La Montaña, 25 de septiembre de 2015.

“Obediencia y Fe”

Mis queridas semillas,

Qué alegría y qué placer compartir con todas ustedes, no pasa un instante que las olvide, porque son las más hermosas, son siempre esas estrellas del firmamento, que un día hay una nube delante del Sol y ustedes se consideran perdidas, olvidadas ¡No! Es simplemente para mejor ver y que ese Sol les acaricie. Otras veces llueve y se les mojan los ojos ¡No! Es para limpiar el azul de sus ojos, el negro o el marrón y poder ver mejor. A veces es el dolor y esos días parecen un poco más pesados ¡Por favor! Quiere decir que estáis vivos y vivas y que así conoceréis cuando se vaya ese dolor, el bienestar, la alegría, recordar que estáis de paso en este planeta y que todo lo que nos ocurre y vivimos, lo hemos ya elegido y tenemos la fuerza para afrontarlo.

Mis estrellas ¡Vosotros Sí que valéis! ¡Tú sí que vales y le lo mereces y os merecéis lo mejor!

Voy a compartir con ustedes y con vosotros, algo muy bonito que pasó. En el desierto hay muchas tribus de nómadas, los beduinos, los hombres azul, los del Sahara, una vez estos nómadas, anduvieron todo el día y ya estaba el Sol preparándose para acosarse, es precioso el Sol en el desierto es una maravilla; y de pronto antes de esconderse el Sol detrás de las montañas, oyeron una voz y un resplandor muy grande y esa voz le dijo: “Escucharme bien, pues algo os tengo que decir”, los nómadas se miraron y dijeron: “¡Qué suerte tenemos! La voz del desierto o quizá la vos del Universo nos está hablando, ¡Seguro que será para darnos una gran alegría, una suerte, una gran sorpresa! ¿Dirá que somos reyes?” y de nuevo la voz le dijo: “Escucharme, tengo que comunicaros y deciros que cojáis todos los guijarros, todas las piedras que os encontraréis en el camino, buscar alrededor vuestro, coger las piedras, llenar los sacos ¡Todas las que podáis! Y lo atáis bien, no lo abriréis hasta la noche, y tendréis una gran alegría, pero también una gran tristeza. Obedecer”.

Los nómadas se miraron y dijeron: “Por una vez que estamos escuchando una voz del Universo, no era lo que nos esperábamos, pensábamos que era el Padre que nos daría algo maravilloso, pues si aquí donde vivimos y en nuestro camino solamente hay piedras”, “¡Va, déjalo! Que quizás nos ha hecho una broma o simplemente, se ha burlado de

nosotros”. Uno de los nómadas dijo: “Mira por si acaso, yo voy a coger algunas piedrecitas”, entonces cogió su saco y llenó unas cuantas piedras. Los otros dijeron: “Ah, pues nosotros también, pero no muchas porque pesan ¿Para qué querrá que cojamos piedras y llevar peso?”.

Llenaron sus pequeños sacos correspondientes y así que empezó a anochecer, descargaron sus camellos, encendieron su fuego para prepararse el pan, la cena y ya cuando el fuego se acabó, ya se iban a dormir y dijo uno: “¿Recuerdas las piedras?”, “Sí”, dice “Mira a ver, vamos a ver” y al ir a acercarse a los sacos, vieron que había algo que brillaba con una Luz increíble y dijeron ¡¿Cómo es posible?! El Sol ya está acostado y luces no tenemos, no hay nadie aquí estamos solos”, fueron corriendo cogieron los sacos y lo abrieron y al abrirlo, salieron rayos de Luz, maravillosa, todas las piedras que habían cogido eran diamantes y brillantes, a ellos les parecía increíble si habían cogido piedras y era diamantes, estuvieron contentos, empezaron a saltar a reír y dijeron: “¿Te imaginas? ¿Qué vamos a hacer con estos diamantes? Somos ricos, somos felices”; y de pronto, todos a la vez dieron: “¡No! No somos felices, porque no cogimos lo suficiente, ojalá hubiéramos llenados, sacos, sacos, sacos y sacos, pero no creímos y se cumplió esa voz, esa Voz del Padre, esa Voz del Universo, esa Voz tan grande y maravillosa, que podía ser el Ángel de la Guarda o simplemente el Ser de Luz, y les dijo: “Llenar todo lo que podáis de los guijarros de las piedras, porque estaréis contentos, tendréis alegría y al mismo tiempo, estaréis tristes”.

Mis semillas, cuantas veces nos han dicho, que sea en la sociedad o en nuestra familia, nuestros amados, nuestros hijos, nuestros padres, en cualquier lugar y no hemos creído o no le hemos dado la importancia. Servidora os pide, dar esa importancia a un beso cuando os lo den o

cuando vosotros lo deis, Agradecer una sonrisa, agradecer una palabra, guardar la amistad, guardar siempre vuestro amor propio y vuestra dignidad, es un tesoro, sin precio. Ser generosos con vuestra sonrisa, con vuestra mirada, con vuestro amor, con una ayuda, pensar que puede salvar una sola palabra, escuchar a los otros, o estar cerca cuando lo necesitan y si podéis darle cinco minutos de vuestro amor, de vuestro corazón, con vuestras

manos os aseguro que será mucho más grande que todos los diamantes y brillantes del mundo.

¿Dónde se encuentran los diamantes? ¡En el fondo de la Tierra! ¿Dónde está vuestro corazón y ese amor sin límites? ¡En el fondo de vuestro Ser! Ahí está, ese es el brillante.

¡Ánimo mis estrellas y mis semillas! Empezar por vosotros, amaros, daros todo vuestro mérito, todo el honor y realizar vuestros sueños y compartirlos.

Mandar con vuestro chakra 6 sacos llenos de besitos, de abrazos, de todo lo que necesitan sobretodo y especialmente los jóvenes.

Con todo mi amor,La Jardinera