Tu Obra Nr. 6

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1 Tu Obra Nr 6 Mayo / Junio 2011 Biblia Editorial Evangelismo Abrazando la teología de la muerte José Nuñez página 2 La vida de amor en 1 Corintios 13 W. Graham. Scroggie página 4 Una Empresa llamada Evangelismo Joseph Aldrich página 6 La Fragilidad de El discurso del rey José Segovia Barrón página 8 Francisco Ramos Mejía José Nuñez página 11 La Columna de Tito Tito Robert página 12 Cine Historia I NDICE

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boletín cristiano de actualidad. Cine, Teología Historia

Transcript of Tu Obra Nr. 6

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Nr 6 Mayo / J u n i o

2011

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Abrazando la teología de la muerte José Nuñez página 2

La vida de amor en 1 Corintios 13 W. Graham. Scroggie página 4

Una Empresa llamada Evangelismo Joseph Aldr ich página 6

La F rag i l i dad de E l d i s cu r so de l re y José Segovia Barrón página 8

Francisco Ramos Mejía José Nuñez página 11

La Columna de Tito Tito Rober t página 12

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INDICE

E n cada ciudad de nuestra patria hay por lo menos un edificio pertenecien-te a una iglesia que vale varios miles de pesos o dólares. Se reúnen allí cada

domingo por la mañana ocho o diez nobles ancia-nas y dos caballeros calvos trajeados y aguerridos. Ellos acuden al “servicio”. Púlpitos silenciosos y bancos que juntan polvo son testigos de que allí hubo mejores días. La iglesia ha estado muerta por años, pero se la mantiene viva a través de sistemas artificiales de resucitación. El alma se ha ido, las ondas cerebrales cesaron, pero la mecanización sigue bombeando para que llegue aire a los pulmo-nes. El corazón late, y la puerta del frente se abre cada domingo al dar el reloj las 10 horas. Estamos tan desesperadamente temerosos de admitir el fra-caso que mantendremos la iglesia viva tanto como podamos. Si la iglesia muere, Dios habrá fallado, y no podemos permitir eso.

¿Por qué estamos tan

desesperados de mante-ner las iglesias vivas? Hemos perdido el con-tacto con algo muy espi-ritual … la muerte. ¿Podría ser que la muerte es tan espiritual como la vida? Sin muerte no po-drías tener resurrección, Evangelio, salvación … vida. Tal vez sea hora de abrazar una teología de la muerte.

La auto preservación es la peor traición posible contra el cielo. ¿Por qué es tan mala? ¿Hay peores cosas que las iglesias puedan hacer? Es tomar en nuestras manos la fun-ción de la Deidad. Es jugar a ser Dios. Como conse-cuencia, miles de cristianos han caído en un “iglesianismo” sostenido por hombres, para los hombres, hecho todo en el nombre de Dios.

Las iglesias que continúan queriendo llenar su tiempo con programas, y que, al carecer de fondos y de personas, no pueden hacerlo, se tornan en in-viables. Y los pocos que quedan, se fatigan, se can-

Editorial

san y se van a una iglesia que pueda “pastorearlos”, donde encontrarán un programa específico que los “pastoree” a control remoto, llenando así sus expectativas, y a veces sus necesidades espirituales. Allí serán un engranaje en la máquina. Hoy, algu-nas iglesias que crecen, lo hacen a expensas de otras que decrecen. Desde el punto de vista del marketing, un almacén no puede competir con un shopping. O sea, el reino de Dios no está avanzan-do, solo se está reacomodando. El sistema de los programas funciona donde hay líderes, gente y di-nero. Me atrevo a decir que en mi ecuación podría-mos prescindir de los líderes, porque el hecho de engordar la membresía con gente, no quiere decir que estemos formando líderes.

En este siglo XXI al que algunos se resisten a

pertenecer, el dicho popular de “a seguro se lo lle-varon preso” es vigente, pero les notifico que ade-

más de preso, lo han colgado, y su cuerpo está expuesto para escarnio de los mojigatos. Podría no gustarme la teología de la muerte, pero veo que lo opuesto no es la teología de la vida, porque no es la vida lo que encontramos en iglesias que luchan para eludir la muerte a toda costa. A veces, en la historia caemos en una teología de lo “seguro” como medida defensiva para evitar la muerte. Hacemos lo que es seguro—para nosotros, para nuestras familias y para nuestras iglesias. De hecho, estamos conven-cidos que aquello que no es seguro está fuera de la voluntad de Dios.

Jesús no siempre está a favor de lo seguro. Fue

él quien dijo, “he aquí os envío como ovejas en medio de lobos” “no he venido para traer paz, sino espada” “Aquel que ama a padre o madre más que a mi, no es digno de mi”. No son palabras que nos tranquilizan; son palabras que nos sacuden y nos sacan del aburguesamiento de la seguridad.

Abrazando la teología de la muerte José Nuñez

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Quiero presentarles dos acrónimos que exponen lo dicho. El primero revela nuestra inadecuada teo-logía de lo SEGURO. El otro muestra cómo Jesús quiere que abracemos una teología de la MUERTE.

Lo seguro … Seguridad financiera = fe responsable. Educación = madurez. Guardar la doctrina = misión. Un lugar = iglesia. Resguardarse del mundo = sabiduría. Ordenamiento = programas. La teología de la muerte se parece a esto … Morir diariamente a quien soy. Unos pocos comprometidos. Empoderar a otros es nuestra vida. Retener fuertemente a Cristo. Teología no es sólo conocimiento, sino práctica. Enfrentar el riesgo es normativo.

Jesús dijo, “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vi-da por causa de mí, la halla-rá.” Mateo 10.39

Necesitamos abrazar una teología de la muer-

te. ¡Nuestras vidas dependen de ello!

A través de este resumen de doctrinas, de neto corte protestante, queda manifiesto que Ramos Mejía llegó a su interpretación religiosa y sin más elementos que su Biblia en latín; idioma que cono-cía muy bien. El mismo informa: “No conozco ni he visto más libros sagrados que la misma Vulgata. La de los Setenta me ha sido inaccesible y mucho más el original en griego”.

El único punto que no concuerda con el espíritu del protestantismo es su, no fanático, sabatismo. Dicho punto de vista no armoniza con su propia afirmación acerca de que “el Antiguo Testamento queda destruido o concluido en virtud del Nuevo Testamento.”.

Es mi intención nombrar a Ramos Mejía como un exponente de un protestantismo autóctono. Sus errores, como los de muchos reformadores euro-peos, debemos entenderlos (sin justificarlos), te-niendo en cuenta su contexto histórico

Bibliografía: Monti Daniel P. La preocupación

religiosa en los hombres de Mayo, Buenos Aires, Ed. La Aurora, 1982 Glosario: Heterodoxia: Oposición a los dictámenes orto-doxos. Baguala: Potro o caballo que no ha sido domado. Chúcaro/a: Aplicase particularmente al ganado vacuno y caballar, que no está domado aún. Malón: Incursión o ataque inesperado de indios.

(Viene de la página 11)

Tu Obra

Editor: José Nuñez

Edicion on line T u O b r @ pídala a

[email protected]

Cel.: 15—3323—3997 No nos hacemos responsables por la opinión de cada uno de los autores.

Martínez, Mayo de 2011

Oh, no me haga caso … Llegué un poquito temprano. Haga sus cosas … haga de cuenta que no estoy acá .

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A ntes de empezar a considerar en de-talle el contenido de este hermoso pasaje, hay dos asuntos preliminares de importancia que nos llaman la

atención , a saber: el fondo para entender este capítulo y el significado del amor. a) El fondo de este capítulo Los capítulos 12, 13 y 14 de esta epístola for-man una clara división de la misma, y tratan del tema de los dones espirituales; el capítulo 12 nos habla de la rica concesión de estos do-nes; el capítulo 13 nos habla de su energía vi-tal; y el capítulo 14 de su valioso ejercicio. De modo que entre su concesión en el capítulo 12 y su ejercicio en el capítulo 14, se encuentra este sublime canto, que nos revela que el amor solamente puede salvaguardar el uso apropia-do (capítulo 14) de esto que nos es concedido (capítulo 12). Se ha dicho que «a cada lado» de este capítulo hay un tumulto de argumen-tación y reconvenciones, pero que en el capítulo de en medio, todo está en calma; las frases se mueven casi co-mo al ritmo de una melodía; y las imágenes se despliegan con precisión perfecta. Podemos imaginar que el amanuense del apóstol haría un bre-ve alto súbito en el estilo del dictado. Al hacerlo vería su cara iluminada como la de un ángel, en tanto que es-ta visión de perfección divina pasaba por su mente. Esta es la primera descripción detallada de este elemento de lo bueno, y es de interés que fuera Pablo, y no de Juan, el que nos la da. Para los dos apóstoles, grandes los dos, aunque difieran en otras cosas, el amor representaba un hecho capital y la principal doctrina del cristianismo y no podemos dudar de que ambos la derivaban de una fuente co-mún: el carácter y el ejemplo de Cristo. La iglesia de Corinto «no iba en zaga a nadie en ningún don», pero, tristemente carecía de amor, como la lectura de este epístola muestra bien claro. Pero el Espíritu de Dios declara aquí que el que no tiene amor no tiene nada; y que si tiene amor, aunque falten otras cosas, se tiene lo principal.

B i b l i a

b) El significado del amor Esto nos conduce natural-mente a la consideración del otro punto preliminar: el significado del amor. Las nuevas versiones usan la palabra «amor» en vez de «caridad», como hacían las anteriores. Esta palabra hoy en día tiende a significar «limosna»: un acto de caridad, por ejemplo. Es evidente que esta palabra, sugerida en el versículo 3, «diese todos mis bienes para dar de comer a los po-bres», se pone en contraste con el amor. Por tan-to, es mejor usar «amor» para evitar confusio-nes. Notemos también que aquí el amor no es defini-do, sino descrito o desplegado. «Hay ocasiones en que una definición destruye. ¿Quién puede poner en duda la belleza de un ocaso? ¿Pero de

qué serviría definir la palabra? No da ni la más remota idea de la belleza que encierra. Un astrónomo puede dar-nos toda clase de datos sobre un ocaso, incluso con matemáticas, si se quiere, pero para hacer-nos ver la gloria de un ocaso, las matemáticas no sirven para nada. Ni la química o la física.

Nos ha de entrar por los ojos su luz, para tener idea de lo que es. La belleza definida es belleza destruida.» Pero aunque el amor no puede ser definido, puede ser descrito y desplegado, y dan-do cuidadosa atención a estas expresiones del mismo, llegaremos a captar y apreciar su natu-raleza. Digamos ante todo que I. EL AMOR ES ESPIRITUAL Hay tres palabras en la lengua griega que se sue-len traducir por «amor». Una de ellas nos habla de pasión su deseo sensual, del atractivo de la carne. Esta palabra aparece en el Antiguo Testa-mento, en Ester, Ezequiel, Oseas y en Prover-bios, pero nunca en el Nuevo Testamento. Tan

La vida de amor en 1 Corintios 13 W . G r a h a m . S c r o g g i e

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bajas eran las asociaciones de la palabra que el cristianismo no halló uso para la misma. La segunda de estas palabras nos habla del amor como un impulso, afecto o inclinación natural de una persona a otra. Hallamos esta palabra en «filosofía» y en «Filadelfia». Aparece en los dos Testamentos y habla principalmente del afecto de una persona a otra, especialmente entre parientes y amigos. Pero la tercera pala-bra, la que ocurre en este capítulo y con tanta frecuencia en el Nuevo testamento, expresa carácter determinado por la voluntad y no es una afinidad o emoción espontánea natural. Denota un amor que escoge su objeto por la decisión de la voluntad, de modo que se vuelve generoso, se niega a sí mismo, es compasivo y devoto para su objeto. Esta palabra se usa en todos los lugares en que la dirección de la vo-luntad es el punto a considerar. Por ello «amor» y no «afecto» se usa para la actitud del cristiano hacia los enemigos. El cristianis-mo tomó la palabra y le infundió un significa-do enteramente nuevo que la distingue de toda experiencia meramente emocional o sensual. Esta palabra no está manchada por ninguna asociación reprobable o mala. De modo que la primera cosa a captar de la misma es la calidad espiritual del amor. Digamos, pues, en segundo lugar, que II. EL AMOR ES DIVINO Esta tercera forma de la palabra tiene el honor de ser el único sustantivo que implica un atri-buto moral que se predica simplemente y sin ninguna explicación o limitación del mismo Dios: «Dios es amor». Por lo tanto, no estamos cantando a una abstracción cuando cantamos el hermoso himno de George Matheson: ¡Oh, Amor, que no me dejaras, En ti reposo encontraré! O el de Charles Wesley: Amor divino, cuán dulce eres tu ¿Cuándo será que mi corazón Lleno esté sólo por Ti? O el de Horatius Bonar: Eterno amor, tu eres mi reposo Seguro, tierno, perennal, dichoso. Sino que adoramos a Aquel que no sólo ama, sino que es Amor, cuyo carácter es Amor santo. Este es el hecho, el que Dios sea amor, que da a la palabra «amor», tal como se usa en el

Nuevo testamento, su cualidad celestial. De esta Escritura aprendemos que este amor se puede descubrir esencialmente sólo en Dios, es desplegado perfectamente sólo por Dios, y se deriva de modo inmediato sólo de Dios. Y por ser este amor espiritual y divino, hay que añadir, en tercer lugar, que III. EL AMOR ES INDESTRUCTIBLE El apóstol dice aquí que mientras otra cosas caducan y desaparecen, el amor nunca deja de ser. No depende de nada más que de sí mismo, no es afectado por nada externo. Es-tá contento de concederse a sí mismo sobre los que son dignos o indignos, y en el cora-zón humano, mueve hacia arriba y hacia fue-ra: hacia Dios y hacia los hombres. En el ca-pítulo que tenemos delante es de esto último que se habla. Kagawa ha ido a la raíz del asunto cuando dice que el Amor es la Ley de la vida. Es el principio básico de la salud espiritual; la fuerza suprema constructiva de la vida; el creador de carácter, el revelador de la ver-dad, el secreto del desarrollo y la garantía del cumplimiento William Graham Scroggie, pastor inglés, 1877-1958. Fue pastor del Ta-bernáculo Metropolitano en Londres durante la II Guerra Mundial. Tomado del libro, LA VIDA DE AMOR, W. G. Scroggie, Comentario a 1ra Corintios 13, Ed. Clíe, Terrassa, 1983

En 1 Corintios 12 se ve que la iglesia es un cuerpo compuesto por muchos miem-bros … bueno, esto es lo que hacemos con nuestras partes impresentables.

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Evangelismo

H ay un cuento que relata la vuelta de Cristo a la gloria luego de su vida terrenal. Aún en

el cielo lleva las marcas de la cruz y su vergonzosa muerte. El ángel Gabriel se le aproxima y le dice, “Maestro, debes haber sufrido terriblemente por los hombres allí abajo”. “Lo hice”—dijo el Cristo.

“y”—continuó Gabriel, “¿ellos saben cuánto los amaste y lo que hiciste por ellos?”

“Oh, no”, dijo Jesús, “no aún,– ahora mismo solamente un pequeño grupo en Pales-tina lo sabe”.

Gabriel estaba perplejo. “Entonces ¿qué hiciste para que todos sepan sobre tu amor?”

Jesús dijo, “Les pedí a Pedro, Santiago, Juan y a unos pocos amigos que le cuenten a otros sobre mí. Y estos les contarán a otros. Así mi historia se esparcirá hasta lo último de al tierra. Todos sabrán lo que hice por ellos”.

Gabriel frunció su ceño y parecía escépti-co. El sabía bien de qué pasta estaba hecho el ser humano. “Sí”, dijo, “pero ¿qué pasa si Pedro, Santiago y Juan se cansan? ¿qué suce-de si los que vienen atrás se olvidan? ¿Qué pasa si de aquí a 20 siglos la gente simplemente no le cuen-ta a otros de ti? ¿Tienes otros planes?

Jesús respondió, “No tengo otros planes. Cuento con ellos nada más”.

Veinte siglos después … todavía no tiene otros planes. Cuenta contigo y conmigo. En la lista de prioridades de Dios, la evangelización del mundo es una de Sus cosas importantes para hacer. Sus primeros discípulos adoptaron Sus prioridades y se abocaron a alcanzar su mundo. Cristo contó con ellos, y dieron el mensaje, ¿lo hiciste tu también?

MUCHA GENTE Antes que sucumbamos a otro “viaje culposo”, conside-

remos algunas razones de por qué aparecemos como “poco efectivos” comparados a los apóstoles. Nuestro propósito no es excusarnos. Pero necesitamos comprender algunas de las influencias que estorban nuestra efectividad.

Primero, la necesidad de relacionarse con un número cada día más creciente de personas en nuestra experiencia diaria ha arruinado nuestra habilidad de relacionarnos efec-tivamente con una persona. Las demandas excesivas en las relaciones han minado nuestras capacidades relacio-nales. Simplemente es que hay mucha gente. Una salida a la calle me pone cara a cara con docenas de personas cada minuto. No soy capaz de relacionarme con ellos. Debo pa-sar al lado y tratarlos en forma indiferente como partes de una maquinaria en una línea de montaje. Para hacer las

cosas peor, las densidades de población en muchas áreas metropolitanas refuerzan la alineación y la indiferencia.

Esta actitud de soledad llega a ser un modo de vida. No quiero molestarte, y no quiero que me molestes. ¿Soy acaso guarda de mi hermano? ¡definitivamente no! Incapaz de relacionarme con hordas de personas, mi mente concluye que ya no hay gente. Los millones de personas de Asia no existen. “¿Qué gente? Yo no veo a nadie”. Un millón de personas llega a ser cero.

Esta respuesta de despreocupación puede ser ne-cesaria para mantener alguna suerte de equilibrio psicológico. Pero ciertamente hiere la empresa evangelística. En tiempos cuando la relación es crítica al impacto del evangelio, descubrimos que muchos cristianos no tienen ningún contacto sig-nificativo con no cristianos ni la habilidad para relacionarse en una manera redentora cuando se trata de relacionarnos con gente, encontramos que lo grande no es necesariamente lo mejor. PAREN EL MUNDO—NO ME PUEDO BAJAR Una segunda razón para explicar la ineficacia es el ritmo de vida: es demasiado rápido y com-plicado. La aceleración tecnológica ha afectado nuestro modo de vivir. Los empleos cambian, la

gente se mueve, la congestión crece, el tráfico devora. Los teléfonos suenan incesantemente, y la tv está prendida y nadie la mira. Cautivo por horarios y demandas de otros, nos encontramos incapaces de parar el mundo y bajarnos.

Agregue a éste las complejidades de los problemas de nuestro mundo. Vivimos bajo la amenaza de la aniquilación momentánea. Noticias de las crisis alrededor del mundo y los problemas de mi vecino atascan las capacidades menta-les más allá de su límite.

Estamos inundados con problemas más allá de la com-prensión y sentimos que nadie tiene la solución.

Atrapados en un torbellino de actividad, horarios, y eventos, encontramos que el tiempo de la gente sana es va-lioso como el oro. Agregar evangelismo a un horario carga-do sería la paja que rompe la espalda del camello.

ACUARIOS, EMBOSCADAS Y SAFARIS Una tercera fuente de lo ineficaz en el evangelismo es

nuestra exposición a modelos insanos de evangelismo. Aunque muchas de las prácticas en el evangelismo “funcionan”, en algunos casos impiden el impacto total de una determinada iglesia en la comunidad.

Mientras que algunas iglesias fracasan en su crecimiento debido a que no evangelizan, otras fallan debido a que lo hacen—pero en formas no efectivas. Para muchos, el evan-gelismo es lo que hace pastor los domingos a la mañana al

(Continúa en la página 7)

Una empresa llamada Evangelismo

Joseph Aldrich Tomado del libro Evangelismo como estilo de vida, Introducción.

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tirar la red desde el púlpito, esperando que algunos “peces” en el acuario de cristal muerdan la carnada. El trabajo de los “laicos” es simplemente arrear a los peces dentro del alcance del “gran pescador”. Semana tras semana el pastor evangeliza a los evangelizados. Su gente crecerá débil en una dieta de sermones evangelísticos, incapaz de testificar efectivamente sobre la realidad del evangelio en sus pro-pias vidas.

Los miembros hambrientos de la iglesia “son incapaces de testificar de las buenas nuevas … (debido a) que no lo están experimentando” (1) Es un fenómeno extraño para una iglesia cuyo principal énfasis es el evangelismo.

La verdad es que “todo lo que sucede, enseña”. Si el único medio para el evangelismo es el “gran pescador” quien continuamente pesca desde el púlpito, algo puede pescar ¡pero ese predicador está enseñando por sus hechos una aproximación al evangelismo que podría obstaculizar el potencial evangelístico de su iglesia local! El evangelis-mo es contextual, y sin una atención cuidadosa a la “belleza del cuerpo” (edificación), los esfuerzos evangelís-ticos pueden ser poco naturales e infectivos. El evangelis-mo individual realmente efectivo nace del contacto de una comunicación saludable y vibrante de los creyentes (iglesia). El impacto de los esfuerzos evangelísticos de la iglesia son directamente proporcionales a la salud de su vida corporativa.

Otros modelo de evangelismo potencialmente enfermo es el que yo llamo “el método de la emboscada”. El no cristiano es invitado a un evento donde un poderoso orador descarga su batería de versículos. Frecuentemente el “invitado” no tiene ni idea de la función o propósito de la invitación y se siente atrapado y molesto. Este método re-cuerda a las lágrimas llameantes generadas por predicado-res diestros en manipular las emociones y las Escrituras.

Muchos asumen que evangelismo es lo que hace Billy Graham y no se involucran porque ellos “no tienen esos dones”. A veces los creyentes tienen una oportunidad se-manal de integrar un “safari espiritual” en territorio enemi-go. Extraños son confrontados con un mensaje verbal que dicen ser el evangelio. Algunas de estas experiencias son válidas, y Dios las bendice. Muchas no lo son, y represen-tan una aproximación poco natural y no bíblica de alcanzar a la gente.

Encuentro que muchos creyentes se han quemado por una desafortunada—e innecesaria—experiencia de atrever-se a evangelizar a alguien. Como resultado abandonaron.

Frecuentemente esta experiencia es el resultado del error en distinguir testificar y ganar almas. Hay diferencias entre estos términos. “Cuando un hombre le habla a otro de Jesús, está testificando. Pero en el momento que trata que esa persona haga algo con Cristo, pasa al rol de ganador de almas” (2)

Testificar y ganar almas son dos especialidades diferen-tes. A muchos se les ha enseñado que el evangelismo se iguala a ganar almas, y han tratado de “ganar almas” con resultados desastrosos. Confundidos y humillados, se han retirado completamente de todo lo que tenga que ver con el evangelismo. Podría agregar que el verdadero testimonio está basado en lo que nosotros (los salvos) hacemos con lo que ellos (los no salvos) no pueden hacer; y no está basado en lo que no hacemos y ellos sí hacen. Debido a la exposi-

(Viene de la página 6)

ción a modelos poco saludables de evangelismo, la empre-sa evangelística ha sufrido. Frecuentemente es la metodo-logía de alguno de estos modelos lo que ofende las sensibi-lidades de los cristianos. A veces estos métodos son artifi-ciales y no naturales. Muchos cristianos tienen objeciones personales a las formas de aproximarse para “ganar” al-mas. Trucos, seudo cuestionarios, tocar timbres, maltratos evangélicos, y la supina rudeza de algunos hermanos los echa para atrás. El resultado final es que el evangelismo se torna en algo mal comprendido; algo que mucha gente jura nunca hacer.

SEPARACIÓN O SEGREGACIÓN Las barreras culturales que se perciben y los flagrantes

errores teológicos se combinan para producir el cuarto factor de ineficacia que hace corto circuito con el evange-lismo. Pienso que es justo decir que las mayoría de los cris-tianos han perdido su habilidad para relacionarse significa-tivamente con los no cristianos. Sin necesidad de estrechar la imaginación la comunidad cristiana puede ser llamada “la sal de la tierra”. Para que la sal sea efectiva, debe salir de aquello que lo contiene para derramarse en un mundo de dolor, de muerte, de sufrimiento, a favor de la gente pecadora. No hay impacto sin contacto, y aún así, luego de conocer al Señor por años, el cristiano promedio no tiene relaciones significativas con los no creyentes. Frecuente-mente la conversión abre una nueva red de relaciones y el nuevo cristiano en forma inadvertida se aísla de sus asocia-dos no cristianos. En algunos casos la naturaleza de esas asociaciones pasadas hacen que la separación sea necesa-ria. Frecuentemente, sin embargo, se retrae de hacer con-tactos significativos porque su iglesia local no comprende la doctrina bíblica de la separación. Frecuentemente los no salvos son vistos como enemigos en lugar de víctimas del Enemigo. La espiritualidad se ve como una separación de los no salvos. Al nuevo cristiano se le dice que no tiene “nada en común” con los no salvos. Francamente, yo tengo mucho en común con ellos: una hipoteca, las cuotas del auto, chicos que se portan mal, pasto para cortar, lavar el auto, un matrimonio no perfecto, unos kilitos de más, inte-rés en el deporte, hobbies, y otras actividades. Es bueno recordar que Jesús fue llamado “amigo de pecadores”. Un amigo de pecadores. ¡Selah!

TENDER PUENTES SOBRE

LA BRECHA DE LA CREDIBILIDAD Una quinta razón que debilita la causa evangelística es

el desbalanceo entre la verbalización y la encarnación del evangelio. Los cristianos deben ser buenas noticias antes de compartir las buenas noticias. Las palabras del evange-lio deben ser encarnadas antes de ser verbalizadas.

¿Cuál es la música del evangelio? La música del evan-gelio es la belleza del Cristo que mora en las relaciones diarias de la vida. El evangelio es la buena nueva. Que Cristo Jesús ha resuelto el problema del pecado en el hom-bre y le ofrece el potencial de una vida distinta, una vida en la cual los recursos de Dios mismo están disponibles. Y debido a que el evangelio se traduce en música, hace que las relaciones redentoras sean posibles. Cuando el mundo observa a los esposos amar a sus esposas, y a la esposas apoyar y cuidar a sus esposos y familias, acaban de presen-ciar un milagro; han escuchado la música. Es la música

(Continúa en la página 10)

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Cine

La gran triunfadora de los Oscar de este año, ha sido sin lugar a dudas El discurso del rey.

E sta película in-

glesa trata de un

tema tan inglés como la monar-

quía británica, pero no es una

producción histórica de presu-

puesto disparatado, sino un

relato íntimo que va más

allá de los tópicos de las

historias de superación

personal, a las que el cine nor-

teamericano nos tiene acostum-

brados. Colin Firth hace aquí

uno de esos contenidos papeles

que le han hecho famoso, pero

acompañado de explosiones de

ira, que le dotan de una profunda humanidad. Su

vulnerabilidad nos muestra la fuerza de la

debilidad.

Si es difícil hablar a otra persona tartamudeando,

podemos imaginar lo que esto supondría a un mo-

narca que tenía que dirigirse por radio a todo el

imperio británico, para declarar la guerra a Alema-

nia en 1939. En momentos así, los oyentes espera-

ban un mensaje firme, claro y decidido, no tarta-

mudeos, entre torturados silencios...

Este era un hombre además que no quería

ser rey. Tras la muerte de su padre –el autoritario

Jorge V–, el trono pasa a su hermano Eduardo

VIII, que renuncia a él, “para casarse

con la mujer que quiere” –la nortea-

mericana Wallis Simpson–, que se había divorciado

dos veces y tenía una mala reputación.

La responsabilidad a la que el nuevo

rey se enfrenta, con toda su incapaci-

dad y vergüenza, es oponerse nada

menos que a Hitler. El reticente y

tartamudo monarca es contrastado

así con la elocuencia apasionada del

Führer. La película no entra en la

admiración de su hermano por el

nazismo –apoyado entonces incluso

por Churchill–, sino que se limita al

conflicto personal de su vida íntima.

UN RELATO PROFUNDAMEN-

TE HUMANO

A partir de La reina de Stephen

Frears (2006), el cine británico ha logrado

humanizar la realeza con escenas que mues-

tran la monarquía en una privacidad hasta

ahora desconocida. El director de teatro y tele-

visión Tom Hooper –autor de varias series históri-

cas, entre ellas una dedicada a Isabel I (2005) –

lleva ahora a la pantalla un guión de David Seidler

–basado en su propia obra de teatro– sobre su ex-

periencia con la tartamudez de niño, en la Inglate-

rra de la segunda guerra mundial, proyectada en el

personaje histórico de Jorge VI –padre de la actual

reina Isabel II–.

La sobria puesta en escena de El discurso del rey se

basa en un extraordinario guión y unos excelentes

La fragilidad de El discurso del rey

José Segovia Barrón

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Firth encarna poderosamente la frustración

de este hombre atormentado por sus pro-

pios demonios.Después de

probar técnicas tan absurdas

como colocarse un puñado de

bolitas en la boca –aunque se

remonten al propio Demóste-

nes–, descubre la extravagante

terapia del australiano Logue,

que saca a la luz las evidentes

marcas de unas heridas emo-

cionales, que le impiden expresarse en público. Al

principio desiste, porque no quiere hablar de asun-

tos personales, pero luego se da cuenta de que su

problema no es físico, cuando oye su voz, grabada

en un disco mientras escucha música a todo volu-

men con unos auriculares.

Esta es la historia también de una amistad

improbable. La película narra sus constantes en-

cuentros y desencuentros, mientras crece el vínculo

que les une, al conocerse y entenderse el uno a otro,

a lo largo del tiempo. El dolor y el resentimiento se

muestran abiertamente, mientras que la admira-

ción y la gratitud son raramente confesadas, de

acuerdo a la tradicional flema británica. Uno quiere

escapar de la atención de los demás, mientras que

el otro en el fondo desea ser reconocido. Así que

fácilmente se hieren el uno al otro.

PODER EN LA DEBILIDAD

El personaje de Bertie es contrastado en es-

ta película no sólo con Logue, sino también

con su hermano Eduardo, que prefiere su

felicidad a la responsabilidad que le da el

deber de su posición. Y finalmente, sobre

todo con Hitler. Bertie está viendo con su esposa

y sus hijas un noticiario cinematográfico sobre una

de las concentraciones nazis en Nuremberg. El ca-

risma del líder es contrastado aquí con la humildad

del monarca británico. Las apariencias sin embargo

actores. Por una parte, el atormentado Colin Firth

transmite convincentemente el inmenso esfuerzo

que le produce articular una

frase seguida. Por otra, el re-

confortante Geoffrey Rush

muestra una generosidad y un

atrevimiento propio de este lo-

gopeda y actor frustrado, que

compensaba su falta de titula-

ción con su descaro australiano

y vocación de terapeuta sensi-

ble a los estados de ánimo.

Junto al monarca está su fiel esposa, interpretada

por una sorprendente Helena Bonham Carter, que

puede ser inmisericorde –como en las películas de

Harry Potter–, pero que aquí aparece llena de tac-

to y amor a su marido, como la futura reina madre.

Fue ella la que autorizó hacer la película, después

de su muerte el año 2002, cuando tenía ya 101

años. Esta valiente reina fue considerada una vez

por Hitler como la mujer más peligrosa que vivía

entonces. Detrás de esa dama de hierro de la bata-

lla de Inglaterra, está sin embargo la sensibilidad

de una esposa, que cuida de sus dos hijas, ayudan-

do a su marido a enfrentarse a sus miedos e insegu-

ridades.

LA TRAGEDIA DELREY TARTAMUDO

El magistral guión de Seidler se extiende

entre dos discursos. El primero es un verda-

dero desastre.El entonces duque de York sufre

una experiencia humillante, cuando en 1925 tiene

que cerrar los actos de una exposición internacio-

nal, por una enfermedad de su padre, con un men-

saje radiado para todo el Imperio, desde el estadio

londinense de Wembley. Un Bertie sudoroso y ate-

rrorizado tartamudea ante los semblantes abatidos

de los espectadores, que bajan la cabeza y apartan

la mirada ante su angustioso silencio.

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engañan…

“Dios eligió a los que desde el punto de vista

humano son débiles, despreciables y de po-

ca importancia, para que los que se creen

importantes se den cuenta de que en reali-

dad no lo son” 1 Corintios 1.27

En su discurso final, el rey cita un poema

que no aparece en la película: “Yo dije al hom-

bre que estaba a la puerta del nuevo año: Dame luz

y podre adentrarme con seguridad en lo descono-

cido; y él contestó: Entra en la oscuridad y pon tu

mano en la mano de Dios. Eso será mejor que una

luz, y más seguro que el camino conocido.

Porque el poder de Dios es mayor que nues-

tra debilidad. Él nos guía en medio de la oscuri-

dad y nos guarda de todo mal

milagrosa que muchos anhelan en sus vidas. Las dos fuerzas más grandes en el evangelismo son una

iglesia saludable y un matrimonio saludable. Los dos son interdependientes. No podemos tener uno sin el otro. Sin embargo, el matrimonio saludable es el arma de la “primera línea de combate”. La familia cristiana en una comunidad es una herramienta evangelística esencial, asumiendo que el hogar del que hablo demuestra la belleza de un evangelio siempre presente. Es la antigua historia: Cuando se ve el amor, el mensaje se escucha.

La estrategia de Dios en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento involucra siempre a una novia y la rela-ción que tiene con Dios. Israel y la iglesia ambos son lla-mados “novias”; su belleza es algo que le preocupa a Dios. Pero la belleza descrita (Ezequiel 16, Efesios 5) es relacio-nal. Es la belleza de cómo viven juntos. Israel se convirtió en ramera porque olvidó la fuente de su belleza y esplen-dor. La iglesia de Efeso fue acusada de haber perdido su belleza, aunque ella creía que era teológicamente sana (la condición de cientos de iglesia hoy día).

Mucho del entrenamiento evangelístico que vemos hoy es ayudar a la gente para que aprenda a “decir las palabras” del evangelio. Se le da poca atención a desarrollar una filo-sofía bíblica de ministerio que transforme la fealdad en be-lleza. Debemos convertirnos en candidatos de la bendición de Dios, comenzando por encarnar Su belleza en nuestras relacio-nes, y abrir estas relaciones con los no cristianos. Una vez que la “música” se haya oído, tener la expectativa de que se nos pregunte por “la razón de esa esperanza (belleza) que hay en nosotros”. ¡Toque la música, y ellos serán candidatos para la Palabra! Sheldon Vanauken lo dice bien, “El mejor argu-mento del Cristianismo son los cristianos; su gozo, su cer-teza, su ser cabal. Pero el argumento más fuerte contra el Cristianismo son también los cristianos—cuando son som-bríos y sin gozo, cuando son autosuficientes y petulantes en su complacencia, cuando son estrechos y represores, en-tonces el Cristianismo muere mil muertes”. (3)

Cuando el gozo, la certeza, la cabalidad, y la belleza de una comunidad cristiana se cultiva y se comunica, el evangelismo es el glorioso resultado. He escrito este libro con la intención de codear a la iglesia para que reclame su derecho de naci-miento y explote su belleza hasta alcanzar Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra

(Viene de la página 7)

Tomado de Evangelismo como estilo de vida, Ed. Multnomah, Portland, 1981, Introducción.

Traducción de la Introducción por José Nuñez Joe Aldrich (1941-2009), fue el segundo presidente del Seminario

Multnomah. Su padre murió el mismo año a los 100 años de edad. (1). James Ángel, Contemporary Christian Communications (Nashville:

Thomas Nelson, Inc. 1979), p.27 (2) C.S. Lovett, Witnessing Made Easy (Baldwin Park, CA: Personal

Christinity, 1979), p. 20 (3) Sheldon Vanauken, A Service Mercy (New Yorl: Harper & Row,

1977), p. 85

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Historia

Francisco Hermógenes Ramos Mejía nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de di-ciembre de 1773. Sus padres fueron el español Gregorio Pedro Ramos Mejía y la criolla, de origen escocés presbiteriano, Maria Cristiana Ross. La forma que encaró la colonización y su heterodoxa posición religiosa convirtieron a Ramos Mejía en una de las personalidades más reacias y originales de la historia argenti-na.

P restó servicios a la Patria ocupando puestos públi-

cos desde el tiempo de la colonia. Abrazó con fervor los principios de la Revolución de Mayo. Fue nombrado regidor en el Cabildo de 1814; donde también formó parte de la Junta de Observación, electa por el voto po-pular en 1815.

En el mismo año se estableció en una región del distrito de Kequel, hoy Maipú (sobre la ruta 2 camino a Mar del Plata). Levantó su estancia en un paraje llamado Marihuicul, sin la protección del Estado, por hallarse fuera de la demarcación fronteriza. “Fue el pri-mer hacendado que tiene la audacia de lle-gar tan lejos y de pisar una región sólo co-nocida por el indio y hollada por tropas ba-guales o hacienda chúcara” la “Miraflores” lle-gó a ser un baluarte civilizador en la pampa bravía.

En 1817 integró, junto a Rosas, la subcomisión de Hacendados de la Junta de Emigración, al surgir la noticia de una invasión hispano-portuguesa contra Buenos Aires.

Para 1820 las revueltas provinciales convirtieron a Buenos Aires en un escenario de cambios políti-cos. Teniendo en cuenta la influencia que ejercía sobre los pampas, el gobierno designó a Ramos Mejía intermediario. El 7 de marzo celebró el trata-do de “Paz y Buena Armonía” en la Miraflores. Martín Rodríguez representó al gobierno y Ramos Mejía a dieciséis caciques.

Cuando Rodríguez llegó a ser gobernador se en-cargó de violar el tratado. En su expedición militar contra la anarquía, no escuchó las protestas de Ra-mos Mejía y Rosas y atacó a los pampas.

Los traicionados pampas reaccionaron cruel-mente. El 21 de enero de 1821 el gobernador huyó derrotado. El informe oficial declaró: “Los indios

avanzan vencedores. Lo incendian y roban todo. Los habitantes de Kequel son derrota-dos; sólo se salva la estancia Miraflores. Los salvajes reconocen así al hombre de paz que supo cumplir sus promesas”.

Ramos Mejía pasó los últimos años en su estan-cia “Los Tapiales”, en Morón; donde falleció a los 55 años el 5 de marzo de 1828. Esa estancia se pue-de se puede visitar hoy en día, pues está en medio del predio que ocupa el Mercado Central, a la vera de la autopista Ricchieri. Por ahí pasaba el Camino Real, conocido hoy como la Avenida Gaona. Mien-

tras él estaba allí llegó el primer ganado europeo de raza que sirvió para mejorar nuestros vacunos hasta el día de hoy. Fue el primer lugar donde se plantó lino en Bue-nos Aires y extenso olivares. Des-de allí a lo que hoy es Ramos Me-jía, Morón y Palomar formaba parte de su estancia. El lugar que ocupa hoy el colegio Ward en Ra-mos Mejía era el casco de la estan-cia de Don Francisco. UN PROTESTANTISMO AU-

TÓCTONO La posición religiosa de Ramos Mejía se halla documentada en su

“Abecedario de la Religión” (28-8-1820) y su carta a Marcos Balcarce (28-11-1820). Esta fue tan poco ortodoxa que fue acusado de hereje y confinado en Kequel durante casi un año. Sin embargo fueron muchas las conversaciones entre indios y el gau-chaje.

Creía en la Trinidad. Aceptaba la división del mundo en tres edades: la del Padre, la del Hijo, y la del Espíritu Santo o Evangelio Eterno.

“El hombre fue creado por voluntad del Crea-dor quien lo hizo todo perfecto. Pero el hombre perdió su libertad abusando de ella. Jesucristo es el Hijo de Dios que vino a salvarnos. Esta salva-ción sólo es posible por la fe en sus méritos y no en la obra humana. El misterio de la encarnación se explica por la caída del hombre y la inalterable misericordia de Dios. La resurrección de Jesucris-to garantiza la dadiva de su Espíritu Santo a todo el que quiera recibirlo. Jesucristo es nuevo único Sacrificio y Sacerdote. Es la Cabeza visible (y muy visible) de la Iglesia. El gobierno soberano de Dios será sobre la Tierra después de su Segunda Venida en Gloria y Majestad.”

(Continúa en la página 3)

Francisco Ramos Mejía José Nuñez

LA HETERODOXIA RELIGIOSA DE UN HOMBRE DE MAYO

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HERRAMIENTAS

QUE FACILITAN RESULTADOS

Antes de salir de vacaciones Dios nos permitió como familia comprar un auto. Todo venía bien hasta que el día antes de salir una de las ruedas se pincho. Cuando quise cambiar la rueda pinchada por la de re-puesto me encontré con que la llave para aflojar los tor-nillos era vieja y de tramo largo lo que no me hizo impo-sible aflojar los tornillos. Reconozco que en ese momen-to me enojé con la llave, no era la adecuada, por más buenos esfuerzos que yo hacía con esa herramienta no pude mejorar la situación. La decisión era simple, o seguía toda la tarde intentando lograr mi objetivo con una mala herramienta o salía a buscar una buena herramienta. Como soy una persona cabeza dura y ya comprobé mu-chas veces que por mas honestidad y esfuerzo que uno le ponga a una tarea, si no cuenta con herramientas adecua-das en la mayoría de las ocasiones lo que uno consigue es No lograr los resultados esperados Frustración Pérdida de tiempo Decidí ir a buscar una nueva herramienta. Simplemente tome mi bicicleta, compré una buena llave y en 10 minu-tos había cambiado la rueda. Es extraordinario tener en las manos herramientas ade-cuadas para realizar un trabajo. Al pensar en los tres resultados que se producían cuando yo me empecinaba en hacer el trabajo sin tener las herra-mientas adecuadas pensé en la iglesia. Muchas veces sentí que no lograba los resultados espe-rados, aparecía la frustración y una sensación de pérdida de tiempo. Pero a medida que Dios fue proveyendo herramientas adecuadas estos resultados cambiaron. Las herramientas adecuadas ayudan a poder desarrollar mejor el trabajo que realizamos. No lo son todo pero facilitan las tareas y pueden generar resultados sorprendentes. Como los testimonios hablan más claro que las explica-

La Columna de Tito Pastor Tito Robert

ciones aquí te comparto algunos: Testimonio 1: Pastor Victor Hugo Pérez Diaz - Méxi-co "Saludos, desde hace algunos años, pocos, tres tal vez, baje de internet los estudios del Ministerio crecer. Me dedique a la tarea de ponerlos en practica, me saque las dudas por medio de un sistema de preguntas y res-puestas que tenían disponible y con la ayuda de Dios la membresía creció de 40 a 800 miembros aproximada-mente. A veces baja a 600 pero estamos trabajando duro para rebasar los mil. Gracias, Bendiciones, Salu-dos" Este pastor utilizó las herramientas adecuadas y eso marcó una diferencia en su congregación. Testimonio 2: Carlos Camacho - Venezuela "Hace tiempo adquirí el material sobre "Como alcanzar objetivos por medio de proyectos de trabajo". Ese mate-rial me ha desarrollado como líder, me ha ayudado a plantar tres iglesias en Venezuela con mas de 130 miembros cada una ya con sus pastores y diáconos. Tus trabajos han sido muy útiles en mi ministerio, sobre todo el tema de valores, por eso adquirí también el "plan anual" que en este momento estamos usando en la iglesia y los hermanos están muy motivados." Este pastor utilizó las herramientas del Curso "Como alcanzar objetivos por medio de proyectos de trabajo" y el "Plan Anual para iglesias" y estas herramientas le ayudaron a producir el resultado de 3 nuevas iglesias. Testimonio 3: Williams Velez - Ecuador "Tenemos 40 lideres entrenándose, más de 30 moviliza-dos cada semana en trabajo hacia las personas y el resultado de 20 nuevas persona convertidas en el 2011" El Pastor Williams Velez y su equipo de Líderes están implementando el "Plan Anual para iglesias" en su igle-sia con la capacitación y mentoreo semanal del Ministe-rio Crecer. Otro pastor que adquirió herramientas adecuadas y ya esta viendo resultados de su trabajo. Tres pastores, tres países y el mismo principio. Contar con las herramientas adecuadas facilita el traba-jo y produce resultados diferentes. Si quieres tener un año diferente toma decisiones dife-rentes. En Cristo. Tito Robert M i n i s t e r i o C r e c e r Email: [email protected] Teléfono: 4652 1515 MSN: [email protected] Celular: 15 - 5936 - 9297 SK9999YPE: titorobert2008