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  • 8/6/2019 Rogelio_Salmona_arquitecto

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    Hablo con el dolor del silencio, con la tris-teza an a flor de piel, pero siento que staes la oportunidad de compartir con uste-des enseanzas maravillosas recibidas del arquitectoRogelio Salmona, a travs de una vida juntos, ambosdedicados a la arquitectura. Fui primero su discpu-la, despus su ms cercana colaboradora, su esposa y

    madre de sus hijos.El primer trabajo al que tuve que enfrentarme alingresar a su estudio me marc para siempre. Ha sido

    la leccin de arquitectura ms profunda y enriquece-dora que haya podido tener. Se iniciaba el procesode diseo de la Casa de Huspedes Ilustres en Car-tagena, Colombia, destinada a recibir los invitadosde honor de la presidencia de la Repblica, y pudevivir de primera mano ese dilogo entre el arquitectoy su proyecto, sus dudas, sus aciertos, su bsqueda

    para encontrar una espacialidad acorde con el lugar,respetuosa de la arquitectura colonial existente, peroa su vez creadora de un entorno.

    Rogelio SalmonaEN ESTA REMEMBRANZA, LA AUTORA RINDE HOMENAJE A UNA

    DE LAS FIGURAS INSIGNES DE LA ARQUITECTURA IBEROAMERI-

    CANA, REVELANDO DETALLES DE SU TRABAJO CREADOR.

    Una mirada

    personal sobre el

    arquitecto

    porMARA ELVIRA MADRIN

    GABRIELOSSA

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    Cada una de sus etapas fue para m unlargo y revelador aprendizaje.

    RECORRIDO A TRAVS

    DEL PROCESO DE DISEO

    Despus de visitar el lugar, la primera

    cita es con la memoria. sta se encargade traer al presente recuerdos, escalas,proporciones de sitios que en el pasadodejaron su huella, como punto de partidapara la nueva creacin.

    Comienza el dilogo silencioso en-tre arquitecto, memoria y lugar paraproducir los primeros esquemas. Situaresos esquemas en el contexto de Carta-gena uno de los sitios emblemticosde Colombia y del Caribe hacindoleshonor a su arquitectura civil y militar, alaporte hispnico y andaluz, a la silueta delas fortificaciones y las cpulas. Pero, ala vez, sin dejar de evocar el mercado deesclavos, el canto de las vivanderas y lospregoneros que todava recorren las ca-lles encerradas por murallas.

    Slo entonces se empiezan a vislum-brar, en sus trazos iniciales, patios, mu-ros, vanos, bvedas, rampas y escaleras,como notas sueltas de una sinfona queapenas est tomando forma. Son muchos

    los esquemas miles, podra decir quedesfilan por sus manos hasta lograr la es-pacialidad soada.

    Se inicia una bsqueda incansable paravolver esos esquemas generadores deacontecimientos, de sorpresas, de miste-rio, para que puedan llegar a producir lasemociones y el encantamiento que debeproducir la arquitectura.

    Pero cmo lograrlo? Qu elementosbuscar para afinar esa incipiente sinfona?

    Surgen mezclas sabias y enigmticas

    de nmeros, proporciones, ritmos, medi-das, cadencias, armona, a manera de po-ciones milagrosas, ntimas, particulares,donde confluyen vivencias, reflexiones,dilogos, recuerdos, historias pasadas ypresentes, afectos, anhelos, esperanzas ypasiones que, asociados a otros factores,los intangibles, los misteriosos, los queresultan del profundo conocimiento de lahistoria, del lugar y su implantacin encomunin con el cosmos y la geografa,

    son los que finalmente logran la profun-didad que el proyecto requiere y despier-tan las emociones buscadas. Emociones

    que deben estar en ntima corresponden-cia con los perfiles que imprimen carcteral lugar: la luz, el color circundante, elsonido del mar, la direccin del viento, lavegetacin, el olor del aire en la maana,al medioda y al crepsculo, elementos

    todos que la sensibilidad de Rogelio re-coge como una esponja, con todo detalley a la vez, con un extrao poder de snte-sis, con los que finalmente le proporcionala potica a cada obra.

    Y cmo volverla real?El paso siguiente, igual de difcil, es el

    responsable de hacer que esa arquitectu-ra recin creada tome cuerpo, crezca y sedesarrolle de acuerdo a las expectativas.Se inicia, pues, una ardua labor: planosy ms planos repasan cada rincn delproyecto. Todo se estudia, nada quedaal azar. Se seleccionan los materiales, seproporcionan los patios, se abren venta-nas para permitir la entrada del paisaje,para resaltar vistas lejanas.

    LA PROPORCIN JUEGA SU ROL

    Todo se ajusta, la precisin reina en elambiente. Se estudian aparejos, se pien-sa en rampas y escaleras que invitan a unrecorrido por las alturas, a las cubiertas

    que se ofrecen llamativas y seducen al ca-minante a descubrir el cielo.Ventanas, puertas, prgolas, atarjeas; el

    agua viva presente en la mayora de susdiseos alegra el ambiente. Se piensansus recorridos, surgen grgolas, estan-ques, fuentes... que ya desde los planosnos anuncian lo que ha de venir.

    Poco a poco todo empieza a cobrar vidaen los planos. Es algo maravilloso estar ahcomo partcipe de ese acontecimiento. Cadauno de esos detalles pasan por mis manos.

    Yo los dibujo con gran pasin, uno a uno,amo ver cmo se va definiendo el proyecto,cmo lo soado se vuelve real y an en losplanos, sin ser todava tangible, me producegran emocin.

    Yo, como su intrprete, s descifrar cadauno de sus gestos, hago sus mismos reco-rridos, y sus dibujos logran transmitirmesus secretos, pero tambin sus dudas. Ellastambin aparecen en mis trazos, y quedana la espera. Hay que dejar enfriar el dibu-

    jo, deca Rogelio, para luego en la distan-cia, alejado de la febrilidad de la creacin,mirarlo de nuevo, precisarlo.

    ROGELIO SALMONA(Pars, 1929 - Bogo-t, 2007). Hijo depadre espaol ymadre francesa, anmuy joven viaj consus progenitores a

    Colombia, donde seestablecieron. Inicisus estudios de arqui-tectura en Bogot ylos complet en Pars.Despus de trabajarnueve aos en lacapital francesa juntoal gran maestro LeCorbusier, regres aColombia para con-vertirse en el mximorepresentante de lacorriente nacional

    que a partir de ladcada de 1960 ini-ci la bsqueda deuna sntesis que,junto a los avances dela arquitectura inter-nacional, tuviera encuenta el legado cul-tural colombiano y lastcnicas constructivasautctonas, todo ellosin abandonar la van-guardia. Por ms detres dcadas constru-

    y varias de las obrasms importantes deColombia con el selloinconfundible delladrillo. El uso de estematerial le permiticambiar la cara griscaracterstica de Bo-got por una ms c-lida y colorida. En esaciudad se encuentrasu obra ms conocidaa nivel internacio-nal: El Parque, un

    conjunto habitacionaltotalmente integradoal paisaje de la zona yque, a la misma vez,es un rea pblicaque funciona comoparque. Adems deobtener en variasocasiones el PremioNacional de Arquitec-tura de Colombia, en2003 se convirti enel primer latinoameri-cano distinguido con

    el prestigioso PremioAlvar Alto.

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    Aprendo sus lecciones de dibujo: as nose coge el lpiz, se dibuja como se cons-truye, no se debe marcar el papel, y mu-chos detalles ms que forman un reper-torio necesario para poder hacer el msmnimo trazo. Cun preciso se vuelve eldibujo. En un plano hay que ver todo: locortado, lo proyectado, pero tambin loque est detrs. Diferentes punteados seencargan de enriquecer los planos apor-tndoles mltiples visiones.

    En un solo plano se ve el proyecto entodas sus dimensiones y por todos lados,su estudio es minucioso. Se dibujan planosen todas las escalas para permitir su anli-sis completo. El dilogo entre lo general ylo particular siempre est presente en to-das las etapas. Es complejo, pero al mismotiempo enriquecedor. Se dibuja cada ladri-llo, cada piedra, cada una de las piezas queconforman ese mundo edificable.

    Pero no he mencionado an los luga-res, inspiradores y generadores de todoeste acontecimiento: el lugar existente y

    el lugar creado. Horas enteras dedicadasa estudiar el lugar y, en pequeos cua-dernos, se van plasmando las visuales, loexistente y lo deseado. El legado de la his-toria en la ciudad de Cartagena: el castillode San Felipe, las cpulas de sus iglesias,el convento de la Popa, las murallas, to-dos como testigos mudos pero presentesdel imponente pasado tenan su lugar pri-vilegiado en las visuales. Se encuentran en

    cada uno de los dibujos y se descubren enel proyecto sus simbologas.

    El dilogo con el cosmos (el sol, los pla-netas, las estrellas) y la geografa es ntimo.A toda la cosmogona se le rinde pleitesay de ella se sacan profundas enseanzas.Solsticios, equinoccios, puntos cardinales,ngulos, amaneceres, atardeceres, luces,sombras, todo se tiene en cuenta al mo-mento de la implantacin en el lugar.

    Por las condiciones climticas de Car-

    tagena (ciudad tropical al borde del mar),se busca mitigar la exposicin al sol di-recto: las cubiertas abovedadas funcionancomo aislamiento trmico, mientras quela brisa, entre galeras cubiertas, patios y

    jardines, ayuda a atenuar el calor incle-mente. Agua en finas atarjeas recorre pa-tios y galeras, indica el camino por des-cubrir, encanta con sus sonidos y refrescael ambiente.

    Sigue una tarea, difcil y fascinante:crear el entorno. Libros y ms libros de

    botnica copan nuestra atencin; tenemosque conocer gran cantidad de especies, suscaractersticas, sus formas, sus flores, sus

    Esquema superior:fachada norte delproyecto Casa de

    Huspedes Ilustresde Colombia, en

    Cartagena. Abajo:dibujos de la mu-

    ralla que rodea esaciudad colombiana,

    realizados por elarquitecto Salmona.

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    olores. Se dibujan las seleccionadas; es necesario estu-diarlas profundamente para no equivocarnos, y paraencontrarles su lugar preciso en ese nuevo mundo quese crea para ellas.

    Entre una cosa y otra, viene un esfuerzo suyo,ntimo, de decantacin: suprimir todo lo superfluo,evitar los alardes, llegar a la sobriedad mxima, casiestoica, en el uso de los materiales. En el trabajo deRogelio es imperativo eludir siempre toda tendenciaa los gustos de moda, a los acabados lujosos, a la ba-

    nalidad de los adornos intiles.Los planos, una vez decantados, pasan ahora a ocu-

    parse de la jardinera: surgen senderos, caminos, talu-des; hay movimiento en el terreno, se crea el paisajecircundante y en los patios interiores se prepara el sue-lo para la llegada de la vegetacin y, desde los planos,ocupan su lugar palmeras, cauchos, robles, almendros,plumerias, crotos, helechos, jazmines, plumbagos, bu-ganvilias, en fin, miles de especies dispuestas de mane-ra magistral, en dilogo unas con otras, apropindosedel lugar asignado y llenando de vida, olor y color la

    arquitectura. Los patios cobran vida, reciben los nue-vos habitantes y toman sus nombres. Ahora se llaman:Patio del Caucho, Patio del Roble Morado, Patio delas Buganvilias; cada uno se apropia del otro y se ge-nera una simbiosis difcil de disolver. Arquitecturay vegetacin se vuelven una sola, se entrelazan parasiempre y surge un nuevo paisaje, un nuevo lugar.

    Y aquella pennsula abandonada y desrtica, selec-cionada por el arquitecto para implantar la casa, don-de slo se encontraban las ruinas del viejo fuerte deSan Juan de Manzanillo, logra en muy poco tiempo,despus de nuestra intervencin, convertirse en un

    maravilloso paisaje, en un edn.Creo que con esta obra, Rogelio cumple su mayor

    deseo, expresado bellamente por Apollinaire: Prepa-

    rar para la hiedra y el tiempo una ruina tan bella comolas existentes.

    Cunto aprend en esa primera leccin!Me ayud a entender el verdadero sentido de la

    arquitectura y a descubrir y gozar de su profundapotica.

    Despus de la Casa de Huspedes siguieron otrostrabajos, pero senta que ya estaba preparada para lo quepudiera acontecer. Sin embargo, cada nuevo proyectolograba de nuevo sorprenderme. Aprend tambin algo

    fundamental en su manera de trabajar: las frustracionesde un proyecto son las generadoras del siguiente.Quiero terminar esta introduccin citando unas

    palabras de Rogelio:El conocimiento de la arquitectura es el fruto de

    una continua bsqueda terica; un trabajo por me-dio del cual se trata de capturar, sin lograrlo, el sueodel hombre por crear su lugar.

    Este texto de la arquitectaMARIA ELVIRA MADRI-N fue ledo en el encuentro Arquitectura en Ibe-

    roamrica (Sevilla, Espaa, 2008), y en la UniversidadSan Francisco de Quito (Ecuador) durante un homenajetributado este mismo ao al maestro Rogelio Salmona.