Monastico A

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Mistica

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  • CNDIDA M. CYMBALISTA, OSB

    La bendicin

    I

    La fuente y origen de toda bendicin es Dios bendito, que est por encima de todo,el nico bueno, que hizo bien todas las cosas para colmarlas de sus bendiciones 1

    Con los ritos de las bendiciones, los hombres se disponen a recibir el frutosuperior de los sacramentos y quedan santificadas las diversas circunstancias de suvida 2

    Con frecuencia, segn una antigua tradicin de la Iglesia, se propone tambin elsigno de la cruz 3

    Un da estando a solas (Benito) se present el tentador. Una negra avecillallamada vulgarmente mirlo comenz a revolotear en torno de su rostro y aacercarse importunamente a su cara... mas, trazando la seal de la cruz, alejse elave 4

    Cada vez que se encuentren los hermanos, pida el ms joven la bendicin almayor 5

    En un mundo secularizado se ha perdido en gran parte el sentido de los signos sagrados, dela presencia de Dios a travs de los elementos como el agua bendita, el cirio bendecido, elincienso, las medallas, o a travs de gestos como la seal de la cruz o de palabras y gestosjuntos como las bendiciones ya sean reservadas al Obispo y a los Sacerdotes, ya a loslaicos. Sean establecidas o espontneas. Sin duda que muchas veces se ha cado enconfundir estos sacramentales con acciones mgicas y con supersticiones. Pero el abuso omal uso no debe anular el uso. La vida de san Benito, su Regla, la tradicin conservada enlos Monasterios muestran la importancia de las bendiciones y como ellas son una forma,entre otras, de la presencia de Dios. Las bendiciones miran primaria y principalmente aDios, cuya grandeza y bondad ensalzan; pero, en cuanto que comunican los beneficios deDios, miran tambin a los hombres, a los que Dios rige y protege con su providencia; perotambin se dirigen a la cosa creadas, con cuya abundancia y variedad Dios bendice alhombre 6 .Me ha parecido iluminador sobre este tema un artculo del Padre Tarcisio Gregorio Vieira,sacerdote brasilero de la Congregacin de Don Orione, quien despus de nueve aos de

  • trabajo pastoral en Brasilia, hace en la actualidad una licenciatura en Teologa sacramentalen el Ateneo San Anselmo de Roma. De este artculo he suprimido la primera parte, que esuna descripcin de la Iglesia en Brasil, por razones de extensin. Tambin es necesarioaclarar que el Padre Vieira se circunscribe al Brasil y con una finalidad pastoral. En una tercera parte pondr algunos textos de los Dilogos de san Gregorio y de la ReglaBenedictina en los que se trata de la bendicin.

    II

    Bendiciones y bendecidores en Brasil.La bendicin como sacramento del pobre

    a. Antropologa religiosa: Con Dios me levanto, con Dios me acuesto

    En Brasil, el hombre no vive la religin como un conjunto de ideas, sino como un conjuntode prcticas. El papel de la religin es ayudar al hombre a vivir y a devenir ms fuerte. Nohay separacin entre el mundo profano y un mundo religioso. Esta conciencia de lapresencia y de la accin de Dios en todo lugar y en todo momento se traduce en numerosasexpresiones: Anda con Dios. Permanece con Dios. Aqu habito con Dios. Poco, con Dioses mucho. Con Dios yo me levanto, con Dios me acuesto.

    Otro aspecto del catolicismo popular es la conviccin de que la vida no est hecha para lareligin, sino que la religin est hecha para la vida. Qu piden los fieles que vienen a unsantuario en peregrinacin? Una encuesta hecha en un santuario del Nordeste del pasrevela que el 86% de los peregrinos piden la curacin de una enfermedad, el xito de unaintervencin quirrgica o el restablecimiento despus de un accidente; el 2,5% piden lalluvia para sus cultivos; solamente el 1,5% pide la vida eterna, y otros no quieren precisarque piden.

    Es evidente que la mayora pide una proteccin, una intervencin divina, que fcilmenteser considerada como un milagro: acaso las curaciones obradas por Jess no eranmilagros? Lo extraordinario forma parte de la vida ordinaria, y casi todo el mundo tiene unmilagro para contar.

    Al lado de la oracin que obtiene el milagro, funciona la bendicin. Esta es vista como unaproteccin y un escudo contra el mal. Es necesario bendecir el cuerpo, para que el cuerpoest cerrado del mal. Cerrar el cuerpo, es asegurar la proteccin de la persona, explicauna mujer que tiene el carisma de la bendicin. Uno cierra el cuerpo por la Palabra deDios y por el signo de la cruz asegura esta mujer. De no ser as, el cuerpo permanece

  • abierto y vulnerable, accesible a las fuerzas del mal.

    Las personas que piden una bendicin son, en su mayora, enfermos. Pero el concepto deenfermedad es amplio. A menudo, la enfermedad tiene su origen en un desorden social. As,un obrero que trabajaba de noche vuelve a la maana a su casa para dormir. Su mujer debadejar la minscula habitacin junto con sus cuatro hijos y pasar toda la maana en la calle.Su salud se alter. El mdico al que acude no la escucha, diagnostica un problema nerviosoy le hace una receta. Entonces la mujer busc un bendecidor que la escuch e hizo suritual de bendicin. La mujer volvi curada.

    Este ejemplo, similar a muchos otros, muestra que la enfermedad puede ser causada por undesorden familiar o social. La enfermedad es considerada como la presencia de una fuerzadel mal en la persona o en el medio, en nuestro caso en la habitacin. La bendicin consisteen decir el bien, de manera eficaz, contra el mal: el mal es exorcizado por la fuerza delbien.b. Eficacia de la bendicin: todo depende de la fe

    El pueblo brasilero est convencido que la eficacia de la bendicin depende de la fe, lo quesignifica para l la confianza en Dios. Porque la enfermedad es causada por las fuerzas delmal, debe haber una comprensin simblica de ella, y la accin que va a restablecer elorden pertenece tambin al mundo simblico. Los remedios prescriptos por un mdico queno ha penetrado en el mundo simblico del paciente permanecen ineficaces. El mdicodebe escuchar al paciente para entrar en su mundo simblico. En un poblado, unosenfermos haban recibido del mdico un medicamento para ser tomado dos veces por da;pero ellos modificaron la prescripcin y lo tomaron tres veces por da durante siete das,pues su mundo simblico se apoya sobre estos nmeros, que los bendecidores bienconocen.

    El rol del bendecidor es liberar el principio de curacin que la naturaleza ha puesto en cadauno de nosotros: principio o fuerza de curacin que seguramente es sobre todo de ordenpsicolgico y espiritual. La misma Iglesia reconoce este lazo estrecho entre lo fsico y lomoral cuando, al bendecir el leo empleado para el sacramento de los enfermos, declaraque la uncin ser hecha al enfermo para que, sirviendo como remedio del cuerpo y delalma... y as se vieran liberados de la afliccin y de todas las enfermedades y sufrimientos.

    c. La bendicin como sacramento de los pobres

    En un artculo publicado en 1990 en la revista brasilera Perspectiva teolgica, VctorCodina afirmaba que para el pueblo los sacramentales tienen ms importancia que lossacramentos. Y explicaba: los sacramentos son mal comprendidos por el pueblo, a vecessu preparacin es ininteligible, a menudo parecen fros, lejanos, extraos a la vida. Los

  • sacramentales son ms fciles de comprender; ellos son simples, responden a diversasnecesidades, acompaan al desarrollo de la jornada y de la vida. Tener en casa una velabendecida es un tesoro, tener agua bendita asegura la proteccin permanente del Seor. Encomparacin, el sacramento les resulta abstracto, ms ligado al templo que a la vida.

    Podramos sobrepasar esta dificultad volviendo a la concepcin sacramental del primermilenio, anterior a nuestra definicin de los siete sacramentos? Es en tal perspectiva que V.Codina subraya que para el pueblo brasilero, y para otros pueblos de Amrica Latina, elamor de Cristo parece comunicarse a los hombres ms a travs de los sacramentales quepor medio de los sacramentos. No admitir esto, es negar la realidad del sentimiento populary, de manera ms grave todava, sera reservar la plenitud sacramental de Cristo y de suIglesia a minoras privilegiadas que tienen la posibilidad de recibir a menudo lossacramentos en las parroquias urbanas.

    Teologa de las bendiciones populares

    Queremos mostrar ahora que la prctica de las bendiciones tal como la vive el pueblo deBrasil, es una prctica bblica, litrgica y ministerial.

    a. Una prctica bblica: Dios te bendiga

    En el punto de partida de la historia de la salvacin, encontramos una bendicin divina ricae insistente. Cuando Dios llama a Abraham, su llamado se acompaa de una ampliapromesa de bendicin: Yo har de ti un gran pueblo, te bendecir, engrandecer tu nombrey sers una bendicin. Bendecir a los que te bendigan y maldecir a los que te maldigan,y por ti se bendecirn todos los pueblos de la tierra (Gnesis 12,2-3).

    Abraham puede pensar que tal bendicin vale bien un sacramento. La importancia y laeficacia de la bendicin aparecen de otra manera en el episodio de Esa y Jacob. El menorha robado la bendicin que Isaac devenido ciego quera y crea dar al hijo mayor. Isaac nopuede volverse atrs respecto de la palabra, sobre la bendicin que en nombre de Dios hadado a Jacob ... lo bendije y quedar bendecido (Gn 27,33)

    La bendicin bblica es una palabra dada, dada en nombre de Dios, y aquel que transmiteesta bendicin como el que la recibe tienen fe el uno y el otro en la eficacia de esta palabra.En un mundo donde la palabra sobreabunda ella ha perdido mucho de su fuerza y no inspiramas confianza, el pueblo brasilero guarda toda su fe en el poder y la eficacia de labendicin. Porque toda bendicin viene de Dios, y el que bendice no hace ms quecomunicar una bendicin cuyo autor es Dios. Es significativo que a todo pedido debendicin, la respuesta sea Dios te bendiga. El hombre no posee la bendicin ella no

  • proviene de l, sino de Dios, y por tanto ella concede la proteccin y la fuerza de Dios. b. Una prctica ritual: Hagan lo que dicen

    Hablando de sacramentos, L. M. Chauvet afirma que ellos en principio no son actos deconocimiento, sino actos de prctica: ocurre con la liturgia como con la ciruga o lametalurgia. La ley fundamental de la liturgia no es pues decir lo que se hace, sino hacer loque se dice 7 . As la bendicin es una accin y no una explicacin, y esta accintransforma la persona a la cual se dirige.

    En esta accin ritual, el que pide se siente acogido, puede decir sus dificultades y lasrazones de su pedido. A menudo, l se expresa de manera confusa, y corresponde al quebendice escucharlo, comprenderlo y hacerle sentir que ha sido comprendido. Entoncessigue la accin: el bendecidor toca el cuerpo del paciente, sobre todo si el mal estlocalizado en tal o cual parte del cuerpo; despus de lo cual, l reza, ya sea con una plegariaconocida como el Padrenuestro, ya con una plegaria adaptada a la necesidad.

    El que bendice obra como mediador entre Dios y el solicitante. l pronuncia una bendicin,una palabra de bien, y l cumple un gesto simblico. En este ritual, el hombre sereconoce criatura de Dios, y reconoce su fragilidad, como lo atestiguan numerosas plegariasde bendicin: oraciones antes de emprender un viaje, contra el rayo, contra la peste, contralas mordeduras de vboras.

    A menudo la bendicin se acompaa con la aspersin de agua bendita. El pueblo tiene elhbito de conservar agua bendita en su casa. El agua que aspergea a las personas o a losobjetos es considerada como una garanta de bendicin.

    La eficacia de la bendicin no emana de la transmisin de un conocimiento, como haescrito J. Bourdieu, el rito obra sobre lo real obrando sobre las representaciones de loreal. Lo cual explicita L. M. Chauvet el ritual obra perfomativamente: por el solo hechode su enunciacin por una autoridad reconocida como habilitada para hacerlo, lrestablece la salud del enfermo restableciendo su relacin con los miembros de lacomunidad y con la cultura del grupo 8 .c. El ministerio de la bendicin

    Ensayemos precisar la figura y el papel del bendecidor, hombre o mujer, en la mentalidadpopular del pueblo brasilero.

    Mientras que en la Iglesia institucional el ejercicio de la bendicin est reservadonormalmente a los que tienen una legitimidad institucional, en la piedad popular laautoridad o la legitimidad del bendecidor es de orden carismtico.

  • El bendecidor ejerce su actividad de manera libre y un tanto marginal. Si, en algunoslugares, hay bendecidores reconocidos que estn a la disposicin de los fieles a la salida dela Misa del domingo, por otra parte ellos son vistos con cierta desconfianza por el Cura o elObispo del lugar.

    Conviene recordar aqu la Constitucin del Vaticano II sobre la liturgia que dice en el n 79:Provase para que ciertos sacramentales, al menos en circunstancias particulares y a juiciodel Ordinario, puedan ser administrados por laicos que tengan cualidades convenientes. Yen los Prenotandos del Bendicional, publicado en latn en 1984, se indica en el n 18:los laicos, hombres o mujeres, en virtud del sacerdocio comn que han recibido en subautismo y su confirmacin, pueden celebrar algunas bendiciones, con las frmulas y losritos previstos para ellos.

    An si las condiciones son posibles en el cumplimiento de este ministerio en la Iglesiauniversal, pues cada Conferencia Episcopal puede o debe hacer las adaptacionesnecesarias es reconocido que los laicos, hombres o mujeres, sern llamados a celebrarbendiciones.

    No se trata de hacer del bendecidor popular el bendecidor oficial de una comunidad. Dentrodel cuadro de la Dicesis, pertenece al Obispo presidir y bendecir, lo mismo que en elcuadro parroquial esta funcin pertenece al Cura. Pero, en otras situaciones, las bendicionesson dadas por los laicos, y la conferencia episcopal brasilera ha publicado un Ritual debendiciones para los ministros laicos y que se refiere al sacerdocio bautismal y juzgaextremadamente deseable que en virtud de este sacerdocio, laicos cualificados puedanpresidir un buen nmero de bendiciones. As veremos a la Iglesia ir al frente y encontrarsiempre nuevas aplicaciones de los documentos conciliares 9 .

    Desafos pastorales

    Un sacerdote europeo, parecido a muchos lectores d Esprit et Vie, parti como misionero alBrasil. En los primeros contactos, qued sorprendido y casi espantado de ver la cantidad yla diversidad de bendiciones que se le peda. Despus de unos meses, este sacerdoteobservador comprendi que para el pueblo brasilero la relacin con Dios pasaba por labendicin.

    Si uno quiere conducir una accin pastoral que caiga bien al pueblo, es necesario aceptaresta creencia y este pedido. Sin duda, la Iglesia debe esforzarse en estrechar los lazos entresacramentos y sacramentales, para reducir la divergencia que notaba un Cura de la periferiade una gran ciudad: Nosotros ofrecemos al pueblo lo que no le interesa, mientras que lpide lo que no le ofrecemos (los sacramentales).

  • Sabiendo la importancia de la bendicin en la vida del pueblo brasilero, he encontrado eneste sacramental un medio para crear una autntica comunidad parroquial. Mi Obispo mehaba confiado la tarea en un nuevo barrio de Brasilia, la capital federal. El gobierno habaprevisto que este nuevo barrio de la periferia recibiera ciento sesenta mil habitantes, queocuparan inmuebles an en construccin. Cuando la gente comenz a instalarse, yo pensque la bendicin de las familias y del alojamiento sera el mejor medio de entrar encontacto con la gente, el mejor medio de ser conocido y hacer de tal manera que la Iglesia ysus actividades sean conocidas. No hubo una sola familia ni una sola persona que rechazasela bendicin, equivaldra a rechazar algo que viene de Dios.

    Este proyecto pastoral llevado a cabo en 1998-1999 requiri la ayuda de los laicos yacomprometidos en la parroquia. Ellos fueron enviados para visitar y bendecir las nuevasfamilias del barrio. As, en cierto modo, una comunidad parroquial fue construida por laprctica de la bendicin. El recurso a este sacramental condujo a la prctica de lossacramentos, porque la comunidad parroquial en la cual ingresaron estos recin llegadostenia evidentemente como centro y cima la celebracin de la eucarista. Los sacramentaleshaban indicado el camino de los sacramentos, ellos haban balizado un itinerario de fe.

    Siempre por iluminar la importancia de la bendicin en la vida del pueblo brasilero, sealootras dos iniciativas personales a propsito de los rituales del matrimonio y del bautismo.En lo que concierne al matrimonio, he visto cmo es importante que los novios, antes deintercambiar sus consentimientos, piden la bendicin de sus padres. He admirado laspalabras breves pero bellas, que pronuncia el padre o la madre. En ese momento, uno sentaque pasaba al rito, al hbito que los nios han conservado de pedir cada da la bendicin desus padres. Lo mismo respecto del bautismo, al finalizar la celebracin, el padre o elpadrino dan su primera bendicin al nio que acaba de ser bautizado.

    He querido dar estos testimonios personales para mostrar que un verdadero trabajo pastorales an ms eficaz si se sabe valorar y promover la religin espontnea de un pueblo. Es unatarea vasta, por supuesto, pero es una tarea apasionante trabajar en el encuentro entreliturgia oficial y la piedad popular, valorizando su manera de expresar su fe y su confianzaen Dios.

    III

    Textos de los Dilogos y de la Regla de san Benito

    No lejos de all haba un monasterio cuyo abad haba fallecido, y toda la comunidaddirigise al venerable Benito, solicitando con vivas instancias que les presidiera... Impusoen aquel monasterio la observancia regular no permitiendo a nadie desviarse. Los

  • hermanos... dndose cuenta de que bajo su gobierno no se les permitiran cosas ilcitas...tramaron su muerte. Y despus de decidirlo en consejo mezclaron veneno en el vino.Cuando fue presentada al Abad, al sentarse a la mesa, la vasija de cristal que contena labebida envenenada para que la bendijera, segn costumbre en el monasterio, Benito,extendiendo la mano, hizo la seal de la cruz y con ella se quebr el vaso que estaba acierta distancia... (Dilogos II,3).

    ... mientras el venerable padre (Benito) tomaba su refeccin a la hora de la cena, uno delos monjes que era hijo de un abogado, le sostena la lmpara junto a la mesa. Y mientrascumpla con su oficio alumbrndole... deca en sus adentros Quin es ste a quien yo asistomientras come, le sostengo la lmpara y presto servicio? Quin soy yo para servir a ste?Y volvindose a l, el varn de Dios le dijo Traza una cruz, hermano, sobre tu corazn,haz una cruz sobre tu corazn... (Dilogos II,20)

    Mas un da salieron los hermanos para realizar una gestin... y habiendo luego regresadomuy tarde al monasterio, solicitaron, como de ordinario, la bendicin del Abad. Mas stelos interpel... (Dilogos II,12)Si algn monje es de algn modo reprendido por el Abad o por cualquiera de susSuperiores, por cualquier motivo... luego al punto se echar a sus pies y permanecerpostrado... hasta que bendicindole aquel, deponga su enojo... (RB 71).

    Los que por culpas leves son excomulgados slo de la mesa, satisfagan en el oratorio,hasta recibir la orden del Abad; y hagan esto hasta tanto los bendiga (RB 44).

    Por lo dems, de ningn modo se junte ni hable con los huspedes quienes no tenga ordenpara ello; mas si alguno se cruzase con ellos o los viera, despus de saludarloshumildemente, como dijimos, y pedida la bendicin... (RB 53).

    Los semaneros que entran y los que salen inclnense en el oratorio... y recibida labendicin entren en su oficio (RB 35).

    Despus de solicitar y recibir la bendicin, march Mauro a toda prisa a cumplir la ordende su padre (Benito) (Dilogos II,7).

    Un da, mientras los hermanos construan las habitaciones de su propio monasterio, habaen medio emplazada una piedra que resolvieron levantar... no pudiendo moverla... Ante estadificultad, dise aviso al varn de Dios para que viniera... lleg l enseguida y haciendooracin imparti la bendicin y al punto levantaron la piedra... (Dilogos II,9).

    Un da, un monje suyo adolescente que amaba excesivamente a sus padres, se fue en

  • direccin a su casa, saliendo del monasterio sin bendicin... (Dilogos II,24)

    Estos y otros textos muestran hasta que punto la bendicin espontnea, y en generalmantenida en forma de cruz formaba parte de la relacin entre los hermanos, con el Abad,con los huspedes y recordaba que Dios deba estar siempre presente en la vida comunitariay en los trabajos y que solamente Dios poda dar la fuerza para vencer la tentacin ysolamente si l est presente es posible el perdn a y entre los hermanos. La bendicincomo los dems sacramentales deben ser valorados y practicados dentro de una tradicinque ha visto en ellos expresiones y vehculos de una fe tan fuerte como sencilla. Aado laspalabras del Bendicional (n 9): Las bendiciones instituidas por la Iglesia, que son signossensibles que significan y cada uno a su manera realizan aquella santificacin de loshombres en Cristo y aquella glorificacin de Dios que constituyen el fin hacia el cualtienden todas las dems actuaciones de la Iglesia.

    Abada Gaudium Mariae5153 San Antonio de Arredondo

    Crdoba. Argentina