Pasto kikuyo con potencial para retener carbonoAgencia de noticias U.N. | Un estudio en pastizales, bosques y cebollales mostró que los primeros tienen potencial para retener carbono si se aplican buenas prácticas de pastoreo.

Zona general de toma de muestras, pendiente y zonas planas. Fuente Agencia de noticias U.N.

‹›En términos de densidad aparente, en los primeros 0,20 metros de profundidad del suelo, sorpresivamente los pastizales no se diferenciaron de los bosques: mientras el resultado en los primeros fue de 0,64 gramos por centímetro cúbico (g/cm3), en los bosques fue de 0,63 g/cm3. Esto quiere decir que en los primeros centímetros del suelo bajo pastizales no se evidencian procesos de compactación. Este hecho significa que no hay pérdida de volumen del suelo por la fuerza ejercida sobre él, de tal manera que no se evidencia disminución de la porosidad por donde circulan el agua y el aire.

Esto se explica por el desarrollo robusto de la cobertura vegetal del pasto kikuyo, que hace que se genere un efecto de amortiguación del pisoteo del ganado, lo cual protege la estructura del suelo. También influyen los altos contenidos de materia orgánica (vital en la nutrición y consistencia de los suelos) y la baja carga animal (0,53 unidades animales por hectárea) manejada en el pastoreo.

Por el contrario, en el cultivo de cebolla se encontraron valores mayores de 1 g/cm3, que implican compactación del suelo y pérdida de la calidad de este recurso natural.

En cuanto a materia orgánica y porcentaje de carbono del suelo, reconocido por darle el color negro a la tierra, se encontraron contenidos mayores en pastizales: 194 gramos por kilogramo (g/kg) y 11,6 % C, en comparación con los bosques: 147 g/kg y 8.9 % C. Esta observación se asoció con el pasto que consume el ganado: las raíces muertas se incorporan al suelo como materia orgánica y nacen unas nuevas.

En los suelos bajo los cultivos de cebolla, los bajos valores de carbono evidenciados por las prácticas de manejo del cultivo (labranza del suelo, aplicación de fertilizantes), posiblemente aceleran la mineralización (degradación) del Carbono Orgánico del Suelo (COS). “Dicho deterioro progresivo del suelo compromete la fertilidad del mismo, la productividad de agroecosistemas y la sostenibilidad ambiental. Además, existe una relación directa con el aumento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) hacia la atmósfera”.

Así lo explicó Francy Zorayda Gómez Balanta, egresada de la maestría en Ciencias Agrarias de la U.N, Sede Palmira. La investigadora evaluó los contenidos de carbono (C) y nitrógeno (N) edáfico (del suelo) y la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del suelo en un agroecosistema ganadero altoandino en Tenerife (El Cerrito, Valle del Cauca).

Se evaluaron la densidad aparente (grado de compactación), los contenidos de materia orgánica, carbono y nitrógeno del suelo en tres coberturas vegetales: bosques naturales, pastizales de kikuyo Pennisetum clandestinum y cultivos de cebolla de rama.

Por otro lado, se estimaron las emisiones de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) del suelo en bosques y potreros cada 30 días durante 6 meses, por medio de la Técnica de la Cámara Cerrada (Closed-Chamber Technique o CCT ).

La investigadora Gómez Balanta destaca que diferentes investigaciones han indicado que las existencias de COS en pastizales tropicales pueden ser superiores o iguales a los bosques, contrario a lo que sucede con cultivos limpios.

A su vez, en la evaluación de GEI en pastizales y bosques se encontró que hubo mayores emisiones de CO2 y N2O en los primeros, en comparación con los segundos, relacionables con la respiración del suelo (microorganismos y raíces), y las excreciones de los bovinos.

Con respecto al CH4, se encontró que ninguna de las dos coberturas emitieron este gas, sino que se comportaron como sumidero (captura) de CH4. Los investigadores lo relacionaron con la densidad encontrada en el suelo, es decir, debido a que la conservación de la porosidad de los suelos no permiten que haya ambientes anaeróbios (sin oxígeno) que favorezca la producción de este GEI.

Los investigadores sugieren, con base en el estudio, que los pastizales de kikuyo tienen potencial para retener carbono siempre y cuando se apliquen buenas prácticas de manejo del pastoreo. Asimismo, el uso dado a los suelos en el monocultivo de cebolla disminuye en forma significativa los contenidos de carbono y nitrógeno del suelo.

Por lo anterior, “es necesario iniciar la implementación de proyectos de reconversión del uso del suelo, tales como: sistemas agroforestales y recuperación de pasturas degradadas, entre otras, que estén enfocadas en la protección y optimización de la retención de carbono en los agroecosistemas”, expresó Luis Miguel Ramírez Náder, profesor de la U.N. Sede Palmira y director de la tesis.

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