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Saluda N° 29 - mayo de 2010

RectorAlberto Uribe Correa

Vicerrector AdministrativoRubén Alberto Agudelo García

Jefa del Departamento de Seguridad SocialMarta Taborda Hernández

Coordinador del Programa de SaludLuis Eybar López Salazar

Coordinadora del Programa deRiesgos Ocupacionales

Margarita Rosa Castro González

Comité EditorialMarta Taborda HernándezLuis Eybar López Salazar

Margarita Rosa Castro GonzálezEdilson Bustamante Ospina

Sandra Milena Montoya HincapiéSandra Milena Jiménez VargasPaola Andrea Cardona Franco

Andrés Felipe Restrepo PalacioAlejandro Vásquez Hernández

Marcela Ruiz PinedaDiego Fernando Arias Marín

Patricia Molano BuilesCarlos Felipe Hoyos Pinzón

Francisco Javier González Maya

Coordinación GeneralEdilson Bustamante Ospina

Paola Andrea Cardona Franco

ProducciónFacultad de Comunicaciones

Universidad de Antioquia

DecanoEdison Darío Neira Palacio

EditorAndrés Felipe Restrepo Palacio

PeriodistasFredy Alexander Zuluaga Hoyos

Liliana Salazar BarrientosMargarita Isaza Velásquez

Mariluz Palacio Úsuga

DiseñoAlexander Rojas Moreno

Caricatura Max y MoCarlos Barrientos Quintero

FotografíaCarolina Londoño Mosquera

ImpresiónLa Patria

Programa de SaludCiudad Universitaria, Bloque 22 Oficina 340

Afiliaciones: 219 8410Plan complementario: 219 8414

Las opiniones de los autores nocomprometen a la U. de A.

saluda@comunicaciones.udea.edu.co

Circulamos con 5.000 ejemplaresDistribución gratuita

http://saluda.udea.edu.co

ContenidoEditorial 1

Darío Gil, un incansable dela actividad física 2 ¿Cómo actuar ante unaemergencia odontológica? 4

Las loncheras tambiénvan al trabajo 6

Medicamentos:sin lugar a dudas 7

Cuando inhalar y exhalarno es fácil 8

La enfermedad delas enfermedades 10

Con la salud en su puesto 12

Max y Mo seguro 14

Por qué nos prefieren 16

Qu

eremos conocer sus comentarios y sugerencias

Escríbanos al correo electrónico

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El Programa de Salud de la Universidad de Antioquia, del Departamento de Seguridad Social, adscrito a la Vicerrectoría Administrativa,

fue creado a la luz de la Ley 647 del 2001, la cual facultó a las universidades públicas del país para que estructuraran su propio Sistema de Seguridad Social.

Al Programa de Salud se pueden afiliar todas las personas que tienen vínculo laboral con la Universidad de Antioquia y los pensionados, con sus respectivos beneficiarios, es decir, cónyuge e hijos, o en ausencia de éstos, los padres que dependan económicamente del empleado o pensionado.

Los afiliados al Programa cotizan a salud 12%, si son pensionados; o 12.5%, si son empleados activos, igual que en cualquier EPS. Sin embargo, el Programa de Salud brinda un plan de servicios más amplio que el ofrecido en el Sistema. Garantiza una atención personalizada en la cual se valora que se trata de un grupo de empleados y pensionados de la Universidad con sus grupos familiares, y de ninguna manera se consideran unos usuarios más dentro un número grande de afiliados.

El Programa de Salud tiene importantes retos para mejorar la salud de los afiliados, como concientizarlos de la importancia del autocuidado, de las dietas adecuadas, de la práctica de actividad física y deporte; en fin, de hacer todo lo que les permita estar sanos.

Invitamos a los empleados de la Universidad que aún no están afiliados al Programa, a que nos visiten en el bloque 22, tercer piso, oficina 340. Allí les presentaremos todas las ventajas de afiliarse a nuestro Sistema de Salud, para que ustedes y sus familias estén seguros de que cuando necesiten algún servicio, lo recibirán de la manera más oportuna y con los mejores estándares de calidad. Para este fin contamos con una amplia red de IPS en el Valle de Aburrá y otras ciudades donde tenemos convenios.

Decídanse, pues en otras EPS asumirán copagos y cuotas moderadoras por menos servicios. Además, se perderán de un excelente programa de promoción y prevención como es el proceso En Familia, en el cual participan diferentes unidades académicas de la Universidad.

Señores empleados, motiven a sus compañeros para que se afilien al Programa de Salud y accedan a sus beneficios. Así, entre todos, asumiremos el reto de garantizar su viabilidad y de permitir que más familias sean protegidas por un sistema de seguridad sólido y eficiente, en el cual “ocuparnos de su salud y la de su familia es nuestro mayor compromiso”.

Luis Eybar López Salazar PhD.Coordinador de Programa de Salud

Editorial

Los números de Darío Gil son muchos y ninguno es para el chance. 60, la edad; 5, sus hijos; 7, los nietos; 1, su esposa; 3, las idas al gimnasio cada semana; 70, los kilos que

pesa, y 27, las veces que ha subido a pie desde Niquía, donde vive, hasta San Pedro de los Milagros. La lista de números podría seguir, porque a él le gusta contar todo, desde horas y segundos hasta cantidad de escalones.

Lo de los escalones tiene sentido porque a Darío le encanta trepar lomas: mirar para el cielo y echar a andar, por eso tiene piernas de gigante, y corazón y pulmones a prueba de todo. Eso se lo han dicho en la IPS Universitaria, adonde va periódicamente a realizarse exámenes que siempre le confirman su buen estado de salud: tiene la presión, el azúcar, el colesterol y los triglicéridos en niveles óptimos, lo que puede deberse a que no fue ayer cuando comenzó a hacer actividad física. “Hacer ejercicio no es cosa de hoy, sino de siempre: cuando trabajaba en fábricas lejos de mi casa, me iba y me venía a pie o en bicicleta, aunque me aburría un poco porque se respiraba aire muy contaminado”, relata el hombre, y acota que precisamente lo mejor de caminar es sentir el aire limpio y, claro, despejar la mente.

Pero hace dos años, lo recuerda bien, quedó desempleado y su hija, quien labora en la Facultad de Odontología, lo afilió al Programa de Salud de la Universidad de Antioquia, donde además de tener derecho a seguridad social ha logrado mejorar sus hábitos de vida saludable. En Adulto Activo, por ejemplo, no descuida la rutina de ir al gimnasio tres veces por semana –lunes, miércoles y viernes– acompañado siempre por su esposa, Fabiola Gómez. Tal vez lo mejor que ha sacado

Le gusta caminar y ya. Esa frase bien podría resumir los intereses de Darío Gil, pero detrás de cada uno de sus pasos hay mil historias de caminos recorridos y muchos deseos de coronar todas las cimas, especialmente aquellas que a diario se impone él y le trazan las montañas.

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de esta experiencia es que ahora sabe bailar; “yo no he sido muy bailarín, pero ahora lo disfruto y lo veo como una actividad física que sirve para relajar los músculos y ser más sociable”, dice. Además de “tirar paso”, Darío y su esposa también hacen ejercicios de acondicionamiento físico.

Y aunque parece que con esa rutina bastaría de ejercicio, Darío camina y camina por el simple placer de subir montañas, de ir cuesta arriba echando números de tiempos y kilometrajes. Los sábados o los domingos, escoge una ruta y empieza a andar. Recuerda por ejemplo esa vez que invitó a sus sobrinos gemelos, de dieciocho años, a recorrer la carretera que de Las Palmas conduce a La Ceja: “Íbamos muy bien, a paso seguro, hasta que me dijeron, por ahí en La Fe, que paráramos, que ellos más bien se iban en bus. Y pues, bueno, ellos no aguantaron y yo sí seguí caminando”, cuenta y en su risa lo delata ese orgullo de ser mayor y no estar cansado.

Porque además de la actividad física, entre sus prioridades está cuidarse en todos los sentidos. “No fumo, no bebo, me gusta estar con mi familia y hasta tengo buen apetito. Estaba un poco pasado de kilos y me puse en la tarea de comer mejor –más verduras y menos grasas–. Todo porque quiero vivir muchos años para ver crecer a mis nietos, siempre con alegría y con buena salud“, dice Darío y añade que antes pesaba 73 kilos y ya bajó a 70, porque ha seguido los consejos de los profesionales de las líneas de Actividad Física y Cuidados de la Salud, de En Familia, que desde el año pasado lo están visitando.

Ahora que ya está a punto de pensionarse, este hombre caminador de cuestas tiene más propósitos de moverse que de quedarse quieto, porque, como él dice, “la gracia de la vida está en uno ser saludable y tener bienestar para poder disfrutar de la familia, lo que más quiero”.

Darío Gil es un incansable de la actividad física. Tres días de la semana los dedica al gimnasio y el resto a subir lomas y compartir con su familia.

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Asesoría: Alejandro Vásquez Hernández

Un dolor de muela levantó de la cama a Marcela Gallo a las tres de la mañana. Como no sabía si era una urgencia, decidió tomar un analgésico

y esperar la próxima cita al odontólogo, sin considerar que tendría que soportar durante días el dolor producido por una infección en las encías.

Saber cuáles son las urgencias odontológicas y cómo reaccionar ante éstas, es necesario por que son eventos que generan lesiones o traumas en dientes, labios, mejillas y encías.

Una de estas urgencias es la caída de dientes. Cuando ocurra se debe asistir a la persona, verificar si está consciente; y si sufrió otros traumas, priorizar. Con tomar el diente por la corona, ponerlo debajo de la lengua del afectado o en un recipiente con leche y llevarlo a urgencias, se pretende conservar las células vivas y las fibras de colágeno de la raíz, para que el procedimiento de adhesión sea exitoso.

Cuando el diente no sale de la boca pero se fractura, es recomendable poner la pieza en agua para evitar la deshidratación y llevarla al odontólogo, quien decidirá si puede restaurarla. Aunque esto es lo ideal, en ocasiones no es posible. Entonces, se restituye con una resina para recuperar su forma y funcionalidad.

Si queda móvil y con traumas, se aconseja no moverlo, porque se podría causar un desprendimiento o una fractura en el hueso. En este caso, el profesional feruliza la pieza, es decir, la inmoviliza, o la liga a los demás dientes.

El dolor dental también es considerado urgencia. Puede ser ocasionado por caries, por una enfermedad periodontal, o sea una afección en el tejido fibroso entre la raíz de los dientes y la encía; o por una infección que emigra hasta la pulpa, los nervios y la raíz del diente; por un trauma oclusal, es decir, que no hay una buena mordida por prótesis dentales mal alineadas o problemas estructurales en mandíbula; o por retracciones gingivales, que son levantamientos de los cuellos entre dientes y encías. Cuando el dolor

Para poner a salvo los dientes no se debe perder la cabeza; conservar la calma es fundamental en el momento de atender una urgencia odontológica. Sepa qué hacer y qué no, porque las respuestas a estas preguntas hacen la diferencia entre causar un mal mayor o tomar el control mientras acude al odontólogo.

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es insoportable, es adecuado tomar un analgésico mientras se acude a urgencias, y, además, poner pañitos de agua tibia en la mejilla.

Si se presentan hemorragias, presionar el lugar afectado contribuirá a parar el sangrado. En caso de que persista, la causa puede ser una enfermedad que debe ser tratada por profesionales.

Otra afectación odontológica que se considera urgencia, es la imposibilidad o dificultad para abrir la boca por espasmos musculares. Cuando ocurre esto, se recomiendan ejercicios y relajantes musculares.

Lo más importante es acudir de inmediato al odontólogo, porque la rápida asistencia facilita los procedimientos. En todos los casos es indispensable la revisión del profesional, pues algunos golpes no causan aparente daño pero las consecuencias aparecen después. Además, si se presenta una dolencia es síntoma de que algo no anda bien.

Qué no hacerNada de remedios caseros como ácido de batería, esmalte, limón con sal, el

medicamento directo en la encía, telarañas o café. Estos causan un daño mayor, pues pueden propiciar infecciones y quemaduras

en los tejidos. Además, es importante no automedicarse, especialmente con antibióticos y antiinflamatorios, porque algunos pueden complicar el problema.

La caída de dientes requiere atención inmediata. Si se presenta, debe tomar el diente por la

corona, ponerlo en un recipiente con leche y acudir con él a urgencias odontológicas.

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AlternativaHarinas, verduras y grasas: tortilla precocida a la que se puede agregar zanahoria, cebolla, pimentón, lechuga, y condimentarla con una salsa. Si se desea incluir en ésta el lácteo, añadir queso. Proteínas: atún.Frutas y lácteos: termo con kumis o jugo, o la fruta picada en otro recipiente.Dulces: galletas.

Decidir qué alimentos llevar al trabajo cuando

tenemos poco tiempo y, aún más, si se trata de una

tarea diaria en la que se agota la recursividad

, exige

buscar alternativas. Preparar el fiambre es cuestión

de planeación y es una posibilidad de alimentarnos

sanamente mientras comemos lo que nos gusta y

no lo que nos toca.

Llevar una lonchera o coca al trabajo, implica pensar en ella desde que mercamos. Algunos eligen lo que más les gusta o lo más rápido de preparar,

pero ¿esta elección es acorde con los requerimientos necesarios para una adecuada alimentación?

La nutricionista Angélica Díaz Gómez explica que es importante tener en cuenta los siete grupos de alimentos. Y para esto debemos tener presentes en la lonchera las harinas en alimentos como los plátanos, las papas, las pastas o el arroz; las verduras, como el

tomate, la berenjena, el pimentón o el brócoli; todas las frutas; las carnes y leguminosas secas como el fríjol, el garbanzo o el blanquillo; los lácteos, quesos y sustitutos como el yogur, la leche o el kumis; y las grasas, por ejemplo, del aguacate; además de los dulces que vienen en helados o chocolates.

El tamaño de la coca es una decisión propia, pero se debe balancear los alimentos antes mencionados, y en el caso de las grasas y azúcares, ingerir una porción mínima.

Dulce

Frutas

Harinas

Bebida

TradicionalHarinas: plátanos, tubérculos y grasas: arroz, tajadas, papas. Proteínas: pollo sudado (en otro recipiente).Verduras: zanahoria, arveja, lechuga (en otro recipiente).Frutas y lácteos: vaso de jugo o yogur.

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ProteínasProteínas

Verduras

La imagen del niño inquieto que esculca los cajones del baño o la cocina, no solo es común en series de televisión. En nuestro medio abundan pequeños “exploradores” que se llevan a la boca cuanto objeto encuentran. Por eso sea cuidadoso con lo que guarda, y más si se trata de medicamentos.

En el hogar, los fármacos deben permanecer bajo llave, en lugares frescos, alejados de la luz y fuera del alcance de los niños. Evite guardarlos en los baños “porque allí la humedad desintegra los comprimidos (pastillas y tabletas)”, explica Diva López Roldán, química farmacéutica del proceso En Familia, quien recomienda que la cocina tampoco es un buen lugar para disponerlos porque la temperatura que producen la estufa, los bombillos, el microondas y demás aparatos eléctricos, descompone muchos principios activos que cumplen la acción farmacológica.

Cuando los empaques de los fármacos se abren para el consumo, se deben seguir las recomendaciones del fabricante con el fin de estimar el tiempo de vida o la fecha de vencimiento. En el caso de los medicamentos en suspensión, aquellos que para completar la acción se deben mezclar con agua u otros líquidos, la profesional dice que “una vez preparados, se deben almacenar en la puerta de la nevera por 10 días, que es su tiempo de estabilidad”. En relación con los ungüentos, geles o cremas, se recomienda lavar las manos después del uso, o cambiar de dedo en cada aplicación para no contaminarlos.

Tomar los medicamentos durante el tiempo indicado por el médico, así los síntomas hayan empezado a desaparecer, es otro consejo que da la profesional, quien también hizo énfasis en la importancia de no mezclar diferentes tipos de fármacos en un mismo empaque.

Si el tratamiento ha terminado o el medicamento se ha vencido, evite conservarlo con la excusa de “por si acaso lo vuelvo a necesitar”. Esta práctica es riesgosa porque los medicamentos no tienen el mismo efecto en las personas debido a la especificidad de cada diagnóstico; así mismo, hay enfermedades diferentes con síntomas similares y la automedicación nunca debe ser la respuesta. También es necesario considerar que los medicamentos caducan y dejan de actuar como se espera.

Además de la fecha de vencimiento, otra forma de detectar cuándo ha finalizado su vida útil es a través de sus propiedades organolépticas, que son color, olor, sabor, forma, consistencia y formación de precipitados. Los comprimidos (tabletas y pastillas), por ejemplo, se ponen arenosos y blandos, lo que hace que se desintegren más rápido y cambien de forma. “Se debe tener presente que aunque muchas veces los medicamentos pueden verse en buen estado, si la fecha de vencimiento indica que han caducado, es necesario descartarlos”, explica López.

Anteriormente las personas botaban los medicamen-tos vencidos por el sanitario o el desagüe. Sin em-bargo, desde febrero del 2009 la resolución 0371 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territo-rial, prohibió esta práctica por la contaminación que implica. Los carros recolectores de basura tampoco pueden recibirlos. Una alternativa son los sitios Reme-diar, donde las empresas fabricantes se encargan de su incineración.

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Los medicamentos en el hogar deben permanecer en lugares frescos, secos, alejados de la luz, de la humedad y del alcance de los niños. Si se vencen evite botarlos por el desagüe o el sanitario. Sea consciente de que la disposición final es también su responsabilidad.

Sitios Remediar en el Área Metropolitana Reconozca cuáles de los siguientes sitios están más cerca de usted y acuda a ellos cuando deba hacer la disposición final de sus medicamentos. Botica JunínDroguería Profesional Droguería San IgnacioDroguería BombonáDrogas La EconomíaDempos S.A.Todo Drogas Centro de Salud Mental de EnvigadoTienda Naturista Alcachofa

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Un poco más de cinco años o, exactamente, 2.032 días, fue el tiempo acumulado que los empleados y docentes de la Universidad de Antioquia no

pudieron laborar durante el 2009 por incapacidades médicas relacionadas con el sistema respiratorio. Según cifras del Programa de Prevención de Riesgos Ocupacionales, del Departamento de Seguridad Social, las afecciones respiratorias fueron las responsables de más días de incapacidad.

Pero, ¿qué quieren decir esos nombres tan largos y por qué están enfermando tanto a quienes laboran en el Alma Máter? De acuerdo con Pablo César Pino, médico de la IPS Universitaria, estas afecciones van desde el resfriado común hasta la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o Epoc, y la mayoría de ellas tiene que ver con gripas mal cuidadas, alimentación inadecuada y falta de ejercicio.

Del tracto respiratorio superior En primer lugar, las enfermedades del tracto respiratorio superior, incluyen la rinofaringitis (o resfriado), que es la primera causa de consultas e incapacidades; la amigdalitis, que inflama el tejido linfático ubicado entre la boca y la garganta; la faringitis, que afecta el conducto que conecta la nariz y la boca con la tráquea y el esófago; la laringitis, que produce disfonía o dificultad para elevar la voz; la sinusitis, que obstruye los senos paranasales y no es tan común como motivo de consulta; y la laringotraqueitis, que es cuando permanece la tos luego de un periodo gripal.

Según Pino, “las afecciones de este subgrupo son casi siempre producidas por virus que se encuentran en el ambiente o alojados en el organismo, y se ‘despiertan’ cuando no hay suficientes defensas y hay exposición a cambios bruscos de temperatura o a condiciones ambientales desfavorables”.

Por eso, la mejor forma de prevenir estas enfermedades es con autocuidado y protección, lo que incluye “evitar los cambios de calor a frío o de frío a calor, y si se está expuesto a ellos, llevar el vestido adecuado; cuidarse de no consumir bebidas heladas en situaciones de mucho calor; llevar una alimentación balanceada, que incluya frutas, verduras y una buena hidratación; y hacer actividad física, pues de esta manera se eliminan adecuadamente las secreciones y los residuos de los gases a los que estamos expuestos todos los días”, explica el médico general de la IPS Universitaria.

De las vías respiratorias inferioresEl segundo subgrupo de enfermedades, las infecciosas de las vías respiratorias inferiores, abarca la bronquitis aguda, la bronconeumonía, el asma y la Epoc. La bronquitis generalmente es de tipo viral, irrita la mucosa bronquial, ocasiona secreciones y tos, y puede acompañarse de cierto grado de asfixia; cuando se sobreinfecta con bacterias deja de ser de tipo viral para convertirse en bacteriana, y si, más aún, no se han tenido los cuidados adecuados, puede derivar en bronconeumonía. Por otra parte, hay quienes, fuera de esta ruta, se enferman directamente de neumonía, que por lo general es bacteriana y no de tipo viral. En cuanto al asma y la Epoc, los descuidos con los cambios bruscos de temperatura y la exposición a ambientes malsanos conllevan a crisis o a exacerbar cada padecimiento.

Con respecto a los cuidados que se deben tener, se recomienda hidratación continua y consumo de vitamina C. Pino afirma que la gripa dura de tres a cinco días y, por tanto, si síntomas como fiebre, dolor, congestión y secreción mucosa persisten, la sugerencia es consultar a un médico, quien es el único habilitado para proferir un diagnóstico y recetar medicamentos adecuados.

Las enfermedades respiratorias son la primera causa de ausentismo laboral en la Universidad de Antioquia. ¿Qué las causa? ¿Cómo pueden prevenirse? ¿Cuál es su tratamiento?

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Según las cifras de ausentismo laboral en la Universidad de Antioquia, correspondientes al 2009, las enfermedades infecciosas del tracto respiratorio superior reportaron 616 incapacidades; las de las vías respiratorias inferiores, 52; otras enfermedades de las vías respiratorias altas, 31; las crónicas de las vías respiratorias (como asma y Epoc), 14; gripe y neumonía, 9; las pulmonares debidas a sustancias extrañas, 3; y otras enfermedades de la pleura, 2, para un total de 727 incapacidades de docentes y empleados.

Hidratarse y consumir vitamina C, son algunas recomendaciones para mitigar el resfriado común, pero si la persona no mejora debe consultar al médico, pues es

posible que su afección se haya complicado.

La tos es un efecto defensivo, quiere decir que la persona intenta expulsar algo, ya sea secreciones o aire. Este síntoma se

ataca con inhaladores cuando se debe a asfixia o broncoespasmo.

Afecciones del tracto respiratorio superior: la rinofaringitis (o resfriado), la amigdalitis, la faringitis, la laringitis, la sinusitis y la

laringotraqueitis.

Afecciones de las vías respiratorias inferiores: la bronquitis aguda, la bronconeumonía, la neumonía, el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o Epoc.

Un bolso cargado de pastillas, constantes dolores de cabeza, malestares abdominales y algunos episodios depresivos, caracterizaban a Paola Castro Montoya*, una joven con aparente cuadro de hipocondría. Carlos Alvarado*, compañero de trabajo, la recuerda porque siempre vivía en función de las enfermedades que supuestamente padecía, y por esta razón era motivo de burlas en la oficina.

“Siempre se quejaba, tomaba medicamentos a diestra y siniestra y, según ella, padecía unas 15 enfermedades”, cuenta Carlos, quien no olvida un día en el que estando en casa, Paola empezó a quejarse de dolores abdominales a los que ni él ni la familia les prestaron importancia por la desconfianza que se había generado. “Dos días después me dijeron que la habían operado de apendicitis”, recuerda.

Comportamientos como el de Paola son comunes en personas con hipocondría, una patología que se caracteriza por un conjunto de síntomas y preocupaciones que llevan a la persona a pensar que sufre una o varias enfermedades sin un sustento verdadero. “Ante cualquier sensación o señal diferente que encuentre en su cuerpo, el hipocondríaco la interpreta negativamente”, explica la psiquiatra y docente de la Universidad de Antioquia, Juliana Gómez.

La hipocondría puede presentarse como una enfermedad aislada llamada hipocondriasis, o ser síntoma de trastornos psiquiátricos como la ansiedad, la depresión o el pánico. Gómez comenta que aunque es difícil determinar su origen, está relacionada con cierta vulnerabilidad psicológica. Por eso se considera que las personas propensas a padecerla tienden a focalizar sus sensaciones corporales, a prestarle demasiada atención al cuerpo, y a manifestar razonamientos catastróficos.

Diego Fernando Arias Marín, psicólogo del proceso En Familia, las caracteriza como “personas ansiosas que buscan llamar la

Una serie de preocupaciones les hacen pensar que siempre están enfermas, se trata de personas que sufren hipocondría. En la mayoría de los casos esta patología se asocia con trastornos depresivos o de ansiedad.

Si usted no queda satisfecho con una sola valoración médica y acude a otros especialistas para buscar una segunda, tercera o cuarta opinión; y además es retraído, depresivo, aislado y continuamente piensa en la enfermedad, quizá sea hipocondríaco.

Identifique la hipocondría

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* Nombre cambiado

atención y presentan estados de ánimo variables, pasan de la euforia a la tristeza profunda, o de la alegría al llanto”. También pueden ser inseguras, incapaces de tomar decisiones y de establecer vínculos sociales.

Aunque los hipocondríacos difícilmente aceptan su condición, existen maneras de ayudarles. Arias recomienda la terapia racional emotiva, a partir de la cual se induce a las personas a que verbalicen, desde la lógica, qué sentido tiene estar enfermo cuando se goza de buena salud. Otra terapia es la “desensibilización sistemática”, mediante la cual el paciente adopta gradualmente hábitos de vida que lo llevan a ser consciente de la importancia de estar saludable antes que enfermo.

La psiquiatra Gómez sugiere identificar esos momentos o detonantes de actitudes negativas o perturbadoras, para que el paciente se dé cuenta de que solo son pensamientos automáticos, y a partir de ahí darle herramientas con las cuales empiece a refutar ese tipo de ideas. “Si por ejemplo un paciente cree que tiene cáncer, uno hace que empiece a cuestionar aspectos como por qué cáncer si los chequeos han salido bien, si no se tiene herencia y tiene buena energía. Se trata de encontrar evidencias contrarias para tumbar la idea arraigada”, explica.

Los anteriores son procesos lentos en los cuales los familiares y amigos deben tener paciencia y acompañar a la persona hipocondríaca, lo contrario sería dejarla en manos de su enfermedad. Carlos cuenta que en el caso de Paola Castro, “no se le podía decir nada relacionado con su actitud hacia enfermedades inexistentes, pues su fuerte temperamento la hacía poco dispuesta al diálogo”. Esta característica hizo que quienes la rodearan se volvieran tan incrédulos frente a sus quejas, que aun después del episodio de la apendicitis, su ex compañero dice “si hoy volviera a quejarse, tampoco le creería”.

El psicólogo Diego Fernando Arias Marín sugiere mostrarles a los hipocondríacos la otra cara de la moneda: situaciones de personas realmente enfermas. “Cuando ellos conocen casos graves, muchas veces hacen autoconciencia y autovaloración de su actitud y dicen:

‘mi problema era mínimo en comparación con éste’”.

En estos casos, la profesional Juliana Gómez recomienda remitirse al psiquiatra o al psicólogo para tratar de explorar su estado emocional. “El médico debe mirar qué le preocupa al paciente para que él manifieste abiertamente sus temores”.

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Identificar los riesgos a tiempo permite controlarlos, minimizarlos o eliminarlos. Para esto existen elementos de ayuda en la oficina, que se adecúan a las características individuales, generan comodidad y, mejor aún, bienestar. Conózcalos y adapte su espacio de acuerdo con las posibilidades que éstos le brindan, para que el entorno laboral esté acorde con sus necesidades particulares y sea un aliado en su desempeño profesional.

Base monitor. Ayuda a encontrar el ángulo adecuado de inclinación de la pantalla, es decir, a que haya una nivelación de altura entre los ojos y el borde superior de ésta.

Silla con criterios ergonómicos. Permite adaptarse a las características físicas y se gradúa de acuerdo con la altura de la persona y el plano de trabajo. Es recomendable que tenga apoyabrazos cuando se utiliza portateclados desplazable.

Reposapies. Posibilita ubicar los pies en una posición relajada y confortable; además, contribuye a que las rodillas y las caderas permanezcan en una posición apropiada para favorecer la circulación en miembros inferiores.

Pad mouse con apoyamuñecas en gel. Facilita una postura adecuada de la mano.

Atril portadocumentos. Da la posibilidad de ubicar información cerca de la pantalla del computador. Así se evitan movimientos repetitivos de cuello para alternar la mirada entre la pantalla y el papel, que pueden generar problemas como cervicalgia.

Borde del monitoral nivel de los ojos

Uso de reposapies

Cabeza y cuelloen posición recta

Holgura entre el borde del asiento y las rodillas

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Para procurar bienestar en el lugar de trabajo es necesario adaptar el ambiente a las características de cada empleado y no obligarlo a que se acostumbre a las circunstancias que se le presentan. Según el tecnólogo en Seguridad e Higiene Ocupacional Andrés Elías Salas Zapata, mediante un estudio ergonómico* se busca establecer condiciones adecuadas en el sitio de trabajo, de acuerdo con las actividades que realiza la persona, los equipos que utiliza y el mobiliario que requiere. La idea es prevenir y evitar riesgos que se traducen en lesiones, desgate o cansancio, factores que pueden influir en la aparición de problemas de salud.

El tecnólogo explica que es importante que el empleado aprenda a identificar los potenciales factores de riesgo que se presentan por sus actividades, el mobiliario existente o la disposición de los elementos de trabajo.

Luego de realizar el estudio ergonómico se hacen recomendaciones para implementar los correctivos pertinentes; además de esto, el empleado puede gestionar su asistencia a capacitaciones en la Aseguradora de Riesgos Profesionales (ARP) en temas relacionados con los factores de riesgo detectados.

*La ergonomía es una disciplina que propende por la adecuación de las condiciones físicas del lugar de trabajo a las características y necesidades de las personas.

Portateclados desplazable. Permite mantener los brazos lo más cerca posible del cuerpo al digitar, y contribuye a no tener que levantar ni flexionar las muñecas y los codos. Durante su utilización se debe formar un ángulo de aproximadamente 90° con el codo.

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Además del respaldo que brinda una institución educativa con 207 años de experiencia, pertenecer al Programa de Salud de la Universidad de Antioquia (PSU) representa para el afiliado múltiples ventajas en comparación con las EPS.

Programa de Salud

Luis Eybar López SalazarCoordinador de Programa de Salud

Los afiliados al Programa de Salud de la Universidad de Antioquia (PSU) son atendidos de manera personalizada, pues somos una familia en la que todos nos conocemos ya sea como empleados o pensionados. Y en esa medida, en caso de necesitar algún servicio, siempre les ofreceremos la solución más oportuna.

BeneficiosEl PSU fue creado con un plan de servicios más amplio que el del Plan Obligatorio de Salud (POS). Entre nuestros beneficios ustedes encontrarán un énfasis en las actividades de promoción de la salud y la prevención de las enfermedades, que invita a los usuarios, bajo la estrategia de Atención Primaria en Salud, a hacer parte de la cultura del autocuidado, e incentiva hábitos de vida saludable. Mediante el proceso En Familia

ofrecemos, por ejemplo, actividades lúdicas, recreativas y deportivas, que buscan fomentar la salud y el bienestar de nuestros afiliados.

Para garantizar atenciones oportunas de salud, el PSU ha establecido contratos con una amplia red de IPS públicas y privadas ubicadas en el Valle de Aburrá, en municipios cercanos y en aquellas ciudades del país donde resida algún afiliado.

Gracias a todas estas ventajas, podemos decir que hacemos las cosas bien pensando en usted y en los suyos. Por eso tenga en cuenta que al estar afiliado con nosotros, usted ahorra una cantidad de recursos que, en otras circunstancias, tendría que gastar por fuera en copagos y cuotas moderadoras, en compra de planes adicionales en salud; para tratar de acceder a un buen servicio. Aquí tiene los servicios de salud cuando los necesite y en las mejores condiciones de calidad.

¿Quiénes pueden afiliarse? Solo las personas que tengan vínculo laboral con la Universidad como docentes o empleados, o sean pensionados de la misma, se pueden afiliar al PSU. Basta con solicitar el traslado en su actual EPS, o afiliarse directamente si no tiene vínculo con ninguna otra. Los interesados pueden llamar al 210 8410, y comunicarse con Dora Fernández.

Rogelio Henao Orrego, afiliado“Del Programa de Salud me parece importante resaltar varias cosas.

Primero, su posicionamiento; segundo, la cantidad de afiliados que tiene; y tercero, la facilidad de comunicación que existe entre los usuarios y

el Programa, pues en otras partes uno tiene que recurrir a la tutela. Esa comunicación facilita los trámites y las autorizaciones”.

Álvaro Mercado Bastidas, afiliado“Nunca he tenido problemas con el Programa de Salud para recibir alguna atención. A mi señora la han operado tres veces y no le han negado medicamentos. Es importante resaltar que brindan

medicamentos que están por fuera del POS”.