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Tema: Hay tormentas que ponen a dudar nuestra fe. Texto: Lucas 8.22-25 Introducción: Hay tormentas en la vida para los que nadie está preparado. Si bien es cierto que hoy se puede ver el inicio de algunas de ellas, pero nadie está preparado para enfrentarlas, pues la mayoría son destructivas y no hay poder humano que las detenga. Por lo menos eso es lo que va a suceder en esta historia. En este texto encontramos al Señor Jesús al final de un largo y difícil día de trabajo. Ahora le vemos en un bote desde donde solía hablar a las multitudes. Para el Señor, un bote era también un púlpito donde pronunció muchas de sus enseñanzas. Cuando terminó el día llamó a sus discípulos a entrar en la barca y les ordenó cruzar hasta la otra orilla. Ahora las enseñanzas vendrían en otra dirección. Veamos toda esta escena. Quienes estaban en el bote con Jesús: “Los discípulos”; seguir a Cristo no quiere decir que vas a pasar de lo lindo, habrán tormentas pero debes procurar que Jesús vaya en tu bote” (Marcos 4.35-36) Los discípulos, veteranos del mar y de las olas, manejaban la barca sin ninguna preocupación. Es posible que entre ellos comentaran las experiencias vividas en el día, pero hablarían en voz baja para no despertar al Maestro. El bote es una placentera cama para un merecido descanso. Allí duerme sin sueños ni pesadillas. En todo caso, el rugido del mar sería como una música que ayudaría a su descanso. Pero, ¿qué sucedió en el mar de Galilea? El mar de Galilea es conocido por sus tormentas repentinas y violentas que lo azotan y desencadenan un furioso y espumoso oleaje. Los vientos barren el valle del Jordán desde el norte, y adquieren velocidad en la estrecha garganta. Cuando se abaten sobre el mar, la navegación se vuelve extremadamente peligrosa. I. HAY TORMENTAS REPENTINAS QUE INTERRUMPEN LA PAZ 1. Una tormenta inesperada. (Lc. 8. 23) a) Todo iba normal, pero de repente, se levantan las tormentas de ese tipo.

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Estudio Biblico Exegetico

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Tema: Hay tormentas que ponen a dudar nuestra fe.Texto: Lucas 8.22-25Introducción:

Hay tormentas en la vida para los que nadie está preparado. Si bien es cierto que hoy se puede ver el inicio de algunas de ellas, pero nadie está preparado para enfrentarlas, pues la mayoría son destructivas y no hay poder humano que las detenga. Por lo menos eso es lo que va a suceder en esta historia. En este texto encontramos al Señor Jesús al final de un largo y difícil día de trabajo. Ahora le vemos en un bote desde donde solía hablar a las multitudes. Para el Señor, un bote era también un púlpito donde pronunció muchas de sus enseñanzas. Cuando terminó el día llamó a sus discípulos a entrar en la barca y les ordenó cruzar hasta la otra orilla. Ahora las enseñanzas vendrían en otra dirección. Veamos toda esta escena.Quienes estaban en el bote con Jesús:

“Los discípulos”; seguir a Cristo no quiere decir que vas a pasar de lo lindo, habrán tormentas pero debes procurar que Jesús vaya en tu bote” (Marcos 4.35-36)

Los discípulos, veteranos del mar y de las olas, manejaban la barca sin ninguna preocupación. Es posible que entre ellos comentaran las experiencias vividas en el día, pero hablarían en voz baja para no despertar al Maestro.

El bote es una placentera cama para un merecido descanso. Allí duerme sin sueños ni pesadillas. En todo caso, el rugido del mar sería como una música que ayudaría a su descanso. Pero, ¿qué sucedió en el mar de Galilea?

El mar de Galilea es conocido por sus tormentas repentinas y violentas que lo azotan y desencadenan un furioso y espumoso oleaje.

Los vientos barren el valle del Jordán desde el norte, y adquieren velocidad en la estrecha garganta. Cuando se abaten sobre el mar, la navegación se vuelve extremadamente peligrosa.

I. HAY TORMENTAS REPENTINAS QUE INTERRUMPEN LA PAZ1. Una tormenta inesperada. (Lc. 8. 23)

a) Todo iba normal, pero de repente, se levantan las tormentas de ese tipo. b) Tales condiciones pueden provocar repentinos vientos, convirtiéndose de una manera

casi instantánea en enormes olas que pueden medir hasta seis metros. c) Así que el mar puede estar tranquilo en un momento pero puede embestir abruptamente

en un instante.

2. Curiosamente, estas tormentas no se ocurren en la noche. Los discípulos no esperaban una tormenta a esa hora.

a) ¿Y acaso no sucede así en la vida? Puede ser que su caminar sea tranquilo y sereno todos los días, pero luego en un instante estar luchando para salvar tu vida o la de alguien.

b) En un momento puedes estar disfrutando de buen tiempo y el siguiente te encuentras en medio de una terrible tormenta. Una llamada telefónica, una noticia del periódico, una visita al médico…y ya tu vida cambió todo.

2. Una tormenta implacable (23) “anegaban y peligraban” a) La forma cómo los evangelistas describen esa tormenta, muchos de ellos testigos

presenciales, nos habla de la magnitud de lo que estaba pasando.

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b) Marcos dice que la tormenta asaltó a ese pequeño embarcación. Por seguro eso fue lo que escuchó de Pedro, quien sería una de las fuentes más segura de donde tomó el relato. Él habla de “una gran tormenta”. Esas palabras significan: " Súper, fuerte, grande, poderoso”. Se refiere a una tormenta de extraordinaria ferocidad.

c) Mateo, quien también estaría allí, dice que se levantó una “tempestad tan grande que las olas cubrían la barca…” (Mt. 8:24). También hay que decir que la "tempestad" en este texto es una referencia a "un levantamiento violento como un terremoto"; en este caso, esto sería como una especie de tsunami.

3. Una tormenta inusual. ¿De dónde vino esta inusual tormenta? a) Lo primero que pensamos es que pudo ser algo natural, después de todo el mar de

Galilea era susceptible a lastormentas de esta naturaleza. b) Era extraño una tormenta de noche en ese lugar. Entonces hay que decir que

esa tormenta fue algo sobrenatural. Por un lado, pude ser que Dios mismo provocó esta tormenta para que los

hombres aprendieran a confiar sólo en él. Pero también Satanás pudo haber enviado esta tormenta para matar a Jesús.

Después de todo esto no sería la primera vez, pues desde que nació en Belén él había tratado de hacerlo. ¿Por qué decimos esto?

Observe que cuando Jesús calmó la tormenta, y dijo (Marcos 4.39); “Calla, enmudece”, usó la misma palabra en Marcos 1:25, cuando sacó a un demonio. ¿Pudo esta tormenta ser provocada por Satanás para destruir al Señor Jesús? ¡Claro que sí! Así que las tormentas de la vida pueden venir por nosotros mismos, por el Señor o por Satanás. Pero no importa la fuente, lo que sí importa es quién está con nosotros en la tormenta.

II. La Seguridad de Jesús en medio de las tormentas. (Marcos 4. 38)1. El lugar estratégico te protegerá. (En la popa) Los barcos constan de cuatro lugares.

Él dormía profundamente en el bote. Tanto así que la tormenta no le despertó, ya que durante ese día había estado primeramente en el monte enseñando a los discípulos y las multitudes, luego había sanado a un leproso y al siervo de un centurión romano, y también había ido a la casa de Pedro para sanar a su suegra que estaba enferma, y viéndose Jesús que estaba rodeado de mucha gente que le seguía , decide cruzar desde Capernaum hasta Gadara y poder descansar un poco mientras navegaban.

2. Poniendo a dudar la fe. (Marcos 4. 40); Lucas 8. 25; ¿de qué he de atemorizarme?” (Sal. 27:1).

CONCLUSIÓN: Las tormentas son inevitables. El impacto de una tormenta (prueba en todo caso), es quitarnos la paz y hacer que se hunda nuestra barca. Es golpearnos hasta que perdamos la fe. Pero lo que estamos convencidos es que si las pruebas nos golpean, Jesús está pasando con nosotros hasta la otra orilla. Y la lección de esto es que cada vez que nos enfrentamos a una tormenta, nos volcamos para “despertar” al Señor; por lo menos esto fue lo que hicieron los discípulos en aquella hora. Hay personas que enfrentan sus tormentas solos y casi siempre se hunde.