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  • Lazarillo de Tormes

  • Coleccin

    Clsicos a la carta

    Una coleccin de obras clsicas de la Literatura adaptadas al lenguaje y la competencia lectora del alumnado de E.S.O. y/o Bachillerato.

    Todos los ttulos presentan una gua de lectura as como un estudio del autor y la obra en su contexto literario e histrico. Igualmente un vocabulario ayuda a la comprensin de los textos.

    Las obras se presentan con grandes ilustraciones que apoyan y complementan la lectura.

  • Lazarillo de Tormes

    Colec

    cin Clsicos a la carta

    Edicin a cargo de:Andrs Mnguez Gallego

    Ilustraciones:Javier Lacasta Llcer

  • ES PROPIEDADAndrs Mnguez GallegoEditorial ECIR, S. A.

    Diseo interior: Diseo grfico ECIRIlustraciones: Javier LacastaEdicin: Editorial ECIRFotografa: Archivo ECIRImpresin: Industrias Grficas Ecir (IGE)

    Diseo e ilustracin cubierta: Diseo grfico ECIR y Javier Lacasta

    Depsito legal: V-1175-2012I.S.B.N.: 978-84-9826-649-8

    Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o trans-formacin de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacin de sus ti-tulares, salvo excepcin prevista por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra.

    Villa de Madrid, 60 - 46988 - P. I. Fuente del Jarro - PATERNA (Valencia)Tels: 96 132 36 25 - 96 132 36 55 - Mvil: 677 431 115 - Fax: 96 132 36 05E-mail: [email protected] - http://www.ecir.com

  • ndiceESTUDIO PRELIMINAR

    Ficha 1. El nacimiento de la Edad Moderna xFicha 2. Lazarillo de Tormes: annimo xivFicha 3. La estructura de la novela xviiiFicha 4. El espacio y el tiempo de la novela xxiiFicha 5. La crtica en el Lazarillo xxviFicha 6. El estilo en el Lazarillo de Tormes xxviiiFicha 7. Originalidad y tradicin en el Lazarillo xxxFicha 8. El inicio del nuevo gnero: la picaresca xxxiv

    LAZARILLO DE TORMESPrlogo 3

    Tratado primero Lzaro cuenta su vida y de quin fue hijo 6

    Tratado segundo Cmo Lzaro sirvi a un clrigo, y lo que ocurri con l 29

    Tratado tercero Cmo Lzaro habit con un escudero y de lo que le ocurri con l 45

    Tratado cuarto Cmo Lzaro se junt con un fraile de la Merced, y de lo que le sucedi con l 69

    Tratado quinto Cmo Lzaro se junt con un buldero, y de las cosas que sucedieron con l 70

    Tratado sexto Cmo Lzaro sirvi a un capelln y lo que ocurri con l 82

    Tratado sptimo Cmo Lzaro sirvi a un alguacil, y de lo que le ocurri con l 84

    GUA DE LECTURAAnlisis del texto narrativo 90Profundizando en el texto 94Lectura de imgenes 102

  • EstudioPreliminar

  • X Estudio Preliminar

    EL NACIMIENTO DE LA EDAD MODERNA Ficha 1

    En el siglo XVI Europa experimenta una gran renovacin econmico-social, mo-ral y cultural, que ya haba mostrado sus primeros sntomas en las dos centu-rias anteriores (el siglo XV puede considerarse fundamentalmente prerrenacen-tista) y que haba abanderado Italia mucho antes que el resto de los pases.

    Una renovacin econmica y social

    Recordemos que la sociedad medieval era inmovilista y estaba fuertemente jerarquizada. Los dos estamentos privilegiados nobleza y clero- se benefi-ciaban de una gran parte de las cosechas que los campesinos recolectaban en las tierras de sus seores. Sin embargo, y de forma paulatina, otro tipo de relacin va desarrollndose frente a la feudal: el intercambio monetario pro-mueve la competitividad y permite que cada vez haya ms trabajadores que cobran un salario. El dinero empieza a circular en un nuevo espacio abierto: las ciudades, en cuyos mercados se venden los productos agrcolas, en cuyas calles abren sus puertas los comercios artesanales, donde los bancos y sus banqueros representan un nuevo poder, y, por lo tanto, donde una nueva cla-se social, la burguesa, va cobrando mayor importancia y pone en juego otro orden social. Aunque dicha burguesa, es importante subrayarlo, trata a toda costa de parangonarse con la nobleza, comprando ttulos y tierras.

    Esto ltimo es muy significativo en la Espaa del siglo XVI: la nobleza todava goza de grandes privilegios, sobre todo el de no pagar impuestos. Como la burguesa no estaba exenta de pagar al fisco, intenta adquirir legal o ilegal-mente el ttulo de hidalgo (el ms bajo dentro de la jerarqua nobiliaria) y adopta los valores aristocrticos, entre ellos, despreciar los trabajos arte-sanales. De ah que el desarrollo productivo y mercantil de las ciudades es-paolas no sea tan dinmico como en otras partes de Europa, de ah que en dichas ciudades espaolas la mendicidad y el vagabundeo sean ms agudos por la falta de trabajo.

    Es cuanto menos curioso encontrarnos con hidalgos pobres que buscan a toda costa aparentar que no pasan penurias econmicas, y con burgueses ricos que buscan a toda costa convertirse en hidalgos.

    Si en la Pennsula convivieron durante la Edad Media tres religiones, tres ra-zas, tres culturas (la cristiana, la juda y la musulmana), la expulsin en 1492 de los judos y, posteriormente, de los moros rompe definitivamente la convi-vencia y afecta considerablemente a la economa, principalmente porque una buena parte de las actividades econmicas haban estado en manos de los

  • XILazarillo de Tormes

    El nacimiento de la Edad Moderna

    Pintura de 1889 que re-presenta la expulsin de los judos de Espaa.

    judos. Aquellos que se hicieron conversos o cristianos nuevos, por evitar la expulsin, si bien participaron en el crecimiento econmico, sufrieron el aco-so de la Inquisicin o el menosprecio de los cristianos viejos (los moriscos, de hecho, quedaron relegados al ltimo escaln social).

    Una renovacin moral y cultural

    Utilizamos la etiqueta de Renacimiento para nombrar el periodo histrico que sucede a la Edad Media. En realidad, dicho periodo histrico se alimenta de los principios de los humanistas, estudiosos de la antigedad clsica griega y latina que pretendan conservar y recuperar el sentido original de los textos clsicos. Frente a la mentalidad teocntrica medieval, que consideraba a Dios como centro de todas las cosas y al mundo como un valle de lgrimas y un mero camino hacia la vida eterna, el ideal renacentista se sustenta en la fe en el saber y en el progreso, en la dignidad del individuo y en la bs-queda de la belleza y de la perfeccin. De hecho, los gobernantes apoyan las universidades, que se convierten en smbolos intangibles del poder. La cultura se amasa en las ciudades, de ah su carcter urbano y su alejamiento de la religiosidad con la que se haba impregnado en la Edad Media. Es una cultura que admite por primera vez diferentes puntos de vista y que acepta

  • XII Estudio Preliminar

    Ficha 1El nacimiento de la Edad Moderna

    corrientes filosficas distintas (escepticismo, estoicismo, neoplatonismo). Y no olvidemos que, ya antes del siglo XVI y durante el mismo, se produjeron descubrimientos que necesariamente iban a cambiar la manera de ver el mundo y de concebir el universo (entre otros, el descubrimiento de Amrica, la imprenta, los avances en la astronoma y en la geografa, etc.). Nos encon-tramos, en definitiva, ante una mentalidad esencialmente antropocntrica y afn al modo de pensar burgus: el hombre se convierte en la medida de todas las cosas.

    Uno de los asuntos ms importantes sobre el que reflexionaron los humanis-tas europeos fue el cristianismo y los textos religiosos. El holands Erasmo de Rotterdam sostuvo que no se deba buscar el conocimiento de Dios a travs de la teologa (como en la Edad Media), sino a travs de la caridad y de la libertad individual. Parti de la famosa frase latina Monachatus non est pietas (El hbito no hace al monje) para criticar el culto excesivo a las reliquias y a los santos, y defender una religiosidad interior, alejada de la apa-riencia externa. Fue Martn Lutero quien se declaraba admirador de Erasmo-

    el que promovi la reforma de la iglesia y una religiosidad individual. La reforma

    luterana junto con otras, como la calvinista- dividi en dos a la

    iglesia catlica y supuso el nacimiento del protestantis-mo en Europa.

    El hombre. LEONARDO DA VINCI. Aca-demia de Venecia. 1492.

  • XIIILazarillo de Tormes

    El nacimiento de la Edad Moderna

    Estatua de Luis Vives en la Biblioteca Nacional de Madrid.

    Fachada de la Universidad de Salamanca. c. 1529.

    Las ideas erasmistas (con Luis Vives a la cabeza) tuvieron un eco muy favo-rable en Espaa durante las primeras dcadas del siglo XVI. El rey Carlos I potenci la libre circulacin de las ideas y apoy a las universidades de Alca-l de Henares y de Salamanca, centros humanistas de primer orden europeo. Sin embargo, la iglesia catlica ortodoxa reaccion con contundencia ante las reformas luteranas y calvinistas, y tras el Concilio de Trento en 1558, se mostr inflexible ante cualquier desviacin de su doctrina. El monarca Felipe II, hijo del emperador Carlos I y V de Alemania, prohibi en Espaa la posibi-lidad de estudiar en el extranjero y engras la maquinaria de la Inquisicin, que en 1559 public el primer ndice de libros prohibidos y persigui a cual-quiera que se opusiera a los dogmas catlicos apostlicos y romanos.

  • XIV Estudio Preliminar

    LAZARILLO DE TORMES: ANNIMOFicha 2

    Pocas obras posteriores a la Edad Media han suscitado tantos interrogan-tes y originado tantas investigaciones sobre la fecha de composicin y su autora como esta del Lazarillo de Tormes. Cuando en 1992 (ms de cuatro-cientos aos despus!) se encontr -en una biblioteca que haba permane-cido oculta durante siglos en una vieja casa extremea- un nuevo ejemplar de la obra, tan antiguo como los ms antiguos, muchos estudiosos se lan-zaron esperanzados a buscar entre sus pginas nuevos datos que desvela-ran algo sobre el autor, su biografa y fechas exactas Aunque el hallazgo aport alguna luz tenue, esta pronto se apag, y hoy en da seguimos sin saber quin escribi, y cundo, el Lazarillo de Tormes.

    La publicacin de una obra exitosa

    El ao de 1554 va necesariamen-te ligado a la Vida del Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y ad-versidades, pues es la fecha de publicacin que aparece en los cuatro ejemplares ms antiguos que conocemos de la obra. Son los de Burgos, Alcal de Hena-res, Amberes y Medina del Cam-po. Las diferencias entre unos y otros no son considerables, aun-que la edicin de Alcal es la que ms difiere de las otras tres (pre-senta algunas interpolaciones, esto es, fragmentos o frases aadidas). Si tenemos en cuenta el xito tan amplio y rpido que tuvo la obra a partir de 1554, as como el silencio y la ausencia de referencias antes de dicha fecha, se puede concluir que las cinco o seis primeras impresiones del Lazarillo se habran dado entre 1552 y 1554. Portada de la edicin de Medina del Campo de

    1554.

  • XVLazarillo de Tormes

    Prueba del rpido xito de la novela es, por ejemplo, que en 1555 se pu-blicara una segunda parte en Amberes. Pero una prueba todava mayor se desprende del hecho de que en 1559 el ndice de libros prohibidos de la Inquisicin incluyera al Lazarillo (por su fuerte crtica y stira anticlerical), y de que catorce aos despus, en 1573, apareciera una edicin expur-gada, amputada o censurada (cualquiera de estos trminos nos vale) de-nominada Lazarillo castigado. Es evidente que esta reedicin del Lazarillo responda al temor y a las sospechas de que la obra prohibida, dada su popularidad, se estuviese leyendo a escondidas desde el ao mismo de su prohibicin.

    La fecha aproximada de composicinHay crticos que defienden una com-posicin temprana de la obra, basn-dose en tres hechos histricos que aparecen en ella: la batalla de Gelves (hubo dos expediciones para luchar contra los turcos en el norte de fri-ca, una en 1510, la otra en 1520); la mencin a los cuidados del rey de Francia (podra tratarse de Francisco I, hecho prisionero en Madrid entre 1525 y 1526); el Lazarillo acaba con la mencin a la celebracin de las Cortes de Toledo por parte del rey Carlos V (en 1525 el rey entr victo-rioso en Madrid; tambin en 1538 se celebraron las Cortes, pero esta vez no fueron nada exitosas).

    Sin embargo, estos datos histricos no dejan de formar parte de una obra de ficcin, por lo que el autor bien podra haber situado los hechos en dcadas anteriores al momento de la escritura o haber jugado deliberada-mente con los datos histricos.

    Lazarillo de Tormes: annimo

    El emperador Carlos V a caballo pintado por Tiziano.

  • XVI Estudio Preliminar

    Ficha 2

    Lo que s sabemos es que el Lazarillo goz de un xito extraordinario a partir de 1554 y de que antes de esa fecha haba existido un silencio rotundo sobre la obra. Por eso, es ms lgico pensar que fue escrito muy poco antes de su publicacin, esto es, alrededor de 1552. Puestos a utilizar datos histrico-sociales, se podra tener en cuenta la ley publicada por el Consejo Real en 1545 a partir de la cual, entre otras exigencias, se prohiba a los mendigos pedir limosna fuera de sus lugares de nacimiento. Esta ley fue el centro de disputadas polmicas entre partidarios y detractores, y se haca eco de una situacin de pobreza y dificultades en la Espaa de mitad de siglo.

    Estatua de Lzaro junto con el ciego. Salamanca.

    Lazarillo de Tormes: annimo

  • XVIILazarillo de Tormes

    El autor annimo y el personaje narrador

    Quin pudo ser el autor del Lazarillo? La crtica ha barajado varios nombres a lo largo de los aos, pero todava hoy no existe prueba alguna que nos per-mita otorgar la autora a ninguno de ellos. La lista de candidatos es extensa: Fray Juan de Ortega, Diego Hurtado de Mendoza, Juan y Alfonso de Valds, Lope de Rueda, Sebastin de Horozco, Pedro de Ra Se ha hablado tam-bin de una cofrada de pcaros, de un grupo de obispos o de un desconocido converso.

    Son demasiadas conjeturas para una obra del Renacimiento, poca en la que la imprenta funciona a toda mquina y en la que se valora por encima de todo el orgullo y el xito creador individual. Si no sabemos hoy en da quin escribi el Lazarillo es porque, casi con toda seguridad, el autor no quiso que lo supieran sus lectores. Se tratara pues de un anonimato intencionado. El au-tor se habra quitado de en medio para cederle todo el protagonismo a Lzaro, presentado desde el principio como un autor real, que escribe su pro-pia trayectoria vital algo, por otra par-te, comn en las cartas de la poca. A medida que avanza la narracin, el lector de 1554 descubre que ese autor supuestamente real no lo es en absoluto, que forma parte de una invencin, se encuentra de golpe ante un hecho completamente novedoso: una ficcin que pretenda ser real.

    Ese Lzaro narrador que escribe sobre su vida, ese pregonero de Toledo, traza pues los pasos de otro Lzaro personaje que sirve a distintos amos y que al final de la novela se encontrar convertido en el Lzaro narrador del principio. El perfil que el Lzaro narrador ha trazado sobre s mismo es muy personal, de modo que en realidad solo tenemos una visin subjetiva y par-cial del Lzaro verdadero.

    Grabado que representa al dramaturgo Lope de Rueda (1510 - 1656).

    Lazarillo de Tormes: annimo

  • XVIII Estudio Preliminar

    Ficha 3

    LA ESTRUCTURA DE LA NOVELA

    El Lazarillo de Tormes, tal y como hoy lo conocemos, se estructura externa-mente mediante un prlogo y siete tratados. Sin embargo, dicha divisin debi de ser establecida por los editores de la obra, no por el autor, dado que en algn caso no se da una relacin coherente entre el ttulo y el contenido del captulo: vase el Tratado VII, Cmo Lzaro sirvi a un alguacil, y de lo que ocurri con l, en el cual la presencia del alguacil es anecdtica.

    Lo ms probable es que el texto original fuese una narracin de una sola tirada, de lo contrario cuesta creer que el autor quisiera aislar por ejemplo el Tratado IV, un nico prrafo que adems manifiesta una continuidad clara con el tratado anterior (el captulo empieza as: Tuve que buscarme al cuarto, dando por hecho que se trata del cuarto amo). Es ms, el propio ttulo de la novela debi ser tambin obra de los editores, puesto que ms que la vida del Lazarillo se narra la de Lzaro.

    Una estructura cerrada: el prlogo y el tratado VII

    Si atendemos a la estructura interna del relato, podemos observar que este arranca con un Prlogo en cuyo final Lzaro se dirige en primera persona a Vuestra merced:

    Y pues Vuestra Merced me pide que le escriba y relate el caso con todo tipo de detalles, me pareci mejor no empezar por el medio, sino desde el principio, porque se tenga entera noticia de mi persona.

    Ese caso que menciona no es otro que el deshonor en el que ha cado al con-sentir que su mujer mantenga relaciones extramatrimoniales, para as seguir l recibiendo los favores del arcipreste de San Salvador. Pero el lector solo conocer la verdad del caso al final de la narracin, en el Tratado VII. Hasta ese momento final, habr credo estar ante el relato de un hombre esforzado que ha llegado a buen puerto:

    me pareci mejor no empezar por el medio, sino desde el principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, y tam-bin porque consideren los nobles que heredaron sus propie-dades el poco mrito que hay en ello, pues Fortuna los favore-ci; y aquellos a los que Fortuna les fue contraria, cunto ms mrito tienen, pues llegaron a buen puerto remando con fuerza y maa.