnos, te-
nemos que ‘asegurarlo’, es decir, convencerlo de que
Jehov´a es mayor que nuestros sentimientos. Es el mo-
mento de poner en pr´actica un consejo que quiz
´a haya-
mos dado a otros: “Tienes que recordar que Jehov´a te
ama y aceptar que te ha perdonado” (1 Juan 3:19, 20).
Cuando logremos tener limpia la conciencia, sentire-
28 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
mos gran paz y serenidad, y un gozo que dif´ıcilmente
encuentra la gente del mundo. Muchas personas que co-
metieron pecados graves han experimentado ese enor-
me alivio, y hoy sirven a Jehov´a con buena conciencia
(1 Corintios 6:11).20 El objetivo de este libro es ayudarnos a conseguir
ese gozo y a mantener una buena conciencia mientras lu-
chamos contra el mundo de Satan´as durante estos
´ulti-
mos d´ıas. Claro, no puede abarcar todas las leyes y prin-
cipios b´ıblicos aplicables a nuestra vida diaria. Ycuando
trata asuntos de conciencia, tampoco ofrece una lista
de reglas espec´ıficas para cada caso. M
´as bien, analiza
c´
omo poner en pr´actica las ense
˜nanzas de la Palabra de
Dios, y as´ı nos facilita la labor de educar y sensibilizar
la conciencia. No olvidemos que, mientras que la Ley
mosaica daba prioridad a las reglas, “la ley del Cristo”
concede m´as importancia al deber de usar la conciencia
y guiarse por los principios b´ıblicos (G
´alatas 6:2). Cier-
tamente, Jehov´a nos da mucha libertad. Pero la Biblia
nos anima a que, en vez de emplearla “como disfraz para
la maldad”, la usemos para algo mucho mejor: para de-
mostrarle a Jehov´a cu
´anto lo amamos (1 Pedro 2:16).
20, 21. a) ¿Cu´al es el objetivo de este libro? b) ¿Qu
´e libertad ha con-
cedido Dios a los cristianos, y c´omo debemos usarla?
La importancia de mantener una buena conciencia 29
21 Cuando usted comenz´
o a conocer a Jehov´a, dio los
primeros pasos en el camino a la vida. Para continuar
en´el, es necesario que analice, con la ayuda de la ora-
ci´
on, c´
omo aplicar los principios b´ıblicos, y luego obrar
en consecuencia. As´ı, “mediante el uso”, tendr
´a “sus fa-
cultades perceptivas entrenadas” (Hebreos 5:14). Una
vez que su conciencia est´e bien educada en los princi-
pios b´ıblicos, ser
´a un instrumento muy
´util. Tal como
la br´
ujula gu´ıa al viajero, la conciencia lo orientar
´a a
usted y le permitir´a tomar decisiones que agraden a su
Padre celestial. Y, sin duda, tambi´en le ayudar
´a a man-
tenerse en el amor de Dios.
¿QU´
E CONTESTAR´IA USTED?
ˇ ¿C´
omo debe influir en nuestra conciencia elhecho de que Jehov
´a ve todo lo que hacemos?
(Hebreos 4:13.)
ˇ ¿C´
omo le ayud´
o la conciencia a Jos´e a resistir
la tentaci´
on? (G´enesis 39:1, 2, 7-12.)
ˇ Si queremos acercarnos a Jehov´a, ¿por qu
´e
es imprescindible tener la conciencia limpia?(Hebreos 10:22.)
ˇ ¿Por qu´e debemos tomar en cuenta la concien-
cia de los no creyentes? (2 Corintios 4:1, 2.)
30 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
LOS seres humanos somos como esponjas: absorbemos
muchas cosas del ambiente que nos rodea. Muchas ve-
ces —a menudo sin darnos cuenta— adoptamos las ac-
titudes, las normas, las virtudes y hasta los defectos de
la gente con la que m´as nos relacionamos.
2 La Biblia se˜
nala una realidad innegable: “El que est´a
andando con personas sabias se har´a sabio, pero al que est
´a
teniendo tratos con los est´
upidos le ir´a mal” (Proverbios
13:20). La expresi´
on que se utiliza en este vers´ıculo (“est
´a
andando con”) no se refiere al contacto ocasional, sino al
compa˜
nerismo habitual.�Un comentario b´ıblico dice lo si-
guiente sobre este pasaje: “Andar con alguien implica ape-
go y estima”. ¿Yverdad que solemos imitar a quienes m´as
apreciamos? Sin duda, cuanto m´as unidos estamos a una
persona, m´as influye en nosotros, seapara bien o para mal.
� El verbo hebreo que se traduce “tener tratos” tambi´en se vierte
“asociarse” y “tener compa˜
nerismo” (Jueces 14:20; Proverbios 22:24).
1-3. a) ¿Qu´e innegable realidad se
˜nala la Biblia? b) ¿Qu
´e hay que ha-
cer para encontrar buenas compa˜
n´ıas?
CAP´ITULO 3
Amemos a quienes Dios ama
“El que est´a andando con personas sabias
se har´a sabio.” (PROVERBIOS 13:20.)
Amemos a quienes Dios ama 31
3 Si queremos mantenernos en el amor de Dios, es
esencial buscar buenas compa˜
n´ıas. ¿Qu
´e hay que hacer
para encontrarlas? Sencillamente, amar a quienes Dios
ama, aceptar como amigos a los amigos de Dios. Pi´en-
selo bien: estas personas tienen las cualidades que Jeho-
v´a pide de sus amigos. ¿Qu
´e mejor compa
˜n
´ıa puede ha-
ber? Por eso, veamos ahora cu´ales son esas cualidades.
Al tener claros los criterios de Jehov´a, estaremos listos
para buscar buenas amistades.
LOS AMIGOS DE DIOS4 Jehov
´a no elige como amigo a cualquiera. Al fin y al
cabo,´el tiene el perfecto derecho de hacer una rigurosa
selecci´
on, ya que es el Soberano universal y su amistad
es el mayor honor que puede tenerse. Entonces, ¿a qui´e-
nes escoge como amigos? Jehov´a se acerca
´unicamente
a quienes conf´ıan en
´el con fe absoluta. Entre ellos se
destaca el patriarca Abrah´an, famoso por su fe.
´El reci-
bi´
o la orden de sacrificar a su propio hijo.� ¿Habr´a una
prueba de fe m´as dif
´ıcil para un padre? Pues bien,
� Esta prueba fue un modelo de lo que Jehov´a mismo har
´ıa en el fu-
turo: sacrificar a su Hijo unig´enito (Juan 3:16). Ahora bien, Abrah
´an
no lleg´
o a sacrificar a Isaac, pues Jehov´a intervino y le dio un carne-
ro para sustituirlo (G´enesis 22:1, 2, 9-13).
4. ¿Por qu´e tiene Jehov
´a el derecho de seleccionar rigurosamente sus
amigos, y por qu´e se refiri
´o
´el a Abrah
´an como “mi amigo”?
32 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Abrah´an pr
´acticamente “ofreci
´o [...] a Isaac”, con la
completa seguridad de “que Dios pod´ıa levantarlo has-
ta de entre los muertos” (Hebreos 11:17-19). Por haber
demostrado una fe y una obediencia ejemplares, Jehov´a
se refiri´
o a´el de modo muy afectuoso, llam
´andolo “mi
amigo” (Isa´ıas 41:8; Santiago 2:21-23).
5 Jehov´a valora mucho a la gente leal y obediente.
De hecho, ama a quienes le son fieles cueste lo que cues-
te (2 Samuel 22:26). Como vimos en el cap´ıtulo 1, se
complace en quienes le obedecen por amor. Adem´as,
Proverbios 3:32 indica que “tiene intimidad”, o amistad
estrecha, tan solo con “los rectos”, o sea, con los hom-
bres y mujeres que obedecen lealmente las normas divi-
nas. A esas personas justas, Jehov´a tiene la gentileza de
invitarlas a entrar en su “tienda”; en otras palabras,
acepta con gusto que lo adoren y les permite orarle
siempre que lo deseen (Salmo 15:1-5).6 Jehov
´a ama a quienes quieren a su Hijo unig
´enito.
As´ı lo reconoci
´o el propio Jes
´us cuando dijo: “Si alguien
me ama, observar´a mi palabra, y mi Padre lo amar
´a, y
vendremos a´el y haremos nuestra morada con
´el” (Juan
5. ¿C´omo considera Jehov
´a a quienes le obedecen lealmente?
6. ¿C´omo demostramos amor por Jes
´us, y c
´omo se siente Jehov
´a al
ver que queremos a su Hijo?
Amemos a quienes Dios ama 33
14:23). Seg´
un este pasaje, ¿c´
omo demostramos amor
por Jes´
us? Observando su palabra, es decir, obedecien-
do todos sus mandamientos, entre ellos el de predicar
las buenas nuevas y hacer disc´ıpulos (Mateo 28:19, 20;
Juan 14:15, 21). Otra forma de demostrar amor por Je-
s´
us es “[siguiendo] sus pasos con sumo cuidado” (1 Pe-
dro 2:21). As´ı, aunque somos imperfectos, procuramos
imitarlo lo mejor que podemos en nuestra manera de
hablar y actuar. Y Jehov´a se conmueve al ver que, por
amor a su Hijo, nos esforzamos por llevar una vida cris-
tiana.7 Como hemos visto, Jehov
´a exige que sus amigos ten-
gan fe, sean leales y obedientes, y amen a Jes´
us y la for-
ma de vida que´el ense
˜n
´o. Por eso, conviene preguntar-
se: “¿Qu´e puedo decir de mis amigos? ¿Tienen ellos esas
cualidades y viven de ese modo? ¿Son verdaderos ami-
gos de Jehov´a?”. Ciertamente, es sabio entablar amistad
con quienes cultivan las cualidades cristianas y predican
con celo las buenas nuevas del Reino. Esas personas son
una buena influencia, pues nos animan a cumplir con
nuestra decisi´
on de agradar a Dios (v´ease el recuadro
“¿Qu´e es un buen amigo?”, en la p
´agina 37).
7. ¿Por qu´e es sabio entablar amistad con los amigos de Jehov
´a?
34 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
UNA GRAN LECCI´
ON DE AMISTAD8 Las Escrituras nos ofrecen muchos ejemplos de sier-
vos de Dios que se beneficiaron por haber elegido bue-
nos amigos. As´ı, podemos fijarnos en la historia de Noe-
m´ı y su nuera Rut, el relato de los tres j
´ovenes hebreos
que se mantuvieron fieles en Babilonia y el ejemplo de
Pablo y Timoteo (Rut 1:16; Daniel 3:17, 18; 1 Corintios
4:17; Filipenses 2:20-22). Pero nos centraremos en un
caso muy especial: la amistad entre David y Jonat´an.
9 La Biblia dice que, cuando David mat´
o a Goliat, el
“alma de Jonat´an se lig
´o con el alma de David, y Jona-
t´an empez
´o a amarlo como a su propia alma” (1 Samuel
18:1). As´ı dio comienzo una amistad inquebrantable que
super´
o la gran diferencia de edades y dur´
o hasta la
muerte en batalla de Jonat´an (2 Samuel 1:26).� ¿Cu
´ales
eran las bases de esta s´
olida amistad?10 A David y Jonat
´an les un
´ıa el amor a Dios y el fir-
me deseo de ser fieles a´el. Ambos ten
´ıan en gran estima
� Cuando David derrib´
o a Goliat, era muy joven —“solo [...] un mu-chacho”—, y a la muerte de Jonat
´an ten
´ıa unos 30 a
˜nos (1 Samuel
17:33; 31:2; 2 Samuel 5:4). Como Jonat´an ten
´ıa unos 60 cuando falle-
ci´
o, es evidente que era unos treinta a˜
nos mayor que David.
8. ¿Qu´e le llama m
´as la atenci
´on sobre la relaci
´on entre a) Noem
´ı y
Rut? b) los tres j´ovenes hebreos? c) Pablo y Timoteo?
9, 10. ¿Cu´ales eran las bases de la amistad entre David y Jonat
´an?
Amemos a quienes Dios ama 35
las cosas espirituales. Adem´as, se admiraban mutua-
mente por sus buenas cualidades. Sin duda, Jonat´an
apreciaba la valent´ıa y el fervor de un joven que era ca-
paz de defender el nombre de Jehov´a sin ning
´un miedo.
Y David no pod´ıa menos que valorar la lealtad y obe-
diencia a las disposiciones de Jehov´a de un hombre de
edad madura que, sin pensar en s´ı mismo, antepon
´ıa los
intereses de su amigo a los suyos propios. Solo hay que
fijarse en lo que ocurri´
o cuando David atravesaba uno
de los peores momentos de su vida, perseguido a muer-
te por el malvado rey Sa´
ul (el padre de Jonat´an) y vi-
viendo como fugitivo. Tanta era la lealtad de Jonat´an,
que “fue a [donde estaba] David [...] para fortalecerle la
mano respecto a Dios” (1 Samuel 23:16). ¡Qu´e bien tuvo
que sentirse David al ver que su mejor amigo acud´ıa a
su lado para darle´animos!�
11 ¿Qu´e lecci
´on aprendemos de la historia de Jonat
´an
y David? Sobre todo, que lo m´as importante en la amis-
tad es tener los mismos valores espirituales. Es muy be-
� En 1 Samuel 23:17 vemos que Jonat´an dijo cinco cosas para ani-
mar a David: 1) que no deb´ıa tener miedo; 2) que los intentos de Sa
´ul
fracasar´ıan; 3) que se cumplir
´ıa la promesa divina de que David se-
r´ıa rey; 4) que pod
´ıa contar con toda su lealtad, y 5) que hasta Sa
´ul
sab´ıa que
´el nunca iba a traicionar a su amigo.
11. ¿Qu´e lecci
´on sobre la amistad nos ense
˜na la historia de Jonat
´an y
David?
36 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
neficioso relacionarse con quienes comparten nuestras
creencias, principios morales y deseos de ser fieles a
Dios. En efecto, nos permite animarnos y fortalecernos
intercambiando ideas, sentimientos y experiencias (Ro-
manos 1:11, 12). Yesas amistades espirituales las encon-
tramos entre nuestros hermanos en la fe. Ahora bien,
¿quiere decir esto que todos los que asisten al Sal´
on del
Reino son compa˜
n´ıas recomendables? No necesaria-
mente.
Amemos a quienes Dios ama 37
Preguntas para meditar
ˇ ¿Son tambi´en amigos de Jehov
´a y Jes
´us
mis amistades? (Juan 15:14, 16; Santiago 2:23.)
ˇ ¿Me ayudan a tener buenas costumbres?(1 Corintios 15:33.)
ˇ ¿Me quieren tanto como para corregirme cuan-do es necesario? (Salmo 141:5; Proverbios 27:6.)
ˇ Al ver mi manera de hablar y comportarme,¿opinar
´an los dem
´as que puedo ser un buen
amigo? (Proverbios 12:18; 18:24; 1 Juan 3:16-18.)
¿QU´
E ES UN BUEN AMIGO?
Principio: “Un compa˜nero verdadero ama en todo
tiempo, y es un hermano nacido para cuandohay angustia” (Proverbios 17:17).
C´
OMO ELEGIR NUESTRAS AMISTADES12 Debemos elegir nuestras amistades con mucho cui-
dado, pues no todos los miembros de la congregaci´
on
pueden edificarnos espiritualmente. ¿Deber´ıa extra
˜nar-
nos este hecho? La verdad es que no. Al igual que hay fru-
tas que tardan m´as en madurar en el
´arbol, hay hermanos
12, 13. a) ¿Por qu´e debemos tener cuidado al elegir amistades dentro
de la congregaci´on? b) ¿A qu
´e situaci
´on se enfrentaron las congrega-
ciones del primer siglo, y qu´e en
´ergicas advertencias dio Pablo?
38 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ˇ “Al principio me costaba hacer amistades enla congregaci
´on. Pero descubr
´ı que para cultivar
cualidades como la paciencia, el aguante, el amory el esp
´ıritu de sacrificio no hay nada mejor que
participar activamente en el ministerio. Al ir de-sarrollando estas cualidades, me gan
´e la simpat
´ıa
de algunas personas con esa misma actitud, y aho-ra tengo buenas amistades.” (Shivani.)ˇ “Le ped
´ıa a Jehov
´a que me ayudara a encontrar
amigos en la congregaci´
on, pero por mucho tiem-po me dio la impresi
´on de que no me estaba con-
testando. Termin´e d
´andome cuenta de que yo
no estaba haciendo nada para conseguirlos, demodo que puse manos a la obra. Hoy tengo ami-gos, y estoy seguro de que ha sido Jehov
´a quien
me los ha dado.” (Ryan.)
C´
OMO HICIMOS BUENAS AMISTADES
a quienes les toma m´as tiempo madurar en la fe. As
´ı que
en cualquier congregaci´
on veremos personas con diferen-
tes grados de desarrollo espiritual (Hebreos 5:12–6:3).
Como es natural, tenemos que ser pacientes con los nue-
vos y los d´ebiles y demostrarles cari
˜no, pues as
´ı les ayu-
daremos a crecer como cristianos (Romanos 14:1; 15:1).13 Puede que surjan situaciones en las que debamos
tener a´
un m´as cuidado con las compa
˜n
´ıas dentro de la
congregaci´
on. Tal vez haya quien se comporte de modo
indebido o se deje llevar por la amargura y adopte una
actitud criticona. En el siglo primero ocurr´ıa igual. Aun-
que la mayor´ıa de los cristianos eran fieles, algunos
no actuaban bien. Por ejemplo, en Corinto hubo quie-
nes dejaron de creer en ciertas doctrinas, y por eso el
ap´
ostol Pablo advirti´
o a los hermanos: “No se extrav´ıen.
Las malas compa˜
n´ıas echan a perder los h
´abitos
´utiles”
(1 Corintios 15:12, 33). Igualmente, Pablo puso a Timo-
teo sobre aviso de que algunos hermanos pod´ıan com-
portarse de forma poco honorable, y que deb´ıa mante-
nerse apartado de ellos, es decir, evitar el contacto
estrecho (2 Timoteo 2:20-22).14 Tras estas advertencias de Pablo hay un principio
14. ¿Qu´e principio hay detr
´as de las advertencias de Pablo sobre las
compa˜
n´ıas?
Amemos a quienes Dios ama 39
claro: si alguien es una mala influencia, aunque sea par-
te de la congregaci´
on, lo mejor es no tener trato estre-
cho con´el (2 Tesalonicenses 3:6, 7, 14). Debemos prote-
ger nuestra espiritualidad. No olvidemos que somos
como esponjas y absorbemos las actitudes y conductas
de quienes frecuentamos. Si colocamos una esponja en
vinagre, no se empapar´a de agua. Igualmente, si nos ro-
deamos de malas compa˜
n´ıas, tampoco asimilaremos
nada bueno (1 Corintios 5:6).15 Afortunadamente, las posibilidades de encontrar
amistades espirituales en nuestra hermandad son muy
grandes (Salmo 133:1). La cuesti´
on es: ¿c´
omo las conse-
guiremos? Cultivando el modo de ser y actuar que ca-
racteriza a los amigos de Dios. As´ı, los que tengan esa
misma actitud se sentir´an atra
´ıdos a nosotros. Al mis-
mo tiempo, es conveniente que tomemos la iniciativa
(v´ease el recuadro “C
´omo hicimos buenas amistades”,
en la p´agina 38). Hay que buscar personas con cua-
lidades que nos interese imitar. Adem´as, los cristia-
nos deben recordar este consejo b´ıblico: “Ens
´anchen-
se”. Ciertamente, queremos ampliar nuestro c´ırculo de
amistades sin reparar en la raza, la nacionalidad o la cul-
15. ¿Qu´e podemos hacer para encontrar en la congregaci
´on amistades
que sean espirituales?
40 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tura de los hermanos (2 Corintios 6:13; 1 Pedro 2:17).
Tampoco debemos limitarnos a quienes sean de nuestra
misma edad. ¿Acaso no era Jonat´an mucho mayor que
David? Por lo general, los amigos entrados en a˜
nos nos
aportar´an un gran caudal de experiencia y sabidur
´ıa.
CUANDO SURGEN DIFICULTADES16 Es inevitable que surjan problemas entre cristianos,
pues la forma de ser y las vivencias var´ıan mucho de
unos a otros. Se comprende, por lo tanto, que a veces
nos ofendan las palabras o acciones de un hermano, o
incluso que tengamos choques de personalidad, malen-
tendidos y diferencias de opini´
on (Proverbios 12:18).
Cuando eso ocurra, ¿qu´e haremos? ¿Convertiremos la
dificultad en una piedra de tropiezo y nos alejaremos de
la congregaci´
on? Jam´as, pues amamos a Jehov
´a y a sus
amigos.17 Jehov
´a ha creado la vida y la sostiene, y por eso es
digno de recibir nuestro amor y total devoci´
on (Revela-
ci´
on 4:11). Tambi´en merece nuestro respaldo y lealtad
la congregaci´
on cristiana, pues es el instrumento que
Dios utiliza (Hebreos 13:17). En vista de lo anterior,
cuando nos llevamos una decepci´
on con un hermano,
16, 17. ¿Por qu´e no deber
´ıamos abandonar la congregaci
´on si un her-
mano nos ofende?
Amemos a quienes Dios ama 41
no manifestamos nuestro enojo abandonando la congre-
gaci´
on. Es inconcebible que lo hagamos, pues Jehov´a
no tiene culpa de nada. Lo que es m´as: lo amamos tan-
to, que jam´as se nos ocurrir
´ıa darle la espalda ni a
´el ni a
su pueblo (Salmo 119:165).18 El amor a nuestros hermanos nos impulsa a esfor-
zarnos por que reine la paz en la congregaci´
on. En efec-
to, nos mueve a pasar por alto las faltas de poca im-
portancia, recordando que todos somos imperfectos
y cometemos errores (Proverbios 17:9; 1 Pedro 4:8).
De hecho, si Jehov´a no espera que sus amigos sean per-
fectos, ¿por qu´e
´ıbamos a esperarlo nosotros? Adem
´as,
el amor nos ayuda a seguir “perdon´ando[nos] liberal-
mente”, o sea, con generosidad (Colosenses 3:13). Pero
esto no es siempre f´acil. Sin darnos cuenta, las emocio-
nes pudieran cegarnos. El resentimiento pudiera domi-
narnos y llevarnos a creer que enoj´andonos castigamos
de alg´
un modo a quien nos ha ofendido. Pero, en reali-
dad, quien m´as se perjudica con el rencor es quien lo
siente. Por eso, es mucho mejor que perdonemos siem-
pre que haya razones v´alidas para hacerlo (Lucas 17:
18. a) ¿C´omo podemos contribuir a que reine la paz en la congrega-
ci´on? b) ¿Qu
´e bendiciones recibimos al perdonar siempre que hay
razones v´alidas?
42 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
3, 4). De este modo recibimos innumerables bendicio-
nes, entre ellas disfrutar de paz con nosotros mismos,
con la congregaci´
on y, sobre todo, con Jehov´a (Mateo
6:14, 15; Romanos 14:19).
CUANDO HAY QUE CORTAR RELACIONES19 A veces se espera que cortemos relaciones con per-
sonas que han pertenecido a la congregaci´
on. Esta situa-
ci´
on se presenta cuando un cristiano viola la ley de Dios,
se niega a arrepentirse y tiene que ser expulsado. Y lo
mismo ocurre si alguien reniega de la fe ense˜
nando doc-
trinas falsas o desasoci´andose, es decir, renunciando a
su condici´
on de miembro de la congregaci´
on. La Pala-
bra de Dios dice con toda claridad: “Cesen de mezclar-
se [con ellos]” (1 Corintios 5:11-13; 2 Juan 9-11).� Puede
ser muy duro evitar su compa˜
n´ıa, sobre todo si el impli-
cado es un familiar nuestro o si hemos tenido amistad
con´el. Ahora bien, ¿qu
´e haremos? ¿Adoptaremos una
postura firme, dando prueba as´ı de que anteponemos,
por encima de todo, la lealtad a Jehov´a y sus justas le-
yes? Recordemos que Jehov´a valora grandemente la leal-
tad y la obediencia.
� En el ap´endice, p
´ags. 267-269, hallar
´a m
´as informaci
´on sobre el
trato a los expulsados y los desasociados.
19. ¿Qu´e situaciones exigen que cortemos relaciones con alguien?
Amemos a quienes Dios ama 43
20 En realidad, la medida disciplinaria de expulsar de la
congregaci´
on a los pecadores que no quieren arrepentirse
es una expresi´
on de amor. ¿Por qu´e? En primer lugar, por-
que demuestra amor por el santo nombre de Dios y por
todo lo que este representa (1 Pedro 1:15, 16). En segun-
do lugar, porque mantiene segura la congregaci´
on. Los
hermanos fieles quedan protegidos de la mala influencia
de quien se niega a corregirse. As´ı, pueden seguir sirvien-
do a Dios con la tranquilidad de que la congregaci´
on es un
refugio en medio de este mundo malo (1 Corintios 5:7;
Hebreos 12:15, 16). En tercer lugar, porque demuestra
amor a los propios pecadores. La intenci´
on es que les sir-
va de sacudida, los haga recapacitar y acaben dando los
pasos necesarios para regresar a Jehov´a (Hebreos 12:11).
21 Sin duda alguna, nuestras amistades ejercen una
gran influencia en nosotros. Por eso, es muy importan-
te que las seleccionemos con sumo cuidado. Si hacemos
amistad con los amigos de Jehov´a, amando a quienes
´el
ama, nos rodearemos de los mejores compa˜
neros que
existen. Y as´ı absorberemos de ellos muchas cosas bue-
nas que nos ayudar´an a cumplir con nuestra resoluci
´on
de vivir como Jehov´a quiere.
20, 21. a) ¿Por qu´e es una expresi
´on de amor el mandato divino de
expulsar a los pecadores? b) ¿Por qu´e es tan importante elegir bien
nuestras amistades?
44 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
¿SE HA fijado en la cara que pone un ni˜
no cuando
no tiene ganas de hacer lo que le mandan? Es todo un
reflejo de la lucha que se libra en su interior. Oye la
voz de su padre y sabe que debe respetarlo; pero, en
este caso, sencillamente no quiere obedecer. ¡Qu´e dile-
ma! Pues bien, de vez en cuando nos ocurre algo pare-
cido a todos nosotros.2 No siempre resulta f
´acil respetar a quienes tienen
cierto grado de autoridad. ¿Ha tenido usted ese proble-
ma alguna vez? Si as´ı es, puede estar seguro de que
no es el´
unico. Sin embargo, la Biblia nos manda aca-
tar la autoridad, independientemente de que el mundo
sea cada d´ıa m
´as rebelde (Proverbios 24:21). Es m
´as, si
queremos mantenernos en el amor de Dios, es impres-
cindible que obedezcamos ese mandato b´ıblico. Aho-
ra bien, ¿por qu´e nos cuesta tanto? ¿Por qu
´e nos pide
Jehov´a que lo hagamos? ¿Qu
´e nos ayudar
´a a obedecerlo,
1, 2. a) ¿Qu´e lucha interior solemos tener? b) ¿Qu
´e preguntas vamos
a responder?
CAP´ITULO 4
¿Por qu´e respetar la autoridad?
“Honren a hombres de toda clase.” (1 PEDRO 2:17.)
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 45
y de qu´e maneras podemos cumplirlo? A continuaci
´on
responderemos estas preguntas.
POR QU´
E NO ES F´
ACIL3 ¿Por qu
´e resulta dif
´ıcil respetar la autoridad? Por
dos razones: primero, porque todos somos imperfectos,
y segundo, porque los hombres y mujeres que ejercen la
autoridad tambi´en lo son. El pecado y la imperfecci
´on
que nos afligen surgieron hace miles de a˜
nos en el jar-
d´ın de Ed
´en, cuando Ad
´an y Eva se rebelaron contra
Dios. Como vemos, el pecado comenz´
o con una rebe-
li´
on. Y hasta el d´ıa de hoy, nacemos con la tendencia a
rebelarnos (G´enesis 2:15-17; 3:1-7; Salmo 51:5; Romanos
5:12).4 Como somos pecadores por naturaleza, el orgullo y
la arrogancia suelen brotar f´acilmente en nosotros, a di-
ferencia de la humildad, que tanto trabajo nos cuesta
cultivar y mantener. De hecho, aunque llevemos a˜
nos
sirviendo fielmente a Jehov´a, podemos volvernos orgu-
llosos y testarudos. Eso fue lo que le ocurri´
o a Cor´e.
Este israelita hab´ıa superado muchas dificultades junto
al pueblo de Dios. Sin embargo, acab´
o cediendo a las
ansias de poder y cometi´
o la osad´ıa de iniciar una rebe-
3, 4. ¿C´omo surgieron el pecado y la imperfecci
´on, y c
´omo nos difi-
cultan estos el respeto a la autoridad?
46 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
li´
on contra Mois´es, el hombre m
´as manso de aquella
´epoca (N
´umeros 12:3; 16:1-3). Algo similar sucedi
´o con
el rey Uz´ıas, quien, llevado por el orgullo, se atrevi
´o a
penetrar en el templo de Jehov´a y efectuar una fun-
ci´
on sagrada reservada a los sacerdotes (2 Cr´
onicas 26:
16-21). Cor´e y Uz
´ıas pagaron muy cara su rebeli
´on. Con
todo, lo que les sucedi´
o nos ense˜
na una importante lec-
ci´
on: tenemos que luchar contra el orgullo, pues esta ac-
titud nos dificulta respetar la autoridad.5 Por otro lado, las propias personas que han ostenta-
do el poder han contribuido a minar el respeto a la
autoridad. Muchas han sido crueles, injustas o tir´anicas.
De hecho, la historia ofrece una larga lista de atrope-
llos cometidos por los que mandan (Eclesiast´es 8:9).
Pensemos en el caso de Sa´
ul. Cuando Jehov´a lo escogi
´o
para ser rey,´el era un hombre bueno y humilde. Pero
despu´es se dej
´o dominar por el orgullo y la envidia, lle-
gando a perseguir al fiel David (1 Samuel 9:20, 21; 10:
20-22; 18:7-11). M´as tarde, el propio David fue nom-
brado rey. Aunque se convirti´
o en uno de los mejores
monarcas de Israel, tambi´en abus
´o de su posici
´on al ro-
barle la esposa a Ur´ıas el hitita y poner a aquel hombre
5. ¿Qu´e abusos han cometido los seres humanos a lo largo de la historia?
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 47
inocente en la primera l´ınea de batalla para que murie-
ra (2 Samuel 11:1-17). Como vemos, la imperfecci´
on
conduce a los seres humanos a manejar mal el poder, y
esta situaci´
on se agrava cuando no sienten ning´
un res-
peto por Jehov´a. Hablando de los instrumentos de re-
presi´
on creados por varios papas, un estadista brit´anico
dijo: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto
corrompe absolutamente”. En vista de todos los abusos
cometidos, quiz´as nos preguntemos: “¿Por qu
´e debemos
respetar la autoridad?”.
POR QU´
E RESPETAR LA AUTORIDAD6 Las tres razones m
´as importantes para respetar la
autoridad nacen del amor: primero, amor a Jehov´a; lue-
go, al pr´
ojimo, y, finalmente, a nosotros mismos. La pri-
mera raz´
on es que amamos a Jehov´a sobre todas las
cosas, y por eso queremos hacerle feliz (Proverbios
27:11; Marcos 12:29, 30). Sabemos que desde la rebeli´
on
de Ed´en se ha estado cuestionando en la Tierra la sobe-
ran´ıa de Jehov
´a, es decir, su derecho a dominar el uni-
verso. Tambi´en hemos aprendido que la mayor parte
de la humanidad ha rechazado el gobierno de Dios y
6, 7. a) Explique por qu´e respetamos la autoridad de Jehov
´a. b) ¿En
qu´e momentos tendremos que mostrar sumisi
´on a Jehov
´a, y qu
´e ejem-
plo debemos imitar?
48 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
se ha puesto de parte de Satan´as. Sin embargo, noso-
tros adoptamos con orgullo la postura contraria. Por
eso, cuando leemos pasajes que proclaman la majestad
de Jehov´a, como Revelaci
´on 4:11, ¿c
´omo nos sentimos?
Muy conmovidos. No tenemos ninguna duda de que´el
es el leg´ıtimo Rey del universo, as
´ı que apoyamos de
todo coraz´
on su soberan´ıa obedeci
´endole en nuestro
diario vivir.7 Ahora bien, respetar a Jehov
´a implica m
´as que obe-
decerle. Claro, hacemos lo que nos pide porque lo ama-
mos. Sin embargo, habr´a momentos en que, como al
ni˜
no del que hablamos al principio, nos costar´a obede-
cer a nuestro Padre y tendremos que aprender a ser su-
misos. Recordemos que el propio Jes´
us siempre acat´
o
los deseos de su Padre, incluso en las pruebas m´as dif
´ı-
ciles, llegando a decirle: “Que no se efect´
ue mi volun-
tad, sino la tuya” (Lucas 22:42).8 Por supuesto, Jehov
´a ya no habla directamente con
ninguno de sus siervos. Nos comunica su voluntad
mediante la Biblia y mediante sus representantes en la
Tierra. Por ello, la forma m´as habitual de someternos
8. a) ¿C´omo nos sometemos a Jehov
´a hoy d
´ıa, y qu
´e ejemplo nos indica
lo que´el siente al respecto? b) ¿Qu
´e nos ayudar
´a a aceptar los consejos
y la disciplina que recibamos? (V´ease el recuadro de las p
´ags. 59-61.)
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 49
a Jehov´a es obedecer a quienes
´el ha nombrado y a quie-
nes ha permitido conservar la autoridad. Si nos rebe-
l´aramos contra ellos, tal vez rechazando su disciplina
o sus consejos b´ıblicos, ofender
´ıamos a Dios. Eso fue
lo que hicieron los israelitas. Cuando protestaron y se
sublevaron contra Mois´es, Jehov
´a lo vio como un ata-
que contra´el mismo (N
´umeros 14:26, 27).
9 La segunda raz´
on para someternos a la autoridad es
el amor al pr´
ojimo. Para entenderlo mejor, imag´ınese
que es un soldado. Si usted y sus compa˜
neros quieren
cumplir bien su misi´
on y sobrevivir, tendr´an que respe-
tar la cadena de mando, cooperando con sus superiores
y siguiendo sus´
ordenes. Basta con que uno solo se rebe-
le para debilitar al ej´ercito entero e incluso ponerlo en
peligro. Es cierto que cuando hablamos de fuerzas mili-
tares pudieran venir a la mente im´agenes de guerra y do-
lor. Sin embargo, Jehov´a tiene tropas que siempre hacen
el bien. En efecto, en la Biblia se le llama a Dios cente-
nares de veces “Jehov´a de los ej
´ercitos” (1 Samuel 1:3).
´El es el Comandante de poderosas huestes de
´angeles.
Adem´as, la Biblia indica que los cristianos somos como
un ej´ercito al servicio de Dios (Salmo 68:11; Ezequiel
9. ¿Por qu´e decimos que, si amamos al pr
´ojimo, tenemos que respetar
la autoridad? Expl´ıquelo con un ejemplo.
50 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
37:1-10). Al frente de estos soldados espirituales,´el ha
puesto a algunos hombres. Si no acept´aramos la direc-
ci´
on de ellos, pondr´ıamos en peligro a nuestros com-
pa˜
neros. As´ı, cuando un cristiano se rebela contra los
ancianos de la congregaci´
on, perjudica a otros herma-
nos (1 Corintios 12:14, 25, 26). Es lo mismo que ocurre
cuando un hijo se vuelve desobediente: la familia ente-
ra sufre. Como vemos, cultivar una actitud de respeto
y colaboraci´
on es una forma de amar al pr´
ojimo.10 La tercera raz
´on por la que respetamos la autori-
dad es porque la obediencia contribuye a nuestro pro-
pio bienestar. Por norma general, cada vez que Jehov´a
nos pide que obedezcamos a alguien, nos indica los be-
neficios. Por ejemplo, ¿qu´e nos promete si honramos a
los padres? Que tendremos una vida larga y feliz (Deute-
ronomio 5:16; Efesios 6:2, 3). ¿Ysi seguimos los consejos
de los ancianos de la congregaci´
on? Que no sufriremos
da˜
nos espirituales (Hebreos 13:7, 17). ¿Ysi respetamos a
las autoridades civiles? Que estaremos protegidos (Ro-
manos 13:4).11 Sin duda, al saber las razones por las que Jehov
´a
quiere que obedezcamos nos ser´a m
´as f
´acil respetar la
10, 11. ¿Por qu´e es bueno saber los beneficios que obtenemos al obe-
decer la autoridad? Explique.
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 51
autoridad. Analicemos ahora tres campos en los que
podemos manifestar dicho respeto.
EL RESPETO EN LA FAMILIA12 Jehov
´a es el Creador de la familia. Como es un Dios
que ama el orden, ha dejado claro c´
omo debe estar or-
ganizada para funcionar bien (1 Corintios 14:33). Al es-
poso lo ha nombrado cabeza de la familia, es decir, le
ha encargado dirigirla. Para ello,´el tambi
´en debe res-
petar la autoridad de Jesucristo, quien es su Cabeza.
¿C´
omo lo hace? Imitando la manera en que´el dirige a
la congregaci´
on (Efesios 5:23). Por tanto, el buen espo-
so no reh´
uye sus deberes, sino que los asume como un
verdadero hombre. Eso s´ı, tampoco es un d
´espota ni un
tirano. Todo lo contrario: es cari˜
noso, amable y razona-
ble. Nunca olvida que su autoridad tiene l´ımites y que
es siempre inferior a la de Jehov´a.
13 La mujer debe ayudar y complementar a su esposo.
Ella tambi´en ha recibido autoridad en el hogar, pues la
Biblia habla de “la ley de [la] madre” (Proverbios 1:8).
No obstante, la cristiana reconoce que su autoridad
no est´a por encima de la de su marido, y por eso lo ayu-
12. ¿Qu´e responsabilidad ha recibido el esposo, y c
´omo debe cumplirla?
13. ¿C´omo puede la esposa cumplir con su responsabilidad de una for-
ma que agrade a Jehov´a?
52 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
da a cumplir con su papel de cabeza de la familia. Lo apo-
ya y colabora con´el, y nunca lo menosprecia, manipula
ni trata de usurpar su lugar. Cuando no est´a de acuerdo
con´el, se lo expresa con respeto, pero nunca se rebela
contra sus decisiones. ¿Ysi el esposo no comparte su fe?
Entonces es posible que se enfrente a situaciones dif´ıci-
les; aun as´ı, si respeta su autoridad, tal vez logre que
alg´
un d´ıa
´el decida buscar a Jehov
´a (1 Pedro 3:1).
14 ¿Qu´e logran los hijos cuando son obedientes? Hon-
rar a su padre y a su madre y llenarlos de alegr´ıa (Pro-
verbios 10:1). Pero, sobre todo, consiguen hacer feliz a
Jehov´a. Y la obligaci
´on de obedecer no cambia porque
vivan con uno solo de sus padres; de hecho, compren-
den que en esa situaci´
on es a´
un m´as necesario que den
su apoyo y ayuda. Las familias donde todos cumplen la
funci´
on que Dios les ha asignado viven en paz y son fe-
lices. Adem´as, honran a Jehov
´a, el Creador de todas las
familias (Efesios 3:14, 15).
EL RESPETO EN LA CONGREGACI´
ON15 Jehov
´a ha encargado el gobierno de la congregaci
´on
14. ¿C´omo pueden los hijos hacer felices a sus padres y a Jehov
´a?
15. a) ¿C´omo demostramos en la congregaci
´on que respetamos la auto-
ridad de Jehov´a? b) ¿Qu
´e principios nos ayudar
´an a ser obedientes a
quienes dirigen la congregaci´on? (V
´ease el recuadro de las p
´ags. 61-63.)
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 53
cristiana a su Hijo (Colosenses 1:13). Jesus, a su vez,ha encomendado el cuidado de las necesidades espiri-tuales del pueblo de Dios al “esclavo fiel y discreto”(Mateo 24:45-47). El Cuerpo Gobernante de los Testi-gos de Jehova sirve como “el esclavo fiel y discreto”.Al igual que en el siglo primero, el Cuerpo Gobernantetransmite a los ancianos de las congregaciones sus ins-trucciones y consejos. Se los comunica directamente ovaliendose de representantes, entre ellos los superinten-54 “Mantenganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditarˇ ¿Que harıa si me pidieran que violara lasnormas de Jehova? (Mateo 22:37-39; 26:52;Juan 18:36.)ˇ ¿Como reaccionarıa si me prohibieran cumplirun mandato de Jehova? (Hechos 5:27-29; Hebreos10:24, 25.)ˇ ¿Que puede motivarme a obedecer a quienestienen autoridad? (Romanos 13:1-4; 1 Corintios11:3; Efesios 6:1-3.)
¿QU´E AUTORIDAD DEBO OBEDECER?Principio: “Jehova es nuestro Juez,
Jehova es nuestro Dador de Estatutos,Jehova es nuestro Rey” (Isaıas 33:22).
dentes viajantes. Por consiguiente, siempre que respeta-mos la autoridad de los ancianos cristianos, en realidadestamos obedeciendo a Jehova (1 Tesalonicenses 5:12;Hebreos 13:17).
16 Los ancianos y siervos ministeriales no son perfec-tos. Como todo el mundo, tienen sus faltas. Aun ası, losancianos son verdaderas “dadivas”, regalos de Jehovapara que la congregacion se mantenga espiritualmentefuerte (Efesios 4:8). La Biblia dice que han sido nombra-dos por espıritu santo (Hechos 20:28). ¿Por que dice eso?En primer lugar, porque antes de que un hermano reci-ba ese nombramiento, los ancianos evaluan si cumple losrequisitos que senala la Palabra de Dios, la cual esta ins-piradapor espıritu santo (1 Timoteo 3:1-7, 12; Tito 1:5-9).En segundo lugar, porque cuando ellos hacen dicho ana-lisis, le ruegan a Jehova que los guıe con su espıritu.
17 En la congregacion hay diversas tareas de las que,por lo general, se ocupan los ancianos y siervos minis-teriales, como dirigir las reuniones para el servicio delcampo. ¿Que ocurre cuando no hay ninguno disponible16. ¿Por que dice la Biblia que los ancianos son nombrados por espı-ritu santo?17. ¿Por que se cubren la cabeza las cristianas cuando realizan cier-tas labores en la congregacion?¿Por que respetar la autoridad? 55
para realizarlas? En esos casos se usa a otro var´
on bau-
tizado. ¿Ysi tampoco hubiera ninguno? Entonces se uti-
lizar´ıa a una hermana capacitada. Ahora bien, siempre
que una mujer realice una labor que normalmente ha-
r´ıa un var
´on bautizado, debe cubrirse la cabeza (1 Co-
rintios 11:3-10).� Este requisito no pretende rebajar a la
mujer en ning´
un sentido. En realidad, le brinda la opor-
tunidad de expresar respeto por el orden que Jehov´a ha
establecido en la familia y en la congregaci´
on.
EL RESPETO A LAS AUTORIDADES CIVILES18 Los verdaderos cristianos nos esforzamos a con-
ciencia por seguir los principios expuestos en Romanos
13:1-7. Si leemos este pasaje, veremos que habla de “las
autoridades superiores”, o sea, de los gobiernos. Jehov´a
permite que existan para que realicen algunas funcio-
nes importantes, como mantener el orden y proporcio-
nar diversos servicios. ¿De qu´e manera respetamos a
estas autoridades? Obedeciendo sus disposiciones. As´ı,
nos aseguramos de pagar los impuestos, llenar correc-
tamente los formularios o documentos que nos exijan
� En el ap´endice, p
´ags. 270-273, se analizan varias maneras de po-
ner en pr´actica este principio.
18, 19. a) ¿C´omo explicar
´ıa los principios de Romanos 13:1-7?
b) ¿C´omo mostramos respeto a las autoridades civiles?
56 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
y cumplir todas las leyes, sea que tengan que ver con
uno mismo, o con la familia, el negocio o la propiedad.
Ahora bien, si nos mandan desobedecer a Dios, nos
negamos rotundamente. Como los ap´
ostoles, responde-
mos: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernan-
te m´as bien que a los hombres” (Hechos 5:28, 29; v
´ea-
se el recuadro “¿Qu´e autoridad debo obedecer?”, en la
p´agina 54).
19 Otra forma de respetar a la autoridad civil es tra-
tando como es debido a sus representantes, sobre todo
cuando les hablamos cara a cara. En cierta ocasi´
on, el
ap´
ostol Pablo compareci´
o ante el rey Herodes Agripa y
el gobernador Festo. Aunque sab´ıa muy bien que am-
bos ten´ıan graves defectos, se dirigi
´o a ellos con respeto
(Hechos 26:2, 25). Nosotros debemos imitar su ejemplo,
sea que nos hallemos ante un alto cargo o, sencillamen-
te, ante un agente de la polic´ıa. Los j
´ovenes cristianos
deben adoptar una actitud semejante con sus maestros
y con cualquier otro funcionario escolar. Desde luego,
no respetamos´
unicamente a quienes simpatizan con
nuestras creencias, sino tambi´en a quienes est
´an en con-
tra de los testigos de Jehov´a. En realidad, todo el mun-
do deber´ıa poder ver —aunque no comparta nuestra
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 57
fe— que somos respetuosos (Romanos 12:17, 18; 1 Pe-
dro 3:15).20 No hay por qu
´e ser mezquinos a la hora de mostrar
respeto. En vez de expresarlo solo a unos cuantos, es
mejor seguir este consejo: “Honren a hombres de toda
clase” (1 Pedro 2:17). A mucha gente le impresionar´a
ver que la tratamos con aut´entico respeto, sobre todo
porque es una cualidad cada vez menos com´
un. Al ac-
tuar as´ı, estaremos obedeciendo el mandato de Jes
´us:
“Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres,
para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al
Padre de ustedes que est´a en los cielos” (Mateo 5:16).
21 Como este mundo vive en tinieblas, las personas de
buen coraz´
on se sienten atra´ıdas a la luz espiritual. Por
tanto, si mostramos respeto en el trato con la familia,
con los hermanos de la congregaci´
on y con las autori-
dades civiles, es probable que algunos nos observen y se
sientan impulsados a andar con nosotros en la luz divi-
na. Ser´ıa fant
´astico, ¿verdad? Pero, aunque eso no suce-
da, hay algo que siempre tendremos: la incomparable re-
compensa de complacer a Jehov´a y mantenernos en su
amor.
20, 21. ¿Qu´e beneficios tendremos si mostramos el debido respeto a
la autoridad?
58 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 59
La “atm´
osfera”, o ambiente, del mundo est´a muy
contaminada con el esp´ıritu de Satan
´as, es decir, con
su actitud rebelde y desafiante. De ah´ı que la Biblia
llame al Diablo el “gobernante de la autoridad delaire” y que se
˜nale, adem
´as, que
´el es quien difunde “el
esp´ıritu que ahora opera en los hijos de la desobedien-
cia” (Efesios 2:2). Hoy existe much´ısima gente que
no quiere someterse a nadie. Lamentablemente, algu-nos cristianos se han contagiado de esa actitud. Poreso no hacen caso, e incluso se ofenden, cuando un an-ciano los alerta con bondad sobre las diversionesinmorales o violentas, o les hace otra observaci
´on.
Pero es muy necesario seguir la exhortaci´
on de Pro-verbios 19:20: “Escucha el consejo y acepta la discipli-na, a fin de que te hagas sabio en tu futuro”.
¿Qu´e nos ayudar
´a a aplicar estas palabras? Exa-
minar tres razones que suelen darse para rechazar losconsejos o la disciplina y ver qu
´e actitud recomienda
la Biblia.
ˇ “No es un consejo muy acertado.” Quiz´a pensemos
que la recomendaci´
on no encaja con nuestras circuns-tancias o que se ofreci
´o sin tener en cuenta todos los
factores, y enseguida le restemos importancia (He-breos 12:5). Pero, ya que todos somos imperfectos,¿pudi
´eramos estar nosotros equivocados, al menos
“ESCUCHA EL CONSEJOY ACEPTA LA DISCIPLINA”
60 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
en parte? (Proverbios 19:3.) ¿De verdad se nos dio elconsejo sin ninguna raz
´on v
´alida? Es muy probable
que no. Entonces, concentr´emonos en el punto donde
debamos mejorar y sigamos esta invitaci´
on de la Pala-bra de Dios: “[Af
´errate a] la disciplina; no la sueltes.
Salvagu´ardala, pues [...] es tu vida” (Proverbios 4:13).
ˇ “No me gust´
o el modo en que me lo dijo.” Es cier-to que la Palabra de Dios pide a los consejeros quecumplan con unas exigencias muy altas (G
´alatas 6:1).
Pero, al mismo tiempo, admite que “todos [hemos]pecado y no [alcanzamos] la gloria de Dios” (Roma-nos 3:23). Solo quien fuera perfecto ser
´ıa capaz de
aconsejarnos de manera perfecta (Santiago 3:2). Sinembargo, ese no es el caso de ninguno de los hom-bres a quienes Jehov
´a usa para corregirnos. Por eso,
lo m´as sensato es fijarse en lo que dicen, y no en la
forma como lo dicen. Luego debemos pedirle a Diosayuda para aplicar lo que nos sugieran.
ˇ “No es el m´as indicado para aconsejarme.” Si nos pa-
rece que los defectos del consejero restan validez asus recomendaciones, ser
´a mejor que repasemos los
dos puntos anteriores. Y si creemos que nadie puedecorregirnos —sea por nuestra edad, experiencia o po-sici
´on en la congregaci
´on—, debemos modificar nues-
tra actitud. En el antiguo Israel, hasta los reyes ten´ıan
que aceptar consejos de profetas, sacerdotes y otross
´ubditos (2 Samuel 12:1-13; 2 Cr
´onicas 26:16-20). Hoy,
la organizaci´
on de Jehov´a designa a hombres imper-
¿Por qu´
e respetar la autoridad? 61
fectos para que nos orienten, y, si somos maduros,aplicaremos con gusto sus sugerencias. ¿Tenemos mu-cha experiencia y grandes responsabilidades? Enton-ces, raz
´on de m
´as para dar buen ejemplo siendo razo-
nables y dej´andonos guiar con humildad (1 Timoteo
3:2, 3; Tito 3:2).
Es obvio que todos necesitamos que nos gu´ıen. Por
eso, debemos estar dispuestos a aceptar y poner enpr
´actica sugerencias que pueden salvarnos la vida.
De hecho, son un amoroso regalo de Jehov´a que debe-
r´ıamos agradecer de todo coraz
´on y que nos ayudar
´a a
mantenernos en el amor de Dios (Hebreos 12:6-11).
Mois´es no pod
´ıa supervisar por s
´ı solo a los varios
millones de israelitas que viajaban con´el por el peli-
groso desierto. Necesitaba adoptar con urgencia al-g
´un sistema de organizaci
´on. ¿Qu
´e hizo? “Procedi
´o a
escoger a hombres capaces de entre todo Israel [...]como cabezas sobre el pueblo, como jefes de milla-res, jefes de centenas, jefes de cincuentenas y jefesde decenas.” (
´Exodo 18:25.)
Hoy en d´ıa, tambi
´en es necesario que la congre-
gaci´
on cristiana est´e bien organizada. De menor a
mayor, el orden es el siguiente: cada grupo para el
SEAMOS OBEDIENTES A QUIENESDIRIGEN LA CONGREGACI
´ON
62 “Mantenganse en el amor de Dios”
servicio del campo esta dirigido por un anciano;cada congregacion, por un cuerpo de ancianos; cadagrupo de congregaciones, por un superintendente decircuito, y cada paıs, por un Comite del Paıs o de Su-cursal. Gracias a esta organizacion, todos los pasto-res espirituales pueden atender bien a las ovejas queJehova ha puesto a su cuidado, conscientes de quetendran que rendir cuentas ante Jehova y Jesucristo(Hechos 20:28).
Ahora bien, este sistema requiere que todos mos-tremos obediencia y sumision. Nunca querrıamos sercomo Diotrefes, que no tenıa ningun respeto porquienes dirigıan la obra (3 Juan 9, 10). Hacemos bienen seguir el consejo de Pablo de ser obedientes y su-misos a los que estan al frente de las congregaciones.¿Por que? “Porque ellos estan velando por las almasde ustedes como los que han de rendir cuenta; paraque ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, porcuanto esto les serıa gravemente danoso a ustedes.”(Hebreos 13:17.) Algunas personas estan dispuestasa obedecer, pero unicamente si concuerdan con lasinstrucciones que reciben y si logran entender las ra-zones. No obstante, no olvidemos que los cristianostambien tenemos que ser sumisos, y eso implica obe-decer aunque no deseemos hacerlo. Por consiguien-te, serıa bueno preguntarnos: “¿Soy obediente y su-miso a quienes tienen autoridad sobre mı?”.
¿Por que respetar la autoridad? 63
La Biblia no indica con lujo de detalles como debeefectuarse cada tarea en la congregacion. Lo que sıexige es que todo se efectue de forma decente y orde-nada (1 Corintios 14:40). El Cuerpo Gobernanteobedece ese principio al establecer pautas y procedi-mientos para que todo marche bien. Por su parte, losresponsables de la congregacion dan el ejemplo obe-deciendo dichas instrucciones. Adoptan una actitudrazonable y estan listos para obedecer a quienes su-pervisan su labor (Santiago 3:17). De esta forma, to-dos los grupos, congregaciones, circuitos y paısesdisfrutan de ser parte de una hermandad que estaunida y bien organizada, como es propio de los sier-vos del Dios feliz (1 Corintios 14:33; 1 Timoteo 1:11).
Hebreos 13:17 tambien destaca por que serıa perju-dicial que fueramos desobedientes: porque llevarıa aque los responsables de la congregacion trabajaran“con suspiros”. Aunque ser pastor espiritual es todoun privilegio, puede convertirse en una carga si el re-bano es rebelde o se resiste a colaborar. Pero, comoleımos, eso “serıa gravemente danoso a ustedes”, esdecir, a toda la congregacion. La persona que, pororgullo, se niega a someterse al orden teocratico su-fre ademas otro tipo de dano: su espiritualidad se re-siente, lo que la aleja de su Padre celestial (Salmo138:6). ¡Cuantas razones tenemos para ser obedien-tes y sumisos!
LA NOCHE antes de morir, Jes´
us demostr´
o que se preocupa-
ba por el futuro de sus disc´ıpulos. De hecho, or
´o por ellos a
su Padre: “Te solicito, no que los saques del mundo, sino que
los vigiles a causa del inicuo. Ellos no son parte del mundo, as´ı
como yo no soy parte del mundo” (Juan 17:15, 16). En aquella
sentida oraci´
on, Jes´
us demostr´
o cu´anto los quer
´ıa y cu
´anta
importancia ten´ıan las palabras que esa misma noche hab
´ıa
pronunciado ante algunos de ellos: “Ustedes no son parte del
mundo” (Juan 15:19). Como vemos, consideraba esencial que
sus seguidores estuvieran siempre apartados del mundo.2 ¿A qu
´e “mundo” se refer
´ıa Jes
´us? Al conjunto de seres hu-
manos alejados de Dios y dominados por Satan´as y por el es-
p´ıritu ego
´ısta y orgulloso que
´el difunde (Juan 14:30; Efesios
2:2; 1 Juan 5:19). Se comprende, por tanto, que la Biblia diga
que “la amistad con [ese] mundo es enemistad con Dios” (San-
tiago 4:4). Dado que todos nosotros deseamos mantenernos
en el amor de Dios, hacemos bien en repasar c´
omo podemos
1. ¿Qu´e punto destac
´o Jes
´us la
´ultima noche que pas
´o en la Tierra como
hombre?2. ¿A qu
´e “mundo” se refer
´ıa Jes
´us?
CAP´ITULO 5
Qu´e implica no ser parte del mundo
“Ustedes no son parte del mundo.” (JUAN 15:19.)
64 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
vivir en el mundo sin ser parte de este. Para ello, veamos cinco
cosas que nos permitir´an lograrlo: permanecer leales al Reino
de Dios en manos de Cristo y neutrales ante las actividades
pol´ıticas del hombre, resistir el esp
´ıritu mundano, arreglar-
nos con modestia, vivir con un ojo sencillo y llevar puesta la
armadura espiritual.
PERMANECER LEALES AL REINO Y NEUTRALES3 En vez de involucrarse en las actividades pol
´ıticas de su
´epoca, Jes
´us se dedic
´o a predicar el Reino de Dios, el futuro
gobierno celestial en el que ocupar´ıa la posici
´on de Rey (Da-
niel 7:13, 14; Lucas 4:43; 17:20, 21). Por este motivo, pudo afir-
mar ante el gobernador romano Poncio Pilato: “Mi reino
no es parte de este mundo” (Juan 18:36). Sus disc´ıpulos fieles
siempre hemos seguido su ejemplo. ¿C´
omo? Siendo leales al
Reino y a su rey Jesucristo, y anunciando este gobierno por
todo el planeta (Mateo 24:14). As´ı, el ap
´ostol Pablo escribi
´o:
“Somos, por lo tanto, embajadores en sustituci´
on de Cris-
to [...]. Como sustitutos [de] Cristo rogamos: ‘Reconc´ıliense
con Dios’” (2 Corintios 5:20).�
� Desde el Pentecost´es del a
˜no 33 de nuestra era, Cristo reina sobre
la congregaci´
on de cristianos ungidos que est´a en la Tierra (Colosen-
ses 1:13). Y en 1914 recibi´
o autoridad como rey sobre “el reino delmundo”. Por consiguiente, los ungidos ahora sirven adem
´as como
embajadores del Reino mesi´anico (Revelaci
´on 11:15).
3. a) ¿Qu´e postura adopt
´o Jes
´us ante las actividades pol
´ıticas de su
´epoca? b) ¿Por qu
´e llama la Biblia embajadores a los disc
´ıpulos ungidos
de Jes´us? (Incluya la nota.)
Qu´
e implica no ser parte del mundo 65
66 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Los primeros cristianos se mantuvieron neutrales enla pol
´ıtica y se negaron a participar en las guerras. As
´ı
lo reconocen muchos libros de historia. Uno de ellosdice que “los fundadores del cristianismo se resis-tieron tenazmente a albergar el m
´as m
´ınimo deseo
de intervenir de forma directa en el orden pol´ıtico
de su tiempo” (The Beginnings of Christianity, GeorgeP. Fisher). Otra obra reconoce igualmente que “se ne-gaban a tomar parte activa en la administraci
´on civil”,
que “era imposible que los cristianos fueran soldados,magistrados o pr
´ıncipes sin renunciar a un deber m
´as
sagrado” y que su actitud “los expuso al desprecio y alos reproches de los paganos” (Historia de la decaden-cia y ca
´ıda del Imperio romano, Edward Gibbon).
Con referencia a la postura de los primeros cristia-nos ante el servicio militar tambi
´en encontramos co-
mentarios pertinentes. Por ejemplo, un te´
ologo ale-m
´an escribi
´o que “los cristianos condenaron y se
resistieron a dicho servicio militar” (Historia de la Igle-sia primitiva, Norbert Brox). Y un ensayo religiosoafirma que tras la muerte de Cristo, y durante un pe-r
´ıodo considerable, sus disc
´ıpulos “se negaron a ir a
[la guerra] sin importarles las consecuencias, sea quefuera la verg
¨uenza, la c
´arcel o la muerte. Se trata de
hechos innegables” (An Inquiry Into the Accordancyof War With the Principles of Christianity, JonathanDymond). Otro escritor se
˜nala que comenzaron a
aparecer soldados cristianos´
unicamente cuando “yase hab
´ıa corrompido el cristianismo”.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS ERAN NEUTRALES
4 Los embajadores representan en el extranjero a un so-
berano o a un estado. Por ese motivo, asumen una actitud
de neutralidad y no intervienen en los asuntos internos del
pa´ıs donde realizan sus funciones. Sin embargo, velan
por los intereses del gobierno al que representan. Los
cristianos ungidos, cuya “ciudadan´ıa existe en los cielos”,
adoptan la misma postura (Filipenses 3:20). Estos celosos
embajadores han estado predicando el Reino y, como re-
sultado, han ayudado a reconciliarse con Dios a millones
de las “otras ovejas” de Cristo (Juan 10:16; Mateo 25:
31-40). Bajo la direcci´
on de los hermanos ungidos de Jes´
us,
los cristianos de las “otras ovejas” act´
uan como enviados
de Cristo. Ambos grupos forman un solo reba˜
no unido
que promueve la causa del Reino mesi´anico y mantiene
una postura de estricta neutralidad ante las cuestiones po-
l´ıticas de este mundo (Isa
´ıas 2:2-4).
5 Pero, adem´as de la lealtad a Cristo, hay otras razones
por las que los cristianos verdaderos permanecemos neu-
trales. Para empezar, no somos como los antiguos israeli-
tas, que viv´ıan en un solo pa
´ıs, el que Dios les hab
´ıa conce-
dido. Nosotros somos una hermandad esparcida por toda
4. ¿De qu´e maneras han demostrado los cristianos verdaderos su leal-
tad al Reino de Dios? (V´ease el recuadro de la p
´ag. 66.)
5. ¿Cu´al es una de las diferencias entre la congregaci
´on cristiana y el anti-
guo Israel, y qu´e consecuencias tiene este hecho en la vida de los cristianos?
Qu´
e implica no ser parte del mundo 67
la Tierra (Mateo 28:19; 1 Pedro 2:9). Por eso, ¿qu´e ocurrir
´ıa
si nos pusi´eramos a favor de alg
´un bando pol
´ıtico? Que
se ver´ıa gravemente comprometida tanto nuestra unidad
cristiana como la libertad y franqueza con que llevamos el
mensaje del Reino a todo tipo de personas (1 Corintios
1:10). Adem´as, cuando estallara una guerra, estar
´ıamos pe-
leando contra nuestros hermanos en la fe, a quienes se nos
manda amar (Juan 13:34, 35; 1 Juan 3:10-12). ¡Con raz´
on
orden´
o Jes´
us a sus disc´ıpulos deponer las armas e incluso
amar a sus enemigos! (Mateo 5:44; 26:52; v´ease el recuadro
“¿Me mantengo neutral?”, en la p´agina 70.)
6 Adem´as, los cristianos verdaderos han dedicado su
vida a Dios, y no a alg´
un hombre o mujer, o a alguna insti-
tuci´
on humana o pa´ıs. De hecho, 1 Corintios 6:19, 20 dice
que ellos “no se pertenecen a s´ı mismos, porque fueron
comprados por precio”. As´ı, aunque dan al “C
´esar” lo suyo
—honor, impuestos y sujeci´
on relativa—, su deber princi-
pal es dar “a Dios las cosas de Dios” (Marcos 12:17; Roma-
nos 13:1-7). Entre “las cosas de Dios” figuran la adoraci´
on,
el amor de todo coraz´
on, la obediencia, la lealtad y hasta la
propia vida, si fuera necesario darla (Lucas 4:8; 10:27; He-
chos 5:29; Romanos 14:8).
6. ¿Qu´e efecto tiene en nuestra relaci
´on con el C
´esar el hecho de que
estemos dedicados a Dios?
68 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
RESISTIR “EL ESP´IRITU DEL MUNDO”
7 Otra manera en que nos mantenemos separados del
mundo es resistiendo su maligno esp´ıritu. Pablo escribi
´o
que no hemos recibido “el esp´ıritu del mundo, sino el esp
´ı-
ritu que proviene de Dios” (1 Corintios 2:12). Ya los cris-
tianos de´
Efeso les dijo que “en un tiempo anduvieron
conforme al [...] mundo, conforme al gobernante de la au-
toridad del aire, el esp´ıritu que ahora opera en los hijos de
la desobediencia” (Efesios 2:2, 3).8 ¿Qu
´e es el “aire”, o esp
´ıritu, del mundo? Es la fuerza invi-
sible que influye para mal en las personas. ¿C´
omo? Incit´an-
dolas a desobedecer a Dios y promoviendo “el deseo de la
carne y el deseo de los ojos” (1 Juan 2:16; 1 Timoteo 6:9, 10).
¿Por qu´e tiene este esp
´ıritu “autoridad”, o poder, sobre la hu-
manidad? Porque apela a sus tendencias pecaminosas, es
casi imperceptible, act´
ua incesantemente y, como el aire,
est´a por todas partes. ¿Yde qu
´e manera “opera” en la gente?
Favoreciendo el desarrollo gradual de cualidades anticristia-
nas, como el ego´ısmo, el orgullo, la ambici
´on, la actitud de
independencia moral y la rebeld´ıa.� En resumen, logra que,
poco a poco, las cualidades del Diablo crezcan en el coraz´
on
del hombre (Juan 8:44; Hechos 13:10; 1 Juan 3:8, 10).
� V´ease Razonamiento a partir de las Escrituras, p
´ags. 140-144, edita-
do por los testigos de Jehov´a.
7, 8. ¿Qu´e es “el esp
´ıritu del mundo”, y de qu
´e manera opera en la gente?
Qu´
e implica no ser parte del mundo 69
9 ¿Puede el esp´ıritu del mundo echar ra
´ıces en nuestra
mente y coraz´
on? Ciertamente, pero solo si bajamos la
guardia (Proverbios 4:23). Al principio, su influencia suele
ser sutil. Por ejemplo, ese maligno esp´ıritu pudiera lle-
garnos a trav´es de compa
˜neros que parecen ser buenas
personas, pero que en realidad no aman a Jehov´a (Pro-
verbios 13:20; 1 Corintios 15:33). Tambi´en pudi
´eramos ab-
sorberlo mediante publicaciones cuestionables, p´aginas
9. ¿De qu´e formas entra el esp
´ıritu del mundo en la mente y el coraz
´on?
70 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿C´
omo explicar´ıa yo que el saludo a la bandera
es un tipo de idolatr´ıa? (
´Exodo 20:4, 5; 1 Juan
5:21.)�
ˇ Cuando me toque explicar por qu´e no participo
en determinadas ceremonias nacionales, ¿c´
omodemostrar
´e que respeto a quienes no comparten
mis creencias? (1 Pedro 3:15.)
ˇ ¿Cu´ales son las razones por las que yo no respal-
do a ning´
un partido pol´ıtico ni realizo ning
´un tipo
de servicio militar? (Juan 13:34; 1 Juan 3:10-12.)
� Consulte el ap´endice, p
´ags. 273-277.
¿ME MANTENGO NEUTRAL?
Principio: “Mi reino no es parte de este mundo”(Juan 18:36).
de Internet con contenidos pornogr´aficos o ap
´ostatas, di-
versiones poco edificantes, deportes muy competitivos y,
en suma, cualquier persona o cosa que transmita las ideas
de Satan´as y su mundo.
10 ¿C´
omo conseguiremos resistir el venenoso esp´ıritu del
mundo y mantenernos en el amor de Dios? Aprovechando
bien los medios que Jehov´a ha dispuesto para fortalecer
nuestra espiritualidad y pidi´endole constantemente que
nos d´e esp
´ıritu santo. Aunque el Diablo y su mundo malva-
do son poderosos, Dios lo es mucho m´as (1 Juan 4:4). Por
eso, es de importancia capital permanecer cerca de´el
vali´endonos de la oraci
´on.
ARREGLARSE CON MODESTIA11 El esp
´ıritu que mueve a una persona se manifiesta ex-
teriormente de diversas maneras. Una de ellas es la forma
de arreglarse, que abarca la higiene y la indumentaria. La-
mentablemente, en muchos pa´ıses se han degradado las
normas de vestir. Tanto es as´ı, que un comentarista de tele-
visi´
on lleg´
o a afirmar que, al ritmo que vamos, las prosti-
tutas no van a saber qu´e ropa ponerse para llamar la
atenci´
on. La prensa ha comentado que esta tendencia,
que se ha resumido con las palabras “poca ropa y menos
10. ¿C´omo conseguiremos resistir el esp
´ıritu del mundo?
11. ¿C´omo influye el esp
´ıritu del mundo en las normas de vestir?
Qu´
e implica no ser parte del mundo 71
verg¨
uenza”, se observa hasta en ni˜
nas que a´
un no han lle-
gado a la adolescencia. Tambi´en son muy populares los es-
tilos rebeldes y desali˜
nados que no demuestran ni dignidad
ni amor propio.12 Dado que servimos a Jehov
´a, es l
´ogico que deseemos
proyectar una buena imagen yendo bien vestidos, con ropa
limpia, de buen gusto y adecuada para cada ocasi´
on. En to-
das las situaciones, hemos de presentar un aspecto que re-
fleje “modestia y buen juicio”, cualidades que, junto con
las “buenas obras”, tienen que distinguir a todos los hom-
bres y mujeres “que profesan reverenciar a Dios”. Lo que
buscamos no es que se fijen en nosotros, sino “[mantener-
nos] en el amor de Dios” (1 Timoteo 2:9, 10; Judas 21).
De hecho, nuestro adorno m´as apreciado debe ser “la per-
sona secreta del coraz´
on [...], que es de gran valor a los ojos
de Dios” (1 Pedro 3:3, 4).13 Tambi
´en hay que recordar que nuestra manera de ves-
tir y arreglarnos determinar´a en parte el concepto que se
formar´a la gente sobre la religi
´on verdadera. La palabra
“modestia” traduce un t´ermino griego que, empleado en
sentido moral, expresa la idea de reverencia y respeto por
los sentimientos y opiniones ajenos. Por lo tanto, hace-
mos bien en anteponer la conciencia de los dem´as a los
12, 13. ¿Qu´e principios debemos aplicar en nuestro arreglo personal?
72 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
derechos que creamos tener. Para nosotros, lo principal es
honrar a Jehov´a y su pueblo y recomendarnos como minis-
tros de Dios. En efecto, queremos hacer “todas las cosas
para la gloria de Dios” (1 Corintios 4:9; 10:31; 2 Corin-
tios 6:3, 4; 7:1).14 Cuando participamos en el ministerio o asistimos a las
reuniones cristianas, es a´
un m´as necesario que vayamos
limpios y bien arreglados. Por eso, deber´ıamos preguntar-
nos: “¿Llamo la atenci´
on por mi apariencia o mi falta de hi-
giene? ¿Se averg¨
uenzan los dem´as de m
´ı? ¿A qu
´e le doy m
´as
importancia: al derecho a arreglarme como yo quiera, o a
reunir los requisitos para recibir alg´
un privilegio de servi-
cio en la congregaci´
on?” (Salmo 68:6; Filipenses 4:5; 1 Pe-
dro 5:6).15 Jehov
´a no ha dejado en la Biblia una lista de reglas so-
bre la ropa, el aseo y los dem´as aspectos del arreglo perso-
nal. ¿Por qu´e? Porque no tiene intenciones de coartar nues-
tra libertad de elegir y pensar por nosotros mismos. M´as
bien, quiere que seamos cristianos maduros que sacan
buenas conclusiones bas´andose en los principios b
´ıbli-
cos, cristianos que “mediante el uso tienen sus facultades
14. ¿Qu´e preguntas deber
´ıamos hacernos sobre nuestra apariencia e hi-
giene?15. ¿Por qu
´e no ha dejado Jehov
´a en la Biblia una lista de reglas so-
bre la ropa, el aseo y los dem´as aspectos del arreglo personal?
Qu´
e implica no ser parte del mundo 73
perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto
como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). Sobre todo, desea que
nos guiemos por el amor a Dios y al pr´
ojimo (Marcos 12:
30, 31). Dentro de estos l´ımites, hay una amplia variedad
de estilos de ropa y formas de arreglarse. No hay m´as que
ir a una asamblea de los testigos de Jehov´a en cualquier
pa´ıs para ver la diversidad de colores y la alegr
´ıa que rei-
nan entre los asistentes.
MANTENER EL OJO “SENCILLO”16 El esp
´ıritu del mundo es muy enga
˜noso. Mueve a mi-
llones de personas a buscar la felicidad en el dinero y
los bienes materiales. Sin embargo, Jes´
us dijo que “hasta
cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las
cosas que posee” (Lucas 12:15). Jes´
us no fue extremista
ni recomend´
o llevar una vida austera de constantes priva-
ciones. Pero s´ı ense
˜n
´o que solo conseguir
´an la verdadera
felicidad y la salvaci´
on “los que tienen conciencia de su ne-
cesidad espiritual” y mantienen el ojo “sencillo”, es decir,
los que gozan de una visi´
on espiritual clara, centrada y
pura (Mateo 5:3; 6:22, 23). Por eso, pregunt´emonos: “¿De
verdad creo lo que Jes´
us ense˜
n´
o, o estar´a influyendo en m
´ı
‘el padre de la mentira’?” (Juan 8:44). “¿Qu´e dan a entender
16. ¿En qu´e sentido es el esp
´ıritu del mundo contrario a las ense
˜nan-
zas de Jes´us, y qu
´e preguntas deber
´ıamos hacernos?
74 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
mis palabras, mis metas, mis prioridades y mi forma de vi-
vir?” (Lucas 6:45; 21:34-36; 2 Juan 6.)17 Jes
´us dijo que “la sabidur
´ıa queda probada” por las
“obras”, o resultados, que produce (Mateo 11:19). Pues
bien, ¿qu´e beneficios reciben las personas que mantienen
el ojo sencillo? Para empezar, encuentran en el servicio del
Reino una verdadera fuente de alivio (Mateo 11:29, 30).
Adem´as, se ahorran muchas inquietudes, angustias y dolo-
res (1 Timoteo 6:9, 10). Disponen de m´as tiempo para la fa-
milia y los hermanos en la fe, ya que se contentan con satis-
facer las necesidades esenciales. A menudo hasta duermen
mejor (Eclesiast´es 5:12). Viven m
´as felices, pues compar-
ten con el pr´
ojimo su tiempo y recursos (Hechos 20:35).
Asimismo, “[abundan] en la esperanza” y disfrutan en su
interior de paz y satisfacci´
on (Romanos 15:13; Mateo 6:
31, 32). Ciertamente, estas bendiciones no tienen precio.
LLEVAR PUESTA “LA ARMADURA COMPLETA”18 Si nos mantenemos en el amor de Dios, tambi
´en esta-
remos protegidos espiritualmente contra Satan´as, quien
desea que perdamos la felicidad y la vida eterna (1 Pedro
5:8). Pablo se˜
nal´
o que tenemos “una lucha”, pero “no con-
tra [criaturas de] sangre y carne, sino contra los gobiernos,
17. Mencione algunos beneficios de vivir con un ojo sencillo.18. ¿Qu
´e indica la Biblia sobre nuestros enemigos, sus ataques y el tipo
de lucha que libramos?
Qu´
e implica no ser parte del mundo 75
contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales
de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas
en los lugares celestiales” (Efesios 6:12). La palabra griega
que se traduce “lucha” evoca la idea del combate cuerpo a
cuerpo y no del que se realiza a distancia, quiz´as en la segu-
ridad de un refugio subterr´aneo. Refiri
´endose a los enemi-
gos que tenemos en el mundo espiritual, Pablo mencio-
na “gobiernos”, “autoridades” y “gobernantes mundiales”.
¿Qu´e indica este hecho? Que los ataques de los demonios
est´an bien organizados y planeados.
19 Aunque somos personas con muchas debilidades y li-
mitaciones, podemos salir victoriosos. ¿C´
omo? Aceptando
“la armadura completa que proviene de Dios” (Efesios
6:13). Esta armadura se describe en Efesios 6:14-18: “Est´en
firmes, por lo tanto, teniendo los lomos ce˜
nidos con la ver-
dad, y teniendo puesta la coraza de la justicia, y teniendo
calzados los pies con el equipo de las buenas nuevas de la
paz. Sobre todo, tomen el escudo grande de la fe, con el
cual podr´an apagar todos los proyectiles encendidos del
inicuo. Tambi´en, acepten el yelmo de la [esperanza de la]
salvaci´
on, y la espada del esp´ıritu, es decir, la palabra de
Dios, mientras que, con toda forma de oraci´
on y ruego, se
ocupan en orar en toda ocasi´
on en esp´ıritu”.
19. Describa la armadura espiritual del cristiano.
76 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
20 La armadura espiritual nunca puede fallarnos, pues
proviene de Dios. Eso s´ı, hay que utilizarla de continuo.
¿Por qu´e? Porque a diferencia de los soldados literales, que
a veces disfrutan de largos descansos entre una guerra y
otra, los cristianos luchamos a vida o muerte en un comba-
te sin tregua. Esta contienda terminar´a cuando Dios des-
truya el mundo de Satan´as y encierre en el abismo a todos
los esp´ıritus malignos (Revelaci
´on 12:17; 20:1-3). As
´ı que si
ahora usted est´a batallando con sus propias debilidades y
malos deseos, no se rinda. Todos tenemos que aporrear
nuestro cuerpo, por as´ı decirlo, para ser fieles a Jehov
´a
(1 Corintios 9:27). Lo preocupante ser´ıa que no estuvi
´era-
mos luchando.21 Sin duda, nunca triunfaremos por nuestras propias
fuerzas. De ah´ı que Pablo nos recuerde la necesidad de
orar a Jehov´a “en toda ocasi
´on en esp
´ıritu”. Al mismo
tiempo, debemos escuchar la voz de Dios. ¿C´
omo lo hace-
mos? Estudiando su Palabra y aprovechando todas las
oportunidades que tenemos de reunirnos con otros com-
pa˜
neros de lucha. Como vemos, no estamos solos (File-
m´
on 2; Hebreos 10:24, 25). Si somos fieles en estos campos,
no solo lograremos la victoria final, sino que sabremos
20. ¿En qu´e sentido somos diferentes de los soldados de este mundo?
21. ¿Cu´al es la
´unica manera de triunfar en la guerra espiritual?
Qu´
e implica no ser parte del mundo 77
defender d´ıa a d
´ıa nuestras creencias cuando se vean bajo
ataque.
LISTOS PARA DEFENDER NUESTRA FE22 Jes
´us reconoci
´o: “Porqueustedes no son parte del mun-
do, [...] el mundo los odia” (Juan 15:19). En vista de ello, los
cristianos tenemos que estar siempre preparados para de-
fender nuestra fe de forma respetuosa y apacible (1 Pedro
3:15). Por eso, pregunt´emonos: “¿Entiendo las razones por
las que los testigos de Jehov´a adoptamos a veces posturas
que no son populares?”. “Cada vez que tengo que adoptar
dichas posturas, ¿estoy seguro de que la Biblia y el esclavo
fiel tienen la raz´
on?” (Mateo 24:45; Juan 17:17.) “Y al te-
ner que pronunciarme a favor de Jehov´a, ¿demuestro que
no solo estoy listo para ser diferente sino que adem´as me
siento orgulloso de serlo?” (Salmos 34:2; Mateo 10:32, 33.)23 Sin embargo, el Diablo tambi
´en recurre a t
´acticas m
´as
sutiles para poner a prueba nuestra resoluci´
on de perma-
necer separados del mundo. Por ejemplo, como ya hemos
indicado, trata de atraernos vali´endose de las diversiones
degradantes. ¿Qu´e nos ayudar
´a a seleccionar entreteni-
miento que sea sano, nos revitalice y nos deje la conciencia
tranquila? Veremos ese asunto en el pr´
oximo cap´ıtulo.
22, 23. a) ¿Por qu´e tenemos que estar siempre listos para defender
nuestra fe, y qu´e preguntas deber
´ıamos hacernos? b) ¿Qu
´e veremos en
el pr´oximo cap
´ıtulo?
78 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
IMAG´INESE: est
´a a punto de darle un mordisco a una
apetitosa fruta, y de repente descubre que tiene una par-
te en mal estado. ¿Qu´e har
´a? Tiene tres opciones: co-
m´ersela toda tal y como est
´a, tirarla entera a la basura
o quitarle la parte da˜
nada y consumir el resto. ¿Cu´al
ser´a su decisi
´on?
2 Pues bien, con las diversiones que nos brinda el mun-
do nos ocurre lo mismo que con esta fruta. Cuando nos
ponemos a examinarlas, nos encontramos con que mu-
chas est´an podridas en sentido moral. ¿Qu
´e haremos?
Bueno, algunos se las “tragan” todas, sin mirar si son
buenas o malas. Otros, por el contrario, las rechazan
por completo para no exponerse a nada perjudicial. Por´
ultimo, hay quienes se aseguran de evitar siempre las
que son poco sanas, pero disfrutan de vez en cuando de
las m´as positivas. Ahora bien, ¿qu
´e decisi
´on tomaremos
nosotros a fin de mantenernos en el amor de Dios?
1, 2. ¿Qu´e decisi
´on debemos tomar en el asunto de las diversiones?
CAP´ITULO 6
C´omo elegir diversiones sanas
“Hagan todas las cosas para la gloria de Dios.”(1 CORINTIOS 10:31.)
C´
omo elegir diversiones sanas 79
3 La mayorıa de nosotros encaja en el tercer grupo:comprendemos que necesitamos distraernos, pero solocon actividades que no nos perjudiquen moralmente.Claro, para eso hay que saber distinguir cuales son sa-nas y cuales no. Pero antes de analizar como seleccio-nar bien las diversiones, veamos que efecto puedentener en nuestro servicio a Jehova.
“HAGAN TODAS LAS COSASPARA LA GLORIA DE DIOS”
4 No hace muchos anos, un Testigo que se bautizoen 1946 dijo: “Tengo por costumbre no perderme nun-ca un discurso de bautismo y escuchar siempre con aten-cion, como si fuera yo el que se va a bautizar”. Luegoexplico por que lo hacıa: “Recordar que estoy dedicadoa Jehova me ha ayudado mucho a permanecer fiel”.Nosotros opinamos igual que este hermano: para seguirfieles es muy util recordar la promesa que le hici-mos a Jehova. ¿Que le prometimos cuando nos dedica-mos? Emplear la vida entera para servirle (Eclesias-tes 5:4). Ciertamente, esta promesa debe determinarnuestra actitud hacia el ministerio cristiano. Pero tam-3. ¿Que veremos a continuacion?4. ¿Como deberıa influir la dedicacion a Dios en nuestra forma de di-vertirnos?80 “Mantenganse en el amor de Dios”
bi´en tiene que influir en los dem
´as aspectos de nuestra
vida, lo que incluye nuestra forma de divertirnos. As´ı lo
dio a entender el ap´
ostol Pablo cuando escribi´
o a los
cristianos de su´epoca: “Sea que est
´en comiendo, o be-
biendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las
cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).5 Como vemos, todo lo que hacemos en la vida guar-
da relaci´
on con nuestro servicio a Jehov´a. Pablo recal-
c´
o este hecho al dirigir a los cristianos de Roma estas
impactantes palabras: “Presenten sus cuerpos como sa-
crificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado
con su facultad de raciocinio” (Romanos 12:1). ¿A qu´e
se refer´ıa Pablo al hablar del cuerpo? Se refer
´ıa a todo
nuestro ser, lo que incluye la mente, el coraz´
on y las
fuerzas (Marcos 12:30). ¿Y c´
omo entregamos nuestros
cuerpos como sacrificio? Sirviendo a Dios con toda
nuestra alma, con todo lo que somos. El uso de la pa-
labra “sacrificio” encierra adem´as una seria advertencia
para todos nosotros. ¿Por qu´e? Porque la Ley de Mois
´es
prohib´ıa sacrificar animales con defectos; Dios no los
aceptaba (Lev´ıtico 22:18-20). Del mismo modo, si un
cristiano presenta un sacrificio espiritual inadecuado,
5. En vista de la prohibici´on de Lev
´ıtico 22:18-20, ¿qu
´e seria adver-
tencia encierra Romanos 12:1?
C´
omo elegir diversiones sanas 81
Jehov´a tampoco lo aceptar
´a. Ahora bien, ¿qu
´e cosas po-
dr´ıan llevar a que
´el rechace el sacrificio que le ofrece-
mos?6 Pablo exhort
´o a los cristianos de Roma: “No [...] si-
gan presentando [al pecado] sus miembros” (es decir,
“ninguna parte de su cuerpo”, seg´
un lo vierte La Pala-
bra de Dios para Todos). De igual modo, les dijo que
hicieran “morir las pr´acticas del cuerpo” (Romanos 6:
12-14; 8:13). Poco antes, ya hab´ıa hablado de algunas
partes del cuerpo y de c´
omo se empleaban para malas
pr´acticas. Refiri
´endose a las personas pecadoras, hab
´ıa
dicho: “Su boca est´a llena de maldici
´on”. “Sus pies son
veloces para derramar sangre.” “No hay temor de Dios
delante de sus ojos.” (Romanos 3:13-18.) ¿Qu´e suceder
´ıa
si un cristiano empleara cualquier parte del cuerpo para
cometer pecados como esos? Estar´ıa contaminando su
cuerpo entero. Por citar un caso, si viera premeditada-
mente im´agenes sucias, sea de pornograf
´ıa o de violen-
cia brutal, estar´ıa “presentando sus [ojos] al pecado” y,
por tanto, contaminando todo su cuerpo. Ya no podr´ıa
ofrecerlo como sacrificio acepto a Dios, pues no le es-
tar´ıa rindiendo un servicio santo o puro (Deuteronomio
6, 7. ¿C´omo podr
´ıa el cristiano contaminar todo su cuerpo, y qu
´e pre-
cio terminar´ıa pagando?
82 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
15:21; 1 Pedro 1:14-16; 2 Pedro 3:11). Por culpa de las
malas diversiones, pagar´ıa un precio demasiado alto.
7 Queda claro que la selecci´
on de entretenimiento pue-
de tener serias consecuencias. Ciertamente, queremos
que lo que elijamos no eche a perder el sacrificio que
rendimos a Dios, sino m´as bien que le a
˜nada valor.
Veamos ahora c´
omo distinguir si una actividad es sana
o no.
“ABORREZCAN LO QUE ES INICUO”8 Para el cristiano, existen dos clases de diversiones:
aquellas que debe evitar a toda costa, y aquellas en las
que puede participar si se lo permite la conciencia.
Comencemos con la primera categor´ıa: las actividades
inaceptables para el siervo de Dios.9 Como ya vimos en el primer cap
´ıtulo de este libro,
algunas formas de entretenimiento fomentan ideas y
pr´acticas que la Biblia condena rotundamente. Notemos
tan solo lo que hacen muchos programas de televisi´
on,
p´aginas de Internet, pel
´ıculas y canciones. Destacan, o
incluso promueven, la corrupci´
on moral, la violencia
brutal, el demonismo y la pornograf´ıa. ¿Qu
´e debemos
hacer los cristianos verdaderos ante cualquier diversi´
on
8, 9. a) ¿Qu´e dos clases de diversiones existen? b) ¿Qu
´e diversiones
rechazamos, y por qu´e?
C´
omo elegir diversiones sanas 83
que aplauda conductas contrarias a las leyes y princi-
pios b´ıblicos? Rechazarla de plano (Hechos 15:28, 29;
1 Corintios 6:9, 10; Revelaci´
on 21:8). De este modo, le
probaremos a Jehov´a que tomamos muy en serio estos
dos mandatos: “Aborrezcan lo que es inicuo” y “Ap´ar-
tate de lo que es malo”. Adem´as, al actuar as
´ı demostra-
remos “fe sin hipocres´ıa” (Romanos 12:9; Salmo 34:14;
1 Timoteo 1:5).10 Hay quienes opinan que no tiene nada de malo con-
templar escenas que representan expl´ıcitamente pr
´acti-
cas condenadas en la Biblia. Tal vez afirmen: “Una cosa
es verlo en la pantalla, y otra muy distinta hacerlo”.
Pero quienes razonan as´ı se enga
˜nan a s
´ı mismos y
corren un gran peligro (Jerem´ıas 17:9). Si disfrut
´aramos
viendo lo que Jehov´a condena, ¿de verdad podr
´ıamos
decir que “[aborrecemos] lo que es inicuo”? Adem´as, al
exponernos vez tras vez a la maldad se nos embota la
conciencia, lo que puede llevarnos a pecar o a restarle
gravedad a la mala conducta ajena (Salmo 119:70; 1 Ti-
moteo 4:1, 2).11 Y eso es precisamente lo que les ha ocurrido a al-
10. ¿Qu´e afirman algunos, y por qu
´e es peligroso ese razonamiento?
11. ¿C´omo pueden aplicarse al entretenimiento las palabras de G
´ala-
tas 6:7?
84 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
gunos cristianos. Llevados por la mala costumbre de ver
actos inmorales, han terminado cometi´endolos ellos
mismos. As´ı, han aprendido por las malas que lo “que
el hombre est´e sembrando, esto tambi
´en segar
´a” (G
´ala-
tas 6:7). Pero nosotros no tenemos por qu´e caer en la
misma trampa que ellos. Si nos esforzamos por sembrar
en nuestra mente ideas edificantes, cosecharemos bue-
nos frutos (v´ease el recuadro “¿Qu
´e clase de diversio-
nes deber´ıa elegir?”, en esta misma p
´agina).
C´
omo elegir diversiones sanas 85
¿Le gustar´ıa a Dios que...
˛ ... escuchara canciones que despiertanpensamientos impuros? (1 Corintios 6:9, 10.)
˛ ... hablara y me comportara tan mal comoalgunos personajes de las pel
´ıculas? (Lucas 6:40.)
˛ ... asumiera el papel de personajes violentoso inmorales en un videojuego? (Salmo 11:5, 7.)
˛ ... ense˜
nara sus normas sobre el entretenimien-to pero no las aplicara? (Romanos 2:21.)
¿QU´
E CLASE DE DIVERSIONESDEBER
´IA ELEGIR?
Principio: “Aborrezcan lo que es inicuo;adhi
´eranse a lo que es bueno” (Romanos 12:9).
DECISIONES PERSONALESBASADAS EN PRINCIPIOS B
´IBLICOS
12 Hablemos ahora de la segunda clase de diversiones:
aquellas que ni se condenan ni se aprueban de forma es-
pec´ıfica en la Palabra de Dios. En estos casos, cada uno
es responsable de determinar si le van a afectar o no
(G´alatas 6:5). Pero no dependemos
´unicamente de nues-
tro criterio. Contamos con una ayuda para hacer esta
evaluaci´
on. En efecto, disponemos de los principios —o
verdades fundamentales— expuestos en la Biblia. Estos
principios nos muestran lo que piensa Jehov´a. Por eso,
si los examinamos con cuidado, lograremos percibir “la
voluntad de Jehov´a” en todos los campos de la vida, in-
cluido el esparcimiento (Efesios 5:17).13 Como es natural, no todos los cristianos han de-
sarrollado al mismo nivel su discernimiento moral, es
decir, su capacidad de evaluar las cosas (Filipenses 1:9).
Adem´as, cada cual tiene sus preferencias a la hora de
divertirse. Por consiguiente, no podemos esperar que
todos decidan igual. Pero, diferencias aparte, es esencial
que todos meditemos constantemente en los principios
12. ¿C´omo puede aplicarse G
´alatas 6:5 a la selecci
´on de diversiones,
y d´onde encontramos ayuda para tomar nuestras propias decisiones?
13. ¿Qu´e nos impulsar
´a a evitar cualquier diversi
´on que desagrade a
Jehov´a?
86 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
divinos y permitamos que moldeen nuestra mente y co-
raz´
on. De esta forma, estaremos cada vez m´as deci-
didos a evitar cualquier tipo de entretenimiento que
desagrade a Jehov´a (Salmo 119:11, 129; 1 Pedro 2:16).
14 Ciertamente, es bueno hacer un examen del tipo de
diversiones que elegimos, pues revelar´a nuestra verdade-
ra opini´
on sobre lo que est´a bien y lo que est
´a mal. Sin em-
bargo, hay que analizar otro factor: el tiempo que dedica-
mos a esas actividades. ¿Por qu´e? Porque as
´ı sabremos si
les estamos dando demasiada importancia. No olvide-
mos que las cosas m´as importantes para el cristiano de-
ber´ıan ser los intereses del Reino, es decir, los asuntos es-
pirituales (Mateo 6:33). ¿Qu´e nos ayudar
´a a ponerlos
siempre en primer lugar? Seguir el consejo del ap´
ostol Pa-
blo: “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar
no sea como imprudentes, sino como sabios, compr´ando-
se todo el tiempo oportuno que queda” (Efesios 5:15, 16).
As´ı pues, si elaboramos un horario que limite nuestros
ratos de ocio, dispondremos del tiempo necesario para
“las cosas m´as importantes”, las actividades que contri-
buyen a nuestro bienestar espiritual (Filipenses 1:10).
14. a) ¿Qu´e otro factor debemos analizar al examinar nuestras diver-
siones? b) ¿Qu´e nos ayudar
´a a poner siempre en primer lugar los
intereses del Reino?
C´
omo elegir diversiones sanas 87
15 Al elegir diversiones tambi´en es buena idea dejar un
margen de seguridad. ¿A qu´e nos referimos? Volvamos
al ejemplo de la fruta que mencionamos en el p´arrafo
primero. Para estar seguros de no morder nada podri-
do, no solo le quitamos el pedazo da˜
nado, sino un poco
de la parte sana que lo rodea. En el caso del entrete-
nimiento, los cristianos evitamos lo que viola claramen-
te los principios b´ıblicos; pero adem
´as es sabio que re-
chacemos cualquier cosa que nos plantee dudas o nos
d´e la impresi
´on de contener elementos poco saludables
para nuestra espiritualidad (Proverbios 4:25-27). Algo
que nos ayudar´a a dejar ese margen de seguridad es
seguir estrictamente los consejos b´ıblicos.
“CUANTAS COSAS [...] SEAN CASTAS”16 A la hora de seleccionar actividades recreativas, lo
primero que tomamos en cuenta los cristianos verdade-
ros es el criterio de Dios. Para ello, acudimos a la Bi-
blia, que revela el punto de vista y las normas de Jeho-
v´a. Podemos leer, por ejemplo, la lista del rey Salom
´on
sobre las cosas que Jehov´a odia, entre ellas “una lengua
15. ¿Por qu´e es buena idea dejar un margen de seguridad al elegir di-
versiones?
16. a) ¿C´omo dejamos claro que compartimos el criterio de Jehov
´a?
b) ¿Cu´al debe ser nuestra forma de actuar d
´ıa a d
´ıa?
88 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
falsa”, “manos que derraman sangre inocente”, “un co-
raz´
on que fabrica proyectos perjudiciales” y “pies que
se apresuran a correr a la maldad” (Proverbios 6:16-19).
Pues bien, una vez que conocemos lo que piensa Dios,
¿qu´e actitud debemos adoptar? El salmista da la res-
puesta: “Oh amadores de Jehov´a, odien lo que es malo”
(Salmo 97:10). Por lo tanto, nuestra selecci´
on de diver-
siones tiene que dejar claro que detestamos todo lo que
Jehov´a odia (G
´alatas 5:19-21). Y esto debe ser as
´ı tanto
en p´
ublico como en privado, que es cuando m´as clara-
mente se demuestra c´
omo somos (Salmo 11:4; 16:8).
¿Deseamos de todo coraz´
on vivir de acuerdo con el cri-
terio de Jehov´a? Si as
´ı es, tendremos siempre presentes
los principios b´ıblicos en todas nuestras decisiones. Esa
ser´a nuestra forma de actuar d
´ıa a d
´ıa (2 Corintios 3:18).
17 ¿Qu´e m
´as podemos hacer para determinar si una
17. ¿Qu´e deber
´ıamos preguntarnos al examinar una actividad recrea-
tiva?
Al seleccionar el entretenimiento, pregunt´emonos:
ˇ ¿Qu´e influencia tendr
´a en mi relaci
´on con Dios?
ˇ ¿Qu´e efecto tendr
´a en m
´ı mismo?
ˇ ¿C´
omo afectar´a a los dem
´as?
C´
omo elegir diversiones sanas 89
actividad recreativa le agradar´a a Jehov
´a? Plantearnos
esta pregunta: “¿Qu´e influencia tendr
´a en m
´ı y en mi re-
laci´
on con Dios?”. Por ejemplo, antes de ver una pel´ıcu-
la deber´ıamos pensar: “¿Qu
´e efecto tendr
´a en mi con-
ciencia?”. Veamos varios principios aplicables a casos
como este.18 Uno de los principios m
´as importantes se halla en
Filipenses 4:8: “Cuantas cosas sean verdaderas, cuantas
sean de seria consideraci´
on, cuantas sean justas, cuan-
tas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de
buena reputaci´
on, cualquier virtud que haya y cualquier
cosa que haya digna de alabanza, contin´
uen consideran-
do estas cosas”. Es cierto que cuando Pablo hizo estos
comentarios no estaba tratando el tema del esparci-
miento, sino la necesidad de meditar sobre cosas que
agraden a Dios (Salmo 19:14). Sin embargo, estas pala-
bras pueden aplicarse por extensi´
on al campo del en-
tretenimiento. ¿C´
omo?19 Pues bien, pensemos en las diversiones que elegimos
—sean pel´ıculas, videojuegos, canciones u otras— y pre-
gunt´emonos: “¿Me llenan la mente de cosas que ‘sean cas-
18, 19. a) ¿C´omo nos ayuda el principio de Filipenses 4:8 a elegir
diversiones sanas? b) ¿Qu´e otros principios nos pueden ayudar? (V
´ea-
se la nota.)
90 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tas’, es decir, puras?”. Por ejemplo, despu´es de ver una pe-
l´ıcula, analicemos qu
´e im
´agenes nos dej
´o grabadas en la
mente. Si son agradables, limpias y reconfortantes, es ob-
vio que elegimos una opci´
on sana. Pero no podr´ıamos de-
cir lo mismo si nos asaltaran pensamientos impuros
(Mateo 12:33; Marcos 7:20-23). ¿De qu´e maneras nos per-
judica pensar en cosas indecentes? Nos roba la paz, em-
bota nuestra conciencia cristiana y hasta puede echar a
perder nuestra relaci´
on con Dios (Efesios 5:5; 1 Timoteo
1:5, 19). En vista del da˜
no que causan las malas diversio-
nes, hay que estar decididos a evitarlas (Romanos 12:2).�
Queremos ser como el salmista que le pidi´
o a Jehov´a:
“Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que
es in´
util” (Salmo 119:37).
PENSEMOS EN LOS DEM´
AS20 Pablo se
˜nal
´o otro principio b
´ıblico que debemos te-
ner muy en cuenta al tomar decisiones personales: “To-
das las cosas son l´ıcitas; pero no todas las cosas edifi-
can. Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja,
sino la de la otra persona” (1 Corintios 10:23, 24). ¿Qu´e
� Hallar´a m
´as principios aplicables al entretenimiento en Prover-
bios 3:31; 13:20; Efesios 5:3, 4 y Colosenses 3:5, 8, 20.
20, 21. ¿C´omo puede aplicarse 1 Corintios 10:23, 24 a la selecci
´on
del entretenimiento?
C´
omo elegir diversiones sanas 91
nos ayudar´a a aplicar este principio cuando tratamos de
encontrar actividades recreativas sanas? Hacernos la si-
guiente pregunta: “¿C´
omo influir´a en los dem
´as lo que
yo elija?”.21 Puede que nuestra conciencia considere “l
´ıcitas”, o
permisibles, ciertas diversiones. Sin embargo, si obser-
vamos que otros cristianos con conciencia m´as delica-
da no opinan igual, tal vez decidamos buscar otras op-
ciones. ¿Por qu´e? Porque no queremos ponerles una
piedra de tropiezo en su servicio a Dios. Eso ser´ıa pe-
car “contra [nuestros] hermanos” e incluso, como indi-
c´
o Pablo, pecar “contra Cristo”. Debemos tomar a
pecho esta advertencia: “Eviten hacerse causas de tro-
piezo” (1 Corintios 8:12; 10:32). Los verdaderos cristia-
nos optamos por prescindir de diversiones que, aunque
quiz´as sean “l
´ıcitas”, no “edifican” a nuestros herma-
nos. De este modo seguimos los acertados y amorosos
consejos de Pablo (Romanos 14:1; 15:1).22 Ahora bien, tambi
´en hay que anteponer el bienestar
del pr´
ojimo en el caso contrario, es decir, si somos noso-
tros los que tenemos la conciencia delicada. Si as´ı es,
no debemos empe˜
narnos en que los dem´as cristianos
22. ¿Por qu´e debemos respetar la opini
´on de los dem
´as en asuntos per-
sonales?
92 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
compartan nuestra opini´
on sobre el entretenimiento.
Eso es tan poco razonable como pretender que todos los
veh´ıculos vayan por la carretera a la misma velocidad
que nosotros queremos llevar. Por eso, si otros hermanos
eligen el entretenimiento con un criterio algo diferente
al nuestro, pero que no est´a en conflicto con los princi-
pios b´ıblicos, ¿qu
´e haremos? Por amor, respetaremos su
libertad. As´ı, “todos los hombres [podr
´an ver] lo razona-
bles que [somos]” (Filipenses 4:5; Eclesiast´es 7:16).
23 En resumen, ¿qu´e debemos hacer para elegir bien
las diversiones? Primero averiguaremos si presentan de
forma expl´ıcita pr
´acticas depravadas que se condenan
directamente en la Biblia; de ser as´ı, las rechazaremos.
Y cuando nos enfrentemos a situaciones que no se tra-
tan en la Palabra de Dios, analizaremos los principios
b´ıblicos aplicables a cada caso. Adem
´as, evitaremos
todo lo que pueda afectarnos la conciencia y estare-
mos dispuestos a ceder para no herir la sensibilidad de
otras personas, y en particular, la de nuestros herma-
nos. Si nos esforzamos por elegir diversiones sanas, glo-
rificaremos a Dios y nos mantendremos en su amor, tan-
to a nivel personal como familiar.
23. ¿Qu´e debemos hacer para elegir bien las diversiones?
C´
omo elegir diversiones sanas 93
NUESTRO Padre celestial nos ha hecho un maravillo-
so regalo: la vida como seres inteligentes, capaces de
imitar sus cualidades (G´enesis 1:27). Gracias a este
don, podemos reflexionar sobre los principios b´ıblicos
y aplicarlos. Si aprendemos a actuar as´ı, creceremos es-
piritualmente. Seremos personas maduras que aman a
Jehov´a y tienen las “facultades perceptivas entrenadas
para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto”
(Hebreos 5:14).2 Hoy es muy importante saber aplicar los principios
b´ıblicos. El mundo es tan complejo que ninguna ley
consigue abarcar todas las situaciones que se presen-
tan. Tomemos como ejemplo la medicina y, m´as con-
cretamente, el uso de productos y t´ecnicas donde entra
en juego la sangre. Este es un asunto que nos interesa
mucho a quienes deseamos obedecer a Jehov´a. ¿C
´omo
1, 2. ¿Qu´e don divino es hoy muy importante, y por qu
´e?
CAP´ITULO 7
¿Damos a la vida el mismo valorque le da Dios?
“Contigo est´a la fuente de la vida.”
(SALMO 36:9.)
94 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
podemos tomar en este campo decisiones que nos de-
jen con la conciencia tranquila y nos permitan mante-
nernos en el amor de Dios? Entendiendo bien los prin-
cipios b´ıblicos pertinentes (Proverbios 2:6-11). Veamos
algunos.
LA VIDA Y LA SANGRE SON SAGRADAS3 Jehov
´a considera que existe una estrecha relaci
´on
entre la vida y la sangre, y que ambas son sagradas.
La primera vez que revel´
o este hecho fue poco despu´es
de que Ca´ın matara a Abel. Dios le dijo al asesino: “¡Es-
cucha! La sangre de tu hermano est´a clamando a m
´ı
desde el suelo” (G´enesis 4:10). A los ojos de Jehov
´a, la
sangre de Abel representaba su vida, brutalmente sega-
da. Era como si esa sangre estuviera pidiendo a gritos
que Dios la vengara (Hebreos 12:24).4 Despu
´es del Diluvio, Dios incluy
´o entre los alimen-
tos que podr´ıan consumirse la carne de los anima-
les, pero con una salvedad: “Solo carne con su alma
—su sangre— no deben comer. Y, adem´as de eso, [la]
sangre de sus [propias] almas la reclamar´e” (G
´enesis
9:4, 5). Hasta el d´ıa de hoy, los seres humanos, como
3, 4. ¿Cu´ando mencionan las Escrituras por primera vez el car
´acter
sagrado de la sangre, y en qu´e principios se basa?
¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 95
descendientes de No´e, tenemos el deber de cumplir este
decreto, que reafirma lo que ya hab´ıa dado a entender
Dios al hablar con Ca´ın. Primero, indica el principio de
que, en el caso de todas las criaturas del mundo, su alma
—su vida— est´a representada por la sangre. Y luego se-
˜nala que Jehov
´a, el Origen de la vida, pedir
´a cuentas a
quienes no respeten la vida y la sangre (Salmo 36:9).5 Estas dos verdades fundamentales tambi
´en queda-
ron plasmadas en la Ley de Mois´es. En Lev
´ıtico 17:
10, 11, Jehov´a dice: “En cuanto a cualquier hombre [...]
que coma cualquier clase de sangre, ciertamente fijar´e
mi rostro contra [esa persona], y verdaderamente la
cortar´e [o eliminar
´e] de entre su pueblo. Porque el
alma de la carne est´a en la sangre, y yo mismo la he
puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiaci´
on
por sus almas, porque la sangre es lo que hace expia-
ci´
on en virtud del alma en ella” (v´ease el recuadro “La
sangre exp´ıa los pecados”, en la p
´agina 97.)�
6 A menos que se fuera a utilizar en el altar, la sangre
� La revista Investigaci´
on y Ciencia hace este comentario sobre lafrase “el alma de la carne est
´a en la sangre”: “Dejando de lado su
significado metaf´
orico, la aseveraci´
on resulta literalmente cierta:todos los tipos de c
´elulas sangu
´ıneas son necesarios para la vida”.
5, 6. ¿C´omo indic
´o la Ley de Mois
´es que la sangre es sagrada y su-
mamente valiosa? (V´ease tambi
´en el recuadro de la p
´ag. 100.)
96 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 97
Cuando un israelita desobedec´ıa un mandato di-
vino, no quedaba irremediablemente condenado.En vista de que, como muestra la Biblia, la sangre yla vida son equivalentes, pod
´ıa degollar un animal y
ofrecerlo en el altar (Lev´ıtico 4:27-31). Si estaba
arrepentido, su culpa quedaba expiada, o borrada,con ese sacrificio, aunque solo de forma provisional.
El t´ermino b
´ıblico traducido “expiaci
´on” transmi-
te la idea de “sustituci´
on”, as´ı como la de “cubierta”
(por ejemplo, la tapa que encaja muy bien en un re-cipiente). Claro, en el caso de los pecados de unapersona, no hab
´ıa ning
´un animal que pudiera sacri-
ficarse para “cubrirlos”, o expiarlos, a la perfecci´
on.Pero los sacrificios de animales eran como una som-bra, o modelo, de la expiaci
´on perfecta de los peca-
dos que tendr´ıa lugar en el futuro (Hebreos 10:1, 4).
Esa expiaci´
on se logr´
o “mediante el ofrecimientodel cuerpo de Jesucristo una vez para siempre” (He-breos 10:10). La vida humana perfecta de Cristo, re-presentada por su “sangre preciosa, [que era] comola de un cordero sin tacha e inmaculado”, correspon-d
´ıa con toda exactitud a la vida que hab
´ıa perdido
Ad´an (1 Pedro 1:19). As
´ı, demostrando un amor y
una sabidur´ıa extraordinarios, se cumplieron las exi-
gencias de la justicia y se hizo posible nuestra “li-beraci
´on eterna” (Hebreos 9:11, 12; Juan 3:16; Reve-
laci´
on 7:14).
LA SANGRE EXP´IA LOS PECADOS
ten´ıa que derramarse sobre el suelo. As
´ı se devolv
´ıa
simb´
olicamente la vida a su Due˜
no original (Deutero-
nomio 12:16; Ezequiel 18:4). Hay que destacar, sin em-
bargo, que los israelitas no ten´ıan que tomar medidas
extremas para eliminar hasta la´
ultima gota de sangre
del animal. Con tal de que lo degollaran y desangraran
bien, pod´ıan comerlo con la conciencia tranquila, pues
hab´ıan demostrado el debido respeto al Dador de vida.
7 Alguien que comprendi´
o muy bien los principios
que hab´ıa detr
´as de la ley divina sobre la sangre fue Da-
vid, “var´
on agradable [a Dios]” (Hechos 13:22). En una
ocasi´
on coment´
o que estaba muerto de sed. Al o´ırlo,
tres de sus hombres se abrieron paso por la fuerza en
el campamento enemigo, sacaron agua de una cisterna
y se la llevaron a David. ¿C´
omo reaccion´
o´el? Exclam
´o:
“¿Beber´e yo la sangre de los hombres que fueron a ries-
go de sus almas?”. A los ojos de David, esa agua equi-
val´ıa a la sangre, o la vida, de aquellos guerreros. Por
eso, aunque ten´ıa mucha sed, “se la derram
´o a Jehov
´a”
(2 Samuel 23:15-17).8 Siglos despu
´es, se reuni
´o la junta que dirig
´ıa la con-
7. ¿C´omo mostr
´o David respeto por la santidad de la sangre?
8, 9. ¿Cambi´o el criterio de Dios sobre la vida y la sangre cuando se
fund´o la congregaci
´on cristiana? Explique.
98 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
gregaci´
on cristiana: el Cuerpo Gobernante. Hab´ıan pa-
sado ya unos dos mil cuatrocientos a˜
nos desde que No´e
recibi´
o el mandato de la sangre, y unos mil quinientos
desde que se celebr´
o el pacto de la Ley. En aquella reu-
ni´
on, Jehov´a inspir
´o al Cuerpo Gobernante para que
escribiera: “Al esp´ıritu santo y a nosotros mismos nos
ha parecido bien no a˜
nadirles ninguna otra carga, sal-
vo estas cosas necesarias: que sigan absteni´endose de
cosas sacrificadas a´ıdolos, y de sangre, y de cosas es-
tranguladas, y de fornicaci´
on” (Hechos 15:28, 29).9 Es obvio que el Cuerpo Gobernante del siglo I en-
tend´ıa que la sangre es sagrada y que su uso indebido
es un pecado tan grave como la idolatr´ıa o la fornica-
ci´
on. Hoy seguimos fieles a esa postura. Cuando afron-
tamos asuntos relacionados con el uso de la sangre,
examinamos los principios b´ıblicos para tomar una
decisi´
on que agrade a Dios.
LA SANGRE EN LA MEDICINA10 Por respeto al mandato “sigan absteni
´endose [...]
de sangre”, los testigos de Jehov´a nos negamos a donar
sangre, recibir transfusiones o almacenar la propia
10, 11. a) ¿Aceptamos los testigos de Jehov´a las transfusiones de san-
gre o de cualquiera de sus componentes principales? b) ¿Qu´e asuntos
relacionados con la sangre est´an abiertos a la opini
´on personal?
¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 99
sangre para reinyectarla m´as tarde. Y tampoco acepta-
mos ninguno de sus cuatro componentes principales:
gl´
obulos rojos, gl´
obulos blancos, plaquetas y plasma.11 Hoy es com
´un subdividir dichos componentes en
fracciones que reciben diversos usos. ¿Deber´ıamos
100 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Jehov´a nos permite matar animales para ali-
mentarnos, vestirnos o protegernos. Sin embargo,tenemos que ejercitar ese derecho con equilibrioy bondad (G
´enesis 3:21; 9:3). No queremos pare-
cernos al cruel Nemrod, que, por lo visto, cazabapor pura diversi
´on (G
´enesis 10:9). M
´as bien, de-
bemos imitar a Jehov´a, quien se preocupa por el
bienestar de todas las criaturas, incluidos los pe-que
˜nos gorriones (Jon
´as 4:11; Mateo 10:29).
Ese inter´es de Dios se refleja en las disposicio-
nes de la Ley mosaica (´
Exodo 23:4, 5, 12; Deute-ronomio 22:10; 25:4). Y en conformidad con esaLey, Proverbios 12:10 se
˜nala: “El justo est
´a cui-
dando del alma de su animal dom´estico, pero las
misericordias de los inicuos son crueles”. Dentrode poco, tanto las personas crueles como su ma-nera de actuar quedar
´an para siempre en el pa-
sado.
RESPETEMOS LA VIDADE LOS ANIMALES
considerarlas “sangre”? ¿Podemos aceptarlas? Esta esuna decision personal. Lo mismo ocurre con procedi-mientos como la hemodialisis, la hemodilucion y la re-cuperacion de sangre, siempre que se use unicamentesangre propia que no haya sido almacenada (consulteel apendice, paginas 277 a 280).
12 ¿Le concede Jehova poca importancia a estas de-cisiones personales? No, ya que le interesa muchoque pensamos y por que decidimos una cosa u otra(Proverbios 17:3; 24:12). Entonces, ¿que deberıamoshacer antes de aceptar o rechazar un producto oprocedimiento medico? Primero, orar a Dios e investi-gar el asunto, y luego seguir los dictados de nuestraconciencia cristiana (Romanos 14:2, 22, 23). No po-demos dejar que nadie nos imponga su conciencia,ni tampoco andar preguntando: “¿Yque harıa usted?”.En estas cuestiones, “cada uno llevara su propia [...]responsabilidad” (Galatas 6:5; Romanos 14:12; vease elrecuadro “¿Considero sagrada la sangre?”, en la pagi-na 104).�� Vease la revista ¡Despertad! de agosto de 2006, pags. 3-12, edita-
da por los testigos de Jehova.12. Ante un asunto de conciencia, ¿que actitud debemos asumir y quepasos nos permitiran llegar a una decision?¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 101
LAS LEYES DE JEHOV´
A REVELAN SU AMOR13 Las leyes y principios b
´ıblicos revelan que Jehov
´a
es un Legislador sabio y un Padre afectuoso que vela
por el bienestar de sus hijos (Salmo 19:7-11). Aunque
el mandato de que los cristianos “se abstengan [...] de
la sangre” no es un precepto m´edico, nos protege de
complicaciones ligadas a las transfusiones (Hechos
15:20). De hecho, muchos especialistas califican la ci-
rug´ıa sin sangre como norma de oro de la medici-
na moderna. Los cristianos verdaderos vemos en ello
una confirmaci´
on m´as de que Jehov
´a es un Padre
amoroso e infinitamente sabio (Isa´ıas 55:9; Juan 14:
21, 23).14 Dios siempre se ha preocupado por el bienestar de
su pueblo. As´ı lo demuestran muchas de las leyes que
dio a los israelitas. Por ejemplo, les orden´
o construir
pretiles, o barandillas, en todas las azoteas. Dado que
eran espacios muy utilizados, esta disposici´
on evitaba
muchos accidentes (Deuteronomio 22:8; 1 Samuel 9:
13. ¿Qu´e revelan acerca de Jehov
´a las leyes y principios de la Biblia?
D´e un ejemplo.
14, 15. a) ¿Qu´e leyes demostraron el amor de Dios por su pueblo?
b) ¿C´omo podemos aplicar los principios que encierran esas normas de
seguridad?
102 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
25, 26; Nehem´ıas 8:16; Hechos 10:9). Tambi
´en les man-
d´
o tener bien guardados los toros peligrosos (´
Exodo
21:28, 29). Quien pasaba por alto estas normas come-
t´ıa una grave negligencia y se expon
´ıa a incurrir en cul-
pa por derramamiento de sangre.15 ¿C
´omo aplicamos los principios que encierran es-
tas normas? Estando muy pendientes de la seguridad
en campos como el mantenimiento del veh´ıculo, la for-
ma de conducir, el estado del hogar, las condiciones del
lugar de trabajo, las precauciones con los animales do-
m´esticos y la selecci
´on de diversiones. De hecho, en al-
gunos pa´ıses, la principal causa de muerte entre los
j´
ovenes son los accidentes, debidos casi siempre a con-
ducta temeraria. Por eso, el joven que desea mantener-
se en el amor de Dios y aprecia la vida no la arriesga
solo por divertirse. No se cree invulnerable. Y como
no corre riesgos innecesarios, disfruta m´as de la vida
(Eclesiast´es 11:9, 10).
16 Dios considera valios´ısima la vida humana, inclu-
so la de los beb´es en gestaci
´on. En la Ley de Mois
´es,
se˜
nal´
o qu´e deb
´ıa hacerse cuando alguien her
´ıa a una
16. ¿Qu´e principio b
´ıblico es aplicable al aborto? (V
´ease tambi
´en la
nota.)
¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 103
embarazada. Si ella o el ni˜
no mor´ıan, el agresor ser
´ıa
culpable de homicidio y lo pagar´ıa con su vida, “alma
por alma” (´
Exodo 21:22, 23).� En vista de este hecho,
comprendemos c´
omo tiene que sentirse Jehov´a al ver
que cada a˜
no se practican millones de abortos, muchas
� Destacados biblistas se˜
nalan que, en vista de la construcci´
onhebrea utilizada, “resulta poco acertado aplicar estas palabras
´uni-
camente al da˜
no hecho a la mujer”. Hay que subrayar, tambi´en, que
la Biblia no indica que el juicio de Jehov´a fuera a cambiar depen-
diendo de la edad del embri´
on o del feto.
104 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿C´
omo explicar´ıa yo la diferencia entre los
componentes principales y las fracciones dela sangre?�
ˇ ¿Por qu´e tengo que decidir yo mismo si voy
a aceptar o rechazar fracciones sangu´ıneas o pro-
cedimientos m´edicos que impliquen el uso de
mi propia sangre? (Romanos 12:2; G´alatas 6:5.)
ˇ ¿C´
omo le explicar´ıa al m
´edico por qu
´e acepto
o por qu´e rechazo el empleo de fracciones san-
gu´ıneas? (Proverbios 13:16.)
� Para m´as informaci
´on, consulte el ap
´endice, p
´ags. 277, 278.
¿CONSIDERO SAGRADA LA SANGRE?
Principio: “Que se abstengan [...] de la sangre”(Hechos 15:20).
veces en aras de la conveniencia personal o la libera-
ci´
on sexual.17 Pero, ¿y si alguien abort
´o antes de aprender las ver-
dades b´ıblicas? ¿Debe pensar que Dios no tendr
´a mise-
ricordia? De ning´
un modo. Todo el que se arrepiente
de coraz´
on puede estar seguro de recibir el perd´
on de
Jehov´a en virtud de la sangre derramada de Jes
´us (Sal-
mo 103:8-14; Efesios 1:7). El propio Cristo dijo que
“no [hab´ıa] venido a llamar a justos, sino a pecadores”
para que se arrepintieran (Lucas 5:32).
ERRADIQUEMOS LAS MALAS INTENCIONES18 Pero Jehov
´a no se conforma con que no hagamos
da˜
no al pr´
ojimo. Quiere que extirpemos del coraz´
on un
sentimiento por el que se han derramado mares de san-
gre: el odio. Mediante el ap´
ostol Juan nos advierte:
“Todo el que odia a su hermano es homicida” (1 Juan
3:15). Claro, no se trata solo de tenerle antipat´ıa a una
persona, sino de desear verla muerta. Tal aversi´
on pu-
diera llevar a calumniarla o acusarla falsamente de ac-
tos dignos del castigo divino (Lev´ıtico 19:16; Deutero-
nomio 19:18-21; Mateo 5:22). Sin duda, es vital que nos
17. ¿C´omo podemos tranquilizar a quien haya abortado antes de apren-
der las normas divinas?18. ¿C
´omo muestra la Biblia la causa de muchos actos sangrientos?
¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 105
esforcemos por erradicar del coraz´
on las malas inten-
ciones que tengamos (Santiago 1:14, 15; 4:1-3).19 Si damos a la vida el mismo valor que le da Dios,
y si deseamos mantenernos en su amor, evitaremos la
agresividad en todas sus formas. El Salmo 11:5 dice
que Jehov´a “odia a cualquiera que ama la violencia”.
Pero esta afirmaci´
on no solo nos muestra los senti-
mientos de Dios; tambi´en nos permite extraer un prin-
cipio para guiar nuestra vida: si amamos a Dios, evita-
remos cualquier diversi´
on que fomente el gusto por la
violencia. De igual modo, cuando leemos en Filipenses
4:8, 9 que Jehov´a es “el Dios de la paz”, aprendemos
que debemos llenar la mente y el coraz´
on con pensa-
mientos que sean amables, virtuosos, dignos de alaban-
za y que promuevan la paz.
INSTITUCIONES CON LAS MANOSMANCHADAS DE SANGRE
20 A los ojos de Dios, el mundo de Satan´as tiene las
manos manchadas de sangre inocente. Sus gobiernos,
representados en las Escrituras como bestias feroces,
han matado a millones y millones de personas, entre
19. ¿Qu´e lecciones extrae de textos como Salmo 11:5 y Filipenses
4:8, 9 la persona que gu´ıa su vida por los principios b
´ıblicos?
20-22. ¿Qu´e postura adoptan los cristianos ante el mundo, y por qu
´e?
106 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ellas muchos siervos de Jehov´a (Daniel 8:3, 4, 20-22;
Revelaci´
on 13:1, 2, 7, 8). Muchos imperios mercantiles
e instituciones cient´ıficas han colaborado con las po-
tencias pol´ıticas para crear las armas m
´as espantosas
que puedan imaginarse, sacando ganancias astron´
omi-
cas. No hay duda: “el mundo entero yace en el poder
del inicuo” (1 Juan 5:19).21 Sin embargo, los seguidores de Jes
´us pueden vivir
libres de culpa de derramamiento de sangre, tanto
a nivel individual como colectivo. ¿Por qu´e? Porque
“no son parte del mundo” y, por eso, mantienen estric-
ta neutralidad en las cuestiones pol´ıticas y las guerras
(Juan 15:19; 17:16).� Adem´as, cuando los persiguen,
imitan a Cristo y no reaccionan violentamente, sino
que tratan con amor a sus enemigos, llegando a orar
por ellos (Mateo 5:44; Romanos 12:17-21).22 Sobre todo, los cristianos verdaderos no tienen nin-
guna relaci´
on con “Babilonia la Grande” —el imperio
mundial de la religi´
on falsa—, la organizaci´
on con ma-
yor culpa de derramamiento de sangre. Las Escrituras
dicen que “en ella se hall´
o la sangre de profetas y de
santos y de todos los que han sido degollados en la
� V´ease el cap. 5, “Qu
´e implica no ser parte del mundo”.
¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 107
tierra”. Y por eso Dios nos advierte: “Salganse de ella,pueblo mıo” (Revelacion 17:6; 18:2, 4, 24).
23 Quien obedece el mandato de abandonar Babiloniala Grande no solo pide que borren su nombre de una lis-ta de miembros. Hace mucho mas. Detesta las practicasmalvadas que la religion falsa excusa o incluso promue-ve, como la inmoralidad, la intromision en la polıticay la acumulacion codiciosa de riquezas (Salmo 97:10;Revelacion 18:7, 9, 11-17). ¡Cuanta sangre se ha verti-do a consecuencia de la conducta que promueve Babilo-nia!
24 Antes de abrazar la religion verdadera, todos apo-yabamos, de una manera u otra, al mundo dominadopor Satanas. Por ello compartıamos, en cierta medida,su culpa. Sin embargo, tomamos un nuevo camino, pu-simos fe en el sacrificio de Cristo y dedicamos la vidaa Dios. De este modo nos beneficiamos de su miseri-cordia y proteccion espiritual (Hechos 3:19). Esta pro-teccion nos recuerda a las ciudades de refugio (Nume-ros 35:11-15; Deuteronomio 21:1-9).23. ¿Que esta incluido en salirse de Babilonia la Grande?24, 25. a) ¿Que toma Jehova como base para mostrar misericordia aquienes se arrepienten de su culpa de derramamiento de sangre?b) ¿Que sistema existıa en Israel?108 “Mantenganse en el amor de Dios”
25 ¿Para que servıan dichas ciudades? Para dar asiloal israelita que mataba accidentalmente a alguien yhuıa para salvar la vida. Cuando llegaba a una de estasciudades, era juzgado por las autoridades y tenıa quevivir allı hasta la muerte del sumo sacerdote, momen-to en que podıa mudarse a donde quisiera. Ese sistemadejo claro que Dios es sumamente misericordioso yconcede gran valor a la vida humana. El sistema queJehova tiene hoy para protegernos es similar a aquellasciudades de refugio. ¿En que consiste? Tomando comobase el sacrificio de Cristo, Jehova nos protege de lamuerte que merecemos por desobedecer involuntaria-mente los mandatos divinos sobre la santidad de la viday la sangre. ¿Y como demostramos que agradecemoseste sistema? Una forma es invitar a otras personaspara que se beneficien de el. Esto es mas urgente quenunca, pues esta muy cerca la “gran tribulacion” (Ma-teo 24:21; 2 Corintios 6:1, 2).
AL PREDICAR EL REINODEMOSTRAMOS APRECIO POR LAVIDA
26 Hoy, el pueblo de Dios esta en una situacion muy26-28. ¿En que sentido nos encontramos en una situacion muy seme-jante a la del profeta Ezequiel, y como podemos mantenernos en elamor de Dios?¿Damos a la vida el mismo valor que le da Dios? 109
semejante a la de Ezequiel, antiguo profeta al que Jeho-
v´a coloc
´o como centinela espiritual de la casa de Is-
rael.´
El recibi´
o la siguiente misi´
on: “Tienes que o´ır la
palabra [que te diga] y darles advertencia de parte de
m´ı”. Si Ezequiel demostraba negligencia al cumplir sus
deberes, ser´ıa responsable de la sangre que se vertiera
al ajustar Dios las cuentas a Jerusal´en (Ezequiel 33:
7-9). Pero, como sabemos, el profeta llev´
o a cabo su mi-
si´
on y no tuvo ninguna culpa por la p´erdida de vidas.
27 Pronto, el mundo de Satan´as llegar
´a a su fin. Por
eso, los testigos de Jehov´a aceptamos como un honor
y un deber la labor de proclamar “el d´ıa de la vengan-
za” de Dios y anunciar el Reino (Isa´ıas 61:2; Mateo
24:14). ¿Participamos con entusiasmo en esta obra vi-
tal? As´ı lo hizo Pablo, y por eso pudo decir: “Estoy lim-
pio de la sangre de todo hombre, porque no me he
retra´ıdo de decirles todo el consejo de Dios” (Hechos
20:26, 27). Sin duda, un ejemplo a imitar.28 Por supuesto, para mantenerse en el amor de nues-
tro Padre no basta con dar a la vida y la sangre el mis-
mo valor que´el les da. Como veremos en el pr
´oximo
cap´ıtulo, es preciso que permanezcamos santos, o pu-
ros, a sus ojos.
110 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ANTES de que el nino salga de casa, la madre comprue-ba que se ha banado y que lleva ropa limpia y presentable.¿Por que? Por un lado, porque comprende que la higienecontribuye a que crezca sano y, por otro, porque sabe quela gente juzga a los padres por la apariencia de los hijos.
2 Nuestro Padre celestial tambien desea que sus siervosseamos personas limpias. De hecho, nos promete en la Bi-blia que se mostrara limpio “con el que se mantiene lim-pio” (Salmo 18:26).� ¿Por que insiste Jehova en este pun-to? En primer lugar, porque nos ama y sabe que es parabeneficio nuestro. Y en segundo lugar, porque la ima-gen que damos sus Testigos lleva a que la gente se for-me una impresion de el. Sin duda, nosotros no quere-mos deshonrar a Dios ni a su santo nombre. Queremos� En el idioma original, las palabras para “puro” y “limpio” a ve-
ces se refieren a la limpieza fısica pero mas a menudo, a la limpiezamoral o espiritual.1-3. a) ¿Por que comprueban las madres que sus hijos esten limpios ypresentables? b) ¿Por que quiere Jehova que sus siervos seamos perso-nas limpias, y que motivos tenemos para serlo?
CAP´ITULO 8
Dios ama a las personas limpias“Con el que se mantiene limpio te mostraras limpio.”
(SALMO 18:26.)
Dios ama a las personas limpias 111
glorificarlos. Y por eso debemos mantener impecables
tanto nuestro aspecto como nuestra conducta (Ezequiel
36:22; 1 Pedro 2:12).3 ¿Qu
´e motivos tenemos para conservar la limpieza?
Para empezar, sabemos que Dios ama a las personas lim-
pias. Adem´as, nosotros amamos a Jehov
´a y queremos
honrarlo con nuestra entera forma de vivir. Por´
ultimo,
deseamos mantenernos por siempre en su amor. Exami-
nemos, por lo tanto, algunos aspectos sobre la limpieza:
por qu´e es necesaria, qu
´e implica y c
´omo podemos con-
servarla. Esto nos permitir´a ver si debemos mejorar en
alg´
un campo.
POR QU´
E ES NECESARIA LA LIMPIEZA4 Jehov
´a nos ense
˜na de diversas maneras. Una de ellas es
d´andonos el ejemplo a seguir. De hecho, la propia Biblia
nos invita a ser “imitadores de Dios” (Efesios 5:1). En vis-
ta de lo anterior, ¿cu´al es la raz
´on m
´as importante para
librarnos de toda suciedad? Que adoramos a un Dios com-
pletamente puro, santo e inmaculado (Lev´ıtico 11:44, 45).
5 La pureza de Jehov´a, como tantos aspectos de su for-
ma de ser y actuar, se ve claramente al examinar la crea-
ci´
on (Romanos 1:20). Tomemos como ejemplo nuestro
4, 5. a) ¿Cu´al es la raz
´on m
´as importante para librarnos de toda su-
ciedad? b) ¿C´omo demuestra la creaci
´on que Jehov
´a ama la limpieza?
112 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
hogar, la Tierra. Jehov´a la ha dotado de los medios nece-
sarios para que se mantenga libre de contaminaci´
on. As´ı,
puso en marcha los ciclos ecol´
ogicos que purifican el aire
y el agua. Adem´as, cre
´o “brigadas de limpieza” formadas
por voraces microorganismos que transforman los dese-
chos en sustancias inofensivas. Cumplen su misi´
on con
tal eficiencia, que hasta los cient´ıficos las utilizan para re-
mediar las mareas negras y otros desastres ocasionados
por la codicia y el ego´ısmo del hombre. Es obvio que al
“Hacedor de la tierra” le interesa much´ısimo la limpieza
(Jerem´ıas 10:12). ¿No deber
´ıa ser igual en nuestro caso?
Sin duda.6 ¿Qu
´e otra raz
´on tenemos para permanecer limpios?
Que Jehov´a, nuestro Soberano, siempre ha exigido limpie-
za de sus siervos. Por ejemplo, la Ley que dio a Israel es-
tablec´ıa una relaci
´on muy estrecha entre la pureza y la
adoraci´
on. As´ı, requer
´ıa que el sumo sacerdote se ba
˜nara
dos veces antes de realizar sus funciones en el D´ıa de Ex-
piaci´
on (Lev´ıtico 16:4, 23, 24). Igualmente, se
˜nalaba que
todos los sacerdotes ten´ıan que lavarse las manos y los
pies siempre que fueran a ofrecer sacrificios a Jehov´a
(´
Exodo 30:17-21; 2 Cr´
onicas 4:6). Tambi´en mencionaba
6, 7. ¿De qu´e maneras dej
´o claro la Ley mosaica que los siervos de
Jehov´a deb
´ıan permanecer limpios?
Dios ama a las personas limpias 113
unas setenta situaciones que dejaban al israelita en un es-
tado de inmundicia, o impureza, f´ısica y ceremonial. Este
estado le imped´ıa —en algunos casos bajo pena de muer-
te— participar en cualquiera de las facetas del culto (Le-
v´ıtico 15:31). Adem
´as, la Ley estipulaba que toda persona
que se hubiera vuelto impura se sometiera a un rito de
purificaci´
on que inclu´ıa ba
˜narse y lavar su ropa; en caso
contrario, ser´ıa “cortada [o eliminada] de en medio de la
congregaci´
on” (N´
umeros 19:17-20).7 Aunque la Ley de Mois
´es ya no est
´a vigente, nos per-
mite comprender el punto de vista de Dios. En este c´
odi-
go, es evidente que Jehov´a presenta la limpieza como
condici´
on indispensable para adorarle. Y´el no ha cambia-
do (Malaqu´ıas 3:6). Hoy, como ayer, acepta
´unicamente
la “adoraci´
on que es limpia e incontaminada” (Santiago
1:27). As´ı pues, haremos bien en examinar qu
´e significa
esta exigencia en la actualidad.
QU´
E SIGNIFICA ESTAR LIMPIOA LOS OJOS DE DIOS
8 La Biblia no limita la limpieza al plano f´ısico. M
´as
bien, se˜
nala que para estar limpios a los ojos de Dios de-
bemos mantenernos incontaminados en todos los campos
de la vida. En efecto, Jehov´a espera que demostremos cua-
8. ¿Qu´e tipos de pureza espera Jehov
´a de nosotros?
114 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tro tipos de pureza: espiritual, moral, mental y f´ısica. Vea-
mos qu´e est
´a implicado en cada caso.
9 Pureza espiritual. Implica no mezclar la religi´
on verda-
dera con la falsa. Recordemos a los israelitas que estaban
cautivos en Babilonia. Cuando fueran a partir para Jeru-
sal´en, tendr
´ıan que obedecer el siguiente mandato divino:
“S´alganse de all
´ı, no toquen nada inmundo; [...] mant
´en-
ganse limpios” (Isa´ıas 52:11). Ellos iban a regresar a su
tierra principalmente para restaurar la adoraci´
on de Jeho-
v´a. Por lo tanto, el culto que rindieran tendr
´ıa que estar
completamente limpio de todo lo que ofendiera a Dios,
lo que inclu´ıa las ense
˜nanzas, pr
´acticas y costumbres de
la religi´
on babil´
onica.10 Hoy, los cristianos verdaderos tambi
´en debemos tener
mucho cuidado de no contaminarnos con la religi´
on falsa
(1 Corintios 10:21). Su influencia est´a tan extendida que, si
nos descuidamos, podr´ıa afectarnos. Ciertamente, no son
pocos los pa´ıses donde las doctrinas paganas —como,
por ejemplo, la inmortalidad del alma— impregnan un
buen n´
umero de tradiciones, ceremonias y otras activida-
des cotidianas (Eclesiast´es 9:5, 6, 10). Sin embargo, los
cristianos verdaderos no queremos participar en ninguna
9, 10. ¿Qu´e implica la pureza espiritual, y en qu
´e no participamos los
cristianos verdaderos?
Dios ama a las personas limpias 115
costumbre ligada a la religi´
on falsa.� Por eso, no podemos
permitir que la presi´
on de la gente nos lleve a rebajar las
normas b´ıblicas para la adoraci
´on pura (Hechos 5:29).
11 Pureza moral. Este tipo de pureza, que exige, entre
otras cosas, evitar toda forma de inmoralidad sexual, es
vital para mantenerse en el amor de Dios (Efesios 5:5).
Como veremos en el siguiente cap´ıtulo, es sumamente
necesario que los cristianos “huyan de la fornicaci´
on”.
De hecho, quienes cometen ese pecado y no se arrepien-
ten “[jam´as] heredar
´an el reino de Dios” (1 Corintios 6:9,
10, 18). Jehov´a los considera “repugnantes en su sucie-
dad” y, a menos que se limpien de su impureza, les dar´a
como “porci´
on [...] la muerte segunda” (Revelaci´
on 21:8).12 Pureza mental. Dado que los pensamientos conducen
a acciones, si dejamos que las ideas sucias echen ra´ıces en
nuestra mente y coraz´
on, tarde o temprano cometeremos
alg´
un acto impuro (Mateo 5:28; 15:18-20). Pero si llena-
mos la cabeza de ideas positivas y limpias, querremos
comportarnos de forma intachable (Filipenses 4:8). Aho-
ra bien, ¿qu´e nos ayudar
´a a conservar pura la mente? Pri-
� En el cap. 13 de este libro se analizan varias celebraciones y cos-tumbres que los cristianos verdaderos consideramos inaceptables.
11. ¿Qu´e exige la pureza moral, y por qu
´e es tan importante?
12, 13. ¿Qu´e efecto tienen los pensamientos en nuestras acciones, y
qu´e nos ayudar
´a a conservar pura nuestra mente?
116 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
mero, rechazar cualquier diversi´
on que la contamine.�
Y, segundo, absorber buenos pensamientos estudiando
con constancia la Palabra de Dios (Salmo 19:8, 9).13 Como hemos visto, para mantenernos en el amor de
Dios, necesitamos conservar la pureza espiritual, moral y
mental. Estos tres tipos de pureza se analizan en otros ca-
p´ıtulos de este libro. Pero ahora los dejaremos a un lado
para centrarnos en el cuarto tipo: la pureza f´ısica.
C´
OMO MANTENER LA PUREZA F´ISICA
14 Es importante mantener limpios tanto nuestro cuer-
po como nuestro entorno. Hay quienes creen que este es
un asunto privado en el que nadie tiene derecho a inmis-
cuirse. Pero el cristiano nunca deber´ıa opinar as
´ı. Como
se indic´
o al principio, Jehov´a no solo insiste en la pureza
f´ısica por nuestro propio beneficio, sino tambi
´en porque
la imagen que presentamos lleva a que la gente se for-
me una impresi´
on de´el. Recordemos al ni
˜no del primer
p´arrafo: si anduviera siempre sucio o desarreglado, ¿ver-
dad que nos entrar´ıan serias dudas sobre sus padres?
Igualmente, si hubiera algo inapropiado en nuestro aspec-
to o en nuestra vida, ¿no es cierto que desacreditar´ıamos
� El cap. 6 de este libro explica c´
omo elegir diversiones sanas.
14. Explique por qu´e la pureza f
´ısica no es simplemente un asunto pri-
vado.
Dios ama a las personas limpias 117
a nuestro Padre celestial y al mensaje que predicamos?
Hemos de tener siempre muy presentes estas palabras ins-
piradas: “De ninguna manera estamos dando causa al-
guna para tropiezo, para que no se encuentre falta en
nuestro ministerio; antes bien, de toda manera nos reco-
mendamos como ministros de Dios” (2 Corintios 6:3, 4).
Examinemos, por tanto, en qu´e campos debemos conser-
var la pureza f´ısica.
15 La higiene corporal y el aspecto f´ısico. Independiente-
mente de la cultura y condiciones de vida del lugar donde
vivamos, debemos ba˜
narnos con regularidad. Por lo gene-
ral, todos disponemos de suficiente agua y jab´
on para
asearnos nosotros y nuestros hijos. Y esto incluye lavar-
nos las manos antes de comer o manipular alimentos, y
despu´es de usar el inodoro o cambiar pa
˜nales. De esta
manera evitamos la propagaci´
on de virus y otros micro-
bios, con lo cual se previenen muchos males, como la
diarrea, e incluso se salvan vidas. Si en la zona donde vi-
vimos no existen buenos servicios de saneamiento, hare-
mos bien en enterrar las heces, como en el antiguo Israel
(Deuteronomio 23:12, 13).16 Tambi
´en debemos lavar con frecuencia la ropa. Lo im-
15, 16. ¿Cu´ales son algunos buenos h
´abitos de higiene corporal, y qu
´e
caracter´ısticas deben distinguir a nuestra ropa?
118 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
portante no es que sea cara o que est´e a la
´ultima moda,
sino que est´e limpia y sea modesta, o recatada (1 Timoteo
2:9, 10). En todo momento y lugar, queremos que nuestro
aseo personal y nuestro aspecto “adornen la ense˜
nanza de
nuestro Salvador, Dios” (Tito 2:10).17 La vivienda y otras posesiones. Al grado que nos permi-
tan las circunstancias, tenemos que mantener limpio y
presentable el hogar, tanto si es bonito y tiene muchas co-
modidades, como si no. Lo mismo debemos hacer con el
autom´
ovil —sin olvidarnos del interior—, sobre todo si lo
utilizamos para ir a las reuniones y a predicar. En reali-
dad, hemos de conservar as´ı todas nuestras pertenencias.
De este modo, daremos un buen testimonio. Al fin y al
cabo, ense˜
namos a la gente que, como Jehov´a ama la lim-
pieza, va a “causar la ruina de los que est´an arruinando la
tierra” y va a utilizar su Reino para convertirla en un pa-
ra´ıso (Revelaci
´on 11:18; Lucas 23:43). Por eso, el cuidado
que demos a la casa y dem´as posesiones que tengamos
debe demostrar que estamos adquiriendo h´abitos de lim-
pieza propios del nuevo mundo.18 Nuestro Sal
´on del Reino. Tratamos con mucho respeto
17. ¿Por qu´e debemos mantener limpios y presentables el hogar y las
dem´as posesiones que tengamos?
18. ¿De qu´e formas tratamos con respeto el Sal
´on del Reino?
Dios ama a las personas limpias 119
este lugar, pues es donde adoramos a nuestro amado Dios.
Queremos que siempre est´e impecable y d
´e una buena
impresi´
on a quienes nos visiten. A fin de conservarlo en
buen estado, hay que seguir cuidadosamente un programa
de limpieza y mantenimiento. Cuando cooperamos en es-
tas labores, demostramos verdadero aprecio por nuestro
centro para la adoraci´
on pura. Ciertamente, es un privile-
gio limpiar, “componer y reparar” nuestro sal´
on (2 Cr´
oni-
cas 34:10). Por supuesto, los mismos principios son aplica-
bles a los lugares donde celebramos nuestras asambleas.
EVITEMOS TODO LO QUE CONTAMINEAL ORGANISMO
19 ¿Qu´e m
´as abarca la pureza f
´ısica? Evitar toda conduc-
ta que contamine al cuerpo. Por eso nos abstenemos de
fumar, beber en exceso o consumir sin razones m´edicas
sustancias que creen adicci´
on o alteren el´animo. Es cier-
to que la Biblia no menciona por nombre todos los vicios
comunes en el mundo actual, pero s´ı contiene principios
que nos permiten entender por qu´e los considera Jehov
´a
inmundos y repugnantes. Veamos a continuaci´
on cinco
principios que queremos seguir por amor a Dios y que nos
llevar´an a recibir su aprobaci
´on.
19. ¿Qu´e tenemos que evitar para no contaminar el organismo, y qu
´e
orientaci´on nos da la Biblia en este respecto?
120 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
20 “Dado que tenemos estas promesas, amados, limpi´
emo-
nos de toda contaminaci´
on de la carne y del esp´ıritu, perfec-
cionando la santidad en el temor de Dios.” (2 Corintios 7:1.)
20, 21. ¿Qu´e quiere Jehov
´a que evitemos, y qu
´e buena raz
´on nos da
para hacerlo?
Dios ama a las personas limpias 121
Preguntas para meditar
ˇ Cuando me siento tentado a caer en un vicio,¿le pido r
´apidamente a Dios que me fortalezca
con su esp´ıritu para poder resistir? (Mateo 6:13.)
ˇ ¿Me ayudan a luchar contra el vicio los amigosque tengo, las pel
´ıculas que veo y la m
´usica que
escucho? (1 Pedro 4:3, 4.)ˇ ¿Por qu
´e no sirven las buenas obras para
compensar los pecados? (Mateo 23:25-28.)ˇ ¿Qu
´e motivos tengo para imitar a Jes
´us y sufrir
por hacer la voluntad de Dios? (1 Pedro 2:21; 4:1.)ˇ ¿C
´omo le explicar
´ıa a otra persona por qu
´e
no fumo? (Romanos 12:1, 2.)ˇ ¿Comprendo que una reca
´ıda no es un fracaso
absoluto? (Romanos 7:21-25.)
¿LUCHO POR HACER LO CORRECTO?
Principio: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzcocomo a esclavo, para que, despu
´es de haber predicado
a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobadode alg
´un modo” (1 Corintios 9:27).
Como vemos, Jehov´a quiere que evitemos cualquier cosa
que ensucie la “carne” (es decir, el cuerpo) o que corrom-
pa el “esp´ıritu” (o sea, la disposici
´on mental que predo-
mina en nosotros). Por eso, nos abstenemos de todo aque-
llo que cree adicci´
on y perjudique la salud f´ısica y mental.
21 En el mismo pasaje, la Biblia nos da una buena raz´
on
para “[limpiarnos] de toda contaminaci´
on” que podamos
tener. Notemos que 2 Corintios 7:1 comienza diciendo:
“Dado que tenemos estas promesas”. ¿Qu´e promesas? Las
que Jehov´a hace en los vers
´ıculos anteriores: “Yo los re-
cibir´e. Yyo ser
´e para ustedes padre” (2 Corintios 6:17, 18).
¡Qu´e maravilla! Nos promete cuidarnos con el mismo
amor que un padre a sus hijos. Pero nos pone una condi-
ci´
on: que evitemos “toda contaminaci´
on de la carne y del
esp´ıritu”. Sin duda, ser
´ıa una locura que, por alg
´un vicio
repugnante a los ojos de Jehov´a, sacrific
´aramos el privi-
legio de disfrutar de tan estrecha relaci´
on con´el.
22 “Tienes que amar a Jehov´
a tu Dios con todo tu coraz´
on y
con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mateo 22:37.) Je-
s´
us explic´
o que este es el mandamiento m´as importante
de todos (Mateo 22:38). En efecto, Jehov´a merece que lo
amemos con todo lo que somos, pensamos y sentimos.
Y para ello tenemos que evitar cualquier conducta que
22-25. ¿Qu´e principios b
´ıblicos nos ayudar
´an a no caer en vicios?
122 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
acorte la duraci´
on de nuestra vida o que embote el don
divino del pensamiento.23 “[Jehov
´a] da a toda persona vida y aliento y todas las co-
sas.” (Hechos 17:24, 25.) Como la vida es un regalo de
nuestro amado Dios, los cristianos la tratamos con mu-
ch´ısimo respeto. Por eso, rechazamos cualquier conducta
que mine nuestra salud. No hacerlo ser´ıa una grave falta
de respeto por el don de la vida (Salmo 36:9).24 “Tienes que amar a tu pr
´ojimo como a ti mismo.” (Mateo
22:39.) Muchas veces, la persona que tiene un vicio no solo
se perjudica a s´ı misma, sino tambi
´en a quienes la rodean.
As´ı ocurre, por ejemplo, con el fumador que expone a los
dem´as al humo de su cigarrillo. Quien se comporta as
´ı vio-
la el mandato divino de amar al pr´
ojimo y demuestra que
en realidad no ama a Dios (1 Juan 4:20, 21).25 “Est
´en en sujeci
´on y sean obedientes a los gobiernos y a
las autoridades.” (Tito 3:1.) En vista de que en muchos lu-
gares es ilegal poseer y consumir drogas, los verdaderos
cristianos no lo hacemos (Romanos 13:1).26 Para mantenernos en el amor de Dios, no basta con
conservar la pureza en uno o dos campos, sino en todo
26. a) ¿Qu´e debemos hacer para mantenernos en el amor de Dios?
b) ¿Por qu´e puede decirse que no hay nada mejor que llevar una vida
limpia a los ojos de Dios?
Dios ama a las personas limpias 123
aspecto de la vida. Es verdad que pudiera ser muy dif´ıcil
dejar un vicio y no volver a caer en´el; pero se puede lo-
grar.�No hay nada mejor que llevar una vida limpia. Cier-
tamente, si nos lo pide Jehov´a, es por nuestro bien (Isa
´ıas
48:17). Adem´as, nos brinda la satisfacci
´on de saber que
damos un buen testimonio del Dios al que tanto amamos
y que tanto nos ama.
� V´eanse los recuadros “¿Lucho por hacer lo correcto?”, en la
p´ag. 121, y “Para Dios todas las cosas son posibles”, en esta p
´agina.
124 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
“Con 15 a˜
nos —relata Elena—,� fumaba todoslos d
´ıas y beb
´ıa alcohol los fines de semana con
mis amistades. Tiempo despu´es me hice adicta al
crack (coca´ına en piedra), y eso que ten
´ıa tres hi-
jos que cuidar yo sola. Mi vida era un desastre.Pero un d
´ıa comenc
´e a estudiar la Biblia y, con la
ayuda de Jehov´a, consegu
´ı limpiar mi vida y dejar
las adicciones. No fue nada f´acil, sobre todo en el
caso de la coca´ına. Si hubiera tenido que realizar
todos esos cambios por m´ı misma, creo que ja-
m´as lo habr
´ıa logrado. Puedo asegurar por expe-
riencia propia que, como dijo Jes´
us, ‘para Diostodas las cosas son posibles’.” (Mateo 19:26.)
� Se ha cambiado el nombre.
“PARA DIOS TODAS LAS COSASSON POSIBLES”
EL PESCADOR acude a su lugar preferido en busca de
cierta clase de pez. Selecciona detenidamente la carna-
da, o cebo, y lanza el hilo al agua. Al rato, viendo que
la l´ınea se tensa y la ca
˜na se dobla, enrolla el carrete y
saca su captura. Todo sonriente, se felicita por haber
elegido el se˜
nuelo adecuado.2 Pues bien, en el a
˜no 1473 antes de nuestra era, hubo
un hombre que tambi´en eligi
´o con cuidado un cebo,
pero no para peces. Se llamaba Balaam, y su objetivo
era que mordiera el anzuelo el pueblo de Dios, que te-
n´ıa su campamento en las llanuras de Moab, justo en
la frontera con la Tierra Prometida. Aunque pretend´ıa
ser profeta de Jehov´a, no era m
´as que un codicioso far-
sante al que hab´ıan contratado para maldecir a los israe-
litas. Se sent´ıa frustrado, pues Jehov
´a no solo se lo ha-
b´ıa impedido, sino que le hab
´ıa obligado a bendecirlos.
1, 2. ¿Qu´e planes hizo Balaam para perjudicar al pueblo de Jehov
´a?
CAP´ITULO 9
“Huyan de la fornicaci´on”
“Amortig¨uen, por lo tanto, los miembros
de su cuerpo [...] en cuanto a fornicaci´on,
inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicialy codicia, que es idolatr
´ıa.” (COLOSENSES 3:5.)
“Huyan de la fornicaci´
on” 125
Pero Balaam, pensando en la paga, no se dio por ven-
cido. Razon´
o que, si consegu´ıa que cometieran un peca-
do grave, Dios mismo terminar´ıa maldici
´endolos. ¿Qu
´e
se˜
nuelo utilizar´ıa? Las atractivas j
´ovenes de Moab (N
´u-
meros 22:1-7; 31:15, 16; Revelaci´
on 2:14).3 ¿Qu
´e tal funcion
´o la trampa? Bastante bien, pues
miles cedieron a la tentaci´
on y “[tuvieron] relaciones
inmorales con las hijas de Moab”. Hasta llegaron a dar
culto a los dioses moabitas, entre ellos el Baal de Peor,
repugnante dios de la fertilidad o, en resumidas cuen-
tas, del sexo. Como castigo, 24.000 hombres perdieron
la vida a las puertas de la Tierra Prometida. ¡Qu´e trage-
dia! (N´
umeros 25:1-9.)4 ¿Qu
´e hab
´ıa contribuido a ese terrible desenlace?
La condici´
on de coraz´
on de muchos israelitas. De-
sarrollaron malas actitudes por haberse ido alejando de
Jehov´a, sin recordar todo lo que
´el hab
´ıa hecho por
ellos: liberarlos de Egipto, alimentarlos en el desierto y
conducirlos sanos y salvos hasta la Tierra Prometida
(Hebreos 3:12). El ap´
ostol Pablo tuvo presente esa ca-
t´astrofe cuando escribi
´o: “Ni practiquemos fornicaci
´on,
como algunos de ellos cometieron fornicaci´
on, de modo
3. ¿Hasta qu´e punto funcion
´o la trampa de Balaam?
4. ¿Por qu´e cayeron en la inmoralidad miles de israelitas?
126 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
que cayeron, veintitr´es mil de ellos en un [solo] d
´ıa”
(1 Corintios 10:8).�5 Los siervos de Dios de la actualidad nos encontra-
mos en una situaci´
on muy semejante a la que se descri-
be en N´
umeros. Para empezar, nos hallamos a las puer-
tas de una Tierra Prometida, solo que much´ısimo mayor
(1 Corintios 10:11). Nos enfrentamos a un mundo cuya
obsesi´
on por el sexo es como la de los moabitas, pero
a mayor escala. Adem´as, el lazo principal en que caye-
ron los israelitas, la inmoralidad, es el mismo que atra-
pa todos los a˜
nos a miles de cristianos (2 Corintios
2:11). Y a imitaci´
on de Zimr´ı, quien tuvo la desfachatez
de pasearse con una madianita por el campamento de
Israel e introducirla en su propia tienda, algunos han
sido una influencia corruptora en la congregaci´
on cris-
tiana (N´
umeros 25:6, 14; Judas 4).6 Pregunt
´emonos: “¿Me veo yo en las ‘llanuras de
Moab’ actuales? ¿Diviso en el horizonte el premio tan
esperado, el nuevo mundo?”. Si as´ı es, hagamos todo lo
� Por lo visto, el libro de N´
umeros combina la cantidad de “cabe-zas del pueblo” ejecutados por los jueces —probablemente unosmil— con la cifra de los que murieron a manos de Jehov
´a (N
´ume-
ros 25:4, 5).
5, 6. ¿C´omo nos ayuda el relato del pecado de Israel en las llanuras
de Moab?
“Huyan de la fornicaci´
on” 127
posible por mantenernos en el amor de Dios obedecien-
do el mandato: “Huyan de la fornicaci´
on” (1 Corintios
6:18).
¿QU´
E ES LA FORNICACI´
ON?7 En la Biblia, el t
´ermino fornicaci
´on (en griego por-
n´
eia) designa todas las clases de relaciones sexuales il´ı-
citas, es decir, las que tienen lugar fuera del marco de
un matrimonio v´alido a los ojos de Dios. Abarca tanto
el adulterio como los actos sexuales entre un hombre y
una mujer solteros, o con una persona dedicada a la
prostituci´
on. Practicar el coito oral o anal con alguien
con quien no se est´a casado, o manipularle los genita-
les, tambi´en es fornicaci
´on. Y la situaci
´on no cambia si
en los actos antes indicados interviene alguien del mis-
mo sexo o incluso un animal.�8 Las Escrituras son muy claras: quienes practican la
fornicaci´
on no recibir´an la vida eterna (1 Corintios 6:9;
Revelaci´
on 22:15). Aun hoy, van a cosechar muchos
problemas. Para empezar, no pueden permanecer en la
congregaci´
on. En muchos casos no solo pierden la tran-
� La secci´
on “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 15 de ju-lio de 2006, editada por los testigos de Jehov
´a, explica qu
´e est
´a
implicado en la inmundicia y la conducta relajada.
7, 8. ¿Qu´e abarca en la Biblia la fornicaci
´on, y de qu
´e forma cose-
chan lo que han sembrado las personas que la practican?
128 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
quilidad de conciencia, la dignidad personal y la con-
fianza de los dem´as, sino que se enfrentan a discusiones
matrimoniales, embarazos no deseados, enfermedades
ven´ereas e incluso la muerte (G
´alatas 6:7, 8). ¿Valdr
´a la
pena emprender un camino de tanto sufrimiento? La-
mentablemente, muchos no piensan en las consecuen-
cias al dar los primeros pasos, uno de los cuales suele
ser la pornograf´ıa.
LA PORNOGRAF´IA:
PRIMER PASO A LA FORNICACI´
ON9 En muchos pa
´ıses, la pornograf
´ıa aparece por todos
lados: en los puestos de revistas, las canciones, los pro-
gramas de televisi´
on y en millones de p´aginas de In-
ternet.� ¿Se trata de picard´ıa inofensiva, como dicen
algunos? De ning´
un modo. Quienes recurren a ella pue-
den hundirse en el vicio de la masturbaci´
on y alimen-
tar “apetitos sexuales vergonzosos”. En´
ultimo t´ermino,
pudieran volverse adictos al sexo, abrigar deseos per-
vertidos, sufrir discordias maritales, e incluso llegar al
� Con el t´ermino pornograf
´ıa nos referimos a la representaci
´on
(con im´agenes, textos o voces) de escenas er
´oticas destinadas a ex-
citar. Puede ir desde la foto de una persona en pose lasciva hasta laexhibici
´on de los actos m
´as aberrantes entre dos o m
´as individuos.
9. ¿Es la pornograf´ıa inofensiva, como dicen algunos? Explique su res-
puesta.
“Huyan de la fornicaci´
on” 129
divorcio (Romanos 1:24-27; Efesios 4:19).� Seg´
un una
autoridad en la materia, la adicci´
on al sexo es como el
c´ancer: “No deja de crecer y de extenderse, rara vez re-
trocede, y es muy dif´ıcil tratarla y erradicarla”.
10 Hay que tener muy presentes las palabras de San-
tiago 1:14, 15: “Cada uno es probado al ser provocado
� El tema de la masturbaci´
on se analiza en el ap´endice, p
´ags. 280
a 282.
10. ¿C´omo podemos aplicar el principio de Santiago 1:14, 15? (V
´ea-
se tambi´en el recuadro de abajo.)
130 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
“En la adolescencia ca´ı en un c
´ırculo vicioso:
ve´ıa pornograf
´ıa y me masturbaba —explica un
hombre joven—. Mis compa˜
neros de estudios opi-naban que eso era de lo m
´as normal. Sin embargo,
a m´ı me manch
´o la conciencia y me arrastr
´o a una
vida inmoral. Con el tiempo comprend´ı que era
un esclavo de mis deseos. Pero logr´e superar esos
vicios con la ayuda de Jehov´a y la congregaci
´on.
Ahora no me junto con cualquiera; ya s´e muy bien
cu´anto influyen en uno las compa
˜n
´ıas. Pienso
que, para no volver a las andadas, es fundamentalser muy constante en la oraci
´on y el estudio de la
Biblia. Ya no vivo esclavo a los deseos de la carney tengo el privilegio de ser precursor regular.”
SACANDO FUERZASPARA MANTENERSE PURO
y cautivado por su propio deseo. Entonces el deseo,
cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su
vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muer-
te”. Para evitar que esto suceda, ¿qu´e debemos hacer
cuando nos vengan malos deseos? Tomar medidas inme-
diatas y sac´arnoslos de la mente. Por ejemplo, si nos en-
contramos con im´agenes er
´oticas, ¿qu
´e haremos? R
´a-
pidamente, apartar la mirada, apagar la computadora,
cambiar de canal de televisi´
on... Lo que sea, con tal de
impedir que los deseos inmorales nos consuman y aca-
ben domin´andonos (Mateo 5:29, 30).
11 Jehov´a nos conoce mucho mejor que nosotros mis-
mos. Con buenas razones, nos pide: “Amortig¨
uen, por
lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a for-
nicaci´
on, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial
y codicia, que es idolatr´ıa” (Colosenses 3:5). Ciertamen-
te, no es f´acil alcanzar ese grado de control. Pero con-
tamos con la ayuda de nuestro paciente y amoroso Pa-
dre celestial (Salmo 68:19). Por eso, cada vez que nos
asalten malos deseos, acudamos sin dilaci´
on a´el, rog
´an-
dole que nos d´e “poder [...] m
´as all
´a de lo normal”, y
esforc´emonos por desviar nuestro pensamiento hacia
11. Cuando nos asalten malos deseos, ¿c´omo demostraremos confian-
za en Jehov´a?
“Huyan de la fornicaci´
on” 131
otros asuntos (2 Corintios 4:7; 1 Corintios 9:27; vease elrecuadro “¿Como puedo librarme de un vicio?”, en lapagina 134).
12 El sabio Salomon nos exhorta: “Mas que todo [...],salvaguarda tu corazon, porque procedentes de el sonlas fuentes de la vida” (Proverbios 4:23). ¿Que es el “co-razon” que debemos proteger? La persona interior, loque somos realmente a los ojos de Dios. Yes justo eso,lo que Jehova ve en el “corazon” —y no la aparienciaque proyectamos—, lo que va a determinar si recibire-mos la vida eterna. Ası de sencillo, y ası de serio. A fin deproteger el corazon, imitemos al fiel Job, quien hizo consus ojos el compromiso solemne de nunca mirar inde-centemente a ninguna mujer (Job 31:1). Como el salmis-ta, oremos a Dios: “Haz que mis ojos pasen adelantepara que no vean lo que es inutil” (Salmo 119:37).
LA MALA DECISI´ON DE DINA
13 Como vimos en el capıtulo 3, las amistades ejercenuna gran influencia, sea para bien o para mal (Prover-bios 13:20; 1 Corintios 15:33). Ası lo muestra el ejemplode Dina, hija del patriarca Jacob. Aunque habıa recibi-12. ¿Que es el “corazon”, y por que tenemos que protegerlo?13. ¿Quien era Dina, y por que fue imprudente su seleccion de amis-tades?132 “Mantenganse en el amor de Dios”
do una buena crianza, cometio la imprudencia de bus-car amigas entre las jovenes de Canaan, pueblo que,como Moab, era famoso por su inmoralidad (Levıtico18:6-25). Por eso, ¿que pensarıa cualquier hombre de lazona al ver a Dina? Que era una presa facil para ellos.Y Siquem, “el mas honorable de toda la casa de su pa-dre”, no fue la excepcion (Genesis 34:18, 19).
14 Con el tiempo, Dina conocio a Siquem. Probable-mente, ella no pretendıa tener relaciones sexuales. PeroSiquem sı. Un dıa, al sentirse excitado, actuo como lohubieran hecho la mayorıa de los cananeos: sin impor-tarle que la joven se resistiera, “la tomo” y “la violo”.Mas tarde “se enamoro” de ella, pero eso no cambio ennada el abuso cometido (Genesis 34:1-4). Y Dina no fuela unica perjudicada, pues su mala eleccion de compa-nıas desencadeno una serie de sucesos que sumio a todasu familia en el dolor y el descredito (Genesis 34:7, 25-31; Galatas 6:7, 8).
15 Puede que Dina extrajera una importante leccion,pero a las malas. Ahora bien, nosotros no tenemos queaprender ası. Amamos a Jehova, y por eso hacemos caso14. ¿Que tragicos resultados tuvo la mala decision de Dina?15, 16. ¿Como conseguimos la verdadera sabidurıa? (Vease el recua-dro de la pag. 141.)“Huyan de la fornicacion” 133
de sus consejos, entre ellos, el de “[andar] con personas
sabias” (Proverbios 13:20a). Si obedecemos siempre a
Dios, llegaremos a comprender cu´al es el buen camino,
“el derrotero [...] de lo que es bueno”, y nos ahorraremos
muchos problemas (Proverbios 2:6-9; Salmo 1:1-3).16 En efecto, Dios ofrece sabidur
´ıa a todos los que la
desean. Pero para conseguirla, hay que orar y estudiar la
134 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿Evito las situaciones que despiertan en m´ı
malos pensamientos? (Mateo 5:27, 28.)
ˇ ¿Reflexiono en las consecuencias de dejarsellevar por los malos deseos? (Proverbios 22:3.)
ˇ ¿Qu´e pasos concretos estoy decidido a dar
para librarme del vicio? (Mateo 5:29, 30.)
ˇ ¿Estoy dispuesto a hablar de mi problema conmi padre, mi madre o alg
´un hermano espiritual
maduro? (Proverbios 1:8, 9; G´alatas 6:1, 2.)
ˇ ¿C´
omo demostrar´e que conf
´ıo en que Jehov
´a
me dar´a fuerzas y sabidur
´ıa para vencer?
(Proverbios 3:5, 6; Santiago 1:5.)
¿C´
OMO PUEDO LIBRARME DE UN VICIO?
Principio: “Oh amadores de Jehov´a,
odien lo que es malo” (Salmo 97:10).
Biblia y las publicaciones del esclavo fiel (Mateo 24:45;
Santiago 1:5). Adem´as, es preciso ser humildes y acep-
tar los consejos de las Escrituras (2 Reyes 22:18, 19).
Para ilustrar este punto, pensemos en lo siguiente. Se-
guramente todos reconocemos que el coraz´
on es trai-
cionero y desesperado (Jerem´ıas 17:9). Pero a la hora de
la verdad, cuando tenemos que recibir consejos directos
y ayuda amorosa, ¿somos humildes y los aceptamos, o
dejamos que el coraz´
on nos enga˜
ne?17 Imaginemos la siguiente situaci
´on: un padre no per-
mite que su hija salga con un joven cristiano, a menos
que vayan acompa˜
nados. Ella replica: “Pero, pap´a, ¿es
que no conf´ıas en m
´ı? ¡No vamos a hacer nada malo!”.
Sin duda, la joven ama a Jehov´a y tiene las mejores in-
tenciones, pero ¿dir´ıamos que “anda con [verdadera] sa-
bidur´ıa” y est
´a “[huyendo] de la fornicaci
´on”? ¿O pen-
sar´ıamos que imprudentemente “conf
´ıa en su propio
coraz´
on”? (Proverbios 28:26.) Y seguro nos vienen a la
mente otros principios que ayudar´ıan al padre a razo-
nar con su hija sobre este asunto (v´eanse Proverbios
22:3; Mateo 6:13; 26:41).
17. ¿A qu´e situaci
´on pueden enfrentarse un padre y su hija, y c
´omo
podr´ıa
´el razonar con ella?
“Huyan de la fornicaci´
on” 135
JOS´
E HUY´
O DE LA FORNICACI´
ON18 Contamos con el excelente ejemplo de un joven que
amaba a Dios y supo huir de la fornicaci´
on. Se trata de
Jos´e, hermano de Dina por parte de padre (G
´enesis 30:
20-24). De peque˜
no, hab´ıa visto los terribles resultados
de la imprudencia de su hermana. Sin duda, esos recuer-
dos, as´ı como el firme deseo de mantenerse en el amor
de Dios, lo protegieron a˜
nos despu´es, cuando era escla-
vo en Egipto y la esposa de su amo intentaba “d´ıa tras
d´ıa” seducirlo. Siendo un esclavo, no pod
´ıa renunciar a
su cargo e irse. No ten´ıa m
´as remedio que armarse de
valor y afrontar con sabidur´ıa la situaci
´on. Yas
´ı lo hizo,
neg´andose vez tras vez a acceder a los deseos de aque-
lla mujer y, finalmente, huyendo de su presencia (G´e-
nesis 39:7-12).19 Reflexionemos por un momento: ¿habr
´ıa logrado
mantenerse firme si se hubiera pasado los d´ıas pensan-
do en la se˜
nora, o entreg´andose con la imaginaci
´on a
fantas´ıas sexuales? Dif
´ıcilmente. Adem
´as de negarse a
abrigar pensamientos impuros, Jos´e daba gran valor
a su relaci´
on con Jehov´a. As
´ı lo indic
´o cuando dijo a la
mujer de Potifar: “Mi amo [...] no ha retenido de m´ı cosa
18, 19. ¿A qu´e tentaci
´on se enfrent
´o Jos
´e, y c
´omo manej
´o la situa-
ci´on?
136 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
alguna salvo a ti, porque eres su esposa. As´ı es que,
¿c´
omo podr´ıa yo cometer esta gran maldad y realmen-
te pecar contra Dios?” (G´enesis 39:8, 9).
20 ¡Qu´e contento tuvo que sentirse Jehov
´a al ver que
Jos´e, pese a vivir lejos de su familia, segu
´ıa fiel d
´ıa tras
d´ıa! (Proverbios 27:11.) M
´as tarde, Jos
´e fue encarcela-
do, pero Jehov´a se encarg
´o de que saliera en libertad y
se convirtiera en primer ministro y administrador de v´ı-
veres de todo Egipto (G´enesis 41:39-49). Su experiencia
confirma las palabras de Salmo 97:10: “Oh amadores de
Jehov´a, odien lo que es malo.
´El est
´a guardando las al-
mas de los que le son leales; de la mano de los inicuos
los libra”.21 Como Jos
´e, miles de cristianos obedecen hoy
el mandato: “Odien lo que es malo, y amen lo que es
bueno” (Am´
os 5:15). Por ejemplo, un joven africano
cuenta que una compa˜
nera de estudios tuvo la desver-
g¨
uenza de ofrecerle favores sexuales si le daba las res-
puestas durante un examen de matem´aticas. “Me ne-
gu´e de plano —explica—. Al mantenerme fiel a mis
principios, no perd´ı mi dignidad, que para m
´ı vale m
´as
que todo el oro del mundo.” Es cierto que uno pudiera
20. ¿De qu´e se encarg
´o Jehov
´a en el caso de Jos
´e?
21. ¿C´omo demostr
´o un joven africano que era fiel a sus principios?
“Huyan de la fornicaci´
on” 137
“disfrutar temporalmente del pecado”, pero, por lo ge-
neral, esas alegr´ıas pasajeras no traen m
´as que disgustos
(Hebreos 11:25). Adem´as, no tienen ni punto de compa-
raci´
on con la felicidad eterna que conseguiremos obe-
deciendo a Jehov´a (Proverbios 10:22).
AYUDA DEL PADRE DE MISERICORDIA22 Como todos somos imperfectos, tenemos que lu-
char para reprimir nuestros malos deseos y hacer lo que
Dios nos pide (Romanos 7:21-25). Jehov´a lo sabe, pues
“se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:14). Pero
¿y si llegamos a cometer un pecado grave? ¿Ya no hay
remedio? De ning´
un modo. Es cierto que pudi´eramos
cosechar amargos frutos, como le ocurri´
o al rey David.
No obstante, Dios siempre est´a “listo para perdonar-
[nos]” si nos arrepentimos y “conf[esamos] abiertamen-
te [los] pecados” (Salmo 86:5; Santiago 5:16; Proverbios
28:13).23 Adem
´as, en la congregaci
´on contamos con una amo-
rosa ayuda de Jehov´a: “d
´adivas en [la forma de] hom-
bres”, pastores maduros que est´an listos para darnos
asistencia y quieren hacerlo (Efesios 4:8, 12; Santiago
22, 23. a) ¿Por qu´e decimos que la situaci
´on de quien ha cometido un
pecado grave no es irremediable? b) ¿De qu´e ayuda dispone quien ha
pecado?
138 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
5:14, 15). Si hemos pecado, nos ayudar´an a fortalecer
nuestra relaci´
on con Dios y a dar un paso que contri-
buir´a a que no reincidamos. ¿Cu
´al? “Adqui[rir] cora-
z´
on.” (Proverbios 15:32.) ¿C´
omo aplicamos este con-
sejo?
¿C´
OMO SE “ADQUIERE CORAZ´
ON”?24 La Biblia habla, por un lado, del hombre “falto de
coraz´
on”, y por otro, del que “adquiere coraz´
on” (Pro-
verbios 7:7). ¿Qui´en es el individuo “falto de coraz
´on”?
El que carece de discernimiento y buen juicio, sea por
inmadurez espiritual o por falta de experiencia en el
servicio a Dios. Por eso, es m´as propenso a cometer pe-
cados graves, como el joven del que habla Proverbios 7:
6-23. ¿Y qui´en es el hombre que “adquiere coraz
´on”?
El que se preocupa por el estado de su persona interior,
y por ello estudia regularmente la Palabra de Dios con
la ayuda de la oraci´
on. Al grado que se lo permite la
imperfecci´
on, lucha por que sus pensamientos, deseos,
emociones y metas complazcan a Jehov´a. As
´ı muestra
que “ama su propia alma” —es decir, que se est´a ha-
ciendo bien a s´ı mismo— y que quiere “hallar el bien”
(Proverbios 19:8).
24, 25. a) ¿De qu´e manera demostr
´o el joven de Proverbios 7:6-23
que era “falto de coraz´on”? b) ¿C
´omo se “adquiere coraz
´on”?
“Huyan de la fornicaci´
on” 139
25 Conviene que nos preguntemos: “¿Estoy seguro de
que las normas de Dios son las mejores, y de que si las
sigo conseguir´e la mayor felicidad que existe?” (Salmo
19:7-10; Isa´ıas 48:17, 18). Si tuvi
´eramos la m
´as m
´ınima
duda, ¿qu´e podemos hacer? Meditar en las consecuen-
cias que tendr´ıa desatender las leyes de Dios. Tambi
´en
es preciso que “guste[mos] y vea[mos] que Jehov´a es
bueno”, viviendo la verdad y llenando la mente de ideas
sanas, de pensamientos verdaderos, justos, castos, ama-
bles y virtuosos (Salmo 34:8; Filipenses 4:8, 9). Cuanto
m´as nos esforcemos, m
´as aumentar
´a nuestro amor por
Dios y por las cosas que el ama, y m´as odio sentiremos
por todo lo que´el odia. Recordemos a Jos
´e. No era un
superhombre, pero logr´
o “[huir] de la fornicaci´
on”. ¿Por
qu´e? Porque permiti
´o que Jehov
´a lo moldeara a lo lar-
go de los a˜
nos y le fortaleciera el coraz´
on. Y lo mismo
tenemos que hacer nosotros (Isa´ıas 64:8).
26 No olvidemos que los genitales no son simples ju-
guetes o instrumentos de placer. Son el medio que Jeho-
v´a ha dado a los casados para que puedan reproducir-
se y disfrutar de relaciones´ıntimas (Proverbios 5:18).
En los pr´
oximos dos cap´ıtulos examinaremos c
´omo ve
Dios el matrimonio.
26. ¿Qu´e importante tema examinaremos a continuaci
´on?
140 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
“Huyan de la fornicaci´
on” 141
“Oh amadores de Jehov´a, odien lo que es
malo.” (Salmo 97:10.)
“Todo el que sigue mirando a una mujer a finde tener una pasi
´on por ella ya ha cometido adul-
terio con ella en su coraz´
on.” (Mateo 5:28.)
“El que practica la fornicaci´
on peca contra supropio cuerpo.” (1 Corintios 6:18.)
“Aporreo mi cuerpo y lo conduzco comoa esclavo, para que, despu
´es de haber predicado
a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado dealg
´un modo.” (1 Corintios 9:27.)
“Cualquier cosa que el hombre est´e sembran-
do, esto tambi´en segar
´a; porque el que est
´e sem-
brando con miras a su carne, segar´a de su carne
la corrupci´
on; pero el que est´e sembrando con
miras al esp´ıritu, segar
´a del esp
´ıritu vida eterna.”
(G´alatas 6:7, 8.)
“Amortig¨
uen, por lo tanto, los miembros de sucuerpo [...] en cuanto a fornicaci
´on, inmundicia
[y] apetito sexual.” (Colosenses 3:5.)
“Cada uno de ustedes sepa tomar posesi´
onde su propio vaso en santificaci
´on y honra, no en
codicioso apetito sexual.” (1 Tesalonicenses 4:4, 5.)
TEXTOS PARA MEDITAR
¿LE GUSTAN las bodas? A muchas personas s´ı, pues
suelen ser celebraciones muy entra˜
nables. Los novios
lucen sus mejores galas, y sus rostros irradian alegr´ıa.
Rebosantes de felicidad, miran al futuro llenos de ilu-
si´
on y de esperanza.2 Hay que reconocer, sin embargo, que la instituci
´on
matrimonial se encuentra en uno de sus peores mo-
mentos. Por eso, aunque asistimos a las bodas con
los mejores deseos para los novios, a veces no po-
demos menos que preguntarnos: “¿Ser´a un matrimo-
nio feliz y para toda la vida?”. Eso depender´a de cu
´an-
to conf´ıen los casados en los consejos divinos y de
cu´anto empe
˜no pongan en aplicarlos (Proverbios 3:
5, 6). Dicho esfuerzo ser´a esencial para que tengan
´exito y logren mantenerse en el amor de Dios. Ahora
1, 2. a) Cuando asistimos a una boda, ¿qu´e pudi
´eramos preguntarnos,
y por qu´e? b) ¿Qu
´e preguntas analizaremos en este cap
´ıtulo?
CAP´ITULO 10
El matrimonio:regalo del Dios de amor
“Una cuerda triple no puede ser rota en dos pronto.”(ECLESIAST
´ES 4:12.)
142 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
bien, sea cual sea nuestro estado civil, haremos bien
en examinar las respuestas que da la Biblia a estas
cuatro preguntas: ¿Qu´e razones v
´alidas hay para ca-
sarse? ¿Cu´al es el secreto para elegir bien el c
´onyuge?
¿C´
omo se prepara uno para el matrimonio? ¿Qu´e
ayudar´a a las parejas a permanecer felizmente casa-
das?
RAZONES V´
ALIDAS PARA CASARSE3 Algunos opinan que el matrimonio es imprescindi-
ble para ser feliz y que nadie se sentir´a realizado a me-
nos que encuentre su media naranja. ¡Nada m´as lejos
de la realidad! Tan solo pensemos en Jes´
us. No solo
no se cas´
o nunca, sino que indic´
o que estar soltero es
un don y anim´
o a todo el que fuera capaz de hacerlo
a permanecer en ese estado (Mateo 19:11, 12). El ap´
os-
tol Pablo tambi´en destac
´o los beneficios de la solter
´ıa
(1 Corintios 7:32-38). No obstante, ni Pablo ni Jes´
us
la impusieron como obligaci´
on; de hecho, la Biblia in-
cluye entre las “ense˜
nanzas de [los] demonios” la
prohibici´
on de casarse (1 Timoteo 4:1-3). Con todo, a
quienes desean concentrarse en el servicio a Jehov´a,
la solter´ıa les ofrece muchas ventajas. De modo que
3. ¿Por qu´e ser
´ıa insensato casarse por razones triviales?
El matrimonio: regalo del Dios de amor 143
no ser´ıa sensato sacrificarla por razones triviales,
como la presi´
on de las personas que nos rodean.4 Ahora bien, ¿existen razones v
´alidas para casarse?
Claro que s´ı. El matrimonio es otro don de Dios que
tambi´en ofrece sus ventajas y puede hacer a las per-
sonas muy felices (G´enesis 2:18). Para empezar, es el
marco ideal para criar a los hijos, ya que estos nece-
sitan vivir en un ambiente estable donde ambos pa-
dres les den amor, orientaci´
on y disciplina (Salmo
127:3; Efesios 6:1-4). Pero hay otros motivos justifica-
dos para decidir casarse.5 Examinemos dentro de su contexto el vers
´ıculo
que encabeza este cap´ıtulo: “Mejores son dos que uno,
porque tienen buen galard´
on por su duro trabajo.
Pues si uno de ellos cae, el otro puede levantar a su
socio. Pero ¿c´
omo le ir´a al que est
´a solo y cae cuando
no hay otro que lo levante? Adem´as, si dos se acuestan
juntos, entonces ciertamente se calientan; pero ¿c´
omo
puede mantenerse caliente uno solo? Y si alguien pu-
diera subyugar a uno solo, dos juntos podr´ıan mante-
4. ¿Por qu´e es el matrimonio el marco ideal para criar hijos?
5, 6. a) Seg´un Eclesiast
´es 4:9-12, ¿qu
´e ventajas ofrece una buena
amistad? b) ¿C´omo puede convertirse el matrimonio en una cuerda de
tres hilos?
144 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
nerse firmes contra´el. Y una cuerda triple no puede
ser rota en dos pronto” (Eclesiast´es 4:9-12).
6 Estos vers´ıculos tratan, ante todo, del valor de la
amistad. Pero ¿pudieran aplicarse al matrimonio? S´ı,
porque es la relaci´
on de amistad m´as
´ıntima que exis-
te y, como tal, puede ser la fuente de ayuda, consuelo
y protecci´
on de que habla el pasaje. Sin embargo, para
que la uni´
on entre hombre y mujer sea especialmente
fuerte, debe incluir un tercer elemento. As´ı ser
´a como
una cuerda formada por tres hilos entrelazados que,
como implica Eclesiast´es, es mucho m
´as resistente
que la de dos. ¿Cu´al es el tercer “hilo” que le aporta
solidez? Jehov´a. Cuando
´el forma parte integral del
matrimonio y ambos c´
onyuges se esfuerzan sobre to-
das las cosas por agradarle, la uni´
on es mucho m´as
fuerte.7 Por otro lado, el matrimonio es el
´unico marco
adecuado para satisfacer los deseos sexuales. Es tan
solo dentro de esta instituci´
on que las relaciones´ınti-
mas son fuente leg´ıtima de placer (Proverbios 5:18).
Por lo tanto, ¿qu´e opci
´on tienen las personas solteras
7, 8. a) ¿Qu´e consejo dio Pablo a los cristianos solteros que tienen
dificultad para controlar sus deseos sexuales? b) ¿Qu´e imagen realis-
ta del matrimonio nos da la Biblia?
El matrimonio: regalo del Dios de amor 145
que hayan pasado “la flor de la juventud”, es decir, el
per´ıodo de la vida en que comienzan a sentirse con
fuerza los impulsos er´
oticos? En el caso de que ten-
gan dificultad para controlarse y corran peligro de co-
meter actos impuros, Pablo les da el siguiente consejo
inspirado: “Si no tienen autodominio, c´asense, porque
mejor es casarse que estar encendidos de pasi´
on”
(1 Corintios 7:9, 36; Santiago 1:15).8 Razones aparte, quienes deseen casarse deben ser
realistas. Pablo dijo que “los que lo hagan tendr´an tri-
bulaci´
on en la carne” (1 Corintios 7:28). Y es que se
enfrentar´an a problemas que no tienen los solteros.
Por tanto, si alguien piensa contraer matrimonio,
¿c´
omo lograr´a disminuir las dificultades y multiplicar
las bendiciones? Una de las claves es elegir bien el fu-
turo c´
onyuge.
C´
OMO ELEGIR BIEN EL C´
ONYUGE9 Pablo expuso por inspiraci
´on un principio funda-
mental que deben aplicar quienes buscan c´
onyuge. Va-
li´endose de un ejemplo del mundo de la agricultura,
dijo: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual
9, 10. a) ¿C´omo ilustr
´o Pablo el peligro de formar lazos estrechos con
no creyentes? b) ¿Qu´e suele ocurrirles a quienes pasan por alto los con-
sejos b´ıblicos y se casan con un no creyente?
146 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
con los incr´edulos” (2 Corintios 6:14). ¿Qu
´e ocurre
cuando se empareja a dos animales bajo el mismo
yugo para que tiren del arado? Si uno es mucho m´as
grande o fuerte que el otro, ambos est´an a disgusto y
sufren. Y lo mismo ocurre cuando un cristiano se une
en un “yugo” matrimonial con alguien no creyente.
La relaci´
on se ve sometida a tensiones constantes,
pues las prioridades no coinciden: a uno le preocupa
mucho mantenerse en el amor de Dios, y al otro, poco
o nada. Lo m´as probable es que los dos est
´en muy
inc´
omodos. Con raz´
on exhort´
o Pablo a los cristianos
a casarse “solo en el Se˜
nor” (1 Corintios 7:39).10 Pero algunos se sienten tan solos que creen que
les ir´ıa mejor bajo un “yugo desigual”. A veces deci-
den pasar por alto los consejos b´ıblicos y llegan a ca-
sarse con alguien que no sirve a Jehov´a. Pero siempre
acaban top´andose con la triste realidad. Tarde o tem-
prano comprenden que han elegido un c´
onyuge con
quien no pueden compartir lo m´as importante de la
vida, y por eso quiz´as terminen sinti
´endose mucho
m´as solos que antes. Afortunadamente, hay miles de
cristianos que no han ca´ıdo en este error, pues con-
f´ıan en Jehov
´a y le obedecen con lealtad (Salmo 32:8).
El matrimonio: regalo del Dios de amor 147
Siguen solteros, sin perder la esperanza de encontrar
alg´
un d´ıa pareja en el pueblo de Dios.
11 Claro, para elegir bien el c´
onyuge no basta con
buscar a alguien que sirva a Jehov´a. Tiene que haber
compatibilidad de caracteres, metas espirituales seme-
jantes y el mismo amor por Dios. El esclavo fiel ha
publicado muchos consejos b´ıblicos sobre este asun-
to crucial, as´ı que ser
´ıa bueno examinarlos detenida-
mente a la luz de la oraci´
on y luego guiarse por ellos
(Salmo 119:105).�12 En muchas culturas, la tradici
´on dicta que los ma-
trimonios sean concertados. Se parte de la base de
que, como los padres tienen m´as sabidur
´ıa y experien-
cia, est´an m
´as capacitados para buscarles pareja a los
hijos. Y lo cierto es que, como en tiempos b´ıblicos, di-
chos matrimonios suelen salir bien. Los padres que
tengan la responsabilidad de tomar esa importante de-
cisi´
on aprender´an mucho de Abrah
´an. Cuando decidi
´o
buscarle esposa a su hijo Isaac, no dio importancia
� V´ease el cap. 2 del libro El secreto de la felicidad familiar, edita-
do por los testigos de Jehov´a.
11. ¿Qu´e ayuda hay para elegir bien el c
´onyuge? (V
´ease tambi
´en el re-
cuadro de la p´ag. 150.)
12. ¿C´omo se elige el c
´onyuge en muchas culturas, y qu
´e ejemplo b
´ı-
blico resulta´util en tales casos?
148 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ni al dinero ni a la posici´
on social de la joven. M´as
bien, vali´endose de su siervo, se tom
´o el trabajo de lo-
calizar a una mujer que adoraba a Jehov´a (G
´enesis 24:
3, 67).�
C´
OMO PREPARARSE PARA EL MATRIMONIO13 Si estamos sopesando la posibilidad de casarnos,
deber´ıamos preguntarnos: “¿De verdad estoy prepara-
do?”. La respuesta no depende tan solo del concepto
que tengamos sobre el amor, el sexo, la soledad o los
hijos. En realidad, conviene primero trazarse ciertas
metas.14 Pensemos primero en el hombre joven que busca
esposa. Debe reflexionar sobre este vers´ıculo: “Prepa-
ra tu trabajo fuera, y al´ıstatelo [u organ
´ızatelo] en
el campo. Despu´es tambi
´en tienes que edificar tu
casa” (Proverbios 24:27). ¿Qu´e nos ense
˜na este pasaje?
En tiempos b´ıblicos, quien planeaba “edificar [su]
� Algunos patriarcas fieles tuvieron m´as de una esposa. Esta pr
´ac-
tica, conocida como poligamia, no es de origen divino. Jehov´a la
toler´
o tanto en la edad patriarcal como despu´es de la fundaci
´on de
la naci´
on de Israel, momento en que decidi´
o regularla. Sin em-bargo, no debemos olvidar que cuando lleg
´o el cristianismo, la
prohibi´
o definitivamente a sus siervos (Mateo 19:9; 1 Timoteo 3:2).
13-15. a) ¿C´omo ayuda Proverbios 24:27 al hombre joven que busca
esposa? b) ¿De qu´e manera puede prepararse la mujer para el matri-
monio?
El matrimonio: regalo del Dios de amor 149
casa” —o sea, formar familia— deb´ıa preguntarse:
“¿Estoy listo para cuidar y mantener a una mujer y a
los hijos que vengan?”. Antes de casarse, ten´ıa que ha-
ber trabajado sus campos. Y el mismo principio es
aplicable a los varones de hoy. Si quieren casarse, han
150 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿Por qu´e es conveniente que deje pasar “la flor
de la juventud” antes de casarme? (1 Corintios7:36; 13:11; Mateo 19:4, 5.)
ˇ Aunque ya tenga edad para el matrimonio,¿he pensado en las ventajas de quedarme solteroun tiempo? (1 Corintios 7:32-34, 37, 38.)
ˇ Si opto por casarme, ¿por qu´e es importante
fijarse en alguien que lleve tiempo sirviendofielmente a Jehov
´a? (1 Corintios 7:39.)
ˇ ¿Qu´e cualidades debe buscar la cristiana
en un var´
on? (Salmo 119:97; 1 Timoteo 3:1-7.)
ˇ ¿Qu´e cualidades debe buscar el cristiano
en una mujer? (Proverbios 31:10-31.)
LAS CLAVES PARA ELEGIR BIEN
Principio: “Los dos ser´an una sola carne”
(Mateo 19:5).
de prepararse para cumplir con sus deberes. Mientras
su salud se lo permita, tendr´an que trabajar. La Pala-
bra de Dios dice que el hombre que no atiende las ne-
cesidades f´ısicas, emocionales y espirituales de su
familia es peor que una persona sin fe (1 Timoteo 5:8).15 La mujer tambi
´en debe prepararse para asumir se-
rias responsabilidades. De hecho, la Biblia se˜
nala al-
gunas cualidades y habilidades necesarias para ayudar
al marido y cuidar del hogar (Proverbios 31:10-31).
Todo el que se lanza precipitadamente al matrimonio
—sea hombre o mujer— es en realidad un ego´ısta.
¿Por qu´e? Porque no piensa en qu
´e podr
´a ofrecerle a
su futuro c´
onyuge. Ahora bien, la preparaci´
on m´as
importante para el matrimonio es la de tipo espiri-
tual. Veamos qu´e implica.
16 En primer lugar, el hombre y la mujer deben re-
flexionar sobre las funciones que Dios espera que
cumplan cuando se casen. El var´
on ha de tener muy
claros cu´ales ser
´an sus deberes como cabeza de fami-
lia. No podr´a ejercer su autoridad como un dictador,
sino de acuerdo con el ejemplo de Jes´
us (Efesios 5:23).
16, 17. ¿En qu´e principios b
´ıblicos deben reflexionar quienes se es-
t´an preparando para el matrimonio?
El matrimonio: regalo del Dios de amor 151
Igualmente, la cristiana debe comprender todo lo que
abarcar´a su digno cometido. Por eso, hace bien en pre-
guntarse: “¿Estoy dispuesta a obedecer ‘la ley de [un]
esposo’?” (Romanos 7:2). La soltera ya est´a bajo la ley
de Jehov´a y de Cristo (G
´alatas 6:2). Y si contrae ma-
trimonio tendr´a que someterse a una ley m
´as: la au-
toridad de su esposo. Nuevamente, debe preguntarse:
“¿Ser´e capaz de sujetarme a un hombre imperfecto y
darle todo mi apoyo?”. En el caso de que esa perspec-
tiva no le atraiga, el matrimonio tal vez no sea la
mejor opci´
on para ella.17 Adem
´as, quien se case deber
´a estar listo para sa-
tisfacer las necesidades de su c´
onyuge, que son dife-
rentes de las suyas (Filipenses 2:4). Pablo escribi´
o:
“Que cada uno [...] ame a su esposa tal como se ama
a s´ı mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle pro-
fundo respeto a su esposo”. Como vemos, el ap´
ostol
comprendi´
o por inspiraci´
on divina que para el mari-
do es fundamental sentirse respetado, y para la mujer,
sentirse amada (Efesios 5:21-33).18 Por lo tanto, el noviazgo no debe verse
´unicamen-
te como un per´ıodo para divertirse. La pareja ha de
18. ¿Por qu´e es importante saber dominarse durante el noviazgo?
152 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
aprovecharlo bien para aprender a tratarse y para de-
terminar si ser´ıa una buena decisi
´on contraer matri-
monio. Adem´as, durante ese per
´ıodo tambi
´en deben
saber controlarse. ¿Por qu´e? Porque la atracci
´on f
´ısi-
ca, que naturalmente van a sentir, es muy intensa y
pudiera llevarlos a propasarse en sus muestras de ca-
ri˜
no. No obstante, si se quieren de verdad, evitar´an
todo aquello que perjudique la espiritualidad de su
pareja (1 Tesalonicenses 4:6). As´ı pues, quienes inicien
un noviazgo tienen que cultivar el autodominio, cua-
lidad que siempre les ser´a
´util, sea que terminen ca-
s´andose o no.
C´
OMO LOGRAR QUE DURE EL MATRIMONIO19 Para que un matrimonio resista el paso del tiem-
po tiene que existir un verdadero sentido de compro-
miso. En el cine y la literatura, la boda suele ser el “fi-
nal feliz”. Pero en la vida real, no es ning´
un final; es
tan solo el principio. Es el inicio de una uni´
on creada
por Jehov´a para perdurar (G
´enesis 2:24). Lamentable-
mente, el mundo actual suele ver las cosas de otra ma-
nera. En algunas culturas es com´
un la expresi´
on “lazo
19, 20. Explique con ejemplos c´omo ven muchas personas el matrimo-
nio y c´omo deben considerarlo los cristianos.
El matrimonio: regalo del Dios de amor 153
conyugal”. Y al parecer, la gente se lo toma al pie de
la letra, pues quieren una uni´
on que resista mientras
les convenga, pero que tambi´en les sea f
´acil deshacer.
20 As´ı, muchos consideran el matrimonio un contra-
to temporal. Por eso entran en´el alegremente, segu-
ros de poder romperlo si no satisface sus expectativas
o si comienzan los problemas. Sin embargo, conviene
recordar que la Biblia compara los v´ınculos estrechos
—entre ellos el matrimonio— a una cuerda. Pues
bien, muchas cuerdas se destacan por su resistencia.
Por ejemplo, las sogas de los veleros aguantan la peor
de las tormentas sin romperse ni deshilacharse. Y con
el matrimonio ocurre igual: Jehov´a lo prepar
´o para
ser duradero. Recordemos que Jes´
us dijo: “Lo que
Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ning´
un hom-
bre” (Mateo 19:6). Y esa es la actitud que debemos
adoptar los cristianos. Ahora bien, tal nivel de com-
promiso, ¿no convierte al matrimonio en una carga?
De ning´
un modo.21 El matrimonio puede aportar muchas satisfaccio-
nes y alegr´ıas. Para ello, es preciso aprender a ver al
c´
onyuge desde el´angulo correcto, centr
´andose en las
21. ¿Qu´e deben aprender los casados, y de qu
´e ejemplo disponen?
154 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
cualidades que tiene y los esfuerzos que realiza, en vez
de enfocarse en sus defectos. Pero ¿no es eso cerrar
los ojos a la realidad? Ni mucho menos. Jehov´a nun-
ca se ciega a la realidad, y aun as´ı esperamos que se
fije siempre en nuestro lado positivo. Concordamos
con el salmista que dijo: “Si errores fuera lo que t´
u
vigilas, oh Jah, oh Jehov´a, ¿qui
´en podr
´ıa estar de pie?”
(Salmo 130:3). Pues bien, los casados tambi´en necesi-
tan adoptar una actitud comprensiva y saber perdo-
narse (Colosenses 3:13).22 La felicidad matrimonial puede crecer con el paso
de los a˜
nos. Fij´emonos en el ejemplo de Abrah
´an y
Sara, quienes atravesaron juntos muchos problemas
cuando eran ya mayores. Con la edad que ten´ıa Sara
—probablemente unos 60 a˜
nos—, no tuvo que ser f´a-
cil para ella dejar la comodidad de su hogar, en la
pr´
ospera ciudad de Ur, y pasar el resto de su vida en
tiendas de campa˜
na. Pero lo hizo, someti´endose a la
autoridad de su esposo. De hecho, siempre colabor´
o
con´el para lograr que sus decisiones tuvieran
´exito.
En todo momento lo complementaba y apoyaba fiel-
mente. Y no lo hac´ıa por guardar las formas, pues
22, 23. ¿Qu´e ejemplo dieron Abrah
´an y Sara a los casados?
El matrimonio: regalo del Dios de amor 155
hasta “dentro de s´ı” lo llamaba se
˜nor (G
´enesis 18:12;
1 Pedro 3:6). Respetaba a su marido con todo el co-
raz´
on.23 Como es obvio, los dos no siempre estuvieron de
acuerdo. En cierta ocasi´
on, Sara le pidi´
o a Abrah´an
algo que a´el le pareci
´o “muy desagradable”. Sin em-
bargo, a instancias de Jehov´a, se arm
´o de humildad y
le hizo caso a su esposa, lo que result´
o para el bien
de toda la familia (G´enesis 21:9-13). Hoy, los matrimo-
nios —sin importar que lleven d´ecadas casados— pue-
den aprender mucho de esta pareja de fieles siervos de
Dios.24 En la congregaci
´on cristiana existen miles de ma-
trimonios donde el esposo es respetado, la esposa es
amada y estimada, y la voluntad de Jehov´a se antepo-
ne a todo lo dem´as. Ciertamente, es posible lograr un
matrimonio feliz. Como hemos visto, quien desee con-
seguirlo deber´a elegir bien el c
´onyuge, prepararse bien
y esforzarse por que reinen la paz y el amor en su ho-
gar. Una uni´
on as´ı no solo traer
´a gloria a Jehov
´a sino
que ayudar´a al cristiano a mantenerse en el amor de
Dios.
24. ¿Cu´ales son los matrimonios que honran a Jehov
´a Dios, y por qu
´e?
156 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
SI USTED es una persona casada, ¿c´
omo definir´ıa su
matrimonio? ¿Dir´ıa que es una fuente de felicidad, o
m´as bien de pesar? ¿Le parece que usted y su c
´onyu-
ge se han ido distanciando, o peor a´
un, que se limitan
a sobrellevar insatisfechos la vida en pareja? De ser
ese su caso, sin duda lamenta que se haya enfriado la
relaci´
on. Adem´as, si usted es cristiano, puede que le
llene de ansiedad y dolor tener un matrimonio que
no cumple con sus deseos de honrar a Jehov´a, el Dios
al que ama. Pero ¡´animo! Las cosas tienen remedio.
2 Recordemos que hay muchos matrimonios cristia-
nos que en su d´ıa sobreviv
´ıan a duras penas y hoy son
todo un ejemplo de solidez. Obviamente, encontraron
la f´
ormula para fortalecer su uni´
on. Y usted tambi´en
puede hallarla. La cuesti´
on es: ¿qu´e puede hacerse
para que el matrimonio sea m´as feliz?
1, 2. ¿Qu´e cuesti
´on examinaremos, y por qu
´e motivo?
CAP´ITULO 11
“Que el matrimonio sea honorable”
“Regoc´ıjate con la esposa de tu juventud.”
(PROVERBIOS 5:18.)
“Que el matrimonio sea honorable” 157
M´
AS CERCA DE DIOS,M
´AS CERCA DEL C
´ONYUGE
3 Cuando ambos c´
onyuges se esfuerzan por acercar-
se a Dios, tambi´en se acercan el uno al otro. Ilustr
´e-
moslo. Al pie de una gran monta˜
na con forma de pi-
r´amide se hallan un hombre y una mujer.
´El est
´a en el
lado norte y ella en el sur, y los separa una distancia
considerable. Pero los dos inician al mismo tiempo el
ascenso. ¿Qu´e ocurre? Que la separaci
´on se reduce a
medida que suben hacia la c´
uspide. ¿C´
omo puede ani-
marnos este ejemplo?4 Pues bien, el ascenso a la monta
˜na representa el es-
fuerzo que hacemos los cristianos por servir a Jehov´a
con toda el alma. Seguramente usted y su c´
onyuge
aman a Jehov´a y est
´an poniendo todo su empe
˜no en
la escalada. Pero si se encuentran distanciados, es
como si estuvieran subiendo por laderas opuestas.
¿Qu´e ocurrir
´a si contin
´uan avanzando hacia la cum-
bre? Aunque al principio haya un gran espacio entre
los dos, cuanto m´as se esfuercen por ascender —es de-
cir, por acercarse a Dios—, m´as cerca estar
´an el uno
del otro. No hay duda: la clave para reducir las distan-
3, 4. ¿Por qu´e se reduce la distancia entre los c
´onyuges cuando am-
bos se esfuerzan por acercarse a Dios? Il´ustrelo con un ejemplo.
158 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
cias entre marido y mujer es acercarse a Dios. Pero
¿c´
omo se logra ese objetivo?5 Una de las mejores formas de realizar este “ascen-
so” es aplicando los buenos consejos que brinda la Bi-
blia a los c´
onyuges (Salmo 25:4; Isa´ıas 48:17, 18). Exa-
minemos con detalle uno de ellos, el que dio el ap´
ostol
Pablo cuando dijo: “Que el matrimonio sea honorable
entre todos” (Hebreos 13:4). ¿Qu´e quer
´ıa dar a enten-
der con estas palabras? En primer lugar, fij´emonos en
el t´ermino “honorable”. En el idioma original, trans-
mite la idea de estimado y precioso. Por lo tanto, el
empleo de esta palabra nos muestra c´
omo considera
Jehov´a el matrimonio: como algo de inapreciable va-
lor.
EL AMOR A JEHOV´
AES LA MEJOR MOTIVACI
´ON
6 Si usted y su esposa sirven a Dios, es obvio que am-
bos saben que el matrimonio es algo inestimable y, de
hecho, sagrado, pues lo instituy´
o Jehov´a (Mateo 19:
5. a) ¿Cu´al es una de las mejores formas de acercarse a Jehov
´a y, al
mismo tiempo, a su c´onyuge? b) ¿C
´omo considera Jehov
´a el matrimo-
nio?6. Al examinar en su contexto las palabras de Pablo sobre el matri-monio, ¿qu
´e hecho llegamos a entender, y por qu
´e es importante tener-
lo en cuenta?
“Que el matrimonio sea honorable” 159
4-6). No obstante, si se enfrentan a problemas conyu-
gales, ¿les bastar´a con saber que el matrimonio es
honorable? Probablemente necesiten una motivaci´
on
m´as poderosa para tratarse con amor y respeto. ¿Cu
´al?
Para ver de qu´e se trata, fij
´emonos de nuevo en las pa-
labras de Pablo.´
El no dijo: “El matrimonio es hono-
rable”; m´as bien se
˜nal
´o: “Que el matrimonio sea ho-
norable”. Por tanto, no estaba haciendo una simple
observaci´
on, sino una exhortaci´
on o mandato.� Es im-
portante tener en cuenta este hecho, pues nos permi-
te ver otra cosa que nos motivar´a a avivar el aprecio
en la pareja. ¿Por qu´e decimos esto?
7 Pausemos por un momento. ¿C´
omo ve usted otros
mandatos b´ıblicos, como el de hacer disc
´ıpulos o el de
reunirse para adorar a Dios? (Mateo 28:19; Hebreos
10:24, 25.) Sin duda los cumple, aunque no siempre le
resulte f´acil. As
´ı, sale a predicar aunque las personas
sean indiferentes al mensaje del Reino. Ytambi´en asis-
te a las reuniones cristianas aunque salga muy cansa-
do del trabajo. A pesar de los pesares, no deja de pre-
� El consejo de Pablo sobre el matrimonio aparece en el contextode una serie de exhortaciones (Hebreos 13:1-5).
7. a) ¿Qu´e mandatos b
´ıblicos cumplimos, y por qu
´e? b) ¿Qu
´e benefi-
cios obtenemos al obedecerlos?
160 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
dicar ni de reunirse. Nada ni nadie logra detenerlo, ni
siquiera Satan´as. ¿Por qu
´e? Porque usted ama a Jeho-
v´a de todo coraz
´on, y eso lo motiva a obedecer sus
mandamientos (1 Juan 5:3). ¿Y qu´e beneficios obtiene
al predicar y reunirse? Como sabe que est´a haciendo
la voluntad de Dios, siente paz y gozo en su interior.
Y estos sentimientos lo revitalizan (Nehem´ıas 8:10).
¿Qu´e lecci
´on se desprende de lo anterior?
8 Como vemos, el amor a Dios nos motiva a obede-
cer los mandamientos de predicar y reunirnos a pesar
de los obst´aculos que se presenten. Pues bien, ese es
el mismo amor que debe motivarnos a obedecer la ex-
hortaci´
on b´ıblica de luchar por “que el matrimonio
sea honorable”, aun si nos parece dif´ıcil (Hebreos 13:4;
Salmo 18:29; Eclesiast´es 5:4). Y tal como Jehov
´a ben-
dice los esfuerzos que hacemos por predicar y reunir-
nos, tambi´en bendecir
´a generosamente los esfuerzos
que hagamos por demostrar que valoramos el matri-
monio (1 Tesalonicenses 1:3; Hebreos 6:10).9 Entonces, ¿c
´omo se consigue que el matrimonio
8, 9. a) ¿Qu´e debe motivarnos a honrar el matrimonio, y qu
´e incenti-
vo tenemos para hacerlo? b) ¿Qu´e dos puntos examinaremos a conti-
nuaci´on?
“Que el matrimonio sea honorable” 161
sea honorable? Primero, evitando toda clase de con-
ductas que lo deterioren y, segundo, tomando medidas
para fortalecerlo.
EVITEMOS LAS PALABRAS Y ACCIONESQUE DESHONREN EL MATRIMONIO
10 Hace ya tiempo, una cristiana realiz´
o este comen-
tario: “Le pido a Jehov´a que me d
´e fuerzas para so-
portarlo”. ¿Soportar qu´e? Ella misma lo explica: “Mi
marido me hiere con sus palabras. Por fuera no tengo
moretones, pero por dentro estoy llena de cicatrices,
pues a cada paso me dice: ‘Eres una carga’ o ‘Eres una
in´
util’ ”. Esta esposa trajo a colaci´
on un asunto muy
inquietante: los abusos verbales en el matrimonio.11 ¡Qu
´e lamentable es que c
´onyuges cristianos inter-
cambien palabras crueles, palabras que dejan heridas
dif´ıciles de curar! Es obvio que quienes emplean con
frecuencia este tipo de lenguaje no tienen un matrimo-
nio honorable. Ahora bien, ¿qu´e puede decirse de us-
ted? Para averiguarlo, pregunte con humildad a su
c´
onyuge: “¿Qu´e efecto tienen en ti las cosas que te
digo?”. Si le responde que muchas veces le hacen da˜
no,
10, 11. a) ¿Qu´e comportamiento deshonra al matrimonio? b) ¿Qu
´e
pregunta deber´ıa hacer uno a su c
´onyuge?
162 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
debe estar dispuesto a cambiar (G´alatas 5:15; Efesios
4:31).12 Recordemos que si hablamos mal al c
´onyuge se
perjudicar´a nuestra relaci
´on con Jehov
´a. La Palabra
de Dios se˜
nala: “Si a un hombre le parece que es [un
buen] adorador [...], y con todo no refrena su lengua,
sino que sigue enga˜
nando su propio coraz´
on, la forma
de adoraci´
on de este hombre es vana” (Santiago 1:26).
No debemos pensar que el uso que hacemos del len-
guaje es una cosa totalmente independiente de nues-
tra adoraci´
on. Como muestra la Biblia, ser´ıa un error
creer que, como uno est´a sirviendo a Dios —o al me-
nos eso es lo que dice—, no importa lo que ocurra en
el hogar. No nos enga˜
nemos: es un asunto muy serio
(1 Pedro 3:7). Una persona puede ser muy fervorosa y
h´abil en la congregaci
´on. Pero si emplea palabras hi-
rientes en su casa, estar´a deshonrando su matrimonio,
y Dios considerar´a que la adoraci
´on que le rinde es
vana, o lo que es lo mismo, de ning´
un valor.13 Los casados tambi
´en deben tener cuidado de
12. ¿C´omo pudiera perder su valor la adoraci
´on que rendimos a Dios?
13. ¿De qu´e otras formas pudiera un cristiano hacerle da
˜no a su c
´on-
yuge?
“Que el matrimonio sea honorable” 163
no hacer da˜
no de formas menos directas. Veamos dos
ejemplos. Un padre de familia pasa horas atendiendo
las llamadas de una madre de su congregaci´
on que cr´ıa
sola a sus hijos y quiere pedirle consejo. Por otro lado,
una hermana casada pasa mucho tiempo todas las
semanas predicando con un soltero. Tanto el padre
como la hermana casada seguramente act´
uan de bue-
na fe; pero, ¿c´
omo se estar´an sintiendo sus respecti-
vos c´
onyuges? Una cristiana en esa situaci´
on dijo: “Me
duele mucho ver a mi marido dedicando tanto tiempo
y atenci´
on a una hermana de la congregaci´
on. Me hace
sentir inferior”.14 Se comprende que esta hermana sienta un gran
dolor. Y lo mismo puede decirse de quienes, de igual
modo, ven que sus c´
onyuges pasan por alto la norma
fundamental que Dios da a los casados: “El hombre
dejar´a a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a
su esposa” (G´enesis 2:24). ¿Quiere decir este vers
´ıculo
que cuando alguien contrae matrimonio puede desa-
tender a sus padres? Claro que no. Lo´
unico que indi-
ca es que, a partir de ese momento, debe preocuparse
14. a) Seg´un G
´enesis 2:24, ¿qu
´e obligaci
´on tienen ambos c
´onyuges?
b) ¿Qu´e preguntas deber
´ıan hacerse los casados?
164 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
primero por su pareja. Y ocurre igual con sus herma-
nos en la fe: aunque los quiere mucho, su principal res-
ponsabilidad sigue siendo con su c´
onyuge. Por eso, si
les dedica demasiado tiempo o los trata con excesiva
confianza —sobre todo si son del sexo contrario—, se
producir´a tirantez en su casa. Preg
´untese: “¿Ser
´a esa
la raz´
on por la que hay tensiones en mi hogar? ¿Le de-
dico a mi c´
onyuge el tiempo, atenci´
on y cari˜
no que le-
g´ıtimamente merece?”.
15 Adem´as, cuando un c
´onyuge da atenci
´on indebida
a alguien del sexo opuesto y lo trata con demasiada fa-
miliaridad, entra en terreno peligroso. Lamentable-
mente, algunos cristianos han actuado as´ı y han llega-
do a tener sentimientos rom´anticos (Mateo 5:28). Y, en
muchos casos, esto los ha llevado a actos que deshon-
ran el matrimonio a´
un m´as. Veamos qu
´e dijo el ap
´os-
tol Pablo sobre este particular.
“EL LECHO CONYUGALSEA SIN CONTAMINACI
´ON”
16 Despu´es de exhortar a “que el matrimonio sea
honorable”, Pablo a˜
nade la advertencia de que “el
15. Seg´un indica Mateo 5:28, ¿por qu
´e deben evitar los esposos cris-
tianos dar atenci´on indebida a alguien del sexo opuesto?
16. ¿Qu´e advertencia a
˜nade Pablo al hablar sobre el matrimonio?
“Que el matrimonio sea honorable” 165
lecho conyugal sea sin contaminaci´
on, porque Dios
juzgar´a a los fornicadores y a los ad
´ulteros” (Hebreos
13:4). En este pasaje, la expresi´
on “lecho conyugal”
nos lleva al´ambito de las relaciones
´ıntimas. Para que
el lecho conyugal permanezca “sin contaminaci´
on”, o
moralmente limpio, las relaciones sexuales han de
tener lugar´
unicamente dentro del matrimonio, en
conformidad con las siguientes palabras inspiradas:
“Regoc´ıjate con la esposa de tu juventud” (Proverbios
5:18).17 El adulterio —las relaciones sexuales con alguien
ajeno al matrimonio— es una grave falta de respeto a
las leyes morales de Dios. Aunque a mucha gente del
mundo le parezca un comportamiento aceptable, los
cristianos verdaderos no adoptamos los criterios del
hombre. Comprendemos que es “Dios [quien] juzgar´a a
los fornicadores y a los ad´
ulteros”, y no alg´
un ser hu-
mano (Hebreos 10:31; 12:29). Por consiguiente, respe-
tamos la norma de Jehov´a (Romanos 12:9). Imitamos
al patriarca Job, quien dijo: “Un pacto he celebrado
con mis ojos” (Job 31:1). En efecto, nos compromete-
17. a) ¿Por qu´e no debemos adoptar los criterios de este mundo acer-
ca del adulterio? b) ¿C´omo podemos imitar el ejemplo de Job?
166 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
mos solemnemente a no permitir que nuestros ojos se
queden mirando con pasi´
on a nadie m´as que al c
´onyu-
ge. As´ı, nos negamos a dar el primero de los pasos que
pueden llevar al adulterio (consulte el ap´endice, p
´agi-
nas 282 a 285).18 ¿Cu
´anta gravedad tiene para Jehov
´a el adulterio?
La Ley que´el entreg
´o mediante Mois
´es nos da una
idea, pues sentenciaba a muerte a los israelitas que co-
met´ıan adulterio o ca
´ıan en la idolatr
´ıa (Lev
´ıtico 20:
2, 10). ¿En qu´e se parec
´ıan esos pecados? En que am-
bos violaban un compromiso solemne: adorando un´ıdolo se romp
´ıa el pacto con Jehov
´a, y cometiendo
adulterio se incumpl´ıan las promesas matrimoniales.
Tanto el uno como el otro eran actos de traici´
on (´
Exo-
do 19:5, 6; Deuteronomio 5:9; Malaqu´ıas 2:14). Por
consiguiente, eran condenados por Jehov´a, el Dios leal
y confiable (Salmo 33:4).19 Es cierto que, a diferencia de los israelitas, los cris-
tianos no tenemos que obedecer la Ley de Mois´es. Aun
as´ı, nos conviene recordar la firmeza con que ese
18. a) A los ojos de Jehov´a, ¿cu
´anta gravedad tiene el adulterio? b) ¿En
qu´e se parecen el adulterio y la idolatr
´ıa?
19. ¿Qu´e nos ayudar
´a a reafirmarnos en nuestra decisi
´on de no come-
ter adulterio, y por qu´e?
“Que el matrimonio sea honorable” 167
c´
odigo condenaba el adulterio. ¿Por qu´e? Porque nos
ayudar´a a reafirmarnos en nuestra decisi
´on de no co-
meterlo nunca. Pongamos una comparaci´
on. ¿Entrar´ıa
usted en un templo y se pondr´ıa de rodillas a rezar
delante de una imagen? “¡Jam´as!”, dir
´a rotundamente.
¿Y si le ofrecieran much´ısimo dinero? “¡Ni hablar!”,
contestar´a sin dudar. Y es natural, pues a los cristia-
nos verdaderos nos produce repugnancia la idea de
traicionar a Jehov´a adorando un
´ıdolo. Y lo mismo
tendr´ıa que ocurrirnos con la idea de traicionar a
Dios, as´ı como al c
´onyuge, cometiendo adulterio, sin
importar qu´e alicientes tengamos para hacerlo (Salmo
51:1, 4; Colosenses 3:5). Nunca querr´ıamos darle esa
alegr´ıa a Satan
´as y causar una grave deshonra a Jeho-
v´a y a la sagrada uni
´on del matrimonio.
C´
OMO FORTALECER EL MATRIMONIO20 Claro, para que crezca el respeto mutuo no basta
con evitar la conducta que deshonra la uni´
on conyu-
gal. ¿Qu´e otros pasos hay que dar? Para responder esta
pregunta, comparemos el matrimonio con una casa.
¿Cu´ales ser
´ıan los objetos que la decoran? Algunos
20. Ilustre con una comparaci´on lo que ha sucedido en algunos matri-
monios.
168 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ser´ıan las palabras amables y otras muestras de aten-
ci´
on, delicadeza y aprecio. Cuando reina la uni´
on en-
tre esposos, hay, por as´ı decirlo, muchos adornos que
aportan color y calidez al hogar. Pero si el cari˜
no dis-
minuye, esos adornos desaparecen uno tras otro, de-
jando un vac´ıo desolador. Ahora bien, usted no quiere
que eso suceda. Quiere que “[su] matrimonio sea ho-
norable”, tal y como Dios manda. Sabe que es una es-
tructura valiosa que vale la pena conservar y restau-
rar. Por eso, tomar´a medidas para detener y corregir
cualquier deterioro que se produzca. Y la Palabra de
Dios se˜
nala c´
omo: “Con sabidur´ıa se edifica la casa, y
con discernimiento resulta firmemente establecida.
Ycon conocimiento los cuartos interiores se llenan de
todas las cosas preciosas y agradables de valor” (Pro-
verbios 24:3, 4). Veamos c´
omo aplicar estas palabras
al matrimonio.21 Entre las “cosas preciosas” que llenan los hogares
felices figuran tambi´en el amor verdadero, el temor de
Dios y la fe firme (Proverbios 15:16, 17; 1 Pedro
1:7). Estas y otras cualidades semejantes fortalecen
21. ¿C´omo podemos fortalecer gradualmente el matrimonio? (V
´ease
tambi´en el recuadro de la p
´ag. 170.)
“Que el matrimonio sea honorable” 169
el matrimonio. Pero ¿ha observado en Proverbios 24:4
c´
omo se llenan las habitaciones con esas “cosas precio-
sas”? “Con [la ayuda del] conocimiento.” Por tanto, los
170 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿Qu´e buenas cualidades tiene mi c
´onyuge?
¿C´
omo puedo demostrar que lo aprecio?(Proverbios 14:1; 31:29; 1 Pedro 3:1, 6; 4:8.)
ˇ ¿Honro a mi pareja tratando de entendersus opiniones y sentimientos? (Filipenses 2:4.)
ˇ ¿Estoy dispuesto a pasar por alto sus defectos?(Mateo 6:14, 15.)
ˇ ¿Cu´ando fue la
´ultima vez que le expres
´e
mi cari˜
no? (Cantar de los Cantares 2:9-14.)
ˇ ¿Qu´e metas espirituales estamos tratando
de lograr? (Mateo 6:33, 34; 1 Corintios 9:24-27.)
ˇ ¿Qu´e puedo hacer yo para animar a mi c
´onyuge
a leer la Biblia conmigo y examinar juntosel texto del d
´ıa?
¿C´
OMO PUEDO FORTALECERMI MATRIMONIO?
Principio: “Que cada uno de ustedes [...] amea su esposa tal como se ama a s
´ı mismo; por otra parte,
la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo”(Efesios 5:33).
c´
onyuges que deseen transformar sus actitudes y avi-
var su amor deben adquirir conocimiento b´ıblico y
luego aplicarlo (Romanos 12:2; Filipenses 1:9). Sentar-
se a repasar tranquilamente la informaci´
on b´ıblica del
texto diario o de alg´
un art´ıculo sobre el matrimonio
publicado en La Atalaya o ¡Despertad! les servir´a para
ver qu´e “cosas preciosas” necesitan para adornar su
hogar. Luego tendr´an que introducir esos adornos en
“los cuartos interiores”. En otras palabras: movidos
por el amor a Jehov´a, aplicar
´an los consejos que han
examinado. As´ı conseguir
´an que regrese a su hogar
parte del colorido y la calidez que tuvo en su d´ıa.
22 Por supuesto, volver a colocar todos estos ador-
nos, uno tras otro, tomar´a su tiempo. Pero los cristia-
nos que se esfuercen por cumplir con la parte que les
toca, tendr´an una gran satisfacci
´on: la tranquilidad de
saber que est´an obedeciendo el mandato b
´ıblico de to-
mar la iniciativa a la hora de mostrarse honra mutua-
mente (Romanos 12:10; Salmo 147:11). Y, sobre todo,
su esfuerzo sincero por honrar el matrimonio los man-
tendr´a en el amor de Dios.
22. ¿Qu´e satisfacci
´on tendremos si nos esforzamos por cumplir con la
parte que nos toca a la hora de fortalecer nuestro matrimonio?
“Que el matrimonio sea honorable” 171
SUPONGAMOS que le regalamos un autom´
ovil a un
ser querido y este decide usarlo mal, conduciendo de
forma irresponsable y haciendo da˜
no a otras perso-
nas. ¿C´
omo nos sentir´ıamos? Sin duda, muy decep-
cionados.2 Pues bien, Jehov
´a es el origen de “toda d
´adiva
buena y todo don perfecto” (Santiago 1:17). Por
ejemplo, nos ha regalado algo que nos distingue de
los animales y que nos permite expresar nuestras
ideas y sentimientos: la facultad del habla. Pero este
regalo, como el autom´
ovil de la comparaci´
on, pue-
de usarse mal. De hecho, muchas personas lo em-
plean de forma irresponsable y hacen da˜
no a los de-
1-3. a) ¿Qu´e regalo nos ha hecho Jehov
´a, y c
´omo puede usarse mal?
b) Si queremos mantenernos en el amor de Dios, ¿c´omo tenemos que
usar el don del habla?
CAP´ITULO 12
Hablemos siemprede forma edificante
“No proceda de la boca de ustedes ning´un dicho
corrompido, sino todo dicho que sea buenopara edificaci
´on [del pr
´ojimo].” (EFESIOS 4:29.)
172 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
m´as. ¿Comprendemos, entonces, lo decepcionado que
debe sentirse Jehov´a?
3 Si queremos mantenernos en el amor de Dios, te-
nemos que usar este don como´el quiere. O lo que es
lo mismo, tenemos que seguir las instrucciones que
ha dejado en la Biblia: “No proceda de la boca de us-
tedes ning´
un dicho corrompido, sino todo dicho que
sea bueno para edificaci´
on [del pr´
ojimo] seg´
un haya
necesidad, para que imparta lo que sea favorable a
los oyentes” (Efesios 4:29). Por eso, a continuaci´
on
examinaremos qu´e tipo de lenguaje hemos de evitar
y c´
omo podemos usar el don del habla para edificar
a nuestros semejantes. Pero, antes de nada, veamos
por qu´e es tan importante controlar la lengua.
POR QU´
E CONTROLAR LA LENGUA4 La primera raz
´on para controlarnos al hablar es
el gran poder de las palabras. A este poder alude Pro-
verbios 15:4: “La calma de la lengua es´arbol de vida,
pero el torcimiento en ella significa un quebranta-
miento del esp´ıritu”.� Las palabras calmadas de una
� El t´ermino hebreo que en Proverbios 15:4 se traduce “torcimien-
to” tambi´en puede verterse “malicia” y “perversidad”.
4, 5. ¿Qu´e dicen varios proverbios b
´ıblicos sobre el poder de las pa-
labras?
Hablemos siempre de forma edificante 173
lengua bondadosa son tan refrescantes como el roc´ıo
y tan reconfortantes como un b´alsamo. En cambio,
los comentarios malintencionados de una lengua per-
versa le aplastan el´animo a cualquiera. Como vemos,
las palabras pueden herir o pueden curar (Proverbios
18:21).5 El poder de las palabras tambi
´en se ilustra en Pro-
verbios 12:18. All´ı se indica que quien “habla irrefle-
xivamente” es como quien da “estocadas [con] una
espada”. Al soltar las cosas sin pensar, causa pro-
fundas heridas y echa a perder buenas amistades.
En efecto, las palabras pueden dolernos m´as que si
una espada nos atravesara el coraz´
on. Pero, como
a˜
nade el proverbio, tambi´en pueden tener el efecto
contrario: “La lengua de los sabios es una curaci´
on”.
Quien se esfuerza por demostrar la sabidur´ıa divina
mide bien lo que dice. Con sus comentarios bonda-
dosos sana corazones heridos y restablece buenas re-
laciones. Sin duda, todos hemos constatado el poder
curativo de las palabras (Proverbios 16:24). Lo que
sale de nuestros labios tiene mucha fuerza; us´emos-
lo, por tanto, no para lastimar al semejante, sino
para aliviarlo.
174 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
6 Pero, por m´as que intentemos hablar con cuida-
do, a veces fracasaremos. Y este hecho nos muestra
la segunda raz´
on para controlarnos al hablar: la ten-
dencia innata a hacer mal uso de la lengua. En efecto,
nos cuesta mucho refrenarla porque las palabras
proceden del coraz´
on y, seg´
un indica la Biblia, “la in-
clinaci´
on del coraz´
on del hombre es mala” (G´enesis
8:21; Lucas 6:45; Santiago 3:2-4). Ahora bien, aunque
la imperfecci´
on nos impide dominar la lengua por
completo, s´ı podemos manejarla mejor. Para ello ten-
dremos que realizar un esfuerzo constante, como si
estuvi´eramos nadando contra la corriente.
7 La tercera raz´
on para controlarnos al hablar es la
responsabilidad que tenemos ante Jehov´
a. Lo que deci-
mos no solo influye en la convivencia con los dem´as,
sino tambi´en en nuestra relaci
´on con Dios. As
´ı lo
indica Santiago 1:26: “Si a un hombre le parece que
es [un buen] adorador [...], y con todo no refrena
su lengua, sino que sigue enga˜
nando su propio co-
raz´
on, la forma de adoraci´
on de este hombre es
6. ¿Por qu´e cuesta tanto refrenar la lengua?
7, 8. ¿Hasta qu´e punto somos responsables ante Jehov
´a de lo que de-
cimos?
Hablemos siempre de forma edificante 175
vana”.� Como se explic´
o en el cap´ıtulo anterior, exis-
te una estrecha relaci´
on entre el uso que hacemos del
lenguaje y nuestra adoraci´
on. Si di´eramos rienda
suelta a la lengua e hici´eramos comentarios hirientes
y llenos de veneno, el servicio que rendimos a Dios
no tendr´ıa ning
´un valor. Sin duda, esto deber
´ıa dar-
nos mucho que pensar (Santiago 3:8-10).8 Hemos visto tres razones de peso para controlar-
nos en el uso de las palabras. Ahora examinaremos
cu´al es el lenguaje que debemos evitar por completo
y cu´al debemos emplear para edificar a nuestros se-
mejantes.
PALABRAS QUE DERRUMBAN9 Lenguaje soez. En la actualidad, las blasfemias, las
groser´ıas y las vulgaridades de todo tipo se han vuel-
to una plaga. Muchas personas recurren a ellas para
a˜
nadir fuerza a lo que dicen o para compensar su li-
mitado vocabulario. Y en el mundo del espect´aculo,
los humoristas se valen de palabrotas y chistes subi-
� La palabra griega traducida “vana” tambi´en se vierte “in
´util” e
“infructuosa” (1 Corintios 15:17; 1 Pedro 1:18).
9, 10. a) ¿Qu´e lenguaje se ha vuelto una plaga? b) ¿Por qu
´e debemos
rechazar el lenguaje sucio? (V´ease tambi
´en la nota.)
176 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
dos de tono para entretener al p´
ublico. Pero eso
no tiene ninguna gracia. Hace dos mil a˜
nos, Pablo
envi´
o a los cristianos de Colosas una carta inspirada
donde les aconsej´
o evitar por completo el “habla obs-
cena” (Colosenses 3:8). Y a los hermanos de´
Efeso les
escribi´
o: “Ni siquiera se mencionen entre ustedes [co-
sas como el] bromear obsceno” (Efesios 5:3, 4).10 A nuestro amado Dios le ofende el lenguaje su-
cio. Por eso, nosotros tambi´en lo detestamos y nun-
ca lo utilizamos. Tenemos muy claro que puede ser
una forma de “inmundicia”, la cual figura entre las
“obras de la carne” condenadas por Pablo (G´alatas 5:
19-21). Sin duda, es un asunto muy serio. ¿Qu´e le su-
ceder´a a quien tenga el vicio de andar siempre ha-
blando de temas gravemente inmorales, indecentes o
pervertidos, sea de forma descarada o vali´endose de
dobles sentidos? En primer lugar, recibir´a varias ad-
vertencias. Y si se niega a arrepentirse y corregirse,
ser´a expulsado de la congregaci
´on.�
� En la Biblia, el t´ermino “inmundicia” engloba pecados muy
diversos. Aunque no todos los tipos de inmundicia exigen la forma-ci
´on de un comit
´e judicial, quien cometa inmundicia grave y no se
arrepienta ser´a expulsado de la congregaci
´on (2 Corintios 12:21;
Efesios 4:19; v´ease la secci
´on “Preguntas de los lectores” de La Ata-
laya del 15 de julio de 2006).
Hablemos siempre de forma edificante 177
11 Chismes y calumnias. Los comentarios sobre las
vidas ajenas pueden ser inofensivos si giran en torno
a asuntos positivos o´
utiles, como qui´en se acaba de
bautizar o qui´en necesita
´animo. Los cristianos del
siglo I tambi´en se interesaban mucho por sus herma-
nos y hablaban de ellos sin ninguna malicia (Efesios
6:21, 22; Colosenses 4:8, 9). Lo que no est´a bien es
hacer comentarios que distorsionen la realidad o re-
velen detalles de la vida privada. Esa costumbre pu-
diera llevarnos incluso a algo m´as grave: la calumnia,
que se define como “acusaci´
on falsa hecha malicio-
samente en contra de alguien con el fin de da˜
narlo
o desprestigiarlo” (Diccionario del espa˜
nol usual en M´
e-
xico). Como ejemplo de claras calumnias, tenemos
las mentiras que lanzaron los fariseos contra Jes´
us
con la intenci´
on de desacreditarlo (Mateo 9:32-34; 12:
22-24). Un hecho innegable es que las calumnias ge-
neran muchas discordias (Proverbios 26:20.)12 ¿C
´omo ve Jehov
´a a quienes se dedican a difamar
o sembrar discordias? No los ve con buenos ojos.
Lo que es m´as, odia a quienes provocan “contiendas
11, 12. a) ¿Cu´ando est
´an mal los comentarios sobre las vidas ajenas?
b) ¿Por qu´e debemos evitar las calumnias?
178 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
entre hermanos” (Proverbios 6:16-19). Recordemos
que el t´ermino griego para “calumniador” es di
´abo-
los, el mismo que se usa para presentar a Satan´as
como el “Diablo”, es decir, como el Calumniador que
difama a Dios (Revelaci´
on 12:9, 10). Desde luego,
ninguno de nosotros querr´ıa convertirse en un “dia-
blo” (o sea, en un calumniador). Ciertamente, en la
congregaci´
on no hay lugar para la calumnia ni para
las obras de la carne que esta fomenta, entre ellas las
“altercaciones [o ri˜
nas]” y las “divisiones” (G´alatas 5:
19-21). As´ı pues, antes de contar cualquier cosa so-
bre el pr´
ojimo, debemos preguntarnos: “¿Estoy segu-
ro de que es cierto? ¿Ser´ıa una muestra de amor
revelarlo? ¿Es necesario o conveniente que otros se
enteren?” (1 Tesalonicenses 4:11).13 Maltrato verbal. Como ya vimos, las palabras
pueden hacer mucho da˜
no. Y es cierto que la imper-
fecci´
on nos lleva a todos a decir cosas que luego la-
mentamos. Pero la Biblia nos advierte que hay una
forma de hablar que no es admisible ni en la congre-
gaci´
on ni en la familia. Pablo exhort´
o a los cristianos:
13, 14. a) ¿C´omo afecta a las personas el lenguaje injurioso? b) ¿En
qu´e peligrosa situaci
´on se encuentran los injuriadores?
Hablemos siempre de forma edificante 179
“Que se quiten toda amargura maliciosa y c´
olera e
ira y griter´ıa y habla injuriosa” (Efesios 4:31). Otras
traducciones b´ıblicas vierten “habla injuriosa” como
“insultos”, “ofensas” y “lenguaje insultante”. Esta
forma de hablar —que incluye las palabras humillan-
tes, los comentarios´asperos y las cr
´ıticas despiada-
das— atenta contra la dignidad y la autoestima de las
personas. Y los ni˜
nos, al ser m´as inocentes y tiernos,
son especialmente vulnerables (Colosenses 3:21).14 La Biblia condena tajantemente a los injuriado-
res y muestra que se encuentran en una situaci´
on
muy peligrosa. ¿Qu´e futuro le espera a quien tenga
la costumbre de emplear expresiones insultantes, des-
pectivas o humillantes? Primero recibir´a varias opor-
tunidades de corregirse. Pero si no las aprovecha, ter-
minar´a expulsado de la congregaci
´on. Y peor a
´un,
hasta pudiera perder la vida eterna bajo el Reino de
Dios (1 Corintios 5:11-13; 6:9, 10). Queda claro, que
mantenerse en el amor de Jehov´a es incompatible
con las groser´ıas, con las mentiras, con los insultos
y, en definitiva, con todas las palabras que derrum-
ban al pr´
ojimo.
180 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
PALABRAS QUE EDIFICAN15 ¿C
´omo quiere Jehov
´a que usemos el don del ha-
bla? Recordemos que la Biblia nos pide que lo utili-
cemos “para edificaci´
on [del pr´
ojimo]” (Efesios 4:29).
A Jehov´a le complace que nos esforcemos por hallar
palabras constructivas que animen y fortalezcan.
Pero las Escrituras no contienen un reglamento de-
tallado ni una lista con vocabulario “saludable” (Tito
2:8). Para saber si un comentario es edificante solo
hay que ver si pueden aplic´arsele estos tres adjetivos:
sano, cierto y bondadoso. Tengamos presentes estas
tres importantes caracter´ısticas mientras analizamos
varios ejemplos (v´ease el recuadro “¿Es edificante mi
forma de hablar?”, en la p´agina 182).
16 Elogios sinceros. Jehov´a y Jes
´us saben que es
muy necesario felicitar a los dem´as y reconocer sus
m´eritos (Mateo 3:17; 25:19-23; Juan 1:47). Y todos los
cristianos tenemos que hacer lo mismo. En efecto,
“una palabra a su tiempo [...], ¡oh, cu´an buena es!”
(Proverbios 15:23). Cuando alguien nos elogia con
15. ¿Qu´e tipo de lenguaje edifica al pr
´ojimo?
16, 17. a) ¿Por qu´e debemos felicitar a los dem
´as? b) ¿Qu
´e comenta-
rios elogiosos podemos hacer en la congregaci´on y en el hogar?
Hablemos siempre de forma edificante 181
sinceridad, nos hace sentir bien y nos llena de´animo.
Y es muy natural que nos sintamos as´ı, pues se est
´a
interesando por nosotros y por lo que estamos ha-
ciendo. Eso nos confirma que ha valido la pena el es-
fuerzo, fortaleciendo nuestra confianza e impuls´an-
donos a trabajar cada d´ıa con m
´as entusiasmo. Pues
182 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿Cu´ando fue la
´ultima vez que felicit
´e a alguien
por su labor? (1 Corintios 11:2; Revelaci´
on 2:1-3.)ˇ ¿Demuestro respeto a los dem
´as pidiendo las
cosas con cortes´ıa y d
´andoles las gracias?
(G´enesis 13:14; Juan 11:41.)
ˇ ¿Hablo casi siempre de m´ı mismo, o me inte-
reso tambi´en por las ideas y sentimientos de los
dem´as? (Filipenses 2:3, 4; Santiago 1:19.)
ˇ ¿Para qu´e empleo la informaci
´on que tengo
sobre las vidas ajenas? ¿Para edificar, o paraderrumbar? (Proverbios 15:1, 2.)ˇ ¿Qu
´e actitud demuestro hacia el lenguaje soez,
y qu´e revela esa actitud sobre lo que tengo en el
coraz´
on? (Lucas 6:45; Santiago 3:10, 11.)
¿ES EDIFICANTE MI FORMA DE HABLAR?
Principio: “Que su habla siempre seacon gracia” (Colosenses 4:6).
bien, dado que las alabanzas son algo que a todos nos
gusta recibir, ¿no deber´ıamos preocuparnos tambi
´en
por darlas? (Mateo 7:12.)17 Si nos acostumbramos a fijarnos en los puntos
fuertes de los dem´as, siempre encontraremos razones
para felicitarlos. Por ejemplo, ¿qu´e pudi
´eramos ver
en la congregaci´
on? A un orador dando buenos dis-
cursos, a un joven luchando por lograr sus metas es-
pirituales o a un hermano mayor que, pese a sus
achaques, nunca falta a las reuniones. Unas senci-
llas palabras de elogio les llegar´an al coraz
´on y los
fortalecer´an. ¿Y qu
´e puede decirse del hogar? Ambos
c´
onyuges necesitan escuchar sentidas palabras de´animo y gratitud (Proverbios 31:10, 28). Y a los hijos
tambi´en les hace falta que los tengan en cuenta y los
aprecien. Para ellos, el reconocimiento y la aproba-
ci´
on son tan necesarios como el agua y la luz para
las plantas. Por eso, los padres deben estar muy pen-
dientes de elogiarlos por sus buenas cualidades y ac-
ciones. As´ı les elevar
´an la autoestima y la confianza,
y los mover´an a esforzarse a
´un m
´as por hacer lo que
deben.
Hablemos siempre de forma edificante 183
18 Consuelo y´
animo. Jehov´a se interesa profunda-
mente por los de “condici´
on humilde” y por “los [...]
aplastados” (Isa´ıas 57:15). En la Biblia nos dirige
esta exhortaci´
on: “Sigan consol´andose unos a otros
y [...] hablen confortadoramente a las almas abatidas”
(1 Tesalonicenses 5:11, 14). Podemos estar seguros de
que´el observa complacido todo lo que hacemos por
animar y consolar a los afligidos.19 ¿Qu
´e podemos hacer por el cristiano desanima-
do? Primero, dirigirle algunas palabras de aliento.
Aunque con eso quiz´as no arreglemos sus proble-
mas, no debemos preocuparnos. Lo importante es
mostrarle que estamos a su lado y que nos interesa-
mos. Tambi´en podemos orar con
´el, pidiendo a Jeho-
v´a que le ayude a ver que es alguien muy querido,
tanto por los dem´as como por Dios (Santiago 5:
14, 15). Debemos confirmarle que la congregaci´
on lo
necesita y aprecia (1 Corintios 12:12-26). Otra buena
idea es leerle alg´
un pasaje b´ıblico que le recuerde
cu´anto se interesa Jehov
´a por
´el (Salmo 34:18; Mateo
10:29-31). Si nos tomamos el tiempo necesario para
18, 19. ¿Por qu´e debemos hacer todo lo posible por consolar y ani-
mar a nuestros hermanos, y c´omo podemos hacerlo?
184 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
confortarlo con alguna “buena palabra” que salga de
nuestro coraz´
on, se sentir´a m
´as amado y valorado
(Proverbios 12:25).20 Buenos consejos. Como todos somos imperfectos,
de vez en cuando necesitaremos orientaci´
on. Por eso
la Biblia nos dice: “Escucha el consejo y acepta la dis-
ciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro”
(Proverbios 19:20). En la congregaci´
on recibimos su-
gerencias de los ancianos. Pero ellos no son los´
unicos capacitados para hacerlas. Por ejemplo, los
padres tienen que asesorar a sus hijos (Efesios 6:4).
Y las hermanas espiritualmente maduras pueden ha-
cer lo mismo con las cristianas m´as j
´ovenes (Tito 2:
3-5). En todo caso, el amor al pr´
ojimo dicta que el
consejero formule sus comentarios de forma que na-
die se sienta atacado. Analicemos ahora tres factores
que contribuyen al´exito del consejo: que se d
´e con
la debida actitud y motivaci´
on, que tenga bases s´
oli-
das y que se ofrezca de la forma adecuada.21 El primer factor es que el consejo se d
´e con la de-
bida actitud y motivaci´
on. ¿Qu´e nos ayuda a aceptar
20, 21. ¿Qu´e tres factores contribuyen al
´exito de los consejos?
Hablemos siempre de forma edificante 185
con gusto una sugerencia? Sin duda, saber que se
ofrece por verdadero inter´es en nosotros, y no por
frustraci´
on o por ego´ısmo. Entonces, actuemos as
´ı al
dar consejo a los dem´as. El segundo factor es basar-
se en la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16). Todo lo
que digamos debe estar fundamentado en la Biblia,
sea que leamos directamente de ella o no. Los an-
cianos tienen cuidado de no imponer sus propias
opiniones. Tampoco manipulan textos b´ıblicos para
respaldar sus ideas. El tercer factor es ofrecer la re-
comendaci´
on de la forma adecuada. Al darla con
bondad, respetando la dignidad de cada uno, siempre
ser´a m
´as f
´acil aceptarla (Colosenses 4:6).
22 Sin duda, al dotarnos del habla, Jehov´a nos ha
hecho un regalo valios´ısimo. Y como amamos tanto
a nuestro Padre, queremos usarlo bien. Nunca olvi-
demos que las palabras pueden edificar o derrum-
bar. Por eso, us´emoslas siempre como Jehov
´a quie-
re: “para edificaci´
on [del pr´
ojimo]”. As´ı, seremos
una verdadera bendici´
on para quienes nos rodean
y, adem´as, podremos mantenernos en el amor de
Dios.
22. ¿De qu´e manera queremos usar el don del habla?
186 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
JES´
US dijo que los verdaderos siervos de Dios “adora-
r´an al Padre con esp
´ıritu y con verdad, porque, en rea-
lidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo ado-
ren” (Juan 4:23). Jehov´a encuentra a quienes aman la
verdad y los atrae al lado de´el y de su Hijo (Juan 6:44).
Nosotros tenemos el gran honor de ser parte de ese gru-
po. Pero a´
un corremos peligro de caer en las trampas
de Satan´as, el maestro del enga
˜no. Para evitarlo, debe-
mos estar vigilantes y “asegur[arnos] de lo que es acep-
to al Se˜
nor” (Efesios 5:10; Revelaci´
on 12:9).2 Recordemos lo que ocurri
´o hace siglos cerca del
monte Sina´ı. Cuando los israelitas pidieron a Aar
´on que
les fabricara la imagen de un dios,´el los complaci
´o y les
hizo un becerro de oro. No obstante, pretendi´
o que solo
era un s´ımbolo del Todopoderoso, pues dijo: “Ma
˜nana
1. ¿A qui´enes atrae Jehov
´a, y por qu
´e tienen que permanecer en guar-
dia espiritualmente?
2. Explique c´omo ve Jehov
´a que se mezcle la religi
´on verdadera y la falsa.
CAP´ITULO 13
Fiestas que desagradan a Dios
“Sigan asegur´andose de lo que es acepto al Se
˜nor.”
(EFESIOS 5:10.)
Fiestas que desagradan a Dios 187
hay fiesta a Jehov´a”. Pero ¿c
´omo se sinti
´o Jehov
´a? ¿Se
qued´
o indiferente al ver esa celebraci´
on que mezclaba la
religi´
on verdadera y la falsa? Ni mucho menos. De he-
cho, hizo ejecutar a unas tres mil personas que hab´ıan
adorado la estatua (´
Exodo 32:1-6, 10, 28). ¿Qu´e nos en-
se˜
na este relato a quienes deseamos mantenernos en el
amor de Dios? La importancia de “no to[car] nada
inmundo” y de esforzarnos celosamente por conservar
la verdad libre de toda corrupci´
on (Isa´ıas 52:11; Eze-
quiel 44:23; G´alatas 5:9).
3 Lamentablemente, en tiempos de los primeros cris-
tianos tambi´en se produjeron intentos de apostas
´ıa,
es decir, de desviarse de las ense˜
nanzas verdaderas.
Al principio no tuvieron mucho´exito, pues los ap
´os-
toles obraban como restricci´
on, o freno, que lo impe-
d´ıa. Pero tras su muerte, los falsos cristianos, que
no amaban la verdad, fueron adoptando del paganismo
muchas costumbres, celebraciones y d´ıas “sagrados” que
aun hoy se presentan como si fueran cristianos (2 Tesa-
lonicenses 2:7, 10). En este cap´ıtulo veremos algunos
ejemplos. Notaremos que no demuestran el esp´ıritu de
Dios, sino el del mundo, y que, adem´as, suelen tener
3, 4. ¿Por qu´e es necesario examinar las costumbres y celebraciones
populares a la luz de los principios b´ıblicos?
188 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
algo en com´
un: apelan a los deseos ego´ıstas y promue-
ven las creencias falsas y el espiritismo, caracter´ısticas
heredadas de “Babilonia la Grande” (Revelaci´
on 18:
2-4, 23).� No olvidemos que Jehov´a conoce muy bien las
pr´acticas religiosas repugnantes que dieron origen a mu-
chas costumbres populares, y que, por lo tanto, le pare-
cen tan ofensivas hoy como ayer. Sin duda, es su punto
de vista el que m´as deber
´ıa interesarnos (2 Juan 6, 7).
4 Los cristianos sabemos que a Jehov´a no le gustan
ciertas fiestas. Por eso, debemos adoptar la firme deter-
minaci´
on de no tener nada que ver con ellas. Repasemos
por qu´e le resultan tan desagradables a Dios. As
´ı, al
comprender que son un estorbo para mantenernos en
su amor, estaremos a´
un m´as decididos a evitarlas.
LA NAVIDAD, O EL CULTO AL SOLCON OTRO NOMBRE
5 La Biblia nunca menciona que se celebrara el naci-
miento de Jes´
us. De hecho, no sabemos a ciencia cierta
cu´ando tuvo lugar. De lo que s
´ı podemos estar seguros
� V´ease el recuadro “¿Deber
´ıa participar en la fiesta?”, en las
p´ags. 192, 193. Adem
´as, muchas celebraciones y d
´ıas festivos se
enumeran en el´
Indice de las publicaciones Watch Tower, editado porlos testigos de Jehov
´a.
5. ¿Por qu´e estamos seguros de que Jes
´us no naci
´o un 25 de diciem-
bre?
Fiestas que desagradan a Dios 189
es de que no fue el 25 de diciembre.� ¿Por qu´e? Para em-
pezar, porque en Israel esa fecha cae en el fr´ıo invierno,
mientras que, como indica Lucas 2:8-11, el d´ıa que na-
ci´
o Jes´
us hab´ıa “pastores que viv
´ıan a campo raso” con
sus reba˜
nos. (Es obvio que no se quedaban al aire libre
todo el a˜
no, pues de ser as´ı no habr
´ıa tenido sentido des-
tacar este detalle.) Y en invierno suelen caer en Bel´en
fr´ıas lluvias e incluso nieve, raz
´on por la que los pasto-
res no se quedaban “a campo raso” cuidando las ovejas,
sino que las guardaban a cubierto. Tampoco hay que ol-
vidar el motivo por el que hab´ıan ido Jos
´e y Mar
´ıa a Be-
l´en: para cumplir con el censo ordenado por Augusto
(Lucas 2:1-7). Es muy poco probable que, sabiendo la
antipat´ıa que sent
´ıan los jud
´ıos por Roma, aquel empe-
rador los obligara a viajar a las ciudades de sus antepa-
sados en pleno invierno.6 Entonces, ¿d
´onde se encuentran las ra
´ıces de la Na-
vidad? No en la Biblia, sino en antiguas festividades pa-
� Seg´
un la cronolog´ıa b
´ıblica y la historia, Jes
´us probablemente
naci´
o en el a˜
no 2 antes de nuestra era, en el mes jud´ıo de etanim,
que corresponde a parte de septiembre y octubre (v´ease la obra
Perspicacia para comprender las Escrituras, vol. 2, p´ags. 84, 85, edita-
da por los testigos de Jehov´a).
6, 7. a) ¿D´onde se encuentran las ra
´ıces de muchas costumbres navi-
de˜
nas? b) ¿Qu´e diferencia hay entre la generosidad cristiana y los
regalos de Navidad?
190 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ganas. Una de ellas recib´ıa el nombre de saturnales y es-
taba dedicada a Saturno, el dios romano de la agricul-
tura. Otra era “el nacimiento del ‘Sol invencible’”, que,
seg´
un la Enciclopedia de la Religi´
on Cat´
olica, ten´ıa lugar
el 25 de diciembre, d´ıa sagrado para los devotos del dios
solar Mitra. Esta obra a˜
nade que “la Iglesia comenz´
o ce-
lebrando el nacimiento de [Cristo]” en esa fecha “para
hacer concurrencia a esta fiesta pagana consagrada al
nacimiento del Sol natural (Mitra)”. Y hay que se˜
nalar
que esto ocurri´
o unos trescientos a˜
nos despu´es de la
muerte de Jes´
us.7 Durante aquellos festejos, los paganos intercambia-
ban regalos y hac´ıan banquetes, pr
´acticas que se han
conservado en las Navidades. Pero el esp´ıritu con que
se realizan muchos regalos navide˜
nos no es el que se in-
dica en 2 Corintios 9:7: “Que cada uno haga tal como
lo ha resuelto en su coraz´
on, no de mala gana ni como
obligado, porque Dios ama al dador alegre”. Los cristia-
nos verdaderos damos regalos por amor, sin esperar
nada a cambio, y no porque se considere obligatorio ha-
cerlo en una fecha (Lucas 14:12-14; Hechos 20:35). Ade-
m´as, estamos muy contentos de habernos librado de una
pesada carga: todas las tensiones y deudas que suelen
generarse en esa temporada (Mateo 11:28-30; Juan 8:32).
Fiestas que desagradan a Dios 191
192 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ Al analizar una fiesta o tradici´
on, ¿se ve claroque tiene su origen en pr
´acticas o doctrinas paganas,
o incluso espiritistas? (Isa´ıas 52:11; 1 Corintios 4:6;
2 Corintios 6:14-18; Revelaci´
on 18:4.)
ˇ ¿Honra o exalta indebidamente a personas, orga-nizaciones o s
´ımbolos nacionales? (Jerem
´ıas 17:5-7;
Hechos 10:25, 26; 1 Juan 5:21.)
ˇ ¿Eleva a un pa´ıs o grupo
´etnico sobre otro?
(Hechos 10:34, 35; 17:26.)
ˇ ¿Manifiesta “el esp´ıritu del mundo”, el cual se opo-
ne al esp´ıritu de Dios? (1 Corintios 2:12; Efesios 2:2.)
ˇ ¿Me convertir´ıa en una piedra de tropiezo si parti-
cipara? (Romanos 14:21.)
ˇ Si decido abstenerme, ¿c´
omo podr´ıa explicar respe-
tuosamente mis razones? (Romanos 12:1, 2; Colosen-ses 4:6.)
Los siguientes pasajes ayudan a contestar algunas preguntassobre las celebraciones populares:
ˇ “[Los israelitas infieles] empezaron a mezclarsecon las naciones, y se pusieron a aprender susobras.” (Salmo 106:35.)
¿DEBER´IA PARTICIPAR EN LA FIESTA?
Principio: “ ‘S´alganse de entre ellos, y sep
´arense
—dice Jehov´a—, y dejen de tocar la cosa inmunda’;
‘y yo los recibir´e’ ” (2 Corintios 6:17).
8 Quiz´as alguien proteste: “¿Acaso no le hicieron re-
galos los magos a Jes´
us para celebrar su nacimiento?”.
En realidad, no. Aquellos astr´
ologos le hicieron obse-
quios en reconocimiento de que era un personaje ilus-
tre, seg´
un la costumbre de tiempos b´ıblicos (1 Reyes 10:
1, 2, 10, 13; Mateo 2:2, 11). De hecho, no fueron a verlo
al pesebre la noche que vino al mundo, sino que lo vi-
sitaron en su casa, muchos meses despu´es.
LOS CUMPLEA˜
NOS A LA LUZ DE LA BIBLIA9 En la antig
¨uedad, el nacimiento de un hijo sol
´ıa ser,
8. ¿Le llevaron los astr´ologos regalos a Jes
´us el d
´ıa de su nacimien-
to? Explique su respuesta.9. ¿Qu
´e tienen de particular los cumplea
˜nos mencionados en la Biblia?
Fiestas que desagradan a Dios 193
ˇ “La persona fiel en lo m´ınimo es fiel tambi
´en en lo
mucho, y la persona injusta en lo m´ınimo es injusta
tambi´en en lo mucho.” (Lucas 16:10.)
ˇ “Ustedes no son parte del mundo.” (Juan 15:19.)
ˇ “No pueden estar participando de ‘la mesa deJehov
´a’ y de la mesa de demonios.” (1 Corintios
10:21.)
ˇ “Basta el tiempo que ha pasado para que ustedeshayan obrado la voluntad de las naciones cuandoproced
´ıan en hechos de conducta relajada, lujurias,
excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidasde beber e idolatr
´ıas ilegales.” (1 Pedro 4:3.)
como hoy, causa de mucho gozo. Sin embargo, la Biblia
no menciona que ning´
un siervo de Dios celebrara su
cumplea˜
nos (Salmo 127:3). ¿Ser´a una omisi
´on casual?
No, porque s´ı habla de dos fiestas de cumplea
˜nos: la de
un fara´
on y la de Herodes Antipas (G´enesis 40:20-22;
Marcos 6:21-29). Y presenta ambas ocasiones con tintes
negativos, sobre todo la´
ultima, la cual llev´
o a que se
decapitara a Juan el Bautista.
194 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Cabe se˜
nalar que el d´ıa m
´as importante en el sata-
nismo es el cumplea˜
nos de cada persona. ¿Por qu´e?
Porque esa religi´
on afirma que todo ser humanopuede verse a s
´ı mismo como un dios si as
´ı lo desea.
Por consiguiente, dicen que celebrar el nacimientode uno equivale a festejar el nacimiento de una di-vinidad. Como es obvio, la mayor
´ıa de la gente
no comparte esa actitud tan extremista y egoc´entri-
ca. Pero hay que reconocer que “mientras otras fies-tas elevan el esp
´ıritu, los cumplea
˜nos elevan el ego”
(The Lore of Birthdays).La siguiente fecha “sagrada” del calendario sat
´ani-
co, celebrada con una gran reuni´
on de hechiceros,es “la v
´ıspera [del 1 de mayo, que] se conoce por
noche de Walpurgis y se considera noche de brujer´ıa”,
se˜
nala la Gran Enciclopedia Universal. Finalmente vie-ne la llamada Noche de Brujas (o Halloween).
LOS D´IAS “SAGRADOS” DEL SATANISMO
10 Seg´
un la obra Las cosas nuestras de cada d´ıa, los pri-
meros cristianos “consideraban estas festividades [...]
como reliquias de las pr´acticas paganas”. Los griegos y
romanos, por ejemplo, cre´ıan que toda persona contaba
con un esp´ıritu protector o una “divinidad bajo cuya tu-
tela cada uno nace y vive”, y cuya “fiesta la celebraba
cada uno el d´ıa de su natalicio”, o cumplea
˜nos (Gran En-
ciclopedia Rialp). Adem´as, por siglos se ha relacionado
estrechamente la fecha del nacimiento con la astrolog´ıa,
y m´as concretamente con el hor
´oscopo.
11 Aparte de por sus conexiones con el paganismo y el
espiritismo, es muy probable que los siervos de Dios re-
chazaran los cumplea˜
nos por otra raz´
on. ¿Cu´al? Su ac-
titud humilde. Sencillamente, no cre´ıan que su llegada
al mundo fuera tan importante como para festejarla
(Miqueas 6:8; Lucas 9:48).� Daban toda la gloria a Jeho-
v´a, a quien agradec
´ıan el maravilloso don de la vida (Sal-
mo 8:3, 4; 36:9; Revelaci´
on 4:11).�
� V´ease el recuadro “Los d
´ıas ‘sagrados’ del satanismo”, en la p
´ag. 194.
� Bajo la Ley, la mujer ten´ıa que presentar una ofrenda cada vez que
daba a luz, lo que era un claro recordatorio de que los padres trans-miten el pecado a sus hijos (Lev
´ıtico 12:1-8). Esto ayud
´o a los israelitas
a ver con equilibrio el nacimiento y, probablemente, a no adoptar cos-tumbres paganas sobre este particular (Salmo 51:5).
10, 11. ¿C´omo ve
´ıan los cumplea
˜nos los primeros cristianos, y por
qu´e?
Fiestas que desagradan a Dios 195
12 Cuando un siervo de Dios muere fiel, queda guar-dado en la memoria de Jehova, lo que le garantiza quevolvera a vivir (Job 14:14, 15). Por eso dice Eclesiastes7:1: “Mejor es un nombre que el buen aceite, y el dıa dela muerte que el dıa en que uno nace”. En este pasaje,el “nombre” es la buena reputacion que nos ganamoscon Dios sirviendole lealmente. Es significativo que launica conmemoracion que se nos manda celebrar a loscristianos no es la de un nacimiento, sino la de unamuerte, la de Jesus, cuyo excelso “nombre” es la clavede la salvacion (Hebreos 1:3, 4; Lucas 22:17-20).
CELEBRACIONES DE PASCUAQUE ESCONDEN RITOS DE FERTILIDAD
13 En teorıa, la Semana Santa celebra la muerte y re-surreccion de Cristo. Sin embargo, tiene numerosas cone-xiones con la religion falsa. Tomemos como ejemplo eluso en muchos paıses de los huevos y conejos de Pascua.¿De donde proceden estas costumbres? El libro Las cosasnuestras de cada dıa comenta: “Desde tiempos muy remo-tos, en muchas culturas el huevo simbolizaba nacimien-to y resurreccion”. Igualmente, la liebre y el conejo sondesde hace siglos imagenes de fecundidad. Por eso, aun-12. ¿Como puede ser mejor el dıa de la muerte que el del nacimiento?13, 14. ¿Que origen tienen muchas costumbres populares de SemanaSanta?196 “Mantenganse en el amor de Dios”
que la Pascua pretende conmemorar la resurreccion deCristo, es obvio que incorporo del paganismo muchosritos de fertilidad.�
14 Jehova nunca podrıa aprobar que se celebrara la re-surreccion de su Hijo con inmundos ritos de la fertilidad(2 Corintios 6:17, 18). De hecho, la conmemoracion de laresurreccion de Cristo no esta autorizada por las Escri-turas. Para colmo, en algunos paıses recibe un nombrepagano, con lo que la deslealtad a Dios es doble.
LOS OR´IGENES DE LA NOCHE DE BRUJAS
15 ¿Que origen tiene la Noche de Brujas (o Halloween,abreviacion de un nombre ingles que significa “vıspera deldıa de Todos los Santos”)? Esta fiesta, famosa por sus he-chiceras, duendes y grotescos adornos, se celebra el 31 deoctubre. Su origen se remonta a la epoca de los antiguosceltas de Gran Bretana e Irlanda. Cada ano, cuando llega-ba la luna llena mas cercana al 1 de noviembre, celebrabanla fiesta del “Final del Verano” (Samhain). Pensaban que� En ingles, el Domingo de Resurreccion recibe el nombre de Eas-
ter, que se relaciona con Eostre (u Ostara), diosa de la fertilidadque “a veces era representada con cabeza de liebre y que poseıauna liebre que vivıa en la Luna y a la que le encantaban los hue-vos” (The Dictionary of Mythology).15. ¿Que origen tiene la Noche de Brujas, y que detalles significati-vos pueden mencionarse sobre la fecha en que se celebra?Fiestas que desagradan a Dios 197
durante esa noche se rasgaba el velo que separaba el mun-
do humano del sobrenatural, y que los esp´ıritus, tanto bue-
nos como mal´eficos, vagaban por la Tierra. Como cre
´ıan
que las almas de los difuntos regresaban a sus hogares, les
dejaban ofrendas de alimentos y bebidas para apaciguar-
los. Por lo tanto, cuando los ni˜
nos de la actualidad se vis-
ten de fantasmas y brujas y van casa por casa amenazando
con cometer travesuras si no les hacen un regalito, en rea-
lidad est´an perpetuando sin saberlo los ritos de una fiesta
pagana.
BODAS LIMPIAS A LOS OJOS DE DIOS16 Dentro de poco, “ninguna voz de novio ni de novia vol-
ver´a a o
´ırse” en Babilonia la Grande, pues ser
´a destruida
(Revelaci´
on 18:23). ¿Por qu´e? Entre otras cosas, por su
participaci´
on en pr´acticas espiritistas. Algunas de ellas se
han convertido en costumbres nupciales que pueden con-
taminar al matrimonio desde su mismo principio (Marcos
10:6-9).17 Estas tradiciones, que var
´ıan de un pa
´ıs a otro, pudie-
ran parecer inocentes, pero no olvidemos que proceden de
la religi´
on falsa. Entre ellas est´an las acciones que supues-
16, 17. a) ¿Por qu´e es importante que los novios examinen a la luz de
la Biblia las costumbres nupciales de la localidad? b) ¿Qu´e debemos
tomar en cuenta los cristianos al analizar costumbres como lanzararroz y cosas semejantes?
198 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tamente traen buena suerte a los novios y sus invitados
(Isa´ıas 65:11). Tomemos como ejemplo la costumbre de
lanzar arroz y cosas semejantes. Es probable que la inten-
ci´
on original fuera apaciguar con comida a los esp´ıritus
malignos para que no hicieran da˜
no a los reci´en casados.
Adem´as, el arroz se ha considerado por siglos s
´ımbolo de
fertilidad, dicha y larga vida. Es obvio, por tanto, que para
mantenerse en el amor de Dios hay que evitar estas cos-
tumbres impuras (2 Corintios 6:14-18).18 Los siervos de Jehov
´a tampoco admiten pr
´acticas que
resten dignidad a las bodas y banquetes, o que puedan
ofender a algunas conciencias. No toman la palabra para
hacer comentarios sarc´asticos o insinuantes, ni abochor-
nan a los novios o a otras personas con bromas de mal gus-
to (Proverbios 26:18, 19; Lucas 6:31; 10:27). Tambi´en evitan
las bodas espectaculares y fastuosas que, sin modestia al-
guna, no son m´as que pura “exhibici
´on ostentosa” de la po-
sici´
on social (1 Juan 2:16). El deseo de Jehov´a es que las
parejas puedan recordar ese d´ıa especial con cari
˜no, y
no con pesar.�
� V´eanse los tres art
´ıculos sobre las bodas y las reuniones socia-
les en La Atalaya del 15 de octubre de 2006, p´ags. 18-31.
18. ¿Qu´e principios b
´ıblicos deben orientar tanto a las parejas que van
a casarse como a sus invitados?
Fiestas que desagradan a Dios 199
¿ES EL BRINDIS UNA COSTUMBRECON TINTES RELIGIOSOS?
19 En las bodas, as´ı como en otras reuniones sociales,
es frecuente hacer brindis. En el a˜
no 1995, una obra es-
pecializada se˜
nal´
o que el brindis “es una pr´actica social
que probablemente se remonta a las antiguas libaciones,
sacrificios en los que se ofrec´ıa un l
´ıquido sagrado a los
dioses [...] a cambio de un deseo, elevando una s´
uplica
que se resume en las palabras ‘¡que sea por muchos
a˜
nos!’ o ‘¡a tu salud!’ ” (International Handbook on Alcohol
and Culture).20 Es cierto que muchos no consideran el brindis un
gesto religioso ni una superstici´
on. Sin embargo, la cos-
tumbre de alzar la copa pudiera verse como una s´
upli-
ca al “cielo”, o a una fuerza sobrenatural, para pedir al-
g´
un favor. Esta forma de solicitar una bendici´
on no est´a
de acuerdo con las Escrituras (Juan 14:6; 16:23).�
“AMADORES DE JEHOV´
A,ODIEN LO QUE ES MALO”
21 El mundo atraviesa una franca decadencia moral,
� V´ease La Atalaya del 15 de febrero de 2007, p
´ags. 30, 31.
19, 20. ¿Qu´e dice sobre el origen del brindis una obra especializada,
y por qu´e es inaceptable esta costumbre para el cristiano?
21. ¿Qu´e celebraciones evitar
´a el cristiano, tengan o no connotaciones
religiosas, y por qu´e?
200 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
avivada de forma directa o indirecta por Babilonia
la Grande. Algunos pa´ıses patrocinan fiestas anuales,
como los carnavales, que incorporan bailes lascivos o
incluso glorifican los estilos de vida homosexuales. ¿Se-
r´ıa apropiado que quienes aman a Jehov
´a vieran actos
de este tipo o asistieran a ellos? ¿Demostrar´ıan as
´ı que
odian de verdad el mal? (Salmo 1:1, 2; 97:10.) Sin duda,
es sabio que adoptemos la actitud del salmista que pi-
di´
o a Dios: “Haz que mis ojos pasen adelante para que
no vean lo que es in´
util” (Salmo 119:37).22 En los d
´ıas en que se celebre una fiesta inapropia-
da para el cristiano, debemos tener cuidado de no dar a
entender de alg´
un modo que la estamos apoyando. Bien
dijo Pablo: “Sea que est´en comiendo, o bebiendo, o ha-
ciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para
la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31; v´ease el recuadro
“Ayuda para tomar decisiones sabias”, en las p´aginas 205
a 207). Pero ¿qu´e puede decirse de las costumbres y
celebraciones que no conservan ning´
un significado reli-
gioso, no son de car´acter pol
´ıtico o patri
´otico y no vio-
lan los principios b´ıblicos? En tales casos, queda a
22. ¿En qu´e casos tendr
´a que decidir el cristiano si su conciencia le
permite participar o no en una celebraci´on?
Fiestas que desagradan a Dios 201
202 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Jehov´a es el “Dios feliz” (1 Timoteo 1:11). Y quiere
que sus siervos seamos felices, como se indica en lossiguientes vers
´ıculos:
“El que es bueno de coraz´
on tiene un banqueteconstantemente.” (Proverbios 15:15.)
“He llegado a saber que no hay nada mejor paraellos que regocijarse y hacer el bien durante la vida deuno; y tambi
´en que todo hombre coma y realmente
beba y vea el bien por todo su duro trabajo. Es el donde Dios.” (Eclesiast
´es 3:12, 13.)
“[El generoso recomienda] cosas generosas [...] y enpro de cosas generosas [...] se levantar
´a.” (Isa
´ıas 32:8.)
“Vengan a m´ı, todos los que se afanan y est
´an car-
gados, y yo los refrescar´e —dijo Jes
´us—. Porque mi
yugo es suave y mi carga es ligera.” (Mateo 11:28, 30.)
“Conocer´an la verdad, y la verdad los libertar
´a.”
(Juan 8:32.)
“[A la hora de dar,] que cada uno haga tal como loha resuelto en su coraz
´on, no de mala gana ni como
obligado, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corin-tios 9:7.)
“El fruto del esp´ıritu es: amor, gozo, paz, [...] benig-
nidad, bondad.” (G´alatas 5:22.)
“El fruto de la luz consiste en toda clase de bondady justicia y verdad.” (Efesios 5:9.)
NADA PRODUCE M´
AS GOZOQUE LA RELIGI
´ON VERDADERA
discreci´
on de cada cristiano si participar´a en ellas o no.
Por supuesto, har´a bien en tener presentes las opiniones
ajenas para no convertirse en piedra de tropiezo.
DEMOS GLORIA A DIOSCON NUESTRAS PALABRAS Y OBRAS
23 Hoy, muchos ven ciertas festividades populares
principalmente como oportunidades para juntarse con
la familia y los amigos. Por lo tanto, pudieran llevarse
la falsa impresi´
on de que los testigos de Jehov´a adopta-
mos una postura extremista y no amamos al pr´
ojimo.
En tal caso, podemos explicarles con tacto que nos gus-
ta mucho tener reuniones sanas con nuestros seres que-
ridos a lo largo de todo el a˜
no (Proverbios 11:25; Ecle-
siast´es 3:12, 13; 2 Corintios 9:7). Sin embargo, queremos
que comprendan que no nos traer´ıa ninguna felicidad
echar a perder esas reuniones con costumbres que ofen-
den a nuestro amado Dios y violan sus justas normas
(v´ease el recuadro “Nada produce m
´as gozo que la reli-
gi´
on verdadera”, en la p´agina 202).
24 Cuando les hacen preguntas sinceras, algunos Testi-
gos las contestan satisfactoriamente mostrando algunos
puntos del cap´ıtulo 16 del libro ¿Qu
´e ense
˜na realmente la
23, 24. ¿C´omo daremos un buen testimonio de las justas normas de
Jehov´a?
Fiestas que desagradan a Dios 203
Biblia?� Ahora bien, hay que recordar que nuestro obje-tivo no es ganar discusiones, sino ganar corazones. Poreso, nuestra forma de hablar siempre debe ser respetuo-sa, apacible, “con gracia” y “sazonada con sal” (Colosen-ses 4:6).
25 Los testigos de Jehova estamos bien informados. Sa-bemos por que aceptamos o rechazamos ciertas creen-cias y practicas (Hebreos 5:14). Pero tambien es necesa-rio que lo sepan nuestros hijos. Cuando nos esforzamospor que entiendan los principios bıblicos en que se basanuestra postura, fortalecemos su fe, los preparamospara contestar con la Biblia a quienes cuestionen suscreencias y los ayudamos a mantenerse en el amor deJehova (Isaıas 48:17, 18; 1 Pedro 3:15).
26 Por supuesto, para adorar a Dios “con espıritu ycon verdad” no solo hay que evitar las fiestas contrariasa los principios bıblicos. En el proximo capıtulo habla-remos del mandato de ser honestos en todos los cam-pos de la vida (Juan 4:23). Veremos que, aunque muchoslo consideren poco practico, obedecer a Dios es siemprelo mejor.� Editado por los testigos de Jehova.
25, 26. ¿Como podemos fortalecer la fe de nuestros hijos y ayudar-los a amar mas a Jehova?204 “Mantenganse en el amor de Dios”
Fiestas que desagradan a Dios 205
Hay situaciones que ponen a prueba tantonuestro amor a Jehov
´a como nuestro enten-
dimiento de los principios b´ıblicos. As
´ı ocurre
cuando una persona no creyente invita a su c´
on-yuge Testigo a acompa
˜narle a comer con su fa-
milia el d´ıa que se celebra una fiesta del mundo.
¿Qu´e hacen los cristianos en este caso? Algunos
aceptan con conciencia tranquila, y otros recha-zan la invitaci
´on. Si acceden a ir, dejan muy cla-
ro con su conducta que no est´an celebrando la
fiesta y que van´
unica y exclusivamente a comercon la familia.
Pero antes de decidir si va a ir o no, el c´
onyu-ge cristiano hace bien en explicar respetuosa-mente a su pareja que la situaci
´on podr
´ıa volver-
se inc´
omoda si, con motivo de la fiesta, losparientes realizan alg
´un acto en el que, como
testigo de Jehov´a, no desea participar. Tal vez,
el no creyente prefiera dejar la visita para otrod
´ıa (1 Pedro 3:15).
Ahora bien, ¿qu´e ocurre si una cristiana le da
esta explicaci´
on a su marido y aun as´ı
´el insiste
en que lo acompa˜
ne? Bueno, quiz´as ella entien-
da que el esposo es el cabeza y tiene la respon-sabilidad de alimentar a la familia (Colosenses3:18). Pudiera razonar que en este caso
´el est
´a
AYUDA PARA TOMAR DECISIONES SABIAS
206 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
cumpliendo con esa obligaci´
on en la casa de susparientes; hasta podr
´ıa aprovecharse la ocasi
´on
para dar un buen testimonio. Al fin y al cabo, lacomida no est
´a contaminada porque se sirva en
una fiesta del mundo (1 Corintios 8:8). La espo-sa tal vez la considere una comida m
´as. Desde
luego, no participar´a en los saludos, canciones,
brindis y dem´as pr
´acticas festivas.
Por otro lado, tiene que examinar qu´e efecto
tendr´a en otros el que ella est
´e presente en la co-
mida. ¿Es posible que alguien tropiece si se en-tera de que visit
´o a sus parientes no Testigos en
un d´ıa festivo? (1 Corintios 8:9; 10:23, 24.)
Adem´as, ¿la presionar
´an los familiares para
que transija? No hay que olvidar lo fuerte quees el deseo de no pasar verg
¨uenza. Por eso, con-
viene que medite bien el asunto antes de decidirnada. Debe tomar en consideraci
´on todos los
factores indicados y, claro est´a, los dictados de
su propia conciencia (Hechos 24:16).
¿Debo aceptar una bonificaci´on navide
˜na?
En la temporada navide˜
na, hay jefes que deci-den dar un regalo o bonificaci
´on. ¿Deber
´ıa re-
chazarlo el Testigo? No necesariamente. Tal vezel patrono ni siquiera crea que aceptarlo equi-valga a celebrar la fiesta. Quiz
´as lo d
´e como sim-
ple participaci´
on en los beneficios de la compa-˜n
´ıa, como se
˜nal de gratitud por los servicios
Fiestas que desagradan a Dios 207
prestados en el a˜
no o como aliciente para quelos empleados sigan esforz
´andose. Puede que
tenga el detalle con todos —jud´ıos, musulmanes
o de otra religi´
on—, sin importarle si celebranlas navidades o no. Por eso, el que el regalo serealice en esas festividades o lleve un nombrealusivo a ellas no exige autom
´aticamente que el
testigo de Jehov´a lo rechace.
De hecho, hay quienes hacen regalos por mo-tivo de una fiesta religiosa y no esperan quequienes los reciben compartan sus creencias.Por ejemplo, un compa
˜nero de trabajo o un pa-
riente quiz´as diga: “Yo s
´e que los Testigos no ce-
lebran esta fiesta, pero quiero que me acepteseste regalo”. Si el cristiano no tiene reparos deconciencia, puede recibirlo y dar las gracias sinhablar para nada de la festividad (Hechos 23:1).En todo caso, a veces es posible explicar con tac-to nuestra posici
´on m
´as adelante, cuando sea
menos probable que la persona se ofenda.
Pero ¿qu´e ocurre si el regalo se hace con la
clara intenci´
on de demostrar que el cristianono est
´a firme en sus convicciones, o que est
´a dis-
puesto a violar sus principios para conseguir be-neficios materiales? Obviamente, en ese caso esmejor rechazarlo. Sin lugar a dudas, queremosdarle a Jehov
´a devoci
´on exclusiva (Mateo 4:
8-10).
UN NI˜
NO sale de la tienda con su madre. De pronto, se
detiene con cara de susto. ¿Qu´e le ocurre? Sin darse
cuenta, se ha llevado un juguete. Pensaba pedirle a su
mam´a que lo comprara, pero se olvid
´o. Desconsolado,
se echa a llorar. La madre lo tranquiliza y regresa con´el
a la tienda. ¡Qu´e feliz y orgullosa se siente al verlo devol-
ver el juguete y disculparse!2 Ver que sus hijos aprenden a ser honrados es una gran
alegr´ıa para cualquier padre. Ym
´as a
´un para nuestro Pa-
dre celestial, porque´el es “el Dios de la verdad” (Salmo
31:5). A Jehov´a le complace observar que, como parte de
nuestro crecimiento espiritual, nos esforzamos por ser
personas´ıntegras. Dado que queremos hacerle feliz y
mantenernos en su amor, “deseamos —como dijo Pa-
blo— comportarnos honradamente en todas las cosas”
(Hebreos 13:18). Primero examinaremos cuatro facetas
1, 2. Explique con una comparaci´on por qu
´e le complace a Jehov
´a que
nos esforcemos por ser honrados.
CAP´ITULO 14
Honrados en todas las cosas
“Deseamos comportarnos honradamenteen todas las cosas.” (HEBREOS 13:18.)
208 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
en las que no siempre es f´acil actuar as
´ı y luego repasa-
remos los beneficios de hacerlo.
HONRADOS CON NOSOTROS MISMOS3 En primer lugar, tenemos que aprender a ser honra-
dos con nosotros mismos. Cegados por la imperfecci´
on,
es muy f´acil caer en el autoenga
˜no. As
´ı les sucedi
´o a los
cristianos de Laodicea. Jes´
us dijo que, aunque se hab´ıan
convencido de que eran ricos, cada uno de ellos se en-
contraba “pobre”, “ciego” y “desnudo” espiritualmente
(Revelaci´
on 3:17). El estado en que se hallaban no solo
era muy lamentable, sino muy peligroso, y m´as a
´un por-
que estaban cerrando los ojos a la realidad.4 De igual modo, Santiago advirti
´o: “Si a un hombre le
parece que es [un buen] adorador [...], y con todo no re-
frena su lengua, sino que sigue enga˜
nando su propio
coraz´
on, la forma de adoraci´
on de este hombre es vana”
(Santiago 1:26). Creer que Jehov´a acepta nuestro servi-
cio aunque usemos mal la lengua, tambi´en es enga
˜narse
a uno mismo. Ese tipo de adoraci´
on es in´
util. No logra
nada. ¿Qu´e podemos hacer para no caer en un error tan
lamentable?5 En los vers
´ıculos anteriores, Santiago habla de la ley
3-5. a) ¿C´omo nos advierte la Biblia sobre el peligro de enga
˜narnos a
nosotros mismos? b) ¿Qu´e nos ayudar
´a a evaluarnos objetivamente?
Honrados en todas las cosas 209
perfecta de Dios, revelada en la Biblia, y la compara con
un espejo donde nos anima a “mirarnos” para saber qu´e
retoques tenemos que hacer (Santiago 1:23-25). En efec-
to, las Escrituras son el medio que nos permite eva-
luarnos con honradez y descubrir d´
onde tenemos que
mejorar (Lamentaciones 3:40; Ageo 1:5). Adem´as, debe-
mos pedirle a Jehov´a que nos analice, nos permita notar
los defectos m´as graves y nos d
´e fuerzas para corregirlos
(Salmo 139:23, 24). Bien pudiera ser que, sin darnos cuen-
ta, estemos desarrollando una actitud deshonesta. Pero
no debemos olvidar c´
omo la considera nuestro Padre ce-
lestial. Seg´
un Proverbios 3:32, la persona con actitud si-
nuosa, o enga˜
nosa, es “detestable a Jehov´a, pero
´El tie-
ne intimidad con los rectos”. Sin duda, Dios nos ayudar´a
a vernos como´el nos ve y a querer hacer lo que
´el quie-
re. As´ı, podremos decir, como Pablo, que “deseamos com-
portarnos honradamente”. Claro, debemos esforzarnos
de todo coraz´
on por hacer realidad ese deseo, aunque
hoy por hoy sea imposible lograrlo a la perfecci´
on.
HONRADOS EN LA FAMILIA6 Adem
´as, la honradez debe distinguir a nuestra fami-
lia. Los c´
onyuges deben ser francos y sinceros el uno con
6. ¿Por qu´e deben los c
´onyuges ser sinceros el uno con el otro, y qu
´e
peligros deben evitar?
210 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
el otro. No deben caer en vicios tan destructivos como el
coqueteo, las relaciones clandestinas por Internet o la
pornograf´ıa de cualquier tipo. Lamentablemente, algu-
nos cristianos han obrado as´ı a espaldas de su pareja.
¡Qu´e poca honestidad! Nunca caigamos en pr
´acticas que
nos lleven a ser hip´
ocritas con nuestro c´
onyuge. M´as
bien, imitemos al rey David, quien dijo: “No me he sen-
tado con hombres de falsedad; ni entro con los que es-
conden lo que son” (Salmo 26:4).7 Los padres deben ense
˜nar a sus hijos el valor de la
honradez. Para ello, es conveniente que usen la Biblia.
Por un lado, las Escrituras contienen ejemplos de lo que
no debe hacerse. Tenemos el caso de Ac´an, que cometi
´o
un robo y trat´
o de ocultarlo; o la historia de Guehaz´ı,
que minti´
o para lucrarse, y, por supuesto, el relato de Ju-
das, quien no solo hurt´
o dinero, sino que recurri´
o al en-
ga˜
no m´as vil para hacer da
˜no a Jes
´us (Josu
´e 6:17-19; 7:
11-25; 2 Reyes 5:14-16, 20-27; Mateo 26:14, 15; Juan 12:6).8 Pero tambi
´en hay ejemplos positivos. Como el de
Jacob, que al enterarse de que sus hijos hab´ıan encontra-
do dinero en sus costales, les orden´
o devolverlo, creyen-
do que hab´ıa ido a parar all
´ı por equivocaci
´on. O el de
7, 8. ¿Con qu´e relatos b
´ıblicos podemos ense
˜nar a los hijos el valor
de la honradez?
Honrados en todas las cosas 211
212 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Satan´as difunde mentiras muy peligrosas sobre
los pecados graves. A´el le encantar
´ıa que los cristia-
nos las crey´eramos, pero a nosotros no nos va a en-
ga˜
nar. Conocemos muy bien sus “maquinaciones”(Efesios 6:11). Analicemos tres de tales mentiras.
“Puedes ocultarlo.” Eso no es cierto, pues Jehov´a
siempre ve lo que uno hace. “Todas las cosas es-t
´an desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de
aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (Hebreos4:13.) As
´ı que, si vamos a tener que responder ante
Jehov´a, y
´el ya lo sabe todo, ¿para qu
´e empeorar
a´
un m´as las cosas tratando de que no se enteren los
siervos que´el ha nombrado? (V
´ease tambi
´en 2 Sa-
muel 12:12.)“No puedes confiar en los ancianos. Mejor no digas
nada.” En cierta ocasi´
on, el malvado rey Acab de Is-rael se dirigi
´o a El
´ıas en estos t
´erminos: “Oh enemi-
go m´ıo” (1 Reyes 21:20). Pero lo cierto es que aquel
profeta de Jehov´a era quien podr
´ıa haberle ayudado
a recibir el perd´
on de Dios. Hoy, Jes´
us nos propor-ciona “d
´adivas en [forma de] hombres”: los ancianos
de la congregaci´
on (Efesios 4:8). Aunque son imper-fectos, “est
´an velando por las almas” nuestras, es
decir, por la salud y bienestar espiritual de todos(Hebreos 13:17). Jam
´as los veamos como enemigos,
sino como lo que son: el medio por el que Jehov´a
nos ayuda.
MENTIRAS DIAB´
OLICAS SOBRELOS PECADOS GRAVES
Jeft´e y su hija, la cual cumpli
´o el voto de su padre a pe-
sar del gran sacrificio implicado. O el del propio Jes´
us,
que al verse ante una multitud enfurecida, actu´
o con va-
lent´ıa y no escondi
´o su identidad, demostrando que lo
que m´as le interesaba era el cumplimiento de la profec
´ıa
b´ıblica y la seguridad de sus amigos (G
´enesis 43:12; Jue-
ces 11:30-40; Juan 18:3-11). Esta es tan solo una peque˜
na
muestra del gran caudal de relatos b´ıblicos que podemos
emplear para ense˜
nar a los hijos a amar y valorar la hon-
radez.
Honrados en todas las cosas 213
“Hay que encubrir a los amigos.” Si alguien peca y no-sotros lo encubrimos, lo cierto es que no le hacemosning
´un favor. ¿Por qu
´e? Porque los pecados graves
son indicios de enfermedad espiritual, y esconderloses como ocultarle s
´ıntomas importantes al m
´edico
(Santiago 5:14, 15). Puede que nuestro amigo tengamiedo a ser disciplinado, pero recordemos que ladisciplina es una expresi
´on del amor de Jehov
´a que
puede salvarle la vida (Proverbios 3:12; 4:13). Ade-m
´as, si el pecador persiste en su mala conducta,
puede poner en peligro a otros cristianos. Y de nin-g
´un modo queremos contribuir a que su mala acti-
tud se extienda en la congregaci´
on (Lev´ıtico 5:1;
1 Timoteo 5:22.) Por tanto, si sabemos que alguienha cometido una falta grave, lo mejor que podemoshacer es asegurarnos de que acuda a los ancianos.
9 Ahora bien, esta labor educadora no se limita a las
palabras. Es esencial predicar con el ejemplo. Por eso, el
ap´
ostol Pablo pregunt´
o: “T´
u, [...] el que ense˜
nas a otro,
¿no te ense˜
nas a ti mismo? T´
u, el que predicas: ‘No hur-
tes’, ¿hurtas?” (Romanos 2:21). Hay padres que, aunque
defienden la honradez de labios hacia afuera, de vez en
cuando act´
uan deshonestamente, quiz´a soltando verda-
des a medias o qued´andose con art
´ıculos que no les per-
tenecen. Luego se justifican diciendo: “No es m´as que
una mentira piadosa que a nadie hace da˜
no” o “Ellos ya
saben que la gente se lleva estas cosas”. Pero as´ı lo
´uni-
co que consiguen es confundir a sus hijos. El robo siem-
pre es robo, sin importar el valor del objeto sustra´ıdo; y
la mentira siempre es mentira, independientemente del
tema del que se trate o de que la falsedad tengapoca tras-
cendencia (Lucas 16:10).�Adem´as, los ni
˜nos huelen la hi-
pocres´ıa desde lejos, y suele afectarles mucho (Efesios
6:4). En cambio, si sus padres se esfuerzan por dejarles
un buen modelo a seguir, es muy probable que de adultos
� Si alguien tiene la costumbre de mentir descarada y maliciosa-mente —con clara intenci
´on de hacer da
˜no—, los ancianos de la
congregaci´
on pueden formar un comit´e judicial.
9. ¿Por qu´e es esencial dar a los hijos un buen ejemplo de honradez,
y qu´e debe evitarse?
214 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
contin´
uen glorificando a Jehov´a en este mundo corrup-
to (Proverbios 22:6).
HONRADOS DENTRO DE LA CONGREGACI´
ON10 Tambi
´en tenemos muchas oportunidades de ser ho-
nestos con nuestros hermanos en la fe. Ya vimos en el ca-
p´ıtulo 12 que al estar con ellos debemos tener m
´as cuida-
do, si cabe, con nuestras conversaciones, pues es f´acil caer
en el chisme, o peor a´
un, en la calumnia. Si repetimos his-
torias no confirmadas, podemos estar, sin pretenderlo, di-
fundiendo mentiras. Ciertamente, es mejor pensarlo dos
veces antes de hablar (Proverbios 10:19). Yeso es as´ı in-
cluso si estamos seguros de que lo que vamos a decir es
cierto. ¿Por qu´e? Porque pudiera ser una intromisi
´on o
una falta de bondad (1 Tesalonicenses 4:11). Nunca con-
fundamos la franqueza con la rudeza; siempre es posible
expresarse con tacto y amabilidad (Colosenses 4:6).11 Es especialmente importante ser honestos con los
pastores de la congregaci´
on. Si alguien ocultara peca-
dos graves —quiz´as recurriendo a mentiras cuando se
10. A fin de ser verdaderamente honestos, ¿qu´e cuidado debemos te-
ner en las conversaciones con nuestros hermanos?11, 12. a) ¿C
´omo empeoran la situaci
´on algunos cristianos cuando
cometen pecados graves? b) ¿Qu´e mentiras sobre los pecados graves di-
funde Satan´as, y c
´omo podemos luchar contra ellas? c) ¿Cu
´al es una
forma de ser honrados con la organizaci´on de Jehov
´a?
Honrados en todas las cosas 215
le pregunte al respecto—, lo´
unico que lograr´ıa ser
´ıa
empeorar la situaci´
on. Hasta podr´ıa empezar a llevar
una doble vida, un fraude absoluto, fingiendo servir a
Jehov´a y al mismo tiempo practicando el pecado (Salmo
12:2). Otro error ser´ıa contar a los ancianos solo parte
de la verdad, omitiendo detalles clave (Hechos 5:1-11).
En muchos casos, quienes se valen de esas tretas se han
dejado llevar por los enga˜
nos que difunde Satan´as (v
´ea-
se el recuadro “Mentiras diab´
olicas sobre los pecados
graves”, en las p´aginas 212 y 213).
12 Asimismo, tenemos que ser honrados con la organi-
zaci´
on de Jehov´a siempre que llenamos un cuestionario
o entregamos un informe. ¿C´
omo? Por ejemplo, anotan-
do cifras ver´ıdicas en el informe del servicio del campo
o aportando datos exactos sobre nuestra salud —u otros
detalles de nuestro historial— en las solicitudes para pri-
vilegios de servicio (Proverbios 6:16-19).13 Tambi
´en debemos ser honrados si mantenemos rela-
ciones comerciales o laborales con alg´
un hermano. Cla-
ro est´a, no nos ocupamos de dichos asuntos ni en el Sa-
l´
on del Reino ni en la predicaci´
on. Si damos empleo
a otro cristiano, seremos honrados entreg´andole pun-
13. ¿C´omo demostramos honradez cuando mantenemos relaciones co-
merciales o laborales con alg´un hermano?
216 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tualmente el sueldo acordado y pagando todos los bene-
ficios que estipule la ley (1 Timoteo 5:18; Santiago 5:1-4).
Ysi somos nosotros los que trabajamos para otro Testi-
go, cumpliremos fielmente con todas nuestras obligacio-
nes (2 Tesalonicenses 3:10). No esperaremos un trato
preferencial, como si los lazos espirituales nos dieran de-
recho a exigir m´as ventajas y m
´as tiempo libre que los
dem´as empleados (Efesios 6:5-8).
14 ¿Ysi se trata de un pr´estamo o una operaci
´on finan-
ciera, como una inversi´
on conjunta? La Biblia nos brin-
da un principio muy´
util: siempre es mejor ponerlo todo
por escrito. As´ı, cuando Jerem
´ıas adquiri
´o un terreno,
prepar´
o una escritura ante testigos y por duplicado, y
luego la puso a buen recaudo (Jerem´ıas 32:9-12; v
´ease
tambi´en G
´enesis 23:16-20). Registrar, atestiguar y firmar
debidamente las transacciones no es una muestra de
desconfianza, sino una sabia precauci´
on que evita ma-
lentendidos, desenga˜
nos y discordias. Si decidimos hacer
tratos con otro cristiano, recordemos que no vale nunca
la pena poner en peligro la paz y la unidad de la congre-
gaci´
on por cuesti´
on de negocios (1 Corintios 6:1-8).�
� En el ap´endice, p
´ags. 285-287, se explica c
´omo atender las dife-
rencias ocasionadas por alg´
un negocio.
14. ¿Qu´e sabia precauci
´on debemos tomar al hacer una transacci
´on
con otro cristiano, y por qu´e?
Honrados en todas las cosas 217
HONRADOS FUERA DE LA CONGREGACI´
ON15 Los cristianos tambi
´en debemos actuar de forma
intachable con quienes no comparten nuestra fe. Al igual
15. ¿Qu´e opina Jehov
´a sobre los fraudes que suelen cometerse en el
comercio, y qu´e postura adoptamos los cristianos?
218 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Preguntas para meditar
ˇ ¿Por qu´e es esencial que diga siempre la ver-
dad? (Proverbios 6:16, 17.)
ˇ ¿C´
omo demuestro que he “desechado la fal-sedad” cuando me someto a ex
´amenes acad
´emi-
cos o cuando lleno formularios, declaraciones deimpuestos u otros documentos oficiales? (Efe-sios 4:25; Isa
´ıas 28:15; Mateo 22:17-21; Romanos
13:1-7.)
ˇ ¿Revelan mis palabras y acciones que soy untrabajador honrado? (Proverbios 11:1; Efesios4:28; Colosenses 3:9, 10.)
ˇ Si quiero ser honrado, ¿por qu´e es necesario
que evite el amor al dinero? (Salmo 37:21; 1 Ti-moteo 6:9, 10.)
¿SOY REALMENTE HONRADO?
Principio: “Oh Jehov´a, ¿qui
´en ser
´a hu
´esped
en tu tienda? [...] El que est´a andando exento de falta
y practicando la justicia y hablando la verdaden su coraz
´on” (Salmo 15:1, 2).
que Pablo, “deseamos comportarnos honradamente entodas las cosas” (Hebreos 13:18). Para el Creador es muyimportante que siempre realicemos los tratos comercia-les como es debido, sin importar con quienes los haga-mos. Como muestra de este hecho, tan solo en el librode Proverbios se menciona varias veces el engano en elpeso (Proverbios 11:1; 16:11; 20:10, 23). Las balanzas ypesas se usaban en la antiguedad tanto para comprar yvender productos como para comprobar el peso del oroy la plata con que se pagaba. Muchos comerciantes esta-faban a la gente valiendose de dos juegos de pesas y ba-lanzas trucadas.� Pero Jehova detesta tales trampas.Si queremos mantenernos en su amor, no podemos re-currir a ningun tipo de fraude.
16 Los cristianos nos enfrentamos a menudo a la tenta-cion de ser deshonestos. Y no es de extranar, pues eneste mundo gobernado por Satanas abundan las per-sonas poco honradas. Con tal de salirse con la suya,exageran —o enganan descaradamente— al hablar de� Con un juego de pesas hacıan las compras y con otro las ven-
tas; ası siempre salıan ganando. Tambien usaban balanzas con unbrazo mas largo o mas pesado que el otro.16, 17. ¿Que enganos suelen cometerse en este mundo, y que resolu-cion adoptamos los cristianos verdaderos?Honrados en todas las cosas 219
su preparaci´
on y experiencia cuando solicitan empleo.
O mienten en los documentos de impuestos, seguros,
inmigraci´
on u otros semejantes. O hacen trampa en los
ex´amenes y trabajos acad
´emicos, tal vez descargando in-
formaci´
on de Internet y present´andola como si fuera
suya. Hasta sobornan a funcionarios corruptos. ¿Qu´e
m´as cabe esperar de un mundo lleno de individuos “sin
amor del bien”, “amadores de s´ı mismos” y “amadores
del dinero”? (2 Timoteo 3:1-5.)17 En ocasiones, tal vez nos cueste seguir firmes en
nuestra resoluci´
on de evitar cualquier enga˜
no. Pudiera
parecernos que en la sociedad actual solo triunfan y
prosperan los tramposos, mientras que algunos siervos
de Dios pasan estrecheces econ´
omicas por ser honestos
“en todas las cosas” (Salmo 73:1-8). Pero, no lo dude-
mos ni un segundo: esos sacrificios merecen la pena. ¿En
qu´e sentido? Veamos algunos beneficios de ser hombres
y mujeres de principios.
BENEFICIOS DE SER HONRADOS18 Pocas cosas hay tan valiosas como la fama de ser de-
cente y cumplidor (v´ease el recuadro “¿Soy realmente
honrado?”, en la p´agina 218). Yes algo que est
´a al alcan-
18. ¿Por qu´e es tan valiosa la fama de ser honrado?
220 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ce de todos. No depende de factores que quiz´as escapen
a nuestro control, como el talento, la riqueza, la aparien-
cia o la posici´
on social. Con todo, el buen nombre de que
disfrutamos es un tesoro poco com´
un (Miqueas 7:2).
As´ı, aunque haya quienes se burlen de que seamos hon-
rados, otros nos respetar´an y nos dar
´an su confianza. Tal
vez hasta salgamos ganando econ´
omicamente. ¿C´
omo
es posible? En muchos casos, los testigos de Jehov´a
conservan el empleo cuando se despide a trabajadores
deshonestos, o son elegidos para cargos que requieren
gente de probada fidelidad.19 Aunque los anteriores beneficios no est
´an garantiza-
dos, hay otros mucho m´as importantes que s
´ı lo est
´an.
El primero, la satisfacci´
on de tener, como dijo Pablo,
“una conciencia honrada”, o limpia (Hebreos 13:18). Yel
segundo, el gozo de saber que nos estamos manteniendo
en el amor de nuestro afectuoso Padre celestial, quien
valora la honradez de sus siervos (Salmo 15:1, 2; Prover-
bios 22:1). Sin duda, no hay una recompensa mejor. Ana-
licemos ahora un asunto relacionado: el punto de vista
de Jehov´a sobre el trabajo.
19. ¿C´omo se benefician nuestra conciencia y nuestra relaci
´on con
Jehov´a cuando somos honrados?
Honrados en todas las cosas 221
HOY, muchas personas consideran el trabajo como
una especie de maldici´
on, una aut´entica carga. Efec-
t´
uan d´ıa tras d
´ıa labores que no les entusiasman y,
para colmo, durante jornadas que les parecen intermi-
nables. Pero no tienen por qu´e resignarse a vivir con
esa actitud. Pueden hallar la motivaci´
on necesaria
para llevar a cabo sus tareas con inter´es y, lo que es
m´as, con verdadera satisfacci
´on.
2 La Biblia ofrece una imagen positiva del trabajo ar-
duo. Se˜
nala que tanto la actividad laboral como los
frutos que produce son una bendici´
on. As´ı, el sabio Sa-
lom´
on escribi´
o: “Que todo hombre coma y [...] beba y
vea el bien por todo su duro trabajo. Es el don de
Dios” (Eclesiast´es 3:13). Jehov
´a, que nos ama profun-
damente y quiere lo mejor para nosotros, desea que
1-3. a) ¿C´omo consideran muchas personas el trabajo? b) ¿Qu
´e ima-
gen del trabajo ofrece la Biblia, y qu´e cuestiones analizaremos en este
cap´ıtulo?
CAP´ITULO 15
C´omo ver “el bien
por todo su duro trabajo”
“Que todo hombre [...] vea el bienpor todo su duro trabajo.” (ECLESIAST
´ES 3:13.)
222 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
nos sintamos realizados en nuestro empleo y que dis-
frutemos de los beneficios que nos brinda. Si aprende-
mos a ver el trabajo como lo ve Dios, y nos guiamos
por sus principios, podremos mantenernos en su amor
(Eclesiast´es 2:24; 5:18).
3 En este cap´ıtulo analizaremos cuatro cuestiones:
¿C´
omo consigue el cristiano ver “el bien por todo su
duro trabajo”? ¿Qu´e empleos debe evitar? ¿C
´omo pue-
de equilibrar las actividades laborales y las espiritua-
les? ¿Ycu´al es la obra m
´as importante que ha de reali-
zar? Pero, antes de nada, hablemos de los dos mejores
trabajadores que existen: Jehov´a y Jesucristo.
EL TRABAJADOR SUPREMOY EL OBRERO MAESTRO
4 Jehov´a es el Trabajador Supremo. No en vano, G
´e-
nesis 1:1 dice: “En el principio Dios cre´
o los cielos y la
tierra”. M´as tarde, cuando concluy
´o sus obras en nues-
tro planeta, calific´
o de “muy bueno” todo lo que ha-
b´ıa hecho (G
´enesis 1:31). Dicho de otro modo, esta-
ba plenamente satisfecho con su labor. Sin duda, al
“Dios feliz” le causaba un gozo indescriptible ser tan
productivo (1 Timoteo 1:11).
4, 5. ¿Qu´e indicaciones da la Biblia de que Jehov
´a es muy indus-
trioso?
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 223
5 Jehov´a es sumamente industrioso; tanto, que nun-
ca est´a inactivo. Por eso, muchos siglos despu
´es de
que las creaciones terrestres quedaran terminadas,
Cristo dijo: “Mi Padre ha seguido trabajando hasta
ahora” (Juan 5:17). Pero ¿qu´e ha estado haciendo el
Padre? Desde los cielos, ha estado muy ocupado cui-
dando del hombre y gui´andolo. Adem
´as, ha producido
“una nueva creaci´
on”: los cristianos engendrados por
esp´ıritu, los cuales van a reinar con Jes
´us en el cielo
(2 Corintios 5:17). Nunca ha cesado de trabajar por el
cumplimiento de su prop´
osito para los seres huma-
nos, a saber, que quienes le aman vivan eternamente
en un nuevo mundo (Romanos 6:23). Ytiene que estar
muy contento con los resultados, pues ha logrado que
millones de personas escuchen el mensaje del Reino,
sean atra´ıdas a su lado y hagan los cambios necesarios
para mantenerse en su amor (Juan 6:44).6 Por largo tiempo, Jes
´us ha dado un magn
´ıfico
ejemplo de diligencia. Mucho antes de venir a la Tierra
fue el “obrero maestro” mediante el que Jehov´a cre
´o
todas las cosas “en los cielos y sobre la tierra” (Prover-
bios 8:22-31; Colosenses 1:15-17). Ydurante su vida hu-
6, 7. ¿Qu´e ejemplo de diligencia ha dado Jes
´us?
224 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
mana no dej´
o de ser un buen trabajador. Desde muy
peque˜
no aprendi´
o el oficio de la construcci´
on, y lleg´
o
a conoc´ersele como “el carpintero” (Marcos 6:3).� Re-
cordemos que en aquellos d´ıas no hab
´ıa ni almacenes
de materiales ni aserradoras ni herramientas el´ectri-
cas. Aquella profesi´
on era completamente artesanal y
exig´ıa mucha fuerza y destreza. ¿Nos imaginamos a Je-
s´
us yendo a buscar madera, tal vez talando´el mismo
los´arboles y arrastrando los troncos hasta donde los
necesitaba? ¿Y luego preparando y colocando las vigas
de las casas, instalando las puertas e incluso fabrican-
do muebles? Sin duda,´el conoc
´ıa por experiencia pro-
pia el placer que produce hacer las cosas bien.7 Jes
´us tambi
´en fue muy aplicado al llevar a cabo su
ministerio. Por tres a˜
nos y medio estuvo absorto en
esa misi´
on crucial. Quer´ıa llegar al mayor n
´umero de
personas, y por eso aprovechaba bien los d´ıas, levan-
t´andose muy temprano y afan
´andose hasta entrada la
noche (Lucas 21:37, 38; Juan 3:2). Viajaba “de ciudad
en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declaran-
do las buenas nuevas del reino de Dios” (Lucas 8:1).
� Seg´
un los entendidos, la palabra griega traducida “carpintero”era un “t
´ermino gen
´erico que designaba al obrero que sab
´ıa traba-
jar la madera, fuera para construir casas o para fabricar mueblesy otros objetos”.
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 225
Abarc´
o centenares de kil´
ometros, caminando por sen-
deros polvorientos, para llevar las buenas nuevas a la
gente.8 ¿Vio Jes
´us los frutos de su trabajo? Claro que s
´ı.
Sembr´
o tantas semillas de la verdad del Reino que dej´
o
campos enteros listos para la cosecha. La obra de Dios
lo fortalec´ıa y sosten
´ıa a tal grado que no le importa-
ba quedarse en ayunas por realizarla (Juan 4:31-38).
Al final de su ministerio en la Tierra, ¡qu´e contento
tuvo que sentirse al poder decir a su Padre: “Yo te he
glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que
me has dado que hiciera”! (Juan 17:4.)9 Sin duda, nadie nos ha dado un mejor ejemplo de
ver “el bien por todo su duro trabajo” que Jehov´a y Je-
s´
us. El amor que nos inspiran nos mueve a ser “imita-
dores de Dios” y a seguir los “pasos [de Cristo] con
sumo cuidado” (Efesios 5:1; 1 Pedro 2:21). Examine-
mos ahora c´
omo podemos gozar de los frutos de nues-
tro esfuerzo.
C´
OMO VER “EL BIENPOR TODO SU DURO TRABAJO”
10 Las actividades laborales tienen su debido lugar
8, 9. ¿En qu´e sentido vio Jes
´us “el bien por todo su duro trabajo”?
10, 11. ¿Qu´e nos ayudar
´a a afrontar el trabajo con actitud positiva?
226 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
en la vida del cristiano. Y, dentro de lo que cabe, que-
remos sentirnos contentos y satisfechos realiz´andolas.
Pero esto no es nada f´acil cuando no nos gusta lo que
hacemos. En tales circunstancias, ¿c´
omo puede uno
ver “el bien por [...] su duro trabajo”?11 Adoptando una actitud positiva. Quiz
´as no podamos
cambiar las circunstancias, pero siempre podremos
cambiar nuestra disposici´
on. Algo que nos ayudar´a a
hacerlo es meditar en c´
omo ve Dios las cosas. Por
ejemplo, si tenemos una familia que mantener, recor-
demos que, sin importar lo servil que parezca nuestra
labor, nos permite cubrir sus necesidades, lo que a los
ojos de Dios no es poco. En efecto, su Palabra dice que
quien no cuida de los suyos “es peor que una persona
que ha repudiado a Jehov´a” (1 Timoteo 5:8, nota).
Cuando comprendemos que el trabajo es un medio
para lograr un fin —cumplir con el deber que Dios
nos ha dado—, nos sentimos m´as realizados y motiva-
dos que muchos de nuestros colegas.12 Demostrando diligencia y honradez. Los cristianos
verdaderos tenemos que ser laboriosos y aprender a
hacer bien nuestras tareas. Ser eficientes nos reporta
12. ¿Por qu´e vale la pena ser diligente y honrado en el trabajo?
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 227
numerosas ventajas, entre ellas, el aprecio de muchos
patronos (Proverbios 12:24; 22:29). Adem´as, al ser
honrados y no robar materiales, tiempo ni dinero tam-
bi´en obtenemos beneficios (Efesios 4:28). Como vimos
en el cap´ıtulo anterior, a menudo nos ganamos la con-
fianza de los jefes. Y aun si estos no se dan cuenta de
que somos buenos trabajadores, tendremos la dicha de
vivir con la “conciencia honrada” y saber que agrada-
mos a nuestro amado Dios (Hebreos 13:18; Colosenses
3:22-24).13 Reconociendo que nuestra conducta puede traer glo-
ria a Dios. Cuando nuestro comportamiento es exce-
lente, los dem´as no pueden menos que notarlo. ¿Qu
´e
logramos con ello? “Adorn[ar] la ense˜
nanza de nuestro
Salvador, Dios.” (Tito 2:9, 10.) La buena conducta
realza el atractivo de la religi´
on verdadera y consigue
que la gente vea lo hermosa que es. ¡Qu´e bueno ser
´ıa
que un compa˜
nero de empresa llegara a interesarse en
la verdad por ese motivo! Y no olvidemos algo de mu-
cha mayor importancia: nada hay m´as gratificante que
saber que nuestra forma de actuar alegra a Jehov´a y le
da gloria (Proverbios 27:11; 1 Pedro 2:12).
13. ¿Qu´e logra la conducta excelente en el empleo?
228 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
DISCERNIMIENTO AL ELEGIR EMPLEO14 La Biblia no indica con lujo de detalles qu
´e es per-
misible y qu´e no lo es en el campo laboral. Pero eso
no significa que pueda aceptarse cualquier trabajo,
sin importar sus implicaciones. Las Escrituras nos
14-16. ¿Qu´e dos preguntas b
´asicas debemos plantearnos al elegir em-
pleo?
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 229
Preguntas para meditar
ˇ ¿Exige que haga cosas que la Palabra de Dioscondena? (
´Exodo 20:13-15.)
ˇ ¿Me convertir´ıa en c
´omplice de una pr
´actica
reprobable? (Revelaci´
on 18:4.)ˇ ¿Es sencillamente un servicio humanitariopara el que no hay objeci
´on b
´ıblica? (Hechos 14:
16, 17.)ˇ ¿Qu
´e efectos tendr
´ıa el que lo aceptara? ¿Per-
turbar´ıa la conciencia de alguien? (Romanos 14:
19-22.)ˇ ¿Tendr
´ıa que irme a vivir solo al extranjero,
sin mi c´
onyuge ni mis hijos? ¿Qu´e consecuencias
tendr´ıa esto en la estabilidad emocional y espiri-
tual de ellos? (Efesios 5:28–6:4.)
¿DEBER´IA ACEPTAR ESTE EMPLEO?
Principio: “Hagan todas las cosaspara la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
ayudan a seleccionar ocupaciones que sean honestas y´
utiles y que, sobre todo, no ofendan a Dios (Proverbios
2:6). ¿C´
omo podemos determinar si un empleo en par-
ticular le desagrada? Plante´andonos dos preguntas b
´a-
sicas.15 ¿Se trata de una actividad condenada en la Biblia?
La Palabra de Dios desaprueba categ´
oricamente el
robo, la mentira y la fabricaci´
on de´ıdolos (
´Exodo 20:4;
Hechos 15:29; Efesios 4:28; Revelaci´
on 21:8). Por esta
raz´
on, rechazamos cualquier puesto que nos pida que
hagamos cosas como esas. El amor a Jehov´a nos impi-
de aceptar empleos que exijan violar sus mandamien-
tos (1 Juan 5:3).16 ¿Me convertir
´ıa incuestionablemente en c
´omplice o
promotor de malas pr´
acticas? Pensemos en una oferta
para ser recepcionista. Este oficio no tiene en s´ı mis-
mo nada de malo. Pero ¿y si fu´eramos a atender la
recepci´
on de una cl´ınica especializada en abortos?
Es cierto que no participar´ıamos de forma directa en
la interrupci´
on de los embarazos. Sin embargo, al tra-
bajar regularmente all´ı, ¿no estar
´ıamos respaldando
a una instituci´
on dedicada a pr´acticas antib
´ıblicas?
(´
Exodo 21:22-24.) Por amor a Jehov´a, no queremos
230 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
v´ınculos estrechos con nada que se condene en las Es-
crituras.17 Para tomar buenas decisiones en materia laboral,
bastar´a en muchos casos con analizar a fondo las dos
preguntas de los p´arrafos 15 y 16. Pero hay otros fac-
tores que conviene evaluar detenidamente.� No pode-
mos esperar que el esclavo fiel y discreto fije reglas
para toda situaci´
on posible. Es aqu´ı donde entra en
juego el discernimiento personal. Ya vimos en el cap´ı-
tulo 2 que debemos educar la conciencia estudiando la
Palabra de Dios y analizando c´
omo aplicarla a la vida
diaria. As´ı, “mediante el uso”, tendremos nuestras “fa-
cultades perceptivas entrenadas”, y la conciencia nos
ayudar´a a tomar decisiones que agraden a Dios y nos
mantengan en su amor (Hebreos 5:14).
NO PERDAMOS EL EQUILIBRIO18 En estos “
´ultimos d
´ıas [...] cr
´ıticos” y “dif
´ıciles de
� Los factores que deben considerarse en materia laboral se ana-lizan con m
´as detalle en La Atalaya del 15 de abril de 1999,
p´ags. 28-30, y del 15 de noviembre de 1982, p
´ag. 26.
17. a) ¿Qu´e factores conviene evaluar para tomar buenas decisiones
en materia laboral? (V´ease el recuadro de la p
´ag. 229.) b) ¿C
´omo lo-
graremos que la conciencia nos ayude a tomar decisiones que agradena Dios?
18. ¿Por qu´e no es f
´acil conservar el equilibrio espiritual?
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 231
manejar” no es f´acil guardar el equilibrio cristiano
(2 Timoteo 3:1). Sabemos que es un reto encontrar tra-
bajo y mantenerlo. Y reconocemos nuestro deber de
atender las necesidades de nuestra familia. Pero, si nos
descuidamos, podemos ceder a las presiones laborales
o contagiarnos del materialismo del mundo, lo que es-
torbar´ıa nuestro progreso espiritual (1 Timoteo 6:
9, 10). Veamos qu´e nos ayudar
´a a conservar el equili-
brio y asegurarnos de “las cosas m´as importantes” (Fi-
lipenses 1:10).19 Confiemos en Jehov
´a de todo coraz
´on (Proverbios 3:
5, 6). ¿Verdad que´el merece nuestra confianza absolu-
ta? Claro que s´ı, pues
´el nos quiere y nos cuida (1 Pe-
dro 5:7). Sabe mejor que nosotros mismos lo que nos
hace falta, y su mano nunca se queda corta (Salmo
37:25). Por eso, conviene no olvidar la siguiente exhor-
taci´
on de la Biblia: “Que su modo de vivir est´e exento
del amor al dinero, y est´en contentos con las cosas pre-
sentes. Porque [Dios] ha dicho: ‘De ning´
un modo te de-
jar´e y de ning
´un modo te desamparar
´e’ ” (Hebreos
13:5). Muchos hermanos que est´an en el servicio de
19. ¿Por qu´e merece Jehov
´a nuestra confianza absoluta, y qu
´e tram-
pa evitaremos si estamos seguros de su cuidado?
232 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 233
“Era muy buena alumna, y por eso consegu´ı
una beca que cubr´ıa todos los gastos para ir a
un prestigioso colegio privado de la ciudad deNueva York. M
´as tarde, los consejeros escolares
insistieron en que solicitara el ingreso en variasuniversidades estadounidenses de renombre. Al-gunas me aceptaron, y una de ellas incluso meconcedi
´o una beca. Sin embargo, rechac
´e la
oferta por dos razones: ve´ıa que si me iba a vivir
lejos de casa en un campus me expondr´ıa a mu-
chos peligros de tipo moral y, adem´as, ten
´ıa mu-
chas ganas de ser precursora.”Llevo ya m
´as de veinte a
˜nos sirviendo como
precursora regular. Estoy muy ocupada en di-versas facetas del ministerio: servir donde haym
´as necesidad, ayudar en la construcci
´on de
Salones del Reino y trabajar en las labores desocorro cuando ocurren cat
´astrofes. Ahora ten-
go el gusto de colaborar con un grupo de lenguaextranjera de la ciudad de Nueva York.
”Al reflexionar sobre mi trayectoria en elservicio de tiempo completo, comprendo que hasido una bendici
´on que decidiera emprenderlo.
Esa decisi´
on ha llenado mi vida de satisfaccio-nes. No cambiar
´ıa por nada del mundo todas las
vivencias y amistades que he tenido.” (Zenaida.)
“ESA DECISI´
ON HA LLENADO MI VIDADE SATISFACCIONES”
tiempo completo dan fe de que Dios siempre suple las
necesidades de la vida. Si estamos seguros de que Jeho-
v´a cuidar
´a de nosotros, no nos inquietaremos indebi-
damente por el sost´en de nuestra familia (Mateo 6:
25-32). Jam´as dejaremos que el empleo nos lleve a
descuidar la predicaci´
on, las reuniones y otras activi-
dades espirituales (Mateo 24:14; Hebreos 10:24, 25).20 Mantengamos el ojo sencillo (Mateo 6:22, 23).
En otras palabras, no nos compliquemos la vida. El ojo
del cristiano debe centrarse en un solo objetivo: hacer
la voluntad de Dios. Si nuestra visi´
on espiritual est´a
bien enfocada, no nos obsesionaremos con conseguir
grandes sueldos ni una vida de lujos. Tampoco nos en-
redaremos en la b´
usqueda incesante de las´
ultimas no-
vedades que la publicidad presenta como indispensa-
bles para la felicidad. ¿Qu´e nos ayudar
´a a mantener el
ojo sencillo? No cargarnos de deudas innecesarias.
No rodearnos de posesiones que demandan much´ısi-
mo tiempo y atenci´
on. Contentarnos, como dice la Bi-
blia, con tener “sustento y con qu´e cubrirnos” (1 Timo-
teo 6:8). En definitiva, simplificarnos la vida lo m´as
posible.
20. ¿Qu´e significa tener el ojo sencillo, y c
´omo se logra mantener esa
actitud?
234 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
21 Antepongamos siempre lo espiritual. Dado que el
tiempo es un bien escaso, debemos fijarnos priorida-
des. Si no, nuestras valiosas horas se ir´an en asuntos
de menor relevancia y descuidaremos lo principal.
¿Y qu´e debe ser lo principal? Aunque mucha gente
concede una enorme importancia a cursar estudios su-
periores y conseguir un puesto bien retribuido, Jes´
us
anim´
o a sus disc´ıpulos a buscar “primero el Reino”
(Mateo 6:33). Los cristianos verdaderos anteponemos
el Reino de Dios a todo lo dem´as. Con nuestra forma
de vivir —nuestras decisiones, metas y actividades—
demostramos que para nosotros tienen m´as peso el
Reino y la voluntad de Dios que los bienes materiales
y las dem´as cosas que ofrece el mundo.
CELO EN EL MINISTERIO22 Los siervos de Dios saben que viven muy adentra-
dos en el tiempo del fin. Por eso, se centran en la labor
principal del cristiano: la comisi´
on de anunciar el
21. ¿Por qu´e tenemos que fijarnos prioridades, y qu
´e debemos ante-
poner en la vida?
22, 23. a) ¿Cu´al es la labor principal que realizamos, y c
´omo demos-
tramos que le concedemos la debida importancia? (V´ease el recuadro
de la p´ag. 233.) b) ¿Cu
´al debe ser nuestra firme decisi
´on en materia
laboral?
C´
omo ver “el bien por todo su duro trabajo” 235
Reino y hacer disc´ıpulos (Mateo 24:14; 28:19, 20).
Como su Modelo, Jesucristo, est´an muy ocupados en
la obra salvadora. ¿De qu´e maneras le dan prioridad?
La mayor´ıa participan fervorosamente en el ministe-
rio como publicadores. Otros se organizan para ser
precursores y misioneros. Y muchos padres animan a
sus hijos a emprender el servicio de tiempo completo,
conscientes de que es necesario inculcarles metas es-
pirituales. Dado que todos los cristianos verdaderos
predican con celo, ¿puede decirse que ven “el bien
por [...] su duro trabajo”? Sin duda. Nada reporta tan-
tas alegr´ıas, satisfacciones y bendiciones como servir
a Jehov´a con toda el alma (Proverbios 10:22).
23 Para mantener a la familia, muchos nos vemos
obligados a cumplir con largas jornadas laborales.
Aun as´ı, podemos ver “el bien por todo nuestro duro
trabajo”, tal y como desea Jehov´a. Si nos regimos por
sus criterios y principios, lograremos sentirnos con-
tentos con nuestro empleo. Por otro lado, no debemos
permitir que nada nos distraiga de la obra principal: la
proclamaci´
on de las buenas nuevas del Reino. De este
modo daremos prueba de que amamos a Jehov´a y
anhelamos permanecer en su amor.
236 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
¿LLEVA muchos a˜
nos sirviendo a Jehov´a? Entonces, se-
guramente ha asistido a muchos discursos de bautismo.
Pero sin importar en cu´antos haya estado, es dif
´ıcil
no sentirse conmovido al fijarse en las primeras filas
del local de asambleas y ver a los candidatos al bautis-
mo levantarse para hacer su declaraci´
on p´
ublica. Cuan-
do dan ese paso, la emoci´
on suele generar un atronador
aplauso, e incluso l´agrimas de felicidad. ¡Qu
´e alegr
´ıa ver
a otro hermoso grupo de personas poni´endose de par-
te de Jehov´a!
2 Por lo general, nosotros presenciamos este acto unas
pocas veces al a˜
no. Sin embargo, hay quienes tienen el
privilegio de contemplarlo con mucha m´as frecuencia:
los´angeles. ¿Nos imaginamos cu
´anto “gozo [sienten] en
el cielo” al ver entrar cada semana a miles de nuevos fie-
les de todo el planeta? (Lucas 15:7, 10.) Sin duda, les
1, 2. ¿Qui´enes sienten gozo al presenciar bautismos?
CAP´ITULO 16
Luchemos contra el Diabloy sus maquinaciones
“Op´onganse al Diablo, y
´el huir
´a.”
(SANTIAGO 4:7.)
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 237
emociona que crezca tanto la parte visible de la organi-
zaci´
on de Jehov´a (Ageo 2:7).
EL DIABLO “ANDA [...] COMO LE´
ON RUGIENTE”3 Pero no todas las criaturas invisibles se alegran de
que miles de personas den la espalda a este sucio mun-
do y se bauticen. Los demonios se mueren de rabia. Yno
es de extra˜
nar, pues el propio Satan´as lleg
´o a afirmar
que los seres humanos no serv´ıan a Jehov
´a por amor
verdadero y que eran incapaces de mantenerse fieles
ante las pruebas dif´ıciles (Job 2:4, 5). Por eso, cuando
alguien decide dedicar su vida a Jehov´a, demuestra que
Satan´as es un mentiroso y, por decirlo as
´ı, le da una bo-
fetada en su misma cara. Y como el Diablo est´a reci-
biendo miles de bofetadas, semana tras semana, es l´
ogi-
co que ronde furioso, “como le´
on rugiente, procurando
devorar [espiritualmente] a alguien” (1 Pedro 5:8). Para
ello, hace lo imposible por lograr que nuestra relaci´
on
con Dios se deteriore o incluso se rompa por completo
(Salmo 7:1, 2; 2 Timoteo 3:12).4 Por fiero que sea el gran “le
´on rugiente”, no hay ra-
z´
on para tenerle pavor. ¿Por qu´e? Porque Jehov
´a le ha
3. ¿Por qu´e anda Satan
´as “como le
´on rugiente”, y qu
´e pretende lo-
grar?4, 5. a) ¿Qu
´e dos l
´ımites ha impuesto Jehov
´a a Satan
´as? b) ¿Qu
´e ga-
rantiza la Palabra de Dios a los cristianos?
238 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
impuesto dos l´ımites fundamentales. ¿Cu
´ales? En pri-
mer lugar, jam´as podr
´a acabar con el pueblo de Dios
en conjunto. Yesto lo debe de saber hasta el mismo Sa-
tan´as, pues Jehov
´a predijo que “una gran muchedum-
bre” de cristianos verdaderos sobrevivir´a a la “gran
tribulaci´
on”, y lo que´el anuncia, siempre se cumple
(Revelaci´
on 7:9, 14).5 En segundo lugar, Satan
´as no podr
´a devorar a nadie
que se mantenga cerca de Jehov´a. Esto se deduce de una
verdad fundamental que expres´
o el fiel profeta Azar´ıas
cuando le dijo al rey As´a: “Jehov
´a est
´a con ustedes mien-
tras ustedes [est´en] con
´el” (2 Cr
´onicas 15:2; 1 Corintios
10:13). Hay numerosos ejemplos b´ıblicos de personas
que no sucumbieron a los ataques de Satan´as (Hebreos
11:4-40). Si, como ellas, nos mantenemos cerca de Dios,
no solo lograremos hacer frente a este feroz enemigo,
sino derrotarlo. As´ı nos lo garantiza la Biblia: “Op
´on-
ganse al Diablo, y´el huir
´a de ustedes” (Santiago 4:7).
“TENEMOS UNA LUCHA [...] CONTRALAS FUERZAS ESPIRITUALES INICUAS”
6 Como vemos, el Diablo nunca ganar´a la guerra con-
tra el pueblo de Dios. Pero s´ı puede causar v
´ıctimas
entre quienes bajan la guardia. ¿C´
omo? Debilitando su
6. ¿C´omo intenta Satan
´as derrotar a cada cristiano?
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 239
relacion personal con Jehova a fin de devorarlos. Coneste fin, lanza ataques intensos, combate a nivel perso-nal y se vale de tretas astutas. Analicemos estas tres tac-ticas.
7 Ataques intensos.El apostol Juan senalo que “el mun-do entero yace en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19). Es-tas palabras encierran una advertencia para los cristia-nos verdaderos. Dado que Satanas ya tiene devoradoal mundo —la humanidad alejada de Dios—, se con-centra en arremeter, cada vez con mas fiereza, con-tra el pueblo de Jehova, que siempre ha escapado desus garras (Miqueas 4:1; Juan 15:19; Revelacion 12:12, 17). Ycomo le queda poco tiempo, esta mas furiosoque nunca, y por eso redobla sus esfuerzos. Hoy nosenfrentamos a su ataque final, el mas brutal y destruc-tivo.
8 Combate a nivel personal. Pablo escribio a los cristia-nos: “Tenemos una lucha [...] contra las fuerzas espiri-tuales inicuas en los lugares celestiales” (Efesios 6:12).¿Que idea querıa transmitir con el termino “lucha”?7. ¿Por que ataca Satanas al pueblo de Dios con mas fiereza quenunca?8. ¿Que nos ensena el termino griego que empleo Pablo para nuestra“lucha” contra los espıritus malignos?240 “Mantenganse en el amor de Dios”
La palabra griega que utiliz´
o se refiere a un combate en
las distancias cortas, una pelea cuerpo a cuerpo. De este
modo, Pablo destac´
o que cada uno de nosotros tiene su
propia guerra contra los demonios. Da igual que viva-
mos en un pa´ıs donde la gente crea en esp
´ıritus malig-
nos o no. No debemos olvidar que el d´ıa que dedicamos
la vida a Jehov´a fue como si salt
´aramos a la lona para
combatir. De modo que, al menos desde que nos bau-
tizamos, nos encontramos peleando a brazo partido.
No es de extra˜
nar que Pablo viera la necesidad de exhor-
tar tres veces a los cristianos de´
Efeso a mantenerse fir-
mes (Efesios 6:11, 13, 14).9 Tretas astutas. Pablo anima a los cristianos a no de-
jarse vencer por las “maquinaciones” de Satan´as (Efe-
sios 6:11). ¿Por qu´e habla de “maquinaciones”, en plu-
ral? Porque el Diablo y sus demonios no emplean un
solo m´etodo para intentar enga
˜narnos, sino que echan
mano de diversas artima˜
nas. Y tienen buenas razones
para hacerlo. Han visto que algunos cristianos logran
superar una determinada prueba y luego sucumben ante
otra de distinto tipo. Por eso, se dedican a observar de
9. a) ¿Por qu´e raz
´on emplean Satan
´as y sus demonios diferentes
“maquinaciones”? b) ¿Por qu´e intenta el Diablo corrompernos la men-
te, y c´omo podemos oponer resistencia? (V
´ease el recuadro de las
p´ags. 249-251.) c) ¿Qu
´e trampa vamos a analizar?
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 241
cerca lo que hacemos. Quieren descubrir qu´e puntos
d´ebiles de nuestra espiritualidad pueden aprovechar.
Afortunadamente, no estamos desprevenidos, pues la
Biblia nos mantiene al tanto de muchas de sus estrate-
gias (2 Corintios 2:11). En este libro ya hemos examina-
do trampas como el materialismo, las malas compa˜
n´ıas
y la inmoralidad sexual. Hablemos ahora de otra: el es-
piritismo.
EL ESPIRITISMO ES UNA TRAICI´
ON10 El espiritismo, u ocultismo, engloba la adivinaci
´on,
la brujer´ıa, los maleficios, la comunicaci
´on con los
muertos y otras artes m´agicas. Quien lo practica cae en
el demonismo, pues entra en contacto directo con los
esp´ıritus malignos. Como bien sabemos, Jehov
´a consi-
dera que todo esto es “algo detestable” (Deuteronomio
18:10-12; Revelaci´
on 21:8). Dado que nuestro Padre ce-
lestial pide a los cristianos que “aborrezcan lo que es
inicuo”, jam´as se nos ocurrir
´ıa traicionarlo vilmente te-
niendo trato con los demonios (Romanos 12:9). Solo
pensarlo nos repugna.11 Ciertamente, el espiritismo constituye una grav
´ısi-
10. a) ¿Qu´e abarca el espiritismo? b) ¿Qu
´e opina Jehov
´a sobre el es-
piritismo, y c´omo lo ve usted?
11. ¿Qu´e gran triunfo se apuntar
´ıa Satan
´as si lograra enredarnos en
el espiritismo? Il´ustrelo con una comparaci
´on.
242 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
ma traici´
on contra Jehov´a. Y por eso mismo, el Diablo
procura a toda costa enredarnos en ese pecado. Cada
vez que lo consigue, se apunta un gran triunfo. ¿En qu´e
sentido? Para ilustrarlo, pensemos en un soldado. Si se
dejara convencer por el enemigo y cambiara de bando,
su nuevo comandante se frotar´ıa las manos satisfecho;
quiz´as hasta pensar
´ıa en humillar al comandante del
ej´ercito rival exhibiendo al traidor como un trofeo.
Del mismo modo, si alg´
un cristiano decidiera practicar
el espiritismo, se convertir´ıa a sabiendas en un desertor,
y se pondr´ıa directamente bajo las
´ordenes de Satan
´as.
¡Qu´e contento estar
´ıa el Diablo de poder mostrar ese
trofeo de guerra! ¿Querr´ıamos darle ese gusto? Jam
´as,
pues no somos unos traidores.
SATAN´
AS SIEMBRA LA DUDACUESTIONANDO LA VERDAD
12 Dif´ıcilmente caeremos en el espiritismo si lo consi-
deramos detestable. Satan´as lo sabe, y por eso quiere
hacernos cambiar de opini´
on. ¿C´
omo? Confundi´endo-
nos para que lleguemos a creer “que lo bueno es malo
y lo malo es bueno” (Isa´ıas 5:20). Muchas veces trata de
lograrlo empleando un m´etodo de eficacia probada:
sembrar la duda cuestionando la verdad.
12. ¿Con qu´e m
´etodo intenta Satan
´as cambiar nuestra opini
´on sobre
el espiritismo?
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 243
13 Veamos varios ejemplos de esta tactica diabolica.En el paraıso, Satanas le pregunto a Eva: “¿Es realmen-te el caso que Dios ha dicho que ustedes no deben co-mer de todo arbol del jardın?”. Mucho despues, se pre-sento en una reunion de los angeles en el cielo y dejocaer esta pregunta acerca del fiel Job: “¿Ha temido [...]a Dios por nada?”. Ysiglosmas tarde, cuandoCristo ape-nas comenzaba su ministerio terrestre, le lanzo el si-guiente desafıo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedrasque se conviertan en panes”. Para colmo de desfacha-tez, al hacerle este reto estaba aludiendo en son de bur-la a las palabras que habıapronunciado Jehova unas seissemanas antes: “Este es mi Hijo, el amado, a quien heaprobado” (Genesis 3:1; Job 1:9; Mateo 3:17; 4:3).
14 Hoy, al igual que ayer, el Diablo sigue recurrien-do a la misma tactica. La utiliza, por ejemplo, parasembrar dudas acerca del espiritismo. Y, por desgra-cia, logra que algunos cristianos se cuestionen si todassus modalidades son de verdad tan malas como sedice (2 Corintios 11:3). Ahora bien, ¿como podemos13. De ejemplos de como siembra la duda Satanas cuestionando la ver-dad.14. a) ¿Como ha logrado el Diablo sembrar dudas sobre el espiritis-mo? b) ¿Que vamos a analizar a continuacion?244 “Mantenganse en el amor de Dios”
razonar con ellos para ayudarles a corregir su actitud?
¿Y qu´e nos permitir
´a protegernos de esta trampa? Para
contestar estas preguntas, analicemos dos campos de la
vida en los que Satan´as ha ido infiltrando elementos es-
piritistas: las diversiones y el cuidado de la salud.
APELA A NUESTROS DESEOS Y NECESIDADES15 Cada d
´ıa se toman m
´as a la ligera el espiritismo, la
brujer´ıa y otras clases de ocultismo, particularmente en
el mundo occidental. Un creciente n´
umero de pel´ıculas,
libros, programas y videojuegos presentan las pr´acticas
demon´ıacas como si fueran divertidas, inofensivas e in-
cluso sofisticadas. De hecho, hay libros y pel´ıculas con
argumentos que giran en torno a las ciencias ocultas que
son muy famosos; tanto, que hasta cuentan con asocia-
ciones de admiradores. Sin duda, los demonios han
logrado que el p´
ublico considere que el espiritismo
no plantea grandes peligros. ¿Ha influido esta actitud
en algunos cristianos? S´ı. ¿En qu
´e sentido? Por poner
un ejemplo t´ıpico, un cristiano que vio cierta pel
´ıcula
llena de elementos ocultistas dijo: “S´ı, vi la pel
´ıcula,
pero eso no es practicar espiritismo”. ¿Por qu´e es tan pe-
ligroso este razonamiento?
15. a) ¿C´omo suele verse el espiritismo en el mundo occidental?
b) ¿De qu´e manera ha influido en algunos cristianos la actitud del mun-
do ante el ocultismo?
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 245
16 Es cierto que ver espiritismo no es lo mismo que
practicarlo directamente; pero eso no significa que
no encierre ning´
un peligro. ¿Por qu´e? Para empezar,
hay que se˜
nalar un detalle que se deduce de la Biblia:
Satan´as y sus demonios no pueden leernos la men-
te.� Sin embargo, como quieren saber qu´e pensamos
y cu´ales son nuestras debilidades espirituales, vigilan
—como vimos antes— todo lo que hacemos, lo que in-
cluye nuestra forma de divertirnos. Por tanto, si alguien
demostrara por su conducta que le gustan las pel´ıculas
y libros sobre m´ediums, hechiceros, endemoniados, y
as´ı por el estilo, estar
´ıa mandando un mensaje a los de-
monios. En realidad, les estar´ıa revelando su punto d
´e-
bil. Y ellos lo aprovechar´ıan para intensificar su lucha
“cuerpo a cuerpo” contra´el y conseguir que termine
derrotado sobre la lona. De hecho, las diversiones ocul-
tistas han llevado a algunos a interesarse tanto en el es-
piritismo que han terminado practic´andolo (G
´alatas
6:7).
� Ninguna de las designaciones que recibe Satan´as —las cuales
lo presentan como Opositor, Calumniador, Enga˜
nador, Tentadory Mentiroso— da a entender que pueda leernos la mente o elcoraz
´on. En cambio, a Jehov
´a se le llama “el examinador de los
corazones”, y a Jes´
us, “el que escudri˜
na los ri˜
nones y corazones”(Proverbios 17:3; Revelaci
´on 2:23).
16. ¿Por qu´e es peligroso elegir diversiones que giren en torno al es-
piritismo?
246 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
17 Satanas no solo intenta aprovecharse de nuestrosdeseos de divertirnos, sino tambien de nuestras necesi-dades en materia de salud. Por ejemplo, un cristiano en-fermo quizas se descorazone viendo que ningun trata-miento lo ayuda a mejorar (Marcos 5:25, 26). ¿Comopodrıan valerse de su desanimo Satanas y sus demo-nios? Los demonios pudieran tentar al enfermo a dejar-se llevar por la desesperacion, pasar por alto la adver-tencia bıblica y aceptar tratamientos o tecnicas queusan algun “poder magico”, o espiritista (Isaıas 1:13).Caer en esa trampa serıa sin duda muy perjudicial parasu relacion con Dios. ¿En que sentido?
18 A los israelitas que habıan usado “poder magico”,Jehova les dijo: “Cuando ustedes extienden las palmasde las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque ha-gan muchas oraciones, no escucho” (Isaıas 1:15). Es ob-vio que nosotros no deseamos caer en ese mismo error.No queremos hacer nada que lleve a Jehova a cerrar susoıdos a nuestras suplicas y retirarnos su apoyo, y me-nos aun estando enfermos (Salmo 41:3). Por lo tanto,17. ¿Como podrıa valerse Satanas astutamente del desanimo de un en-fermo?18. ¿Que tecnicas y tratamientos rechazamos los cristianos, y porque?Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 247
¿como actuaremos si encontramos indicios de que undeterminado tratamiento o metodo de diagnostico tie-ne elementos espiritistas? Lo rechazaremos de plano(Mateo 6:13).� Ası no nos arriesgaremos a perder el fa-vor de Jehova (vease el recuadro “¿Sera espiritismo?”,en la pagina 252).
¿CONVIENE ANDAR CONTANDOHISTORIAS SOBRE DEMONIOS?
19 Mientras que en casi todo el mundo occidental sue-le restarsele importancia a la peligrosidad de Satanas,en otras partes de la Tierra ocurre lo contrario. Muchaspersonas han caıdo en la trampa de creer que esmas po-deroso de lo que realmente es. De hecho, viven, comen,trabajan y duermen con miedo a los demonios. Al mis-mo tiempo, les fascina escuchar y contar un relato trasotro sobre actos poderosos realizados por los espıritus.Ahora bien, ¿deberıamos los siervos del Dios verdade-ro prestar atencion a esas historias o difundirlas? No, ypor dos razones fundamentales.� Para mas informacion, veanse los artıculos “¿Una prueba de
salud para usted?”, en La Atalaya del 15 de diciembre de 1994,pags. 19-22, y “El punto de vista bıblico: ¿Importa que tratamientomedico escogemos?”, en ¡Despertad! del 8 de enero de 2001.19. a) ¿En que engano del Diablo han caıdo algunas personas? b) ¿Quetipo de relatos debemos evitar los cristianos verdaderos?248 “Mantenganse en el amor de Dios”
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 249
Satan´as, el maestro del enga
˜no, “ha cegado las
mentes de los incr´edulos” por miles de a
˜nos (2 Co-
rintios 4:4). Pero tambi´en se ha obstinado en conta-
minar la mente de los cristianos. ¿Por qu´e? Porque
sabe que lo que pensemos determinar´a lo que hare-
mos; y que si corrompe nuestra mente, lograr´a in-
ducirnos a cometer malas acciones (Santiago 1:14, 15).
Pensemos en la t´actica que us
´o para descarriar a
Eva. El ap´
ostol Pablo explic´
o: “Tengo miedo de quede alg
´un modo, as
´ı como la serpiente sedujo a Eva
por su astucia, las mentes de ustedes sean corrom-pidas y alejadas de [...] Cristo” (2 Corintios 11:3).Vali
´endose de una cautelosa serpiente, el Diablo in-
cit´
o a la primera mujer a emprender un camino de-sastroso. Para ello, atac
´o su mente, tratando de ma-
nipularla. Y aquella estrategia surti´
o efecto. Ella lehizo caso, cambi
´o de opini
´on y comenz
´o a ver
como deseable lo prohibido. Bast´
o con corrompersu mente para llevarla a caer en el pecado (G
´enesis
3:1-6; Revelaci´
on 12:9).
Satan´as no ha cambiado. Sigue el mismo lema que
siempre: “Corrompe la mente, y los pecados llega-r
´an solos”. Para ello, tiene a su disposici
´on una
gran maquinaria propagand´ıstica, formada por la
pol´ıtica, la religi
´on, el comercio y el entretenimien-
to (Juan 14:30). As´ı, logra moldear la mentalidad
de la inmensa mayor´ıa de las personas para que
¡OJO CON LAS TRETAS SAT´
ANICAS!
250 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
adopten las actitudes y opiniones que´el promueve.
Como resultado, muchos aceptan —o incluso reco-miendan— conductas que en su d
´ıa se consideraban
pecado, como, por ejemplo, practicar la homose-xualidad, vivir en pareja sin casarse o tener hijosfuera del matrimonio. ¿Hasta qu
´e punto ha tenido´
exito? “El mundo entero yace en [su] poder”, se˜
nalala Biblia (1 Juan 5:19).
Los cristianos no somos inmunes a los ataques sa-t
´anicos (1 Corintios 10:12). De hecho, como el Dia-
blo sabe que le queda poco tiempo, tiene “gran c´
o-lera” y procura con especial empe
˜no descarriar a
los siervos de Dios (Revelaci´
on 12:12). No podemosdescuidarnos. Si lo hacemos, la sutil propagandaque difunden
´el y sus muchos “enga
˜nadores de la
mente” corromper´a nuestros pensamientos y nos
conducir´a al pecado (Tito 1:10).
Tomemos como ejemplo el matrimonio. La Bibliaense
˜na que es una instituci
´on sagrada que implica
un compromiso para toda la vida (Mateo 19:5, 6, 9).Pero las pel
´ıculas y los programas de televisi
´on lo
suelen presentar como un contrato temporal y f´acil
de romper. Hemos de tener mucho cuidado de queesa idea sat
´anica tan difundida no contamine nues-
tra mente. No debemos permitir que debilite nues-tro sentido de compromiso hacia el c
´onyuge. Si no,
¿qu´e podr
´ıa ocurrir cuando surjan problemas mari-
tales? Que nos veamos tentados a buscar apoyoemocional y comprensi
´on fuera del hogar. Quiz
´as
terminemos recurriendo a alguien con quien nos
20 La primera raz´
on es que si divulg´aramos histo-
rias sobre haza˜
nas demon´ıacas, le har
´ıamos el juego a
Satan´as. ¿De qu
´e manera? Pues bien, aunque la Biblia re-
conoce que´el tiene la capacidad de realizar actos po-
derosos, tambi´en muestra que emplea “se
˜nales y porten-
tos [...] mentirosos” y “todo enga˜
no” (2 Tesalonicenses
20. ¿C´omo podr
´ıamos hacer publicidad a Satan
´as sin darnos cuenta?
Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 251
sintamos compenetrados, sea en el trabajo o en lacongregaci
´on. En esa situaci
´on pudieran nacer f
´a-
cilmente sentimientos rom´anticos que nos colo-
quen camino al pecado.Veamos otro ejemplo. El mundo de Satan
´as exhi-
be un esp´ıritu muy independiente. Est
´a lleno de
hombres y mujeres “testarudos” e “hinchados de or-gullo” (2 Timoteo 3:4). Si a los cristianos se noscontagiara esa mentalidad, ¿qu
´e efecto tendr
´ıa en
nuestra actitud ante la obediencia y sumisi´
on? Losvarones tal vez se molesten por los consejos de losancianos (Hebreos 12:5). Y las hermanas quiz
´as lle-
guen a cuestionar el principio de autoridad estable-cido por Dios (1 Corintios 11:3).
Todos debemos estar agradecidos de que Jehov´a
nos tenga bien informados de las t´acticas de Sata-
n´as (2 Corintios 2:11). Si queremos permanecer en
el amor de Dios, fijemos “la mente [...] en las cosasde arriba” y no permitamos que la contamine lapropaganda diab
´olica (Colosenses 3:2).
Preguntas para meditar
ˇ ¿Tengo alguna costumbre basada en creenciasreligiosas falsas? (2 Corintios 6:16, 17.)
ˇ ¿Poseo alg´
un objeto que guarde relaci´
on directacon el espiritismo? (Hechos 19:19.)
ˇ ¿Sigo terapias que empleen alg´
un poder m´agico
o sobrenatural? (Lev´ıtico 19:26.)
¿SER´
A ESPIRITISMO?Principio: “Las obras de la carne son manifiestas,
y son: [...] espiritismo, [...] divisiones [y] sectas [...;]los que practican tales cosas no heredar
´an
el reino de Dios” (G´alatas 5:19-21).
2:9, 10). Es el mayor embustero que existe, y sabe mani-
pular la mente de quienes sienten atracci´
on por el espi-
ritismo. As´ı, logra que crean sinceramente que han vis-
to o escuchado lo que en realidad no ha ocurrido. Luego
tal vez lo cuenten como un hecho, y al ir de boca en boca,
se va exagerando el relato. ¿Qu´e suceder
´ıa si un cristiano
participara en esa cadena de cuentos? Que estar´ıa cola-
borando con “el padre de la mentira”. ¡Le estar´ıa hacien-
do publicidad! (Juan 8:44; 2 Timoteo 2:16.)21 Aun si los ataques demon
´ıacos que alguien afirma
21. ¿Sobre qu´e asuntos deben girar nuestras conversaciones?
252 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
haber sufrido fueran reales, hay una segunda razonpara no andar contandolos vez tras vez a los hermanos.Queremos centrarnos en Cristo, y no en Satanas. Debe-mos estar “mirando atentamente al Agente Principal yPerfeccionador de nuestra fe, Jesus” (Hebreos 12:2).De hecho, cuando el estuvo en la Tierra no se dedico arelatar a sus discıpulos un sinnumero de historias de es-pıritus, y eso que sin duda tenıa informacion de sobraacerca de lo que podıa o no podıa hacer el Diablo. Masbien, se concentro en el mensaje del Reino. Hacemosbien en imitar a Jesus y sus apostoles conversando so-bre asuntos edificantes, como “las cosas magnıficas deDios” (Hechos 2:11; Lucas 8:1; Romanos 1:11, 12).
22 Como hemos visto, Satanas intenta acabar connuestra relacion con Jehova valiendose de trampas muydiversas, entre ellas el espiritismo. Sin embargo, si man-tenemos vivo nuestro odio por el mal y nos aferramosal bien, no le daremos al Diablo la oportunidad de debi-litarnos en nuestra resolucion de rechazar el espiritis-mo en todas sus modalidades (Efesios 4:27). ¡Cuanto“gozo [habra] en el cielo” si seguimos “firmes contra lasmaquinaciones del Diablo” hasta que sea destruido!(Lucas 15:7; Efesios 6:11.)22. ¿Como contribuimos a que haya “gozo en el cielo”?Luchemos contra el Diablo y sus maquinaciones 253
USTED est´a muy ocupado en la construcci
´on de un edifi-
cio. Le ha consumido ya bastante tiempo y a´
un le tomar´a
mucho m´as. La labor no es f
´acil, pero le produce grandes
satisfacciones. Pase lo que pase, no piensa abandonarla
ni adoptar una actitud desganada. Quiere hacer un traba-
jo de calidad, pues de ello depende su vida y su futuro.
Pero quiz´as se pregunte: “¿De qu
´e edificio estamos ha-
blando?”. De usted mismo.2 El disc
´ıpulo Judas habla de la construcci
´on que cada
uno realiza con su propia persona. Fij´emonos en el pasa-
je donde exhorta a los cristianos a “mant[enerse] en el
amor de Dios”. All´ı indica que, para lograrlo, es esencial
que hagan algo: “edifi[carse] sobre su sant´ısima fe” (Ju-
das 20, 21). Ahora bien, ¿c´
omo podemos edificarnosy con-
seguir que nuestra fe tenga la solidez necesaria para man-
1, 2. ¿Qu´e obra de construcci
´on realizamos, y por qu
´e es esencial que es-
temos pendientes de la calidad?
CAP´ITULO 17
“Edific´andose sobre
su sant´ısima fe”
“Edific´andose sobre su sant
´ısima fe, [...]
mant´enganse en el amor de Dios.” (JUDAS 20, 21.)
254 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tenernos en el amor de Dios? Veamos tres aspectos de la
construcci´
on espiritual.
FORTALEZCAMOS LA CONFIANZAEN LAS JUSTAS NORMAS DE DIOS
3 El primer aspecto de la construcci´
on espiritual es for-
talecer la confianza en las leyes de Jehov´a. En este libro
hemos repasado muchos de los justos requisitos divinos
en materia de conducta. La cuesti´
on es: ¿qu´e opini
´on nos
merecen? A Satan´as le gustar
´ıa hacernos creer que las le-
yes, principios y normas de Jehov´a no nos dejan movernos
ni respirar. Como vio que esa t´actica le dio magn
´ıficos re-
sultados en el jard´ın de Ed
´en, nunca ha cesado de usarla
(G´enesis 3:1-6). Pero ¿funcionar
´a en nuestro caso? Mucho
depender´a de si hemos adoptado el punto de vista correc-
to sobre los requisitos divinos.4 Pongamos un ejemplo. Paseando por un hermoso par-
que, nos topamos con una cerca alta y resistente que nos
cierra el paso a una secci´
on muy agradable. A primera vis-
ta, la cerca es un fastidioso obst´aculo que coarta nuestra
libertad. Pero, mirando a trav´es de ella, descubrimos un
feroz le´
on al acecho. Ah, ahora comprendemos para qu´e
est´a la cerca: para nuestra protecci
´on. Pero volvamos a la
3-5. a) ¿Qu´e mentira sobre los requisitos de Jehov
´a quiere hacernos creer
Satan´as? b) Ilustre c
´omo debemos ver los requisitos divinos y c
´omo nos sen-
tiremos al verlos as´ı.
“Edific´
andose sobre su sant´ısima fe” 255
realidad. ¿Hay alg´
un depredador dispuesto a abalanzarse
sobre nosotros? S´ı, pues la Palabra de Dios advierte: “Man-
tengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo,
anda en derredor como le´
on rugiente, procurando devorar
a alguien” (1 Pedro 5:8).5 Ciertamente, Satan
´as es un depredador muy cruel.
Y para que no caigamos v´ıctimas de sus m
´ultiples “ma-
quinaciones”, Jehov´a nos da leyes que nosprotegen (Efesios
6:11). Por eso, cuando reflexionemos sobre ellas, esfor-
c´emonos por verlas como lo que son: muestras del gran
amor que nos tiene el Padre celestial. Vistas as´ı, comprende-
mos que est´an ah
´ı para protegernos y hacernos felices. Con
raz´
on escribi´
o el disc´ıpulo Santiago que “el que mira con
cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y per-
siste en ella, [...] ser´a feliz” al aplicarla (Santiago 1:25).
6 La mejor manera de fortalecer la confianza en las leyes
divinasyen Jehov´a, el Gran Legislador, es aplicar sus man-
damientos en la vida diaria. Esto incluye obedecer “la ley
del Cristo”, que abarca la orden de Jes´
us de ense˜
nar “todas
las cosas que [´el nos ha] mandado” (G
´alatas 6:2; Mateo 28:
19, 20). Los cristianos tambi´en tomamos en serio la exhor-
taci´
on de reunirnos para adorar a Dios y disfrutar de sana
convivencia (Hebreos 10:24, 25). Otro mandato divino es
6. ¿Cu´al es la mejor manera de fortalecer la confianza en las justas leyes
y principios de Dios? Ponga un ejemplo.
256 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
el de hacer frecuentes oraciones desde el coraz´
on (Mateo
6:5-8; 1 Tesalonicenses 5:17). Al obedecer estos manda-
mientos, nos convencemos cada vez m´as de que son muy
amorosos. En efecto, comprendemos que nos proporcio-
nan una alegr´ıa y una satisfacci
´on que este mundo atribu-
lado no puede ofrecernos. Sin duda, nuestra confianza en
las leyes divinas se fortalece cuando meditamos en los be-
neficios que hemos conseguido obedeci´endolas.
7 En ocasiones hay quienes se inquietan pensando que
no ser´a f
´acil obedecer a
˜no tras a
˜no las leyes de Jehov
´a, y les
entra miedo a fracasar. Si nos invadieran esos sentimientos,
recordemos las siguientes palabras: “Yo, Jehov´a, soy tu
Dios, Aquel que te ense˜
na para que te beneficies [...], Aquel
que te hace pisar en el camino en que debes andar. ¡Oh, si
realmente prestaras atenci´
on a mis mandamientos! Enton-
ces tu paz llegar´ıa a ser justamente como un r
´ıo, y tu justi-
cia como las olas del mar” (Isa´ıas 48:17, 18). ¿Nos hemos de-
tenido a pensar en lo tranquilizador que es este pasaje?8 Aqu
´ı Jehov
´apromete que, si le obedecemos, tendremos
dos beneficios. Primero, nuestra paz ser´a como un r
´ıo: se-
rena, abundantey continua. Segundo, nuestrajusticia ser´a
como las olas del mar. ¿En qu´e sentido? Bueno, si nos que-
damos mirando las olas desde laplaya, vi´endolas venir una
7, 8. ¿Qu´e tranquilidad brinda la Palabra de Dios a quienes temen
no mantenerse fieles con el paso de los a˜
nos?
“Edific´
andose sobre su sant´ısima fe” 257
tras otra, nos invade una sensaci´
on de permanencia: sabe-
mos que seguir´an rompiendo contra la costa a lo largo de
los siglos. Por lo tanto, este pasaje indica que nuestra jus-
ticia —nuestro modo devivir de acuerdo con lo correcto—
puede ser igual de perdurable. Si nos esforzamos por ser
fieles a Dios,´el nunca permitir
´a que fracasemos (Salmo
55:22). Ciertamente, al repasar estas alentadoraspromesas
se fortalece nuestra confianza en Jehov´ay en sus justos re-
quisitos.
“ADELANTE A LA MADUREZ”9 El segundo aspecto de la construcci
´on espiritual se in-
dica en las siguientes palabras inspiradas: “Pasemos ade-
lante a la madurez” (Hebreos 6:1). Mientras que la perfec-
ci´
on es algo que hoy est´a fuera de nuestro alcance, la
madurez cristiana es una excelente meta que todos pode-
mos lograr. Ya medida que vayamos madurando, aumen-
tar´a la satisfacci
´on de servir a Jehov
´a. ¿Por qu
´e?
10 El cristiano maduro se esfuerza por ser espiritual y
adoptar la´
optica de Jehov´a (Juan 4:23). Pablo se
˜nal
´o que
“losque est´an enconformidad con la carnefijan la mente en
las cosas de la carne; pero los que est´an en conformidad con
el esp´ıritu, en las cosas del esp
´ıritu” (Romanos 8:5). Quie-
nes tienen un punto de vista carnal, o puramente humano,
9, 10. a) ¿Por qu´e es la madurez cristiana una excelente meta para todos?
b) ¿De qu´e manera contribuye la actitud espiritual a que seamos felices?
258 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
no pueden ser felices, pues viven con una actitud ego´ısta,
miope y materialista. Sin embargo, las personas espiritua-
les disfrutan de muchas alegr´ıas, pues toda su existencia
gira en torno a Jehov´a, el “Dios feliz” (1 Timoteo 1:11).
Quieren agradarle y sienten gozo incluso durante las prue-
bas de fe. ¿C´
omo es posible? Porque saben que siendo fieles
probar´an que Satan
´as es un mentiroso y complacer
´an a su
Padre celestial (Proverbios 27:11; Santiago 1:2, 3).11 La madurez espiritual se consigue
´unicamente con la
pr´actica. As
´ı lo indica el siguiente vers
´ıculo: “El alimento
s´
olidopertenece a [las]personasmaduras, a losque median-
te el uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para
distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos
5:14). Pablo se˜
nala que las facultades de percepci´
on espiri-
tual tienen que ser “entrenadas”. Yutiliza un verbo griego
que en el siglo I deb´ıa de ser habitual en los gimnasios de
Grecia, ya que literalmente significa “ejercitadas como un
gimnasta”. Veamos ahora qu´e implica esta preparaci
´on.
12 Nadie nace sabiendo controlar el cuerpo. Los be-
b´es apenas logran percibir d
´onde est
´an sus extremidades,
no coordinan bien los brazos y hasta se dan golpes en la
cara, reaccionando con sorpresa y molestia. Pero poco a
11, 12. a) Explique qu´e recomienda Pablo que hagamos con nuestras
“facultades perceptivas”, y qu´e significado tiene el verbo traducido “entre-
nadas”. b) ¿Qu´e preparaci
´on tiene que recibir el cuerpo para madurar y
alcanzar la mayor destreza f´ısica?
“Edific´
andose sobre su sant´ısima fe” 259
poco, al ir usando el cuerpo, logran dominarlo: primero
gatean, luego dan sus primeros pasos y con el tiempo ter-
minan correteando.� El progreso m´aximo que alcanza un
ser humano se observa en los gimnastas. Cuando los ve-
mos haciendo piruetas y giros en el aire con exquisita gra-
cia y precisi´
on, no nos queda duda de que les falta poco
para ser m´aquinas perfectas. Pero esa maestr
´ıa no es ca-
sualidad: han sido necesarias muchas horas de ejercicios.
La Biblia reconoce que la educaci´
on f´ısica “ayuda a que
todo el cuerpo est´e sano”, aunque subraya que es mucho
m´as
´util adiestrar las facultades de percepci
´on espiritual
(1 Timoteo 4:8, Traducci´
on en lenguaje actual).13 En este libro hemos visto muchos puntos que nos ayu-
dan a ejercitar nuestras facultades de discernimiento a fin
de ser personas espirituales y fieles a Jehov´a. D
´ıa a d
´ıa, an-
tes de tomar decisiones, examinemos a la luz de la oraci´
on
los principios y las leyes de Dios. Pregunt´emonos: “¿Qu
´e le-
yes o principios b´ıblicos tienen relaci
´on con este caso?
¿C´
omo puedo aplicarlos? ¿Le gustar´a a mi Padre celestial lo
quepienso hacer?”(Proverbios 3:5, 6; Santiago1:5). Si adop-
� Los cient´ıficos emplean el t
´ermino propiocepci
´on. ¿En qu
´e con-
siste? Es un sentido especial que permite al cuerpo saber la posici´
onque ocupa en el espacio y la ubicaci
´on de sus extremidades. Gracias
a´el podemos hacer cosas como aplaudir con los ojos cerrados. Si este
sentido se trastorna cuando somos adultos, quiz´a no consigamos po-
nernos en pie, caminar o incluso sentarnos derechos.
13. ¿C´omo podemos entrenar las facultades perceptivas?
260 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
tamos la costumbre de hacernos este examen, iremos entre-
nando las facultades perceptivas. As´ı lograremos madurar
y mantener una actitud verdaderamente espiritual.14 Aunque hayamos alcanzado la madurez espiritual,
nuestro desarrollo debe continuar. Para no estancarnos, es
esencial vigilar la nutrici´
on. Ya vimos que, como se˜
nal´
o Pa-
blo, “el alimento s´
olido pertenece a [las] personas madu-
ras”. De modo que para que la fe se fortalezca, debemos te-
ner una alimentaci´
on espiritual adecuada. Adem´as, hay que
adquirir sabidur´ıa, o sea, aprender aponer en pr
´actica el co-
nocimiento. Yeso es muy importante, pues, como muestra
la Biblia, “la sabidur´ıa es la cosa principal”. Por lo tanto,
abramos el apetito por las maravillosas verdades que nos
ense˜
na nuestro Padre (Proverbios 4:5-7; 1 Pedro 2:2). Sin
embargo, por mucho conocimiento y sabidur´ıa que tenga-
mos, no hay raz´
on parapresumir ni creernos m´as que nadie.
De tiempo en tiempo debemos asegurarnos de que el orgu-
llo u otras debilidades no est´en apoder
´andose de nuestro
coraz´
on. De hecho, Pablo recomienda que nospongamos “a
prueba para ver si est[amos] en la fe” y examinemos “lo que
[nosotros] mismos [somos]” (2 Corintios 13:5).1 5 Cuando se termina una casa, hay que darle
14. Para crecer espiritualmente, ¿qu´e apetito hay que abrir y qu
´e actitud
debemos evitar?15. ¿Por qu
´e es indispensable el amor para seguir creciendo espiritual-
mente?“Edific
´andose sobre su sant
´ısima fe” 261
mantenimiento e incluso ampliarla si las circunstancias lo
requieren. Ycon la espiritualidad pasa lo mismo. ¿Qu´e ne-
cesitamos para mantenerla en buen estado y lograr que
crezca? Sobre todas las cosas, amor. Efectivamente, el
amor por Jehov´ay por los hermanos debe ser cada d
´ıa m
´as
fuerte. Si no tuvi´eramos esta cualidad, todos nuestros co-
nocimientos y obras ser´ıan tan solo mucho ruido y pocas
nueces (1 Corintios 13:1-3). No hay duda: el amor es la cla-
ve de la madurez y el crecimiento espiritual.
CENTRADOS EN LA ESPERANZA QUE DA JEHOV´
A16 Veamos el tercer aspecto de la construcci
´on espiritual.
Para edificar una aut´entica personalidad cristiana, hay
que vigilar nuestra forma de pensar. Satan´as, el gobernan-
te de este mundo, es especialista en infundir actitudes ne-
gativas, pesimistas, desconfiadas y desesperadas (Efesios
2:2). Y esas actitudes son tan peligrosas para nosotros
como una plaga de carcoma, o polilla, para una casa de
madera. Pero, gracias a Jehov´a, contamos con una protec-
ci´
on garantizada: la esperanza.17 La Bibliapresenta “la esperanza de la salvaci
´on” como
una defensa esencial en la lucha contra Satan´as y su mun-
do. Concretamente, la compara al yelmo, o casco, de una
16. ¿Qu´e actitudes infunde Satan
´as, y qu
´e protecci
´on nos da Jehov
´a?
17. ¿Con qu´e s
´ımbolo se muestra en la Biblia la importancia de la espe-
ranza?
262 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
armadura (1 Tesalonicenses 5:8). El soldado de tiempos b´ı-
blicos sol´ıa usar un casco de metal, colocado sobre un
gorro de fieltro o cuero, para que los golpes rebotaran y
causaran menos da˜
no; sab´ıa que si sal
´ıa a luchar sin llevar-
lo puesto, tendr´ıa las horas contadas. Pues bien, al igual
que esta pieza resguarda la cabeza, la esperanza protege
nuestros pensamientos.18 Jes
´us demostr
´o a laperfecci
´on qu
´e significa mantener
la esperanza. Recordemos todo lo que sufri´
o la´
ultima no-
che que estuvo vivo en la Tierra. Uno de sus amigos´ınti-
mos lo traicion´
o por dinero. Otro dijo p´
ublicamente que
ni lo conoc´ıa. Y los dem
´as lo abandonaron y salieron hu-
yendo. Sus propios compatriotas se volvieron contra´el y
pidieron a gritos que muriera torturado a manos de los sol-
dados romanos. No es arriesgado afirmar que soport´
o
pruebas mucho m´as dif
´ıciles que las que afrontaremos no-
sotros. ¿Qu´e le permiti
´o salir airoso? Hebreos 12:2 respon-
de: “Por el gozo que fue puesto delante de´el aguant
´o un
madero de tormento, despreciando la verg¨
uenza, y se ha
sentado a la diestra del trono de Dios”. Como vemos, nun-
ca perdi´
o de vista “el gozo que fue puesto delante de´el”.
19 Pero ¿qu´e gozo era ese? El de saber lo que iba a lo-
grar manteni´endose fiel: contribuir a la santificaci
´on del
18, 19. ¿C´omo demostr
´o Jes
´us lo que significa mantener la esperanza, y
c´omo podemos imitarlo?
“Edific´
andose sobre su sant´ısima fe” 263
sagrado nombre de Dios y proporcionar la prueba supre-
ma de que Satan´as es un mentiroso. ¡Ninguna esperanza
pod´ıa alegrar m
´as a Jes
´us! Adem
´as, sab
´ıa que dentro de
poco su Padre celestial lo recompensar´ıa con creces y le
dejar´ıa disfrutar de nuevo de su maravillosa compa
˜n
´ıa.
En los momentos m´as dif
´ıciles, Jes
´us se aferr
´o a esa gozo-
sa esperanza. Ynosotros debemos hacer lo mismo. Jam´as
olvidemos el gozo que, como en el caso de Jes´
us, Jehov´a
pone ante nosotros.´
El nos dignifica con el privilegio de
colaborar en la santificaci´
on de su ilustre nombrey probar
que Satan´as miente. ¿C
´omo podemos hacerlo? Aferr
´ando-
nos a nuestro Padre como Soberano y manteni´endonos al
amparo de su amor, vengan las pruebas que vengan.20 Jehov
´a no solo est
´a dispuesto a recompensar nuestra
fidelidad, sino que esta ansioso de hacerlo (Isa´ıas 30:18;
Malaqu´ıas 3:10). Le encanta conceder a sus siervos todo lo
que anhelan en justicia (Salmo 37:4). Por eso, centr´emonos
en la esperanza que tenemospor delante. Nunca adoptemos
las actitudes negativas, corruptas y retorcidas del viejo
mundo de Satan´as. Si notamos que se nos est
´an contagian-
do, pidamos con fervor a Jehov´a que nos d
´e “la paz [...] que
supera a todo pensamiento”, la cual proteger´a nuestro
coraz´
on y nuestras facultades mentales (Filipenses 4:6, 7).
20. ¿Qu´e nos ayudar
´a a mantener la actitud positiva y no caer en la de-
sesperanza?
264 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
21 ¡Qu´e esperanza tan maravillosa tenemos! Si formamos
parte de la “gran muchedumbre”, la cual saldr´a de “la gran
tribulaci´
on”, pensemos en todo lo que nos espera (Revela-
ci´
on 7:9, 14). Es dif´ıcil imaginar lo aliviados que nos sen-
tiremos al vernos libres del influjo de Satan´as y sus de-
monios. A fin de cuentas, ¿qui´en ha vivido libre de las
tentaciones del Diablo? Cuando desaparezcan las presio-
nes sat´anicas, ser
´a una delicia transformar la Tierra en un
para´ıso bajo la direcci
´on de Cristo y de los 144.000 que go-
bernar´an con
´el desde el cielo. ¡Ycu
´anto deseamos ver eli-
minadas las enfermedades, recibir a nuestros seres queri-
dos cuando resuciten y disfrutar de unavida tan agradable
como Dios quer´ıa originalmente! Cuando estemos cerca
de la perfecci´
on, estaremos a un paso de alcanzar una re-
compensa a´
un mayor: “la gloriosa libertad de los hijos de
Dios” (Romanos 8:21).22 Jehov
´a desea que usted se beneficie de la mayor liber-
tad imaginable. Yel camino de la verdadera libertad pasa
por la obediencia. Por eso, ¿verdad que vale la pena esfor-
zarse d´ıa a d
´ıa por obedecer a Jehov
´a? Entonces, ¡siga edi-
fic´andose sobre su sant
´ısima fe a fin de mantenerse en el
amor de Dios por toda la eternidad!
21, 22. a) ¿Qu´e gloriosa esperanza tiene la “gran muchedumbre”?
b) ¿Qu´e valora usted m
´as de su esperanza cristiana, y qu
´e firme decisi
´on
debe adoptar?
“Edific´
andose sobre su sant´ısima fe” 265
TEMA P´
AGINA
C´
omo tratar a un expulsado � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 267
¿Cu´ando hay que cubrirse la cabeza, y por qu
´e? � � � � 270
El saludo a la bandera, las votacionesy el servicio civil � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 273
Fracciones sangu´ıneas y procedimientos m
´edicos � � 277
C´
omo vencer la masturbaci´
on � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 280
¿Qu´e dice la Biblia sobre el divorcio
y la separaci´
on? � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 282
C´
omo resolver disputas de negocios � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 285
AP´
ENDICE
266 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
Ap´
endice 267
Pocas cosas duelen tanto como ver que un familiar o un
amigo´ıntimo tiene que ser expulsado de la congregaci
´on
por no arrepentirse de sus pecados. No obstante, la mane-
ra en que respondamos en este caso a las indicaciones de
la Biblia revelar´a cu
´anto amamos a Dios y hasta qu
´e gra-
do somos leales a sus disposiciones.� Por eso, analicemos
varias cuestiones que pudieran surgir.
¿Cu´
al debe ser la relaci´
on con un expulsado? “Cesen de
mezclarse en la compa˜
n´ıa de cualquiera que, llam
´andose
hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avi-
dez, o id´
olatra, o injuriador, o borracho, o que practique
extorsi´
on, y ni siquiera coman con tal hombre.” (1 Corin-
tios 5:11.) Adem´as, la Biblia nos exhorta: “[Si alguien]
no permanece en la ense˜
nanza del Cristo [...], nunca lo re-
ciban en casa ni le digan un saludo. Porque el que le dice
un saludo es part´ıcipe en sus obras inicuas” (2 Juan 9-11).
La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, p´agina 19, se
˜na-
la: “Decir un sencillo ‘¡Hola!’ a alguien puede ser el pri-
mer paso que lleve a una conversaci´
on y tal vez hasta a
una amistad. ¿Quisi´eramos dar ese primer paso respecto a
una persona expulsada?”. As´ı, cuando un miembro de la
� Los principios b´ıblicos sobre la expulsi
´on son tambi
´en aplicables
a quienes se desasocian, es decir, a quienes deciden renunciar a sucondici
´on de miembros de la congregaci
´on.
C´omo tratar a un expulsado
268 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
congregaci´
on es expulsado, cortamos toda relaci´
on social y
espiritual con´el.
¿Es realmente necesario ser tan estrictos en el trato? S´ı, y
por varias razones. La primera es la lealtad a Dios y a su
Palabra. Amamos tanto a Jehov´a que queremos obedecer-
le siempre, incluso cuando nos resulta muy dif´ıcil. Adem
´as,
estamos seguros de que´el es justo y amoroso, y de que to-
das sus leyes son para nuestro bien (Isa´ıas 48:17; 1 Juan
5:3). La segunda raz´
on es que el pecador que no se ha arre-
pentido es una mala influencia. Por eso, al excluirlo de
nuestra compa˜
n´ıa nos protegemos moral y espiritualmen-
te, y preservamos la pureza y el buen nombre de la congre-
gaci´
on (1 Corintios 5:6, 7). La tercera raz´
on es que la
expulsi´
on puede beneficiar al propio pecador. ¿De qu´e ma-
nera? Si nos mantenemos fieles a los principios b´ıblicos y
apoyamos la decisi´
on del comit´e judicial tal vez logremos
motivar al pecador, quien hasta el momento no ha aprove-
chado la ayuda de los ancianos. En efecto, es posible que
nuestra postura le ablande el coraz´
on y lo lleve a cambiar
de actitud. Cuando vea que ha perdido la apreciada rela-
ci´
on que ten´ıa con sus seres queridos, quiz
´as “[recobre] el
juicio”, comprenda la gravedad de su pecado y d´e los pa-
sos necesarios para volver a Jehov´a (Lucas 15:17).
¿Y si el expulsado es un familiar? La lealtad a Jehov´a pu-
diera verse sometida a prueba cuando hay de por medio la-
zos de sangre. En esas circunstancias, ¿c´
omo hay que tra-
Apendice 269
tar al expulsado? Aunque no es posible abarcar todas lassituaciones, nos centraremos en dos casos basicos.A veces el expulsado vive con su familia inmediata. Dado
que la expulsion no rompe los lazos de sangre, los familia-res no tienen objecion a que siga relacionandose con ellose interviniendo en las actividades cotidianas del hogar. Sinembargo, por lealtad a Jehova, no pueden confraternizarespiritualmente con el pecador, ya que este ha decididoromper el vınculo cristiano que los unıa. Quizas le dejenestar en la adoracion en familia, pero sin participar. Aho-ra bien, si es un menor, los padres pueden darle leccionesbıblicas, pues siguen siendo responsables de su ensenanzay disciplina (Proverbios 6:20-22; 29:17).�Ahora bien, ¿y si el expulsado no vive con su familia in-
mediata? En ese caso, los cristianos fieles reducen al ma-ximo el trato, limitandolo a cuando es indispensable aten-der asuntos de familia. No buscan excusas para juntarse.Por lealtad a Jehova y a su organizacion, respetan la disci-plina bıblica. Quieren lo mejor para su pariente, y con supostura firme quizas lo ayuden a beneficiarse de la correc-cion recibida (Hebreos 12:11).�� Para mas informacion sobre los menores expulsados que viven con
su familia, vease La Atalaya del 1 de octubre de 2001, pags. 16, 17, ydel 15 de noviembre de 1988, pag. 20.� Para mas informacion sobre los principios bıblicos aplicables a la
relacion con parientes expulsados, vease La Atalaya del 15 de abrilde 1988, pags. 26-31, y del 15 de noviembre de 1981, pags. 20-25.
270 “Mantenganse en el amor de Dios”
Por inspiracion, Pablo explico que a veces las cristianas de-ben cubrirse la cabeza para realizar su servicio a Jehova. ¿Enque situaciones tienen que hacerlo, y por que? Examinemos laspalabras del apostol en 1 Corintios 11:3-16 para ver algunaspautas que les permitiran actuar en cada caso de una forma quehonre a Dios. Pablo apunta a tres factores a tomar en cuenta:1) las actividades que exigen que lleven cubierta la cabeza; 2) losambitos, o contextos, en que realizan dichas actividades, y 3) losmotivos que tienen para aplicar esta norma.
Las actividades. Pablo menciona dos: orar y profetizar (ver-sıculos 4, 5). Orar es, como sabemos, una forma de dar culto aJehova; por otro lado, profetizar se refiere hoy a la labor de en-senanza bıblica de los ministros y ministras cristianos. Enton-ces, ¿quiere decir Pablo que las hermanas han de cubrirse siem-pre que esten orando o ensenando la Biblia? No. En realidad,todo depende del segundo factor: el ambito donde realicen es-tas actividades.
Los ambitos. El apostol alude a dos ambitos: la familia y lacongregacion.
´El escribe: “La cabeza de la mujer es el varon;
[...] toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubiertaaverguenza su cabeza” (versıculos 3, 5). En la familia, Jehovaha nombrado al esposo cabeza de la mujer. Por eso, ¿que suce-de si ella asume funciones que Jehova reserva para el cabeza?Que, a menos que demuestre el debido reconocimiento a la au-toridad de su esposo, lo avergonzara. Veamos varios ejemplos.
¿Cuando hay que cubrirse la cabeza, y por que?
Apendice 271
Una cristiana esta con su esposo presente y tiene que dar lec-ciones bıblicas a alguien. Por respeto a la autoridad del mari-do, debe cubrirse. Y da igual que el este o no bautizado, pueses cabeza de la familia.� ¿Y si una cristiana tiene que orar o en-senar en presencia de un hijo menor bautizado? Aunque el no escabeza de la familia, la madre tambien se cubrira. ¿Por que?Porque respeta la autoridad que han recibido los varones bau-tizados de la congregacion.
Pablo se refiere al segundo ambito, la congregacion, al escri-bir: “Si algun hombre parece disputar en pro de otra costum-bre, nosotros no tenemos otra, ni tampoco las congregacionesde Dios” (versıculo 16). Al frente de la congregacion, Jehovaha puesto a hombres bautizados (1 Timoteo 2:11-14; Hebreos13:17). Ası, solo permite que se nombre a varones para que cui-den Su rebano como ancianos y siervos ministeriales (Hechos20:28). Pero a veces es preciso que una cristiana atienda tareasque normalmente corresponden a un varon bautizado y compe-tente. Por ejemplo, quizas tenga que dirigir una reunion para elservicio del campo porque no haya ningun hermano capaz. Estareunion es en realidad una extension del programa de ensenan-za de la congregacion, y deberıa dirigirla un hermano. Y lo mis-mo sucede si una cristiana tiene que dirigir, en presencia de unvaron bautizado, un estudio bıblico establecido.� Por eso, ella� La esposa cristiana no ora en voz alta en presencia de su conyu-
ge creyente a no ser por motivos excepcionales, como que el hayaperdido el habla por alguna enfermedad.� Una hermana no tendrıa que cubrirse la cabeza cuando dirija un
estudio bıblico establecido en presencia de un publicador no bauti-zado que no sea su esposo.
272 “Mantenganse en el amor de Dios”
debera cubrirse en reconocimiento de que realiza una funcionpropia de un hombre.
No obstante, la cristiana no tiene que llevar cubierta la cabe-za para otras muchas facetas de la adoracion. Por ejemplo, paracomentar en las reuniones, predicar de casa en casa (aunquevaya con su esposo u otro varon bautizado) y orar o estudiarcon sus hijos no bautizados. Ahora bien, ¿que puede hacer si lesurgen dudas en un caso especıfico? En primer lugar, analizarel asunto con mas detenimiento.� Pero si la duda persiste, y selo dicta la conciencia, no hay nada de malo en que se cubra.
Los motivos. En el versıculo 10 encontramos dos motivos queimpulsaran a la cristiana a cumplir con este requisito: “La mu-jer debe tener una senal de autoridad sobre la cabeza [...] debidoa los angeles”. La primera razon se desprende de la expresion“una senal de autoridad”. En efecto, la prenda que cubre la ca-beza de la hermana es una senal de reconocimiento a la autori-dad que Jehova otorga dentro de la congregacion a los varonesbautizados. Es, por tanto, un medio por el que ella demuestraamor y lealtad a Dios. ¿Y cual es la segunda razon? Segun el ci-tado versıculo, “debido a los angeles”. Pero ¿que efecto puede te-ner en estos poderosos espıritus el que la mujer se cubra?
Los angeles se fijan en todos los miembros de la organizacionde Jehova, tanto del cielo como de la Tierra, y estan muy pen-dientes de sus demostraciones de respeto a la autoridad divina.� Para mas detalles, vease La Atalaya del 15 de febrero de 2015,
pag. 30; del 15 de julio de 2002, pags. 26, 27, y del 15 de julio de 1977,pags. 445-448.
Ap´
endice 273
De hecho, se benefician del ejemplo de obediencia de los huma-
nos imperfectos. Al fin y al cabo, estos esp´ıritus tambi
´en deben
dar prueba de sumisi´
on al orden divino, algo que no todos ellos
hicieron en su d´ıa (Judas 6). En la actualidad reciben un mag-
n´ıfico ejemplo cada vez que una cristiana se somete por volun-
tad propia a la autoridad de un hermano bautizado, incluso si
ella lo supera en experiencia, conocimiento o inteligencia. Y el
ejemplo les resulta a´
un m´as impactante si se trata de una cris-
tiana ungida. ¿Por qu´e? Porque en el futuro dicha hermana ser
´a
parte del grupo de coherederos que reinar´a con Cristo en los
cielos, en una posici´
on superior a la de los propios´angeles.
Como vemos, las cristianas tienen ante s´ı un verdadero privile-
gio. Con su conducta leal y sumisa dan ante millones de´ange-
les una aut´entica lecci
´on de humildad y obediencia.
Saludo a la bandera. Los testigos de Jehov´a creemos que honrar la
bandera con saludos y reverencias, a menudo mientras se entona
un himno, es un acto de culto que atribuye la salvaci´
on a la patria
y a sus l´ıderes, en vez de a Dios (Isa
´ıas 43:11; 1 Corintios 10:14;
1 Juan 5:21). Entre los reyes que recibieron una veneraci´
on as´ı fi-
gura Nabucodonosor de Babilonia. Decidido a demostrar ante sus
s´
ubditos su majestad y religiosidad, el poderoso monarca erigi´
o
una colosal estatua y orden´
o que todos se inclinaran ante ella
mientras se interpretaba una especie de himno. Pero tres hebreos
El saludo a la bandera, las votaciones y el servicio civil
274 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
—Sadrac, Mesac y Abednego— se negaron a honrar la imagen, a
riesgo de sufrir la pena de muerte (Daniel, cap´ıtulo 3).
¿Qu´e puede decirse de hoy? En su obra El nacionalismo: una re-
ligi´
on, el historiador Carlton Hayes habla del “ritual del naciona-
lismo moderno” y dice: “La bandera nacional es el s´ımbolo prin-
cipal y objeto central de culto. [...] Los hombres se descubren a
su paso; los poetas dedican odas en su honor; los ni˜
nos le can-
tan himnos”. Adem´as, se
˜nala que el nacionalismo tambi
´en tiene
sus “d´ıas santos” —como el 4 de julio, D
´ıa de la Independencia
de Estados Unidos—, as´ı como sus “santos y h
´eroes” y sus “tem-
plos”, o lugares venerados. De igual modo, el Diario Oficial de la
Federaci´
on, de M´exico, indica que “el Escudo, la Bandera y el
Himno Nacionales, son los S´ımbolos Patrios” y exhorta a rendir
“culto a los s´ımbolos nacionales”. Y ya hace a
˜nos, una obra de
consulta mencion´
o que “la bandera, como la cruz, es sagrada”
(The Encyclopedia Americana).
En fecha m´as reciente, esa misma obra explic
´o que los himnos
nacionales son “expresiones del sentir patri´
otico que suelen in-
cluir invocaciones para que Dios gu´ıe y proteja a su pueblo o a
sus dirigentes”. As´ı pues, los testigos de Jehov
´a no somos extre-
mistas al opinar que las ceremonias patri´
oticas donde se saluda
la bandera o se toca el himno son actos religiosos. En su libro
Genio y figura del norteamericano, el profesor D. W. Brogan ha-
bl´
o de varios juicios que implicaron a alumnos Testigos que se
negaron a rendir homenaje a la bandera estadounidense y recitar
el juramento de lealtad, subrayando el siguiente hecho: “La Su-
Ap´
endice 275
prema Corte ha afirmado al fin [en varias sentencias] que estos
ritos cotidianos son de tipo religioso”.
Los Testigos tenemos claro que aunque nosotros no participa-
mos en tales actos, pues los consideramos contrarios a los prin-
cipios b´ıblicos, las dem
´as personas est
´an en su perfecto derecho
de hacerlo. Asimismo, respetamos a las banderas como emble-
mas nacionales y nos sometemos a los gobiernos leg´ıtimos,
pues son las “autoridades superiores” que act´
uan colectivamen-
te como el “ministro de Dios” (Romanos 13:1-4). Tambi´en obe-
decemos el consejo de orar “respecto a [los] reyes y a todos los
que est´an en alto puesto”. Sin embargo, lo hacemos con la inten-
ci´
on de que nos permitan seguir “llevando una vida tranquila y
quieta con plena devoci´
on piadosa y seriedad” (1 Timoteo 2:2).
Votaciones pol´ıticas. El cristiano verdadero respeta el derecho
de los dem´as ciudadanos a votar. No hace campa
˜na contra las
elecciones ni tampoco se niega a colaborar con las autoridades
que resultan elegidas. Ahora bien, toma la firme decisi´
on de
mantenerse neutral en cuestiones pol´ıticas (Mateo 22:21; 1 Pe-
dro 3:16). Pero ¿y si en su pa´ıs es obligatorio votar o se respira
un clima hostil hacia quienes no acuden a las urnas? Si su con-
ciencia se lo permite, podr´ıa ir a las cabinas electorales. As
´ı, ac-
tuar´ıa como Sadrac, Mesac y Abednego, quienes, en circunstan-
cias parecidas, hicieron acto de presencia en la llanura de Dura.
Eso s´ı, para no violar su neutralidad, el cristiano debe tener muy
presentes estos seis principios:
1. Los disc´ıpulos de Jes
´us “no [somos] parte del mundo” (Juan
15:19).
276 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
2. Los cristianos somos representantes de Cristo y su Reino
(Juan 18:36; 2 Corintios 5:20).
3. A todos los miembros de la congregaci´
on nos unen las mis-
mas creencias y el mismo amor (1 Corintios 1:10; Colosenses 3:14).
4. Quien vota por un dirigente es responsable, hasta cierto gra-
do, de lo que este haga (v´eanse los principios subyacentes en
1 Samuel 8:5, 10-18 y 1 Timoteo 5:22).
5. Cuando los israelitas pidieron un gobernante visible, Jeho-
v´a consider
´o que esa petici
´on constitu
´ıa un claro rechazo a
Su soberan´ıa (1 Samuel 8:7).
6. Los cristianos queremos hablar del Reino de Dios con to-
tal libertad a personas de cualquier ideolog´ıa pol
´ıtica (Mateo
24:14; 28:19, 20; Hebreos 10:35).
Servicio civil. Hay pa´ıses que exigen que los objetores al servi-
cio militar realicen por alg´
un tiempo un servicio civil. ¿Qu´e de-
bemos hacer si nos enfrentamos a esta situaci´
on? Orar a Jehov´a
e informarnos bien, tal vez pidi´endole consejo a un cristiano
maduro. As´ı podremos tomar una buena decisi
´on de conciencia
(Proverbios 2:1-5; Filipenses 4:5).
La Palabra de Dios nos pide que seamos “obedientes a los go-
biernos y a las autoridades”, que estemos “listos para toda bue-
na obra” y que seamos “razonables” (Tito 3:1, 2). Teniendo esto
presente, debemos preguntarnos qu´e ocurrir
´a si aceptamos el
servicio civil: “¿Se ver´a comprometida mi neutralidad cristiana
o me ver´e involucrado en la religi
´on falsa?” (Miqueas 4:3, 5; 2 Co-
rintios 6:16, 17). “¿Me ser´a dif
´ıcil, o incluso imposible, cumplir
con mis responsabilidades cristianas?” (Mateo 28:19, 20; Efesios
Ap´
endice 277
Fracciones sangu´ıneas. Las fracciones se extraen de los cuatro
componentes principales de la sangre: gl´
obulos rojos, gl´
obulos
blancos, plaquetas y plasma. Entre las fracciones que se obtie-
nen de los gl´
obulos rojos figura una prote´ına llamada hemoglo-
bina. Con la hemoglobina, sea humana o animal, se elaboran
productos destinados al tratamiento de anemias agudas y he-
morragias masivas.
Otras fracciones provienen del plasma, componente sangu´ıneo
formado por agua (en un 90%) y por una gran cantidad de
hormonas, sales inorg´anicas, enzimas y nutrientes, entre ellos
minerales y az´
ucares. El plasma tambi´en contiene factores de
coagulaci´
on, prote´ınas como la alb
´umina y anticuerpos que com-
baten enfermedades. As´ı, cuando una persona se ve expuesta a
determinadas enfermedades, se le suele recetar inyecciones de
gammaglobulina, fracci´
on rica en anticuerpos que se extrae del
plasma de personas inmunizadas. Finalmente, de los gl´
obulos
Fracciones sangu´ıneas y procedimientos m
´edicos
6:4; Hebreos 10:24, 25.) “O por el contrario, ¿tendr´e tiempo para
participar m´as en las actividades espirituales, e incluso empren-
der el ministerio de tiempo completo?” (Hebreos 6:11, 12.)
Si un cristiano decide con conciencia limpia cumplir con un
determinado servicio civil en lugar de ir a la c´arcel, sus herma-
nos en la fe deben respetar su decisi´
on (Romanos 14:10). Y lo
mismo deben hacer si decide no cumplir con dicho servicio
(1 Corintios 10:29; 2 Corintios 1:24).
278 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
blancos se obtienen fracciones como los interferones y las inter-
leuquinas, con las que se tratan infecciones virales y c´anceres.
¿Pueden los cristianos aceptar terapias que empleen fraccio-
nes sangu´ıneas? La Biblia no da instrucciones espec
´ıficas, por lo
que cada cual debe tomar su propia decisi´
on ante Dios de acuer-
do con los dictados de su conciencia. Algunos rechazan todas
las fracciones, razonando que, cuando Dios les dio la Ley a los
israelitas, les indic´
o que la sangre de los animales que mataran
ten´ıan que “derramarla sobre el suelo” (Deuteronomio 12:22-24).
Pero hay otros que, aunque tampoco aceptan transfusiones de
sangre completa o de componentes principales, s´ı admiten tra-
tamientos con una determinada fracci´
on, pues consideran que,
en alg´
un momento, la fracci´
on dej´
o de representar la vida de la
criatura de la que proviene.
Antes de decidir nada, conviene preguntarse: “¿Comprendo
que si rechazo todas las fracciones sangu´ıneas me estoy negan-
do a aceptar todos los productos que las incluyan, entre ellos me-
dicamentos destinados a combatir ciertas enfermedades o a
detener las hemorragias facilitando la coagulaci´
on? ¿Sabr´ıa ex-
INACEPTABLE
SANGRE COMPLETA
Gl´obulosrojos
Gl´obulos
blancosPlaquetas Plasma
CADA CRISTIANODEBE TOMARSU DECISI
´ON
Fraccionesde los
gl´obulosrojos
Fraccionesde los
gl´obulos
blancos
Fraccionesde las
plaquetas
Fraccionesdel
plasma
����
����
���
����
����
���
����
����
����
����
�
����
����
����
����
�
Ap´
endice 279
plicarle a un m´edico por qu
´e rechazo o por qu
´e acepto una o
m´as fracciones sangu
´ıneas?”.
Procedimientos m´edicos. Dos t
´ecnicas quir
´urgicas habituales
son la hemodiluci´
on y la recuperaci´
on de sangre. La hemodilu-
ci´
on consiste en desviar parte de la sangre, sustituirla por un ex-
pansor del plasma y luego reintroducirla en el cuerpo. Y la re-
cuperaci´
on de sangre es el proceso por el que, durante una
operaci´
on, se recoge de las heridas y cavidades la sangre que pier-
de el paciente, se lava o se filtra y luego se le reinfunde. Dado
que la aplicaci´
on de estas t´ecnicas puede variar de un doctor a
PREGUNTAS QUE ES RECOMENDABLEHACER AL M
´EDICO
Si nos van a realizar una operaci´
on o administrar un trata-miento que pudiera incluir un producto sangu
´ıneo, debemos
asegurarnos de tener debidamente cumplimentada la docu-mentaci
´on legal necesaria para no recibir transfusiones (por
ejemplo, el poder en el que designamos un representante).Tambi
´en conviene plantear las siguientes preguntas al doctor:
ˇ ¿Sabe todo el equipo m´edico implicado que soy testigo de
Jehov´a y que no permito bajo ning
´un concepto que se me admi-
nistren transfusiones de sangre (sangre completa, gl´
obulos ro-jos, gl
´obulos blancos, plaquetas ni plasma)?
ˇ ¿Contiene el producto que me est´a recomendando alguna
fracci´
on sangu´ınea? Si es as
´ı, ¿cu
´al es exactamente su compo-
sici´
on? ¿En qu´e cantidad se administrar
´ıa, y de qu
´e modo?
ˇ Si mi conciencia me permite aceptar esta fracci´
on sangu´ı-
nea, ¿qu´e riesgos m
´edicos correr
´e? ¿Qu
´e otras opciones tengo?
Antes de tomar cualquier decisi´
on, expongamos nuestrasinquietudes a Jehov
´a, quien promete dar la sabidur
´ıa necesa-
ria a todo el que “siga pidiendo con fe” (Santiago 1:5, 6).
280 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
otro, el cristiano debe preguntar a su m´edico qu
´e pretende ha-
cer en su caso.
A la hora de tomar decisiones sobre procedimientos como los
anteriores, debemos preguntarnos: “Si desviaran parte de mi san-
gre fuera del cuerpo e incluso se interrumpiera su flujo duran-
te un tiempo, ¿me permitir´ıa mi conciencia educada por la Bi-
blia seguir considerando que esa sangre es parte de m´ı, y que
por lo tanto no es necesario ‘derramarla sobre el suelo’?” (Deu-
teronomio 12:23, 24). “¿Se quedar´ıa tranquila mi conciencia si
durante un procedimiento m´edico extrajeran parte de mi sangre,
la modificaran y la devolvieran a mi cuerpo?” “¿Comprendo que
si rechazo todas las t´ecnicas m
´edicas que impliquen el uso de mi
propia sangre me estoy negando a aceptar procedimientos como
los an´alisis de sangre, la hemodi
´alisis y el empleo de la bomba
de circulaci´
on extracorp´
orea?”
El cristiano debe decidir por s´ı mismo c
´omo permitir
´a que se
maneje su sangre durante un procedimiento quir´
urgico. Y lo
mismo ocurre con las pruebas y terapias que impliquen extraer
y reinyectar una peque˜
na cantidad de sangre, tal vez despu´es de
haberla modificado.
La masturbaci´
on es un vicio que perjudica la espiritualidad,
pues fomenta actitudes egoc´entricas y corrompe la mente.�
� La masturbaci´
on consiste en manipular o estimular los genitales,normalmente hasta alcanzar el orgasmo.
C´omo vencer la masturbaci
´on
Ap´
endice 281
Quienes la practican pudieran terminar viendo a los dem´as
como meros juguetes er´
oticos, simples instrumentos para su sa-
tisfacci´
on. En realidad, separan el sexo del amor y lo reducen
a una funci´
on corporal que brinda placer moment´aneo y alivia
la tensi´
on sexual. Pero ese alivio es solo temporal. De hecho,
la masturbaci´
on no calma los apetitos carnales que conducen
a la fornicaci´
on y la inmundicia; m´as bien los excita (Colosen-
ses 3:5).
El ap´
ostol Pablo escribi´
o: “Amados, limpi´emonos de toda
contaminaci´
on de la carne y del esp´ıritu, perfeccionando la san-
tidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1). Para algunas per-
sonas, esta invitaci´
on a la pureza supone una aut´entica lucha;
pero no deben darse por vencidas, pues Jehov´a siempre est
´a
“listo para perdonar” y brindar su ayuda (Salmo 86:5; Lucas 11:
9-13). Puede que a veces tengan reca´ıdas, pero demuestran una
buena actitud, como lo indica el hecho de que sienten remordi-
mientos y se esfuerzan por superar el vicio. Jam´as olvidemos
que “Dios es mayor que nuestro coraz´
on y conoce todas las co-
sas” (1 Juan 3:20). Cuando´el nos mira, no se centra en los pe-
cados, sino en toda nuestra personalidad. Como conoce a la
perfecci´
on nuestras circunstancias, se compadece de nosotros
cuando le imploramos misericordia. Por eso, nunca dejemos de
orarle con fervor y humildad, como el ni˜
no que acude a su pa-
dre cuando necesita ayuda. Ciertamente, Jehov´a puede lim-
piarnos la conciencia (Salmo 51:1-12, 17; Isa´ıas 1:18). Claro,
no basta con orar; hay que obrar en consecuencia y dar pasos
282 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
decididos, como evitar la pornograf´ıa de todo tipo y las malas
compa˜
n´ıas.�
Si el problema persiste, uno no deber´ıa dudar en hablar con
su padre (o madre) cristiano o con alg´
un hermano (o hermana)
que demuestre madurez e inter´es personal (Proverbios 1:8, 9;
1 Tesalonicenses 5:14; Tito 2:3-5).�
� Muchos han visto pr´actico colocar la computadora en un lugar
abierto a toda la familia, lo que permite controlar su uso. Otroshan decidido adem
´as instalar filtros, es decir, programas para evitar
contenidos nocivos. No obstante, conviene recordar que ninguno deestos sistemas inform
´aticos es completamente seguro.
� Para m´as sugerencias sobre c
´omo dejar la masturbaci
´on, v
´eanse
“Los j´
ovenes preguntan... ¿C´
omo puedo superar este h´abito?”, en
¡Despertad! de noviembre de 2006, y Lo que los j´
ovenes preguntan. Res-puestas pr
´acticas, vol. 1, p
´ags. 178-182.
Jehov´a espera que los casados cumplan con los votos que hi-
cieron el d´ıa de la boda. Cuando uni
´o a la primera pareja, dijo:
“El hombre [...] tiene que adherirse a su esposa, y tienen que lle-
gar a ser una sola carne”. Siglos despu´es, Jesucristo cit
´o esas mis-
mas palabras y a˜
nadi´
o: “Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo
un yugo, no lo separe ning´
un hombre” (G´enesis 2:24; Mateo 19:
3-6). Como vemos, Jehov´a y Jes
´us consideran que el matrimonio
es una uni´
on para toda la vida, una uni´
on que solo termina cuan-
do muere uno de los c´
onyuges (1 Corintios 7:39). Dado que se
trata de una instituci´
on sagrada, no deber´ıamos tomar a la ligera
la idea de disolverla. De hecho, Jehov´a odia los divorcios que se
realizan sin base b´ıblica (Malaqu
´ıas 2:15, 16).
¿Qu´e dice la Biblia sobre el divorcio y la separaci
´on?
Ap´
endice 283
Seg´
un la Biblia, ¿qu´e motivo v
´alido hay para divorciarse?
Pues bien, Jehov´a ha indicado que detesta la inmoralidad se-
xual (G´enesis 39:9; 2 Samuel 11:26, 27; Salmo 51:4). Tanto la
aborrece, que permite el divorcio cuando hay fornicaci´
on. (En
el cap´ıtulo 9, p
´arrafo 7, se explica qu
´e abarca la fornicaci
´on.)
En realidad, a quien Dios ha concedido el derecho de decidir
si permanecer´a casado o se divorciar
´a es al c
´onyuge inocente
(Mateo 19:9). Por tanto, si este decide disolver el matrimonio,
no estar´a haciendo nada que Jehov
´a odia. Ahora bien, ning
´un
miembro de la congregaci´
on debe animarlo a dar ese paso.
De hecho, teniendo presentes determinadas circunstancias, el
c´
onyuge inocente tal vez opte por permanecer con su pareja,
particularmente si observa verdadero arrepentimiento. En todo
caso, es´el —que tiene el derecho b
´ıblico a divorciarse— quien
debe decidir y asumir las consecuencias (G´alatas 6:5).
Por otro lado, existen situaciones extremas en las que un cris-
tiano o cristiana opta por separarse, o incluso divorciarse, pese
a que su pareja no ha cometido fornicaci´
on. Cuando esto suce-
de, la Biblia establece que quien decida irse “permanezca sin
casarse, o, si no, que se reconcilie” (1 Corintios 7:11). De modo
que, en tales casos, el cristiano no queda libre para comenzar
a relacionarse con otra persona con miras a volver a casarse
(Mateo 5:32). Veamos ahora varias situaciones excepcionales
que han llevado a algunos a separarse.
Negativa a mantener a la familia. Hay esposos que no cu-
bren las necesidades b´asicas de su familia, pero no porque
284 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
no puedan, sino porque no quieren; y, como resultado, la some-
ten a graves privaciones. ¿Qu´e dice la Biblia sobre ellos? “Si al-
guno no provee para los [...] miembros de su casa, ha repudia-
do la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Timoteo 5:8.)
En caso de que un marido as´ı reh
´use cambiar, la esposa tendr
´a
que determinar si la separaci´
on legal es un paso necesario para
velar por el bienestar de sus hijos y el suyo propio. Ahora bien,
siempre que se acuse a un cristiano de este tipo de negligencia,
los ancianos de la congregaci´
on investigar´an el asunto a fondo,
ya que constituye un motivo por el que podr´ıa ser expulsado.
Maltrato f´ısico muy grave. Hay quienes se vuelven tan agresi-
vos que ponen en peligro la salud, o incluso la vida, de su pa-
reja. Si el c´
onyuge maltratador es cristiano, los ancianos deben
analizar el caso, pues los arrebatos de c´
olera y la conducta vio-
lenta son motivos de expulsi´
on (G´alatas 5:19-21).
Peligros muy graves para la vida espiritual. Hay c´
onyuges que in-
tentan impedir por todos los medios que su pareja sirva a Jeho-
v´a o que incluso tratan de obligarla a violar de alg
´un modo los
mandatos b´ıblicos. En tales casos, el c
´onyuge cristiano tendr
´a que
determinar si la´
unica manera de “obedecer a Dios [...] m´as bien
que a los hombres” es obteniendo la separaci´
on (Hechos 5:29).
Conviene destacar que en casos tan extremos como los an-
teriores no debe animarse al c´
onyuge inocente ni a separarse
de su pareja ni a permanecer con ella. Aunque los ancianos y
otros hermanos maduros pueden brindar apoyo y dar consejos
b´ıblicos, deben reconocer que, en definitiva, el
´unico que cono-
ce lo que pasa entre marido y mujer es Jehov´a. Si una cristiana
Ap´
endice 285
(o un cristiano) exagerara la gravedad de sus problemas matri-
moniales para justificar su separaci´
on, no estar´ıa honrando ni a
la instituci´
on matrimonial ni al propio Dios. Adem´as, Jehov
´a
sabe si alguien est´a recurriendo a maquinaciones astutas, sin
importar lo bien tramadas que est´en. En efecto, “todas las co-
sas est´an desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel
a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:13). Ahora bien, si
existe una situaci´
on sumamente peligrosa y, como´
ultimo recur-
so, el cristiano decide separarse, nadie deber´ıa criticarlo. En
´ul-
timo t´ermino, “todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios”
(Romanos 14:10-12).
En 1 Corintios 6:1-8, el ap´
ostol Pablo trat´
o el asunto de los
pleitos entre hermanos en la fe. Primero, expres´
o su indigna-
ci´
on porque algunos cristianos de Corinto se atrev´ıan “a ir al
tribunal ante hombres injustos” (vers´ıculo 1). A continuaci
´on,
recomend´
o que las desavenencias se zanjaran dentro de la con-
gregaci´
on y no en las cortes de justicia. Examinemos algunas
de las s´
olidas razones que present´
o en su carta inspirada y lue-
go veamos casos en los que tal vez no sean pertinentes las ins-
trucciones del ap´
ostol.
Cuando surgen problemas de negocios entre cristianos, Jeho-
v´a espera que intentemos solucionarlos a su manera, y no a la
nuestra (Proverbios 14:12). Como indic´
o Jes´
us, lo mejor es re-
solverlos r´apido, sin dejar que se agraven (Mateo 5:23-26). Por
C´omo resolver disputas de negocios
286 “Mant´
enganse en el amor de Dios”
desgracia, algunos cristianos adoptan una actitud combativa y
terminan yendo a los tribunales. Pero Pablo se˜
nala que “el que
est´en teniendo litigios unos con otros” es toda una “derrota”.
¿Por qu´e? Sobre todo, porque pudiera afectar el nombre de
nuestro Dios y la fama de la congregaci´
on. Para que eso no su-
ceda, debemos aplicar esta exhortaci´
on del ap´
ostol: “¿Por qu´e
no dejan m´as bien que les hagan injusticias?” (vers
´ıculo 7).
Pablo tambi´en se
˜nal
´o que Dios ha instituido un medio eficaz
que permite resolver muchas disputas. Menciona que en las
congregaciones hay hombres que han adquirido sabidur´ıa gra-
cias al estudio de las Escrituras. En efecto, los ancianos se en-
cuentran capacitados para “juzgar entre sus hermanos” en di-
versos “asuntos de esta vida” (vers´ıculos 3-5). Asimismo, Jes
´us
dijo que para resolver discusiones causadas por ofensas graves
—como calumnias o fraudes— pueden darse tres pasos. El pri-
mero es tratar de arreglar las cosas con la otra parte en priva-
do; si lo anterior no resulta, el segundo paso es volver a reu-
nirse en presencia de uno o dos testigos; y si eso tampoco
funciona, el´
ultimo recurso es acudir a los representantes de la
congregaci´
on, los ancianos (Mateo 18:15-17).
Por supuesto, los ancianos no tienen por qu´e ser abogados o
asesores comerciales, ni deben actuar como si lo fueran. Tam-
poco van a estipular los t´erminos del acuerdo para zanjar una
disputa de negocios entre dos hermanos. M´as bien, su labor
consiste en ayudar a ambas partes a poner en pr´actica los prin-
cipios b´ıblicos y llegar a una soluci
´on amistosa. Si el caso es
Ap´
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muy complejo, tal vez decidan consultar al superintendente de
circuito o a la sucursal de los testigos de Jehov´a. Ahora bien,
existen algunas situaciones en las que el consejo de Pablo que
hemos analizado no ser´ıa necesariamente aplicable. Veamos
varias.
Presentar una demanda no es siempre una medida ego´ısta.
Tal vez se trate de una simple formalidad legal o un paso ne-
cesario para alcanzar una soluci´
on pac´ıfica. Por ejemplo, pu-
diera ser imprescindible para obtener un divorcio, recibir la
custodia de un hijo, establecer una pensi´
on alimenticia, cobrar
un seguro, ser reconocido como acreedor en un juicio de quie-
bra o legalizar un testamento. Incluso es posible que un cris-
tiano decida protegerse de una demanda recurriendo a una con-
trademanda, o reconvenci´
on.�
El cristiano que recurre a los tribunales en situaciones de
esta clase no viola el esp´ıritu del consejo inspirado de Pablo,
siempre que no act´
ue con´animo combativo.� No olvidemos
cu´ales son nuestras prioridades: santificar el nombre de Jeho-
v´a y mantener la paz y la unidad en la congregaci
´on. Nuestro
distintivo como seguidores de Cristo es, sobre todo lo dem´as,
el amor, un amor que “no busca sus propios intereses” (1 Co-
rintios 13:4, 5; Juan 13:34, 35).
� En el raro caso de que un cristiano cometiera un delito gravecontra otro —como violaci
´on, agresi
´on, asesinato o hurto mayor—,
no ser´ıa improcedente denunciarlo ante las autoridades, aunque di-
cha acci´
on diera origen a un juicio civil o penal.� Para m
´as informaci
´on, v
´ease La Atalaya del 15 de marzo de 1997,
p´ags. 17-22, y del 15 de octubre de 1991, p
´ags. 25-28.
Para mas informacion, visite jw.orgo escriba a los testigos de Jehova.