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    7. Jeremas, el profeta madurado en las crisis

    Jos Luis Elorza

    Hay lugares de nuestro corazn donde tieneque entrar el dolor para que existan

    (Leon Bloy)

    - Jeremas, por qu ha resultado siempre el profeta ms fascinante y cautivador?- Por qu sintonizamos con l y nos sentimos en su pellejo?- Por qu se enfrent a todos, incluido Dios?

    1. El profeta ms fascinante

    Jeremas nos es el profeta mejor conocido, gracias a los datos biogrficos que nos hatransmitido un testigo suyo, quiz Baruc, el que fuera su confidente y compaero de fatigas, ygracias sobre todo a sus clebres "confesiones de Jeremas". En stas y otras pginas similares de sulibro, Jeremas nos comunica experiencias y sentimientos muy personales, presentndosenos comouna personalidad de marcados contrastes: debilidad y fortaleza, temores y dudas, lamentos y gozos,rebelda contra Dios y fe suplicante en l, su oracin entre confiada y rebelde, pasin por Dios ypasin por los seres humanos, seguridad y crisis hondas, llanto y lamentacin hasta la congoja,cario que interpela y juicio implacable contra toda mentira e injusticia, intimidad personal ypertenencia a la sociedad, mirada preocupada al presente y capacidad de esperanza en situacioneslmite... Hondura de persona y riqueza de vida! Un profeta que se expresa y se retrata a s mismoen sus palabras, abrindonos una ventana a su interior! Un profeta que vivi y sinti de todo en sucorazn a lo largo de unos 40 aos!Por su sincero acento humano, es el profeta que ms conmueve,atrae y fascina. "Una de las personalidades ms sugestivas del Antiguo Testamento", dir L. AlonsoSchkel. Habra que compararlo con otros profetas de talla, como Moiss, Elas, Oseas (su primo

    hermano espiritualmente), Isaas, Jess, Pablo...: a cada uno le toc vivir y actuar en un tiempoconcreto, cada uno tuvo su sello personal.

    Nacido hacia el ao 650 en Anatot, aldea a pocos kms. de Jerusaln, el ao 627 se sienteirresistiblemente llamado por Dios, joven an, a ser profeta. "Te escog y te destin a ser profeta denaciones (Jer 1,4-10). Como a Moiss (Ex 4), le invade el pavor ante una misin que la intuyeinmensamente arriesgada por los tiempos que se avecinaban: Yo dije: Ah, Seor, mira que no shablar, no paso de ser un muchacho. Como diciendo: no valgo, soy joven, no tengo autoridadmoral ante el pueblo; cmo ser portador de la palabra ante una sociedad alrgica a la misma? PeroDios: "No digas: soy un muchacho; adonde Yo te enve, irs; lo que Yo te mande, lo dirs al pueblo.No les tengas miedo: Yo estoy contigo.... Jeremas calla y acepta. Dios ha vencido sus miedos y

    resistencias y. Se reconoce formado y querido por Dios desde el seno materno, fortalecido comouna muralla de bronce. Desde ahora hay un nuevo Jeremas ms fuerte que Jeremas. No esprofeta por su propia cuenta, riesgo y ganas; la iniciativa ha sido de Dios. Pero en adelante seexperimenta profeta desde sus propias entraas, entraas donde le ha entrado Dios y le ha"agarrado" por dentro para su tarea, como un siglo antes a Ams (Am 7,10-17).

    Jeremas no ser reconocido como profeta por su pueblo. Por ello, necesit escribir este primer captulo de sulibro (Jer 1) como pgina de justificacin: no es profeta de profesin o de casta (como los haba), ni por propiainiciativa y voluntad, sino por llamada de Dios. No puede olvidar ni apagar lo vivido en temprana edad, laexperiencia personal del Dios que llama y enva (algo peculiar del Dios de Israel). Slo desde la misma podrlegitimar tanto su ser profeta como su mensaje proftico: ambos constituan su gran problema ante el pueblo y fuentede profundos malestares personales.

    No olvidar este primer encuentro con su Dios, decisivo para l. Dios le ha introducido en su propio coraznpara enviarle a su pueblo. En adelante, su vida ser un dilogo con su Dios, con los seres humanos y consigo mismo.Dilogo gozoso unas veces, tenso y doloroso otras, hondo siempre. No se le ahorrarn problemas, tensiones y crisis:

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    no le fue fcil pertenecer al mismo tiempo a Dios y a los seres humanos, vivir a ambos como la doble pasin de suvida. Su nico medio para guiar al pueblo, enfrentndose a reyes y poderosos: la palabra! Su fortaleza en suatormentada existencia, Dios. Su vida vendr a ser una dramtica aventura; no la vivir como fatalidad, ni comodestino ciego, sino como resultado de una experiencia con el Dios que llama y enva.

    Un profeta cautivador, un libro apasionante! Habra que recordar el clebre dicho: el estiloes el hombre. Sus recursos literarios son inmensos y plurales: signo de su mirada atenta y sensible

    a la realidad y de su capacidad de lectura simblica de la misma (a modo de ejemplo: Jer 1,11-12.13-15: la visin del almendro en flor y de la olla de agua hirviente). El libro de Jer esuno de loslibros profticos que presenta mayor complejidad (H. W. Schmidt). Como si a la complejidad delcorazn y de la vida del profeta Jeremas correspondiera la complejidad de su libro.

    Los libros profticos anteriores nos han dejado sospechar que plantean problemas: quines los han escrito, cmose han editado y transmitido, su autenticidad literaria, su estructura, sus varios gneros literarios, su desorden... Elproblema se agrava con el libro de Is. Con el de Jer, tan complejo, tenemos cierta ventaja: a diferencia de Is,sabemos con mayor garanta qu captulos atriburselos al profeta Jeremas, as como ubicarlos en los cuatroperodos de su vida. Un libro largo (52 captulos): comenz a escribirlo el mismo Jeremas con la ayuda de su amigoy secretario Baruc, mientras permanecan escondidos, amenazados ambos de muerte por el rey Joakin el ao 604(lase Jer 36); pero la formacin del libro entero tuvo otras fuentes y manos.

    Para los alumnos de estudios bblicos, es importante conocer los datos sobre el libro de Jer, sus rasgosliterarios, su divisin, su formacin a partir de varias fuentes, etc...: mirar el apndice 1 al final de este captulo.

    En este captulo sobre Jeremas, prestamos la atencin sobre todo a los textos o fuentes A y B, las msautnticas: pertenecen al mismo Jeremas y a algn testigo de su vida.

    Para todos ser til seguir el recuadro de los cuatro perodos de la actividad proftica de Jeremas: verapndice 2 al final.

    2. De ti aoro tu amor de recin enamorada

    La primera etapa proftica de Jeremas (627-622 y siguientes?) coincide con los primerosaos de gobierno del rey Josas (640-609). (Vase el contexto histrico en el capt. 6). Con ste,nombrado rey a sus ocho aos el ao 640, el reino de Jud comienza a levantar cabeza tras ms demedio siglo de total sumisin a Asiria. Hacia los aos 630, puede iniciar una agresiva polticaindependendista frente a sta, incapaz ya de mantener su imperio con mano de hierro. Rompe con suforzada poltica asirfila anterior, realiza una vigorosa poltica de fortalecimiento y prosperidadnacionales, as como de justicia social, extiende su poder al territorio del antiguo reino hermano deIsrael y emprende (otro signo de voluntad de independencia!) una reforma religioso-cultual afondo: comenzada el ao 632, la culmina en 622. Sigue en ello las pautas del libro de Dt, hallado(en su primera parte: Dt 12-26) en el templo de Jerusaln. Quiere marcar un perodo totalmentediferente del anterior, de total sumisin poltica y religiosa, de su abuelo Manass (687-642) (vase

    en detalle el contexto histrico del tiempo de Jeremas en el capt. 6, y lase 2 Re 23,4-24 y 2 Cron34-35).

    Los primeros aos del profeta Jeremas coinciden con la restauracin poltica y religiosa deljoven rey Josas. La vive an sin particular dramatismo. No han llegado todava los tiemposdifciles. Jeremas se dirige a los castigados supervivientes del extinguido reino del norte (Israel oEfran). Sus palabras de este tiempo son las de un joven profeta de unos 20-30 aos: llenas desensibilidad y cario(Jer 2-3 y 30-31). En su corazn y en sus palabras, Jeremas encarna y expresael corazn mismo de Dios para con su pueblo apaleado y escarmentado: entraable y apasionado,celoso y tierno al mismo tiempo, que hace oferta de un nuevo amor a la mujer que se prostituido,al hijo prdigo que se ha marchado de casa y lo est pagando caro. Acusa, pero con ternura;

    denuncia, pero sin acritud. Sobre todo invita a "volver" a Dios: no sigue siendo l la fuente deaguas vivas? Su Dios est deseando volver a ser su Dios: amor de intimidad compartida y

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    esperanza de futuro. Jeremas quiere tocar el corazn de los humanos: el nico lugar donde seorigina una transformacin de verdad. Hay exgetas que defienden que el profeta apoy la reformareligiosa del rey por la ley y por las armas; en todo caso, l sigue otra lnea: ms all de un cambiode costumbres y prcticas cultuales, impuestas unas, prohibidas otras, bajo pena de muerte, desdearriba, busca una renovacin a fondo desde el interior y desde la libertad despertada al amor. Porello, se dirige al corazn del ser humano; pretende tocarlo; su arma para ello es su palabra, llena depasin de amor. Muy diferente su camino del del rey Josas! Y muy diferente del seguido tantasveces por las iglesias cristianas (catlica, calvinista, evanglica...) y por tantos partidos poltico-religiosos!

    Este primer Jeremas parece estar influido por Oseas en sus temas: relacin Dios-Israelexpresado con la doble imagen de la relacin marido-mujer y padre-hijo, el recuerdo deldesierto como el lugar de un primer idilio de amor entre Dios y su pueblo, el reproche deidolatra, el perdn gratuito de Dios, la invitacin a volver al primer amor... El lxico que maneja(prostituirse, adulterar, olvidarse de Yahv, abandonarle, ir tras otros amantes, volver, conocer...) yel tono, de enorme fuerza interpelativa y afectiva, recuerda igualmente el de Oseas.

    Tu amor de juventud

    Las palabras de Jeremas de estos primeros aos estn recogidas en Jer 2-3 y 30-31 (segn algunos autores, tambinen 4-6). Merecen lectura personal y comentario. Habla apelando al amor histrico de Dios, por una parte, desde el dolory llanto de Dios, por otra.

    a) En las de 2,1-4,4, Jeremas pronuncia entraables palabras de invitacin a "volver": hay que dejarse impresionarpor las mismas. Dios se pone a despertar la profundidad del ser humano, a tocar sus fibras ntimas: no ha vividoalguna vez el amor? Despertar la nostalgia de la relacin vivida puede tener efectos prodigiosos en su corazn.Jeremas nos recuerda a Oseas. No es Israel como la esposa adltera e infiel que se prostituye con "extraos" a lavera de los caminos, quedando envilecida? Qu absurdo olvidar al Dios "fuente de agua viva" para beber en pozosde aguas ptridas y engaosas! O abandonar el amor verdadero por amores bastardos! Seguir vaciedades, no deja

    el corazn vaco? (2,5). El Dios que habla por el corazn y las palabras del joven Jeremas es un Dios dolorido peroamante, defraudado pero esperanzado. Un Dios que recuerda con nostalgia el amor tierno y fiel del Israel de antao:"recuerdo tu amor de juventud, tu cario de joven esposa" en los tiempos del desierto; por qu le ha dejadoprefiriendo a "dioses intiles? (2). Ramera desfachatada, dnde no has hecho el amor, a la vera de los caminos,sin vergenza alguna, entregndote a cualquiera? Ha perdido todo derecho ante su esposo Yahv. Con todo,aunque no lo merezca, la invita a volver a l, su amor primero y verdadero: "vuelve, Israel, apstata; no os pondrmala cara, porque soy compasivo y no guardo rencor eterno" ... (3,1-5.12ss; constata la frecuencia de la palabrashub=volver, y apostatar, con cuatro llamamientos a volver a Dios, en 3,6-4,4). O usando la otra imagen delmismo Oseas, Israel es como el "hijo prdigo": han abandonado la casa paterna. No tiene derecho alguno a volver ala misma; pero Dios, en puro amor gratuito, promete acogerle: puede volver; de nuevo "quiero contarte entre mishijos;podrs llamarme padre y no te separars de m". El amor de Dios y su voluntad de vida para el ser humanoson ms fuertes que los yerros e infidelidades de ste (3,14-22ss).

    b) Junto a las palabras de invitacin, Jeremas dirige inolvidables palabras de esperanza y de promesa a ese mismopueblo abatido y sufriente del Norte: "No temas, Israel. Yo estoy contigo para salvarte. Te he herido; pero Yo tecurar, sanar tus heridas. De nuevo vosotros seris mi pueblo y Yo ser vuestro Dios. Con amor eterno te amo....

    Palabras de gran sentimiento recogidas en Jer 30-31: forman el llamado libro de la consolacin. Con los orculosaadidos ms tarde, el conjunto 30-33 constituye la esperanza en medio de la desolacin (Bozak).

    No sabemos durante cuntos aos proclam Jeremas su palabra en los aos del rey Josas. Continu despusdel ao 622 y siguientes, apoyando la reforma deuteronomstica emprendida por el rey en ese ao?, o se retir,cesando de toda actividad proftica?, vivi mientras tanto en Anatot, su aldea de nacimiento, o en la capitalJerusaln? Preguntas sin respuesta por falta de datos.

    3. Peleando con los hombres y con Dios

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    El ao 609, cuando tiene unos 40 aos, comienza Jeremas su segunda etapa proftica.

    Inesperadamente cambia totalmente el panorama: Josas, el rey que haba creado tanta seguridad,euforia y expectativas de futuro, muere en una batalla contra los egipcios. Ello origin unaverdadera crisis religiosa: la exasperacin religiosa que se desat a la muerte de Josas jams seexagerar en exceso (R. Albertz). Toda su obra de reforma poltica, religiosa y social se vieneabajo, como todo lo impuesto desde arriba, por la fuerza de la ley y de las armas. A Jud le esperandramticos veinte aos. Internacionalmente se vive una permanente situacin de guerra mundial;Egipto y Babilonia implican en la misma a los pequeos estados que, adems, deben pagarleselevados tributos; los ejrcitos de las grandes potencias se pasean prepotentes por sus tierras. Judosa dos veces rebelarse, sufriendo dos invasiones y dos conquistas de la capital Jerusaln; caen lasesperanzas nacionales; se hacen costosos y frenticos preparativos para la guerra; se fracciona lasociedad en bandos y partidos que politizan y crispan la crtica situacin; una grave inestabilidadsocial se suma a la inseguridad nacional. Jeremas comparte con su pueblo la nueva situacin; trataadems de guiarlo y mantener su fidelidad a Yahv, con la nica arma de su palabra y sus gestos. Sutarea queda dificultada por el nuevo rey Yoyaquim (609-597), un sinvergenza de categora: unpequeo dspota oriental, arbitrario y prepotente, al que no le importan ni los hombres, ni Dios, nisus profetas. Bajo l sufrir Jeremas ms de una vez en su propia carne por cantar la verdad. Conl comienza la pasin de Jeremas: un largo via crucis para el profeta!

    1) Reclamando verdad y justiciaAnte el cambio de situacin, cambio de mensaje, de tono y de destinatario. Jeremas se dirige

    ahora a los del reino del Sur, al pueblo de Jud, comenzando por su descarado rey y sus sacerdotes yprofetas que lo ofuscan y engaan con halagadoras palabras. Su mensaje, recogido sobre todo en loscaptulos 4-6 y 7-26 de su libro, toma ahora el fuerte acento de reproche, denuncia y amenaza dejuicio por Dios. Como todo lo que no nace del corazn, la reforma religiosa y moral impuesta por lafuerza por el rey Josas se haba demostrado superficial y vana. Fracas por completo la dimensinsocial de la reforma (de Josas) (R. Albertz). A pesar de todo, Jud la infiel no se volvi a M de

    todo corazn, sino engaosamente (3,10; y 5,20-31). Como los profetas anteriores, Jeremasfustiga la mltiple y honda corrupcin religiosa y social (Jer 4-6; 8-9...). Denuncia con vigor elolvido del verdadero Dios para irse tras los falsos dioses, el culto vaco de fe sincera, la seguridadfetichista en el templo de Jerusaln (Jer 7), las falsas seguridades humanas, la injusticia y laviolencia sociales... Como antes Isaas y Miqueas, se mete particularmente con los responsablesciviles y religiosos del pueblo (rey, consejeros, sacerdotes, profetas) y con los enriquecidos a costade los pobres: no son ellos los principales culpables de la deplorable situacin y los que conducenal pueblo al desastre que se avecina? (22,13-19; 23,9-40). Lo hace invitndoles a volver a Dios ya la justicia para con el prjimo para cambiar la suerte del pueblo, pero choca con el peso y la fuerzade las estructuras y de la historia.

    Son particularmente recias sus palabras contra los sacerdotes y los "profetas que anuncian paz y bienestar" entiempos de angustia: son "falsos profetas, engaan al pueblo con fantasas y pseudoesperanzas; no se puede esperarde ellos sino mentira, embuste y frustracin (23,9-40; y 8,10-12; 4,9-10; 6,13-14; 2,8-9). Vendedores de ilusiones,optimismos y soluciones fciles los ha habido siempre; el profeta mira ms hondo: canta la verdad, denuncia yreclama soluciones a dos niveles inseparables: el de los corazones y el de las estructuras. No resulta falso y efmerotodo otro camino?

    Dios y el prjimo

    Jeremas se parece al profeta Oseas en ms de un punto: su tono emotivo, su imagen de un Dios marido defraudadoo padre dolorido que invita a volver, la denuncia del culto a los baales... Como aqul, es sensible a los pecados contra

    el primer mandamiento: olvidan a Dios, no le conocen,se prostituyen con dolos que defraudan... Pero, contralo que se piensa a veces, a Jeremas le duele igualmente toda forma de violencia e injusticia en la sociedad, porque leduele a Dios. La denuncia social es tan fundamental en la predicacin de Jeremas como en la de Ams e Isaas, dice

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    su comentador C. Westermann. No est el olvido de Dios en la raz del olvido y maltrato del prjimo? Volver aDios, conocerle, amarle (primer mandamiento) pasa necesariamente por la prctica de la justicia con el prjimo;conocerle lleva a conocer y realizar su proyecto de una sociedad justa; l es el Seor que establece en la tierra lalealtad, el derecho y la justicia y se complace en ella (9,23; ver 4,1-2; 5,1-4.26-29; 6,6-8.13; 8,10; 9,1-9; y 2,34).

    Es, ante todo, el deber del rey practicar la justicia en su gobierno; su primera preocupacin deben ser los indefensosy aplastados:Administrad justicia cada maana; arrancad al oprimido del poder del opresor (21,11-12; ver Sl 72).Alaba al difunto rey Josas porque practicaba el derecho y la justicia, defenda la causa del humilde y del pobre, y le

    echa en cara a su hijo Joaqun su triple y flagrante injusticia: carece de una mnima sensibilidad y sentido de justicia; elpobre le interesa un comino, slo vive para s: tus ojos y tu corazn slo buscan tu provecho, sangre inocente quederramar, opresin y violencia que imponer; en plena crisis general construye descaradamente un nuevo palacio paras con todo lujo y adems sin pagar a los obreros: edifica con injusticias y hace trabajar al obrero sin retribuirle susueldo (22,13-19). Su reclamacin de justicia, aos ms tarde, lograr por un breve tiempo la liberacin de losesclavos (34,8ss).

    Hay que recordar, sobre todo, su clebre sermn contra el Templo, una de sus actuaciones ms provocadoras que leacarrear peligro de muerte (Jer 7 y 26). El pueblo se siente seguro diciendo: templo de Dios, templo de Dios, templode Dios. Como diciendo: Dios est con nosotros; hagamos lo que hagamos, estamos seguros, a salvo de todopeligro. No est Yahv en Sin? (8,19). Invocan un dogma religioso tradicional, corroborado por la historia en 701:Dios presente en Sin, los haba salvado del asirio Senakerib. Pero Jeremas grita contra su interpretacin fetichista:olvida las exigencias de justicia de Dios. Han falseado el culto y la religin. El lugar de un culto en verdad y justicia lo

    han convertido en cueva de bandidos, en la base segura de sus operaciones criminales: les sirve para seguiroprimiendo impunemente a los indefensos de aquella sociedad (los forasteros, los hurfanos y las viudas) y paraderramar sangre inocente. Unas veces usando la violencia; otras, las triquiuelas de la ley,como en los tiempos deAms (la injusticia de cuello blanco!). Es seguridad religiosa mgica, no la propia del creyente que conoce al Diosjusto. Por ello, Dios entregar nada menos que su templo a la destruccin, por lugar sagrado que sea para ellos, gentetan religiosa. Dios quiere la justicia con el oprimido ms que templos, la preocupacin por el necesitado ms querituales fetichistas. El culto a Dios sin justicia es pura idolatra. Lo ms sagrado no es el ser humano? Jeremas, aligual que los profetas Ams, Isaas y Miqueas, ha puesto el dedo en la llaga: denuncia el peligro y el pecado tanfrecuente de los hombres y pueblos religiosos de practicar el culto a Dios sin acordarse del prjimo doliente. Comienzaa pagarlo caro: como ms tarde Jess de Nazaret, por hablar contra lo ms sagrado para su pueblo, ser llevado altribunal por los jefes religiosos (Jer 26).

    2) Abrumado por el volumen del malComo todo profeta, Jeremas es todo un analista de la sociedad de su tiempo, as como

    intrprete de los acontecimientos y de la marcha de la historia. Le intriga en concreto la capacidadde maldad, de mentira y de ceguera de su pueblo. Los seres humanos se crean sin cesar nuevosdolos a su antojo y conveniencia: lo que adoran no pasa de ser la obra de sus manos (expresinfrecuente en Jeremas), proyeccin de sus deseos. Le intriga y le duele el hecho de que se caveninsensatamente su propia tumba sin poder dejar de hacerlo.

    - "Mi pueblo es insensato, no me reconoce, son hijos necios que no recapacitan: son diestros para el mal,

    ignorantes para el bien" (4,22).- "Repasad las calles de Jerusaln, mirad, inspeccionad, buscad en vuestras plazas a ver si hay alguien que respete

    la justicia y practique la sinceridad"... "Como una jaula est llena de pjaros, estn sus casas llenas de fraudes.

    As es como medran y se enriquecen, engordan y prosperan; rebosan de malas palabras, no juzgan segn

    derecho, no defienden la causa del hurfano, ni sentencian a favor de los pobres... Espantos y abominaciones

    suceden en el pas... (5,1-8.27ss).- "Todo el mundo se atropella en el interior de Jerusaln. Cual mana un pozo sus aguas, as mana ella la maldad:

    violencias y atropellos, golpes y heridas... Del primero al ltimo, slo buscan medrar, profetas y sacerdotes se

    dedican al fraude... Ni se avergenzan ni se sonrojan cuando cometen abominaciones" (6,7.13-15).- "Gurdese cada uno de su prjimo, no os fiis del hermano, el hermano pone zancadilla y el prjimo anda

    difamando; se estafan unos a otros y no dicen la verdad...; fraude sobre fraude, engao sobre engao... (9,1-5:llama la atencin lo mortales, causantes de muerte, que son los pecados de la lengua; ver 8,4-12; 23,9-14; y Miq7,5-6).

    Jeremas est impresionado por estos panoramas de mal, de injusticia y de mentira. No hayningn pueblo santo, ningn perodo de la historia inocente y libre de injusticia. Pero no hay

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    perodos de la historia de un pueblo (y de la humanidad), en que la violencia y la crueldad alcanzanniveles escandalosos e insoportables? Jeremas se sinti intrigado por el misterio del mal y delpecado: por su volumen, su extensin sociolgica y su fuerza de contagio. Cmo explicar que unpueblo siga pertinaz por caminos que le conducen a su propia ruina?, por qu esas dinmicas demaldad, espirales de violencia desatada e imparable?, o estructuras de injusticia incorregibles en unpueblo o en la humanidad?, o su capacidad de falsedad y mentira establecidas? Entonces y ahora!

    El misterio del mal!

    Jeremas caracteriza con gran riqueza de imgenes la maldad del pueblo de Dios. Y como en Oseas, en l volvemosa hallar las varias dimensiones del pecado humano:

    a) la histrica y geogrfica: tiene races histricas antiguas y est extendido por todo el pas (2,5-9; 3,2; 7,21-28;11,6-11; 16,11-12;23,13-15...);

    b) la sociolgica y estructural: afecta a todas las clases sociales y tiene fuerza de contagio (9,1-8; 5,1-6; 6,6-7; 7,14;23);

    c) la sapiencial: es algo insensato, va contra el ser humano mismo (2,10-13.14-19.32; 4,22; 8,4-7; 12,13; 13,22-26;17,12-13; 18,13-17...); las opciones de Jud son fatales: quedar desnudada y expuesta a la vergenza (13,22-26);sembraron trigo y cosecharon cardos, quedaron baldados en balde (12,13); apenas sugerida por Jeremas;

    d) la moral: atentan contra las leyes del antiguo Derecho social (apenas sugerido en Jeremas); atentan contra elcorazn de Dios;e) la teologal: el pecado es relacional: ingratitud e infidelidad a Dios, el amor primero (2,2-13.31-32; 3; ...);f) y la antropolgica (lo que sigue).

    3) Sondeando el corazn humanoDe analista de la sociedad Jeremas pasa a ser analista de la interioridad humana. Va ms all

    de la crtica social y cultual. Lleg a intuir con pasmo la hondura y fuerza del mal en el coraznmismo del ser humano. Descubre algo as como "el pecado original" en su doble sentido, histricoy antropolgico. La infidelidad tiene, por una parte, races muy antiguas, arraigadas en la historiaentera del pueblo de Dios: lo haba dicho ya en 2,1-13, como antes Oseas y lo dir poco ms tardeEzequiel (Ez 16; 20; 23). Y tiene, sobre todo, races hondas en el corazn humano mismo. No essimplemente un mero accidente espordico, mera mancha en la prenda de vestir. Jeremas es unprofeta intrigado por el misterio del corazn humano. Su capacidad de maldad y yerro pertenece asu ser: es todo un dinamismo de mal, una profunda impotencia para el bien, una inexplicableincapacidad para cambiar, una ceguera insensata que impide ver, una innata dureza de corazn:pueblo necio y sin juicio, que tiene ojos y no ve, tiene odos y no oye...; es duro y rebelde de

    corazn, y se marcha lejos; no piensan... (5,21-24ss). Las palabras de Jeremas son abundantes eimpresionantes:

    - La cepa selecta se ha vuelto espino, cepa borde, incapaz de dar uvas comestibles (2,21-22).

    - Israel, en imagen ms fuerte que la de prostituta, ha venido a ser para Jeremas como una camella o un asna salvajeen celo incapaz de contenerse (2,23-24).- "Mi pueblo es insensato, no me reconoce; son hijos necios que no recapacitan: son diestros para el mal,

    ignorantes para el bien" (4,22). "Es un pueblo sin corazn e insensato, tiene ojos y no ve, tiene odos y no oye...;es rebelde e indmito: se rebelan y se van; no recapacitan...". Es su corazn mismo el que no funciona(5,21-25). Los aves tienen su instinto sabio, pero mi pueblo no comprende (8,4-12). Cada cual sigue la maldad desu corazn obstinado, sin escucharme a m (16,12).

    - "A quin he de hablar, a quin conjurar para que me escuche? Sus odos estn cerrados, no pueden escuchar;toman a burla la palabra del Seor, porque ya no les agrada" (6,9-10).

    - "Ya lo s, Seor (confiesa Jeremas ante Dios), que el ser humano no es dueo de su camino, que nadie puedeenderezar su paso " (10,23).

    - "Puede un etope cambiar de piel o un leopardo las manchas de su pelaje? As vosotros: habituados a hacer elmal, podris cambiar a hacer el bien? (13,23).

    - "Nada ms falso y enfermo que el corazn del hombre: quin lo entender? (17,9; y 17,1; 30,12-13; 8,4-7).

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    - "Te nombro (dice Dios a Jeremas) inquisidor de mi pueblo, para que examines y pruebes su conducta. Todosson rebeldes y sembradores de calumnias; son bronce y hierro de mala calidad. El fuelle resopla, el plomo se

    desprende del fuego; pero en vano se fatiga el fundidor: la escoria no se desprende" (6,27-30).

    La conducta del pueblo no tiene remedio, es su corazn el que funciona mal.Incomprensiblemente son incapaces de recapacitar y comprender dnde est su verdad e incapacesde "volver" a la misma (8,4-7). Jeremas hubo de hacer esta constatacin tras largo proceso de

    observacin y de reflexin sobre la realidad que tena ante sus ojos. "Van de mal en peor, y a m nome conocen...;estn depravados y son incapaces de convertirse: hay tal dinmica de mal que haceimposible el retorno a la verdad (9,1-5). Intil hablarles: su odo es incircunciso y no puedenentender; la palabra de Dios les estorba (6,9-10; y 8,4-7). Constatacin vivida con dolor, trasobservar la fuerza y la extensin del mal en su pueblo. Como Oseas el caso de su mujer de "coraznde prostituta", Jeremas analiza el corazn y la conducta del ser humano y ve que se prostituye demil modos e incorregiblemente (13,20-27; 2,20). Constata su necesidad de amor, sus apetencias, suinsensatez y su ceguera. Jeremas no puede evitar, al igual que Oseas, cierto pesimismoantropolgico. El mal tiene en el corazn humano como una segunda naturaleza (Rudolph). Elser humano no slo hace el mal, est adems herido en su centro personal, es un ser deficitario yabriga un potencial de maldad. Por ello, es incapaz de vivir a la altura de sus propias mejores

    aspiraciones, e incapaz de responder a las expectativas puestas por Dios (y por los otros sereshumanos) en l; en concreto, de acoger la palabra de sus profetas. Constatar esta incapacidadprofunda en el ser humano, as como su potencial de mal, no es signo y consecuencia la mismotiempo de haber llegado a una suficiente madurez moral y espiritual? El interrogante antropolgicoque est debajo de este problema es: cunto cabe esperar del ser humano? (ver capt. 3.5: Oseas).

    4) Impotente ante un pueblo que marcha a su ruinaJerusaln, lava tu corazn de tus maldades, para que puedas ser salvo; hasta cundo

    anidarn en tu pecho planes criminales? (5,13-14ss). Pero es intil prevenirle del peligro que leamenaza. Jeremas, con la mirada penetrante de profeta clarividente, ve amenazada la existencia

    misma de su pueblo Jud. Hay un peligro exterior, "el enemigo que viene del norte. Pero la causaltima lo ve en algo ms hondo: Jud misma es la culpable. Ha olvidado su identidad singular, la depueblo llamado a vivir pendiente de su Dios, amor y exigencia, fuente y fundamento para el serhumano al mismo tiempo. Tiene sentido abandonar a su Dios?, cambiar su Dios amor verdaderopor el Intil, por dioses obras de sus manos, o por un dioses mera proyeccin de sus deseos yexpectativas? Resultan vanos e ineficaces para el que los adora. Es insensato cambiar elmanantial de aguas vivas por aljibes agrietados! (2,11-13). Con ello, pierde el norte; su futuroest amenazado. O cae en otro error: en lugar de fiarse de Dios y seguir sus caminos, quisieramanipularlo segn sus intereses (Jer 4-6; 7; 8-9; etc...). Dios quiere ser para su pueblo manantialde aguas vivas (17,12-13), su padre (3,19), esperanza de futuro (14,8). Pero Jud prefierefiarse de su poltica de alianzas y antialianzas con extranjeros (Egipto, filisteos...); prefiere

    alimentarse de ilusiones que le proclaman los falsos profetas anuncindole paz, seguridad ybienestar, para acabar desnudo y frustrado (4,9-10; 6,14; 8,10-12; 23,5-40). Ests desahuciado;para una herida hay cura, para ti no hay remedio (3012-13).

    Para romper sus falsas seguridades, Jeremas sacude los odos de su pueblo. Quiere hacerleconsciente del grave peligro que corre. De ah, tanto la dureza de sus palabras, como su llanto porl, porque no lo consigue.Lo ama con pasin y quiere salvarlo del desastre que se avecina. Le instaa "volver a su Dios, como los profetas anteriores Ams, Oseas, Isaas: es su gran tema,alimentando quiz la esperanza de conseguirlo. Adems de las palabras, realiza gestos: rompe uncntaro para simbolizar que la nacin no tiene arreglo (19). O renuncia a casarse y tener hijos:significaran futuro, descendencia, continuacin de la historia, pero no va a haber tal futuro (16,1-13). Ni con palabras ni con gestos logra cambiar el comportamiento y el derrotero del pueblo, o suconversin es superficial: ni arranca de una sincera confesin y arrepentimiento, ni alcanza el

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    corazn, el centro del ser humano (3,4-5; 5; 8,4-7ss). Jeremas llega al extremo de creer intil todaoracin: no hay salida para el pueblo, ya que se resiste a cambiar; Dios mismo no puede salvar al serhumano contra la voluntad de ste (14,11; 11,14; 7,16; al igual que Ams tiempos atrs: Am 7,1-9).Intil reprochar al pueblo y a sus clases dirigentes la mentira de su vida, la hipocresa de su culto aDios, la falacia de sus seguridades! Yo s, Seor, que el hombre no es dueo de su camino, quenadie puede enderezar su paso ( 10,23). De ah su indecible dolor y su lloro.

    Cuando Dios remueve la historia

    Jud no acierta o rehusa leer los signos de los nuevos tiempos que se avecinan. Quisiera seguir siendo el de siempre.Segn Jeremas, hay novedades en la historia presente de Jud que estn reclamando cambios sustanciales. No lleganmomentos histricos en que el curso mismo de la historia est cambiando radicalmente y los nuevos signos estnpidiendo nuevas actitudes? Jeremas intuye que no valen ya los programas y expectativas de siempre: Dios estremoviendo la historia, est tocando sus fundamentos. Su accin reclama niveles de fe y de conducta diferentes y mshondos.

    5) Convertido en plaideraViendo intil todo su esfuerzo, el profeta se desata en llanto. Doloroso ver a su pueblo

    marchar imparable a su ruina!Por ello, llora por l con lamento desgarrado e inconsolable:

    - "Ay mis entraas, mis entraas! Me duelen las paredes de mi pecho, tengo el corazn agitado, no puedocallar, pues oigo ya el alarido de guerra... Miro a la tierra: es un caos; miro al cielo; no hay luz... (4,19ss).

    - "El dolor me abruma, mi corazn desfallece... Por la afliccin de la capital de mi pueblo ando sombro yangustiado" (8,18-23: leer todo).

    Atroces la congoja y el drama interiores que abruman el corazn del profeta!Ve a su pueblo,engaado por sus dirigentes religiosos y civiles, caminar ciego a un destino de muerte. Lo ve"quebrantado y herido". Lo ve, sobre todo, incapaz de percibir su grave situacin, incapaz por ello

    de recapacitar sobre su conducta insensata (5,21-24ss).

    El Jeremas de este tiempo es el profeta de la lamentacin, el profeta convertido en plaidera.Su dolor es consecuencia de ser y vivir solidario con su pueblo, como todo profeta. Pero, al cantarlela verdad cruda, paga el alto precio de la soledad, la incomprensin, incluso la persecucin.Solidario y solitario: la doble cara de su ser profeta atraviesa toda su existencia y todo su libro. Supueblo sigue otros derroteros. Porque intuye con certeza que son derroteros de muerte y desastre,expresa en conmovedores soliloquios su dolor e impotencia. Jeremas es un hombre herido yquebrantado hasta el extremo (10,19-21).

    - "Quin me diera una posada en el desierto para poder dejar a este pueblo y alejarme de l! Pues son todos unosadlteros, una caterva de bandidos...; van de mal en peor" (9,1-5ss; ver Sl 14 y 54).

    - "Si no escuchis a Dios, llorar en silencio y secreto vuestra soberbia, mis ojos se desharn en llanto..."(13,15-17).

    - "Haced venir a las plaideras...; vengan pronto y entonen una elega, para que se deshagan en lgrimas nuestrosojos y destilen agua nuestros prpados..." (9,9-10.16-21).Es tal la situacin del pueblo que no puede sino invitara entonar elegas, cantos tristes.

    - "Se me parte el corazn en mis adentros, se me estremecen los huesos, estoy como un borracho, vencido por el

    vino... El pas est lleno de adulterios, y por ello hace duelo la tierra; se difundi la impiedad por todo el pas

    (23,9-15ss).- Con ocasin de una pertinaz sequa que afecta a hombres, animales y vegetacin, suplica al Seor por su pueblo;

    con palabras de enorme congoja: "Mis ojos se deshacen en lgrimas, da y noche, sin cesar, por la terribledesgracia que hiere a la doncella de mi pueblo. Salgo al campo: muertos a espada; entro en la ciudad:

    desfallecidos de hambre. Profetas y sacerdotes andan errantes y a la deriva por el pas: nada saben", ni puedendecir algo al pueblo sediento de luz(14,1-6.17-18).

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    El lloro de Jeremas es el lloro de Dios mismo por la amada de su alma que ha estropeadotodo lo que le ha dado: su amor, la tierra, las relaciones sociales e interpersonales... (12,7-13).Segn Jeremas, es Dios mismo el que sufre, llora y se expresa en soliloquios de lamento (12,7-13;15,5-9; 18,13-17). En otros pasajes, de clara ambigedad literaria, no se sabe quin sufre y llora: siJeremas o Dios o ambos, estn tan identificados y superpuestos el uno con el otro! (4,19-26; 8,18-23...). La congoja del profeta por su pueblo es la congoja de su Dios por l, y la congoja de Dios porsu pueblo la sufre el profeta en su propia carne. ste est unas veces con Dios para dirigir desde lsu palabra al pueblo; otras, est solidario con el pueblo que padece el mal: desorden en la sociedad,sequa, invasin y asedio, destruccin y un porvenir abocado a la muerte. Ser humano sensible ylleno de ternura, no puede evitar sus sentimientos de dolor, llanto y desesperanza.

    Jeremas se convierte sin saberlo en figura y profeca en vivo de Jess llorando por Jerusaln: sta no ha odo sumensaje de salvacin, ni aceptado su oferta de un camino de vida; marcha, por ello, a la destruccin (Lc 19,41-44; y23,27-32; 13,34-35). Ni el profeta ni Jess han podido parar la marcha del pueblo hacia su ruina. 40 aos despus de lamuerte de Jess se repiti, el ao 70 d. C., la catstrofe del tiempo de Jeremas. El lloro de Jeremas es el de Jess; el deambos es el de Dios.

    6) Orando por su puebloPerseguido a muerte por sus enemigos y acosado interiormente por profundas crisis, a

    Jeremas le nace pedir a Dios que le haga justicia frente a los mismos: no puede menos de hacrselaa los que le son fieles y le confan su suerte (11,18-20; 12,1-6; 17,12-18; 18,18-23). Con todo,Jeremas no puede desentenderse de su pueblo: lo ama, y sufre y llora por l. Ora a su Dios por l yalimenta esperanza respecto al mismo. Si no la halla por parte del ser humano, la halla por parte deDios. Vive una doble verdad, en tensin dialctica: su Dios no puede menos de condenar todo loque hay de mentira, idolatra e injusticia en el corazn y en la vida de su pueblo; pero sabe tambinque ese mismo Dios no puede menos de buscar nuevos caminos de vida para el mismo. Ora y esperaque Dios tenga misericordia de su pueblo. Oracin desgarrada y esperanzada al mismo tiempo!

    Con ocasin de una sequa, ora en tono conmovedor, encarnando en s la lastimosa situacin de su pueblo:

    "Nuestras culpas nos acusan, Seor, pero acta en favor nuestro por ti mismo... Hemos pecado contra ti..., pero T

    eres nuestra esperanza... T ests con nosotros; llevamos tu nombre, no nos abandones!... Reconocemos nuestra

    culpa; por el honor de tu nombre, no nos rechaces. Acurdate, no rompas tu alianza con nosotros... Nosotros

    esperamos en ti (14,1-9.17-22; ver 10,23-24).

    Su oracin viene a ser combate con Dios en favor del pueblo, cual Moiss en su tiempo (Ex32), Ams (Am 7-9), Jacob (Gen 32,23ss), Abrahn (Gen 18,16ss). El profeta hace de mediadorentre Dios y los seres humanos: unas veces, subido a Dios, encarna su amor celoso y les dirige en sunombre palabra de amor o de denuncia, de reclamacin de justicia o de promesa; otras, encarnandolas situaciones y experiencias de los humanos, suplica a Dios desde su corazn angustiado ysufriente para tocar su corazn. Profeta de Dios ante los hombres e intercesor ante Dios a favor deellos, incluso de sus enemigos (Jer 15,11; 18,20; como Jess en la cruz, como Esteban al serapedreado: Lc 23, 33-34; Hech 7,57-60).

    7) Esperanza en la desolacinPudo Jeremas vivir la esperanza en tiempos nacional e internacionalmente tan turbulentos?,

    al ver la situacin real de su pueblo, abocado a la ruina?, al conocer tan a fondo el coraznhumano y la hondura del mel en el pueblo mismo de Dios? Imposible vivirla sin tenebrosassombras y tensiones en su corazn!

    Profeta de denuncia, de crisis y de lloros, lo es tambin y sobre todo, profeta de esperanza.Llama la atencin: Jeremas no es ni un quemado, ni un amargado por dentro, ni un solitariotorturado por el masoquismo. Pero enormes tensiones interiores, debidas a su lucidez en su anlisis

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    de la sociedad y del corazn humano, le han llevado a no poder abrigar una esperanza ilusa y fcil.Se le ve debatirse entre la esperanza y la desesperanza. El debate atraviesa todo su libro. No hayesperanza, dicen muchas palabras suyas; Irremediable es tu fractura, incurable tu herida; estsdesahuciado, para ti no hay remedio (30,12-13; y 13,1-14; 15,5-9; 18,15-16; etc...). Y con todo,hay esperanza, dice Jeremas en efusivas palabras dirigidas a su pueblo amenazado por la guerra yla ruina total. El pas quedar desolado, pero no lo aniquilar (4, 23-27). Esperanza en debatecon la desesperanza podra ser titularse el conjunto de orculos de Jer 30-31:

    "Llegarn das en que cambiar la suerte de mi pueblo, Israel y Jud... Volver y descansar, reposar sin

    alarmas de guerras, porque yo estoy contigo para salvarte... Resonarn de nuevo cnticos y gritos de fiesta... (De

    nuevo) vosotros seris mi pueblo y yo ser vuestro Dios... Con amor eterno te amo y te mantengo mi cario; te

    edificar de nuevo; de nuevo tomars tus panderos y saldrs a bailar alegremente. De nuevo plantars vias...

    Porque yo soy un padre para Israel... Ellos volvern a ser como un huerto regado, no volvern a desfallecer...;

    convertir su tristeza en gozo, los consolar y aliviar sus penas... Tu futuro est lleno de esperanza... Israel es para

    m un hijo querido, un nio predilecto...; mis entraas se conmueven, y me lleno de ternura hacia l... Yo dar de

    beber a los sedientos y saciar a los desfallecidos de hambre..." (Jer 30-31).Palabras repetidas por l ms de unavez a lo largo de su prolongada vida proftica.

    Profeta de una esperanza paradjica, de esperanza contra toda desesperanza. Lo es a pesar

    de todos los datos negativos que le ofrece su pueblo y la marcha de la historia y por encima de supropia sicologa, tan herida por lo que ve acontecer en su entorno. Abriga esperanza en tiempos tancrticos: Dios es fiel a la alianza con su pueblo por ms que ste la rompa, y crear futuros nuevosdonde el ser humano destroza el presente. La historia no va a acabar para Jud. Ms all delpresente, tiempo de aprieto y angustia, Dios alimenta sueos de porvenir para su pueblo (31,3ss).

    Adems de las palabras, Jeremas realiza signos de esperanza. El signo del cntaro en lasmanos del alfarero es uno de los ms significativos: le sala mal al alfarero, pero ste, con elmismo barro, haca entonces otra vasija, como mejor le pareca; y dice Dios: no podr yo hacer

    con vosotros lo mismo que este alfarero?. Signo de la esperanza inagotable de Dios en el ser

    humano! Jeremas fue capaz de abrigar esperanza y expresarla ante su pueblo en el momento msdesesperado de la historia de Jud: ao 587-586. No ceja en anunciar ante todos (hasta cinco vecesante el rey Sedecas!) que, de no rendirse ante Babilonia, llega la catstrofe. El ejrcito babilonioasedia ya la capital Jerusaln, la poblacin se est muriendo de hambre (se dan casos de madresque comen a sus hijos!), no hay salida alguna. Y he ah a Jeremas, realizando un gesto proftico,acompaado de palabras: compra el campo de su primo, queriendo significar: hay futuro para elpueblo; volver del destierro, ser restaurado (Jer 32; y 33). Tras el infierno de la catstrofe vendrla pascua de resurreccin. El gesto-signo marca el momento culminante de su esperanza proftica enla desolacin general. Una esperanza paradjica y teologal: esperanza en medio de y a pesar de,fundada slo en el corazn de Dios: ama al ser humano por encima de todo y puede reconducir yreconstruir la historia de los humanos ms all de los poderes y caminos de maldad humana que la

    tuercen y la deconstruyen.

    Jeremas anuncia algo ms que la restauracin futura del pueblo: anuncia sobre todo algonovedoso: la renovacin del corazn mismo del ser humano (leer sobre todo 32,36-44; 33,1-13 y31,31-34). La promesa de una nueva y eterna alianza, impresa esta vez en el corazn mismo delos humanos, es una de las pginas nucleares e inolvidables del libro de Jer y de todo el AT(probablemente aadida posteriormente).

    Corazn nuevo para el ser humano

    Despus de la destruccin total, yo los traer de nuevo a este lugar. Ellos volvern a ser mi pueblo y yo ser suDios. Les dar otro corazn y otro comportamiento, de modo que me respeten y amen toda la vida, para su bien y el desus hijos. Har con ellos una alianza eterna y no cesar de hacerles bien. Les infundir en su interior respeto y amor a

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    mi nombre, para que no se aparten de m. Gozar hacindoles el bien (32,36-44). Lo nuevo de Dios! Lo nuevo enel corazn mismo del ser humano: el sueo de Dios! Puede haber novedad verdadera, pueblo nuevo, humanidad nueva,historia nueva, mientras no se renueve el ser humano en su interioridad profunda?

    Jeremas no espera slo un pueblo restaurado desde las cenizas. Ms all del nivel histrico externo, su esperanzaalcanza niveles antropolgicos: el ser humano mismo ser renovado desde sus entraas. Toda reforma resulta a lapostre insuficiente sin la transformacin del corazn: queda en mero cambio de comportamientos, de ordinario impuestopor la autoridad o por la presin social, y por ello superficial y poco duradero. Slo educndolo, sacando lo mejor del

    mismo, se obra una verdadera transformacin del ser humano desde dentro y en libertad. La reforma del rey Josas nohaba valido para nada: haba quedado en sumisin, en comportamientos... Por eso, les dar un corazn nuevo, capazde reconocerme y amarme como a su Dios (24,7). Jeremas descubre la ley del perdn: al pecado sigue la gracia porpura misericordia de un Dios amor. Pero va ms all: anuncia la purificacin del corazn humano enfermo y el renacerde un corazn nuevo (ver salmo 51). El profeta tentado de pesimismo antropolgico al analizar hasta el fondo elpecado tanto de la sociedad como del ser humano, es, con todo, el profeta capaz de esperar de Dios una accin sanadoraen la interioridad misma de hombre:

    Har una alianza nueva con Israel y Jud, diferente de la que hice con sus padres... Meter mi ley en su pecho, la

    escribir en su corazn: entonces de verdad Yo ser su Dios y ellos sern, por fin, mi pueblo..., pues me conocern, me

    amarn desde sus entraas (Jer 31,31-34). Viene a ser la cumbre espiritual de Jeremas (Biblia de Jerusaln), unode los pasajes cumbre de todo el AT. No ya una ley divina dada desde fuera, como la del Sina, sino una especie deatraccin y amor impresa por Dios en las entraas humanas. No ya una religin impuesta por la fuerza o por la ley, ni

    siquiera una religin aprendida, sino una religin interiorizada: relacin con Dios por el descubrimiento de su rostro yde su proyecto en el corazn mismo del ser humano. Jeremas es, con Oseas, el iniciador de la religin de lainterioridad. No ya ms una circuncisin externa, sino la circuncisin del corazn (Jer 4,4). El amor, vocacinltima de todo hombre y mujer, slo radica en un corazn liberado y capacitado para ello. Ezequiel, contemporneo deJeremas, continuar con la genial intuicin: si es importante la restauracin del pueblo, ms importante es la renovacindel corazn (24,5-7; y Ez 36,23-38; 11,17-20). Es posible gracias a un Dios amor fiel: adems de perdonargratuitamente, quiere siempre llegar al corazn humano, hacerlo nuevo, sacar del mismo tu mejor t, lo mejor queanida en l (Lo har mediante su Espritu renovador, dirn Jess, Pablo y Juan en el NT: Jn 3,1-12; 14-16; y 2 Cor 3,4-6; 5; 1 Jn 3).

    No hay signos de vida que generan esperanza? En la vida de Jeremas los hay

    extraordinarios: el del almendro en flor (1,11-12: luego), el de la compra del campo (32: luego)... Eldel cntaro del alfarero resulta uno de los ms expresivos (18,1-6). Jeremas es testigo de lo quehace el alfarero: baj al taller del alfarero, y lo encontr trabajando en el torno. A veces,trabajando el barro, le sala mal una vasija; entonces, con el mismo barro, haca otra vasija, como

    mejor le pareca. Y me dijo el Seor: . Dios alfarero del serhumano y de su pueblo, trabajando el barro, la materia prima humana: una de las imgenes mssugestivas del AT. A travs de hechos normales ledos simblicamente, Jeremas ve y anuncia algoesperanzador: Dios puede remodelar al ser humano hacindole vivir experiencias, en concretorehacer a su pueblo hacindolo pasar por los acontecimientos del siglo VI.

    Adems de las palabras de esperanza del mismo Jeremas, pueden leerse otras palabras y signos de esperanzarecogidas en su libro por el autor final de su coleccin: 3,14-18; 16,14-15; 18,1-6; 29; 31,31-34.38-40; 33; 50, 17-20.33-34; 51,9-10; 52.

    Preguntas para la reflexin personal y grupal (I)

    1) Cmo te resuenan las palabras de Dios en Jer 2 y 3? Observa sus tonos, sus sentimientos...

    2) Somos capaces de un anlisis valorativo de la sociedad? De descubrir valores y pseudovalores, verdades y

    mentiras, profetas y pseudoprofetas, valores e dolos y manipulaciones... O nos quedamos en una lectura

    sensacionalista y superficial de los medios de comunicacin?, capaces de analizar las situaciones absurdas de

    los pueblos y sus causas, las actuaciones de los dirigentes?, de leer los signos de los tiempos?

    3) Cmo te resuena el tema del pecado? (en Oseas, Jeremas...). Te convence o te repatea?, lo ves como

    realidad en la sociedad, en ti, en la iglesia?, cul de las dimensiones de pecado te llama la atencin? Recuerdatextos. La cuestin decisiva: cmo plantearlo, integrarlo, saber vivirlo de modo positivo?

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    4) Soy capaz de leer mi propio corazn, capaz de lo mejor y de lo peor?, de llegar a mis fondos, los luminosos y

    los oscuros? Los de todo ser humano, misterio de mal y de bien.

    5) Qu me dicen los panoramas de violencia y de sufrimiento padecidos por pueblos y continentes enteros?, s

    orar a Dios desde la historia?, e implicarme de algn modo en la misma?

    6) Ser crtico, pero alentar la esperanza en m y en los dems. Orar el mal a Dios y poner mi granito de arena en su

    solucin. Ilusiones, no; esperanza que se compromete, s. Creyente llorn y pesimista, no; pero ingenuo que no

    ve la realidad, tampoco. Sensibilidad y empata con el sufriente, prximo o lejano, y capacidad de alegra en la

    vida diaria... Cmo armonizarlos?

    7)Soy capaz de abrigar esperanza en los tiempos penosos, en las situaciones lmite?, y capaz de seguir luchando,poniendo mi granito de arena, a pesar de los golpes en la mejilla que me dan?, en medio de qu y a pesar

    de qu sigo abrigando una esperanza paradjica, resistente e implicativa y activa?, apoyado en Dios, amor y

    poder a la vez?

    8) Comenta Jer 1,1-3: Dios dirige su palabra a los hombres bajo reyes de talante diferente (Josas, Yoyaqum,

    Sedecas...). Cmo ser profetas bajo regmenes tan diferentes como nacional-castolicismo, socialismo,

    neoliberalismo, gobiernos fuertes y dbiles...? Siempre, en el contexto de programas, ideologas y situaciones

    ms diversas. Qu te dice? (y Lc 3,1ss).

    9)No est Dios removiendo la historia en el comienzo del tercer milenio?, no estamos viviendo un tiempo de

    transicin, viraje y novedad en que cada hombre y cada mujer y cada comunidad creyente debe descubrir con

    tanteos los nuevos modos de ser fiel a Dios y a la historia? Modos nuevos y niveles ms hondos de vivir todo: la

    fe, la esperanza, la relacin con el mundo, con el otro ser humano, con la tierra, el sentido de la vida, el trabajo

    y el ocio...

    10) Y una vez ms, analiza los peligros de la religin, las mentiras de la prctica religiosa (Jer 7; etc...).

    4. Profeta en crisis!

    Por qu sintonizamos ms entraablemente con Jeremas? Por ser el profeta que ms nos hadesvelado su corazn, su mundo interior de sentimientos, crisis, gozos y malestares. Como profeta ytestigo de Dios, nos sobrepasa; como ser humano, lo percibimos cercano y semejante a nosotros,hombre de carne y hueso. Tambin l vivi su fe y esperanza en corazn humano, la grandeza de sumisin proftica en la fragilidad del ser humano. Como todos: "llevamos este tesoro en vasosfrgiles...", dir ms tarde Pablo de Tarso (2 Cor 4,7ss).

    1) En el espesor de la tinieblaJeremas esel profeta de fuertes crisis personales, vocacionales e incluso existenciales.Las

    expres en esas clebres pginas, llamadas "confesiones de Jeremas, eco de dilogos de coraznconsigo mismo y con Dios (G. von Rad). Dilogos desde los abismos sombros de la existenciahumana (como lo har ms tarde Job de un modo todava ms impresionante). Son nicas en sugnero en los libros profticos. Nos dan idea del espesor y hondura de sus crisis. Como otras quehemos visto (8,18-23; 9,1-8; 14; etc...), tambin stas son pginas de desahogo personal, pero son,adems, de protesta contra Dios, brotadas de su dolor y malestar rebeldes: se entreg a su causa yahora siente que le falla. Lo vive como problema de justicia: Dios no le protege contra sus

    enemigos a pesar de su promesa Yo estar contigo; por ello, le reclama justicia. Dios parece nocorresponder a su fidelidad. Se comprenden sus malestares y quejas.

    Las confesiones de Jeremas

    "Las confesiones de Jeremas son varias pginas, similares a los salmos de lamentacin. Leyndolas junto a otrassimilares, leemos el corazn mismo del profeta en sus momentos de decepcin y cuestionamiento. Aqu nosencontramos con toda la escala de males psquico-humanos: miedo ante la afrenta, espanto ante el fracaso, desalientosobre la propia fuerza, duda sobre principios de fe, soledad, compasin, decepcin hasta llegar casi al odio a Dios. Nofalta nada de lo que le puede ocurrir al corazn del hombre. Y todo eso es dolor, decepcin, acobardamiento ante suvocacin proftica (G. von Rad).

    Piden ser ledas como un itinerario espiritual: un via crucis interioren el que se van espesando, in crescendo, eldolor y la tiniebla interior, hasta culminar en el abismo de la ltima (20,14-18). A Jeremas le ayudaron a expresarse a s

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    mismo en su soledad, a orarse ante su Dios, con audacia cuasi blasfema y con fe al mismo tiempo, a asumir susmalestares delante de l y a madurar como hombre y como profeta. Muestran su vivencia de la fe y de la esperanzaconfiada en medio del espesor de la tiniebla.

    Cmo, cundo y por qu pasaron a formar parte del libro de Jeremas? Imposible saberlo! Lo decisivo: tambinestas pginas son palabra de Dios!, entre otras razones por lo humanas que son. Nos recuerdan el camino de todo serhumano, ms el del creyente y profeta. Son una especie de retazos de diario personal, pero no por ello son producto deun narcisismo intimista; tienen que ver con su vida y actividad profticas, con la palabra que proclama, con el panorama

    poltico-social del pueblo en el que vive, con la marcha de la historia universal de su tiempo.

    Son cinco las confesiones: 12,1-5 (o 11,18-12,6: texto enrevesado); 15,10-11.15-21; 17,14-18; 18,18-23 y 20,7-18 (compuesto). Pero incluiremos algunos otros pasajes que se acercan a las mismas, sin olvidar los que delatan elindecible dolor y lamento de Jeremas, vistos antes.

    2) Te puedes fiar de la palabra de Dios?Jeremas contemplando, quiz horas y horas, un almendro en flor, en la primavera que

    comienza a estrenarse (Jer 1,11-12). Parece una escena romntica; con todo, todo el pasaje 1,11-19recoge un grave interrogante en el corazn de Jeremas:realiza Dios las palabras que le hace creery proclamar ante el pueblo?A Jeremas le asalta la duda y, con ello, la crisis: lleva aos hablando ennombre de Dios, anunciando un cambio en la historia de Jud, pero no sucede nada, todo sigueigual. Adems, hay gente en su entorno que anda propalando: no cuenta lo que nos dice Jeremas ennombre de Dios; no nos sobrevendr dao alguno; no moriremos a espada ni de hambre (5,12-14ss).Ellos andan diciendo: dnde est la palabra del Seor? Vamos, que se cumpla (17,14-16ss).Su palabra de Dios no resulta falsa?, por qu seguir proclamndola? Dios tarda en llevarla acabo: acaso la realizar algn da? Duda sobre la palabra de Dios y duda sobre su propia vocacin:por qu seguir siendo profeta?

    La pregunta burlona se la haban hecho ya antes muchos judos en tiempos de Isaas (Is 5,19); se la haran a la caraal profeta Ezequiel pocos aos ms tarde (Ez 12,21-28). En tiempos cristianos se repetiran esas preguntas incrdulas (2Ped 3,3-4ss; Apoc 22,6ss). Preguntas que, tarde o temprano, pasan por el corazn de todo creyente! Es verdadero elmensaje que creemos y proclamamos en nombre de Dios acerca de la historia?, el reino de Dios que viene no esfantasa, sueo nuestro, proyeccin de un corazn anhelante de un mundo nuevo? La historia parecen hacerla loshombres, no Dios. Intil hablarles en su nombre; intil creer contra corriente. Por qu, adems, hacer opcin por Diosy por su palabra de por vida?, no es arriesgado y absurdo fundamentar la existencia entera en una palabra incierta o enun Dios que no parece actuar ni responder a nuestras expectativas? Se puede vivir sin Dios y sin su palabra.

    Cunto tiempo llevaba Jeremas con preguntas como sas? Das, semanas, meses? Imposiblesaberlo. En todo caso, he ah la respuesta de Dios, del modo ms inslito e inesperado, hallndoseen pleno campo y en clave simblica: un almendro en flor. Tras el largo letargo del invierno, esel primer rbol que despierta en primavera a la vida, razn de su nombre en hebreo (shaked: de laraz vigilar, estar atento). Anuncia reverdecer y fecundidad. Su visin en flor y su nombre enhebreo le llevan a Jeremas a descubrir su sentido profundo; simboliza a Dios dicindole: Eso soyYo: shoked, atento y velador por el cumplimiento de la palabra que te he hecho proclamar; larealizar a su tiempo. Sigue en tu tarea proftica y findote de mi palabra; sigue creyndola yproclamndola, en esperanza capaz de espera (La siguiente visin de la olla de agua hirviente quese inclina de norte a sur, vv. 13-16, le confirma en la misma certeza).

    Dios viene a aadirle algo ms, con una expresiva imagen (vv. 17-19): cete la cintura,toma la indumentaria y la postura que se toman para el trabajo arduo y para el combate; te van acombatir todos, reyes, dirigentes, poderosos y el pueblo incluido; pero "s fuerte, no desmayes, ni

    les tengas miedo; soy yo el que te hago fuerte como una muralla de bronce frente a todos: lucharncontra ti, pero no podrn contigo, pues contigo estoy yo. Dios haciendo fuerte a Jeremas en su

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    debilidad! No le promete una paz cmoda; le espera una existencia amenazada, zarandeada,conflictiva. Merece la pena fundarla en la palabra de Dios. Dios responde a los interrogantes ymalestares del ser humano a travs de signos sencillos, ledos a un segundo nivel de sentido (Siglosms tarde, Jess de Nazaret vea el misterio del Reino en la semilla de trigo, el grano de mostaza,el fermento en la masa, la semilla que crece sola: en esos signos-smbolos alimentaba su propia fe yesperanza y la de los suyos: Mc 4).

    3) Por qu les va tan mal a los justos?La primera confesin (Jer 12,1-5) muestra aJeremas pasando por otra grave crisis: segn el

    texto, est originada al atentar sus propios compaisanos de Anatot contra su vida (11,18-23); (podraser tambin con ocasin de algn otro peligro grave vivido: cuando est escondido porque el rey lobusca para eliminarlo: 36). En unaoracin franca y audaz, le planteaa Dios "un punto de justicia:T, Dios, llevas siempre la razn cuando discuto contigo, sales inocente en los juicios; pero aunas, te voy a llevar a juicio: por qu tienen suerte en la vida los malvados y sinvergenzas,mientras los justos padecen injusticia y violencia?, por qu el mal lo sufren precisamente losinocentes y fieles, como l mismo?, merece la pena vivir fiel a Dios y a su palabra si en este mundoles va mejor a los que traman el mal? Si Dios no hace justicia ni a los suyos, no es lo mismo hacer

    el bien que el mal?, por qu empearse en la fidelidad a unos principios, a unos valores o a Dios?(Preguntas hechas ms tarde por Job con mayor crudeza!)

    Dios le responde: Jeremas percibe su presencia y su palabra, despus de cunta espera ycmo? (das, semanas, meses...). Con dos metforas a modo de preguntas (v. 5), le viene a decir:Jeremas, no te quejes; si hasta ahora te ha ido mal, en adelante te va a ir peor; si hasta ahora haspodido andar por tierra llana y transitable, en adelante te tocar andar en el boscaje intransitable ypeligroso del ro Jordn; te hallas an al comienzo de tu via-crucis; te esperan tiempos peores frentea tus enemigos. Dios no responde a la grave cuestin planteada por Jeremas; pero le ha hablado y leha confirmado en su vocacin. La experiencia de s que le da Dios le vale ms que mil explicacionesracionales sobre sus preguntas. Como la respuesta que dio a Job (Job 38-42). Dios sigue con

    Jeremas: es su mejor respuesta por ahora, respuesta de compaa y cercana. Y Jeremas, con susilencio, parece decir: fiat (as sea).

    4) Dios, un espejismo?El tono de la segunda confesin (15,10-11.15-21) es ms duro. Jeremas vive una profunda

    crisis vocacional: est harto de ser profeta y protesta ante Dios! Estalla en un grito, lamenta inclusohaber nacido: "Ay de m, madre ma, que me engendraste para ser hombre de pleitos y contiendascon todo el mundo!. La vocacin de profeta la ha cumplido fielmente; incluso ha orado por susenemigos; la ha vivido como la razn de su existencia: yo llevaba tu nombre; la palabra de Diosla ha tomado en serio, la ha mamado, a menudo le ha sido un gozo nutriente: cuando encontrabatus palabras, yo las devoraba; eran mi delicia y la alegra de mi corazn... (v.16). Pero no cesan decrearle innumerables y amargas experiencias: soledad, rechazo social, persecuciones... Penosassensaciones sico-afectivas! El ser humano necesita vivirse integrado, afectiva y socialmente, entreotros seres humanos y en la sociedad. Jeremas paga un alto precio por su palabra y su fidelidadproftica. Dios le llega al corazn, es significativo para l; pero experimenta a menudo su vidaulcerada como una llaga enconada e incurable, abierta y doliente, nunca cicatrizada. No soncrisis espordicas y puntuales, es algo permanente.

    Al final (v. 18b) le asalta la peor sospecha que puede asomar al corazn del creyente : "Te mehas vuelto para m, Dios, un arroyo engaoso, de agua inconstante. Acusacin cuasi blasfemalanzada a Dios a la cara! Es un Dios frustrante, como los arroyos de Palestina? Llevan agua, pones

    junto a ellos tu morada con la esperanza de contar siempre con su agua, y en el momento menosesperado, dejan de llevarla; se vuelven arroyos secos: defraudan al que se ha puesto a vivir

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    confiadamente junto a los mismos. Eso eres t, Dios, engaoso para el ser humano que se ha fiadoplenamente de ti?, o eres un espejismo, mero fenmeno ptico, para el que camina sediento yansioso de agua por el desierto? (v.18). Mera proyeccin mental del ser humano, un fantasma en elque no puedes fundar tu existencia?, responde Dios al hombre que le ha confiado su ser y suexistencia? (Jeremas se adelanta a las afirmaciones de Feuerbach, Marx y Freud, los maestros dela sospecha y crticos de la religin, del siglo XIX). Jeremas, en la lnea de otros creyentes yorantes de Israel, no se censura ante su Dios; en su relacin con l deja espacio a las peoressospechas. En 14,8-9 vuelve a interpelarle: por qu te portas como un forastero, turista en unpas con poblacin sedienta y hambrienta, que pasa de largo sin importarle el sufrimiento delpueblo?, o como un caminante que desva para pernoctar, para no ver ni or sus clamores, ocomo soldado incapaz de vencer y defender a los oprimidos?

    Es precisamente el creyente el que sufre los mayores silencios de Dios y padece las mayoresdudas sobre l, como Abrahn, Elas, Job, salmistas, Jess de Nazaret... La oracin de Jeremas rozala blasfemia. Con todo, tambin esta vez percibe (despus de cunto tiempo?) la respuesta a sugrave crisis; Dios le reprocha y le alienta al mismo tiempo. Viene a decirle: Te has pasado,Jeremas; no ests en tu verdad cuando piensas y sientes as de m; me pierdes a m y te pierdes a ti

    mismo; vuelve atrs de lo que sientes; si aceptas volver, yo te har volvera ser t mismo, profetamo ante todo el pueblo; fuera tu tentacin de ser uno ms en la sociedad!: dejaras de ser la sal dela tierra; sers solidario con tu pueblo siendo diferente; "lucharn contra ti, pero no te vencern,pues yo estoy contigo para salvarte (vv. 19-21). Dios ha salido al paso del malestar de su profeta.Jeremas ha percibido su respuesta a la vez como reproche, renovacin de confianza, exigencia devolver, confirmacin en su identidad proftica y promesa de presencia amorosa.

    5) Dos profetas en crisisJer 45 no pertenece a las confesiones de Jeremas; recoge, con todo, una experiencia proftica

    vivida por el mismo tiempo. Preciosa escena, por su dramatismo y su sentido de humanidad!Jeremas y su (nico?) discpulo Baruc son buscados a muerte por el rey (Jer 36) y se han

    escondido. En este trance es su fiel discpulo y confidente el que padece crisis por sus infortunios yse lamenta, gimiendo sin hallar reposo. Todo por seguirle al profeta. Ambos a dos, tal para cual!,quin puede consolar a quin? Jeremas le responde, como puede, desde su propio corazn lleno dehumanidad. En su respuesta Jeremas va hondo; Dios le hace intuir la razn del sufrimiento de todoprofeta: Dios mismo sufre por los humanos: no son criaturas salidas de su corazn? Es l quienms sufre y llora por los seres humanos (12,7ss); si Dios sufre, puede su profeta negarse a sufrircon l y como l por el ser humano? Dios le ha escogido para vivir su propio amor a su pueblo y supropio drama por l: es la explicacin ltima de la cruz que padece todo profeta. ste es un hombreasociado por Dios a su tarea a favor de sus hermanos, los seres humanos, y no puede menos depagarlo caro (como lo pagaran Jess de Nazaret, Pedro, Pablo: Hech 4-5; Col 1,24; 2,1; 2 Cor11,13ss).

    6) Sin mujer y sin hijosJer 16,1-9, otro captulo experiencial de la vida de Jeremas. Hay muchas maneras de ser

    profeta. Se puede ser siendo casado y traicionado por su mujer (Oseas), casado y padre (Isaas),viudo (Ezequiel), sacerdote (Ezequiel), laico y agricultor (Ams y Miqueas): de todo hay entre losprofetas de Israel-Jud. A Jeremas Dios le pide serlo siendo clibe: no te cases, no tengas hijos nihijas en este pas... Y ello en una sociedad en que era poco menos que obligado contraermatrimonio y no tener hijos era una ignominia. Ms an, ni siquiera debe tomar parte en los actossociales normales de la sociedad: festejos y funerales, actos concurridos por todos. Como profeta, lecorresponde, ante todo, chocar mediante comportamientos extraos, llamar la atencin: ser "signo

    viviente" a modo de cua crtica ante los hombres de su generacin. (Uno recuerda al clebreDigenes, con sus extraos comportamientos; slo hasta cierto punto se le asemeja el profeta).

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    No hay veces en que la solidaridad real con el pueblo consiste en ir contra corriente? Lo

    vimos en el caso de Isaas (Is 8, 16-30). Romper con la sociedad como la nica manera de ser lasal de la tierra! Jeremas (o Dios por l) no condenaba ni los funerales, ni las bodas, ni losfestejos; pero con su chocante celibato y con su ausencia en los obligados actos sociales queragritar a todos que lo normal no es toda la verdad existencial del ser humano; lo ms importante noes ni el equilibrio sicosocial, ni el mero funcionamiento al gusto de la mayora, sino el sentidoexistencial con que se vive y se aborda todo. En este caso, el momento histrico era tan especial,un final, que no permita vivir sin ms como siempre. Dios coga para su causa la dimensinafectivo-sexual y social del profeta: la ms profunda, delicada y tambin la ms expuesta adesviaciones (como lo hara con tantos otros, antes y despus de Jess de Nazaret). Jeremasquedaba slo con su Dios, apartado del camino normal de los dems seres humanos. Servira paraque los hombres y mujeres de su generacin se preguntaran por qu y sacaran sus consecuencias?

    7) "Me sedujiste, Seor, y me dej seducir"Dejamos de lado las 3 y 4 confesiones (17,14-18 y 18,18-23)... La 5 (20,7-9.10-13.14-18)

    es pgina compleja; recoge probablemente experiencias de tres momentos diferentes. Jeremas vive

    sentimientos contradictorios en su corazn: no los vive todo ser humano, sobre todo cuando sufre?Comienza por acusar de nuevo audazmente a Dios: "Me sedujiste y me dej seducir. Dios ha sidocomo un hombre experto en seducir y engaar a una jovencita sin experiencia; ms aun, un abusn:"me forzaste, me violaste" (vv. 7-9). Engao y fuerza: Dios ha sido un astuto y un prepotente paracon Jeremas; ante l no ha podido sino rendirse! Acept ser profeta embaucado y forzado porDios! De nuevo se queja de su vocacin proftica y del contenido de su mensaje: ha tenido queproclamar un mensaje de denuncia social y de juicio, lo que le crea burla, rechazo y persecucin.Por qu no dejar de ser profeta? No quiero pensar ms en l, no quiero hablar ms en sunombre; pero no puede: la palabra de Dios le ha venido a ser como un "fuego ardiente encerradoen sus huesos, que no puede ahogarlo" y le impele a seguir hablando. Impresionante interpretacinde la llamada y de la tarea profticas!

    Los vv. 10-13 recogen un momento mejor del profeta. No todo es malestar y acusacin francaa Dios; expresa tambin experiencias positivas. Personas aparentemente amigas atentan contra lcon palabras de confianza; pero Dios est conmigo como defensor seguro. Sabe que puede fiarsede l: le har justicia (vv.10-13). No tiene todo creyente una experiencia plural de Dios? Confianza en Dios en el peligro y en el desgarramiento del corazn!

    De repente, he ah la pgina ms tenebrosa y sobrecogedora de Jeremas, a leerla en sucrudeza hiriente (20,14-18):

    "Maldito el da en que nac, el da en que mi madre me dio a luz no sea bendito! Maldito el hombre que dio a

    mi padre la noticia de mi nacimiento, creyendo que le daba una feliz noticia!... Por qu no me hizo Dios morir enel seno de mi madre?, para qu salir de su vientre?, para ver penas y afliccin sin cuento y acabar mis das

    afrentado y derrotado?.

    Marca el momento ms sombro vivido por su corazn. Es ms que crisis vocacional, es sobretodo existencial. No slo la vocacin y la existencia profticas le son problema y no acaba deasumirlas realmente, viviendo agudas desazones a nivel sicolgico y dudas al nivel de la fe; laexistencia humana misma le resulta problema y peso insoportable a causa de la primera. Le cuestaamar la vida misma, absurdo celebrar el cumpleaos: no tiene sentido haber nacido.

    Un sntoma peor aun en este momento: Jeremas ya no ora, no habla con su Dios, no se abre al

    mismo ni siquiera para acusarle a la cara, al contrario de lo que ha hecho hasta ahota. En vez deoracin-dilogo, vive un monlogo narcisista: habla consigo mismo. Comprensible, pero peligroso

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    y expuesto! Es crisis no orada a Dios, a diferencia de las anteriores. No es slo la soledad humana(15,10ss; 16,1ss), sino la lejana y el abandono de Dios. Es la noche total para el profeta de Dios,como para Jess en la cruz. Tampoco experimenta ninguna respuesta de Dios esta vez: por no orar?El silencio ms pavoroso es su respuesta. Con todo, en la noche ms tenebrosa est Dios para sucreyente: lo est de una manera paradjica! No est a veces ms cerca del ser humano desde lalejana? Soy Yo Dios slo de cerca y no tambin Dios de lejos? (23,23). A pesar del espesor dela crisis, Jeremas sigui siendo profeta durante aos, a lo largo de la tercera fase de su vidaproftica. Signo de que, detrs del profeta lleno de miedos y quejas, estaba Dios, capaz de conseguirfortaleza y fidelidad de la debilidad humana misma. Cmo super Jeremas su crisis esta vez?Imposible entrar en su corazn.

    La crisis superada de Jeremas nos recuerda la de otro profeta, Elas (1 Re 19), las de salmistas (22; 42-43; 88;116), las de Pablo (2 Cor 1,1-11; 4,7-16; 12, 1-10), sobre todo la de Job con sus pavorosos cuestionamientos (Job 3-31), y la de Jess en Getsemany y en la cruz (Mc 14-15).

    8) Dios, culpable de todo?Muchas cosas sugieren estas pginas de Jeremas. Una de ellas, cules fueron los factores que

    le sumieron a Jeremas en crisis vocacionales y existenciales? Factores o causas que se sumaron,

    sobre todo, en la pasin sufrida en el segundo perodo de su actividad proftica (aos 609-597). Lapasin continuara luego hasta el ao 586 (tercer perodo). Fueron variados, mltiples y a diversosniveles: causas externas e internas, ambientales y personales, gobales y puntuales, vocacionales yexistenciales, humanas y divinas:todas ellas profundamente relacionadas entre s. Como lo son entodo corazn humano y en toda existencia creyente!

    a) Sus crisis estn desencadenadas por causas externas, ambientales, circunstanciales. Los tiemposen que Dios le ha llamado a ser "profeta de naciones" son particularmente borrascosos y

    difciles. Como nunca hasta entonces en la historia del Oriente Prximo y de Israel-Jud. Comolos tiempos de total desestabilidad internacional y nacional, de espantosa violencia militar,poltica y social en la historia de la humanidad. Tiempos que ofrecen panoramas de sufrimientocolectivo impresionantes e hirientes (ver capt. 6.1). Lo que pasa y observa a su alrededor,especialmente en su propio pueblo, le afecta y le hiere profundamente a Jeremas. El pueblomarcha a la ruina, pero alimenta fciles ilusiones y expectativas de liberacin y se resiste areconocer su situacin real y hallar camino en su Dios.

    b) Una causa ms inmediata era su vocacin proftica.Es la palabra de Dios la que le crea soledady desnimo, malestares y dudas. Dios, a travs de la lectura de la historia y de sus signos, lelanza a ser profeta crtico con su propio pueblo. Un destinatario nada predispuesto a escucharle.Ingrata misin! En un tiempo particularmente difcil, debe dirigirle predominantemente unapalabra de denuncia y de anuncio de ruina general, prxima a acaecer. Le lleva a sentirse

    enormemente incmodo. Ms aun, le crea riesgos, soledad y problemas de integracin social, tannecesaria para todo ser humano. Adems, hay frente a l otros profetas de oficio, que le dirigen aese mismo pueblo "palabras de paz y bienestar", ms halagadoras y crebles. No son profetasms autorizados que l ante el pueblo y sus autoridades? (28; 23,9-40). Por otra parte, cumpleDios las palabras que le hace pronunciar en su nombre o es todo falso? (1,11-16; 5,12-14; 17,15).Sin embargo tambin tiene la experiencia de que la palabra de Dios le es fuente de gozo y deconfirmacin en su vocacin (15,10-21; 1,11-19; 12,1-5). Cada vez que Dios le confirma en sumisin proftica y en la validez de su palabra, se siente crecer. Vive una contradiccin: Hay dosJeremas: el de sus tendencias personales, naturales, y el otro, aqul en que lo ha transformado laprofeca (A. Nher, judo).

    Desde el ao 609 hasta 586, le toca vivir en conflicto con reyes y cortes, con sacerdotes y profetas deprofesin, con el ejrcito y con el pueblo mismo (lo veremos en 15.5). Sus propios familiares y compaisanos deAnatot han tramado su muerte (Jer 11,18-23), como ms tarde los de Jess (Lc 4,16-30). Como ste, sufrir

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    sobre todo por parte de los dirigentes religiosos del pueblo: los sacerdotes y profetas de oficio. Tuvo al menos aBaruc como discpulo y confidente suyo en medio de sus soledades y crisis; con cuntos ms pudo contar?

    c) No hay siempre causas de orden personal?, hasta qu punto le ayudaba o le dificultaba supropio temperamento y consistencia squica a ser profeta? Tener que ser profeta con un mensajede juicio, en la capital misma del reino, enfrentado a todo un pueblo y sus mximas autoridadesciviles y religiosas, en tiempos particularmente conflictivos y tormentosos, arrostrando rechazos

    y riesgos! Tener que serlo l, hombre de campo, crecido en la aldea! Tener que serlo l, personadecarcter sensible, introspectivo y quiz tmido! (como lo han sospechado muchos exgetas).No le inclinaban ms su origen rural y sus rasgos personales a una serena y apacible existenciaen su aldea de Anatot, ms que a una arriesgada tarea proftica en la capital del reino, metido enlas refriegas de una sociedad dividida?

    Fe y siquismo humano

    La pregunta toca a las entraas de cada creyente, hijo de su padre y de su madre, ser humano concreto con suhistoria personal y sus rasgos personales: cualidades y deficiencias, valas y carencias... No tenemos todos rasgos quenos ayudan a vivir la fe y la vocacin y rasgos que nos lo dificultan? Las comparaciones son peligrosas; pero Jeremasno parece ser como un Isaas: hombre de la capital, bien dotado para la actividad en pblico, de fuerte columnavertebral (Is 6). Ni como Pablo, ms tarde: hombre de consistencia sicolgica compacta y entera. Jeremas no se sentafuerte y decidido para ser profeta; vivi a menudo una discordancia entre su ser humano y su ser profeta. Se debi a lostiempos enormemente difciles en que le toc serlo, pero probablemente tambin a su personal modo de ser. En el casode cualquiera, no hay, a menudo, un desfase entre el ser personal del creyente o profeta y la tarea o puesto en lasociedad donde le ha puesto Dios? Con todos los riesgos de tensin y malestar para elsujeto humano. Slo Dios puederesponder de l, slo l puede salir garante de su fidelidad y realizacin. El que Dios le hiciese a Jeremas plaza fuerte,columna de hierro, muralla de bronce frente a todo el pueblo (1,18-19), no significa que le dispensase deexperimentar miedo, desaliento y hasta el deseo de no haber nacido y de morir; por algo necesit ser confirmado comopersona y profeta (15,20-21).

    d) No era Dios mismo el culpable, responsable ltimo de todo lo que le acaeca? Y de todo lo quesufra fsica, social, afectiva y existencialmente. As lo percibe Jeremas y lo expresa en susaudaces dilogos con Dios. Por qu le ha llamado a ser profeta suyo en tiempos tanborrascosos?, por qu precisamente l es destinado a ser persona molesta en la sociedad, unhombre-cua?, por qu l, llamado a ir contra corriente de todos, hombre de palabras y gestosde denuncia? Con razn haba sospechado lo peor al sentirse llamado por Dios, siendo an jovende 20-25 aos; haba sentido miedo y se haba resistido (Jer 1,4-8). Los aos de experienciaproftica le han dado plena razn. Por ello, llevado de su queja interior, escribe esa especie deretazos de diario entre los aos 609-597: necesita desatarse en lamentos y preguntas; en ellos sequeja contra todos (pueblo, autoridades, Dios); se queja de su tarea proftica; llega a lamentarseincluso de existir y le cuesta asumir la existencia misma. Como Job ms tarde,

    se atreve, confamiliaridad audaz, a lamentarse contra su Dios, el responsable ltimo de todo.

    Como conclusin, le fue imposible a Jeremas profeta evitar ser hombre debatido,perseguido a muerte y, por ello, vulnerable en su interior ! Ah est lo fascinante en la existenciade Jeremas! Sus sufrimientos no lo destrozan, pese a correr el riesgo de ello. Los vivi endesgarradoras desazones interiores, pero tambin en sincero y franco dilogo con su Dios: fue loque le salv. Al cabo de los aos, todo le sirvi para madurar como hombre y como profeta, hastallegar a ser una figura proftica extraordinariamente atrayente y gigantesca:as se nos revela en latercera fase de su actividad proftica, bajo el rey Sedecas, los aos 597-586. En su experiencia desufrimiento y de silencio de Dios, Jeremas estaba encarnando la pasin, el trance de muerte y el

    distanciamiento de Dios que estaba sufriendo el pueblo entero en ese momento de su historia: es loque muestran los siguientes captulos de Jer.

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    Preguntas para la reflexin: complejidad de la vida, complejidad de la fe (II)

    1) Me permito pasar por crisis, pasar mal conmigo mismo, o escapo de todo malestar?, lo vivo como condicinde crecimiento por dentro y maduracin, de llegada a una identidad definida, de descubrimiento de valores?

    2) Es humano tener crisis?,tambin siendo creyente y profeta o precisamente por ello?, qu me dice la figurade Jeremas respecto a mis propias crisis?, respecto a mi vida, humana y creyente?

    3) Cules son mis crisis?, por qu causas?, tambin a causa de mi defensa de valores, mi fe en Dios, de miservir a su palabra y a su proyecto?, o ms bien por razones narcisistas, tocantes a mi personita? Analiza ycomenta sus causas (externas, personales, sicoafectivas, existenciales, espirituales...).

    4) Ms importante: cmo las vivo, qu hago con mis crisis?, nada: ser vctima de las mismas y quemarme?,slo analizarlas (lo que es importante)?, me dominan y me cogen?, vivirlas de manera muy narcisista?, o

    las s asumir, afrontar, integrar?, orarlas en dilogo franco con Dios?, compartirlas con otros creyentes,

    como Baruc con Jeremas?

    5) Qu te sugiere la frase de Len Bloy: Hay lugares de nuestro corazn donde tiene que entrar el dolor para queexistan. No son necesarias las crisis para madurar, humana y cristianamente?

    6) Qu consecuencias y experiencias, humanas y espirituales, vivi Jeremas por ser profeta?, cules te crea tuser persona humana, tu tomar en serio la aventura de tu vida, o tu ser creyente? Descbrelas en varios mbitos

    en que vive un creyente: interioridad, trabajo y tareas, relacin con la sociedad, Dios. Las sabes analizar,

    verbalizar, orar, quiz escribirlas?

    7) Comprendes los miedos y resistencias de Jeremas cuando fue llamado, joven an, a ser profeta?, y susprotestas?, cules son mis miedos ante la vida, ante la sociedad, ante Dios?, y mis contradicciones internas,

    los varios personajes que llevo dentro, mis malestares conmigo mismo, mis tensiones sicolgicas y morales, mis

    rebeldas, mi narcisismo incurable? Lo que importa:qu hago con ellos?

    8) Qu te va diciendo este profeta Jeremas? Si quieres, compralo con Ams, Oseas, Isaas, Job, Jess,Pablo...! Lo llamaras hroe, superman, lder, creyente a pesar de sus miedo?, cmo te ves ante l?, qu te

    frena en la vida o te crea dificultad, resistencia, objecin?

    9) Jer 1,11-12: El almendro en flor vino a ser signo de esperanza para Jeremas. Qu signos me ha ofrecido yme ofrece Dios, que me confirman en mi fe, en mis opciones de vida, en los valores? Ir nombrando en el

    grupo: personas, acontecimientos, experiencias vividas...

    10) El sufrimiento puede ser vocacin? (M Carmen, deficiente fsica). Es malo y hay que evitarloabsolutamente o se da de hecho y puede ser asumido como elemento integrante de la vida, de la maduracin y

    de una vida vocacionada?

    5. Fiel hasta el final!

    Hemos visto a Jeremasen conflicto consigo mismo y con su existencia, con sus "propios demonios" y conDios.Hemos de mirarlo ahora en conflicto, especialmente, con los humanos: reyes, ejrcito, profetas y sacerdotesde oficio, pueblo... Junto a su pasin interior, su pasin fsica, su camino final hasta el calvario .sta comenz yaen su segunda etapa, bajo el rey Yoyaqum, aos 609-598. Jeremas apurar el cliz de su pasin, sobre todo, ensu tercera etapa proftica, aos 597-586. He aqu cronolgicamente las estaciones de este via crucis, tal comonos las narra un testigo, quiz su discpulo Baruc, dentro del libro de Jeremas (grosso modo, los captulos 26-44).

    - Jer 26 (ao 609): tras su clebre sermn contra el templo (Jer 7), el profeta es detenido y juzgadoprecisamente por los dirigentes religiosos con nimos de eliminarle: Este hombre es reo demuerte por haber profetizado contra el templo y la ciudad (se repetir el caso con Jess: Jn2,13-22; Mt 26,59ss; y con Esteban, Pablo: Hech 7; 22). Son los jefes civiles y el pueblo los quele salvan de la condena a muerte. Posiblemente fue en esta ocasin cuando sus compaisanos deAnatot atentaron contra su vida por sentirse abochornados por la actuacin de Jeremas (Jer11,18-23). ste consigue salvar su vida, no sabemos cmo. Le lleva a vivir en clandestinidad?

    - 19,1-20,6 (ao 604): por cantar la verdad una vez ms, Jeremas recibe una paliza y esencarcelado por un da. Le prohiben seguir hablando (algo similar acaecer a los discpulos deJess: Hech 5,17-42).

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    - 36: ya que no puede hablar en pblico, ese mismo ao escribe en un rollo sus palabras; sonproclamadas a continuacin por Baruc dos veces seguidas ante el pueblo y la corte. Proclamadasante el rey, ste va quemando el rollo. Jeremas reescribe sus palabras: la palabra de Dios debepermanecer viva y eficaz para el futuro; puede desaparecer el profeta, pero no su palabra.Ambos, Jeremas y Baruc, deben esconderse y permanecerocultos un mes porque el rey buscamatarlos. En esta ocasin, un Jeremas perseguido y destrozado debe hacer de tripas corazn yconsolar, como puede, a su amigo, acongojado porque ha perdido todo por haberse asociado conel profeta (Jer 45). Tal para cual!

    Es en adelante, aos 597-586, especialmente desde 593, cuando comienza el verdadero Viernes Santo deJeremas y consuma su via crucis, comenzado en los aos precedentes. El reino de Jud ha padecido ya una primerainvasin babilonia, una primera conquista y saqueo de Jerusaln y la primera deportacin de una parte de supoblacin el ao 597. Vive una deplorable situacin poltico-nacional, bajo el rey Sedecas.Siente pesado el yugode Babilonia. Un ciego espritu patriotero, nacionalista y religioso al mismo tiempo, anima a gran parte de losdirigentes, del ejrcito y de la poblacin. Como un siglo antes el profeta Isaas, Jeremas se muestra activamentecontrario a toda alianza con Egipto y dems pueblos vecinos y a toda tentacin de rebelarse contra Babilonia. Latentacin fue tomando fuerza especialmente desde el ao 593, al constituirse un partido proegipcio y antibabilonio.Jeremas es tachado de cobarde, colaboracionista, subversivo y traidor, y perseguido como tal.He aqu en concretolas peripecias sufridas por l.

    - Jer 27-28 (ao 593): Jeremas se presenta con un yugo sobre su cuello. Gesto simblico parasignificar: hoy por hoy, se quiera o no, hay que acatar el yugo de Babilonia. Intenta apartar a lasautoridades y pueblo de toda coalicin militar contra ella. Jananas le sale al paso, le cierra laboca ante todos tras un fuerte enfrentamiento verbal y rompe el yugo. Como profeta oficial, gozade autoridad y prestigio ante el pueblo y encarna sus ilusiones nacionalistas; habla en nombre deDios y es partidario de la sublevacin. Jeremas, desautorizado ante todo el pueblo, se retiraperplejo, impotente, desarmado. No puede demostrar que sea palabra de Dios la que lpronuncia; frente a s tiene a un "profeta oficial". Quin de los dos dice y representa la verdadde Dios? Le dar Dios razn con el tiempo? Jeremas est seguro; pero no puede sino callar yesperar a que hable la historia. Uno de los momentos ms patticos de su vida! Es quiz el elmomento ms difcil de la vida de Jeremas: nada tiene que decir (C. Westermann).

    - Jer 29 (ao 593): un judo deportado a Babilonia en 597 pide por carta a las autoridades deJerusaln el calabozo y los cepos para Jeremas. ste haba escrito una carta a los deportados,exhortndolos a echar races y a establecerse para largo tiempo en el lugar del exilio, a orarincluso por la opresora Babilonia, a no alimentar vanas esperanzas de pronto retorno a la propiatierra. No se le perdona al profeta que eche un jarro de agua fra a sus expectativas patriticas y asus sueos pseudomesinicos.

    Por fin, Jud, aliada con otros pueblos vecinos, se rebela contra Babilonia. En enero de 587, Nabucodonosor, elsoberano babilonio, sita la capital Jerusaln. sta sufre un terrible asedio de ao y medio para acabar por serconquistada e incendiada en agosto del 586. Durante los meses de asedio Jeremas se halla dentro de la ciudadsitiada, compartiendo la suerte agnica de su pueblo; sigue hablando con fortaleza de profeta contra el sentir de lamayora. Una vez ms est con su pueblo, pero rechazado y solo. Solidario, pero solitario!

    - 34,1-7.8-10 (ao 586): Jeremas preanuncia durante el asedio el desastre que espera tanto a laciudad como a la familia real. Y llevado de su sentido de justicia, exige la liberacin de losesclavos, en conformidad con la ley. Lo consigue, pero ser por un breve tiempo: pasado elpeligro, la gente vuelve a someter a los esclavos (34,11-22).

    - 37: Jeremas, tachado de colaboracionista y desertor, es detenido, azotado, llevado a juicio yencarcelado en una prisin subterrnea: en el calabozo pas Jeremas mucho tiempo. Sacado

    del mismo a escondidas por el rey y consultado sobre la grave situacin, sigue cantando laverdad, sin ms poder que su palabra y su conciencia de profeta (La palabra de Dios no est

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    encadenada, por ms que lo est el que lo proclama, dir Pablo: 2 Tim 2,9). Al mismo tiempo,pide al rey que le saque de la prisin, pues no ha cometido ningn crimen contra nadie y tememorir a mano de sus enemigos (38,24-28). El rey manda custodiarlo en el patio de la guardia real,con un pan de racin diaria. Solidario hasta el final con un pueblo sitiado y hambriento,angustiado y desesp